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Comité de Servicios Generales del Área Sur Df.

Sección México
Viaducto Tlalpan # 166 Col. Ejidos de Huipulco Alcaldía Tlalpan CDMX, C. P.14700

COMITÉ ESPECIAL DE BOLETIN SERVIDOR #8


Concepto I
La responsabilidad final y la autoridad fundamental de los servicios mundiales de AA deben siempre residir en
la conciencia colectiva de toda nuestra Comunidad.

Se ha dicho que Alcohólicos Anónimos es una organización “cabeza abajo”, porque la “responsabilidad final y la
autoridad fundamental de los servicios mundiales”, ósea aquellos elementos que posibilitan el funcionamiento de AA,
radican en los grupos y no en los custodios miembros de la Junta de Servicios Generales o en los funcionarios de la
Oficina de Servicios Tradicionales.

El primer paso se dio en 1938 con la creación de una junta fideicomisaria para la administración de AA como un todo,
llamada inicialmente Fundación Alcohólica, nombre que se cambió en 1954 por el de Junta de Servicios Generales de
Alcohólicos Anónimos. ¿Para qué? Para ejecutar aquellas tareas de servicio que los grupos no podían atender
individualmente, como la uniformización de la literatura y de la información al público sobre las actividades de AA, la
ayuda a la creación de grupos nuevos, compartir con ellos la experiencia recogida de los grupos ya formados y
estables, el manejo de las solicitudes de ayuda, la publicación de una revista nacional y la transmisión del mensaje en
otros idiomas, y a otros países. Para estas funciones se originó la Oficina de Servicios, bajo la dirección de la Junta.
Tanto la Junta como la Oficina recurrían permanentemente a los cofundadores Bill W. y el Dr. Bob, para acatar su
liderazgo en cuestiones de políticas generales.

Cuando AA se encontraba en medio del más “exuberante desarrollo”, en la oficina central ya se practicaba el principio
de pare, mire y oiga y se preguntaban si AA podría tolerar una falla en el corazón de nuestro servicio mundial, mientras
que el miembro común y corriente preocupado por la vida de su grupo y con la práctica del paso doce no sabía casi
nada del Servicio Mundial y siempre argumentaba que se mantuviera sencillo y se no complicaran todo esto, pero el Dr.
Bob cayó gravemente enfermo y Bill W. preguntó: “Cuando el Dr. Bob y yo hayamos desaparecido, ¿quién se encargará
de aconsejar a los custodios y a los funcionarios de la Oficina?” La respuesta, según Bill, debía hallarse en una
conferencia representada por la conciencia colectiva de los grupos de AA. Pero, ¿cómo podían ejercer semejante
responsabilidad los grupos autónomos y diseminados por todo el mundo?

No obstante, la gran resistencia que opusieron los miembros y custodios defensores de lo ya establecido, Bill se las
arregló para “vender la idea” de convocar una Conferencia de Servicios Generales y once años después pudo declarar:
“Los resultados de la Conferencia han excedido nuestras más altas expectativas”. La raíz de este Concepto es la
Tradición Dos, que dice: “Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso tal
como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son sino servidores de confianza; no
gobiernan”.

En el mundo entero se observa la desintegración de la conciencia de grupo, en donde las naciones democráticas
anhelan la idea que sus ciudadanos sean lo suficientemente ilustrados, morales y responsables para poder elegir a sus
representantes. Mientras que, en muchos gobiernos autónomos, se ve venir la ignorancia, la indolencia y la intriga y
como consecuencia la dictadura.

Para nosotros difícilmente podría suceder esto por que los miembros basan su vida en los doce pasos y los grupos en
las doce tradiciones y sabemos que el castigo a la desobediencia es la muerte del individuo y la disolución del grupo,
por el contrario, nos basamos en el amor que tenemos por nuestros hermanos y por nuestros principios.

Los principios fundamentales de la Tradición Dos son de una claridad cristalina, dice Bill: “los grupos de AA son la
suprema autoridad, y sus líderes deben estar investidos únicamente de responsabilidades delegadas”. El mundo que
está por fuera de nuestra Comunidad no puede imaginarse que una organización pueda funcionar de este modo, pero
Bill la llama “una sociedad espiritualizada, caracterizada por suficiente esclarecimiento, suficiente responsabilidad y
suficiente amor para con el hombre y para con Dios, como para asegurar que nuestra democracia de servicio mundial
pueda funcionar bajo todas las circunstancias”.
CONFERENCIA: “Decisión, participación y liderazgo para el servicio de A.A.”
ATTE. Coordinador: Juan C.

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