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2.2.2. Ganadería en México.

Alumno: Steven Alexander Sánchez Cerecer.

Maestra: M.C. Mario G. López Ayala.

Materia: Análisis de la realidad nacional.

Grupo: #521

Fecha: 02/03/2022

Universidad: Instituto Tecnológico de Los Mochis.


Introducción

A continuación, veremos sobre el desempeño de la ganadería en


México y que problemas tiene y ver aproximadamente que es lo que
necesitan para su buen desempeño.
1.1. Panorama general

La ganadería ocupa 78% de la tierra agrícola y cerca de 33% de la tierra con


cultivos. Pese a que los sistemas intensivos “sin tierra” son los responsables de la
mayor parte del crecimiento del sector, su influencia en la tierra de cultivo es
sustancial y los problemas asociados a la producción pecuaria no se pueden
entender cabalmente si no se incluye al sector agrícola de cultivos en el análisis.

En su rol de consumidor, el productor rural vive la exclusión cuando es nulo o


restringido su acceso a alimentos en las calidades y cantidades suficientes para
cubrir sus necesidades nutricionales mínimas. Los factores determinantes de la
pobreza rural y alimentaria han sido el escaso dinamismo de la agricultura, el
estancamiento de los salarios agrícolas y el descenso en los precios reales de los
productos de este sector.

Es de resaltarse que el tema del acceso a los alimentos tiene un componente


cualitativo y otro cuantitativo. El BM (2004) en su estudio La situación de la Pobreza
en México señala que entre 2000 y 2004 la población rural en pobreza alimentaria
registró el mayor descenso de todas las categorías de pobreza, con -14.5%; sin
embargo, este indicador sólo se refiere a los ingresos que la población rural obtiene
y destina, hipotéticamente, a la compra de alimentos, pues si se analizara la dieta
de la población rural podría sugerirse a manera de hipótesis, que su calidad y
diversidad han disminuido en los últimos años.
En parte esta situación resulta de la adopción de patrones de consumo más
urbanos, pero fundamentalmente se debe al deterioro general de sus recursos
productivos, entre ellos los naturales como el agua, la calidad de su suelo, etc.; de la
necesidad de destinar cada vez mayores esfuerzos a actividades no
agroalimentarias; y/o de la restricción de su diversidad productiva en aras de
optimizar sus recursos para una sola actividad, como ocurre con la ganadería de
doble propósito.

Amartya Sen, citado por 4Teubal, s/f, menciona que el acceso a la alimentación
(entitlements alimentarios) está estrechamente vinculado a los "arreglos
institucionales" establecidos en determinadas sociedades y épocas históricas. Es
decir, el andamiaje político, programático y administrativo que soporta, legitima y
opera un modelo económico específico, define en la práctica, quiénes serán los
ganadores y quiénes los perdedores, quiénes los incluidos y quiénes los excluidos.
Teubal (Ibid.) afirma que los procesos de privatización, desregulación, apertura del
mercado, etc., han incidido en los incrementos de la pobreza y negativamente en el
acceso a los alimentos.

Pero los "arreglos institucionales" también influyen en la posibilidad que tiene el


productor rural de mantenerse en el sistema, ya que como bien señala Gordillo, 5
éstos, entre otras cosas, definen el perfil y orientación de las políticas públicas
dirigidas a la producción de alimentos y con ellas, los criterios de asignación de los
recursos y apoyos gubernamentales.

La invisibilidad de este actor social se aprecia en la ausencia de una estrategia


diseñada en particular para este perfil de productor en la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable (LDRS). En efecto, la LDRS promulgada en diciembre del 2001 por el
Estado mexicano, tiene como propósito establecer el marco normativo de todas las
acciones gubernamentales en materia de desarrollo rural, producción sustentable y
seguridad alimentaria.
Este segmento de productores, otrora uno de los ejes fundamentales de la política
alimentaria del país, ha debido enfrentar los avatares de un mercado que se vuelve
más complejo, con nuevas reglas operativas relacionadas no sólo con una mayor
competencia externa, sino también con los cambios en los patrones de consumo y
su orientación hacia productos inocuos, algunos orgánicos, etc., que le demandan la
aplicación de tecnologías y conocimientos que no posee o que cayeron en desuso y
necesita recuperar.

