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Facultad de Derecho
Departamento de ciencias del derecho
Filosofía de la Moral
Profesor Dr. Andrés Bobenrieth
1
Índice
I.Introducción……………………………………………………………..………………...páginas 3
II.El experimento de Milgram: Obediencia ciega a la autoridad…..........páginas 4-6
III.El Experimento de la prisión de Stanford……………………………….....…páginas 6-7
IV.Sobre la interrogante de la Naturaleza Humana………………….…..….…páginas 7-9
V.Enseñanzas sobre el experimento de Milgram y el Experimento de la prisión de Stanford ¿Es la
maldad inherente al ser humano?.............................................................páginas 9-10
VI.Legitimación de la violencia como causantes de la banalidad del mal: El poder de las
normas……………………………………………………………………..…………….…….páginas 10-12
VII.Desafíos para el derecho y nuestro rol como futuros abogados…....página 12-13
VIII.Conclusión……………………………………………...……….……..…………….páginas 13-14
IX.Bibliografía…………………………………………………..………………………..…página 15
2
I. Introducción
La banalidad del mal es un término acuñado por Hannah Arendt en su libro “Eichmann en
Jerusalén.”
En el libro, Arendt describe cómo se desarrollarán las sesiones del imputado Adolf Eichmann, ex
funcionario Nazi acusado por genocidio contra el pueblo judío, además de un análisis del sujeto en
sí.
En el, Hannah Arendt concluye que Eichmann no presentaba los rasgos de una persona con
carácter retorcido o psicópata que haya disfrutado de perpetuar horribles actos contra la naturaleza
humana, sino que sus acciones eran resultado de la no reflexión, el deseo de ascender en su carrera
profesional y era ejemplo de cómo las reglas del sistema pueden influir en el comportamiento de
los individuos, tornándose poco crítico y obediente.
Seis psiquiatras certificaron que Eichmann era un hombre normal, incluso ejemplar en las
relaciones con su familia y sus amigos.
Además, Eichmann no presentaba conductas o ideología antisemita ni tampoco presentaba
fanatismo por ninguna otra doctrina.1
El libro y su contenido fue duramente criticado por diferentes intelectuales. Por ejemplo, en un
artículo de The British Psychological Society, S. Alexander Haslam y Stephen D. Reicher hacen un
análisis cuestionando los resultados y conclusiones que había obtenido Hannah Arendt, y
argumentaban que los crímenes cometidos por Adolf Eichmann no pueden ser realizados por
“personas normales”. Sostienen que las personas que cometen ese tipo de actos son “conscientes de
las acciones que están tomando, pero que encuentran un modo de justificarlo”2
Cabe preguntarse entonces,¿Es “la banalidad del mal” un concepto válido? ¿Cual es la verdadera
naturaleza del ser humano? ¿Puede la institucionalidad y la burocracia ser motivos más que
suficientes para instar a las personas a actuar de forma malvada y perversa?
Para responder de estas preguntas, nos fijaremos en dos experimentos fuertemente influenciados
por las conclusiones de Hannah Arendt respecto de la naturaleza de Adolf Eichmann, El
experimento de Milgram y el Experimento de la Prisión de Stanford, para luego hacer un análisis de
estos y sus implicaciones al intentar responder la interrogante sobre la naturaleza del ser humano.
1
Arendt, Hannah. 1963. Eichmann en Jerusalén. Estados Unidos. 21p.
2
Haslam S.A y Reicher S.D. 2008. Questioning the banality of evil [En línea]. Vol.4
<https://thepsychologist.bps.org.uk/volume-21/edition-1/questioning-banality-evil> [consulta 8 de Julio 2020]
3
II. El experimento de Milgram: Obediencia ciega a la autoridad.
Año 1961, tan solo unos pocos meses después de la condena de Adolf Eichmann, el profesor y
psicólogo de la prestigiosa universidad de Yale, Stanley Milgram, fascinado por el caso del reciente
condenado nazi, se plantea la siguiente pregunta, ¿Podría ser en verdad que Adolf Eichmann y sus
miles de cómplices tan sólo estuvieran siguiendo órdenes?
Para comprobarlo, Milgram colocó carteles en distintas paradas de autobuses, donde se solicitaban
voluntarios que quisieran participar en un estudio relacionado
con la memoria y el aprendizaje en Yale, se les ofrecía
además 4 dólares ( equivalente a 34 dólares
actualmente) por su participación.
