Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dr. A. PÉREZ-SOLER
Barcelona
(*) Celebrada en el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, dentro del Curso
intensivo sobre «Otorrinolaringología Infantil», organizado conjuntamente por el Servicio
do Otorrinolaringología de dicho Hospital (Director : Dr. J. ABELLÓ) y la SOCIEDAD CA-
TALANA DE PEDIATRÍA.
AFECCIONES LARÍNGEAS DISNEIZANTES 473
niño afecto de disnea laríngea. Y ellos —el pediatra en particular— de-
ben diagnosticar con seguridad la causa etiológica de la dolencia y tra-
tarla rápida y adecuadamente.
El laringólogo ve de ordinario en segunda instancia a los peque-
ños afectos de disnea laríngea; cuando el pediatra no ha podido llegar
a un diagnóstico seguro del padecer, concretamente, cuando se impone
la necesidad de la práctica de la laringoscopia, y cuando los medios de
tratamiento empleados por el pediatra son insuficientes ; es decir, cuan-
do un tratamiento quirúrgico, intubación o traqueotomía, es inexcusable
en virtud de la inoperancia del tratamiento médico.
No obstante, subrayemos que este deslinde en el campo de actua-
ción, entre el punto de vista del pediatra y Jel laringólogo, en las dis-
neas laríngeas no ha de ser tomado como una estricta separación, como
una frontera inabordable. Muy al contrario.
Entre ambos puntos de mira, en lugar de dicha frontera debe haber
una tierra no «de nadie», sino «de todos», en que las diversas zonas de
ella sean precisamente los distintos capítulos de la nosología de dichas
afecciones laríngeas disneizantes, que tanto pertenecen al pediatra como
como al laringólogo. De ahí la absoluta necesidad de una labor manco-
munada, de equipo, entre el pediatra y el laringólogo, enfocada de una
manera especial a mejorar los resultados de la terapéutica.
Es sólo por imperatiVos del ejercicio médico lo que hace que el
pediatra vaya por delante en la asistencia a los niños afectos de disnea
laringea que nos está permitido a los pediatras, a nosotros, pues, en este
momento nos corresponde considerar la nosología del capítulo que nos
ocupa, y por ello el que nuestra exposición vaya a durar dos tercios del
tiempo que en total tenemos asignado.
II
Fig. 1. — Laringe en om I
meag, (I comparada con otra flor-
7. Tumores congénitos:
— hemangioma.
—fibroma.
quistes de retención.
— quistes branquiales.
8. Trauma de parto.
9. LaringOcele.
10. Estridor neurógeno, inclusive tetania.
Las causas 1 y 2 constituyen el motivo más frecuente de estridor
laríngeo congénito. Y para algunos autores serían responsables ' del
90 .por ciento de casos de tal afección (BACHMANN). La obtención de un
film al ralenti (HOLINGER y joHNsToN) muestra muy claramente que la
epiglotis, los repliegues aritenoepiglóticos y los aritenoides fláccidos ab-
sorbidos dentro de la glotis durante la inspiración; en casos muy pro-
nunciados se observa incluso que los aritenoides montan uno sobre el
otro. Según BACHMANN, el mecanismo productor del estidor en tales ca-
sos es que, a causa de la deformidad de la laringe y sus alre-
dedores, tiene efecto un colapso inspiratorio de la laringe; la epiglotis
se hunde dentro de la entrada de la laringe y los repliegues aritenoepi-
glóticos vibran por acción de la corriente de aire.
Los síntomas del estridor laríngeo producidos por las causas 1 y 2
suelen ir en aumento hasta la edad de seis meses a un año. A partir de
entonces van disminuyendo progresivamente.
Diagnóstico. —En todo caso de estridor laríngeo congénito, para
llegar a un diagnóstico correcto deberá practicarse una laringoscopia
directa. En los casos en que el estridor no parezca peligroso y si el estado
general está afecto, se pospondrá tal exploración para más tarde.
