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(1875-1939)
VIDA DE ANTONIO MACHADO
Antonio Machado nació en Sevilla en 1875. Vivió con sus padres en el
Palacio de las Dueñas, una de las casas que los duques de Alba solían
alquilar a familias modestas. Siempre recordó con cariño Antonio
Machado aquella amplia casa con su huerto y su patio donde había una
fuente y un limonero.
Al cabo de un largo rato de contemplación, me dijo, señalando a una de las modestas casas
deHacía mucho
pescadores: viento.
“Quién Antonio,
pudiera mitras
vivir ahí, hermano se quitó
una de esas el sombrero.
ventanas. Libre ya de Lo
toda
sujetaba con una mano mientras la otra reposaba sobre su bastón, como
preocupación…”. Después se levantó con gran esfuerzo, y andando trabajosamente sobre la
él acostumbraba
arena a hacer.casi por completo los pies, volvimos en el más profundo
en la que se hundían
silencio”.
1907
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!…
En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logre arrancármela un día;
ya no siento el corazón.”
El poema que nos ocupa fue escrito por Antonio Machado, uno de los poetas más
importantes de la Generación del 98.
Este poema pertenece a la obra “Soledades. Galerías. Otros poemas” que se publicó en
1907. Este libro de poemas pertenece a la primera etapa del autor, una época en la
que se aprecia en su obra una gran influencia del Modernismo.
El tema del poema que nos ocupa es el deseo de amor. El poeta va paseando por el
campo y recuerda un amor que tuvo en el pasado y que perdió. Durante un tiempo
sufrió por no ser correspondido pero ahora sufre más porque no siente el dolor que
entonces sentía y se siente vacío.
Estructura externa
El poema se compone de cuatro cuartetas y dos redondillas, los versos son octosílabos
y la rima es consonante. Se observa una clara predilección por la rima consonante en
esta primera etapa del poeta.
Estructura interna
En la primera parte, que estaría formada por las tres primeras estrofas, el poeta
aparece caminando por el campo, está contento y admira el paisaje que tiene en
frente de él. En un momento dado le viene a la cabeza una cancioncilla popular y se
pone a cantarla despreocupadamente. La letra de la canción le hace recordar el dolor
que sintió en el pasado por no ser correspondido por la persona a la que amaba y se
da cuenta de que ahora ya no siente ese dolor y nota una gran soledad en su interior
(“ya no siento el corazón”).
En la segunda parte, que estaría compuesta por las tres últimas estrofas, el poeta nos
dice que de repente el campo se queda en silencio y sombrío y la tarde se oscurece.
Pero en realidad no es el campo el que se queda así sino él. Era muy habitual en
Antonio Machado identificar su estado de ánimo con el paisaje. En la última estrofa del
poema, el poeta vuelve a cantar la cancioncilla popular y muestra su deseo de sentir
aquel dolor que un día sintió, porque al menos ese dolor le hacía sentir algo. Ahora no
siente nada. (“quién te pudiera sentir en el corazón clavada”).
Estilo
Finalmente, hay que señalar que encontramos en el poema muchos símbolos típicos
de Antonio Machado como son el sueño (que representa el sentimiento del poeta), el
camino o el sendero (que simbolizan la vida) o la tarde (que representa el estado de
ánimo melancólico del poeta).
1912
Entre los temas más importantes que el poeta aborda en este libro podemos destacar
los siguientes: el paisaje castellano y los sentimientos que éste provoca en el poeta,
visión crítica del pasado, presente y futuro de España, amor y dolor por la muerte de
Leonor, recuerdo, reflexión y melancolía.
El tema de este poema es la soledad amorosa del poeta. Este poema recuerda
claramente a otros del mismo tema que aparecían en “Soledades. Galerías. Otros
poemas”, solo que en este poema el paisaje sevillano es sustituido por el paisaje
soriano, en este caso, un paisaje urbano ya que el poeta nos describe la Plaza Mayor
de Soria. Antonio Machado escribió “Noche de verano” en el verano de 1908 poco
antes de comenzar su relación amorosa con Leonor.
