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Unidad 1
La Sociedad Gentilicia
1. Introducción
2. La Cultura Paleolítica
El Paleolítico (del griego παλαιός, palaiós: ‘antiguo’, y λίθος, lithos: ‘piedra’) significa
etimológicamente piedra antigua, término creado por el arqueólogo John Lubbock
en 1865 en contraposición al de Neolítico (piedra nueva). Es el período más largo
de la existencia del ser humano (de hecho abarca un 99 % de la misma[cita
requerida]) y se extiende desde hace unos 2,59 millones de años (en África)1 hasta
hace unos 12 000 años. Constituye, junto con el Mesolítico/Epipaleolítico (fases de
transición) y el Neolítico, la llamada Edad de Piedra, denominada así porque la
elaboración de utensilios líticos ha servido a los arqueólogos para caracterizarla (en
oposición a la posterior Edad de los Metales).
Aunque esta etapa se identifica con el uso de útiles de piedra tallada, también se
utilizaron otras materias primas orgánicas para construir diversos artefactos: hueso,
asta, madera, cuero, fibras vegetales, etc. Durante la mayor parte del Paleolítico
inferior las herramientas líticas eran gruesas, pesadas, toscas y difíciles de manejar,
pero a lo largo del tiempo fueron haciéndose cada vez más ligeras, pequeñas y
eficientes. El hombre del Paleolítico era nómada, es decir, su vida estaba
caracterizada por un desplazamiento continuo o periódico (estacional).
Periodización
Paleolítico inferior, desde hace unos 2,85 millones de años hasta los 127 000 años
antes del presente (AP), abarcando parte del Plioceno y los tres primeros pisos del
Pleistoceno: Gelasiense, Calabriense e Chibaniense (antiguamente la segunda era
conocida como Pleistoceno inferior y la tercera como Pleistoceno medio);
Paleolítico medio, hasta los 40 000-30 000 años AP, lo que supone casi todo el
Tarantiense (tiempo atrás, Pleistoceno superior);
Paleolítico superior, hasta alrededor del 12 000 AP y, por tanto, casi todo el resto
del Tarantiense (anteriormente, Pleistoceno superior).
• Paleolítico inferior, desde hace unos 2,85 millones de años hasta los 127 000
años antes del presente (AP), abarcando parte del Plioceno y los tres
primeros pisos del Pleistoceno: Gelasiense, Calabriense e Chibaniense
(antiguamente la segunda era conocida como Pleistoceno inferior y la tercera
como Pleistoceno medio);
• Paleolítico medio, hasta los 40 000-30 000 años AP, lo que supone casi todo
el Tarantiense (tiempo atrás, Pleistoceno superior);
• Paleolítico superior, hasta alrededor del 12 000 AP y, por tanto, casi todo el
resto del Tarantiense (anteriormente, Pleistoceno superior).
Economía
3. La Cultura Neolítica
El neolítico (del griego νεο- neo- 'nuevo' y λιθικός lithikós 'de piedra') es el último de
los periodos en que se considera dividida la Edad de Piedra (herramientas de
piedra). El término, que quiere decir «de piedra nueva», se refiere a las elaboradas
herramientas de piedra pulida que caracterizan ese período y lo diferencian de la
«antigua» Edad de Piedra, o Paleolítico, con herramientas de piedra tallada, más
toscas. En la periodización americana, el Neolítico coincide aproximadamente con
el Periodo Arcaico.
Uno de los principales renovadores en el estudio del Neolítico fue sin duda el
arqueólogo francés Jean Guilaine, para quien «la verdadera ruptura [en la historia],
no fue la escritura, como se ha dicho con frecuencia, sino la agricultura. A partir del
momento en que se introduce la agricultura, se queman los bosques, se transforma
el paisaje, y se depende del clima para las cosechas. Fue el momento en el que
surgió la aldea y después la ciudad. Y también fue el momento en que aparecieron
las enfermedades vinculadas con los animales que se fueron domesticando. En fin,
ese fue nuestro mundo. Indudablemente somos los descendientes de quienes
vivieron en el neolítico.
