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Misterio. La puerta del secreto.

Mystery. The key of Secret.

by Raquel Alonso Vilata


CAPÍTULO 1

LA ISLA DE BENIDORM.

La isla vivía en medio del mar. Brillante al calor abrasador


del sol de levante, gobernaba impertérrita ante el paso del
tiempo. Sobresalía como punzando afilada al alba en la
panorámica de esa bahía tan especial.

Estaba declarada paraje natural protegido, por lo que ese


trocito de naturaleza vivía imperturbable, flotando sola a
la merced de las olas. La rocosidad estaba virgen y tan solo
tenía un pequeño embarcadero de madera con una
pequeña caseta, de paredes bajas calizas y de un blanco
inmaculado. La cabaña descansaba en la orilla, solitaria y
aparentemente inhabitada.

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Allí atracaban de tanto en tanto algún barquito con
vistas submarinas o el tradicional barco de la isla, con
turistas entusiasmados de pensar que iban a encontrar.
Los visitantes eran escasos ya que quienes visitaban ese
páramo, además de saborear su entorno y admirar sus
inmejorables vistas, solo se encontraban con media
docena de pavorreales famélicos que allí habitaban
soportando su calor abrasador y servían como reclamo.

Ya que en sus tierras no se había edificado y sus recursos


seguían intactos, el islote guardaba con celo sus orígenes:
su mismo estado y su misma forma puntiaguda al
horizonte, solo erosionada por el mar y el poco oleaje de
la zona. Afilada y despuntando el cielo su arena gris y su
árida roca, hacían de esta isla un desértico Páramo
yermo. Su mágico encanto estaba en visitar aquel paraje
natural, con toda su majestuosidad ajena ante el paso
del tiempo. Así mismo, desde aquel punto entre la
inmensa profundidad y la tierra firme, estando allí
parecía como si al alargar el brazo metieras la ciudad,
entre tus dedos, en las palmas de tus manos. De arena
gruesa y la orilla escarpada de rocas, como navegando en
medio del inmenso mar Mediterráneo. Aquello la hacía
parecer un barco solitario eternamente anclado.

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Tan cerca pero a la vez tan lejos, del murmullo, de la
muchedumbre de la urbe y del bullicio de su gentío,
pero, al cobijo de la magia de la ciudad de Benidorm
desde su punto más místico tan misteriosamente
olvidado.

Estudios confirmaban que el trocito de tierra el cual


formaba la isla de Benidorm, pues así se llamaba,
encajaba geométricamente y en composición
perfectamente, con la forma y materiales de la
impactante grieta de la montaña que se hallaba justo
frente a ella en la cordillera de la Sierra de Aitana.

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Se trataba del bien conocido macizo del Puig Campana
a los pies del cual dormía la ciudad en la que nació y a la
que pertenecía Raysa.

Era un pueblecito costero de pescadores en sus orígenes,


pero poco a poco y con el desarrollo turístico y
tecnológico se había convertido en una pequeña ciudad
costera la cual era actualmente punto neurálgico del
turismo. Esta pequeña localidad del levante español era
hoy en día considerada un destino importante turístico
y de veraneo internacional.

La ciudad se resguardaba a las faldas de la sierra Aitana


con su pico estrella presidiendo la meseta. Era un monte
compuesto por dos montañas juntas como si
descansaran la una apoyada sobre la otra, hombro con
hombro formando un mismo conjunto montañoso. Y
justo arriba del todo, en la elevación de la izquierda, un
corte limpio en forma de cuadrilátero, cúbico, cortado
geométricamente equilátero, en el centro de la cima de
aquel imponente conjunto topográfico.

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Impresionante a primera vista, desconcertante
materialmente y paisajísticamente hablando, y de forma
físicamente inaudito. Pero los habitantes del lugar
basaban la explicación ante aquel inimaginable
fenómeno con una antigua leyenda.

Contaban los dichos populares que el corte lo hizo ese


gigante cientos y cientos de años atrás , era llamado: ‘El
gigante Roldán’. Él mismo con su espada rebanó el pico
según decía la leyenda. Hecho el cual se sabían de
memoria y que relataban detalladamente los habitantes
de la zona ante la extraña visión sobre aquella
peculiaridad del paisaje. Realmente era cosa de brujas o
de gigantes..

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En invierno allí reinaba la calma igual que antaño
cuando solo habitaban familias de pescadores, pero
en temporada de verano la ciudad explotaba con
millones de turistas venidos de todo el mundo a
bañarse en sus playas, encantados con su reclamo
turístico: ‘Sol asegurado los 300 días al año!’

Y así era, la estructura montañosa que formaba la


cordillera, toda en su conjunto protegía la bahía
con sus ciudades y aldeas a cobijo. Dichas
circunstancias del paisaje creaban un microclima
único protegiendo con una barrera natural la
entrada de chubascos y asegurando el buen tiempo.

La bahía había crecido tanto en población como en


altura, con sus rascacielos inmensos y sus torres
infinitas. Por todo ello hacía tiempo que había
dejado de ser considerado un pueblo de marineros y
ya la llamaban a nivel popular: ‘Benidorm, la
pequeña ciudad de New York’.

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Era agosto y la humedad de la zona hacía que el
calor asfixiante se calará en tus huesos. La calle
estaba en absoluta calma y no soplaba ni una gota
de viento. Por la carretera no se veía más que el
resplandor de la clara y brillante luna en ese cielo
abierto de aquella noche estrellada.

El silencio sólo se veía perturbado por el motor


diésel de un coche que, solitario, ascendía hacia la
lejanía por una senda. Se alejaba del mar y se
adentraba poco a poco, más y más en la montaña.
Carretera densa, de arboleda frondosa a ambos
lados de la calzada y de interminables curvas
cerradas en dirección al infinito cielo.

Raysa iba al volante con su amigo Charly de


copiloto en estado de agotamiento máximo tras un
largo día de jornada laboral. Hoy se había hecho
tarde e iban de camino a casa casi a las cinco de la
madrugada.

Vivían en una pequeña población cercana que se


divisaba en lo alto de la montaña, conocida como el
pueblo de Finestrat. Habían tenido mucho trabajo
ese día y el cierre habitual se había alargado
demasiado. Había sido un día duro y estaban
exhaustos , con ganas de llegar. Sus bohemias calles
adoquinadas y sus pocos habitantes y por
consiguiente no demasiados vecinos, hacían la

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bonita aldea el lugar idóneo para desconectar. Allí al
fin iban a descansar de su dura jornada de hostelería
esa noche en el pub. Los jóvenes residían con otro
amigo más en un piso compartido y se llevaban
genial. Desconectaban del estrés de la vida diaria y el
caos de la ciudad. Compartían risas y buenos
momentos en cenas interminables con
conversaciones trascendentales en exaltación de la
amistad, momentos de evasión y total relax.

Iban ya subiendo por las faldas de la montaña que


escudaba la región, formando el impresionante
monte que se extendía a lo ancho y largo del
horizonte. ‘El Puig Campana’ gobernaba la
composición montañosa por su altura y tamaño
acampanado gigante. Ya estaban a medio camino a
una altura considerable y su velocidad era lenta .
Pero ante la noche calma e incomprensiblemente de
súbito en la profundidad de lo más alto del cielo,
nítido, un brillo tintineante comenzó a surgir del
cielo acercándose más y más de la nada hasta llegar a
materializarse ante sus ojos frente a ellos.

Aquello se hizo más y más grande, situándose más y


más cerca hasta llegar a posarse sobre sus cabezas
arriba en el cielo y en absoluta silenciosa flotación.
Los espantados testigos quedaron petrificados ante
lo inédito, conteniendo ambos el aliento sante la

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incertidumbre de que era lo próximo que les
esperaba ante la perturbable aparición.

Aquel habitáculo cobró había cobrado forma


presentándose inesperadamente ante sus ojos
provocando sobre sus inesperados espectadores un
tremendo sobresalto y miedo. Se hizo más y más
grande a medida que iba bajando hasta el punto de
quedarse como levitando, en vuelo suspendido
frente a ellos para su tremendo desconcierto.

Era grande pero no de un tamaño gigantesco, lo


que más llamaba la atención por lo distinto ante
cualquier nave antes conocida, era su luminaria y
su sigilo ya que no emitía ni un solo sonido, ni un
ápice de motorización tal y como la conocemos.

Desprendiendo una fuerte luz destellante por toda


su geometría de óvalo y con gran diámetro en
aquella esfera de grandes dimensiones, pudiera ser el
equivalente a cuatro veces el de un coche utilitario.
No llegaba a ser tan grande como una cancha de
tenis, pero su forma era la de una perfecta
circunferencia. Un óvalo de gran diámetro que
levitaba sobre sus cabezas en silencio, sigilosa.

Aquel brillante destello había acabado de golpe con


la introspección de ambos, roto sus esquemas y
matado su calma, todo de una. Una enorme cúpula
ovalada voladora radiando, había aparecido ante

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ellos delante de sus ojos, devolviendolos al
momento visual que jamás en toda su vida antes
habían contemplado, ni que ya jamás podrían
olvidar.

Inaudita, perfecta en simetría en diseño y de


tecnología inexplicable. Nunca jamás había visto
alguien antes algo así , ¿o acaso sí? Era como si en
lugar de luces o bombillas, brillara reflectando su
luz propia . El escepticismo de ambos en ese
momento cayó en picado y desapareció de facto en
el fondo de su vergüenza. Los había abandonado
súbitamente, ante la vivencia y la evidencia de lo que
en sus propias carnes había experimentado. Fué una
dosis de realidad para ella y su sorprendido copiloto
incrédulos ante la situación que estaban
presenciando, un avistamiento. No había duda de
que se habían cruzado en su camino sin querer
haciéndoles vivir allí esa situación. Surrealista y en
aquella extraña noche solitaria en la carretera lejana.
La bulliciosa y para ellos ahora mágica puerta de los
secretos que en ella ocultaba la ciudad de Benidorm
y su inexplorado monte El Puig Campana.

Sin emitir sonido pero emitiendo la luz ahora más


nítida de un color rubí verdosa, aquel aparato
volador se había quedado completamente estático
posado en el cielo frente a ellos, inmobil totalmente
en silencio en el cielo nítido de la profunda noche.

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Suspendido en el aire sin un solo ruido de motores o
de carburante quemando por los pistones. Posado
en el aire en el vacío inmenso de la nada, pero en
vuelo.

Por un momento los dos ocupantes atónitos,


obviamente no sabían que estaban viendo pero, ¡no
podían creerlo!. Ni siquiera se atrevían a mirarse el
uno al otro, ya que tenían los ojos fijados en la visión
de aquella imprevista aparición y no querían ni
pestañear por no perderse ni una milésima de
tiempo aquel misterio revelado ante ellos.
Hipnotizados por un acontecimiento único,
aquello cambiaria sus vidas desde ahora por
completo e iba a abrir las barreras de su mente a
partir de este mismo momento y para siempre.

‘¿Qué puede ser? Raysa al fin articuló la palabra.


‘No puede ser una visión..’ exhaló sujetando con
más fuerza ahora el volante ante el desconcierto. El
pavor había invadido a ambos jóvenes poco a poco
hasta ese momento.. El tiempo pareció pararse
mientras la esfera luminiscente, de un verde rubí
brillante, se había quedado ahí suspendida frente a
ellos mirándolos desde el aire, vigilando atenta hacia
ellos .

Sorprendidos ante aquello abrieron más sus órbitas


oculares pensando que podían atacarlos pero al no recibir
disparo alguno su mente trataba de hallarle una lógica, a

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aquella cosa, tal vez se tratase de un efecto óptico por
alguna estrella cercana o buscando a mil revoluciones
por segundo en su cerebro. Alguna explicación posible y
razonable ante aquel fenómeno inquietante. Seguían fijos
sin ni siquiera parpadear ante lo más aberrantemente
extraño que jamás antes habían contemplado antes en sus
vidas.

Sintieron por un momento como si un láser invisible


gigante los estuviera escaneando, una y otra vez y una vez
terminada la revisión no les hubiera considerado
amenazadores. Seguidamente a continuación, ante los
asombrosos inmóviles espectadores, descendió volviendo
a hacer algo impensable ya que se desplazó totalmente en
diagonal lateralmente bajando y dibujando con su
trayectoria un ángulo perfecto de 45 grados hacia su
derecha. Y así aterrizó en la espesura sin importarle sus
latentes testigos inesperados.

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Un descenso de aterrizaje lateral como jamás
podría haber hecho cualquier máquina humana
voladora que había resultado revelador, aunque
Raysa y Charly aun estaban intentando asimilar lo
que había pasado.

Aterrorizados en este momento, por fin


reaccionaron de su lapsus. ¿Había sido un mal
sueño?. Se miraron ahora ya solos de nuevo y
frotándose los ojos el acompañante de Raysa desde
el asiento del copiloto con la ventanilla bajada agitó
los brazos y exclamó: ‘Lo has visto Ray, pero que
rayos ha sido eso? ¡Estaba como flotando y ha
aterrizado! Es imposible, da la vuelta y vamos a
comprobarlo para ver donde ha tomado tierra…’
Apeló con curiosidad a su compañero de aventuras,
que aún no daba crédito a los hechos vividos.

