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SERVICIO DE INFORMACION DE DEFENSA DEPARTAMENTO I

SECCION MIOROyiLM.'CION

ROLLO No. 112

ACTA DE APERTURA DE MICiiOPILMACION

LUGAR DE LA MICROFILMAUION (ORGANISMO)í SERVICIO DJi INFORMACION DE DEFEN­

SA.-_________________________________________ ______________________ _____

FICHA DE INICIACION DE LA MICitOFILMACICN» 21 d* d* 1983^______________

DENOMINACION DE LA DOCUMENTACION« DOCUMENTOS DEL ABO 1983 CON REGISTRO DE

ENTRADA DEL N*.2j632 AL N*.23732.-

IDENTIFICACION DEL PRIMER ORIGINAL NICHCI'IIMADO

RECORTES DE DIARIOS DE SESIONES DE LA CAMARA DE REPRESENTANTES. -

REFERENTE Al SOARES NETTO. EDMUNDO.-DAMAl PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO.-
SUB. LEMA» "COALICION 1001«.-,

OPERARIO/St Sd..1ra.Jorg. 3arrauta. y Sdo. Robart Peras.

REDUCCION DF IMAGEN» 2* X

SISTEMA EMPLEADO» STANDARD

5CIIC SirU^NEO» NC CONF. DE MARCADORES Y REV. DOC. PROCESiDOS»

Cbo.2da.A. Barbo»at Sdo. 1rs«0« H«irt y Sde.îra.
PKmaACIŒ DOCUMENTAIx J» Stniutt»»
NUMEHAOION Y DOC. ILEOIBLESi 3gte. 0. DO CA1M0.-
* VISTOa Una vos comprcbadae las oaractc.riutioao que contiene el primer do*

o omento en la apertura del nota, ne procede a la inlciaoiôn de la

microflimacióa firmando para eu constano la el funoionario reeponaa-

ble y la Direcoiónde la Oficina.-

SI Encargado de Seocidi^Klcroflimación

Sgto.lo

El Jcfe de tj Mi ci* o f ilinación

May or
^jajai^ieïx
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Me. I* MrMN 2- A>fi 3. 2

236 3 2
 '.y,
Re prati eii tan t o
■TEM.4< niNCIONARIOS PUBLICOS.CKSANTí.S. TRIBUNA-* EXTRAORDINARIO.
CKEmGION.
S^tlón C.RR. 8 marxo/972
. EXPOSICION■*■**■’DE MOTIVO»
»*- (
’Cn la anterior Legislatura fue aprobv do, por anillas
Cámaras, un proyecto de ley para la reposición de
la trabajadores estatales destituidos por aplicación
directa o indirecta de ¡as medidas prontas de *e-
guudad.
Esta iniciativa, que instituye un Tribunal Extraer
di nano y que dispo ne asimismo el reintegro provi sio­
nal de los trabajadores destituidos, —o la sustitución
pjr el Organismo respectivo de ese relii tegro, por una
compensación mensual equivalente al sueldo—, fue ve-
toda jor el poder Ejecutivo al término del período, no
habiendo logrado quórmn la Asamblea General, en el
pazo fijado por la Constitución, para levantar el re­
ceso y considerar, las observaciones interpuestas.
Si bien la posición de nuestro sector es clara y no­
toria en cuanto d promover la reposldón lisa y lla­
na de los trabajadores destituidos, creemos que el pfo-
y»cto mencionado constituye uní fórmula trtisac-
cJonal aceptable,, que repara una de las consecuencias
más infurta* de la aplicación discrecional y arbitra­
rlas de las medidas de seguridad, y que por tal cun­
tir con el voto afirmativo de legísladDres de loe mas
d1 versos sectores políticos. Es de hacer notar que el
proyecto de **«ferencl», aun cuando nutrió modifica-
c ones en Sala, tuvo íu origen en la Demisión de Cons-
t’ución y legislación, integrada con Previsión de la
C ¿n»ara de Senadores.
Cretino« que no corresponde la observación de in-
constitucionalldad picoteada por el anterior Poder
Ejecutivo.
No solo porque es competencia dé la Asamblea Ge­
neral establecer tribunales (Artícub 85 de Ja Consti­
tución), sino porque, además en forma expresa el Ar­
ticulo 65 de la Constitución establece en su Inciso 29
que “en los servicios públicos administrados directa­
mente o por concesionarios, la ley podré disponer la
formación de órganos competentes para entender en
las desinteligenclas entre las autoridades de los ser­
vicios y sus empleados y obreros". En cuanto a la es­
fera de competencia del Tribunal de lo Con^ncfcso
Administrativo, la ley a que estamos haciendo refe­
rencia establece en su Artículo 69 precisamente que
Jos fallos del Tribunal Extraordinario no obstarán a
la prosecución de las acciones Interpuestas ante el
citado Tribunal.
Por todo lo expuesto, y por tratarse de un proble­
ma de hondo contenido social, que requiere una ur­
gente soluelen replanteamos como proyecto de ley el
que ya fuera ¿probado por la anteilor Legislatura, y
que hemos comentado en la presente exposición de
motivos.
Sólo hemos introducido una modificación de car
rácter formal en el Articulo P a Ion efectos de preci­
sar mejor los casos sobre los que entenderá el Tribu«
nal. El proyecto original establecía "funcionarlos den-
titklos o declarados cebantes". La nueva redacción
que proponemos as “funcionarlos destituidos, tra.sla
dados o sancionados". En correspondencia con esta
modificación, se incluye la denominación “destitui­
dos" para determinar los funcionarios a los que hace
referencia el *krtículo 79.
Montevideo, B de marro de 1072.
Wladimtr TurMuasky, Representante jor Monte­
video; Jexa R. Clreii, iaepme«^®firt* por
Montevideo; Redney ArfasaeaMH, Repteseu-
tante por Montevideo: Jaime Párta, Reprcsen-
Representante por f arlos ñarab
bar, Representante por Montevideo; Carlos
_ 0í
Jlì?111 ‘
A
i
Texélrtí, Representante ;>or salto; Sebastián
** Eliitíre, Representante por Paysandú; Daniel >
Sosa Días, Representante por Montevideo;
Hug) Batalla, Representante por Montevideo; •'
Fernando EUchirigoity, Representante ' por
Montevideo; Walter Martines Gallinai, Re- 4
presentante por Montevideo; Antonio M. Sa- í
rachá, Representante por Colohla; Luis -
Imaii, Representante por Montevideo; Ariel
Día», Representante por Boriano; Vivlán
Trían, Representante por Montevideo". <
21. — Repartido de un proyecto
SEÑOR AHIfiMENDI. — Jido la palabra.
BEROR PRESIDENTE (Pozzolo). — Tiene la pala
bra ül señor Diputado.
SEÑOR AR1SMENDI. — M Detono paru que se repar - '
ta.
SEÑOR PRESIDENTE (Potzolo). — Se va a votar el.
repartido dol proyecto.
(Se vota,)
—Treinta y doí en treinta y cinco. Afirmativa.
22. —- Rectifica! ¡ón de trámite
■
SEÑOR TURIANSKY. — Pido la paM& .
SEÑOR PRESIDENTE (Prasolo). — Tiene la pala •
bra el señar Diputado. .t
SEÑOR TURIANSKY. — ¡Este proyecto se originó
en la Comisión de Legislación del Trabajo de la cá­
mara de Diputados. 0e traja de un problema tipleo
de legislación laborsl, por o cual solicitamos que el
proyecta sea enviado a esa Comisión, la que, en todo
caso, podría ser integrada con miembros de la de |
Constitución. Códigos, Leg elación General y Admi 1
nistra'ión
SEÑOR PRESIDENTE (foazolo). — En discusión.
SI no so hace uno de ¡a palabra, se va a Votar.
(Se vola.) i
—Trota» en treinta y tíos; Afirmativa.
I
23. — Aplicación de 1» Ley M <3.ML Placo a
la Comisión de Mac enda para «xpedlrva
Existo en la Mesa una moción presentada por víi- f
nos legisladores del Partido Napéeiml. ।
Léase. J
(Se lea.) !1
“Mocionamos para que lf comisión J» Hacienda etiS
el plazo de treinta dias, sj expiddTsobre las soÍuf*k7¡MB
nes (legislativas o de r^Ordenamiento admi'iístJát^W
vo finantiero) definitivas i adoptarse para haatEjl
efectiva la Ley N? 13.981, de K de julio de 197L »r*^l
bre consolidación de deud us. |
Uruguay Tourné, Htetair Gofti. Martfn*>íMuU,
Aatoub» Aiueróe y Nelsen CosiMta”.
- En discusión.
 Intrgia< ion 0c (onisioiits
SEÑOR PHT8IDEUTE (Pozzclo). — Dése cuenta de
integración de Comisiones,
(Se lee:)
“Se designa para integrar H Comilitón del orden
del Dia y la Comisión Espeen 1 de Mediación en los
Conflictos Laborables, al señjj Representante To-
mido.
Se designa para integrar la i Comisión del Orden de)
Día al safar Representante Df la Sierra.
Se designa para Integrar le Comisión Especial de
Mediación en los Conflictos Li bora ble », al señor Re-
presentante López Balestra".
20. — Auunlos entrad« a fuera ck; híra
i tiene la palabra el
—Para una cuestan de ord< n,
señor Diputado Turlansky.
SEÑOR TURIANSKY. — 3oll pito que se dé entrada
como asunto presentado fuer¡ de hoia, al proyecto
de ley por el cual se dispone 1i reposición de los tra-
baladores sciatale* destituidos m el marco de las me-
didas d8 somrldad, iniciativa propiciada por la ban-
cada del Frmte Amplio.
En liaeas generales, señalamos que este proyecto
reitera *1 que ya fuera aprobado en lu anterior Le­
gislatura Pensamos que el presentarlo contemplamos
la opinión de los distintos se ¡lores pelíticos que en
su oportmidad dieron su voto a aquella otra inlclati-
va, que luego, durante el rec !so, fue vetada por el
Peder Ejecutivo.
En estos momentos la Asamblea Gen ual considera
e’ tema del levantamiento de las medidas de seguri­
dad. y si es coherente conslf o misma posiblemente
mañana éste w produzca Entonce* quedará pendien­
te de solivión eiste problema ós los trabajadores des-
<¡hrido* fveclaflmente en el marco de dichas medidas.
señor PRESIDENTE (Pozzt lo), S* va a votar.
(Se vota.)
—Treinta an treinta y cinco: Aflrmath»,
4
^■ía lee;) ■>
"Varios señores Representantes presentan un pro»-
yuto de ley relacionado con funcionario» dcsllttado*
en Ja Administración central y Ente* Altó nomos".
—A Ift Comisión de Constitución, Códigos, la-
ctón General y Administración,
»Texto del proyecto:)
/ Montevideo; Rodney Arhriendi. Representan­
PROYECTO DE LEY
Artículo J9 —. Los funcionarlos de la Administración
Central, de Entes Aufónomos o Servicio* Desctntra-
Hmdoa nue ¿aysn sido destituidos, trasladados o san-
á uñados por aplicación directa o indirecta del de-
V'-'o de¿ Podar Ejecutivo N? 883, de 19 de junio do
áMI > poste’i«»** de Módlda* Pronta* ó* heguridud,
taxfjww él TrUft wl KmUiuíiíHiwIq qu< v
M '-.tNt ésfit Mfí ’< 00 v
Artícete 2* Oréase un Tribunal «xtri.ordiñario
con ei cometido de entender en las reclamaciones a
que se refiere el articulo anterior, el que tendrá la
facultad de resolver la restitución del funcionario, te-
. ;i (utni.i lazMix1;, de lega.id.¡d, de fondo o
ir Jolina y,o di? evidente conveniencia pública.
El Tribunal so comprondrá de cinco miembro* «le­
nguados: uno por el Poder Ejecutivo, uno por la ctf*
mara do senadores, uno por la Cámara de Represen­
tantes, uno por la Suprema Corte de Justicia y uno
por el Tribunal de lo Conteneioao Administrativo.
Artículo 3* — Lo» cargo* serán honorarios y para
ser miembro del Tribunal será necearle reunir la*
i ondlclune* j/reví*tas por el Artículo 841 de la Cons­
titución.
El Tribunal fijaré el procedimiento a seguir en loe
asuntos sometidos a su decisión y a pitido dei interé­
selo abrirá a prueba por el término suficiente. Ac­
tuará en papal común, ¡as actuaciones no devenga­
rán costas y funcionará en el palacio Legislativo, El
Presidente de Ja Asamblea General le proveerá el per­
sonal y útiles necesarios.
Articula <v —. El Tribunal ae constituirá dentro de
los diez días de promulgada la presente ley y será con­
vocado por cualquiera de su* ml< mbres, una vez desig­
nados tres de los nUmos. En su primera sesión desig­
nará su Presidente.
Lo* interese dos dentro de ios sesenta dia* de la in­
tegración del Tribunal, deben) n prmentarse por ai ¡ri­
to formulando si reclamarán y articulando lo* he­
chos en que se fundan,
El Tribunal, dentro de los sesenta días de entabla­
do el reclamo, declarará si *1 reclamante tiene dera-
ho a reintegrarse a su cargo La declaración se adop­
tará por tres votos conformes y causará ««todo,
Artículo — Resuelta por el Tribunal favorable­
mente la reclamación del funcionarlo, la comunicaré
i l instituto a) cual pertenecía, el que debvrá reinte­
grarlo a su cargo en un plazo do ditu días, .'.•«conocerle
su antigüedad y abonarle todas, las retribuciones que
'« hub’cran correspondido de*c\> el momento de su
destitución a la fecha de su rfjategr«?.
Artículo 69 — El fallo del T. Ibunal Extraordinario
no obstará a la prosecución de las accione* interpues­
tas ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo,
Artículo 79 A partir de la promulgación de la
presente ley los funcionarlos destituidos r que hace
irtarcncla el artículo P serón reintegrados en forma
provisional, con el sueldo y demás beneficios que co­
rrespondan a su grado y categoría a la fecha de esta
ley, pudiendo sustituir los Organismos este reintegro
por una compensación mensua' equivalente' a dichos
licito* y beneficios, t ।
Comuniqúese, et¿. /
Artículo ge
f¡ : r > i ' i ,i. ; < < I . J
Montevideo, 8 do marío de 1071.
Wladimir TurUnsfcy, Representante por Monte­
video; Juan R. Chente,- Representante por
te por Montevideo; Jahre '®óww, Representan­
te por Montevideo; Ed tiendo Soare* Netto,
Representante rrer Mortai ideo; Caries Barai-
bar, Representante per Montevideo; Carlee
Texelra, Represe» tente por Salto Sebastián
Flizclre, Reprer otante per Paysundú; Cantei
Sol » Dia«, Representante por Montevideo;
Huge Batalla Representante por M'.in*«video;
Fernando Rltahirlgolty, Represen ante ix»r
Mfitióvltlópt MMW AtaliÍHee OdlIiHah Hepta’
sentante pot Montevideo: Anton o M. Sa^sebú,
Representante ^nr Co’onta; Lui* Ima*, Repre­
sentante por Montevideo; Ariel filas, Repre­
sentante por Striano-, Vlvián Trias, Repre­
sentante por Montevideo. 7 E '> ‘J
 Be ; re:<er tan te

TEMA: DECLARACION RESPUESTA IODER EJECUTIVO A FICDIDO

INFORMES PRISION EX-LSGlSLAbOE Ariel COLLAZO.
Sesión C.HR. *1 abrí 1/972

"Ante it respuesta del Poder Ejecu*’.vo el pedido

<ie informes formulado por diverso» legisladores, re-
‘ Urente a la detención del ex legislador doctor Ariel
Collaao, ia Cámara de Representantes declaro: Que
¿a reepñeHta del Poder Eject Uvo por intermedio del i
de) Mmieteiio del Interior crnsUtuye lesión de 1<M I
fu«?rdl del Cuerpo. — Oscar Bruscbera; Dankl 9o«y
I>U»; llu«e ttataUa: Jaime Péreai WIMImlJ wg
rianskyi Edmundo Üoaree Netto; Juan tk íhenira
Ilodney Arísmendi; Luis ImM; Jorge Duran M*t«H
Isidro Etchegoyhen; Walter Martines GallinaI; CmM
los Tcxeira Vares!; Antonio M. SarachiM VMM!
| irías; Sebastián Eliseire; A^lei Dia/*.
! ■"* ■ ■‘."’SbB
( —tíe va a votar. 'H
¡ <Se vota) 3
¡ - Cuarenta y nueve en cincuenta y siete; Afírmatev»^

00 4
2 3 6 3 2 í?
 SEÑOR I0ARE8 SfETTO. Refi«® Fraúdente: en­
tiendo que ie trata típicamente de una cuestión de
। fueros.
En electo, el clockr CoPazo fue detenido Inmediata-
mente que casaron bus fueros, de Cal manera que las
Ieri- -• —- • ■ «■
I imputar lonet que B( le hacen en el sentido de haber
cuntí ero opin.ón favorable a actividades delictivas, tie­
nen que haber sido hechas durante el periodo en que;
ejercía su oor8[o de Diputado y, en consecuencia, le
; alcanzaban llenamente los fueros como tal. $
De acuerdo con el articulo 112 de la Constitución:
que establee«* con claridad meridiana que "Los flenadO |
res y los Representantes jamás serán responsables peti
los votos y opiniones que emitan durante el desempeño*
de sus funciones", hay falta do responsabilidad frente
a un hecho que en otras circunstancias podría ser de­
lictivo. De minera que en ningún momento pued< ser '
i delictivo el b’Jcho por existir una causal de caída de I
responsabilidad. Aun admitiendo una tesis más estro*
, cha en el senUdo de los fueros, o sea que ellos amptir
raran solamente dentri) del recinto parlamentario y .
el ejercicio dii su función como legislador, la contra
tación del Ministerio del Interior tendría que haM|
’ señalado que esa opinión fue emiida en otra parra]
pero aún osi, en este caso —quei no es desde luego !W1
opinión mas recibida— lo que kuiia que haber he<&|g
el Poder EjeciiUvo en eui oportunidad era la denwH
eia correspondiente, de tal manera que funcionaras
el tribunal esocrini d* la Cámara a los efectos de hií«®
cer caer sus fueros y someterlo a la Justicia Penal. Ehw|
tendemos que ni esto caso se delie haber prodrucld^
pues como Jo dice claramente en su Informe el Minie«
ferio de! Interior, la Justlda qUl Intervino, a la cuat
fue sometido el doctor collazo, leclaró que no teníiÉ
ningún requerimiento contra él; i'r manera que entra-l
cha que si. actuación no había wlado ninguna nafta
ma punitiva d< nuestro Código Pe la!, J

00 5 - i
 E ‘ i t. u i. d o

tentantg

TEMA: LEY SEGURIDAD DEL ESTADO

Sa«ien C.RR* 3 Juüo/97«

00 6

: ¡. I ; ; I ■! IC .■ , .. : i.<•. • li \ J• 11‘ ’
. x -, >’ >' . ".u , \ |'-Ji > !k»r.is la .;Un ' r
de lu :ni ¡ativa para jiiocedcr L*on la re.spor.s.iblllcad
que la función del legislador Mije? Por eso cipo, rea
firmando los conceptos vertido.« por el señor jd.potndo
Sosa Día.1, que se debo meditai mucho «obro erto
No voy a insistir en mi moclói; que se «pa que hoy
la Cápaia aprueba un proyecto de ley ne nmm.'a
importancia, en el momento en que llega corno asunta
entrado, No hay pase a Cornisi in ni se otorgnn velo
ììimnti’o o cuarenta y ocho hor iS de plazo pura estu-
diarlo. Hay que aprobarlo hoy, ahora, aquí. Y eso, se­
ñor Presidente, no es una disco dón, sino una por odia.
tOcuf a la Presidencia d s?dor Represen* « ni
Poxzolo.
SEÑOR GUTIERREZ RU1Z. Pido k» palabra paia
tna aclaración,
SEÑOR PRESIDENTE (Pozzc’ilo). Tiene 1*1 pala-
hra el scíinr Diputado.
SEÑOR GUTIERREZ RUÎZ. Los planteamientos
realizados por los señores Dlpu neos Sosa Días y Ba-
tal; a, en jirzón de la responso bilidtxd del cargo que
ejercemos por supuesto que rio« preocupan, los cn-
tendemos y» los sentimos Pero ?r<’emos que en politi-
ra hay que llevar Ins cosas, an Im que nada, a»! rea-
lídad y caminar sobre los hech >s por amargor’ duros
angrientcs y dlfícile.’. que scar .
Lonsictaiamo^ que es un err ir Intel /ret.'icem
piante»’ fl problema como ur mero av isaUi!miento
de mayorías resueltas a no ol ningnna voz. Vamos
a ver con coherencia total el irotlona Orno« runl-
quier tipo de voz. y la ley podi finos modifican» o no
en erta L’amara yo me »delar lo i decir que no por
risone» política* válidas r lint "»tantas: en erte país
imperta mas la paz hecha inst tuctonalmente en una
icy, que téhdrá todos tos crrorei qw ne quiera y soy
consciente de que loa tiene- antea que seguir con el
estado de guevrit, Lo maio de inte pata, es la amarga
y dura titilación actual que to temos, es vlvjr en un
estado dé (guerra, que llevu, naturalmente, a Uxm tipo
de cxag(raciones por parte de muchos que creen re­
solver de ese manera los probi »mu de 1« República,
Entiendo esto y lo digo ajms. ¡mudamente porque lo
Uio vivido asi y lo entiendo «« , y saben los señor?»
plputadoii que h tn hecho uso < I • ln palabra antes que
yo, que soy consciente de este I po d» problemas. Tan-
to es asi que ho/ se 1 acia meni íón n que nuestro see
tor politice planteó en la Asaml11rs General un cuarto
Intermedio pura aprobar esta ley untes que !» prò­
rroRii del estado de guerra ¿P<li r que razones? porque
no hay razones jurídicas de peí »» cuando hay razones
poli ticas de una fuerza muy dé ra, excesivamente di,
ra que el poder político tiene a tremenda responsi!
bilukid de orientar.
Quien les habla, ¡mr .uipucsi » es obvio y claro ,
no es hombre del Partido tic G< bierno ni del ofíclnlls-
mo; discrepa esencialmente coi las metas del nflria-
Usino, pero asume la responsi! b lídad de un legislador
qve busca solidas a nivel do un sector político, no
paia ventaja de rindió, riño pa. a ventaja de un Uní
gua/ que a todos nas du le y n « quema. Esto lo drrl-
mor con total pasión, hone.stlifcd y honradez, cii Jos
mismo« término» que el señor plputaclo Batalla, pero
vamos a entendernos en las niaones políticas, que son
rq^y importantes, muy dolorow^ quizás injustas y
muy eangríentas. Las razones políticas noj pesan, y no
payasadas pailamen-
estarna« h*ctamto frivoli
tailw, estamos busca j-oUtlca de} Uj;ñ-
guay, un Uruguay J El artículo
'■Myy w* 1
SEÑOR SOARES N¡£rTO ido la palabra,
SEÑOR PRESIDENTE zzolo). ... Tiene la .pala­
bra el señor Diputado,
—SEÑOR 8OARFS NETTO. - Seí or Presidente: en
primer lugar, comparto en un todo lo expresado por
iii¡uin'ie;. .Mtio.cs Diiraima x soa.i D.ax j
í J.f ■.
,¡ U!:i pero cr« < -no » que ln trascviidrnetr, cíe este pro.
d' iu obliga a hm un mininio d " puntualL.aeiones,
Queremos expresar, c'toegórit amente, que a nuestro
entender este proyecto de ley es frontalmente incons?
titucioml, en cus*.to crea óclhoii militares y extlemfó
la Jurisdicción militar, Es decir, vida de una fnanora
total lo preceptuado por la Coiutituclón de to Repú­
blica.
Nuestra Constitución está Infirmada por la vieja
d<r trina de Montesqulcu acerca de la división de po­
dres, donde cada uno de ellos tiene asignada sustan-
cifdmente un.i de Jas funcionen capitales. En todo
nuestro acontecer constitucional, siempre existió la
función jurisdiccional asignada específicamente al Po­
der Judicial. Pero esto, que es claro para la división
le Poderes. todavía lo es más cm referencia a los de-
idos y a la jurisdicción militar»!«. Tanto interprete­
mos el texto constitucional por el método técnico-
jurídico o por el histórico, varaos a llegar a la misma
conclusión. 81 estudiamos el proceso histórico el de­
sarrollo de la justicia y ln jurisdicción militares en
nuestro país, tenemos que decir, en muy grandes ras­
gos, que en la época colonial existían fueros militares I
criminales para todo el Ejército, y para ¡os oficiales
habí» también un fue o militar (.¡vil, como también I
un fuero eclesiástico Era lí. época de ios fueros, y és- I
tos tenían mucho que rer con !*> que concept animen- I
te se llaman castas.
Pero y» en el proyecto artiguista de Con«iit»K*ión I
iw*ra ¡n Provincia Orienta, formulado muv probable- |'
mente en 18)3 que fue d4k.hrrollado oor el hisUaíador
Emilio Ravlgnuni y que upire^e en li obra de viwto
González titulada "Lum primerias lormulag con' tH ueio-
nales en ios países del Plata", h ly dos < culos que
esclarecen la posición que tenia Artigas ' obre estos
tópicos. En el articulo 17 do dicho proyecto constitu­
cional decía: “Todo elwiadtmo werá juzgado por jue­
ces los mis impardalv», para la preservación de los
derecho« de bu vida, libertad, propiedad y felicidad
de su existencia política". 11’ en <a\l artículo 19 agrega­
ba: “Ningún habitante de esta Provincia gozará fue­
ro militar ni estará sujeto i. laü leyes do ella, excepto
tos que están empleados en si ejército, buques de gue­
rra. y la milicia cuando ealén en el actual servicio"
Quiero decir que ya H obra de José Artigas restrin­
gía el fuero militar, reduciéndolo únicamente a los
militares en actividad.
En 1830 se establece en el articulo 132 de la ''ins­
titución, que les hombres sem iguales ante la ley. sea
preceptiva, penal o tuitiva, no reconociéndose otra
»listinción entre ellos, sino iu da los talentos o las vlr-
»»dos. Quiere decir que aquí ya $<♦ establecía que to­
dos los habitantes de nueaao pala debían estar en un .
píe do igualdad ante la ley. Pero ma ése momento to-"
davía existían fueros.
En 1831 se presento un primer proyerto de fondo
que después de muchos vielsítudea - porque también
atacaba el fuero eeleslástícu— fue aprobado como ley
el 6 de marzo de 1MU. en cuyo artículo je se decía,
romo posición de prineipto»¡ ‘Ooeda abolido todo fue­
ro personal en tos canuta» civbejt criminales", EL ar­
ticulo 39 establo« ia: “El conocimiento de las caurias
que se formen para la averiguación y castigo de ios
delitos que sólo son tales rsometlclo« por un militar,
queda sujeto a ¡a jurli dicción militar". Aquí aparece
plasmado en ley el concepto jurídico "«tríete «ensu *
del »delito mil luir, es decir, aquellos comportamiento«
que configuran un ilícito en cuanto el «rjeto activo
de esos comportamientos tenga como profesión la de
m Hitar.
de esa ley decía: “Queda sujeto » la
097 hirliKllwton todo delito cometido |x#r los miii-
tíiWi itonthí ito Ion eimrtoiát, Wi Mí tnmpHta
o rn actos de servicio”. 23 0 3 2
El articulo 59 establecía: "Los individuos de la Ma­
rina y los matriculados quedan en el caso expreso de
tos artículos precedentes”. B1 artículo 6? decía: “Los
Jueces que procedan a la prisión de los Individuo» que

Dwpilc.-. de c.sto viJiieioj) l,i.> i,jhh'.h- ilc las nmilir.a-
eiohieiü. Pero donde aparece el urtícuio su;4a.nciul que
decid,’ el problema, es en la l’onslitucion de 1931, que
con muy pequeñas variantes -en aquel momento era
el artículo 229 en repetido en el articulo 2&3 de la
Constitución actual, que dice, "i.a jurisdicción mudar
queda limitada a lof delito? mil: tares y al caso de vo­
tado de guerra. Los delitos comures cometidos por mi­
litareis en tiempo do paz, cualquiera que sea el lugar
donde hc cometan, estarán sometidos a la Justicia or
dinarlia".
De su simple lectura surgí) claramente que ésta
es una disposición excepcional J limitativa. Excej cío-
nal, jorque sustrae al Poder Judicial una competen­
cia Jurisdiccional; y limitativa, porque esa excepción
#»s lo más limitada posible. Dice ?on toda claridad que
.se limita solamente a los dePtc? militare« y al -aso
del wtado de grerra. Y por si • to .fuera poco, aclara
que Jos delitos comunes cometí ios por militarer en
tíemjx) de paz están sometidos « la Justicia ordinaria
agregando: “Cualquiera que sea el lugar donde se co­
metan". ¿Qué «significa estol’ U, expresión “cualquie­
ra que sea el fugar donde se ccRtetan" tiene el sentido
claro de no considerar delitos i ilutares aquéllos mu?
se cometan dentro do los cuarteles, si son dclltas co­
munes. Qaiere decir que los dehtos comunes cometi­
dos dentro ,1c los cuarteles son juzgados por ios Jue­
ces ordinarios competentes. Los casos típicos son el
del homicidio, el del robo, el del hurto. Esta jurisdic­
ción militar entonces queda limitada ul estado de gue­
rra y a los (¡cilios militares. Y aquí el estado de gue­
rra significaría que la jurisdicción militar compren­
dería u los delito.» comunes cometidos por militares
y a W delitos militaros que la constitución no defi­
ne. Sm c ubarlo, de todo este proceso y del estudio
hermenéutlco de esta disposUdóii, queda claro que se
está refiriendo "strlcto sensu'* a que los delitos mili­
tares sólo son tales en cuanto sean cometidos por mi­
litares, Pero al tuviéramos dudes, podríamos recurrir
a las actas de la Asamblea Constituyente y ver cómo
se orquestó este principio.
El origen de este proyecto en tuvo en una proposi­
ción de un historiador y abogado perteneciente al
Partido Nacional, el doctor Felipe Ferreíro. qu<en re­
dactó el siguiente proyecto do artículo: “QtiOdá abo­
lida la jurisdicción militar para los delitos militares.
En esos caso« L's militares, cualquiera sea su jerar­
quía, estarán cometidos a la j irlsdlcclón ordinaria",
z.quj el doctor Felipe Ferrol ro era sumamente drásti­
co iba a 'a eliminación totii o la jurisdicción mili­
tar. Esto :.¡ú motivo a controversias dentro do la
Asamblea Constituyente, y después de varias vicisitu­
des se aprobó el texto actual, que fue redactado por
el doctor Salgado. si se compagina esa discusión, Hu­
ye claramente que se tuvo corno criterio rector el de
reducir al mínimo la Jurisdicción y los delitos milita­
re». Pero cualquiera sea la politlón que «e tenga, si
se adopta el criterio da que cuando en el artículo 253
la tX’nstltaeióii habla de delilw militares quiso r©’
'«Tifie a eláai “Marieta rensu". o sea a aquella« aceto*
nes que -j>o srgtT»jc.JttadBa cc cuanto »ujeto acuvu
la ®rAsead de sstA-aar. sss tay £>«&» 0»
£.»«■’ka junadxxicrt radicar esta abolida. Vma Ir»/ que
eorastar portrac t iy una famata discordia en
«ko. Mcdesm smlcxida por H Generar doctor Artero
Battftas, quien se oDli» r eats seagn^a WM. que ea
susceptible de ww¡r relataem. NnMfftgLnqpa ta» i par li­
mos; nos afiliamos a la tesis (Wilw «árlelo
sensu". El doctor HhIIÍumi aostfen« que comb no está
de finido d delito militar, el podría
¡ñañara. podría llevarse io J irisdhónon militar más
allá de lo que establece la Constitución, que en eso
sentido es bien clara, porque hc refiere a la« persona»
que tienen la calidad de militar.
Esto además se compagina con la doctrina moder­
na. po/que ya no son más válida» las actitudes de
i. . >.< ¡' , ; .< i;< :■ i iniu.K..» ub ii.« ui i¡i bj
ó.i.'.tu;. La do iiaia que avala la es.R>tvncia <.i deh-
tjs militares es la que cree ncce.'iulo que a uní ins­
titución muy delicada, con prcblemaii muy peculiares
hay que mantenerla y protege)la con figuras delicti­
vas y, además, con una jurisdicción que tiene que ver
con el especial funcionamiento de la actividad mili­
tar
Entonces esta claro que el limite de las delitos mi­
litares es el d? la protección del Ejército como Insti­
tución, y que la existencia de la jurisdicción militan
se vincula con la especia ligación que deben tener lo«
juzgadores para entender cabalmente la delicada fun­
dón que se desarrolla dentro del Ejército.
Y cita posición también hq sido recogida por núes-
tro Código Penal militar del año 1943, que atribuye
esencialmente a ios Jueces militares la calidad de mi­
litar y accesoriamente la de idóneos en Derecho. Es­
to es consecuente con la función fundamental d<
. estos Jueces, que es la de actuar en la especializa»
• ción militar.
Pero esto distorsiona totalmente cuando intro
duclmos o Intentamos introducir figuras delictiva)
donde la vnsaclón especial tiene que ser el Derecho ;r
lo siciuulurio podría ser lo otro Si los señores Di
puto dos se toman el culitadu de tacr lo* tres rodillos
militares, i.nsertamtaás tas proyectos de articulen
propuesto.?, .se darán cuenta que van a quedar uní
canlidad de incmigrui®c?as. La úmoa figura amplia-
tolla del Código Penal militar está establecida e.n 11
artículo 59 uiyc. cunstitucionalidad fue sumamen­
te cuestiona .la , que di?e que se consideran dehtes
militares los que se cometieren contra la patria p< r
parto de miníales, etcétera, etcétera, y las atentados
i' utia la vida y ’a libertad del Presidente do la Re­
pública, igualmente cometidos por militares Aq 11
está (lando figuras ampLatoi las. e.s dreír, figura» dh
derecht común cometidas por militares, o sea, qte
siempre cata exigiendo la calidad de sujeto activo m -
I'tar.
Por su pude, el ¡miso .segundo establece que ’Los
dehkM. eotritttidoA por ¡n,litares en servicio contra a
AdmlnUtración. Ja Justicia., la seguridad, Ja salud, a
documentación, los sellos, los distintivos y los Ini-
trumciiUN! de autenticidad del Ejército, la Marina y
’.i Aírmáutú a Militar’’ El inciso tercero, agregó’
• Les delitos cometido« p;ir militares en servicio, com
deUmienta de la propiedad, del domicilio y de lo» de"
iná» derechos que protege el Código Penal Ordinario,
de oíros mdilares, con motivo o por razón del servi­
cia, «alvo que se tipiare de ataque.; a la Integridad
física. honor o la líbwtad personal de un super.or,
en cuyo caso no ac tequíele este último requisita”.
Pero hay un artículo del Código Penal Militar que
< xt talecí' que quedan sometidos a leí jurisdicción mi­
litar Jos militares y los equiparadas que incurra)^ en ,
un delito militar
Aquí está la clave de la jurisdicción militar pa-
i 'i juzgar a militares y a equipar .idos, y esto está
de acuerdo con la Constitución y l<i doctrina Y ese
mismo artículo agrega: “QuVdan igualmente .*'orn ?tl-
dos r la misma jurisdicción Ins jx’rwrta.s extrañas r.l
Ejército y la Marina qu< intervinieran, como rc-uto-
re« o cen o cómplices, de dn delito militar rom‘tldo
pnr militare» En los demás caso», f.alvo que en loe
Bandos Militares se disponga otra cosa, serán jucíwdo.'-
por tas Tribunales ordinarios'
Ü 32 41
(Ocupa la Presidencia el wiuir Kcpirsentant?
Q g Guttárras Rui«)
* T&tta segunda parle ha .sido cuóftionada y Mi ‘lu-
¡WAftr* ('(ilf d# d^i’Jwtado su imonmJtu-
cionahdaa en rasos coníieios’ planteados, poro tarfi
hlén «urge rl«ro que lo» redactores le este proyecto
que ko constituyó en léy en 1043. »ibÍLP admitidlo ift
ju»»«dicción militar fundamentalmente para el delito
militar, y se refería a lo« militares y a los equlpard-i
do»; tac'demás iban a la jurisdicción de tribunal«^

¡'“ .05 .*u.> ;e< pnnv.paics j.ivr.m m’.l.t.iie.-, y ks fie
màs no Esta parte nuestra Suprema Corte de Jus-
ticift la declaro inconstitucional.
No voy a abundar mucho sobre este particular, por-
que sé que «e va a resolver por razones polii leus y no
fvii ti ptopósito ce dilucidar o í esentranar el aspec­
to constltucionLl g no de este proyecto, pero, de cual»
quier manera, quiero seíalar que la tesis restrictiva
ha. sido sostenida por la cátedra de nuestra Facul­
tad a través del doctor Justino Jiménez de Acécha­
se y por el doctor Aníbal Bai bagolata en dos artícu­
los periodísticos, uno titulado “La jurisdicción mili­
tar en ía Constitución de ,a República”, aparecido en
el N° 1 518 del .‘¡emanarle “Marcha”, del fl de no­
viembre de 1&70, y otro titulado “Análisis sobre laz
conM-itucionalidad de una reciente y polémica reso­
lución ministerial”, publicado en *‘E1 Diario”, del 7 de
junio de 1970, También se afilia a esta posición el
Profesor Agregado José Luis Bruno, en una tesis que
realizara y que fue aprobada, para obtener su cate­
goría de Piuftxsor Agregado, y quo titulaba “Lis Fuer­
zas Aunadas en el Derivilo constitucional”. Asimis­
mo. elle ralu señalada por el doctor José Alberto Ar­
las, Profesor de Derecho Fioccati de nuestra Facul­
tad, en ir tiabajo de "Derecho Procesal Penal”, tomo
I, página 145, de la edición de 1954. Aparece avalada,
también, por el extinto Profesor doctor Enrique Ba-
yagués Laso, en su “Tratado de Derecho Adminlsta-
tlvo”. segunda parte, página 23, y por el Profesor do
Derecho Prccerai de nuestra Facultad, doctor Ado’fo
G P! Biílart er su Lbra “Organización judicial en la
r.-'; '■■■•• OMrr.ta! r'rl Uruguay", página 54, publlca-
o en Ma tir hi <»n el año 1970.
Quiero destacar como artec-alcnte Importante. la
actitud de la Ruprern* Corte de Justicia, que consi­
deró qüp el delito mistar dentro de nuestro sistema
eomtHurionail solo puede ser cometido por militares.
Y edo e*tá t'.vabfecido por don .sentencias: una del
3 de abril de 1949 y la otro del 12 de marzo de 1950
Pero lia/ otta. que dio origen a un sonado debate
forense, y que es Ja sentencia N° 13, del 15 do febre­
ra de 19?1, «h cuyo fallo se dire en 1« parte disposi­
tiva: “Deulámae inaplicable «I caso concreto de autos,
Íor ..razones (le Inccmstitucionalidád, «1 mtfculo 4# del
Indigo Fonal Militar en cuanto establece que quedan
»metidas a la Jurisdicción militar loa perdonan ex­
trañas al Ejército y la Marina que intervinieran como
coautores o como cómplice« de un d*í1o militar co­
metido por militares”. 00 9
Esta senteicia fue redactada por el doctor Alttfrto
Sánchez Rogi y suscrita de conformidad por los doc­
tores Edenes Mallo. Emilio Siemens AJH4.ro y Hamlet
Reyes, y con la discordia parcial del doctor Velarde
CcrdfbHK, en cuanto entendía ¡pie el irticilo 47 del
código pemil Militar había detergió pt»r .a Consti­
tución de la República. Es decir qve no veía un pro*
b.’rma de Inconslilurlonalidad. sino de derogación.
Además, es ti sentencia es totalmente Ilustrativa
pira entender t,ur es i-.baolidamente refítlo con núes-
tia Constitución dar un concepto extona ve a l<xl de­
litos militar?.-., ,> sin duda no a Imite Jlicuslón de
especie alguna en cuanto a que os ubsolvtiimentu im­
posible (xlrndai la Jurisdicción militar ináf allá dé
lo que ceüidnmrni e admite nuestra Con Mit jolón
Por lo tanto, ron respecto a este pruytcto, estima­
rnos, ron caríe er general, que viola fror talmente
nuesfa Constitución. Y esto lo decimos dmidi' el pun
ho dt vii.tíi técnico. Pero sabemos que hay raí míe« po
líticas que están pesando en la decisión de Míe pro­
blema Tftmpoa podemos dejar de de?lr (lie esto
»* - y wlw* » on iflwm- «W; ñu
óá desconf anzá o dé falta de seguridad # i nues­
tra magi.stratuH., ¡o cual nns llena de pe ta porque
enemos el mejor concepto de ella Tampoco vamos
i decir nada en detrimento de lo» Jueces Militares,
i los cuales respetamos pero entendemos que el
status” jurídico que tienen los jueces ordinario« per-
Ui ju/gumiento.
«Sima el (nnbre indicador dé tiempo )
SEÑO’? 3ATAIJ-A. — Pld u ln palabra para una
(ue.‘tlí»n de orden.
SEÑOR PRESIDENTE lüntlérrea Ruiz) T eñe la
palabra el señor Diputado.
SEÑOR BATALLA. — Moc ono para au$ se prorro­
gue el término de que dispore el orgjjy^ *X
SEÑOR PRESIDENTE (Qui iérre/, | te va a
votar. ’ /
JWb-.X¡
(Sé vota.) 1
-Veintiocho en treinta y ( uatro
Puede continuar el señor Diputado Soares Netto.
■ SEÑOR SOAREí) NETTO. - Al respecto, vamos a
■ leer una consideración que hace la Suprema Corte en
’’a sentencia a que aludíamos. Dice nsi: “Por de pron­
to. los Jueces civiles lntcp.inn un Peder independiente
dentro del Estado. ¡n.siAiucional.iuenat cvkicusio en
un p¡e de igualdad jmíciica icspecto dt loe otros Po-
('eres, y .su sil unción pcisoual está defendíia por un
.• i.' U in. severo de garantías que les asegur r una ab­
soluta independencia en la decisión de los casos soiue-
t dos a su conocimiento. En cambio^ ’ juez militar
c un íuboidinado del Podei EjecutF^ y cité, por su
(ondlclón de mlliUir, sometido a un tUgaiVn de dis-
< ipiiii t q io puci.e llegar a coinprumbtor. cu muchas
clrcunstw chis, la libertad de sus pronunciamientos *
Esto i?a á dicho |/or la sentencia aludida del 15 di*
frhirro d< 1971 de la Suprema Corle de Jmtlcla, glo
¿ando vil» s palabras del profesor Justino Jiménez de
Aréchogi, vertidas en su obra “La Constitución Na­
cional", tomo Vil!, págma 134
Eata muy lejos de nuestro ánimo el quero* c.onfipu-
r.u agravios a nadie, puro entendemos que la inde­
pendencia estalutaila que tienen los Jueces comunes
l(?s ampara y permite que el justiciable, el que e;tá
.sometido a la Justicia, *enga las máximas garantías
posibles /Jigo esto desde el punto de vista formal,
penque tarnh’én sabemos que hay diferencias de.*de
el punto de vista de la realidad táctica, sobre lo cual
jio quefémoA entrar en este momento. Pe,o también
r,ucien os .scñulnr que además de esta diferencia i's-
t itu aiia, consideramos que la descripción que se
hace de las figura» delictivas que se incorporan al
Código Penal Militar, entraña por si misma hi necc-
¡?i¿ba de una especia! versación Jurídica, que en nues­
tro ];.ib cMá dada prr e! titulo habilitante de la Fn-
cu'tid de Derecho No xólo se requiere versación ju-
ríGda. M.io ver«'»clon ep ciencia« sociales. Es decir,
oué el jugador de nuestro Poíer Judicial, e! Juez.
t'eh< que sev une prisma doctorada en Derecho y
Cicnrias lita*«’?.». En cambio, en este momento se va
a dar esta función ta¡n órFcadei dé desentrañar los
perfiles de un comportamiento, para s.iber «I caen o
no dentro de los tipos delictivos, a personas que tie­
nen una especial vemrlm, en otras materias y en
oirás poras, y que wcundarlamente también pueden
ser abogados Y tank> r-n a^í que en el mismo proyec­
to se explícita que para resolver este problema #e
crean cargos de asesores Jurídicos, y esos sí tienen
que .ser ubogados 8« da. entonces, la extraña para­
doja de que en vez de poner nn Juez abogado, se
ponga mi A«c,mr abogado Como deHa los otros días
un tmnibtc c< ,mún de nuestro puebla, eé lo mleqio qua
si una Inter»ención quirúrgica fuera hecha por un
idóneo y tuviera un cirujano al lado que lo insesorMni.
• i igHido h» nim» fóoil b> )hi qu? tj r;jy)aj?9 obrara V »’
otro mirara códio Id fiare 9* V *>
Además, cor carácter general, quarembif*deW*A»ái
inclusive aparece una figura que nos preocupa muchí"
simo, y que cuando se trate en particular el proyecto
posiblemente la seftalnreijnos. Pero no queremos dejar
de acotar aquí algo que está mostrando una filoso*
 h il)>tdUiUl J11U '1 tv
ía litpiio que Uo nos preocupa muchísimo y nos
produce un eicozor muy singular. En ó ar ¡culo
del proyecto se dice: “Los lumlimarlos militares o
policiales, en supuestos comportamiento!! destinados
a dominar a quienes o.tenten contra la Coubtltución y
se resistan a mano ; rmuda. están comprendidos en
lo dispuesto en el articulo 28 del Código Penal”. Y
el articulo 23 del Código penal establece la eximente
de pena para aquellas jjersona«. que obren en cumpli­
miento de una ley. O sea que en esta art‘culo, qué
en su primera lectura no parecería ten grave, sub-
yace algo sumamente peligroso: habilitar por le?z
pata que, al dominar a una persona que etente contra
la Constitución —sólo se refiere a ese dílito y que
se resista a manó armada, la persona que domine no
tonga límite en f¡u comportamiento.
Quiere cedr que podrá llegar hasta la eliminación |
lisien del olio Y si de ahí debe inferir»? que puede I en la discusión cel Senado ¡obre este tirtículo, precisa­
matar, seria tremando. w* menre e>e «1 maté del m«w ne del Poder Ejecutivo una
süÑOR BATALLA - tMe permite una interrupción?
SEÑOR SOARES NETTO, sí, señor Diputado, con
mucho gusto
SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Ruiz). Puede
interrumpir el señor Diputado
SEÑOR BATALLA —- Alguni s vecéis, en el correr del
tiempo, nosotros vamos olvidar do algunas coso, y una
de «mas es que el Código Penal nuestro, el de 1Ü34 . re­
dactado por un ilustre jurista el . doctor
___ Irureta Oo-
...
yena—, tiene su origen en el Código Rotee, un Código
i ta Ha no de W27, de claro, nitido y neto corto fascista.
Pero pasa el tiempo y lo que ai fascismo le bastó, a
nosotros no nos alcanza En la post-guerra, Italia ate-
duo algunas de las figuras de Activas planteadas allí,
a través de disposiciones legates que se fficorporiiron p-R£ÑOR SCARES NETTO — En primer lugar, quie­
ti Código Penal, y entre las fi ?iuraa que st' atenuaron
está, justamente, la de la re» Lstenda a la actividad
i'egitlma de la autoridad. No otro*:
< damos vuelta la
hela y no nos quedamos en h figura del Código pe­
nal, de ese código fascista que le alcanzó ni fasclumo.
Vumos más allá y entonces nr solamente no atenúa-
mos la figura prevista en el lódigo Pemil, sino que
damos una patente pe.ru mata
En 1007 temí .na en el país I* pena dt muerte, nun-
que lucia mucho tiempo que iu «e aplicaba; 1972 mar
ca, como en muchas otras cosas, el retorno a la uro
de la barbarle.
*^EÑOR SOARES NEÍTO. - Señor Presidente: rom
parto en un todo las expresiones del señor Diputado
Batalla.
Me icmu que e.stc articulo 2'> pueda ser interpretado
hasta esos limites que licfíalé, o sea, que e! cumpli­
miento de la ley permita la extinción fúlcii de la per-
.sona que va a .ser aprehendida.
señor BELTRAN. - ¿Me permite una Interrupcló
SEÑOR SOARES
RENOR SOAR ES NETTO. — Don mucho gusto
ñor Diputado.
SEÑOR PRESIDENTE (Gdtiér ez RulzV - Pued
trrrumpir el señor Diputado.
SEÑOR BELTRAN. - Yo e <curhaba con niuujii
atención id «cñor Diputado Soai os Netto y estaba difl'
puesto a no interumplrlo. Como seguramente este pro­
bleni» m planteará en la discu dón particular, puede
ser que allí hubiera tenido op jjrtunidud de decir lo
que voy a manifestar.
El seftur Diputado floures N< tto hace un tipo do
afirmación que, recibido en sil ¡ncio por ta Cámara,
significaría consagrar una int .-rpretaclóti absoluta -
mente arbitraria del articulo.
8EN0R MOREIRA F AR SONS. jApoyadol oto
SEÑOR BELTRAN. Absolut unente arbitrarla se-
. (ÿ* MW# q »Iguléil
a qu# puede Ejecutor ( iirm pend d# mttem
El articulo leído dice: "I.on fu iclor.arlos militares o
policiales, en supuestos de comp irtar lento destinados
a dominar a quienes atonten coi itra 11 Constitución y
se resisan a mano armada está i zona prendidos en lo
dlspueii o por el articulo 28 del /ódigy Penal". Quiere
me.'i pre.sunto oe n giiihiu aeíensa en los caso:! ue
'■>¡.,l<'nc¡a “a muño armacis” presumiéndose, auemus, J
que vi iiincloniuio ucuia cumplimiento ue lu ii’y.
No quiero (íe.svirhiiir el fégimen d»el debate, ya que
estamos en la discusión general, pera hago esta pun-
lu.uización porque no me justarla (¡ue la interpreta­
ción demasiado lata que hi cía el señor Diputado Soa-
res Netto respecto de este artículo, quedara aceptada
pocnteumente por toda la i támara.
SEÑOR SOARES NETTO — Continúo, señor Presi-
dente.
SEÑOR MOREIRA PARI ON8. - ¿Me permite una
interrupción?
SEÑOR SOARES NEI TO Sí, señor Diputado, co­
mo no.
SEÑOR PRESIDENTE ( Gutiérrez Ruiz). — Puede
interrumpir el señor Diput ido.
SEÑOR MORF4RA PARSONS. -- Señor Presidente.
du;po»icM*n que decía- 'Tó?i itíca justificación rige para
los cusca de agresión cusi do fuere inminente el pelí-
uro pira ¡a integridad tísica o la vida de ¡os funciona
ríos incluantes”.
Er el debate de le Cánn ra de Senadores se señaló
que esta disposición, por el hecho de determinar la in­
minencia del peligro, podíi dar lugar a interpreta­
ciones encontradas. Por o o se eliminó y quedó sólo
c;ite caro de la agresión a nano armada.
Pero además quiero hac t notar que lo que basto
al fascismo o lo fue nuíicíc ite, no bastó a los Senado­
res del Frente Amplío, perqué éstos, con excepción
del senador Erro, volaron este artículo en el Senado
N ada más.
tó aclarar que desearla fervientemente que este .re­
tículo tuviera una interpretación restrictiva, como to
«úntala el señor Diputado Beltrán, y también quisiera
j jorque temo que ¡a interpretación pueda ser ¿a
otra— que cuando se trate esto articulo se vote, tu­
ya una especie de declaración unánimi sobre el. ul-
l ance (,ue se ie quiere dar.
Porque me temo que al hacerse ma remisión ni ,%r-
ilcuio 30 del Código Penal, que se refiere al cumoli-
H'drnlo de la ley nomo eximente, y no a lu legit egli liinni
mi
deferta« — los casos de legitima defensa son actuulfl
mente vigentes, de modo que ese eximeg e podi podrí™
í'zuíir—, pudiera cuerno en una interpretación aub-
jeUva, con el agravante de que ¡a?, personal que van
s n° 6ün- precisamente, técnicos en Derecho,
y ésta es upa manera de poner la pena de
muerte.
Desgraciadamente, hemos tenido ui.a amarga expe ­
riencia —y la coalición 1001 la tuvo muy dolorma y
directamente- con los ocho compañeros de la Seccio-
ngf 20 que murieren ejecutados, sin setencía, ¡un pi(|
. ¿‘so? sin derecho a defensa. /
X-I SEfrOR CANO, — ¿Me permite una Interrupción?
KLiAitatFOR AOARE8 NETTO jCómo no, sefter D¡pi­
/con mucho gusto!
EÑOR PRESIDENTE GuItériez Ruiz). - - Puede
interrumpir el seño» Diput uto.
SEÑOR CANO. ■— quífr > permanecer en silencio
ante la afirmación (te ios áeñores Diputados Batalla
y Hoares Netto en el sentie o de que el articulo 3? dal
proyecto de ley pudiera í-.q ni Hear la autorización
gal para matar a alguien. Creo que esta disposici)
al remitirse al artículo 28 leí Código Penal, tiene un
alcance y un sentido restrb tlvos y se refiere sólo a la
resistencia armada de un sedicioso, de un cons pira-
tíor o de un criminal frei te al militar que está en
e/orckio 4« mis funçlmw
tfl iiíbiiulü M tlM ílúttiR I PeiiMi tlll.T Iñ
Está exento de responso illldad él que ejecuta un
acto, ordenado o permitido por la ley, en vista de las
funciones públicas que d< sempefta, de la profestón
a que se dedica. de la au cridad qué ijerce, o de 'a
ayuda que te- preste a la . usticla”. 23*132
 ’■ M14« < ■>;.< uaMa ji ■' l».t ¡. Xju.. .n,v .............. ialn.1
l ui ticulo 2" al ivmitlr.ie al luliculo 28 del Codigu
Penal, y en consecuemla las dudi <s (te los señores Di-
put ades Batalla y Baaros Netto están expresament'
aclaxadiu ru el proyecto de ley. en cuanto a que ci
concepto es totalmente rcstr.cttv desde el punto de
vista de la interpretación juridic i.
Mucha.; «rudas. •**
HENOK tíOAREH NETTO. No tengo duda» de que
si los que aplicaran cate proyecto óc ley fueran los bu-
ñores Diputados Beltrán, Moretea Parson» y Dono, lo
interpretarían con el sentido que han expresado, y
yo descaíia que lodo el mundo lo «pilcara así. Ojalá
me equivoque, pero quiero señalar el peligro que hay
en la otra Interpretación.
SEÑOR, BRUSCI1ERA. — ¿Me permite una inUP
i'Hipdón?
SEÑOR SOAR ER NETTO -- Si V'ñ°r Diputado.
SVN’OR PRESIDENTE itiuUiV K’uup. - Puede
interrumpir el señor Diputado.
SEnOJR BRl'JSCTfEF.A. — El ar »culo 2? del proyecto
dice así. “Los funcionarios militares o policiales, en
supuestos de comportamiento de-tinados a dominar <».
quienes atonten contra la Const tueíón y se resisten
a mano armada están comprení idos en lo dispuesto
por e¡ qilículü 2H del Código Piral"
Ahora bien si un funcionarlo militar o policía!, en
oí supuesto de actuar líente a un simple delito de
huí to no contra quienes atenían contra la Const I-
turion .‘e encmrtra con que d delincuente »e re-
.ut a matto a?muda, »ten coinptmRbd* P°r !•»
»r. «: aríiiru>/ 4*1 (;* dq(O Peoni? Y si e«*-
ta comprendido, ¿por qi é se este orMrulo?
No ta p-rr qué xe pone esta csp< cificucion de que es-
tá r emprendido en el articulo 8 del Codly.o Penal
cuando el funcionarlo actúan* ■ tagiWmnmente, cs
enfrentado con la resistencia ar naóa/jel (Uillnc
te. ¿Por qué «e pone para este en a) egr tífico,
c.s lo normal? ’ i Activo'’ ¿Cuál es la diaposiei Vn constitucional o legal
Apoyados.) . Rmüi<
Uno, entorne», entr i a imititoctofMq^ <ìfl
otro tipo, porque iu situación hoAuai ei'i U que se
rn esta circunstancia Evidentem nte. la legitimación
se da pura este delito y jjaie cutlqu’or otro ííjxi de
(iclho cuando al funcíoiw lo palióuJ ae le enfrente, a
maná armada.
rHSEf oR 80ARES NETTO. - uuundo i«, este aitfolU-
lo señalé que iiqui sr luiré rofviirneta Botamente a tos
que a ten ten contra la Guita tltuciób; y. t>ur ajenia h>.
al que comete sabotaje de cunstruccíorwta y |MUhr-
chos de guerra, "contrario s<nsu“, si ei militar lo
apiehende y el otro resiste a mano armada, no íiim«
pie con la ie.v en su .supuesto comportamiento. Tomé
un<> dr los Inclso.s al »zar, pero todos, menos el in-
< i.'.o sexto del artículo fiO <I>. que es el atentado con­
tra la Constitución, quednriaii fiieia del articulo 29.
Eso para mi ex una bircngruenrla aun en el sentido
mas favorable u ese articulo
Pero desenlia remarca! olio v rs que r! (,'ódb’o
Penal de 1934 xe Inspiró en un ('ndlgo Penal italiano
de la época fa.seIsla, que cunto para su elaboración
con dos linos Jurista.s fasci.stas. pero qur domina-
bon ifi técnica jmídicn como lo fueron los herma*
nns Alfredo y Arturo Roteo Estos dos lurlxtiis crea­
ron también delitos militares por un Código Militar,
pvrt no se (mimaron de ninguna manera a trasladar
ni Código Militar, como ahora se quiere hacer aq ií,
los delitos fundaméntate,s establecidos en el Código
Pena!. Aun en ;¡tl época de auge, ios hiselslnH dejaban
este tipo de delitos en manen de los jare' « onliitarlox
Ex ésta una acotación importante para domiwdrar
rúttiíi d tét’M, qitefteñiJñ Mili ih‘ sñlw-lt’líe* ’
se buscan solucionar Irónicas. y I *
Con esto intento demostrar cosa que me p«rece
es un deber fundamental da legislador la inconMt-
füclonaiidad flagrante de estas dispoalctonrs que am­
plíen los delito» milltacex de una manera crasa, vlo-
•.i.. ; ut ..a I vu u - .. e.. qu«' ¡ i licit a la
.uri'.diccion militar.
Muchas gracias, señor Presidenti-,
M'.NUR PORRAS EARRALDE. -■ Pido la palabra.
SEÑOR PRESIDENTE (Guitarrea Rütz» - Tiene I*
palabra cl señor Diputado.
bENOH PORRAS uARRALDJL Señor Presiden­
te; vu irimer término, queramos decir que somos ab­
soluta menta colmi entes con lo que mu nt festa mua el
otto diu en iu Asamblea G ¡metal Si bien en cierto
y lo explicamos perfectamente - que no firma­
mos la convocatoria para 11 sesión de Cámara, fue
debido a la escasez de hora» para poder dar una res-
p tic,sta afirmativa y ser, ad omás, congruentes con la
posición dei Poder Ejecutivo de no querer manejarse
en un regimen de excepción . O sea que mantuvimos
<1 estado de guerra interno para tratar de sustituirlo
lo mas rapidamente posible .—y a eso se debe la po­
sition de nuestro sector esa noche al no votar <*
a Cvmhion— por esta ey do orden publico; pè­
ni ae ninguna manera xe trita de un avasallamiento
de las minorías.
En .'inundo lugar, pensare os que los que han Qt:e-
itdo, se han preocupado de i eguir el debate en e? ge-
rudo y d'iiutivs calan — pos lo que veo muy bien
mfi u mudos.
En tercer lugar, queremos decir, con respecta a al­
gunas precisiones formuladla en Birla, que nos va­
mos a ruiiilir a lo dicho en el Senado por el señor
Sub ecre>.rí<> del interior, pera contestar algunas
npieoiHito qw ha foi mi liado el señor Diputaos
Hoares Netta Naturalinrnic, deberme hacerlo aid
poique lio somos, <<um» él. a layador.
Dito <! > señor Boientliñ Pero yo ptegunnto: en­
l ! P tos elementos estructura #s del delito, sujeto ee -
tlvo, sujeto pasivo, bien luiidico tutelado, ¿por qué
y en función de qué se R.teñim, para calificar el <le-
to milita»', exclusivamente en función del sujeto
jfce permite, validamente euraer tai consecuencia'’
re permito discrepar y dec r que entre los t.es ele-
lento« ( f tructtírale.« del drllto señalados ere » q ir
no son f indannmtutes al si.Jeto activo, ni el sutetu
pasiw». Me parece que lo fi nilamentul, ixirquo •*» lo
que ci) dei miti va orienta la hüirurturacion y ta crea-
rior» do la norma, et et bter juridico tut« lado. Ht <■!
bton Rridlro tut ehi do tiene vinculación con ta rn.'i-
ter la militar, e) del ito puede aer vi,lietamente consti­
ìuHmw Unente, cata'ogadt» remo militar Recuerdo lo
qua rnii. i. veces dijo la Rii ¡Mema Corre de ¿¿Micia.
io qti* animiwu dijo el Fisci I de Corte, Doctor Aba-
»Pc Minto«, lo que expresó ir, emimnle penalista, co­
mo el Doctor Csmxño R<«a. que M legislación penai
tnidtat no es taira muerto »ara ei etvii, ni io puede
«er Eu el caso concreto ile li» disposición a estudio
(,ó Sen»do, >« lia olvidado o io te ha mette lanado en
o| »« ito de et le Cuerpo, un i>eber do odoa Rmb hebt-
Ih id«-« de la República. q«e il un dottar militer» a an,
ruando no se tenga estado niiRar «ri permanencia.
Naturalmente. aun cuando upa norma escrita no ¡o
»•stablrcirra —no serta neei^suni»— kofc hesitante in
legra nte de una colectividad política tiene ta obliga-
clon de defwtawl» «/»te; potqv » la rntegta. Ea un poco
la extensión del marnai dane¿ que Icm integrantes del
grupo familiar tienen en enai la a asegurar su super­
vivencia Ri extendenWH «Me nmcepto al grupo social,
y xl lo m ¡ramos a éste Integra lo politicamente, en for-,
ma de Estado, a trate» de la < voludón de los distintos
t i pos de organizaciones, iteyar urnas, sin violencia, a la
con see ttenc la de que lotos los Integrantes de un grupo
<oriHl oijnn M4o, en ikjsoclae im política Estado, tic »
nrn, por natura Usa, por ea tocia, sin neeeatetad de
norma escrito, ¡á (»Wlgacbua dt defenderla d» todd
^iM,v<>r, ¿tef interna, y d*
ioi que fitmccr. medid» tjtta eí í/*recho público
Interi»? o el Derecho Público
ten patte la solución pacifica de los conflict' intet*'
nacionales o para la évolueió; > InstMudonal j
den interno".
 1
Kapr* Jtntante
f
I ( ।
TIMA ! INCOFPORACION SUPLENTE CONVOCADO W.TERGER, detenido »v
en marco tstado Guerra Interno» I

Sesión C.KR. 5 Julio/9?2

arto JtacWitettt quieto* lifia« ;

lar una paslclójl eórlca. e« decir, convocada unii per« '
sona, de bnneffi x» Jo alcanzan los fueros parlamen­
tar leu», salvo que tenga suspendida su ciudadanía.
la ùnica in ■era de que una persona tenga «us-
rcLúíi la Haraa cjí cuando sufre condena o
procer» mienta fi < implique pena de Penitenciaria. Si c
no ocurre ni i de eaa* dos cos<s, no tiene «’**•• •
pendida la cía mía, y por lo tant> goau do loe fue-J
rus cunesyjná li es. Por /apuesto, estoy hablando d<|
una hipótesis i Justicia entiende que esa person¿jg
cometió un dril ucgu ni actuando, y aquella tendrá »
que pedir el det«i aero. Ln Cámara juzgar A «1 correa« á
pondo hacerlo, o io, Jj
Creía que el iieior Diputado Fachinettl esto lo tecí
nía bien claro- B1 una vea fue objeto de un p<ocmm||
judicial, y la Cámara actuó en. coneecuencícl
en ese momento.
Lo que yo plantío es un problema teórico. Lo <
pasa o* que nosotio» tenomoe una posición de pe
ciploe. que la serta’amos ni primer día que (unpM
funcionar el Paramento la de en Unidor que
trasr el Cuerpo nó ertuvim totalmente Integrado,
decir, con todos st < miembros en condiciones de iiiífifl
tir, las valones ro eran validas. Lo puntean»«* <w|
la oportunidad en que hubo que elegir Vicepreddettul
íes nel Cuerp.) y aún había Diputados que, por ptOsi
bienios en la Coite Electoi’sl, no estaban proclamado*,^
'igualmente lo pkinlenmo# ruando e! episodio doloro* ,|
o dv.’ fuilecimirnto de un compfihero legislador ©i .
(trcir, que hemos A ldo cor ser uei it es ron esa poidelón,
que es de principios.
Hasta ahora hemos permanecido ron la buena vo-
puntad que hemos podido, y con la de los demás lo-
¡fijA'.dores que h»m querido ayudar a solucionar el
'.roblen?» Pero hopa el momento en que hav que
[! ornar alguna dec -sión. ... ,;j

012
 asamblea General
TEMA: OBSERVACi ( NEJ DEL I ODER EJECUTIVO AL PROYECTO QUE CREA
UN TRIBU AL EXTRAORDINARIO PARA ENTENDER EN LAS RECLA
MaCIONEí. DE EUNi; ION ARIOS públicos afectados por apli­
cación LE MEDIDAS DE SEGURIDAD.
^esión 16 agosto/9?¡i
SEÑOR SCARED NETTO. En primer térmiro qu
ro hacer una aclaración que también comprende a
seitores diputados Bruschera y Turiansky, que eatán en
lu misma situación del que habla: ninguno de lo» tres
nos íbamos ni nos vamos a acoger a este Tribunal Es­
pecial. Seguimos juicio en el Tr’bunal de lo CLmMñCloso-
Admintstrativo, y ahí pensamos liquidar «.jestra con­
tienda.
En segundo terni’no queremos reiterar una de las co»
que muy b < n señalara ei xerrnr diputado Terra, y
que cuando ei poder administrador aplico estas san-
clones máximas, lo hacia sabiendo (pie el tiempo corría
a mi favor Las sentencias einpeznion a salir recién ft
• lo» tres afios y en el caso del que habla, que fue exone­
rado dé sus funciones en junto de 1968, recién en esta
momento, agosto de 1072 o sea a los cuatro afios . el
expediente entra en sentencia, y eso que no se ha per­
dido el 1 lempo, Pero quiero srfialar que una de Jai cosas
qué ha expresado el señor senador Terra se da en este
■ caso: uno de 10« compañero^ que fue destituido conmi­
go tulleció hace dos años y ha quedado al margen dlf^
todo amparo. Su viuda quedó con una miserable pensión,
y él no pudo seguir la acción en rl Tribunal de lt> Con-í?
teneio«**-Administrativo. J&ia inju-tivia podría rejmrarse 1
en este Tribunal que #e crea. Este caso os más grave ’
aun. porr.ue el funcionario a que aludo era jurtero da j
la institución. Es decir que el Banco de la República tm 1
vo el Inste privilegio de haber exonerado no sólo a fun* :
clonarlos administrativos de jerarqum »no también a !
i ersonal de servicios, como ser por .croa ' * i»
Deseo agregar, además, que las observaciones que ha-
cr el Poder Ejecutivo son sumamente endebles. En gene-
itd, se mencionan cuatro, algunas relacionadas entre «i. ;
Por la primera, se afirma que la facultad de destituir
a l^i funcionarios estatales es coivd.itucionalmente priva-
tha de los correspondientes jera ivas. Aquí, si. >,o puede ;
^aplicar una vez más aquello de que no hay peor mentira ,¡
Fque cuando so dice la mitad de la verdad. Es cierto que
la facultad de destituir Ir correspondo a los jerarcas ¡id-
mlnbítrativos, pero también es cierto que esa facultad es­
tá totalmente reglada por normas .jurídicas, y en esta
ocasión a que nos referimos, lo que sucedió a pallr de
1968, fue que se viciaron prolijamente todas las norma«
que reglan las destituciones.
Y hí.y más: todas las sentencias que han salido del
Tribunal de lo Contencloso-Admlnlstiatlvo hivoi ailes a
los reclamantes fueron contundente». en demostri.r que
se habían violado no sólo las norma« comunes slnc tam­
bién. fundamentalmente, la Constitución de la Repiblica
fes decir que los jerarcas administrativos so habían me­
tido en el bolsillo la norma contmidu en nuestra ninxima
Carta jurídica.
Además de esto queremos señalar que ruando 11 Tri- '
bunai ae lo Contencioso-Administrativo no resolvió a ta { yarlo.
vor d?l reclamante, no fue porque so pronunciara ¿¡obre
el fondo del »«unto, sino por problemas de torn a y esto
os lo importante para la actuación de este Tribuna) por
que en los caso# en que denegó In demanda, lo hb.i por
un problema de plazo. Y aquí habría que reiterar lo que
dijeron kw» oradores qué me precedieron en el ui > de In
palabra: muchos de los sancionados estuvieron Liorna-
dos en cuarteles no pudieron recurrir en plexo, tuderon
que sufrir persecuciones, no pudieran asesorarse adecúa- '
comente y ae p*®sentaron fuera de plazq o no se prr-
■ .uwjU'O eatado- de deremw
Además, hay que tenér en cuetita que el Tribunal de
lo Contencioso-Administrativo cambió su jurisprudencia
en cuanto al cómputo de los plazos. El Tribunal, con la
Integración que tenia anteriormente, contaba los plazos
de tal modo que ceba jaba tí numero de días, y así por
uno o dos días hubo funcionarios que no fueron escucha­
do» en sus pretensión*«. Quiere decir que casos iguales
fueran icsbeltos en forma distinta, por problemas forma­
les y por lo tanto no se hizo ju>ti* la de fondo.
Por otro lado, agrega el nrensaje del Poder Ejecutivo
que el proyecto está en abierta contradicción con la#
normas de base cwn4iiucionai relacionada# con las res-
pect.va» focuiltuteM de lus ieiarquias administrativas y j
cü»' la# que »•‘-iíitilecen lo» ret 111 que constituyen la ga-
riniiíi natural del funcionario estatal". Fíjense que en­
cuentra que haj una contradice!- n t ntr<’ <1 proyecto y la;
facultades rons'.iturionairs, pero no inen. .<>n i p un. nada
la tremenda contradicción, la irritan!'' nuiriKia <ic apli­
car sansones violando todas las norria.- existente* no
solo la» (idmhihlratIvas 5’ los li’gni»- ' ’-ni" l.i. cnnstJu< .0-
nales, y en especial la del articulo 6H <ie la ' nnstitucum
antes de aplicara una]
de te ífrpúMIra, que obliga a que 1 In 1 - . H. a n
Ki Hriitk/4
canción i un funcionario se le de la posibilidad de ar­
ticular «M- descargos y formular su defensa, cosa que no
se hizo en níngunó de los casos que están en discusión.
Cottd torcer argumento, dice algo realmente íncom-
pn-rwbkr “Este Poder estima que, aún en el caso de anu­
lación por parte del Tribunal de lo Contencioso-Adminis-
trativo dv actos que puedan vulnerar derechos de los fun­
cionario« afucCadoa, sus correspondientes jerarcas están
< oiwtHueionalmente facultados para atetar los nuevb» ac­
to» jurídico» que, respecto do ellos, consideren adecuados,
vegún »« competencia y siempre que no desconozcan las
sentenria» del citado Tcibunar. Realmente esto es un ga-
bmatia» ininteligible, porqué el Tribunal, cuando hs re­
suelto. h» dictado um sentencia anulando el acto ad­
ministrativo. es decir, (?* cosaa quedan como si no
hipiiera pu&axto nada, y aquí se reivindica una facultad
Je rere; i« reMwjón, jo que no tiene constltucionalmente
ningún asidero. Kn realidad, es una encubierta manera de
Jera (jalar al Tribunal,'
. ■ ; jf ■
Per último, hace dn juicio de conveniencia diciendo
que “la instauración por vía legal de un Tribunal “ad-nov t
integrado por miembro« extraños a las autoridades cons­
titucionales pertinente», resulta contrario a los principios
de buen», administra clin", Y :.o dige: ¿son principios de
buena administración violar en forma tan flagrante la
CotwtiinGión. las leves los reglamentos administrativos y
aún los convenios internacionales? Realmente el argu­
mento cae en el mayor, ridículo.
Por eso nosotros entendemos incomprensible que aho-
- ra se vete ede proyecte < e ley, máxime cuando en ambas
Cámaras concitó 1« volJitad de todos los sectores parla­
mentarios, aún de aquello* que tie’Aen representación en
el Gobierno o que tienen un Acuerdo político para apo­
I
7r:
Por otra pane, 0« que esto Inclusive deve­
ndrá una imagen: la de buscar la pacificación social. En
la creación de esto Tribunal había una filosofía que to­
dos apoyaban, y era I» de buscar solución a problemas,
dolorosos sucedidos a consecuencia de violaciones de nues­
tra Carta Fundamental. Pero con este acto se vuelve a
deteriorar esta imageit de pacificación social, y parece-
que el Poder Ejecutivo va a continuar en esta política do
(M ominar lo# prwijjol fundamental*« que Informan,
J
 A ■ ami 1 eu. uen (>r» 1

TEMA: MOCION AoaMBI.EA GENERAL DECRETE LIBERTAD DETENIDOS

BAJO MEDIDAS DE SEGURIDAD ÜUE FUERON LIBERADOS IOR
LOS JUECES.

uesión 29 y 30 n o vi amb re/Q*/.2

'1í&tóinamc|1 pirt <¿¡¡* ’ la"Wer-

tad de todos loe di tenidos bajo las MadUÍM Pronta» de Be-1
gurldad oye fueron en bu momento liberados por loa jue-
cei. — (Fdo.) Belterto GllardonL K. Krro. Luis Imáa. Jal-
tne Féree, Juan Cliente, Redney Ariamendi. Edmundo Spa-
res Netto. Earigai llodríguos. ~~ ' ~
—81 no se hane uso de la palabra, se va a votar.
Loo seftores legisladores por la alirmiitha, sírvanse tai
diñarlo. ’
(ge vota:)
| en 112. Negativa.
i—.11- ■ t ■ ,.^^,...^1 ..._— i TT raMB-MU,r- 1LUMIBU li. _im-- -- u^iií i . ' ' —»-■ <M

(Dejar.of const ino!:» qua el Lu^islador no intervino en el debato,

si bioa finna la mociin)

014/14
ARACHU, ANTONIO

PARTIDO tr^OaRATA C^I^TLUO

:à: ’’¿•‘RSìi'T^ 1’31 ZJ3D10, ii.jia 8OÖ

i ; *’.'> de khhasikto eh ifn

.. ..tue de MtmuMi le (Mme
! DEPAÍTiMIíITi ,1
feote eki irt»íi2.£-/ífZ?2

i
.t¡>»
Nu. de óflM u¡ .U—
f '.À
 Ueprti sentant e.
TE>MAs Funcionarlo» Públicos cesantes. Tribunal
1 jet ro r ti! i n a r i o, Creación.
SESION j rt rnarzo/1972

23 083
0«ü7 -■
 H2 CAMARA DB
19. — Integración de Cdmhtonee
SEÑOR PRESIDENTE (pozzolo). Dése cuerta de
integración de Comisiones.
(Se lee.)
'•Se designa para Integrar la Con liatón del Orden
del Día y la Comisión Esptctal de Mediación en ’o»
Conflictos Laborables, al jeñor Representante To­
rra do
Se designa para Integrar a Comisión del Orden del
Día al señor Representante De la Sierra.
Se designa para integrar la Comisión Especial na
Mediación en los ConfUctoi Laborables, al señor Re­
presentante l/ópez Baiestr*1 .
29. — Asunto* ente iidos fuera de hor»
b-'#
—Para una cuestión de rden, tiene la palabra el
¡ueñor Diputado Turlansky.
SEÑOR TURIAN8KY. — Itohclto que se dé entrada
»orno asunto presentado f lera de hora, al proyecto
¿e ley por el cual se ¿ispoi B ¡a repode ión de loa tra­
bajadores estatales destituii loe en el marco de las me­
didas de seruridad. intarlati la propiel ida por la ban­
cada del Frente Anpitó i chos en que se fundan.
Fn líneas generales, sef i limos qb* este proyecto
reitera el que ya fuera ap ’»bado en la anterior Le­
gislatura. pensamos que el presentarlo contemplarnos
la opinión de los diatln.oi nectores políticos que sn
su oportunidad dieron su vado a aquella otra iniciati­
va, que luego, durante el ¡receso, fue vetada por el
Poder Ejecutivo.
En estos momentos la A nmblea Ornerai considera
el tema del levantamiento de las medidas de seguri­
dad, y si es coherente cc rislgo misma posiblemente
mañane éste se* produzca, lintoncra quedaré pendían»
te de solución este problemi de ios traba (adores deS-
। H »»idos precisamente en el marco da dichas medida«.
señor PRESIDENTE (l’ozaolo). — Be va a votar.
(Se vota.)
—Treinta en treinta y cinco: Afirmativa,
Ltase
(fie lee.)
"Varios señores Rcptesanlantex presenten un pro­
yecto de ’«/y relacionado con funcionarioi iívhII toldos
en la Administración Central y Entes Autónomos”.
—A la Comisión de Constitución, Códigos, Leg
ción Oepf ral y Administración. /í)fP.
/Ictío del provecto; ; i T T
PROYECTO DE LEY
no/
Arfteale !♦__Los funcionarlos de la Ad ni! licitación
Ontríl, de Entes Autónomos o Servicios Dencentra-
lirados que hayan aklq destituidos, trasladados o son-
clonados por aplicación directa o Indirecta del de«
de4 poder Efrtvtivo IP> IB3, de Id de junio do
196« o postetlores de Mndtatas Prontas de Seguridad,
podrán recamas sute »1 Ditamal Saladar diñarlo GiW
•sr crea ptu eauv tay. t Montevideo; W^lt**r Martines Gallina!, RM>fe- •
jtoiíútas 2*_ mi» Tr>min»l Es*ranrdlntrlo
.tmx e* c metido de entender en tas reclamaciones a
que se refiere el artículo anterior, el que tendrá la
facultad de resolver la restitución del funcionarlo, te-
REPR ESENTANTI» M’ércoles‘8 de marno de 19121
r
ntenlo en cuenta razones de legalidad, de fontlo o
de forma yo de evidente conveniencia pública.
El Tribunal se compondrá de cinco miembros de­
signados: uno por el Poder Ejecutivo, uno por la cá­
mara de Senadores, uno por la Cámara de Represen­
tantes, ano por la Suprema Corte de Justicia y uno
por el Tribunal de lo' Contencioso Administrativo
Artícaro J* — Los cargos serán honorarios y para
ser miembro del Tribunal será necesario reunir las
v'muííclona* previstas por el Artículo 242 de la Qm»-
niut.óa. *
a -
El Trlbirap filará el procedimiento t, seguir mi loe
asuntos sometido» ¿ su decisión y a pedido del inbfre­
sado abrirá a prueba ¡?*»r el término suficiente, Ac- ?
tuará en papel común, la* estuaciones no devenga­
rán costas y funcionará en el Palacio Legislativo! El
Presidente de ¡a Asamblea General le proveerá el per­
sonal y útiles necesarios.
Ar (frutó 4« El Tribunal m constituirá dentro de
Uta dies días de promulgada la presente ley y será con­
vocado por cualquiera de sus miembros, una ves desig­
nados tren de los mismos. En su primera sesión dnsig« i
nará su. Presidente.
Los Interesados, dentro de los sesenta días de la In-
b gración del Tribunal, deberán presentarse por eicri-
lo formulando su reclamación y articulando los,he­
E, Tribunal, dentro de los sesenta días de entabla­
do el reclamo, declarará al el i «clamante tiene diwre-
cho ii. reintegrarse a su cargo. La declaración te adap­
tará por tres votos conformes y causará estndá
Articula 5’ Resuelta por el Tribunal favoiibte­
men te la reclamación del funcionario, la oomuniípará
al Instituto al cual pertenecía, el que deberá reinte­
grarlo a su cargo en un plazo da diez días, reccnoqerfr
su antigüedad y abonarlo todivi las retribuciones que j
le hubieran correspondido d<!.de el momento 4) su 1
destitución a la fecha de su i »integro. ?
Artículo 09 — El fallo del Tribunal Extraordinario
no obstará a le. prosecución de las acciones interpuse- $
tas ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo -■
ArUeuie ?♦ — A partir de la promulgación de la
presente ley los funcionarla destituidas a que hace
M terenctó ai articule* K M^án reintegrados en forma
provisional, con el sueldo j demás beneficios qiM co
rr»>p0n£Kn a su gratto y efttegorta a la fecha do esta
ley, pudiendo sustituir tan Organismos wte reintegro
por unís ( ompviMación rwwual egalvalefite a dichos
sueldos, y bcífrLckta,/ , , < . .
j . i \
Artículo 89 — Comuniqúese, etc. . ■
Montevideo, 8 dt marzo de 1972.
Wlfvdímfr Thrianehy, Afrpresentapte por Monte­
l video; Juan R. Chenlo, Representante por
Montevideo; Rodney Arbmcndi, Representan­
te por Montevideo; Jalma Pérez, Representan­
te por Montevideo; Edmundo Reares Fletto,
Representante por Montevideo, Carlos Barai-
bar, Representante por’ Montevideo; Carta»
Tcxcira, Representante por Ralto- SelMIriiáu
Elirclr«, Representante por Paysandút IJsnM
Soxtt Dina, Representante por Mont-svldee;
Hugo Batalla, Representante por Mon* ?vide<4
Fernando Ellchfrigoity, Representante por
He? tan te por Montevideo; Antón o M. Si»rh,’>»á,
RiHiteHrniante ty»r Co’onla; Luis Imas, Repte- ।
«etdente por ArM ítem'** "
sentante por Er ario; Tfriája Trias, Repre­
sentante por Montevideo.
I
 Miércoles 8 de marzo de 1979 CAMARA DE REPRESENTANTW
i^i
EXPOSICION DE MOTIVOS
* En la anterior Legislatura fue aprobado, por ambas
Cámaras, un proyecto do ley para la reposición de
los trabajadores estatales destituidos por aplicación
directa o indirecta de las medidas prontas de se­
guí idad.
Esta iniciativa, que instituye un Tribunal Extrnor
dina rio y que dispone asimismo el reintegro provisio­
nal de los trabajadores destituidos, —o la sustitución
;x>r el Organismo respectivo de ese reintegro, por una
compensación mensual equivalente al sueldo—, fue ve­
tada por el Poder EJecu* ivo al término del periodo, no
habiendo logrado quorum la Asamblea General, en el
plazo fijado por la Constitución, para levantar el re­
ceso y considerar las observaciones interpuestas.
<81 bien la posición de nuestro sector es clara y no­
tara en cuanto a promover la reposición lisa y ra­
na de ios trabajadores destituidos, criemos que el pro­
yecta mencionado constituye una fórmula trai-Mic­
ción, d aceptable, que repara una de las consecuencia*
más injustas de la aplicación discrecional y arbitra­
rlas de las medidas de seguridad, y que por tal ?.on-
tó con el voto afirmativo de legisladores de los mas
diversos sectores políticos. Es de hacer notar que el
proyecto de referencia, aun euando sufrió modifica­
ciones en sala, tuvo su origen en la Comisión de Dona-
tuición y Legislación, integrada can Previsión de la
Cámara de Senadores,
Creemos que no corresponde la observación de m-
con^tituciona/idad planteada por el anterior Poder
Ejecutivo.
No solo porque es competencia de Ja Asamblea Ge­
neral establecer tribunales (Articulo 85 de la Consti­
tución >, sino porque, además en forma expresa el Ar­
ticulo 65 de la Constitución establece en su inciso 2<?
que "en los servicios públicos adminísti ados directa­
mente o por concesionf.rios, la ley |>odrá disponer la
formación de órganos competentes para entender en
las deslntellgenciss entre las autoridades de los Her­
vidos y sus empleados y obreros**. En cuanto a la es­
fera de competencia del Tribuna) de lo Contencioso,
Administrativo, la ley a oue estamos haciendo refe-,
renda establece en su Articulo (P precisamente que
los fallos del Tribunal Extraordinario no obstará» a
la piosecuclón de las acciones interpuestas anta él
citado Tribunal.
Por todo lo exnuosto, y por tratairse de un proble­
ma de hondo contenido social, i’ue requiere una ur­
gente solución,, replanteamos como p.uyecto de ley e*
que ya fuera aprobado por 18 anterior Legislatura, y
que hemos comentado en la presenta exposición dé
motivos.
Sólo hemos introducido una modlfi-aclón de car-
rácter formal en el Art ículo 1<» a los efecto,!* de preci­
sar mejor Jos casos sobro los que entenderá el Tribu­
nal El proyecto original establecía 1'funcionarlos des-
titidos o declarados cesantes”. La nueva redacción
que proponemos es "funcionarlos destituidos, trasla­
dados o sancionados”. En correspondencia con esta
modificación, r>e incluye la denominación "dei'tituí-
par» determinar los funcionarlos a los que hace
referencia el Artículo 79
Montevideo, 8 de marzo de 1372.
Wladimir Turiansky, Representante por Monte­
video; Juan R. Chenio, Representante p<T
Mohóeyldio; Nodni y ArUwsrMI, Neprsien*
.falwNi Pére«, Heprs»«i0k
tante por Mónte-vídeo; Mmundo Usares hkílé#
Representante por fartas Bar.ii*
bar, Representante per Montevideo; Carlos
113
«JBIhiUfcMW «MM !■> *l l— OH»—|J'I
Teselra, Representante por Salto; Sebastian
Elferdre. Representante por Paysandú: Daniel
Días, Representante por Montevideo;
Rugo Batalla, Representante por Montevideo;
Fernando Kllehlrigolty, Representante ror
Montevideo; Walter Martines GalUnal, Re­
presentante jor Montevideo; Antonio M 8a-
rachú, Representante por Colonia; Luis
Irnos, Representante por Montevideo; Ariel
Días, Representante por Soriano; Vivlin
Trias, Representante por Montevideo*'.
21. — Repartido de un proyecto
SEÑOR ABISMENLE — Pido la palabra.
SEÑOR PRESIDENTE (Pozaolo,. -- Tiene la pala
bra ol señor Diputado,
SEÑOR ARI8MEND1. - Mociono para que se repu­
ta. '
SEÑOR PRESIDENTE (Pomlo). — Se va a votar el
repartido de! proyecto.
(Se vota.)
—Treinta y dos en treinta y cinco : Afirmativa.
22. — Ret tillcactón de trámite
SEÑOR TURIANSKY. — Pido la palabra.
SEÑOR PRESIDENTE (Poxzolo). — Tiene la pala
bra el señor Diputado.
SEÑOR TURIANBKY. — Este proyecto se originó
en la Comisión de Legislación del Tíabajo de la Cá­
mara de Diputados. Se trata de un problema tipleo
de legislación laboral, por lo cial solicitamos que el
proyecto sea enviado a esa Co.nl«Ion, la que, en todo
caso, podría ser integrada cor; miembros de la de
Constitución, Códigos, Legislación General y Admi­
nistración.
SEÑOR PRESIDENTE (Fozzolo). — En discusión.
Ñ no M hace uso de la palabra, se va a votar.
(8e vota.)
-Treinta en treinta y dos: Afirmatiia.
23. — Aplicación >ie 1« Ley N9 13.981. Pìazo a
la Comisión de Hacienda para expedirse
Existe en ¡a Mesa una moción presentada por va­
rios leglsladongjyRetido Nacional.
Léase. - 1
(Se lee;) \
"Modonnmos para que la Comisión de Hacienda, en
el plazo de treinta lías, se expida sobre las solucio­
nes (legislativas o de iwrdena miento administrati­
vo financiero) definitivas a adoptarse para hacer
efectiva la Ley N9 13 981, de P de julio de !971, so­
bre consolidación de deuda«.
Uruguay Tourné, Héctor Goftl, Afartin Boada»
Antonio AmorÓs y Nelson Coussin**.
En discusión.
•¿3 tf 83
114 CAMARA DK REPRESENTANTES MléicUt« » de marzo de 1972

Si no se hace uso de la palabra, se va a votar, moción de señor Diputado Batalla, para que se le
vante la malón.
(Se vota.)
(Se vota.)
—Treinta en treinta y dos; Afirmativa.
—Treinta y uno en Ueima y dos: Afirmativa.
SEÑOR BATALLA. Ahora reitero la moción para
que se levante la sesión. Queda torminadci ei acto,
SEÑOR PRESIDENTE (Pozzolo). -Se va a votar Ja (£& la ñora 19 y 32.)

HECTOR GUTIERRES RÜÍZ

Preridente
Andrés M. Mata. Ci. Coliate Moratorie
Secretario Relator • ■ ’! • í acre tarlo Redactor

Carlo« Alberto Ardrisse

Director dèi Cuerpo de Taqulprafoa O
'íi

INDICE DE NUMERAL»;

Numera! págúika
 ¡í>' ¡ -;l. ante •
ThMn: GOLDiZl), Ariel.

SK>Iu¡\: 4 abril/1972

‘ Aj i« ui r*«puesta dal Poder icjei u.¡vo ti pedido

oc informe* formulado por Civmo* legisladores, re­
feren'« • U drleaeláu del es ¡•fiilaiior ckx lor Ariel
ColUon, u Cámara de Kepretémanla declara; Qug
m n r>>i(«ta del Podeir Kl«< nitro }xx i< ¡rrniedlo dqft
dmiMerio d<*l -lutrnc» c J'htuj’e i‘slán de loa
nitro del Cuerpo Otear llroi hera: Daniel Moaa
Día* Haga BataUsi J*>me Penta; Wiudimir Tu-
rlaiibk.t; Fdaaaíido Koart> Milu; Jain R. ( hrnie;
llotlmy A ríante n él, buh hnai; lor<n Duran Mato«;'
RUbeguyten; WeHtr IImiíih«» <.nlliual; < ar-
lea l'i eetra Vei^í iletwli M. ftarafhm Vivián
’fría*; MehaaUáa jatmiiW; Wef ÜMiat” 4

(Se deja constancia i]ue cj Le(J.. ladof no interviene en éste terna, ai bien
firma el mismo ).

00 6
 íteprcfient.intw

IEKh: (¡UEüEúj Edog.ur y (U¡ itHtñ GIO.tlUMC, Cannei*.

5E51lm; de febrrro/973

■ •> ' ;v • '•’’

A • "CONOCIMIENTO POR PARTR DE LA CAMARA ‘

DE REPRESENTANTES SOBRE IMPUTACIONES
EFECTUADAS CONTRA MIEMBROS DE LA MISMA A
RAIZ DE HECHOS QUE LE SON ATRIBUIDOS EN
LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE MONTEVIDEO

Montevideo, 8 de ^Marero de 1973.

ürPresidente de te
cimera de Rapreaentante*
Don Héc tor Qutíéirrez Rute
Presente
Loa Refiorea Representante« que suscriben, en au ca-^
iklad <!« miembro«' del Cuerpo que Ud, p^vide, ett^
conformidad con ni artículo 93 de le (ionstlluclóA de¿£
la .República. «olkltan que la Cámara de Rcpr^entan*^
tes conozca nobte lau Imputaciones de delitos gravea^
ocurrid.™ en la Junta Departamental de Montevideo,”
que «un do publico rimorimienta y que te .son atribui­
do» a loa Redore« ReprcHentarita« Edegur Quedos y t
ciármelo Cabrera o larda no, puntando a»i en funcio­
namiento, el Julc.o Politico previsto en ¡a citada nor­
ma constitucional, para hacer efectiva» Ibf. respitiM-
hilldadee que le pudieran caber por los mtomua a los
citado« toglalíidbriMi
A «M<te cítate«, enctmbrAndOta cota Cámara es Re
cata, toe inscripto» recabarán tea firmas ntta|Mita< .
par* la c ..ación Inmediata de te tatota» a toe efecto*^
de la Urgente ecnciderocldR de este itowflt©;*' *' «
Ha ludan a Ud muy atle. «
*1
Cartea Bereiter, Representante por Montevideo:
Pable Otero, Representante por Montevideo;^
SebMttaiN Eílwire, Representante t>or Payad«*!
dú; Danlrl Num Die«, Kepreasntanw por MoteJ
teldeo; Corto* Teweira Varea!, Represen tanto
por bulto; Artel Dím Pajado, Reí*eeentanto
por Sorlaño, Antauto MLJtattcteL Repreaeö<|
tente por (k/íonli’ ' ■ Ja

00 7
 s Ain t? 1 a n Gener a.1
TEMA: IROChDJMIENTO REALIZADO EN JUAN LACAZE.
Sesión 2 marzo/972
BtftOR SARóCHU— Beficr PFMidfhtC: !• pOtícIdn
de nuestro sector político, del Frente Amplio, sobre eete
tema ya ha sido dada por los compañeros leghl/idoros
Arismendl, Terra y Trias, Por lo tanto, no nos vamos a
extender en consideraciones sobre la n oción que ya pre­
sentó el Frente Amplio, y que esta en la Mesa, tendiente
a zanjar esta dificultad, y en especial sobre la posición
sustentada en Sala por el señor Ministro de Defensa Na­
cional.
* Sin embargo, queremos, sí, hacer un agregado pdra
que corwte en el Diario de Sesiones de esta Asamblea 1
General, y que se refiere a un episodio ocurrido ayer en i
Ja cituM de Juan Lacaze, ¡ los obreros y en virtud de nuestra intervención personal"'
i ante Ira fuerzas policiales y Fuerzas Conjuntas, se logró
Durable todo el día de ayer permanecimos en Juan »
-Lacaze. porqué las llamadas Fuerzas Conjuntas habían j
Abalizado un procedimiento de los tantos que se han he*
^Tho en el país, y queremos que lo.** señores Minstros do*;
Defensa Nacional y del Interior, aquí presentó), tomen J
nota de estos hechos a los efectos de que no vuelvan s( i
repetirse en estos siete diat; de plazo que esta As unbleii $
General parece que va a conceder para efectivlzar el Mi ■
vantamiento de las Medidas Prontas de Seguridad. ttj
Tres compañeros sindicalistas fueron detenidos ydp'
las Fuerzas Conjuntas por el único delito de haber pAFH
ticlpado en un acto público espontáneo realizado en Mi
fábrica Campomar y Soulái, con motivo de una insóiltflP
invasión de su fuente de trabajo realizada por dlchl^l
tuertas-
Los hechos sucedieron de esta, manera: las Fuerzan
Conjuntas ingresaron a la fábrica Campomar y Souláli
armadas a guerra, haciendo echar a la gente cuerpo li 1
tiem, con toda aparatosidad; recorrieron toda la fábri­
ca, fueron hasta la Sección Telares y allí detuvieron u
una persona que según las Fuerzas Conjuntas estaba Im ­
plicad* en una acción subversiva, Esta persona fue empu­
jada, arrojada al suelo, cubierta con una lona y cachea­
da de armas. Después, a los empellones y a punta de
metralleta, se la llevó hasta la calle
S Lógicamente, esto dió lunar a las demostraciones
Bohdtridad de Jos compañeros textiles para con este obre-1
i ro detenido en esa forma, con esa espectaeularldad, <pMÍ
| se podría haber ahorrado perfectamente, si es que Mffi
। bia algún problema con él haciendo que las autorldaMM
administrativas correspondientes lo llamaran a la OíwB
na de Personal. Sin embargo, se procedió con toda arif‘1
ratosidad, como le gustaba hacer al gobierno que tdf*l
minó en el día de ayer, |3
Ante esta actitud insólita de las Fuerzas Conju|ita|^
¡te organizó un acto espontáneo en la propia fábrica, jlp-J
ei que. como es lógico, loe compañeros trabajadores pro*- >
t*HU*ran por la forma en que se había realizado el prt4 \
< qeáUqaicnto, san entrar a ; urgir el fondo del asunto ni la ’
o no que pudiera tener el compañero dete- í
nido. Más de mil trabajadores se congn ¡jaron en esa'
acto público que se realizó «m toda normalidad, y que
posteriormente ss disolvió An causar ninguna alteración!
dgj orden publico, ‘ ?
o0 8
i este Mtó de repudio a JasJWMM ámjwSss, se ctetuí?
1 a loa iras oradores que habl!t« hecho uso de la palabra
' en ese acto: los compañeros Rubén Gonet, Presidente de
la Agremiación Obrera Textil; Julio César Pica, Secre­
tario General de la Agremiación Obrera Textil de Juan
Lacaze; y Florencio Quintana, Presidente del Plenark)
Sindical de la localidad. ¡
Estas personas fueron llevadas a la comisaria de Juan
Lacaze sin ningún tipo de explicaciones y allí se lee in*í
* terrogó y .se le« retuvo. Ante las medidas gremiales dll
paralización de la fábrica adoptadas de inmediato por*
que estos compañeros quedaran en libertad, pero recién
en horas de la noche, después que la fábrica Campomar
y Soulás había estado parada durante más de ocho ho-*'
ras. Esto ocurrió por culpa de un oflcialito de las Fuer*.'
zas Armadas, con muy poca ¿dad y menos educación, qu|íj
tuvo para con nosotros algunas palabras fuertes a 1O
que, por supuesto, contestamos 'orno correspondía. J
t No obstante ello, en lasi últimas horas de la tartm
i fuimos recibidos por el Comandante de la Reglón MUM
। tar No i, con Miento en la ciudad de colonia, teniente
coronel Silvera, quien en do» oportunidades anteriores se
i había negado a recibirnos. En el día de ayer m mostró
dispuesto a dialogar con naiotru y nos prometió que, a
tfremial» esos có.npaflj.j
roa ibsp a ser liberados de UmeAilato. t‘ *
El hecho es que mientra en usté recinto se habJaiMU
ayer de democracia y libertad por parte del Presidente
electo, señor Bordaberry, en la ciudad vecina de Juan1
Lacaze habla tres compañeros sindicalistas detenidos, que í
permanecieron en esa situación durante todo e! día pura
,y exclusivamente por la arbitral«dad de un señor ofl-j
cía! de las Fuerzas conj untas, que ni siquiera quiso ufen-^
tiflcarse; porque esta gente llene macha valentía rfrñir
gritar en una comisaría apoyada por tres metra
pero no tiene valentía para dar su nombre, ía cara y 2|’
siquiera razones ni explicaciones. Nos recordó
mente el texto de Ja Constitución de Ja, República, {rmi
de sobra conocemos, según e,l cual el Poder Ejecutivo
pgede arrestar a la* personas y trasladarlas de un punwl
Otro dg la República Sin dar ninguna explicación.
’ Al esto se repite, si se atropella el fuero sindical, si
se invaden las fuentes de trabajo, sí «e pretende atentar
contra la libertad de los gremios de expresar su des-
(onformtoad con las actuaciones policiales y militares, i
evidentemente no va a llegar oí clima de normalidad que I
i todo* anhelamos que vuelva a la República. ’
i ;
Termínense* poniendo eslotii hechos en conocimiento
de los Minutarios respectivos para que adopten las ptu-
। videncias del ©aso a fin de que no se repitan en asios
| siete días de postergación de h efectividad de la deci-
। slón tomada hace un moiuenty por MU Asamblea Ge­
neral.
i---------- ---- -- ■ . ..... , .5....^^.. ।,
23 5 3 3 J
.1
TEMa: MOCION FRENTE AHI LIO Al ROBADA H)R ASAMBLEA GENERAL
(2 marzo/9?2) SOBRE DEROGACION MEDIDAS LE SKGUS1DAD,

Sesión 9 y 10 marlo/072

rj®watí#¡iré«®!
que acaba de formular el retido Nacional a través diM
nefior legislador Sao toro, no es reglamentario.
' No lo es, deste ti momento £d* esta, Asamblea Gene*
ral, en su sesión leí 2 de margo, aprobó el articulo 1* <11*
la moción del Trente Amplio, que decía textualmente:
"Derógase el D terete del 24 de junio de 19*0, por e! que
se implantan la * Med idai Prontas de Seguridad y todos '
decretas que rw «trinjm tai» libertades individuales, slndill- 1
catas y ta libers id do expwwfón del pensamiento por cual-
quier medio (leccióa H de la Constitución do la Rop4i^ ■<
WW . f . ...
Señor Presidenta; Micito que la Asamblea OtaaesinP <
ponga atención a tas palabras que estamos pronuncian«!«). J
. '4
I La moción del Partido Nacional, en su articuló l »t
I dice: Déjase sin efecto las Medidas Prontas do Seguré /
dad establecidas en los artículos tal y cual del Decreta 1
; de 13 de junio de 11*03 y en los artículos P, y P def
! Decreto N* 289/989, de 24 de junio de 19*9, o sea, el mili«
mo Decreto que se derogó por o] articulo votado en la
I sesión del 9 de mano.
i : ■ '•
En consecuencia, no vale el a>•jumento de las deele*
raciones do urgencia, porque aquí se esta proponiendo^ h-
^MxraMSU»'>«MMr «■> . ..............

«a y nanamente, un articulo sustituí Jvo del que fue vo­

tado en ta sesión del 2 de rnarx)
Comprendo que para el Partido Nacional —lo dijimos
en la sesión pasada— resulta tremendamente dificultoso
votar una moción presentad» por ei Frente Amplio. En ta
sesión del 9 de mareo, lo tuvieron que hacer, a pesar de
ellos, y votaron. Ahora, eso artículo está firme, pues lúe
aprooedo en osa nesion y no .ooaemos modificarlo por la
vía de una declaración de urgencia de un proyecta de
resolución distinta que en su artículo P se refiero a la
misma materia dol que lúe aprobado el día 9 de margo.
Es muy clare* el Reglamenta de ¡a Asamblea Getue»
ral; en su artículo 81, dice: h1avj artículos a que se liu»
biesen propuesto enmiendas, se votaran primero sin ellas.
Si fuesem aprobados, se consideraran desechadas las.en­
miendas; pero, sí fuesen d mechados, se votaran luegOíoa
ellas, por su ordHT
P.uego al señor Presidente que atienda nuestra espión
। siclóu, pues de lo contrario ta Meas ¡mide inretít
error de interpretación dU Reglamwo , J|
Por lo que hemos visto, el artículo citado antarllM«
mente, es claro, de modo tal que clisado se presenta snO
enmienda «, determinada disposición, debe votarse, prtaiqgH
ro, ia disposición tal como fue propuesta originaiñavnhit JM
en segundo término, la enmienda ( < 12
En consecuencia, señor presidente, aquí no cuto» otrfl
cosa, reglamentariamente, que continuar votando prm||
yecto de resolución presentado por el Frente AmpLO^ÉB
resulta desechado, seré el momento de entrar a coneliloO
rar el proyecto de resolución del Partido Nacías**. 1

De no procederse en esta forma, se incurrí! A ert iidK

error reglamentario pudiendo sentar un precedente
mondamente peligroso para el futuro, porque en una prM
sima circunstarcla, señor Presidenta, cuando se quiera*
modificar una disposición ya votada, en lugar de recunHH
al procedimiento normal del pedido de reconsideración, NH
acudir* a esta expedienta tortuoso de pedir una decía**
ratería de urgencia, para votar luego un proyecto que mo-1
dita« oUP qu* ya había jUdo aprobado.
' En coneeeuíWlft, & Hrtidó Nacional, sn la noche de
boy, aunque ni hemos essuc&ado aquehoi discursos un
poco drantaUcou que se dieron después del . ntermedlo, con
lentes que se penen y se saum —hoy no hemos visto eso-
est* obligado eií la sesión <¡¡e boy

,
— ...a wgulr votando la moción <tol eraste Ampil®
o a desecharla sí no la consideran pertinente. Tiene dm*^
recho a votarla en contra, pero primero que se proceda ílé
acuerdo ai Reglamento, porque, de lo contrario, la Meta
so haré pasible do una violación reglamentaria.
 /<?
TEMA : ASOCIACION HANCAR1OS CIULaU LE CARMELO.ALLANAMIENTO

3«»i6n 13/ 1U y 1*2 mayo/97a•

teftor Ie«tal»i<>i ¿Mmi DÍm, temnjn» qlMt. - Íiüímí» > an» «n'^j
caía cucftlndíi ronfia ni movimiento aindktl. ©•pecitomenfe 1
contris ta Atina latrtín de Henearlo» üel Urityiüay. *e anota 1
otro opiModiu tnáat d alUnwmíento, en la eludid de Carmelo. |
del Joral d? ¡a A míe lacón de Bancario», op el que no *e J
«ncontrò abxol ut uniente nada. Pero no ob tarta ello» J|
Hiñendo con bi política eonfiiNlonbta quo w •rx.-’ua en auto ™
iiHniH'iito en nuestro (bpfl'tmiento, por la» Fivtma» Con*
itiotAs, fue <i(‘n-ni(hi c| <>nipi«'ido que cal A eil frente de ■»
< .intuía de la ^rde baiKaria. T <ilu\ía no <a' sabe (bónde e*tA
atojada rita persona, íic trato del señor Perdomo.
(’«itili dii< ». r-lo h<('h’> **’ imcitbe dentro de o»to4 api»
.oflios que coinentabn el compañero Soga Pia^ dirigido a

otiCurf'cer el pímoramn tn ha Repúb'lcn y • inoltrar a )a

Amciad6« de Banca tue del Uruguil » em» complicada en
i actos subveisiviM*. coli k>* que no tiene nadtu qu ver.
I
’ Mutha» nutria*
 A-'<nbl «i Ponera 1

TEMA: MOC.ON SE !;?.CLAHE P.IUVE Y URGENTE MOCION DECRETA

DIBEHTaD <)?, DETEN 1D S Bà.IO PEDIDà.5 DE PEC.URI AD.

:-:«alón 13, 1U y 15 ma yo /9?2

y
ddMMi rifdoi HjaTél imparo de 1m Me-*
dldas do ìegurlded
- Liti» ImAs. Enrique R. Erre. Jaltne Pére«. Isidoro
’ Etchefoj hen, Welter Martines Gallinai. Juan R.
Cbonìo. Viviiin Tria«. Antuinto M. Sarachu. Ariel •
Dies. A. Francie Kedrffuew Camu^M». Sebastléa^
Elteetre. Dania! Bcxa Dien f Jean Pablo Terra”.

(Moción sin discusión)

0 1 1
 . .'.C Uj ..r, Lerdo

Áwiiinbl nn '

IMi NUMERO DE PERSONAS DE'ENIDAS Y/O REFERIDAS

Sesión 27 y 28 •eti«m'Te/v72

r SEÑOR SARACFU — SI por un momento dtotaini M

fa tenca que w’aiW* ocupando y nos colocAramue MI OÜ
'- • ---------- ------------ — ■ -.................... ........ *---- —- ——-------- ‘‘*-^1*1
Mtio en que e«tá el señor Ministro del Inte* ior. don Alej'uv ’
dn» Kuvira. la xvrditrt es que de pnmto vlegirtaíiVM <«l mismo í
cambio que el, ea detro, dar la callada ¡m»t rv> pues i
lo cieno ey que es muy difícil la p**kkm tiel Prnier E>vu* :
tivo. i

Resulta muy comprometido venir a avalar un Mensaje

que consta «Je «los jiarte*: una literaria, que no tiene Jiin¿un
fundamento fuera de la simple belleza literaria que se le
predi adjudicar, y otra en la que sf dan tifia# y «luto# , Pode- 10¡BpíJ5WlS ha admltlífc nunca y eaU j
concretos, Y da lu ciiNualidad que en esa parte donde se noche tampoco lo va a admitir. Posiblemente «scuchemo« al
dan datos concretos, es donde este .Mensaje miente. Enhm- seftor Ministro negar la* palabra» que esta trox pronunciando.
res, si el Mensaje miente al dar dato» concreto#, es lógico
suponer —en el resto sólo kc hace literatura-* en qué po­ Concluimos señalando -no queremos hacer una expo­
sición estará el Poder Ejecutivo para pKirr fundamentar #u sición muy extensa sobre esta parte que loa tres únicos
iido. Vamos a certificar esto. Hay un párrafo del Men* dato» concreto« que aparecen aquí x.'lfru sobre requeridos
b que dice: “Así lo demueHlran las cillas promedios da

•
orno captuifldoM y cuatro requeridos por «lia”. La veidad os
que al nos utenemos a los noticiarlos de las ocho «lo la
noche, vemos que esto di’ los ocho capturados y los «nutro
requeridos sólo se puede dar porque las Fuerzas Coujun-
tas se reservan un stock de capturados y requeridos, de los
que va dando cuenta tod«*- ios días, pes«' a estar requerí»
«los o capturados desdo hace tr«*s o coa tro meses, »», jxira
aquellos casos más cercanos, dejóle hace dos mese», Li cier­
to es que en este momento no «e está detvníimdo a mulle, ,
y si se están piad icando detoncioi .«*, las i-ifias >on ínfimos i
y no llegan a este promedio do ocho cap!lirados y ««(litro |
requeridos diarios. Por lo tanto, esta cifra es mentirosa.
También lo es la cifra de doscientos cinruen'a prófu­
go» que da F Mensaje, porque, como lo señaló el señor dipu- 1
lado Sosa Días, «le ios prepios comunicado# de las Fuerzas ।
Conjuntas surge una cifra de requeridos que undu alreile- i
dor de loa clan.
Otro dato precita, que da el Mensaje íh el relativo a I
'.a Justicia Penal Militar, cuando dice que la Ley N“ 14.06H I
creó nuevos Juzgados, Fiscalía» y Asesoih«« Letradas en e*a 4
jurisdicción, con fecha 10 de Julio de 10^2. Halamos a fíne* J
Íe setiembre, o «ea que han transcurrido dos mese« y medio J
l«sde aquel momento, y ninguno de ]<a> Juzgados creados 1
hr esa ley están funcionando. Funci»ma »«»lamente uno, y
para entender exclusivamente en delitos cometidos px muí- «
tares, en asuntos de disciplina militar, ó* decir, en IkM ,¡sá*- 1
asunt«.»s en ios que entendía Ja Justicia Militar,. igá la Ja
pai te de hi subversi«’»n están entendiendo únicamente >.* trrw j
Juzgados Militares de Instrucción que existían antes de la d
lx«y de Srguri lad. Y hay un agravante, que el Poder Ej*J- 1
cutivo no ha rrcon<x«ido públicamente en ningún momen- j
to: que esos Juzgados Militaros d.? Instrucción no 'actúa- ’
ron en nuevos casos en <«1 período que < a desde la sardón
de la I>y.‘ de Seguridad hasta mediados d<«l mes de agosto.
Recién en esta última fecha emiiezaron a actuar, ixiiqu«?
entendieron que «m pronuncia rúenlo parlamentario de noto­
riedad los había habilitado, i1 a que hasta ese momento «e j
consideraban íncomixdentrx para juzgar a chúe*.
y capturado» jx>r día, cifra sobre prófugo# y «lato# subre la
Justicia Militar - no son exactos. Ni lo s«»n porqu« los
nuevos Juzgado# Militares que nr cr^iron no actúan «» I»»
hacen sobre casos no previstos en Ú Ley de Raguridad. 1
Además dichos Juzgados carecen dé loa elementos» más nn- j
prescindible# para su labor, puer a dos ruesea y medio d» •’
Ja sanción de di 'ha ley, el Poder Ejecutivo, que tantos mi- •
llanca y mi llenes de pesua hu gesta jo en la aplicación del
régimen de medidas extraordinarias, no ha sido capa» de
dotar a bi Justicia Militar dé los locales apropiados para Ja
' actuación de los Jueces, funcionarlos, abogados, como tam- .
i |NK«o para la atención de qulenet-i van a interesarse por la *
I suerte do sus familiares detcnílcs.
Si es tan difícil defender esto porque Jo único concreto k
que se nos trae es mentir»?jo, es comprensible que el señor' ;
Ministro guarde silencio. Nonotras en su lugar —lo decimos
ron f<id>» sfnerndad harifim<*s lo mismo, aunque dejnrfn-3
muy <■! MinLhulo, poique rmmdo si» nctú.'i ron honoxtidadS
en la ;tcH« í»I;ki p» hll/«'« y no <e e-dá de acuerdo con las |
cosas m’í' Jo que corre pondo cm dejar que quienes ■
son rrspomnh’e-« d<« la»: arhitrar!<‘d:»<h"<. «'mi-í ine« y atrope­
llos vengan a defender esas arbltrm le ladts, omlshuw» y
atropellos.
Muchas gracia.-«.
I

O 1 2
 .BHinb.l aa -enor il

'TOA*. IWBLhJWI üUIU-M) TKXT1L Ülí JUAN MGA/X

Sesión 29, 30 y 31 marao/973

■», w <«i"»»»w.*' ^»ww»iq iu i wnifi.n ■. . - ,

Sfeft&R I4RAÓHU Faro, aiSwás, « wftbrMu-
fado Planchón adjudica a los obreros la réapónaabfMded
exclusiva del mantenimiento de este absurdo conflicto que
m» ha venido prolongando ¡x?r más de sesenta día« y que
c.stá condenando al hambre a mi« de denlo ochenta
familia« de Juan Lacaze, repercutiendo en el comercie
local, fii esta situación continua se vil a crear un vendas ;
drro caos en dicha, ciudad. Insisto en que no es respon*
sabilidad de la gremial que se mantenga esta conflicto.
El señor Ministro también conoce el problema, porque lo
han ido a visitar los obreros, y le consta que In causa da
esta .situación ha sido la tozudez de la patronal y la
posición dura en que ésta se ha colocado, queriendo apro­
vechar este t un 1 He lo j ara tratar de quebrar la solida-
( rutad. la fuerza y la unidad dri gremio obrero textil de
j Juan Lticítze.
»ii» —>«w—»wiw 1 : *\wS**<iaRi«fwaisaa»*ev^* •*-*•*•- '- - ,. "

Vamos a decir las cosas romo son. La Comisión do

Legislación del Trabajo de ta Cámara de Represen tan tea
entró a mediar en el conflicto y elaboró una fórmula que
fue sometida a las do« partea, pero aceptada solamente ;
por ¡os obreros. Eso lo conocen m ichos legisladores que ;
están sañudos aquí, «n esta Asatnblaa General, y qve
son miembro* de la Cámara de R*'presentautts De ma- ¡¡
ñera que no vamos «■ distraer la atención de la Asamblea |
General con este tema Vamos a tener oportunidad de *’
discutirlo en ¡a Cátnira de DhAitadca, siempre qat el Z
M»hur diputado Planchón concurra a las sesiones, por$utf>|
unirte que generalmente falta. Vimos a tratarlo •» e*K*
ámbito. Aquí, en la Ajounblea General, vamos a atari4nh>i|
nos al punte motivo de la convocatoria, que es el de»
prorroga de la suspensión de las garantías individuales, >
dando asi seriedad a leta «sesión porque si no pierden w*
rnrquiu rl Ferian.cnt© y las instilaciones y no gana ata»*-f
hit ámenle nndie. J
No heme« venido aquí para retrnoK sino pañi encaal
rar un tema trascendental para la República. Rl ¡mMí
debe recuperar su slataina de gari ntias y libertades congS
i itucioiiíilcN, que deséle hace ya iiftos están «uHprndida¿l
! Para eso hemos Mido convocados, para eso estamos aquíl
¡ v queremos escuchar al señor Ministro del lutarior, que ■
í estaba haciendo uso de la palabra y que debe Informar-:;
nos «obre ruóle» son las razones que ha tenido el yM**'4
I l ¡‘’cutlvo para enviarnos este mensaje acere« dt la lirb^j
i'o(< de la suspensión de las garantías individual»).
 >->OùÂ L’IA¿» /

rAKTIDO DjT'OC.IATA CUIJIIANO

ljablo, li3?a eoßM

6^' >■/ ■ /¿4

r»"» "■ I f '■■■MMMWM— '.n MM

Û 01/66,
23 6 .U
TEMA: Funcionarios público» cesante» Tribuna?.
Ext rao rd1n a r j o, O re a c i ón.

JES ION: M marzo/972

002
 I!» Intrgi íu ion «Ir < omisión« »
SEÑOR PRESIDENTE (Pozzolo). — Dése cuenta de
integración de Comisiones.
(Se lee:)
“Se designa para integrar la Comisión del orden
del Día y la Comisión EspscUil de Mediación en los
Conflictos Laborables, al señor Representante To­
irado.
8c designa para integrar la Comisión dol Orden de!
Dia al señor Representante De la Sierra,
fìe designa para integrai la Comisión Especial de
M diación en los Conflicto! Laborables, a) señor Re­
presentante López Balestra '.
20. — Asuntos entr idos fuera de hora
—Para una cuestión de »rúen, tiene 'a palabra el
señor Diputado Turtansky.
EENOR TIJRIANSKY — i lolicito que se dé entrada
como asunto presentado fi era de hora, al proyecto
d< ley por el cual «o diapor b la reposición de loa tra­
bajadoras «Míateles deetituld m en el marco de lúe me-
didas de seguridad, inidati < i propiciada por la ban-
cada del Frente Amplio
Fn lineas generales, señalamos que esto proyecto
reiteré el que ya fuera api abado en la anterior Le­
gislatura. pensamos que ci presentarlo contemplamos
la opinión de los distinto« Mcteres político« qu«» en
su oportunidad dieron su veto a aquella otea Iniciati­
va, que luego, durante el ecesc, fue vetada por el
Poder Ejecutivo.
*,n estos mom/ntos la Asamblea Oenera! considera
el tema del levantamiento le las medida« de segurl-
dad, y «I es coherente cor rigo misma posiblemente
mañana éste se produzca. Intonces quédate pendten-
«o de solución este problemi, de los trabajadores des­
ítivdM precisamente en el marco de dichas medidas.
SEÑOR PRESIDENTE (Poasolo). ~ Se ya « votar.
(Se vota.)
--T/einta en treinta y dnco, Afirmativa,
léase.
(Se lee;'
•‘Varios señores Representantes presentan un pro-
.rete le tey relacionado con ftin’lonaHos destituidos
en le. Adm'ìiUtración Central y Entef Autónomo«'*,
—A la Comisión de Constitución, Códigos, Legisla-
tic/« General y Administración,
«Texto dt’l proyecto:)
PROYECTO DE LEY
Articulo 19_ Los funcionarios de la AdministracM|
Centro), de Entes Autónomo« o Servicios D taentr^*
h/iidos que hayan sido destituidos, trasladad«i* o sonK
clima dos por aplicación directa o Indirecta del de-
crMO dei poder Ejecutivo No 383, da 13 dé junio da
1968 o poste« lores de Moflida.«« prontas de Seguridad,
podrán tec’nmar ante el Tribunal Extraord!» rio que
’■# VIH p.Hf l«¥-
Artículo 2* — créase un Tribunal Fxtraordinario
c.oi' ei cometido de entender en las recia míu«U nes a
que °e refiere ** articulo anterior, el que tendrá la
fura’ted de resolver Ja restitución del fundo ti rio, te«.
«n tunda tK’vncs <ln ó^uiidad, de fundo o
u * loima y o dv evidente conveniencia pubtíta,
£1 Tribunal se comprondrá de olía» mlemhr s de­
signados: uno por el Poder Ejecutivo, uno por a crf*
ruara clf Bonadorea, uno por la Cámara de Represen­
tantes. uno por la Suprema Corte de Justicia y uní
j:or el Tribunal de te Contencioso Administrativo.
Artículo 99 — Los cargo* aeráis honorarios y para
ser miembro del Tribunal será necesario reunir latí
(ondicíones previstas por el Artteuto 242 de la Cons ­
titución.
E1 Tribunal fijará el procedimiento a seguir en ios
asuntos sometidos a su decisión y a pedido del intera­
liado abrirá a prueba por oí término suficiente. /Ac­
tuará en papel común, las actuaciones no devenga-
i án costas y funcionará en el Palacio Legislativo, El
presidente do in Asamblea General le proveerá el per-
tonal y útiles necesario«.
Artículo <e — El Tribunal m constituirá dentro de
los diez dios de promulgada la presente ley y será con
vocéete por cualquiera de sus miembros, una ves desig­
nados tres de 1<m m hunos. En su primera seeíón desig­
nará fu presidente.
Los interesados, dentro de los sesenta días de le :n-
(< g ación del Tribunal, deberán presentarse por escri­
to formulando su reclamación y articulando loe ne­
cios en que se fundan.
Ej Tribunal, dentro de tes sesonte días de entabla­
do el reclamo, declarará «i el reclamante tiene dere­
cho a reintegrarse a su cargo. La declaración se adop­
tará por tres votos conformes y causará estado.
Artículo 5’ — Resuelta por el Tribunal favorable-
nunte la reclamación de! funcionarlo, la comunicará
al Instituto al cual pertenecía, el que deberá reinte­
grarlo a su enrge en un plazo de diez dias, reconocerle
su antigüedad y abonarle todas las retribuciones qus
te hubteran correspondido desde el memento de «u
dr.'.tituclón a la fecha de su reintegro.
Artículo 0? — El faUo del Tribunal Extraordinario
nn obstará a la pros/cución de las accinr.es interpues­
ta« ante el Tribuna! da lo Contencioso Admín’atratlvo.
Artículo* 7* — A partir ¿e la promulgación de '.t
presente ley Ira funcionar^ s destituidos a que hace
H terrncia al Iirticulo P reintegrados en forma
provisional, con o! sueldo y demás beneficios que co<
nerpondan a su grado y categoría a la fecha de esta
ley, pudiendo sustituir los Organismo« este reintegro
por tina companaaeten menraal equiiyatente a dichos
«vddos y beneficios,
Artíeute ge — Comuniqúese, etc \
‘ Montevideo, 8 de manco de 1972.
Wladimte Tariansfcy, Representante por Monte-
video; Joan R Chente, Representante por
u Montevideo; Rodney Artemendi, Reprettentan-
MF. te por Montevideo; Jalma Páre«, Representan-
I te por Montevideo; Edmundo Soare« Netto,
| Representante por Montevideo; Carlos Rarai-
bar, Ftepiewntantí! por Montevideo: Carlos
Traete*, Representante por Salto Sebastián
ElteHte. Representante por Peysandú; Daniel
Fernando Fllchirigolty, Representante por
Montevideo: Witter Martín«» Gallinai. Repra
.¿i : !wr áwten'e M ttens'phA
Representante ivr Cotante; Luta fmaw, Repte*
sentante por Montevideo: Ariel Dfas» Repre­
sentante por Soriano; Vlvlán Triar, Repre­
sentante por Montevideo.
9 * fi
 EXPOSICION DE MOTIVOS
En la anterior Legislatura fue aprobado, por ambas
Cámaras, un proyecto de ley para la reposición de
los trabajadores estatales destituidos por aplicación
directa o indirecta de las medidas prontas de se­
gundad.
Esta iniciativa, que 'nstltuye un Tribunal Extraor­
dinario y que dispone asimismo el reintegro provisio­
nal de los trabajadores destituidos, —o la sustitución
por el Organismo respectivo de e^e reintegro, por una
compensación mensual equivalente al sueldo—, fue ve­
tada por el Poder Ejecutivo al término del periodo, no
habiendo logrado quorum la Asamblea General, en el
plazo fijado por la Constitución, para levantar el re­
ceso y considerar las observaciones interpuestas.
Si bien la posición de nuestro sector es clara y no­
toria en cuanto a promover la reposición lisa y lla­
na de los trabajadores destituidos, creemos que el pro­
yecto mencionado constituye una fórmula transac-
cional aceptable, que repara una de las consecuencias
más injustas de la aplicación discrecional y arbitra­
rlas de las medidas de seguridad, y que por tal con­
tó con el voto afirmativo de legisladores <*e los mas
diversos sectores políticos. Es de hacer notar que el
proyecto de referencia, aun cuando sufrió modifica­
ciones en Sala, tuvo su origen en la Comisión de Cons­
tó ución j Legislación, integrada con Previsión de Ja
Cámara Senadores
Crcemoi que no corresponde la observación de in-
constituL-lonaliclad planteada por el anterior Poder
Ejecutiva
No sok porque es competencia de la Asamblea Ge­
neral establecer tribunales (Artículo 85 de la Consti­
tución), sino porque, además en forma expresa el Ar­
ticulo 65 de la Constitución establece en su inciso 2°
: ue "en los servicios públicos administrados directa­
mente o por concesionarios, la ley podrá dlipc^er Ja
formación de órganos competentes para en1e»*,'r en
las desinteligenclas entre las autoridades de 1$ * ser­
vicios y sus empleados y obreros". En cuanto a la es­
fera de competencia del Tribunal de lo Collar cfoso
Administrativo, la ley a que estamos haciende refe­
rencia establece en su Artículo 69 precisamente que
los fallos del Tribunal Extraordinario no obstarán a
la prosecución de las acciones Interpuestas ante el
citado Tribunal.
Por todo lo expuesto, y por tratarse de un proble­
ma de hondo contenido social, que requiere una ur­
gente solución replanteamos como proyecto de ley el
que ya fuera aprobado por la anterior Legislatura, y
que hemos comentado en la presente exposición
motlvos 1 -r P la',Comhión de Hacienda para expedirse
Sólo hemos introducido una modificación de <4u¿-v'‘
rácter formal en el Articulo iv u los efectos de preái»'***''’ “ /
sar mejor los casos sobre tos que entenderá el Tribu*
nal. El proyecto original estableóla "funcionarlos des- >-M^e»r'ieglsladores del Partido Nacional.
tltidox o declarados cesantes", La nueva redacción
que proponemos es "funcionarios destituidos, trisla
dados o sanctonadof," En correspondencia con esta
modificación, se incluye la denominación "destitui­
dos" para determinar los funcional ios a los que hace
referencia el Articulo 79,
Montevideo, 8 de marzo de 1072.
Wladimir Turiansky, Repre«entante por Monte
Video; Juan IL Chenta Representante por
Mmdéuard; Hmitivy M’whmiHI: MHiiwì» -
tante por Montevideo; Jaime Pére», Repre^en
tante jx>r Montevideo; Edmundo Soares Notte.
Repreacntarte por Montevideo v Carlos Bsrai-
bar\ ttepresontante por Montevideo; Ctyrieé
Trxeira, Representante puj sallo; Sebastian
Llízeire, Representante por Pavsandú; Daniel
S<Ma Representante por Moni evjdeo;
ihifoftalallH, hepresenlante por Montevideo;
Fernando El’chlrlgolly, Representante por
Montevideo; Walter Martines Galllnal, Re
presentante por Montevideo; Antonio M. Sa-
rachú, Representante por Colonia; Luis
Imaa, Representante por Montevideo; Ariel
Día;;, Representante por Eoriano; Vlvián
Trias, Representante por Montevideo".
21. — Repartido de un proyecto
SEÑOR AR18MENDL — Pido la palabra.
SEÑOR PRESIDENTE (Pozzolo), — Tiene la pala
bra ni señor Diputado,
SEÑOR ARISMENDI. — Modo no para que se repara
ta.
SEÑOR PRESIDENTE (PomoIo). — Se va a votar el
repartido del proyecto.
(Su vota.)
—Treinta y dos en treinta y cinco: Afirmativa.
22. — Rectificación de trámite
SEÑOR TURIANSKY. — Pido la palabra.
SEÑOR PRESIDENTE (Pozzolo). — Tiene la pala
bra el señor Diputado.
SEÑOR TURIANSKY — Este proyecto se originó
en la Comisión de Legislación del Trabajo de la cá­
mara de Diputados. Se trata de un problema tipleo
de legislación labora?, por lo cual solicitamos que el
proyecto sea enviado a esa Comisión, la que. en todo
caso, podría ser integrada oon miembros de la de
Constitución, Código i, Legislación General y Admi­
nistración,
SEÑOR PRESIDENTE (Pozzolo». — En discusión.
SI no se hace uso de la palabra, se va a votar. .
(S0 vota.) • r
—Treinta en tremía y dos: ARrmattv*.
'■ '"um
Aplicación de U Ley M 13,981. Plago a
, ,, , ,
Exigía en la Mesa una. moción presentada por va-
Léase.
(Se lee:)
"Modonamos pare que la Comisión de Hacienda, en ¿
el plazo de treinta dias, se expida sobre las solucio­
nes (legislativas o de reordenamlento administrati­
vo 'financiero, definitivas a adoptarse para hacer
efectiva la Ley N9 13.081, de 19 de julio de 1071, so­
bre consolidación de deudas.
MtrUfü Bmú*
Antonio Amorós y NelaM C símw T.
—En discusión.
í
 81 no se hace uso de la palabra, se va u votar. moción del .señor Dipuiudu Ha luda, que ¡r
vante la sesión.
(Se vota.)
(be vota.) ¿
—Treinta en treinta y dos; Afirmativa,
—Treinta y uno en treinta y dos; Afirmativa.
SEÑOR BATALLA. — Ahora reitero la moción para
que ae levante la Bodón. Queda terminado el acto.
SEÑOR PRESIDENTE (Powlo), 8e va n votar ¡a (Es la hora 19 y 32.)

HECTOR GUTIERREZ RU1Z

Presidente
Andrés M. Mata. G. Collas« Moratoria
Secretarlo Relator Secretarlo Redacto;

Carlee Alberto Ardrlsso

Director del Cuerpo de Taquígrafos

INDICE DE NUMERALES
Numeral Página

ti 3 4
00 5 -•1
 íü; pr sentante.
ThAuc : COLLmZU, /riel,
mFAI )N A a >ri 1/97'-

> '• m * rfn (a <u i >> < / e< ptii.de

<»r «•! tuie» '-jt «rutado j Utr» It•#ímíhiIoTM,
«al* .tirucita <* «x leg.'Udof do or Ad
C»H '■ ta car. .t dr ¡«potrnlKni* • Jécur*;
í* • o r ata ja« í*<<<iet l* it • v<» jor <m cdlu d#l
• • ’ i un **r ■> u ¡tiut ’ ' . t om da Um
h» '» f * • h tu . > l»nnlr| hOMb
M «<• ’ WTilFWifT«.
< ausä< fftrwaii «• S<Hit >•« Co Jun» K < harde;
>«•»- tv <’ I <»•> Im.i» !<•»,,• ¡tor.» ’
Im. <» t irti * <•*, • * i1 ■ Uní < < ■ Hii «i « i < >r •
leo H «etri» tur *< V v V«»h«U
fí '‘ta ba » tí An ì >trii \f> i iri>z

(Se ceja con„4,.*nc.¡¿t quo el leplid/tdor no interviene en éatc tema, bi bien

firnyi e] raisnio).

Z)oc<j YlcíAJÍO • xfc i2tpr/cr^<U 0^4^74^/<7

X/- 33 Pa^ . AJ r '

r V "¡
006 i
 ile presentante.
: 1/CaZÌ (Colonia). Detención y torto
militante» Frente Anello, Denuncia

LihDiUh; 1C mayo/972

4. Denuncili »obre tfeteneión y nudo* trate*

afiliadla al Partido Sorialtota en Juan 1Z laeaae |

Tiene la palabra el señor Diputad" ftoaa Dita.

SEÑOR SOSA DIAS. — Quiero referirme a la
detención y torturas que sufrieron militantes del
Frente Amplio, afiliados al Partido Socialista, en la
ciudad de Juan L, Lacaze ge trata de Angel Rober­
to Cedrés y de su señara esposa María Teresa Herre­
ra de Cedrés.
El 29 de abnl, al mediodía, fueron trasladados a la
comisaria de la Segunda Sección de Rosaro, Depar­
tamento de Colonia Los aaoaion de allí a media no­
che, encapuchados y con lo» ojos vendados, con las
manos atrás fuertemente atadas con alambre jun­
to oon otros tres, fueron conducidos en un uemión,
sentados en bancos de madera, y luego de virios ho
ras U 'jaron a un lugar presumiblemente cercano a la
cii.dao de Trini Jad Allí, en una granja, ptonsan el
sr. cedráe en un gallinero, le dieron puftetasoB en el
abdomen y en el hígado hostil que lo dejaron tirado
en el suelo, Al rato, vino otre individuo, que lo paró %
contra la pared y le dló cuatro o cinco golpes más.
Al poco tiempo volvieron para golpearlo nuevamente,
instándolo a que dijera que era “tupe*. Contestó lo
que era: socialista. Y recrudecieron los Insultos y los
golpes en el abdomen y en la reglón hepática.
Pasado' un tiempo, volvieror para manifestarlo que
se trataría de un error, le llevaron la~» manos de atrás
hacia adelante, le cambiaron los alambres por esposas .
y lo dejmon al «oí, adormeciéndose por el agotamlen-
lo. Pasado el mediodía, en jeep, siempre encapucha-fH
do», con los ojos vendados 7 esposados, condujerotíjj
al matrimonio hasta un lugar cercano a la ruta 3, *
la allurn del kilómetro 182. Como no tenían docu- J
mentó», les entregaron un salvoconducto en el qué 1
constaba que hablan sido detenidos. ,.a
Voy a dar lectura a ese cerUti&ado firmado por si. ’a
teniente coronel Hugo A. Franco«, expedido «1 Mi»
do ubril de 1972, en te ciudad de Trinidad. Dice sal;
“El suscrito, Jefe del Grupo de Artillería 2, eertift-
(■a: nue lo» ciudadanos Angel Bobetto Cfattré* y MA»q}|
na Tere*« Herrera de Cedrón, viajan sin docwastatoSw
por haber sido detenido» hasta el momento, en or9|
que comprobándose que se ti a tu de un error, son da- »
je dos en libertad. Et .Tefe del Grupo de Artillería 'm
Nu 2, Teniente Coronel Httg* A. Frúncese“. S
Voy a terminar esta» jxili.braa leyendo lo que non
ej.presa el compañero Cedrón en la nota que nos re­
mitiera a los legisla doren: “Estábamos en libertad,
Había muchos kilómetrea d< dtatiinch entre el 182
de la ruta 3 y e¡ 130 de hi ru s 1, radial Juan L. Laca- |
ze, donde queríamos llegar ¡'xe mismo día, porque el 4
lunes era je de mayo y cas seguramente no podría-
mos viajar Serian las 3 de a tarde del domingo. Nos >
habían detenido el sábado al mediodía en Juan L. W
Lacaze. de donde nos trasladaron inmediatamente a
la comisaría de la 2* Sección, en la ciudad de Rom- f
rio. Allí en el calabozo, mientras esperaba, leí todas J
las inscripciones hechas en mí» paredes, por quienes .»
pesaron anteriormente por 61 Bebí*. muchas,, pero' 'J
una, que habla «ido eserlte con un pedazo de car*
bón, quedó grabada en mi memoria, v tengo la se- j
gur dftd de que no la olvidará minea’ Hay que aguan- W
tar, maulas de mierda. La Inluslirhi ninfa suelta. En- la
cerraron la verdad“ Y la firmaba alguien con Inl- 1
cíales que me resultan conocidas: F A •* I
Pido que la versión taqulfráflra do mis palabras se 1
remíta a los Ministerio» d?l Interior y de Defensa f

\\k «EÑOR PRESIDENTE íCMftlérre¡í Jínlzi va t t

Votar el trámite solicitarte
/se vula)
-Treinta y tres en treinta y echo: Afirmativa.
 :><éük r-..>ltOi
Keprasaata ni a

Tema*' Faraona! del diario “La Usa”, Bolsa da Trabajo

Sesldn 16 da mayo da 19?2

tinta« obfedonpR al proye^o, incínslVe m de su ni- *

constituclouelldad. También se ha hablado de la ne- j
cesidad de prever, con carácter más general, la críti­
ca situación por que atraviesa la prensa.
Hay que decir la verdad: hay dos bolsas de trabajo
que luí’ funcionado correctamente durante dos años,... \
■ í ■■■

'Irirrupción del señor Representante Focha Imaz.i ;

y lar nuevas empresas que han salido a luz 4
han recurrido a ese personal porque, evidentemente, J
en fe; naife no se puede Inventar personal nuevo, sino 5
que »lene que ser experimentado. |
En Comisión tuvimos Información da que, por eiem-.l
nlo. ti cierre de "B P Color” dejó cesantes a 150 trg*.J
háúdores. Hoy en las planillas de "Juan XXHT' hayw
sólo 35, según los Informes que ha traído la Coml‘*S
sión, 81 seguimos con los otros diarios nos encontré*
reme s con que gente que trabajaba en "Ya”, "De Fren- .J
te” y "La Idea” hoy está cumpliendo tarea» en otras |
empresas periodísticas como 'Ultima Hora”, "Ahora”, ¿
etcétera. En consecuencia, no se trata de votar un
privilegio sino de que la Industria periodística absor* .
bar estos trabajadores en aquellos margenes posl»*|
bloc 1

La cristo da la industria pertodísUca la tandremes.

que mudfar a fondo, con un í ley que también tendrá *
quq Sfe't de fondo, porque en ella no sólo han incidido
tos muidas del gobierno de clausura de diarios y un
crédito muchas veces discriminado entre ciertas cm-
presas —pues la empresa puriodiatica nunca fue un
neCMn’o, y id se habla desde eae punto de vista es un
mal negocio, pero se trate, de un servicio público ya
que la población tiene derecho a estar Informada*-,
ai<* que ahora está aconteciendo un tercer peligro
estabilidad de dichas empresas, que es la cen* ,
m*. ■ i ■ 4
Sahumos qua lo compra d* diarios no sólo ha dls-
iwwkk' por vn costo, sino también porque la gente ha
perdido nr» poco la fe vn Jai informaciones dof.de que
no se pueden publicar ciertos hechos. Be suceden epi*
sodio« gravea e importantes, pero la prensa no puede
informar porqve es ctousurrda o sometida a los tri­
bunales milftam Hoy, por ejemplo, e! hecho más im­
portante que la ,wensa sobe ef que tendría que in­
formar, en que r! tenor HetK’n Bardes^» fue liberado,
rain embargo, jrt no hay un comunicado de las Fuerzas
Conjuntas Ja pebtasón no ta podrá enterar de glfáá
tan importante romo es qiie anoche, en la. Aventaja
Larraftaga, cercano ai monumento al exPTesMenw^
Luto Fatile... '..............
(Campiña de orden.) • 'r • ' i. ■
w
: ».Jl

«FÑOR PRF8IDPNTB 'Gutiérrez HU'zL -

mpiit.’Hlo: «o esta disctitien lo el pase a Comisión dfle|
provee»n de Bolsa de Trabaj a parn. lo* trabajadores diO
rjiorio "i3 Lira” eJ sertor Diputado debe retar irse aO
tema en c uestión
SEÑOR SOSA DIA« E«u>y fundamentando pot|
qué el proyecto quo Miañan discutiendo ..
(Interrupciones.) 1
--...no puede .ser pasarlo a (,'umtolón porque rtanol
estudiado y porque la crids de la prensa cont’núa. .3
Estoy hablando de otro de los problemas de la cri-1
Sto dé la prensa que vamos a tener que enfrentar es-*
tatototofW »ma solución d»* fondo Entonce«, ¿por qué-'
ger voy a de(«f wiid, wi (towisra. ono de io« in-*'
coméntenlas de la prensa es que ?>«> pipite
sobre lo que acontece en el pato*
(Campana de orden/ 008 y 23 G 34 ‘
~ ---- (**"**"
 Kcpretentante
TÍ'J'íA J interpelación Min latro Defensa Nacional»
JKHüNj b Junlo/972
12. — Llamado a Sala a! señor Ministro de
Defensa Nacional
-Léase un pedido de llamado a Saín
'Se leej
JBfclociono para que. de acuerdo con el artículo N9
de la Constitución, se llame o Sala al señor Mi-
iúmzo de Defensa Nacional a los efectos que informé
ítAptctc» aI D3ec¿miento del ciudadano Luü Carlos
Batalla, ocurrido el 25 de mayo próximo pasado du­
rante su detención en el Batallón de Infantería N<*
10 con asiento en la ciudad de Treinta y Tres, y en
especial:
a) causa de le muerte;
b» cixxænataærosis en qtie ne pradvjo.
ordenadas para ¡a determinar ton even­
tual de responsabilidades y ante te repetición;
de hechos similares; ó nal tendría que llevarlo a concurrir hoy mismo j>ani
d) si se ha arribado ya a conclusione.», y cual*#
han sido ésta»-
Montevideo, 6 de junio dé MÑ2.
Daniel Sons Días/'
à-
00 9
señor SOSA DIAS. — Pido la palabra para fundar
el voto.
SEÑOR PRESIDENTE (Qutlérrez Rulz). - Tiene la
p ilabra el señor D’putado.
SEÑOR SOSA DIAS. — En el día de hoy heme» prt-
sentado este pedido de Interpelación que ha acompa-
ñudo el Cuerpo, porque la muerte de una persona, en
m condición de detenido en el Cuartel de Infantería
N*‘ 10 de Treinta y Tres. le está debiendo al palé un'<
información, una ach ración. *
Ello ocurrió el 25 de mayo, y hoy habiendo ya trans­
currido yu doce diae no ha habido ningún tipo de
información y el vatat de la vida humana es muy im­
pértante como para .¡ue el país wpa nué pasó con
Luís Carlos Bátala cuando estaba detenido en el
Cuartel de Treinta y Tres.
Además, ojalá que el señor Ministro pueda ofrecer
al país una explicación satisfactoria en momento« en
qué hay un clima que se está gestando debido a de-
mírelas reí tetadas de apremios físicos, sobre lo cual
lio se ha dado una explicación cabal a 1». ciudadanía.
Este problema e.<tá apremiando mucho porque no
se puede jugar con la opinión pública, dejando que se
enfríe el cadáver nara ^*r una explicación. Creo que<
la sensibilidad del señor Ministro de Defenaa Nacio­
dar esas explicaciones, porque a nosotros en esta in­
tervención no nos guían ánimo ni interesen políticos,
sino que simplemente estamos defendiendo la vida
hunsoa No vamos a resucitar a Luis Carlos Batalla,
peí o por Jo menee, sí lia habido una irregularidad,
qwi ella se «epa a fin de salvar a muchos otro elu­
dió fon os que viven esta momento de aflicción del país.
/demás nos comprometamos a centrar la Intcrpc-
lac ón pura y excluid vamente en esta muartB que pue­
de tener un fegn heado y proyección que el país de­
be saber, para reeuediacta.
1
 Dl

. io pi»« sentante»
ThMn : Fallccbiiento del ciudadano Luis DATADLA.
Interpe". ación al Fin i atro de Defensa. ?»ac.ìonal

LEGION: ¿2 Junio/972

25 6’4 T
01 0 1
 SEÑOR CAPEOME. - Solicito que se dé cuenta d» •g^Çuarcntu y cuatro en cuarenta y ocho. Afírma-
un pedido de licencia del señor Diputado Fontuina.
~ '
HEnOR PRESIDENTE «Gutiérrez FlUiZ). LÓHKC.
Por lo tanto, queda acia a ¡a Cámara ¡u io-
• Se lee: « ñora Representante doña Ama ,iberia de l'ont, a
quien se te invita a pasar a Rala. '****^^l
**^**'v*
"Montevideo, 21 de junio de 1972.
*/ — Fallecimiento del ciudadano Luis Carlos
Señor presidente de Ja Cámara de Representante* / lia talla. (Informes <hd señor Ministro de
Don Héctor Gutiérrez Ruiz. Defensa Nacional)
Presente.

De mi mayor consideración : La CaJUiJn ha sido citada para utr ios infornes del
señor Mlnist/o de Defensa Nacional sobre el falleci­
Por vuestro intermedio, se helio ai Cuerpo se i miento del ciudadano Lui» Carlos Batalla.
otorgue. por razones de salud, Ucencia por 31 dla«/a
partir de la f celia < Antecedente»; >
Adjunto certificado médico del facultativo que/me
asiste. Kep. N* 17t.
Atentamente.
MOCION
Millon Fontain
Representante* por Montevideo*' Moclono paru que de acuerdo con e¡ al tirulo 119
de la Constitución— se llame a Sala al señor Minie -
"Dr, Alvaro Atocha tro de Defensa Nacional s ios efectos de que informe
Médico respecto ai fallecimiento del ciudadano Luit» Carlos
Batalla, ocurrido el 25 dé mayo próximo pasado du­
Mon le video/junio 21-72. rante su detención en el Batallón de Infanteria N*> 10
con asiento en la ciudad de Treinta y Tre*, v en es­
Cerifico que el 8r. Representante Nuqfonal don Mil­ pecial . „
ton Foitaina no puede trabajar dura /te 31 días por
afección reumática A> Causa de la muerte.
B» Circunstancia* en que se produjo
A. Atocha.” C» Medidas ordenadas para la determinación even­
tual de responsabilidades y ante la repetición
-Oi discusión. de hechos similares.
Di 81 se ha arribado ya a conclusiones y cuáles han
81 jo se hace uso de la palabr/, se va a votar. sido óstan.
Montevideo, 6 de junio de 1972.
<Be vota .
Daniel Seo* Día*
—Cuarenta y cuatro en c renta y ocho. Afirma - Representante por Montevideo
Uva.
Leas» la mocton.
L4iee eí ¡noyecit de resolución do la comisión de
Asuntos Intorno«. <He leu

lea: > —Antes de comenzar la interpelación, la Mesa se

"Camlsión de Asunto« tierno» /DEP.
PROYFC DE RESOLUCION
Artículo único. —/En virtud de f/xxmUa/M
de licencia por ra nes de enfermedad, harta «i día
21 ce julio de 197/. el señor Representante por el De-
pari amento de Montevideo, don Milton Fontalna, y es­
tando incorpora/o el suplente correspondiente señor
Cristóbal Cano./convóquese por Secretaría pura ínte-
prrar la referí; representación hasta e! vencimiento
del ox.pre.sado/t0nnlno a la suplente siguiente de la
Hoja de Vot ión N° 1123. del Lema "Partido Colora­
do’’, Bub-Lrtfia “Unión Nacional Reeleccionirta”, se­
ñora Amanda Huerta de Font, por concurrir en este
car* los cí/cunstancias requeridas por lo» inciso» A»,
*- C» ñél articulo i«-* de la Ley Né 10 «18, de 24 de
te 4945.
Hala de la ComÍMón. Junio W de 1972,
¿ingenio ( apeche. Julio C. Bástelo, Jo«é C. fiato
/ Baúl A. Silva, Jorge Zeba i lo» Súil«MnrtNB’*.
fisti discusión
* i
8i no se hace uso de la palabra, se va a votar.
He vota.;
permite puntualizar a loa señores Representante» que
será estricta a efecto» de que se atengan al tema pa­
ra el qu j ha sido llamado el señor Ministro de Defen­
sa Nacional.
Tiene la palabra el señor Diputado Sosa Días
SEÑOR SOSA DIAS. - Señor Presidente: con ese
miamo espíritu nos comprometimos cuando plantea-
moa la Interpelación en Sala. Esperamos dar cumpli­
miento a esta palabra y ceñirnos al tema que es objé-
lo de eete llamado a Sala al señor Ministro de Defensa
Nacionsl. Por eso quiero manifestar a los compañe­
ros legisladores que voy a tratar de hacer un plantea-
mknto lo más breve posible, que recoja los hechos tal
cual yo los tengo consignados, que exprese las respon-
aaillidades directas e indirectas que a mi leal saber
y entender se h?n producido, y que apunten, final­
mente, a algo constructivo, como el sugerí. la adop­
ción de medidas que, haciendo efectiva» las responsa­
bilidades, eviten la repetición de hechos similares. Por
Je tanto, voy a pedir a Jos señores legisladores que en
k posible, no me interrumpan, sin perjuicio de que
una vez que concluya pueda conceder todas tas inte­
rrupciones que ellos deseen, lo ml.nno que al Ministro
úderpeiado, con quien espero mantener un diálogo
qi)A *7 iwUyo llamado a Sala.
Hubii'ra deseado no llegar a esta ///<♦
Carlos Batalla murió si 25 de mayo paaado
su muurlc, el país «—no personalmente, porqa» vaca­
mos poco— , estuvo esperando, por lo menos. enterarse

diUallK Eaperamos liitshi rl 6 tic junio en (pie lo< in/e, inruli> r< n el cráneo. Batalla, que no tenia ni medios,
.a moción, que este Cuerpo voto, pidiendo ia in type-
ación. Abrigamos Ja esperan ¿a de que, dad» la grave­
dad dej hecho, pudiéramos dilucidarlo en forma rá­
pida. Ha cuido un «llénelo sobre esta muerte Xue hoy*
el Parlamento, recobrando y defendiendo «uypotesta­
des de ccntralor -que debe ejercer ce todas las in»-
141001006,1 que integran el aparato del Estarlo, tiene la
obligación do develar. Además, hay un imperativo do
la verdad. En el c’lma de desconfianza/ de k «pecha
que vive el país, una vez más el paría mentó tiene
que dar testimonio de ia verdad Nosotros, como par-
lamentarlos, orgullosos de ocupar esta banca, el Cuer­
po mismo a quien queremos, pany defender las Insti­
tuciones que todos deseamos defender, y ademáis como
representantes directos del paotofo que nos votó y que
todos los dias nos reclame Xue nos juguemos por
aquellas cosas por las cuale.’yiios dio .su adhesión, te­
nemos que salvaguarda.' tanrfoién la vida de otro«, pa­
ra que no ocurran otros hechos como ésto de la muer­
te del ciudadano Luis Carlos Batalla.
SEÑOR BATALLA. /¿Me permite una interrup­
ción? / q.ie ha oía muerto del ccrazón.
SEÑOR SOSA DIA/ — Si, señor Diputado.
SEÑOR PRESIDANTE (Gutiérrez Ruizl. - Puede
interrumpir el seññr Diputado
SEÑOR BATALLA Crecj que por el mecanismo
de la interpelación, en que el interpelante y el Minis­
tro no tienen/m ilación en cuanto al término de, sus
exprviif iones /cria conveniente prorrogar ia hora de
tín»! tracción/de la sesión Hay cincuenta legisladores
en HaLk, k> que formulo moción en ese sentido.
«FJKrfyPRESIENTE ‘Gutiérrez Ruizr — No huy
clncueiñn legisladores, señor Diputado. Por ¡o tanto,
no se %uede vo*zr.
Co/tinúa en el uso de la palabra el señor Diputado
Sosa Dias.
SEÑOR SOSA DIAS. Debo decir con toda claridad
que a nosotros, como a todos los legisladores, nos due­
len todas las muertes: la» de ios cuatro soldados Inde-
jensos muerto» alevemente, la del humilde peón de
campo que murió en forma aleve, y la de Luis Carlos
Batalla que murió de la misma manera. Pero hoy vi­
nimos a hablar de esta última, y estamos dispuestos
a defender, con todos, la vida de todos los oriéntale»,
por más Imputaciones que tengan y por más abyectos
que se les presenten, porque mi definitiva no e» la
personal i dad moral lo que estamos defendiendo, sino
< l bien pues .sagrado, que es la vida; y es tan impor-
tanto el derecho a la vida en un hombre justo, como / ftígo**. Y me comprometió y me retó a que me jugara
en un hombre abyecto o criminal. Por eso vamos af hista las últimas eonsccuencias por 1« verdad.
librar hoy esta batalla, para salvaguardar la vida y
las garantías de todos los orientales. De la misma ma­
nera que cuando pretendemos extirpar un tumor no
queremos matar al cueipo sino i ilvarlo, cuando ve­
nimos a señalar y denunciar re&po isabilidades de mn-
loe oficiales, lo hacemos para defender a nuestras
Fueras» Armada», que son de todfi el país, integradas
pbr orientales, y que son el orgiük de todos nosotros
Y si queremos extirpar un tumor, <’» porque queremos
salvar al cuerpo; en este caso, qf¡eremos prestigiar a
las Fuerzas armadwi salvaguardAnoola« de loe malos
—s^uf ícíales,
r.rp í'Vúayamoa a lo» hechos: el 21 dé muyo, día domingo,
‘ MfJ . la ¥> madrigada, es detenido Luh Carlos Batalla, orlen*
TF tallde 32 años de edad, casado, con do» hija» menores,
FRMí^Aftlyañll, miniante del Partido Demócrata-Cristiano y
, A Frente Amplio Humilde militante, trabajador de
»*m horas en ói» •arcic mas anónimas que re­
clama el heroísmo de los minutos, de las horas, de los
días y de lo» años, y que no llenen In irrompensn de
figurar en ningún diario; y quizas lu memoria del
país no recoja su nombr<« por esu inlliiaiHii« Firme,
brlft lá |.‘H pflúfollidúlM .llú pulí y Vi) l:< lp> /M’iiiubleii
(día por rus caminos Institucionales y
so: recordamos el me» de noviembre, lo» día» aciago»
de Rocha, cuando se atentó contra la vida del Ge­
neral Seregni, un amigo de Batalla llamado Mler fue
^alacia i n ia i ..•-.au uv La-> ano y .i
siquiera, se vino con el al Hospital de clínicas, lo cui­
dó día y noche para que no le faltara el suero y salvo
b vidu del compañero Y este compañero, hoy, ha
lomado el puesto que Batalla dejó vacio. Desde esa
madrugada del domingo 21 ñadí se supo del ciudada­
no Batidla. Recién el jueves 25, a los O de a mañuiy .
dos soldados uniformados fueron en un Volknw&gea
verde a la casa de la esposa v también de una herma­
na a pedirles remedios que, según ellc.s. el tomaba para
el cornisón. Ambas por separado les dijeron que Bala-
lia nunca sufrió del corazón; que nunca haba suicido
de nada y que no tomaba remedios.
A la hora 10 de ese mismo día 25, avisan al herma-
n» ~u|i querido y respetado vecino de la ciudad de
Treinta y 'Fres, BubeomisariJ-- y al padre un viejo
rr Hitante del Partido colorado, miembro de la Junta
Electoral de Treinta y Tres por la Lista 1515.33-- que,
Luis Curios Batalla - hermano del primero; hijo ael
segundo hiibia muerto del corazón y que estaba en
lf. morgue del cementerio local: que fueran n retirar
e.; cuerpo. Un alférez que estaba allí ¡es dijo y reitero
Esta versión fue la que en un primer momento se
trasmitió, inclusive, a Montevideo, y que el propio se­
ñor Ministro puso en conocimiento, en primera ins­
tancia, del .señor Senador Zelmar Michelíni. Nosotros
nos enteramos de esto al mediodía. No podíamos creer
q je un muchac w sano, de treinta y dos años, sin nin­
gún antecedente clínico, muriera del corazón. En me-
d;a hora tomamos el ómnibus y nos trasladamos a
Treinta y Tres.
Nuescro primer objetivo en esa ciudad era no sólo
hacer legar nuestra solidaridad a la familia de un
militante muerto, sino que también nos guiaba una
gtar» preocupación por todos los detenidos del puís.
en el sentido de que no fueran a tener la misma suer­
te. Para no violentar al cuerpo médico de la ciudad
d(t Treinta y Tres pedí la colaboración de do» cstltna-
d<is médicos de la ciudad de Meló, los doctores Nery
Reholle y Juan Carlos Brouchy, para que concurrie­
ran a Treinta y Tres a los efectos de examinar el cn-
óiiver de Luis Carlos Bauilla. Hablamos con lo« fami­
liares y pensábamos que podía haber alguna reticen-
cii a que noso1.ro» ahondáramos en el asunto. Recibi­
mos 1* comprensión de aquel viejo luchador del Par­
tido Cclorado, quien me dijo en palabras que no <>lvl-
(tyuré: • En este momento soy del Partido de la verdad,
y el que se juegue conmigo por la vedad, estará con-
A Uui do« de la. mañapa del día siguiente, el 26. hi­
cimos el reuuuoclmlento del cadáver dejando consig­
nada un acta con ia firma de lea dos médico» -des­
pués leeré esa acta—, sobre cuá< era el estadb de los
restos de Luis Carlos Batalla.
Confieso que osa noche se hizo larga para mí, por­
que asi como estábamos dispuestos a jugarnos por la
verdad, tuvimos temores do que alguien pudiera no
imeer lo propio en i sa Inslam ía decisiva, A la maña­
na siguiente, a primera hora, fuimos a entrevistar el
señor Jefe de Policía d-ú Departamento de Treinta y
Tres. Coronel Jaime Oísina Me dijo que habia oído
decir algo al respeto, y que yo tuviera la absoluta
seguridad de que Ja Policía de Treinta y Tres estaba
UJtaJjmJTíte desvinculada de Jos hecho«; que no había
tenido ninguna actuación en ios procedimientos que
ss estaban llevando a cabo en el Batallón de Jnfante-
ri» N9 lo de Treinta y Tres, donde murió Batalla. Ade­
más me mostró una neta remitida a todas las Jefatu­
ras de Policía d*l país por el Ministro del Interior,
eñor Rovira. una l*ga nota en la cual se etee
que. frente a luí den un .ña» expresada» en la última
y »i*
<Jé .os accims a que iiM misma» se ffeferían. quería*
advertir a todos los señores Jefes de Policía sobre el
biysn trato que debían Uner con todos los detenidos,
y ’a función técnica de preservación del orden y de
 ios derechos ciudadanos que la pulo ¡a ti n a el oeb< c
de cumplir.
El señor Jefe do policía de Treinta y Tres me dijo
algo mas; que el pensó si. trente a la muerte de un
civil, debut Intel venir o no. pero que según sus amiso-
rgmientos llego a la conclusión de que. habiéndose cs-
Ublecído el estado de guerra, como entuba actuando
la jurisdicción militar, y como el hecho había ocurri­
do en una unidad del Ejército, el no teriia ninguna in-
lei vención. También me señalo algo < ue quiero des­
tacar: que él hubiera querido ir al velatorio de Ha*ti­
lia para presentar al hermano de csh Subcon lsario
Félix Batalla, en nombre de todos los compañeros d»
¡a Policía, las condolencias jMjf U desgracia ocurrida;
mro que no lo hizo pensando qu<‘ .personas imulverL-
iajs que asistieran al velatorio pudiesen tenor una
reacción que no respondiera a los kiechos y a lux res-
ponsabihdarú s del caso.
Salí Je la Jefatura do Policía de Treinta y Tres y
me pareció uh deber concurrir al Batallón do infan­
tería N*> 10, porque yo no podía pensar — y no lo pien­
so: no lo acepto- que hubiera ocurrido lo que estaban
•,enrío ¡os documentos, y que eso se hubiera hecho
on el conocimiento del Jefe de la unidad. Ful reci­
bido allí pnr el Jefe del Batallón de infantería h’" lo.
Teniente Coronel Vfolínn. y le dije sencillamente "Yo
no vengo aquí a hacer de esto una cuestión política:
vengo a salvar a otro» que puedan estar detenidos
aquí, pienso que usted no debo saber lo que ocurrió,
y ¡e quiero mostrar esto ’ Ixj exhibí el certificado mé­
dico sobre él cadáver, que voy a leer en seguida. Cuan­
do estaba terminando sj lectura Irrumpió en la ha­
bitación el Jefe de’ Reg miento N* 4 - que. como us­
tedes saben, es el Jeft» que supervisa ¡os Batallones
de Treinta y Tres. Minw. y Rocha -. el Coronel Eduar­
do silva, quien me dijo textualmente - lo anoté—:
No sé lo que es <uc papel; 1 > olmo* como a otros co­
legas suyos que han venido aquí, pero no le daremos
ninguna explicación ni información. Para ello diríjase
al MinLstlo’. yo le respondí: "Me creí en el deber de
que ustedes supieran lo que yo conocía, antes de in­
formárselo al Ministro. Pero ante lo que usted me
dice, lo haré, y en la forma que estime má* oportuna”.
También ful a visitar el hospital, porque quería ave­
riguar si ttlll hiihla alguna historia clínica dé Batalla
sobre antecedentes qué pudieran albergar alguna sos*
pecha de que el corazón pudiese haber »Ido la causa
de ta muerte Me atendió el doctor AJémar Morales,
quien me exhibió la ficha de la única anotación que
»enía Batalla. Era del sho anterior, y la razón ñor la
| cttiil habla cMmln Intori ¡ido una semana no tenia na­
da (pie ver con ningún ;»roblcma cardiovascular Agre­
gó que »1 hubiese hnb tio algún problema cardlova-
cular. que yo tuviera II absoluta segundad de que él
lo habría detectado.
Frente a este panorama, hice algo más. Cuando al
mediodía del 26 «brío el Juzgado Letrado presenté una
denuncia por la muerte del ciudadano Batalla, ante él
doctor Holguera García El Juez Letrado de Treinta
y Tréí dispuso qué el médico de ’>a Policía, que en el
departamento <e desempeña como autopxista, reali­
zara una autopsia sobro el cadá’er do Batalla antes
entierro Etrte .se electuó a las 18 y 30 horas del
26 de mayo, Previamente a I» inhumación, el dcc-
uscaaso te limitó a comprobar, —en una autopsia
líi me enteré, había hecho en la mañana del din
Bí?iSl/tí|fc/lor conjuntamente con el médico del cuartel
'Raúl Antiga , clertor hechos que hoy voy a
a conocer.
Debo decir con toda satisfacción que, salvando una
excepción, no tuve ningún tropiezo en ¡a solidaridad
i:e jugarme por la verdad, y en homenaje al cuerpo
médico del departamento de Treinta y Tres, afirmo
que ice doctores Walter Buscimo y Raúl Antiga su-
cumplí! ron sd juramento da m''dwwt y con la
bonhomía que a ellos allí se Jes reconoce
Permítaseme, señor Presidente, que ahora lea ¡a
copia textual de lu certificación médica, que Ilustra
cómo vimos con los doctores Rebollo y Brouchy, el
< iidioer dw Luis Carlos Batalla en la madiugnda do’,
me M Acaro que lo que aquí se dice son algunas
de ial legiones, porque tendrá que comprenderle que
mientras estaba sk ndo ’•lado, tratamos de ser lo mas
discrot w jriMble A pesar de que los familiares nos
mst cbsn a hacer (odas las obrervack/nes que se 'nten-
dieran pertinentes, niaot.oos cretina» qur teníamos
que hacer notamente lo indispensable a fin de no vul­
nerar <!l fuero sagrado de ta intimidad de un velato­ í»
rio. <
El neta dice asi: ‘ En la ciudad de Treinta y Tres,
a los veintiséis días del mes de mayo de mi! novecien-
ha setenta y dos. les médicos que suscriben doctores
Nery Rehollo y Juan Carlos Brouohy, a solicitud del
señor ’.ribuirlo Batalla y de doña María Eether Mén­
dez de Batalla y en el domicilio de aquél, sito en ln
calle Simón del Pino Nc 221. de esta c.udad. siendo
,’a hora 2 <¡.m.. procedimos al reconocimiento del ca­
dáver tiel hijo y esposo, respectivamente, do los antes
nombrados don Luis Curios Batallo, fallecido a! de­
cir de los nolicltantes en el día de ayer Certificamos
que del <»unen del citado cadáver resulta: 1°> Pre­
senta signos do haberse realizado una autopsia me-
Hjante una Incisión mediana torneo-abdominal; 2$>
¡3» aspecto general del cadáver o» de una persona de
piel blonca. cabello negro, delgada, estatura de apro-
ximadíunente me*roa 1.75, de aproximadamente 30
♦»ños de ecad; 3<h En !h región tWálica témporo-pa-
nela) derecha presento ix‘queñ«i herida lá^ero-con»
tusa ron sangre que empapa los ahrllos circundan­
tes (sangre seca»: rn in (‘are se comprueba equimosis
múltiples v erosiones: en miembros superiores mu*
ñera derecha. hendn.s lacerantes lineales que loman
borde mteimo y cara anterior, convergente hacia la
parte jardín, sobre el borde radial 11 nivel del torete
inferior. se » onipiuebti la presencia de un hematoma,
hcmatvmai da las reglones Jeltoideas (en ambas): en
la paite bi ja del tórax y superior del abdomen, cara
anterior, se constata la presencia de numerosas
equimosis; en la parte baja del abdomen se comprue­
ban las mismas lesione» dexcriptas anteriormente y
dos anden» as erosiones en. región ilíaca derecha e
ilíaca izquierda. con el aspecto de erosiones recientes:
en loa niiombrus inferiores, a nivel del cuello de pie
y cara anterior d‘ liba, múltiples y pequeño» hema­
tomas y una herida cortante de centímotA!» 1,5 de
longPtd siipia-maieolftx interna de cuello <fu pie iz­
quierdo. Y para constancia, a pedido de parte inte­
resada; expedimos la presenté certificacliói:, en el
qi|t’, ;o lugiir y fecha arriba IncUcado», en prueba de •1
?* ,>4tl firmamos a - Juan Carlos Brou- ■I
chy; Nery Rebollo**.
Traducido al lenguaje popular, aeñor presidente,
noaotns» que estuvimos presentet, vimos que en la
raja v?nja mancha* de hematoma.»; que cu la parte
¡zquierda de lu cabeza tema una pecucña herida, co­
mo dice aquí, "lácero-contusa con sangre que empa­
pa lo» cabellos circundantes (sangre .>eca)'’. que en
la» K gtonís deltoidea», en los hombros, tenía lo que
se llana vulgarmente moretones: que en la maro
derecha «e apreciaba una marca, signo demostrath'j
de que est.jvo atado con un alambre retorcido que
apretaba f lertcmente la muñeoa: y a nivel del rad o
inferior presentaba también hematomas; en los pU•»,
múltiples hematomas y una herida cortante de tp
centímetro y medio. /
Pero lo más espantoso era el abdoman. lleno d»
equimosis *ie erosiones y d* hemaUsna*. Evidente­
mente, esa era una persona qua haMta sido brutO
mente golpeada Y en la r«¿ón thaco, qua ea la < e
la» pu.itaa de las caderas, en ambos lados, mostraba
como riarc iM de mataduras cotn signo de erosiones !« -
cienten -
PJ «eóor presidente y loe seftor«» Diputados me v» n
a perdtvur/ ror i ñuiwar t Se rimar* ron
grafía», por pie perece que partí que ln» eneas *© d©»1'
cubran y se hnga la verdad, en estos momento» tene­
mos que trensformarnoá en investigador««! privados y
3 . ® ] «♦ l
 traer las plenas pruebas Como puede aprecinr.se,
esta e.s la cara de Luis Carlos Ri.talla; y hago llegar
a la Mesa y a¡ .sema' Ministro de Defensa Nacional un
ejemplar pina que 1c tengan p ósente y lo distribuyan
a la prensa a fin de que se divulgue. En otro ladu, re
muestra esa herida que tiene «obre la cabeza con ' i
ungre seca circundante. También se muestra el ho­
nor del abdomen y de la reglón torácica golpeados.
.Miren bien ios señor«’« Diputados ertas manchas, por-
que ahora van a .súber cómo Jo mataronI ¡fisto es un
horror, que conviene que lo .sepa no solo yo, sino lo­
do el país! Aquí .>«• ven los pies con múltiplos hema­
tomas; y no levantamos el pantalón porque no quisi­
mos hurgar más, pues era suficiente. Y aquí muestro
Ja herida que tenia de un centímetro y medio.
Entonces, ¿qué paso con Batalla? Aquí viene lo trá­
fico. Deere la partida de defunción, en la que su con­
signa la conclusión de la autopsia mediante el cer­
tificado de los doctyl es Bu seas so y A n Liga: "Batalla,
Luis Carlos, fin Treh.m y Tres y el día veinticinco de
mayo de 1972. a las quince, ante mi, llamón W. Lucas,
Oficia! del R chv.l de la Ira. Sección del Departamen­
to de Treinta y Tres, comparecen: Rubén Traverso,
ae nacionalidad oriental, de veinticuatro años, esta­
do soltero, de profesión empleado, domiciliado en enta
duda; y don Isidro Nieto, de nacionalidad oriental,
de tremía y ocho años, de estado casado y de profe­
sión empleado, domiciliado en esta ciudad, declaran­
do que a las nueve de! día de hoy y en esta mudad fa­
lleció Luis Carlos Baíalla, de «sexo masculino, de na-
rionalidad orienta). n *cido ep esta Sección, de Trein­
ta y dos años de edad, de estado casado de profesión
aüañJ, a cMiMtcu/iiicia de anemia aguda por ruptura
de hígado, según ooiMta del certificado de Jos docto*
re;. Wa¿ter Buscasso y Raúl Antiga y qve queda ar­
chivado.
Que el finado era hijo de Tiburcio Batalla y de Fe-
trona, oteha Piedra Buena. Asimismo se hace confitar
que eirá casado con María Esther Méndez de cuyo ma­
trimonio quedaron los siguientes hijos llamados: Ma­
ría Esther y Rr ria Susana. Y que estaba Inscripto en. locahaiidpr de la zona traumatizada. En el abdomen
el R.C. Nacional Serié FAA Nw 21396 Leída esta acta
In firman conmigo loa declarantes: Ramón W Lucas.
Rubén Traverso, Isidro Nieto Es ocjna fiel del origi­
nal que obra en el libro de acta» de defunciones a
ts. 73 del libro llevado por esta Oficina en el corrien­
te año. ge expide el presente en papel «ímple y de
acuerdo ti la Ley N(» 00.940 de fecha 9'9140 a veinti­
nueve de mayo de mil novec'entos setenta y dos”.
Este es le razón por la que dejó de latir el corazón
de Luis Carlos Batalla, pero conviene que sepamos
cómo es posible morir de rotura de hígado, á conse­
cuencia de lo cual «c produzca una anemia aguda.
Voy a leer algunos párrafo« que sobre el particular
. me ha preparado mi compañero de bancada, el seflor
Diputado Ariel JJkiz Dicen a.ví; El hígado e» un 61-
voluminoso d«> un quilo y medio do peso situa­
rlo en su mayor parle en In reglón derecha dei abdo-
inmediatamente debajo do las costillas Esta ce­
ntón se llama en anatomía el hipocondrio derecho
Dtpde allí el hígado se extiende horlzontalment * hacia
«11 epigastrio —vulgarmente llamado boca del estó-
Wigo~- y algo hacia la izquierda. Está sumamente
jjrotegido y así lo señalan quienes se han ocupado d<?
su estudio1 ‘La zona de loé hipocondrios tiene una
protección ósea y muscular importante Existen re­
sistencia« parietales que amortiguan el traumatismo,
como loa rebordes de las costillas y al desarrollo muscu ­
lar de la reglón. Interesa también el estado mtiscu-’
lar previo ya que su wntractura protege el contení-
do visceral*. El hígado es muy difícil ds romper. Te­
nemos varios ejemplos muy ilustrativos: Las contu­
siones abdominales se producen solamente en un 2 1I>
de los accidentes de rutas. Hellstrom, médico ShVCO,
tuvo que recmier 75 hospitales, duranlc 15 años. ¡Wít
¿n. .« 0 5.,,J ,¿,.¿..>.5. /jo*''pC:Otl»V- .r.ñ’^ip
hsy de ruptura espontánea, pero siem­ mero y tmía una contusión abdominal formidable,
pre acünpiiútíuxfc a enfermedades importantes y no-
lorias, cumo la labre tifoidea o el paludismo. Ni si-
íjuierí en los casos tn que hay un quiste hldatico de
hígado s * rompe por si solo. Necesita un traumatis-
iiu» hn la estrdística de nuestro país presentada al
.VH Congreso de Cirugía (1966) respecto a ruptu­
ras df hígados, se encontró: 27 casos provocados por
arma blanca o bala; 1 arrollado por zorra ferroviaria;
.! embestidos por automóviles; 2 por contuíiones tó-
racc-abdominales y 2 provocadas por coces de equi­
nos. En otra serie comunicada por el Dr. Ríos Bruno
—destacado médico forense - urmhznndo 919 autop­
sias. <i‘ fallecidos por muerte violenta, encontró que
sólo dos murieron per rotura de hígado como única
cama. Eñ 90 casos restantes en que habla lesione»
de lñi:ado, existía también malón de otros órganos
que pudrían haber causado la muerte.”
"Est» ro¿ da una Mea. de la violencia de! impacto
necesario para romper el hígado. Por lo tanto queda
absolu anients demostrado que sólo tina agresión des­
comunal, como un accident e de transí . o, una caída o
precipitación, o una patada de caballo pueden provo­
car la ro uia de» hifrudo, inclusive estando el hígado
previamente enfermo.”
Y digo aún más: en toda la historia del boxeo ra­
cional no se registra un sólo caso de muerte por ro­
tura de hígado, y eso que como lo saben quienes
conocen este deporte la zona hepática es una de
las más buscadas y ras't’giidas. Pero en el boxeo toda-
vía existe una atemperación, ya que la musculatura
abdominal del boxeador y su estado de guardia y de
défonsA, le permiten amortiguar el g:>lpe o lo llevan
¡i nnierae instintivamente para lograrlo pero Luis
Curios Batalla ni slqilera vio de dónde venía el golpe.
Hay un r iónico que dice que se Accésit a una fuerza
símil il a In de una patada de caballo, Y Batalla rei­
tero no vio de dónde venía el golpe, porque estaba
atado v encapuchado, y por eso no pudo adoptar nin­
guna t.ctLud de defensa. Ese golpe similar al de una
patada de caballo Ir- recibió sin verlo venir, .sin to-
metr dófepsas, y en pleno órgano."
"En la piel, las marcas tienen un gran valor como
debe.ni >6 ’valorizar la.s lesiones superficiales que sirven
oura tope#rallar el trauma, su intensidad y las po­
sibles ..emanes. Batata tiene, según las fotografías en
poder de ios señores legisladores, un gran hematoma
en la región del hipocondrio derecho. Fue un trau-
mathJño tremendo, ja que para provocar un derra­
me de esa natural«?# en zonas blandas, se necesita
una gran potencia. Pero hay otros hechos importan­
tes y '4rhs pregunté« importantes. L# rotula del hi-
grdo da síntomas; FJ dolor interno y localizado en
1« «una |ie la twnuútagía «o w» en e) hipocondrio
den hoi' BaUüla lnJIi'Ai.blomenle sintió dolor ya que
la i iturg dí'l hígado da una hemorragia y también.; i
una pórdlda de bilis, ambas irritantes pura Ips tejidos i
perifonéales, lo que ^e traduce en un dolor intenso.
Tiene quó haberse quejado. De acuerdo a la grave- ( f
dad d*.' la rotura del hígado, se describen cuatro cun-
Oros: hemorragias n ¡ulvas, hemorragia!; he­
morragia« pequeñas y hemorragias que m cohíben
por sí solas. Sólo en el primer caso, de hfmorrngia
masiva, la muerte se produce rápidamente. En los _
otros ñutos hay síntomas dolorosos o gran pérdida
de sangre que lleva a la anemia aguda que también^
se traduce prv sintomas notorios: palidez, «adora­
ción, malestar’. La muerte, si se produce, puedo tar- „
dar horas o días, y como relato dramático citaremos »• *
uñ ca.»o fiel Dr. Anavitarte que demuestra la posibl--
lidad de curación con una atención médica y quirúr­
gica aleonada a pesar de la gravedad y extensión de
'as lesiones. Dice Ana vitarte: ‘Todos hemos visto ro­
turas tíel hígado dé todo tamaño. En este momento,
me acuerdo sobra todo de una iue vi en el Hospital
pereirii Rp«r>«Jl: ur muchacho cüt 13 o H años que in-
M?ntó .’íi/tyjityflít y «« arrojó 'te iin ómnibu« Tañía
ffaótúM Jé ¡¿ttiiif, dé h0*
con una hemorragia masiva. Be operó y tenia una
rupturi d>j hígado tal, que ésU era papilla práctlca-
 >»>.<■!>(* Siiü’i.'ina '.(lili» <•!, »'i ¡ti !<■
piulo -n lodo-. Iuh mechas que h.uúii, eotnprcKií.s v
hasta una sábano ne le colocó dentro del abdomen
A posar de lodo, se salvó.*
y, entonces, planteamos algunas interrogante*. ej
Meftor Huloiía, agonizante. con el hígado rolo, ¿red*
bló atención médica? ¿Qué tipo de f rntamícnl.o re­
cibió? ¿Cuanto duro su agonía? tíl estas respuestas
no fueran satisfactorias, se agravarían aún más los
delito* ya que se trataría de un caso tipien de omi­
sión de asiNimirl» He ha golpeado, sefior presidente,
ron una violencia semejante a la de Ja palada de
un caballo.
Y aquí recordamos nuevamente il doctor Ríos Bru-
no que dice; "Sólo e. uno por mil de loa ingresos a
»os Servicios de cirugía «on por ti'aurrali«mos del
hígado De esc uno por mil, roIo el 34 '< vh >wr con-
rasiones cerradas. Las lesiones contusas corresponden
en general a politra urna tizados por accidentes de irán-
siu, (po * » estando el resto representado por caídas
o prec.pitarionc-s. y un numero íntimo por contusión
airéela". Esto quiere decir, lisa y nanamente que por
;a entidad del golpe en el hígado, que pudo originar
u muerte, debe haber /.ido dado de abajo para arrl-
iNt; un culatazo, una patada. o un culatazo en el
• melo. Solo »so explica ki razón de la ruptura del
hígado que de acuerdo a todos los testimonios que
nosotros hemos analizado, es tan difícil de romper.
Además, debemos Imaginarnos el cuadro: un hom­
bre atado —tiene las marcas en la muñeca derecha—,
encapuchado, imposibilitado de defenderse, recibe el
puntapié, el culatazo, y no puede ni siquiera hacer el
menor gesto, instintivo porque no ve el golpe, y ade­
ma» porque —reitero— eata imposibilitado d* mo­
verse Pero, ¿quién puede »er el autor de ésto? Aquí
tenemos que jzer les cosas claras: sólo pudo ser un
anormal: noto pudo *er un perverso constitutivo. Con
respecto a eso debemos decir, parafraseando a Ro­
ma in Roliand en su "Juan Cristóbal”: “Al atacar a
frazic>'iír.i comraijMtas, yo defiendo a Francia; al
: f a .'*■ perversos eurrc«np¿d^. yo oeffenifo a tas
Furnias Aixnadaa y c'eJ.tWo aJ pata, porque son casos
absolutamente anormaica, y por «er anormales Jos te­
nemos qué seftalar para que, extirpando el tumor,
viva, y aliente, y w fortifique, y llorezc» el cuerpo”.
Y a ese respecto, sobre la personalidad del pregun­
to autor, dice el matero de Medicina Legal de todos
nosotros, los abogados: "El pervérth constitutivo tie­
ne una pet versidn;: congènita, o locura moral esen­
cia), o degeneración con perversiones Instintivas, des-
• equi ibrlo síquico, con debilidad d?1 .sentido moral, y
re'hljva integridad de la i niel i fi en nía limpiamente
dicha" Y transcribe le fórmula do R?gb>: "Se carac­
teriza por h amoralidad, la inafrctivldad, la inadap-
tabilidad y Ja Impulsividad".
Poro, señor Presidente, n? sola mente tcncnm.s que
ver el autor sino, también, el sistejna que perm<»<* a
un perverso constitutivo af inar a patadas o a cilla-
az<ri a un hombre atado y encapuchado. Evidente­
mente que hav responaabRidad directa en te¡ tn mder-
8e, jr-que el reñor Ministro h<y no« dirá quiénes son
ioa procesado*, lo» autores materiales, y también nes
dtrá cuides «un las órdenss que tenían, cómo se con­
trolaban, qué medW* ee wn*;aron en lodn el encala-
fón que va desde e» Batallón Me ti), ^ia por el Regi-
mlento W 4, luego por La Región W* l!. llega al ‘3o*
mandante en Jefe y termina en el Ministro
Pero, már. allá de era relación ponnenbisada de
fecha* y de hora* en que se comunkan l<a punes,
se dan las órdenes, «e a/iumen la* reiiponsabilidadM
y se da las fechas en que se logran iai prut fsamlen-
ios jwr delitos comunes, como éste de homicidio agra­
vado, hay (fimbión una responsabilidad mediata y
profunda <lej Alterna, que no liemos querido compran*
«ÚI un coính ilotí tíi nubotros Ijifilurianios «adM
íl.» rearriutics del Mlitirtf'f ti* ¡jefe/** .wnoiw1,
ónadx que comenzaron las primeras denuncias sobre
.H’e^adítnd^dcak. veremos que dijo trucha* coras, y le
cro mos mbtíMu. xjrasraraeníe Le crv’imc« Dijo la no-
t ¡x j a,oiq.p ...i- ‘ h<‘ <*<• l¡. i 'IIU'I.I iruiii'jU ¡a i ><M.J .1.
<ur iba a investigar rnlanuo hasta el hue«o, con tr.u-
ivo de las bombas colocadas en los domicilios de los
-Helores Cottoginí, quijano y otras personalidad».v
7)»>< 'tulas n! Fronte Amplio.
Dijo, tumi,iiéw, eii oportunidad en que su le coloca
ron bombas rn log domicilios de loa seriares madores
MicheHld j Fi ripie Rodríguez, que no turbia que
de*,, arlar ua plan de desprestigio de las Fuerza.» Ar­
ma das
Frente u i«»« denuncias que hizo el rrñor Senador
Mlchr'lnl en 1¡» Comí?,ion del Remudo sume torturas
v ¡»premios que se estaban haciendo, precisamente, en
el cuartel de Trente v Tres antes de la muerte de
Batalla e! señor Ministro dijo: ' EsUnnos tomando
medidas"
Temblón munlfrstó La justicia militar amarará",
esto nlrililo fl Fscuiulión de la Muerte, ron rela­
ción a oinci et?ls<>dbeí denunciados en el cupo de es­
tos meses. Y muchas ve.os, para no ser muy explí­
cito, habló dol secreto militar. Yo espero que hoy no
vsfr. <n lu< e,o el .secreto ndl '.ur. porque no hoy que
» oiifuroir pereto militar con encubrimiento de de­
litos »'<hh -ssle, que v<> .sé (pie en e.ste caso zio será
negado de ninguna manrin
Hay, ;•.d< ir.;is( q|r.i res.p¡¡r.ua que (odo el mundo co­
noce. yi,¡ que '<? trasmití., p »r radio, para .ser mas pre­
cia» poi Rad «) Curve, en una auchción que ¡lama
"TanándoH’ e) Pulso a la República". en un repul­
íalo que c tiízx> un joven y conocido reportero poli­
tico, el seíiof Luí» Mlchelini, y que apareció publica­
do en e| diario "Ahora", en su, edición del 17 de
mayo El periodista lo encuentra a la salida de la
(’ufa de Glnblcrno había pasudo ei último episodio
de li Asa ni olea Genera) en que se prorrogaron las
medida« de seguridad- y le pregunta, frente al re-
Multado ¡dlf obtenido cuál w» ir. opinión del Poder
Ejecutivo. |! Mli istro le contesta: "Esta resolución
contempla en nate momento lo que el Ejecutivo e$tá
buscando, lo.s medio« pira combatir M subversión y
Ja «edición”
SE*<OF. BATALLA ¿Me permite una interrrup-
enm?
BBÑOfr SOSA DIAS Sí señor Diputad,
p^ñOIL PRESIDENTE (Oh.Iérre/. Ruiz». - Puede
’kiterrurr plr el señor DI pulsilo.
SEÑOR BATALLA. — Hagó moción paro que se pro­
rrogue <1 término de U oeMón,
SEMOr? PRESíDENTHI Otitiérrez »uizl. En este
momento no hay númer«' imfklrnte para votarla, se­
lli« Diputado.
SEÑOR SOBA DIAS. -- No sé por qué hay legisla-
dore* qie tienen miedo de amanecer discutiendo es­
to, que es tan impórtente. Creo que he sido leal con
toilos lito compañeros de Cámara: no he venido a
hacer t legatos política*, sino a aportar hachón, e iba
a terminar mi exposición apuntando hacia «lució­
nos. Entonces, seria loable que lodos los compañeros,
seun d< I partido de Gobierno o de Itt oposición, eatón
comprometidos en ellas A todo! nos duele esto, a to-
<'oi noi llega, y tenemos que asumir la re.jponsabili- \
cftd de que hechos como este no se repitan
Volví»nido al tnma. el periodista le formula otra
pregunta al «eñer Ministro "¿He tomarán la* medí- ■
dA* hece.tarias, a nhel de su cartera, para evitar la^TiLb.
tortura» que se han denunciado en el Parlamento?/ <¿Ll. A
t> Ministro le contesta: “l'o no Je puedo admitir ti
»usted torturas, calificación o tipificación de tortura.1IFWCHWO
Yo so k> digo, lo dicen los legisladores" “;Ah!. loK /
iSijisíailoras están en su derecho (te decirlo Lo que\¿^.^r
va sé que ei han resultado un» serle de evidencia*
•on re»p«eto a errores yo no los llamaría desvia-
clones ¡o# llamaría simplemente errores-, el Mi­
nistro de Defensa Nacional está totalmente conqze-
fnúrad» de ms oMtpieiAn dt corregir esos (infectes y
»toe para Ir mejorando esto que hemos p'/ies*
td en movimiento a efectos de corregir este gran mal
qtie «w4 atacando a la República Esc» e* todo lo que
¡n<?do decir”
IV 4

