Está en la página 1de 17

Fuentes del Derechoi

La Ley
• ¿Qué es una ley?
• ¿Cómo se clasifican las leyes?
• ¿Cómo se crean las leyes?
• ¿Cómo se aplican las leyes? Las leyes en el tiempo y las leyes en
el espacio
• ¿Qué son los decretos? ¿Cómo se clasifican los decretos?

En la clase pasada comenzamos a trabajar en la actividad


jurisdiccional de los operadores jurídicos al momento de resolver
las situaciones conflictivas. El derecho como construcción del
discurso jurídico de una comunidad, nombra y describe a la
realidad y, a su vez, determina los ámbitos de la licitud e ilicitud
en la misma. El derecho así entendido, es utilizado en la técnica
de resolución de conflictos como criterio de argumentación, es
decir, como forma de justificación de los operadores jurídicos al
memento de tomar las decisiones que ponen fin a los conflictos. El
discurso jurídico otorga a la actividad jurisdiccional la legitimidad
requerida para que las decisiones allí tomadas, que afectan a las
personas en su libertad, en sus bienes, en su vida personal y
profesional, se consideren objetivas y por tanto exigibles.
En nuestro sistema jurídico, de origen continental romanista (ya
que está inspirado en el derecho de la Europa continental y en el
viejo Derecho Romano), la fuente primera de provisión de los
argumentos jurídicos es la Ley. Este será el tema que
desarrollaremos en esta clase.
¿Qué es una ley?

El significado de la palabra ley, como tantas otras palabras en la


ciencia del derecho tiene diferentes acepciones. Veamos algunos
ejemplos:
“Tiene la fuerza de la ley.”
“La ley 20.744 Ley de Contrato de Trabajo, fue publicada en el
Boletín Oficial el 27-09-1974”
“Las leyes nos alcanzan a todos, regulan las conductas de todas
las personas.”
En el primer caso la palabra ley hace referencia a la
obligatoriedad; en el segundo supuesto la palabra ley remite a un
concepto muy preciso, a las reglas de conducta que debatidas en
el Congreso luego se publican en el Boletín Oficial; en el último
caso la palabra ley alude a la generalidad de estas normas
jurídicas.
En tanto fuente del derecho, la ley puede ser entendida entonces
desde un punto de vista amplísimo como pauta de alcance
general, a diferencia de las normas de alcance particular.
Desde un punto de vista amplio, la ley puede entenderse como
toda norma jurídica de alcance general escrita, diferenciándose así
de las costumbres.
Desde un punto de vista restringido, que es el que seguiremos en
esta clase, cuando hablemos de ley nos estaremos refiriendo a las
normas jurídicas de carácter general, escritas, que emanan de la
actividad de los órganos legislativos (congreso, parlamento) del
estado, lo que nos permitirá diferenciarlas de los Decretos, de las
Resoluciones de los Ministerios, Secretarías y Subsecretarías, etc.
En este sentido restringido las leyes tienen un alcance general, ya
que afectan a las personas o a grupos de personas que no se han
definidos ni individualizados. La generalidad es una de las
características de la ley. Por ejemplo cuando la Ley de Contrato de
trabajo estipula en el artículo 21 al definir el contrato de trabajo:
“Habrá contrato de trabajo, cualquiera sea su forma o
denominación, siempre que una persona física se obligue a
realizar actos, ejecutar obras o prestar servicios a favor de la otra
y bajo la dependencia de ésta, durante un período determinado o
no determinado de tiempo, mediante el pago de una
remuneración…”ii

Otra de las propiedades es que la ley es escrita, se la conoce a


partir de documentos diseñados siguiendo un procedimiento
riguroso. En el caso de las leyes nacionales, la CN prevé en el
Capítulo Quinto de la parte orgánica, el procedimiento para la
formación y sanción de las leyes (art. 77 al 84 CN).

