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TEMA N° 10

MEDIDAS CAUTELARES

SUMARIO:
1. ASPECTOS GENERALES
2. NORMAS GENERALES
2.1. FUNDAMENTO Y NATURALEZA JURÍDICA
2.2. CARACTERÍSTICAS DE LAS MEDIDAS CAUTELARES
2.3. CASOS EN LOS QUE QUEDA SIN EFECTO UNA MEDIDA CAUTELAR
2.4. CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES
a) Personales
b) Reales
3. MEDIDAS CAUTELARES DE CARÁCTER PERSONAL
3.1. Concepto
 Carácter de las decisiones. Art. 250 CPP
3.2. CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES DE CARÁCTER PERSONAL
 ACLARACIÓN:
- Presentación espontánea o voluntaria Art. 223 CPP
- Citación Art. 224 CPP
3.2.1. ARRESTO - ART. 225 CPP
3.2.2. APREHENSIÓN
 Clases de aprehensión:
A) Aprehensión por la fiscalía Art. 226 CPP
B) Aprehensión por la policía Art. 227 CPP
 Libertad del aprehendido Art. 228 CPP
C) Aprehensión por particulares Art. 229 CPP
 Flagrancia Art. 230 CPP
3.2.3. LA INCOMUNICACIÓN - Art. 231 CPP
3.2.4. MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES (Art. 231 bis incorporado por Ley 1173)
A. Requisitos para la imposición de las medidas cautelares. Art. 233 CPP modificado
por Ley 1173 y MODIFICADO A SU VEZ POR LEY 1226.
Peligro de fuga - Art. 234 modificado por Ley 1173
Peligro de obstaculización - Art. 235 modificado por Ley 1173

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B. Competencia, forma y contenido de la decisión - Art. 236 modificado por Ley 1173
C. Improcedencia de la detención preventiva -Art. 232 CPP modificado por Ley 1173
D. Cesación de la detención preventiva - Art. 239 CPP modificado por Ley 1173,
MODIFICADO A SU VEZ POR LEY 1226.
E. Indemnización por detención injusta
F. Examen de la detención preventiva
G. Cómputo de la detención preventiva
H. Tratamiento y control - Art. 237 y 238 modificado por Ley 1173, MODIFICADO A SU
VEZ POR LEY 1226.

3.3. MEDIDAS SUSTITUTIVAS Art. 240 derogado por Ley 1173


3.3.1. MEDIDAS SUSTITUTIVAS –
3.4. CAUSALES DE REVOCACIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES. Art. 247 CPP
modificado por Ley 1173.
3.4.1. LIBERTAD
 Efectividad de la libertad y acta Art. 245, 246
3.5. REINCIDENCIA:
 Art. 235 bis
 Art. 235 ter
3.6. LA FIANZA - Art. 241 modificado por Ley 1173
3.6.1. FINALIDAD Y DETERMINACIÓN
3.6.2. CLASES DE FIANZA
A) Fianza juratoria - Art. 242
B) Fianza personal - Art. 243
C) Fianza Real - Art. 244
3.6.3. EJECUCIÓN DE LAS FIANZAS
3.6.4. CANCELACIÓN
4. MEDIDAS CAUTELARES DE CARÁCTER REAL
4.1. GENERALIDADES
4.2. CONCEPTO -Art. 252 CPP
4.3. CLASES
4.3.1. LA ANOTACIÓN PREVENTIVA
4.3.2. EL EMBARGO PREVENTIVO
4.3.3. EL SECUESTRO
4.3.4. LA INTERVENCIÓN JUDICIAL
4.3.5. PROHIBICIÓN DE INNOVAR

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4.3.6. PROHIBICIÓN DE CONTRATAR SOBRE DETERMINADOS BIENES
4.3.7. HIPOTECA LEGAL
4.3.8. LA INCAUTACIÓN
4.4. MEDIDAS CAUTELARES SOBRE BIENES SUJETOS A CONFISCACIÓN O DECOMISO
4.4.1. CONFISCACIÓN O DECOMISO DE BIENES
a) Procedimiento de incautación Art. 253, 254
 Solicitud de incautación
 Resolución de incautación
b) Incidente sobre la calidad de los bienes - Art. 255
c) Incidente sobre acreencias - Art. 256
4.4.2. RÉGIMEN DE ADMINISTRACIÓN DE BIENES CAUTELADOS - Art. 257- 261 CPP
 Dependencia y Atribuciones de la Dirección de Registro, Control y Administración
de Bienes Incautados
 Régimen de Administración de Bienes Incautados
 Forma de administración
 Administración y destino de bienes confiscados y decomisados
 Bienes vacantes
4.4.3. EMPRESA ADMINISTRADORA - Art. 262, 263 CPP
 Registro de Empresas Administradoras
 Selección de la Empresa Administradora
5. OTRAS MEDIDAS QUE SIN SER CAUTELARES LIMITAN DERECHOS
6. APELACIÓN
6.1. PARA LAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES - Art. 251 CPP modificado por Ley 1173
6.2. PARA LAS MEDIDAS CAUTELARES REALES - Arts. 403 inc. 3, 404, 405 y 406 CPP

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TEMA N° 10

MEDIDAS CAUTELARES

1. ASPECTOS GENERALES

Las medidas cautelares son restricciones en la esfera de la libertad del imputado y afectan derechos
consagrados en la Constitución Política del Estado, tales como la libertad de locomoción, la plena
vigencia del debido proceso y la presunción de inocencia.

La imposición de una medida cautelar debe proceder a pedido de parte (Fiscal o querellante). Las
medidas cautelares deben ser impuestas por un Juez luego de una imputación formal del Fiscal.

Las medidas cautelares son resoluciones motivadas del órgano jurisdiccional, que pueden adoptarse
contra el presunto responsable de la acción delictuosa, como consecuencia, de un lado, de su cualidad
de imputado, y de otro, de la fundada probabilidad de su ocultación personal o patrimonial, por las que
se limita provisionalmente la libertad o la libre disposición de sus bienes, con el fin de garantizar los
efectos penales y civiles de la sentencia, según Gimeno Sendra.

2. NORMAS GENERALES

La profesora Silvia Barona advierte que aunque las medidas cautelares sólo se deben imponer para
garantizar el cumplimiento efectivo de la sentencia, en muchas ocasiones, y como enfermedad
universal, vienen a cumplir una finalidad que excede el verdadero fundamento cautelar. Estos otros
fines vienen a ser la satisfacción de un sentimiento colectivo de indignación, venganza o inseguridad
(siendo, en tales casos, reales medidas de prevención general en el sentido de pretender dar ejemplo
para tranquilizar a la sociedad o amedrentar a los posibles delincuentes) o de prevención de posibles
futuros delitos cometidos por el inculpado (una función evidente de prevención especial).

Con el propósito de garantizar el carácter excepcional de las medidas cautelares, el Código Procesal y
el Tribunal Constitucional se han encargado de exigir, dependiendo de la medida cautelar en concreto,
unos presupuestos formales y materiales que son imprescindibles para poder adoptar medidas
cautelares en el proceso penal.

2.1. FUNDAMENTO Y NATURALEZA JURÍDICA

El fundamento de las medidas cautelares, en nuestro ordenamiento jurídico, partiendo de la CPE y del
CPP, es garantizar el cumplimiento efectivo de la futura sentencia condenatoria, y sólo puede adoptarse
por el órgano jurisdiccional competente y en casos excepcionales, así señala la CPE en el Art. 23.I
“…la libertad personal solo podrá ser restringida en los límites señalados por la ley, para asegurar el
descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales…”

Tomando en cuenta este fundamento, las medidas cautelares tienen carácter excepcional: “…la
aplicación de las medidas cautelares previstas en este código será excepcional…”(Art. 7 CPP), la
aplicación de las medidas cautelares establecidas en este Código, reiteramos, será excepcional, y
garantista, en el sentido que: “… la libertad personal y los otros derechos y garantías reconocidos a
toda persona "sólo podrán ser restringidos cuando sea absolutamente indispensable para asegurar la
averiguación de la verdad, el desarrollo del proceso y la aplicación de la ley..." (Ar. 221 CPP).

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Estas disposiciones guardan concordancia con el espíritu del Art. 222 del CPP, que señala el carácter
restrictivo de las Medidas Cautelares, prescribiendo que son de aplicación restrictiva, y en la medida
que perjudiquen lo menos posible al afectado.

El carácter excepcional significa que sólo se pueden imponer medidas cautelares cuando se haya
demostrado, con indicios racionales, que el imputado es, con probabilidad, el autor del hecho delictivo
y que existe peligro de fuga u obstaculización de la justicia.

El Tribunal Constitucional ha establecido que el nuevo sistema procesal penal, adoptado a través de la
Ley No 1970, tiene por característica principal la garantía de los derechos fundamentales, de manera
que corrige los defectos del sistema procesal anterior evitando un uso arbitrario y desmedido de las
detenciones preventivas como medidas cautelares. Agrega que la aplicación de medidas cautelares
establecidas en el Código será excepcional; en consecuencia, de las normas referidas subyace el
siguiente principio: la libertad es la regla y su privación es la excepción.

Tomando en cuenta que toda medida cautelar atenta contra derechos fundamentales, siempre tiene
que disponerse mediante resolución en la que el Juez o Tribunal tendrá que fundamentar las razones
de tal medida. El Código Procesal (Art. 124) establece, con carácter general, que las sentencias y autos
interlocutorios serán fundamentados y expresarán los motivos de hecho y de derecho en que basan las
decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba.

La norma advierte que "la fundamentación no podrá ser reemplazada por la simple relación de los
documentos o la mención de los requerimientos de las partes."

2.2. CARACTERÍSTICAS DE LAS MEDIDAS CAUTELARES

Dentro de las características de las medidas cautelares se pueden destacar las siguientes:
excepcionales, proporcionadas, instrumentales, revisables, variables, provisionales, temporales, y,
jurisdiccionales.

a) Excepcionalidad, en vista del derecho preeminente a la libertad personal y el derecho a la


presunción de inocencia.

El carácter excepcional de las medidas cautelares no sólo se ampara en el respeto de los derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución y el Derecho comparado, como el derecho a la libertad,
a la dignidad, a la defensa, a la presunción de inocencia y al debido proceso, sino también en las
convenciones y tratados internacionales. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (Art. 9)
establece que "nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado." Cabe recordar que la
Constitución Política del Estado (Art. 22) establece que la libertad es uno de los primeros valores
superiores del ordenamiento jurídico nacional, y que ha sido reconocido como derecho fundamental de
la persona en todo Estado social y democrático de Derecho, con lo anterior, queda claro que la libertad
tiene que ser, definitivamente, la regla y la detención la excepción.

