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La identidad pedagógica se forma a través de las interacciones con el entorno y está determinada por el contexto histórico. La pedagogía se refiere al proceso bidireccional que busca el desarrollo armónico de las facultades del individuo. Paulo Freire promovió una pedagogía humanista y liberadora que buscaba una educación integral a través del diálogo entre maestros y estudiantes. Ser pedagogo implica ser un interventor en problemas educativos para mejorarlos. La identidad pedagógica es relacional, hist
La identidad pedagógica se forma a través de las interacciones con el entorno y está determinada por el contexto histórico. La pedagogía se refiere al proceso bidireccional que busca el desarrollo armónico de las facultades del individuo. Paulo Freire promovió una pedagogía humanista y liberadora que buscaba una educación integral a través del diálogo entre maestros y estudiantes. Ser pedagogo implica ser un interventor en problemas educativos para mejorarlos. La identidad pedagógica es relacional, hist
La identidad pedagógica se forma a través de las interacciones con el entorno y está determinada por el contexto histórico. La pedagogía se refiere al proceso bidireccional que busca el desarrollo armónico de las facultades del individuo. Paulo Freire promovió una pedagogía humanista y liberadora que buscaba una educación integral a través del diálogo entre maestros y estudiantes. Ser pedagogo implica ser un interventor en problemas educativos para mejorarlos. La identidad pedagógica es relacional, hist
Cabe destacar que la identidad se va formando a través de la interacción con el
entorno que nos rodea, así que cada individuo lo puede entender de una manera distinta según su medio. Ahora bien, la palabra pedagogía tiene su origen del griego paidagogos, este término está compuesto por paidos (que significa niño) y gogos (que quiere decir conducir o llevar), por lo tanto se puede decir que hace referencia a el esclavo que cuidaba de los niños y los acompañaba a la escuela, según la cultura griega. Podemos mencionar que Grecia alcanzó un ideal avanzado en la educación que fue la paideia, que es “una educación integral que consistía en la integración entre la cultura de la sociedad y la creación individual de otra cultura en una influencia reciproca. Según los filósofos griegos, “la educación está íntimamente relacionada con la promoción de la libertad humana mediante el desarrollo de las capacidades innatas de los individuos para pensar por sí mismos; deliberar, juzgar y escoger sobre la base de sus propias reflexiones racionales. Nos resulta realmente interesante el ver como desde aquella época, se pensaba o buscaba un ideal de esta manera, ahora bien, mencionaremos que estos ideales eran solo para los hombres libres, de lo cual ser libre implicaba no tener preocupaciones materiales o con el comercio y la guerra, ya que estas actividades estaban reservadas a las clases inferiores. Entonces retomando lo anterior, podemos construir que la pedagogía es: “el proceso bidireccional que busca o atiende el desarrollo armónico e integral de las facultades del individuo; que está determinado por un contexto histórico.
La Identidad pedagógica implica muchos factores los cuales van a estar en
constante cambio, por ello tenemos que contar con una cultura general amplia, con diversos conocimientos que podamos aplicar durante toda nuestra vida, y sepamos dar respuesta a los problemas que se nos puedan presentar.