A los voluntarios que asistieron se les ocultó que en
verdad estaban formando parte de un experimento
sobre la obediencia hacia la autoridad. El rango etario
era de los 20 a los 50 años, y había tanto jóvenes recién
egresados como profesionales doctorados.
El experimento de Milgram
en una sala de espera se reúnen a dos voluntarios, subitamente se presenta un científico, el cual les
explica que serán parte de un experimento sobre el aprendizaje y la memoria que puede tener
efectos muy positivos en nuestro entendimiento de la memoria humana.
Uno de los dos hará de “Maestro” y le dictará al otro participante, el cual hará el rol de“Alumno”,
una serie de palabras para que las memorice. Cuando el alumno las repita de forma correcta, el
maestro debe felicitarlo con un “bien o “correcto”. Cuando el alumno se equivoque, el maestro
deberá suministrarle una descarga eléctrica como castigo.
Con la ayuda de un papel, se hace el sorteo, en este punto es importante aclarar que solo uno de los
voluntarios es real, mientras que el otro es cómplice del experimento y no va a sufrir ningún daño
real. Además, el sorteo está arreglado, con el fin de que el rol de maestro siempre lo obtenga el
verdadero voluntario y para que el rol de alumno siempre lo obtenga el voluntario cómplice.
Con sus recién designados roles, el maestro y el alumno son llevados a una habitación, donde al
alumno se le amarrará a una silla y se le pondrán electrodos, además de una crema para evitar
4
quemaduras, el científico explica que si bien las descargas pueden causar dolor, no dejarán marcas
físicas.
El profesor es conducido a otra habitación, donde se le pondrá a su disposición el generador de
descargas.
El generador de descargas tiene 30 niveles que van desde los 15 voltios hasta los 450 voltios. El panel
de control indica el nivel del voltaje más una nota para cada nivel. En el décimo nivel (150 V) reza
“descarga fuerte”, la del nivel 17 (255 V) “descarga violenta”, la del nivel 25 (375 V) “Peligro,
descarga extremadamente violenta” y la de los niveles 29 y 30 (435 y 450 voltios, respectivamente)
solamente hay un papel con un “XXX”.
Se le explica al maestro que por cada error que cometa el alumno, deberá aumentar un nivel. Al
maestro se le aplica una descarga de 45 voltios de prueba para que experimente el dolor. Entonces el
científico pide que comience la prueba.
Al principio el alumno responderá de forma correcta, pero a medida que avanza el experimento el
alumno comenzará a cometer errores, por lo que el maestro se verá obligado a ir aumentando los
niveles de descarga.
A medida que aumenta y, gracias a una radio que los comunica, el maestro escuchará los gritos de
dolor y súplica del alumno, pidiendo que detengan el experimento y que ya no soporta más.
Llegado a cierto punto, el maestro pide que ya no quiere continuar y que por favor revisen al
alumno, que claramente está en un terrible sufrimiento. Ante estas quejas y sublevaciones por parte
del maestro, el científico de forma amable y simple pide por favor que continúe la prueba.
¿Que tan lejos llegaron los voluntarios?
Antes de hacer el experimento, Milgram describió su idea a un grupo de cuarenta psiquiatras y
luego les pidió que predijeran el porcentaje de ciudadanos estadounidenses que llegarían a pulsar
los treinta interruptores del experimento3, estos concluyeron que menos del 1% llegaría hasta el
final, pues correspondería a una conducta sádica que solo la manifestarían psicópatas, y que la
mayoría de los participantes abandonarían el experimento en el nivel díez ( 150 voltios).
Sin embargo, y contra todo pronóstico, los resultados concluyeron que un 65% de los voluntarios
aplicaron los 450 voltios, aún cuando podían escuchar que el alumno suplicaba y gritaba con dolor
3
Zimbardo, Philip. 2007. The Lucifer Effect, understanding how good people become evil [En línea]
<https://upanacollipsicopatolcrim19622013.files.wordpress.com/2013/11/zimbardo-philip-el-efecto-lucifer.pdf>
[consulta: 8 de julio 2020]
5
que detuvieran el experimento, (en realidad los gritos y súplicas eran grabaciones) decidieron seguir
avanzando debido a la petición por parte del científico de continuar.