El carácter excepcional se complementa en el Código Procesal (Art. 221) cuando establece que "la
libertad personal y los demás derechos y garantías reconocidos a toda persona por la Constitución, las
convenciones y tratados internacionales vigentes y este Código sólo podrán ser restringidos cuando
sea absolutamente indispensable para asegurar la averiguación, de la verdad, el desarrollo del
procedimiento y la aplicación de la ley..."

Así, el art. 222 establece que las medidas cautelares personales, se aplicarán con criterio restrictivo y
se ejecutarán de modo que perjudiquen lo menos posible a la persona afectada.

b) Proporcionalidad, en relación al hecho que se imputa.


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El legislador ha establecido que las medidas cautelares deben ser proporcionadas a los fines
pretendidos. El Código Procesal Penal (Art. 221) establece que "la libertad personal y los demás
derechos y garantías reconocidos a toda persona por la Constitución Política del Estado, las
Convenciones y Tratados internacionales vigentes y este Código sólo podrán ser restringidos cuando
sea absolutamente indispensable para asegurar la averiguación de la verdad, el desarrollo del
procedimiento y la aplicación de la ley...". Para comprobar si una medida restrictiva de un derecho
fundamental supera el juicio de proporcionalidad, es necesario constatar si cumple los tres siguientes
requisitos o condiciones: 1. Si tal medida es susceptible de conseguir el objetivo propuesto (juicio de
idoneidad); 2. Si además, es necesaria, en el sentido de que no exista otra medida más moderada para
la consecución de tal propósito con igual eficacia (juicio de necesidad); y, 3. Finalmente, sí la misma es
ponderada o equilibrada, por derivarse de ella más beneficios o ventajas para el interés general que
perjuicios sobre otros bienes o valores en conflicto (juicio de proporcionalidad en sentido estricto).

En el caso de las medidas cautelares de carácter personal, especialmente la detención preventiva, que
incide en el derecho fundamental a la libertad, el Tribunal Constitucional ha interpretado desde y
conforme a la Constitución que tal labor exige, en un modelo de Estado como el boliviano -que sustenta
el derecho a la libertad como valor superior del ordenamiento jurídico de la Nación (CPE)- efectuar un
juicio de proporcionalidad entre el sacrificio que implica la restricción de tal derecho esencial y la eficacia
que exige la función de defensa social que la misma Constitución encomienda al MP.

Para el Tribunal Constitucional español, el principio de proporcionalidad implica: a) qué la medida sea
idónea (apta, adecuada) para alcanzar el fin constitucionalmente legítimo perseguido con ella, esto es,
que sirva objetivamente para determinar los hechos que constituyen el objeto del proceso penal; b) que
sea necesaria o imprescindible para ello, esto es, que no existan otras medidas menos gravosas que,
sin imponer sacrificio alguno de los derechos fundamentales a la integridad física y a la intimidad, o con
un menor grado de sacrificio, sean igualmente aptas para conseguir dicho fin; y c) que aun siendo
idónea y necesaria, el sacrificio que se imponga de tales derechos no resulte desmedido en
comparación con la gravedad de los hechos y de las sospechas existentes.

A tiempo de advertir que no hay que confundir la función coercitiva cautelar de estas medidas con otras
funciones coercitivas no cautelares, pues no toda coerción supone función cautelar en el proceso penal,
Silvia Barona sostiene que toda medida cautelar que no revista los caracteres de instrumentalidad,
provisionalidad, temporalidad y variabilidad no es medida cautelar, además del proclamado carácter
restrictivo que debe regir la adopción de la tutela cautelar personal en el proceso penal.

c) Instrumentalidad, solo puede adoptarse estando pendiente el proceso principal.

Las medidas cautelares tienen como característica esencial que son instrumentales y han de estar
supeditadas o vinculadas a un proceso penal en curso; lógicamente, habrán de finalizar
necesariamente con dicho proceso, extinguiendo sus efectos o transformándose en medidas
definitivas. Para Silvia Barona, la adopción de las medidas cautelares en el proceso penal se
caracteriza, esencialmente, por la interrelación que debe existir entre el instrumento jurídico que se
adopta para garantizar el proceso penal y el hecho, las circunstancias que confluyen, los presupuestos
de cada una, de ellas y las consecuencias jurídico-penales derivadas de la posible condena que,
obviamente, juegan un papel esencial en la delimitación del presupuesto del peligro y que, en cualquier
caso, van a incidir en la aplicación del principio de proporcionalidad y en la adopción de la medida
cautelar más adecuada y pertinente.

El Código Procesal Penal (Art. 221) reconoce el carácter instrumental, cuando establece que los
derechos "sólo podrán ser restringidos cuando sea absolutamente indispensable para asegurar la
averiguación de la verdad, el desarrollo del procedimiento y la aplicación de la ley…” El carácter
instrumental conlleva que se extinguen con la finalización del proceso o las situaciones concretas que

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tienden a garantizar. En este sentido, el sobreseimiento y la sentencia absolutoria (Arts. 324 y 364)
tienen como efecto directo la cancelación de las medidas cautelares.

d) Revisabilidad, porque su imposición responde a una determinada situación de hecho, que varía si
las circunstancias que la motivaron sufrieran modificaciones.

e) Provisionales, las medidas cautelares son siempre provisionales y, como máximo, han de durar el
tiempo en que permanezca pendiente el proceso principal; además, en cualquier momento pueden
modificarse o extinguirse si se cumplen los presupuestos y circunstancias que han justificado su
adopción. El Código Procesal (Art. 221) recoge estas características al disponer que "esas medidas
serán autorizadas por resolución judicial fundada, según lo reglamenta este Código, y sólo durarán
mientras subsista la necesidad de su aplicación..." Lo cierto es que las medidas deberán extinguirse
cuando en el proceso principal se haya llegado a una situación que haga inútil el aseguramiento por el
cumplimiento efectivo de la sentencia o por actuaciones que despojan de motivación la existencia
misma de las medidas cautelares.

f) Temporalidad, solo puede adoptarse estando pendiente el proceso principal.

Las medidas cautelares no pueden ser definitivas. La provisionalidad está directamente relacionada
con su carácter temporal. Tienen una duración limitada, pues se extinguen al desaparecer las causas
que las motivaron, y desde su nacimiento está prevista su extinción. La tendencia que se advierte en
el legislador, que siempre debe estar atento a la supremacía de los derechos fundamentales y la
protección de los derechos humanos, es poner límites a las medidas cautelares. En el caso de la
detención preventiva, por ejemplo, el Código procesal Penal (Art. 239 modificado por la Ley 586, por
Ley 1173 y por Ley 1226) se ha encargado de establecer las causales de cesación: “…Las medidas
cautelares personales cesarán por el cumplimiento de alguna de las siguientes causales: 1. Cuando
nuevos elementos demuestren que no concurren los motivos que la fundaron o tornen conveniente que
sea sustituida por otra medida; 2. Cuando haya vencido el plazo dispuesto respecto al cumplimiento de
la detención preventiva, siempre y cuando el fiscal no haya solicitado la ampliación del plazo de la
detención; 3. Cuando la duración de la detención preventiva exceda el mínimo legal de la pena
establecida para el delito más grave que se juzga; 4. Cuando la duración de la detención preventiva
exceda de doce (12) meses sin que se haya dictado acusación o de veinticuatro (24) meses sin que se
hubiera dictado sentencia, excepto en delitos de corrupción, seguridad del Estado, feminicidio, trata y
tráfico de personas, asesinato, violación a niña, niño, adolescente e infanticidio, narcotráfico o
sustancias controladas. 5. Cuando la persona privada de libertad acredite que se encuentra con
enfermedad grave o en estado terminal; o, 6. Cuando la persona privada de libertad acredite el
cumplimiento de sesenta y cinco (65) años de edad, salvo en delitos contra la vida, integridad corporal
o libertad sexual de niñas, niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores, delitos de corrupción y
vinculados, de lesa humanidad, terrorismo, genocidio, traición a la patria, crímenes de guerra y
narcotráfico o sustancias controladas.

g) Variabilidad

Las medidas cautelares pueden ser modificadas, incluso extinguidas, cuando se altera la situación de
hecho que dio lugar a su adopción. El Código de Procedimiento Penal (Art. 250) recoge estas
características al disponer que "el auto que imponga una medida cautelar o la rechace es revocable o
modificable, aún de oficio.". Las medidas cautelares también pueden modificarse o variar, incluso
dejarse sin efecto. En estos casos, el Juez concede un plazo para su materialización, cuyo
incumplimiento importa dejar sin efecto las mismas y, al mismo tiempo, ordena la detención preventiva
del imputado. En el desarrollo del proceso también se pueden cambiarlas medidas impuestas,
dependiendo del comportamiento del imputado y la vocación de colaboración u obstrucción que tenga
en el proceso.

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h) Jurisdiccionalidad, su aplicación se encuentra reservada exclusivamente a los jueces.

2.3. CASOS EN LOS QUE QUEDA SIN EFECTO UNA MEDIDA CAUTELAR

a) Cuando se retire la acusación por el Fiscal y no haya acusación privada (Art. 342 in fine CPP).
b) En los casos en los que la detención preventiva se ordenó a pedido del querellante y el Juez
rechaza la querella además del hecho de que el Fiscal no la haya requerido dentro del plazo
previsto (Art. 303 párrafo II).
c) En caso de sobreseimiento por el Fiscal, cuando el sobreseimiento no hubiera sido impugnado
por el querellante o ratificado por el fiscal superior jerárquico (Art. 323 inc. 3, 324 párrafo II).
En caso de ratificación por el Fiscal superior jerárquico será éste quien disponga la cesación
de la detención preventiva (Art. 324 párrafo III).
d) En el caso de extinción de la acción (Arts. 27 y 28, 308 inc. 4).
e) En los casos de sentencia absolutoria (Art. 129 inc. 7, 364)
f) En los casos del Art. 239 (cesación de la detención preventiva) modificado por Ley 1173,
MODIFICADO A SU VEZ POR LEY 1226.

En estos casos, excepto el último, tampoco es procedente la imposición de medidas cautelares


personales.

2.4. CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES

Las medidas cautelares pueden ser de dos tipos:

a) Personales

Las medidas cautelares de carácter personal son: el arresto, la aprehensión, la incomunicación, la


detención preventiva.

b) Reales

Las medidas cautelares de carácter personal son: La anotación preventiva, el embargo preventivo, el
secuestro, la intervención judicial, prohibición de innovar, prohibición de contratar sobre determinados
bienes, hipoteca legal y la incautación.