La LDRS no concibe a la unidad de producción campesina como un sistema en sí


mismo, obvia que se trata de "un conjunto de actividades que un grupo humano
organiza, dirige y realiza, de acuerdo a sus objetivos, cultura y recursos, utilizando
prácticas en respuesta al medio ambiente físico".6 Estos sistemas están
organizados para satisfacer necesidades de producción y de consumo a la vez,
disponen de recursos escasos, y su fin último es la sobrevivencia de la familia y la
conservación de los recursos productivos.

Bajo estas condiciones, la decisión del campesino de integrarse a una estrategia


basada en cadenas productivas, lo llevaría a desequilibrar su sistema de producción
y por lo tanto a arriesgar su sobrevivencia. En otros términos, la LDRS trata de
hacer compatibles dos lógicas de producción contradictorias: la del campesino, cuya
receta ha sido: "diversificar para sobrevivir"; y la de los agentes que participan en las
cadenas productivas: "especializarse para lograr la competitividad".
1.2. Marco normativo.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos .

Nuestra Carta Magna es la norma fundamental que rige a México, por lo tanto,
ningún ordenamiento o Ley es superior a ella y cualquiera que la contravenga será
nula de pleno derecho. En ella se establecen los derechos y obligaciones de los
individuos y las facultades y responsabilidades de la autoridad, los cuales se
enmarcan dentro del principio de legalidad; dicho principio consiste en que la
autoridad no puede hacer nada que no le esté expresamente facultado y el
particular puede hacer todo lo que no le esté expresamen te prohibido.

Dentro de las facultades del Ejecutivo Federal está la de elaborar el Plan Nacional
de Desarrollo, lo cual se encuentra dispuesto por el mismo artículo 26 de la
Constitución, el cual además establece que los programas de la administración
pública federal estarán sujetos a lo dispuesto en dicho plan.

Asimismo, se le otorga al Ejecutivo Federal la facultad de establecer los


procedimientos de participación y consulta popular en el sistema de Planeación
Democrática y los criterios para la formu lación, instrumentación, control y evaluación
del plan y los programas de desarrollo. El presidente de la República determinará
los órganos responsables del proceso de planeación y las bases para que se
coordine, mediante convenios con los gobiernos estatales, e induzca y concierte con
los particulares las acciones a realizar para la elaboración y ejecución del plan.
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

La presente Ley se establece conforme a lo dispuesto en el artículo 90


constitucional y en ella se proporcionan las bases para la organización de la
Administración Pública Federal. El artículo 26 de esta Ley establece que el Poder
Ejecutivo cuenta con 18 Dependencias para el despacho de los asuntos del orden
administrativo, entre las que se encuentran la Secretaría de Agricultura, Ganadería y
Desarrollo Rural (SAGAR). A esta Secretaría le compete establecer programas y
acciones que tiendan a fomentar la productividad y rentabilidad de las actividades
económicas rurales, como lo indica el artículo 35 de la citada Ley.

Ley de Planeación.

Uno de los objetos de esta Ley es establecer las normas y principios conforme a los
cuales se llevará a cabo la planeación nacional para el desarrollo y en función de
éstos, se deberán alcanzar las actividades de la Administración Pública Federal; es
decir, la planeación es el medio a través del cual el Estado mexicano desempeña
eficazmente sus responsabilidades sobre el desarrollo integral del país, tendiente a
cumplir los fines y objetivos políticos, sociales, culturales y económicos contenidos
en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Para formular el Plan Nacional de Desarrollo, el artículo 3 de la Ley de Planeación
establece la ordenación racional y sistemática de acciones que tienen como
propósito la transformación de la realidad del país, de conformidad con las normas,
principios y objetivos que la propia Constitución y la Ley establecen. Mediante la
planeación se fijarán objetivos, metas, estrategias y prioridades; se asignarán
recursos, responsabilidades y tiempos de ejecución; y se coordinarán acciones y
evaluarán resultados.

