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La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig.

Su contenido
fundamental: el “nosotros” y lo “nuestro”; su forma predilecta: el ensayo1

The Latin-American philosophy in the proposal of Arturo Roig. Its fundamental


content: the “we” and the “our”; its favorite form: the essay

Estela Fernández Nadal2


Fernández N. Estela
miradas N°1 – 2018 ISSN digital N° 2539-3812 Págs 70 - 95
Recepción: Octubre 3 de 2017
Aprobación: Mayo 2 de 2018
Publicación: Junio 29 de 2018

Resumen

El artículo desarrolla la concepción de Arturo Roig (1922-2012) acerca de la filosofía


latinoamericana como un vasto discurso que recorre la historia del continente y articula
una infinidad de momentos (muchos de los cuales aguardan todavía ser descubiertos y
puestos en valor), en los que un sujeto colectivo (“nosotros”), de composición variada
según su contexto social y epocal, se afirma como valioso y considera valioso el ocuparse
de sus cosas. Cada uno de esos momentos representa un “recomienzo” del filosofar
de América Latina; en todos ellos se ejerce el “a priori antropológico”, condición de
posibilidad de ese filosofar. Si el contenido fundamental de la filosofía latinoamericana
es por ello el “nosotros”, en correspondencia con ello, su forma predilecta es el ensayo.

Palabras clave: Arturo Roig, filosofía latinoamericana, sujeto, ensayo.


1 El presente artículo es resultado de la investigación realizada en el marco del Proyecto (2014-2019) “Identidades y
sujetos en tiempo de crisis global. Aportes del pensamiento latinoamericano contemporáneo para pensar nuestra América
desde Mendoza”, dirigido por la Dra. Estela Fernández Nadal en la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina.
2 Doctora en Filosofía por la Universidad Nacional de Cuyo. Profesora Titular de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza. Investigadora Principal del CONICET, CCT-Mendoza, Argentina.
esfer@speedy.com.ar
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La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo
The article takes into consideration Arturo desarrolla en polémica con el pensamiento
Roig`s conception (1922-2012) regarding eurocéntrico y, de modo especial, con la
the Latin-American philosophy as a vast filosofía de Hegel, cuyo célebre veredicto
discourse that traces the history of the sobre América como mero “eco y reflejo
continent which articulates an infinity of del viejo mundo”, condensa la ideología
moments (many of which are still waiting producida, desde el descubrimiento hasta
to be discovered and valued), in which a el presente, en los centros hegemónicos del
collective subject (“we”), from diverse poder mundial1.
composition in its own frame according
to its social and epochal context, affirms Frente a ese paradigma deshumanizador
itself as valuable and considers it valuable y negador de nuestra sujetividad, Roig
to attend its issues. Each one of those desarrolla un pensamiento centrado
moments previously pointed typifies a “re- en la categoría de sujeto. En torno a la
start” of Latin-American philosophy; in all misma, propone una concepción de la
of them is exercised the “anthropological Historia de las ideas, la Filosofía y la
a priori”, the condition of the possibility Ética latinoamericanas como saberes
of that philosophizing. If the paramount asentados sobre la necesidad axiológica
content of Latin American philosophy is de considerarnos a nosotros mismos como
consequently the “we”, in correspondence valiosos.
with it, its favorite form is the essay.
Desarrollo
Key words: Arturo Roig, Latin-american
philosophy, subject, essay El a priori antropológico y los
“recomienzos” de la Filosofía
Introducción latinoamericana

El filósofo argentino Arturo Andrés Roig Roig sostiene la necesidad de reformular


(1922-2012) fue un destacado maestro los métodos y alcances del quehacer
mendocino, reconocido en Argentina e filosófico en América Latina y de entender
internacionalmente como un impulsor la Filosofía como una forma de saber
del estudio de la Historia de las ideas crítico y, por ello mismo, normativo.
latinoamericanas y de la Filosofía Entiende por tal, en primer lugar, un
latinoamericana. saber que se pregunta por las condiciones
de su posibilidad, que mira más atrás de
Su pensamiento encuentra una motivación la actividad de filosofar misma o de sus
profunda en el intento por producir una resultados e indaga los a priori que la hacen
reorientación teórica y metodológica en el posible. Como es evidente, Roig retoma
campo de los estudios latinoamericanos; en este punto a Kant, a quien atribuye el
preocupación ésta que es compartida por un descubrimiento de la normatividad como
amplio grupo de intelectuales de la región elemento inherente a la criticidad:
a fines de los años sesenta y principios de
los setenta. A partir de su compromiso con No se ha observado, por
este programa renovador, Roig produjo en ejemplo, hasta qué grado
las cuatro décadas siguientes una reflexión la crítica supone en Kant
original y rica, que en buena medida se lo regulativo y hace que la
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filosofía se constituya en este tipo: el sujeto que filosofa, ¿qué actitud


un saber normativo, en el debe adoptar para desplegar su disposición
que la norma no resulta algo filosófica del modo más productivo y
externo a la filosofía, sino favorable a la vida que sea posible?; ¿qué
algo derivado de su misma posición debe tomar frente a su aspiración
estructura (Roig, 2009: 9). a la verdad y a sí mismo?; etc.

Si bien esta “amplitud mayor” de la filosofía


La pregunta por las condiciones de como saber crítico −en relación con la
posibilidad de algo supone siempre un “crítica de la razón”, acotada a estudio de
punto de vista normativo, pues toda las condiciones y límites del conocimiento
perspectiva teórico-crítica contiene posible−, no formó parte del programa
inherentemente pautas, regulaciones o kantiano en sentido estricto, tampoco fue
normas que le marcan una orientación desconocida totalmente, según Roig, por el
práctica y la condicionan desde dentro. propio Kant. Habría en este filósofo, si no
Este sería para Roig un enorme aporte de una declaración explícita al respecto, sí un
Kant. reconocimiento implícito de la existencia
de una normatividad que regula la crítica
Sin embargo, este reconocimiento no obsta más allá del ámbito de la razón pura en su
para que Roig diferencie nítidamente su papel cognoscitivo.
enfoque crítico con respecto al de Kant. El
“programa kantiano” reduce la criticidad Y en verdad, esa amplitud de
de la filosofía como forma de saber a la lo crítico se encuentra, aunque
investigación de los límites y posibilidades no sea objeto declarado
de la razón con un sentido exclusivamente y buscado, en la filosofía
epistemológico o gnoseológico. Por ello kantiana misma [que, como
Roig aboga por incluir la interrogación saber normativo…] atiende no
por el sujeto que conoce, y por la realidad sólo a los límites de la razón,
social e histórica en la que está inmerso sino también al modo de ser
y que lo constituye también de alguna del hombre, incompatible
forma. La normatividad de la crítica en muchas veces con aquellos
cuestión es por ello más profunda: más límites tal como los plantea el
allá de las condiciones de la cientificidad kantismo (2009: 9).
de la filosofía como forma de saber (de
las “normas” que debe cumplir la filosofía
para entrar en el “seguro camino de la La argumentación kantiana dejaría ver,
ciencia”), están en juego las condiciones a juicio de Roig, no sin cierto grado
de posibilidad de una forma de vida, de incongruencia teórica, un nivel de
de una actitud frente al mundo y a sí criticidad de la filosofía que excedería el
mismo, del sujeto humano que filosofa. ámbito epistemológico o gnoseológico
Tales condiciones de posibilidad también de su planteo en sentido estricto. En
involucran una normatividad: criterios de síntesis, podría por tanto señalarse en
regulación teórico-prácticos que responden Kant la existencia de dos niveles de
la crítica: uno explícito, de carácter
a interrogantes, por ejemplo, del siguiente
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lógico-trascendental −que corresponde sintéticos a priori, entendiendo por tales
a la crítica de la razón pura en el sentido una aprioridad de carácter formal o
clásico (gnoseológico) del pensamiento epistemológica, en el segundo caso, la pauta
kantiano−, y otro implícito en sus en cuestión “propuesta de un modo tal que
afirmaciones relativas a la tendencia no cayera en contradicción con la anterior,
metafísica de la razón humana, cuya supone otro tipo de a priori, distinto,
índole sería antropológica y concerniría de carácter antropológico”. Esta diversa
al sujeto humano como una realidad índole o carácter del a priori en cuestión
más compleja que la sola razón pura. en el segundo caso estaría reconocida por
En ambos niveles estaría presente Kant cuando “nos habla de la metafísica
la normatividad de la crítica, en el como una exigencia espontánea e
sentido de una capacidad, inherente a inevitable del hombre, o cuando nos afirma
la actividad teórica, de orientarse según que existirá siempre una metafísica y que
normas o pautas de acción que involucra ella es apremiante necesidad de la que nos
necesariamente una dimensión práctica, es imposible renunciar” (Roig, 2009: 10).
no sólo cognoscitiva (relativa al primer
nivel señalado) sino correspondiente De esta lectura de la Crítica de la razón
“al modo de ser del hombre” (9) y a la pura, Roig concluye:
filosofía como “saber de vida” (11).
De este modo, la filosofía,
Y así, una de las normas dice una vez que ha determinado
que “es necesario evitar todo sus posibilidades mediante
juicio trascendente de la razón un cierto tipo de crítica,
pura”, pero otra aconseja, de que en el caso kantiano es
un modo que según el mismo llevada a cabo en dos niveles,
Kant tan sólo en apariencia el lógico-trascendental y
es contradictorio, “elevarnos el antropológico, no puede
hasta conceptos que estén menos que organizarse sobre
dados fuera del uso empírico una cierta normatividad.
de la razón”[…]. La filosofía Lo crítico mismo exige
aparece, pues, como un saber
necesariamente lo normativo,
normativo que tiene en cuenta
como cosa interna de la
no sólo la naturaleza de la
filosofía (2009: 10).
razón, sino también la del
hombre que hace uso de esa
razón, aun en contra de sus Ahora bien, ambas exigencias
propias posibilidades, con lo normativas –la de movernos dentro de
que la crítica adquiere una los límites del conocimiento posible y la
amplitud que le restituye su de pautar el ejercicio de la filosofía como
verdadero valor (2009: 9 y aspiración metafísica del sujeto humano
10).
más allá de los límites “científicos”, a
Mientras que en el primer caso se trata
fin de que esa aspriacación se realice
de una pauta emanada de la investigación
en un sentido productivo y valioso para
kantiana sobre la necesidad de fundar
la vida humana− están en una tensión
el conocimiento científico en juicios
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que resulta irresoluble dentro del la posibilidad de un saber filosófico,


