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Arte Tequitqui

Herrera Gutiérrez Nerly A.


Arte y Diseño Barroco y Virreinal
Grupo 2622
Introducción: La conquista Algunos años más tarde, comenzaron las expediciones de conquista a
México, entre ellas se encuentran las realizadas por Francisco Hernán-
El siglo XVI es para México el inicio de la época colonial, en el cual des- dez de Córdoba en 1517, Juan de Grijalva en 1518 y la campaña de Her-
pués de enfrentamientos tanto militares como culturales, nuestras tie- nán Cortés, iniciada en 1519 que concluyó con la toma de Tenochtitlán.2
rras se encuentran bajo el dominio de España.

Diferentes acontecimientos llevaron a España a conquistar y colonizar


América, uno de los primeros corresponde a la reconquista española, un
largo proceso que implicó la expulsión de los musulmanes de la penín-
sula Ibérica y que culminó en 1492 con la caída de Granada.

Otro antecedente importante fue la uniicación de los reinos de Aragón


y Castilla con la boda de los Reyes Católicos Fernando e Isabel, consoli-
dando así a España. Castilla se encarga de aportar los recursos económi-
cos, mientras que Aragón pone la fuerza militar.

Después de la reconquista, la Iglesia Romana exige que se ‘limpie’ el te-


rritorio de todos quienes no eran católicos en un tiempo de tres meses,
dando lugar a la Inquisición Española. En lo que hoy es la frontera de
España y Portugal se crea una franja para refugiados.

Estos procesos marcaron la mentalidad española del siglo XV, que se


caracteriza principalmente por el afán de pelear, conquistar tierras y de
imponer el catolicismo.

Entre 1492 y 1504 tuvieron lugar los viajes de Colón. Desde principios
del siglo existía la necesidad de encontrar una nueva ruta comercial ha-
cia la India, por lo que tanto España como Portugal se embarcaron en di-
ferentes expediciones sin conocer el camino. Tanto los reyes como otros
particulares inanciaban los viajes, no sin la promesa de una ganancia.

En 1492 Colón sale de España con rumbo a la India, siguiendo la ruta de


las Canarias. El 12 de Octubre del mismo año llega a la isla de Guanahaní
y luego a Cuba. Realiza las siguientes expediciones (1493-1496, 1498 y
1502-1504) sin saber que descubrió un nuevo continente.1

1 Portal Académico CCH, “Conquista de México”, UNAM, 2 Ibídem, http://portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/


http://portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/unidad3/ unidad3/conquistademexico/descubrimientodemexico (consultado el 7 de junio de
conquistademexico/descubrimientodeamerica (consultado el 7 de junio de 2017). 2017).
En el año 1507 se llevaba a cabo la ceremonia del Fuego Nuevo en Te- Como parte de este proceso, los franciscanos se dedican a aprender las
nochtitlán, por lo que la población se estaba preparando para un gran lenguas indígenas, y a enseñarles castellano y oicios. Traducen los pri-
cambio. Con la llegada de los barcos españoles, también llegaron en- meros catecismos en códices, y es de esta manera que se comienza a
fermedades y epidemias que no existían, esto afectó gravemente a los extender e inculcar el cristianismo.
pueblos indígenas, acabando con gran parte su población.