3. MEDIDAS CAUTELARES DE CARÁCTER PERSONAL

3.1. CONCEPTO

Son las resoluciones motivadas del órgano jurisdiccional, que se adoptan contra el presunto
responsable de la acción delictuosa, por las que se limita provisionalmente su libertad.

Estas medidas recaen sobre la persona del imputado, tienen la finalidad de asegurar el desarrollo
normal del proceso y, cuando corresponda, la efectividad de la sentencia condenatoria. No cabe duda
de que son las de mayor trascendencia en el proceso penal en cuanto suponen una afectación del
derecho a la libertad y a la presunción de inocencia previstos en la Constitución (Arts. 8: II, 22, 23: I, III;
73, 116, 115), por lo que existe la necesidad de justificar la proporcionalidad de la medida a los fines
procesales pretendidos.

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El Código de Procedimiento Penal, no define estas medidas, se limita a indicar que una medida cautelar
es modificable.

 Art. 250 CPP: Carácter de las decisiones.- El auto que imponga una medida cautelar o la
rechace es revocable o modificable, aun de oficio.

3.2. CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES DE CARÁCTER PERSONAL

El Código Procesal Penal titula el Título II del Libro V (Arts. 221 al 253 CPP con la aclaración de que
incorpora el Art. 231 bis, y modifica los Arts. 232,233, 234, 235, 235 ter, 236, 238, 239, 247, 251
por Ley 1173, reconfigura las clases de medidas cautelares de carácter personal, y que la Ley 1226
modifica los arts. 232, 233, 238 y 239, son:

- Presentación espontánea o voluntaria (Art. 223 CPP modificado por Ley 007)

La presentación espontánea, no es realmente una medida cautelar sino una conducta previa a la
posible adopción de una medida cautelar que no necesariamente comporta la misma. Es más bien, una
facultad que tiene una persona sometida a un proceso, de presentarse voluntariamente, ante autoridad
competente a objeto de someterse al mismo.

Debemos tener en cuenta que la presentación espontanea, por sí sola no desvirtúa los peligros
procesales que motivan la aplicación de medidas cautelares.

- Citación (Art. 224 CPP)

La citación no tiene naturaleza cautelar, sino que es un acto de comunicación que se realiza al sujeto
pasivo y que puede, efectivamente, ser el desencadenante de un periculum que fundamentaría la
adopción de la medida cautelar de la aprehensión.

3.2.1. El arresto (Art. 225)

Es la privación de libertad de corta duración de un ciudadano, que puede ser ordenado por el Fiscal o
la policía y procede dentro de una investigación, luego de la acción directa.

Por su naturaleza, la doctrina señala que no constituye en sí mismo una medida cautelar sino más bien
una medida de aseguramiento. Sin embargo, nuestro Código de Procedimiento Penal la consigna en
el Titulo de las Medidas Cautelares.

Circunstancias para que se pueda arrestar a un ciudadano:

a. Cuando sea imposible individualizar a los autores, participes y testigos del hecho.

b. Cuando se deba proceder con urgencia para no perjudicar la investigación.

En estos supuestos la policía o el fiscal dispondrán tres cosas:

a. Que los presentes no se alejen del lugar.

b. Que no se comuniquen entre sí antes de informar.

c. Que no se modifique el estado de las cosas y de los lugares.

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Si esto no fuera posible porque los presentes incumplen las directrices impartidas, es que recién se
ordena el arresto de los presentes.

El plazo de arresto no puede exceder de 8 horas y la policía tiene la obligación de comunicar este
hecho a la fiscalía (Art. 225). El Fiscal informará al Juez, de esta circunstancia.

El Juez debe pronunciarse dentro de las 24 horas sobre la situación personal de la persona privada de
libertad (Art. 228).

3.2.2. La aprehensión (Art. 226- 230 CPP)

Teniendo en consideración que la aprehensión del imputado siempre constituyó la medida cautelar que
más se utilizó y abusó en todos los tiempos, el Código Procesal Penal (Art. 222) se ha ocupado de
precisar que "…las medidas cautelares de carácter personal se aplicarán con criterio restrictivo y se
ejecutarán de modo que perjudiquen lo menos posible a la persona y reputación de los afectados..."

La aprehensión o detención, según Gimeno Sendra, es "una medida cautelar de naturaleza personal y
provisionalísima, que pueden adoptar la autoridad judicial, policial e incluso los particulares, consistente
en la limitación del derecho a la libertad del imputado con el objeto esencial, bien de ponerlo a
disposición de la .autoridad judicial, bien, si se encuentra ya en dicha situación, de resolver sobre la
misma, restableciendo dicho derecho o adoptando una medida cautelar menos interina."

La aprehensión, que limita la libertad ambulatoria, debe estar sujeta al cumplimiento de todos los
presupuestos legales y constitucionales, y presenta dos particularidades: a) puede ser adoptada por la
autoridad judicial, el Fiscal, la Policía y los particulares; y b) es una medida interina o provisionalísima,
por cuanto su duración está constitucionalmente limitada a un espacio corto de tiempo, en el que el
Juez habrá de resolver acerca de la situación del imputado a la brevedad posible.

En resumen podríamos decir que la aprehensión es la privación de libertad de un ciudadano, ordenada


por el Fiscal o el Juez y efectivizada por la policía y, en casos de flagrancia, también por particulares.

CLASES DE APREHENSIÓN:

A) Aprehensión por el fiscal

El Código procesal (Art. 226 modificado por la Ley 007) establece que el Fiscal podrá ordenar la
aprehensión del imputado cuando sea necesaria su presencia y existan suficientes indicios de que es
autor o partícipe de un delito de acción pública sancionado con pena privativa de libertad, cuyo mínimo
legal sea igual o superior a dos años y, que pueda ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar u
obstaculizar la averiguación de la verdad, excepto en los delitos sancionados por los arts. 132 bis
(organización criminal), 185 (legitimación de ganancias ilícitas), 254 (homicidio por emoción violenta),
271 primer párrafo (lesiones graves y leves), y 331 (robo) del CP.

La norma advierte que la persona aprehendida será puesta a disposición del Juez en el plazo de
veinticuatro horas para que resuelva, dentro del mismo plazo, sobre la aplicación de alguna de las
medidas cautelares previstas en este Código o decrete su libertad por falta de indicios. Si es un delito
de acción pública, a instancia de parte, se informará al ofendido para que dentro de las cuarenta y ocho
horas siguientes a la aprehensión la promueva; caso contrario, el Juez levantará la medida cautelar.

Los presupuestos que deben concurrir para que el Fiscal ordene la aprehensión hasta por 24 horas,
son:

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a. Que la presencia del imputado sea necesaria para la investigación.
b. Que existan suficientes indicios que es autor o participe de un delito de acción pública
sancionado con pena privativa de libertad cuyo mínimo legal sea igual o superior a dos años.
c. Que pueda ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar del hecho u obstaculizar la averiguación
de la verdad.

El artículo 226 establece que la persona aprehendida "será puesta a disposición del Juez, en el plazo
de veinticuatro horas, para que resuelva, dentro del mismo plazo, sobre la aplicación de alguna de las
medidas cautelares previstas en este Código o decrete su libertad por falta de indicios..."; lo cual
confirma que la aprehensión del imputado por parte del fiscal tiene carácter excepcional y, sobre todo,
provisional. La medida restrictiva de libertad tiene como finalidad: garantizar la presencia del imputado
en el proceso y poner a la persona aprehendida a disposición del juez a efectos de que en ejercicio de
su competencia aplique alguna de las medidas previstas en el Código procesal o, en su caso, decrete
su libertad.

Con relación al mandamiento de aprehensión, el Tribunal Constitucional ha establecido que ni en el


Código de Procedimiento Penal ni en la Ley Orgánica del Ministerio Público existe alguna disposición
que exija al Fiscal que porte su propio mandamiento para ordenar la aprehensión de un sindicado, cuya
exigencia es para el organismo policial que investiga, pero no para quien lo dirige.

B) Aprehensión policial

La aprehensión policial es una obligación que consiste en privar de la libertad a un imputado sobre el
que pueda presumirse su eventual incomparecencia ante la autoridad del fiscal o judicial o cuando se
trate de un delito flagrante. También puede adoptarse durante el tiempo indispensable para practicar
las diligencias de reconocimiento e identificación del imputado que, según el Código, tiene que hacerse
en el plazo máximo de ocho horas.

El Código Procesal Penal (Art. 227) establece que la Policía Nacional podrá aprehender a toda persona
en los siguientes casos:

1) Cuando haya sido sorprendida en flagrancia.


2) En cumplimiento de mandamiento de aprehensión librado por Juez o Tribunal competente.
3) En cumplimiento de una orden emanada del Fiscal.
4) Cuando se haya fugado estando legalmente detenida.

La norma advierte que la autoridad policial que haya aprehendido a alguna persona deberá comunicar
a la fiscalía y ponerla a su disposición en el plazo máximo de ocho horas. La fiscalía, a su vez, tiene el
plazo máximo de veinticuatro horas para ponerla a disposición del Juez competente.

 Además, en ningún caso el Fiscal ni la Policía podrán disponer la libertad de las personas
aprehendidas. Ellas deberán ser puestas a disposición del juez quien definirá su situación
procesal. Art. 228 CPP

C) Aprehensión por particulares

A diferencia de la aprehensión policial, que es una obligación, la que adoptan los particulares constituye
una facultad que asiste a todo ciudadano de privar de la libertad ambulatoria a otro, con la condición
legal de ponerlo de forma inmediata a disposición de la autoridad competente. Como sostiene Gimeno
Sendra, la configuración de tal detención como facultad resulta evidente, si se piensa que, no obstante
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el deber de denunciar los delitos y el de colaborar con la justicia, ni es de su competencia, ni se le
puede exigir al ciudadano el cumplimiento de funciones propias de la policía judicial.

El Código de Procedimiento Penal (Art. 229) establece que "en caso de flagrancia, los particulares
están facultados para practicar la aprehensión, debiendo entregar inmediatamente el aprehendido a la
policía, a la Fiscalía o a la autoridad más cercana…”, y a recoger también los objetos e instrumentos
que hayan servido para cometer el hecho o sean conducentes a su descubrimiento, los que entregará
a la autoridad correspondiente.

La norma procesal viene a ser consecuente con el mandato constitucional previsto en el Art. 23. IV,
que toda persona in fraganti puede ser aprehendida, aun sin mandamiento, por otra persona, para el
único objeto de ser conducido ante la autoridad o el Juez competente, quien deberá resolver su
situación jurídica en el plazo máximo de veinticuatro horas. El objeto de la aprehensión se reduce
exclusivamente a que el imputado sea "conducido ante la autoridad o el juez competente...", y tiene
como presupuesto el que se trate de un delito fragante.

