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25 de octubre de 2021

¿Cuándo tengo que pagar impuesto de


Timbres y Estampillas por un
préstamo?

por Omar A. Reyes Ríos

Estimados(as):

La interrogante que plantea el título del artículo es muy amplia y


claramente debemos ir analizando las situaciones que se generan en las
distintas instancias y circunstancias, ya que hay siempre dudas mezcladas
con la creencia que basta con documentar adecuadamente una
transferencia  de recursos (préstamos, donaciones u otros conceptos),
para sentir que están justificados, cosa que no es vinculante, ya que hay
que analizar cada una de las situaciones que se presenten y también de las
partes, incluso donde éstas residen.

Seguramente luego de la lectura de este documento tendrán más dudas,


pero al menos intentaremos dejar varios conceptos más claros,
considerando que hay operaciones que muchas veces se documentan y
no se paga el impuesto o, en otros casos, se paga presionado por una
creencia que con sólo la firma del documento, donde conste la operación
de crédito, ya se da certeza sobre la acreditación de los recursos
financieros que están involucrados, lo que no necesariamente es lo real. 
Insistimos que veremos solamente la situación de una operación de crédito
de dinero, dado que hay documentos que por el sólo hecho de haberse
firmado se encuentran gravados con ITE (Impuesto de Timbres y
Estampillas), como son las letras y pagarés (podrían ser emitidos para el
pago de una compra de bienes o de un servicio, donde no hay operación
de crédito de dinero, pero como el impuesto es documental, también se
devenga el tributo).

¿Dónde se encuentra la definición de los hechos gravados con el


Impuesto de Timbres y estampillas (ITE)?

La norma está contenida en el DL N°3.475, de 29.08.1980, del


Ministerio de Hacienda, donde están definidos los siguientes
conceptos, relacionados con los préstamos de dinero, siendo lo
básico que “estén contenidos en un documento”, con lo cual ya
dejamos establecido que el tributo del ITE es de carácter
documental, es decir, si no hay documento no se devenga el tributo
(salvo excepciones).

El hecho gravado, asociado a los préstamos, y la tasa están definido


en el N° 3 del art. 1° (lo remarcado es nuestro):

“Artículo 1°.- Grávase con el impuesto que se indica las siguientes


actuaciones y documentos que den cuenta de los actos
jurídicos, contratos y otras convenciones que se señalan:

3) Letras de cambio, libranzas, pagarés, créditos simples o


documentarios y cualquier otro documento, incluso aquellos
que se emitan de forma desmaterializada, que contenga una
operación de crédito de dinero, 0,066% sobre su monto por
cada mes o fracción que medie entre la emisión del documento
y la fecha de vencimiento del mismo, no pudiendo exceder del
0,8% la tasa que en definitiva se aplique.

Los instrumentos y documentos que contengan operaciones


de crédito de dinero a la vista o sin plazo de vencimiento
deberán enterar la tasa de 0,332% sobre su monto. La tasa
establecida en este inciso se aplicará también a aquellos
documentos que den cuenta de operaciones de crédito de
dinero en las que se haya estipulado que la obligación de
devolver el crédito respectivo sólo será exigible o nacerá una
vez transcurrido un determinado plazo, en la medida que éste
no sea superior a cinco meses, caso en el cual se aplicará la tasa
señalada en el inciso anterior.

Satisfarán también el tributo del inciso primero de este número,


la entrega de facturas o cuentas en cobranza a instituciones
bancarias y financieras; la entrega de dinero a interés, excepto
cuando el depositario sea un Banco; los mutuos de dinero; los
préstamos u otras operaciones de crédito de dinero, efectuadas
con letras o pagarés, por bancos e instituciones financieras
registradas en el Banco Central de Chile en el caso de
operaciones desde el exterior y el descuento bancario de letras;
los préstamos bancarios otorgados en cuenta especial, con o
sin garantía documentaria y la emisión de bonos y debentures
de cualquier naturaleza.

Las cartas de crédito satisfarán el tributo del inciso primero de


este número sólo cuando no se emitan o suscriban otros
documentos, para garantizar su pago, gravados con dicho
tributo y siempre que digan relación con importaciones que no
se hubieren afectado con el impuesto establecido en el artículo
3°.”