marco del pensamiento kantiano por la entendido en su naturaleza de saber
conceptuación trascendental del sujeto. histórico y enraizado en una sujetividad
La misma encubre, según entiende Roig, cuya categoría fundamental es la
una instancia subjetiva anterior, una temporalidad en cuanto historicidad”
forma de a priori que hace posible los (2009:14).
dos niveles de criticidad y normatividad
reconocidos por Kant, pero que él Para comprender la importancia del aporte
no puede apreciar en su importancia hegeliano al enfoque de la filosofía como
porque supone una inserción social e forma de saber crítico, Roig retoma la
histórica del sujeto que hace ejercicio de Introducción a la Historia de la Filosofía
su razón; perspectiva esta que es ajena y enfoca particularmente la afirmación
completamente a los cánones kantianos. del filósofo alemán donde señala que
el comienzo de la filosofía se produce
El verdadero sentido y peso entre los antiguos griegos, en la medida
del a priori antropológico en que ellos, como pueblo, alcanzaron
no podría surgir del sujeto un grado suficiente de libertad para
kantiano, aún cuando, como valorar positivamente el conocimiento
hemos visto, Kant no pueda de sí mismos, su cultura y su historia
evitar el reconocimiento de (Roig, 2009: 11). De allí Hegel concluye
este tipo de a priori, e incluso que la filosofía encuentra su condición
nos llegue a decir que su de posibilidad en la presencia de una
formulación, en los términos comunidad constituida como Estado, donde
en que él nos la presenta, no el individuo (particularidad) está integrado
es contradictoria con la norma en una colectividad (universalidad), con
que nos exige movernos consciencia de sí como pueblo (sujeto
dentro de los límites posibles colectivo) depositario de dignidad y
de nuestro conocimiento libertad.
(2009: 13 y s).
Roig destaca la idea hegeliana de que la
filosofía, para desplegarse, “necesita un
En definitiva, Kant no avanza más allá pueblo”, esto es: en ella está necesariamente
de entrever dos formas de a-prioridad. implicado un sujeto colectivo que, si no
En todo caso, dada la tensión existente es completamente libre, al menos está
entre ambas, privilegia el papel del a abocado a la búsqueda y conquista de su
priori lógico-trascendental de la razón libertad, y tiene consciencia de que esa
frente al a priori antropológico del libertad ejercida o buscada lo hace valioso;
sujeto humano, apenas implícitamente en definitiva se autovalora como sujeto,
sugerido pero nunca claramente se autorreconoce en su cultura y en los
formulado. productos de su actividad y valora ocuparse
de sí y de sus cosas.
Por eso Roig afirma que será finalmente
Hegel quien dará el paso decisivo cuando El sujeto que se afirma como
aborde claramente “la problemática de valioso, condición por la cual

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la filosofía según Hegel tuvo A partir de esta tesis hegeliana, y por
históricamente sus inicios con analogía con el a priori lógico-formal
los griegos […], no es pues un de Kant, Roig postula la aprioridad
sujeto singular sino plural, en antropológica del sujeto como principio
cuanto que las categorías de del filosofar. Sin embargo, el sujeto en
“mundo” y de “pueblo” hacen cuestión no es el cogito cartesiano, ni el
referencia justamente en él a sujeto trascendental de Kant, ni el Espíritu
una universalidad sólo posible Absoluto de Hegel; se trata de un sujeto
desde una pluralidad, motivo empírico, cuya temporalidad no se funda
por el cual podemos enunciar en la interioridad de la conciencia, sino
el a priori antropológico en la historicidad como capacidad de todo
que plantea Hegel como ser humano de gestar su propia vida. Por
un “querernos a nosotros lo tanto, el a priori que postula Roig no
mismos como valiosos” y se refiere a las condiciones de posibilidad
consecuentemente un “tener
de la experiencia en general (que nos haría
como valioso el conocernos a
pensar en un sujeto de tipo trascendental),
nosotros mismos”, aun cuando
sino a aquellas que permiten interrogarse
sea este o aquel hombre en
por la emergencia del pensamiento
particular el que ponga de
manifiesto dicho punto de filosófico latinoamericano en particular;
partida (2009:11 y 12). esto es, por aquellas condiciones que
posibilitan la conformación de un discurso
propio en América Latina y que remiten,
A continuación, Roig se pregunta: ¿Qué no a los límites dentro de los cuales es
podemos rescatar de ese célebre texto legítimo el uso de la razón en general, sino
hegeliano, pero ya no en función de una al sujeto concreto, empírico e histórico,
mirada eurocéntrica como la de Hegel que, en cada caso, conoce, y a la realidad
-para quien la filosofía era un desarrollo histórica y social en la que se inscribe
único, europeo, originado en la Grecia su pensamiento y su acción. El a priori
clásica-, sino en relación a nosotros, esto antropológico, condición de posibilidad del
es, en función de la determinación del comienzo de la filosofía latinoamericana, es
comienzo de la filosofía para nosotros, en siempre la afirmación de un sujeto de esas
tanto latinoamericanos? características, que se valora a sí mismo
y a su cultura, y que considera valioso el
La respuesta tiende a enfatizar el carácter ocuparse de sí mismo.
social de la filosofía en cuestión: tendremos
un comienzo de nuestra filosofía cada Para expresar su peculiar concepción del
vez que se produzca la autoafirmación agente de la historia, Roig utiliza la categoría
de un sujeto colectivo, un nosotros, que, de “sujetividad”. Este recurso supone, por
poniéndose a sí mismo como valioso, una parte, una toma de distancia respecto
tenga también por valioso el conocerse a sí de Hegel y su concepción del pensamiento
mismo y ocuparse de sus cosas: su cultura, como actividad determinante del sujeto.
su historia, su identidad. Para Roig, sujetividad remite, en primer
lugar, a empiricidad.

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En contra de Hegel mismo, se define a sí mismo por oposición a otros


