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EL PAGO
Régimen legal.
El pago se encuentra regido por las disposiciones de los artículos 1235 al 1270 del
Código Civil Dominicano.

Definición.
El pago es el modo natural de extinguir un obligación por el cumplimiento de lo debido,
ya sea que consista en dar, prestar o hacer.  El pago extingue totalmente el vínculo
obligacional, con accesorios y garantías. 

Otra definición es la que, denomina pago a la ejecución de la prestación debida por el


deudor, cual que sea el objeto, ya se trate de una suma de dinero, o de la entrega de
mercancías, o la ejecución de un trabajo.

El deudor sólo se libera cumpliendo la prestación debida, esto es efectuando el pago de


la misma. El pago para surtir efecto debe regirse por tres principios: Debe pagarse lo
debido, debe pagarse todo lo debido, y no se puede pagar más de lo debido. Hay pago
con subrogación, imputación del pago, dación en pago, pago por cesión de bienes y por
consignación.
El pago debe hacerse al acreedor o al que tenga su poder, o al que está autorizado por
los Tribunales o por la ley, para recibir en su nombre.

Formas especiales de pago:


La ley ha establecido varias formas especiales de pago, a saber:
A) El pago por subrogación
B) La oferta real de pago y consignación
C) La cesión de bienes
D) La dación en pago

A) El pago por subrogación.


La subrogación es cuando el pago es efectuado por un tercero, es cuando el deudor
liberado frente a su acreedor originario, se obliga a reembolsar al tercero que ha pagado
por él. La subrogación es, en consecuencia, el derecho que ampara a una persona que ha
pagado por otra, sin intención de liberalidad, de hacerse reembolsar en su beneficio, así
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como de hacerse titular de las mismas acciones y garantías que pertenecían al acreedor
desinteresado.

La subrogación puede ser convencional o legal.

Subrogación convencional. Esta puede ser consentida por el acreedor, cuando el


tercero paga directamente a ese acreedor; o por el deudor, cuando el tercero entrega los
fondos al deudor, que paga sí mismo al acreedor.

Subrogación consentida por el acreedor. Está sometida a los requisitos


siguientes:
- El acreedor debe consentir en la subrogación.
- La subrogación debe ser expresa.
- Debe ser consentida en el momento del pago. Este requisito tiene por
finalidad evitar los fraudes; por eso, el documento en que conste la
subrogación debe poseer fecha cierta.

Subrogación consentida por el deudor. Esta subrogación está rodeada de un


estricto formalismo, a saber:
- El documento del préstamo y el recibo extendido por el acreedor deben ser
otorgados ante notarios.
- Debe declararse en el documento de préstamo que éste ha tenido por objeto
pagarle al acreedor..
- Debe puntualizarse en el recibo que el pago se ha hecho con la suma
prestada por el subrogado.

Subrogación legal. El artículo 1251 del CC enumera cuatro casos de subrogación


legal:
1. Cuando un acreedor paga a otro acreedor que era preferente por razón de sus
privilegios e hipotecas.
2. Cuando el deudor estaba obligado por la deuda, con otros o por otros.
3. Cuando el adquiriente de un inmueble emplea el precio de su adquisición en el
pago de los acreedores a los que estaba hipotecado el inmueble.
4. Cuando el heredero que haya aceptado la sucesión a beneficio de inventario
pague con su propio dinero las deudas de la sucesión.
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Efectos de la subrogación.
1. El subrogado ocupa el lugar jurídico del acreedor ya satisfecho.
2. El subrogada no ocupa el lugar del acreedor originario sino porque ha efectuado
el pago.

B) El Ofrecimiento Real de Pago.


Es la vía prevista por la ley, a fin de que el deudor, cuando el acreedor se niegue a
aceptar el pago, pueda liberarse válidamente del mismo.

Consignación:
Cuando el acreedor rehúsa recibir el pago, puede el deudor hacerle ofrecimientos reales;
y si rehúsa el acreedor aceptarlos, consignar la suma a la cosa ofrecida.

Los ofrecimientos reales seguidos en una consignación, libran al deudor, y surten


respecto de él, efecto de pago, cuando se ha hecho válidamente; y la cosa consignada de
ésta manera, queda bajo la responsabilidad del acreedor.

