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La sostenibilidad se ha convertido en un aspecto fundamental en la planificación urbana

contemporánea, y su importancia se ve reflejada en la inclusión de la sostenibilidad como


uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU para el año 2030.
En un contexto marcado por los impactos del cambio climático y la creciente importancia
ecológica dejada por la actividad humana en nuestro planeta, la sostenibilidad y la
autosuficiencia se han vuelto cualidades indispensables que los proyectos de ciudades
futuristas deben incorporar para obtener financiamiento y aprobación, dejando así ver la
autosostenibilidad que tendrán estas ciudades dejando atrás los problemas que se han
establecido con nosotros a lo largo del tiempo gracias a la marca humana tanto
ecológicamente como política y económicamente.
La creciente conciencia sobre los efectos negativos de las prácticas insostenibles ha
impulsado a gobiernos, organizaciones y comunidades a adoptar medidas que garanticen
un desarrollo urbano equilibrado y respetuoso con el medio ambiente mejorando la
seguridad de manera ambiental y ecológico no simplemente para nosotros o las futuras
ciudades prosperas sino para todo un ecosistema, viendo la creación de estas ciudades no
solo como un avance para la humanidad de manera tecnológica, también verlo de forma
de avance de conciencia por la demás vida a la cual le beneficiara estos cambios.
Las ciudades del futuro deben ser vistas como entidades sostenibles en todos los
aspectos: desde su diseño arquitectónico hasta la gestión de recursos, la movilidad urbana
y la calidad de vida de sus habitantes. En primer lugar, el aspecto arquitectónico y el
desarrollo urbano de las ciudades futuristas deben estar orientados hacia la eficiencia
energética y la reducción de la huella de carbono dando una mejor calidad de vida
ambiental. Los edificios inteligentes, construidos con materiales sostenibles y equipados
con tecnologías sostenibles, pueden aumentar la eficiencia energética al aprovechar
fuentes renovables, como la energía solar, eólica y otros tipos de estas. Además, la
implementación de sistemas inteligentes de gestión energética y de residuos contribuye a
minimizar el consumo ya optimizar los recursos disponibles, siendo una gran oportunidad
el reciclaje de recursos que serían vistos como inútiles, dándoles una verdadera
importancia. La movilidad sostenible es otro aspecto crucial que debe abordarse en las
ciudades del futuro. La promoción del transporte público, el fomento de medios de
transporte no motorizados como bicicletas y la integración de tecnologías de transporte
limpio, como vehículos eléctricos, reduce la dependencia de los combustibles fósiles
(gasolinas) y disminuyen la emisión de gases de efecto invernadero. Además, el diseño
urbano debe priorizar la creación de espacios peatonales y la reducción entre zonas
residenciales, comerciales y de servicios, para fomentar una movilidad más eficiente y
accesible.
La gestión inteligente de los recursos naturales es otro componente esencial de la
sostenibilidad en las ciudades futuristas. La implementación de sistemas de captación y
reutilización de agua, la gestión adecuada de residuos y el fomento de prácticas de
agricultura urbana contribuyen a reducir la presión sobre los ecosistemas y garantizan la
disponibilidad de recursos básicos para las generaciones presentes y futuras. Además de la
sostenibilidad ambiental, la autosuficiencia económica es otro elemento clave en las
ciudades del futuro. la promoción de la innovación y el emprendimiento, así como la
creación de empleos saludables al medio ambiente y la inversión en industrias sostenibles,
son estrategias fundamentales para asegurar un desarrollo urbano resiliente y próspero.
Estas ciudades deben ser capaces de generar su propia energía, alimentos y recursos,
teniendo una gran actividad comercial y una gran producción de alimentos capaces de
satisfacer las necesidades de sus habitantes para el consumo y el comercio en los
interiores y exteriores mejorando así su comercio. Con la utilización de paneles solares
dentro de estas ciudades será capaz de ser sostenible enérgicamente al producir su propia
energía sin la creación de una gran empresa que normalmente dañaría fácilmente o seria
una gran amenaza frente al ecosistema. Todos estos cambios o cosas al agregar permitirán
un mejor manejo de estas ciudades aumentado su sostenibilidad.

