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Los cuatro seres vivos se encuentran en Apocalipsis 4:6-9; 5:6-14; 6:1-8; 14:3;
15:7; y 19:4. Los textos que describen a estas criaturas no señalan que sean
figurativas, sino que son seres reales, auténticos. Los cuatro seres vivientes
(literalmente "seres") son una categoría de ángeles o querubines especiales y
sublimes. Esto queda claro por su proximidad al trono de Dios. Ezequiel 1:12-20
sugiere que están en constante movimiento alrededor del trono.
El propósito de los cuatro seres vivientes también tiene que ver con declarar la
santidad de Dios y dirigir la adoración y alabanza a Dios, y de alguna manera
participan de la justicia de Dios, ya que cuando Él abre los primeros cuatro
sellos y envía a los cuatro jinetes a destruir, sus voces poderosas, como el
trueno, ordenan "ven" (Apocalipsis 6:1-8). Los jinetes responden al llamado de
las cuatro poderosas criaturas, indicando el poder que ellas poseen. Ese poder
se ve de nuevo en Apocalipsis 15:7 cuando uno de los cuatro desata las últimas
siete plagas de la ira de Dios sobre la humanidad.
Los cuatro seres vivientes son muy similares, si no iguales, a los de los capítulos
1 y 10 de Ezequiel e Isaías 6:1-3. Son cuatro en número, llenos de ojos, tienen
rostros como los seres de Ezequiel 1:10, tienen seis alas (Isaías 6:2), y ofrecen
adoración como los seres de Isaías 6:3, diciendo, "Santo, santo, santo, el Señor
de los ejércitos". Puede que no sean exactamente los mismos seres, pero
definitivamente son comparables y probablemente de la misma categoría.
En resumen, estos seres son una orden exaltada de ángeles cuyo propósito es
principalmente el de la adoración (Apocalipsis 19:4). Son muy similares a los
seres de Ezequiel 1 y 10 e Isaías 6:1-3, y en cierto modo están involucrados en la
justicia divina de Dios.