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La litotripsia extracorpórea funciona mejor con los cálculos que tienen un diámetro entre 4 mm y
2 cm y que aún estén localizados en el riñón. Se puede usar también en los cálculos que se
encuentran en el uréter pero el procedimiento se vuelve menos eficiente.

Los pacientes que se someten a este procedimiento pueden, en algunos casos, ver el progreso de
su tratamiento. Si se les permite observar el monitor de ultrasonido o de rayos x, ellos podrán ver
cambiar los cálculos de un punto brillante o una mancha oscura, a una nube borrosa a medida que
los cálculos se van desintegrando.

El paso de los fragmentos de las piedras y su liberación puede tomar algunos días o una semana y
puede causar dolor leve. A los pacientes se les puede recomendar tomar tanta agua como puedan
durante este tiempo y además se les aconseja realizar un examen de los fragmentos para poder
analizarlos.

Limitaciones[editar]

La LEC es el tratamiento menos invasivo de los procedimientos para tratar los cálculos renales; sin
embargo, la tasa de eliminación total de los cálculos es muy baja en comparación con los otros
métodos que son más invasivos, tales como la ureteroscopia, manipulación con litotripsia por
láser o nefrolitotomía percutánea. De igual manera se ha detectado que esta tasa depende del
tipo de cálculos que se estén tratando, así por ejemplo, las piedras de oxalato cálcico monohidrato
y de cisteína, pueden llegar a ser resistentes al tratamiento con LEC. 7

Fragmentación de los cálculos mediante ondas de choque

La onda de choque se desplaza uniformemente por el medio líquido pero se refleja parcialmente al
pasar a un medio más sólido (cálculo). La onda reflejada se superpone a la siguiente con lo que el
efecto sumativo aumenta sustancialmente las presiones en el interior del cálculo. Esta onda
reflejada se denomina onda de tracción, la cual, al oponerse a la onda de presión provoca la
fisuración/fragmentación del cálculo. La suma constante de todas estas presiones (en un
tratamiento convencional se generan entre 2.500 a 4000 ondas en poco más de 40 minutos)
acaban por fragmentar el cálculo.

Un cálculo urinario está formado por la agregación cristalina de sus componentes minerales,
cohesionados entre sí por material orgánico, en cantidad variable según cada tipo de litiasis. Si la
energía transferida (onda de choque) es superior a las fuerzas de cohesión del cálculo, éste se
fragmenta en sus componentes primarios (cristales).

A estos efectos se le suma la energía adicional producida por el llamado efecto de cavitación:


Durante el proceso se van formando micro burbujas de aire en el medio líquido las cuales sufren
un proceso de compresión y posterior colapso con la formación de microjets que también
colaboran a la ruptura del cálculo. El efecto de cavitación puede darse, aunque en menor grado,
en los tejidos humanos, por lo que dicho fenómeno también es potencialmente peligroso.

En la práctica, se puede afirmar que el cálculo más frágil y de mayor uniformidad de


fragmentación a las ondas de choque es el de Oxalato cálcico dihidrato ya que el abundante
componente molecular de agua que posee representa nuevas interfases dentro de la propia litiasis
en las cuales tendrá lugar la transferencia de energía. Dicha transferencia interna produce una
mayor pulverización del cálculo al romper sus cristales de dentro a fuera. Por lo tanto un cálculo
será más fácil de fragmentar con las ondas de choque cuantas más moléculas de agua contenga,
ya que cada una de ellas representa un punto de transferencia de energía.

Focalización de la onda de choque

Para que las ondas de choque sean eficaces en litotricia deben concentrarse todas en un sólo
punto, que corresponde al cálculo a tratar. Para conseguirlo se precisa de un sistema de
focalización. Cada tipo de generador posee su sistema de focalización:

Sistemas de localización

En la litotricia extracorpórea es absolutamente imprescindible la correcta localización y centraje


del cálculo a tratar. Para ello se dispone de sistemas bien diferenciados: la radiología y la
ecografía, los cuales se utilizan independientemente ó combinados, según cada tipo de máquina.

Indicaciones de la litotricia extracorpórea

La máxima eficacia de la técnica de litotricia se circunscribe en aquellos cálculos del riñón, sobre
todo en pelvis, cuyo tamaño no sobrepase los 2 cm de diámetro. Pero las indicaciones, en la
práctica, se han universalizado

Sobre todo en lo referente a la localización.

Cálculo piélico: Indicación prioritaria de litotricia. Si el tamaño y la consistencia son los


adecuados se resuelve en una sola sesión. La eliminación de los fragmentos es precoz y
generalmente sin incidencias.

Litiasis calicilar: Es indicación de litotricia a partir de los 5mm de diámetro,


independientemente de la sintomatología que pueda ocasionar. También son tributables de
tratamiento los cálculo en el cuello calicilar, en los cuales puede obtenerse una buena respuesta
en un 55% de los casos, de todas formas la alternativa a dicha indicación sólo podrá ser la
abstención, o en su defecto y dependiendo del grado de obstrucción ocasionado, la nefrectomía
parcial.

Litiasis renal radio transparente: Con la incorporación de la ecografía en los métodos de


centraje los cálculos de Acido Úrico han dejado de constituir una dificultad técnica en la litotricia,
aunque también es posible su representación mediante el uso de U.I.V en el curso de la misma. La
combinación de la litotricia con la perfusión endovenosa de suero bicarbonatado 1/6 molar resulta
altamente eficaz.