El rápido avance de la tecnología en los últimos años ha abierto el espacio de posibilidades


en cuanto al diseño y funcionamiento de las ciudades futuristas. A medida que nos
acercamos a la era digital y nos adentramos en la nueva revolución industrial, es inevitable
considerar cómo la tecnología transformará nuestras vidas y el entorno en el que
habitamos.
la conectividad digital jugará un papel fundamental en las ciudades del futuro. La
tecnología de Internet de las Cosas permitirá una interconexión masiva de dispositivos,
desde electrodomésticos hasta sistemas de transporte y servicios públicos. Se espera que
las ciudades del futuro lleven consigo plataformas 5G para dar lugar al llamado la gran
conectividad, es decir, un estado de interconectividad entre los dispositivos que puedan
conectarse a una red de manera que sea posible la transferencia de datos entre unos y
otros, lo que ayudaría no solamente al funcionamiento de las zonas urbanas, sino también
al de los hogares y lugares de trabajo. Esto permitirá la optimización de recursos y la
eficiencia en la gestión urbana. Por ejemplo, sensores inteligentes podrán monitorear el
tráfico en tiempo real y ajustar automáticamente los tiempos de semáforos para reducir la
congestión vehicular, dando menos problemas en el pasado sin importar que pequeños
sean mejoran la calidad de vida la ser removidos. Asimismo, la recolección de datos en
tiempo real permitirá mejorar la eficiencia energética, la seguridad y la calidad de vida de
los ciudadanos, siendo esto lo que se busca principalmente, aumentar la seguridad y
calidad de vida de la población de manera drástica esperando que sea recibida de la mejor
manera.
La inteligencia artificial también tendrá un papel crucial en las ciudades futuristas, los
algoritmos de IA podrán analizar grandes cantidades de datos para predecir y anticipar
necesidades y problemas, desde la demanda de servicios hasta el mantenimiento de
infraestructuras. Esto permitirá una toma de decisiones más precisa y eficiente por parte
de los planificadores y autoridades gubernamentales. Además, la inteligencia será
utilizada en el desarrollo de sistemas autónomos, como vehículos sin conductor y robots
de servicio, lo que dará paso a una movilidad más segura y eficiente, así como a la
automatización de tareas cotidianas. La energía también experimentará cambios
significativos en las ciudades futuristas.
Las ciudades estarán equipadas con sensores y tecnologías de monitoreo que permitirán
la detección temprana de problemas, como fugas de agua, fallas estructurales o riesgos de
seguridad. Esto facilitará la gestión eficiente de los recursos y la prevención de desastres.
Además, la infraestructura inteligente también contará con sistemas de transporte
avanzados, como redes de transporte público de alta velocidad, vehículos aéreos no
tripulados y sistemas de transporte rápidos, que mejorarán la movilidad y la conectividad
entre diferentes áreas de la ciudad, las ciudades futuristas se caracterizarán por la
incorporación masiva de tecnología de punta en todos los aspectos de la vida. Desde la
conectividad digital y la inteligencia artificial hasta la energía renovable y la infraestructura
inteligente, estas ciudades estarán diseñadas para proporcionar un estilo de vida más
eficiente.
Actualmente hay proyectos de ciudades futuristas en proceso de construcción y otras que
simplemente se han dejado como una idea abandonada o fracasada, pero así sea que
estos proyectos no hayan sido completados en su totalidad o que acabaran como se
predecía, todo demuestra que se estaba buscando el siguiente paso de la tecnología y la
nueva era de esta misma viendo este futuro en las nuevas ciudades. Algunos están
próximos a su fecha oficial de inauguración, Sin embargo, todos tienen en común que
presentan importantes razones de por qué es mejor vivir en la ciudad, sea en la época que
sea. El paisaje y la estructura de ciudades como Seúl, Tokio, Songdo y Singapur retrata
muy bien qué es una urbe del futuro en la medida que se componen de edificios muy altos
y visualmente llamativos al ojo humano. Su arquitectura es acorde al proceso de
urbanización que ha experimentado el mundo de unas décadas al presente por razones
habitacionales y también económicas, siendo estas un gran ejemplo para dar paso a las
nuevas ciudades futuristas del país, se tiene en mente la posibilidad y la realidad de
mundos alternativos, futuros alternativos, maneras y espacios para seguir avanzando
como país empezando por una ciudad en algún futuro más lejano y por más espacio del
territorio para seguir mejorando y avanzando. A través de los métodos estructurados,
aparecen nuevas visiones y estrategias. El enfoque de los Seis Pilares proporciona un
marco conceptual y metodológico para este viaje.
