Está en la página 1de 29

Los hogares con jefatura femenina y la calidad de vida.

Chihuahua y Tijuana, 2005

Ana María Navarro Ornelas*


Raúl Sergio González Ramírez**

El objetivo de este trabajo es analizar la calidad de vida de los hogares ubicados en las
ciudades de Chihuahua y Tijuana de acuerdo con el sexo del jefe del hogar, para lo cual
se construye un índice. Se presenta un panorama sociodemográfico de tales ciudades
tomando como base los resultados del ii Conteo de Población y Vivienda 2005; asimismo
se formula un análisis de la calidad de vida en los hogares con los datos que ofrece la
Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad y Violencia Social en Hogares de
26 Ciudades Mexicanas, aplicada en diciembre de 2005. Se incluye un indicador de
calidad de vida y se aplica la metodología de regresión logística para explicar la diferen-
cia entre los niveles de calidad de vida de ambas ciudades y según el sexo del jefe. El
modelo de regresión muestra que a la variable sexo corresponde un pequeño incremento
en el riesgo de tener una mala calidad de vida para los hogares dirigidos por mujeres en
la ciudad de Tijuana, mientras que en la de Chihuahua no se presenta tal incremento,
esto es, el sexo del jefe no influye en la calidad de vida de los hogares; son las variables
edad, estado civil y educación las que la determinan significativamente en ambas ciu-
dades.

Palabras clave: calidad de vida, hogares, jefatura femenina, Tijua-


na, Chihuahua.
Fecha de recepción: 14 de octubre de 2008.
Fecha de aceptación: 15 de mayo de 2009.

Life Quality and Female Headed Households. Chihuahua


and Tijuana, 2005

The objective of this work is to analyze the quality of life of the households in the cities of
Chihuahua and Tijuana according to the sex of the head of the household, by means
of the construction of an index. A sociodemographic overview of the cities is presented,
based on the ii Conteo de Población y Vivienda 2005, as well as an analysis of the qual-
ity of life in the households base on the Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad
y Violencia Social en Hogares de 26 Ciudades Mexicanas, applied in December of 2005.
An indicator of quality of life is included, and logistic regression is applied to explain
** Egresada de la maestría en Demografía de El Colegio de la Frontera Norte.
Correo electrónico: ananavarro2000@yahoo.com.mx.
** Profesor investigador del Departamento de Estudios de Población de El Colegio
de la Frontera Norte. Correo electrónico: raul@colef.mx.

ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS, vol. 25, núm. 1 (73), 2010, 45-72


46 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

the difference in the quality levels of life in both cities and for each sex of head of the
household. The regression model shows that variable sex represents a small increase in
the risk of having a bad quality of life for the households directed by women in the city
of Tijuana, whereas for the city of Chihuahua this increase does not appear, that is, the
sex of the head of the household does not influence in the quality of life of the homes;
the variables age, marital status and education are those that have a significant deter-
mination in both cities.

Key words: quality of life, households, female head of household,


Tijuana, Chihuahua.

Introducción

El concepto calidad de vida es amplio, complejo y multidimensional,


ya que se relaciona con el grado de satisfacción, bienestar o felicidad
que las personas sienten o perciben de sí mismas o del lugar donde
viven. Dicho concepto se utiliza en distintos ámbitos de la vida coti-
diana, como la salud, la educación, los servicios, el equipamiento de
la vivienda y de la zona de residencia, etc. Dado el carácter multidi-
mensional del concepto de calidad de vida, han sido varias las formas
de abordarlo y diversos los métodos de análisis que se han utilizado
en su medición.
Varios autores se han interesado en lo concerniente a la calidad
de vida, y sus estudios han contribuido a ampliar el conocimiento sobre
el tema. Leva (2005) se refiere a la calidad de vida urbana y menciona
las tres dimensiones generales que consideró la Organización de las
Naciones Unidas (onu) en 1992 para definir los indicadores urbanos
que integran los componentes de desarrollo de una comunidad o
ciudad, a saber: 1) factor ambiental, 2) factor económico y, 3) factor
social. Este autor asegura que se puede trabajar con tantas dimensiones
como sea posible integrar en los estudios que se realicen sobre la cues-
tión, de acuerdo con las técnicas de selección, medición y análisis de
los indicadores utilizados.
Lassonde (1997) plantea que una manera de mejorar la calidad
de vida es incorporando a la mujer al mercado laboral, lo cual le per-
mite acceder a una mayor cantidad de recursos materiales e informa-
ción y además le proporciona mayor autonomía personal; sin embargo
su trabajo afecta el bienestar de los hijos, sobre todo si no cuenta con
cierto apoyo familiar que compense su ausencia como madre. García
(1998) menciona que en tiempos difíciles o crisis las familias recurren
los hogares con jefatura femenina 47

a estrategias de sobrevivencia con la intención de salir adelante, como


el aumento del número de sus integrantes que acude al mercado la-
boral para contrarrestar el descenso de su nivel de vida; con ello me-
jora la situación del hogar, pero no necesariamente se benefician todos
sus integrantes por igual (hombres, mujeres y niños).
Por otro lado, las relaciones humanas, sociales y económicas se
han modificado con el nuevo rol que han asumido las mujeres como
jefas del hogar, con todas las responsabilidades que conlleva el conver-
tirse en satisfactoras de las necesidades, función que tradicionalmente
le correspondía al hombre (Lázaro et al., 2007). Varios autores han
realizado estudios sobre el incremento de la jefatura femenina en los
hogares (Acosta, 1994, 1998 y 2000; Ariza y Oliveira, 2001 y 2002; Chant,
1999; García y Rojas, 2002; Rendón, 2004; Tuirán, 1993), que han
atribuido al deterioro de las condiciones de vida, junto con factores
sociales y demográficos como la separación, el divorcio, la viudez, las
madres solteras, la migración, el abandono del hogar por el esposo, el
embarazo adolescente, entre otros.
En la revisión de la literatura al respecto se vislumbran dos vertien-
tes: por un lado, algunos estudios concluyen que los hogares jefatura-
dos por mujeres son más vulnerables, de ahí que sean proclives a
presentar mayores niveles de pobreza (González de la Rocha, 1986;
Oliveira et al., 1999), y por el otro se menciona que no necesariamen-
te estos hogares son los más pobres (Echarri, 1995; Chant, 1999; Gon-
zález de la Rocha, 1999). Sin embargo hay coincidencia en que la
participación de la mujer en el mercado laboral se da en situaciones
de desigualdad social y económica, lo que finalmente repercute en la
calidad de vida familiar.
Es importante considerar “el análisis de la relación entre la jefatu-
ra de hogar femenina y la vulnerabilidad económica y social de los
hogares con jefatura femenina debe descansar en la premisa de que
las jefas de hogar y sus hogares constituyen un grupo social heterogé-
neo” (Acosta, 2000: 217), aunque como observa Chant (1999) “la di-
versidad está presente tanto en unidades domésticas encabezadas por
hombres como por mujeres”, por lo que en el presente trabajo toma-
remos en cuenta los aspectos demográficos, sociales y económicos en
el análisis de la calidad de vida, y trataremos de integrar la mayor can-
tidad posible de elementos que den cuenta del fenómeno.
Elegimos las ciudades de Chihuahua y Tijuana de entre diez perte-
necientes a estados fronterizos (Mexicali, Tijuana, Saltillo, Torreón,
Chihuahua, Juárez, Monterrey, Hermosillo, Reynosa y Tampico) debido
48 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

a que en 2005 presentaban una mayor proporción de hogares con jefa-


tura femenina (21.1 y 20.9% respectivamente) de acuerdo con la base
de datos producto de la Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad
y Violencia Social en Hogares de 26 Ciudades Mexicanas. Además, la
ciudad de Chihuahua en el año 2000 alcanzó el más alto índice de de-
sarrollo humano (idh), a diferencia de Tijuana, que se ubicó en el pen-
último lugar entre las diez antes mencionadas (Conapo, 2001).1 

