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Lima - 2023
Índice
1. Contexto global.......................................................................................................................... 1
1.2. Mega tendencias y tendencias que afectan al desarrollo sostenible del país................. 2
1. Contexto global
China se consolida como la nueva potencia mundial en esta región. Las importaciones
como exportaciones con este país han aumentado desde el año 2013. Las exportaciones a China
llegaron a su índice más alto en el 2018 con US $13 167 721, aproximadamente el 50 % de las
exportaciones del Perú a APEC y menos del 30 % al mundo.
principales commodities del Perú, y China es el principal mercado de dicho producto, mientras
que la demanda de cobre de Estados Unidos al Perú se redujo desde el 2008, siendo antes un
principal destino de exportación.
Sin embargo, en el 2018 Reino Unido ocupó el primer lugar con 20,2% de participación en
inversión minera, seguido de China con 17,19 %, estando Estados Unidos con 12,7 %. Para el año
2019, las posiciones y el presupuesto invertido por China y Estados Unidos no han variado.
1.2. Mega tendencias y tendencias que afectan al desarrollo sostenible del país
Las mega tendencias son cambios profundos y duraderos que afectan a la sociedad, la economía,
la política y el medio ambiente a nivel global. Estas se originan por la interacción de las fuerzas
primarias de la tecnología, la globalización, la demografía y el medio ambiente, que generan
nuevas oportunidades y desafíos para el desarrollo sostenible.
Estas tienen un impacto significativo en los países y sus estrategias de desarrollo. Por ello,
es necesario anticipar sus efectos y adaptarse a ellos mediante políticas públicas, inversiones
privadas y cooperación internacional que aprovechen sus potencialidades y mitiguen sus riesgos.
Las tres primeras mega tendencias generan beneficios explícitos para las sociedades y
economías; por lo tanto, no se las debe detener ni obstaculizar, sino más bien encaminar y
moldear para maximizar sus efectos positivos y minimizar cualquier efecto adverso. No
obstante, el cambio climático y la degradación ambiental no tienen ningún efecto positivo
y deben ser revertidos. De igual modo, las crecientes y persistentes desigualdades tienen
un efecto general negativo. Si bien algunas personas pueden verse beneficiadas, muchas
más se verán desfavorecidas, y el proceso menoscaba el desarrollo sostenible. Las
desigualdades también deben corregirse.”
70% de la población mundial vivirá en áreas urbanas. Sin embargo, este proceso de urbanización
puede ser caótico y rápido, especialmente en países de bajos y medianos ingresos, lo que da como
resultado barrios marginales que carecen de servicios básicos como agua, saneamiento y gestión
de residuos.
Esta mega tendencia se define como el aumento de las condiciones de desventaja entre los
individuos que poseen mayores ingresos. Para 2030, aproximadamente el 7 % de la población
mundial se encontrará en una situación de pobreza monetaria (Banco Mundial, 2020a); el 11,5 %,
estará en situación de extrema pobreza de no reducirse el índice de Gini en 1 % o caso contrario
podría llegar a 9,6 % (Cepal, 2020).
El poder divido por potencias no será efectivo, y surgirá la necesidad de crear redes con
países, cooperaciones y actores no estatales (SITRA, 2020), tal es así que, el poder que logren
tener los nodos va a depender de las conexiones, de las interacciones económicas, del uso del poder
militar, del liderazgo tecnológico e influencia cultural.
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Cepal (2020) informa que el cambio climático tiene una relación directa con la emisión de
GEI y los fenómenos meteorológicos extremos; la degradación ambiental, con la contaminación
del agua y aire, el uso excesivo del suelo, con la pérdida de biodiversidad.
Al 2050, más del 57 % de la población mundial vivirá en zonas de estrés hídrico severo
(Boretti & Rosa, 2019). La demanda de alimentos aumentará en aproximadamente 60 % y se
requerirá de mayor número de tierras cultivables (Boretti & Rosa, 2019; Roland Berger Institute,
2020). La producción de energía mundial tendrá que incrementarse entre 40 % a 50 % más de lo
generado en el 2000 para cubrir la mayor demanda (ministro of Defence UK, 2018).
cambio climático, el terrorismo, las crisis sanitarias y la migración, los cuales exigen ser abordados
de manera conjunta, promoviendo así una respuesta colectiva y colaborativa.