‘Era una nave’, asintió firmemente Raysa con


convencimiento férreo. ‘Y ha aterrizado en el Puig
Campana, tal vez en el hueco, estaba a esa altura,
¡estoy segura!’ volvió a afirmar con rotundidad. ‘He
pasado mucho miedo porque pensaba que nos iba a
atacar y no lo contábamos!, por favor vámonos a
casa y mañana por la mañana con la claridad del día

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salimos y preguntamos por el pueblo’, replicó la
conductora atacada de los nervios. Charly asintió
con la cabeza refunfuñando pero con el congojo aùn
por dentro y continuaron con el latido del corazón
al unísono fuertemente golpeando sus pechos.

Lo que acababan de vivir y presenciar con sus


propios ojos, no había lugar a dudas, era el
avistamiento del fenómeno más extraño de su
existencia, el fenómeno aterrizaje OVNI y su
posterior visita al planeta tierra. Aquella iba a ser la
nave que abriría para ellos el secreto del misterio..

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CAPÍTULO 2.

CUENTOS Y LEYENDAS. LA AGUJA


MÁGICA DEL PUIG CAMPANA.

De esa realidad dimensional, hasta ahora desconocida del


Puig con su cumbre rota, nacía la creencia popular. Se
pregonaba entre las gentes de la Ribera Baja desde
tiempos de pescadores y durante generaciones, la leyenda
de un hermoso y conmovedor romance que intentaba dar
una explicación a aquel fenómeno inexplicable y extraño,
que se alzaba cual afilada grieta en lo alto del monte en el
horizonte.

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Se mostraba imponente ante los ojos de los espectadores
que ignorantes y crédulos ni siquiera se paraban a
cuestionarse el origen místico que habían dado a aquel
antiestético corte limpio en la cumbre del pico de Sierra
Aitana. Esta leyenda popular de gigantes y brujas, había
sido contada por los lugareños con cariño y había
conseguido explicar durante siglos lo inaudito. Pero ni la
madre naturaleza con su grandiosidad ni por descontado el
ser humano había podido tener la destreza para haber
cortado y vaciado aquella cima, con aquella precisión y
haber mandado el trozo cortado en el medio al fondo del
mar.. Su forma exacta, equilátera, perfecta definiendo el
contorno de la meseta en el paisaje. Rotundamente, ni
todos los egipcios del planeta con sus técnicas ni ninguna
maquinaria terrenal conocida, hubiera sido capaz de realizar
aquella hazaña arquitectónica de moldear la roca como si de
cerámica o de arcilla se tratase.

Toda esta mitología que giraba alrededor,


permitía al oyente empatizar y hasta llegar a
creer la historia, comprender lo
incomprensible de este asunto, con una
explicación mágica a los que todos tomaban
como la unica teoria de la verdad de lo
acontecido, la leyenda del gigante y la bruja:
El Gigante Roldán.

Contaba la historia que había un gigante, por aquellos


tiempos de brujas y dragones que reinaba en las tierras

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altas de la Marina Baixa y que vivía en lo alto del
majestuoso Puig Campana. Este héroe en el pueblo
idolatrado por mil hazañas, había sido condecorado en mil
batallas y gozaba de grandes títulos nobiliarios.

Era temido y honrado, respetado por su fuerza y su


bravura en el campo de combate. Logró oro y riquezas,
fama y gloria que habían hecho de él un caballero
importante en la batalla de los pies a la cabeza .
Reconocido personaje y persona de prestigio su buena
reputación le precedía entre las gentes del pueblo y en
sociedad. Gobernante en su reino poseía todos los
privilegios con su castillo en la llanura de la ya llamada por
aquel entonces Puig Campana por su forma acampanada.

Y así creó su abundante reino el gigante bravío en el


macizo, llegando a ser conocido popularmente como 'El
grandioso gigante Roldán'.

Todos sus delirios de grandeza imaginadas que se le


antojaban los saboreaba el gigante, comía los
manjares más exquisitos y hasta las mujeres más bellas
se le ofrecían. Su poder era tal que su reino llegaba
desde los confines de Finestrat hasta la ribera.

Pero tal era su fama y había alcanzado tanta grandeza


que en el fondo de su gloria, se sentía vacío. Triste por
no haber conocido el amor, ni el enamoramiento y por
no poder compartir sus logros ni sus inclemencias, su
pena ni sus gozos, ni contar a un amor sus victorias y ser
amado.

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Hasta que un buen día y al pesarle tanto la soledad,
abatido por la tristeza y la pena que le acompañaba dentro
de su pecho, por la mañana decidió salir de su castillo a
ahogar sus desdichas y adentrándose sin más en la mar
dar así fin a su vida.

Triste, cabizbajo y con los ojos enrojecidos pero


evitando por su hombría romper en lágrimas con su
llanto, andaba solitario. Se acercaba lentamente
apesadumbrado ya a su triste destino, cuando ya tocando
la orilla con su mirada casi sentía la arena como le engullía
ardiendo bajo sus pies. Pero de la neblina vibrante que
emite la arena cuando el sol calienta con tanta fuerza, a
Roldán el gigante le sorprendió como si fuera la caricia de
un oasis en mitad del desierto, una risa suave que cual
canto de sirena, se escapaba entre las olas. Quedó inmobil
por un momento como hipnotizado con su voz suave y
sincera y en ese momento quedó embriagado y envuelto a
merced de un amor puro.

Intimidado en lo hondo de su imponente presencia,


notó por dentro estremecer hasta el último poro de su
gigante ser y algo por dentro de su cuerpo empezó a arder
con furor. En el fondo de la calidez de esa voz había un
alma pura de una dama que de repente había calado en
todo su ser. Lleno de sentimientos el tosco gigante por fin
estaba sintiendo el fluir de la sangre palpitar en su
corazón, nervioso al rumor de aquel ángel.

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Sentía la necesidad de acariciar su voz de ninfa y sentir
su tacto suave. Perdió el rubor que primero le había
asaltado y también la noción del tiempo y de la
realidad, que para él se había parado en ese instante.
Contemplaba a su musa a distancia como cantaba
jugando con la marea y resplandeciendo con el mar que
salpicaba su frágil cuerpo y brillaba en su suave piel de
diamante .

No pudo contener por más tiempo el magnetismo y se


acercó a ella sutilmente. Quedando pasmado ante la
muchacha de voz penetrante y belleza infinita, el
imponente gigante rendido a los pies de aquella chica de
pueblo y de casta humilde con sus ropas de labradora y
sus pies descalzos. Era amor de verdad, ahora estaba
seguro, su pecho latía y sentía un imán invisible que
traspasaba las barreras.

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Ella le vió e insegura se asusta y da un paso atrás
sorprendida por su imponente presencia y su colosal
tamaño. Un grito agudo escapa de su pecho hasta la boca
por su llegada repentina ‘Ah!’ exclamó asombrada ,
temerosa. ‘¡No tengas miedo, pequeña!’, la tranquiliza él.
Y al mirarle cara a cara y descubrir la nobleza en lo más
profundo de sus ojos, ríe luego ahora ya de nuevo
tintineante. Él vuelve a quedar invadido con su calidez y
resopla con un suspiro nacido desde dentro de su alma.

Tal es el embrujo magnético del amor a primera vista y


de su belleza quedó rendido a sus sentimientos ahora por
ella boyantes. Rompiendo con las barreras del miedo al
rechazo, el enfervorizado Roldán se atreve a confesarle su
amor y clavando una rodilla en el suelo de la ardiente
arena mecido por la brisa del mar embriagador le
confiesa: 'Me has hechizado de amor mi princesa, hoy he
vuelto a sentirme persona gracias a ti ya que me rondaba
la cabeza la muerte hasta conocer de tu presencia, por eso
quiero compartir contigo cada instante dulce amada y
hacerte mía para siempre, para también ser tuyo
eternamente gozando de nuestro amor por los tiempos,
si a vos también os placiere.'

Muy impresionada quedó ante las palabras de amor que


le declaró el gigante. Con brillo en los ojos inundados de
emoción por la declaración de sentimientos inesperada
que habían traspasado el espacio tiempo entre los dos y le
habían tocado hondo a ella en su corazón.

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Entonces ella sonríe de nuevo nerviosa para a
continuación estar segura de lo que estaba sintiendo y sin
dudar afirmó rendida ‘Yo también estoy sintiendo lo
mismo, es un sentimiento muy bonito, será el amor!’ y se
fundieron en un largo y profundo beso .

Entre sus brazos cálidos y sus cuerpos vibrantes ante el


vaivén de las olas testigo de lo ocurrido en la calma
soledad de la playa al alba notaron como se volvían uno
solo.

Fundidos ahora cuerpo con cuerpo en un beso infinito,


sus bocas se unieron con el amanecer en el horizonte
bailando con el Sol alzándose al horizonte. Y desde aquel
día y en adelante nunca más volverían a separarse hasta el
fin de sus vidas por siempre unidas..

Forjaron su amor cual espada con fuego ardiente y


robusto cuál acero era su romance de cuento de hadas.
Compartían su ilusión haciendo que su amor fuera
perfecto con sus puros sentimientos mutuos de pasión y
de deseo y las mismas ilusiones. Recorrieron el sendero
de la felicidad de la mano de su unión y todos los
conocieron como el gigante Roldán y la dama Elda,
envidiados por su bello afer en toda la nación.

Por donde quiera que iban, de reino en reino tal era la


envidia que provocaba la felicidad de la pareja, que llegó a
oídos de una vieja bruja desconsolada y maléfica que
quería la desgracia de todo aquel que el amor gozaba y del

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cual ella carecía. Se la conocía por ser fría y despiadada y
por haber hecho desgraciados con su brujería y así caer en
desdicha a muchas parejas felices, con sus hechizos y
encantamientos.

Rabiosa, por no poder tener un poquito de ese amor


puro que anhelaba la bruja y como el que el gigante
Roldan profesaba fielmente a la muchacha en su más puro
esplendor, ajeno a la maldición que le tenían preparado a
sus destinos aquella desalmada.

Entrada en cólera por sus últimas visiones enferma de


envidia , las muestras de felicidad que en público se
dedicaban y en la soledad de su enfermo desprecio, sola
maldijo: '¿Como unos simples mortales pueden sentir el
amor en su ser, si yo no puedo tenerlo?’y sin más por
hacerla sentir tan miserable al pregonar su amor y dañarla,
juró y tramó su venganza

Con sus oscuros pensamientos la bruja y sus repugnantes


sentimientos de odio hacia la bella dama y el gigante
caballero había cocido su pócima a fuego lento con
amargura y pregones lastimeros. Cuando todo estuvo
preparado sin piedad, se alzó y lanzó su veneno
conjurando al mismo tiempo.

Alzándose la bruja negra dirigiéndose hacia todos a voz


en grito, exclamó ‘ Finalmente vais a pagar por todos los
que me despreciaron y tendréis vuestro final como yo
soñaba desde hace tanto tiempo, haciéndose el silencio
tenso en la sala y conteniendo los presentes la respiración

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oyéndole un 'ahhh!' de horror general. El
envenenamiento tramado para matarla aquella fatídica
noche y destruir su amor la había llevado a través de los
confines más alejados del reino guiada por su envidia y
movida por su ira, dispuesta a cumplir sus propósitos y
para ello lanzar a Raysa con la poción de odio su veneno,
en su ahínco de destruir el amor de la pareja y su
felicidad sin temor y sin piedad con la muerte.

Lanzó asimismo su conjuro la oscura bruja de las


tinieblas ante la sorpresa de todos los allí presentes que
habían palidecido ante la desgraciada y desagradable
sorpresa y el pobre gigante incrédulo que abrazaba a su
ahora enfermiza y débil amada que ya empezaba a
sucumbir envenenada con el efecto de la pócima lanzada.

Así se produjo el silencio y comenzó a hablar con su


tórrida y oscura voz palabras retorcidas cual puñales que
servirían la desdicha con la profecía que ahora caía sobre
ellos. Y empezó a recitar su hechizo: 'No falta que insistas,
nada hay ya que tu hagas, para evitar la muerte de tu
amada. Con la caída del último rayo de Sol, caerá también
su alma gastada. Cuando venga la luna llena y se vaya el
alba, será entonces su último suspiro de aliento y morirá
su esperanza. Elda con el último halo de luz por este
conjuro exhalará su vida de una bocanada. Su corazón
sucumbirá y con él su amor que morirá como el Sol al caer
tras la montaña..'

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Y desapareció entre una densa nube de maldad
chisporroteante que humeaba, ante los ojos asustados de
todos los allí presentes y testigos del desastre que para los
amados se avecinaba . Raudos acudieron los doctores para
así poder comprobar y constatar que efectivamente la
bella jóven desplomada y débil había quedado a merced
del veneno circulando por su sangre. Su tez era ahora más
pálida, de un blanco enfermizo, no cabía la menor duda,
estaba envenenada y contaba con pocas horas restantes
para hallar su trágico final.

Tanto se asustaron por las circunstancias que


inevitablemente la llevaban a la muerte que el gigante,
desesperado viendo caer el sol inminente sacó su espada y
golpeó con ella impotente con tanta rabia y tal fuerza la
cima de su montaña que cortó un trozo e hizo que este
cayera en medio del mar convirtiéndose en un peñón, la
isla de Benidorm. Así los rayos del sol tardaron más en
disiparse en el horizonte y el pobre desalmado Roldán
con su amada ya moribunda contó con unas horas más de
vida para poder despedirse de Elda. Entre sollozos
amargos de desazón abrazándola sin hallar consuelo
como una cruel profecía llegó el último rayo de sol a
esconderse por el agujero que había cortado el gigante en
el 'Puig' y funestamente con el último rayo de sol, se
apagó también su corazón como se apaga la llama de una
vela de un soplido, como maldijo la bruja dijo en sus
amenazas.