 Se considera que hay flagrancia cuando el autor del hecho es sorprendido en el momento de
intentarlo, de cometerlo o inmediatamente después mientras es perseguido por la fuerza
pública, el ofendido o los testigos presenciales del hecho Art. 230 CPP.

3.2.3. LA INCOMUNICACIÓN (Art. 231)

Solo se puede incomunicar a una persona en forma excepcional. Se tendrán que respetar los requisitos
siguientes:

a) Será dispuesta por el Fiscal encargado de la investigación solo en los casos de notoria
gravedad.
b) Se fundará en los motivos señalados en el Art. 235 y esté de acuerdo con los criterios señalados
en los Arts. 7, 221 y 222.
c) Tendrán que estar cumplidos los requisitos para la aprehensión, el arresto o la detención
preventiva.
d) Será comunicada inmediatamente al Juez para que ratifique o deje sin efecto la incomunicación.
e) En ningún caso excederá el plazo de 24 horas.
f) No impedirá que el imputado sea asistido por su abogado defensor antes de la realización de
cualquier otro acto que requiera su intervención personal (Arts. 84-II y III, 231-I).
g) Permitirá al incomunicado el uso de libros y material de escribir.

3.2.4. MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES. Art. 231 bis incorporado por Ley 1173.

Como mencionamos en acápites anteriores, el nomen iuris del Título II del Libro V del CPP refiere:
“MEDIDAS CAUTELARES DE CARÁCTER PERSONAL”, empero, ocasionando confusión en su
análisis la Ley 1173 incorpora el art. 231 bis también con el nomen iuris de “MEDIDAS CAUTELARES
PERSONALES”, y menciona a la detención preventiva (Art. 231 bis num. 10), así como a todas las
medidas que antes de esta Ley recibían la denominación de MEDIDAS SUSTITUTIVAS, las cuales
son derogadas por la tantas veces reiterada Ley 1173, como se advierte de la transcripción textual de
esta disposición:

“Artículo 231 bis. (MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES).

160
I. Cuando existan suficientes elementos de convicción que permitan sostener que el imputado es con
probabilidad autor o partícipe de un hecho punible y además existan en su contra suficientes elementos de
convicción que no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad, la jueza, el juez o
tribunal, únicamente a petición del fiscal o del querellante, podrá imponer al imputado una o más de las
medidas cautelares personales siguientes:
1. Fianza juratoria consistente en la promesa del imputado de someterse al procedimiento y no obstaculizar
la investigación;
2. Obligación de presentarse ante el juez o ante la autoridad que él designe;
3. Obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una persona o institución determinada, en las
condiciones que fije la jueza, el juez o tribunal;
4. Prohibición de concurrir a determinados lugares;
5. Prohibición de comunicarse con personas determinadas;
6. Fianza personal o económica. La fianza económica podrá ser prestada por el imputado o por otra persona
mediante depósito de dinero, valores, o constitución de prenda o hipoteca;
7. Vigilancia del imputado mediante algún dispositivo electrónico de vigilancia, rastreo o posicionamiento de
su ubicación física, sin costo para éste;
8. Prohibición de salir del país o del ámbito territorial que se determine, sin autorización judicial previa, a
cuyo efecto se ordenará su arraigo a las autoridades competentes;
9. Detención domiciliaria en su propio domicilio o en el de otra persona, sin vigilancia o con la que determine
la jueza, el juez o tribunal. Si el imputado no puede proveer a sus necesidades económicas o a las de su
familia, la jueza, el juez o tribunal podrá autorizar que se ausente durante la jornada laboral; y,
10. Detención preventiva únicamente en los casos permitidos por este Código.

II. Siempre que el peligro de fuga o de obstaculización pueda ser evitado razonablemente por la aplicación
de otra medida menos gravosa que la detención preventiva, la jueza, el juez o tribunal deberá imponer
alguna de las previstas en los numerales 1 al 9 del Parágrafo precedente.

III. Cuando el imputado se encuentre en libertad y en la audiencia se determine la aplicación de una medida
cautelar que no sea la detención preventiva, la jueza, el juez o tribunal mantendrá su situación procesal y le
otorgará un plazo prudente debidamente fundamentado para el cumplimiento de los requisitos o condiciones
a las que hubiera lugar.

IV. A tiempo de disponerse la aplicación de las medidas cautelares previstas en los numerales 1 al 9 del
Parágrafo I del presente Artículo, la jueza, el juez o tribunal determinará las condiciones y reglas que deberá
cumplir el imputado, con la expresa advertencia de que la comisión de un nuevo delito o el incumplimiento
de las reglas impuestas, dará lugar a la revocatoria de la medida y su sustitución por otra más grave, incluso
la detención preventiva, cuando ésta sea permitida por este Código.

V. La carga de la prueba para acreditar los peligros de fuga u obstaculización corresponde a la parte
acusadora, no debiendo exigirse al imputado acreditar que no se fugará ni obstaculizará la averiguación de
la verdad.”

3.2.4.1. LA DETENCIÓN PREVENTIVA

La detención preventiva, viene a ser la medida cautelar por excelencia, por cuanto, el Juez determina
la privación temporal de la libertad del imputado, bajo el cumplimiento de los requisitos que la ley
procesal penal establece al efecto.

La detención preventiva puede generar una suerte de conflicto entre los derechos fundamentales del
imputado a la libertad, a la presunción de inocencia, y otros, versus el deber estatal de perseguir el
delito. Tal medida cautelar sólo puede justificarse en la medida en que resulte absolutamente
imprescindible para la defensa de los bienes jurídicos y no haya otros mecanismos menos radicales
para tal función; por lo que no debe prolongarse más allá de lo necesario o indispensable para asegurar
la averiguación de la verdad, el desarrollo del procedimiento y la aplicación de la ley.
161
El Tribunal Constitucional estableció que la aplicación de medidas cautelares se halla sujeta a la forma
de potestad reglada, al establecer la norma procesal los supuestos de improcedencia y procedencia de
la detención preventiva y la aplicación de medidas sustitutivas (ahora medidas cautelares personales).
En sujeción a la política criminal diseñada por la Constitución, el legislador, previo el juicio de
proporcionalidad que de manera implícita exige, ha establecido el régimen de las medidas cautelares
de naturaleza personal bajo el Principio de Potestad Reglada, evitando con ello decisiones subjetivas
que importen arbitrariedad; esto supone que los operadores jurídicos están relevados del juicio de
proporcionalidad en la adopción, de la medida, dado que tal labor ya fue realizada por el legislador, y
más bien, están arreatados a los parámetros objetivos que la ley establece.

A través de ella se trata de asegurar la presencia física del imputado en el juicio y averiguar la verdad
histórica de los hechos.

A. Requisitos para la imposición de la detención preventiva: Art. 233 CPP modificado por
la Ley 007 modificado por Ley 1173, MODIFICADO A SU VEZ POR LEY 1226.

Específicamente, de acuerdo con lo estipulado por el art. 233 del CPP modificado por Ley 1173,
MODIFICADO A SU VEZ POR LEY 1226, se tiene que: esta medida únicamente será impuesta cuando
las demás medidas cautelares personales sean insuficientes para asegurar la presencia del imputado
y el no entorpecimiento de la averiguación del hecho; previa Imputación formal, realizada la imputación
formal, el Juez a pedido fundamentado del Fiscal o de la víctima, aunque no se hubiera constituido en
querellante, podrá ordenar la detención preventiva ante la concurrencia de los siguientes requisitos:

1. Debe existir elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado es, con probabilidad,
autor o partícipe de un hecho punible,
2. La existencia de elementos de convicción suficientes de que el imputado no se someterá a proceso
(peligro de fuga) u obstaculizará la averiguación de la verdad (Arts. 233, 234 y 235 modificados por
Ley 1173).
3. El plazo de duración de la detención preventiva solicitada y los actos investigativos que realizará en
dicho término, para asegurar la averiguación de la verdad, el desarrollo del proceso y la aplicación de la
Ley.
4. En caso de que la medida sea solicitada por la víctima o el querellante, únicamente deberá especificar
de manera fundamentada el plazo de duración de la medida.
5. En etapa de juicio y recursos, para que proceda la detención preventiva se deberá acreditar los riesgos
procesales previstos en el numeral 2 del presente Artículo. INCORPORADO A SU VEZ POR LEY 1226.
6. El plazo de duración de la detención preventiva podrá ser ampliado a petición fundada del fiscal y
únicamente cuando responda a la complejidad del caso.
7. La ampliación también podrá ser solicitada por el querellante cuando existan actos pendientes de
investigación solicitados oportunamente al fiscal y no respondidos por éste.

A.1. Elementos de convicción suficientes (Art. 233 CPP)

Debe existir elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado es, con probabilidad,
autor o partícipe de un hecho punible,

A.2. Peligro de fuga (Art. 234 CPP modificado por la Ley 007 modificado por Ley 1173)

El artículo 234 del CPP, modificado por la Ley 007 modificado por Ley 1173, refiere acerca del Peligro
de Fuga lo siguiente:

162
“Artículo 234. (PELIGRO DE FUGA). Por peligro de fuga se entiende a toda circunstancia que permita
sostener fundadamente que el imputado no se someterá al proceso buscando evadir la acción de la justicia.
Para decidir acerca de su concurrencia, se realizará una evaluación integral de las circunstancias existentes,
teniendo en cuenta las siguientes:
1. Que el imputado no tenga domicilio o residencia habitual, ni familia, negocios o trabajos asentados en el
país;
2. Las facilidades para abandonar el país o permanecer oculto;
3. La evidencia de que el imputado está realizando actos preparatorios de fuga;
4. El comportamiento del imputado durante el proceso o en otro anterior, en la medida que indique su
voluntad de no someterse al mismo;
5. Habérsele aplicado alguna salida alternativa por delito doloso;
6. La existencia de actividad delictiva reiterada o anterior, debidamente acreditada;
7. Peligro efectivo para la sociedad o para la víctima o el denunciante;
y,
8. Cualquier otra circunstancia debidamente acreditada, que permita sostener fundadamente que el
imputado se encuentra en riesgo de fuga.
El peligro de fuga no se podrá fundar en meras presunciones abstractas sobre la concurrencia de los
numerales 1 al 8 del presente Artículo, sino que deberá surgir de la información precisa, confiable y
circunstanciada que el fiscal o querellante aporten en la audiencia y den razonabilidad suficiente del por qué
la circunstancia alegada permite concluir que el imputado eludirá la acción de la justicia.
Las circunstancias señaladas en el numeral 1 del presente Artículo, se valorarán siempre atendiendo a la
situación socio-económica de la persona imputada y en ningún caso la inexistencia de derecho propietario,
contrato de arrendamiento o anticresis en favor del imputado, será por sí misma entendida como falta de
domicilio o residencia habitual; tampoco la inexistencia de un contrato formal de trabajo será entendida por
sí misma como la falta de negocios o trabajo.”