los pilares nos ayudan a proporcionar una teoría de pensamiento sobre el futuro
planificación: Este primer pilar consiste en organizar el pasado, el presente y el futuro. Al
ordenar el tiempo, tenemos más claridad sobre nuestro origen y nuestro destino. Estas
herramientas son fundamentales para tener una visión futurista de nuestro entorno
El método de la “historia compartida” implica que los participantes de un taller de
estudios
del futuro escriban las principales tendencias y sucesos que nos han traído hasta el
presente. Luego, se dibuja una línea temporal histórica hasta el momento actual. El
método de la “historia compartida” indaga: ¿qué continuidades y rupturas hay en nuestra
historia? Esta herramienta inicial establece un marco desde el que proyectarnos al futuro.
En un contexto de investigación, la historia del tema se construye a través de marcos
empíricos (pruebas históricas) o interpretativos de referencia (los significados que los
individuos otorgan a las pruebas).
El triángulo de futuros identifica las visiones actuales del futuro a través de tres
dimensiones. La imagen del futuro impulsa a una organización. Cada organización o
institución tiene imágenes contrarias del futuro. A nivel macro global, aunque hay muchas
imágenes del futuro, hay cinco arquetípicas, que se explican a continuación:
1) evolución y progreso: más tecnología, el hombre como eje del mundo y la confianza en
la racionalidad
2) colapso: se tiene la idea de que el hombre ha llegado a sus límites, de hecho, los ha
superado: desigualdad mundial, fundamentalismo, tribalismo, holocausto nuclear,
catástrofes climáticas: todo señala a un deterioro del futuro
3) Gaia: el mundo es un jardín y las culturas son sus flores, necesitamos tecnologías
sociales para reparar el daño que nos hemos hecho a nosotros mismos, a los demás y a
la naturaleza, y lo más importante es ser cada vez más inclusivos. El siguiente salto en la
evolución se basa en la colaboración entre los hombres y las mujeres, los humanos y la
naturaleza, y los humanos y la tecnología
4) globalización: las barreras entre naciones y culturas se pueden eliminar si conseguimos
un sistema de mercado libre. La tecnología y el libre movimiento de capital nos pueden
hacer ricos a todos. Los tradicionalismos y dogmas son las barreras que nos impiden
alcanzar un nuevo mundo, 5) regreso al futuro: necesitamos volver a una época más
simple, donde la jerarquía era más evidente, cuando la tecnología era menos dañina,
cuando las normas de la jerarquía estaban claras. El cambio es abrumador: hemos
perdido el rumbo y debemos recuperarlo.
Junto a las imágenes, están también los empujes del presente, que son los motores
cuantitativos y las tendencias que están transformando el futuro: los evidentes son el
envejecimiento de la población, la penetración del internet móvil, el cambio climático y la
cantidad de mujeres que realizan estudios de nivel superior. Pero también hay
contrapuntos. Se trata de los obstáculos al cambio que queremos ver. Cada imagen tiene
diferentes contrapuntos. El contrapunto a las personas que imaginan un mundo
globalizado serían los nacionalistas y los proteccionistas. El contrapunto a la imagen
gaiana (Lovelock 2006) lo constituye el predominio de la jerarquía (masculina, imperial o
del conocimiento). Al analizar la interacción de estas tres fuerzas, el triángulo de futuros
nos ayuda a desarrollar un futuro plausible. Luego, las estrategias se pueden formular en
función de las necesidades: haciendo mayor énfasis en el empuje del futuro, el peso del
pasado o el empuje del presente.

Segundo pilar: Anticipación


El análisis de problemas emergentes es un método clave de prospectiva, el segundo pilar
del pensamiento futurológico. El propósito de este análisis es identificar las regiones
líderes donde se origina la innovación social. También intente identificar los problemas
antes de que se vuelvan difíciles y costosos y, por supuesto, explore nuevas opciones.
Los problemas emergentes incluyen factores disruptivos como: ¿Tendrán pronto los
robots derechos legales? ¿Se incluye la meditación en todos los programas escolares?
