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hora de hablar con los demás, el estar aquí y ahora, de forma a que debemos ser
y pensamientos y estar ahí para escuchar lo que nos quieran decir, es de esta forma
que si solo hacemos acto de presencia pero no ponemos atención por estar
ignorada e insultada, es por ello que debemos en cada momento, darle a aquellas
personas con quienes conversamos nuestra máxima atención, eso es lo que nos
hará tener un mejor liderazgo y hará la gente nos escuche más ya que un buen líder,
que debemos estar presente siempre para la gente con la que nos reuniremos así
nos encontramos ocupados y medio distraídos por otros temas, debido a que la
demás con asuntos que son completamente nuestros, es para esto que si nos
sentimos demasiado presionados para hablar con alguien al punto de que sabemos
para no herir a la otra persona. Pero claro, no todo es poner atención a los temas
serios, un buen líder debe ser capaz de conocer bien a sus empleados, ya sea con
temas triviales de los nombres de sus familias, que tal les ha ido últimamente, si se
encuentran bien o mal en algún momento; en otras palabras interesarse en cada
ello que pasas de hacer un apartado en específico como lo hacen tus empleados
sino que pasas a controlar un área, es por ello que uno de los trabajos vitales que
tiene un jefe es ser capaz de atender las dudas y problemas que puedan tener sus
problema, a veces solo necesitan ser escuchados, que alguien los apoye un poco
tienen enfrente, como líder hay que ser capaz de reconocer esas situaciones y
comentar sus problemas a su superior, esto es lo que hace que un líder se sienta
"presente" para su gente. Por último el libro nos aconseja a que, ya que es común
que un líder pueda sentirse fácilmente distraído por la cantidad de cosas que pasan
por su mente, a que antes de una reunión nos tomemos 5 minutos a dar una buena
bocanada de aire y a por así decirlo meditar un poco para adentrarnos en nosotros
erguida que nos muestre más receptivos, esto hará que no solamente nosotros
tengamos una mayor facilidad para estar presente en la reunión y por otro lado nos
ayuda a que la otra parte sienta que la estamos escuchando atentamente; ser un
líder no es cosa fácil, tienen muchas cosas que pensar y que hacer y tienen que
evitar distraerse a la mínima para no desviarse, pero con unos pocos consejos y un
sea capaz de confiar plenamente en nosotros y nos siga sin dudarlo, haciendo de
esta forma que no solamente el trabajo de los demás se facilite sino también el
nuestro.
¿Cómo puedes mejorar tu capacidad de escuchar haciendo que tu interlocutor se sienta sentido?
1. Hablar a la ligera.
1. Escucha ausente: el tipo de escucha que haces cuando estás ocupado en otra cosa.
2. Escucha reactiva: te pones a la defensiva, todo lo que te dicen es una ofensa. Cuando todo te lo
tomas como algo personal. Escuchar de esta forma es incómodo para cualquier conversación.
- Trata de una reunión con un director general. Él intentaba conseguir una reunión con el director
pero era difícil, pero lo logró. Cuando se reunió con él, se dio cuenta que el director lo menos que
quería era tener una reunión con él. Entonces, le preguntó, ¿cuánto tiempo tienes para mí? Y le
contestó que 20 minutos. Ahí tenía su atención, entonces le dijo que dedique los siguientes 16
minutos de esos 20 minutos a lo que estaba pensando, y que cuando acabara, volvieran a empezar.
En ese momento, el director se puso a llorar y le dijo que tan solo 3 minutos de haberse conocido,
ya sabe más de él que la gente que lo rodea ya que es muy reservado. Luego le contó que su
esposa estaba en una situación complicada de salud. Entonces el entrevistador cambió su discurso
descarado por uno más compasivo. Y le dijo que lo sentía y que se fuera con la esposa. Finalmente,
consiguió atraer la atención y los 20 minutos del tiempo del director. Básicamente, el director se
sintió sentido. Esto es el objetivo del capítulo o lo que quiere transmitir.
que hacer esto rápidamente”, y un adjetivo porque es la forma de adornar un nombre, "esto es
una oportunidad excelente”.
Cuando eres capaz de detectar esos elementos en una conversación, puedes profundizar en ella.
Tienes la oportunidad de llevar ese diálogo a un nivel que tus competidores no.
Cuándo te digan ¿y tú qué piensas?; responde: “Puedo decirte lo que pienso, pero antes explícame
esos detalles”, o bien, “cuéntame más sobre esa excelente oportunidad”.
Si estás delante de él verás como sus manos empiezan a gesticular de forma más expresiva.
Todos estos recursos abren la mente de tu interlocutor para que se muestre más receptivo y la
conversación sea más profunda.
“Me gustaría dedicar un día o dos en pensar lo que hemos hablado para darte una respuesta
mejor”.
La clave se encuentra en conseguir que la gente hable de lo que es más importante, crítico y
urgente para ella.
Creo que estamos en un mundo en el que la gente quiere comprar, pero nadie quiere ser vendido.