A.3. Peligro de obstaculización (Art. 235 CPP modificado por la Ley 007 modificado por
Ley 1173)

El artículo 235 del CPP, modificado por la Ley 007 modificado por Ley 1173, refiere acerca del Peligro
de obstaculización lo siguiente:

“Artículo 235. (PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN). Por peligro de obstaculización se entiende a toda


circunstancia que permita sostener fundamentadamente, que el imputado con su comportamiento
entorpecerá la averiguación de la verdad. Para decidir acerca de su concurrencia se realizará una evaluación
integral de las circunstancias existentes, teniendo especialmente en cuenta las siguientes:
1. Que el imputado destruya, modifique, oculte, suprima y/o falsifique elementos de prueba;
2. Que el imputado amenace o influya negativamente sobre los partícipes, víctima, testigos o peritos, a
objeto de que informen falsamente o se comporten de manera reticente;
3. Que el imputado amenace o influya negativamente en jueces, fiscales y/o en los funcionarios y empleados
del sistema de administración de justicia;
4. Que el imputado induzca a otros a realizar las acciones descritas en los numerales 1, 2 y 3 del presente
Artículo;
5. Cualquier otra circunstancia debidamente acreditada, que permita sostener fundadamente que el
imputado, directa o indirectamente, obstaculizará la averiguación de la verdad.
El peligro de obstaculización no se podrá fundar en meras presunciones abstractas, sino que deberá surgir
de la información precisa y circunstanciada que el fiscal o querellante aporten en la audiencia y den
razonabilidad suficiente de que el imputado obstaculizará la averiguación de la verdad.”

La Ley 264 de 31 de julio de 2012 (Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana para una
Vida Segura), introduce el art. 235 bis, que como “Peligro de Reincidencia” determina que
también se podrá aplicar medidas cautelares incluida la detención preventiva, cuando el
imputado haya sido condenado en Bolivia o en el extranjero por sentencia ejecutoriada si no
hubieran transcurrido desde el cumplimiento de la condena un plazo de cinco años.
163
También incluye el Art. 235 ter que es modificado por la Ley 007 ahora modificado por Ley 1173,
de la manera que sigue:

En resolución el Juez atendiendo los argumentos y valorando íntegramente los elementos


probatorios ofrecidos, resolverá fundadamente, disponiendo:

a) La improcedencia de la solicitud;
b) La aplicación de la medida o medidas solicitadas;
c) La aplicación de una medida o medidas menos graves que las solicitadas.
d) Controlará de oficio la legalidad y razonabilidad de los requerimientos y no podrá fundar el peligro
de fuga ni obstaculización en simples afirmaciones subjetivas o fórmulas abstractas.
e) Deberá fijar con precisión su duración indicando la fecha exacta de su cumplimiento y el día y hora
de audiencia pública para resolver la situación jurídica de la persona cautelada, quedando las partes
notificadas al efecto, sin otra formalidad.
f) Si la petición se funda en la necesidad de realizar una actuación concreta, la detención preventiva
cesará una vez realizada dicha actuación, lo que se resolverá en audiencia pública.
g) La jueza o el juez controlará de oficio la excepcionalidad, legalidad, necesidad, proporcionalidad y
razonabilidad de los requerimientos y no podrá fundar el peligro de fuga ni obstaculización en simples
afirmaciones subjetivas o fórmulas abstractas.
h) Para determinar el plazo de duración de la medida solicitada, la decisión de la jueza, el juez o tribunal
deberá basarse en criterios objetivos y razonables.

B. Competencia, forma y contenido de la decisión - Art. 236 CPP modificado por Ley 1173

El auto de detención preventiva será dictado por el Juez o Tribunal del proceso y deberá contener:

1. Los datos personales del imputado o su individualización más precisa;


2. El número único de causa asignada por el Ministerio Público y la instancia jurisdiccional
correspondiente;
3. Una sucinta enunciación del hecho o hechos que se le atribuyen;
4. La fundamentación expresa sobre los presupuestos que motivan la medida, con cita de las
normas legales aplicables;
5. El lugar de su cumplimiento; y
6. El plazo de duración de la medida.

C. Improcedencia de la detención preventiva


Según el artículo 232 del CPP modificado por Ley 1173, MODIFICADO A SU VEZ POR LEY 1226,
la detención preventiva no procede:

1. En los delitos de acción privada;


2. En aquellos que no tengan prevista pena privativa de libertad;
3. Cuando se trate de personas con enfermedad en grado terminal, debidamente certificada;
4. Cuando se trate de personas mayores de sesenta y cinco (65) años;
5. En los delitos sancionados con pena privativa de libertad, cuyo máximo legal sea inferior o igual a
cuatro (4) años;

164
6. En los delitos de contenido patrimonial con pena privativa de libertad cuyo máximo legal sea inferior
o igual a seis (6) años, siempre que no afecte otro bien jurídico tutelado;
7. Cuando se trate de mujeres embarazadas;
8. Cuando se trate de madres durante la lactancia de hijos menores de un (1) año; y,
9. Cuando la persona imputada sea la única que tenga bajo su guarda, custodia o cuidado a una niña o
niño menor de seis (6) años o a una persona con un grado de discapacidad que le impida valerse por sí
misma.

II. En los casos previstos en el Parágrafo precedente, y siempre que concurran los peligros de fuga u
obstaculización, únicamente se podrá aplicar las medidas previstas en los numerales 1 al 9 del Artículo
231 bis del presente Código.

III. Los numerales 4, 6, 7, 8 y 9 del Parágrafo I del presente Artículo, no se aplicarán como causal de
improcedencia de la detención preventiva cuando se trate de alguno de los siguientes delitos:
(MODIFICADO POR LEY 1226)

1. De lesa humanidad, terrorismo, genocidio, traición a la patria y crímenes de guerra.


2. Contra la vida, integridad corporal o libertad sexual de niñas, niños, adolescentes, mujeres y adultos
mayores.
3. De contenido patrimonial que se ejerzan con violencia física sobre las personas.
4. De contenido patrimonial con afectación al Estado, de corrupción o vinculados.
“5. De narcotráfico y sustancias controladas.” (INCORPORADO POR LEY 1226)

IV. En delitos por violencia familiar o doméstica, podrá considerarse la aplicación de la detención
preventiva” (INCORPORADO POR LEY 1226)

D. Cesación de las Medidas Cautelares Personales. (Art. 239 modificado por Ley 1173),
modificado a su vez por Ley 1226.

Con la finalidad de evitar que pueda llegarse a la paradoja de que el día en que se dicte la sentencia
condenatoria resulte ser el día de la liberación del imputado por cumplimiento de pena, el Código
Procesal (Art. 239) establece los supuestos en que cesará la detención preventiva.

Según el Art. 239 del CPP modificado por la Ley 586, modificado por Ley 1173, ahora modificado
por Ley 1226; que de manera genérica se refiere a las Medidas Cautelares Personales, entre ellas
la detención preventiva, estipula que éstas deben cesar por el cumplimiento de alguna de las siguientes
causales:

1. Cuando nuevos elementos demuestren que no concurren los motivos que la fundaron o tornen
conveniente que sea sustituida por otra medida;
2. Cuando haya vencido el plazo dispuesto respecto al cumplimiento de la detención preventiva, siempre y
cuando el fiscal no haya solicitado la ampliación del plazo de la detención;
3. Cuando la duración de la detención preventiva exceda el mínimo legal de la pena establecida para el
delito más grave que se juzga;
4. Cuando la duración de la detención preventiva exceda de doce (12) meses sin que se haya dictado
acusación o de veinticuatro (24) meses sin que se hubiera dictado sentencia, excepto en delitos de
corrupción, seguridad del Estado, feminicidio, trata y tráfico de personas, asesinato, violación a niña, niño,
adolescente e infanticidio; narcotráfico o sustancias controladas. Incorporado por ley 1226.
5. Cuando la persona privada de libertad acredite que se encuentra con enfermedad grave o en estado
terminal; o,
6. Cuando la persona privada de libertad acredite el cumplimiento de sesenta y cinco (65) años, salvo en
delitos contra la vida, integridad corporal o libertad sexual de niñas, niños, adolescentes, mujeres y adultos

165
mayores, delitos de corrupción y vinculados, de lesa humanidad, terrorismo, genocidio, traición a la patria y
crímenes de guerra y ; narcotráfico o sustancias controladas. Incorporado por ley 1226.

Planteada la solicitud, en el caso de los numerales 1, 2, 5 y 6, la jueza, el juez o tribunal deberá señalar
audiencia para su resolución dentro del plazo máximo de cuarenta y ocho (48) horas.

En el caso de los numerales 3 y 4, la Oficina Gestora de Procesos, a través del buzón de notificaciones de
ciudadanía digital, dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes correrá traslado a las partes, quienes
deberán responder en el plazo de cuarenta y ocho (48) horas. Con contestación o sin ella, la jueza, el juez
o tribunal dictará resolución sin necesidad de audiencia, dentro del plazo máximo de cuarenta y ocho (48)
horas siguientes, declarando la procedencia, siempre que la demora no sea atribuible a los actos dilatorios
del imputado, o la improcedencia del beneficio, sin posibilidad de suspensión de plazos.

En los casos previstos en los numerales 2 al 6 del presente Artículo, el juez o tribunal aplicará las medidas
cautelares que correspondan, previstas en el Artículo 231 bis del presente Código.

La cesación de la detención preventiva por las causas señaladas en los numerales 3 y 4 del presente
Artículo, dará lugar a la responsabilidad del juez, tribunal o fiscal negligente.

Cuando la cesación sea resuelta en audiencia pública y ante la ausencia de cualquiera de los sujetos
procesales, se seguirá en todo lo pertinente, lo establecido en el Artículo 113 de presente Código.”