Litiasis ureteral: Los equipos de litotricia más actuales permiten la fragmentación del cálculo
ureteral "in situ" no precisándose del cateterismo con el objetivo de desplazar la litiasis de su
localización inicial.

La zona lumbar y el área pelviana son topografías favorables al tratamiento con litotricia, pero en
el uréter sacro ilíaco la superposición del hueso dificulta el centraje y dispersa parte de la energía
transferida, por lo que en esta topografía se producen la mayoría de fracasos de la litotricia
ureteral.
Porcentaje de éxitos de la litotricia en las distintas localizaciones ureterales

La imagen radiológica obtenida inmediatamente finalizada la sesión de litotricia no acostumbra ha


ser muy clarificadora al no existir espacio para la expansión de los fragmentos, pero a las 24 ó 48
horas es frecuente observar un desplazamiento e incluso la expulsión de los fragmentos
generados.

La utilización de energía demasiado elevada puede aumentar el edema en la pared ureteral


favoreciendo la fijación de los fragmentos calculosos, y en casos excepcionales, su impactación en
la pared del uréter (extrusión ureteral de la litiasis).

Malas indicaciones de la litotricia renoureteral

En área renal y aún admitiendo que la litotricia sólo es realmente eficaz en cálculos inferiores a
2,5cm de diámetro, existen algunas circunstancias que no aconsejan la práctica de dicha litotricia:

1. Afectación grave del parénquima renal.- El riñón y la vía urinaria poseen un importante
protagonismo en el desenlace final de la litotricia. Independientemente del tamaño del cálculo,
ciertas situaciones del parénquima renal pueden comprometer el tratamiento, sobre todo en
todas aquellas circunstancias relacionadas con la infección:

-Pielonefritis aguda
-Pionefrosis.

2. Alteraciones de la vía urinaria.- Aunque la litiasis a tratar con litotricia se encuentre


alojada en el área renal, el proceso expulsivo de los fragmentos generados tras la misma exige un
estado adecuado de la vía urinaria. La presencia de estenosis congénitas ó adquiridas compromete
el buen resultado de la litotricia:

-Estenosis del Ostium pieloureteral.


-Riñón en herradura.
-Ectopia renal y riñón transplantado.
-Anomalías ureterales.

3. Tamaño del cálculo.- El tamaño del cálculo a tratar es especialmente significativo en la


litotricia in situ ureteral en la cual los cálculos ofrecen mayor resistencia a la fragmentación, ello
con lleva un cierto rigor en la indicación de litotricia en litiasis ureterales superiores a 2cm. de
diámetro mayor. En general estos cálculos provocan obstrucción, por lo que no es aconsejable la
reiteración de sesiones para su resolución.

4. Grado de impactación del cálculo.- En la litiasis ureteral la asociación de un cálculo de


grueso tamaño, signos claros de impactación e hidronefrosis secundaria a la misma, desaconseja
formalmente la realización de una litotricia como primera terapia. La colocación de una
nefrostomía previa descomprime la vía suprayacente y puede favorecer el desenclavamiento del
cálculo y su posterior litotricia con garantías, pero ello no es constante y la situación puede
eternizarse ya que la retirada de la nefrostomía sólo será posible cuando la vía urinaria se
encuentre libre de cálculos.
La impactación del cálculo en el tracto ureteral genera fenómenos inflamatorios locales
formándose en primera instancia un edema de la pared ureteral, seguido posteriormente de la
ulceración del urotelio que derivará en la fibrosis parietal y ocasionalmente la proliferación
mucosa que al englobar el cálculo lo inmovilizará definitivamente. En estos casos, el intento de
empuje ascendente del cálculo mediante un catéter está condenado al fracaso y la práctica de la
litotricia sólo conseguirá aumentar los fenómenos irritativos locales y aunque pudiera llegarse a
fragmentar el cálculo y eliminarse algunos fragmentos, la mayor parte del mismo no progresará,
manteniendo e incluso aumentando, el grado de obstrucción.

La litiasis coraliforme

El tratamiento exclusivo con Litotricia extracorpórea de los cálculos coraliformes constituye un


punto de controversia habitual. Varios factores negativos cuestionan la indicación de la litotricia
como única alternativa en este tipo de litiasis: La necesidad y excesivo manejo de catéteres
renovesicales, el elevado número de sesiones de litotricia, la infección urinaria recurrente y
sobretodo el alto índice de litiasis residual (63%).

La experiencia acumulada indica que la litiasis coraliforme tratable exclusivamente con litotricia
con todas las garantías de éxito, tiene que reunir las siguientes características:

Tamaño inferior a 3cm de diámetro.

Predominio de cálculo en pelvis renal.

Cálices poco alterados.

Cuellos calicilares normales o anchos.

Función renal conservada.

Fuera de estos supuestos, sólo la combinación de la litotricia con otras técnicas (nefrolitotomía
percutánea) puede resultar eficaz.

Indicaciones y contraindicaciones relativas de la litotricia extracorpórea en la


actualidad.

Efector adversos de las ondas de choque.


Desde sus orígenes la litotricia extracorpórea constituye una fuente de energía que, aunque
efectiva en la destrucción de cálculos, puede mostrarse lesiva para algunos tejidos del organismo

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