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DEMANDA

Docente: Terrazas Rojas Juan Marcos

Estudiante: Choque Copa José Luis

Materia: Practica Forense Civil

Grupo: 81

CBBA-BOLIVIA

1
MIGRACIÓN
Bolivia: Migración interna y Censo 2023

1. INTRODUCCIÓN

Hoy Bolivia, se encuentra en un contexto de violencia y demandas sociales,


especialmente en Santa Cruz, que exigen que el CENSO que debería realizarse
este año 2022 y que por razones políticas ha sido postergado hasta el año 2024.
El presente Ensayo, no pretende describir el actual conflicto con sus actores
sociales, cívicos; el terrorismo de Estado que ejerce el actual gobierno que de
forma criminal arremete en contra de sus ciudadanos y con “cercos” condena a
padecer de alimentación, servicios y otros en flagrancia delincuencial de delitos de
lesa humanidad. Probablemente, hasta la exposición del presente tema el conflicto
ya haya concluido, pero el fondo de la relación del censo con el tema de la
Migración, no se habrá modificado.

La demanda fundamental, es la exigencia que se lleve a cabo el Censo de


población y vivienda de Bolivia el venidero año, con el fin de conocer el
crecimiento demográfico de los pueblos, la distribución económica per cápita,
conocimiento del padrón electoral y base para un nuevo pacto fiscal, mediante el
cual se cuestionaría que el gobierno central deje de manejar el 70% del
presupuesto en franca contradicción con el derecho de los gobiernos
departamentales, municipales y de las universidades que tienen autonomía.

Se habla mucho de que el CENSO es un problema “técnico”, solo reservado para


especialistas, de tratamiento por entidades internacionales y super expertos, que
en los hechos son discursos para OCULTAR los flujos MIGRATORIOS internos,
mediante los cuales el país se va concentrando en las grandes ciudades y
vaciando el área rural a extremos dramáticos de despoblamiento, con sus
consecuencias geopolíticas.

2
Es decir, en ultima instancia, la disputa por CENSO es la disputa por el
conocimiento de la MIGRACIÖN interna y sus consecuencias sociales, políticas,
económicas, geopolíticas y de geografía económica.

2. DESARROLLO

2.1. MIGRACION

La migración es el desplazamiento de una población que se produce de un lugar a


otro y lleva consigo un cambio de la residencia habitual en el caso de las personas
o del hábitat en el de las especies de animales migratorios. Es decir, la migración
es un fenómeno estructural de nuestra especie. Como seres humanos, una de
nuestras características intrínsecas es migrar, desplazarnos buscando los
recursos naturales, la infraestructura y las certezas que garanticen una vida que
se pueda vivir.
Según la Naciones Unidas (2011) La migración puede definirse de diferentes
formas. La más aceptada en la actualidad indica que la migración “es el cambio de
residencia que implica el traspaso de algún límite geográfico u administrativo
debidamente definido”. Si el límite que se cruza es de carácter internacional
(frontera entre países), la migración pasa a denominarse “migración internacional”.
Si el límite que se atraviesa corresponde a algún tipo de demarcación
debidamente reconocida dentro de un país (entre divisiones administrativas, entre
área urbana y rural, etc.), la migración pasa denominarse “migración interna”.

La migración interna, como fenómeno de masas es el resultado de la Revolución


de 1952, cuando las masas alzadas en armas terminaron sin el poder, pero
imponiendo la Nacionalización de Minas, el Voto Universal y en especial la
Reforma Agraria. Miles de "indios" 1, quechuas o aimaras como consecuencia de
ese extraordinario momento histórico se hacen presentes en las ciudades de
manera notoria y gradual.

1
Paz Ballivián Danilo. Avances. Revista de Sociología UMSA 2008. La Paz.

3
La apertura hacia el agro del oriente y la construcción de un Estado Nacional en
medio de las más grandes diversidades, hace presente en las urbes, a una
población que el 1950 se concentraba en un 74 % en el área rural. La migración
campo-ciudad, pese a los beneficios que reporta para la población urbana, en
tanto mano de obra barata, servidumbre, productos agrícolas diversos y a bajos
precios, es un fenómeno tolerable pero discriminatorio en extremo, tal cual, antes
en gran parte de las ciudades capitales, se prohibía que los "indios" ingresen a la
Plaza Principal.