Nos centraremos en el análisis de las operaciones entre personas y


empresas, dejando fuera la interacción con los bancos, donde está más
conocida la aplicación del tributo y es la institución financiera la que debe
validar y realizar su implementación.

De lo ya visto, podemos notar que hay dos tipos de operaciones que tienen
tasas diferentes: las que tienen un plazo y aquellas que son a la vista o
sin plazo de vencimiento.  Esto es relevante para aplicar el gravamen en
forma correcta.
Para los instrumentos gravados que tengan un plazo, se aplica una tasa
de 0,066% por cada mes o fracción desde la emisión del instrumento
gravado (pagaré, letra, mutuo, simple contrato o acuerdo) y el plazo de
vencimiento de éste.  Pero hay un tope, donde una operación gravada,
obviamente asociada al documento que la contenga, no puede soportar
un tributo superior a 0,8%.   Es importante considerar que el hecho gravado
nace con la emisión del documento que contenga un hecho gravado, sin
importar cuando se entregaron los recursos.

Un ejemplo:

Si una persona o empresa entregó un préstamo sin documentar el año 1,


cuyas condiciones establecen que se pagará el año 5, pero recién se firma
un documento donde conste esté estipulada la operación de crédito en el
año 3, el impuesto se generará en el año 3 y se considerará el plazo hasta
el año 5.  Nota: La tasa máxima de un documento se iguala con 12 períodos
mensuales de vigencia (0,066 x 12 = 0,8).  Nota: Si no hay documento, ello
es una situación de exposición de resguardo para el acreedor, que no tiene
un título ejecutivo para el cobro al deudor de su acreencia.

Si se firma un acuerdo, contrato, mutuo, pagaré, letra u otro documento


sin plazo de vencimiento o a la vista, el impuesto que se debe pagar es
del 0,332% por el valor total consignado en el correspondiente documento,
que incluso puede ser generado virtualmente.  Los intereses no pagan
impuesto, salvo que estén consignados dentro del valor del documento,
como sería el caso de una letra o un pagaré que los contenga. Nota: El
deudor está expuesto a recibir el cobro en cualquier momento del título de
crédito, dado que éste no tiene vencimiento y puede ser cobrado en
cualquier momento.

La operatoria para la aplicación del ITE en el caso de postergación o


prórroga de documentos tiene su instrucción legal en el art. 2° de la
mencionada ley, cuyo texto indica:

“Artículo 2°.- La prórroga o la renovación de los documentos, o en su caso,


de las operaciones de crédito del exterior gravadas en el número 3) del
artículo anterior, se efectuará de acuerdo con las siguientes normas:
1.  La base del impuesto estará constituida por el monto del capital
cuyo plazo de pago se renueva o prorroga.

Si se capitalizan intereses, el impuesto correspondiente a éstos se


calculará en forma independiente del capital original.

2.  Si la renovación o la prórroga no estipula un plazo de vencimiento,


la tasa del impuesto será 0,332%.

En los demás casos la tasa será 0,066% por cada mes completo que
se pacte entre el vencimiento original del documento o el vencimiento
estipulado en la última renovación o prórroga, según corresponda, y
el nuevo vencimiento estipulado en la renovación o prórroga de que
se trate. Se entenderá por mes completo el que termine en el
respectivo mes, en el mismo día en que se pactó la operación original.
Si la renovación o prórroga venciere en el mes correspondiente, en un
día distinto de aquel en el que se estipuló o suscribió la operación que
le dio origen, la fracción de mes que exceda de ese día se considerará
también como mes completo.

En todo caso, la tasa máxima de impuesto aplicable respecto de un


mismo capital no podrá exceder de 0,8%. Para determinar el monto
máximo indicado, se considerará el impuesto efectivamente pagado
por la operación original y las sucesivas renovaciones o prórrogas
que se hayan estipulado, con tal que:

    (a) Se efectúen en el documento original o en extensiones u hojas


adheridas permanentemente a éste; o se efectúen en escrituras
públicas o documentos protocolizados, debiendo insertarse, en este
caso, en el instrumento respectivo, el documento cuyo plazo se
renueve cuando éste no sea una escritura pública, y

      (b) Se encuentren debidamente registradas o autorizadas en


conformidad a las normas de cambios internacionales, tratándose de
operaciones de crédito del exterior.
Para los efectos de este artículo, el capital original se reajustará de
acuerdo a la variación de la unidad de fomento entre la fecha de la
operación original, o de la última prórroga o renovación, cuando
correspondiere, y la fecha en que deba pagarse el impuesto. De la
misma manera, el impuesto originalmente pagado se reajustará de
acuerdo a la variación de la unidad de fomento entre la fecha de su
entero en arcas fiscales y aquella en que se entere la diferencia de
impuesto correspondiente.”