Tratamiento. —Los casos de deformidad o flaccidez de la epiglotis
y de la tráquea blanda no requieren ningún tratamiento, pues, como
acabamos de indicar, evolucionan de una manera espontánea. En caso
de otras malformaciones podrá ser necesaria una intervención quirúrgica
para corregir el defecto. A fin de llevarla a cabo con mayor facilidad
y éxito se impondrá a veces una traqueotomía previa.
II. Traumatismos. —Los traumatismos de la laringe se dividen
en natales y postnatales. Mayor importancia revisten estos últimos, so-
bre todo por ser más frecuentes. La intubación anestésica o terapéutica
y la laringo-traqueo-broncoscopia son sus causas más comunes. El sín-
drome clínico está caracterizado por una estenosis de rápido desarrollo,
que corrientemente hace su aparición a las pocas horas del trauma y que.
ofrece gran analogía con la laringitis estenosante ; por ello, con el fin de
no reiterar conceptos, su sintomatología será comprendida dentro de tal.
AFECCIONES LARÍNGEAS DISNEIZANTES 477
disnea laríngea infecciosa. Digamos de paso por ahora que con el fin
de tratarla o incluso de prevenirla, la terapia corticosteroidea (glicocor-
ticoide) significa un arma de reconocida eficacia.
III. Cuerpos extraños.— Cuadro laringe° disneico en íntima rela-
ción con un cuerpo extraño inhalado. De ordinario, existe el dato anam-
nésico del atragantamiento. A veces ha pasado inadvertido.
El síndrome laringe° disneico acostumbra a evolucionar en tres
fases : una primera, con síntomas de sofoco inmediatos al atraganta-
miento, más o menos intensos, que son seguidos por una cierta calma
(segunda fase), y, más o menos tarde, una tercera, con reagudización de
los síntomas de obstáculo laringe°, en virtud de la adición del compo-
nente inflamatorio por causa del cuerpo extraño.
El diagnóstico es fácil cuando la anamnesis nos confirma que ha ha-
bido atragantamiento. Pero si no existe tal dato y las manifestaciones
clínicas son sospechosas, habremos de ayudarnos de la radiología e inex-
cusablemente de la laringoscopia para admitir o rechazar el diagnóstico.
nario lesiones en nariz y faringe ‚sobre todo en esta última, con las típi-
cas membranas muy adherentes y coherentes.
b) Que habitualmente la voz suele estar muy tomada en la difte-
ria, por la razón de que las cuerdas vocales están recubiertas por mem-
branas.
c) Que en la laringitis diftérica el paso de tos crupal-hipofonía
a estridor-disnea no se hace tan rápidamente como en la laringitis crupal.
no diftérica; habitualmente emplea 2-3 días, al contrario de esta última,.
que a veces se hace incluso en el curso de pocas horas.
3. Laringitis estenosante. — Constituye un síndrome laríngeo dis-
neicó a veces muy grave, que afecta de preferencia a los niños entre
medio y dos años de edad, y que, por haber disminuido mucho el mor-
bo diftérico, ha devenido relativamente mucho más frecuente que el
clásico crup (diftérico). Estas son las razones por las cuales va a ser con-
siderada con un poco más de extensión que otros procesos laríngeos dis-
neizantes que hasta ahora hemos visto.
Sinonimia.— Se la conoce con diversos nombres : laringo-traqueítis
,(131_,AND, 1823),
laringitis intensa primitiva (MARFAN), laringo-traqueo-
bronquitis aguda (CHEVALIER-JACKSON), laringitis subgl6tica,
estenosante, crup catarral, etcétera.