.«alnihi.nl \ 'iu l.lOHuiit iiir ¡o. del i'icnlr Am-
j/do rn la A.MitnblcA (irucial «ituiN icitImtmh'.i muy
importantes, Inclusive de compañeros d<*l Partido Co­
lorado, (pie nos mostraron o denunciaron algún is dv
fstiui cosas.
La verdad es (pie eso no podía ser uno respue.'t.»
porque ya hacía tiempo que se venían dando lm« otr®?i
de la investigación, de la toma de medidas, precisa­
mente en Treinta v Tres, porque 1a misma noche <Ia
la Asamblea (leñera! el señor senador Ferrcira /ddt:-
nntr recordó '! episodio de la muerte de Egu en <n
ese departamento, y era dublé esperar que se tomio
ran algunos medidas.
Me quiero referir ahora ?« algo que no hemoí
locado ni profundizado aquí: el problema de| «lucapj-
chamlento El senador Ferreir.a Aklunate hizo muc id
h'.nc-ip'c en ¡a Asamblea O’neral cuando habló de 1*.
no^n.dnd el y del menosprecio que &ignl¿
Lea rl enea pucha miento Eso muy grave, pero hay
á.lgo ¡S'OI y que me alarma porque el Gobierno no sé
ha dudo cuenta eso es desconocer la propia esonciq
del alma humana 81 al inlerrogador <> el torturador
lo separamos del torturado por una máscara, lo cmt
holsamoa y lo convertimos en un bulto, en una ’xilsé
o en un número, desaparece esa relación humana
normal, esa comunicabilidad que dan los ojos, lh ex*
presión de dolor o del afecto, que son tan íundamen*
tales para valorar a quien hc tiene onfrent». Si f.quéj
lio se convierte en un buló). en una bolsa o en un
nún ero. ya no es un ser humano. Entonces, nuestro^
reacciones, nuestros malos Instintos peor aún si «|
un perverso constitutivo quedan librados, porqut
aquel freno inhibitorio que significa tener que ver it
que hay qt r torturar, mor tfícar. y matar, no existé
Mas aun hay otro freno Inhibitorio que también Mí'
qutf.'bt .i porque el q'.ir tortura sabe que aquel hoinbrii
.ndeier.so ntaao v encapuchado nunca lo podrí1 pé-
dir mentí s, porque no sabe quién es. ya que está prp’
tegido p'oi <1 anonimato,
El seúO!' Ministro <|l¡o tm día <n la Comisión dé
Senado que el Menor Presidente* de la República y i
personalmente no comparttan el encapuc.hamlonto. L »
afirmo y tengo que reconocer que lo dijo. Pero n■:»
tomó medidas pata que desai ni redora o las touó :r
no fue obedecida En ambos casos e.< grave.
Pero no solamente está él encapuchan)lentx’, siq >
también tenemos el régimen de detención En los pri­
mero» tres días hay una total ignorancia; muchos fa •
están angustiadas y vienen a ver a los legll ■
la dores, ya que en algunos casos n siquiera saben H
la persona está detenida, dónde está ni por que cauai
Y que no pregunten la causa, porque mucha» veeM 14 i
Jarán una respuesta tapón que tes hace per<ter toda»
las esperanzas. Les dicen de cnkaoa que i** «*<« d<
tenido porque pertenece al MLN. ¡Mu nema» vintén
muchos 'integrantes dtl MLN* salir a loa cuoi.ro o
cinco dios, cuando ya habíamos trasmitido a lo*
millares que .nos l'ubiun dicho „que criabaii muy <1005*
pllcrtd<M y que lo hablan reconocido, * Unión, el doctor Awimbuya, fue puesto en libertad p< r
Además, esta la demol a en las resoluciones. Hsy
rusos de persona» en que pasa un mes sin que la ÍL-
.«< X.. ipa d->:idi '."da. o qué ¡es jxiMi. ni siquiera ri
* e.u<in oí'jí que *•! .ax.yst ;<> <w puede negar a rilas. No
¡ cgx||c que 4Í abogadil II guc al detenido cuando está’
\ gM|V'Wom un loado, sino cuál do firmó l< declaraeion unté
o* juez sumariante do informaciones de la Unidad
X,w.. Militar o, si se quiere, por lo menas cuando llegue al
juez y procesado Pero hay procesados que pt,-'
■ ' san dias para poder ver a su abogado, y cuando ja
está deímiUvamente íin quitad,* te cuestión. E*i ir-
cumumcaclan, ese secreto »obre el detenido, sobie lis
caiMtea tteMe.s. -yo da|».n» k» <ta tas causas reate*.
p j*q<«e podád* WÓA OJM »
rutfvd' . rió ¿a peiste, pó!' irt mévW ,vé ¡MU'*’
mitir conocer el lugar donde está el detenido, si está
bien o mal,-o que enviara algunas lineas a su mftdre,
padre, esposa o novia, que se le pueda hacer llegar
,:u n.ií..i .pie \ vi ;,¡n lo.s í<iimhart’.s p.ida ia v.siiarlo.
dv modo que gmaniue que su iinegrmad física no ,
corre iieiigrn. /«in hablar, sin decir una sola palabra,
sobre (odo en un momento <n que la inquietud In­
terin por las torturas y los malos tratos ya <;» “voy
populi” y ni siquiera el Presidente de la República se
¡ih ma a negar,
Entonces, ícnemos que pensar en otra cosa que se
li. dejado de lado alegando la suspensión de garun-
tia.s, el “habeas corpus’’, no <m la vía civil, sino en la
vía militar; que el señor Juez MihUir, recibida la de-
i’iiiicia de una detención, pueda ir a ver dónde está
el detenido, sin perjuicio de demorar los procedimien­
tos porque no está instruido el presunuiHo, y pueda
estar en conreimtanto de que Fulano de Tal está de­
clarando en presumirlo, pueda < mlrolar ose suma­
rio o. por lo menos, tener te facilitad de liacerlo, co-
ni'> la Constitución >0 dice.
Por otra paite, huy un incumplí.mentó de lo que de­
finió ¡a Asamblea General, que ■’clámente suspendió
lis garantías para la detención de ios requeridos y
únicamente e.* tabléelo el estado de guerra pura la
jurisdicción militar.
Pero ¿qué vi mos a hablar de la jurisdicción militar,
si no funcione? Porque en la jurisdicción también hay
garantías. Pero e»e nistcma de faltt* de garantías dtd “
detenido es ¡o que tu deja a merced de quienes lo lian
inteirogado. Con este agravante: que si a una perso­
na if* han arrancado la confesión mediante torturas,
le queda siempre el recurso de que cuando compárete
ante el Juez puede rectificarse Pero, ¿cómo penstir
que en e.sta.s circunstancias un hombn* se va a recti­
ficar cuando sabe que después que dec aró con el J uey
volverá ai inumu lugar donde le arrancaron la ccn-
íe.'irm? En los naso» de apremié cuanto se ha arran­
cad«) la confesión por la fwií^ el detenido sabe que
tendió que mantenfrla j>or Ift fuerza basta que ten­
ga otras gi*i<inuo
Pero no rolo está ih! problema del régimen de deten­
ción, «¡ino el régimer de infcrmuclonrs, esa* respuesta»
tapón de que yo hubteba cuando de entrada le di­
cen a la gente: -Lo acusaron: contesó: está implica­
do"
A(tcma>. huy otrn cosa muy grave en materia de
información Los señores Diputados saben que en la ¿¡
justicia común -y es Igual en te militar, porque no $
;c ha derogado-, sóio se da a publicidad los nombres
do aquellos que fueron encontrados culpables, con loa
elemento» de la semiplena prueba, por el Juez. Sola-
mente cuando el Juez piocesa se da a publicidad
Fulano cíe Tul fue procesado por tal o cual delito.
Peto nos htmas < ncontrndo que con es» pubHclxiad
part-cria que se quisiera crear un china de sospecha,
por ejemplo, recuerdo que un comunicado decía —y
motamente menciono el cauo - del Padre Spadaccíno
qué tenkt complicar Iones internacionales, que se ha­
bla descubierto una imprenta clandestina etcétera
líttije poco» «Has un prestigioso médico de Bella
el Juez- £»tá actual mente con «u familia, pero el mis­
mo día en que e* puesta en libertad sale un con uni-
cado du-jerjcfo que <*i4,á Inculpado dr los delitos (ales y
tulea Ejito/uxa eur lamniNMf a quien el Juez rnilitai de­
claro inocente tíeru anta la opinión pública la ticha
de un proceso que le pusiera un comunicado y diricll-
mente pueda trabnl ftr en su pueblo. Pero yo J<» moneio-
no simplemente como anécdota, porque estoy denun­
ciando el régimen de información en si ml ;mo.
Luego, no solamente hay error en ¡as infirmaciones
al público, sino también omisión de informes Resul­
ta inaudito que haya sido necesaria esta intprpeiaeioí?
para que el país sepa que Batalla murió ) , ademáx
que fue asesinado en el Cuartel de Treinta y Tren . 81
ftH y
movido la Móúteridsid de muena gente. r*to se hubte*
ra tapado, y jiunea el país se nabrta enterado del he­
cho Y reto e« gmre, porque hay quienes tienen H
 función normal de investigar. NohoIío« no .mnus in­
vestlgadores privado». En este régimen nos har obli­
gado a serlo, pero lo iion«M no porque téngame», alma
tie gherJocx Huimos, sino porque uueremox defender
toa valores más importante que m ponen en luego,
di en lugar de ente humilde integrante del PUC, M
Hubiera tratado cíy un dirigente político, el país hu*
biem ardido. Pero V) que para es que sólo es un humil­
de, un anóxd ,c militante, de esos que tienen el Frente
Amplio y 10® demás partido», que «alen a Je cali«, de
día y de noche, a pegar-carteles, a volantcar, n gritar
a viva voz por Jo que quieren v por lo que ,<c largan
y a los (pie un día les puede pasar lo que le sucedió
a Batalla. Es claro que no es un legislador, como yo;
no es un dirigente político; nunca salló en los diarios.
Entonces parecería que su muerte no tuviera impor­
tancia. Pero tiene tanta importancia corno si hubiera
sido la muerto del más encumbrado y rico de los ciu­
dadanos o del qui tenga más poder en el país, porque
es una vida huma ia y, sobre todo, es una vida humana
de pueblo. y nona ros somos los primeros que Uñemos
«»eiaur por ellos.
Se prepant» por ahí por qué proíchlamui nosotros
si en definitiva pertenecemos a una clase que no la
. pos» mal. ¿Pero es que acaso la historia del país no
nos demuestra que tac grandes conductores tuvieron
poder, tuvieron buena s.tuacu.n, pero se jugaron por
los más infelices? El testimonio de Artiga« es claro.
Los grandes conductores siempre se han jugado por
¡os más infelices, por los que no tienen voz, por lo»
anónimos, por aquellos a ios que se quiere poner el
Jtencto encima para que la verdad no resplandezca y
para que otros humildes como ellos no mueran en el
silencio sin respcnsabil zar a nadie.
Legamos ahora a un punto en el que tenemos que
recordar algunas cosas que se dijo en la Asa ¡ubica Ge­
neral.
El señor Senador W íleon Ferretea Aldunate dijo en
[orna muy clara cuando el wftot Miní .tw m había
retirado di Sala: "No dudo de it sinceridad de iam
afirmaciones que formula en la Asamblea General, de
su hombría de bien y de su decisión de cumplir con
.suí, deberes de soldado y de ciudadano. Peto también
tengo el deber de expresar que |>or el Interes del pal«.,
por el Interes de las Fuerzas Ajinadas de mi país, y
hasta por lo que ello significa en la historia m eions!
- son un valor nacional que tenemos que cuidar por
encima df> cualquier consideración -, a la República le
^liaría bien que eí señor Ministro de Defensa Nacional
|hiera sustituido. No creo prudente mantener todo él
poder que hoy elercen les Fuerzas Armadas por 11
.»usencia de dirección que los hechos extan demostran­
do que existe. Ademas, ¡iniiqtie asi no futan, aunque no
hubiera la más mínima rcsponsaljll.’drtd ni derecho a
eximírsele jpohUramenle al .señor Ministro de DetcnsR
Nacional, creo que hay casos mi que es menester exi­
gir alguna rexpoimbihdad objetiva".
También el wñor Ministre en una comisión del 8« -
nado, unte un requerimiento del ,’éhor Senador Ml-
choMnl. mí comprometió a renunciar en ei cano de que
no pudiera controiai* o de que »os órdenes no fueran
se sudas. Entonce*, «l ve .ñor .Ministro <le Defema
Ntcivuai y el trin* te U República no
comjMírtou fas y estos siguen y foir-
mae pa.rt* di átrütM* qué conduce,.
mexc'rabWi»! te * it, tortura y facilite, «elure todo a
los que no tknen una conducta moral mU/ firme, la
comisión de este upo de atropellos, tenemM que decir
con dolor, objetivamente, que no se hé cfadh tal carden
o que, si se dio. no se cumplió.
Hay algo que tiene que quedar muy clareó ¿todo cil­
io que hemos expresado en «u curso de la interpelante;»
tiene una parto de agravio para el honor, la tradlrám;
Gt / ó' u^ i^hñu de las Fuerzas Armadas? Muy
por el contrario hoy Mw* /anido *mtl « ,ie!endcir
la tradición. id ¿wawr. b» «4<ea, la disciplina de Uta
Futrm Armado. porqw» ellas son de todo*, no «on
íM.r,r.mr>v¿o de ñatee. y todos las vamos a deiendcr d*
/«» malos of/riaie». pwque en un cuerpo doterminnM
ri i uu urgaimmo tlvi rWtln, no pu'Klc haber geni«
qm» no cumpla con mi ir latón.
81 se apela a la tradit ón de i¿ts Fuerzas Atinadas.
l»*n‘U.’ioe que recordar a su fundador, el General Jo»,é
Gervasio Artigas, A este respecto, ¿qué nos dicr Arti
i»»»« en la tradición nacional^ Cuando en e! año 1315
i el Gobierno de Rueños Altes le manda algunos do ,‘ iu
enemigos para que disponga de ellos, conte.:ta: "El
Jefe de los orientales nn es verdugo ’. Y antes, victo-
rlosr, en la gloria de la Bati»!)ii de Las Piedras, pro-
( larra ''Clemencia para los vencidos'*
Pero no nos vayamos tan bjos en el tiempo Que­
remos contar dos episodios Je historia reciente, «re
profcnblémenle recordará el señor Ministro porque son
de esta generación, aunque no vamos a dar nombres.
En el año 1935, con motive de ia insurrección, ope­
ra br. una partida do) Ejército del áren de "F.l Cordo­
bés’ y e| oficial que comandaba aquel grupo militar
riel Ejército nacional, pidió a un baqueano que lo
orientara hacia h» búsqueda dt¡ os revolucionarios, y
esté, que también rra rebelde, 1- condujo mal. Cuando
el cfielal se dio cuenta, lo estaqueó'dos horas al sol.
Ese hecho le costó un retraso en la carrera y que no
llegara a fu máxima responsabilidad
Vamos a contar otro episodio, aunque quizás pien­
sen que .«on cosas pequeñas. Un correctísimo oficial d?
las Fuerzas Armadas sumó en una oportunidad a un
ómnibus y tropezó con una señora. Le pidió disculpas,
pero la señora no se las aceptó y lo insultó por el bo­
chó Entonce», en un rapto instintivo, psp oficial le dio
une bofetada en el rostro. Eso costó al oficial .sancio­
ne« entorpecimientos y dificultades en su carrera.
Señor Presidente; jqué pequeños resultan estos epi­
sodios y qué lejos estamos de la tradición, si analíza-
mo.» los hechos que costaron la vida a Luis Batalla y
el vejamen a algunas mujeres’
El honor, la moral y la disciplina de las Fuerzas Ar­
malas están perfectamente contenidos cp normas muy
clara», de las cuales haremos una reseña para que se
vea las exigencia» que imponen a todo aquel que con
generosidad abrasa las armas de la patria,
T voy a citar r;olamenté algunas. Extracto del ite-
V,lamentó de los Tribunales de Honor de las Fuerzas
Annadas. Sobré «?! concepto del honor establece lo si­
guiente: “El honbr es la virtud militar por excelencia,
es una religión que señaia en forjna imperativa, el
• ’Oj n portan» lento que cor remiende a cada circunstan­
cia ” Más adelante, expresa: "Los Tribunales de Ho­
nor apreciarais hi- juecione» &.aleudas a su considera­
ción vn>arándoiaf con refetencia al Upo constituido
por los estado« ílrmes de la conciencia colectiva, que
»ejiresenta H idk>ai del perfecto caballero“. Posterior­
mente, manífle»,»' cada Oficial está obligado a
set un ejemplo f/e conduct>“.
como d»d>er|4 del oficial esúbh'ce; 'Todo Oficial
de ni sor edueftip l perfecto Ciudadano y modelo de mi­
litar'. Y agrega mas adelante: *La función de Coman­
do exige del ofj'ial autoridad personal y e.lc implica
corrección y dignidad en hi vida civil y mihter'' Pro*
. sigue ‘Todo militar debe ser un ciudadano ejemplat;
po’ ello incmnte mas que a cualquier ojjo. re^petaj’jé
liu leyes dei pal j, matar la autoridad ídvll y ¿ar polMe|
ba de urbnnidT* eq el trate .social". i
lie refiere luego t> las causas iie Juzgamiento, y erlr|N
tre otras determina: Cualquier otro acto contrario ár1
la tradición u honor dv las ¡Fuerzas Armadas, al honorX»
de un camarada a al honor de si mi.smo"
,sor otra parte, el Reglamento General de Servicio
N? 21, establece: "EL Ejercito es un» escuela de moral
es,olea, en la que la abnegación, el desinterés el ho­
rre r y la ecuanimidad constituyen las cualidades bd-
4í as d« sa fin soHaarlo ’.
Todo esto referido al campo del honor, al campo
di ia disciplina, pero también el código Penal M’lltar
stf refina, pfécÍMiméHtw. á lo« déhbw militen* Y di­
ce algunas cosas que es biHno que fas r>>e ermsKr.4*
día aquí, porque reafirman un* rw mirml
re^VHdo, mi «ran »rpííeíkí»
giayóo qn* abrazzn H camino de las armas, que tiene
11/ «a 6 a
 exigencias lun duni-s romo r.slh.h Y »Ih.r qur ' ulavan i
fuerza moral del Ejército e,s un delito los (),u& de
linean de alguna de las .siguiente» maneras: "Por la
violación de las prerrogativas del prisionero de gue­
rra. que atañan a su bienestar material (derecho a
la integridad lisien, al alojamiento y la alimentación
salubres*, o que protejan su personalidad moral (la
facultad de no combatir contra su bandera y el res­
peto de su dignidad)". Esto se determina en el inciso
«9 del articulo 58 Y más adelante, expresa: "Por el
abuso de la autoridad que se inviste, cuando ésta se
manifieste por hechos y aún por amenazas c Injurias,
.siempre que éstas fueran de carácter grave ".
Finalmente determina: "Por omisión de asistencia,
cuando fuera posible, al enemigo que sn hubiera ren­
dido”.
Estos son las principios del honor; estos son los prirp-
cipios de la defensa de la disciplina militar. Pero, ade­
más, quiero leer al señor Ministro y a todo el país una
página muy hermosa. Se trata del libro "‘El arte de
mandar" del Capitán Andró Gavet. Desde principios
de siglo, en catl toda Latinoamérica, y aquí en el país,
se han formado todas las generaciones de militares
inspirándose en esto libro de ética militar. Fue edi­
tado por la Biblioteca General Artigas, del Centro Mi­
litar y cuenta con un prologo muy elogioso y muy es-
clarecedor del General Carmelo M. Bentancur, en ese
entonces Presidente de esa Institución.
De este libro voy a leer un apartado que dedica a
*'!.n humanidad en el mando'. Dice el Capitán Andró
üavft: "Algunas personas se imaginan que un jefe
militar debe carecer de eentimlentos humanitarios.
Esta opinión, que he oído expresar & algunos olicia-
les, es por demás errónea. No hay ninguna profesión
que exija tanto y tan imperiosamente como la nuestra,
los sentimientos de humanidad, ¿Cómo admitir que la
nación confíe sus hijos a un jefe inhumano, a un hom­
bre propenso a dilapidar despreocupadamente la sa­
lud y la vida de sus subordinados? La humanidad para
con niestros subalternas es de evidente necesidad.
¿Se quiere hablar de humanidad para con el enemi­
go? Aquí también tiene cabida este sentimiento. Nun­
ca encuentra la humanidad más ocasionas de mani­
festarse como en la guerra, hasta tal punto que cons­
tituye ella uno de los elementos del honor militar. Los
actos .inhumanos cometidos fuera del campo ml.tmo
del combate, han sido considerados siempre como des­
honrosos".
Este es uno de ios textos que ha formado a nuestras
queridas fuerzas armada». Han hecho honor u estos
principios de ética militar todos los que wí han for­
mado en elifA.
Pero debo decir que un régimen que no ae ha cam­
biado. que unas responsabilidades de mando que no se
han asumido por loa responsables políticos, han con­
tribuido a un estado de rosa» que incide peligrosa­
mente en el desprestigio de las fuerzas armadas. en
el del Estado que integramos todo?, inclusive <1 Par-
^x**^^>himento, y en el del propio pal». Hoy puf hoy existe
< vta sentimiento popular que no podernos negar La
‘ B«evte dice en la calle lo que no expresaba antes , "f‘re*
Uero que me agarre la Policía y no las Fuerzas Coñ-
^ÓÍiSAOPMtaM" Hay un clima de Inseguridad; luiy un Hhte-
üót que no da seguridades, y una comités nación Inter«
' ^^^ía
Hace pocos días el señor Ministro recibió a una de­
legación del Sindicato Médico, preocupada, conster­
nada, por hechos qüe había comprobado. Los señores
Obispos del Uruguay han dicho su palabra y mi preo-
cupaciórt por todo esto y han dado au alerta sobre
ei problema de las agresiones u la persona humana y
el problema del décaeelmlento de las garantías indi­
viduales, Y esto lo ha recorocldo el señor Presidente
<te la República toda v<s qne hace un distingo entre
mtortv‘¿v.torl© r^guroAO y inhs«aai»as Dice,
’4 «» '<>ti -*«ím ' y.w/-’ ->ih» no na namdo otilen
ce auozar apremios umumanos, pero la duda que nos
queda <» sí ha habido orden de que no haya apremio*
inhumanos. Frente a la» denuncias que hemos veni-
uo haciendo con total responsabilidad —y esto pw
0|f*
k a vi t aculad y MirimUd que «eiuan ~ , quisieratuo«
■mjci si había esa ui( en expresa, tal como la que cí-
te del señor Ministro hel Interior librada «1 17 de
mayo a todos los Jefes de Policía
Y tengo que decir, también, que se está despresti­
giando al Uruguay. Esto ha trascendido al plano inter­
nacional. Todos los días se reciben telegramas recla­
mando por ese problema. Además se está de¡ presti­
giando su Imagen tradicional, sus propias institucio­
nes.
Yo digo, tomando del documento de iu Comisión
Permanente de la Conferencia Episcopal Uruguaya,
que es necesario algún gesto público que devuelva a
los uruguayos la certeza de que quienes conducen los
destinos de la nación en esta hora azarosa están fir­
me mente dispuestos n tutelar los derechos de todas
las personas. Y ese geslo positivo se reclama no sólo
del Poder Ejecutivo, sino también del Parlamento, co­
mo representante directo de la voluntad popular.
Entonces, apuntando a las causas profundas que yo
señalaba, digo que deben suprimirse los enea pucha­
ra lentos, que conducen inexorablemente a la tortura,
y no habrá razón de Estado ni razón ninguna que lle­
ve a mantenerlos. Y si ¡$e ha dado la orden y no se ha
cumplido, tanto el responsable de no haberla cumplí- g
do, como el que no la hizo cumplir, deben hacer efoc- *
tíva su responsabilidad.
Debemos exigir un régimen de garantías para lo»
detenidos. El Poder Legislativo debe controlar la ai-
tuación de loa detenidos, porque con ello estará ga­
rantizando lo» derechos de las personas, que es en el
ámbito de nuestra competencia uno de lo» deberes
esenciales.
Finalmente, debo señalar que un gesto político, de
carácter objetivo, tiene que ser la renuncia del señor
Ministro de Defensa Nacional, que él ofreció, que ya
en el «eno de la Asamblea General se la reclamó un
señor Senador y que hoy los hechos hacen necesario
que se haga efectiva —más allá de la consideración
personal que le podamos trner— como responsabili­
dad objetiva, pero, ademán, como responsabilidad por
no hacer o no controlar, a. fin de que mande quien
debe mandar. Es necesario que se abra un capitulo
nuevo, a ver si puede haber garantías en pI país, para
que, sin perjuicio de que el Estado tenga todos los re­
sortes para la represión de los delitos, la persona se
sienta garantizada.
Quiero terminar recordando una anécdota que quizá
muchos de ustedes conozcan por haberla visto en una
película. Se trata del General Paiton Dicen que una^|
vez, visitando un hospital en Italia, vio a un soldado"
enfermo, objeto de una crisis, quien tuvo la cris!» an­
te él. y el General Pal ton lo trató de robar Je y lo
abofeteó. No se sabe si por iri o porque rl Presidente
Tramen se lo solicitó, fue a pedir disculpas x r aquel
calificativo de cobarde y por aquella bofetada, y lo
hiro con hidalguía.
Entonces, piemo que también con hidalguía debe­
mos desagraviar y dar expiraciones. en primer lugar,
a la familia Batalla. Hoy he sentido la r es pon Habili­
dad de que desde el palco que está a mi izquierda, ine
acompañe si hermano de Batalla, subcomisario de
Tr*intt y Tres, Beftor Félix Bitallfc i'ji necesario que
él Heve a ni pueblo un testimonio de lo que «1 Parla­
mento ha hecho en el día éé hoy, ya no por la vida de
su hermano —no la pódeme» salvar. no Jo podcmcu re­
sucitar—, sino por Jas de muchos que están »en juego
en estos momento»
Asimismo. debemos decu claramente a las Fnpr&aa
Armadas que hechos como éste son el fviiig» da tnaloe
oficiales, que no comprometen su prtutigío. su honor
y au tradición, porque lis tradición, el honor, la disci­
plina, la moral de las Fuerzas Armadas sos» muy otros,
y esoA los tenemos que defender y hM vainica a daánder
todos, fiero no lo vamus a hacer ocuitaadc tas verdad,
porque también la aerdtaá ww 4a prtneipiaa dt
lii moral del militar Yon* q*e hay -i* gra»
mayor ¡a— que repudian, qne re/ *MAn o» acuerno roa
Pero para salvar mi limpia conducta
irm «i i
 mostrar a Jos malos unciales, (,ue run ¡ ■. i... . „»^ad nau
segado la vida de este Joven.
Debo señalar, también, que doy el Cuerpo tieiv que
dar una satisfacción al país y al mundo, para que se­
pan que aquí juegan las instituciones democráticas y,
fundamentalmente, el Parlamento; que de ahora eiij
más no be repetirá un hecho ccmo el que hemos ve: Ido j
denunciando; y que todo* los qneiitalee se encontrarán«
segur 01.
Termina ex preñando que, por las mejore* tradición«*]
de un Uruguay que m de todoi, solicito al señor Mlnto4 j
tro qtn luego de dar las explicaciones que por la fá^
milla de Batalla, por la* Fuerras Armadas, por el pala 1
y por el mundo tiene que der boy aquí, deje su Minia-•''*
terio en un gefto de hidalguía que le sabrá reconocer 1
la nación. Porque no quisiera - lo digo con toda since­
ridad--' que la Historia registrara el nombre dei actual
Ministro como el Ministro de las torturas. Eso no so Ic
deseo a nadie, señor presidente. Quiero que la Historia
recoja <ie nuestros hombres y c.e nuestros dirigentes lo.
mejor de la tradición nacional y de sus virtudes, pero
no oslo. Y si hoy herios venido acui a dar hechos y a
proixincr suluckmes objetivas, ?s porque hemos rendido
culto a nuestra función do legisladores, que os inalie­
nable en cuanto a defender los derechos sagrarios del
ser humano y en cuanto p reivindicar las potestades
del Parlamento, supremo juc¿ de la vida nacional.
• i Muy bien! Apoyado;.)
SE® OH PRESIDENTE (Gutiérrez Ruiz» Tiene la
paiiibXii el seño. Ministro le Defensa Nacional, Ge­
neral ^mlquc Olegario Magnani.
*SEÑ( MWHO DE DEF1SNSA NACIONAL. — Se-'
ñor Pr-e. exue roi/sí. do totalmente con la afirmación
trucial d la disertaci. n del señor Diputado, porque
o tarapé hubiera lesea do llegar aqui. a esta Sala,
sobre 1oóo í el motivo que nos trae, que es un he­
cho desgraciado en el que está envuelta la vida da
un hombre. :i cambio, no tengo total coincidencia
•m suanto a detalles de algunas fichas y horas. Dejo
rHabiecida diacrcpanela pequeña, que creo no x
l rpc ndigmu Jluencijj ¿obre H tema en general,
Íerque tih d IijíWo, m üuvéé de ¡a díwtatfón o de
k óctuáclfin tle organo» di o ínveniga-
tito« rx'Kbi« ®par r admltleftdty aja t

V'.y « Xhputixio UUrpelaut«

yw*. >*lipí.»'x/44' Jms. C'üú-'ííAdq €<>n
¿ á‘»r’4' f 44,'w*!«^ *«
ge«er».es¡ el A* Jó I
"r; w wtMWwéi' <é HamAdk» * toah» ** dó W|
.v .pwHiíe'béa.Mé**. y* wm ** Mu ;<ó«iv-4«4ó4*> »1
<*«4*vm* jé*’ -»»», \grwiue hubo 0^
A*5jsr«í!MM-< a M VAtut
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#-fécfA x c x» h* ««dò i**wtr 4 s*fk*
ter éf» MM »/••***>( 0ílééa, é» M» M
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M tur w.MwxfcV'pfté M y
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P*-*r> »•*«/». 4 éé*** 4» *>!' , WÑ0 -4
<éW í»4M9*»Wl«é Jb>- >» /«4’jpii’P* « tt 1W» *
■. m C/Wforta 4» AW*íiar •*»* h*V
diaria* w* ** qp* 1*
rk» évreggf ht él
(Mil óe erte flbmado a Saló, w* es »« m
ñor BfttaHé y n*> w y »4ea»á*, ír»\ re
a íík perFonns que ei WpwtMó
mencionado que hoy mi encuentran presenté»
Debo reconocer que «ele ce u» hecho anómalo
también nosotros —no sólo el poder Ejecutivo
también tau Fne»w rewtwi^i
' d» Md«vmí eBumt y
es lo »nverjfaremos p».r;t «I
■wwiflWwrt». 1

29 34
 ( íi(< /Viniente independientes de este Mmislrueji y << En Mgundo lugar, quiero decir pm >o -pie .. ai.i t ¡o '
Mhns\ro no puedo ni quiere intervenir en ella». por .>o!iio es que so habí» del acere ¡o de las actuaciones
o’>w jArle, así como paia toda la Justicia de instrac- ue la Justicia Militar, cuando todos ios días calen lu­
*—evón titee la norma del secreto do las actuaciones, las de Inculpados que todavía no han sido pro cesad es
tambiéil rige pura la Justicia Militar, y a los que el Juez nq les ha tomado declaración; in-
Sin violar ese secreto, el Ministro sabe y puede In­ cludvc de inculpados por delitos graves de sedición,
formar qtte en Treinta y Tres se ha tomado decían’* etc itera, y (pie luego son puestos en libertad por el
ción
HE'ÑDR >o menos
por ROSA DIAS a una ¿Medecena
peinóle una Ukk’yt/ffar
de personas que prepio magistrado actuante. Además, a estos inculpa*
v¡>n.
el presúmanlo
la¿5EÑOR
sigue su curso. En lo demás, se está
M -iur Ministro?
MINISTRO
espera ' da DEFENSA NACION^, +
la decisiónDEjurisdiccional.
/ *5a doí, como ha sido ia práctica, no so les devuelve el
honor ni se les quita la sospecha reivindicándolos.
Cjutere decir que no so puede aceptar que haya un
.V’ñor Diputado.
Sí, Señalo además que de acuerdo con el artículo 35 del secreto cuando se trata de Investigar a malos oficia­
SEÑORPenal
Código PRESIDENTE <Uiiprclie
wniitar, la acción /. no Puede
penal paral!*,hño- la les, mientras que cuando se trata de un ciudadano
rrumpir el señor Diputado
acción disciplii^irU por hechos conexos o por otroq que común. se libra la Información aunque no haya sido
revistan SOSA DIAS.
SEÑOR cahdarl de Jaitas.HayEndosconsecuencia, una se
cüuis que quiero vez­ pr cresa do por el Juez,
ñalar del Informe
di'íeiniimióa del señor Ministro.
la ra&pvnsftbihdad penal —si la hubiere, Sxtraftt otra cosa, tratándose de un delito tan gra­
siEn ¡>e primer lugar, paralelamente
concretare que jxicos días odespués de ocurrise­
a continuación ve ramo »\ste homicidio agravado: no se necesitan mu-
do íl hecho,
aplicarán lascuando
sanakines el señor Diputadoque
disciplinarlas Trias concuirló
correspondan chus actuaciones, porque de los elementos que .se re
apor 14 ios hechos
ciudad de quK
Tirinln y Tira el
produjeron acontecimiento,
a inirrlmlzma« <h* sin
lu cogen en forma inmediata surge una responsabilidad
perjuicio de las
situación pemiles que aplique
un correligionario la justicia,
detenido, Mien­
fue atendido objetiva, .jo trata de una persona a la que le rompie­
tras elseJefe
por desarrolla til acción
dul Batallón judicial correspondiente,
de Infantería número 10, te­ ron el hígado a paladas y a culatazos, que no puede
prosiguen
niente las actuaciones
coronel Molina. Quiere la averiguación
para decir entonces quede Heno­ haber fall cido de muerte natural, sino a consecuen­
chos conexos
estaba separado quedel cargo,aparejar
pnechin faltas disciplinarias.
como Informa aquí el señor cia de lorluras que, por otra parte, surgen del examen
Por ejemplo, la Investigación administrativa podría del cuerpo Extraña repito— que no haya a esta ai-
conducir a la comprobación de que so han dt-satendldo tur i, después de un mes, un solo procesado, i.n solo
las normas existentes «Jiro tratamiento de los deleni- nancicnado administrativamente, que no se haya pro-
dos y las órdenes upoitunamente Impartidas al íes* nunctado el Tribunal do Honor, que no se haya dicho
«cío. muía a la población. Hoy el señor Ministro tiene que
‘ara garantizar la puré/ de esas investigaciones, se reconocer y decir, de una vez por todas, que en Trein­
ha separado preventivunu e a los superiores inme­ ta y Tres se torturó, y a consecuencia de las torturas
diatos, sin que ello suponi esto quiero aclararlo fue asesinulo el ciudadano Luis Cirios Batalla
bien— adelantar Juicio ala o .sobre su responsabili­ MENOR ARISMENDI. ¡Muy bien!
dad penal. Los militares somo.\ respetuosos de la auto­ mLHOR SOSA DIAS Hablemos ron la verdad y
ridad y si no actuáramos con\ioda prudencia pudría­ con claridad, no cotí subterfugios de anomalías No;
mos estar lesionando lu autori d de un hombre que, el f .a shiato no es una anomalía, os más que eso. es un
si bien es responsable de lo qu(\ ocurra en Unidad < : ¡na n. y entonces tenemos que decirlo
poi ser jefe de ella, puede no culpable del delito Afirma el señor Ministro - y nos extrnóu que le
que .se le imputa fes por ello que^o separamos, pernio Ja:,¡i- ¡a Militar es Independiente. El señor Ministro
.‘■abe que la Justicia Militar r.n es independiente des­
manlenemcs a la espera de dccisiVnei*. de el momento que |¡i designación del Juez militar de­
pende del propio Mihlxtto. Además, sabe que en algu­
no.« cfl'ON, cuando a los efectos de Ja información del
estado de guerra hu convenido se han huseudo rápi­
dos procesamientos
Frente a este gravísimo delito, que además fue co­
la pionai Unidad en que los acontecí lentos se pro- me ido por un funcionarlo publico contra un indefen­
ducen; terceto, los ilícitos penales ev uaies están so hombre encap achado, atado, al que le reven turón
alendo Investigado! por la JusUcin Miliar, dentro de el rugado a patada» o a culatazos, el señor Ministro
su jurisdicción: cuarto, las eventuales infracción«’« no da luz nombres, y nos habla de una actuación pre*
disciplinaria« son investigada« adminístXatlvamente, m uñar Jal secreta, cuando sabemos que esos no son se­
con orden expresa de agotar les extrem de la in­ cretos. porquo todo« les disu> se están revelando casos
vestigación; quinto, tanto los jerarcas inmediatos co- de civiles que no están procesados y cuyos nombres
mediatos, ari como el propio Ministro, Adoptaron se dan por el hecho de estar inculpados.
medidas con tutu! celeiidad, acorde co la gra­

»
id de los hechos y mucho antes de que o os fue-
ran objeto de denuncia par lamen! aria o per nsjea
alguna; y sexto, ratifico que las normas ñu rante»
y las órdenes impartidas garantizan el burn to a
¡os prisioneros, y que las (lesvSacwjne* yo eiiht< que
se comprueben, como el que aparentemente ae i^nfi-
Kura on este caso, serán confÚ*.. ámenle suncbmlLJus
dentro cíe nuestras atribución?* sin perjuicio d<- lliu
responsabilidades peni les. que compele juzgar a'Ja
Justicia Mihlur. yZ*
I < ^Por otra parte, hay un funcionarlo qn* Integre una
iill,o directamente ligado si seño* Ministro, ya que se
Ministro; pl siquiera en forma provisoria,
020
Además hay, todavía, otra cosa muy grave Existe
un problema de sensibilidad, de seguridad nacional,
poi" el q.;e «e debió haber procesado esto rápidamente
Quicio r« cordar al señor Ministro — porque parecería
qu; nouióm tenemos que ser jueces también, ya que
RHieim* l u» <i«m<nlo» antes do que haya un pronun*
ciumlento• el caso del Capitán Amarte, en Salto, que
fu*» procesado y pidió que el Tribunal de Honor no se
exjádícra harta tanto terminara el proceso, porque te­
nía algunas lÁrtftí. qijí decir para defenderse y. rán
embargo, admlni«'.iatlvamente corrió el Tribunal de
Htnpr. Entonce», por lo meóos q) Tribuna! de Honor
m»e juzga por convicción moral, debió haber»« pro*
mpciado sobre este castf en forma objetiva.
dependencia directa a cargo de! seflfr Min'stro - el
ni 'parlamento de lnform«et¿>n de Deí’nsa- robre el
que le quiero preguntar qvé estaba hac endó en Trein­
ta y Tres. 81 no quiere que yo le nomlre. debe decir­
me el señor Ministro si e» uno de lo» que está sometido
h la Justicia Militar. En este caso no «e trata de r«a-
poiiiHhílííl/ide» derivada» de los mandos inferiores, e«
truta de una oficina nacional.
Buena el timbre Indicador de tlempot
iCnii|pana de orden) 23 «34
 SEÑOR EKESIDKNFH <Unpeche• Hh armnmii»
vi ticmno d<* su interrupción. »(«ñor Diputado
SHNOh’ ROSA D1A8 /Me permite una nueva nu
teirupcián, señor Ministro?
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL
señor Diputarte.
SEÑOR PRESIDENTE (Capeche). - Puede inte-
iruinptr el señor Diputado.
SEÑOR SOSA DIAS. -- Decía que el señor Minis­
tro nos tiene que decir algo respecto a ese funciona­
rlo que intervino en el episodio del ciudadano Ba­
talla, ya que se trata do un integrante del Departa­
mento de Información de Defensa, oigan sino direc­
tamente dependente del titular de la Cañera. Yo no
’o quiero nombrar, pero lo voy & hacer si el señor
Ministro no lo hace. A esta altura, el país tiene que
saber de quiénes son las responsabilidades, y ésta lle­
ga muy cerca del señor Ministro.
Hay otras rosas que el señor Ministro no dijo: los
fechas de les ordenes que se sabe que. de acuerdo
con los legitímenlos militares, deben ser escritas
que se libraron a ios mandos sobre trato a los dete­
nidos, fundamentalmente después de las (lenuncuis
que se hicieron en el Parlamento, El señor Ministro
Rovira manifestó en el Senado ~ y yo tuve oportuni­
dad de verlo en Ti cinta y Tres- qtt • se libró una
orden e«crlta e’ 17 de mayo, instruyendo al respecto;
y no solamente tiene que informar el .señor Ministro
ele Defensa Nacional sobre esa orden escrita, sino
¿cerca de como se controló en todo el excaJaíón. O
se?., cómo controló el Teniente Coronel Molina,
Jefe del Batallón N° 10; cómo lo hizo el Coronel gil­
va. qué Informe dio, qué parte rtlu y en qué forma Jo
hízx) Porque »abe el señor Ministro que hay un prin­
cipio - que no está escrito, ¡»ero que e» tradicional en
el Ejército— por vi que el Comandante os responsable
de todo lo que pasa en su Unidad. Exte episodio em­
pieza en el Batallón do Infantería N? 10, de Treinta
y Tres, sigue en el Regimiento Nv\4, continúa en Ja
Región y llega hasta el Comandante en Jefe de Uts
Fuerza* Armadas y de ahí aJ Mñor Ministro. coir,j
responsable político de la Cartera de Defensa Nacio­
nal, porque el Comandante en Jefe, ds acuerdo a
nuestra Constitución, es el Presidente de In República.
Entonces e.s necesario aclinar cómo en eftte cato
particular xe ampara en el secreto de las actuaciones,
cuando rn otros casos comunes no se liace asi ¿Có­
mo es píxib.'e que a un nies de la muerto de Bateíta,
no sepamos los nombres de Jos respon obles? ¿(taálM
. en las órdenes escritas? porque de {»cuerdo a la dis­
ciplina militar, se exige q ¿e ¡a. órdenes sean r.^ritat;
sabe el «señar Ministro que tienen qi>*’ ser claras /
rancias, que no pueden aer generalxs. Pido si es po­
sible, que *e ans diga algo o se nos lean esas órdenes
iintruyeroo s bre el trato a los detenidos Además,
que diga en qué fnr,.ia todo e-e rircalón controló el
■ /mpllmlénto de la« órdenes porque están tas ejeru-
torefl qU< cometieron el ódító par la acción, pero es­
tán temblón los cómplices pi»t omisión, y están, en
< ste momento - porque no se ha revotado n'«da al
país , les cómplice* por no decir claramente que
Batalla fue asesinado, torturado, qv.e le rompieron el
litando c patadas ¡Y esto• dígalo, señor Ministro? Al
país Ir lince bien (pie digamos estas rosas, porqué • r ñor Diputado, podría dar lugar a que un oficial &u-
(stamos defendiendo a los buenos oficiales. |No me
obligue a que lo diga y” V a que diga, además? qué
estaba haciendo en T’rlniu y Tres r| Integrante rtrLz .Xá^daXorto radar No creo que tenga que decirle a un
Departamento de Información de 1 jetenm, asi comZ ¿üeaulaNj a en Coronel que no torture,
r! del Servicio do Infoi nnurton drl pfnplo cuartal! ¡No
me haga dar rl nombre qv Jos iiscuinos! Quiero q’iW|
toá dé usted, s^ñor Ministro; quiero que lo diga ustr<\j
ptaqite el imH Id licita l|ilh »h i,. l»-># pnJiou' <ta -
mí no tiene valor; tiene valor viniendo de pot-
que se verá que estamos dispuesto» a encftiár estas que may oler conoce el señor Diputado, es in misma
cosas con seriedad, y a reconocer, de una vez por to­
das, que existen torturas y a tomar los camino'? que
hemos señalado para que estos hechos no se repltaiK ev na necesito decirle a un militar que no tiene (|ueAtor-
02 1 ‘«J.
(Miri v.> a* huía de la ve'ilii«, ¡dinít iota ta ventad
j nad-i mus que la verdad!
-¡Muy bien!)
üi.
SEÑOR PRESIDENTE icup^utn J uedé conti­
nuar el señor Ministro.
.'JiÑOtt MINISTRO DE DEFENSA NACION AI.. —
Itay dos o tres cosas que debo contestar al ;,cñot
Di lutado.
En primer térm no, él tiene la inquietud de por qué
tul Integrante del Servicio de Inteligencia dependien­
te del Ministerio do Defensa Nacional so encontrara
♦ n Treinta y Tret Bueno, eso a mí no me extraña.
El Servicio de inteligenc’a, por depender de mí. tiene
jurisdicción nacional y anda por toda la, República.
En ef:íe momento ése Servicio de Inteligencia traba­
ja, en una guei?a que se desarrolla’en tase a infor­
mación. en los rincones más apartadas del país No
ríe extraña que hubiera habido uno en Treinta y Tres;
cnpio actualmente andan muchos por distintas pnr-
lr,x del país No me Ihrryi a atención eso porque el
Pervierto de Inteligencia tiene jurisdicción nacional
y anón por todos lados.
<interrupción del señor Representante Sosa Días.
Kf ..puesta del orador. Campana de orden >
¿Que luiy de Irregular en que un hombre de tei
Servicio de Inteligencia, en una guerra de informa­
ción, se encuentre en la ciudad de ’’reintu y Tres
ti abajando, buscando información?
Esta es mu guerra que se conduce n base a in­
formación. (.Quiere decir que in infon ración la va­
ri os a Ir a buscar a la Plaza Independí neta? La va-
nr oh a burear en aquellos lugares donde w encuentre.
Tr a la infcnmación cj ol deber de tocio agente de
Información, y es deber del Ministro de Defen.sa Na-
c onal mandar a lo» agentes donde cea posible en-
।Intelrupeón del .señor Representante Soni Días.
Ciimprnc de orden)
- Cual do concedo ufa interrupción dejo quo ella
Manscuna hasta terminar e inclusive hasta doy pró­
rroga, pero cuando yo hqb’o y mientras no conceda
interrupciones —y no lo d!4o como una admonición—
deseo que se me respete en el uso de la palabra. Pido
calo po.qutr oBesco lo mismo. Soy muy respetuoso
cuando escucho a los demás y pretendo que se me
tinte con el misino respeto. Por eso me dirijo al an-
n:>r pieddente para que so me respete en el uscfl>
h palabra, ya que yo brindo el mismo i fatarmi
a 1oh señore.v Diputados,
Pt• sigo re!'riéndome « Ira puntos que se habían ’
,.-anteado.
En segundo término, ¿es necesario que el Ministro
do Defensa Nacional o ios Comandantes de Fuerzas
cjiprcsen por escrito que no debe torturarse? Pero.
,jor favor! Yo no cometería el error de agraviar a
nadie dic lene ole: “Señor: presumiendo que us­
ted tortura. No toitiire.” Ese hecho, de acuerdo con
ne memo Código de Honor a que se ha referido el
WtfW se dhtglera a mi en calidad de oiemttdo por-
lo estoy tratando en el fondo, indfrectamen-
i i» Presidencia e! señor Represen tente Un
lili) : ;
. £<wi yzrfrrri r'■* rt* qn*’ hd h'ibfatto f
¡xtra todos los escalones e Inclusive hasta para el MI-
nb.tro, que t: mbién es o fue militar. De manera que
taftS«»?
 na por qué <icir RcrnwncA. etcétera, etcétera. 8ln em­
bargo, desde un tiempo a e<ta parte - (’osa insólita
en la historia de las relaclooes de Jos Ministros con
las Fuerzas Armada* - <e vienen trascribiendo en el
Boletín del Ministerio d>? Defrnsn Narirnal laá pala­
bras que el .'■eñur Minb.ho pronuncia sobre la.« Fuer­
zas Annadns *’n iodos lu.s órennos parlcmenlarins.
cíalo que no se trascriben las preguntas que origina­
ron .sus re.spuc.stas, ni las réplicas a sus intervenciones.
Pero hay ai(,o más Insólito todavía, sus palabras se
trascriben y ite trasmiten a travi» da las órdenes de >
Mtnrtcto d«¡ comando Gewíd. pue^ti «firrw que e* J
» Wí
criben oxclUHivamenl« Intervención^ legislativas d» J
un setter Ministro.
Voy a decir con toda sinceridad que aspirarla a qua j
en una próxima orden de servicie figuraran las-pala-
bras que yo he pronunciado aquí en Sala sobre la tra­
dición de las Fuerzas Armadía., sobre el honor, sobre
la (m.cjpJina militar.
Por otra parle, no estaría de míu, que. frente al he­
cho ocurrido con Batalle —que es objetivamente una
verdad: murió asesinado poz las locuras- , 1c dijere
hoy, pera que cuando trascriban sur palabras en esta
MMión figure también esto dtnunclf., para qu-i no
crean que yo simplemente Be venido a inventar una
patraña, sino que es algo que objetivamente existió
Ademé*, el aeftw Ministro /rnbe que después de la
ttttteHo Me MüUli» üOUliló lili (IW M UtflWM t'.ifí
«Mtmnuiado en la Cásoaxa o dundas«
w*mb al y#, ^ue #1 hcffnb
eHmpenbad* pov loa * rnóhtaíttL
f*w»»s*ra *1 ae&ur de 1.1 fUptíbHcéj
MBpc* hecho’. ante 1« úmmcla de tflftjl
c4é*M* táektowmto»
loe hMm* se pnb tildan y denuncian **wl
tortura*, <4 sefior Ministro, como Jerarca y retnonsAO
ble político del «tu vicio, ante este cúmulo de dato*
• .da inquietud, dcóc recoi Jar a los Oficíale.;, a las’

Fuerzas Armada»», enfrien son »»u* obligaciones y cuáles i

sus instrucciones concretas, fundamentalmente paia
clarificar cuáles son la¡ di'erenciaí. entre torturas e
r^®uríM,*|k 5 Ljíartei lí®

: .2 w «irtanfto «jíwe À M W' f/M W

driá vT «iwrWBloo ?
< n esto» momenti *» *
quieta * Uidoa W

02 2 _

«3 « 3
 Y, '•
ga cuidado en "l tratamiento dado a .lo« deten kim. c ío tunes de que hubien? un Itelc de Ja >u.>iiela, eL¿
para que <•! señor Ministro de DeíeniU Nacional exi­ iiibumJ se pronunció. Hubiera utdo mi7 acertado*
ja que se dé cumpl'miento a lo que es una obligación que un Trlbund dé lionor, quo tiene méb’dos Mucho
de buenos ciudadanos y de buenos militares rcárs expeditivos para pronuin ¡darse, humera cilcho
800« SOüA DIAS. Pido la j-aliiara •tna palabra respecto « aquelhs oficialM inculpado*
8EHOR PRESIDENTE (GnUerree Ruta». .-Titeé U do fyibcr torturado ^ompañ«^ Batalla«
palabra el señor Diputado. ' Y
SERCJí? SOSA DIAS. — Creo <jUe na llegado el inu-í
mente cte loe ptonunciamlenVMk -if
Con absoluta lealtad débeme decir -;xjrque asi IoT
pensamos que !e.s explicaciones del señor Ministro*,
no han i.ido satisfactorias en inu-'Hoa aspe« ua; y '
ugr-go: er aspectos graves, por esa mzon, sin prrjui-.
ció de mnnirner la hwluii que presen hunos, y que
también vo*armnos, como ere*.’nos j my impélante-
que haya u,i pronunciamiento — y si lucia unánime,
mucho mejor aun , si irn jj.alemos ublenez lo nía».
irah-moÁ. por lo mí.r os, de obtener al«n, Vota < mos,
entonce«. Ja moción que iiun presentado las i'iihíadj»
naeuj;*a¡Uhxs, pjira que haya imnij c:r< iaiarn n que
comporte un llamado Je jderfa y que provoqu«* i.'
aceleración de la« ccncl jdenya fe un «umario qu< a
nuestro juicio y% podría haber terminado, en virtud
del tiempo trx nací mido.
Adomífe, ese pronunciamiento tamblér debe servir
¡Su a'iurta porque ‘..te ño ex un mo excepcional. E<
un (.mw' excepcional U *nwtc, pero cuando tlcno lu-
”ir unt muerte por que e¿> cxcepclu-
?! eso t itA Indicando cue esto |fe- ¡n&ii qitó el j
ex tremo de un "iceberg” cuya ;ii¡íM iia;óiwtf Lie é«»¿
«»condidH debajo de ¡M liguas y el a! li «Dbaio dsmdO
es’á io que isa necesario de-icubr*r y extirpa?, *||
A fuer de sím ero, debo decir al sciior síinistto ni-»*)
«unas cosas fiiijdes. para qi.o ’.onifi nula (k* 5- Ins'
oonfronlr, para doler minar si ni inlermaeión :rié cu
más veraz que ja que a .<1 le han dudo.
Puedo asegurarle qm; el doininno da muy/, p<>r
i» m&flana todavía estafa en su puesto el o,m thdán«'
ee del Cuartel. El xeftor Diputado Trui lo en»revistó
- Si mal no recuerdo, en eatos casos que rcvi.*.t/?n grr. •
«edad la separación dte cargo time que «er inmedia­
ta. Y «1 la muerte -como te steW MmUUo ttfirma
*• produjo, ei 34 Jo maya a te hora ti, la mwlida ।me-
rfcx haber «ido twwa-da inmMHtanMnte, «I dlu «K
4M?wwh 4b- netw en m» <twir>ei»nien'0 ><*•
4 iOwwtd d«' Trelni i jy
W’aí J. ''
wm w ‘ 4* lid raerfají <>>«41
mame *raátel|- Ar lo*
rW MY* Ate reeyvw rW|
a nótete «ó*»* &»j Mwm ejMHawf
. C- ‘tMax w Ü» «sé
Mmentlda* ’«tn'-***’ 4ei'>w*.t vín 1*4«
■ gusrmftA B*we dente' ?e4r;amc*teo <*e e&.* r «hete
nwe, t gKFty a* j¡r,>y. en && ofreéi*
«fe nriy. rwM p«>fWMI^<, ¿Aírti#?^.<W 7 íl
jwte * A ' 1 ■
mse amtear dtero «m» «tea ao a* mui >'K¿i
A* witetetv <f MMUMr tek .óte fnntv.»u^ A/aatejx«.
-»W «*** -fe a*-te«*er ee áei'i
. f 4# te a órse de te» F**tew* AreteiMte **<w
Jteteotewa ,<4 ~
de «»».Feíewite. trteeMte»*« 44 l-íoteid' Y < - -
f«mw nreMrae* aM*te<te 14 gite «telo« '
(¡»Meante» e> hétete / te <«e¡í«jHea Q
re de»;U -tete <* wtften » pra*to«a 6fc 'MÍii
• meteic* » pMhteb *te ®e te »1 M-ac*;
ci»»M VíW»vee-wie, teteMMfe W «atete * ■**«
«a eaprtai. «.*< ¡tete y «a «ék. de Uu
AirttiMwtM » W ^MW fateelOMM' •» ri rnbi
nal de Mmw. ifr rtein deíenim de fe» onecer <M? .r«^
p«r® ane ímncte^iMteMnte no mtej» i»ín«ana dmi-.«
r^peeto atete MM&rtdo ite UtelM» o »» a) rw/«<e
.a tCfcóitólón y a Id i^uelptimi ó* la» Puerzai Alma
>, rgciia
—^ iuMkiULM ¡

íudlcial y J.» Cr bu nal de ’!o

023
¿3 tí 34 4
 SEÑOR SOSA DIAS. Señor Fraúdente. r&r^ócto rtar ¿porque, pTéalsnnunle, occíojí, uunqua
a este punto yo digo: ¡Qué mejor meoinlsmí', qué cepchm’fNM »e ¿Hidrá dejir— como es lei.awmtf cta
mejor garantía para defender el honor de loa p!lelil­ un <’él»nid< a oaasa zaf tortuzao, oJtf^a« y afee* i
íes inculpados de irregularidades y do actos contra un grave cunte &,■ ■r^dlclcm huirlo U-; las fuerza^!
el honor, la moral o ia disciplina, que funcionen rá­ armadas que, .(«fU' fc/vty ai prfwmlp, tyá-“
pidamente los Tribunales do Honor! Creo que en este sido inalterable y lia 0fflrvif$n corBo .«.»úa er. todot
punto de los Tribunales de Honor las explicaciones ftlbunales de Honor y en la co^OJiñé d!r.*m4 añojales.
del señor Ministro no han sido satisfactorias. Y estos hechos que se reíMb^ a melfs ófejínW ’
Además, hay un punto de la interpelación sobre el que no involucran Al cuerna, iwsTque, A.W4
cual el señor Ministro no dijo una palabra, y «« el tlnguir— Ataran esta trBdiéió¿i:7Í^f^etó\. ñaoeí- <
punto c», en la parte final; "quó medidas se ordena-' en que esa ti adición se reeuperdí^^/qaj'^.itn ef país
ron para la determinación eventual de responsabili­ está interesado en que día ?e ft%{í/rmbíc».s
dades y ante la repetición de hechos similares*’ O Igual vamos a votar luea'ra molirn y mvM'r.-
¿en, qué medidos o qué órdenes se dio al respecto. positívo que hoy, como culminación cic
Además, quiero recordar al se/.V'r Ministro - aunque iación, nos pongamos de acuerdo ¿ítjrtus prine^™^' •'
no soy muy avezado en todas estos dlsposiciimen mi­ básico« que recojan el sentir :.’e toidor, Mé
litares- que el ariu-do Iftó del R 21 avala mi ü’sla lo que hublét timos aspirado,' porque decíaos r,i¿d Uwr s
de que los partes deben ser confirmados por eierltOk da sinceridad que ha habido falléis muy ccauíW#/*!>»■ , />.
»Qué medidas se tornaron pr.rn que no repitan es­ mando y qua hay responsabilidat1«» objatiVáv y /'i
tos hechos que. en definitiva, son el objeto de lu in­ .'(»Uvas que tendríamos que hacer •?feetiva»v
terpelación? ¿Qué medidas se tomaron para erradicar mos que como resultado do esta i n tai peíate Aú?,
estos hechos? Eso es lo que tendrá ríe productivo es­ rán ¿rlladw históricamente estas i-Wr i
ta interpelación. ñor Ministro hará todoc los ésfuerzoq^hfnvtÍM '■
Otra de las cosas que, seftúaba, conducen a situa­ no se vuelvo a repetir para que v,
ciones como éstas, y eso por conocimiento del ulma dol r- no pase a la hktoria como ??!
humana, por propia lógica- es el problema del en­ torturas. Wm gustaría que fuera iM 4'*»
capucha miento. tendió la tradiakm nacional de ía.i ' ->' -
ES seftor Ministro dijo en la Comisión del Senado <u moral, su óücr, su dlsclpliria y, ry/'■ /<
•je ni él ni el señor Presidente de la República Com­ país. Como decíamos H prindíJio, ct'iUin¿‘ \\
partían la técnica del encapucham^rito. tí! el Jefe los Umores y los de»urictam*M
Supremo de ’as Fuerzas Armadas, como es el Pical- para salvar al cnerpir, y le niit rñ) pensaOJ-> -
dente de la República, no comparte el encapuchü;- habíamos de los que corrompen al paí^' ' ,/
miento, tiene que dar la orden Inmediata a fin de Por exn. señor Presidente, máhtvnenw Jr ; v;
que cese, porque esa orden será una di las garantía» ciótt'/ ta votaremos, pero también acó
de que en el futuro no se repetirán hechos como el toluntad unánime del Cuerpo par» r*ie m •
que hemos denunciado. pjr Jo menos, vn pronunciamiento w- tBOfy "• ’’
Entre las cansos profundas —más allá del episodio- - htioo qw*Gy se ha dispuesto a de.
señalé el propio régimen de detención. Es necearlo de la persona humana. ' JMf
hacer algunos contralores para que no hnya una ln«
comunicación y una chance taies que don lugar a que
se produzcan estes hecho«. '
Yo le quiero decir ni señor Minlitro que loa deft-n-
sores civiles no han podido dialogar :nl entrar er
conV'tto con sus defendidos una vez procesados; a 'ou ;í
detentad* en unidades miniares no se le» permite qué $
los abogados civiles entren en las misma a. 61 una pfr* -■£
son t es procesada y nombra un abogado civil., a iq»
caá tiene ierecho, es requisito fundamental de la de«' f
¡tema habí r con el detenido a fin de poder defeiflh»
derlo. Y sí está alojado en una Unidad militar se lt
debe franquear la puerta al defensor para que pus* $
mu vertir c>n él y digo ron toda seriedad que ’■*
* ' hí > jno de Jos problemas de! régimen de dé-’
nción. 'a incomunicación de los ¿rócese idos con sus
propios abogados defensores. Porque ha habido una
-negativa de parte de ciertos Jefes de Unidades ti
permitir la entrada a los defensores para dialogar
con sus defendidos.
Pero está todo lo demás. Queremos que de esta in­
terpelación surjan las condiciones que hagan posible
la eliminación de las torturas en el pata, que se den
Hinniuí y que se defienda un dere ho sagrado, co­
rno es el de ia vida, que es primero, que e» antertói'
ni Estado, y que no hay ninguna alegación a tas fá<
lucias del orden que a veces se opone contra esto,
ninguna alegación de derecho* o de razone« de Es- JVj DE!7 1
lado para que ¡a persona humana no «a protegida, /Á
aun aquella que ee un delincuente. Pof algo en 11 (RCCESíDO
Constitución, sabiamente, hace mucho tiempo se pro* j|
hibió v se proscribió la pena de muerte, y por al|4
en nuestra Constitución se lia estampido el Capitula
(lo derechos y do garantías de la persona hufnana co- I
mo lo primero y más fundamental. i
Vamos a votar nuestra moción, pero si «lia no tu* I
viera mayoría acompañaremos la presentada ijor loi $
•ipcforea nacionullslas. simplemente quefemof deja*1
un í .sojvrdad, porque es necesario que lo hagamos. /
Cuando en el primer párrafo de ¡a moción se dice:
CúgmjhU'IH!* i on .‘»i| liailíi ion ha tóiu’M
immnros dMéattanvm trmiiIrnos a la hadulárt funtó"
 ite presentante*
W: Comunicólo en la Prendí, Planteamiento do fnr’ro

del tir. dpt'j, TltíA.C,

CESION: 2 ;i/',otito/J7-

*»!

SETOR SOSA OIAII. — ín forma oreve —ya que etó!

pocos instantes se n a reunir la Asamblea General
para tratar un problema muy importante para vastóte
sectores del Interior del país— queremos rcferímo*|
a la cuestión de fuero* propiamente dicha, aunquai
tendríamos! ganas da ocuparnos de una cantidad dal
cosas que ¡i* ha dicho aquí f
Destacamo* que «4 la primera ve.- qd<» en un
U” eu mi co­
municado de loa Fuerua* Conjunta* ♦nforma
------ 4«
manera que se hizo con respecto a la actuación á*Aj
un Diputado. Digo qiK es la primera vez porque Df^'I
putados de todos los »(dores poi’ticos que se sientan'j
en este Parlamento, de alguna manera intervinimos f
para vlabllizar el Interrogatorio que se iba a hacer a »
personas requeridas quo sabíamos que no tenían nada ।
que ver con la subvernión.
Alguno» iban a hablar con el *ub-8ecretario del In- % .
lerior, otro* con el de Defentia Nacional y otro* con rl t
Jefe de la Reglón MHIWr N’M, . 4

23 tí 3 ‘1 *

a
 COSA DIAS, Daniel,
àie presen t a nt •£>
THdAt BAVA, Radi y NILSON, Sèrico.
SESIONl 5 ••tb»mbr«/972
1. — Declaración ¿el Partido Demócrata -
(ristiano
Tiene la palabra el scAor Diputado Sosa Dias,
BBHOR SOSA DIAS. — Señor Presidente: vamos a
le?r una declaración emitida en el día de hoy por par*
te del Partido Demócrata-Cristiano.
Dice asi: ‘La Junta Nacional del Partido Demócra­
ta Cría'Aano, ai anuncia! la. liberación de los dlrigen-
:e», compañeros Raúl Bhva y Axnérico Nilson, expre­
sa; 1) Que la decisión de la justicia militar diépc^
niendo el nci procesamiento y la libertad de los mea *
donados compañeros confirma lo aseverado pública­
mente por <1 P. D. C. sobre su única mllitancla domó-
craU-crlstiana y frenteampUsta, y por tanto, su ab« 1
soluta deevlnculación respeto de toda actividad se- >
diclosa. 2) Que los ochental, días de «rbltrarU deten*
¡ -V... .¿i
ción, las torturas y ios malos trates sufridos por Ba­
ya y Nilson, comprueban una vez mis la existencia de
métodos indagatorios absolutamente inadmisibles / la
necesidad, para erradicarlos, dé restablecer de inme­
diato el régimen constitucional de garantios indivi­
duales. 3) Que este lamentable episodio reafirma el
compromiso del Partido para proseguir con mayor
ahinoo, la lucha por ¡a dignidad de la persona huma­
na, por la libertad y por la pacificación, requisitos
i ndispensables para hacer factibles las profundas
transformaciones que el país requiere. Montevideo, S
de setiembre de 1972".
Hemos querido leer esta declaración pura, en lo po­
ní bie, mantener la serenidad luego de estos ochenta
días ele prisión, que sufrieron dos compañeros núes-
tíos, cuya detención denunciamos el 14 de junio en es­
ta Cámara. Destacamos que no hubo sensibilidad por
parte del entonces Ministro de Dr.ensa Nacional, Oe-
naral Magnani, para saber dlstinmdr cuando nosotros
-que somos una comunidad política neria— afirma­
mos que ■’«os dos compañeros estaban absolutamente
desvinculados de cualquier movimiento sedicioso, qae
no tenían nada que ver con la sedición; Tuvieron que
pesar ochenta días para que —luego de un procoto
ki.íkíeno, ya que el 8 de julio estaba terminado el
presumarlo y el 14 de agosto declararon ante el Juez—
recién en el día de ayer fueron puestos en libertad.
Y esto ocurrió, además, haciendo pasible» de planto­
nes a estos compañeros, a uno de ellos aplicándole
media hora de "submarino”, y malos tratos.
En esta Cámara interpelamos al señor Ministra de
Defensa Nacional en momentos en que Bava y Nü-
sor estaban presos— por la muerte del compañero
Ba aihi., militante de la Democracia cristiana, que por
decir la verdad lo torturaron hasta matarle. Y Bava
y llilson, amblén por decir la verdad, pudieron co­
rrer 1« mbma suerte. Precisamente, los inocentes son
los que no tienen nada que decir que satisfaga a los
interrogad ores. Por eso es que las torturas y los apre­
mies ,físicos deben ser erradicados de inmediato. Esta
Cántara «l» oportunidad de la muerte de Batalla re­
damó el na peto * la persona humana en toda circuna-
tanda, Y parece que el Cuerpo no hubiera hablado,
paríce quo no se hubiera dado crédito a las denun­
cia! que se habita venido haciendo con reiteración.
H<n ¡mdernos dar testimonios, a través de dos com
penen» ase rea de ¡os euales el propio Juez Militar
lotf declaró inocentes, de que nosotros habíamos di­
cho la verdad sobre estos atropellos a hs persona hu­
mana cometidos en oportunidad de la detención.
Guardo Inierpelamce al señor Ministro por la muer»
to de Batallo queríamos salvar de la muerte a mu­
chos que iMtán detenidos, «ufriendo tortoras y atro-
ppllo.u y eso pudo haberse reiterado «on estos co.n-
i)i ñeros .
«Hilen# «I timbre iñdlcadnr dt tiempo,)
isl propio Ministro de Defensa NariomJ de la épo-
<'n, el \?ñor Magnani, nos dijo que habían confesad^
(pir err n culpables, que tente;', alias, Jfan mentiras
mediante lias cuales se han suspendido las garantías
mdh id jale s para personas detenidas, no pueden
seguir existiendo, y las torturas sólo evwarán H día
que en <d pais se restableces el pleno ejercicio de los
derecho« individuales.
Por todo ello, la declaración del Partido, y más allá
de la vehemencia, del calor y de 3a indfgnÁeifri, sig­
nifica m llamado a la responsabilidad del Gobierno
imm que haga respetar la ley y la Corwtitueióit.
Hollcito que la versión taquigráfica de mis palabras
.sea enviada al Ministerio de Defensa Nacional « a la
Dominión de! Senado que está investigando ef pr<£
blemt. de las torturas. "*
SFrtOR PRJE8IDENTB 'Gutierres Rulad <*
.• ♦Mí*
«Se Arotaj
-Treirita y nueve *n eoarejila y dos: Afirma Uva,
 ' ' ' wf í ■ ’•Y'?- . ■
"Ante la cuestión de fmtóty fhntaada i»r *1 aeflot• ’-¿
Representante don Bernardo iMildb, la <?&•
mar» de Representantes declara: su Eolliaridad con J;
el planteo formulado por el citado legUlacor, con Mí- ™¿
raudo totalmente satinfactorlas sus explicaciones. «— J
Julio M. Sari|iuinettl, Daniel Sena Días. Nmíih AckiO'J
hrhart, Julio OU'¿»r CahWi, KWbeii Ottali ¿•ra*, d
gti FscSiaettí, Ifraiacise» Marte UH4R«, Fraeeiseo Ferf
tena, H«f* Batalla, Víctor CorUwe, Juan Jaué •Mar- i
tine«^ Anteóte Amorói, Raúl Silva, Guillermo García 9
Coala, Julio A noria l«arraúaca, ilatnlr* 0ortái¡, Kod- |
nry Arismen< Alvaro A rocha, WásbinfUi, Váim«cow. |

hc:h^°

02 7 i
h.
 SOSA DIAS, □aniel.

Renreeentante.

TEMAi Atentado Palacio Pefíarol. Denuncia y repudio.

SESION: 7 diciembre/972

7. — Atentada enei Palacio Peñará,

SEÑOR 8OSA DIAS. — ¿Me permite tina interrup- <

ción, señor Diputado?
SEÑOR QUEDES. -- 81, «eftor DlpuUdo.
SEÑOR PRESIDENTE «Guüérrez Ruh) - Puede
interrumpir el teftor Diputada r
sí; ñor sosa DIAS. — con el permlsto del señor
Diputado Quedes y apelando a la amplitud que siem­
pre ha demostrado la Mesa en osto« caso«, en nombre
del Frente Amplio quiero denunciar un hecho muy
grave ocurrido en la mañana de hoy.
Como es notorio, el Partido socialista hoy celebra su
37’ Congreso en un acto público a realisane en el
Palacio Peftarol. En la madrugada de hoy, cuando al* ■
gunos mllitantei de ese Partido estaban preparando
el iccal para la reunión a celebrar esta noche, detonó ;
una fuerte bomba en mia de lúa puertas de acceso <1
ese edificio. Futo, señor Presidente, es gravísimo y to»|
nemo« qu» denunciarlo, parque implica la reinicia-1
ri An de la intolerancia politica y de los atentado» qröi
caracterizaron un periodo muy duro e» la vida nacio*|
nal y que se concentraron, fundamentalmente, centra}T
el Frente Amplio y contra los sectores que lo integran, f
Además, quere nos responsabilizar de esto ai señor j.
Presidente de la República porque, trayendo viejas fa» j
latina del interior Gobierno, en oportunidad del dld^’f
curso pronuncili do en Cardona práctimamente asimi­
ló a la sedición a todos aquellos que no piensan como
él y como el vlior Juan José O ari. Esta es una irre»«i
ponsabllldnd de! Presidente de la República, quien tle-f
ne como misión funda mental velar por los destinos db'f
todog y no embanderarse politicamente y desatar w
violencia verbal contra ningún sector político. f
8é que el señor Presidente de la República caté u»3
ixico flexible, que inclusive dejó desconformes a tatt
sectores político/; que están con él apoyándolo en «T
acuerdo nacional, porque también fustigó a quienes
no quisieron voto* algunas de hw suspensiones de ga*

rantias, y entre eltos figuraban integrantes de los sec­

tores que constituyen ese acuerdo nacional. Y
bién a propósito dei homenaje a la figura de Nardone
trajo el viejo pnhtomi de ese comunismo barato y
chabacano. qué, conjuntamente <?nn la Liga laderai
Ruralista, endilgó a todos los que no pensaba» como
ellos. Aquí podemos recordar jaquel famoso "coiaunU-
mo chepa 16” 1
Entonces, efi nombre del Fíente Amplio qoeiemgjj
advertir y llamar la «tendón sbórtí FW
esta bomba colocada en el Palacio Peftarol tw es ddM
ira el Partido Socialista ni contra el Frente Ampafg
es una bomba contra el país. Queremos llamarla
ción porque el. señor presidente es responsable en^E
medida en que desde su cargo de Gobierno ha InloaM
do la política simplista de querer hacer «parecer
el orden ti todos lo» <iuc o»it¿n con él — que cada VM
son menos- y en la sedición a todos Jos que no pleilM
san como él. Advertíalo ¡ al país sobre este problem«
que tendremos que enfrentar con toda energía y, ag
misino tiempo, jumarnos la atención para eme la fuer*
za pública investigue y localice a los responsables. NO
podemos permilJr que se vuelva a vivir la época del
"escuadrón*' y de los grupas de ultraderccha. que ti­
raron bombas sin ton. ni son a todos aquellos que no
av*-

02 8 23 tí 34 «
 JJO SA~ DIAS, Qaniel.

Ranra»antanta.
TEMAt GUEDES, Edagar y CABRERA GIORDANO, Car,.«lo.

SESION I a febfwo/9',’3

A) WNomnwro por fasto de la cajmka

DE REPBEtfZNTANTI« SOBEIS IMPtrf/iClOT® ,
EFECTUADA* CONTRA MIEMBROS DE LA MI3MA A 4
RAIZ DE HECHOS QlE LE SON ATRIBUIDOS EN -f
LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE MONTEVIDEO >

Monlo’/idco, B de < ebrer o de 1OT3. 4

8r. Presiden te de la
Cámara de Representantes
Don Héctor Gutiérrez Rula %
"í
Pi exente !
Los señorea Representantes que suscriben. en su ca­
lidad de miembros del Cuerpo que Ud. preside, en
conformidad con el artícul) lis de la Constitución de
la República, solicitan que la Cámara de Representan
les conozca sobre las Impntacioneíi de delitos graven
ocurridos en la Junta Departamental de Montevideo,
que son de público conocimiento y que le son atribuí’
dos a los Señoras Representantes Edegar Quedes y
Carmelo Cabrera Giorda.no, poniendo así en funcio­
na miento, el Juicio Político previsto en la citada ñor»
ma constitucional, para hacrr efectivas las responsa­
bilidades que le pudieran caber por los talemos a los *
citados legislado!«* ¿«
A estos efectos, enamiiántiM* e«ta Cámara en Re-
ceoo, los Inscriptos recabarán las firmas necesarias,
para la citación inmediata de la misma a los efectos
de 1« Urgente consideración de este asurto. i
Saludan a Ud. muy atte.
<4
Cario*. Raraibar, Representante por Moi^evMleo:,
Pablo Otero, Representante por Montevideo;
Sebastián Eltaeln», Representante por Paysan-
dú; Daniel Sosa Días, Representante por Mon*j
teldeo; Carlos Texelra Varesl, Representante^
por Salto; Ariel Días Pujado, RepresentanteJ
por Soriano; Antonio M. Sa racha, Represen»*
tonto por Colonia”.
 tto prodentante •
TEXA: En] Lucimiento, dol S. » Kptn,
bESLON: 21 febrero/973
KEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Ruiz). — Tiene la
palabi<i ti señor Diputado Soaa Dias.
SEÑOR SOSA DIAS. Señor Presidente: Edmun­
do Sonreí; Netto fue hasta hoy nuestro compañero en
este recinto. Etn la distribución de tareas que corres-
pondo a ios dieciocho legisladores de nuestro grupo
que integramos e&te Cuerpo. éj se asignó fundamen­
talmente dos: la de la Comisión de Instrucción Pú-
olica, vinculada a sus inclinaciones más queridas por
•a cultura y la enseñanza nacional y la de la Comí-
íión de Constitución, códigos, Legislación General y
Administración, a la que brindaba su contribución y
participación activa en tottas aquellas reuniones en
qup trat <ban problemas relacionados con el derecho,
con las garantías de la persona humana y con las
bbertades públicas
Pero también So,’res Netto, estos temas que tienen
ver ron la libertad y la persona humana. Ion vi­
vió intensamente todos los días y en todas las acti­
vidades. Muchos quizás no lo hayan visto, om su.
precaria salud, recorrer tribunales y más tribunales
para ccureguir Justicia para los destituidos de Uto y
de Ja barca. Eithba siempre al lado de aquél que /su­
bía persecución por la Injusticia.
En el seno ce ente Cuerpo hablaba poco en las
asambleas plenarias, pero dialogaba mucho y traba-
Jaba mis. ÍAt VfOi’ñ que hizo uso de la palabra, po- í
nlendo toda su sabiduría y toda su pasión, fue pié" |
cipamente cuando* se rozaban aquello» ternaa por loa d
cuales se Jugó toda su vida: por una enseñanza ne- I
cional y libre, por el respeto de los derechos y ya- f
ranflas de la persona humana —comprometido» por ^
la suspensión de las garantan individúale* y la Ley.
de Seguridad del Estado- y por algo que «1 test rno* ,g
nlo de su grandeza, que es la inocencia dé un arnlg». $
Fue un rebelde empedernida irredento. y entre mu* |
< h?s de sus rebeldías se contaba Ir que tuvo en for-
ma espacial con los médicos, a quienes nó le* hi«o *
a=o, 'Mips muchas veres, contando con la rompllcl- ?
^|ad de aljzunns amigos, se fumaba un ci«>>rrlllo, que
oigo que no debía hacer.
Lo qtte pasa es que él tenía una concepción de la
<¡w¡ ea 1« lucha, y murió en ella, podemos decir
que murió en so ley y en lo que él quería y creía que
03 0
NETTO.
'
/
' debía aer y qui wlirgto que «u propia vUfe.T?
í
anoche dio su aupremo testimonio. Muy bien M dial <
que no hay mejor prueba de amor que el morir nct $
'í un amigo, preeisamento ayer defendió la inocencia .
j de un amigo, y lo biso sabiendo que su salud era pre- |
I cr.iia y que ene día, en el trajinar de toda» Im tarea«
que tuvo que realizar, ae vio obligado a retirarw un ¿
momento a su casa porque tenia una puntada en el **
pvho. Ese trabajo, esa,5 emociones, esos refuerzos, <
lo hicieron caer en e’ teatro desde el que qula> slem- i;
pre luchar.
Soare» Netto se va sin poder ver la aurora de un ...
nuevo pina, al qi«e tanto amó, Quedan su» coaqjafte- ?
ros de la 1001 y del Frente Amplío comprometido» $
máv que nunca a la fulja de eso nuevo amanecer en .4
lo unidad solidaria de rodo» los orientales dispuesto^ J|
a ¡a construcción de la patria nueva. Se dice que
a que nazca ia flor debe morir la semilla, iSourtm»
Nc’to es la semilla que permitirá que nazca la flor^O
Con él, con sü gran contribución, los cistintos gru- 3
pos político» que integremos el Frente Amollo nomo» "
sellado una unidad indisoluble. Esa unidad no se
quebrará porque debemos cumplir el programa de
realizaciones para este Uruguay nuevo que queremos
y que él no va a ver. Ni la muerte de Roanos Netto
ni la de ninguno de nostoros púdra quebrarnos en
la tarea de realizar ese programa con el qu- nos he­
mos comprometido ente el pueblo. Podemos decir que
esta» npjeites* en lugar de frenarnos, no» dan nueva
vid».« , r • '
 a' amblas Gynoral

TETA: 1 KTKNC fONIfi .' Y C.AdTíJOS AiLJCAbOJ A CIUDADANOS

URUGUAYOS.

■ Josi6n <) y 10 marzo/992

i
i

.........
* - «MKO1Í SOSA OJAS. W > '
na lartta da Larracq, procooBfla «n m asistencia
I a la aaociadán para delinquir, fus puesta «n libertad
í provisional el día 0 de mano, con vista fiscal del doctor
I Pascual. Todo al tiempo en «u reclusión, por una enfer­
medad, por una hipertensión, estuvo alojada en el Hoa»
¡ pita) Penitenciario. Tiene 8 hijos de 8, S y 7 aAo». ■
Cuando la resolución judicial, ajustada a Derecho, ,
la pone en libertad para que se reencuentre con sus
hijos, y pueda atenderse debidamente de su dolencia, se
lo interna en ia Escuela ’ Carlos Nery”, agravando la ,
। angustia da sus lamí liras como si hubiera comolido un
c eiito por el que debiera aer borrada de ia convivencia '
1 imana dol Uruguay. ,
fisto, icftore» legisladores, repito, ocurre con estos
I delitos. Poro lo ciue es mi” terrible es que auooda oes
liar sonao que no han cometido ningún delito. ’
Brendu Bogliaccini, Noria Julia Butlaroff, Banda *
Morales, Jesús Heber Silva, fueron detenidos el 27 di <
febrero par una patrulla del C1M, donde estuvieron alen
jados hastn el dio 1? do marzo. Mientras estuvieron allí,
fueron apaleados con cachiporras, hombreo y mujeres. .
Eso castigo io dirigió ol Teniente Jo.rge Seguí,
El miércoles siguiente, fueron a la Jefatura, a! i
4* pisa. Dt allí las mojona pasaron a la Escuela ‘’Carlos
Nery” y los varones mayores de edad a Punta Riela* •
¿Hubo alguna decisión judicial para que ello ocurriera!
Ninguna.
Me pcegunto ai esto ve a seguir hasta el 80 de abril
y «t país io puede tolerar indiferente.
Cuando salimos en la noche vemos la ciudad desierta
y lesearas* JhMNt do M»mrlek* ’Toperas’' y "chahqui-
| taeY qiae usté« ©tenada a cualquiera que pase, porque
todo» e» neta Montevideo <io hoy son sospechosos..
—. Jde pregunto, r«Mto» si podemos seguía asi.
Bato lo digo porque io viví anoche, cuando con cotqpe»
Aeres de hi Júveñteul Demócrata Cristiana salimos a na­
cer una pvgatirta eco motivo del Congreso. Entonces,
nos encanijamos con eso eipectóculo triste do un Mon­
tevideo diserto. Miéntente ocupado por la represión,
que m te úsde» vteibte. IFue el mismo aspaeWulo al ,
que ssistiinus «d día en que al asAor Besdaberry, nuou»;n
Presidente 4» M KepábUc», rw a juras o así» saaialí^'
Era una ciudad trlst* vacía y basta desdo loo
joros aparecía la represión y dónde lo que
como público un ian esquinas, era formado, es»
por agentes de la represión. La población de Moa
se había retirado de las calles. Entonces, pregunto
total lealtad y sinceridad a los compañeros uel P
. Nacional: ¿es posible para un. Estado de Derechas
posible por la convivencia humana, mantener un, *
más este terror, este miedo, esta falta do libertad*
Repito para aquellos que no han tenido ningún ■*«
ceno, EÍtiefior Miniiilro del Interior, haca unos años, tus
un proceso muy sonado tn la vida política del paii
ese entonces, 1B64, en 11 mesas y medio, pudo dele*»
con 238 artículos publicados en la prensa, a «U la

23 ú 34
 '.sa r i at*h i«1
AAmrVloa Gqnorgl

Tri A : LlHERTAb DE FHENSA.

Stslón ì y IO n»'-zo ^r'T¿

tunicado 51 del 5 da v ”
। * *
I El seftor Ministro también' hilo referencia —y veo que i
ha tomado nota — a
/------------------- * ...-—..».M,»,,*..!■ '>
ia detención de Héctor
irwill,
Arnodlo Péres.
............. ...
1
Esto también constituye un record. Parece que fuá
h hi Argentina a hacerse la cirugía estética. La o;>craciór<
"ífifeNdR No péiuatNi Ifilffventr, pero insumid una abultada suma, que fue pagada en «kilic*»«.
ya que el nvflor Mfnbftim aludió n uno de ion fenómeno* y aquí viene ia Oficina «te PÍnman de la# Fuere«» Con*
más escnndalowi« de '-»«do* tiempo# de faltn «lo llbMud de juntas, en defensa «le loa Interese# del país. En ptrtrttúr 1U-:
prense, como he sido H de los comunicado* de le Oí «ciña gar, dicv que ron finos ciimin.»!«'# habían inve.-itigarn las
de Prensa de las Fueran« Conjunta«. voy * hacer una*, ¡irth idíMÍe« del «eóor Presidente «le i» República — >» equ¡.
breves con*i<lcracinncs. tiran nn pialcito-- el»«rtn libremente jx»r el puehln. .
«Hitaridnri. i * i
Digo, sincrram«?ntc, que me gustaría coimmui h »u» te«
< lectores, p >rqur despierta gnu» interés saber quién ■• , .y ni tililiw lólHrv*, «In imp«>rlari< si afectan o,
itas co:<a*. Me alegra mucho «»ir que el señor Minia- in> « la economía nacional...
tj^piga q-H‘ ha r«vid<> leyendo jos partes <i<> in# Fuerza#
Conjuntas p>ra r^’r» lo* aw«$!M* 'A»4m» «Mpertirle, clara» < Hilaridad, i
mente, que es muy drfinf q«rr e*to» escribas puedan redan«1 .-á
tar objetivamente. Creo que ia única solución. y el mejor ...confirma ia falta de eiu’iupulo# que l<># aniniu
argumento para levantar, hoy, tenias la# icMricc’kincj 0 hb
pren<a, #on. pi «*r»wimente. los comunicado* «le hi* Fueteas Esto y» v* el colnio. Solamriitr ¡»u'de expiicarM* p«»r
Conjuata»? ■ :f uiut raníui. Me hó fijado rn la h«»ra en qu<» se escriben es» ¡
* ’ . t«M «vwminlewdcM. ‘(leneralmente ca al mediodía o n la no- «
‘ Hay do# comunicados recientes que son de antoivglli^ che. Esfr» significa que extim escrito» |x>» trasnochado»; ’
ty ytj qutaieNt qua fueran recogido» por ia versión toqui* de otra m<<n«T:« no |»Mirlan .salir a la luz púhitca estg*
I gráfica, para hi historia del aturdo en e»ie pait. .J «MSÍHI.. • , ' í
yo qui'lin ri[H»rtnr Pí»to, porque MÍ hay una cusa que
thme te |>iw*a en H Uruguay es qi», por lo menox, hay
«nectu«Mn>oH par» contrelar la verdad de lo que sp dice.
Sustituir la libertad di» prensa por eatox ¡ameedimirnt««
i'« realmente trrgivmuir t«»dn el orden y toda la conviven-
<úa «iri pib
Es jk»r «K que entiendo que «Mitos comunicados son j
«I argumento terminante pera que esta noche se levan»
ten toda» lea prohlbteiones a la prensa a fin de que rea»
piando*«» la vefdad en •? país, escrita con la reaponaa»
bllldad <5e quienes tienen medios de expresión í
„■ —■ , -- ---------- ... ....,^_ .f... .._ ■ , [t<m| ■ , . - ... . _ ............ Mi—*
 '»A biAJ, Lan i w 1

A • ftTih l 0 u /■ t» nw r ii 1

TE:'A?' ACCIDENTE üUK üUITO la VI¡ A a Zapicán AFHANCET,

Je.sión 21 y 22 mar;8ü/9?3

t SEtOR BOBA DIAi.— Tttve oportttnldacfW per- I

tlcloar en I» reconstrucción del hecho, Basta súber que
l el Juez procesó ñor delito de homicidio culposo, es decir,
no Intencional. Este homicidio culposo hizo pos'ble que
transcurridos creo que seis o siete meses, fuera puesta
en libertad condicional la persona procesada.

Además, fue muy claro: inmediatamente de ocurrido

el hecho Intervino la Seccional 31* y ce hicieron las
diligencias prácticamente sobre el1 momento. Temblón
obran las declaraciones del muchacho oue acomnaftaba
a Arhancet: efectlvamente, los dos estaban armados,
y en un enhodlo desgraciado, cuando lo fueron a desar­
mar, manipulando un arma que no conocía —nunca ha­
bla tenido un arma en las manos— se escapó un tiro.
Eso quedó totalmen e claro en It reconstrucción, pero
lamentablemente la prensa no lo informó así
Me rem’to enlamante al parte policial. En principio,
ningún parte policial es favorable al Frente Amplio
cuando los hechos re protagonizan en sus locales o por
sus multantes. Bastaría que se leyera el purte de la
Seccional 3H para llegar —sin s'quiera recurrir a loa
। antecedentes judiciales— a esta misma conclusión.

i Me IntoieM hacer esta adoración, porque hoy eotao

que oo replton constantemente y osí se va desfigurando
lo que surge del mcpedlents jodido! mismo, de! cual
resultó clare la delta de inteneJeofilldad / «1 cartetef
accidental del homicidio.

23 6 34
 ■'\.SA D! A3. Dani «4
na n
TE: A: '¡rni.'N i;UhKii.‘:AI’fcNTÀL LEL KX-vK.Vi.HDENTK UCJJCC /uì.-.C'-).
Xii'n ?1 v ’’-i tiirio/97?
\PROCBAM/
mtm SOSA DIAS. — Declamo«, aeflcWróitente,
que no rohwr.fTife extate le eventualidad de culminar el
juicio politico y® iniciado con una aentenria del Senado que,
aun cuando no tuviera lo» efecto» consfltucfonales de la se­
paración del cargo —para lo cual se necesitan lo» do» ter­
cio«— 1« mayoría que habría tendría, si, un efecto político
»obre el residenciado Jorge Pacheco Arreo: pero adetnés
nadie puede olvidar que el 13 de Julio de 1971. a la misma
hora que dictaba un decreto que expresaba "Re* tabléense
las medida» pronta» de seguridad** - -conteatondo ad en
forma soberbia n la Asamblea General, que In» había le-
¡ ventado—, se dnba e. publicidad una nota antològica nue
el Poder Elerutlvo envió a Ir Corle, por la rurt1 ae nr’piba
a cumplir con la llbrrtnd dpi matrimonio Qilroi*», decre­
tada por el wflor Juez de Instrucción de 1er, T>uno en un
recurso de “babeas corpus*’, y en la cual se decía que la
Asamblea General era la dueña do tes medí.tas.
Aquí, en cualquier momento, en estos meses que fsltnn
blata el !• de setiembre, nosotros, los dlputndn«, pudramos
plantear la regp6n«nbllldad de te violación constitucional mío
significó este episodio; violación constitucional que te fin-
pretal Corte de Justicia comunicó a )n Asamblea Gemerai
en notai dtl 15 de octubre de 1971, y que anlot babbi aldo
comunicada por e1 propio Juez que »ntendló en el asunto,
dictaminando que ¡el señor Presidente de la República y el
seftnr Ministro drt Interior hablan Incurrido m el dritto de
cfeMcvto a te tastici». También el Juez de Instrucción de
tao». Tírrt» hatas etevata, una noto. 5ton dos hechos stiper-
VtntoHtM al Jtorto paütaro, «He pneten dar lugar al plan-
taMnteHto te w mwvo juicio político
algo que w ha dteM en asta Ral#. CuatWto el
señor Jorre Pechero Arroo va no tenia tan del
poder, poroue aquí, **W esta» ww» rottalo uro taire onte«,
había Jurado el nuevn Presidente de la RrpúHten: por lo
cual no tenia la Investidura, cometió un n-m»o «ta’fto, éste
de carácter común, porque no estate rompro-ytafn en ef
término del riereIrlo de ww función ni en eu función mtama,
a1 acusar de amedrentada y tetail a nuestra Justicia
Nuevamente Incurrió en drbtn te tewrwto. nrmwh por le
forma como fue cometido, la persona dd que lo titas y «d
Ambito en que fue pronunciado su desafio.
La Corte, en tesis discutible, comunicó esta demencia a
le Asamblea General y al Juagado da Jwrtrateón do
2do. Turon: discutible norqne de esa cmnuniraHón «e tes-
prenderla que tete delito da desacato Imputate al aeftor
Jorge 'Pacheco Amen, »In lnven¡fitera al/una, rHste «om-,
prendido en ?i fílelo de resldenrta y por m» tetar «Ate
Metido durante el ejercicio de Ja fundón te Fmtatamta ib
In RonóbHrn, ya no la tanta, es ajeno al luido notifico y a
In residencia seria de la misma nrtupHero tpie a9 teOto
común une se lo podía helor Imputate ai «I salir dd Pa­
lacio Ew«óvr-g hubiese com< fido ctw’qu'rr delito cnsnún üfí
la vía pü hilen o en crnteulor lunar, filn embargo, hoy vwasro
a autorizar al residenciado Pacheco a tue se vaya tei pato
sin decirnos «dónde vn ni por ritento tiempo, «istrwvén-
fiota, eventualmente, n la acción del pvueean común por la
justarte común. Esto tiene que aurdnr claro, porque teto-
fiHW s/gflfwwytoy qw AVciy uno el punito te Viste pe-
Utico, aaumé sus tespwnsaWJidad« j
El aeftor Jorge Pacheco Arreo, que tanta» vtete Invocó
iu soledad junto al pusbto, se olvidó que desde el 2 de no-
'<•'<v<~ ‘‘ J-
vMbre de !MB dejó de Ir a (Malquier acto póNtoo dUNto
a que en un evento deportivo el simple abúrelo de su pre­
sencie concitó la silbatina y el abucheo geuernl. Además,
cuando lo hler», fue rodeado de su comitiva oficial y te su
disjh^itivo de seguridad. Gano se dijo aquí, el 25 de i insta
de HfT concurrió al aniversario de la Declaratoria de la
Independencia* y un vecino muy querido y conocko del
lugar, tuvo la ’ insolencia'' de poner frente al estrado oficial
un cartel que día: “La cuestión es entre la libertad y el
derpotismo - José Artigan"
El entonces Presidenta so molestó visiblemente, respon­
diendo a ese cartel en el propio discurso que pronunciara
con motivo de la celcbntción patria. En ese mismo acto
i aceptó, violando nuevamente la Constitución vigente —y que
sigue vigente— una candidatura que ella prohíbe y de la
cual se ha hecho aquí profusa referencia,
t
Pero nosotros no Queremos centrar ol punto en las dto-
cufiiortes laternlea; aquí ya se ha hablado mucho enfocnndn
toda la labor del gobierno
(Apoyados.)
—Tenemos nqul adelante, en forma fleta —como es su
cnitumbn*-, al residenciado Jorge Pacheco, y tenemos que
Completar el cuadro de e«tn» aflo». Son años te un trabaje
a tengano, que contribuyó enormemente al deterioro de la
economía nacional y al desgobierno. .
A los resMeneisdos, en las Leyes de Indias se tes erigía
la rendición de cuentas te las hádente« póbltena, de su»
trebejan, te irm nirv bt/enas y malea. Hoy aquí se ha hecho •
rofvroncie a algunas de les obras dol antetior gobierno.
Y hubo una pauta: en un momento en que el país vivió ;
momentos te una crisis muy seria» tarante le que muchos
no denransamoR pera buscar, cada une por sus caminos,
una salida a la RcwbJIca, el prínclnai responsable de la
conducción te un pata en crWs holgó todas las veces que
quiso y utilizó Jo» resurlgs Cel podar pan acntrtbuir a su
ho ganxa y descanso.
i
Hi sigo pudiera ejemplificar ese conducto —que pes l
cierto ningún Presidente de la República ni fwwlí narto enti j]
canm público puente darse— de gobernar en rata) libres yfl
ruando p¡«Jr. clin fue tiste por el prorrtma puta rítete en I
la preña« con rr-uivo te la visita del Presidente Leviaston :
a li ostonría te 3»»n Juan. En él se derla más o rumai as|,
a lita 9.30, (Icsmvui'o; « Iu? Ki.'io, pasta; te 11,30 a 12, R»talól¡
de traba!«»: a las 12 30 almurr/o, e»»n un menú que incluUl
vwiado. Y luego, a la tarde, *c re<M»tla un rrograma slmi»
íer, con media ¡tonta te trabajo, ;>ora no entrar «n “sur *
nMStuqpi1'*.
RecordenxM el fastidio cnsndo el secuestro del aefinr
Jackson. ¡Cóma m Atrevieron los Tupamaro« a ¡eeuestrarkfc >
ruarte ¿1 estaba descansando en La Fortaleza de Saeta
Tsraaal
Vinieras la» conminación«« de afuera. Y, molesto, ttet
que recibir al representante de Q^an Bretaña, para ente-
man« del aecuustro del señor Emlajador.
Fndrton«oe reiterar algunas te las eneas que se (fijaron ,
aquí. La mtami prensa durante esc régimen —que ha «Mó
rotatete en este recinto como Integrado i*>r muchos corrup-
h« tete »’nuestras te cómo *e h»n utilizado, para una
Mmpte «venturri te pesca, las pocas cmbancaclonee que te
qiMNtart a te Marina Nacional, loa helicópteros y los aviones,
partí «ildar un« buena pesca de te corvina n< gni
Y WtaMta ikm anteramos cómo en esos largos fines de
«emana, y aun durante la semana, tenln tiempo de practi-
«ur su deporte favorito: la avitción. ¿Cómo entonces no iba
« «atar «f» el 59* aniversario de la aviación? Pienso que debe
wr el esmpeór. de horas de vucka si •** computa soiamaute
¿ ««tata cuatro a/toe. <^3634
El otro dte y<» te rer**teba ta seta* dif itaj
terím» que runudo é) era rWrata'zr te te fAroeeMtv te *fógrtao
cita, un ax-Mhlstro dai Xntarfer te acusó de nátrag»
 rpor tener un despache medianamente decoroso, ¿Qué ten*
। drlatnoH que decir nosotros j»ara completar In biografin del
j residenciado, rcsqiecto u la forma en que equipó su propio
t alojamiento, hoy amurallado, y cómo utilizó los bienes de)
I Fletado pura mu propio disfrute persona) en momento <l<*
! «Thh y dificultades para el |>a¡s?
I n iáti no i puedt; hacer? A contrario de lo» nrnntoi del
Ahora ha llegado el momento en que él pruebe que
tuvo, aunque fuera «»!<>, algún mina o ron el pueblo. Ya Ma­
ritata decía que una de la* Manrtonéi más terribles que tiene
i ia convivencia denwiriátic;i es la que Impone la propia
* comunidad r' quienes' le tramp'-an,- aisMndohw, haciéndoles
el vacio, hadándole«« la vida insoportable, |s»r no tener las
cnndlrionbs mínimas para esa <*onvtv«»t;ch<.
Sm .ta'ama<iz«ir. qú*“reíri^ d#í,rr qo/'
ia «tasación <k'f pt is > qw beino* venido a hacer mMnlm
4'oiuytrurtivu.,
En ti dia <it» hoy, a lo larqi.» de uslu Mndon, .m* hú re-
, cismado la acción l< ¿isltttivit Téngase la absoluta seguridad
. de que en his Comisiones y en las sesiones del Pai'lamcnto,
, lo» legisladora ; del Frente Amplío estaremos para luchar
| ¡M>r el programa que lv\ untamos, pero no con un sentido
{ sectario, sino buscando las coincidencia i que no# unan, n
i fin de poder hacvr, al mvn»»s en estos cinco años, algo que
í alivie la situación de la gente y que ponga al país en marcha
J^iacla las grandes transformaciones.
< Apoyados. )
— ¿Por qué enttífK’fM temer que el sefior pacherò
quede? No hay nada que temer.
Mucha» comhh le hubiera gustado ha< t*r huíante el ejer­
cicio de tu cargo. ¿Acaso no nos amenazó en eaporMicnji
vtarttasí a los ruártelos f >m discursos de intención golpista?
¿Acusó tanta» veces nó enervó a ia Asamblea General ame­
nazando ron posibles salidas extrnconstituclonales? Y no
tomó jtor esos caminos, ¿|x>rque no quiso o porque no pudo?
En definitiva, .señor Presidente, décimo*: ixirquo no pudo;
porque hubo un núcleo de legisladores, que itonrau a éste
y a cualquier Parlamento, que ¿atuvieron siempre dispues­
tos a enfrentarlo en el terreno de la» libertad««: porque
l hubo también un movimiento popular en el cual estuvieron
I tos estudiantes, los trabajadores y la organización política
I que constituyó el Frente, que en la calle 1« demos! ró que
f ya en esto país ningún Presidente puedo hacer io que quiere.
! Esta es ia realidad de hoy. Si se dice que el señor
i Bordaberry propicia una distensión, quizá y ata qu.Lsá,
. no es porque lo quiera, sino porque »abe que O© puede;
gfeue en este partido jugamos todos y que todos nos inove-
Wnos en la ranche. No hay nadie que juegue soto y nada
! se podrá hacer en el pa»s si no se cuenta en efl fati'io
i con el aporte Invalorable- de la clase trabajadora, de tos
! sectores estudiantiles, de ios técnicos, y r4<> la Vliiversí-
1 dad de la República dispuesta a servir un paíd, mtlu-
; slve dialogar ron el gobierno, si es qu • el disloco ?» <in-
i cero y leal Y nosotros también, porque no venitro» nada
, más que a servir al país y todos los días tendrem®« que
responder a la angustia de la gente, no con esta*) pala-
! bras que pronunciamos en la Asamblea General. «no con
; algo que no puede estamparse en una wrstou l»<iMgré-
flca: ton hechos que se ven, e tocan e, inclusiva, se
oyen.
Señor Presidente: nosotros podríamos haber dicho toa
mayores anatemas; podríamos h.^her juntado Mm tos
adjetivos con todas ias significuctonc» que ello» tienen y
que han stdo en esta Asamblea motivo de discusión; vi
e» una acepción ridiciúa o un adorno mal hecho. Ix> que
quisimos marcar fueron hechos, y hiihléiamo*. querido
Habed1 Cóncretamente algo mas v con lealtad se lo de*
ctm j» a tos legisladores dol Parí ah, colorado, y no por
nosotros, sino por la gente qu<- <'><A aíu«*ra sobra el pe­
dido de autorización para ausentaiM- mi mñor pacheco.
Podríamos haber dicho tos mayore» «naumia.» inte-
; pódeteme» haWto mandado al séptíme cintilo del
ftantoe ,UmiW taitodé á to» vtokr>t<fi. hirvUndoH*
............................... ..................................
\r
en un 4o de sangrs, ooro noéétéoa vlrilmo» aquí a apor­
tar hecho» en este juicio de residencia y para que en el :
momento en que etita Asamblea tome «u decisión lo haga
con conocimiento de causa
Aquí hoy se han expresado muchos temores. ¿Qué
hada buena. t.-»do lo que ha tocado -todo, sin excep­
ción- t»e ha llenado de impureza, se ha resquebrajado
o se ha podrido Una institución tan querido >>or todos (
ncwütrof como m el Kjército, digno representante de las |
luchas que hirieran posible en el pasado la constitución i
do este país, ¿acaeo no fue subvertido, Imponiendo la I
ley dei adulón Inclusive introduciéndose en el recinto I
«agrado de loe Tribunales de Honor que juzgan lo más '
preciado que tiene un militar? Asi fue que a uno, tipi-
ftoánduoele una de las mas gravea figura» delictivas de
¿11 ley nú litar lo que comportaba el pose a disponibili­
dad de un militar, cusa que como sanción se produce por
primera, vez en d pan después de ser homologada la
. »cu ten cía sobre el filo de las elecciones, al día siguiente
Utm« un nuevo car„Q, desconociendo el pronunciamiento
da los hombre» de honor que habían Juzgado á su igual. ¡
be trate del. Coronel Zina Fernández, .
Podríamos mt-ncunar también el caso del General
BartQkmó Herrera, asi como esa leyenda negra del Tri- ;i
uunal de Honor contra uno de los soldados que ttene y
lia tenido mus honor en la historia de las Fuerzas Arma- '
das, ceta o e» el General Líber Seregnl. 1
< iJvíuy bien! Apoyado». Murmullos».
m»
Joda esa historia negra se tejió en las sombras del
oscurantismo de Sena y de García Capurro que, al mis­
mo tiempo que >e erigían en catones para juzgar a un
milita; en retiro, líder Inclscutido de un movimiento po- ¡
iitíco que cataba actuando en ía campaña electoral, de-^
jaban que hombre » que están en servicio actuaran en #
política, como es el caso del Mayor Perea, director del 3
pasquín “Tiempo”, y de alftún otro que figuró en deter­
minada lista. A todas esas josas se agrega lo que denun- 4
ciaba el señor senador Feireira Aldunate sobre lo ocu- ;
1 Ido en la Marina.
Este es uno de lo» fundamentos por loe cunto« fre- j
mos dicho que, al contrario del hada buena, todo lo QU9
tocó lo echó a perder. Y ahora todo es*) hay que recon»*|i
titutalo y, en primer lii^ar, la confraternidad de los urien-
talea Precisamente en San José, una vieja nacionalista^
regaló al General Seregnl una divisa que ««prez» lo (MÍ
hoy decimos: ”i Viva ir. unidad de todo>^> ios orientalftef
oonestos!", Eso. en definitiva, es lo que necesitamos parflQ
reconstruir sobre las ruina» de estos cuatro años al pato 1
que Uxtoü queremos!. Por eso hemos venido aquí a repre-'l
Mmtar 9. un fuerte movimiento político que ha .surgido a
¡a vida nacional, el Frente Amplio, que, conjuntamente 1
ccn lo» lemas tradicionales, actuando sobre otras eoor- (
demdas política^, este oíos mostrando otro peso, otra tras- ¡
«endenc^a y otro futuro. J
'Termino y lo hago señalando que hoy van a quedar '
ti telas tres posiciones políticas. La primera, la de los,
scú?<torios con el ciudadano Jorge Pacheco Areco, tal cual *
lo imiaetonan en la moción, sin expresar motivos» pat.¿
la mu'- vw a levantar la man» para que se vaya dM paáíf
te» ®b»r a donde y sin saber cuándo va a voh*<. ¡»ra
«áiimdti, por la que considerando que puede ser na ,AMw
ter te perturbación en el pan y dando fundamento» que®
podmn «er valederos para una potencia de destierro,
»ittittotnettlte dan ia autorización, pero, en definitiva, elu-
d« e¿ dnnMMto a responsabilidad de quien ha viu’ado la
CaiiotitttctoM y orea un grave precedente para el futuro.
NtoMtero» en esto« emeo año« vansou a radamar A WR&sá
«edor prMidenlo. y ai señor Presidiente de la RepúbDaP
ol f»i eumpiteltento del juramente que hicieron aquí, y
na es una advertencia, porque no puede serio, sino un
rompromtao que asumtoMM de que no soto vamos a cen­
tre lar ese jiüMtnrnto, sino que también los vamos a lia*
iuíú a respomuibTidad durante el ¿pándalo y en el tiem­
po de jc^d< ncia ' _______ J
0
 ¿Y que no se apuren le* próximos a salir dul país, Nosotras concluimos esta* breve* palabra*. Tenemos
porque habrA residencia para juzgar las conductas! Yo el hábito de manejarnos objetivamente y sin pasiones en?
¿amentaría que maAana el señar Pacbeoo Arreo fuera tomo a tema* trascendentes, como el que nos ocupa, que
de! pala «on objeto de airadas controversias. Los distintos secto­
res, n través de la palabra de sus líderes, o de los legi**
No me interesa el problema de la reñía. Oreo que Iadore* que los integran, han utilizado, en muchos ca­
seria una enormidad, que no o?ncíbo, qu» ♦?! Senado pu­ sos, expresiones excesivas, según nuestro análisis obje­
diera otorgarle venta para representarnos en cualquier tivo.
país» aunque fuera en Andorra
fin el tono que nos es habitual, solicitamos u le Mesa
qMuy bien! -- Murmullos». que tenga la bondad de dar lectura a la moción susti-
tuttvíi de la oue presentáramos en las primeras horas
Lo que lamentamos, por el precedente que puede de esta reunión. I
significar, es que mañana la Justicia, el Juagado do Ins­
trucción de Segundo Tumo, puede dictar auto do pro­ SEÑOR PRESIDENTE - Lóase
cesamiento, por delito común de desacato, por los he-*
chos ocurridos cuando ya no era Presidente de la Re­ (Se lee: »
pública; y entonce* nosotros habremos permitido que
eluda la acción de la Justicia, asi como impedido que ‘ Moción: ante la solicitud planteada por el señor
la Cámara de Representantes y la de Senadores ejerzan ex Presidente de la República, don Jorge Pacheco Areco,
sus potestades políticas de juzgarlo por hu reiteradas y para uu.««. atarse del »ais, de conformidad con lo dispues­
contumaces violaciones a la Constitución de la Repú- to por <J articulo 172 de la Constitución de la Repúblicas
I blíca, ia Asamblea General resuelve conceder la autorización
solicitada. —• Raumsr Jude, Carlos Mario Heltas, Agus­
En definitiva, esas son las distinta* posiciones que tín C. Caputi, Angel Ruth, Justino Carrere Sapriza".
tendí amos que explicar a la población, paira siue data las
juague y las tanga «o cumta m* tofa* Ir» *e«a* m lo» f
que pvéda gravitar m n fataro; para que vea dónde i
están la* conductas adérate^ a lo* compromisos que 1
ella lealmente entendió que se hablan contraído con laja
República. 1
Agracedlendo a los compañeros por haber tolerado ¿
que usara de más tiempo del que había anunciad«, con í
estas palabras dejamos fundado nuestro voto negativo a
cualquier autorización para que el señor Jorge Pacheco >'
Areco salga del país durante el término do residencia
establecido por la Constitución de la República.
SEÑOR PRESIDENTE. Tiene la palabra el señor
senador Carrera Sapriza.
SEÑOR CARRERE SAPRIZA, Los legisladora! que
presentamos la moción de que dio cuenta la Mesa al co­
ndenso de esta reun'ón. hemos presentado otra susti­
tuir*.
n ene habla, ai Igual que ^l señor legislador Miche-
ftaá m resetva M derecho de hacer uro de la palabra I
e* la Cámara de Senadores en oportunidad de tratarse !
la venta para designar Embajador al señor Jorge Pa­
checo Areco. Tenemos muchas cosas para decir, defen-
dfcwdo al prominente Hudadano, al cual la mayoría del
pueblo de ha República, * tiavés de un limpio veredicto, .
dio el triunfo. '
Comprendemos que hombres importante* de todos lo«
sectores viven todavía el clima de fuertes jnwíones que
se originó, lo que respetamos. Pero nos cuesta compren­
der que a través de mmi suerte de <aatariahsu)o dinléC'
tico quieran cambial»» tai término# de las ecuaciones,
queriendo negarse que al pueblo mostró su preferencia
por Jorge Pacheco Areco, al ser el claro vencedor d» la* 1
últimas elecciones.

23 6 3 1
 S;) SA DI A3, Daniel

A « a n b 1 o a 9>p n er y¡

TEMA: S'A^Bb'S GUE NKCE31TA EL FAIS.

Siisi 'n ll< y l^j et ri 1/9*72

[ SEftOR SdAJL Q1A1I. — Como históricamente podkMRO»

; volver a tropezar con la misma piedra, como hombres qw»
‘ soroca, debemos recordar le que fue Ja persecución impla-*
' cable contra los estudiante», contra la Enseñanza Secun­
daria, Nunca debemos olvidar la sicosis que se creó según
la cual cualquier muchach" joven era, en potencia« un ene-*
migo de la sociedad, era un tupamaro.
No sé si rebordarán un episodio muy triste ocurrido
en la avenida Agraciada y lapes; un chiquilla que iba fl
liceo Batirá, Belcio, so cruzó con un funcionarlo de la
Guardia Metropolitana, que Iba de particular, con el pelo
bastante cortado. Lo miró y se rió. y eso motivó, debida
• aquella sicosis de la tuerza represiva, que vela en cada

muchacho a un enemigo de la sociedad, que sacara el re­

vólver y lo matara. Y esto no es dramatizar, pues .
cosas que han ocurrido.
La sicods que ahora se está creando referida al ^rentg«;
Amplio, y a la que me voy a referir*, todos tenerne« que.,
reconocerla con lespo nubilidad, pues lo que se hiao antes ;
se puede volver a repetir hoy.
.v.
Quiero adenti* decir una eooa muy positiva, que coin-
^wrlde con Ja perspectiva <un que el Frente Amplio ve el
^Kanúno de u» transformación dH paia. ¿Quién solucionó el •
r rubtema de Liaaauutsa txsuaxiaria? ¿Acaso fue la repte- > -
■''
délo uruguayo,
wwr I
uruguayos y de acuerdo a non*' I
sión, acaso fue la muerte ée eduuiantes o fue cw magni- ;
ico movimiento de unidad entre podres, profesores y aium- f tra historia, según nuestra idiosincrasia y ** nuestra coyun- I
ios que dio nacimiento a una institución de creatividad^ । tura. Para cao nos reunimos los compañeros del Frente
„Mjpukr, cano fueron k» ikbjs pt.putitf««? | । Amplio; no pora arar lucubraciones entre inarxistas y de- 1
’■'tw i móeiatas cristianos, entre blancos, colorados o libérale, A
l>bu agradcwr a eaM< movtatamu el hshw llevado gtií Nos punimos de acuerde en cuáles eran loa remedios que
mi casa, a mi mujer y a mis lijos la milita noti qu» «tHdW el país necesitaba para salir adelante. Y |>or <•«> decía
«enfia yo, Eso fte lo que posibilitó esa lucha que llevó «i 1 muy bien el señor senador Michellnl que no se podía com­
Parlamento, r,cosible a ios nvlumfw popúlate»., n dar la no» ; prender la amnistía si no estaba encuadrada en un pro­
lucióu ie:;;d que pacificó a Secunda 1 la. Y ese bien que se ceso de cambio, que nos libera de la presión y la violen­
ha obtenido, por favor, lo tenemos que defender, para que ? cia que engendra la injusticia, en la búaqU'Ma de una so­
nunca más vuelva el fantasma de la represión o See uv . ciedad nueva, con muchos aacrificios. Si la gente viera con J
darla y nuestro* n.uchi.chos estudien con liberUd, prepa- claridad cuál es el cambio y participara en él, estoy seguro I
rándosc pura creer en el país y luchar por él, que nería la primera en apretarse el cinturón e ir adelante, -1
P*ro con una condición: que no haya hijas y entenado?, y ¡a
La misma pdlticii que requirió aquella ropicsUm, |
¿no es acaso la que se quiere aplicar ahora? Es que te- ,
nomos que i-ievr o teveníar: el modelo que «e quiera apli­
car en el país e.-»tá eronómlc.i y ,‘oeialmcnte agotado. En
los últimos veinte años se han hecho pulas hu. p¡ j.bi«
posibles, y digo con toda clatidad además ya lo mani­
festó un hombre al que no puede sospechársele aftiidad
^con el Frente Amplio, como es el doctor l’rebisvh : "En |
W mundo latinoamericano d<;»ai rollado la tviidencla y id
camino os la u<xiuHzauión”. Y esa es la dilección en que
tenemos que conducir al pala, hacía una socluliztu'ión Into-
gral-^cmocrátiea, pluralista, en libertad, como la últlrra
chance q«e tiene el Uruguay para de las ruina« poder
conrtnjir una suckxlad en la cual valga la pena vivir,

Tmmnkó que comprender que esto no se arregla con

reprasión, <P*fr <4 mudeio está «MfotarV» y que entre toda
tcnMTKMi que c.nwrtrulr otro Uruguay. La responsabilidad el
de todos no del Frente Amplíe y no sólo de loe qup •»* j
tamo» uqub ni»« ó» la gen’* W en lejcnMe, qí< flO
I tiene que comprometer, jx»rqur una aocladK/i <iwnocfátiuBH
‘ sana no «e compadece <wn que ie jp'éjsrmen eóio tie
gentes, que la masa no participe en turma utgantocle. eonaHM
cíente y aportando todos sus valore». 'rl
Por eso decimos una vez más que el pai'i neesafta e*tgAl
bios, y /»ara algunos que han creído mucho en las oncuestagM|
observen las que so han hecho en el país y ixxhán dárWj|I
cuenta de que hay una tendencia permanente de la gent»\
pidiendo cambios profundos en bis estructuras, cambios ’
profundos en un orden que es des»míen, porque el orden
i.jo os una palabra vacia. El otro dia leíamos en *1 »uple*
monto cultural de "Jt-iora" km sofismas de Bei'thari y .
«no de «Uofb proel*era que lo ordenado tiene que I
íav AiMtowtfc w ik> fyt, o» tm ordw formal y wp«’ f
rente, sin nkigunt vadete# y nadie lo siente y lu respota, j' 2? ti 34

037

todo», en la projiorctón de sus virtudes y su* posibllidadi*
contribuyan a la construcción del ¡hum y ptulici|xm iguali­
tariamente en sus frutes.
Esta poli tica que se quiere reiterar ahora y que ha sido
expuesta claramente en el discurso del sriior Presidente <bs
el niumo ¡/erre con distinto collar, porque esté dirigida a
proteger un sistema sobre el que hay c >n.M?n*o «n el pa iii
en qu? hay que sustituir, p>r ejemplo el de Ja Hauca. Y eno
en el Parlamento se lu venido discutiendo, |saque hay mu-
chus —no soiumente nosolna-- que sentimos que una polí­
tica que aumente Jos Ingreso* de Ion que ya tienen mucho
agudiza Jas umsiunes y la., htjuriiciui;, no Molamente al con­
gelar Jos salarios, smo haciéndoles peider su valor real.
Hoy se ha propuesto una decía ración do guerra, y yo -*«
me piegunto si ya con esta política no se ha -ícela) ado ju
guerra al país; no se ha declairido la guerra a la gente
Hay que saber ver, saber auscultar Jos signos de los ticm|xj<,
y uno de eil<*s fue el paro dul 13 de «bilí, de magnitud mmen
lista en los Ultimos arios, c-p »ntúneaineuie acompañado por
Ja gente itel inieri.»r, por cierto no eaan sólo iientistas. ro
loaron impulsados por el Frente, sino que nació d? la bn»k- j
concitando la adhesión de t -dos. El respondía a una ñeco- J
nidad profunda de protestar en la forma que se consideraba ’ j
tnaa eficaz y más oportuna. 4 Podría y las Fuerzas Conjuntas querían vincular la mili*
.1 • lamía o afiliación ul Frente can la sedición, Y no «clamen«
Y si h toda esta política se agrega el suicidio do íor|a- |
lecer a as grandes empresa« intermediarías nadan alca y
’Xtran;eias que dominan a nuestro comercio exterior, aumun 4
al pcqw.io y mediano productor en la miseria y coqfiMñin 1
al país sus fruto«, tenemos un cuadro de Injusticia, que en
llu medida en que <-mpob:ece a los sectores de ingiesos fijos
’pura «ostener esa política, a través de la inflación y Ja 1
baja del p.xler adquisitivo del salín lo, necesariamente con* '!
ducc 11 Jíi protesta Justa y legitima que no se puede cjn* 1
testar más con represión, porque ese esquema también esté I
agotado.
¿Cuál es el problema número uno —y m? vuelvo a re*
íerir a las encuestan, pero no prectaanwnte a le Gallup. porque
alguno« cieen en ella« que preocupa a Ja gente? ¡t¡i da
la desocupación. Ene u» el problema que está angusttaado
a la gente, que le hace* perder la esperanza, que la haae ir
del país, que lu hace sentir marginada y frustrada. Siempre
he pensado que mita que lu ungusila por no percibir un na-
lorio el desocupado sieiile la angusiiu de considerarse un
inútil, por no ser participe de In ubre creadora que txlos
los días tiene que realizar su pata con la« mano« de suh
propios hombre«. Tenemos ejemplo de g-ntc que no r ere-
sita remuneración para trabajar, para jugarse por lo qu"
cree y por Jo que quiere.
Pero, además, incide el factor de miseria, el facto:* «Ir l
marginacíón, el factor de injusticia, que nosotros los >o!l- I
ticos tenemos que atender qorque pura e.»o estamos aquí, I
todos nosotros, representando al pueblo que el 28 de noviem­
bre nos dio f.w vot'Mi. ;«s mayoría del país está represen­
tada aquí. Y digo máx; el «ñor senador Fcrrclru Aldúiato
ha rechazado lu testa do la iudmIlación, del famoso triunfo ;
de Jos partidos Ir adición le* y de la democracia, porque él ;
sabe muy Wen que lo qué' el 28 de noviembre la gante J
quiso inequívocamente fue sólo una ,cose; la mayoría se pro-
nuncló contra la política anterior y, con distinta xlgno» se
pronunció* por un camlio. No ixZvmus negar - no «emoa ¿J
sectarios -- que las fue. zas que planteaban un cumUq, «*.¿3
una medida o en otra, eran «1 ¿'rente Amplio f la g^ntf w
nucí cade en torno a la candidatura del seftor amador Fe* g
rreira Adúnate. Y eso« nurleamientoe poli ticas fueron loe ■
que recibieron la majaría de los votos del país, lo que de- j
muestra una voluntad clara de que el pueblo quiere camuiut
y que repudió In polítua anterior. Y no quiero entrar ei» el 'i
análisis de cómo se r’conBtituyeron Jas fuerzas dentro de >
los lemas tradicionales, pero eso también no« demoxtr# ría
cuál Xue el sentido de 1a votación.
Uceamos a un punto en qu<» somos conscientes de ese
hecho. Con muchos compañeros del Partido Nacional, en la
soledad, liemos tenido que librar batallas muy duras eor tra ■"
esa política que no fue apoyada por el pueblo y contri, la
repróoión y el avasallamiento do lus libertades,
—
■uuít' y
é Pártído Ct'ttNHto, válve una honrosísima excapcfcSh,
lia míUd sien pie cohéiemu con osa política y con kw medios
con ios que se lu sostiene, y hoy lo rrntera.
Pero hoy tenernos que decir sinceramente a los ’cumpa- ¡
ñeros uel Furtkk* Nacional —y quizá« no intereso lunto cát*
pieucupación por ser mía, sino porque puede serlo de mucha
gente y no precisamente del Frente Amplio— ¿cuino s¡
temos claro que asta política, con distintos mollees, es la
misim que la anterior y qua están medidas quo se» pru|x>-
nen tienden a sostener esa misma jx di tica, se le da euit
instrumento al Poder Ejecutivo, que si contra alguien fue
usado ’insta el hartazgo lo fue contra las fuerzas populare«
de oposición?
Y voy a <iar algunos ejemplos. Hoy al Frente Amplio
se le quiere minimizar, pero les guste q no, la realidad no*’
dice q<te el Frente Amplio representa eí 20 l/t> do Ja volun<
lad nacional. |Y ojo! En una dcmucincbi uiw> lie los máij
mqiorUtnles valores es el respeto al derecho de lus nano*
rías, y rlctrá.« de ella hay 302.000 personas acompañando a|j
Frente Amplio. ’
Los diarios, el gobierno, la propaganda anónima del más
; primado antic »mucünio se dirigieron en forma sostenida'
contra el Frente Amplio. Inclusive, los comunicados de 1*
te hay antec«J?nfes dq esta técnica confia el Frente Amplio^
rdno <|ne hay similares dirigidos contra el sector muyoritarloj
1 del Partido Nacional y ello se vio en oportunidad del aten«j
। Udo al general Servgnl en Rocina. |
I Cuando hicimos ^1 acto fiel 26 do Marzo, el Frente Am-4
’ pl|o pre.icupó mucho al gobierno; mucho más que el Muvi4
i »ra nto de Liberación Nacional, (jorque después de todo aquél!
siempre ha estado más n mano, ha sido má» statcmáticaM
mente perseguido y el Movimiento de Libei ación NacionaU
1 ha tenido sus medios para defenderse, así como sus vaive«]
. nw, en esa lucha planteada a do« puntas, en la que el,
.• ' puoblo está ausente.
t.‘ Nunca olvlduré, en oportunidad de una movilización rea-
IhUbáu el 23 de agosto del año pasado, en que nuestros mili­
¿1 tarices iban puoíta’par puerta a Itavar laa boaes programé^
4 tiesa del Frente Amplio, ia pubUeacttm do un comuniciuii|
■ ¡r policial canallesco, incitando a la gente a que ai venían pera
sonas a «u domicilio, a inquirirla politicamente, llamaran M
teléfono 8£X) de Ja FoJicL-, pwra demtflciariMh.
Fue ese un procedimiento inUmMatorio; pero, ¡cómo m
equtvfx’aron! No se dieron cuenta que el pui blo uruguayo
no es delator! Tenemos la constancia de que bo hubo ningún
llamado al 8 )0. Al c mtrarto, ni estros inilltanies fueron
cib'dox en mejor forma que en la jormtla anterior del 18
julio, puea lu gente estol 1 máa dtapuaata anímicamente, w
No quiero repetir, porque ya han nido r’ftaladoa, fcfi|
ritentorto« rturante la campaña eJcctoral, pero «1 deseo huraR
car idj'unus aspecto >. y por pm<» creo que* fueron muy impAKM
lantto lux pregunto» anteriores a mi Intervención;
El 24 de noviembre, cuando el Frente Amplio’—y quIzlS
desi* el punti de vtata táctico, se nos fue Ja mimo--- reail^
zó ' ytr acto nionstruoHo en la avenida Agí ociada, entró la!
hl.ñ tria colectiva y comenzó una crmp.tña cen ada, quej
cuhntoó con aquella vergonzosa mordía de la democracia,j
el 2« de noviembre, un día antes de laa elecciones, asus*^
tanda a la gente, haciéndoles creer que veníamos a borra*í
las hstttucionea, que éramos el cnenígo número uno drig
pueblo. Y como eso está en la mentalidad de muchos, hteB
sida muy oportunas laa pregunta« hecnns en Sala. J-
Se ha demostrado la absoluta Ineficacia do los medk®
represivo*, tanto por nu filosofía como por su capacidad,I
j>ero lo que sí sentimos los militante dnl Frente AmplioM
en todo el f.taís fue la presencia de la persecución y qúH
basta integrar el Frente Amplio ad como antes ncurrjM
cm Be’edo. aquel joven de doce nfio*— pura que se vea em
el nil’ltente un enrmitm de la sociedad, un srdiei^o. Y ade^j
más pretenden justificar la parsecuciá i a nuc«tro rnovlmlenq
038 t
23 6 5 4
 con «upUMtitf vlnculactonés tfel lfrent< Amplio con la Me«
(lición,

¿Acaso la oratoria del anterior Presidente de la Repú-

¡ blica, Pacheco Areco, no se dedicó a identificar al Frente
¡ Amplio con la sedición? Por otra parte, se desató en formé ’
muy inte!líjente una campaña anónima, que por cierto no'.
es original, pues se ha aplicado en otras partes de Latino^'
arnérica, en la que se non identificaba con la sedición y ss.^
nos combatía con antlcomunismo primario y feroz, a través
de páginas y páginas de ios diarios. Este era el sentido de
la fr.isc "do los bien nacidos” y de aquella otra frase slbt-
' lina venida de California "Uruguay cuenta conmigo” —que
por cieno no nació en el Uruguay.
Par cao no entendemos como la misma política, que
recurre a loa mismos resortes, es acompañada hoy por algu­
nos sectores del Purtido Nacional.

039
 3¿'SA
I > ...D. 1 A 5
TE.’A : E /TALO AJTiJAL L'r.L i A1S,
Se". I 6n 1.*’/ / 1l. wírii/'fVñ
J < a un ) ea el pueblo, se la lleve por la calle con las maÁpr*eii
i hú .óAoti f i* nuca, es un estigma que cae sobre su honor y <WJ*la
r*- ’r" <1*"_- -TIU-I- -f-n--- irr - rw-re»- . k
SEÑOR SOSA DIAS. — Continúo, selSor Prreldimte?
En este mismo sentido ayer olmos en la Comisión
respectiva del Senado, frente al hecho de la fuga del
Penal de Punta Carretas, en la cual los Ministros que­
rían fundar la necesidad de la aprobación de la Ley do
Seguridad del Estado, una requisitoria de un senador del
Partido Nacional calificando de ridiculo <i4 estar corneo-
diendo «s|o.
Además, aquí hay evidentemente uní discrepancia
de enfoque, y er lógico que la haya. Parque croamos
honestamente que ge trata de una misma política que
{«ara poderla aplicar re vienen a pedir esto* mecanismos
nconstltuclonales que van a empezar a funcionar ya
prorrogarse, Y como nosotros queremos vivir en un ré­
gimen de verdad, debemos exigir que los derechos que
están vigentes sigan estándolo y no darle un manto do
legalidad y constltucionalldad a lo que no lo tiene. Te­
nemos que vivir asi, sabiendo en qué estamos y al tene­
mos que arrostrar las consecuencias de mantener el
orden Jurídico, quq tiene un valor, lo tenemos que man­
tener, sin perjuietc de buscar otros resortes y caminos
que conduzcan a Ioj mismos fines.
Np se comprende tampoco, la diferente actitud res­
pecto a la venía para la designación de Embalador del
señor Pacheco Areco y la sanción de una medida que
• pesar de las limitaciones que se le quiera dar, supone
en definitiva decretar upa figura jurídica como en el
estado de guerra interna, que no está prevista en la
Constitución y además es 1a primera vez en la historia
del púla que se decreta. Yo diría quo esto «Ignlflra dar
los mayores poderes que se 16 han dado a un go­
bierno en el pasado, aunque existan limi taciones, como
se ha dicho aquí, que esperamos que re ecocreten más
al final de nuestra exposición.
Tenemos que decir esto eon coraje, dado el tilma
de opinión pública que re ha creado en las últimas horas
en el país, debido a un hecho que no protagonizarnos,
ni quisimos, ni del que somos responsables, y que ade­
más no compartimos, aunque se quiera quo digamos olfra
cosa. Parece que no nos han entendido todavía, re nos
quiere obligar a optar por la medida que se proponen
en este clima y en este momento en que la op’ntón
pública —flomnR conscientes de ello— el! favorable al
gobierno, cuando todos estos problemas se Inflan por
todos loe medios de comunicación; mientras se retíala»
mintiendo, desde la perspectiva, drl Presidente de 11
República que por un lado está el Frente» Amollo con
la sedición, y por el otro, loa partidos democráticos. Me­
nos mal que el Partido Nacional a través de su sector
mayorítario no ha aceptado esta tesis de los partidor
tradicionales luciendo al patrimonio de la dvtioocracia.
Tenemos qne decir al pala que nuestra concepción de
«a tasacraeia m muy profunda, y que no le cedemos un
potare a nadie en esta materia. Porque creemos en ella,
es que estamos sentados aquí. 81 no ereyóromos en la
demoeraoir, no estaríamos eu sato lugar.
¿Qué garantías nos ofrece el gobierno pipa darte tina
medida de ente. naturaleza? Con toda sinceridad, tenemos
que decirle qu- ninguna, pornue aquí levantlimos las Me*
didas Front is de Seguridad difiriendo hasta el 30 de este
mes la libertad de los detenidos, en el entendido de ñus
en ese lapso no re iba a arrecentar el número de presos
políticos; siii embarco, en efe tórmlno ha sido encarce­
lada en Punta de Riele« gente que no fue proejad» por
la Justicia, y re sigue con esta mhma poli*l a Y ph,
r-áM f'»íín» *f»n M Vnnhi /inpiio No
i voy a hacer la enumeración de esos cnsoii. Micho* &
| gUUdwrea presentes en Sala, que son del interior, Mies
04 0
Daniel»
uü.oral
1
importancia que en IfontevidWr ya quoaqu
Me refiero a la importancia que la gente del
ai honor. Y esto Lo quiero decir una vea más. •1
hecho de que a un* persona de bien, considerada y,amada
señala ante la opinión pública del lugar, sobre todo la tj
au informada, como un sedicioso, como un conspirador ,
r mtra su pueblo, como un enemigo de éste.
Muchos legisladores del Interior saben que esc ha ocuvj
reído, y el señor senador vasconcellos su refirió aquí unv
día a uno de los tantos cosos sucedidos en Rivera. i
Además, durante todo este tiempo se ha prescindido
absolutamente de la orden de allanamiento, entrando a
las casas en la forma en que todos sabemos que lo hacen. ,
Generalmente se entra en lat casas de gente de bien que
no tiene ningún vínculo con la sedición, en la mayoría ,
de lo» cvmoe, y eso ocurre especialmente en el interior.
Aquí re habló del epieodto de Aiguá. Más allá de los de- ,
talles cue puedan ser inexactos, hay uno que es absoluta­
mente cierto; a todas lajt personas investigadas se las !
preguntó rí perterecian al Fíente Amplio, aunque ellos
subían bien que era asi. No hubo uno solo de loe que sa<-
frieron allanamientos que no estuviera vinculado al Fren­
te Ampllu. y a nadle.se le hadó vinculación alguna con
los sediciosos ni se lo hizo ninguna inculpación er ese
sentido.
Pero además hay una cosa que me rreocvpa y que
muchos han señalado en cata Asamblea general. Nosotros
hemos sido claros en ese sentido. Condenamos al térro-
rlsmo, peroi todo el terrorismo. Por eso —y está múy ble»w
la pregunta—, quisiéramos saber si estas medidas qutd
hoy se van a sancionar se van a utílizar de tal toimaZ
que tengamos la suerte de qué por lo menos se descubra j
a los autores de algunos de los sesenta atentados dina- 1
mlteros contra gente de la oposición. ¥ cuando digo gente ’
de la oposición, me estoy refiriendo, en la mayoría de
los casos, a militantes del Frente Amplio. No se tuvo si­
quiera la sensibilidad de pedir alguna medida extraordi-
naris, si re necesitaba, para investigar alguno de estos )
sesenta atentados, ni aquellos casos en que estuvo en
peligro la vida de dos compañeros legisladores. En los
fundamentos del mensaje me parece que algo sé dice, i
pero ahora» tardíamente, y adosado a otras cosas. |
Parece, además —quizás soa esa la dinámica, o tal
m consecuencia dé la mala información—, parecería co-
mó si las fuerzas que actuaron en el procedimiento lie- i
gal y de avasallamiento contra la sede del Partido Co- ¡
munlsta pangaban qqe ya estaba decretado el astado de
guerra.
SI lo hicieran, como parece, sableado que no estaba
decretado, ¿qué garantía se pos da er esta materia? Y
no la pedimos para nosotros - que diepués de todo ya
estamos jugados desde hace tiempo—, jiino para la gente
por la que tenemos la obligación de reqxmder. Como muy
bien lo dijo el señor sensdor Enrique Rodríguez, frente
a estos atropellos a ninguno de noaotroá nos valen íte
fueros, sin embargo, más que mis fueras, a mí me preo­
cupan los de la gente, los que se refieren al cuidado (Ir
su vida, de su honor, de su dignidad, de sus bienes. *m<
son los fueros que tenemos que defender
Por eso, y por muchas otras cosas que podriamel
decir, no le podemos dejar capitnj tan preciado a un goq
blerno que, a pesar de que llene sólo dos meses, ya Dp
evidenciado que actúa tanto dentro como fuera de IB
Constitución.
Se ha hecho mucho hincapié en la seguridad del Es­
tado. pero muy poct» son los que * han acordado - y
temos emuecoenCM <n toa so Integridad, con lo que va­
mos a decir— de B PW» humana queartá antes y
más allí qth’ ©1 Estada, pmúps en defjnnmjlMB» te
un Instrumento parí sorvtr a penoñí nww d
uns mx4i dad Esos son los derechos inalienables qu* AÜ
iíA- ¡6? •w.sW witederiktów 4? Mué« I
per cayo respeto nosotros debemos velar cuidadosamente
¿ 94 *
¡ r í»«ro "diioMÍiíi:' el Decreto de SO do m«i*o do 10*7»
* a I«« jhjMiw Armada» «oh todh la» virtud» que *
|. no se dictó »asado en las Medidas Pronta,« de Seguridad,
, sino en los dos primeros Incisos del articulo 168 de la
Constitución, No quiero que crean en mis conocimientos
jurídicas sino que, por lo menos cuando se trata de una
materia especifica, crean más bien que tiene razón la
Suprema Corte de Justicia, Y en el interno momento en
que se conoce el dictamen en que la Suprema Corte de
Justicia dice que ese es un decreto inconstitucional, que
limita a los otroa Poderes dei Estado, la Secretaria.
Prensa de ln Presidencia de la República distribuye una
fotografía en la que se ve, en el palco oficial del Teatro
Solis, al ¡señor Presidente de la República junto l l Pre­
sidente de li Suprema Corte de Justicia, dundo lu ima­
gen de la gri,n distensión. Pero la verdad en que el 30 de
muzo el Peder Ejecutivo había invadido potestades de
’ ía Justlr a prohibiéndole recibir testimonios de funciona­
rio* actuant e, hacer inspecciones oculares en los lugares
que fuero npreu-rto paro comprobar inclusive delito.« co­
metidos por esos mbmos funcionarlos. Y por e e mismo
decreto noiKtros, aún formar do parte de una Comisión
। Investigador % nos vernos Impedidos de acceder a deter­
minadas informaciones, porque se mitót'ecreta un secreto
militar para esas Informaciones que la Jurtlcia ,y el Par­
lamento tienen derecho a conocer, en ejercicio de sus pro­
pias potestades.
Voy a dar otros casos. Ha habido muchas denuncias,
i pero no he visto sensibilidad para investigar algunas da
| ellas. El otro día, en dos diarios de la oposición —"Ahora”
। y "El Popu.ar"—, apareció una denuncia sobre lo ocu-
! rrido a tren jóvenes pertenecientes a la Unión de Ju-
I ven tu dos Oomuntetas y uno a la Juventud Demócrata
i Cnstó na. qna bu tres de la mañana estaban haciendo
, una pe®atira eo 8 de Octubre y Propios, por su activi-
, dad en d Liceo 14.
é’ . • * br^ve cita del rtoc<nr Rarhón T-egnnni, de! discurso n”o pro­
< ¥wtrvn =» prebéndalos por uno de esos vehículos popu-
larmente Hanedos •“camelioa” --<Hho sea d» paso después
I voy a pedir al ueAor Ministro que dé ¡a denominición exac-
I ta, porque neo que seria la que convendría usar— y los
I llevaron» »tcorrer la ciudad para despistarlos. Están las
I denuncias ellos; ademó«, como conozco a Onato, que es
i militante d< la Juventud Demócrata Cristiana, puedo dar,
1 te de lo qutt dice.
¡ Como dije, los llevaron a recorrer ja ciudad para que
¡ perdieran el sentido de orientación, y presumiblemente a la
altura del Camino Mendoza, en Oí departamento de Cane­
lones ios hiriiTon bajar y poner contra un alambrado. El
oficial indicó a tres soldados quu prepararan las armas y
les apuntaran, y luego de dar el grito ue |AtenciónI, les
preguntaba: ’’¿quién te mandil?", "¿quién te mandó?". Y
como no podían creer que elloii mía:nos .-—porque son mill-
I (antes liceidro — habían deten (Uñado la roi<pun«'ibi!l<lad de
i hacer lo- murales ron '.»i piar »gruí, lea volvieron a hacer
> ví.i |»!t uol i ifih'Uli as les api¡nt:aban, para luego dejarlo»
iibatu’um4o* e usé Y b>k>\¡a i'-tux mochadlos tuvieron tal
mala suerte «me c.,oio estaban canudos y desorientados rn
I la noche se tiraron a ilonnlr en una cuneta y un vtvino los
' consideró so pcchosos y fucror1 a parar a la Comisoria de
Las Picdr.is, donde estuvieron hasta las cuatro de la tante
en esiá-ru de que se hicieran |.t« averiguaciones, que deter­
minaran que no estaban icqua.idos.
Ex muy fácil InvestPar cvto, porque, m primer lugar,
sé que en kt Región Militar N' 1 no su registró ninguna
novedad a euj l’.o a y en ese lugar — además, el hecho no
fue denunciih'lo por radio como tiene que harem--- y, en
segundo lugar, porque el Comando conoce los radios cu <ju?
están patrullardo ci»da uno de los vehículos, ya sonn <lc
fa Marina, óé ía Fuerza Aérea e de Ins Fuerzas Armada«.
Se puede saber. pueá, fácílmrnte, do qué vehículo so tra­
taba, citar .a lo*. muchacho» e iuvostlrar, mostrando |x»i
io menos aevúbl’idnd frente q este hecho
i Confiamos, señores Ministros, en que nn so plena* que
ruando í «wuinnMM catas denuncias no» proiwinemoa vulne­
rar ‘i mtrtvtcftbiir al Ejército o a sus integrantes, porquu
fo que «ufanos hwrtendn es contribuir al aanoímiienhi d
torta« law íartltucione« pal» *n ln modldn en que r m
reuponartrtlMad denunciamos lo que creemos q -r o« rleH<>,
porque W» que da honor, dignidad, no ea el uniforme sino
quien *vii dentro. Este e» «I qw tiene que hacer ripian
0^1
----- ...................................................................................... ।
la' Ley Orgánico Militar y el Código del Honor exigen a
lo» militare», y nosotros apreciamos íth valores tradición«- i
le» de un ejercito civilista que ha hecho un culto del honor 1
y de la digni'iaíl, no tanto en las formalidades, idno en las
persona». • ,
Señor Presidente: »i esto se pudo hacer cuando no habla
un régimen extraordinario como el que s»» va n votar ahora,,
;qué podrá pasar a partir de hoyl -
Quiera señalar, además, que a pecar de que los prono-
nentes han sido claros en cuanto ni »entido de 1» moción,
todavía no ertoy satisfecho —y creo que algvnor campa-
fteroK del Frente Amplio tamn<>co lo están-- con la Inter­
pretación y compromiso que el Poder Ejecutivo debe auumlr
en la Asamblea reapectn de la cabal aplicación de *o que la
mavoria va a votar anuí. D?bo advertir que esto puede volver
n renacer tas limitaciones a la lilx*rtad de prensa, que po-
denryNi volver n laa andada*. El otro din hubo una adver­
tencia clara, No no» malrota que un diario de! Frente,
"Ahora”, muy claro en su« definiciones hnv« sido mal In­
terpretado, porque algunos quieren que escriba como ellos, ’j
porque *‘Ahora” tiene su pronta conceiiclón y en tal sen­
tido os claro y consecuente. ¡Pero oto con oue se pretenda
intimidar y limitar la libertad do prensa! También —y es ,
bu;?no que so aclare— están en juego las requisas de cas$i,
de automóvl’es, alimentos, etc., pero, ¿para oué? ¿Pi?tj
«wlr esta política suicido mío ahonda ln injusticia? ¿Para
l’marse por t'e’ante n cualquier uruguayo por el solo hecho
de ser onnsltor? Puede ser un frentista, pero también puede
ser un h’anco o un colorado nue repudie esta política anti­
democrática v antipopular? Almnoá preguntarán: ¿y Ja se
dlclón y l<w tupamaros? Este no es un mecanismo para com- ,
batir a lo*, tupamaro«. Y me van n pcnnltir que lea una ;
nunció el 28 do f^h-oro de este año, cuando la ciudad de
Santn T,uc>n u> recibió luego de su liberación. En su len­
gua le sencillo y cnrnncchano de médico do cnmnnAn, rtlio
rotas cosas muy «enci’tas y comoronslb’»: "En el año 19G8
tuvieron htenr en Latinnamé*'icn dos exne’ioncias da carác­
ter poHtiro-sncial que si ho fuera una de clin« tan trá'dca,
«orlan dlgnfts de un laboratorio do soclolorda. En el afin 1968,
nnto* de ndnntarse la cnn”''inelón en lunlo, ya omnloza el
gobierno a n’imentar rus efectivos policiales, a disponer de
más mnictiol dentro leí rérrlmen policial porque ya sabia
q”e indas las medid«» de carácter económico qun Iha a
ad'Tdar Iban a orHinar inmediatamente grave« convulsiones
sochdes, grande» convulsiones uremla'ps que el único modo ;
de frenarlo» que Iba a t^ncr era con la renrosúk. oor más
dura que é«ta fuera. A! mhmo tiemno en 1968, oc ’rro en
Perú n »e dronnés de un sonado negociado con el rvtrólen,
ft su Proidf-nte n 'kt’iridr Terry ’o suben en un avión v ’o
desembarcan en Jl ’e’v,»/írtr«. ¿Qué habla nasado en Perú*
En Perú hah'a rílla. Y bahía una guerrilla o«e wtr venía
arorotrando de de haca años. Y hnb’a mucho mn’esUr suc'.al
debido c-w> síemorn a los grande« descoul’lucios caonAml-
cos oup había en esi paia «n ese momento. E«indos Unidos
jjcrtcn'chó muy b»en ase r<érr!U> naca lumbar contra la
g>’C Tí”a. uero ad#M*á* w f'<md centro nara el o«t«dln
de la h'ch* mbtrorn Y Sns más r’U'cros militaros fue­
ron a ese í-v"»’"» y «e •‘•«■’♦kraron a estudiar cAw» terminar
c >n la eucrH”« en <4 Perú Proejé» »le estudiar detenida­
mente el problema durante varios mroea, llegaron a la con-
rhwión de que la ca”«a de la gqerrl’ia e^a una cwjh rco.
nónvea. Ln caira dri malestar norial rm una cma|H ron.
nómlca. Y que el mode de terminar cor» r«r maleóla» social
y r >n e*a m-rrri'H amurM e*» «vMIante reformas ccnnó-
ndeis y «'elides v f íbera Mu al neto de K dcrwmdpnHa ero-
nóm'cn del rstmniero. ’-úrtonec*. roe mfamn olércitn ar-
mndn y «ce estaba esturtiarori** nara terminar con la gnerH-
Pa dio él el fohe de srtMi». P*t*t át al ^residente en víale
hacia Buenos A tros v ciinu WWernn He
socínlro v las reformas neceser!**. Y Actw
momentn en que toda la Banca oaroana «ató nn<»lniwtftoñj|tl
v que nn Im’^sriante pro<*mma de roforme gwjif 1a se
llevando a cahn”. Yo aerearía que «e he tiactficadn 1« ।
sertanra pon una lev nwinM W*e le As •’’tnnomía y parii J
cijMciód de tres órrienes en «ti ftiWemo. 1
Y Ictinína el fVirtor Ramón feenanl «« roPexión: “Y
úntele« todos Mtben que la guerrilla en Perú ha daeapa- .
23 634
 recido y qua no haca mucho tiempo se habló mucho de
v las declarador «i de uno de los principales guerrilleros apo­
yando al gobierno pennino. Mientras tanto, ¿qué pasa en
el Uruguay?• Una manga de inútiles desde el gobierno ha
, confiado en U represión. Y a los cuatro años de iniciada
। esa represión, corno nunca se ha extendido a lo largo y a
lo ancho del puis el malestar social, el malestar 'causado
' por ese malestar económico, y ustedes saben que en esto«
l momentos los movimientos armados en nuestro país los in­
tegran varios miles de guerrilleros. ¿Ustedes creen que al­
guien honesto puede decir que un est lidiante, que un joven
de 18 ó 20 años, un lugar de labrarse su propio porvenir,
y en jugar de tratar de formar su propio hogar, encuen­
tra preferible abandonar la vida en la sociedad paro dedi­
carse f la guerrilla permanente? ¿Ustedes creen que «1 no
hubie.a poderosos motivos que los empujan a ese camino,
; esa gente ore ferirla seguir ese camino tan doloroso y no
' estm esu dlando, estar con la novia o estar en la casa de
¡ la familia? No. Sen las graves condiciones wdnles a que
nos han llevado, que están empujando a esa juventud.
Conste que no los mtniy defendiendo* —Jo olee Ramón
V’gnanl y nosotros— “ni loa estoy justífleondo. J/>s estoy
señalando como un hecho que e*tá ocurriendo en el Urucuay
y que cuandd el Fronte Amallo dice: "que terminaremos
con el malestar social; nue terminaremos enn la guerrilla
en el Unjguaj***, no lo dice quo lo va a terminar con Ins
balas; dice qve lo va a terminar con la justicia '«octaF,
Hago mia esta cita del doctor Ramón Legnani pura que
■ quede en In versión taquigráfica como una concepción, que
4--i la del Frente, y nuc significa una valoración profunda
I de Jo que osti ocurriendo.
Además, no nos podemos asustar de la guerrilla, y monos
se pueden asustar Jos blancos, qu-. salM'n que la' tuvieron
que hacer en momentos en que las tácticas v les .estrate­
gias eran otras. Crv > que ahora -temí que Jo hirieran cuan­
do frente al proceso do Jos comicios las huestes blanca*
estaban nerviosas-"- ha cambiado la realidad y las tártirns;
I la guerrilla y« no se ni iodo hacer al descampado. Pero us-
: tedes como nosotros, saben que mientras el ramino de lo
I adhesión popí lar mayoritaria y Ja vía drm«HTátlrn estén*
¡abiertos, Jos vnrnos u seguir hasta sus últimas consccuen-
j cías. Sabemos bien que en la medida en que ustedes o
nosotros en conciencia no lo veamos, por cierto que no no-
। dremos seguir pertinace* si se -cierra h! pueblo el camino
j legítimo para acceder, por la voluntad de In mavoria, al
l poder mismo, Esa es una concepción que viene de la hls-
I torta del nal» y en la cual nos Incrustamos, la roipetamns
y la confi’*mamos. Lo hemos dicho claro, aunque se nos
, quiera confundir.
Señor Pnwfdente: el señor senador Terra planteó con
total responsabilidad la necesidad de analizar osos dorumen-
I tos —por cierto que no solidar izándose con el coni mido d«‘
tos mismos— ofreciendo el aporte de otros elementos corro-
। borantes que tenía y que hutíera «Ido muy bueno que lo
hiciera pera el esclarecimiento del problema global. No que­
remos escamotear ni dilatar las decisiones que otros quie­
ran tomar, pero tenemos la nuedra y tenemos el derecho
! de o«e el país sena que'ln adoptamos con nlena responda-
bí’ldad. Alguno dito que no se podían recibir porque «orla
reconocer personería al M.L.N. Pienso en In suporpersonv-
ría que Je estar» reconociendo al drclrtrarle la guerra, poique
en ella siempre hay dos partes, y las dos beligerantes, «un-
que por cierto no me vny a adentra? en el problema de
’ las mncepcirncs internacionales sobre la beligerancia en
esta figura cíe la guerra Interna croada al margen do la
Constitución, pjrmrf sería muy complejo. SI quloru decir
que nuestro enmirv , e! único, que es el de) Frente Amplio,
es el de la paz y Je justicia por las grandes transforma­
ciones. Repito que e.ias grandes transformaciones no ib'bon
ser llevadas a cabo por las élites dirigentes solamente, sino
5xa el pueblo mMmo organizado, consciente, protagonista,
f no objeto fe lo qde otros hacen; movilizado y partictuf
como en toda» ?aw ¡mmdei gestan de Ja historia del país,
Bhte hucíu i X* de esta situación w necesita unn
gram gesta, que la podrá/» realizar minorías sino las
grajode« mayorías nfitaon&le«. Zste, y no otro, es el camino
yue sí PX/jC. i» buvawr ’¿nir feerz*« con lo» demás
rpxr '-ttowiiM w uumun
<W camb¿|dwn un pwtwám común de tas tranatM^» |
clones, más allá de ¡as diferencias Ideológicas, porque; Wh i
chámente, lo que estaba en juego era la gran contradicción: j
un pueblo marginado que sólo participa en la vida política ’
coda cinco años por medio del voto, y una minoría que
tiene todos Jos resortes del poder.
Luchamos por ese camino para concitar la adhesión de
esas grandes mayorías que no están aún con nosotros —por
cierto que hoy no lo están— pero qua lucharerr n» para que
estén, Ésa es la vida política. Todos bregaremos para in­
terpretar esas grandes mayorías, tiernos dado el prmer paso.
Hoy somos el 20 %, nos hemos constituido en algo que to­
davía algunos iw niegan a creer que es una fuerza política
permanente, y empeñan en vemos como un simple lema
electoral que juntó los votos para tener más o menos legis­
ladores. Sin embargo, aquí están las posiciones del progra­
ma y las resoluciones diil Frente, que, por más discusiones
que tengamos, siempre serán coherentes porque »starán ba­
sadas en un compromisc que significa el programa, las de­
finiciones que hicimos y que son la razón do ser de nuestra
unidad y no otra cosa.
Por rsó defenderemos este camino mientras *ea viable; ,
ganar las mayorías para acceder al poder, y no otro. Perú
entiéndase bien: en la coyuntura actual, mientras sea está
camino expeé'Jto y respetado. Seremos sus fuertes defenso <
res porque, además, es lo que tiene un mayor sentido per-í-¡
manante
Cuidado con ion que distorsionan la verdad. Tunemos l
un deber de lealtad, sobre todo en momentos dlfidley. Hoy, í
un senador hablaba del “frente marxiste“, alegando igno- ‘
rancla. No protestamos porque creamos que ser marxistas ;■
es malo. Como dijo el uenador Rodríguez, "se me acusa de |
comunista, ¡a mucha honra!”. Y tiene razón, porque es lo >
que cree. Pero nosotros y ellos queremos que nos desig- ^
nm por lo que somos, y no por lo que no somos. Ese o*-*
d 'bcr de lealtad. Par eso, cuando algunos diarios tratan de
distorsionar lo que es d Frsnte Amplio poniendo, como en <
los tiempos en que escribían Dio» con minórenla, frentico-
munhtax, no nos molestan poique nos llamen asi, sino porque
en una información están falseando y cada uno quiere que
lo llamen coma es.
Somos del Frente Amplto, y dentro de él cada uno
tiene su denominación y su Ideología bien conocida, y juntos
también nuestro camino común bien conocido, que nadie
píenle tergiversar; y un programa de acción, compartido y
suficientemente puolicitado.
Cuando se está orquestando una propaganda -y nueva­
mente el Presidente de la República reitera los viejos vi- ¡
ció»—- tratando de '¡dsntiGcamos como "Frente tupamaro”, I
la gente honrada dsl país sabe positivamente que se está i
falseando la verdad. ¡
SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSfO. — »Apoyado!
SEÑOR SOSA DIAS, -*• Ñowtoé «M fuerza independien­
te, tenemos uu camino propio «leí cual croemos y por el
que »»tamo» dando la pelee. Ese eta nuestro camino: no pe­
dimos prestado a nadie ningún otro.
Decía hoy un sefer senador que no quería encontrar
el pais en la sala de autopsia», Yo digo que quiero encon­
trar al pal» un la sala de parto», donde alumbre un pais
nuevo, con nuevas esperanzas; con nuevos valores; algo vl-
vido en que participemos teto»: asistir a un verdadero alum­
bramiento
Creemos en «ese camino, y sepan bien que lo decimos
cunndo lo consideramos oportuno y no cuáhdo quieren que
lo digamos. Está muy claramente expUcttaóo en la declara- 1
clón constitutiva del Frente, en Mis base» programática« y '
en todas sus declaraciones oficiales. Cuando creemos
tuno hacer definiciones, las hacemos con claridad; pefer »’W
hora la elegimos nosotros porque el pueblo sabe bien M»
que soinoH, )
En estas situaciones se ve claro que nuestro eamino
ineunipulióle .‘un el de aquellas organizaciones que han
 ì

W'fllNi «*l
terttenmen M «mcMntteadón de 1« organisa^w*a
la T^rtiétpucidr» de h «tente: jiónen e! centro de áwdHoíjR
clón donde no está y ío polarizan en dos centro» dé podeg.
donde el pue!4<> no participa, donde ct un «imple espeeta*
ior, un partii1 o al que no »e le ha convocado siquiera.
Nuestra« convicrfoneB non prnfunla«. No voy a leer
tod<* Iojj dnrumentcs q»w» ten«« aq»rf .porque fwi públicos;
pero para terminar voy a cltur un frrtítmento de« manifte««'
tu que emltlmiM tunto o>n los cf»mp«firms do la lista 99,
con oí que hicimos la < nnvoratorla d< I Frente y que está
rooopldo »•« he» bajos proqrnmútirns y en la declaración
constitutiva del Frente Amplio. Afirmamos allí como con­
vicción control, la concepción del hombre ilbro, responsable
y solidarlo, nuletn di» derechos que no pueden serle« deseo-
novillo i n nadie y en ningún caso; miraras convicciones
dcmorrrttlr.'iw que lucen fiel pueblo oí ducho de su propio
destino, (»n un estado do derecho construido «obre r! rápete»
a la libertad plena de expro-.ión y ormnizaclón de todas Ja«
corrientes «<■, inir«, c’dturalo*. rcii»tlo«as y políticas, sin pri-
vile^los ,»nra la ftv'rrn ni paro el dinero; la necesaria rtip- ,
tura i’uii rl capitalismo cuino '.Mema de explotación y
(>pro-ión, y n instra voluntad dr transformar la éconnmía
en una democracia dr tinhaladores y de arp’ítar todo» kie
caminos para que el pueblo, n trató« de sil bicha y su mo-
¡ vibración, rcallci» las grandes transformaciones.
Los demócratas cristianos y los frentistas hemos dteha í
esto muchas veres; y hoy lo quiero reiterar porque esto
cu lo que xottm«. set ion*»; somos consecuente« con aquello
n lo que nos comprometimos; a restablecer el pleno ejercí-^
cío fie hiK litw’Ttade'; públicas. Y, ademó«, «nwi embt*ciNHi- j
tes en denunciar que estos resortes extraordinarios qt>e «0 \
pide son utlMzadc« pira la represión |>opular y para soste- ¡
ner una política que ct antlhlstlrica.
Por todo esto qm hemos dicho, y por nosotros mismos,
respondemos eon corale y claridad ante el pala y asumimos
nuestra responsahUídaJ, aunque el Palacio Legislativo esté
! cercado.
(«Muy bien I • Apoyados.»
I n r .. I!. ——

! u '

04 3
 ' -4 > • > 1.

A¿>a.iblog oral

TH A: LtNUNCU o.URE TRaTaMIE.Tú iUL’O A DílTENUvS.

-í»»3Ífin J 3, lU y ¡5 mavo/

... . ......... .I' »lüWnm'MMUW' ü , . -■ *V|

SlHtOR BCMlÁ DÍAS; «S ietjw fakwjer Terra &
preguntaba quéle podrá paear a un dudadano eOkÁn
que no tiene fuá ras, que no cuento cor la aolidaridml <M*<i
un Cueipo c«»mo oir, nue no tiene la po ibíildad de re- ;
gis’rnr rn lo vemi' n U.qu gráfica su situación. La versión
taquigráfica •« h única jna.ira de que pueda funcionar'
’ rn f •«...» ! ■ tvrp. roh’ n 1-t ! tnr-oue'.
si osle Parlnmen’n estuv’era cerrado, ella debería tam­
bién bajar In rcrtlnn, da lo que por Jos suco es que ca--.
tamoi vtv’endo cf<»»de hace veintisiete día» se le prohíbe^
que (pgn la ver lad y que aporte los hechos parí' cscla- i
recimiento de la mismo. Si no fuera por eete rrnbito '
y por la versión taquigráfica, la prensa nada podría de­
cir sin efitrir ainenazada de ser tachadq de solidaridad
con la suhvcrsi in. ;
•í
Voy n leer un relato sencillo, al que hice referencia^
el otro día, realizado pt-r un compañero ---precisamentgft
do Juan T. Lfi?nze- que no tiene frieres, que es ¡M|
hombre hnm»ld',1 que lra!,;i|:) con un Cíimloncfio en t$í
propng1 i dn piulan’«' en ca localidad y al que le ocu*l
rrló oslo- "Sr encendió In luz y me estiré g.i l| col-?
chonela que mi' habían puesto en la celda. Lo «lento,
i< •> । • . )<i ;»(<•',<«• /'-i > ' >!’ n ■ . »no ddo4
el policía < u la 2da. Srrcion. Rosario. Departamento d<¿
Colonia. Me mu aron al hall de ln cornssyrfa y trajeron^
a mi lado, a muy pi ca d slancia a mós personas. *Zo
intentaba mirar hacia *1 m <o y a los en fados y pude ver -
a mi derecha un moco <nnxrí<i!da que llegaba hasta casi ¡
rozar el Hielo, cubriendo los pie' de la persona que
éstaha allí; sup.iwe (pie seria una moler; miré a mi iz-"
quierda y aleaneé a ver hasta casi la pantorrilla de unof j
pantalones negree d? mujer y Unos zapatos negros bas­
tante pequeño«. A mi 'rquícrda había otra muier. Me'
hicieron poner los brazos a la espalda y me colocaron
algo corno un yago en la« muñecas, atada« Juntas y muy
apretadas; no eran ¿'snosaji comunes porque las alaron
con alambre y yo sentía el corte de la pinza dc«pué-- de
। retorcer. Sentí la tos acatarrada de mí compañera y
। «upe que también cataba allí. Me encapucharon y luegoJ
nos »acarón tomándonos do ambos brazos y dlrlgiéndonoti
liar :» la puerta de entrada de I» comisaría. Creo que era j
de madrugada; nos subieron a un camión, bancos de ma-J
dura, Agarbé la sdgi». siga más al fondo, mfll
decía nlgubm; loe «eoté y 'omencé a contar cuanta« peft||
sones «obian- una <iw fre«. cuatro con mí eeñora; sentüg?
la tos suí'í» í.’ue ríi».’;*r*s y -/o cinm: clnctQl
i persona« espoat»di»s vendodaa» y encapuchada.« rumbo aj

04 4

dónde? El camión dobló a la derecha una« cuadra© y
atravesó el puente; íbamos hacia el norte- por la ruta que
une todo el litoral urugunyo, pensé que hacia Merced««.
Incierta suposición; cuando creía que estábamos llegando
a Cardona cobló bruscamente a ln derecha; ello» no lo
sabían, pero yo en veinte y tantw afiou de músico, habla
llegado a conocer los cuminos de toda la zona como la
palma de mi mano y sabía que si a más o menos un
kilómetro de trayecto terminaba el bituminoso y comen­
zaba una corretera de balastro, ese era el camino a
Arroyo Grande, por el que se podía ir solamente para
el lado de F oros; sucedió lo previsto: ese era el camino;
íbamos hacia Flores o Florida, Amanecía, alcanzaba a
vislumbrar <1 resplandor a través de la venda y el ca­
puchón; yn lacla rato que la sargre no círmiaba por mis
dedos; no sentía Jas maros y «omenzaban a dolerme los
brazos y a hincharse las muñecas. Amiabli llegar, llegar
a cualquier parte, u donde fuera, ya no me importaba;
y llegamos, el camión se detuvo, «o sentían grito«, risas,
perros que ladraban y ¡gallinas saltaban cacareando.
Alguien gritó una frase en portugués y (tros largaron
sus carcajadas; uno dijo- mlrá viene un gordlto; yo peso
mis buenos 08 kilos; me tomaron nuevamente por loe
brazos y me hicieron caminar, entrar en algo como un
portón: se ne enganchó el buzo en el alambre;. pisaba
pasto, era un gallinero; lo supe enseguida ya que las
gallmas volaban a mi lado y cerca, muy cerca, sentía
ladrar dos perros, uno a cada lado mío. ¿Cómo te Uamás
vo«? Dí mí ipcllído. ¿Aid que vox sos tu ja? No, señor.
• ¿Y entonces por qué te trajeron? No t*é, habrá una con­
fusión. ¿No ,o Interrogaron a vos? No, señor. Enseguida
te vamos a interrogar; no te hagas problema, y se fueron.
Sentía a cosa de dos o tres kilómetros, un parlante que
por momentos se perdía entre el ladrido oe los perros y
el cacarear de las gallinas, pero el viento volvía a
traerlo; no alcanzaba a captar todo lo que decía y yo
nonía atención para tratar de ub’car el lugar al que me
habían llevado. Un golpe en el estómago me dobló. ¿Quién
te reclutó a vos? A mi nadie. Yo no ten... Y ahí me
dieron en el hígado. Carta, te conviene cantar, porque
si no te vamos a moler. Yo no «é nada, di?be haber un
error. Seguidilla de golpes en la zona hepática y el ab­
domen. Cantil porque la próxima es en los h , . Y me la
dieron. Caí il piso del gallinero, no alcancé a perder
el conocimiento. No es nada ahora, después volvemos.
Quedé tirado un rato, hasta que vino otro y solo, antes
eran más de uno. Me hizo parar contra la pared y pre­
guntó quién ora yo: no ora la mismn voz que preguntaba
antes, me dio cuatro o cinco golpes y so retiró en forma
apresurada, fíenií oue Je decía a alguien si me llegan
a ver. me matan. Pasó un rato, los mismos ruidos del
gallinero y los perros; volví a sentir a lo lejos el par­
lante, no lograba entender lo que decía; de pronto, el
viento me trzfo el texto que anunciaba: Esta tarde
I cuatro extrao'diñarías cárter«.» en el hipódromo Ituzaln-
• g¿ de Flore«; ahora va sabia no me preocupé de escuchar
i el resto. Estaba en Trinidad, era domingo, por lo menos
’ sabía eso. Volvieron a interrogarme: Así que vos no
i sabias que te mujer de V era lupa* — y golpes de am-
. bo« lad*»« «4 rívoirf« quién h» V — Canté, ¿quién
’e reriutó y óerde cuándo sos tupa* —• Yo no soy tupa.
' Sí no sos tupji. ,m»é sor* — Soy socialista, — Comunista
' nutdrMo ¿v«'iMnb'ién *wtá» <wn*rs nosotr»«!' y arreciaron
km golpe# «i* uniKrt lado«, — ,.Voi teñó« a H. . E... ?
No, yo no I» tengo, * ~ ¿Cómo que no la tenée ai el
padre declaró uue la tenéis vo«? Yo no la tengo. — Y
entonce«, ¿dónde está'* — La tiene mi hermano — ¿Có­
mo. vos teñó i un birmano’ — Sí •— «.Cómo «e llam
tu hermano’ — O — . Y ¿a nr.-H-r cu hermana
te mujer de Y . ♦ — Si. — Puede habur uno con
són. vamos a tortsuilar. — Nuevamente solo, aunque
bia que no muy Irlo« me estaban cu«todiando. Lm
Hiñas y loa perros, Iftí manos entumecida«, un dolor
soportable en los brazo« d'-m f iado estirados y apreta­
dos en las muñeras atrás, Volvieron, — Parece que se
está flckir<mdo la < <»■« ¿/)nnd<* Inibala iu hermano? — En
una fábri • <»iic se soluciono tu síluudón, no
obstan!«.* tenén íjih* col.**b<»nir con noHotroa, tenéa que de*
cima« los moviiu < en tos de tu hermano. •— MI hermano
: vive para Ja familia, de ln < us;< »I hnbajp y del tribujo
¡ a Ja cafa, e» padre d<* dos i ij<c» y ahorn también tiene
ja M. E.. ,, nn creo que tengo uinguij j<-1h< ión con
• Oblii »Mtlh • /VÍH II 1 tt « »»bH« mcplHíM o» ’« decil en
¡ dejados en libertad £1 Jeté Grupo Artillería N? 2. Ttfc
04 5
V
dtetintag direcciones? Sí.*-r Vamos a copaultar, — j
Otra vez ©«porando, loa ínkmoa ruido«, el sol calentaba 1
más y comenzaba a correrme la transpiración por JoH
párpados y por la cura bajo la capucha y la s enda. Vol»4
vieron. — Parece que ca c’orto lo que decís. Te vsmoe ají
cambiar las esposas para adelante. — No sólo me cam-1
biaron liu esposa« para adelante, sino que ahora me pu> 3
siero’i realmente esposas, pero antes me frotaron la«
manos y los dedos entumecidos,. — ¿Querés sentarte al ?
solcíto? — La cosa cambiaba, parece que iba mejorando. »
Me sentaron al sol, y las horas de agotamiento me ador- ¡
mecieron . Pasó i J|ío de tiempo, no sé decir cuanto. Me
habló otra voz, tai vez más joven, me contó de loe pro­
blemas en su cusa, su mujer afectada del corazón, los ;
tiroteo« con los tupas, yo no se qué busca esta gente; ■
Me habló de la casita que estaba haciendo, de que él no
podía soportar que trataran » la gente de esa manera,
que pronto le iba a poner la planchada a la casita y que
entonce« iba a dejar el cuertel porque aquello ya no
es vida, que en cuatro o cinco días solamente dormía ’
dos horas por día, de que había personas que se hacían
castigar a veces durante tres o cuatro días consecutivos
allí en el gallinero, desnudos, entre el barro y golneadoa
por tres o cuatro personas a la vez. También me preguntó
qué relación tenia yo con la orga, y si mí hermano es­
taría vinculado. Le hablé de mi familia, de mis cacho­
rros, de la ‘’Ratona”, y do los hijos de mi hermano. Vol­
vió alguien con más grado, porque me dijo el que me
estaba hablando: Párese. — Bueno, ya nos informamos
y te vamos a soltar; hubo un error, estáte tranquilo que
en cuanto confirmemos la detención de tu hermano te
soltamos. Otro rato de espera. Sentí el ruido de un ve­
hículo que se acercaba: por el motor me pareció un
jeep. Aquí está tu señora, los vamos i llevar, pero
tenés que elegir entre dos opciones: o esperás hasta la
noche en que volvemos a Rosario para traer a tu her­
mano, o «i no te soltamos acá en las afueras de la ciudad,
en un parque y vos te las awglás, ¿Trajiste dinero? —
Sí. algo teníamos mt señora y yo. pero no« retiraron
todas las pertenencias en Rosario. — Bueno, nosotros te
vamos a dejar que 1 dentif!'.rue.-i tus pertenencias y las de
tu señora, te vamos a sacar las esposes, la capucha y
la venda, pern va« a e’tar hincado y nosotros vamos a
poner toda« las cosa« en el Míe lo, no podé« mirar para
atrás ni para los costados, «i' llegó« a mirar ‘e pegamos;
un tiro. — Me hicieron hincar, nacarón el capuchón y la ?
venda. Y en ese momento vi todo lo que había sobro4
un pañuelo: balas, reloje«, fotografía«, documentos.
brotas de apunte«, llavero« y píate Separé la tuyou
y de tu señora. — Así lo hice, eran muy pocas pwta-1
nencins. dos llaveros y mil cien pesos. Ahora te vasfttMI®
a llevar. — Sí, pero ustedes se olvidan de qva cuando
no» detuvieron, a mí en el (rábido y a mi señora
nuestra casa, nos trajeron sin nirgún documento ene
porque nosotros vivimos en un pueblo dundo todos
conocemos y no tem mos neios’dad de atufar ion
documentos. - Si t< detienen les decís averij
acá. ¿Vos tenés inca de dónde ertás? — No. — ¿Qué
parvee: r« una granja o qué es esto? — No sé ni me in*j
teres«; ,«é quo quiero salir v <*su»r con mis hhos, HfabkNw
con «tis superiores y traten o>' conseguirme algún salva»?
conducto para vhí‘»t. algún panel firmado o con el sellfra
— Vamos n v»>r, Mjban. Ja -a ñora primero, después vaájg
gordilo, • - Sentados en el Irrp nhora tenia la «egurída^
do oue era un jeep, nos llevaron. Paró el vehículo, m(M
preguntaron los nombres completos ndtw v ue mi com-^
ñera, y creo que estaban haciendo ei documento pOTw
demoraron unos minutos Volvió ¡1 que había ba-1
qua ^r-j el que hablaba siempre. £n el '»mino qu«|
mbs acorriendo, me dijeron: t<» vamos a dejar cofi|
«lora m un camino transversal n la ruta 3. Nosotroaf
<T)Ot a sentar en el sucio mirando en 1« rnwna dí-4
recaAn a ln« dos. le.^ vamos a «arar las esposas, la c«-f
__ y ia venta, ñero ustedes tieiv-u que quédame «inj
mnverae ni mirar para atrás < inco minutos por lo menoaq
Af «irterfa« lie dan vuelta anlrs de ruiro minutos, nosotrogí
le« prímdemoa cartucho, — Nos «araron todo de- de atráa,?
no vimo» a nadir, habían dejado en mi rn.mo <1 salva-
conduMo.- MI se fiera oneendlo un cigarrillo Me puse a
leer el papel”. Y aqtrt ettá «I original, fié?»: “Trinidad,
SO de abril de 1072. El «uactite, Jtlr
tilleiía N<> 2. certifica que lo* rludadamMl^lhgíll IwWlO
' v Mari*» TvryK H'<*«#;> dr viajan «M 1
documento« por haber «ido de ten le'ós hasta momento,
en el que comprobándose que se treta de un error, son
Cnel.H, .
«i
 \ ' IA-'« 'jiniel

ÀsHff.blei G<n.eral

TE: IA: MOGÎO\' SK LECuAKE îHàVE Y L’KGENT?’ MU-J1ON DECRETA LA

libertad de ')'¿ detenidos bajo MED.IDA3 LE SEGUN 11 AD.