También hay que considerar quién es el responsable del pago del


impuesto, para lo cual revisaremos lo dispuesto específicamente en la
norma legal (lo remarcado es nuestro):

“Artículo 9°.- Son sujetos o responsables del pago de los impuestos


establecidos en el artículo 1°:

3-  El beneficiario o acreedor por los documentos mencionados en el


N° 3 del artículo 1°, quien tendrá el derecho a recuperar su valor de
los obligados al pago del documento, los que serán responsables
en forma solidaria del reembolso del impuesto. En el caso de las
letras de cambio, el obligado al pago del impuesto será el librador o
girador, sin perjuicio de su derecho a recuperar su valor de parte del
aceptante;

5- Quienes suscriban u otorguen el documento gravado, en los casos


no previstos en los números anteriores, a prorrata de sus intereses,
sin perjuicio de que pueda pactarse la división del gravamen en forma
distinta. Sin embargo, el Fisco podrá perseguir la totalidad del tributo
respecto de cualquiera de los obligados a su pago;

7- El deudor, en aquellos casos en que el acreedor o beneficiario del


documento afecto a los impuestos de esta ley no tenga domicilio o
residencia en Chile.”

Como pueden ver, el emisor del documento es quién debe pagar el ITE,
pero está facultado para solicitar el reembolso del importe al deudor. 
Ahora si el acreedor es extranjero, se cambia la responsabilidad al deudor,
que el que debe enterar el tributo.

Ejemplo:

Si una empresa o una persona que está domiciliada en el exterior, entrega


recursos en préstamo a una empresa o persona en Chile, será éste último
el obligado al pago del ITE cuando dicho impuesto se genere, en su
calidad de deudor.

Aquí también nace una aplicación especial, para los deudores que
contabilicen préstamos del exterior, ya que el ITE se generará aún sin la
existencia de documentos, tomándose como momento la contabilización
de la deuda en Chile, según lo dispone el art. 14 de la Ley (lo remarcado es
nuestro):

“Artículo 14°.- Los impuestos del presente decreto ley se devengan al


momento de emitirse los documentos gravados, o al ser suscritos
por todos sus otorgantes, a menos que se trate de documentos
emitidos en el extranjero, caso en el cual se devengarán al momento
de su llegada al país, o al ser protocolizados o contabilizados, según
corresponda. En todo caso, tratándose de operaciones de crédito de
dinero provenientes del extranjero en las que no se hayan emitido o
suscrito documentos, el impuesto se devengará al ser
contabilizadas en Chile.”

¿Cuál es el plazo para enterar al fisco el ITE?

Hay que analizar cuál es la situación del obligado al pago, ya que los
plazos son diferentes, dependiendo si se trata de contribuyentes obligados
a declarar su renta efectiva mediante un balance general determinado de
acuerdo a contabilidad completa o no.  También hay que considerar que
cuando los documentos, que contienen operaciones gravadas, son
suscritos ante un Notario, será éste el que deba validar el cumplimiento del
pago del tributo.  La norma legal es la siguiente (lo remarcado es nuestro):

“Artículo 15°.- Salvo norma expresa en contrario los impuestos de la


presente ley deberán pagarse dentro de los siguientes plazos:

      N° 1.- Instrumentos privados y otros documentos, dentro de los


cinco primeros días hábiles a contar de su emisión, esto es, de ser
suscritos por sus otorgantes.

      N° 2.- Los contribuyentes obligados a declarar su renta efectiva


mediante un balance general determinado de acuerdo a contabilidad
completa, para los efectos de la Ley de la Renta, dentro del mes
siguiente a aquel en que se emiten los documentos.