Aunque Neolítico se traduce literalmente como ‘Nueva (edad de) Piedra’, quizás
sería más apropiado llamarlo ‘Edad de la Piedra Pulimentada; sin olvidar que la
principal característica que define actualmente el período no es otra que una nueva
forma de vida basada en la producción de alimentos a partir de especies vegetales
y animales domesticadas. Abarca distintos períodos temporales según los lugares.
Se sitúa entre el 7000 a. C. y el 4000 a. C. aproximadamente. Este período se inició
en el Kurdistán antes del 7000 a. C. (quizás hacia el 8000 a. C.) y se difundió
lentamente, sin que en Europa pueda hablarse de Neolítico hasta fechas posteriores
al 5000 a. C.
A partir del 8000 a. C., el cambio climático (época posglaciar) hizo huir a los rebaños
de renos hacia el norte, provocando una disminución de la caza. Declinó la cultura,
volviendo el hombre a las cuevas (aunque en algunos casos aislados se
conservaron las chozas). El culto a los difuntos y los rituales funerarios se hicieron
más complejos. Esta época es llamada «período de marasmo» y se sitúa en el final
del Mesolítico y el principio del Neolítico. Este cambio de clima hacia el 8000 a. C
(en que se pasó a un clima templado) hizo que el hombre modificara sus costumbres
(lo que se facilitaría por los cambios climáticos —templado, frío, templado, frío— del
período entre el 12000 a 8000 a. C.).
Las diferencias culturales de una zona a otra son perceptibles, pero resulta
imposible dar otro calificativo a los hombres que pueblan extensas zonas que el de
Homo sapiens u Hombre de Cro-Magnon, sin que puedan establecerse diferencias
étnicas regionales que necesariamente hubieron de darse por el desarrollo
separado de los distintos grupos, el ambiente geográfico distinto, la diversa
climatología, los hábitos alimentarios diferentes y las múltiples costumbres locales.
Parece ser que este período provocó desplazamientos masivos de poblaciones que
se asentaron en determinadas zonas geográficas. En Cataluña se percibe
claramente el asentamiento de una población procedente seguramente de Suiza y
del norte de Italia, que empujó a los primeros emigrantes orientales del período
anterior más al Sur. Los emigrantes instalados en Cataluña, que constituyen la
Cultura de las sepulturas de fosa, aportaron una cultura de base agrícola y
ganadera, que establecía sus poblados en cabañas en los llanos, enterrándose en
fosas como sepultura, distintas de la sepultura en cuevas, lo que demuestra que no
las utilizaban. Sin duda pasada la primera época de invasión, y asentada
sólidamente la población, estos emigrantes pudieron adoptar nuevas costumbres
funerarias, religiosas, económicas y sociales, influidos no solo por la cultura de
donde procedían, sino también por los restos de la cultura mesolítica anterior a la
primera emigración oriental, y por esta primera cultura oriental.
Economía
El ser humano habría aprendido los ciclos naturales de las plantas y lo aplicaría
para obtener nuevos alimentos con los que asegurar su subsistencia como el trigo,
centeno, cebada, arroz o maíz. Comenzarían a mantener en cautividad animales
salvajes que tenían a su alcance, domesticando ovejas, cabras, perros o bueyes.
El culto a los muertos sigue siendo muy importante. Se enterraban con ajuares y
realizaban ritos religiosos.
4. La Cultura Megalítica
La cultura megalítica se extendió por toda Europa donde podemos hallar millares
de piedras monumentales de miles de años de antigüedad formando figuras
geométricas. Estas construcciones megalíticas fueron erigidas desde el el 8º milenio
antes de Cristo hasta la invención de la metalurgia. ¿Quiénes las crearon y por qué?
¿Qué significan estas misteriosas obras? No existen inscripciones, tradiciones o
manuales de construcción que nos puedan aportar información directa.