Estructura externa
Estructura interna
Podemos dividir el poema en dos partes bien diferenciadas. La primera parte iría desde
el primer verso hasta el décimo y la segunda parte estaría formada por los dos últimos
versos momento en el que aparece el “yo” lírico. En la primera parte el poeta describe
una hermosa noche de verano en Soria. Los balcones están abiertos. No hay nadie en
la plaza del pueblo, solamente hay unos bancos y unos árboles que dibujan sombras en
la noche, sombras que contrastan con la arena blanca del suelo. Todo está oscuro pero
esa oscuridad es rota por la luz de la luna y la esfera del reloj de la torre. En la segunda
parte el poeta expresa su estado de ánimo: está triste y melancólico porque se siente
solo. Le gustaría encontrar un amor.
Estilo
El poeta utiliza en el poema recursos estilísticos como el hipérbaton (“Tienen las altas
casas / abiertos los balcones”), la antítesis (“sus negras sombras en la arena blanca”) y
el símil o comparación (“solo, como un fantasma”). Asimismo, encontramos en los dos
último versos un encabalgamiento abrupto (“Yo en este viejo pueblo paseando/
solo…”). Al romper esos dos versos de forma tan brusca el poeta quiere llamar nuestra
atención sobre la palabra que ha quedado separada: “solo”. Machado quiere insistir en
su sentimiento de soledad. Finalmente, encontramos en el poema abundantes
epítetos que realzan una cualidad de la palabra a la que acompañan (“hermosa
noche”, “altas casas”, “viejo pueblo”, “anchurosa plaza”, “negras sombras”).
Poema nº2: “El mañana efímero”
La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de alma quieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.
El poema que nos ocupa fue escrito por Antonio Machado, uno de los poetas más
importantes de la Generación del 98.
Este poema se titula “El mañana efímero” y pertenece al libro de poemas “Campos de
Castilla” que se publicó en 1912, pocos meses después de la muerte de Leonor. Con
este libro se inicia la segunda etapa de Machado, una época en la que el poeta se aleja
del Modernismo y se acerca a un “realismo” muy del gusto de la Generación del 98.
Entre los temas más importantes que el poeta aborda en este libro podemos destacar
los siguientes: el paisaje castellano y los sentimientos que éste provoca en el poeta,
visión crítica del pasado, presente y futuro de España, amor y dolor por la muerte de
Leonor, recuerdo, reflexión y melancolía.
El tema concreto de este poema es la CONTRAPOSICIÓN entre las dos Españas: una España
anticuada, religiosa e inculta y la España que el poeta desea, una España progresista, moderna
y culta, que esté a la altura del resto de países de Europa.
Estructura externa
El tipo de estrofa utilizado por el poeta en este poema es la silva, una combinación de versos
endecasílabos y heptasílabos. La rima es consonante no quedando suelto ningún verso.
Estructura interna
Podemos distinguir claramente dos partes en este poema. La primera parte estaría formada
por los 34 primeros versos y la segunda por los ocho versos finales.
A lo largo de la primera parte el poeta critica la España de su época, una España que solo se
preocupa por divertirse, pasárselo bien /”La España de charanga y pandereta”), ir a los toros
(“devota de Frascuelo”), una España ociosa y falsamente religiosa, (“Esa España inferior que
ora y bosteza), una España atrasada e inculta, que no piensa (“Esa España inferior que ora y
embiste”). Como resultado de esto a España le espera un futuro malo pero afortunadamente
será un futuro efímero (“El vano ayer engendrará un mañana / vacío y ¡por ventura!
pasajero”).
En la segunda parte el poeta cambia totalmente el tono y, esperanzado, nos habla de una
España joven que viene a reemplazar a esa España vieja. Nos habla de una “España del cincel y
de la maza”. El cincel y la maza son las herramientas del cantero pero también lo son del
escultor; con estos instrumentos los jóvenes podrán dar a España una nueva forma, crearán un
nuevo mundo. También nos habla de una “España que alborea” una España que amanece, es
decir, nace un nuevo día para España. Machado acaba el poema diciendo “España de la rabia y
de la idea”, es decir, una España con fuerza (rabia) pero también con cultura (idea).
