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La salud infantil esta contemplada en el Plan de Salud como área prioritaria de

intervención, a través de los programas de prevención y detección precoz, diagnóstico,


atención, seguimiento y rehabilitación, en los casos de pérdida de la salud y situaciones
de riesgo.

Surge la necesidad tanto de mantener un buen sistema de vigilancia del desarrollo infantil,
como de incidir en la adquisición de hábitos saludables, a través de la educación sanitaria
de padres y madres, de docentes y de los propios niños y niñas.

El programa de seguimiento del “niño sano” se inició hace más de 15 años, formando
parte de un programa básico de salud materno-infantil que establecía unos criterios
mínimos para la prevención y promoción de la salud.

Programa de Salud Infantil y del Adolescente, pretende mejorar y unificar los servicios de
promoción de la salud y prevención ofrecidos desde Atención Primaria a esta población. Y
comprende las actividades preventivas, de consejo y educación para la salud, detección
precoz de enfermedades, identificación de grupos de riesgo y supervisión del crecimiento
y desarrollo que se ofrecen a la población general desde el nacimiento hasta los 14 años
de edad.

“La lactancia materna es requisito fundamental para que el niño alcance el nivel más alto
posible de salud” (OMS). Además, es un bien público imprescindible para mantener y
mejorar la salud global de niños, madres y la comunidad. El objetivo es conseguir que
todas las madres que lo deseen puedan amamantar a sus hijos, al menos hasta los 6
meses de edad.

La promoción de hábitos correctos de alimentación desde la infancia es de gran


importancia para garantizar una nutrición y salud adecuadas en el niño, así como para la
prevención de patologías en la edad adulta.

La introducción de alimentos diferentes de la leche (materna o adaptada) en la dieta del


niño debe hacerse entre los 4 y 6 meses de edad; este período de dos meses permite
respetar las características individuales de cada niño

La OMS considera la carencia de hierro como un problema de salud pública mundial y


establece planes para la educación nutricional y para fortalecer los alimentos de lactantes
y niños que tengan factores de riesgo.

El déficit de hierro puede ocasionar anorexia, irritabilidad, escasa ganancia ponderal,


déficit de atención o intolerancia al ejercicio físico. Además, la anemia se asocia con
alteraciones de la conducta y del desarrollo psicomotor.

La lactancia materna exclusiva proporciona la cantidad de hierro necesaria hasta los 6


meses de edad. A partir de ésta edad se incrementan las necesidades de hierro, que
pueden aportarse con la alimentación complementaria o mediante suplementos orales de
hierro.
El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) se define como la “muerte súbita e
inesperada de un niño menor de un año de edad”.

El SMSL es la primera causa de muerte entre el mes y el año de vida en los países
desarrollados, suponiendo entre un 40-50% de dicha mortalidad.

Evitar la posición en decúbito prono para dormir hasta los 6 meses de edad. En todos los
casos, la posición más segura durante el sueño decúbito lateral.

La exposición del feto o el lactante al humo del tabaco es un factor de riesgo mayor para
el SMSL, Por ello, se debe desaconsejar siempre el tabaquismo de los padres; y
especialmente de la madre, desde el inicio de la gestación.

Promover hábitos saludables sobre higiene dental es uno de los principales retos de
Salud Pública y una responsabilidad que deben compartir varios profesionales, siendo
indiscutible la labor del pediatra y la enfermera en Atención primaria.

La promoción de la salud bucodental infantil incluye, fundamentalmente:

 La prevención primaria de la caries dental.

 El manejo de la enfermedad periodontal.

 El tratamiento precoz de los traumatismos dentales.

 La prevención primaria y diagnóstico precoz de la maloclusión dentaria (oclusión


incorrecta de la dentición).

Exposición solar y riesgo de padecer cáncer de piel, siendo especialmente dañina la


exposición solar excesiva en los primeros años de la vida y las quemaduras solares en la
infancia.

Se aconseja que las cremas solares sean resistentes o impermeables al agua y de amplio
espectro, protegiendo de rayos UVA y UVB.

Deben aplicarse unos 30 minutos antes de la exposición solar y cada dos o cuatro horas,
según la hora del día, tipo de piel, intensidad del sol.

Ningún protector solar proporciona protección completa.

Accidentes infantiles
La OMS define accidente como “todo suceso eventual, involuntario o anómalo,
independiente de su gravedad, que conlleva un daño físico o psíquico como consecuencia
de una falta de prevención o defecto de seguridad”.

En cuanto al tipo de lesiones provocadas por accidentes infantiles, los principales son:

Traumatismos (90%): son las más frecuentes, aunque leves en su mayoría; son del tipo
de contusiones, esguinces y heridas.

Lesiones producidas por cuerpo extraño.

Intoxicaciones debidas a la ingesta de fármacos o productos de limpieza sobre todo, en


menores de 5 años.

Quemaduras ocurridas en el hogar, siendo la cocina el lugar más peligroso en la casa.

Ahogamientos, poco frecuentes, pero con elevada morbi-mortalidad.

Mordeduras, arañazos y picaduras.

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