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Malón de la Paz

El Malón de la Paz ingresando a Buenos Aires en agosto de 1946. (Foto: AGN)

El Malón de la Paz fue una marcha de los originarios del noroeste argentino a la ciudad capital
Buenos Aires, en demanda de la restitución de sus territorios, en 1946. Los marchantes hicieron
cerca de 2.000 km para presentar sus reclamos al Presidente Juan Domingo Perón.1 Este malón
estuvo integrado por mujeres y hombres indígenas de la puna jujeña y de los valles de San Andrés
(Orán, provincia de Salta), oriundos de distintas comunidades como Queta, Tinates, Casabindo,
Casa Colorada, Guadalupe, Agua Chica, Miraflores de la Candelaria, Quichagua, Abra Pampa y
Rinconada, entre otras.2

Origen del nombre

Malón es una palabra castellana rioplatense derivada del Mapudungun malok, "invasión". Se
refiere a una incursión sorpresiva, conducida por originarios atacando los asentamientos huincas.
La expresión Malón de la Paz es un oxímoron. Fue acuñado por uno de los organizadores iniciales
de la marcha, el ingeniero militar retirado Mario Augusto Bertonasco.

Historia

Trasfondo

Las tierras originalmente habitadas por los pueblos indígenas en Argentina fueron totalmente
ocupadas por los europeos y sus descendientes criollos. En algunas regiones los originarios fueron
asimilados como "siervos" por los dueños criollos de las tierras; en otras fueron desplazado y
exterminados.

El 31 de agosto de 1945, las comunidades Kollas en el noroeste argentino de las provincias de


Jujuy y Salta, a través de un grupo de representativos, envió una nota al Consejo Agrario Nacional
demandando la restitución de sus tierras, de acuerdo a leyes previas. El 17 de enero de 1946 el
Pte. Edelmiro Julián Farrell firma el decreto de expropiación. Pero los fondos necesarios para
expropiar y la documentación seguían retrasados.

Comienzo de la marcha

Como se dijo antes, el teniente Ing. (R.E.) Mario Augusto Bertonasco, que había trabajado con los
mapuches en su reclamo territorial, se mueve de Jujuy a Orán, Salta. Y acuña la expresión Malón
de la Paz.

La marcha arrancó el 15 de mayo de 1946 en Abra Pampa, Jujuy, arribó a la capital provincial San
Salvador de Jujuy el 24 de mayo, donde los puneños (a pie) se juntan en otra columna viniendo de
Orán y de Iruya, Salta (en mulas). Eran 174 en total. Dos días más tarde los marchantes están en
Salta, luego a Tucumán el 9 de junio. En Córdoba el 22 de junio, y siguen a Rosario. Esta caravana
iba a reclamar al General Perón la devolución de las tierras que habían pertenecido
ancestralmente a los pueblos indígenas, que eran denominados kollas. Los participantes salteños
se unieron a los jujeños, ya que se conocían de muchos años de cruzar por el Abra de Zenta; allí
iban a intercambiar productos de una y otra zona.

El 10 de julio los líderes originarios Valentín Zárate y José Nievas, se adelantan al resto de la
marcha, siendo recibidos en Buenos Aires por el presidente de la Cámara de Diputados en el
Congreso. La marcha seguía, pasando por San Nicolás de los Arroyos el 18 de julio, por Pergamino
el 21 de julio, donde una Comisión de Vecinos les dona comida y ropas. Fueron recibidos por una
inmensa multitud, incluyendo autoridades municipales y agricultores (que venían reclamando por
una reforma agraria).

El Malón llegó a Luján el 30 de julio, y a Merlo el 1 de agosto,donde son bienvenidos y reciben


aportes de cientos de vecinos.