Finalmente, la última característica de la ley es que la autoridad


encargada de crear las leyes son los órganos legislativos de los
países. Así, en nuestro país es atribución del Poder Legislativo
Nacional crear las leyes (art. 44 de la CN)

Habiendo reconocido las diferentes acepciones y características de


la fuente del derecho a la que denominamos ley, estamos en
condiciones de definirla:
“Toda norma jurídica general escrita, emanada del órgano
legislativo del estado, creada siguiendo un procedimiento de
sanción y publicación.”
Existen sin embargo leyes, que aún siendo escritas y emanadas
del Congreso de la Nación, carecen de generalidad, por ejemplo
cuando se nombra a algún personaje destacado como ciudadano
ilustre. Existen leyes que siendo de alcance general y habiendo
sido dictadas siguiendo el estricto procedimiento de formación de
leyes, no son publicadas en el Boletín Oficial por tratarse de leyes
secretas. En nuestro país, la ley 26.134 ha dejado sin efecto en el
año 2006, el carácter secreto o reservado de toda ley que haya
sido sancionada con tal condición, ordenándose la publicación de
las leyes mencionadas en el Boletín Oficial. Además establece la
prohibición del dictado de leyes con tal carácter.
Como hemos visto en clases anteriores, podemos acceder a
conocer las leyes de nuestro país en el sitio www.infoleg.gov.ar
Allí se encuentran publicados las leyes nacionales, constitución
nacional y constituciones provinciales, tratados internacionales
suscriptos por nuestro país, decretos, resoluciones ministeriales,
decisiones administrativas, disposiciones, acordadas, entre otros
contenidos.

¿Cómo se clasifican las leyes?

Las leyes pueden clasificarse de acuerdo con diversos criterios:

1) De acuerdo con su alcance geográfico: las leyes pueden ser


nacionales (como la LCT 20.744) o bien provinciales (como
la ley provincial 12.415 de la Pcia. De Buenos Aires del año
2000 que ratifica el Pacto Federal Del Trabajo, para la
erradicación del trabajo infantil).
Respecto de las leyes nacionales, que son de aplicación a
todo el territorio de la nación, el mismo Código Civil Y
Comercial de la Nación (CCyC) establece en el art. 4° que
las leyes son obligatorias para todos los que habitan el
territorio del a República, sean ciudadanos o extranjeros,
residentes, domiciliados o transeúntes, sin perjuicio de lo
dispuesto en leyes especiales.
2) De acuerdo con su vigencia temporal: las leyes pueden ser de
vigencia predeterminada, como por ejemplo la ley de
presupuesto de la nación que comienza a regir de un día
cierto y determinado, el 1° de Enero de cada año y finaliza
también en una fecha cierta, el 31 de Diciembre de cada
año. Otras leyes, la mayoría, tienen una vigencia temporal
indeterminada, comienzan a regir a partir de la fecha que
indique el mismo texto legal, y a falta de mención de la
fecha, a partir del 8° día de su publicación en el Boletín
Oficial (B.O.) conforme lo establece el art. 5° del CCyC y su
vigencia no tiene plazo final, la ley sigue existiendo hasta
tanto no sea suprimida –derogada- por otra ley que la
suprima, modifique o reemplace.
3) De acuerdo con la mayor o menor relevancia de la autonomía
de la voluntad de las personas frente a la estipulación legal:
las leyes pueden ser supletorias o imperativas. Cuando
analizamos el elemento conducta del fenómeno jurídico,
vimos que la libertad era la regla y la prohibición la
excepción. Además, estudiamos que las prohibiciones deben
estipularse por ley. Recordemos el principio de clausura o de
libertad contenido en el segundo párrafo del artículo 19 de la
CN, que reza “todo está permitido salvo lo prohibido”. En
esta línea, las personas gozan de autonomía para
conducirse, la que pone de manifiesto la libertad del
comportamiento humano. La ley impone las limitaciones a
ese actuar en aras de asegurar el mínimo de orden en los
vínculos entre las personas, una organización del poder para
la resolución de conflictos que pudiera sucederse, y una
cooperación que permita a cada una de las personas el
despliegue de su proyecto personal de vida en esa
comunidad.
Es así que, las leyes serán supletorias cuando prime esa
autonomía de la voluntad respecto de las pautas legales. Un
ejemplo de este tipo de leyes son las normas que rigen los
contratos en el CCyC.
Por el contrario, las leyes serán imperativas cuando no
puedan ser dejadas de lado por las convenciones entre
particulares. Por ejemplo, el artículo 12 del CCyC establece
que “Las convenciones particulares no pueden dejar sin
efecto las leyes en cuya observancia esté interesado el
orden público.”iii Esa es la razón por la cual el ordenamiento
jurídico restringe la autonomía de la voluntad de las
personas, cuando en la regulación de determinado tipo de
comportamiento esté implicado el interés general que
deberá estar por encima del interés particular.
A su vez, el art. 12 de la LCT establece: “será nula y sin
valor toda convención de partes que suprima o reduzca los
derechos previstos en esta ley, los estatutos profesionales,
las convenciones colectivas o los contratos individuales de
trabajo, ya sea al tiempo de su celebración o de su
ejecución, o del ejercicio de derechos provenientes de su
extinción.”iv Y el artículo 13 de la misma ley aclara “Las
cláusulas del contrato de trabajo que modifiquen en
perjuicio del trabajador normas imperativas consagradas por
las leyes o convenciones colectivas de trabajo serán nulas y
se considerarán substituidas de pleno derecho por éstas.” En
este ejemplo, la relación jurídica entre trabajador y
empleador, en atención a la situación de mayor
vulnerabilidad de la parte más débil del contrato –el
trabajador- se encuentra regulada por leyes imperativas y
todo acuerdo entre partes que perjudique al trabajador y
que modifiquen los términos de esas leyes imperativas del
Derecho del Trabajo será nulo.

