En esta fotografía, no se puede identificar un patrón, ya que solo observamos el motivo principal de la obra, que es la hoja de vástago y el fondo, el cielo azul. Al no haber elementos repetitivos no existe un patrón, sin embargo, la textura de nuestro motivo principal cuenta con líneas qué se complementan a lo largo del tallo de la misma. En cuanto a la posición de la hoja, podemos notar que no se encuentra totalmente en el centro de la fotografía al tener un mayor espacio en el que se aprecia el fondo del lado izquierdo de la obra. Se considera que esta obra tiene equilibrio, ya que el elemento central lleva toda la atención, pero al mismo tiempo hace perceptible mediante contraste de color el fondo. En esta obra El énfasis se lo llevan los colores, Cómo mencione anteriormente este contraste entre azul y verde, con pequeños tonos de amarillo qué se encuentran A lo largo del tallo de la planta. Podemos identificar que esto se generan por la posición en la que el sol se encuentra, (que a pesar de no ser visible) hace su aparición al jugar con los colores.
Tenemos también dos tipos de contraste, de color y de textura. El primero se da ante el
choque entre el color de la hoja y el color del fondo. En cuanto a textura se habla, podemos identificar los nervios de la hoja y sus pequeños canales, que generan esta bonita distinción respecto a lo liso y sin nubes del cielo. Podemos encontrar también variedad en la hoja, con su pequeño corte qué hace que se doble y adquiera formas con muchas curvas qué le dan este toque natural. Continuando con esta idea podemos denotar el movimiento que genera el aire; esta foto transmite tan solo un momento de acción de la hoja (esto nos lo comunican sus curvas). Al no tener otro objeto de referencia nos es complejo el definir el tamaño de la hoja en la vida real, asimismo nos es complejo definir la proporción al solo haber un elemento presente en la fotografía.