en quien el sujeto histórico sujetos, también colectivos, con los que se
corre el riesgo permanente encuentra en conflicto, en una sociedad y
de disolverse en un mítico una coyuntura histórica determinadas2.
sujeto absoluto, que se hace Aunque en muchos casos, el discurso en
cargo en última instancia el cual se ejerce el a priori antropológico
de todo comienzo posible sea formulado por individuos, el sujeto que
del filosofar […], el a priori habla a través de su palabra es un colectivo,
antropológico es el acto de un pues siempre se trata de una palabra que
sujeto empírico para el cual su representa o expresa una visión que no
temporalidad no se funda ni en es exclusivamente individual, sino que
el movimiento del concepto ni involucra a un conjunto social determinado
en el desplazamiento lógico dentro de la estructura social dada.
de una esencia a otra (2009:12
y 13). Roig reconoce la diversidad social como
un hecho operante en la posibilidad del
Sujetividad, en tanto condición de un filosofar: la dimensión colectiva, social, del
sujeto empírico, significa, por tanto, sujeto, su carácter de “nosotros”, implica
sujeto con capacidad de experiencia. No que “se juega por eso mismo dentro del
implica una reducción de lo humano a “lo marco de las contradicciones sociales en
somático” –aclara nuestro autor− sino relación con las que se estructura el mundo
la valoración positiva de la posibilidad de códigos y subcódigos” (2009: 15).
humana de “ponerse a sí mismo como
Dicho de otro modo, toda sociedad está
valioso”, de realizar el “acto originario
atravesada de conflictos, y ninguno de
de autoafirmación a partir del cual el
los sectores que intervienen en ellos
hombre se constituye como sujeto”.
posee una perspectiva privilegiada sobre
Este acto, que es de índole valorativa,
lo real; no hay una verdad, sino diversas
muestra la prioridad de lo axiológico
interpretaciones de la realidad social. Ahora
respecto de lo gnoseológico, pues sólo el
bien, tampoco son tantas las perspectivas
“ejercicio valorativo originario permite
puestas en juego como los individuos que
una toma de distancia frente al mundo”
tiene esa sociedad, puesto que los sujetos
y “genera el necesario alejamiento
se conforman colectivamente en torno
mediante el cual se enfrenta la realidad
de ejes conflictivos básicos: los de clase,
como objetiva” (2009: 82).
desde luego, y también otros que pueden
Por otra parte, con la introducción del ser importantes en diversos momentos: de
término sujetividad, Roig busca sentar género, de etnias, de generaciones, etcétera.
una diferencia con respecto al concepto,
De allí surge la importancia de determinar
más usual, de “subjetividad”, naturalmente
desde qué diversidad social se postula en
asociado a la esfera de lo individual.
cada caso el “nosotros” que toma la palabra,
De esta forma se apunta a enfatizar el
que se autorreconoce como valioso y que da
carácter social del sujeto, que nunca es
comienzo, con ese acto de autoafirmación,
el individuo aislado, un “yo”, sino un
al filosofar latinoamericano. Pues, en el
“nosotros”, un sujeto colectivo, plural, que
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marco de las sociedades de clases en las En este sentido, Roig sostiene que la clara
que vivimos y en las que se ha desarrollado conciencia de la diversidad desde la cual se
nuestra historia, es evidente que no plantea cualquier unidad e identidad ayuda
existe ni ha existido un único proyecto a alcanzar un mayor grado de universalidad
latinoamericano, sino varios y diversos, en la propuesta, y, en consonancia con
dependiendo en cada caso de los alcances ello, una mayor legitimidad del a priori
del “nosotros” que ha tomado o toma antropolótico, esto es del “nosotros” que se
la palabra. Por tanto, toda propuesta de afirma y da origen al filosofar.
unidad, se formula desde una diversidad
social e histórica, y está condicionada Lo fundamental es […] tener
por un determinado “horizonte de en claro que la diversidad es el
comprensión”, desde el cual se mira el lugar inevitable desde el cual
mundo y se construye cualquier proyecto. preguntamos y respondemos
por el “nosotros” y, en la
En la “ventana” desde la cual
medida en que tengamos
nos abrimos para mirar el
de ese hecho una clara
mundo, no estamos solos. No
es un “yo” el que mira, sino un conciencia, podremos
“nosotros”, y no es un “todos alcanzar un mayor o menor
los hombres” los que miran grado de universalidad de la
con nosotros, sino “algunos”, unidad […]. De este modo,
lo de nuestra diversidad y cada uno de nosotros, cuando
parcialidad (Roig, 2009: 23). se declara “latinoamericano”
lo hace desde una parcialidad,
Como decíamos, la unidad postulada o sea ella su nacionalidad, el
propuesta siempre contiene inclusiones grupo social al que pertenece,
y exclusiones; en el marco de la las tradiciones dentro de las
conflictividad social existente, siempre cuales se encuentra, etc. Tal
algunos sujetos son rechazados o negados.
es el anclaje del que, como
Pero, justamente, el reconocimiento de la
hemos dicho, no siempre
diversidad desde la que se formula cualquier
proyecto de unidad o de identidad, debería tenemos conciencia (2009:
servir para ejercer la crítica y autocrítica 21).
del discurso y del sujeto que en él se afirma,
así como también para aspirar a formular Ahora bien, la diversidad de América Latina
un programa lo más amplio posible, donde no sólo es intrínseca (interna a nuestras
tengan cabida los sujetos oprimidos e, sociedades), sino también extrínseca,
incluso, en el que ejerzan directamente su relativa al mundo no-latinoamericano.
palabra, no a través de una representación En este nivel, Roig desarrolla un aporte
que se arroga para sí un “nosotros” que muy importante desde el punto de vista
verdaderamente no los incorpora aunque epistemológico, pues plantea que el
pretende hablar también por ellos. reconocimiento de nuestra diversidad
encierra en sí mismo una fuerte (aunque
implícita) crítica a la noción de historia

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universal; noción por lo demás muy del dominador, como también del hecho
presente en el texto hegeliano que sirve a de ser considerados seres “históricos” sólo
Roig de punto de partida. en la medida en que son vinculados a ella.
La “historia universal” no es más que la
La idea de que la filosofía tiene su historia particular de un pueblo que tiene
comienzo con el pueblo griego antiguo, la capacidad militar de imponerla a otros.
en tanto encarnación histórica de un sujeto
que asoma a un proceso de autoconciencia Si, de acuerdo con Roig, no hay una Historia
y puesta en acto de su libertad, se inscribe universal, tampoco hay un sujeto único,
claramente dentro de la concepción de que a partir de cuya afirmación comience la
la historia es un decurso universal, que filosofía. Por tanto, es necesario proceder
nace en la antigüedad y en el que Europa a la crítica del sujeto absoluto y a-histórico
desempeña un papel fundamental. Roig hegeliano, y sustituirlo por la comprensión
sospecha de esta idea y nos invita a de una diversidad y pluralidad de sujetos
colectivos, todos ellos con capacidad de
[…] poner en entredicho lanzar y relanzar el desarrollo de la filosofía.
aquella “historia mundial” Por lo tanto, no hay una historia única de
que se organizó sobre una la filosofía, ni un comienzo absoluto de
división de hombres que ella, sino “comienzos” y “recomienzos”:
habían “entrado” en ella y de siempre impulsados por sujetos reales,
hombres, en algunos casos, concretos, situados social y epocalmente.
simplemente subhombres, que Son estos sujetos plurales los verdaderos
no lo habían hecho, ni tal vez hacedores de la historia; con respecto a
lo podían hacer. Y de la misma ellos un sujeto único no es sino una entidad
manera habrá de quedar en metafísica, que encubre la historia real y
cuestión la tesis según la los procesos de afirmación social de los
cual había un cierto grupo diversos “nosotros”.
privilegiado, perteneciente
a una determinada cultura Con lo dicho hasta aquí queda
y, dentro de ella, a ciertas suficientemente claro que el a priori
naciones, que había recibido antropológico introducido de este modo
la misión de hacer entrar a por Roig encuentra un punto de apoyo en
los demás hombres en aquella el pensamiento hegeliano, pero opera luego
historia (Roig, 2009: 131). una “inversión de Hegel” en la medida en
que levanta una crítica a la concepción
de la dialéctica hegeliana como proceso
En efecto, la historia universal es una afirmativo, en el cual la humanidad
categoría pensada desde la perspectiva alcanzaría cada vez grados más altos de
del conquistador, con la que se pretende conciencia.
universalizar una visión particular:
lógicamente, la suya. Lo cierto es que los La noción hegeliana de la historia como un
pueblos dominados y conquistados tienen recorrido continuo, donde sobresalen hitos
sus historias, y que estas son independientes que no quiebran el desarrollo sino que lo
de su incorporación forzosa a la historia articulan en momentos de una unidad y