Estilo
Este poema se titula “A orillas del Duero” y pertenece al libro de poemas “Campos de
Castilla” que se publicó en 1912, pocos meses después de la muerte de Leonor. Con
este libro se inicia la segunda etapa de Machado, una época en la que el poeta se aleja
del Modernismo y se acerca a un “realismo” muy del gusto de la Generación del 98.
Entre los temas más importantes que el poeta aborda en este libro podemos destacar
los siguientes: el paisaje castellano y los sentimientos que éste provoca en el poeta,
visión crítica del pasado, presente y futuro de España, amor y dolor por la muerte de
Leonor, recuerdo, reflexión y melancolía.
Estructura externa
El poema está formado por 78 versos de los que 74 son pareados alejandrinos con
rima consonante.
Hacia la mitad del poema nos encontramos con un verso de 3 sílabas que queda suelto
(“del Duero”) al que le sigue un verso endecasílabo y dos heptasílabos. El verso
trisílabo cierra de forma brusca la primera parte del poema.
La segunda parte del poema comienza con un verso endecasílabo que rima con el
segundo heptasílabo. La rima es consonante al igual que en el resto del poema. El
primer heptasílabo queda suelto.
Estructura interna
La primera parte iría desde el principio hasta el verso 33. En esta primera parte
podemos distinguir dos subpartes:
Versos 1-11: el poeta se presenta a sí mismo. Nos dice que un caluroso día de
julio está ascendiendo una colina de los alrededores de Soria. El poeta se
adentra en el paisaje y el paisaje se adentra en él.
Versos 12-33: el poeta ha llegado a la cima de la colina y observa el paisaje que
está frente a él. Comienza la descripción de ese paisaje.
La segunda parte iría desde el verso 34 hasta el verso 70. Aquí el poeta critica la
decadencia de Castilla (España), la ignorancia y la incultura de sus gentes y su
inmovilismo. Recuerda los tiempos gloriosos de Castilla, unos tiempos que ya han
acabado (“Castilla miserable, ayer dominadora”). Se nota que al poeta le da mucha
pena esa situación de decadencia.
La tercera parte está formada por los 8 versos finales: empieza a oscurecer y el poeta
inicia su regreso a casa (“El sol va declinando..”).
Estilo
Finalmente, hay que señalar que “A orillas del Duero” es uno de los poemas donde
mejor queda reflejado el espíritu de los noventaiochistas: su gran preocupación por la
situación decadente de España y su deseo de regeneración, de cambio.
Poema nº4: “A un olmo seco”
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
Entre los temas más importantes que el poeta aborda en este libro podemos destacar
los siguientes: el paisaje castellano y los sentimientos que éste provoca en el poeta,
visión crítica del pasado, presente y futuro de España, amor y dolor por la muerte de
Leonor, recuerdo, reflexión y melancolía.
Estructura externa
El tipo de estrofa utilizado por el poeta en este poema es la silva, una combinación de versos
endecasílabos y heptasílabos. La rima es consonante quedando únicamente suelto un verso
(“antes que el río hasta la mar te empuje”).
Estructura interna
Podemos dividir el poema en tres partes. La primera parte estaría formada por las
cuatro primeras estrofas, la segunda por los siguientes doce versos y la tercera por los
tres últimos versos.
Hay dos interpretaciones muy distintas para este poema. Algunos defienden que está
dedicado a Leonor que por aquel entonces estaba muy enferma. Otros defienden que
se trata de un poema típicamente noventaiochista y que, al igual que lo hace en otras
ocasiones, Antonio Machado se vale del paisaje para mostrar su preocupación por
España.
Estilo
y la puerta de mi casa—
La muerte no respondió.
dolido mi corazón,
El poema que nos ocupa fue escrito por Antonio Machado, uno de los poetas más
importantes de la Generación del 98.
Entre los temas más importantes que el poeta aborda en este libro podemos destacar
los siguientes: el paisaje castellano y los sentimientos que éste provoca en el poeta,
visión crítica del pasado, presente y futuro de España, amor y dolor por la muerte de
Leonor, recuerdo, reflexión y melancolía.