Los "indios", campesinos modernamente, eran vistos como animales de carga, de


trabajo, de servidumbre. Esta mentalidad, si bien ha cambiado en algo, subsiste
en amplios sectores de la población, una mentalidad neocolonial, un colonialismo
interno, que incluso demanda comprensión y entendimiento de los indios-
campesinos que "no quieren entender las políticas de su incorporación a la Nación
Boliviana en la que se esfuerzan los gobiernos y el Estado".

La emigración de bolivianos hacia países con mejores condiciones laborales,


encontró en la Argentina una plaza para la mano de obra barata, la sumisión y la
sobreexplotación, alcanzando según se calcula, los 2 millones de bolivianos en
dicho país. Los "bolitas" o "cabecitas negras" son algo así como hombres de
trabajo de más de 8 hrs. diarias, que no reclaman, no protestan y pueden
acomodarse a cualquier condición laboral en especial aquellas duras, de alta
resistencia física. Los niveles de humillación y discriminación de "los bolitas" no
tiene parangón en esta parte de Sudamérica.

Mirando hacia otras latitudes, el estigma del narcotráfico también ha hecho presa
a los bolivianos que buscan salir de la extrema pobreza o que simplemente
desean un mejor futuro que el país no puede proporcionar. En suma, se estima
que un 30 a 35% de la población boliviana vive en el exterior.

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2.1.1. Migración interna

Este hecho sólo aparece como fenómeno social, efecto de las transformaciones
de 1952, pues antes las masas campesinas excluidas de todos los derechos y
beneficios, apenas contaba con el 5% de las tierras, constituyendo el 80% de la
población. Una dinámica productiva minera y emprendimientos industriales
estimuló la migración campo-ciudad, a la que debemos sumar los provocados por
los desastres naturales en un país con escasa infraestructura.

Pero el acontecimiento que ha provocado un flujo interno que está transformando


el país actual, deviene de la implementación de la política neoliberal en 1985. Por
ello se dirá que existe una migración antes y otra después del 21060 (número del
decreto supremo que dio inicio al neoliberalismo y como se la conoce
corrientemente).

El neoliberalismo en Bolivia tiene peculiaridades propias, por su absoluta


sumisión, su extrema y vergonzante prescindencia del respeto de los intereses
nacionales. A tono con de la nueva política económica de 1985 y los sucesivos
ajustes estructurales, se produjo un proceso de despido masivo de trabajadores
que eufemísticamente la denominaron "relocalización".

Hemos sistematizado la información de los trabajadores mineros, fabriles y


empleados públicos despedidos hasta 1990 y ellos alcanzaban a los 160.000, lo
que significa que unas 800.00 mil personas (5 miembros por familia) quedaron en
el más absolutos abandono. Los sucesivos ajustes económicos acarrearon la
agudización de los problemas sociales en desmedro de los derechos económicos,
sociales y culturales.

La migración interna, básicamente se da desde los distintos departamentos (9)


hacia el llamado "eje central", es decir hacia las ciudades de Santa Cruz, La Paz y

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Cochabamba. La migración interdepartamental de toda la vida, nos muestran
hasta el censo 1992 -pues no se desconoce aún la del 2001 en esta materia-
tasas de migración neta negativas del 29.50% y 22.95 para las ciudades de Potosí
y Oruro respectivamente.

La migración reciente, ratifica estas tendencias negativas y similar fenómeno


ocurre con la migración interprovincial de toda la vida y reciente. Es más, desde
1.985 adelante, se está dando una migración interna de unos 100.000
habitantes/año, sea interdepartamental o interprovincial en un país de 8.5 millones
de habitantes, cien mil que abandonan sus seculares lugares de vida y
subsistencia para buscar desesperadamente nuevas formas de sobrevivencia. El
perfil migratorio actual, ha sido definido entonces por la "relocalización" de la
fuerza de trabajo a partir de 1985 y que se sigue implementando con la "libre
contratación" permitiendo a los empresarios y gobierno echar de su fuente de
trabajo a los trabajadores y empleados para reducir sus costos, sin que exista
autoridad que imponga la ley; por la extremada pobreza, histórica y crónica de las
masas campesinas; por los desastres naturales; la tenencia desigual de la tierra;
el atraso del agro; la crisis de la minería de la cual siempre vivió Bolivia; el
desempleo alarmante y una subyugación de la población por la sociedad de
consumo y la cobertura de la inmundicia de los medios de comunicación.