E. Indemnización por detención injusta

El hecho de que la detención preventiva dispuesta dure más de lo necesario o indispensable para
asegurar la averiguación de la verdad, el desarrollo del procedimiento y la aplicación de la ley no
garantizan que siempre sea una medida justa, proporcionada y que responda a fines procesales. El
Código Procesal (Art. 276), sin embargo, ha creado el Fondo de Indemnizaciones para reparar a las
víctimas de error judicial, precepto aplicable al detenido preventivo que hubiera sido privado de su
libertad injustamente. Aun cuando todavía no se conocen demandas donde se hubiera pagado o
indemnizado por detenciones preventivas ilegales, el imputado puede pedir la indemnización bajo el
principio, además, de que quien produce un daño tiene que repararlo.

En defensa de los derechos fundamentales y el debido proceso, la Ley N o 1836 (Art. 91-VI) establece
la posibilidad de que "la autoridad recurrida será condenada a la reparación de daños y perjuicios...".

F. Examen de la detención preventiva

Otra innovación del legislador es que el Juez o Tribunal que imponga medidas cautelares, habida
cuenta de que no son definitivas, las puede modificar a pedido de parte, incluso de oficio, y se puede
impugnar ante el Tribunal Departamental de Justicia. El Código de Procedimiento Penal (Arts. 250-251
modificado por Ley 1173) establece, acertadamente, no sólo que "el auto que imponga una medida
cautelar o la rechace es revocable o modificable, aún de oficio", sino, además, que contra esa
resolución se puede apelar o impugnar en el efecto NO suspensivo, "en el término de setenta y dos
horas," se remitirá al tribunal en el plazo de 24 horas, y el Vocal de turno de la Sala Penal a la cual se
sortee la causa resolverá, bajo responsabilidad y sin más trámite y en audiencia dentro de los tres días
siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior.

El Tribunal Constitucional al interpretar el art. 250 del Código Procesal ha establecido, desde un
principio, que el Juez que imponga una medida cautelar puede revisar su decisión cuando, en su
criterio, nuevos elementos encontrados indiquen la existencia de los requisitos previstos en el artículo
233 del referido Código, de modo que la resolución que se dicta respecto a la detención preventiva o

166
medidas cautelares no tiene calidad definitiva para toda la investigación o proceso al que sea sometida
una persona. En consecuencia, la modificación o el cambio de opinión que pueda tener la autoridad
jurisdiccional al respecto no puede ser acusada de indebida, y menos de ilegal, ya que se encuentra
dentro de las previsiones establecidas por Ley.

G. Cómputo de la detención preventiva

El Código Penal (Art. 73) establece que el tiempo de la detención preventiva será parte del cumplimiento
de la pena privativa de libertad, a razón de un día de detención por un día de presidio, de reclusión o
de prestación de trabajo; y si la pena fuere de multa, a razón de un día de detención por tres días-
multa. La norma advierte que el cómputo de la privación de libertad se practicará tomando en cuenta,
incluso, la detención sufrida por el condenado desde el día de su detención, aún en sede policial. No
cabe duda, entonces, de que desde el primer momento la detención se abona a cuenta de la pena
privativa de libertad que imponga al imputado el Juez o Tribunal en la sentencia condenatoria.

H. Tratamiento y control - Arts. 237 y 238 CPP modificado por Ley 1173, este último
modificado por Ley 1226.

Los detenidos preventivamente serán internados en establecimientos especiales, diferentes de los que
se utilizan para los condenados o, al menos, en secciones separadas de las dispuestas para estos
últimos y serán tratados en todo momento como inocentes que sufren la detención con el único fin de
asegurar el normal desarrollo del proceso penal.

“ Artículo 238.(CONTROL). La jueza o el juez de ejecución penal se encargará de controlar que el


detenido esté debidamente individualizado y sobre el trato que le es otorgado, debiendo identificar el
proceso dentro del cual se dispuso su detención preventiva o la pena de privación de libertad.
Cuando la jueza o el juez de ejecución penal constate violación al régimen legal de detención preventiva o
que ésta exceda los plazos dispuestos, comunicará inmediatamente a la autoridad jurisdiccional del proceso,
quien resolverá sin más trámite en audiencia pública dentro del plazo de veinticuatro (24) horas.
Todo permiso de salida o traslado, únicamente lo autorizará la jueza, el juez o tribunal del proceso con
noticia a la jueza o juez de ejecución penal a los fines de registro. En caso de urgencia, esta medida podrá
ser dispuesta por la jueza o el juez de ejecución penal, con noticia inmediata a la jueza, juez o tribunal del
proceso bajo responsabilidad.
El condenado que cumpla pena privativa de libertad y simultáneamente esté sometido a detención
preventiva, seguirá el régimen que impone su condena, sin perjuicio de que la jueza o el juez del proceso
tome las medidas necesarias para garantizar su defensa.
La jueza, el juez o tribunal de ejecución penal, comunicará a la Dirección General de Régimen Penitenciario
la información sobre las personas con detención preventiva o pena privativa de libertad a fines de la
actualización permanente de datos sobre el cumplimiento de los plazos de la detención preventiva, de
cumplimiento de condena y otros.
Las comunicaciones previstas en este Artículo deberán efectuarse a través del sistema informático de
gestión de causas”.

NOTA.- Sin embargo e que la Ley 1226 señala haber modificado esta normativa, modificada
anteriormente por la Ley 1173, no se constata ninguna modificación.

3.3. MEDIDAS SUSTITUTIVAS (Art. 240 CPP derogado por Ley 1173

El legislador ha momento de promulgar la Ley 1970, puso a disposición del Fiscal y del Juez un conjunto
de medidas para someter al imputado al proceso, que deben ser aplicadas cuando no concurran los
requisitos, cuando se modifique o cese la detención preventiva.

167
Actualmente la Ley 1173, ha derogado el art. 240 que regulaba su aplicación y las ha insertado en una
sola disposición contenida en el art. 231 bis, lo que hace innecesario su explicación.

3.4. CAUSALES DE REVOCACIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES. - Art. 247 CPP


modificado por Ley 1173.

Las medidas cautelares personales pueden ser revocadas en los siguientes casos:

a. Cuando el imputado incumpla cualesquiera de las obligaciones impuestas.


b. Cuando se compruebe que el imputado realiza actos preparatorios de fuga o de obstaculización
en la averiguación de la verdad.
c. El imputado incumpla alguna de las medidas de protección especial en casos de violencia contra
niñas, niños y adolescentes.

La revocación dará lugar a la sustitución de la medida por otra más grave, incluso la detención preventiva
cuando sea procedente.

La audiencia de revocatoria será señalada dentro de las veinticuatro (24) horas de presentada la solicitud.

3.4.1. LIBERTAD - Art. 245 y 246 CPP

El Código Procesal (Arts. 245, 246 y 247) establece que la libertad sólo se hará efectiva luego de
haberse otorgado la fianza, debiendo hacerse constar en acta:

1) La especificación de las obligaciones que deba cumplir el imputado y la advertencia sobre las
consecuencias de su incumplimiento;
2) A identificación de las personas que intervengan en la ejecución de la medida y la aceptación
de la obligación que les ha sido impuesta;
3) El domicilio real que señalen todos ellos; y,
4) La promesa formal del imputado de cumplir con las citaciones dispuestas.

La medida cautelar, incluyendo obviamente la libertad, dado su carácter temporal puede revocarse: 1)
cuando el imputado incumpla cualesquiera de las obligaciones impuestas; 2) cuando se compruebe
que el imputado realiza actos preparatorios de fuga o de obstaculización en la averiguación de la
verdad. La ley advierte que la revocación dará lugar a la detención preventiva en los casos en que esta
medida cautelar sea procedente.

3.5. REINCIDENCIA:

El Art. 235 bis - incorporado por ley 264, señala que:

“Peligro de reincidencia.- también se podrán aplicar medidas cautelares incluida la detención preventiva
cuando el imputado haya sido condenado en Bolivia o en el extranjero por sentencia ejecutoriada si no
hubieran transcurrido desde el cumplimiento de la condena un plazo de cinco años”

3.6. FIANZA

El Código de Procedimiento Penal reconoce y desarrolla en mejores condiciones la fianza juratoria,


personal y real.

168
3.6.1. FINALIDAD Y DETERMINACIÓN

El Código Procesal (Art. 241) establece que la fianza tendrá por exclusiva finalidad asegurar que el
imputado cumplirá las obligaciones que se le impongan y las órdenes del Juez o Tribunal. Lo más
novedoso y resistido, al principio del cambio procesal, era que la fianza económica se tenía que fijar
teniendo en cuenta la situación patrimonial del imputado y, en ningún caso, un monto de imposible
cumplimiento ni de manera conjunta.

El Tribunal Constitucional (SC 899/2002-R) ha dejado claramente establecido que los tipos de fianza
previstos en el inciso 6 del artículo 240 del Código adjetivo penal referido, son excluyentes y no pueden
ser aplicados de manera conjunta, pues la esencia y fin de las tres fianzas estipuladas tienen el mismo
sentido, de modo que cuando el juez decide aplicar dicha medida deberá optar ya sea por la juratoria,
la personal o la económica.

3.6.2. CLASES DE FIANZA - Art. 240:6 CPP

Como en todas las medidas cautelares, la fianza se resuelve en una audiencia. El Código establece
que el imputado y el fiador podrán sustituir la fianza por otra equivalente, previa autorización del Juez
o Tribunal. El Código Procesal Penal (Art. 248) advierte que en caso de rebeldía o cuando el imputado
se sustraiga a la ejecución de la pena, se notificará al fiador advirtiéndole que si el imputado no
comparece dentro de los diez días siguientes a la notificación, la fianza se ejecutará al vencimiento de
este plazo; esto es, el Juez o Tribunal dispondrá la venta, por subasta pública, de los bienes que
integran la fianza, y las sumas líquidas se transferirán al fondo de indemnizaciones.

La fianza será cancelada y devueltos los bienes afectados a la garantía, más los intereses, siempre
que no haya sido ejecutada con anterioridad, cuando; 1) se revoque la decisión de constituir fianza; 2)
se absuelva o se sobresea al imputado o se archiven las actuaciones, por resolución firme; 3) se someta
a la ejecución de la pena o ella no deba ejecutarse (Art. 249).

A. Fianza juratoria - Art. 242 modificado por la Ley 007.

La fianza juratoria consiste en el juramento judicial que presta el imputado, comprometiéndose no sólo
a someterse al proceso, sino también a colaborar con la justicia. Esta medida fue reconocida en la Ley
No 1685, de 2 de febrero de 1996, y se traspasó, con algunas matizaciones, al Código Procesal Penal
(Art. 242) y fue modificado por la Ley 007. El precepto establece que la fianza juratoria procederá
cuando sea previsible que el imputado fuere beneficiado con la suspensión condicional de la pena, del
perdón judicial o cuando demuestre estado de pobreza que le imposibilite constituir fianza real o
personal. Se exigirán las siguientes condiciones: 1) comparecer ante el fiscal o la autoridad judicial las
veces que sea requerido; 2) concurrir a toda actuación procesal que corresponda; 3) no cambiar el
domicilio que se le señalará a este efecto, para lo cual el imputado está obligado a presentar
periódicamente el certificado de registro domiciliario expedido por autoridad competente, ni ausentarse
del país sin previa autorización del Juez o Tribunal de la causa, quien dispondrá el arraigo
correspondiente.