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donde transita un sujeto-uno que sostiene de la historia universal de
el proceso, es soporte de los cambios y Hegel, que se siente en la
marcha en una determinada dirección y necesidad de abrir su historia
hacia una meta prefijada y racional, no es con un capítulo dedicado a la
otra cosa que la expresión de una “política geografía, en donde se pone
filosófica”, de un “proyecto de continuidad”, todo lo no-absolutamente
nacido de un modo particular de ejercicio seleccionable y por tanto
del poder, que, en su afán por sostenerse, dialectizable, con el agravante
culmina por revestir esa exigencia con el de que dentro de lo que se
carácter de una “necesidad racional”. declara como no-histórico se
coloca una porción inmensa
Las filosofías de la historia, de la humanidad misma:
en particular las que produjo África, América y las islas del
el siglo XIX, pueden ser Pacífico (2009: 183-188).
consideradas como discursos
políticos abiertamente
intencionados, en los que se Para Roig, el estudio de nuestra propia
ha planteado como objeto y vasta tradición −atravesada por
señalar el camino que se debía innumerables episodios prácticos y
recorrer, como asimismo discursivos donde se afirma el valor de la
los escollos que se debían cultura, la historia, el pensamiento y la vida
evitar para que las potencias de los seres humanos de América Latina−
europeas pudieran cumplir descubre la puesta en acto, por parte de los
con un destino al cual se grandes intelectuales latinoamericanos,
sentían volcadas dentro del de una inversión del modelo europeo
vasto proceso de dominación –y específicamente hegeliano– de la
del globo, iniciado en el filosofía, dentro del cual América era
Renacimiento […]. Todo esto considerada como un “continente vacío”,
se debe a que la historiografía, pura naturaleza sin historia, destinado a
y con ella la filosofía de la ser habitado por el espíritu de Europa.
historia que supone, aparece Ese veredicto hegeliano debe ser leído
inevitablemente organizada en su valor ideológico, como discurso
desde un sistema axiológico justificador de relaciones de dominio
que es el que determina y como teorización de una pretendida
fundamentalmente su distinción entre hombres “naturales” (los
sentido ideológico […]. El americanos) e históricos (los europeos).
hecho llega a sus extremos Frente a ese paradigma eurocéntrico, el
cuando el historiador cree pensar latinoamericano es definido por
encontrarse con datos que no Roig como una forma de saber asentado
sólo no poseen un mínimo de sobre la afirmación de nuestra capacidad
peso histórico, sino que no creadora y sobre el valor de nuestras cosas.
tienen ninguno. Un ejemplo
clásico nos lo ofrecen las Este acento en el sujeto como condición de
Lecciones sobre la filosofía posibilidad del pensamiento propio (como
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a priori antropológico) es el eje en torno del y ello en un doble sentido: por una
cual gira la reconstrucción y reorganización parte, es el “punto cero” de la identidad
del pensamiento producido en nuestras latinoamericana, avasallada y aniquilada
tierras desde la conquista hasta el presente. por el acto destructivo original del ego
Nuestra historia no nos muestra un recorrido conquiro europeo (la conquista); por otra,
unitario e ininterrumpido, donde un sujeto es un símbolo que recuerda los sucesivos
también unitario avanza sin interrupciones quiebres de la continuidad en el proceso
desde “un” comienzo hacia una meta final; de constitución de nuestra sujetividad y
nos muestra, en cambio, un itinerario proyecta permanentemente la amenaza de
transido de luchas y marcado por derrotas e su reiteración.
interrupciones, pero también por victorias
y renacimientos. En consonancia con ello, Y todos ellos [los textos
la producción simbólica latinoamericana de la Historia de las ideas
tampoco responde a ese tipo de dialéctica latinoamericana], que
afirmativa, sino que conforma una integran esa larga historia
compleja y conflictiva discursividad, que de la afirmación y auto-
se encuentra quebrada en muchos pedazos reconocimiento de un sujeto,
y en la que “recomienza” cada vez la tienen un referente inevitable
tarea interrumpida de autoafirmación y […], ese “grado cero”
autorreconocimiento. En conjunto, empero, histórico de sujetividad desde
ese gran discurso funciona como la espina el que partió y parte nuestra
dorsal de nuestro pensar y articula las realidad latinoamericana,
diversas formas históricas de emergencia tal como quedó expresado
del hombre y la mujer latinoamericanos. En de modo patético en la
su trama se desarrolla la historia de la larga Brevísima relación de la
constitución de un sujeto que, de modo destrucción de las Indias
recurrente, debe enfrentar un referente (1552) de Fray Bartolomé
inevitable: aquel que Las Casas denunció de Las Casas. Si el discurso
como “Destrucción de las Indias”. de que estamos hablando
es fundamentalmente
La denuncia lascasiana es para Roig la historia de la larga y
una clave interpretativa de la historia de azarosa destrucción de toda
América Latina, continente azotado por sujetividad, como primer
la violencia desde el momento mismo de acto del ego conqueror [sic]
la conquista, donde los sujetos históricos europeo y sienta las bases
han sido innumerablemente aplastados sobre las que obligadamente
y despojados de su dignidad, y han se habría de ordenar la
debido recomenzar incansablemente la conformación del sujeto
autoafirmación y autorreconocimiendo colonial […]. La Relación
de sí, muchas veces desde la negación […es] el referente inevitable
más completa. De allí que, para nuestro de esta forma discursiva
filósofo, la imagen lascasiana constituye nuestra. “Hallaron grandes
la “figura condicionante” del proceso poblaciones de gentes muy
histórico y cultural de nuestros pueblos, bien dispuestas, cuerdas,
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La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo
políticas y bien ordenadas. Precisamente, la disposición programática
Hacían en ellos –nos dice que el filosofar latinoamericano
Las Casas− grandes matanzas evidencia en sus recomienzos es otra
(como suelen) para entrañar de sus características fundamentales,
su miedo en el corazón de que marcan otro punto de quiebre con el
aquellas gentes. El intento modelo hegeliano y eurocéntrico de la
de los españoles era –dice filosofía. Forma de saber asentada en la
por su parte Fray Marcos de autoafirmación y el autorreconocimiento
Niza, citado por el mismo del sujeto colectivo que se expresa en ella,
Las Casas que no quedase la filosofía latinoamericana es además un
señor en toda la tierra y que saber “matinal”, por oposición a la función
arraigara en el alma de los vespertina, de justificación y consagración
vencidos horrible miedo y del pasado, que otorga Hegel a la filosofía,
espanto”. Este comienzo que cuyo símbolo sería el “búho de Minerva”
constituye la parte irrebatible que levanta vuelo al atardecer3. Como
de la Brevísima relación y que pueblos jóvenes, los latinoamericanos
le da vigor y permanencia, miran hacia el futuro, y procuran construir
pone en evidencia el desde el presente (repleto de injusticias y
esfuerzo lento, pleno de opresiones) hacia el porvenir formas de
contradicciones, pero así y convivencia más justas y más libres. Por eso
todo hasta ahora progresivo, el símbolo de la filosofía latinoamericana
de la reconstrucción de nuestra no es el búho sino la calandria o cualquiera
sujetividad en una serie de de las aves del territorio latinoamericano
comienzos y recomienzos, que cantan al amanecer. Su función es
en los que el regreso a aquel utópica: anuncia el nacimiento de un nuevo
“grado cero” se mantiene día.
como amenaza y a la vez –tal
como lo decíamos− como el Muchos re-comienzos del filosofar
gran referente histórico (1993: latinoamericano están a la espera de
168 y s.). ser rescatados por el historiador de
nuestras ideas; muchas veces han
sido menospreciados o excluidos de
En todo ese recorrido histórico, Roig la historiografía oficial por parecer
descubre un interrumpido pero renaciente “insignificantes”. Sin embargo, contienen
esfuerzo de afirmación del ser humano un poder disruptivo, auroral, y en los
latinoamericano. Siempre marcados que tiene lugar el relanzamiento de la
con las limitaciones propias del sujeto problemática de nuestra identidad. Roig
concreto que toma la palabra, cada vez, destaca su carácter “episódico”, idea ésta
en el discurso, pero siempre cargados con que encuentra su inspiración en Gramsci:
utopías que rebasan esos propios límites, los
sucesivos “recomienzos” de nuestro pensar Gramsci, en uno de sus
conforman, en conjunto, los cimientos de Cuadernos de la cárcel, lo
nuestras posibilidades presentes y futuras. ha dicho con frase escueta y
fecunda: “La historia de las
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clases subalternas –dice− es Viccario, Policarpa Salavarrieta, Rosa