El tema de este poema es el sufrimiento del poeta al darse cuenta de que la muerte
se ha llevado a su esposa para siempre.
Estructura externa
Este poema está formado por 16 versos octosílabos con rima es asonante en los pares.
Nos encontramos por lo tanto ante un romance.
Estructura interna
En la segunda parte (segunda estrofa), Machado nos dice qué hace la muerte una vez
que se encuentra dentro de la casa: se acerca a la cama de Leonor y rompe el hilo que
unía a la muchacha con la vida.
En la tercera parte, que estaría formada por la tercera estrofa y los dos primeros de la
cuarta, el poeta nos cuenta cómo la muerte vuelve a pasar delante de él. La muerte ni
le mira, ni le responde cuando éste le pregunta a ver qué ha hecho. Una vez que la
muerte ha salido de la casa se da cuenta de que Leonor ha muerto y que se ha
quedado tranquila. Él, en cambio, está destrozado.
En los dos últimos versos el poeta hace una reflexión sobre lo que ha hecho la muerte
cuando ha entrado en su casa: ha roto el hilo que unía al matrimonio.
Estilo
Entre los temas más importantes que el poeta aborda en este libro podemos destacar
los siguientes: el paisaje castellano y los sentimientos que éste provoca en el poeta,
visión crítica del pasado, presente y futuro de España, amor y dolor por la muerte de
Leonor, recuerdo, reflexión y melancolía.
Estructura externa
Este poema está formado por 16 versos octosílabos con rima es asonante en los pares.
Nos encontramos por lo tanto ante un romance.
Estructura interna
En la primera parte (primera estrofa) el poeta nos dice que soñó, imaginó un mundo
ideal (locus amoenus) en el que su esposa le llevaba agarrado de la mano. Era una
mañana serena, los campos estaban verdes, el cielo azul…
Los versos de esta primera parte nos recuerdan claramente a los versos que escribió
Garcilaso de la Vega a su amada cuando esta murió. Este poeta también se imaginaba
a él paseando por el cielo junto con su amada agarrados de la mano.
En la tercera parte (formada por los dos versos siguientes), el poeta se emociona al
recordar lo reales que le parecieron el tacto de su mano y su voz en su sueño.
La cuarta parte estaría formada por los dos últimos versos en los que el poema
muestra su esperanza en que haya vida tras la muerte y poder así reunirse con su
amada algún día.
Estilo
-Se podría decir que con este poema Antonio Machado vuelve a su etapa
modernista. El poeta reflexiona acerca de la muerte, el tema más importante de su
primera etapa y además utiliza un vocabulario muy sensorial, algo muy característico
del Modernismo. El poeta nos transmite:
*Los modernistas buscaban sugerir por medio de las palabras las mismas sensaciones
que transmitían otras artes como la pintura, la música… Por lo tanto, recurrÍan a
menudo a los colores, a los sonidos, a los aromas…Los poemas se cargan de azules,
plateados, liras, flautas etc.
Poema nº7: “Retrato”
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Entre los temas más importantes que el poeta aborda en este libro podemos destacar
los siguientes: el paisaje castellano y los sentimientos que éste provoca en el poeta,
visión crítica del pasado, presente y futuro de España, amor y dolor por la muerte de
Leonor, recuerdo, reflexión y melancolía.
Estructura externa
El poema está formado por 36 versos alejandrinos (14 sílabas) agrupados en nueve
serventesios. La rima es consonante, tal y como es lo habitual en este tipo d estrofa.
Estructura interna
Podemos dividir el poema en tres partes. La primera parte estaría formada por las tres
primeras estrofas, la segunda por las tres siguientes y la tercera por los tres
serventesios finales.