Conceptualización

El concepto calidad de vida es complejo, heterogéneo y poco conclusi-


vo; su uso va en aumento, ha evolucionado su complejidad y se le ha
abordado desde la óptica de varias disciplinas, lo que le confiere un
carácter multidisciplinario (Leva, 2005: 14).
Uno de los autores que han definido el concepto es Sobrino (1998:
22), para quien la calidad de vida es “el conjunto de características
físicas, biológicas, psicológicas y sociales del medio ambiente que se
debe alcanzar para promover un alto nivel de bienestar de la pobla-
ción”. De igual manera menciona que “existe un desfase entre el cre-
cimiento urbano y la capacidad de respuesta de la oferta de servicios
públicos para encarar las necesidades de la población”, lo cual favore-
ce que la calidad de vida se dé en condiciones de desigualdad social
para los habitantes, tanto entre localidades como en el interior de las
mismas.
Por su parte Velarde y Ávila (2002: 350) consideran que la calidad
de vida es un “concepto multidimensional que incluye estilo de vida,
vivienda, satisfacción en la escuela y en el empleo, así como situación
económica” y consiste en la sensación de bienestar que experimentan
las personas, de ahí que represente las sensaciones personales que de
manera subjetiva hacen sentirse bien al individuo. Esta conceptualiza-
ción de calidad de vida es afectada por un sistema de valores y pers-
pectivas que varían de persona a persona y de lugar a lugar debido a
múltiples factores sociales que influyen en el desarrollo humano de
una sociedad, como la vivienda, el acceso a servicios, las vías de comu-
nicación, el medio ambiente y el empleo, entre otros.

 1 Los índices de desarrollo humano de dichas ciudades en orden de mayor a

menor son: Chihuahua 0.863, Monterrey 0.853, Torreón 0.847, Saltillo 0.844, Mexicali
0.842, Ciudad Juárez 0.841, Hermosillo 0.839, Tampico 0.828, Tijuana 0.825 y Reynosa
0.815.
los hogares con jefatura femenina 49

Leva (2005: 18) refiere que la calidad de vida se asocia con la sa-
tisfacción de un conjunto de necesidades que se relacionan con la
existencia y el bienestar de los ciudadanos, y considera que la definición
del concepto debería contener tres componentes: primero, destacar
su carácter dinámico y multidimensional; segundo, los factores objeti-
vos y subjetivos que condicionan el bienestar de las personas, y por
último su carácter social.
Por otra parte, el concepto jefe de hogar se utiliza en los censos y
encuestas para identificar a los diferentes miembros del hogar, así como
las características sociodemográficas de éste. Para ello se utiliza la je-
fatura declarada, esto es, se toma como jefe a la persona que reconocen
como tal los miembros del hogar.
Para Di Marco (1998: 211) el concepto de jefatura de hogar con-
templa por lo menos dos situaciones: 1) establecer un orden jerárqui-
co entre los miembros del hogar, y 2) identificar al principal proveedor
de recursos. Al respecto Acosta (1998: 169) menciona dos limitaciones
del concepto: 1) al preguntar al entrevistado el nombre de la persona
a quien reconocen como jefe los miembros del hogar, la respuesta está
cargada de sesgos culturales de acuerdo con el contexto social, asocia-
dos principalmente a la edad y al sexo; 2) la pregunta supone una serie
de atributos del jefe y del hogar que pueden no concordar con la
realidad, como que exista un orden jerárquico entre sus integrantes,
o que se considere al jefe la persona más importante, el principal
proveedor económico y el de mayor autoridad.
Los autores utilizan diferentes significados respecto a los hogares
con jefatura femenina. Chant (1999: 98) alude a este tipo de hoga-
res abarcando una amplia gama de arreglos familiares, refiriéndose a
las unidades domésticas encabezadas por mujeres solas, que en general
están separadas o son viudas, más que a mujeres que nunca se casaron.
Para García (1998: 73) las jefaturas de hogar femeninas son aquellas en
donde las mujeres son las principales responsables económicas de sus
familias, al igual que para Oliveira (1998: 41 y 42), quien considera
jefas a las mujeres que no tienen cónyuge, a las que son jefas aun en
presencia de éste, y a las que encabezan el hogar por la ausencia tem-
poral del cónyuge, ya sea por migración interna o internacional.
Tomando en cuenta que la capacidad de respuesta de los gobiernos
ante la demanda de servicios públicos de la población –originada por
el crecimiento urbano de las localidades– provoca diferencias en la
calidad de vida de sus habitantes, en el esquema 1 se presenta la sinop-
sis conceptual de calidad de vida a considerar.
50 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

ESQUEMA 1
Sinopsis conceptual de calidad de vida

Dimensiones sociales Indicadores Índice

Viviendas con agua entubada

Servicios básicos
Viviendas con energía eléctrica
en la vivienda

Viviendas con drenaje

Viviendas con piso de mosaico,


Características
madera, cemento, etc.
de la vivienda

Hacinamiento

Recolección de basura

Servicio de transporte

Servicios urbanos Vigilancia policiaca


en la colonia
Teléfonos públicos

Centros de salud u hospitales

Mercado público o supermercados Índice de calidad


de vida
Alumbrado público
Equipamiento urbano
en la colonia
Calles pavimentadas

Unidad deportiva o canchas


Áreas de esparcimiento
en la colonia o cerca Áreas de juegos infantiles
de ella
Parques y jardines

Escuela de educación preescolar


Planteles de educación
básica en la colonia
Escuela de educación primaria
o cerca de ella