Entrada a Buenos Aires

La marcha ingresa a Buenos Aires a través de Liniers (Buenos Aires) el 3 de agosto de 1946. Son
recibidos por los directores del Departamento de Protección Aborigen, y se los acomoda en el
estatal Hotel de Inmigrantes, en Puerto Madero.3

Los marchantes, unidos a grupos locales, van al Congreso, donde son recibidos y homenajeados, y
luego a Plaza de Mayo. El ex Pte. Edelmiro Farrell, el Pte. Juan Domingo Perón y otras autoridades
los saludan desde el balcón de la Casa Rosada. Grupos nacionalistas opuestos a los indígenas
causan disturbios menores, pero son repelidos por los manifestantes.[cita requerida] Perón luego
visita a los reclamantes.

Este evento fue bautizado por los medios de comunicación de la época como El Malón de la Paz , y
ese nombre quedó registrado en la historia

En su edición del 22 de julio de 1946, el diario "El Laborista" decía: "Estos indios trabajadores,
mansos y sufridos, vienen a protestar contra su patrón, contra el señor feudal dueño de vidas y
haciendas de su provincia. Este señor feudal se llama Robustiano Patrón Costas y estuvo a punto
de ser presidente de la República.... ocupa la tierra de los coyas y desaloja a los pobres indios de
donde han vivido desde siglos, y nadie le puede decir nada. Los toma a trabajar en su ingenio y les
paga lo que quiere. Si encuentran que las condiciones del ingenio son demasiado duras se escapan
antes de cumplir con su contrato, la policía particular de Patrón Costa los persigue como si fuera
caza mayor y los balea y mata si es necesario".

Entraron a la Capital Federal por Liniers el 3 de agosto de 1946, con rumbo a la Plaza de Mayo.
Fueron recibidos por el Director de "Protección al Aborigen" y alojados en el Hotel de
Inmigrantes.4

Retorno Forzoso

Después de esta recepción, el 27 de agosto, fuerzas de la Prefectura Naval Argentina forzaron a los
marchantes a tomar un tren.5 Al encontrar resistencia, la Policía Federal Argentina fue llamada, y
hacia la medianoche, el Hotel de Inmigrantes fue atacado con gas lacrimógeno siendo desalojados
a la fuerza.6

Según los diarios de la época, Perón daba por hecho lo pedido. Él tomó el reclamo, inclusive fue a
visitarlos al Hotel de los Inmigrantes con el Ministro de Relaciones Exteriores. Finalmente, fueron
invitados a recorrer Buenos Aires siendo llevados a viajar en subte o jugar un partido de fútbol.7

El tte. (R.E.) Bertonasco trató de no acatar la orden de abandonar el hotel, pero no lo logró. Una
vez en el tren, los marchantes rompieron vidrios y algunos de sus líderes pudieron bajarse. El
diputado kolla por Jujuy, Dionisio Viviano, fue con ellos y con Bertonasco para interceder por los
marchantes, pero no fueron escuchados.[cita requerida]
El tren pasó por Rosario y por Córdoba en ruta al NOA, finalmente el día 3 de septiembre el tren
llegó a San Salvador de Jujuy. Cuando llegaron, los esperaban los capataces, los capangas,
chasqueando sus látigos y les dicen: "Indios de mierda ahora van a ver los que les espera. Ahora
vamos a ver si les quedan ganas de ir a protestar a Buenos Aires".

Al respecto, el domingo 1º de septiembre, Atahualpa Yupanqui publicó en el diario La Hora una


extensa carta abierta que dice:

Te lo advertí, ¡Hermano colla! ¡Recuerdas que te hablé de Condorcanqui, de Katari], de Pillito!


Ellos también como tú, se echaron al sol al hombro y caminaron senderos de los Andes hasta las
pampas desiertas, con la ilusión que la vida prende en los seres humildes que creen que viven
bien, piensan y sienten bien.

Atahualpa Yupanqui, 194689

Legado

Como reacción al Malón, en 1949 el gobierno nacional expropió tierras en la Puna y en la


Quebrada de Humahuaca, para devolverlas a sus originarios, pero esto jamás se realizó.

El 7 de agosto de 2006, 60 años después del primer malón, una marcha de similares reclamos (el
Segundo Malón de la Paz) se organizó en Jujuy, para demandar al gobierno provincial el cumplir
con una orden judicial de retornar a las comunidades indígenas cerca de 15.000 km² de tierras.

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