Ahora sí rompió en llantos el pobre gigante

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desconsolado por la pena de su pérdida y como si fuera de
plumas suaves, cogió el cuerpo ahora inerte de su amor
entre sus brazos. La que había sido su pedacito de cielo
sobre la tierra y él abatido, se montaron en una barquita
en el muelle donde con sumo cuidado su cuerpo yacía
como si de cristal fino se tratase.

Remó,remó y remó hasta alcanzar la isla que ahora se


alzaba en medio del mar por su gesto de amor
desesperado por darle unas horas más de vida y cuando
llegó a la inmensa profundidad protegido por la calma
que reinaba en el mar serena rompió con sus remos la
barca y se hundió al cobijo de la isla y su clara agua con su
sirena. Llegó así a hallar la muerte y pudo encontrarse
con ella, su amada eterna . Y yacieron así por siempre
pereciendo juntos en las aguas en las que su amor había
nacido ya que ellos, al igual que su amor ya eran eternos
y vivieron juntos en ese paraíso la otra vida para siempre.

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Pero, ¿qué ocurriría si, desde el mismo ángulo, desde el
ángulo correcto, fuera posible observar al Sol ponerse por
el mismo dentro del tajo de Roldán, como sucedió en su
día, según la leyenda? Sin duda un instante mágico.. Pues
bien, ese mágico acontecimiento se seguía pudiendo
observar cada año, en los días cercanos al Solsticio de
Verano sobre los días 21 de Junio.

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CAPÍTULO 3

CAMINO HACIA EL SECRETO.

Ese día hacía un sol abrasador, como de costumbre en el


sofocante verano que ya tenían encima y les tocaba sufrir
otro año en la ciudad de Benidorm.

La alta humedad por la cercanía del mar y las formaciones


montañosas creaban un clima exclusivo de esta zona que
permiten que hayan trescientos días asegurados al año de
sol , inmune a los fenómenos meteorológicos adversos que
se daban al otro lado de tal formaciones rocosas que no
dejaba pasar el mal tiempo ni la lluvia, lo llaman
microclima.

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En ocasiones se veía claramente como las nubes de lluvia
y las tormentas se quedaban atrapadas en la barrera que
a modo de fortaleza medieval desde el otro lado no
llegaban a pasar. Se notaba la presión atmosférica por el
fenómeno cuando esto sucedía.

Les servía a los municipios a los que resguardaba como


defensa natural de los chubascos, vientos y demás
inclemencias del tiempo que quedaban visibles al otro
lado de la cumbre y les daban protección del frío y
precipitaciones, reinando así el sol y el calor como a
modo de privilegio divino durante la mayor parte del
año.

Las tórtolas revoloteaban nerviosas y alguna pequeña


ardillita se escuchaba royendo en lo alto de algún árbol.
El amor de Raysa por los animales le había llevado a vivir
en una urbanización en el campo, a unos kilómetros de
su ciudad de nacimiento, en una ciudad dormitorio, a no
mucho de la civilización. Era un chalet apartado, que
daba lugar a la necesidad de desplazarse en vehículo para
ir a cualquier lugar. Su gato lo disfrutaba más que ella.

Su negocio de hostelería era un pequeño pub en la zona


española que estaba comenzando y en ese momento
estaba en auge. Esta situación le obligaba a tener que
estar en contacto constante y en buena comunicación
con los empleados. La lejanía de su casa la hacía tener
que moverse todo el día con el coche de aquí para allá.

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Además, lo más frecuente eran imprevistos de última
hora que se tenían que solucionar. Compras,
proveedores y demás quehaceres diarios.

Cuando inesperadamente se acababa el hielo, que si se


quedaban sin cambio, gestorías, bancos, el canal digital
averiado.. siempre hay cosas que solucionar.

Cada día surgía algo nuevo, vamos ‘un no parar’.


Desde por la mañana hasta más de la mitad de la noche
atareada, así era el día a día de Raysa. Ella muy
involucrada y con el negocio a pleno rendimiento ya
que esa era su inversión de futuro en el club musical de
sus sueños.

Charly acababa de atusarse el pelo con gomina en el espejo


del baño de abajo. Mientras tanto Raysa se preparaba
arriba en el vestidor para salir de casa deprisa, cuanto
antes, se hacía tarde.. Nada hacía presagiar en esos
momentos que ese día no sería como otro cualquiera, ni
siquiera iba a ser uno más. Un día o mejor dicho, su
noche iba a ser anormalmente poco convencional.

Aparentemente nada hacía intuir algo inusual aquel día.


Pero las apariencias engañan y sin saberlo abrirían la
puerta a un sinfín de abanicos de su ahora profunda
ignorancia. Sin quererlo se encontrarían subitamente ante
la posibilidad de una existencia inédita y abriendo la llave
de la puerta hacia la realidad.

29
Tras los quehaceres matutinos y una fideuá marinera a la
hora del almuerzo para reponer fuerzas en un mesón
amigo. A la sombra de una sombrilla de terraza y con el
sol azotando sobre sus cabezas, se relajaban tranquilos
deleitándose con un buen vino reposado a la vista de la
serena bahía de Altea los dos jóvenes.

‘Que buena paella es fideguá con marisco de la lonja’


afirmó Raysa. ‘¡Umm..Está buenísimo!’ asintió
gustosamente Charly relajado y riendo animoso. Con
tantos ires y venires tenían poco tiempo libre y mucho que
contar y que reír de sus cosas en el pub. El vino también
ayudaba a fluctuar el chiste y la risa floja.

Y así entre risa y risa con el paladar saciado y el


estómago lleno terminaron por chuparse los dedos y
con un chupito de sobremesa rebajaron lo comido al
cuerpo. Aún tenían ese día un cometido el abrir el
negocio y todo lo que ello conllevaba el evento de esa
noche. Aún quedaba un buen esfuerzo en el trabajo así
que se dirigieron a cumplir con ello.

‘Conduzco yo’, decidió ella, ‘has bebido demasiado y


no estamos para jugarnos una multa o la vida’ le
regañó Raysa por los chupitos de más que había
tomado tras la mediterránea comida. El lugar
acompañaba al esparcimiento pero había que ponerse
manos a la obra con las varias tareas que tenían
preparadas antes de abrir las puertas del negocio
aquella jornada.

30
En su lucha musical por no ser vencidos por los ritmos
comerciales y el reggaeton que invadía por esos tiempos
la cultura musical. Ellos pensaban que los nuevos ritmos
estaban ensuciando las mentes de los jóvenes cada vez más
calenturientos escuchando sus letras pervertidas y su
perreo picante en la pista de baile de las discotecas y salas
musicales de fiesta de el país entero .

Intentando desmarcarse con su línea electrónica


característica, deep house, chill out y remember que
luchaban por rescatar de su inevitable venido a menos
público en general. Siempre fieles a sus principios de
cultura musical a los que habían seguido su línea de
sonido, creando así la magia de un club único en la
ciudad. Estaban luchando por seguir en el panorama del
ambiente nocturno y participando a bailar y disfrutar al
público más exigente.

31
Ese día había que preparar los toldos y cerramientos de la
terraza. Para ello habían previsto redecorar con cañizo y
cañas de bambú forrando el perímetro así, que bajaba
desde el techo cubierto y les servía de apoyo para formar
una pared con cañas de bambú que le daría más intimidad
al garden. Los muchos clientes que allí tomarian su copa
también conseguirían disfrutar del nuevo ambiente chill
out chic y animaría a todos a la entrada a su paso.

El consumo, uso y disfrute de los turistas que esperaban


como clientes con este nuevo reclamo era necesario en la
temporada estival en la cual estaban metidos de lleno y
que luego les empujaría a pasar holgadamente los duros
meses de invierno.

Su amigo que era también ahora trabajador de Raysa, ya


lo tenía todo previsto. Preparado y ansioso para que
fueran a recogerlo y cargaran las cañas y los materiales
que laboriosamente había conseguido de su invernadero
en la huerta.

‘¿Cómo vais? ¿Venís ya de camino?’ Les llamo Julian por


whatsapp diciendo ‘¡está todo preparado para cargar y os
estoy ya esperando un rato..!’ Se oía entusiasmado y había
preparado y reunido además de sus herramientas
correspondientes, un amplio abanico de cosas que él
consideraba imprescindibles para tal misión. Debían ir
juntos para recogerle y para cargar todo para su
transporte al lugar indicado, el pub de Raysa en la zona
española de Benidorm.

32
Una escalera plegable de cinco metros y demás bultos
pesados y aparatosos se amontonaban a la espera en una
montaña de utensilios varios.‘¿Necesitamos todo esto?’ se
apresuró Charly a quejarse acaloradamente, para intentar
escabullirse antes de cargar. La pila de cosas dispuestas
para cargar que Julián había dispuesto, pues así se
llamaba el otro amigo de Raysa, era considerable y
bastante voluminosa.

Aunque a pesar de eso él no daba lugar a dudas


‘Necesitamos todo , la escalera también! es fundamental
para poder fijar todo y que no se caiga por arriba’
contestó asintiendo firmemente sin dudar Jupi, al que sus
amigos llamaban así cariñosamente.

‘No nos quejamos, pero valla sol que hace para cargar
tantas cosas’ se quejó Charly refunfuñando ante el trabajo
pesado, de nuevo. Era un tiquismiquis y no le gustaba el
esfuerzo físico por lo que no podía disimular que estaba
ligeramente molesto por eso.

Pero poco a poco , entre todos cargaron de una en una


todas las cosas amontonadas en el porche y se pusieron
en marcha con el vehículo de Raysa convertido en una
improvisada furgoneta de carga y sus tres ocupantes
apiñados entre bultos sobresaliendo.

33
Llegaron sin más dilación a la hora fijada. A las seis de la
tarde ya no quema tanto el sol pero aún así calentaba.
Sudando como pollos por la altísima humedad y el sol
brillante ya bajando al horizonte, sudando de calor, un
constante y tremendo calor. Subieron costosa la persiana
cuyo engranaje era antiguo y, aunque automático, subía a
duras penas con esfuerzo pero también con ayuda externa
manual ya que su cadena estaba gastada. Pulsando en
mando empezó a rodar subiendo con esfuerzo con su
motor, automáticamente. La ayudaron a subir entre
todos, guiándola chillona a mano hasta subir entera.

Entraron y se pusieron a prepararlo todo para empezar.


Descargaron del coche: las cañas de bambú, las de cañizo,
los toldos, todo previamente pintado de blanco puro
calizo por el amigo de Raysa, Jupi. Cuidadosamente y con
perfecta delicadeza ubicaron todo en su lugar para
cumplir con su misión perfectamente, ¡tenían de todo!.

34
La escalera, los utensilios de herramientas, alambres,
alicates, colgadores, todo un despliegue de medios con el
fin de cumplir con su ya marcado objetivo de convertirla
en la terraza más popular de los clubs de ocio de música
de la zona.

Estaba todo en marcha y en funcionamiento, cada uno


tomó posición y poco a poco empezaron a darle forma a
la idea de terraza 'chill out’ que habían proyectado en su
cabeza y tenían ideada juntos concienzudamente. Nada
parecía que iba a perturbar esa misión de acabar de
decorar la terraza ese día y poderla tener todo terminado
a la hora de apertura de esa jornada que sería según lo
previsto. Ese día habían retrasado la apertura a las nueve
y media de la noche en lugar de las seis de la tarde, debido
a la realización de esas pequeñas mejoras.

Los neones reflejaban en el blanco cañizo cual espejo el


reflejo de los rayos de luces led cuando cayó la noche.
Todo se veía ahora con un toque de garito de primera
clase, de terraza turística de playa súper cool y con
mucho encanto. ‘Nada que envidiar a una tarde en bora
bora Ibiza’ bromeaban sus creadores entre risas.

Los sillones y mesitas de mimbre rimaban en armonía


con el decorado. Delicadamente tratados y barnizados e
ingeniosos el montaje hacía parecer una pared natural de
caña fresca y limpia.

35
Los chicos acababan de terminar de fijar todo y Raysa de
ubicar los ornamentos decorativos y palmas verdes que
iban a dar el toque final al conjunto de aspecto ibicenco
con césped artificial en el suelo. Mimbre y sofás blancos
y negros de piel sintética además de los puffs daban
forma a la ‘garden terrace’ que habían creado en el local.

Todo quedaba formidable ahora. Con bonito diseño y


tan acogedor que animaba a la entrada desde fuera, con
su tenue iluminación de leds cambiantes de color a ritmo
de su música. El más actual Deep house de moda sonaba
de fondo, con su DJ residente en cabina, invitado al
evento.

Todos aquellos ingredientes, habían hecho que aquella


terraza cobrara magia. Todo estaba dispuesto y puesto en
su sitio y quedaba genial, tal y como se esperaron e
imaginaron. Ahora solo quedaba ver la reacción de sus
clientes asiduos y la aceptación de los turistas ante aquel
cambio de aspecto. De modo que por las prisas de
terminar y llegar a abrir al público a tiempo y poner
todo en orden de nuevo, se habían dejado aún cosas por
recoger , por limpiar y por sacar unos pocos restos y
desperdicios de materiales que se veían por el suelo aquí
y allá en algún rincón.