¿Cómo se crean las leyes?

Llegados a este punto, analizaremos cómo es el procedimiento para la


creación de las leyes. Como vimos más arriba, las leyes como normas
escritas han sido creadas de manera deliberada por el órgano con
potestad legislativa del Estado. En nuestro país, la Constitución Nacional
prevé el modo de formación de las leyes nacionales en la segunda parte,
Capítulo Quinto, artículos 77 al 84.
Las etapas para la formación de las leyes de la nación son:
➢ Iniciativa
➢ Discusión
➢ Sanción
➢ Promulgación
➢ Publicación

La iniciativa:

El proyecto de ley puede ser iniciado por:

1) Iniciativa popular (ver art. 39 de la CN) en la Cámara de


Diputados de la Nación. A su vez esta forma de iniciar los
proyectos de leyes se encuentra reglamentada por la Ley
24.747 y en el artículo 4° exige que el proyecto a ser
elevado ante la Cámara de Diputados haya sido suscripto
por el 1,5% de los ciudadanos del padrón electoral de la
última elección de diputados nacionales, y deberán
representar a por lo menos seis distritos electorales, salvo
que se trate de un proyecto de interés regional, en cuyo
caso este requisito de la representatividad de los distritos
electorales no será requerido.
2) Diputado en la Cámara de Diputados de la Nación
3) Senador en la Cámara de Senadores de la Nación
4) Presidente de la Nación en cualquiera de las Cámaras del
Congreso de la Nación

La discusión:
El proyecto de ley iniciado en la cámara que llamaremos de origen
deberá ser tratado sobre tablas (en todo el recinto de la cámara) o en
comisión por tratarse de algún tema que requiera el tratamiento
especializado, en cuyo caso la comisión elaborará un dictamen que será
sometido a consideración del recinto de la cámara.

Aprobado el proyecto pasa a la discusión en la cámara que


denominaremos revisora. Aprobado el proyecto por la cámara revisora,
el proyecto será sancionado por ambas cámaras con la firma de los
presidentes de las mismas.

Si el proyecto fuera totalmente desechado por la cámara de origen o por


la cámara revisora, el proyecto no podrá volver a ser tratado en ese
período de sesiones legislativas.

Si el proyecto fuera modificado (con adiciones o correcciones por parte


de la cámara revisora) volverá a la cámara de origen. Si la cámara de
origen insiste en el proyecto original con una mayoría superior a la que
el proyecto de ley recibiera en la cámara revisora que lo modificó,
entonces el proyecto de ley queda sancionado como lo aprobara la
cámara de origen. Si la cámara de origen no supera la mayoría
alcanzada por la cámara revisora que modificó el proyecto, el proyecto
se sanciona de acuerdo con las modificaciones introducidas por la
cámara revisora. Si la cámara de origen aprueba el proyecto con las
modificaciones de la cámara revisora, se sanciona el proyecto con las
correcciones hechas por la cámara revisora.

La sanción
La sanción es la aprobación del proyecto de ley por ambas cámaras del
Congreso de la Nación. Los presidentes de ambas cámaras firman el
proyecto y lo envían al Poder Ejecutivo para su promulgación.
La promulgación
La promulgación es la aprobación del proyecto de ley por el Presidente
de la Nación, para lo cual emite un decreto de promulgación.

