Está en la página 1de 22

http://www.ub.es/dppss/psicamb/6_RPS97.

pdf

Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

ESTUDIO DE LA RELACION ENTRE EL ESPACIO SIMBOLICO URBANO Y LOS


PROCESOS DE IDENTIDAD SOCIAL

Sergi Valera
Departamento de Psicología Social. Universidad de Barcelona

El presente trabajo describe y analiza las dimensiones simbólicas del espacio a partir de la definición
conceptual de espacio simbólico urbano. Se enfatizan especialmente las implicaciones del concepto en los
procesos de identidad social asociada al entorno, así como la necesidad de contemplar los aspectos
simbólicos en el análisis de los entornos urbanos y sus implicaciones metodológicas. Asimismo se presenta
una investigación empírica centrada en un barrio de Barcelona a partir de una triple aproximación: socio-
histórica (análisis documental), cuantitativa (encuesta y análisis estadístico) y cualitativa (grupos de
discusión y análisis de contenido). Los resultados muestran la relevancia del barrio en la configuración de la
identidad social y el papel de determinados espacios en la configuración y mantenimiento de dicha
identidad.
Palabras clave: espacio simbólico urbano, simbolismo espacial, identidad social, psicología
ambiental.

The symbolic dimensions of the space are analysed in this paper, through the conceptual definition of
symbolic urban space. In addition, the main features and functions wich concerns at a psycho-social level
are discussed too. Especially, it emphasizes the implication of the concept in the social identity processes, as
well as the need to regard the symbolic aspects in the urban environment analysis. In addition, an empirical
investigation on a neighborhood of Barcelona city is presented on the basis of a triple approach: socio-
historical, quantitative (pool analized with stadistic methods), and qualitative (discussion groups and content
analysis). The results show the size of the neighborhood in relation to social identity as soon as the role of
definite places in this processes.
Keywords: urban symbolic space, spatial symbolism, social identity, environmental psychology.

1. Introduccion

El espacio urbano está compuesto por una multitud de elementos que configuran una
compleja estructura físico-arquitectónica donde se desenvuelven individuos, grupos y
comunidades en una también compleja red de interelaciones y comportamientos. De entre estos
elementos, algunos destacan especialmente por su carácter artístico o conmemorativo y sirven de
puntos de referencia para los ciudadanos; son los llamados monumentos. Pero, como propone
Bohigas (1985), "es necesario ampliar el concepto de monumento entendiendo éste como todo
aquello que da significado permanente a una unidad urbana" (p. 148). Así, "el monumento es la
expresión de una identidad y no un vacío grandilocuente y retórico" (op.cit., p. 150).

1
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

Pero, ¿qué significa "la expresión de una identidad"?, ¿quién determina qué tipo de
identidad? o, ¿cuál es el rol de los espacios urbanos en relación a esta identidad?
El presente trabajo propone algunas reflexiones sobre estas cuestiones tomando como
base el concepto de espacio simbólico urbano como elemento clave para la génesis o
consolidación o mantenimiento de identidades sociales en relación al entorno. Una investigación
llevada a cabo en un barrio de la ciudad de Barcelona aportará evidencia empírica acerca de la
relevancia de los aspectos ambientales y, concretamente, de determinados espacios simbólicos
para la construcción social de la categoría social urbana «barrio» como referente de identidad
para sus habitantes.

2. El concepto de identidad social urbana.

Una cuestión previa y necesaria consiste en establecer la relación que existe entre el
entorno y los procesos de identificación social. Aunque desde la Psicología Social existe una
extensa producción teórica sobre el tema de la identidad social, rara vez los psicólogos sociales
han centrado su atención sobre los aspectos ambientales y el papel de los entornos físicos en la
génesis, desarrollo o mantenimiento de la identidad social (Proshansky, Fabian y Kaminoff,
1983). Es por ello que en otros trabajos hemos abordado el tema de la identidad social urbana
(Valera, 1993; Valera y Pol, 1994) partiendo de la Teoría de la Categorización del Self (Tajfel,
1984; 1983; Tajfel y Turner, 1989; Turner, 1990) como marco de referencia general. Sin ánimo
de extendernos en este punto, sí es necesario destacar dos aspectos útiles para el objetivo que nos
proponemos en este trabajo.
En primer lugar, la identidad social se deriva básicamente de la pertenencia o afiliación a
determinadas categorías tales como grupos sociales, categorías socioprofesionales, grupos
étnicos, religiosos, nacionales, etc., con los cuales los sujetos se identifican y que generan un
conjunto de autoatribuciones (endogrupales) y heteroatribuciones (del exogrupo hacia el
endogrupo) que definen los contenidos de esta identidad. De igual manera, la identidad social
también puede derivarse del sentimiento de pertenencia o afiliación a un entorno concreto

