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Tema a desarrollar.

La violencia, es la respuesta ultima al miedo.

Es una emoción básica, primaria y universal. Nace en nuestro cerebro y origina una reacción de
alarma en todo el organismo.

El hecho de sentir miedo resulta desagradable, de ahí de considerarlo como algo negativo. Pero
sentir emociones es positivo. Toda emoción tiene su razón de existir y cumple una función.

El miedo es un mecanismo para adaptarnos al entorno y a sus peligros. El miedo es una emoción
que reacciona dependiendo de nuestros filtros mentales. Básicamente, si no tuviéramos miedo,
moriríamos.

El miedo nos cuida. Regula nuestra conducta, avisándonos del peligro.

Cuando el miedo puede ser un problema; cuando este es disfuncional, es decir, cuando la
situación que nos genera miedo no es real.

El miedo funcional se activa ante un peligro real, es adaptativo en nuestro beneficio.

El miedo disfuncional entorpece nuestra vida y nuestro desempeño normal. No es adaptativo, no


es útil. Este tipo de miedo no se debe exclusivamente a un peligro real, sino a un conjunto de
experiencias y creencias que forman un filtro cognitivo de la persona.

Biológicamente, el miedo es un esquema adaptativo y constituye un mecanismo de supervivencia


y defensa.

Psicológicamente, es un estado afectivo, emocional, necesario para la correcta adaptación del


organismo al medio, lo cual provoca angustia y ansiedad en la persona, ya que puede sentir miedo
sin que parezca existir un motivo claro.

Desde el punto de vista social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de la persona o
de la organización social. Se puede por lo tanto aprender a temer objetos o contextos, y también
se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera compleja con otros tipos de miedos
(miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte, miedo al ridículo, etc.) y guarda estrecha
relación con los distintos elementos de la cultura.

Desde el punto de vista evolutivo el miedo es un complemento y una extensión de la función del
dolor. El miedo nos alerta de peligros que no nos han ocasionado algún dolor, sino más bien una
amenaza a la salud o a la supervivencia. Del mismo modo que el dolor aparece cuando algo nocivo
aparece y ataca a nuestro cuerpo, el miedo aparece en medio de una situación en la que se corre
peligro.

Adicionar lectura de CATHERINE LUTZ y JOANNA BOURKE – Revisión de Wikipedia.

Miedo a perder el sostén social.

Pasaje del hombre de conciencia guiado desde adentro al hombre de conciencia guiado desde
afuera.

Involucra ser un Yo, de los otros, por las concesiones que debe hacer para amoldarse.
Este Yo, guiado por las expectativas de los otros, se vuelve inseguro cuando no cree que puede
responder a esas expectativas.

Muchedumbres solitarias.

“Lo que yo pienso que tu piensas sobre mí, repercute en lo que pienso de mí mismo, y lo que
piensas de mí, influye en la forma que actuó ante ti”

“Ni tu ni yo somos comprensibles para el otro” Ronald Laing.

Tipo clásico que siente miedo en la sociedad actual.

No quiere estar donde ha llegado. No está a gusto del lugar que se fue.

Miedo a no ser lo bastante bueno.

Hay una cultura de que “el ganador se lo lleva todo”

Pero esto tiene una trampa.

Cada vez hay más personas que compiten por cada vez menos puestos de trabajo con mayores
salarios.

Vivimos en una retórica de la calificación… todo se contabiliza, se monetiza…

Hoy se compite por la performance. Hay que estar en escena, hay que ser más creativos, más
brillantes.

El sistema educativo premia el rendimiento.

El ámbito social (laboral) premia el éxito.

Por esa razón se ha migrado a una “sociedad del rendimiento” y una “cultura del éxito”

¿Cómo se sienten los perdedores? ¿y los ganadores?

El miedo es la realidad anímica de las clases medias actuales.

Inseguridad es la palabra clave. Estas clases medias tienen miedo si toman la decisión equivocada,
porque son los que tienen algo para perder. Se siente inseguros en su posición social.

Un factor importante a partir de los años 90, es que el neoliberalismo a promovido una disolución
de la clase media, generando una muy poderos elite, y ampliando la brecha con las clases bajas.

Una nueva clase global, cada vez más rica, y por ello más poderosa e influyente. Y una clase media,
más apegada al miedo del descenso social. Al existir la posibilidad del éxito total, es porque existe
la posibilidad del fracaso absoluto.

La lucha en un contexto de individualismo, con la atención sobre el rendimiento, bajo la atenta


mirada del mercado, genera una gran desconfianza hacia el “otro”, que va de la mano con el
desinterés político, y la perdida de lealtades.

En resumen, se trata del miedo por el futuro.


Sectores bajos.

A duras penas se sostienen con sus salarios, subsidios y ayudas sociales.

Este nuevo “proletariado” es el objetivo de la riqueza. Son a quienes explotar.

Son un sector de servicios terciarios principalmente, con un alto desgaste emocional y físico.

No reprimimos al YO. El YO desborda de pretensiones contradictorias.

Ante la actual pregunta de ¿Qué es lo que no soy libre de hacer?

Ese YO, socializado de este modo, solo se siente culpable a causa de sí mismo y de sus
posibilidades y no por las normas impuestas desde afuera.

Pasamos “del miedo a los otros, al miedo a nosotros”, casi un miedo a que nadie domine.

Hay un nosotros fragmentado en una sociedad heterogénea.

Surge una nueva clase “peligrosa”, formada por inmigrantes que perturban el orden social, al
mismo tiempo que son mantenidos por el sistema.

Todo nos lleva a un “miedo existencial” que nos deja dos caminos.

Huir de los demás.

Sería una práctica budista mediante un salto a la nada.

Arrojarse en los demás.

Disolverse en el conformismo de la muchedumbre solitaria.

Erich Fromm - Analizar El miedo a la libertad.

El objetivo de ambos movimientos, es anestesiar el miedo.

Pero no se debe dejar de entender que:

Sin los otros no hay YO. Sin ambigüedades no hay identidad. Sin desesperación, no hay esperanza.
Sin final no hay inicio.

En medio de todo esto, está el miedo.

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