El Presidente puede no aprobar el proyecto de ley sancionado, y dejar


pasar 10 días hábiles sin expedirse, en ese caso el proyecto de ley
queda promulgado tácitamente.

El Poder Ejecutivo puede no aprobar el proyecto de ley sancionado,


para lo cual dicta un decreto de veto.

La observación parcial –veto parcial- del proyecto de ley seguirá el


trámite de los Decretos de Necesidad y Urgencia en la parte del
proyecto que no haya sido aprobada, y siempre que la parte no vetada
mantenga la autonomía suficiente y el proyecto de ley así aprobado no
pierda el sentido o la finalidad tenida en cuenta para su aprobación. La
parte del proyecto que quedara aprobada por el Poder ejecutivo ser
convertirá en ley.

El veto total del Presidente al proyecto de ley aprobado en el Congreso


hace retornar el mismo a las Cámaras del Congreso. Éstas deberán
insistir en el proyecto de ley con las 2/3 partes de los votos de cada
cámara. Si se obtiene esa mayoría el proyecto queda promulgado
automáticamente. Si las cámaras no obtienen esa mayoría para insistir
en el proyecto de ley, el proyecto no podrá volver a ser tratado en ese
período de sesiones legislativas.

La publicación
El proyecto de ley promulgado por el Presidente a través del Decreto de
Promulgación, será enviado al Boletín Oficial para su publicación. Esta
publicación indicará el momento a partir del cual la ley es de
cumplimiento obligatorio. Vimos más arriba que la ley puede indicar la
fecha de comienzo de su vigencia u obligatoriedad, una vez publicada, o
bien, si no fijara fecha determinada, será obligatoria cumplidos los 8
días desde su publicación (art. 5° del CCyC)
¿Cómo se aplican las leyes? Las leyes en el tiempo y las leyes en el
espacio
Una vez que las leyes comienzan a ser exigibles, es decir obligatorias, la
siguiente pregunta que nos debemos hacer es cómo las aplicamos. Dado
que las leyes son creaciones culturales, hechas por el hombre, y con él
comparten la dimensión temporal y espacial, diremos que la aplicación
puede ser abordada desde cada una de esas dos dimensiones.

Las leyes y el tiempo


Comencemos por ver cómo los operadores jurídicos aplican las leyes en
el tiempo. Si tuviéramos que graficar este punto diríamos que las leyes
tienen un período de actividad o vida, que va desde su creación o fecha
de comienzo de obligatoriedad (vinculada con la publicación de la norma
en el Boletín Oficial como vimos en el punto anterior), hasta su
culminación (vinculada con una fecha de cese de sus efectos o bien con
la aparición de una nueva ley que la suprime, modifica o reemplaza). A
ese período lo denominaremos de actividad o vida de la norma. A los
períodos de tiempo que quedan fuera de éste, los denominaremos
períodos de extra-actividad de la ley.

extra- actividad extra-


actividad de la ley actividad

En principio las leyes rigen, es decir son exigibles y existen dentro de su


período de actividad. Esa es la regla. Por supuesto que existen
excepciones. Siendo aún más precisos, podríamos distinguir el período
de extra-actividad de la ley previo a su comienzo de vigencia como
período de retroactividad de la ley (retro=hacia atrás) y un período
posterior a la vida de la norma al que denominaremos ultra-actividad
(ultra=más allá de).
ultra-
retroactividad actividad
actividad

La regla o principio que rige la aplicación de la ley en el tiempo es la


irretroactividad de la ley y la no ultra-actividad de la ley.

Veamos qué sucede en el sistema jurídico argentino.

En el ámbito del derecho privado, el CCyC establece esta regla como un


principio de interpretación para los jueces. El artículo 7° del CCyC
menciona la eficacia temporal de las leyes. “A partir de su entrada en
vigencia, las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y
situaciones jurídicas existentes. Las leyes no tienen efecto retroactivo,
sean o no de orden público, excepto disposición en contrario. La
retroactividad establecida por ley no puede afectar derechos amparados
por garantías constitucionales. Las nuevas leyes supletorias no son
aplicables a los contratos en curso de ejecución, con excepción de las
normas más favorables al consumidor en las relaciones de consumo.”

