Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Apuntes Sobre Empuje en Suelos 11-12-2013
Apuntes Sobre Empuje en Suelos 11-12-2013
AREA GEOTECNIA
Introducción
Para definir el empuje de los suelos sobre las estructuras de retención, podemos decir en forma
general, que en ellos se involucran todos los problemas que se le presentan al ingeniero para
determinar las tensiones en la masa del suelo que actúan sobre una estructura.
En este apunte daremos las nociones básicas para poder calcular los empujes laterales de los
suelos contra las estructuras. Como primera medida debemos decir que el tipo de empuje
depende, tanto de la naturaleza del suelo como del tipo de estructura, ya que se trata de un
problema de interacción entre ambos.
La mecánica de suelos se basa en varias teorías para calcular la distribución de tensiones que se
producen en los suelos y sobre las estructuras de retención. Cronológicamente, Coulomb (1776)
fue el primero que estudió la distribución de tensiones sobre muros. Posteriormente, Rankine
(1875) publicó sus experiencias, y por último y ya en el siglo XX se conoce la teoría de la cuña,
debida a varios autores, pero especialmente a Terzaghi.
Teoría de Rankine
Rankine hace referencia a las variaciones de tensiones que se producen en una masa de suelos,
cuando se produce un relajamiento o un aumento de la tensión horizontal; considera esos dos
casos extremos e impone ciertas condiciones de borde para un prisma elemental que se encuentra
dentro de una masa semi infinita.
Fig. 1.
Las condiciones de borde impuestas por Rankine para determinar la relación entre tensiones
principales en cada estado, fundamentalmente son:
No existe un caso práctico en el cual se cumplan estrictamente con las condiciones de borde
impuestas por la teoría de Rankine.
El estudio teórico de Rankine se caracteriza entonces, como habíamos dicho anteriormente, por
dos estados límites de equilibrio plástico. El estado original del terreno se presenta por un prisma
2
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
elemental sometido a cierta profundidad a una presión vertical σv, igual al peso de la ‘tapada’ de
suelo que está por encima, y que vale el producto de su peso unitario por la profundidad en la
cual se encuentra el elemento prismático estudiado σv = γ . z (figura 1). A esta presión vertical σv,
le corresponde una tensión horizontal σh. La relación entre ambas es un coeficiente K, que en el
estado original – denominado estado de reposo – se lo denomina K0.
Supongamos idealmente (figura 2a) que podemos insertar en ésta masa semi infinita, una pantalla
rígida, de tal forma que si nosotros retiramos el suelo que se encuentra a la izquierda de la
pantalla, no cambien las condiciones iniciales del terreno en la parte de la derecha de la misma
Fig. 2.
Si se permite que este paramento vertical se traslade una cierta magnitud hacia la izquierda a
presión constante, se producirá una reducción de la presión horizontal (figura 2-b.). A medida que
nos desplazamos a presión constante, para cierto corrimiento, toda la masa de suelo entra en
equilibrio plástico; cada punto llega al límite de rotura, y en ese momento la relación entre las
presiones horizontal y vertical se indica por el coeficiente de empuje activo de Rankine, Ka. Este
coeficiente es entonces la relación entre las tensiones principales, cuando por disminución de la
presión horizontal toda la masa semi infinita de suelo está al borde de la rotura, este es el primer
estado límite. Si se corriera el paramento vertical hacia la derecha, la presión vertical
prácticamente se mantendría constante, pero se produciría un incremento de la presión horizontal.
También se llegaría al borde de la rotura, pero con una inversión de tensiones principales: ahora
la tensión horizontal sería mayor que la vertical. Es otro estado límite característico de Rankine,
para el cual la relación entre las dos presiones está dada por el coeficiente de empuje pasivo, Kp.
3
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Fig. 3.
En la figura 3 se indica la representación de los estados límites por círculos de rotura de Mohr.
Si mantenemos la tensión vertical σv constante, se disminuye la tensión horizontal hasta llegar a
la rotura, el segmento 0-σhmín de la figura representa la presión horizontal en ese momento. En
cambio, si mantenemos la tensión vertical constante y aumentamos la tensión horizontal, el
círculo va creciendo hacia la derecha, hasta que en el estado límite de Rankine toca la curva de
resistencia intrínseca y se produce el estado límite de rotura.
En la figura 4 se indican para el mismo diagrama las inclinaciones para las cuales se producen los
estados límites. En el estado activo, la línea de rotura forma un ángulo de (45° + φ / 2) con la
horizontal. En el estado pasivo, las líneas de rotura en toda la masa que se encuentra en estado de
equilibrio plástico, forman también un ángulo de (45° + φ / 2) pero con la vertical.
Fig. 4-a.
4
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Fig. 4-b.
5
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Por lo expuesto en los párrafos anteriores se aconseja para el cálculo del empuje pasivo, dividir el
valor de Kp por un coeficiente de seguridad, ya que en la mayoría de los casos, las estructuras no
pueden aceptar la gran deformación que se necesita para generar el empuje pasivo máximo.
Por el contrario, se puede apreciar que en el caso del empuje activo Ka las deformaciones
necesarias para alcanzar el valor mínimo de Ka son muy pequeñas.
Fig. 6
Multiplicando todos los términos por 2 y haciendo el siguiente reemplazo en el tercer termino de
la izquierda
Obtenemos
Agrupando términos:
6
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
La ecuación (6), es la expresión que relaciona las tensiones horizontales en función de las
tensiones verticales y los parámetros de corte.
Para los casos prácticos se suele utilizar las siguientes expresiones:
En el caso del empuje activo la tensión principal menor es la horizontal (σ3); despejando σ3 para
arenas donde la cohesión es nula (c = 0), se obtiene el valor del coeficiente de empuje activo de
Rankine, denominado Ka. Por lo tanto, en la teoría de Rankine la distribución de presiones está
afectada por un coeficiente constante, y la presión vertical crece con la profundidad. La
distribución de empujes es triangular, ya que es:
7
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
En las figura 7-a) y 7-b) se han dibujado diagramas de empujes activos calculados mediante la
teoría de Rankine, la figura 7-a), en un caso particular del empuje activo en arenas, donde existe
agua a cierta altura, y la figura 7-b) representa el empuje activo en arcillas. En el caso de las
arenas, la abscisa en la primer parte del diagrama es:
H .γ
ce = 1
Nφ
Cuando se entra en el agua, el valor de γ pasa a ser sumergido, y la pendiente varía. En este caso
al valor del empuje del suelo es necesario sumarle el empuje del agua, que tiene un coeficiente
K = 1, porque las presiones hidrostáticas son iguales en toda dirección. El empuje del agua es
muy importante, por lo menos 3 o 6 veces mayor que el empuje del suelo; para arenas sueltas φ '
vale 30° como mínimo, y por lo tanto Ka es del orden de 0,33. Mientras que para el caso de las
arenas densas φ ' es aproximadamente 45° lo cual nos da un valor de Ka = 0,17, dando un valor
reducido del empuje activo. Al proyectar una estructura es muy importante conocer entonces, si
8
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Para el otro estado límite, de empujes pasivos, la estructura empuja contra el suelo, y la presión
horizontal crece hasta llegar al estado de equilibrio plástico. La tensión principal mayor es la
horizontal σ1. Por lo tanto despejando de la fórmula expresada en la figura 6 tendremos:
Tensión principal mayor: σ1 = σp
Tensión Principal menor: σ3 = γ . z
En la figura 8, se ilustra el diagrama de empuje pasivo para el caso más general de un suelo que
tiene cohesión, fricción y sobrecarga. La presión horizontal es la suma de 3 términos; los dos
últimos son constantes, y los diagramas correspondientes resultan rectangulares. El primer
9
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Supongamos, un muro rígido enterrado cierta altura en la masa de suelo que contiene. Se hace el
relleno, y en cuanto el muro se corre una pequeña fracción toda la masa de suelo entra en empuje
activo, tendiendo a volcar el muro.