Los aspectos esenciales de la propuesta presentada en la LDRS 10 se detallan en


el Art. 5°:

I. Promover el bienestar social y económico de los productores, de sus


comunidades, de los trabajadores del campo y, en general, de los agentes de la
sociedad rural, mediante la diversificación y la generación de empleo, incluyendo el
no agropecuario en el medio rural, así como el incremento del ingreso.

II. Corregir disparidades de desarrollo regional a través de la atención diferenciada a


las regiones de mayor rezago, mediante una acción integral del Estado que impulse
su transformación y la reconversión productiva y económica, con un enfoque
productivo de desarrollo rural sustentable.

III. Contribuir a la soberanía y seguridad alimentaria de la nación mediante el


impulso de la producción agropecuaria del país.

IV. Fomentar la conservación de la biodiversidad y el mejoramiento de la calidad de


los recursos naturales, mediante su aprovechamien to sustentable.

V. Valorar las diversas funciones económicas, ambientales, sociales y culturales de


las diferentes manifestaciones de la agricultura nacional.

II. Desarrollo regional en zonas con potencial ganadero. Reconversión productiva y


económica de la ganadera familiar. La ganadería familiar se agrupa dentro del
sistema de economía campesina, la cual establece lazos muy estrechos con el
núcleo familiar, integrado por personas de diferente edad y sexo, pero unidas por
lazos de parentesco muy cercanos y con una clara organización para la producción
en pequeña escala, bajo la estrategia de distribuir riesgos y oportunidades de
producción en diversas actividades como agricultura, ganadería y venta de fuerza
de trabajo.
Además, establece su propia jerarquía en la repartición de sus beneficios dentro del
grupo. Sus explotaciones pecuarias son en pequeña escala y combinan varias
especies a la vez, vacas, cerdos, borregos, cabras, aves, entre otros. Muchos de
sus conocimientos tecnológicos son tradicionales y su objetivo primordial es el
bienestar del núcleo familiar. La agricultura que practican es generalmente de
autoconsumo, en la cual los animales utilizan para su alimentación residuos de
cosechas agrícolas, esquilmos agroindustriales, y pastoreo de áreas no
aprovechables comercialmente, entre otros.

México cuenta con cerca de 197 millones de hectáreas, bajo un mosaico de


regiones ecológicas que le dan la principal característica a su ganadería; esto es,
una gran biodiversidad de sus recursos genéticos. De la extensión del territorio
nacional, aproximadamente el 25% es árido, el 20% semiárido, el 23% es templado,
el 15% es trópico seco y el 12% trópico húmedo.

La ganadería constituye el principal uso del suelo en el país, desarrollándose en una


superficie de 113.8 millones de hectáreas, lo que representa el 58% del territorio
nacional.

2.1. Diversificación productiva. Soberanía y seguridad alimentaria.

El traspatio es conocido como aquel espacio productivo y diverso, de transformación


y mejoramiento con que cuentan algunas familias de zonas rurales y áreas
periurbanas, es de gran importancia para la seguridad alimentaria y economía
familiar de quienes trabajan en él. En este espacio convergen tanto actividades
agrícolas como pecuarias con la finalidad de proveer alimentos básicos tales como:
carne, huevo, leche, entre otros a las familias principalmente de tipo rural e
indígena.
La cría de animales domésticos como sistema de producción de “ganadería de
traspatio” es llevado a cabo principalmente por las mujeres incluyendo la explotación
ganadera en pequeña escala, en la cual se crían aves de corral, ganado porcino,
caprino y bovino 12, ya que en este ámbito se fusiona a las actividades domésticas
y forman parte del panorama de actividades productivas de las mujeres, al menos
como organizadores y responsables del traspatio mismo, con la colaboración
puntual de otros integrantes de la familia.