Sesión 13/ V* y 1 5 mayo/9?^

V Ch ’> ■ jr. ';n< *r< .*

j hi » » ' u :.i i1. tM»r, '4<t
’nx d i'.i u 1 .nn|M¡ <» i b* > Mr-
ifg
h ; , r. 'u. J S<l >" «
H< * tu I l■ : Ut II I J . !i
t•
ir ‘ ■H-. < «i
i J'U I ■ > >i I ' » t f>< i » < f ;r.

Vcjî-O l ‘•'4'''iSv <’ : UÇj, ¡1 c. C’A> ixx v) ■ ’t‘*J ‘ o

N* O/l

, M î. .■ i * n fin i i s eu 3 i Ó n )

PROC; ,,.jo

04 6
 A j »-ny l OQ G«n vral

TE", A? FVNC1CUAHJOJ WHTUhAtOS f DESTITUIDOS.

27 y 28 3«? ti ombra/')'/2

SEÑOR 8OSA DIAS. — .. .en la necesidad de qoe

por tiempo indeterminado se dejen sin efecto las garan­
tías de inviolabilidad (le! hogar, o sea, que a cualquier
hora del día o de la noche m pueda irrumpir en los bo
gwes unqruayos, con fusiles y metralletas para hacer
requerimientos por presuntas actividades sediciosas; que '■>
se deje sin efecto un instituto como el del babeas cor-
pua '. que ití siquiera en la mejor Interpretación del ar­
tículo 31 hi quedado en suspenso en virtud de su aplica»
clon, Jo que darla garantías de que ios detenidos no se­
rian torturados, como han sido y siguen siendo torturados
en el día de hoy« I
iBasU de paparruchas, en cuanto a qv e no ae tortura! i
^ya no se puede hablar de InlarnjgatorkMi rigurosos, cuan- 1
r**-—...... - - ------ --------------------- - 4
j do hemos tenido la oportunidad, una y otra vez, ue cora-’
probarlo; cuando hay una muerte respecto de la cual la
Camera de Diputados dijo claramente que había sido l
onsecuen ila de las torturas.

Ahor» se le viene » pedir al Parlamento que puedan *

quedar hacinados, por cuatro meses, en las cárceles jg
cuarteles algunos orientales, para que después de un prosg
ceso de ochenta y dos días, como les ocurrió a nuestra^
cumpaherce Bava y Nilson, sean puestos en libertad
que no hay lugar a la formación de causa. Pero ¿quMvü
le saca do encima «I submarino" que le mandaron
lleva y quién le restituye ios ciento ochenta y dos dito
. qne perdió de trabajar, que Inclusive, para uno de eUo^l
t esto significó la pérdida del empleo?

También podemos hablar de la libertad de pausa*'!

miento. El diputado Fernández Menéndei lia hecho unaJi
¡ denuncia y, frente a ella, llama la atención que el eeftoel
Ministro - sobre todo el del Interior— diga siempre: "NoJ
sé; vamos a averiguar"; y las denuncias son gravislinagl
y rcltcradíuj. I

Quiero aeclr que se ha dado Instraccionai a la Fó* c

liria, por que dé lo contrarío, no hubiera ocurrido otro
h'cho. como el que aconteció en esta ciudad de Monto- .
video el din » de setiembre, a la hora 20 y M>. en 10 df
• Julio y Río llr-ann», oportunidad «n que ve‘nll:lnco jóve- z
nos demócratas cris! Innos doce de eíloa menores dé’“
»■dad fueron detenidos por un grupo de choque de la
Pulirla y conducidos a la Reoclonal 3*. Cuando me intere- ’
sé por \u lllw»r!nd tongo que decir que el señor Co-
misario de »w Heortonal se comportó correctamente- , sd:J
nos di lo que obedecían ordene» do superiores. Más: había |
ido a la Jola tina a hablar con el Comando, para que la ;
1 dora instrucciones. El Comando lo Impartió Instruccio»
nes en el tentido d<* mantenerlos detenidos y anuncian-’
doles que «crían pasudos u la Justicia Militar.

Seguramente la Asamblea General no sabe cuál era el

delito que se imputaba a estos compañeros demócratas
cristianos, jóvenes estudiantes, que estaban volanteando
por la Avenida IB de Julio, con sus camisas naranjas, el
Congreso que ocho días después Iba a tener lugar en el
"Píaten He". Aquí tengo, seAaUdo por el Comando, lo que
constituyó el grave delito por et «mal estas jóvenec pa- f
saron una noche en un calabozo frío. Dtee asi el volunto
"subversivo" del Partido Demócrata Cristiano: "En nuaa-j
ira situación hay miles de personas, obreros, emplea
vecinos, que también se preocupan y luchan por une
irla nueva, sin tortoras, sin asesinatos, ata
sin carestía, con trabajo digno, libertad
aparecen subrayadas las palabras "¡mbverei tor
turas", "sin asesinatos", 'sin represión".

Entonces. me pregunto, ¿dónde vive el Comando <td'

la Jefatnrn do Policía? ¿En la luna? ¿O no se sabe
bqui se tortura, que ha habido asesinatos y ropr
■ Y esto es subversivo?
Pero >1 el Comando actuó asi lo hizo por orden
rior.

'isa ir.íama llamé ai Jefe de Folíela, Coronel

Zub.a, quien me dijo que .si la Policía actuaba da esta
for.na lo hiicía cumpliendo órdenes superiores y movlén- •
do.*e dentro <lel marco de sus competencias.
 303A DIAS» Daniel
A b ¡un ble a General
TENIA l SUSPENSION DE GARANTIAS INDI VITUALLAS.
Sesión 27 y 28 eetienbre/972
MBftOR aoih DIAS - SaAor Prestente ©xprwé y
•epitó que no voy a hacer una exposición; simptemft&ta
quiero señalar que -s Irregular el hecho de que el Poder
íjeruhvo venpa a pedir u eMa A^:un’’|ea Gen*ral medidas
tan gil!»*«"S que comprometen la inv’ohibílidiul del hogar,
el hateas corpits*'. In garantía del debido proceso, la
libertad de* pensamiento, la in vio la o Huía i de I» corres­
pondencia y de loe papeles de loa partleuHare«, y que nos
envíe este papelito que vamos a examinar chora para ha­
cer un interrogatorio a quienes creemos que deben con*
testar antea de proseguir el debate.
la exposición en nombre de nuestro sector la va
hacer el compaftero senador Juan Pablo Terra; pero na-■
dic puede seguir discutiendo un tema de esta natuialezgj
si el Poder Ejecutivo nn explica algunas cosas que aftrmí^
en este pape), que digo que so ha hecho con una llgere/Aá
(z* que parecería que se viniese a pedir in anuencia o 1M
v a 'para hacer el nombramiento de un miembro del
Pinte Autónomo pero no para hacer una cosa tan gru.ve ■
como es la do dejar sin efecto Lus garantií.s fundamenta- ’
Ips de la persona humana.
Fn este papel que nos han distribuido y en el que se
fundamento Ja petición, se dice que lu conspiración con-;
Ira la Patria no ha (exudo. Para eso se voló la ¡>ey de |
Seguridad del Estado porque se entiende que se trata $
de un delito permanente, A través de < se texto legal se l
dieron los instrumentos n< ce.sui los pura aplicar a ese i
delito. < I
Después, se reitera, en lo .sustancial, la urguinenta- ¡
cioii deí 27 de Junio, es decir. Ja que se realizó en opor- í
tur.idad de la otra solicitud, que comprendía e) Estado do •
guerra y la suspensión de garantías en un momento en ’
ou< todavía no se había dictado la lev de Seguridad del :
EMa&» y en el que las condteione* politicai del país eranj
‘ m«r dBMHsUs 1 pudieren ser .sometidos a Juez competente.
t Luego se dice: “pero es notorio que las BicioncgJ
I béricas desarrolladas por éstas persisten. Notpriip^
I mente la gente palpa que las acciono« bthcisi no peij®
! si* ten, sino quo ya no existen. *1
íi
lut'M se habla de la posibilidad de “...una reor-®
I gunización de quienes atontan contra la soberanía na-'
i cieña!*’. Esto puede llevar a mlidia gente a pensar que
j entonces viviremos por el redo de nuestras vidas sin
¡ garantías individuales, pues slcrri re ex'.tirá la oven*
I tuiJidad <te una reorgziní/.íieión de funizas que ahora
ewtán desoí garuzadaa
■« - mía ñau . j
04 6
A oontttMMrtióa. W ,fe «mq tapete 4»
dosctcnto.<r cincuenta prófugos IWp» ytettH tedt*, jjt law»
que es necesario detener, intcrr^Kf y-procejuir.
Y nquf viene el recova,‘miro tBLprcíO del Poder
Ejecut.vo de que está aplica» do m.wHkartícnlo 31 mía
establero que la« garantía« íthíív;Ór^^E se suspenden ,
a Jo« solo« efectos de la aprehensión der^delincuentes,
ya que ha aplicado la «»»«pensión de las garantía« indivi- ,i
J duales después de la aprehensión contrariando a dicha
norma constitucional. I
| *
i A continuación habla d? que : us estructural ■
i básicas a efectos de la continuación do lar lucha, ..” sub- 1
»listen de acuerdo a documentos que obrgh en poder del
Poder ejecutivo, y que nos otros no colicuemos.
Posteriormente agrega: “no se ha JEcApio profun­
dizar aún en el conocimi« ito de ©tras degimbmeione«
subversivas ni «e ha logrado la detawíón deN^ mayoría
de sus integrante»'. Y se agrega «jue 1« organización
“...ha optado por »atraer sus actividades ron la fina- ,
lidad, precisamente, da evitar la aprobación de una pró- v
rroga de la suspensión de garantías individuales..
Con este el Poder tyecuüvp quiere decir que tugamos
.—. —■ - - - ... *..*M
mucho cuidado con hacerle el juego a la subvers:órt¿
porque está replegada simplemente para que nosotros
no votemos la prórioga de la suspensión de las garaO
tías individuales, y que a! procedemos asi luego salJr«|
con todo. ,
Lucho se habla del “...congestionamteuto operad»
en la sede de la ¿’usticia Penal Militar > dice qtiM
hay muchos d< tenidos, sin especificar cuantas, que
Y aquí está el paroxítono de la concepción polltlc»
represiva del autor ideológico o ni.itrri.il do este llbrlñj
al «tecir »J Parlamento, que es como decírselo al pal«,’
que la prórroga de la suspensión de lii.i garantía* indi-
viduales asegurará definitivamente el orden público y
permitirás, el progreso y la felicidad coleo!, vos, o sea, que
dicha prórroga de la suar^nsión de la libertad y de los
derechos de las personas humanas hará posible que por
arte de nuigia este país se transforme er¡ un oanr feliz.
ateg,re y en paz.
23 63
 BEltOR SOBA DIA* - Ah&ra ine voy h ,*irí¿lr af‘
señor Ministro del Interior, y voy A decir por qué. por.
que en esta inctancia el Poder Ejecutivo, fundamental­
mente el Presidente de la República, no« consta que'
estaba valorando una «crie de elementos, y el Poderi
Ejecutivo era cauto en anunciar la necesidad de con-1
tinuar con la suspensión de las garantías individuales, y.|
tan ara así que recién en 1» noche do ayer decidió el’
problema. V da la casualidsd que cuando en el país Rgj
creía que ya no era necesario continuar con la ruspen*’
t’ón de la« garantías individuales, y «e veía mucha cau.l
lela «n loa ámbito» de! Poder Ejecutivo en cuanto a reí*
terar o programar la continuación de la suspensión
la». • • ' ¿
ríi

Sefior Presidente: como voy a aludir al señor Ministra

del Interior, me permito llamarle la atención pnra qu»
escuche lo que %oy a decir, pues creo que este Cuerpos
no p. edr seguir discutiendo «i no se cuenta con los ele.
mentó» aob’e lo« cuales se hacen afirmaciones aquí, en,
esto, yero sin darse hechor de c'.a.*e alguna nue los fun*
»lamenten. Digo que diez día» antes, cuando el PodeF
Ejecutivo e*u cauto en cuanto a pedir la prórroga le 1<
suspensión de garantía« individuales, el señor Ministré
del Interior, utilizando el vlíjn procedim'ento de lo» hd*
chos consumados, y poniendo elementos que operan comW
presión, qu* luego hacen difícil una marcha atrás, dljn
en un ropo-taje aparecido en el diario ‘ Ahora” de! dK
19 de setiembre, que transcribe declaraciones del dw
anterior, o n»‘a d»'l 18 —y el Poder Ejecutivo recién torhá
posición r»l díA 27 de ese mei--: ", desde el punto rJÜ
vísta militnr, la «(«lición tiene au espina dona! que­
brada', pero advirtió que quedan aún “sedimento». poE
lo (fue e«j bidispenh.abh», en su opinión, mantener laih
medidus Je rxeepf'i m" Por r.u parte, el señor Subwrreta«?
rio doctor IJcs’or Bolonlluí manifestó que: "la IdeologiiM
y el adorlrlmu’iíento de lo tupamaros, a 4 como su apa­
rato polillo), dgiirit en vigencia, y que el pedido de
anuencia que se cursará al Paríame/’lo será sin plazo
definido".
Si hubiéramos tenido un Presidente de la R< publica
que ejerciera m. calidad de tal, por redas declaraciones í
! les hubiera pedido la renuncia a a/nboa, pm s antes de
I que re pronuncian el Pod r Ejecutivo ya estaban anuir
í ciando que el pedido de prórroga de ^uauensión de las
garantías indrvíduoles se iba a operar y lo hacían diez
día» ante* que é! tomara una decisión. Ésto está dirigido
a crear ’.(■•ho* que obligan al Poder Ejecutivo a tomar
una dfcctaión de naturaleza

Por la reclaecpHi «n tanto »ibdína y propia de otros

coAiunivadM quo heme« recibido en el Parlamento, y
que hau Unido autoría en el ¿mirto del Ministerio del
¡t tenor. «reo wcejsrxi qw ante» de «ontínuwr 5a discu-
*ió<j el Pío la merzt» »<*p« alguna*« ross«, F;a primer tér­
mino, cuales aon toa hacho» que llevan al Poder Ejecutivo
ü »ChrmiMr que ta cccwídraciófi contra la Patria, que mo*
.............. sBKa,«^i>W mi,II (*■•

tivar» la íiisixmBióti de !<« garantÍM

hn ce udo, calando Oh vigencia 1« L*y
lo ín’trumcnto supletorio precitamente para awciwrag
Es 1 << < .jim* d< atentado a ln Constitución y de eofWpUMÍág|
'i ¿' Pa'ria En segundo termino, quetemo« pregjtWI
l

lar da dó.adr sah y si jmd.cra brindarme una hato

«cría mucho mejor lu cantidad do d,?M’íc.nlo{,to",‘¿X‘ÍÍl’
prófugo.’, cuando «egún loi< comunicado» de las fuerza»
Conjunta» que hemos recopilado, dando de baja la» apta*
hen»ionc3 ponte riere«, In ‘ «ira es inferior a los cien re-.
qucjidcMi jí no detenido«.

04 9 23 ¿¿4
 SSftOR IGRA DIAS. — Ademó«, en nccewrWHlv« j
' s<- no» explique cómo se pide esta prórroga de sdlpem"
«ión de garantía« individuales p&ra interrogatorios y *
procesamientos, en qué teoría jurídica se basan, cuando"'
e! artículo 31 de Ja Constitución es claro y terminante
en cuanto a iue él debe aplicarse eolamerde para Utf‘
detención de los delincuentes y no para los interrógate-
! ríos y procesamientos, j
! Y hay uno cosa muy grave'que se dice aqvf y que
' tenemos necesidad de dieípar cutí noche para evitar que'
1 aparezcan fantasmas o molinos de viento, Qutaiéramoi
naber cuales «on las otras organizaciones subversiva^;
cuyo conocimiento se desea profundizar y cuya mayoría«
de integrante« no se ha logrado detener, Esto es fun-,
(Inmental, porgue parecería que na quisiera presentar la
existencia de otras organizaciones ocultas, que no se «L
«oró el Ku Klux Klan o alguno de esos grupos de ultra-,
derecha que lí Policía nunca encjentra y que más que,
no encontrar, ¡es hace la vista gbtua. Entonces, es nece»
gario que el jefior Ministro explque cuales son esa«*
otras organizaciones subversivas de las que se tiene algún,
conocimiento, jtero que se desea profundizar, cuyos inte-;
J grante« no han logrado ser detenidos en su mayor parte.
< -■ - — '■ ■ ——-------------- --- *■ - *
frente ai argumento que »5 hace en el Mensaje del |
Poder Ejecutivo respecto a la congestión que tienen |
los Juzgados Militares que no pueden terminar de pro-4
cesar todas la> causa« que tienen que ser pasadas a lag
Justicia, pregunto: ¿el Poder Ejecutivo no barajó n¡n»3
guna otra fórmula para superar el cungestionamíento 1
operado en la nido do la Justicia Penal Militar, que el?
de la suspensión sin término de las garantías indívidualeef |
' ¿Cuántos son eson detenido« que aún no pudieron serj
; sometidos a la Justicia? Lo recesitamos saber para com-;i
! probar si la ■•nlídad del cojigeslionamiento es cierto o no!
I Además, preguntamos al Poder Ejecutivo si no «ti
, tliHcutió alguna otra fórmula que haga posible este dea-i
conge»t;onamiento, pero que también posibilite el man-í
tvmmirnto y restitución de Jas garantías di los dercchosj
ImidamenlaJes, ■#

Finalmente queremos referirnos al último parraío l

del Mvi...hje, que ein de antología; ¿qué elementos obje-f
livos llevan a afumar que mediante la suspensión dti
Inri garantías ir di viduales se ha do asegurar definiiva-
mtnte el orden público, permitir el progreso y la feli­
cidad colectiva, cuando desde las propias Fuerzas Ar­
madas se .«.in oído voces señalando las causas de la
violencia y rúa.ido aquí, en e.<Je Parlamento, el propio
Ministro de Economía y Finanzas nos ha hablado de Joe
sótanos de la violencia?

Creo que cuta Asamblea no puede continuar en la

discusión, «i <g Poder Ejecutivo, que en forma ligera
ha hecho la 1ÍL ratina de este libelo, no da sus funda­
mentos para Miner sí lo que se dice aquí condene algún
elemento de seriedad, nobre todo cuando se nos pide •
que lo« derechos més nafrad«« de Ja persona humana
consagrados en la Co’uSIHución, queden nuevamente en
suspenso, cuando ha habido una secuela —que empezó
*1 15 de abril «I» 157 2- de atropello« s inocentes, de
torturas, de aaesmut/w, por equivocación o incompetencia
y cuando lia heñido tantos atímquet » la libertad .le pen-
«amiento, a los nogsres, ró^ién», etcétera

Como este pioblema el país lo s.ento y corno hoy una

manifestación, que llegó a este rsert’«, expresó su vo-J
¡untad de que <1 pleno ejercicio de los derechos asa»
i <t>tüitU\ ido, porque no existen condiciones rd mwtlv«™
ahorn mem« que nunca- para que continúe la WÜKb
itrnsiwn de garantían, creemos que el Poder Ejecutivo^
a través del seóor Mínutro del Jatrnur, que fue el i
primero que adrJunto opinión y que en cierta msneni«
prejuzgo una renolucíón de ese, Poder, debe dsdrne*
en qué m> basa «uta literatura que hoy no« fea mandbdn
para que wicioiM'iiim mu i'xu tan grave,
----------------------- . j

050

”r SEÑOR SOSA DÍAS. — Nuestro reproche no ib»
, dirigido o! juicio del señor Ministro en cuanto' a que
1 desde el punto de vista militar la sedición tiene su es-
pina dorsal quebrada; r.o. Era con respecto a que el señor
Ministro, adelantándose a una opinión que sólo puede
dar el gobierno como tal --los Ministros no tienen opinión
personal I dar en mi tocia reservada al Poder Ejecutivo—,
। dijo que se iba a solicitar u ia prórroga sin término para
! la suspensión de las guríihtíiro, y lo dijo también el
; señor Subsecretario. Yo creo que <•/» una reuponirobílidad
‘ política de un miembro del Poder Ejecutivo hacer tales
afirmaciones cuando el órgano competente para ello y
. de1 cual depende el señor Ministro, no había tomado
parición.
Sabemos, además, que diez días anten, cuando se
hizo esta afirmación, el propio Presidente de In Repú­
blica no tenia opinión formada, y que dentro del Poder
Ejecutivo tampoco había una posición a este respecto.
Dije, y io sostengo, que fl un Presidente d<» la Re­
pública tiene un Ministro que adelanta juicios, inclusive
creando hechos políticos innegable« que hacen presión
' «obre la opinión pública y sobre las decisiones n tomar,
i prejuzgando, está incurriendo en una responsabilidad
• política que el propio Presidente de la República tiene
! que atender y eunsiaerar.
Entiendo que en esta materia no hay opinión P‘r-
■tonal a dar; las opiniones son, repito, del Poder Ejecutivo"
। y los Ministros no pueden abrir juicio personal hasta que
1 el órgano correspondiente —que es el Poder Ejecutivo
con el Consejo de Ministros— no se pronuncíe,
SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR. — Sin inten- ;
ción de réplica, ni de estirar esta incidencia, que me ¡
parece intrascendente y sin perjuicio de reconocer que
el señor diputado Sosa Días pueda pensar lo que acaba
de expresar, u otra cosa cualquiera, porque está en cu ,
derecho, digo que cuando los Ministros discrepan con
el Presidente de la República, se van.
H( dado mí opinión. Ha (»corrido que el Presidente
de la República coincide con esa misma opinión y np
por mi gravitación o Influencia —muy modestas—■ sino
por el análisis objetivo de lc<< hechos por él realizado.
I Por lo tanto, no veo ahí ninguna rcsy/onflabllldad, ni
| nada. Si existe responsabilidad política, es el Par lamen-
¡ to el que tiene In potestad de exigirlo, ejercitando sus
’ competencias. Me parece que hay un juego de palabra«,
«na exageración, d*'sdr el punto de vista del concepto
de parte d^l señor .diputado Sosa Día«, que respeto, ns-
tuniítnenle, pero que no comparto.
dfe En cuanto a la exfraneza del señor diputado acarca
^Fda cuáles sevlun las otras organizaciones subversivas,
aparte del MLN, recuerdo que en tina publicación que
1« envié, ron una tárjela, rumo n todos ios demás inte-
grao tes de esta Asamblea, y que debe tener en t>u poder,
recogimos los antecedente« parlamentarios al respecto,
longo a la vista esa publicación, con lo que dijimos en
la Comisión de Constitución y I.< ginlrción. integrada,
del Senado, vi día 20 de marzo de I972. i »u tribuido N° 88
de este año. No so «i el «enor diputado lo recuerda;
«i no es así, ae lo refresco, porque con mucha claridad
, hicimos referencia o los distintos grupos que. de acuerdo
a 1« información que disponían lo« servirlos d<? policía,
, estaban actuando en el país, lo que no en un secreto
> para nadie.
En vista de que parece que existe olvido, o que no s
hay conocimiento por parte del señor diputado —no está, J
naturalmente, obligado a leer o catar enterado de todo—,
me voy a permitir hacer conocer nuevament-1 Jo que de-
cíamoá en es» w-rión de la Comodón;
05 1
r 7gg » phwi wanar w cw»1 iwiww déaargir ~
¿o dar algunas rewreiielar» relativas al movimiento se-
(iüclnso que está operando en el peía, así como proporcio­
nar Información acerca de cierto» planteamientos sobre
los dirigentes o participantes de ese movimiento, ilustra­
tivo de la actividad y de la propaganda di guerra que
efectúan y también de reseñar fases o etapas que como
parte integrante de una doctrina y de una estrategia,
uno de los principales grupos subversivos expone en sus
documentos internos de trabajo Hoy aportaremos ma­
yores y más precisos datos sobre dichos grupos, datos ,
que juzgamos indispensables hacer conocer a la Comisión.^ .
i porque de ignorarlos, de no tenerse una noción cabal i. !
‘ do las actividades ye cumplidas, de las acciones que ha- 1
brán de seguirlas o de las metas finales que aquellos se
proponen, empleando hasta los métodos propios de la
guerra, no será ppslok» apreciar su real peligrosidad ni >
hasta qué punto la aeguridsd nacional se encuentra com­
prometida y por ende tampoco se podrá elaborar nin­
guna ley que permita ejercer la defensa con el mínimo
*1* de eficacia necesaria. En esto aspecto, la advertencia
i»agnz del autor de "El Príncipe9, sirve de pauta. Decía
Machlavello: '81 ae conocen íntegramente los males que
¡ pueden manifestarse, lo que no concede el cielo mée »
que a unos pocos hombres bien prevenidos, quedan cu- 3
J rados muy pronto; pero cuando por no haberlos conocida,*
se les deja tomar un incremento tai que llega la noticia
a todo el mundo, ya no hay arbitrio que lo remedie”.
Refiriéndonos concretamente a los distintos grupos
que están actuando en el país, decíamos que eran varios.
Y agregábamos: "En primer lugar, el OPR 33 (Organi­
zación Popular Revolucionaria 33), de extracción neta­
mente anarquista. Aparece como más radical que el
propio MLN, a cuyos integrantes acusan de burgueses,.
abrogándose para al la auténtica representación de la
lucha de clases en defensa del proletariado. Mantuvo una
oposición cerrada a las elecciones. Su# acciones más no­
torias fueron algunos secuestros, como el del doctor
Alfredo Cambór el 23 de julio de 1971, asesor jurídico
de la empresa Cicssa, a la sazón en conflicto con «H
personal; de Luis Fornánder, Lladó, directivo de varias ;
empresas, entre ellas Futuro, donde también los obreros
habían presentado demanda; de José Pcrelra González,
periodista de "El Día", como represalia por la campaña
emprendida en ese periódico contra la sedición; y, final­
mente, de la periodista francesa Mícheile Ray, una de
las representantes de la prensa extranjera en las re­
cientes elecciones nacionales, a la que se sometió a esta
medida con fines meramente propagandísticos, por tra­
tarse de una figura bastante conocida. Ha cometido, de
acuerdo con los registros policiales, unos 14 ó 13 asaltos»
robos, etc., de dinero, armas, pertrechos diversos, en tai
ellos el de la bandera de los Treinta y Tres, reliquia
que obraba en el Museo histórico. En general, no hai
demostrado crueldad, silvo el caso del guardián de B-
Penitenciaría. D'Alhenas, atacado el 9 de febrera en W, i
humilde vivienda de la localidad de Suárez, en presencié
de su esposa y seis pequeños hijos. Recibió 8 impactos -*1
da bala en todo el cuerpo, pero, afortunadamente nin­
guno de extrema gravedad. El segundo grupo es FARO
(Fuerzas Armadas Revolucionarias Orientales). Su fa­
chada legal serla el MRO, que integró la alianza electoral
del Frente Amplio, respondiendo a las orientaciones del
es diputado Collazo. El tercer movimiento es el FRT
ni....................... •
(Frente Revolucionario do Trabajadores), del cual se
conoce muy poco, porque muy poca también ha sido su
actividad. Auemás, nunca ha expuesto su base ideológica.
Otro grupo sedicioso es éá denominado "Autónomo ¿i de
diciembre”, escindido del MLN, pero que conserva parte
de su denominación (tupamaros). Es un grupo más ra­
dicalizado y se autocon^idera "cortoplazista , es decir,
que1 buscarla una solución más radical > a curte plazo,
a diferencia del propio ¡movimiento madre, al que cali­
fica de "largoplsr^ta’’» El hacho máu notorio que se ,
cor*oee y que sería imputable a este £rvpo, es el aten­
tado contra el Club da Golf de Punta Carreta», a inca
de diciembre de 1971. Se estima que alrededor ce 30
ó 2» InUgrantcs del MLN pudieron haber pasado a es lo
grupo*'. i
Finalmente, en trabamos a explicar la constitución, el
funcionamiento, el programa, etcétera, del Mln.
decir que el Mensaje —creo que este fue el fundamento
; que tuve» en cuenta el señor diputado Sosa Días, al re­
ferirse genéricamente a otros grupos que no se conocen
i muy bit'»'--, no estaba aludiendo a grupos dé los CTPgWd
nadie sobe nuda, ni siquiera sus iimnbrest esté
mación había sido aportada oportunamente f PUWm»«J* «
da, porque lo que acabo de reproducir no quedó perdido
en un acta de la Comisión del tíenado, .sino que fue reco-
í gldo en esa publicación que, como dije hace un momeo- ¿
to, Ideo llegar a !<»« »tmores legisladores y creo que tam-
hlsii wl «Miml íllpuladu Lias. ¡
23 8 34 4'

i puesto de manifiesto acciones concretas. Y esto de Q¡J*
I SEÑOR BOBA DBS. — Frente a esta Información,
quiero hacer simplemente dos o tres puntuilizaciones.
El señor Ministro se refiere a un libro que no he i
podido leer todavía, lo confieso, debido al ajetreo de
política. He leído uno del señor Ministro, que creo Mfe
। una de sus óperas primas, que me parece qve se llamaw
¡ ' Gomo llegue a sátrapa y otros cuentos or enlates’* que
■ alguna vez mencioné en esta Asamblea. Peí o repito que
; no he tenido oportunidad de leer este nuevo libro sobre
¡ sus alocuciones en el ámbito parlamentario, aunque del i .
señalar a ríete meses de dichas esas palabrón, que el Mpi <
está perfectamente detectado y la acción del Opr 93 per«
rectamente individualizada, y no lo digo por lo maní-
/estado por el señor Ministro, pues esta última organi­
zación mucho antes que el señor Ministro llagara a este
| gobierno ya había publicitado acciones realizadas, algu­
nas de las cuales luego fueron descubiertas e investiga­
das, siendo tamb.cn Investigada la propia organización,
¡ que, a estar a k. comunicados de las Fuerzas Conjun~
Wao, parece muy similar al Mln.
En lo que tiene que ver con el Movimiento “22 de
diciembre”, el señor Minierro ha manifestado —por otra
parte, esto se ha dicho en algún comunicado de las
Fuerzas Conjuntas— que se trata do un grupo tupamaro,
y creo que hace muy poco tiempo se dio profusa intor-.
»nación sobre una acción que se Imputaba s. ese grupo:
el incendio del Club de Golf.
Quiere decir que quedarían sin investigar, o sin pro- •
fundizar i*n su conocimiento —como dice el m«r¡sajf~, ’
el FRT y el Faro
' vieren, Sin embargo, el señor Ministro no ha dado el
I atentados contra la vida y los domicilios de personas y
el señor Ministro.
052
P SEÑOR BOBA DíAÉ» Esto también lo iba a deeír.'
De) Faro alguna vez se ha hablado, por lo menos me ♦
parece. No debe ser un grupo muy Importante porque no .
tiene acciones protagónicas señaladas. Del FRT y de). Faro .
han quedado las siglas, pero sinceramente nunca se han
. el FAP se dedica ahora a distribuir esos sobres es algod
nuevo que está dentro de los avatares de una vigilancia j
I v una prevención policial dentro de un régimen ñor-
mal y si a siete meses de la mención de estas organiza­
ciones —<iue supongo deben ser minúsculas porque n<H
han tenido ninguna acción señalada— no se ha avan«^
zado en su represión, ante la eventualidad de que elUgh
puedt.n desarrollarse o reaparecer, la tesis del Poder Eje*'
' cutívo será mantener la suspensión de las garantías in-
divídanles por tiempo indeterminado, declarando con ello
Incapaz al Estado de prevenir estos hechos delictivos que
son comunes y que no pueden sorprenderlo porque aho­
ra está en condiciones de enfrentarlos y además porque'
cuenta con un Instrumento que antes no tenia, como ea
la Ley de Seguridad del Estado, para cuya sanción se.
argumentó, frente a todas las impugnaciones de carác­
ter constitucional que han quedado pendientes, que erg.
el instrumento necesario al Estado para prevenir estáte
acciones subversivas.
La reflexión que hacía el compañero diputado Vieraí
y que todos nos hacemos es que el gobierno se declara
incapaz de atender estas obligaciones si no es mediante
el mecanismo de la absoluta ¡imitación de las garantías
individuales en forma pernlanente, lo que es muy grave.
Pero además —lo decía el señor diputado Terra en
su alocución— cuando por primera vez la Asamblea de­
cretó ls suspensión de las garantías individuales y el
estado de guerra, e incluso cuando discutimos —agrego
yo— ¡a propia Ley de Seguridad del Estado, quedó bien
claro que todo esto estaba destinado a combatir a todas
las organizaciones subversivas, tuvieren el signo que tu-
nombre de ninguna de las organizaciones que antes y
durante este gobierno han sido autoras de numerosos
que han protagonizado últimamente acciones delictuosas
dentro de los incales de enseñanza, a tal punto que lle­
garon a matar al estudiante obrero Rodríguez Muela.
Entonces tenemoa derecho a pensar que parecería que al
gobierno no le preocuparan estas orguni/acámes que es­
tán vigentes, que están ahí. El Escuadrón de la Muerte
es algo que existió y existe y aunq ie evidentemente na­
die puede negar que es una organización subversiva, sin
embargo no se ofrece ninguna jlvjervaclón al respecto.
81 se quiere ahondar «n el conort miento de ewtas orga­
nizaciones que se diga, porque añ ¿abremue que el Po­
der Ejecutivo ha atendido también la voluntad de la
Asamblea General, de reprimir a todas las organizado-j
nes subversivas. I
Quería señalar esta ornisiun en ¡a lista que lia leído
23 ó o 4
 SJSA DIAS, Da.nl»!

** amble» Senerd

TEMA; MOCION CRIACION COMISION MEDICOS PAHA FISCALIZAR

ESTADO SAKJTAHlO DE DETENIDOS.

Sesión 27 y 2R ntitiembre/972

j í ■&*
s .<.' . - ' «**• ’ ' 4. *
•' «>. ti <h Mt rU’brt I

•r jMrealdante <*e la A»» ubère ¿faterei.

- p ' Jfr
Don>3*r«t riApt'lH. ■ pó
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t*> fcl Mmbtftk) -«<» , i» : Public» » rvírtituhA una ‘
cornbúon de Mi dice1 ■ ai ' > Mintteru#
Uo loe dMrukl.j« v । )a< rAn p lecer el
1 1 lu »’»íniliot i''!, ti ir, » »u: )«»!'■' n ‘u aflttfvre
•riforme* nin «».”•!* ten-V dita»ue k .«otanea «e
hai- • .'' '.-o*. Urta ( ,»i •: » ¡: « ’Mi de «dteio. a
ríyuei <ppn«o He k* Mir. • ■ de ’MHetMrtl Nacional o,
(tal Inv^rKJ ’ flr ia C '.’Jg u> u ciuci de ia Aaam»
Mea Generai Su deei* . meo te her 1 awUt fa dfa
dlai de la taclia, y «/»nMuaoi 1 ¡cctb<r do fanodiato.

2*0 id Poder AJr •••Uvo deb» ru "incettar dentro de

dfa diae on la fikipr<una » r’1* de hedida un procedi- >
rtdtnU) que* ai üifanuca 1 iodo« loe detenida« cual«
quiera «ea la junedlc* jón ;» que b^cm. i la libertad da >
elrwión d<* «uà de f tu iure* a con. ¡i.rtción ptrtódtod 1
con Cst<M b» (jeiermine le < <>n<U« i«>f«ea en que podrán !
Mr trunladaciof de «u.< Ingai < de xuiuoión Joa pro» esa-
do* Aometidne a I* ivaikMa penal ordinarla* a q*ra die-
¡Mjficióo continuane) celando en lodo monynfca ¡
Enrique B. |rm. Eelmar Mtehtlinl, *ari<aa ttodfie j
fuer, A Mimukio ¡todríraee ftaMMdBe, Joayo Da* ¡
r in Matteo, I idto i Uhegevlxm, lede baia ÍK& í
.ChualjL Wult»u Marl nci C.-.'liael, ▼tolAn Tría^ ¡
h Hiid Moiut 1 *<»» i>» g <bilA» Rmechrra, j-
■ va a volar, i
i.o'i jimias lanicia !<:i .»vi la ittnMtíva. aírraBW ’
!u ,... lo
•.>»• M >Ul .
xM • i i’ >

( . . ■ 1.1 ?,.< , j.io ■ 'inri

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i' • t ‘ i‘i • <| ■• lM '■ <,«< ilile.i < o neri] uaoiare ur»< ,.
•4)1 ■•»- . d»n ! » • i le ab riM 4« loe ;
Jf UtuMtlp * 1' 0-» t * ir .1^ ..tan toe Pmdiao 4» 4

•')r i ur <O • < *Ul • i . i, pro H. Freo, UidTO '

vr । .»■■ 1 'i' » ; •, V iau i').^ hdu>ui!<) Viera, Ot<*
&r |O I ! l, U. 16. a . lf.t' ciniMiMif. Kurb i
que Hu.il 'til A Al hF Mh’llne/ <M» I
Ulna! lb»íu- a i i__ _.■> ■a l'< ■. JiUih ( i.vniy’ '.

* -M v* a votar
or le uLíwrtiHvu. alrvenao

Lxfe Z>x^?7^4/7íy
ZXxt>r>vurv »cee/vctT
faér 3* 7

I
053
 SOSA D1A3, Panj el

Aaimtolea General
A
TEMA: MOCION fAKA Ui/K AòAMBLEA GENERAL DECRETI URGENTE
LA LlHEhTAD UI 92 DETENI DOS.

Se«16n ?.*) y tifi a ■ 11 j-nor e/^7?

Ufl» tafe EèrtO» *- *5rrn >•*»»»* Fénri. 1^4»»

*4ta4*jrM, W«Hrr MaKiiWHi G*lilaaA. Jum *. ;
( limi». Wviihi ’Ft•as, Autuitio M Arte! I
Dia». A FmiiriKt» ll«<|rifitM Cawu^i. HbwHiim «
tUMrt. haalri f 4«Hl F«H» TW,

03 tì 3^

ÌÌ4
 Dan i el

Asamblea ^enor^l

TIMA: SUSPENSION MANANTIAS INDIVIDUAIS.

•■*«.*< i ftn P9 noviemtore/97^

29 y 3o n(>vi»mbre/97^

--------------- r~~ ’”T—?7';i , " ... . »•

BÉÑOR BOBA DIAS. — til 9¿á* Bémdor MWfó&f
en su planteamiento, hiso referencia al problema r*¡e Me‘
subversión económica, y conviene hacer una precisión, w
esta altura del debate. El señor ministro de Defensa Na4
c i onal ha planteado el tema dentro de carriles constnuHl
tivus que nos permitirán hacer una disensión, de la cuati
pueden resultar conclusiones que ñor unan más allA de]
las aparente» divisiones. En consecuencia, creemos qua
es fundí,mental tener presente que en el mes de juoMH
por boch d? los propio» ministros a quienes les competa
este problema, se dijo que la subversión armada estaña
prácticamente derrotada. En ese momento, Jos primera«
' días de agosto, comienza a revelarse la inquietud en a
, 5cnu de las Fuerzas Armadas sobre una causa inmediatí
de la subversión armada, cual eran lo« Ilícitos económico»
Quiero repetir textualmente la declaración del Club Naval,
porque vale la pena recordarla, que dice asi: “Repudio
i a cualquier forma de subversión, ya sea la que empuña
> las armas para asesmar cobardemente, la que expolia
la economía nacional, la que usurpa al pueblo el fruto
de su trabajo, la que propende a la corrupción moral,
administrativa ,y/o política, la que practica el agio y la
especulación en desmedro de la población, o la que com­
promete la soberanía nacional". Y escuchen lo grave de
e&to: "Acusan como traidores a la Patria sin excepción
a los que tenga directa o indirecta relación con cual«
quiera de las jornias dá despojo del patrimonio nacional^
Acusan como traidores a la patria, delito de lesa petriaj
pero a esto se agrega, como aporte muy importante, ya
no la expresión del Club Naval, que agrupa social y pro»

05 5 »
 ■ festonalnwnte a lo» hombres de la Armada, sliw a ‘la voz
oficial del conjunto de las Fuerzas Armadas que desig­
naron, en el acto de homenaje a la celebración arti-
guista del 23 de setiembre, al brigadier Jaume nata que
los representara e hiciera uso de la palabra. Allí oí bri­
gadier Jaume vertió estos conceptos: "No Queremos ganar
; sólo la batalla, queremos ganar la «perra, Y Ja lucha no
ha terminado ni terminará 81 ademaí de extirpar el cáncer
no emprendemos con igual energía la tarea patriótica
de remoción de las causas de !a violencia..?*. "Tan ene­
migos como estos, repito, son los agiotistas, los usureros,
los contrabandistas, los especuladores, lo estafadores del
erarlo público. Todos aquellos que usan las libertades
orientales en su indigno provecho y en desmedro de)
pueblo oriental, transgrediendo la función esencial de
Ja justicia distributiva".
Estas declaraciones se enmarcaban dentro del nuevo
giro de los acontecimientos y de la represión, cuando su­
perados los aspectos más salientes de Ja subversión ar­
mada, se encaró por las Fuerzas Armadas el problema
de los ilícitos económicos.
í mismo día que era puesto en libertad por el Juez Militar?
Pero el senador Michelini dijo algo más: que el go­
bierno en este tema no ha acompañado las mismas tesis
de las Fuerais Armadas, Cuando el aparato represivo se
i dirigió contra ios delincuentes económicos, deseo reite­
rar lo que dijo el senador Michelini: que para nosotros
los métodos que significan conculcar lo« dereqhou y liber­
tades de la persona humana son tan condenable» contra
¡un Inocente como contra el más abyecto de ios crimina-
de«. Y aquí no hago transacción de clase alguna porque
¡están en Juego ios valeres de lu vida, y de la libertad,
porgue en eso no «e transa, pues están por encima de
las consideración del Estado < por encima de c ualquier
Constitución. \ sacaron esto en todos los diarios, imputados a quienes se?
- **
En conaecuei^m, esto lo hemos afirmado con carác­
ter permanefitr para todo ser humano «fue pise sueló
oriental, gobierne quien gobierne ahora y en el futuro.
Pero ante esta inquietud do que se siguiera inves­
tigando a jo» delincuentes económicos, i que hal’a muchos
de galera, se ainió Ir, presión del poder político. Hay
un comunicado de la Junta de Comandantes, que revela
dicha presión. Voy a leerlo, pues hoy había pedido una
interrupción al señor minls.ro pura d¡'mostrarle en qué
forma esta subversión, que m tan perjudicial para el
destino del país como cualquier oHa, lúe presionada desde
el poder político para lograr un cambio en ¡tu me­
todología.
Este comunicado de la Junta de Comandantes fue
enntido e¡ t de octubre >1 ¡a;; 11 y 30 de la mañana,
y dice ai i: "Ante diversas venJones no oficiales difun­
didas por la prensa can respecto a los procedimientos
realizado«! por las Fuerzas (’oniuntas en la represión de
ilícitos económicos, la Junta de Comandantes en Jefe
precisa lo siguiente: iv> La acción contra los delitos
socio-económicos es de responsabilidad prhnordtalmente
de la Comisión de Represión ele llii'iloi Económicos, cuya
integración actual ha sido dispuesta recientemcnt’ jxir
el Poder Ejecutivo". Re refiere al decreto de (eche de
29 de setiembre de 1972, r.'ic integró v organizó la Cric
"2V> Las Fuerzo« Conjuntas intervienen en es la actividad
únicamente cuando como cmuecuenciu de las operacio­
nes antisediciosas «urgen evidencias do la existencia de
este tipo de Ilícitos y una vez comprobados los mismos,
con la realización de las investigaciones correspondien­
tes, se trasladan los resultados a la ublta do la «litada
Comisión, a quien compete determinar las responsabili­
dades pertinentes". Este segundo punto está lamiendo un
valladar a las accionas de algunos unidades de la repre­
sión antes de la subversión armada, ahora estallan rea-
itiindo taresücaciones a nivel ce i lícitos económica». Peto
«áteaac te ira» diferencia que viene en «¡I numeral 1« rorro:
‘ te* £» eonxeeaencta. las versiones m nsaclonailMas que
«r áan dif mdído al respecto, sólo conducen a confundir
a ta opinión púbbea y lesionan grat iltAincnte el buen
nombre de personas y empresas, ya que únicamente la
stwlanciación completa «te los respectivos phmmmoh. será
la que conduzca a tosl*bw4‘*r !» verdad de Jos JívcIioh".
tí* ' i iibífif t< ta
05 6 -».J
«úbFMión: cuando se trata t» delincuentes económicos
hay que cuidar el buen nombre de las personas y de !ns
empresas...
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. -
íNó es ardí
SEÑOR SOSA DIAS. ■— . . .que en el país nunca tu­
vieron ni alma ni corazón, y muchas de ellas ni .siquiera
fueron orientales. Pero tan es asi, señor ministro, que
usted sabe que los comunicados de las Fuerzas Conjuntas
han publicado fotografía« en los diarios de personas impu­
tadas de pertenecer a la sedición armada, poniéndoles una
retahila de delito«, y después el Juez Militar .los puso
en libertad.
Pero no es solamente eso.
¿Por qué no se cuidó el nombre de personas cuando,
por ejemplo, al doctor Azambuya le pusieron ¡a fotogra­
fía en el diario y su relación con el Frente Amplio el
¿O acaso vale más £1 buen nombre de una empresa que
el de un ciudadano oriental? Podría mencionar el caso
deJ padre Spadaedno y de tantos como él, Pero, ¿es que■
no ha sido la práctica corriente que antes dp que se ¡
pronunciara la Ju.itlrla el Comunicado de las Fuerzas i
Conjuntas brindara fotografía« «le los imputados, mucho»
de loa* cuales, en definitiva, no fueron procesados, hacien­
do además la« imputaciones, contrariando inclusive un
decreta de los tiempos del general Gestldo que prohibía
la publicación de nombres primarlos absolutos y mucho
más de gente que ni siquiera había sido procesada? ¿Es
que «c olvidaron cuando pusieron eso o cuando presio­
naron al poder político para que esto se pusiera, y cuando
les ponía la» lista de votación del Frente Amplio por la
cual habían sido candidatos, antes cíe que el Juez se
pronunciara?
Cuando el otro día, el señor diputo do Sanguinettl<
mi agraviaba aquí, en Sala, do «pie el Comunicado que;
hizo saber a la población la libertad del doctor Jor
Batlle, al final decía que nada tenía que ver ron el expe-o
diente que se estaba tramitando <’n n etapa d.d pro-’
Mimarlo sofcf? la famosa infidmcla mi <1 ju>>> do de
Jnstruceióni ¿Aea¡to muchos rtros ciudad nos no fueron
Implicado« política y moral raen te por cormmh .¡dos, y des­
pués rerultñ que nade, trntaw que ver wgún fallo« Judi­
ciales posteriores?
Eso. señor Piesutente, demuestra que nay un dlsvj
tinjo iratemñnto desde que el poder político para uní-
subrerrtón qne par« otra O«* en el concepto de l.u Fuer­
zas Armada» expresado en ím ducqjncmos que !it‘í, es
exactamente la misma. Es Importan!« que digamos esto
poique nadie puedo negarnos que siempre enfrentamos
la arbitrariedad. Muchos no no« quisieron oír. Aqu!, en la
Cámara dr Diputados demostramos que un complano
nuestro, er Treinta y Tres, había sido torturado en los
IntcriogatarfrMi y muerto a patadas. Y alt’.unos ni si­
quiera se animaron a votar una recomendación para que
tales herhc” no se repitieran, y muchos censuraron que
el ministro hubiera reconocido anomalías. Pero no soi-
mente entá el caso del ctimiMfiftem Luis Cirios Batalla,
muerto por torturas en Treinta y Tres, sino todos iris ¡
demas que. con re^ponsabilldM, «s su hora los legisladores
del Frente hemos denuncuide. Fe han tapado tes oídos y
hoy «•* olvidan que ( uunda m permite que decaigan la*
iib«H lados, decaen para uno«, r na iuy zazón para qtte
no decaigan para todo«» >
. I
Cuando se levantan tai prega«!«« con motivo del p
cPhamiento por un Juzgado Militar d¡H doctor Jare» Ba
uñemos que recordar la lucha que dimea por evita:'
ae consagrara en el texto oe te Ley «je Erguruíad del ■
lado una disposición ineonstftw¡<mad a*ediante lu ote
se permitió, contra un texto expreso da ia Constif/UMM
que los civiles fueran juzgados Tribunales Mllltapj
Y hubo un «tinador que todavía sugirió que la suprem.
Corle hiera benevota y cambtara fu jurisprudencia y te
nviniera a Ira nuevos Uen»[A»s retoñeciendo <iue ¿as res*
ii-qj.l<-" '/'X i".í..u.a -te LunMHu«.i'4i, t.uand».
se trata de los derecho», libertades y garantías de tape*
sona humana, rio se puede transar de ninguna manera.
Nosotros no decimos que lo que fue inalo ayer hoy no
lo es. Entonces, cuando e! señor Jues de Instrucción de
Primer Turno, doctor Amilivia, tiene míe decir que aun ­
que es Inconstitucional la disposición de la Ley de Soiju-
rldad del Estado, mediante la cual se permite que la
Justicia Militar juzgue a civiles, solamente puede ser in­
aplicable cuando se decretó la inconstltucíonalidad por ¡
parte de la Corte, se es 14 reconociendo que aquello cue l
se pensó que servia nara unos, en definitiva sirve pam!
todos. Y cuando el Presidenta de la República fue débil
—porque lo fue - y se ras»» \ las vestiduras cuando los;
oblsntM en aquella declaración le denunciaron las tor­
turas y Jos aprecios físico.«, v cuando l.x Comisión de’
Derechos Humanos, con pruebas en la mano, dllo que
en <•! Uruauay as estaban atropellando los derechos do
la p?hm m humana y todavía, al otro día, le hicieron el
coro a un brillante Jurista corno >rs Sebastián Soler, aun - ■
que efectivamente no sabía nada de lo que estaba na ;
sandio en el país; cuando todo esto ocurría y muchos de
los uue están aquí se taparon los oídos, nosotros defen­
dimos esto a muerte, Muchos habrán pensado que está­
bamos defendiendo a los h jamaron, que estábamos de­
fendiendo a la subversión Siempre fuimos muy claros.
Nueiítra linea os una sola. No herma, creído en el proceso
ellttuta; creamos en el procaso del pueblo-que .«e orga­
niza v busca por si mismo el poder y darse la forma y i
el résrlmen que quiere. No creemos en otra cosa. Y tam*J
blén señalamos las élites de antes cuando hoy otras tiitMÉ
pretenden dar normas al país. Hw
Cuando se realisó una caravana por lo? cumpafterei
de la Lista 15, vo escuchaba a un relator que, desde MÑ
móvil, decía: "Libertades si; dictaduras no'. "Pónqitafl
los pantalones, señor Presidente de la República" ¿P0Ñ
nné no so dUn esto cuando desde hace meses le estamM
nldlendo al Presiden!» de la República, no que se pongi
los pantalones, sino que gobir ine para todo el país, oud
biwnie soluciones de fondo, que no sotanéente busque fe*1
efectos. ove trido »1 Par tan coto y «ve presente a Ita
opinión pública proyectos que reformen las «árructuraj
que, en definitiva, son las que producen esta» excrecen»*
cías de lo» delito«, económicos, Porque aquí está ta ollifc|
conyuntura.
. ,.f. . w
Estamos de acuerdo ron ;ia tesis de las Piriw Ar***
madss de míe esta medición h«y que perseguirta; peí»
también decimos que* el Parlamento ha hecho una prfc^
mera contribución, nrlmordtal, Importantísima «¡n eaw
meterla. ¿Acaso radie sube que los anttcedenUw ciue 1¡W
varón a la cárcel a Ion dírmdwre» del Banco Mercantil
nacieron en el propio Parlamento?

05 7
23 «84

SEÑOR SOBA DIAS. — Beñor Presidente: esta noche
el Poder Ejecutivo viene con un nueve M&asaje a solicitar
la prórroga, sin término, de la susi>ensíóii do las garan­
tías. Este hecho se ha venido reiterando en formo sífllS-
iii a tic a desde el 16 de abril del corriente año.
Ahora, ¿se traen hechos nuevos? ¿Se trae alguna juá-
tíiicación sería? Tenemos que decir que no, Nosottos ni
«íriuiera non vamos a prestar a cura en tur lo «pie es el men­
saje del Poder Ejecutivo. Menwi mal que hoy no viene con
aquel cuerRRo del lobo feroz que nos trajo ti ex Ministro
Rovíra en ia ultima Asamblea General en que se trató
este asunto, ¿He acuerdan los señores legisladores de aque­
lla parodia de ios «obres con expiativos F ¡Gran «•’cán­
dalo! Aquellos nobres explosivos era urwi de las causan
por las cuales ero necesaria la suspensiée de ia» guran-
tías indivlduaes; artefactos qué parece que venían dé la
I Argentina y que constituyeron una gran contribución pa-
; ra asustar al turismo, c sea, que e<>tus sobres que lie de-
i rramanun por ,odo Montevideo, inclusive serian emplet-
' dos por una organización antlslonista que hubiora podido
hacerlos explorar con la mayor efectividad. Esto uu1: hace
j^iordar mucho a aquel verano callente, respecto ul cual
una iuenle interesada, dc..de la propia República Ar­
gentina se preocupó de utilizar para boycotear el turkmo
en el Uruguay. El ex Ministro Rovira hizo una grata con­
tribución jiara asustar a ios niños, pero también para
asustar al turismo.
Pero hoy no pasa nuda do esto. Parece que lo de los
robres efusivos, todas aquellas lotogrufíns del señor
Abella y todos aquellos titulares coa los que qtisleron
hacerle creer a la opinión pública que era necesario «uop-
tar estas medidas, hoy no existen. Esta vez hay dos fun-
uamentos que corren más o meno^ parejos. Uno de ellos
tiene que ver con ci mensaje, y el otro es una dincursiva
rememoración hecha en el comunicado 045. No hemos te­
nido la suerte, a lo largo de todo este tiempo, cuando in­
sistimos en pedir, por favor, a loa Ministros que se han
sucedido en la Cartera del Ministerio de Defensa Nacional,
que saquen a los redactores de la Oficina do Prensa do las
Fuerzas Conjuntas para poner en su lugar a quien, ;u'
lo menos, tenga una mejor sintaxis y, además, se impoii’
ga una cierta objetividad» Un día el ex Ministro Rovira
dijo que e*o era un mamarracho; se las vio rn figurillas.
Recurrió al Diccionario y ni siquiera eoa vea tuvo suerte.
itoy M viene con una serie de historias; Inclusive un
ito a un Cuartel. Da ia casualidad que se trato de una
• operación hostigamiento en la que no aparecí«! ningún
& estuviera presente el señor Ministro —que no la
veo, a pesar de que el señor Presidente dijo qwi vendría
. en minutos— le preguntaría, algunas cosas que seria buf -
! rwponaable, no hubo ningún herido y, ni siquiera, parece medidas prontas de seguridad. Y se establecen la conge- !
> gaa quedaron marcas de bala.
< rio que contestara, ya que en este mensaje no se dio.
, íümpiemenle quería mencionar un solo hecho porque
««atiene ebuneenros que hubiera sido bueno qun no exis­
tiera*, y qe» cae hecho no sólo ee dilucidara a través del
é>m«mcado fürt, aíu»o que verbalmente n» explicara como
<* rcwitoit, en primer término, que se huya dad ), a pesar
áe tas medidas de seguridad que existen en temo a las
tmídadee mdtósre«, «w hostigamiento de una pitrulla de
irregulares a una anidad militar; y, en segundo lugar, que
nos explicara como es posible que en un comunicado apa­
recido í n la preñe* el día 2< se dijera que uno ds ios prin­
cipales fibrigeBUe 4* Movlstarat* do Liberación Nacional, *
Mario Arqtumedw Pérez Dude*, w tkuMébe ««capado, Ese
comunicado» que todos &smmi doci* que el mencionado
dirígeme lúe capturado en la ctadad de Daruxno en el
u^»> d¿ jumo, hee-no q>»e fue pwb.xxiio en el Comunicado
AIC ¿r Moderar a efectuar el reco-
MÁntaslsMi* u* iocai que pmuauoMwai« sería utilizado
\H3fFí í.lf)J
por J|M WWfcwifícgttw—
ubicado oh una zona céntrica dé m Cíapltul, esto, que debía
proceder a señalarlo precisamente, so dio a la tuga elu­
diendo ¡a vigilancia de la custodia viendo posibilitada au
huida por ia presencia de numerosas personas que tran­
sitaban en ese momento por el lugar. Así decía el comu­
nicado.
Bueno; supongo que asta fuga ím.brá merecido un su­
mario; que habrá habido deslinde de responsabilidades,
porque nadie ne olvidará que cuando AlmiratU se fugó del
Juzgado de Instrucción se levantó todo un vocinglerío
para inculpar a las autoridades civiles, que estaban des­
armadas por cierto, de esa fuga. Me imagino que Mario
Arquimodes Pérez Iludes habrá sido conducido fuerte­
mente custodiado a ese lugar que no se precisa y que
debió haber escapado merced a un acto de suprema ha­
bilidad. Convendría que el señor Ministro aclarara un
poco esta fuga, y cuando esté presente también le voy a
preguntar de otra luga - también de un dirigente— para
saber realmente sí se trata de fugas y si se ha hecho
algo para local!dar a esta persona c ei, por lo menos, se
presume donde están <
Lo cierto o» que en todo el Mensaje y en todo ene co- ,
mullicado más que reírilar - como dicen los periodista*-*!
viejos documentos tupamaros y de hacer aparecer el peli*|
gro de la reorganización del Movimiento de Liberación^
Nacional a través de presuntas acciones de hestigumientiy
de irregulares a unidades militares, no existe ningún otro-
elemento que justifique la solicitud del Poder Ejecutivo.
A esta altura debemos decir que si se quiere eagri- ■
mír este tipo de justificativo liviano e ínfant.l, evidente- 1
mente lo van a encontrar, pero sepan que 61 paja no se
presta a esta farsa. Si se quiere mantener al país en es- ]
Lado de suspensión de las garantías durante toda la vida. 1
que lo digan, pero no pidan al Parlamento que haga el 1
esfuerzo do creer en estos cuentos infantiles como justl- j
fie a ti vos nada menos que de la suspensión de las guian- |
tías de un Estado de deredro y democrático como es el ’
nuestro. Pero no solamente pedemos recurrir a estas co- >,
sas, sino tanbien a una historia absolutamente iníellu ;
que hizo el ex-Mínhdro Rovirá. ,
Lamenta que su enfermedad lo baya alejado de nos-
otros, pero como posiblemente va a tener oportunidad de
recuperarse y de volver a esta larga Mamblea, quiero *e-
cordar algunis cosas que en ese proceso que hizo el Kfl-
nlstro Ravenna, ni mencionó.
¿Puede decirse que la violencia se introdujo en el país
por la acción de los tupamaros y de la sedición minada?
En el año 1008, cuando el ex Presidenta de la República
implanta la congelación de salarios, trae cartón, para po­
der defender una política antipopular y ahogar la pro- ]
testa de los trabajadores en la calle, se establecen las .
hición y las medidos prontas de seguridad, una detrás de !
la otra, como ia sombra al cuerpo, y desde ase momento en ¡
adelante, ¿no fue violencia marinar ia Oonstltueión, co­
mo lo hizo el entonces Prasidente de la República, señor
Pacheco Areco?
Desconocer al Parlamento que levantó las medidas
prontas de seguridad, cosa que no fue acatada, ¿no fue
violencia? Poner presos a ciento» y cientos de obreros sin­
dicales y destituir, sin sumario, a cientos de funcionarios
públicos, ¿no es violencia? Y conste que en el año 1088,
cuando se decretan las medidas prontas de seguridad, no ¿
hubo ni una mención a los tupamaros, porque todavía no
habían tenido una expresión evidente en la sida nacional.
Y los continuos desacatos a lo« fallo« de la Justicia —y
todavía se dio el lujo, a los pocos minutos de trasmitir eL
mando, de lanzar un nuevo desafio a esa justicia a la qug¡?
había diwonocido y desacatado, en un amo de verdadero^
delito, quo nunca «e hizo efuítfvo si ex Presidente de WÍ
República— ¿no es violencia? ¿Qué es ftso? ¿Es el caminé!
de In legalidad o ee el camino de la violencia y de la subeá
versión? Y ¿cuándo se Inició eso, señor Presidente? Kn»’etí
aüo 1068. 4 1
..<g
23«34
¿
 Hubo desacato al Parlamento, pero no solamente eso.
sino (;ue vivimos el periodo más negro de conculcación
de lai libertades, Se cerraron diarios y para que la Sip
tuviera que decir que en el Uruguay había un deterioro
de la libertad de prensa comparable a la de Haití, tienen
que haber pasado muchas cosas; y hubo censuras a la
prensa, clausura de diarios, etcétera, etcétera. Hubo se­
sione! de la Asamblea General con muchos intermedios,
y muchos de los que están aquí fueron los cómplices si­
lencie sos y mancos de todo un proceso de violencia que
iw llevó por delante la Constitución y la ley.
Y durante todo ese tiempo, en vísperas electorales, el
señor ex Presidente recorría los cuarteles y se sacaba fo­
tos pira el semanario ‘’Tiempo”, con el pie y le bota pues­
tas huela adelante, en una amenaza constante ai país, en
un desafio, en una amenaza de golpe de Estado y de ín-
terrujjción del régimen institucional. Pero, ¿por quién se
hicieron las elecciones, señor Presidente? 8e hicieron, mal
que I? pese al ex Presidente, porque el pueblo salló a la
calle, a conquistar las elecciones, tn una csmpa¡u* electo­
ral que el Frente Amplio lanzó el 23 de marzo de 1971. £1
pueblo movilizado a través del Frente- Amplío y de otro«
grupes políticos, hizo posible que hubiera elecciones. Por­
que, ¿cuándo el señor Bordaberry se postuló para la Pre­
sidencia? En ios últimos días, ya muy próximo al mes
de noviembre Parece que se hizo un sorteo en una galera.
El no era el que debía salir; ól debía figurar y so encontró
con la Presidencia de la República.
Y en esas elecciones, en que el pueblo no sabia a quien
votaba ni por qué lo hacia, ocurrió ese proceso electoral
uel <¡,ue tantas veces hemos hablado, que lalseó las verda­
deras alternativas del país, porque se puso que se votaba
ix»r el orden o por la subversión. Y ahora que la subver­
sión no existe o esto derrotada, porque se ha dicho por
lx>ca del propio Poder Ejecutivo, ¿qué queda de aquella
alternativa? ¿Qué solución han levantado? ¿Qué cosa de
loncfo han propuesto para sacar adelante al pais? Nin­
guna; absolutamente ninguna. El nuevo gobierno vino
con la misma filosofía represiva, defendiendo los ni unos
intereses económicos y sociales, aunque en distinta forma.
No puso medidas prontas de seguridad; se presentó con
una fachada de diálogo; algunas veces despotricó contra
la ofotiicion y otras, la llamó a dialogar, pero cuando no
le gustó, utilizó» inclusive el propio Presidente de la Re­
pública. adjetívit y palabras chabacanas, haciendo des­
cender la politicé al nivel del compito del cuadro de fútbol
del barrio, como ocurrió en una certa últimamente muy
publlettada,
Pero detrás de toda esa fachada de presunto diálogo,
lo tínico que iu.bia era una forma distinta, que fue -ai
se le puede llamar distinta— mantener toda la política de
Coprin, mantener a una Coprin que mientras congelaba
salarlos liberaba precios y se constituía en un factor de
violencia y de perturbación, una política que en lo social
defendía a las minorías que están consuslanciadas con
este régimen como lo estuvieron con el anterior, las ml-
. norias economici s, que se llevan el gran pedazo de la
torta del fruto del trabajo nacional, mientras tanto, los
asalariados, los pensionistas y los jubilados, no forman la
patria o no tienen los oerechos de esa minoría privilegia­
da; a esos, entonces, el deterioro de sus ingresos; a esos,
el sufrimiento; a esos, inclusive, la amenaza de represión
sindical, amenaza que vuelve m forma periódica anun-
, ciando que si el pueblo protesta porque no puede vivir,
serí reprimido, olvidándose la historia de un país que no
admite represiones, porque cuando el pueblo enfrenta si­
tuaciones angustiosas como é¿ta, no hay i/Jnoria quo
pueda con él, y se impone la verdad. A pesar ue que al
, Presidente de la República le costó el aumento del veinte
t pos ciento a partir del r? de octubre, fue gna demoetra-
s cM*) ciara de esto que estamos diciendo.
Ftro, además, se cambió la fachada, porque ¿qué sp
i bbpq) Inventar un Estado de Guerra Interno que no existe
1 eu li Constitución, votarlo y aplicarlo. Y acii tenemos que
I deuir, respecto a esta aberración que «e intentó legalizar
contra la Constitución —la ley de Seguridad del Estado—
que aquí, ¡amentaOtarecita, frente a eso, bichamos solos.
Él Frente Amplio hahó solo. A tu tiempo, todos Loa de-
r. \h .39}
059
más sectores la votarán, ataque algutías wes, noJ^
cidleron simplemente por problemas de plazos, Perl* na
por problemas ae fundo y de sustancia, o sea, no por te-¡
ner la ccnvicción de que en un Estado democrático la*
libertades, las garantios y los derechos de la persona hú|
mana y tu vigencia son esenciales. Y entonces, vino todf
esta secuela, tratando de dar una fachada regal a las me*
didas que se tomaron, que son totalmente Inconstitucio­
nales.
Y lo peor es que esas medidas se votaron haciéndose
cómplices con el silencio o con la tolerancia de h>scho*
monstruosos que estaban ocurriendo, que mil vecen de*
numiamos, destacamos y probamos en la Cámara de 1)1«
putudos, a io largo do estos meses y nunca fueron des«
mentidos los legisladores del Frente Amplio; todos los
atropellos en el trato a ios detenidos, todas las tortura!
e inclusive, las muertes.
Todo esto que se enmarca dentro de una filosofía rs4
presí va, culmina ahora, tratándose de imponer el des-j
orden mas absoluto en la enseñanza, trayendo esa f; loso«j
fia represiva como panacea y soluoión a probleman crH
ticos y profundos, que deberíamos e«tar discutiendo ■
fundo todos los sectores y todo el país, y no como Ino posH
ción de ¡as circunstancias o de una intención simpíeraentl
represiva. 1
El Presupuesto muestra la cara de este Gobierne, d
la medida en que lo previsto para los Ministerios de DH
fensa Nacional y del Interior pasa del 14,3 % al 26 %¡
mientras para la enseñanza del 23 % se baja al 16 Ese
es el verdadero rostro, la estructura económico-presupues*
tal de un gobierno que sólo sabe reprimir, que no tiene
Imaginación, que no tiene creatividad, que se aferra a Ug
pasado que se está muriendo. Y lo peor es que está má«
lando a las propias Instituciones, porque les está haciende
perder su vigencia. Y entonces, ¿qué vienen a hablar dt
mayorías " minorías? ;8i fueron tudas minorías! ¡Tod®
minorías! ¡8i además no han tenido ni siquiera la coinm
dónela preclectoral de unirse en torno a un solo canal
dato, con un solo programa de transformaciones para %
pal»! i
Es bueno qiv cuando se viene a hablar de minoría!
recuerden algunos datos electorales. El señor Bordaberry
tuvo 376.000 votos, o sea, el 22,75 en el último acto
electoral. ¿Qué mayoría es esa? En el Presidente de la
República, en la candidatura presidencial se expresa la
unidad de acción y la unidad programática, y por loa
manes de la ley de lemas, el señor Ferrea-a Aldunate, con
439.000 votos, el 26,41 % del electorado, fue el candidato
que le sigue a aquél en ¡as elecciones. 1
Pero digo más. El señor Bordaberry, con el 22,76 %
de ¡os votos del último comido fue en orden de votos e
segundo candidato más votado para la Presidencia; y e
General ssregní fue tercero, apoyado por los grupos po­
líticos que integran el Frente Amplio, todo* de acuerde
ron au candidatura, y todos de acuerdo con un programa
Somos el 16,28 % del deeionido. ;Y qué vienen a hablar
aquí y a dar cátedra de mayorías quienes, en el mejor
de loa casos y reuniéndose todo», son el 3,43 % I ¡Qué me
vienen a hablar de mayorías cuando otros sectores de
partido político que ae dice la mayoría son apenas e
14,59 %, mucho menos que nosotros) p!)né me vienen a
hablar de mayorías, cuando tienen que hacer el paotl
blanco-colorado para poder tener loa vetas sin los cuela
ni siquiera podrían concurrir a esta Asamblea! ¡De qw
mayoría me están hablando! Ni Bordaberry fue mayorU
como candidato ni como proposición programática; ni e!
Partido Colorado rué mayoría, porque tu vo que recurrir a!
pacto chico para jtoder tenrr los votas necesarios. No vcn¿
g.;n, entonces, a hablar wn soberbia de mayoría, Acta*
más, las mayortu y minorías son come las fíotw <iM|
día están, son bellas y halagadas, pero también comoaM
se marchitan. Y hay muchas dé estar minorías, unido*
para formar minorías, que el tiempo seguramente Iw
marchitará y muchas de ellas, ya, por cierto qus ertty
más que marchitas. Ni siquiera crecen.
¿Y por qué hacemos esta alusión, señor Presidentll'
Porque uo se puede arti/kiaimento venir aquí, e» ráptlj
23 6 3 4 4
 láentamón de un pueblo que se pronunció por un candi­
dato 5 por un programa, cuando en definitiva quien re­
sulto electo por la Ley do Lemas ni siquiera tuvo la vo­
luntad mayoritaria del electoiado, y que en las trastien­
das tuvo que convocar este pacto coico. Y algo chico”
no sóia por la exigüidad cíe los votos reunidos, sino tam­
bién porque me pregunto paja que se hizo. ¿Fui' atajo
pura nacer una tiansiorniaca n del vintenia bancal io, pa­
ra impedir que a! Uruguay lo Jgm robando ios bauque-
ros'’ ¿Fue acaso pura ita loimur 1» c^truetma do
la tierra en ei Uruguay, donde se iuodanvntó nuestra evo-
numta; para que se produzca iiihs y .se naja jusviciu re­
tí stiibuye.oaola entre todo* iw orientales, dEpuesloe a
trabajarla, naclena# una democracia auttntica? ¿Acaso
se htai el pacto vníeo para de tender el produvto deü lia-
hajo nactonal, evitando quo isa grandcn compañías m
deven las divisas, de tendiendo nuestro comercio exterior
e impidiendo eais burlas que se vienen denunciando en
tantán Comisiones parlamentarías, y que no se ñor siga
alienando y avergonzando cuando .ios dejamos robar mi­
serablemente, cuando falla coraje, creatividad e inven­
tiva a clin gente* que llenen una ideología y una progra­
mática absolutamente caducas? ¿Para eso se hizo? ¡No!
¡No se hizo tampoco para eso! ¿be hizo para el bienestar
ae leu uruguayos que vivirnos en el putó y representa­
mos tn el conjunto acl pueblo a la verdadera soberuina?
Aquí queremos decir algo sobre la soberanía teirritu-
ríal y ¿obré la soberanía marítima, porque un paíu va­
cío, for mas grande que sea, no es pu*4 ni es naJón;
un ps.ia lo por la gente que vive et él donde reside
la verdadera soberanía? Heaido en aquella íriua que cttó
escrita alia atribuí MI autoridad «mana de vosotros y
ella cesa por vuestra presencia aaberana" ¡iu»a es la so­
beranía! ia de! pueblo participando en el trabajo co­
mún, en la riqueza común, en hi solución a dar a un país
que necesita de la unión de todos pura wtlir udmnte; y
no li. de un pueblo Mjrncio'.o que • ada cnco unos vota
a un candidato en el tarrago de la propaganda Impuesta
a tnives de los medios de comunicación do masa.-. ¡No!
Sobe i ama del pueblo, piu t \opando en lu« ptuticUM polí­
ticos, en ¡a talle, en las movilizaciones populares. A mi
que jx’idonen, pero hay ¡ligo que ios que nublan de ma­
yorías nos tiene que envidiar. Cuando el Frente Amplio
convoca a un acto publico sin que el genera! tíeie^ni
haya sino cu -siionauo publicamente ni amenazado, ni
tampoco lleta nido—, desborda la explanada municipal.
¿Por qué’ Porque nuestra democracia jo la desan olía­
mos cadfi cinco años, porque nuestra democracia es par­
ticipe clon, y la líenle del Frente Amplío participa y dis­
cute las soluciones del puto en los Comités de liase, en
los comités parUdartos, en las convenciones de loa par­
tido«, en las asambleas del Frente Discute permanente­
mente y panléipa; y las decinlone« que se toman y M
comprometen nacen de la cohsuita constante a los bases
que io integran. Por eso es que no neccaitamo» tener una
catástrofe política pata reunir y llenar uns plaza pública.
Y yj vela con preocupación a eze taro poetan que no
participa, que es mudo, que simplemente se pronuncia ca­
da cinco anos, que no encuentran dentro de sus propio«
partidos las estructuras necesarias para participar, que
permanece silenctoiio, y que cuando llegan ios grandes
eventos, se retrae, porque está acostumbrando a esa par­
ticipación, e inclusive desconfía.
'leñemos que hablar de democracia, de mayorías que
participen, y no que den cada cinco aftas un cheqtifi en
i.lari'o a un candidato para que haga lo que se le venga
en gana. Tenemos que hablar de pueblo que se organice
y que pe rtlcipe en las decisiones de los partidos polj'lieos,
que no sea un instrumenta de h-s medios de comunica­
ción de masas, sino un sujeto que participe en la e.abo-
ración cicadora. Si pudiéiamos levantar objetivos nicio-
nales capaces de movilizar a todo el país, y así como el
Frente Amplio se moviliza existiera esa misma pmubill-
dad de movilización por parte do los otros partidos, y
pudieran concitar a un pueblo, activo, en la búsqueda de
qae motiven a todos para sacar al país de la
cítala que está viviendo, recién entonce« celaríamos en
iuna auténtica
. . democracia.
’ lojiofía de la represión y no hay ninguna medida pro«
Pero, lamentablemente, do es asi, y hemos vivido todo
un proceso de deteriora XnMMucknal cuando en el país se
alien MWtai «I taxtawmitituctanai y
„ /i Y
W^’Ka.IU/
toda la Justicia en forma genérica, Además, se estaba
sentando la te¿U que Inego, como la máquina, mató a
ios propios inventores. Pero no solamente se produjo la ¡
violación constante al artículo 31 de ¡a Congtituc.ún. Re- '
cuerdo que en la primera Asamblea del 15 de abril, las ■
mayoría s que aprobaron la suspensión do las garantías, |
aclararon que el alcance del articulo 31 Iba hasta la ,
aprehensión d«l descuente, Cuando se producía la ;
uprehensión del delincuente, inmediatamente reglan todas
las garantías. Después ®» quiso .‘.ahur esto cuando 1c»
artículos que quedaban suspendidos, pero no pudieron
cambiar el artículo 31 porque esas garantías podran ser
fUspí'nd.da«', pero, a partir iit.1 momento en que es j
aprehendido «1 delincuente, comienza a ejercerse el ha- >
heos corpus y u las cuarenta y ocho hora* debe hacerse |
el sumarlo del proeenamíento. ¿Por qué no se hizo «so át *
todos sabían que la violación de la Constitución y de lo
garantías de! debido proceso penal rignificaba defender 1$
detenido contra las torturas? Porque se pensaba que u>«>
dos loa detenidos oran tu,jamaros, y entonces no se preo|á#
cuparon. Pensaron que porque eran tupamaros no ira?
portaba que lós mataran a palos o a patadas y los tu*
vieran diez días torturándolos. Y caharon, cuando hay un
texto de la Constitución que, expresamente, Umita la sus­
pensión de las garantías hasta el momento de la aprchen-^
v*ón. Así fue que se permitió el cmaputaiatnienta, los plan-^
tone», ios meses sin procesamiento, las torturas y se per­
mití que muriera genta, entre ellos J uis Carlos Batalla,!
que lo nombraré durante el resto de mi vida como una
lección de quo no putuen cederse bajo ningún concepto
y bajo ninguna circunstancia las libertad las garan­
dad y tos derechui fundamentales, especialmente el de-1
r*cho a la vlchu .j
Decimos con claridad que nunca adulamos a nadie.!
Y cuando olmos tos coros de tos adulones, leu dcclmua!
que nc adulen porque no les Hervirá do nada. Cuando m!
máquina pieida tía la jo, quizás también los perdiga a elidí|
y loa finiure. Aquí ímy que a»r claros. Condenamos labl
cor turne para tadus, sin excepción, en todo momento y l
bajo cualquier régimen. Y ana condena a las torturas, val
de suyo a los torturadores. Loe torturadores, allí dondaJ
estén, no tienen capacidad moral para levanta? ninguna
bandera y no llenen tampoco autojís mora! para prota­
gonizar ningún proceso de cambio en <4 país. ¡Laven sd*i
culpas, hagan desaparecer las torturas y sepan que PCW
mas fructífero que sea ese procedimiento nunca se avMi
salla impunemente a una peisona, por más indefensa,
miide o abyecta, y que se sepa que <¿c aihieiiiA no sirv|i|
porque esta reñido con las prupjus tradiciones. Juné Gof-
vatio Artigas, fundador del ejercito nacional, dijo clara­
mente; "El Jefe de los orientales no es verdugo”. Y nin­
gún jefe de los orientales que vista el unlloime ai tiguis-
ta puede ser torturador. Y por eso di^o y esta no es
una imputación genérica, pues hemos hecho denuncia*
crtncret&s— que los que torturaron u Luis Carlos La ta­
ita en el cuartel de Treinta y Tres y lo mataron a pata­
das, ¡a eso» ta condena eterna de un país que no admite
el avarialiamlento de loe derecho* sagrados du la persona I
humanal 1
Entonces, cuando todo esto se olvidó, cuando se o!ví- <
do a la gente con sus sufrimientos y pioolemus y se pien­
sa que se puede gobernar el país sin liaccr participar a
tos uabajadtaes con sus organizaciones, con sus mqule-:
ludes, wjd sus aportas y con su autoridad. Porque nadie :
maO que aquel que trabaja y labia la felicidad del país f
tiene derecho a tañer un puesto en ta lucirá y en la d¡»~ i
ti ibucton oe tos beneflctos. Aquel <ttta por el «ok> trecho
de puueer capital aspira a binefluoa, w el últtiaq que
debe estar en la cala. El primero a» aqttal cue wAw.fig
sudor de cada día, el sufrimiento día su familia y
el de la gcnciaidon a que pertenece para danta PwtlM
patria. ,.®
Entonces, ¿cómo este gobierno quiere pacificar el ptlw
y sacarlo de la crisis si no ba traído ni anunciado nUMg
guna medida de fondo? Todo ha estado basado en la
yodada ni enviada al Parlamento que sígmiique ef«e-?
tii'Minente la presta en marcha da un plan d? transfor­
mación que baga superar ia crisis económica y Kiciai, v«-
O
 (talera causa ds U violencia, como muy Mí® lo 4Uo «1 mi4lm ¿qpé tandiiwjwt W decir? Se tryta do ouatro <
brigadier Jaume en el discurso que pronunció en nom­ mW» que fueron pdMtos en libertad por el Juez y a \
bre de las Fuerzas Armadas y que hoy leí. tos que, una Comisión Especial erigida en supremo tribu- í
nal rector de vidas, haciendas y conductas desacató la í
Llegó un momento en que este deterioro, este des­ orden judicial y no los puso en libertad. Pero lo más I
caecimiento de las libertades, empezó a preocupar. Ya re­ terrible es que no sólo no los puso en libertad sino qua..
ferí hoy la historia del proceso de ilícitos económicos, los torturaron por haber denunciado que hablan sido
pero tenemos que decir que este proceso, esta búsqueda torturados durante su detención. Ademas torturaron a
de la sedición económica fue la que hizo denunciar al otros para que los complicaran en delitos y en nuevas
senador Vaseoncelios determinados procedimiento» en la imputaciones, a los efectos de poderlo» procesar. Cor dos
persecución do estos hechos. Verdaderas Comisiones es­ de ellos lo lograron. Pero yo me pregunto qué autoridad
taban actuando en la búsqueda, investigación y represión tiene ese procesamiento, señor Presidente, cuando el Juez ,
de estos ilícitos económicos; y este mismo tema lúe el los habla puesto en libertad. Los torturaron al salir del ’
que denunció e* doctor Jorge Batlle en la televisión y le Juez, y se buscó en el expediente la forma de engrosar
valló el procesamiento de la Justicia Militar. Y yo debo las acusaciones para poderlos procesar. ¿Qué valor tiene
decir con toda c laridad que ojalá todos los detenidos en eso? ¿Qué valor tienen —como decían los obispos en aque­
el país tuvieran todas las garantías que tuvo el doctor lla certa que no le gustó nada al Presidente de la Re­
Jorge Batlle del debido proceso en la jurisdicción mili­ pública— las confesiones arrancadas por el apremio fí­
tar. Fue procesado dentro de las cuarenta y ocho horas, sico y la tortuia? Ninguno; absolutamente ninguno.
manda el Código Militar y que rige para todos aquellos
que están bajo esa jurisdicción. Dejemos de lado el pro­ Pero los otros días intentaron complicar a los otros
blema constituclona! Lo cierto es que existe una ley de dos médicos. A este respecto debo decir que el señor Mi­
seguridad del Estado y un Código Militar que permite el guel Robaina, —persona a quien conozco desde hace die­
procesamiento de los civiles. Esta es una aberración, es cisiete años, amigo personal y miembro de mi colectivi- (
anticonstitucional, pero ni aún esas disposiciones se apli­ dad política, que tiene ui hijo imputado de pertenecer a
can para los presos ordinarios. Un conspicuo dirigente ia sedición armada desdo el mes de julio como presunto
' del Partido Colorado dijo que el doctor Batlle era el prl- integrante de la columna multaría— en una curta que se
' mer preso político en los últimos cincuenta años de la publico en la prensa denunció que a su hijo io estuvta- ■
i historia del país, y se olvidó, en primer lugar, del señor ron apremiando para que acusara y complicara a los doc­
■ Luis Batlle Berrea; en segundo término, de todos los pre­ tores isern y Díaz; ¡Menos mal que no prosperó esc atro­
sos políticos de la dictadura de Terra; y en tercer lugar pello! ¡Menos mal que tsa coacción, por obra de la pu­
de todos los presos políticos que han habido en el país, blicación de esa carta, no se comumo, y que .. oy los dos
por miles, desde que Pacheco llegó a la Presidencia de médicos están en libertad!
¿a República. Presos políticos, presos sindicales por miles
al amparo de las Medidas Prontas de Seguridad, y pre­ Este es exactamente el mismo procedimiento que sé
sos políticos por cientos ahora con este gobierno. utilizó con los otros dos médicos y mediante el cual In­
clusive se logró el procesamiento.
Presos políticos que no han sido procesados y a los
que se les mantiene en prisión, como es el caso del doc­ Esto, señores, puedo asegurar que es abaolutamentóf
tor Ariel Collazo, detenido sin procesamiento, por he­ cierto. Hace diecisiete años, repito, que conozco al señtnB
chos y opiniones vertidas mientras era legislador. Y noso­ Miguel Robaina Castiglionl, padre del detenido, con quien
tros seremos pertinaces como una catlilnarla y pregun­ habló y de quien recogió esta denuncia que reitero es/
taremos hasta el hartazgo a los Ministros que se vayan absolutamente cierta. Y nosotros con estas cosas nO!
sucediendo en un Gabinete inestable, qué pasa con el doc­ transamos, señor Presidente, ya se trate de tupamaro», dé
tor Ariel Collazo; y .seguíremos preguntando por todos inocentes o delincuentes económicos. Pero diría que me­
aquellos que habiendo sido puertos en libertad por el nos aún tramamos cuando se trata de adversarios o ene­
Juez, no habiendo sido sometidos a la Justicia, habiendo migos politices. Si nosotros tuviéramos una responsabili­
sido puestos en libertad por el juez ordinario o habién­ dad de gobierno no toleraríamos que a uno solo se le to­
doseles conferido el beneficio de la libertad provisional, cara un pelo para obtener una confesión o una iníor-.
siguen detenidos. mición. Pero nos hubiera gustado no haber estado tanto^
tiempo solos ni hat ir tenido que vlvh la experiencia do-
Nosotros tenemos que señalar esto, porque el señor lorosa de estos úll irnos meses para haber comprendida
Presidente de la República, tratándose de justificar con aquella frase que tuntas veces he repetido y que dice qtta
el sector de Unidad y Reforma por la prisión del doctor la libertad es como el sol: o sale para todos o no sale pa*
Jorge Batlle dijo, paladinamente, que se le hablan dado ra nadie. Que ia libertad que hoy no defendemos, mana*
todas las garantías constitucional?, ja que se había na nos va a ser conculcada también a nosotros. Por eso
cumplido con la Constitución y la b:y, pero estuvo muy encontramos positivo y alentador que los compañeros le­
bien el compañero Batalla cuando le formuló un pedido gisladores de Unidad y Reforma hayan denunciado estos
de informes al Poder ejecutivo pan saber si este, era la hechos. Pero sepan que el doctor Jorge Batlle tuvo lar
norma. Sabemos que no es la norria, porque aquí en st garantías que cientos y cientos de orientales no han po­
país se apresa gente, y algunos tienen el privilegio — pod­ dido tener, y tuvo al beneficio, además, de una libertad
recerla que fuera un privilegio, pero es el mínimo dere­ inmediata, mientras hay gente que desde hace más do
cho que pueden tener— de ser sometidos a Juez dentro da ciento ochenta días está esperando que un juez le vea!
las 24 horas y de que se les inicie el sumarlo dentro do ¡a cara para saber ai es culpable o inocente.
las 48 horas. Pero no solamente eso, sino que tuvo lo
que debe tener todo procesado por la Justicia Militar, que Para poder luchar con fuerza en defensa de las li­
es el abogado dos veces por semana, que es ia comuni­ bertades no tenemos que esperar que esas mismas liber­
cación con sus familiares de inmediato, cosa que no ocu­ tades le sean conculcadas a tas amigos, sino qw» al pri­
rre con gente que hace meses y meses que está inco­ mer oriental que veamos avasallado en sus derechos per­
municada, que no tiene acceso a ios abogados ni a los sonales lo tenemos qus defender, lo conozcamos o no, es­
familiares, tíabemos de niños y jóvenes que están vivien­ temos o no de acuerdo con él, seamos adversarios o ene-,
do angustias y trastornos síquicos porque a esta altura migos o sus amigos. Y en eso nosotros hoy esperábamos
no saben si su padre está vivo o muerto. Es el caso de la tener la unanimidad del Parlamento, porque reaimen
bija de Collazo, que en este momento vive la angustia hemos vivido una experiencia qus nos muestra que una
de creer que su madre le está mintiendo, porque hace ola represiva va avanzando en desmedro de las institu
cuatro mesas q:ts no puede ver al ¡»adre y cree que este clones, de las libertades democráticos, de tas derechos
está muerto. Traumas como ectc •< dan en muchísimas de las garantías de los uruguayas. A nosotros nos
familias, que no tienen siquiera la garantía do las pro­ bicra gustado que boy por to menos nos p
pias leyw militares, que son las que se han Impuesto para acuerdo en decir: “Hasta aquí llegamos; vamos a hac
juzgar a loe civiles, contrariando a la propia Constitu­ un esfuerzo común para ntítabíecer las libertades,
ción. moa a darle este aire y este pulmón que necesita el
para paclfkarse y vamos a discutir toe problemas de fon*
Señor Presidente: si nosotros ponemos el caso de ls do” Estamos seguros que cuando la patria esta en Juegt
prisión del doctor Jorge Batlle al lado del de los cuatro nadie es más oriental que nadie y entonces ahí, en 10
'objetivos en función del país en donde se van a ver ico!
orientales verdaderos. No es rn las otras cosas en las que
lo han querido ver algunos señores legisladores g „ 63 1
Pero además, desde y» advertimos que no solamen- .
le se está cumpliendo con las garantías constituciono-
Ire sino que en tas hecho* se está »pilcando la famora J
teoría del i’s'ado de peligro. Y tanque el señor M’- ।
nlMro d'gii no <•« una doctrina oficial, «♦ le d’ñfj
vl»ó‘hto Yo i« hb<* ’in pedido (le Ififormtt y 1# piso
uuntá ■<! rn? Cf?’n<jnhe<Jó ta habla visto, ü|. el.J*o*|
tire Efr'”/t've *•*♦•!>* de »• y n ué
sobre todo en aberre-r’s cácese-'<>n de qu<j dcerwéry
de! fallo jtríir’»1* pmr^ en libertad o que declara
Inocente a tu araonas hay una avlorldad superior que
mantiene detenidos a quienes fueron liberados.
 ’ SEÑOR SOSA DIAS. — si, algunos de los que es*
tén aquí. I r stmós’Wl'
¡ señor diputado Vázquez, que en esta Legislatura se están
...vero cuando so trata de defender la democracia
en una críate como la que está viviendo el pato, optan
por la solución de que haya menos democracia.
(Ocupa la Presidencia el señor Presidente don Jorge Hapetli.)
—En lunar de profundizar y aumentar el contenido
de la democracia, recurren al régimen totalitario tipleo,
que es el régimen represivo: el delito ideológico, la seve­ j
ridad del delito político, la represión como filosofía. Esta 1
m la mentalidad totalitaria de los que son demócratas
de Ja boca para afuera, pero que no saben un rábano
de lo que es la democracia.
Porque en definitiva, son los grandes temerosos de
la libertad: en lugar de profundizar la democracia, para
que haya más llliertad, quieren defender la libertad y la
। democracia procurando que haya menos libertad.
I En lugar de profundizar la democracia, para domo-
) cratlzar el sistema económico. hacen que una gran mi­
noría sea la gran beneficiarla del régimen económico que
margina cada ves más gente. En lugar de dar partid-
pac'ón activa ai pueblo, a través de sus organizaciones
sindicales, etcétera, en la marcha del pak, reprimen y
i marginan.
I Y esa, ¿qué dwnocrr*** «•’ ?ar» eso volvamos a las
I formas antiguas de que iw nos hablaba el seflor sena»
! dor Zabalsa,
y—-—— .
Pero sí, realmente, aquí hay sinceridad, hagamos pro-,
gretar a la democracia, que ella e» participación, y no
a 4o en las elecciones, cada cinco anos, tino participa­
ción permanente del pueblo a través de muí organla- !
ciones; aumentando la oiganízación popular, fomentán­
dote y no tratando do limitarla.
Parecería que sí- tuviera miedo de que el pueblo bar ;
blara, do que el pueblo se expronnra. Y escandídli'ítah
poi pie so queman algunas cubiertas en la cíJle y c.w|
aunque no se quiera creer, es uno de los fundamento«
para suspender las garantías, de acuerdo con lo que viertas
| en este Mensaje ridículo. . i
; Entonces, son demócratas que quieren conservar ura
i régimen y .Malvarlo para esos pocos que han venido ro»l
bando y estafando a! país; que han estado en la banca. |
en el comercio exterior, que son los poeccdciQS de 10 i
.mayor parte de la tierra del país. i
í Son demócrata' que defienden un régimen que sólo ;
’ da derecho a la tierra a una minoría, ¿Qr.ó demócratas
,»on < ti I os? E*loc son defensores de un régimen que ex,
esencialmente, antídenbxrátíon y por eso, para defen­
derlo, utilizan procedimientos antidemocráticos Le tienen
miedo a la Ubettad. tienen miedo de que una persona se
ponga a razonar o a buscar las soluciones pañi el ‘mis.
afectando, si, los intereses de una minoría, puta nacar
a la República del manunio en que se encuentra. Y hoy
le tienen miedo al pueblo,
¿Por qué siempre hrsi.os dicho nosotros q ie somos
contrario« ai Metimiento de Liberará«» MaHoiMd? ¿Por- 1
que utiliza con o método las armas? 14n, da ninguna ma- /
ñera, la litetorla (tal mundo m ha hecho en i» mayor |
parte de .mus grandes gestas, con Jmí armes en la mano. J
No estamos de acuerdo con ellos porque comportan un |
movimiento do m noria, de “élite”, «n el que el pueblo 1
1 no participa, en ti que el pueblo no es protagmata át f
, los cambios. Hay allí una minoría esclarecida quu se erige r
en representante del pueblo, que quiere hacer por si ?
! ni.ama. sin contar con ese pueblo y con las organlM^l
clones populares para que Intervengan como protagonte- ®
tas en el cambio.
i í
Y ¿cómo nos vamos a escandalizar «1 ese pueblo, un I Malel, haya mencionado la coordinación que extete entre
día, toma Inu armas0 Lns tomaré: es perfectamente tegi-
timo. La historia nacJon'd f‘:¡ Ja gesta del pueblo en ar-
mas; el pueblo dividido, muchas vocea, en ¡as revoluclo-
nos, y el pueblo artlguteta alzado er «.riñas cuntía el so-
Juzgamiento externo.
Pero, en definitiva, lo único que legitima el proce-
dim tanto es que sea el pueblo el protagonista del cambio
que se pretende.
PuF ImtibielL Mifigidttflmi H UIHI
tica eiltbta tumo la del ^eiior Faclieeo Aloco, Un día
dijo, estoy ficlo; solo con mi pueblo.
0 tí 2
» «hm«.
descubriendo algunas cositas como las que oía ñus ayer
al señor diputado Boada! Fue demostrada cabalmente
que cierto« decretos dictado« en el mano de las Medidas
Prontas do Seguridad estaban dirigidos a favorecer a
determinados grupos económicos, que se constituyeron en
1 grandes empresas de construcción, pero que, como lo de*
mostró el señor diputado Boada, se les concedieron eré-
ditos que estaban diez o quince veces por encima de su
respaldo económico.
Asimismo, la Comisión Investigadora de Ute. a rafa
de las denuncias del compañero Turiansky, comprobó
serkis Irregularidades que se cometieron en ese Orga-
í nismo, Y da la casualidad que el compañero Tnrlansky
i fue uno de los que aparecieron en los diarios, requeridos
I por ol gobierno del señor Pacheec- Areco como delm-
! cuentes, y aquel ‘'delincuente” que se mostraba a la noción
i porque discrepaba con o! gobierno y porque era diri­
gente sindical, hoy tiene lá satisfacción de ver sentados
' en el banquillo de le", acusados a sus propios acusadores,
i; ¿Quléne" integraban te empresa Mercadex, que hizo una
¡i intermedirmtan insólita entre la Ute y Sercobe. DevAn-
, dose ir$8 700.OíO de comisión? La Comtelón no ha podido
■ dejar de reconocer esa irregularidad, y sugiero el pase
de lo’j antecedentes a la Justicia de Instrucción Sola­
mente se están esperando los descargos de los directo­
ras de Ute. Inclusive, en medio de t;>ao esto, está el cano
que mencionaba e! esñor senador Enrique Rodríguez, del
regalo de ur caballo úe carreras, que dicen que se mancó
antes de correr.
¿Y quiénes cometieron en Ute esos hechos vergon­
zoso# que se denunciaren? los amigos del señor Pa-
checo Arcco.,. r
ídiÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). ■ ¿Y parientes?
;
। SEÑOR SoSA DÍAS. - .y algunos parientes.
Ern gente estuvo en Ute y e.duvu un ¡os Ministerios
¿Ac^vxo ai señor Pclrano Fucin no lo defendió en tai
forma que. a pe^ar (te haber sido censurado por el Par­
lamento. vohdó a degig. arla Mln ‘tre "' „A aso no se han
denunciado las pretendas por miles de millones de pesos
que te dio el gobtexno a Ja indtetrlp- frigorífica privada
y que j»up‘’í'aií lo» « ¿Uv m fijos de la& propias empresas?
¿Acaso ho «e ha deaumla'ta y probado aquí que al Banco
, Mercantil *e te dio asistencia y ¡te ie toleró el vacia­
miento Y es« Banco Mercantil óslate dirigido por amigué
(¡el uobieino.
¿Y el problema de la Dirección Nacional de Vlvlen-j
da? ¿Y el problema de 1* politica del Banco de la RepúJ
bllca contra la Ley de Viviendas, que se .' Izo para favo-J
ipcrr a Jo# rosta necesitadas y que se utilizó como inai»
truniento para beneficiar a algunas ampies-ja* í
A todo esto podríamos agregar el problema del con*|
timbando que campeó en el país duianta todo el períoddi
pa bilo, ci ando nr» amiyo personal del señor Pacho?«
Arce o que estaba *oi el Aeropuerto de Carrasco, tenifl
tanto pod- r fp¡c, s* gún un derlaranl«», «leria qua pon»
y sacaba directores de Aduan... y los pu.so y los «acó. «
Podríamos hacer la hlstor.a d • n. ¡uclh s capitanes <¡uSi
fueron llevados a la Aduana para ira ur de poner orden,!
y tuvieron que irse por Ir.m preslutivs n que fueron so-l
metidos. Todo «ie contrabando que campeó en el palé!
durante todo ese tiempo, fue tolerado y realizado por toa
amigos del ex Presidente, y en eso tenemos que ser claroi.]
<9HKR!R!
r"'"’..Por
— eeo afirmo que la política del señor Pschecoi
। Areco fue une politica etilista, de minorías protectoras^
' de esas minorías que vienen sangrando al país, y que
i tetwteén que responder ahora por los licites económicos.
A ewte respecto me alegra mucho que el Min («tro doctor
í I 111 Jusfida Civil, las Fuerzas Conjuntas, .a Justicia MI*
i ¡ litar y la Crie, para investigar los Ilícitos económicos
| I Abí irán a parar tedas estas cosas, y entonces vamo#
¡ ! a ver sl el exhortado de hoy no se transforma también
| cu el procesado de mañana, porque no solamente se in
i curre en ilíc tos por acción directa, sino también por
i o misión y por coaiplicJdad.
23 « 34
 : S«ACR SOBA JUMlf ^ Fénj? ¿¿ef qué
Pacheco, neftor diputado? Porque hubo soi!dirldal«n3w-
cretas que se hicieron avlden ten en el caí o de Peimtio
Fació, en que el Parlamento lo censuró y lo hl«o salir
del Ministerio y Pacheco al poco tiempo ’.o ratificó en
otra Secretaría du Estado. Usted lo sabe, señor diputado,
del mismo modo que lo sabe todo el país. Y, ademé«, en
el meo de los directores de Uta, no solamente esté J» ■
solidaridad y la omisión de no haberlo« removido «jL
tiempo, sino también las vinculaciones de parentesco JJ5
de amistad con loa dlrect!*'» do Mercadea, porque úníes*'
mente por esa rnzón pudo el Directorio del Ente tole*aF*
que af artciem esa sociedad fantasma cobrando unn co-l
mielen de USS 700 000 cuando H trato era directo entre i
Ule y Sercobe
!
< Los señores diputados Boadn y Sarachú en el día i
de ayer re refirieron a decretos dictados bajo el régimen ¡
:(!■' Mcd'dns Prontas do Seguridad —totlusivc, uno fue
llamado “clominRuero*-, que saltan entre galios V medias
; noches, totalmente viola torios de ¡a Ley de Viviendas,
En el día de boy, quien fue secretario del señor Piv-heco
Areco cuando fue Presldcri’o, llamó a estos diputados para
dechbs qde no tenía nada que ver con osos decretos, que
era contmrt > a el tos y Que hablan sslldo sin :.u contralor
y sin su ir^ervenclón. Aquí se probó quv dichos decretos
tenían nombre propio, que estaban destinados a favorecer
determinabas empresas y que eso trajo aparejado el des-
f inane'amanto del Pando Nacional de Vivienda y lu pos­
tergación de gente necesitada que no pudo acceder a un
derecho qte fue establecida fundamentalmente para loa
más necesitados., , J. í
$
El señor diouUulo Rodrigues Gil pregunta por cuéü,
vu dalgo sto a colación. Y<» ta contesto que te porawa^
el 'cñor ministro Ravenna. ruando inicio su iníeiíf
jwslcló’i, hizo aparecer la adición armada como st hrtK
lara r>or generación espontanea, como ai desde el año 19W||
• en adelanto no hubiese habido desde arriba una vio-
■ leticia tremónos, no jotamente política y social, sino inm~,
bien económica Esa violencia que se impuso con Ja re­
presión eióabs destinada a salvaguardar una política de
minarías, contra la gran mayoría de la poblarían,

El seftcn- diputado Rruschera ha leída documerins dar

un módico siquiatra y de un conoció i espectaUsta affi
Derecho Pmri! a .’area de H crlmínolov.% p*«litlca, donati
se señala --como se ha expresado desde hace murboBj
años por lil ciencia penal— que la delincuencia potitU»
llene sus raicea en causas profundas Entonce«, en lug»c|
de venir hoy el ministro Ravenna a decir que ol PoddR
Ejecutivo proyecta y va a remitir al seno de mta Cuerpo^
medidas de fondo que permitan un ingreso máa elevad»
para la enorme mayoría de la población, que den 1k
pu.vlhjHelad ni país de salir de ta crista v de hiM»wraa$
d? c.sn dependencia económica y pohiica. de liberarne dai
cxn coyunda s la cual se le ha venido atando poro Sj
poco v durante todo» estos años; en vez de venir a dMtríl
vnmw a de lar de la do la suspensión de carantaas, wittfll
iac Lava mus libertad; vamos a dar mas participar! ís^l
¡a la gente, comuiténdola, dieicntirndo la Ley de iSautaO
nanza entri? todos, sin imponerla, sino que sea el frttajtfl
(te un confuso: veunos a impedir que las d'vissus. qtMrJ
t into cuestan ni país, se roben por diferencia de preci®l|
i> ijor evasión en ol extranjero y sean administrad.» po^M
el Estado; vamos a defender la tierra, que es nuestrwll
suelo, para 'jlie ella sea entregada a quienes quieran tra- |
baja? en el Uruguay y sea redistribuida para que haya |
una auténtica democracia económica y social; en lugar j
de todo esto el Ministro sólo ha expresado lo que he ■.
señalado, d ajando de lado todos estos factor» funda-j;
 mentales con loa que realmente so atacarían lat causa*
profundas de la violencia.
Es necesario tener en cuente que loa ilícito» e onu-
mloos son, como decía Stre<nl, tes excrecencia» de un
régimen que loa genera, y o que hay que cambiar f-*
a díte, porque no se gana nada con reprimí» a lo»
nombres si no se cambia eí régimen,
Nosotros siempre hemos venido oponiéndonos a «ala
política represiva. Denunciamos que se quiere witulr en
la interna con el proyecto de ley do estado de peligro.
Además, es evidente que no hay un mínimo de re­
flexión, puesto que de las propias filas del gobierno se
está señalando que existe un deterioro profundo, inclusive
a ese nivel. Los otros dias leíamos un editorlt.i del ó la rio
“Acción”, del cual voy a leer estos párrafo»! "Con toda
claridad digo que motín esta posición una m ij firme con­
vicción peracnal de que hoy por hoy existen en el go­
bierno condiciones de inestabilidad que crean un flímn
inhábil para el trabajo ministerial". Y más ndrlanla t>9
señala: "Desgraciadamente, en este Instente nó extete el
clima espiritual necesario ¡>ara trabajar desdo miro tro
de! Gabinete en favor de esa* inicia tiras y de las quo
pudieran aparecer, inspiradas en la misma linea, líense»
que lo mismo -¡-y esto es lo peor— le pasa al rerto de
la administración y ai país entero, que está pera izado
por el temor y 1a Inseguridad en una tensa expectativa,
ante le posibilidad de hechos graves que todo el mundo
repudia pero que ve pasible".
Y esta inestabilidad, esta inseguridad, ¿de qué ir? de­
riva? De la gran desconfianza que este gobierno le tiene
a la libertad y a la democracia. Del herbó do querer
solucionar y atacar loa efectos, sin atacar las musan de
estar perfeccionando un aparato de represión que ¡no <?e
compadece con el catado de derecho, que croa toda suerte
de inseguridades, de resquemores y que hace imponible,
estando en esta mentalidad represiva, presentar mecidas
de fondo para recuperar el país.
Y entonces, ¿qué decimos nosotros? Seria escamotear
la opción verdadera ponernos aquí a hacer un p.ntlrnili-
tarisi 10 barato, como se ha intentado. Lo* hembre* de
las Fuerzas Armadas son tan pueblo como nosotros: cinw
instittyiión, no tienen ningún destino manifieste, ninguna
misión que pueda superponerse a la del pueblo mismo;
tanto como los civiles, los militares integran el pueblo
mismo; como institución, tienen sus funciones en un
Estado de derecho, en una democracia, y tienen el dere­
cho de participar en Ja construcción de un nuf*vo L'u-
guay. Pero ese Uruguay nuevo, Integrado con un con­
senso nacional de pueblo y con las organizaciones po­
pulares.
, ¿sí como condenamos los (Ultimas más allá de los
pwedfmieuton tanto en hx expresión de lo que fui el
régimen del setter Pacheco Ar«co. como fue te lentalha
elitista del Movimiento de Liberación Nacional, l
moa que nlngúr mestentemo en la* Fuerza» Armada*.
instituto al servicio del país, pero minoritario &¡ ¡’m eomu
institución, puede suplir la acción de! pueblo ujímuo ago­
nizado, la única que puede legitimar la* grandet traite-
formaciones.
No f>e trata de hacer antimilitarismo, sino de dialogar i
y hacer ver a lo* orientales que visten uniforme, jue tato ¡i
no es un problema de reprimir, sino de consta jlr, uue
no es un problema de retrogradar la de mor raí la, tino
de hacerla avanzar; y que además, nadie, ninguna ins­
titución en la historia, viene a cumplir una mir.lón me- |
siánica. El único que tiene una función mwlankfl <’»i e|
pueblo y es a él al quo debemos Integrar en H quehacer
nacional, en el que también los hombros de armas dclam
tener una participación activa.
Podría leer párrafos que algunos hombres d* arma*
han escrito en este* dina. Inclusive uno muy poco 00(10-
cldo, dsl general Xubía, que pronunció un discurso ton
motivo de te inauguración de una cuadra en un cuartel
de Ftoree, Quita lo deje para teerio más adelante, cuando
cuité presente el señor Míntetro
Repito ¡o que duela hoy el señor senador MtabMIftU:
así como no vuelve el Uruguay que fue, sino que t.lené,,
que nacer un nuevo Uruguay, en ese Uruguay las Fuerza»
Armadas no tendrán nunca el papel de estar en loa cuar­
tetes tomando mate y alimentando ocios, sino que ten­
drán también un papel protagonice integrándose a las
organizaciones populara para, realizar loa cambios. Y éate
<* el gran desafio. O apuñamos por el futuro y por la
libertad, relevamos ios mecanismo* de represión y, en
un dláloyo *'necio, hombres honesto*; que están en todos
lados, ñus unimos en torno a un programa mínimo le­
vantado ni país en vilo recordándole lus vejes gestas
que na> dieron identidad nacional, o el país morirá.
Hsy'una sentencia bíblica que dice que el r.ue '.nere
salvar la vida, la perderá. Los que quieren aferrarse a
estas instituciones caducas, con métodos regresivos y de
represión, rememorando viejos totalitarismos, van a hacer
y.-rder las histltuclonec y los grandes valores nacionales
cue nosotros, lejos de enterrar y matar, tenemos que
Jiaeer revivir en una etapa nueva.
Entonce* -y termino —tengo que decir que hoy todos
díbcino* preguntarnos -no solamente los del Frente Am­
plio ¿podemoa seguir con estas leyes represivas? FJ pal»
está intacto con tod.u» sus carencias, tiene problema* eco-
y cocía les Innie .so¡» que ósla* uo van a solucio­
nar, Pintonees el desafío es; o no* ponemos a trabajar
y resdver estos problemas, o al pal* lo matan los que
la quieren salvar.
Muchos dirán: ¿para qué estara hablando el dipu­
tado del Partido Demócrata Cristiano si ja debe i%bet
alguna moción, si ya deben estar juntados los vetos;
•se dito cfítnr especulando y transando en que días más,
días menos no Importan en la vida y lo» derecho« de
una persona? Para nosotros un minuto de libertad de (
una peraona oe auíicientq para que nos Juguemos por 1
tuda la vida.- . . „ v .J
Entonces, no se trata da suspender ias garandas indi- 1
vidvale* por sesenta días, por cinco ni por diez, sino de |
i establecerías todas. Espero que esto se comprenda, y |
reo recocer el .sentir del país, que está harto de guerras? 1
de represión y quiere ver salidas, esperanzas, y si no
!a$ damos, **1 nos \ a de tas manos Cuando digo el pata^
me refiero a la gente con la que todos lot¡ días iiabla«q
moa y que esta angustiada, ¿Será un imposible ta|
que pido? . J
Dicen que en mi muro de París, cuando la Ilcvolp-3|
i’iéii do mayo de 1983, una mano joven escribió: "Ser”
a pide lo imposible". Yo soy realista y pido lo im-
|x)sible, ¿Por nué? Porque es de ser numano jug&iW
futuro por la libertad, por la gran aventura do constiüW^
día a día un país que todos queremos y que no es patrl- ।
¡nonio de nadie.
Mucha* gracias.
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 AllühlM an wraI
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TEMA: DESIGNACIONES ILEGALES JEN LA JUNTA DEPA»<TaMRNTmL
UE MONTEVIDEO.

*>« s i A n P m ar 1 o/ Q*/ 2

mo* aüTStM.
la Asamblea Geiierü se dJqponga a qae por «i trerte-J
curro del Umpo Aiiedaa cunmapdas designación*» w¡
ni el «ene de in Ca ñar» (fe Representantes se hu pro«7
hado que han sido ilegales y delictuosas. La Asamblea
ni ninguno de lototrc» podemos solidarizarnos con la^
causa y el origen de las designaciones,
* Aun cuando ya Jo hemos dicho en oportunidad de día-, i
’ cutir el tema en la Cámara de Representantes, nuestra
)>oalción es atender aquellos casos de quienes por el he­
cho de aceptarse las observaciones puedan quedar sin j
< cqparión y re bate de funcionarte* que realmente han
trabajado e ingresado correctamente. Pero lo cierto es
, que el problema de las designaciones de la Junta com­
promete a muchos sectores políticos. Ademas, no sola­
mente se da eso, sino que el hecho de demr transcurrir
el tiempo significa avalar ese cúmulo de nepotismo y de
corrupción qt¡e son ios 000 funcionarios nombrados du­
rante lae preiidcneias de los señores Quedes y cabrera
Otorda&o
Baila exi minar la ¡Uta de los designado» para darse ,
, cuenta que huy hlguno de ellos que nunca podrán contar -*
j con el voto dH Parlamento para permanecer en la Junta J
El señor Cabrera Olordaño, como todos loe Presiden«
leo que tuvo la Junta, ie dedicó a colocar ilegalmento en
ese organismo a sus familiares, a loe familiares de sus
amigos politbjos y a dar cuota a éstos pura colocar, a su
vea familiar«* o correligionarios,
Carmelo Catrera Giordano hizo entrar por esta régi­
men ilegal, nuda menos que a Roberto Giordano Maoniilb
tío suyo, a José Qtordano, también tío suyo, a Francia«»
H. Conde Qiordsno, a Raúl Giordano y a Juan OtardaM ’
de Cami, tarr blén familiares suyae. Asimismo, hizo entrat'í
al señor Angel Btanchi Giordano, prlxqo del setter Ca« l
brera Glordano, actualmente Presidenta di1 W dcñtilriófi||
> Municipal do Filudas, quien ingreeó el l1’ da Judo 4» liW
dentro do lo* primeros nombramientos ilegales; lo bla^
| como Auxiliar y luego pasó a Jefe da ir>, por encinar, di»
viejos funcionarios. Tuvo el privilegio de ser adecripto a'ií
la PreM lencíi di Quedes, Cabrera y Ouiirigila y. fttemia/
tuvo el prlvtegio, como ningún funcionario de Ja
de ten«?! a au rtomtre un carnet de Edil ¿uplenfal y d<;
andar de arriba para abajo con autos de la Junta Dó-^
partaintnial. Por su adscripción a la Presidencia tamMést^
m» anoto los siguientM nepotismos: colocó a doAa Marta,
Huertas Lopes de Hlnnchi, esposa de él; a Gustavo Hwr*J
tus López, h umano; a Ana Beatriz Biancld Ktoise, prfej
mu; a Pablo Biinchi MoisS, también primo, '1
Pelo no uióameni«* cabrera niardano hizo esos nom*^
brnmientoH, niño que también *i fcdil Arévaio <%oiocó A sd
esposa Leonli fiara vM de Aré velo, i
El Edil Juan Callón Oalvén colocó a su hijo, Waiter
OalvárL
lAmboffel de 11» Carreras, fieerttario de la Junta,
«toilFerrari.

■I eg Belli Barreto pueo a Elina Barreto de Sosa, ,

bermana; a Selva A. de fioea Barreto. eobrtna peifttaa; <
a Nira R. Burrevo, sobrtna; a NHy Barreto, eobrtna; a ■
Eduardo Mlrnnda Barreto; a Mirta Rojas Barreto; sobrt- ■
' na; a Uliana Miranda Ctasreto, y a HnegwHe B|M| Ba­
rreto, oVra etbrlna; todoe ettoe fan»fliaree,
M señor EdJ ArnAoaJ Degnixto cotocó también a Ma« ,
ria AxjdMt AnMdoU, Mfe, p • Jtato Arnábal. hermano i
1 - .-k‘ „ .* ' « f'' *"1'" ■'

23 0 34
 * '* El «* RW Boom • sus prima», Móptai tamft
¡ Urtoete y María Bouza de Lato.
Ricardo Guariglia nombró a bu espolia M. Del Sígrore
de Guariglia y » iu cuitada Elida Del Signore de Oldén.
MaMoUi. también ex Edil de la 15, actualmente Di­
rector de Servicios Generales de la Intendencia Municipal,
colocó a su esposa. OiteUado de Maaiotti.
El ex Edil de la 18 Malí», puso a su esposa NéUda
Heves de Malla.
El ex Edil de la SIS. Pecvy, Secretarlo de Segovia.
renunciante en 1969 a causa de un dudóse* asunto vincu­
lado a una rifa, colocó a su hija Cario« Pecoy y a su
nuera Gladys Santero de Pecoy.
El ex Edil Oribe Castro Caravla, nombró a bu es­
posa M. L. Ooncalves de Caatio Caravla, a su hermana
Molda Castro Caravla, a su sobrina Malla Dagnone de
Castro y a su sobrino Anselmo Dupont Castro.
El Edil Oorialn, ex funcionarlo de la Junta Departa­
mental, nombró a iu esposa, Hilda Crujelra Severo de
Oorfain y a su hermana Helen Gorfaln de Acosta.
i los amigos políticos, aunque también estamos dispues»;
La Edil Parida Hath, hermana del sonador Angel Rath,
colocó a su hermano Angel Rath Ferveo, y a su cuñada
Alba Sassl de Rath.
rt*? A podrían«« Mregw también elfRcreta-,
rto JbrSefiiOiiwnor Intendente Municipal de Mon-:
tevldeo, doctor Bachetti, ¡
La Asamblea no puede dejar pasar todo esto, que es1
vergonzoso y símbolo de corrupción política de la Junta,
y nosotros, en la medida en que nos hagamos solidarios con
ello, estamos arroyando la corrupción. Después habré que
buscar soluciones para otros funcionarios que realmente
cumplieron sus tareas y que ingresaron a la Junta sor­
prendidos en su buena fe. Peir no podemos dejar que;
transcurra el tiempo y todos Jos amigos, entenados po-;
Uticos y familiares, sigan cobrando en la Junta Depar-;
t a men tal, porque es una burla para el país. i
Aclarando que sólo he dado algunos nombres, y que
en otra sesión destinaré un Ciempo breve para citar otros
-ya en Cámara mencioné otros tantos— afirmo que ev
obligación nuestra reunirnos, por lo que ya hemos pre*s
sentado moción para que el próximo 15, en que comienMg
un nuevo periodo legislativa, celebremos sesión y nos dea
finamos por el sí o por el no. Nosotras estamos decididos gl
aceptar las observaciones del Tribunal de Cuentas, porque!
Jo contrario sería avalar la inmoralidad y la corrupción qiMN
significaron las designaciones de estos funcionarlos, entra
los cuales está toda esta porquería del nepotismo y de
tas a buscar formula« de solución pañi los funcionarios^
honestos que en realidad fueron sorprendidos en su bue-¿
na fe. ..
—,—TT- a-! MW - ■-rr-- T-r- -r- -■ . — -i/feí

Ei Edil Orlando nombró a su esposa, ítenée Lcmoand

de Orlando.
* El Fdil Luis Ooncalves designó a su esposa, Blanca
na Cuahe de Ooncalves

Y estos son algunos de los famiiiareii, pero también

hay nombramientos de amigos y entenados políticos.
También fue designada Roslna Pezzat J, hija del Pre­
sidente de la Comisión Nacional de Educnción Física, co­
nocido amigo del ex Presidente Pacheco Areco
, Se nombró también al nieto de Martín Recaredo Eche-
¡ goyen e hijo del senador Barbot, Martin Uarbot Echego-
yen; a Marta del Carmen Acosta y Lara, hija del ex
¡ Presidente del Consejo Nacional de Enseñanza Secunda­
ria; a María Guadalupe de Pacheco, nuera del ex Pre­
sidente Pacheco Areco; a Carlos Olivera, Secretario del
estudio jurídico del doctor Correa Val lejo. Secretarlo Ge­
neral de la Intendencia Municipal de Montevideo; a Su-J
sana Elena Ortiz, Secretaria particular del señor Segovia,
la que nunca se presentó a trabajar, que estuvo en F»*'i
í ris, y que hace pocos días se presentó a ocupar su cargo,!
j cuando hace unos quince días había aparecido una re-1
nuncia misteriosa firmada por ella. Además, el señor Se- «
| govia tiene el privilegio de tener levistaníío en la Juntaíf
a Miguel Cygan Panyla, quien le oficia de chofer en Pa- f

23 034

o 6 6/6 6
3
 ■ ETJHEGOÏ'lLu'I, I3ID110

FETIDO DXïOCIUTA C.ÌI3TIAKO

2LT_». l. ".'A: "Jât:?ia

<Öz2 V 4 £/)

Jim« DE «MANUNTES SU «PE

di fafiriBatUa 4« Défailli
OtPOíAMCtfTfl i
rtOífSAW)

00 l/jOa
 ETCHEGOYEN, hldro.

R«iprese n tsn to •

TEMA: Declaration ante la rea pues *1» del P.E. si pedido

de informes referente a 1» detención del ex-

legisVdor Ariel COLLAZO,Everow CHmara.

SESlLN: U abrll/972

"Ante Ja r<ifpwtsla del Podar Bjecullvo ci pedldo

de in formes icxmulado pur cUversoe legUladom. re­
ferent« a la detention del ex iegialador doctor Ariel
CulMuto. to cimara de Hrpresentantae declare: Que
Ik rcspueMa del PoCer IJetuUl’O par intermedia de|
del Mintotrro del Interior < »uetituye k*idn de lot
frl < j«rpo Oscar tlru»< hern; Daniel Moas'
Iha». He*e Katalin /««rm* Fere» Wteamdr I'M*
rtonaky; Kdmiando nearee I’eUa Aman V Else »Me:
Radner AH* me nd I; Lui« Io» a* Serf« Dwas KeMBl
|«x/yo E1<htg«i h«n; Walter M»rtH»es <»*iiiaal ('at«
Ue Irveira Vere J; Antonie M. Itajrerhu, VWMUl
Iru«: Mriiaalian fJixeUe A Mel Dias”

Se deja constancia que el legislador no interviene en este tema si bien

firma »1 miamo)••

23 6 35 4
002
 ETCHFGGYIN. Isidrg.

Repr*»«nt»nte.

TEMA? ActuncldA de 1« Palñcíí y !*• Tuerza» Gen jun (.*•<.

SESION: i? de »bril/n??

-J #h" X ííA-t ' i " i,‘ ’ . .

IJEÑOR ETCHKGOYHEN
mos a agregar hoy dos pera» más a este largo « Inter-
mina ble collar de tropelías que vienen cometiéndo la
poJicia y las fuerza« conjuntos.
La» do* hechos que varaos g narrar en forma mi-
8eftor Presidente: va­ c nía sucedieran esta «emana y afectaron a do» per­
sonan de conducta intachable, funcionarios públiooa.
El señor Carlos Perazzo Bianchi, con un hogar cons­
tituido dignamente y un hijo, hace quince arios que
cumple funciones de cobrador <m Ute. Bu conducta
ex intachable y en su ficha perlina! no figura ningu­
na objeccton a «u trayectoria de tantas arios. El dto
'I de en fe me», mientra» desmniieriaba sur tarea* de
recaudación en una farmacia de Avenida Italia nú­
mero 4755, en momento» en que otro funcionario co­
braba allí ¡a patente de perro. ambos fieron asalta­
do.» por tres personas, dos mujeres y un hombre. £1
cobrader de Ule tenía a su disposición y ordenes, dos
funcionarios policialea, que fueron desarmadas. Los
xsiUfunloH w ¡levaron $ 800,000 pr rtenecientea a Ute.
Todo esto parecería común y corriente en esta ciu­
dad de Montevideo en la que está» sucediendo en es­
to» días las cosas más insólitas. Pero he aquí que es­
te func'onarlo - d« cuya inocenrl®. en lo» hechos ocu-
rid f; can fe varios testigos: los dos policías a que
aludimos v también el «tro cobrador— fue sacado de
'?u domicilio e los tioa días por las fuerras de inteligen- 1
ida y enluce y conducido al 4* piw de la Jefatura da *
PgIicIh, donde r* empezó a aplicarle ese tipo de torta» t-
jh t'Icuiogico que se gasta nuestra pulida pretendí«»*
do buscarle alguna vinculación ron lo» aedleioaos; m <
lo armaba de que sabía dónde estaba el dinero, qtrié- |
nex ce Jo habían llevado y con qué fine», iodo expresa» *
do ron inc tuteo Indignante, vejatorio, que utillsa hl |
policía |
También 1« policía invadió su casa y cuando se can- ¿
kó de revolver en busca de pruebas convincentes, que
no aparecieron por ningún lado, sobre su vinculación
con la «edición, se fue de alh sin, por supuesto, pedir
la» dlrepjnas que correspondía a esta persona dfgnl-
sfffvt funcionarlo intachable, sin ninguna macula, de­
jándolo on cierto modo aborchonado.
El otro caso *e refiero al señor Carlos (ritme» Gallo,
también dignísimo funcionario de la caja de Alie­
naciones Mv 81 y de ht Comisión Nacional de Edujax
clón Física, quien fue requerido, primero en su domi­
cilio y después en su lugar de trabajo, siendo aace.do
de aquél a punta de pistola. Fue introducido en un
coche y luego llevado a la Jefatura de Policía para
revisar un boten de su propiedad donde alguien, la­
dina y traicioneramente, había colocado un papel ‘on
una cruz tupamaro. Luego do un gran interrogatorio •
la policía se convenció fehacientemente de que esta
í>er«ona nada tenía que ver con esas pretendidas vin-
ru”«clone» con la sedición,
IWos manoseos se agregan a loa trato« ya neftulado»,
Este trato Indiscriminado de la policía provoca la re-
jíu’aa en toda la gente de bien. Queríamos que que­
dara constancia de esto» hecha i y pedimos que la
verdón taquigráfica de estas palobras se pa*e ul Ml-
nteterio del Interior y también a lo» organismo« a que
pertenecen ambo» funcionarlos, porque en alguna
forma, aunque e»ta sea la úníva que cabe, hay que
hacer justicia a quienes todavía siguen siendo bien
nacido», valga la expresión tan manida.
HE ÑOR PRE8ÍDEMTE «Mptohe). — Be va á votar
los trámites solicitado*.
(He votad
—Treinta y nueve en onaranta y W JWbmntíva.
 ETCHEGOYEN, Mdro.

Represen tan t* *

TEMA: Denuncia* del XVIII, Consejo Federal Extraordinaria

da la Federacéd Uruguaya de] Magisterio, contra

procedimiento de las Furrias Conjuntas»

SESION: 13 Junlo/1972

nwRwnwwwwwi w,
¡i . jjp
íS
Fuerzas Armadas? ¿Es que tratándose de la máxima
autoridad de un Partido hay fuerzas oscuras que or- >
denan cosas distintas que las autoridades militares co­
nocidas, y desatan una verdadera provocación contra
el Partido Socialista? ¿Es que no resulta fácil descu­
brir al responsable del primer vehículo con el cual
habló el Mayor Barlocco, y del camión que según lue-
go se supo no era de ia unidad requirente no un
servicio oe retén? Y descubiertos U13 respon les, ¿no nuestras palabras se pase a conocimiento de los Mi­
se podría descubrir a quienes mandatafon éstos y nisterios de Ulterior y de Defensa Nacional.
ordenaron a aquella verdadera jauría del ilón, evl- SEÑOR PRESIDENTE «Gutiérrez Ruis». — Se va a
tientemente preparada para convertir a hombres . votar el trámite solicitado.
en coras? ¿O es que acaso se trata de u mera des­
cfcMíiencia? ¿Este hecho, finalmente, se inscribe
en un panorama donde abundan el a opello, el ho-
rror y actos de verdadera barbarie? 5 El Partido tío
crahsra —que, er más de una oportunidad ha expuea
lo una clara pedición sobre el pajjél de las Fuerzas
Armados—- ha considerado su debé poner en cono
júrente hechos y efectuar pr«g laa a nivel publico
XF bo más que para sancionar dos o tres responda-
Mtao, pu>4 enfrentar a quienes etenden empujar a
Fuerzas Armadas hacia ottfetlvos antipopular«» y
antinacionales; para quí éstds sirvan al país, asan
tuerzas integradas al pueblqfde donde proceden, de
tiendan la soberanía nací al de cualquier intromi-
slón extranjera; para que én suma, se haga realidad
el propio bajorrelieve de paredes de entrada del
mencionado anuteí ce) Uón Florida, donde apa-
reten obreras, campes , y soldados unidos en ib
producción, ei bien« y la libertad. Por todo lo cual
el Partido Socialista /enlama rápidas respuestas a las
Interrogantes formuladas, pero desde ya afirma que se
ha cometido un at^ópello más, esta vez contra nuestro ?
Secretario Genera/, es decir, contra nuestro Partido,
y a ello respondamos reafirmando nuestra linea na­
cional, popiikir/y socialista. nuestra organización y
nuestra mihta/fciíi. — Montevideo, 12 de jumo d¿
1972.”
Solicito q í el texto de esta declaración sea ervla- |
do a los isterios de Defensa Nacional y dél lata- ?
rior.
SEÑOR ESIGENTE «Gutiérrez Rw. — Be ra
votar el a lite que solicita el señor áMpidado.

o tu)
-Treinta y seis en treinta y nueve; Affrmtíva

8. — Denuncias del XVIII Conseje Federal £x- |

traordinario de ¡a Federación Unifiuiyn dei Ala- 1
gisterío, contra procedimtentón de las Fuman j
z Conjuntas I

Tiene Ja paiubrn el sciior Diputado Etchegoyhen.

SEÑOR ETC'HEGOYHEN. Vamos a aprovechar es- •

tos minutos que nos concedí’ la media hora previa pa­
ra leer una nota de la Federación Nacional del Ma­
gisterio, que llegó a nuestro poder, fechada el 28 de
mayo de 1972.
Dice asi: • Sr. Legislador: El XVIII Consejo Federal
$fctTaor diñarlo de la Federación Uruguaya del Magls-
Wlo, retiñido en Tacuarembó, los días 20, 2? y 28 de
mayo, con delegadas de todo el país, en conocimiento
de los actos de represión <p(? las Fuerzas Conjuntas
están ejerciendo sobre pumeróeo« maestros, informa a
Ud. y solicita ¡a lectura en Cámara, de loe siguientes
atropellos realizados contra los maestros y la Escuela
Pública.
tñ Minas, ert ms ÉHCúélaé Ñró.c / f ÍÓU, faá Filttf* ;
zas Conjuntas interrogan dentro del local escolar a
varios alumnos sobre la conducta de dos maestros. No .
permiten que la Directora está presente durante el 4
interroga torio.
 ETCHEGOYEN,
TEMA: Situación de periodisi»« do tañidos per la*
Fueraa* Conjunta*.
SIS.ION:
'■ ■ ' '*''v/í' ■ ;i ... <■ -1
SEÑOR ETCHEGOYHKN. - Señor Presidente en
este país, que tiene que soportar la ley ele segur tetad
del Estado, ley totalmente retrógrada y, en especial
que castiga en forma indiscriminada a la prensa, que
ve coartados su* medio* de comunicación y su liber­
tad de pensamiento, creemos oportuno en esto* po-
eos minutos leer una nota que se refiere a la situa­
ción de periodista* detenidos.
Dice asi; “La Asociación de ta prensa Uruguaya de­
nuncia la reiterada detención do periodistas y afi­
liados a la Institución. Destaca, además, que a pesar
de los insistentes gestiones, en numerosos caso* ni
siquiera se ha obtenido respuesta de los Ministros
del Interior y de Defensa. El encarcelamiento de pe­
riodista* o personas vinculadas a la prensa resulta, tá­
citamente. un agravamiento de la censura imperante
Í' Ja amenaza contra U natural actividad profeslo-
ial. Detallamos n continuación la situar lón de los
compañeros que permanecen encarcelados: Adriana
Ol varl. Empleada de Administración del semanario
Marcha”. Fue ce-tenida el 26 de enero del año ac­
tual. cuando concurría a darse una inyección a casa
de una enfermera en cuyo domicilio se encontraba
la policía. En c¿ momento de *u detención, Adriana
Olivar! llevaba consigo ima receta médica con la indi­
cación correspondiente respecto al medicamento que
debía inyectarse en 8EIGA (Seguro de Enfermedad de
la Industria Gráfica) consta, además, que Adriana 0)1-
va?i estaba en uso de licencia médica. El encarcela­
miento agravó su enfermedad, como consecuencia de
lo cual debió ser internada en el Hospital Militar.
El Juez que entendió en el caso determinó la libertad
de Adriana Olivar!, n pesar de lo cual el Poder Eje­
cutivo la mantiene confinada hasta el día de hoy,
znrorande e? decreto de Memdd* Prontas de Seguri­
dad Mas de cinco nww de pmtsáóo han agravado el
estado de salad de Adnana Ohvarí Beber de Helio,
Funcionario de SEUSA « La Mañana ’ y ‘El Diario”),
detenido el 19 de mayo. Hasta hoy no ha podlfio ser
visitado por familiar alguno. Según informorloner
ha recibido na? ¡o» trato«. Un comunicado de tas Fuer-
kzas Conjuntas k» vincu’a a ‘ una organización ¡u*dicio~
\sa°. Otro comunicado posterior informó de *a proce-
samiento por la Justicia Militar. A ui di de da* m«M*
de su detención no se ha dado respuesta a la Asocia-
clon de la Prensa 1 especio a Jo» malo» tratos y ga-
randas de debido proceso. José R. Soltar«, Periodi»-
la del diario “El Pai*”, Miembro del Concejo Drectl-
vo de esta Asociación. A su situación se han referid©
algunos partes de las Fuerzas Conjunta». Temblón
habría sitio sometido a malos tratos pertaaecc© con-
tinado junto * otra* persona» en una celda de 1.44)
mis de Hltma Al tguiil que en el caso anterior, lo*
Ministros ocl Interior y Defensa no han contestado
aun i i demanda de esta Asociación en el sentido dé
: ue »• p< ’rr na romprobur a un representante si ha
«ornee« o o rio a ¿ialos «ratos, Jorge Darnseaug.
Fotógrafo do la* revista»; argentina* ‘ Nieta Di, “Pa-
norama” y ie alguna* publicaciones locales Cometi­
do recientemente a una delicada operación quirúrgica
en el cerebro. Permanecí detenido desde hace ñuta de
tre# i» ser visitado por bus fu-
Isidro.
ast©»
12 Julio/972
7
*
miliares. No se ha planteado públicamente ningún
cargo contra él Martha Migllaro. Periodista del se­
manario “El Oriental”. Detenida hace tres semana©
No se ha dado respuesta alguna a lo* informes noli-
citados por la Asociación de la Frenan. Carlos Mu­
ñes,. Detenido hace tres semanas. No se ha respon­
dido a loa telegrama* cursado* por APU a los Minis­
terio* del interior y Defensa. Mauricio Rosencoff.
pe» ludíala y escütor. se calcpta que fue detenido ha­
ce más de dos meses No se ha contestado a loe plan-
team í en tos de APU. También habría sido sometido a
malos tratos. José santiago Possamay. Dibujante.
Permanece detenido sin que se haya informado el 1U- '
gar en que se encuentra. Tampoco las causas de su -í
detención. Higlfredo GuridJ, Miembro de) Consejo ¿
Directivo de APU. Detenido la madrugada dei 3 de >j
julio en su domicilio. El gremio ha enviado telegra- 'J
mas a los Ministerios del Interior y Defensa, recia- ?
mando las camas de su detención o su libertad. Ga~ 1
briel Carbajale*. Periodista del diario '‘Acción", |
Miembro del Consejo Directivo de APU. Detenido el 4
sábado iv de julio, próximo al mediodía, en su domlcl- |
lio, para ser “indagado". Hasta el día de hoy la APU |
no ha tenido respuesta oficial y tampoco ha podido j
ser visitado. He ignoran las causas de su detención, y
Fueron detenido®, además, y recuperaron su libertad
los compañeros Antonio García Pintos (“El Día" y ■
“Al Rojo Vivo”), miembro del Consejo Directivo de j
APU, Francisco Amaral ("El País”), Oscar Bottlnelll
(“El País”) Jorge Borche (“El Pah”), Marco* Gabay
«“Marcha”), Julio Bareño ("Acción”), Julio Rosiello !
("Marcha” y “Ahora”), Walter Achugar (“Marcha”),
Dardo Perrera, Periodista del Departamento de Pren­
■ sa del Ministerio de Ganadería y Agricultura, fue de- -
| tenido el día 3 del corriente, sus familiares fueron in-
formados de tal detención a través de la Región Mili- ¿
tar Né 1, no sabiéndose lo» motivos aducidos para rea-
| iiwir aquélla. Asociación de la Prensa Uruguaya. Mon­
| tevideo, 4 de Julio de 1972”.
Solicito que 1c verataa taquigráfica de mis palabras
$ se pase « Jm Ministerio« del Interior y de Defensa
i NmoíoimU,
1
,f
|
005
 i ie presentante.
He presentante Wdnhirj’bon
Tfcl’Ui : S o li c i t ad ce do sa fue ro d o 1
L. HmIKEìC.

bEjWNi 5 a¿»ostc/972
_ «RftOR ETCHEOOYHEN. — 8eflt»r Presidente: voy
a ser breve« como es mt costumbre y en rosón de lo
avanzado de la hora. Tengo que decir algunas pala­
bras en esta nefasta hora del Parlamento nacional.
Comenzaré por leer el acta del ultimo documento
escrito de este ‘'afluiré'’ que se llama Washington Leo­
nel Ferrer; esta ficta se selló ayer; cuando el señor D1«í
putudo Fairer pretendió que so le tornara declaración;
Dice así: “Acia de declaración, solicitud y consta*?
tacioii de hechos. En la ciudad de Montevideo, el día,
cinco de agosto de mil novecientos setenta y dos, an­
te el suscrito Escribano autorizante y testigos que al’
final se mencionarán, comparece el Representante
Nacional señor Washington Leonel Ferrer Almelda, ■:
oriental, mayor de edad, casado en primeras nupcias
con la señora Gladys Díaz, domiciliado en la ciudacL
de Florida (Departamento del mismo nombre), callé?
Leandro Gómez, sin número, accidentalmente aquí,'
con Credencial Cívica serie F.A.A. N* 10827, qnieni
suívagó en el último acto eleccionario nacional, se­
gún constancia al dorso del referido documento, se
presenta. Y manifiesta: Primero Que en la mañana
de hoy^ ha resuelto voluntariamente comparecer ante
el Juzgado Militar de Instrucción de Primer Turno,
■ a prestar declaración sobre los hechos que se le Im­
putan y que han motivado la solicitud de su desa­
fuero, ante la Cámara de Representantes que integra
actualmente, por parte dei titular de] citado Juzgado
Cr-rone! (N D.R.) Herme.J Sosa Illa. Segundo. Que
solicita al susciito Escribano, se const tuya en la Sede
del Juzgado mencionado, en el día do hoy, o la hora
diez, a fin de corutatar si se recibe o no su declara­
ción, por parte del Magistrado nombrado en la cláu­
sula anterior. Tercero. Que en la noche de ayer, a la
hora veintitrés y cuarenta minutos, cursó el tele?
grama colacionado con copia, cuya copla oficial me
exhibe y que transcripta literalmente dice ftsí: “ICC
PC URGENTE. 8r. Juez Militar de Instrucción de Rr.
Turno Coronel Kermes Soea lila. Washington 98.
Montevideo. Comunico a Ud. que mañana sábado a"
la hora 10, concurriré al Juzgado Militar a prestar
la declaración en la causa MR. ZOtS Moro 4 Folio 1W
Caratulada ciudadano Wá*hlnfton Leo«ir! Ferrew
y otros. Wásh ng^on Leonel Ferrar'. Agrega que di4í
cho menimje 1<> cursó, por no ser hoy día hábil y O
los solos efecto, de que el señor Magistrado eetuvieHP
enterado de su concurrencia al Juzgada. Cuarto Qua|
solicita asimismo al suscrito labra tscta. dejandtg
constancia de esta declaración y dílígeneía que eéW
licita, a si como de sus resultancias; y protocolice tan
actuaciones. En mérito a lo peticionado precedentes
mente, el Huscrho Escribano se constituye, acompñjA
mulo de ios festivo» que al fine! se nombrarán, MB
irt Sede del Juzgado Militar do Instl acción de Pfíw
mer Turno, c ille Washington, esquina Lindoifo CueiS
f:>‘. (,'e esta ciudad, .siendo la hora diez, habiendo co&M
f.if.iíh» lo . ¡«mente. I» Que el compareciente seño«
l'rjar, !•ter-Lgí’s que se mencionarán y ni stlMcrltn
Escribano, nguardamos esperando ht lleguda del se*?
ñer Juez, desde la hora diez en «delfinio, por haber
sido Informados por el personal de guardia que el
mismo no se encontraba en la Sede d<d Juzgado: H>
Que a h» hora dree y diez minutos aproximadamente,
íntnr1 informados de :a llegada al lm?ar de! nfñnr
Militar de Instrucción de Primer Turno Coront-1
Hermes Rosa Tila: Hit Que los señorea doctor Josét
Tati» Corba y Diputado Wàshington Leonel Ferrer so-j
licitaron ser recibido« por el Juez antes citado: TVV
Que sólo fue Invitado a pasar a! despacho del Juep
el señor Doctor José Lula Corta); V) Que alendó W
hora doce y cuarenta minuto« y al abandonar ew
respncho el Coronel Kermes Rom Illa, el suscrito Rhdg
crlbano le inquirió si pensaba tomar declararión ws
irnor Diputado Ferrer, a Jo que respondió: "—lío M0Í
moró ninguna declaración, porque tengo qne
me” Arto seguido nos retiramos todo* del IwiÉM
dando por f 1i m liza de la diligencia Mata arAa e» 'MKn
oa /-"< <o) y ri «* *n ai» entffflf
" tepido y f ftnn. conjuntamente mn lo« testigoa hé*$
pih« feñores P.er/resertantes Naclanaiea Juan *lfte
rente Romeo Chenlo y Tn^ge DurAn Malo» v doriorelj
José Lui» Corba Omav Forre» Collazo y Femanàdè
Q y p
w 23 j ।5
 ¡ruste Brug«, quienes suscriben en la forma que
l\s es habitual y me justifican haber eje’cldo el su-
gto en el último acto eleccionario naclonal. Doy
8e extiende en dos sellados rie * 150.00", etcétera.
Vienen a continuación las firmas de las personas
mencionadas, y rubrica, por supuesto, esta acta el
Escribano Público Antonio M. Sarachu.
Befto^ Presidente: dentro de unos pocos minutos Ja
Cámara Seguramente procederá a sellar con su voto
este ca;o\que nosotros nos atrevemos a citar como el
caso DreVlus del Parlamento Nacional. La decisión
que en el [a de hoy adopta el Parlamento es de tal
entidad quc\nos resulta un Imperativo el tener que
hacer uso de\a palabra, aunque más no sea que para
balbucear una^ mal hilvanadas e incoherentes frases,
porque senlímdl que <se hace necesario decir algo en
cstn emeigencia porque los sucesos que se han de­
«arrollado en est horas y que van a culminar den-
tro de unos instan s, son de una trascendencia y pro-
yección imprevisibl
Tenemos ia necesi I ae decir algo, porque se ex
pulsa a un comparte nuestro de esta Cámara, y es
d lororoo perder a cualquier compañero, sea del sector
que sea Creemos que partir de hoy y en adelante
jamás nuestros brazos se\Jevantarán para dar el desa
fuero a ningún legislador\Y decimos esto porque en­
tendemos que los legisladdtes llegamos a es e recinto
per decisión soberana del pueblo, y él tiene el derecho
a equivocarse tantas voces mo quiera. Eiipe bien o
'nal. pero elige, y pienso ta\ vez equivocadamente
que es el pueblo el que debe e\ltar que volvamos o’ia
vez al Parlamento, pero no pedemos, nosotros ¡n,/-'
mos, mutilarnos, autocereenar ilpestros derechos.
Yo estoy aquí sentado en esta llanca —y lo be di-
cito muchas veces a mis amigos compañeros-
uno de esos accidentes electorales, 8oy un hon
modestísimo, de trabajo, anónimo, q\e vine aquí •, rXT
decisión de un pueblo que tul vez seYqoivocó a o
girino. El pueblo siempre mira las ptymcnis tuL
de los pariidts» poéticos, v mi entra a\ruzonar <r
■* e>un dciiss de esas figuras. Es asi\que mucha
llegamos al Variamente hombres q\c no tenn-
la clocuen.’.ia ■lecesari». ni capiicidacK ni condì-
clones inieicclujte» y • confesamos acá n »•tras en
rendes.
J<n <‘J «ha de hoy, aunque fuera por un insta , acá
•so, yo querría tener la elocuencia de uno de 1 ten­
to.i tribunos brillantes que han pasado por es te •
ginto, paia, <n un postrer esfuerzo, tratar do con
prencer o de conmover a los que ya seguramente Va*
adoptado una actitud inconmovible \ animo de convencer a nadie, porque los dados están
SEÑOR DURAN MATC>tí ¿Me permite una lnt\
rrupción? . , \ l ijado inexorablemente el dedo pulgar, y la suerte de
¿ENOR. ETCHEGOYlDiJL — 81. señor Diputado.
HEÑOR PRESIDENTE Oul iérre« Ruiz». - Puede
interrumpir el ¡»'ñor Diputado.
8KÑOR DURAN MATOS. - Señor Presidente an­
tea qua termino «I señor Diputado Etohegoyhen y
coadyuvando con su deseo de contribuir a esclarecer
o convencer, tal ves. a algunos de loa InUgranlci de
estq/ Cuerpo, yo recordaba recién —y lo recojo- un
planteamiento formulado por el señor Senador Mi-
rhelinl en el Senado, hace unos diez días, sobre een-
versaciones acerca de una tregua que m habría produ­
cido entre un sector de las Fuerzas Armadas y H
Movimiento de Liberación Nacional. a chos legisladores que no comparten mis ideales ni son
Mr pregunto si (-sus conversaciones realmente eJÓM-
iteren y prosiguieran, ¿no terminará esta ('ánMira
arrepintiéndose de haber adoptado una decisión'en
el día de hoy. para tener que cambiar dentro de unos
duis su punto de vl.sin en mérito a que dichas con-
vvisarlones han traído al país algunas normas iit> ];a
, |b avhiil que hoy no no será un ele­
mente a Une.’ en rwjb!» fx.' *■.* / ¿¿w- *.•, M w»
i Ujs como ta que r»
m a adoptar en ef día de hoy?
SE^CR ETCHEGOYHEN — Con tí ni ertvr Presi­
dente.
SEÑOR MARTINEZ GALLINA!. — ¿Me permite
una interrupción? .i
REÑOR ETCHEGOYHEN. — 8í, señor Diputado.
HiíNOR PRESIDENTE (Gutiérrez Ruiz>. - Puede
Interrumpir el señor Diputado.
SEÑOR MARTINEZ GALLINAL. - Cuando el señor
Diputado Etchegoyhen hablaba de que e¡ Cuerpo p
lamentarlo se automutllaba, cuando no« narrab re­
cién un poco la inconciencia con que el Parla píen to
vé conio «e cercena a uno de su« integrantes, no se
inmuta ni agita y deja tacer —stendo ésta¡/la pri­
mera etapa de vaya a saber qué—, icómo n hubiera
gustado a nosotros haber visto realizarse acuellas pá-
glnas tan emotivas que hemos admirad como una
de lar más lindas en la vida de Herrer Transcurrió
en 190«, en el momento en que fue detenido a la sa
lido del Cabildo, donde en esos tiemp funcionaba la
Cámara dé Representantes. A raíz a/ los rumores re
voluclonarlos de esa época se establece una ley de
censura a la prensa, que Herrera o acata. Como es
sabido, mico. "La Democracia" e ediciones clandes­
tinas; concurre a distintas imp/fentas de extramuros;
la imprimeren forma ilegal y 1/ distribuye también en
forma clandestina. En .su o&ta¡a llega a tirar algunos
ejemplares en la puerta d El Día", y finalmente
es detenido, siendo Diputa«
Inmediatamente, en el/ Parlamento se alza el grito
de Carlos Roxlo, diclendó: "|Herrera ha sido deteni­
do! ¡Honera está presen". El Parlamento para sus se­
siones. se estremece,/4e convulsiona; a la Cámara la
cruza una profunde/emoción. So dan cuenta que es­
tán viviendo una ternaria histórica, que eso no es oi­
go usi nomás, qué ahí hay una jornada definitoria
El doctor Arturo/Lusslch, médico de Aparicio Saravia.
^frece inmediatamente su renuncia poique considera
(Jkno puede/permanecer un minuto más en una Cá-'
... -(¡al uno de sus miembros ha sido levado á
nj/lo tanto, por estar mutilada e invá ida en ;
/la y en su vale.' real
íolémlci», largo debate, estremecimient o y, a j
Urc horas. Herrera es liberado. Había triunfado ‘s
<J i a, había triunfado e! Derecho.
No; ñera gustado, en el día de hoy, habei podí­
do /e an eró, una sombre de esa jornada glorie
•a: ptro_ lo eme mi. -----------
REAOR _ fteflor presidente: ante«,
de conceder la Interrupción decíamos que hubiéra*
nos querido tener el poder de persuasión suficiente?
para tratar, acaso, de que nuestras palabras llegaran^
a todos y cada uno de los legisladores —come* decía
hoy el señor Diputado Batalla, aunque tal ves sin el
echados y la suerte es Invariable. A esta altura se ha <
nuestro compañero, el Diputado Washington J>on<H ,
Ferrer. ya está reliada. ’
También expresábamos que mientras estemos en es­
te Parlamento no sabemos por cuánto tiempo— no
levantaremos jamás la mano para desaforar a nin­
gún compártelo rie bancada, porque todos por igual
nos merecen el mismo respeto y tenemos un gran con
repto de todo» y cada uno de los legisladores que se
sientan aquí. Vamos a tener diferencias, encuentro»,
algunos rodamientos, —por supuesto, estamos en tien­
das opuestas— pero eso no quita que jo estime muy
mucho la amistad generosa que me han brindado mu­
rir mi partido Desde luego, no he venido a hacer ene-
inlg«« en este recinto, sino que aun en la áspera luch^g
polít e» y en la discrepancia permanente, tengo la ?
pretensión, abrigo la esperanza de legrar amigos. En- .
tonees, en ningún momento puedo abandonar a mi# „
amigos porque esHn en la misma causa que noFotroi, ?
rit rendando «na institución que rjalá podamos seguir
pítr mucho tiempo; el Parlamento. j
En rnJ concepto, hoy el Parlamento se viste de luto
Han trascurrido catorce o quince horas aciagas en es­
te Cuerpo legislativo, que ha dado un paso que consi­
dero totalmente equivocado y deplorable.
3 23 0 35
 No voy a entrar en disquisiciones de carácter cons­
titucional ni jurídico, porque no domino la materia.
He dicho lisa y llanamente que soy un hombre de la
calle. Más bien pretendo hacer una reflexión como
ciudadano de la calle, y momentáneamente me ubico
fuera de este Palacio y razono como tal, Entonces, di­
go que los ciudadanos de Id calle, los que no compren­
demos la jurisprudencia, los que no hemos aprendido
las disciplinas del Derecho, pensamos que para que el
Derecho sea bien aplicado por los estudiosos, para que
lo sea realmente, tiene que ser justo, tiene que buscar
la Justicia, ya que cuando se aplica torcido es injusto.
JEste es el Palacio de las Leyes. De aquí han salido
todas las leyes que rigen )a vida de) país; por aqui han
desfilado grandes hombres y nosotros parecemos plg-
meos ai lado de esas brillantes personalidades; pero
hemos vivido, como lo tumos dicho más de una vez,
cargados de ilusiones, con una gran responsabilidad
y, eso tó - lo repetimos hoy y lo haremos todas las
veces que sea necesario, pese a las carencias intelec­
tuales que tenemos—, venimos a volcar toda nuestra
honrad«.:, nuestro patriotismo y nuestro deseo de ha­
cer Jas cosas Jo mejor que podamos en favor de éste
país.
Creemos que esta etapa sombría y nefasta de) Par­
lamento Nacional que culmina en la mañana de hoy
nos va a llenar de pesar de aqui en adelante, y más
de una vez, a todos loa legisladores; a todos en gene­
ral. aun a ñor Aros que no vamos a votar esto —y ya
se sabe perfectamente nuestra posición—, porque es-
tauios tan indisolublemente unidos a toda la vida, a
las consecuencias y a todas las peripecias y satisfac­
ciones que se reciben en este Parlamento, que no po­
demos ser ajenos, por supuesto, a las consecuencias
irreparables que traerá esta decisión del Parlamento
Nacional.
Decíamos que si llegamos aquí —a veces accidental­
mente; nosotros, sin ser candidatos ni candldatados,
¡qué íbamos a pensar en ello!— es por decisión del
pueblo. Señalamos que el pueblo es el único que tiene
derecho a equivocarse tantas veces como quiera, por»
que es una actitud soberana y libérrima el hacerlo. Y
quienes vienen aquí, muchas veces no tienen condi­
ciones, como el que habla; otros ¡legan llenos de de­
fectos, y 'algunos con muchas virtudes. A veces, peie
a promesas incumplidas, pese a actitudes equivocadas
p inclusive a inconductas, ese pueblo soberano vuelve
a redi gir a algunas peísonas. Quiere decir que c) pue­
blo es el que trae los hombres acn, y pienso que debe
ser ese pueblo el que ha de sacarlas. No los debemos
.sacar nosotros mismos
Parecería que. de alguna manera, el Parlamento y
el Poder Ejecutivo debieran lograr !a infalibilidad, el
no equivocarse nunca, pero el pueblo tiene derecho a
equivocarse cuantas veces quiera, y no creo que sea
el propio Parlamento quien tenga que enmendarle la
piana. Sin embargo, hoy hemos enmendado la plan i
ai pueblo, porque é) fue quien eligió - quiérase o no —
a) señor Diputado Wàshington Leonel Ferrer.
Decimo« más: el umor Wàshington Leonel Ferrer
va a «sa eapuiaado dentro de an instante de w.¡¡, Cá-
w* > * í/4X7*ur prueba# leha-
rHMewionie arelatable# Hoy escudaáU/mos con toda
atención a k/s señares jurUlaa, » ios mUgrantwi de ¡a
Comisión de Constitución. Goaigí»«, Legdación Uem?
ral y Administración, que nos querían convencer - tli
vez llevaron el convencimiento a la mayoría de la
Cámara sobre la justicia, la ecuanimidad dé la de­
cisión a adoptarse, pero dudamo/i de elia. Cun Jos dé-
bidón respetos - poi supuent') que debo Inter preture«
asi; ése es mi proposito de antes do ahora y ue siem­
pre: n<> herir, no lastimar ni Ir en desmedro de ia per-
sonaauad de ninguno de los distinguidos señores legis-
¡adores- creemos que osla Comisión no ha hecho ni
pi thi.hnti que líoinulopor, avalar, una deridon
de la ./ualicht MiHtat. Aló»1 mubltñmdil», HUó'l'lk dtf
nada sirvió, hubo un voto ¡jiumííím^j qu*. lúe
go, es de nuestro compañeio eí *e/x*r Diputado Rafa­
lla, quien en forma hidalga, pese a ser estéril, luchó
denodadamente, en furnia infructuosa, para que Li q
sucrte que va a correr nuestro compañero e'< >. 'i*
potado Ferrer no fuera tan aciaga.
Entendemos que las decisiones del pueblo deben res
pelarse, porque él es quien decide, a) fin y al cabo, en
el error o en el acierto, quiénes han de regir su desti­
no. Nosotros, que somos opositores a este Gobierno,
que lo hemos sido y lo seguiremos siendo, no por sií7-
tema, por táctica ni tampoco por estrategia, sino sim­
plemente porque nos separan abismos conceptuales,
programáticos, de orientación política, d’j ideología,
no vamos a hacer una oposición permanente aqui, co­
mo un entrenamiento, pero sí toda vez que el Poder
Ejecutivo y la gente que lo acompasa y lo respalda
no facilite los cambios necesarios que este país está
reclamando.
Pero no vamos a negar que este Poder Ejecutivo y
la mayoría do la gente que se sienta en esto Parla­
mento responden a la voluntad soberana del pueblo.
Claro que protestamos y luchamos contra ellos, en una
luch.t en la que siempre llevamos las de perder por­
que somos una minoría; pero admitimos y reconoce­
mos que responden a la mayoría del pueblo. Pensa­
mos que ese pueblo tal vez esté equivocado, pero pre­
cisamente reconocemos que tiene esa virtud: )a de
equivocarse una y mil veces, y tenemos que aceptarlo
mí ccmo está. Entonces, no vamos a cometer la tor-j
peza, la tontería, la puerilidad de salir negando al
Gcblerno, al poder Ejecutivo y a la mayoría de este
Parlamento la autenticidad en cuanto a que repre­
sentan la mayoría de la voluntad de un pueblo. Te­
nemos que aceptarla.
Por eso nos reafirmamos más en eí concepto de que
ese pueblo que votó a este Gobierno y a este Parla­
mento es el únlcp facultado para variar la constitu­
ción de este Cuerpo, y no nosotros, mismos. Creemos
que éste es un piísimo, un terrible precedente. Entra­
mos en un tembladeral, damos el primer paso hacia
una ciénaga que no se sabe cuando ni dónde termi­
nará.
A veces me viene a la memoria la lectura que hici­
mos en uia oportunidad respecto al cruce de deter
minados noy en Brasil, que están poblados de pirañas
vorace». Cuando los indígenas tienen que cruzarlos,
algunas veces a pie, en determinados sectores, si no
icman algunos precauciones, son victimas de las pira-
mis. Entonces elio», cen muy buen tino, van unos
cua.’uj cientos de metros o kilómetros más abajo,
/.aerifican un animal y ki tiran al agua para que esta,
al coloreante, con su sangre, atraiga a las pirañas y
vi paso quede libre.
Hoy liemos tirado al agua a Wàshington Leonel Fe^
irer. Es una manera de atravesar el rio pero, como va­
mos a tener que hacerlo algunas veces más. tendre­
mos que elegir otra víctima. Nosotros no vainoti a dar
vi v«.to para elegir es» víctima.
HENOR LACALLE. — ¿Me permite una interrup­
ción?
HEÑOR ETCHEGOYHEN — Hi, señor Diputado.
8 GR .WbSKAfc'NlE .aWUrtsw iauw>, , Huada.
ínter pír el señor Diputado.
EE.'iO -ACALLE. -■ En primer lugar, deseamos se
halar que vamos a reclamar nuestro turno para
hablar.
Kst ribando en que señala el reftor Representante
doñ isidro Etcneg en, queremos dejar en claro dos
eos voto este caso —creo que el del
ictiamoi •i de mi Partido— está pau-
la luftiectoe fu amentales. En primer lu--
canee de 1 nedlda que se va a pro-
i/o enia M va a áWobar es la suspensión,
no ík vxpuhiójf y ¡a condena.
Es la suspensión de los fuerot y¡ r consiguiente,
é^tos podrán ser nuevamente recupera s.
En segundo término, se hablaba dé los'urecedentes
e/i.,« »p.iít.- tenido oportunidad leer nu-
fyec<Aí«’»’it*s, porqof sort ífiuchm casos
presentados ds solicitud de desafueroi, prove tes
de lus más variados extremos en cuanto a órganorTMel
gil¡tado y a bancadas políticas; hay solicitud de^t
23 v
 fsi ' rodo» los partidos políticos que han actuado
« < ?ito nacional. Nosotros no damos a ellos
u... J>^ulor vincuintorlo y consideramos que no
atan decisión de la Cámara. La resolución
que hoy adopta el Cuerpo es la del 6 de agosto de
1972, encuadrada"''«« el contexto político que vivimos
en esta hora y en eMqmomento.
Hago mkis las precismm’s finales que en el infor­
me establece mi correlígkmsqMo, el señor Diputado
Morelra Parsona, al decir que Cámara siempre
compete la apreciación de si en «Na situación con­
creto se han configurado los exlremospqra que opere
el desafuero. Esta es la actitud de esto lefeightdor na­
cionalista y creo que la de todos los leglslotNros de
mi Partido. FMo no crea precedentes ni atíiduHKjií
vincula ninguna decisión de nuestro Partido y ch»
los legisladores que lo Integramos.
SEÑOR ETCHEGOYHEN. flefter Presidente ne­ demostrar que es indiscutible que ha existido retrac­
jemos muy breves porque, por supuesto, no preten­
demos hacer ninguna maratón de oratoria, menos
cuando no se tiene capacidad ni habilidad para ha­
cerlo. Solamente sentíamos la Imperiosa necesidad1
de no Quedarnos callados en ceta tétrica hora que
vive el Parlamento Nacional. Deseábamos dejar, por
lo menos, alguna constancia con nuestras pobres pa­
labras en homenaje a un compañero Y sí hlen la
remántic* d'cc que no es lo m'smo exmdsi«n que de-
.<afuero, yo diría —eufemismos n un lado— que Ferrer
en estos momentos yo ettá prácticamente fuera dei
Pnrlarnrnto, y no es difícil que ¡os Fuerzas Ccnjun-
í;»‘í e^tén en las puertas del Palacio esperándolo. Do
manera que hemos sollado ln suerte do un leglsíndnr.
Nosotros pensábamos decir alguna eos* más: pero
no tenernos gara*, no **nemos ánimo o no encontra­
rnos las palabras apropiadas. Simplemente termina­
mos señalando que desde este momento en adelante
tal vez de un tiempo atrás, pero ahora con más
permanencia y pertinencia— hay una espada, no sé
sí la de Damoclcx, que está pendiendo sobre la cabeza
de los legislacktf’es Esa espada no caerá sobre no-
f-olros en ki medida en que el Parlamente eleve sns
puntos de mlrí«, como decían hoy en un diálogo los
brillantes scftnjes Diputados Trías y Flelta». Mien­
tras el Parlamento no unifique criterios y no se pon-
ir» o troba^r unido por sobre todas las discrepancias
pura .s 'car el país a (lote, e>a espada estará pendien­ fuero le cabe a Wàshington Leonel Ferrer Almeida,
do aniena/aidoran.ente A veces pienso - con los debi­
dos i ^sjjefr« y /do ánimo de herir ni lastimar a na-
/ i<>. que e‘ln !)/ •- da un poro do pavor a los Jpftliila-
d* res p» r si’pue. o que me Incluyo , y e.*n sólo
nodrem'.s evitarlo en 1« medido en que bogamos un
eficaz trabajo parlamentarlo, que demos una limpen
de unidad v demnatromo« que. por sobre las dlsrre-
par^tns, es*amo« luchando por un ruis que pno
restituir todo« sus libertades con amplitud, de
(|W el ciudadano pueda vlv'r tranquilo, que la
pueda volver a sonreír.
Be ha dicho qué el uruguayo es hUte. Confieso á’íb'b
en lo que me es perruna!, hace mucho tiempo que
me cuesta reír y sentirme alegre y contento. Segura­
mente será porque Ics frentenmpli*tas vivimos rnuy de
.{prca y sufrimos muy permanentemente lo» golpes de
este tipo de tv blrrno. de este estado general del país.
de esta atmósfera Irrespirable que «e hace cada vez
más in‘•/»porto ble y que deseamos todos qua en algu-
jri medida se supére.
Hemos parado la noche y hemos llegado a la ma-
fl’>nu putA ado|*nr unn decisión, </ en eMe momento
no .«nbeniíH si afuera habrá o nu un eoi radiante,
De todos modos, para mí so trate de un día inste,
gris, onnen O|nlá que nuestro pruni gin no se cum­
ul.-/ v c te Wñ *h hadan Ferrer tenga mucha Hiitftf en
In qui.* >| P» .1 >i'n le (h )iuH' a de hoy Lo he-
muí Meli rif,1 *’A
cómo Os; hace quince horus 'ja* encerrados
equi trah tonto v le brm « cerrado las puerta*.
Esperemos owe WiJhmgron Ferrer tenga suerte y no­
sotros no tengamos que arrepentimos.
0 23035
SEÑOR BATALLA. —- Pido la palabra para una
aclaración.
SEÑOR PRESJIDENTB (Gutiérrez Rulz». — Tiene la
palabra el t.eñor Diputado.
SEÑOR BATALLA. — Catorce horas de discusión
bus dieron a cada uno de los legisladores la paz espi­
ritual necesaria para levantar o no nuestra mano.
Al galopa llegamos al final y yo quiero, en muy po­
cas palabras, dejar a la cámara una última reflexión.
Sostuvimos una posición; no ha habido ningún ar­
gumento que nos hiciera apear de ella. Seguimos
pensando que en el caso concreto corresponde plan­
tear el Juicio político, qué cabe a la Cámara exami­
nar los hechos imputados, a fin de determinar si hay
realmente lugar a la formación de causa No hay
elementos que nos lleven a creer en 1« culpabilidad.
Más nún: ia imputación comienza con una confesión
y la declaración de cinco testigos. Hemos pretendido
tación en la confesión: uno de los testigos declara la
existencia de malos tratos, y los «Shatro restantes,
por propia disposición del Código de Procedimiento
Penal Militar, tienen disminuida su verdad en virtud
de ser imputados de delitos o perseguidos por delitos.
Lo que voy a decir lo señalé en una exposición an­
terior, y creo que vale la pena reafirmarlo en pocas
palobi as En un momento difícil para el país opta­
mos jx?r una determinada solución: aquélla que nos
»leva o dorio a Ins fueros parlamentarle« una máxi­
ma amplitud Creemos que el momento exige una
cerrada e inLrans’gente defensa de loe fueros parla­
menta Nch, no por Ferrar, no ix>r catta uno de noso­
tros, que somos en definitiva beneflicarios de estos
tueros, ¡uno por el Cuerpo mismo, por su Indej.'irnden-
cia, por algo que leñemos que defender por encima
de todo, que es 8’i dignidad.
Naturalmente, repito que no pretendo convencer
a nadie Creo, sí, que cada uno de nosotros tiene que
saber en este momento qué es lo que vota Nunca
pretendo r,er depositarlo de la verdad, ¡pero digo. si.
que 1« historia nos dará a cada uno nuestro, cuota
parte de responsabilidad por lo que hitamos en el
día de hoy, Tal vez ruando ninguno de nuestros nom­
bres Juegue en el futuro, se recuerde el rie Wàshington
Leonel Ferrer Almeida. Tenemos que ser conscientes,
la Cámara tiene que ier consciente de que hoy el desa­
y en nrinclpío él Cuerpo entiende que «u conducta ha ¿
sida delictiva, que ha incurrido "n delito
En todas nuestras intervenciones de esta noche
hemos querido mantener el máximo de rigor jurídico.
Naturalmente que nadie puede atr neutral. Tal vez
nuestras posiciones Jurídica* respondan a nutstTal
< (»nci pelones como hombre*, a lo que pensamos en *1
rocho v fuera de él. Por eso tal vez nuestra defen*
sido lan vehemente, separando ademó* todo Id
yode tener nuestra decisión de político*.
jO /hrmt’s hablado ni una sola vez de Incompetencia
Irlyáuzuado que pide el desafuero de Ferrer; no he-
tXM hablado ni una sola vez de los apremios físico*.
de ¡as cond’cíohes en que se prestan las declaracio­
nes. y podemos citar decenas de casos. Lo que sim­
plemente queremos decir como una última reflexión,
e« nue hoy el Parlamento abre un camino y cada uno
de nc«otros tiene que saber que ese camino queda
abierto.
tSuena el timbre Indicaaor de tiempo)
t'reo que la trascendencia de esta votación impone
se h;ir* nominalmente.
SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Ru¡z) — Léase
e> prryecto «le jwdpcióri rfe la Comisión en mayoría.
‘Frente a la solicitud de desafuero del señor Di­
putado Wá^hincton Leonel Ferrer Almeida, la Cóma- ;
ia de Representante*,
 RESUELVE:
Q hay lugar a ia formaciuL de causa y declararlo
suspendido en sus 1 unciones”.
SEN PEREZ. — Pión la palabra para una Hela*
ración
SENO PRESIDENTE (Gutiérrez Ruiz», — Tiene la
palabra señor Diputado.
SEÑOR PEREZ. — 8;n duda la decisión que va a
tomar la sámara es de extremada gravedad y cada
sector ya ha adoptado jxxslcion. En esta oportunidad,
de acuerdo \on las expediciones que se han .do ha­
ciendo. el Aente Amplio verá derrotado el criterio
que lia sostenido en la Cántara, es decir, que se de-
bia pax.tr a j lo político, y por lo tanto al Sanado,
en defensa de que consideramos los íueros del Cuer-
pu y de caua o dr» los legisladores. Sin embargo,
no somas pesi tas por temperamento, por convic-
clou y porque eraos absolutísima confianza en la
clase ota-era y 1 pueblo.
Se ha ido dand en la República un proceso que
arranca de vai ios Hiñas a esta parte; primero te con*
sideró que la ConctRución detaa ser pr esiti ene Jaita ta; mara, el intentar por lo menos asegurar a Washing­
Juego se e»»imá que\no servia ia Constitución, que
debía aplicarse medí s de seguridad permanente»;
posteriormente, que i alcanzaban las medidas de
seguridad y debía üdcldrarse estado de guerra; luegu,
que para sustituir el e\tado de guerra había que
aprobar la Ley de Regur d del Estado. Y así nega­
mos hoy a un desafuero, ci voy a explicar cada uno
de estos avatar«», que en efinlliva han ido constri-
riendo trac fe iones que er muy caras en nuestro
país, pero no somos pestatystas, porque simultánea­
mente con esto «e ha hecho aés fuerte, más pro­
funda y más consciente ia unidarlde los trabajadores;
se ha necho más fuerte, más «profunda. y más cons­
ciente la unidad de las fuerw; antunperial tatas en
nuestro país.
Exta República tiene dor cal : una cara sombría
y una cura que va cimentando \ia luz que se irá
abriendo para resolver los protien^as del país. Hasta
cuando exixten pronunciamiento» e loa cuales han
el día de hoy,
dado cuenta algunos legisladores
se aprecia cómo esta compre.'xiión\ de loa procesos
históricos que vive la República penelfa en la profun­
didad de todas las Instituciones del í«.
pensamos que «lendo éste un trag amargo para
el Pai lamento el futuro proximo dar la ratón al
Frente Amplio- para resolver Jos probi ms del pal»
no hay otro camino que el de la pacifl^acllón, él del
«cuerdo entre los auténticos orientales, cl\de la crea-
clon de condiciones que posibiliten entrar lus trans-
formaciones' profundas que la estructura c nuestro
l>:ü.s necesita. Estamos convencidos de qu a pefun*
de este traspié triste para el Parlamento • í lo ve-
nosotros . vendrán horas de alegría tira la
inmensa mayoría do nuestro j/ueblo en pla^u que
no son tan lejanos como alguna gente piensa:
SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Ruta» - Pa una
cuestión de orden, tiene la paí.ibra el señor Diputado
Chenlo.
SEÑOR CHENLO Solicito qu« se lome vota^ón ,
nominal.
SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Ruiz». Sr va a to.
i8e vota.)
Setenta en ochenta y ríete: Afirmativa.
la prealdcficta aclara qú« el rifar Diputado
Etchegóyhen ha planteado una cuestión de orden que
no puede u-w tááwjta »><4* dhxón pwnto (Id vtate,
poionc éllá .mpiicaria reconocer algo qué básicamente
no nene precedentes.
SEÑOR ErCHEQOYHEN
una aclaración.
Pido la palabra para
señor PRESIDENTE (Gutiérrez Rutar — Tiene W
palabra el señor Diputado
SEÑOR ETCHEGOYHEN No es la primera vez
qur nos equivócame» y nos vamos a equivocar mu­
chas veces máx. A golpes aprende el hombre y el
legislador, porque pretende ser legislador.
He prexentado a k Mera una moción que dice que
ewtu Camaru asegura a) hasta ahora diputado Fe­
riar, que va a tener un trato correcto y humano por
parte de la Justicia Militar.
(Murmullos)
Se me ocurre que lo menos que puede intentar
iKicer esta Cámara, después de echar a un hijo a la
cu He, es asegurarse de que ese hijo sea bien tratado.
Piena r» que no habría que pedirlo. Lo ideal seria
que Wàshington Leonel Ferrer, con bu desafuero, sa­
liera de aquí y fuera bien tratado a.«4 como todas los
orientales detenidos. Pero como nadie ignora en este
país las circunstancias v les «i tua clones que viven
los detenidos, pido como un último gesto de «sta Cá­
ton Leonel Ferrer, que hoy hemos decidido que se
vaya de aquí, que fuera de este recinto —donde se
le recibió muy bien— sea considerado como un orien­
tal más y se le dé el trato correcto que merecen k»-
daa la# personas que nacen de un vientre de mujer
(Murmullos)
—Tal vea ¿ni solicitud sea insólita, pero la hago en
la esperanza de que esta Cámara, bien inspirada, no
tendrá leparos que oponer a esta iniciativa, aunque
cea insólita. De todos modos, si sentamos un mal pre­
cedente. ¡qué cuesta sentar uno bueno!
SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Ruta». Corres-
pende tomar ia votación nominal.
Tómeee la votación nominal.
(Se toma en el orden siguiente;)
SEÑOR ALONZO MARTINEZ.
SEÑOR AMARO. — Afirmativa.
SEÑOR AMORI# LARIIAñaga. — Afirmativa.
SEÑOR AMOROS. — Afirmativa, aunque es un tra
go bastante amargo.
señor ANDRADE. - Afirmativa
SEÑOR ARMAND UOON. — Afirmativa,
SEÑOR ARENA CORNIL — Ailnnaliv».
HEflOK AHUCHA. -- Afirmativa,
SEÑOR BATALLA. — Negativa.
SEÑOR BELTRAN. - afirma Uva.
SEÑOR BOADA, - Afirmativa.
SEÑOR BORRAS — Afirmativa.
SEÑOR BRLSíHERA - Negativa.
SEÑOR CABRERA GIORDANO — Afirmativa .
SEÑOR C APECHE» Afirmativa.
SEÑOR CATALDI. - Afirmativa,
SEÑOR CORTAZZO — Afirmativa.
SEÑOR CRAVTOTTO. - Afirmativa.
SEÑOR CUEVAS CACBRES. Afirmativa
SEÑOR CHENLO. — Negativa, y voy a fundar el vo­
Quiero fundamentar nuestro voto negativo no por­
que rale recuento de votos, ya a tantas horas de ase-
huí Hdo, pueda i «presentar un enjuiciamiento a nues­
tro compufiero, é nuestro dignísimo compañero - con
el mejor título— dentro de unoi momentos, del hom­
bre Washington Leonel JCerrer, que está muy por so­
bre lo pequeño de una decisión tan arbitraria; no por
todo eso, sino por lo que de entrega de la dignidad
del Pariamentu repruMhla e*ta itathlóii que contiene
vicios de toda índole.
SEÑOR CHIFFLET. — Afirmativa.
$3 ö 3r*>
 Isidro.