Artículo 16°- Los notarios y los Oficiales del Registro Civil que
autoricen o protocolicen escrituras públicas o privadas o
documentos afectos a los impuestos de esta ley, serán responsables
del pago de dichos tributos, sin perjuicio de su derecho a retener
estos gravámenes y salvo que se trate de documentos que deban
pagar los tributos con arreglo a lo dispuesto en el N° 2 del artículo 15°.”

¿Cuál es la multa por el no pago del ITE?

Muchas veces la cuantía de la multa se desconoce y también los efectos


que tiene un documento que no ha pagado el tributo, lo que está
establecido en las siguientes normas de la Ley de ITE (lo remarcado es
nuestro):

“Artículo 25°- La infracción a las disposiciones del artículo 15°, N° 1 del


presente decreto ley, hará acreedor al sujeto del impuesto o al
responsable principal o solidario de su pago a una sanción
equivalente al triple del impuesto inicialmente adeudado, sin
perjuicio del pago del impuesto con los reajustes e intereses penales
por su mora.
Para la aplicación de las sanciones se seguirá el procedimiento del
artículo 165°, N° 1, del Código Tributario.

Artículo 26°.- Los documentos que no hubieren pagado los tributos a


que se refiere el presente decreto ley, no podrán hacerse valer ante
las autoridades judiciales, administrativas y municipales, ni tendrán
mérito ejecutivo, mientras no se acredite el pago del impuesto con
los reajustes, intereses y sanciones que correspondan.

Lo dispuesto en el presente artículo no será aplicable respecto de los


documentos cuyo impuesto se paga por ingreso en dinero en
Tesorería y que cumplan con los requisitos que establece esta ley y el
Servicio de Impuestos Internos.”

Por tanto, si se suscribe un documento gravado con ITE, entre 


contribuyentes que no están obligados a declarar su renta efectiva
mediante un balance general determinado de acuerdo a contabilidad
completa,  el pago del impuesto lo deben realizar dentro de los cinco días
siguientes, ya que de lo contrario la multa es el triple del impuesto,
obviamente más el pago del impuesto.  Otro punto relevante, es el
procesal, ya que si como acreedor tengo un documento que no ha pagado
el impuesto, este no tendrá  mérito ejecutivo para iniciar judicialmente la
cobranza en forma directa, mientras no acredite el pago del tributo,
obviamente con los intereses y la multa ya indicada.

¿Qué pasa si existiendo un préstamo no se emite ningún documento


que contenga dicha operación de crédito de dinero?

Si no hay documento, no hay ITE (salvo en el caso del préstamo del


exterior a una empresa con contabilidad).  Esto es vital y se debe considerar
para todos los efectos, ya que también si hay intereses, no estarán
respaldados, tanto para el pagador como para el beneficiario de ellos, es
decir, el acreedor.  Cuando se pida acreditar donde conste el gasto, habrá
problemas para justificar la tasa, salvo que sea el deudor el que firme un
documento en forma unilateral que se denomina “reconocimiento de
deuda” y obviamente dicho pago de intereses se demuestre y
corresponda a tasas de mercado.
Esto es común por el traspaso de valores entre empresas, donde queda la
operación registrada en su respectiva contabilidad, pero si no se ha firmado
un documento que contenga la operación de crédito de dinero, no se
devenga el ITE.  Si son recursos propios, es posible que solamente se
considere la actualización del capital; pero si hay dineros obtenidos de
terceros (bancos y otros), al menos hay que traspasar el costo del dinero,
ya que de lo contrario no será un gasto aceptado para el acreedor, que
entrega los recursos a otro contribuyente.

Como seguramente estarán dudosos, les compartimos algunos


pronunciamientos recientes del SII sobre la materia:

Pronunciamientos del SII sobre la materia

→      Cuando hay un reconocimiento de deuda, no se devenga el ITE.

En el oficio N°2.842, de 20.10.2021  se cita como referencia la definición


entregada por el SII en un oficio anterior que indica (lo remarcado es
nuestro):

“Al respecto, y sin perjuicio que no se acompaña el documento ni


otros antecedentes, se hace presente que, a pesar de su
denominación, el hecho de suscribir un “contrato” – esto es, un acto
jurídico bilateral destinado a crear derechos y obligaciones – podría
ser indicativo que no se trata de un mero reconocimiento de deuda (1).

Finalmente cabe señalar que los documentos suscritos en reemplazo


de otros se gravarán con el impuesto de timbres y estampillas en la
medida que den cuenta de un hecho gravado con dicho impuesto,
independiente del motivo de su suscripción (2) .”

