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ecología,
¿un
problema
medieval?
Adeline Rucquoi
La falta de curiosidad del gran público hacia la
historia -con la excepción, quizás, de algunos
temas contemporáneos, o anecdóticos, sobre los
acontecimientos políticos del pasado-, falta de
curiosidad cuidadosamente creada y mantenida
por el poder, tiene por consecuencia una doble
actitud. Por una parte, la de considerar que
nuestra época es la mejor en todos los dominios (o
casi) y que el progreso social, económico, técnico
y (?) político nos llevan hacia una Edad de Oro,
situada en el futuro. Concepción positivista de la
historia humana, que Lewis Mumford resumía
diciendo que la tendencia es de creer que si las
calles de las ciudades eran sucias en el siglo XIX,
seiscientos años antes debían ser seiscien tas veces
más sucias. La segunda actitud, muy anterior a la
filosofía de Auguste Comte, coloca al contrario la
Edad de Oro en el pasado y considera que
«cualquier tiempo pasado fue mejor»; dentro de
esta filosofía -¿acaso convendría decir
ideología?-, la historia del mundo regresa en vez
de progresar y el hombre destruye poco a poco la
tierra antes de acabar con ella cualquier día
mediante, por ejemplo, una explosión atómica
En la 'poca da' d•• arrollo luroplO, tanto ,. nlcalldad di 'ncontrar "1.11\1" lIa" ••
cuIUnbl •• como l. mayor demanda da mMllra, originaron un' r6pldl oelpoblacl6n tor •• tal.
Surgida. an.u mayor parte enlrelol ligio. XII y XIII, lal cludad.I ate.llguen .I.ncrema nlo damog"'flco de una 'poca que .... todavl. an yl ••
d. d ••arrollo.
factor de inseguridad para el por un palo muy ssotil que ayan horrible en donde no se veía
que vive en sus lindes o tiene meester que cortan un ensina gente ni huella humana, ni se
que cruzarlo; es la madriguera por pie, et otrosi los que biven enconu'aba agua, sino rocas
de todos los delincuentes y mar- en las comarcas de los pinares e desnudas y frías, sin ninguna
ginados de poco fiar. Y a lo de losensinares quelos cortan e hierba ni árbol ( ... ) atravesamos
largo de! siglo XI, la monarquía los queman para faser senbra- de esta manera un desierto ho-
francesa tuvp que luchar y des- das de nuevo e que se destruye rrible y frío". (Recordemos, a
hacerse uno por uno de los pe- todo lO. No nos puede exttañar este respecto, que en la época
queños feudatarios que, desde entonces la descripción que de romana, Plinio escribía que un
sus fortalezas en los bosques de Castilla en el siglo XV nos han mono podía cruzar la Penín-
alrededor de París, atacaban y dejado varios viajeros: aridez , sula Ibérica de Noste a Sur sin
requisaban a todos los viajeros. pobreza, llanuras,estériles sólo tener que abandonar los árbo-
Las guerras de conq uista, re- cubiertas de romero, salvia, po- les ... ).
conquista o civiles se funda- leo, bojes y enebros. Gabriel Consecuencia lógica, la madera
mentaron a menudo en la tác- Tetzel, natural de Nuremberg, se c;onvirtió pronto en una mer-
tica de la tierra quemada para que acompaiió al barón de cancía de gran valor; en el norte
evitar emboscadas y destruir Rosmital en 1465-1467 en su de Francia, la escasez de tal
posibles refugios enemigos. En
Inglaterra, ¿qué hubiera sido de
la oposición a Juan Sin Tierra,
simbolizada por Robin Hood,
sin los bosques de Shenvood?
Haya sido, pues, consciente o
inconsciente, la destrucción de
los bosques por el hombre me-
dieval fue un hecho patente ya
en el siglo XIII, que se convirtió
en un tema de gran preocupa-
ción. Se calculan efectivamen-
te, por ejemplo, que eran nece-
sarios 25 metros cúbicos de
leña para conseguir 50 kg. de
hierro. Hacia mediados del si-
glo XIII, sabemos también que
en Inglaterra se tomaron medi-
das en contra de ciertos hornos
de cal que consumían anual-
mente más de quinientos ro-
bles. En la misma época y en el
mismo país, sólo en los bosq ues
de Dean trabajaban 60 forias,
autorizadas p~r el poder real.