En la primera parte el poeta se presenta a sí mismo. Primero nos habla de su infancia
en el Palacio de las Dueñas, una de las casas que los duques de Alba solían alquilar a
familias modestas. Siempre recordó con cariño Antonio Machado aquella amplia casa
con su huerto y su patio donde había una fuente y un limonero (este limonero también
aparece en otros poemas del autor). Luego nos habla de su juventud en Madrid y de
“algunos casos que recordar no quiero”. Puede con esas cosas que no quería recordar
tal vez se refiriera a la muerte de su padre y de su abuelo y de los problemas
económicos que pasó la familia a partir de ese momento. En la segunda estrofa
Machado nos dice que no se considera ni un seductor ni un gran conquistador pero
que ya ha estado enamorado en alguna ocasión. En la tercera estrofa el poeta afirma
que tiene algo de revolucionario (“Hay en mis venas gotas de sangre jacobina”) pero
que él es un hombre pacífico y bueno (“Pero mi verso brota de manantial sereno”).
En la segunda parte Machado nos habla de cómo es su poesía. Confiesa que en una
primera etapa se dejó influenciar por el Modernismo para a continuación atacar esa
forma de hacer poesía “mas no amo los afeites de la actual cosmética”. No debemos
olvidar que los afeites y la estética sirven para ocultar la falta de frescura natural. El
poeta quiere que se le recuerde por haber “luchado” con su poesía como lo hace un
capitán con su espada, no por la estética de sus versos.
En la tercera parte Machado explica sus relaciones consigo mismo (“Converso con el
hombre que siempre va conmigo”) y con los demás. Se muestra seguro e
independiente, no le debe nada a nadie “A mi trabajo acudo, con mi dinero pago”. El
poeta finaliza el poema hablando del día de su muerte. Está seguro de que la muerte lo
encontrará “ligero de equipaje”. Siempre se han considerado estos versos como
premonitorios ya que Machado murió en un pequeño hotel de Collioure (Francia) a
donde había llegado en 1939 junto con su anciana madre escapando de la Guerra civil.
Seguramente no tendría allí más que una pequeña maleta ya que en su huida no
habrían podido llevar grandes equipajes.
Estilo
Encontramos en el poema recursos estilísticos como la anáfora (“Mi infancia…”, “mi
juventud…”, “mi historia…”), hipérbaton (“algunos casos que recordar no quiero”, “A
distinguir me paro las voces de los ecos”, “¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar
quisiera”), encabalgamiento abrupto (“¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar
quisiera/ mi verso,…”), antítesis (“Hay en mis venas gotas de sangre jacobina / pero mi
verso brota de manantial sereno”), metáfora (“corté las viejas rosas del huerto de
Ronsard”), símil o comparación (“como deja el capitán su espada”, “como los hijos de
la mar”).
Finalmente, hay que señalar que en la última estrofa encontramos uno de los símbolos
más importantes de la poesía de Machado, que es el “viaje” (“Y cuando llegue el día
del último viaje”). A lo largo de toda su obra el poeta identifica la vida con un gran
viaje que acaba con la muerte.
1924
I
El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.
Este poema pertenece al libro “Nuevas canciones” de Antonio Machado, uno de los
poetas más importantes de la Generación del 98. Este libro fue publicado en 1924 y en
él podemos encontrar temas que ya aparecían en libros anteriores: paisajes andaluces
y castellanos, retratos, poemillas de carácter filosófico etc.
Este es uno de los poemillas de tipo filosófico. Machado se sintió atraído desde niño
por los proverbios y cantares populares. Su propio padre fue un ilustre folklorista y
recopilador de cantares. Podríamos decir que el gusto por este tipo de poesía, es algo
que le vino de familia.
Según Machado,
2.-Si nosotros nos vamos a otro sitio y el ojo no nos puede ver, no importa, el ojo
seguirá siendo ojo porque aunque no nos pueda mirar a nosotros, podrá mirar otras
cosas.
3.-En conclusión: el autor defiende que las cosas SON lo que SON independientemente
de nosotros.