Necesitaban poner todo a punto para poder llegar a abrir


en hora fijada, con las cosas en orden. Así que mientras

36
ellos se limitaron a ir cargando de vuelta toda la
parafernalia utilizada y la escalera para devolverlo a casa
de su amigo y volver a tiempo, Raysa revisaba bebidas,
hielo, el dinero del cambio de la caja y demás necesidades
ante la inminente apertura en menos de sesenta minutos
del negocio, se tenían que apresurar.

Jupi, trabajaba ese día en la barra de la recién renovada


terraza y Charly era su DJ residente además de amigos y
como familia, si esperaban a ir todos y volver a abrir
todos juntos no volverían a tiempo y eso era
fundamental el día de la inauguración de la terraza. La
hora de apertura estaba muy cerca así que aceptó ir sola
Raysa con Charly y Jupi se quedó a cargo mientras ellos
volvieron.

‘Todo sobre ruedas, casi perfecto..’ dijo Jupi, ’ sí casi!’


afirmó Charly, ‘Eso mismo " contestó Raysa. Y así
acabando de ponerlo todo en orden quedaban sin
aliento.

Por fin terminaron de fregar el suelo y se sentaron


desplomados reposando del trasiego del servicio que aún
no había comenzado y notaron que bien se estaba en el
nuevo ambiente de su terraza chill out ya perfilada. Una
vez más había cumplido con lo propuesto y con la
satisfacción general de un trabajo bien hecho. Así que
con el orgullo del resultado Raysa también se dejó caer,
hundiéndose en el mullido puf y mirando a su
alrededor orgullosa del cambio mientras se secaba el
suelo.

37
Sonriendo para sus adentros, ensimismada en las luces
de neón, sobre el blanco cálido decorado con un
entorno muy armonioso veraniego esperaban ya abrir
las puertas a los primeros asistentes al evento.

Lleno de armonía y de buena onda en el local ahora se


respiraba aún más el buen rollo. El aroma sutil de las
flores blancas del majestuoso Galán de Noche que
reinaba natural presidía brillante con sus hojas por los
led y aromatizaba todo el entorno del peculiar espacio de
esparcimiento.

Los sonidos penetrantes de los últimos ritmos más hot y


más in del momento, te hacían vibrar penetrantes y te
transportaban en el paisaje selvático natural que habían
pretendido recrear. El flash tenue y las luces de Neón
bailaban a su compás haciendo todo fluir alrededor..

Ahora se acentuaba al caer la noche idílica con la


activación de la luminaria y su cartel publicitario a la
entrada que consistía en una gran copa gigante brillante
fluyendo con sus licores cambiando de color y como si
cayera derramándose al desbordarse su contenido como
si cayera sobre la puerta de acceso principal del local y
brillaba sobre la cubierta de cerramiento.

El gran volumen de clientela que les aguardaba, esa


noche iba a hacer que su jornada se extendiera más de lo
que ninguna otra noche lo hiciera y más de lo habitual
por el horario establecido. Dicho imprevisto de

38
asistencia masiva durante la noche les iba a llevar directos
a lo que iba a desencadenar los acontecimientos futuros
que vivirían.

Rendidos por sus retinas, los asistentes disfrutaron como


nunca en su recién inaugurada terraza y dieron como se
esperaba un buen rendimiento del lugar estrenado esa
misma noche por todos. Disfrutando como se merece del
buen ambiente que sus clientes creaban con su presencia,
era un lugar destinado para el uso y disfrute en general y
para esparcimiento del espíritu en concreto.

Con sus cócteles especiales y sus chupitos y jarras de agua


de Valencia eran bien conocidos en la zona. La música en
directo con DJS y invitados, animaba a quedarse. Aquella
noche no parecía que iba a terminar pronto, era como si
el universo hubiera conspirado preparando los sucesos
para que cambiase el rumbo de esa noche y acabarán dos
horas después de lo habitual de camino de vuelta a sus
hogares.

Tal vez el futuro de la vida de Raysa estaba destinado a


cambiar con lo que al final de la jornada iba a desvelarle
el destino. Insospechable para ella su futuro estaba ahora
en manos del tiempo que era el que entonces les iba a
hacer tropezar sin saberlo en una inesperada situación.
Lo último que ellos imaginarian en lo más remoto de su
pensamiento. Así fué tal y como todo iba sucediendo.
Lentamente los últimos rezagados acaramelados en la
terraza y resto de grupos de última hora ya iban acabando
de abandonar la terraza y saliendo de la sala y poco a poco

39
vaciaron el local. Todavía quedaba hacer la caja y limpiar.
Jupi se puso a recargar las cámaras mientras Raysa se
encargó de las cuentas de la caja y Charly acababa de
recoger la cabina del DJ y ayudar a limpiar.

Ya habían terminado y era tarde, pero debido al gran


estrés soportado y el volumen de trabajo tenido,
decidieron tomar un chupito de piruleta que había
quedado en la coctelera para celebrarlo. Cerraron el
forjado de valla metálica que salía de la terraza a la calle
del pub y mirando el reloj ‘son casi las cuatro y media ya
de la mañana’ exclamó exhausta pero sin mostrar
cansancio aparente debido quizás a las circunstancias y a
la adrenalina que aún fluía en ella . Se dirigieron a paso
medio y movidos por la alegría del triunfo, hacia el coche
de Raysa que se encontraba no muy lejos de allí en el
aparcamiento municipal. Cubría con su tenue manto el
señorial cielo estrellado de la cálida noche profunda.

Las calles extrañamente vacías y sin almas animosas ya a


esas horas agotadas, como si se sumaran a su retirada.
Charly y Raysa ya no se miraban a penas absortos con la
mirada fija en el vacío de la noche sumidos en sus
pensamientos, Jupi iba detrás con el móvil mandando un
whatsapp.

Este último se quedaba en su casa y vivía en la zona de


l’horta de Benidorm a las afueras y había que llevarlo. Por
lo menos se haría más ameno el camino riendo con sus
ocurrentes gracias ya que su amigo suavizaba un poco la

40
situación de agotamiento y sensación de bajón del
momento por las largas horas de servicio en el pub.

‘¿Estas o no estas Raysa?’ preguntó simpático su amigo


Jupi sonriendo. A lo que ella replicó:’ he estado mejor,
pero bueno..’ y rió entonces ‘poco a poco me recuperaré ,
gracias tete' terminó diciendo. Y él añadió ‘Estamos
agotados, pero ha valido la pena!’ reafirmando su opinión
y en sus adentros Raysa sabía que era cierto. ‘Claro que sí
y mañana será aún mejor’ concluyó Raysa animando al
resto con sus pocas energías que le quedaban . Se
despidieron de Jupi en su puerta cuando Charly
susurró’:vámonos ya a casa, por favor, estoy agotado’ Ella
entonces encendió de nuevo el motor y sin contestar tras
despedirse, asintió con la cabeza iniciando de nuevo la
marcha.
En el abismo de la noche aún tenían que llegar a Finestrat,
subiendo aquella colina de carretera de curvas infinitas
hasta la cumbre de la montaña escarpada . Con una
claridad asombrosa por la estación del año y totalmente
ausente de nubes, en el nocturno hermoso cielo solo
estaban ellos y la fauna nocturna de la naturaleza que
sonaba como banda sonora de la noche avanzada. La gente
ya estaba recogida al cobijo de su hogar y con el insomnio
que provocaba el sofocante y perturbante calor.

Subían más y más alto por el camino la montaña, hasta


llegar a una costera recta, empinada, larga hacia arriba y
con muy buena visibilidad. A su izquierda el mar
calmado, a la derecha el imperioso Puig Campana

41
alzándose en el horizonte , el viento esa noche nulo y en
medio del camino, arriba en el cielo la oscura noche
iluminada por millones de estrellas.

Nada les hacía presuponer lo que a no mucho de allí en el


tiempo y el espacio les iba a acontecer apareciendo ante su
indeseada presencia, en el acto en que su máxima
incredulidad iba a quedar reducida a cenizas.

Nadie podía presagiar lo que sucedería pero poco a poco y


desde el abismo de la inmensidad inconmensurable del
oscuro horizonte, desde la más inhóspita lejanía surcando
el oceano del universo bajaría hasta tocar tierra la más
indescifrable máquina, quien sabe si voladora, quién sabe
si también del tiempo; ante las dos únicas personas que el
la ya adentrada espesura de la noche visionarian insólitos
aquel fenómeno tan impensado por ellos hasta ese preciso
momento.

42
Iban ya callados, sin hablar en silencio cuando desde la
nada del cielo caluroso estrellado de verano sin un solo
impedimento descendió sobre sus cabezas la nave que les
llevaría a la puerta del secreto. El fenómeno más
inesperado de sus vidas que les llevaría a acontecimientos
futuros en busca de la verdad sobre la puerta del secreto.

43
CAPÍTULO 4

¿CIENCIA FICCIÓN O CIENCIAS OCULTAS?

Raysa tras el momento del avistamiento del fenómeno


aterrizaje no tenía nada claro porque era un choque
cultural a todas luces. Lo aprendido, lo conocido, las leyes
de la física, de la luz, del universo. Ya no podía ser real
nada de lo estudiado en libros de texto. Pero pronto ataría
cabos.

Lo que durante tantos años les habían estado


disfrazando con historias de gigantes y espadas, eran en
realidad puertas secretas camufladas con entradas de
otros lugares, tal vez otros mundos...

44
Muchas eran las preguntas que ahora mismo asaltaban
sus dudas en la cabeza. Preguntas sin fin desatadas por
respuestas no pedidas y que nunca se hubieran podido
cuestionar, si no hubiera sucedido lo que nunca
esperaban presenciar en su vida.

Por casualidad o por error, por descuido o por


coincidencia lo habían visto ambos, aquel artefacto
volador lo tendría que haber visto más gente..

Aunque la curiosidad por lo oculto nunca había


sido la pasión de Raysa, ni siquiera su interés, este
acontecimiento había llegado para romper con las
cadenas de su ignorancia y despertar
profundamente la curiosidad en sus adentros.

Aquella inmensa cúpula, cual estrella aumentada diez


mil veces, había aterrizado ante su atenta mirada, alta y
clara, en la negra noche, haciéndolos a ambos fijar la
mirada y Raysa al volante aflojó la marcha.
De rasgos verdosos, la perfecta nave de forma ovalada no
emitía sonido alguno, solo irradiaba. Era una radiación
luminosa y una fuerza magnética invisible que la
mantenía a flote y le permitía volar como si levitase, sin
un solo ruido.
No salían de su asombro mezclado con pavor en aquella,
silenciosa y profunda, noche solitaria mientras esta se
detuvo por unos segundos como si les observara durante
el tiempo suficiente para que ellos igualmente la avistaran

45
de manera clara, perfecta y determinadamente nítida en
lo alto del cielo y sobre sus cabezas. Y a continuación
había descendido en un recorrido transversal hacia la
derecha en descenso lateral hacia la montaña.

Su recorrido había sido tan poco probable, preciso y


contundente que automáticamente habían entendido que
aquello no era una estrella que volaba, un avión redondo
desplazándose y aún menos un asteroide ni nada similar.

Fue más su frustración al ver que ni siquiera se estrellaba,


si no que simplemente se desplazaba en modo aterrizaje
en dirección hacia el Puig Campana que la del hecho que
tener que asumir que de facto aquello estaba sucediendo
ante ellos y deberían de intentar razonarlo con alguna
hipótesis o ley de la física conocida.

Aquella noche el azar del destino quizás, o quizás sin


quererlo, quiso que fueran un dúo de testigos, de algo de
magnitudes disparatadas, un fenómeno inconcebible e
impensable para ellos hasta ese momento, del aterrizaje de
una nave voladora jamás catalogada por el ser humano. Lo
desconocido los había devuelto de lleno a la realidad
dejando de vagar en sus pensamientos y despertó una
revelación que de otra manera nunca hubiera surgido ni
hubieran cuestionado en sus pensamientos.

La intriga de lo supuestamente imposible, ficticio que se


había presentado de imprevisto ante sus ojos desvelado a

46
sus testigos mudos de que no todo es como nos habían
enseñado en los libros de ciencias y que había mucho más
por descubrir de lo que estamos programados a concebir
como verídico en nuestro entendimiento.

Fuera de todas las enseñanzas académicas y de las


explicaciones inexactas y vagas. Las teorías de la
humanidad y del universo que la ciencia a duras penas
defendía habían quedado obsoletas , ante semejante
evidencia presenciando, la materialización clara de la
evidencia. El secreto del misterio de la tierra y de sus
visitas del universo, ante ellos.

La posibilidad de que otros seres venidos de otros


planetas, pudieran pilotar aquella ingeniería de la técnica
voladora era maravilloso y aterrador, pero determinaba
claramente para sus testigos mudos que tenían que ser
superiores a la especie humana incapaz de crear semejante
máquina voladora de forma y magnitud inimaginable e
insospechada.

Llegaron a casa y como si los hubieran tirado de un coche


en marcha iban con todos los músculos de su cuerpo en
máxima tensión. Sus caras eran de espanto y en lugar de ir
charlando animadamente, por el contrario iban callados
rápidos con destino fijo mirando al frente y sumiéndose
en sus más enrevesados pensamientos sobre aquel extraño
suceso que les había revelado el secreto misteriosamente y
sin razón aparente, sin ocultarse ante su presencia..