El siguiente gran acontecimiento es la Matanza del Templo mayor, esta


sucede durante una ceremonia en la cual se reunieron todos los gober-
nantes y gente de poder. Los españoles que se encontraban ahí toma-
ron la oportunidad y asesinaron a todos los presentes. Cuauhtémoc es
nombrado gobernante, pero se rinde después de ser tomado rehén de Tequitqui
algunos españoles (incluido Cortés).
El arte tequitqui, o indiocristiano, es aquel realizado en la Nueva España
Una de las primeras órdenes de Cortés como nuevo gobernante es la durante el siglo XVI, y es el resultado de la actividad cultural promovida
destrucción de los templos, sobre cuyas ruinas se inicia la ediicación de por los frailes franciscanos, dominicos y agustinos, encargados de con-
la nueva ciudad: Nueva España. vertir a la fe cristiana a los indígenas. En estas producciones, los elemen-
Dentro de la concepción europea, los indígenas no tenían alma (ya que tos artísticos europeos fueron interpretados y adaptados a través de las
adoraban a varios dioses) y era correcto que se les tratara como salva- costumbres indígenas. Es importante recalcar para que una obra sea
jes. Fueron entonces tomados esclavos y usados como fuerza de trabajo considerada tequitqui, tanto los elementos europeos como los indíge-
por los colonizadores, quienes no necesariamente vinieron con la inten- nas deben interactuar y mantener su signiicado original.
ción de conquistar, sino buscando mejores oportunidades de las que En toda obra tequitqui, arquitectónica, escultórica o pintórica, siempre
España podía ofrecer. destacará la presencia del mundo prehispánico. Llaman la atención al-
Después de la conquista, Cortés abre escuelas, hospitales y orfanatos gunos elementos decorativos que no corresponden a las formas euro-
para los hijos de la nobleza Azteca. Gracias a estas acciones se logran peas. Podemos mencionar, por ejemplo, el uso de plumas y penachos
preservar muchos conocimientos prehispánicos. que simbolizan lo precioso y el poder, vírgulas para representar el canto
o el discurso de los personajes, o el águila como símbolo de Huitzilopot-
Toma lugar entonces la Conquista de la Evangelización, que es el proce- chtli, el sol mismo.
so de integración entre España y la cultura indígena. España envía dis-
tintas órdenes religiosas al nuevo territorio con la intención de educar Es supuesto en varias ocasiones que si una obra está bien hecha se debe
a los indígenas. La primera misión franciscana llega a la Nueva España a un extranjero, y que si tiene defectos debió haber sido realizada por un
en 1523 y su labor es evangelizar al indígena; ellos creen que el mejor indígena. En realidad, es difícil determinar qué fue elaborado por quien,
modo de llevar a cabo su misión es educarlos y prepararlos para reali- ya que en muchas ocasiones europeos e indígenas debieron trabajar
zar actividades sacerdotales, de manera que ellos mismos extiendan la juntos. Más allá de eso, que el relieve sea poco profundo o que las pro-
evangelización más tarde.3 porciones clásicas hayan sufrido alteraciones, tiene poca importancia
considerando las circunstancias. Los indígenas se encontraban en un
periodo de transición en el que olvidar las costumbres y técnicas ances-
trales no era fácil, y al mismo tiempo debían acostumbrarse a lo que se
3 Daniel Cosio Villegas, “Historia mínima de México” (México: El Colegio de Méxi- les imponía.
co, 1994), 61.
Arquitectura Las ediicaciones de esta etapa tienen ciertos elementos en común: un
patio amplio o atrio con forma rectangular en donde los frailes impar-
A partir de la llegada de los frailes franciscanos y dominicos, surgió la tían las enseñanzas a los indígenas, la construcción abierta es deliberada
necesidad de construir los ediicios necesarios para las labores eclesiás- para relacionarlas con las grandes plazas ceremoniales prehispánicas; el
ticas. Hernán Cortés ordena a los indígenas a ayudar a los misioneros, patio está bardeado con una puerta monumental y una o dos puertas la-
pero ellos no tenían conocimiento de las construcciones europeas, y terales; al interior la cruz atrial, y una capilla posa en las cuatro esquinas
tampoco había quien los capacitara, ya que muy pocos misioneros te- del patio, en donde se posaban las diferentes imágenes de los santos
nían alguna práctica arquitectónica.4 durante las procesiones; al fondo, el templo, con la portada dando hacia
el oriente de manera que sea iluminada por el sol. Como regla general,
A pesar de esto, se dan a la tarea de construir las ediicaciones, siguien- el convento se encuentra al lado sur del templo; la portería de este es el
do algunos planos y con la ayuda de los indígenas que tenían experien- acceso al convento, pero también tenía la función de dar albergue a los
cia (debido a la magnitud del arte prehispánico, podemos asumir que viajeros o peregrinos y les daba un techo para pasar la noche; el claustro
existía un gran número de especialistas en arquitectura, simplemente comunica a las diferentes partes del convento, como la sala de profun-
no conocían el estilo europeo). dis, el refectorio, la cocina y la sacristía.5

Construcción religiosa
Durante el siglo XVI se construyeron más de 400 conventos y monaste-
rios, y alrededor de 12000 iglesias de diferentes magnitudes a lo largo
de México.5

Catedral de Cuernavaca
“La Asunción de Maria”,
Ex Convento Franciscano,
Cuernavaca, Mórelos.