necesariamente disgregada y Campuzano Cornejo, Simón Rodríguez,
episódica”. […] Gramsci nos Mariano Moreno, Mariquita Sánchez de
pone con esta observación Thompson, Juana Azurduy, Andrés Bello,
suya frente a la contraposición Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi,
entre la “historia oficial”, Domingo Faustino Sarmiento, Juan
periódica y por cierto continua, Montalvo, Flora Tristán, Francisco Bilbao,
y la historia de los sectores Laureana Wright, José Martí, Julieta
marginados respecto del poder Lanteri, Manuel Ugarte, José Ingenieros,
que no gozan del ocio que Elvia Carrillo Puerto, Gabriela Mistral,
necesitan los historiadores Oswal de Andrade, Alfonsina Storni,
para su labor, historia que se José Carlos Mariátegui, José Gaos, Paulo
reduce a momentos puntuales Freire, Ernesto Che Guevara, Esperanza
que quedan señalados como Brito de Martí, Patricia, Minerva y María
rupturas sin significado, Teresa Mirabal, Rigoberta Menchú,
momentos de “irracionalidad” Madres y Abuelas de Plaza de Mayo,
que no encajan dentro de una Francisca Linconao, Máxima Acuña, Berta
“racionalidad” que podría Cáceres, etc. En todos ellos subyace una
justificarlos (2008: 138). Filosofía de la historia organizada a partir
de la asunción de la dimensión conjetural
En cada uno de esos episodios del saber y la afirmación de una voluntad
“recomienza” nuestra filosofía. Todos política transformadora. En cada uno
remiten, desde la conquista y hasta el se relanza el comienzo del filosofar y la
presente, tanto a las diferentes formas de problemática de nuestra identidad; cada
subordinación respecto de los sucesivos uno representa la formulación de un sujeto
centros mundiales del poder, como también colectivo que se afirma y se autovalora, se
a las reiteradas derrotas de los procesos considera capaz de luchar por sus derechos
históricos de cambio impulsados al interior y de formular un proyecto. Y en cada caso
de nuestras sociedades. Nos muestran que, es necesario analizar los límites y alcances
dentro de un panorama de violencia sorda y del sujeto en cuestión, las incorporaciones
prolongada, la humanidad latinoamericana y rechazo que se ejercen, el modo cómo
ha puesto en juego un permanente, aunque se posiciona frente al poder, si reconoce
interrumpido, esfuerzo de apropiación otras voces o las silencia, qué propuesta
creadora y superadora, en cuyo desarrollo de identidad nacional o latinoamericana
se opera la inversión teórica y práctica vehiculiza, etcétera.
del discurso colonialista, imperialista y
globalizador. La simbólica latinoamericana y moral
de la emergencia
Infinitas son las manifestaciones textuales
de ese a priori antropológico en que Los textos donde se hacen patentes los
“recomienza” nuestro pensar, que han comienzos y recomienzos de nuestra
sido estudiados por Arturo Roig: Sor filosofía recurren a una búsqueda
Juana Inés de la Cruz, Eugenio Espejo, permanente de símbolos, que impugnan
Simón Bolívar, Manuela Sáenz, Leona el discurso opresor vigente y ponen
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La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo
en movimiento una inversión de su todo momento se habló, muy
organización axiológica, develando un ilustradamente, de “romper”
impulso utópico que busca devolver al o “quebrar las cadenas” que
sujeto americano su dignidad perdida. nos ataban a la dominación
europea (1993: 183).
El ejemplo paradigmático de esa simbólica
es, para Roig, Calibán, a quien contrapone
El símbolo de Calibán3 remite a los sucesivos
el esclavo de Hegel, tal como éste aparece
movimientos de rebelión anticolonialista y
en la célebre figura del “Amo y el esclavo”,
encuentra una expresión paradigmática en
a partir de la cual el pensador alemán
la gesta y el pensamiento independentistas
desarrolla el tema de la constitución de
del continente y del Caribe, así como en
la conciencia en el enfrentamiento con el
los posteriores movimientos populares
otro. Mientras que en Hegel la figura de la
de liberación nacional y social, y en los
dominación del hombre por el hombre se
actuales movimientos de afirmación de los
resuelve en el reconocimiento de la libertad
pueblos originarios, de lucha por la paz,
del dominado como actitud interior, de la
feministas, ecologistas, etcétera.
simbólica latinoamericana emerge Calibán,
el esclavo que recibe y resemantiza
un legado cultural hasta convertirlo en El a priori antropológico –esta posición
instrumento de liberación y autoafirmación: sujetiva que implica la autoconciencia y el
autorreconocimiento de sí como valioso y
que Roig considera condición de posibilidad
Se pasa [con Calibán] a una
de una filosofía latinoamericana– posee una
liberación del siervo que no se
dimensión ética. Por una parte, es expresión
reduce a interiorizar la libertad,
del principio conativo de perseverancia en
al modo estoico, sino a poner
el ser, que Spinoza atribuye a todos los
en movimiento una libertad
entes4; pero, además y en la medida en
exterior, de “desatamiento”.
3 Calibán es, por supuesto, el personaje de Shakespeare
En términos clásicos, no se
de La Tempestad; pero es este personaje en la medida
trata de una eleuthería sino en que ha tomado conciencia de sí, de su valor y de su
de una apólysis […]. La dignidad y ha podido revertir las marcas de su dominación
–particularmente la lengua, que le ha sido impuesta por el
emergencia de Calibán generó amo− en un grito de libertad. Roig, por tanto, se incorpora
dentro de nuestra modernidad, a la tradición latinoamericanista de interpretación de este
primero, la respuesta símbolo como legado cultural, impuesto inicialmente como
factor de dominación, pero susceptible de ser transformado
liberadora indígena, de cuyos por un sujeto en instrumento de emancipación. El hito
innúmeros alzamientos fundamental de la literatura sobre Calibán en este sentido
fue símbolo Túpac Amaru es el texto de Roberto Fernández Retamar (1974: 19-53).
Sobre la específica posición de Roig sobre este particular,
y, luego, los movimientos puede consultarse Arturo Roig (1995: 14-17).
independentistas criollos 4 “Pues bien, [Spinoza] en el Escolio de Ética IV, 18, se
tanto del Continente como del nos habla del ‘deseo de la propia conservación’ (conatus)
que hay en todo ser y que despierta lo que para los seres
Caribe. Y en ninguno de los humanos se nos da como el sentimiento de ‘amor a sí mis-
casos la libertad fue entendida mo’. No se trata, sin embargo, de una simple voluntad de
como libertad “interior” de perseverar en el ser en cuanto que aquel amor no sería pleno
si o fuera también una apetencia que impulsa a una
tipo estoico, sino que en
perfección más grande. Perseverar en el ser,
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que está referido a la condición humana, además siempre se da acompañada por el


supone el reconocimiento de la dignidad surgimiento de formas de decodificación
intrínseca de todo ser humano y de su valor espontánea del discurso opresor, que
como fin en sí mismo. Este reconocimiento luego se expresan en las variadas y ricas
no es de carácter puramente teórico ni modalidades del discurso popular –dichos,
surge “naturalmente” en las relaciones canciones, cuentos fantásticos, poesía,
humanas. Según Roig, el mismo se origina teatro satírico, etcétera–.
históricamente cuando tiene lugar un
proceso de emergencia social, que expresa En tal sentido, Calibán, el esclavo
exigencias éticas formuladas desde abajo que aprende el lenguaje del amo para
–“morales emergentes”−; proceso éste maldecirlo, simboliza, en el campo ético,
que siempre se encuentra impulsado por la “moral de la emergencia” o “de la
necesidades humanas insatisfechas. protesta”: una moral de los oprimidos,
opuesta a la institucionalidad vigente o el
Las morales emergentes son statu quo –“eticidad” en la terminología de
un pensar y un obrar, dado Hegel– que sostienen los opresores.
en la misma praxis social,
expresado espontáneamente La historia de la “moralidad de la
y sin pretensiones teóricas emergencia” en América Latina está, en
por sectores de población buena medida, por escribirse aún. La
femenina, campesina, misma se ha expresado en los sucesivos
indígena, negra, mestiza, movimientos sociales de emancipación y
proletariado industrial, liberación, generados permanentemente
sectores de los suburbios, por “la particular situación de dependencia,
clases medias empobrecidas, tanto colonial como neocolonial, así como
niños arrojados a la calle las formas de opresión, marginación y
y la masa, en nuestros días miseria que han vivido y viven vastos
creciente, de desocupados sectores sociales de nuestro Continente,
y parados, abandonados a por causas que no solamente son externas”
las medidas derivadas de un (2002: 131). Estos movimientos han
sistema que ha hecho opción significado, en la historia del continente,
entre riqueza financiera y una protesta contra las diversas
vida humana, desconociendo manifestaciones de la “ética del poder”,
que la verdadera riqueza es sistemáticamente renuente a reconocer las
precisamente la vida humana necesidades co-esenciales a la dignidad de
y, por cierto, la vida humana todo ser humano.
realizada dignamente (2002:
En definitiva, para Roig, el reconocimiento
153).
de la dignidad humana está vinculado a las
formas históricas de resistencia frente al
De este modo, la afirmación de la dignidad
poder; es siempre el resultado de un “duro
humana está asociada en la historia
trabajo de la sujetividad” que se levanta
al fenómeno de la emergencia social;
contra la objetividad dada.
mas hacerlo cada día más plenamente” (Roig,
2002: 22).
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La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo

A esa emergencia sujetiva Roig la institucionalidad establecida no significa


denomina “moralidad”, y la concibe como una superioridad frente a la moral subjetiva
un principio sujetivo, siempre en rebeldía o moralidad que es, por el contrario, la
frente a una “eticidad”, esto es, el conjunto fuente desde dónde toda eticidad surge
de valores y normas objetivadas en las originalmente, y la instancia viva, el poder
instituciones sociales vigente, que siempre instituyente, que exige su trasformación
representa la ética de los dominadores. De en un sentido favorecedor de la dignidad
este modo, retoma categorías hegelianas humana.
correspondientes al campo de la ética,
pero lo hace, una vez más, para invertir Desde la última lucha
el significado que las mismas tienen emancipatoria de la guerra
originalmente. contra la dominación
española, a fines del siglo
En efecto, Roig critica la figura hegeliana XIX, cuya gesta implicó una
del “Varón y la mujer”, donde Antígona, reformulación de la figura
tomada por Hegel de Sófocles, representa de “el Amo y el esclavo”
el momento de la subjetividad o moralidad y que nuestra Filosofía
subjetiva, que no puede prevalecer frente latinoamericana ha puesto
a la objetividad del Estado, representante bajo el símbolo de Calibán,
de la ley universal, o eticidad. La figura hasta la reencarnación de
hegeliana, completamente embebida de los Antígona, realizada por las
viejísimos prejuicios de la “racionalidad Madres de Plaza de Mayo, no
patriarcal”, plantea de este modo el ha pasado un siglo. En efecto,
conflicto entre “las leyes oscuras de la el fin de la Guerra de Cuba tuvo
tierra (tellus) que se expresan a través del lugar en 1899 y las primeras
ser femenino”, por una parte, “y las claras, protestas de las Madres por
apolíneas y por eso mismo universales, del la desaparición de sus hijos,
principio masculino”, por otra (1993: 186). asesinados por la dictadura
Las primeras representan la “moralidad”; de los militares argentinos
las segundas la “eticidad”. del llamado “Proceso”,
ocurrieron a partir del mes de
Ahora bien, para nuestro autor, la dialéctica abril de 1977. Si Antígona,
histórica entre ambos principios –ética en contra de la voluntad del
del poder/moral de la protesta–, tiene tirano, rindió culto al cadáver
connotaciones totalmente antagónicas a las de su hermano condenado a
que presenta Hegel y el conflicto que los ser destrozado por las aves
enfrenta debe plantearse y entenderse en de rapiña y al que se le había
otros términos. Como para Hegel, también negado sepultura, las Madres
para Roig la faz objetiva de la moral, la arriesgaron su vida y no fueron
eticidad, comprende el mundo de normas, pocas las que resultaron
leyes e instituciones establecidas desde el secuestradas y asesinadas,
poder del Estado, con el objeto de regular en su voluntad de ejercer ese
los deberes y derechos de los miembros culto a los seres queridos,
de la sociedad civil. Pero ese carácter de
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miradas 85
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cuyo paradero se ignoraba las razones que explicaban la pertinaz