Las secuelas de este proceso masivo para los derechos humanos, económicos,
sociales y culturales en Bolivia, se reflejan en las relaciones políticas, religiosas,
ambientales, laborales, familiares, económicas y culturales. La pérdida de
identidad cultural es uno de ellos, pese al proceso de recuperación generada por
los pueblos quechua y aymara; una urbanización desordenada y creciente en
todas las ciudades y específicamente en las del eje con restricciones en salud,
educación, vivienda, etc.; modificación regresiva del aparato productivo en
dirección a las formas informales de generar riqueza; crecimiento de la
inseguridad ciudadana como efecto de la ausencia de alternativas económicas y

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sociales para sectores sin futuro social o moral y, mayor desempleo y agudización
de la pobreza real.

Es decir, el modelo económico constituye una de las fábricas prósperas en la


generación pobreza, exclusión y violación a los derechos humanos, en este
sentido el modelo, es el mayor impulsor de la migración interna y liquidador en
este caso, de cosmovisiones ancestrales que son moralmente superiores a la trae
la decantada globalización

2.1.2. Migración Externa (Internacional)

La situación de los migrantes bolivianos, sea en países de la Región Andina u


otros de Norteamérica y Europa, es resultado del extremo atraso, dependencia,
pobreza y miseria en la que se debate la gran mayoría del pueblo boliviano y de
una política económica globalizada que, habiendo subsumido el discurso de los
derechos humanos, crea y genera para su bienestar, ejércitos de desocupados
que elevan sus utilidades.

La ausencia de normas, políticas, mecanismos e instrumentos para la protección


de los recursos humanos - con documentos o sin ellos - están en sintonía con la
manera de percibir y reproducir la economía y la generación de excedentes. Esto
por supuesto deviene de la correlación de fuerzas, las mismas que luego de casi 4
décadas del modelo neoliberal en nuestro continente, ha entrado en una fase de
quiebre que hace posible la interpelación y la recomposición del movimiento social
en resguardo de los más desamparados.

La débil información y sistematización de estadísticas migratorias en Bolivia, dan


lugar a especulaciones con sesgos pronunciados. El Servicio Nacional de
Migración de Bolivia, luego de haber publicado bajo la iniciativa y colaboración de
la OIM en 1997 un Anuario Estadístico, no ha dado continuidad al mismo. Con
estas limitaciones, recurrimos a datos provisionales no sistematizados de la

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Unidad de Informática y Estadística del Servicio Nacional de Migración que son de
todas maneras elocuentes. Las prioridades de salidas en relación a los países
latinoamericanos tienen que ver con motivos muy diferentes como comerciales,
familiares, turísticos, empresariales y de trabajo. La salida hacia otros continentes
y EE.UU. se debe esencialmente a razones de trabajo y de salud. Lo destacable
es la cantidad de bolivianos que entraron y salieron durante los últimos años, en
relación al flujo de 1997 y la permanente salida hasta nuestros días, donde se
estima que los migrantes externos son más de 2 millones.

La crisis boliviana soporta hoy impactos internos y externos que nos están
poniendo en límites intolerables. A pesar de que los informes oficiales manifiestas
que somos un país modelo con baja inflación, lo concreto es que la gente se
disputa en los basurales las sobras de comida con los canes y os mercados de
ropa usada hasta de ropa interior es una realidad incontrastable, es decir más
pobres no podemos ser. Entonces existe un mayor empobrecimiento de la
población; la crisis económica ha tocado las puertas también de las clases medias,
de los sectores empresariales que vienen asimilando el estilo de lucha popular de
presión y enfrentamiento con su Estado en franca contradicción con un modelo del
que usufructúan, pero demandan políticas de apoyo e incluso subvención estatal.

Los niveles de desocupación y subocupación se han ido ampliando gradualmente.


La desocupación bordea 12% según fuente oficial y el de subocupación amenaza
al 70% de la población económicamente activa. 2
Para el presente año, se estima
una desocupación abierta de 13.5%. Bolivia no alcanzará llegar al 4,5% de
crecimiento económico.