Escuela de educación secundaria


los hogares con jefatura femenina 51

Fuente de datos y metodología

El análisis de los fenómenos demográficos diferenciados mediante el


sexo constituye una parte fundamental del quehacer de la demografía
y de los estudios sociales de población (García et al., 1999), de ahí que
el objetivo de este trabajo sea analizar la calidad de vida de los hogares
de las ciudades de Chihuahua y Tijuana de acuerdo con el sexo del
jefe del hogar, mediante la construcción de un índice que permita
medirla y realizar un análisis comparativo de los hogares con jefatura
femenina y con jefatura masculina. Para tal propósito se hará uso de
la base de datos que resultó de la Encuesta sobre Calidad de Vida,
Competitividad y Violencia Social en Hogares de 26 Ciudades Mexica-
nas, y que llevaron a cabo El Colegio de la Frontera Norte y la Secre-
taría de Desarrollo Social en diciembre de 2005. Dicha encuesta se
aplicó en los hogares de las ciudades y zonas metropolitanas más po-
bladas en el país.
Se presenta un perfil sociodemográfico de las ciudades de Chihua-
hua y Tijuana, sus tasas de crecimiento y la estructura de sus hogares
con base en el ii Conteo de Población y Vivienda 2005. Posteriormen-
te se utiliza la Encuesta para realizar un análisis descriptivo de las ca-
racterísticas de los jefes de hogar (sexo, edad, escolaridad, estado
conyugal, condición de actividad, condición de ingresos y condición
de derechohabiencia) así como un análisis comparativo de los hogares
(entre ciudades, por sexo del jefe en el interior de cada ciudad, y entre
los de jefatura femenina de ambas ciudades).
Para medir la calidad de vida de los hogares de las ciudades de
Chihuahua y Tijuana se construyó un índice a partir de los indicadores
de las dimensiones sociales consideradas; con tal propósito se usaron
las bases de datos de hogares e individuos de la encuesta, consideran-
do como variables de las dimensiones sociales: los servicios básicos en
las viviendas, las características de la vivienda, los servicios urbanos
en la colonia, y el equipamiento urbano en la colonia. Tales variables
fueron codificadas con 0 si cuenta con el servicio, y con 1 si no cuenta
con el servicio.
También se consideraron las variables: sexo (0 = jefe hombre; 1 =
jefa mujer), edad (hasta 29; 30 a 49; 50 y más), estado civil (solteros/
as; unidos/as = casados/as sólo por lo civil, sólo religioso, civil y reli-
gioso; ex unidos/as = viudos/as, separados/as y divorciados/as), nivel
educativo (hasta primaria; secundaria y más), condición de actividad
(0 = activos; 1 = inactivos), condición de ingresos (0 = percibe ingresos;
52 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

1 = no percibe ingresos), derechohabiencia (0 = cuenta con servicio


médico; 1 = no cuenta con servicio médico).
Se considera que la calidad de vida es mala (valor = 1) cuando la
vivienda no cuenta con agua entubada, no se dispone de energía eléc-
trica, no se cuenta con drenaje, el piso es de tierra, hay hacinamiento
con más de dos personas por habitación, y la colonia no cuenta con
recolección de basura, no tiene alumbrado público ni calles pavimen-
tadas. Finalmente, se utiliza el modelo de regresión logística para
analizar los principales determinantes sociodemográficos de la calidad
de vida para Chihuahua y Tijuana.

Contexto sociodemográfico de Chihuahua y Tijuana

Tasas de crecimiento poblacional

El crecimiento poblacional es el resultado del comportamiento de


los principales fenómenos demográficos (natalidad, mortalidad y
migración). La tasa de crecimiento promedio anual es el principal
indicador que resume dicho comportamiento en un solo valor. En el
cuadro 1 se presentan los valores de este indicador para las ciudades
objeto del estudio, así como para el total de cada estado respectivo y
del país en su conjunto, con el interés de que sirvan como base de
comparación.2 
Se puede observar que los estados de Baja California y Chihuahua
presentan tasas de crecimiento superiores a la nacional, y a su vez, las
ciudades de Tijuana y Chihuahua superan las de sus respectivos estados
en ambos periodos. Conviene mencionar que la tasa de crecimiento
promedio del país fue de 1.02% anual en el periodo 2000-2005, valor
que no alcanza siquiera la mitad de lo reportado para Tijuana y Chi-
huahua.

Estructura de los hogares

De acuerdo con los datos del ii Conteo de Población y Vivienda 2005,


en ese año la ciudad de Chihuahua contaba con un total de 199 890
hogares, de los cuales 148 279 (74.18%) estaban dirigidos por un
2
ii Conteo de Población y Vivienda 2005. Perfil sociodemográfico de los Estados
Unidos Mexicanos.
los hogares con jefatura femenina 53

CUADRO 1
Tasa de crecimiento promedio anual, de 1990 a 2005
1990-2000 2000-2005
Nacional 1.85 1.02
Estado de Baja California 4.15 2.39
Estado de Chihuahua 2.27 1.06
Ciudad de Tijuana 5.39 2.7
Ciudad de Chihuahua 2.40 2.1

Fuente: Elaboración propia con base en el xii Censo General de Población y Vi-
vienda 2000, y ii Conteo de Población y Vivienda 2005.

hombre y en 51 611 el jefe era una mujer. La ciudad de Tijuana con-


taba con un total de 332 110 hogares; 251 401 (75.7%) de ellos los
dirigía un hombre y 80 709 una mujer.
En el cuadro 2 se presenta el tipo y la clase de hogar por sexo del
jefe/a para las ciudades de Chihuahua y Tijuana. La diferencia más
significativa entre las dos ciudades se observa en los hogares nuclea-
res, donde supera Chihuahua a Tijuana en 5.4 puntos porcentuales.
Al considerar el sexo del jefe/a del hogar se aprecia que cuando es
hombre la mayor diferencia corresponde, también al igual que a
nivel ciudad, a los hogares nucleares, mientras que cuando es
una mujer la diferencia más significativa está en los unipersonales y
corresidentes.

Análisis de la información

En la Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad y Violencia


Social en Hogares de 26 Ciudades Mexicanas en 2005, las muestras
para las ciudades de Chihuahua y Tijuana están conformadas por 662
y 1 135 casos respectivamente.

Hogares y número de integrantes por hogar

De acuerdo con la Encuesta, Tijuana contaba con un total de 348 264


hogares, de los cuales 20.9% era jefaturado por una mujer; mientras
que en la ciudad de Chihuahua, de un total de 187 578 los dirigidos
por mujeres representaban 21.1% (véase el cuadro 3).
CUADRO 2
Hogares por sexo del jefe/a, según tipo y clase de hogar en Chihuahua y Tijuana, 2005 (porcentajes)
Tipo y clase de hogar

Hogares familiares Hogares no familiares

Municipio y sexo Total No   Uni- Corresi- No espe-


del jefe/a del hogar de hogares Total Nucleares Ampliados Compuestos especificado Total personales dentes cificado
Chihuahua 90.35 77.60 21.13 0.57 0.69 9.24 93.10 6.90 0.41
Hombre 74.18 93.25 81.89 16.98 0.42 0.71 6.35 92.25 7.75 0.40
Mujer 25.82 82.02 63.60 34.71 1.06 0.63 17.55 93.98 6.02 0.44
Tijuana 88.77 72.23 24.88 1.99 0.90 10.55 88.23 11.77 0.68
Hombre 75.70 90.01 75.83 21.58 1.68 0.91 9.32 88.25 11.75 0.68
Mujer 24.30 84.91 60.34 35.77 3.02 0.87 14.41 88.21 11.79 0.68

Fuente: Elaboración propia con base en el ii Conteo de Población y Vivienda 2005, inegi.
CUADRO 3
Hogares por sexo del jefe/a, según número de integrantes. Chihuahua y Tijuana, 2005 (porcentajes)
Número de integrantes por hogar

1 2 3 4 5 6 7 8 9 + Total 
Chihuahua
Hombre 61.4 66.5 77.4 82.1 88.2 86.8 85.8 77.0 65.5 78.9
Mujer 38.6 33.5 22.6 17.9 11.8 13.2 14.2 23.0 34.5 21.1
Tijuana
Hombre 64.7 69.0 70.3 87.0 84.8 84.8 86.0 72.6 76.3 79.1
Mujer 35.3 31.0 29.7 13.0 15.2 15.2 14.0 27.4 23.7 20.9

Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad y Violencia Social en Hogares de 26 Ciu-
dades Mexicanas, 2005 (Sedesol, Colef).
56 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

En Tijuana el número promedio de integrantes por hogar con


jefatura masculina es de 4.2 personas mientras que en los dirigidos por
mujeres es de 3.7; para el caso de Chihuahua es de 3.9 en hogares con
jefatura masculina y 3.3 en los de jefatura femenina. El hecho de que
cuenten con más integrantes los dirigidos por hombres se debe en
parte a que en los jefaturados por mujeres no está presente la pareja
masculina.
El análisis de los hogares con jefatura femenina de las dos ciudades
por número de integrantes se presenta en la gráfica 1. Del total de los
que cuentan con jefatura femenina en Tijuana, 24.6% está conforma-
do por tres integrantes, seguido de los que tienen dos integrantes, con
20.9%. En Chihuahua la mayor proporción se concentra en los hoga-
res con dos y cuatro integrantes con 25 y 23.8% respectivamente, se-
guido de los que tienen tres integrantes (21.6%). En Tijuana es supe-
rior la proporción de hogares más extensos, con una mayor proporción
a partir de los conformados por cinco integrantes.

GRÁFICA 1
Porcentaje de hogares con jefatura femenina, según número
de integrantes. Tijuana y Chihuahua, 2005

30

25
Porcentajes

20

15
Tijuana
10 Chihuahua
5

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9+
Número de integrantes por hogar

Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Calidad de Vida, Com-
petitividad y Violencia Social en Hogares de 26 Ciudades Mexicanas, 2005 (Sedesol,
Colef).
los hogares con jefatura femenina 57

Características de los jefes de hogar

Edad

La distribución de los jefes de hogar por grupos de edad y sexo nos


muestra diferencias significativas (véase el cuadro 4). En primer lugar,
a nivel ciudad se observa la mayor proporción de jefes de hogar en los
grupos de edad de 30 a 49 años tanto en Tijuana como en Chihuahua.
En segundo lugar, los hombres jefes de hogar se concentran en edades
intermedias (de 30 a 49 años), en cambio las jefas tienen mayormente
edades avanzadas (60 y más años), sobre todo en Chihuahua. Lo an-
terior concuerda con lo observado en diversos estudios (Echarri, 1995;
Acosta, 1998 y 2000; González de la Rocha, 1999; Oliveira et al., 1999;
Wartenberg, 1999; García y Oliveira, 2006) acerca de la mayor edad
de las mujeres jefas de hogar, que se concentran en las últimas etapas
del ciclo vital.

Escolaridad

En la distribución de los jefes de hogar por escolaridad y sexo (véase


el cuadro 4) se aprecia una mayor proporción de los que cuentan con
secundaria y más, tanto en Tijuana como en Chihuahua. En Tijuana
se observan menores niveles de instrucción en las jefas de hogar al
compararlas con los jefes. Esto concuerda con lo observado por Acos-
ta (1998 y 2000) y Wartenberg (1999), quienes afirman que el nivel
educativo de los jefes hombres es superior al de las jefas de hogar. En
la ciudad de Chihuahua los niveles de instrucción son más semejantes
entre los hombres y las mujeres jefas de hogar.

Estado conyugal

El análisis de la distribución de los jefes de hogar por estado civil y sexo


(véase el cuadro 4) nos revela que el mayor porcentaje de los jefes de
hogar están entre los casados o unidos (en ambas ciudades). En el caso
de las jefas se observa un comportamiento diferente entre las ciudades:
en Tijuana las no unidas en su mayoría son viudas o separadas, mientras
que en Chihuahua son viudas o solteras. Lo observado en Tijuana
concuerda con los resultados que obtuvieron Acosta (1998 y 2000) y
Salles y Tuirán (1999). En Chihuahua la alta proporción de solteras se
suma a la mayor escolaridad de las mujeres, lo que se asemeja a lo
CUADRO 4
Distribución porcentual de los jefes de hogar por características sociodemográficas
y sexo del jefe. Tijuana y Chihuahua, 2005
Total Hombre Mujer

Tijuana Chihuahua Tijuana Chihuahua Tijuana Chihuahua


Edad
Hasta 29 13.75 11.31 15.69 11.40 6.39 10.97
30 a 49 51.55 46.38 52.71 48.21 47.19 39.52
50 y más 34.70 42.31 31.60 40.39 46.42 49.51
Escolaridad
Hasta primaria 43.25 42.31 39.84 41.49 56.16 45.36
Secundaria y más 56.75 57.69 60.16 58.51 43.84 54.64
Estado conyugal
Unidos 72.39 76.35 87.31 89.79 15.95 26.09
No unidos 27.61 23.65 12.69 10.21 84.05 73.91
Se encuentra activo
Sí 78.85 70.92 86.12 76.90 51.36 48.53
No 21.15 29.08 13.88 23.10 48.64 51.47
Recibe algún ingreso
Sí 86.98 84.04 92.13 87.44 67.49 71.33
No 13.02 15.96 7.87 12.56 32.51 28.67
Tiene servicio médico
Sí 59.12 75.22 58.60 73.28 61.10 82.48
No 40.88 24.78 41.40 26.72 38.90 17.52

Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad y Violencia Social en Hogares de 26 Ciu-
dades Mexicanas, 2005 (Sedesol, Colef).
los hogares con jefatura femenina 59

observado por Ariza y Oliveira (2002) respecto a las jefas de hogar


jóvenes solteras con elevados niveles de instrucción.

Condición de actividad

Al comparar la condición de actividad entre Tijuana y Chihuahua


(véase el cuadro 4) se aprecia una proporción más alta de jefes de
hogar activos en Tijuana, con una diferencia de 7.93 puntos porcen-
tuales. Sin embargo en el análisis por sexo del jefe se observa una
mayor desigualdad precisamente en Tijuana, ya que existe una brecha
de 34.76 puntos porcentuales a favor de los jefes hombres.

Condición de ingresos

En la distribución de los jefes de hogar por condición de ingresos y


sexo (véase el cuadro 4) se advierte una mayor diferencia en la per-
cepción de ingresos entre la jefatura masculina y femenina de Tijuana
(24.64 puntos porcentuales) a favor de los hombres, consistente con
lo observado en condición de actividad; en la ciudad de Chihuahua
tal diferencia sigue siendo a favor de la jefatura masculina, pero en
menor grado (16.11 puntos porcentuales), con lo cual se confirma lo
que ocurre en el nivel de instrucción de las jefas de hogar de Chihua-
hua. Contrario a lo observado en Tijuana, donde las condiciones son
más desventajosas para las jefas de hogar comparadas con las de los
jefes de la misma ciudad, pues allí existe una mayor desigualdad social
y económica que finalmente repercute en la diferenciación de la cali-
dad de vida de los miembros de hogares jefaturados por mujeres.