4 J. Salvat, J.L. Rosas, “Historia del Arte Mexicano”, tomo 5 “Arte colonial I” (México:
SEP, 1986), 707.
5 A. Toussaint, “Resumen gráico de la historia del arte en México” (México: G. Gili,
1986), 76-82. Capilla de San José Tlaltenango, Cuernavaca, Morelos.
Ex Convento Agus-
tino San Mateo
Apóstol, Atlatlahu- Fuerte de San Juan
can, Morelos. de Ulúa, Veracruz.

Construcción militar Construcción civil


Con las otras potencias europeas amenazando la hegemonía de España Principalmente viviendas y casas-habitación, pero el nuevo modo de
en América, se piensa en reforzar las costas de la Nueva España, comen- vida requería de diferentes géneros de ediicaciones, como hospitales,
zando por San Juan de Ulúa en Veracruz. Más tarde se ediica fuertes en escuelas, ediicios de gobierno, etc. El Palacio de Cortés en Cuernavaca
diferentes costas, y las ciudades de Campeche, Veracruz y Mérida son (actualmente Museo de Antropología de Cuernavaca) conserva parte de
amuralladas.6 su construcción original, así como la Casa del Conquistador en Yucatán.

Fuerte de San Miguel, Campeche.

6 J. Gorbea, “La arquitectura militar en la Nueva España”, UNAM, 12-14,


http://www.revistas.unam.mx/index.php/ehn/article/view/3213 (consultado el 8 de Entrada del Palacio de
junio de 2017). Cortés, Cuernavaca.
Pintura Aunque la enseñanza de la pintura fue iniciada por los misioneros, los
mismos indígenas la enseñaban en talleres a los más jóvenes una vez
La pintura en la Nueva España se enfrenta a complicaciones debido a que estaban capacitados para ello. Bajo la dirección de un tlacuilotecu-
los elementos estéticos del arte europeo, como el naturalismo, las pro- htli, sus servicios como pintores eran solicitados en los conventos, y los
porciones, o el uso de sombras. A pesar de este problema, fue utilizado maestros pintores eran trasladados a diferentes conventos para capaci-
con un in didáctico, principalmente en forma de murales en ediicios tar a otros artistas.8
religiosos y civiles. Nuevamente encontramos la presencia de elementos
prehispánicos dentro de una narrativa europea, como las vírgulas y el Las piezas estaban basadas en los grabados europeos, dando como re-
grutesco. sultado una imagen bidimensional y lineal. “No debe sorprender, pues,
que en la Nueva España la técnica del grabado, precisa, detallada, orien-
Los temas que se trataban eran determinados en gran parte por el mis- tada a espacios relativamente pequeños, fuera la fuente para lograr
mo recinto, como la vida de los santos fundadores o los árboles genealó- pinturas, no solamente a reducida escala, sino aquellas que cubrirían
gicos en de las órdenes en sus conventos. Aunque muchas de las obras bóvedas completas, inspirarían cenefas, composiciones de carácter ar-
y ediicaciones en donde se encontraban han sido destruidas, y sobrevi- quitectónico, grutescos y ciclos historiados en las ediicaciones civiles y
ven casi únicamente aquellos con temáticas religiosas, no signiica que religiosas” (Salvat y Rosas, 1986).
no existieran temáticas seculares. Si bien el mural fue la modalidad prin-
cipal para la pintura, también existen obras sobre piel de venado, así En cuanto a las técnicas, aunque en su mayor parte monocromas (de-
como sobre sarga y tabla.7 bido a que se basaron en los grabados), también fueron policromas,
haciendo uso de pigmentos vegetales y minerales. Se sabe del uso de
calcografías, xilografías y dibujos terminados que fueron adheridos a
los murales, y poco se usó la pintura directamente en en los muros. El
esgraiado, muy común en Europa, fue común en la decoración de los
conventos.9

El Triunfo de las virtudes


en la casa del deán
de Puebla, es el único
ejemplo de pintura
secular del siglo XVI
que ha llegado hasta
Capilla Abierta Convento Agustino Siglo XVI, San Nicolás Tolentino, Actopan, Hidalgo. nosotros.

8 Ibídem, 1016.
7 J. Salvat, J.L. Rosas, “Historia del Arte Mexicano”, tomo 7 “Arte colonial III” (Mé-
xico: SEP, 1986), 1014. 9 Ibídem, 1022.
Paraíso celeste, claustro del Convento Agustino de Malinalco, Estado de México.
Emblema de valores sincréticos de la conquista, Convento San Miguel de Huejotzingo, Puebla.