2
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

significativo, resultando éste una categoría social más de las diversas que utilizamos para definir
nuestra identidad social (Aragonés, Corraliza, Cortés y Amérigo, 1992; Valera y Pol, 1994). En
este sentido, el espacio adquiere, además de la dimensión física incuestionable, una dimensión
eminentemente psicosocial ya que es considerado una construcción social con contenido
significativo para el grupo. En el caso de la identidad social urbana, las categorías que pueden
reconocerse son, en función de su nivel de abstracción, «ciudad», «zona» y «barrio».
En segundo lugar, este proceso de categorización social espacial se fundamenta en una
serie de aspectos o dimensiones a través de los cuales nos identificamos como grupo y nos
diferenciamos de otros grupos que ocupan otros entornos. Así, las dimensiones categoriales que
dotan de contenido significativo a la identidad social urbana pueden definirse como:

Dimensión territorial.
En la medida en que estamos hablando de entornos urbanos, los límites geográficos
definidos por los sujetos que se identifican en base a una determinada categoría urbana pueden
resultar un elemento importante en el momento de diferenciarse de otros grupos que ocupan
entornos diferentes mientras que, a nivel simbólico, pueden jugar un importante papel en las
relaciones que se dan entre los grupos y comunidades (Hunter, 1987).

Dimensión psicosocial.
Si consideramos junto a Lalli (1988) que cada pueblo tiene su propia imagen, la
afiliación a una determinada categoría urbana puede también derivar en un conjunto de auto y
heteroatribuciones internas que configuren un carácter especial o distintivo a los miembros
asociados a esta categoría, es decir, que doten de un cierto tipo de "personalidad" a los sujetos
como característica diferencial respecto a los otros grupos (Lalli, 1988; 1992). Paralelamente, un
determinado entorno urbano puede diferenciarse de los otros en función de la calidad de las
relaciones sociales percibidas por sus habitantes (Reid y Aguilar, 1991), en función de la calidad
de vida que representa (Francis, 1983) o en función del estatus o prestigio social conferido a sus
habitantes (Firey, 1974).

3
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

Dimensión temporal.
Recuperando la necesidad de contextualización histórica de todo fenómeno social
(Gergen, 1985) y situándonos en una perspectiva transaccional (Altman, 1990), la historia del
grupo y de su relación con el entorno resulta un elemento fundamental que se halla en la base de
la identidad social urbana. Los procesos por los cuales un determinado grupo llega a identificarse
con su entorno dependen en gran parte de la evolución histórica del grupo y del propio entorno
generándose así un sentimiento de continuidad temporal básico para la definición de la identidad
social (Stokols y Jacobi, 1984; Lalli, 1988). En la medida en que un grupo se sienta
históricamente ligado a un determinado entorno será capaz de definirse en base a esta historia
común y diferenciarse de otros grupos que no comparten el mismo "pasado ambiental".

Dimensión conductual.
La identidad social urbana, en tanto que fruto de un sentido grupal de pertenencia a una
determinada categoría o entorno urbano, genera también determinadas manifestaciones
conductuales características. Esta dimensión pues está estrechamente ligada al conjunto de
prácticas sociales propias de los integrantes de una determinada categoría social urbana (Francis,
1983).

Dimensión social.
Como señala Hunter (1987), el contenido de una identificación comunitaria dependerá,
hasta cierto punto, de la composición social de la comunidad en la cual se da la realidad desde la
cual construiremos esta identidad. Paralelamente, algunos autores han establecido una relación
entre estructura social y jerarquía simbólica del espacio (Castells, 1979; Rapoport, 1974; Firey,
1974).

Dimensión ideológica.

4
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

Autores como Castells (1988) consideran que los entornos urbanos son plasmaciones de
las instancias ideológicas que rigen y determinan una sociedad. Así, las formas espaciales pueden
ser consideradas formas culturales en tanto en cuanto son la expresión de ideologías sociales
imperantes en un determinado contexto.

3. Definición y características del espacio simbólico urbano.

En base a este planteamiento, un espacio simbólico urbano será aquel elemento de una
determinada estructura urbana, entendida como una categoría social, que identifica a un
determinado grupo asociado a este entorno, capaz de simbolizar alguna o algunas de las
dimensiones relevantes de esta categoría, y que permite a los individuos que configuran el grupo
percibirse como iguales en tanto en cuanto se identifican con este espacio así como diferentes de
otros grupos en base al propio espacio o a las dimensiones categoriales simbolizadas por éste.
Así, determinados espacios pueden tener la propiedad de facilitar procesos de identificación
social urbana y pueden llegar a ser símbolos de identidad para el grupo asociado a un
determinado entorno urbano.
Para que un espacio simbólico pueda ser considerado como tal es condición necesaria
que sea percibido por los individuos del grupo como prototípico, es decir, paradigmático o
representativo de la categoría urbana sobre la cual se fundamenta la identidad social urbana del
grupo. De esta manera, y a modo de ejemplo, un espacio será considerado prototípico para un
grupo que se identifica como «barrio» si es considerado por los individuos que configuran ese
grupo un elemento paradigmático o representativo de su barrio. La prototipicalidad de un
determinado espacio urbano vendrá determinada principalmente por el conjunto de significados
socialmente elaborados y compartidos que son atribuidos a ese espacio por parte del grupo de
individuos que se definen en base a la categoría urbana que el espacio simbólico representa.
En la medida en que estamos refiriéndonos a un elemento espacial, hay que considerar
también las características físicas y estructurales que lo determinan y, en este sentido, la "imagen
ambiental" (en términos de Lynch, 1985) es un factor determinante de esta prototipicalidad a la