47
Abrieron la cancela de la puerta de rejas del jardín y
accedieron no sin mirar a ambos lados y tras ellos varias
veces comprobando que no les habían seguido nada ni
nadie, tras aquel avistamiento. Suponían que sus visitantes
a los mandos habían tomado tierra y estarían aquí.
¿Dónde aterrizó? ¿Cuál era su destino? Sería una nave
perdida o acaso llevaba un rumbo fijado allí y no había
variado el mismo ni ante la presencia de extraños testigos
desconocidos que solo estaban en el momento y el lugar
equivocado.

les asaltaban miles de dudas y miedo así que sin dejar de


cerrar con llave las cerraduras por dentro de las dos
puertas pasaron del jardín al salón donde por fin se
miraron y suspiraron aliviados recuperando ya por fin el
aliento y el latido ya golpeando más suavemente nervioso
en su pecho.

Era imposible, pero era real, aquel encuentro con lo oculto


había sido un hecho y su completa incomprensión en un
primer momento les había enmudecido y había generado
en ellos terror por el riesgo de que les dispararon con un
láser o algo peor que les desintegraron o incluso los
abdujeran, todo era posible incluso que los hubieran
seguido y corrieran algún riesgo.

Era surrealista pero no había otra posibilidad que intentar


dar explicación a aquello por otros medios. La jóven pareja

48
espantada aún estaba en shock conmocionada sin
entender qué era aquello. El fenómeno ovni aterrizó ante
su mirada y en su propio pueblo, en su propio planeta.
Sonaba a película de las galaxias con sus naves ficticias que
volaban hacia las estrellas.

‘No sé cómo ha podido pasar algo así’ charlaban


preocupados en el salón de la casa Charly y Raysa, ya que
su otro compañero de piso estaba obviamente dormido
ante las altas horas de la madrugada. ‘Es algo alarmante’
contestó Charly afirmando su incredulidad. ‘Pero era
físico y estaba ahí, no ha tenido problema en pararse a
analizarnos y aterrizar sin más y sin dar importancia a que
le viéramos!’ los jóvenes entre acobardados y perturbados
no salían de su asombro.

‘Era verde y redondo como luminoso desde su núcleo y no


llevaba motor ninguno conocido ya que habría hecho
ruido’ continuaba argumentando aquello sin
conocimiento de causa el entendido de todo Charly. ‘Pero
aunque el destello que emitía era color coral no presentaba
color físico como si estuviera pintado era más como parte
de la luz que destellaba reflectando sobre sí mismo que era
verdosa brillante como un rubí…’ , ‘impresionante’ siguió
Charly. ‘Hubo un momento en el que se quedó posada
mirándonos en el que firmemente pensaba que nos iba a
atacar con algún tipo de arma o rayo láser…quién sabe la
maquinaria que pueden tener viendo esa tecnología?..’

‘¿Crees que nos quería hacer daño?’ cuestionó Charly


preocupado, ‘Ahora mismo ya no pero en ese momento

49
por unos instantes si he temido por nosotros’, ‘obvio’
asintió él sin titubeos.

Ante aquel avance de la técnica surcando los cielos se


podían imaginar cualquier cosa ya que si llevaban armas
de defensa y daban por hecho que sí, de haberlo querido
les hubieran fulminado inminentemente y sin titubeos,
pero no había sido así.

‘¿Qué crees que harían aquí? ¿para qué habrán venido?


será el comienzo de una invasión por su parte?’ todo eran
preguntas y más preguntas que se les acumulaban una tras
otra sin obtener respuestas. ‘Busquemos en internet’ quizá
estén informando del suceso y avisen de instrucciones’
Raysa se dispuso sin acabar de decir aquella frase a
googlear: nave avistada esta noche en Finestrat… Puig
campana avistamiento… Luces flotando misteriosas en el
Puig Campana.. Objetos voladores en la costa
mediterránea… Nada!

¿Cómo era posible? estaba todo oscuro en la fosca noche y


aquello brillaba cual estrella gigante en en mitad del cielo
negro, alguien tenia que haberlo visto! Los radares, los
sistemas de vigilancia del espacio aéreo en Aitana, el
ejército! Alguien… no únicamente ellos!

No les pareció ni medio normal por lo que lo que le


hicieron de seguido fue sintonizar en la radio de la zona
las noticias de la noche. Lo típico, política y cosas banales
sucedidas el día de antes y tan repetidas como irrelevantes.
Nada en referencia al tema que investigaban. A

50
continuación decidieron buscar la web de noticias Marina
Baixa y comarca que eran las noticias regionales de canales
locales. Solo anuncios de teletienda y demás programas de
juego al poker y ruleta online, pero sin noticias de algún
pequeño indicio de que fuera a repercutir a la
información en absoluto el tan sonado acontecimiento
que ellos daban por inaudito e irrepetible, pero pronto
descubrirán que no sería mediático.

Ni la prensa, ni la radio, ni las noticias comarcales


hablarían de este hecho ante la inusitada sorpresa de sus
protagonistas sin quererlo que se convertirían en
exploradores de lo que nunca querían haber descubierto.

‘Mañana iremos a recorrer el pueblo, tranquila Ray’ la


tranquilizó ante su desconcierto, ‘seguro que algún vecino
ha visto algo también y damos la voz de alarma!’ terminó
de programar convencido el ingenuo Charly sin imaginar
lo que les esperaba también en el pueblo.

51
CAPÍTULO 5.

El día después

La luz tenue al amanecer ya entraba entre las láminas de


las persianas medio cerradas y el sol vergonzoso empezaba
a alzarse en el horizonte. ¡Ya era de día! La charla invadida
por lo inexplicable de la noche les había llevado con sus
divagaciones a la mañana del día siguiente y no eran
capaces de conciliar el sueño.

Sin un ápice de sopor por lo enrevesado de la situación


decidieron salir a desayunar e indagarán así sobre lo
sucedido con recelo entre los vecinos más populares. Ya
que el pueblo era más una pequeña aldea solo había una
cafetería restaurante en la calle principal del casco antiguo
del mismo y una tienda multiservicio al lado contiguo.

52
Se refrescaron con una ducha para borrar las huellas del
cansancio de haber trasnochado y sin más preámbulos
hacia allí se dirigieron. Entre tanto y tanto ya eran las siete
de la mañana y ni rastro de noticias alarmistas ni de
invasión extraterrestre, ni nada. Todo estaba tranquilo y
sin perspectivas catastrofistas como tanto habían
especulado durante la noche.

Montaron al coche ya que, aunque el bar estaba en el


centro ellos vivían en un chalet más apartado y tenían que
usarlo a diario. ‘Pon la radio’ dijo Raysa buscando
respuestas. ‘Ok, voy’ y Charly moviendo el dial sintonizó
Radio Sirena que era la radio más famosa de Benidorm.

El sonido era distorsionado debido a que la cobertura con


la gruesa espesura montañosa no dejaba pasar bien la señal
de las ondas fm, pero lo suficiente como para escuchar los
informativos de las 7 en punto que, convencidos que
dirían algo sobre lo ocurrido, se quedaron ensimismados
pendientes escuchando. Oyeron atentos todos los titulares
del día letra por letra, palabra por palabra, concentrados
en que en cualquier momento hablarían del avistamiento
del extraño fenómeno de aquel aterrizaje, más nada.

‘Para ti Radio Sirena, la radio de Benidorm’ concluyó la


sintonía de la cadena local de radio que daba por
terminado el noticiario cerrando el programa así de las
noticias de las 7 de la mañana.

53
Impresionados ante aquel misterioso silencio de los
medios, de la falta de eco en ellos por la noticia que podría
ser portada mundial, iban alucinando cada vez y poco a
poco, más y más.

Salieron del coche ya aparcado unos minutos con total


sigilo ante su desconcierto. ¿Es que nadie iba a dar la voz
de alarma?, ¡nadie lo había visto?¿ nadie había podido
grabarlo con el móvil? estaban impresionados ante tanto
secretismo y el absoluto silencio mediático del suceso..

Entraron al bar y olía a café recién hecho y a butifarra


frita. La gente del pueblo era de empezar con buenos
almuerzos de buena mañana. Llegaron ya sobre aviso de
que aquello que había visto no parecía que iba a ser vox
populi por los alrededores si quiera, por lo que ambos
fueron precavidos a la hora de indagar con sus preguntas.

‘¡Un con leche y un solo por favor!’ pidió en alto desde la


barra él ‘¡con dos azucarillos para mí, por favor!’ añadió
Raysa ‘¿y unas tostadas quieres?’ le pregunta ’sí me vendrá
bien’ dijo ella contundente tras la nochecita de sobresaltos
y charlas intensivas que acababan de pasar. ‘¡y dos tostadas
de tomate y aceite también!’ le añadió al camarero.

Escuchando callados ojeando el periódico en busca de algo


que les pudiera dar algo de información sobre lo que allí
había pasado, empezaron a pasar las páginas intrigados y
en silencio. El periodico información tampoco había

54
dicho nada en su portada principal, tampoco
contraportada por lo que cuidadosamente iban viendo
páginas. Cuando ojearon la portada, contraportada de
nuevo asombrados y espantados a la vez de que lo que ellos
pensaban que iba a ser un acontecimiento histórico en los
tabloides, no iba a quedar más que en un misterioso
secreto que ellos no querían aún desvelar.

Por no poner el grito en el cielo siguieron buscando en el


diario, sección de noticias nacionales, sección de noticias
locales por regiones, hasta la sección de deportes pero tras
todo esto sin hallar ni rastro del preciado contenido,
llegaron a la sección de noticias comarcales. Pero para su
desilusión solo encontraron un poco más de lo mismo.
Nada de nada de lo único que ellos estaban buscando, en
ese momento su interés por comprobar con informaciones
redactadas en publicaciones de tirada nacional, local.., no
importaba pero ni en un lugar ni en otro, parecía que la
noticia no hubiera trascendido y su publicación no iba a
pasar. Era como si lo acontecido nunca hubiera pasado e
iba a ser borrado, era imposible que nadie, ni nada, lo
hubiera detectado,solo ellos. Algún radar de control aéreo
debía haber tenido constancia con sus radares de
movimiento y control del espacio nocturno, algo que
alertara de que aquello estaba sobre el cielo sobrevolando
el cielo de Benidorm y aterrizando allí sin más.

Esperaron mirándose incomprensiblemente por cómo


podía ser que nadie hubiera dado como ellos con este
fenómeno en la mitad de la noche serena, clara y callada.

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El camarero llegó con todo sobre su bandeja colocado
estratégicamente, ‘bon dia’ dijo el señor que hablaba
valenciano como era típico en la zona, ‘los cafés y las
tostadas, bon profit xics!’ les deseo sin inmutarse. Ellos
dieron las gracias al hombre y se quedaron estáticos sin
mediar palabra ya que no veían preocupación en su rostro
ni nada fuera de lo normal que dijera que le perturbaba
algo a su calma de la rutina matutina diaria.

Empezaron a desayunar sin dar crédito, ni el único bar


abierto en el lugar se había hecho eco del asunto, estarían
atentos a otros clientes que animadamente tomaban su
carajillo en la barra desayunando y charlando
animadamente con él, parecían bien conocidos del pueblo.

Eran labradores del campo que madrugaban


religiosamente y su conversación era básicamente sobre
cosas banales de la tierra: la cosecha de nísperos y su
recogida anual, las escasas ganancias que estaban teniendo
cada vez más con la crisis. Lo típico pero ni rastro de
conversaciones de apariciones ni de luces extrañas
flotando en la noche anterior. Nada, sólo silencio y ellos,
callados, pero con más y más asombro en su desconcierto.

‘Perdone nos trae la cuenta’ ante la no información


obtenida se disponen a pagar e irse, ‘sí claro, en seguida’
respondió el bar tender calculando en el ticket el total.
‘Aquí tienen su cuenta’ ‘Gracias’ contestó Charly ,’oiga
una pregunta’ intrigado le requirió el mismo ‘no habrán
visto nada extraño anoche por aquí usted o algún vecino?’

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Miró extrañado al oír la pregunta del camarero, mayor y
conocedor de todo el pueblo ‘no, ¿por qué?’ se apresuró a
devolver la pregunta a modo de respuesta. ‘No porque
ayer subimos tarde de trabajar y nos pareció ver una luz
fuerte intensa parada, como de un accidente’ mintió a
propósito su amigo para no ser descubierto ante la extraña
pregunta. ‘pues no se pero si me entero de algo ya te lo
diré a ver que ha podido pasar’ , ‘vale gracias de acuerdo’ Y
se despidieron levantándose de allí y se fueron. ‘Nada
Charly’ comentó Raysa, ‘es como si se tratara de un
secreto’ continuó hablando ofuscada.

El siguiente sitio donde se dirigirán era la tienda de


alimentación y panadería que era de hecho la única tienda
de la aldea. A unos metros en dirección contraria del bar
se dirigieron caminando a paso lento en dirección hacia
allá.

Iban ensimismados en sus conjeturas cuando no a mucho


caminar entraron en el establecimiento saludando al
unísono ‘bon día’ por allí les gustaba saludar en
valenciano ya que era la lengua autóctona y donde más se
hablaba era en los pueblos.’ Bon día’ contestó la tendera
con su cantinela al otro lado del mostrador de panes y su
caja registradora. ‘¿Qué tal xics?’ Comenzó la charla muy
amable y simpática como siempre ‘Muy bien Encarna’ le
contestó Raysa sin esperar. ‘Todo bien por aquí? ¿Algún
incidente con la carretera que te hayan contado?’ ‘¡No ,
nada!, ¿Qué ha pasat?’ la respuesta volvió convertida en
pregunta de nuevo.