Condición de derechohabiencia

En Chihuahua existe un mayor acceso a los servicios médicos (véase


el cuadro 4), en comparación con Tijuana, a diferencia de lo que
ocurre en la condición de actividad y la condición de ingreso. En am-
bas ciudades es mayor la proporción de hogares con jefatura femenina
en comparación con los de jefatura masculina, especialmente en el
caso de Chihuahua. Esto quizá se deba a que las jefas de hogar se preo-
cupan más porque sus hijos cuenten con el servicio, y si no se les
proporciona en su actividad laboral, ellas buscan la manera de acceder
a los servicios de salud pública –como el seguro popular– o contratan
el servicio con una institución privada.
60 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

Comparación entre Chihuahua y Tijuana

Para comparar las dos ciudades se toman en cuenta cuatro componen-


tes: la disponibilidad de servicios básicos en la vivienda; la disponibili-
dad de servicios urbanos; la disponibilidad de áreas de recreación y
esparcimiento, y la disponibilidad de planteles de educación básica
(véase el cuadro 5).
Al comparar los servicios básicos en la vivienda se observa una
mayor cobertura para las tres variables consideradas en los hogares de
la ciudad de Chihuahua. Al comparar los servicios urbanos en la colo-
nia, es Tijuana la que presenta mayor cobertura en la prestación de los
considerados en el componente, pues supera a la ciudad de Chihuahua
en cinco de las seis variables que se incluyeron. En las áreas de espar-
cimiento en la colonia o cerca de ella, espacios de recreación a dispo-
sición de sus habitantes, la ciudad de Chihuahua supera a Tijuana. En
planteles de educación básica en la colonia o cerca de ella la compa-
ración favorece a Tijuana en todas las variables consideradas, pues un
poco más de 90% de los hogares cuenta con un plantel de educación
preescolar y primaria en su colonia o cerca de ella.

Comparación entre los hogares por ciudad según el sexo del jefe

Chihuahua

Al comparar el componente servicios básicos en la vivienda de acuerdo


con el sexo del jefe del hogar, se observan dos variables a favor de los
hogares con jefatura femenina (véase el cuadro 6). De las seis variables
consideradas al comparar el componente servicios urbanos en la co-
lonia, en tres de ellas el mayor porcentaje de hogares beneficiados con
estos servicios es dirigido por mujeres; la diferencia más importante
está en la variable centros de salud u hospitales. De las variables a favor
de los hogares cuyo jefe es un hombre, la que muestra mayor ventaja
significativa es la vigilancia policiaca.
Al comparar el componente áreas de esparcimiento en la colonia
o cerca de ella, la variable área de juegos infantiles presenta la diferen-
cia más significativa a favor de los hogares jefaturados por una mujer;
en la variable unidad deportiva o canchas la diferencia porcentual es
a favor de los hogares con jefa mujer; la variable parques y jardines
públicos presenta los mismos porcentajes en ambos tipos de jefatura.
los hogares con jefatura femenina 61

CUADRO 5
Porcentaje de hogares que disponen de cada indicador.
Chihuahua y Tijuana, 2005
Municipio de la vivienda

Dimensión Indicador Tijuana Chihuahua

Servicios básicos Agua en la vivienda 96.6 99.0


en la vivienda Luz en la vivienda 96.4 98.3
Drenaje en la vivienda 95.4 99.2

Servicios urbanos Transporte público 85.9 85.3


en la colonia Vigilancia policiaca 67.7 60.0
Teléfonos públicos 90.5 83.1
Recolección de basura 98.3 99.8
Centros de salud u hospitales 55.7 41.2
Mercado público o supermercado 75.5 64.0

Áreas de esparcimiento Unidad deportiva o canchas 61.3 72.9


en la colonia Área de juegos infantiles 39.2 58.2
o cerca de ella Parques y jardines públicos 39.5 55.9

Planteles de educación Escuela preescolar 90.1 87.4


básica en la colonia Escuela primaria 93.0 87.6
o cerca de ella Escuela secundaria 74.4 70.3

Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Calidad de Vida,


Competitividad y Violencia Social en Hogares de 26 Ciudades Mexicanas, 2005 (Sede-
sol, Colef).

En la comparación de los planteles de educación básica en la co-


lonia o cerca de ella, de acuerdo al sexo del jefe del hogar, en dos de
las tres variables consideradas el porcentaje de hogares que cuentan
con un plantel de este tipo en su colonia o cerca de ésta es mayor en
aquéllos cuyo jefe es una mujer.

Tijuana

Respecto al componente de servicios básicos en la vivienda, es mayor


el porcentaje de hogares que cuentan con estos servicios entre los
dirigidos por una mujer en dos de las tres variables consideradas, con
variaciones porcentuales mínimas (véase el cuadro 6).
En la prestación de servicios urbanos en la colonia tres de las va-
riables favorecen a los hogares con jefatura masculina. Es mayor la
CUADRO 6
Porcentaje de hogares que disponen de cada indicador por sexo del jefe del hogar. Chihuahua y Tijuana, 2005
Chihuahua Tijuana

Dimensión Indicador Hombre Mujer Hombre Mujer

Servicios básicos en la vivienda Agua en la vivienda 99.2 98.2 97.5 93.2


Luz en la vivienda 98.3 98.5 96.1 97.7
Drenaje en la vivienda 98.9 100.0 94.8 97.4

Servicios urbanos en la colonia Transporte público 85.1 86.0 86.0 85.3


Vigilancia policiaca 61.2 55.6 68.7 64.2
Teléfonos públicos 83.3 82.5 90.0 92.5
Recolección de basura 100.0 99.0 98.2 98.8
Centros de salud u hospitales 40.5 43.8 57.0 50.8

Mercado público o supermercado 63.5 65.8 74.7 78.4

Áreas de esparcimiento en la colonia Unidad deportiva o canchas 72.7 73.7 61.7 59.4
o cerca de ella Área de juegos infantiles 57.3 61.3 38.8 40.7
Parques y jardines públicos 55.9 55.9 40.1 37.1

Planteles de educación básica Escuela preescolar 86.4 91.2 90.3 89.2


en la colonia o cerca de ella Escuela primaria 88.6 83.8 93.1 92.8
Escuela secundaria 69.4 73.7 75.3 71.2
Fuente: Elaboración propia con base en la Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad y Violencia Social en Hogares de 26 Ciu-
dades Mexicanas, 2005 (Sedesol, Colef).
los hogares con jefatura femenina 63

proporción de hogares con jefatura femenina en las variables teléfonos


públicos, recolección de basura y mercados públicos o supermercados,
y es en esta última donde se observa una mayor diferencia.
En el componente áreas de esparcimiento en la colonia o cerca
de ella, el porcentaje de hogares con jefatura femenina es superior en
la variable área de juegos infantiles; al igual que en el componente de
servicios urbanos, un mayor porcentaje de hogares con jefatura mas-
culina se ve beneficiado al contar con mayor acceso a áreas de recrea-
ción. Los hogares con jefatura masculina se ven más favorecidos en
todas las variables del componente planteles de educación básica en
su colonia o cerca de ésta, ya que presentan mayores porcentajes que
los hogares con jefatura femenina.

