Está en la página 1de 2

La feminización de los hombres.

(Semana – 1994)

Diversos autores pronostican la desaparición del macho y preparan a los hombres para asumir la
nueva masculinidad.

Mientras el común de los hombres parece no haberse dado cuenta, la masculinidad ha empezado
a ser redefinida por los especialistas en ciencias sociales. Sociólogos antropólogos, sicólogos y
genetistas se han lanzado a la tarea de rescatar al hombre de los vicios ancestrales del machismo
para darle una nueva identidad, más acorde con las exigencias del fin del siglo. En los últimos
meses una avalancha de publicaciones pronostica el gran cambio que en la última década y en la
actual sufrirá el género masculino.
Títulos como "El mito del poder masculino", "Los desterrados", "Ellos se redescubren", y "La nueva
masculinidad, no son extraños hoy en los anaqueles de las librerías del mundo. A la par, las
revistas dirigidas a los hombres han abierto sus páginas, antes dedicadas solo a asuntos de
negocios y tecnología, poder y dinero, para incluir extensos artículos sobre la paternidad, la
depresión, la sexualidad y la soledad, las relaciones afectivas y demás. Y como reflejo de esa onda
liberacionista ya ha aparecido mugs y camisetas con el eslogan "Salve a los hombres".
La preocupación sobre el verdadero papel de los hombres en el mundo actual parece ser tema del
día. Según los autores, no es fácil para el sexo fuerte navegar por las turbias aguas de la
masculinidad en el mundo de hoy. Pero quizás el libro más revolucionario sobre el tema es el de la
escritora y socióloga francesa Elizabeth Badinter, autora de "XY, La identidad masculi na" -editado
en Colombia por el Grupo Editorial Norma-, quien pone en discusión los criterios tradicionales de
la masculinidad, y hace un análisis de lo que ha significado "ser hombre" en las distintas culturas,
de 1as manifestaciones de esta condición en la literatura y el cine, y de los cambios que esperan
en comportamiento masculino para la presente década.
Apasionada de las relaciones humanas, Elizabeth Badinter ha escrito varios libros; pero quizás este
sobre la identidad masculina es el que más roncha ha levantado, tanto en Francia como cn los
países donde se ha publicado. Según la autora, desde el momento en que las mujeres decidieron
redefinirse -hace 30 años- forzaron el cambio en los hombres. La caída del macho se produce, en
opinión de Badinter, porque el modelo masculino tradicional ha mostrado sus limitaciones y está
completamente desfasado con respecto a la evolución de las mujeres. Les advierte, además, que al
igual de lo que sucedió con su con traparte femenina, este camino es largo y doloroso: "Los
sicólogos advierten unánimes que en los últimos 20 años han aumentado los problemas
sicológicos de los hombres".

EL HOMBRE NO NACE; SE HACE


Para la autora, la idea del "eterno masculino" es falsa. "XY" es la fórmula cromosomática del
hombre y 1a escritora parte del hecho biológico según el cual el sexo femenino es base de todos
los mamíferos "Y" es el cromosoma que define la tendencia espontánea del embrión a desarrollar
un programa femenino y desencadenar el proceso de la masculinización. En el aspecto sicológico
sucede igual: se educa al niño a camhiar su identidad primaria, femenina, por una secundaria,
masculina, y la tarea no es nada fácil. "Ser hombre es una expresión que se usa más en imperativo
que en indicativo... Pero la virilidad puede no ser tan natural como se pretende", dice la autora.
El feminismo parece haber desestabilizado las referencias de la masculinidad. Las mujeres, al
mandar al traste sus roles tradicionales, derrumbaron también el pedestal masculino. Al igual que
las feministas, se liberaron de los papeles de siempre que les habían sido asignados. Hoy los
hombres también parecen querer dejar atrás el estereotipo de John Wayne para buscar el ideal
masculino. Pero aunque los primeros estudios sobre la identidad masculina datan de hace 20 años,
ha sido en la última década que el género masculino se ha visto enfrentado a asumir nuevos roles
para mantener la armonía de sus relaciones afectivas y la solidaridad de los sexos. En un momento
en que los puntos de referencia estarían esfumándose, es necesario trazar los lineamientos de una
nueva masculinidad "Pero mientras se revisa la imagen ideal de masculinidad, conmueve ver -dice
la autora- cómo se multiplican los personajes novelescos que, llorando su debilitada virilidad, se
refugian en el alcohol, la droga y el ocio, o huyen hacia la homosexualidad, último reducto a salvo
de las mujeres ".

MODELO EN TRANSICION
Para la escritora, el modelo más evidente de hombre en los años 90 es un hombre "blando", que
aún no ha logrado cimentar las nuevas bases de su virilidad. "Estas nuevas generaciones
masculinas, son encantadoras, seductoras pero le huyen como la peste al compromiso y a la
responsabilidad ". Sin embargo, señala que este modelo en transición es mucho más positivo que
los que le precedieron.
Estos hombres -que la autora califica como "mutantes"- "han aceptado, por primera vez, su lado
femenino", para señalar que disfrutan y ejercen la paternidad, pueden manifestar sentimientos,
ser tiernos y realizar tareas domésticas sin considerar que estas actitudes son una fisura al
pedestal de su virilidad.
"Siempre ha habido hombres dispuestos a rechazar las figuras impuestas. padres cariñosos que
han dejado que su feminidad se exprese, hombres tiernos capaces de amar a sus mujeres como
iguales. Pero se necesita valor para desafiar los modelos dominantes", dice Elizabeth Badiner,
quien pronostica que la verdadera igualdad de sexos no se verá antes del año 2000, cuando el
género masculino haya roto su virilidad caricaturesca del pasado y haya reconciliado su
masculinidad con su feminidad.

También podría gustarte