El empuje pasivo que tiende a sostenerlo, no se desarrolla totalmente, ya que requiere mayor
deformación. De allí que en algunos casos reales no podamos alcanzar el valor del empuje pasivo
que ayuda a la estabilidad del muro. Es por ello que siempre hay que dividir el empuje pasivo,
por un coeficiente de seguridad, y calcular el empuje activo suponiendo que se manifiesta en su
totalidad.
La teoría de Rankine para empuje activo puede servir para calcular proyectos no muy onerosos,
donde es suficiente una aproximación. Si el proyecto involucrado es realmente importante,
10
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
conviene calcular el empuje mediante otra teoría, por ejemplo, con la teoría de Coulomb, con la
cual, los valores de las secciones serán mucho menores.
La figura 9 presenta los diagramas de equilibrio plástico de estructuras de suelos, cuando la
tensión tangencial no es nula. En ella se han colocado las resultantes del diagrama de empuje que
actúa sobre el parámetro vertical, aplicada a una altura H/3 del pie del muro, pues resulta de un
diagrama triangular.
A la izquierda (Fig. 9), se observan las superficies de rotura determinadas experimentalmente
para dos casos de empuje activo: el primero de ellos (lado superior izquierdo), cuando el empuje
está dirigido un ángulo δ hacia abajo de la horizontal, llamado empuje positivo- y el segundo
(lado inferior izquierdo) cuando el empuje forma un ángulo δ hacia arriba de la horizontal,
llamado empuje negativo. En el caso de δ positivo, la superficie es en realidad compuesta;
inicialmente es curva, y luego plana, terminando con el mismo ángulo (45° + φ / 2) que indicaba
Rankine. En el caso de δ negativo, una parte de la superficie es curva, con curvatura inversa de
la anterior, terminando en el mismo ángulo.
Observando los desplazamientos relativos entre el suelo y un muro, se encuentra que en general –
cuando el muro gira o se traslada- el suelo baja respecto del muro, e induce sobre éste una tensión
tangencial dirigida hacia abajo. Por su parte, el muro induce sobre el suelo una tensión contraria,
de modo que en las condiciones mas frecuentes la reacción del empuje está dirigida hacia arriba,
desde el muro hacia el suelo. La convención de signos asigna a este caso el valor positivo. En el
caso, menos frecuente, en que el muro baje respecto del suelo, la tensión tangencial cambia de
sentido, y se le asigna el valor negativo de δ . El muro puede bajar respecto del suelo en casos
muy particulares; por ejemplo, cuando hay una carga muy grande sobre la cresta del muro y éste
desciende por asentamiento más que el suelo al cual debe contener.
Para el empuje pasivo (lado derecho) también se observan en la figura 9, las superficies de
deslizamiento y de equilibrio plástico, en los casos de ángulos positivos o negativos. Ahora el
δ positivo tiene sentido contrario al que tenía en empuje activo, porque en este caso la estructura
empuja contra el suelo. El suelo tiende a subir, de manera que tiene – respecto de la estructura-
una tensión tangencial dirigida hacia arriba. Se asigna valor positivo al empuje pasivo que
corresponde a un ángulo δ por encima de la horizontal.
Para suelos de grano fino, normalmente consolidados, el coeficiente K0 puede estimarse también
utilizando la siguiente relación empírica:
IP(%)
Ko = 0.44 + 0.42 (Massarsch, 1979)
100
Donde IP, es el índice de plasticidad
Pr esión de precompresión
OCR =
Pr esión de sobrec arg a efectiva presente
El hecho que K0 pueda ser mayor que 1 en las arcillas preconsolidadas está basado en el siguiente
fenómeno físico:
Al descargarse verticalmente (por ejemplo por erosión de sedimentos superiores) desde un cierto
valor de hasta el valor de σ0 actual, por tratarse de una masa semi infinita disminuye muy
poco con relación a la reducción ocurrida verticalmente, permaneciendo sensiblemente igual a la
original.
No se puede tomar esto como una ley general ya que hay arcillas preconsolidadas, por ejemplo
por desecación, en las cuales K0 puede ser menor o igual a la unidad. Ello se debe a que las
tensiones capilares que produce la desecación (que no actúan solo en dirección horizontal),
original tensiones en la masa de suelos, reduciendo la relación de vacios y provocan en
consecuencia un estado de fisuración interno, configurando una estructura similar a la de las
gravas como la que se aprecia en la foto adjunta, por lo que en ciertos casos, K0 resulta próximo
a los sugeridos para dichos materiales.
12
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Teoría de Coulomb:
Otra teoría que tiene aplicación práctica es la de Coulomb, completamente diferente a la de
Rankine en cuanto a su enfoque. Coulomb introduce una simplificación importante para calcular
el empuje: supone que la superficie de rotura se produce en el suelo, no a través de líneas sino de
planos. La falla se produciría entonces a través de un plano potencial de rotura, lo cual no es
cierto de acuerdo a lo ya explicado, pero permite calcular con rapidez el empuje. Por lo tanto, la
teoría de Coulomb permite calcular problemas en los cuales el paramento no es vertical, y la
superficie de relleno tiene cualquier forma. Introduce la superficie de rotura plana, y estudia el
problema como el equilibrio de una cuña del suelo que falla, limitada de un lado por el
paramento, y del otro por una superficie plana.
La resolución es por tanteos, buscando cual de todas las superficies planas posibles conduce por
ejemplo el empuje activo máximo que constituye el valor más desfavorable.
13
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Supongamos, que la cuña que desliza es la limitada por las rectas OA y OC , figura 10. Dicha
cuña tiene un peso W que podemos calcular y representar con su dirección y sentido en una
escala adecuada.
Esta fuerza de gravedad deberá estar equilibrada por un lado, por la reacción P que se genera en
el plano OC y que está inclinada un ángulo δ = φ con respecto a la normal al mismo, ya que el
deslizamiento es entre suelo y suelo, el empuje activo EA que tendrá una inclinación δ con
respecto a la normal al plano OA , que dependerá de la naturaleza del muro, especialmente su
rugosidad, y del suelo.
En los casos de suelos cohesivos tendremos que considerar también la resultante de la fuerza que
se origina por adherencia en el plano OA y en el OC . Estas fuerzas están representadas por Ca y
por C en la figura 10 y se obtienen multiplicando el valor de la cohesión “C” por la superficie del
plano en el que actúa, en el caso del plano OC y multiplicando a la cohesión por el área del
plano OA y por un factor de reducción que depende de la naturaleza del muro, es decir:
C = c . OC
Ca = c . OA . F
Obtenidas las fuerzas W, Ca, C, en el caso de los suelos cohesivos y W en el caso de los suelos
granulares se dibuja a escala cada fuerza con su correspondiente dirección y sentido, lo que nos
permitirá, encontrar el valor de la reacción al peso de la cuña P y el valor del empuje activo EA.
Los valores EA así obtenidos para las distintas cuñas consideradas se representarán sobre un
plano de referencia m-n y en coincidencia con el vértice de la cuña considerada (B; C;.....;D).