y se ignora. Y lo mismo que negación de la existencia de una filosofía
Antígona fueron declaradas hispanoamericana. El filósofo español
“locas”. […Ellas representan] “transterrado” en México encontró una
el intento de restablecer desde respuesta en las características formales y
una subjetividad herida y materiales de esa filosofía: formas libres
violentada, una nueva eticidad de expresión, predominantemente orales
[…]. A diferencia de la heroína o, cuando se ha optado por la escritura,
clásica, no se han encerrado imitativas de la expresión oral, siempre
en el cumplimiento de oscuras en función comunicativa, y, acorde con
leyes de la tierra o de la ello, temas primordialmente pedagógicos,
naturaleza, sino en la lucha estéticos, éticos y políticos, tendientes a la
por una subjetividad creadora formación de los ciudadanos, a la educación
de una nueva eticidad (1993: de las masas o de las minorías que deberían
187)4. conducir la política de nuestros países. Gaos
advertía que la negación de la existencia de
Siempre en conflicto con la ética del nuestra filosofía derivaba de la comparación
poder, con la moral objetiva u objetivada de las grandes obras de nuestros pensadores
en instituciones, los movimientos sociales (los Motivos de Proteo de Rodó, los Siete
emergentes expresan, con diversos grados Ensayos de interpretación de la realidad
de espontaneidad, sus requerimientos de peruana de Mariátegui, el Facundo
dignidad y de justicia, sus exigencias de de Sarmiento, etcétera) con las obras
reformulación de la “eticidad” a fin de que paradigmáticas de la filosofía europea (la
se reconozca en ella las necesidades no Metafísica de Aristóteles, la Crítica de la
satisfechas y la dignidad negada o pisoteada. razón pura de Kant, la Fenomenología del
Representan, por tanto, una “moral de la Espíritu de Hegel, etcétera). Y como de tal
protesta” o una “moral emergente”, una comparación no surgía semejanza alguna,
fuerza que brota desde abajo, desde formas ni en lo formal ni en lo material –pues
diversas de resistencia y desobediencia. las segunda son metódicas y sistemáticas
por la forma y metafísicas por el fondo,
La “moralidad de la protesta o de la
y las primeras, lo contrario: ametódicas y
emergencia” es portadora de un régimen
asistemáticas por la forma y aplicadas a la
axiológico diferente al vigente, que quiebra
moral, la política, la estética y la educación,
permanentemente los postulados de la ética
por el contenido−, se concluía entonces su
del poder y anuncia la constitución de una
inexistencia.
sociedad civil en la que impere una eticidad
distinta, que permita el pleno desarrollo de ¿Qué tienen de original, por lo
la riqueza y plenitud humanas. menos sustantivamente, qué
es lo decisivo?; estas obras
El ensayo como forma y la filosofía
maestras del pensamiento
latinoamericana
hispano-americano ¿qué
Corría la década de los cuarenta del pasado diablos tienen que ver con
siglo cuando José Gaos se preguntó por aquellos monumentos del
sistema, en el fondo de temas,
Revista de Investigación
86 miradas Universidad Tecnológica de Pereira
La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo
comprensivo de aquellos su forma. “Este alterno ritmo –nos dice
“grandes de la metafísica”, Gaos− no sería, naturalmente casual. Sería
y del método, en la forma de el ritmo respiratorio, vital, de la filosófica
exposición de estos temas? vida humana” (Gaos, 1943: 70).
Nada. Ya por los temas,
cuando las formas se acercan La alternancia señalada, por una parte,
más a los de estas obras; ya hace justicia a formas del filosofar que no
por las formas, cuando son replican el modelo clásico, plasmado en
los temas los que se acercan las obras señeras de la filosofía europea;
a los de las mismas obras; permite reconocer la envergadura filosófica
ya por los temas y las formas de otras formas de pensamiento, cuyas
a una. […]. Filosofía es lo características coinciden con la producción
propio de las llamadas obras hispano-americana. Pero además Gaos
maestras de la filosofía; es así agrega a la observación diltheyana una
que las obras del pensamiento apreciación de su propia cosecha: el relevo
hispano-americano no se sucesivo de un tipo de filosofías por otro
parecen a estas obras; luego no sería un fenómeno estable a lo largo de
el pensamiento hispano- la historia, sino que, por el contrario, se
americano no es filosofía. daría bajo el signo de un “inmanenteismo
Gracias, pues, que sea creciente”, apreciable sobre todo a partir
pensamiento. Lo más de la Edad Moderna y decididamente desde
probable es que no sea más los tiempos contemporáneos.
que literatura” (Gaos, 1943:
A la luz de estas consideraciones, Gaos
69 y s.).
concluye que la filosofía hispanoamericana
no solo existe, sino que es una expresión
Por supuesto Gaos no está de acuerdo con
de lo más nuevo y actual en el terreno
esta conclusión y su argumentación se dirige
filosófico y que, por sus características
a demostrar la relatividad de ese modelo de
formales y materiales, posee una doble
filosofar, así como el valor e importancia
fuente de originalidad:
de nuestro pensamiento. Recurre para ello
a Dilthey, quien señala una alternancia en El pensamiento hispano-
la historia de la filosofía entre períodos en americano es una promoción
que prevalecen las filosofías metafísicas, voluminosa y original de este
sistemáticas y metódicas, por una parte, y último extremo inmanentismo
períodos en los que predominan filosofías contemporáneo. “Las
aplicadas a la moral, la política, la estética, circunstancias” imponen su
en fin, a los diversos sectores de la cultura esencial diversidad a todas las
que conforman la “circunstancia” que filosofías en cuanto que estas
las rodean. Ese énfasis en temas de la son oriundas de ellas, pero la
circunstancia permite caracterizarlas imponen por una segunda vía
como filosofías “inmanentistas”; y en a las filosofías que se ocupan
correspondencia con esa clase de contenido, con ellas, de suerte que estas
suelen ser estas últimas ametódicas y filosofías tendrían sobre las
asistemáticas desde el punto de vista de
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miradas 87
Estela Fernández Nadal

demás una segunda fuente de una constante hasta nuestros


originalidad (Gaos, 1943: 73). días” (2001: 44).

Esta caracterización formal y material El ensayo en tanto “estilo propio”


de la filosofía latinoamericana5 pone es una forma discursiva que guarda
en el centro de la cuestión un tema correspondencia con la búsqueda y
reconocido ampliamente por la tradición afirmación de la propia identidad,
latinoamericanista: si hay un “modelo” del cuestión básica y decisiva, para Roig, en
filosofar en América Latina, el mismo no nuestra filosofía. Hay, de este modo, una
responde a los cánones europeos. Arturo concordancia entre forma y contenido: la
Roig está en un todo de acuerdo con Gaos6, filosofía que se ejerce a partir del a priori
y para caracterizar ese recurso a un modelo- antropológico requiere de formas libres,
otro −que a veces es también rechazo de provisorias, utópicas, abiertas. Tal es la
todo modelo canónico− echa mano al forma ensayística.
concepto de “ensayo”. Lo entiende, no en
el sentido restringido de un género literario Mas, no sólo la
particular –aunque en esta forma también problemática filosófica del
ha estado presente de modo notable en “reconocimiento” movilizó la
nuestra filosofía durante largos períodos fundamentación del discurso
históricos− sino en un sentido amplio y filosófico, tanto respecto de
lábil, como “espíritu de ensayo”, esto es, un las clases sociales, como de
“estilo” o una modalidad formal-discursiva la búsqueda de identidad
propia o predominante en la expresión nacional, sino que se expresó
filosófica latinoamericana. en los escritores nucleares del
siglo XIX, en el estilo mismo
Hay una filosofía del discurso dentro del cual
hispanoamericana, con la filosofía jugaba su papel
estilo propio, con medios epistémico. Ese estilo se
comunicativos que le son organizó en general sobre las
específicos –entre ellos, el pautas expresivas del ensayo,
de la comunicación oral− y en relación con un fuerte
con una temática congruente sentido anti-institucional […].
con esa profundización del Entendemos aquí por “ensayo”
inmanentismo que habría un conjunto de formas de
caracterizado a nuestra mensaje alternativas respecto
América según el maestro de las que habían estado
Gaos (Roig, 2008: 155). vigentes. Desde este punto
de vista, todas las formas de
comunicación de ese tipo,
Y, en otro lugar, agrega:
surgidas ante la imperiosa
“Viene al caso notar que la
necesidad de poder expresar
relación entre la cuestión
una realidad inestable para
de la identidad y el género
la que no servían las formas
ensayístico se ha dado como
tradicionales, fueron buscadas
Revista de Investigación
88 miradas Universidad Tecnológica de Pereira
La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo
y logradas rompiendo con A propósito del paso del clima
las normas expresivas. Las ilustrado hacia lo que podría
nuevas formas, las que ser entendido como clima
surgieron en el siglo XIX, romático, hemos de señalar
lógicamente no encajan un aspecto que consideramos
todas en lo que después se definicional, a saber, el paso
entendería restrictivamente desde una comprensión
como “ensayo” y lo que las política hacia una
define como tales es, más bien, comprensión social de la vida
un “espíritu ensayístico”, de nuestros puebloes, que tuvo
reflejo directo del gran ensayo su origen, a nuestro juicio, en
que significó el proceso de la dura conflictividad de las
ordenamiento dentro del Guerras de Independencia
cual se intentaba lograr la y en las sucesivas guerras
solución de la contradicción civiles que asolaron nuestros
entre la realidad nacional y países (2001: 44).
el proyecto de estado (Roig,
1984: 161). El romanticismo social latinoamericano
se desarrolla en pleno siglo XIX, en el
Como se ve, la primacía del ensayo período que Roig denomina “interregno”,
como forma expresiva de la filosofía que abarca la transición entre las guerras
latinoamericana tiene, además del motivo de independencia y la conformación de
mencionado de la coherencia interna los nuevos Estados. Es entonces cuando
entre fondo y contenido, otras razones, de irrumpe con fuerza inusitada el ensayo
índole histórica, vinculadas a un momento latinoamericano. Forma comunicacional
fundacional de esa actividad teórica entre descubierta y utilizada por la generación
nosotros, un recomienzo particularmente romántica, abocada con urgencia a pensar
importante en la trayectoria del pensamiento y producir la necesaria organización
latinoamericano: “no el primero, pero nacional, su auge está ligado al nacimiento
sí de los primeros y más ricamente y la generalización de la prensa periódica,
significativos” (Roig, 2001: 39), pues que puso a la orden del día las herramientas
refiere al momento de la toma de conciencia tecnológicas que permitirían la difusión
de la necesidad de independencia, no solo rápida de las ideas. El “diarismo” se imbricó
política, sino también cultural, lingüística, con el “ensayismo”, y ambos fueron
filosófica. Ese particular “recomienzo” es puestos al servicio del “descubrimiento
el del romanticismo social latinoamericano, antropológico de la vida cotidiana” que
movimiento cultural inmediatamente tuvo lugar cuando tomaron el centro de la
posterior a la Ilustración latinoamericana escena social los sectores subalternos, que
(que finaliza con las independencias), habían sido convocados a tomar las armas
cuyo rasgo principal es la aparición de la para el logro de la independencia, y que,
problemática social y “nacional” de los luego de conseguida esta, permanecieron
nuevos Estados. movilizados, exigiendo el cumplimiento
de las promesas que se les habían hecho.