Las dos notas referidas son muy relevantes y ellas indican:

1)  “Este Servicio ha resuelto que el reconocimiento de deuda da


“cuenta de una declaración unilateral de voluntad en la cual el
contribuyente reconoce adeudar cierta cantidad de dinero… hecho
que de acuerdo a lo señalado por el Servicio en reiterados
pronunciamientos no se encuentra afecto al Impuesto de Timbres y
Estampillas, por no contener los requisitos que configuran una
operación de crédito de dinero en los términos que señala el artículo
1° de la Ley N°18.010…”. ver, por ejemplo, Oficio N° 3179 de 2007.…”

2) “Este Servicio ha resuelto “que, en general, los documentos en los


que conste un reconocimiento de deuda estarán afectos al Impuesto
de Timbres y Estampillas, sólo en el caso en que el documento,
además de dar cuenta de dicho reconocimiento, contenga una
operación de crédito de dinero en los términos que señala el
artículo 1° de la Ley N°18.010…” Oficio N°114 de 2006”

Entonces, queda claro que si hay un contrato, independiente de la


denominación, donde están las dos partes, es decir, el deudor y el
acreedor, donde conste una operación de crédito de dinero, ello es afecto
al ITE.  Por el contrario, si se trata de una declaración unilateral, es decir,
sólo suscrito por parte del deudor, que tiene un pasivo a favor de un
tercero, que sería su acreedor, ello no es sujeto de aplicación del ITE,
considerando que no cumple con los requisitos exigidos para que
constituya un hecho gravado con el mencionado impuesto.

→   
Un dueño, socio o accionista puede traspasar un crédito a su
empresa

En contribuyente consultó específicamente por la situación, donde a título


personal tenía acceso a un crédito en el sistema financiero y quería
traspasar dichos recursos y los costos del financiamiento a su empresa,
firmando un mutuo, a lo cual el SII le contesta mediante el oficio N°2.055,
de 09.08.2021, que indica (lo remarcado es nuestro):

“En relación con lo consultado, en la medida que el contrato de


mutuo celebrado entre usted y su empresa conste en un documento
1 y sea suscrito por ambos comparecientes se gravará con el
Impuesto de Timbres y Estampillas establecido en el artículo 1°, N° 3,
de la Ley sobre Impuesto de Timbres y Estampillas,
independientemente si el crédito hipotecario anterior fue gravado o la
actual operación tiene la misma finalidad, correspondiendo a usted,
en su calidad de acreedora (sujeto o responsable del impuesto (2 )),
enterar el impuesto en arcas fiscales.

Por otra parte, si bien no es materia de la consulta, cabe considerar


que la deducción de los respectivos intereses como gastos de su
empresa deberá sujetarse a lo dispuesto en artículo 31 de la Ley
sobre Impuesto a la Renta y a las instrucciones impartidas al efecto
(3).”

Notas:  2- Conforme a lo dispuesto en el artículo 9°, N° 3, de la


Ley de Timbres y Estampillas.

   3 -Circular N° 53 de 2020.

Muy clarificador el oficio comentado, ya que deja indicado que sólo


cuando hay un “documento suscrito por ambos” (deudor y acreedor), se
genera el pago de ITE.  También deja en evidencia que podría
perfectamente no existir dicho documento.  Pero en el caso del gasto
traspasado, remite a la condición que sea un concepto que cumpla los
requisitos indicados por la ley e instrucciones del SII, que son los indicados
en el inciso primero del art. 31 de la Ley de la Renta.

En la Circular 53/2020, en la parte final del 3.1 (página 8) se indica:

“Por último, en cuanto a la aplicación de los requisitos generales del


gasto establecidos en el inciso primero, se hace presente que todos
ellos aplican a los intereses, con la particularidad señalada en el
párrafo anterior.”

Los requisitos del inciso primero mencionado están indicados en la ya


referida Circular, siendo relevante la siguiente precisión:

“Considerando que un determinado desembolso no garantiza la


obtención cierta de una renta, la existencia de operaciones o negocios
cada vez más sofisticados y las nuevas o más estrictas exigencias
que la sociedad, la ley o la autoridad administrativa imponen a las
actividades económicas, se incorporó en el inciso primero del artículo
31 una definición de gastos “necesarios” para producir la renta,
estableciendo que deben entenderse por tales “aquellos que tengan
aptitud de generar renta, en el mismo o futuros ejercicios y se
encuentren asociados al interés, desarrollo o mantención del giro del
negocio”.”