El construir el concepto de Identidad Pedagógica conlleva a entender algunos
conceptos, antes de formarlo, ya tenemos el de Pedagogía y Educación, pero ahora nos falta el de identidad aplicada a distintos procesos y nos falta el ver que piensan los autores sobre estos conceptos que son realmente importantes en la vida de todo pedagogo. Entraremos a lo que es la identidad, realmente resulta algo complicado entender el propio concepto porque como mencionamos anteriormente, la identidad se va formando a partir de las relaciones que el individuo vaya teniendo en el entorno donde se desarrolle, para lo cual se puede destacar que “la identidad posee una característica dinámica, la cual permite que los miembros pertenecientes a un colectivo posean simultáneamente elementos de base y elementos dinámicos que les permiten la interacción con otros colectivos con los que es posible compartir elementos de semejanza”. Hablar de identidad, es hablar de reconocernos con los otros, de convivir y tratar de llevar una vida saludable, en la cual todos intervengamos y hagamos un trabajo en conjunto para llegar a un fin en común, en este caso es la educación, porque el objeto de estudio de la Pedagogía es la educación. Por ello, consideramos que es de gran relevancia mencionar a uno de los mayores y más significativos pedagogos del siglo XX: Paulo Freire. El enseño a llevar una buena y sana relación entre maestros y alumnos, en su trabajo transmitió la Pedagogía de la esperanza, además podemos decir que Freire, influyó en las nuevas ideas liberadoras de América Latina y en la teología de la liberación, en las renovaciones pedagógicas europeas y africanas, y su figura es referente constante en la política liberadora y en la educación. Freire habla de una pedagogía del oprimido, en la cual “La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo en la praxis, con su transformación y, el segundo, en que una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación”. Con este tipo de ideales nos damos cuenta, que Freire nos habla de un método en el cual los seres humanos interaccionen con la cultura pero esta a la vez se relacione con las políticas que rijan, que todo sea en conjunto. Gracias a Freire nos damos cuenta de igual manera de una alfabetización en la cual, los ingredientes necesarios para la liberación son: “el aprendizaje y profundización de la propia palabra, la palabra de aquellos que no les es permitido expresarse, la palabra de los oprimidos que sólo a través de ella pueden liberarse y enfrentar críticamente el proceso dialéctico de su historización (ser persona en la historia)” [ 5 ]. Con todo lo antes mencionado, nos damos cuenta de que Freire es realmente un gran pedagogo, y con todos estos ideales que el tenia entendemos que buscaba una educación de manera integral. Por ello nos habla de una dialogidad, en la cual el diálogo es la base fundamental para la comunicación de todo ser humano, y de esta manera obtenemos una acción y reacción en la cual se ve “La educación como práctica de la libertad"
¿Qué significa ser pedagogo?
Es muy común escuchar a los propios formadores de pedagogos, estudiosos e investigadores decir que "carece" de una "identidad propia", "verdadera", que lo "defina" de tal modo que pueda ser identificado e identificarse con claridad "como puede identificarse" a otros profesionistas, ya sean abogados, médicos, psicólogos. Cabe decir que es una afirmación ingenua argumentar que, por ejemplo, el médico tenga una identidad profesional en términos duros porque a pesar de que el objetivo fundamental de la carrera de medicina siga siendo salvar vidas, prevenir enfermedades, etcétera, las formas de salvar, curar y prevenir son distintas de época en época, es decir, son contextuales, como lo son también los medicamentos, las terapias, los instrumentos, las tecnologías, los métodos curativos y los saberes disciplinarios que incorpora.
En este sentido, argumento que no es que el pedagogo carezca de identidad, más
bien resulta difícil pensarla a la manera como se han constituido las identidades de otras profesiones. Es cierto que esta situación dificulta discernir la identidad del pedagogo como monolítica, homogénea, unificada, sin embargo, debido a que es posible nombrar a este profesionista (pedagogo) a partir de los discursos disciplinares que lo interpelan en su formación y quehacer profesional para el que se le ha preparado, el pedagogo es un tipo de profesionista que cumple funciones diversas pero todas ellas vinculadas con algún ámbito de la educación en general (formal, no formal e informal), y si hay un rasgo identitario que ha hegemonizado es su calidad de interventor en problemas, necesidades, procesos y situaciones educativas que requieran ser atendidas para su solución o mejora.
En cuanto a esta supuesta creencia de no identidad del pedagogo, se puede decir
también que su identidad profesional -como la de cualquier otro profesionista o como la de cualquier otro sujeto- es relacional, histórica e híbrida. Es relacional porque se define a partir de sus vínculos con los planteamientos teóricos o con el campo de acción laboral de otras profesiones como el de la normal, psicología, sociología, etcétera. Es cambiante, diferencial, fracturada, en el sentido de que éstas nunca operan como fijaciones o totalidades perpetuas porque son construidas y reconstruidas constantemente y de manera tal que muchas veces no nos percatamos de ello y esa construcción-deconstrucción-reconstrucción no supone una causalidad simple sino compleja "del proceso"; la identidad es cambiante en tanto el sujeto decida o no ocupar ciertas posiciones (funciones) en su contexto histórico-social. En este sentido sostengo que la identidad del pedagogo como la de cualquier profesión es fracturada, ambigua y su definición es temporal.