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Biografía
Su vida ha sido recogida por varios biógrafos, algunos de ellos amigos suyos. Él
mismo escribió su autobiografía durante su periodo de exilio en Buenos Aires a la
edad de sesenta años. El periodo que comprende su vida va desde finales del siglo
xix hasta mediados del xx. Durante todo este tiempo fue testigo de grandes cambios
sociales y políticos en Europa y España, y como tal fue importante su desempeño
como vehículo de entrada en España de las vanguardias.4
Infancia y juventud
Nace en Madrid el 3 de julio de 1888, en el número cinco de la calle de las Rejas
(en la actualidad, número siete de la calle Guillermo Rolland).1 Hijo de don Javier
Gómez de la Serna y Laguna, un abogado de clara vocación por el partido liberal y
funcionario del Gobierno del Ministerio de Ultramar, y su madre doña Josefa Puig
Coronado, sobrina de la escritora Carolina Coronado.5 Al ser bautizado en la
Iglesia de San Martín se le imponen los nombres de Ramón Javier José y Eulogio.6
Pasó su infancia entre juegos por la Plaza de Oriente, acompañado de su tía
Milagros. Algunos años después la familia se traslada a la calle de la Cuesta de la
Vega, cercana a la calle de Segovia (a la altura del viaducto). Una subida de
alquileres, unido a la espera de un nuevo hermano de Ramón, hicieron que la familia
se trasladara a la céntrica calle de Corredera Baja de San Pablo (cerca del Teatro
Lara, por entonces recién inaugurado). Es en esta época en la que comienza su
formación en el Colegio madrileño del Niño Jesús. Debido al desastre de 1898 se
cerró el Ministerio de Ultramar, lo que obligó a su padre a presentarse a una
oposición como registrador de la propiedad, oposición que finalmente ganó, haciendo
que la familia se tuviera que trasladar a Frechilla (pueblo de la provincia de
Palencia).
Tres años pasará Gómez de la Serna, junto a su hermano José, ambos internados en el
Colegio de San Isidoro en la ciudad de Palencia (cerca de la Catedral). Durante
estos tres años la situación política española era muy complicada, la pérdida
progresiva de las colonias y la agitación política animó las aspiraciones políticas
de su padre, Javier Gómez de la Serna, que en sus frecuentes viajes a la Capital va
adquiriendo renombre, hasta ser elegido diputado liberal por el distrito de
Hinojosa del Duque en 1898 y años posteriores. Por este motivo, más tarde la
familia entera regresa de nuevo a Madrid a una casa ubicada en la calle Fuencarral
(números 33-34), donde Ramón continúa sus estudios en los Padres Escolapios del
Instituto Cardenal Cisneros. Su tío Andrés García de Barga y Gómez de la Serna (un
año mayor que él), apodado Corpus Barga, con su ejemplo le incita indirectamente a
escribir.
A los catorce años de edad, en 1902, estando aún en el instituto pone en marcha,
como director de la misma, una publicación de elaboración manual llamada «El
Postal, Revista Defensora de los Derechos Estudiantiles»,7 de la que se "editan"
varios números, figurando en la misma una relación de sus "suscriptores". La
revista está llena de dibujos, secciones diversas y amenas, y escritos elaborados
mediante métodos de impresión artesanales. Ramón demuestra ya precozmente un gran
talento y liderazgo (aunque también gran falta de seguimiento de las normas de
ortografía).
Busto en bronce de Gómez de la Serna, por Enrique Pérez Comendador. Detalle del
monumento al escritor en los Jardines de Las Vistillas de Madrid (1972).
Gómez de la Serna abandona la casa familiar de la calle Fuencarral y se instala en
la calle de la Puebla; en este nuevo enclave tendrá un espacio más íntimo para
poder escribir artículos periodísticos. En esta época, inaugura la revista Prometeo
y escribe bajo el pseudónimo de Tristán. La revista servía a los intereses
políticos de su padre y quería renovar el panorama literario español, bebiendo
fundamentalmente de la literatura finisecular francesa e inglesa. En el sexto
número de Prometeo, Gómez de la Serna escribe un artículo titulado «El concepto de
la nueva literatura»; este titular abre paso a la colaboración que durará cuatro
años a lo largo de sus treinta y ocho números. Gómez de la Serna es tildado de
iconoclasta, anarquista de las letras, blasfemo, etcétera. Durante este periodo no
solo se dedica a escribir en Prometeo, sino que da conferencias en el Ateneo de
Madrid. Durante estos años publica Beatriz (1909), el drama Desolación, Ateneo, El
libro mudo y, en 1911, Sur del renacimiento escultórico español, así como Las
muertas.