5
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

cual hacíamos referencia. Así pues, un espacio simbólico urbano ha de contar con unas
características físicas/estructurales tales que tengan la capacidad de proporcionar a los sujetos
una imagen mental vigorosa, vívidamente identificada y poderosamente estructurada, es decir, ha
de tener "imaginabilidad" (Lynch, 1985). Así pues, desde esta perspectiva, una espacio simbólico
urbano puede facilitar la estructuración cognitiva del entorno en el cual se inscribe y orientar la
acción de los individuos dentro de este entorno. En otras palabras y siguiendo en la línea de este
autor, un espacio simbólico urbano puede ser también considerado desde cualquiera de las
categorías determinantes para la representación y estructuración del "mapa cognitivo" del área
geográfica asociada a la categoría social urbana que el espacio simbólico representa, es decir,
puede considerado como senda, borde, nodo o mojón.
Si en Lynch (1985) la "imaginabilidad" de un espacio toma una dimensión cognitiva en
base a las características físicas y estructurales, la recuperación del término que hace Stokols
(1981; y Shumaker, 1981) cuando habla de "imaginabilidad social" toma una dimensión
simbólica en base a los significados subyacentes al espacio. Desde esta óptica, un espacio
fundamenta su valor simbólico en el conjunto de significados socialmente elaborados y
compartidos ("campo social percibido" en palabras de estos autores). Estos significados
simbólicos pueden ser definidos en función de unas determinadas características (Stokols y
Shumaker, 1981): contenido (conjunto de significados propiamente dicho), claridad (grado de
consenso referente a un significado), complejidad (número de significados compartidos),
heterogeneidad (número de subgrupos que pueden distinguirse en base a distintos patrones de
significado), distorsiones (discrepancias entre significado y prácticas sociales) y contradicciones
(discrepancias entre patrones de significado y preferencias de los usuarios).

Por otra parte, las relaciones que se establecen entre los procesos de identidad social
urbana y la configuración de espacios simbólicos urbanos toman como base los mecanismos de
apropiación espacial (Korosec, 1976; Pol, 1994). Así, éstos resultan procesos destacados en la
configuración de la identidad social urbana en tanto en cuanto, a través de los espacios
simbólicos, permiten a individuos y grupos establecer una interacción dinámica con el entorno,

6
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

apropiarse de él y establecer un sentimiento de pertenencia. A su vez, se interiorizan aquellas


características simbólicas del espacio que permiten reforzar la identificación con él y la identidad
social urbana del grupo. Posibilita pues a los individuos y grupos cargar de significado a un
espacio, así como integrarlo como elemento representativo de su identidad social urbana.
Un último aspecto que resulta relevante tanto para la determinación de la identidad social
urbana como para la de los espacios simbólicos urbanos hace referencia a la actividad
taxonómica ligada a los procesos de consolidación. Como ya hemos comentado, para organizar
nuestro mundo puede resultar relevante establecer categorías, pero igualmente importante es dar
nombre a estas categorías (Stryker, 1983). Desde nuestra perspectiva, cabe destacar, por ejemplo,
el papel que Lalli otorga al nombre del pueblo (y, por extensión, barrio o ciudad) en la
consolidación de la identidad urbana (Lalli, 1988; 1992) o la importancia del nivel clasificatorio
(toponímico) para la relación simbólica entre comunidades (Hunter, 1987), frente a otros autores
que han definido la toponimia espacial como un conjunto de etiquetas identificativas sin
contenido (Downs & Stea, 1977). Asimismo, cabe contemplar la importancia de estos aspectos
en los procesos de apropiación espacial (Pol, 1994) o en la recreación de "paisajes lingüísticos".
En resumen, la delimitación del concepto de espacio simbólico urbano -considerándolo
como un elemento prototípico de una categoría social urbana y, en este sentido, representativo de
la identidad social urbana asociada a esta categoría- implica considerar tanto sus características
físico-estructurales (imaginabilidad ambiental) como las características de los significados
asociados (imaginabilidad social), así como la relevancia de los procesos de apropiación espacial
que operan para definir la relación espacio-identidad. Las ideas expuestas hasta el momento
pueden quedar resumidas y esquematizadas en la FIGURA 1.