III. El Experimento de la prisión de Stanford
El experimento de la prisión de Stanford es uno de los más importantes experimentos psicológicos
del siglo XX, y fue duramente criticado por sus implicaciones morales y éticas.
El experimento fue llevado a cabo en Estados Unidos y estuvo a cargo del psicólogo Philip
Zimbardo el año 1971.
Zimbardo y su equipo reclutaron a los voluntarios a través de anuncios en los diarios, donde se
ofrecía la oportunidad de ganar 15 dólares diarios ( equivalente a casi 100 dólares actuales) por su
participación en la simulación de una cárcel ficticia que armaron en el sótano del departamento de
psicología de Stanford.
De los más de 100 voluntarios que se presentaron, Zimbardo escogió a 24 participantes basado en
su salud física y psicológica. Los participantes además estaban por sobre la media del coeficiente
intelectual, pues eran estudiantes universitarios, todos de clase media y blancos.
Una vez seleccionados los participantes, se les asignó el rol de “Guardias” y de “convictos”.
Para hacer más real el experimento, los voluntarios clasificados como convictos fueron detenidos
por policías reales bajo el procedimiento protocolar, se les leyó sus derecho miranda y fueron
llevados a la ficticia prisión de Stanford.
Aquellos seleccionados como guardias recibieron porras y uniformes color caqui, además se les dió
gafas de color negro (Esto debido a que Zimbardo creía que las gafas deshumanizaban al guardia,
casi como una máscara, negándole el contacto visual a los prisioneros y dándole un status de
anonimato). Además, recibieron ciertas “instrucciones”, que básicamente les dejó margen a la
arbitrariedad y al libre albedrío sobre cómo tratar con los prisioneros.
Una vez llegados los prisioneros a la ficticia prisión de Stanford, se les despojó de sus ropas y se les
entregó un vestido y se les negó el uso de ropa interior, además se les ató las piernas con cadenas (
Todo esto con el fin de degradar al prisionero, la cadena además cumplía un rol psicológico que era
recordatorio de que no tenía libertad en lo absoluto), además se les asignó un número para
identificarlos.
6
Desarrollo y fin del experimento
El primer día del experimento transcurrió con relativa normalidad, sin embargo, a partir del
segundo día hubo una transformación tanto de los guardias como de los convictos.
Los guardias empezaron a mostrar comportamientos sádicos hacia los presos, negándoles a ir al
baño, desnudandolos y castigandolos constantemente con ejercicios físicos como hacer
abdominales varias veces durante el día.
Con los días la situación era cada vez más tensa, muchos prisioneros presentaban serias crisis de
pánico, y cayendo en una inmersión tal que creían que jamás los dejarían salir, esto sumado a un
rumor de que se estaba planeando una fuga, hizo que los guardias endurecieran aún más su
comportamiento, con tareas humillantes e incluso haciendo que los prisioneros limpiaran los
inodoros con las manos.
Llegados a este punto, la tensión era terrible, los prisioneros acusaron de su mal estado a otro
recluso (el recluso #819), el cual entró en una crisis nerviosa y debió ser retirado del proyecto.
Al intentar retirarlo, el recluso #819 se negó, debido a que había sido llamado un mal recluso por
sus compañeros y quería quedarse a demostrar que no lo era, Zimbardo relata sobre esta
experiencia:
“- Escucha, tú no eres el recluso #819. Tú eres [su nombre] y yo me llamo Dr. Zimbardo. Soy
psicólogo y no superintendente de prisiones, y esto no es una cárcel real. Esto es sólo un
experimento y aquellos chicos, como tú, son estudiantes y no reclusos. Vámonos.
Dejó de llorar de golpe, me miró como un niño pequeño que acaba de despertar de una pesadilla y
contestó:
- De acuerdo, vámonos.”4
Era evidente que el experimento se había salido de control, por lo que Zimbardo decidió cancelar el
experimento tan solo 6 días después de haber comenzado.
IV. Sobre la interrogante de la Naturaleza Humana
Después de haber visto los experimentos, surge una duda, ¿Cúal es la naturaleza del ser humano?
¿Somos buenos o malos por naturaleza?
4
ZIMBARDO, Philip. 1971. Stanford Prison Experiment [En línea]
<https://www.prisonexp.org/spanish/conclusion> [Consulta: 9 Julio 2020]
7
Como diría Kant: “Que el mundo está en el mal es una queja tan antigua como la historia; incluso
como el arte poético, más antiguo aún.”5
Es lógico, entonces, que haya una variedad de respuestas al respecto dependiendo del autor en el
cual nos fijemos.