Asamblea General»
TEMA: Medidas Prontas de Seguridad. Levantamiento

SESll'N: 2 de marzo/972

SEÑOR ÉTCHBGOYÍOBN. - Bs evidente que soy un

novel diputado, y cuando Ingresé a este recinto solemne
lo hice con la firme convicción de que significaba un alto
honor para mi, el poder compartir las tareas superiores
que deben desempeñar todos loa legisladores de este país.
Vine cargado de Ilusiones y con la esperance de que po­
día ser útil a mí Nación, a mi Partido y a mi sector po-

Cuando hace un momento se votó el levantamiento de

las Medidas Prontas de Seguridad tuve La cortesa do que
el país había avanzado kilómetros en felicidad, en tran­
quilidad y prosperidad. Recibí esa noticia con sumo goso.
como todos los que la hemos votado, y mi primera inten­
ción fue conjunfcárselo por telefono a mis familiares jor­
que entendía que era una conquista saludable
No comprendo, estoy anonadado; estoy completamen­
te perdido en este ir y venir con resoluciones que ahora
¿tapen o, modificar otra ya adoptada, - «i bien no en for- s
W unánlrae... por una gran mayoría de legisladores pre- i
sentes.
•a
fira una resolución que venia a concretar la espa- ';¡
ranza de cientos, de mies de personas de este país que .$
estaban pendientes de -sta decldón, que nosotros prome- i
tunos a todos lo» vientos tomarla en la primera opor- '
tunidad que tuviéramos en este recinto parlamentarlo.
Pero, lograda esa conquista, ahora, Inexplicablemente pa­
ra mí, se habla de una postergación; y yo entiendo que
toda postergación en este caso significa un suicidio par­
lamentario. Confieso honradamente, con toda lealtad, sin
pretende herir absolutamente a nadie, que esto es una
automutilación de las atribuciones que tiene el Parla­
mento. 81 hasta hace un momento los señores legislado­
res estuvieron exponiendo sus tesis, con brillo dialéctico,
admitiendo que las potestades del Parlamento hablan si­
do truncadas por el gobierno que afortunadamente ha
fenecido, resulta que ahora, que tenemos la facultad de
darnos las libertades que el pueblo nos reclama, estamos
decididos a postergarla.
Tengo un profundo respeto por todos y cada uno
de los señores legisladores que se sientan en esta Sala
y también por los señores Ministros presentes, pero debo
eMpsar con absoluta sinceridad que las palabras del se-
nw Ministro de Deíerua Nacional no me convencen su
absoluto. Cuando nos habla de aspe? toa tecnleo* — que ¿
por supuesto tengo que confesar que desconozco-- agre- |
garla simplemente, para tratar de retrutar es* arfumen- J
..... . .- .......... ......
te, que él ¿Mto
esto? descorrer los cerrojeídé WmaWM 1MWIUn|
en libertad a los que esta» presos en forma ilegdvqwrf
e¡j concretamente lo que hay que hacer; y no creo QUe 1
sea cuestión de tecnicismo, porque el señor que nos go- 'S
berhó hasta el día de ayer no tuvo necesidad de tecnl- i
cismas para aplicar unas y otras medidas, todas las que f
quiso, trescientas a esta techa, para sojuzgar un pueblo,
para avasallar libertades y para pisotear este Parlamen- "
m). Por coru ¿guíente, la solicitud del señor Ministro de
Defensa Nacional y de les demus señores Ministras, en
mí no hace ningún electa, no modifica mt convicción y
considero que nuestra decisión debe ser mantenida Ilr- f
mementa.
Las Medidas Prontas de Seguridad, que con suma
facilidad m aplicaron a diestra y siniestra, sin discrimi­
nación y cuyo costo deba oscilar en ios s b uuu:uvu.cuo
-1 cuántas obras Utiles se podrían haber hecho con esa
fortuna I— prácticamente ¡ni pueden levantar esta misma
noche, con los votos de los señora» legiaindoreu
Personalmente, siendo respetuoso y dieclpíinado pn- 1
ra con mi sector y el Partido que Integro, confieso sin- ¿
ceramento que me sentiría maaoquista si esta misma no-
che votara otra co^a que no fuera el levantamiento Inme-
dlato de las Medidas Prontas de Seguridad. .. 1

0 1 1 - l. ;J
23 535
 ......
GESÍUN: 9 ;/ 10 marzo/972
■ wmm jFtVHMKfcKSnPL^. ’ aléle día», aeftor
Fraúdente, escuché w ttitlclta «tención a tor eésorM
Ministros y en el día de noy igualmente lo hago con :
sumo auto. Además, en homenaje a esta Asamblea, por >
to éxtehro del debate, en lo posible, trataremos dé ser 4
breves
NI señor Ministro de Detenga Nacional, hace unñ^|
semana exactamente el Jueves 3, dijo a esta Asamblea <
General que, simplemente, lo que solicitaba era un pla­
zo para ajustar aspectos técnica», ya que era muy difí­
cil para las Fuerzas Armadas levantar las Medidas Pron­
tas de Seguridad, de la noche a la mañana; pero si esta
Cuerpo legislativo Jo decidía podía hacerlo, ,v aplicar esta
resolución a lo largo y a lo ancho de la República De
sus palabras, deduje que solamente se referia a aspee-
toa técnicos. En aquel momento expresé que sus pala­
bras no me convencían, porque consideraba que las Me­
didas Prontas de Seguridad «e levantaban, simplemente,
^tdo un cerrojo, abriendo las mazmorras y liberando
te
Hoy, el señor Ministro, que dice que es consecuen-i
te con su actitud, parece que ha variado un poco. No
nos bebía de aspectos técnicos. Hoy nos habla, lisa y<
' tunamente, de soruMctoner el levantamiento de Uta Me*«
didas Prontas de Seguridad a la previa aprobación dfO
proyecto de Seguridad del Estado. Nos parece que eetK
es forjar un poco la voluntad del Parlamento. ™ íx> que es extremadamente riesgoso, pura mi, ea. que -
Como frentista —y creo interpretar la posición de*
mis compañeros de bancada— no vamos a aceptar, de nin­
guna manera, una variante en nuestra posición, que fue
radical y verticalmente señalada en las múltiples asam- i
bleas que realizamos en toda la República. Expresábamos
que lo primero que íbamos a tratar de lograr los legisla­
dores del Frente Amplio era el levantamiento de las Me­
didas Prontas de Seguridad, porque entendíamos que toda
dilación era atentar contra las libertades públicas ya cer
cenadas y pisoteadas.
El Mñur Ministro no» dice de la subversión, de l»
tedfción y que necesitan de e«w facultad«, porque tienen
iK|atbs a» Jos OUé nosotros, perecería, carecemos pare
a, la gente atw presuntamente, el señar *
TñmMtrb an creo que lo expresó, etr mayor o en menerg
i<rado. más o mena» activos, torta# pertenecen e to
012
Mt permito discrepar con el señor M?nútro daJp¡¡Íffl|
mi Nacional y poner en dudí esa generalidad. AdíMO, id,* ;
*u posición —tiene que estar más en conodmfeMB qw j
yo de toa término« del problema— fiero no puedo creer í
que se piMnia Involucrar así, a la generalidad, como sedb.
ci<»sos o potcnclalmente sedicioso«. Por otro lado, oso
nificaría, lisa y llanamente, que el Poder Ejecutivo —Oi»-
mo ye lo higo, por supuesto— se arrogara las facultad«*
legislativas y las. de! Poder Judicial, a la ver. Entonce»,
decididamente estaríamos todos los I ?giidadoros do más. *í
permitiéramos eso 1
Creo que es el momento de delimitar claramente cu A- '
le* non las potestades de cada Poder.
El Poder Legislativo tiene amplias facultades para le­
vantar Jas Molidas Prontas de Seguridad, esta noche, así
romo se levantaron, hace una semana, en su primer ar .
tfcuto, quedando pendiente para la noche de hoy la san |
edén de tos «tro« dos que csmponkin la moción. J
' - •’¡.CP ■■■,- ' • ' < ¿d
' ti
En aquel* monwnto, si Partido Nacional no* aeumpañól
y recibimos alborozados esa decisión que, por supuesto.1
cundió de inmediato |>or todo el país, se trasmitió a todos f
los rincones de la República, siendo recibida como una es- '
pee le de sedativo por toda la {»oblación que creía, en «w ,
momento, que la Nación empezaba a encausarse en te ñor- •
malidad
Posteriormente, el Partido Nacional, y nosotros tam­
bién, debimos aceptar la prórroga de cuarto intermedio ■.
hasta el día de hoy, Pero resulta que tampoco ahora te
habla da levantar la» Medidas Prontas de Seguridad, slnn .
de prolongarlas 20 o 30 días, o niás tal vez. Ponqué, ¿quién
puedo asegurar que dentro de 30 o 40 días tengamos el
quórum nw atrio, que esté manteniendo la Asamblea, y
que yo no pretendo que se diluya con mis palabras, de
ninguna manera? Todos queremos aprovechar este quórum
y l.'vantar las Medidas Prontas de Seguridad.
el Partido Nacional, asi como las otras noches nos acoca--
peñó en el convencimiento, de acuerdo a las palabras dsT;
señor legislador Ferretra Aldunate, que hizo la apología^
en defensa dé la libertad, de lá necesidad de levantar las?)
Mecida* Prontas ále Seguridad, no lo hiciera hoy. Estoy ?
segi.risimo de que ese pensamiento debe permanecer flr-1
me pn tola la bancada del Partid» Nacional.
* . --i 4
De otru manera, sí dejamos transcurrir 30 o 45 dias. ’
¿cómo podemos tener seguridad dé que en ese lapso seréfij
loMuitíiiluf« la« Medidas Prontas Seguridad? ,;g
Hoy, por ejemplo, se observa una ausencia total dé||
Parí ido Calorado, que ni siquiera ’ lene a rwpalósr a ttiH
.Ministros. Seguramente, está en í l ambulatorio esperiiWq
do que oiro« soquen las cnhtaftri« < »alientes. i
"H
Cada uno es responsable de «us actos Cada Sector •
político, cada legislador, sabe io que hace y por qué.
Yo digo, señor Presiden te, quj este n<> cu momento:
de dilatorias. Hay que decir las casas tai cual son y no "
pretendo con mis palabras rozar ni lastimar a ningún se­
ñor Iqgfoladar.
Solamente, recuerdo quo la* otras nochei», en un mo
manto deturminado, cuando nuestro compañero de banca­
da, al señor legMador Sarachu, ron su vehemencia carac-
WftoUCA, asftsló qwi tos Medid** frontes de Seguridad no
sa levantaban, pesque «1 Partido Nacional no quería, pro­
vocando la reaeeión ée tos señores legisladoras —compren
sí ble, por supuesto, inclusive, la togwdáte
Ferré Ira Aldunate, a quien tm acsñiué ñ|irtidterpOr su dfgl
cisión de dconqair arnus en e*a emergencia-- no SStWto
errado, {xnxjue lo« hecho« lo están corroborando, ahora.
Si tas Medidas Prontas de itegundad se levantan hoy«
Mrá merced al apoyo que o fresca el Partido Nacional jj
esa moción que esté presentada, parte de la cual ha skü
votada. Da otra manera, las mecidas serán prolongadas en ’
<4 ttanqio y cada uno asumiré su resiionsabiliciftd, DeñK
quedar bien claro quv no « el Fivnü* quM ddi|
taré el levantamiento de M«*&«■*■*
dad, que reclama urgentenwote pitre misma noeh*^
 hTCili>Wi'l!ki¿. Jjldra.
Asamblea '¿ene ral.
¡'LI‘iA: Anuencia, solicitada por el br, i’achoco Artico par1
abandonar el pila.

t»EL>IúN: 21 y 22 marao/972

vjr con su puebto yt tendré opte--

«ní-ty, t • -f* -*■ ■ * \>
Mm «TCHBOOYWKN - Aeftor Prerntente: 6é !ta
dseM eon Mbrada ratón; que a «sta altara da lea geon-
teeimienta» parecería que hubiera muy poco o nada qust
agregar sobre la personalidad del ex mandatario.
:■ >’
trnldsd de dialogar con' M, porqhe ño jmdo hacerlo non- *
ca. Y aquí me permito recordar 1a figura dé en prede-
cedof Cl General Geetido, cuando calía dé su domicilio«
a recibir al cartero, o cuando en la puerta de la Caca
de Gobierno, estrechaba la mano del primer hombro qu»^
\ se acercaba.
U«

Sin embargo. muy modestamente —luego de la bri­

llante exposición efectuada por el señor legislador Ro­
dríguez Camusao quiero rendir algunas palabras de des-|’
pedida al liberticida más grande que ha tenido el país.i
Y lo quiero hacer, porque a esta altura de los acontecí-'
mlentos, de acuerdo a cómo se han pronunciado •distintos V
integrantes de esta Asamblea, e» factible. ca*l me atre­
verla a afirmar que ra seguro, que el señor Pacheco AreeqÁ
consiga los votos que le permitan »».sentarse del paiwt
Por supuesto que esos votos, de ninguna forma, van
a ser los del Frente Amplio. Fste sector, no votará, romo *
ya k» han dicho los legislador«» de nuestra bancad? te'j
ida del uefior P»< b^x» Atwo porque entendemos que éH
debe eopttnuar junto a so pteblo, | que se quede pera a casa ferio sino porque aay un elec­
O^acheco Areco fue un dictador cite, durante todo elí
etercíelo de su poder í.e amparó en las Fuerzas Armadas,!
siendo Jas bayonetas su lenguaje y la violencia su modo!
de hacer entrar en razón a las juventudes rebeldes, it ?
esas magníficas juventudes rebeldes que, al fin y al cabo. ;
es la finida fortuna que le va quedando al país porque
maldito el dra en que las juventudes pierdan su rebel­
día. Y» lo seósló /o;é Ingeniero ; ticen tud sin rebeldía
«• servilismo pncai
Todavía en este pala creemo u • no se dan las con­
dicionantes para que la Juventud baje Ir cerviz y se hu­
mille ante el primer déepotn que pase. Confiamos en la
juventud del Frente Amplio porque ella está nutrida por
jóvenes vibrantes, valientes y emprendedores y que, se-i
guramente, crecerá día a día, jugándose en las calle» fí
entregando su vida porque. de ninquna manera, va a nr¡
pisoteada asi nomis por el déspota de tunjo. | sala de glmna’la, de su helicóptero, en fin. c e todas esas
Entendemos que la ida del señor Pacheco Areco do
este país sería incongruente e inoportuna. Creemos, co2?
mo corresponde, que el señor Pacheco Areco debe convM
El señor Pacheco Areco nunca pudo hacer esto, corno
muy bien se ha dicho aquí, siempre se encontraba, en la ।
Fortaleza de Santa Teresa, o en el Palacio Estevea, o en í
la Quinta de Su A re» o en la Estancia Anchurena, no es­
tando, de esto modo, visible nunca para la ciudadanía s
de nuestro país. Es lógico que. parte de esa ciudadanía
por supuesto que no lo» frentistas— quieran agradecer
ai señor Pacheco Areco li gestión que ha re alisado y ex­
teriorizarlo nii entusiasmo por haber respetado el mejor
estilo de vida de Jos i>ni”t>nyos Por estas mitones M que t
entendemos que debe quedarse.
Entiéndate bien: no es que el Frente jMnpUo deeee
torado que ha «ido citado por los legislado res del Par­
tido colorado oue lo han votado, parecería* Por dectelda»
unánime i
BntendeflMM que. a esta altura, al señor Ibieheco Are-I
cc> debe quedar** para confundirte con ese electorado y !
convivir con los problemas del país a la ve« de conocer-;
los. dialogar, hablar y. acaso, lustiflcar algunos desatiera
tos que nueda haber tenido. Salir, así, precitadamente,
no condio con el estilo, las características, ( estos y ade-.
manes que siempre lo caracterizaron. El, un todas
ocasiones, ana recia como un hombre firme, arrogante jh
consciente de sus actitudes. (|
Entonce», creo que es el momento de jue el .señten
Pacheco Areco «e quede aquí, en este país, espedalmenUl
disfrutando un poco más, si puede, de su p sel na. de su;
cosas que en un tren d* megalomanía le ha dado por
poseer mientra* el nato, por suontato. sleue empobrecién­
dose y la gente »tetee buscando per todos lado« coroQ
abastecerse de jabón, panel hWéflteo. arroz, papa, acei­
te, ete. Desde luego el Poder Ejecutivo se ht proporclo«-
nado todo lo que quería y mucho tais. <

El señor Pacheco Areco debe quedare» aquí porquÉ

ha hecho de su gestión de goMerno un tratantentó mfW
riorizante de eran parte de los ciudadano» del país, quiS
curiosamente son militantes del Frente Amplio. En cierto^
modo, también, el teñor Pacheco Areco ha estado bien
en tratar mal a «u» propios colaboradores Uj refleja cla­
ramente i» procesión permanente, íntermtiable —que
terminó el t° de marzo, junto oon SU manda»», de lo con­
trario, hubiera seguido» - de MIntetro» que hin desfilado^
en forma incesante sin que, upereatesnente, alaguno léf
pareciera bien. 'Jhi
Por rj récpnen que impuro Pacheco Ateto, cuya» F
aonanc.ias «<• Hentrn ahora a diario, crremia que del
estar pretenlc ’>nm ver, m él, con su prestirlo — no dU*|
damos que pueda tenerlo en el país- puede detenerlo,’
~
cor’tenerlo y darle a la República la calma y la tranqul-'
Udtet que tanto necesita
El eefter Pechero Areco llegó a disparates tan gran­
de» *n H último gobierno que se permitió el luio - esto
no sucedió nnn*» en la historia rom»na o griega- de
prohibir 'mencionar determinados nombres, romo en el
crj«o del Loco Ffcso que incendió el templo de Diana para»
tnmoríaltear sn nombre. Re hizo, tal ver. ron el propósito’
de que no se etemteam su nombre; sin embo co su nom­
bré te pernetuó. El señor Pacheco Arerò quiso prohibir
palabras d»1 diccionario en una actitud compiei.ámente
»teauda

Este es uno de los tantos ejemplos de la presldéfiete|

de Pacheco Aracq aq ¿;U accidentado j accidental
013 por- «lia.
.i^i.»»na,(p. .„.i -

S3ea5 13(5 3
 LÜ¿^.v.íHVha ipjjru

Art.unblwH Gonnrul«
l’l’.hÁ í GtinlJófi //(Ji'm'I'ih) tío Jurfa* hichiM’ü Artico»'
uLbiUUî ?1 y ¿'¿ niarzo/9/2

Creó campos de concentración y cárteles sometiendo

o tolerando que se someta a torturas a todos los dete­
nidos, que lo son. sin juicio de ninguna especió.
El señor Pacheco Areco ha propiciado todo esto y,
por consiguiente, creemos que de alguna forma tiene que ,
permanecer, para tratar de atenuar osas consecuencia* i
tan desfavorables que, según Ips frentistas, oue somos tan *
tj>al luUncionadOi, le atribuimos a esta gestión de go­
bierno.
Debe quedar en el país, demostrar con su presencia
ya que no lo pudo hacer desde ¡a primera magistra­
tura a ¡o.» ciudadanos puesto que debe tener, segura­
mente, algún ascendiente sobre La musa de votos o de
votantes con que contó en las últimas elecciones, para
atenuar en algo esta barbarie qup está cundiendo en todo
el país y, especialmente, en ia ciudad de Montevideo.

Durante su gestión, hubo un incesante pasaje de

Ministros, algunos de cilos de una conducta tan repro­
bable que, seguramente, los campos de concentración los
reedunan con mucho gu lo, como por ejemplo, el doc or
porge Peuano Fació. el ingeniero Acosta y Lar a, el ex
Intendeóte Herrera y lUgunos otros que se nos quedan
por ahí.
SEÑOR ARIOMENDl - Muchísimos m¡M
SEÑOR ETCHWOYHEH. — Pero recurrimos a quie­
nes acudan en esto» momento* a nuestra mente.
8EÑQ0 AEJJSMEWDJ - flan la morará* de ene Mt- J
Distros.
SEÑOR ETCHEOOYHEN. — El señor Pacheeo Araeo |
que dejó el mando el ly y trata de salir de apuro de el |
país, tuvo como Ministro de Ganadería y Agricultura al |
tír Bordaberry que hoy preside la República, >«
Flhalmeni*, pará is
gutnenio que me cuesto
nacer, para sincerarme.
Por una cuestión de conveniencia, de especulación,a|
a los del brento Ampao no nos conviene que el señor Pa- |
chuco «taiga oei pa.¿ y rio nos es lavorable. Por eso no|
vamos a votar ia autorización para ausentarse, porque 4
su piepotenoia ha dado motivo a que surgiera esa tuerza
avasalladora que se llama Frente Amplio y porque mien­
tras el esto aquí —aunque no se encuentre en el gobier­
na, tiene lodiví* su influencia) "furamente, nuestro gru­
1 po poliiMv» va a seguir creciendo, ya que al nn y al cabo,
es la única esperanza que le queda a este país mansi- .
liado, vejado y pisoteada
Eso es todo.
. iáí

Hace cuatro meses atrás, cuando comenzó el proble- *

ma de la carne o del ganad«». rl entonces Ministro de |
Ganadería y Agricultura y h<»y Presidente de ia Repú- I
bllea, señor Hordabcrry, niirmó que no había contra- |
bando de ganado írente a Jan aciiftarlonos que ;*e real!«* s
zaban desde todas las direcciones, por todos ios medio*
periodísticos y por todo el pueblo, en general.
Pues bien; de ese señor MInlitro de Ganadería y
Agricultura que hace cuatro meses anunció, tan rotun­
damente, que no había contrabando de ganado, habrá
que pensar que, en aquel momento, o desconocía ia Car­
tera que tenia en sus manos o. de lo contrario, mintió
deliberadamente.
rae fue tino de los Ministros con que contó el señor
Pacheco Areco y que nos lo deja como heredero de su
gestión gubernamental.

fle soportó en esto patn, ia vergflenMi de clausuras

de diarios, de revUiss. en forma mam va. Hun^a se cono-
aló, ni siquiera en lo.j tiemjxa de Terra, semejentc anemia- ,
lia. A tal extremo, que nos hemos gansvie por Interme- <
dio de ¡a EIP una «erle de reconiieneloaiee —por supema- j
to w la ganó el gobierno de pa* heco Arocd por I* falto i
de libertad de expresión que había en «le pato |

El gobierno pre sidido por el M’fior Pachaco Arpea ha 1

invertido sumas muitlmíllonarlas en un aparato policía- $
co-militar que nunca podrá uber.se Jo que le lia costado
a la República, Creo que rn e.ste recinto parlarrenUino j
y, tamoián. en el I¡emulo, en más de una ojx>rtunidud
se requirió clej ;;obierno »•! monto que demandaba «J man- j
temrnjcnfo de .'as Medidas Prontas de Seguridad y nunca 7
se tuvo respuesta t
I
Todo gao inlulcto la gc»nón del señor l>nrhr<o Are-
Vó, fpw tyit íiowkú*. Iihi dM í’iwito AmHK m
moi dispurMni de nlnqttnn fot mu. a volar su suiida del
país, hasta tanto rinda cuentas do todos mos desmanes
"metidos desde to Preeldenoto.
14 1 <
 MBHibblea General.
TEMA: Para que s<* declare grave y urgente la moción por la
cual se decreta la 11bertad de 92 detenidos, bajo e]
marco de las Hedidas ¡Tontas de 3 o gu rabiad.
Ulill/K: 13 > 14 y 15 n.ayo/972

SEÑOR PRESIDENTE. - Uam una moción de w <

len presentada a la Mesa.

(Se lee:)
"Proponemos que la Asamblea General declare grave '
y urgente la moción por la cual ee decreta la libertad í
de lo» noventa y do» detenido» hajoel amparo de la» Me- 4
dida» Pronta» de Seguridad. >
Lui» Imás. Enrigae R. fórre. Jaime Pére». Isidore 1
E^hMorhMi WidUr D&urtíM» G&Ulaal. ¿lian K. £
Chenlo. Vivían Tria». Antéala M. ¿«racha. Ariel ¿
Día». A. Francisco Bodrígue» Camunae. Sebaetlda 1
k.U«elre. »aniel Soca Ola» y Juan Pablo Terra**. J

(No interviene en el debite, jxjsc ha lie r firmado la moción).

015
 ETCIÍEÜOYHEN. Isidri).

Aaqmblea General,

TEMA: Funcionarios afectados por aplicación de los

decretos de las Medidas Prontas de Seguridad.

SESION: 16 agosto/972

señor ETUHEGOYHEN. " Señor Presidente: mimo

para agregar dguno« pequeftoi comentario* mis «obra im
exposiciones que han hecho algunos compañeros con ro*
Ucion a esta ley que suponíamos significaba un índice
ue pacificación y un retorno a ia tranquilidad para mu-
rhos hogares de ooivios destituidos. afectado* |K>r una
decisión que nosotros entendemos injusta. j mo dhpucax), el ánimo de incondlcU nulidad y de entrega
Como ex-funciona rio <’? Vte. tuvimos oportunidad de
convivir con tantos compañeros nuestros que han. per­
dido sus ingresos regulares, lo que, por supuesto, h¿ crea­
do una situación angustio»» y problemática en su« res-
peetlvos hogisn*« Nosoi.r» sentamos la seguridad de que
—¿ste proyecto que hace poco votamos iba a wfgr Ificnr
Oha reinvjndicación para con cada uno de los obreros
perseguidos. destituidos, y, además, vejados en tema de­
ploraste w las autoridades de üte y por las Fuerza*
Conjunta« que actuaron enloncás, Tenemos presente aquel
manoseo infame a que fueren sometida aquel k* obreros
de Ute, de plantón en la Rambla, trente al edificio de
ese organismo, lo que tuvo como corolario que muchos
de los compañeros nuestros fueran a parar a ln«tltucio*3
nes militares, siendo rapados en forma vejatoria
'C, ■ """"
este Imposante problema «on te rgipombllidad con que
tenia que ser considerado; si no •> engañó a la gente,
a lo intensados, a la opinión pública y *1 propio Par­
lamento; a, además, no se tiene el ánimo cortés, el áni­
1 paru no Mnei, no digo ya la valenLiu, sino la dignidad
necesiurla pmo para discrepar con el Poder Ejecutivo.
til no paede admitirse como hipi tesis ninguna de es­
tas consioeraciones, ¿cuál es ia razón por lu que la Asam­
blea General no puede hacer número para levadtar este
veto? Descartaré oslas suposiciones con mucho gusto ai
mañana advertimos que esta »usent la ex debida laño a
lazom-h momenláneas y volvemos a tener en Sala para
levantar este veto a ios legisladores que oportunamente
votaron esle proyecto. De lo contraria estaremos en pre­
sencia de bancadas que agachan la cabeza y ,;e doblan
.servilmente unte el Poder Ejecutivo, o de banc idas que
lisa y llanamente mintieron cuando votaron el proyecto.
En definitiva, les quvda la opción ¿le venir a Sala para
;| apoyar el velo, además,

Creíamos que toda eso había constituido uná
sombría que había quedado atrás, y teníamos la certeza i
de que con e«ta decisión que habían adoptado el Senado |
y ir* Ca/nara dr Di, o Indos inclusive con Jos votos de!
- fu la'Hiíin <• temna » un iM'ncumtro y que permití*
ría salir a<- vn.t sHua<l<>rj que el ¡un* está sopor!árida
desde hace mucho tiempo Pero esta decihión del Poder
Ejecutivo non sorprende, nm desorienta y. por aipuesio,
no la compartimos. Creemos que r.s un error tremendo
ai margen de concepciones jurídicas. Entendemos que no
debió haber»* vetado esa ley y.que el Poder Ejecutivo,
en cambio, (iebía habej dado el paito de promulgar!;»
para ilevar «Ira ve?, coma decíamos recién- ¡s irán-
(Atego ds años de trámite en torne a este tema; tras
haber sostenido seis, siete u ocho soluciones diferentes:
después de haber dejado por el camino muchas cosas ñn- \
portantes resjiecto a este asunto para obtener en detl- 1
nitiva una solución que concitara «l apoyo general, a esta $
altura siento claramente que todos hemos sido objeto de
una burla despiada, en primer lugar este núcleo de tra­
bajadores victimas, como tanto sectores da nuestro pue- j
blo, del despojo y del atropello de que fueron objeto por 1
11 gobierno anterior. 4

0 1 6
 ETC’j'FGIf ¡¡’LL, l^dro.

Aaamblea (ienaral &

TEKa: Partes policiales y de las Fuerzas Conjuntas

-E51UU: 2? y 28 seticmbre/977

SEflOH ETCHEGOYHEN. Luogo de bis «kmonda*

que formulinoli nuestio». eontpnfirros Dur/m M'’•>*, Elio y
Nichelini, vamos a Corroborar, con ¡Uguna pequofta acuta-
don osta nebulosa ti emenda en quo se balla la vcidad en
oste pais, portiue mando mi pais t'xlA amordazado diflcil*
mento se sobru bis co^as que succdrii. Uay inliindad db
hechos que abonan està Jneetlidiintbre, osta iremend« incòg­
nita reapecio de lo quo aconUve.
Días atrás, (’stando en Sala piesentes <4 señor Minis­
tri» do IXd’vriMl Nacional y el sciior Subsecretario do es.»
(aiterà, debimos hacer una incrigum iòn por un detenido
y fuimos tenemos que ó«’ anearlo con total lealtad • «lien-
lamente atendidos j>or ambos y la iníormat lón que hieip»
nos pixtjHHcionó c| señor Mmi-tio por telétono tur la de
q je ewu persona era coiivicta y rolde .a di» perirnrrrr o
apoyar la «edición. No conformes con esa hilormación que,
fxitr minutato. trHMYiitirnrM « l<« igjpngojados padre» de eso
detenido, que e* un enti«liante - inubdlmo» a lo# poco» días
y <;l seftor Subaecretarlo, profesor Cigliuti, quien nos aten­
dió nvay amablemente, noe informó que ese estudiante es.
mbu detenido en nverigiiación. Crwwo« que aunque |«iedi
hAíicr alguna confusión en la terminologia, hay un abitano
entre un detenido convicto y confcw» y un detenido en avo*
i iguación. IX- miix está decir que trusmitlmm a lo» fami-
lleves de ese detenido lo que aparontemení? era un leni­
tivo, ya (fue mía r«(*n «•« M»r ron,1/tu y «'«HiIpmi, y otra
citar (Irfnuhlo en averiguación. f’l.«n(<n.unn« tnu.s informa*
chinos conlredictcrins al seftnr Ministro de lypfenaa Nación
nal h ice un momento en r»| ambulatoi lo y él muy amable-
mento nos promedió que tal vez en el dia de manatia pudría
aclararnos esa duda y detimriios con exactitud la sitnación
de esto detenido.
Si n nivel <lel señor Ministro de Defensa Nacional y do«
<en »r Sul>se€r<'t¡it i ’ de esa UiutPt'n se producen esa» ron-
ir.¡mr. iones y frente ¡1 quien llene la fortuna, por set* orn-
'•lonalniente Repi e.»entwtc Nacional, <le obtener vina res­
puesta, ¿qué queda para los familiares de Jos detenidos que
no saben a donde tlirlgirse y que generalmente encuentran
uní negativa por nspurstn, o /tcn^i un hcrmcíferno abso­
luto^
l'cusamo- que en moment«»» que se esui dlKeuticndu l>t
(uónoga de la <.u->ii( iision di» los dvrvrhuH individunles, ea
«»¡M>rtuno poner <l< mamlicsto la angustia permanente que
padecc/i lo; httiuhiii de lodo- h»s (k'tenldos, paia ver td
ite unii vez jmr todas la cluildad y hi venliid 1 »•■.phmdecen
en oste pai» torturado y sometido.
Í■ •
foimó la |M>licin ai; ver e loe ftgKlongria«. trató de guar­
dar ni H v>i\rr «f*it.i«’ su» rojMi;, disparándosela eh h<ttui
iKTibdit il. M sultandc herido en el abdomen”. ¥ eg hi pú- ¿
gnu IO d« esa mLira edición dei dibrio "Acción" se dice:
Un delincuente conmn quo se onr >ntraba detenido y que'1?
Pabia fido laciniado por lo» tupamaro«, fue dciiíuido herí-j
lio (!) c| estómago iras un tiroteo que ¡a? regi tró en Ja’ ’«l
lim a donde s<» oí nlt iba” bobee la captuia ite etite sedicio­
so, 1.« (ilhnia de Pirnsa de lint fuei/as ConunUiH ditundió
< <1 ;.( vl-¡n t;t t i 1 ofi inucndo ]•«' á',?3, que e-tá rompiondido
( 11 el IX’ciclo Nv 403. ü«2 ,y qtf cjlablece en forma text ual
Lo* ‘ha i u'ioiic til' sediciosos detenidos se tuvo canori-
imrnt i q c la Imca dta en la calle Jtactimbú Nl 2017 era
bebdada poi un sedicioso que pe¡ frncrai a la orgaiiizaciuii
< íimin«d, concut i ¡emio efcriívos de !as Fuerzas (.’onj uitns a
■ rfvrios de campi ubar la veracidad de las mismas, rodeando
la nu ncioiiada finca. En momentos en que se tiaspema r!
(muton «ir ucce*» u 1» misma, <’l deMacarnento lue recibido
por nuliido fuego de»d«’ <4 interior, «4 «'lud tur contratado,
siendo iilcunzando el msíícíomi con un disparo a la dtuia
j dei e»tamago. Ai «etilirsc herido, arrojo su arma y levan­
í tando lux manos pidió por su vida”. Y agrr.qa lungi: "iden-
* tificado el criminal, resultó ser Federica Brum Méndez".
í Son do* veuuone^ diy.intas de ¡a captura de una misma jkt-
xona,
- I Interrupción dih ¿cñor ceprenen tante Kixlrígve« Culj
(Campana de otti en.) i
~ Paia quien hajza okiu mal, repito que he leído un par­
te policial aparecido rn la página 7 y un parte de las
i ueiZíiM GaijuuUo» ptdiHcado en ¡a página 10 de la «'dicion
? d<4 cúaiio "Acción” (kl 2$ de setiembre último, que difie­
ren total mente.
Conh> «fclán lo» Meftoct* Miníateos en Sida, espero que
rn el moment«! oporuirai alguno de ello« asuma la pal« 1
nidud <iw <Hvt de «ndo« pgfh’< para rabel dónde está la ver­
dad, s| ««i que alguno de áhUm e4 ven«.
' - ■ ■ ■’ ' ‘ ' ■■ •'MW.:. w . ■ . e.... ,y

Corroborando lo que señalamos, leemos en la pagina 7

diario "Acción" del lunes 25, en la sección policial, lo
siguiente: "Fue capturado un individuo que estaba reque­
rid*» y que hace algunos mesea hirió a balazos a un po-
*iia que trataba de detener!«». Hoy al ser sorprendido por una
jaitfraM» trató de guardar su revólver escapándosele un tiro
que h> hirió en et abdomen. Una patrulla policial en un pro-
(xdteuenco rmüxado hoy en un rancho de los cantegi lies
de Apuñeé Baraem, es» ¡a zona del Cementerio del Norte,
aurprenoié a Fraaerieo Awbrdo Brun, quien venia siendo
iruavad*/ í>-X htéWí. J¿L WlWi^ssvJMSgt^lOtU-í

1
 ETCHIWYFEN, Isidro.
Asamblea íleneral.
ThW: Hochou qiw se repiten históricamente.
iihSlUfl: 2? y 28 setiembre/972«
BJ»Ol STCHSO0TMV. '** M^r MvfdmUt tien­
to la necesidad de decir iduy pocas palabra«, y lo hago ,
sumamente incómodo, porque lo peor que pueda pasarle 5
a un novel parlamentario, es tener que hacer uso de n *
palabra después que lo haya hecho* el señor legislador .
Michelini.
New afiliamos, por supuesto, a la línea frenteamplis-
ta. de oposición a todo lo que signifique avasallamiento
de las lioertades y de los derechos individuales. Agrega­
remos alguna experiencia propia que hemos recogido y,
tai vez, sin pretonuerlo, nos sumemos a lo expresado por
lus legisladores frente implu* tas, que sen mal vistor, ya
«i por las Fuerzas Cejijuntas, o por las personas que su-
ien que en nuestra* palabras va implícita una acusa- $
n o una censura a todas ellas.
Comenzamos por decir que contra las Fuerzas Con­
juntas nada tenemos; simplemente, estamos en desacuer­
do con quienes, Integrándola», han luvtu» de la tortura
una turma y una minio de m i anear confesiones, some­
tiendo a los vejámenes mas oajus a ciudadanos de este
Señor Presidente; en esta vida, en los países del
mundo entero, la historia se repite, es cíclica; en cada
período se dan las mi »mas circunstancias. Cambiarán io t
hombros, acaso ios «Bebientes y la geografía, j*io los he-
anos se repiten, hn dito país, quizas, w eslér tupi tiendo
algunos hechos en ru yor grado que ya se vinieron tiem­
po atrás. \ riedad ensorbei becidu, sabe que en el conciliábulo mí*O
Como mis palabras van a aportar muy pxo a este
debate tan largo, pn fiero citar pensamientos de perso*
ñas que, por su gravitación en la vida politicé. del paüí
por supuesto, tienen mucha mas fuerza, siempre están
vigentes, adaptándose muchulmo a ¡a tcandad.
018
Decía el doctor Luis AJberto de Herrara en "BJl De*
bate" uel 9 de julio del año 46: "Es jx»r la acertada gea*
tion publica, por el gobierno y por el concepto seno y
respetable de la autoridad, a la vez ecuánime y vigilan­
te, por la contemplación de las reivindicaciones justas,
es decir, dentro de un tocio el aipicitu de la eixica libe­
rada que nos toca vivir, que se reuuce en el seno do la*
so.Jrdaues coustitmda* en marcha, los motivos popúla­
les del descontento y reacción luda".
En el mismo "Debate” del 31 de marzo de 1947, ex­
preso: "di se penetrara más a fundo, habría que recono­
cer que el malestar que sube de abajo, como una semen­
tera, tiene por autores directos, irresponsables, y delin- .
cuentes, a quienes traen sacrificado al pueblo con las pri­
vaciones r. la vista, lx> hambrean, lo saquean y lo bur­
lan, mientras el invierno apresura el paso. No es con
ruido ue armas que se apaga el alamor publico, justifi­
cadísimo, ese gran ruido, ue otra clase que se eleva del?
tundo de la mui laúd, del proletauaao, de la clase me­
dia, de Lodos mw ]«chon. Es si dándole pan a ios que no
tienen y alivio a los nogwres en pavorosa crisis econó­
mica".
Como puede verse, estos conceptos que formulara el
doctor de Herrera, hace tantos anos, pueden aplicarse
perfectamente a ios mementos que esta a tru venan do el
país.
También queremos «votar algunas palabras que co-
h Mpi ndcn nada menos que a don José Ha tile y Ordóftefli
ijitumus tratando de ubicarlas en esto pequeño libro qtt*
recoce algunos pensamientos e Ideas do esos magnif»¿cs
humores que dio el Uruguay. |
D'cín don José Hatlle y Ordóhez, "La Razón” de]
de «eJembre (ie : "Día a día tenemos que hicett?
nos eco de al;»un nuevo ataque a las libertades pública^
La serle no tiene termino. I odas tas cabezas estad ame*,
nazadas y el que no .sufre ya bajo el peso de la arbitrtUg
terkwo se prepara el golpe que ha de herirlo. Así vamúm
j marchando s¡n brujuia, Hay algo que ñus anima sita
'■ embargo. El gobierno mismo cuba la cima en que ha ds|
< precipitarse. El se encarga de desprestigiarse a si miftcC
1 mo. No son necesarios argumentos. Basta poner de maiF
. ni tiesto, iluminándolos con la luz de la publicidad, lós
hechos que se producen diariamente. Ellos irán levan*
tando puco a poco al pueblo del marasmo en que ailoft
de desgracia lo han sumido. /X I.i convicción i.gregará
apasionamiento que pruuuce siempre la perpetuación ds
grandes atentados. (Juay de aquellos sobre quienes esta«
lie su Indignación’'. |
Y seguía diciendo don José Batlle y Ordóñez: “La
situación de nuestro país es cada vez ;/ cada día mas
oprubtaM. Lee Siniestras personalidades que usurpan la di­
rección de loe destinos de esta nacionalidad son presa del
vértigo del mal y sus instintos sin freno desbórdense de
sus acto», NI ja íey ni jueces ni Ja lealtad ni la no­
bleza ni nada os barreni para sus atentados. ¿Qué dia
pasa in que se produzca un atropello inaudito? En esto
mismo instante, ¿cuántas víctimas no gemirán a mano
de los que aburan del poder? ¿Quién vive tranquilo en
íjde antes libre «líelo hoy cárcel y sepulcro de las líber-
tudes? (.Quién no teme por SI ó r.»or los hijos? ¡Qué ver­
güenza liara nuestra patria ¿Qué vergüenza para Jos
orientales!”.
Esto decía don José Batlíe y Ordoftes. Como se vi
tiene muchísima actualidad en Mtos momentos, ante el >
panorama que ofrece nuestra ftepublka, ■*<$
En la extensa y brillantísima exposición que formu-^í
ló el .bcnoi legislador Michellni, habló, «1 cierto modo con'**
suma liizi i), del acostumbramíento qu* está emoarganda
al pueblo d<4 Uruguay, Es ru¡g¡m:u>a, poco lambién 4*1
itmior, un temor tremendo; él puetao esta atemorisadObl
porque extá dividido, Heno dé odios, porque están convir- ,
tiendo a este Uruguay y principalmente a Montevideo en
...hu j' '".»'.’' vv «v .qe qiu# ee
ii¡ sagWAmeaU: vaú a tormmar si no -íc pone frt»
a& a sita
 ETCKEGOYHENj Isidro,

Asamblea General.

TKMA: Perdonas detenidas, violación de artículos de la

Constitución.

GEuiüN: 27 y 28 setiembre/972

23 « 3
019
 ■^Pr*videntc y se oye frecuentemente - hoy lo señala -
wmÍiw de lus señores Ministros— que los requeridos por
la Justicia Militar o las Fuerzas Armadas huyen de! puís.
¿Como no van a hacerlo en e>tos momentos, »1 saben lo
qi.o les puede acontecer o lo que k.i esperaría en las maz­
morras en que serian encerrados? No hay garantías para
nadie. ¿O es que acasu se piensa que tocios ios que se
van del país van en bnsc'1 de mejores horizonte? No;
ahora se da esta circunstancia singular. La juventud se
Iba de este país porque no encontraba medior de vida,
porque las puertas se cerraban, j orque había un fracaso
permanente y no existían posibilidades de futuro. Pero
además de esos jóvenes defraudados, que ve»' que en su
patria no encuentran la posibilidad de abr í se camino
se suman ahora estos otros que no tienen en su país
tranquilidad ni manera de vivir felices con su familia.
Saben que los están requiriendo, asediando y que aún sin
tener ningún cargo contra ellos les espera Ú prisión, co­
mo se na señalaoo acá, por daw ínterin ¡nablus, con apre­
mios, torturas y toda clase de vejámenes.
Nos ha tocado vivir algunas experieni ias lamenta­
bles...
(Campana de orden.)
SEÑOR PRESIDENTE (Caputi). - Se ruega a los
señores legisladores mantener un poco de silencio en Sa-
la porque en esta forma no so puede tomar la vepüájL
taquigráfica. . se prorrogue Ja suspensión do las garantías individua­
'DEP. V
Puede continuar el señor legislador. I
SEÑOR ETCHEGOYHEN. — FrecucntemenM
tenido que ocuparnos de personas detenidas Habí ti bien /
los señores Ministros y Subsecretarios que muchas
hemos recurrido a ellos. Casi siempre hemos obtenido al­
gunas noticias que no nos satisfacen, —mucho menos aun
a los familiares de los detenidos— tratando, en alguna
forma, aunque no sabemos si lo logramos, de llevar una
palabra de consuelo a loa afligidos familiares,
r...
Dias atrás, con motivo de un atentado que se pro­
dujo en un Comité de Base del Frente Amplio, en Ca­
rrasco, que fue dinamitado con explosivos de gellnlta,
con posterioridad a ese hecho delictuoso - que pur su­
puesto como en todos los demás casos, nunca se supo
quiénes fueron los responsables— nos tocó tratar de ac­
tuar en favor de un joven detenido que había sido lle­
varen averigu6dón. Esta persona estuvo detenida muy
tiempo, escasas 48 horas. Luego fue dejado en h-
benad sin que se le comprobara nada en cuanto a las
acusaciones que se le hacían Pero por supuesto que fue
sometido a golpes, torturas y apremios.
I Lo mas crave, señor Presidente, es que a ese Joven
I se le hlEx» entrar a nua ramione’.a -oon la qws m recñme-
I ron las calles de Carrasco, oadgandoto a *«feal»r hat do­
micilios de los frcnteamplistas. Ya no estamos hablando
1 de delincuentes sino que tuvo que .señalar a gente que
simplemente tiene mhúancia en el Frente Amplio. Pos­
teriormente, con engaños y argucias, se le hizo firmar
una declaración delatando a un compañero como que lo
había invitado a incorporarse a las filas dei Movimiento
de Liberación Nacional.
Este joven nos con1 abe. apabullado y avergonzado,
que había tenido que firmar esa declaración para que lo
pusieran en libertad.
Ademas, otro joven, casado, que estuvo 46 días de­
tenido, fue golpeado y llegó a su casa hecho una piltra­
fa humana y en estos momentos está tratando do reunir
ios fondos necesarios para irse del país, a fin de reen­
contrar una vida mejor fuera de su patria porque esta
se le hace hostil e Insostenible.
festús hWhttó ol HU jmxwtr.v.
Fodetnus prapurelaftar km deuhes ¿mwmíím
el x^artwn»
Entre- otras asretsjwos al s*ñor Ministro dei
Interior que el viernes ultimo recabarnos en la Cárcel
Centrai, de la esule Sun José y Yi, por boca de familia«
u s de algunos detenidos, que luego de estar durante sie-
¡e horas esperando, —aguardando, por sujiuesto, para ver
a sus hijos y tamil lares detenidos- loa despidieron di-
c km rióles que ese día no había visita.
Esa es una información que nos han proporcionado
mmihares de detenidos que se encuentran en la Cárcel
Central de la calle San José y Vi.
Este pujante impulso de las Fuerzas Conjuntas, está
arrasando con toda la gente frenteamplista; afirmamos,
como lo nemos hecho ya, desde un principio, que esto va
dirigido exclusivamente a la genta de militancia írente-
amplista. Es raro, excepcional, casi diría o me atrevería
a afirmar que no conozco casos en que sean detenidas
personas de otros grupos poli ticos. Por supuesto quo si
puede haber algún lienteainplista presumiblemente im­
plicado, la verdad es que los tupamaros o el Movimiento
de Liberación Nacional no esta compuesto por 300 mil
integrantes de este sector.
Tenemos motivos sobrados para no acompañar la mo­
ción de prorroga do esta perdida do derechos individua­
les. Los tenemos, por las siguientes razones: porque ade­
más de estar en contra de esa política restrictiva del
gobierno, entendemos que sería lanzar un “boomerang”
que, indiscutiblemente, vendría a darnos en la nuca a no­
sotros y a todos aquellos que militan en el Y rente Am­
plio. Este es un argumento mas para oponernos a que
les.
Pensamos, también, señor Presidente, en las muertes
que ha habido, cuyos culpables aún permanecen desco-
nocidofi. Pensamos en la muerte de Luis Batalla, de Ro­
dríguez Muelo y creemos, por supuesto quo sin aprobar
las torturas, reproba miólas hoy, mañana y siempre, que
si a los Implicados en esas muertes se les hubiera apli­
cado el "submarino" o Jas tortura« que señalaba acá el
señor legislador Terra, tal vez en estos momentos la Jus­
ticia tendría a los culpables de las mismas.
No aprobamos el procedimiento; no lo queremos para
ellos ni para nadie. Simplemente, señalamos una dua­
lidad de criterios y de procedimientos que, por supuesto
en el caso de los detenidos por imputaciones como sedi­
ciosos o, en muchos casos —la mayoría de ellos—, sin
imputación concreta, siempre vamos a estar contra esas
medidas apremiantes que atenían contra la libertad y
contra la dignidad humana.
Señor Presidente, parecería innecesario, a esta altu­
ra de la discusión, leer algunos peí, ueños renglones, pero
como los considero importantes, voy a proceder a darles
lectura. Recordamos un hecho histó rico que sucedió el día
10 de diciembre de 1048, cuando la Asamblea General de
las Naciones Unidas aprobo y proclamó la Declaración
uiurv-iial de ka Derechos Humanos "como ideal común
por el que todo« lus pueblos y nacioms deben esíoizaise,
a fin de que tanto los individuos como las instituciones,
Inspirándose constantemente en ellos, promuevan» me­
diante la enseñanza y la educación, el respeto a estos
derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresi­
vas de cará úer nacional e internacional, su i «»conoci­
miento y aplicación universales y efectivos, tan lo entre
1(4 pueblos de los Estados Miembro». como entre los de
1(4 territorios colocados bajo su jurisdicción”.
Vamos a proceder a reci rdar algunos do los artículos,
que consideramos es necesai o reafirmarlos en esta emer­
gencia, en este Uruguay tambaleante, donde están piso­
teadas las libertades más elementales.
El artículo 3? dice; "Todo Individuo tiene derecho a
la vida, a la libertad y a 1|, seguridad de su persona.
Artículo & -- Nadie será sometido a torturas ni a
pena* ó Vakf crueles, inhumanos o degradantes.
ArUcuJo 7'? — Todos son iguales ante la lev y tienen,
sin distinción, derecho a igual protección de la Jey. To-
. dos tienen derecho a igual protección contra toda dls-
cdm|nación quo Infrinja esta Declaración y contra toda
p ^iovjb.4|óp a tal discriminación. 23 ó 3S¡5*
 Articulí) tí*’ - Tocia persona tiene derechb a un ic-
cur.so electivo, ante los tribunales naeionaleu competen­
tes, que la ampare contra actos que violen sui derechos
fundamentales reconocidos por la Goiuttltuclón o por la
ley,
Articulo üv — Nadie podrá ser arbitrariamente dete­
nido, preso ni desterrado.
Artículo 10. — Toda persona tiene derecho, en con­
diciones de plena igualdad, a ser oída publicamente y con
justicia por un tribunal independiente e ímparcíai, para
la determinación de sus derechos y obligaciones o para
el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal.
Articulo 11. - - Toda persona acusada de delito tiene
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en Juicio
publico en el que se le luyan asegurado todas las ga­
rantías necesarias para su defensa.
Artículo 12. — Nadie será objeto de ingerencias ar­
bitrarias en su vida privada, su lamilla, su domicilio o
su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su re­
putación, Toda persona tiene derecho a la protección
de la ley contra tales ingerencias o ataques".
Finalmente, el articulo 14 estabifee; "En caso perse­
cución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a
disfrutar de el, en cualquier país”.
Estos artículos que hemos leído, deben ser bien cono­
cidos por los señores legisladores, pero en estas Instan­
cias tan decisivas en que vive el Parlamento nocional,
nos parecía que esta reiteración no estaba demás, para
que queden estampados en Jas actas como una reivindb""
ración que reclamamos desde aquí para todos los cüffiupp
daños de este país. f l‘u.
f -rr
Decía hoy, al comienzo do los comentarlos que hiele-:
ron nuestros compañeros y nosotros afirmamos esas
expresiones— que, frecuentemente, en Ja calle, se habla ,
muy corrientemente de "cuando se tumba al gobierno’’"*“’“’
Esa expresión la hemos escuchado en el Parlamento, en
rueda de amigos, en el ambulatorio y hasta en el propio
Plenario. Esto no se puede ocultar. Ocultarlo, como de­
cía el señor legislador Michelini, sería una cobardía. Hay
que decir las cosas como son. Que no nos guste expresar­
lo, es una cosa; pero que nos callemos, es distinto.
Expresábamos, al comienzo, que, a veces, hay que de­
cir que es unr Juego de verdad, que nuestro país está vi­
viendo en una nebí losa, en una nube oscura que no per­
mite ver las cosas. Cada uno maneja su verdad, a pesar
de que ésta es una sola e incontrovertible.
La verdad que tenemos aul ì re refiere a un artículo
que publicó la revista "Visión'7, C’te se secuestró y no en­
tró al país porque el gobierno entendió inconveniente su
difusión entre los ciudadanos del Uruguay. Vamos u ad­
vertir, antes de proceder a darle lectura, que esto no sig­
nifica que avalemos al conten.de de los conceptos o afir­
maciones que figuran aquí. Dís(repamos diametralmente
con algunos de ellos. Es más: no sólo discrepamos sino
que consideramos que son inciertas. Pero como se trata
de una verdad que se negó al conocimiento del publico,
como todos los ceñores legisladores »aben, la única for­
ma de que el público tenga conocimiento de ellas es que
se lea para que quede constancia en la versión taquigrá­
fica. En este país debe conocerse toda la verdad, porque
cuando ésta es mutilada, no e.t verdad.
F71 artículo se llama: "América Latina”. Dice así:
"Uruguay": los escombros de lo que fue un modelo de
país democrático la amenaza Jel golpe militar, por Da-
hbd Prieto”
Debo precisar, pnniecarnen:e, que este número co­
rresponde al 29 de agosto de 1972. Por lo tanto, algunos
concepto« han perdido un poco de actualidad. A A <«,
Dice «sí:
"De Montevideo: Si el Movimiento de IJberaclAn^l^m
i» d (tupíim.ir is > .se propuso incendiar los últimos dospdjns
•’el oír >i;' próspero y denv ciático Uruguay, para prorn >- j
\i‘i l«i i(•coO'.tiunción del píu., d< sdr mi» rriiiz<ii», en gwv¡
medida hn roitscgulde su primer objetivo y e:dá u un trls,^
de obtener el segunde, La paleóla crisis, aplicada por los
obsei vadorvs par» señidar cinta uno de los pasos di? la 1
Inclinación nacional, parece débil hoy para describir a un i
país desconcertado, empobrecido y azotado por la violencia
y la muerte, en descalabro económico total, con un puebla,.'
tbruniitdo por el infortunio y hasta por el hambre, y con
uní s Fuerzas Armadas cada vrz más predispuestas a re-ja
matar una escalada que ai parecer terminará Inevitable- 1
mente en !a conquista plena del poder.
"Los laureles de la despiadada demolición del Uruguaya
no se los llevan, totalmente, los f.uenillcros tupamaros.3
Por Jo menos, los comparten con Jo« sectores dominantes Mi
do las viejas estructuras politi<*ns, económicas y s<X’iales,
que no supieron tomar las medidas para permitir el Irán- g
sito del país desde la vieja opulencia hacia la modestia pe-
nosa del .-ubdesarrollo. Los tupamaros, repudiados por el’^
pueblo qu< rocha*» con espanto hus asesinatos y otros dcj^á
piadados '•limones, y acorralados jsor las Fuerzas Arvnndj^H
>ictoiiosns, tampoco participarán en la reconstrucción nm"B
clona 1 y tendrán que contentarse con esperar que la historia .1
les reconozca el pa|H?l de los grajides catalizadores de un
prot'“o de cambio político cuyo signo no puede preverse,jj
|m de cuya íncvitabilídad nadie duda. s|
$
"El drama rs otro: SI bien la verdadera guerra interna
que :<*• ha estado desarrollando en los últimos meses mon i- /
¡«»liza las Columnas de loa diarios, el drama profundo del ,
país se está dando a idvel »onio-eeonóinieo. La inflación
golpea incesantemente ul Uruguay. Y se cree que el encare- '
pimiento de la vida superaiá con creces ct 42 por cientoJ
Vrevislo por el gobierno para 1972.
i "T<hIm la comunidad ha sufrido los efectos del descala- ?
Ero, per») hi grnn masa hi está sufriendo a nivel rayano^
yíCin el hambre. A esta altura del año. empleados y obreros’
se hallan r'»n su salarlo muillfido en dos quintas partes del !
jMxIcr adquisitivo que tenia en Jm últimos meses do 1971.
a {tesar d°l aumento general dél 20 por ciento que concedió
el gobierno del presidente Juan María Bordalsorry a |M'cn
de asumir el cargo. Comprometido con el Fondo Monetario
Internacional <FMI) en un plan de austeridad extremada-,^
mente severo, Bmxtaberry ha rechazado la demanda d'^^s
sindicatos de aph< <n ingentemente un nuevo reaJusteE^ í
laiial, esta vez de un mínimo del 40 por ciento, y ha dlch<\
terminantemente que no p<xUá haber nuevo» reajustes hasta?
fin de año y que cualquiera ronccFÍón no haría sino deterio-^
inr aún más la situación ecunómico-aucial. Emo explica el ;
enfrentamiento de hecho que se ha producido entre el go- s
bienio y la Central Obrera, expresado en-una decena de
mielga» gene rules, la última de lía» cuales, a fines de julio,
paralizó el puix en forma nbseluta y Vita), y explica, asi-,
mismo, que la lucha sindical se haya radical izado y acen­
tuado en forma peligrosa en las última* semanal»
‘'Crisis general la situación de la agricultura, 1« In* ,
dtistria y <•! comnicio es. al misino tiempo, casi dt^espwadW j
l«>r la contracción del consumo, la elevación de los costos, 1
¡a escasez de materias primas y otros insumo» esenciales, !
y ¡«or la imposibilidad legal de elevar los precios <1 los nl*i
lele» mínimos para la supervivencía cmpresurla.
"La crisis externa del paí« es también impresionante.
La deuda exterior se aproxima a los 7fS0 milíones de dóla­
res y las obligar Iones urgentes por vencimientos de com-
promisos se enminan hasta alrededor <ic 3C0 millones, que j
•« algo menos que un año y medio <!<• ex|w>rtaciones dej¿
pal» ¡m ayuda del FMI apenas lia «ervido para resolver •’
pr-óMetiwñi má* apremiante« y, un ln práriif!», H Uro
guay a# halla en una cesación de pagos parci£^ $1 £
"Las penurias de la población so acentuaron como <on-
pcuencla de una medida heroica del gnblemo. Para ganar
decenas de dólares más en las exportuciones ge lm-
uHMtó un» veda total do carne vacuna por el plazo di’ cuatros
 nnoe- n mutar del là do juila Lan suNtltutos ~~ntrns <¡o-
no, powidu. vie. ni» lum In ¿rado cubrir In hrrchii |»r«>
dur tila en el abastecimiento y l;ts ninus de cusa drln'ii hnr«T
verdaderos inllagrim para conseguir y pagar allinenio.H d<-
remplazo, que alcanzan pnsios insólitos en p| merrado ii”-
¿ro o desaparecen de lo# mosti.»dores.
mortal: Mientras lanío, se hn Ido ronsmnimdo,
tramo u tramo y con gran velocidad la derrota militar de
los g:ivi»Hielos tupamaros. Las Fuerzas AinmditH, im/i-sh-
das de plenos poderes han al i upado rt alrededor tic 2.4bd
tupamaros o cómplices do los mismos, Incluidos líderes de
primera tila, cotí la notable excepción dvi ya casi legendario
Raúl Sendic, uno de lew fundadores del Movimiento.
**Lm ticsaiticulación de la guerrilla ha sido es¡>ectacular.
Las tuerzas conjuntas, operando con una eficiencia notabl”,
han descubierto decenas de guaridas de los tupamaros en
Montevideo y la campiña, incluyendo varias “cárceles de!
pueblo" por donde pasaron loe 19 personas que en los ídtt*
mos años luvíeion secuestradas ios guerrilleros, Las proli­
jas redadas de las fuerzas del orden lian puesto de maní*
^esto el impresióname poderío bélico de los tapa maros y
alto grado de penetración que la conspiración guerrillera
había alcanzado en todas bis capas sociales del país y muy
particularmente en las cilios nacionales. Además de la-
"cárceles orí pueblo” y Iok refugios, la represión tiesbanuó
toda una nganización métlico-smiltaria clundei.lína, que con­
taba incluso c.»n un hospital completo y miNlorno, 15 médi­
cos y hasta un servicio de ambulancias con equipos radia­
les de comunicación Izis tupiim.'iros hablan llegado incluso
a hacerse de una hacienda en Pan de Azúcar, a 100 kilo-
metros d< Montevideo, donde habían construido cómoda­
mente refugios subterráneos ¡»ara alojar personas y mante­
ner todo el armamento y los equipos necesarios pmn la
acción militar”.
A esta altura de la lectura, voy a hacer una reflexión
¿lupia. Voy a seguir leyendo, porque' he prometido leer in­
tegramente el ai tirulo ya que es la única forma de decir
la verdad. y yo no me detengo cuando hay qui» (kfciilri.
Sin embargo, me cuesta leer esto, porque no Jo apruebo;
to reciuizo y io cmoúderu una infamia, jxtm lo leo.
Cnntímja el articulo '
"El ultimo sensacional óescubnmiento f te que ele la or-
QBizacián no sólo formaban paite médictm, ingenieros, poli-
euiM y ’insto militare« simó Enchuto un diputado, Washington
Leonel Ferrar, cuyo desafuero fue rápidamente concedido
por la Cánrira :1c Representante», k‘ que no impidió que se
sumergiera en la clandestinidad.
"La derrota tupamaro debe atribuirse prtn.-ipalmwite
a la acción eficiente de ias Fuerzas Armudas. P»,to en rio
piaa medida esa acción eficaz ha sido facilitada jxir io-i
errores cometidos |sXf la propia organizad »n gucr/iilera.
’Equivocación lati i; En ch-cto, Jo» tup&mmA, aiMien-
temente, consideraron cumplida o agotada la td*q*a p<*Vd*
i «loria, que consistió en el hostigarmcnU» del pskrr y ¡íü
uutopropiigimda mediimk» at-ciones que, en primria instan­
cia, les ganaron las simpatia» |x»pular<*». 'I vsminaifci e«a ala­
lia, creyeron que habla llegado ei rn'hivmlo da Mi aecbiai
militar propiamente dicha. Pura cito dividieron aia ir ua
"segundo trente" en el campo. Intenaiticaron oi recluta­
miento y mandaron "columnas" exiarrimenladus a distintas
¿tinas <loi i’ui». No cxlstleudo sierras ni gl andel» seivaa qiu?
sirvteiaii de amiuiro iinlurul, eonstruyiTon en toda ia na-
cion refugios Mibieráneos que llamaban "«utucerai” ida tatú,
un mtnaddlo regional que mora de n<xhe en cuevas «ub-
tmiiHSd, a Jas que equijiaron de lodo lo necesario para W integrante» de Jas Fuerza« Armadas en lu lucha coima ia
ím > « •úmpnus" pudieran actuar autónomamente.
"La expanskai hwi» el fue fatai pw* le 'xgs//.-
zacion EÏ reíagye aaat^vaiMa *r» W
de /an ia niMOaa '*•» fue negado por ia arisca y ; ríe Ja Cámara, manMrstarm» ipje “ri’pmlhin todo público w.
rrwawsd *»wra ¡¡r.buicion campesina. En vez de ello, eni rm f
eraron ¡a ie, menci a pasiva y ia deiucíóp constante.
---------------------- ---------------------- w
Por otra parte, el rcrlutanuenvu »n»«. ____
ime vos adepto» debilito la seguridad de tu uiguiuz iciwi;.
Mio quedo di manifiesto rápidamente cuando, iuu< los io-
tviioguioiloh de detenido», lo» tuerzas conjunius ibu-ii. i i
\ idiosa intormaeiun que se traducía en loi mu vejez en pie*
visos y con undcnlva <d¡unannentos üe teíugius «ediciobc.s.
' La gola de agua: Un cuádruple asesbiaLu ue,ios lupa-
maros, que ametrallaron en distintos luga» es, en un misino
cui, a cuatro presuntos mligrantes dei ' Escuadrón de 1U
Muelle”, entre los cuales ligutaban un ex-Mimairo de Es*
ludo y un olieíal de marina, sacudió al país y primiliu a
Boidaberry tomar iu ofensiva, le^iamuudo ue jas Uamurus
ia declaratoria del Estado de Guerra míenlo, que peí milla
pasar ei pi ocesumíenlo de ios tupamaros a la orbila ue lu
justicia militar, y ia continuidad de ia suspensión de lag
gai añilas individuales, que autoriza la detención sm proceso,
ei allanamiento de domicilios sin urden judicial y uíios ecnp*
ses de Jos de lechos individuales,
“Desde ese mismo momento el gobierno, acuciado por
lo.-» mímales empezó a luchar politicamente por Ja «unción
de una ley ce seguridad rnteriur que permitiera unu repre­
sión contándome. Volvió entonces u Ja carga en demanda
del apoyo dei Partido Blanco, en una formula política da
* gran ucutrdo nac«onai '. 1.a oposición de iu muyoiiu blanca,
que encabeza el ex-canuidutü presidencial senador VV úsuu
Ferreira Aidunalc, que exigían un gobierno de tinte progie-
sislíi, obliga a Bordaiierry a una maniobra divísiuníbta, que
le permitió cu piarse el ahí derecha dei Pallido illanco y
ron ello conseguir una mayoría pariamenlariu cvn -L8 esca­
ños sobre 3U en el «senado y con 57 sobre 9U cu lu Cumia u
de Uopi escotantes. Consolidado i;u trente político, lloida-
ÍM'iiy consiguió linulnunde iu sanción de lu ley Ue seguridad
mtriior y la prórioga huslu setiembre de iu suspensión
de las garímlioH inmvidi .ales.
'La lucha untitupmnura so eióá llevando a cubo con
éxito, pero ai laccio de Ja angustia y el temor de Ja po­
blación ¡»i Ja violencia y ei ugur creados i>or el clima bé­
lico. Los tupamaros, en retirada, lian acentuado so terroris­
mo, inmolando a mucha gente, entre ella un alto jete mi­
litar, el general Artigas Alvaicz, director general de ia
Deiensa Civil, issi militares en acción han sido rudos en
exceso y en ei Pai lamento se han denunciado, con pruebas,
ínnumet obles actos de torturas."
Lo qui viene a continuación u mi no me disgusta, a tu­
que cieo que Je iia de disgustar ai Gobierno del pals y
segm amen le ha sido lo que lia deíeinumuk-' la decuion uel
Putter Ejecutivo que e?ta muta entrara en
ei Uruguay. /QÇP,
uk* **1: <
’Policía y nuotare»; ¡X más »¡.«tatúe y novedoso del
proceso, sin embargor ha calo iu i apula escmuua umiuo
hacia ei terreno de las decisiones políticas. El lenomeno,
que viene reptando desde ia presidencia «le Jorge puciuvo
Areco, ae hizo fuertemente visible cuando un diputado de­
nunció en ia Cámara de Representantes iu muerte, como
cr*nsecuírie«Tí de mrturas, del mu ¡Cante democratucr istia no
Din Batalla, alLahii de .12 unos. Pm- sstretb.i muyoiia, Jg
Cámara reclamo una investigación, con “una máxima »cve-
FMiai en pnxiedlinienV)»» y ei público »en.damiento de
k» culpa bita y *w un* penas que se les «pilquen".
"Lu reacción de los militares fue eíervvécente. Man de
530 oficiales en actividad y retiro, reunido», en una denou-
ración en <1 Centro Mdítar, aprobaron ¡>or aclamación, una
iletimunte declaración, en que expresaron "que t*Oe acción
o manifestM'ión ( orjxirativa <> individual que tienda u iT¡eti<M-
cabar « objetar rnaikú« Mamen te ios procedimiento« ríe los
subveixjón, o lo que a« lo mismo, traición a la patria, cona-
l Huye un« ^ mpjiolad emboscada -’on iot< enemigos del
rágwnm «iene»efátido <iue ia iMthuiíttHa na «de-
gs» / M mi*mo fiém|»ri, siguíenito ei textti
helamiento <1* Jas jxnas por »pilcar a cualquiera de »un
117 <» Ináegáiúflb, cuando les corresjxinda - >¿r sim< ionici;*”. En
$3035
iguale« o parecidos término« se pror uncía ton en m-i
asamblea«, después, los aviadores y los marinerò«."
Sigue - -agrego yo- - in crescendo esta nula de la re­
vista "Visión" que, por supuesto, no cti izquierdista ni per­
tenece al Frente Amplio
Dice asi:
"¡tabelión: Pareció inminente un golpe de Estado. Co­
rrieron rumores en caos días de que oficiales de loa tre<
armas se presentaron unte el ministro do Defensa, general
Enrique Miignuni, exigiéndolo que al comparecer ante la
Cámara no diera explicaciones sobre la muerto do Batalle
al que suponían tupamaro con muertos en la conciencia, y
que, en vez de ello, afirmara la autoridad militar. Pero
Magnam reconoció en la Cámara que Batalla había muerto
en circunstancias anómalas y, según versiones, se apresuró
a informar a Bordaherry del clima golpista y de las pre­
siones ejercidas sob/e él.
"Desairado por sus subordinados y desatendido por el
Presidente, Miignuni se vio forzado « presentar su renun­
cia. El Presidente, en un esfuerzo i>or establecer el poder
civil, nombró en su lugar ai abogad,) y diplomático Augus­
to Legnani, recién vuelto al pala después do encabezar du­
rante dos cños la representación uruguaya ante las Nacio­
nes Unidas-
"Un curioso proceso se ha estado produciendo en la
trastienda militar. Los altos y medíanos jefes de las Fuer­
zas Armadas han sostenido constantes y largas charlm
con los tufmmaroN detenidos, en un esfuerzo por entender
vm motivaciones. !/•« resultados de »«dos rontaf'los han sido
explosivos. Iza» militares en privada reroiHwn, casi imèni-
nemerrte. que l<* tupamaros son pitta de la elite del país
y que «u lucha es justa, pero, obviamente, que su conducta
y su método son insanablemente vituperables.
"Dilermtas enfoque»; 1> generalizado M*nlimh,nto
de la milicia surgen varías lineas ideológica/-. Una de ella«,
minoritaria, sigue depositendo en el poder civil la confianza
un que sabrá actuar para hacer la» tramrformaciones que
permitan al Uruguay sobrevivir al naufragio. En esa corrien­
te civilista se destacan el comandante en jefe del Ejército,
¿eneral Florencio Gravina, y el Director de la Escuela
Militar, general César Martínez. El resto del Ejército es
lomogvneumente nacionalista y parejamente despreciativo
le los poli i Icos. Poro está dividido en dos tendencias. Una
de ellas es nacionalista de derecha, fuertemente «nticomu-
lista. Aparentemente uno <1e sus líderes es el general Es-
eban Cristi, jeta de la Reglón Militar I, la más importante
del país. La otra, donde muchos ubican a quien paradójica­
mente conduce la acción militar contra los tupamaros, el
yencral Gregorio Alvarez, no oculta su simpatía por la ex­
periencia revolucionaria de los militares peruanos y quiere
i .'formas est ructundes profundas para el Uruguay.
Todo permite suponer que lo menos que huián Jos
o tata) es eii la neluu! rinvigcnchi será mmdviivr una finita
¡»lesión sobre r| gobierno de muñera do orientarlo vn la
¡h¡ca nacionalista y Jimia unn depuración del campo polí­
tico. Un chilo indicio de que ello ya c-slá ocurriendo lo dio
urn declíiidción surgida de una asamblea de jefe» y ofi-
elide1» de Murimi, que entre otras cosas, expresaron ‘su pro­
fundo repudio a cualquier forma de subversión, ya sea la
que empuña las armas para asesinar cobardemente, la que
expolia la economia nacional, la que usurpa al pueblo el
producto de su trabajo, la que proiiende a la corrupción
moral, administi diva y/o política, la que practica el agio y
le especulación <*n desmedro de la población o la que coni­
li»! ometo Tu soiieranía nacional", Si, por la acción defensiva
del Parlamento i por acciones u omisiones del gobierno que
resulten irritantes pive la milicia» se produce algún choque, <|
ei aituinenie probable el golpe militar, proceso en el cual w
lo» («MÚui.hdirtti s itamv.tatttar y pu» OiUtRiUw
das ¿l«rí '’t'nur o.re:»r.nenta sus ditarenciax. I» único
quo no puede esperarse es que el proceso se congele en la
etapa en que se encuentra y menos cuando las oleadas de
la convulsión social que azota al país están llegando >a
hasta los pies mismos de los militares, quienes pueden sen- **. ’ li’O, país, cuyos destinos han sido usurpados por una agru-
I1 tn>c impelidos a forzar al gobierno a remediar la situaci)
<> asumir por si mismos la responsabilidad del caso."
Hemos creído del caso, en esta ocasión en que se han
dicho tantas verdades, decir la nuestra lotai y absoluta
aunque algunas cosa« nos han dolido, pero no hubiéramos
sido leales y honrados con los integrantes de esta Asamblea
•>) no hubiéramos dado lectura textual, de punta a i ah ’,
dv este comentario que hace la revista "Visión", cuyo con­
tenido molestó h! gobierno uruguayo o impidió itu difusión
< n este país. I» he leído para ?uc quede en la versión ta­
quigráfica y la prensa pueda hacer las publicaciones del
ruso, iMinpii', en el error o en <í acierto, en h< información
o <*n el iniudio, por lo menos, hay una constancia que no
rv.ponde a ningún parlamentario, que no está rn la linea
marxfcta-lvninihta, ni en la línea izquierdista, ni opositora
del gobierno, ni siquiera difamadora de las Fuerzas Conjun­
tas. Es la versión de una revista insospechada respecto de
la mal no se puedo decir que sea parcial o simpatizante
dr nuestra posición jx »11 tico en este país. Dejamos ese tes­
timonio pitra que se agregue a todas las constancias que
se han hecho en esta ocasión y que sirve para reafírmame;
vn que rl Frente Amplio no puede votar la prórroga que
xe solicita »
Nada más.
SEÑOR PRESIDENTE (Caputi). Tiene la palabra
< I señor legislador Durán Mattos.
SEÑOR DURAN MATTOS. Brevemente, mwí Pre­
sidente vamos -i derir algunas palabras.
El seta r legislador Míchelini terminó su exposición di­
ciendo que él no esperaba, ni creía que todo?, los rgumen-
los dados esta noche aquí, - y en otras noches si/nilares ,
pudieran ser exitosos en cuanto a modifír; las c vicclones
de los que llegan a esta Asamblea Gv/ieral depuestos a
votar.
Confesemos que cuando cr. la prhyfera As nblea Gêno­
ral, el seftor senador Mlchelini repitió/los mis ns concepto,
que dijo hoy: nosotros nos sentimos rofundí ente defrau­
(lados. Todavía creíamos que en esta/compct da de dialér-
líen que se |a Asamblea General alggn valor tenían
los Hjgum<yW|j(e uros para penetrar en 1 de otroa y <lc
esa inane/i l/SFo comí Kksi Junt( en beneficio común y
del país..
Los )>á oatraro^ que no 4s así. Sin emb^^
fio. Jo desi cl >m »io sen/dor Michelin! hace un iato,
en estas honisljW^iasanDos la Asamblea General hemos
¡xxlido comprobar que de al na forma, aunque sea i>oco,
han empezado a abrir cardino los planteos que el Frenta
Amplio viene realizando hace varias meses. Esto, no
deja de ser alentador en imitantes en que la Asamblea Ge­
neral se apresta, ya con mayorías conformada«, a tomar
decisiones.
El scftiM Sub-ller» vibrio o el Ministro ríe Defensa Na­
cí» nal, no recuerdo ble/l, en una de sus intervenciones ha­
bló de 1« dureza de lagueres, no sé sí con la idea de jus­
tificar de alguna forr/a algunos excesos que, en esa lucha
que tenemos y que /lene tanta dureza, w hubieran come­
tido, No sé si fue e la intención, pato le recordamos que
oMc país ha teñid,/otras guerras. Esta que se mencionaba
hoy no ex la ún|fa. Nosotros no hemos Nido testigo? de
otitis guerras, et azón de nuestra edad, ix*ro hay gente
que vivo lodavi» iy y que fueron protagonistas do otras
guerras en las es habla también prisioneros y muchos
muertos y do o I s condiciones de las mismas eran muy
duras; pero n revi damos que en ellas hayan ocurrido epL
sodios como /os que'se denuncian en estos
W3 5
Breven/mte qucrenuai dar lectura a un documento (j«e
f lx « srf tai'otdtabi hoy potqtl#», aiítapu* no
de los qi estamos mirando continuamente para atrás, a
veces es necesario echar una ojeada hacía el pasado.
023 Leo, señor Presidente: "Hace infinidad de años que nues-
 ETCHEGOYHENt Isidro.

Asamblea Generili,

TEMA: Para que la Asamblea General declare urgente la

moción jxjr la cual se decreta la libertad de 92

detenidos y encomendar a la Comisión de Legisla­

ción de la misma el contralor de las facultades otor­

gad tas.
GI'blON: 2? y 27 setiembre/972

■ ! '' 'í.
"Proponemos que la Asamblea General'declare ur­
gente la moción por la cual se decreta la libertad de los
92 detenidos bajo el ampaio de 1M Medidas Frontal de

Seguridad. — Zelmar Michelin! Enrique B, ®rro„ Isidro '■

Etabfyovhen. Luis Irnás, Vlvián Trias, Eduardo Vieja?Ol­
ear BrudcUira, a. Francisco Rodrigues Camusso, Enri­
que Rodrigue, Jorge Duran Matos, Walter Martínez Ga- f
llínaJ, Daniel Sosa Días, Jaime Pérez y Juan Chenlo”.
—Se va a votar.

Los señores legisladores por la afirmativa, sírvanse

indicarlo, ¿
(Se vota:) j
— 27 en 125. Negativa. 1

Léase la moción número 4.

(Se lee:) |

"Encomiimdase a la Comisión de Legislación de la

Asamblea General el contralor de la .api.esción que el í
Poder Ejecutivo haga de Jas facultades otorgadas por la *
presente resolución. — Zelmar Mlchelinl, Juan Pablo Te- J
rra, Enrique Rodríguez, Eduardo Viera, Jorge Durín Ma- 1
tos, Isidro EtchCTOyhen, Wladimir Turianslcy, José Lula ,3
Volga, Sebastian EUzeire, Enrique R. Erro. A. Francisco |
Rodríguez Camusso, Jaime Pérez, Hugo iBataila, Walter |
Martínez Gallinai, Luis Imáa, Antonio Sarachu, Carlos 1
Texeira y Oscar Bruschera".

tí 35

024
 E1WH2-0YHEN, Isidro.

Asamblea General.
TEMA: Prórroga de la suspensión de laa garantías
individuales.
GE51CN: 29, 30 y 31 marzo/973

ha M
de cuál es la política dú MCb Peder Ejecutivo y
diría yo, cuál es la senbtanza que ofrece este pobre Uní-1
guay de hoy, desvalido, hecho trisas.

SEÑOR HIESIDENTE (Barbot Pou). — Tiene lapt»
lamí el «eiior legislador Etchegoyhen.
SEÑOR ETCHEGOYHEN, — Señor Presidente-, es ob*
vio decir, a esta altura de la noche, que nosotros, siguen*
d»> una ¡mea fiel de conducta y de acuerde a lo que es el
programa del Frente Amplio y sus principales postulados,
vamos a voUir negativamente esta solicitud de prórroga
que m considera en ¡a noche de hoy.
Señor Presidente: como frenteampl'-stas, fieles a mies- ,
tro programa de acción, hemos abominado siempre iodo-
tipo de represión; todo lo que pueda ser un cercenamien­
to de las libertades individuales y colectivas, siempre nne
ha Unido enfrentándolo, porque entendemos que es ¡A,
única forma de poder recuperar a un país, de darle vita- .’
iidad, de permitir que se desarrolle. Eso puede hacerlo*
en libertad, con alegría de vivir. La única forma es no-i
condicionando las libertades para nadie.

El Fren'e Amplio nació, señor Presidente, justamente
pira luchar por la libertad de ios p reso« pe Uticos, para
defender todas ¡as libertades conculcadas, g<1 este Uru*
g iay, en los últimos tiempos. ' 1
Decimos, señor Presidente, que se da la curiosa ca­
sualidad de que el gobierno del señor Boroaberry, rntep
bs medidas represivas —suspensión de derechos indlví-
m nales, Medidas Prontas de Seguridad, Estado de Que­
na Interno— con la prórroga que solicita esta noche,'
creemos, si no estamos equivocados, es la decimocuarta
v?z que solicita a la Asamblea General que decida sobre
medidas represivas que, sucesivamente, este gobierno, re­
pito, ha venido proponiendo en el seno de este Cuerpo,
para conducir al pala, porque parecería que es la única
forma que tiene de hacerlo. Curiosamente, digo, sito co­
rre paralelo con la decimocuarta mini devaluación que el
gobierno ha decretado en el dia de hoy.
De manera que si faltara algún signo para señalar
eaúl es la política 4e esto gobierno, no hay mis que ver
Iim tantas medidas represivas, limitativas de las segur!»
ladee y loo derechas individuales, que han venido a seta
/uamblea General, junto son las mini devaluaetonas que
Ente gobierno insil te, sistemáticamente, ¡>orc¡ue pe­
recería que no encuentra otra solución, en repetír el pe- '
dido de suspensión de las garantías individuales, auunue ,
v se nos asegura, una vez más, como se ha hech) tantas *
veces, por < arte del señor Ministro del Interior, que se­
ria la última, antes de ¡¡ue venga el proyecto monstruoso .
que llaman de consolidación de la paz y que nosotros de-zy
nominamos de consolidación de la guerra.
De todos modos, señor Presidente, todo hace suponte J
que en el juego de ¡os Utereses y acuerdos políticos, eM<?
ley, 'inexorablemente esta noche sera prorrogada una veg?|
más. para oprobio de este país, porque e<»ta poética ya i
ha rebasado la frontera de nuestra patria para ser co*|
mentada por todos I03 vecinos del hemisferio y aún mái|
lejos. |
Decimos, señor Presidente, contrariamente a lo qu^
se mencionaba hace un momento, que e.sle Poder Ej»cu-?
ttvo se ha caracterizado exclusivamente por traer citas
leyes represivas, estos pedidos de limitación de las liber­
tades. be nos dirá que han venido algunos prc yectos que
han sido sancionados por las Cámaras. Recordamos el de
Foinrnto Industrial que, en su oportunidad, cuando se
trató en Diputados, nos tocó actuar en le Con islun de
Industrie y Comercio y dtpmoe, cosa que seguí nos roe?
teniendo: que es puramente teórico. Loe hechos van T
demostrar que es* ley de desarrollo industrial, sancicnW’
da en Diputados, no podrá ponerse en práctica porqúá
carece do base, de fundamento y no •• nada nás que uu|g
utopia, una febril esperan**, diría yo, de un g ibietno qiM.
cifra sus anhelos en que .<* concrete <aa ky. N.tturalmon«S’
le, on este pala no va a peder funcionar.
*
Otro proyecto que se roló en este Parlamento, quez
se quiere considerar como ¡«xnliva, es la dt las piedra»;
preciosas, que da posibilidades y ofrece algunas per«bt«4
tivÉ.s a gente de la parte norte del país . pretermíteme Km
del departamento de Artigas. J
SI mal no recordamos estas son las principales lew|
quu lia votado el Parlamento. Hay í Igunos p oyectoe m|
estudio, pero que no se han concretado. Per lo que.
sabemos es que en el seno de esta Asamblea Genere! Iú*
que ha salido, invariablemente, con nuestro voto ?n com
tra, han sido las medidas represivas de las libertades, ¡ai»
que cercenan los derechos individuales. Eso *i.
Este país, señor Presidente, y es lo más triste lenei^
que admitirlo y confesarlo, se está acostumbrando a mu&
chas cosas malas, tanto a este cercenamiento de los de­
rechos Individuales como también a los encapuchante!!--
tos, a la picana eléctrica, a los submarinos y a todo tipú|
de torturas y vejámenes que se hacen en todas las unl¿
dades militares. Eso que al principio se denunció acá
que sorprendió a mucha gente que parecía horrorlzndip
de que aquí, en este Uruguay, se cometieran tamañas
lacionm con lós etndadanos del país, es ya una n^rm#
habitual, corriente, inveterada, que ha aplicado el piór<(
cito y las Fuerzas Armadas, y constituye algo que no tie­
ne perspectivas de cambiar por ahora.
Volvemos a MuMlgr «rtrtft opoúanidad en quo
se solicita ia prerrogaUv« para ftpttaár tas hmítadones tt
ti*. «me nefeasoe termina ni*«
ammusi a votarla, porque’ eso* ■
la rgiOili átedaéMia de ptMgfro pa», no nos pttiífa
 ^EGlùN; 29â 30 y 3x marzo/973
ten levantar la mano i»aiii san^ionut una vez más una
prorroga que lo moco que va a liaer non HUfrmiiéntos
vejámcm-N, torturas, doloies, inarlinas y sangre Y U<*cl-
¡nos sangre, señor presidente, porque en las unidades ml-
ixtare.j «e sigue torturando, produciendo lesiones, dejando
a l.t gente iInuelada, malherida, a veces en forma Irro
(•operable |»or las Lanías torturas que se le* apilen
Nosotros, señor Presidente, no podemos avalar, de
ninguna manera, este pedido de suspensión de ios de­
le iho.s individuales porque significaría dejar ios puertas
ubicrtes a nuevo» desmanes. que no se «abe cuando van
u terminar.
Creernos y no lo hacemos con un proposito opo­
sicionista-- que la gestión de este gobierno no pudo ser
más desalentadora en todos los niveles. Pero admitiendo
que estuvicramoi equivocados en nuestros apreciaciones,
suponiendo que no fuéramos exactos en las afirmaciones
que hemos señalado hace unos instantes, en ol sentido
que han venido al seno de esta Cámara, de asta Asam­
blea, muy pocas iniciativas que prometan el famoso dea-
negue, del que se habló desde el año 68 hasta la fecha
cu este Uruguay—, nosotros expresamos que aunque ha­
yan venido algunos proyectos de ley que pudieran haber
estimulado o indicado alguna esperanza en un pueblo
»se ve frustrado totalmente, sin ninguna salida potó-
I nosotros pensamos que estos constreñimientos a la
rtad que repetidamente aprueba la Asamblea Gene­
ral, solo alcanza para opacar, par» empañar, para dis­
minuir toda otra iniciativa, por más loable que sea la
intención que tenga ej Poder Ejecutivo,
(
S-ñor Presidente; vamos a ser .someros, Es nuestra
costumbre no hacti uso de la palabra en forma muy
extensa, fiero necesariamente tenemos que señalar las
inconveniencias, los aspecto« negativo« de nuestro gobier­
no para que contrasten con estos pedidos de limitaciones
a tas Libertad'«, que parecería es lo que -se realiza con
mas asiduidad, ni forma sistemática y periódica, como
las mi ni-de va lúa clones.
Tenemos en este país problemas insolubles de todo
rden. tanto en el terreno económico, en el de la pro­
ducción como en el social.
Nosotros admitimos vamos a empezar por aígo y
confesar que siempre se ha dicho como una
tentad rwd irrebatible que es más fácil ser opositor que
eobemante fíabem;« que ios problemas de los gobernan­
te» no mvei fáciles de solucionar. En un país pequeño como
H nuestro, subdeenrrolládo, con tantos problemas ínter-
noMDttw externo*, sometido a las presiones de ios inte-
re^^voraces de entre casa como del exterior, sabemos
míe es aificíl manejarse, sobre todo teniendo en cuente
que nuestros Indices de rendimiento han bajado hasta
el máximo y ya no pueden hacerlo más.
Por lo tanto, sabemos de las dificultado por tos que
pasan lo* gobernantes. Y en cierto modo —seamos lea­
les- puede resultar lácil, aun para el parlamentario
como ol que habla. - de más escasos recursos- , realizar
oposición y censurar al gobierno. Pero lo que sucede es
¡no ha} hi\ hos que hablan, que corroboran lo que no-
ion o.s d 'Ci¡no>i.
La desocupación i n este país va en aumento, no hay
ninguna perspectiva alentadora; nadie puede asegurar,
-porque de lo contrario miente deliberadamente , que
ale país puede recuperarse a breve plazo y darle ocu­
pación a la g$nte der.xjupadu
£!átc país ha caído al fondo de un abismo, claudi-
ante. y no te puede abrigar osperunzas, en un plazo
mas o menos inmediato, que pueda ofrecerle fuentes de
trabajo a la gente que la necesita. La especulación, la
inflación, el encarecimiento, han devorad/) a ente país y
lo tienen .sumido en una de la« miserias más atroces que
ha conocido la historia del Uruguay, . ..
Aquí ha sido declarado por ef propio ex Ministra
<.7<pl?ji ».‘ii.tr;my 0c
m el prapló MÍnl>
WüdOOO
02 6
I
tro, decía, significa estancamiento e inflación Bs decir;
loa d<* peora« malea que le pueden ocurrir a una Nación,
los w»tá nutriendo en estos momentos el Uruguay, Nues­
tro paU tiene poras o ninguna perspectiva de salir de
esta están ilación.
Las indtisirla« se « ierran a pesos agigantados No hay
día <*n que una Industria pequeña o mediana no cierre;
aun grandes empresas como la de Uampomar y fíoulas
que mantiene un conflicto artificial desde hace más de
00 días, condenando al hambre a más de 1.8U0 familias
de la localidad de Juan Locare, amenaza cerrar.
En esta Cámara, señor Presidente, nemas estado vo­
lando bastante seguidamente Seguros de Paro y présta­
mos a obreros en conflicto, así como contemplaciones para
obreros que reclaman la Pulsa de Trabajo. Eso nos de­
muestra que no significa simplemente palabrerío barato
ixir |>arle de una oposición, sino que son hechos que se
avalan y que < Mán registrados en taa actas de asta Cá­
mara.
Hay un envilecimiento de ia moneda, envilecimiento
que hoy se acaba de concretar con la 14” mini-devalua-
rlón; es decir, tantas mlnf-devaluarlones como meses de
gobierno nefasto lleva el señor Bordaberry.
El yb’tcma de previsión norial en este país esta en
bancarrota. Aquí ha venido el Ministro de Trabajo y Se­
guridad Social a solicitar, por primera y única vez en
hi historia del Uruguay, el uuxiho de esta Camara para
que le rilara millones de pesos al Banco de Previsión
Social, que está totalmente en quiebra. Y ahí aparece
ti Consejo central de Asignaciones ¿amillares, en donde
a través de un comunicado en la prensa establece eiftas
multlmlilonarlns adeudadas jxxr distintas empresas, quo
no quieren o no pueden cumplir ron sus compromiso»
con la Previsión Social.
El seguró de previsión social se derrumba on nuestro
país y toca fondo Los situaciones que ae dan, las pers­
pectivas de nuestro país, que se van c crear en un plazo
más o menos corlo, sin dramatismos de ninguna especie,
ion tétricas.
Gomo si lodo esto lucia poco, este país muestra una
semblanza en el exterior como la de una Nación morosa
< incumplldorn de lodos sus compromisos El país está en
deuda con el Fondo Monetario Internacional con el Bld,
con el Blrf y con cuanto organismo internacional apa­
rece. Todos los compromisos que nos echamos encima no
podemos cumplirlos. Tenemos que estar reabriendo con­
tinuamente créditos, aumentando con ello los intereses
que debemos pagar a precios exorbitantes que nos llevan
al descubrimiento, como paso el otro día con respecto al
Banco Central, de la venta del oro para poder continuar
subsistiendo, apenas, diría yo, agonizando.
la producción bruta más bnja del mundo le corres­
ponde el "honef*' de teñerte el Uruguay. No hay ningún
país que esté en una idtuapióh tan deplorable como la ■;
del nuestro. Como decía; en una Información estadística ¿
que he observado, nuestro país ocupa, desdorosamente, 1
el último puesto. En cambio, hay pulses que ni remota- .
mente podíamos pensar pudieran estar encima del núes*
tro en cuanto a producción, como Jamaica o Haití, o cual- "
quler otro país de cent roa mérfea, que eternamente han
sido los »sclavoa de empresas y monopolios extranjeros
multimill onarios. Pues bien; esos ¡mises están yor enci­
ma de nosotros; del Utuguay.
Este país, señor Presidente, que entristece por tanta
*,utigre, por tentó duelo, por tinte dolor, por tantas per-
secuslones, martirios y torture,s, .so ha dbehe que es un
país de /lejos fie ha dicho cue es uno do los que tiene
el Jndtet de natalidad más Lalo del mundo, que es un
paje dé ancianos, como lo demuestran las estadísticas
del Banca (je Previsión facial.
Además, nuestra país sulyc la emigración de cer»- j
y# /rwkjMk# sjn anltekw, j
uí én c.síe medió de oladó y pobre eri don- |
tt 0 S« 4
 tic las únicas perspectivas que ofrece nuestro suelo son
¡as buenas pasturas para el ganado. I ■ ;iir marche notmaimente Vemos que empezando po
Agregaremos algo mas. No solamente las Herías son
fértiles paca los pastos y la ganadería, sin») que se ha
dcwcubierto que pueden haber hidrocarburos, que hay
.magnificas amatistas, que tiene marmol, yeso, hierro, etc.
A pesar uc que nuestío país es riquísimo, se ha empo­
brecido y esta sumido en la ultima de las miserias.
Por otia parle, sufrimos la evasión de divisas al ex­
tranjero, p)r las estafas, por el vaciado de Bancos, por
cualquier clase de negociado extraño que atenta contra
ios supremos intereses del país, hechos que nosotros de­
nunciamos en forma mayor y sin que «e hayan podioo
detectar a .'os verdaderos culpables para enviarlos, romo
correspondería, a la cárcel. w k’eftor Presidente: ‘que vamos a decir sobre inmoral!
Como mencionábamos recien, núes 11 o país es muy ri­
co en varios aspectos. Hay riquezas fundamentales como
ej ge nudo, que se evade por la fronte) a norte, dejando
empobrecida a la población que debe sufrir veda» cons
tana mente —por supuesto que las vedas no llegan a los
militares - ,y también la abundante pesca que se puede
hacer en estas generosas aguas que tenemos por aca; las
mejores del mundo. Hin embargo, aquí vienen a pescar
los atuneros japoneses coreanos, brasileros, argentinos y
de machas otras partes del mundo, llevándose nuestia
;iqueza. La verdad es que no sabemos explotar esa ri-
queza magnifica, que no necesita ni siquiera alimentación
>a que se alimenta por sí sola.
Las arenas de nuestro puis son llevadas vn forma
subrepticia, escamoteándonos los derechos que nos per­
tenecen.
Los Bancos oficiales tienen necesariamente que ofre­
cer, porque hay leyes que asi lo establecen crédi­
tos para el productor mediano y pequeño, y para lus co­
merciantes que quieren elevar su rendimiento, pero al
loncurrir a la institución buncaria ae estrellan en una
inoperar.cla y en una i?ntltud de trámites burocráticos
idn darles un solo peso, llevándolos a la desesperación.
Tenemos, asimismo, el drama de m vivienda. Lo
hemos tenido permanentemente y asi seguiremos, de ha­
blo ayer en esta Cámara por todos ios sectores. No se
cuenta con viviendas y eso no se arregla de ninguna
manera oo¡a proyectos delirantes como la Dinavi o Inve,
que reauftún mau he lentes para colmar las necesidades
en es*
Seguiremos sufriendo el bochorno de escena» como
las sucedidas en Cerro Ñor tu que nos llenan de abati­
miento al ver que tantos uruguayos padecen tantas mi­
serias, sin posibilidades de encontrar una salida mas o
menos Inmediata o cercana a sus penurias.
Vemos, asimismo, la situación de nuestros campos
donde la gente cítwesperada del interior del país realiza
un éxodo hacia Ja capital creyendo que aquí va a encon­
trar ’a panacea, la salvación, ia manera de subsistí?. Así
se crea la macrocefalia enorme de la capi'a!, donde hay
hombres Jóvenes y vigorosos vendiendo pastillas, reali­
zando c »nimbando o .tialquier otra ac tividad menor, 1ra-
provisada e inestable, tratando de conseguir un sustento
permanente y diario porque no hay ottA posibilidad de
ganarse la vida en este país.
l’rc.5id uitr: las rapiñas están a la orden del
<. ia. No pasa un instante sin que .«p manifieste la delin­
cuencia ilimitada, pues parecería (¡ue la gente no en­
cuentra otra salida que amenazar con un revolver o un
puñal para, conseguir un peso, llegando a ultimar a quien
.«o lo niega.
estoy Justificando ni hiriendo Ja apología de los
míe r^atuü o roban, pero señalo que esta es la situación
de un país desesperado, donde las únicas soluciones que
se dan, son las del cercenamiento de las libertades.
P >r oha parte ¿.que varaos á 4>-4wa.^rv|rl()«
¿ubilr-j» ■'AmV :ó<W á*»6e. en re* W pina là puíkln, en iwlá Ansian Luiin*
02 7
la excepción, .si es que la hay. de algún servicio puOíio
Ule, donde pululan los negociados, siguiendo por Osl
Ale, Pluna. Ancap, feioyp y el misino Municipio, no ha
nada que se pueda tocar sin que se caiga a pedazos. Tod
se cae ixxirido a pedemos por mala administración, por
que este país nc lieim ninguna perspectiva y no ha.
apertura para ningún Ente Auioiiomo industria privad
o es tuerzo particular. Todo se dei rumba. Este; st quier
negar; pero nosotros no estamos inventando ni tendeen
lando el oramatwino. No venimos a hacer novelas d
ciencia-ficción. Solamente narramos los hechos q.ie día
llámente comprobamos en la prensa y personalmente, co
mo también a través le i antas denuncias que nos Ilegal
como a todos los integrantes de esta Asamblea General
dad fcdmínistrativa y malversación de fondos? Tenema
loe 'mames negociados. Como si luera poca maldición pa
ra e*w pais contar con gobernantes equivocados -so;
generoso y benigno en mis expresiones— para todavíi
tener que soportar péslmos administradores a ios qu<
se agrega, desgraciadamente, a veces, peores funcionarios
A los negociados dirigidos desde el exterior y a la
que realizan Internamente algunas grandes empresas, de
hemos agregarle el menor, el de hormiga, que se suma r
los otros, y qu? se realiza en la administración púbMa
llegando asi a quebrar esta República que, dina ydRP
no tiene esperanzas.
Esto lo confieso a esk» altura de mi pobre expi
clon No estoy efectuando una oposición barata ni g
tándome vn palabrerío vano.
Parecería como si este paw en este momento
viera maldito, lodo lo que se boca está putrefacto, tod#
se desmorona. No bay nada que tenga posibilidades
recuperación. A veces dudo m de algo vale el esfuerzo quí
hacemos todos los legisladores, desde la oporición y leu
del gobierno, paia apuntalar a cst« país que se desuMM
lona a pedazos, '
Han habido desaciertos en designaciones en ios puei
tos más Importantes, más representativos, lauto en j
Interior como en lo exterior. Si es grave la designada
de personas ineptas, en lo Interno, es peor cuando ■
mismas son inmorales o tienen poca honradez y son
signadas en el exterior, donde dan una imagen depioraú
de nuestro país. No soy yo quien lo dice ni quien ct|
sura. No soy yo quien enuncia. Me refiero a la decisid
de las Fuerzas Armadas de hacer renunciar a deten
nados embajadores y. curiosamente, estos ciudad
van fin decir nada. Aceptan la intimación de la
zas Armadas resignad» mente. No comprendo la ]
de eioa ciudadanos, aunque sus motivos tendrán
adoptar esa actitud.
Blutas imàgene.s de deterioro que se dan ha>eia el ex<
terior contribuyon a crear una impreslôn paupérrima
un Uruguay déclinante, postrado, de rodillas .
La última muestra de esto que expreso la tuvimos al
sancionar el último presupuesto. Ese fue el indice o el
valí nielo de lo que se esperaba. Todo ei Frente Amplio y
tal vez algún sector del Partido Nacional que nos acomsi
IMñtk* reaitaaron una oposición a un proyecto de Prestai
puesto Onerai delti Nación que dot ¿na con rubros e»
cosí vos a las Fuerzaá Armadas en los Ministerios dfl
interior y de Defensa Nacional, mientras que a la eds
(ación, que ■orno acaba de señalar el señor legislada
Mirhebni. ve aflorar las primeras consecuencias de efl
Coñac nefasta . no se le daba lo «oficíente, porque 1M
partidas asignadas eran y son Inferiores a las del Ejért
cito y PoIlcíC “
BJn este país maltrecho se da a la inversa de lo qú
debiera haber sido. Se fortalece la represión, con
armas. Hace poco leíamos un articulo donde re decía q
nuestro país ha tenido el gran melilo, en d año 11)71
g Qúlen compi i mas armas < los Estados Unì
28 0 35
 Cmvddorn que mus que cluinrhllas y ropero* n«»-t ha
* lan falta ambulancia»; que mAs (pie Lwdlrw, artntis o pl
i a mu eléctricas, no* »'Mían haciendo taita i»hw», Rigodón
«amas, banat('iioH, humos hospitales. huciioa asilos para
ancianos, pues únicamente tenemos chr vergüenza que
es (»1 Asiló Pirteyro del Campo; buenos sanatorios pani
enfermos mentales, y terminar con eso que nos llena de
rubur a todos y que se llama Hospital VHardebo.
, meterse a ios mandos militares sin una imposición de su
£ Mas que todas esas tremendiu inversión«« destinadas
a reprimir las libertades de un pueblo, nos haré falla
ambulancias, escuelas, liceos. Eso es lo que hay que lia-
cor para levantar a nuestro país. Necesitamos fuentes de
trabajo, no cárceles, cuarteles o armas.
Trataré de ser breve, de sintetizar un poco. Decimos
que aquí suceden cosas sorprendentes y eso jwirccería que
Ir ha resbalado a todos porque se disimula toda su grao
trascendencia Pienso que ha habido una violación fla ­
grante a la Constitución por parte dei Presidente de la
República. Esto no *e ha dicho. He lia hablado y c| Fren­
te Amplio le ha pedido la renuncia, porque consideramos
que es el medio mas expeditivo para Intentar terminar
con un país en < aor. y que con un nombre asi al frente
del Poder Ejecutivo es difícil encontrar la salida. Pen-
jfluoa que la ida del señor Bo.'dabeiry, que tozudamente
^Phferra ai sillón presidencial, pueda ser una solución.
Pero antes de reiterarle al señor Bordaberry que se vaya
le expresamos que ha violado la Conslitiudóñ de la Re­
pública Vamos a decir por qué.
En ocasión en ¡ue era Ministro de Defensa Nacional
d doctor Legnanl, Je hicimos una visita, vahos legisla­
dores del Frente Amplio, para solicitarle la dbertad del
diputado Ariel CoJazo y el doctor Legnani nos dor.l t que
ese caso estaba en estudio; y ahora, que m* está pensan­
do en mandar el proyecto monstruoso de la consolidación
de la paz, es necesario recordar uue el doctor ( olhzo estu
detenido pese a que el Juez Civil decretó su libertad, poi
falta de pruebas. Cuando estábamos presentando nuestra
exigencia al ductor Legnani. ese mismo día no.-, aseguro
que en la tarde se iba a proceder a liberar a ’os cuatro
mèdi-.:os que estaban detenidos en una unldaa m’litar
Efectivamente el doctor Legnani, como lo prometió, cum-
। piló. Y suponemos que el debió tener el aval del scíim .
j Presidente de la República para proceder a dar la orden
a los comandantes o jefes que disponen, esas libertades.
Recordaran uhtdcs, j>oiq»r no »•*> tan vúja ia ioci-
c encía, que fue una sucesión de traswuniorv« de órdenes
siAen;un, que del Previdente ai Ministro de Defensa
Ninnai, de est* al Comandante en Jefe y de este a su
vez. a los comandantes de loa eugru-iet o de la» unida­
des militares y asi. sucesivamente, hasta ios giada» de­
crecientes, de donde vino ia negativa, empezando por el
teniente o el <-n/argado de la unidad tmiilat que dijo que
no accedía a liberar a los cuatro mediros, céilo fue repe­
tido a los mandos superiores y llego hasta el Ministro
de Dritnsa Nacional v al Presidente de ia República que
tuvieron (pie admitir que en ese momento los mandos
rebelaban El doctor Legnum fue invitano jw dija. y imj
lue (¡(-.menudo a retirarse de lu quinta presidencial de
¡a Av.-ohiu Suaic/. cuando .sorpresivamente una cantidad .
de ¡tilos jefes del i*.icicilu comen/aron a pHHunjvnlar con
ci señ ,r Presidente de la República. Así se die.» entonce»,
no liuoo desmentido ni modificación de esa versión. Ten-
írex. pues, que aceptar que fue cierta. El doctor Legnani
se retir«) y tuvo qu»- presentar ni renuncia Yo diría que
ahí asoma el primer desacato de los mandos del Jefe
Supremo de Ixs Fuerza* Armadas que. si no me equi­
voco. ia Canititurion de ia República dice que es ei señor
Presidente de ia publica.
f’as.t un tiempo más y viene la detención del doctor
Jorge Baine luego de w alocución por televisión Be re-
i-iterdn ia reunión que hubo tui-hl la uní o dos de la
mañana en <'aw» de Ouoiema renperU) de jo cual *e ha
dirl*o y Inmpoco ha sido dcsnv-ntuip que el Pre*¡-
mmb úc l.i 1C< puolh’i- que kvvp’wr h picsjqn de lo»
?«»»>.- i,'- .;» r* ’ ■■»♦.!«-ol!i ■' ’»•"■'0 •* d*fA;'CfÍ*'■
¿ítron ..■* ./fdcjj ¡je pnswm na».y- urge Fintile
^nwíaa)
posteriormente, con fecha 24 de isaezo. la Junta do
coinmutnntMl en Jefe hA<e pflbW'ita .<1$ ntrrvmclonM y
dice claramente n In opinión pública p»r medio de In
pr^HS rsctltn. televisada y radial qúá m hecho rede,
radas observa lonrA o recom*ndR< loiic.i p‘rsonulmente Al
Presidente de la República por In# hechos de Ir Junta
Departamental. Es el primer paso que irucstra que el
Presidente ha violado la Constitución al claudicar, ni so­
parte y sin aplicar los artículos de In misma Constitu­
ción para .sancionar y separar a los mandos en r beldia.
Pero st todo esto fuera paco, señor Presidente, está
la historia mus reciente de todo« los hechos que ,< c enu«»
meran aquí. cor. la «aMrfa vie ’as tropas a la calle, <-nn
el bloqueo al señor Presidente, que no tenia manera dr
comunicarse con su pueblo mediente los canales de íc-
IcYl.sion ni por las ondas radiales, porque estos medios
de comunicación fueron copada por ¡ns Fuerzas Atma-
dan. El misino Presidente pudo uespm-s decir al pueblo
uruguayo, que había llegado a un acuerdo con la* Fuer­
zas Armadas y que había una especie d»1 similitud de
pensamiento y de acción, cuando en realidad, repito el
señor Presidente fue un derrotado y tuvo que someterse,
y supuralamente ~ suscribir y emipurtlr Jos Icm ino.s de
e-'r acuerdo Bolso-Lanza: - térnihiox que no se conocen
y que siguen siendo secretos.
Re hu creado el Cosena, un organismo un tanto hí­
brido, que no es paralelo, como .suponen algunos, al Po­
der Ejecutivo, sino que. dlrÍR yo. el Poder Ejecutivo se
supedita a él Días pasados cuando el Cosena tuvo que
reunirse. - A potar de que se estableció que lo presidiría
el señor Presidente de la República con la ausencia de
este, se reunió igualmente y otra vez. cuando el Presiden­
te dijo que se iba a ausentar a hi estancia presidencial de
Colonia para descansar, debió suspender su viaje, y cam­
biar sus planes, parque el Ca&cna se reunió y el señor
Presidente tuvo que Integrarlo. Hay, pues, una .supedita­
ción del señor Presidente al Cosena, que ha pasado a wr.
en rule país, un nuevo poder. La Constitución establece
los Poderes Ejecutivo. Legislativo y Judicial, pero ahora
tenemos el Poder Militar. Vamos a dejarnos do paparru­
chas. y de juego trampo.-w. Hav una dictadura instalada
en el país. :on unn fachada que se llama Ruid.iberry y
cate Poder Legislativo, que no sé hasta cuando pudra se­
guir funcionando ni me Importa, porque estoy ocupando
una banca y desde ella lie venido a decir mis verdades.
• X«ierru|:ciones. Campana de ordjn.i
- Na me importa por lo s.igumnle: porque r -enm*.
en la meditta de nuestras posibilidades, que ci da uno
vuelve a su esfuerzo, a su lucha Pero si este Pa-jAmenUj
cae, nu es por culpa de los legisladores del Me'ó miento^
de Rocha", de ‘ Por la Patria" o del ‘Frente Amplio .|
Hemos hecho nuestra lucha, cada uno en ,su lugar. 8a<j»l
iMinos que *1 Frente Amplio no ii.'i dado oportunidad emn
nada para q ;v este avasalkimif uto se viniera encinvalj
nuestro y d»’ todas las iiMlihicion».'« ■unstituvionaios. Al- |
guien tmptzo a <edor. a dar («porlunida< .i a este podei |
jiiilitar jue hoy se lia desbordado. Se ha dicho muy fa- |
filmen te. abura* que «1 Ejército ya no vuelve a los cuar«|
tele*. Pímo iu;, vuelve porque se le abrió la puerta. Sh|
hubiera halado ua Fr*údente firmo, que Jiubiera hechod
¡as co.ius de otra manera» evitando 1« corrupción y Jag ífl
fraudes, el país m hubiera tenido la prcwncla *a.lvat¡Qi^ j
y mor alúa dota de lo» militares, ,
SEÑOR RODRIGUEZ CAL. - fcMc permite. *eAor le^l
aislador? 3|
SEÑOR ETCHEOOYHEÑ. — Perdón señor ic,4«lador.|
pero me saca de la improvisación y usted sabe que soy!
un mexperirnie en estas actividades. 1
Todo esto que sucede nr» lo hemos querido nosotros; ।
Estamos dando nuestra opinión Seguiremos onipandoj
nuestra han»’« diremos lo que pensamos y
.•íiempi'» nuestra pose ion. No podemos lógicamente, apdl
’ar o respaldar olnmma fuer,a mllhfi’- »roe tenga em®H
¡Meced»1 Hit fa* >r ho oiurihi -e mr¡oa# h< iiu a ¡a HfíM
»joíifll 20* (Jól Patlido (MttltmlMft -■
23*35 1
8 fl
 Son lub mismas autmidsdc.s que imtUitmi ,< I.m.s Bu
tulla, a Joaquín Kluvei, los mi.smus que calan loi luían
do, Hplli'aiiilo Iw plcaiui vlrililvá, In ci|Hichm d Muhimiti
no, son (’xuclutnrnlr los misinos; no han cambiado Es­
taría bien que los «odores militaros reflexionaran y de­
volvieran al país la tranquilidad que tanto necesita; que
combatan a la sedición como lo deben hacer, y consta
que no estamos pidiendo demencia para ella, ni ha­
ciendo un panegírico ni defendiéndola, y esto ¡o aclara­
mos para alguna persona que pueda oír mal. Declino*
que al Ejército se lo llamó para cumplir un cometido;
que io desarrolle y lo ejecute, pero que lo htga dentro
de las mínimas normas de humanidad como las hay
establecidas en cualquier parte del mundo.
N > es posible que este pms haya pagado al primer ,
plano en materia de torturas. Creo que estamos empa­
rejados con Jos panes más tremendos en cuanto a trato
inhumano a lar personas detenidas.
En una incidencia que se produjo hace jmko tiempo
en la Cantara de Diputados lecurdábamox la frase de un
ilustre hombre que perteneció al Partido Nliriona). quien
ocupaba un alto caigo administrativo en el Banco de la
República, creemos que era Presidente ; estoy hablan­
do de cuarenta años atrás , y cuando <•! golpe de Esta­
do de Terra se le quisieron Imponer determinadas con­
diciones Aquel señor dijo que no las aceptaba, míe que­
ría seguir trabajando con total libertad e independencia
y al al perder el puesto del Banco se mona de hambre,
eso era preferible a morirse de vergüenza ocupando el
cargo.
(Ocupa la Presidencia el ^eñor legislador Par Aguirrc’
Yo digo que s| para según manteniéndome y «fe­
rrándome a esta banca y esta es una cxujlc/iclón pura
aquellos diputados que se alarmaron « uiUido dije que no
me importaba esta diputación , debo hacerlo al precio
de una vergüenza, teniendo que claudicar, callar, disi­
mular hechos que están rompiendo los ojos y que no
ignora la ciudadanía del ptns aunque parecería que lo
ignoramo? nosotros en este Parlamento, en q.ie se esca­
motean algunas <-o«as y no se dicen claramente . pre­
feriría perderla.
Voy a terminal', v aiile., de haceilo voy a conceder
una Interrupción al señor diputado Rodrigue* (’al que
me la ha pedido hace unos instantes y con quien no
quiero ser desatento Tendríamos muchas rosas mas que
decir respecto de la Intervención de la justlriw militar
Los artículo»» 39. 40. 41, 43 y 45 del Codigo l enal MI
litar establecen claramente la consideración que merecen
las actitudes de eso* militare/. Dice el artículo 39 "Co­
mete insubordinación el milita el equiprado o el pri­
sionero. que quebrantare la dú'-iphna de alguna de las
maneras siguientes: V» Dejando de cumplir una orden o
intimación peraonal <1*4 superior eon manlfrataclón da
Intento d* de*db**íecer*’ üfrta ya s* dio vanas reres
en rato pttn en los últimos tiempos
El articuló 4S dice, "(brando Ja desobediencia, la irres-
peluoddatf inftiibtirdfnitelón, el motín n H rahHiófl ftit*
sen nc«m|Mtliados de csloneá, homlrídld o tentativa d#
homicidio, furia del (ano previsto rife! inciso 20 del*
artículo 51, f*1 hecho se castigará ron IR prná del drlltó
más grave, pudiendo el aumento oscilar de la mitad a
/a umdHd" otio inciiiu de eUe mismo articulo, establece:
La perdida se torna necesaria, cuando los delitos men­
cionados se cometen en »atado de atierra o en situación
de pe’igro. en cuyo ciuo se consideran atentados contra
la fuerza material del Ejercito y la Marina”.
Y el artículo 40 esUsblcce Cometen mo’in Jv> d>s
militare»:, equiparados c prisioneros que en número no
menor de cuaj.ro, prevjo concierto o sin él, cualquier»
fuere el fii. perseguido, con excepción de lo* que «e ra-
peclít^in < o el aitkuJu 43 ó^süliedezcan a «ue superiores.,
se' soorepungan m inu-icn í///r».¡xjner»e a U auiorldad
de esta, tomen luí» indaM,«narota, »
“ÓC ci i< iboí ó' per.4óuilc inrihi incitad
a tu immhm'diniu'ión.'', vu't tria
DEF. I
rROíáAO» 02 9
V el ni tirulo 43 a su ve/, dk r Cometen delito
it'heilon lo* militaras que prumuevun cualquier rnov|.J
o irnto mmadu » *v valgan m» la autoridad qu* ira pira^l
iu rl Comando, pa.n cambiar <4 rngimen rmudituclonN^
o para imjH’dir al Presidente de la República las Cá*||
muras o el Poder Judicial, el libre ejercicio de ¿us facul*W
tades. Se castiga con veinticuatro meses de prisión al
trece años de penitenciaria", J
En estos momentos se esta castigando ron das a ócís ‘
años de prisión durísima, en el Eatableelmiento de Re- ,
efusión Militar N° 1 de San José, a jóvenes brillantes de 1
dieciocho, veinte o treinta años algunos de ellos mó- -
dicoa. abogados. Ingenieros, estudiantes de medicina, de ;
abogacía. que quizás hayan actuado equivocados, o no; ,|
no estoy haciendo la defensa de elloi*- por haber reaU-«
/ado una vola oteada del Movimiento de Liberación Na- 1
clonal. c escrito con tiza ?n un muro alguna leyenda |
o por ha ver tenido conocimiento de alguna relación cor»|
Ui »edición y haberlo callado sin delatar a nadie. Pero j
no integraba el Movimiento de Liberación Nar tonal A 1
p^aar di- ello *e les ha castigado con año* de prisión
dura. Hay que conocer yo lo conozco ra el Estableci­
miento de Reclusión Militar NV 1, para «bcr que es. .
Pero sin emltargo aquí no se lleva preso a ninsun&J
de las personas que han cometido violaciones innegabtaral
v todo sigue igual como si nada hubiera sucedido WPf
Las propia* Fuerzas Armadas habían de una reçu- 1
iw rae ion del pois, de crear una murñca de la »neniad-
rao" para que todos nos conjuguemos en el esfuerao »si- 1
t: milco que noces :? a el país para calvarse Ciato que si; j
rtaro que lo necesitamos, todos tenemos que esforzarnos,
^so lo vamos a hacer y tendremos que volver a hacerlo !
n»da ver que en este país se planteen medidas oportu­
nas para sacar a este pueblo del marasmo en que xr
encuentra Pero no se lo puedo hacer cuando se sigue j
torturando y teniéndose gente presa. Si se quiere que
este pala empiece a caminal, se debe sancionar a quienes
‘nrurneron en delito, pero tratándolos romo ciudadanos
parida« por mujeres irrugUivas. y no se les ti ate como
a bestias, porque todos, i<M militare« y las esposas de los J
militares tienen hijos, como los tienen otros que sientet|¿l
la desgracia de ver a los suya; prhioneros en establecí-*'
miento« militares. No han cometido ningún delito tnbo
mendo «implemi iRe han tenido ina concepción dtatin|M
y se han jugado de manera diferente por algó en lo qwa
creyeron más fructífero para el paix f>be respetarse UÇ
vina, el derecho y la dignidad de los ciudadanos urugua^
» os Sancióneseles, téngaseles presos, pero busques« 1^
¡n muñía la unión de los u;aguayos No se siga creandojj
rate cao« tremendo de (alio y de ferocidad
Yo que conozco algo el Establecimiento MtlHai de
Reclusión N9 I de San José, digo que los mil y pico
íovenes que están allí. difícilmente puedan salir algún
día con la espcianra de reintegrarse a una lucha para
la recuperación de este piti« .<41 a (oda esa gente qti«|
<sta viviendo *•»» los cuar»*’les golpeados, martirlsadoaj|
hacinado») vejados, no se Ira tienden iai manos, no «t
1ra da wn trat/r más humano, pe?-miticndosclra su recu­
peración. rale pul* no podrá prcwraar. iwque los pm-
Meitnii iMtm «rjíucdomu» ni con tortura», ni con armas ni
«or Reitera qve te trata de muchachos jo-
venes, britlankw. oapaemi de brindar su « fuerzo y capa­
cidad, a 3ua que debemne llegar dejando de lado rivali­
dad«* transitorias y la* pasión«« de) instante, mancomu­
nándonos todos en on «fuerzo por sacar la República ■
adelanta
Tendría muchas mas sosar, (pie decir, pero temo queí
la pasión me traicione y prefloro terminar aquí mis pa» |
labras Todo lo que he dicho son verdAdes. no son cftlum- .1
niaw Emplazo a cualquiera que me esté escuchando en
rale recinto a que me desmienta o me demuestre QU3 he *
dicho una mentira Yo puedo dar todas las pruebas que
se quiera de que en este país «e sigue toiturando, vejan­
do, aplicando la picana lúcch ira, haciendo si submarino ■
y dejando gante inútil A ene precio no voto ninguna ley
qrj4? cglpCO# la« hhcvtpdfc,3. por má.s que se .numnentí' de
qué f-qÓ d !. Uh#r ó-tr -j* •/
11 itnqUIUdiid ni puu¡, l'Ao va un tiigano, < * una Uan pu
«3 ú 3 5 i
 *£*•.J!*i * *• «HmHfclanft y a eíie Parlamento, Ya,
mi'«eng.".? •T’ “’ * refllwM Por<""’ Mto >»«
y’

... iü muc a»je 4j«nnivnau de mis palabras: míen-

tía« la situación del p&h no varié, me niego totalmente
a dar mi voto afirmativo a la prórroga de la suspensión
de ¡a» garantías individúale«, * suspensión
r

h.'.U facernos y lo seguiremos haciendo hasta que no

haya variantes fundamentales en este para tan abochor­
na do y tan dolorido. aoocnor-

Concedo ahora Ja interrupción ai señor diputado Ho«

lingue/ Cai
¿Ufi....

23 ti 35

0 3 o/j0

luAUTIJEZ GALLI ¡i AL, .7ALTLR

I rat IAKTIDO l'NOCIUTA CRISTIANO

SUBeLI?3Al: hIàTRIA GRANOS»’

jt'WTA Rt «MiANOAirra ti |
(Mete de Infonnaaiéi de Deh

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Feoha de fcatpde^Z</// 0 5 *
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fa. i» OriHàE J fi 3 fi .3
 ootfjj-
mah TU e ¿ galli nal» Wal tor
R< premontante
TEMA: FUNCIONARIOS PUBLICOS CELANTEJ.TRIBUNAL EXTRAORDINARIO.
CREACION.
Sesi6n C.RR. Q marso/972
IP — Integración«de Comisione»
SEÑOR PRESIDENTE (Poz: olo). — Dése cuenta de
integración de Comisiones.
(Se lee:)
‘•Se designa para integrar la Comisión del Orden
del Dia y la Comisión Espec al de Mediación en los
Conflictos Laborables, al te ior Representante To­
rrado.
Se designa para integrar la Comisión de! Orden de!
Día al señor Representante le la Sierra.
Se designa para integrar li Comisión Especial de
Mediación en los conflictos I abonables, al señor Rc-
presentante Lópes Balestra’’.
20. — Asuntos entrad m fuera de hora
■ —Para una cuestión de ore m» tiene la palabra el
señor Diputado Turlansky.
señor TURIANSKY. — Sol cito que se dé entrada
como asunto presentado fuer» de hora» al proyecto
de ley por el cual se dispone la reposición de las tra­
bajadores estatales destituidos en el marco de las me-
didas de seguridad, iniciativa propieiada por la ban«
cada d«>l Frente Amplio.
Mi lineas generales, »tftalanos que este proyecto
reiteré el que yá fuera apruhido en la anterior Le­
gislatura. Pensamos que el pr ¡sentarlo contemplamos
la opinión de los distintos se clores políticos que en
su oportunidad dieron su voto a aquella otra inlciati-
vo. que luego, durante el receso, fue vetada por el
Poder Ejecutivo.
En estos momentos la Asamblea General considera
segurl-­
e1 tema del levantamiento de laa medidas da seguri
dad. y si es coherente consigo misma posiblemente
mañana éste se produzca. Ent mees quedará pendien­
te de solución este problema ce los traba la dores des-
tHdos precisamente en el¡ merco da dichas medidas.
SEÑOR PRESIDENTE (Pozzolo). — Se va a votar.
(Sa vota.)
—Treinta en treinta y cinco: Afirmativa.
Léase.
(Se lee:)
“Verios señores Representanlea presentan un pro­
yecto de ’ey relacionado con funcionario« destituidos
en la Adm'nístraclóD Central y Entes Autónomos".
—A te Comisión de Constitución, Código», Legisla-
clíih General y Administración.
■Texto del prorecto;) w. I
FRGCBAvO
PROYECTO DE LEY
Artículo 1* — Lm funcionarios de la AdnilnlathrcftTij
Central, de Entes Autónomos o Servicios Descentra-
olendo en cuenta razones de legalidad, de fondo o
de forma yo de evidente conveniencia pública.
El Tribunal se eomprondrá de cinco miembros de­
signados: uno por el poder Ejecutivo, uno por la c¿*-
mar* de Senadores, uno por la Cámara de Represen­
tantes, uno por la Suprema Corte de Justicia y uno
por el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
Articulo ge — Los cargos serán honorarios y para
sor miembro del Tribunal será necesario reunir laa
condiciones previstas por el Articulo 242 de la Cons­
titución.
El Tribunal fijará el procedimiento a seguir en los
asuntos sometidos a su decisión y a pedido dei intere­
sado abrirá a prueba por el término suficiente. Ac­
tuará en papel común, laa actuaciones no devenga­
rán costas y funcionará en el Palacio Legislativo. El
Presidente de la Asamblea General le proveerá el per­
sonal y útiles necesario«.
Artículo 4? El Tribuna) se constituirá dentro de
los diez días de promulgada la presente ley y nerá con­
vocado por cualquiera de sus miembros, una vez desig­
nados tres de los mismos» En su primera sesión desig­
nará su Presidente.
Los interesados, dentro de los sesenta días de la In­
tegración del Tribunal, deberán presentan« por escri­
to formulando su reclamación y articula.ido los he­
chos en $i¡e se fundan.
El Tribunal, dentro d» los sesenta días de entabla­
do el reclamo, declarará at el reclamante tiene dere­
cho a reintegrarse a su cargo. La declaración w adop­
tará por tres votos contarme» y causará esCdo.
Articula ge — RexueKá por el Tribunal favorable-
nn nte la reclamación del funcionario, la comunicará
d instituto al cual pertenecía, el que deberá reinte­
grarlo a su cargo en un plazo de diez dias, reconocerle
su antigüedad y abonarle todas tai retribuciones que
’** hub‘eran correspondido desde el momento de su
destitución a la fecha de su reintegro.
Artículo <v — El fallo del Tribuna! Extraordinario
no obstaiá a te prosecución de las acciones interpues­
tas ante el Tribunal de ty Contencioso Administrativo.
Articulo 7« — A partir de la promulgación ele la
presente ley los funcionarios destituidof a que hace
H P réñela el artículo l9 serán reintegrados en forma
provisional, con el sueldo y demás beneilictos que co
ne.sp<indan a su grado y categoría a la techa de esta
hy, pudiendo sustituir los Organismos este reintegro
por una compensación mensual egidratente • dtofeos
sueldos y beneficios.
Articulo í9 — Comuniqúese, eta.
Montevideo, 1 de mano de 1972.
Wladimlr Turiansky, Representante por Monte­
video; Juan R. Clttrt», Represéntame por
Montevideo; Rodney Artamestei. Representan­
te por Montevideo; Jaime FHw, Representan­
te por Montevideo; Edmundo Reares Nettu,
Rrpi exentante por Montevideo; Certas Rarai-
hsr. Representante por ¡Montevideo: Caitos
«■a ._ a — _ __... _ . _ a _ a — — . ~.. i» _ . _ a_ — - a s a
1 ¿tatatos qae taayvn sido destituidos, trasladado« o san-
* por aplicación directa o Indirecta tiel de-
. cr’o dM Poder Ejscu’ivo N* 383, de 13 de junio de
1 1988 o pósterlores de Medidas Prontas de Seguridad,
i podrán recamar ante el Tribunal Extraordinario que
se crea por esta ley,
XrhettM 2é’ — Créase un fnbunaí F.xtfaordinarta
con e1 cometido de entender en las reclamaciones a
que se refiere el articulo anterior, el que tendrá la
facultad de resolver la rettltndóa <to! funcionarlo, teg
... -■....... -'I-I . ........... . .1...—.»N
EXPOSICION DE MOTIVOS
En la anterior Legislatura fue aprobado, por ambas
Cámaras, un proyecto de ley para la reposición de
los trabajadores estatales destituidos por aplicación
directa o indirecta de las medidas prontas de se­
gundad.
Esta iniciativa, que instituye un Tribunal Extraor>
diñarlo y q,ue dispone asimismo el reintegro provisio­
nal de los trabajadores destituidos, —o la sustitución
por el Organismo respectivo de ese reintegro, por una
compensaciór mensual equivalente al sueldo—, fue ve­
tada por el Poder Ejecutivo al tórne Ino del periodo, no
habiente logrado quórum la Asamblea General, en el
plazo fijado por la Constitución, para levantar el re­
ceso y considerar las observaciones interpuestas.
Si bien la posición de nuestro sector es clara y no­
toria en cuanto a promover la reposición lisa y lla­
na de los trabajadores destituidos, creemos que el pro­
yecto mencionado constituye una fórmula transac-
cional aceptable, que repara una de las consecuencias
más injustas de la aplicación discrecional y arbitra­
rias de las medidas de seguridad, y que por tal con­
tó con el voto afirmativo oe legisladores de loe mas
diversos sector«« políticos. Es de hacer notar que el
proyecto de referencia, aun cuando sufrió modifica­
ciones en Sala, tuvo su origen en la Comisión de Cons­
tó ación y Legislación, integrada con Previsión de la
Cámara de Senadores.
Creemos que no corresponde la observación de in-
constitucionalidad planteada por el anterior Poder
Ejecutivo.
No solo porque es competencia cíe la Asamblea Ge­
neral establecer tribunales (Articulo 88 de la Consti­
tución), sino porque, además en forma expresa el Ar­
tículo 65 de la Constitución establece en su inciso 2*
que "en los servicios públicos administrados directa­
mente o por concesionailos, la ley podrá disponer la
formación de órganos competentes para entender en
las desinteligencias entre las autoridades de los ser­
vicios y sus empleados y obreros". En cuanto a la es­
fera de competencia del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo, la ley a que estamos haciendo refe­
rencia establece en su Artículo 6? precisamente que
los fallos del Tribunal Extraordinario no cbstmán a
la prosecución de las acciones interpuestas ante el
citado Tribunal.
Por todo lo expuesto, y por tratarse de un proble­
ma de hondo contenido social, que requiere una ur­
gente solución replanteamos como proyecto de ley el
que ya fuera aprobado por la anterior Legislatura, y
que hemos comentado en la presente exposición de
motivos,
fiólo hemos introducido una modificación de car
rácter forma] en el Artículo 1<* a los efectos de preci­
sar mejor ios casoti sobre los que entenderá el Tribu­
nal, El proyecto original establecía "funcionarlos des-
titidos o declarados cesantes’1. La nueva redacción
que proponemos es "funcionarlos destituidos, trasla
dados o sancionados". En correspondencia con esta
modificación, se incluye la denominación "destitui­
dos" para determinar los funcionarios a los que hace
referencia el Articulo 7?,
Montevideo, 8 de marzo de li *72.
Wladtanlr Tartansky, Representante por Monie
video: lean R. diente. Repr¿sentante por
Montevideo: Bedney Artomendl, Represen­
tante por Montevideo; Jalase Pérez, Represen­
tante por Montevideo; Edmunde Soarvs Netto,
Representante por Montevideo; Cari«. Barai-
bar, Representante pw Montevideo; Carlos
Tt xclra, Representante por Salto- Sebastláft
Fhzelre. Representante por Payaandd; Daniel
Sosa Días, Representante por Montevideo;
Iluso Batalla, Representante par Montevideo;
Fernando Elichlrtgoity, Representante por
Montevideo; Welter Martínez Gallfcud, Repre-
m’p tanta [wr Montevideo- Aaten o W, Sata^M^
v> ■''■-o’APta; ¿stoe Fawd,
sewtbriwe prr M^n’evldeo; Ariel IHa* Repre- >
armante por Sortano; F’víán Trías, Repte- 1
% sentante por Montevideo*« *?£*•*/« ■»
.1 —.
Texélra, Representante por Salto; Sebastián
Elizeire, Representante por Paysandú; Daniel
Sosa Días, Representante por Montevideo;
Hugo Batalla, Representante por Montevideo;
Fernando EÜchlrigoity, Representante por
Montevideo; Walter Martines Gallina!, Re
presentante por Montevideo; Antonio M. Sa-
rachó, Representante por Colonia; Luto
Imas, Representante por Montevideo; Ariel
Días, Representante por Sor Ir no; Vivián
Trias, Representante por Montevideo”.
21. — Repartido de un proyecto
SEÑOR ARI8MENDI. -- P do la palabra.
SEÑOR PRESIDENTE (Pololo), -- Tiene Ja pala
bra el señor Diputado.
3EÑOR ARISMENDI. - Me clono para que se repar-
ta.
SEÑOR PRESIDENTE (Pozüofo). Se va a votar el
repartido del proyecto.
(Se vota.)
—Treinta y dos en treinta y cinco: Afirmativa.
22. — Rectificación de trámite
SEÑOR TURIANföCY, — fido la palabra.
SEÑOR PRESIDENTE (Po aedo). — Tiene la pala
tra el señor Diputado.
SEÑOR TURIANSKY. — 1 tote proyecto se originó
en la Comisión de Legisiació a del Trabajo de la cá­
mara de Diputados, Se tratu de un problema típico
de legislación laboral, por 1c cual solicitamos que el
proyecto sea enviado a esa comisión, la. que, en todo
caso, podría ser integrada :on miembros de la de
Constitución, Códigos, Legis ación General y Admj
nistraclón.
SEÑOR PRESIDENTE ü’oaolo). — En discusión
Si no se hace uso de ta p datara, se va a votar.
(Se vota.)
—Treinta en treinta y doi: Afirmativa.
23. — Aplicación de ta Ley N* 12.981. Ptaao a
ta Comisión de Hádenla pera expedirse
Existo en la Mesa una mqeión presentada por va<
rioi legislado artido Nacional.
Léase.
(So lee: oí
"Moclonani ue la Comisión de Hacienda, en
el plazo de treinta días, se •xpida sobre las solncío*
ñas (legislativas o dé reorcenamiento adrnlnlstrrtí*
vufinanciero» definitivas a adoptarse para hacer
efectiva la Ley N9 13.981, d' P de julio de 187!, so­
bre consolidación de deudas.
Uruguay Tourné, Héc|<tor Goñi, Martin Boada»
Antonio Amorós y Nfehon Coussín**.
En discusión.
¿ ¿ j J £¡ *
 MARTINEZ GALL1NAU Wal t>r

Kopre sen tan te

TEMA: DECLARACION RESPUESTA PODER EJECUTIVO PEDIDO INFORMES

PRISION EX-LEGISLADOR Artel COLLAZO.

Sesión C.RR. U abril/97«

SHHOR PRESIDENTE (Gutiérrev Huir . 1> ue U ,

m^c.ón presentada por varice «en
ra JegUiadceta >
,«e le«:)
Ante ia rfo.pu> .«< I< Poder » ircmiv,. el pedido
.s pcftaipe« formulo do por divrr legUiM'^rea, re-
.* rsni* a la "4 tp.♦<•->»» te! ex >‘i,! L»dor du< t**r Arn I
.‘.'h/o, Li C.u.ari* < »• H« un M-ntaidea a 'lata: Que ¡
< i< '» *••!« <P P< < -i k'i-f vo ¡n>r i «/medio dei j
» , int» • ' • < >v ,.itu$4j i if»n de Pm
u'U<. vv;pi' ♦*. t *«« • » ' » « l>«dN «•»<
1»» •. »’ < •♦ • v •' «a*« Tu
llatt'oU) ! '*’»4 «-♦* «• ♦' I * *< ' *:< **««

Kfit iity LeH i*** i*»ií' ■• - I

|«dlio Fh h< a .jhr” » M «/frtf» ♦.*<
iih |v* » i» ♦ t ar»'M Aníunli) v S4i4«i u; l w«a«
Itíms; hdhiMián f Ihu ire; Día*’*
íle ia «1 h.inr. i

• ev wJai
Cuarenta y imcH »»i >i. »/< uta y >iett Afirmativa.

"j^ociniwMa; iCte.iüi-fe : caj íce

00 4 - i
 moción age
ilor la versión taquigráfica de u» palabras prómm**
ciada» en la tarde de hoy a este respecto, si en «a,?
Secreter la de Estado se sigue manteniendo la testad
por la cual se cometió esa Ilegalidad y esta lesión de
fueros contra el ex-Diputado collazo *—o sea, una ves;
terminado au mandato, confinarlo en baae a la» pa**~
labran que dijo siendo legislador—t estaríamos acep*|>
tanda Ja posibilidad de que en estos momento» ya Mh-
esté creando una oficina o un archivo especial en et¿
Ministerio del Interior, con la finalidad de registrar?
las palabras de los actuales legisladores. De ese mo*t¿
do, en el marco de osa grao ilegalidad que son las mo*J
didas prontas de seguridad —contra las cual« lumeoo
! luchado en la Asamblea General buscando su derogMK
I clón sin fecha ni plazo— el Ministerio del Interior^
en su momento, ante situaciones similar«, podrió
aplicar a los actuales legislado"*« la, eensuiw pir la¿|
■ actitudes asumidas durante au mandato legislativo^
Para prevenir males mayores y evitar que el btinisa^
terio dei Interior se convierta en ensor dol Paríame»*«
to, yo considero que las palabras vertidas en la i»rd»|
de hoy deben llegar a esa secretaria. E» imporanto]
que el Ministerio conozca claramente cuál es la
ción de defensa que asume el Parlamento, no sólo de*»
uno de sus Integrantes - que no tendría que requerir!^
defensa, porque ya fue libe rudo, y por do» jueces, y
si está detenido es sólo por la arbitrariedad del Po­
der Ejecutivo—, sino de loa derechos parlamentarlos,
que son vulnerados por esta decisión. Que esto e» asi,
aparece* confesado expresamente en la nota que el

señor Ministro Rovira enviara al señor Diputado Durán^

Matos. ;

00 5 '1
 MARTINEZ GALLINAL, WalU-r

Reproson inn t»

TEMA: PLANTEAMIENTO FUEROS RAIZ DECLARACION COMANDO GRAL.

EJERCITO ACERCA DETENIDOS PASO DE LOS TOROS,

Sesión C.RR. 11 abríl/972

' - «»a» MAIrt®ntt í-AUJWAL - tyl»ro <M»

tar algtttió« puntos coahnhlotj en una declaración del
Comando General del Ejército, acerca del problema
de unos detenidos en ¡¡»aso de los Toros, a quienes
i nosotros visitamos el a ibado 35 de marzo Los jóve-
¡ res detenidos sonEdltm Joto Báta. Leonel Llane« y
Gualberto Godoy. -s
La primera parte de* comunicado referido dice que
esos jóvenes se enea* i irán detenidos en aplicación i
de tos medida* prontos de seguridad, por encontrAr- ¡
i setos seriamente nnptta dos. Nosotros no entramos a
1 dtevtir esto último, peí que se trata de un elemento
subjetivo. El Juez de R io de los Toros, doctor Darío
^a|ae una vez sometido , esos tres jóvenes a su juris-
Phiccíón, los liberó inmediatamente, a pesar de lo cual
en tos puertas del Justado, fueron detenidos por las
fuerzas armadas i recluidos en el cuartel. Reitero que ■
el juicio del ejército es puramente subjetivo y pasa
por encima de las disposiciones de la justicia.
* Tenemos entendido, como nos dijo el abogado ac- ,
tuante —el doctor Miguel SanUni, de Durazno--, que
presento el recurso de “babeas corpus’’, que el doctor
Darío Bajac envió una nota a la Suprema Corto de -
Justicia, encarando este caso como un desacato a su
dictamen judicial.
Lo que quiero contestar son dos puntos de ese co- <
municado que tienen referencia particular al señor 1
Diputado Chenlo y a mi, que fuimos quienes visitamos !
a esos jóvenes en aquella oportunidad.
Dice que manifestaron —>se refiere a los detenl- i
do.$-*- que habían recibido una «tención correcta y
que no habían sido objeto de malos tratos. Precisa­
mente, los detenidos nos manifestaron que habían si­
do objeto de malos tratos, no por parte deb personal
del cuartel, —cuya situación es muy especial porque
muchos de «Dos son de Paso de Jos Toros y han sido
•mpcAetos de escuela e inclusive hay familiares de
» teteaídoa— sino por personas de particular que
se supone, por una serle de cameteristiefta qve perte- •
necian a la Folleto de Montevideo, | nos dijo. Iji las declaraciones .
El joven Edison Joto SAI«, de diecinueve iftoe que- I
ya había sido visto por su madre, que puedo atestí-^
¡zuar las lesiones que presentaba, tuvo le valentía dój
rolocar.se en el suelo en la posición en que había sidd 1
torturado, o sea, de rodillas y apoyando el peso del '
•uerpo jwir el pecho y los hombros sobro el borde <to *
una tina. Presentaba erosiones en ¡as rodillas, todavía ■
-Jo v.mcs d-'ez fiía/i después de haber «Ido sometido ;
a este interrogatorio tan especial y tenía un exten­
so hematoma, más o menos ovalado y de quince cen-
tonetros de extensión como consecuencia de haber
¡ Sido golpeado apoyándolo sobre una tina con agua ’
' Además» te golpeaban la cabeza sumergiéndosela en
el agua, lo retiraban tirándolo del pelo para que res- ,
pirniíi. un ikxjq, y u*i sucesivamente. De esta forma, j
4W*Matióudol0 a ptontones y manteniéndolo de rodl- 4
ja*, & mvWvMfc y osi» huras y recién dea* ;
ssvé» óe «a*w íw aJ ív&L útero- ?
*w> dbertod-, _____ ___
nDinmrcB UH jj«iibuv. x vimhuütvu uruuui iwquvjnim ¡
de fuertes dolores en la región pectoral izquierda de- I
bldo a puñetazos, que le produjeron una parcial 11-
mitaclón del movimiento del miembro superior te-
qulerdo. Nos mostró los revoques del aula del cuartel
que habían saltado a pedazos como consecuencia de
golpear con su cabeza en oportunidad de encontrarse •
arrinconado de espaldas y recibir puñetazos en la nu- '
ca y cabeza.
De modo que estos jóvenes no manifestaron que no
j habían sido objeto de malos tratos en el interior del
cuartel por su personal sino que si pero jx/r gente des •
conocida que se supone podrían ser personajes de la
Policía, de Investigaciones de Montevideo que en ese
momento se encontraban en número superior a cin­
cuenta y reconocidos por toda la población de Paso
de los Toros, entre otras características» por su mala ’
educación.
(Suena ©1 timbre indicado^ de tiempo./ ?
<
—Para terminar, quiero decir que aquí en la decía-
i ración del Comando, se expresa que “finalizada ¡a
entrevista los visitantes declararon su convencí- !
miento de la corrección de los procedimientos de las t
fuerzas actuantes. Nosotros hablamos cordlalmente J
con el señor coronel, Jefa de la Unidad, y upa despe-
! dimos en tono amistoso, como correspondía a la ur^w
' bíinldad. Inclusive, lateralmente, tocamcs diversos »
• temas; pero no debió confundir esa desjiedida ctR |
• rrecta, con que hubiéramos aceptado todo lo que él f
1 ...... —..—,—..... — ...... . ■ r
SEÑOR PRESIDENTE (Capechei. — Ha terminado
e¡ tienrno de $ue dispone el orador.
Se vg a votiur 3i se entiende que lo que plantea el
^ñor Diputado Martínez Gallinal es una cuestión de
fueros.
(So voto.)
VetfíMCUfttro cincuenta y dos ■ Ncga Uva.

23 6 36*

00 6
 MARTINEZ G ALL1NAL» Walter
Representante
TKMAî ALLANAMIENTO DOMICILIO HEÍREJENTAN TE Ariel DIAZ
Sesión C.RR. 2 mayo/97»
T . víanos a agregar un nuevo presó ___
nrbttrRTlamente a las listas que so han dado aquí: el*
funcionario de la Facultad de Humanidades .señor.
. Roberto Gílmet, quien se encuentra detenido desde el *
| 21 de abril de este año e incomunicado.
Cuando atacábamos las medidas de seguridad por ;
ser Pégales e lncy>nsl|hucionates, destacábamos que ¿
con ellas entrábamos en un terreno resbaladizo, que 1
! podía empezar desde un Comisario de barrio que pe- j
netraba en una casa rompiendo la puerta a patadas,
hasta el escuadrón de la muerte con su trágica se­
cuela, que ha sido de pública notoriedad.
En estos casos habla una cuestión de grado en la i
I cual ros íbamos empantanando cada vez mis, y lia 4
| Jlendo e! momento en que estamos ante te; raspón-j
sabihriad de te Cámara de parar este en for na d«*q
! flnitira, porque, si no, peligra sn propia sumrrtven- -
! da y te de tes Institución»» democráticas del pato. •’
En estos momentos, - sin haberse despertado la sen-.
Wlibihdad de —
---------- __ los señorea
señorea legisladores,
legisladores, hemos Hígado aa <,
hemos negado
la situación de la gota que desborda el vaso, y por lo
tanto deben volverse las cosas a sus carriles legales.
De lo contrario, habremos entrado francamente en el
camino de la desaparición del Uruguay como país li­
bre. democrático, y de cualquier posibilidad de encon­
trar soluciones pacificas a los problemas económico»
y .sociales que nos aquejan.
Anuí hay un cloro encadenamiento, que podemos ;
KCRtiir a través de las cuestiones de fueros que se han
planteado, v ha dado la casualidad de que siempre
han sido contra los Dlinitados del Frente Amplio
El ex Diputado Collazo fue encarcelado do» dina
después de haber cesado su mandato. El Comando
de Ins Fuer/ns Con tuntas n* creyó ron poderes para
censura' o juzgar a postar Inri las declara clone# e
¡deis qtp había vertido siendo Diputado. Anuí tena- ¡
m/is ya una c»'?.rft violación, una clara irregularidad,
per Jq • ue la Cámara votó la cuestión de fueros, !
aunaue tes cosas han seguido su marcha.
Cuando el señor Diputado Pérez denunciaba los
echo asesinatos del Paso Molino, que aún no han si-
do «clarados, —y esperamos que el parlamento tenga
la suficiente diligencia como pera llevar la luz sobre
ne hechos, ya que e! perte oficial es notoriamente
verosímil, dis no do un episodio de “cow boys”—
«
nos encontramos con que el Comando de las Fuerza*
Conjuntas tuvo la insolencia de dealr cine lamen labal
oue existieran fueros pe r lamentar ios detrás de loá­
ronles un Diputado pudiera escudarse para haeer *<t j
i denuncia. Ahora vemos que esa denuncia insole«,uta
time aquí, en el día de hoy, un hijo legítimo que sur
la insolencia, ya no verbal, sino de atropelle a tac
fueros parlamentarios de nuestro compañero, ef so- ’
ñor Di;/ufado Ariel Díaz, a quien hacemos llegar,
nuestra )>alabra Kolltaria en toda su extensión.
Hay una clara gradación! desde la insolencia ver- ’
bal hasta la insolencia física, atentando contra uul
parlamentario, lo que es atentar contra todo el Par­
lamento. Y todavía con el descaro de atentar contra a
una familia. Nos hace acordar un poco y añorar « su |
ver las violas enseñanzas que recibíamos en la Uní- "í
ver¿idad, cuando se nos ensenaba aquel articulo
que dice; el hogar es un sagrado inviolable, et- II
<MP. p
celera, etcétera parecería que esto habrá que l|
dejarlo en un museo, porque ha pasado a integrar el
archivo rie la mitología. Ya no existe más ni siquiera ¡
el respeto « la familia «n el Uruguay
temblón ptetitoamo* aqfo w* cuestión de
fwdóf ya que eon el sottor Diputado Chente denun* ■
clamo» las torturas a tea oiudadanoa Báte Uatted y
Godoy, dirigentes frentaamplteios de Faso de los To­
ros, y el Cunando Con,unto ww í*. tae ne-gar
que nosotros hubiésemos zonfirmiido eso* hechoai
Cuando planteamos aquí en la Caruwa te ratlftcaciójl^
4* ■*- U»‘íH44* -<!■ trqcrttifo MH
raro ia suficiente .icnsibüírfnd como para darte imé 1
portancia a ese planteamiento. J
M y •» wdo el pate en ¿Me momento tea familia* dé-
bian cuidarse cte los gutfdtanes del orden En estos
momento* los ciudadanos deben cuidaras más de te
policía y de tes Fuerzas Conjuntas que lo que antes
lo hacían de los ladrones de gallinas.
Vamos « citar un caso concreto. El Joven TvmáB
Martínez, de te localidad de Progreso, cempañero del .
Frente y profundo creyente religioso la semana pa­
sada estuvo veintidós horas en te comisarte, a dlspo- ,
sición de te Jefatura de Canciones. Vamos a expli­
car por qué, par* que te Cámara se entore.
Hite joven está enfermo y vio agravado su mal por \
la tensión nervifua que le provocaron anónimos que
; recibió en vartei oportunidades. En eDoa se decía: i
“Cristiano tupa: te damos treinta ritas para abando­
nar el Frente. Treinta días y si no baten como a los
demás, “Escuadrón Patria”.
Ei Escuadrón patria en el que voló te cusa del den- i
lista doctor Gilberto Enrique Iglesias y además ha 1
cometido distintos atentados. Nosotros los tenemes i
perfectamente individualizados: cuando sea necearlo ]
daremos los nombres, que son do conocimiento pii* i
bllco. Hoy en din no viene al caso el mencionar lea 1
nombres 1
Ese joven que recibió tes anónimos luego hizo una j
denuncia en la comisaria, a pedido de sus famiharei, J
porque veían que su estado nervioso se agravaba. ¿ Y |
qué le paró? El denunetente. agraviado, amenazado!
de muerte, sale o distribuir vetante* por la locelidadjl
de Progreso —de los cuales tenemos uno squi-*J
con otros miembros de'*te juventud dol grupdd
del Frente Amplio a! cual pertenece, en loe qfol
denuncia ser vi tuna de amenazas d*. muerte. Por lg¡d
denuncia de las amenazas de muerte, no pasa nadenri
no j?;» toman medidas; no .<e le pone guardia; no <• íg
investiga a los notorios integrantes del grupo **Psi» ¿
tria”, activistas asesino« de te localidad. Se trata <M {
un grupo de coloradores de bombas de alto podK^j
que. como ya hemos aicho, no son fabricadas en Pro- ;
gresn, sino que tienen un poder explosivo que tequio- ;
re una técnica muy especial Quiere decir que esoi.i
bombas vienen de otros lugares mucho más tmpor* ¡
tañí es Y a ese joven, por distribuir votantes en fo>
localidad de Progreso, se le detiene veintidós horas.
Muy buena razón tente nuestro compañero Ariel Dial
al decir que en este momento no hay que cuidarse
de los ladrones de gallinas ni de los asaltantes, sino ¡
de tes fuerzas del orden y los guardianes, que ten- ।
drtan que estar vigilando 1a Integridad y segundad ;
de los ciudadanos de te República
Hacemos llegar nuestra solidaridad al compañero
Ahei Dios, y «A mismo tiempo alertamos u te Cámara
nata que como tal, como Parlamento, como Poder del
Etedo, no deje pasar esta oportunidad -como la ha
dejado pasar otras vece*-- sin tomar una actitud
ciara y definida, porque esté en juego su propia «u-
merviveneía. Ewbe votar un repudio ante estos hechos
V una declaración deltailtando claramente os fueros
11
Jhel parlamento y «i legUtador. De lo c'/n2,r®r0; 8U ¡
fpons.jbilidad seré muy grande ante te
bremo» entrado también en te carato» fofo „i
/Hf-ón** (|iM* tunto clsfio ob
ijliríM hrrniMii.ia do América Latlh>» 1«-
En el Uruguay todavía tenemos acta pequéiw
uahdari que no» va quedando y eatamoé dispuestOt
defenderla, mientras sea posible. 'fe;
Esperamos que todo el Parlamento tenga M nvWUj^
sensibilidad, y esté en la minna linca._________ .
?
 MARTINEZ GALLINAI.Walter
Representan te
TEMA: SITUACION SUPLENTE CONVOCIDO, REPRESENTANTE Washington
Lennel FÜHRER.
Sesión C.RR. 5 julio/972.
- N<“ mwwM-
I xnW^r^httn nuevo día. Estamos a Jueves, a cuatro
días desde el momento en que fue convocado por este
i Cuerpo el profesor Washington Leonel Ferrei. En vir­
tud de la licencia solicitada por el aeñor Diputado
; linas, la Camera de Representantes lo convocó el lu-
! nes, pocos minutos después de la hora 17. Sin em*1
¡ Largo, sigue detenido todavía en el Departamento dfl'í
| Florida.
¡ Hace pocos instantes hemos tenido noticias tele- 1
f . c .« d* .«.us familiares. quienes, asistidos de un
jo-gidv. rom uir.fiun a! cuartel de esa ciudad, don­
de no se ¿es atendió y .se les dijo que habla orden de
, no dar noticias Quiere decir que l-i condición del
profesor Ferrer sigue fetalmente incanì biada, a pesar
de todos los pronunciamientos que ha habido al res­
pecto, La Cámara ya .ve he pronunciado a través de
distintos intermedios y de comunicaciones efectua­
das al Ministerio y a distintos niveles, a favor de un
p’azo para sduefonar este asunto, dándole una salida.
drenemos aquí el comunicado de! Ministerio de De-
fenMi Nacional, que fue leído a! inicio de esta sesión, i
en el que te expresa que visto el pronunciamiento del |
sefior Jhieí. Mihtar de Instrucción de Tercer Turno, I
•ijo cuyo conocimiento se encuentran lo» anteceden-^
s, dispuso fuera liberado el detenido, en atencióQ
a la convocatoria en cuestión. Y termina dlciendtm|
"este Ministerio, en conocimiento de la resolución!!
indicia 1, ha tomado las medidas pertinentes, a fin de1;
que sí haga efectiva dicha resolución, la que seri*,
ejecutado a Ja mayor brevedad, a jravés de Jos canaAjj
les correspondientes.” -f¡
Esto de tnayór brevedad” es un poco especial
jwrque han transcurrí Jo más de siete hora* desdi ;
____________ _ _ _________________ .. ... J
nx/ínefclo ue dejaron» de hipocresía» y ponerlo de |
mannñ sto. Nosotros no podemos entrar en este jue-
. X p°r e<,° no* vamiMi ti irlh «r.
No creemos que de parle del Poder Ejecutivo haya
habido mayor benevolencia ni nada de eso. Era su
misión cumplir con la ley. El deber del Poder Ejecu­
tivo, de la Presidencia de la República y del Ministe­
rio de Defensa Nacional, era poner en libertad al oe- ;
tenido al no encontrarse éste procesado y no haber
nada que Impidiera el ejercicio de «u derecho a in­
gresar al Parlamento.
Hay un hecho más grave aún. En estos momentos
se está va lando una Ley de Seguridad del Estado
—que ha sido votada en general y se encuentra en la
discusión particular— y la Cámara se encuentra de
hecho y de derecho deaüategrada. Quiere decir, por lo
tanto, que las resoluciones que esta cámara adopte
están viciadas de nulidad.
A toda* tas objeewn«« sobre inconstítucionalldad J
qué a esta proyecto han hecho otros compañeros, con |
mayor conocímUnto de la ciencia lurkheá, m agrega ?
un vicio muy grave; que se esta, votando por un Par­
lamento mutilado |ier la ausencia de uno de sus lo-
legrantes que aún ee encuentra detenido, ptae a to* 'i
dos los pronunciamientos al respecto. ’ '■»
Hablamos en nombre de toda la bancada del Fren- :t¡
te Amplio, considerando que subsiste la lesión de fue­
ros parlamentarios. Estamos ante un hecho de innó* i
ge ble gravedad. No vamos a entrar en antecedentes *
históricos de casa» de legisladores que lian sido de* ,
tenidos y que han (tenido ser liberados en el término $
de pocas hoios. Pero los parlamentarlos del Frente á
Amplio no podemos avilar ron nuestra presencia el
funcionamiento de un Parlamento en esta» condicio­
ne». La Cámara en estas momentos está actuando i
en condiciones de total nulidad por la falta de un 1
Diputado que debió haber sido liberado el día lunes, y I
que a jx*«ar de haberse estirado todo este procedi­
miento, llegada la comunicación del Ministerio de
Defensa Nacional & la hora 17 de hoy, su liberación
todavía no hn sido hecha efectiva.
No podemos seguir en este estado de ilegalidad Re
eí tán desconociendo ios fueros de| Piuría mentó, y
permanecer en Sala seria reconocer el al repollo qu*
to está haciendo contra la Cámara de Representan-
íes. seria algo totalmente reñido con nuestros prin­
cipios permanecer aquí discutiendo un proyecto, so­
bre el que y.i no» hemos pronunciado, que no i;e pue ­
de discutir porque el Cuerpo éstá desintegrado, ya
que falta uno de m'miembroX n pesar de haber un
dato pionunciamirnto de la Cámara, y del Poder Eje­
cutivo Rulo falta que el profesor Fgrrer tga liberado á
v sr mh gre ni Cuerpo. < " í.m
•Mu« ai el i.mbic indicador de tiempo)
• J3f estamos en el imperio de la ilegalidad, e» el j
J

I Usa
ne» «1 «efior Vara«', aia conocerlo ni tener Mio* ni
prueba», ac&an cimo jueces a ojo y a largo* klló«
^oeUoe de dfrtancia. j salido. No hay dato«; los abogados tampoco han pc^
| £1 segundo párrafo de la nota del Ministerio de
Defensa Nacional dice que e! señor Juez Militar de
; Instrucción asumió Jurisdicción de urgencia. Quiere
decir que el profesor Wàshington Leonel Ferver, que
se encontraba preso desde hace más de un mea, no
había iodo juzgado ni procesado. Esto no nos extra­
ña, porque ya en Cámara, en oportunidad de tratarse j
las medidas prontas de seguridad y el estado de gue- i
rra interno, se hicieron Innumerables denuncias so­
bre ciudadanos que permanecieron detenidos largo j
tiempo, de otros que fueron torturados, habiendo su- I
irido vejámenes, y que luego fueron liberados j
porque no tenían ninguna culpa, sin dárseles ningu-
na explicmilón. ’ una llamada telefónica, seguía detenido en dicho
En momentos en los cuales la irregularidad en ma­
tera de detenciones es algo que no <*r, la excepción,'
sino la generalidad, el raso del profesor Ferver seria
uno más entre todos los mencionados hasta «hoi«.
He trata de un Diputado convocado desde el día lu­
nes; el Ministerio de Defensa Nacional, un poco tar­
de, recién tomó nota de ello el di» 5 a las veinte ho-
ras, y a las diecisiete del día miércoles decretó su i
libertad, cosa que no se ha cumplido.
Ah>N,osotnos no vamos a decirle a todos que se retiren
Wle Rala también, porque es un problema de setjslbl-
; ildad. Los que se consideren a gusto en un parte 7160-
¡ to con noventa y ocho Diputados, y uno preso, bueno,
que sigan quedádose; a nosotros nos parece que no
r ví ¿orreepohóe hacer lo mismo, y no» vamos a Ir
m/indo rí.tflbtee/.da nuestra protesta sobre esta grave.
tn ck ulr.t idad ’>
OOÍ»
। f '■ . .......................
ver qué Vamos a hacer «fiel fttóuro, si se sigue un
procese documentado, gèo es otra cuestión <
Acá tenemos un Diputado que ’o e.s desde »d lunes
a la hora 17. que estaba detenido y que dobla haber-
, se puesto en libertad en ese momento. Esto se l a de-;
murado. Han transcurrido cincuenta y seis horas lue- '
go de proclamado Diputado, y casi ocho luego de que "
se dijera que esta tu en libertad; pero esa libertad*
existe en el papel, y no en los héchds.
| Estamos aquí como'en la ¿poca de los gobe* nado-„.
! res españoles en que se deca, "se acata, pero no se
cumple", o Jo más contemporáneo de ‘'tiene razón,
pero marchi' preso’’. Wàshington Leonel Ferrer, a(
quien su» familiares lo hrn estado esperando en la
puerta del cuartel, a quien no han podido ver. no ha¿
dldd verlo y de acuerdo a la lógica sigue detenido en
el cuartel da Florida. Eso es algo Innegable, i
¿Qué circunstancias existen para mantener esto.
t tuición? No nos interesa. Es un Diputado que está*
preso. Eso de por si es un hecho de una magnlt.ua'
tan grande que no da lugar a ninguna discusión. Te- '
nemos en estos momentos un Diputado, confinadv en
• un cuartel. No conocemos los mecanismos a havéa
do los que se mueve la Justicia militar, perú que una
rosa se haga recién al cuarto día. dcmur.tra non 1 n-
1 Htud que sobrepaga todos los extremos Ei hecho
| y verdadero es que Wàshington Idonei Forre'’. DipU-fe
indo desde el 3 de julio, .■><.• encuentra detoni lo en elq
cuartel de Florida. Hasta in hora 23 y 45 en que hubo"
cuartel. #? trate de un Diputado convocado, me n.>
tiene proceso, al que, por propia coafasión dei Mini«-
ferio de üef<m«a Nactonal. recién el miércoles de ina-,
numi consideró mu Cíum> te Justlote militar, df?npu¿4¿
de na» de un me» de confinamiento E« pn beoMg
tan tremendo que no precisa más discusión. Con eeMte
solo alcanza. Para colmo esto se enmarca en una caM
ildad de hecho« similares. No ea ninguna.excepción^
<iue una persona esté confinada sin proceso o que te|
I peguen una etiqueta sin babor ninguna prueba do^
{ ( umentada. 1
I Todo esto no nos extr.' ña, porque hemos citado
contacio con mucha genìe detenida, y luego liberada,,
sin ningún tipo de explicación. E.->le seria un <a»o iná&i
1 Hi después vienen otros datos. ¡ allá la Cámara cuan«|
do llegue esa documentación! Hasta ¿diora no haKg
proceso ní documentación. 81 no, el Ministerio djg
Defensa Nacional hubiera mandado los elementos dég
proceso, diciendo que no lo ixidía poner en libertwB
porque estaba procesado. Sin embargo, no lo estfS
.'¿ay ulte orden de liberación, pero no ha sido liberado,®
«>n ¡o* hechos. Vamos a ser objetivos y bien cia-
i ro». No vamos a juzgar a nadie ni a prejuzgar nin-
I qttí R rtCtftmf :
i For otra parte, consWératnos que el señor Presiden-"
e de la Cámara ha tenido una diligencia extrema y J
, .m» J mi movido en todos los planos haciendo todo lo ]W-
para que aquí sé cumplieran las cosas, pero los'
he< hos, para volver a decirlo en su orden cronológico,
xrt : convocación de un Diputado; Diputado que no
aparece, solicitud al Poder Ejecutivo y a! Ministerio
de Defensa Nocional; cuarenta y ocho horas después
nota del Ministerio de Delinea Nacional diciendo que
esté libertado, pero el pr.'ao no ha aparecido, y en
e*te eaoo d preso es ñadí menos que un Represen- >
tente Nacional un representante del pueblo. Mientras !
te cámara impertérrita sigue sesionando. no
temendo f,uer»te que el confinamiento en un
<• oartel de uno do sos integrante« sea un hecho para.
qx/1# mayor trtxcendtmcla. Beto «1» algo sublevante w
reo que motiva ompitamente el qua no» retiremos án
«ate. porque todo to que aé vote en este» condiciónate
■ «o «»«te _ __________ __ ____
23 6 36
 martin .-.z ;allinala w*it»r

He prosent te

TEMA? SOLICITUD DESAFUERO HKPRESENTANT« FERRER.

St» fi i f>i C.H . 5 agosto/972

23036
010
 cío y sin miedo Io.s gründe« pr< blrnwn» ’laclmude», ¡or-
que hoy detrás de ello una gi an mayoría
Me reflejo a esos dos caso« porque son ejemplos
muy nítidos, pero no dudo q ir i huya hombres que
tengan esa posición en todo.i jío< «rolorea políticos, y
sobre todo en los de1 las musa i populares.
SEÑOR FLEITAS. ¿Me permite una interrupción?
SEÑOR TRIAS Con mucho gusto, señor
Dlputado.
SEÑOR PREBIDENTE (Gut é rez Rulz). Puede
interrumpir el señor Diputadc
SEÑOR FLEITA8. — A asti nlturg. de la mañana
podría parecer un poco tonto lacer un debate sobre
este tema, pero creo que el sefcir Diputado Trías —<
quien naturalmente respeto, ce n independencia de 1m
discrepare as que podamos ten n con respecto a la po-
litica a Aef.ulr— dice una gran v‘rejad: el vacío de pe­
der se erta en la medida en que los que estamos a
cargo de la responsabilidad di i gobierno —y el error
consiste en poner el acento sé lo'en el Poder EJecutl-
vo, cuando al Poder Legislativi le corresponde un pa-
pel fundamental en la tarea— no nos damos cuenta
del momento histórico que el jais vive, con indepen-
denota de Isa culpas. El tal trror consiste -y sobre
todo en este tipo de patees suc< de muy a menudo— en
adjudicar la responsabilidad s éste o a aquel hom-
bre. a este o a aquel partido politlco No; aquí hay
un» bridad colectiva y el Parlamento creo
que está tomando conciencia »n este Periodo Legia-
lattvo de esa responsabilidad.
Es necesario en ese sentido q ue los sectores d» opo-
alción contribuyan a que esta tarea de construcción
nacional se haga en n«z y so nw todo con colubor»'
ción recíproca En In medida rn que el Parlamento,
el poder Ejecutivo y la opinión pública se dividan en
bandos y no se entiendan en un grupo común de tra­
bajo para hacer ta transform ición qur reclame el
pais, este vacio de poder se va a hacer posible, se van
■» esterilizar esfuerzos y sobre iodo se va a hacer otra
rasa: se va a dividir al pah en buenos y me los, según
el color do 1« divisa o el bun lo politico q i* tengan
Oreo, como pI señor Diputado Trias, que hombres con
con ánimo de hacer esas rosa. hay en todo» los gru-
pos políticos del país - la hom stldad está en recono-
cerlo fysí, como en cierto s«nti< lo lo está reconociendo
el señor Diputado Trías—, pin CH evidente que desde
hace muchon años en este pif se escriben las refer­
mas en el papel y no se hacen en ía práctico
Crea que hay que enfrentar de alguna manera el
problema agrario. Hoy decía a un periodista algo que
hay que terminar reconociendo Tuve la suerte de que
el me permití r po’ cargos que me hlcle-
. uí vtt *ax eos do que desde la calle. Un
Ministro de 1c s] més que ocupó el car-
go no salga (¡¡ílefidj ir oneda cabalga a lomo ■•“SEÑOR MARTINEZ O ALLI NAL.
de los novillos l' mal Ministro. La eco-
nomia del país /s eter íni da por su actividad
agropecuaria de decisiva El precio de
la moneda no esta loado por ios acto* que quie
ra cut&pUr el Ministro da Eeoi cinta, sino fundamen-
tvlwnte, w* ht «ttUtMi ta» (anadrrw* raspvclo del
valet dr suu haetanóat
Puedo decir desde ya que, e ríe, nal? veda cíe tales, fuera de un medio compulsivo decta»u que son
se está realizando y ya di m opmlón «obra el sta-
niflcado económico que tenta}- v^ a traer a corteo . cuando alguno de los testigos o el imputado no con-
plazo un alza en el precio del ganado. Lo señala ya
el hecho del aumento del pm lo de los ovinos como
consecuencia de su faena prematura para atender
una demanda forzada de carm .
Voy a agregar un hecho, en el último gobierno del
señor Pacheco, siendo Ministro de Ganadería y Agri-
cultura el señor Hordaberry -• y señalo que el señor
Bordaherry me merece el may«» • de los respeto.» como
hombre honrado y bien dtapw-i lo.
el vatamiento « f« cyinederos . «entuno» que todos
toa esfuerzo» qu» hactanM» pa a rasoivqr loa proble­
mas cambiarlos me astreitaten (ontra ta actitud pasi­
va de lo« ganaderos que no qu frían mandar au^g^-
nados a Tablada, y en ese ca o hubo que tomai aigu
nas medidas concretas, que i sie gobierno adoptó —,
e»o hay que decirlo— al en pezar su gestión.
medidas concreta» con respecto a la evasión de ga<
nado paru el Brasil. Noffotrui dependemos de la eco
notula agropecuaria, y hasta que no encontremos
elemento que nos permita qu< el poder político y
la Nación no dependen de la i .ctitud de un solo sector
este problema no podrá teñe* arreglo económico.
Esta interrupción podría s»r mucho más extensa
podría referirme, como el sefí ir Diputado Trías, al co­
mercio internacional., sobre t ido de la lana, respecte
al cual el señor Bordaberry t ene un proyecto que es­
pero lleve a cabo, poniendo t n manos de los produc­
tores la comercialización de li lana, porque el día qu«
el país ponga, como en Nueva Zelandia, en manos d<
los productores y del gobiern » la comercialización de
la lana, este país habrá ahorr ido el 20 % o vi 30
sus divisas en materia dé et mereiai izaclón de lana.
No sigo porque es tarde, pe o el lema »>e presta pa-
la muchas reflexiones y pan una tarea constructiva
etí favor de! pala
SEÑOR TRIAS. - El Fren e Amplio no está enee
nado en ningún dogmatism* i. Está dispuesto a uní
todo lo qur haya en un pro pama antiimperialista y
antirligárquico. No tenemos nás enemigos que la oli­
garquía y el imperialismo, les enemigos de la patria
y de! pueblo. Hemos propuesta i un programa y es
dispuestos a trabajar por el o por las soluciones
nos acerquen a él, como lo d jo el candidato a la pre
sldencla, General Líber Beregi il. Pero lo debemos tqnei
presente, tenemos que llenar ese vacío político que se
está formando en el pata. Le tenemos que hacer ata
cando <t fondo tas déformât Iones estructurales y ta
colonización, el hecho de que esta patria sea cada vez
meno.< patria, con una rrfdrma agraria, nacionali­
zando el comercio exterior, n letón alteando la banca y
defendiendo en forma ásper í e Intran.jtgcnte la so­
beranía nacional con respalde popular. Eli voto vnlver-
»al no es la base de la corrupción política; es la base
de loa destinos de los pueblo y la prosperidad de los
países.
Estamos dispuestos a unir t ido lo que hajá quv unir,
y de esa manera llegar pj ta »ase del poder con gran-
des soluciones, terminando p¡ ra siempre con esta oli-
garquia rapaz y vendida. 8ó o asi se disipará de los
horizontes del país los riesgo} de la dictadora, y ten­
dreinos pueblo y Fuerzas Arr ada« unidos en ta lucha
par el destino nacional
«Muy bien. Apoyados.)
SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Rula). -- Tiene la
palabra el señor Diputado Martínez Galllnal.
Voy a dar lec­
tura a una breve página de un brillante jurista ami­
go. Dice así: “Del análisis de las probanzas acumula­
das análisis critico- surge claramente que, en pri­
mer lugar, existirían testimonios que sindican al Di­
putado Ferrer como vinculado a la organización clan­
destina Pero el señor Diputado Ferrer, declarando,
por primera vez, en pleno uso de sus facultades men
falsos loe hechos que se le imputan. Es elemental,
cuerdan en sus declaraciones, que se efectúen careos.
Lo primero que habría que hacer en este caso es que
se efectúen los careos necesarios. Es decir, que se abra
una nueva instancia procesal necesaria para un co-
movimiento exacto del problema planteado. No es po­
sible que la Cámara» con ligereza, resuelva este pro­
blema, sin que agote la etapa de conocimiento. La se-;
iniplena prueba es, sin duda, una convicción del jusk
gadwr ó*** a ibwtnk* da
ruñé CtfHttúJiodo «hó# ekmtmios, tKrtr<t«pond<? «/vcluitig
las diligencias probatorias necesarias ¿mua obtener e«®
semiplena prueba. No existe, en el caso en análisis,^
ningún elemento, absolutamente ninguno, que peí mi-“
ta afirmar la existencia dei cuerpo del delito, gólng
 existen úectaracioneo atribuida* a tasugos, que ¡a* íui
mularon en un medio compulsivo, que no tienen a o.sa­
latamente ningún hecho correcto que las corrobore
Es decir que lo único que corresponde es abrir una
etapa de prueba a fin de obtener ios elementos necci-
sariu» para poder hacer una composición de los be
chos, y subsumidos ésto» en el tipo legal, recali ver »i
el Diputado cue.siioní.do lia incurrido en conducta ilí­
cita. Todo ¡o que so lia expresado en cuanto a los he
chos Imputados, debe ser rechazado, ya que el Dipo
Ludo Ferrer debe considerara® que no ha declarado y
que los testigos tampoco ¡o han hecho tíin declara­
ción del imputado, sin declaración de testigo y sin
que exisla .semiplena prueba del cuerpo del delito, no
es posible quitarle fueros a un legislador que es acu­
sado por delito grave, ajustándonos al texto del ar
Uculo 114, cuando lu iecturu del texto del articulo 03
nos lleva, sin violencia, a su aplicación al caso. Hoto
por una tozudez o una obsecuencia, puede admitirse
que Ja gestión del Ejecutivo tienda e cumplir el dere­
cho. Yo entiendo que sólo puede admitirse esta ges
tión del Ejecutivo como un ataque a un legislador,
que soto nene como explicación el deseo dei gobierno
de atacar al Parlamento, de vulnerar su independen­
cia. de ir, en íin. desprestigiando todas las Instituclo-
ne*. Este pedido de desafuero sólo puede entenderse
como un ataque, claro, univoco, al sistema de Gobier
no, atacando a uno de los Podere« del Estado, en la
persona de uno de sui integrantes, que. romo sr he
dicho, sólo tiene fueros en razón del Cuerpo que in­
tegra. Sin aceptar una Investigación a fondo en el
Parlamento, éste se despoja de sus potestades, en una
burla que repudiamos. Revisando las actas del Par­
lamento, advierto que durante tres días los mandes
militares no acataron la convocatoria dispuesta por
la Cámara de ¡representantes. El Presidente de la Cá
mara de Diputados anunció en aquella oportunidad a
la Cámara, que el propio Jefe del Poder Ejecutivo
anunció que había.decidido que el Juez Militar de Ins­
trucción que estaba en Paso de los Toros se trasladara
a Florida a interrogar a Wàshington Leonel Ferrer
Los mandos milltareíi na le hicieron caso al Presiden­
te de la República Esta es otta verdad que nadie puc
de desmentir.”
A esto debemos agregar, también como, elemento
juicio importante, el pedido de informe* iue ble
el señor Diputado Durán Matos, sobre Ja deten
del Juez militar de 2do. Turno, Capitán Azaróla,
haberse negado a tomar Intervención en los caso
que la Justicia Militar ya no tenía competencia.
Todo esto se va sumando a una serie <le atropellos
que nosotros hemos ido testimoniando a lo largo de
este difícil ano parlamentario. Hemos axil t Ido a una
degradación de las libertades públicas, producida por
concesiones en serie, una atrás de otra. PHmero fu«*$ ha del Cuartel en que había estado detenido sin pro
ron, durante oí Gobierno anterior, las medidas pron­
tas de seguridad; luego la suspensión de las garan
lias individuales; después el estado de gujrra, y fi­
nalmente todas las leyes inconstitucionales que esta
mos viviendo Todo este astado de anormalidad, que
se luí ido errando a veces ia>r complacencia o por de
bilidiid no entramos a prejuzgar los móviles que
pueden hab*r llevado a los piirlumen’íirios h votar es­
tas medidas , en los hechos ha ido configurando una
disminución cada vez mayor de las libertad«*« púbil-
cas, hasta llegar a la situación en que estamos «el nal
mente.
Entonces nosotros, que no hemos reconocido ri ad­
lado de guerra y que dentro de éste no hemos recono-
rido a la Justicia Militar, noe encontramos eyn que
hombre* como Wàshington Idonei Ferrer no sean
juagados por la Justicia Militar, como no lo fueron
«p el largo plano en que estuvieron detenidos. El se*
W Diputado Ferrer h* nr/gado recién ahora,
cuando se ha incorporado h i» cámara y ruando su
mandato estaba por cesar. A la Justicia Militar le re­
conoceríamos la posteatad de mantener la disciplina de
las FucrwaH Armada« y dé juzgar los caso« da incon­ diplomáticas. También hay personas que dísfruf
ducta de sus Integrante«. Concratemante, podría dril« £te asa impunidad en virtud da que U»s «en । acames
vi
earse a buscar y a idonilltoax frk» aaeainav de Batalla,
que a to largo de un plateo ya prolóngalo no han po- ¿
dido ser identif icados, cuando hubiera sl^lo tan fácil j
dar con sus nombren. Tampoco se ha podido identi-J
ficar a los torturadores del Cuartel de San ltaínonJ|
que nosotros denunciamos se encendían detrae de loma
acodos de El Mudo”, "El Monstruo" y 'El CabaUo' Jl
A eso» jueces no íes reconocemos competencia enf
materia civil y de libertades públicas. El caso del se­
ñor Diputado Ferrer, por lo tanto, no precisa mayor1
defensa, No vamos a asumir la defensa personal d*>
un hombre* de limpia conducía, tomo lo es Washing­
ton Leonel Ferrer. En el caso de Fíoikta, todavía jnuM
de agregarse el hecho un poco risible de que se ha ha-
blauo acá de juzgar a un hombre inclusive juzgar*
a un grupo —cuando no hay un delito consumado ene
ese departamento. Itay deeltu aciones de que uno llu-j
triaba a otro por un sobrenombre y de que uno recibida
una carta que, lu quemó o que la tiro, pero en el de^
parlamento de Florida no ha habido hechos deliciuo-1
sos en el transcurso de estos últimos meses. No sabe-j
moa que se haya denunciado la ?xislencía de arma»J
ni dr ningún episodio de tipu «ubverMvo concreto,'
real, o sea, un hecho determinado, no papelea ni car -1
tas ni chismes ni cuento». i
Washington Leonel Ferrer es profesor di» historia, y’
llene el mérito de ser de los hombres que han sabido
extraer de las disciplinas hustoricas sus conclusiones
política» actuales, o sea que es de los hombres que
desde su raíz urliguistti y americanuta han sabidij
manejar la historia con un lucido razonamiento. hmH
la lia certa cuajar en su claro pensamiento político y?
en su límpida mlili ancla actual. Esos hambres no pre*
cisan defensa. Muchos de ios que se erijan en mis fue­
res y que quizás asuman posturas de indignados ca­
lones, quisieran tener la limpieza de Washington Leoá
nel Ferrer. un hombre que en Treinta y Tres y en Flo­
rida ha sido siempre intachable, un hombre que a lo
largo de su vite na estaco siempre libre de imputa*
( iones de ladrón, o de sumariosvqur pudieran mi nchar
*.u buen nombre, su ejecutoria, «u hombría de biefK
Nos gustaría poder encontrar entre todos sus lUccel
ceñudos. la misma limpieza que tiene el imputada. De
f’errer solamente podernos decir eso Sus alumnos He*
nfak de él una profunda veneración. Hombre de c¿v
f ráster un poco retraído, la gante que lo ha tratado
^profundamente no tienen para el más que palabras di
f0ma. Eso lo p adune* palpar el día que fue líber ada
'^üáífyíu concurrió al Palmito Legislativo - i*.*; una lástf
ruíi /que ese día no haya habido se8í*>M«ile Cámara
porque asi ¡o habrían visto— acompañarlo de numÉ
roeos ciudadanos de ese departamento que se coste«
ron hasta aquí para demostrarle »u solidaridad en 1
momento de vu hberuciótf. an el momento en que w
ceso durante treinta y ocho días, sin acuración, sil
que lo interrogaran jueces militare» ni civiles.
Este estado de anormalidad es 1q que ha provocad
cuso'* como el de Ferrer. ■
No* vamos a atener, a partir de ahora, a aquello qg
decía Herrera: no discutirnos con la podredumbre, ffl
jo vamos a marcar nuestro pensamiento «obre la ni
tatividad moral de lo que pueden ser presos y librg|
Hay presos y presos, y hay libres y libren. Hay quid
está preso por defender la dignidad; los ha habidt» í
todos los ámbitos: en el político, en el religioso, en i
qromial Hemos visto destilar por nuestras ('árceles
por los campos de concentración a dirigentes sind
cales y políticos de distintos sectores de la oposictó
y a hombres de ciara aspiración cristiana que tac
bien ha sido sensibles i tas luchas populares en l
momentos actuales. En cambio, vemos que dlsfruu
no ya de libertad sino do impunidad, hombre» que ell
dieron el juicio político por violación de la Constttl
cíóri y que actualmente ocupan altos cargos diplont
ticos; hombre» que fueron corridos de su» cari’oe i
te Comuna y que actualmente desempeñan hinctag
-- tt 3 6
 Tribunal de Honor Militar que ios enjuiciaba m et-z.-» 8SHOR ANMade. — A tata altura del debate voy
condieron y archivaron. t ser sumamente breve.
Esto quiere decir que en materia de personas que
están presas y otras que están en libertad, habría mu­
cho que decir, por lo que cada caso debe ser tratado
particularmente. La circunstancia de que ufl" hombro
esté preso no significa nuda, como tampoco lo signi­
fica el hecho de que ande por la calle. Cuando anda
por la calle y lo hace en un colachata, cosa que afec­
ta al pueblo que está sufriendo, tal vez constituya la
mayor acusación; en cambio, cuando está en la cárcel
par haber tenido la cabeza en alto y no haber ocul­
tado sus ideas, tal vez constituye la mejor condeco-
ración.
Ya «e ha dicho mucho sobre el caso de Ferrer; no
queremos extendernos más sobre estos hechos. Cree-
mas la justicia habrá de prevalecer. El buen nom-
bre de un luchador del pueblo, de un luchador pa-
trloU que sabe enfrentar a la oligarquía, que sabe nu­
trirse de las raíces de la historia de la patria para en­
frentar el imperialismo, no puede quedar librado al
capricho de una asamblea parlamentaria, sobre lo que
no vamos a entrar a prejuzgar, pues habrá aljunos
que levantarán su voz indignados si decimos qui ha­
brá votos que se dan bajo la presión del ruido los
sables. Recordamos un poco aquellas cuartetas dil si­
glo pasado, en la época de Latorre, en el año terrible,
que circulaban por Montevideo cada vez que se. oían
rumores de que un coronel se iba a levantar con su
regimiento. Era aquello de "Tintín de la Arcuada, tin­ < sentido de no lesionar el prestigio poMilco del Cri?. ■J
tín del Cordón, ahí viene Fulano con su batallón". En ’ po. Ello queda demostrado i n la convocatoria qíte
tsie momento también parece que hay personas a las
cuaie¡ el ruido a lata tuerce sus voluntades. Cada uno
sabe lo que va a hacer, y no entraremos en las con
ciencias individuales.
El nomore de Ferrer está por encima de todos ios
. ulcios que pueda hacer el Parlamento en ee:o¿ mo­
mentos, 81 ésta va a ser una concesión más de las que
ya se hicieron en el caso de las medidas prontas de
seguridad, de la declaración del estado de Guerra in­
terna, de la suspensión de las garantías individuales,
ella se inscribirá entre las claudicacíoues que ha te-
tildo ede Cuerpo, que no irán más que en su propia
contra. Algún día todos esto« antecedente« pesarán,
porque quizá en horas aciagas j*c barrerá con isa úl­
timas libertades que nos van quedando, a las que no­
sotros, por nuestra parte, seguiremos aferrados.
Para nosotros el señor Diputado Feriar es un simbo
lo; representa la rebeldía oriental, la gallardía ame­
ricana; es una bandera de artlguismn, y siempre Jo
acompañaremos hasta Ihs últimas ccnsecu encías
La Cámara sabe lo que va a hacer, y »1 al sentar
te precedente se abre la portera para que luego
una cadena mucho mayor de catástrofes, burño
culpa no será nuestra. onfíkiuJ5* úñelo político puede jngiyr como mecanismo ínS-
El voto que daremos será de reaflrmución al Wm'^^njicKmal, exclusivamente par» juzgar la eondnct* 4kl
dar, de reafirmación a sus principio« y de reali biIH JU .-
ción a los derechos del Parlamento, er el cual bu?*»
es que «e díga por última vez que no ue ha aportado
ninguna prueba. Nosotros no votaremos aquí por com­
placencia, sino porque no se ha Uaídc nada positivo
que arroje la menor duda o sombra sol te la conducta
K un Diputado a quiet m pretende imputar y emú
i%r. No hay ningún heobo que peimos dar pie a ¡a
menor acusación sólida, con cierto (uidanimto
Por ello, para noiotroe el seflof Diputólo Ferrer
>ale de aquí indemne. El también podrá decir que crw-
'.i el pantano y salió con su penacho limpio ♦ inma­
ulado. Nosotros lo acompañarnos, y el Parlnmenu» ai
tentar los precedentes que pueda establecer, no ra-
wnos qué caminos puede abrir. Eso la histCTla lo di-
á más adelante Repito que juridlc'»mentí Aquí tu»
iay nada real para imputarle al *eft* Diputado Fe»
rer, y políticamente estamos ubrieno. la puerta
nales quité muy grandes para Ja República. j réponde el juicio politico, < ino haeét fonekman el
SEÑOR ANDRADE. — Pido la palabra
«RÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Rute» Tiene la , ru.oi se inicia <*l planteamien o do desafuero dei
abhlá «I señor DipiiMuto,
013*x2
Como delegado de sector <n la Comisión ae Consti
iuclón. Códigos, Legislación General y Administra
ción, quiero decir algo muy <escuetamente, aunque sea
reiterativo de muchos de losi conceptos ya vertidos.
En primer término, exprese que nuestro sector va a
votar afirmativamente el pe< Ido de desafuero del se­
ñor Diputado Ferrer.
En segundo término, quien hacer dos pequeñas con-
sideraciones en cuanto a las motivaciones que hemos
tenido en cuenta para adop‘ ar dicha resolución prl-
mero, entendemos que el crl ;erio básico para movéis
se en torné de ese asunto, e» analizar el origen y la
naturaleza de los fueros par lamentarlos.
. Al respecto
reiteramos lo que se ha dlch > y sustentado por varios
señores legisladores: ellos no son privilegio de un Di-
putado, sino que configuran in instituto que trata de
garantizar la integridad y la Independencia del Cuer-
po parlamentario.
En el caso concreto que ros ocupa, para ser bien
breve, diré que el pedido di desafuero no tiene el
propósito de menoscabar Iq Jerarquía política del
Guerpo parlamentario ni su integración. La prueba
de ello es que rá solicitud m se hace a través de un
pedldo escueto, sino que se i compaña de anteceden
«es que nos conducen a una nzonable convicción pa
ra formar una opinión si reipecto.
Segundo, creemos que hay una actitud clara en el
oportunamente se le hiciera t 1 señor legislador, cuan»
do sin dilaciones se dispuso í u libertad para posibili­
tar su ingreso a esta Cámart.
En lo que tiene que ver ton las facultades de la
Cámara y los mecanismos a seguir, si es el de deja­
fuero o el de juicio político, decimos que nos afilia
mos a que el desafuero es el Mecanismo histórico, re­
conocido sin ninguna clase di dudas, a pesar de que
cuando juega el juicio político, juega también el de-
Mfiiero. Y en cuanto a que m los artículos 93 y 114
se habla de que la Cámara c rbe decidir si hay lugar
a la formación de causa, cor »partimos la posición de
la Comisión en mayiría, en (im.ito a que el desafue­
ro tiene el significado predi o c?c que la pretensión
del juez de ceñir ni leglsladoi a uñ proceso penal de­
be venir con determinado fu ndamento y acompafia-
da de determinadas pierna de convicción.
Creo que estos extremos se >an cumplido en el caso
presente.
Finalmente, abonando y» joco la tesb ¿intentada
por el señor Preaideote de u Pomblén, Diputado fiel
án. en cuanto a que no co ^responde el mecanismo
juicio político propuesto por el señor Diputado
Bu la lia, quiero agregar una m conetderaelén primeria
Iü* miembros de un Cuerpo j or actitudes, por hechos
» por conductas antljuridicas cometidos en el ejercí*»-
cío del cargo. En el caso corneto, creo que induda-
blementc corresponde el otro mecanismo, pues la las« '
pulación, como es de notoriedad, surge por hecho»
anteriores a la toma de poscrión del cargo por parte
de! señor Diputado.
SEÑOR OLIVAR CABRERA - ¿Me permite una in-
terrupción, señor Diputado?
SEÑOR ANDRAI® — Si, s tñor Diputado
SEÑOR PRESIDENTE (Gullérrez Ruizi Puede
Interrumpir el señor Diputada
SEÑOR OLIVAR CABRERA • Yo estaba anotado
para hacer uso da la palabra, ; »ero en vista de lo «van-
rada de la hora, y como el tr ma ya ha sido debatido
exhaust!v«mente, no lo voy B hacàr. Pero deseaba
akregar que eesnpnrlo lo que
Andrade, «MnriaMMmte «b al
mrcninuno dii articule 114 di lit CoosttlwMn, por el
fri pu lado Urrer. a inicial va dtl Joes comi
23 C 3 0 4
 MHhT.NLZ GAl.|.mi..lUlt«r

Kapr»a ent»ntw

TEMA: ATENTADOS UNIVERSIDAD Y ESTUDIANTE UTU

ASESINATO EN LICEO *N° 8.