7
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

FIGURA 1. Relación entre espacio simbólico urbano e identidad social urbana a partir de la propuesta teórica efectuada.

4. Investigación empírica

El ámbito escogido para poner empíricamente a prueba estas propuestas fué el barrio del
Poblenou de la ciudad de Barcelona. Este barrio, nacido alrededor de 1850, situado al lado del
mar y muy cerca del centro de Barcelona, fue conocido durante décadas como el "Manchester
Catalan" ya que en él se concentraban gran número de fábricas, industrias y almacenes.
Recientemente está siendo sometido a una profunda remodelación urbanística, destacando la
gran zona residencial construida con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 y
conocida con el nombre de Villa Olímpica.

8
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

4.1. Procedimiento metodológico.

Para abordar la investigación, hemos optado por una propuesta metodológica que plantea
una triple aproximación al objeto de estudio: una aproximación socio-histórica basada en una
investigación y análisis documental, una aproximación cuantitativa basada en una encuesta como
técnica de recogida de información y un análisis de esta información a través de técnicas
estadísticas y, por último, una aproximación cualitativa basada en la técnica de grupos de
discusión y en un análisis de contenido de la información obtenida.
Para el análisis socio-histórico se ha procedido a un estudio exhaustivo de textos
históricos, cartografía y demás datos relacionados con la evolución urbanística y social del
barrio.
Para la aproximación cuantitativa se confeccionó un cuestionario aplicándolo a una
muestra de tamaño N= 405 sujetos mediante un muestreo aleatorio estratificado, tomando como
variable estratificadora la zona de análisis (previamente se dividió el barrio en cuatro zonas en
función de la calificación del suelo y la tipología de vivienda). Posteriormente se procedió a un
análisis estadístico basado en análisis de porcentajes de incidencia así como aplicación de
pruebas de chi-cuadrado, análisis de la varianza y pruebas no paramétricas.
Por último, para la aproximación cualitativa se confeccionaron 6 grupos de discusión con
habitantes del barrio aplicándose posteriormente un análisis de contenido. Tanto en la
aproximación cuantitativa como en la cualitativa, la recogida y análisis de la información se
centraba en 7 variables principales:

* nombre del barrio (N)


* límites del barrio
* diferencias respecto a otros barrios (D)
* lugares más representativos del barrio (L)
* lugares más representativos del pasado (P)

9
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

* lugares más representativos del futuro (F)


* lugares más frecuentados (FR)

Aunque cada una de las tres aproximaciones tiene sus propias características específicas
y aporta datos de distinta naturaleza, son consideradas como tres fases sucesivas del mismo
proceso de investigación. De esta manera, las informaciones aportadas por una de las fases se
recogen y se complementan en las fases siguientes.

4.2. Resultados y discusión.

En primer lugar cabe destacar el alto grado de complementariedad y coherencia entre las
informaciones obtenidas en las tres fases de la investigación. Sin embargo, ante la imposibilidad
material de reproducir exhaustivamente todos los datos obtenidos (ver Valera, 1993), se ha
optado por presentar los efectos más destacados resultantes del análisis global, aportando algunos
de los datos más significativos que permitan ilustrar nuestras afirmaciones. Así pues, a partir del
análisis de la información obtenida, se ha podido constatar la existencia de una identidad social
urbana claramente definida entre los habitantes del barrio, ya que estos se categorizan como tales
a partir de:

a) el reconocimiento mayoritario de un nombre común que les identifica como categoría social
urbana,
b) unas determinadas características que comparten y que los diferencian de otros barrios
(dimensiones de la categoría), y
c) unos espacios simbólicos urbanos que son representativos del barrio y de los valores
compartidos por sus habitantes.

Toponimia.

10
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

En cuanto al primero de estos elementos, cabe destacar que el 70% de los sujetos
encuestados identificaron a su barrio como "Poblenou", mientras que un 11,6% lo identificaron
como "Sant Martí de Provençals". Este es el nombre del distrito municipal y antiguo nombre del
municipio que fué anexionado a Barcelona en 1897. Quizás por este motivo, la gente de más
edad tiende a contestar més esta segunda opción que los más jóvenes (t= 2,19; p= 0.032).
Finalmente, el resto de respuestas muestran efectos de proxemia (nombre de una calle, de una
plaza, etc.). Por otra parte, la totalidad de los grupos de discusión optaron por nombrar a su
barrio "Poblenou". Cuando se solicitó un acuerdo intragrupal, el resto de opciones
desaparecieron.

Dimensiones de la identidad social.