Carnac, Francia: Los menhires o piedras altas (en celta) se despliegan aquí en filas
impresionantes. Es un sitio único de la cultura megalítica porque aquí se concentran
más de 3000 piedras a lo largo de casi 4 kilómetros. Se calcula que este conjunto
data del 4000 antes de Cristo, datación que ha sido posible gracias al carbono 14 y
al carbón de madera descubierto al pie de algunos menhires. Parece a simple vista
un alineamiento de piedras sin labrar pero su disposición es mucho más compleja
Ilustración 6: Carnac
Los crómlech de Callanish: Conocido como el S del norte, este círculo de piedra
está situado en la Isla Louise en el extremo norte de Escocia. Su emplazamiento
hace pensar que está orientado a los ciclos lunares. La Isla de Louise está orientada
a 58º de latitud norte y el solsticio de luna llena se produce sólo en ésta latitud. El
otro lugar en el mundo donde se puede apreciar este fenómeno es Cabo Cod en el
sur de Chile.
Ilustración 7: Callish
5. La Cultura Tiahuanacota
Precisamente estas dos formas de expresión material son las que encuentran mayor
perfección técnica, siempre sujeta a cambios cronológicos y sobre todo a variación
espacial. SI bien inicialmente se pensó que la cerámica más tosca de Tiwanaku
sería la más tardía o "decadente", el hallazgo en el año 2006 de más de cuatro
centenas de piezas cerámicas de gran perfección y colorido en la isla de Pariti, en
la porción menor del Titicaca, datadas por radiocarbono en el 1000 d. C., permite
discutir esta idea. Así, todavía se discute el significado de la variedad cerámica de
Tiwanaku. Existe una notable variedad entre zonas de la propia cuenca del Titicaca,
por no mencionar los estilos derivados de Tiwanaku en zonas como Azapa (Chile)
o Cochabamba (Bolivia). Tiwanaku también destacó en el arte textil, con predominio
del uso de lana de camélidos andinos, generando tapices polícromos y estilos
propios y originarios como el gorro de cuatro puntas (ch'uku)12, utilizado por la clase
social alta, a principios del 500 d.C, posteriormente,debido a la influencia
tiwanakota, aparece en 700 d.C en el estado wari, sumamente complejos
observables en zonas secas como el norte de Chile o el altiplano boliviano
meridional. Usaron ampliamente la tecnología del bronce, destacando su uso en la
arquitectura ceremonial de piedra en forma de grapas de sujeción. Otros materiales
trabajados por Tiwanaku o por regiones sujetas a su influencia ideológica fueron
ornamentos de oro laminado y plata, tallas de madera, objetos de hueso
pirograbado, cestería y cuentas de collar en piedras semipreciosas, hueso y concha.
Antecedentes
Chiripa, es una de las culturas más antiguas de la región andina, cuyos restos
aparecen desde la península de Taraco por el sur, hasta Santiago de Huata por el
norte, incluso en la Península de Copacabana, en las riberas del Lago Titicaca,
Bolivia. Según los últimos estudios que se han realizado en la península de Taraco,
se le ha asignado a la cultura Chiripa tres fases:
El Periodo principal de esta cultura se puede situar, según las muestras radio
carbónicas entre los años 591-116 a. C. y 31 d. C. Según esta cronología la cultura
Chiripa en su fase más importante (tardía), es contemporánea a la época I de
Tiahuanaco e inicios de Pukará posteriormente.
En este periodo el sitio de Tiwanaku estaba ocupado por una pequeña aldea con
casas rectangulares techadas a dos aguas a las que se adosaba un recinto circular,
posiblemente destinado a la cocina. Los cimientos eran de piedra y los muros de
adobe; pequeñas calzadas unían las viviendas.
En el siglo II, Tiahuanaco dejó de ser la aldea concentrada de los primeros tiempos
para convertirse en una gran urbe ceremonial que tiene dos centros dominantes: el
conjunto de Akapana con los edificios que la rodean y el Puma Punko situado al
suroeste de Akapana. Ambos muestran la estructura doble de Tiwanako, que
evidencia la visión propia de la sociedad andina, división que pervive hasta la
llegada de los españoles y aun después. Todas las urbes andinas, incluyendo
Cuzco, se dividían en dos: Anan (los de arriba) y Urin (los de abajo).
Organización Política