Sesión C.HH. 15 a«osto/972

7. — Solicitud de llamado a Sala ;i loe leftowi

Ministro» de Educación y Cultura, del Interior
y de defensa Nacional
■•fi

Leo.sc un pedido de interpelación llegado a la Mesa.

«He Ice i

Montevideo, 14 de agosto de 1971

yeiwr Presidente de la Cámara de Representantes
Don Hedor cnitiérres Rulas.
De acuerdo u¡ Articulo IIP de la Constl ucióo de Ha
Hrpíiblku uwiono para que se llame a Sala a lea :
Mmihlios de Educación y Cultura, del Interior y de i
Defensa Nacional, para que informen sobre loa suoe* ’
¿•os acaecidos
1*’> En la Universidad de la República el día Jueves
10 del corriente mea;
29) Asesinato del estudiante Nelson santiago Rodrí­
guez Muela del Liceo NV 8:
>9» Sobre la agresión al estudiante Daniel Homero
Cabrera on Bu leva*- Artigas y Durasno por fueiaa*
;oli«íalea
«aluda» al eefior Presidente aUmtamente,
।. y
Raqttal Cabrera 4e Geadíaeb, Representante por
Montevideo; Deeter WaHee Msriiate GeMlnal,
Represéntente por Oanelonee”*
-Re wi a vedar-
(«• vota.)

- Veinte en cuarenta y dos: jfeg-etMu

014
Ló J J Ü
 MARTIN GALLINA'^« Walter

Re)rasentante

TEMA? RAUSA.TRaBAJADORE> DETENIDOS.REINCORiORACION EMPRESA.

Solita C.RR. 3 oc tubae/?? 2

SEÑOR MARTINEZ O ALLINAL. — El domingo M

de .setiembre fueron detenidas en la localidad de ’
Montos trece personas que fueron llevadas al cuartel "
do Han Ramón, de la» cuales todavía permanecen allí „
Wtahlraton Pació, Marcos Padrón y Julia Vallejo. *
empleados de Bausa, y una funcionarla de! Hospital 1
de clínicas, Renée cruz, que estaba visitando a sus f
padres en ew localidad. 4
Deseamos ocuparnos de! problema de tro fúñelo- f|
natíos de Rausa que fueron liberados: Miguel Aniel
Haiquin, con más de veinte arios de trabajo en la em- ■
prf'. n y con mus hijos; Juan Carlos Martínez, con tres ¡
hijos y también con más de veinte años de trabajo
y la ícñor.ta Nancy Barrios, que después de estar
ocho días detenidos, habiendo sido victimas de los co­
rrespondientes vejámenes y problemas, al regresar a
la localidad de Montes portando notas firmadas por
el Jefe del cuartel de flan Ramón en las que se esta­
blece que habían sido detenidos en averiguación y
y.—..... j
' que habían sido liberados por no tener culpa alguna,
no son admitidos en la empresa Rausa en la que tra­
bajan, por considerarlos suspendidos, estando a con-
। sideración del Directorio su situación como funcio-
’ mirtos.
i Este es un caso de persecución y de notoria arbl-
l tranedad, de total injusticia, ya que los funcionarios
si faltaroj a sus tareas se debió al hecho de estar
de enidos, y trataron de reintegrarse a ellas exhi­
biendo una certificación de inculpabilidad firmada por
¡af autoridades militares.
I ¡Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras
| rea pasada al Ministerio de Trabajo y Seguridad 8o-
। « lid v a quien más corresponda. ?
i MENOR PRESIDENTE <Gutiérrez Ruin. — 8e va gd
' >< lar el tramito solicitado. ,4
<3e vota) 1
Treinta y 1I03 en treinta y seis: Afirmativa. J
...........-_______ .____ - - - - ........ .....

O 1 5 2
 MARTINEZ GALLINAL» Miliar
ASAMBLEA. GENERAL

Tamal Detenidos en Punta de Rieleo.

Sesión»17 de Febrero de 1?72

MK* MAWfttM — ¿grnfoñfh alstflor ■ '■

senador Erro, y quiero comunicar a mi vm que en el día
de ayer concurrimos a Santa Lucia para, junto con loe
compañeros de aquella lona, estudiar medidas concretas
para poner fin al secuestro de que ha sido victima el doc­
tor Ramón Legnani por parte de la Policía de Canelones
y del Poder Ejecutivo. Tenemos en nuestro poder una lis­
ta de personas de aquella localidad que fueron llevados .
con él al campo de concentración de Punca de Ríeles, a *
cuya lectura vamos a proceder, porque entendemos de •«'
importancia que se conosca asos nombres.

Junto al doctor Ramón Legnani, candidato a la In­

tendencia de Canelones por el Frente Amplio, personaje ,
indbcutido, se encuentra su colaborador directo, señor
Alberto Vaiena; y con ellos, el señor Héctor Ferretea Ra­
mos, empleado de la tabacalera; el señor Rodolfo Pies,
maestro de la Escuela Industrial, y uno de sus alumnos,
de 18 años de edad, Eduardo Chianaro, que se gana la
vida haciendo trabajos de cestería; y además ios obreros
y empleados de la fábrtcn de cateados “Beral”, señores Jo­
sé Estéves, Rogelio Alvnrett, Omar Fernándes, Joaquín TV-
xelra -- que acababa de terminar en estos día» una hnelg.s
de hambre- , y un joven de apellido Magallanes. Tam- i
blén. en el Hospital de Canelones y en carácter de inco> i
municado, está un joven de apellido Soler. 4
Quiere decir que de la ciudad de Santa Lucia hay f
once internados en el campo de concentración de Punta 1
de Rieles. No se puede negar que el Poder Ejecutivo está |
logrando un excelente promedio; y que si se agregan los i
detenidos en otras localidades, terminarán por poner un J
alambrado de púas alrededor de toda la República y de- f
clararnos a todos delincuentes. |

En cuanto a la calidad moral de los detenidos, pode-1

moa decir que las Medidas Prontas de Seguridad están 7
creando una especie de darwinismo patas para arriba o <
haciendo una selección a la inversa. Mientras se postula J
y baraja para integrar el Poder Ejecutivo los nombres“
de infidentes o de financistas fraudulentos, los mejores
hijos de la patria, los hombres honestos, capaces, ios que
tienen qulaá más patriotismo que todo el gabinete oficia­
lista de este momento, esos hombres, como el médico Leg-
nani —que es un luchador social, hijo de aquella legen­
daria figura que fue don Mateo Lmmani— sufren prisión
per haber salido eon dignidad y altivos a la defensa de
los intereses dei pueblo, sin ninguna clase de proceso le­
gal, entro las alambradas de púU do Punta de Rieles.
■oto que deetsans cotwtttuye algo qae por si mismo
identifica y elastftes M régtanen e indica también por qué
las Medidas de Seguridad no tos han levantado ni las lo-
vaataa y por qué tenemos boy apio mmíií «tote el «M

ampéMUMO-do toda una Pmmnmm parinmotrterin. MBto

MMbMMdor M «tete de 10 pdtewK “® Desierto Rojo**:
no vemos un solo legislador del Partido Colorado: han
preferido la fuga a te discusión de las Ideas. EUoh que Mu
dicen los campeones de la democracia representativa, WM|
occidentales. A ello», cuando llena el momento de dl»í
cutir, parece que las puertas les quedan chicas pura dbR
parar; disparan definitivamente de te Asamblea ChmevMg
Solamente nos queda te esperanza de que tos horntaME
que se han postulado en te campaña electoral tevantag^H
la bandera de la defensa del pueblo frente a la dtetadtiMI
nn nólo huyan un nitmun, una
electoral, nino i(Uf es iiccí><>ntlri que en el innmer.to
haya que vota) , no con p/diibnnas ni con difusiones iu-||
ridicas, sino simplemente con un si o un no, estén donde®
tienen que estar o si no, estarán donde el pueblo los jus-1
gará y re sabrá quienes son los ojwsltorea y quienes los
oficialistas.

016 ?
 MARTINEZ GALLINAI« Waltsr
Asamblea GE*X.

Tama: Malos tratos proporcionados a los detenidost

A
Dr. Iriondo, en Treinta y Tres y a otras
personas en Paso de los oros.

íi.Bión: 12, 13,14, 15, <«• M»yo 4« 1972.

tetetaha shÁSmÍl' ~ tatito: 'JMM^i2I^BF^£aSíUL ‘ VMMKaaJMK G

■ tate* wS*' eSvlRr vWFw IMBS wSfll. sNHw' Br^K
r ' •, vr .v./ -'. <” J .
n doctor Iriondo, es un acreditado mddtoo Joven <nw 1
ha ejercido con total abnegación en la humilde lotaildcd 1
de La Charqueada y actualmente en la capital del Le« W
parlamento, en la ciudad de Treinta y Tres, y no podía |
negarse a prestar asistencia a un herido que nal lo aolU
citaba. A rala de eso, lia sido procesado y aunque no ¡>0« ■•
demos documentar que ha recibido malos tratos, aun« ;
que lo presumimos, por lo menos se negó a dos compi*- T
ñeros que fueron a visitarlo la posibilidad de verla De i
modo que la duda sobre si fue o no torturada sigue
pendiente, mientras permanezca incomunicado y no pus* $
da ser visitado por sus familiares o por alguna persona &
responsable. j

Tenemos un antecedente muy clara que Jo nía os a

Mr ai señar Ministro, Hasta tí mamola m venta al

«sea pero como w ha mencionado el problema dei doctor

Iriondo, lo vamos a citar.

En oportunidad que se recordará, concurrimos a Taso

de los Toros, con el señor legislador Chente, asistido« ©> ‘
mo abogado por el compañero del Frente Amplio, ei dos- J
tor Miguel fantini, de Durazno. Entonces, a solicitud dé J¡
la madre de uno de los detenidos, vimos a tres jóvenetw
de Pumo de los Toros, que tetaban en ol cuartel de ®ta.’2
loen: Idad. Eran los jóvenes Leonel Llanos, Nelson Báta ..l
y Uualberto Uodoy. JK
Uno de ellos -Nelson BáiS— tuvo la valentía, dejan« '3®
te dei coioncl jefe del Cuartel de Paso de loa Toros, <ta |S
colocarse, ante noiotros, en la posición de tortura, artfJ- ||
dilJado, con el |)cmo del cuerpo apoyado en el pecho, con
los hombros sobre el boi de filoso de una tina metálica jí
con agua, en la que a puñetazos se le sumergía la cu- 1
beza para sacurio luego, alternativamente, tirándole de í
los pelos, mientras se le golpeaba y pateaba.

Ese joven tuvo la valentía, sabiendo que nosotros nos

litemos después y él se quedaba allí, metido en la boca
del lobo. tavo él Obraje moral, repito, de hacer esa de­
mostración.
Hicimos esa denunda asi como los matas tratos que
hablan recibido Oodoy y Lianes que no involucraban a *
militares como torturadores, sino que, aunque habían sido
cometidos e. os actos en el Cuartel do Faso de los Toros,
fueron llevados a cabo por personas de particular, éál« |¡¡
culándose, casi con un cien por ciento de seguridad, qué .te
se trataba de policías de investigaciones de MontevH>*te
deo, especializados en ene Upo de tratos para obtener te
confesiones. Calieron entonces las declaraciones que efed» te
tuó el Frente Amplio de Paso de los Toros, asi como un
Mportaje que se nos realizó en un periódico y en una j
revista y después las Fuerzas Conjuntas dijeron que no»«
otaos no hAbtamw comprobado nada y que nos habíamos
. Mo ¡x* srttaMwa _ „
Uí&H MÁ 9M MNtetlXM 'ños
ééf Córoteel dk» agenta a la» normas M
ro seguimos mantenieñlo que hablamos vtarta —
nta Que tenían en su cuerpo, como las Mcorteetonea en
tea mano? y rodillas y gruesos hematomas «n el pecha
hombros y brazos que tema Bata Por te lauta, mgabaawq
* que nos hacia» tes Fuente* j
23 6 3« *
r ur, *m'.nte el desmentido
( (Ojjindas.

DO todos tienen la grandeza de espíritu <ta”

trente a los problemas de tres mu«
chachos de los Toro». Lógicamente, en oportu
nidadas cuando áe trate de personajones muy especiales
Wf *? Mi acta« «n piate* p
M ¿Upiü lamenta por una deteruiüiada yes«
> MI
Poro cuando nosotros t
1 tueita porque te habían 4
 i mu <,M , <> in \i>b>, j.Miu ■■ huía declarada como
Nosotros queremos relacionar este episodio con el <Mt
doctor Iriondo, a raía de lo que nosotros citamos come
tina verdadera violación de derechos no sólo parlamen-
tíkÉiaá ww jndtteoL
fle tws refutó *om* médUos j no podemos admitirla
Creemos que ha quedado btófl aUro quo nosotros nos ra>
tifie niños en nuestra afirmación. Ciada W>0 tiene derecho
de creerle a quién quiera Nosotros, por ejemplo» le cree­
mos a la madre de Báli y no a otras personas que, a lo
mvior timen muchos entorchados. Nos pennlUtñdfe 11 In»
jo de creer«e a unu persona muy humilde y, SÚMEME M
OO hecho que comprubamoa. Tm

fe A lo que estamos diciendo relativo •

itMU MUMONAU - IV»

^2^12^12^
Kww M¡Sa!nX>r Ministro en e! ¡que dice que
Armada# U*n*n W actuar, y que debido a
eitOfS toman la amei’r.iiladwra y barren con todo lo
se pone por delante porque oyeron un tiro en la Igj
fue lo que llevó — y nosoiro?. io plantearnos también
un problema de ofensa a ** medicinar— al asesinato d
jown baocarió Wenceslao ¿neto, en la localidad de Fe*
ftarot
Efectúame» el ptanfdM| uénto en ef Mriawnto de
que a una persona que neftesiteba asistencia médica, en 4
cate clima qee le Itemamos de nervtoeiamo o agresividad j
de las Cuentas Armadas, M ¡e haír« aaestnado a man* W
sahra. Se bise eso <m fugar de prestarle asistencia y ha**.
Iserse actuado como siempre en ca*ow e*peeialea en
hay un enfermo mental agitado. En otros casos tóempfl
a» había prneedAdo a irduek al enfermo, sea por
mi« cr por oenw teten** esperwnda * fwdaf ibdw^rt|ij

U> dfeho por nosotros en el Mr lamentó lo rimar rn

fieedo después por umt persona eminente, el doctor Jd
Sedro Cardozo, con mayar tkor científico en la prei
e Ir* »a de un caso en eJ enrl M msdicliMi ’»m
vela distorsionada por la agresividad inrcntroia'd# 4
ha Impuesto la» Medidas Pión tas de Seguridad. Je

ondr», dr prcMurlr a un vniermo que ce le

reclama.

i \

28 0 3 G

señor Martínez oallinal. — no ‘mw &

a discutir quién ea máa veías o «man M num*«
Simplemente volvemos a decir que.^a lo mejor

"«UlmV d“nienUrto- |

un pase y yo, o cualquiera de loe compañeros en «ii ari

ae nautan» rano. .1 euartol de Tremía 1* ±! ..1
Una?oróálnm>a!^></>* l"0*10. ,u* •* el lUBM 0^ íf
una próxima sesión le mriamos al señor Minuta 2
fue a^uíi?^da lo* der9chos de un mé<Uco%ie J
us a asistir a un enfermo, metiéndolo m» «i -.i
na. que i» lo han torturkX; KS£ _*?,1
del ruaitel para ver al doctor Iriondo. Que'aa^ábraja*',.
qu» »1 no M abren, mientra. e.Wn 1» pSrtaídíl «umS »1
de Telina , Trw cerrada, para que nadíetnu^. ra1

ore ai lúe o no torturado.

De lo contrario, d hay intención da d«ia» »»a

claro, usted dé la ardan « frtttAckVSM UM. - 1-um. al®?
 MftOR MARTINEZ GALLINAL — interrumpimos
1« brillante exposición del señor legislador Michelini,
que venia aportando datos fundamentales para el escla­
recimiento de loe hechos, que ea de «aperar que le sirvan
a la Asamblea General paro convencerla de la necesidad
de terminar con ol Estado de Guerra, este estado bochor­
noso que estamos viviendo, para agregar que, en el mo­
mento en que él mencionaba, entre la lista de loa tortu­
rados con ¿afta, al doctor Iriondo de Treinta y Tres, nos '
acordamos de que el señor Ministro de Defensa Nacional
tiene una deuda con nosotros desde la tarde del viernes.
Esa tarde, dialogábamos con él sobro criterios de credi­
bilidad, o sea, sobre los criterios individuales que tiene
cada uno, respecto a creer o no una versión, un rumor
o un testimonio.

Por ejemplo, vamos a citar el caso del Paso Molino.

Entre ur< parte de las Fuerzas Conjuntas y la más ele­
mental efe las lógicas naturales que niega los hecho»,
nosotros, do acuerdo a nuestro razonamiento, le damos i
crédito a la lógica pura que niega el parta policial sobre
los asesinatos del Paso Molino.

Respecto al doctor Iriondo, deciamos que tenemos

datos muy fidedignos de que ha sido torturado salvaje­
mente, poro, desde acá a 2(15 kilómetros de distancia, |
no podemos probarlo, sino decir que hablamos recibido?
reiteradamente ese informe. En cambio, ai nosotros no5<
podíamos prooarlo, el señor Ministro tenia una barmoaa||
oportunidad de demostrar que esto era una mentira.^!
Solamente con darnos una t arta a nosotros, o a cual* II
quier médico o legislador o familiar que quisiera ir a |f
ver al doctor Iriondo, y atestiguar que no había sida«
torturado, hubiera sido suficiente para poder romper la§
clausura que pesa sobre el Cuartel de Treinta y Tres quq l
tiene sus puertas cerradas. Nosotros le dijimos al señor ..¡I
Ministro, en la madrugada del sábado, que estábamos |
dispuestos a fr a Treinta y Tres, que lo único que tenía-l
moa que hacer era recoger un pilot, porque cataba por1!
llover. 1

Al doctor Iriondo se le ha imputado haber as jtido‘1

a un guerrillero herido. Consideramos que el no lo hu- !
biera hecho se le podría imputar omisión de asistencia; ■;
y, en el peor de los casos en que se demostrara, ya sea J
por la tortura o por la confesión espontánea, o la forma j
que fuese, que el doctor Iriondo, en calidad de médico
integraba el grupo guerrillero, le seguiríamos mante­
niendo nuestro más absoluto y total respeto, poniéndolo,
entonces, en ei plano de aquellos eminentes hombrea de
te medicina y te política nacional, dé loa cuales aprm»

dimos sus nombres, desde niños. Entre ellos, citamos a

los doctoree Vidal y Fuentes, Alfonso Laman, y Arturo
Lussich, que fueron médicos drl Ejército Revolucionaste^
de Aparicio Sara vía, o aquel loctor Fleurls, que emikW
üvamente, Luis Alberto de Herrera cita en su maravL|
lioso libro “Por la Patria*', Q.ue espero el Parlamento 1
reedite en su Centenario. En él, Herrera contaba que |
este médico recorría las primeras lineas de batalla enl
el campo do lies Arcóles, llevando, apretado bajo taM|
péiegos, su escaao y pobre arsenal terapéutico da caJÍk*]|
paita. <1
Por lo tanto, pondríamos al doctor Iriondo, en iifi|
plan de e; os médicos revolucionarios y sacrificados aiM
luego han merecido el bien de la República .
23036
Vamos a citar otro caso, para blancos y cotarad4M¡3
porque es d.gno de que sea conocido. Lo ponemos a ciMSWS
ta —lo decimos con alegría— de la hidalguía de don JoteP^
Balite y Ordóflez, 1

Es público y notorio que en circunstancias en que el

doctor Morelli, de filiación nacionalista, se escapó de
las cárceles dé Montevideo donde lo tenía la policía,
don Jote Batlle y Ordóflez se alegró públicamente —no
diremos qué hizo la vista gorda, pero comentó con
beneplácito— de que pudiera incorporarse, de esta for­
ma. a los campos revotaeioeartoé a cumplir su elisión
sanitaria.
o«- «» ¿«i doctor ¡riendo estamos a la espera j
 de ese salvoconducto, para que cualquier persona i*>,¡
ponsablo pueda ir a verlo y desmentir que no fue tor*
turado, Jo cual nosotros ponemos muy oo duda.

También deseamos hacerle una pregunto concreto

señor Ministro de Defenea Nacional, que ya ao>to
efectuado cuando hablábamos de creer o no. Cu
hemos afirmado, como médicos y legisladores que
comprobad» torturas físicas en los cuerpo» de loo
tenido« de Paso de los Toroa, quiero que el señor
nistro conteste si cree que nosotros mentimos o dertnMg.
la verdad, nada más qug para saber qué criterio so*,
tonta; después, nosotras aplicaremos loa que c
razonable»,
Víanos a hacer un breve comentario sobre lo ex-
jMti. j n-/r el señor legislador Gutiérrez Rute, cuando
Sgrolerto « ¡a psicología del torturador.
bajear las viejas
páginas de l , ¿----- »*** FJJ’ig
;ortura —<■« intereeanto que^MI i k—
de or í niales, de criollos» ni dé gad . B1 gatodttfc, Sflfw
<1 moiiK nto de pasión, o de lucha, se lanceaba sin asco.»
Am o unió entre Chiquito y Munte; se lanceó el Coronel^
<ip Tacuarembó, con Fidelis; se lanceó Pamr!*:J|
lió o ion Gil Aguírre; y Goyo Suárei con Timoteo AptW|
rie io.
, •« hmv el oriental, el gaucho, no
en que
erosldad nativa y «o dejó arrastrar í
W ^.ón, no fue torturador «¡no, sim- ’
píemohto, <í|htllN^ terminaba con el ene-
migo.
La tortura la trajeron acá toé ggrbtoados
drJ v ñor Pacheco y de su policía a
w,l, con MHriono ron peritos entran)
lii tor’iirn nb <•« orienta! n» de) gaucho; C* Üí
cliid Iíp < HiiK’iitc foiáneu, traída aquí pop Si
Pl into Atoro.
i
(¿in tuí >r J bráT al gawíiO de 11
«ombra de tor-urador. Se le tildar
qpízús, de s nguinario, en
jjUtiás manch:) mis
ese tipo de

Y quiero agregar, ahora que se ha nombra

lista de detenidos,...
23 ü 3 0

SEÑOR MARTINEZ OALLINAL. ..'<(^.^$£¿>*1

tu oso Rivera recomendó el secuestro del hito* da udoAí é
i?Hn»°i?andanteí br5«íleftos para usarlo como rehén po- i
lítlco. Fue un episodio que no se llegó a concretar. En *
«aÍLl CTP° exHten, ^'’tintos tipos de lucha; no entramos
a eso, sino que estarna' hablando sobre el episodio da

Que en ^o* gobierno» surgidos a

deJ *orane? y anticrlollo Pacheco —que ahora
ha podido dar rienda suelta, al fin; a su vacación de
Marqués europeo en el extranjero— que se persiga a
los cantores populares de Ja línea de Bartolomé Hidalgo
a aquellos que cantan opinando. • ’

Recuerdo que Hidalgo tiene unos versos donde ex-

proM que roba un gancho y es ladrón y luego sigue di-
nu«dv<.nX\yeC4Í qUl_e<Vuví^r? Pr*diolendo los tiempos j
que vendrían después con Peirano Fació— que cuando
robaba un oligarca venía un enredo de luscas pero la
mosca no aparecía.

exl™Aa’ di«°. a«« • esos anticrioUoe del

pacheqularno no les guste y le tengan odio a los cantofes
populares. Después de Viglletti, ha desaparecido de la
Dáteoste* I>Ub ca otro canlor popular, criollo, Rodolfo *

PRC
 SEÑOB'MÁ^
tervención, agradeciendo al señor legislador MiehsdtaL
que podrá seguir con su exposición tan documentada*
agpraaando que queda pendiente nuealra UtearogaeteL

al señor Ministro de Detona* Nacional respecto a la po­

sibilidad da poder concurrir * visitar *1 doctor Irtoadb*
y a si cree o no lo que manifestamos con respecto * ”
los presos de Paso de los Toros.

SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. —

Le haré llegar una respuesta.

SEÑOR MARTINES GALLINAL. — Estamos en te

misma situación que el viernes.

A propósito del doctor Iriondo quiero citar otro

caso, ya oue estábamos hablando de médicos del tiempo
de Saravla, de persecución ideológica, no sé si a la
medicina, o a un sector profesional, en fin, no se en
donde se le puede encasillar,

Personas que me merecen total confianza, me han

manifestado que en un procedimiento policial de hace
poco tiempo realizado en el Hospital Evangélico, se entró
expresamente a los archivos. ¿Qué buscaba la policía?
No buscaban remedios, ni un hospital de campaña ni
tupamaros, sino que fueron a los viejos ficheros del
hospital y buscaron la historia clínica de un hombre de
campo fallecido hacía dos años, don Victoriano Sendic,
padre de Raúl Sendic, y tomaron nota, expresamente,
de los médicos que lo habían atendido en su lecho de
muerta ¿Con qué fin hicieron eso «cerca de los médicos
que habían atendido a ese persona? No lo sabemos. Pero
es bueno que se sepa para que se vea 1a mezquindad
y pequefte* con que, a veces, se manejan las investiga«
cionee en este país y en este momento.

Muchas gracias, señor legislador Michelini.

02 1 . 3y
 y\RTr:EZ lATUNAL, Valter
As.v-! lea ’ral.

Tema: Moción ara a na declare íTAve "

ur ente la moción por la c> al se
decreta la libertad de 9? detenidos
bajo la» Medida» Pronta» de >ecridad.

Sesión: 13, 14 y 15 de Mayo de 1972.

. “ • . | ¡< Ja’ '■ ‘ f t- 1 ¡W ■ ’ '>

MMB mÍK©ÍBrtl'ItiW'W meiiónW'W» "i
den presentada a laMeea. i
(Se Ice:) $
“Proponemos que la Asamblea General decíale grave
y urgente la moción por la cual se decreta la libertad
<9e loe noventa y dos detenidos bajo el amparo de las Me­
didas Prontas de Seguridad.
Luis Imás. Enrique ÍU Erro. Jaime PAre». Isidoro

Día». A. Francisco Rodrigues Camueso. Sebastián

EUselro. Daniel Sosa Días y Juan Pablo Terra’’. _ ¿

2* 5 j (¡
02 2
 MÄRTT»rEZ GAJ LINAU Walter
Asa ! lea
Tama: Gravea consecuencias de las
erce^oi 'nal^w
Sesión; P9 y 30 de Mayi de 19'2,
~ M5R0R MARTINEZ GAIXINAL. — Todo lo «<M W
ha Ido diciendo en la Asamblea General, lo que hemos es­
cuchado en ia Córnuia de Diputado» y en el Senado y Ib
que hemos oido por versiones directas do personas qud
han sufrido las consecuencias de las medidas excepcionales
lo resumiríamos diciendo que este estado de guerra quo j
votó la Asamblea General en fecha anterior y que en este
momento se quiere reiterar, ha sufrido deformaciones mons­
truosas en dos sentidos distintos, a cual de ellos más grave*
En primer lugar, me voy a referir a lo personal. He­
mos visto que se ha pasado por encima do la dignidad
de Ja persona humana, que se ha lesionado la integridad
física y que se ha vulnerado el patrimonio de personas
perseguidas. En segundo término, en el ¡daño, no ya de lo
personal y lo familiar, sino de lo político, ha habido una
desviación que ha convertido a esta guerra auliNlenoml-
Mda “antisedíeioM" en un gigantesco movimiento de per­
secución politice, por ahora fundamentalmente contra el
Frente Amplio, pero quién sabe si después, cuando un pro­
ceso de gorilización que no podamos detener se afiance
mis en nuestro país, no golpearé también a todos los
sectores dirigentes que no acaten fielmente las directivas
del oficialismo. También ha habido persecución ideológica,
con algunos matices de persecución religiosa y, en algunos
caso«, persecución dé tipo sindical.
Todos los hechos que se puedan mencionar -ya sean
torturas, encajnxhamientos, desvalijamiento de casas, ame­
naza a los ciudadanos-» encuadran en estos los tipos de
desviaciones que ha tomado la guerra. La desviación ha­
da borrar los vestigios de dignidad e integridad física per- :
social y 1a desviación de convertir a la guerra en una gl- |
ganteaca maniobra de persecución ideológica.
Para no agrandar mucho las cocea rey a menchmar
aquí, dentro del mareo que chibamos, hechos que no han
sido mencionadas y que maraca ser ecesigaadoa <n la Asam-
bles General Vamos a envasar, tundanMntabnente,. por
un caso que hemos vivido por haber estado en contacto
con los presos -algunos de eUce los cnoocíanxNi desde
antes—, con loe liberados y oou mis familiares.
En la localidad del Sauce se detuvo en k» primeros i
días de junio, primero a tres hermanas de nombre María,
María Carmen y Anita Carbejal CoUa, una de lee cuales ,
fue desnudada y baldeada en un patio mientras estaba en- «|
capuchada. Posteriurnente fueron detenidos —no vamos a .
contar los que han sido liberados— M día 13 de junio, el
obrero gráfico Hugo Jurado, el estudiante de magisterio
Alfredo Losa, Julio Lupi, Mario Delgado, Roque Martlno y
la joven Lilián Loperena. Junto con ellos fu» detenida una
23 «30*
ral.
'ed.das
joven cuyas torturas vtMN Í’atfrtf, taetor de diedtete
años y de nombre Amparo Alonso. ,
Hoy se habló del problema de los menores detenidos y j
que eran apartados dq la jurisdicción judicial natural, que
es el juez ue menores. En el departamento de Canciones
conocemos dos casos. En Las Piedras, José Ignacio Erran-
donen, de diecisiete anos de edad, está preso desde el 6
do junio y sus lamiiiaics no suben nada de él. Se encuen­
tra posiblemente en poder ue las Fuerzas Conjuntas, pero
no hay ningún dato olicial sobre ello. La otra menor de
diecisiete anua de edad, también, apresada por las Fuerzas
Conjuntas de Ja localidad del Sauce, es Amparo Alonso,
Fue liberada a ion siete días de estar detenida, en 1« no­
che del id de junio, en vísperas de que aquella localidad
ue api estaba a tostéjar ia lecha del natalicio del fundador
de nuestra nacionalidad. Con ella se estuvo a punto de qué J
ocurriera un cuso muy similar al de lee torturadores con 1
el doctor MéboJ Bonilla. Esta joven, qué es do salud pro- $
caria, estudiante de Preparatorios de Medicina en la clu- *3
dad de Canelones, fue liberada porque perdió el conocimien- |
to y guiño un principio de parálisis facial y de ios mlen> 1
broa, seguida de una intensa crisis nerviosa. Llevada a 11 f
enfermería no se logró hacerla reaccionar en el tiempo ¿
debido. Al hablar con ella hicimos un poco retroactiva» |
mente el diagnóstico de lo que había sufrido, aparta dé ?
la crisis nerviosa: fue una intensa con contractura para- |
i izan le de los miembros inferiores y una parálisis facial J
del tipo de los que en medicina se llaman —perdóneseme 1
el taimazgi?— ’'a fngore”, lo que lúe provocado por su- Ü $
msrguie ia cabeza en agua. La joven se encontraba to- .al
taimente desnuda, después de haber recibido plantones de >
doce lloras en el patio de la unidad en que estuvo recluida, J
I que no se sube a ciencia cierta cuál fue, pero presumí- *<
bien ten le no huya siüo en Montevideo. Quedaría entonces *
< la posibilidad de que se timara del Cuartel de San Re- a
mon. Desnuda, lúe turnada por un torturador di los bra- *
; y por uüo de los pies; y obvio algunos detalles- obsco» |
nía que no vamos a narrar aquí por rutones e tementalM •«
f dé buen gusto. ¿>e le sumergió la cabeza varias veces en k
í agua iría, teniendo los ojos vendados con un paño, sien- >
f do ameuttzuua varias veces de violación. En esas momen- ¿
tos suliio la parálisis facial y la pta-áiisis coatracturanto i
de miembros inte riores a que me rotería. Los torturado- |.
res eran tras y llamaban entre edus, no por sus nom- |
toas — ya que este tipo de degenerados posiblemente ni .1
nombras tengan, poique quizás sus propios luminares se 1
avergonzarían ue súber que su upelliuu lo lleva gente dé
esa colana—, sino por los apodos de “el Mudo", “el Ca- w
bailo" y "el Monstruo", Cuando la joven estaba resupo- ®
réndense en la enfermería y por miedo tul vez de que ese Ta A
accidente pasara a mayores, sintió que decían; "la cin- 1
cuento se va"; "el Mudo se pasó". Y a lus {>ocas horas se í
encontró de vuelta en la Comisaria del Sauce. En la en- |
fennerla del cuartel fue bien tratada y se hizo todo lo 1
punible por recuperarla.
Fue sometida también a todo tipo de torturas sicoló­
gicas. Por ejemplo, en el momento en quo iba a comer
Ja magra ración que se daba 00 eró coarte!, venía una do
esas personas, la tacaba por la espalda y decía al roldado
que reían tía la comida: “A ésta no, porque esta noche le
toca ir al sótano", dándole a entender que seria nueva*
• mente sometida a una sesión de torturas.
- A a cloncIri 'cToR^'qnS“!« Joven Lilián Lo|>erena
fue sometida a torturas similares. Pero una de las cosca
más denigrantes de esto es que antes de ser liberada^.,
fue obligada a firmar un documento en ai quo eoRSrótol
no haber recibido malos tratos y que se le devolvía sus
¡ Oféetos personales, 1c ciirI fue verdad. Además se com-
yromttto a ni/tificar en la Comisaria cualquier cambio do É '■
tomleílto qué efectuara. Es decir, que al haber firmado y
Osé jróMi de diecisiete ahM, torturada en forma brutal, con í
Oomesuencta para su salud que alarmaron a los propios
IseturadiHNM, y ai hacer nosotros la denuncia, si estuviera
yowente el setor Ministro de Defensa Nacional, a lo mejor
Meaba del botoiito un pspelito firmado por la menor Am­
paro Alonso, demostrándonos que evidentemente no había
rseibido torturas, sino el mée pléddo trato en ese cuartel»
Esto también se repite en los demás casos, porque to-
dM las personas de Jas cuales tenemos noCkta wtaNk
, ■_ ............... . . .uX
23 Ö 3$
 mente, hayan recibido el trato que hayan recibido, debie­
ron firmar documentos do tipo similar.
El profesor del Lic'ñ» del Sauce, señor Gustavo Dans,
residente en Alunievideo, fue torturado en el Batallón Fio*
ridu, mientras su esposa y su hijito de un ines quedaban
como rehenes en la Jefatura de Policía de Montevideo,
Le quedaron mineas de quemaduras en las manos y en
los antebrazos y lesiones .le golpes. A los cinco días fue
liberado sin explicaciones. También lúe sumergdio en el
agua, en este caso con la variante de que Jo fue atado a
una tabla.
Como decíamos, en estos casos todas ¡as personas han
firmado documentos en Jos que declaran no haber recibido
malo* tratos. A veces ha sido quizás más denigrante la
puesta en libertad que el propio encarcelamiento y el tra­
tamiento recibido por el detenido. Hace poco hablamos
con un conceptuado vecino del Tula, peluquero do esa
localidad: don Florencio. Curbelo, hombre de antigua rai­
gambre herrerista. Estuvo ocho días en poder de las Fuer*
zas Conjuntas y sujionv, por una serie de características,
no haber estado alojado en un cuartel, sino aparentemente
en un casa de campo, cuya ubicación, lógicamente, por ha­
ber estado siempre encapuchado, no puede establecer. Don
Florencio Curbelo, ai sor ti’asladado en un camión, vio
cúnj^su hija de doce años - que venía por la carretera
de^Bi Ramón a Jala en bicicleta desde la chacra de sus
abuelos — era encañonada con ametralladora y obligada a
subir a) camión donde estaba su padre, para acompañar­
lo a un allanamiento que se iba u hact r en su cusa.
Esta persona fue obligada a firmar el documento, no
al ser liberada, sino al ser arrestada - pd que sobre esto
hay variantes y muchos matices—, sufrió golpes, patadas,
puñetazos y ni que iiablar del encapuchamlento, fmrque
se lo han aplicado al ciento por ciento de los detenidos
con los que hemos hablado en Jos últimos meses. Ha sido
un procedimiento general, aplicado a todos, como lo era
ej sambenito en el tiempo de la Lnquisiciór«.
Este hombre fue liberado en una forma que nosotros
reputamos como realmente insolente, insultante, y total­
mente lesiva para la dignidad humana. A los ocho días,
después de haber sufrido todas esas viséis!tude*, le tacan
la capucha y se encuentra, a las d<*s de Ja mañana, en
una noche irla de invierno, <n mangan de caminé y sin
un peso en el toldillo, on el Prado de la ciudad de Mon­
tevideo, a largas leguas de su (»isa, y sin medio» fiara
volver.
hombre fue liberado es porque nt» terna culpa*
y si no tenia culpa* U lumia vejatoria de liberarlo óptica
simplemente no ya vn ínb-nto de castigo o de interr'/ga-
cíón, sino cí deseo mojlxs^i de convertir ¡a ifíft orientales
dignos en algo así como trepo» de piso. Pero no k» Im-
brán de conseguir, y en este caso, este» hombre valiente
c indoblegable, lo primero que hizo al ilegar a su casa,
con los ¡xx'os ahorros que tenía, fue a comprarla emooSo
nado un regulo a su hija de doce año«, por la entereza
que habla tenido ni enfrcntinse a las nmctridiadoraM, y
ai haber encarado con total valentía ahi si de niño uru­
guayo- todas las vicisitudes del allanamientu de su <uu»a
familiar,
Vamos a dar otros nombres do detenidos, ampliando
la nómina quo hornos proporcionado en otras oportuni­
dades.
Con respecto a los balnearioH dv Canelones, pixhjmo»
ampliar la lista de gente de Salinas que liemos dudo en
una. sesión de la Cámara de Represen!antes, con vario«
maestros de Parque del Plata y de Jai Floresta, todo»
ellos, lógicamente, con su correspondiente capucha y sin
su respectivo proceso Teresa Bidegaln, Octavio JZpcz, HJJ-
da Durán d<? González, Ernesto Murro, Cristina González
de Murro, y el señor Alberto Casas Cu Izada, apellido este
que si acá hay hombres del Partido Nacional H quiene»
la »qubiq iMííáléMty mu h« hMin i»t‘rdur 1« »«*'
iw>nx, aign tes dirá.
/DÍP L\
I X3- i
■ ' Inou'.AOty q2
En este proceso de agresividad generalizada en que
' ivimos, vamos a agregar una persona más a la lista <te
* ictimas inocentes, y aunque esta se salvo de la muerte,
posiblemente no se salve de una incapacidad pora el tra­
bajo, para ganarse la vida, no obstante lo cual la policía
y las Fuerzas Conjuntas se lian negado a pagar o a uyu-
• ur a solventar los gustos de hospitalización y los de su
hogar, que no cuenta nuda más que con >u jornal, Se
nata de Julio Silva, de Aiguá, hombre de sesenta y un
irnos de edad, que ¿ue herido de un ;iro por un policía
al iienetrar a la Comisaria en esa loca idud, en momentos
en que iba a gestionar la cédula de ide ilidud.
Existe un detenido acerca del cual no hay ninguna no-
ticiu, porque no la uan ni tus Tuerzas Lunjuiiuui ue Xijí il­
la y i ten ni las ue iHonteviueo. quiere uecAJ que * lo
lia escamoteado y no esta acu, ni aria, ni en mngu% ado
pata su ramilla, En mamemos en que vemos qut^ \.ky
diputados que tienen tu suerte ue poder cniiur en r’uhum-
(tunes militares y certiiicur que no hay torturas ni nuda
de eso, nuestio umigo, el cantor y artista popular Eusta­
quio b isa, junto con su maure, no lia tenido esa misma
suerte, ya que hasiu ahora, después de uos meses de pe-
rvgi inuerm, no hu logiado conocer ei paradero ue su her­
mano Muuuel Oribe ou»a, que lúe apresado en Treinta y
'lies y qi'e en ios mumcnios actusues uu sabe si esta vi­
vo, muerto, sano, encero, neciio peuazos, si está en irem- -
tu y lies, en Monuiviueu, o uonue pueuen haberío metido.
Es bueno que su nomiae qucue oca conaigiamo tamoien
jaira la lista ue i* mianua que uesgiacualámeme en mies-
iru Uruguay se va haciendo cada vez mas luigu.
i^ueremos —y nos lo impone un deber de amistad y ca
iiiHruuurm-- consignar también la urbiUuucuao Util piu-
ceunniento en iu ueicnciun ue un juren que lúe nucaiiu
compañero ue trabajo hace largos anos en ciauusue, a
donoe entro en ly.>y, sienoo c<i.-i un nulo, en caliuuü ue
vHUctv: el señor Jorge Acu.Aa iivurnua y su <>.,puau, Ana
í úveüu ue AcohIu, que se encuentran uetenidos e na:u-
inunicudvs sm que hum laminare» tengan magano hu.kiu
de ellos y siií saberse que acusación pesa sobre sus per­
sonas, si es que hay alguna.
Pura conlunru Jo que manues laburnos en el sentido
de que todo esto lien© un claro muice Ue persecución jmj-
illlL'M, varaos a decir que a los dele indos de ouuce no
se le* preguntó por entcrruUcrvs ni por ningún upo ue
activiuad subversiva. El motivo por el ciad He detuvo a
Amparo Alonso, de UiceísuiUi tuto», quebtalanuose su sa­
lud, era simplemente buscar a loa autores ue algo que
las Tuerzas Conjuntas, con un neologismo que ye lauta
altura descot kih, human ‘orayuiuuua”, que parece <>ue son,
unas inscripciones con tiza iieciias en algunas paredes y
corralones t|- la localidad y que a juicio de alguna') U'?
nuestras rtut.»1 idades militares y ¡xmeiaiee hacen tambu-
lear Jos cimientos de nu» »tríi sociedad cuiisUluhlu. La» um-
css pn-guntus que se Je formularon eran de orden político,
y «obre quiénes íueron los autores de Jas ' creyoiuuus”.
Teinbiün un claro matiz político, y no de lucha anti-
mmIIcíomü, tuvo el encarcelamiento de que fue objeto en
Montevideo, por trece horas, el domingo 11 de junto, nues­
tro (wmpttheru y Presidente de ¡a Mesa Ejecutiva del
Frente Arrqiho de Caneionee y candidato a Ja Intendencia
por ese Departamento» el doctor Ramón Legnani, que ya
ha sufrido cárcel y Mfuimientoa por parte de grupos pa-
rapuliciales que actúan en Santa Lucía con toda impuni­
dad, A faite respecto el otro dia proporcionamos Jos nom­
bres, pero vmi timos dar el número de chapa de) cocho
--ri Híiimmu Ciuyei^t azul de &*nta Lucia, que en ese
momento andaba 4n matricida—, que ea el 240.762.
Sobre «ota denuncia ye hateamos cuando el caso del
secuestro del doctor Lteidlnl y el altanan liento "sui gene-
lis" hecho por civiles armado» con metralleta, a lo cual
no vamos a referirnos. Es bueno que se sepa que en mo­
mentos en que las Fuerzas Armadas son tan celosas de
idguniis cosa», no lo han sido acerca del frenamiento de
grupos mmados integrados j>or civiles que hasta ahora han
faduailo í*on total aJIxtdrPj y de amplios me­
dio« toohómície y •!< une libertad de movimientos total.
23«
 A ILmión Lijni.mi y ;i l<>> cinco comimfteros de San­
ia l/ici.i que 1«। íK’oinpaniiban y que frieron deten»»!«!« en
la camioneta los señores Valeria, Pérez, Mármol, Fuen­
tes y la señorita Micdzigorski— en el interrogatorio a que
i nerón sometidos durante las trovo horas en que perma­
necieron vnvnpui’hudos, no fue sobre tilias, enluces, ta-
fricer.is, berretlnes etcétera, sobre todos tsos términos que
tanto gustan a algunos noveleros de las crónicas fxillciales
do la actualidad. El interrogatorio estuvo centrado vxclu-
!■ ivamente en elementos di* tipo político que muy bien
podían haber sido obviados, porque la reunión de las coor­
dinadoras del Freído Amplio de Canelones, que se reali­
zaba v-e día, habla sido ampliamente difundida, conjun­
tamente eon su temario, en la medida de lo posible, así
como sus motivos. Lo que más se les preguntó luí» acerca
de la movilización del Frente Amplio, sobre sus activida­
des futuras y desde cuándo so conocían unos y otros. Peni
si los militares tenían interés en saber aceren de las acti­
vidades futuras de la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio
de Canelones durante el correr del año 1972, en lugar de
hacerlo a través <!<• enciipiichamientos, podrían haber lla­
mado a esa Mesa E.ji'cutiva, no ante los oficiales ni n
los esbirros, sino ante los soldados raso« «leí cuartel de
San Ramón, ya que muchos de ello« son hombres de ex­
tracción enmpesina y popular. Entone’'«, con mucho gusto
la Mesa Ejecutha les hubiera díalo una charla explicAn-
doL's robre todo los motivos de su movilización y sobre
lo que? pensamos con reiqiecto al traUijo, al salario, a la
-(ibjústenria, a lo« problemas agrario» en el lk‘|o»rtamcn-
io, al problema de la salubridad, a !;■ educación de «ír
lujos y al problema del transporte, <1 te era el temario
Iundameutal que ■«• iba a discutir <*n el plenario de las
coordinado! as que se realizó vi 11 de jcnlo. Es lógico que
esto en los tiempos in fríales no se hisrtf jamás, porque mí
quiere aislar al soldado, al hombre le armas, de e»to otro
tipo de individuo que quiere llevar adelante Cfdiw opera­
ciones, Mientras se maní lene al soleado o al militar total­
mente a|cno ilc los móviles que so persiguen, «o le» está
engañando y cerrándoles toda («imte de información; única­
mente se procura exacerb ü' sus odios presente talóles a
las personas del Frente como enemigas del pueblo, de la
patria, como elementos sanguinarios sin decirles una aula
I alubia en cuanto a los movimiento* políticos que en el
Uruguay lia han por una purria mejor y fwir un futuro que
no .sea justamente ul que nos quiere encasillar la oligar­
quía y el inqiei ¡alisnio.
El mismo matiz de la persecución que tienen la« opo-
iaciones de las Fuerza4« Conjuntas lo tenemos también
rn el plano sindical con h- detención sin haberse pre­
sentido cargos hasta ahora y que ha recibido hi digna
tf’spuota de los trabajadores de Ftmsn al ocupar la fábri­
ca - «ie <» obren»« l-cón Duarte, Carlos Pastorlno, Her-
met Colina y José Alachado. La ocupación de la fábrica
><•. mantendrá hasta que no so jiorign en libertad a los
l umiMÓeios det<T»idiw *in proceso.
Timíq esto va «’»nfigurindo cómo la guerra se va con­
virtiendo en un conflicto: Urológico, político, sindical, re-
Ugio«o, contra todo lo qtg en este país represente Una
rebeldía, mía oprniclóp n<» íjutttamlcnfr» de lo* dltta­
llo*'del oficialismo. x .. -
Toinldén debeino* Imbi-tf sol»« »1 presunto suicidio o
t plsodio de Fachineili, No w «abe ni «e «uictdA o p» ruicl-
daron. pero lo cierto es te ha «parecido muerto en po-
dt r de las Furizas (.'<>njui tas. No *e sube mí llevado por
las torturas <> I is premune» Hicológira- h« nr?rr-
ti*. o si estamos ante un nuevo Ixn* Hatalk
A mediados del mes de mayo rjurm« riportimi»!« ! de
conocer un intento que imi <nw,jó. peto que e< muy «Jml-
Inr la caso anterior En la cuidad de Salto t*dr.ia «e
encuentra el señor Figueroa no rretoblecldn de )M he-
lidas cr.ixcs que ..c produjo hJ intentar MiirPterae ítriojár»*
do-e desde una ventana tic Ja Jefatura de Policía.
I' » fr'i lormeiitc, । mediados de mayo, también catuvi-
< n 'i'bsfro i -mp,tocio salterio, el edil Luis Levrero,
{!,<• X 1.I OC >■»*. u'ouoh’.c- <le pre.íión y <<xtnr«>
; |.¡ií uhd d». l'< ) fJo'b ■ • ih - i.'1 ¡i i sus tauú-
liíiv« m un tipo de aparato al ci «matarte
rat. 1 \
025
do “catre", de-cribiéndosele esa rulara minuciosamente,
ó- ti.ira de un iionibi, recién cu-.ido, cotí hijos ¡»^quertos,
por ]o qi.e todo aquello que tenca vinculación con su fa-
india lo afeet« con un grado mayor de sensibilidad. Es
una persona llura, valiente, muy firme en «os idea« y muy
templado. So le amenazó con aplicarle la picana eléctrica,
e<»n alguno« simulacro:*, y le dijeron que si «o salvaba de
las tn»turas, a lo nuqor iba a correr el mismo fin de
Figlii roa. Se le abrieron las ventana«‘de par en par y
prácliciiñiénti* m* h» I;/>» una insinu'ii i-o par-i que «c ti­
rata.
Yo quicio Hi rii que (Mil f*á’lii< t u > <•- iinrur
Con respecto a l,u. persecuciones políticas no podemos
(Misar por alto IhiiiI icu la que se le hizo a nuestro can­
didato a la Intendencia de Duiazno, el doctor Bere «mun­
do Peralta. Es ouepo que se sepa que esta persona hizo
su < ut rera de médico revistando como soldado ras*», pri­
mero en el Regimiento de Durazno y luego rn el do! Ge­
nito de la Víctorai, en Montevideo. Asi se costeó '-us es­
tudios, luego fue enfermero y mí* tarde inició -m Irillin-
tr curivr« c>>m < piofesimal. ron; > doceeie y como huma­
nista en ¡a ciudad de Durazno.
También cori sponde decir algo roti i esperte a tir. hont-
iM-e e.Wiuplar, qur es nnestn, candidato a la Inten lflta
<ie 'lucuarenibo,, el doctor Hit roldo ¡razixpii. N.iuufr.WKi
limo« e| honor d» recibir su hospitalidad en su ca>a de
Faso de lo« Ton»», ti propósito dr las giras ¡xiliticus que
lenizamos. Ae nos i (situó al viejo estilo criollo de puer­
ta? abiertas y de ant has rueda« de mate. En el doctor
Irazoqui logramos reconocer a una figura ejemplar, hu-
mamj, que abunda y que habrá de multiplicarse en el fu-
tuso cada vez mài» cuando en el tronco del hombre de
rampa trudicional, <*<in Jas mejore« y viejas» virtudes de
nuestra raza, se injerte <d más tuno y lùcide idearlo del
hombtv nuevo hiUnoumencumi. Em> es cj doctor bazoqul.
Y nasuti o« cu vio* u lomen te« le prevínimon dr que ac
cMubu gestando contra él u.ia maniobra de provocación
y vaino* « decirlo en términos criollos , a fin (|e pia­
lado fiara enredarlo en <*str tqxi de táctica policial y
detenerlo. f
Eso es obra de mcdiixrre« individuo!» de esa localidad,
que matizan su« digcalione« rot^j-juagM c«>n la afición a
razudorr» <le bruja?.
El doctor IJiriJdo liuzoqui e* mui «le la.? figuras n?ÁM
limpia? del Firme Amplio, un profesional brillante y di<-
uisimo. a quien no podiú manchar ninguna arusacicn^Go-
zh $■ gozmá ¡ n todo momento y bajo cualquier rircuMftñ-
riu, de mientra total ounfianza, de nuestro apoyo nlWaJ,
de nuestro estimulo y de nuextrn consideración.
También drbrmos incluir en la nómina de las perse-,
cucíoncs sindicaIm a nuiistro amigo Pedro Alvariza, qitb
ya no es más un funcionario baneario; es algo más que
eso: un humoso destituido hancario, de los 1K2 valientes
tjabalad«uva «le hi Bmiri» privada que supieron afrontar la
l>er«eciirión c<>n coraje y con la calx'za en alto.
Pisiro Alvari/.i, nuestro amigo y viejo compaftero, de­
nuncio valientemente ht prisión h que fue sometido junto
con su esposa y denunció también l<is torturas a que «e
le sometió, ios gul|s?s que recibió, los plantones, las tor­
turas psicológicas m? Je pasaron durante treinta horas
gs abiciones de gritos* de tort unidos, dr voces, de quejidos,
etcétera y que a Ju vuelta encontró en mi caso u KU
suegra con un infarto y que J< s pi.?os de la casa que ha­
bita. que no es de su propiedad, habían sido levantados,
km paredes habían sido picadas, se habían hecho túneles
büiieando la conexión con la red cloacal, y además habla
«vio «ifmvultjndn su mobiliario, los objetos de uso jiersonal
y et dinero de sq propiedad.
»
fCt«t*M hecho« ya .e van repitiendo cada vez más como
urin eomdante. Primen» fueron casos aislados: un televisor;
d&ipuíM una billetera: después el episodio del doctor Schroc-
der: y abia-a *r está cnm’trticndi» un poco i.»:no aque­
llo que rhs’ía MarfW FWr*>. “ave ilc pks> encorvado le
. mw» »1 <>>■ pígque lío/i ffMh
23630
 frecuente’» i«*» prvctMinn'i !<•'■• en l<»s « nales dcMipiirwe di
nero u objeto# de hs ch-;.s de Ii»k detenidos, y non escaso.
•ttquekkWi en que so hace un mimer« ontr «ipi »!<»-«» de tun
bienes.
En el ejemplo de Alvariza, his Fuerzas Conjuntas, el
Ministerio de Defensa Nacional, los que lo han perseguido,
los que lo han torturado, los qu«- lo han detenido han
coincidido en tenor contra nuestro amigo exucftíntente 1«
la misma inquina casi parece un calco de dos dibujos
superpuestos - que tenía sobre este mismo militante gre­
mial la patronal bancaria <!e nuestra Banca extranjerizada.
Entonces, diríamos que las inquinas de las Fuerzas Conjun­
tas coinciden exactamente <’on las de Mr. Korkcfeller para
nuestros tiubajadores orientales.
V .Utarua ■’ai;.? i,ó. «• .k cuí;m. jmt«> no de )»►> goljie»,
que è-*» n > tienen \ avila, «•*<i*i<> taiujioco la tienen lo»
objeto» que le llevaron ni la reparación de su casa, para
lo cual no alcanzan lo» $ GO;(DO.OOO del presupuesto da
las pK-didas cxtraoi•linaria’». Poj > para ¿I, ¡ <>r lo menos,
hubà' a luz del día y la libertad En el correr de los ulti*
mos tienqios no la ha habido f ara todo este número de
band|' ios, que e < incompleto, a i»ck;u' de lo cual vamos a
leer Ja lista, y que nos perduren los señorea legislador«#
si a io mejor la cosa se estira un poco más ile lo debido,
{x^^o no fui vi que mr los llevé, asi que no tongo la
si la Ii‘tn es largì Si a alguien no le gusta, ¡qué
le « R’.OO«. A hS<C' ’
Vamos a dm la nómina iuwmpleta, porque es la que
teníamos hasta hace cuatro o cinco días; faltan alguno#
nombres y confirmar los do chitas personas, trubajudurv»
banear los, que no esfumo- seguros si en este momento ao
encuentran detenido«.
L/fii Banco ue Segura, «ucurMtl '¡'rvtnUi y 'L'¡w¡, *e en­
cuentra detenido desde el 16 «h* mayo, y ge ignora donde
está, Carlos Krun, y también Jacinto LegubMmio, <k? Ja
sucursal Colonia, cuya libertad íue decretada por el Juez,
pero w encuentra ocluidmcnto en Punta de Pieles.
José María l/qiez Blanco, detenido el 14 da noviembre
de Wl, deci otada su llliertad, fue coni inailo en Punta da
Rieles. Eh do la Caja ubrera. Su cwpohu, eMá en Ja Carlos
Nory.
Dardo . lamirez, del Hunco de Cobranzas, de Treinta
y 'fres, fue detenido el PJ de abril y está meomumou«!».
livar Ericiso, del Banco de la R*i»Utoli<i«, Saturnal
Junio, «<■ halla detenido desde el 13 de jumo y te
•
ignora dónde »¡e encuentre.
También del Banco óf la Rejxfi>l»ca extAn dctenkkm
Jorge Larrose, de la Sucuraal 19 de Junto, dente el 12 de
junio; Daniel Rodríguez do Almeida, de Banco Repóbli«'#
Casa Central, detenido el 3 de junio; Arturo de
Casa Central, detenido el 3 de Junio; Pedro Alberto Quin­
taos, de la Sucursal l'.i de Junio, se encuentra incomuní*
cado había itilormitcionr.s vxl raoliclalca da que tendí ¡a
las cmdilhis ti achiradas ; Asdiuluil Fernández, de la Su­
cursal Rocha; Angel Moreno, <lv frt Sucursal Salto, cuyo
paradero se ignora.
De Banco Comercial, Casa t'cniinl, .<• <>ncu<*ntra de­
tenido desde el 3 de junio, Rkuido Soca (JalvAn, Ignorán­
dose su paradero; Guillermo Cnrdo/o, de la Sucursal Ta-
CtDrembó, y también se ignora su paradero desde el 3 de
junte; Juan José Cruz, también de Ja Sucursal Taeunrcm-
bdj ¡<ncrándofU! donde se encuentra desde el 3 de Junio;
Ca'jos María Benia, de la sucursal de Trinidad, que u|>u-
rmtcmmte fue torturado.
TM Baoro íj» Caja Gbrwn, Enilque Gh, cuya casa
tM y y ignora xu paradero. Tum-
fa*' «m A«>rn.vrn<., ha «ido detenido
MWM’4 Mi y |*.1? 3d C'- Há
A»í* fjbitiM«*' di's’Vdl rida, dé ucjajiAl C'h défi’fff.
rüi <i forrnin^h’i aqM pía» el señor díputr^m^^nu^^r.
• - :(nt'í'^w)
02 6
»•<4 Banco de Cobranzas, «teade el 31 de 'o»y<\ esta
detenido Julio César Clara.
Del Banco dol Plato, Sueunml Salto, ha «alo detenido
el 10 de mayo Néstor Durante; ha sido allanada su cava
y llevada su esposa; está incomunicado en un cuartel fie
Salto.
Del Banco Comercial, Sucursal Salto, está detenido Jo
sé Urrota y se ignora donde se encuentra.
De! Banco Mercantil, Sucursal Paysandú, también t»e
ignora el paradero de Ornar Speroni.
Del Banco del Litoral, Sucursal Mercedes se encuen­
tra >entinado en Punta de Rieles, sin proceso, Mario Arias.
Del Banco de Crédito, Sucursal Mein, se ignora donde
se encuentra Amoldo Pica.
Leopoldo Lafcrrandcrir, destituido del Banco Comer­
cia), ha sido detenido en Mnldonado y también se encuen­
tra incomunicado.
Dlosma Insnurmide de Conche 1/ jubilada del Hunco
de Seguros, está detenida desde el 15 de mayo aproxi­
madamente, sin proceso alguno.
' María Lagaña, jubilada del Banco do Crédito, cuyo
paradero se ignora.
Desde el 13 de junio se encuentra detenida Dora
Raffo, de) Banco de Seguros, Sucursal Salto.
De la Caja Nacional de Ahorro Postal de Salto, se
encuentra detenido desde el 13 de junio Oscar Blhbo. Me
aróla el señor diputado Texeira Varessi que también se
salla detenida sq eapoxa.
Del Banco La Caja Obrera, Ca.va Central, se encuen­
tra cíe ten ido Angel Gómez; del Banco de Hoguros luí sido
detenido por sepinda vez el 19 de junio E’nuque Castro,
y del mismo Banco, desde el 20 de junio está detenido
Oscar Huarea. También lo están Dagobcrto Engie, Anto­
nio Rty García y Felipe Paulo.
En eate momento He nos pueden escapar algunos
nombres, entre ios cuales podríamos Incluir a Salvador
Martínez, detenido el 20 de Junio, etcétera.
Quiere decir qde eetaz persecuciones están reflejan­
do una inquina por parte de las Fuerzas Armada., que
eofncide con la inquina de la patronal buncaria y extran-
jertMda del Uruguay. Esta es una lista válida de los de­
tenidos «cUuUmtnte.
Queremos terminar, reiterando lo que dijimos en se­
ñores anteriores, y que ahora va a ser presentado como
moK ión concreta.
No deseamos que jos actuales jerarcas de las Fuerza#
Armadas urtiguayas - que a lo largo de una evolución
histórica, que ndsotroé no tenemos por qué falsear para
adular al Ejército, había tomado un matiz civilista, ejem­
plo en el panorama de América Latina , posen a la his­
toria en la triste condición de ser los que retrotraigan a
«se ejemplar Ejército uruguayo a la triste cond.cíón del
W de Cíuadoreíí de Máximo Santos.
Le dijimos al leñor Ministro de Defensa Nacional, en
la sesión del 14 de mayo, que para deuneo^ir la* verdo­
nes no negadas- , que nos llegaban sobre torturas rea­
lizadas en el Cuartel de Treinta y Tre», él podía perud-
ílr que ios interesados Hilaran al ruMino. En ese mo­
mento, ignorábanlo.! que « taba »leíalo torturado hasta
la muerte, el albañil Luis Batalla. Nosotros s&biaaios d£
torturas que se estaban realizando en la persona dol doc­
tor Irlondo, y la única forma de saber la verdad la Uh
HM t‘f| mis idáiios ni w-únr NowUo* Un «a*
mus ninguna huma de comprobar estas notiua'i, sjz» *m-
24 « 3 6 *
 bargo, el señor Ministro, si, la tenia de negarlas por la
v.i de dar una orden a fin de que se abrieran las puer­
ta« del Cuartel al cual se negaba el acceso a tres legis­
ladores, a módicos y abogados defensores. La solución a
todo esto ¡a tenia el .señor Ministro por medio do un sal­
voconducto, y pudo habernos mostrado, en esos momen­
tos. ul ejemplar doctor Iriondo, ileso e Indemne.
Cuatro veces hicimos esta denuncia ante ei señor
Ministro de Defensa Nacional, quien otras tantas escu­
rrió el bulto, se evadió o contestó con negativas. Cuatro
veces estuvimos a la espera de que el señor Ministro de
Defensa Nacional nos diera una contestación, a fin de
que no.s mostrara al doctor Iriondo, de quien ahora sabe­
mos que tiene el cuerpo totalmente golpeado, y sobre
cuya actividad como médico, en esos momentos, dimos
una clara opinión en cuanto al cumplimiento de sus obli­
gaciones y hasta los ejemplos históricos que abonaoan
en su favor. Volvemos a decir que en las cuatro veces el
señor Ministro se evadió, y fue imposible conseguir de él
la posibilidad de que médicos, abogados, legisladores, pa­
rientes y amigos, pudieran ver al detenido y a ninguno
de los otros torturados. En ese momento, estábamos muy
lejos de suponer lo que acontecía con Lula Batalla.
Formalizada por vía de una moción, que nosotros
apoyamos calurosamente, y que es la concreción Jurídica
de esa aspiración que planteábamos en ese momento,
guiados por el sentido humanitario y por la repulsión
que nos. merece torio lo que sea torturas (dijimos ■ y lo
volvemos a hacer ahora que la tortura no lúe del orien­
tal, que lúe Importada por elementos foráneos traídos a
nuestra Policía», esperamos que la Asamblea vote la po­
sibilidad de que se constituya un tribunal responsable,
formado por personalidades clentílicas e indiscutiblemen­
te imparciales, a fin de que puedan ver a los detenidos
y a todos los torturados, y con ei fin de que sirva como
una mínima garantía, aunque no pueda impedir los he­
chas ya consumados, sino para que las torturas no se si­
gan realizando y para que nuestro Ejército vuelva a ser
la que nosotros queremos que sea: un defensor de nues­
tras tronterasy de nuestra soberanía, una barrera con­
tra lo* cupl&tínos, contra los extranjeros, contra los in-
vasorw, contra ios vendepatrias de todos los calibres;
pero nunca, que vuelva a tener la Imagen del de Ca­
tadores de Máximo Santo*. Ei que convierta a nuestro
Ejército en eso, tendrá una responsabilidad ante la his­
torie,, que lo mareará con el dedo. Lo tenemos acá. con
nombre y apellido, Ocupa un alto cargo. En las jerar­
quías militares, las responsabilidades no se eluden, sino
que. por el contrario, a medida que aumenta el grado,
las responsabilidades son cada vez mayoroa,
Ei señor Ministro de Defensa Nacional tiene tai pala­
bra. Ai doctor Iriondo olí se le ha podido ver. A Manuel
Oribe Sosa tampoco, y de todos estos detenidos que te­
nemos en ‘sta lista, mucho* de ello« no han podido ser
vistos. La mayoría de ellos no han sido procesado»! y mu­
chos fueron torturados.
Espiamos que . i el señor Ministro no tiene sensibi­
lídari - si no la tuvo en las cuatro oportunidades ante­
riores. es muy difícil que la tenga ahora, en una quinta;
si no ¡a tuvo en el momento en que le traían las prue­
bas de la autopsia del cuerpo de Luis Batalla, que tenía
el hígado reventado, no tuvo sensibilidad, no creemos que
la vaya a tener ahora, en frío y ausente— la tenga el
Parlamento, y por la vía de éste, contando con la buena
voluntad del señor Ministro de Salud Pública, nuestro an­
tiguo profesor de Semiología en el Hospital Pasteur, en
el año 1949, y de! cual nosotros siempre conservamos un
grato recuerdo, como asi también de nuestro inolvidable
maestro, doctor Pedro Larghero, * quienes nosotros debe­
mos nuestros inicios en Medicina, y, por la vía dé ese tri­
bunal imparclal del qué habamoa, se pueden abrít la*
puertas de los cuarteles, que no abre el actúa! Ministro
de Defensa Nacional. Que esas puertas ge abran por ma­
cho ele ese tribunal que nosotros proponemos esté forma­
rlo por personalidades científicas y jurídicas. De esa ma-
neiu habremos lanzado, sobre ese centj^j^nebroso ó* 1¡M
:r>r?írrj^ ■ »rnó-irt >»<• c'é#1
02 7
lizando las mayores ¡ótenlas, litclueo a
años, donde se amenaza con violaciones y se flÓewq^á «
menores, donde se tortura con métodos importados d||
más repulsivo reí inamiento t, sobre ese foco de tinleblM
la luminosidad que había de redundar en favor de ló|
detenidos y torturados. Traerá una esperanza ¡»obre sUf
i amillares, un consuelo para sus múltiples amigos y com»
pañeros de trabajo, la posibilidad de que esta campaña 00
se convierta en una de persecución política, ideológica,
sindical y religiosa y, fundamentalmente, le hará un groa
bien al Ejército uruguayo, circunscribiéndolo a las íun*t
clones que debe tener y de las cuales nunca debió apar*«
tarse, porque entendemos que nunca debió aceptar el pá*
peí de verdugo, de esbirro ni de carcelero. Deseamos qu*
empuñen las armas para ser centinelas de la Patria; pero
que no tomen ¡as herramientas inquisitoriales. Que em*
punen, eso sí. las armas fiara vigilar nuesuas frontera*
que han sido amenazadas directa e indirectamente; pan*
defender nuestra soberanía que ha sido agredida econó­
micamente en muchas oportunidades. Deseamos que nues­
tro Ejército defienda nuestra .soberanía, que ha sido agre*
dida por la vía de la extranjerizaron de la Banca, d*|
comercio exterior y de las principales industria/; y, ta3jg
blén, en estos momentos, se está produciendo el fenóalW
io de la extranjenzación de ia propiedad de la tierra W
los departamentos fronterizos, como lo hemos señalada
en la Comisión respectiva. Es nuos'ra aspiración
Ejército vuelva a su tradición civilista, y que no la ^pdlM
Este es el objetivo de esa mocion que hemos presen*
lado junto con otros compañeros del Frente. Ese es el
objetivo que había de cumplirse votándola, y con ello ha­
bremos realizado una labor verdaderamente patriótica,
forque pondremos las cosas en su lugar. Los presos se­
rán presos y no torturados. Los que no son culpables, se­
rán liberados; y el Ejército uruguayo no se convertirá en
algo que inspire miedo y terror, sino que volverá a con-¡
tar con el respeto de sus compatriotas. Ese es nuestro de*]
seo en estos momento*, y por eso es que nosotros repu-'
diamos la continuación de este estado de guerra que ha
sido totalmente tergiversado. Repetirnos, también, que ha
sido desviado en dos dilecciones: una, en ei ataque a la
personalidad humana; y, otra, en una agresión hacia los
valores colectivos e ideológicos. J
No riebenos permitir que se toque la dignidad y la
integridad física del pueblo uruguayo ni que se estableB-
ca el mínimo elemento de ce usura y de persecución, por­
que cuando se empieza por este camino, se sabe cuando
se comienza y no se sabe cuando se termina. Loii que
pongan en marcha este mecanismo infernal, el día que
las consecuencias sean irreversibles, que no se lan^tten.
Que midan bien ios pasos, que sepan hacia dond^B ¡a
iiistona, cuál ha sido el ejemplo de países vecinos, cuál
ha sido ei ejemplo gj la gorillzacion en lu Argentina, en
ei Brasil y en tantos otros países de America Latina. Co­
rremos ei riesgo de entrar en eso que graciosamente un
escritor, Leopoldo Marechal, llamaba el 1 Malambo de los
Oeneraks Debemos detener esa marcha hacia un abis­
mo su u cual, después, a lo mejor, no podemos parar
má*.
Las responsabilidades deben quedar definidas. Los
que en esta noche voten la guerra, que sepan la maqui­
naria que ponen en marcha, porque ya hay el antece­
dente de lo que ha ¿ido este mecanismo en el correr de
estos oscuros meses de abril, mayo y junio; que sepan
lo que han hecho y que en el futuio van a caer sobre sus
cabezas todas las responsabilidades, si es que a ellos no
les toca entrar en el número de los perseguidos y probar
la capucha, esa capucha que uno de nuestros amigos, el
diligente ferroviario Ca.saraviUa nos decía un día: doctor, ,
eso es más fiero que mascar jabón.
Algún día puede ser que les toque eso, porque puestdl
en marcha, este mecanismo no túne limites, fronteras nP
valla*. Para lo* gorilas no hay una línea que diga ' hasta '
aquí" y 'de aquí para adelante, ¡járamos'’. Para lo* gori-
J.us todo el campo se les hace propio. Nosotros debemos
jxueíijr ep en'a reunión histórica las responsabilidades. Las
hdñ éWO w oL J.; ucs^one» idpii-
as ó«®
 lares y con estas denuncias volvemos a raUticari.oa en
nuestra posición. Los que son partidario:; de las tortutac
>allá ello.?. Los que «enn partidarios de la gorillmcion d<’
Uruguay, allá ellos. Los que sean partidarios de la perse­
cución ideológica y que se metan en los cuarteles a los ene­
migos del gobierno, allá clic.;. Están en su clara Unen, es­
tán en su lógica de la güeña y en la de su mentalidad. Los
que sean partidarios de cerrar diarios, allá ellos. Pero lo»
que tienen una porción vacilante en estos momentos, es­
tán justo en la oportunidad, y <-s la ultima, de darle una
frenada a un Uruguay que se desborda y se nos va de
las manos. La responsabilidad es histórica. Que no ven­
gan después a quejarse como mujeres lo que no supieron
defender como hombres. Eso se lo decimos a los que
tienen una posición vacilante. Que miren los ejemplo»
históricos de América Latina, que miren hacia-el Uru­
guay cuya desventura ha radicado en estos meses en los
torturas, en las perseciicione», en ios encapuchamíentos
y en las arbitrariedades. E<c es el botón para la mues­
tra. Cuando llegue lo que ahora se desata, que no iu>
quejen. Nuestra posición es muy clara. Estamos contra la
guerra, contra las medidas de exceprionalidad. por la libe­
ración dp todos los presos políticos, por pI restablecimien­
to fifí tod/a las libertades individuales y de prensa y por
el nombramiento de e«a Comisión de notables, llamémos­
le a*j para comprobar fpheetenhmento los hechos rea-
lí^to y nara impedir que en el Uruguay el bochorno nos
Btl^pnauclando a todos y envolviendo con sus alas tene­
brosas, en momentos en que todavía nos queda la posibi­
lidad de frenarlo. Esa es la responsabilidad histórica de
esta noche. Cada uno que lo piense. Ya hemos discutido
catorce horas. Cuando ’legue el momento de votar, cada
uno mire para ade anó y a sil conciencia y a sus tradi*
clones partidarias, pl r.< que la» tienen, a sus tradiciones
nacionales, que miren el futuro y lo que le van a dejar
a sus hijo? y a sus nietos; que hagan un profundo exa­
men de conciencia y que de acuerdo a su mejor pensa­
miento procedan y voten. Después habrá llegado el mo­
mento en que í»i qwpr estarán de más y serán ?ola-
monte el suspiro de lo? débiles y el lloriqueo dé los man­
ten En oíos m«nri?’o*t hay todavía la oportunidad de
RHBemr de ¡nnte. £1 ou* na to haga sabe io que hace.
.«mmvuwio taoeaMM» to que hacemos Los bandos están bien
debmteáte»» y nosotros wguitnne con nuestro camino El
Uruguay nene w historia. Y a pesar de todos lo» tor­
tuoso» procedimien’os que puedan ponerle en su camino
y auxt<i«e nos toque un año oscuro de gori’lhmo, aunque
eran dies años, aunque nos toque una negra noche de
veinte años de gorillsmo. la historia de América Latina
es irreversible y la liberación de nuestro pueblo es un
procero que está dictado en las propias entrañas de los
he^^s históricos y económicos. H podemos evitar la ea-
tá^Bfe ahora, es mejor. Que no se quejen después, más
adWnte. Estamos en eso con nuestros compañero» y en
eso quisiéramos que estuvieran todo» los hombres de
bien, de s ensibilidad, todos los hombre» dignos que se ‘
sientan aquí en este Parlamento representando a un
pueblo que cuando Jos votó to hizo para que dieran leyes,
para que barrieran con la escoba de la CwmUlw Mn y no
barrieran ¡as libertad«« Individuales amo a toe tortorado»
reí, a los ladrones, a Jos oligarcas; y entonces le entre­
garan el poder al pueblo, a la gente de trabajo que lu­
cha en los tullere? v que sufre en tos campos, en las ca­
lles y en cualquier lugar donde realmente se hace pal ría.
Nosotros, ahí ..i. estamos con lodos los hombre# de
bien. Empuñen esa escoba constitucional y barran con
dos Jos sátrapa;, con todos los torturadores, con todo» tos
aprendices de Máximo Santos y de gorlhtaa. Aún teñe*
mos la escoba constitucional y ha llegado la hora de ufar­
la. Después no pabrá esrooa. Habrá garrote que no t aeré
solo sobre nosotiw ino .sobre todos io« i.vwbres d* bien.
Ha llegado el momento de las definiciones. Miren
para adentro de mi conciencia, miren para adelante, Wo»
sotr<«6 seguiremo« nuestro camino y cada uno tiene que
súber lo <iu»' buce Ya lu'tnu-. tomado partido y creemos
que u A-tfiiii 't n no ir ftirve el antecedem#
|'l*lm b'ti dv Vído'o
* *:•/ v» i¡ ’■ •< c’■ n p.s/ G 10«
..usolro» estamos, por oso. por <i i v.áubluciiiiunhi de
l.e: dberladea individuales, políticas, fUndicule» y d<-l pen ■
winionU). Estamos perqué se abran las puertos de ¡o.
niHrU'lí'M, que se dejó en liberto! a los Inocentes para
G*r-j5. wff/yi «i* forma más o meno; fim'ioiiada ir-
que caiga la respoiwibiUdad sobre los torturadores, Que
esa Comisión de notables dicte su veredicto y que sea co­
mo sea. Oímos decir que a veces fe nombren con el apo­
do de "Mudo", "Caballo" o "Monstruo” a esos tortura­
dores, pues que se les saque el aporto y se les ponga el
nombre y el apellido y la consiguiente marca en el cua­
dril para que vayan a parar a loe sótanos malolientes,
pues para ellos el pueblo uruguayo no tendrá que ten?r
piedad de ninguna especie y tendrá que aplicar el Có­
digo Penal y la ley en toda su extensión.
Nosotros tenemos nuestro camino. Cuando lleguo el
momento vamos a ver quiénes están en él o fuera de él.
Algún día el pueblo uruguayo habrá de pedirles cuentas
y habrá de .saberlo quienes desataron a las fieras y quie­
nes son los que quisieron ponerle el jiecho por delante.
Cuando sea tarde, señor PiMldenie, ya no había
tiempo para quejarse.
Nada más.
SEÑO ERRO. —• Continúo, señor Presidente
He excusado con toda atención la exposición brillan-
te y pro fu nd de ios compañeros. Ahora el señor legó­
lador Cravlott me ha pedido una interrupción que no
puedo negarle. Xuego redondearé un poco mi pensavnien-
to leyendo una dos opinione« que me interesa queden
en las actas de láVAsamblea General legislativa, para que
finalmente ésta qltede habilitada para estudiar las mo­
ciones que están lloviendo como agua no muy bendita
en nuestras mesas. a tenemos siete u ocho mociones,
lo que evidentement extenderá el debate.
Con mucho gusto eXncedo una Interrupción al señor
diputado Craviolto.
SEÑOR URA VIOTTO. Le agradezco, pero la ver­
dad es que hacia ya « asi d hora? que había solicitado
esta interrupción en medio de algunos discursos yo diría
"capuchescos" como se dijq hace un rato en forma
gaucha y pintoresca— que hanVsido más fieros que mas­
car jabón. Yo quería simplemeiHe hablar sobre el docu­
mento que leí, til Cual el señor s ador Erro negaba au­
tenticidad, diciendo que había do\umentos Iguales en la
Argentina y Brasil. Pero también 1 tupamaros o gente
conectada con ellos en esos países.
En determinado momento vi que el señor senador es-
tapa un poé cansado y quise intervenir para que repo­
sara y luego pudiera continuar. Ahora, lo veo retomar la
palabra, despu de largas interrupciones en una sesión
prolongada. La teriot, que duró tres días, fue marató-
nlca. Creo que dKesta se va a decir que fue "la sesión
de ¡a vuella ciclista^ jorque salimos de Montevideo, pa­
samos por Sauce, doíüamo» en Pando, pasamos por Pay-
saudú, llagamos a ArtJgas, y volvimos. Entonces, como sé
que después de) señor legislador Erro no hay ningún otro
orador inscripto para hañer uso de la palabra, voy a re­
nunciar - agradeciéndole interrupción que me ha con­
cedido a nacer uso de la Isma,
SEÑOR ERRO. — Continú señor Presidente.
Como esta no va ser la últlma\samblea General - to­
dos tenemos esa esperanza vamoka poder disentir con
más tranquilidad con el señor legislador Craviotto Ade­
más, le voy a dar mi opinión como ?;\mpre sobre el do­
cumento que él piensa leer ’n-extenso, podremos hacer
un debate muy útil.
Señor Presidente: después de estas d- h\u iíH funda­
das > documenUdái nuestros compañerty Chcn'o y
.. tm w.ím a fin/' a
tn t5 3 6
028
 riM (ludo notlehiM y hecho la*i denuncia» resitectivas .so­
bre la persecución desatada contra el magisterio nacio­
nal. persecución que se ha hecho bastante visible en
Minas. Roetm, «alto, Kan José. Carmel), Cerro Látiro.
Florida, Muldonado, Durazno, Montevideo y otros lugares
del interior del país.
Muchas de estas maestras fueron sometida» a plan­
tones de cinco y siete hora.s, como en el caso del Cuar­
tel de infantería N*> 7 en Salto. Lo mismo ha sucedido
en Rocha, Minas. Cerro Largo y otros departamentos.
Nosotros manifestamos nuestra total solidaridad con
los maestros uruguayo'1, cuyo sacrificio y esfuerzo están
por encima de toda alscuslón Ideológica, doctrinarla e in­
cluso política, ya que en el magisterio hay hombres y
mujeres de todas las tendencias que dividen a nuestro
país.
Señor Presidente: vamos a terminar nuestra inter­
vención dando cuenta de un hecho para nosotros muy
importante. Hay ¿en el país, evidentemente un clima de
corrupción e inestabilidad, ahora ahondado por la mi­
sión refinanciadorn presidida por el Ministro de Econo­
mía y Finanzas, señor Forleza, que no hí obtenido si­
quiera magros resultados. Por otra parte, aquella reunión
realizad?, en la Fortaleza de Santa Teresa terminó, evi­
dentemente. con lo que nosotros dijimos: <iue el présta­
mo stand by" traía de U mano la carta de intención.
En el Senado hicimos un pedido de Informes para
que el wñor Ministro ñas contestara si se iba a firmar
o no una carta de intención. Su respuesta, muy lacónica
y firme fue simplemente "no”. En esta palabra centró
todo el contenido de su disposición negativa a firmar una
carta de intención. Sin embargo en toda a prensa del
país se ha divulgado la carta de intención firmada por
el señor Ministro Forteza. No tengo por qué negar que
hace un mes el señor Ministro tenía Inter cfones de no
firmar dicho documento; pero el hecho erg Inexorable y
no había manera de evitarlo. Ahí está ahora la carta de
intención, con la congelación de salarios, do jubilaciones,
y con la consiguiente represión, tal como ocurre siempre
en esto» casos.
Planeando por encima de todas estas realidades, si­
gno actuando en el país el Escuadrón de la Muerte, que
recientemente cometió un atentado contra la farmacia
del sindícalo Médico del Uruguay y reiteró acciones con­
tra casas de compañeros del Frente Amplio. Esos aten­
tados ahora romo brotes más o menos Inorgá­
nicos en el Interior del país.
Yo sé que este tema está planteado a nivel de la Co­
misión Investigadora del Senado, cuyos cometidos son
tan amplios, que nadie sensatamente puede tener la es­
peranza de que, trabajando a nivel de estricto secreto,
nada más que con la presencia de un secretarlo y los
cinco miembros -porque nt siquiera los senadores que
no la integran pueden pénetrar en la sala de delibera­
ciones— nó se diluya su acción, a pesar de que sabemos
bien que nuestro compañero, e! seflpr senador Terra, hará
todo lo posible por convencer a I» Comisión de que debe
cumplir una múíón muy importante.
Creednos que todo este clima da corrupción «• puede
definir con una gráfica expresión que sona utilizar una
gran figura española, que fue FranciMro P1 y Margal: "ifl
pez por la boca mucre”. El peí?, además, se pudre por la
cabeza. Y es evidente que la corrupción y ln violencia
también tienen desde arriba. Incluso el Escuadrón de la
Muerte Lene esa "virtud”.
Acim los compañeras me hacen llegar otra denundá,
pero como sería muy extenso hacer toda la historia, me
la reservaré para el Senado, donde seguramente algún
compañero, que conoce bien el toma, colaborará conmigo.
No es una cosa muy grave, porque si lo fuera no come-
hóíe Is hft’nywhlIMtfd de riilhrma; jmro es un asun
f'> que, en el melor sentido hninfu>r*m,**la palabra, es
(ir,! inn In.itilución histórica. ''r'^P
í wMJ 02 9
Con respecto al Escuadrón de ln Muerte, quarwiQá
expresar nuestra preocupación que resumimos en dos In­
terrogaciones: ¿dónde está vi fotógrafo Nelson Bardcclo,
cuyas docta raciones al Movimiento de Liberación Nado*
> íil nosotros leimos en esta misma Hala, el 15 de abril
<M1 presento año? ¿Dónde se encuentra aquel hombre que
estaba aterrorizado clamando que no lo llevaron a re­
particiones policiales; en qué quedó aquella promesa del
Ejército de retenerlo a los efectos de evitar lo que Nel-
son Bordéalo podía creer su fin? Nada se habla de él.
Seguramente, la Comisión Investigadora deseará que
comparezca ante ella. Pero ha habido un silencio caal
plomizo, sobre la presencia física de Bárdenlo, cuya» de­
claraciones leídas por nosotros el 15 de abril, fueron
sospechadas de falta de autenticidad, como ni hubiera
obrado bajo alguna coacción especiül que impedía que la
Alambica General tomara en cuenta aquel testimonio
que él, en forma pormenorizada, hacia expuesto.
En aquel moménto evitemos dar determinado» nom­
bre» que luego el señor legislador Terra, en una Inciden*
cía en el Senado, hizo públicos. En la noche de hoy. para
cumplir cabalmente con nuestra conciencia, no volvere­
mos a leer el documento — lo que sería absurdo, parla­
mentariamente hablando— sino que dejaremos bien en
claro los nombres que en aquel momento habíamos omi­
tido. Aquel militar del Ministerio ora el Coronel W^ter
Machado; el paraguayo, Angel Pedro Cloea» Cueva^M«
vinculado, en este episodio del Escuadrón de la MiWte,
ai señor Embajador del Paraguay. Eso lo probaremos en
el Senado con un documento imborrable para el señor
Embajador, que trató de desmentir o disminuir aquella
denuncia que se hiciera en el Hvnndo. afirmando que
ninguna reunión se había realizado en ia Embajada del
Paraguay.
La otra persona era un Joven, a quien según el do­
cumento llamaban fosé, al que posteriormente reconoció
como a Miguel Sofía Abelelra; otro. Jorge Orau Saint
Laurent. Higo dando los nombres «alguno» ya no están
en el país. Pedro Fieitas, Rojas, el Comisario Campos
Hermidos, que actuó en un procedimiento, en que se ase­
sinó —digo asesinó porque no temar armas jaira defen­
derse— algunos tupamaros, Comisario José Pedro Macchl,
Washington Grlgnoli, Capitán Nadér, Lamenza Castro,
Inspector Fiel tas. los secuestradores de Carlos Maeso,
Washington GrignoJj, Yamil Wailace, Denis Fulcon, Enri­
que Fernándes Albaro, Blas Quinteiro y el Inspector Víc­
tor Castígiionh Director dei Servicio de Inteligencia y En­
lace, que está vinculado ai Escuadrón de la Muerte y a
la Embajada de loa Estados Unido» que tiene algún fun­
cionario diplomático actuando en dicho Escuadrón^
Estos nombres se agregan a ios que ya he dadoV 15
de abril. Hay otro», como el Capitán de Marina Rosal, y
el Comisario Lucaa ' >
Diijo, además, que seguramente. Bardecio no conocía
el destino final de Abel Ayala, sucuestrado, del que no se
han dudo noticias hasta el presente.
Seguramente podría saber algo Rossi. de la Marina,
ya embarcado en el "Presidente oribe”, y Nader Curbolo, ,
que fue embarcado en el barreminas “Huracán”, para j
evitar, desde luego, sus presencias en la Comisión Inves-
tlgadora.
Tres o cuatro de ellos, ya fueron .sacados del país pero,
daxdé friego, el peso de la juslicla tiene el brazo largo y
e1 pwblo también para hacerles pagar su culpa y res­
ponsabilidades.
Beftot Presidente: casi es obvio decirlo que no vamos
a votar, por muchas de las consideraciones que hizo
nuestro compañero Martines Gallinal, ninguna prórroga,
como asi tampoco ninguna prórroga del estado de gue­
rra interno ni la su-peiuióp de las garantió individúale»
Como se han presentado siete u ocho mociones, en
el jwhwjmi-.p,.
«n y* pongan a corMiderarlón de la
hiré alpina apreci;>''lón. Adrlriot» que todas chis
« ' * । >■
* 2S«3*
 MARTINEZ JALLINAL, W-slUr
ABimblui Onl,

Toma: Numeriles aditivos a la rteoluoion

do l'i Aa. Oral, ¡uo prorrnjue la
auaponaión de libertades individuales.

Sesión» ¿9 y 30 de Junio de 1^72.

“Numerales aditivo» a la reeóhteióft de 1a AjBoaMée

General que prorroga la suspensión de libertades Indivi­
dúale», artículo SI.

2v K3 Ministerio de Salud Púbdca constituirá una

Comisión de Médicos para fiscalizar el estado sanitario
de lo» detenidos cuyos Integrantes deberán poseer el pres­
tigio y la significación técnica suficiente que asegure ¡n- .
formación competente y objetiva. Bus dictámenes se ha- ■;
rán públicos. Esta Comisión podrá actuar de oficio, a_
requerimiento de los Ministerios de Defensa Nacional o,4
del Interior o d» la Comisión de Legislación de ¡a Asam*J
biea General, flu designación se hará ante» de los disaS
días de la fecha, y comenzará a actuar de inmediato, ¿
gv K1 Poder Ejecutivo deberá concertar dentro de í
dies día» con In Suprema Corte de Justicia un procedí- ;
miento que: a? garantice a todo» los detenidos cual-
quiera sea la jurisdicción a que accedan, la libertad de 3
elección de sus defensores y la comunicación periódica 4
con estos; b) determine las condiciones en que podrán
ser trasladados de sus lugares de reclusión los procesados
sometidos a ¡a Justicia Penal Ordinaria, a cuya diaposl- 4
eión continuarán estando en todo momento. 1
49 Encomiéndase a la Comtolán de Legiaiatión de'J
la Asamblea General el contralor de la aplicación qtMjl
el Poder Ejecutivo haga de las facultades otorgadas pofW
In presente resolución”. Firman los Keftores leglsbidoref\W
Erro, Díaz, Elizelre, Arismendi, Mlchellni, Batalla, M|UqhK
tínez Gallina!. Texelra Vare»!, G¡ lardón!. Rodrigue*
mu.sao y Baralbar. W

0 3 0 - * ?. J Ú j Q ' .1
 MAHTOIEZ OALLINAL, Walter
A o are 1)10*1 Oral,

Teia.ii Detenoior de Abogados Defensores«

Sesión: 27 y 2tí de Setiembre de 1^72,

SEÑOR MARTINEZ OALUNAL. Solicitamos 10 bi»

lerrupcion, porque oímos decir ai señor Subsecretario de
Deien^u Nacional, nace un talo, que no nabia persecu-
sion sindical contra trabajadores de Funga o contra
olios, ya que alguno do ¡os detenidos habían sido pues­
tos en libertad.
Vamos a consignar que los detenidos que están sien'
do puustos en libertad, actualmente, son una minoría, en
relación con el numero de detenidos que se encuentran
sm proceso y sin huoer pasado al Juez.
Al hablar de Fun¿a, nj queríamos pasar por alto el
hecha ocurrido con uno de los liberados, sobre cuya de-
tenuvn, nos ocupamos a linos de mayo a raíz de una
serie de uetencione; masivas llevadas a cabo en hialinas,
.& nnes de mayo. Fueron detenidos, allí, tres sacerdotes,
vanos mueotros y e»tudiant«g> y un núcleo grande de ciu- ¿
dadanos. / >'
Carlos Faslorino lúe liberado hace pocos días, emi- i
tieiidusc un comunicado por las Fuerzas Conjuntas que 1
duna que era puesto en libertad por no habérsele en* i
cumiado ninguna culpa. K>to no na obstado para que
a pesui de ser móceme, haya permanecido detenido du- |
rumo tres meses y medio. |
Esto nos hace acorchar a 1o que nos escribe el prl» *
mero de lus '¿utorcc abogados deiensores detenidos, que 4
na .siuu puesto en liber.au. con respecto a esto, nunca a
sci a uasuiiite el referirnos al libtrticidio que -epre¡»enta
el ncviio aiematuiio, cumia Lodos los derechos, el pri- j
vai oe su nucriad a ¡oa uuugauos uelensores. ¿4 doctor ¿
iiugo rauuri nu.s envía una caria, de la cual haremo# f
uso después, por liari una ..ciic ue sugeicncias JuudiCM *
para pie.enu ¿a inciuem ia de ias Luí i mus. En ella, mo­
go ue agiauecer el imeirs que puso nucstio grupo ] ur
su libertad, expresa, acíuío que no ios dejo en manco,
san en mentó de que no incuiinnos ni yo ni nn esposa
en IhciLO alguno. Clausura do los procedimientos. Al eos-
tocto, anota, «m una ironía no exenta de amargura la
eeiertaaa de la Justicia Militar, que llevó 72 días para la
tramitación de su libertad, as quien ha tenido, sm em­
bargo, mas suerte, poique ios otros aoogauos continúan
‘.a ios establee imifcnujs de detenoon.
Jumo • tas traúa/stoset« <w nombraba boy ei señor
regulador Micneimi, auemas oc la» de Fuma y Berai se
tneuenuan Julio ujeoa, y su esposa Nuaa Moreira de
ojeas quienes tienen la uaiatlsrisuca oe no hacer sido
pixxxsados, perú han **do uMcuMtos en varias oportu-
móade*. Paiecrn ser r^MienM» crónicas de ¡os esiahio-
timicntos camiaraM, sm tenor mognui Upo do proceso,
ñaua mas que debido a persscui ioo ohMlu ai Además dd
ello» na tiiao deicmao otro traoajauor de beial, no sien« s|
do tma ¡a priméis vez, sino innúmeras. Se Unto de José ||
iuvi< vi z, quien iM iie en su cucipo, como han podido apee- a
entilo ion imoltantes de ó^nla Lucia, las marcas del rt- ||
h m» ios mietiogaioiioa. asta nue*a asUmioA ha
iK i tmuta jumo a ¡a cuna ue su hijo recito naeido, y
^au'vimu ( <>mo se ¡un gastad en los lugares de detenidód, “1
29 « 3fl
tuvo < ,u¡ivteie.s ptilciuoM y desgarradme», aun par» kd Jf
propios uprcneniiort's. No vamos a ñauar esto, porque OO 1
c. iuunxs pura puUur la cueida del sentimentalismo, aloe |
iu de la justicia y del derecho.

¡^9..
gu ,M,iín..di j, ja .o leiiiLouu de ¡?un Jo^c, al agricul-
tur del Kilómetro 72 de la Kola 11. Hugo íorteroio, el ,
que no Heno proceso, par lo cual hemos pedido iníor-
macion al señor Ministro de Defensa Nacional, lo que
egpdramas te no» iMMUeete a tome placo»
También fue detenido el trabajador del departamen­
to. 4e Canelones de UKsua retumbe en ¡a localidad de«
TvivtW, pvrumwumte a tm pivingiow hufor de ia zuna,
Koaeiio ummei luvoum, quien se encuentra detenido «mB
’ ” la j(Untura de l'ulkia de Montevideo, sin ningún UDtsl
de pi uceso.
Aiurgurrmoa, puta leui.inar, que en el marco de lag-f
í*i ■*• ’■ m.» a iii.i.uniM „iiunaiiM, se encuentra deteniuéhg
un i ompam.-io pu mi>t i, m.- ai ..¡nduato de Raaiueito»JS
incrnad, dirigente de Pnhnps, «moer uertoiuzzi. '

03 1
 MAHTIMEZ QALLINaU
Asamblea Orai.
Tema» Denuncia sobre torturas aplicada a
Wilson Yerpo, obrero metalúrgico.
Lectura pág. del libro**La Luoh t por
la Liberación Nao’.’
Sesióru 27 y 28 de Setiembre de 1^72,
SEÑOR MARTINEZ GALLINAL Señor Presidente;
queremo« dejar formuladas aquí, nuevamente, ya había-
iww hecho un |>edi<lo de informes- aprovechando que está
presente el señor Ministro de) Interior, unn denuncia sa­
bré torluían efectuada« en la Jefatura de Policía do Mon-
1'«video, División InvcstipurioneM, formulada jm»v la madre
del obrero do Torrcndcll Wii*. .»ti Santiago Yerpo Molina
Su madre atestigua haberte v*»U en un <4H«*to'fÍMCO lame«'
'¿Lie. E. fe» obrero pera«» Uts tente* 4 le < OArte-Clu1 €.ua/>-
k> *e l¿ «emi tió »d Síjóma/ífio". pespué* en un interroga-
torio le ranqdcrun otro# tente«. Actualmente, «b encuenti^
.jsafcatK ya que, debido a iva mate’ trato# te <
u tan’¡lia estaba orinando sangre, | El problema de te capacidad se ha intentado solucio-
Ijm autoia de esta denuncia —con ello demuestra su
\ahntia- e* m< madre, doña Sandalia Molina Garaza. ' vivicmlo en )<m últimoiH años
Los c<.inpañoi’<.,-í de ture/r <b» Torrendell, atestiguan la
contracción al trabajo de este hombre que mantiene a dw
familias. '* su m oiré _v :* mi es|x»xa c hijo«.
En coi «secuencia, reiteramos nuestro pídate de infor­
me», porque est*? e¿ un hecho inuy grave, ya que «Ma per­
sona fue detenida, no se le ha hecho proceso y no ha sido
wMs per e] Juez - despidan trabajadoros, buscando que el material rodante
SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR. Quien, ano-
un Fm nombres y, ad.?ntós. preguntarte ni la denuncia yu
ha sido formulada por ¡a maürt;, o »1 la está haciendo, nho-
rar el seft u legislador.
ftEÑOR MARTINEZ GALLINA!,. tei madre fminuló
te denuncia y por os»» hicimos el pedido de informe«. El nom­
bre del detenido es Wilson Santiago Yerpo Molina. Es obr?-
ro metalúrgico de la Empie«a Torrendeli y nctualmeíite **
encuentra en asistencia medica en Sanhted Militar.
^Prambién tenernos una dewii<x*a grave ¿roawnada « rnr*
de la prédica del “submarino" en el Regimiento fe* de Ca
bollería. A»!í «e encuentra una >*en mujer con fractura <te
columna envíen! en momento« de realizársete «a tortura,
lo que le irnfXMdhilita caminar. Ha *míu llevada a Interroga-
torio del Juez entre do« personan que la sujetan por lo»
bruzo», colgada en el aire.
En CMC mismo Regimiento se viene uriguuincte un pro
Nema 'i raíz <l<* las detenciones Evidentemente la« Fuerzas
Armadas, cuando Iteñen 000 preso«, cuentan con lugar pera
ubicarlo«. te» mismo cuando hay mll> Pero ahora, con 5 o
(> mil, o en el futuro, cuando con 1« progresión que es pie-
\¡ i).,].- (’■■.< i;,n p> 15 20 mil oricnt.ihM detenido«, se creq
•.dft r,»-*■.-.* .............. ■■ ste* !•«» i')!/ ríante« /te las
FutKMM Armados. En e m moflirte,, en ei ■*» <a» ( aballe-
ría, donde he «tete trasladada l,¡ mayoría /te tes imijen"*
detenidas, hay 50 embarazadas, de las cuate« 30 cMán en
tan peHado nWto avanzado al te mes. Esto nos hace pen,m
qw» a partir del moa de noviembre, la« Fuerzas A; rivulas
pagarán a. «er el más firme cinnpetidor del doctor íTotln-
gini. Eso ie» oreará un nuevo problema.
No iHxtemos decir que esta« detenida« calezcan de aaii-
tcn/'ia, sino afirmar que se Hrtá haciendo todo lo podbla
pía que su gravidez no solamente no i ceiba affcrtencfa,
‘.■jm para quv transcurra en las paires condicionen posibles,
Kiettwi».' al ewvipiirharntento, a la Inmovilidad, a loa planto-
Hf& ft, Ite* m»pobí( joia ., .»I id'» a lo« malo« rvg!m«ute» dhr
WMf 4 Itw que ««Uh wmetldait, u la picana aUclrica y
al "submarino", al que han «ido sometido» imiiMriminada* ■<
mente.
032
Walter
Esto lo décimo« pitra tocar te sehdbMMad del Mftor Mi­
nistro de Defensa Nacional, que ya que na visitado 5 cuar­
teles; visite uno más y vea en que condiciono« «e encuen­
tran (Mas mujeres que en estado /le gravidez, se encuen­
tran actuj'mente en el te de Caballería.
El problema de ubicación de loe presos no se ha ido
solucionando por te vio natural o normal que hubiera sàio
te instalación de más juzgados, el agilitar los tráfTTtte<. v
te initeum-tón <iel rrcuta» de Habeos Corpus, de modo qua
lo« dctenj'W fue»«''! juzgados y ios que no fueran procesa-
<1<ip reeobrtiran te libertad como corresponde.
mirlo en otra forma. 14o «e ha buscado el camino lógico y
rae tonni, sino el que e* típico del gubtemo que «starno«
Se hn recurrido nada menos que a te liebre Afe. r.«e
Ente fundido y que ahora quieren refundir ir.teroses forá­
neo«, n tal punto que los trabajadores ferroviarios, viril­
mente, han «Mido en defensa no «ólo de su« jornales y dé
sus fuentes fie trabajo, sino del patrimonio nacional, tra­
to odo do ;ni|»edír que se clausuren vi««, estacione* y «a
pucdn cumplir nm sus servicios, de modo de favorecer a h ¿
pobhiclAn, i'. I/»« nsunrios, a te agricultura, al comercio, a te jí
hi.bistii.» Timihten han calido n luchar por 1a posibilidad »
dr int»-rc»»uertar las vías teiusniariiis en el puente Paysun- $
dú-Colórt,
..... ----- II I w — —■. -1—111,111 I—' '■ w«—M/H-tiig-r-.'—jg
Esa '■.»Jurlón qm h<» buscado el gobierno para ublcíir
n los detenidos, es ln qi,<- «e puede deducir de! siguiente
pedido de informes que hicimos r,»u el comj añero Juitn
।
Chente.
i
CursnniOH a través de la Presidencia »a te Cámara »le
Representantes un }x*dldn que en su parte expositiva es
tenni para los Ministerio* de Transporte, Comunicaciones y
« Tt.rismo y Defensa Nacional. Dice asi: '“El 12 de Junio de
HI72, fueron concedidos por AFE, mediante órdenes verba- ;
íc4-. de! Pr-'si'tente del Dlrertorio Interventor al Gerente de ■
i Material y Tracción, a! Ministerio de Defensa Nacional
para el Comando do la Región Militar N’ 1 los siguientes
'v v"»pones tipo AW do 30 toneladas, estructura de madera
dui a, tipo totalmente cubierto. c»m los números 7214. 722S
y 7231 habilitad»»« para el tráfico do cargas, y nór/iero#
7335 y 7.1.00 no habilitndm. en reparación. Además los 20
vavones tip« frigniiflca de tes mtarnas caríiclerlstlc»w que
loe anterior, con te miedad de tener paredes térmicas y
c'^tr« rukto« que fueron elegidos en Durazno por dos »»fj-
/•tetes d-4 Comando Junto con el Ingenlem de A FE, Ii g.
Keipv »»i v. Hunt, wyo« ntnmroa son 305M 3052; ;ter.3,
31/M; ..<»55; 3036; 3057; 30Í»; 3069; 3060; 30OL 3062: 3ú-);
iu;l; 3063: 3060; Wt. 3068; 3060; 3070, De A -tos, »4 3 <ie
Julio de 1972. el 3052: 3065 y 3068 fueron •ntregadm ”1
('»u .m lo y los dentó« se encuentran en. pSPwsa de ser .
dr aniHiivtedos para mi entrega. Todos lo» vagone« fiwmn
(irMit)/uiii>la»Jos <-n Estación Manga en «u« partes iwitente»; ;
(-’» >. ruí-'hr tetífs frenas, etc», quedando su chasis y par. j*.
te- i»'- h.s ifh' fucn»n traìdadados |x»r grúaa del 1
Ejército". I
♦
| SolicitamóK en es»' momento al MinLt»»jjo de TranHpnr- 1
tes. Comnníc’ieteiw« y Turismo los gastos qu<- le o<-adniu«ha
ral Ente ferpotdnrte el desinar;telamiento dr vagone»
|/w qn< le dcmsnriarla nuevamente cuando f.ieran devueltos
--si algún día los devuelven— la recuperación de ose mate-
rí'd rodante, Ihs ítetM que pierde el Ente por entregar eso.
vagoni « (y interno» adelante^ $ue desde <
el- iu ()iu' mencionamos) y lo que les cobra el Mi-
lurAeri'. de Dcf/*n»a Nacional. .
-■?;. ■<< , v
Al Ministerio .te Dofon a Nacional, a «U vez, le solici*
táhamos lo siguiente: ‘Ti Carácter de «ata concesión d$.
matarte! ferroviario 2) Precio y condiciones^^ pago po*
e»4a eodW«tón y plago pw» «ite. 3) Razón de Ta utníxapión
oo nuitertei ferroviario giwi otras fines que ios eepecifbxa,
y si los vagones especial«» una vez /tesprovMm de sus par- .s
te» rodantes «on utilizados como lugar de confinamiento
<k jaesos políteM* que *n encuentran bajo jurisdiccii’m <te
ti»« Minl«taite’\
■' ;i«F' ■ 'ylW-'í'sSM»"
Anualmente, uunquq «m* «fe i
/pie v* <isí, " ■ «4 ■
“4i Montfr total /le la» deuda» ¡interioro« de esa
m-te> te coq AFE, 5» Infi-nrionc« de pago ‘h’l MwiiMerte <te^
f>fe »a Neeteneí r«*e>erto a sus deudas con AFE".
26 6 3 ®
 SKftOR MARTINEZ GALUNAI« - AilomU .M |w, h .
absurdo de la acumulHción de proso» por falta do Juzkm-
miento o de procesamiento, m por lentitud burooráMck
dejando a un lado también la mala voluntad que hay «m
ello, descontando la inhumanidad que aigníílca confinar a
- 'pnwfflwrw rerrovianoa, catamos ante ol ahaurtto, di“"*
que en toa Cuerpo» <le>¡ Eatatki, loa «ectnrcs pobres <<»hw> rI
Ferrocarril están aportando y KUbsl<llan<lo a tos qu • en este
memento ron ricos, como es el cuso de las Fuerzas Ar­
mados, para las cuales se destina una parte muy imputante
del Presupuesto Nacional y lógicamente es la que se ret¡u < a
después a Salud píialica, a la Instrucción y o todos los
demás servicios fnndiimontides j»ara el desarrollo del país
llcrn »' Ib ch<‘. 1 ;urbifii. un |s’d(do de informe ¡d Minis­
terio <le Iti lu< i'>nc« Exteijorr« para sotirr el número le
agre p.ad->s militares, navales y aeronáutico)« acreditad« •<« «m
miUón diplomática en el extortor y en qué pah se cnrueti-
ti r.n en función, vi número de secretarios, a yin Invites, educa«
ner y sub alternos de »endientes d«' c.*t<* en ol exterior y
lar cifras mensuales en jiesos titaguayos y en moneda ex
tr«<njí*ra que insuman dichas re|»re»cnlacl«»nes |n>r concepto
de sueldos, gastos de representación, gastos espedalvM, Viá­
tico» y otros rubros.
■n momento» en que está en el primer plano de la
diseasión el problema de la» Fuerza» Armada», el pro­
blema de) Ejército y el de las contradlciones interna» que
^^»urgen y pueden »urgir al haber cambiado su función de
^Jdefensa de la soberanía y pasar a i&er un cuerpo de re­
presión y de torturadores, queremos, para expresar, loa
posiciones que deben tener frente a loe distintos acetó­
les del Ejército los movimientos populares y como con- .
tribución histórica, leer una brillante página de un aran
patriota, latinoamericano desaparecido, el argentino John
William Cooke, que conoció, JunW-eon su esposa Alicia
Eguren, la persecución, la cárcel y el exilio. En el libro
“La lucha por la liberación nacional** dice algo refirién­
dose al Ejército de su pal», Argentina, que e» aplicable
p.l Uruguay, haciendo la salvedad de que se deberán cam­
biar los nombre» de loa héroe» nacionales, sustituyendo
d Artigas por San Martín y cambiar los nombres de lo»
represore«: y torturadores. Lógicamente que loa movimien­
to populares son distintos en un país y en otro y'las
fechas tampoco deben ser tomada» al pie de la letra
porque, en el Uruguay, el proceso de conversión del Ejér­
cito en un elemento de represión fue más reciente.
Vamos a leer estas páginas como importante con­
tribución nata que la Juventud conozca esto y para que
¿por que no?- los propios militares honestos y patrio­
tas tengan acceso a estas páginas, «|iir no son de mucha
difusión actualmente porque os difícil conseguirlas.
k Le damos la palabra a John William Cookc que dice;
“Un análisis de las formas que tomará 1« lucha del
pueblo por ia liberación nacional no puede eludir el te­
ma del Ejército, ni presentarlo eon moños y cintilas que
disimulen el pensamiento. Las fuerzas armadas no son
un/« categoría ideal, rodeada de determinados atributa»
que forman parte de su esencia. Son instituciones hu­
manas. que actúan para bien o para mal. de acuerdo con
ios hombrea que clrcunstanclalmente están al frente :1c
ellas. El Ejército argentino no es ni mejor ni peor que
ios hombres que lo componen. Los méritos y la tradi­
ción heroica, tienen Importancia actual sólo en cuanto
marquen una línea de conducta ’que se mantenga. 81
afirroo que desde 1955 el Ejército es la guardia preto-
riana de la oligarquía, el brazo armado del privilegio
woniwawo no estoy cometiendo una irreverencia ni ten­
go q.’M aclarar que no me estoy refiriendo al Ejército de
San Marín. Si hablo de lo® asesinos, estay pensando en
Quar&nta y no en Baldrtch, en Aramburu y no en fíavio,
en Csorio Arana y no en Moscotil Es decir, contemplo al
Ejército objetivamente y nrt juicio alcanza sólo a su ac­
tuación durante la etapa mencionada. De la misma ma­
nera que lo» tribunales ds honor que m ensañaron con
lo» Jefes de ia era peronista, no intentaban infamar a
la institución sino a eso» jefe»,
“El Ejército puede ser instrumento de liberación <r
de esclavitud. No hay ningún determinísmo histórico
- ni siquiera de clase— quo pueda anticiparnos la rea­
puesta para un periodo dado. Juzgar a todo« lo» oficia-,
les argentinos por las hciIihwi de alguno» |efo» e» in*^
btaMiHi hl M a uso» jefe» la re»-
ponsabl'ldad, y máxime cuando xjace i ‘ra- i/u* *;isuí>ys
acostumbrados a ver que la» guarnicione» aeftan cotdo^W^
soviets que formulan planteos y fuerzan decWone». >
Hay ciertos factores determinantes de una actitud
nacionalista en los Ejércitos sudamericanos, factores quo
van desde el peso de la tradición en las guerras emanci­
padoras hasta la necesidad de fomenta)* la industria pe­
sada. Pero el tjí-rclta argentino hace tiempo que está
enfrentado al pueblo y a los intereses nacicnale?;. Con­
taminado con la deformación idealista del aparato de
propaganda oligárquico-imperialista, considera la patria
corno algo desencarnado de la realidad, independiente del
hombre argentino. La patria está en las arengas, en las
formas exteriores de| culto castiense Tais millones de
hombre-« y mujeres que sufren v trabajan s<>n masa
ineducada, o enemigo» potenciales. ruando no comunis­
tas agazapados para de:- rulr los valores espirituales de
la Nación.
“¿Hasta cuándo persistirá este equívoco, este trági­
co divorcio entre pueblo y fuerzas armadas? Formular la
ptegunta es ya insinuar la esperanza de una rrt iífirn-
cíón en la conducta anltlpopular de las Instituciones mi­
litare». Cosa que tío ocurrirá porque en forma mas o me*
non caprichosa cambien de modo de pencar sus oficiales
suixriores Dejando de lado el pequeño núcleo que com­
parto con la oligarquía el desprecio por el pueblo, es po­
sible que una parte «preciable de la oficialidad impon-
ga otros rumbo», pero solamente cuando comprendan
que la soberanía nacional no consiste en mantener el
«tatú quo actual sino en quebrarlo participand» activa­
mente en la lucha antiimperialista. Cuando vear que esa
tarea no es función de las élites del poder sino ój todas
la» fuerzas nacionales Es decir, cuando veas que la
cuestión nacional no tiene solución sin resolverse revo­
lucionariamente la cuestión social. Cualquier po itka que
se aparte de este planteo se vuelve, automáticamente, an-
tinaclonallsta, porque identifica la patria con los Inte­
rese» do un pequeño .sector privilegiado y antinacional.
Tal vez ya estén pensando que por algo es que sus ba­
yonetas siempre están apuntando al pecho de su» her­
manos.
“Una cosa es esperar que las fuerzas armadas —al
monos el sector con sentido' nacional— integren, en al­
gún momento, el Frente de Liberación Nacional, y otra
muy diferente propiciar el #olpe militar. Los grupos que
luchan por el poder dentro del régimen imperante culti­
van los contactas cuartelero» y, quien más quien menos,
ha depositado »u confianza en tal o cual hombre de es­
pada. Muchos multantes de lo» movimientos populares
también confían en golpe» salvadores. El “golplsmo” es
una psicosis perfectamente explicable en momentos da
angustia Ofrece solucione» fáclle» y rápida», cambios ful­
minantes que »e abren de la noche a la mañana.
“Lo característico es que el tema de los fuerzas ar­
madas se eluda, o se toque en forma que no los irrite.
Algunos por que quieren granjearse la buena voluntad
de ese factor decisivo de nuestra vida política: otros,
aunque no esperan ningún apoyo de ellas, temen que
ejerzan ei derecho no escrito del veto de que disponen:
otros por temor a su fuerza. Nosotros no esquivaremos
este tama peligroso; y asi como no aceptamos que ei es­
tudiantado o él peronismo sean entidades eon atributo»
invariables, denunciamos te fama generalizada de atri­
buir a las fuerza» armadas determinado» atributos que
serían de su esencia, hagan lo que hagan o sean quienes
.sean sus integrantes.
“Las fuerzas armadas, como toda Institución están
formadas y dirigidas por hombres, y según procedan, asi
será el juicio que corresponda, sin que ios mérito» de
otrora cancelen los victos de hoy, ni estos disminuyan
aquellos. Nadie podrá convencerme que o! Ejército de Han
Martin y de Do riego es también el Ejército del Conintes
y las torturas y la represión, O que la glcrta que nuestra»
antepasados conquistaron con la lanza cubra, ahora el
manejo de la picana o se empañe por 1» actividad re­
presiva de ahora.
“Ya hemos expresado el concepta que no» merecen
lo» partidos políticos tradicionales. Pero no vemos qué
títulos tienen los militares para enjuiciarlo» y adoptar
 aire» de supeiMdád ante ellos, como no sea la sensa­
ción de considerarse parte de una casta cuyos cuadros
superiores se comportan como si fuesen principes de la
sangre. Desde 1955. el Ejército es un partido más, el par­
tido continuo del régnium, el partido con la máxima ca- -
pací dad de violencia en una fase hhtóilca en que la ins- ■
tituclonalidad democrático-i ’prescntatlva no funciona y
todo es acción directa. Si ¡a r..emocracla funcionase, el pe­
ronismo sería gobierno; cosa que no sucede —para bene­
ficio de todos Sos partidas • porque el partido fuerte, las ,
fuerzas armadas, se lo .'impiden mediante la ai ,:lón di­
recta.

“Las fuerzas armadas y» no son un órgano del Es­

tado; son una fuerza, un poder del EsLxdo, que lo ver­
tebran y dirigen, supliendo con su potencial armado la
debilidad de los restantes partidos, anacrónicos ideológica
y funcionalmente. Hay una patria prisionera, y otra pa­
tria sobreimpresa, hecha de desfiles, fanfarrias y aren­
gas occidentalistas, que se reduce a la adoración de sím­
bolos de otros símbolos, un juego de abstracciones y fan­
tasmas para que no aparezcan los hombres de carne y
hueso ni se oiga su clamqr. ¿Puede haber patria sin so
beranía? ¿Soberanía sin liberarnos del imperialismo?
¿Desarrollo sin autodeterminación? Eso pueden creerlo
quienes están bajo el Influjo ele las hechicerías frigertetas
o de similares desarrolllsmos que prollferan en todas las
corrientes burguesas.

“El fetichismo técnico debía prender fáqihnente en

instituciones que operan con el utilaje bélico y a las fuer*
xas arriadas les sirvo como coartada o como escape. Puro
los problemas del desarrollo son parte del problema na­
cional, que bo resuelve a nivel político y no a nivel téc­
nico. Las desigualdades no son técnicas en ningún caso:
la aparente neutralidad de le técnica envuelve decisiones
políticas quv el pueblo no puede adoptar porque está pri­
vado dé la facultad do resolver su destino,
v
“Nosotros no somos antimilitaristas; se mas pronacio» <¡
nales, patrióticos, y Juzgamos al Ejército por el papel que í
juega. ¿
“A diferencia de los antimilitaristas sistemáticos que I
trasladaron valoraciones que no correspondían a nuestra »1
circunstancia histórica, reconocemos el pe peí progresista ’
que pueden tener Jas fuerzas armadas en un paíl sub»
desarrollado y apreciamos la obra de los jefes como Mol- I
conl, Baldrlcii, «avio en defensa de los Intereses nació» |
nales, como así también reconocemos que el Ejército, en í
19-15. fue un factor de avanzada que se proponía tareas |
y planteaba problemas que hacían a nuestra indepen- |
deneia económica y política. Ese concepto cambia cuan- ¿
do. a partir de 1955, la pastelón del Ejército también |
(•amóla, y pasa a convertirse en el eje de la política reac- |
clonarla. Una modificación do esc comportamiento baria 1
variar, de mós está decirlo, nuestro Juicio, Aunque hay i
razones objetivas que nos llevan a suponer, sin que pue- |
da imputársenos un pesimismo catastrófico, que esa hl- í
pótesis ya no es posible.

“Algunos rectores antiliberales de derecha cultnan

amorosamente el-mito de las fuerzas armadas romo oe-
positariim de valore» que, por perversas maquinaciones
de los i'Kilitico«, no graviten actualmente en forma de­
cisiva, pero terminarán por prevalecer pese a todo. Es
oue el Ejército, ultima institución jerarquizada en una
sociedad cuya» jerarquice están en crisis es la garantía
final del »tatú quo, tanto bajo su forma liberal como ba­
jo forman paternalistas o foscUizantea

'El llljérclto los M.tísface adoptando la defensa de

lo “nacional” entendido como lo opuesto a lo revolucio­
narlo. F1 pueblo, por consiguiente, está reducido a ser
víctima resignada o a ser "•ubver*iw ’en cuanto se re­
bela contra la explotación y Ja servidumbre imperialis­
ta. Es decir, en cuanto, mediante su acción intenta que
la Argentina se realice como Nación, para lo cual debe
luchar contra el Ejército, que ya no defiende ta. sebera** 4
nía dnl país sino que defiende la “frontera interna” del
imperialismo, do acuerdo a la teoría adoptada de la
rrn subversiva“. Entonces, el “enemigo” ya fió -w
vasor potencial: somos nosotros, Lj» oficíale» «lírenden 1

en lo» ejércitos de ias potencia» colonia les, la» técnica» ,.

para enfrentar a los movimientos de liberación nacional; *
para aplicarlas al pueblo argentino cuando intente li­
berarse.
“AL adscribirse-a la tqpría de i» ‘guerra subversiva"
régimen-im* ~
... '■ -■'-"i¡le, sino el instrummitQ de la dpg*M
nación imperialista en nuestra p/optoWlt Y »♦#
•nos de juzgar, por mus fuerza que tenga, por má» re- i
prevalías que pueda descargar sobre nosotros; por lo que
dice ser y valer, sino por lo que es en realidad .

faena zziateriMl es io que le da prestigio ante 3

quienes se sienten defendidos por ella lo que inspira el "
prudente respeto de muchos que no desean sufrirla en
carne propia desde que se constituyó en guardián de la
“frontera Interna”, el militar renunció a lo qve antes ir
confería una aureola de prestíalo; era el encargado. en
< iHo de que la patria fuese agredida, de morir defendién­
dola. Ya no lian peidido ese prejuicio favorable, desde
que no han de morir por nosotr«^ ';lno ppr la oligarquÍAJ
t'i Jmpeiliill.'ii 10 combatiendo contra íinpmtlnd.

.sobando todas lus variaciones de techa, drcuiisUn- ’*

1 ¡a., y nomb es p/opios, creemofl que estas páginas dt -
Juhn Willian C'ooác .'»o un aporte valioso al estudie dg^í
¡a situación de un Ejciciio en un ptis como el nuestrwNK
colonial, en un momento en que al apiolar las tuercas ej ~
imperialismo vivimos una ciisls en la cual la oligarquía 1
yen» como talca salida la represión, oto» gándole al Eiér*
ttto e»a fundón, agudizándose de esta manera, las con­
tradicciones internas entre uuliUre», patriotas y mili­
tares entragutotft».

034
 MARTINEZ OALLINAL» W¿dter
Asamblea Oral.

Temas Moción para la oonstituoión de una

Comisión de Midióos para fiscalizar
el estado sanitario de los detenidos.

Sesión: 27 y 28 de Setiembre de 1972,

Montevideo, 27 de setiembre de 1972.

Sr. Presidente de la Asamblea General,
Don Jorge Sapellí

Mocionamoe:

1*) El Ministerio de Salud Pública constituirá una

Comisión de Médicos para fiscalizar el estado sanitario
de loe detenidos cuyos integrantes deberán poseer el
prestigio y la significación técnica suficiente que asegure
Información competente y objetiva. Sus dictámenes ge
harán públicos. Esta Comisión podrá actuar de oficio, a
teguerim lento de Ion Ministerios de Detenía Nacional o
del Interior o de la Comisión de Legislación de la Asam­
blea General. Su designación se hará antes de los d|es
dias de la fecha, y comenzará a actuar de inmediato.
2°> El Poder Ejecutivo deberá concertar dentro de
diez días con la .Suprema Corte de Justicia un procedí- *
miento que: n> garantice a todos los detenidas cual­
quiera sen la jurisdicción a que accedan, la libertad de
elección de sus defensores y la comunicación periódica
ron ésto..; I>) determina las condiciones en que podrán
.< r Irnslad.idos t .1) sus lugares tic reclusión lo* procesa­
dos .smnrlldof» a la Justicia penal ordinaria, a cuya dis­
posición continuarán estando en todo momento.
Enrique H. Erro, Zclinar Míe he lili i, Efirjqw Hodrí-
KiicF, A. Ira misto Kíxlricucz CamuwM), Jorge Du­
ran Multo«, uldro l.it licgovhen, I.uh Iioím, Juafi
Clirnlo, Waller Martínez Gallinal, Vivían Trina,
Daniel Sosa Días, Jaime Peres, Oscar RrtMchera.
 MARTINEZ QALL1NAL. Walter
Aaamblea Oral,

Tem.it Moción para que se declare grave y

urgente la moción por la que ee de­
creta la libertad de $2 detenidos»

Sesión» 2'1 y 2tí de Setiembre de 19/2.

1£ moción 1

(Se lee;)
‘'Proponemos que la Asamblea General decíate ur­
gente la moción por la cual se decreta la libertad de loa
W detenido» üajoel aiayuxc de la» Medida» Prontas de j

Seguridad, — Zebnar Mfchalinl, Enrique R. Erro, Isidro

I
*
Ftrhegoyhen, Luh Jmós, Vlvién Trías, Eduardo Viera. Qe* 5
ar Hruachera, A. Francisco Kodríw» Camusso, Enri­
que Rodríguez, Jorge Duran Matos, Walter Martínez Ga-
liinal, Daniel fiosa Días, Jaime Pérez y Juan Chenlo".

036 2S «3«
 M4RT¡piE3 OALLINAL, Walter
Asamblea Oral»

Temat Moción para enoomund»r a la Comisión de

Le ibtac ión oontral:i de lae facultades
otorgadas.

Sesión: 27 / 2d de Setiembre de 1972,

Mase la moelónndmwoé.
(Be lee:)
“Encomiéndase a la Comisión de Legislación de la
Asamblea General el contralor de la aplicación que el
Poder Ejecutivo haga de las facultades otorgadas por la
presente resolución. — Zelnmr FVhelin!, Juan Pablo Te­
rra, Enrique Rodríguez, Eduardo Viera, Jorge Duran Ma­
tos, Isidro Etchegoyhen, WJadimlr Turiansky, José Luis
V?lwa, Rebasllén EUzeiro, Enrique R. Erro, A. Francisco
Rodríguez Ciimusso, Jaime Pérez. Hugo Batalla, Walter
Martínez Gallina!. Luis Tmás, Antonio Sarachu, Carlos
Texelra y Oscar Bruschera".

03 7/57
 TìrrDTA"O

roo 1001"
 . A ' <5 t* ■■«.'Mí ■ ■‘■*iW

'PROYECTO DE W

Articulo 19 — Los funcionarios (te la Administración

Central, de Entes Autónomos o Servicios Descentra­
lizados que hayan sido destituidos, trasladados o san­
cionados por aplicación directa o indirecta del de-
cJ ’o del Poder Ejecutivo No 383, de 18 de junio de
1968 o posteriores de Medidas Prontas de Seguridad,
podrán rec’amar ante el Tribunal Extraordinario que
so crea por esta ley.
Artíeula te — Créase un Tribunal Extraordinario
con e’ cometido de entender en las reclamaciones a
que s¡¡? refiere el articulo anterior, el que tendrá la
faeu’Vid de reaohw la rastitualón dü fttetonaríb, te-
$
atando en cuenta rasonee do legalidad, de fondo o 4
<¡e íoma y¡o de evidente conveniencia publicar
El Tribunal se eomprondrá do cincj miembros de-
sígnf doa: uno por el Poder Ejecutivo, uno por la cá*
manu de senadoras, uno por la Cámara de ReprOeen-
tastos, usw per la Suprema Corto da Justicia y uno
^¡t Tribunal de lo Conteoelooo Administrativo

Atticaio n — Los cargos serán honoeerios y pana

ser miembro del Tribunal seri Mowartc reunir
condiciones previstas por el Articulo Mf 4te la
Utución. » J
El Tribunal fijará el procedimiento a seguir en
nsuni os sometidos & su decisión y a pedido del i
sado abrirá a prueba por el término suficiente,
tu (Tí en papel común, las actuaciones no de
rán castas y funcionará en el Palacio Legislativo.
Presidente de la Asamblea General lo proveerá el
.sonal y útiles necesarios.

Artículo 49 — El Tribunal se constituirá dentro

los dlvz dias de promulgada la presente ley y será
vocad') por cualquiera de sus miembros, una ver. desigd
nados tres de los mismos. En su primera sesión des
nurá su presidente.
Los interesados, dentro de los sesenta dias de la lnJ ■
legración del TYibunal, deberán presentarse por escri-^
to formulando su reclamación y articulando los he-'
chos en que se fundan.
El Tribunal, dentro de los sesenta dias de entabla­
do el reclamo, declarará si el reclamante tiene dere­
cho a reintegrarse a su cargo. La declaración se adop­
tará por tres votos conformes y causará estado.
PROÍF > 30
Artículo 3< — Resuelta por el Tribunal favorable­
mente la reclamación del funcionario, la comunicará
al Instituto al cual pertenecía, el que deberá reinte­
grarlo a su cargo en un plazo de diez dias, reconocerle
su antigüedad y abonarlo todas las retri truc iones que WladlattaJEz!/1» ¿L*nw Representante P°r
> hubieran correspondido desde el inomento de su JJZll. Representan- .
destitución a la fecha de su reintegro. Montemd*® **eil*y, t__~ «o..« Representan-
te por MóiRevideo, Jaisa* W*ca, xetto,
Artieato W — El fallo del Tribunal Extraordinaria st
no obstará a la prosecución de las acciones interpues­
ta# unte el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. me "a'^presentente
Aifiácale ff — A partir de la promulgación de la rllxelre, Representante por «oatowldictn
nías Representante por Montee«—Ha
presenté lay les funcionarlas destituidos a que hace ÍÍT,. ¿atolla Representante por MonMMJR
’ pfciencia el Eiiehiritolty. nepre.-rntnnte
provisional, con el sueldó y demás iMniffiMá JÜXlS»; W^lter Martines; G^lnal. neW*S
je p' jidan a su grado y categoría a Id MálMl
j.au/<I .tuir loa Organismos este r
•>< t -Mi) HU‘i*buul equivalente .• dic
suéWs i béíié/ióiós. 3Í Sor Serian»: rhto. W»’
Articulo — Comuniqúese, etc. sentante por Montevideo.

o0 2 . ¿
oe informes formulado por diversos legisladoras, re-/
Córente a la detención del ex legislador doctor Ariel
Collazo, hi Can.ara de Representantes declara: Qut
la respuesta del Poder Ejecutivo por intermedio del
del Ministerio deJ Interior constituye legión de lo»;
fueros del Cuerdo —• Osear ttruschera; Daniel Mos»
Oías; Hugo Batalla; Jaime Pires; Wladünir Tg^
riansky; Edmundo Soares Nelto; Juan R. ChenJ* ,
ftodnty Arismendl; Luis Imas; Jorge Darán Matgir
Isédro Etchegoyhen; Walter Martines Gailinal: C«h4
tai Tvxotvw Vares!; Antonio M. Saraahu)
Trías; Sebastián Ellseire; Ariel Días”. ,...

¿. Ó J
00 3
 MontevWfite, OíteÜWRi
déttte de la Cámara de Re
Gutiórrex Rulz. De conformé
el artículo 161 del Reglamento de 1« Cámara ttr Re- j
presentantes, solicito se curse la siguiente exposición i
al Ministerio de Defensa Nacional: He recibido por <
parte de familiares de detenidos en el Cuartel de In> $
f antera» tfv 1!, con asiento en la ciudad de MUmuk 1
denuncian relacionadas eon la prohibición existente i
para Jos hijos de loa anortados, a» acercarse a site |

padree para recibir un beso y una enriela. *Wd bHm- •«

don promueve escenas desgarradoras, siendo los inte |
.»feriados, como es natural, los niños. Solicito del se-
tior Ministro quiera adoptar todas las providencias %
necesarias a fin de que cese tal estado de cosan y
traslade a ini conocimiento la resolución pertinente <
.Saludo ai /Mrtor presidente muy atentamente -~~ JIM-
w fj. pCrr#, Representante por Montevideo ** ‘
 Cojmháe reinicia en c
y dramáticas, en momento* en que lo*
reaccionarlos y ultra* de la oligarquía nacional, máq;|
orgánicamente vinculado» al capital extranjero, in-.j
ten tan inculcar en la conciencia pública la convíccióhjs
de que la contradicción principal que desgana núes- 1
ira sociedad es la que enfrenta Al orden con la sub- <1
versión, cuando es evidente —los hechos lo demues- |
irán con absoluta elocuencia- que la contradicción $
principal que desgarra nuestra sociedad el entren- 4
tamlento del pueblo con la oligarquía, de la patria 4
con el imperialismo.
La clase obrera no se ha dejado engañar y en el
jraro plebiscitario del día 13, en la» formidable» de­
mostraciones de los días 18 y 19, en el paro general con
ocupación de locales y asambleas de información del
día 25 y en el ¡9 de mayo más grande, más organiza­
do, más firme y más definido de los últimos años, ha
demostrado que está en la tesitura de defender la
eewwmi* aaetauaJ, de delende* su nivel de vida.

defender «olida* reale* y protauda» paaataa gnMidaew

problemas que tiene planteado* el pata. J
La verdad es que a esti. altura Coprín se eaé a pe-4
(lazos. Tenemos delante nuestro una información pro-"
pedente de Paysandú acerca del congreso de la Cop-,^
federación de Entidades Empresariales del Interior,
constituida por treinta y siete organizaciones de loa J
cuales estaban veinte presente» y que apoyó por una-'.¡di
nimldnd el reclamo de la organización que agrupa
los empresarios comerciales e industriales de salto en a
el sentido de que Coprín permita aumentar los sala- 1
ríos en un 40 %, y también lo solicitado por la Con* <■
federación Nacional de 'Trabajadores del Uruguay, 1
agregando además que es necesaria una politiua de ,1
pleno empleo. Vale decir que el capital medio y pe- 7
quefto del comercio y de la industria del Interior de
la República forma un frente común con ios trabaja­
dores para el reclamo que intclalmente planteara lu
CNT en tono al aumento salarial. Con respecto a Co
prín, dice textualmente: “Los reunidos resolvieron,
por unanimidad« interceder ante los representantes
nacionales para que *e agiliten la» gestiones que -
tienden a la derogación — liana y llana— de la coprín.
a¿».

bemó»' que cuando W voló el aumento salarial

20 1 . la situación era la siguiente: desde el i* de enew
ro de 1968 al 1* de enero de 1972, el costo de 11* vidbi
había subido un 212 4 % y, en cambio, lo» salario* r*Z2
les en ese lapso hablan aumentado sólo un 131.811 tEb
A ero hay que agregar que en el primer tr.irwfuH
- enero, febrero y marzo— de 197% el «o*l,o ge vuB
subió un 18.7 lo que lleva el aumento toád
rosto de la vida desde el 1? de enero de 1988 a ia»^B
r'hn. al 231 17 a lo que debemos sumar aún la pHH
r: -sluaci-'n. del 4 82 Hay que tener «Uf
41 >.ícnr,;i que m a ese 20 dr.srontamos p| primer me*4
de aumento, que va aí «anco de Previsión Social,
queda el 16.86 %; que si le descontaino» los montepíos,
queda en 12.66 %; y que ai le descontamos la inciden­
cia. que ese aumento salarial tiene en el costo de ¡a
vida, queda en «16

0 0 5 .U 2»«3*
 iflBROR PEREZ - Deseo ocuparme de algo que e»
público y notorio, vinculado con la publicación del
comunicado número ido de Jm Fuerzas Conjuntas,,
que se refiere a un planteamiento totalmente sobrio?
que yo realicé en la Comisión de Legislación de lá
Asamblea General, que preside el señor Senador don
Martin Echegoyen, Yo hice referencia a hechos acae­
cidos en la madrugada del 17 de abril frente al local
del Partido Comunista de la Seccional 20*. DI una
versión serla y responsable, basada en declaraciones
de múltiple.*: testigos que testimoniaban con toda ela-
rkud en e» sentido de que Jo» siete ~hoy desgracia*' -t
ocho— obrero» comunistas que estaban en
sido «sennados.
En función de el.o plantee la necesidad de una in-*
veatigacion profunda que esclareciera loe hecho», lo
que no «ólo era de interés de nuestro sector o del
Fíente Amplio, sino también del país, del gobierno
y de las propina Fuerzas Armadas, que yo consídera-
ba, debían thaber »ido las primeras en nacer una
' flkaustlva Investigación que echara lúa sobre lo»;
¿Jrontccimientos. - . j tándoseles; “¿Dónde están las armas? ¿Dónde están
Cuando hice ese planteamiento, el señor Ministro
ele transa Nacional, que se encontraba en la Comí*
*■ si<»n, declaró que sus informaciones contradecían lo
que yo expresaba, pero que en última Instancia se-?
ría Ja Justicia Militar, n la cual habían sido pasados4
los antecedentes, la encargada de esclarecer lo» he- ¡
chos.
Luego de ene incidente, noa cncanlramm con el co­
municado número ICO de la Junta de Ccmiand.inlas
del Ejército que lanza una versión lid <Iniontr insó­
lita. agraviante e insultante para mi m.’sm¡íi ins- l¡-
ta. en primer término, porque de acuerdo con la
Constitución de la República lu Junta d^ Comandan­
tes ckl Ejército no puede dirigirse ni a los legislado­
res. ni a la Asamblea General, ni a nlnvnna de las
Cámaras Dicha Junta está dirigida por el Poder C1
vil. el Poder Ejecutivo, y en última instancia, su Je­
fe Supremo es el señor Presidente de la República
El heíbo de que al comunicado se le haya colora­
do como un taparrabo, que m hace ron ''expreso co-
Wcixntenúo del superior", 'no modifica esa realidad.
Pero, además, señor Presidente: ¿qué se busca con
ej» comunicado? ¿Acaso amedrentarnos?
^■o somos amigo» de frases de protocolo. Decimos,
simplemente: en el esclarecimiento de la verdad 4Ó
estos hechos, nadie ñus va ft apartar. Tengo cuarrnts
y cuatro años de edad y veto Uséis nfitii militando «
un partido que nos llena de orgullo* el Partido Cpl
munista Y digo que rechazariamo» todo lo que .ha»
moa aprendido durante estos años él retrocediéramoí
(rente a la investigación de eww hechos que, con todfi
claridad, muestran que estos ocho trabajadores fugl
ron ajusticiados. Digo más: no es con comunicad®
que se van a esclarecer estos episodios; no es con trfS
saltos oik* se va a lograr tergiversar la verdad; no dí
'-•.'•.ando tierra sobre la sangre ¡No. señor Presiden*!
Cef Los hecho» fueron totalmente claros y compro-
JWWy a haeer perder tiempo a la Cámara rnoi-
trMMft» la falsedad, lo wmtenofeee y, eaatilMMt tngfe
tancüíTíacómpltoedel cwuntoado N<? 77, que no 'le
acierte ul a toa números de las casas, Nal» hora, nfc
mucho menos a loa hecluos fundamentales.
QufcMrartiar conocimiento, tú manera totalmente ao-j •RÓ/ri »na wospittti en grave estado, junto con el capitán Bum
bria V sin un soto calificativo, de tos hacho* que
'.<)) lotalmentc compiobaüoM j sobre to» cuales iuiy
que hactr una exhaustiva investigación,
¿Cuales fueron estos hechos? Esta plenamente ccm-
nx*,bado que ¡a ratonera n que se hace referencia de
la calle Valle Edén, era totalmente luisa; que los há<
fritantes de ésa prcAunia r«tom-ta /.obre la que eft
él comunicado m dice que w había comprobado la
existencia de documentos sediciosos . antes ríe que
ocurrieran estos hechos ya hablan aclarado su si­
tuación, que no tenían ningún material sedicioso,, y
posterloimentj fVátoQ p rtpa^n libertad
,40»i» ag ‘ , Jtataam«
.■mu jjIo desde lu callo Valle
. i ¡¡i« t ;n!í>j( D «Jchtie alguna azotea próxima
> í- «i Y co.íío no acostumbramos a hacer aflr-
jzutc-ones 3in haberlas comprobado ¡jrtvucncnte. mvl-
W IÓ# al Utfwr Mwivlfo de LX^en.’iü Nacional a re­
men te
(' f.fükl.
la ft/o
^4
tea de la calle Agraciada te disparara sobré la «>tia
cuadra át Valle Edén
SEÑOR FBRBE. — D»t&h saftartreáMeme, que era
abíolutamente imposible que se tirara desde la aso-
tes del ¡ocal de la seccional 20* del Partido. Y lo era,
primero. por ¡a circunotancia fínica de que entre aso­
lea y azotea se interponen edificios de mayor altu­
ra, lo cual Impide disparar desde ese lugar sobre la
ralle Valle Edén. Pero es imposible, además, porque
no habla armas en el local; porque los dos detenidos
que milagrosamente salieron sin heridas graves,
aunque fueron muy golpeados que estuvieron en la
azotea toda la noche, hasta la madrugada*, fueron
puestos en libertad por el juez militar luego de to­
márseles declaración, pues éste comprobó que no lo­
man arma«, y que no habían disparado. Quiere decir
que todo el montaje del Comunicado 77 se vino al
suelo cuando se constató que desde esa azotea no se &a
l abia tirado.
Más aún: cuando estos detenidos fueron llevados
a la Seccional 18» hay testigos que afirman que mien­
tras lie loa trasladaba se ler> iba golpeando, y pregun­
las armas? ¿Dónde están las armas?”. Esto significa
que cuando las Fuerzas Conjuntar penetraron al lo­
cal no encontraron una sola arma, salvo una escope­
ta desarmada que el propio Ministro de Defensa Na
clona! reconoció que no había sidi / usada. Por lo tan­
to, todo el resto del comunicado, f n cuanto a que des­
de el local seccional 20* del Pálido se tiró contra ■
vehículos de Jas Fuerzas Conjuntas, es totalmente .*
falso. No ws encontró una sola rrma. No había nin­
guna posibilidad de que se disparara desde la azo
tea, ni del frente ni de nínguw, parte del local sec­
cional sobre ninguno de loe caches de la* Fuerza»
Conjuntas
¿Qué se comprueba? Que en otras asoleas, en cam*
bto, había policía; y se comprueba, también por tes
i Iros, que en determinado momento, cuando era
intensa la balacera, viene corriendo nn policía u
formado desde el fondo que da a la calle Va'le E
y grita: "¡No tiren, que los que están en las arot
son lo» nuestra»’!
¿Por qué no m hace un< investigación?.
son los qué tiraron realmente sobre valle Edén, euéflr
(’o está totalmente comprobado que no lúe nuestrw?
gente? Por lo tanto, queda totalmente comprobad»
que la bala que le provocó la herida ai capitán Bus­
cón! sólo pudo haber partido cíe un arma de las Fuer-,
zas Conjuntas. Más todavía, ese tipo de herida,
niü lo demuestra el parte médico, solo >e puede pro*?
ducir por una bala de alte velocidad, p^ra que uñá­
bala atraviese el cráneo de un ludo n otro y le haga
explotar el cerebro, únicamente puede nr una bala
de eaau características. Quiere decir que nf con un
revo!ver común, calibre 22, 32, 38, y ni siquiera 45, at
tawKKk una herida de ere tf¡x* ¿Por qué no se in­
vestiga el calibre de la bala cor que se uro?
(Interrupción señor Representante Arumcndi »
Se dispone de Vrdas las jrruebít», y el material y
ios exámenes están en el pr.pto Hospital Militar
Aún hay má»: dije que habían sido asesinados» y
o» testigos comprueban plenamente que toa «tos
' DE?. I icios que salen wn baleado». Son tos qus sntean ae
rB0ta!>“‘U8/Oní Uno de ellos, el trabajador Héctor Cervtlli, jfii
HeríA taire poros días. Otem -rr» Ma des
un costado de la puerta; a uno to patean, le pegajÉ»
un culatazo, y cuando está en el suelo lo asesinan»!
y a otro le Riegan un tiro en la cabeza
¿Quién lo hace? eh una persona que no tiene uttHl
forme« sino un buzo »manilo Entre los que estaba®^
alM debía haber muy pucos que tuvieran un huzo¿
amarillo, Matonees, ¿(tomo no se va a ¿aber quién es
esa perzona, ese asesino?
Se compruebe tambi&i qn» a dos tos apartaron del
lugar, loe hevason a una é ida co
"H Miftcity de-bFMILr. > t __ .
otro«; tres cuando llegan a la mitad de la cahe^
4
A
Be les Ies dice; "¡Corran, comunistas
dice: "¡corran. ivmuw»*- PW#
putos!;
|ruyi/w» , y -wcuando
V>—B —ami
se van aproximando al lujfar- de *-
la ferretería, los t>mSú
(rallan por la espalda, les llenan el cuerpo de bala,
hin que tuvieran ningún arma. Otros comprueban qq
í •><!<>- Hi» hpM» «ú» ep ia es
4*9».
006 23 0 37
 Mfcy que decUífl^tnááaFQUe en la primera veratan?
que se da, se quiere comprobar que esos balazos que
están en la ferretería son el producto de tiros dl»-i
parados desde el local seccional 2(A Sin embargo, pa­
ra cualquiera que no sea especialista, basta con Ir al
iugar y ver los balazos para darse cuenta que sólo
pudirrou salir en diagonal, eo decir, no trente al lo­
cal. Esto h' puede rosnproteau- cua:.-:«*’* que tenga,
deseo* de saber la verdad de estos episodios
Más todavía: además de las heridas, do* murieron '
desanitrados. A la 1 30 de la madrugada, ya habla
dos ambulancias de Salud Pública, con mo inódicus y
personal respectivos, que ansiaban aoeorrvr y salvar
la vida u los que estuvieran herido« de gravedad.
Sin embargo, no se les permitió aproximarse hasta
¡as 7 y 3G de la mañana; es decir, que estuviere»
.déte horas plantador mientras dos de estos compañe­
ros se desangraban y, por esa vía, morían. ¿ Partido y cómo, si no hubiera sido por la enorme , an- í
Luego que amanece se ordena echar tierra sobre w
sangre. Esta tierra M hace barro, pero un barro muy*
espacial: es el barro de la sangre de trabajadores que:
fueron asesinados, pero esa sangre no se cubre con;
tierra, con disquisiciones, con insultos ni con debates
políticos; eso, únicamente, puede resolverse con una
investigación a fondo de loe hechos para que los res-,
ponsnbles reciban el castigo que merecen, No se pue­
de asesinar gente inocente impunemente, porquo sí
llegáramos a la conclusión de que esto es así, enion-
ces, ¿qué seria da! Uruguay?
Por eso en la Comisión dijimos que en el momento
oportuno llevaríamos este asunto a la justicia ordina­
ria, no por desconfianza en la justicia militar, sino
porque lo» que cayeron no eran sedicioso», no cayeron
en combate: fueron asesinados. Kao se llama homi­
cidio, es un delito común, y corresponde m la jusUciu c
comán jusgarlo.
Deseo «hora hacer primero una aclaración y luego
una reflexión,
En el Comunicado se dice que con mis palabras,
amparándome en loa fueros, estoy agraviando a las
Fueraas Armadas, lamento profundamente - no me
da indignación, sino simplemente tristeza- que en
un comunicado de ese tipo se diga tal cosa 8on cla-t
ras y terminantes las posiciones de nuestro sector j'.
del Frente Amplio en relación al Ejército. Lo hemos,
dicho una y otra vez. inclusive, cuando estábame«»^
juzgando estos hechas, ruando est Abamos aportandd|
latos en ln Comisión, manifestamos* No considérala
mos a nuestras fuerzas Armadas, Fuerza» Armaw|
de asesinos, ladrones o torturadores, p-orqwe no co¿g|
slderamos n nuestro pueblo aseslr.o, faxchta o totaa
«mador. V dijimos, ol Ejército no es más que una par-l
le de nuestro pueblo. No se puede decir nada máq|
afirmativo que eso; pero cuando frente a palabras talo
elnros se lanzo una casa insidiosa como ésta, ¿qué »g|
pretende? ¿Extender un certificado de caución soll*^
jaría frente a hechos que son condenable» y que m^l
rec**n un r.i.-dipo ejemplar? ¿He pretenda cubrir »«tía
'»«unte? jPero, «on muchos muerto«, ¿ir flor Presidente,^
y es demasiado claro lo que ha pasado! Además, son
muchos testigos
Por eso afirmamOii desde el primer momento: la
mejor defensa que se puede hacer de las Fuerzas Ar­
madas es *r a un esclarecimiento total de los hechor
La reflexión que quería hace» es que lo primera
que debía interesar es el esclarecimiento de los ór­
eteos y sus motirscione» más profundas, porque nada
paos por eavgKikad. creo que es cierto que la historia
picó aro pape) acá. sólo así se puede expicar lo que
htetarw toeao de tea o 6e8 local ¿teel Partido, en el qw
«r «Mta A» »pre había prora destronar: no qué •
*4 «m vtehrter uta sttia nt una meen sanos, ruatm
«quipes sonoro» fueron destrozados; cada tipo de !u
máquina de *«erl»''r fue torcido en una u otra direc-
clón; «4 mteneóghdta gsaedó hecho polvo, Y que no
hperezca ahora rn eonranleado número no sé cuánto,
diciendo que con esto calumnio al Ejército, porque l
cuando se hizo la entrega del local mandamos a un
e.-;críbnno. y esto que estoy expresando es la veWrtótfA
do! neta levantara —que tengo aquí y pongo» dlspo-J
.‘■icón de Ja cámara—, que lleva la firma dflH Juera
Militar de Instrucción, de su Ayudante y del Capl*j|
tán que, a nombre de la Región Militar W 1, M«O
entrega del toral a un rompa ñero de nueatjp ParUd® ;
y «I WM'fihiim¡ijjm<
JIOC^^OO
00 7
ocal como tropas ocupantes pedían hacerlo en un*
territorio enemigo y no en el propio suelo, del cual
Í!?h0S 2ír"lft™os, P“*®- Pero histeria no explica
toao, Da algún lado partieron esos tiros y, entonces,
quiero hacer aquí una breve mención —a mí que na*
me gusta hacer frases— acerca de cosas que plantea- #
mos en ln mañana del domingo y que lucro se trans- •
formaron en proféticas. Esa mañana tomamos conocí-
m ento con un Oficial, cuyo nombre no sabemos y i
aunque lo supiéramos no lo (tarjamos en razón de
un primer procedimiento que se ht»i el domingo i«J
ÍT eL ,0PK .te 20 Mientra« Íbamos reco- I
rríendo el local y mirándolo todo, expliqué cómo ha- 1
oía sido el asalto vandálico el viernes de la reunión J
deja Asamblea General, al local central de nuestro i
Hctad de gente que había y por lo disciplina y «ere- <
nictad que demostraron, pudo haberse transformado 1
en ocho o más muertos. Le expliqué también que el |
detalle desencadenante, en apariencia, era según se <
necia, que desde nuestro local se había dlrparado so- <
J‘n vehículo de las fuerzas policiales. ¡Oh cmus- I
lictad! Es exactamente el mismo que ss da en la ex- i
pUcación Inicial para justificar luego la agresión con- é
tra nuestro local de la seccional 20. Ni siquiera hubo 1
imugínackin por parte de quienes montaron lo que ea I
una auténtica provocación -como lo dijimos desde í
ci primor jstoxaonto— coou» nosotros y ai n*snto Am-
- •
pile, yero contra el Gobierno y las Fuerzas Armada*^
aunque haya Rectores de ello« que no se den cuenta
y saquen todavía estos comunicadas J
En ese instante yo dije cómo a veces loa hombrMB
pueden sel* juguetes de las circunstancias que crea®
fuerzas qua desean prtcípitat la República hacia
fascismo, hurí» la péidida total de les libertada®
aheatando al pueblo en sangre 'JSi
E'ío fue <•! uomíjxgo al mediodía A lita seis de !®|
manan« extuve en el hiqar de los hechos y me eo^l
ronlré cor otro Oficial en cuyo» ojos no vi alegrfq||
sino trLsteM Quiero penrar que no era sólo tri»ten|l
por el C’mltán aunque desde luego lo justificarla—^^
pero no cieo que estuviera alegre porque se hubierOb
matado a <‘sta gente E*»ta persona —por lo menos fpi|
lo que me dijo— no sabía todo lo que había ocurrldd^t
'Uántos eran los muertos ni de qué bando, pero 1»
moni (esté que de lo que yo estaba seguro era que d<
nuestro loca! no ze habla disparado Recuerdo: al m«*¡
rhodía yo ’e expresé que en esta,« circunstancia« hafh
aue tener la cabeza muy fría, porque los hombrem
pueden *<w Juguete de las situaciones fabricad«s por
»Tupos qge están para eso, para desatar el caos en la
República, pera crear la« condiciones del fascismo y
^e Ma rep*í »<ón MÍA rañudbí contra el pueblo. Al decir
esto no,tenia la menor léw de que un»« poca» hora»
después* nos ibamoa « encontrar ante la consuma-;
( »<>n de cxi o» hecho».
Por eso hay que hacer una investigación a fondo,
no .'ólo para examinar quién»» fueron lo» que tiraron-,
quiénes dieron la» órdenet, slteo, además, para veo
( Amo se produjeron ’os aconteeixnle/ítoi que llevaron|
a <*Mn masacre, 7 , ¡f
Termino diciendo solamente que nadie ignora quÉg
hay «pilen quiere precipitar al país en el taactiWMw
Esto lo he dicho una y mil veces: eso no le lntereta|
a h ciase t teera ni ai Frente Amplio Se <temo»fta|
en ol ífigante«co 1? de mayo celebrado ayer, en qui|
como nunca, decena» v decenas de mitas de trabo®
Indures, de hombres de! pueblo, exl«kran aotaetate W
tais problema» y el cr*e de la matrt» y dai derramtaj
miento de sangre en la Repúblloa,
Como aquí se expresó, el líder máximo dé! Fntd®
Amplio. General Seregni, habló públicamente ent jU¡
mismo sentido en el acto de nuestro grupo poli tí»i
En esa circunstancia nuestro Partido, dolorido prall
fundamente por una injusticia tan grande. mnntuvÓ^
«ln embarco, una serenidad totalmente ejemplar, qt0 ■
todos tenemos que reconocer, creo que en esta sitúa- .
ción, a la» fuerzas armadas lo menos que se les pue­
de nedlr es que tengan esa misma serenidad.
íjoliefto que Ift versión taquigráfica de mis palabras
v* ynrtn a los Ministerios respectivo». ..
ini^ rr^^-' ......—-*“■* ••
 8WR
que los gremios obraron, tajo U dirección da la Con­
vención Nacional de Trabajadores, realizan justamen­
te en e! día de hoy. Eso es parte del esfuerzo de ln
clase obrera por lograr puntos relvlndicatlvos de ex
traordlnaria Importancia que van desde la revisión deü
aumento salarial del 20 %, la obtención de justas de»
mandas de los gremio«, del Estado, derogación de la
Coprín, reposición de los destituidos, leyes reclama­
das por los gremios de la enseñanza protección y crea,
clón de nuevas fuentes de trabajo, hasta el restable­
cimiento de las libertades públicas.
Como ya se demostrara en el paro general del 13
de abril, la clase obrerí, interpretando los sentimien­
tos de toda la población laboriosa de la República,
comprendiendo en ello no »«Mo a los »salariados, sino
también a sectores 4ó las capas medias, funcionarlos
públicos, maestros. >rofesores, comerciantes, peque-.
Fax industriales y trabajadores del Interior de la Re-«,
pública, levanta un programa de soluciones para re-,
solver en parte la gravísima situación que padece la»
República. *
Yo destaco que por un lado vemos asta verdaderas.
e»tafa de! 20 pero por otro - como se ha seBahufoJ
redeniementa-« una JubOacAón do mis de medio mO'
Só0 de pesos psn RdMeo Ateto. a esto podríanlo

agregar el caito dei señor Firán, cuyo único mérfljl

fue el de ser representante del gobierno en el perlqfl
anterior: con 37 años de edad y sólo 18 de trabajo,|M
retira con una jubilación de g 150 000. Mientras ogfl
rre esto, a los trabajadores le» fijan un minlmoijB
8 25 000, es decir, w condena crudamente al hnmJNM
a su» familias, a las de los funcionarios públicos
municipales,
Mientras están sucediendo estos bechnk <*n !a Mfl
Món de la hora 16 del día de hoy no se puro sprobaB
el proyecto sobre reglamentación de lo» descuenten
por paros, como consecuencia del ausentismo conni
cíente de algunos sectores. Esta iniciativa reivindica»
un principio de total justicia. '$1
Es necesario destacar que constituye un auténticos
retroceso v una enormidad el hecho de que durantes
muchos míos se havan estado aplicando multas a ioffw
trabajadores del Estado. Es una cosa qje está al mar- 1
gen de la Constitución, de ¡as leyes y de todo? los con- •
venios internacionales. Métodos de este tipo se han
utilizado en los períodos más oscuros, en épocas que
se ven reflejadas en determinadas novelas del Brasil,
acerca de la vida en las plantaciones de cacao o do
caña, o en los yerbatales del Paraguay. Es totalmen­
te inconcebible que se apliquen multa.» a los trabaja­
dores. Una cosa es el descuento del día que no se tra­
bajó y otra tratar, al margen de la ley - aun de las
propias leyes que per cierto no votamos. como la de
roprln—, de destrozar a la organización sindica! y
hambrear a los trabajadores aplicando multas que en .
ilgunos caso» van desde tres, cuatro, etneo y tartÉM
diez jornales Quiere decir que a los bajos salarios tofj
davfa se agregan verdaderos despojos, totalmente ile*|l
gales. ““W
Creemos que este proyecto de ley que está a dlscu,®
sión de la Cámara y que debe ser improbado con e0»tl
haríamos un acto de aoténtíea justicia—, 4 hubiera !
existido un mínimo de decoro tendría qué haber siddia
remitido con mensaje del Poder Ejecutivo.
Solícito que la versión taquigráfica de mis palabra#
sen cursada al Ministerio de Trabajo y Seguridad So-
cht--- ~~~
/MÍX
í 1
1 PJÍTHAW/

00 8 23037
 SEÑO» WW. — OttMUM* oevptrifMi-Wle varios
problema» que tienen que ver con la dramática attua*
ctón actual.
En primer término, queremos resaltar la resolución
de la Junta Departamental de Colonia, que fuera pre­
cedida por la» declaraciones de las juntas de Florida,
Sortario y Floro», que expresa - vamos a leer sólo una
parte, por razones de tiempo* -: “creemos como de­
ber de ciudadanos representantes do la población del
Departamento, turnar una decisión que pueda coadyu­
var a una pronta pacificación entre los orientales“.
En realidad, esto es motivo preocupación de to­
dos los sectores de la población. En e! día de hoy, jus­
tamente, se realiza una protesta del gremio médico,
que plantea, entre otros puntos, tratamiento de los
detenidos de acuerdo al Derecho; cese de loa atrope­
llos. velámenes y torturas; investigación de los he­
chos; definiciones inmediatas de la situación de las
médicos detenidos y garantías elementales para el co­
rrecto ejercicio de la profesión médica.
Estimamos que el cuarto punto, definiciones inme­
diatas de la situación do los médicos detenidos, podría !
alcanzar ti todos loa ciudadanos de la República. Hay
cientos dt detenidos cuya situación permanece inde-
finida, lo que corresponde, sí se trata de detenidos
cuya «ituíiclón es comprometida, es que sea el Juzgado ;
Militar el que tome decisión, pero que no se manten- ¿
o ms actitud en la que ni w les pasa ai Juez ni m «
les pone en libertad, con lo que sé cree, sin duda, si- i
tunclones que deben ser esclarecidas en término» pe- í
rentorlos. $
Y dentro de ese cuadro, hay problemas de extra« &
ordinaria importancia que afectan la suerte de cientos 1
de miles de personas, los Intereses más inmediatos de |
la cloxe obrera y dei pueblo o de otros sectores, ro ñe» 1
el de ios jubilados. Mientra« se mantiene ese estadal
de guerra, la situación económica no sólo no es con*l
templada, sino que se agrava en forma permanente, 1
Se podrían enumerar las distintas movilinaclooes obre- 1
ras y populares que se reahzan en el din dt hoy. J
poro quiero particularizar, en un minuto, en él pro- -A
hlemii de los jubilados He hace mención a que a par- w
i’.r del 1<? del mes próximo se aplicará un 32.4® % 3« 1
aumento correspondiente al régimen de reval uaciótv da a
pasividades. Este aumento, hay que destacarlo, es el"w
fruto de los estudios realizados en el año 1971. ¿Qué -1
.significa, por ejemplo, para el promedio de la jubila- 1
clon que percibe un doméstico? Hlgnlfíca que con es® J
numerto posma u cobrar, como promedio, 11 8 742. Y *
en bis Cajas de Industria y Comercio y Civil, el pro- J
medio oscila entre los $ 10.000 y $ 15.000. En el prl- á
mrr cu,so, los jubilados pasarán a cobrar, después del «
aumento. $ 13 24®, y en el caso de los S 15.0CO. que a® |
el máximo, pasarán a percibir $ 19 889. 1
Cualquiera entiendo que en esta situación loe pade- <a
cimientos no amenguarán, sino que en el correr del |
tic mi*' se irán agravando rada voz más. 81 m tiene en ¿
cm-nt i que estos índices son el fruto del aumento del g
ltkMo de lo vida del abo 1971; que en loa primero« cua- J
iro meses dv este nflo, de acuerdo a las propias esta*
disnea» oficiales, el cnsto de vida ha aumentado un J
34 “í y que a ese ritmo el Incremento a fin de afío3
puede calcularse que «utará, aproximadamente, en un
100 , «e concluye que la situación de Ion jubilado® «
que deban depender aunque se trate de una sola j
persona - de esa jubilación o pensión, «erá realmen- f
te dramática.
Por ese motivo, pensamos que además de aplicar de
inmediato y en torma rigurosa ese 33 %, WM1-^
X****^4o«nar an «tamia al proyecta ya presentale és i
Ir*0 péamMe por ai Frente UtíwM d® Ufepéron |

\ P&OíiSKÜ I/pare q<*». v* le vía del Banco Central o del Banco de

V / la *• MdeÍMhU «J de FrpvUáón SocuíJ
lo® madio» aeaoaarM par» #«e M® padda emitir wa
lus jubilado®,, a BttWmi ** aAiadB ài UfOMÙeàd
$ 10(1 000. < * <■< àfl
,^‘O,o4v ma’ Ú'
ahi r» «ea <jnv ad« a M<-n* ter« cel y dé
Detenga Nacional, en k> que sea peri.neíue, y al Mi-
nlst.crio de Trabajo y Seguridad Boemi, la segunda
Partí(> TTI***«*^ 2363?
00 9
 problema que «Tr» éfatf* íOWÍfiwilBÉMN® srRve-
ciad, con palabras que hemos dicho en forma «IMe-
mátíca ante asambleas estudiantiles y gremiales, asi
como también en meses redondas. No improvisamos,
pues, sino que en este Instante reiteramos una posi­
ción que con toda claridad hemos sostenido desde que
comenzó este proceso.
Nosotros condenamos este hecho. En primer térmi­
no, por razones humanas, pues en una patria como
la nuestra, donde ik existe la pena de muerte, nadie,
cualesquiera sean las circunstancias, tiene derecho a
quitar la vida a ninguna persona.
En segundo lugar por razones políticas. Considera­
mos que hechos como éste no favorecen a la causa
poputer. el deseo de la clase obrera y del pueblo de
lograr una normalización en la vida de la República,
sino que, por el contrario, favorecen y fortalecen las
posiciones más negativas para el país.
En tercer término, porque aspiramos a una autén­
tica transformación de la vida nacional y ello no pue­
de sobrevenir sobre la base de un enfrentamiento dej
sectores del pueblo con las Fuerzas Armada*,
únicamente ¡mediante la unidad de k* auttoiMI

orientales que aspiren a liberar la pátrld de! Imperte*!

Iismo y a realizar los cambios que la República estA „
exigiendo y
y, id rnirin lugiir. j/urque cuando el Frente Am-
pito, a thtves del (.leñera) Rerrgní, levantó «U consig­
na d< pncitlección en la vida del país, hubo sectores
que no eiilcndiproii este planteamiento, que creyeron
que era pareial en un sentido o en otro, y la verdad ■
es que al Frente le do,'ion todns las muertes.
El Frente Amplio no quería, y no lo quiere, que el
país enirara en la ruta dr lo (pie si* llamó la guale-
malizacion. D< sde 1988 i la fecha lian muerto en
lombate, con las armas en la limilo, en forma total­
mente Inocente, doscientos nueve orientales, va sea
del MLN, de la policía, de las Fuerzas Armadas, de
nuestro .t-ctor político o simple» ciudadanos que en
esta guerra tan peculiar que vive la República tam­
bién lueron blanco de las balas.
Cuando hacíamos ese planteamiento pretendíamos
precisamente detener este proceso de guatemailzación
en la vida de la República conscientes de que ello só­
lo podía ser posible mediante te aceptación de una :
auténtica pacificación y el comienzo de la reconstruc- á
ción de esta patria, creando condirtene» para la feli- |
cid.d de lento el pueblo Sobre esa base logre flamea^
un auténtico reencuentro de tos orientale« en el sen-j
tido amplío y generoso del término "oriental” w
Terminamos reiterando nuM'^a condena a este he*»jf
cho y recordando, m queremos tf a> origen áet pro J|
oleína !o que se rtsi aramos - y te iwmnik’, túh qoeretO
dar a esto ningún unte poetico— en te talwpftectewK
realizada recientemente en Cámara, retenta- ♦ poteffiB
tica d<* salarios, en el sentido de que sobra h« teteMB
<ü| ipiioi. <iel Urna mu míen lo de sangre y del sacrifllM
■ tu) !>nr|)|o, dmunte loa ultimo* artos un n(*eteí|S
.uuy jH'cmim <’e gente que imí-ió en míe territorte^
jhto que nidu tiene qu»* ver < <>n ía u adición .utigutl- ^
la ni e' o los intereses inichmiilrs, aprovechó el dra- 1
ma que vive lu Repúhltni pira llevarse al exterior I
casi quinientos millones de dolare*, airunrandolns
de lo que necesita el jmiíh para su desi»!rollo y jaira
M írhcidBd de sus habitantes 4
Con «irías palabras creemos que nuestra posir ion
frente a cate hecho tan doíoroeo q»e vive te Repúbli-
• a. gjMfe Wtehteamgate otera.
 A,> , . I

8RMJNI fMH. <tȇ WlM JU3SSSK

proíeK, 'tt.'WMlMF grave-
« «tita' .
dad. con palabra* que hemos dicho en forma sirte- !
inátlca ante asamblea* estudiantiles y gremiales. asi '?
como también en mesas redondas. No improvisamos, :f
pues, sino que en este Instante reiteramos una posi-
ción que con toda claridad hemos sostenido desde que 'l
comenzó este proceso.
Nosotros condenamoi este hecho. En primer térmi­
no. por razones humanas, pues en una patria como *
la nuestra, donde no ».tiste la pena de muerte, nadie,
cualesquiera sean las <lrcunstañe las, tiene derecho a
quitar la vida a ninguna persona.
En .segundo lugar por razones poli deas Considera- ?
mos que hechos como éste no favorecen a la causa
popular. el deseo de la clase obrera y del pueblo de :
lograr una normalización en la vida de la República, <
sino que, por el contrario, favorecen y fortalecen las
posiciones mío« negativas paro el país. 1
En tercer termino, porque aspiramos a una autén­
tica transformación de la vida nacional y ello no pue- ;í
de sobrevenir sobre la base de un enfrentamiento de $
sectores del pueblo con las Fuerana Armadas, sino
únicamente medíanle la unidad de tos auténtico#
f
orientales que aspiren a liberar la patria del imperta-
iusmo y a realizar lo> cambios que la República está
exigiendo.
Y, <n cuarto lii^íir jz.irquo cuando el Frente Am- -
p/iv, o. troves de! General scregrl, levantó su consig­
na de pacificación en la vida del país, hubo sectores
(pie no entendieron t te pía ni eani lento, que creyeron
que era parcial en un sentido o en otro y la verdad
es qu^ al Frente le dolían todas las muertes.
El Frente Amplio no quería y no lo quiero, que el
pai« entre.r» en la ruta do lo que se llamó la iruafe-
inalizactort nrsde HiflH a hi fecho han muerto en
combate, ron las arma* en la irvmo, en forma total­
mente inocente, doscientos nueve orientales, ya avi
del MLN, de ia policía de las Fuerzas Armadas, do
nuestro sector político o simples ciudadanos que en
esta guerra tan peculiar que vive la República tam­
bién fueron bianco de las helas
Cuando hacíamos ese planteamiento pretendíamos
¡>rtu Unmente detener ert* prosas© de guaiemnltwión
<-n >4 vida de 1« publica conscientes de que ello só­
lo podía ser mediante la aceptaclórí de una
auténtfr-a pacifk iiebm y el oxmíernm de ia reconstruc­
ción de esta pitra, citando condicione» para la fell-
eid.d c»e tolo el MO**re cm pase torraríamos ■
un c.oténtteo reeocaenw q# tos onefrtaí'fts en d /■*
tido amplio y generoso del término ’'oriental"
Terminamos r* :tesiutdo nueeUa condena a esta he­
cho y : rcordarudo. ,®ii «ííwmwh ir al erigen drt pío- ■
blenia lo que sefta¡aramos -y lo hacemos sin querer ■
dar a «sto nmguh imte poüttoo— en la interpelación .
realizada r^r-irnt«-mente en cánifira, relativa a poli- ¿
tira de salarios, rn H sentido c!e <?ne sobre la bas#^
<i'-l dolor, del <ion amamiento de sangre y del eaerift*!
eo» drl pueblo, durante ios uluínas añM «fi núeléCFJ
iiiuv pcqiií ó ) de gente que nució en e«te Writorkfe
pero que nada tiene que ver «-o#. la tratite-^íi ilrtlfdta«»
ta ni con los Inif-reses nacionaies, aprovechó *1 dra*hf
inn que vive l i República para nevarse al exterior |
cusí quinientos millones de dólares, arraneandoioi^l
de ¡o qii ' ncco. ii« el paír para *u dewrróth) y paiWa
¡ i ¡« i.i iGud d* -¡o ¡ habitante», w
con ( polaina.'? creemoM qué nuewtffl fFHftetóftiS
fíente a cate hecho tan doloroso que viva ta FtapÓblWql
r.i, queda absolutamente clara. ít J|

011 ¿
mwril mwrrumpMto M> aw>-DfpuUdo Porras La-
rtaJdfc en la exposición de su pensamiento, pero no
tengo más remedio que hacer un breve planteamiento,
por lo cual solicito también excusas a la Mesa.
Me acaban de comunicar que se ha arrojado tres
bombas Incendiarlas poderosas contra el local een- >
tral del Frente Amplio, que ha deteriorado la fachacbi.
del edificio y que ha puesto en riesgo la vida de las»
personas que estaban adentro. 1
Yo deseaba, primero, poner en conocimiento a la ?
Cámara de esta hecho, y plantear que hasta ahora ¿
se hablan retí I izad o atentados de este tipo e$i horas |
de la madrugada contra diversos locales del Frente d
Amplio, pero el que se realice un hecho de este UpojI
on las primeras horas dé la noche sólo puede ser iñi^jl
ferprctado como un acto realizado con total impudh|fl
dad por paite <tc quienes lo llevaron a cabo. (jS
No creo qur se conozca tan mal a! Frente ni a nuéá*p|
fro pueblo fimo para pensar que atentados de esttka
rmt «raleza vayan a frenar su lucha. 8ók> puede in^M
rerp•retar.«e como el esfuerzo de sectores, por ciertos
(pie infinitivamente minoritarios en el país, que bus-’H
<an atizar un clima totalmente enrarecido, obnubí- 1
Jando niiwii'i mó>< lo. situación en que se halla la He- «
pública. I
Exprese la pronta del Frente Amplio ante este j
hecho y rxip'mo.s qtie se tomen medidas a efectos dé 3
impedir la reiteración de este tipo de cosas. Pido dls- |
culpas al reñor Diputado Porras lairralde por haberlo
interrumpido, aunque sé que comprenderá que no te­
ma otra oportunidad para hacer estas manifestacio­
nes Le reitero que mi intención no era romper su
discurso

012 23«3
 ***** ■
presar muy brevemente que, en primer 1WW, votamos 1
1» c licstioii de tueros, como lo expresamos en la opor- *
t unidad anterior, conscientes de que en realidad no
e« tal. pero, por razono« de principio, votarnos slem-
jjrf. y más en esta oportunidad en que el compa** 3
ñero Bato lia había expresado deseos de hacer uso d?
1 t palabra snbre este punto Do cualquier manera t
creo que el momento elegido no fue el mejor ya que
Ja Cámara y lo podrá hacer posteriormente, a pe­
sar de esta Incidencia-- tenía planteado el examen
del protflema <*e Secundar« de extraordinaria ñh-*
porhmeia. vígencta v owjrtrmfdwd .1
No «mteiMip mucho el porqué 4» «oto regodáu, étó
natnos. sobre un tema que por cie&to, pienso yo, no$
hace leLz a nadie en el Parlamento Inclusive cuan- 5
do se votó la cuestión de fueros y la amplia nayo-J
ría del parlamento lo hizo por la afirmativa, la ban- í
ruda dé Frente Amplio lo hizo por la negativa. Kn ‘
t>M momento no alcancé a ver sonrisa« de alegría, por '
lo menos en loa rostros de loa legisladores en al mo> ;-
^^nto en que se realizó la votación, Por cierto que
V era un hecho agradable para el Parlamento, n!7
aun para aquellos que tomaron la decisión pensando^
que prdbedian de la manera más correcta. 7,
Yo me pregunto lo siguiente, señor Presidente. Una ¿
vez que la cámara toma la decisión y quita los fueros ?
de legislador al señor Ferror, ¿qué tiene que ver loe-1
go la Cámara desde el punto de vísta de sus luprus,:
cuando ciki misma ya «e los ha quitado'’ ¿Qué tiene
qu<- ver Ja Ca/nora con la« actitudes posteriores de)
señor Ferrer como para que este probó ma se plantee
COD3Q una cuestión de fueros? Esto, señor Prcdílcnte,
sólo puedo interpretarlo como el deseo, insisto, de
regodearse con este tema y, en definitiva, de colocar r
en una posición equivoca a la bancada del Frente"
Amplio Bato lo rechaza, y lo hago con toda fuerza*
1.a bancada del Frente Amplio sostuvo una posición i
totalmente clara que no daba ningún lugar a cqqí*|
voros. (.Que defendimos nosotros? Que de acuerdo Ul
la Constitución de 14 República correspondía aphcÍfq|
el urtlculc» 03; y que iratándase do un delito contra!
esa Constitución, correspondía tal como ella lc> e*-|
tablero luirlo jxilíileo y pase al Senado. ’ *
En segundo término, sostuvimos que era necesario ?
«• lu.s debidas gatanlias y para clk» era menester
* la propia Camurn luciera una Inveatigacién, su
estigachm sobre los iíecjws, ,• . *"*!"
0 1 3
.... f mi .1 nyWJ.ni. nuil I i—?’ w• } !> ’ T.'ity» ’•*' ■:-V ■' ■•■■'WI
Sfcflófí FffllElB. *- En ese aspecto recuerdo que|
coincidimos con eFneftor Diputado Tourné que reln- 7
vindicó el derecho de la Cámara a no manejarse «o-
lamente con1 papeles enviados por quien fuere, sino a ,
que no fueran otros que los elaborados por el propio
Parlamento, porque lo qúe se estaba haciendo era in­
vestigar la situación de un legislador y por lo tanto,
para tomar una decisión tan grave como ésa, de un
desafuero, la Cántara tenia el derecho y en nuestro
concepto la obligación de formar su propia opinión
sobre la base Inclusive de esas personas que inculpa­
ban al legislador Ferrer. Lo que nosotros considera*
mos defender eran loe fueros de la Cámara de Re­
presentantes. No ponemos en duda que hubiera com­
pañeros que consideraban que, desde otro ángulo,
también ¡os defendían. Pero lo que no podemos ad- ।
mltir es que 1« trate de tergiversar una posición del 4
Frente que lu sido y será totalmente clara. Y eso que
planteamos en> relación a Ferrar lo haremos en reía- f
clón a cualquier desafuero del tipo que sea, que se \
plantee en la Cámara. ’ J
(Apoyados.) 1
—Por lo tanto, creó qut. sin duda. no eran nece­
sarias, aunque las comprendemos y valoramos plena­
mente, las palabras dtl compañero Batalla. j
aiü»rm noimiouiiBOMji pssssbu «na ta» j
á^**fc^****jai Ae%A ‘¿b¡ga
heñor PEREZ. — En seguida, señor Diputado. Jí
El compañero Batalla, como aquí ee ha dicho, nwi
jiecCNltabii expresarlas para que toda 1a Cámara, qufrj
por cierto lo conoce desde hace un muy largo perío*^
do, tuviese conciencia clara del valor, del coraje, dé s
la limpidez, de la honestidad que él tiene cuando ha- ¡
ce un planteamiento como el que realizó. Considera­
mos que sólo puede merecer respeto, y un grao res­
peto por parte de todos ios señores legisladores. Peto
insisto en que ni siquiera era necesaria su aclaración.
Además, el trillante informe que hizo, independien­
temente de que la inmensa mayoría de la Quinara no ¡
^j^^^^m^pmm^^BNMN^************^**^** __ —.... - mm*
e 23 6 3 7 4
2 iil/úi « PLá'» ju i f iixiO Ji‘-< J wóíi i * Arf * • » ■> -■

J Uü.J.u i'J;.;z 7A1.