2.2. CENSO
2.2.1. Concepto
Es el proceso total de recolectar, compilar, evaluar, analizar y publicar o diseminar
en cualquier otra forma, los datos (o la información) demográficos, económicos y

2
TORANZO, Jorge. Empleo y poder en Bolivia. Cbba. 2018. Análisis. Ed, Alianza.

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sociales que pertenecen en un momento determinado, a todas las personas de un
país o de una parte bien delimitada del mismo. Esta definición corresponde a la
que actualmente utiliza Naciones Unidas, e incluye muchos aspectos más que la
simple enumeración que para muchos ya constituye un censo.
2.2.2. Características
Un buen censo de población debe satisfacer cuatro requerimientos básicos: a)
enumeración individual, b) universalidad, c) simultaneidad y d) periodicidad.
A. Enumeración individual
La idea básica que hay tras un censo es la de enumerar separadamente a cada
individuo con sus correspondientes características que también deben ser
anotadas en forma separada. Lo importante es cubrir a todos los individuos como
sujeto de enumeración, pero ello no impide que al usar la técnica del muestreo
combinada con la del censo, algunas preguntas específicas sólo se hagan a las
personas incluidas en la muestra.
Se supone que el diseño de la muestra (tamaño y distribución geográfica) es
consistente con el tamaño de las áreas (localidades, municipios, provincias, etc.)
que se desea utilizar en la preparación de las tabulaciones, tomando en cuenta el
grado de detalle con que se desea presentar las tabulaciones cruzadas. Es decir
que la enumeración por grupo no se puede considerar como una operación
censal.
Sin embargo, la información que es de tipo común para toda la familia o el hogar,
como sucede con aspectos geográficos (dirección, municipio, etc.), características
de la vivienda, existencia de una industria en el hogar, idioma que se habla en el
seno de la familia, etc., no tiene necesariamente que ser anotado para cada
individuo. Sin embargo, a veces se señala la conveniencia de enumerar en grupo
cuando existen conjuntos de habitantes que no pueden ser empadronados
individualmente tales como grupos que viven al margen de la estructura
socioeconómica del país.

B. Universalidad

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El censo debe cubrir todo el país o una parte bien delimitada del mismo (región,
departamento, municipio, etc.) si es que sólo se desea una cobertura parcial. El
censo de población debe incluir a todas las personas que estén presentes o que
residan en el territorio antes delimitado, de acuerdo con el tipo de censo (de facto
o de jure) según se define este más adelante.
C. Simultaneidad
Cada persona debe ser enumerada, tan cerca como sea posible, de un punto bien
definido en el tiempo (por ejemplo, la media noche anterior al día del censo) con el
fin de que el censo sea un reflejo exacto, hasta donde sea posible, de la población
en un momento determinado. A menudo se dice que el censo de población es
como una fotografía de la población en ese instante.
Las respuestas a las diversas preguntas (edad, estado civil, nacionalidad, etc.)
deben ser dadas para ese momento previamente fijado, pero esto no excluye que,
para dar respuesta a algunas preguntas, se fije un periodo mayor (por ejemplo, si
tuvo trabajo durante la semana anterior a la fecha del censo, cuál fue la fecha de
nacimiento del último hijo vivo, donde residía cinco años antes, etc.)
D. Periodicidad
Desde que se inició la toma de censos en una forma sistemática, se pensó que
éstos deberían ser levantados con una cierta periodicidad con el fin de facilitar la
comparación de la información obtenida. Una de las variables básicas que se
maneja en el censo es la edad, y es costumbre que la mayor parte de las
tabulaciones cruzadas que utilicen esa variable, desagreguen la población en
grupos de cinco en cinco años, o de diez en diez. La toma de censos cada diez
años, como ha sido recomendada, facilita la comparación de un censo a otro por
grupos de edad, así como hace disminuir la influencia perturbadora de la
declaración corriente de la edad en números terminados en cero y cinco.
No obstante que ha habido recomendaciones internacionales en el sentido de
levantar los censos de población, por lo menos cada diez años, en los terminados
en cero, con el fin de mantener una simultaneidad universal, a menudo razones de
orden legal, administrativo y sobre todo financiero, han hecho difícil, para un buen