El Tribunal Constitucional desde un principio, ha establecido que si bien el Art. 241 de la Ley N9 1970
dispone que la fianza tiene como exclusiva finalidad asegurar que el imputado cumplirá con las
obligaciones que se le impongan, teniendo en cuenta la situación patrimonial del solicitante, no es
menos cierto que a ese efecto corresponde al imputado presentar los elementos de juicio y evidencias
que permitan al Juez o Tribunal tener información clara y real sobre su situación patrimonial para fijar
la fianza acorde con dicha situación patrimonial. De otro lado, conviene tomar en cuenta que el Art. 242
de la citada Ley dispone que la fianza juratoria "procederá cuando sea previsible que el imputado será
beneficiario de la suspensión condicional de la pena, del perdón judicial o cuando demuestre estado

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de pobreza que le imposibilite constituir fianza real o personal. De la interpretación de esta norma se
concluye que la libertad bajo fianza juratoria será otorgada por el Juez cuando los medios de prueba
producidos por el imputado acrediten su estado de pobreza; por consiguiente, es obligación ineludible
de la parte demostrar con prueba concluyente su situación patrimonial para que la autoridad
jurisdiccional disponga esta medida a su favor.

B. Fianza personal - Art. 243 modificado por la Ley 007

El Código Procesal (Art. 243) establece que la fianza personal consiste en la obligación que asumen
dos o más personas solventes con patrimonios independientes, de presentar al imputado ante el Juez
del proceso las veces que sea requerido.

En caso de incomparecencia del imputado, el fiador pagará la suma que a este efecto determine el
Juez, la que será suficiente para satisfacer los gastos de captura y las costas procesales. La disposición
aclara que si son varios los fiadores, asumirán la obligación solidariamente. La norma advierte que el
Juez, a petición del fiador, podrá aceptar la renuncia o su sustitución. El nuevo régimen cautelar ha
revalorizado la fianza personal ya que, entre las medidas sustitutivas impuestas, el imputado
generalmente ofrece dos garantes personales con sus respectivos documentos de identidad, domicilio
conocido, solvencia acreditada, etc.

C. Fianza Real - Art. 244

La fianza real que se constituye con bienes inmuebles o muebles, valores o dinero, tendrá por exclusiva
finalidad asegurar que el imputado cumplirá las obligaciones impuestas y las órdenes del Juez o
Tribunal.

El Código de Procedimiento Penal (Art. 241) aclara que en ningún momento se fijará una fianza que
sea de imposible cumplimiento. En caso de que se ofrezcan bienes inmuebles, propios o de un tercero,
se presentará título de propiedad, avalúo catastral y certificado del registro de derechos reales para
acreditar que no pesa sobre ellos ningún gravamen, o si estando gravados, constituye suficiente
garantía, siendo necesaria la conformidad del propietario. Tratándose de bienes muebles o joyas, se
acreditará su valor mediante pericia, y el Juez o Tribunal verificará la autenticidad y veracidad de esta
operación y designará al depositario correspondiente. El dinero se depositará en una cuenta bancaria
a la orden del Juez o Tribunal, con mantenimiento de valor (art. 244 CPP).

3.6.3. EJECUCIÓN DE LAS FIANZAS - Art. 248 CPP

En el caso de rebeldía o cuando el imputado se sustraiga a la ejecución de la pena, se notificará al


fiador advirtiéndole que si el imputado no comparece dentro de los diez días siguientes a la notificación,
la fianza se ejecutará al vencimiento de este plazo.

Vencido el plazo, el Juez o Tribunal dispondrá la venta, por subasta pública, de los bienes que integran
la fianza.

Las sumas líquidas se depositarán en una cuenta bancaria que genere intereses a la orden del Juez o
Tribunal que ejecutó la fianza a los efectos de la responsabilidad civil que se declare en el proceso
penal. Si dentro de los tres meses de ejecutoriada la sentencia condenatoria o la que imponga una
medida de seguridad, no se demanda ante el Juez de Sentencia penal la responsabilidad civil, estas
sumas se transferirán al Fondo de Indemnizaciones.

3.6.4. Cancelación Art. 249 CPP

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La fianza será cancelada y devueltos los bienes afectados a la garantía, más los intereses generados
en la cuenta bancaria, siempre que no haya sido ejecutada con anterioridad, cuando:

1) Se revoque la decisión de constituir fianza;


2) Se absuelva o se sobresea al imputado o se archiven las actuaciones, por resolución firme; y,
3) Se someta a la ejecución de la pena o ella no deba ejecutarse.

4. MEDIDAS CAUTELARES DE CARÁCTER REAL

4.1. GENERALIDADES. (Art. 252 modificado por la Ley 007 y por la Ley 586)

El Código de Procedimiento Penal (Art. 252 modificado por la Ley 007 y por la Ley 586) reconoce las
medidas cautelares de carácter real que, sin perjuicio de la hipoteca legal establecida por el artículo 90
del Código Penal, serán acordadas por el Juez del proceso a petición de parte, para garantizar la
reparación del daño y los perjuicios, así como el pago de costas o multas. A este efecto se podrá
solicitar el embargo de la fianza siempre que se trate de bienes propios del imputado; no se exigirá la
contracautela, todo de acuerdo, en este caso al Código de Procedimiento Civil.

El legislador no ha establecido ningún límite a los bienes o a las cosas que pueden ser objeto de este
tipo de medidas y, por tanto, pueden recaer sobre todos los bienes que sean del imputado y tengan
relación con el delito.

Los alcances de la responsabilidad civil, sin embargo, se encuentra en el Código Penal (Art. 91) y
comprenden: 1) la restitución de los bienes del ofendido, que le serán entregados aunque sea por un
tercer poseedor; 2) la reparación del daño causado; 3) la indemnización de todo perjuicio causado a la
víctima, a su familia o a un tercero, fijándose el monto, prudencialmente, por el juez, en defecto de
plena prueba. La norma aclara que en toda indemnización se incluirán los gastos ocasionados a la
víctima para su curación, restablecimiento y reeducación.

El hecho de que el Código Penal (Art. 90) disponga que "desde el momento de la comisión de un delito,
los bienes inmuebles de los responsables se tendrán por hipotecados, especialmente para la
responsabilidad civil", deja abierta la posibilidad de que el Juez pueda disponer medidas cautelares
reales más allá de lo necesario para garantizar la reparación del daño o posible responsabilidad civil
derivada de la comisión del hecho delictivo.

Tampoco especifica cuáles son las medidas cautelares reales, lo cual deja al buen criterio del Juez
adoptar cuantas medidas crea necesarias (gravámenes, secuestros, intervenciones, depósitos, etc.),
habiéndose limitado a establecer el fin, esto es, para garantizar la reparación del daño o posible
responsabilidad civil.

4.2. CONCEPTO

Son instrumentos procesales que tienen la finalidad de cautelar o garantizar derechos para la
reparación de los daños y perjuicios ocasionados por la comisión de un delito.

4.3. CLASES

De acuerdo a la segunda parte del artículo 222 “las medidas cautelares reales serán las previstas en
el Código de Procedimiento Civil y se impondrán únicamente en los casos expresamente determinados
en el CPP”. En tal sentido las medidas cautelares reales de conformidad al artículo 156 del CPC, -
ahora Código Procesal Civil- se encuentran previstas, en los arts. 325 y siguientes.

171
4.3.1. LA ANOTACIÓN PREVENTIVA

Consiste en el asiento temporal o provisional de un título en el registro de propiedad, como garantía


precautoria de un derecho o de una futura inscripción. Por tanto tiene también como objeto asegurar
las resultas del juicio.

Los bienes sujetos a anotación preventiva son los inmuebles sobre los que se demandare la
constitución, modificación o extinción de un derecho real o sobre los que se haya obtenido embargo, y
los bienes muebles sujetos a registro.

En nuestro ordenamiento jurídico procesal penal, la anotación preventiva, es una medida


cautelar que puede ser dispuesta directamente por el fiscal, desde el primer momento de la
investigación, a través de resolución fundamentada, que deberá ser informada al Juez de
Instrucción en el plazo de veinticuatro horas de su efectivización, debiendo el Juez en el plazo
de tres días de comunicada la misma, ratificar, modificar o revocar la medida.

En los delitos de sustancias controladas y legitimación de ganancias ilícitas, la anotación


preventiva de todos los bienes vinculados a la investigación, puede ser dispuesta directamente
por el fiscal, desde el primer momento de la investigación, a través de resolución fundamentada,
que deberá ser informada al Juez de Instrucción en el plazo de veinticuatro horas de su
efectivización, debiendo el Juez en el plazo de cuarenta y ocho horas de comunicada la misma,
ratificar, modificar o revocar la medida. (Arts. 252 CPP modif. Ley 007, Ley 586 y Ley 913)

4.3.2. EL EMBARGO PREVENTIVO

Es una medida cautelar adoptada por la autoridad judicial para asegurar la ejecución de sentencia y
recae sobre determinados bienes cuya disponibilidad se impide.

Su objetivo es mantener en statu quo a las partes durante el proceso o juicio de inmovilizar los bienes
del demandado para evitar su transformación o disminución de valor. De allí que una vez embargado
un bien, este no se puede vender menos ceder a terceros.

Los bienes susceptibles de embargo, son los bienes muebles sujetos a registro y los bines inmuebles,
asimismo por mandato del propio código son sujetos de embargo de la fianza siempre que se trate de
bienes propios del imputado.

4.3.3. EL SECUESTRO

Consiste en el desapoderamiento de bienes para dejarlos en manos de un depositario que responderá


de los mismos, hasta que recaiga resolución sobre los mismos.

Los bienes sujetos al secuestro según nuestro ordenamiento legal, son los bienes muebles y los
semovientes.

4.3.4. LA INTERVENCIÓN JUDICIAL

Consiste en el nombramiento de un interventor por el Juez, para que vigile la conservación del activo y
cuide de que los bienes no sufran deterioro; compruebe los ingresos y egresos y dé cuenta inmediata
al Juez de toda irregularidad que advirtiera en la administración del bien.

Los bienes susceptibles a intervención judicial, son los bienes productores de rentas o frutos y los
bienes de la sociedad o en condominio. Art. 164, 165 CPC.