En el siglo siguiente, la cons-
trucción del castillo de Windsor
supuso el corte de 3.944 árboles,
o sea, la desaparición de un
bosque entero ... En el reino de
Castilla, el rey D. Pedro 1 aludió
a la destrucción de los montes,
e n las Cortes de Valladol id de
1351, con frases de aire moder-
no: «porque (... ) se destruyen de
cada día de mala manera los
montes , señalada miente los
pinares e ensinares, porque de- l •• híbrlcas da vidrio --como 'sta. en BOhamla-, .sl como I.s de lundlclón del hIerro,
rriban ~inco o seys piTInos por fabricación de calo de ladrillos, consumlan Ingentas cantidades de leña.
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elemento lo hizo prohibil ivo pur vía terrestre o marítima, los plantar cada uno diez árboles
para los pobres hc:lsta en el mo· poderes públicos iniciaron una cada año. En Castilla, en la Va-
mento de su muerte: en la ciu- poblica de vigilancia y protec- Uadolid de finales del siglo XV,
dad de Douai, los ataúdes se al- ción del medio ambiente, y en los regidores adoptaron severas
quilaban para el entierro, pero Francia, Alemaniae Inglaterra, medidas y promulgaron diver-
el cadáver terminaba directa- llegaron a imponer una regla- sas penas contra los que corta-
mente en la tierra. La madera mentación estricta a los hornos sen árboles o los arrancasen, e
tuvo que ser exportada desde de fundición de hierro y de fa- incluso «contra los que desga-
Escandinavia hacia todos los bricación de cal. jaren o cortaren rama de los ár-
países europeos; los comercian· En cien.os lugares, incluso, las boles 10. Prescribieron además la
les fueron incluso a buscarla en medidas tomadas fueron hasta obligación de plantar árboles
Polon ia, Rusia y en las costas positivas. En Italia, por ejem- frutales en las viñas, a razón de
septentrionales del Mar Negro. plo, se obligó a los vecinos de la tres por aranzada de terreno; la
Además de importar madera comuna de Montaguloto a ordenanza fue promulgada los
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:-:--l-:;:t¡
En le. cluded... ycon l. excepcIón dala. monUnMnto. públlco'que eren d. pIedra, la. vlvlend ••• I'Iech •• da adoba y .,gam ••• con .rmazÓn
da m.dara•• ran pr••• fjcU pite lo. Incendio •. En un •• I'Iora. de .. per.clen c.nt.n.re. d. c .....
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días 11 Y 12 de lebrero de 1499, La escasez y encarecimiento de que arrancan y amontonan en
Y los propietarios de viñas te- la madera, así como las medi· el verano para que se seque, y
nían un corto plazo -hasta fi- das implantadas de protección sannientos de viña». Pero, en
nales de marzo- para cumplir- a los montes, forzaron a los eu- países yregiones de otros recur-
la, so pena de Ulla multa de 60 ropeos a encontrar nuevos ma- sos, el combustible que susti-
maravedíes por aranzada no teriales q ue la sustituyeran. En tuyó a la leña fue el carbón.
debidamente prov ista de sus las zonas pobres de Castilla a Recogido a orillas del mar en
tres árboles frutales. Los pina- principios del Renacimiento, algunos condados iqgleses o ex-
res que se extienden al sur de la los campesinos ---en palabras traído de la tierra a poca pro-
villa, en dirección a Olmedo, de un viajero extranjero- fundidad, el carbón fue rápi-
son una creación de la segunda {(usaban, para hacer fu~go, el damente utilizado por la indus-
mitad del siglo XV,f:sfuerzo que estiércol de los animales y así tria de la cal, luego por la del
se proseguirá a lo largo del si- guisaban su com ida; también hierro, en la fabricación de la
guiente siglo. gastan, en lugar de leña, césped cerveza y por los tintoreros.
MedIdas de repoblación lorestal fueron adoplada" a nlval pereon,1 o munIcIpal, a partir de fln,laa del ,lglo XIV.
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Combustible de baja calidad
---con la excepc ión del que pro·
cedía de las minas escocesas o
de Aquisgran-, sirvió también
a los pobres para calentarse y
preparar sus alimentos.
Con la aparición del carbón en
la vida cotidiana y en la indus-
tria surgió para el hombre me-
dieval el problema de la conta-
minación atmosférica. La im-
pW'eza del combustible era
causa de que, al quemarse, des·
prendiera un espeso humo
acompañado de olores insopor-
tables. A mediados del siglo.