Métrica
En lo que a la métrica se refiere, nos encontramos ante una soleá, un tipo de estrofa
por la que Machado sentía especial predilección. La soleá es una estrofa típica de la
lírica popular andaluza que suele estar formada por tres versos octosílabos o
hexasílabos que riman el primero con el tercero, quedando el segundo suelto. En este
caso los versos son hexasílabos y la rima es asonante (6a, 6-, 6a). Machado a lo largo
de toda su obra utilizó mucho más a menudo la rima asonante que la consonante. En
ningún caso se dejó atraer por la nueva corriente del verso libre, sin medida, ni rima, ni
estrofa.
Estilo
Este poema pertenece al libro “Nuevas canciones” de Antonio Machado, uno de los
poetas más importantes de la Generación del 98. Este libro fue publicado en 1924 y en
él podemos encontrar temas que ya aparecían en libros anteriores: paisajes andaluces
y castellanos, retratos, poemillas de carácter filosófico etc.
Este es uno de los poemillas de tipo filosófico. Machado se sintió atraído desde niño
por los proverbios y cantares populares. Su propio padre fue un ilustre folklorista y
recopilador de cantares. Podríamos decir que el gusto por este tipo de poesía, es algo
que le vino de familia.
En este poema Antonio Machado trata un tema que es un muy importante en su obra:
la otredad. Machado nos dice que para alcanzar la plenitud, para sentirnos completos,
debemos realizarnos en “otro”.
-Nos complementa
-Nos contradice
Métrica
En lo que a la métrica se refiere, nos encontramos ante una soleá, un tipo de estrofa
por la que Machado sentía especial predilección. La soleá es una estrofa típica de la
lírica popular andaluza que suele estar formada por tres versos octosílabos o
hexasílabos que riman el primero con el tercero, quedando el segundo suelto. En este
caso los versos son hexasílabos y la rima es asonante (6a, 6-, 6a). Machado a lo largo
de toda su obra utilizó mucho más a menudo la rima asonante que la consonante. En
ningún caso se dejó atraer por la nueva corriente del verso libre, sin medida, ni rima, ni
estrofa.
Estilo
Asimismo, el autor utiliza recursos estilísticos como la paradoja (tu complementario /tu
contrario), un recurso que Machado emplea a menudo en sus proverbios y cantares. El
poeta realiza afirmaciones que envuelven contradicción y que dejan al lector
reflexionando.
Este poema pertenece al libro “Nuevas canciones” de Antonio Machado, uno de los
poetas más importantes de la Generación del 98. Este libro fue publicado en 1924 y en
él podemos encontrar temas que ya aparecían en libros anteriores: paisajes andaluces
y castellanos, retratos, poemillas de carácter filosófico etc.
Este es uno de los poemillas de tipo filosófico. Machado se sintió atraído desde niño
por los proverbios y cantares populares. Su propio padre fue un ilustre folklorista y
recopilador de cantares. Podríamos decir que el gusto por este tipo de poesía, es algo
que le vino de familia.
Métrica
En lo que a la métrica se refiere, nos encontramos ante una soleá, un tipo de estrofa
por la que Machado sentía especial predilección. La soleá es una estrofa típica de la
lírica popular andaluza que suele estar formada por tres versos octosílabos o
hexasílabos que riman el primero con el tercero, quedando el segundo suelto. En este
caso los versos son hexasílabos y la rima es asonante (6a, 6-, 6a). Machado a lo largo
de toda su obra utilizó mucho más a menudo la rima asonante que la consonante. En
ningún caso se dejó atraer por la nueva corriente del verso libre, sin medida, ni rima, ni
estrofa.
Estilo
Este poema pertenece al libro “Nuevas canciones” de Antonio Machado, uno de los
poetas más importantes de la Generación del 98. Este libro fue publicado en 1924 y en
él podemos encontrar temas que ya aparecían en libros anteriores: paisajes andaluces
y castellanos, retratos, poemillas de carácter filosófico etc.
Este es uno de los poemillas de tipo filosófico. Machado se sintió atraído desde niño
por los proverbios y cantares populares. Su propio padre fue un ilustre folklorista y
recopilador de cantares. Podríamos decir que el gusto por este tipo de poesía, es algo
que le vino de familia.
El tema de este poema es la necesidad de amor que tenemos los seres humanos para
sentirnos completos. A lo largo de su vida, Antonio Machado se sintió a menudo solo y
este sentimiento aumentó más a partir del día en que murió su esposa, su amada
Leonor.
