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PREVENCION DE ACCIDENTES.

Cuantas veces Ud. estuvo muy cerca de tener un accidente, y luego de pasar el
primer sobresalto, Ud. se olvidó del hecho, restándole importancia porque por
suerte no pasó nada.
La próxima vez que le ocurra algo así, tenga presente que la diferencia entre el
“casi casi” o “por poco” y el accidente fatal, esta vez pudo ser una fracción de
segundo o un centímetro, pero la próxima vez puede ser que esa pequeña
diferencia no exista.
Estudios estadísticos nos enseñan que por cada 300 accidentes de un mismo
tipo, 300 no producen consecuencias (son los “casi casi”), en 29 casos los
daños producidos son leves, pero en uno, los daños resultan graves.
El problema es que nunca sabemos cuándo va a ocurrir el próximo accidente
grave, ni tampoco si le va a ocurrir a Ud.. Naturalmente estas estadísticas varían
con el tipo de trabajo que se está realizando, pero los “casi casi” son avisos.
Si escuchamos esos avisos y luego de producido, aunque no hayan habido
consecuencias, nos detenemos a investigar las causas, es probable que
lleguemos a evitar que se produzca una nueva oportunidad de riesgo y así nunca
llegaremos al “caso fatal”.
Tomemos un ejemplo…
Ud. está entrando a un edificio en construcción usando una rampa de tablones
de madera.
Su pie resbala pero Ud. es ágil y no llevaba nada en las manos, así que haciendo
una pirueta recupera el equilibrio y sigue caminando sin daño alguno.
Cinco minutos después, sube otro operario por la rampa. Este también resbala
paro sus reacciones son más lentas que las suyas, y para evitar caerse hacia
atrás, salta del tablón de la rampa y como la altura era de unos 40 centímetros
no pasó nada. Al rato otro operario joven, ágil y fuerte al entrar por la misma
rampa llevando en sus manos una placa de acero y también resbala, pero al
tener menos control de sus movimientos por tener las manos ocupadas, sus pies
resbalan del tablón, cae debajo parado, pero la placa de acero se le
escapa de las manos y le cae sobre el tobillo produciéndole una fractura.
Hemos recibido dos avisos y los hemos ignorados. Finalmente alguien salió
herido, inmediatamente después de ocurrido el accidente, los mismos
compañeros que lo llevaron hasta la enfermería miran el tablón y ven que estaba
cubierto de arena que era esto lo que había producido los resbalones.
Inmediatamente barrieron el tablón y le colocaron guardapiés y barandas.
Esto es lo mismo que colocar una puerta blindada después que los ladrones nos
“limpiaron”
la casa…si al primer resbalón Ud. analiza la causa y coloca las protecciones
necesarias, limpia el tablón o le clava listones para hacerlo antideslizante,
seguramente tendría sano su tobillo.
Supongamos que Ud., tiene que pasar debajo de un andamio donde están
colocando ladrillos, de pronto Ud., ve caer un ladrillo delante suyo sin que nadie
dé un grito de advertencia.
¿Falta un guardapiés?.
¿Habrá que poner una protección debajo del andamio?.
Si es posible para Ud. corregir la condición de riesgo… hágalo; sino avise
al capataz para que lo resuelva.
“Nunca se desentienda del problema que produjo el “casi casi”, ya que el
próximo caso puede ser fatal para Ud., u otro compañero.

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