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Las lecciones de Kissinger

sobre liderazgo
Cualquiera que quiera asumir un rol importante tiene
que leer su último libro “Leadership, Six Studies in
World Strategy”, más aún si quieren liderar cambios en
lo político

Cualquiera que quiera asumir un rol de liderazgo tiene que

leer el último libro de Henry Kissinger, “Leadership, Six

Studies in World Strategy”, más aún si quieren liderar

cambios en lo político. En un mundo donde parece escasear

el liderazgo en todos los sectores, es inspirador aprender de

las historias de personas que han transformado sus países y

han tenido también un impacto profundo en el contexto

mundial de su época, como Konrad Adenauer, Charles de

Gaulle, Richard Nixon, Anwar Sadat, Lee Kuan Yew y

Margaret Thatcher. El autor los enmarca en una definición de

liderazgo que incluye como principales características: el

análisis, la estrategia, el coraje y el carácter. Kissinger hace


una descripción fascinante de estos personajes, que conocía

personalmente y con quienes mantuvo relaciones de varias

décadas, durante su paso por el Consejo Nacional de

Seguridad en la Casa Blanca del presidente Nixon y como

Secretario de Estado, pero también luego de dejar el poder.

Son bien atrapante las narraciones sobre sus encuentros, en

los diferentes momentos de la historia, y el análisis de estos

líderes como personas.

Todos estos políticos presentaron un cambio de tendencia

en el tipo de liderazgo que existía en sus países,

principalmente en Europa, donde los asuntos públicos

internos y externos los manejaban aristocracias,

generalmente hereditarias. Ninguno de los jefes de Estado

incluidos en la obra de Kissinger provenía de la elite de sus

países, ni de los grupos dominantes del momento. Todos

ascendieron por un sistema meritocrático que se había

comenzado a extender por todo el mundo, que valoraba los


logros, la educación, y el trabajo duro para alcanzar las

ambiciones.

En estos momentos de tanto relativismo y gobierno basado

en encuestas y focus-groups, es inspirador aprender de cómo

estos líderes definieron una visión de progresos para sus

países, y avanzaron hacia ella, armando coaliciones,

disrumpiendo el status-quo cuando era necesario y yendo

muchas veces en contra de la realidad establecida por

comentaristas y oportunistas. Como dijo Thatcher en un

discurso en 1983, “no hubiera habido grandes profetas,

grandes filósofos, grandes ideas a seguir, si aquellos que

promovían su visión hubieran dicho ‘amigos, síganme, yo

creo en el consenso’”.

Obviamente todos fueron controversiales. Nadie que

promueve cambios no lo es. Pero también mostraron la

capacidad “de generar el deseo de que los ciudadanos

caminaran con ellos”. Todos fueron conocidos por hablar con

la verdad, aunque no fuera fácil, y por tener una clara visión


de hacia dónde querían liderar sus países, entendiendo el

contexto de realidad en que se movían. Todos tienen en

común una columna vertebral de valores, entre ellos coraje

para definir una dirección en un contexto siempre complejo,

pero también la fortaleza del carácter para sostener un curso

de acción trazado, a pesar de las oposiciones y las

adversidades.

Ya había leído mucho de Lee Kuan Yew, el que fuera primer

ministro de Singapur, durante varias décadas. Pero uno no

deja nunca de aprender de la impresionante capacidad de

armar un Estado desde cero, de poder independizarse de las

potencias mundiales y regionales del momento y trazar un

camino propio, entendiendo que el éxito del país dependía

de su gente, no de victimizarse ante otros. Cuando se

convirtió en primer ministro en 1959, el debate pos guerra era

de colonialismo, de guerra fría, de países no alineados, y

expansión del estado. Pero Lew Kuan Yew comprendió que la

prosperidad para sus ciudadanos se alcanzaría por mayor


desarrollo económico y comercio, por un país insertado en el

mundo. Y principalmente con el mejor talento humano.

Principalmente en el sector publico. Promovió que los

funcionarios tenían que ser los mejores de la sociedad, ser

controlados y evaluados, y a su vez tener buenos niveles

salariales, para que quieran sumarse al gobierno.

Kissinger destaca una y otra vez que lo mas distintivo de

estos líderes fueron sus valores, su tenacidad, su

persistencia, su integridad, su fortaleza, su capacidad de

analizar la realidad, y que justamente esas características les

permitieron alcanzar sus logros, y ser recordador por la

historia: “Líderes ordinarios buscan manejar lo inmediato,

pero grandes lideres buscan elevar sus sociedades para que

alcancen todo su potencial”. Tienen fe en sus ciudadanos,

generosidad en su visión, entendimiento de dónde están las

oportunidades para el país, y la capacidad de inspirar a la

sociedad para ejecutarlas. ¡Ojalá encontremos mas de estos

en América Latina!
ARTICULO DE INFOBAE

LINK https://www.infobae.com/opinion/2022/08/18/las-

lecciones-de-kissinger-sobre-liderazgo/

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