Comparación entre hogares con jefatura femenina de las dos ciudades

Al comparar la jefatura femenina de la ciudad de Chihuahua con la


de Tijuana en el componente de servicios básicos en la vivienda, la
proporción de jefas de hogar de Chihuahua es mayor que la de Tijua-
na en las tres variables consideradas (véase el cuadro 6). El hallazgo
llama la atención, ya que al comparar los hogares dirigidos por muje-
res con los jefaturados por hombres para cada ciudad, la proporción
de los que tenían jefatura femenina en Tijuana era mayor que la de
los que contaban con jefatura masculina en tres de las cuatro variables
del componente. En la ciudad de Chihuahua los hogares con jefatura
femenina solamente superaban la proporción de los que tenían jefa-
tura masculina en dos de las cuatro variables.
Lo anterior nos sugiere que aun cuando en Tijuana los hogares
con jefas mujeres cuentan con mejor cobertura de servicios básicos en
sus viviendas en comparación con las de los hogares con jefes hombres
de la misma ciudad, al confrontarlas con las jefas de hogar de la ciudad
de Chihuahua, estas últimas las superan porque presentan una mejor
disponibilidad de servicios básicos en sus viviendas. El mismo compor-
tamiento se observa en el componente de servicios urbanos en la co-
lonia: ahora los hogares con jefatura femenina de Tijuana presentan
mejores condiciones que los hogares con jefatura femenina de la ciu-
dad de Chihuahua en cuanto a disponibilidad de servicios urbanos en
sus colonias en cinco de las variables consideradas en el componente,
no obstante que en el nivel ciudad los hogares jefaturados por mujeres
están en desventaja frente a los dirigidos por hombres en Tijuana.
64 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

Tras la comparación del componente áreas de esparcimiento en


la colonia o cerca de ella se observa que la proporción de hogares con
jefatura femenina de Chihuahua que tiene acceso a lugares de recrea-
ción es superior, en las tres variables consideradas, a la proporción de
hogares dirigidos por mujeres en Tijuana. Al comparar el componen-
te planteles de educación básica en la colonia o cerca de ella se obser-
va una mayor proporción de hogares con jefatura femenina en la
ciudad de Chihuahua respecto a Tijuana en dos de las tres variables
consideradas.
En síntesis, en una comparación por ciudad no se encuentran
diferencias significativas en las dimensiones sociales de análisis ya que
cada ciudad se ve favorecida en dos de los cuatro componentes. Sin
embargo en la comparación entre sexos dentro de cada ciudad se
advierte que en Chihuahua presentan mejores condiciones los hogares
dirigidos por mujeres, mientras que en Tijuana sucede lo contrario.
Los hogares con jefatura femenina de la ciudad de Chihuahua
muestran mejores condiciones que los hogares dirigidos por mujeres
en Tijuana, con ventaja porcentual en tres de los cuatro componentes
analizados.
La comparación de hogares con jefatura femenina entre las ciu-
dades de Chihuahua y Tijuana confirma lo que sucede en el ámbito
local, ya que en Chihuahua los hogares con jefatura femenina presen-
taron en general mejores condiciones que los hogares con jefatura
masculina, mientras que en Tijuana la situación fue inversa.

Calidad de vida en los hogares de Chihuahua y Tijuana

Tras analizar las características sociodemográficas y económicas de los


jefes del hogar de manera independiente de acuerdo con el sexo del
jefe, y después de realizar comparaciones de las dimensiones sociales
de calidad de vida en la sección anterior, procederemos a construir un
índice de calidad de vida y formularemos modelos de regresión logís-
tica para analizar el riesgo de que un hogar con jefatura femenina
tenga una mala calidad de vida en comparación con uno con jefatura
masculina.
Los coeficientes del modelo de regresión muestran que la variable
sexo no es significativa para Tijuana, y que en la ciudad de Chihuahua
no implica riesgo el que la jefa sea mujer. En Tijuana el ser jefa de
hogar representa un riesgo ligeramente mayor de que su hogar pre-
los hogares con jefatura femenina 65

sente mala calidad de vida (4%) en comparación con que el jefe del
hogar sea hombre. Un efecto contrario se observa en la ciudad de
Chihuahua, donde el riesgo de que un hogar con jefatura femenina
presente mala calidad de vida es 28% inferior al de un hogar con jefa-
tura masculina (véase el cuadro 7).
Veamos ahora el efecto de las variables sociodemográficas y eco-
nómicas sobre la calidad de vida en los hogares de las ciudades objeto
de estudio. Para ello realizamos un modelo de regresión logística con-
siderando las variables: sexo, edad, estado civil, escolaridad, condición
de actividad, condición de ingresos y condición de derechohabiencia.
Tomamos como categorías de referencia: jefe hombre, grupo de edad
30 a 40, casados/as o unidos/as, secundaria y más, activo, recibe ingre-
sos, y cuenta con servicio médico, respectivamente. En el cuadro 8 se
presentan los resultados del modelo para Tijuana y Chihuahua.
Todos los coeficientes son significativos para Tijuana. La variable
sexo nos muestra que allí los hogares con jefatura femenina corren
riesgos superiores (58%) a los de jefatura masculina de presentar mala
calidad de vida. En Chihuahua la variable sexo no fue significativa en
el modelo.
Respecto a la edad, en ambas ciudades se observa un mayor riesgo
de presentar mala calidad de vida en los hogares donde la edad del
jefe o jefa del hogar se encuentra en el grupo de edad inferior a 30 años,
respecto al grupo de referencia (30 a 49 años); esto se debe principal-
mente a que esos jefes están en la etapa de conformación del hogar,
tienen poca experiencia laboral y con ello menores posibilidades de
contar con empleos bien remunerados.
Lo contrario sucede con los jefes de hogar del grupo de edad 50
y más, quienes reducen el riesgo de mala calidad de vida en alrededor
de 50% en ambas ciudades debido a que están por concluir o ya con-

CUADRO 7
Coeficientes de regresión logística sobre calidad de vida según sexo
Jefa mujer

Ciudad de residencia Exp(B) Sig.


Tijuana 1.043 0.745
Chihuahua 0.716 0.052

Fuente: Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad y Violencia Social en


Hogares de 26 Ciudades Mexicanas, 2005 (Sedesol, Colef).
66 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

CUADRO 8
Coeficientes de regresión logística sobre calidad de vida en hogares
de las ciudades de Tijuana y Chihuahua, 2005
Jefes de hogar Tijuana Chihuahua
Sexo (hombre)
Mujer 1.576** 1.006
Edad (30 a 49)
Hasta 29 1.597*** 1.626*
50 y más 0.542*** 0.552***
Estado civil (casados o unidos)
No unidos/as 0.445*** 0.518***
Educación (secundaria y más)
Hasta primaria 2.513*** 2.008***
Condición de actividad (activo)
Inactivo 0.580** 0.776
Condición de ingresos (recibe ingresos)
No recibe ingresos 1.629** 1.350
Condición de derechohabiencia (con servicio médico)
Sin servicio médico 1.298** 1.776***
-2*LL 1 465.766  863.377  

Nota: Las categorías de referencia aparecen entre paréntesis.