En segundo lugar, la complementariedad de los resultados obtenidos en las tres fases de


análisis permiten extraer las características o dimensiones que definen a los sujetos del barrio.
Éstas son, básicamente, un área geográfica comúnmente identificada (dimensión territorial); la
referencia a una composición social de clase obrera (dimensión social); la percepción de
compartir un pasado común que los identifica (dimensión temporal), así como unas determinadas
prácticas sociales características como la celebración de la Fiesta Mayor y actividades cotidianas
como "ramblear", actividad lúdica urbana por excelencia en el barrio (dimensión conductual);
una tradición ideológica radical y liberal (dimensión ideológica) y, la más destacada, un estilo de
vida propio similar al que puede encontrarse en un pueblo o una comunidad reducida (dimensión
psicosocial). Los datos obtenidos a través de la fase cuantitativa (ver FIGURA 2) así como las
informaciones aportadas por los grupos de discusión coinciden en estas apreciaciones.
Por su parte, el análisis socio-histórico permite profundizar en este pasado común así
como demostrar que determinados factores como el aislamiento mediante la presencia de
barreras físico-arquitectónicas y la poca permeabilidad y conectividad con el resto de Barcelona,
la homogeneidad de las clases sociales originarias y su evolución posterior, o la presencia activa

11
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

de redes asociacionistas, son determinantes en la formación de los contenidos de estas


dimensiones categoriales.

FIGURA 2. Porcentajes de incidencia de las categorías configuradas para la variable D.


(*) 1.Agrado 2."Pueblo" 3.Relaciones sociales 4.Antigüedad 5.Aislamiento 6.Industrias 7.Clase obrera
8.Aspectos negativos 9.Infraestructura/ servicios 10.Villa Olímpica 11.Playa 12.Rambla del Poblenou
13.Diagonal 14.Otras

Especialmente quisiéramos comentar la importancia atribuida a la dimensión psicosocial


como factor configurador de la identidad social urbana. El hecho de percibir un estilo de vida
propio de un pueblo o de una comunidad reducida aparece como una categoría de respuesta
destacada en el análisis cuantitativo (ver FIGURA 2, respuesta 2). Por su parte, el análisis de los
grupos de discusión permite observar como esta dimensión ("el barrio es como un pueblecito
dentro de Barcelona") se traduce en un sentimiento de familiaridad entre los habitantes del barrio
("todos nos conocemos", "somos como una familia") así como de seguridad y apoyo ("nunca te

12
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

encuentras solo", "te encuentras como en tu propia casa"). Este tipo de expresiones referidas al
conjunto del barrio, aunque sorprende encontrarlas dentro de una metrópoli como Barcelona,
están en consonancia con la importancia otorgada al barrio como entorno urbano facilitador de
identidad social (Milgram, 1984; Reid y Aguilar, 1991) o de estilos de vida característicos
(Jacobs, 1964).
Por lo que respecta a la dimensión territorial, la FIGURA 3 muestra como, a pesar de que
los límites de lo que los sujetos consideran su barrio varían en función de las zonas de estudio,
puede observarse la aparición de una área de intersección comúnmente aceptada la cual,
siguiendo el análisis socio-histórico, coincide con lo que podríamos denominar el casco antiguo
del barrio (y que es, a su vez, la zona donde se concentran el mayor número de viviendas así
como los principales espacios simbólicos detectados posteriormente). Por otra parte, puede
observarse como esta delimitación no coincide en absoluto con los límites administrativos del
barrio, reforzándose así la idea del barrio como una categoría natural (Wirth, 1945; Amérigo,
1990) fruto de las percepciones de los sujetos y del grado de vinculación con el entorno.

FIGURA 3. El barrio del Poblenou. El trazado grueso corresponde a los límites administrativos. En sombreado, la
zona comunmente identificada como Poblenou. 1. Rambla del Poblenou 2. Villa Olímpica 3. Playa de la Marbella
4. Plaza Prim 5. Casino 6. Torre de las Aguas 7. Avenida Diagonal 8. Frente Marítimo 9. "Els 4 Cantons".

Espacios simbólicos urbanos.