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número de países, cumplir con dicha recomendación y se han contentado con la
alternativa de levantarlo cerca de esos años.
A los cuatro requerimientos antes señalados, se podría agregar el de
comparabilidad tanto nacional como internacional. Esto significaría utilizar, hasta
donde sea posible, los mismos conceptos y definiciones para hacer directamente
comparable un censo con otro. El primer intento formal de levantar un censo de
población en todos los países, con una base mínima comparable fue realizado por
esfuerzos de Naciones Unidas, con el apoyo de organismos regionales, para el
año 1950.
Para el continente latinoamericano se levantó lo que se llamó el Censo de las
Américas (COTA 1950) que contó con el apoyo regional del Instituto
Interamericano de Estadística (IASI de Washington D.C.) y fue la primera
oportunidad que hubo de obtener información censal para todo el continente en
forma más o menos simultánea.
A pesar de las recomendaciones y los acuerdos obtenidos se ha hecho muy difícil
repetir esa operación en forma integral durante las décadas subsiguientes.
Aunque ha existido el deseo de mantener la comparación de un censo a otro
dentro de cada país, y de los censos entre los diversos países, diversas razones
de orden local han interferido con ese buen propósito cuando se ha visto que es
necesario, por circunstancias especiales, modificar algunas de las definiciones
antes utilizadas. Esto ha pasado con conceptos como urbano y rural, por ejemplo,
o con la definición de la población económicamente activa

2.2.1. El censo como instrumento


En un principio, el censo de población tuvo por objeto principal atender
necesidades del Estado referentes a las obligaciones militares, tributarias y de
trabajo de los habitantes de un país. Posteriormente, al empezarse a generalizar
el sufragio, los resultados censales, en cuanto a número de habitantes,
empezaron a ser utilizados para la fijación de la representación electoral.

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Posteriormente ha venido cambiando su alcance hasta el punto que hoy en día, tal
como dice Naciones Unidas “el censo de población es una operación estadística
de gran utilidad en cada país. Constituye la fuente primaria de las estadísticas
básicas de población, necesarias para fines gubernamentales y para muchos
aspectos de la planificación económica y social”. Se podrían señalar muchas otras
aplicaciones, entre ellas la de servir de marco de referencia para la preparación de
encuestas por muestreo que son tan útiles.
Los primeros censos que se podrían considerar orientados en forma moderna, se
levantaron en los países escandinavos y en los Estados Unidos de América, en el
siglo XVIII. Posteriormente, sobre todo en las postrimerías del siglo XIX ya se
había generalizado dicha práctica a varios países, hasta culminar en el esfuerzo
colectivo realizado a mediados del presente siglo, ya que durante el período 1945-
1954 levantaron sus censos de población no menos de 150 países y algunos de
ellos lo hacían por primera vez. Posteriormente se ha ampliado el campo con el
desarrollo de nuevas metodologías que permiten investigar, a través del censo,
niveles de fecundidad y mortalidad, lo cual ha sido de gran ventaja para aquellos
países que carecían –o aún carecen– de un sistema adecuado de estadísticas
vitales.
Aunque ya se señaló la importancia y utilidad de los censos, se reconoce que la
finalidad fundamental de un censo –que en cierta forma es una reafirmación de su
función original– es la de “suministrar estadística esencial para la formulación de la
política gubernamental y para otros fines administrativos”, como cuando se refiere
a la formulación de legislación y políticas de desarrollo económico y social,
empleo, vivienda, salud pública y bienestar social, migración y otros campos más
que son de responsabilidad de los gobiernos, y para las cuales es necesario
contar con información, lo más exacta posible, sobre los efectivos de población, de
acuerdo con sus diferentes características (sexo, edad, estado civil, nivel cultural,
situación económica, etc.), y sus respectivas condiciones de vida.
Hay dos aspectos, de orden político, que conviene hacer resaltar. Uno de ellos es
la utilidad de las cifras censales de población, por áreas menores, que puedan ser
utilizadas para que las autoridades centrales o el organismo que corresponda

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haga las asignaciones de fondos y otros recursos a las respectivas poblaciones,
para lo cual generalmente se basan en el número de habitantes y algunas
características especifícas de los mismos. La otra aplicación se refiere a que, por
lo general, el sistema electoral de un país, así como algunos aspectos
relacionados con el estatuto jurídico o administrativo de los departamentos,
provincias, ciudades, localidades, etc., se basan en los recuentos de población.
A menudo la representación en el congreso o asamblea nacional se hace con
base en un representante por cada cierto número de habitantes residentes o
fracción del mismo, en otros la población de áreas menores puede ser integrada
para formar distritos electorales. La realización de censos periódicos permite
revisar, no sólo la magnitud de las diversas divisiones político-administrativas del
país, sino también sus tendencias al crecimiento –o decrecimiento en su caso– y a
los cambios que se operan por incorporación o anexión de áreas vecinas, una de
las formas en que crecen las ciudades grandes y las áreas metropolitanas.
La información rendida por uno o más censos, y su combinación con las
estadísticas vitales, permite, bajo suposiciones plausibles, proyectar el monto de la
población clasificada por sexo y edad –y posiblemente otras características como
urbano-rural– para años futuros. Estas proyecciones de población son de mucha
utilidad para examinar las implicaciones del crecimiento poblacional, según
diversos niveles de las variables demográficas que entran en juego: fecundidad,

mortalidad y migración.