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Tanto el “diarismo” como régimen de códigos […]


el “ensayismo” fueron imperaba en una sociedad
dos espíritus o tendencias estamentada y marcadamente
que colorearon a todos los estacionaria. El proceso
medios de comunicación y de descodificación tuvo
a la totalidad de los géneros dos etapas: las armas
literarios, en un sentido u cumplieron con la primera;
otro. Aquella importancia la siguiente fue asumida
de la vida cotidiana con por la generación posterior
su rica y contradictoria a las guerras contra España
diversidad […] alcanzó una –se trataba de completar la
inestabilidad y plasticidad que primera, pero no ya contra
imponían formas discursivas la Metrópoli, sino contra los
acordes con esos caracteres hábitos y costumbres que
(1986:129). nos había dejado, propios de
una sociedad que no había
Ante una América que se presentaba “como conocido los aires del siglo.
una realidad inorgánica y a su vez plástica, Surgió de este modo el plan de
frente a la cual no cabían respuestas una “segunda independencia”
definitivas” (1986: 133), nuestros grandes o “emancipación mental”
intelectuales de la época asumieron la (2001: 33).
tarea de organización nacional como un
gran ensayo político, que no podía sino Éramos por entonces ya formalmente
acompañarse de una forma escrituraria y libres y republicanos, pero las nuevas
discursiva acorde con la tarea generacional instituciones, pomposamente declaradas,
asumida. no enraizaban en una realidad social
inestable y caótica. Se había proclamado
El fin de la etapa colonial, después de tres el fin del régimen social de castas de la
siglos de dominación española, marcaba Colonia, pero la presencia de las masas
el cierre de un ciclo y el inicio de una populares, movilizadas por las guerras de
nueva era, donde habíamos alcanzado la independencia y en permanente estado de
libertad política, pero aún no lográbamos la agitación y demanda social, dibujaba un
“emancipación mental”: la independencia, panorama complejo y renuente a encajar en
no ya conquistada por las “armas”, sino una organización pronta y verdaderamente
por la “pluma”. La tarea por delante, era, republicana. Como sostiene Daniela
por tanto, la consolidación de una cultura Rawicz, se hacía necesario “gobernar por
propia, no imitativa ni repetitiva, que en primera vez con los sectores populares
todos los planos nos otorgara una conciencia (aunque fuese para encontrar la mejor
nacional y continental autónoma. forma de subordinarlos)” (Rawicz, 2003:
65). Había que “educar al soberano” y
La Revolución de 1810
elaborar un nuevo código cultural que diera
significó la quiebra de
cuenta de “la Nación”, entendida en el
una sociedad fuertemente
sentido de esa realidad social heterogénea
textualizada. Un complejo
y conflictiva, necesitada de reconocimiento
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La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo
y, al mismo tiempo, de conformación verdades definitivas, sino que las expresa
institucional. Ensayo social y ensayo con convicción, en el convencimiento de
discursivo se mostraron entonces como dos que siempre podrán ser corregidas gracias
caras de la misma moneda. al modo como son enunciadas”, pues “es
un aprendizaje”, cuyo punto de partida es
Si bien fue en el “interregno” y en el marco “la conciencia de no saber”; “está volcado
del programa romántico de “emancipación vitalmente hacia el lector”; no expresa
mental”, cuando el ensayo brilló en la pluma “un pensar meramente universal”, sino
de nuestros más egregios pensadores, lo un “penar preocupado por su ineludible
cierto es que luego, con el transcurso de los subordinación al espacio y al tiempo, un
siglos, el “espíritu ensayístico” continuó pensamiento nacional”; es “un esfuerzo
permeando las formas discursivas de la de aproximación a una realidad que se
filosofía latinoamericana. Sufrió el embate siente como eminentemente propia” y que
del positivismo, a fines del siglo XIX, pero aprovecha los “instrumentos lingüísticos
retornó con fuerza a principios del XX, que esa misma realidad ofrece”; es,
con las corrientes críticas del positivismo finalmente, “un modo de escribir típico de
y la reflexión surgida bajo el impacto la juventud” (1986: 134-135).
político sufrido por nuestros intelectuales
por el descubrimiento del imperialismo Todos estos rasgos del ensayo −más
estadounidense a partir de la intervención allá de su vigencia específica como
de esa potencia en la guerra de Cuba. género literario, acotada a determinados
Y, a partir de entonces e incluso hasta períodos históricos− y del “espíritu
nuestros días, el ensayo se consolidó como ensayístico” en sentido amplio se
forma preferente del discurso filosófico avienen a las características del filosofar
latinoamericano. latinoamericano. Para Roig, la razón última
de ello es una “antropología” intrínseca
Es que, según Roig, nuestras características al “núcleo ético-estético-político-
sociales de novedad histórica, así como pedagógico” que, según Gaos, caracteriza
también las habituales inestabilidad a la filosofía hispanoamericana desde el
política e insurgencia social de nuestras punto de vista material o del contenido. De
gentes, se acomodan al estilo ensayístico allí que el maestro argentino afirme: “En
como forma discursiva apropiada para una relación muy estrecha con este núcleo
expresar una realidad social convulsionada, ‘ético-estético-político-pedagógico’ que
cambiante, nueva; en definitiva, explican vertebra el filosofar nuestro, es posible
la importancia y continuada presencia del reconocer asimismo una antropología”
ensayo en nuestra filosofía. Como ya se (2008: 155).
ha dicho, hay una correspondencia entre
ciertas constantes de nuestra historia, que La antropología en cuestión revela
imprimen sesgos en nuestras identidades, una modalidad de ser de la humanidad
y las características del ensayo. Entre latinoamericana, del sujeto americano que
estas últimas, Roig subraya “el valor se expresa en cada uno de los recomienzos
provisorio” del ensayo, “expresión de nuestra filosofía y que funciona como
sumaria de un momento del pensamiento” a priori de ella en cada caso. Es, por tanto
según el decir de Alberdi; que no enuncia una antropología ligada estrechamente
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a la historia y la realidad social de ese Dicho de modo breve,