Entonces, será el contribuyente el que debe acreditar la necesidad del


gasto, en este caso el pago de intereses, pero claramente ello debería estar
documentado, como podría ser un mandato sin representación, para que
sea la persona natural la que actuando por sí, traspase el costo de los
intereses obtenidos en cumplimiento del mandato para la obtención de los
recursos financieros en el sistema crediticio, al cual no puede acceder la
empresa (por no tener patrimonio o ingresos o ser muy nueva).

→   El SII puede cuestionar los préstamos otorgados donde sólo


hay un reconocimiento de deuda

Un contribuyente preguntó la razón del cuestionamiento que los


fiscalizadores hacían del reconocimiento de deuda que acreditaba un
préstamo, pasando a calificarlo como un ingreso.

La respuesta es entregada en el oficio N°1.628 de 25.06.2021, que


indica lo siguiente, en parte del análisis (lo remarcado es nuestro):

“En consecuencia, para acreditar que un flujo de dinero


corresponde a un pasivo, efectivamente no basta con un mero
reconocimiento de deuda y se requiere acompañar, además,
otros antecedentes o elementos de prueba que, analizados
en su conjunto, permitan acreditar que un tercero asumió la
calidad de acreedor respecto del contribuyente fiscalizado,
las condiciones de pago de tal deuda y la vigencia de esta, entre
otras cuestiones.

Lo anterior, por tratarse de una cuestión de hecho, implica


acreditar en la respectiva instancia de fiscalización que, entre
otras cuestiones, el reconocimiento de deuda se encuentra
debidamente registrado en la contabilidad del deudor y del
acreedor, en el evento que este último lleve contabilidad; que la
deuda no ha sido castigada total o parcialmente por el acreedor;
que el flujo de dinero percibido por el deudor y que reconoce
adeudar egresó del patrimonio del acreedor para ingresar al
patrimonio del deudor; que la deuda ha sido amortizada, de
corresponder (contabilización y flujo); así como cualquier otro
acto que dé cuenta de la calidad de actual deudor.”

La conclusión del mencionado oficio es:

“Conforme lo expuesto precedentemente y respecto de lo


consultado se informa que:

1) El documento donde consta un mero reconocimiento de


deuda no sirve para acreditar, por sí solo, que un flujo de dinero
corresponde a un pasivo.

2) Lo anterior, no significa que, para tener mérito probatorio,


necesariamente deba emitirse un documento afecto al Impuesto
de Timbres y Estampillas.

3) En consecuencia, en el caso analizado, para acreditar que un


flujo registrado en la contabilidad corresponde a un pasivo será
necesario, además de un reconocimiento de deuda – que al
menos haga fe del monto y fecha de su otorgamiento con
anterioridad a la fiscalización –, acompañar otros antecedentes
o elementos de prueba que, analizados en su conjunto,
permitan acreditar que un tercero asumió la calidad de acreedor
respecto del contribuyente fiscalizado, las condiciones de pago
de tal deuda y la vigencia de esta, entre otras cuestiones.

Determinar lo anterior es una cuestión de hecho entregada a las


respectivas instancias de fiscalización.” 

Dado lo mencionado por el SII, si están las pruebas del caso, será
cuestión de análisis, ya que no es necesaria la existencia de un mutuo
o haber pagado el ITE en el caso de un reconocimiento de deuda,
sino acreditar que efectivamente el crédito existe, que está registrado
en su momento, que se traspasaron los recursos tal cual están
contabilizados y si ello está así en las dos partes (si el acreedor es
empresa).

Esperamos estar aportando información que sea de ayuda para Uds.,


como también elementos que pueden seguir analizando para definir cada
una de las situaciones que pueden tener en la formalización y/o
acreditación de operaciones de crédito de dinero, ya sea, entre personas
naturales o con o entre empresas.

Si hay comentarios adicionales o elementos que están erróneos, nos


puedan remitir las observaciones pertinentes, para así entre todos
apoyarnos mutuamente.

Saludos,

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