XIII. la reina de Inglaterra
abandonó precipitadamente su
castillo de Nottingham porque
no podía resistir el humo y el
mal olor procedentes de la ciu-
dad próxima. Reyes, noblesy ri-
cos evitaban, por lo tanto, que-
mar carbón y seguian calen·
tándose con leña; las cuentas
minuciosas de los gastos del rey
D. Sancho IV de Castilla en
1294 revelan el uso exclusivo de
leña, tanto para calentar las
moradas como para la cocina y
la lavandería real. Los _gran·
des .. no eran, evidentemente,
los únicos que sentían moles-
M~.,tf •• )'
e.mle.,o .. que pr.eHe.b.n su Industrl •• n.1 e.ntro d. le. eluded •• )' ..:haben tias por los humos y malos olo-
sus d.s.ehos.1 , 10, tuvl.ron que m.reh.,.. egu ••• b8jo, e le ."Id. d. lo.c.ntro. urb.nos. res industriales. Los londinen·
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L.o. problem . . de Infrl . .truetur..
eontlmlnldón y luplrpobllel6n Ilectaron
I Plrla, une de 1.. meyorll eludldll
IUroPIII yl In II IJg,O XIII.
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la tabricación de tal bebida v el futuro cOlTompidoy apestado ciedad en Ja dicha villa, de
suministraban gran parte del por ellas, y para que el agua del donde se causan malos olores e
pescado diariamente consu- río Sena no esté infestadoporla corrudón en el ayre, de lo qua!
mido en los centros urbanos . La sangre y oLras inmundicias que así mismo viene gran dapño a
pesca sufría, indudablemenl e, se derramaban o eran tiradas al la salud de las gentes». En 1435,
de la contaminación fluvial, dicho río, que todas las matan- los procuradores de las ciuda-
pero añadía igualmente a esta zas y desoHaduras se harán des castellanas solicitaron y ob-
su contribución en la medida fuera de la dicha nuestra ciu- tuvieron del rey que fuera
en que ciertos pescadores no dad de París, conviene a saber prohibido «matar las truchas e
dudaban no sólo en pescar du- cerca de las Tullerías». Otra se- los otros pescados de río con cal
rante la época de la freza, sino rie de medidas afectó, a finales viva e con ierbas aponzoña-
también en emplear «cal viva e del siglo XIV y hasta finales del das», así como pescar en octu-
con ierbas aponzoñadas», lo XV, a los cW1idoresy peleteros, bre y noviembre, época del de-
cual provicaba envenenamien~ obligándoles, asimismo, a tras- sove.
tos y muenes entre los compra- ladarse aguas abajo a la salida Contam ¡nación del aire y del
dores. de los centI·os urbanos. En agua, escasez y encarecimiento
Diversas series de medidas fue- 1425, en la ciudad de Colches- de la leña y larnadera, no fueron
ron tomadas a partir del siglo- ter, los ciudadanos. encabeza- los únicos motivos 4e queja de
XlV para sanar el curso de los dos por los cerveceros, hicieron los h abit antes de las urbes me-
dosen su paso por las ciudades , constar que "da COlTupción del dievales. Se sintieron también
que (;onsistieron, principaJ- río es tal que hasta los peces afectados por los problemas del
mente, en trasladar la contami- mueren ( ...). Algunas personas ruido y, desde las mayores ciu-
nación aguas abajo. En 1366, el llamadas esquiladores de vello- dades hasta los más pequeños
Parlamento de París ordenó a nes y curtidores de pieles, con- pueblos, levantaron protestas
los matafires ejercer su activi- taminan y CO'Tompen el agua en contra de los herreros y otros
dad fuera de la ciudad, a su sa- del dicho río, envevenan los pe- trabajadores del metal. Las fra-
lida. En la misma ciudad, el rey ces y causan grandes daños a guas, en particular, los cuberos
Carlos VI hizo derribar, cin- los vecinos de la dicha ciudad». y otras industrias implantadas
cuenta años más tarde, las car- Semejantes medidas se repiten en los centros urbanos, causa-
nicerías que se encontraban de- paulatinamente en todas las ban, efectivamente, ruidos en-
lante del Chiitelet y Puente Ma- ciudades europeas. A finales del sordecedores. No parece, sin
yor de la ciudad; el documento , siglo XV, Valladolid ordenaba embargo, que las críticas y la-
fechado de agosto 1416, esta- que Los curtidores y zWTadores mentos de los vecinos perjudi-
blece los emplazam ientos de las se fueran a vivir y trabajar a un cados tuvieran gran eficacia en
futuras carnicerías y aliade ban'jo extramuros y prohibía ese dominio.