El ofrecimiento real de pago, seguida de la consignación es la vía prevista por la ley, a


fin de que el deudor, cuando el acreedor se niegue a aceptar el pago, pueda liberarse
válidamente del mismo, La cosa consignada regularmente tiene por efecto liberar al
deudor y hace al acreedor responsable de la misma. El pago seguido de consignación
está previsto en los artículos 1257 y siguientes del Código Civil.

C) La cesión de bienes.
La cesión de bienes es el abandono que hace un deudor de todos sus bienes a sus
acreedores cuando se encuentra en la imposibilidad de pagar sus deudas.

La cesión voluntaria de bienes resulta de un contrato celebrado entre el deudor y uno o


varios de sus acreedores. Sus efectos se rigen por la convención suscrita. Obliga
únicamente a los acreedores que la hubieren consentido.

La cesión judicial de bienes tiene lugar aún cuando los acreedores se nieguen a ella, su
finalidad es permitir al deudor desafortunado y de buena fe, librarse de sus deudas. No
resulta posible, más que si los tribunales consienten en ella.

Efectos de la cesión de bienes.


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Contrariamente a la dación en pago, no hace propietarios a los acreedores de los bienes


objetos de la cesión, sino que éstos adquiere el derecho de administrar los mismos,
percibir sus ingresos y provocar la venta judicial en los casos necesarios.

D) Dación en Pago.
Es la operación por la cual el deudor transmite la propiedad de una cosa a su acreedor,
que acepta recibirla en lugar y en pago de la prestación debida.

Requisitos:
La dación en pago está subordinada a la transmisión de propiedad instantánea y a la
entrega inmediata de la cosa dada en pago. Los títulos al portador pueden constituir
objeto de una dación en pago.

Naturaleza jurídica.
La doctrina está dividida en cuanto a la naturaleza jurídica de la dación en pago.
Algunos autores sostienen que la dación en pago es un pago, o sea, una modalidad del
pago, otros sostienen que la dación en pago es una novación por cambio de objeto con
la condición de la entrega instantánea de la cosa.

También hay quienes ven en la dación en pago una venta o una permuta. Entre quienes
sostienen que la dación en pago es un pago están los hermanos Mazeaud y Ségogne. Y
entre los que sostienen que es una novación por cambio de objeto están: Aubry y Rau,
Colín, Capitant, Planiol, Ripert, Barde, Esmein, Roduant et Gaborde (Josserand, loc.
cit.).

Los Mazeaud son de opinión que la dación en pago no puede ser una novación porque la
novación extingue la obligación vieja y crea una nueva, y la dación en pago, aunque
extingue una obligación, no crea ninguna otra.

Del mismo modo, dicen que la dación en pago no es una venta porque la venta implica
necesariamente un precio, una suma de dinero, y la dación en pago puede tener por
objeto una cosa que no sea dinero, además, la compraventa puede recaer sobre una cosa
futura o sobre una cosa genérica, pero la dación en pago, por tener como requisito la
entrega inmediata de la cosa, no puede tener como objeto una cosa futura ni una cosa
genérica, sino un cuerpo cierto.
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La dación en pago no puede ser una permuta ya que ésta siempre tiene como objeto el
cambio de una cosa por otra cosa y en la dación en pago puede ocurrir que la obligación
extinguida con la dación en pago sea un trabajo, por ejemplo. Los Mazeaud concluyen
que la dación en pago tiene una naturaleza mixta.

Aparece esencialmente como un pago, un pago particular: puesto que la cosa dada en
pago no es la prestación que era debida.

Forma de la dación en pago: La dación en pago es un acto consensual. Se perfecciona


con el simple consentimiento del acreedor y del deudor inclusive, la dación en pago
puede ser tácita.

Efectos de la dación en pago: Según Josserand, la dación en pago extingue la deuda


con todos sus accesorios aunque la cosa entregada en pago sea una cosa ajena.
Naturalmente, este autor se suma a la tesis que sostiene que la dación en pago es una
novación, no un pago. Cuando se analiza esta figura desde la óptica de que es una
modalidad del pago, entonces, si la dación en pago es nula, la deuda permanece intacta.
Como se trata de un pago, la dación en pago debe ser hecha por un solvens propietario
de la cosa y capaz para disponer de ella.