Escultura
La escultura, aunque no únicamente, se encuentra principalmente liga-
da a la arquitectura, en forma de fachadas, capillas, cruces de atrio, ven-
tanas, columnas y claustros. La encontramos de forma exenta, de bulto
y como relieves.

Se ha clasiicado más bien por su calidad técnica que por su estilo pro-
pio, ya que al igual que la pintura, se enseñaba por los maestros indí-
genas a los más jóvenes y se les comisionaba para trabajar en las igle-
sias y conventos. Las obras podían ser realizadas entonces por oiciales,
aprendices o maestros.10

- Obras de maestros: el trabajo escultórico está bien deinido, casi no


presenta fallas y muestra inura en los detalles. Las proporciones huma-
nas son correctas, aunque es usual que las manos presenten defectos.
Capilla Abierta Convento Agustino Siglo XVI, San Nicolás Tolentino, Actopan, Hidalgo.
10 V. Constantino, “Arte Indiocristiano”, (México: INAH, 2000), 202-224.
Uno de los mejores ejemplos son los escudos y medallones en la porta-
da de Huejotzingo, en Puebla.

- Obras de oiciales: muestran menor dominio del oicio y es probable


que trabajaran al lado de un maestro. Sus obras son limpias y tienen po-
cas equivocaciones pero no son graves, considerando que se basaban
en los grabados y diseños que les daban los frailes. Podemos apreciarlas
en la pila bautizmal de Zinancatpec, en el Estado de México.

- Obras de aprendices: es probable que se encargaran de las tareas más


sencillas, como la preparación de los materiales, la devastación de la
piedra, etc. Su trabajo es más burdo y presenta más errores en cuanto a
la proporción y ineza de los detalles. En varias ocasiones se encargaron
de ejecutar las portadas, pilas y cruces de los lugares donde vivían. Un
ejemplo es la portada de la iglesia de Santo Tomás, en Hidalgo.

Pila bautizmal, Zinancatepec, Estado de México.

Medallones y escudos en la portada del Convento San Miguel de Huejotzingo, Puebla.


Claustro San Juan Bautista, Coixtlahuaca, Oaxaca.
Detalle de la portada de la Iglesia de Santo Tomás, Hidalgo. Nicho superior en la Parroquia de San José de Analco, Guadalajara.
Grabado
La historia del grabado en México está muy ligada a la de la imprenta.
Antes de que se usara para imprimir libros, se imprimían imágenes re-
ligiosas y naipes. Se utilizaban moldes de madera para la composición
de fontis y de las escenas religiosas. Los grabados de época casi nunca
fueron irmados, por lo que desconocemos a los autores de la mayoría.11

Entre los usos más comunes para los grabados están las portadas de li-
bros, las imágenes y estampas religiosas y los escudos de armas. En me-
nor medida se encuentran viñetas, capitulares y marcas de impresores.

Anónimo, portada del


“Vocabulario en lengua de
Anónimo, portada para “Cedulario” de Puga. Grabado en madera para
Mechoacán” de fray Ma-
la edición de Pedro Ocharte en 1563.
turino Gilberti, editado
por Juan Pablos en 1559.

11 J. Salvat, J.L. Rosas, “Historia del Arte Mexicano”, tomo 7 “Arte colonial III” (Méxi-
co: SEP, 1986), 1191-1192.
Anónimo, portada de la “Dialéctica Resolutio cum textu Aristótelis”. Grabado en ma- Anónimo, “La Virgen imponiendo la casulla a san Ildefonso”. Grabado en madera
dera para la edición de Juan Pablos en 1554. para el Tripartitio de Gerson, editado por Juan Cromberger en 1544.
Bibliografía
• A. Toussaint, 1986. “Resumen gráico de la historia del arte en México”.
México: G. Gili.

• Daniel Cosio Villegas, 1994. “Historia mínima de México”. México: El


Colegio de México.

• Portal Académico CCH, “Conquista de México”, UNAM,


http://portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/
unidad3/conquistademexico (consultado el 7 de junio de 2017).

• J. Gorbea, “La arquitectura militar en la Nueva España”, UNAM,


http://www.revistas.unam.mx/index.php/ehn/article/view/3213
(consultado el 8 de junio de 2017).

• J. Salvat, J.L. Rosas, 1986. “Historia del Arte Mexicano”, tomo 5 “Arte
colonial I”. México: SEP.

• _____, 1986. “Historia del Arte Mexicano”, tomo 7 “Arte colonial III”.
México: SEP.

• V. Constantino, 2000. “Arte Indiocristiano”. México: INAH.

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