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4.3.5. PROHIBICIÓN DE INNOVAR

Conocida como prohibición de cambiar, alterar o realizar modificaciones en las cosas, hasta tanto se
defina su situación en juicio.

Los bienes sujetos a prohibición de innovar, son los bienes muebles e inmuebles sobre los que exista
un derecho verosímil y exista peligro de que si se alteraren pudieran influir en la sentencia o hiciera
ineficaz o imposible su ejecución.

4.3.6. PROHIBICIÓN DE CONTRATAR SOBRE DETERMINADOS BIENES

Consiste en prohibir en forma expresa la realización de contratos sobre ciertos bienes cuando, por ley
o contrato o para asegurar la ejecución forzada, o los bienes objeto de litigio, procediera la prohibición.

A esta lista, se incorporan la hipoteca legal prevista en el Art. 90 del Código Penal y la incautación como
medida cautelar real por mandato del propio CPP en sus artículos 252 y 253 y siguientes.

4.3.7. HIPOTECA LEGAL

Es un derecho real que se constituye sobre inmuebles, en concordancia con lo establecido en el Art.
90 del Código Penal, son bienes sujetos a hipoteca, los bienes inmuebles propios del imputado.

4.3.8. LA INCAUTACIÓN

Consiste en el desapoderamiento de bienes muebles e inmuebles sujetos a decomiso o confiscación o


en la toma de posesión forzosa que la autoridad judicial hace de los bienes poseídos legítimamente,
precisos para una garantía o resarcimiento o necesarios para remediar una escasez o para fines de
interés público.

4.4. MEDIDAS CAUTELARES SOBRE BIENES SUJETOS A CONFISCACIÓN O DECOMISO

Sin perjuicio de la hipoteca legal establecida por el artículo 90 del Código Penal, las medidas cautelares
de carácter real serán acordadas por el Juez del proceso, a petición de parte, para garantizar la
reparación del daño y el pago de costas o multas, a cuyo efecto se podrá solicitar el embargo de la
fianza siempre que se trate de bienes propios del imputado. El trámite se regirá por el Código de
Procedimiento Civil. Artículo 252 del CPP (Medidas cautelares reales).

4.4.1. CONFISCACIÓN O DECOMISO DE BIENES

a) Solicitud de incautación. (Art. 253 CPP modificado por Ley 007, por Ley 586 de 30-10-14 y Ley
913 de 16-3-17 Ley de Lucha contra el tráfico ilícito de sustancias controladas)

Solicitud de incautación.-

La incautación se aplicará sobre: a) el patrimonio, b) los medios e instrumentos para la comisión o


financiamiento del delito, que pertenecieren a los imputados o posibles instigadores y cómplices de las
conductas calificadas por el fiscal.

En conocimiento del hecho por cualesquiera de las formas de inicio de la investigación penal, el fiscal
dentro del plazo de la investigación preliminar por la supuesta comisión del delito o ante la flagrancia
prevista en el Artículo 230 de la Ley 1970, requerirá ante el juez de instrucción, la incautación del
patrimonio, medios e instrumentos que pertenecieran a los imputados, posibles instigadores y
cómplices de las conductas calificadas como delito.
173
El fiscal deberá requerir ante el juez de instrucción, la retención de fondos en cuentas bancarias y/o
entidades financieras nacionales y extranjeras que pertenezcan a los imputados, posibles instigadores
y cómplices, así como solicitar un informe de rendimiento bancario financiero que estos hayan realizado
en los últimos doce meses.

Los bienes muebles e inmuebles quedarán bajo custodia de la Dirección de Registro, Control y
Administración de Bienes Incautados - DIRCABI.

En el caso de encontrarse sustancias controladas en avionetas, lanchas y vehículos automotores, se


procederá a la confiscación de aquellos bienes y su entrega inmediata a la Dirección de Registro,
Control y Administración de Bienes Incautados - DIRCABI, entidad que luego del registro e informe
técnico pericial, procederá a la entrega definitiva a las Fuerzas Armadas en el caso de avionetas y
lanchas, y al Ministerio Público u otras instituciones públicas en el caso de vehículos automotores para
que queden bajo su administración y custodia.

El Fiscal, durante el proceso, hasta antes de dictarse sentencia, mediante requerimiento fundamentado,
solicitará al Juez de la Instrucción la incautación de bienes sujetos a decomiso o confiscación, de
conformidad con el Código Penal y con la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas,
especificando los que quedarán a su disposición a efectos de prueba. Artículo 253 del CPP.

Resolución de incautación.- (Art. 254 CPP modificado por Ley 007, por Ley 586 de 30-10-14 y Ley
913 de 16-3-17 Ley de Lucha contra el tráfico ilícito de sustancias controladas)

El Juez de la Instrucción, si existen indicios suficientes acerca de la condición de bienes sujetos a


decomiso o confiscación, en 48 hrs., mediante resolución fundamentada, dispondrá:

1) Su incautación e inventario en el que conste su naturaleza y estado de conservación;


2) La anotación preventiva de la resolución de incautación tratándose de bienes sujetos a registro;
y,
3) Su entrega a la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados a efecto
de su administración. Tratándose de armas, al Ministerio de Defensa.
4) Los bienes y objetos de uso personal considerados suntuosos o de lujo, serán objeto de
incautación. (Incorporado al Art. 254 CPP modificado Leyes 007, 586 de 30-10-14 por ley
913)

No serán objeto de incautación los bienes muebles que fueran de uso indispensable en la casa
habitación del imputado ni los objetos de uso personal del imputado y su familia.

La anotación de la incautación en los registros públicos estará exenta del pago de valores judiciales y
administrativos. Artículo 254 CPP.

b) Incidente sobre la calidad de los bienes - Art. 255

El Artículo 255 al referirse a Incidente sobre la calidad de los bienes, señala:

I) Durante el proceso, hasta antes de dictarse sentencia, los propietarios de bienes incautados podrán
promover incidente ante el juez de la instrucción que ordenó la incautación, en el que se debatirá:

1) Si el bien incautado está sujeto a decomiso o confiscación de acuerdo a Ley;

174
2) Si el bien incautado ha sido adquirido en fecha anterior a la resolución de incautación y con
desconocimiento del origen ilícito del mismo o de su utilización como objeto del delito. En todo
caso deberá justificar su origen.

El imputado únicamente podrá fundar su incidente en la causal establecida en el numeral uno de este
parágrafo.

II) El Juez de la Instrucción, mediante resolución fundamentada:

1) Ratificará la incautación del bien objeto del incidente; o,


2) Revocará la incautación, disponiendo, en su caso, la cancelación de la anotación preventiva y
ordenará a la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados la
devolución de los bienes o del dinero proveniente de su venta, con más los intereses
devengados a la fecha.

Esta resolución será recurrible mediante apelación incidental, sin recurso ulterior.

c) Incidente sobre acreencias - Art. 256

El Juez de la Instrucción, en caso de existir gravámenes sobre los bienes incautados, legalmente
registrados con anterioridad a la resolución de incautación, notificará a los acreedores para que dentro
de los cinco días siguientes a su notificación, promuevan incidente solicitando autorización para
proceder a la ejecución del bien en la vía que corresponda. Concluida la substanciación del incidente
el Juez de la Instrucción se pronunciará sobre la procedencia o improcedencia de la autorización
solicitada, resolución que será recurrible mediante apelación incidental, sin recurso ulterior. (Artículo
256 CPP).

Concluida la vía ejecutiva, si existe remanente, el Juez o Tribunal competente ordenará su depósito a
nombre de la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados.

4.4.2 RÉGIMEN DE ADMINISTRACIÓN DE BIENES INCAUTADOS

La Ley 913 de Lucha contra el tráfico ilícito de sustancias controladas deroga los Arts. 257
numerales 1 y 3, 260, 261, 262 y 263 del CPP y en el RÉGIMEN DE ADMINISTRACIÓN DE BIENES
INCAUTADOS se aplican sus disposiciones.

5. OTRAS MEDIDAS QUE SIN SER CAUTELARES LIMITAN DERECHOS

Como sostiene Silvia Barona existen otras medidas que, sin ser propiamente cautelares sino que tienen
fines investigativos, afectan igualmente a derechos fundamentales y tienen carácter coercitivo. En este
orden de cosas, se tienen las intervenciones corporales (extracciones de sangre para análisis de ADN)
o el internamiento en un centro hospitalario especializado.

También puede haber medidas preventivas como la privación del permiso de conducir y la suspensión
provisional de una profesión o cargo público. Puede haber, igualmente, medidas coercitivas que afectan
al derecho de inviolabilidad del domicilio y al secreto de las comunicaciones, como son los actos del
allanamiento, la intervención de las comunicaciones, el registro de libros y papeles, el control de
documentos personales, etc. Todas estas medidas se pueden imponer a pedido del fiscal como parte
o complemento de los actos de investigación que se realizan en la etapa preparatoria.

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6. APELACIÓN

6.1. PARA LAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES - Art. 251 CPP modificado por la Ley 007
ahora modificado por Ley 1173.

Las resoluciones que impongan medidas cautelares personales son susceptibles de apelación
incidental en el efecto no suspensivo (Art. 251 CPP Art. modificado por Ley 007 ahora modificado por
Ley 1173 ) ante el mismo tribunal que dictó la resolución, en el plazo de 72 horas, interpuesto el recurso
serán remitidas las actuaciones pertinentes ante el Tribunal Departamental de Justicia en el término de
24 horas. El Vocal de turno de la Sala Penal a la cual se sortee la causa, resolverá, bajo responsabilidad
y sin más trámite, en audiencia dentro de los 3 días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso
ulterior.

6.2. PARA LAS MEDIDAS CAUTELARES REALES –Arts. 403 inc. 3, 404, 405 y 406 CPP

Las medidas cautelares reales son susceptibles de apelación incidental por parte del imputado ante el
mismo tribunal que dictó la resolución, en el lapso de 3 días de notificado con la resolución, por escrito
y debidamente fundamentado emplazando a las partes a que contesten el recurso en igual plazo. Si se
producen adhesiones al recurso, se correrá en traslado, para que contesten en el mismo plazo. Con
contestación o sin ella se remitirán las actuaciones a la Corte Superior de Distrito en el plazo de 24
horas. Recibidas las mismas la Corte decidirá la admisibilidad del recurso y la procedencia de la
cuestión planteada dentro de los 10 días siguientes.

En caso de ofrecimiento de prueba, el Tribunal señalará audiencia oral dentro de los 15 días de
recibidas las actuaciones y resolverá en la misma audiencia con las reglas del juicio oral.

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