Finalmente se unen los extremos libres de los vectores así representados, mediante una curva
continua. Se obtendrá de esta forma un valor de EA máx que tomaremos como empuje activo ya
que corresponde a la reacción que deberá movilizar el muro para impedir el deslizamiento de la
cuña de suelo que tiene mayor posibilidades de hacerlo.
El punto de aplicación del empuje activo se obtiene, primeramente hallando el baricentro de la
cuña de falla, posteriormente se traza una paralela a la superficie de falla, que pase por el
baricentro de la sección de la cuña de falla, y finalmente la intersección de esta recta con el muro,
es el punto de aplicación del empuje activo. El punto de aplicación del empuje pasivo se obtiene
de manera análoga.
El método Coulomb, es muy práctico para resolver las combinaciones más variadas que se nos
pueden presentar con respecto a estratificaciones, sobrecargas, presencia de napa freática e
inclinación del talud natural.
14
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Fig. 11.
En la figura 12-a) podemos observar un ejemplo de este tipo de problema por el método gráfico
de Coulomb.
Fig. 12-a)
Podemos notar que estamos en presencia de dos estratos con distintos parámetros de corte y
distinta densidad, la superficie del terreno natural es totalmente irregular y soporta una
15
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
sobrecarga. Tenemos además la presencia de la napa freática cuyo pelo libre no se alinea según
un plano horizontal.
Para resolver éste problema primeramente trazamos la cuña de prueba I que pase por el punto ‘O’
tal como se indica en la parte (b) de la figura y mediante el diagrama de fuerzas encontramos la
cuña más desfavorable, que es la que nos da el mayor valor del EA1 (empuje activo).
Fig. 12-c)
El segundo paso consiste en encontrar la cuña de prueba II mas desfavorable trazada a partir del
pie del muro, para ello tenemos que determinar primeramente otra cuña trazada en el manto
superior a partir del punto ‘m’ que no tiene porqué tener la misma pendiente y que nos dé el
máximo valor de ‘x’, tal como se indica en la parte ‘c’ de la figura. Nótese que en esta cuña se
computa la resultante de la presión hidrostática como una fuerza ‘U’, que actúa en forma normal
al plano de falla considerado.
16
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Fig. 12-d)
Por último obtenemos el valor máximo del empuje activo en el manto II según el esquema de la
figura 12.d y luego componiendo EA1 y EA2 obtenemos el valor del empuje activo resultante.
De la misma manera se puede determinar con esta teoría el empuje pasivo, cuidando de asignar a
las fuerzas el sentido que les corresponde (fig. 11). La ventaja del método de Coulomb, sobre el
de Rankine, es que aplicando el primero se pueden calcular muros con una inclinación cualquiera
de paramento y de relleno.
Sin embargo, la simplificación de suponer superficies planas de rotura conduce a errores. El
empuje activo se puede calcular con bastante exactitud, pero en el cálculo del empuje pasivo –
cuando realmente hay rozamiento – el trabajar con superficies planas favorece la inseguridad, y
ésta aumenta a medida que se incrementa el ángulo δ . Cuando δ alcanza el valor del ángulo de
fricción φ entre suelo y suelo, el error puede ser mayor del 30 %. De todos modos, el empuje
pasivo queda limitado a un valor menor que el máximo, por lo que ya explicamos en la figura 5
con respecto a las deformaciones.
Cuando el corrimiento de la cresta respecto de la arista inferior es del 1 por mil, ya se tiene
empuje activo (figura 5), y cualquier estructura a la cual se coloca un relleno se mueve ese valor.
El empuje pasivo requiere una deformación por lo menos 10 veces mayor. Por lo tanto la
asignación de valores del empuje pasivo como elementos de cálculo queda limitada, no tanto en
muros que admiten corrimientos importantes sin perjuicio de la estructura, pero sí en cilindros de
fundación, cuya carga lateral está mantenida por empuje pasivo, para llegar al mismo,
probablemente sea necesaria una deformación incompatible con la estructura. Esta limitación
17
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
afecta notablemente los problemas actuales de ingeniería de fundaciones con cilindros o pilotes
de gran diámetro, donde en general hay estructuras hiperestáticas muy sensibles.
La distribución de las tensiones sobre el muro tendrán una dirección paralela a la inclinación del
terreno superficial, y su distribución en profundidad seguirá siendo triangular
Fig. 13.
Si β = 0 la ecuación (3) se transforma en la (1) y la (4) en la (2)
18
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
TN
α
a
Arena
c = 0 tn/m
β φ
δ
Η
Fig. 14.
1- Como primer paso, se traza una recta b por el pie del paramento interno del muro, que forme un
ángulo φ, con la horizontal que pasa también por el punto b. La recta bS, es conocida como
“Línea de pendiente”, ya que representa la pendiente natural del suelo.
TN
nte
α die Arena
a
e pen
ea
d c = 0 tn/m2
Lí n φ
δ
γ
β
Fig. 15.
19
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
2- Se traza la línea de empujes bL, colocada por debajo de la línea de pendiente y formando con la
misma, el ángulo θ, igual al que forma la vertical con la línea de acción del empuje Ea. El ángulo
θ depende del ángulo δ de fricción entre muro y suelo y de la inclinación β del paramento interno
del muro.
TN
n te Arena
α d ie
a pen
de c = 0 tn/m2
ea
Lín φ
δ
γ
β
Η
β
δ φ
b θ
θ
Lí
ne
ad
ee
mp
u jes
L
Fig. 16.
3- Para determinar el empuje E1, ejercido por el suelo situado dentro de la zona delimitada por un
plano de deslizamiento arbitrario bc1, es necesario computar primero el peso W1 de la cuña de
suelo que, en cualquier escala conveniente, es luego representado sobre la línea bS. Se obtiene así
el punto d1, por el cual se traza la recta d1e1 paralela a bL.
El peso puede determinarse gráficamente calculando el área de la cuña abc1 trigonométricamente
o gráficamente con un programa Cad y luego multiplicándolo por el peso especifico unitario de la
arena en condiciones naturales, es decir: W1 = Área del triangulo abc1 . γ
Este peso así determinado es un peso por longitud unitaria de muro.
TN
c1
e1 nte
die
a pen
de Arena
ea
Cuña L ín c = 0 tn/m2
Nº1 d1 φ
δ
β γ
Η
β
W1
Ea
δ
θ
Lí
ne
ad
ee
mp
u jes
L
Fig. 17.
20
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
e1
E1
d1
F1
W1
Fig. 18.
4- Para determinar el empuje activo Ea, se repite la construcción para diferentes planos bc2, bc3,
etc y los puntos e1, e2, e3, etc, que se obtienen son unidos por medio de una curva conocida
como “Curva de Culmann”.
TN
c1
s
c2
ann uje
c3 mp
c4 C ulm dee S
c5 e ea
c6 ad lín
c8 c7 Cu
rv la nte
a c10
c9 α e1 la a die Arena
ale pen
e2 Par a de c = 0 tn/m
ín e
L φ
e3 d1 δ
e4 γ
d2
e5
Η e6 d3
β e7 d4
e8 d5
Ea e9 d6
δ d7
e10 d8
d9 W3 W2 W1
d10
b
θ
Lí
ne
ad
ee
mp
u jes
L
Fig. 19.