¿Desarrollamos farmacias en nuestros cuerpos? ¿Baños inteligentes? ¿Nos ayudan en el
diagnóstico precoz? ciudades lentas que redefinen un mundo disponible las 24 horas del
día? ¿Pueden los robots de software inteligente (eco, salud) ayudarnos a hacer que las
personas, las casas, las comunidades y las empresas sean más eficientes en cuanto a
energía y salud? ¿Es ilegal comer carne a largo plazo y se considera una forma de abuso
infantil a corto plazo? Aunque hay poco beneficio político en resolver los problemas
emergentes (es decir, los votantes no recompensarán a ese líder por resolver los
problemas del mañana), puede ayudar a minimizar el daño. De hecho, ayuda a las
personas y organizaciones a responder mucho más rápidamente a los desafíos
emergentes.

El tercer pilar es el tiempo futuro, que consiste en buscar patrones, fases y mecanismos
de cambio a largo plazo. Los macrohistoriadores (Galtung e Inayatullah 1997) sugieren
que existen varios modelos importantes para comprender la configuración del tiempo:
El futuro es lineal, gradual y progresivo. Si trabajamos duro, crearemos un buen futuro.
Algunos de los fundadores de este enfoque son Auguste Comte (1875) y Herbert Spencer
(1973). El futuro es cíclico: tiene altibajos. Aquellos que están en la cima eventualmente
se encontrarán en la parte inferior. Al ser altos, no pueden adaptarse y ajustarse a medida
que cambia el mundo. Su éxito se basó en dominar las circunstancias del ayer. Pocos se
atreven a reinventar sus historias centrales. Los fundadores de este enfoque son Ssu-Ma
Chien (Watson 1958), Ibn Khaldun (1967) y Oswald Spengler (1972). La espiral está
relacionada con el enfoque del péndulo desarrollado por Pitirim Sorokin (1957). Según
esta opinión, las naciones y organizaciones tienden a oscilar entre los extremos de dos
polos (centralización o descentralización, modernidad y religión, o normas civiles y
militares). Saber si estamos al borde del péndulo nos permite mejorar la eficacia de
nuestra estrategia y nos ayuda a decidir cómo y dónde actuar. El futuro es un ciclo:
algunas partes son lineales y basadas en la progresión, mientras que otras son cíclicas.
Se puede crear un ciclo positivo a través de un liderazgo audaz y visionario. Se
cuestionaron los postulados del pasado, pero no se abandonó el pasado, sino una marcha
integral hacia un futuro mejor. El principal pensador de este enfoque es P.R. Sarkar
(1987). Los nuevos futuros suelen estar liderados por una minoría creativa que desafía el
concepto de futuro usado. En lugar de imitar lo que hacen otros, eligen innovar, ya sea
social, política, cultural, espiritual o tecnológica. Estos cambios visualizan un futuro
diferente e inspiran a otros a trabajar para lograrlo. En ausencia de tal minoría creativa,
emergen imperios y estados cada vez más grandes en lugar de sistemas sostenibles. El
poder y la burocracia son cuestionados, el carisma se convierte en rutina y el deseo de
algo más, algo que satisfaga mejor las necesidades de las personas, se disipa. Se mejora
el tamaño o el crecimiento. Desaparece el desarrollo interno y externo.
Este enfoque se basa en el trabajo de Arnold Toynbee (1972) y, en cierta medida, de
Vilfredo Pareto (1968). La historia humana también presenta una serie de episodios del
“alma” que pueden verse dramáticamente afectados por las acciones de unas pocas
personas.
Especialmente en estos tiempos, los viejos patrones de comportamiento dejan de ser
útiles: lo que solía ser exitoso deja de funcionar. Lo más probable es que ahora estemos
en esta etapa. Este enfoque generalmente lo adoptan la mayoría de los futuristas
transformadores (Alvin Toffler, Oliver Markley, Duane Elgin, P.R. Sarkar, Riane Eisler,
Ervin László, Hazel Henderson, James Dator, James Robertson y muchos otros teóricos
comparten este punto de vista). A nivel interinstitucional, hay tres puntos de vista
opuestos sobre la naturaleza del cambio institucional. Primero, el cambio real proviene de
las personas que viven en las instituciones. No se trata de cambiar el mundo exterior, sino
de cómo vemos el mundo (apreciación, gratitud, buscar lo positivo en cada situación), en
el momento presente (Tolle 2003) o en una profunda meditación interior que lleve al
cambio necesario. de la conciencia (Sarkar 1987). Cuando nos volvemos diferentes, la
naturaleza de la realidad cambia.