Niveles de significación: * p < 0; ** p < 0.05; *** p < 0.01.
Fuente: Encuesta sobre Calidad de Vida, Competitividad y Violencia Social en
Hogares de 26 Ciudades Mexicanas, 2005 (Sedesol, Colef).

cluyeron su etapa productiva y tuvieron el tiempo necesario para me-


jorar sus condiciones materiales de vida.
Al analizar los efectos de la variable estado civil, los jefes y jefas de
hogar no unidos reducen el riesgo de mala calidad de vida en ambas
ciudades (alrededor de 45% en Tijuana y poco más de 50% en Chi-
huahua). Conviene mencionar que muchos de los hogares con jefatu-
ra femenina los dirigen solteras (10.44% en Tijuana y 20.46% en
Chihuahua).
En ambas ciudades es evidente que un bajo nivel de escolaridad de
los jefes o las jefas incrementa el riesgo de que sus hogares presenten
mala calidad de vida si no cuentan con estudios o si éstos son mínimos
(hasta primaria), ya que cuanto menor sea su escolaridad, menos serán
sus posibilidades de obtener buenos empleos y bien remunerados, lo que
finalmente se reflejará en su calidad de vida y en la de sus hogares.
los hogares con jefatura femenina 67

El riesgo es menor en la ciudad de Chihuahua, ya que en el aná-


lisis que realizamos en el capítulo anterior observamos allí condiciones
educativas más favorables para las jefas de hogar, lo que se ve reflejado
en los coeficientes de regresión, ya que se duplica (2.008) el riesgo de
mala calidad de vida, mientras que en Tijuana dicho riesgo casi se
triplica (2.513).
La condición de actividad refleja en ambas ciudades que buena
parte de los jefes de hogar no trabaja (21.1% en Tijuana y 29.1% en
Chihuahua). En particular alrededor de la mitad de los del grupo de
edad 50 y más muestra inactividad, lo cual puede explicarse asumien-
do que ya tuvieron el tiempo suficiente y seguramente también los
medios necesarios para mejorar sus condiciones de vida. Tal variable
tiene una relación significativa sólo para Tijuana.
Lo anterior concuerda con los resultados que obtuvo Echarri (1995:
285) sobre los determinantes de una buena infraestructura de servicios
y buenas características físicas de las viviendas. Conjetura que

los hogares donde el jefe no ejerce ningún trabajo remunerado tienen


posibilidades de residir en viviendas presentando buenas condiciones
materiales […] sin duda debido a la relación entre la edad de los jefes y
sus condiciones de actividad económica: son los jefes de hogar de menor
edad que trabajan y que regularmente no han tenido aún el tiempo ni los
medios suficientes para mejorar sus condiciones de vivienda.

En ambas ciudades el hecho de que el jefe o jefa del hogar no


reciba ingresos es indicativo de mayor riesgo de presentar mala calidad
de vida en comparación con los que sí perciben ingresos, ya que esto
puede indicar que carecen de un trabajo remunerado y subsisten con
ingresos de otro tipo, como pensiones (que en su mayoría alcanzan el
equivalente a un salario mínimo mensual), o bien reciben el apoyo de
familiares o de programas gubernamentales. La variable no tiene una
relación significativa en el caso de la ciudad de Chihuahua.
El hecho de que el jefe o jefa del hogar no tenga acceso a servicios
médicos está asociado a mayor riesgo de presentar mala calidad de
vida, debido entre otras cosas a que muy probablemente no cuenta
con trabajo remunerado o bien no recibe ese tipo de prestación y
probablemente carece de recursos suficientes para contratar el servicio
de manera particular, lo que finalmente afecta la calidad de vida fami-
liar. En el caso de la ciudad de Chihuahua el riesgo de mala calidad
de vida cuando no se cuenta con acceso a servicios de salud se incre-
68 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

menta 78%, mientras que en Tijuana sólo aumenta 30% respecto a los
que sí cuentan con acceso a atención médica.

Conclusiones

El concepto de calidad de vida desde un principio y cada vez con ma-


yor frecuencia se analiza en términos de ingreso o de salud. A medida
que aumenta el interés por medir el bienestar de las personas, va ad-
quiriendo multidimensionalidad, ya que se puede trabajar con tantas
dimensiones como sea posible integrar al análisis. En la revisión de la
literatura se observa la diversidad de formas de abordarlo y los dife-
rentes métodos que han sido utilizados en su medición.
De igual manera es evidente la complejidad del concepto, ya que
tiene que ver con la sensación de bienestar que las personas perciben
del entorno; se considera que los indicadores del bienestar son tanto
objetivos como subjetivos y se refieren a múltiples aspectos, como el
desarrollo personal, la recreación, el entorno social, la vivienda y el
empleo, entre otros, cuya apreciación varía de acuerdo con las expec-
tativas del individuo, mismas que se ven afectadas por factores sociales
y económicos propios de la sociedad a la que pertenece.
Respecto a la jefatura femenina no debemos olvidar que aunque
la mujer trabaja y es el principal aporte económico del hogar, se con-
sidera que el marido es el jefe del hogar y el proveedor económico del
mismo. Además se debe tener presente la heterogeneidad del fenóme-
no, ya que la jefatura femenina se da en una gran diversidad de situa-
ciones (embarazo adolescente, viudez, separación, divorcio, migración
del esposo, abandono del hogar por parte del esposo, madres solteras,
etc.). Es evidente la situación de desigualdad social y económica que
enfrentan las mujeres y en especial las jefas de hogar, y esto finalmen-
te se refleja en su bienestar y el de su familia.
Al comparar los indicadores de los componentes sociales se obser-
va que en Chihuahua los hogares con jefatura femenina cuentan en
general con mejores condiciones que los dirigidos por hombres en la
misma ciudad, así como cuando se les compara con los hogares con
jefatura femenina de Tijuana.
El análisis de los modelos de regresión logística para cada ciudad
nos revela implicaciones diferentes en cuanto al sexo del jefe del hogar,
ya que en Tijuana no presenta una relación significativa con la calidad
de vida de los hogares, mientras que en Chihuahua esta variable sí
los hogares con jefatura femenina 69

muestra una relación significativa que favorece a los hogares dirigidos


por mujeres disminuyendo el riesgo de que presenten mala calidad de
vida en sus hogares.
Los análisis de regresión logística nos muestran el efecto de las
variables utilizadas en el modelo sobre la calidad de vida en los hogares
de Tijuana y Chihuahua, en distinto grado para cada ciudad. Las va-
riables edad, estado civil y educación son las más significativas en
ambas ciudades; adicionalmente en Chihuahua sobresale la variable
condición de derechohabiencia. Los coeficientes de la variable estado
civil son significativos, pero de signo contrario en ambas ciudades. Las
variables edad, condición de actividad y condición de ingresos no
presentaron una relación significativa, con la probabilidad de presen-
tar mala calidad de vida en el caso de la ciudad de Chihuahua.
La variable que muestra mayor asociación con la calidad de vida
es la educación; los coeficientes de los momios muestran riesgos muy
altos al duplicar o triplicar el riesgo respecto a la categoría de referen-
cia. Es evidente la brecha educativa, y aunque las jefas de hogar de
Chihuahua han logrado avances, no han sido suficientes, lo cual re-
afirma la importancia de abatir los rezagos y la desigualdad en materia
educativa.
El análisis de calidad de vida en los hogares de las ciudades de
Chihuahua y Tijuana nos permite constatar la heterogeneidad de la
jefatura de hogar, así como la importancia del nivel de instrucción
como determinante de la calidad de vida, y evidencia la desigualdad
social y económica entre ciudades y en el interior de las mismas, en
especial la desigualdad de género.
La desigualdad social y económica conlleva un cúmulo de des-
ventajas, en especial para las mujeres y de manera particular para
las jefas de hogar, las expone a privaciones, las vuelve más vulnerables
y con ello más proclives a presentar baja calidad de vida en sus ho-
gares.
Es necesario desarrollar políticas públicas orientadas a garantizar
la equidad mediante el diseño y la instrumentación de programas que
incidan directamente en el bienestar de los habitantes, abatiendo la
desigualdad social y económica, especialmente en materia educativa y
en el acceso a los servicios.
70 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