21
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
TN
c1
s
c2
ien
te uje
c3 d nn mp
c4 p en
u l ma dee S
c c6 c5 e ad
e
d eC l íne
a
n
Lí e1 urv a al a t e
c9 c8
7
a la ie n Arena
lela
α
a c10 C
end
a lela P ara d ep
r e a c = 0 tn/m
Pea 2
í ne
L φ
e3 d1 δ
e4 γ
d2
e5 d
Η e6 d3
β e7 d4
e8 d5
Ea e9 d 6
δ d7
e10 d8
d9 W3 W2 W1
d10
b
θ
Lí
ne
ad
ee
mp
uje
s L
Fig. 20.
6- Finalmente, podemos determinar el punto de aplicación del empuje activo sobre el muro. Un vez
encontrada la superficie de deslizamiento abc, que como mencionamos pasa por el punto e,
debemos hallar el baricentro G de esta superficie y trazar por el mismo una recta paralela a la
línea. El punto de aplicación del empuje activo es la intersección de la línea del paramento
interno del muro ab con la línea paralela a bc que pasa por el baricentro G.
TN
c
S
te
ie n Arena
b-c
a end
ep
ela
d c = 0 tn/m
ea
ral
e Lín φ
Pa
G δ
γ
d
Η
β
Ea W
δ
θ
Lí
ne
ad
ee
mp
uje
s L
Fig. 21.
22
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
d q
a c' TN
Arena
c = 0 tn/m
φ
Η δ
Fig. 22.
El procedimiento para determinar el empuje activo es en este caso esencialmente el mismo que el
ilustrado en el apartado precedente, con la única diferencia de que cuando el plano de
deslizamiento encierra una carga lineal q, en la cuña, la distancia a tomar sobre la línea de
pendiente, debe ser proporcional al peso de la arena, que constituye la cuña de deslizamiento,
más la carga lineal q.
d q
A
a c1 c2 c' c3 c4 c5 c6 c7 C2 c8 TN
C1
nt e
en di e
p Arena
de
e í n ea
L c = 0 tn/m
Η o2 φ
o1 δ
A d
φ
δ Ea
W W+q
b θ
θ Lí
ne
ad
ee
mp
uje
s
Fig. 23.
23
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Parte a: situada a la izquierda del plano b-O1-c’ es idéntica a la C1, ya que las cuñas limitadas por
planos a la izquierda de dicho plano no llevan sobrecarga.
Parte b: situada la derecha de b-O2-c’, la curva de Culmann está situada por arriba de la curva C1,
como lo indica la curva C2, ya que todas estas cuñas encierran la carga lineal q.
El punto O2, es la intersección entre la recta bc’ y la recta A-A paralela a la línea de pendiente
(tangente a C1) que determina el empuje activo de la arena Ea, sin considerar la carga lineal q.
El punto O1, es la intersección de la Curva C1 con una recta paralela a la línea de empujes, que
pasa por O2.
Por consiguiente la curva completa de Culmann consiste, a la de izquierda de bc’, en la curva C1
y a la derecha, en la curva C2, presentando una discontinuidad en el plano bc’ que pasa por el
punto de aplicación de la sobrecarga lineal.
K
d q B
∆Pa A
∆Pa
a c' c'' c c2' C2 TN
te
e2' C1 dien
en
ep
e2 e3 ad
íne Arena
e f d2' L
Η c = 0 tn/m
B φ
A
d d'' d3 δ
δ Ea
W+q
θ Lí
ne
ad
ee
mp
uje
s
Fig. 24.
Si la sobrecarga está situada a la izquierda del punto c2’, el empuje activo viene dado por la
distancia máxima entre la curva C2 y línea de pendiente, medida paralelamente a la línea de
empujes. Cuando la sobrecarga actúa en cualquier punto entre a y c’’, la mayor distancia es d’’e2
y el deslizamiento se produce a lo largo del plano bc’’ que pasa por e2.
La distancia d’’e2 – de = fe2, que representa la parte ∆Pa del empuje debido a la sobrecarga lineal
q.
Las ordenadas de la curva K, referidas a la superficie del terraplén, representan los valores de
∆Pa que corresponden a distintas posiciones de la sobrecarga q’. Entre a y c”, K es una línea recta
paralela a la superficie del terraplén, ya que, en esos dos puntos, ∆Pa es independiente de la
posición de carga lineal q.
Cuando la sobrecarga lineal q está situada más allá de c’’, en la posición c, por ejemplo, la curva
de Culmann consta de la línea punteada C1 a la izquierda de bc y de la línea llena C2 a la derecha.
El valor máximo del empuje activo Ea viene dado por el segmento d3e3, el plano de rotura pasa
por el punto e3 e intercepta la superficie del terraplén en el punto de la carga lineal q, en este caso
el punto c. Como puede observarse en la figura 24, si el punto de aplicación de la carga lineal q
24
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
se desplaza hacia la derecha, el valor ∆Ea disminuye, como lo indican las ordenadas de la curva
K y se hace cero cuando la carga lineal q alcanza la posición c2’.
El punto c2’se obtiene a partir de la recta be2’ que intercepta al terreno natural T.N. Para hallarse
c2’, primeramente debe determinarse el punto e2’, dicho punto es la intersección de la curva C2,
con la recta A-A paralela a la línea de pendiente (tangente a C1) que determina el empuje activo
de la arena Ea, sin considerar la carga lineal q.
Finalmente, si la línea de acción de la carga lineal q se encuentra en c2’, el valor del empuje
activo e2’d2’ determinado con la curva C1 es igual al valor ed, que representa dicho empuje
cuando la sobrecarga es nula. Si q se desplaza a la derecha de c2’, el empuje determinado con C1,
se hace menor que ed. Por consiguiente, cuando la sobrecarga lineal actúa a la derecha de c2’, no
tiene efecto alguno sobre el empuje activo y la superficie de deslizamiento adquiere la misma
posición bc que tiene el terraplén descargado. Cuanto mayor sea la sobrecarga lineal q, c2’ se
encuentra más alejado del muro, es decir, que la distancia dentro de la cual la sobrecarga influye
sobre el empuje depende de la magnitud de la misma.
El procedimiento de Culmann se utiliza principalmente en lo casos en que el muro es de
paramento interno quebrado, o cuando el terraplén tiene forma irregular o lleva sobrecarga.
K
d q
∆Ea ∆Ea
a c' c''c c2' TN
g'
1/3 de g-g' G nte Arena
o' endie
c = 0 tn/m
Η ∆Ea ep
δ e ad φ
o Lín δ
δ Ea g'
θ Lí
ne
ad
ee
mp
uj e
s
Fig. 25.
25
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
K
d q
∆Ea ∆Ea
a c'' c c' c2' TN
te Arena
G ien
Η
g'
pend c = 0 tn/m
de
1/3 de b-g' ea φ
o Lín δ
∆Ea o'
δδ Ea
θ Lí
ne
ad
ee
mp
u jes
Fig. 26.
Las figuras 25 y 26 ilustran un método simplificado para estimar la posición del punto de
aplicación del empuje adicional ∆Ea, producido por una carga lineal q. Las rectas bc, y bc’’, etc,
corresponden a las rectas bc, y bc’’, etc., de la figura 20. Si q está situada entre a y c’’, se traza
b’c’ paralela a la superficie de deslizamiento bc’’ y a’c’ paralela a la línea de pendiente bs. El
punto de aplicación de ∆Ea se encuentra en el tercio superior de a’b’. Si q’ está situada entre c’’ y
c’2, se traza a’c’ paralela a bs y el punto de aplicación de ∆Ea se encuentra en el tercio superior
de a’b, como lo indica la figura.