2.2.2. Falsación del censo

Aun cuando al planificar y ejecutar un censo se trata de cumplir con los


requerimientos que fueron señalados al principio, lo cual llevaría a un recuento
completo de la población, se sabe que es difícil obtener una cobertura total, y que,
por ello, todos los censos muestran un mayor o menor grado de cabalidad. La
diferencia entre la población realmente enumerada y la existente constituye la
“omisión censal” que, en algunos casos, puede ser de cierta consideración sobre

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todo en ciertos grupos de edad (menores de un año, por ejemplo) o en grupos de
menor nivel cultural (por ejemplo, ciertos, grupos étnicos, población dispersa, etc.)

Sin embargo para el caso boliviano existe una tendencia política de distorsionar el
censo puesto que los migrantes de las áreas rurales, por incitación de los políticos
y amenazas de todo tipo, RETORNAN a sus comunidades para hacerse censar y
de la misma forma RETORNAN para votar y también RETORNAN a sus fiestas.
Luego todo el año son pueblos fantasmas.

Esta distorsión del censo que no refleja las migraciones, permite que poblaciones
fantasmas tengan representación parlamentaria y los municipios receptores de
migrantes brinden servicios a su población no censada.

14
CONCLUSIONES

 Existe una estrecha relación del CENSO de población y vivienda y los flujos
migratorios.
 En ultima instancia, la disputa por el CENSO es la necesidad de conocer la
dimensión de los flujos migratorios.
 Existe migración externa, población que se va a otros países que no será
registrada en el CENSO
 Existe migración interna, que reconfigurará la ocupación del espacio en
Bolivia, puesto que existe una tendencia del crecimiento de los municipios
urbanos.
 La política pretende ocultar los datos de un censo de calidad, puesto que
con amenazas de todo tipo se obliga a los migrantes retornara sus pueblos
para el día del censo, de esta forma se distorsionan los datos del CENSO,
 Las tensiones y descontento social, con el abuso de poder convierte al
censo en problema de Estado con elementos políticos que puede en el
futuro no reflejar la verdad y convertirse en un instrumento mal manejado.

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BIBLIOGRAFIA

1. Vacaflor V. "La situación de los inmigrantes bolivianos en Argentina y Chile y de


peruanos en Bolivia", en: Los Derechos Humanos de los Migrantes, CBDHDD-
PIDHDD, La Paz, pág. 17.

2. Adjetivo despectivo usado por las élites y clases medias citadinas.

3. Capítulo Boliviano DHDD. Análisis preliminar de Proyecto de Ley Nº 124/98-99


y Memoria: Taller sobre el Régimen legal de migración en torno a la problemática
del refugio en Bolivia. 2001

4. Informe presentado por el Ministerio de Trabajo Boliviano en la reunión regional


de ministros del Ramo, realizado en la ciudad de La Paz el 5 de diciembre del
presente.

5. CEPAL. Panorama Social 2000 - 2001

6. Confederación de Empresarios privados de Bolivia. Resoluciones Congreso Nal.


(Nov.2001)

7. CEDLA

16
ANEXOS

PROYECCIONES DE CRECIMIENTO Y PESO POBLACIONAL EN


CHUQUISACA
¿Cuántos municipios perderían recursos con el nuevo Censo?
Los indicadores del INE muestran una dura realidad para el departamento

Si el Censo se realizaba este año, tal como estaba previsto, y se cumplían las proyecciones
de crecimiento y peso poblacional del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en
Chuquisaca, de los 29 municipios, solo Sucre iba a incrementar sus ingresos por
coparticipación tributaria.
A efectos de facilitar información técnica para un diálogo, la Fundación Jubileo realizó un
ejercicio de la distribución de la coparticipación tributaria con datos INE del Censo 2012 y
de las proyecciones de población para el año 2022, además del Presupuesto General del
Estado 2022. El análisis no incluye el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) ni otras
fuentes de ingreso municipal.
De acuerdo con los cálculos técnicos, en Chuquisaca 10 municipios habrían disminuido su
población, 17 la incrementado y dos mantenido el número de habitantes en la última
década.
Esto repercutiría en una redistribución de los recursos de coparticipación tributaria, que
muestra a 28 municipios con disminución de su asignación presupuestaria y a uno que
recibiría mayores ingresos.