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‘Nada raro supongo, vimos luces paradas abajo al subir
por la carretera y nos preguntamos si habría habido algún
accidente pero falsa alarma, tranquila , jaja’ y rieron ambas
la una pensando que la otra se había alarmado sin motivo
por sus preocupaciones infundadas como mujer .

‘No supimos nada por eso preguntamos por saber si


alguien había sufrido algún percance con el coche tarde en
la noche de antes, era por eso’ Pero la cara nuevamente de
ignorancia de la mujer les decía que no mentía y no sabía
nada, decía la verdad. Compraron el pan, se despidieron
sin preguntar más y se fueron. Salieron con más preguntas
de las que entraron, pero era inutil, allí no iban a
descubrir nada nuevo.

Se montaron en el coche y ante la clara luz del día se


dispusieron a regresar a aquel punto del avistamiento de
nuevo para buscar allí las respuestas, pero ya de camino
con su vehículo de nuevo, una densa niebla al tomar
nuevamente el camino ahora de bajada que llevaba a la
carretera de la ciudad, les invadió espesa como advirtiendo
que no lo hicieran. Temerosos por no volver a estar en
riesgo en un tramo un poco más amplio, sin dudarlo
cambiaron de sentido y dieron la vuelta, tomando la
dirección de regreso al cobijo de su hogar y sin poder
indagar más por el momento.

Cuando llegaron su compañero de piso ya estaba


despierto y levantado, eran las nueve de la mañana y
animado andaba haciéndose el desayuno en la cocina.

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’Bon día tete’ entró Raysa abriendo la puerta y saludando
al salón comedor. Ya que la cocina era americana les daba
un multi espacio diáfano al entrar que junto con el salón
hacían de la parte de abajo del bungalow una zona de
reunión diaria. ‘Bon día tata’ contestó Vicent, pues así se
llamaba él ‘preparándome el desayuno para irme al
trabajo’ prosiguió con la taza de café en la mano y la
cucharilla en la otra dispuesto a remover.

‘¿Alguna noticia nueva compi?’ preguntó Charly sin más


tardanza,’No sé.. decidme vosotros que venís de
fuera..’.Obviamente él se acababa de levantar de la cama y
no había manera posible de que supiera nada. a no ser que
hubiera estado despierto, y no era el caso pues dormía a
pierna suelta. ‘¿Y eso? ¿Hay algo nuevo que yo no sepa?’
preguntó ahora Vicente como no devolviendo la
respuesta. La pelota estaba ahora sobre su tejado otra vez.
Vicent parado de pie frente a ellos y sin dejar de mover el
café en la taza con su cucharilla ruidosa les miraba curioso
esperando atentamente noticias frescas.

Ambos se miraron tras tanto tiempo sin contar a nadie su


misterioso avistamiento cuando Raysa decidió que había
llegado el momento de confiar su secreto, hasta ahora
guardado cual fiel tesoro del universo, a la única persona de
confianza con la cual ambos contaban y que daría una nueva
visión subjetiva a aquella situación inusitada acontecida.

‘Fué anoche cuando veníamos tarde a casa’ comenzó a


explicar Raysa, ‘cuando subiamos a las cinco de la mañana

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algo apareció en el cielo dejandolo por un momento
iluminado una esfera con su luz verde muy resplandeciente
nitida ante nosotros y ambos nos quedamos con los ojos
abiertos y sin palabras al ver que aquello tras analizarnos por
completo como con un rayo invisible, más allá de hacernos
nada aterrizó en el Puig ante nuestras narices’ concluyó ella
sin perder aliento. ’En el Puig Campana?’ respondió aludido
su amigo, atento y ahora también ojiplático, Vicen. ‘¡Sí!, en
medio de la montaña.. ¡ante nuestros ojos!’ añadió
reafirmando la historia e involucradose Charly en su
testimonio, que nunca hubiera contado mejor en resumidas
cuentas la historia. ‘¿Y qué hicisteis?’ volvió a preguntar
Vicent intrigado, ‘Continuar hasta casa sin perder un
segundo’ rieron juntos Vicent, Charly y Raysa, ‘¡Normal!’
dijo Vicent ‘A ver, claro.. como para que os hubiera hecho
algo…’ añadió inquietado. ‘Y por qué preguntaste que si fue
en el Puig Campana tete, ¿es que te has enterado de algo?’
preguntó Raysa a su amigo sin dilación.

Y de inesperado como contando un cuento empezó Vicent a


sincerarse: ‘ Yo no he visto nada por mí, así que no pongo la
mano en el fuego por nadie, pero me contó un amigo que vive
aquí subiendo por Finestrat que, trabajando de noche y a
altas horas de la mañana había visualizado varias veces luces
que cambiaban de color altas en el cielo y esferas que
despegan o aterrizan según las luces que cambian, pero nunca
cuando la luz que desprendía era roja..’. ‘¿En serio…?’ Raysa
y Charly no podían creerlo por fin alguien que pudiera
corroborar su avistamiento y aportarles algo más de
información a su desconocimiento. ‘Quién es el?’ preguntó
Raysa inquieta. ‘Tú le conoces Ray’ le dijo Vicent sin dilación

60
que ya se tenía casi que ir a trabajar, ‘es Ibai’ concluyó Vicent
poniendo la taza en el lavaplatos para coger seguidamente sus
cosas e irse. ‘¿Ibai?’ volvió a confirmar Charly que también
era amigo suyo, ‘Sí Ibai el Rambo’ corroboró Vicent dando
por terminada así su participación en la conversación por el
momento ya que se tenía que ir pues entraba a las diez al
trabajo. ‘¡Suerte chicos!’ dijo animoso,’ contactar con él de mi
parte y a ver si tenéis suerte. ¡Id con cuidado, por favor!. Nos
vemos a la hora de la comida si aún estáis por aquí’. ‘Vale…’
asintieron al unísono. Y se marchó no sin antes dar dos besos
de apoyo y despedirse de Raysa y un choque de manos con
Charly afectuoso. Ya tenían algo más claro, un hilo del que
tirar. No había lugar a dudas de que la descripción que daba
su amigo y paisano benidormense de las naves era tal y como
ellos reconocían en cuanto a forma y dimensiones así como
luces del objeto por lo que intentarían quedar con él y que les
confesara lo avistado por él para así poder compartir también
ellos la información calentita del fenómeno obtenida.

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CAPÍTULO 6.

VIAJE AL CENTRO DEL SECRETO.

Lo que de verdad ahora estaba claro es que no eran los


únicos testigos físicos y que, como ellos pensaban, no era ni
por casualidad ni la primera o la última vez que aquellos
desconocidos visitantes bajaban al planeta tierra.

Se cerró la puerta ruidosa de la casa y se quedaron solos de


nuevo Charly y Raysa mirándose cara a cara. Ansiosa buscó
rápidamente tecleando el nombre del inesperado posible
nuevo cómplice, su amigo Ibai. A no más de tres teclas ya
estaba wasapeando Rayda a su amigo quedando con él sin

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más tardar.

Eran las diez ya casi de la mañana, pero su amigo a veces


trasnochaba por su trabajo y aún no se había acostado. ‘Hola
tata’ contestó a no mucho tardar. ‘Te invito a almorzar y
hablamos, es importante’ le apremió ella no sin antes los
pertinentes saludos cordiales típicos. ‘Vale nos vemos en una
horita en el bar del pueblo’ a Ibai le gustaban los almuerzos
buenos y los del bar del pueblo eran ricos y bien apreciados y
gratis, aún más. Se apuntó sin dudar Ibai sin saber el
interrogatorio que se le venía encima..

Llegaron sin dilación la pareja de amigos de su casa al bar


incluso antes de lo acordado, fundidos por las ansias de
sabiduría sobre todo lo que este amigo suyo, presunto testigo
al igual que ellos, les iba a desvelar sobre aquel misterio. Era
sin esperarlo un secreto de estado a todas luces, más ellos tan
insignificantes como intrascendentes, no podían demostrar
de su existencia, almacenada nada más que en el fondo de sus
retinas, ahora ya traspasando a su memoria.

Esperaban nerviosos ante la espera ahora ya en la terraza de la


cafetería ojeando al horizonte si llegaba su deseado amigo al
lugar, pero nada, tan lento como de costumbre. Pasaron los
minutos y de la lejanía apareció su BMW blanco rugiendo
subiéndose encima de la acera para poder estacionar ya que
allí las plazas de parking brillaban por su ausencia, era Ibai.

‘Bon día tete’ empezó la conversación Raysa animada ‘Bon


día tata’ respondió Ibai plantándole dos besos fuertes con
intensidad en la cara. Ambos eran amigos desde niños ya que

63
eran nacidos en el mismo pueblo y habían ido al mismo
colegio aunque a clases distintas. ‘¿Y eso?, ¿por qué tanta
prisa que ya estáis aquí esperándome?’ dijo Ibai muy
observador a todo como siempre y dando la mano con una
buena palmada impetuosa en la mano del enclenque Charly al
mismo tiempo,ya que también era su amigo.

Ibai era un hombre grande y corpulento además de una gran


energía arrolladora. ’Siéntate y te lo cuento’ le ofreció asiento
Raysa gustosa. ‘Ok tata voy a pedir y me cuentas..’ y se alejó
sin dar más importancia a la charla que iban a mantener a
continuación y que les llevaría a buscar respuestas más tarde
juntos. ‘Bueno a ver cuéntame de qué se trata’ regresó de
pedir Ibai de la barra ‘¿que necesitas de mi Ray? intuitivo
continuó interesado su amigo sobre por qué había llamado a
su presencia la jóven con tanto apremio. ‘¿Tú sabes algo de
unas luces en el cielo que vuelan por la noche en lo alto del
Puig Campana?’ preguntó sin dilación ni el menor reparo en
hacerlo Raysa.

En la intimidad de la terraza en la que se encontraban solos


en ese momento nadie podía escuchar lo que le estaba
confesando a la vez que le formulaba la pregunta la joven sin
rodeos. ‘¿A que luces te refieres tata?’ se hizo el esquivo Ibai
en un primer momento pero con la media sonrisa dibujada en
su cara que reflejaba que iba a ser fácil sacarle de su evasión de
un primer momento. ‘Una luz verde ovalada que flotando en
el cielo aterrizó en el Puig a las cinco de la mañana’ contestó
la joven que no había podido ser más explícita ni más clara.

‘jajajaja.. ya entiendo’ rió Ibai a carcajadas, ‘vosotros también


lo habéis visto’ y por fin suspiró Raysa, ‘sí tete, sin duda. Fué

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anoche en el cielo cuando subiamos a casa de cerrar el pub
aterrizó ante nuestros ojos cerca de nosotros y no pudimos
grabarlo ni hacer nada… y esta mañana en el pueblo era como
si nada, nadie había visto, ni oído ni habían publicado nada.
Como si fuera un secreto y nadie pudiera decir nada’
concluyó Raysa indignada.

Ante la fija mirada de Ibai pero que sorprendentemente no


había mostrado huellas de aterrorizarse ni de perturbación
en su cara ante la sincera confesión de su amiga y ante
cualquier otro realmente extraña, simplemente contestó, ‘Son
naves que vienen y bajan aterrizando en la montaña’
asintiendo confesó su amigo ante los ahora mudos Charly y
Raysa. ‘Naves?’ dijo Charly haciendo incapié en el plural al
que se había referido su amigo, diciendo naves y no sólo una
tal y como habían visto ellos. ‘Sí, vienen de tres en tres y
forman triángulos concéntricos en el cielo, pero sólo aterrizan
cuando se ponen en verde, mientras se vuelven luces rojas’.
¿En serio en el Puig?¿en el agujero?’ preguntó con interes
Raysa, ‘Sí, en el mismo tajo por ahí entran desde mi casa se
ven claramente a altas horas de la madrugada pero casi
amaneciendo.. vamos allí!’ les animó este, ‘vamos esta tarde
acampamos y las vemos.. no las querías grabar? seguro que si
subimos vemos algo y entre todos tomamos algún video
guapo!’ aseguró el joven motivado.

Era buena idea pues desde que había ocurrido aquello habían
estado deseando ir a descubrir aquel secreto desde más cerca,
in situ ver que es lo que había en el interior de aquella

65
maquinaria tan extremadamente nueva. Pero su cobardía y el
miedo a que les hubieran abducido o cualquier otra cosa peor
y aquella densa niebla horas antes al entral al camino les había
acobardado de tal manera que de primeras habían desistido.
Pero ahora contaban con la nueva y renovada energía y la
pasión ante todo aquello que había revivido en ellos Ibai y
que les haría de protección también ya que era un tipo
fornido. No cabía duda, era la persona adecuada para que
fuera con ellos a investigar ese día sin falta.

Los dos inquietados asintieron no sin antes coordinar ese día


el negocio de Raysa que se iba a quedar sin gerente ni DJ
residente ya que se iban de campamento a conocer lo
imposible, hacia la puerta del secreto.