Todos estos procedimientos están basados en la hipótesis hecha por Coulomb de que todo punto
del paramento interno representa el pie de la superficie potencial de deslizamiento. La hipótesis
es correcta en el caso de los muros de contención, pues ningún muro de este tipo puede ceder sin
antes desplazarse de modo tal que se cumplan las condiciones de deformación del estado plástico.
Coulomb no especifico, sin embargo, esta condición de deformación, así que la teoría fue con
frecuencia utilizada para calcular el empuje activo contra estructuras de contención que no
cumplan con esas condiciones, tales como las entibaciones de excavaciones a cielo abierto. Ahora
bien muchos ingenieros experimentados llegaron a la conclusión de que la teoría no era del todo
correcta. Por ello es necesario destacar que, si se satisfacen las condiciones de deformación para
su validez, la teoría de Coulomb es tan satisfactoria como lo pueda ser cualquier otra teoría de la
ingeniera de estructuras.
26
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Empuje Pasivo
Método de la Espiral Logarítmica.
TN
z
PLANO
E EXACTO
TN
z
EXACTO PLANO
Fig. 27. Comparación entre las zonas de rotura pasivas entre superficies curvas y planas
La figura 27 recalca la diferencia que existe entre suponer una superficie de deslizamiento plana
– como en la teoría de Coulomb – y la superficie real de equilibrio de la cuña involucrada. En
muchos textos se expone otra solución, consistente en suponer que la superficie de deslizamiento
o de rotura está compuesta por un sector curvo b-d1 y otro plano d1-e1, (fig. 28). La superficie
curva – por determinación experimental y teórica – está comprendida entre un arco de círculo y
un arco de espiral logarítmica. Para aprovechar ciertas ventajas geométricas, Terzaghi toma un
arco de espiral logarítmica para el sector b1-d1 y un plano para el sector d1-e1, y calcula el
equilibrio en la superficie formada por ambos sectores.
27
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
lw1
a f1 e1
45 -
01
/2
φ
l Pp1
φ/2
45 -
l Ep1
r0 P''p1
E''p1 W Pp1 h1
H CA
Ep1 r1 P'p1
δ
E'p1
H/2 lCA
H/3
d1
b
C
°
D
90
φ F
Curva de deslizamieno
Fig. 28. Fuerzas intervinientes en la determinación del Empuje Pasivo
En el equilibrio de este prisma, la parte triangular a-d1-e1 tiene un plano de simetría en el cual se
puede suponer que no actúan tensiones de corte, ya que el prisma a-d1-e1 se encuentra en el
estado pasivo de Rankine. Por lo tanto se suprime el triángulo f1-e1-d1 para colocar en su lugar la
resultante calculada mediante la teoría de Rankine, limitando el estudio a la cuña determinada por
a-f1-d1-b. Las fuerzas que actúan sobre dicha superficie son: el empuje pasivo, que forma un
ángulo δ con el paramento del muro; la cohesión y la adherencia, cuando existen; el peso de la
cuña; la fuerza Pp que reemplaza al triángulo f1-e1-d1. La resultante F forma un ángulo φ con la
normal a la tangente a la espiral, y por lo tanto pasa por el centro de la espiral.
Como el método se basa en tomar momentos respecto del centro de la espiral, el momento de la
reacción F se anula.
A los efectos de su cálculo, el empuje pasivo se descompone en dos direcciones extremas: se
considera – por una parte – el empuje pasivo proveniente del suelo con peso y sin cohesión, y por
otra el suelo sin peso y con cohesión. Esta descomposición permite calcular los empujes E’P y
E”P correspondientes a cada caso, y obtener de su suma el empuje pasivo.
Para aplicar el método se toma el suelo en la primera condición mencionada – cohesión nula – en
cuyo caso las fuerzas solamente derivan del peso. El empuje que deseamos calcular está ubicado
a una profundidad H/3. Se procede por tanteos, considerando en primer término el equilibrio de
una cuña cualquiera; tomando momentos respecto de 01 se calcula el valor de E’p1.
A continuación pasamos a detallar el cálculo del empuje pasivo según ésta teoría.
Para ello consideraremos primeramente el caso de suelo con peso y sin cohesión (fig. 29).
28
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
lw1
a f1 e1
φ/2
45 -
0
45 -
φ/2
lE'p1 r0 l P'p1
W1 h1
H
r1 P'p1
E'p1 h1/3
δ
H/3
d1
b
Curva de deslizamieno
Fig. 29. Suelo con peso y sin cohesión
En ella observamos que el prisma a-b-d1-f1 se encuentra en equilibrio bajo la acción de las
siguientes fuerzas: su peso propio W1, el empuje pasivo del muro E’p1 que actúa en el tercio
inferior de la cara a-b y con una inclinación δ respecto a la normal a dicha cara, la fuerza de
fricción F1 y el empuje P’p1 que podemos calcular utilizando la ecuación del empuje pasivo de
Rankine.
P’p1 = ½ .γ . h12 . Nφ
Podemos ahora tomar momento de todas estas fuerzas respecto del punto 01 (centro de la espiral
logarítmica), recordando que por una propiedad geométrica de la espiral logarítmica que une los
puntos bd1 de ecuación: r1 = ro.eθ.tg(φ), todos los radios vectores de la espiral forman un ángulo φ
con la normal a la curva en el punto de intersección. Como φ es el ángulo de fricción interna del
material, la resultante F’1 coincide en su dirección con un radio vector de dicha espiral y por lo
tanto pasa por el centro 01 de la misma, lo que hace que su momento respecto de éste punto sea
nulo. Nos queda en definitiva:
Esta resultante se debe representar en una escala adecuada, a partir de un plano de comparación y
en correspondencia con el punto f1 obteniendo el punto C’1 (fig. 29).
Repitiendo todos los pasos hasta acá detallados, pero con distintas superficies de deslizamiento,
obtendremos una curva P’ cuyo valor mínimo nos da el valor del empuje pasivo PP para el caso
de un suelo con peso y sin cohesión (c = 0) (fig. 29). La superficie de deslizamiento en este caso
para por el punto ‘d1’ situado sobre a-D en la proyección vertical C’: ya que el triángulo a-d1-e1
debe ser en todos los casos isósceles y los ángulos en a y e1 de (45° - φ /2). Por este motivo para
29
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
todas las superficies de deslizamiento que analicemos, la línea a-D permanece invariable y todos
los puntos d se encuentran sobre ella. Si el suelo que estamos considerando tiene cohesión (c ≠ 0)
debemos también calcular E’’p1 (suelo sin peso y con cohesión).
a f1 e1
/2
45 -
0
φ
lP"p1
45 -
φ
l E''p1
/2
r0 P''p1
E''p1 h1 01
CA
H
Ep r1 h1/2
δ
H/2
lCA
d1
b φ
C
D dθ r0
Mc
Mc = momento producido 90º
c.ds.Cos φ
Curva de deslizamieno por la cohesión c
c.d c.ds.Cos φ
s .