3J3I0K: :.:u. b -ìe :!•<' íl** 1 :7<\-

¡o compartiera, demostraba de manera oaM lo sólido

<le su posición Por c.m> creo que está de má» el que
sr di"a. y se plantee un poco en ycnrial. que hubO&
uj! f-hinrjo irónico. íal&;. inclusive referido a Ferrer 1
Pero, ¡vamos! ¡SI lodos lo heñios visto! ;
¿Acaso Fhrrer daba la Impresión «<• un burlador,
de alguien que manejaba Ironía*? Vamos a »!w ir las'!
cosas con el lenguaje llano que acostumbra mos a
usar todos los días: daba la impresión dé un pobre
hombre, y em fue la impresión que dio a tédos
’ । ’
(No apoyados.»

—Bueno. puede haber quien no esté de acuerdo.

¿Q«é otra opinión puede merecer una i«rsod|i a
quien te ponen m capucha y no «abe «i vive en ¡«te
mundo o en oteo mundo? Vamos a entendernos* ¿eso
es un burlador o sigo por el estilo? Inclusive, en cunn-
tó a la actitud posterior, Id digo con toda franqueza* 1
mí iba a asumir c«q actitud, oreo que dobló tomarla
antes del desafuero... , ;
’ Apoyado. l
y liití'íit ól ion toda esa responsabilidad,
no crear esta situación en la que, en definitiva, M
produce el desafuero y después adopta una pn<ár1®H|
que es la que consideró más conveniente, y en la que/l
por cierto, el Frente Amplio no tiene absolutamente^
ninguna responsabilidad. í Á

wréíi Mifw* éa .■
los cinco años tu ios que pódame« coin­
cidir cor «1 aefior Diputado Olivar Cabrera, pi ro en
1c ou« no vamos a coincidir m en que, cuando «e está
tratando un tema serlo, respecto al cual estamos ex­
presando nuestra posición con seriedad, él introduzca^
opiniones parciales de legisladores, <m momentos
■pie estoy haciendo referencia,..

< Inten up( ion del >eñor Kvpresentante Olivar Ca­

brera »
-.. .a cuál fue la posleton que .sobre este probteniO
1
adoptó la bancada del Fronte Amplio, con el .<cuerda!
de sur autoridades. £s en ese sentido que nos mane-i
jarnos durante todo el proceso que este asunto siguió^
en la Cámara.
Concedo ahora la interrupción que me solicito el
Mihur Diputado Rodríguez Cal.

•'^4. J
230?
 IM

tmon M
dicho, ?! fuero se puede léflótMé desde adentro y ele*-
ele atáwra Conhidcramos, y hay otros sectores <ú*t
no son riel Frente Amplio que consideran lo mismOrf
que una vez adoptada la decisión por el cuerpo y
haber despojado de su» fuero* al señor Ferrer, loa
hecho» poateriore» que éste realice no hieren los fue­
ro# del Cuerpo.
Creo, si, qué »e pueden herir los tueros del Cuerpo
—y. dicho sea de imiso, me preocupa esto que he lla­
mado el regodeo sobre un tema que, por cierto, no
despierta alegría en ningún sector de la Cámara de
Diputados..., con publicaciones como la» aparecida«
rn el senwtiario nazi-fascista "Azul y Blanco”, de fe­
cha & de agosto, o sea, el número Inmediato al desa­
fuero ¿Qué es Jo que dice “Azul y Blanco” sobre *&
problema de’ desafuero? Lo siguiente: “Flnalmenl®
llegó el primer desafuero y con el mismo, Urugu»
inició una nueva época. Porque fue necesario venaj»
viejas “ inútiles ataduras, para lograr que las tJM
mares ¡o aprobaran pese a las pruebas incontroveí*
tibies que obraban en su poder. Largashoras <Mb
(stérlles discusiones*. *1
। w
Y más adelante señala:"Interminable lista deora*[
dores, maniobras dilatorias y ‘cuartos IntermedioSj
acusaciones, amenazas y finalmente el voto nominal
(unió ultimo recurso para lograr el amedrentamiento
>ie aquellos legisladores”. .Fíjense qué cosas tremen*}
das. 4
Y liicuo dice ' Porque Ferrer debería ser juzgad^
Hirmús por mennr tan descaradamente. En ese ca*|
¡o. ( i.iro oda, de seguro que la mayoría parlamen^l
titila no i ni tim fácilmente alcanznble, porque ¿dt|
qué oirá manera explicaríamos .-<1 no que -nieguen'1;
otorgarse aumentos como los que dimunciara azul y 1
blanco” en su número anterior, cuando todos ellos
saben perfectamente que «e lo han votado?”. Es de­
cir, una mentira lisa y llana haciendo referencia a
sueldos que la Cámara de Senadores votó para sus
funcionarios y que automáticamente “Azul y Blanco"
los revierte- sobre todo el Parlamento, como si fuera
aplicado también para los legisladores

fin w mismo artículo también se dice: ‘Los tiem­

pos han cambiado. Huevos e insólitos planteos con­
mueven” i& tradicional calma, “chicha” que el Uruguay
liberal desgraciadamente soportó largos decenio*”
como se ve, ron manifestaciones bien nazis. Para
riles era una desgracia que rigieran plenamente UuL
libertades en esta República, cuando no se hería C“
ninguna oportunidad i i* Cámara de senadores I
a la do Diputado* ni a la Asamblea Genera!, e* di
cir, cuando regía plenamente la ley. i No! Elk>* mil
mos lo dicen: “Avizoramos el amanecer de un nuej
Uruguay. Ordenado y por tanto Justo, que «o» |
do» pilaren de la Pa*" Lo de "Ordenado", sí, pero i
gobierno del nuevo orden ora el de Hlthr; el
no del nuevo orden era el de MuMolInl; ei gobisrfl
del nuevo orden era el de Brasil cuando derrocó i
□oulart e iiMtaurd<uii<i dictadura. , %■ .

015
 J*
tlftfld' pérdida tarientaNé rtímbUti «~o»fj|
millares * déíT sei
-flor Carlos Tarro ÜJebellis ■ &
« i?* fll116 a í benevolencia dé la Mesa, descamen!
nueatra profunda indignacl&tfj
rfnte el asesinato del obrero Alcldes Pintos y las herMI
das sufridas por Julio María Rodrigues, Ricardo Pí«^
d.idaí» Ho'ia y AngeI Rocha Cruz« víctimas
Kfría*01’ ••tú» se nos infoftM
ma. Ja vida de dos de lot- heridos corre grave peligra.^

Pocojí veres se lio dado un caso tan claro y tan ’

IHitcnte de lo que es la "rosca” en nuestro país, cu- -i
yo« representantes genrm’metPe utilizan esbirro» pa- *
ra cometer sus crímenes, siendo raro que !o hagan con
mano propia, como en este caso, en que el ingeniero
Hegmcl dispara ron un revólver caflbre 38 sobre una
purifica uxamblen de enc«**tmbajadores qué están exa­
minando problemas gremiales reí vindicativos.
Este personaje muestra en forma clara lo que es la
"rosca” en nuestro país. Es un enemigo acérrimo de
la organización sindical, que ha intervenido en cuan- /
ta maniobra luí habido pañi tratar de organisar en-|
tidades amarillas, fracasando siempre; pero a la vezJ
es un "rosquero” típico, vaciador, que ha intervo- 3
nido en los negociados más increíbles que se han 1
hecho contra la economía def país. Esta propia CA- ‘
mara escuchó informaciones totalmente «'crias apor­
tadas por Comisiones Investigadoras -nombrada una
a propuesta dd señor Diputado Arlsinendi y otra a
solicitud del entonces Diputado Mari« Hcber, sí mal
no recuerdo ~ que tuvieron que ver con <4 temu de la
lamosa draga que costara a la Administración Natio­
nal de Puertos $ 750:000 000, siendo ése uno de los
negociados más increíbles que se hayan producido en
la República.
Este Sjñor, Junto con Aramendla, ha montado em­
presas navieras fantasmas, estafando Mil tMV
yéndota a la situación actual, en que se ha quedaduO
sin ninguno de sus barcos; pero a 1a vez se ha eMn*d|
fado también a los institutos de previsión soda! —-ji
Banco de Previsión Secta!, Caja de Asignaciones
minare», Caja de Seguro por Enfermedad— y al Bap-1
co de la República. j

«Suena el timbre indicador de tiempo.)

—Y lo ocurrido ayer es el corolario lógico db todo !
esto que muestra a este señor tal como es, tal como
es te gente de su tipo: por un lado "rosquero", y por
otro, criminal auténtico con un profundo odio a los
trabajadores.________

"16 j 23 0 3"»
 nuíEZ, J ajine»
nearobl e a
ThMn: hedidas do Jepuridad,
J EJ1 ü N: 2 m.-i rz o /97 2
SEÑOR PEREZ — Queremos reafirmar la neoe-
aidad 4» cumphr con Jo que ha votado por mayoría la
Asamblea General
En la noche de hoy habló el actual Presidenta de
la República. Se refirió a diversos problemas, entre ellas
esencialmente al mantenimiento de la misma línea eco­
nómica del gobierno anterior, pero no pronunció una
palabra sobre las libertades, las Medidas Prontas de Se­
guridad, los presos políticos, el Escuadrón de la Muerte,
•etcétera, etcétera. En astas condiciones, sólo so puedo ¿
tener confianza en la lucha popular, desdo lutgo, pero '
también en la decisión de la Asamblea General expre-
sada aquí en el día de hoy, en el sentido do que so le- 4
van ten las Medidas Prontas de Seguridad» j aplicada por este gobiqrpo d arante cuatro años
No quiero que se me acuse de querer poner cufias
entre Joi señores Ministro», pero el señor Ministro do
Defensa Nacional, por ejemplo, dijo que hay dificulta-
dea técnicas para levantar las Medidas Prontas de Segu­
ridad, aunque si la Asamblea General lo resuelvo, nsi «e
procederé. En cambio, el señor Ministro del Interior di­
jo, con tioda precisión, que no se pueden levantar las
Medidas Prontas de Seguridad mientras no huya nur-
«mm legalise que garanticen el orden público en la con-
cepeite dej gobierno. Ahora bien; laa Medidas Prontas
de Seguridad hasta ahora han sido aplicadas subvirtien­
do la Constitución de la República para garantizar, se-
ifta dijo, «den público. ¿Qué es lo que se va a bus- ¿
car? ¿CaniUtuúonaUzas a través d© leyes lo que ha
inconstitucional durante cuatro años de Medidas Prosísll
de Seguridad? Eso es precio tenerlo en uenta, puroMu
ha dado origen a hechos realmente lamentables y a nip
ques, primordialmente contra la clase obrera, na
■ario decir que se implantaron las Medidas Prontas 4p|
^¿¡eguridad para luchar contra la subversión, garó
Mido dirigidas, en primer término, para hambrear a
^rabajadoros a través de la Coprtn y, en segunde MPtf
mino, parn destituir a cientos de funcíonarM* de
henearlos y de Ancap. Entonces, cuando aquí so pito f
ten de levantar las Medidas Prontas de Seguridad OIS
que tienen que ver con las garantías individuales y
libertad, se está procurando que los gremios puedan de-.A
«envolver su acción en función de la Constitución do M f
República, es decir, que los destituidos vuelvan a SUI*'
cargos; que los diario» que aan ¿ido clausurados puedan
salí-’ nuevamente; que no ocurra lo que ahora en que SO '■
comete un horrendo crimen contra un joven Gutiérrez,
por parte drl Escuadrón de la Muerte, y el Comando
Conjunte oovia m porto a la prados coo la aclaración
017
(Je m • ral.
de que no so puede cambiar ni tina letra ni una coma, a
tesar de que hay hechos probatorios de que las cosas
no han sido como lo dice ti parte.
80 ha aguantado cuatro años, pero ahora hay ma­
yoría, como se ha puesto de manifiesto por medio de
votación, para volver la hoja y replantear loe problemas.
No está todo resuelto, pero *1 un elemento básico y fun­
damental como ea el de la libertad individual, el que
li prensa pueda funcionar de acuerdo a la Constitución
te la República y el qua los gremios y la Innjensa me*
»orla de la población no tengan que ser víctimas Ino-J
centes, corno lo son hoy, de una política dsspiadadáyJ
■ '1
Además, independientemente de eso, de acuerdo Stf
nuestra propia moción y bnabién a la del Partido Ntol
cional, ae estudiarán' todos bis arpectoa que tengan qilt^
ver con la índole económica, para terminar, como prt-j?
mer paso, con el enriquecimiento de los banqueros, con-’?
nuestra entrega cada vez mayor al capital extranjero y
el latifundio no obtenga grandes rendimientos, a través
de las Medidas Prontas ae Seguridad, mientras la ma­
yoría de la clase obrera, el pueblo y loa sectores de Is»
capa media se encuentran cin un empobrecimiento peu-,
latino, que está llevando a !a miseria 1 la mayoría qlfó
la población del pais. Si se pudiera decir —cosa qua naq|
puede decir ni el gobierno que pasó ni el actual—> que-
•so ha servido para dcsarrol’ar la industria, la agricul­
tura o la producción agrcpecuiria, sería trágico y la­
mentable, pero alguien podila afirmar que el pal* pro­
gresa. Pero no es así; el pais está cayendo cada zea más
en el pozo, porque está rebajando la producción indus­
trial y la agropecuaria. En consecuencia, ¿a quléi sirven
estas Medidas? Estas medidas han servido únicamente a
¡os banqueros.
En realidad, con esta decisión de la Asamblea Ge­
neral. por primera vez en estos oscuros cuatro años se
estar« abriendo camino para que las cosas mejoren y
sean realmente como deben ner. Por eso no se trata aquí ;
da chantajear —aunque la palabra sea dura, correspon­
da— diciendo que se mantienen las Medidas o se van
a aprobar leyes equivalentes a ellas. No; hay una Cons­
titución de la República que garantiza todos los aspec­
tos que tienen que ver con 1« democracia y 188 líber,
tades, Con ella se ha mandado el Mfi» durante años y
debe seguir haciéndolo naíU que se modifique. Por
ello —y termino con <«to— es predio que esta vota­
ción Inicia! y augural de la Asamblea Genera! se man- '
torga firmemente y habrá un plazo para que la Comí-
sión aprobada estudie la maraña compleja del aspecto f
económico que tiene que ver con ln segunde partí» de ¿
las Medidas prontas de Seguridad J
 IK‘(E¿, Jaime
Asamblea General.
TEhA : Régimen político actual.
obolüN: 21 y 22 marzo/972
SEÑOR PEREZ. — También voy a hablar de loa po­
licía», porque no nos duelen prendas de ningún tipo, por­
que pensarnos que el que ha labrado una zanja de odio y
violencia debe pagarlo en este pala, porque ha traído a él
prácticas que eran desconocidas en la República.
En «efundo lugar, queremos que Pacheco Areco que-
t.4e en el país, por una razón tan importante como esta:
todos saben a qué va Pacheco a España. íte trata de un
ñuto que fue creado durante estos años. Un personaje
mediocre, desaprensivo, un “bonne vtvant ', como se trans­
formó a la Coca-Cola en ana cosa vendible. Entonces to- .
marón el nombre de ¡Pacheco! y apoyándose en la Cena- 1
titución naranja, y con los aparatos má* avanzados y al
nsesoramiento técnico extranjero lo hicieron aparece’ con
»ho”, “con pantalones", como si en este pal» los luán- *
y hasta las mujeres no usaran pantalones para itos­
tiario como un uupermacho. Se le manda a España para
dejar pasar un tiempo que no se desgaste aquí, porque to­
dos tienen conciencia de que si no hay un cambio de t món $
radical la República se hunde, y entonces hacerlo apa­
recer dentni de un tiempo como el "¿salvador" de la pa­
tria. Es bueno que la población sepa, la poca parte de la 1
población que aún puede creer en dioses o en mitos in­
ventados, que este personaje no fue más que el aplicador
de una política que fue ordenada en un periodo de la
República, con un cambio en la cofnposlción de las clases
a ¿minantes, cuando el capital financiero pasó a ocupar
a aparato tota! del país; y, cuando aparecieron Minls-
tioe como Peí rano Fació, Charlone y Abadíe, se vieron lo»
que realmente detentaban el poder, ios que querían las
Medidas de Seguridad, no contra la sedición, que en aquel
tiempo no se mencionaba, sino que se pretendía usarla
con ¡el slogan de “e¡ orden frente al caos" y el caos eran
loa obreros que hadan huelga amparados por la Consti-
tudco; y contra loa estudiantes. ¿Cuándo los estudiante*
no se movilizaron en tolas las épocas de la patria? Pero
era necesario tener un chivo emisario. Era el orden con­
tra el caos y entonces se militarizaron a los trabajadores
de Ute, Ancap, Ose y Amdet y se llegó a la congelación
d^ps salarios, poroue los banqueros "ganaban” poco y
tflh que apretar el cinturón a la clase obrera y al pue­
blo; Para eso fueron las Medidas. ¿Por qué ponemos tan­ ■>
to calor en esto? Porque ahora, el sonsonete <m ves de
"orden frente al caos” es el "orden frente a la, sedición"
y ss trae un proyecto de defensa de la seguridad del Es­ Ì
tado, que es realmente un Intento fascista.
¿Para qué se trae esto? ¿Acaso para combsUr U {to­
mada subversión? No; se trae nuevamente pañi que k»
banqueros sigan ganando más, para terminar ojn las li­
bertades y las organizaciones sindicales. Además, hay que
tener en cuenta que la Cnt solicitó un 40 % de aumento
Inmediato a partir del 19 de marzo, ya que el costo de vida
a partir de esa fecha, aumentó en forma, brutal y, ahora,
se anuncia que el Poder Ejecutivo oslarla dispuesto a dar
018
■ >. .if } --..j . ,f.: .-.y "
un aumerito que oscilaría entre un 18 y un 20 %, Con
esto, lo que quieren inmedir es el desenvolvimiento de la
lucha obrera y popular por los auténticos intereses de
la, patria, porque, por cierto, a ésta no la representan ni
ios Pacheco Areco ni los Peirano Fa^io, sino el pueblo^
que tobaja y sufre y que ha soportado a este último go­
bierne*, no estando dispuesto, de ninguna manera, con
leyes o «in ellas, a agachar l* cabeza para que un pu-,
fiada representativo tipleo di la rosca cr.'olla vinculada,
al capital extranjero, siga entregando la República y
hambreando, cada ves más, al pueblo.
Además, queremos agregar lo siguiente. ¿Por qué tie­
ne importancia esto? No alcanza solo con juagar a Pa­
checo Areco que, como decíamos, en definitiva, represen- ’
ta determinadas sectores económicos de la República No;
lo más grave es que esos sectores siguen en la República
impulsando su política.
¿Qué es lo que estamos viendo ahora? Resulta que en
estos días se tortura en los cuarteles; resulta que ahora
no hay pegatinero, con permiso o sin él, que salga a la
calle, ya sea de la Cnt, de Feuu o del Frente Ampiio, que
no sea encarcelado a golpes y luego fichado, /demás,
continúan loa atentados contra los locales del Frente Am­
plio, contra casas de maestros, profesores y hombres de
nuestro pueblo. Quiere decir, que sigue la violencia desde ;-
arrba, no solo la económica, sino también la fhlca. Tnm- ¡
b¡én signe actuando el Escuadrón ds la Muerte sin que ?
se haya descubierto quiénes son sus miembros en un país í
en que, por cierto, somos muy pocos y parece imposible ‘
qut< en el mismo exista un Escuadrón de este tipo, sin
qW las personas responsables de saberlo, no caten ente­
rados, quién oe cada uno de sus miembros.
Por todo esto es grave el problema y por eso esta so­
licitud del señor Pacheco Areco no puede salir simple­
mente.
Pero hay más, todavía. El oisro día ooncwrí a fe inau­
guración de un local de un Comité de Base deÍ<pMMlte&
Amplio en el Barrio "Bella Itaha”. ¿Y quién htoo uaodáj
la palabra en la Inauguración dá dkho lo ai? El padroéNR
Susana Pintos, un señor totalmente ajeno a la política*
y que era colorado, votante de ln Hi ta 15, hasta la muerte -
de su hija. Esta es asesinada y el hombre se debate en,
la dudL* por saber quien e.s el responsable de todo e^o. Sai
trataba de una niña, estudiante de Utu, trabajadora de?
Ancap. El hombre evoluciona y llega a la conclusión de¿
que hay responsables Bin embargo, qué es lo que el dicej
desde la, tribuna? Acusa al gobierno de ser el reeponraw
ble del asesinato de su hija y agrega que, cuando mueré|
un policía o un soldado, en un barrio como en el que éH
vive, donde a un costado habita un obrero de la cons-4
trúcción, al otro un guardiacivli, al otro un obrero de de*f
terminado gremio y aj otro un soldado, nadie se siento
alegre. Tero cuando vemos el derramamiento de sangra
de una persona con uniforme, pensamos también, que toS»
do esto es responsabilidad de este régimen y de este go<
blerno. Quien así se expresaba era el padre do 8usan®
Pintos. El gobierno ha, creado una zanja de odio, de vio-’
lenciH y de sangre un la República, que ha traído como
consecuencia, muertes de muchos inocentes, Entonces, el
problema no ea quedar bien qon alguna de las partos y
decir, por ejemplo, yo apoyo a la policía y los otros aj
otro bando, stoo ver las causas reales que han llevado a
esta sttuaclón.
{Apoyados.)
Ya que hablamos de esto, quiero agregar una cosa
más. Es sumamente grave que en nuestro país existan
cuarteles donde re está torturando a la gente. Cuando
digo ertn put-de aparecer alguien expresándome que es­
toy de/ tratando al Ejército. Yo afirmo que no; que quien
lo está destratando, quien <Mtéi vulnerando sus tradiciones
y quien e.«tá haciendo eosui que no corresponden al ju­
ramento de los militare«/es iiquéK que se aprovecha da
un hombre cubierto, maniatado, para, torturarlo, retar-
cerle los testículos o para tenerlo de plantón daiwntom
horas, ya sea hombre o mujer, Em», repito, son unos
«erables y unes cobardes que, realmente, están manchan-
<f*> el uniforme.
* <f
................................. ....
tí 3?
 AuambJea (¡eneral»
TEl’u.: Atentado contra la ca^a de la familia del IX
Dr» Alfonso úhCuídX),
bEuJ.lihi: 21 y 22 nh‘rzo/972

T BfcÑOR PEREZ. — Deseo simplemente hacer una f¿>

florión, eefior Presidente,
El problema de los atentados, como decía el señor di­
putado ArLmendi, continúa siólematicarnente y no hay
noche en que no se arrojen bombas, ya no impi ovisadas,
sino verdaderas armas de guerra. Y qué yo sepa, esas
armas'no son fabricadas en el Uruguay, porque aquí no
hay fábricas de armas.
Y entonces surge la situación siguiente: cuando los
Ministros estuvieron en Hala, dijeron que tomaban cui-
g^dosamento nota de las denuncias que se les turibulaba.
SEÑOR ERRO. — Salvo que hayan perdido la libreta.
SEÑOR PEREZ, —• Sinceramente, no creo que hayan
perdido la libreta, sino que —y aunque el Reglamento no
permite prejuzgar, la verdad ea que éstos son loi hechos»
quizá luego de ¡as anotaciones pudieron la libreta en el
bolsico y se olvidaron del problema,
ñzñoR ¡amo.— De todos modos» comían en ¡a ver*
taqui^afíca, ’ < $
SEÑOR PFRE21 — Este es un problema muy delicado ^
y muy serio, porque tkne que ver con que queremos saber
qué pasará en el pida. | taban demiMdáuo la calle, o co.»as por el estilo. En reá-
Dias atrás concurrí a un mitin celebrado én L CáttoJ
Pereyra, frente a la casa de! doctor Alfonso Secos do, en I
cuyo domicilio había sido puesta una bomba qu¿ dee-
truyó, prácticamente, el frente de ¡a casa, t ciencia. Buy gente que pensó en un principio: esto va
SEÑOR ERRO. — Y rompió vidrios a clncuen* me*
tros de allí.
señor PEREZ. — ¿Delito?; dos hijas militar tes en
fln Frente Amplio, inclusive, creo que las Ideas poli ticas :
los mayores no corresponden a las del Frente Amplio. 3
El hecho me que lisa y llanamente le volaron 1|> entra* |
da de la casa. % comiaferen que, en ttsu se merecerán o no, el beneficio
Como decía, a las pocas horas de este hecho le rea-
Jfoó un mitin muy concurrido, no sólo por frentistas, sino
jmnt toda ¡a gente del barrio a la que le pareció una tre­
menda injusticia ¡o que se había hecho. En torno a estos
Comités de Pool tos —Chucarro, Legionarios y otros Co­
mités de Base— estas son cosas de todo» los días. Me de-
ilia?w& señora presente en el acto: oímos un cohete ti­
llado par un albo y ya estamos sobresaltados, porque ocu*
m «to esta «Unaciún as normal, natural.
rio, etcétera? Esto es algo que hay que determimirio «•
claridad, poique ha habido atentados contra nuestros pnp
píos locales, y nosotros no nos vamos a dejar quemar lat*
punemente las sedes de nuestros comités. En Un, eáun '
piobiema realmente sería
SEÑOR SINQER, — ¡Hay que agorrarjosl »
señor PEREZ. — 81, sobar senador; a los que po* <
damos los vamos a agarrar.
SEÑOR 8LNOEP. — Y ahí se va a saber quiápoo son. |
i
SEÑOR P’íRtt'Z. — Ea clarísimo quiénes «on. Lo «r- f
presaba el tenor diputado Arumieudi y en su opocuul* J
dad se va a notar cuan claro es toda |
Pero me preocupaba, fundamentalmente, extraer gusa 1
conclusión cu ouo seuudo. * 3
Recuerdo que cuando por primera vez se aplicar»
las Medidas Prontas de begunoaa y me congeló y se mili*
tarUo a determinados sectores obreros, hubo gente bo»
nesta que pensó que quizá el problema era grave, pero no
tamo, por el hecho ae que les parecía que había dema­
siados ttouirtctoii o que los muchachos estudiantes alboro­
boad no suvirtieron la gravedad do 10 que so iniciaba en
este momento.
Poro entonces es budfto que sobro esto se tenga ccn-
contra el érente Amplio y soto ios va a afectar a ellos.
Pero toda la historai del fascismo —y aquí todos somos
muyoncivos» as conocida. ¿Como empieza? Primero, en
Airuiáma» o* contra too judíos y luego contra todos; en
liaba, era contra toe comunistas y luego fue contra to-
qím. X en dsiiiuliv» tos compañeros suben cómo terminó
¡ouo «ota Aquí se dará la misma situación; comienza con­
tra M éreme Ampuo y puede haber algunos sectores que
de ¡a duda, etcétera, etcétera; pero hoy es asi. Hoy es asi.
peí o mañana el ¡w¡mo se dirigirá contra todo aquél
que len¿a un atisbo de sentimiento democrático. Mi si­
quiera nublo ya de to» que sean antiimpenal-stas, o cosa
por el entilo; me ¿enero a loa que simplemente tengan
un atisbo de sentimiento democrática
SEÑOR PAZ AOUZRRE. — Paro no monopolice las
bombas, porque también las recibimos nosotros.
,-í

SEÑOR PEREZ. Digo esto por lo siguiente: no

¿Por qaé digo qué «a lo qm> queremos? ¿Cómo se re­ alcan..u con aiumar que condenamos una co¿»a y coride-
suelve este probJama? Las autoridades, que tienen por qué iiumos Ja otra. Lo cierto es que u» vrtomoe en el gobierno
saber eótno son las «osas, ddben tomar medidas; ¿ó va a y coniq no es nuestro el Minutro del Interior, ni el Mi«
oetoib' uwjm’j en too pektonkts del lejano Oeste en el que ¿ nlstro de De«en.sa Nacloiiai. ni el Jefe de Policía, q*ie son
el Comnarío «stá astootoatoto auo loe ^naderoe y WO4 quienes, si quieren, aa neis boros lenulKian COQ si pop*,
cuákeros y entóneos el sáuetkáctw Lveoo t^ene que venÍM bleum, no tenemos los rettorUn Meouodoa
ai .oooto- m nana dm eamtofcir^
, .¡I ,7.¡: y.;- < ' • A 'í

25 6 3 7 .
019 l
 IT .E
á3 jr,l 11 ea । tañe ral *
Thíut: rt.Llanainíento a la casia del Partido Común i uta.
hb luN: 14 y lí) abril/972
RWftOR PEREZ. — No pensaba ocuparme más áe*
asunto relacionado con el allanamiento practicado en la
noche de hoy en nuestro local, porque lo habla planteado
el señor legislador; pero como también ha hecho men­
ción a! mismo el señor legislador Michelinl, creo que vale
la pena rememorar como fueron los acontecimientos.
Lo que voy a plantear fue presenciado |>or cuatro le­
gisladores del Frente Amplio, por el señor Gutiérrez Ruis,
Presidente de la Cámara de Representantes y luego fue
comprobado por el Juez de Turno,
Para ubicar los hechos debo manifestar que en la no­
che de hoy. —antas de los sucesos trágicos del día— esta­
ba convocada una conferencia de sectores estudiantiles
de la Juventud Comunista, en la cual iba a hacer uso de
la palabra el teñor legislador Árismendi,
Se dejó Instrucciones —en vista de los sucesos acae­
cidos y de la cltaciun de la Asamblea General— para que
a medida que fuera llegando la gente se les Informara
y ios muchachos se retiraran.
Cuando estaban para eso. se produjo un asalto por
«ríe de las Fuerzas /tuuad-M, aunque rjwuiru*. en 10
rsonal, pudimos ver, únicamente, personxs de los Oru-
s de Choque y de la Metropolitana. Dentro del local
no apreciamos a nadie del Ejército.
El local estaba lleno de muchachos y mv ¿hinchas, apar­
te de los que trabajan regularmente en el local del Par­
tido. ti i no hubiera sido por la serenidad -:ie los jóvenes,
hoy, en luíjar ds lamentar 12 muertes, a >ariamofl con*
tanuo mucura más, porque irrumpieron como si fuera
un nido donde ios revioiuan a balados o granadas, en­
traron tomando posiciones, disparando Uros, Traje algu­
nas de las cápsulas detonados para que no se dijera que >
había sido ■ en-^aclón. Traje una de calibre 38, que es e| ’■
regular usado por la policía y otra, que no sé de cual >
oj, pero que tiene un tamaño bastante grande.
Entraron disparando a diestra y siniestra. General-
mente soy persona de buen humor y me alegra que esto
se pueda contar asi, porque pudo transformarse en tra­
gedia.
Todos los muchachos fueron colocados do cara al
suelo. Coparon toda la casa. A mi coche que estaba en
la parte delantera del galpón —habían tres— le rompie­
ron el paratrí as, A un Wolkawagen le rompieron la pórte
JHt atrás a culatazos y le dkwtrozaron el motor. Además
Amaron todo lo que había adentro de los autos, incluso,
hasta una «aj< de cigarrillos que estaba en mi coche, cosa
que recién me enteré hoce un minuto cuando Pedí n un. i
compañero que me Juera a buscar esos cigarrillos que yp 1
iuma que Urna. Comprendo que con los sueldos de baxñr J
ore que tienen no cuentan ni para comprar rfgarrop. i visación. Decían, además que había procedido de arriba, g
Con todos los hombree, mujeres y Jóvenes de cara tfl
piso, pasaron revista a todas las carteras. Cuando aigungi^
de las muchachas quería levantar la cabeza púa identa- j
Mear quien era el que agarraba la cartera, con te cutetdl
le pegaban en la cabeza para que no te levantara. ASO
fueron haciendo con todas. De una retiraron f ddi’f
otra, | 21.000; de otra, t 15 000, de otra, > 8CC0; de otfO
$ 4.000. Un sacan que estaba en el interio? de uno de Mff
coches lo hicieron desaparecer con documentos y g 3JÑM
que en esta época, no valen demasiado pero que parü^'i
nocían a un trabajador, lo que significa que toe oeesM
sitaba. 'II
Pasaron destrozando parte a parte de la casa. Ro* t
barón 3 radios a transistores. Todo esto fue denunciado !
><1 Jura delante de ¡o* que hicieron el procedimiento y *
4teDgttCM de eltoe desmintió absolutamente nada.
Declaro que, por ejemplo, no comparto la política de
leu Ministras. porque no estoy de acuerdo con la política
de este gobierno pero no voy a inferirle, diríamos, el
grado de idiotez o mejor dicho creo que tendrían que ser
idiotas para, eonsmenteuMmto, en momentos en que la
Adamóte« GenetM está tentando este problema, utilizar
un procedimiento de saos, que se hizo, desde luego, sin
autorización del íw y toda te demás
■ j-*fr
02 u
Es decir que estoy ásgttfo ora los MtaWra que eoh- i
curriun a Sala no tenían ningún conocimiento que, si- <
muHáneamente, en el mismo momento, se estaban pro-
dnrirndo estos verdaderos desaguisudiM en el local del
Partido Comunista. P»o o.4o lo hace in; l ni turnen te mas •
grave ai problema y compi ueba lo que aecíu el señor se­
nador Michelinl. lía decir, prueba como determinados re- '■
surtes, una vea puestos en movimiento escapan, inclusive,
a las propias fuerzas que lo ponen en movimiento. Luego
que e*as tuerzas tornan velocidad y dinámica propia, co­
mo docta muy bien el señor legislador Michelini, esc a- ,
pando al criterio político del gobierno y al contralor de
ios Minuitrus, entramos en el terreno donde nadie está
M'guro. No un sedicioso o sus familia;es, sino ninguna per-
íítna, perú no salo de la oposición amo de) gobierno. Estos :
Instrumentos puestos en movimiento, puede muy bien ma* !.
tar a uno ciel gobierno .si eso le sirve a te política de crear 4
el caos, la confusión y ios elementos de provocación para l
echar acusaciones contra organizaciones de izquierda.
Acá se montó una provocación, porque nadie puede
creer que una cosa de esas surja asi como asi. Se montó
una provocación que fracasó. Pero, ¿en qué radicaba te
Í»avocación? (Oh casualidad, pasa una "chanchita” en
us proximidades de te Casa, del Partido! En otra direc­
ción, lo que se itema un "camello". No sé cual es el nom­
bre técnico, pero doy el nomore popular. Luego en otra
dirección, pero todos aproximándole, un ‘ropero"
SEÑOR ARIfiMENDl. — Todo "casual*'
SEÑOR PEREZ. — 61, tod? "casuar’
Los de la “chanchita" se detienen justo frente a te
Casa del Partido. Dicen que han recibido un impacto de
bala y que salió de adentro de la Oraa del Partido.
Inmediatamente traja despliegue j en ka *icoste del J
estado üe guerra, se produce toda te embestida, todos loe I
desaguLadoa y lodo ¡o demás, |
4 En ese momento llegan tos legisladores Arismendl, |
Gutiérrez Ruiz, Turiansky y yoLtamoién hacen te mismo,
compañeros diputados del Fronte Amplio.
3
Hay mucha« ersas que no conozco, pero disculpen un J
poco te vanidad —en todo hay un poco de vanidad- ■ me J
precio de hablar con una persona y tener idea do si |
miente o no, si es hipócrita c no lo es. Me encontré, pri-
mero, con un inspector de Policía que con tuda corrección jj
trataba de justiiícar diciendo que le parecía quo habtesB
partido un batazo, aunque yo sinceramente no lo sé, me4*
dijo, Acá, este muchivcho de la chaiichlta”, dice que sL<
Había un muchacho de la "chanchita", de la Metro. 3
que ese sí estaba con vencían que había, partido un balazo. I
i
Yo dije, bueno, vamos a ver. Empezamos toda la re- 'j
Entonces vamos a toda la parte de arriba, cun el fotógrafo
de te Policía, con linternas especiales. Empiezan a buscar, .1
porque si hubo detonaciones da arriba, o hay cápsulas o |
cerca de las ventanas marcas de polvori, o sea, todo oque- |
lio que ios técnicos descubren siempru. Muy bien. Y, no |
aparece absolutamente nada. Entonces, vainas a la azotea, 1
ya que ios disparos podían proceder de ojli. Recorremos J
toda la azotea y no aparece absolutamente nada, ni mar- |
cas, o la postura de una persona o cota por el estilo. Por 3
otra parte, no había ni había habido ladie en la azotea, i
Luego, empieza la revisación de armas. Habían dicho que '".i
se había disparado con armas largas, ¿qué es lo que apa- |
rece en toda la casa y con toda la cantidad de gente que f
había ahí? Aparece una pistola 765 que, declaro ~ y ew «
no debe ser un delito- que tener una pistola en la con- j
serjeria del local central de un partido, no debe estar |
penado par la ley. Más. Me parece que es demasiado exi- 4
guo en tos Hampas que se viven.
Muy Hen; una pistola. Pero haciendo la recorrida,
aparece tara cota. Hay impactos do baja, en los vidrios
de loe pisos superiores. Impactos de bala en el escritorio
de) legislador AriMnenSl y dei todo ctal galpón, do donde
decían que habían partida toe tiros, también hay im­
pactos no bata Mn osas impactas no son do adentro
huJa afuera, sino de afuera hacia adentro. Ni siquiera
eilán a la altura de la calle, porque como eco pisas altaq,
M hubieran disparado desdo la caito, te -toaytatoota-hto^t
bima sido vldnu-techo. Y no es asi, sino vidrio-pared. M U
decir quo tuvo que dispararse aproximadamente db A)0ta|||h
i> >. de Iwu plaujf üe Jas í.'u.’úk'i de enfrente,
Viene después el Juez y empieza toda la recorrldwi
Realiza la. comí robacíón. Lo primero que dice al Jues le!)
gante cuando & ve. es; "a mí me falta la cartera", "gl!
mi tal ropa", "u mJ el dinero**, "a mi el reloj". El Juep
loma eonocimtarto del problema y decreta inmediata» J
mente 1« Utartad do Uxios, Además, lo pasa un rapa»
polvo" a tos que dirigían el procedimiento, a mi entender
merecido, planteándoles inclusive, que como hacían esas
barbaridades que ¡levaban a desprestigiar a la Policía,
¿o no se dan cuenta de lo que están haciendo? Estaban ,
lodos los elementos, ahí no había confusión de ningún
t’po z |
como conclusión debo creer que loe Mtaiótrai van á |
investigar. >J
En segundo lugar, parece que los Ministros no sabta9|
que en el misino momento que estaban acá, se Iba 41
hacer tal cosu. Pero, en tercer lugar no se trataba de tn9
policía, no era uno de la Guardia Metropolitana que env
un momento emocional, por ¡os hechos del día, eu*. pasó
frente al local, dtoparó o entró u otra cosa por el estilo.
No, por lo que PW apreciar, habla tras coches y mucha
geni» de tos 0ttipta>di Afuyb/«0tt meiráUetas y además, i
empleando un lenguaje dn ti! óbseentdad para eon toal
mujeres y tas muchachitos, que era reamaRto indignante. 1
Por eso, cuando pienso que ahora, «mandar no
votada Ja ley, ni la suspensión de las garantías índivMMMH
les ni el estado de guerra, se hace una cosa de este
SEÑOR MICHELINI. -- Que había la posibilidad de |
denuncias parlamentarias. _ . ~ ¿
SEÑOR PEREZ. —
13 6 3 7 ■»
Por estas razones es que creo que
realmente está justificada la posición que sostenemos en
M sentido de que de ninguna manera se pueden votar
de om/ianza al go- ,
£KM<rab j6 «¡K Jo, <¡^m, tote el portal# <
aítW. íFxm MtW - W tí; SfffflIWr |
que se maneja con poder propio y qué tiene una dlnámt*
ca propia, inclusive, que realiza acciones que ni siquiera
son de conocimiento de los sectores que en este caso
particular son los que, justamente, tendrían que tener en
sus manos todos tos hilos del procedimiento,
.. ■. a

RFÑOR PEREZ. — ¿Me permite continuar, tentar 81-
putado?
81CÑOR ARI8MENDI. - Con
mucho gueto, soltar di
putado.
PEREZ. — A mi no me molesta —lo quiero7
8EWOR ____
declarar-- que el señor Ministro busque expresar lo que "T
fue textualmente la conversación mantenida.
Quiero decir que ese problema de la dirección de las
balas fue efectivamente así. Se lo di limos ai personal ,
—que era de Información e Inteligencia— que hito la
investigación en la casa de nuestro partido y posterior­
mente cuando concurrió el Juez le mostramos las mareas
e inclusive le diurnos que no éramos peritos balísticos,
Cro que nos dábamos cuenta que por la dirección de las
las era Imposible que se hubiera tirado desde la callo*
cía la casa Eso lo expresamos en la Cámara y al señor
Ministro. Quiere decir que en todo momento nos mane-
vuncis reo en solo sentido: el de que se hiciera una in­
vestigación exhaustiva de loa hechos.
Posteriormente concurrimos con un miembro del Co­
mité Central de nuestro Partido al despacho del señor
Ministro para plantear un problema relativo a presos en
Mercedes que más adelante fueron puestos en libertad fi
cuando nos íbamos - porque recordará el señor Minis­
tro que le había llegado un llamado de la Presidencia tij
de! Ministerio del Interior y tenía que retirarse— yo W?
manifesté: mire que tamrnoa una conversación pendían*^
♦e. porque cFtamm arnmntando !#»t elementos de prueba
02 1
que esclarecen en gran párta los hechos. Luego se die­
ron éstos en la Comisión de la Asamblea y en ella nos
manejamos rigurosamente de acuerdo a ellos. Loa señores
legisladores que estuvieron presentes en erja reunión sa­
ben que a pesar de la pasión que podía poner en el asun­
to relaté los hechos con el máximo de frialdad, dando
uno tras otro todos los elementas que resultaban proba­
torios; quo no oran Inventos míos —yo no había estado
en la calle Agraciada— sino que eran los elementos que
había recogido testigo a testigo. Pero ya estaba compro­
bado que en eí local del Partido Comunista no había ar­
mas, salvo la escopeta que no fue usada. Y esto estaba
comprobado por el Juca Militar, tal como lo dijo ayer el
señor diputado Arismendl, y, además, porque cuando a los
dos compañeros que estaban en la azotea las hacen ba­
jar ya en horas dei día y gente de Información e Inte­
ligencia los empieza a golpear, les preguntan: "¿Dónde
están las armas? ¿Dónde están las armas? ¡Digan dónde
e tán ha arma* y les va a salir más barato! ¿Donde es­
tán las armas?". Cuando van a la Seccional 11 donde
también son golpeados* bruta mente. gente de Informa­
ción e Inteligencia les'plantas nuevamente las mismas /
preguntas. Entonces, sólo se póede sacar una conclusión
lógica: que no había tales armas.
Pero, además, ¿qué es lo que dicen todos los testi­
gos? Que desde nuestra casa no hubo disparos. Aquí se
ha dicho que pudo haber sido de azoteas vecinas. Sí. hay
testigos que dicen que en las ¿aoteas de los alrededores ¿
a la de nuestra casa, donde sólo habla dos compañeros
- y »1 Jues Militar comprobó que estaban desarmados—
había personal policial. 8i el señor Ministro realiza una -?
investigación de las diversas unidades que participaron ■
porque luego se produjo un descontrol tota) cuando m
llega a la conclusión de que ah! estaba la "cárcel del ¿
pueblo” y confluyen al lugar unidades de los .'sectores más 1
diversos— comprobará que es cierto lo que dije en cuanta
a que se emposó a gritar: "¡Paren de tirar! ¡Los que i
están arriba son nuestrosI ¡Los que están abajo son núes- f
tros! ¡Nos vamos a matar entre nosotros!". J
Jf
Advierta que estoy planteando el problema en un >
terreno totalmente objetivo. Quiero aclarar un aspecto, |
porque en una de las sesiones se ha dicho que hemos
afirmado que el capitán Busconi fue herido en forma ln- J
tencional por alguna persona de lar Fuerzas Conjuntas, s
y no lo hemos dicho. Hemos manifestado otra cosa: que J
nuestros compañeros no tenían armas, que se producen J
disparos diversos, que cae herido el capitán, y lo único J
lógico que puede pensarse es que la bala que hirió a) W
capitán Busconi debe buscarse entre las que se dispara- |
ban los diversos sectores de la« Fuerrea Conjuntas. f
SEÑOR ARI8MENDI. — Eso coincido con la opinión f
del módica h
¡SEÑOR PEREZ. — Y dicho sea de paso, coincide con í
el dictamen que realisó el personal médico, en cuanto al
tipo de herida, porque te trata de una bala de tipo muy
particular. Una bala capaz de hacer estallar el cerebro $
tiene que ser de altísima velocidad. Y dije en la cámara
que una bala de ese tipo no corresponde a un revólver '
calibre 38, ni siquiera a una 45, porque ésta, por el tipo *
de explosión, le vuela la cabeza, pero no le hace una he- ¿
rída tamo la de este caso, en que la bala como decía 1
ayer el señor Ministro— penetró por la órbita del ojo y *
salió por el otro lado, una bala que por su velocidad des­
encadena loe elementas para que explote el cerebro.
TWo esta está basado «n datos de testigos, que son
de cante y taco», qae eos» renlaa Pero agrego más: no
tengo taeonronhmta —«I hay algo qne no quiero es trafi­
car con la sangre de ocho compañeros nuestros; eso que
se entienda bien»-...
SEÑOR MIN10TRO DE DEFENSA NACIONAL, — Ni
«oñ el titato da asesino«, se­
nosotros queremos cargar
ñor diputado. t ;
SEÑOR PEREZ. — .en aportar todos tas eftemen-
tos de prueba, cosa que sirwnpre hemos querido hacer i
porque deseamos que se ómíIsmmm toa heabor
2ó 6 ó7 .
 A»amblen Henoral »
TKtsnl Alian unient e «1 loci».l iltj la seccional Curro
del Tariido Comuniüta.
i 3, U y ¡5 m v’O/972
Xión, que me parece Importante, en cuanto a loe plan­
teamientos de loa señores legisladores MlcbaUnl y Qu-
lierrez Boü.
Oreo que en realidad los dos problemas están gravl-
tando en esta situación y que el señor senador Micho-
lini tiene razón cuando reclama la responsabilidad del
Presidente de la República, del Consejo de Ministros y« *
en particular, de los dos Ministros que están más invo» •
lucrados en el estado de guerra, y que a la Asamblea »
General, que fue la que votó el estado de guerra, es pre- j
cipamente n la que debemos reclamar el desarrollo ade»
cuado de lo que una parte de sus integrantes aprobó. ,
El señor diputado Gutiérrez Rute tiene razón cuando
afirma que hay determinados problemas y ciertos resor»
tes que escapan a su vigilancia —ya se ha hecho men*
clon aquí al escuadrón; lo dijimos cuando hablamos del
asalto a ia casa central del Partido— y en nuestra opf-
nión es así. Sin embargo, es no quita la responsabilidad
del C oblerno en el problema. En el Senado esta plan»
toada una investigación del escuadrón, que no termina
dg, votarse. Pero con todos los elementos que existen, con
A lo que se conoce en un país que está muy agitado,
sWque sigue siendo pequeño, en el que hay muy pocas
cosas que no se saben, si hubiera disposición del Poder
Ejecutivo, aunque no se votara esa investigación en el
Senado, sin duda lo de) escuadrón o de los escuadrones
—porque no hay uno solo— podría ser esclarecido y loa
responsables llevados ante la justicia. Lo evidente es que
_hfty nKÍ.rftftflji ..................„
Voy a citar un hecho que es muy pequeño en rela­
ción a todo lo que se ha planteado aquí.
Creo que hace dos días, sobre el mediodía, me Da»
marón por tele i ono a mi casa para decirme que se estaba
allanando el local de la Seccional Cerro del Partido Co»
munista. Pregunto a quien me informa si se trata de un
rastrillo común. Me responde que no, que es sólo ai local
da la fileccional Cerro del Partido Comunista.
Diez minutos después me vuelven a llamar dioién- *
dome que loa vecinos comentan entre ellos que se siente
rotura de cosas. Mi primer impulso es dirigirme ai Ce- '
rro. pero después lo pienso un poco mejor y llamo al Mi» i
nlsterio del interior. No estaba el señor Ministro, y rné *
titeen. correctamente, que corresponde llamar id Minie- >1
te***» de Defensa Nacional En dicto Ministerio me atien- jj
m correctamente y me manifiesten que habría que
flbr s.l comando del Ejército. Llamo al Comando del .
■¡ircito; me Mienden muy correctamente y me dicen ¿
que debo llamar a la Oficina de Prensa de las Fuchmuih
Conjuntas. Usrno a ia Oficina de Prensa de las FueraaM
Conjuntas, De ahí me informan que debo llamar al Hs«a
taño Mayor de las Fuerzas Conjuntas, donde roe dictara
que no es ahí donde me pueden informar, y que debéw
llamar e la Región Militar N* 1. Llamo a la Región Mi«w
litar N’ 1. A e»ta altura, ya estaba pensando que nttl
habla plata sobre la tierra que me pudiera pagar
gasto de teléfono que este hecho me estaba generando,«
Dejando eso de lado, en la Región Militar N? 1 me aUenwji
den correctamente, contestando que van a investlgflñda
pero que sena bueno que si podía, pasara por la Regióñv»
Entonces, me voy volando a la Región. Un tuncionarioyl
cuyo cargo no sé, me atiende muy corree lamente y mg#
dice: De lo que estamos investigando, no hay ningún 1
procedimiento dispuesto. Al rato, viene un Mayor— tam»S
bien me a Heode muy correctamente— y me informa: Hé«íl
moa uamado por radio s. la Hieras Aérea, a la Marina, q
a las unidades del Ejórcito y no hay ningún procedí- v
miento dispuesto en si Cerro, y mucho menos en esa
¡ocal.
Además, esta persona me manifiesta: Por otra par­
te, no tenemos ningún Interés en tener ningún tipo de
problemas con ninguna fuerza política ni con el Par­
lamento, etcétera, etcétera. Mr lo tanto, no hay nade
dispuesto en ese sentido. ¿Üstáñlm sagttro? LÍ.M»
testo que sí. Entonces me dice; ¿Por qué no va, de nuevo
al local? Y él mismo manda una patrulla local. H» decir,
que está totalmente convencido de que no hay nada dis­
puesto.
Confio que me planteaba tal cosa con total honesti­
dad. Electivamente, manda una patrulla. Cuando liego
al local, la patrulla ya había pasado, había mirado de
afuera, se habían retirado las Fuerzas, estaban los veci­
nos reunidos y el sereno del local.
(Ocupa ¡a Presidencia el señor Sapelli).
- Entonces, le pregunto: ¿Quiénes fueron? Y me em­
pieza a dar un detaiie: un camión de lo« grandes de)
Ejército, oreo que de ocho ruedas, de los de doble rueda
¿ en la parte de atrás; bajaron unos trece soldados.
i
? Estaba todo revuelto; algunas cosas dentro de la .
. casa se encontraban rutas. Me parece que consideraron
: que hasta las ol as del wreno podían tener e,einentos ;
subversivos, porque estaban agujereadas a bayonetazos.
Le pedí a este nmchacno, que es joven, que v*iue«a con»
migu« y lo bevé de nuevo en el coche a ia Región Militar. ;
Alu pido hablar uua el mismo Mayor, que en ese mu- '
mentó no estaba. Me hacen esperar treinta minutos, pero r
como ustedes saben, para poaer entrar hay que entre­
gar el documento. Yo entrego el carnet de diputaoo y 4
H cédula dei otro muchacho. A los diez minutos, viene *í
el asistente y me pregunta, de parte del Uncía», si no 4
tengo otro documento, rungo el carnet en el buuhio y i
saco ¡a cédula de identidad. 3
* . .................................. .... .. -..................... ~— ..... •. ■
Como la cosa tardaba, a ios treinta minutos pido, por &
favor, que nos entreguen los documentos porque nos te- +
nomos que Ir. ya que no podemos perder mas tiempo. ~
Entonces nos recibe otro oficial do mayor grado, que no ¡?
• sé quién es, quien me pregunta qué es lo que deseamos.
7 Le digo que estuve ahí aproximadamente tanto tiempo,
‘ que me plantearon tal prooiema y como efectivamente he .
confirmado que se trata de un camión del Ejército y no
’ deseo que posteriormente se diga que hemos hecho una
; afirmación que no corresponde a ia realidad, traigo al
testigo conmigo, que está ahí, en el patio para que ellos
imormen, si no había fijado ningún procedimiento hacia ¿
el Carro por parte del Ejército ni de ia Marina ni de 7
la Aviación, ¿de dónde salió ese camión que electivamen-M
te era dei Ejército? Entonces, bastante seco, me dijo: 4
¿Nada más? Nada más, le contesté, y muchas graciaej
No tuvieron interés en hablar con la persona, Mb retiré;*
pero el camión estuvo, y se realtearon algunas depreda-
clones en ol local. Parece ser qué el procedimiento no
estaba ordenado por nadie. $
2 -4
¿Qué pasó con ese camión? Después, como por otro ’
lado m estuvo hablando con sectores del Gobierno, gtoé»J
tara, vino una información en el sentido do que parocoa»
ría que el allanamiento no estaba dirigido a nuestro locñB
sino a una casa vecina. Pero resulta que se equivocar ogj9
totalmente porque no entraron en ¡a casa vecina sin3
sólo en el loeal de la ¡Seccional del Partido Comunista.«
Por eso deeia hoy que hay dt todo un poco.
if
Desde e^e punto de vista, sin duda no sólo tenemog !
que reclamar que ¡a Asamblea General manifieste com-(
prensión para los problemas, y que se va a investigar, '
sino que realmente se encuadren ios elementos que posi- i
biliten un control absoluto de las situaciones.
Quiero pedir una aclaración a! señor diputado Sosa
Día», porque cuando hacía w narración sobre el caso ■
de ese matrimonio Cndrés, tan Impastante y desgarrante, 4
me distraje un momento pero me pareció entender que.
el hermano había sido detenido por hacerse cargo de uaJ
niño de siete meses. Me parece algo para lo que nó h¡3H|
calificativos. No recuerdo nada igual. Crea que Me nazigs
hadan cosas de ese tipo. Pero además no se trata
un animalito. Es un niño cíe siete mese*. Eli cualquier^
persona pasa por mi casa y me dice que me deja uatu
criatura parque está pnaegtúMa, eomo en el cw da eual-|
quier matrimonio uruguayo qae se tieata realFMnta
guayo, no te voy a decir; ¡Tíreselo a lw •fiianciwsi'**
Creo más: que si todavía sigue presa esa personal
pienso que antes de que termine esta cesión de ¡a JMMM
¡oiu.uu.oH de qué ¡ja¿u cuu este ciudadano.
23 0 3 7
022
 Atl.JTiblea üwit.-ral»

l’h.M: Jura quu □« declare tfrave v ur/’cnto la moción jx>r

la cual oe acere La la libertad de 9'2 detenidos bajo
el marco de lan Medidas Prontas de bt/njridad.

ijfcbiuK : 13, 1L ,7 1J>

SKÑOft UiueuSa m<¿Í6n'¿edi -

den presentada a la Itasu

(Se tee )
"Proponemos que & Asamblea General declare grave \
y urgente la moción (or la cual se decreta la libertad 1
de los noventa y dos detenidos bajo el amparo de las Me» ?
didas Prontas de Segundad. >
Late Imis. Enrique R. Bife. Jaime Péres, Isidoro í
Etchegoyhen, Walter MartflIWwffflinnLJuan R.
Chente. Vlviín Trias, Antonio M. Sarachu. Ariel
Dina. A. Francisco Rodrigues Camueso. Sebastián
ElteHre. Daniel Sean Dina y Juan Pablo Terra”.

02 3 ?8 « 3 ?

TEEa: Sit.¡.ación de deterioro que :.»e ha venido operando
ShblUii: l.j setiembre/972
x:\mbo, frroldénte: nosotros Va­
mos a solicitar que se compela al Cuerpo para el pré«¿
xlmo miércoles. Pensamos que este problema sin duda
tiene una extraordinaria Importancia y, desgraciadamen­
te - lo digo con toda sinceridad - lo que previmos en la
.sesión anterior de la Asamblea, de que llegaría al di*
de boy sin una .solución, se ha visto confirmado.
Pienso que es realmente negativo para la Asamblea
General y para la actual situación social que no se Lrate
ga una solución concreta que permita reparar una in­
justicia como lo e* la destitución de funcionarios duran*
te el periodo de gobierno anterior. Agrego que esto e*
ma* importante aún en instantes en que podemos ctecíg
qw ih» encontramos en una nueva encrucijada de teG
vida del pata ya que existe una enorme inquietud del i
pueblo que se refleja en Ja ludia de los trabajadores tte
determinados gremios y de sectores socialesdel pata*
como ei comercio, balistas, carniceros - que mañana n58'
lizarán una demostración de protesta—, entidades agra-a
na*, que reclaman aoiucionee a su* problemas, en el mta- ’
n i^ioinento en que determinados órganos de prensa
re^Aui una campaña d'? provocación coutrq el moví-
miWto sindical, contra los integrante» del Frente Am­
plio y en particular contra los integrante» del Partido
Comunista En definitiva, rota campaña busca crear Ja*
condiciones para una vuelta a 1968. es decir, para que se
implanten nuevamente las Medida* Prontas de Seguri­
dad. se pase a la militarización de los trabajadores, a
nueva* drotiturione». Justamente e» una vuelta a los cua­
tro aAoi anteriores, que nada bueno trajeron a la Re­
pública Uno que. por el contrario, crearon ia situación
que conocen toao* lo* integrante* de la Asamblea.
¿Córnd se quiere justificar eso? Tenemos aquí edito­
riales de lo* alario* "M País” y Xa Mañana", en los 4
que se quiere justificar esa vuelta diciendo que hay una ¡
escalada de la clase obrera de paro* y de huelga», bus- *ó
cando distorsionar el proceso económico del nal*. No- |
sotro* rechazamos esto que sin duda e* canallesco con-
tra los gremios, contra la clase obrera, contra el Frente *
Amplio, contra nuestro Partido, y lo hacemos porque la 3
única escalada que existe es la de hambre y miseria con- l
tra el pueblo. Rechazamos todo esto porque el pueblo i
sufre las consecuencias de una política salarial que lleva *
a Ja clase obrera al hambre, unida a la desocupación, y ■
porque, mientras tanto, se sostiene 1a veda que, como
dijiDMS er la sesión anterior, crea tas dificultado* más
ine^wabtes al ama de casa y al conjunto de In familia
uruguaya,.
En particular, en el diario El País", en su edición
del domingo, el señorito Rodríguez Láñete, que bien
sucio está y entrelazado con toda Ja rosca biuxaila, que
estuvo vinculado al Banco del Plata: que en el propio
Directorio de! Banco Central tuvo intereses familiares con
financiera* en Punta del Este: que en su pasaje como ,
Gobernado?. Alterno del Fondo Monetario Internacional
fue anudando, y es uno de sus sostenedores, esta política
de miseria que significa la entrega al Fondo Monetario
Internación»!—r plantea que la lucha de los trabajadores
buaca sabotear las posibilidades, que se trata de una
conjuración, de una amenaza para el mantenimiento de
la uanquilldad pública y de la paz, tratando de hacer
aparecer como responsable a la clase obrera que ha
luchado en forma permanente por tas libertades demo­
cráticas; por lograr mejores condiciones de vida; que sin ;
duda es un portal en este país en la defensa de las tra- •<
dictone* más ct.ra* a todos los uruguayos—, tratando de |
manchar a los gremios obreros que lo que hacen a* en- ■
f rentar-una auténtica .situación de crisis que se ha ge-
iterado en el país. ’ entender qú* lo que aquí darnro en rifra., ognifira me- *|
Por su parte el diario "La Mañana* inclusive UegaJ
más lejos. Transcribe una afirmación de nuestro cama» i
rada señor diputado Hodney Artamendl hecha en mWj
»» ijón del <'omite onlral de) Partido, dándote un tona I
completamente provocativo. Dice asi el diario "La Ma*
ñaña": " . .desplegar vastamente y m ofensiva ia lucha '*2
general de nuestro pueblo, en ol plano social y político, 1
por la* reivindicaciones más candentes el salarlo, la
carestía, h. veda - " “ .vinculado todo ello a la de- t
fenaa de Li democracia, a la libertad de cientos de pre-
*0*, ai llamado por una reapertura dei^r|lteu '.
‘■ :«í
ii> .%, /,»s( i.suiu ttaíaii ue
lar te* te Repubhca ? ¿e» que m*o
■ > I’artHp Cobto-
Mtla en «I palé, |
l por su con- J
. . -iwe* a V>*
que planiaan reMnáteactomea. mi uro» í* »Aligación yW
él derecho de con votarte» pasa te taeáe y el corobaUMÍ
l>or mejores salarlos, mejores conduaoiak de vida? ¿O
que ptVnden que aconsejemos a los gremios que
mantengan con pasividad y resignación mientra* la ros-
ca bancada sigue robando millones, mientras se realí*»»
zan los alentados más impúdicos contra ta economía y láv?|
'w.injfi del pata pm- .seiscientas familias que durante ■$
<;.» * ítaw <k; pa'Acuite h*n cotudo apiovechánd<j*a
Jajn¡e.
Asamblea Geno ral.
en Ja claae obrera.
de la mlRth del pueblo, de la sadgre derramada, dé las
condiciones que se croaron poniendo en peligro todas las
libertades democráticas y que durante todo ese periodo
estuvieron violando sistemáticamente la Constitución de
Ja República?
Pero más grave ro esto porque con auténtica provo­
cación se trata de mostrar que en el período en que se
produce una quiebra del MLN, entonces esc vacío ven­
drían a llenarlo las luchas de la clase obrera, E* decir, ?
se vuelve a reeditar que existe una complementación
entre uno y otro movimiento. Y esto es una canallada, 1
una canallada miserable. Primero, no hay tal comple-
mentación. 8e trata de dos concepciones diferentes, que
se oponen radicalmente. No voy a alargar aquí el debate
sobre el particular Bastarla decir que la concepción del
Frente Amplio, de la CNT y del movimiento obrero y re­
putar se expresó en toda su estatura en ei paro del 13
de abril, y la otra se expresó en las acciones del 14 de
abril. Y ahí queda totalmente clan» que una busca los
caminos de unir a todo el pueblo en tomo a un progra­
ma de liberación nacional, afirmándose en las reivindi­
caciones de los obreros, en las necesidades de auténti- |
cas trans formaciones de la vida del país; y la otra en j
las consecuencias que originaron-----------
la situaeión
- del estado ?¡J
de guerra y la* cosa* que todos conocemos.
En segunda termino, debemos señalar que la clase
obrera no viene a llenar ningún vacío, porque nunca
estuvo fuera de ta escena. Por el contrario, lo prueban
Jas demostraciones realizada* contra el gobierno ante­
rior; lo prueban los reclamo* que se fueron produciendo
desde ei inicio de este gobierno.
No es cierto como oe viene diciendo— ouí 1ro paral J
i 1 ayun com*nsu*3o en el ints de setiembre. Por ejemplo, I
en el ca^1 úe Jos gremios del transporte, haca ocho m*- 1
se» que vienen reclamando aumentos de salarios. Pero* ®
en definitiva, cuando dicen esto y hablan dp escalad», "
¿qué es lo que plantean? ¿Es que acaso en psta escala­
da está la clase obrera? ¿Es que en rsta conjura están
lo* comerciante minorista», que reclaman justas reivin-
dicaciones; los balistas, que también sostienen la nece­
sidad de que se aumenten 1ro salarlas porque dicen que
a medida que desciende el poder adquisitivo de! pueblo
se reducen su» venta»; los carniceros, que mañana van
a hacer una demostración; iit Cámara de Industria, ta «
Cámara de Comercio y la» entidades ruralista»? Todo
el pata está en esta escalada, por el hecho de rec amar ,
aue *e temen soluciones de fondo y medida* que impi- |
an que este pata se deebarianque? j
. ............
Tcxte esto hay que entenderlo con claridad. Tenemos 5
aqui laí cifra* del deterioro que se ha venido operando
en la oíase ubrera, cifras que planteamos en julio a 1ro
Ministros de Economía y Finanzas y de Trábalo y se­
guridad JSoctel. y a iiesar de los meses transcurridos no
se tomó una sola medida. Al 31 de julio tenemos que el <
costo de vida para una familia de cuatro personas esta- .
ba situado en * 143.6®«. Desde ei me» de octubre de 1971
al 31 de julio de rote año el costo de vida ha aumentada
en un 71 %. Para recuperar el «alarlo de octubre se
necesitaría un 34 % de aumento general par» toda la
clase obrera. Después del 20 % de aumento otorgado a
lo» trabajadores privados recientemente, el costo cíe vida
se ha elevado en un 23 . Ya ello tenemos que agregar
la desocupación, que se ha ido acentuando, , ,
i Y liay gente todavía - no hablo de esto* auténtico*
tese tatas, como la gente de "La Mañana", Baroffio, o la 1
de "El Pata", sino que me refiero a gente qne aún te- 1
nlendo intereses conservadores, sin embargo no tienen
eaa inclinación en la ^-atetad ponilia del pal*— que di- j
ce: ’'¿XM qué se quejan J ••>» trabajad ares?" ¡Como XK>J|
nee leche, mena* pan, viviendas peores y ropa
p*ra iro hijos, la linproibllldad de tener un nivel de vi-
decoroso! Cuando se menciona el problema de la veda.
\¿«ó«no no comprender que con el desabasieclmiento se ,
Lrea una situación realmente trágica para ciento» do
Ü/miiro de familia» uruguaya»? Y <tato, wrmimro. es rru-
J10 de una política que, como hemos espreu.do, no res- ,1
" ixmde al interés naílemal slu/j uue es ta pulula de lo* 1
oligarca» que actúan bate ta* directivas del Fondo Mo-
presen­
024
23 63?

netario International. Porque este organismo í?m el que
ha dicho que no debe haber aumento» de «Mario»; es el
que exige el pago en dolares, y eso es lo que bu provoca*
do la veda que ha traído estas consecuencias. Se han Ido
restringiendo las importaciones. Hoy son decenas de fá­
brica« textiles vinculadas al algodón las que se encuen­
tran sin ese producto, no les dan cupos, y son cientos y
miles loa trabajadores echados a la calle a consecuencia
de ello.
SEÑOR ORTIZ. - ¿Me permito una interrupción, se­
ñor diputado?
SEÑOR PEREZ. Sí, señor senador.
SEÑOR PRESIDENTE (Caputi). Puede Interrumpir
el señor senador.
SEÑOR ORTIZ. — Sin luaimo de interrumpir la ex­
posición del señor diputado, quieto señalar con fines
informativo» que en la mañana de hoy se reunió la Co­
misión de Legislación de la Asamblea General, con la
presencia de representantes del Poder Ejecutivo, fío plan­
teo el tema que nos congrega: las observaciones del Po­
der Ejecutivo al proyecto por ci que se crea un Tribunal
Especial para los destituidos. Hubo un ambiente gene­
ralizado de transacciones recíprocas, como rnnseruencia
lo cual se planteo la posibilidad de que en los pró-
Wmos días el Poder Ejccutho informe a es’a t’omlslon
acerca de las soluciones vinb’es.
En consíx uem la, la Cnnlslon resolvió solicitar en la
Asamblea General —y esto es lo que hago en nombre de
ella - que este Cuerpo pase a intermedio hasta el pró­
ximo miércoles, a la hora 10, (’orno en este momento no
hay quóium para votar este Upo do moclon. lo» miem­
bro« de la Comisión o algunos otros señores legisladores
firmaremos una solicitud de sesión para el miércoles que
viene a la hora 19.
Aprovecho para señalar que cualquier íolnción n que
se arribe parte de la base de que el Poder Ejecutivo se
apeará en algo de la posición que ha sostenido al ob­
servar e! proyecto, y a su ver. la Asamblea General cam­
biará en algo su proposito inicial. Esto es lo que puedo
adelantar por ahora. Repito que la Comisión de la Asam­
blea está a la espera de la contestación del Poder Eje­
cutivo a través de los Ministros de Defensa Nacional, del
Interior y de Economía y Finanzas.
SEÑOR PEREZ. -»■ Qortimao señor Pretedente
SEÑOR SOSA DIA8. - Í.M» W,",“P'
^ión?
SEÑOR PEREZ. — Sí señor diputado.
PRESIDENTE iCaputí). — Puede interni m
señor
pir el señor diputado.
SEÑOR 8O8A DIAS - Ante el planteamiento rea­
lizado por el señor senador Ortíz señalo que la Asam­
blea Gereral puede y tiene que votar una nueva sesión,
compeliendo a los ausentes. Es totalmente procedente
U®e «1 8 ay acuerdo para que «e compela a ios ausente«
pera el día miércoles a los electos de tener el Informa
de te. Cemisión votemos en tal sentido, sin necesidad da
procede! a la recolección de firmas. Creo que ero es lo
1 que estaba proponiendo el señor diputado Pérez; es le-
slr, compeler a los ausentes para el día miércoles de la
Sóxima semana, a los efectos de tener el informe de la
omisión que de una solución a este problema.
SEÑOR PEREZ —- Es procedente la moción de ccm-
pelimiento y esperamos, al igual que en la semana ante­
rior, que haya «na solución para este problema, Erts
asunto ya lleva años. Los trabajadores de Ute fueron
destituidos en 19(18; lo mismo ocurrió con loe de Ancap;
los bancario« lo fueron en 1968 y 1969. Han Ido pasando
los años y luego de haberse aprobado un proyecto que
mereció prácticamente la unanimidad de ambas Cáma­
ra», nos encontramos que es vetado y fuego te Asamblea
llenera! icull/íi una sesión Usa otra, va pagando el tiem­
po v no aparecen solurtones para ¡o» haba (adoros des*
t Huidos.
025
' EeUba mottftuMo e&no ost^ es parte «te'todt ttw
politice y cómo hay sectores —en particular, tos máí
vinculados a ¡a rosca oligárquica que intentaron desln»
inrinar TiB opinión, mostrando fantasmas donde no ext»*
ten, y que, inclusive, sueñan con volver al país a la si*
1 unción que tuvo a partir Sol 13 de junio de 1968.
Me pregunto.' ¿acaso esta política ha ido resolviendo’
lo» problemas del país? ¿Acaso puede afirmarse que er
w;te momento la balanza comercio! se encuentra en n<t> :
jor situaclónZ No; nos encontramos con un país que tie­
ne su mercado Interno totalmente restringido, sus indus­
tria» sen; ¡paralizadas y u los más diversas sectores deL
trabajo nacional reclamando una modificación sustancial4
en la politica económica que desenvuelve el Poder Eje
cutivo.
Pero, tai come, lo planteamos en otra oportunidad. de|
esta situación hay gente que sale gananciosa: los ban-
(¡ñeros que durante todo el período anterior lograron lasf
condiciones para poder sacar. junto con otros grupos*,
económico«, esos VtS 500,000 000 a que hice reíerenel*'.
• n in interpelación que sobre salarios realizamos en ju­
nio. Esos u$S 500.000.000 representan, prácticamente, e»L
equivalente a toda la deuda externa del país Con e»o<^
dólares en la República el país podría entrar a florecer. :
Por otra parte, se sabe quienes son loa grupos eco­
nómicos que realizaron esos negociados, que usufructua­
ron de esas verdaderas canonjías durante todo ese pe­
riodo, aprovechándose de lo situación de violencia. Y «I
entramos a analizar, vemos que se de la» familias
vinculadas a la industria frigorífica yque, a su vez. han.
ido deteriorando, uno tras otro, a todos los entes ~-Ut<e£
Pimía, Ancap, Afe en cada una de 1a» oportunidades
< n (pie han podido hacerlo, tal como lo demuestran Ha
d'vcr.w Comisiones Investigadoras de la Cámara. TodaB
esas familias están vinculados a todos los negociados,
Mientra» tanto, el fiáis sin transporte, sin energía!
«•le trica suficiente para desarrollar su industria, sin fio*’
ta mercante nacional, sin una flota mínima de avtonsÉt
que permita beneficiar su economía. A todo eso se agre^
ga una clase obrera hambreada y un comercio y unap
industria que reclaman una modificación sustancial enf
toda esta política.
Creemos que es imperioso pasar a realizar loa t'.ans*|
forjaciones que la vida de la República exige. Cuanddg
realizadnos estos planteamientos no es fwrqu« pensenMMK
que no hay soi’uclón Por el contrario: el Frente Amplió?
ha presentado un proyecto de nacionalización de la Ban-;(
ca y hoy por ,ni parte los trabajadores bancario» han
traído un proyecto de nacionalización de los flancos In­
tervenidos. (?oh eaos Huncos ha pasudo una cosa real­
mente escandalosa: luego de ser intervenidos. el Banco
Central Jos vuelve a asistir con decenas de millones dÑI
pesos, beneficiando a lo» mismo» grupos económicos qyM
lo» habían vaciado. Y. en particular, no» referimos
Banco Mercantil, del señor Peí rano Fació, vinculado
todos los negociados de la rosca frigorífica, con Efcsa y
con otros frigoríficos. 4. . ¿
También pensamos que hay necesidad de nacional!- ,
zar la industria frigorífica, el comercio importador v ex­
portador. realizar una auténtica reforma agraria e ir aD
re-cate de ios ente». Es decir, una actitud seria frente;
a io'i intereses del país.
Advertimos que la seriedad del Frente Amplío, inde-;
pendientemente de todo lo que oe pueda pensar en la
materia, »e reconoce Inclusive en el comunicado oficial de
la Presidencia con motivo de la entrevista realizada en
el día d j ayer entre el Frente Amplio y e¿ señor Pra*¿
Bidente ce la República. Ese comunicado establees:
respecto al tema central de la entrevisto, el señor Pw
xidrnte gradecló el valioso aporto que pitra la fonn
laclun de una política con respaldo nacional supone
definición del Frente Amplio en la materia .
Reiteramos, entonces, que. independientemente
Sue esa concepción del Frente Amplio sea o no comparáS
da por Ja Presidencia de la República, el hecho real —$
que el íó'Ulv haca política en ser'o, no está en Ja poJM
«quería, on la repartija, en la cMté*,. Mira los intere esí
do la clase otmera y do todo el pttebto y la necesidad de
salvar la sobarania del país, y r»«** <w» cuandn «e le lla­
ma a opinar sobre el toma del petróleo, reúne a *us
técnicos y a la Direccáón Nacional y lo estudia con s^-
r dad, tol como Jo hizo en la nacionalización de la Ban-
ra, y tol como ¡n está hadando con to tetona* agrarin
con el problema de los salarios, donde tiene una posición
ciara, y con el seguro de salud. Frente a cada uno de los
*hw w-M itewmeveKt; te eelíoeaaia, Ins»
interesas populares, el Frente tiene unA portMñn clara,
: . . «JM C‘-. <
1U» culikb ib .. o, <¡. . ■ - la.-Cintas como loa •
de Rodrigues Lar reía o como ios de Ha ¡oí fio, que lanza
calumnias contra el compañero Arismendi. contra nues­
tro Partido y contra eü Frente Amplio. Ese señor Baroíflo.
asesor de la Sociedad de Bancos, que como todos saben .■
no mueve uno solo de los expediente» para que lo» deu­
dores pasen a operar y pueda ser pagada U millonaria /
asistencia que le ha prestado el Banco Central. Es de- ,
clr, se trata de gente que está enchastrada en cuantoj
negociado se ha hecho en la vida del país« ¡Qué derecho!
tienen ellos a hablar de] compañero Arismendi o drt Freno
te Amplio o de la clase obrera! ¡Están sucio» como bá|B
neficlarios de una política económica que se ha seguidql
en favor de la pequeña rosca multlmillonarto, Integrad#^
por seiscientas familias. ¡
Por todo <^, reclamam«í soluciones para <1 ptohic.
ma de toTdemtMi, ÍS*jjL na saia.'ial,
la eosá no se arregla cSq Q.Opn Medid?.;
Pronta» de Seguridad amo tr atendiendo
__ ___ ^... a
lo» obreros del transporte que, en definitiva, desde hace
ocho meses piden una mejora salarial, o o toe obreros de
A fe que, en definitiva, reclaman que se les de la segu- >
i Idad de que el o ganlsmo no va a seguir siendo des­
mantelado, y otra» reivindicaciones.
iodo eso no entra en colisión con el interés nació-
i,.il sino, por el contrario, estos gremios, justamente, es- ,
ion expresando las nerr-siciadex que tienen la clase
y f¡ W <‘.y ov .*■ i'.ucyM uñM
aíoedA/rfof, e /
'JM itts f ÑíteMv ate
«sta viviendo todo nuestro puebto, 4
.... . -¿i
 PEitEZ. Jaime*

Asnmblea General.

TEN,.: Negociados y desajustes socio-económicos.

SE31UN; 13 setiembre/97?

SEÑOR PÉREZ. — Continúo, señor Presidente.

Escuchando al señor diputado Trías fundamentar con í

la --'olidez que lo caracteriza los despojos de que so ha
hecho víctima a la República y que ya denunciáramos,
releíamos la declaración d< ! Club Naval, que fue mirada ¿
con mucha atención por todos los sectorca del país.
En sus puntos B) y C), esta declaración dice lo,^
.siguiente: ‘B> Que manifiesten su profundo repudio «•<*
cualquier forma de «ubveraión, ya sea Ja que empuña ia^
armas para asesinar cobardemente, la que expolia líi
economía nacional, la que usurpa al pueblo «1 producto
de w trabajo, la que propende ft la corrupción moralJ|
administrativa y/o política, la que practica el agio y™
la especulación en desmedró de la población a la que *
______ sns®
to, como aquí muy bien «e deefe, tío «e traw de jugar ¿
con fuego ni de cortar nuevamente por el lado más del-1
compromete la soberanía nacional. C) Que acusan como 5 gado de 1a soga lo que «J un problema real: el ptiebloj
traidor?» a la Patria, sin excepción, a los que tengan ; exige soluciono«, porque así como va no puede seguira
directa o indirecta relación con cualquiera do las formal viviendo. l&í
de despojo del patrimonio nacional”.
Nosotros, que tenemos plena confianza en este :?ue- i3
Y cuando uno ve eslos negociados que se están blo, que sabemos que en definitiva encontrará su ca-1
realizando, recuerda ain duda las consignas de las do- , mano para resolver los problemas que »enejan al itetetJ
mostraciones obreras, estudiantiles, populares, que cuando ' planteamos la necesidad de que todos los sectores poli- i
pasaban por las puertas de los Bañera gritaban: “Estos ib os, y «n primer término el propio gobierno, tengan «ron* J
son, estos son. los que funden la Nación”. Y efecliva- ( léñete de te situación en que se halla la República. jSstojl
mente es así. Estos son- la rosca bancaria, vinculada a tiene relación con la política salarial, con los destituidos/!
la ronca frigorífica, vinculada al grnn latifundio. SI un con el conjunto de reclamos que la clai»e obrera y oí 1
dia nos tomáramos el trabajo de examinar los grupos pueblo han levantado durante todo este año, desdo el $
economice« y los nombres que los detentan, veríamos inicio de este gobierno. ’
que «m» nombres y las famdia«; se repiten. Se (rata de
muy pocas familias en relación al total de población del . Nada más.
Uruguay. Sus nombre« aparecen en Iqs directoHoe deg¡
los Bancos, en las sociedad«?« anónimas dueña« de te!
tierra, vinculados a loa dire .'torios de la industria fri-m
gorífica, y también en relación estreclra con el capitel ]
financiero en la vida del pala. W
Por cao, señor Presidente, cuando uno ve, acuñado« I
por la campanlta de órganos fascistas como “La Maña- |
na", a gente totalmente desacreditada como el señor f
Baroffio, que no tienen autoridad para hablar do Arte- |
tnendl ni de ningún hombre del puebU sino que están J
manchando su.m mano« con lo» negociados más inmíbten “
de la vida del país , es bueno decir también que ¡o que 4
hace falta a la República son soluciones de tipo concreto. J

02 6
 SESION: 27 y 28 8eti<Mibre/972

SEÑOR PEREZ. Cuando realicemos nuestra ex­

posición vamos a hacer un capítulo sobre hechos que no»
llaman la atención, y cuyos hilos conducen, podríamos
decirlo asi, al Ministerio del interior.

Aquí se ha hablado de un episodio ocurrido en el

Departamento de iatuar&mbo. Poaria agregar lo que su­
eca i o ayer con la ocuparon de los talleres de “El Ma­
go", realizada por gente totalmente ajena al gremio de
la aguja y, desde luego, al personal de ese estableci­
miento.

Según i¡ut declaraciones de loe integrantes efectivos

de ese personal, esa ocupación se pudo realizar en vir­
tud de una evidente omisión y hasta podríamos decir
complicidad ds sectores de la policía con quienes las lle-2
vaoan a cabu, entre los cuales había alguna gente quej
desde hace michos aftas m público y notorio —es el
so de un neftur Hufímanr — esta a sueldo de la &nbajSM|
ua de los Estados unídou. «

Podríamos traer otro hecho que hay que ubicar W

el contexto deí momento en que se produjo, es decir,
las iiorus previas ai conflicto del transporte. Cuando po|
un lado se buscaban soluciones para evitar el confllct«
(•Himno |xji parte del propio Poder Ejecutivo se tratab®
de encontrar caminos de solución, en forma totalmente
insólita se produce un “gaseo" justamente contra 1C&
trabajadores del transporte pertenecientes a ¡a línea D*'
por parle del vehículo policial N’ 470. Lo vi con mié
propios ojos. Ahora bien: en las exposiciones formuladas
por el Consejo de Enseñanza secundaria en el Senadó,
en relación a los sucesos que afectan a esa rama de lg
enseñanza, también so menciona a ese vehículo N? 47$’
como uno de los que lian participado, en complicidad
con gente que no tiene nada que ver con Enseñanza se­
cundaria, en episodios tendientes a crear situaciones de
violencia ei la República.
Creó q^e estos hechos deben ser aclarados, porque
la situación del país, de por si, ya está bastante cargada
de elementos qut podríamos llamar explosivos —la veda,
la inquietud del pueblo en relación al deterioro del nivel
de vida, la situación emergente de loa sucesos del 14
de aoril, la grave situación económica a la que brillan­
temente hacia referencia el señor diputado Trías— como
para que todavía iraya gente que se de el lujo de apor­
tar nuevo« elementos explosivos que pueden generar si-
luac-Pm* de las cuajas es muy d-fícii predecir cómo P’ie-
oe salir M Beptttdtafc

Por «iio, aeAor FreMdenie, en esta breve interrupción

que me concedió el etftor diputado Trias, quiero dejar,
puntualizado que esto» nachos deben ser totalmente es*
claree idos con gmn rapidea,

02 7
 Asamblea ílenoral*
1'hKA: l'rórrofu de l¿i suspensión de garantías

SESION: 27 y 28 oetienibre/972

SEÑOR PEREZ, —. ¿Me permito una interrupción,

señor representante?

$LÑUK SUbA DIAS, — Sí, señar legislador.

Señor PRESJDEAIIE (.Uuputi). — Puede interrum­
pir el .señor legioludor.

SEÑOR PEREZ. — Creo que está pasando una cosa

insólito. Comprendo que el señor senador Hath busque
MiíUaaar lii tnluacion del aenor Ministro. Esó me parece .
tumpiertnble, porque son del mismo sector. ¿
En realidad, esto empezó mal de entrada. ¿Qué h.aJ
ocurrido en toda« las otra« oportunidad^«? Hay previa«!
mente un iniorme de los señores Ministros, en el que’
estos dan la explicación uei taso y m halan en qué sai
íundfinunUin determinados pedidos. Esta sesión comenzó ■
aproximadamente a la ñora id, y a vwla altura es casi
la ñora 23. Han pasado, pues, vanas ñoras y no ña ña* <
Indo ningún tipo de tumlaminlacmn, que debió ser previa,*
a fin de que el Cuerpo pudiera manejarse, no con este-i
Aiencujc tan escueto, bino con una explicación más am- T
pita, proporcionada por Jos «señores Ministros.

El piiuiíeamicnto que hace el señor diputado Sosa

Unix es totalmente noimal. Inclusive, él dio un argu­
mento que tiene mucha lueri.a, al expresar que ninguno
ue los miegran^vs *ivl Podel Ejecutivo que aquí están
présenles, han abierto hi boca, dinamos, para referuse
al pioolema que hoy no« reirie, y recién en las ultimas
horas han tomado una decisió i en cuanto a lu necesidad
de que se prorrogue la suspe.<i«ion de las garantía* En
cambio, varios dias a..lea, cus ido daba la impres.on ne
que el Poder i.jeculvo r.o tenia aún una optnton colee
uva sobro usté tema, el señor Ministro del inferior ex
prca.) en una conlerencia que prácticamente reunió a
toda la prensa y la radio, que era necesaria rea prorroga,
de lo que se desprende que él tenia elementos que pío-,
babletnente huyan *idc los que influyeron en el Consejo
de Ministro« para determinar la decisión que tornó.

Hay una condición mínima para la labor parlanun

taris que hiuíe que » Mrt «Amentos de iñíorrmicioji deban
ser vertidos al Cuerpo, a fin de que loe ar-ctores puedan
opinar, no iitobre Ja inuie de lo escrito en el Mensaje,
sino en función de es>» funuamentos, Eso es justamente
lo que propuso el eeiVit diputado Rom Día».
En tornee, no se trata de un problema de Impoaictditek
de parto de nadie, amo qtto »implemento se solicita —O
para eso justamente están aquí loe señoree MinbUx*-~|
que se iuiidamentrii La» rax/iues quv mol-van < »to pedidéji
ne prórroga de «u«po*w<'m de las gerardías mdividuale^l
Por esta causa cm-o que hay que d»r repuesta al plart-1
toammnto que isa hacíw ef i*m« diputada Sea* Oías. -

028
 *8‘Unblea íieneral*
TEEn Carta remite la clase obrera chilena al Ejercito
de su patria.
iíEbWN: 27 y 2« Betlembre/972

SEÑOR PERFJ25. — Perd^h, tefior «ot)ádnr. pero pef^í

mltame proseguir.

Ahora bien: nosotros pensóme« que las tr.'msformaclo-J

nwi hav que realizarlas de acuMdo con las tradiciones de
rada país. DearJe e*-e punto de vista preferiríamos una so*
loción tomando el ejemplo do Chile, ntmquo esn no slgnlfir a
que estemos en la misma .situación: por ele»-¡¡b>. en Chile
hay una Unidad Popular y no osló on ella la Democracia
Cristiana: en cambio, aquí hay un Frente Amplio y esta­
mos Juntos ron Jos comonficros d< mócr.da; cristiano.'. Yo
dieo oue sin duda vería tina bnen.a yopirión v Jo mejor pnra
el paí* i 'solver Lis problemas sobre la b<<«.c de una r lecrii'n
<pje deténrínara la mayoría de h> cue <■ <nri le e cada rec­
tor. romo ha venido ocurriendo. Pero fílense h>< vcftorrs
I leghladores qué importante esto: iuriamente h<>v la prensa
publica —<n un momento en q»w lo« "momio»»" t an R<ra*
do una gran ofensivo an Chito Justamente i>orquo hn en*,
minado la reforma agraria, se ha nacionalizado vi cobro, -,
otras empresas yankfa, la Banca, etcétera una oarln realas
mente hermosa que la clase obrera remito ul Ejército (*é*
Chile, que esté en cT respaldo y el re neto del gobierno <
h'oítlmnrncntc constituido, es decir, surgido de una cipe* •
ctón. Esta caifa enviada c- n motivo del aniversario do la
fcndacíón del Ejército do Chile, dice Jo siguiente: ó ¿i' " 1
ol cumplimiento fiel del resguárde» de mtartra Ctamtituci&M
‘'Sefior Comandante en Jefe: El C<>rre|o Directivo Na­ de ensa de nuestra Patria y de su régimen legalmente C<NMM
cional. en nombro de Ja Central Unirá do Trabajadores y ele til »ido. Salíala con toda consideración a usted y n los
laa orcanlzaeiones afiliadas, lleno o) aerado de dlrl-drr.r Ututos Armados, por el Consejo Directivo Nacional, LuW
a usted y por su diqno informodio. n Jos Insípidos Armados Figueroa M., Presidente; Rolando Calderón, Secretario G^m
de nuestra Patria, con oí oblato do hacerlos llegar el sen­ peral; Ernesto Vogcl, Primer Vicepresidente y Eduardo Rom
tir unánime de los trabajadores riel país el celebrarse el Jas, Segundo VicepreHÍdente?* J
162* aniversario de nuestra Independencia Nacional, T.os 1ra-
botadores chilenos w enorrullocon do la tradición republl* Aquí tenemos un segundo ejemplo —que es el que
cann de mw»stra Patria y admiran en Jas Fuerzas Armadas fm f('i ínios - ríe cóma las Fuerzas Armadas se colocan offl
«o »hneíwión y petriotfamo. El Ejército, la Marín»» y la el »vspefn de la Cíinsitituclóii, en la defensa de un gobierni^«
Aviación no sólo son fiel*** heredera« de bis restas em.'inel- a cuyo frente <*«1á un F’residente i>:.. iu.’ista y que <s»»rg»|
nndnras. sino que, ln« gcnulnfts dppo ítarias do tas 'dorias r uno (Jufo de jas fneizas que componen la Unidad Popular."
’’•rikmale*. Tjm Fuerzns Armadas junto al pueble» chileno
h*n idq foriande la nacionalidad, ae han identiflofldo con la
dofon«a de la soberanía nacional (hwle la época de )a indft-i
npndonela En vida rio im noldwdo está 1a»»reaz1?» por Ir Jila-?
torta 5* no»' el sentimiento v admlrazdón d#4 ehlteiv». fto co*j
rato contra los efércifos iniwim y «u roche «o a quiervatj?
nrnolamnron su adhesión a la dominación e%tren lera,
moa en ins tricolores patrios y en la« banderas libertario« '
nú«» nos lerarnn los Padres de 1a Patria. Tz»s Institutos Mi- ’
Htnres do Chile, fieles al espíritu do inde-pendonria ha
hldo desbaratar los Intentos vanos q' c «e han hecho pa*^
nwhrnr su dhrlpllna y desvirtuar In doctrina institucional ■.
ove ron ormdln o denla»» los hombies de arma» S<wi bu !«♦/- ;
reíos honrosos une penden »1»' su fuerte conciencia patriótica,
d,» su e-mírit». de sacrificio y del honor y compromiso q»K ■
llenen con el npehlo y la Ri'fFihUrn. O'Hlpyln* y <d
Srhnoidrr hispirán el profesl,nudismo militar y nuestra Or» í
ganízación s«y ruma al Ejército y las F1.1erz.it3 Armadas en

029
 J ajjr.9 «

Asamblea «/eneral,
IEEh; Para que la Asamblea 'leñera! declare urgente
la moción por la cual se decreta la libertad
de 92 detenidos, y encomendar a la Coto!alón
de Legislación de la rn.u-.ma el contralor de
la aplicación de las facultades otorgadas,
ílEulüN: 2? y 26 setiembre/972

Léase la mocita nûmero j

(Be toe.)
' Pr eponem«M qur u A> n n» ;s! ur­
gente la mt»cl<>n |m>i i* . u.* < < r r » la bbr< <ad <V- hw»
•3 detenido» bajo el Mnip.ru de 1*4 Medida« piositas de

Seguridad. — Zelniar Michelin!, Enrique R. Erro, Isidro

Etchegoyben, Luis brrus, VivUn Trias, Eduardo Viera, Os­
car Briwchtui, A. Francisco Rodiir’iws CamuMO, Enrt-
que Rodríguez, Jorge Durán Matos Walter Martínez Ga- <
lllnal, IMnlel Sosa Días, .Jaime Pérez v Juan Chcnlo”.

030

23 03 7
 k s üjTiblea Gene j *a 1 •
TEMA: Constitución do una Comisión de Médicos para
fiscalizar el «atado sanitario de los detenidos
(Mor.)
SE51ÜN: 27 y 2'¿ set i c'inbre/972

MOCION

Montevideo, 27 do hettembre de 1072.

Sr. Presidente do la Asamblea General,
Don Jorge Sapelli.
Mojonamos:
!<*) El Ministerio de ¡Salud Pública constituirá una
Comisión de Módicos pura HsniHzar el estado sanitario
do los detenidos cuyos inte¿rant<s deberán poseer el
prest lulo y la significación técnica suficiente que asegure
información competente y objetiva. 8us dictámenes se
harán públicos. Esta Comisión podrá actuar de oficio, a
requerimiento do los Ministerios de Defensa Nacional o
del interior o de la Comisión de Legislación de la Asam­
blea (línera!. Hu desiunacíor «e liará antes de los diez
días de la fecha, y comenzará a actuar de inmediato.

?*') El Poder Ejecutivo deberá concertar dentro de

diez días con la Suprema Corte de Justicia un procedi­
miento que: a) garantiré 1 todos los detenidos cual­
quiera sea la jurisdicción a que accedan, la libertad de
elección de sus defensores y la comunicación periódica
con éstos; b) dctermlr." las condiciones en que podrán
ser trasladados de sus Junares de reclusión los procesa­
dos sometidos a Ja Justicie penal ordinaria, a cuya dis­
posición continuarán estando en tedo momento.
Enrique R. Erro, Zeltnar Michelini, Enrique Kodrí-
gwM, A. Francisco Rodrigue* Caniusso, Jorge Du­
ran Matto*. Isidro Etehegoyhen, Ltih Imás, Juan
Chaola, Walter Martines (¡allinal, Vivían Trias,
Daniel Sosa Día», Jaime Páre*, Oscar Bruschera,

fie va a votar.
Los señores legisladores por la afirmativa, sírvanse
indicarlo. < \ ¡

(fie vota:)
- 53 en 121. Negativa.
Léase ¡a moción número 3.
(fie loe:)
‘ JPrí^ponemos qiae la Asamblea General declare ur-
f.wte la wcúta por la cual ne decreta la libertad de Jos
Ui 4nfUMái» baje el ampare fie Jes Medidas Prontas de

23 6 3 7
03 1 - ? ?

Asarnl 1 eu (¡enr ral .
'l'EM: Compoulción nocía! del ^ruguny«
bL.JuK: 27 y 2H s«ti»mbrc/972
SEÑOR PEREZ. — A petar de la importancia »
en la difusión cobra el tema del Perú, que entró nkte-
raímente en este debate, pienuo que podríamos aban»
donarlo, ya que se han expresado las más variada« opi-,
niones y la jM^lción dé nuestro sector ci totalmente cM|.«
ra id respecto.
Lo que yo me proponía era secar algunas conclu-
alores en cuanto al hecho do que en las Fuerzas Arma­
das se buscaba la Interpretación acerca de cuáles eran
las causas más profundas que habían generado la vio­
lencia en la República ,v que les obligaban a participar
en ia guerra y al cumplimiento de determinados aacrl*
.'icios.
Debemos tener en cuenta las tradiciones de nuestro
paií! v en particular la de las Fuerzas Armadas como
parte del pueblo, así como su propia composición social,
a i^que hizo referencia el señor diputado Trías,
jPor mi parte, completando e/>e cuadro relativo a la
comparición social, diría que mui Integrantes son en su
irnr^Mi mayoría procedentes de las capas medias y,
en ei caso de los soldados, mayoritarjámente del inte-
rios dri paia todo lo cual se refleja en los núcleos fa*
mibar’c La iamens¿i «sayona de la oficialidad, ¿con quién
está cisada? Con maestras, profesoras, banca rías, fun­
cionarías públicas, intelectuales, mujeres que se dedican
a ¡as artes, las ciencias, las letras, etc, Y esto ocurra
ariinUmo, porque pensamos que es muy difícil que en
W época actual un hogar pueda hacer frente ai costo
de la vida con el sueldo del llamado jefe do familia. EUq
lleva a una inmersión completa en la problemática coüf
junta que tiene la inmensa mayoría de nuestro pueblo.
Por esc hacía muy bien el señor diputado Trías cuan*
do leía unos párrafos del discurso del coronel Puche, quf
yo tamblér tenía marcado» pero que no voy a repetís»
No obstante voy a tomar el epílogo de ése discurso qué
creo que es de anorme amplitud y muy positivo. Dice ttt
siguiente: ‘y más adelante, en 1815, expresó: “La put
reza de mi conducta debe ser la norma de los demáá
subalternos”. Y agrega: ‘Aprendamos de él a servir <
la Patria en los destinos que nos depata, ya «can csumi
pelambrados o pequeños. No olvidemos que nuestro pesa-
nutre, más que del acierto, en el honor, la hon-
iiider, y la dignidad con que revestimos nuestros actos. En
esta hora crucial de la vida del país es mamiaUnio ie-
ver el pensamiento que animó ios orígenes de lo, forma­
ción nacional, proclamar el retorno a lo nuestro, practi­
car las costumbres que en un tiempo dieron fisonomía
al País, sin que cato .signifique un retroceso, .sino que de­
bemos trmv»ÍUir en la corriente universal conservando
/W I\
f o 1
! rs'íítSAüo/
1 i nio
SEÑOR mw. — Ebto no lo comparte la ultrade-
recha, la rosea, los que quieren traer el fascismo a la
República; y no lo comparte, sin la menor duda, "Azul
y Blanco", aunque como buenos demagogos, quizá en su
próximo número publiquen citas de ese discurso. ¿Por
qué? Porque ellos buscan crear la imágen de que lo qua
«o publica en "Azul y Blanco" es la opinión oficial de
las Fuerzas Armadas.
Por supuesto, sería un verdadero insulto a las Fuer­
zas Armadas ir a una identificación entre estas y "Azul y
Blanco", un periódico de clarísima definición fascista,
que invoca el nacionalismo pero que no es secreto para
nadie que si se fuera a una investigación de fondo nos
encontraríamos con que sus sostenes económicos no tie­
nen nada que ver con la nacionalidad dental. El tufillo
“brasHerlsta" se siente a la legua, Independientemente
de que, como buenos fascistas, buscan las formas má¿
demagógicas de la acción. Hoy se pronuncian contra el
Parlamento, mañana contra los sueldos, pasado mañatK
afirman que el proletariado gana poco, etc., etc., Perd
cuando llegan los temas de decisión, como, por ejemplo^
el de la nacionalización de la Banca, entonces corren pre*
sucosos a demostrar que el cumplimiento de ese objeti­
vo seria un desastre para la República. Es decir: mucho
cacareo demagógico, mucha Incitación a definiciones fas­
cistas, pero ¡guay! que se toque los intereses de la ros­
ca oligárquica, que es, en última instancia, la que está
detrás de "Asul y Blanco” y de algún otro órgano do
prensa.
Y hay otros sectores a los que tampoco les gusta - di­
ríamos— que se vayan buscando los caminos de una nor­
malización democrática en la República.
En el curso de una interrupción tomé el ejemplo de
cómo se orquestó fríamente un verdadero plan setiem
bre en el Uruguay, pero un plan setiembre pensado, ela­
borado y dirigido por los sectores de la ultraderecha y
cómo tomaron como pretexto una versión aparecida eñ
la prensa y una cita de un informe de Artamendl, unien­
do a todo ello una campaña orquestada —¡Oh, casuali­
dad!— en La MaAana y ahrán ntxn diarto y eomenaaron
a dar manija' con ri astmlo. Dio la impresión de que
pn un instante convencieron hasta al Presidente de la
República de que efectivamente se estaba preparando lio*
nar el vacío del MLX, de la realización de una aaona**
da y no sé cuántas cosas en ¡a vida del país. Y si se hu*
blera mantenido ene :son vencimiento dej Presidente y M
hubiese .onvencido a otros sectores, hoy estaríamos no
en 1Ú68, sino en una nueva coyuntura realmente graví­
sima para la República, porque eso se hacía mientras
I
í
 «e preparaban proyectos de nuevas medidas de seguridad
contra el movimiento sindical, se preparaban proyectos
contra la izquierda. Es decir, todo era pane de un mis­
mo plan y un mismo objetivo: impedir que *e fuera
abriendo camino la normalización democrática en la vi-'
da del país.
Y si nos ponemos a tirar los hilos de quiénes ma-¡
। nejaban todo oso, nos encontraremos con personajes tan
“demócratas** como Baroffio, “demócrata** de la Borle-.’
dad do Bancos, Beusa, de los negociados, de los fraudes
en casi $ 9:000.000 de mullas al Estado por declarado-.‘
nes falsas ,y fraguadas; veríamos que detrás de esa gen-,
te hay también personas vinculadas al Directorio de Son­
sa, al Frigorífico Sudamericano y, a su vez al Banco
Aldave y Martínez, que han aprovechado de todos Jos ducclón económica, una modificación sobre dónde se po­
negoriados más increíbles que se han estado registran­ ne el eje para el desarrollo de la República. Y entre esas
do en todas otos años. Y podríamos incluir otros nom­ modificaciones, sin duda, un elemento básico es el libe­
bres, pero no hace falta darlos, porque son de conoci­ rarla do una carga brutal frente a la que se encuentra
miento público y el que quiera saber quienes son no inerme y tiene que cumplirla. Nos estamos refiriendo a
tiene más que mirar a su alrededor. una deuda externa que en los prlmenjs meses del año
estamos obligados a pagar, y por eso la veda, para amo-
Por otra part*. ¿quiénes son los que claman sobre rralar divisas; y para eso la reducción de las importa­
una e«ca’nda en el movimiento sindical? ¿Quiénes cla­ ciones; y para eso menos algodón, a pesar de que se
man en el < ni do de que se quiere arruinar la economía vayan parando las fábricas textiles; y para eso una po­
del país? t,Quiénes claman ¿obre que so oslaría prepa­ lítica de congelación, la qué ahora, en contacto con Ja
rando un plan tenebroso y demás? JuMamrntr. los que realidad, parece que va a sufrir alguna modificación.
murante todos estos añas han entenebrecido al país, lo
lian ensangrentado, han usufructuado de la explotación En definitiva, hay que tonar en serio y a fondo los
de la Inmensa mayoría del pueblo, han hipotecado los problemas. Cuando planteamos esto hay prensa que di­
intereses del país a capitales extmn.íeroe, es decir que. ce que somos pesimistas, que apostamos al desaliento,
han sido los que han producido toda esta debaele. Y es- ? que nos oponemos a cuanta transformación hay en Ja
tos sectores no quieren normalidad democrática, no qule-á vida da ¡a República. fìtto, para responderlo elevadamen-
ren una afirmar ton del poder civil, no quieren nue sfl te, es incierto, aunque en realidad habría que decir que
vaya resolviendo y pacificando en un sen’ido auténticóJ es una calumnia. No; somos profundamente optimistas.
amplio y generoso del término, en relación ft los inte- * Pensamos que este país tiene soluciones; pensamos que
reses del conjunto del país. aunque hay problemas económicos muy grandes, somos
un puñado de habitantes en relación al territorio na­
Dijimos al principio que mientras se prepon aba lo­ cional y a la concentración de población que eixste en
do esto Hridumlaje, a la vez se provocaba pxpíofeso, con otros países, que tenemos una r'qu^za ganadera, que te­
íu*‘r/,;i'; jm'irl.th's, a ¡os t»abajadores del transporte; se nemos rubros que no so han comenzado a explotar, y ,
creó una situación <lc violencia en ia linea D, e Inclu­ que tenemos Jo principal: un pueblo que palmo a palmo
sive cono.: o a genlc vinculada a la policía que ,sp la­ viene luchando por su libertad, por la defensa de sui* 4
mentaba porque la asamblea dol han.,porte, Juego de 24 intereses, por lograr su autèntice felicidad. |
huras, había resuelto levantar el conflicto, pues so ha­
bía logrado una solución que lis trabajadores por in­ Desde eso punto de vísta, pues, se puede afirmar que |
mensa mayoría consideraron roírecia, Y nlil más; apa­ .M»nu»s optlmhlfis y estamos a tiempo, pero somos opti*.I
ree«' un volantfcc.itu a mUx’ógríifo con esaH firma.«» lan ini«l!i,< y chiamo« a tiempo si se adquiere la conciono!*«
r onocioas como la de. "Ccnnitó de Obreros Libres del de que no es por el camino de limitar la democracia Jnl
Transporte", hablando he traición al conflicto y a loa las libertades, sino, por el contrario, por el camino de ?
trabajadores del traiujrorte, Hay que destacar que esc co­ abrir Jas más nnrlias posibilidades a esas libertados y l
mité no exUte, que sólo fray una coordinadora de obro- esos derechos demo ral!<•<»« apelando al pueblo, para, so- $
jo» del transporte que agrupa id organizaciones sindica* hre esa bn.se. todos ¡untos comenzar una nueva etapa en <3
lea que fueron, las auo, por unanimidad, «c pronuncia­ Ja vida de la Nación. |
ron por el levantamiento d4 conflicto, .
Nada más. 1
Cuando esos mismos que sacan esos volante!, ap*i.
recen luego como comandos ¿n 131 Mago, y lo piwdwi
hacer con total impunidad, y cuando algunos ce MOfi
nombres vernos que se repiten entre ios matoncitow y'eckj
bordones que Intentan dar una (.a Liza * nlAo« de 14, 1|
y 16 años y cuando todo el murrio «abe ton
su.«» relaciones y que J» hacen también dejante de la aiw
toridad rxtliclnl, cuando no con su complicidad, coton­
ees uno no quiere prejuzgar - porque de acuerdo 2J
glamento no lo puede hacer, pero lo» hochae rwnpen íúff,
ojos y las realidades son las realidades— pero lleg* *14
convencimiento do que sin duda hay fuma» que tejen
todo eso que so ha elucubrado par* demostrar que
necesario mantener la suspensión de 1*9 garantí**
dividuales durante un larguísimo periodo.

»Ocupa la Pre? ideinia el señor bapelli.)

Por toco ello nu^-tro s"?'-.r. v dpfdf* Juego. todo
Frente Amplio, votará en contra. No iny ninguna razón
que justifique Cía prórroga, y mucho menos esta situa­
ción. Por el contrario, de lo que so trato es do ir al res­
tablecimiento total de las garantías individuales y al
respeto absoluto de la Constitución.
Y, aderaáe. hay que ►vccrlo rápido porque los pro­
blema« «on y ce rwlvo su resabie i ón
1 '"S .wm» iwtoóto' amt »wdifimtów ìa totp

28 03?
 (^neràl»

Thhh: Torturiti; a <1<st<'tibien♦

úKTuK: 1J octubre/972

SlttOR P15UZ - Creo que H

m? rajón cuando dice que no puedo prejuzgar intencione».’1
pero no estoy haciendo tal cosa Fino marcando una ac-;
tltud: que hnv no están presentes todos ios legisladores
que debían e.star, para votar a favor o en contra, pues
eso está dentro de la conciencia y de! conocimiento de
rada uno, así como tampoco han estado presente» en las
convocatorias que so hirieran en el transcurso de sema­
nas y semanas con la finalidad do tratar este toma.
Quería decir que me he enterado do un hecho que
hiere los sentimientos más elementales Por 1 Hitarse de
una mujer Inven, sólo daré sus Iniciales N L, Es una pro­
fesora de educación física que fue bárbaramente tortura­
da en el piso 49 de la Jefautra de Policía, habiéndosele
introducido en el recto la picana eléctrica, Jo que le mo­
tivó lesiones muy graves, peritonitis Inclusive, por lo que
debió ser internada en estado de gravedad en el Hospl- ;
tal Militar, donde fue operada, y luego de recuperada que­
dó en libertad, pues no había cometido ningún tipo de-
edito Y eso sucedió en la esquina de San José y VI, eii
decir, no a demasiados metros del lugar donde esU.moí|
reunidos en el dia de hoy.
garrote contra ' «Uo» setdftbarrMh Wtou i ta» tattdrW
auténticos patriotas, aquello» hombre» del pueblo, traba*
Jadores, técnicos, demócratas y antimperialista», que ha*
rán posible que la República tenga un desarrollo energé­
tico, que el petróleo sea uruguayo, que tengamos ferro-’
carriles y flota mercante, en una palabra, progreso.
No sé él eso tardará mucho o poco; no depende so-.
Jo de la voluntad de unos pocos, sino de la voluntad ma­
yor liarla del pueblo, pero no tenemos la menor duda dv|
que esa voluntad mayoritaria cristalizará cuando el pue^
blo lo decida y entraremos entonces a la realización dg|
la justicia más plena y en favor de lof interese» de Ute
| clase obrera y del pueblo. |
ti *!

Termino —y agradezco al señor senador Rodrigue»!

Camueso esta interrupción— señalando que casi con se-f
gurldad el domingo tampoco habrá número para resolver.1
De todas maneras, estaremos aquí para nmirar esa con-j
duda y referirnos a lo que debe ser el comportamiento'!
de los legisladores frente a hechos que afectan a gromloüt
y sectores Importantes del país, con el convencimiento ■
- y hago mías !(<« palabras del señor senador de cue# i
Jndepondientemente de lo que ■suceda en esa oportunidad,
tarde o temprano, los que Ingresarán serán los auténticos
trabajadores, que los que se han valido de la dureza y el
 Aoamb.ieH IJennrul.

TEMA; 5injjw3ijoión de f.araritfa» Individuales, ir

ShSIüK: 29 y 30 nov.iembre/972

■ c •.■■’■ •* ■' W* .

SEÑOR PEREZ, — Cuando estuvo en iU'friDi|e, te-

britando zapatos para el patrón, en las horas tábomles, ■.
cumplía con mu función; pero, cuando «alia, entonces,
nuestro Part ido, ti ataba de que aprendiese, además del
oficio que conocía y dominaba, la realidad política en t
la cual vivía. Eso lige para el tornero, para el albañil y t
pana, el que trabaja en la fábrica de vidrio. Era neceando :
que la gente tuviera conciencia.

Por lo tanto, al pensamos esto para la oíase obrera, ,

¿pc>r qué vamos a pensar que para otros sectores debe
halier una valla en la cual únicamente su cabeza debo |
estar ubicada en función de la profesión y alejada del J
mundo en que está viviendo? Más; diría que es absotlu-
llámente natural que esto sea motivo de preocupación, j
Además, me llama la atención —Insisto en este pro- ’
blema— de que hay quienes se asombran de que pueden.,
haber documentos iguales, similares, o con matices quf ’ j
sean motivo de estudio por parte de las Fuerzas Armadas. 4
Creo que el propio asombro indica que 10 se está cons­
ciente de la situación que se está viviendo, ¿Por quét.g
¿Acaso se puede, en el 66, encomendar como tarea mi* *
litarizar obreros, para luego, con el correr de los r.fios,
encontrarse con que esos obreros que fueron militarisados
eran los que tenían razón? Ellos denunciaban que había ■;
un Directorio de Uta que no cumplía con cus cometido». '

035
incluso, ahora se está investigando en la Cámara de Re*
presentantes. También fueron milita»izados ios trabaja­
dores bañarlos, a quienva ae titilo de echar, porque de­
nunciaban la existencia de la rosca banvaria. i'oro re­
sulta que ahora, a través de ios años, se observa que los
trabajadores bancarios eran los que tenían razón.
Además, se lanzó contra los trabajadores de los fri­
goríficos, que se resistían a que se les quitara los dos
kilos de carne, una medida de fuerza. Casualmente, fue el
ex-Ministro Peirano ¡oh casualidad! quien dispuso esa
medida, lo que motivo una huelga de cuatro meses por
parte de los trabajadores. Pero resulta, señores legislado­
res, que ios que tenían razón, eran ios trabajadores de
la industria frigorífica, y en cambio, no la tenía el se­
ñor Peirsum. No sólo no la tenia, sino que era resjxmsa-
ble de 1«. c/isis de la industria y, simultáneamente, de
toda la reestructura que llevó a esos negociados iiicieí-
bies, que han sido el buen camino par» la exportación
ilegal de cientos de millones de dólares, arrancados a Ja
economía del país, al sudor de los trabajadores y al sa­
crificio de la inmensa mayoría del pueblo.
Luego, señor Presidente, ae Íes encomienda la tarea
de la lucha contra la sedición. La realiza. Esa lucha los
lleva, por un lado, a que hayan muerto soldado:;, oflc ta­
les, etc.; y, por otro lado, a hipotecar su Imagen ante
gran parte de ia población por el problema de las tor­
turas, por la cuestión de las detenciones, por tudas las
cosas que se han denunciado aqui y que todo el pueblo
conoce. Y todo ¿para qué? Para llegar luego a la con­
clusión de que efectivamente, había elementos que ge­
neraban la violencia en la vida de la República. Ahí nace
el problema de los ilícitos. Entonces, de ahí a buscar une
complementación mayor para analizar los procesos que
se desenvuelven en la vida de la República, no hay ni
un centímetro. Y desde ese punto de vista, no os un
elemento negativo, sino un elemento positivo para que
se vaya conociendo en profundidad, el Uruguay en que
se vive; para que se vaya conociendo en profundidad có­
mo se dan las clases; para quo se vaya conociendo la
existencia de la rosca y que comprendan, como lo dijera
el General Seregni en ese acto mentado del 3 de no­
viembre, que lo de loe ilícitos - -como decía el señor le­
gislador Rodríguez— no era más que la llaga posibilitada
por una enfermedad. Y esa enfermedad, es el régimen
que ha posibilitado la existencia de la rosca en la vida
ae la República.
De modo que cuando este pioblema se plantea asi, no
ae puede separar de la realidad de América Latina, ¿Por
qué? Porque son pueblos de un mismo habla. Indepen­
dientemente de las diferencias que hay entre pueblo y
pueblo, el conocimiento de una realidad con otra, está en
forma permanente. ¿Qué es lo que surge para un sector
de las Fuerzas Armadas? Que en Perú hubo un golpe
militar que Juego, con el pueblo, comenzó a realizar de­
terminadas transformaciones. Entonces surge aquí, plan­
teado por algunos señores legisladores, «1 siguiente pro­
blema. Que lo del Perú í s malo, porque fue el fruto de
un golpe. Nosotros preguntamos: ¿qué era lo mejor y más
democrático para el pueblo peruano? <,Un i «gimen oe-
rrompido como el de Bclaunde Terry, lleno de presos ¡po­
líticos, con partidos ¡legalizados, con diarios clausurados,
con impedimentos para evitar el desenvolvimiento de 1$
acción sindical? ¿Eso es más democrático que lo que
hay ahora, donde no hay ningún partido clausurado, no
hay presos políticos ni (liarlos clausurados y donde las
riquezas principales del Perú «c han revertido a favor del
propio país, en un proceso de nacionalización?
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — Se ha dudo
tierra » los indios.
cometidos en ia vida del paj— debe ser uno de los rol
SEÑOR PICREZ. — Se ha dado tierra a los IndliW^,
teros Prwc.paics
ha hecho la reforma agraria, se han nacionalizada ÇfJ. >üVgubw.dos para favorecer sus propfoe intereses.
Banca y las principales empresas imperialistas. f jTJT
' mqsíVúAQ?/Otro defensor de U Jup, por ejemplo, as el diado
él W* hmm ál MHRlhl él uwwF*
soberanía —estoy hablando del Perú y no del Uruguay^ _
el concepto democracia, desde el punto de vista del pue
blo del Perú, ¿es mejor esto de ahora o Jo que habla
antes? Sin duda, la inmensa mayoría del pueblo peruano
está consustanclada con el actual gobierno. a ? £
Oó O -
Vamos a hacer una puntualizaron. Tod>> prodfag
social y económico, tiene su forma y su contenido. En
el i»so del perú, él vuntenido, aon estas trun»iormacIones
que *wd.»n sumiendo; la lonna, iue el golpe militar.
Pero esa furnia de golpe militar se dio lambRn en r'
Brasil; esa forma de golpe militar, desde hace mucho*
unos viene ocurriendo en la Argentina. S«n embargo, los
procesos de Brasil y de la Argentina, no tienen el mismo
¿ugno, el mismo contenido. Como tantas vecen m ha di­
cho, Bras.l er>ta cayen io cana vez más en manos del ca­
pital exiianjero y es mayor la cantidad de ícente que
padece hambre.
Quiero decir que la «implo forma no es la q te resuel­
ve el prublema, Bino que lo que resuelve el problema, en
el cunteniuo de Jas cosas. ¿se contenido y transforma­
ciones que se están haciendo en Perú, coinciden, esencial-
muiiUi, de una u oria maneta, con los transformaciones
do cunl’tnldo —lo recalco*— que son necesaria! realizar
en la mayor parto do los países de América Latina.
Esas transformaciones ¿e están realizando, con sus
peculiaridades, en el proceso chileno y allí, el contenido
de reivindicación de la soberanía, de nacionalización da
las empresas yanquis, como la del cobre por ejemplo, así
como también la solución a los problemas del pueblo, es
bastante similar, din embargo, la forma es totalmente
diferente. En este caso, fue sobre la base de una elec­
ción, el voto secreto, en donde triunió la Unidad Popular
y es electo el Presidente Allende, etc. Pero ahí también,
como se ha dicho, las Fuerzas Armadas no son un factor
pasivo. Por el contrallo, ahora forman parte del go­
bierno. No han perdido su condición profesional, sino que
la mantienen y ia reiteran, ya que no pueden ser sordas
y mudas en un proceso en ei cual se va logrando la iri-
dependencla y el dei envolvimiento do Chile.
Por lo tanto, nc se puede decir, así, al barrer, que
el Perú no, porque no hubo elecciones. Hay que ver íiu
contenido y su forma.
Obsérvese qué interesante. El semanario “Azul y Blan­
co” sobre ei cual nadie duda que es el fascismo a ultran­
za, que estaría muy de acuerdo con un regimen como el
brasileño —cuya forma fue el guipe militar—, no lo está
con el peruano, lo que significa que ellos también com­
prenden que hay diferencias entre la forma y el con­
tenido de cada uno de estos procesos. Están a favor de
Brasil, ae Franco y contra el Perú. ¿Por qué están con­
tra Perú? Ese semanario lo explica; dice que no está de
acuerdo con qu se nacionalice 1» Banca. Habla, a veces,
de algunos comerciantes; pero no se refiere a los que
Ueuen que ver con la rosca en el país.
“Azul y JBianco”, como la Jup —dicho sea de paso,
“El Diario” le da un palo a Bangulnettí, a pesar de que
lúe quien saco adelante, en la Cámara de Diputados, ¡a
Ley de Ensenaiua, reclamada por ia Jup, poniéndole el
mote de “el guajeo del grupo”—, trata de hacer dema­
gogia en torno a las Fuerzas Armadas.
Venimos asisUendo, azorados, a una campaña de
difamación contra las Fuerzas Armadas, porque el hecho
de que este periódico y ia Jup aparearan como sus de­
fensores, si^niiica un agravio a oslas. Todos sabemos que
al frente de las manifestaciones de la Jup va el señor
riarl. No es necesario recordar, de nuevo, la frase ds
Herrera, de que id lo punían en la Presidencia del Banco
de Ja República, m «levaría ese Banco, con rueditas y
todo, para su casa. E^tos son Jos que se dicen patriota»,
íitq gen la no puede defenchr a bu* Fuerzas Armadas. í¡l
señor Oari —si se liace el examen de todos ios ilícitos
principales y uno de
ios que ha
ae los na hecho
necno mayoría
i
Mañana” M 6/gano de prensa pertenece al. señe«
¡su» aya ah tu« <•« suo de M principales do)
Banco de Crédito, posee 70.000 hectáreas en el país, ik’l
estancia* y un frigorífico en el Brasil, y dos estancias eo
el Paraguay. Come se ve, es un “hombre pobre”. Enton-
ceá» cualquier mención que dentro de ese perlodlcudbo
J ; 28037
 se le.ilice a las Fuerzas Armudas, .significa una leMón ai
iivuur de uta im.umu, maxime v minilo imRmb, como preo­
cupa, ma principal, (Unen la de m lucha contra lue iH-
eilt« ecunumicos.
En tercer termino, voy a decir lu siguiente. Cuando
ae cunsiueio, tacú un tiempo, la prurruga de la suspen­
sión ue ias gatanlias indiviuuiihs, expresamos que preie-
iiamjs un proceso como el ctuienj, o Íntimos la acla­
ración de que en nuestro país -caía por la que estamos
muy contentos, como lo dijo el señor legislador Rodrí­
guez- - integra el Erenle amplio, el Partido Demócrata
vnsthano.
¿con qué problema nos encontramos acá? Qué las
elecciones tendrán lugar, recitn, en 11)76 —y es lu que
me parece que no se dan cuenta cuando veo la xorpiesa
ir en Le al documento hutan muvnos anos pura las mis­
inos y de esto hoy que tomar conciencia. ¿Por qué? 81
nosotros miramos ios pi uñeros 10 meses óe este ano, nos
damos cuenta de que las cosas maicnan demasiado rá­
pido. Por ejemplo, un uro un líder de un partido político
tradicional va preso; saltan varios Ministros; luego, a 1«
semana siguiente, surge otro incidente con otro líder.
Entonces, no cada mes, sino cada 1 días, surge una no­
vedad importante. Esto esta uemoetianuo que, en la Re­
pública, nay un procedo de ebullición, que no se arregla
—corso aca se necia— con medidas represivas, sino to­
mando "el Loro por los cuernoii", es decir, resolviendo los
problemas que crean tensiones en el plano económico,
sucia,! y político. Desgraciada mente, esto no se hace.
Voy a relatar una pequeíia anécdota que me ocurrió
ayer a mediodía. Un grupo de legisladores y otras per*
sonaí .ueron invitadas a ura recepción, en la que je
conmemoraba el aniversario de la liberación de Yugos­
lavia. Allí, un europeo mostró preocupación acerca de la
tardanza en la construcción de Palmar y Balto Grande.
En ene momento reflexioné: "Un europeo está preocu­
pado por Palmar y tiinto Grande y en nuestro gobierno
a, ñame le preocupa quu oenlro de ti es anos nos que­
demos sin energía eléctrica”. Nadie, desde el gobierno, iie
preocupa de los glandes problemas que hay en el país,
bin emoargo, como la Jup lo quiso —y otros también—,
se trie como ley de urgencia el proyecto de Enseñanza,
aunque haya que pasar por acriba de quien sea.
¿Como no se dan cuenta de que por esta vía están
palpitando los procesos de la República, y ando por un
« mino que no es el más positivo?
' Nj ««asustándonos de que haya t n documentó aquí
o allíi —esta muy bien que os haya, que se ilustre al
puebh—, que se va u rebolver el problema. La ciase obre*
ra y .odos ios sectores, forman parte del proceso produc­
tivo que hay que desenvolver en la Republica. Hay que
ayudar al proceso de transformación.
For ahí se ha dicho, inclusive, que sería útil que en
algunos Entes hubiera militaies. Esto no nos asusta, por
lo siguiente. En lo» direclom« de ios EnUs Autonomua,
ciuran'.e toda su historia, lia habiuo de lodo: gente buena,
regular, etc., y una paite no chica, a veces - no me re­
fiero a los que Integran cominiunes investigadoras—, por
gente inepta. Entonces, untes Je que vaya un inepto, me­
jor es que se designe a una p rsona que tenga disciplina
de trabajo, capacidad y un concepto importante del ho­
nor. ¿A quién puede molestar esto? A aquellos que en
lugar de mirar a la Ri■publica en función del proceso ough
hay que desenvolver, lo liaren por el ojo de la con
bon poro« los ‘ truncos ‘ y muchos los apetitos y, «XljOT
ces, cada nuevo caigo de Ento que se entrega a uíguien
que no sea del pacto chico, genera molestias y probLaMaa'j
Leu problemas del paib no se pueden mirar c.oíKfsa
perspectiva, llaceilo asi demuestra ceguera y se lleva tt
país al sacrificio.
¡scisto en que no hay ¡warfanm de documento«
y que tennnoj que !oaipr«nd<?r cuáles son los procesos
que hay que tu el ¡mis para resolver sus pro-
biennali económicos, eliminar las causas que generan la
037
fl
i
violencia y, sobre esa buse, ir creándo las
para enderezar, digamos, el barco de Ir República, WM- j
ando sie in pre el logro de los mejores resultados.
SEÑOR BAUB8RO. ¿Me permite una interrupción,
señor legislador? /
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique) *n miwfeio
gusto, .. .¿.»uaD
SEÑOR PRESIDENTE (Caputi), e interrumpir
el señor legislador.
SEÑOR BAUtíERO. — Ha p do un poco el mo­
mento adecuado de hacer esta ii erupción, pero, de to­
das formas, creo que cu intcrejpCnte que quede constac­
ela en actas de lo siguiente.
Creemos que de las n ifeslacioncs del señor legis-
lador Pérez surge una lye.cn a un hombre que fue une* ;
de los que mas lucí larojr contra el Imperialismo en Amé­
rica. No me parece e el Ejercito peruano, cuando dlc>
él golpe, haya éneo rado en esa rosca que menciona el
seno: legislador, señor Haya de la Torro.
Deseo, ea tornees, para honor de este Parlamento, que ■
quede constancia, por lo menos, de que un legislador alzó ;
su voz para recordar y defender a un hombre que fue uno
de los anti-imperiallstas más grandes de este continente, (
(No apoyado*.)
8EÄOR PRESIDENTE (Caputi). — Puede continuar el ;
señor legislador Jaime Pérez. ;
SEÑOR PEREZ. — En realidad, son puntos de vista. ;
Cada uno escoge como prototipo las figuras que conside-
ra que son mejores de acuerdo al criterio politico que ao >
defienda o que se tenga. Pero, en realidad, este peí so-
najo es un amoral y traidor al pueblo peruano y, alnn
duda, la Inmensa mayoría de este hoy apoya en forme
total y absoluta a su gobierno actual. >g
tìENOR RODRIQUEZ CAMUS8O. — Apoyado.
SEÑOR BAU8ERO. — ¿Me permito una interrupción?
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — Si, señor le
gislador.
BAU8ERO. - 81 en lo que va del siglo háj
SEÑOR
habido una guerra justa —si es que asi se puede liamM^N
a una guerra— esta fue la de España. En esa época érá-?|
moa muy jóvenes, reden nos iniciábamos en la vida po- 1
lílica, pero sin embargo podemos afirmar que el nombre.|
de Haya de la Torre con relación a la guerra de España
y ti la revolución española, no fue objeto de dudas como
io fueron otros sectores que traicionaron al pueblo espa­
ñol De no haber sido asi, se hubiera evitado la segunda
gnerra mundial.
SEÑOR PRESIDENTE (Caputi). - Puede continuar
eJ wAm legislados Jaime Pórea,
SEÑOR PEREZ. — Na voy a eoitestar lo que ha ex-
preimáo el aeúwr tegMador con relación a la traición del
pueblo español, porgue, u va dinpda a nosotros, esa afir­
mación es ton látoula que realmente no vale la pena
ton (estarla. Demasiado« comunistas murieron en la dr-
linaa da la República española.
/ Con relación al documento, digo QtN seria bueno re­ ?
par.irlo ya que, como se menciono aquí, todo« estaríamos
en las mismas condiciones para poder opinar sobre él.
Cavo, ¡m lo qu* dLo '»i legá'iadoc Vasconcelos, que
hmia istd á* la fmw vm poliuria.
io cual un error. &» un error hacer una afirmación de
tipo general y también con relación a este documento. J
Sin embargo, me parece natural que se haga, porque v*- j
mas aquí el fruto de la inexperiencia y porque hay que
28
 duitiuguir cnliv polUHu y poldlquoia, »pe ium h»*4 •»’-
cea se l^udrce confusión en luí no a trmux En pri* I
mer teuuinu. aunque no lo con.;n elidan ios que ríaoo* I
ratón <4 documento, con la aula ctabuiaciun del uuant'
eaUban 1 luciendo política. quicio deui. dándole un crl*
tollo dc‘«pi vUuu vu ul iiiimiiu puliciia, lu eatuiiuii apíL
vUlidu ellos iinsmiM, ¿l’oí quo? Poique puillitu M ia •»*
iaclüit enlio las ciases, puhikn m ia icbukii con ei ludd 1
Por io tanto, cada acto que lealiza una organización, en- 1
da pronunciamiento que . c hiv.e, independientemente que
se piense que es o no político, lo es. La conluxiun so orí- I
gina P'Ji una especie ue deformación profesional. El mé­
dico, por ejemplo, generalmente ve las cosas en función
ue su aprendizaje en medicina. Lo mismo ocurro en re­
lación al aiquitecto o ingeniero. Presumo que a los mi­
litares les dcoe pasar lo niii mo.
Ahora bien; hay que Uner sn cuenta que una cosa
es la jioljUca y otra la politiquería. Esta es la poUucn
cuando se usa en benclieio pcnmnal, para doicndar un
interés mezquino, cuando no se mira el conjunto del país
y se defienden intereses que no coinciden con los popula­
res. K;tc es politiquería. De modo que un termino no­
ble, la política, a veces deja de serlo y se transforma en
politiquería.
La deformación profesional &q da por lo siguiente: la
politit también es una ciencia, cuando no es politique­
ría y, por lo U1 exige tener conocimiento de ia situa­
ción del pala, exige una comprensión de cual es ia estra­
tegia que se empica o de la táctica para culminar ese
proceso estratégico. Quiere decir que exige un grado de
oiganlisación.
Te do esto califica y hace científico el concepto "po­
li tica”. Ahora, quienes hacemos política, no con mi*
núacuhi sino con mayúscula, tenemos muy claro este
concepto, porque a ésts se W1Kpráctica. Esto posL
bilí la i leerla r o errar peí; do] siempre el concepto
de política con mayóse ul
XX
üesde luego que sí n nos pusiéramos a pensar
— en mi caso personal siquiera podría comenzar a ;
hacerlo— como se pianih uiiuL^datalia, qué tipo de J
calibra hace falta para oetermmado fusil o qué Upo de 1
bombn se requiere para determinado cañón, cómo es la J
táctícn y la estrategia en la guerra, estaríamos descali-
flcados antes de empelar n abrir la boca. L¿
Quiere decir que también en el arte militar hay que .
estudiar táctica, estrategia y todo el proceso que es J
necesirio realizar y que hace pos óle que, desde el j
grado de alférez se llegue a las posiciones mée altas 4
en el Ejército. “
Todo eso hace que la gente que está en esa pro­
fesión piense que alrededor de ella giran los elementos
•sencides de una situación. La verdad ai qmf estos ele- i
ibehlmi mmtdnlíH» Iwy •!»>♦* ‘ nmpkm«miai)es ron *i <xj- 1
nocimiento de la realidad del pslx y, aqtA Mi ti* I
plemrutación es dor.de entra la palabra pohlica, en ai 1
sentido pleno, rico y generoiip que tac término tiene. j
Lo agradezco alMJsenador Roo^^eí^ J^inte*a

erupción que me ha concedido. J)eC. 2363^ J

bargo, como factor importante a destacar que, por prl-,

mera ver, fuera do las ocasiones anotadas, se han pro-'
ducido dos movilizaciones populares de blancos y coI<h|
dado«, no con miras a un rebultado electoral, sino eflg
npoyo de* otras aspiraciones. Una señor Presidente, fuw
c organizada por el sector "Por la Patria’’ y el ' MovPl
miento de Rocho" cor Juntamente; otra, la que so llevó:
o cabo por la Lista 15, en defensa de su compañero JorgÉl
Líatlle, que había sido detenido. Ambas expresiones n^
tuvieron motivaciones de carácter electoral. No sé sin
llueron grandes o chicas; no me interesa el número. Puñ3
mí lo importante es que ellas significaron, de cualquiera
manera, el pueblo en la calle. Y no con motivo de unB4J
(.'lecciones —donde juegan, habitualmente, motivaciones
muy particulares-™ sino por causa de eventos mismos díj
la política. I

Kl Gobierno, pue», wftûi' Presidente, no es, exclusiva

mente, el surgido de las elecciones. El Gobierno supone
otros factores, que ao pueden desconocerse. Y el pueblo
organizado, os importante, ya que presiona por medica,
legítimos en deíensai de lo* que cree que debe apoyar^
y está muy bien qud lo haga.
Y, asi, a salido inanifee(lafcontc un gobierno*
que se mué p en favcA' de la / icñanza, parí
expresar su •epudio a\la mí
Lo que nA podemos\menoltHXÜIlM; ar es la ac-
titud de un gobierno qu en v\z de buaéíir los puntos
«n los cuales paede habe acuerbe^^jgxya, por el con­
trario, los que originen djpcrepancias. Rechaza aquellos
en los cuales podría iogr una gran unanimidad na-
c tonal, para acudfr a loe q||e separan.
\
Ahí «ató, señok PresldeiUc, el problema de Palmar^
)’ de la energía hMroeJéctrlVa. Ahí está nuestro país,d
desdo hace años, pagándole a\ Argentina y a Brasil mi-J
lloncs de dólares pos la energía que nos venden parad
8 tender a Artigas, Rivera, Saltó y en definitiva, las res*!
¡lectivas zonas fronlerikas. ¿PorViué no luchar por hacef'4
Palmar? ¿Por qué ntAembarct ie, definitivamente, eA*j
esta empresa, que concitaría un lánime apoyo nacional tg
Sin embargo, el gobierno brega\ por la Ley de Ense-1
lianza, enfrentando, precisamente,\ al país. J
No Jo digo con ánimoXde refe^pncia personal; peroJ
hl señor Presidente, algo que\no i mede perdonar al^
batllismo —al Partido Colorado— eduque haya cometid(k|
e tremendo error histórico ue apoy esta Ley de En*1
señanza. \ <
41i
En la medida en que la Ley de Enseñanza —y aunque 1
cito no tenga, aparentemente, mucho que ver con el’j
punto concreto sobre el cual discutimos hoy, creo quej
viene de la mano por lo que significa, en cuanto a pro- I
ccdimiento, imponerla por una mayoría surgida de la 1
elección qu« no representa, en modo alguno, la tota 11- I
di<t dvl p(4Í«v-, se pfoe&se eu ¡a Iwfms su qus s#
que se hará, ia misma configura una irritante presun« I
tuoaidadi que no podemos admitir.
__________ J *7 ,1
 A üüjnb 1 ea (k’ no ral«

li'J’jt: para quo la Asamblea (Jone.ral decrete la libertad

de 101J detenidos bajo las Ironía o de
Seguridad que fueron en su momento liberados
;or Jos Jueces. (P.oc.)

Léase la moción número 7. ? \

'í
(Se Jet;)
"Moc lona mol para que la Alambica, decrete la Mor*
tad de todoe loo detenido! bajo ¡as Medida! Frontal do Se»
uuridid que fueron <m ou momento liberado« por loa jue*
cea. — (Fdo.) Roberto Oilardonl. E. Erro. Luto Unía
me Féroe» Juan C'henlo, Rodney Ariimenü. Edmundo Saa»|
íéTWuo. Enrique llodrifiiW'.

28 03? !
 Asamblea General.
TEMA: Medidas Prontas de Seguridad. /i'f
SfcMUN: 4 Junlo/973 i

ya que la instauración de las Medidas Prontas d>» Se­

guridad tiene, atento al momento en que «e ilevan i la
práctica, una extraordinaria gravedad.

' Podríamos decir, señor Presidente, en verdad, que, en

forma momentánea, se cierra un capítulo, de caracterís­
ticas muy peculiares en nuestro país, cuyo comiento po­
dríamos situar u fines de enero o principios de febrero
de este año -con todo k> que de crear una determinada
expectativa en la vida de la República significó aquello —
y cuya finalización la fijaríamos en las circunstancias
presentes, con algo que si tuviéramos que calificar lla­
SEÑOR PEREZ. -- Pido lu palabra. maríamos la victoria de la rosca", o, en otros términos,
la consolidación en el Gobierno de la Republica de los
SEÑOR PRESIDENTE — Tiene la palabra el señor sectores mis regresivo» y tJigátquicos de los que, en
legislador. definitiva, durante el período iniciado en 1908, quedaron
marcados como los causantes de todo el gran drama, uru-
SEÑOR PEREZ. -- Vamos a presentar una moción.4 guayo*
para compeler al Cuerpo. Pensamos que ai bien es im- 5 .'.i... <■
portante, desde luego, que la Comisión de la Asamblea < No se puede, pues, señor Presidente, interpretar de J
general examine caso por caso en lo que tiene que rer ' otra manera este episodios mñí qu»M:omo el intento de f
Jkm ¡as Medidas Prontas do Seguridad tomadas, tam­ volver a la situación que -vivió1 la República luego del
bién lo es ¡a afirmación de qu ? io que coresponde ee al 13 da jumo de 1988’. mantehimtento del país al margen
levantamiento de las mismas. Y, a tales efectos, es pre­ de la Constitución, vulneración permanente del Parla- g
ciso que haya número o quorum, es decir, que se pro- mentó, transformación de nuestra Carta fundamental en i
una antigualla. 8e busca pdi* consiguiente, posibilitar una *
ola de represión ontra la clise obrera y contra lo* sec- J
torea populares — como ocurrió en 1068 y 1960 y, en cierta |
medida hasta ahora — en medio de una gran orgia, dis- |
frutada por quienes tienen en sus manos el dominio de i
la Banca, de la industrie frigorífica, de los latifundios, j
es decir, en última instancia, de aquellos que conforman J
los grupos más antiraciona, es de la vida del Uruguay. .3

La invocación que se hace en cuanto a los efeotes 1

de la aplicación de estas ¡hedidas Prontas de Seguridad, 1
nos muestra, incluso, que no hay grao diferencia con los
que se pusieron de manifiesto en Junio de 1968 y en los
decretes posteriores que se dictaron en la materia. En
tal sentido, basta ver la conferencia de prensa —publi­
cada con fl -dí ión por “La Mañana” de ayer - del señor
Ministro del Interior, Coronel Bolentinl, a través de la
cual se priende fundamentar legalmente la necesidad
de esta» Medidas Prontas daJBeguridad.
Por un lado, señor Presidente, sé explica, en ella que,
efectivamente, la sedición propiamente dicha, moviéndose
en forma Armada, ya no se hace presente en el ámbito
nacional — no hay actos de secuestro, crímenes, etc. <»tc. -
pero que, un cambio, hay, si, un proceso de infiltración
en el seno de ¡o» gramlasy del movimiento estudiantil.
Y este r»O* recuerda justamente, cuales fueron, ¿ambién,
las rwaM que te lincearon el 13 de Junio de 1Í68, para
justificar w militarización de tes, trabajadores de De, de
Ancap y de Ote y, posterior mente, de Amele t y cíe loa
Bancos. Es fácil comprobar que,, en la práctica, se repi­
ten, casi textualmente, aquellas mismas formuiactesies,
tratando de demostrar que la situación que vive h Re-
pública no es el fruto de una losca apatrida que se lw*|
burlado de la angustia uruguaya, dé las traai ,on<« na-
clónales, y de la Constitución, sino el resultado por el «
contrario, de la acción de tai capas popular ’*, de los
obreros, de los estudiantes, que, unido unos con otros, y
seftor Presidente, no han hecho otra cosa, en realidad, i
que luchar, honestamente contra este desastre. - 1

Ya no se trata, solamente, del Conae, que tanto re- J

cuerda la infeliz, interventora del periodo pachftqulata, ,]
sino, también, de volver a reeditar, en 197ó, Jos sucesos ;
y la prédica que se desarrollaron en 1968, 1969 y en años
posteriores. ’■ Jf
Vamos a recordar porque la memoria a vece»,’
flaca, aunque se trate de cosos ocurridas en la República
MHtViW W y bí‘*n que se ponga
di manifiesto.
2a 8 8 7 /-
Hay un viejo dicho de que el hombre es el único anf- p
mal que tropieza dos ve?,es con la misma piedra ; parece $ ~
04 1 que no sólo es el hombre en particular quien este hace v
 bEuluN: 4 Junio/973
sino que, algunas veces, sucede 1c mismo en di conjunfo
de nuestro pueblo, en lo que tiene que ver con lo que
pasó en J972.
¿A qté se debieron los muertos que están documen­
tados por las Fuerzas Armadas, <onte de civil, obreros,
estudiantes y gente uniformada. A causas profundas, de
tipo económico y mientras en el 68 y 69 se mandaba mi­
litarizar a ios trabajadores de Ule, en definí iva, io que
se hacia era respaldar a un personaje como ¿enjyra He-
verbel, qu? mandaba la represión 'ontra los t abajadores,
por un lado, mientras por el otro entraba en los nego­
ciados hoy comprobados por la Justicia come el de Ute-
Sercobe. m mismo pasaba en la Jl.ncap y on la industria
frigorífica, a cuyos trabajadores, a titulo de quitarles dos
kios de carne que por Ley de Cornejo de Halarlos teman,
se lanzaba contra ello» la represión mientras se rees­
tructuraba la imagen de la rosca toda la Industria írL ■
«orifica del pais.
Asi, podríamos tomar uno tras otro todos los Ente»
y los rubros principales de la economía del paij Como que­
dó claro para toda la República, i fines de) ano pasado
y a principios de este ano que todo eso era el (ruto de
una tusca apátrida que había ido entregando el país y ía-
^^ñUtando los tremendos enfrentamientos entre lo» orien-
^Biies, desatando la violencia en el pueblo, para luego ex-
Aportar 500 millones de dólares a Itañeos suizos o de Es­
tados Unidos o de las Bahamas.
En definitiva, cuando se intenta reiterar de nuevo
Medidas de Pronta Seguridad, no le tiene en cuenta que
hay una nueva realidad en el pail, que está promovida, '
durante too primeros meses de este año en ios Comu­
nicados 4 y 7, de tos cuales hoy ni siquiera se quiere ‘
hablar como si fueran cenizas que se lanzan al viento,
de todo to cual surge una interrogante legítima: cuando ,
se consideraba que no se debía ebtar ai servicio de
tereses económicos y políticos, o) II de febrero y se des*®
conocía al Genera] Francese, yo me pregunto, en te
tual coyuntura del país, ¿qué es lo que (daría hactendo|
Francese en este momento, el ei-Ministro de Pacheco!
Areco, si no seria estar haciendo esta política junto
Borda be rry. desatando las Medidas de Seguridad que tte-q»
nen como destino la clase obrera y el pueblo?
Antes de terminar, deseo llamar la atención a dol:i
problemas vinculados con esto
Se reconoce que no hay sedición y que ésta fue ml-
«i lar mente aplastada Pero en determinados lugares, en
Articular e] Cuarto de Ingenieros de Maldjnado se
hace una jjohlica permanente de torturas realmente in­
concebible que ha llevado a que viejos dirigentes ¿»indí­
cales, compañeros nuestros, gente óe conducta abaoluta-
mente inequivocs, mn torturados durante ifl, 19 y 20
dius Bss,s torturas tienen como fin eláfefetur de emban­
derar «, e»to» compañero» en Uiro de grupos annado«
o cosas por el estilo, cuando eltoe han dedicado toda mu
vida a la causa del proletariado Con alguno« de eUcágf
en el año 48, cuando «h incorporsmoí ni Partido “
munista, fueron los primeros dirigente» »indícate« tortita
nistas con los cuales tuvimos contacto.
Algunos de estas compañeras, Como lo ha demostrad
el pedido de informes hecho por el compañero Enriqtil
Rodríguez, han sido bárbaramente torturados y no hfej
moral que pueda justificar eso Lo que co» responde ~
que sean puestos inmediatamente en libertad.
Termino diciendo que por este camino, por esta mué
ra .sangrienta se traía de. volver a la violencia desatad
en la República en los momentos mas dolorosos que re­
gistra la v da del pais, romo el mío <>8 El rarnino no
es ése. Es ei de la unidad del pueblo para al tear mal-
mente la» i^ausás que generan todci esos problemas » n
la ^.«publica para lo cual es preciso levantar la móa.
s*S
amén de mconstituclonaie», comó fe prisión dé lite edí
fit
tes y, en particular, déhtféstfcw 'éompéñeros KllcMírigoi^^
y Bonilla, que no solo no son corruptos, qú.i no han pfcr-$
iiclpado en esas cosas, sino que. justamente son lo» qué-*
han (enunciado esos excesos. En el día de ayer el M4*f»
mstro Boicnunl explica cuaú-s Aon hu causa» que hari’s
llevado a que sean detenidos y dice que apena» salieron^
concurrieron a ia Juma Departamental a votar un Pre­
supuesto que convalidaba >56 nombramientos ilegales. Pe*1
ru, justamente, la bancada del Frente Amplio masiva-4
mente, se pronunció contra e»UM nombramientos y Eli-J
chlrigoity y Bonilla entraron a la Junta Departamental!
a loa pocas horas xie suhr de prisión para votar y pro»h
nunciuise contra esos numbr »mientas ilegales, bin enw
btugo, 5f Íes ileva detenidos. Nosotros no justificimoa i
esto en ningún caso en cuanta a ios demás ediles, por- [
que esta de jx>r meuio ta jpaticiu ordiutuia que se había*
pronunciado dándoles la libertad condicional.
pada* ert qué
¿Por acta«menciono esto, cuando podría
unaresblhd^>e|feoS^ mencionar
Uc^^Séh , .í
otras declaraciones, entre ellas las del Frente Amplio,
Elichlrlgolty y Bonilla emitida por la Convención de ।
mités de Base de los Trabajadores Municipales de Monlg
tevldeo, agremiados en Adeom que dice: ‘Primero. Qu _
reafirma su confianza en ambos ediles, confianza basad!??
en el conocimiento de su abnegada defensa sin claudica-
clones de los trabajadores municipales y toda la pobla- i
ción del departamento. Segundo Qué n<y puede dejará
de ver con extiañeza, que aún luego de lo acaecido
la última sesión de la Junta Departamental en que
convalidaron los ilegales nombramientos de 556 nombra-1»,
miento», llegándose al colmó de permanecer en sala edi • '
les votando parientes directos, los edllos Bonilla y
chlrigoity, denunciantes de toda esta situación como íjO
fueron siempre^ de toda Irregularidad cometida, sea«d|
nuevamente detenidos. Montevideo, junio 3 de 1971”.
*,? w , y ',1 Wf ... *'
W MMki «MN»r m que
_. conducta da un edil, e*
prectoamacrte «i octonario municipal, que vive perma­
nentemente examinando^ la conducta de los integrante*
de la, Junta Departamental de Montevideo —y calculo
que lo mismo pasa con todas las Juntas del interior—
* para saber ai están en negociados o si actúan como co­
rresponde.
Por consiguiente, resalto esto que supone un a val pa­
ra esto» ediles, expresados Justamente por la organiza­
ción que dirige al conjunto de los trabajadores munici­
pales de Montevideo.
En consecuencia señor Presidente, proponemos'•<
se coinpeIn n loe legisladores auaentM part el dit
mañana a la hura 20.
< Apoyados. )
DEP. I
TzJ ., r . 't i j ■i i : : ; t J.11

u ;.,..cupa ';:uj"r.v;c
A; " •’ . .:/A. r’.L.L-j? LT : 808”

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0 01/ e ¿
 EE1¿EIRE, Sebastián

Ret r ns ont an te

TEMA : DECLARACION HESIUESTA PODER EJECUTIVO A PEDIDO

INFORMES PRISION EK-LEGISLaDOR Ariel COLLAZO.

SasiAn C.R«. 4 ahri1/972

vtx, o

Ant j 11 l.i 1 P «<’• • h.jc> uUvi< al peihdü

it* t ¡‘ ■ . I 1 II i 1 ’! pivi r. í>.%\giMadorr > pe-
I, 1 ' me ;i l.i >b •iir.-■ ! ♦ K < •. 1 <r •i‘k,U>r Ariel
( j >1 !»» zt> l.i ( iiiii i 4b'( » -h CÍalH V' ie
'/i < 1 ¡ 1i <!' 1 ('i b 1‘ >< r itih 1 ab et o ael
i <.( . ■ « • ■ nvi» '< . ni ih-
f.h7p^ iM ' ' " 'i’­ »Mil» 1 mu)«- 1 Sumí
ll' > I» » » » »■ v< ««lih'it iu
». A < I ■ 1«
hwtinr' imi»» nd i । i I»«**-/- |. M*

l.i'lro I hlii'Ci 'Iifii Malte . UIV1 I . »'¡■••’i ' W*

lo*i irvírn A .»re«i no >1. h*r»i b *. luí«
ittAMf ..Nf basitili KlUiiu-j Arni Orti"
• fi* re vouif.

1 Hb VoUn
-Cuarenta > o « ve n • « * ’ * y «>«t< AfirmeMva.
..... .. . —*rt'iTtnMWi>llwbWW—o Tn.iiii)iriMir ~n *- -----

(Se deja constancia nue este Legislador no intervino en el deb te,

si bien firma)

«v^plrs O>c ^.3¿.33> Íac

T)cx: ü H tfKlTü / L e í ’ í bí l;

002
22 ¿' J 3
 ELIZEIRE«, Sebastián
Represen tant»
ThMA : DENUNCIA PROCEDIMIENTO.') FUERZAS CONJUNTAS EN
PAYSANDU.
Sesión C.RR. 6 Junio/972
SEÑOR ELIZE1RE. -- Sefior Presidente«: en ente
muy particular estado de guerra que vive e¡ país, no
podía escapar Paysandú do sufrir sus graves conse­
cuencias, que van arreciando dia a día No me per­
mite el brevísimo tiempo de mm dispongo hacer un
análisis pormenorizado de Ja situación que se padece
y referenciar los numerosos casos de atropellos que ha
habido, pero como adelanto de una más extensa ex­
posición quiero referirme, er. forma casi telegráfica,
a tres hechos de estos últimos dias.
Primero. Después cié dos allanamientos al domicilio
del Edil del Frente Amplio doctor Humberto Gonzá­
lez Perla —en los que nada se encontró que pudiera
de alguna manera comprometerlo; repito: absoluta­
mente nada , en el momento en que ya se retiraban
las fuerzas que hnbh n realizado la última operación,
el jefe del procedimiento recibió por radio una or­
den de detención contra el djetor González Perla. Es­
ta se llevó a cabo y fue conducido a la comisaría. No
pe le interrogó, no .se le formulo ningún cargo, no se
Fle dio ninguna explicación y a las cinco o reís horas
fue puesto en libertad. ¿Qué .sentido, qué alcance
puede darse a este hecho? El de un ataque duro e In­
justo —por otra parte ya reiterado innúmeras veces
en todo el país- a int 'grai les drl Frente Amplio, y
de una doaeoiusidernóU » not uia a quien, como el Edil
González perla, goza *.el re»pelo y del aprecio do .sus
coieíms cié la Junta Dcpart imental y Iamblen de la
sociedad sanducera.
Segundo. La detención del señor Nery illanco. .*
quien «e tuvo encapuchado y se aplicó algunos gol­
pe« en los tobillos, además de someterlo al consabido
plantón y a la carencia de alimento y agua durante
largas horas. El señor Blanco es dirigente gremial de
ios municipales desde hace años y, ftdemás, militan­
te del Frente Amplio. De alguna mnnera, y en la per­
dona de Bianco —como se está haciendo con el gra­
mo de los j roíesores, el de los maestros y el de ios
banca ríos— había que asestar un golpe a osa organi­
zación gremial que en estos últimos desgraciados años
quo nos toca vivir se quiere quebrar.
Tercero. Este es un hecho aún mas reciente. Hace
dos días se realizó una operación con e.spectaeiikiri-
Mtedad y despliegue de fuerzas totalmente inútil, para
detener en 1* Escuela Mario Casslnonl, de la Facultad
de Agror.om¡a, a un profesor. Llegaron integrantes do
las Fuerzas Conjuntas al establecimiento, que está a
, cinco kilómetros de la ciudad de Paysandú, y pene­
traron en f.'. establecimiento en la forma expresada,
no teníendí en cuenta pura nada al Director de di­
cha Escuelí, quien recién advirtió lo que estaba oni
rriendo cuando ya lo habían invadido todo. El profe­
sor requerido estaba dictando su clase en el medio
que correspondía y lo hicieron salir apuntándolo con
una metralleta como si se temiera quien sabe qué co­
sa. Ante ¡as quejas del Director, el enea «gado de la
cperación mantuvo un diálogo que es expresión de la
prepotencia que se utilizíi en el clima que se vive. Ya
no cuenta mAs la autoridad del responsable, en este
caso de la Escuela Mario Casslnonl. La mínima con
sideración ya es una excepción y, claro está, la auto­
nomía universitaria es para quienes dirigen y lleva i
I adelánte el estado de guerra —esta monstruosidad
l constitucional y jurídícá que Inventó el Poder E.¡ecu-
| tiro y que aprobaron ¡rano» de quienes hoy sentirán
1« responsabilidad enorme <¡e haberlas levantado en
’ la Asamblea General—, una palabra sin contenido,
hueca, si ps que to lavísi la aceptan p*r/> con trna exis­
tencia solamente teórica y declamatoria. :
Sólo estos hechos pern..'>h i¡¿'M
gicas conclusiones; a) que ef cuma general en A' piís
es de total Inseguridad e íntranqul’ldad, de miedo,
de (í’iror y que, por Jt menos en algunos casos, teñe-
h i: r * ' ü o mora.i en oíros, además, la
u.-con oe ¡o« nerh'-s conocidos - en mayor o menor
grado se practican torturas en los Jugares de deten­
ción; b) que se procede arbitrariamente en numero-
«as ooostenes y las (ñor sonas detenidas reciben un
‘-♦n míe hóe^A í*
Li,. < ü lihrrHd
q; :nu< .tu ir y sin dárseles una
«xpücaclón sobre Jas razones (W procedimiento; e)
que no hay forma de conocer a ciencia derla cuál es
L■ que re Aben y qué garantías tienen Jos
sfcMteCión cuando esas per­
sonas lio MtKn en m »Asmo cuartel, sino que, como
<-n el caso de Paysandú, son decesos ios que se en­
cuentran en la “Fu/iilera”, ■. y j
OO3
decuado, que está en la« afueras de la ciudad, d. que
aunque entre las decenas de detenidos en Pay.sandú i
quizas haya algunos que no pertenecen al Frenvt Anv *
pilo por ejemplo, sé que ha sido detenido e.i Du- i
razno el secretarlo remado de la Junta Departa-
mental, que pertenece a! movimiento "Por la Pa- ■}
tria“--, lo cierto es que en su mayoría son del r'rentt», |
y aunque se nos caga y repite que no hay en ludo ef-1
u> una persecución o ataque a un partido político, Icáf
hechos nos están haciendo pensar lo contrarío, ac*f¡
luándose así a pesar de la iorma clara, terminante jra|
firme con que reiteradamente el Frente Amplio hal
expresado ¡o que es, lo que persigue, cuáles son simX
base«, su estrategia, ¿us mi todos, su organización, sus
fines, sus caminos.
Para finalizar, debemos expresar con total s'.nceri*
dad y para ser honestos y leales con nosotrou mia-
, mos, que el señor Comandante del Batallón N* 8 <to -
Paysandú nos ha recibido tjn forma amable y correcta
en distingas oportunidades en las que hemos tratado
diversos puntos de estos dramáticos problemas que
vive el país, escuchando sus explicaciones y razones y
exponiendo nosotros clara y francamente lo que pen?
»«irnos. Pero lo que no poetemos decir es que en pay< J
sandú no se cometen datennionc» arbitrarlas 7 qué ¡
no se torture. Y aunque samo» lleprasentantrái
cionule.s no tenemos conocimiento de la lista de p?P*'£™
nonas detenidas, a quienes, por supuesto, no se naírl
permite ver ni siquiera a la distancia. f
Y le decíamos al señor Comandante -permítase'
me repetirlo porque es sumamente importable—: ¿No M
sería acaso una prueba que respaldaría lo qu? usted á
nos manifiesta, de que no se tortura en Paysaniú o do í
que no se dan malos tratos a los recluidos en su. 3
cuartel, por parte de sus subordinados, si pudiera*i
mos comprobarlo directamente, en este caso i n Re<¿
precintante nacional? ¿No se evitarían asi tantos ru<j
morís, comentarios, un estado de angustia y delicada^
consecuencias sicológicas de tantos familiares y
gos, particularmente, de esas personas detenidas? '|g
Se nos respondió que nada de esto era posible. Et|^|
toncas, nos queda el derecho de pensar con razone»^
vale leras y con recto convencimiento que lo que
presar» y muestran algunos cíe los muy pocos que
hsn sido puestos en libertad, as manifestación cierta
de lo que han sufrldoí Entonce#, ¡qué pensar de la
suerte de los que permanecen,?
Es,as expresiones quieren ser un llamado profundo,
angustiado y firme frente a lo que está viviendo Pay-
1 nandú, sobre todo en estos últimas dias. Es necesario
que en esta desgraciada situación por la que atrave­
samos, los responsables extremen las dírposiciones. Ir.s
órdenes y la vigilancia para que nadie, absolutarnen-
i te nadie, culpable o no, sea torturado, porque sobre Ja
culpabilidad dará la justicia su palabra vn su mo­
mento, y ¡Dios quiera qu? sea a breve plazo!, pata
que no se condene, torture ni trate & les personas co­
mo una cosa, sino como «eres humanos.
Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras ■>
ne pase a los Ministerios de Defensa Nacional y del f
Interior.
I SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Rula». — Se v»‘«i
, vótar el trámite solicitado. *
(fie vota,) il
—Treinta y siete en cuarenta y dos: Afirmativa. ¿
|h,r- ■- ■ - - . > nVi r ¿1
*
9flti38
JUICIO I OLI TICO EX-EDILES JUNTA DPTAL.
MONTEVIDEO (GUEDES y CABRERA GIORDANO)

C»KR» 8 febrero /973

A) CONOCIMIENTO POR PARTE DE LA CAMARA

DE REPRESENTANTES SOBRE IMPUTACIONES
efectuadas contra miembros de la misma a
RAIZ DE HECHOS QUE LE SON ATRIBUIDOS EN
LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE MONTEVIDEO

Montevideo, 8 de febrero de 1973.

Br. Presidente de la
Cámara de Representantes
Don Héctor Gutiérrez Ruiz
Presente

Loe Seftoreuí Representantes que suscriben, en «u ca­

lidad de miembros de) Cuerpo que Ud. preside, en
conformidad con el artículo 93 de la Constitución de
la República. ^ licitan que la Cámara de Representan­
tes eonestea sobre las Imputaciones de ielitos graves
ocurridos en la Junta Deporta mental de Montevideo,
que son de público conocimiento y que le sbn atribui­
do« a los Señoras Representantes Edegar Quedes y
Carmelo Cabrera Olordaño, poniendo aqi en funcio­
namiento, el Juicio Político provisto en la citada nor­
ma constitucional, para hacer efectivas las responsa­
bilidades que le pudieran caber por los mismos a los
citados leglsladorM
A estos efectos, encontrándose esta Cámara en Re*
ccíio, los inscriptos recabarán las firmas necesaria*,;
para la citación Inmediata de la misma a lo* efecto»;
dn la Urgente consideración de este asunto. ¿
■ 1
Baludnn a Ud. muy utte. «
fiarlo» Baraibar, Representante por Montevideo;!
Pablo Otero, Representante por Montevideo^
Sebastián EllzHre, Representante por Paysan—
dú; Daniel Moas Días, Representante por Mon-1
teideo; Carlos Tevelr» Varesl, Representante 1
por Salto; Ariel Día« Pujado, Representante $
por Sorlano; Antonio M. Sarachu, Represen«'3
tente por Colonia”. ’1

004
 EL IZEIRE. Sobas tito

^91Fosantant»

tema: homenaje anti; falle'; ¡miento KEim untante

SOARES NETTO.

Sesión C.RR. 21 febr«ro/973

—f— ------ ------- ■'l -...........

“Ante el fenecimiento del «flor Representante

doctor Edmundo Borres Netto, proponemos:

1* Que la Cámara se ponga de pie en homenaje ;

a su memoria.
& Que se envíe ofrenda floral a su velatorio. I

39 Que se designe un orador para representar |

al Cuerpo en el acto del sepelio. 1
* ■!
4? Que se remita nota de pésame a su familia y f
la versión taquigráfica de los discursea verti­
dos en Sala. !
Baraíbar, Marchesano, Gutiérrez Ruis. Ro­
dríguez Cal, Rocha Imaz, Tourné, Moré, To­
rrado, Batalla, Elizeire, Trías, Fleltaa, Boa-
da, fHchegoyhen, Sarachu, Fachlnetti, Plan­
chón, López Balestra. González, Chenlo, Imas.
Itufto. De la Sierra. Cousin, García Cos­
ía. Pérez. Gtoñl Castelao, Ze bellos Salsa-
mendi, TuriansEy. Fernández Menéndez ”

va a votar.
(Se vota )
-Cincuenta y cuatro por Ja afirmativa: Afirmativa.
• Unanimidad.

005
 ELIZglHE, SEBASTIAN
ASAMBLEA (JRAL.

Tema:Mooión para que se dea Irire grave y

urgente h mooión por la que se
dea reta la libertad de $2 detenidos
bajo las Medidas Prontas de Seguridad.

Sesión: 13* 14, 1> de mayo de 1972.

MMOR raBnMBm.'--'I^ %M ¿oUín' #» il» i

den presentada a le. Mesa. |
(Se lee:) j¡
‘'Proponemos que la Asamblea General declare grave 1
y urgente la moción por la cual se decreta la libertad J|
de los noventa y dos detenidos bajo el amparo de las Me- J
didas Prontas de Seguridad. J
Lula Imás. Enrique R, Km, Jaime Pires. Isidoro W
.. Etcheffoyhon. Walier Martines Gallina!. Juan R.4|
Chenio. Vivián Trías. Antonio M. Sararí u. Artel •-«
Días. A. Francisco Rodr fues Carnuz. Sebastián n
EUtelro. Daniel Sosa Días y Juan Pablo Terra”. |
—Para ser aprobada necesita dos tercios de votos de-f
la Asamblea General.

(No intervino en el debate P*B9 babor firmado la mooión.)

00 6
 KLIZEIRE, 3EBA3TI \K
ASAMBLEA MAL,

Tema: Detención del Dr. Peral te ciudad de Durazno.

Sesión. 29 y 30 de Junio de 1972,

Señor ELTÍ.EIRE, - Seftor Presidente: heme* .

nsistido a varias reuniones de In Asamblea General s’n tn? puf3» y w wtdt’ySfflo i
poder expresar lo que en más de una oportunidad hu­ fecundo es transformándolo en lucha y mi forma de lu- ¿t
biéramos deseada. Pensábamos que esta noche —no por cha hoy es ésta: hacer reflexionar, recordar, lo que un 1
sacarnos el gusto de decir un discurso, sino porque sen- hombre de calidad humana excepcional ha hecho por •
tíamos el deber de hrcorlo— podíamos utilizar alguna Durazno. Esto está más allá dé toda Idea política. Esto
interrupción un poco más extensa para referirnos a al- < lo .«aben muy bien las personas honestas y sinceras de ■
gunos temas, con respecto a los cuales tengo el material este pueblo, cualquiera s*a su ideología política o reli­
sobre mi banca pero sobre todo «1 clima sicológico, de giosa ‘ el doctor Peralta jamás atendió dg manera dlí- f
amedrentamiento, de miedo de Intimidación y de terror tinta « nadie por sus idea* ni tampoco aceptó el voto de 1
en que se vive nadie como retribución a un servicio suyo. Espero llegue
la hora de la justicia. Y a¿í como ahora puedo desvirtuar
por cierto, el señor diputado Bruachera —que con­ lo que la "prensa grande” (ejemplo: "El Din”, de fecha
cedió muchas interrupciones, muy oportunas, en las que 12 de mayo, página 9» comentara calumniosamente que
*e hicieran precisiones muy Importantes y aclaraciones mi esposo había sido detenido "junto a un grupo de tu­
necesarias y de verdadera fuerza— ocupó más tiempo pamaros con armns en lar manos'*: cuando en la realidad
^^que pensaba. fue detenido como lo indino al principio de esta carta, 1
pueda también desvirtuar esta situación confusa Me -
No quiero restar tiempo a loa oradores que ya están hago solidaria con todas las otras espose* y madree que ■
•notados. Pero voy a dar lectura a la carta que nos t ienen sus familiares en las mismas condiciones, y tam-|
hiciera llegar la esposa de! doctor Peralta de Durar.no, bíén elevo mi voz por ellos y por mt hila querida. paraij
mencionado varias veces en esta sesión, no solamente qic podamos pronto y todos saborear de sus presencias^
por el señor diputado Brusrhrra. sino pot; otros señores en nuestros bogares y seguir juntos bregando por el bien >
trgíh’adorvs. Tergo aquí temb’én tina nota, que por cier­ común. ¡Que asi sea! ¡Gracias! Margarita Ansorena de ij
to demuestra claramente el clima que ae vive concreta­ Peralta. Pablo Peralta. Alejandro Peralta Rosarlo Pe* *1
mente en Durazno, aunque puedo decir que también en ralla Ana Gabriela Peralta Ansorena".
otros departamentos, porque visito varios. Fue entregada ....... ...... ; . ;¡d
el 17 de junio, por intermedio de un Oficial al Coman- '
dante Curnchet, Jefe del Batallón de Durazno, porque
AI no atiende personalmente a nadie. La nota que plan-
tea situaciones y problema* de loa detenidos y sus fs-
miliares, expresa qué «j lo que reclaman y cuál et
estado de'espíritu de loa pobladores de Durazno.
Cuando el Oficial recibió esa nota firmada por maa L
da doscientas personas, dijo que el trámite llevaría un 3
par de días, es decir, que recién llegarle a manos del f
Comandante Curuchet, el 18 ó 20 da junio.
Pero dejo de lado todo eso y otras casas que qui
•lera decir; documentos y declaraciones qve pensaba -í
iaar y comentar, y sinaplemente voy o diar a enneeer H jj
flo de te carta de la capona de! doctor Peralta. Dito ate;
"Durazno, junio de 1872. El día 10 de mayo, en <|
horas de descanso, para ser más precisa, a las I y 48 1
de la mañana, las Fuenes Conjuntas Invadieron práetK
.........
comente nuestra casa con gran despliegue <te vohtautaM
y personal armado y ce llevaron detenido a mi esposo. 3
Al dio siguiente se da a publicidad el Comunicado Nó Í22
de les Fuerzas Conjuntas que informa que oí doctor Pe­
ralta se confesó Integrante de la organización subversiva
EL día 17 de mayo fue igualmente detenida una hija
<te 18 afoc de edad a quien en un nuevo comunicada
so la rjtnbra como relacionada con la misma organiza­
ción. Junto a ellos han sido detenida» otras personas,
(náceteos estudiantes, empleados, profesores, en un nú-
- HtorexiUff supera los cuarenta. Todas ellas son personas
•mpltevsmte eonoeidM, vtacutadaK. queridas y con un
acagáto cteeuíe de vúMatfertone»» en nuestro pueblo. Hace
ya mo nwM spae te únten wtenwa de ellos cg que nos
pide*. «oedionaentoe testo aumenta más nuestra angus­
tia) y ropa, Un mes de lucha amalante y denodada por
obtener un dato, una referencia de Míos, o conseguir una $
entrevista con los responsables de estas detenciones; pero^
todo exfucrgo ha sida vano e inútU. ¿Hasta cuándo? ¿Puo-I
de el pueblo de Durazno desconocer esto, y permanecer^
indiferente ante estos hechos? Afortunadamente desde ,
un principio mi casa ha estado siempre colmada de gen-
lili |H’D»i)ihW .le indi»* h» / de
los niveles han llegado a rnl de manera seífégrte y dis­
puestos a jugarse entero» por su querido (lodo? y omlgt. ¡
Estos gestoj y mis hijos son los que me han manteníate!
fttorto*T por ellos he de seguir luchando, Ftace 2.3 anos,
mi esposo, médico vocacional. con profundos senlimien»^
huasamtartos, se está prodigan-to sin horas, de día^
■ ■«*. . ............ ala »uebio. Es m harnea.-teR
 qll<' InlK H' un I)I>CÍ1 eri <;m.i )>.,« . .......................
¡nal ge ha sentido impotente y llora como un niño cuando
no puede hacer nada por una vida que se apata Es un
hombre que no escatimó esfuerzos ni tiempo para dárselo
a loa demás deaíntereaadameQte. Un hombre que olvida ■>.
injurias, ofendas, ingratitudes de aquello* que le han
hecho daño, cuando se trata de alta arle* un dolor o ?
salvarte* te vida. En fin, es un hombre que valora ante
todo te vida de los demás, sea quien sea y consagra te 1
uuya propia a Judiar por te salud ♦ integridad do lo»;
otros. Creo que no soy sote, sino mucha* las persona» 4
que conocen a mi esposo como hombre y como médico, %
que pueden atestiguar Junto a mí su dedicación total a '
te »comunidad, «u disposición absoluta a aliviar al dolo­
rido. Yo no creo en su delito y lucho por te aclaración '
de todo esto en la conviveió® «te su Inocencia. Yo tant»
bíén estuve 42 hora* detenida en el t'uariel de Darataa..;*
f.<¡iu ídgunxj, y sé lo que es estar incomunicado tc^- 1
talmente, con manos atadas y ojos tapados, en posiciomas s
torturante*, yor eso no puedo contener más mi preocupa*
efón a! Ver que el tiempo pauta y ¡a situación sigue in-
eambiada. Hace 23 afios que el doctor Peralta está al
aervtcío de! Hospital de «rt* ciudad, sin remuneración
algún*. Durante Ó «fio* sirvió también honorariamente a!
Gíiteu»’, vi misino murtal .
hoy te Itene pHfloTieTO
Durante vetatltin afina fue «i médico da la Brigada
Aérea N* 2 de nuestra ciudad, cargo desempeñado con
enorme cariño, que lo llevó a prodigarse má* alte de |
su* obligaciones especifica» concurriendo a cada uno deJ
lo* hogares de su persona! y familiares de loa mU»maO|
y cuantas veres fuera necesario Esto consta en el r**j|
conocimiento testimoniado en homenaje*, obsequio», pía*®
quetas y perna minos jxir su perional. que eunsirv.unot |
y mucho nos honran. Y consta también rn !*»•< Infminag I
de cada uno de Jos Jefes que (Misaron por Ja Unidad don-
de quedaron estampados Julios brillantes de su persona '
y actuación. Loa instituto* de Enseñanza han i cabido
S|m bgneftete* de supersona, no solo io> de su
prcrtltewn, tino ctdabpractto de charla*, con feren*
yttite eomómlca en la medid* de su* ge oibilidades,
•sM wfc.'juntas. es decir. que todo te cus* él posee lo ha r
sMSMh' «¡^»rpp «ó«4*c*-Y pwbto Yo m* pregunto j
»etete ?*** sériéter r» poeae W»*, te míe vte^
«hwr 4^ ¿/fon, 9 pwmó qo* no t*ten*o quy-
le* drwMtVW MMw f Mí ¡W* ,W
viesa nnr.jt.ro país; han .«»ernbrado el miedo, peéó él mt*w *
no puede inmóvil Izarnos, También él, como módico, sin­
tió mucha* veo«* miedo cuando la muerta quería arre- ;
balarle un paciente. Pero ese miedo lo Iteraba a luchar
con toda* su» fuerza» por I* vid* harta agotar te última
esperanza. Yo también tengo osj*<&> anta ’a confusión del

tí LIZ E D 5 EBA3TI.IM
AS\MB13A oral.

Tema:Numoraían aditivos a resolución

de li As. Oral, que prorroga la
suspasión de las libertades individuales.

Sesión:?? y 30 de Junio de 197?.

t- .< ..sjMr hb'** 4 -r ,<’b' ’**

—Léanse tes niuneralee adtttaM presentado* por ' ti
Frente Amplio.

(Se leen:)

"Numerales aditivas a la resolución de la Asamblea

General que prorroga la suspensión de libertades indivi­
duales, articulo 21,

2V gl Ministerio de Salud Pública constituirá una

Comisión de Médicos para fiscalizar el estado sanitario
de lo* detenido* cuyos Integrante* deberán poseer el pres­
tigio y te significación técnica suficiente que asegure in­
formación competente y objetiva. Su* dictámenes se ha­
rán público*, lata Comisión podrá actuar de oficio, a
requermlento de lo* Ministerio* de Defensa Nacional o
del Inlestar o de la Comisión de Legislación de te Asam­
blea General Su designación se hará antes de lo* diea
día* dp Ja fecha, y comensará a actuar de inmediato.

2* 151 Poder Ejecutivo deberá concertar dentro de

diez da* con la Suprema Corta de Justicia un procedi-
mientg que: a) garantice a todo* lo* detenidos cual­
quiera sea la jurisdicción a que accedan, la libertad de
elección de su* defensores y la comunicación periódica
con eito*: b) determine la* condicione* en que podrán
ser trasladado* de su» lugares de reclusión los procesados
sometí So* a la Justicia Penal ordinaria, a euya disposi­
ción continuarán estando en todo momento

Encomiéndase a te Oomisión de Legislación de

la Asamblea General el contralor de te aplicación que
el Poder Ejecutivo haga de las facultades otorgada* por
la presente resolución". Firman los señores tegiiitedore*
Erro, Díaz, Ellzelre, Arismendl, Mlcheiint, Batalla, Mar­
tínez Gallinal, Tcxeira Vares!, Gilardonl, Rodríguez Ca­
mueso y Bar Alba r.
 23 6 3 8 '!
00 8/8

LíIJ.'lA.nJ
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HA rica

2Ó 639
001/31
 D"RAN MATO. Jorro

ReprftMntAntq

TEMA! RESPUESTA PODER EJECUTIVO SOBRE PEDIDO INFORMES RELACIONADO

PRISION EX-LEGI.-LADOR Ariel COLLAZO.

Sesión C.RR. 4 ahril/972

(Be lee:)
‘ Ante ¡a respuesta del Poder Ejecutivo el pedido
ae informe* formulado por diverso» legisladores, re­
ferente a Ja detención del ex legislador doctor Ariel
Collado, Ja Cámara de Representantes declara: Que
Ja respuesta del Poder Ejecutivo por intermedio del
del Ministerio del Interior constituyo lesión de loa
fueros del Cuerpo — Osear Brusohera; Daniel Sosa
Díaz; Hugo Batalla; Jaime Pérez; Wladimir Tu-
riansky; Edmundo Soares Netto; Juan B. Chenlo;
Rodney Arismendi; Luis Imas; Jerga Durán Matos;
isidro Etchegoyhen; Walter Martines tíallinal; Car­
lea Texeira Vares); Antonio M. Barachu; Vivían
Trina; Bebaslién Eliseire; Artel Días**.