En México se conoce muy poco de la avicultura de traspatio, porque su importancia


relativa en los indicadores productivos es difícil de cuantificar y solamente está
caracterizada como una actividad de apoyo en la economía familiar, que ocupa la
fuerza de trabajo de las amas de casa y los niños.

La avicultura de traspatio es una actividad de gran importancia en las zonas rurales


de México, ya que se realiza en los patios de los hogares con el aprovechamiento
de aves como gallinas criollas (Gallus gallus L.) y guajolotes (Meleagris gallopavo)
principalmente; sin embargo, se conoce muy poco sobre este sistema de producción
debido a la falta de registros relacionados con los indicadores productivos ya que se
tipifica como actividad de apoyo a la economía familiar y llevada a cabo
principalmente por amas de casa, niños y personas de la tercera edad.

La avicultura de traspatio en México posee conocimientos con mucha antigüedad,


los cuales pueden dar aportes importantes a la avicultura moderna, principalmente
en el campo de la genética; así como ser un modelo para el desarrollo de modernas
técnicas de producción avícola orgánica.
Una estrategia que pretenda cumplir los propósitos de la seguridad alimentaria y a la
vez los requerimientos de un desarrollo rural sustentable, debería partir del
reconocimiento inicial de la unidad productiva campesina como un Sistema
Productivo Integrado para garantizar el éxito de la planeación participativa.

2.2. Sistema de producción de ganadería familiar. Estudio de caso.

La ganadería en México se desarrolla bajo diferentes contextos agroecológicos,


tecnológicos, de sistemas de manejo y objetivos de producción; en lo general, los
sistemas productivos se clasifican como tecnificados, semitecnificados y tradicional
o de traspatio.

Las actividades económicas de esta población se concentran en el sector


agropecuario, principalmente en la ganadería. Aunque prevalece el ganado
productor de carne, el principal producto que sostiene la economía en esta región es
el queso fresco.

La mayor parte de las unidades de producción ordeñan todo el año, no obstante que
se obtiene un promedio de cinco litros de leche diarios por cada vaca de vientre.

Aproximadamente, 80% de los productores poseen 30 vacas de vientre o menos, lo


cual sólo les permite trabajar a un nivel de subsistencia, con ingresos suficientes
para solventar los gastos productivos y el sostenimiento de sus familias, sin
posibilidades de acumular o reinvertir en sus ranchos. La producción de queso se
realiza de forma artesanal, con ordeña manual y en instalaciones rústicas, ya sea en
los ranchos o en las casas de los productores en los pueblos.
A pesar de la importancia regional de la actividad, no se registra en el Censo
Económico, ni en el Censo Ganadero del Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI).

También establece una serie de observaciones en torno a la movilización de


subproductos pecuarios, encaminadas a garantizar su procedencia legal y el
cumplimiento de las normas sanitarias. Sin embargo, estas disposiciones se refieren
básicamente a la carne y su tratamiento en los rastros de la entidad, no se hace
mención específica de otros subproductos como leche y/o quesos, y cuando se
refieren a diversificación productiva, ésta se limita al estímulo de actividades como
la apicultura y la explotación de ranchos cinegéticos.

Delimitación del tipo de ganadería.

Bovinos.

La producción de leche en México se desarrolla en condiciones muy heterogéneas


tanto desde el punto de vista tecnológico y socioeconómico, como por la localización
de las explotaciones. Además, dada la variabilidad de condiciones climatológicas,
éstas adquieren características propias por región en los diferentes estados del
país, influyendo, adicionalmente, la idiosincrasia, tradición y costumbres de la
población.
En tal sentido, los sistemas productivos van desde lo tecnificado hasta los de
subsistencia en una misma región, distinguiéndose, de forma general, cuatro
sistemas: especializado, semiespecializado, de doble propósito y familiar.