Segundo, el verdadero cambio no es un cambio de conciencia, sino un cambio
institucional que cambia las leyes, normas y reglamentos que rigen la sociedad.
Impuestos, legislación e incentivos para impulsar el cambio social como muestra el caso
de Singapur.
Tercero, el cambio real proviene de las nuevas tecnologías porque cambian la forma en
que hacemos las cosas. Como explicó Marshall McLuhan, creamos tecnología y luego
nos crea a nosotros (1962). Por ejemplo, creamos Internet y ahora define la forma en que
trabajamos (flexible, pero 24/7), jugamos e incluso encontramos pareja. La tecnología
crea nuevas economías y surgen tensiones cuando la sociedad se queda atrás cuando
las relaciones de poder no cambian.
En el nivel organizacional medio, Jenny Brice, anteriormente de Fuji Xerox, y Patricia
Kelly ofrecen teorías útiles del cambio. Usando el virus como una analogía para el cambio
social, argumentan que el objetivo no es cambiar toda la organización, sino simplemente
encontrar campeones, que generalmente representan a las 10 personas más importantes
de la organización. En esta búsqueda, es importante no perder el foco mientras se lucha
contra los opositores del cambio, que también suelen representar el 10 por ciento. Más
bien, están abiertamente en cuarentena. Los primeros en adoptar el cambio son alrededor
del 40% y necesitan ser apoyados (con incentivos y más importancia), el otro 40% suelen
ser espectadores a los que no les importa demasiado la dinámica de la organización
siempre que se satisfagan sus necesidades básicas. Finalmente, está el micro-tiempo o
biografía del cambio. Hay dos cosas a considerar en este contexto. Por otro lado, el
pensamiento futurológico varía según la etapa de la vida en la que uno se encuentre. Por
ejemplo, es probable que el futuro de una persona joven sea más corto (debido al
desarrollo del cerebro) que el de un adulto. Es más probable que la vulnerabilidad afecte a
las personas mayores que a los adultos jóvenes.
El cuarto pilar es profundizar en el futuro. Existe un método fundamental: el análisis
causal en capas (Inayatullah 1998; 2004). El análisis causal estratificado (CLA) intenta
comprender y profundizar en el futuro. Este método tiene cuatro dimensiones. La primera
es la letanía, o el futuro de la vida cotidiana: hechos, rúbricas generalmente aceptadas
sobre cómo son o deberían ser las cosas. Las soluciones a los problemas de este nivel
suelen ser a corto plazo. La segunda dimensión es más profunda y se centra en las
causas sociales, económicas y políticas del problema: sistémica. La tercera dimensión es
la cultura o cosmovisión, que consiste en el punto de vista general, el paradigma que nos
dice lo que pensamos que es real o no, los lentes cognitivos que usamos para entender y
definir el mundo. La cuarta dimensión es el mito o la metáfora: el discurso. Las metáforas
son a menudo un vehículo para los mitos. Los niveles más visibles son el 1 y el 2,
mientras que el 3 y el 4 son niveles más anchos y profundos y también más difíciles de
detectar. Las personas ajenas a la institución u organización pueden distinguir entre estos
niveles de realidad de manera mucho más efectiva. Cuando pensamos en la atención
médica, sabemos que hay una gran cantidad de errores médicos que provocan lesiones
graves o incluso la muerte. En el primer nivel, la solución sería capacitar a más
trabajadores de la salud, especialmente médicos, porque los encargados de formular
políticas suelen estar orientados a las personas. En el nivel 2, tratamos de encontrar las
razones que causaron estos errores. ¿Será por falta de comunicación entre los
profesionales de la salud? ¿condición en el hospital? ¿Su diseño? ¿Falta de conocimiento
sobre nuevas tecnologías? ¿Diagnóstico incorrecto? ¿Medicamento prescrito
incorrectamente? Las soluciones de sistema tienen como objetivo intervenir mejorando la
eficiencia y la inteligencia del sistema, lo que garantiza que todas las partes del sistema
estén perfectamente conectadas entre sí. Los hospitales se están rediseñando para
mejorar la seguridad, especialmente para una sociedad que envejece (por ejemplo,
minimizando el riesgo de caídas). Sin embargo, si nos movemos a un nivel y una