Llamó Raysa de inmediato a su amigo y camarero Julián que


, por ser un poco temprano, tardó en coger el teléfono. ‘Sii..’
contestó con voz de adormilado, ‘Soy Raysa tete, te he
despertado o que?’, ‘Noo.. ‘ dijo Jupi recobrando la
compostura, ‘un poco dormitando aún hasta la hora de la
comida’, Julián vivía con sus padres y su madre que además
era de l’Horta lo tenía como un marqués con la comida de
cuchara a su hora en la mesa a mesa puesta y a comer. ‘Es solo
que hoy no podremos bajar a abrir, lo siento muchísimo. Te
`podrás apañar hoy solo?’ prosiguió Raysa con dulzura. ‘Hoy?
pero todo el servicio?’ replicó Jupi ‘..y con la terraza nueva?’
continuó asustado ante no poder dar a basto. ‘Si pero solo
será por hoy y de hecho te mandaré a mi amiga Valeria que tú
conoces para que valla a ayudarte a partir de la noche’ le
consoló muy atenta Raysa para que no se agobiara el pobre

66
ante tanta presión de responsabilidad. ‘¡Vale jefa!’ por fin
aceptó Jupi la ardua tarea que le había tocado cumplir para
hacer posible la cada vez más real excursión de sus amigos al
centro de la tierra.

‘Vale pues avisaré a Val y todo claro tete, confío en tí.


Cuidado al abrir la persiana con la cadena!’ avisó recordando
a su amigo los problemas con los que se encontraban a diario.
‘Y el cambio de efectivo está debajo del cajón donde lo
escondemos siempre’ le dió los últimos consejos útiles y se
despidió agradeciendo en su nombre y en el de todos la
posibilidad de escaparse esa jornada hacia lo más hondo del
misterio. Colgó la llamada Raysa y de seguido a continuación
coordinó a su amiga que le confirmó sin dudar su asistencia a
trabajar aquella noche en su pub, al igual que ya había hecho
muchas veces de refuerzo como buena amiga también de la
dueña. Raysa por fin estaba tranquila de que a pesar de su
ausencia esa noche todo iría sin problemas en su recién
inaugurado negocio de terraza en el bar.

Todo estaba organizado para que ese día pudieran


aventurarse en el misterio y adentrarse en lo mas profundo de
la sierra más misteriosa que ellos habían conocido y que esa
noche les mostraría sus enigmas solo a ellos. Era ya medio día
pasada y acordaron ir juntos a sus casas para así preparar las
cosas de la inminente acampada. Y así lo hicieron, cada uno
con su coche, ya que habían llegado por separado se
dirigieron juntos a la casa de Raysa y Charly primero.

El gato de Raysa, Michu, pues ese era su nombre, le


ronroneaba a su recibimiento restregándose sobre la
almohada del sofá como reclamando unas caricias. Ella lo

67
cogió sobre su pecho y se dirigió sin perder tiempo a la cocina
para ponerle triple dosis de comida en su cuenco, por posibles
retrasos o imprevistos. Aunque su compañero de piso Vicent
vivía con ellos, no solía pasar mucho tiempo en casa ni
prestarle mucha atención al felino ya que era más de perros.

Charly se dirigió a su habitación arriba y Ibai rondaba por el


salón ojeando con las manos algún disco de Charly de vinilo
que andaba por la mesa pequeña. Ambos eran DJS de
profesión por lo que compartían sus aficiones musicales.

Raysa salió escopetada de la cocina cuando acabó de preparar


unos bocatas con el pan de la mañana y dejando una bolsa con
provisiones en la percha de la entrada subió a cambiarse y a
coger ropa de abrigo y de cama para pasar la tarde en el monte
de acampada. Botas de montaña, mochila, manta y almohada
para poder estar cómoda eran sus cosas básicas.

Un peine, cepillo de dientes y una linterna por si acaso eran


también utensilios que se había echado encima con ella por si
acaso pasaba cualquier cosa con el móvil, así como también
una batería de 10000 amperios de carga para recargar hasta
dos dispositivos al mismo tiempo. Más vale prevenir que
curar, se dijo a sí misma mientras empatía todo dentro de una
mini mochila de espalda que originalmente era para libros de
colegio.

Ya lo tenía todo y bajaba cargada la escalera cuando Charly y


Ibai le echaron la represalia, ‘¡Ni que te fueras para un mes!’
la recrimina Ibai chistoso y Charly sonrió mientras ella,
renegando cargada les pidió por favor que le ayudaran.

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Era ya la una del mediodía pasadas cuando por fín habiendo
recogido todo lo necesario de la casa de ellos y puesto al gato
comida y agua se dirigieron a la casa de Ibai donde recogerán
el hornillo de gas y la tienda de campaña. Además de los
bocadillos Raysa había preparado embutidos y carne variada
para que sus amigos carnívoros disfrutaran recién hechas al
fuego para cenar.

Llegaron al chalet de Ibai y era grande con un patio delantero


inmenso. El pitbull les recibió contento, Thor pues así se
llamaba era como su dueño, fuerte e imponente de pura
energía y vitalidad pero muy cariñoso aunque bruto en sus
juegos. Tras un afectuoso saludo de golpes y juegos a
morderlos, consiguieron entrar todos dentro.

El ordenado desorden reinaba en la parte de dentro, Ibai vivía


solo por lo que no tenía que dar cuentas a nadie de su
peculiar estilo de ordenar las cosas por secciones. Por lo que se
dirigió derecho a un armario alto rinconera entre su cuarto y
el pasillo y en el altillo sin vacilar cogió un petate cerrado con
un cordel de color negro, las esterillas estaban a su lado
dobladas y recogidas en canutos y tenia cuatro por lo menos.
‘Las cogemos todas’ sin dudar echó todo al suelo haciendo
una nueva montonera de cosas que nos íbamos a llevar de
momento, ‘El camping gas’ dijo como si por un momento no
recordara dónde lo había puesto. ‘En el patio de atrás’ cayó al
fin en la cuenta, y se dirigió sin ellos en un visto y no visto a
coger el hornillo de color azul con la parrilla de tamaño
medio para hacer la carne con algo de pan.

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Todo estaba listo para su peculiar acampada en lo
inhóspito de aquella peculiar montaña la cual recorrerían
desde el campamento base que iban a montar, tal y como
habían preparado y planeaban los tres amigos.

Sin más que hablar y cargando la pequeña falla que


improvisada había montado Ibai en mitad de la entrada, se
montaron los tres en el coche esta vez de Ibai que sería el
que les haría de guía para descubrir la ruta de senderismo
marcada y que él conocía a la tan ansiada por descubrir
cima del Puig Campana donde verían el tajo de cerca y
descubrirán lo que allí pasaban, o eso al menos era lo que
con deseos tanto esperaban.

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Llegaron desde un sendero, no sin antes adentrarse en el
camino ahora ya despejado pero con una neblina
inquietante que bajaba flotando entre sus curvas cerradas
empinadas hacia arriba. Subieron a una gran altura por
pendientes que ellos en el fondo pensaron que no estaban
habilitadas para vehículos pero que, al ser el responsable
de su vehículo no repararon en ello evitando tener que
hacer el camino andando. Hasta que al final se contó el
sendero y desapareció el camino acabando en un claro.

‘Se acabó la carretera’ afirmó ahora sí Ibai informado por


completo de la situación del terreno donde se
encontraban. Era increíble como ella siendo también de
allí hacía rato que se había desubicado por completo y no
sabía donde estaban ubicados. Echó mano del teléfono
que aún tenía cobertura por entonces y buscó google maps
¿donde me encuentro? El mapa le marcaba relativamente
cerca del pico en el centro pero claro había que tener en
cuenta la escala del mapa cosa que Raysa no controlaba.

‘¡Estamos aquí!’ afirmó ella enseñándoles la ubicación con


el mapa en su móvil, ‘Sí vamos bien’ respondió Ibai
reafirmando que sabía la ruta y estaba por ahí mismo
marcada. ‘Aquí empieza la ruta’ prosiguió Charly que ya
había visualizado la pequeña marca blanca y amarilla sobre
una gran piedra como era habitual en las rutas senderistas
de montaña. Y prosiguieron caminando más de un
kilómetro y medio por aquel sendero en la ladera de la
montaña.

71
Por fin y después de horas divagando por el camino y
compartiendo sus opiniones y sus más ocultos miedos
sobre aquel fenómeno aterrizaje y por todo lo que este
llevaba implícito, acabaron por divisar una pequeña

72
llanura entre tanta subida empinada y pedrisco. ‘Allí
podremos montar la tienda, allí acamparemos!’ sugirió el
jefe de ruta en el que espontáneamente se había
convertido Ibai, y asintiendo sin aliento y sin titubear los
demás cansados le siguieron.

Montaron la tienda sin vacilar en el llano que habían


habilitado para los efectos y barrido de pedruscos y
piedras y con las instrucciones del dueño de la misma y
conocedor del sistema de fijación de la antigua con
piquetas alzaron la tienda entre todos por completO.

Quedaron por un momento exhaustos rendidos ante


tanto esfuerzo físico al que Charly no estaba muy
acostumbrado y por fin se sentaron reunidos alrededor del
camping gas y sentados sobre una roca plana inmensa, Ibai
se había extendido una toalla y se estiraba sentado en el
suelo sobre ella, Raysa mirando el móvil buscaba algún
mensaje de última hora que le rompiera sus planes, pero
todo seguía normal y según lo previsto sin novedades.

Eran ya más de las seis de la tarde y a pesar del almuerzo y


el bocata tentempié del camino todos tenían hambre.
‘Cojemos fuerzas y emprendamos la subida chicos!’ dijo
Raysa animando al grupo y poniendo de manifiesto que
no habían venido a dormir al campo si no que tenían allí
ese día una misión que cumplir, la de desvelar un secreto.

‘Sí..’ asintieron ellos los dos al unísono y se incorporó


Charly a por los suministros, ‘agus, cola, cerveza?’ , les
ofreció Charly de la mini nevera azul de playa que él había

73
traído, ‘Si una de cada para él y para mí’ Raysa no quería
beber alcohol para que no tuviera un mínimo de
sustancias que le pudieran alterar la percepción y decidió
beber agua. Hicieron unos chorizos y unas longanizas a la
brasa sacando la barra de pan que quedaba y juntos
bebiendo y comiendo recobraron las fuerzas gastadas.

Ya habían recogido todo cuando Thor que aún masticaba


con ansia de repente cortó su masticación de repente y
empezó a ladrar sin razón al infinito sin consuelo. ‘¡Para
Thor!’ lo corrigió su dueño, pero aún continuó un rato
ladrando al vacío con ahínco en aviso a ellos.

Solo les quedaba esconder el pequeño hornillo y las escasas


cosas de valor que dejaban en lo que denominaron como
campamento base y al que luego en teoría dormirían esa
noche, aunque nada de lo que se les acontecía se lo
esperaban y cambiaría por completo lo que tenían todos
previsto en un primer momento. El día ya se les iba y no
podían perder más tiempo por los que retomaron la ruta
la cual habían estado siguiendo,

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CAPÍTULO 7.

LA CASA ENCANTADA.

Cada vez más empedrado, escalando rocas y subiendo


por pedregales, las vistas desde allí de la costa eran
increíbles e inmejorables. Al menos si no descubrían
nada, les serviría de consuelo la vivencia de ver desde allí
aquel inmenso paisaje atardeciendo.

La tarde caía y el sol ya se acostaba poco a poco en el


lejano horizonte, se veía como si estuviera cada vez más
lejano y era cada vez más tenue. Cuando al oscurecer
tuvieron que encender las linternas de su móvil y se
percataron de que ya eran las nueve menos diez de la
noche. La ruta oscurecida al caer por completo el Sol se
hacía más y más difícil de seguir. El perro ya cansado
había pasado de ir en cabeza a ir resoplando tras su
dueño lastimero como quejandose de el duro camino que
llevaban hecho. El bosque de arbustos y ramaje
escarpado no daba tregua.

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Los árboles con sus ramas secas y el paisaje nocturno
desde la senda empezaba a ser perturbador cuando de
repente ante ellos se abrió entre una repentina baja
neblina y quedó una casa en la lejanía ante la esplanada
en su campo de visión.

Era una casa que parecía abandonada con una clara luz
en la parte superior. En ese momento no sabían muy
bien en qué parte de la subida estaban habían perdido
hacía rato la noción del tiempo y del espacio al llevar los
móviles iluminando el sendero. ‘¿Vamos?’ exclamó Ibai
como siempre el más aventurero, ‘Si vamos a ver’ le
siguió Raysa el juego y Charly ya cansado y harto de la
aventura por la gran caminata replicó ‘Sí vayamos a ver si
nos dejan que descansemos..’ Pero la idea de sus amigos
no era precisamente la del descanso, ya que habían
llegado hasta allí y se les había aparecido aquella casa

76
misteriosa no iban a dejar de curiosear quién es el que
allí habitaba solitario en la noche en medio de la
formación montañosa. ‘Sera la casa del gigante Roldan’
dijo ahora Ibai en plan broma haciendo reir sin esperarlo
a los demás y sacándolos de la tensión con la risa floja.

‘¿O será la casa de la bruja loca?’ siguió Raysa la broma,


‘descubramoslo’ añadió Charly no quedándose atrás en
el grupo. Thor había recobrado con el agua sus fuerzas y
ya iba de nuevo delante sin jadear más de lo habitual y
con la cabeza mirando moviéndola inquieta. Un gruñido
extraño al acercarnos le hizo llamarlo a su dueño ‘vamos
dijo Ibai tirándole del collar al haberse quedado en seco
parado. ‘grññ..’ rechistó el perro por lo bajo. Y siguieron
adelante hasta la puerta de entrada principal.

