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En cuanto al sexo biológico, se encuentra que la cantidad de puntajes más altos para rasgos

desadaptativos en mujeres son; evitación con un 16,90%, seguido de paranoide, límite y obsesivo-
compulsivo con un mismo puntaje de 13,24%, luego se encuentra esquizotípico con 11,83%,
histriónico con 10,14%, narcisista con 8,17%, dependencia con 5,92%, esquizoide con 5,35% y, por
último, antisocial con 1,97%.

En relación con los puntajes del sexo masculino, se evidencia que el rasgo desadaptativo
con mayor puntuación es el evitativo con un porcentaje de 13,98%, seguido del límite con un
13,56%, narcisista con un 13,14%, histriónico con 12,29%, esquizotípico y obsesivo-compulsivo con
10,59%, paranoide con 8,47%, antisocial con 6,36% y por último esquizoide con un 5,93%.

Asimismo, se evidencia que, al comparar ambos sexos según los porcentajes mencionados, los
rasgos paranoide, esquizotípico, obsesivo-compulsivo, dependencia y evitación tienen un
porcentaje más alto de presencia en mujeres que en hombres, mientras que rasgos esquizoides,
histriónico, antisocial, narcisista y límite tienen una mayor prevalencia en población masculina.

Tabla 1.

Cantidad de puntajes de RDP de acuerdo con el sexo biológico

Rasgos Puntuación Cantidad de puntajes por sexo

Mujere Total % Hombre Total %


s s

Paranoide 1
29 13

2 18 47 13.24% 7 20 8.47%

Esquizoid 1 13 9
e
2 6 19 5.35% 5 14 5.93%

Tabla 1 Continuación

Esquizotípico 1 16 42 11.83% 11 10.59%

25
2 26 14
1 24 13
Histriónico 36 10.14% 29 12.29%
2 12 16

1 5 10
Antisocial 7 1.97% 15 6.36%
2 2 5

1 9 13
Narcisista 29 8.17% 31 13.14%
2 20 18

1 19 14
Límite 47 13.24% 32 13.56%
2 28 18

1 24 14
Obsesivo-compulsivo 47 13.24% 25 10.59%
2 23 11

1 10 6
Dependencia 21 5.92% 12 5.08%
2 11 6

Evitación 1 21 12
60 16.90% 33 13.98%
2 39 21

Nota: Los valores estadísticamente significativos se encuentran resaltados por Baquero, Rojas y
Salazar (2021).

RPD
En relación con los resultados obtenidos de acuerdo al sexo, se encuentra que en términos de

prevalencia, las mujeres presentan en mayor medida rasgos como evitación, paranoide, obsesivo-

compulsivo y límite, y los hombres, también suelen presentar una mayor prevalencia de rasgos

evitativos y límite. Este resultado concuerda con el estudio mencionado anteriormente y el de

Blanco et al. (2020) en donde midieron tendencias a trastornos de la personalidad de acuerdo con

el sexo biológico y uno de sus resultados más relevantes indica que tanto en hombres como en

mujeres existe una mayor presencia de RDP límite, así como también del rasgo evitativo,

asimismo, se evidencia que no existe una diferencia significativa en la comparación de prevalencia

de rasgo evitativo entre hombres y mujeres. Por otro lado, el hallazgo de una mayor prevalencia

de rasgos paranoide, obsesivo-compulsivo y evitativos en mujeres, supone una diferencia frente a

lo encontrado en otros estudios (Blanco et al., 2020; Conde, 2020 y Flórez et al., 2021) en donde

las mujeres predominan en mayor medida para otros rasgos como dependiente, histriónico y

narcisista.

Ahora bien, profundizando en lo encontrado en hombres, se puede decir que los resultados del

presente estudio concuerdan con lo encontrado en otras investigaciones como las de Flórez et al.