13
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

En tercer lugar, se han podido detectar y analizar determinados espacios del barrio que,
por sus características, pueden definirse como espacios simbólicos urbanos, relacionados
claramente con el sentimiento de identidad de sus habitantes, especialmente en cuanto a las
dimensiones temporal, conductual y psicosocial (ver FIGURA 3). Entre ellos, destaca claramente
la Rambla del Poblenou como el espacio más prototípico (mayoritariamente reconocido como el
más representativo del barrio), aquel que dispone de unas características físico-estructurales que
facilitan una imagen cognitiva clara y identificable (la propia estructura de rambla le confiere
estas cualidades) así como aquel al cual se le atribuye una mayor riqueza y cantidad de
significados claramente establecidos y socialmente compartidos relacionados con gran parte de
las dimensiones categoriales antes expuestas.
En este sentido, el campo social percibido en relación a este espacio (Stokols y
Shumaker, 1981) es el más completo, claro, complejo y homogéneo de los lugares analizados.
Además, no aparecen distorsiones y contradicciones entre los grupos de discusión. Las
principales ideas referidas a este lugar y sus relaciones aparecen en la FIGURA 4.
La estrecha relación que a nivel teórico hemos apuntado entre la relevancia de
determinados elementos urbanos en la estructuración espacial-urbanística y social del barrio y su
contenido simbólico queda reflejada en una de las asociaciones conceptuales más interesantes de
las obtenidas en el análisis de contenido de la Rambla del Poblenou. Así, aparece una línea
argumental entre los grupos de discusión que relacionan las funciones de la Rambla con la que
pueden ofrecer los principales elementos estructuradores y regidores del cuerpo humano: "es la
arteria social de Poblenou", "es el eje físico del barrio", "es el centro neurálgico del barrio", "es la
vena y el corazón de Poblenou", "es el corazón de Poblenou". Sirva pues este ejemplo para
ilustrar la fuerza simbólica que pueden aglutinar determinados espacios urbanos así como los
niveles de apropiación espacial que operan para configurar espacios simbólicos urbanos.

14
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

FIGURA 4. Esquema del análisis de contenido de la Rambla del Poblenou como lugar más representativo
del barrio.

Por otra parte, se han podido detectar y analizar otros espacios que fundamentan su valor
simbólico en la preservación de la historia del barrio como el caso de la Plaza Prim, las fábricas
(representadas por Can Girona y la Torre de les Aigües), el Casino del Poblenou como símbolo
de la vida asociativa del barrio o "Els 4 Cantons", un nodo crucial que delimitaba el principio del
barrio. Por último, aparecen espacios cuyo significado está asociado al futuro del barrio,
especialmente la Villa Olímpica, el Parc de Mar (Playa de la Marbella), la Avenida Diagonal o el
Frente Marítimo. En general, la relación simbólica con estos últimos lugares se fundamenta en
un sentido de amenaza percibida sobre la identidad del barrio ya que pueden catalizar la llegada
de nuevos grupos y clases sociales que provoquen una ruptura de la estructura, características

15
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

sociales y estilos de vida actuales de la gente del barrio, generando un proceso de gentrificación
que rompa con su idiosincrasia identificativa.
Especialmente, cabe destacar tres espacios que en nuestro análisis han resultado
especialmente relevantes ya que aparecen, en mayor o menor grado, en las respuestas a todos los
ítems principales (variables L, P, F, FR, D) como puede observarse en la FIGURA 5. El primero
de ellos, la Rambla del Poblenou, puede ser considerado como el espacio simbólico urbano más
importante del Poblenou o, en otros términos, el espacio más prototípico de la categoría social
urbana «barrio del Poblenou» ya que acumula el mayor porcentaje de incidencia en tres de las
cinco variables: como lugar característico o definidor del barrio (55,7%), como lugar
representativo del pasado (22,6%) y como lugar más frecuentado por los habitantes del barrio
(38,7%). Por otra parte, la Villa Olímpica tiene un papel importante como elemento diferencial
del resto de barrios (13,8%) pero su virtud más destacada se centra en ser el espacio más
representativo del futuro del barrio (48,5%), aunque del análisis de contenido se desprende que
este futuro puede amenazar a la propia identidad social de barrio.
Finalmente, y aunque con porcentajes menores, la Playa de la Marbella aparece también
en las cinco variables, especialmente como elemento representativo del futuro tras su reciente
remodelación (13,4%), con connotaciones más positivas que la Villa Olímpica.

16
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

FIGURA 5. Porcentajes de incidencia obtenidos en las variables D1, FR1, LL1, P1 y F1 para los tres
espacios que aparecen en todas las variables analizadas.

Análisis en relación con variables personales.

Finalmente, en la fase de análisis cuantitativo se han estudiado las relaciones entre los
ítems del cuestionario y las variables de sujeto de los individuos que configuran la muestra a
través de pruebas de t-test, chi cuadrado i análisis de varianza (ver TABLA 1). Los datos
obtenidos permiten observar como los ítems referidos a espacios representativos del barrio (L) y
representativos del pasado (P) se muestran especialmente útiles para detectar espacios simbólicos
urbanos. Así, se ha podido constatar que éstos son los únicos ítems que no muestran relaciones
estadísticamente significativas con ninguna de las variables de sujeto, es decir, las respuestas

17
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

halladas en estos ítems pueden ser consideradas independientes de las características de los
sujetos que las emiten. Ello nos lleva a inferir que este efecto estadístico puede guardar una
estrecha relación con la posible claridad y homogeneidad de los significados subyacentes a estos
espacios. La fase de análisis cualitativo ha permitido reforzar esta idea ya que, a excepción de los
lugares representativos del futuro, los contenidos del resto de variables manifestados por los
componentes de los grupos muestran altos grados de acuerdo tanto intra como intergrupal.