‘Toca Ray’ dijo Ibai que se había vuelto tímido de


repente, ‘toc, toc, hola?’ murmuró Raysa llamando suave
con los nudillos a la puerta. Era un portón grande de
madera antiguo y un farolillo alumbraba arriba como
único punto de luz que se viera desde fuera.

La puerta crujió y poco a poco se abrió hasta dejar el


interior grande y oscuro visible. Una gran escalera de
cuento bajaba con su gran barandilla de madera a ambos
lados y abriéndose en abanico hasta el hall de la escalera.
Era inmensa como la de un palacio antiguo o de un
barco de película, a Raysa le recordó a la del barco de la
película de Titanic aunque en versión más austera, claro.

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Los grabados de las barras de las barandillas parecían
haber sido tallados a mano y a pesar del polvo en el suelo
y las lámparas todo estaba acortinado y dispuesto como
si esperase invitados y estuviera todo asi para ellos.

Thor se había retrasado agazapado tras ellos y rehusó


entrar quedando con las orejas para atrás reculando por
un lado hacia fuera de la puerta. No se atrevía a entrar.

Pero sin pensar y uno tras otro, paso tras paso, el grupo
de tres jóvenes se vieron adentrándose en el inhóspito y
solitario pero misterioso y fascinante lugar que se abría
ante ante ellos frente a sus ojos incrédulos. Quedaron
fascinados parados justo abajo de la bella y misteriosa
escalera de abanico. Era aún más inmensa y misteriosa
vista de tan cerca.

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Iban despacio, sigilosos al no haber signos de vida en
apariencia en aquella estancia y habiendo signos visibles
de que aquella casa hacía tiempo que estaba inhabitada,
empezaron a subir sus escalones que con un pequeño
crujido delataron su presencia.

Ya estaban el la planta superior contigua cuando


divisaron un pasillo un poco tenebroso por estar lleno de
trastos rotos y tejidos rasgados colgantes de un lado a
otro como en su día se hubiera tratado de cortinajes
lujosos.

Ibai con su linterna del móvil divisó al final una puerta


y sin parar de alumbrar todos se dirigieron hacia ella.

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La puerta estaba entreabierta y parecía como si fuera
alumbrada por la tenue luz de unas velas. Avanzaron más
y más sin mediar palabra cuando se detuvieron al
unísono los tres en la puerta , se miraron.

En el techo de la habitación a la que habían llegado en su


peripecia había una extraña lámpara hecha de cobre y
alumbrando en el techo alto con la luz de unos cirios
encendidos llameando, chisporroteantes, como si de una
lámpara de la edad media se tratase.

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Quedaron inmovilizados por el asombro, en la mesa
unos papeles apilados con una capa de polvo y un libro
abierto por la página donde un figurado lector estaba
leyendo, quizá se habían equivocado y de hecho no
estaban solos y allí había alguien viviendo.

Movidos por la intriga y guiados por la curiosidad


siguieron mirando investigando la escena tan insólita en
medio de la abandonada casa de alguien leyendo con
tantos papeles antiguos sobre la mesa y siguiendo sin
mediar palabra, empujaron en este caso Charly con la
mano, la puerta que bailaba semi abierta.

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De repente se oyó un crujido en la madera de una
mecedora al fondo y haciendo vibrar el suelo bajo sus
pies la madera, un fuerte estruendo de pasos acercarse
firmemente, iba sin dudarlo hacia ellos. Los jóvenes
asustados, no pudieron remediarlo y ahora sí exhalaron
un grito de terror desde su hondo encogimiento, ya que
habían invadido una propiedad privada de noche y no
sabían quién sería aquel desalmado ni que querría hacer
con ellos ya que lo oyeron acercarse furiendo, como con
una especie de gruñido sinestro.

Pero, ¿quién o qué mejor dicho, era lo que había salido


de repente de la nada tras ellos despavoridos tras
haberles pillado indagando en sus estancias sin permiso?
les asaltaba la duda pero no iban a quedarse ahí para
averiguarlo.

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Sin mirar atrás y sin dar un paso en falso se dirigieron a
regresar sobre sus pasos escaleras abajo. Charly que iba el
último ahora iba el primero y había tomado el relevo de
la carrera escaleras abajo, pero de repente notaron como
si la escalera que antes les había llevado solo un piso más
arriba, ahora fuera infinita, haciendo imposible llegar
hasta abajo.

Corrieron y corrieron hacia abajo sin destino visible


cuando ante el revuelo oyeron a Thor fuera de la casa
que empezó a ladrar sin consuelo hacia ellos en señal de
aviso y pidiendo a su manera auxilio para sus pobres
humanos que estaban corriendo un inminente peligro.

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Cuando de repente y por fin tocaron pie en la planta
baja y nada más llegar murmurando corriendo al hall, de
repente, de la oscuridad, de una manta que parecía una
alfombra en el suelo a un lado de la entrada enrollada
salió una especie de ser tipo morsa amorfa, gorda y
deforme con una especie de ojos pequeños y bigotes con
boca o más bien fauces que mostraban una especie de
dientes afilados desalineados y de un gruñido
ensordecedor les hizo salir, chillando ahora más fuerte,
corriendo pasando ante ello. El ser de origen
desconocido y procedencia indescifrable corrió
torpemente saliendo tras ellos. Salieron despavoridos,
ahora bajando ya el escarpado horizonte y Thor había
desaparecido ya de allí, huyendo seguro a resguardo ante
aquel grito perturbador.

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Eran testigos de algo mucho más secreto de lo que
habían venido pensando. La existencia de una casa
fantasma y misteriosa que luego con el tiempo
descubrirían que teóricamente nunca había estado allí ya
que no salía ni en google earth , ni siquiera en los mapas
de las rutas de la zona.

Bajaron y bajaron corriendo cuando al mirar atrás en el


horizonte observaron cómo el paisaje había cambiado,
ahora era todo llanura donde antes había el habitáculo
de la casa de dos plantas con su buhardilla y su farolillo
al fondo. Pero de repente era como si se hubiera fundido
con el paisaje y haciéndose invisible hubiera
desaparecido.

Ya no les seguían pero ellos no se habían confiado y


bajaban raudos cuando ante ellos ante su desconcierto se
encontraron de vuelta en su campamento base de nuevo.

No era posible, si ellos habían estado tres horas andando


desde allí para subir y llegar hasta el paraje cercano a la
cumbre, ¿cómo podía ser que ahora en diez minutos
hubieran regresado al punto cero? ¿Y Thor ?, no había
rastro de él por allí, ¿habría conseguido escapar o habría
fallado en el intento? Todo era una incertidumbre.

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Quedaron en pie estáticos inmóviles cuando Ibai
empezó a llamar al perro. ‘Thor!, Thor!’ no paraban de
llamarle con desconcierto sin obtener ni el lejano ladrido
al que les tenía acostumbrados cuando se alejaba de
donde estaban ellos. Pero no había ni rastro.

De repente sonó el móvil, era el de Raysa, su amigo Jupi


la reclamaba, algo había pasado. Exhausta ante los
acontecimientos recién pasados cogió el teléfono: ‘Sii..’
contestó jadeante e inquieta, ‘Raysa tu esperabas hoy a
alguien?’ se apresuró a preguntarle su amigo inquieto
desconfiando, ‘Yo, no que yo sepa, ¿por qué, quién era?’
volvió a responder preguntando ella. ‘Porque han estado
aquí unos tipos muy raros trajeados preguntando por ti
y por Charly y al decirle que no estabais y qué quien
eran han sido muy misteriosos y han evitado hasta tres
veces la respuesta’ estos dos hombres misteriosos con un
aspecto de cobrador del frac e impecables trajes negros
habían inquietado a Jupi al presentarse allí a primera
hora estando solo y acribillándole a preguntas que ante
su negativa a darles la información se molestaron y al
preguntar insistentemente quien eran se fueron sin decir
que querian ni quienes eran. Todo era muy extraño, ellos
no habían quedado con nadie ese día y muchos menos
con esas extrañas y fuera de tono apariencias.

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‘No digas a nadie dónde estamos’ finaliza diciendo en
conclusión ella, a pesar de que ni siquiera a él, uno de sus
mejores amigos, Jupi le habían desvelado el misterioso
plan que tenían tramado para descubrir de nuevo la nave
y dar prueba gráfica de tal visión desde la cámara de su
móvil como confiaban en principio en hacerlo los
ingenuos aventureros de lo oculto y creían que les iban a
revelar los secretos guardados por la tierra del universo.
Por lo que estaba segura de que nadie, solo su
compañero Vicent sabían de su paradero y ni siquiera
con precisión ya que solo Ibai era conocedor de la ruta
exacta esa.

‘No Ray, si hasta me he asustado yo al principio al verlos


un poco, en un primer momento pensé que eran policías
de paisano y venían a multarnos por el tejado que
habíamos cerrado en el techo el día anterior, pero que vá,
nada de eso, solo querían saber como encontraros y qué
podía decirles de vuestro paradero’ en ese momento

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Raysa que había activado el manos libres de su movil y
todos escuchaban su testimonio, los asustados oyentes
estallaron entre exclamaciones y preguntas pero.. ‘como
sabían que allí iban a encontrarlos esos misteriosos
hombres vestidos de negro con tanto interés?’ se
preguntaban perdiendo aún más la calma.

Todo era cada vez más tórrido y sorprendentemente más


aterrador que lo anterior conforme iban sucediendo
acontecimientos, ‘No sé nada más concluyó Julian, ‘Yo
también me he asustado y por eso te llamo…’, piip, piip,
piip y se cortó el móvil de súbito quedándose fundido
sin batería. Había estado todo el tiempo alumbrando
con su linterna y su Iphone había llegado a su momento
de carga de la batería y se había quedado seco.

Ante lo inquietante de las revelaciones que Julián les


había hecho no tenían pensado tras la persecución ni de
lejos quedarse a dormir acampados ahí, pero en esos
precisos momentos sentían que era el lugar más seguro
en el que podían intentar dormir.

Aún volviendo a recobrar la calma y con Thor ya con


ellos volviendo de entre las sombras entre algunos
matorrales, no sin darles el correspondiente susto. Se
dispusieron a acomodarse en circulo en el suelo a la luz
de la luna y con un móvil y la linterna encendidos con el
cargador de batería de Raysa encendido para que no se
quedara también sin batería como ella.

No salían de su asombro pero en el fondo el

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agotamiento hacía mella en su cuerpo ya, al quedar a
merced de la noche silenciosa y serena. Raysa y Charly
no habían dormido nada desde hacía casi dos noches y el
cansancio los vencía sin querer entrar en la tienda aún
montada que nos les daba buenas vibraciones al no
poder verse de dentro a fuera.

Ante todo aquello sucedido solo podían mirar al cielo y


esperar que el acontecimiento se repitiera a la misma
hora que la noche de autos. Pero su cabeza y su cuerpo
no aguantaba más y poco a poco se les caían los párpados
y los ojos al fin cierran.

Ibai aguardaba despierto ante la posibilidad aún de un


posible avistamiento, con el deseo incansable de verlas,
pero vencido por el fracaso ante la espera, sucumbe al
sueño y tumbado en la toalla sobre la dura piedra,
rendido desfallece bajo el espeso manto de estrellas. Tras
sus amigos y ahora compañeros de viaje cae rendido
abrazando a Thon en su pecho y ambos caen también en
un profundo y pesado sueño.

Tras sucumbir al sueño cual quien cae en lo más


profundo del abismo de un pozo, se despierta de súbito
Raysa, viendo el Sol brillante en lo alto rebotando en el
techo de su habitación.. ¿de su habitación?. No era
posible, aquello no le podía estar pasando así, se tocó ella
misma tocándose en busca de sentir que estaba despierta
y de que aquella situación era real, que se había
despertado de nuevo en casa, como si nunca se hubiera
aventurado en aquella hazaña la noche de la que

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despertaba ahora, y bajando apresuradamente las
escaleras, esta vez conocidas de su casa, para descubrir a
Charly que acababa de bajar con la cara desencajada ante
lo inaudito, a buscarla, igual que a él ella, buscando
respuestas sin entender e intentando recordar algo más.

Y al mirarse entonces el uno al otro a los ojos, una vez


más comprendieron que no había duda, no sabían de
qué manera habían llegado de vuelta allí, pero, estaba
claro que todo aquello no había podido ser solo un
sueño.

Y fundiéndose en un abrazo, con la ropa del día anterior


aún con olor a hierba del campo y sucia por la maleza
puesta, se olvidaron de los descubrimientos pasados,
para agradecer al cielo que le hubiera regalado el no
hacerles daño y les dejará sin más seguir con su vida
como si nada.

Así ellos decidieron que guardarían desde entonces y


para siempre el secreto de la puerta del misterio y de los
extraños hallazgos allí encontrados y a la vez de los
temidos seres que podían transportarlos en la noche sin
darse ni cuenta y hacer desaparecer casas entre la niebla.

Por no hablar de su tecnología asombrosamente


desconocida y temidamente poderosas capaz de hacer un
espacio de gusano donde se paraba el tiempo y
teletransportar en estado de sumisión a personas..

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Y pudiendo haberles hecho tanto daño, pero
habiéndolos de un modo u otro devuelto a casa a todos
los miembros de ese improvisado grupo sanos y salvos,
les estuvieron agradecidos eternamente y por siempre, el
no haberles hecho daño alguno y haberles dado la
oportunidad de seguir sus vidas para ya dejarles
supuestamente tranquilos y poder vivir así para
contarlo algún día no muy lejano.

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