Según nuestra percepción, en este caso fue bien aplicada la figura de la Dación en Pago,
pues según su definición simple, este es un acto consensual que se perfecciona con el
simple consentimiento del acreedor y del deudor, aparece esencialmente como un pago,
un pago particular: puesto que la cosa dada en pago no es la prestación que era debida.

Imputación de pago:
Cuando el deudor, obligado por varias deudas de la misma naturaleza con respecto al
mismo acreedor, cumple un pago existe a veces interés averiguar cuál de las deudas ha
sido la extinguida por el pago.

El deudor tiene el derecho de designar, en el momento del pago, la deuda que quiere
extinguir. A falta de ello, el acreedor puede hacer la imputación en el recibo.

Cuando ni el acreedor, ni el deudor han hecho la imputación, se aplican las reglas


supletorias establecidas en el Código Civil, de conformidad con el artículo 1256 del
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citado texto (1ro. las deudas vencidas; 2do. Las deudas en las que el deudor obtienen
más ventajas al abonar; y 3ro. Las más antiguas.)

El pago es imputable al deudor aunque la obligación puede cumplirse por cualquier


persona que esté interesada en ella, sí éste tercero obra en nombre y en descargo del
deudor, o si obra por si, que no se sustituya en los derechos del acreedor.

Indivisibilidad del pago.


En principio, la obligación es divisible en el sentido de que se distribuye entre los
codeudores, por no deber cada uno de ellos sino su parte; tan sólo en situaciones
excepcionales uno de los codeudores puede estar obligado por la totalidad. Pero,
aunque la obligación se divida entre los codeudores, el pago es indivisible; lo cual
significa que un deudor está obligado a liberarse en una sola vez de todo cuanto deba;
no puede obligar al acreedor a aceptar un pago parcial.

Tiempo del pago.


En principio la obligación debe ser cumplida inmediatamente. No sucede de otra
manera más que cuando va acompañada de un término; igualmente, cuando el juez
concede un plazo de gracia al deudor, o cuando el legislador dicta una moratoria.

Plazo de gracia. El CC autoriza a los tribunales para conceder plazos a los deudores
desafortunados y de buena fe. Este plazo puede ser otorgado en toda materia,
contractual o extracontractual. Por excepción está prohibido al juez concederlo cuando
la deuda sea la de una letra de cambio, un pagaré a la orden o un cheque, o si resulta de
un depósito. La apreciación del juez es soberana. El único efecto del plazo de gracia
consiste en diferir las actuaciones. Pese a la concesión del plazo de gracia, se siguen
debiendo los intereses moratorios.

Pago anticipado. El deudor no puede imponerle al acreedor la recepción del pago antes
del vencimiento sino en los casos en que el término fuera tan sólo en interés del deudor.
El término se presume en interés exclusivo del deudor. Esa presunción se destruye ante
la prueba en contrario. En materia de préstamo de dinero, la estipulación de intereses
permite presumir que el término se ha convenido en interés común de las partes.

Lugar del pago. En principio, el pago es requerible en el domicilio del deudor; el


acreedor debe ir a requerirlo en ese lugar. Pero esta regla no es sino supletoria. Sin
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embargo, las partes pueden establecer en su contrato el lugar donde será efectuado el
pago.

Prueba del pago.


Carga de la prueba. Cuando el deudor, demandado para que cumpla, responde que su
deuda se ha extinguido, por haberla pagado ya o por otro hecho positivo, la carga de la
prueba del hecho positivo que ha producido la extinción le corresponde al deudor. Pero,
cuando la extinción de la obligación resulte de un hecho negativo, de una abstención
(como las obligaciones de prudencia y diligencia), incumbe al acreedor demostrar el
incumplimiento, en el caso, la culpa del deudor.

Bibliografía

 Código Civil de la República Dominicana, 9na. edición, Editora Corripio, C. por A.,


Santo Domingo, 2010.

 Mazeaud, Henry, León y Jean. (1974). "Lecciones de Derecho Civil". Parte


2, Volumen III. Buenos Aires: Argetina.

 Josserand, Louis. (1976). "Derecho Civil". Tomo II, volumen II. Buenos Aires:
Argentina.
 

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