—Se va a votar«

(Be vota;
- Cuarenta y nuevo en cincuenta y sieU; Afirmativa.

Léase otra moción presentada por el señor Diputa-

do Dtuán Matos.. p
.< i. . 'j
(fie lee.# , , y;

"Moc lorio para que se remita al Ministerio del in­

terior ja versión taquigráfica del debate" • i
—fíe va a votar. |

í3e votar
Cincuenta y Ucie er cincuenta y nueve, Afirma*^
«»»• ‘<

00 2 - • l 23 6 3g ■<

«M«R IWMM »UT08. - atóar'prMtóurt«:’«
lamentable tener que plantear una cuestión de fueros ¡
cuando recién se inicia el período legislativo; ademán
i1; i7wi ili.HirTjMgiraaarl, ¡», , — . r_ r L
sería deseable que no hubiera necesidad de hacer tal
tipo de planteamientos en el futuro. Quiero aclarar
por anticipado que no se trata, por otra parte, de un
problema personal; tiene relación con un pedido de ;
informes que varios legisladores del Frente Amplio ,
formulamos al Ministro del Interior, acerca de por
k qué había sido detenido y confinado el doctor Ariel
" Collazo, ex legislador. A los pocos dias recibimos la 1
respuesta del señor Ministro, y allí precisamente es-
tribu el motivo de esta exposición,
Vamos a dar lectura a la nota respuesta al pedido
d2 informes trasmitido al señor Ministro, La sola lec­
tura de la misma motivará que toda esta Cámara
apruebe el planteamiento de fueros. Dice asi: "Res
pendiendo al pedido de informes presentado por va­
rías señores Representantes nacionales, a que se re
fiero la nota de ese Alto Cuerpo, número 450, de 7 de
marco del corriente recibida en este Ministerio el día
< 9, cúmpleme expresar a usted que» recabada la infor-
■ marión pertinente de la Jefatura de Poiida de Mon
tevideo, resulta que: Primero, por considerárselo pe ;
ligroso para el orden y tranquilidad interior del país
en las circunstancias actuales, en virtud de haber ’
manifestado públicamente su apoyo al movimientos
.subversivo y su vinculación con integrantes de este"
tipo de organizaciones. Segundo, fue arrestado e©i
aplicación del régimen de medidas pronta* de aeguZ;
iidiuj (articulo 108, número 17 de ía Cumtilución)
Tercero, se dio conocimiento del hecho al «üftor Juo¡í+
Letrado de Instrucción de á’ Turno quien, inlcialmell-
|p, dispuso quedara detenido mientras efectuaba etc i*
I riguaciones; posteriormente, comunicó que no existía ’
requisitoria judicial respecto de dicha persona Cuar- i.
to, el Juzgado Jntervlnlen te dispuso su libertad por lo
expresado en el numeral anterior.
"El Poder Ejecutivo numtuvo el arresto por la ra
zbn referida en el numeral primero, conforme a lo
previsto en la ya mencionada norma constitucional,
anludo al señor Presidente con mi mayor considera»
clón, Alejandro Rovlrn, Ministro del interior*'.
—...... . -■
1
,
Ejecutivo, por intermedio del Ministro delínteJ
rior .*. Wos vamos a tomar la libertad de analizar |
< ese numeral 1<? y veremos que tiene tres connotado- 1
nes claramente diferenciadas. La primera es unte ca ¡
llficación que va por cuenta del Ministro del Interior, j
de la Jefatura de Policía o de sus informantes —no |
entraremos a considerar eso— y tiene relación con lo
que ellos consideran ‘peligroso para el orden y tran»
quilidad interior del pal«” Pero lo qi» más ños ¡¡veo- :
cupa -y aquí es donde está M problema— es colindo .•
dice "en virtud de haber manifestado públicamente^
mu apoyo ai movimiento subversivo”, J
A pesar de que coy un legislador muy nuevo, y por I
lo tanto no tengo experiencia en este tipo de proble- 3
mu, oigo que deben haber muy pocos casos con :an-1
la claridad en lo que tiene que Ver con la IcgitimidadVÍ
de este planteamiento de fueros De alguien que fue ;
legislador durante trece años se dice "en virtud de;
haber manifestado públicamente su apoyo al movUj
míenlo xubversivo*’, y esas expresiones fueron fotmud
iadas durante el periodo de su mandato legislallvoM
Una de las primeras cosas que se me ocurrió fue nve-^a
riguar si los fueros y las inmunidades paramentad!
rias Alcanzaban a los representantes solamente cuan-1
do se expresaban en el recinto parlamentarlo o in 1
elusivo fuera de él. Legisladores con muchos años de I
actuación me contestaron que loe fuero« y las Imnu- !
nidadas parlamentarias regían durante las veinticua­
tro horas fkrt día en todo el período del mandato. Si ।
esto es mí, y la tradición y la historia de estos temas
as! lo confirman todo te que ae manifieste durante j
el periodo constitucional en que se ea legislador, no :
puede ser utilizado para ningún tipo de revancha, co­
mo aparentemente «noederia en este caso. If esto es '
válido para cualquier legislador, y pienso que el tema ,
excede el nombre del titular a que dio lugai este pro
blema. Cualquiera de loe legisladores que estamos oquis
sentados no podemos estar pendientes de cuál será la l
opinión del Jefe de Folíala ó del Ministro del Interiora
ants las expresiones que podamos verter. For ahorM
, natía más. ;............ —.— --------- —¿
i
 BE^OR DURAN MATOtf. — jTteta altura pata tih
sa nos queda por agregar, porque todo* Jos legttdMkKd
res que han opinado han fundado la* raaonea qtt* te-j
nemoe para hacer este planteamiento de fueros egtóg
la tarde de hoy. Pero queremos señalar el grave he*S
cho que constituye el estar en este momento cuidan.4
do lo que decimos, porque puede suceder que dentem
de cinco años, cuando cesemos en nuestro cargo, ha*|¡
ya un Ministro del Interior como el que liay hoy Or
un Jefe de policía que entiendan que lo que hoy
presamos es inconveniente para los fines en que ello*?
están embarcados. Esto significa una censura a lo»1
propios legisladores y entonces es un caso claro, ab­
solutamente duro, de violación de los tueros parla- .
montunos, violación que so Inscribe en todas las que
cate Poder Ejecutivo y el anterior estuvieron come­
tiendo en sus arrebatos de prepotencia a que ya, des­
graciadamente, hasta casi nos tienen acostumbrados.
Pero quiero recordar, además, que en esta misma
Rala, en la Asamblea General, el señor Ministro del
Interior dijo claramente que estaba dispuesto a es­
tudiar caso por caso de todos los confinados o deteni­
dos bajo el régimen de medidas de segur! lad. Además,
agregó que no estaba dispuesto a permitir ningún ti­
po de arbitrariedad y que ai alguna arbitrariedad su­
cediera mientras ocupaba esa cartera, renunciaría al <
cargo. ¿Y no es un caso de arbitrariedad el que el
Poder Ejecutivo, en una nota como éste, agraviando^
los fueros parlamentarios, funde la detención de unaJ
persona en lo dicho o hecho durante el periodo en QUeJ
ejercía su cargo de legislador? ¿No es esta una aruHg
trmiedad que justifica que esta Cámara “pierda «n
tlernix»“, como decía hace un rato un señor legislad
dor que entendía que esto era perder el tiempo, cuan*
tío en verdad se está defendiendo su propia dignidad^
de legislador? Creo que a esta altura pocos integran^
tes de esta Cámara pueden pensar que éste no es uní
ataque claro a Jos fueros parlamentarios del ex-Dipu- ’
ted© Ariel Collaso, que cesó su mandato el 16 de fe- ,•
torero y el 17 de ese mismo mes a las ocho de la ma- 1
ñaña fue detenido en su casa, no Imbiendo concurrí* '
do entre una y otra fecha a ningún acto público ni
i «unión en la que pudiera haber formulado las ma-
nifest,aciones gue se ie imputan en este documento.

23 839
004

aswoR duran
tud del poder Ejecutivo significa que a partir
instante, si esto es cierto y ai se mantiene, loe tefUQt*
dores estamos amordazados, cutamos censurado« y lia del imperialismo. Pero ahora apareció una expli­
tenemos que cuidarnos de lo que digamos o hagamos
en el período en que estemos actuando. Y esto es vá­
lido tanto para los legisladores de la oposición como
para los del gobierno, porque quién sabe cómo y cuál
puede ser el gobierno que venga, que a lo mejor Inter-
. preta el problema de fueros en igual forma qué éste.
^Entonces, a los legisladores que hoy son oficialistas, es
posible que ies quepa una sanción de este tipo por un
gobierno que sea distinto, opuesto al que ahora ocupa
e'l cargo
De manera que todo esto esta relacionado con la
serie de ataque» que el Poder Ejecutivo ha catado co­
metiendo contra los ciudadanos en genera) y, en este
caso particular, centrado en un ex-legUlador, lo que 1
da lugar y Justifica el planteamiento de esta cuestión 1
de fueros.
feos otros dtau se me hicieron llegáis por parte de
familiares del señor Ariel CoUaso, algunos apuntes .
Mibre una nota que éste habría presentadlo en la Co-d
inandancia donde esta confinado, y que iba dirigida?
.11 señor Presidente de la Asamblea General. Quiero
leer algunos de sus términos parque, naturalmente,^
están relacionados con el tema.
En la primera parte dice asi: “El que esto escribe
ha sido desde el afio 1959 hasta hace muy pocos dias
integrante de esa Asamblea General siendo detenido
por el Poder Ejecutivo al día siguiente de cesar en su i
función de legislador, sin que mediara ningún reque- '
rimíento judicial. La comedia que prepararon fue
particularmente ridicula en su arbitrariedad, ya qué
Policía aparecía haciendo su presumario con poste-
l^iondad al sumario judicial. El presumario se tras-
formaba asi en post-a urna rio. La razón manejada
L. ,.i, „„„■i.i.hwii ■„.I —............. ■ I ............................................
cíales, era que el rajMo ®o lee había informado na*
, da. {Cómo si fueran loa Juzgados loe que tuvieran qudj
■ notificar de sus sumarios a la Policial |Qué clase <ta.
I Inepcia tendría que tener nuestra Policía para que3
no se enteraran ni siquiera de lo que sucede en loa ¡
Juzgad os I”
Sigue diciendo el señor Ariel Collazo: ‘ Pero la co­
méala sirvió para explicar mi internación en punta de
Rieles. Y las explicaciones fueron variando. La Po­
licía decía que la orden de internación no la habían
solicitado ellos. Y en Inteligencia Militar también de- ■
cunubin responsabilidad. Fue de ntas arribe, decían.
Serta entonces Pacheco, pero Pacheco ya no esta, ni él
i ni su Brigadier. La orden, dijeron después, la din la
CIA, esa burocrática y cada dia más inepta antigua*,
cación oficia). Ante un pedido de informes solicitado/
por la Bancada del Frente Amplio, el Ministerio de!
interior aduce que estoy vinculado a la sedición, lo
que nunca ni remotamente ha probado; que soy un ,
peligro para la seguridad pública, sin expresar funda­
mentos; y por las declaraciones que como legislador
realicé en distintas oportunidades. De modo que cual­
quier ex-legislador podrá ser internado por el Poder
Ejecutivo, sin juicio y sin defensa de ninguna clase,
por declaraciones vertidas dentro de sus funcionas y
en «1 ejercicio de sus inmunidades. Esta amena», í
pues, pende sobre cualquier integrante de la Asamblea ^
General, incluidos loa actuales oficialistas, si un fu- i
turo gobierno decidiera aplicarlas ® ellos el mismo j
monstruoso criterio**. j
Señor presidente: termino diciendo que si el Poder j
Ejecutivo en algún momento hubiera entendido que 1
ta actuación del entonces IcgaJacor Ariel« cellaao ■
constituía, por sus dichos o por sus hechos, algún ti­
po de delito, inmediatamente debió hnber pedido el
desafuero de ese legislador para haberlo sometido a
’ la Justicia cargando con la responsabilidad de esos
i hechos, ai eran probados. Pero eso no se hizo. Sin
i embargo, tres, cuatro o cinco años después —no sé
' cuándo ni cuánto tiempo pasó, porque no conosco ;
। cuándo fueron hechas esas declaraciones o cuándo ?
««latieron esas vinculaciones que dicen que tuvo el;
(ix-iegislador Ariel Collazo-— el Poder Ejecutivo ac­
tual, entendiendo que existió aquello, aun sin probar­
lo, lo somete a este tipo de torturas a que está some­
tiendo cotidiana mente cientos de ciudadanos de es­
te país, confinándolo en Punta Rieles en forma que
quWcra que cualquiera de los Diputados presente»
II...........
conoetera.
Hemos visto, además —y esto tiene relación con el
tema—, cosas increíbles en Punta Rieles, por otra par­
te, hemos conocido a hombres que están confinados
allí por cosas que serian da Riptay.
Está «4 caso de una persona de Mercedes, de nombre
Muela, que j* dedseaba a arreglar primos, baterías,
ese tipa de homore-orquesta que arregla todo lo que
puede en forma de changa. Una de las cosas que hi­
zo fue pintar una chalana para un cliente s quien
rubró | 2 500 por el trabajo. Sucedió que ese cliente
estaba siendo buscado por la Policía por sedicioso.
Cree que lo detuvieren, peto también detienen a este
hombre por haberle pintado la chalana. Hace un .
mes que esta persona está confinada en Punta Rieles, i
Casos como éste hay cientos, que ponen en eviden f
cia la prepotencia y el abuso de poder que este y el a
anterior gobierno han estado cometiendo a lo largo dej
los últimos años. Esto debe tener una salida. No is*J
hemos cuál puede ser, pero pensamos que el PariHmdh~|j
to tiene que hacer alguna declaración relacionada etmnm
este tema. -. , • ¿mi
23 6 3 9
 DURAN MATOS,Jorge

Raprs.»en tan te

TEMA: PLANTEAMIENTO FUEROS RAIZ RESPUESTA

MIMIS/INTERIOR RAIZ DETENCION EX*
LEGISLADOR Ariel COLLAZO.

Jeaión C.RR. U abril/972

19. — Cuestión de fueros.

> Para una cuestión de fueros tiene la palabra el se*,
ñor Diputado Durán Matos. » Es natural que el problema radica precisamente en $
señor DURAN MATOS. — Señor Presidente: es
lamentable tener que plantear una cuestión de fueros
cumdo recién se inicia el período legislativo; además. |
. . .. ---- -——---- ..
sena deseable que no hubiera necesidad de hacer tal
upa de planteamientos en el futuro. Quiero aclarar
por anticipado qm no se trata, por otra parte, de un
problema persona); tiene relación con un pedido de
informes que varios legisladores del Frente Amplio
formulamos al Ministro del Interior, acerca de por
qué había sido detenido y confinado el doctor Ariel
coüaso, ex legislador, a loe pocos días recibimos la
respuesta del señor Ministro, y allí precisamente er
triba el motivo de esta exposición.
Vamos a dar lectura a la nota respuesta al pedido j
de informes trasmitido al señor Ministro. La sola lee- J
tura de la misma motivará que toda esta Cámara |
apiuebe el planteamiento de fueros. Dice asi: MRoa j
pendiendo al pedido de Informes presentado por va* I
nos ¿chores Representantes nacionales, a que se re«,l
itere Ja nota de ese Alto Cuerpo, número 450, de í da
marzo del corriente recibida en este Ministerio el día $
9. cúmpleme expresar a usted que. recabada la inior* i
macion pertinente de la jefatura de Policía de Mon­
tevideo, resulta que: Primero, por considerárselo pe
ligroso para el orden y tranquilidad Interior de) paU
en las circunstancias actuales, en virtud de haber
manifestado públicamente su apoyo al movimiento
subversivo y su vinculación con integrantes de este
tipo de organizaciones. Segundo, fue arrestado en
aplicación del régimen de medidas prontas de segu
rídad (articulo 18S, número 17 de la Constitución)
Tercero, se dio conocimiento del hecho al señor Juez
Letrado de Instrucción de Turno quien, inicialmeñ-
te, dispuso quedara detenido mientras efectuaba ave '
riguaciones; posteriormente, comunicó que no exUÜa
requisitoria judicial respecto de dicha persona. Cuar- j
to, el Juzgado interviniente dispuso su libertad por 10^
expresado en el numeral anterior. J '■ btema» (Mqulera de loe legisladores que estamos aquí
| opinión cM Jefe de Policía o del Ministro del Interior
pravisüo en la ya memtoasda norma constitucional
Saludo al señor Presidente con mi mayor considera­
ción, Alejandro Rovira, Ministro del Interior".
el numeral P de esta respuesta que dice "...el Poder 1
ejecutivo, por intermedio del Ministro del Inte 1
rior..." Nos vamos a tomar la libertad de analizar I
ene numeral P y veremos que tiene tres connotado- $
nes claramente diferenciadas. La primera es una ca
lificaclon que va por cuenta del Ministro del Interior, /
de la Jefatura de Policía o de sus informantes —no „
entraremos a considerar eso— y tiene relación oon lo,;
que ellos consideran "peligroso para el orden y tran*’
quílidad interior del país". Pero lo que más nos preo- ■
ropa y aquí es donde está el problema— es cuando
dice en virtud de haber manifestado públicamente
su apoyo, al movimiento subversivo". ■ >1
A posar de que soy un legislador muy nuevo, y por
lo tanto no tengo experiencia en este tipo do prohlt»
ma, digo que deben haber muy pocos casos ron tan-
. ta claridad en lo que tiene que ver con la legitimidad
. de este planteamiento de fueros. De alguien que fue
■ legislador durante trece año« se dice "en virtud de
| haber manifestado públicamente su apoyo al movi |
miento subversivo*, y esae eipreeioncs fueron fermu
ludas durante el periodo de su mandato legislativo, j
Una de las primeria cosas que se me ocurrió fue ave- J
riguar si loo fuerce y laa inmunidades parlamenta» 3
rías alcanzaban a los representantes solamente cuan-^
' do se expresaban en el recinto parlamentario o ifw
l ( lusive fuera de él, IxwiAladoree con muchos años dr|
í actuación me contestaron que tos fueros y las tnmu*f
I nidndes parlamentarías regían durante laa veintlcua- t
¡ tro horas del día en todo el período del mandato. RH
esto es asi. y la tradición y la historia de estos temMtt
asi lo confirman, todo lo que se manifieste óura«K
el período constitucional en que se es legislador, uM
puede ser utilizado para ningún tipo de revancha, OMg
mo aparentemente sucedería en este caso. Y esto esl
válido para cualquier legislador, y pienso que el tema
excede el nombre del titular a que dio lugar este pro
>
sentadoa no podemos estar pendientes de cuál será la |
|
ante las expresiones que pedamoe verter, por* ahora,
I nada miá» : r , j

006 23639.
 DURAN MATOó, Jorge
Re pros en tan te
TEMA: SEDE FA'<TiDíi UOMU'.ISTA, SECO. NAL 20. PLANTEO
FUEROS RLP.Jaárr.e PEREZ.
Sesión C.RR. P. ™*yo/'/72
PROCESADO
a la dramática ñocha del 17 de abril, porque lo hizo,
en expresiva narración, nuestro compañero el Dipu­
tado Jaime Pérez, quedando evidenciado el vandálico
hecho cometido poe alguno« integrantes de las Fuer­
zas Conjuntas...
í Apoyados)
--- cosa que denunciara el mismo señor Diputado
en la Comisiám respectiva de la Asamblea.
En to qae va de este período ya llevamos tres plan­
teamientos de fueros en la Cámara: el primero fue
I promovido por nosotros contra el señor Ministro del
Interior por el asunto del ex-Diputado Collar; él IP-
gundo lo plantearon los señores Diputados Chente y
^Martínez Galllnal, y se refería, a declaraciones o a un
^comunicado de las Fuerzas Conjuntas; y el tercero
es el formulado en la tarde de hoy por el setter Dipu­
tado Jaime Pérez, también referido a un comunicado,
ya no de las Fuerzas Conjuntas, sino de una nueva
institución que está surgiendo, que se ¡lama Junta de
Comandantes en Jefe, comprobamos que los tres plan­
teamientos realizados tienen su origen en agravios
provenientes del Poder Ejecutivo. Entonces, cuando
vemos a alguna gente rasgarse las vestiduras en de-
. fensa de las institucioneu, nos preguntamos cuáles son
. las instltucones que «e quiere defender y de quién,
I ponsue si vemos que tas agravios parten del Poder Eje
cutfvo o de algunos de sus integrantes y afectan a
rate Cuerpo y además vano*» que empiezan a surgir
institución« nnevaa, <ra no conocíamos, a las que
también tencnios que w Jvar, debemos concluir en que
aquí se caté producto« do una verdadera subversión
del urden
Nos preocupa —te tase» un rato el compañero
I Bruaebera— que ahora tos eesnunleades vengan he-
' *Jtora '•» Jrad» en Je*
iet uueve .na'ttWBten qué -urge en el país, lo qué nos
007
r permite tfSfrr w d/tiMéaW'«na Jb*»#.
comandantes o de fiargbfitM dtiregimiento a«»
3, que hará también declaraciones debidamente au­
torizadas. Creemos que aquí sí se está subvirtiendo
el orden institucional. Quien debe hablar es el Poder';
Ejecutivo, que es el único autorizado para hacerlo. *
En este momento en que en el Uruguay no existe
¡a democracia, en que ésta es una fkción, n> tene­
mos más remedio que recurrir al recuerdo de un pala
que no cuenta en absoluto con nuestra simpatía, pero
donde desde el punto de vista interno se practica la
democracia, los Estados Unido», y recordar que allí
hace un año o poco más se inició un debate público
ron Intervención de la prensa, denunciándose en el
Parlamento, en el Senado, las barbaridades cometi­
das en Vletnam por algunos integrantes de las Fuer­
zas Armadas de aquel país, y nadie pensó que se es­
taban refiriendo a todas las Fuerzan Armadas; y esas
denuncias tuvieron un eco internacional y dieron lu­
gar, Inclusive, a que la Justicia Militar se pronun­
ciara y castigara al o a los culpables. Y ¿qué sucede
en nuestro pMs, el país de la democracia? Aquí hay
gente que se llena la boca con la palabra “democra­
cia’*, pero que no la sabe practicar. ¿Qué pasa en es­
te momento en el país cuando no se puede n! siquie-
ra leer por radio lo dicho por un legislador en una
sesión de la Asamblea General? Tenemos que decir
aquí que en la mañana de hoy nuestra compañera
Raquel Cabrera de Goldfarb —primera suplente del
señor Diputado Chenlo, de nuestro sector— fue de- ;
tenida, y sigue estándolo, además de haberse allana- •
do su casa. ¿Qué delito cometió?
Leer por radio las manifestaciones realizadas por ¿
el señor Senador Erro en la Asamblea General. o sea j
lo mismo que hicieron algunos diarios al publicarlas. :
Ella, por haber leído un documento oficial, en este ,
momento está detenida con motivo de no se sabe qué *
salvaguarda de instituciones, contraviniendo así una i
vez más el sentido y la esencia de lo que debe ser la .
democracia. -
Al ver lo que Ir sucede a un ciudadano común por
leer en la radio un documento oficial y al compro- ;
bar que a un legislador que concurre a la Comisión !
correspondiente, en la que se encuentran presentes los :
Ministros, a denunciar lo mismo que acaba de man!-
festar esta tarde, se le responde al día siguiente con j
agravios no ya del Poder Ejecutivo, ya ni siquiera, de |
las Fuerzas Conjuntas, sino ahora de la Junta <foJ
Comandantes en Jefe, nos preocupamos porque está |
quedando demostrado cómo se esta subvirtiendo todo >
el orden institucional, ‘j
Creemos positivamente que aquí han sido agravia- 1
do» los fueras no sólo del legislador, sino de todos los
legisladores» y no alcanza simplemente con que lo
expresado esta tarde aquí se pase a conocimiento del
Poder l^qcutivo. Tiene que surgir hoy, en esta Sala,
alguna forma para parar todo esto. Es necesario que
el Parlamento se ponga de pie y defienda sus dere
ches; que por to meros defienda en la tarde de hoy *
lo que nos va quedando de sustancia en lo que a ¡
democracia se refiere. Tenemos que reclamar nueva- ।
mente los derechos no sólo dé los legisladores sino oe ,
los ciudadanos a leer lo» documentos oficiales, a ma- <
nlfestarse públicamente manejando esos documen­
tos, a reestructurar esta democracia inexistente por |
via y obra de gobiernos que no han entendido cuáles i
son los cambios que el país necesita.
Todo este proceso se ha analizado mucho en la
Asamblea General, lo hemos analizado en varias se­
siones de la Cámara, y también se ha analizado en el
Senado, pero parecería que no se hubiera dicho nada. ‘
Esto cae en el absoluto vacío, pero tendeé el tiempo ■
que irá marcando duramente a los que no entendió- J
ron. Vendrá un momento en la histeria de «ete pei>j|
an que alguien, por fin, oirá estos reclamo» que nool
preocupan. Hoy nosotros en esta Cámara tenemóéw
que empezar diciendo "basta* a estas barbaridades, a >
esta afrenta que el Poder Ejecutivo, ahora ya por
boca de una institución menor, le hace ai Poder Le­
gislativo
3
23 6 3 9
 duha.m ha le.;. Jorge

Hel'resont

t ALLANAMIENTO DOMICILIO HEi .Ariel DIAZ

J«sl6n C.KW. 9 ma.yo/972

moñ DURA^mSto, Preaidente casi

no voy a hablar, porque ya prácticamente eetá todo
i dicho. Lo curioso es que el tuviéramos que cfcelr algo,
tendríamos que repetir lo que dijimos el martes pa- J
sudo en oportunidad del planteamiento que realizara ^
el señor Diputado Pérez. Y lo que nos preocupa nho. !
rn es la rqtlna que rito significa. En un primer mo­
mento nos preocupó 1 hecho en 4, el ataque a loa
fueros, y dijimos en la oportunidad en que se trató :
! e! tema, que deseé bajíos que fuera el único plantea- 4
■ miento de fueros que se hiciera en esta Legislatura
Cu^t no nos ha dadó el tiempo para contarlo, y ya> ,
en dos meses y medio, éste es el cuarto plantesmienll
to de fueros. Ewo es lo que noa está preocupando, por-
que ya es un caso de rutina. Dentro de poco, segura-1
mente, sé harán en forma semanal y quién «abe
luego no seré bisemanal
Todo esto tiene que hacernos pensar que no alean-
za con pedir simplemente que las palabras del se»
; ñor Diputado Ariel Díaz se pasen a informe o conoci­
miento del Poder Ejecutivo, sino que es necesario que
el Cuerpo entero, todos los legisladores —porque esto
Involucra a todos: blancos, colorados y del Frente
Amplio— cuidemos nuestros fueros, que son nuestra
dignidad de legisladores, porque si no va a suceder
lo que decía recién el señor Diputado Arlsmendl: qué
seremos echados a patadas del Parlamento.
Recién escuchábamos al compañero, señor Diputa­
do Ariel DlAt, relatar el episodio con cierto buen hu*. j
mor —1 todavía conservaba el buen humor!—, per$f
hay algo que nos preocupa todavía mis, y es el htohil
de que el oficial que Intervino le manifestara que
sabia que él estaba en la casa. Es decir, que ese Odm
nal creía que no estando el legislador, podía entura
en la casa, A eso se suma el agravio posterior, euaa^
do le dice que si no hubiera concurrido a pedir ex^í
1 pllcaciones, hubiera pensado mal de él. Esto significa
1 que en este momento los legisladores podemos ser juz-'4
gados por cualquier oficial de las Fuerzas AnnadaCJ
y que cuando uno denuncia estas cosas —como lo h^t,;
mos hecho tantas veces— nunca falta alguien qttoi
piense: el grupo tal, el sector tal, el partido tal, eiti i
dedicándose a desmoronar la imagen de las Fuerzas1

Armadas. Decimos y afirmamos que es exactamente

al revés: estamos denunciando ios hechos precisa
manto en salvaguardia de las Fuerzas Armadas, que
nos merecen el mayor respeto. Y la mejor manera do
bueno es detnuwtoí a tos malas oftotolee que actúan
* como en el caso planteado hoy por el señor Diputado^
Día«, ensuciando asi su uniforme, '
Creeros que esta Cámara tiene que terminar con*
estos problemas y para ello será necesario que nos’
pongamos de acuerdo, ios iewistadoree <te todas las -
bancadas, en decir a! Poder Ejecutivo: 1 basta! J
Repito que es necesario acabar con estas cosas, POT’ j
que corremos el riesgo de que se transformen en rtoa
Una Y entendemos que el planteamiento realizadgf
por el señor Diputado BniMChora tiende justamente «
e«o R hacer llegar al Poder Ejecutivo —luego éste-fg
; trasmitirá a las Fuerza» Conjuntas, a los CunandSIgB
tes en Jefe y ahora a los oficiales que IntervteneiriM
(■iirthfiilor lugar dal país— el criterio de que loa IumB
<ici Parlamento forman jxirte de oes estilo de mmH
que tanto •‘-e i’nvoea, pero qué, además, forman pRéní
de lo más Importante que tiene el régimen demociá»^
♦Ico. el actual sistema Institucional; la defensa de loa*
distintos Poderes en que se gubdivide el Estado. ¿
Por eso vamos a apoyar cualquier fórmula que hagaj
saber al Poder Eiecutlvo que debe terminar con
. ¡'bu-os , do poder, , _________________ ____ -«■

00 8 . > 3 23 r 3 3
 bURAN MATOS«Jora*
H» pr esentante

TEMA? ILICITUD DESAFUERO REPRESENTANT« FERRER

Soslfln G.RH. $ agosto/972

009 23 S3 9
 dicar desde ya el ejercido dr las facultades del Par­
lamento,’que en estas circunstancias no son otras que
el realizar uq análisis exhaustivo de los elementos de
luido que se consideran biecesarlos, l ar» nosotros no
vale ningún aval que provenga de ningún Poder ajeno
al Legislativo, sobre todoí cuando sabemos que existen
personas detenidas desdi hace tres meses o más sin
que aún se las haya pasado a Juez.
• Apoyados» * ,
Esa situación es prácticamente de verdadero se-
cusstro. Además, es impártante señalar que hay per-
so; ios a las que el Juez de Instrucción Militar ha de­
cretado la libertdti y el poder Ejecutivo las mantiene
detenidas.
Cuando un Poder del Estado actúa en forma tan irre-
guiar, los Integrantes dól Parlamento debemos, más
que nunca, adoptar todas laf¡ medidas tendientes a la
defensa de este Poder del Estado frente a los movi­
mientos subversivos que lo atacan desde las sombras
pero también frente a aquéllos que desde las so
del ejercicio del poder ta '
<Muy bien.»
SEÑOR FLElTAfl. Pido
una alusión.
SEÑOR PRESIDENTE (Cúpechei. Tiene la pala­
bra el señor Diputado.
8ENOR’ FLEITAS. — Alienas el señor Diputado Tour­
né inició au exposición, le pedimos una interrupción y
nos dijo que nos la daría más adelante, pero ha dado
interrupciones a todo« los compañeros del Partido Na­
cional que s? lea han solicitado, no otorgándole ningu­
na —procediendo así con bastante descortesía— a los
Diputados del Partido Colorado que habían sido alu­
didos en el problema político planteado. El señor Di­
putado Tourné tiene derecho a manejar sus interven­
ciones como quiera, pero nosotros, a partir de la fecha,
actuaremos con respecto < é: de la misma manera: no
le daremos interrupciones. Biempre hemos dado inte­
rrupciones Creemos que Cuando alguien agravia a al­
gún grupo político o lo lleta a la polémica, H deber
elemental quien está eh uso de la palabra es conce­
der i* Interrupciones qunUe la piden para poder con­
testar. 1 trumentos jurídicos constitucionales que tenemos para
El señor Diputado Tou|nó dice que el problema de
los tupamaros empezó con el gobierno del señor Pa­
checo Arce«, pero yo le (tria que se inició durante el
gobierno del Partido Nacional: dicho movimiento re­
conoce sus primeros actos en plena vigencia del Par­
tido Nacional. 81 el señor Diputado Tourné se moles­
ta en revisar los archivos correspondientes verá que
toda la actuación policial en eso sentido comenzó
cuando se inició el gobierno del Partido Nacional.
Como para nosotros en el problema tupamaro no
están en Juego ni blancos ni colorados, pues cree­
mos que tiene otras raíces, no nos vamos a poner en
la desagradable tarca de adjudicar esto al Partido
Nacional El señor Diputado Tourné lo adjudica ai
Partido Colorado con una clara finalidad política, pe­
ro nosotros no vamos a entrar en ese terreno.
Con respecto al gobierno del señor Pacheco Areco,
di d « en que el señor Diputado quiera hacer un deba­
te por todo lo alto sobre el mismo, lo acompañaremos;
no tenemos ningún inconveniente en hacerlo. Pero
ahora reiteramos nuestro desagrado por el hecho de
que no nos haya concedido la interrupción que le
pedimos cuando hizo una clara alusión política. En
consecuencia, en el futuro -hemos visto que el se­
ñor Diputado tiene dns personalidades: fuera de! rt>-
vi uto uuw ataftN? v mqy simpático, pero en (Sáma­
ra cwindo había «v enntá. no mbtmute contra qué
lo trataremos de la misma manera.
SEÑOR TOURNE. Pide la palabra para contcttar
una alusión.
SEÑOR PRESIDENTE <Dapecbe> Tiene la pala­
bra el señor Diputado , fl 4 ñ
SEÑOR TOURNE. — A Otes de comenzar mi expo­
sición - muy alejada, po supuesto, de las brillantes
fe que nos llene accstumbiados el señor Diputado Flei-
tas— concedí cuatro Interrupciones en las que se tra­
taron temas que nuda tenían que ver con el tema que
yo iba a desarrollar, luego
„ de las cuales pedí que ae me
permitiera iniciar mis modestas palabras. Aún no lo
había hechc cuando alguien no localicé quién era—
me pidió una interrupción y le pedí por favor que me
dejara comenzar, que de* ¡>ués se la concedería. Aho-
ra veo oue ero el distingu disimo señor Diputado Flei-
U*b y le pido disculpas, p*ro le advierto que no tengo
nadt^ personal contra él ni contra ningún miembro
del Partido colorado, al tounto de que concedí inte­
rrupciones a todos los compañeros suyos que me las
pidieron, y recuerdo en ente momento al señor Dipu-
tacio Bouza.
En cnanto a mi mancr i de actuar, es la de todos
los arios de mi vida. 80/ cortés y atento con todas
las personas, dentro y fu|ra del recinto. 81 el señor
Diputado considera que piede ser dura mi actitud en
el enjuiciamiento políticq y la atribuye a intempe­
rancia de mi parte, debo señalarle que esa manera de
ser obedece a una sana pasión política. La forma de
xponer mi criterio sobrtt los acontecimientos puede
ser fruto de un apasionamiento que el señor Dipu­
tado, con su temperamen o de viejo profesor de filo­
sofía y de cultivador do artes, sabrá dispensar, pero
aclaro que no conlleva en sí agravio para nadie.
1 Interrupción del seño! Representante Fleitas. -
Campana de orden, 1
8EÑOR PRESIDENTE iCapechei. Terminada la
incidencia, tiene la palabra el señor Diputado Durán
Matns
MATQfi. Vamos a empezar di­
ciendo tal vez una frase de Perogrullo, pero que ha
sido repetida por casi todos los Diputados que han
intervenido en lu noche de hoy: estamos ante un ca­
so excepcional, fuera de lo común; es el Upo de plan­
teos que se presentan en el Parlamento muy de tan­
to en tanto y que, naturalmente, obligan a todo el
Cuerpo a un enorme esfuerzo para lograr ubicarse
rqh claridad en p! tema. Esa rxcepclonaJldaá nos exi­
ge ser más cuidadosos aún en la utilización de los ins­
manejarnos en este casa. Surge claro que para este
tipo de casos hay dos posible« procedimientos: el del¡
artículo 98 dé la Constitución, donde «a habla de jui­
cio político, y el del artículo 114, donde se habla de
desafuero, Pero en ambos se menciona expresamente
la formación de causa, lo que está indicando que en
los dos casos es necesario que se investigue.
Pero esto no >0 digo yo solamente. Esto lo expresa.
Jiménez de Aréchagn, H profesor KorMnlak. Alberto
Pérez Pérez y varios jurisconsultos de prestigio en el?
paiVoy
‘ a leer 28 Ó 3 ft
astá en el informe qu"sc iros ha repar- ,
tldo- lo expresado por el profesor Jiménez de Aré cha-i
ga, que dice: “Por e!1 contrario, como lo dejó sentu-|
do la Cámara de senadores eu el año 105Ó, la cámarai
t lene el derecho de conocer por si misma las circuna- ■
tancías de hecho o Jos actos en los cuales haya inter­
venido e! legislador. Para ta) efecto, podrá designar .
una Comisión que se encargue de Investigarlos. La 1
cámara debe actuar con absoluta independencia, por* ’
que está defendiendo su propia integridad. De ningún
modo puedo aceptarse que ella esté obligada a consi­
derar los hechos a través de ia versión que le propor­
cione un funcionario dependiente de otro Poder*'
No voy a cansar a la Cámara, ya que el profesor Ji-
inonez ¿e Aréchaga se extiende sobre el tema
El profesor Kor/enlak, con t esperto a este mnuno
punto --aus declaraciones también constan en el re­
partida*, expresa: "Los Cuerpos parlamentarios tienen^
una dinámica política, o sea, no están obligados a $
hacer cosas, a dictar leyes, a hacer Investigaciones *
El dorar ho les marca loa límites, más allá do los cua-1
 les no pueden Ir; pero la dinámica de los Cuerpos par­
lamentarios es política. De manera que pienso que
ese es un punto de decisión exclusivamente político.
Si se estima necesario realizar una investigación pa­
ra obtener elementos que permitan fundadamente
adoptar una decisión, creo que jurídicamente la Cá-
mará está habilitada para hacer esa investigación”.
Entonces, digo que si los dos instrumentos con que
contamos son el artículo 93 y 114 de la Constitución,
en los dos la Cámara tiene en sus mano» la posibili­
dad de Investigar.
Con respecto a este pedido de desafuero planteado
por el Poder Ejecutivo, es necesario señalar que los
fueros establecidos en la Constitución no son en fa­
vor del legislador, individualmente eso ya es doctri­
na reconocida, terminante- , .sino en favor del Cuer-
por que integra. El legislador, una vez electo y pro­
clamado, ingresa a un estatuto jurídico que establece
sus derechos y sus obligaciones. Es ésa la .situación
de carácter objetivo y a la cual no puede ampararse
el legislador ejerciendo un derecho subjetivo, sino
que lo ampara aún contra su voluntad. La Inmunidad
parlamentaria c.s dada al Cuerpo y no al legislador.
Esa es doctrina, terminante y acabada.
Pero esto no quiere decir que no utilicemos al má­
ximo los instrumentos que poseemos, que son los dos
artículos de la Constitución mencionados. Natural-
mente, tenemos posición formada sobre cuál de ios
dos caminos debe adoptarse, pero afirmo que aun
cuando se adoptara el camino del artículo 114. es
facultad del Parlamento, —y debe ejercerla particu­
larmente en casos difíciles y excepcionales como es
tos- , la de investigar exhaustivamente hasta lograr
dar las máximas garantías.
El señor Diputado Tourné defendió esta tesis con
verdadero brillo, y debo admitir y reconocer que ésa
es la vieja tesis que sostuvo siempre el Partido Na­
cional, En este momento, pues, encuentro al señor
Diputado Tourné ubicado en el viejo y permanente
camina que transitó el Partido Nacional, minoría
siempre, o casi siempre, en el país. La forma elemen­
tal de defensa que utilizaba el Partido Nacional era
cuidar celosamente los fueros parlamentarios. porque
durante muchos años tuvo que transitar ante Go­
biernos absolutistas que empleaban con mucha di*
crecionaUdad el ataque a los fueros. / DR BATALLA, - Las palabras del señor Dipu­
SEÑOR PORRAS LARRALDE. — ¿Me permite
interrupción? Si, señor Diputado. i ’♦’Ar".....
M¿TOQ. - sí, «
SEÑOR Presidente (Capeche). -- Puede Intcrrum
pir el señor Diputado.
SEÑOR PORRAS LARRALDE. — Simplemente de­
seo hacer una precisión.
Si bien es cierto que fíl doctor Justino Jiménez de
Aréchaga deja sentado lo que acaba de leei el señor
diputado Durán Matos, éste no ha continuado la lec­
tura, naturalmente por omisión involuntaria, te hu-
>leclaruciones del citado Jurista. Al final de la cita
que hizo el señor Diputado Durán Matos, so expresa
' Para tal efecto, podrá designar una Comisión que ><'
encargue de investigar”. Pero a continuación, exprr
sa el doctor Jiménez de Aréchaga: "La Cámara d<
be actuar con absoluta independencia, porque cm -
defendiendo su propia integridad. De ningún moJ «
puede aceptarse que ella esté obligada a considera’
los hechos a través de la versión que Je proporción:
un funcionario dependiente di? otro Poder. La discu
«tón del caso ante la Cámara no representa un ante
juicio. ni una cueítión prejudicial. La Cámara de-
terminará el procedimiento n seguir fcrt ese débate
preliminar, después del cual se decidirá el allana-
miento do loa futras, q np htcer lugar el 0^*1
Pero más adelante, si el señor Diputado sigue le-
yendo, verá- que dice: "Si en este caso el pedido de
desafuero no hubiera sido liso y llano, si hubiera sido
acompañado de elementos probatorios razonablemen­
te suficientes como para llevar al espíritu de la Cá­
mara la convicción clara de que en este caso no hay
un proposito de desintegración del Cuerpo parlamenta­
rio por la acción abusiva de un órgano del Poder Ju- ;
diclal, sino el leal propósito de obtener hi sanción de $
un acto delictuoso, estimo que la Cámara debe con­
ceder el desafuero que se Je solicita”.
Y agrega finalmente: "Si esto no se-hubiera acom - t
puñado adecuadamente, si no hubiera declaraciones
do testigos, si no hubiera actos de confesión, si fue- ¿
ra simplemente un pedido escueto do desafuero, en- ’
tiendo que la Cámara podría Investigar por ai m.sma ;
los hechos sin Inferir ningún agravio al Poder Judi- j
cial, y luego decidir en función de las conclusiones
que llegara en este terreno”.
De esto es muy fácil desprender ¿as conclusiones a
que arriba el doctor Jiménez de Aréchaga. En este
caso, si lo analiza el señor Diputado Durán Matos,
se dará cuenta de que no hay en este pedido nír.gu-’
na intención de provocar el desafuero de un legisla­
dor por una posición política ni de ninguna clase, fi­
no que están semiprobados los hechos. Están razo­
nablemente configurados los extremas como para que
la Cámara no tenga necesidad de realizar una inves- ■
tigaclón, sino simplemente entender que este p*di-»
do ha sido ordenado dentro de un modo que está per-
fedamente configurado en el articulo 114, y no en­
ei articulo 93, donde el señor Diputado pretende en-<
cuadrar esta situación, ya que aquí no hay ningún
ánimo de desintegración del Cuerpo por una razón po-
rít icn. si se avanzara en el razonamiento, el señor Di- i
putado podría comprender que, si se trasladara al seno*
<ic la Cámara, que verdaderamente es un órgano inte-,
grado politicamente, seria mucho más factible que pu­
diera producirse el deseo del desafuero para sacar dsl
Juego político a determinado legislador. '
En <"de caso bimplcmente se trata de un pedido
fundado en lus extremos que la ley configura para
que Ja Cámara pueda otorgar el desafuero sin mee-
ildad de investigación.
MATOS, - Continúo, señor Presi -iI
dente.
SEÑOR BATALLA. — tMe permite una interrup<
eión, señor Diputado?
SEÑOR DURAN MATOS. - Sí, señor Diputado.
SEÑOR Presidente (Capeche). -- Puede interrum
señor Diputado
taras Larraldc me imponen que diga algo al
w
puede suponer que cuando se entiende uue
bu hfty limitación a priori de las facultades de Inves-
lágrfión de la Cámara eso puede implicar una cilsmi-.
nación de Jas garantía*. De ninguna manera; hnpU-J
« a siempre un aumento de las garantías, porque ése
es un contralor que realiza la Cámara, naturalmente
a nivel político, de un pedido anterior de la JaatlciaJ
A lo que entendemos que no puede de ninguna ma­
nera renunciar la cámara es a sus facultad?* de de-*
terminar —Inclusive a través de la investigación --■i
*<1 se dan las condicionantes que permitan su decla­
ración de que hay lugar a la formación de cause.
Sin eufemismos, nadie puede pretender que ruando
m Cámara declara que hay lugar a la formación do
causa no está declarando en principio que entiendo
qi.c el legislador ha estado incurso en delito; eso e®
'•vidente. Pero la razón de la interrupción que había’
''licitado al señor Diputado Durán Matos era otra.
Declaro que nunca he visto planteada en los an-
.< .cuentes, con la crudeza que lo ha sido liuy. Ja 11-
mitackn de las facultades ínvestlgativas de ’a Ca.uu-
i h a los efectos de determinar Ja pertinencia de una
. o licitud de desafuero. na
«otre ta# muchas cosas que ui» HeMnr enevntitó
// t lhww 17« dftl Dfoi’ñ HéHlóitai, en la PáiMA
.'27, (oí respondiente al día i de dirlembte dé ¡MM, lo
que dice el señor Diputado Stewart Vargas en mo-
meiiiuf en que llega a la Cámara el pedido de desa­
fuero del señor Diputado Arlsmendl. palabras de un
Jiombre insospechable y no correligionario de éste
romo es muy corto, voy a leer el trozo completo, que»
 dlrr usl: •'Lob antecedentes parlamentuno* qiu» iicnv
el asunto en todos los países del mundo nos indican
que-fa Cámara no tiene que fallar sobre los antece­
dentes de ¡a Justicia, es decir, que no tiene que acep­
tar simplemente lo que digan las autoridades judi­
ciales, sino que tiene que hacer su propia composición
de lugar con las pruebas que pueda allegar pera el
caso. 81 tiene que completar las pruebas, si llene que
hacer la rná¿ mínima investigación, la Comilón de
Constitución, Legislación Genera y Cólico* no lo
puede hacer porque no tiene facultades Investigado­
ras” Y luego señala que la investigación hay que
hacerla por medio de una Comisión Investigadora.
Este criterio que sostenía en 1948 un legislador he-
>i crista ante un planteamiento de desafuero de un
legislador comunista, traducía en la Cámara el cri­
terio de Herrera, el criterio permanente de máximas
garantías en e! ejercicio del poder político.
E1 to es lo que quería agregar --porque creo que se­
rá coadyuvante— a la argumentación que, está for-
r< tufando el señor Diputado Durán Matos.
¿íEñDR DURAN MATO8. — Decía, entonces, qu?
ios dos instrumentos qué tiene el Parlamento para
nccldlr esa situación son el artículo 93 y el articulo
114 de la Constitución, mediante los cuales caen los
privilegios o fas inmunidades que el legisfauor tiene.
En primer término, debe establecerse que sólo en
el caso de que el requerimiento .rea efectuado por par­
le de juez o tribunal competente, corresponde que
se considere el desafuero de un legislador. En esta
epvilunidad la gestión es hecha per un tribuna! ril
:¡Ur que evidentemente es incorretente jn?g;»r
ü un civil, y menos aún por delitos no militares Es
decir, no se dan los extremo« establecidos en el ar-
t*< ulo 253 de la Constitución.
En segundo lugar, debe procedente a dilucidar si en
este caso corresponde la aplicación de los artículos
93 o 114 de la Constitución. La sola lectura de la opi­
nión mayor liarla de la doctrina qué me tomó el tra­
bado de leer, porque no soy experto en la «r.aterfa.
rmnclde en que en estos casos corresponde la apli­
cación del juicio político. Para fundar esta posición
temamos la opinión formulada por el doctor Kcrze«
niuk en la Comisión de Constitución, Códigos, Legis­
lación General y Administración y la esgrimida por
el doctor Jiménez de Aréchaga en sus apunte*. dondé
ne expresa lo siguiente: "Quiere osto decir que por los
ílelitos previstos por el articulo 93, que son los de
traición, concusión, malversación de fondos públkóa,
violación de la Constitución u otros éditas graves,
¿podrán los legisladores <T representantes ser acusa­
dos criminalmente? No; porque el principio de que
no pueden ser acusados criminalmente debe enten­
derse relacionado con la primera parte del articulo
114 y con lo que el mismo articulo expresa a conti­
nuación y ello sólo puede serlo ante su respectiva
Cámara. Por consiguiente, los miembros do cualquie­
ra de las Cámaras no pueden sor acusados criminal­
mente desde el día que asumen hasta el do su cese,
ñor ninguna clase de delitos, si no es por su propia
Cámara: en el caso ¿le tratarse de los delito.« prévis­
ion en el artículo 93. puede ser acusado, pero no ante
“h justicia ordinaria, sino ante la Cámara de Sena­
dores por la Cámara de Representantes, conforme al
régimen de julc‘o político previsto por el arMcufa 93
de fa Constitaefcin”, Q 4
Quiere decir q ie se da otra ve» aquello de que lo*
abogados tienen oos bibliotecas. En eete caso el propio
Jiménez de Aréchaga sostuvo en mu apuntes esto y
luego en la Comisión dejó menos ciara m posición
REROR TRIAS. — No « prenuncio en fa (JomWén,
SEÑOR DURAN MATO« -• Efectuada esta primera
na seguido i4 C'orm.sion y no quiero molestar a nin­
guno de sus miembros, pero d.go que no actuó bien.
Lo expresé hace un rato en una interrupción, soste­
niendo que la Comisión se tomó atribuciones de seml-
investigadora, y digo esto porque simplemente se li­
mitó a Investigar al señor Diputado Ferrer y nada
uu»:>. Tanto no investigó nada más que en la noche
de hoy se comprobó que una de las afirmaciones he­
chas en una de esas actas, en el sentido de que el
Mgior Ferrel había estado en contacto con ti ingenie­
ro Almlrattl, no era cierta. Pero, además, quedó cons­
tancia -lo C ijo el propio señor Diputado Ferrer— de
que en esos documentos que llegaron al Parlamento
faltan pruebes, evidencias y nadie puede afirmar que
ollas no sean favorables a la posición del neftor Dipu­
tado Furor lau que no las conocemos. Entonces me pa­
rece que la Comisión debió insistir en la investiga­
ción profunda del punto, no sólo por tratarse de un
compañero de Cámara que estaba siendo acusado, si­
no, inclusive, por razones de autodefensa.
Además, la Cámara tiene la obligación fundamental
- y en esto creo que todos deberos ser coïncidentes -
de buscar sus propios medios de deiensa. La Comisión
se atribuyó esa característica de ser semi investigado­
ra sin que el Cuerpo la autorizara. Creo que lo correc­
to debió haber sido que viniera a Safa a pedir auto­
rización para Investigar o, en su defecto, a pedir que 1
el Cuerpo designara una Comisión investigadora pa- '
ra mejor proveer en -odos estos hechos. J
SEÑOR BOUZA. — ¿Me permite una interrupción? i
SEÑOR DURAN ^MATQS. - Sí, señor Diputado. J
SEÑOR PRESIDENTE iCapeche». - Puede inte- |
rrumplr el señor Diputado. *
SEÑOR BOUZA. — simplemente quiero hacer dos i
precisiones. 1
En primer lugar, el señor Diputado Ferrer, en sus J
declaraciones ante la Comisión de Constitución, Códi- |
gos. Legislación General y Administración, no afir« i
mó que él conociera que faltaran elementos en el ex- j
podiente, que supiera que faltaran declaraciones j
que se hubieran hecho y que pudieran serle favora- i
bles. No hizo ninguna afirmación en cuanlo a que el :
expediente estaba reducido o intencionalmente limi­
tado.
En segundo lugar, la Comisión no actuó como in­
vestigadora y nunca entendió que actuara como tal
Lo que hizo fue dar vista al señor Diputado Ferrer t
para que hiciera los descargos que entendiera corres- í
pendían. A juicio de la Comisión ése era un derecho
elemental que no se podía negar al señor Represen­
tante imputado, y nada más. De manera que no co­
rrespondían pedir la investigación ni la declaración
tlej señor Diputado f’errtr constituyendo ia parte de
un proceso inviwtigatorio
- Quiero aclarar que no .
dije qué la Comisión se hubiera transformado en in- |
vesifandora, sino que empleé una palabra que na de- Jj
he ser muy parlamentaria; dije que era semiinvestl«»
gadora, que habla investigado parcialmente, porque®
había sometido ai propio señor Diputado Ferrar a utñH
interrogatorio que en algún caso me animo a decir era
de tercer grado, 9
heñOR SOBA DIAS -- Pido la palabra para unal
cuestión de orden. ®
HEÑOR PRESIDENTE (Capechei — Tiene fa pala-,®
hra el señor Diputado. 9
SEÑOR SOSA DIAS - Mocfano para que sa pru-J3
rrogue el tiempo deztrfletñapone el orador. 9
señor pREStDpfw iC^ipectee«. ... Se va a votar. ®
—Treinta y niun¡c en cuayénta y seis: Afirmativa,
Puede continuar el señor Diputado Durán Matos
■ flfctÚtt DVflAM MATQft - 4»« fa Comisión
sólo se limitó a Interrogar al señor Diputado Ferrer
y w » HiveHigw lo* á ki cual ¿eníá derecho]
el parlamento, inclusive la propia Comisión si el C'uet-|
po la autorizaba. Ese derecho se puede y se debe ejer-4
cei en todos ios casos en que se planteen problemas^
de tueros. 1
SEÑOR SOSA DIAS. ~ - ¿Me permite una mterrup-1
6n? 29939 ’
 ■ fifi^QB-XlUfiAN MATOS - Sí, señor Diputado
SEÑOR PRESIDENTE (Capechei. .Puede inte­
rrumpir el señor Diputado.
SEÑOR SOSA DIAS. — Lo más grave no es que no
haya entrado a investigar; lo más grave es que partió
de los elementos que le remitió vi Poder Ejecutivo, y
todavía es mucho más realista que él pues adelanta
que para la mayoría de la Comisión hay presunción
de culpabilidad, aun cuando ello no sea compartido
después por el juez. No entiendo la tesis que sigue la
Comisión; es la inconsecuencia absoluta.
Hablando de la confesión y cuando hagamos nues­
tra exposición diremos que la confesión queda hecha
polvo—, dice el informe en mayoría de la Comisión:
"Pero si en el expediente fuera esa confesión la úni­
ca resultancia, sin lugar a dudas que esta Comisión
habría procurado realizar otro tipo de indagaciones.
Pero e.'l caso es que hay, además, la deposición de va­
rios testigos, que declaran con precisión, que han te­
nido diversas participación en distintas actividades,
pero en las que hay concordancia en señalar .na pre­
sunta vinculación del Diputado Ferrer con actividades
que la Asamblea General definiera", etcétera. Y agre­
ga: “ esos elementos de presunta culpabilidad se
han dado y que muchos más claros aparecen cuando
el delito imputado es de la gravedad del qué el propio
Parlamento ha definido en aquellos términos « en
los de lesa nación, 81 esos extremos están configurados,
sí no para el juez que será quien deba resolver en defi­
nitiva. sí para la Cámara de Representantes" . En­
torces. yo digo que los miembros de la Comisión no
leen loe diarios y los representantes colorada» no leen
El Día. porque si le hubieran hecho tendrían que sa­
ber qise AlfQlratti no pudo enafrar al señor Diputado
Ferrer cómo fabricar elementos «apicMÍvos y cómo ar­
mar o etoonder bombas, granadas o revólveres, a me
noM que ésto hubiera tenido el privilegio de entrar a
Punta Carretas para recibir esas enseñanzas en el tér­
mino de dos o tres días.
Pero no sólo ew. ¿Qué dicen esos testigos que suplen
a la confesión? El primero de ellos, por ejemplo, cuan­
do le preguntaban fri conoce otros nombres de quienes
integran el movimiento tupamaro, contesta; el profe­
sor Ferrar. Cualquiera que actúa en indagatorias o en
declaraciones, sabe que el testigo tiene que decir cuá­
les son las razones que fundamentan sus dichos porq
aquí, en este país, hoy por boy, a cualquiera que
en la oposición le dicen que es tupamaro. Y la Er
xión, cuando examinaba los antecedentes, a loa qut
tan buena fe a pesar de que había una tortura deyjWHJÍiSAMMy otra parte. no petemos olvidar —claro: habrá
medio, tenia obligación de examinar en qué ae
la acusación de ese testigo para decir que Ferrer peí
tenece al M.L.N.; tenia que haber dado los hechos, Y
Ion hecho» no son osa jugarreta del entrenamiento de
policías y ladrones: que ¡e dieron un paquete; que ee
encontró con una mujer que se lo tenía que llevar a
otro; el otro recibe el paquete, que no se «abo qué. te­
nía, pero parece que eran papeles cuyo destino no se
conoce.
Tendría que haber aportado hechos concretos. Debió
haber expresado por qué dice que pertenecía al M.L.N
Por ejemplo: porque participó en una reunión y se re­
solvió tirar una bomba en tai o cual lugar; porque tu
vo el encargo de hacer tal operativo, etcétera. Inclusi­
ve, cuando el señor Diputado Ferrer dice en su pre­
sunta declaración que hlso el relevamiento de dos co-
methkMj el juee le adjudica ana cosa que él niega ex­
presamente*. que hizo también operativos en locales
militares y poheíaleft El señor Diputado Ferree dijo
que de lo que le mandaron hacer lo único que hizo fue
el relevamiento de! almacén Canckinl y de oteo .cuyo
nombre no recuerda
#’ s* se (ten** qo* ser nomtoee Total», que estovo siete días de plantón. No
consecuente' y anam»fj* paite tebef ene
de culpabilidad. U f J mente de Rocha que estuv» diecinueve días sometida i
Y digo otra cosa; lo primero que teman que haber
hecho y no hicieron, fue examinar si el juez era com­
petente; y los jueces militares en este momento no
prneesan porqué se declaran incompetentes Han dt-
< ho ai Poder Ejecutivo que la ley de seguridad dei Ba­
lado no es retroactiva y por ello sólo se puede aplicar
a delitos cometidos o partir de su publicación, que. fue
el 12 de julio. ,
(Suena el tlrft iré indicador de tiempo.)
Entonces, ni no haber estado de guerra, el juez
militar no pueae »er compfjtente para entender en esos
delitos anteriores. Ni siquiera eso vino a la Comisión,
y es gravísimo porque revela falta de seriedad; por­
que el doctor Justino Jiménez de Aréchaga dijo que
lo primero que hay que nacer es analizar si la auto­
ridad es competente.
.SEÑOR DURAN-MATOS. - Me Imagino, inclusive.,
que en los antecedentes que manejó la propia Comí- 1
sión, habrá notado que* en ningún momento el señor
Diputado Ferrer declaró ante el juez militar. Y segu­
ramente por eso, porque percibió esa ausencia de de­
claración, es que quiso salvar esa omisión, y parí ello$
decidlo citar a declarar al señor Diputado Ferrer, en|
un gesto que tue establecido hace un rato como una|
actitud de la Comisión a la que no estabn obligada J
Yo digo que en materia de fueros todas lau garantía^
son obligatorias, 1
Ahora bien: citando el señor Diputado Ferrer rom-
parece ante la Comisión, se declara Inocente, pero’
eso no sirve para nada; la declaración de! señor Di­
putado Ferrer es totalmente formal. Era lo mismo que
se hubiera declarado tupamaro o Inocente. Da la sen­
sación de que ya estaba sentenciado antes de que fue­
ra a declarar. Así lo entendió el propio Diputado Fe­
rrer quien, sin perjuicio de sus fueros -lo anuncio an­
tes—, decidió concurrir al juzgado militar para que le
lomaran declaración, r los efectos de completar de al-1
zuna forma ese expediente. Concurrió en la mañana^
de ayer y no le tomaron declaración Seguimos, pues, a3
media luz con ese expediente. |
Peno además yo digo que la Justicia Militar es in-,1
competente, porque es notorio que los propios Jueceád
de Instrucción Militar, desde que fue aprobada la Leyl
de Seguridad del Estado, no han procesado a nadíeJ
En la mañana de ayer ti. ve oportunidad de confirmar^
que los propios jueces militares consideran que la Ley^
de Seguridad del Estado r¡o los habilita totalmente pa-¿
recesar. Entienden que esa ley tiene defectos quafl
piden actuar. Diría, entonces, que ellos mismo«!
declaran incompetente« para actuar en este)
quipñee no lo creen y hay quienes lo creemos-.- qiM<
procedimientos que se siguen en casi todas Idi
ruárteles donde w reahsao estas iovestlgacionen pro*]
sumariales, están «eompafladoa de apremios liekcM^
Eso se ha* oenunciadoen ambas Cámaras y en la Asam­
blea General. Inclusive, hemos tenido la oportunidad
de hablar « n algunos de loa que, luego de haber su­
frido el apremio fIsleo y la tortura, quedaron libreé,
Ellos nos narraron en detalle muchas de las barbaré?
dades a que fueron sometidos dentro del cuartel. Quid
re decir, pues, que esas declaraciones se extraen utilh
/ando toda clavo de procedimientos, aun aquellos qua
parecen los más inocente», ensi de escuela, como q
plantón. En los reglamento« militares el plantón íigtt#
raba como una de las «anctanec graves, hasta que fus
eliminado. ¿Y sabe usted, señor Presidente, qué tiempe
máximo establecían los reglamento« militares par«
estar de plantón? Cuatro horas. Y aquí se ha denun
ciado —y se ha podido comprobar— casos de planto
nes de mucho» días, Recordamos que en cierta «por
tunidad el señor Diputado Trias citaba el caso de ui
compañero del Departamento da Treinta y Tres, d<
ufáne wweHWi M ésto de una señora del Departa
plantón. «JO K 3 V
Nos hemos tomado el trabajo de^Mnsultar a exper
tos médicos, y no» han dicho que el plantón tome m
ta característica: luego de machas hetae de estar d
 pie, corf las piernas abierta«, ron los brazos en alto, y
en este crisn todavía, encapuchados -porque siempre
agrega la capucha—, se modifica el funciona­
miento del aparato circulatorio, la sangre se,concen­
tra en las extremldadas inferiores; las piernas y los
pies se ensanchan tremendamente, y disminuyo el rie­
go celebra!. Usted tendrá que comprender, señor Pre^
sldente, que un hombre sometido a este tratamiento’
con disminución de la irrigación cerebral, evidente­
mente tiene que sufrir alucionaciones y experimenta^
toda clase de alteraciones mentales. En esas condicio­
nes es llevado a declarar, y yo digo que en muchísimo«
casos se le Induce la declaración que debe hacer.
Todo eso forma parte de este proceso y el Parlamen­
to no lo puede Ignorar porque ha sido denunciado
reiteradas veces y, en muchos casos, documentado.
Ningún parlamentario puede ignorar esa situación.
Entonces cuando llega al Parlamento un pedido de
desafuero hecho en esas condiciones por in justicia
militar, ni la declaración del señor Diputado Ferrer
ni las de los que lo acusan,' pueden ser válidas para
un legislador cuando están en juego los fueros del
Cuerpo. i Nacional para contestar las siguientes preguntas: g
Ahora me voy a referir a otra cosa que también
mencionó el ,ieñor Diputado Tpurné. El día $i de tullo
es convocado poi* la Cámara el señor Diputado Ferrer.
Siendo ya Diputado, estuvo más de setenta y dos ho­
ra« en el cuartel. Y el dia 3 de agosto, cuando faltaban
tres días para vencer el término de la licenda del se­
ñor Diputado Imns. en ese momento llega el pedido
de desafuero, 'rengo que decir que esto, evidentemen­
te. trasunta una decisión política, porque bien pudo
haberse esperado a) vencimiento del plazo.
Existe, pues, una intención política manifiesta, por
parte del Podci Ejecutivo, de exponer a este novel le­
gislador a la tortura a que hoy lo estamos sometien­
do. ¿.Por qué esperaron tanto tiempo? ¿Por qué este
apuro final de llamar a declarar al .-'cñor Diputado
Ferrer, dándole un plazo de doce horas para que arti­
culara su defensa, cuando a ios funcionarios públicos
-lo dije hoy- en los sumarios administrativos se les
concede ocho días de plazo, y cuando en la órbita ju­
dicial se dan tres dias para evacuar una vista? ¿Por
qué en esta oportunidad se dan doce horas de plazo?
¿Por qué no se dio siquiera el mismo tratamiento que
tiene cualquier funcionario público, que para ser des­
tituido, aparte del sumario correspondiente con las
garantías del caso, se requiere la venía del Senado,
el que se toma el tiempo necesario y siempre hay al­
guien que actúa como abogado defensor?
¿Por qué no se aplica un procedimiento riguroso.
«>. tero oue dé al legls'adcr todas las garantías? En
esta emergencia tenemos que estar seguros de que se
están jugando los fueros del Parlamento, para Lodos
los casos que sobrevengan. Sí admitimos que en
caso se procede con r* pídese y con ligereza para
h un compañero, tenemos que pensar nece&arl
que este Cuerpo está expuesto a enfrentar el Inismc^ZTJuV’R,, Militares de Instrucción a que procesaran
procedimiento en próximas contingencias. Nüíl:
Yo digo que da la sensación de que se preten bus-
car un chivo emisario. Me recuerda a aquello:
orificio« de vidas humanas que hacían pueblos primF
tlvos para calmar a «us dioses. En esta oportunidad
parecería que se busca calmar a nuevos dioses, entre
gandules otra vida para que se tranquilicen.
Hace un rato el señor Diputado Rocha Imaz hizo
referencia a los rumores que circulan en la órbita del
Parlamento, en el ambulatorio, que también Ucearon
a nuestros oidos... /\ a /.
• Interrupción del «efíor Representante RocTia Iimiz.»
y a Uiílii «( |tai»i, según Iqs í-iuiIhh mida lanío clon las exposiciones de los sudores Diputados de M
apatv e la '»ombttt étlinííd dé IrtS ihiéi/iH Alññidfis
presionando en el Parlamento para nur salgan deter­
minadas cosas.
Muchas veces hemos denunciado aquí los excesos de
muchos oficiales integrantes de las Fuerzas Armadas,
pero no le hacemos al Ejército Nacional la ofensa de
< ieerh> capea de demoler Mui lneUtUGiones qúe
defender, y admitir la exigencia por parte de las Fuer
zas -Armadas es admitir que ellas son capaces de haee
eso.
(Interrupción del señor Representante Rocha linas
Respuesta del orador.»
—Nosotros, repetímos, que muchas veces hemos de
nuncíado a integrantes de las Fuerzas Armadas po
sus excesos, no somos capaces de hacer ese agravio a li
institución militar.
En la tarde de ayer el señor Diputado c.henlo hin
un planteamiento que creo fue mal interpretado o ni
se entendió. Tal vez alguien pudo pensar con suspt
cacia que se trataba de una chloana para demorar eeti
asunto. Sin embargo, el señor Diputado Chenlo plan
teó una cosa muy grave que estaba sucediendo en 11
tarde de ayer a nivel de la justicia militar.
Voy a leerlo nuevamente y pido a los señores Dipw
Lados que presten atención. Se solicitaba que vinleíl
a Sala en ese momento el señor Ministro de Defena|
es cierto o no que acaba de aplicarse una sanción mii
litar, consistente en cinco días de arresto de ritror a
señor Juez Militar de instrucción de Segundo Turnoi
Capitán Azaróla; cuáles han sido los motivos y funda*
inentos que motivaron dicha sanción. Si es cierto <
no que se le ha dado un plazo de veinticuatro horai
a los Jueces Militares de Instrucción para que resueb
van los procesamientos sobre los presumarios en trA'
mltc y en caso contrario que renuncien. Si es cierto
o no que el Supremo Tribunal Militar ha librado «E
los últimos dias reiterados oficios a los Jueces Mili«
tares de Instrucción para que éstos informaren sobro
los antecedentes presumariales, que son de caráctet
estrictamente reservado y secreto para el Juez ínter«!
viniente. 81 es cierto que los Jueces Militares de Insz
trucción han solicitado la instrucción de un sumarla
para los miembros del Supremo Tribunal Militar pos
abuso de autoridad. j
Creo que el Parlamento no entendió o no atendió et|
te planteamiento. Pero debe haber sido alguno de 1<M
planteamientos más gravee que se han hecho en
Parlamento y que no lo atendió, porque en conocimien«
to de esto el Cuerpo no pudo pasar un minuto máj»
sin pedir al Ministro de Defensa Nacional que conctl-j
rrlera a Sala a explicar si es cierto o no que esto mm
cedió en la tarde de ayer. J
Esto es consecuencia de lo que decíamos hace UH
rato: los Jueces Militares de Instrucción se negabas
a profesar, a partir de 1* vigencia do la Ley de Seguí
ridad, porqua entendían que ella no ios habilltaMj
para actuar. Y eso fue Interpretado aparen temen Ce,JB
esto es cierto, por ai Supremo Tribunal Militar coifl
acto no sé si dt indisciplina o de insubordinaclAI
¡i*o compuMtvamenU éste pretendía obligar a í
que renunciaran. 33 3 3 ® # |
(Ocupa la Prrsldeneia el señar Representante |
Gutlérm Rui*.;
SEÑOR FERRER. — ¿Me permite una interrupción
HEfiQa DURAN MATOS — Sí, señor Diputado. ,]
SEÑOR PRESIDENTE (Gutierre* Rui» — PuW
interrumpir el señor Diputado. J
señor FERRER. -• Señor Presidente: pedí esta ■
lersupclón en el entendido de que será mi última M
AmAención sobre este problema. a
Con toda sinceridad dejo constancia de que he eafll
chado -aun no estando en Sala— con profunda atol
do« Ion «ei'tora. Lie totto se tti« Impone wtt ■
peso I levantadle, la convicción de que no han jugai
en mi beneficio legitimo —entiéndase bien: legítima
ninguna garantía. No puedo ni mencionar esos tal
minos de cuando estuve sometido a la justicia mo|
tar, no habiendo podido declarar nunca en forma nfl
 mal ni «un unir vi Jue/ ur liulruiviun PUtKIU
apreciar por ningún resquicio esas garantías en el se­
no del propio Parlamento nacional, decir, que no
tengo amparo en mi propio país, aunque creo firmen
mente en su destino liberado.
Y entonces, sin pretender hacer patetismo ni nada
parecido, llego a la conclusión de que en realidad me
he transformado en un perseguido político. ¿Estaré
lejos de la realidad al pensar asi? ¿A qué situación
he quedado expuesto? En honor de la comprensión de
los señores legisladores no contesto la Interrogante.
Ella queda sujeta a la reflexión de cada integrante
de este Cuerpo, y más allá, de cada ciudadano de mi
noble pueblo, al que tanto quiero y al que tanto más
debo.
Para terminar, aprecio en su justo valor no soio tas
expresiones favorables ti mi persona o el reeonocimlen
tu de la justicia de mis planteamientos, sino también
aquellas opiniones que en sentido contrario so han
vertido en osla Hala y que sin embargo han demostra­
do la preocupación y el sincero deseo de llegar a una
justa solución por quienes las expresaron.
A pesar de no ser muy viejo, llevo ya much* s años
en la lucha política, y desde el principio supo y acep­
té como un honor las responsabilidades que ello com­
porta.
Sin abuso digo que las asumí con honor En mis
lejanos pagos treintaitreslnos lo conocen perfecta­
mente También rn mis nuevos pagos florldenaes creo
que es así Y vntonecs, señores Diputados, con la con­
ciencia tranquila, con el ánimo renovado, con se­
rena y decidida esperanza en el futuro de mi patria,
que sera ganada ron el esfuerzo de todos sus verdor-
deros hijos, termino reafirmando mis convlceinm>-
v aquellas esperanzas. Zhr
Nada más. / Mui
asaoB DiijLyj MATOS. - Termino haciendo pin?
lar a la cámara que hT esto que acabamos de denurt*k
ciar, al igual que lo hizo a primera hora el señor pl
putadn Chenlo. es cierto, de aquí en adelante, no s
el señor Diputado Ferrer, sino todos ios ciudadano»
de este país podrán ser detenidos y no serán proce­
sados hasta que esto problema se solucione. Por es<>
entendemos que habría sido muy importante que hoy
hubiese venido a Sala el señor Ministro de Defensa
Nacional, porque esto significa dejar sin ningún tipo
de MrunUas a cuatro o cinco mil detenidos que están
esperando el ¡¡roces»miento o la i bertad para resol
ver tus destinos, y entre «Uos incluido un compañero
de Cámara
Fs lamentable, señor Presidente, que para un tema
tan importante y decisivo para el destino del Parla­
mento. hasta ahora no se hayan buscado las solucio­
nes quo acuerden, para el caso jirewnte y para loa fu­
turos, todas, las máximas garantías que sea posible
dar u cualquier integrante de este Cuerpo que ae en­
cuentre en la situación por que atraviesa elseftor Di­
putado Ferrer
Nada más. A 4 I
señor TURIANSKY, Pido la palabra. w • •
SEÑOR PRESIDENTE i Gutiérrez Ruiz> - Tiene la
palabra el señor Diputado.
SEÑOR TURIANSKY. — Señor Presidente: hace
un rato, en uso de una interrupción, señalábamos
que lu Cámara debía considerar este problema desda
un doble aspecto: el formal y el de fondo Nos pare­
ce que el punto es digno de considerarse desde esos
dos aspectos porque tal vez pocos temas merezcan la
preocupación máxima de los integrantes de esto Uuor-
jm) como éste que hoy estamos discutiendo Nos parece
que <ste asunto vn más allá del destino personal de
uno .le los ivüt'inbros de asía ('amara; lime que ver
v» ti el htMltubi del hieh) IWMumteHo
El instituto del fuero e* básico para el íuncamo
miento del Parlamento. Es el instrumento imprescin­
dible pura el ejercicio del poder puhUco a través del
Parlamento y de los Representantes del pueblo que .
d¡e sieatan en él. Por lo tanto nos parecía y ñus sigue
, iit •.rudo que en vierta medida .4* camalu«tenuim
que iKtbcr trabajado en dos etapas. En pr.’mer tér­
mino, resolver sobre el aspecto de forma, «obre el pro­
cedimiento a seguir En segundo lugar, resolver el
problema de fundo, que está planteado en el origen
de esta discusión. Y nos aa parecido —lo dijimos
en una interrupción y lo s<«tenemos ahora— que el
'primer paso, el de la forma o del procedimiento, es el
asunto para ei cual la Cámara trasladó esta comuni-
caclón dei poder Ejecutivo a la Comisión de Consti-
tución, Códigos, Legislación General y Administra­
ción
Además, en el transcursc del debate se han reali­
zado exposiciones, a nuestro juicio brillantes, que abo­
nan en favor de ¡a tesis que sostiene el informe en
minoría de U Comisión, y que es el que apoya en su
conjunto el Fr< nte Amplio Solamente queremos agre­
gar algunas puutualizaciunts sobre esta primera par­
lo dr la cuestión, que tiene que ver cpn el problema,
ti<* fui mu
Vuelvo a repetir que en esle lema vinculado cun
los fuerus parlamentarios, el problema de la forma
adquiere fundamental importancia. Viene la comu­
nicación del Poder Ejecutivo: dice: "Cumple este Po­
der con el deber de remitir a la Cámara de su Presi­
dencia, a los efectos de que se le otorgue el trámite
que corresponda (artículos 114, 115 y concordantes de
la Constitución^”.
¿Quién debe decidir cual es el trámite que corres­
ponda’ La Camara es la que tiene que resolver sobre
los fueros y no el Poder Ejecutivo a través de loa in­
dicaciones que formula. Este poder hace bien cuando
dice que remite el mensaje a la Cámara a los efec­
tos tic que se le otorgue el trámite que corresponda,
unto A partir de allí es la Cámara quien debe
linar cual es el trámite que corresponde en fun­
de! n ina en discusión Si la Cámara se ajusta
tuteamiento que formula el Poder Ejecutivo en
riisajc, en cierto medida y sin que esto slgni-
ninguna expresión peyorativa— se está poníen-
antcoieras mentales Está reduciendo el campo
de su visión del problema ajustándose de pronto auto­
máticamente, y tal vez sm notarlo, al criterio que es-
i nblece el mensaje que remite el Poder Ejecutivo. Nos
j.urece que esto es lo que hay que examinar en pri­
mer término
¿Corresponde el mecanismo del desafuero? ¿Corres­
ponde el mecanismo previsto por el artículo 114 de
'a Constitución o corresponde la aplicación de! meca­
nismo dispuesto en el articulo 93 de ¡a Constitución?
Hay que decidirse en primer término sobre ese pro­
blema, jxirque a partir de él se permite poner en mar­
cha l<M mecanismos que para cada una de estas ins­
tancias o procedimientos Ir Constitución establece
a fin dé que la Cámara pueda actuar Nos parece que
en cierta medida la Comisión de Constitución. Cóth-
g<», Legislación Genera! y Administración en su in­
forme en mayoría ne ajusta demasiado esquemáti­
camente al criterio que establece el mensaje del Po­
der Ejecutivo Marca el procedimiento que de alguna
manóru viene indicado a través de esta comunicación
de! Poder Ejecutivo en cuanto a la situación creada
con el señ^r Diputado Ferrar
«.Por qué Juicio político y no desafuero? Este as­
pecto el señor Diputado Batalla lo lia explicado con
una claridad meridiana Además, id no bastara con
c^o explicación, creo que de ift simple* lectura del tex­
to cónsul ucionat surge con absoluta nitider cuál es
o| procedimiento a seguir en cada una de las circuns­
tanciar.
Cuando lo», delitos tienen que ver con la Constitu­
ción, cuando se trata de acustcioneá de violación a
i» Constitución o delitos de e«a índole, el mecanismo
<1 del ni tirulo 93 En los otros casos el mecanis­
mo '* ti del uHiCUio 114 M j| Q
Aquí w han l itado opiniones jB*oj¡RsMs sobre el
itina Yo dina que en torno a este asunto no hay doa
opiniones. Cada uno de los Jurólas consultado», tanto
el profesor Emérito Justino Jiménez de Aréchaga. eo-
 h ;r
TF¡.í\: r lot NT KAS IE'¡TO EUE.R..'* NA Z I r?0EDíMIENTO FF.AA.
C'* T'A SV FKRSONA.
S©.'' 1 ' n C.RR. 2^ fob rc< ro/9? 3
80tOR DURAN MATOS. — Eli cada instancia en
que algún legislador hace un planteamiento de fue­
ros runde una cierta inquietud en el Cuerpo, porque
tío se sabe en definitiva en que nueva complicación
puede quedar involucrado el Parlamento
V mriiite el Cuerpo tuvo qu» pnmuiMnaira «ubi« c <mm»
huí lax lufcriurea o|K»t i un idude* en que no* tocó
plantear cuestione« de fueros, siempre lo hicimoa en
t entendido de que estábamos defendiendo la dig­
nidad del Cuerpo y de ninguna manera utlllmndo era
mecanismo para traer un hecho político menor. De­
cimos esto para tranquilidad de la bancada reeleccío-
, nieta, algunos de cuyo« Diputados a lo* poco* dfaa de
ios H'H’ntecinilentw qve rodearon el de&ifuero del Di­
putado Ferrer, hicieron un planteamiento de fuera*
para dejar una ¡?onxUincia sobre este hecho. Decimos
que estamos volando a distinta altura,. .
rInterrupción del señor Repreaentante Chente.)
y que no peonamos repetir ese tipo de jugada
menor porque nos estén preocupando comí* mucho
más trascendente*.
Como es costumbre en nuestro grupo político, en
<^gu instancia en que nuestros militante* deciden
^■ízar une pegatinn de murales son acompañado« ¡
sínnpre por algún legislador El viernes de noche, í
como «1 Untas otras oportunidades, nos tocó acom­
pañar a un grupo de esforzado« compañero* que iban
a realizar era tarea de militancia. debidamente auto­
rizados Estatm »revisto hncer la pega tina por te
avenida 18 de Julio, comenzando aproximadamente a
tas 28 y 30. A la* 23 y 48. y ya en movimiento era
grupo <íe compañeros, advertimos que un coche viejo
no entendimos mucho de esta materia: pudo haber
sido un Dodfte o un Buick modelo 28- nos estaba »1-
, guiendo y era tripulado por quien después se presentó
romo oficial. Nos pasó dos o tres veces Insuda que fi-
' no 1 mente a la altura de 18 de Julio frente al Gaucho,
detuvimos nuestro coche con «1 propósho de cuidar
<*1 trabajo militante de nuestros compañeros En esa
instancia apreciamos que un soldado w («taba de un
coche de eso* que se les llama "camellos" Dicho sol­
dado nos solicitó los documentos, que exhibimos, y ra
retiró. Un minuto y medio después vuelvo pero acam­
pa rindo por un oficial. V no« dice qu» el oficial quiere
revirar nuestro auto Naturalmente proUaUmo* ante
ese hecho Destarnmra. asimismo, quv ratAbamo* ram
> dos compañeros. Nos resiMíiimo* a dmeertder del auto
v^a permitir la revisaclón. pero en este reinado de la i
JBtrarieded en el que «»temo* viviendo donde mu» ¿
I cno tiempo atrás, cuando quedamos en mano« dé uní
I ‘ oficiaUto'* d’ pocos año« por cuya serenidad no po-J
| demos poner lo« manos en el fuego en nlngtn eazrff
nn* pareció conveniente acceder «I plante*miento/
jwnximdo qm» u bltriirlamenlc se llevaran di tenido* v
( a compañeros.
En era instancia protestamos por el hecho de que
d>-pv*“ óf- hoocr exhibido las »• rede nr tale* que no*
acreditaban como legieiarforra ra procedía a ese atro­
pello Inmediatamente concurre otro oficial, al pare­
cer de mayor graduación, aunque no de mucho ma­
ye« edad...
f4...jrr.k4»na dr orden.»
ifcNÓR PRESIDENTE (Gutiérrez Rlliz.» El raflot
Diputado disponía de có¡co minutes, que han expi­
rado.
VARIOS SEÑORES USGMUMOfiXfi - w ro­
te la ruestioo da fotroaf
SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Buw». fie va a
'uar /dtp. r
1 m a votar.)
GiMuenla y tre.<. en cincuenta y siete:
<1 pcn'fSAUy
AfirmatlVik'A^*
I Futd* proseguir e! rañor Diputado Duran Mato*.
! fSlOfi DURAN MATOS Surgió entone«», como
' déch. nh nmrvo oficial, joven también, venido de ci­
vil. con una campera negra, ante quien nroteeté por
el n ropello de que era objeto en ese instante, pues­
to que habla exhibido previamente mi* c rede míala*,
*• raal •*«** **»*> *w»«»»*|e»i»iiiimff;
016
i t ai, t u
Uu agUadnr armado* a' «MfRk ‘‘Me <¡Óo‘ quena ole :
pusiera werviOH» y que al hacho de que yo fuera Di­
putado 00 Khm puf que luo*
mucho» Diputadux pnidídos Keewiuttuqw lia Imhx-
do Diputado bandido» la «emana parada preeisa-
de do« Diputado«, y lo luso rotundamente . pero t sn
no le du derrabo a era señor oficial a iracer ese upo
de afirmaciones. Luego agrego. Diputauo o Sena­
dor. |Si tiene que marchar, marcha' Y en era tuno
insolente, un oficial mequeirefe, de veintitantos <»n<w,
ra da el lujo de opinar a>ví de los iegwüadorta».
No .w«bemo* xí era en un hecho ocasional y aislado,
piodut vu de una mentalidad alienada, o si es la con­
secuencia de este nuevo estilo de gobierno que existe
mi <q país a partir del- 11 de febrero. Pero dr cual­
quier manera nou parecía oportuno y conveniente que
la Cámara se enterara de este episodio, que si bien
no tiene importancia ni significación en lo que es
i personal, si la llene en lo que se refiere al espíritu de
1 Cuerpo que debe remai en el Baria mentó.
Hay antecedente». No es la primera vez que e«U>
sucede Recordadlo» Jo» casos púoteudo» por el rañ<>r
legislador Ituño. en la Asamblea General: el señor
Dipuladv Carrease refiriéndote a la intromisión de
las huera«» Armadas en la casa del señor Diputado
Bustoiu, en Minas, el del eeñor Diputado Ariel Díaz,,
drama dea mente relatado una Urde en esta Mala. Y.
hay oíros que ahora no recuerdo. Esta as uno más.
I>eru Micede después de este nuevo régimen logarít­
mico que hay en el país —y lo de logarítmico lo di**»1!
por el famoso Corana, que permitiré era»par u*u- <
gencudmente » los problemas de fondo. .
< IntarrujjcioneM
Uigonumetruo, me acota un compañero pwr
el cual un nuevo »4¡lo parece aposentarse en el país. ;
No sabemos, entonces, si eMo es ronsecuencav ckr
la actitud de este oficial, si es el resultado de una ur­
den superior, o mí ivsponde a un espíritu que eslh>
vagando en la» Fuerzas Armada« y que se relacio-1
na con la actividad de los político*■
Afirmo que este hecho es grave, y lo es sobre todo
cuando en el país se han ciado los acontecinueflloe (
que han acaecido, v w«* Cuerpo par lamentarlo no
ha sido capaz de reunirse para discutir era punto.
F/í increíble eoiño te han trastrocado la» insutiivto­
ne»: ©bñm aquel "entilo de vida" que lanío mentaban
aiiíes de la* elecciones ha cambiado y e*te Uuriiio
no ha sido siquiera capar de ocuparse, aunqu»' ni «s
no Ma superficialmente, del tema reunir al Parla­
mentó y protratar por este arrasamiento de las ina-
t'tuateñen de que ratamoc siendo objeto
Eabetno* que hay quienes ven con simpatía ♦xt«- :
episodio o te apoyan decididamente, pero quienes
no lo compartimos quienes sentimos que nuestra dig­
nidad de ciudadano* esta en juego, creemos que <íe-
hip bu berra reunido el Cuerpo para tratar eate tema,
que i-rermoj» «í el mée trascendente desde que come»»
zó esta legisle tura hasta el presente. No ifwiMim»»
en el asunto porque tiasia que la Cámara no «e dw-
¡H>nga con valentía a atíicar ?<te tema ríe fondo, pa-
Hí-triM que -«•'U.IIU- hablando en el vado.
Ciwihto que ote»; hechas no deben suceder htas.j
que esta (’amara debe cortar estas rosas, *i es
ble de raíz, que debe exlMir un pronunciamiento *****
Cuerpo izara qn< nueMtaK expresiones i^ixen itl MI-4
nixter¡o de Defensa Nacional, al Minis’erio del Inte*
ríor. al Corana o a quien sea, para ¿que ra de
nuestra protesta, para que se sepa qu»1 p<»r lo inenos
nosotros no estamos dispuestos a «er avasallado* ub-
solutamente por nadie
jr jr Termino con cito, y el Cuerpo decidirá lo que tiene ¡
que hacer.
UENOR PRESIDE»?» (OtfttéfW Rubri 6Pr<.po I
nt H raftof Diputado Durán Mato* el pft*e de la ver 1
«iém uquigráfiqt df sus palabra» al MlniMcrio de Dr ,
fenaa Nartenalf |
•EMOR DURAN MATOS, -- L.a verdad ra que si bien
yo no soy experto en materia de automóviles y no re-
rocioci el modelo del coche a que me referí, si tuve
«partunídad de ver el numero de su chapa, que podría
para el presunta sumarlo que «e haga, ai bivNI <!»• ’
seT. pura determinar ratos hechos.
.iEÑOR PRESIDENTE »Gutiérrez Ruíz». — Se va a >
«otar «1 para de la versión taquigrafíes de las pala­
bras del rattor Diputado Durán Mato» ai Minuderte
Cíe Defensa Nacional.
Á
ifie vota.) j
i
—Cincuenta y uno en eiitetram« y cgMór •
23639

MI K AN 'MTV‘5. Jorxe
K<> ¡ r i>?i rn * an i. >»
TE!:at IROCELi .IENTOo militara coi. tka sj íerjona.
Sesión C.HH. 2 mayo/973
“‘•SEÑOR DURAN MATOS. — Señor Presidente; En­
tendemos que estamos corriendo el riesgo de que loa
planteamientos de fueros se transformen en una cos­
tumbre más, en una peligrosa costumbre, fcjin embsr-
<0, por lo menos en lo que «e refiero a nuestra per­
sona, en los dos o troa oportunidades en que nos ví­
nico obligados a hacer un planteamiento de esta na­
turaleza, lo hicimos poique considerábamos que real­
mente estaban en Juego los fueros del Cuerj/u. No ort-
ñute, ]>eusemos que esto yo. está adquiriendo un ín­
dico pe'igre.'O. cuando con tanta ficcuencla distintos
fe' glsladores se ven en la obligación de plantear ante
Brl Cuíipo atropellos provenientes, en general, de las
Fue» zas Armadas.
Efectivamente, en la noche del lunes 30 estábamos
reunidos con los señores Diputados Imas y Chenlo '
poique habíanos concurrido a un acto en la Facul- i
■ ad de Medicina. Al retirarnos, luego de comprobar
qut? algún coche nos seguía, decidimos reunimos en
un café para discutir esa situación.
Yo iba er¡ el coche con mi señora y dos amigos más.
Tomamos por la Avenida Agraciada , dimos la vuel­
to al Palacio para ir al lugar de la reunión prefijada
y comprobamos que un vehículo nos seguía, Al llegar
a id «¿quina de í^ysandú y Rondcau, lugar de la reu-
ii'ón, fl vehículo que nos perseguía se detuvo al la­
do de nuestro auto y del que bajaron con gran ra­
pidez eualrti personas de particular, esgrimiendo cada
uno de ellos dos armas, pretendiendo hacernos des-
«oncier y pidiéndonos, a su ves, ¡os documentos, En
ese ..nstante ¡es lucimos notar que m estábamos ale-
paej.ua « oftiscinder dei ve bical'» oi s. admitir pregón
ue ninguna naturaleza, mucho mencNi cuando quienes
nos exigen oso no mostraban sus credenciales.
Invocamos, m.uur&imenie, nuestra condición de le-
^isiuder y dpmvn que no nos bajábamos del auto,
btuter¿armen:v ei OLcxal dijo. Bueno, descenderán
^oa restante«! y ue>Ud, si quiere, se queda, sentado ’. Pe­
ro uno de leí integrantes de ese cuarteto, que do sé >
si es oficial o qué -—presumo que lo es, porque ac­
tuaba junto h los otros— se me acercó y me preguntó
si yo estaba buscando —y tuteándome, además— que :
me rompiera :a cara. Le hice notar que yo era )eg|s-«j
■ador y que 1 él era Oficial estaba ortigado « rea» '
pehi»* las Instituciones; que yo representaba a una ins- i
Vtución y ]!<e no le permitía, de ninguna manera, j
* sn tipo de ’.’¿presión, seguramente recapacitó y decí ]
dio inaUilqf se adentro del vehículo, de donde no «a- 4
lió más. lasantes después llegó un '‘camello” del que
descendiefc.n c’^ro o seis integrante« de las Fuerzas
Arm idas,unifot modos, con sus armas ¡argos, con sus
mctrelW-’. e inmed’atameute se acercó un “Voiks-
. __________ _____ _______ __________________________ J
’ v cediendo frente * esto« atropellos constantes de que
I
wagen" que nos harta estado siguiendo —como lo ha­
bía mo.s comprobado anteriormente; tenemos el nú-
nono de la chapa: 1/44.937—, del que descendieron tres
hombres jóvenes vestidos de particular. Pemó que se-
iian Oficiales y entonces decidí salir del vehículo, pre-
gimlandoles cuál era el de mayor graduación. Me di­
jeron que todos eran Oficiales y que podía preguntar
io que fuera a cualquiera de ellos. Lee hice mención
ael atropello de que estaba siendo objeto —pues es­
taba probado con mi documentación que era legisla­
dor— y que, por lo tanto, iba a denunciarlo. Me con->
tentaron que estaba en mí derecho el hacerlo, inme­
diatamente entré al café que estaba en la esquina,
llamé al Ministro de Defensa Nacional y le comuni­
qué esa situación. |
En esa segunda instancia loe oficiales no tuvieron f
en cuenta la calidad de legislador que yo invocaba. *
Lo que nos interesa, fundamentalmente, es que el ;•
Cuerpo tenga condénela de que estos hechos repe- *
tidos, en los cuales integrantes de las Fuerzas Arma­
das desconocen c»a calidad de legial-dor, no sen .sólo
contra nosotros sino que, en cualquier momento, otros
: integrantes dfl Parlamento pueden verse involucra- ;,
dos en ellos.
«Suena el timbra indicador de tiempo.)
--Termino, señor Presidente, porque creo que aeto\
no da para más. E-sta repetición constante de plan- •’
¡ tcamientos de esta naturaleza 8e está volviendo has- 1
ta monótona y tal vez empiece a perder eficacia en j
¡a medida en que el Cuerpo no reaccione colecUvamen»
te adoptando resoluciones y haciendo J.aber que el 1
Parlamento no va a permitir más atropellos de es» 1
tipo. Cuando el Parlamento entre en un periodo de
retrocedo, otros avanzarán, es necesario que entenda­
mos esto, asi como los fueros del legislador no son un
pretexto pata escudarse en ellos, sino que lo qu» ocu-
' rrc es que la dignidad de un integrante del Parlamen-
to está en luego, que es lo mismo que estar en juego
la dignidad de las instituciones democráticas, que fue­
ron la caractetistlca de este país, y que estamos obll-
gados ft defender y sostener.
En muchas oportunidades se han planteado sitúa-
: clones como ésta. 8¡n ir más lejos, recordamos que el
«eflor Diputado Ituño se refirió a un caso similar en
la Asamblea General. También está el episodio plan­
teado por el señor Senador Carrease explicando que en
la cara del señor Diputado llustelo habían ingresado
i integrantes de las Fuerzas Armadas en determinado
I forma. En fin: ha habido muchos casos como éstos en
¡ este Período. Lo que nos preocupa es que en algún mo-
! mentó este Cueipo tendrá que decir algo y no con­
formarse sólo con escuchar los lamentos aparentes de
roda uno de los dolorido« por esas situaciones, sino
haciendo «tuya —con una “fraaecita” que no es del
Parlamento, sino que ha sido inventada por “otros” -
que las Instituciones con dignidad no retroceden.
Entiendo que era necesario que dijéramos estas co­
ras para que quede constancia de ellf.H en la versión
taquigráfica para que ai algún día un historiador mi­
nucioso quisiera conocer cómo han ido decaeclcndo la«
InMMudcmea y en particular ésta, pueda Hogar a en­
tender por qué razón ei Parlamento ha ido cediendo
«nn objeto alguno de sus integrantes. ¡
Esto era todo lo que queríamos decir y repetimos
que no era nuestro objeí o que fuera tratado como cues­
tión de fueros, porque lo que nos Interesaba era de­
jar constancia, en una denuncia pública, de un atro- ,
> relio más. ,,
 flKMon DURAN MATTCM — Por «ate régimen de
intjrnipeione!* nos corresponde Intervenir cuando ya estd
{>alando el motivo de la misma. Mencionaba hace rato
oa episódica sucedidos en la ciudad de Treinta y Tres y
tienen relación con e^ta información que al principio noa
dn,ba el Reflor Ministro respecto de los muerto«. Dijo que
hubo 18 muerta« subversivo«. 8e supone muerto« en com­
bate Ya vimos que de osos 18 muertos, 8 todavía no sabe
el señor Ministro ai son o no subversivos porque sigua
el proceso en la autoridad Judicial militar correspondien­
te. Bln embargo, ya los calificó de subversivo«.
Pero voy a contar un episodio en el cual cari digo
que ful testigo, porque llegué pocas hora« después a Trein­
ta y Tros. Es el que mencionaba recién el diputado Ba­
talla
B3 joven Mario Eguren os asesinado un sábado a 1M
11 y media de la noche en una caca, que está a media
cuadra del cine, es decir que mucha gente puede con­
firmar lo que vamos a decir.

Este Joven fue detenido, no sé «l en l*s afueras da

Treinta y Tres, y dicen las Fuerzas Con junta« que lle­
vaba uní. boba con alimentos, presumiblemente para ser
entregado a los sediciosos que estaban en los montes del
Olimar. Esto no pudo ser probado, porque a este joven
lo mataron.
Lo apresaron, lo maniataron con las manos en la
espalda, con un tiento, y lo condujeron creo que a la
Jefatura do Policía, AI llegar allí, el Joven se escabulló
de! jeep que lo transportaba y, corriendo do« cuadras,
entró en un baldío y subió a un árbol para, desde él
pasar a la azotea de una casa. Siete integrantes de las
Fuerzas Conjuntas —que rabian, por supuesto, que estaba
desarmado, porque lo llevaban detenido, y que suponían
que todavía regula maniatado, aunque después se con­
firmó que no era «sí. porque M metros antes de la casa
apareció «1 IWfi- lo persiguieron. El hecho es qui a
este joven, que estaba, en ese momento, en la awtea(
—cuya cornisa registró cuando menos ocho impacto/- de
balo— atravesaron la cabete de un balara. Seguramen­
te, sera el número 17 ó 18 de la lista que tiene el señor
Ministro de subversivos muertos en combate: un joven
de 17 años, militante del Frente Amplio, al que, por su- •
puesto, repito, no se le pudo probar que llevaba alimento«
a 'ios sedicioso«. Fue asesinado, desarmado, enfrentando a
siete guardias de las Faenas Conjuntas, de los cuales,
Incluso, el pueblo sabe cuáles fueron los dos que más «e
ensañaron. Conocen sus nombre«.
Le pregunto al señor Ministro, si es que nos puede
contestar, si, entre esos 18 muertos que figuran en su
lista como combatientes subversivo», figura Mario Bgnren.
Porque, señor Presidenta, al este joven aparece, allí, como
combatiente subveidvo, ie digo ai señor Ministro que—
entonces, dudo ds los 18 que el incluye en su lista. Comflu
dudaría de mucha información que el sefior Ministro traraj
a Sala —cue más adelante analizaremos— porque b*y:|
muchas cifras que se conMadJeen. |
Ese mismo día, además, eriando en Treinta y Tres,
edil Raúl Gadea nos pidió ene coneurdéramos al euarteOi
a Interesarnos por la Miad de su señora esposa, detenlde
1 \ 6 ó 7 días atrás. Concurrimos tres legisladores: Baraftmsl
I Etchegoyhen y el que habla. Fuimos recibidos en la Ora
'í)0/ mnndancla —por supuesto que de pie; no nos hidenMáj
/ sentar, aunque esto es lo que menos na» preocupe— jr
nos dijeron, terminantemente, que no no« daban infor-JI
marión (no que no podían darla, sino que' no la dabanra|
sobre los detenidos, y que no nos permitían saber sobral
su estado de salud, señalándonos que allí habla un médleqf
de sanidad que los asistirla en caso de que estuvieren en-
termos. Por supuesto que no nos permitieron verlos PMft
poder, cuando menos acreditar que Iríondo —del eMti
todo el pueblo afirmaba que había s'do torturado— ¿8/
encontraba bien, confirmando o negando lq que se cck'Ó
nmqtah«.

Nos dice ahora

den disponer que se visite a los detem«« ■* en*’’
tono-. no estaban bajo ia* ordenes del Juex Había SÍQ&'
el psopio comandante del Cuartel —que podría haber ibw^
01 8 formado, cuando menos, sobre el estado de salud de loe?
que allí se encontraban- quien se negó, terminanlemen-'
te, a uar ningún dato.
 BENOR DURAN Í<ATD8. - Béflór
meto solemnemente «er breve, y lo hago porW» <•> *♦*f
por una deformación profesional, luego de un análisis f
autocrítico, estamos acostumbradas a concretar unaj8*^*
tesis y tenemos en V mee» el propósito de sintetixar,
es poeible, y resumir ¡o que se ha dicho en la noche de
hoyTen la noshe de ayer y no sé en cuánta» ñochas, so­
bre este problema que nos ha reunido, ' analice el problema con seriedad y enfoque, por donde *
Naturalmente que tenemos que empelar por d prtb
dolo, y el principio está relacionado con el informe que ■
realizara el señor Ministro de Defensa Nacional --lamen­
to que en este momento no esté en Sala— que fue muy
escueto, que nos dijo que hubo 700 allanamientos,
patrullajes, 7 encuentros armados, 256 detenidos, y *^u^S
describiendo todas esas acciones que caracterizaron estop
veintisiete dias de guerra interna. Dijo también QuCJ
hubo 18 muertos entre los elementos subversivos, tragl- *
co saldo de estos veintisiete dias. *
Pero, además, de ese Informe que nos hizo el señó»
Ministro y que, repetimos, encontramos demasiado es* j
cueto i>ara el drama que está viviendo el país, nosotros^
tenemos otro informe: el que hemos recogido a nlvej$
popular. «i que «urca de atajo hacia arr«» / í,'SJa* to‘ ‘
waTnaaM —murar «a el M aeOor MlutoM
Dice el señor Ministro que hubo 366 detenidos, pero
seguramente no cuentan esas personas detenidas por ;
uno, dos o tres día», en averiguación, y que luego son ¿
liberadas sin darles, por supuesto, ninguna explicación, 4
pero que son vejadas, arrasada» en sus derechos. Y yj
esa cifra, .según nuestros informes, no hay duda que su-
pero los siete u ocho mil detenidos en el país. |
Dice, además, el señor Ministro en su informe míe?5®
hubo dieciocho subversivos muertos. Y como lamentable' |
mente no dio los nombres, nos pusimos a hurgar para 1
saber cuáles podrían ser. De entrada, el propio señor Mi- |
nístro admitió que, entre los dieciocho, figuraban ios ocho
compañeros del Partido Comunista, asesinado« la noche ;
del 17 de abril. De manera que me he tomado a libertad 4
de excluir de esos dieciocho a ios ocho mili tantea del |
Partido Comunista que, evidentemente, no eren subver- J
sivos, porque inclusive el propio señor Ministro de De-
tensa Nacional dijo que el Juez Militar estaba investí- |
gando y que, por lo tanto, no podía dar su opinión de- ¿
Unitiva.
81 excluimos esos ocho, nos quedan diez, Pero como
tampoco el señor Ministro nos informó de los nombres
de esas diez personas, tenemos que suponer que entre
ellos están los ocho que murieron el 14 de tibril, es decir,
antes del estado de guerra. Por lo tanto, comete un
error el señor Ministro cuando ios incluye en esa llstit de
dieciocho.
Quedan, entonces, dos; y esos dos, ayer o antes de
ayer •- no «é en qué oportunidad en que intervinimos en
el debate— dijimos que suponíamos que uno de ellos era
Mario Rguren, de Treinta y Tres. El señor Ministro no
contestó, de modo que noe atribuimos el derecho de su­
poner que uno de loe dos que quedaban era Mario Eguren,
que no fue muerto en combate, y cuya calidad de sedi­
cioso no fue probada. Por lo tanto, a nuestro juicio no
puede ser incluido en la nómina de dieciocho subver­
sivos muortos dada por el señor Ministro de Defensa
Nacional
■^„„Maa-fMiMIai entonos», una; y digo una, porque según
mm informes, as lista de una chica, de una mujer. Seria
la señorita CasUgnetto, muerta en Dolores, en condicio­
nes muy extrañas, porque pees a que no a» le practicó ;
el examen pericial correspondiente. ios vecinos compro* ¿
barón que habla muerto do un balase en ia nasa, Mg 4
me hace (H ti'.uf qnf tiimporo fue una muerte en combate. J
No niego >u calidad de .subversiva puesto que ya htt-
entones», veintisiete día» de gúe-
W por un
lado, de ridicula, si no Tusen qifr es tan dramática, en
wat» electa a loe derechos de loe ciudadanos de este
pam. 4
El Ejército Nacional trnemo» que decirlo---, en 1
veintisiete di»* de guerra, ha fracasado. $
. r—--- ---- ---- rw -........... ... . ■ •
: w 'v&evw&tsrn wwwrn*
ño puh¡ue haya matado más o menos, sino por- f
que fio ha llegado a atacar el fondo de) problema, ni si­
quiera de cerca. Y es natural que haya fracasado, ya que
no es con el Ejército Nacional que se puede combatir
esta subversión. Y nos preocupa que no haya alguien en ■
este Poder Ejecutivo que piense con inteligencia, que ¿
debe hacerlo, esta grave realidad de la subversión.
SEÑOR FONTAINA. — ¿Me permite una interrup- 4
ción, señor Diputado?.
SEÑOR DURAN MATOS. — En seguida le concedo,
< señor Diputado; permítame terminar mi pensamiento.
Recuerdo en estos momentos un episodio que, si bien I
mi meaeetomsnie U ara atore »ame ejampto. ** ** |
menta que en determinado momento de la presidencia
de Kennedy, este le preguntó u uno de su» generalas de w
cinco estrellas si habla leído el libro “Guerra de guurri*
lias". El general, horrorizado, dijo que no; ese libro rata* 1
ba prohibido. Se comenta que Kennedy le contestó: pues i
eso es lo que usted debe leer, cuando se trata de comba* ¿
*
tir este tipo de guerra nueva, distinta, que ha surgido»
Entonces, nos preguntamos si no habrá llegado el 4
momento en que el Poder Ejecutivo, que cuenta con ele- |
mentó» para poder hacer un estudio en profundidad, se
¡xmga a analizar esos elementos gi afleos —escrito», limos, m
documentos que obran seguramente en su poder, para i|
atacar el problema por donde debe ser atacado. 1
Sabemos - y nos consta, porque tenemos muchos
militares amigo», a lo» que queremos y respetamos mu­
cho - que el Ejercito fue reacio a intervenir en este tipo
de lucha anUsubversiva, porque sabia’ que se exponía a
posibles fracasos y quería mantener la imagen de serie­
dad, como institución, que hasta entonces le había dado
ai país, bin embargo, los hechos fueron obligando y de­
terminando a) JQército a tomar parte en la contienda.
En esta breve sintesia que queremos hacer, pensába­
mos realizar una rápida reseña de los acontecimientos
ultimo», pero vamos a ahorrarla a la Asamblea General,
porque lo» compañeros que lian hecho uso de la palabra
i se han ocupado con extensión del tema y no tendríamos
más que ratificar lo que ya se ha dicho.
sin embargo, algunos de los compañeros omitieron
mencionar un decreta que tiene enorme importancia. Be
trata del Decreto de 30 de abril, mediante el cual, incono-
tituclonaimente, eí Poder Ejecutivo dispone que sigan
detenido» aquello» que lo estaban en el régimen de las
Medidas Prontas de Seguridad y que Si 30 de abril de­
bieron quedar en libertad.
Tenemos aquí el mecKtonado decreto; ne somos ju­
rista» y no lo vamos a analizar desde eee punto de vh£á.
No obstante, señalamos que en el Resultando 3’, dice: VA
la fecha permanecen arrestadas noventa y dos personas,
cuya vinculación con las crganisaciones subversivas y/o
con los actos por éstas cometidos resulta evidente, ya sea
por propia confesión, ya sea como consecuencia”, etcé­
tera. Nos llama poderosamente la atención que hablen-
do tenido arrestadas noventa y dos personas antes ds
la declaración de guerra, no hubieran declarado hasta '
ese momento su vinculación con el movimiento subver­
sivo y, por lo tanto, no se haya operado su traslado a la v
justicia civil. No se hiso oso.
?
'w
019
23 6 3 9
 1 mtít ¿Utlátííi on «ftJ Considerando, m insiste en la
‘liberación de los sedidosos”; ya loe califica de tedíelo-
sos. Y finalmente, en la parte resolutiva, dice: 'Declá-
r&se que ha terminado el arresto de las personas deteni­
das por aplicación de las Medidas de Seguridad”. Asi
se cumple con la disposición de la Asamblea General.
El artículo & dice: “Dispónese que, empero, las per­
sonas a que se refiere el artículo anterior vinculadas a
!as organizaciones subversivas —lo cual nunca fue pro­
bado— que causó estado de guerra interno, continúen
privadas de libertad mientras subsistan las hostilidades”.
Quiero referirme a un caso que conozco personal­
mente y que sé, en forma positiva, cómo han sido ios
hechos. Además, dio lugar a un planteamiento de fueros
aquí en la Cámara, que el señor Ministro del Interior
con seguridad debe recordar. Es el caso del ex-diputa-
do Ariel Collazo, cuya vinculación o declaración com­
prometedora. a juicio del Poder Ejecutivo fue realizada
en momentos en que ocupaba el cargo de Representan­
te Nacional. Estaba amparado, pues, por loe fueros, por
las inmunidades que corresponden a un parlamentario.
Pese a eso fue detenido, y ante ia pregunta de varios
legisladores el Ministerio del Interior respondió que lo
estaba dada su peligrosidad, en virtud do su vinculación,
trato o conexión con los movimientos subversivos. Eso
dió lugar a un planteamiento de fueros que la Cámara
aceptó y cuya comunicación debo haber itamdo al Ifi-
nisterie dal Interior.
H doetar Ariel OoHaob .fue detenido el 16 de febrero \
de este año, antes de que se declarara el estado de gue- |
rra interne estaba privado de su libertad al amparo
de las Medida* Prontas de Seguridad, en forma incons-
tttucional, y entoncos, nos preguntamos cómo es posible *
que el 30 de abril, cuando la Asamblea General dispuso^
su libertad, siga todavía detenido. ¿Bn virtud de qué co-.1
nexión con qué movimientos, si estuvo dos meses y picol
encerrado en Punta Rieles?, 1 i-U ente tu,ma. Coma
Porque el articulo 2» en la purb resolutiva, repitan
dice: “Dispáneae que empero las ’dísonas a que se re- |
fiere el articulo iv permanezcan detonólas”. ¿En virtud *
de qué pueden imputársele al ex diputidn Collazo vincu­
laciones con el movimiento subven cuando antes de
que existieran las medidas de «tic. .a interna ningún
Juez había entendido eso, ni siquiera el propio Poder
Ejecutivo d&bia podido probarlo y simplemente era
mantenido preso j>or las Medidas de Seguridad?. Sigo
ria enend«r por qué razón se dice que estando detenido
en Punta Rieles pudo haber mantenido contactos con
ia organiza.’ión subversiva.
parno* del asunto.
Creem«; que tedo lo que pudo haber dicho o hechtá
el ex diputado Col azo tiene que haber sido durante
periodo legislativo ya que ingresó a la Cámara en el
1956 y en ese entonces no existía la subversión. De ms- $
ñera que veremos qué expiicariÍD viene y en ese mo- »
menta nos ocuparemos deJ asunta
Pero las verdaderas causas agüen sin ser atacadas,j
02 5
¡ que llevo en dhto de loa vlefoir
parlamentarios que .... ___ conceder lea knteriip-
clones que se solicitan. Sin embargo pedirla a los com»
pañeros cierta consideración a fin de que pueda avanzar
un poco más en mi discurso, que, por otra parte, prometí
al principio que iba a ser breve, y quiero cumplir coh
mi promesa.
Decía, señor Presidente, que el país en satos motnen- %
tos estaca embarcado en una disyuntiva muy seria, que 3
tenía relación con este problema planteado en el país >
por la subversión: si se atacan las causas de la subver- "
sion o si se siguen atacando sus efectos, Y vemos, con. 1
preocupación, que el gobierne ha decidido atacar estos >
últimos.
En Ja noche de hoy han concurrido a la Asamblea,.
General, justamente, los do» señores Ministros que no ■■
tendrían que haber venido para resolver el problema
de fondo. Esto no se arregl« con el Ministerio de De- :
fensa Nacional ni tampoco con el del Interior. Estos pro­
blemas se solucionan con estadistas, con gobernantes, con.]
,¡ los señores Ministros de Economía y Finanzas, de Gana- 4
dería y Agricultura, de Trabajo y de Seguridad Social, $
' de Industria y Comercio y de Relaciones Exteriores. De-',
¿ cimoa esto porque las causas de este problema están ;
' imbricadas en un proceso eConómico-soclal que mientras
4
| no se ataque a fondo vamos a continuar perdiendo el .
tiempo y vamos a seguir perdiendo víé'vi inút imente, s
•p Entonces, no habremos puesto punto final id problema en 4
sí, que es lo que debe interesarnos a todou. j
Hace pocos días en un periódico apareció una en* |
cuesta en la que se preguntaba sobre las causas de está«
drama que vive el país. Hay una respuesta que da Mentí
señor Cario» Portelli —que yo sepa, hasta ahora, no 04
comunista ni tupamaro—, y que, frente a ia pregunta ;
concreta que le hace el periodista, responde de la si-
breve, me voy a perni ¡Lr leerla:
"Entiende que la difícil situación del Uruguay, salvo
algunos rasgos característicos, es similar a la de otros ■
países latinoamericanos, y sus causas también <son seme- j
jantes puesto que arrancan de una fundamental, común j|
a todos: su situación de dependencia» Aai acontece que l
unos se enriquecen con sus negocios coa el mundo y-'«
oíros viven y trabaja» para nagas deudas y dividendos»
Por la lógica del sistema, la distancia <mtre unos y otros j
es cada vez mayor. Esa distancia se repite en el interior ?
de cada país. Es natural que nadie se resigno a vivir i
en servidumbre, .obre todo cuando se comienza a tomar 4
conciencia do la propia dignidad. Eso es lo que está^
aconteciendo: a medida que crece la conciencia do laj
injusticia del sistema, que sostiene tales discriminación ?
nes, crece también ia voluntad de corregirlo o cambiarlo,;
La crisis actual es «so”, —dice Monseñor Partelli— "unas
voluntad de cambio y una resistencia al cambio. Míenáf
tras todo giro alrededor del sí o del no rotundos, no et |
vislumbra la hora de la paz”. í
Noti parece oportuno traer estas palabras, porque
entendemos que el planteo que hace Monseñor Farteli! .
ataca precisamente el fondo del problema. Nosotros creo-
moa que esta situación difícil que vive el país está re- |
lacionada con el proceso de descomposición económico-w
social que está soportando desde hace uno» cuanto« áñ<ML f
Por eso ee que hubiéramos deseado que en lugar de
señores Ministros de Defensa Nacional y del InterlatgS
hubieran concurrido los titulare« de aquellos Ministeriali
que pueden resolver, atacar } declarar la guerra —estasi
sí verdadera guerra— que habría que hacer a las cau- 1
«as que provocan ia resistencia, la rebelión, las causas
misma» qua están centradas fundamentalmente en la in-
justicia. I
Sin embargo, m natural qué ¡os hechos supervivien­
tes nao bogan temer y guardar paca» esperanzas,

Tenemos en nuestro poder el discurso pronunciado
por el señor Presidente de la República el día 2 de marzo,
en el que enuncia cuál va a ser la política económica
del gobierno. Voy a leer nada más que algunos párrafos
deftaitorios de lo que será esa política. En materia de
nacionalización de la Banca —y esto ee importantísimo
para ios grupos políticos que estaban tratando de negó*
ciar con el gobierno la posibilidad de obtener un pro*
yecto tendiente a tal fin—, dijo el seftor Presidente:'
"Expreso, de manera clara e inequívoca, mi posición con*
trena a la nacionalización de la Banca*’. Seguidamente
agregaba: "En este sentido no estimo necesario establecer
ningún tipo de discriminación entre Bancos nacionales ,
y extranjeros".
Esto que be leído nos está diciendo demasiado como
para que no lo tengamos, en cuenta.
En lo que respecta al agro el otro día tuvimos opor­
tunidad en esta Cámara de recibir al señor Ministro de
Ganadería y Agricultura. Recuerdo que un legislador le
preguntó concretamente cuál era la opinión del gobierno
respecto a la posibilidad do realizar una reforma agraria.
Lá respuesta fue sorprendente, porque dijo: "En este
país, donde existe democracia" —y ahí para mí empezó
a ser sorprendente— "el pueblo eligió un gobierno, el
gobierno de un partido que claramente en la campaña
pre-electoral definió su política, y en esa política no
jetaba incluida la reforma agraria".
Quiere decir, «efior Presidente, que las esperanzas de
pacificación, las esperanzas de que se ataque definitiva­
mente la injusticia, la no justa distribución de Ja ri­
queza, los anhelos de que en el país se aprovechen ra­
cionalmente las fuerzas de producción y de que se evite
la entrega de la soberanía al imperio, son bastante re­
motas,
Entonou, tal vm 1« presión de esa violencia que
tiojr M hutaré cófabatur pueda alcanzar para que loe go-
herbantes de hoy abran loa ojos, y en definitiva entren
„ a admitir que el no transitan por el camino de Uu gran-
des transformaciones estructurales, no «* logrará la pa-
cificación que todos deseamos I felicidad. Después de noventa y tres artos hemos logrado
Estos veintisiete días de guerra que hoy estamos ana*
litando no fueron de guerra contra los tupamaros, y los
compañeros que hablaron en la tarde de ayer y de
antes de ayer y lo dijeron con toda claridad. Esta fue
una guerra contra el pueblo y además, particularmente,
contra el Frente Amplio. Las denuncias que los comparte-
ros Trlaa, Arismendi, Terra y lodos los que intervinle-
ron en el debate estuvleion haciendo constantemente,
probaron que esta ha sido una guerra contra el pueblo,
«e no ha sido una guerra que permitiera asegurar que,
esa forma, se combate 1«> sedición, porque estamos
viendo, dolorosamente, cómo están siendo molestados,
apresados, torturados y vejados ciudadanos honestos y
di* bien de este país bajo el solo pretexto de que de
esa manara se ataca y se combate !a subversión
Afirmamos que la subversión existió en el pais des­
de hace muchos artos. Subversión ce alterar, controvertir
el orden institucional, y yo, que he pertenecido a un
partido histórico,'que en muchas oportunidades debió
apelar a la subversión y que fue protagonista de cua­
renta y dos acta« de violencia subversiva, puedo decir
que siempre ae logró la pacificación por la vía del diá-
logo, dé la predisposición a atacar lea causas pero nunca
10. efecto*.
Aquí ■« h. hablado mucho del dlMur«o del General ) I n~i.7r\nn i
Seregnl, En es< discurso —que además todos loe que I
estamos en el Frente hacemos nuestro— él propone una"» \
solución: la tregua e inmediatamente el diálogo y la paz 1
con justicia social.
Deaeariamos saber qué opinan Jos señores Ministro«
de Defensa Nacional y ¿leí Interior acerca de la posí- 1
bilidad de tregua, del diálogo, de entendimiento y de
pacificación nacional, porque su respuesta de la noche
<te hoy será decisiva para las actitudes de quienes voten
• no el asunto que se ha planteado a la Asamblea Ge
: “ ‘"Mr 4'í ** ' 'i ‘ rv
Étorít/A propósito déW'Hteáón, decimos al eeflór fH» ;
sldante que no se Imagina la sensación de impotencia
que nos da hablar en este recinto cuando días pasados
un senador del gobierno anunció que ya tenían sesenta ..
y seis votoe o más para obtener el mantenimiento- del
estado de guerra interno. Entonces nos da la impresión
de estar hablando a las paredes, de que hemos estado i
perdiendo el tiempo porque lit decisión ya está tomada,
porque ni siquiera hay posibilidades de dialogar con los . .
propio« integrantes de la Asamblea General. La decisión
ya está consumada y tal vez por eso no están presentes
en este instante los sesenta y feis votos que se necesitan
para aprobarla.
Además nos queremos referir a un toma que ee
tocó reiteradas veces durante eutas horas, y es el que
tiene que ver con las calificación««, con la facilidad que
las Fuerzas Armadas y los medí« de difusión de que
se valen tienen para rotular y calificar a loa ciudadano« .
de* este pais. Hoy, con una enorme facilidad, se tilda
a las personas de tupamaros, de comunistas y, todo teofh
además, se confunde ron Frente Amplio. Afirmamos qtta4
eso se hace con toda intención. ’
En este instante tenemos que recordar una frase de.
uno de los hombres de los que aprendimos más en po­
lítica, de Luis Alberto de Herrera, que también recibió
motes, que también fue tildado de muchas cosas paro
a quien, sin embargo, ya a esta altura del juicio de la
historia le empieza a ser, para muchas que no creían
crpél, favorable. En determinado momento Herrera dijo
en la ciudad de Rivera; 'En día no lejano ee verá más
claro por todo« y quizás «<: haga justicia a quienes
tuvieron la entereza, en días difíciles, de resistir al va­
sallaje imperial. Llegarán, como han llegado partí pa- ,
trias hermanas, las horas del tragiclsmo sin IMS cuatem
carecerían de valor y de vida las empresas denodada«”-’1
f Herrera se despreocupaba de esos motes porque sabia ,
3 que finalmente la historia le iba a hacer justicia. Era el
| mismo Herrera que, en 19S8, al dia siguiente del triunfo
7 del Partido Nacional, declaraba a la revista argentina
4 "Mayoría”: "Hemos triunfado, y esto me colma de
deshacer a la oligarquía y a su régimen". —¡pobre He­
t rrera!— "Este ha caído para siempre entre el desprecio
.< del pueblo y el repudio de la nación. Se abre para noso­
4 tros ahora la posibilidad de estructurar desde el poder ,
7 a la comunidad uruguaya que antes defendimos en el
’’ llano". Herrera creyó que había derrotado a la oligar­
t quía y al régimen olfgárqulcc que poseemos, pero vemos
i como hoy todavía está vivo y coleando, «eguramente au­
' tor de todas estas violencias que el país está padeciendo.
?
Voy a conceder ahora al señor diputado Chente la
: Interrupción que me había solicitado porque luego pienso
í terminar esta breve exposición en la que he querido de­
jar marcada claramente cuál ee nuestra posición en
este aspecto,
/Oír. I \
S
02 1 1 23 6 3 9
 8EH0R DURAN MATO# A ota altar* ya no sé
dónde habla quedado.
Los dos legisladores que me hablan |>cdido interrupcio­
nes me van a perdonar, pero terminaré muy rápidamente
y si las sigo concediendo me voy a eternizar en cosas que
no atacan en definitiva el fondo del problema.
Queremos terminar diciendo que en estos acontecimien­
tos que vivimos no sólo se nos adjudican calificaciones, sino
que además —y lo hemos oido muchas voces— se nos trata
de «ntlpatriíis Cómo decíamos hace un rato, toda la vida
hemos sido nacionalistas, muy nacionalistas; provenimos de
una familia nacionalista y el concepto que de patria tene­
mos, reiteradamente hemos intentado definirlo y finalmen­
te hemos terminado admitiendo que no hay mejor defini­
ción que aquella que hace setenta años diera Aparicio Sa-
ravia en una de las cartas dirigidas a su hermano Baxilisio,
cartas que vale la frena que todos lean. Ahí se define el con­
cepto de patria, que hoy, setenta años después, podríamos
suscribir en la misma forma, y leyéndola queremos termi­
nar nuestra exposición. Dice: "La patria e* algo más de lo
que tú supones. Ixi irntrla es el poder que se nace respetar
por el prestigio de sus honradeces y por la religión de sus
Instituciones no mancilladas. La patria es el conjunto de
todos los partidos en el amplio y pleno uso de sus dere­
chos. La patria es la dignidad arriba y el regocijo abajo.
La patria no >ss el grupo de mercaderes y de histriones po­
líticos que hi.n hecho de la* prerrogativas del ciudadano
nubes que el viento lleva y que se sientan hoy en donde
se sentaban próceros y adalides en loe tiempos heroicos
de nuestra historia".
Con esta concepción de patria no tenemos temor a loe
epitetos, a los adjetivo», a la* calificaciones, a los rótulo!, ;
que los verdaderos enemigos de la patria o su* sirvientes
nos puedan de» ir. ..

Yo no soy jurista y
pido a los que lo son que me ayuden a resonar en vos
alta.
Tengo entendido que en materia civil y penal se
es inocente hasta que se prueba lo contrario. Parecería
que en las leyes <fe la guerra, según nos lo describiera
el señor Subsecretario del Interior en la noche do hoy, la
cosa es al revés: todos somori sosMeboeos; hay quepro-
bar que no soma* tupamaros. Entonces, «atamos presan*
ciando esto que m narrando: UévM mms *
guien y lo retienen cinco, dies, quince o velóte días, nasmhí
que por fin se puede probar que no tiene nada que vs*g|
Mientras tanto, lo tienen encerrado y a veees le tras**
ladan encapuchado y otras /«cea lo torturan.
Yo pienso que eso no pueden ser ¡as leyes d<'#W
guerra, porque aún cetas deben tener sentido común* IR
ejía explicación que nos diera hoy el seftor SubeeeretarUr|
lo único que no tiene es sentido común. * W

02?
 SEÑOR DURAN MATOS, — No nos vamos a extender
demasiado en el problema planteado por el veto del Po-
de. Ejecutivo, porque* ya lo han hecho y muy bi»en la
mayoría de Hg legisladores que han hablado hasta el mo­
mento. Sin embargo, nos parece oportuno hacer alguno«
comentarios en esta oportunidad en que se reúne la
Asamblea General, sin número por la ausencia masiva del l
Partido Colorado. । lidad que hoy no exhibe, y que determinó que sin nin­
Fi. primer lugar, nos llama la atención la preocupa-?
rem del Pod'-r Ejecutivo por la constllucionalidad o ln-
-ionalldad de esta ley. mostrando una senMblií- •
S /HiP o'i tuvo para otras cos.is. entre las cuales está,
"i ' ne t ..■riprj) i fodn c.fo, que ej m;o 1
ce Uí» Medidas Prontas de fírguildud,
Además, no es el Poder Ejecutivo quien debe deter­
minar si esta ley es corulitucional o no. Todos /»abemos
qt*e existen tos resortes adecuados para ello, y en esta
emergencia el Poder Ejecutivo pretende cerrar las posibi­
lidades, a funcionarios que fueron mal destituidos por
abuso da poder, de restablecer la justicia y devolverles
. loa derechos que tenían antes de que ese acto de prepo- ¿
tencia se cumpliera. | ciones que quiera llevar adelante. ¿Cómo es posibx, sos­
Este episodio de hoy no es un hecho aislado, sino ¡«tí
consecuencia de una política que durante varios ano» s<?
ha venido dando en el país ,y que se na caracterizado pon
las Medidas Prontas de Seguridad, por el abuso de poder, ¿
por los actos de prepotencia, por las atrocidades y bar-^
Paridades cometidas al amparo de medidas exlraordina­
nas. Todavía recordamos la situación de funcionarios
destituidos luego de haber sido movilizados y maltrata­
dos en la rambla, como el caso que muchas veces se re-
Latara en el Parlamento, de funcionarios de la Ute que
tuvieron que sufrir vejámenes de inda naturaleza, lle-
Bdos a cabo por el Gobierno para amanear a una clase
i bajadora que estaba reclamando por sus derechos.
Y cuando hablamos de abuso de poder y de injusti­
cia» qué lie han cometido, no podemos olvidar que jus­
tamente, en «4 «ftifi de hoy se cumplen seis meses de otra
qw oportunamente denunciamos en la Cáma­
ra. el caso de Ariel Collazo, detenido, confinado arbitra-
llámente »1 amparo de las Medidas Prontas de Seguridad.
Y a toa Mia meses de su confinamiento se me informa
que precisamente ahora ha sido sacado de Punta de Rie­
les y llevado a un cuartel, donde se le intenta presionar
para someterlo a la Justicia Penal Militar en forma ab­
solutamente inconstitucional. Vemos, entonces, que la sen- ,
sibllidad que el Poder Ejecutivo dice tener con respecto dá
la constltucionalldad de esta ley, no ia exhibo en otrag'J
circunstancias,
02 3
Adémfe, hay en forma muy clara que cuan­
do se trató en Cámara al proyecto que hoy nos con­
grega, las barras estaban llenas de ex funcionarios des­
tituidos por el régimen anterior. En ese momento, la ban­
cada del Partido Colorado también mostró una sensibi­
guna observación se prestara a aprobar un proyecto que
luego pasó al Senado y también fue aprobado, Pero hoy
comprobamos que esa misma bancada que votó .sin nin­
guna vacilación, precisamente porque estaba siendo vigi­
lada, mirada, observada desde las barras —pura las que
demuestra sensibilidad en algunas ocasionen— hoy que
las barras están vacias no aparece en fíala para levantar
este veto que restablece la Justicia para tanto funciona­
rio destituido.
(Ocupa la Presidencia el señor senador Capulí.)
—Además, decimos que no entendemos esta auto-
flagelación que se impone el Parlamento. No es posible
admitir que el Poder Ejecutivo deba imponerle a otro
Poder del Estado, como es el Poder Legislativo, la» solu­
tener que se está defendiendo las Instituciones, si cuando
llega el memento de hacerlo efectivamente, como en es­
ta oportunidad, no se hacen presentes para sostener lo
mismo que hace veinte días o un mes en la aprobación
de este mismo proyecto? ¿Por qué renunciar a su cali­
dad de Peder dentro del Estado? ¿Por qué admitir que el
Poder Ejecutivo tenga que Indicarnos las normas y so­
metemos a sus designios? Es evidente que este es un ca­
so flagrante de masoquismo político y, en lo que tiene que
ver con nosotros, decimos que no estamos dispuestos a
entrar en epe acto de masoquismo generalizado, que hoy
estamos comprobando son verdadero dolor.
Finalmente, señalamos que votamos para que se com­
pela a los ausentes para el dia de mañana, esperando que
estén las Barras llena» de ex-funcionarlos, para ver si
de esa manera se consigue que se restablezca la sensibili­
dad que tuvo haca veinte días o un mes cuando este
proyecto se aprobara en las dos ramas del Parlamento.
23 639
 "Moclonamos para que se declaro urgente la canal-
do ración del proyecto relativo a la reposición de lo» fun­
cionarios destituidos por Medidas Pronta« de Seguridad.
A. Francisco Rodrigues Camueso. Eduardo Viera. Jorge
Duran Matos, Enrique Rodrigues, Juan Pablo Terra, En­
rique R. Erro, Hugo Batalla, Vlvián Trias”.

4Tb
^RWl'.DO/

024 > jó 9

SEÑOR DURAN MATTOS. — Brevemente, señor Pre­
sidente vamos a decir algunas palabras.
El sefter legislador Mlchellnl terminó su exjNjsidén di­
ciendo que él no esperaba, ni creía c¡uc todos los argumen­
tos dados esta nfx-hc aquí, y en otras noches similares ,
pudieran ser exitosos en cuanto a molificar las convicciones
tle los que llegan a esta Asamblea General dispuestos a
votar.
Cunto», mo* que cuando en la primera Asamblea Gene­
ra?. <*i «eftnr senador Micheiini repitió Jo« mismos concepto»
que dije hoy: noaotroe nos sentimos 1 profundamente defrau­
dados. Todavía creíamos que en esta competencia de dlaléc- |
tica qu«» se da en la Asamblea General algún valor tenían $
los argumentos de unos para penetral.' en los de otros y do ;
esa manera razonar todos juntos en beneficio común y ?
del país.
Lo.« hci líos nos demostraron que no es así. Sin embur-
«lo destacaba el propio senador Micheiini hace un rato,
atas horas que pasamos en la Asamblea General hemos
podido comprobar que de alguna forma, aunque sea ¡xxm»,
se han empezado a abrir camino Jns planteos que el Frente
Amplio viene realizando desdo hace vari«* meaos, Esto, no
deja de ser alentador en instantes en que la Asamblea (I««-
neral se apresta, ya con las mayorías conformadas, a tomar
decisiones.
El señor Sub-Seciotario o el Ministro de Defensa Na­
cional, no recuerdo bien, en una de cus intervonclone« ha­
bló de la dureza de la guerra, no sé si con la idea de jus­
tificar de alguna forma algunos execro» que, en esa lucha
q*M tenemos y que tiene tanta dureza, se hubieran come­
tido. No «é si fue esa la intención, pero lo recordamos que
este país ha tenido otra« guerras. Esta que se mencionaba
hoy no es la única. Nogotroe no hemos sido testigos do
otras guerras, en razón de nuestra tdad, pero hay gente
que vive todavía hoy y que fueron protagonista« «le otras
guerras en las cuales había también prisioneros y muchos
muerto« y donde las condiciones de lis mismas eran muy
duras: pero no recordamos que <« fila« hayan ocurrido cpl-
corvo fcüfr que «r tanwBriw» en rwtoe momentos.
Bnevemesér qamvwm* tacénra ■ a un documento que
• i* pera ser recortad» hoy porque, aunque no «orno«
» que «otarnos mirando continunnente para atrás, a
veces es necesario echar una ojead* hacia «1 pasado.
, Deo, señor Presidente . Hace Mxfuüc«d de síhj» que Pues- ,
tro país, cuyos destinos han sido usuri^adus per um «¿Hé*
pación de hmíoh fiutatane», vwr «fetonte um srtuacidn j
tasesperante, tanto «si el ortan tateten eusne «a al oetav
-ivil. 1.4 libertad no exuto ab*dutamesSe e» ntMWlra Rrpd- '
blica. Ningún c«udndana independiente ttene derecho a to
m.'ir participación en Ja vida publica y hasta la libertad
ifidividiud, la más Migrata de tota» iv* taerCwito« ¿.'wcrá-
IK .I.S, ha sido y es violada «mstantomaute, con» s iceta en
in netii,ih<l:i(i con I«h aicxinatoN mona!ruov/t consumadm
por bis fuerzas gubvrnhtas contra indefensa« paisano« y ;»
las > tersoci ir iones «|<* todo género que «ufren, «m geiwml, ;
!<»•■ htthiltnm* de Iti noción”. . í
/ (iíTr
PHKfSAOS
025
Acoto, señor Presidente, que nos resulta de una vi­
gencia tremenda esto que estoy leyendo.
Continuo: “En el orden civil o administrativo, se de­
fraudan los dineros de) pueblo do una manara escandalosa,
eonvlrtiendn los asuntos públicos en negocios leoninos, per­
siguiendo a! comercio y a la industria, abatiéndolos en vez
de fomentarlos, con impuestos y trabas onerosas. Se aumen­
ta la deuda pública en cifras fabulosas a pesar do presu-1
puestos enormes que no obstante concluyen siempre con |
«leficil y realizándose negocios de empréstitos ruinosos y *
operación«.s financieras ridiculas, con el solo objeto de co­
brar coimas. Se prodigan los grados militares do manera
bochornosa y, por último, como resultado de todas esas
exucciones y corrupción, han producido la ruina y la mise­
ria del pueblo, que en su inmensa mayoría por miles le
compatriotas han tenido que emigrar a la República Ar­
gentina":
Esto fue dicho, señor Presidente, el «¡c marzo «le 1897,
y firmado por Aparicio Saravia. Es necesario remover un
los episodios hiattaicoe y compaginarlos con lo que
estnmo* viviendo. Entonces vemos que también en esa épo­
ca hubo c<.iTellgionaric« de Aparicio Saravia quo lo nega­
ron y que pactaron con el dictador. Ayer como hoy so duba
el hecho do que había hombre« que luchaban a favor do
<a historia y otro« que lo hacían en su contra.
Voy a leer lo que decía Acevedo Díaz a Aurelit no Ro­
dríguez barreta, en una carta de esa época: "No ea menos
cif'rto que le recibí con todo mí afecto en las asperezas do
Aceguá cuando fuiste en mMóti de fraternidad y pa?. Pero
ni abrazarte no mo dljtote que habías tenido algún» días
en el bobillo un nombramiento de diputado emitido por el
-“ñor Rilarte Borda, tal que sólo te desprendiste después
de me«iitar¡o mucho, dejando a salvo en tu renuncia la p»
mica de aquel gobernante".
Naturulménte que Apa ¡icio Saravia pasó a la hi«torÍH,
está inscripto en ella. En cambio, algunos otros que se le
opusieron, > «lamente son recordado* hoy en día. en el dia­
rio de alguno de tu* parientes.
l-.x importante q«u> «e «tig», que en cuanto a la lucha
j hi las Idx jtades. no puede haber tranveción. En e«ta Ju-
«’hit. todos los Micriflrh» son válidos. Naturalmente que ta
“sh, «mo t)!g«>, no delie desprenderse que naeeenrtamento ji
estamos p/drocinandn. hoy, las mismas solucione* a las qwt ie
.■'«•(’un ió Aparicio Saravia en 1897, porque no en vano hwi »
tt 'tnsctirrlih ««tonta y tantos años «le vfata cívica» dH p»«<
Pero sí tdguo siendo válida la lucha, la «iefema «-■»rMdavtte, -4g
tenaz. IndtvIhMbli'. |>or la defcniK ta las Ubrrtadew, anta |
d<» la cimi nudh debería aj»carne í
Sin embargo. sc.Y»r Pretidente, veo con takir qta cm tg W
pr«'nsa de hoy do rnoñ ma, antes de ermorerse la tachdóií »
d<‘ Ih Asiunbh’ ». ya so menciona su tosultadr», V> q»«e de- ®
noto que «d mismo fue pactaflo. negociado, transado enhe J
vhII«m y media* mx lics, «ai algún »alón. corr^Kmdtamta » j|
quien h.»Im’ «pie otras contratarte*, que se pondrán ta nw-
nífiest«» en los próximos tiempo«, a|
Raftero aaftor Pne^wlent«'. que hoy Mgtio « àlida
«a prodama W Sanrda instando » h»« har |>or I i »
¡librata«, Hay qta hantMir por las libertades, incluí « ron
la saniti ?, cun la vídii. y ta thWMriaa en «alones a tantino
de podtlKm«i.
fllé qua im capto ta taMamear a Joa que ya a*tán
<!(■(■). 1Í-I..S. pero me importaba que quedara «’onstancla en
H i.i-. <1- que fuimos, somos y seguiremos siendo princlpiata»» /
oí lo que time que ver con «rata materia Sfigtoriiflna» ftoltaJ|
i nuvstio histoi ih, ti c’-a hUioria qoe na» dwta y *
UM..«.oU- q!;< „1 d,.,., Ó...,k. ,(rj' ? . n,Atl.vV ’
el fuftim, qtrti' xer.t el de ios autontico* orientales, porqué
a libertad tendrá que triunfar «iefínltivamenta en el país.
.Muchas gracia*.
. .... . .. .................... -.. 2 ?■
 P) El Ministerio de Salud Pública constituirá una
Comisión de Médicos para fiscalizar el estado sanitario
de jos detenidos cuyos integrantes deberán poseer el
prestigio y la significación técnica suficiente que asegure
información competente y objetiva. Hus dictámenes se
harán públicos. Esta Comisión podrá actuar de oficio, a
requerimiento de los Ministerios de Defensa Nacional o
del interior o de la Comisión de Legislación de la Asam­
blea General. 8u designación se hará antes de los dies
días de la fecha, y comenzará a actuar de inmediato,
2«) El Poder Ejecutivo deberá concertar dentro da
diez dios con la Suprema Coi fe de Justicia un procedi­
miento que: a) garantice a todos les detenidos cual­
quiera sea la jurisdicción a que accedan, la libertad de
elección de sus defensores y la comunicación periódica
con éstos; b) determine las condiciones en que podrán
ser trasladados de sus linares de reclusión los procesa­
dos .cometíaos a la Justina penal ordinaria, a cuya dis­
posición continuarán estando en todo momento,
Enrique R. Erro, Zelmar Nichelini, Enriquc Kodri-
gyex, A, Francisco Itoci ri <nez Cani osso. Jorgc Du­
ra n Matto«, 1 sidro Etchcgovlicri, Luis Ima», Juan
Chetilo, Walter Mariinez Gallinai, Vlvian Trias,
Daniel Sosa Dia», Jainie Pére«, Oscar Bruschera.

h -L,SAGO/

02 6
 "Proponemos que Ja Asamblea General declara ur­
gente la moción por la cual ae decreta la libertad de tari
W detanldt» bajo «1 ampare de bu Medidas Pruta del
Seguridad. — Setenar Mfcteüni, Enrique *, Srro, Iaidsi||
Etcbrgoyhen, Luis Imús, Vlvián Trías, Eduardo Viera, Oe*¿
<nr Unwrlrria, A, Francisco llodJj’ucx Camueso, Knrl*
(|uc llodriHucz, Jorge Durán Matos, Waller Martínez Ga*>
lllnal, Daniel Sosa Diaa, Jaime Térra y Joan Chente”.

Encomio» cluse a in ComMón de Ú*Wtetíén (*» M 'Atan.-

hku (rtM’vral cl mnlrnlnr de la aplicación que el Poder
EIvi luga de Ih* fac-ultadcH otorgadan )«or la prese no-
tendí idón. Z<-linar MichHInl Juan Pablo Terra Enrique
1 ¡odrlgue/, Eduardo Vicia, Jorga burén Molto«, tnídrn El-
(lugoylu'ii, Wladimir 'i'uiiunHky, ,l<««é Luis Vi'lga, Nebio«'
lian Ellz -Irv Enrique Erro, A Franc luco terdrig i» Catmiaon, |
Jaime Pérez. Hugo Batalla, Walter Martinen Gidiinal, Lui* 4
lion», Antonio Snrachu, í'arlon Texrira, ChL Ar Bruachera" A |

02 7 ’4 23 639
 SEÑOR DURAN MATOS. • Comienzo por decir que
lamento profundamente que no estén presente» los se­
ñores Ministros correspondiente», como debiera ser su
obligación, en momentos en que el Parlamento se apre»**
la, por séptima vm. 1 suspender ¡a» libertada» en ei
imclaltva no ha nido repartida aquí; ihm enteramos do -
ella por la prensa.
Vuelven, ahora, a cambiar las condicione« y las clr
cunsUneias, y la explicación que el señor Ministro nos
da para »olícitar la prórroga de la suspensión de las
garantías individuales, significa «asi sucedió anoche» la
repetición de algunos de los conceptos que se expusie­
ron en oportunidad de la sesión de la Comisión Perma­
nente.
El señor Ministro expuso, anoche en el sentid» de
que la subversión estaba niililiirmenlr fri minada, pero
que existía 'atente en el pan Poabbioeiitr con esta can-
^^cion, el señor Ministro del Interior piensa terminar <1
WFmandato de este Gobierno
!J‘go y afirmo, señor President». que la subversión
no tanninaré mientra» no se ataque a fondo las causas
que 1» generan. En cierta oportunidad en que se plan­
teaban eras mismas cosas en uní Asamblea General
anterior, tu .’irnos que no eran lo« Ministros de Delenoi
Nacional y del inteuor ios que teman que venir acá pa­
ra combatir la subversión, -i no que los que tenían que
hacerse presentes eran los Ministros ríe Ico norma y Fi­
nanzas. de Industria y Comercio y de Traba!» y Hegu ■
ridad Social, entre otros, es decir, loj Secretarios de Es­
tado que podrían, a! quisieran, atacar la» causa» que ve­
neran ¡a subversión. Esto no se ha hecho, Ha transen*
rido cual un año y la» causa» no nm ni lene ti Iniaclíi« y,
por lo Unto, «e seguirán dando en la mi»ma forma, liu
solicitudes de! Poder Ejrcuilvo al Parlamento para que
se sigan prorrogando esta» medidas extraordinarias.
No nos vamos a extender demasiado en nuestra ex­
posición. /jorque entendemos que ya se han dicho mu­
chas cosas. Pero no queremos eludir un tema que creemos
?s ei punto central, candente y el que nos apasiona: me
refiero al que el Parlamento rr> quiso deliberadamente
tocar se lo escuchamos decir los otros días a un líder
político- esquivando, incluso, Ii perspectiva histórica que
teman estos acontecimientos.
Bl algún día los historiador*1», pretendiendo recons­
truir los episodios de febrero, se remitieran n las ver­
siones taquigráficas de lo eventualmente ari mulo .1 ni­
vel parlamentario, encontrarían un vacio tremendo vi
Poder Legislativo no se sintió rozado, en absoluto, »»or
esos ataques a las instituciones, hechos por los que di­
cen defenderla.
Y aquí entramo», señor Presidente, al tema de fondo.
No podemos entrar al tema de fondo .sin aludir a ios
acontecimiento« previos. No podemos hablar del lema de
fondo sin mencionar, sin recordar aquella declaración
riel Club Naval del año pasado, en la que los integrantes
de ia Armada Nacional manifestaban su preocupación
j>or temas nacionales e Indicaban ya la existencia dr
otra cosa a la que consideraban muy importante, otro
tipo de subversión. Estaban mostrando el interés y la
preocupación de ciertos oficiales do las Fuerzas Arma •
oas por estos ternas. Poco tiempo después, el Brigadier
.lauoae ea oportunidad de un homenaje al procer Arligas
marcaba con claridad la existencia de otra «ubvcrMon,
de una subversión que él tildaba, en aquella oportuni­
dad, de mucho man grave, significativa e importe
que la que podía haberse establecido ron la otra
la que »e pretendía combatir.
Decimos, señor Presidente. que «sto no fue lo MOO/braria de consolidación de la guerra'. iüg per Juicio de
Lu prepon de ulgunns uIUmií#* tint itn fa
métti***'» ‘lavé# d* lo» otando», «obre ios Micho« eco*
nótwsqk, muestra, también, el interés y la mMxmpucivn <
de etrtv cuerpo, de e,da organización, iwr intervenir <n ,1¡ cunuuidu. Gomo í*r «aáae «•>
los UMB* nacionales. J —
T ‘ata» ertsrramrM a» <r*w«*ntm' d* (ww**-»»’02
f‘l 24 <},• ios
Uruguay. Y e»o que ei señor Ministro del Interior, cuan­
do comenzó su disertación anoche, dijo que estaba dis­
puesto a quedarse aquí a contestar todas las preguntas
que se le hicieren; «oí presi vamenie, a las tres de la ina-
iimh. decidió retirarse y. con seguridad, no va a vol-
vuj. Lo lamentamos. entre otras razone» porque vamos
4 anahzar y comentar alguna de las cosas que el señor
Ministro señaló, y nos hubiera gustado mucho tenerlo
,'í
presente para dialogar con el en e»ta emergencia.
filete veres, con esta, señor Presidente, en menos de
un año. se ha pedido a este Parlamento que suspenda
las libertades. En seto opoi tunidades -hoy »era la sép­
tima— ei Parlamento accedió a tai solicitud.
Y es bueno recordar lo que sucedió y se dijo en ta
les ocasiones, particularmente en las tres últimas.
l n el mes do setiembre ultimo, cuando se prorrogó
ln suspensión de garantías, el entonces Ministro del In­
terior doctor Lrgnanl, informó sobre la situación en que
se encontraba el enfrentamiento con la subversión. Te­
nemos presente que nos dijo que la subversión estaba
terminada y que solo se precisaba tiempo para poder
dar lugar a ios trámites procesales de naturaleza judi­
cial; incluso pidió que el Parlamento votara las inicia­
tivas que determinaban aumento de Juece., y de Tri­
bunales Militares.
En noviembre vino otro Ministro, que vuelve a re­
petir Ift misma explicación: quedaban por procesar mil
y tanto» detenidos. .va que el tiempo no había alcanza­
do Y reclamaban, otra vez, una prórroga para, preri-
-nmente, )>osiblhtar aquellos proceso1, y terminar. .Jcíl-
nltivwtnte. ron la subversión.
roaterlornwiHe ocurrió ei planteamiento del proble­
ma uñte la Comisión permanente, Esta, consideró la cues­
tión en «calón del 15 de lebrero del corriente año. De
la moma vunio» a dar lectura a una parte de su versión
taquigráfica, porque creemos que ln cita es importante.
El señor Ministro del Interior, doctor Bolentuu, ma­
nifiesta, en aquella oportunidad: "¿En qué situación nos
«neóntramos <*n el momento actual? ¿Cuales son, en con­
creto, los fundamentos por los cuales se pide la prorroga
de la suspensión de la segundad individual hasta el 30
de marzo? Existe, u*nor Presidente, a disposición de la
Justicia Militar todavía, nn haber sido procesados. 41
personas. Me nennlto destacar 1« comparación de las ci­
ñas al 30 de noviembre de W2 y la que estoy propor­
cionando en este momento, 25 de febrero de 1973".
Precisamente el de noviembre de 1972, fue cuando
«1 Ministro del Interior de Ja ópera, doctor Malet, hacia
referencia a la cantidad de, detenidos que todavía que­
daban sin prorerar.
4
FMh era la razón que invocaba el Poder Ejecutivo
p.ita solicitar la prórroga de la suspensión de la» ga­
rantías individuales: 41 detenidos, en tales condiciones.
P* io ya en la u¡>ortuuldad de la Comhaon Perma-
nenle empieza a eabozarse otra cosa. Algo que *e dijo,
• 11 u|.iella instancia, queco un poco ÍJoundo y hoy. si,
se concreta.
hablo de la ley de estado j>cíUroso. de la nece­
dad de terminar con esta «itiMuíón de emergencia y
fie consolidar junchcamernie la cueMfrn. En esta oca-
'iun. en la de nuestra rruisuvn ¿e hoy- ya se nos ,
municiona, en cambio, el levantamiento de ceta wepen- .
: imi que *e propone a la Asamblea General a la apro-
¡mi jó|i de un proyecto de ley que antea se llamaba "dé
estado pehginxo” que ahora, como una ironía, es deno«
mlu.idu ’ ib* consolidación de la paz", aunque yo la nom-
4
z p.um, út- Mufidu mn el Ministro cuando señalaba que
oo Jtnpoilabu vi lU/ihhlV i» HlWfllMii* M < O* M»
ll.illi f» CO4H, Sino íb • it ♦¥ J*Ì*»VWS. *» pfÓpló
al pasar— tal
8 i
ii como estos estimulaban, fomentaban y mantenían lia' |
causas de la subversión, existiendo en dicho comunicado un
emplazamiento claro al .señor Presidente de la República,
para que llegara a una solución.
Esto dio lugar a la carta abierta que hiciera un se­
ñor senador, el de febrero, utilizando una audición
de radio, en la que observaba .severamente esta Inge- ¡
rencla o intervención en los acontecimientos políticos de
las Fuerzas Armadas.
¿Seguimos recordando los herhos, porque es bueno ma­
nejarnos con ellos. Al día siguiente, el ¿ de febrero, el
Presidente de la República contesta al señor senador Vas-
cuncelios. E»a respuesta lúe considerada débil por las
Fuerzas Armadas. Tanto lo fue que. dentro del apaiatu
de gobierno se produce una tremenda crisis política qUQ'
determina y obliga a la renuncia del Ministro de I)e»
tensa Nacional, a que las Fuerzas Armadas, lina i menté#
hicieran un comunicado contestando al señor senador
Vasconcellos, que desencadena, posteriormente, jos he­
chos de los días 8, 9, 10, 11 y 12 de febrero.
Queremos detenernos un minuto en esta respuesta
oe i«« Fuerzas Armadas ai senador Vasconcellos. señor
Presidente, haciendo referencia, además, en este momen­
to, a una discusión que hace un rato se planteara entre
el señor senador Mlchelini y algunos representantes del
régimen, aquí, en el Parlamento.
En esa respuesta que dieron las Fuerzas Armada*« al
señor senador Vasconccllox. se dice punto 7“ que "«»
han señalado hasta aquí todas las inconsistencias de los
gratuitos agravios inferidos por el senador Vasconcelos,
pero no debemos considerar todas estas manifestaciones
solo ccxno el producto de una urente enfermiza, sino,
per vi contrario, ellas responden a una maniobra pon tica
de ia que el senador es portavoz, en un intento parti­
dario que sr le muestra esquivo."
Aquí ya eb hace referencia, a In existencia de un a pa­
tente complot |K)lilion partidario. Naturalmente se tiene
iiue referir, cuando habla di* “partidario*', a la esfera -h
(ir ios partidarios del gobierno,
Dice mas adelante, en el punto B’ La situaron cal-
mente grave por la que atraviesa nuestro país, ha lie- I
vado a las Fuerzas Armadas a la di yuntlva de jugar «u |
prestigio en defensa de Iia más altos Interese« de 11 Nu- ^
ci(M), lo que ha obligado a sus mandos a adoptar la de- í
cisión de impedir ¡muras acusaciones o dolosas opera- $
clones ruilqulera .sea Jn investidura de la autoridad qul
t-n cll;v tomo jiartc activa, posición esta a la cual no
renunciara".
Nos preguntábamos, cuando leimos esto en la prime­
ra emergencia, si cuando se dice "cualquiera sea la in­
vestidura" también se incluye al Presidente de la Re­
pública. Después vimos que si, que también lo incluían,
En cuanto al punto anterior, y ya hace un rato
se planteó una discusión entre el señor legislador Mi-
chebni, repito, y algunos integrantes de la bancada di*
gobierno , se reprocha ii lo« integrantes de la bun.'aua
de gobierno su .iu mis Ion, su blanduja, su enlregamirnlo
sin pelear i rente a estos ataques que se le lot muían u
políticos partidarios que Integran, naturalmente
la esfera úe gobierno.
Noaolros, recordábamos, señor Presidente, iigreg.tndo
am* noto de humar, al «c quiera a todo oído, una peñen
ia .| toban« en 1* que el Intérprete derla' Dios inio. Dios
r.iMi que n i snu>rr no me engañe, que si me engaña no
releje í£.íe sí me entero no se enteren mis amigos.
En este caso. estamos en presencia, señor Presiden­
te, de un grupo político que ha trido entuñado, de lo
que se lia "'nt erado todo el país y, sin embargo, no m-
r!fte«,ta la menor erupción en la piel ix>r loa acontecí
raaentcM nt e® cuenta contra quienes estos fu?- <
ron dúrl^id&s«• -■■■ ■ ■■ —- • -_____ _ _____... , .-.»SJ
Seguimos, seftór Presidente, analizando los qconleci-
m lentos de esos dias críticos de febrero.
El 7 de febrero se designa al nuevo Ministro Fran­
cesa; renuncia el general Martínez. Y en esa Instancia. se
empiezan a desencadenar acontecimientos nunca vistos en
la República. Un comunicado de las Fuerzas Armadas en
el que desacatan abiertamente al Ministro de Defensa
Nacional y al Presidente de la República y exigen la re­
nuncia de ese Ministro.
Esa noche, el señor Presidente «ale a la televisión, í
-acompañado del Ministro Francese, hace la defensa del
mismo, dice que debe quedarse, que ese Ministro honra
u las Fuerzas Armadas y al gobierno, insiste en eso, con- ;
voca a! pueblo - ya alguien comentó hoy cuánto pueblo
se reunió luego de esa convocatoria— y cuatro dias deu-
pués vuelve a salir en la televisión y dice que aquí no
lia pasado nada, que ha habido un entendimiento com­
pleto con las Fuerzas Armadas. El Ministro Frúncese, por
supuesto no aparece, ya hay otro Ministro y se pretende
complicar en toda esa operación a algo que está desa­
pareciendo, de lo que digo que ya cas! no queda nada,
oue es la democracia de este país.
En esa oportunidad, en esos días laa Fuerzas Armadas
( laboran un plan político, sobre el que se ha escrito mu- .:
vho se ha hablado mucho, se ha analizado exhaustiva­
mente. Recién realizó un análisis pormenorizado el señor
legislador Ortlz. peí o es uno más de lo« tantos que ge
lian hecho.
Entonces, empiezan a aparecer circunstancias que
obligan a que fijemos nuestra posición.
En todos esos episodios hubo un gran ausente; el pue­
blo El pueblo no apareció ni cuando fue convocado poir
Hurdaberry ni después del Pacto Bolso-Lanza; el pueblo
.sigue sin aparecer a partir de ese pacto. V si se quiere,
’ n todo caso, la única manifestación popular que se rea­
lizó en nqliél momento y hasta vi presente, ha sido, pro-
ricamente, la hecha por el Frente Amplio. Entonces, digo.,
I el pueblo se mantiene al margen de los acontecimientos.
Esto es muy grave, porque echa por tierra todo ¡o que
' ■I significa la democracia. Naturalmente que esto nos obliga
¡t sacar conclusiones. La primera que sacamos, señor Pre­
sidente, (M que la» Fuerzas Armadas han Incurrido en
desacato, a! negarle autoridad al Ministro de Defensa Na-
< lonal designado por e| Presidente de la República, Co­
mandante Hupremo de iss Fuerzas Armadas.
Además, décimo« qué ese desacato se realiza con vio­
lencia, porque se incautaron de radios, emitieron comu­
nicados. exteriorizaron fuerza con tanques, barricadas,
tropas en la calle y, también, cambiaron el rég'men ins­
titucional de! país.
Yo te preguntaría ai sañor Ministro del interior - que
lamento no esté presente en estos momentos remitién­
dome a un comunicado de ios Fuerzas Armadas, si esta
actitud no es subversión. Y yo diría si no es sedición,
desde el momento que por la violencia, se sustituyen y
se cambian las Institución«»
Aquí leemos, en uno de los comunicados, lo que las
Fuerzas Armadas definen como subversión y sedición. '*
Dice que la primera está integrada por todos aquellos J
actos o situaciones ajenas al derecho público, ai estilo de
vida autóctono y a la básica escala de valoree morales .
que deterioran el ordensmiento institucional, social, mo- |
ia! y económico nacional. Eso es subversión. Luego dicen &
<(ue la sedición está constituida exclusivamente por parte J:
oe la subversión que pretendo alterar el mencionado or- 4
(lenamiento, empleando medios violentos o bien por, la *
lucha armada.
D;go, entonces, señor presidente, que se ha configu- .f
<
á rado acto de sedición jxór parte cíe las Fuerzas Armadas.
. ... .«oM
1
¿
23 639

flKÑOR DURAN MATOS Sigo analizando. señor
Presidente, las consecuencias de f»os acontecimientos del
mes de febrero.
Digo que se persiste en la» actitudes tuitrriores. al
jjretender corregir las consecuencias y no las causas del
deterioro político, social, económico y moral que padree
la República Hay campaña« de moralización y no se ata­
can las causas que generan esa inmoralidad.
Se sigue, -lo vemos hoy. por algo estamos reunidos
aquí— atacando las consecuencias de ¡a subversión, y no
se han tocado las causas que la generan. He persiste, pues
en él error anterior He mantienen restricción» s a las li­
bertades que, obviamente, hoy nuevamente se van a
votar.
Además, .señor Presidente, se anuncian nuevas me­
dida;« represivas, como las contenidas en este proyecto sin
nombre. He mantienen, señor Presidente, los mismos man­
dos militares que estaban antes de febrero; ¡os mismos
mandos militare.« responsables de las tortuias Hesponsa-
bles de los vejámenes y torturas que fueron denunciadas
en este Parlamento cientos de veces, sin que a nadie se
le moviera un pelo, Eso se mantiene antes y después de
febrero; se mantienen los presos políticos antes y después
de febrero Y cuando uno creía que había terminado el
conflicto, que luego de ello sobrevendría una amnistía,
¡a respuesta Je este Poder Ejecutivo, de este nuevo Po­
der Ejecutivo que ahoya tenembs, es este proyecto feroz
de ’ estado peligroso”.
Por supuesto, señor Presidente. si democracia es go­
bierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo, aquí no
hay democracia. El pueblo no ha participado en nada de
esto, no ha sido consultado, ni directamente ni a través
de sus representante».
Finalmente, o! "pian político", esbozado por Jas Fuer­
za» Armadas on los famosos Comunicados 4 y 1 de 1273.
En esos comunicados, que nosotros tildamos dé ver-
balistas, se hacen enunciaciones que, naturalmente, mu­
chas las compartimos, aunque entendemos que algunas
C.c ellas se quedan en mitad del camino, Pero esto no
pasa do ser un texto, letra muerta, en la medida en que
no estén respaldados por los hechos, que no se deven a
la realidad.
Además, expresamos que estos comunicados no tocan >
t i ?entro del problema, no dicen nada de los centros de 5
poder que han deteriorado este país; no dicen muía de
Iti Banca extranjerizada, vendida, entregada y entre¿uis- i
ta: n> dicen nada del comercio exterior en manos de ?■
cxU AnjtTos; no dicen nada dt la grao intermediación
y-
que vive a expensas de los trabajadores del campo y de ®
ía ciudad, y no (ñeco nada de la libertad, ¡tío se men- •
ciona la palabra libertad!
****** JMAtt; . han u.y-tj ».
Í>ENOH DURAN MAJOS, • pero ademas du conocen
y. na luí fílmente, no le puedo reprochar a las Fuerzas
Armadas que no lo conozcan, porque no han practicado
la política, no han vivido los problemas políticos, ya que
recién ahora se interesan jx>r ellos , no tocun el centro,
el meollo del problema nacional, que r.s la dependencia*
el gran tema nacional, la cuestión nacional ha depen­
dencia aqu„ en estos comunicados, en esto programa y
plan poltico de las Fuerzas Armadas sigue sin tocarse
íQué (esperanzas podemos tener. entone«*. señor Pre-
slaente, en ente cambio institucional, inconstitucional, que
por Ja v» de la violencia m ha p oducido, por unos
mandos que yo ctigx» que no son repraaentaUvoo de la
opinión del Ejército; por uno* mandos que son kM cau-
santeg y responsables de las tortura*, de ios vajásnanas,
de las muertes: j»r unos mandos que no prestigias a las
Fuerzan Armadas! Decimos ¡que esperanzas jxrdemos te-
ner cuando esos iiiísuion mandos se incorporan a la vida
polillos micjunal ron un progiama que dicen cumplir y,
transcurridos casi 60 días de '.‘.so, no hemos visto a bao-
lutame.ite nada, ni siquiera un atisbo que nos permita
esperar ?onjiados que .sucedan cambios!
Cambio«, cambios sí. porque cambios son lo que que-
temas. Pero no todos las ramblas nos sirven, señor Pre­
sidente
030
<ici Co.ícm*. a tlaves de mm MhiMro* cuiieepun«MW»w» im’
solvió o miento resolver el problema de loe ocíEMum¡||fV
del Cerro Norte. Be trato en el Consejo de Ministros, na-
toralmente, con el visto bueno o uavKert del Coeena.
¿Y romo Jo resolvieron? A tañí lias que trabajan y vi­
ven en el Cerro deciden lra*ladailas al interior del país,
desarraigarlas dei lugar donde viven y trabaian quitán­
doles la« jssa» vivienda» que estaban Ursliiiada« a los
habitante» del interior dei jrais y ha< leudóles jierier. na­
turalmente. el resto de los empleos a los que todavía
conservaban.
Yo digo que estos no son iu.-> cambio-, que nosotros
queremos, como tampoco puede ser un cambio con el que
se no» viene ahora, ron una ley de estado peligroso que
queremos comentar. Se trata de una ley de estado peli­
groso que ni Hitler se animó a hacer y que nosotros de­
cimos, volvernos , a lamentar que no esté presente el
señor Ministro del Interior - tiene un autor intelectual
que es el propio Ministro del Interior.
En el transcurso dp una Asamblea General, en mayo
de 1072. el actual Ministro del Interior ya esbozaba esta
ley que se envía al Parlamento o que se d.ce que se va
a enviar Decía en aquel momento el entonces Subsecre­
tario: "Es todo un rompecabezas que es necesario armar
para poder determinar en rada momento qué responsa­
bilidad tiene cada una de las personas detenidas Hoy, a
esta hora, una persona puede no tener configurada la
seml-plena prueba. Mañana, en un nuevo operativo pue­
de surgir el elemento comprobatorio cnmplemeniarlo de
este conjunto da indicias, de este conjunto presuncionuí.
Por eso en tiempo de guerra n< podemos correr el riesgo
de poner en libertad a una peruana que se ha capturado
con la evidencia de su connotación con el movimiento
subversivo que se debe enfrentar".
Esto fue desarrollado muy extensamente por el Sub­
secretario dei Interior entonce«. No lo vamos a leer todo.
Aquí entendemos que está concentrado el centro de «u
pensamiento. Esto dio lugar, naturalmente a que creye-
ramos, y así lo dijimos al señor Ministro, que se estaba 14
modificandc el estado de derecho y el concepto primario,
que establece que nadie puede ser detenido sin prueba.
Este proyecto que se avecina, ademas, ataca por su­
puesto los Derechos Humanos. El articulo 59 de la De- »
curación de Derechos Humano* dice: Nadie «era soma» ■
Hdo a tortura» ni a jamas ni trato» crueles, Inhumanos o
degradantes”. Y si se habrá violado, señor Presidente. .
exla disposición do los Derechos Humano» en este país >
en estos últimos tiempos! *
"Nadie podra ser arbitrariamente detenido, preso ni
desterrado”
-1----- as queremos leer una de Jas disposiciones de la
ley de estado peligroso que dice los que sin haber
incurrido en delito no justifiquen ante el requerimiento le­
gitimo de la autoridad la tenencia de cualquier efecto
que guardare en su poder y que se vinculara a las actí-
vldaccs dehctuale» do lesa nación o conductas que las
acompañan O ft delincuente'; en concreto imputados en
esos hechas Eso», por supuesto, están sometidos a
osla ley de estado peligroso.
Es decir, que por esta vía que, repito, ni Hitler so
animó a seguir, .«o pretende definitivamente desterrar las
libertades <le este país, se pretende definitivamente qm-
un «iudíidarv» cualquiera sea ni extracción y su penst-
mientn. emita esc pensamiento porque puede ser consi­
derado por la autoridad administrativa como subversivo^
y, por lo tanto, so ñutido a osla ley de estado peligroso.,
Queremos termirar, porque no creemos que podamos
>eguir agregando m;n rosa» a la» dlctws Eztemo# en pre- j
sonría de un hecho qoe no no» gusta, que no lo romper*
timos, que resistimos, como es la presencia de las Fuer- j
zas Armadas en la c<»nchieru»i> de h>s problemas político» J?
J d«f país Pero es un hecho que ahí está y. como tal, de- <
'» bemos considerarlo.
■
'h Décima» qu¿ estas Fuerza» Armadas, que estos inan-
•< (>m de Jas Fuerzas Armada.» que. repetimos, considera-
4 rros que no son representativo» de la opinión de las Fu-pr-
* ras Amadas. porque conocemos la opinión de muchos
oficiales que no coinciden con ellos . no nos dan garan­
tías ni Mguridadts de que puedan modificarse las cosas
con «u presencia en hw decisiones del país
.Mientras este estado de situación persista, decimos
que profciirnos mantener nuestra» reservas nuestras dis-
< tepeipivf v rebeMigs, ante» que Aparecer »oll-
d*?ío< -pre <»e parece mucho » ciertos regímenes
..^í?.>iAd<x<i r-n la Europa del primer tercio de este íigio
v que terminaron en el fareismo y en el nacional mo-
iAlismo, pese a sus programas aparéntemela* autno»
dos en sus Inicios y en sus tcimicas ¿ u n ó 3
 .. .. ..i,™: -

Turininamos, repitiendo una frase que nunca la jm*

bremos a) vida i. de Aparicio Rara vía dirigida a au herma*
rio BaMIicio Haravia definiendo lo que era patria. Decía:
"Hermano, patria es dignidad arriba y regocijo abajo”.
Digo, sehoi Preddente. que aquí no tenemos dignidad
arriba, que aquí tenemos entregamiento, cipaylsmo, que
aquí tenemos debilidad cnnmix’lnn de los problema« eco­
nómico«. i|tie aquí tenernos corrupción generalizada arri­
ba, y abajo no tenemos regocilo; tenernos dolor, perse-
cusion, higmmi«. miseria., torturas, muerte. Los de abajo
no tienen trabajo ni posibilidades de desenvolvimiento y
tienen que irse del para.
i
Digo entonces, haciendo una la trase de Raravia, qut^
si patria para Raravia y para mí es dignidad arriba yj
regocijo abajo, aquí casi podemos afirmar que no hay.
patria y que solo nos está quedando el himno y ia han*.?,
cera ron-o remerdo de aquella patria que tuvimos en »
una oportunidad j

No queremos iiisistir mus porque ya está todo dicho. I

Aquí volverá .t jiig-n, una vez mus, el acuerdo político..-
Una vez m:r. uriipos ixtliticos y a alguno d< sus integran­
tes. hoy sentimos criticar ln politlrn de este gobierno y
otros que han entregado las pocas honderas que les que­
daban. se han puesto de acuerdo rn mantener a esta pat»
sin libertad y en proteger a inmulos militare* Ultimado*
iffi. insistiendo en <|uv no haya dignidad arriba ni rego­
cijo alíalo
Mucha-- p,r ielas.

23 6 3 9 ú
"JunLJJlGJ 1001”

q- i2 tì

jjik 3 i
Ä364P . ¡

oo y to
 Kodnoy.

Keproaentante»
TIMa: Creación Tribuna] Extrordinario funcionarios públicos
cesantes, traslado o sancionado p>r aplicación del.
l'ec. 3^3/90$ o posteriores. Medidas f'rontas de Je/?uri-
dad.
bi-JluE: rt marzo/??«-’

X"

‘•pot fápbMblón

mmtjo y W:«Rtw •t rotateti» pmlata-

( PCt «1 OfgBDÜlBá rotta
comjpenaaeión meiuraal ¡nt» *1
udg por «l poder cj eeui Iva *1 ttantoo 4M pórlo« no
bebiendo tacado fuárwn U AotaMta Gen<qj, en el
plan» fijado por la OonsUtaddn, PATO lora ater el ro-
<’«w y considerar !•• observactane« intarproetae.
Ü bien la poalción de nwMdro Mclur ea c** y no­
tada en cuanto a promover la reposition lia i ba­
ña de loe trabajadora« destituido«, creemos que el pro
vento mencionado oonstitur« una fórmula tranaac-
cional Herp’abla. que reparo una de i u consecuencia«
ma* injusta« de la apltaæMn dtacractanal j arbitra
nai de les medida* da Mpurktad, v que por tal ton­
te con el v.'to afirmativo do legimdores do lot mat
diversas sectores pdjUcot. Et de hacer notar que el
proyecto de referenda, aun cuando sufrió modifica­
ciones en Bala, tuvo *u origen en la Comisión de On*-
tBurton y Leflslación, integrada con Previsión dr ¡a
cámara dt tkn^áonv
Creemos quo no corresponde la observación de m-
< onstituetonaUdad planteada por el anterior Poder
Ejecutivo.
Mo solo porque es competencia de la Asamblea Ge­
neral establecer tribunales (Articulo M de la Con*ti*
tueiónb sino porque, además en forma expresa el Ar
tlculo 65 de la Constitución establece rn su inei*<> 2°
que "en lo« »'»rv’rio» público* administrado* doc ta­
mente o por vonceMoiurios. la ley podrá disponer la
formación de órganos competentes para entender en
la« desinteligcnclas entre las autoridades do ios »er-
vietas y sus empleado« y obrero«'* Fn cuanto a la <?•
fera de competencia del Tribunal <ie lo Contene os
Administrativo, la ley a que estamos haciendo refe
renda «tablee/* en su Articulo precisamente que
los fallos de! Tribunal Extraordinario no obstarán a
la prosecución de ¡as accionas Interpuestas ante ti
citado Tribuía!.
Por todo ¡o exi» »e«to y por tratarse de m proble­
ma de hondo c* manido social, que t'*quu*re una ur­
gente solución replanteamos tomo pmyecto de > el
que ya fuera aprobado por la anterior Legislatura, y
que hemos comentado «n la presente expo Melón de
motivos.
8clo hemos introducido una modiflc.u’ion d» car
ráctrr formal en ol Ariiculo P a los ctccto.s de n cri
sar mejor los casos sobre ios que entenderá el Tribu­
nal. El proyecto orlglnnl establecía "funcionnrioa drs-
tttldos o declarados cesante«". La nueva redit'ci n
m nroponemo» es "lupclonartaa dritltuidos n.i-iu
4bmi o «Melonado«'* *n oprrMpcmdencia con « •da
taodlfleaclón, es Ineluyti la denominación "daantui-
M* para determinar tai fontanar ios a Jos que hace
referenda el Aytlqglo 'H*.

a amn. w AQU. se áSFTO •£ O

WMMf Umile pianta per Morte
Amhs A. (Ammsm, Representante »or
Montevideo; Kednay Ari*mrn4l, Rcptc^m
tante jx>r Montevideo; Jaime Pére« Rep asen J40
tunta por Montevideo, Edmundo Meure« Srtn»,
lieprc»ct>tante por Montevideo
bar, Reprove? Mite por
('arles fi »r.««
Montevideo < oi<n 00 2 i
 T- ■
< ■ M<u.i cu ruerna r*«nn«e <h* jegabdad, <!• tonto* 9
' i ««4 a o rj** cridante rmivemencia puldk»*,
! tribunal i»» uottipi tinttTh d4 cUn’O miembro*
► । «dos. uno p»r «4 Poder Ejrvutiye», tiro por ¡a <M“
iM.r« de «v'KrtvjF#, «tu» par U» Cámara de wfMdMMM*'’
tanle*. no per la fhipratna Cor«» d<* tuMl-'l« y ÓM1
¡ •>«• el i ibunal de la Ootitenviuap Administrativa.*
*r tírale gv __ Le* «tepe* **» lianteáila* y ptoM
lt" miembro del TRtnmal s^rá «avenarlo reuní* lai
> nncurianee previstas por el AtUeulo 14* da h CNMMh
Murió»
e¡ Trüiutoa! fijará al procedimiento a seguir un 1<mi
junios sometidos* «a matalón * a pedido del Inter*«
«do abrir* a vrueba por *1 término suRetente. Ato*
unirá en papel tomán, lia act’Jtoótonm no devenga«
i'i costas v funcional* en el Pilarlo Legislativo. B1
i'/«siclentr u» la Asamblea Ornara! le proveerá rl per*
onal y útiles necesario*.
AritruAe 4* - Ki Tribuna! se constituirá dentro de
tos dies uiaa de promulgada la preaeme ley y ser* con
vt ' ado por cualquiera de .si» una vez d«*is
nade» tres de \ut mismos, gn su primera seeian desig
nará su presidenta.
Les interesados, dentro da tos aeeenlt días de la ¡n-
t'unMrton del Tribunal, detoarán presentarse por e*eri*
lo formulando m redamación y articulando loa he*
rlms en que se fundan.
El Tribunal, dentro de ios sesenta días de entabla­
do el redaño, declarará si el recia man te tiene dere­
cho a reintegrare a su eargo La declaración se adop •
taiá por tres votos coniormes y causará esteta
Arlteule a* — Resuelta por el Tribuna! favorable-
im nle la redamación del fun< lunario, la comunicará
;il Instituto al cual pertenecía. »1 que deberé raime-
murió a --i rurgo en un plazo de <i»<*z días, reconocerlo
oí antigü'ilud y abonarle todas ¡as re»r¡burlones quo
r hubieran < orrespvndida desde e’. momento de su
dc^iturión a la Mm da su reintegro.
Attinilp th» — K! faik) del Tribunal Extraordinario
no obstará a la prosecución de.las acciones interpues­
tas ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativa

Articule 7* — A partir dv la t r.»nnilyau<m de 1«

/Í.C& & • presente ley lo» fanc'onafiuM de muidos a -iuv )•«»<•»'
pfrrencla al artllcoio !• sarán reintegrad«-, en turma
provisional, con e! fueteo y denme beneficio« que *
rreapandan a su gmdo y categma* a la fecha de «< u
ley, pudieado suattaif la* OrganiMums imc reintegro
p<>r uiM eompen«uñó« jngna»d equivalente a dicho;
sueldos y bancficAa*
Aftteuto I* Comuniques», ate
Jbte&tavldeo, g de marzo da 1972
- Wtataair ItertaateQA Rapsaaenteate por Mor.te-
vida*; *i<« B» Cto«ta Rapaaeentante pee1
* Munteviditat Iteeteñy Anaasendi. Repiwtetotan*
te por Moitowdo«: *r* Rebasanten*
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!
 rtepresentante«
TEéia: Declaración ante la res »cuesta del P.E. al p?dido
de inforpies referente a la detención del ex-le¿’13
dor Ariel COLLAZO, (Fueros Cámara).
SrSJüN: 4 abriJ/972.
ARiSMEhfóL — Mor PresidenU: tamos
votado sflrmativainenie y creemos que se trata de un
típico caso de cuestión de fueros. i sino que lo ubico en el cuadro ae una restricción o $
No puede considerarse una cuestión de fueros
aquella que afecta a determinado legislador, y que él
la promueve, sino todo aquello que signifique lesión
del tuero de la Cámara. En este caso estamos ante nn
ex legislador a quien se lo detuvo sin haber imputa*
ción judicial de clase alguna —es decir, cuando com*
probadamente no ha habido delito— por manifestó*
civiles realizadas durante el periodo en que actuó en
el .Parlamento.
Ejngecir, que si la Cámara en última instancia es
el que puede pronunciarse sobre la conducta de
sus miembros -—y aun en el caso de solicitud judicial,
ante el hecho de que el Juez considere configurada la
semiplena prueba, la última palabra la tiene el propio
Parlamento—, ea evidente que por la simple aprecia­
ción subjetiva de un funcionario policial o de un Mi
osstro, do es pasible proclamar caducada esa fnlmptt
labilidad que la Constitución garantiza a! legislador r
durante toda la Legislatura.
81 se dijera que el ex legislador Arkl Collazo al otro .1
de terminada su función legislativa cometió tal o 3
cuál delito, el que se puede señalar porque hubo se- ?
minien* prueba, evidentemente lodo <1 periodo de ín- |
imputabilidad que cubrió su gestión con el fuero no |
tendría razón, pero el hecho es que fue detenido npc- 4
ñas horas después de terminado su mandato. No bien 1
se constituyó la nueva Cámara, su cafa fue allanada, ¿
se le detuvo, fue confinado y está el documento que '
acaba í;e uer el señor Diputado Durán Matos, donde
fjníro que desde el instante en que cesaron sus fue*
fimtóano leghdador el ex-Dlputado Collazo no pudo ha
ber hecho ningún tipo de manifestación; el argumen­
to más terminante que permite sostener esto, es que
el Pocter Ejecutivo después de detenerlo, lo puso a
disposición de Ja Justicia y el Juez ordenó su libertad,
declarando que no existía ningún cargo contra él.
(Interrupciones)
: -Dos jueces, se me ae^ta Es decir: una com total* :
mente evidente, j «
81 pxfst’eia la posibilidad de configurar la seml-'J
plena prueba -ya no digo de protair totalmente y dfeW
terminar un juicio—, la justicia ne hubiera pronun**|
ciado. No hay pronunciamiento indicia], Entonces,'!
¿qué queda? Queda evidente que eu la acción por opfc^I
niones vertidas durante el periodo. Esto, en primefií
lugar. < SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Rula) .... Tiene la
En segundo término, queda evidente que la aeeíónl
del Poder Ejecutivo únicamente se ha motivado «Kl
un pronunciamiento que, hablando en el terreno mfcw
benigno, es de carácter subjetivo: el Poder Ejecutivo*!
opina que el ex-Diputado Ariel Collazo es peligroso,j|
Bueno, en ese terreno estamos en la órbita del de»4|
borde total y, por lo tanto, al mi rgen de todo régl^
men de derecho v de la Constitución de la República^
rMNgranMMBE 1« «e m» O j
expresar el señor fjlpuiado Giambrrini es mvy grave, \
a pesar de haberlo dicho en un tono, yo diría fígaro,
para no dramatisar.
No exagero un hecho que puede provenir de un error $
reducción paulatina, de los fuerce del legislador. En ;t
muchas oportunidades he tenido que chocar en ocíen- '
sa de esos fueros. Yo, a diferencia del señor Diputado,
creo que es deber del legislador hacer respetar ese
carnet A veces me he encontrado frente a situaciones
de cierto endurecimiento o de violencia; porque
llamo situación de violencia al caso en que se pre­
tende la revisación del automóvil del legislador, in­
vocando que los fueros alcanzan únicamente a la
persona.
Más tarde dínán que es a la mitad de la persona, y'i
asi se llega al extremo de reducir totalmente loe fue*1
ros del legislador. >
Mas de una vez jc ha afirmado aquí, con rasón, que 4
ni el auto tíel legislador, ni su cosa, ni su» papelea |
pueden ser revisados, porque en ese caso loe fueros |
parlamentarios estarían en caducidad. ¿Qué es lo que á
desea el constituyente y qué es todsi la historie de loa 4
fueros desde su tradición medieval'1 En última instan* ?
f
cía. la garantía de la actuación de un Poder indepen­
díente a los efectos del contralor Desde ese punto
de vista, en cierto momento se habla llegado por par-
te del Poder Ejecutivo a determinadas Interpretado- ■
nee dubitativas sobre el alcance del fuero. Al final,
el fuero alcanzaba sólo al legislador y su ropa y no
sabemos si pasaba del saco al sobretodo.
En lo que planten el señor Diputado Oiamberinl hay
un hecho cierto y una sugerencia interesante Creo ;
que la Presidencia de la Cámara —el señor Diputado
hablaba de la Comisión de Asuntos Internos, pero creo
que e» un hecho de mayor magnitud— debería plan­
tear ante la» autoridades competentes del Poder Eje­
cutivo el problema del límite y la defensa de loa fue­
ros del legislador, porque pueden producirse situacio­
nes de violencia. En general, soy sereno, pero ni apun­
tando con un arma ni sin serlo, nunca he aceptado ni
voy a aceptar le tra&gresión de mis fueros de legisla­
dor. Así como me siento obligado e una respuesta
amable y a demostrar mi condición de legislador exhi­
biendo el carnet que lo acredita —que tiene validez
más allá del conocimiento personal que puede tener
cualquier autoridad—, pienso que también existe la
oblhuicfón de defenderlo en circunstancias oamej
keñQR duran MATOS. — Termino, porque creoi
que el episodio está suficientemente aclarado, *
.Sol icit o\i la Mesa que disponga la lectura y ponga
a votación la moción que le hemos hecho Henar. Ada#1
ás, pido — no sé si esto ya está Incluido en la moción
escotada— que la versión taquigráfica de lo expre*1
DEP. o en Bala seXpcorpore al documento que se haría'
JT u
p.xíuís
arÑORal Podar Ejecutivo.
PLANCHON, — Pido la palabra. 28 4
palabra el señor Diputado.
SEÑOR PLANCHON. — Hemos escuchado con mu­
cha atención la palabra de distintos legisladores, y ello
nos afirma más en nuestra posición.
Evidentemente, el planteamiento realizado en este ?
Cuerpo como cuestión de fueros, en esta oportunidad
ex totalmente improcedente. El problema se refiere a
un acto d<A Poder Ejecutivo adoptada al amparo de
Jas medidas prontss de seguridad*. Tiene que ver con
un ciudadano qw no es legislador —fue legislador,
pozo W q#e no tiene en esté momento
inmunidad pnflamtmtafíS. Itü •-*"-*-«*»*
efectuada ai amparo de ¡as msdidas prontas ■'.f
dad, asi como todas ¡as medidas simUaras
por el Poder Ejecutivo, deben ser comunica
acuerdo con el texto constitucional, a la AsambU^t |
' *»iMral. v es en ese órgano que debe ser tratado, erug
 ARlbblENDI, Rqdncv.