que: «en lo que concierne a la que se lavaran las lanas, so
matanza y desolladura de los pena de una mulla de 20.000 A partir del siglo XIII, el creci-
anim ales, hemos ordenado y maravedís, aclarando que miento rápido y desordenado de
ordenamos, para que el aire de «quando viene poca agua por la las ciudades medievales planteó
la dicha nuestra villa no sea en dicha Esgueva se retiene la su- graves problemas, en razón de
la ausencia de lo que ahora lla-
maríamos infraestructuras. La
inmigración procedente del
campo provocó una gran de-
111 anda de aloj am ¡en tos . A pesar
de la extensión de la superficie
construida, hubo crisis de la vi-
vienda, y gran parte de la pobla-
clOn conoció pésimas condi-
ciones de vida. Las casas, que
tenían de dos a siete pisos de
altura -aunque el propietario
de una de estas últimas en París
no pudiera alquilar el séptimo
piso, porque queda «demasiado
alto y demasiado penoso para
subir»-y eran frecuentemente
De.de finales del.iglo XIV. ciertos conlralo. de alquiler de \l1\llenda. prohlblatl qua \l1\lleran
divididas verticalmente y no
en alla. harradQra. '1 otro. trabaJadore. del metal, debido al ruido que haclan. horizontalmente. no tenían re-
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•
La ~.ea en lo. riel lufrló de l. contamlmu:lón Induatrlll, aal como de clertol _m"odol" d. pl8C1I que ullllJ:aban eal viva '1 .. hierbas
en ....n.n.da.".
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sas de campo» fueron menos municipales que nos interesan les . La repoblación de los mon-
alcanzados. La epidemia sub- son posteriores a 1351. Claro tes y las diversas medidas adop-
sistió. en estado endémico. está que en la investigación de tadas para proteger los que sub-
hasta principios del si- las causas y remedios a la peste sisHan tuvieronéxitoen las zo-
glo XVIII, con brotes más loca- efectuada por La Somona de nas no industriales; la dismi-
lizados, pero igualmente mor- París, entre prescripciones tan nución de población debida a la
tíferos, y creó una mentalidad útiles como el aislamiento de Peste Negra tuvo también por
obsesionada por su existencia. los enfermos y de las casas con- consecuencia que dejaron de
Paradójicamente, la gran con- taminadas, la limpieza de las extenderse las tierras cultivadas
vulsión de mediados del si- cal1es y el enterramiento de los a expensas de los montes. En las
glo XIV tuvo por consecuencia pestiferados con cal viva, se zonas industrializadas será, sin
inmediata un cierto alivio en Uegó a la peregrina conclusión embargo, necesario esperar la
los problemas planteados por de que laepidemia se debía a .la explotación intensiva de las
las grandes urbes. Fue la expe- corrupción tutalmente mortí- minas de carbón para que dejen
riencia de la peste la que llevó a fera del aire que nos rodea., con de ser destru idos los bosq ues. El
las autoridades a tomar las lo que se recomendó llevar más- saneamiento de las ciudades se
primeras medidas y «planifica- caras protectoras y se aceleró el hizo con más o menos eficacia,
ciones» de saneamiento e hi- cierre definitivo de los baños pero casi siempre a costa del
giene que hemos apuntado an- públicos. campo circundante, que heredó
teriormente; en su gran mayo- Los resultados de estas diversas las industrias .contaminan-
ría, las ordenanzas reales o pollticas fueron muy desigua- tes » de la urbe. En cuanto a la
instalación posterior de redes
de alcantarillas, el desagüe na-
tural de éstas fue inevitable-
mente el rio más cercano, y
hace ya mucho tiempo que el
Sena o el Támesis no suminis-
tran truchas y otros pescados a
los parisienses y londinenses.
Claroeslá que estos ciudadanos
del siglo XIII, que se quejaban
de la contaminación del aire y
del agua y que consiguieron a
veces el alejamiento de las in-
dustrias «contaminantes», son
los mismos que acumulaban
las basuras a la puena de sus
casas, tiraban sus desechos al
agua del río cercano y, en caso
de necesidad, talaban el monte.
La contaminación es, pues, un
hecho patente que tiene lejanos
orígenes y que ha suscitado pro-
testas e intcntos de solución o
aplicación de paliativos, ya
mucho tiempo antes de laépoca
actual.
¿No será acaso la ecologla un
problema inherente a la civili-
zación tecnológica occidental?
• A.R.
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