Métrica
En lo que a la métrica se refiere, nos encontramos ante una soleá, un tipo de estrofa
por la que Machado sentía especial predilección. La soleá es una estrofa típica de la
lírica popular andaluza que suele estar formada por tres versos octosílabos o
hexasílabos que riman el primero con el tercero, quedando el segundo suelto. En este
caso los versos son hexasílabos y la rima es asonante (6a, 6-, 6a). Machado a lo largo
de toda su obra utilizó mucho más a menudo la rima asonante que la consonante. En
ningún caso se dejó atraer por la nueva corriente del verso libre, sin medida, ni rima, ni
estrofa.
Estilo
Asimismo, el autor utiliza recursos estilísticos como, la metonimia (un corazón solitario
= una persona solitaria)) y la paradoja (un corazón no es un corazón), un recurso que
Machado emplea a menudo en sus proverbios y cantares. El poeta realiza afirmaciones
que envuelven contradicción y que dejan al lector reflexionando.
Este poema pertenece al libro “Nuevas canciones” de Antonio Machado, uno de los
poetas más importantes de la Generación del 98. Este libro fue publicado en 1924 y en
él podemos encontrar temas que ya aparecían en libros anteriores: paisajes andaluces
y castellanos, retratos, poemillas de carácter filosófico etc.
Este es uno de los poemillas de tipo filosófico. Machado se sintió atraído desde niño
por los proverbios y cantares populares. Su propio padre fue un ilustre folklorista y
recopilador de cantares. Podríamos decir que el gusto por este tipo de poesía, es algo
que le vino de familia.
El tema de este poema es que el hombre debe ser el que es, SIEMPRE. Si es fuerte,
siempre debe comportarse así, si es sencillo, siempre debe comportarse así.
Antonio Machado no está conforme con este consejo. Él piensa que siempre hay que
comportarse como uno es. No es bueno comportarse de forma distinta a la que uno es
de verdad.
El poeta es consciente de que no se porta igual en todas las situaciones:
-“Entre las brevas soy blando”: cuando las cosas van bien, me comporto de forma
blanda.
Métrica
En lo que a la métrica se refiere, nos encontramos ante una soleariya, una variante de
la soleá que inventó el poeta Manuel Machado, hermano de Antonio Machado. Los
dos primeros versos del poema son octosílabos, siendo el último bisílabo. Al igual que
en la soleá, riman el primer verso y el tercero, quedando suelto el segundo (8a, 8-, 2a).
La rima es asonante. Machado a lo largo de toda su obra utilizó mucho más a menudo
la rima asonante que la consonante. En ningún caso se dejó atraer por la nueva
corriente del verso libre, sin medida, ni rima, ni estrofa.
Estilo
Este poema pertenece al libro “Nuevas canciones” de Antonio Machado, uno de los
poetas más importantes de la Generación del 98. Este libro fue publicado en 1924 y en
él podemos encontrar temas que ya aparecían en libros anteriores: paisajes andaluces
y castellanos, retratos, poemillas de carácter filosófico etc.
Este es uno de los poemillas de tipo filosófico. Machado se sintió atraído desde niño
por los proverbios y cantares populares. Su propio padre fue un ilustre folklorista y
recopilador de cantares. Podríamos decir que el gusto por este tipo de poesía, es algo
que le vino de familia.
-Machado era partidario de decir siempre la verdad. Decía que una media verdad es
una media mentira. Creía que decir la verdad es una de las mejores cualidades que
pueden tener los seres humanos. Si decimos la verdad todo irá mejor, si dudamos
constantemente los unos de los otros es imposible una buena convivencia.
-Machado distinguía entre la verdad absoluta y la verdad particular (la verdad de cada
uno). Él, conforme a la teoría de Platón, despreciaba las verdades particulares y
defendía la verdad absoluta, una verdad que él escribirá con la inicial mayúscula de los
nombres propios en castellano (¿Tu verdad? No, la Verdad).