Respecto de la naturaleza humana, Jean Jacques Rousseau creía que el ser humano era bueno por
naturaleza, que era la sociedad la que corrompe al ser humano. Sobre el humano, Rousseau
escribió:
“Todo es perfecto cuando sale de las manos de Dios, pero todo degenera en las manos del hombre.
Obliga a una tierra a que de lo que debe producir otra, a que un árbol de un fruto distinto… no
quiere nada tal como ha salido de la naturaleza, ni al mismo hombre, a quien doma a su capricho,
como a los árboles de su huerto”6
Para Rousseau, el ser humano es bueno en su estado más natural y primitivo, pero es el acto de
nacer en sociedad el que degenera su bondad. Según Rousseau, el “hombre civilizado nace, vive y
muere en esclavitud. Cuando nace se le cose en una envoltura; cuando muere se le mete en ataúd y
en tanto que él conserva la figura humana vive encadenado por nuestras instituciones”7
Según la doctrina de Rousseau, el avance de la sociedad es la razón de la depravación humana, en
consecuencia, es necesario devolver al hombre a su estado de naturaleza, esto es, a su estado
primitivo e inocente de existencia.
Hobbes y el Estado de Naturaleza
Ahora bien, la tesis de Rousseau no es universalmente aceptada, en la posición contraria, Thomas
Hobbes planteó el Estado de Naturaleza del ser Humano.
Hobbes cree que la naturaleza del ser humano, por el contrario, es una anarquía, donde cada ser
humano es egoísta y vela por sus propios intereses, esta anarquía es producto de la igualdad tanto
física como mental existente en los hombres, por lo que están dispuestos a pelear entre sí, Hobbes
denomina esto un constante estado de guerra, además afirma que esta condición es miserable, pero
que puede ser superada, en parte por sus pasiones y en parte por su razón8.
Para Hobbes, el abandono de este estado natural sólo es alcanzable a través del contrato social,
donde los hombres dejan de lado sus intereses personales para garantizar la seguridad individual.
5
KANT, Immanuel. 1793. La religión dentro de los límites de la mera razón. Filosofía alianza editorial. 27p.
6
ROUSSEAU, Jean-Jacques. 1762. Emilio o de la Educación. Francia, Editorial Verbum
7
ROUSSEAU, Jean-Jacques. 1762. Emilio o de la Educación. Francia, Editorial Verbum. p.13
8
HOBBES, Thomas. 1651. El leviatán. p.104
8
¿Son aplicables estas nociones de naturaleza humana con los resultados obtenidos en ambos
experimentos? ¿Que podemos concluir de los resultados obtenidos?
V. Enseñanzas sobre el experimento de Milgram y el experimento de la prisión de
Stanford ¿Es la maldad inherente al ser humano?
¿Eran los voluntarios del experimento de Milgram seres humanos retorcidos y sádicos? de igual
forma, ¿Eran los “guardias” de la prisión de Stanford un montón de desviados psicópatas que por
casualidad el destino juntó?
Parece evidente que no, como fue mencionado con anterioridad, todos los voluntarios, tanto del
experimento de Milgram como del experimento de la prisión de Stanford, habían sido catalogados
como personas mentalmente sanas.
¿Entonces, si no eran mentalmente inestables, porque continuaron en sus actividades? ¿Eran
conscientes del mal que estaban haciendo?
Respecto de los experimentos de Milgram, uno de los participantes comentó:
“No tenía ni idea de lo que estaba pasando. Me decía «Bueno, a lo mejor estoy matando a un
hombre.» Le dije al experimentador que si seguía adelante no me hacía responsable, y ya está” 9
Respecto del Experimento de Stanford, todos los guardias tenían un perfil psicológico estable, sin
embargo, con el pasar de los días, el conjunto de guardias podía ser clasificados en tres grupos:
1.Los sádicos, que abusaron duramente de los reclusos, 2.Los intermedios, que ejercieron su papel
con dureza y exigencia pero no de forma excesiva, 3.Los guardias “buenos”, que resistieron la
tentación al poder y fueron amables en ocasiones con los reclusos, sin embargo, cabe aclarar que si
bien no eran malos con los reclusos, eran indiferentes a las acciones tomadas por los guardias
sádicos, ninguno de ellos llegó a intervenir.
