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Domingo de cuaresma-Capilla Santa Cecilia-Coro Ángeles de Dios

camino si no vamos como hermanos hacia Comunión

Ti Una mañana cerca del mar, apareció un

Piedad joven Galileo. Nadie podía imaginar que

Honor y Gloria otro pudiese amar así como él amaba. Era

Ofertorio sencillo al conversar, llegaba al corazón de

Yo no soy nada y del polvo nací; pero tú me quien lo escuchaba.

Entrada amas y moriste por mí. Ante la cruz, solo Y su nombre era Jesús de Nazaret Y su

Alrededor de tu mesa venimos a recordar puedo exclamar: Tuyo soy, tuyo soy. fama se esparció. Todos querían ver. Al

(2) que tu palabra es camino tu cuerpo Toma mis manos, te pido. Toma mis profeta que tenía Tanto amor Y amaba al

fraternidad (2) labios, te amo. Toma mi vida, Oh Padre; pecador.

Hemos venido a tu mesa a renovar el tuyo soy. En esas playas, en ese mar, en ese río, en

misterio de tu amor, con nuestras manos Tuyo soy. casa de Zaqueo. En los caminos bajo el sol

cansadas, arrepentidos buscamos tu Cuando de rodillas, te miro Jesús; veo tu el pueblo iba a buscar la luz de su doctrina.

perdón. grandeza y mi pequeñez. Que puedo darte Sus expresiones, su caridad, enchían el

Juntos y a veces sin vernos celebramos tu yo, solo mi ser; tuyo soy, tuyo soy corazón de una fuerza divina.

presencia sin sentir que se interrumpe el Santo

Cordero
Y ahora canten con toda su voz y con todo su corazón: ¡bendigan el nombre del Señor! (Eclesiástico 34,35) Lleva este esquema a tu hogar y has oración cantando
Domingo de cuaresma-Capilla Santa Cecilia-Coro Ángeles de Dios

En esos valles, en ese hogar, en ese pozo,

en casa de Simón. En ese monte, al Salida

atardecer, el mundo vio nacer las María, mírame, María, mírame, si Tú me

bienaventuranzas. Y su paciencia al miras, Él también me mirará. Madre mía,

perdonar del pueblo el corazón llenaba de mírame, de la mano llévame muy cerca de

esperanza. Él, que ahí me quiero quedar.

Un cierto día al tribunal alguien llevó al Madre, protégeme con Tu manto que tengo

joven Galileo; nadie sabía cuál era el mal, miedo, no sé rezar, que por tus ojos

qué crimen cometió, cuál era su pecado. Su misericordiosos tendré la fuerza, tendré la

claridad al denunciar minó la posición de paz.

los privilegiados.

Madre, consuélame de mis penas, que ya

Y mataron a Jesús de Nazaret, y en medio no quiero ofenderle más, que por tus ojos

de ladrones, se murió en la cruz. Pero el misericordiosos quiero ir al cielo y veros ya.

mundo aún no conoce a ese Jesús, que

amaba al pecador.
Y ahora canten con toda su voz y con todo su corazón: ¡bendigan el nombre del Señor! (Eclesiástico 34,35) Lleva este esquema a tu hogar y has oración cantando

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