El primero ha cobrado relevancia al incrementar paulatinamente su participación en


el mercado doméstico, misma que es del 55% de la producción nacional. El
semitecnificado ha venido decreciendo ante las presiones económicas y su
incipiente competitividad, de ahí que solamente aporte el 24% de la producción, en
tanto que el de traspatio, se ha mantenido gracias a su concurrencia a mercados
locales difícilmente cubiertos por algunos de los estratos anteriores, aportando el
5%, mientras que el doble propósito el 16%, de la producción nacional.

La región de mayor producción de leche en el país es la zona templada con un


47.8%, le sigue la zona árida y semiárida con el 36.2% y la zona trópico húmedo y
seco con el 16%.

La ganadería para carne comprende principalmente la producción de novillos para


abasto, la cría de becerros para la exportación y la producción de pie de cría, siendo
los sistemas básicos de explotación, el intensivo o engorda en corral y el extensivo o
engorda en praderas y agostaderos en las diferentes regiones del país. El 33 % de
la producción de carne en el ámbito nacional, se localiza en las regiones áridas y
semiáridas, regiones donde predomin an las razas europeas puras como la Hereford,
Angus y Charolais, y se caracteriza por tener tanto el sistema de producción
vacabecerro, como la engorda en corral, cuyo mercado tradicional ha sido la
exportación hacia los Estados Unidos de América.

La región templada aporta el 31.6 %; en esta región predomina el ganado cruzado


con razas europeas donde gran parte de las explotaciones son extensivas,
sustentadas en el pastoreo durante la época de lluvias, complementándose el resto
del año con dietas a base de esquilmos agrícolas y suplementos. El sistema que
predomina es el de vaca-becerro, donde la cría se engorda para consumo local o se
finaliza en corrales de engorda.

Las regiones del trópico húmedo y seco son las que tienen mayor aporte en la
producción con el 35.4%; en estas regiones, predominan las razas cebuínas y sus
cruzas con razas europeas.
Se ha consolidado como la zona ganadera más dinámica y de mayor expansión,
fundamentalmente la del sureste del país, la cual ha evolucionado en forma
importante, ya que en ella se ubica la mayor parte del inventario nacional. En cuanto
a la productividad, se ha convertido en la zona natural proveedora de becerros para
engorda y finalización en corrales nacionales y de carne en canal para el abasto.

Cerdos .

En la porcicultura nacional, la adopción de tecnología está vinculada en gran medida


a los niveles de integración vertical y horizontal, lo cual en términos generales es un
binomio y con éste se logran los niveles de productividad y rentabilidad que
favorecen su permanencia en el mercado interno, competir con productos de
importación e inclusive su concurrencia a mercados del exterior.

Existe una gran variedad de sistemas productivos que se diferencian entre sí por el
nivel de tecnología aplicada, los cuales de acuerdo a sus principales características
se agrupan en tres diferentes categorías: el tecnificado, el semitecnificado y el de
traspatio. Mientras los dos primeros tienen una distribución geográfica definida, el
último se practica en todos los estados del país.
Aves .

La avicultura es una de las ramas de la ganadería mexicana con mayor tradición en


el país, ya que la cría de aves de corral se practicaba desde antes de la época de la
conquista, siendo actualmente la actividad pecuaria de mayor dinamismo y con más
altos grados de tecnificación en la presente década.

La producción de carne de ave se obtiene bajo tres sistemas de producción que


son: tecnificado, semitecnificado y de traspatio.

Ovinos.

La producción ovina nacional enfrenta una problemática compleja como resultado


de las características de los sistemas de producción, basándose en pequeños
rebaños de baja productividad, escasa organización de los productores y problemas
sanitarios. Se estima que solo un 20% de las explotaciones se consideran como
tecnificadas o semitecnificadas, correspondiendo el resto a un sistema tradicional o
de traspatio.

Caprinos.