cosmovisión más profundos, vemos que el problema en realidad puede encontrarse en el
paradigma de la medicina occidental: su reduccionismo, su enfoque en la tecnología y su
rechazo a sus posibilidades más profundas, lo moderado y lo holístico. El médico continúa
muy arriba, la enfermera abajo y el paciente aún más abajo. La jerarquía del conocimiento
es un problema en este nivel. Simplemente aumentar la capacitación de los trabajadores
de la salud o crear sistemas más eficientes ignora el poder. La solución sería empoderar a
los pacientes (escuchándolos desde el punto de vista de su interpretación, su visión de
curación y de futuro) o cambiar el sistema de salud (por ejemplo, sistemas de salud
gratuitos). No hay duda de que la propia medicina moderna ha rechazado la salud
alternativa. Muchos investigadores combinan estos opuestos, combinando la medicina
antigua y la moderna para obtener los mejores resultados. Un problema más profundo a
nivel de mito es la idea de que “el medico lo sabe todo”. Los pacientes ceden su poder
cuando se acercan a los médicos: esto es entrar en el sistema hospitalario, y los
pacientes inmediatamente experimentan una regresión a su infancia. Los médicos
recurren a mí como experto y, gracias a la burocracia deshumanizada, siguen ocurriendo
errores, lo que garantiza un enfoque orientado a la eficiencia. CLA tiene como objetivo
combinar estos cuatro niveles de comprensión. Cada nivel es verdadero (en
su propio nivel), internamente coherente, y se deben encontrar soluciones para cada
nivel. Una letanía de intervenciones conduce a soluciones a corto plazo, fáciles de
entender y ricas en datos. Las respuestas sistémicas requieren la intervención de
expertos en desempeño. A menudo se crean políticas gubernamentales que implican
asociaciones con el sector privado. Cambiar la cosmovisión es mucho más complejo y de
largo plazo, requiriendo la búsqueda de soluciones fuera del marco en el que se define la
solución. Y las soluciones al mito requieren una intervención más profunda, al igual que
cada nueva historia debe ser contada, el cerebro reconfigurado y nuevos recuerdos
creados para el individuo y la comunidad. CLA nos pide que vayamos más allá del
encuadre convencional de problemas. Pero no otorga privilegios a ningún nivel en
particular. Por ejemplo, la crisis financiera global (Inayatullah 2010) puede interpretarse
estrictamente como una crisis hipotecaria o bancaria, o más ampliamente como el declive
del mundo occidental y el auge de Chindia, o incluso más ampliamente. la era industrial y
la necesidad de una economía mundial respetuosa con el medio ambiente. Cada
interpretación tiene sus propias metáforas y mitos. Cuando se habla de la crisis
hipotecaria, la solución sería pasar del tipo “ compro, luego existo” al tipo “vivo dentro de
mis posibilidades”. Si se trata de un cambio geopolítico, entonces uno debería pasar de
las “fronteras de Occidente” al “nacimiento pacífico de Asia” (Bajpai 2012: 12-37;
Inayatullah 2012). Y si esto fuera realmente un cambio fundamental, el discurso cambiaría
de “crecimiento y progreso siempre” a “Gaia”: subiendo y bajando capas y rodando
horizontalmente entre discursos y cosmovisiones, agregando riqueza al análisis. Por lo
tanto, CLA conduce a la profundidad. Por ejemplo, en la vigilancia, esto significa una
transición de oficiales de policía centrados en resolver problemas de delincuencia y
seguridad a cambios sistémicos en los que las ciudades y pueblos reestructuran su
seguridad (con iluminación, policía, cámaras de video vigilancia) y luego, a los cambios en
la visión del mundo (Inayatullah 2012, IEET). En la cosmovisión, la estructura militar
jerárquica de ley y orden cambia a una estructura donde la seguridad es producida
conjuntamente por varios grupos de interés.
Bibliografía
https://www.cinconoticias.com/ciudades-del-futuro/
https://www.bbvaopenmind.com/articulos/estudios-del-futuro-teorias-metodologias/
https://www.admagazine.com/galerias/ciudades-futuristas-que-se-estan-construyendo-
en-el-mundo
https://www.enelx.com/cl/es/historias/como-sera-la-ciudad-del-futuro#:~:text=
%C2%BFSabes%20en%20qu%C3%A9%20consisten%3F,la%20demanda%20de%20cada
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