17
Sucre es el municipio de Chuquisaca que más ingresos percibe por coparticipación. Según
las proyecciones del INE, de 261.201 habitantes en 2012 debió pasar a tener 360.544
habitantes este año, es decir, un 38% más. 
En tanto que sus ingresos por este concepto, gracias al incremento poblacional que tuvo,
debió aumentar de Bs 176 millones en 2012 a Bs 203 millones en 2022, es decir, un 15,7%
más. Esto, en términos económicos, significa una mejora presupuestaria de Bs 27,5
millones.
En el otro extremo está Alcalá que, de acuerdo a los cálculos del INE, pasó de tener 4.902
habitantes a 2.632 en los últimos diez años, lo que significa una reducción poblacional de
casi la mitad (46%). Por lo tanto, sus ingresos de coparticipación también caerían de 3,3
millones a 1,4 millones de bolivianos, es decir, un 55%.
¿CÓMO SE DISTRIBUYE?
Del total de los principales impuestos nacionales del país, el 75% se queda en el Gobierno
central, el 20% se redistribuye como coparticipación a los municipios y Gobiernos
Autónomos Indígena Originario Campesinos (Gaioc), y otro 5% se transfiere a las
universidades públicas.
De ese 20%, la distribución a los municipios se realiza de acuerdo con el número de
habitantes, dato que se obtiene del Censo.
Los municipios y los Gaioc tienen entre sus principales competencias atender las
necesidades de la población, principalmente referidas a salud (1er y 2do nivel),
saneamiento básico, escuelas, infraestructura urbana y rural, desarrollo económico local,
caminos vecinales y otros.
A partir de 2015, según la Fundación Jubileo, el Estado dispone de menos recursos,
principalmente por la reducción del IDH, “lo que constituye una preocupación en un
escenario en el que los gobiernos subnacionales reducen la inversión”.
DATOS NACIONALES
En una entrevista con Correo del Sur Radio FM 90.1, el director de la Fundación Jubileo,
Juan Carlos Núñez, afirmó que de los 339 municipios y Gobiernos Autónomos Indígena
Originario Campesinos (Gaioc), 179 disminuirían su población y 160 aumentarían. En tanto
que de los 339 municipios, 284 reducirían sus recursos de coparticipación y 55 aumentarían
sus ingresos.
"Debería ser un tema que deberían llevar al debate" sobre el Censo, dijo el ejecutivo.
Núñez explicó que la distribución se basa en función al promedio de crecimiento
poblacional nacional. “Si un municipio supera el promedio nacional entonces incrementa su
coparticipación, si es menor a ese promedio nacional pues hay una reducción de recursos”,
subrayó.
Respecto a los municipios expulsores de habitantes y que bajo el actual sistema de
distribución están predestinados a perder recursos, Núñez consideró necesario buscar
alternativas de “compensación”.

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Observó que hasta ahora la discusión haya girado solo en torno a la distribución de recursos
por el criterio poblacional, lo que, a su juicio, lleva a mayores asimetrías en el país.
“Yo creo que indicadores como el tema de pobreza deberían ser también parte (del análisis
para la distribución de recursos). Esto, por ejemplo, se ha aplicado cuando había el fondo
HIPC y muchos municipios han recibido (recursos) a raíz de la condonación de la deuda
externa, estoy hablando de los años 2000”, remarcó.
Por lo tanto, añadió, estos municipios expulsores de población también deberían acceder a
más recursos para mejorar sus condiciones de vida y, así, evitar la migración campo-ciudad.
“Cualquiera se iría pues a las ciudades si no tiene condiciones (en el área rural), si no tiene
servicios básicos, porque sería la única manera de proteger a su familia y mejorar su calidad
de vida”, recalcó.
MIGRACIÓN
La migración hacia las principales ciudades del país modificará la actual distribución de los
recursos que reciben por coparticipación tributaria en los 339 municipios y Gobiernos
Autónomos Indígena Originario Campesinos (Gaioc) del país.

La mayoría de los ensayos incluyen al final del libro una bibliografía, una sección
de recursos y/o unos anexos dónde el lector puede ampliar la información o
contrastarla.

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