Analicemos este artículo:

1) A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las


consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes.
Es decir que frente a los fenómenos jurídicos, las nuevas leyes se
aplican a las nuevas situaciones jurídicas, y a los efectos no
cumplidos de las situaciones jurídicas configuradas con
anterioridad a la nueva ley. Pensemos como ejemplo en el
matrimonio. Cuando se estableció el divorcio por medio de la ley
23.515 artículo 1° que dispuso la modificación de la Sección
Segunda del Código Civil, en particular el 213 inc. 3, incluyó la
posibilidad de disolución del vínculo por medio de la sentencia de
divorcio. Esta nueva regla operó para las uniones constituidas con
posterioridad al comienzo de vigencia de la ley (junio de 1987).
Pero ¿qué ocurrió con los matrimonios celebrados con anterioridad
a esa fecha? Lo cierto es que la regla es también operativa para
los efectos no cumplidos de las relaciones jurídicas existentes, es
decir también se debe aplicar a esas uniones.

2) Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público,


excepto disposición en contrario.
Esto significa que el legislador puede crear leyes de aplicación
retroactiva, siempre que en la misma ley establezca esta condición
de aplicación.
3) La retroactividad establecida por ley no puede afectar derechos
amparados por garantías constitucionales.
Si bien el legislador puede crear leyes retroactivas, estas leyes
nunca podrán vulnerar los derechos amparados por la Constitución
Nacional. Esta prescripción es superflua ya que en virtud de la
jerarquía de las normas, las leyes no pueden ir en contra de la
Constitución Nacional, en cuyo caso serán declaradas
inconstitucionales por el juez para el caso concreto.
4) Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en
curso de ejecución, con excepción de las normas más favorables al
consumidor en las relaciones de consumo.
Finalmente, el legislador establece que las leyes que no alteran el
orden público, aquellas que rigen de manera supletoria a la
autonomía de la voluntad, no podrán ser de aplicación retroactiva.
Es decir que el legislador le indica al juez que no podrá aplicar
retroactivamente las nuevas leyes supletorias a los contratos
celebrados con anterioridad al comienzo de vigencia de esas leyes.
Indica como excepción a esta regla que, las nuevas leyes
supletorias en su aplicación resulten más favorables al
consumidor, en ese caso el juez podrá aplicarlas de manera
retroactiva.
Pensemos como ejemplo, leyes supletorias que establezcan
nuevas formas en el contrato de distribución de mercaderías. Esas
nuevas leyes supletorias de la voluntad de las partes, no podrán
afectar a los contratos de distribución celebrados con anterioridad
al comienzo de vigencia de la ley.

Veamos qué sucede en el ámbito del derecho penal, cómo funciona la


regla de la irretroactividad de la ley en las relaciones jurídicas en
materia penal. El artículo 18 de la CN establece que: “Ningún habitante
de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior
al hecho del proceso…” En virtud de esta manda constitucional diremos
que

ley hecho proceso sanción

Esta regla de irretroactividad de la ley penal funciona tanto para el


legislador, quien no podrá crear leyes de aplicación retroactiva en
materia penal, como también funciona como mandato a los jueces que
no podrán aplicar penas (sanciones penales) sin un juicio previo,
fundado en una ley que sea anterior al hecho que dio lugar al proceso.

La regla de irretroactividad fijada en la norma de jerarquía superior (CN)


funciona como regla que limita al legislador, quien al momento de crear
leyes penales no podrá darles efecto retroactivo (a diferencia de las
leyes civiles que sí podían crearse con efecto retroactivo con ciertos
alcances como vimos más arriba). También limita al juez a quien obliga
a aplicar sanciones penales sólo si son aplicadas como resultado de un
proceso judicial que se justifique en la aplicación de leyes que hayan
sido creadas con anterioridad al hecho que dio lugar al inicio del
proceso.

A su vez, el artículo 2 del Código Penal (CP) establece como excepción


que: “Si la ley vigente al tiempo de cometerse el delito fuese distinta de
la que exista al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se
aplicará siempre la más benigna. Si durante la condena se dictare una
ley más benigna, la pena se limitará a la establecida por esa ley. En
todos los casos del presente artículo, los efectos de la nueva ley se
operarán de pleno derecho.”

Es decir que cuando la nueva ley establezca condiciones más favorables


al reo, o incluso cuando la nueva ley desincrimine una conducta que
antes era considerada delito, será de aplicación la nueva ley por ser más
benigna.