La producción caprina representa un recurso importante para algunos estratos


sociales. A pesar de que en México existen unidades caprinas en las cuales se
aplica tecnología avanzada, el común denominador de este sector pecuario es la
escasa o nula tecnificación aplicada en los procesos productivos. La producción
caprina, aunque principalmente se relaciona a las regiones áridas y semiárida del
país, caracterizadas por la limitada producción de sus agostaderos se extiende en
todo el territorio nacional. La producción de carne y leche se concentra en los
estados del norte y centro-norte de México, contribuyendo con el 72 y el 62% de la
producción nacional de carne y leche, respectivamente.

Apicultura.

La apicultura al igual que otras áreas de la producción en México se da bajo un


amplio mosaico de sistemas de producción y de integración vertical y horizontal del
proceso productivo.
La gran diversidad de climas, suelos y altitudes permite disponer de una importante
variedad de flora api botánica, con base en la cual se determina la existencia de
cinco regiones apícolas, en donde la producción varía de acuerdo a la disponibilidad
de estos recursos y al tipo de los mismos (néctar), lo que influye en los tipos de miel,
al conferirles diferentes sabores, colores, aromas y grados de humedad.

2.3. Inventarios y producción pecuaria.

La encuesta nacional agropecuaria 2014 elaborada por el INEGI, sólo permite


observar inventarios generales de la producción pecuaria y datos de unidades de
producción ganadera de mujeres.

Asimismo, según la ENA 2014, 84.9% de los productores, son hombres y 15.1%,
mujeres; respecto a la ENA 2012, la participación de productoras fue de 13.5%, lo
que refleja un incremento de 1.6 puntos porcentuales de la participación femenina
como dirigentes en las unidades de producción agropecuaria.

De los 28.4 millones de bovinos estimados a nivel nacional por la ENA 2014, 7.9%
correspondía a existencias propiedad de unidades de producción de mujeres.

Por función zootécnica, 30.0 % eran vacas para cría de becerros; 26.3%, bovinos en
engorda; y 13.4%, vacas para la cría de becerros y ordeña.

De las unidades de producción de mujeres con venta de ganado, 51.2% reportó que
vendieron a un intermediario; 46.5% realizó la venta directa al consumidor y 10.8%,
a otro tipo de comprador.
Opciones de mitigación.

Existen múltiples y efectivas opciones de mitigación, pero ir más allá del estado
actual requiere de un fuerte compromiso de política pública. El reto mayor es que las
opciones no son neutrales en costo y que los productores más pobres, los que
apenas obtienen un sustento marginal de los sistemas extensivos, que son los que
generan la mayor parte de las emisiones, carecen de fondos para invertir en
cambios.

Organización familiar y roles de género.

Organización familiar y roles de género. El sistema de producción de ganadería


familiar identificado con base en la FAO (2002) en la comunidad es de tipo
tradicional, desarrollado por las unidades familiares en los traspatios de la casa
habitación, en la que sus integrantes (jefe de familia, mujer, hijos, nietos y nueras)
aportan el trabajo. Se utilizan pocos insumos y los productos se destinan al
autoconsumo. Este sistema se vio asociado a una organización familiar en la que
las mujeres son las encargadas de la organización y responsables de los trabajos.
Conclusiones

Como vimos en lo anterior, nos dimos cuenta sobre las situaciones que presentan
las ganaderías de nuestro país y como esta tiene complicaciones para poder
desarrollarse de la mejor manera.

Lo principal que note sobre el tema es sobre la situación social y económica que
presentan los ganaderos, la gran mayoría no están desarrolladas y no cuentan con
tecnologías actuales que les proporciones desarrollarse y por ende de mejores
resultados. Es decir, lo que faltaría en este ámbito es el apoyo a los campesinos
sobre este sector.

Como parte más desarrollada del tema se nos habla de todo el proceso o panorama
general de lo que este presenta y se nos va mencionando por subtemas partes
importantes de la ganadería tanto en el aspecto del que presenta una familia como
en los problemas que le pueda ocasionar al país por no contar con las tecnologías
necesarias para su buen desempeño.
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