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Diez tipos de ego y cuál es el

más peligroso

Cuando el ego se manifiesta de forma constante


y persistente, se considera que está exacerbado
y traspasa la frontera de lo lógico y aceptable
para vivir en convivencia con los demás
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MELISSA GONZÁLEZ
09/09/2021
Actualizado a las 12:09h.
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Nos aburren los que solo hablan de sí mismos, ¿verdad?


Quizá esa sea la forma más fácil y rápida de identificar el ego
en una persona, pero existen otras señales que nos hacen ver
que alguien se quiere mucho a sí mismo y demuestran poco
respeto hacia los demás...

Para la psicología, explica Irene López Assor, autora de ' 10


obstáculos que te impiden ser feliz ', el ego es una «instancia
psíquica mediante la cual una persona se reconoce 'como yo'
y empieza a ser consciente de su propia identidad». Esto
significa que el ego es, en sí mismo, la «parte central de la
consciencia humana» encargada de dar el sentido de sí
mismo. «Cuando el ego se manifiesta de forma constante y
persistente, se considera que está exacerbado y traspasa la
frontera de lo lógico y aceptable para vivir en convivencia
con los demás. El ego y la soberbia antes eran
considerados 'pecados capitales'. Sin embargo hoy en día
está bien visto y permitido ser un egoico, una narcisista»,
dice la experta.
La premisa de la que parte el ego no es mala, propia de la
naturaleza y su utilidad, es para protegernos del mundo, es
decir, intentar también poner nuestros límites a medida que
la sociedad, el entorno educativo y el cultural van poniendo
unas normas. «Es importante señalar que las buenas
acciones que una persona realiza, en numerosas ocasiones
son disfraces del ego. Se puede ser altruista y bondadoso,
pero si realizamos una acción caritativa y la contamos
enseguida, lo que en realidad se está buscando es un
reconocimiento, es decir, alimentar al ego », asegura la
psicóloga.
Dónde nace el ego
Cuenta la psicóloga Irene López Assor que el desarrollo del ego
empieza desde las primeras etapas de la infancia . Al parecer,
cuando nacemos las estructuras cerebrales se van desarrollando y
el niño empieza a tomar conciencia de él mismo, de su propio
cuerpo, sus propias sensaciones y esto continúa a lo largo de todo
el desarrollo. «El niño, al crecer, y empezar a tener contacto con
los otros, va a ir poniendo sus limites», indica. Por ejemplo, si el
niño tiene tres años y el otro, que puede ser su padre o madre, le
dice 'esto no se hace', 'no digas esto', etc., estos 'no' son necesarios
para el que niño salga de su propia esfera y comience a integrar
todas las normas que vienen del mundo exterior y tienen un
significado real y útil.

«El niño comenzará a revelarse, aparecerán las rabietas y sus


desafíos con los progenitores. Ese llanto es la expresión de 'no me
dejan ser lo que yo quiero ser o lo que yo quiero hacer. Tengo que
ser lo que los otros quieran'. La norma es necesaria y, le guste o
no, el niño deberá de aprenderla. Sin embargo, si la norma es
demasiado estricta, el yo se va debilitando, dando paso al deseo
del otro antes que el propio deseo», comenta.

Tipos de ego
La realidad es que todos caemos en la trampa de nuestro ego
pero si aprendemos a identificar qué tipo de ego nos está
atrapando en cada momento, podremos frenarle.
Los diferentes tipos de ego que vamos a definir están
basados en las investigaciones de Iván Durán Garlick, que
identifica 10:
1. Sabelotodo
Según explica Irene López Assor, «este ego reside en las
personas que creen que siempre tienen la razón, dan
consejos todo el día y, lo peor de todo, contestan a todo
aunque sean ignorantes».

«Recomiendo siempre observarnos, ver si tenemos una


necesidad imperiosa para contestar siempre a cualquier
pregunta u opinar en una conversación de manera que
quedes siempre por encima de los demás», dice Irene López
Assor. Si es así, deberemos aprender a escuchar. Ser
consciente que es imposible que sepamos todas las
respuestas.

2. Insaciable
El ego insaciable que quiere ser el centro de atención,
siempre quiere ser el que está dominando la mesa en una
reunión y no deja a los demás participar. «Cuando se saca
un tema saltan con frases del tipo: 'Es que yo...', 'es que a
mí…'», explica.

En ese caso, aprenderemos a estar más callados, dejar de


mandar y dejar a los demás que expongan su vida o su
realidad. «Ellos son también importantes, por lo que hay
que escuchar y observar todo lo que hay a nuestro alrededor;
nos proporciona todo aquello que realmente nos hace falta»,
aconseja.