sujeto. Ambas, historia y sociedad, están una antropología de la
y han estado, como es sabido, atravesadas emergencia, de no muy fácil
siempre por la permanente irrupción de caracterización debido a la
movimientos sociales, de resistencias variedad de situaciones y a la
renovadas frente a los recurrentes intentos riqueza étnica y social, pero
de disciplinamiento social que se imponen que estaría jugando como una
desde arriba. Pues bien, el ensayo se acopla de las tendencias fuertemente
a la “dialéctica discontinua” que recorre dinámicas en América Latina.
nuestra historia y a la “antropología de la Dentro de este ancho cauce
emergencia” que se despliega en ella. se dio el movimiento de la
“autonomía cultural” del
Una Filosofía latinoamericana siglo XVIII, continuado
–vale decir, un preguntar que
con el de la “emancipación
involucra la realidad humana
mental” en el siguiente: del
de un hombre que se identifica
mismo modo se dio desde la
de una particular manera
continuidad del americanismo
histórica− que no se nos
filosófico de 1840 hasta la
presenta, en sí misma, como
“Filosofía latinoamericanista”
una continuidad asegurada
de nuestros días; y se pasó
por una necesaria secuencia,
del primitivo “americanismo
sino como un enunciado de
literario” a la “literatura
discursos circunstanciales
latinoamericana” actual. […
que han sido para cada
época diagnóstico, denuncia, En todo ese recorrido] es de
proyecto y también, por nuestro hombre que se trata.
cierto, compromiso. Tal vez El mismo antropologismo
podríamos acuñar para ella emergente es el que incitó a
la categorái de ‘dialéctica propiciar, en los albores, el
discontinua’ (2008: 157). ensayo como vía específica de
expresión de lo americano. Así
Las manifestaciones discursivas de lo entendieron Juan Bautista
una realidad histórica social marcada Alberdi y Simón Rodríguez.
por ese tipo de dialéctica, son “huellas El “discurso escuelero”
dispersas” o, como ya se ha dicho, del primero y el “discurso
“discursos episódicos”, que marcan los pintado” del segundo, son
recomienzos de una labor teórica siempre claras manifestaciones de
signada por el cambio, la provisoriedad, el discursividad entendida desde
dinamismo, la búsqueda de la identidad, el devenir y no desde el “ser”.
y, fundamentalmente por lo que Roig Es el mismo espíritu que se
sintetiza en lel concepto de “emergencia” mantiene vivo en Mariátegui
social, que daría el sesgo determinante a la y en tantos otros de nuestros
“antropología” del mismo signo, propia del grandes maestros que en
sujeto latinoamericano. los momentos decisivos
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La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo
declararon que su discurso no atiende exclusivamente el
estaba cumplido (2008: 145). pintoresquismo (2008: 144).

Conclusión. Lo “nuestro” en el Con lo anterior, Roig señala que la identidad


contenido y en la forma de la filosofía cultural del sujeto latinoamericano (plural,
latinoamericana de Arturo Roig diverso, pero que en esa diversidad y
pluralidad manifiesta históricamente
La “antropología de la emergencia” señala proyectos de unidad) se hace manifiesta en
una orientación de la identidad de los todas sus formas de objetivación, en todos
hombres y mujeres latinoamericanos que los productos culturales generados por su
surge de la historia, la cultura, las formas actividad, pero sobre todo en las que llama
y conflictos específicos de sus sociedades. formas “básicas” de objetivación, que son
Es importante señalar, entonces, que con tales porque sirven de mediación entre ese
esta formulación identitaria nuestro autor sujeto y todas sus restantes objetivaciones.
remite a una fuente histórica y social que, Esta función de mediación es la propia del
por ser esta su condición, es renuente a lenguaje y de las formas expresivas que
recalar en la atribución de una esencia a lo lo entrañan: las prácticas discursivas en
latinoamericano. Roig advierte el peligro y general y, dentro de ellas, en el caso que
lo disipa claramente: nos ocupa, las que ha ejercido y ejerce el
“escribir y pensar desde la emergencia”,
El principio configurador de
esto es, nuestra filosofía, la de Nuestra
los rasgos de identificación
América.
cultural no se encuentra ni
en la “tierra” (telurismo), El ensayo como forma discursiva, con
ni en la “sangre” (racismo), énfasis pedagógico, ético, estético y
ni siquiera en el “legado” político, congenia estupendamente
(tradicionalismo), sino en […] con la principal tarea del filosofar
un sujeto […]. Atendiendo a latinoamericano: acompañar la emergencia
la conservación y crecimiento de un sujeto colectivo, que se identifica
de ese sujeto –a saber, el y afirma como un “nosotros”, valora su
hombre latinoamericano cultura y su manera de vida y considera
como realidad plural− se valioso ocuparse de sus cosas y de sí
determina la sustantividad o mismo. Al mismo tiempo, el ensayo se
adjetividad de los rasgos de presta, por sus características, a poner de
identificación. Con lo que manifiesto la profunda “antropología de
venimos a querer decir que la emergencia” de ese sujeto como la raíz
hay modos identificadores histórico-social de sus variadas y plurales
que hacen a la totalidad identificaciones, expresadas en sus luchas,
de formas de objetivación, revueltas y resistencias.
a los que llamaríamos
Forma y contenido se complementan y
“básicos”, y otros “ligeros”
potencian. Y ambas convienen al propósito
que integran el decorado y
del sujeto que se afirma y reconoce a
que son aquellos a los que
través de ellas. Ocuparse de lo propio y
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Universidad Tecnológica de Pereira
miradas 93
Estela Fernández Nadal

ensayar nuestra identidad es, según Roig, Roig, Arturo (1993). Rostro y filosofía de
la principal tarea de nuestra filosofía y qué América Latina. Mendoza: EDIUNC.
mejor que hacerlo desde la forma lábil,
expresiva de la interioridad, autorreflexiva, Roig, Arturo (1995). “Acotaciones para
crítica de los dogmatismos, consciente de una simbólica latinoamericana”. En:
la historicidad del discurso, alejada del Prometeo I (2). Guadalajara: Universidad
formalismo, directa y preocupada por la de Guadalajara, pp. 14-17.
comunicación con el otro, por la formación
Roig, Arturo (2001). Caminos de la
ética, política y pedagógica, que es el
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Simón Rodríguez y Domingo F. Sarmiento. hasta ahora, ha tenido lugar la historia
México: Universidad de la Ciudad de universal. Todo cuanto viene ocurriendo en
México. ella no es más que un eco del Viejo Mundo
y la expresión de una vitalidad ajena”
Roig, Arturo (1984). “Notas para una
(Hegel, 1970: 110).
lectura filosófica del siglo XIX”. En:
Revista de Historia de América (98). 2 Aspecto este del sujeto que sí está
México, pp. 140-167. presente en Hegel, particularmente en su
referencia al “pueblo” como dimensión
Roig, Arturo (1986). “El Siglo XIX
histórica concreta en la que debe producirse
latinoamericano y las nuevas formas
el comienzo de la filosofía. Por eso Roig
discursivas”. En: Paladines, Carlos
sostiene que las afirmaciones hegelianas
(coord.), El pensamiento latinoamericano
del sujeto “no implican una reducción
en el siglo XIX (pp. 127-140). Quito:
a la mera subjetividad, en cuanto que el
Instituto Panamericano de Geografía e
individuo lo es en la medida en que se
Historia.
reconoce a sí mismo en lo universal y
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La filosofía latinoamericana en la propuesta de Arturo Roig. Su contenido fundamental: el “nosotros” y lo
“nuestro”; su forma predilecta: el ensayo
en cuanto la filosofía necesita (müssen) más de diez años después de la publicación
además de la forma concreta de un pueblo de estas páginas.
(die konkrete Gestalt eines Volkes)” (2009:
11). 5 Gaos prefiere hablar de “hispanoamérica”
porque incluye en ese concepto a su patria
3 Según Roig, el único modo que concibe de origen: España.
Hegel para pensar el futuro es como
futuro sido, como el momento dialéctico 6 “Es característica del pensar
que ya estaba contenido en el momento latinoamericano en sus líneas de
anterior, y que solo puede apreciarse a reivindicación de una realidad propia y de
posteriori, cuando “ha sido”, cuando ha un tratamiento apropiado de esa realidad, la
fenecido. “El resultado de todo esto ha negación de un ‘modelo clásico’ abstracto
sido la supeditación de la historia de la y la afirmación de que los modelos valen o
filosofía rigurosamente a los esquemas de no según lo imponen las formas de praxis
una lógica, donde se creyó poder someter que surgen del impulso de emergencia
toda forma de pensamiento a la necesidad social, en sus variadas manifestaciones”
silogística [...]. Tal es la tesis de la filosofía (Roig, 2008: 147).
como ‘saber de lo acaecido’ que, en
relación con la exigencia de necesidad
y el rechazo de la contingencia, funda la
negación de la posibilidad de toda forma
de saber conjetural [...]. Se trata sin más
de un movimiento ontológico de carácter
circular, cuyo sujeto es el Espíritu que, en
cada una de sus ‘caídas’ en la temporalidad,
se confirma en su mismidad absoluta. Y
por esto mismo, la filosofía no puede ser
ni un progreso en sentido lineal ni menos
aún, anticipatorio. Toda novedad surge
dentro de los férreos marcos del sistema”
(2009: 105). A diferencia de Hegel, a Roig
le interesa la posibilidad de pensar el futuro
en sentido fuerte, como lo nuevo, como lo
absolutamente otro en relación al presente,
como un quiebre radical en la historia.

4 Cabe aclarar que el texto de Roig citado fue


escrito cuando todavía estaban plenamente
vigentes las leyes de impunidad (1986 y
1987) y los indultos (1991), que impedían
el juicio a los militares que participaron
en el genocidio perpetrado durante la
última dictadura militar (1976-1983). Esa
legislación recién fue derogada en 2004,
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