Respecto del primer grupo, hubo un guardia que destacó por su sadismo y trato humillante hacia
los reclusos, Dave Eshelman, el cual declaró:
“Mi misión era ser el peor guardia que podía encarnar...cada día al despertar me decía: «¿que puedo
hacer para superar lo del día anterior?». Quería hacerlo por dos motivos. En primer lugar porque
9
Zimbardo, Philip. 2007. The Lucifer Effect, understanding how good people become evil [En línea]
<https://upanacollipsicopatolcrim19622013.files.wordpress.com/2013/11/zimbardo-philip-el-efecto-lucifer.pdf >
[consulta: 9 de julio 2020]
9
realmente creía que sería útil para el estudio del comportamiento humano, por el otro lado, era
muy interesante para mí, no puedo decir que no disfruté lo que estaba haciendo”10.
VI. Legitimación de la violencia como causantes de la banalidad del mal: El poder de las
normas
Los resultados son chocantes y por sobre todo, preocupantes, dejan en evidencia que el mal es
inherente al ser humano, ¿O no?
Si hay un nexo conector entre ambos experimentos, es la presencia de una autoridad que legitima
la violencia, es decir, la existencia de ideología legitimadora y de un apoyo institucional.
En el experimento de Milgram se introduce a un científico que además nos dice que los resultados
de este experimento pueden ser sumamente beneficiosos, mientras que en el experimento de la
prisión de Stanford los científicos configuraron un espacio donde la violencia está mucho más
normalizada y es pan de cada día, siendo muy poco claros respecto a las restricciones e incitando a
un ambiente autoritario y violento.
En psicología, existen dos conceptos que sirven para describir la conducta, la atribución
disposicional y la atribución situacional.
la atribución disposicional es, según Philip Zimbardo:
“entender que la culpabilidad, la enfermedad y el pecado se hallan en el interior del culpable, del
enfermo, del pecador. Intentan entender planteando preguntas sobre el «quién» : ¿Quién es
responsable? ¿Quién lo ha causado?”.11 Es decir, tiene un carácter individualista e interno.
La atribución situacional, por el contrario, es entender que muchas acciones son tomadas debido al
entorno y no a motivaciones personales.
Los resultados de los experimentos concluyeron que la mayoría de los voluntarios actuaron de esa
forma debido a la situación en la que se encontraban y no movidos por sus personalidades y
convicciones individuales.
10
STEVENS, Michael. 2018. Mind Field: The Stanford Prison Experiment [Documental]. Estados Unidos. Vsauce.
Documental, 35 minutos, sonido, color
11
ZIMBARDO, P . 2007. The Lucifer Effect, understanding how good people become evil [En línea]
<https://upanacollipsicopatolcrim19622013.files.wordpress.com/2013/11/zimbardo-philip-el-efecto-lucifer.pdf >
[consulta: 8 de julio 2020]
10
Esto es impactante, pues las conclusiones serían que casi cualquier ser humano, puesto en las
condiciones correctas, sería capaz de matar si es que fuese necesario.
Es posible inducir, seducir y motivar a las personas para que actúen de forma irreflexiva, enferma y
sádica si es que son sumergidas en una situación cuyo impacto en su naturaleza haga poner en duda
su carácter y moralidad. Tal como propuso Marx, el entorno social puede configurar la naturaleza
humana:
“la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo. Es, en su realidad, el conjunto
de las relaciones sociales”12
La lección más importante del análisis de ambos resultados es que quizás, la maldad no es un factor
inherente a la naturaleza humana, como de la misma forma tampoco lo es el bien, la maldad ( bajo
el análisis antropológico del marxismo) es nada más que una configuración de las relaciones sociales
y de la misma naturaleza primitiva humana aún presente en el hombre moderno.
En su famoso escrito “El capital”, Marx hace la distinción entre dos aspectos del hombre, su
naturaleza general y su naturaleza históricamente condicionada.13
Con esta distinción introduce que hay ciertos rasgos independientes del entorno, y que determinan
apetitos y necesidades comunes entre todos los hombres (como el hambre o el apetito sexual ).