Etiología:— Para algunos autores (ALEXANDER y col., • etc.) los agen-
tes responsables serían bacterias; para otros (MoNcRIEFF y WELLER, etc.)
la causa imputable serían los virus; otros piensan en una causa mixta
(FRANCO y col., SOUSA, BENS y AIDA HERNÁNDEZ, etc.). En un estudio
muy extenso sobre 347 casos, llevado a cabo por RARE en 1948, se señala
que sólo en el 14'7 por ciento se pudo incriminar la causa a bacterias
(especialmente II. influenza y Diphteriae); en la mayor parte no se en-
cuentran gérmenes. Por ello y en virtud de las características clínicas
y anatomopatológicas, RASE admite que el elevado porcentaje que resta
sería producido por virus.
Las investigaciones virológicas recientes indican que hay datos
estadísticos significativos para aceptar que hay virus causantes de crup;
tales son los virus CA, «asociado con crup» de Chanock (CHANocx y
BEALE y col.), el virus de la influenza (FoRms) y el virus hemadsorción
tipo 2- parainfluenza 1- (CHANocx y col. y VARGOSKO y col.). La falta de
valor significativo estadístico permite sólo admitir que puedan. produ-
cirlo también otros virus, tales como adenovirus, virus hemadsorción.
tipo 1, etcétera.
Patogenia.— Como ya señaló hace muchos arios CHEVALIER1ACK-
soN, en la producción de la enfermedad, más que el agente cuenta la.
predisposición. Veámosla esquemáticamente.
AFECCIONES LARINGEAS DISNEIZANTES 481
Factores hmdamentales, predominantemente endógenos
1. Edad. —Constituye el factor fundamental más importante..
Efectivamente, se afectan con mucha frecuencia niños entre 6 y 30 me-
ses, como hemos dicho. Esta mayor susceptibilidad en relación con la
edad se explica por :
4) Condiciones anatómicas :
L'a La laringe, en tal período de la vida, es muy estrecha en rela-
ción a edades posteriores. La luz de la laringe a nivel de las cuerdas
inferiores está representada por un triángulo que en el recién nacido
mide solamente 4 mm. de base por 7 mm. de altura ; es decir, por un
área de 14 mm. 2 ; la tumefacción de 1 mm. de sus bordes comporta una.
reducción de tal superficie de 5 mm. 2 (HouNGER y joriNsToN); o sea.
a un tercio aproximadamente. De ello se deduce con toda evidencia que
una lesión anatomopatológica que ocasione una tumefacción de tal cuan-
tía, y que en un adulto sólo produciría ligera ronquera, en un lactante
comprometerá de una manera temible el paso de aire por la laringe'.
2. La mucosa de la laringe está muy adherida a la cara posterior
de la epiglotis y escasamente a la cara anterior y bordes aritenoepigló-
ticos (LEDERER). Con lo cual se explica que en estos casos de flogosis la
tumefacción empuje los bordes laterales y punta de la epiglotis a diriL
girse hacia abajo, ocluyendo, cerrando, la glotis a la manera de un
escotillón.
3." Un tejido conjuntivo areolar blando, muy laxo, constituye ei
corión de la mucosa de la subglotis; es decir, uno de los puntos más.
estrechos de la laringe, distendiéndose muy fácilmente por la injurgita-
ción vascular, el edema y la infiltración celular. Tumefacción inflamato-
ria qué sólo tiene un camino a seguir : el de la luz laríngea, pues un ani-
llo rígido, completo, formado por el cartílago cricoides le impide total-
mente que pueda expanderse hacia fuera.
b) Condiciones fisiológicas : El lactante y niño pequeño tienen,
además de una menor habilidad, una menor fuerza para expulsar las
secreciones acumuladas en el árbol respiratorio, y la hipolaringe cons-
tituye una zona reflexógena muy activa, un estímulo de la cual des-
pierta una contracción o espasmo de la musculatura laríngea (LE ME,.
BLOCH y BROUCHET).
c) Condiciones inmunológicas : El niño de temprana edad posee
una menor defensa anti-infecciosa frente a los procesos gripales y, asi-
msrUo, la susceptibilidad para el sarampión es ya máxima a partir de
los nueve meses.
482 A. PÉREZ-SOLER
II
BIBLIOGRAFÍA