Bibliografía

Acosta Díaz, Félix (1994), “Los estudios sobre jefatura de hogar femenina
y  pobreza en México y América Latina”, en Grupo Interdisciplinario
sobre Mujer, Trabajo y Pobreza (Gimtrap), Las mujeres en la pobreza, Méxi-
co, Centro de Estudios Sociológicos, El Colegio de México/Gimtrap,
pp. 91-117.
Acosta Díaz, Félix (1998), “Hogares con jefas mujeres y bienestar familiar en
México”, en Beatriz Schmukler (coord.), Familias y relaciones de género en
transformación, México, Population Council/Edamex, pp. 155-205.
Acosta Díaz, Félix (2000), Jefatura de hogar femenina y bienestar familiar en México,
tesis de doctorado en Ciencias Sociales con especialidad en Estudios de
Población, México, Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo
Urbano, El Colegio de México.
Ariza, Marina y Orlandina de Oliveira (2001), “Familias en transición y marcos
conceptuales en redefinición”, Papeles de Población, nueva época, vol. 7,
núm. 28, pp. 9-39.
Ariza, Marina y Orlandina de Oliveira (2002), “Acerca de las familias y los
hogares, estructura y dinámica”, en Catalina Wainerman (comp.), Familia,
trabajo y género: un mundo de nuevas relaciones, México, Unicef/Fondo de
Cultura Económica, pp. 19-51.
Chant, Sylvia (1999), “Las unidades domésticas encabezadas por mujeres en
México y Costa Rica: perspectivas populares y globales sobre las madres
sin pareja”, en Mercedes González de la Rocha (coord.), Divergencias del
modelo tradicional: Hogares de jefatura femenina en América Latina, México,
ciesas/Plaza y Valdés.
Di Marco, Graciela (1998), “La jefatura de hogar, ¿feminización de la pobreza?”,
en Beatriz Schmukler (coord.), Familias y relaciones de género en transforma-
ción, México, Population Council/Edamex, pp. 209-251.
Echarri, Carlos (1995), “Hogares y familias de México: una aproximación a su
análisis mediante encuestas por muestreo”, Estudios Demográficos y Urbanos,
vol. 10, núm. 2 (29), pp. 245-294.
García, Brígida (1998), “Dinámica familiar, pobreza y calidad de vida: una
perspectiva mexicana y latinoamericana”, en Beatriz Schmukler (coord.),
Familias y relaciones de género en transformación, México, Population Council/
Edamex, pp. 53-79.
García, Brígida et al. (1999), “Mujeres y relaciones de género en los estudios
de población”, en Brígida García (coord.), Mujer, género y población en
México, México, El Colegio de México/Sociedad Mexicana de Demografía
(Somede), pp. 19-57.
García, Brígida y Olga Rojas (2002), “Los hogares latinoamericanos durante
la segunda mitad del siglo xx. Una perspectiva sociodemográfica”, Estudios
Demográficos y Urbanos, vol. 17, núm. 2 (50), pp. 261-288.
los hogares con jefatura femenina 71

García, Brígida y Orlandina de Oliveira (2006), Las familias en el México metro-


politano: visiones femeninas y masculinas, México, Centro de Estudios Demo-
gráficos, Urbanos y Ambientales, El Colegio de México.
González de la Rocha, Mercedes (1986), Los recursos de la pobreza. Familias de
bajos ingresos de Guadalajara, Guadalajara, El Colegio de Jalisco/ciesas.
González de la Rocha, Mercedes (1999), “Hogares de jefatura femenina en
México: patrones y formas de vida”, en Mercedes González de la Rocha
(coord.), Divergencias del modelo tradicional: Hogares de jefatura femenina en
América Latina, México, ciesas/Plaza y Valdés, pp. 125-155.
inegi (2008), Perfil sociodemográfico de los Estados Unidos Mexicanos 2005, Aguas-
calientes, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
Lassonde, Louise (1997), Los desafíos de la demografía. ¿Qué calidad de vida habrá
en el siglo xxi?, México, Universidad Nacional Autónoma de México/
Fondo de Cultura Económica.
Lázaro Castellanos, Rosa et al. (2007), “Jefas de hogar: cambios en el trabajo y
en las relaciones de poder”, Revista Poder y Cultura. Mujer, Poder y Trabajo,
núm. 28, México, Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochi-
milco, pp. 201-224.
Leva, Germán (2005), “Indicadores de calidad de vida urbana”, Buenos Aires,
Universidad Nacional de Quilmes (en línea). Disponible en: <http://www.
hm.unq.edu.ar/archivos_hm/GL_ICVU.pdf>. Consulta: 16 de agosto de
2007.
Oliveira, Orlandina de (1998), “Familia y relaciones de género en México”,
en Beatriz Schmukler (coord.), Familias y relaciones de género en transforma-
ción, México, Poulation Council/Edamex, pp.23-52.
Oliveira, Orlandina de et al. (1999), “Familia y género en el análisis sociode-
mográfico”, en Brígida García (coord.), Mujer, género y población en México,
México, El Colegio de México/Sociedad Mexicana de Demografía (So-
mede), pp. 211-271.
Rendón, Teresa (2004), “El mercado laboral y la división intrafamiliar del
trabajo”, en Marina Ariza y Orlandina de Oliveira (coords.), Imágenes de
la familia en el cambio de siglo, México, iis, unam, pp. 49-87.
Salles, Vania y Rodolfo Tuirán (1999), “¿Cargan las mujeres con el peso de la
pobreza? Puntos de vista de un debate”, en Brígida García (coord.), Mu-
jer, género y población en México, México, El Colegio de México/Sociedad
Mexicana de Demografía (Somede), pp.431-475.
Sobrino, Jaime (1998), “Desarrollo urbano y calidad de vida”, Toluca, El Co-
legio Mexiquense (en línea). Disponible en: <http://www.cmq.edu.mx/
docinvest/document/DI28142.pdf>. Consulta: 29 de febrero de 2008.
Tuirán, Rodolfo (1993), “Vivir en familia: hogares y estructura familiar en
México 1976-1987”, Comercio Exterior, vol. 43, núm. 7, julio, pp. 662-676.
Velarde Jurado, Elizabeth y Carlos Ávila Figueroa (2002), “Evaluación de la
calidad de vida”, Salud Pública de México, vol. 44, núm. 4, julio-agosto (en
72 ESTUDIOS DEMOGRÁFICOS Y URBANOS

línea). Disponible en: <http://www.insp.mx/salud/index.html>. Consul-


ta: 7 de noviembre de 2007.
Wartenberg, Lucy (1999), “Vulnerabilidad y jefatura en los hogares urbanos
colombianos”, en Mercedes González de la Rocha (coord.), Divergencias
del modelo tradicional: hogares de jefatura femenina en América Latina, México,
ciesas, pp. 77-97.
© 2010. This work is published under (the “License”).
Notwithstanding the ProQuest Terms and Conditions,
you may use this content in accordance with the terms
of the License. http://creativecommons.or
g/licenses/by-nc-nd/4.0/

También podría gustarte