Mientras que su naturaleza históricamente condicionada está directamente relacionada con el
entorno y con las relaciones sociales en las cuales el ser humano se desenvuelve, donde la sociedad
crea ciertos patrones y necesidades, por ejemplo:
"La necesidad de dinero es, pues, la necesidad real creada por la economía moderna y la única
necesidad que ésta crea... Esto se demuestra subjetivamente, en parte por el hecho de que la
12
MARX, K. y ENGELS, F. 2010. Tesis sobre Feuerbach y otros escritos filosóficos. Venezuela. Fundación editorial el
perro y la rana [En línea]
13
ECHEGOYEN, J. 2020. Filosofía contemporánea, Marx, Naturaleza del hombre o rasgos del hombre que dependen
de su propio ser [En línea]
<https://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiacontemporanea/Marx/Marx-NaturalezaHombre.
htm#:~:text=Karl%20Marx%20%2D%20marxismo%20%2D%20Filosof%C3%ADa%20Contempor%C3%A1nea%20%
2D%20Naturaleza%20humana&text=O%20rasgos%20del%20hombre%20que,hist%C3%B3ricamente%20condicionad
a%20por%20cada%20%C3%A9poca.> [consulta: 11 de Julio 2020]
11
expansión de la producción y de las necesidades se convierte en una servidumbre ingeniosa y
siempre calculadora a los apetitos inhumanos, depravados, antinaturales e imaginarios."14
Volviendo al tema principal, podríamos establecer que los experimentos comprueban la “banalidad
del mal”, y que la naturaleza del ser humano puede tornarse malvada si es que cuenta con el apoyo
institucional que permita comportarse de determinada manera.
Y es que el no comportarse de la forma que las instituciones esperan que nos comportemos va en
contra de nuestra naturaleza. La necesidad básica que tenemos los seres humanos de pertenecer y
sentirse parte de un grupo viene desde el alba de la humanidad, del deseo de cooperación de
asociarse con otros, de aceptar normas comunes que regulen nuestro comportamiento. Sin
embargo, ambos experimentos anteriormente analizados demuestran que esta faceta tan útil e
importante puede tomar tintes oscuros y transformarse en una distorsión de la realidad y en una
obediencia cuadrada, dando lugar a la irreflexión y con esto, la realización de actos que van en
contra del sentido común.
VII. Desafíos para el derecho y nuestro rol como futuros abogados
Ahora bien, y para ir finalizando este ensayo, me gustaría tocar brevemente un tema que pude ver
constantemente durante mi investigación, y es que muchas veces, estas instituciones e ideologías
legitimadoras son muchas veces creadas y amparadas por el Derecho y su capacidad de crear
sistemas de normas.
Son variados los casos donde el Derecho ha regulado y permitido de forma sistemática abusos
terribles contra la vida humana, siendo a mi parecer el más terrible, la legislación esclavista.
Es un hecho incomprensible para nosotros en la actualidad que algo tan nefasto como lo es la
esclavitud , estuviese tan bien regulada por organismos legislativos que luchaban por mantener este
orden social.
Es nuestro deber como abogados no caer en las influencias del entorno en el cual vivimos, y luchar
por la dignidad humana y no contra ella.
El profesor de historia del derecho, Eric Palma, nos dice al respecto:
14
FROMM, Erich. 1961. Marx y su concepto de hombre. México. Fondo de Cultura Económica [en línea] p.21
<https://proletarios.org/books/Fromm-Marx_y_su_concepto_del_hombre.pdf>
12
“Un sujeto histórico comprende su situación personal en el presente pues es capaz de entender su
individualidad como producto del devenir social y para ello no requiere memorizar palabras
(fechas, nombres) sino comprender cómo las fuerzas sociales, a través del Derecho, han venido
moldeando la sociedad en la que él se desenvuelve.”15
En Eichmann en Jerusalen, Hannah Arendt nos advirtió que debemos evitar que ocurra
nuevamente algo como la banalidad del mal, y este mensaje tiene una doble importancia para
nosotros.
VIII. Conclusión
Hannah Arendt fue duramente criticada e incluso amenazada por algunos sectores debido al
controversial contenido de su libro Eichmann en Jerusalén, En este ensayo nos pusimos como reto
el ver si la banalidad del mal puede ser algo real, causado por la irreflexión y el entorno o es
meramente una excusa que encuentran los psicópatas y asesinos para justificar sus actos.
Para efectos de esto, hicimos una descripción y análisis de dos experimentos posteriores e
influenciados por el libro de Hannah Arendt, donde pudimos evidenciar conductas cuestionables y
poco morales de gente supuestamente normal.