Fig. 30. Suelo sin peso y con cohesión
Para calcular E”p1 (fig. 30) debemos analizar el equilibrio de una superficie de deslizamiento
elegida arbitrariamente, y que puede ser la a-b-d1-e1. El prisma encerrado por éste superficie está
solicitado por la fuerza P”p1, cuyo punto de acción se encuentra en el punto medio de la cara d1-
f1, ya que es la resultante de un diagrama rectangular que se obtiene haciendo γ = 0; q = 0 y H =
Hd1 con lo cual tenemos:
P”p1 = 2 . c . h1 . Nφ0,5
rdθ
dMc = r.c.ds. cos(φ ) = r.c. . cos(φ ) = r 2 .c.dθ
cos(φ )
θ
c 2 2
Mc1 =
θ
∫ dM
=0
c =
2.π .φ
(r1 − ro )
30
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Como la componente c.ds.sen φ pasa por 01 tomando momentos respecto de éste punto se
obtiene:
E”p1. lE”p1 = Mc1 + P”p1 . lP”p1 – CA . lCA
El valor así calculado de E”p1 se debe representar en la misma escala de E’p1 y a partir de allí
encontramos el punto C’’1.
Por hipótesis de partida E’p1 y E”p1 representan las fuerzas necesarias para vencer a las dos partes
en que hemos descompuesto a la resistencia total al deslizamiento a lo largo de la misma
superficie arbitraria b-d1-e1 operando de manera similar podemos obtener el valor de E”p para
otras superficies de deslizamiento y uniendo todos los puntos C” representados obtener la curva
E”.
Haciendo la suma E’p1 + E”p1, obtenemos el empuje pasivo Ep correspondiente a la cuña 1; el
mencionado empuje se debe representar en la misma escala de E’p1 y E”p1, y a partir de allí
encontramos el punto C1, de la curva E.
El empuje pasivo EP lo da la ordenada mínima de la curva E, ya que es el mínimo esfuerzo
necesario para movilizar a la masa de suelo. La superficie de deslizamiento pasará entonces por
el punto ‘d’ ubicado en la intersección de la recta a-D y la vertical que pasa por el punto C de la
curva E.
El método es laborioso, y no siempre se aplica. La superposición y suma de los diagramas
tampoco es rigurosamente correcto, porque las superficies de deslizamiento no son las más
desfavorables en cada caso. Sin embargo, en lo que respecta a la forma adoptada por la superficie
de rotura, la aproximación es mucho mayor que en la teoría anterior.
Fundamentalmente, este método se aplica para resolver en forma más rigurosa el problema del
empuje pasivo con valores de fricción elevados.
Hemos considerado – entonces – los empujes en suelos, y su cálculo con distintas teorías. En
todos los casos se han estudiado estructuras rígidas, en las cuales la traslación o el giro se
producen en conjunto, sin desplazamiento de las partes. Los muros de gravedad son ejemplos
típicos de este tipo de estructuras.
Las tres teorías fundamentales tienen su aplicación práctica y sus limitaciones, y para todas ellas
es necesaria una deformación del suelo para alcanzar los estados límites. Si esta deformación no
está dada por el vínculo correspondiente a la superestructura o por otra acción de tipo exterior, el
empuje no se puede calcular empleando el coeficiente Ka sino el Ko, que es la relación entre las
presiones iniciales horizontal y vertical ya que, al no existir desplazamiento, se supone que la
tensión horizontal sigue siendo la de origen.
31
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
C1 Curva E
C
Emín
Ep1
Ep2
Ep3
E = E' + E'' C''1 Curva E''
01
Emín
E''p1
E''p2
E''p3
C'1 Curva E'
04 Emín
E'p1
E'p2
E'p3
02
a f 1f 4 f 2 f 3 e1 e4 e2 e3
03
d1
d
d2
d3
b
D
Fig. 31. Determinación del Empuje Pasivo
Cálculo del diagrama de presiones originado por una carga lineal paralela al muro o una
carga concentrada.
Para resolver los problemas que se presentan a menudo en el cálculo de la distribución de
presiones sobre un muro, cuando en la superficie del relleno actúa una sobrecarga lineal QL
paralela al muro y ubicada a una distancia x del mismo o cuando se trata de una carga
concentrada QP ubicada a una distancia x del muro. Aconsejamos calcular el incremento de
tensiones que las mismas producen, (que a su vez deberán sumarse a las tensiones originadas por
el propio terraplén) mediante los procedimientos que se detallan a continuación y que se deben a
la ecuación de Boussinesq modificada a través de experiencias y de mediciones reales en
estructuras a escala natural.
Para ello primeramente debemos obtener el valor de:
x z
m= y de n =
H H
Con éste par de valores podemos conocer a una profundidad Z (fig. 32) el valor de σH.
2 2
H H
( ) o el valor de σH . ( ) (fig. 20). También podemos obtener la distancia “R” a partir de la
QL QP
32
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
base del muro, donde se encuentra aplicada la resultante del diagrama de incremento de presiones
“PN”.
Podemos también conocer para cualquier profundidad “Z” a lo largo de la altura H el incremento
de presiones originado por la sobrecarga, aplicando las fórmulas se observan en las figuras 32 y
33 extractadas del Design Manual 7.02 de Naval Facilities Engineering Command .
Fig. 32.
33
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Fig. 33.
34
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Fig.34.
En la figura 34 podemos observar muy esquemáticamente, lo que sería una solución apropiada para
un muro que debe ser construido en una zona donde la napa de agua se encuentra elevada. En esta
solución se ha proyectado un filtro que se apoya sobre el nivel del terreno natural, de tal forma que
nos permita el escurrimiento del agua y que a su vez haga de filtro del suelo. Para ello conociendo l a
granulometría de los materiales que estarán en contacto con él (suelo natural y relleno) y haciendo
uso de la ley de filtros podemos proyectarlo convenientemente. El filtro así proyectado permite que
las aguas por gravedad escurran hacia un dren colector. Para resolver el problema del agua
proveniente de la superficie se ha dispuesto en este caso una calzada impermeable que con una cierta
pendiente hace escurrir a las mismas hacia otro dren colector.
Esta última solución que se les ha dado a las aguas de superficie no siempre es posible de
implementar, por lo tanto en la figura 35 podemos observar otros tipos de proyectos que resuelven
este problema.
35
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Fig. 35.
Por último daremos a continuación algunas consideraciones que deberemos tener en cuenta cuando
analicemos la estabilidad del muro una vez que hayamos determinado los diagramas de empuje que
tratan de producir su deslizamiento y también su volcamiento.
Para ello según se puede observar en la figura 34 y 35 analizaremos la estabilidad de un muro de
gravedad y otro de contrafuerte respectivamente. En el primer caso el diagrama de empujes actúa en
forma directa sobre el muro y su resultante tiene una inclinación δ con respecto a la normal del
muro. En el segundo caso existe un volumen importante de suelo que colabora con su peso a la
estabilidad del muro y el diagrama de empuje actúa sobre un plano vertical que pasa por el borde
interno del pie del mismo y su resultante está inclinada un ángulo δ = φ con respecto a la normal a
este plano ya que se trata de un deslizamiento entre suelo y suelo por lo tanto en todos estos casos el
ángulo δ adopta su valor máximo que es igual a φ .
Fig. 36.
36
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Fig. 37.
La primera ecuación que debemos plantear es la que nos da la ubicación de la resultante “R”. Para
ello tomamos momento de las fuerzas actuantes con respecto al punto “o”, para lo cual asumimos
que el valor de PP = o por razones de seguridad.
Tendremos entonces:
W .a + Pv.e − Ph.b
d=
W + Pv
con esta distancia “d” tenemos ubicada a la resultante “R” que tiene una componente vertical igual a
W + Pv y otra horizontal igual a PH. Esto nos permite, procediendo por tanteos, calcular el ancho
“B” del pie del muro aplicando la fórmula general de “BRINCH-HANSEN”.