La segunda gran crisis del siglo XXI es la que aún estamos enfrentando, resultado de la
pandemia de COVID-19. Aunque esta crisis se originó como una crisis sanitaria, no se puede
limitar su impacto únicamente a este aspecto. La forma en que afecta a la población y cómo los
gobiernos deben responder a ella conllevan una serie de consecuencias, y uno de los sectores más
afectados, especialmente durante el primer año de la pandemia, ha sido el económico. La principal
consecuencia directa ha sido la contracción del producto interno bruto (PIB) a nivel mundial, lo
que ha llevado a un aumento en el número de personas en situación de pobreza extrema. Según las
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estimaciones del Banco Mundial, el número de personas en extrema pobreza seguirá aumentando,
alcanzando un total de 735.7 millones de personas para el año 2021.
Por otro lado, los cambios estructurales y la modernización de las economías a nivel
mundial generan la necesidad de una mayor supervisión y regulación por parte de los Estados. Sin
embargo, en muchos casos, los Estados carecen de los recursos humanos y administrativos
necesarios para cumplir con estas responsabilidades. Como resultado, se vuelven incapaces de
satisfacer las necesidades de la población y fracasan en su intento de liderar el progreso nacional
en términos de crecimiento y desarrollo económico.
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Cabe resaltar que el comercio digital, cada vez va teniendo mayor incidencia en el comercio
minorista mundial, lo que evidencia una rápida propagación de tecnologías y plataformas digitales
en la sociedad.
1.5.1. Ciberdelincuencia
La globalización es definida por la CEPAL (2002) como “la creciente gravitación de los procesos
económicos, sociales y culturales de carácter mundial sobre aquellos de carácter nacional o
regional”. Esta, como bien dice la definición, es el aumento de las relaciones de todo tipo entre
diferentes países, regiones, localidades, etc., y trajo consigo muchos beneficios como el
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intercambio entre culturas y mayor posibilidad de comercio. Sin embargo, también trajo
consecuencias negativas como la ciberdelincuencia, la cual ha sido uno de los mayores riesgos a
nivel global. Por ejemplo, la aplicación del teletrabajo ha debilitado la privacidad de las empresas
y personas ante los riesgos en el ciberespacio (SITRA, 2020; Prescient and strategic intelligence,
2020).
De igual manera, los problemas relacionados al mundo cibernético han sido catalogados
como uno de los 10 principales riesgos con más probabilidad a ocurrir en el mundo, por un informe
de Riesgos Globales 2020 del Foro Económico Mundial (2020), los cuales continuaron en los
rankings del 2021, 2022 y 2023. Entre esos 10 peligros detectados, los relacionados a la cibernética
son los ciberataques a la infraestructura crítica y el fraude o robo de datos. En consecuencia, el
Banco Internacional de Desarrollo y la Organización de los Estados Americanos (2020) explica
que se estima que los daños por delitos cibernéticos podrían alcanzar los US$ 6 billones para 2021.
Además, del costo financiero, el cibercrimen y los ciberataques disminuyen la confianza de los
usuarios en la economía digital, opacando sus ventajas.
Por otro lado, se encuentran los niños y su relación con el internet. Estos tras la llegada de
lo virtual han tenido una gran presencia en esta, siendo 1 de cada 4 usuarios, en todo el mundo,
niño según el informe anual del Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital
(UNICEF,2017). También este informe nos dice que los niños empiezan a consumir el internet a
edades más tempranas de lo normal, y en algunos casos sin supervisión adulta. Añadido a esto,
este afirma que los gobiernos y el sector privado no han seguido el ritmo del cambio dejando
expuestos a los niños con los nuevos riesgos y peligros, al tiempo que millones de los niños más
desfavorecidos han quedado sin acceso a los medios digitales y con esto creando brechas de
información.
Por otra parte, la desigualdad entre regiones del mundo se puede ver aún más clara frente
a este problema. Por ejemplo, en países que tienen más recursos de agua dulce como lo son
territorios de América Latina o el África Subsahariana aún sufren grandes problemas vinculados a
la falta del agua.
Además, la Autoridad Nacional del Agua dice que el agua dulce disponible no llega ni al
0.5% del agua existente en total, y que el agua se renueva por lluvia entre 40.000 a 50.000
kilómetros cúbicos al año (s.f.), pudiendo generarse escasez de este recurso en un futuro tal vez no
muy lejano y si a esto le agregamos los problemas de calentamiento global, el riesgo que corremos
es aún más.
Entonces podemos ver que el problema es grave y sin medidas efectivas y prontas, se podría
dañar uno de los ecosistemas más importante del planeta y con esta las especies que la habitan.
