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Leyenda de La Llorona en

la iglesia Virgen del


Carmen de Huaura

Esta leyenda de la llorona es un poco diferente a


las que estás acostumbrado a escuchar, pues
además de los elementos clásicos de terror que
definen a este tipo de relatos, hay ciertos
elementos que la convierten en algo muy especial.
Hace mucho tiempo en Huaura, vivía una joven muy hermosa que muchos
deseaban, pero ella sólo se enamoró de un joven apuesto al que amó y
aceptó casarse. Cuando los otros pretendientes se enteraron que la joven
iba a ser desposada se enojaron de sobremanera con el novio.

La pareja vivía su amor y se paseaban por la calles cogidos de las manos,


demostrando su amor y felicidad; sólo bastaba ver sus rostros. Al
observar esto, los otros jóvenes se reunieron y acordaron dar muerte al
novio y fijaron para tal acción el día de la boda.

El día del casamiento fue un sábado por la noche. En la puerta de la


iglesia “Virgen del Carmen” había mucha gente esperando a los novios
para poder acompañarlos en el día más feliz de sus vidas.

Al poco rato en un carro de color plomo llegó el desafortunado novio con


un traje oscuro y se ubicó en la puerta de la iglesia a esperar a su novia.
Al cabo de unos minutos en un carro blanco llegó la novia, que lucía como
una princesa con un vestido blanco, de los brazos de su padre, se acercó
al novio para juntos ingresar a la iglesia a unir sus vidas.

En ese momento apareció un carro oscuro con varios ocupantes, a los que
no se pudo reconocer y uno de ellos de un certero balazo en el pecho hirió
mortalmente al novio y huyó presurosamente. El novio en la puerta de la
iglesia en los brazos de su novia quedó sangrando ya sin vida; el vestido
blanco quedó bañado en sangre y la novia lloraba desesperadamente sin
poder entender quien pudo matar al amor de su vida. Al ver que su novio
estaba en esa situación, ella fuera de sí fue corriendo al puente de Huaura
y se arrojó a la correntada del río.

Los vecinos que viven cerca del lugar de los hechos

creen que la novia sobrevivió, pero quedó sin memoria y se fue a vivir a
una casa abandonada en el barrio de Cruz Blanca y que allí tuvo a su bebé,
porque estaba embarazada.

Otros dicen haberla visto en las madrugadas caminar llorando por las
calles y que en sus brazos lleva a su bebé. Pero, en las noches de luna
llena, ella gritando llega a la iglesia con su hijo, lugar donde le
arrebataron a su novio, para vengar la muerte del ser al que amó.

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