La seguridad al volcamiento deberá ser tal que se cumpla:
W .a
Fs = ≥ 1,5
Ph.b − Pv.e
La verificación de la seguridad que nos ofrece el muro con respecto al deslizamiento del mismo
sobre su plano de fundación se hará teniendo en cuenta que el valor de la fuerza “F” es:
F = (W + Pv).tg (δ ) + Ca.B
donde “tg . δ ” es el factor que nos indica la fricción que se produce entre el suelo y la base del muro
y que depende de la naturaleza de ambos. Y “Ca” representa la adhesión entre la base y el suelo y que
únicamente se manifiesta en el caso de los suelos cohesivos.
Ca también depende del tipo de material de la base del muro y puede alcanzar un valor máximo igual
a la cohesión “C” del mismo.
El coeficiente de seguridad en este caso será:
(W + Pv).tg (δ ) + Ca.B
Fs = ≥ 1,5
Ph
37
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
c = 5 tn/m2
φ = 20º
Fricción: δp = 3/4 φ
Cohesión: cp = 3/4 c
TN
z
2.00
0,50
4.80
c = 5.00 tn/m²
15°
φ = 20º
TENSOR
δp = 3/4 φ
2.80
cp = 3/4 c
1,25
Figura 38.
RESOLUCIÓN
CONDICIONES GENERALES
Para determinar el empuje pasivo del suelo, se elige arbitrariamente una superficie de rotura b-d-
e, como se muestra en la Figura 39, donde:
1- b-d es un segmento de espiral logarítmica con centro 0, que también es un punto arbitrario
sobre la recta que pasa por a y que forma un ángulo de 45-φ/2 con la horizontal)
2- d-e es una recta que forma con la horizontal un ángulo 45-φ/2.
3- a-d-e, es siempre un triángulo isósceles, cuyos lados iguales son a-d y d-e.
38
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
0
TN
0,50
a f e
45 -
35°
35° /2
φ
15°
Recta
b
1,25 Espiral logaritmica
con centro en O1
Figura 39.
r = ro .eθ .tgφ
Obtenida la formula (1), calcularemos para los diferentes radios, para los diferentes ángulos θ,
para luego graficar la espiral logarítmica en coordenadas polares, para un ángulo de fricción
interna del suelo φ = 20º. Figuras 40 y 41.
φ= 20º
39
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
180°
165°
150°
135
°
120
°
10
5°
2.142 1.949 90
°
1.770
2.355
1.610
75
°
2.594 1.465
60°
1.330
45°
2.851
1.210
30°
1.100
15°
3.140 1.000
0
Figura 40
Figura 41.
41
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
0
TN
0,50
a f e
45 -
35°
35° /2
φ
15°
Recta
d
51°
b
1,25 Espiral logaritmica
con centro en O
Figura 42.
De esta manera hemos obtenido una posible superficie de rotura, pero no sabemos a priori si es la
que nos da mayor empuje, que es la que en definitiva estamos buscando, posteriormente se
deberán evaluar otras posibles superficies de rotura operando del mismo modo, es decir,
eligiendo puntos arbitrarios que estén sobre la recta a-d, que forma siempre un ángulo de 45º-φ/2
con la horizontal, para luego poder hacer centro con la espiral logarítmica, y así obtener otra
posible superficie de rotura; los segmentos de espiral logarítmica pasan siempre por el punto b
del muro y son tangentes a la recta d-e en el punto d y el segmento de recta d-e siempre tiene
igual al segmento a-d, por ser a-d-e un triangulo isósceles.
Vemos en la figura 43, posibles superficies de rotura, obtenidas de la forma detallada
anteriormente, en las que habrá que determinar el empuje. La que nos dé mayor empuje será la
superficie de rotura a adoptar
42
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
01
TN
2.00
0,35
02 Q1 Q2 Q3
0,5
a f1 f2 f3 e1 e2 e3
0,53
φ/2
45 -
45 - 5°
35° /2
03
φ
15° º1
ñaN º2
Cu a N
ñ
Cu 3
2,8
Nº
ña
°
u
90 d1 C
° d2
68
51° d3
b
1,25
Figura 43.
01
TN
z
2.00
Q1
0,5
a f1 e1
15°
P''p1
H
E''p W1 Pp1
h = 2.80
P'p1
Ep Ca
E'p
δ
d1
δ
51°
90°
b C1
1,25 F
20°
Figura 44.
43
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
a-b representa la superficie de contacto hacia la masa de un suelo cohesivo ideal, cuya resistencia
al corte viene expresada por la ecuación τ = c + σ .tgφ
δ es el ángulo de fricción entre suelo y paramento interno del muro
b-d1-e1 es la superficie de deslizamiento donde:
b-d1 es un segmento de espiral logarítmica.
d-e1 es una recta.
La masa de suelo a-b-d1-f1 se encuentra entonces sometida a las siguientes fuerzas (fig. 45):
1- El peso W1
2- El empuje Ep
3- La resultante C de la cohesión a lo largo de b-d1
4- Ca es fuerza de adherencia total entre muro y suelo en la cara a-b
5- La resultante F de las tensiones normales y de fricción a lo largo de b-d1.
6- La resultante Pp de la componente normal y tangencial del empuje pasivo.
7- Q1 del a fuerza resultante del peso del suelo por encima del segmento a-f1
El suelo situado en a-d1-e1 (triangulo isósceles) se encuentra el estado pasivo de Rankine, por
consiguiente, las tensiones de corte y de fricción en la sección vertical d1-f1 son iguales a cero,
de modo que Pp1 es horizontal y es igual a:
1
Pp1 = .γ .H 1 2.Nφ + H 1.(2.c. Nφ + q.Nφ )
2
lw1
lq1
lCA1
01
TN
z
2.00
l Ep1 l E'p1
r01 Q1 l P"p1
lE"p1 l Pp1
0,5 a f1 l P'p1 e1
H1
P''p1
E''p1 lp W1 Pp1
h = 2.80
P'p1
Ep CA1
E'p1
r1 d1
C1
51°
b
1,25 F1
Figura 45.
Para calcular el Empuje Pasivo, se divide la cuña divide en dos sectores, tal como se muestra en
la figura 46:
44
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
a f1 e1
1 2
E''p
Ep
E'p
d1
Figura 46.
Expuestas cada una de las fuerzas que interviene en el problema, procederemos a continuación a
calcular cada una de ellas, para luego, a través de equilibrio de momentos, respecto al centro de la
espiral por determinar el empuje Ep1.
1- Cálculo de sobrecarga
Se toma como sobrecarga el peso de suelo por encima del muro
tn tn
q1 = γ .lq1 .2.00m = 1.70 3 .2.62m.2.00m = 8.91
m m
45
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
A1 es el área de la sección delimitada por los puntos a-b-d1-f1, puede calcularse utilizando algún
programa Cad que calcule áreas, también del mismo modo, podemos encontrar su baricentro, lo
que nos permitirá calcular la distancia lw1
Como habíamos dicho anteriormente, separaremos por un lado las fuerzas se producen por el la
cohesión y las sobrecargas y por otro lado las fuerzas que se producen por el peso del suelos,
cabe destacarse en este caso que el peso por encima del muro se toma como sobrecarga.
TN
Tensiones debido a la
cohesión y a la sobrecarga
a f1 e1
2.c . Nφ + q . Nφ
2 1
d1
γ H . Nφ
b Tensiones al peso del suelo
Figura 47.