Métrica
En lo que a la métrica se refiere, nos encontramos ante una soleariya, una variante de
la soleá que inventó el poeta Manuel Machado, hermano de Antonio Machado. Los
dos primeros versos del poema son octosílabos, siendo el último hexasílabo. Al igual
que en la soleá, riman el primer verso y el tercero, quedando suelto el segundo (8a, 8-,
6a). La rima es asonante. Machado a lo largo de toda su obra utilizó mucho más a
menudo la rima asonante que la consonante. En ningún caso se dejó atraer por la
nueva corriente del verso libre, sin medida, ni rima, ni estrofa.
1. El crimen
Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
… Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
2. El poeta y la muerte
Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban…
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»
3.
Se le vio caminar…
Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!
El poema que nos ocupa se titula “El crimen fue en Granada” y pertenece a la obra “La
guerra” (1937) último libro que publicó Machado. Se trata de una obra en la que están
incluidos tanto trabajos en prosa como en verso del autor.
Estructura externa
Este poema está formado por versos heptasílabos y endecasílabos siendo la rima
asonante en los pares. Nos encontramos, por lo tanto ante una silva arromanzada.
Estructura interna
Podemos distinguir claramente tres partes en este poema. La primera parte se titula
“El crimen”, la segunda “El poeta y la muerte”, la tercera parte no lleva título.
En la primera parte (El crimen) Machado narra el “paseíllo” de Lorca. Durante la
Guerra Civil se conoció como paseíllo el camino que recorrían las víctimas hasta el sitio
donde iban a ser ejecutados. Machado sitúa la acción en el lugar (Granada) y en el
tiempo (de madrugada). Nos describe a los verdugos que mataron a Lorca como unos
cobardes (“no osó mirarle la cara”). Machado acaba esta primera parte, repitiendo una
y otra vez que el crimen fue en Granada, la ciudad natal de Lorca.
En la segunda parte (“El poeta y la muerte”) se nos habla de la valentía con la que
Lorca se enfrenta a la muerte. Afronta su muerte sin miedo y con la única arma que
siempre utilizó: su poesía.
En la tercera parte (que no lleva título) Machado empieza a hablar pero se interrumpe
de golpe (“Se le vio caminar…”). Parece que el dolor que siente al recordar la muerte
de Lorca no le deja seguir con su narración y cambia de tema pidiendo a los granadinos
que levanten una tumba o un monumento de piedra al poeta, pero no en cualquier
lugar sino en el lugar más bello de Granada, en la Alhambra.
Estilo
Encontramos en el poema recursos estilísticos como el hipérbaton (“Muerto cayó
Federico”, “Que fue en Granada el crimen/ sabed…”), la apóstrofe (“Hoy como ayer,
gitana, muerte mía”, “Labrad, amigos”), bimembración (-sangre en la frente y polvo en
las entrañas-), exclamación (¡pobre Granada!, ¡en su Granada!), personificación (“Ella
escuchaba”, “sonaba el golpe de tus secas palmas”, “sobre una fuente donde llore el
agua” y repetición (“Que fue en Granada el crimen / sabed -¡pobre Granada!-, en su
Granada.”, “por estos aires de Granada, mi Granada”, “el crimen fue en Granada ¡en su
Granada!). Cuando estalló la Guerra Civil Federico García Lorca se encontraba en
Madrid y decidió ir a Granada para estar con los suyos, pensaba que allí estaría más
seguro y ocurrió todo lo contrario: sus propios paisanos lo mataron y esto indigna a
Machado. Por eso repite una y otra vez que el crimen fue en Granada.
Finalmente, encontramos en la tercera parte del poema uno de los símbolos más
importantes de Machado, el agua (“sobre una fuente donde llore el agua”). En la obra
machadiana el agua, cuando está estanca, simboliza la muerte y cuando corre,
simboliza la vida. El agua de las fuentes brota y brota, no está estanca, por lo tanto
simboliza la vida. Machado pide a los granadinos que levanten un monumento en
honor a Lorca sobre una fuente para que de alguna forma Lorca siga vivo y nunca se
olviden las circunstancias en que murió.