«El ego y la soberbia antes eran considerados


'pecados capitales'. Sin embargo hoy en día está
bien visto y permitido ser un egoico, una
narcisista»
Irene López Assor
Psicóloga
3. Interruptor
Tal como dice la psicóloga, es el que necesita auto
referenciarse e interrumpir permanentemente y, por lo
tanto, los demás no terminan de hablar: «El ego interruptor
más molesto suele ser el que se da cuando se habla de
enfermedades. Cuando alguien está relatando una
enfermedad o una prueba médica y alguien salta: 'yo
también pase por eso', 'A mi tío le pasó lo mismo' o 'tengo a
una amiga de un amigo que le paso'».

Este ego es muy dañino para la otra persona que está


hablando de su enfermedad y si interrumpimos su relato se
está haciendo mucho daño emocional porque nos
posicionamos en el no respeto. Debemos dejar al otro que
hable, el silencio amoroso y la empatía son los mejores
aliados, no tu propia experiencia.
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4. Envidioso
Es el que no soporta los triunfos, ni el éxito y, por lo tanto,
intenta cortar las alas. «Cuando veamos que hemos
conseguido algo y una persona nos dice: 'pues yo también he
hecho eso', deberemos alejarnos ya que son personas que
siempre van a contar las alas, boicotear los sueños y los
esfuerzos que tanto nos han costado», apunta Irene López
Assor. Deberemos de ser discretos y saber a quién podemos
o no contar nuestros logros o proyectos. Cuanta menos
gente, mucho mejor.

5. Prestigioso
Son las personas que necesitan ser aplaudidas y reconocidas
por todo lo que hacen, incluso por cosas sencillas y del día a
día. Necesitan la admiración como fuente de motivación. En
palabras de Irene López Assor, «siempre quieren ser los
mejores, son egos que tienen entre sus frases favoritas: 'No,
si ya lo sabía', 'ya te lo dije pero tú no escuchas'...». Cuando
expresan 'el ya te dije' dejan implícito su poder frente al
otro, su dominio y su manipulación.

El chantaje es parte de su juego del ego y debemos de


recordar que todos tenemos nuestra propia identidad, si nos
confundimos, no pasa nada, aprendemos y seguimos
adelante.

6. Jinete
Este ego jinete que va ahí cabalgando, saca los datos e
información de los demás para su propio beneficio. «Es muy
sibilino y si decimos algo importante o interesante, nos lo va
a copiar. Es un usurpador por naturaleza», cuenta la
psicóloga. El ego jinete es el que predomina en todas las
redes sociales: todos van copiando lo que está de moda para
tener la mirada de los demás.

7. Sordo
El ego sordo se da en las personas que nunca escuchan. Lo
que más les gusta es hablar, hablar y hablar y, lo peor de
todo, es que fingen estar escuchando... «Si nos fijamos, por
ejemplo, en una reunión, estas personas asienten con la
cabeza cuando hablan, pero enseguida, retoman para hablar
sin dar feedback. Su objetivo es solo hablar y no escuchar.
Este tipo de ego va hacer que nos enfademos mucho, por lo
que deberemos aprender a reconocerlo cuanto antes ya que
lleva consigo un elevado nivel de ansiedad para aquellos que
rodean a este tipo de personas, ya que no pueden expresar
sus ideas y tampoco son escuchadas», alerta.

8. Manipulador
Es el que engaña, miente y justifica todo el tiempo para que
las cosas resulten siempre a su favor. Se mueven a través de
la mentira y justifican sin sentido. Una persona que está
todo el día justificando es una persona que trata de ocultar
su verdadera razón de ser todo el tiempo.

«La manipulación esta a la orden del día, podemos caer en


la trampa de un manipulador mucho más fácil de lo que nos
imaginamos, por eso deberemos de sentir quienes somos
realmente, saber poner nuestros límites por mucho que nos
cueste decirlos y expresarlos y, sobre todo, porque la
tentación de un manipulador suele ser, como dice la palabra,
'muy tentadora'», cuenta Irene López Assor,

9. Orgulloso
Este ego se manifiesta en personas competitivas que no les
gusta perder. Dice Irene López Assor que «son soberbias».
Del ego orgullosos sale la soberbia que es lo más alejado de
la humildad, y por lo tanto, este tipo de ego es el que nos
hace caer siempre en la misma piedra, repitiendo nuestros
errores porque nuestra soberbia no nos deja aprender y
asumir la equivocación porque daña a nuestro yo más
interno, a nuestro ego orgulloso .
10. Silencioso
Para Irene López Assor, es «casi el más peligroso de todos».
Las personas que sufren este ego parece que nos hacen caso
y nos escuchan, pero suelen ser «hipócritas y enjuiciadores».

«Nos va criticando todo el día y juega sucio a nuestras


espaldas. Van de mejores amigos y en realidad son nuestro
peor enemigo. Difíciles de identificar. Pero si observamos
que nuestro amigo siempre habla mal de sus amigos, será
una realidad que también hablará mal de nosotros. «'Mi
amigo pone verde a los demás pero a mí no'. Ese 'mi' es
nuestro ego. Y por supuesto que sí nos va a criticar a
nosotros mismos», concluye.

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