46
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
σ h = 2.c. Nφ + (q + γ .z ).Nφ
Y el empuje total por metro en la sección d1-f1 estará dado por la siguiente expresión
1
Pp1 = 2.c.H 1 Nφ + (q.H 1 + γ .H 1 2 ).Nφ
2
Donde:
φ 20
Nφ = tg (45 + ) = tg (45 + ) = 1.43
2 2
φ 20
Nφ = tg 2 (45 + ) = tg 2 (45 + ) = 2.04
2 2
Por lo expuesto precedentemente, descomponemos el empuje pasivo Pp1 en dos fuerzas P'p1 y
P"p1 y medimos el valor de H de la figura en nuestro caso H = 1.83 m
1
Pp1 = 2.c.H 1 Nφ + (q.H 1 + γ .H 1 2 ).Nφ
2
P'p1, se obtiene a través del diagrama triangular de tensiones de la figura 8
1 1 tn tn
P' p1 = γ .H 1 2.Nφ = .1.70 3 .(1.83m) 2 .2.04 = 5.81
2 2 m m
P"p1, se obtiene a través del diagrama rectangular de tensiones de la figura 8
tn tn tn
P" p1 = 2.c.H 1 Nφ + q.H 1.Nφ = 2.5.00 2 .1.83m.1.43 + 2.00m.1.70 3 .1.83m.2.04 = 38.86 Nó
m m m
tese que el peso por encima de la cuña se toma como sobrecarga q.
6- Cálculo de la fuerza F
Como φ es el ángulo de fricción interna del material, la resultante de la tensión normal y de la
fricción, correspondiente a cualquier elemento diferencial de la superficie de deslizamiento,
forma también un ángulo de φ con la normal al elemento, por lo tanto, su dirección coincide con
la del radio vector al centro de la espiral.
Por lo tanto, todas las fuerzas elementales ∆F pasan por el punto 0, así que la resultante F de
todas las fuerzas normales y de fricción que actúan sobre b-d también pasa por 0.
Como el empuje y su punto de aplicación se obtendrán a partir de un equilibrio de momentos con
respecto al centro de la espiral, el cálculo de esta fuerza no nos interesa.
47
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
lq1
lCA1
01
TN
2.00
l E"p
r0 Q1 lP"p1
a f e
H
P''p1
E''p lp
h = 2.80
Ca
r1 d
51°
b C1
1,25
Figura 48.
Para que la cuña esté en equilibrio bajo estas fuerzas, deberá haber equilibrio de momentos
respecto al centro de la espiral 01, por lo tanto debe cumplirse:
Q1 .lq1 + Pp" .l "p1 + M 1 + Ca.l1ca = E1" .l E "
p
Donde nuestra única incógnita es P1" , ya que las distancias salen constructivamente.
"
Q1 .lq1 + Pp" .l "p1 + M 1 + Ca.l1ca
E =
1
l E"
p
tn tn tnm tn
8.90 .4.81m + 38.86 .3.52m + 65.30 + 14.50 .2.75m
m m m m tn
E1" = = 73.97
3.85m m
48
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
lw1
01
TN
2.00
lE'p l P'p1
a f e
H
lp W1
h = 2.80
P'p1
E'p
d
51°
b
1,25
Figura 49.
Para que la cuña esté en equilibrio bajo estas fuerzas, deberá haber equilibrio de momentos
respecto al centro de la espiral 01, por lo tanto debe cumplirse:
Donde nuestra única incógnita es P1' , ya que las distancias salen constructivamente.
'
W1 .lW 1 + Pp' .l 'p1
E =
1
lE'
p
tn tn
9.33 .4.91m + 5.835 .3.86m
m m tn
E1' = = 15.82
4.32m m
tn tn tn
Ep = E1" + E1' = 73.97 + 15.82 = 89.79
m m m
Y su punto de aplicación será:
tn tn
Ep.l E p = E1" .l E " + E1' .l E ' = 73.97 .3.85m + 15.82 .4.32m
p p
m m
tn tn
E1" .l E " + E1' .l E ' 73.97 .3.85m + 15.82 .4.32m
lEp = p p
= m m = 3.93m
Ep tn
89.79
m
49
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
Áreas
Cuña 1 Cuña 2 Cuña 3 Cuña 4
A1 5.49 A2 6.60 A3L 8.50 A4
Longitudes (m)
Cuña 1 Cuña 2 Cuña 3 Cuña 4
r01 7.47 r02 4.19 r03 3.23 r04
r1 6.76 r2 3.39 r3 2.27 r4
H1 1.83 H2 2.05 H3 2.38 H4
lw1 4.91 lw2 2.08 lw3 1.10 lw4
lq1 2.62 lq2 2.93 lq3 3.40 lq4
lQ1 4.81 lQ2 1.97 lQ3 0.95 lQ4
lcA1 2.75 LcA2 0.39 lca3 0.59 lcA4
lp1 2.90 lp2 2.90 lp3 2.90 lp4 2.90
lpp1 - lpp2 - lpp3 - lpp4 -
lp’p1 3.86 lp’p2 1.72 lp’p3 1.06 lp’p4
lp’’p1 3.52 lp’’p2 1.38 lp’’p3 0.66 lp’’p4
lEp1 3.93 lEp2 lEp3 lEp4
lE’p1 4.32 lE’p2 2.22 lE’p3 1.34 lE’p4
lE’’p1 3.85 lE’’p2 1.75 lE’’p3 0.87 lE’’p4
Fuerzas
Cuña 1 Cuña 2 Cuña 3 Cuña 4
Pp1 44.67 Pp2 50.82 Pp3 60.31 Pp4
P’p1 5.81 P’p2 7.29 P’p3 9.82 P’p4
P’’p1 38.86 P’’p2 43.53 P’’p3 50.49 P’’p4
q1 8.91 q2 9.96 q3 11.56 q4
W1 9.33 W2 11.22 W3 14.45 W4
Ca1 10.88 Ca2 10.88 Ca3 10.875 Ca4 10.88
Ep1 87.19 Ep2 87.92 Ep3 104.87 Ep4
E’p1 15.80 E’p2 16.16 E’p3 19.63 E’p4
E’’p1 71.39 E’’p2 71.76 E’’p3 85.24 E’’p4
Momentos
Cuña 1 Cuña 2 Cuña 3 Cuña 4
M1 69.40 M2 41.65 M3 36.27 M4
50
Ing. Augusto José Leoni – Ing. Diego Skok
Área Geotecnia de la Facultad de Ingeniería UNLP
GRÁFICOS DE EMPUJES
Empuje mínino
87,2
E''p1
E''p2
E''p3
E'p1
E'p2
E'p3
01
TN
2.00
04
0,35
02
0,5
a f 1 f 4f 2 f 3 e1 e4 e2 e3
º4
φ/2
0,53
45 -
aN
45 - 5°
35° /2
03 ñ
3
Cu
φ
15° 1
Nº
ña º2
Cu a N
ñ
2,8
Cu º3
ñ aN
° °
Cu
90
°
d1
62
d2
68
51°
d3
b
1,25
Figura 50.
De lo que se observa en el grafico de empujes, consideramos que puede tomarse como valor del
empuje pasivo, el empuje de la cuña Nº 4, el cual el alumno deberá verificar.
Como se pudo ver en la figura Nº 5, para que se desarrolle la totalidad del empuje pasivo son
necesarias deformaciones relativamente importantes, en la mayoría de los casos, los movimientos
que pueden experimentar las estructuras están limitadas por razones constructivas, es por ello que
se aconseja disminuir el empuje pasivo entre un 30% y un 50 %, del valor obtenido gráficamente.
51