EDAD AÑOS TRAB. NIVEL OCUPA ASOC. SEXO


RESID. BARRIO ESTUD. CION
N .032 .878 .55040 .00285 .01065 .71384 .64860
D .023 .0005 .47729 .54462 .01344 .79643 .42306
FR .0001 .0028 .49160 .10243 .49269 .95205 .01922
F .0000 .0001 .58613 .00934 .32573 .62132 .64326
R .34581 .3768 .93207 .58213 .42032 .91196 .19097
P .2153 .6128 .43745 .15274 .54374 .76517 .65732

TABLA 1. Presentación gráfica de las relaciones, a partir de pruebas de comparación estadísticas, entre las
variables de estudio y las principales variables personales: edad, tiempo de residencia en el barrio, trabaja en el
barrio (si/no), nivel de estudios, tipo de trabajo, pertenencia a alguna asociación (si/no) y sexo. (En negrita se
muestran las relaciones estadísticamente significativas).

5. Conclusiones

El barrio del Poblenou puede ser considerado como una categoría social urbana por sus
habitantes, es decir, existe un sentido de pertenencia al barrio que facilita una identidad social
urbana en base a la categoría «barrio del Poblenou». En otras palabras, el barrio resulta una
categoría relevante para la identidad social urbana de sus habitantes.
Entre las dimensiones más relevantes para la configuración de esta identidad, el estudio
resalta la dimensión psicosocial cuyo contenido se centra en el hecho de que los habitantes

18
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

consideran que el barrio ofrece un estilo de vida propio de un pueblo o comunidad reducida,
donde la dimensión humana, el sentimiento de familiaridad y seguridad y las redes implícitas de
soporte social se detectan como el principal elemento distintivo respecto del resto de barrios de
Barcelona. Por otra parte, la detección de una amplia zona central comunmente identificada
como Poblenou por sus habitantes y la consolidación de un único nombre para el barrio son otros
de los elementos determinantes para el análisis. En este sentido, los resultados contrastan con
otros estudios realizados en otros barrios de la propia ciudad donde se observa una relación
directa entre disparidad de nombres identificadores del barrio, indefinición de límites
comúnmente compartidos y falta del sentimiento de unicidad necesario para hablar de una única
categoría social como referente de identidad.
Buena parte de los contenidos subyacentes a las dimensiones de la identidad social
detectadas en el barrio son recogidas por un único espacio: la Rambla del Poblenou aparece pués
como el elemento de mayor potencia simbólica detectado en el estudio, siendo varias las
consideraciones que, a nivel de conclusiones, pueden explicar estos resultados.
Conjuntamente con el papel central que este espacio juega en la estructuración física y
cognitiva del barrio (obsérvese, por ejemplo, como se sitúa como eje del área comúnmente
identificada como Poblenou en la FIGURA 3), la Rambla aparece también como eje vertebrador
de la vida social del barrio, de su estilo de vida peculiar y de las prácticas sociales más
representativas de éste. Además, este eje urbano contiene y/o conecta diversos espacios
simbólicos "menores": el Casino se encuentra en ella y ésta empieza en "Els 4 Cantons" y acaba
en la Playa de la Marbella. En definitiva, su nivel de representatividad o prototipicalidad hace
que si uno quiere ver cómo es el Poblenou y como vive su gente, se hace imprescindible pasear
de manera contemplativa y paciente por su Rambla.
Por su parte, el estudio recoge otros espacios con los que los habitantes del barrio
mantienen relaciones simbólicas de signo distinto a las recogidas en el caso anterior. Es el caso
de la Villa Olímpica la cual, aunque aparece como espacio simbólico, despierta sentimientos de
amenaza para la identidad ante el peligro de que la introducción de nuevas clases sociales en el

19
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

barrio modifique substancialmente los principales elementos de identidad que caracterizan al


Poblenou.
Para finalizar, quisiéramos destacar que, aunque el estudio de identidad social en relación
al espacio y su relación con los aspectos simbólicos dista mucho de ser totalmente comprendida,
la consideración de estos elementos para la planificación urbana o para casos más específicos
como la remodelación de barrios y espacios urbanos en general puede ofrecer interesantes
criterios para la transformación progresiva y no traumática de nuestras ciudades en el intento de
adaptarlas a las características y requerimientos de nuestra natural y sostenida evolución social.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Amérigo, M. (1990). Satisfacción residencial. Una aproximación psicosocial a los estudios de


calidad de vida. Madrid: Universidad Complutense.

Aragonés, J.I., Corraliza, J.A., Cortés, B. y Amérigo, M. (1992). Perception of territory and
social identity. En Socio-Environmental Metamorphoses: Builtscape, Landscape, Ethnoscape,
Eoroscape. IAPS 12 Internacional Conference, Proceedings, Volume II, Marmaras, Greece.