El primero en hacer mención es la gripe H1N1, también llamada gripe porcina, la cual, es
un tipo de virus de la influenza A. Se originó en Estados Unidos en el año 2009 y una vez empezó
el brote se expandió por todo el país y el mundo. Entonces, los gobiernos tomaron medidas como
restricciones, sobre todo relacionadas a la asistencia a espacios públicos concurridos y para mitigar
su propagación se inclinaron por la inmunización (Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades, 2019).
El segundo lugar lo ocupa la enfermedad del Ébola, la cual tuvo sus inicios en el país de
Guinea en África en el 2014. Esta enfermedad felizmente solo llegó a abarcar África y algunas
partes de Europa y EE. UU., en donde arrasó vorazmente con la población, alcanzando una tasa
de mortalidad de 50% (OMS, 2021). Y por último está la pandemia que ha invadido el mundo
recientemente la COVID-19, y que empezó a fines del 2019 en el país de China. Desde ahí esta
pandemia, que es el nombre que le dio OMS, se ha propagado rápidamente acabando con 6.8 a 10
millones de personas aproximadamente hasta mayo del 2021 (Naciones Unidas, 2021). Al ser la
rapidez una de sus mayores cualidades y el ser un virus nuevo, este ha generado una alta
vulnerabilidad alrededor de todo el mundo (Centros para el Control y Prevención de
Enfermedades, 2021).
Como se puede evidenciar, las enfermedades con las que se ha enfrentado el mundo ponen
en evidencia la realidad por la que atravesamos y seguiremos atravesando, si no se mejora el
sistema de salud en todos los países y se brinda los recursos necesarios a todos por igual. De lo
contrario, seguiremos perdiendo vidas en gran magnitud y nos arrepentiremos.
que deje de ser algo en lo cual haya que priorizar (Start, 2020), principalmente porque ha ido
evolucionando a medida que las herramientas tecnológicas y digitales lo hicieron.
2.1.1. La pobreza
En América Latina, la pobreza hasta el 2015 tenía una tendencia decreciente al igual que la pobreza
extrema que se estancó en el año 2016. Esta perspectiva cambió en el año 2019 debido al
incremento de 0.7 y 0.9 puntos respectivamente. En 2019, 187 millones de personas de la
población de América Latina se encontraba en situación de pobreza de ingresos, de estas un
11.33% se encontraba en situación de pobreza extrema que son aproximadamente 70 millones de
personas.
Según Cepal (2021) “ la pobreza y de la pobreza extrema fue mayor entre las mujeres en
edad activa, en las áreas rurales, entre las personas indígenas y la población afrodescendiente, los
niños, niñas y adolescentes”. En 2020, la pobreza aumentó al 33,0 % y en el 2021, la pobreza y la
pobreza extrema llegaron a 32,1% y 13,8%, respectivamente.
Para el 2020 el aumento de la pobreza fue generalizado y los países con índices altos de
pobreza fueron Perú, Argentina y Colombia excediendo los siete puntos porcentuales de aumento.
a) Crecimiento del PIB per cápita del 1% que genera un 11.5% de pobreza extrema.
b) Reducción del índice de Gini del 1% y crecimiento del PIB per cápita del 1% que genera
un 9.6% de pobreza extrema.
c) Reducción del índice de Gini del 1,5% y crecimiento del PIB per cápita del 2% que genera
un 8.1% de pobreza extrema.
d) Reducción del índice de Gini del 1,5% y crecimiento del PIB per cápita del 3% que genera
un 7.2% de pobreza extrema.
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e) Reducción del índice de Gini del 1,5% y crecimiento del PIB per cápita del 5% que genera
un 5.7% de pobreza extrema.
2.1.2. La desigualdad
Para identificar la desigualdad salarial se hace uso del índice de Gini, según estudios del BBVA
en el 2015, África y América Latina fueron las regiones más desiguales a pesar de ello América
Latina ha mantenido desde el 2002 hasta el 2020 una reducción en su desigualdad de ingresos
pasando de e 0.52 a 0.46, esto permite reconocer que existe una mejora en la distribución de los
ingresos en los hogares; sin embargo países como Argentina, Colombia, Ecuador y El Salvador
aumentaron su brecha de desigualdad salarial.
El Perú entre los años 2001 y 2020 ha reducido su desigualdad de ingresos medida por el
coeficiente de Gini en 0.055 puntos; sin embargo, para un mejor reflejo en la realidad Cepal realizó
encuestas financieras y usó registros tributarios evidenciando un incremento entre 4 a 5% a lo
indicado por el índice de Gini.
De acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional (2021) “entre el 2022 y
el 2027 el PBI per cápita del Perú crecería a una tasa promedio de 4,3 % alcanzando a fin de
período un valor de $18 581 dólares PPA”. No obstante, a pesar de este crecimiento, el Perú se
encontraría lejos del ingreso promedio de economías más avanzadas, que en el año 2021 se estimó
en un valor aproximado de $57 052 dólares.
2.2.2. Inflación
Según el FMI (2021), “El Perú ha mantenido una inflación baja y estable en el contexto de un
marco sólido de política monetaria y cambiaria”. Asimismo, en “el 2020, la inflación promedio en
el Perú fue de 1,8 %, la más baja desde el 2018 (1,3%), en un contexto de precios que estuvieron
afectados por la menor demanda interna dada las medidas de contención frente al COVID-19”
(MEF, 2021). Sin embargo, de acuerdo con datos del FMI, el 2021 la inflación en el Perú alcanzó
el 4%, la tasa más alta registrada desde el 2008 (5,8%), lo cual tuvo un impacto importante en la
economía peruana.
Para los siguientes años, se espera que la inflación se mantenga dentro del rango promedio
del 2%. Sin embargo, existen diversos factores que podrían mantener la inflación por encima del
valor central del rango meta.
2.2.3. Empleo
“La crisis de la pandemia de la COVID-19 ha afectado a los jóvenes en un momento importante
de su crecimiento “(OIT, 2021) impactando parte de su etapa en estudios superiores hasta su
inserción en el mundo laboral. Además, durante este contexto “la pérdida de puestos de trabajo ha
impactado a distintos grupos vulnerables como los jóvenes, trabajadores informales, personas de
menor nivel de educación formal, las mujeres y también a los inmigrantes” (Cepal, 2021).
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De acuerdo con datos de la OIT, con respecto a las perspectivas sociales y del empleo en
el mundo, señalan que las cifras en América Latina de los “Niní” son motivo de preocupación, y
es que son cerca de 26 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años que no estudian ni trabajan. Con
respecto al Perú, en el 2020, a nivel de la región, se estimó uno de los porcentajes más bajos de
Ninis junto a Chile (20,9 %) con un 25,9%, siendo este un porcentaje bajo comparado a los otros
países de la región.
Por otro lado, la Entre 2016 y 2019, el empleo en el Perú registró un mayor dinamismo con
respecto al quinquenio previo; mientras que el desempleo se mantuvo bajo, a una tasa promedio
de 3,3 %, menos de la mitad que el promedio estimado para América Latina y el Caribe durante
ese período (8,0 %) (MEF, 2021). Asimismo, de acuerdo con los datos de la OIT el 2020 la tasa
de desempleo en el Perú aumentó a 7,2 % luego de registrar un 3,4 % el 2019; sin embargo, el
2021 alcanzó el 4,8% de la PEA. A pesar de ello, y que el Perú presenta una tasa de desempleo
baja en la región, aún persisten problemas estructurales como la informalidad laboral, la cual se ha
mantenido por encima del 70% los últimos años.
“En 2021, los ingresos del gobierno peruano representaron el 21,0% del PBI. Este nivel
fue el más alto desde 2014 y se debió en mayor medida a la recuperación económica, mejores
condiciones internacionales y la ausencia de medidas de alivio tributario adoptadas en 2020 debido
a la pandemia” ( MEF, 2022). No obstante, el Perú es uno de los países que menos ingresos percibe
dentro de la región a comparación de sus vecinos Ecuador (33,2 %), Colombia (29,4 %), México
(23,6 %) o Chile (23,6 %) del PBI.
valor de $209,2 mil millones, con lo cual tuvieron una participación de 2,19 % y 1,10 % en las
exportaciones mundiales durante el 2020, respectivamente.
Referencias bibliográficas
Cepal. (2021). Informe Especial COVID-19 N°9: La autonomía económica de las mujeres en la
recuperación sostenible y con igualdad.
Cepal. (2021a). Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020.
Obtenido de https://www.cepal.org/es/publicaciones/46501-balance-preliminar-
economias-america-latina-caribe-2020
Cepal. (2021a). Panorama Social en América Latina. Santiago: Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (Cepal).
Cepal. (2021b). Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe: trabajo decente para los
trabajadores de plataformas en América Latina. Obtenido de
https://www.cepal.org/es/publicaciones/46955-coyuntura-laboral-america-latina-caribe-
trabajo-decente-trabajadores-plataformas
Ceplan. (2016a). Los “NiNis” y los “SiSis”: una generación en riesgo. Obtenido de
https://www.ceplan.gob.pe/wp-content/uploads/2016/08/NINIs-y-SISIs-FINAL25-08-
2016.pdf