Las leyes y el espacio


Cuando clasificamos a las leyes, vimos que hay leyes nacionales que son
las que rigen en todo el territorio nacional, y leyes provinciales o locales
que rigen dentro del territorio de las provincias.

Con respecto a las leyes nacionales del derecho privado, el CCyC


establece en el artículo 4° que: “Las leyes son obligatorias para todos
los que habitan el territorio de la República, sean ciudadanos o
extranjeros, residentes, domiciliados o transeúntes, sin perjuicio de lo
dispuesto en leyes especiales.”

Es decir que en el ámbito de las relaciones entre los particulares del


ámbito del derecho privado las leyes nacionales se aplican dentro de los
límites del territorio nacional, esta regla se conoce como principio de
territorialidad.

El artículo 2594 del CCyC agrega que: “Las normas jurídicas aplicables a
situaciones vinculadas con varios ordenamientos jurídicos nacionales se
determinan por los tratados y convenciones internacionales vigentes de
aplicación en el caso y, en defecto de normas de fuente internacional se
aplicarán las normas de derecho internacional privado argentino de
fuente interna.”

En cuanto a las leyes penales, también rige el principio de territorialidad


en la aplicación de la ley en el espacio. Así, el artículo 1° del CP: Este
código se aplicará: 1°.- Por delitos cometidos o cuyos efectos deban
producirse en el territorio de la Nación Argentina, o en los lugares
sometidos a su jurisdicción; 2°.- Por delitos cometidos en el extranjero
por agentes o empleados de autoridades argentinas en desempeño de
su cargo.”

Al principio de territorialidad de la aplicación de la ley, el código agrega


el principio de defensa cuando se refiere a los delitos cuyos efectos
deban producirse en el territorio de la Nación. Un ejemplo de esta
situación está dado por el delito de falsificación de moneda de curso
legal en Argentina, que es realizado en Montevideo, Uruguay. Dados los
efectos a producirse en Argentina pues se trata de moneda de curso
legal en nuestro país, el delito cometido fuera del país, se ve alcanzado
por las normas del Código Penal Argentino.

A su vez, el CP incluye en el artículo 1° inc. 2°, los actos cometidos en


el extranjero por agentes o empleados de autoridades argentinas en
desempeño de su cargo. En este caso no es la nacionalidad del agente
sino el desempeño de un rol oficial en el exterior en representación de
nuestro país, el que determina la aplicación de la ley penal a los casos
de delitos cometidos durante el desempeño de esa función pública en el
extranjero.

Existe además el principio de justicia universal, que establece la


competencia de los tribunales argentinos para el juzgamiento de los
delitos de lesa humanidad, con independencia de la nacionalidad de los
delincuentes ni el territorio en el que se hayan cometido los hechos. La
CN en su art. 118 establece que: “pero cuando éste se cometa fuera de
los límites de la Nación, contra el derecho de gentes, el Congreso
determinará por una ley especial el lugar en que haya de seguirse el
juicio.”
Fin de la existencia de la ley: la derogación
Dijimos que una ley finaliza su existencia cuando otra ley la reemplace,
la modifique o bien la suprima. Es decir que para que una ley deje de
existir hace falta una nueva ley que lo establezca, de manera expresa o
de manera tácita. Además, existen otros modos de cese de los efectos
de una ley, veamos los supuestos:

Casos de una ley con vigencia temporal determinada cuando se


cumple el plazo preestablecido
Casos de una ley con un objeto especial, cumplido ese objetivo o
finalidad que la ley se propuso

La derogación es el cese de los efectos de una ley por otra ley. Esta
derogación puede asumir diferentes formas:

➢ Abrogación: supresión de la ley por una nueva ley que elimine a la


anterior.
➢ Subrogación: reemplazo de una ley por una nueva ley.
➢ Derogación: supresión de una parte de la ley por una nueva ley.
➢ Modificación: reemplazo parcial de una ley por una nueva ley.

Vinculado con el tema del fin de la existencia de una ley aparece otra
posibilidad, que la ley permanezca formalmente activa pero que haya
caído en desuso. A este fenómeno se lo conoce como desuetudo, cuando
una costumbre contraria a la ley, determina que esa norma ya no se
aplique, tanto por los ciudadanos que no la utilizan en sus prácticas,
como por los jueces que no aplican las sanciones previstas para el caso
del incumplimiento de la norma. Esto no significa que la ley deja de
existir sino que existiendo no se aplica, no es tenida en cuenta en la
práctica ni por los ciudadanos ni por los funcionarios encargados de
hacerla cumplir.