Periodo pombiano
Véase también: Café Pombo
Gómez de la Serna regresa a los cafés madrileños y se hace amigo del pintor José
Gutiérrez Solana, de Azorín, Manuel Bueno, Pedro Emilio Coll y tantos otros que le
acompañarían en las tertulias. De entre todos ellos se
Madurez literaria
Gómez de la Serna empieza a colaborar con la Revista de Occidente (colaboración que
no abandonará hasta 1936). En los años veinte cuando empieza a elaborar biografías:
Colette, Apollinaire y Remy de Gourmont. El ambiente de Madrid estaba marcado por
la dictadura de Primo de Rivera, y muchos intelectuales se habían declarado
contrarios al régimen. Gómez de la Serna, buscando otros aires, decide ir a vivir a
Nápoles, donde se establece en la Rivera de Chiaia número 185 y sigue enviando sus
colaboraciones a El Sol y La Voz. Vive durante dos años en Nápoles, pero acaba
regresando finalmente a su Torreón de Velázquez. Entre las novedades a las que se
enfrenta se encuentra la radio en España (en la que participa) y el cine. Es en
este regreso cuando se empieza a interesar en la tauromaquia (en 1926 publica una
novela titulada Torero Caracho) y sus libros comienzan a traducirse a otros
idiomas.
Viaja por España dando conferencias, y en algunas provoca fallos eléctricos, para
con una palmatoria dar su famosa conferencia de la maleta y al reiniciarse la luz
comerse dicha vela (elaborada de confitura). Es en estos viajes donde elabora más
greguerías.9 Las conferencias «greguerizantes» se suceden por diversas capitales;
en ellas aparece lo sorpresivo, causando desconcierto. Dueño de sus recursos
literarios, se desborda en las conferencias, y cuando habla de los faroles un ciego
se le acerca al término de la misma para decirle que gracias a él «ha podido
verlos». En otras ocasiones no tiene tanto éxito, como durante el Concurso de Cante
Jondo de Granada cuando uno de sus oyentes, señalándole con una pistola, le comenta
al espectador que tenía al lado: «¿Qué?... ¿le mato ya?». Fue uno de los tres
miembros extranjeros de la Academia Francesa del Humor junto Charles Chaplin y
Pitigrilli. Valery Larbaud introduce la greguería (échantillons) en Francia. Puede
criticarse el exceso de su producción greguerística; pero como decía Jorge Guillén
(Automoribundia, capítulo LI): «Cierto, a Ramón, en cuanto abre la boca, se le cae
una greguería; prueba de que esto constituye, más que un género literario, la
manera espontánea y elemental de sucederse la actividad normal e ininterrumpida de
su humor».
En 1929, Gómez de la Serna intenta introducirse en el teatro con Los medios seres,
una obra de la que solo tenía escrito el prólogo, con la idea inicial de publicarlo
en la Revista de Occidente. Pero Valentín Andrés Álvarez le convence para ponerla
en escena con la compañía de Margarita Robles y Gonzalo Delgrás, que se había
especializado en teatro de vanguardia. Escribe los dos primeros actos en una
semana, y el resto durante el montaje de la obra. En este periodo tiene un escarceo
amoroso con María Álvarez de Burgos, hija de su amante Carmen de Burgos, episodio
que recoge el libro Memorias de Colombine, de Federico Utrera. La obra se estrena
el 7 de diciembre de 1929 en el teatro Alcázar, levantando una enorme expectación.
Fue un fracaso el día de la inauguración, y los abucheos fueron acallados con los
amigos del Pombo, entre los que estaba Enrique Jardiel Poncela, del que él mismo se
declara discípulo, José López Rubio y Miguel Mihura. Se retiró de cartel en pocas
semanas. Para alejarse del estrés que le produjo el varapalo teatral, Ramón se fue
a París, donde alquila un estudio, monta una tertulia en el Café de la Consigne, y
pasea con su musa parisina Magda.
El exilio
La situación política que se encuentra Gómez de la Serna en España tras este
segundo viaje a Argentina es muy volátil, debido a la revolución de enero de 1933 y
la revolución de Asturias de 1934. Se polarizan los sentimientos, los amigos se
dividen en uno u otro bando y algunos de los amigos del Pombo se suman al
falangismo de José Antonio Primo de Rivera. Las tertulias se polarizan y Ramón teme
que se contagie de ese ambiente la Cripta del Pombo. Luisita cae enferma de
septicemia y eso preocupa a Ramón. A pesar de ello continúa en actividad
periodística escribiendo para el Diario Madrid. Figura entre los fundadores de la
Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura.6 El ambiente
de tensión obliga a Ramón a lanzar el 10 de julio de 1936 una solicitud de clausura
de la tertulia «La sagrada cripta» en el café de la calle de Carretas. El domingo
once fue la última vez que emitiría su tertulia radiofónica por la Unión Radio. Los
asesinatos del teniente Castillo y de José Calvo Sotelo y el pronunciamiento del 17
y 18 de julio de 1936 alarmaron a la opinión pública precipitando los
acontecimientos.
El periodo porteño