Berger, P.L. y Luckmann, T. (1988). La construcción social de la realidad. Buenos Aires:


Amorrotu (Edición original en inglés 1966).

Blumer, H. (1982). El Interaccionismo Simbólico. Perspectiva y método. Barcelona: Hora


(Edición original en inglés 1969).

Brown, R.J. (1988). Social Identity and the Environment: a Commentary. En D. Canter (Ed.)
Environmental Social Psychology, NATO ASI Series, Behavioural and Social Sciences, the
Netherlands.

Hunter, A. (1987). The symbolic ecology of suburbia. En I. Altman y A. Wandersman (Eds.)


Neighborhood and comunity environments, Human Behavior and Environment, vol. 9, 191-219.
New York: Plenum Press.

Ibañez, T. (1990). Aproximaciones a la psicología social. Barcelona: Sendai.

Lalli, M. (1988). Urban Identity. En D. Canter (Ed.) Environmental Social Psychology, NATO
ASI Series, Behavioural and Social Sciences, the Netherlands.

20
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

Lalli, M. (1992). Urban-related identity: Theory, measurement, and empirical findings. Journal
of Environmental Psychology, 12 (4), 285-303.

Lynch, K. (1985). La imagen de la ciudad. Barcelona: Gustavo Gili (Edición original en inglés
1960).

Mead, G.H. (1990). espíritu, persona y sociedad. México: Paidós (Edición original en inglés
1934).

Milgram, S. (1984). Cities as Social Representations. En S. Moscovici y R. Farr (Eds.) Social


representations. Cambridge: Cambridge University Press.

Pol, E. (1992). Seis reflexiones sobre los procesos psicológicos en el uso, organización y
evaluación del espacio. Ponencia presentada en las Jornadas "El comportamiento en el medio
construido y natural", Orellana, Setiembre 1992.

Pol, E. (1994). La apropiación del espacio. Familia y Sociedad

Proshansky, H.M. (1976). The Appropriation and Misappropriation of Space. En P.KOROSEC


(Ed.) Appropriation of Space. Proceedings of the Strasbourg Conference, Strasbourg.

Proshansky, H.M. (1978). The city and self-identity. Environment and Behavior, 10 (2), 147-
169.

Proshansky, H.M., Fabian, y Kaminoff (1983). Place-identity: physical world socialization of the
self. Journal of Environmental Psychology, 3, 57-83.

Reid, A. y Aguilar, M.A. (1991). Barrio y vida cotidiana: una experiencia de trabajo en la
reconstrucción de la vivienda. En A. Massolo. Procesos rurales y urbanos en el México actual.
México: Universidad Autónoma Metropolitana.

Stokols, D. (1977). Perspectives on Environment and Behavior. New York: Plenum Press.

Stokols, D. (1978). Environmental Psychology. Annual Review of Psychology, 29, 253-295.

Stokols, D. (1981). Group x Place Transactions: Some Neglected Issues in Psychological


Research. En D. Magnusson (Ed.) Toward a Psychology of Situations: An Interactional
Perspective. Hillsdale, New Jersey.: Lawrence Erlbaum.

Stokols, D. (1990). Instrumental and Spiritual Views of People-Environment Relations.


American Psychologist, 45 (5), 641-646.

21
Valera, S. (1997).
Estudio de la relación entre el espacio simbólico urbano
y los procesos de identidad social.
Revista de Psicología Social, 12, 17-30.

Stokols, D. y Jacobi, M. (1984). Traditional, Present Oriented, and Futuristic Modes of Group-
Environment Relations. En K.J. GERGEN y M.M. GERGEN (Eds.) Historical Social
Psychology. Hillsdale: Lawrence Erlbaum Associates.

Stokols, D. y Shumaker, S.A. (1981). People in Places: A Transactional View of Settings. En


J.H. Harvey (Ed.) Cognition, Social Behavior, and the Environment. Hillsdale, New Jersey:
Lawrence Erlbaum Associates.

Tajfel, H. y Turner, J.C. (1989). La teoría de la identidad social de la conducta intergrupal. En


J.F. MORALES y C. HUICI (Eds.) Lecturas en Psicología Social. Madrid: Uned (Edición
original en inglés 1986).

Turner, J.C. (1990). Redescubrir el grupo social. Madrid: Morata (Edición original en inglés
1987).

Valera, S. (1993). El simbolisme en la ciutat. Funcions de l'espai simbòlic urbà. Tesis doctoral
no publicada. Universitat de Barcelona.

Valera, S. y Pol, E. (1994). El concepto de identidad social urbana: una aproximación entre la
Psicología Social y la Psicología Ambiental. Anuario de Psicología, 62, 5-24.

Wirth, L. (1974). Ecología Humana. En G.A. Theodorson Estudios de Ecología Humana, vol. 1.
Barcelona: Labor (Edición original en inglés 1945).

22

También podría gustarte