¿Qué es un código?
Los códigos son leyes, que dada su extensión y, por dedicarse a legislar
toda una materia o ámbito material específico, y hacerlo de manera
ordenada y sistematizando esa área o campo, recibe el nombre de
Código (codex=libro).

En nuestro país corresponde al Congreso de la Nación dictar los códigos


de fondo conforme lo establece el art. 75 inc. 12 de la CN.
La unidad temática, el orden o sistematización de los contenidos de esa
materia y el formato legal son las características de este tipo de leyes.

La ignorancia de la ley
El artículo 8° del CCyC dice que el desconocimiento de la ley no puede
ser utilizado como justificación para evitar el alcance de su aplicación
(principio de inexcusabilidad). Es decir que la ley se presume conocida
por las personas y nadie puede alegar su desconocimiento para evitar
ser alcanzado por las consecuencias de la ley. Este principio alude en
realidad a la obligatoriedad de la ley más que a su conocimiento, ya que
la ley se aplica independientemente de la voluntad del destinatario de la
norma. Este principio de inexcusabilidad cede cuando el propio
ordenamiento jurídico estipule la excepción de manera expresa

El fraude a la ley
El diccionario de la Real Academia Española explica que es todo “Acto
tendiente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado o de
terceros.”v

Es decir que se trata de una maniobra elusiva de una ley, de un delito.


Generalmente para realizar esta maniobra, quien defrauda se resguarda
detrás de una ley que utiliza como cobertura, para evitar el alcance de
otra norma que le resultaría más gravosa si no cometiera el acto
fraudulento o ilícito. Descubierta la maniobra fraudulenta, el juez
ordenará la aplicación de la ley que corresponde a la relación jurídica de
que se trate, y condenará a quienes hayan urdido la maniobra con las
sanciones previstas por esa ley.

Un ejemplo de esta situación en las relaciones laborales es la utilización


de la ley de pasantía para contratar mano de obra con costos menores,
eludiendo las consecuencias de la aplicación de la LCT.

¿Qué son los decretos? ¿Cómo se clasifican los decretos?

Además de las leyes, existen otras normas escritas de alcance general


conocidas como Decretos. Este tipo de normas jurídicas escritas, derivan
de la actividad legislativa del Poder Ejecutivo. El Presidente entre sus
atribuciones tiene la facultad de dictar los reglamentos de las leyes,
veamos el artículo 99 inc. 2 de la CN: “El presidente de la Nación tiene
las siguientes atribuciones: 2. Expide las instrucciones y reglamentos
que sean necesarios para la ejecución de las leyes de la Nación,
cuidando de no alterar su espíritu, con excepciones reglamentarias.”

Además de esta facultad reglamentaria de las leyes, el Presidente puede


dictar en “circunstancias excepcionales que hicieren imposible seguir los
trámites previstos” por la constitución para la sanción de las leyes
decretos de necesidad y urgencia, conocidos como los DNU. Estos no
podrán versar sobre cuestiones de materia penal, tributaria, electoral o
de régimen de los partidos políticos. Estos Decretos requieren del
acuerdo general de los ministros, y del Jefe de Gabinete de los
ministros. (inc.3 del art. 99 de la CN) y luego deberán ser refrendados
por la supervisión de una comisión Bicameral Permanente que se
ocupará de fiscalizar estos decretos y presentar un dictamen ante los
recintos de ambas cámaras del Congreso de la Nación, aconsejando la
supresión o la convalidación de estas normas.

El Poder Ejecutivo también dicta decretos de promulgación y de veto


(total o parcial) en su actividad co-legislativa como vimos cuando
tratamos el tema del proceso de formación de leyes.

Concluimos esta clase, extensa por cierto, y nos preparamos para


continuar con el resto de las fuentes del derecho en las clases sucesivas.

ii
Guía de lectura del texto Fundamentos del Derecho de Ricardo Gines García, Ed. Lectios.
ii
LCT infoleg.gov.ar
iii
CCyC infoleg.gov.ar
iv
LCT infoleg.gov.ar
v
Diccionario de la lengua española www.die.rae.es

También podría gustarte