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REFLEXIÓN – REPUTACIÓN EN LÍNEA

Al hacer crear un perfil en una red social estoy expuesto al escrutinio público, de acuerdo con lo
que publico y donde lo hago. Tener este tipo de perfiles tienen sus ventajas y desventajas; te permite
hacer nuevos contactos acorde a aspectos afines o en común, pero a la vez te expone a situaciones
que pueden ser no tan deseadas. Puede que el publicar algunas cosas sobre lo que haces en tu
tiempo libre no sea del agrado de la compañía en la que quieres aspirar trabajar. Una solución
podría ser, crear un perfil personal y otro perfil profesional, o simplemente manejar un perfil
profesional, con el fin de evitar incomodidades.
Actualmente, a parte del perfil que me encuentro creando en la plataforma LinkedIn, utilizo otras
sociales, y suelo cuidar a que grupo de personas le comparto cierto tipo de contenido, puesto que no
a todos les puede agradar. En ese sentido, intento ser cuidadoso con aquello que muestro en las
redes, para que no afecte negativamente mi vida personal.
Considero que sí, alguien decide crear su propia marca en redes sociales, debe comprometerse al
tipo de contenido que desea mostrar, debe ser consistente con aquello que desea presentar; esto
suele parecer trivial, pero a veces se cae en la tentación de publicar cualquier cosa a todas horas, sin
pasarlas por un filtro, y esto puede reflejar una imagen negativa, que no necesariamente refleja
quien eres en la vida real, pero igual te puede afectar en este ámbito. El tener redes sociales puede
ser un arma de doble filo.

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