Ahora bien, ¿Es la maldad inherente al ser humano? Si bien creo que la propuesta de Hobbes y su
estado de naturaleza no es correcta, tampoco creo que la bondad como característica propia del ser
humano propuesta por Rousseau sea verdadera.
Basados en los análisis de los resultados obtenidos en ambos experimentos, podemos concluir que
muchas veces la maldad es configurada por el medio, las situaciones y las normas imperantes en ese
contexto, mostrando muchas veces que la autorización de una autoridad es más que suficiente para
que la gente se comporte de forma malvada.
¿Es esto algo malo? no del todo, es simplemente nuestra naturaleza y nuestra necesidad de querer
encajar y cumplir con los patrones sociales, y creo que debemos dejar de lado los prejuicios y
aceptar que tanto el lector como el escritor redactando esto, son seres influenciables por su entorno
y que, bajo las condiciones perfectas, cualquiera puede ser malvado.
15
PALMA, Eric, 2009, Pasado, presente y futuro de la historia del derecho en Chile. Alemania, Forum Historiae Iuris.
p. 16
13
También es necesario hacer una observación, el entender el “por qué” de algo, no significa justificar
ese “algo”. La gente que comete actos inmorales siguen siendo responsables moralmente y
legalmente de sus actos delictivos, pero creo que es importante analizar todos los factores que
juegan al momento de dictaminar un juicio y por sobre todo, dejar de lado el individualismo y
entender que muchos procesos son colectivos.
Respecto a este último punto, rescatar que es nuestro deber como futuros abogados el denunciar
estas conductas, y no normalizarlas, solo así podemos encaminar a la sociedad a un camino con
menos maldad y más empatía.
"Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada"
Edmund Burke
14
IX. Bibliografía
ARENDT, Hannah. 1963. Eichmann en Jerusalén. Estados Unidos. p.21
ECHEGOYEN, J. 2020. Filosofía contemporánea, Marx, Naturaleza del hombre o rasgos del
hombre que dependen de su propio ser [En línea]
<https://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiacontemporanea/Marx/Marx-Nat
uralezaHombre.htm#:~:text=Karl%20Marx%20%2D%20marxismo%20%2D%20Filosof%C3%AD
a%20Contempor%C3%A1nea%20%2D%20Naturaleza%20humana&text=O%20rasgos%20del%20
hombre%20que,hist%C3%B3ricamente%20condicionada%20por%20cada%20%C3%A9poca. >
[consulta: 11 de Julio 2020]
FROMM, Erich. 1961. Marx y su concepto de hombre. México. Fondo de Cultura Económica [en
línea] p. <https://proletarios.org/books/Fromm-Marx_y_su_concepto_del_hombre.pdf>
HASLAM S.A y REICHER S.D. 2008. Questioning the banality of evil [En línea]. Vol.4
<https://thepsychologist.bps.org.uk/volume-21/edition-1/questioning-banality-evil>
HOBBES, Thomas. 1651. El leviatán , Separata de autores. p.104
KANT, Immanuel. 1793. La religión dentro de los límites de la mera razón. Filosofía alianza
editorial. 27p.
MARX, K. y ENGELS, F. 2010. Tesis sobre Feuerbach y otros escritos filosóficos. Venezuela.
Fundación editorial el perro y la rana [En
línea]<http://www.cenal.gob.ve/tesis-sobre-feuerbach-y-otros-escritos-filosoficos/>
PALMA, Eric, 2009, Pasado, presente y futuro de la historia del derecho en Chile. Alemania, Forum
Historiae Iuris. p.16
ROUSSEAU, Jean-Jacques. 1762. Emilio o de la Educación. Francia, Editorial Verbum
STEVENS, Michael. 2018. Mind Field: The Stanford Prison Experiment [Documental]. Estados
Unidos. Vsauce. Documental, 35 minutos, sonido, color
ZIMBARDO, Philip. 1971. Stanford Prison Experiment [En línea]
<https://www.prisonexp.org/spanish/conclusion> [Consulta: 9 Julio 2020]
ZIMBARDO, Philip. 2007. The Lucifer Effect, understanding how good people become evil [En
línea]
<https://upanacollipsicopatolcrim19622013.files.wordpress.com/2013/11/zimbardo-philip-el-efecto-l
ucifer.pdf> [consulta: 9 de julio 2020]
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