(2021), Sánchez et al. (2019), la Encuesta Nacional de Salud Mental del 2015 (Oviedo et al., 2016) y

Blanco et al. (2020), en donde se encontró una mayor prevalencia del rasgo antisocial en hombres

que en mujeres, así como también se encontró en la última investigación mencionada, que los

hombres puntúan más para el rasgo narcisista en comparación de las mujeres. Estos resultados de

acuerdo con el género son de gran relevancia desde el campo de la salud, ya que como se

menciona en el estudio de Blanco et al. (2020), conocer todos los trastornos de la personalidad,

principalmente el trastorno límite, resulta de gran importancia ya que éste suele estar asociado

con un alto porcentaje de riesgo suicida.


Por otro lado, respecto a la edad, se evidencia que, aunque la muestra fue más grande en

el rango de edad entre 20-25 años, el porcentaje más alto fue de 18,18% para rasgo paranoide en

el rango de 36-40 años, seguido del rango de 31-35 años en donde se encontró mayor cantidad de

porcentajes altos respecto al total de cada rango, para rasgos desadaptativos, estando presente

paranoide, límite, obsesivo-compulsivo y límite con 16,67%. Esto sugiere que en el intermedio y

final del ciclo vital de adultez joven es donde se acumula una mayor cantidad de porcentaje para

RPD respecto a la muestra. Sin embargo, resulta importante tener en cuenta que dichos resultados

se ven influenciados por la cantidad de participantes encontrados en cada rango, ya que fue en el

rango de 20-25 años donde se concentró la mayor cantidad de participantes respecto a la muestra

con un 75,20%. Dichos resultados también son comparables con otros estudios en donde se midió

la presencia de RPD en poblaciones con rangos de edad similares, como el de Torres et, al. (2019)

en el cual se encontró que para personalidad límite hubo una prevalencia de 53% en personas de

18 a 30 años y 30% en el rango de 30 a 39 años de edad, demostrando, por el contrario, que la

presencia de RPD es mayor en el grupo más jóven.  

Así pues, los resultados encontrados respecto a la edad suponen un elemento relevante a

tomar en cuenta al llevar a cabo estudios relacionados con salud mental, ya que como se ha

revelado en estudios como el del Minsalud (2015) en la adultez temprana se encuentran

problemáticas de carácter psicológico debido a problemas o experiencias relacionadas con la

estabilidad económica, relaciones de pareja, familia y de tipo laboral, por lo tanto, se considera

relevante para próximos estudios, elaborar una clasificación de las problemáticas más comunes

encontradas por cada rango de edad.


EA

Ahora bien, al revisar las diferencias en el uso de estrategias concernientes al sexo, lo que se halló

es que los hombres optan por usar estrategias como la revaluación positiva lo que da cuenta de

mayores aproximaciones cognitivas hacia los problemas de acuerdo a lo mencionado por Moos

(1993), y a su vez, conlleva tal como lo menciona Gantiva et al. (2010) un comportamiento

orientado a la minimización de los efectos que tiene la situación estresante en el individuo. En

cuanto a las mujeres se evidencia que hacen mayor uso de la estrategia de aceptación, a su vez,

esto coincide con los resultados obtenidos en la investigación de Jiménez et al. (2021) en la que se

determinó que de la muestra de mujeres con la que se trabajó, el porcentaje más alto tuvo una

tendencia al uso de la estrategia de aceptación. 

Asimismo, en lo concerniente a la edad y las estrategias de afrontamiento, se pudo delimitar que,

según lo observado, a menor edad hay una tendencia a implementar EA de evitación como

aceptación, evitación cognitiva y descarga emocional, por otra parte, se evidencio que a mayor

edad se hace uso de EA de aproximación como búsqueda de apoyo y orientación, análisis lógico y

resolución de problemas, sin embargo, se encuentran en mayor medida, estrategias de evitación

como aceptación, evitación cognitiva y búsqueda de gratificación alternativa, esto puede

explicarse teniendo en cuenta la posible progresión que hay en esta etapa del ciclo vital hacia el

pensamiento posformal que implica elementos relacionados con la emoción, la adaptabilidad, la

flexibilidad cognitiva, la reflexión y los procesos intelectuales individuales y la autonomía (Papalia,

2017). 

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