Representante.
TEMA : Allanamiento del domicilio del Sr. Rpte. Dr. Ariel DIAZ.

5ES.ÍON: 9 mayo/972

SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Rui»), — Tiene

la palabra el sefior Diputado.
SEROR ARI8MENDI. — ge ha dicho prácticamente !
todo, pero ést# es un tema acerca del cual es impo­
nible permantcer en «llénelo
Cotidianamente son numerosos los casos de utili­
zación del llamado “estado de guerra” y de la sus­
pensión de garantías para la prisión indiscriminada
de personas, flu denuncia y comprobación en esta
Cámara llevarla horas. Hace un Instante se habló del .
caso de estos dirigentes bancarlos. Yo he estado recí- i sí mismo quien interviene en la violación constttu. ■
blendo permanentemente desde el Interior noticias de clona! sán conciencia del atentado. que comete o
detención de frenteamplistas, de militantes de núes. ' con ella, y en ese caso agrava su cattili—, a la cá- *
tro sector político, etcétera, que 110 tienen otro mo- , mara no le queda menos que una proteste, enérgica.
tiro que su actuación política, pues luego de un pe­
ríodo son puestos en libertad. Pero esto no Invalida Cuando el señor Diputado Giamberinl planteó su ;
el cuadro de persecución y de intimidación. problema dije que yo, por el contrario, aun con todos
los riesgos, siempre esCaba dispuesto a defender las
Acabo de recibir noticias de la detención en flan inmunidades que me da mi carnet de Diputado, lue­
José de decenas de personas, inclusive de miembros go de presentarlo adecuadamente, y que se debía ha-
Junta Departamental, es decir, personas que cer asi. Inclusive afirmó que la Presidencia de la Cá- .7
ejWen cargos de notoria representación política y mara o las propias autoridades de la Asamblea Gene- r
responsabilidad pública. ral debían plantear el problema al Poder Ejecutivo. .
Sin aminorar en nada la gravedad de estos episo­ Hoy creo que hay que plantearlo por escrito, como 4
dios que denunciamos, —y lo hacemos levantando un pronunciamiento terminante y categórico en el. a
mtesfra voz con toda energía»- atribuyo una Ingente que no puede Intervenir ningún manejo politiquero 4
Mgntncación a la reiteración de atentados contra leí No hay ni una sola Jeguleyerla que valga. Estamos en
fuero# del legislador un problema <te fondo, ante una cuestión esencial con ¡1
En prime/ término, casos cómo esto*} han sido pten*\ relación a la vigencia aun retaceada de Ja Constlíu-
teados en la Cámara en otras oportunidades. Inófo< "clón. Y más hite de estas lineas nn se puede retroce-
slve legisladores del sector gubernamental, como eW der nada *ln simplemente renunciar a todo. ;
sefior Diputado Giamberlni, señalaron el desconocUl Bea a través de la declaración que propone el .señor
miento de sus fueros en determinado momento, Diputado Hruschera --que me parece justa o de
palpado de armas y el sometimiento a un trato ve|a< otra oue concite el asentimiento total de la Cámara,
torio Fn aquella oportunidad recordé el caso, oetra cualquiera sea el tenguajo, debe haber un pronun­
n ido en víspera de las elecciones, de la detención do ciamiento terminante, como debe también - y en eso
coche en ana yo viajaba a la entrada de la ciudad dtej 6! itene raten» hacerse una enumeración taxativa
J'rlnldsd, capital del Departamento de Flores. Hubdf de los zonas donde se mueve el fuero parlamentano,
lli entonces un Incidente largo, que se prolongó ei>v para que terminen todas esas seudolnterpretacio jes
pI correr de aproxlmadaments una hora y media, enfc que en ùltima instancia hacen exquisiteces sobre
que me negué terminantemente a aceptar nada, 10; dónde «Mi te frontera, ai un poco más acá o un poo
ntic determinó que durante mucho tiempo fuera más alia, y que son ajenas a toda validación del he
metido n! npiinlnmlrnlo con armas montadas y que < ho político esencial d» te independencia de los pode
n mis nrompartanfes les «ignlficó ser puestos de plan- res y de te lurwU>n chi Parlamento,
«mientra । el auto era registrado salvo el estricto
do donde yo me resistía, y luego se me permitió
•gutr el tránsito.
Pero después sucede el caso de Ariel Collazo. Y más
tarde viene el desbordo que supuso el comunicado re­
lativo a las denuncias del Diputado compañero jal
me Pérez
Y en este hecho que denuncia el señor Diputado
Díaz, como una sintesU;. nos eneontramo.’ con la con­
figuración más evidente dé una violación de fueros
inadmisible. Ri con criterio de leguleyos de piernas
abiertas —haHandó claramente- la cámara admi­
te entrar en una discusión donde los fueros del legis­
lador sleanzan estrfrtamente a m ropa o a la cartera
qué lleva en la mane. «I caerpo adopta una actitud,
de traición a M mismo y merece no sólo eso: 1 metete^
que los legisladores sean encarcelados y sacados a pa^
tadas de aquí! 4'
¿Quién puede creer que hay alguna Inmunidad jí
garantía para un legislador »1 se admite que su domfa rz1
cilio puede ser objeto de allanamiento sin recurrir ■
los tramites especiales, a la forma de acusación q«| CMOS
existe para los parlamentarios en la legislación c«?
mun y que en última instancia confluyen a! juicio dtt
la Cámara? Cualquiera comprende que no habrá g*^|
rantin ni seguridad para sus papeles, que muchas ve^
cea pueden ser la base para la acusación de un gdw
bermnte ladrón o de un ejecutante asesino. No hw
brá siquiera garantías para sus familiares ni para e^
que transita en la ralle.
y k¡> GiJb/h/Wdo pm pronunciamiento dtt
personas con responsabilidad, es mucho más pr>v;ó.
Es responsable el jerarca que no le diga explícita­
mente al ejecutante, soldado o guardiaclvil. cual es el
alcance de su misión; pero cuando e» el Jerarca por
no 5 -7 23 15 4 O
 Á .<15 M,N D1, Hod ne.y.

íte presen Cante,

TEMA: Traillado» y destituciones dispuestos por Or/vinismos
de Enseñanza. ln*erpelación.

5ES1CN: 3 mayo/973

Sfc^OR ARX8M&NDÍ. — CreémótqS el moilw» W '

la interpelación involucra uno de loa grande* tema*
*
nación:'lee. En primer término porque, tanto en lo
presente como en lo futuro, ello afecta la situación
<!<? la «nseftanza media y, por derivación, al conjunto
de la iLseflanza, que ha pautado al contralor del CO-
NAE. i
Eff ficgundo término, porque la regla ha Ldo.eanfir-
mando muy rápidamente el contenido y la fin*»Helad i
de la ley represiva que, con respecto a la enseñanza, ¿
ne votara en » ste Parlamento dentro del régimen de ;
iiri’onrl:i que promoviera el Poder Ejecutivo. La» des- ?
til liciones y t i asín dos en .Secundaria y otra «erle de 1
menldas, que si b en no lian sido contemplada« en
esta primera liarte, evidentrmrn e señalan como lo
míe e.,flA ocurriendo <n EnseAnrr/a Primaria y en la
Universidad del Trabajo que estamos ante los prl*
mero* paso,i de uno orientación dirigida a proceder
a discriminaciones de carácter político en la ense-
Aansa y a enetltulr todas las mejores normas en ma­
teria de concursos, de garantía* del funcionarlo, de

00 6 ’1
inrvr” ■» de mayo de 1073 CAMARA DE
seguridad en lo que se refiere a capacidad docente,
por un régimen que, comenzado en fecundada, mul­
tiplicado en Primaria, llevado a cuta también en la
Universidad del Trabajo, en todo el periodo de la in­
tervención, como vamos a probarlo, hoy amenaza con
corromper aun más de lo que lo hiciera en su nefasta
actuación el Consejo Interventor de Enseñanza Se­
cundaria y el de la Universidad del Trabajo, el con­
tamo de la enseñanza media del país.
Las declaraciones formuladas por el señor Rector y
por otras autoridades en la Comisión del Senado, no
hacen más que poner un subrayado de arbitrariedad,
oe subjetivismo y de amenazas a i oda la gestión dol
nuevo organismo. Se podrá decir que «%lo tenia una
lógica inevitable: la de un organismo que surge me­
diante una ley represiva, que niega las mejores tra­
diciones de la enseñanza nacional, la lógica de una
orientación que pretendía negar todos los avances
en materia pedagógica y docente en el país y las me­
jores tradiciones del pasado uruguayo, inspiradas en
los grande« educadores que fueron normnndo y dlri-
glrndo la enseñanza oficial en la República. Pero esto
ser!» admitir un criterio de fatalismo que abrirla
aún más el campo u la arbitrariedad y permitiría una
presunta connotación legal y jurídica a todo lo que
en el momento actual se viene desarrollando con es­
tos traslado« y destituciones.
Por lo demás, tengo la Impresión do que la rápida
rpsrrinn de emhas Cámaras, y con-,ecuentnmente el
funcionamiento de la Com’sión del Henndo, nos ha
dejado un documento terminante, yo diría una prue­
ba irrefragable del peuramlcn<o rfel señor Rector ros-
pee’o n te c/Aducción de la enseñanza y a la eonttl-
deración de te actividad de lo» proíewrea e«e docu­
mento también h*i most’ado. simultáneamente a la
convocatoria de esta interpetoaión, te ausencia abso­
luta de todo argumenta en te destitución y traslado
de profesores y directores, wlvo átennos balbuceos
()pl -cñor Director d° Enseñanza Secundaria, porque
no se puede llamar de otra manare a los intento» de
exnlh ,r Indirectamente o con triquiñuela» —tai es el
(•ncn do algunos Direc’ores- lo oue fue un acta pre­
meditado de atarme a callflrfulítlmo» docente«, r.uvos
»••xocrtiontns nrtm’nl.'dtatlvos. profesión'»)*« v cultúre­
te«; r^n^tltuven s’n duda una páclna eloruentWma de
la altura de la en«ofl*nza m el nal» v da la conducta
donante v e<v’cn en todas las circunstancias.
freo oue Inclusive riteunos hecho» novterínre» a la»
reclamaciones de la Cámara, como te conformación
de Ins dler’nucve Inspectores cuando alaun'*» de ello»
pstahan cuestionarios, en óltlm« instancia han temió
míe ver con osle alerta del Parlamento, con esta ac­
atan Inmediata en ambac Cámaras Es tan evidente la
arbitrariedad rio las destP uniones de los profesores de
Enseñanza fteeunriaria, que la simple enumeración en
cuatro grande» grupos de la.« medida'« lomadas la m-
ñaten. como quedó demostrado en la Comteh.n del s
nado.
El primero, el más ostensible, y yo diría el que n H! DEP. ¡llori do llevado al extremo, la Introducción da grir
wu más el carácter sinuoso de todai esta» ine(r—
dfthJXPOH
e» el caro de. la profesora
* F Cantonnet, Directora d^MWÍÍ
instituto, rebajada a un Lc*a que reclama poste or-
mente y se le mantiene en el sueldo y te categoófa»^,..
pero ejerciendo un cargo inferior al que ha conquis­
tado por concurro. Cuando este asunto se plantea en
te Comisión de te Cámara y se exhibe te foja de ser­
vicios de esta profesora u otras - como lo podremo»
mostrar nosotros Incorporándolas a ¡a» acta» de este
Parlamento, cosa que oportunamente propondre­
mos—, te única afirmación del Director D’Elía -ya
que en última instancia tes respuestas del señor Rec­
tor nunca se refieren a casos concretos, salvo en una
ocasión determinada —es que pensaban que no esta­
ba ?n condiciones de controlar o mantener esa instl-
w< i ta to r(»nf!Fura una lesión de derecho, un agra-
h # /.•.óf.ta / ¿z.r parta fu n> bit i m lediid de quitar
a íhte píñWrt úñ bti'tata bMtaóta, i X w
derecho a desempeñarlo plenamente.
El segundo grupo a que me refería lo constituye el
raso de los profesores Genovese y Corredera Sánchez
■>
REPFF 'C <
—ambos con las posibilidades de desempeñar cargos
de dirección, afirmados en un concurso—, quienes son
retirados o puestos en condición de cesantes.
La foja de servicio» deí profesor Corredera Han
che» - que también vamee a pedir que se incorpore
a loe actas— es la demostración más terminante de
la solvencia y la responsabilidad pura el desempeño
de la función.
En el caso del profesor Oenovese ha habido recia"
maeiones y solidaridad i»r parte de alumnos, profe­
sores y padres. Esto merece un trata miento especial
—que lo haré o pon unamente— por los agravios, acu-
«adone» arbitrarla» y porque quizá a través de las
expresiones del Rector y del Director D'Elía. se en-
cuentean condensarteli al extremo la finalidad repre-
siva. el subjetivismo, el ánimo persecutorio, y yo di-
ría, sin querer excederme en las expresiones, que late
allí toda una cosa turbia subyacente ante las aprecia­
ciones que se realizan, que no se pueden probar, que
no las podrán probar, y que inclusive alguna» de ella»
merecerán el juicio criminal y penal Iniciado por la
persona acusada desde ese punto de vista.
El tercer gruí» se refiere al caso del profesor Belo-
qui, Director del Liceo de Castillos durante siete años,
egresado del IPA. Para mostrar el carácter sinuoso,
yo diría tortuoso, con que se maneten. debo expresar
que a este profesor le encargan la Dirección del Liceo
Roñó; le ouitan de slll. v dicen: "Mr renunció”. Al
vene en esas circunstancia», reclama el derecho a
ciase», so pena de quedar como en el caro de otroi
Directores, girando prácticamente en e! vacío y al
margen de toda consideración.
Al no tener clase», ul perder toda dirección, ¿cual
es su situación? Por cierto que nadie le regaló su con­
dición de Director, ganada por concurro. Pero hay
otros casos, como el del profesor Echemque, con trein­
ta y cinco años de docencia, quince ue Director elec­
tivo que, trasladado al liceo de Aíguá en 1972, pasa
a la Dirección de otro liceo y lo destituyen el 30 de
marzo. Ni siquiera lo mencionan en la nota de des­
titución; para el documento no existe. Un Director
de Uceo con años al frente de un instituto, e» trasla­
dado a la dirección de otro liceo, y ni siquiera lo nom­
bran, no extete, Como no tiene clases, ¿qué hace? ¿Se
queda en eu casa? Muchos de loa que hoy adminis­
tran Consejos de Enseñanza desearían tener su foja
de servicios como la de loe otro« profesores a quienes
no» referimos aquL ¡Ojalá que esta foja de servicios
1a tuvieren muchos de :«tó integrantes del Conae, del
Consejo de Enseñenta Secundarte y de la Universi­
dad «tai Ira bajo’
Y en cuarto coro, están tea nueve encargado» de
direceten. Uno por uno, por «u foja de servicios, por
e! rsfuen» patriótico, por el amor a ¡a enseñanza,
puesto de manHIecto en todo el periodo convulso» da*
« ron recoger el desastre, la perturbación, te. corrup*
, la politiquería dejada put te Interventora, el
.,~ - ■__ . - pecialos
. coni rolado» -por «Un, integrado»
w alguno»
S^W/rlnl
'TVk./i/i ^>M¡0S íl(!
ItiiHarAM nlli ‘Jo, '”’ñn común y con puesto» de»
rlAAaMfl
os Todo eso tuvieron que recoger.
ero, ¿que «urge de sus fojas dé servicios? La ra-
«Hganización ce lo» liceos, su normalización dentro
de la reativa situación en que ic encuentran y don­
de Uenen que avanzar en tres o cuatro direcciones
uim Hitas, alguno» con liceos nuevos, otros ocupando
liceo« desquiciados, otros teniendo que afrontar y
<.u«r una verdadera unidad para levantar sus casa»
r< estudios con padrea, con alumnos, formando una
nueva orientación y tua nuevo clima do manera de
pode» erfe»r en las ñus va* condiciones una expecta­
tiva que íló ra MraaqadMad a jw padre» y permitiera
ffu6 lor »tautíscrs, enfrentaran U situación tan difí­
cil en que a» emwtaxilNM*. Tango aquí toda la hete
de * ;á.s Mtauiw «te taVílé» ion docentes de larga
......... md M/a
!lW sev/telcél fty>mo te profásoM
Inés Gmteiman dé Cc-rminara; como Ins profo»oiéé
Artel Silva. Angelito Parodi de Fierro, Mediseli StRr ’ ¡ 'i
7 i. tí040
 '<70 CAMARA DE REPRESENTANTE
.chucíüWMki, Remomber Capno, Bolívar Correa, Olga
Uusscro y lluiz Pereyra Fagot. Búa foja* de Hervirlo*»
<>:t|Án aquí.
Desafio a que ti Ministro, a que el Rector que sur­
gí de U ley de conae, puedan levantar contra ellos
un tolo cargo ue carácter moral o docente; que pue­
dan recorrer toda su carrera como profesores o di­
rectores; que en contracción al trabajo, en falta* de
a.silencia a los liceos, que con entrega total y con
abandono de toda ocupación personal o de negocios
privados tengan, desde el punió de vista do la lim-
p'eza. de su pliego docente y de su contribución y
dedicación a la enseñanza, una foja de servicias qu»
puedan exhibirla así y poner o consideración del Par-
1 mentó y de la opinión pública, «in que nadie pueda
^eñplaiks nada con el dedo, desde la modesta obli­
gación de ! ■. asistencia a clase del profesor, al cariño
de los alumnos, a la adhesión al servicio docente, a
la entrega plena de toda su vida a las ideas laica«
y a la construcción de nuestra ensrnnn/a «le acuer­
do a su verdadera orientación, a no haber pretendido
utilizar nunca el servil se de la enseñanza para fino»
privados, no haber acomodado inmás a amigos, pn-
rloiVcs o conocidos, o haber transformado sus cargos
en centros de pasnie do tarjetas políticas.
Es evidente que sí éstas son las fofas de eervlclo
y que si en dos amplísimas sesiones del Roñado no se
les pudo formular ni un solo cargo, no» encontramos
con oue otras son las causas, que no pueden cubrirse
con los subterfugios, oratorios o Jas explicaciones más
o menos Irrisorias, “No son destituciones", se ril^e:
“Estaban destituidos ñor la lev": “lo nue hicimos fue
no nombrar a algunos o no confirmarlos en el pues­
to". E‘'tn está cuect’onndn panlmente-. como lo va­
mos a ve:*--, dedo la meior doclrni, Pero ,-nor que
se en”nh’,en en e«te nlnntonmton‘n? Pormic han he­
cho una selección primara, mandando las dificul­
ta den de la Enseñanza Fecundarla en formn parecida
a lo oue midieron h^cer discrprinm’mento. en la
ITn’versMad A*d Trábalo, d^nde saltaron todo el ré­
gimen de concursos y acomodaron a nnr’en^es v
amlnos; en f',rni<i p«*’•peída a lo míe está ocurriendo
hev en Enseñanza Prlm'’ria. donde se ac'»bá la se-
n^r r<'mcu**o, enmn lo nrnhornos va,
n«**ep r#»rpr«<; tv»m r««t,r'nada^’UMde
punto do vísta moral y de su docencia f L/tf. T
| 4?
(Apoyados.) . , \ pmESABS
-Inclusive, se ha utilizado en esta seleccitha j^lmjie
mo rrit.er’o nue ha llevtoo a determinado* beneficio»
de carácter personal o a ciertas situaciones en otros
organismos de enseñanza. los mismos oue Imperaron
en el período de la Interventora, uno de los más si­
niestros y corruntos oue regi.st.ra la historia del país
en cualquier institución Pero cuando tienen oue re­
currir a algo, sólo surgen las acumto.ne» conts-nldM
en las actas del Senado en los ataque al profesor
Genoveae, realizados a un profesor de largwístmi ac­
tuación. con toda su vida dcd<c8<',a a ia '-recito nzav < nn
una altísima foja de servirlos. Como erte a*) M va­
mos a analizar posteriormente en fama par (tallar,
no nos referimos a él ahora. Esto demuestra lo inefi­
caz del documento probatorio, la desviación de poder,
la arbitrariedad de carácter discriminatorio político
y del personalismo en el peor eentldo «le la expresión,
que .se ha uUliziido en este caso y que vamos a ver
inmediatamente.
Decía que desde el punto de vista Jurídico, ante el
Consejo de Enseñanza Fecundarla y nnlo el Conae,
evidentemente el punto so planteaba de forma con­
trovertida, y por lo menos podía haberlos hecho va­
cilar y adoptar un criterio responsable y respetuoso
de los derecho«, antes do sostener o querer Imponer
el' áflWln Jurídico O la jplarpretanlón de la ley que
olio* admitían, ÍNwte fntlM di» vIMrt, iH jMWII«
teción de los profesores Emilio Corredera flánchez,
Ana Freiré de Zavnia, Angellta Parodl de Fierro. Ol­
ga Bussero Bonflglio, Inés auitelman de Germinara.
00 8
Juvves 3 niayO do iwñ-
Medisch flochacaewaki, Waltcr Víctor Beloqui Cen­
turión, Artel Francisco «Uva, Ruis Peieyra Faget, Pe­
dro Larrou.oroú, Remember Caprlo Alvares, Ornar
Isaac Ge no ve se Cortázar, patrocinados por e* profe­
sor doctor Horacio Cass:lneilt Muñoz, nos parece que
coloca con muy serlo basamento doctrinario el tema
de la discrecionalidad o no para están destituciones
o nombramientos, sobre todo al no haber reglamento
de «lase alguna en esta materia para el artículo res­
pectivo de la ley de Conae.
Dice asi el doctor Casainelli Muñoz en este patroci­
nio legal a los profesores destituidos; “las revoca­
ciones impugnadas mencionan como único funda­
mento el articulo 39-5*? de la Ley N9 14,101. Dicho or­
dinal no es de aplicación en nuestro caso, que se ri­
ge, en cambio, por el artículo 70-c in-flne de la mis­
ma ley. norma que mantiene loa derechos y obliga­
ciones que teníamos a la fecha 4 de enero de 1973,
hasta tonto no se dictare el Estatuto futuio. En
efecto: el artículo 39-5’ impone el carácter reverá ole
para las designaciones de inspectores y directores
docentes, que efectúen los Consejos de Educac ón ¿Se­
cundaria Básica y Superior y de UTU. No dice que los
directores sean revocables, sino que serán designados
en forma revocable La diferencia entre una y otra
fórmulas se manifiesta, precisamente, en las conse­
cuencias de Derecho Intertemporal. sí di'era que los
directores son revocables, la aplicación inmediata de
esa fórmula significaría que desde el día de vigencia
de la nueva ley, todos loti directores serían revocables.
Pero como dice que los directores serán designados
en forma revocable, la aplicación inmediata del ur-.
tirulo 39-5®, significa que las designaciones que se
efec/úen a partir de la vigencia de la ley N<> 14.101
tendrán eso carácter revocable. El articulo 39-59 no
tiene efecto retroactivo fartícuto 7 del Cód’go Civil):
establece una modalidad para las designaciones; lue­
go las designaciones anteriores no están alcamarlaa
d<t m Md^d r/» t.?v R9 14 1«1 no tiene efecto
retroactivo en artículo 39: nj contrario, e| adíenlo
70-F ston’ficn la adopción del principio de la apli­
cación Inmediata’.’’ Y luego se acogen a las deposi­
ciones resncrtlv’s de jos derechos del funcionario
Este planteamiento coloca las destituciones reali­
zadas dentro de la mejor doctrina jurídica, tanto por
la letra estricta del artículo respectivo como por la
no existencia do un estatuto o de una reglamentación
que establezca las formas de estas nuevas designa­
ciones en los casos referidos de cargos ocupados. Pero
estas designaciones han sido tan forzadas oue, como
ya se señaló en el Senada —lo refiero de pasada—...
SEÑOR MINISTRO DF EDUCACION Y CULTURA.
- ¿Me permito una interrupción, para realizar un
brevísimo comentarlo, «efíor Diputado?
flEÑOR ARISMENDI. Permítame plantear el ca-
*o y después se la concederé con mucho gusto, porque
como «abe c! señor Ministro, yo siempre de y interrup­
ciones.
Es tal el carácter de esta*? designaciones que se
buscan profesores para determinados liceos que in-
rto*ive «e encuentran en situación de evidente im-
pAcanri’i, como ya se ha señalado. Tul es el caso de
loa profesores Alejandro Mnngarelll y Rolando Vlot-
il, que dictan clames en organismos privados, uno en
el ludet y ofro en el Instituto italiano --organismo»
que p?tán byjo et control de los liceos que eslán lla­
mados a dirigir—, y ae los designa igualmente, pre­
tendiendo olvidar ú complejidad que significa esta
labor de supervisión, la preparación del material, la
iwpon’-nbilbUd arto los exámenes, el fíchale, el exa­
men general de toda cuta labor de contralor, que
transferida a otros liceos -si es lo que se pretonde
para evitar la evidente Incongruencia de esta Impli­
cancia de situaolenes— eá claro que so perjnd'fnrá
igualmente el contralor. Be podóla haber mantenidr
tthu pitotmión; dn por arribo de v
ta evfdento lo que muestra aún ináii el
cvrácfAr selectivo de orientación poli1 lea. tanto en lo
grande de 1» expresión, como en lo pequeño, de la po-
29 0 40
 JtW'vr . 3 de mayo d? 1973 CAMARA DF, REPRESENTANTES
litiqueria, dentro de Sec urdiría en el caso de eetab
designaciones.
Entonces, si no fueron destituidos por razones de
capacidad docente o de caí actor moral, queda evi­
denciado el carácter político y persecutorio dit la me­
dida. No hay cargos contra ellos. Contra el único que
se intenta formular cargos, quo demostraremos que
son falsos y calumnióse ^, es c< ntra c! profesor Geno-
veso; y los hechos lo atestiguan y ¡o verifican.
Primera prueba fntergivoraabJe del carácter político
de estas situaciones, que nadie puede negar: la» pa­
labras del Rector pronuncíalas por Radio Curve el 2
de -’br ! de 1773. Son decías aciones que podrían co­
mentarse en *u plenitud, yg. que en ellas se hacen
afirmaciones tan peculiares como la «le que loa liceos
no eft-iban >n condicionen de iniciar Jas clases por­
que faltaban tizas y papel, pensando culpar a Jos pro­
fesores y loí directores, cuando en realidad se es-
tab<i señalando la re; ponrib ¡Idad del Cunee, de ¡os
consejiles nombrados y del G< bierno. que eran los res­
ponsables en matarla de recuros. Este como otros
aspectos de la declaración iormulada por el señor
Rector en Radio Carve - cuyo texto integro está
grabado y nadie puedo decir nue le atribuimos nada- •
resulta menor ante la declariclón. de que en las de-
rignacicnes de los Directores e va a tomar en cuenta
Ja orientación en materia política. Dito el seño? Rec­
tor: "Por Fiipnestn que la d.*stennc’ón do directores
es un nn.dlema ce alta responsabilidad, sobre todo
en un mumeni > como el prívente en oue hav que
¿placar lo*- inconvenientes oue midieran Mwltore
en la tnítreha cíe tes estucho«. Obviamente ello crea
una rml.t* ” n n k- e’' ”b¡es. pcrm’e hav perdonas
qiie muy mnromrHdM en su opinión en cuan­
to a determinadas líneas reilHras v tro h^ce más di­
fícil la terca”. Es* o es textil ■’l. Esta declaración es
un abuso de rodar por ella debería ser acusado ante
la Corte Ftecternl de interferir, por tn/ones nolífirai
en la des’pnaclón de Directores de ller-os. Es d«*v!H'
ción de podrtr. ñero es más: es una viola
tltueionnl terminante y rotunda.
t Interrupciones) / 1
Esto merecería iu desULuc.or
acusación ante la Corte Electorrj, de aruítdo al trá­
mite quo se conoce Poro es, ud»*rnás, la conñMHéfí de
que en a Iconos ensos las designaciones dependerán
de I i.s líneas políticas.
I.u segunda prueba intergiver^able son las declara­
ciones del señor Rector en le Comisión del Senado.
Estas se deM’omponrn en varias partes. En la pri­
mera cent radico esta atirmiU'lon y después el señor
Rector declara y esto figure en la página 19 del re­
partido de la Cámara de Senadores— que "hemos co­
metido al Consejo de En eñarm Secundarla que pon­
ga en funcionamiento los cursos adoptando las me­
didas que se consideren Indispensables, con un sen­
tido netamente precario, sujeto al estudio definitivo
que se realizara en función de las distintas decisio­
nes que se adopten el considerar los diversos proble­
mas.” Y agrega: "Ninguna decisión llene carácter
definitivo".
Aparentemente le habían dado un cheque en blan­
co a Secundaria y estas designar*oneí hubían surgido
ab’ahitamente de la dirección de eso organismo. Sin
embargo, debemos tener en cuenta, en primer térmi­
no, :a declaración anterior del Rector y. en segundo
termino, oue n”d’e ignora que el señor Director
D'Elía había dicho a ateunm ^ue existía
una Iteir oue *,*"x aán pwr y él habría interve­
nido a f’n de lograr una arnorteguaetón o reducción
de nn cnr»*ecuenrli»w No crio que ette «ea una infi­
dencia. No voy « dar nombris aquí, pero en eaao pe­
cesarlo se podría hacerlo
। [<--iaq<4 ¿i- .Ajipé píariteo ésta
manera H proo»ema de ¿as designaciones y h«ce estas
declaraciones que de por si muestran su voluntad o
la decisión de regir las designaciones de acuerdo con
009 -
371
ías opiniones ru^pciuj ai derecho de huelga de loe
profesores o Director* y también respecto de la
conducta de éstos en cuanto al ejercicio de ese de­
recho constitucional.
Voy a leer ios fragmentos principales de lo expre­
sado por el señor Rector, quien en una parte de su
planteamiento dice: Mucho se ha discutido sobre el
problema del derecho ule huelga. Es un problema que
todavía no está perfectamente «leímido, especial­
mente en lo que tiexui que ver con la huelga de loa
servicios públicos. Yo, personalmente, he sustentado
la teoría y actué siempre en consecuencia, de que el
docente no tiene derecho a hacer huelga, porque es
uno de los [Micos < a.sos en que se planten la huelga en
perjuicio de torceras personas, que son aquellos que
están encemendndos fundamenlalmente a nuestra
actividad, o sea ios educandos, los niños que plerdeM
su tiempo para ia actividad que deben realizar.” Y
ugtcea: "El problema puede ser discutible”, luego dé
establecer en mucho más discutible opinión frente j;l
texto constitucional e inclusive frente o las determi­
naciones legales que en este aspecto han salido pos­
teriormente a la iprotmción de la (’orrlhuclón Y
prosigue.* "El problema puede ser discutible”, es ob­
vio que para pon® en marcha un bistema de este ji­
po, necesitamos Directores e Inspectores que e. t?n
en una posición concordante con la del Consejo No
voy a decir, ya, que tengan que újar posición; pero
sí que tienen que mantenerse al frente del servicio,
en cabo que «e pueda plantear cualquier tipo de con­
flicto.
En fundón de esas indiciieicne» es que liemos rea­
lizado las propuestas y liemos pedido para analizar
las dc -lpi telones que estaban comprendidas en el
Inciso D) del articulo 70."
Vuelve a negaise la primera afirmación de las cíe-
duraciones clei Consejo de Secundaria y aparece el
señor iwclor pronunciái.idoí»e sobre las óc,.guariónos
u le le nao que "en i unción ae esas indicaciones es que
hemos i cumiado las propuestas y hemos p mdu pura
.n ü"’ar las cteMgnaciolíHiS que estaban « umprenui-
n el inciso Di del artículo 70”. Es decir que se
■: ge para designar a quienes pueden estar de acuer-
c.o con el Conejo. cuantió no dudo que •eun muy po­
ra» las ttgura» responsables de la enseñanza, quienes
ocupan puestos fundamentales, que concuerden con
la opinión del señor Hechor sobre el pioblema ael
dereepo de huelga. Y aunque concordaran, la arbitra­
riedad subsiste, porque aquí se trata de un nitro po­
lítico, de un crl erio de definición a través del cual se
procura agrupar en una linea de obsecuencia, o de
presuma obsecuencia, a quienes deben ocupar pues­
tos de tanta responsabilidad, como pueden ser ios de
Inspectores o Directores de liceo. ¡Y cómo será cuan­
do llegúeme« a cargos menores!
Luego el señor Rector re.lera esa posición caardu
habla de *’la posibilidad, o el compromiso de las per­
sonas de colaborar con la autoridad en el momento
en que pudiera haber huelga de personal”.
Tenemos, pues aquí otra prueba Irrefutable: el
señor Rector declara en, el Senado que va a atener­
se, no a las condicionen docentes, no a la moralidad,
no al cumplimiento, ni a la asistencia, no a la con­
ducta funeiona'i y docente en todo» sus aspectos, no
a las capacidades, no a la historia del docente, sino
a su aciitud frente al derecho de huelga y a su vo­
luntad de estar concorde o colaborativo -y digo orto
en el peor sentido peyorativo— con las orien.aciones
del Conae, dentro del cuadro de una ley de por si
repudiada por el conjunto de la enseñanza.
Cuarta prueba: surge de esto la afirmación del se­
ñor Rector, que confirma el señor Director D’ Elía en
forma mucho más tenue y. por Jo tanto, yo díria más
indirecta, más aínuosa -y doy a la palabra un sentido
rteo no moral- -, en el sentido de Invalidar a
est'# dircctofM yuf Mi ' ío/pM*
hacer funcionar ios cursos. De mudo que se rue*t:on»
la capacidad de los directores que hicieron tune tener
los cursos desquiciado,n por lo» corrupto® interventoras
i 230404
 > CAM AHA DK WGPIUBBENTANTi- iu<•*. < '><’ niit.vo de 1873

de 1« Enseftanzo Secundaria. por los nombiiidos n de
do, por lo« que llevaron a H guerra civil, por loa que
acomodaron a .s-us amigo«, por lo« que 1 orinaron po­
licía« especiales, por los qu* se «altearon las norma«
del concurso; se cuestiona entonces a quienes asegu­
raron el funcionamiento de los liceos, la relativa
tranquilidad que era posible en medio de los asaltos
de grupos fascistas y parapnllelalc'?, cuando se aere!
naba a estudiantes n titulo experimental de provoca­
ción política durante la campada electoral, como lo
probamos en esta Cámara y nadie lo pqdo desmentir,
habiendo sido luego procesados algunos de los res­
ponsables. pero otros so hartan pascando tan cam­
pantes o están en el exterior.
Se cuestiona, pues, la rapacidad de o.lo« docen­
tes, cuando cualquiera porgaría que luego de ese es­
fuerzo lo mínimo que cabría, a 1« luz de lu responsa­
bilidad. buscando crear un china que pe’mda evl’ar
las máximas colisiones ron el profesorado, con los
padres, con los estud'antes, seria esperar que esta
vente que lo tilo todo en cargos que no les significaron
mayores beneficios etonqnrilro«. como se sabe per*
rectamente, sino, por el contrario, obligaciones gigan
toscas, grandes responsabilidades, la totalidad de su
'lempo entren-ida a la función. siguieron actuando
Sin embarro. se k* invalhla por no considerarlos ca-
pace« para hacer funrionnr los cursos
En quinto término, el ¿efior Rector Introduce en la
argumentación apreciacioKies do este tipo, que Inclu­
sive me parece bien que ii> haga, porque expresan su
pensamiento con un sentido que entiendo que p¡» muy
crudo, pero miU honesto En un planteamiento a b i ar­
lo de su pensamiento dice que juzg« ?n esto por con­
vicción moral. Pero veamos cuál es la convicción mo­
ral a la luz de esto» elementos de juicio que aporta
en el único caso en que se hacen cargos, o sea, contr i
el profesor Genovese
¿Cuáles son esas afirmaciones? Creo que vale la
pena leer las acusaciones contra el profesor Genove-
sc porque ellas, de por si, son de tal gravedad que si
no so prueban merecerían sin duda un juicio penal,
un planteamiento en todas las instancias. Pero como
no xe prueban» sino que por el contrario, luego de
hacer esa.« afirmaciones trata de llegar a atenuacio­
nes finales que no encubren el planteamiento ni la
i»< litación. creo que hay que calificarlas, más allá cíe
todo adjetivo grueso, como de falsas. Yo podría po­
ner detrás, de esto nndla docena de adjetivos más
característicos y que: corresponden más a la verdad;
sin embargo, sostengo, en el mejor espíritu parla­
mentario, que se trata de una acusación falsa.
Sr afirma allí que en el Uceo xe realizaban asam­
bleas mío no eran penadas con las faltas respectivas
«i no eran autorizadas
'Campana de ord^en.)
SEÑOR PRESIDENTE .Rcdnguez Cal* No hay
número para continuar sesionando
Queda terminado el acto.
<Es la hora 17 y 53. >

CARLOS RODRIGUEZ CAL

Vicepresidente

Andrés Al. Mata G. Collazo Moratoria

Secretarlo Relator Secretarlo Redactar

Carles Alberto Ar<ri*M> '

Director del Cuerpo de Taquigrafo*
 AK FS ■: £ NPI, Kodney

Asamblea Général

Tema: Modidan de Seguridad# LevBhtwniento

Sealdn: 17 de febrero de 1972

RUMOR ARIBM1ND1. - Entiendo imfaUmHH W

que dice el señor legislador Santoro, pero —y en esto ha­
blo a titulo persona]— hay dentro de las Medidas Pron­
tas de Seguridad dos grandes grupos. Uno de ellos es el
que tiene que ver ron las libertades y d’be ser levantado
inmediatamente. Tengo entendido que el Frente Amplio
na ido estudiando toda esa maraña, esa jungla de decretos
económicos, uno hecho para beneficiar a tal Ministro, otro
hecho para beneficiar a la rosca, otro para el servicio
de Pacheco, otros hechos con otros fines, que si se quiere
discutir los estudiamos: pero hay un punto que personal­
mente creo que es básico: el de las libertadas
¿Pueden seguir diarios clausurados porque a este go-*
Memo se 1» antojó, o al Ministro del Interior, o a su
acompañante de Defensa Nacional, amt*oe desprestigiados
de todo punto de vista? Hay gente en campos de caneen- 4
tración por el régimen de Medidas Prontas de Seguridad, i
¿Puede esto persistir? 8e asaltan domicilio# en la noche J
y se lleva gente presa. ¿Puede eso persistir? -9
Hay, pues, dos partes bien diferenciadas. Una* la que a
tiene que ver ron Ihx libertades, básicas, esenciales, cons* 9
tituclonalcs. otra, que se refiere a toda la gama de pro- 9
blemas económicos y sociales. En este sentido, sin hacer -v
ninguna sugerencia especial a] señor legislador —cada j|
uno es responsable—, creo que el país tiene esta* dos ’'W
grandes zonas do problemas a afrontar. En cuanto a un á
grupo habrá que determinar por qué se sustituyen, perú, |
en lo que no se puede esperar es en cuanto a la seguridad
de las personas, a la libertad de prensa. a los decretad
monstruübos que filtran o prohíben la edición de libros,
para todo lo cual hay normas básica» en ¡a Cmutitución
de 1* República y en lo que se ha codificado en el palo. .
' ' ' — ««W «4 ...«■> *»...• 4» -• &

011 à 23 6 4 0
 fíi < > N ¿, N1j I a godo e v
Asamblea Jeneral
rema: Medidas de Seguridad. Levantamiento

Sesión de 2 de marzo de 1972

V
'ATBBJTD: A U ImprtMiftjimi« jte
ner, en el menor tiempo posible, la líórmalizaCión en'
la vida institucional de la República y la plena vigen­
cia do la Carta Fundamental y de lo» leyes de la nación; <
CONSIDERANDO: I) Que laii limitaciones de laa •
libertades individuales y clndicalei y de la libre ex*
presión del pensamiento por cualquier medio. impues* i
tas por Ja vigencia de las Medidas Prontas de Seguridad >
implantadas por Decreto del 24 de junio do ÍM® y pañi
el desorbitado ejercicio que de las mismas ha hecho el |
Poder Ejecutivo, resultan evidentómente incompatibles 1
con la filosofía politice do la Carta Constitucional, praf» 1
enéticamente desarrolladas en la {lección II de la mls-|
me, resto por la cual deben ser derogadas ate la menor 1
demora; |
II) Que en el fárrago de disposiciones adoptadas en 3
aplicación de sus facultades otorgadas al Poder Ejecu-
tivo, por el articulo 108 inciso 1,7 de la Constitución,
exorbitando el ámbito normal de las potestades extra* J
ordinarias, so ha legislado sobre cantidad de materias,
al punto de crear un estatuto paralelo a la Carta Fun­
damental y a las leyes de la nación, que no pueden de*
rogarse sin ajustar previamente adecuadas normas que * ■
prevengan toda clase de distorsiones y perjuicios;

III) Que es de indeclinable competencia del Poder

Legislativo establecer la normaclólt con jerarquía de
ley, recuperando potestades que le han sido abusiva­
mente usurpadas, y que, por tanto, debe ser en su seno
(tonde se estructure, el sistema legal que asegure la vi­
gencia do un verdadero “estado de derecho" y respete
la secreción de funciones consagrada en la Carta Fun- ,
demente!, sin perjuicio de qué el Poder Ejecutivo pue­
da y deba, ejercer las facultades de iniciativa a que se
refiere ql Art, 188 da la Carta Fundamental, colabo­
rando en el marco de so especifica competencia, en la
aludida recomposición de un ordenamiento legal profun­
damente vulnerado;
IV) Que el mantenimiento indefinido de las Medi*
das Extraordinarias que no so levantan de inmediato —sea J
aquellas que requieren, para su convalidación jurídica»
normas legales expresas, sea aquellas otra», que reclaman 1
autorizaciones o venias do órganos legislativos, como por ,’jg
ejemplo la prevista en el Art. 1W¡7 de i» <X»astítoctón«*l'lJ
Implicaría la subsistencia de un régimen anómalo, extra* i
ño a las previsiones de la Carta Fundamental, extremo . »
que tampoco puede admitirse y que el propio Parlamento «
debe ser el primero en prevenir, por todo lo cual resulta »
impuesto prefijar un lapso rigido dentro del que tai or* »
denamiento debe quedar consagrado en forma definitiva, 1
mediante la sanción de las leyes necesarias y el ejercido 1
por el Poder Ejecutivo de sus deberes de iniciativa y pro*
puesta, asumiendo cada uno de lo» órganos públicos las |
responsabilidades consiguientes por la tardassi* 9 la este- j
slón ; -a

La Asamblea General resuelve ;g

iv 1 Derógase el Decreto del 24 de junto do UMt por l
el que se implantan las Medidas Prontas de Seguridad y 1
todos los decretos que restrinjan las libertades Individua* ¡i
les, sindicales y la libertad de expresión del pensamiento '!iW
por cualquier medio «Sección II de la Constitución de ¿
la República). I

F» A los efectos del levantamiento de las disposi-

if
dones adoptadas en aplicación de laa Medidas de Aegu* ,
ri dad, no comprendida» en el articulo anterior, se enco­
mienda el estudio a la Comisión de Legislación de la
Asamblea General de las norman legales pertinentes, para
< to que dispondrá de un piai» de 60 días.
"PH Transeurtidos 88 días a partir del día de la fe­
cha, Mtrtoínaucametrte quedarte! derogadas la totalidad de
:as Medidas de Pronta Seguridad, sin excepción de alguna.
Juan A. Chente. teten» Itebegoyhea. BnSnev Arta*
jmmIL Eteawada deare» Stette, terge M*H HA*
tos. Jaime Páre*. Wtaghair Tartaatey. Maga Ba* f
tMila. Zelmar Mlchrlini. Joan Pable Terra. Cartead
Baralbar. Oscar II. Bruechera. Daatel Besa Dfcted
A iU'd» iKu«r < íuhuwh» VteMMW
oastun ¿n-zrn'r Aodrjiftier. AiWÍ fyfgiÉAW.
Uf Mas* Eartgn» ». «tee. WaHer Martines, < ib *
tes Toaste» Versal, Anlonte M. »ameba”,

012 i
 Esta moción as debe volnr 4e 4» tenente
al artículo pertinente del Rôniaaneate, «ne et ss a leer
por Secretarla.
Léase.
iSe lee. >
"Art. 74. Bon mociones de orden:“.
13. Que el asunto vaya a una Comisión Especial
SEÑOR PRESIDENTE. Estas cuatro última* *e vo­
tarán en el acto de presentarse, sin discusión”.
MENOR AH18MEND1 (.Me permite, «chor Prest*
dente, para una pregunta a la Mesa?
SEÑOR PRESIDENTE Perdón, seftor diputado, pe­
ro «e acaba de leer el articulo reglamentario correspon­
diente. Por lo tanto esta moción ya e»tó puesta a vo­
tación.
HiRRft» CAMMA RiHMifaA - |No es asi'
SEÑOR AR18MENDI. -• Deseo hacer una pregunta
a Ja Mesa para poder votai o no.
(Campana de orden.)

SEÑOR PRESIDENTE ■- ¿Bt seftor legislador Hierro

(lombardella desea hacer alguna objeción reglamenta­
rla?
iiiWRíW B.i'seBn1 Prt

«éter

XdCstamoa dia-
Naclbnal menos,
iirwa cobQancia.
entonces, que d< votar Tut. la
parte resolutiva Lo la declarativa la moción.
Con esa aclaración v<pre»a - pues de rte» tura no
quedaba tal constancia— maestro sector dar A hsrpto a
1h moción del Partido National.
MENOR AR1BMEND1 - ¿Me permite, lertor Pvert-
dente?
SEÑOR PRESIDENTE - Tiene la palabra el Mfftor
legislador.
SEÑOR AR1SMENDI - Lo que yo iba a plantear
a ia Moas en cierto sentido se refería a lo que araba
de decir el sedar ¡«cistador Hierro Oamberdella
.,. Cnoj»« Jo m*,M wt«. m
• ■ JMMMHU" — il ■ •- *'*•
- Es una mocíon que tiene una parte decterathra y Js
otra resoluttea de caréetiir interno, Ostie «se gotte fie >
vMl MM 4M M MMM «t M* «M JM4M M MB H
_■»■ - ÀA. ttodtaMk.' «gBÉtalMÍÍBd«Mk figft IdgMM

no Ommi vwm «i own id eowtetddo de! ptenteamten* ■' W

to. Es deeir, ai se pesMara qw sSmptesuMsU hay que pa- w
sar a votar una Comiatea y levantar ia sesión, estimo i
que ia Mata exagerarte te interpretación que hace dei J
artículo, ¿y por qete creo este* Porqos no «a te mismo #■
una moción que diga. Be forma una ComisPm para Je* f
vantar las Medidas Prontas de Segundad*, qoe otra que f
dijera: Be pi««« a una «omóíón. ” «U, ate Tlensa dos «
•ontcnldiu dlferenf»*« de tipo f nt d fiditi' 1|
cMdún J
En segundo termino udvierto que esa ptinMNa mo> "‘W
clon no fija plazo para que la Comisión se expida acerea m
de ningún punto Cuando el priincr punto se planteó en
la Asamblea yo hlre una observación. J

013
23 0 4 Q
 SEÑOR PRESIDENTE -- «I me p/rmlte. sítav le*
gialador,..
En cuanto ai problema reglamentar*©, con mucho
guato ¡o estamos atendiendo,,,,
SEÑOR ARL8MEND1. -• »Pero señor Presidente! Si
no me escucha no puedo demostrarle que la Interpreta*
ción que la Mesa hace del articulo reglamentarlo es exa­
gerada.

Yo hice en su oportunidad una observación a loa

señores legkladoret Vas y San loro, en el sentido de que,
evidentemente, habla dos elementos sustanciales en esto
de las Medidas Prontas de Seguridad. En primer término
catán las medidas que afectan a las libertades en gene­
ral, acerca de la» cunju» hay una moción de la bancada
del Frente Amplio para proceder a *u inmediato levan­
tamiento: en segundo término está lo que sé refiere a
que una comisión estudie toda esa jungla de decretos
en materia económica, de prohibiciones, sobre el campo
artístico, en fin, esa inmensa jungla de decretos que ha
caracterizado al anterior gobierno en sus manejos des­
póticos
En una palabra, hay unn parte que naturalmente
puede considerarse por una comisión, pero otra debe ser
tratada inmediatamente. El problema referente a las li­
bertades debe ser tratado y votado de inmediato. Pero
además, en la otra parte, es evidente la necesidad de
estafe ecer un plaao.

La interpretación de la Mesa equipara ai dominio

de Ja Asamblea de las Medidas Prontas de Seguridad, a
sv derecho eonstitudonai de levantarlas ea cualquier
instante, con una simple moción de orden que dice:
'Constltúyese una Comisión”, “La Asamblea pasa a in-
amedio । o “Se resuelve monU/iear la «Mocadó» de las
as en la Bala de la AsambHa'’.

»BÑOit mfflsnaM1 rus»i ■ । gane ronmsrwror m»

tasrupelóü! setas legislados a. ■!
SEÑOR ARI8MENDI. — Ya sé lo que piensa el se­
ñor legislador. Yo digo que en un caso la interpretación
de ¡a Mesa oaraiiza totalmente a la Asamblea al darle
31a moción el carácter de una simple cuestión de or­
en En el otro caso, en el que planteo yo, evidentemen­
te el pronunciamiento acerca del levantamiento o no de
las Medidas Prontas de Seguridad tiene un carácter pre­
vio, y no un simple carácter formal

Por lo expuesto creo que en» exagerada la interpreta­

ción que hace la Mesa sobre este aspecto.

■' Me había pedido un* interrupción el estar legislador

QuUérrw Huís,

SEÑOR PRESIDENTE - In rote caro as 1« pueden

conceder interrupciones, tetar legislador,
señor ARISMENDI. - .Como no se va a peder, se­
ñor Presidente!

SEÑOR PRESIDENTE. E.;tainos tratando un asun-

hi reglamentario

014
2 2 0 4 0^
 •WO1 ARmtSMBi - ¿Mr RMllI Mfi MW i
cíóp, mAot teftetedorf f
SEÑOR VASCONCELLOS Sí. seAor diputado. I

SEÑOR PRESIDENTE — Pueda interrumpir el te- f

ñor diputado, pero advierto ai Cuerpo que ¡os oradores $
tienen que referirse *1 aspecto reglamentario. $
SEÑOR ABISMEN DI — Eji al aspecto reglamen-
laño al que me he referido desde el principio.
Hay do« mociones, te primera se refiere al levan­
tamiento Inmediato de tes medidas, lo cual ee facultad
<te te Asamblea. Aunque se votara el nombramiento de
te Comisión, seguirla en pie te posibilidad de que te
Asamblea levantara parcialmente1 algunas medidas.
La moción plantes el probleina en sus términos ge­
neralas, La ntuatea te ptentea Mpaciiteando el levanta-
intento Inmediato <te todas tea medtetea qw tienen que
ver con te« libertades,
Por lo tonto, si el setter Presidente y auo aassoroe
me hubieran escuchado, habrían advertido que mi raso* J
namíento, transitando por caminos poUlteoa, esa figure- 'i
sámente reglamentario, y el argumento qsie subrayaba .a
con toda fuerza el seAcr senadoir Enrique Rodrigues ea ■«
así: si triunfa te tesis de que baita proponer una Comí- |
sión, que el Presidente invoque el artículo toL que sao |
Comisión deberé tener nueve miembros repartidos de -J
tal manera, para que la Asamblea Oenertil caduque en J
todo» sus derechos, en todas sus posibilidades de dtecu* «
.sion o decisión, en todo aquello qué Ifi Constitución *
pin titea que es de su competencia, adviértase entonces '*
hasln dónde vamos. No estamos votando una Oomtetón v
para tratar probhtunfi internos, y habiendo dos mrwdonet |
no puede cerrarse el camino a la discusión acerca del ■?
problema fundamental dei levantamiento inmediato de las
medidas que se refieren a las libertades.

Se ha hablado de la tranquilidad dei país; se habla

de violencia, pero día a día el desborde sobrepasa todo.
No voy a entrar aquí en ese aspecto —porque no quiero
forzar Intrqducienao argumentaciones políticas directas
sobre eso—, pero el país no pueda esperar con campos
de coac en ir ación, con escuadrón de 1a muerte, con per-
¡omí torturadas, cu» diarios cerrados,
«Murmullos, Campana de orden.)

SEÑOR PRESIDENTE. — Llamo te atención al se­

ñor diputado que esto fuera de ¡a cuestión.
SMOB AWSMEWDL - La Meo pretende, regla-
atentadamente, qtetor ai darte]»» a dtoeutlr y » votar
hoy aquí el levantamtonto de leu Medidas Pronts» de Se­
guridad. 4
UtemgBA* da W4NM

2J 6 4 0^
0 1 i) - -i
 BBWOK AJUNMBMSL kottriMI« mi MMl
hay« raaonaa para «ya ae Mjii «M efecto al Wh»
miento de loe Medida« Prontas de Seguridad que acaba
do votar la Asnmblea.
El argumento del Menor Ministro del Interior desde
nuestro punto de visto en cierto sentido abre una gran
interrogante. Plantea que quieren levantar las Medida«
Prontas de Seguridad, pero condiciona ese levantamiento
a la aprobación de determinado« proyecto« de ley.
Yo creo que la gran interrogante, y máa que la gran
interrogante, la gran contradicción, «urge de esta pre-
gunta: ¿qué dificultad tiene ol pai« en la hora preseate
para que loe presos sin causa sean puesto« en libertad;
para que la prensa clausurada pueda reaparecer;. . .
(Apoyados ¡Muy bien!)
de que en ¡o* diarios «e pueda hablar de obre­
ros que hacen una marcha, una huelga, una demostra­
ción
(Apoyados ¡Muy bien!»
—. . para que se cumpla con el derecho constitucio­
nal de no allanar caaes sin la respectiva orden judicial,
y solamente durante toa hora« del día; para que no «o
apoderen de dirigente« sindicato! a fin de maltratartoa.
como ha ocurrido en todo el interior de la República,
en fin, para que «e ponga término a la tortura; para que
el pala oiga palabra« clara« acerca del "escuadrón de
la muerte", que cuenta con la vtoible protección oficial'’;
y tomo sólo alguno« ejemplos.
Contrariamente a lo que se ha dicho aqui yo creo
que la moción del Partido Nacional, que se votó afir­
mativamente, levantando las Medidas Prontas de Segu­
ridad armoniza perfectamente con el otro articulo apro­
bado.
(ApoyMtoa, ¡Muy btoaü
—Creo que es totalmente congruente to ptoMbl <to
1« mayoría do los legisladores del Partido Nacional qpNk
votaron este articulo 19 luego de haber presentado sú
propia moción. Y digo esto en voz alta rindiendo home-
naje a una actitud que creo justa y leal con sus propio«
principia*. Aunque podrán decir que eso lo juzgan ellos,
no eH asi, porque lo juzga la opinión pública.

Y digo que han «ido totalmente armónicos porque

votaron crear una Comisión a fin de estudiar con proliji­
dad y responsabilidad todo aquello que se refiere al pec­
io legislativo, ni mismo tiempo de anear de arriba del pato
los elementos de arbitrariedad imperante que sufrimos
hace artos.
No quiero entrar ahora a Ja diecualón de 1« violen­
cia, de la situación del país, de todas exas coxas, aunque
nosotros, que hemos ido muchas veces al cementerio con
los puños y ia gorgantc apretada, con lágrimas un l>m
ojo«, a enterrar muchachos asesinado»,
(Interrupciones.)

—. podríame* entrar en «mi girm> debato. ifaaotroa

que hemos visto impedir salir « regaños de prensa y
maltratar a sus rudaétorcs, podríamos entrar en una gran
polémica, pero no queremos hacer eso hoy. H

Como un elemento decisivo de evolución política,

h:iy deternrmidHM cosa» que al país hoy mismo deben sa­
cársele dn In cabeza; espadas pendientes que deben qui­
tármele de la cabeza. La Asamblea General ha designado
un« Comisión integrada por todos lo« sectores. Sí et
Poder Ejecutivo está en la tesis que plantea ol señor
Ministro del Interior ya no hablo del llamado que hizo
a este Cuerpo el señor Ministro de Defensa Nacional—
¿qué dificultades tiene en venir a la discusión de la
Asamblea General?

No «g tomismo «I clima dei pah con diados rerrv

> 4úf y ftoóto «•« jw étoiedtor«. Jf* *JÍor'?M
f t WrtdMo ttonfb prohibición directa
* 1 dfthaeer refrrendaff « úu» huelga, • W marcha o a una
1 ó dé q«e Iwfl Mttón «<N obreros
to pedir de ^torios. ttttype h. otr* prenoa,
/ to que atora «•».. sí puede habtor.

„Qué é»iw<dted «aiate par» que Pido eso <fea«par»Ma

«a «i día de boy, como acto polimero que señalaré sin
duda, más allá 4e toa heridas Múe todentMto» «b llamado
. ú H,<Hh;v*c'*qr d* to
Corno no quiero Vbusarmài del Rompo de qu« día
pon« «I señor legl«l«dof Fe» Agplrr», voy a taeminar
seto interrupción que to «el tetto «I M»to efeate de defer
bien «n claro mí penserntonte.
 /i ¡í.ISkLí¿ül, Rociney
Asamblea General
Tema: Modldao de Seguridad. Levantamiento
SctidtL % dcnnrzo lo* 1972
íÜBom - m »**1 «lUto^tíMp-
Desde luego que vamos a votar la moción paya pasar
a Intermedio de inmediato. En esta sesión de la Asam­
blea General obtuvimos un quòrum de sesenta y tres le*
aisladores: es decir que sólo faltaban troii. Es evidente
que el quòrum se podrá lograr dentro de cuarenta y cinco
minutos, tíd como lo plantea en su moción el señor sena­
dor Mkhelini

Segundo, creernos que es imperativo el levantamiento

inmediato de las medidas en todos los aspectos político*.
Podríamos abundar en las denuncias de torturas, en las
persecuciones, en las provocaciones realizadas a dirigentes
frenteampllstas, en ios asaltos a sus casas, en la nueva
víctima de) Escuadrón de la Muerte y en los partes men­
tirosos dm Brigadier Sena, en el Ministerio del Interior,
presentando como un ciudadano olandesi ino, lo que ni
aun asi justificaba un crimen monstruoso. Podríamos
abundar en las clausuras de diarios; es doclr, podríamos
seguir detallando la situación que vive el país. Es ur­
gente, por lo tanto, en el aspecto político, la restitución
de las libertades y las garantías en forma Inmediata,
aunque la Asamblea, sí lo desea, puede discutir otros as­
pectos de carácter económico que exijan una mayor me­
ditación

Estos casos se amontonan. Cito entre otros el ,

de la estudiante Marta Seoane, miembro de la, dirección
de la Juventud Comunista, tomada en la calle hace dos
meses y medio y llevada a la Escuela “Carlas Nery". Ten- t
go en mi poder una carta de su madre para entregar al ?
Presidente de la Asamblea General. Ha sido maltratada
sin que exista ningún cargo contra ella, Ift que tiene una ■
militando pública notoria i
Podría seguir ia enumeración. Dito tome que tercai* 7
nar y es lo. primero. « ¿

Por otra parte -y esto lo quería aclarar antas de oon-

ceder cualquier Interrupción—, el señor senador Vascon-
cellos ha dicho que “El Popular" lo amerazó do muerte i
y no sé de qué manera. '*
3
Creo que el señor senador Vasconcel os lee mal, i*
informan mal o reacciona proyectando de una forma ima­
ginaria la critica política que “El Popular" lo ha hecho.

Desde nuestra posición política, asi como hemos cri­

ticado algunas veces al señor senador Vasconcelos, en
otras oportunidades destacamos su actitud cuando estu­
vo, en contra de las Medidas de Seguridad y hemos dis-
erHhfnado cuidadosamente ImMvo su podwdti de la po­

ni jamás lo hamos.

SBftOR ARXSMEND1. - ® mAst

rectamente quien las hada.

< Interrupciones. Campana de orden. >

—Le hemos criticado, además, al señor senador Vas
concellos —41 habla fflUdto de cotias viejas- que hubie­
ra luchado durante cuatro *b<4Mmám e| terror y con­
tra la corrupción de este gobierno, y que luego el señor
Bordaberry saliera electo porque U Ley df laQMdSbr *
gnwíslamente*01** ***** *tno*w V¡¡¿totó¿ÍL

017 - *
SEÑOR ARISMENDI. - Ttrmtafc
ser descortés. En general todos han neetwi
nilRfkli^n W e rilo. í'n'l) uor es perentorio, termlflidWi, 1
que la AmüííMim Hté hMlW* Mi «’ levanto-
miento de las Medidas de Seguridad, ft no, entraríamos
en un juego político sin arribar a ataran ooactasida y
no queremos oso.
23 6 4 0

Tema: MfadlcUn de t>e¿;urIdad» Le**antam.lanto
3«nidn diati 9 y 10 d*
del señor legislador Tem ei totomewta tqgfenMaMto.
¿En qué situación está la Asamblea General?
Este órgano votó, de un proyecto presentado por ¡a
bancada del Frente Amplio, un articulo que deroga las
Ktedidas Prontas de seguridad en todo aquello que tiene
que ver con las libertades, con el capítulo de garantías,
de los derechos sindicales, etc. Es decir, que aprobado
ese artículo, queda en píe, únicamente, aquellas medidas,
podríamos decir, de carácter económico ó que necesitan,
en ese plano tan confuso eri que se movió el Poder Ele*
cutivo con una discreclonalidad absoluta, ser sustituidas
por otras leyes porque, de le contrario, podrían provocar,
indirectamente, perjuicios a personas, organismos o en­
tidades que están viviendo dentro de ese presunto régi­
men legal, aunque su origen sos arbitrario y está vtotaoq.
Bn este instante entra otra moción. Por lo que han
^rapresado los señores legisladores Snntoro y Beltrán, este
IV jgundo planteamiento difiere del primero en que deja
parte de las Medidas Prontas de Seguridad que levantara
la votación de la moción de la bancada del Frente Am
pUo. en suspensa, por un plano determinado.
tal totea forma que tiene el Partido Nacional o kx<
nKMNkNMMrtoe, pura llevar adelante este tipo de votación,
es, o pedir la reeonsidoraclón del artículo de la mocMKi
del Frente Amplio ya aprobado o, de lo contrario, con*
plementarlo con la qae ellos piensen que debe delimita
su alcance, pero no sustituir el asunto por una mocioii
de urgencia durante el transcurso de la discusión del mis
mo, estando planteada la reconsideración por parte de ten
miembros del Partido Colorado, del partida de gobierna
Una moción de orden no puede ser sustituida por otra,
hasta que aquella no haya sido absorbida. Seo m abete
en la discusión reglamentaria de los dos cuerpos legtate-
tiros y, también, de la Asamblea General. Se estaba pian«
teando la reconsideración, Otra moción de orden no pue­
de entrar hasta que esa incidencia reglamentarla termine.
Eso en el aspecto reglamentario; pero en e! fondo,
¿qué dificultad puede haber para la bancada del Partido
Waeftmsl que proclama y yo le creo— que desea el le-
untamiento de las Medid** Prontas de Seguridad en
cuanto se refieren a personas, en que se voten los adlti
roí, toa Incisos o km artículos que expresen más acabada­
mente as pensamiento limitando el nuestro?
81 estamos de acuerdo, fundamentalmente en que el
pata no puede vivir bajo el tí«imen del despotismo, al
margen de ta GoneUtaclon. oon campea do eanaentracMo,
y “Escuadrón de la Muerte“, diarios perseguidos, tortura*
y ciudadanos seooestradea, ai pensamos que eso «O pusdé 'i
ser, entonce* levantemos tas ai «totas, «I Dees ato del afeé 1
fta en todo lo que tiene que veg ese tas Mbartoéea cata ta* f
derechos y las garantías»
¿Estamos de acuerdo en ano? Pues bien, eso ya esté
votado. • «
81 el Partido Nacional quiere, por las rosones polftl*
cas que ha explicado aquí o. por necealdad de transaccio­
nes o cualesquiera otras, restringir eso, entonces que pro­
ponga un articulo aditivo. Nosotros votaremos en contra
parque creemos que en materia de presos políticos ex evi­
dente que d no hay mandato judicial y comprobación
efectiva de delito por mandato judicial a la luz de la
ley, lee detentaos deben ser d?Jados en libertad. De lo
oouUárta. epitemenie en el régimen de
" atoVta 4&M htaWUl to-
01 8
Àuajnhlea General
marzo de 1972
¿ia otooW^^s ¿515
grao atención por ser un Ministro nuevo, y un General
de la. República qtui recién se n‘incorpora a la actividad
política del paté— creí entender perfectamente, dos cansa
En primer término, una expresión de voluntad de cum­
plir y acatar a la Asa mblea en su pronunciami unto, que
as algo que no se necesitaba declarar pero que, como etí-
tábaoMM tan dosacostumbradoc a oírlo, lo subrayamos.
Es algo obvio; pero como estábamos acostumbrados a
que fuera toda ai revés, repito, I» subrayamos.
En segunde» tèrmine, me pereció eseuehar en tas p*H
labra* del señor Ministro de Defensa Nacional la affrmin»
oión de que precisaban determinadas elementos de teaai-
fíoaoíón del proceso, ete„ para poder adecuarse a ta nuo­
va situación del leventantíento de tes Medidas luego lie
tan largo periodo de aplicación de las mismas.
Cuando por el planteamiento Cel Partido NMtabrt 4é
las ’mgoMM a
restringe la vigisncia de ese levantamiento de
en cuanto a los presos político* ye existentes,
por un M- 1
20 determinado, según me pareció entender, está implN i
cito, también, de acuerdo con la destarasteis tol eeftor 1
Ministro de Dufensg Nacional, que tadfrwtamtota no bom­
bea Medidas Prontas de oogunoaU para oonunuar tarnMaF
do presos políticos.
Quiero decir que la medida planteada por al Fa*»^
tldo Nacional reg.na para los que hoy catan en el plsisa|l
pero evidentemente, boy mismo comenzaría a regir la|
Constitución do la He publica en loaos sus aspee me ju-í
i.
ricUcoe: el ' babeas Corpus", la pn*.on únicamente veor|
vto sometimieuM) al juca, la semiplena prueba, «i áltate*»#
miento usuuo ue uettanuimu**^ ..uiu«, tu mi, toav lo';
que integra lio garantías individuales.
Eso es le <»• entendí de te que manifestó el soltar
Ministro en aquoltoo sMeMtoM, que no aclaré entonaos
porque mo pareóte natural y jundeto
Por ¡o tanta, aef.sr Presidente, creo que en ai as-
poeto reglamentario ut musió« do urgencia no está iluta,
bilitada. El Parudo Nacional puedo ««regar meuKNI
Ja amplia moeion del ironía Amplio, rescrmgiéaaoia}
o puso* roevunderar la nuestra y sustituirla por otra.
De paso (¿claro esto que me parece obvio en cuanto
al alcance de tea medíaos y que este mi la dteeuaiósu 31
bien no hemos leído totalmente el teato de te mooitoe
del Partido Nacional, por las exposiciones rottltelgj
parecería que ese es el alcance. Además, as si ún>tMw
alcance posible, porque no se pueden suspender las BMÜS
« dlda* yate vos aplazarlas para lodos los cnioadAMm
de la Hepúbltaa, dentro de determinados Umita*,
Muelas gracias.
1
23640 .
 Las primeras se refieren al planteamiento que ha
formulado el señor Mln'etro del Interior, y al que ha
aludido algún representante del Partido Nacional acerca
de un posible condicionamiento dol levantamiento de las
Medidas Prontas de Seguridad y a la gestación da de-
terminado tipo de le ye«.
Por lo que conocemos a través do la información de
prensa que parecen aludir, ev'dentemente, a textos
la prensa,
reales que han existido y que circularían por cuenta del
Poder Ejecutivo, no puedo monos que calificar este
proyecto como eje monstruoso. La prensa anuncia un
llamado Proyecto de Ley de Segt ridnd del Estado. Pero
e! mismo, (pie técnicamente abarcarla las mater'as más
grandes, como la organización d< la Justicia, modif’ca-
dones del Código Penal, modificaciones de la Constitu­
ción de la República, aspecto» relacionados a la me­
terla económica y robre el qué un diario gubemista tan
obsecuente como “La Mañana*’ informa que actuaría
hasta en el terreno de la garrapata y la sarna, me pa­
rece el cal flcativo que he expresado. También, tocaría
los problemas de la enseñanza. Digo que si ese proyecto
refleja el pensamiento oficial del Poder Ejecutivo, no
puedo menos que calificarlo de monstruoso, peor que >
cualquier Med'da Pronta de Seguridad, porque es te
tostHucion a litación do la arbitrariedad, la negación de
la Justicia, la creación de una situación en ¡a Repú­
blica que, en última inetaneta, suprimiría todas tes li­
bertades y colocarte, Inevitablemente al pato, anta te \
guerra civil.
Esto lo d go ron pleno responsabilidad. Cuando aquí 1
se habla de los Tunamaros hemos dicho muchas veces 1
si nosotros creyéramos que le táctica y la actuación
Ve«e grupo hub'era servido fundamentalmente para
poner fin al cl'ma de despotismo, de negociados, de co-
erupción que inspiró al gobierno anterior, para concluir
coa MMtaetae y supresión de libertades, hubiese temado í
ese «mateo. No el año itM ere seo el óeiee camina de
derribar la dietadura de la òpere» y «o oetataaMo la
necesidad de la conspiración y >»1 uso de las armas en
esas circunstancias.
Por lo tanto, toda afirmación que apunto simple- i
«nenie a dividir al país y decir —como lo hito un señor |
legislador que no se encuentra presente hoy-- que los Tu-1
pumams son delincuentes comunes, o mafiosos, es, en úl* ¿
tima instancia, ocultar el tema de fondo, La creación 1
de un clima de violencia en el paia no puede separarse *
ni de las condiciones sociales ni de la politica de repte-
•ióo aplicada por el gobierno.
En este misma Asamblea General, le dijimos al
General Francese, cuando vino a hablar en nombre del
Poder Ejecutivo, acompañado por el Ministro del In­
terior de entonces, que el pueblo uruguayo no se maneja
con represión, ni con supresión de las libertades, ni con
¿Maques a los sindicatos, ni, tampoco, con el asalto da
locales sindicales y de las familias de loa trabaja-
dores, ni con la presión sobre la movilización de miles
y miles de trabajadores ni con las torturas y la perse-
cución.
Y así como creimos que ei camino para enfrentar
________
al gobierno era la acción de las masas, te resistencia $
del pueblo, Je rendimos homenaje en este recinto a toa
obreros que en los sindicatos fueron a la huelga general,
a los estudiante.« que manifestaron en las calles en de*
tensa do la libertades y a los ciudadanos que reaistterofi
esa política, afrmumo», a] mismo tiempo, que el go«
biemo coloraba al país en una encrucijada de •angra
y de represión.
Pretender olvidar las condiciones sociales, la ac-
eión oligárquica, el desprecio hacia el pueblo, el nego- PRO ESM&0 fnsUtuclones, entonces no queda otra, salida que la de
ciado de railes de millones de una oligarquía de bun-
queros que, a su vez ocupaban Carteras ministeriales,
toe dispare«, premeditados y fríos hechos con armas traí­
das desde el extranjero, sobre los estudiantes que aca­
rrearan la muerto de Hugo do los Santos y de Susana
Platos, qat> hace unos instante» evocaba el señor senador
Michelinl, y pretender olvidar, inclusive en esta etapa
última ei caso de Hebor Nieto, es algo imposible.
Estampé en «a decuoMrto rmponrebto, dirigido • ,
un Tribunal de Honor del E)érHto, lAHtasaetón o los J
señores Ministros de Defama Nacional y del Interior 's.
y a los aparatos respectivos de ser Jos responsable» di- 1
jwrtftoato Je Xirto, en busco de un clima de violette«.
Eso está radicado en el Tribunal del Ejército-
Anta acusaciones hechas por mi en te Cémara. onu (
respecto al coronel Trabal, a» resolvió la oMutiUMMi íta «
un Tribunal de Honor del Ejército.
La muerto cki Beber Nieto fue una maquinación po­
lítica hecha |*ra perturbar el clima electoral, fría y de­
liberadamente; como lo fue, también, te clausura sucesiva
de la prensa y ana montaje tremendo del ‘Escuadrón de ,
la Muerta”.
Los que hemos hicho la campaña electoral hemos vis- :
to como se asaltaban y ametrallaban nuestros locales,
como se ponían tambas en las casas de profesores, como
m disparaba contra ios centros de enseflansa y como,
después de todo esto, a los pocos minutos, aparecía un
Maverick policial, a pesar de lo cual nunca se descubría
nada. O la policía era un organismo de la más absoluta
incapacidad o hinbia que llegar a la jdsta conclusión de
que se prohijaba, por parte de políticos, a los responsa­
bles de esos acto», que, en definitiva, son los que han lle­
vado al pato a) onsangrentamjento y a esta situación.
Me hubiera gustado que, en aquellos momentos, el
Tribunal de Honor del Ejército me reclamara que acre­
ditara la verdad de mis dichos en tomo a estos hechos.
No ocurrió asi, y ese órgano se pronunció determinando
que m tatota HMÓO pare prosedar de Cira modo» ya
no m rosaba el tañar del céionei Tribal, cosa qw yi> m
protemttt, ya que ni siquiera te aonoete, Pero el púurigo
- politico lo formulamos plenamente.
ta las ímnmu no fueran ootno son, m uu pioiesaramos
una teoría de carácter político insertada en la filosofía
j manchta-tenintoti si actuando como un ciudadano co­
mún no pensáramos en un gnan movimiento de masas
í de uruguayos oomo posible solución política para loo pro­
’ blemas del país, y viéramos como se ametrallaba, asad-
naba y perseguía a nuestro pueblo, olvidando la justicia
y amenazando con barrer al Parlamento y destratar todas
las libertades, tal vez, en algún momento, creyéramos, que 5
la salida era otra.
$
Lo que deseamos que se tenga en cuenta íundameh- ti
talmente, es que no puede seguir en una valorización tan
simplista corno la que. hasta ahora, se ha pretendido ma­
nejar. No podemos actuar como aquel personaje —un rey
persa que ordenó asolar ai Mediterráneo porque se ha»
mil llevado sus mtíes. No podemos olvidar que las cauios
dé la situación que vive la RepñNtoa, son mucho más pro­
fundas que eso.
Yo me honré non la amistad pennata de un gían re­
volucionarlo por quten senil y sienta extrema adrniracita,
que se alza en l» historia de América oomo un verctade
ro conductor y apóstol de stt destino el Che Guevana.
En la Universidad de la República, el Che Guevara,
dirigiéndose al pais, a los uruguayos, decía qw era ■«•
cesarlo cuidar las libertades, porque cuando se cómbenla
con. el primer tiro, nunca se sabe cuando se terminará
con el último. Y con plena convicción, señalaba —él, que
era un revolucionarlo convencido— que mientras existí»-
ra, ídgunirvez, un camino abierto para el pueblo, ésta de­
bía transitar por el mismo. Y cuando menciono esto, «e-
i flor Presidente, no pu^do menos que recordar —por lo á
que ello significa como agresión al honor de todo hombre
bien nacido— el empleo de las palabrejas insolentes con
que los Ministros del Interior y de Defensa Nacional de
la época, insultaron al país
fApo/tatos>
Eso lo afirmó el Cite Guevara. Pero, si se cierra ese
o, si se ametralla y asesina, si se pisotean lan nor­
mas] Jundlcai y se cometen arbitrariedades, si se atrasan
dejénder la libertad, que la de recorrer otro camino: el
la lucha en tolos U» terrenos.
Ei camino pau el país, señor Presidente, es el de
volver a restablecer una auténtica pacificación, tal como
la planteó el Frente Amplio en su campaña electoral. El
camino es el de ¡a libertad, el de 1a justicia social, el
de una profunda confrontación en todos los niveles del
pueblo, por más que se difieran en las eonoepnlones po­
líticas; ei otro camino, inevitablemente, ineluctablemente,
es, en cualquier país del mundo —y más en él Urñguny,
por su conformación histórica tan particular— el «be
concluye en la violencia y en la sangre.
Recuerden lo que el üwr*» átato. to MpcMÉMP. ?
019
 pM» MMMitttiMtt. Mrttat FHMüBM*. lo MflÉMr M MO-
de hacer ItAsámblM {teñera! «i kmHar, wa r nana­
mente, la» Medidas Prontas de Seguridad, como una afir­
mación de que hoy, aquí, se está determinando que el
pais inicie —más allá de 1®i diferencias Ideológicas y de
las oposiciones o antagonismos sociales profundos— una ,
etapa nueva. Y arto es tanto más evidente y tanto más
necesario, cuando se considera que la política que ensan­
grentó a la República y comprometió las libertades pú­
blicas, condujo »1 Uruguay al abismo de una crisis eco­
nómica de una hondura extraordinaria. ¡if

En oporttmiidad de realizarse la interpelación al MI- |

ntetro OhsuHone, en esta misma Sala y antes de deore J
tañe la* Medidas Prontas de Seguridad, annnrtanwe —se |
dtooutte sebre un convento son el Ibiíb MmMto Wíí
ternacionsl— lo quo vendría: las sucesivas devahiMiOMlM
de la moneda» eí endeudamiento, te aplicación de una«
política de congelación salarial, la persecución popular»!
y mucho más. Y, señor Presidente, ¿qué es lo que sucedió^
después? ¿Qué es lo que estamos viviendo? Que el peso 'i
uruguayo ha venido a niveles tremendamente bajo*, su- ;
friendo, paulatinamente, devaluación tras devaluación;
que los precios han subido con exceso produciéndose, ln- ,x
cítiso, una duplicación tarifaria; que la producción se ha4
deteriorado; que el endeudamiento exterior alcanas a w-1
fras clavadísimas; que tiene lugar un permanente éxodo
del campo a las ciudades; y que, en fin, los funcionarlos ?•
públicos y los jubilados sufren una miseria permanente *
y que el déficit liscal es cada ves mayor.

A este trasfondo económico-social, no se puede res­

ponder con el camino de la represión; no se puede re
currir, señor Presidente, a la violencia y a las persecu-
siones. En un país en el cual los centros asistenciales no
pueden funcionar porque no hay camas y, a veces, ni
siquiera hilo paro coser a lo* operados, no se puede ha­
cer el mismo recorrido.

La salida necesaria está en medidas económica* efec­

tivas. que plantam la relación natural entre los factores
sociales y político* que, de no ser encarados de esta ma­
nera continuarás, agravando te situación de te República.
SI el gobierno pretenda seguir con sus actitudes de res­
tricción de libertades y de represión, muy poco conse­
guirá y arribará, sin duda, desgraciadamente, a un calte- J
Jón sin salida. dR
Nadie, sensatamente, puede considerar que al puabUra
necesite marcártele la ruta de la sangre; al contrarió^
cada gota de sangre que se le haga derramar al puebt?^3
significará ubicarlo en la búsqueda de su destino. J|

En todo esto, pues, señor Presidente, el camino e».l

muy claro, y en manos del Parlamento, está, en estos mo-3
mentes, marcarlo. Repito que la de te represión, es ungí
vía cerrada, una trocha muerta que conduce al abismo
de la dictadura sangrienta y de 1a guerra civil

<Muy btonl)

¿ J 0 H 0
02 0 £
 AtllSHg.Wl^ Hodney
Asamblea General
’Tema: Tortures a detenidos por las Fuerzas Conjunto»
loncu 21 y 22 de rarzo de 1972
HftOft AR1SMEND1. - Muchas woes me te teW>
do en la Asamblea General y en Ja Cámara de Jas denun­
cian que está formulando el señor legislador Erro, y me
he ocupado también da elo en documentos enviados al Tri­
bunal de Honor del Ejéiclto que promoviera en su tiempo
el Coronel Traba!, a raía de declaraciones mías ante la Cá­
mara de Diputados. Pero vale la pena reiterar claramente
en qué contaste lodo este recorrido de atentados crimínalas
que iteran ye, muchos metes y que han otee todo en el mo­
mento actual a cientos do personas. Dejo da Judo en esta
cuenta a cientos de personas, a cantidad de locales del Fren­
te Amplio, del Partido Comunista, dui Frente Izquierda, da
las colectividades particulares del Frente, atentados que lian
ido desde destruir totalmente los locales a incendiarlos,
hasta la destrucción parcial por poderosos explosivos. 1'erO'
se ha atentado contra cientos de persones, algunas de ellas4
destacados profesores de Enseñanza Secundaria. Loe atenta­
do« se han reiterado tres o cuatro veces contra militantes t
del Frente, contra profesores universitarios, contra aboga-^
dos, es decir,* que sucesivamente «se clima da atentados m
ha ido desarrollando. * hecho acaecido antes de ayer y que MM1 Popular*’ pu­
Esa cadena tiene las siguientes características: primero,:
no es obra, de ninguna manera, do improvisados que en un
determinado momento colocan un explosivo. En muchos
casos es evidente la graduación del explosivo para regular
la magnitud de los destroces.
En segundo término, en la mayor parte de las explosio­
nes, es evidente que se produce por armas de guerra y no
por lo que podría llamarse armas artesanales o explosivos
improvisados. Han dicho nspecialtotaa que no pueden sor
hechos más que eos escarnía de TNT o ooo explosivos plás­
ticos en Algunos casos. Tufo largo de teta esta serie de
atentados stampre aparece la protección policial.
Recuerdo un caso entre cientos. Un día se detiene, antote
de las elección»* trente a la sede central de la Juventqs
Comunista un auto y dispara con un fusil antitanque o Un
bazooka, produciendo un grati destrozo en la pared. Ante !■
réplica de algunas personan que c laban dentro, detienen é||
coche y disparan fusiles con ametralladoras contra la cas#
y contra el techo. Minutos dvspuón aparece el conocido
vurick policial, del cual bajan algunas personas que está#;
Uinos minutos y luego se retiran.
En otros casos la aparición d« vehículos do este tipo es
casi simultánea a las explosiones. En el caso de los estudios
de los doctores Cuervo y Cogan, hay quienes vieron que
luego de colocar el explost/o la persona que lo hizo salió
corriendo y llegó hasta un auto de estas características tan
peculiares como son lo» Muveridr —hay tantos en el pata-
y que son utilizados por tantas personas.
Por otra parte, en cientos y cíente« de explosiones cuaq|
do los autos policiales llegan en minutos ínmediatamenti
después, habría que preguntarse qué o es tal la capocida#
total de la Dirección de Información e Inteligencia en sti|
distintos IXqrarlamentos do Jos Cuerpos esi>ociaJÍzados qué
actúan en otros servicios de Inteligencia, o es tal la incapa­
cidad, que nunca han ptxlido prender a nadie ni hecho lá
mínima investigación ni descubierto nada, o de lo contrarió,
tesis a la que me afilio, porque es evidente, el escuadrón do
la muerta y los dinamiteros son parte del propio aparato
policial, protegidos por ellos aunque Introduzcan personas
particulares, y lo digo con toda responsabilidad. Algún <ba
daremos los nombres.
Los atentados siguen produciéndose j)or cientos y, de
ve* en eueedov aparsee un y//en asesinado, torturado previa*
amntet y un tetante indicando el origen del atontado.
A 4ri« aHw* nori* « «*Un ocurrioiido
carite temer en x*rio una sola de Jas
02
te a» ersadSf Je^una* mtmVSSte
en el pata. Prácticamente, se está llevando a la gente a
que troto de defenderse como pueda.
Todo «curre planificada y sistemáticamente —dejo
de lado loe locales— contra cientos de personas. Muchas
casas han sido dinamitadas y ametralladas, y por la
Sraduaclón de los explosivos y el conocimiento perfecto
e los pasos de la gente que vive en ellas, hasta ahora
no ha habido mayores victimas en estos atentados o, de
lo contrario, la casualidad y el azar han determinado
que hoy muchos niños, mujeres y ancianos, que práctica­
mente han estado al borde de la muerte, no sumen sus
nombres a las numerosas víctimas que boy recuerda todo
En cuanto a las torturas, —nosotras hablamos son
mucha precisión y toda la documentación ya se encuen­
tra en manos del Senado— hoy queremos denunciar un
blicó en forma minuciosa detallando las torturas reali­
zadas en Maldonado por funcionarios policiales des­
graciadamente, por militares contra tres mültantan del
Frente Izquierda de Liberación.
Una maestra fue torturada, puente de plantón y mal­
tratada; al Igual que un bancarlo j', si no recuerdo mal,
también un empleado u obrero. Estos dos últimos fueron
encapuchados —método clásico que ahora »e usa— tor­
turados, posteriormente maltratados y, finalmente, pues­
tos en libertad, previas sonrisas, reparto de cigarrillos»
etc., como si a la gente se la pudiera comprar con estos
métodos estúpidos, aunque canallescos y criminales, im­
portados de los cursos de Panamá y de los Estados Unta
fátahda solamente a éste porque es inmediato, fresco y
totalmente comprobable por personas a las que al fina)
o® día» de tortura no pudo imputárseles absolutamente
nada más que sus convicciones políticas, y también sobre
**.**?? egtoraionó en forma criminal, canallesca y
y■ • ’ ■' ' f
. . .Tí?0 ctt? <¡ne decirlo en voz alta. Realmente en-
trtateca ver involucrados en episodios de este tipo a see- f
tures del Ejercito, a partes de él o a milltaras/El mal
que se les está haciendo a las Fuerzas Armadas le la
República con hechos como este es irreparable ▼ jqfi#
proyecciones en el futuro son tremendos. Digo todas <N¡Sl
cosas con mucha serenidad y con la responsabilidad q’lKl
suelo emplear para denunciar cada ciuio y cada sucsMi^
Una cosa es el debate político y otra las comprobaciones *
de los hechos y las acusaciones concretas.
tanto, pienso que aquí existe un punto de
definición en tas relaciones entre las fuerzas políticas. del
país y ¡a etapa que so ate» en la República.
**** • «ota altura del de­
bate, cuando le solicité la interrupción al señor legislador
Krro«
IfttfthAi flldM
M0ÍBA00
1
 Ait i S f%T;I) ! A !<o jney
Asamblea General

Tema: Torturas a detenidoa

Sesión rifa n 14 y 15 de abril fie 19?2

SEROR ARliltENfcl. «1 Wbn Enrique Ro­

dríguez ha dicho que no necesitamos explicar que somos
contrarios al alentado individual y que Úcerca de eso
tañemos una larga historia de pronunciamientos teóricos
y de enfoques tácticos, que arranca desdo oí pensamiento;
do Marx* y Engata, en sus formes más dltetoas. FOMamoAÍ

sin ninguna duda, en el carácter negativo de los aten»

ta dos cometidos en\el día de hoy y sobro oso no neo
duelen prendas, ni nunca nos han dolido. «
Cloro está, que también junto son eso hemos leva«- |
tado nuestra vos en el Parlamento, ante tres caeos que.1
he denunciado en esta Asamblea, con toda mesura y la
responsabilidad con que acostumbro formular denuncias |
de este tipo. En Maldonado, en Aiguá y en Mercedes
—para no hablar de otros casos— militantes de la Ju- .*
ventud del Partido Comunista o de la Lista 1001, fueron
sometidos a torturas, a vejámenes, para ser puestos luego
en libertad, después de largos procesos de martirio, sin
que hubiera contra ellos ni una sola acusación concreta.
En el caso de Maldonado, en particular, entre osos presos
y torturados estaba, también, una maestra, una mujer
destacada, respetable y respetada por todo el pueblo de
Maldonado.
Esa maestra fue sometida a torturas por más de
24 horas, con vejámenes —practicados por hombres que
llevaban uniforme» de las Fuerzas Armada»— que no
se pueden más que catalogar, respecto de una mujer,
como acto supremo de cobardía. En esto sentido hemos .
formulado denuncias muy claras y, que yo sepa, nada J
ha pasado.

Están los cientos de atentados noche a noche contra '■$

locales del Frente Amplio, del Partido Comunista, de la 4
Juventud Comunista, del Partido Socialista, en twi caso ¿
de la Lista 99, cuya sede fue totalmente quemada y los ¿
atentados, también contra personalidades políticas vfncu-1
ladas do una u otra manera a nuestro movimiento, sin",|
que haya habido un solo caso que se conozca que haya
concluido con una prisión, con una denuncia, con una |
comprobación efectiva.
Evidentemente, cuando decimos, sin aue nos duelgn 1
prendas, que no compartimos, —pov múltiples ratonéa,í:i
que no se trata de exponer aquí y que las hemos dicho f
públicamente más de una vez, en el libro, en artículos«
y en la práctica toda de nuestra táctica y nuestra orieg^«
tación política— el atentado individual, no podemos acep--3
tar que el Poder Ejecutivo diga que combate la violen* $
cía y el terrorismo. La vida está diciendo otra cosa.j
Combate una parte del terrorismo y la violencia. |
(No apoyados - Interrupciones.) i
-—Lo digo yo y lo dicen los hechos de la vida tal
forma terminante. ' s- ' .ji
Muy recientemente, en esta Asamblea, hemos dltadl
que mientras exista en el país una posibilidad de sectad»
al poder por la vía pacífica, la practicaremos^ Pero taras
bién hemos dicho qui’ todo este cuadre de fo RetahOlfl
había sido previsto cuando debatimos tos
Kranceae y Acogía y Lera en esta Asamblea General,
aquella orientación económica, que aquella suspensión MM
llniilvH de waranlíaH (’onalltucionalcs, que aquel clima <MH
rcpi-eaioii, que iiqiidla persecución política, que aquell¡í&
militarización por miles de los trabajadores. Iba a
iicrar una situación sangrienta de la cual nos dolemos.*
Temblón lo hemos dicho, porque nadie que no sienta \
la suerte de su pueblo puede alegrarle de que la sangre
sea derramada. Pero no podemos pensar en una posiblli-
dud de Interpretación de los fenómenos, aislados del he­
cho social, del clima político, porque ellos, como decía
bien el señor legislador Enrique Rodríguez, lleva a la
represión. Primero, la* Medida» de 8fÄ*ri4»d y,< des­
pués, la suspensión do las garantías tedlvitaatoe. qua
ya existieron y no dieron nlngán resultado y que se
splkaron contra Pina y todo sí mundo, sontas toe
que estaban en la lucha armada y contra loa que no
estaban. ¿Qué resultado dio desde ese punto da vista?;
Y ahora es menester marginar la Constitución, porque
todos tencmoi plena conciencia aquí de que esa figura.
Jurídica no cxlslr <*n el país dentro de las normas cono-
t/íui ionale«. Lo demuestra toda la Cátedra y estoy seguro
qm* lo po nvan .«.■U *•/ í-.a .'epollua que han hecho la oxó»
ggMMOugta^tarachaComtltUcfonal. Entonces, suspensión
de guerra interno, pera
«ta M^sMáMita «mA
 a la deaMperaeià» a la capa maoM da W'poMacwnb'H
paro generai <1* a/er moatró a un pueblo ettaro MOM
»ando au voluntad v su» idaaa de cambio. No erafflfl
<*l obrero y no habla que hacer, corno ee ha dictid, nB
< i<hmwntf>, yrfutotìi’i wbrr la libertad de trabajo. j9
'd almartHiero v <4 tamii ero y el pequeño produdwl
era la < upa inedia entera solidaría con los obrero* 9
ese planteamiento ,
¿Cree el Poder Kjvcutivo, pese ¡t toda la gi »vedad
loa hecho* que nv disminuyo tm mImmiIuío <pir va 4
Mfflir en este circulo vicioso, «n «vde prorrm» >•<» «liria
. alón, gue trae réplica «obre replica y
" fin? Km a» el aran
pr-uUneM «M , eyalqcriehi qua mire
*» r,4* de I» KepáMiea y no quMaaaut «a precipite
g *aii|*,<a*MMr***r

022 _ 1

SEÑOR AR1SMENDI. - Mor PmMantr miman*

me he sentido conmovido pul la elocuencia del señor leghi-
IHelor Hinger, j»or la brillantez de mu rotórica, que, supongo,
habrá llegado a ¡Minor a la Asamblea General al borde de
las lágrimas, frente a bis que agreden y desprestigian a las
Fuerzas Annadas.
Im verdad ea que, si mu largo discurso -a! que mi amigo
va muerto, Aníbal Punce llamaría, un tanto crespo, por su t
retót ira - fue motivado |M»r lo que dije, ya que intervino
’nmediaiamcntf* de quo y > señalé tres caaos en los que for­
mulé denuncias concretas de hechos sucedidos, y uno de ’’
olios fue el ocurrido en Aiguá contra el ciudadano Agotte. •<
militante dr nuestro Partido, no tengo más remedio que
t edcrarlo y exprc-uir que toda mi elocuencia sobre las Fuer- f
zas Armadas, en general. a mí no me tocan. '■?
Muchas v«>ee* hemos si •halado nuestra potúción de priu-
ripios a rstí» 1 especio Muchas veces hemos plantearlo la ne- j
cridad en ia izquierda de superar la* viejas ideal de anti-
m litarismo pihnitho, para situar a la gente, a los seccore*
y a las irntit uciones. dentro 4? la verdadera realidad del
j ah, y tn su división autèntica. Me refiero a la dàliea di-
vl-ion entri» olignrquia > pueblo, patria e imperialismo, y.
m « m» sentalo, noe» rnorgulleeemo» de que la Prasidincia
«lei Fronte Amplio esté drsempefiada por un militar tan
prestigioso corno lo es cl General Seregni, y de que con-
tom<>» i'/itre nucstraa flkts, con Genitale«, Coronila* y Oli»
cíalos retirados, Siempre hemos dicho que el Frente Amplio,>’
por osa misma expresión, por tenor .sacerdotes, obreros, tn-
tefectúales y campcMlnos cutre sus militante*, procure une :1?
exprc lón auténtica del rostm nacional en la búsqueda
una empresa patiiótlea .V fundamental. , *¡
En lux chso.i Oc hj realidad latinoamericana, cuando los ^
acontecimientos del Perú, más allá de cualquier aspiración, ’
«pie determinaron que de la crisis jx?niína saliera una
presión política con un gobierno como <d del Presidente Ve- ’’
luzco, que en los hechos demostró que Perú —aunque ’as .
condiciones no son las mismas que en el Uruguay— jxxUa
í'iH'ontrarsc esa salida, »josotroíi nunca nos mordimos la len-
j;ua en apoynrl t, por <»1 hecho de (pie la situación peruana ■<
tuviera una extraña similitud formal con los clásicos pro- '
l unclamientos de golpes; de estado de Latinoamérica. ■*
Pero eso no va 11 determinar que lleguemos a morder- ‘‘
•ios la lengua para encubrir, indo el planteamiento general
de las Fuerzas Armadas, los hechos que aquí se denuncian.
La« desprestigian eso« hechos y la labor de los políticas que
la* llevan a cumplir funciones v a comprometerlas en acon­
tecimientos que, cu ultima Instancia, redundan negativamen­
te en su prMtigio nacional, la« separan diel pueblo y oucii-
rocen mu imagen.
Cuarwio efectuamos esta denuncia concreta, pensábamos
q’*e estábamos defendiendo el verdadero rehiro de las Fuer­
za* Atmads* i»nte *¡ que hasU ahora, por
nuerte, n/> ha tenkio que enfrentar el drama de mucho*
p/dM»» latinoamericanos que tienen q<m combatir camarilla*
militaros entronizadas, que han negociado «1 país al capital |
extranjero y llevado «1 propio pueblo al desastre. ।

(Interrupción.) M J|
Estoy hubhindo en serio, señor Presidente. ' j|
Estamos phm(cando im problema de fondo y, por lo 1
tanto, cuando lleguemos al sótano de las diseusjone» poli-
tica«, me ocuparé de la« interrupciones que transiten por ew
niv*|. r .
 moa AKiomníir W* mr-
«mIo que, «ni* wm» tan tawtadte, *%*6n lettetaéw hwfe*
rn querido rebajarlo. SI provino de la Barra, debe ser de
alguno de los '“bien mandados” de siempre.
Deciamos que cuando dcnunciAhamos el caso del ciuda­
dano Agotte, lo hacíame« con plena resfioníiabilidad y, por
cierto, con gran dolor.
Yo, que (antas veces he tenido que hablar, inclusive, en
los aspecto» más difíciles, |M>r ejemplo, en los presupuesta*
les sobre estos casos como en ocasión en que nuestra ban­
cada tuvo que defender a un Capitán del Ejército, que
tenia un sueldo medio totalmente iñferiorlzante, siempre he
mantenido la misma posición.
A nosotros nadie intentó ni pretendió hacernos anare«
cer como instrumentos de calumnias, o de una determinada
campaba, cmmdo nos entregaron la comprobación exacta de
los hecho« ocurrfrkw en Aiguá.
Voy a mencionar un hecho que nunca he denunciado,
a ,»esar de que podía hnverio, poniendo el gritu en el cielo.
En vísperas 4r la campaña electoral, fui detenido a la
entrada de la «dudad de Trinidad, por una patrulla. Mostré
mi carnet de legislador y el árente que mandaba la patru­
lla me dijo que igualmente bajara del auto, a lo que res-
jjondí our no lo haría. Entonces, me pregunta: usted es
diputado, ¿de qué sector? Le respondí que no tenia que
darle cuentas do n qué sector respondía, expresándole, nue­
vamente. que no iha a bajar del auto y le pedí que trajera
a un Oficial. Estuve detenido durante .10 minutos, aountadn
i>or fusiles Gnrrunt montados. Eso no me hizo modificar mí
huen humor, pero pensé que era un hecho negativo para
las Fuerzas Armadas. A continuación, reclamé la presencia
de un Oficial, Vino un Oficia) de crraduaclórí menor c invocó
órdenes terminantes que, evidentemente, eran contrarias a .
los fueros parlamentarios. Simultáneamente, tomó a mis dos
'icomnaftnntna .. mi Secretarlo y o! comerciante que condu­
ela rl auto para que llegara a tiempo a un acto a realizarse
■ •n In dudad de Salto- v los puso al rayo del su!, de
Mantón contra <*1 alambrado.
Mientras tanto, un Clase revisaba el auto respetando j
el lugar donde estaba yo sentado-- sacaba papeles, hasta j
ípie, a la hora y media, en virtud do que no me apeaba de j
mi |M»slclón, manteniéndome firme, apareció el Mayor fierre* |
ro (en este raso sí doy el-nombre!, quien me pidió discul- |
pas y me hizo pasar inmediatamente. ?
No «é quien es uno ni otro sé que era el Mayor Herré* •*
m porque me dijo 'Mayor Herrero", cuando llegó. A! pa-
creer era (»1 «egundo Jefe de la Unidad.
No planteé este hecho, p >r un Indo. »* «> luce firme en
mis fueros y rdn duda era Indignante e’ 1 hmtón que hacían
soportar a ml»¡ acompañantes. Por lo misino, fue totalmente
correcta la actitud del Segundo Jefe de la Unidad que puso
Ir» cosas en su sitio.
Ante un hechn de este tipo, si lo hubiera denunciado,
¿estaba atacando el honor de las Fuerzas Armadas? ¿Esta­
ba llevando a un hecho de despra tlglo de las Fuerzas Ar­
mada»? ¿O estaba reclamando una conducta que ha sido
tradicional en la» Fuerza» Armadas del país?
Proc»«ámente, por w» dar por d pito mé» de lo que el v
pito veló rn aquel instante, lo que pudo transformarse en^¡
una situación trágica no fue planteada como tema político,
y ni siquiera formulamos la denuncia que InAeialmenta peft*É
silbamos plantear anta rt Comándente General del Kiércíta^
|M>r escrito.
i Es decir, señor Presidente, que a mí no me conmuedSJ
I cs;i grandilocuencia de tan destacado legislador como o|S
M’ñor Singer «obre Ins Fianzas Armadas, su prestigio jM
¡odas esas cosas
Las Futu ras Armadas son una institución del pala y »! 3
hay hecho» que comprometan e»a institución —y yo creo*
que la Hita que los \a empujando es la vida— también la ?
política gubernamental la afecta en perspectiva, es nefasta
para el pal» y comprometedora pera las Fuerzas Armadas.
Y iquí soy yo quien está defendiendo el papel tradicional
fUf htn Kuar/ítn Armadas en la República, su prestigio, unidad ¡
y li MUuhldad ruu id pueblo.
Nada más, sefk»r PnwHdenta. 1

02 4 3 TI
 AdISííENDI, dodney
Asamblea General
lema? Estado de violencia en el [ii!s
Sesión días 12 y 13 de mayo de 1972
(Wmipctons»)
. . .y como consecuencia fueron muertos en la reacción
do rejwler la acción hedía contra lúa Fuerzas Armadas.
señor ARISMENDI, — ¿Me permite, señor legiala-
dor, una Interrupción?
QWtfiíi ijtiíSifli <*sa —lisbo rusto.
SEÑOR PRESIDENTE. — Puede interrumpir el se­
ñor legislador.
SEÑOR ARISMENDI. — La afirmación que ha hecho
el señor Ministro es extremadamente grave, porque apar­
te del asesinato de estos 8 compañeros, de la masacre de
estas 8 perdonas, hoy se busca convalidar el crimen lan­
zando sobre ellos la acusación de una parte que la vida
y la Justicia Militar, seguramente, han probado que era
totalmente incierto.
En primer término, la Justicia Militar puno en li­
bertad a Ferrclra y Rodríguez. los únicos sobrevivientes
sin heridas que permanecieron en la azotea del Club
déi Comité Seccional 20* del Partido Comunista.
En segundo término, líi Justicia Militar graba de in­
formar que Mnrhndo, qm se encuentra en el Hosnital
Militar y que salvó mllnrrosnmentc la vida, n peM«ir de
tener una herida en la rnbrzn y que perderá, segura-
mente, parte del camno visual «J no se le afecta la vida
para siempre, no está procesado. Es decir, tenemos dos
elementos, Ja nrueba de los vivos y la intervención de
la Justicia Militar que lo validó todo aquel parte.
En tercer lugar, tenso sintetizado aquí el resultado
de siete autopsias, ya que la de CerveUl ro se practicó,
porque fue enterrado sin certificado de defunción. En
esa lista, que yo sintetizo, más alió de los elementos téc­
nicos, aparece lo siguiente: Ricardo González. Un solo
balazo, en la nuca, desde atrás ,v a la izquierda, Uvera­
mente descendente. La bala quedó en el cráneo. Muerte
instantánoa por lesión nerviosa.
Rubén Lóthw, Baleado por la nuca, con lesiones ner­
viosas mortal««. Caído sn si suelo, boea abato, recibe
otro balazo, desde la cabeza a los pies, desde uno« me­
tros, con bala que entró por e! costado derecho de la
cabeza y salió por ’a biae del cuello del lado Izquierdo.
Muerte casi iritantánei,
José Abren. Primera herida de tórax one testereó ps»1—
món y provocó hemorragia in’ema. Segunda herida de
tórax hecha desde arriba, si estaba de pie o caldo en el
suelo, con disparo hecho de<’ta la esbero a Ion pies, que
lesionó pulmón y lesionó médula e*nlr l provocando pa­
rálisis en las piernas. No murió instantáneameate.
Flmnn Fernández. Herido de bala en maído dertehft
(adelante - atrás) que no lesionó huesos ni grandes ba­
ses. solamente músculos. Herida en la cabeza de adelanta
atrás que provocó murrtf instantánea por le*tan del en­
céfalo. ¿Ambos bainzns ni mismo tiempo? ¿Primero al.,
drl muslo que no lo hizo caer y lucro el otro, de pía?
¿Cayó por primer balazo y luego rematado en ti suelo?
Raúl Gando, Una sol¡» bnla, en el abdomen, de ade­
lante hacia atrás, y huela in Izquierda, prácllcumentó
horizontal por debalo del ombligo, que provocó caída ni
sudo por legión nervio«» y que lesionó Intestino y sobre
todo gruesa vena. Murió por hemorragia interna, por
diamiento Juego di «star tirado en la calle apro-
xtfnadamehUl ühM httfl i
Luis Mendiola. Seis Ijalaros. Dos heridas de otra na-
tunüMM. Muerta instanláxica por bu Jto
■ j
02 5
iNMMí'"OMhBó en ¡a mum*
penetró (¿poca fuerea dtt
proyectil?). Desde lado derecho. Balazos en loa miembros:
hombro dereclio, muslos y piernas (balas transversales >
que no lesionan huecos) brazo derecho. Una hedda “rara” ,
en el pie izquierdo y otra en el abdomen que no penetró.
La del pie “punzo - cortante". ¿Arma blanca? ¿Temblón
“rematado" en el suelo?
Justo Sena. Trea batazos casi horizontales en el cuer- ,
po. Uno en el pecho, desde la izquierda y adelanta, que
lesionó pulmón derecho. El segundo en el abdomen a la
altura del ombligo, seguramente mientra» caía hacia atrás
y que provocó estallido del hígado. El tareero encima del.
pubis, prácticamente horizontal, probablemente slmultá- ¿
neo con el primero. Tiene, además, otro balazo en el^
muelo. No muera instantáneamente, sino por hemorragia ;
interna.
A CerveUl no se le hizo la autopsia y Machado fue
herido en la cabeza y tiene afectado el campo visual
-í
Finalmente, señor Presidente, se puede afirmar, a
esta altura. —terminante y absolutamente—* que no ha­
bla a anas, es decir, que no las tenían.
. 1
SEÑOR. MINISTRO-DB PMFBNBA NAWONAIa —|
¿Me pesmitf unataiwupsíén; señor legislador?
8BÑOR WMAOi — Di; seño» Mlwtetro.
SEÑOR PRESIDENTE. — En uso de una intf’rup-
ción, tiene la palabra el señor Ministro de Defena a Na­
cional. "
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL*—•
Primero, debo hacer una pregunta. *
Quisiera que el señor legislador Arlsmendi informa­
ra sobre qu’én fue que produjo ese dictamen respecto
a las autopsias; tengo entendido —si no estoy equivo-^
cada— que no fue un médico forense. ¿
i
señor arthmendi. — ¿Me permite una Interrvp^
clón, señor legislador? w
«dWIW WHABi1 Hh ssfts? Isgisiaéer, 1
SEÑOR PRESIDENTE. — En uso de tina intem^ffi
ción, tiene la palabra el señor legislador Arlsmendi. >
SEÑOR ARISMENDI. — Primero, el Juez Militar pH|
dió la autopsia de siete; no la hubo del octavo.
Segundo, podría preguntarle al Ministro si los da^|
toe que doy di rieren de los que él tiene. El señor Minta-J
tro prometió investigar este asunto; indudablemente,
tiene medios para hacerlo mucho más amplios que yo»¿
Por eso le pregunto si su# datos difieren de los míos, etl|
relación con lo que significa Juzgar un episodio i‘.remea*$
¿lamente grave, donde han cauto ocho obreros, sin armas» 4
tiendo, una parte de ellos —como lo prueba la autopsia—
asesinados con tiros en la nuca, floculados, y, mas w*i
davía; algunos murieron desangrándose en la calle, d«®*4
de los dejaron o*Ur largo rato sin llevarlo» al Hospital^
Militar y sta sox’liarlos, a pesar de que tenían las am-
buhncíMB a De seto bay testigos por caa^
dudeu para acreditarlo, *1 . -.y—
tfF. í\
?
„ 2J6 40/z
a al •

MMOW ARfBMMIDZ. - Il7n vil aswlnatol.
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. —
...sino la consecuencia de repeler una agresión a man­
salva..
SEÑOR ARI8MEHDI. - ¡Miserable asesinatoI.
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. —
.. .que se cometió con un arma luego di haber levanta­
do los brazos y entregarse, contra un oficial que había
confiado, en su avance hacia ellos, esperando que se res­
petara nú vida. Esta es la verdad dé) hecho a que se hace
mención.
Nada más,
SEÑOR ARISMENDI. - Sefíor Presidente, pido la
palabra.
SEÑOR PRESIDANTE. Tiene la palabra el señor
legislador.
SEÑOR ARISMENDI. De .taró pura el final la res­
puesta estricta a la¡i palabras del señor Ministro, en lo
que se refiere a) judo político y al planteamiento que
realiza en cuanto a su propia responsabilidad, hoy clara
y evidente ante el Parlamento y el país.
En primer término, el señor Ministro habla de un
revólver que apareció al mediodía en una casa. Ese re­
vólver fantasma dispara luego en la noche, para justifi­
car el asesinato de $ traba tadores desarmados, parte de
ellos muertos por tiros en la nuca, por la espalda, co-
terdesnente aséiteMtaa en un arto que es una de las
más grandes vergüenzas raciónale«. No te califico en el
terreno en sí mismo de crimen, sino como vergüenza
nacional.
Argumentos para justificar este crimen: que oe ha
creado un c’ima, que había defensas en el local. Si: y
también en la casa de cientos de ciudad? nos del pala»
SEÑOR Apoyad»
señor ARISMENDI. -... donde hay que poner
chapas porque su Ministerio no investiga a los qua po­
nen bombas...
SEÑOR RODRIGUEZ. - Ni al escuadrón de la muerte.
SEÑOR ARISMENDI. — ni defiende a la gento...
SEÑOR RODRIGUEZ CAMU8SO. — Es cómplice.
SEÑOR ARISMENDI, ■■ .porque esas bombas son
puestas y nunca apí.recen los culpables, 81 no fuer» por
esas chapas, las victimas que la ¿República hubiera acu­
mulado, quién sabe cuántas serían.
SEÑOR RODRIGUEZ. — Algunos no estaríamos
02 6
- MMOVt ARfÑMWND!. — SI; habla chapas en la cua
del seftor legislador Rodríguez el día que usted sabe, se­
ñor Ministro, que personas confabuladas colocaron 11
bombas en otros tantos lugares, entre ellos, lar casas de
dos senadores.
Esas son las defensas. ¿Eso crea un clima, o el hecho
de que ustedes hayan protegido —lo biso el anterior go­
bierno, pero ustedes también—* a los asesinos que andan
da noche en la calle, impunemente, colocando bombas,
disparando sobre la casa de profesores?.
Hábleme de un caso en que hayan Investigado y des­
cubierto algo en los cientos de atentados que han acae*
cido,
Ei señor Ministro alza Ja voz para tratar de justifi­
car lo que no se justificarA nunca en la historia del país,
por ser un crimen infame, donde pueden haber entrado
elementos de histeria, aunque no todo fue histeria.
Además, pobre Jefe militar «1 sus hombres, en cual­
quier circunstancia son capares aiVe gente desarmada o '
con las manos en alto, de dispararles tiros en la nuca y
asesinarlos en memo de Ja calle, inermes. ¿Esa es la .
moral del Ejéricto uruguayo?. Yo la rechazo, y creo qua
existe otra, que no mata por la nuca a hombres des­
armados.
Tengo amigos y parientes militares y conozco a mili­
tares de todas las tendencias, porque en este pais nos co­
nocemos todos. No es esa la moral de militares uruguayos,
la de disparar tiros por la nuca a obreros indefensos,»
rematar en el suelo a gente indefensa, dejar desangrar §
durante horas a una persona. 11
,<il
Estoy aspiro que nadie en las Fuerzas Armadas td*J!
mltlría que ese ea el criterio, aún en el caso de que m
hubiera disparado desde el local. Esto lo rechazo termi*®
nantemente. porque es una Infamia y se prueba por part®(
de la Justicia militar. En esa azotea tan terrible, sobre*«
vivieron dos perdonas que estuvieron durante 8 horaa|
Son sacadas de ella cuando ya están presentes autoridad»/
des miniares de mayor Jerarquía, y creo que también efy
Juez militar. Ron golpeados en el vehículo que las ¡levM
Salvan sus vidas y son puestos en libertad por el jU*M
militar, Hombres que han estado en la azotea desde 1*|
cual «e dice que partieron tiros. son puestos en libertad!
por el jtiez militar. Están en la cal’e, actuando Mbraé
mente, porque el juez militar los liberó: los dos sobres*«
vientes de la azotea desde la cual partían Uros y haMW
tanto peligro. 1
SEÑOR MINISTRO DE DEFINSA NACIONAL. -4
Está probada <
SEÑOR ARISMENDI. — Lo que está probado es qua
el Juez milite»? los puso en libertad, en absoluto, sin cor««
te pisas, Mn ninguna limitación. Eso es lo que está probada
hasta ahora.
AMflitatno, está probado que el juez militar no pro­
cesa. tcxlavía, al otro sobreviviente, Machado, que tiene
un bala«) en la frente que le afecta la vista.
Están probados por la autopsia de los 7 muertos, las
características de las heridas. Estos no son hombres cal­
dos en combate, son personas ejecutadas y algunas, por
la espalda, de «n sólo tiro en Ja nuca. Esto también *tá
comprobado en documento público de médico forense, en
poder del juez militar y de la justicia ordinaria..
En tercer término, esto también está probado, la bal*
que hirió ai Capitán Buéconl es una bala de guerra d*»
alto poder, de las que hacen explotar el cerebro a su
;j 23 6 4 0Z/
 Pero está probadomác, señor Fraudante: qu te pra-
•unte ratonera "tuna no era tal, sino que ra trataba <te
un apartamento en el cual vivía un ciudadano que fue
puesto luego en libertad, junto con su señora, ya que no
había imputaciones contra ellos. Terminando el episodio
digo, fueron puesto en libertad en el 9? de Caballería.
Eran el señor Toyas y su esposa, que vivian en el aparta­
mento que se presumía era una ratonera “tupa" y donde
se había producido un incidente confuso, que arrastró a
todos. Eran dos ciudadanos contra los cuales no había
ninguna imputación. Fueron puesto; en libertad ese mis­
mo día desde la sede del 9? de Caballería.
Está probado, absolutamente probado, por decenas de
testigos, que no había armas. Es decir, que estas tardías
escenificaciones fotográticas de armamento; resultan muy
extrañas, ¿Hay peritaje de un arma cualquiera que co­
rresponda al herido? ¿Cuál de ios muertos fue quien
disparó, ya que ios vivos van a la Hoertad decretada por
el Juez?.
De modo que, señor Presidente, no hay un solo ele­
mento de juicio. Existe, sin duda, una gigantesca p’ovo­
cación acerca de la cual hay que ir a ¡undo, p¡ecedida
por un asalto a la casa ael Partido Comunista, «I día
que estaba sesionando la Asamblea General, novelada de
la misma manera men.uusa y canallesca, dicieuao que
se había disparado sobre un vclucuio policial.
Allí saquearon, robaron, destruyeron. Manosearon
mujeres, las tuvieron de cara al piso, pasearon por toda
la casa. El grupo que debía '.ucaiuar Jai armas, no en­
contró nada, a jxuun de que liego iuwta el tedia. Mejor
dreno; encontró, eiitouitu la p**ta cu las caricias de
nuestras compañeras, hadaron lo» obelos de valor de­
terminado, que se limaron.
Expreso que si no hubiera habido ese número de
persrnas, si el teléfono no hubiera funcionado, ya que
lue^J se cortó, y si no huWeramcrt reclamado aquí ante
el Ministro del interior y su bubsecretario, asi como si no
nos hubiéramos trasladado inmediatamente hasta ¡a sede
y no exULicra eua discipima tan característica de nues­
tro partido, los muertou hubieran empezado en la calle
Sierra, con eȒ> tiro misterioso.
Pero, señor Ministro, yo he dicho que dejo para lo
último esto. Ademas, no se descubre nada.
El señor Ministro habla de un muro determinado, te­
te es el muro —aquí tengo la foto— de la casa del Par­
tido Comunista, tal como lo presenta la fotografía toma­
da por el señor Jueii. El señor Ministro, que es militar,
sube que pura que a una puirü de inampo^ttiia se le pro­
duzca un oró icio de pequeña dimensión y explote en el
interior de la casa, provocando enormes destrucciones, se
necesite un arpia especial.
B¿ que esto es anterior a su Ministerio, pero estoy
explicando jx?r qué hay defensas en las casa. Esas de­
fensas son parecidas a las que existían en ia casa del se­
nador Enrique Rodríguez, por ejemplo. También tengo
fotos de algunos artefactos que están depositados en el
Juagado de Instrucción.
Eso tipo de artefactos, evidentemente, no es común,
no es obra de un artesano cualquiera, como no tueron
comunes los disparos que se reallzaion contra el leca! de
Rivera y Pastoriza, leñemos en nuestro poder el tipo de
proyectiles.
No somos militares para caracterizarlos, señor Pre­
sidente, pero son materiales de guerra muy especiales y
muy identifica bles.
Para mJ es muy grave, señor Presidente, todo esto,
Adviertan que pose a la emoción que me embarga en es­
tes cocas, —ia sangre de estos ocho compañeros no te
atet ei hura' «na tes W«ran«MtaM ni ara el ta­
rro que lee uwan an Mammleados .he proaunido *•-
nejarme en el terreno riguroso de hechos, sobre los cua­
les ya Intervino la Justicia militar y existen documen­
tos públicos, fcion hechos que, aún en el peor de los casos,
demostrarían un asesinato, es decir, la liquidación ma*
«iva de gente, liaste en la tesis del señor Ministro,
Aún en la tesis del señor Ministro, de que alguien 1
irresponsable hubiera hecho un disparo, está el asesi- í
nato vil de ocho personas, con disparos en la nuca, rema- 5
tados en el suelo, desangrados en medio de la calle.
Pero, señor Presidente, ¿cuánto tiempo ha pasado
después de todo esto?. ¿Qué se ha investigado?. No quiero
hablar del problema de fueros, promovido, porque ya ha
tenido un pronunciamiento. Hubo declaraciones infeli­
ces que se pronunciaron en su oportunidad.
Para mi es muy grave, señor Presidente, que el señor '
Ministro venga a esta altura a incluir de paso a estos ;
compañeros nuestioa, como hombres caídos en combate, '
en esta guerra un peculiar, y que luego pretenda cul- í
parnos politicamente y culpe a los asesinados de ser res- 1
pousables del propio crimen. De eso se desprende una
responsabilidad política, de fondo, del señor Ministro. *
En la práctica, hemos aslstildo, señor Presidente —y
lo digo con toda frialdad y dolor también, porque para ¿
ni, para quien ia ludia política no tiene ¡imites en la 1
adñesñun a mis ideas y u la Voluntad de dar, lo mejor 4
que podamos, ai servicio de las mismas, porque siempre
ine donerun los problemas de las perdonas— a que el
señor Mim^Lro ha asumido Ja tremenda responsabilidad
política oe echarse a su cuente este crimen.
(Apoyados). |
—Esto es ¡o grave, esto es lo tremendo ante el pau, ’
porque después de esto cualquiera sane que no se inves­
tigara ñaua, bala sangre quedara como una acusación
Uvmen.ua, llamando a la conciencia nacional, be seguirá
hauiaiMo ue paz y nos-seguirán maianuo, sin limite. El
pin* no terne <<f¿pon«abhuuau dé oraen en estas condi­
ciones. El país vive en ia inseguridad de 1a existencia
comprobada oel Escuadren ül m Mueite, ae grupos las-
cisum uivrusuuios en el aparato dai usiado, acerca de los
cuaies, hasta añora, no um manejamos mas que en el te­
rreno de ia elucubración política. Pero nene mas que es­
to, nene un Ministro de Deiensa Nacional que ha venido
a decir a ¿a Asamblea General, <ue estes hombres están
bien muertes.
SEÑOR MINWEBO DE DEFENSA NACIONAL. -
No he dicho mi
benor arxsmendi. — Lo ha dicho, a su manera,
que estos nombra» están bien muertes» incluyéndolos an ••
una U»te como si 1 aeran comoauentte.
SEÑOR MINWIBO DE DEFENSA MAC1ONAJU — *A
pedido de ustedea
BEROR AR18MKMDL — .. pretendiendo de las con­
diciones concretas y admitiendo que es posible matar a e
personas, que pudieron ser l> u 11, porque ios de arriba
se suivurou gracias a esas chapas que tanto aterrorizan
ai señor Nñnistro, porque« de lo contrario, repite, en v
de g muertes tendríamos 11
Cuando esto m planea* señor Presidente, croo q
tf «
Asamblea se confronte a una situación muy grave,
esto sin n nguna dramatlzación política. Se enfrenta
aus< ncla de garantías realeo. ¿La guerra es la muertas
la f en te por hi espalda? ¿La güeña justifica loe Uros Ng
la ñuca Se genio desarmada? rite guerra justifica
desangramiento de la gente en Ja <ijUj, *2*“°
baUanteet zOuálee ana
moTrSamtnteTe .ños:los«1 iuasitai?.
esta A> se te» sen,
la
hablemos de ella y no te hable <te i
imra la paz, de bú quedas <ie caminos que van a ahorre#J
sangro a lu República. Dilate! cada ««o te
las uñas que puede o expresóte que se abno te ley
jqjqpM en t¡¡ unjguuy y »1 este es asi, te neoesarw
e¡| pote tenga 6te
•demás de lo que diee el wftor fegtetafe? McImM Mf
dos alternativas.

tíl se prueba que hay verdad en algo del comunicado

de las Fuerzas Conjuntes, ya que el mismo da mal la
dirección, la hora, la indicación topográfica, y habla de
una mujer que no existió y que es imposible que «ate-
viera ahí, ya que no pudo haber pasado el cerco —y ya
Aon cuatro faiwdadea noloriiu—, aunque fuera verdad 1«^
que queda, que alguien, corno un cowboy del Oeste, desdJH
la cintura volcó un arma e hirió al Capitán Buseoni, el ¿
crimen seguiría siendo tal- Mee «a el grao tema, |

¿Qué Jefe militar, ante gmle con loe brazos en alto

en medio de la calle, aunquo uno de ellos hubiera dtepa«i
Fado un ftiina, ajusticia y ejecute con tiros en la nnad®
a los otros o ios remata en el auelo o tes niega el trateo
miento medico necearlo para que se desangren hasta UO
mueice? <^ue cao .»ucedio u.*! lo dicen ¡as autopsias, quM
expresan mus que los testigos y que no se someten a eo- |
mullicados, |
1
¿Qué Jefe militar, pregunto al que se sienta más soM
dado, —tengo parientes que no comparten mis ideas, quf|
están muy orgullosos de su uniioime y tengo también^
amigos de todos ios sectores a quienes, desgi amadamen- 1
te, las vueltas de la lucha política nos colocan en posi­
ciones o n eren les—, proceueria de esa forma f. Eloy se­
guro que ninguno de edos, por honor a su uniforme, por
responsabilidad de Jefe, por responsabilidad militar, y no
civil ni de circunstancia, cometería ese crimen monstruo­
so, aunque uno hubiera disparado.

Nada mié,

02 8
 «Hton AlUMantDt. - Ono qoe ae oportuna mi in­
tervención, porque me obviará volver sobre ella en el dis­
curso que pronunciaré oportunamente.
Tengo aquí una carta de Héctor Rodrigues, conocido
dirigente sindical del Frente Amplio que dice lo siguiente:
"El jueves 11 de mayo a las 6 y 15 fue detenido en su
domicilio de la calle Dufort y Alvares el Ingeniero Agró­
nomo Juan Horacio Mollino y trasladado a un lugar por
él desconocido.

Durante el traslado y durante su permanencia en

una celda primero, y en un galpón con techo de paja des­
pués, se le mantuvo encapuchado y desnudo y se le so­
metió a torturas morales y físicas, incluso violentos si- ;
mu lacros de chirlen y de ahorcamiento, al tiempo que <•
se pretendía ob.ígario a reconocer participación «a actos
ilícitos.
El compañero Molflno integra la Comisión del Inte- I

rior de los OAÜ y del Frente Amplio y su actividad po-

lítica, absolutamente licita, quedó confirmada por el pro- 1
pió hecho de que se le dejó en libertad el mismo día a r¡
las 23 horas, no sin antes amenazarlo con nuevas prisio­
nes y torturas si denunciaba el abuso de que fue objeto.

Los Grupos de Acción Unlficadora (G.A.U.), ponen es- ।

te hecho en conocimiento de la Asamblea General y pro­
testan con indignación contra el atentado que configura* |

lio saluda atentamente, jor los Grupos ds Acción

Unlficadora (O.A.U.), Héctor Rodrigues”,

Y está en libertad.

En el día de hoy ha estado aquí un militante de

nuestro partido, José Mattos. Habló conmigo y con otros
parlamentarios, en un estado emocional muy particular.
33 día 10 está en la tribuna de un mitin autorizado, en
¿a localidad de Colón, correspondiendo a los distintos mi­
tinea de Ja CJÍ.T. Un mitin de orden total. Posa un ve­
hículo militar. Lo toman, le cubren la cabeza con su pro­
pia campera y es llevado en ese vehículo hasta un cuar­
tel que él no determina y supone que es un cuartel por
Jos raidos. Se le mantiene la, cabeza cubierta con su pro­
pia campera que se abrocha. Se lo desnuda. Se lo pone
de plantón. No se lo Interroga v luego de diversos insultos
se acerca una persona que él cree, por el estilo de su
expresión y por la autoridad que poseía, debía ser un ofi­
cial, quien le dijo: Muchacho, ¿cómo estás desnudo. Pon­
te esta ropas. ¿Qué estás haciendo aquí? Entonces, lo
vuelven a tomar y de retorno lo tiran —no porque lo
hayan arrojado— en una calle.

SEÑOR DUÍUM MATTOS. — permita, dtAor W-

guiador? |

23 64 0
02 9
 •Bfto* A1USMBWDI, — Creo, señor ffniMpnte« ««• te
que plantea »1 Mfior ¡«guiador Trias w en problema del ~
que no ir puede prescindir, aunque estemos en un debate
político. Señóla, diríamos, uno de loe aspectos más gravee ''
del momento político uruguayo de la relación latinoame­
ricana.
No es un secreto que la asignación de Fuerzas Arma­
das brasileñas en 1a frontera uruguaya, los ejercicios, ma­
niobras, planteamientos, informaciones, etc,, manejan
siempre una hipótesis esencial; la transformación del v
Uruguay en una tierra incorporada a la brasileña o en *
una zona de influencia apuntada, inclusive, en la aisur-
da —desde e! punto de vista latinoamericano— contradlc- ?
clon argentino-brasileña y una presunta posición de hege­
monía, refrendada irrespon¿aolemente por Nixon en la co­
nocida visita de Qarrastazú Médlci a tos Estados Unidos.

Hace bien poco, un amigo brasileño, que sabía lo que

decía, me señalaba la inquietud de las personalidades
progresistas del Brasil, de mdos ios mu tices, ante hechos
como, por ejemplo, la concentración del conjunto de la
llamada aviación táctica — no soy ningún especialista mi­
litar y puedo cometer errores, de modo que repito sus
palabras— en la zona sur y en el temer ejército, cuando
ajntei estuvo distribuida a lo largo de las amplias fron- j
leras brasileñas, en particular las linderas con ios países 1
del norte, tíumaba temas y agregaba, insistiendo en uno^á
al que pencaba referirme en mi discurso, respecto a fuer<l
zas extrañas incidiendo en el episodio uruguayo. Me se« f
halaba la extraña situación del Coronel —creo que tí J
Coronel— Moacyr Da Bilveyra o Silva dilveyra, agregado 1
militar brasileño en nuestro país. En verdad, es uno d« %
los jerarcas máximos de la central de inteligencia braslle- J
ña, aparentemente rebajado de tan alto cargo con reía- 1
clon a las preguntas tareas de seguridad de Brasil, para
ser, en los últimos tiempos, un simple Agregado Milita; ■>
en el Uruguay. Pero es un Agregado Militar que tiene 1*
peculiaridad de procurar vincularse directamente a mu- :
chas zonas de la actividad uruguaya, de fiecuentarlas y '
de pretender sostener la tesis de un futuro brasílerista del
Uruguay, enfrentado a otro presunto futuro argentlnLta.

Desde luego que el futuro uruguayo no puede ser ni

brasílerista ni argentlnlsta. Eso nace de la vocación y de
¡a formación histórica de nuestra nacionalidad y no ee
un tema de especulación, tanto más cuando esternón se­
guros —lo dijimos oportunamente cuando el atentado con­
tra el General Seregnl, en distintos ámbitos— que di rán- .
te el desarrollo de ia campaña electoral en el ámbito
uruguayo, fueron transportadas armas deale Brasil, en
▼arias ocasiones, para formaciones para-policiales de nues­
tro país y vinieron asuoree que estuvieron vinculadas a
lo que hoy comúnmente, se llama Esctiadráti de la Muerte, ,
No sólo fueron asesores menores, vinculadle al Escuadrón
de la Muerte de Bra41 sino personas de mayor jerarquía,
de modo que en una mvestigack® se podrá comprobar
—yo no io puede hacer— como se producen frecuente«
visitas de determinado« Jenucas ai Brasil. Un vaivén fre- .
cuente, durante el periodo previo a la campaña, electoral,-i
no se Interrumpió, por cieno, en loe pasees dai verano. >
Quiere decir que, más allá de loe graveó prvblematói
que tenemos loa uruguayo«. exUte la nombra, diría. 4MO
amáa permammíamente, toare la indapandaueio naetoMli^R
Mía concepción que, por otra parte, como sabrán MUdí
ra mente huí representantes del Poder Ejecutivo —tiottivH
imi. haA mus i.i/.dii»'« que jo para ».merlo — pasa s, ser, on »
ulo, tmci.Jimi de guerra en los altos óiganla- f
m» qut- eludían las lopotcsi-» pasibles del de.sarro.lo brá- j
rtlrtla, en roiacmsi a su función de gendarme, de repro- '
sentante o de vigdanto en el sur de Amcrfca.

23640.
 ftrOt, prnírlpajmeñte, nopor la Intérprétaclón dno por 4
la acción. En decir, que en el momento actual, loa que J
«tamos actuando aquí no nomos ni fiscales del hecho 1
histórico ni Intérpretes, sino directa o Indirectamente ac- f
torea de hacia donde va la República, y nuestros aciertos |
y nuestros errores pueden significar para la Nación la pro* 1
capitación en horas difíciles y sangrientas. |
Por lo tanto, yo, que podría decir que nací virgen a ¡
la vlda política del país, puesto que desde mi primera ju- ¿
ventud milité en filas comunistas, recuerdo a mis abuelos, |
unos et;n blancos y otros colorados. Se despedían con t
s un asado final y no se reconocían en loo campos da ba* 1
talla I
BntoncMM, os« wma tan dlíídL que además podría, tu» 1
clurtve, hacernos diferir con el señor legislador Trían
—cuando coincidimos en tantas cosas fundamentales ac­
tuales— en tal o cual interpretación y nos podría alejar
del punto principal qué él plantea, en el sentido de que
la República, en esta hora, tiene dos soluciones y no mas;
o el país entra en un ciclo inexorable de precipitación san-« 1
grienta que termina en una dictadura y/o en guerra civil 4
o se encuentran los caminos que, qln duda, son a los que
aspira —más allá, de las pasiones y de los muertos— la
mayoría de los uruguayos, en el sentido de abrir una
senda de auténtica pacificación en la República,

Sabemos que no hay pacificación en temas funda­

mentales. Nunca va a haber pacificación en el plano de
la lucha social, por ejemplo, porque, naturalmente, con*
fluyen intereses y confrontaciones entre explotados y ex­
plotadores; en la sona de la lucha ideológica donde, ló­
gicamente, el juego de las ideologías chocará en torno y
hacia donde va el país; pero sí, en torno, reitero, al pro­
blema concreto inmediato.
BU gran mérito histórico del discurso del General 8e-
regni, es que contiene dos elementad fundamentales que
salen a responder directamente al momento uruguayo. Y
lo hace él, que es militar de ios pies a la cabeza, porqué
es militar de cuartel, que pesó de Alféres a Genera!, m
soldado, No entro a las discusiones que a veces se hacen 1
entre los militares de si es un civilista o tn soldado pw
El es soldado; lo saben los soldados. Nosotros sabemos quí w
vale. No le pedimos, para que fuera candidato de! Frental»
Amplio, que dejara de ser soldado; simplemente le pre-1
guntamos cómo pensaba y qué soluciones podía darle al J|
país, ¿Qué plantea vivamente? W

En el momento actual, el alto el fuego, supone, evU

dentemente, salir al paso, con valor, como 10 han hecho 4
otros pueblos, a una solución concreta para la República. s
Las discusiones históricas pueden ser muy amplias. |
Yo, que desde loa 14 años estoy en la lucha revoluclo-^ !
narla, digo que ni me asusta la violencia ni la postulo, I
Deseo el camino menos doloroso para la realización de mil 1
ideas y tomo en cuenta para ello la realidad uruguaya, I
Alguna vez he dicho aquí, en debates, que si creyera |
que la lucha de los militantes del Movimiento de Libera-
clón Nacional, es el camino para cumplir Ins transforma- í
clones sociales que el pola necesita, lo practicaría, ni dirigí *
discursos nf haría gárgaras. No lo practico, porque creo
que mi orientación táctica y política es la mejor para las' 4
transformaciones que el Uruguay necesita.

Hay un hecho cierto, señor Presidente; o ensangren­

tamos el Uruguay, donde los fenómenos se desarrollan y
se precipitan a niveles que ni siquiera los propios milita­
res controlan, o le buscamos una solución a los problemas.
Tengo i»or aquí el extracto del excelente trabajo del
General Holardle, ratipondlendo a Massi, paracaidista que
impuso la tortura en Argelia —-«e trata de la respuesta de
un militar de los pies a la cabeza; militar en su forma- $
ción, militar en la hora trágica de la guerra francesa y 1
militar, inclusive, cumpliendo contra su conciencia en la
guerra colonialista— sobre el problema de las torturas.
Habla ootntr la tortura envilece y desata fuerzas incon­
trolables, más allá de la disciplina y de la voluntad de
la gente, Entonces, el General Seregnl dice: Bueno; alto
«I has». ¿Es w aigaton, salvo pequeña minoría interesa­
da «o ose «I país se ensangriente. puede decir que el pro-
;
btaMMi M raortve mí harta qae la guerra sangrienta se
extienda a toda la ftopúMieq o, —como piensan algunos—
hasta que se toral»« d último tupamaro y luego del úl­
timo tupamaro, basto ti último que critique, y luego del
último que critique al que «• opone, y luego del último
quf m ivi lofódé wtote. y luego del partida
.Mftere. entre 4? el camino? ¿És me ai tiSsd
no qtf8 la República, tiene que enfrentar aqw? Use eo «t»
gran tema dol Salado do Guerra. Es ti gmei team para,
un país chico acechado desde ti eatevtar, hondMe en la
crisis más praftmda dr mu historia, donde los problemas
mMiím rwiiii««(rn -■ mv Im »t—i daauta Lt Mui*
W»- jMí MI eaMurit, plM M* frfua jí |MY 4NM|MNhMlMM*
a] hn/*un4ue no recurra, no dwee owntee Mw s
mismas fórmulas del Movimiento de Liberación Nacional •
De modo que ia m uhanlon do la historia uruguaya 1
no tiene un mentido ftcudamleo y de discusión. Puede ha* <
bcr zonas donde se pueda discutir. No comparto toda la ;
interpretación histórica, de mi compañero Trias, asi como
él no comparte todn ¡a mía. Pero eso no ea lo principal;
lo principal es que la historia se está haciendo.
AI señor legislador ¡{Ierro GambardeUa, que es obje­
to, por otra parte, por lo4 que quioven la guarro, da in­
sultos bastante frecuentes y de calumnias bastantes con­
tinuas por “Aíual y Blanco”, que le atribuyen, por cierto,
a él, ron quien hemos diferido un veinte mil «’osas en eg»
tos últimos uft'W. puco menos que ser un <• nnunlsta encu­
bierto. n<> «ligo encapuchado, porque un método de
tirelun en la foimrt de iictunr- ln digo que au plantea­
miento í'slii s'ontnstndt» por el di «rio ".Velón" del 2 de
mayo de 1972. Ese diario, evidentemente no vamo a
aclarar las iHíejendiu» profundas que tenemos con el di.i- !
rio "Acción”, radicales en < oncrj hud. .v Jo.*» enfrentamien­
tos tremendos y las lucha » que hemos tenido en este pe­
ríodo; (no vamos a quedar amigos en torno a la concep­
ción de la historia de 4 años ni por his formulaciones eco­
nómicas que han hecho ante el planteamiento del Ge­
neral Seregnl, dice, refhiéndose a las opiniones d* Qul-
jano, Seregnl y Ferrelra Aldunnte, lo siguiente: "Por de­
bajo de la anécdota, de la pasión que a veces aflora, del
resentimiento político que siempre queda, el país entero
anhe'a un camino de paz. No e» fácil cate ucacido. Nunca
lo fueron los acuerdo* cuando se dieron circuirRancios de
•»ta índole. Con muerto« de por medio y grupos que creen
sólo en los armas, no comparto tocio lo que dice "Ac­
ción” en la Interpretación, sino que lo leo porque con- .
eidero que es un documento de e^te tiempo, y que se re- |
Itere ai General Seregni-- siempre es difícil meter la Ü
euAe que afirme ¡a pea. Y hay que reconocer esta dlfi- u
cuitad como punto de partida para que todos «miamos la 1
obligación de transigir, de conceder, No se tr <u de dlsol- J
ver partidos ni abatir banderas; que cada cual quede con j|
las suyas pero si acepta que la primera de todas es-el I
orden democrático por ser ei único que hace punible agitar i
las otras, hay que detener 1a lucha. Se podra decir que 1
ello no depende de quienes estamos en la legalidad, jun- 4
lo al gobierno o contra él, sino de quienes ¡ansarón el 'í
camino violento en el país &. cierto, o puede serlo — dice í
“Acción”— pero sí nos quedamos en el argumento. Inbrá |
que esperar hasta hi muerte o priMún del último tupamaro ;
y si bien ello podría darse, lo sensato es tentar la crea­
ción de un clima político que demuestra a ios guerrilla*.
ros que hu Incluí <■« lnviable y que ella debe poner punto 1
final” |
Yu no .su hiiulu de delincuente» ni d« asesinos ni de J
raptores, sino que se les da un nombre que, más allá di ,f*r
¡as discrepancias que podamos tener en la concepción, re» 4
conoce que son uruguayos, que tomaron un camino que ’
ello* consideraron el correcto, por ser una hora ilógica
para el país y con el fin de salir de esta situación, por lo
que adoptaron actitudes. Dke que "su luche, es inviable
y, que debe poner punto final".
Continúa: "Nos parece muy Importante o¡ razonamien­
to: no se demostrará ln esterilidad de luchar contra el
régimen legal a quienes no creen en él, mientras manten-
Smoe vigentes las -contradicciones internas que represen- -
n *u mayor debilidad”

8b decir, que empezar a determinar que el prob’ema

actual es que tal o cual muchacha, que creyó en deter­
minadas condiciones que su vida estaba en tai o cual con­
cepción o idea planteada, prácticamente, como un apos­
tolado y que un dlq escapó de la cárcel para más tarde
caer en un departamento del Interior traspasada por las
balas, g p’antoar ei cuadro en otras situaciones o de otra
manera que no sea el problema de cómo resolverlas so­
bre la base de una pacificación en el país» es eludirlo.
La República tiene dos eamlnx» que no abeorben sus con­
tradicciones; que no absorbe la lucha por enfrentar una
orientación gubernamental con la sual diaoegMSMá en el
ulano económico; que ro absorbe «1 ptantaamtoBte de ¡a <
7,
responsabilidad fundamental que neeetrae MNMBt -otroe*.^
podrán creer en alguna diferente-— de la preci|i tsrion
de la actual situación uruguaya en cuatro anos de repre­
sión, de burla a la ley, de opresión económica, de suiri- ¿
míenlos, etc. .;
81 he leído el editorial de "Acción”, debo decir lo que
pienso, al costado ATO §1
f, éft áfttma ™*> W
esta situación. ¿O ea qué acaso ios ajenes í*n ,al ?
po ó utlllsan estos métodos por casualidad? En ¡a histo­
ria, los asares mueven a todividuoa, a pequeño« grupos *
de gente, pero no pueden producir estas pracipitacionee.
 ' No «S tm «Méate hdMNI' Itadte MNMI Hb
porque repreaento a un paralo eapM opute®ai MtetaM
son notoria«, porque siempre adoptamos una actitud de
principios y en las horas amargas cargamos insultos a
los tupamaros por estas razones. Además, en las horas de
enfrentamiento filamos nuestra linca independiente que
es diferente que la Miya, y !n hacemm sin vacilaciones
como debe corresponder a la responsabilidad de la gente.
Nosotros no podemos creer que jóvenes, estudiantes,
ciudadanos, etc., que están dispuesto« a dar «u vida lo
hagan simplemente porque se vieron apoderados de una
pasión reaccionaria y de un histerismo particular. Exis­
ten fenómeno* sociales, políticos y económicos que han
conmovido r la sociedad uruguaya precipitando esta si­
tuación. Entonces, ¿quó hacemos? ¿Seguimos el juego co­
mo ose nersonaM cpie Piante ponía en el círculo Infernal
y que Iban unidos estrechamente en un sonto de viento
en !a eternidad? ¿Ranere «obre sangre? /Golpe sobre gol­
pe? ¿Muerte robre muerte? Padres partidarios del gobier­
no que lloran la decisión de sus hijos de ir a la acción
en determinada* orientaciones
Nosotros no concedemos nada en cuestiones de prin­
cipios. Nuestro cam’no ee otro y lo saben los eomrmfieros
ttioamaro* que sscrificsn su vida, a*í como los hombres
del gobierno porque partimos de determinadas concep­
ciones teóricas.
Y si creváramo* otra cosa ~lo hemos dicho aqui ante
todos los sefto’-os Ministros y ante el país entero— fren­
te a la crisis de la República, frente a la eeonnmia pa­
rada, frente a la misarla de la g*nle, frente ti la burla
<> la ifv. a hi corruición «atendida, frente loa jó*
vtnes muertos, seriamos farsantes, si »¡ietildt-amos iquí
hablando de esta manera. Nuestro único camino, cuando
tes pa'abras corresponden a los hecho*, es tomar una pis­
to?« tunto a el’os. y si no lo hacemos es pornue penca­
mos de otra manera en cuanto a la salida de las defini­
ciones.
pero e¡ nats debe wn nr ron rcspormbütdad. O «an- ?
gre robre sangre, o ’na salida que ¡os pueblos en otiros .*
momento» han tomado, J
He leído lo de "Acción", a quien he tratado duramen-1
te en momentos de cruda lucha política y de quien hemos
recibido Insultos e.pie creednos Intuitos. Lo hacemos por- I
que nos parecen artlcu'os de un adversarlo, de un hom- 1
bre que esta en otro campo con sensatez política» . $
Pero cuando memos en este circulo tremendo de de- I
cír: ustedes plantean sus muertos y nosotros loa núes- *
tros, expresamos que no podemos guatemalizar —como '*
se dice vulgarmente— el país.
En Guatemala los oficiales jóvenes, loa estudiante«, |
el pueblo frente a unos de dictadura se levantaron e ln«- •<
(miraron un gobierno que fue luego abatido por un ejór- ¿
cito mercenario y la intervención norteamericana, ?
Desde el afto 1954 Guatemala vive una ola de sangre
ininterrumpida: la de la gente del pueblo que va a la
guerrilla, que recurre a todo, y la de los asesinos profe­
sionales, de los Escuadrones de la Muerte y de los hom­
bres de la Cía, para quienes la sangre guatemalteca ne
val» nada y que siga corriendo. ¿Ks este el «amina que el r
Uruguay pruftetu? For aso es que nosotros heme« expru-^
nado que no no« hablen de pea mientras nos maten te'
gente, ya que no hay más rincón para el pánico ni para
te debilidad en nuestros corazones.
O en la República hay una «elación de paz autdntt*
ca, y luego vamos a pelear por los «aterios, por te Ru*f
forma Agrada, por lá independencia económica, por w
nacionalización d« la Bañe« y por las soluciones idoetRte
va«, o dentro de poco todos estaremos en el dilema gSMs
rila que los brasileros quieren? o guerra y/o guerra qhwl
Ya hemos expresado - y con esto ftaafteo fitetetetetes
perdón ai .'«-ñor b i,|sla<lor Trías por la extensión do ttfl|
intervención ahorcando las lágrimas en te tribuna^
cuando despedíamos desde la puerta de la casa del PaT-a
tido, a los primeros .siete mártires que llevábamos al ce-'I
meuterlo, que cuando tomamos este camino no pensába-^
moa quedar para semilla. Sabemos que las ideas valen si ‘
uno tiene la voluntad del martirologio y la decisión de
entregar su vida por ella», porque, de lo contrario, no va­
len nada.
Por ¡o tanto, te JUpótetea m encuentra en una en-
cruel teda y no podemos tomar eon Itviandad nt menuda
poiiltea, un dtoeureo tan »»ene...
fWWR MXHIAO 0AMBARDEUA. - X* te»
eon Bytendad. , .. .
ahiumlnul Nu iu uumo, u»toy reflrlén-*
dome en general «1 tema.
Deciamos que no podíamos tomar con liviandad un
discurso tan sereno, tan responsable, ten abierto al país
y tan preocupado por todos, inclusive hasta por sus com­
porteros y amigos militares, porque a mí me consta que
tersgní ha expresado que si tuviera que empezar la vida
do Mtevo, te cariara que eligirte serte te de militar.
Bate es el gran momento del pete, y por eso me per­
mití Intervenir tan extensamente, ya que «l el señor le­
gislador Vaneo noellos, diseuUdor por satúrate?« como yo,
no e« una oh-ns» - el s^Rqr
H’ -I' > .« .^ib.r ¿M-wddé qué htettehAfldí,' M
enzarzan en una sobre te veracidad parcial O no
de un hecho histórico, podrían oseuroeer el grao proble­
ma del momento. .u
 mcm ARMMwwm. ~ tumo. yo qw «y
tiesto, necesito la consulta de todo»,
No los hemos consultado. no sabemos qué es lo que
piensan sobre esto. Pero pensar nue el fenómeno tupt-
mam es un fenómeno n resolver, con leyes, ron tiros, con
estados de guerra, es negar la historia universal. Ade-
más. puede ocurrir lo que ha .sucedido en Perú, donde <
bu Bléreito, después de haber exterminado a los de la *
Fuente Ueeda, a Lobeton, después de haber derrotado a

Bejar, de haber enviado a la cárcel a loe oonrartstM, lie- |

gue a la conclusión que la tesis de un camino de inde- J
pendencia nacional, de nacionalización de la riqueza, de >
reforma agraria, de transformaciones sociales, que era lo
que sostenía con su sangre esa gente que estaba en la '■
sierra, eran las soluciones del pata s

El fenómeno de los ejércitos de Latinoamérica, para

quien no vive los problemas estrechamente sino con cri-
lorio eteniífico .y curiosidad, ha sido el siguiente»

Muchos ejércitos de Latinoamérica son perseguidos

por el Imperialismo norteamericano, como especie de Lo-
gionee Extranjeras contra su pueblo. Esa es la tesis de >
la Junta Intoramericana de Defensa e impuesta en Qui-
tandlnha, en la Conferencia de Cancilleres y en el Pacto i
de Bogotá: administra miento militar, medios, no para *
vietnamlzar a América Latina, sino para que ios ejérci­
tos, los militares, lucran custodios de Jos pozos do petró­
leo latinoamericanos, explotados por los norteamericanos,
dejando la pobreza en nuestros pueblos y llevándose la
riqueza para engrandecer los grandes centros de poder
norteamericanos. v

Todo d panamerlcenUmu militar, todas las leyes do j

ayuda y toda la concepción de Ja AI.D y parto de la j
Ley de Seguridad de loe Estados Unidos, está basada en
que América Latina ofrece materias estratégicas, carne jj
de cañón, pueblos oprimidos, pura la grandeza norte- -a
americana y pura su estrategia global* ||

Un día resulta que los ejércitos enviados » te y

presión, »e acuerdan que sus oficiales tienen sangre india» I
de la sangre de bronce, que salieron de las capas medías 1
de. Améric i Latina, generadora de nacionalismo y de la ¿
protesta, algunos de ellos, como Vclazco, hijo de prole­
tarios..
Entonces la concepción —y termino— de transfor­
mar al militar en verdugo del extranjero contra su pue­
blo, entra en cristo y se precipitan los fenómenos.

El Uruguay está, hoy, en una hora de encrucijada, ..

Cuando llegue el momento el seftor legislador Trias, a f
quien le gustan tanto como a mí los temas económicos»
se ocupará del mismo y mostrará el drama tremando da ;
la actmd economía urugu iya, lüia se resuelve por un*
salida democrática con participación de toa grandes mi- w
sas del pueblo o vamos a una espiral que nadie sabe, e& Í|
yus giros, a donde terminará. Por lo tanto cuancta el sl«jM
' ñor legislador Ortlz dice que el problema es sotdaltomáiH
y capitalismo, yo lo diría que soy partidario del .soclg-’W
llamo.

Creo, sefli»' Presidente, que, inevlinblemefite, tas peer1

I que se libf-ji n terminaran en una solestóf!
lista, recorriendo las rutas peculiares de su propia
tria, do su skologin, de su naturaleza y de su desarrollos. ¿Z
social. Pero para el -Uruguay de hoy, el tema que eetéfcS
en el tapete no el socialismo o este ré” men, sino que» a
es una primera etapa de transformadles antl-jmperla^ 1
listas, democráticas, avanzadas, de desarrollo auténtico^ 1
Independencia del extranjero, que nosotros pensamos de- |
«embocarán en el socialismo; pero, que, en sus lineas ge- ■»
perales, en el momento actual, hacen coincidir, como en J
toda revolución antlcolonlallsta mundial, a fuerzas muy
diversas, a hombres con uniforme o sin uniforme, con
sotana o con ropas de obreros, de filiación comunista o
con mllltancia progresista.

Este ea el gran dilema actual, señor Presidente. Los

que no queremos que la República se precipite en esta
hora en una guerra civil, que eludiendo estos temas nos
sumerja a regar con sangre la defensa de estructuras que
no queremos y que cierren, en última instancia, los ca­
minos del cambio, creemos que la pacificación, tal como
están la« cosas planteadas, es una tarea actual y con-

03 4
Esto lo digo con el mismo ánimo
con que siempre he debatido ua
íleo tan diiiáów MM* < AtoUt ■ ?3 6 4 0 .
 que en to ftmdajnental fueron doftqMm onet *Wm
¡os puntos de opinión del Frente Amplio y lo que a núes-
tro entender es evidentemente cuestión central en la con- 5
¡ Ideraclón del momento político tan dramático que vive la '
República; me refiero al aran tema de la posible pacifi­
cación del pais. Por lo tanto, trataré en mi exposición
de redundar lo menos posible, sin perjuicio de verme
obligado - por la natural coordinación lógica de mi pen­
samiento y para ofrecerlo completo— a reiterar algunos
aspectos que ya fueron señalados en el día de ayer.
‘ 7
Creo que la gran falla, diriamos, la debilidad esencial
hlstórlco-politica —sin abusar de ¡as grandes palabras—
del planteamiento del Poder Ejecutivo y de quienes kH
apoyan al sostener la continuidad de la presunta prnuia^

maAHn de un Estado de Guerra, es que jueqa una »Ma i

y la más peligrosa de las cartas, la de la aoontaaettn de
la situación critica que vive la República, la carta de
poner en marcha resortes, de cuyo automatismo no siem- j
pre se tiene bastante conciencia, en cuanto a la precipi- $
tación do la República y del pueblo uruguayo en lo que
lo he dicho ayer y lo reitero hoy— es una espiral sin
lin de sangre, de sacrificio y le dolor, a cuyo extremo se ;
puede esperar sólo una dictadura regresiva y/o la gue-
rra «MI Pienso que está planteamiento es central 1
Yo podría, con toda r&són y asistido por toda la Oá- J
tedru, demostrar Ja índole inconstitucional de todas estas g
votaciones sobre el Estado de Guerra interno en la Re- I
pública Podría alistar, anuí sí, batallones enteros de opl- Jg
niones jurídicas calificadas y recibidas para demostrar 7
que esta salida, convalidada por la Asamblea mavorita- J
rlainente, es a lena a ia Carta fundamental de la Renú-
hlka. no corresponde al pensamiento del constituyente $
y nos none de ñor sí en una situación de maralnamiento |
de la Constitución. Sin embargo, ante el dramatismo del J
momento nacional, ante la gravedad oue sentimos 1o* •
hombres del Frente Amplio, ann prescindo de esta nolé- J
mica, ouc no nuede ser secundarla, cuando se habla do v
vida Institucional, de Estado de derecho y *e lanxa el j
planteamiento de que la justificación de todo esto es J
una presunta defensa del orden institucional de la Re- ,J|
rúbllca. Nadie puede considerar prescindible o secunda- J
rio oue las medidas que se adonten e*tén o no dentro del ’s
orden constitucional, rorqué esa simple presdnd*ncla su-3
pme automáticamente la aceptación de que la Renúbliea^
eetá fuera del Estado de derecho. Repito oue prcsclndbll
de eso aun sin oue yo conceda nada al resnecto—, por- f
une croo oue e’ tema’ central del drama del nais, que os |
vi eronómlcn-nolitlco, me obliga a colocarlo en el ele de 1
nuestro planteamiento, como lo estuvo en el día de aver. J
tanto en la exposición serena y documentada del sefior É
ilimitado Trias, como en las Interrupciones oue me tu-m
vieron por protagonista, ya en exposiciones directas o en s
diálogos con otros parlamentarios. >
Yo creo oue *1 e»a errado pensar ayer que loe pro- I
blemas oue afronta el nafa se resuelven con el óntco, es-ji
cueto, pobre, «in imaginación y fallido recurso da la re-la
presión, hoy rs mucho más grave .sostener psn. Hace un
año. o dos. o en el broce <o oue vivió la República en los 1
cuatro ú’timos. parecía no haber posibilidad, ñor la 11- |
pea adontada ñor los gobernantes, del planteamiento de ¿
la concreción de una salida nacíflca —supuesta, desde ;
luego, en el plano concreto de las operaciones militares—,
ya one, eqmo In hemos expresado, en el nlano de ’as con­
cepciones ideológicas y de la Jucha social, la dialéctica
del pronto desarrollo social lleva involucrada en sí, sin '
oue nadie lo plantee, las contradicciones sociales, las con­
frontaciones, la lucha ñor programas diferentes, el en­
frentamiento y el antagonismo total de intereses, d* plan­
teamientos y de sa’idac: pero creo que la situación hoy
es peor porque se trata de continuar este drama sin vis­
lumbrar otra salida, y es a eso a que se refiere el diario i
'Arción”, cuvos editoriallstas nadie puede pensar oue ten- ■;
r»n nroehvidad hada nuestras ideas, oue no sientan so-
íMsrMsd o responsabilidad ron determinadas situaciones ;
políticas de! país, porque integran este gobierno e Inte-
ararqn M anterior, De manera que hav que pensar nue
mü» MeftM6 este editorial de "Acción”, ¡uceo de las
MwOmms doetór ^Milano, que menciona. y del
seneder Rar^m AMwneto, así oomo del discurso del Ge-
. neral Líber te totee eon rwowsaWRdad. T hay
nen«ar tnmtofeo «no eoandte oí sector de le 15 ex-
1 presó de esa manem m M éreseos de prensa esta opi­
nión v e»tp r’nn*te Ms» tmr un stenre*e nulo J
demacóvico o nóteme ese día no estaban los redactores ?
principales y un redactor secundarto aprovechó para ex* j
poner su pensamiento Individual. a

itiüWtu deam 1
03 5 -i 4
MaOB ARSEMRNDL - Pienso que no, en primer J
térmhm. perene «• «a edttortal estante, y. ademáq,
pormie responde a un planteamtento. tamMéu coherente,
itebHeamonte hecho por el Fronte Amplio
 f A1*

¡Mee me editorial de ’Acctoti” *—arfUflWmtüSÍ!li RP

contra nosotros, sino visiblemente contra otras opinio­
nes - que siempre que la República estuvo en esa situa­
ción, lo más difícil fue encontrar el camino de la paci­
ficación si hay muertes, si hay sangre, si hay luchas, ai ..
hay odios, a veces odios sagrados cuando están sosten!-
dos por la sangre. Decía entonces que no se puede Ir has- '
ta la muerte del último tupamaro y planteaba que desde ’
.*¡u punto de vista se presentaba una solución de extermi- '
nio o la de tomar en la República el camino de una aper­
tura democrática —relativa, en nuestra opinión, por sus
limitaciones—, o sea la posibilidad de una coyuntura po­
lítica donde la salida de los problemas uruguayos no sea ’j
únicamente la de exterminio. Y cuando digo esto no exa­
gero, como exagera el gobierno, por ejemplo, con vistas a $
impulsar el estado de guerra, la magnitud, el desarrollo
y la importancia del movimiento tupamaro en Ify vida ;
de la República. ;

’ Creo que las Medidas Prontas de Seguridad que se '

aplicaron en 1908 fue contra la presencia en la vida de *
la República de la clase obrera organizada, el movimiento
de las capas medias intelectuales movilizadas, la inqule- f
tud de un campo que hizo la experiencia en el nardonls- 4
mo, que volvió a frustrarse y busca expresión en las pro- -
fundí da des de la crisis agraria. Se aplicaron contra un
movimiento de masas que entraba en la vida de te Re­
pública buscando soluciones y apuntando a un programa« |

Y para mi. te central, el protagonista actual de la 4

lucha revolucionarte y política del país son esa* masas, $
Pero asi como creo esto y asi romo creo que ellas son las 'f
auténticas protagonistas de te lucha transformadora en $
el país, los actores de primer plano, pienso que salvo oon 1
una mentalidad enfermiza o con una concepción, de odio$|
lascista, se puede resolver contra un sector más allá dg, |
mus dimensiones, una linea cuya consecuencia «• ei ex- f
termlnto, o, al revés, la espiral de te sangre que nosotros 4
hemos llamado yo ya lo repetí ayer— en una frase muy J
común, la guatemallzación. Recordaba que intelectuales, 1
militares, jóvenes y estudiantes se tibi aron un día en teda
explosión revolucionarla de la larga tirante do Ubico. ItekW
clan, primero con Arévalo y después con Arbens, trane-w
formaciones do carácter nacional y agrario. Sitados Uakm
dos organiza una banda de mercenarios, 1a pone en tef||
fronteras de Honduras y El Halvador —el propio 'Rmba-:'a
¡ador de listados Unidos, Peurlfoy, representante de te«
Cía. cuenta luego cómo montaron la operación—; Foster ®
Dulies va a Canicas a convalidar, con la presencia de los
Estados americanos, esta destrucción de un primer Rita- í
do en ese periodo que ofrecia transformaciones. 3

Frente a la dictadura que se instala, grupos de jó­

venes también comunistas inician la lucha de masas;
otros, ta lucha guerrillera, justificados porque era la lu­
cha contra un gobierno sangriento puesto por el extran­
jero.

Guatemala no ha salido todavía de arto v loe apara- .

tos regulares de represión se doblaron de toe aparate! J
criminales montados por fuerzas dirigidas desde las to-J
cuelas especiales de Panamá y de ios astados Unteos, pteO
ra dar nacimiento en América Latina a te que luego 1M
ha llamado ' Escuadrones de ja Muerta". y todavía rtfÍM
Guatemala en ese circulo. > 'w

señor VAbCONCELLo«. ¿Me permite una

erupción?

SEÑOR ARIBMENDI. Me deja decir dos palgtew

mas y en seguida se la concederé con mucho furto. '
Em decir que siguen en un círculo que se ha
en llamar, para repetir la expresión de ta llamada MB
lia de Argel, del "golpe por golpe”, que algunos jóveneB
ingenuamente, a veces escriben en las paredes "bala jÉM
bala". Este no es un camino que conduce a ta revolUteNH
pero si ai fascismo, a la sangre y al encenagamiento peffi|
manente en el barro, en la sangre y en la destrucción eMpI
un pueblo. i

03 6 23 6 40
 •BWOR AJUSMBtfDI - Posterior a ese. tas Pumas
Conjuntas pubhenron- un documento del Movimiento de *
Liberación Nacional, Tupamaro«, donde en su numera! j e-
núltimo o final —no recuerdo exactamente— m habla de
las posibilidades de la amnistía.

Inclusive ou ei discurso del General Seregni se dijo ;

algo que par« mí es fundamental: porque estoy hablando *
cu *erio y no en menuda política, planteando un tema |
central nacional, por lo que no me interesa r» pequeño M* I
roneo habitual en la práctica parlamentaria que tcdos *
sabemos hacer. El General R*'revni, en ese discurso —que
no tengo a mana- expresó: Proclaman» > ■. Jh amnistía co- $
mo fórmula de solución, de pacificar1 n, pero no habla- ’*
moa ni slou'era en el momento actual de este aspecto de :
la amnistía, porque no es en este momento útil el plan­
teamiento de la amnistía en forma práctica, si ante*-* no
ha habido un alto del fuego v condiciones para la nego­
ciación en un desarrollo pacifico.

Es decir, hablamos como una tuerza independíenle ’<

protagonista del devenir nacional, que no sólo tiene solu­
ciones de fond.» sino de momento, nara la problemática
terrible que la República cpnfron' ' en la hora presente,
y que por lo tanto está obligada a plantearse.

El Frente Amplio podría decir. No habrá pus en este

país en el sentido general, estratégico, social, económico,
mientras no se resuelvan tales y tales puntos urp?ramá- ,
tl?os fundamentales, o sea, mientras no se cambien las i
estructuras, mientras otras fuerzas sociales no asciendan 1
a la dirección de la cosa pública y *e modifique redirá!- <
mente el problema «ocla! tremendo que vive la Renúbll*a, 1
Pero no dice sólo e.sa, que podría ser justo y míe tiene
una proyección de largo plaso, sino que manifiesta que en f

el momento bcUmI, on que hay un hecho Mugriento en la W

República cuyas derivaciones inexorables pueden tr^nsfor- 4
maree en una guerra de exterminio y en una ola de san- <
gre, hay que arbjpar soluciones concretas frente a esto. 1
Entonces, propone: hacer alto el fuego y solucionar, por 1
los caminos de la negociación, el aspecto concreto de
acciones militares, del cuadro bélico en el pala, si podemos <
llamarlo así. ,
Ya dije hace un instante y lo reitero en monumtoaS
en que estamos debatiendo a este nivel —y piento que Bl'a
señor senador lo anima la misma preocupación que a uii,*
aunque tengamos ópticas diferentes al plantear el pro* w
blerna ~ que no creemos que la fuerza principa! de la vida B
política del país de oposición al gobierno y de búsqueda B
de soluciones, sean lo« tupamaros. Creemos que somos
n »sotros. el Frente Amplio y, en particular, e? movimiento J
obrero de la República, Pienso que mi partido, el Partido ®|
Comunista, há probado en los hechos su capacidad pato f
transformarse en un autentico partido nacional de masa*
arraigado en la clase obrera , 1
ffa decir, que tampoco se trata de considerar que lo 1
República es hoy un cuadro gobierno-tupamaros, y los do* f
mas afuera. No es nal Poro lambí* n serla absurdo, ciego, >
miope, ajeno a la realidad y a una decisión do contribuir j
a resolver los problemas v no situarse en la nlatea crt- *
t’cn, donde todo es tan fácil—, no ofrecer al drama de la
zangre, al cual no hemos contribuido, del que hemos ¿Ho
víctimas, y a! drama de las definiciones tónicas, que no
hemos compartido, nuestra contribución parí que la Re-
pública supere este problema que puedo significar empe*
zar a los niveles actuales, y seguir en e-a ronda sangrienta
de “a cada golpe, otro golpe” para repetir L< fraseología
de h Batalla de Argel—, para que. en última Instancia, ;
a breve plazo, todo el país esté inmerso en esa situación. |
El discurso del General Seregnl se corrrnponde, me i
parece a mi - aunque él lo plantea, en nombre del Frente •
Amplio, en un paso más adelante, más concreto, más !
claro, más constructivo, diríamos, más de colaboración
en el sentido de resolver las grandes cosas del país— al
díseqm que yo pronunciara el día. 22 en la Explanada
Mtto’ctpat F qo* está publicado. A pezar de ia tensión
del momento y de la dramatlcldad que cargaba la ntmór-
tem, optamos porque fuera un discurso de definición teó­
rica. de pbntoamiento práctico, de firmara, y al mismo
t empo de encara miento autatotiee deft probféma nacional.
Y e.s ahí d> nd** i,o.>pkw ef prpfrtoW
¿a pací tic ■<cion íffl decurso del General fleregfd et Urt f
«Malón superior y plantea Isa cosas prácUcamento* ■■ >

M 0
3
03 7
 •rli ''i'
¿mbmmi mMmi lw 4M teae¿M ImTZtrnanCQ já MÍO 3
lldad de Instrumentar *o4a tona práctica de decisiones y
de acuerdos? No; es el Gobierno de la República, y non log
tup i maros a su vez Pero es el Gobierno de la República,
porque no se puede equiparar, por dinámico que sea un
gruño, su dignificación nacional, <u peso, «u valor de de­
finiciones. con ios que tiene el Gobierno de la República.
Y el Gobierno de la República puede, como hizo Leoni
primero, abriendo el minino, y Caldera después, plantear
el problema de cómo pacificar.

Conozco el proceso, que fue por otra parto explosiva,

porque tuvo in< ompr'HvioncM y contriistncioncs y poléml-
cus en 1» izoiileid'i ■ que no interesa traer aquí; y aunque
qutera el señor .senador Vasconcellos más tarde llevarme a
ello, yo no voy a, entrar—, y es notorio que el Presidente
Lecnl estuvo icunlén Inso con Jefes guerrilleros, directa­
mente o por ntermedlsríos, ,y no lo hizo achicándose ni
reduJéndoe. Y es notorio que también el Presidente Cal­
dera tuvo sus representantes resolviendo el problema.

Aquí hay dos cuestión*». Una es un tema de orgullo,

y la nación no está para orgullos. El país no está para un
tema de jerarquías y definiciones en ese terieno. Y no
es más grande el gobernante que dice “¡lambett que estás
de huevo!”, como recordamos que en nuestra juventud di­
jo un político — a«d les ha Ido, así les Irá- que el que
tomo un gesto de este tipo pensando. cora© la vida lo ha
probado, que más allá de las luchas inevitable» y de fon-
do, venesuola podía tomar otro camino J
Por lo tanto« miando el softor senador me Báaattaa elj|
problema, yo lo contesto: nosotros creemos que el golümilIlM
y todos los que puedan facilitar esta operación deben liá-W
var un planteamiento concreto de negociación en las con- 9
dlclones ?n que debe plantearse una negociación, y que
«•so no es desdoroso para el gobierno

No se y me admite el señor senador que cuando digo

c><to no estoy en una añagaza ni haciendo de Interme­
dian > d" iridie qué va a responder el movimiento tu- ,
pam<ra. No lo se, Pero aunque estuviera seguro de que po­
dría ser que dijera que no, creo que los caminos que se *
abrirían para la República siempre serían los mejores .*■

Por eso yo, que habitualmente . (»mentó con látigo de

siete colas los editoriales de “Acción”. he dado tanta Im­
portancia a este editorial.' porque lo croo responsable, se­
rá así o no, pero e<to es responsable. El que escribió c»tu
pensaba que coda gota desangre —y me repito a mí mis­
mo— de uruguayo nos debe doíer, Y no porque tengamos
miedo, ni porque creamos que si á*JMte# r
sangré el problema nacional, no dlginfó
moa al despedir a loe siete féretros en
Cusa del Partido: somos muchos a los que tienen que ma^
tar, si este es el camino de querer resolver por la vwen-
cia, por la, fuerza. Y sabe el señor senador, como yo *é de*
él, más allá de las diferencias que tenemos, qee no
mu palabras de más cuando se juega este Upo de cosas.

038
 AltfliflMDt, -<• AMtt W to toÜM
señor diputado Brasebera, quieto srámar qw*

»* mi Juicio la discusión, en ai. no ha probado nada. Sobre’

el fondo del problema y los caminos para encarar la dUHt|
cuaíun de si el Movimiento de Liberación Nacional ex tnaM
xlsta leninista, si pretende serlo o no pretende serlo, n<w
tiene significación mayor; no tiene importancia, desde W
■' punto do viste de la dlseueitoi *

señor ortiz, Ayer paresia qao si, señor tíüpw 1

tado, porque se enojaron.
SEÑOR ARISMENUI. — Nadie se enojó, señor sena- i
dor, Lo único que se le dijo fue que, de acuerdo a nuestra
opiniun, iu ideología del Movimiento de Liberación Nació- J
nal, lupumaiu» era, por excelencia, una expresión de na- i
turaleaa iiACionulLta. Y esa es nuestra opinlun. Es aue- $
mas lo que dicen sus documentos fundamentales y os, in- $
elusive, iu inteipretuciun que doy a los parrales que leyó J
hace un instante el señor senaour V ascuncuiltM. |
Pero si no fuera asi, ¿quó? (Claro!; el señor sena- I
dor ortiz trata, con v»u inteligencia que lo caracteriza, J
a través de la aclaración, volver a acarrear agua a la te- W
sis fundamental ue su molino, que es que America Latina I
y el Uruguay se dividen huy, fundamentalmente, en torno |
a sociuiiomo o unli-socialiamo. For lo tanto, lodos los que J
no -son partidarios de soluciones socialistas, tendrían que |
conglomerarse contra los que somos partidarios de solu-
ciomis socialistas, pero este es el mismo método falaz da g
ru/Amamiento que utilizaba "El Diario*' cuando sumaba*!
los votos de Morena Aluunute y ue Fucheco y decía: ¡NO $
ven! lodos estos son votos de demócratas; loa otros son f
los de los totalitarios del Frente Amplio". Es la misma |
la.acia de razonamiento, con el agregado de que el pian- 4
tea une nto del señor senador ortiz lo comprendo, porque ¿
hasta en su lenguaje y en la notoria y tranca tesitura
que U) caracteriza, el üeiiende ucurnmaumnte la conccp-
emn capitalista, que no es deiiuiinnada asi con sentida -re
peyorativo, sino que se refiere al dominio de ios princi- ■#
pales medios de producción por capitalistas privados y
grandes propietarios de la tierra. Es decir, el defiende —y
la expresión no tiene sentido peyorativo, sino que es una
expresión científica, que coi responde a un régimen, a una
característica y a una forma, a una base social, corres­
ponde a una determinada distriuacion de la riqueza— al
capuaiumo. Y me refiero al capitalismo, mas aila de las
otras formulas que hacían de iiberaiiamo del Estado o
no, que expresan concepciones de corto plazo y no se
refieren ai aran tema os loutíp,
¿El camino pura transformar los palees, sobro todo
aquehos oprimidos de America Launa, es el de que ios
giiuiues centros de producción caten en mano» de capí- :
taiurns pnviiuos o extranjero» o que la socuiugdsea pro*
pie tari a de lodo?
■* 4
En eso coincidimos, aunque no oomeidimoe en la harít
bllidosa voluntad uei señor senador Orui de volver a 1M
a« ayer. La división del país en la luirá presente no
entre comuniutas y no comunista», entre marxistao y Mi
niarxiatuü, sino entre oligarquía y pueblo. Hay una n»M
nuria de banqueros, de grandes piopietarios de UeiatoH
gante viiiemaua al capital extranjero que se esto 1uim|
cieiido el agobio, que lia enterrado y oprimido o la adíw
yona del pueblo uruguayo. W
Y cuando el General Bcregnl dice que el Frente AiOmI
pilo proclama sus objetivos - que, por otra parte, no pjj¡g|
drian cauncanse de socialistas; nosotros los califieamlM
de democráticos avanzados, ue tendencia nacional, en do»l
aumentos notorios de congresos ue nuestro partido y eftl
mis tentativas de análisis marxista de la realidad uhkI
guaya—, calificándolos, al mismo tiempo afirma que se^
había do qué para un acuerdo, el señor senador Ferrei- *
ra Aidunate habría invocado la nacionalización de la
Bañe« y la refríenla agraria Atraque esto no coincida to­
talmente con nuestras MoNhMW'tttráHte un paso ade­
lante, tendremos trente a eso la de ttU0a por
los hechos, en relación a ios grandes pfiwNMlB ||||

Además, porque nosotros creemos, —coido

10 OOn&SS
prueba la historia contemporánea—, en una eofcneideneM^
esencial del mundo de hoy, en la aran revoiuciótt iwrwnfí
ll&ta con las revoluciones anticoiornaLstas, indepeudentis*3
tas$ ti analormadoras de nuestros pueblos. Cuando habla-x
moa de revolución nos referimos al trastrocamiento de laO
relacione» de clase y no a los fenómenos episódicoe tmj
tal o cual país, o de tal o cual característica. Es daelijjal
qno Doy wbo ootaMédeneia esanoial, tanto eouto viva en wS
reUtohmae de tueraa del mundo de hoy y en loe manen-
too de b revolución tOcntoo-oienUftca»
... ÓL •
>
Tanto el señor senador Vasconcelos como el señor
amador Ortiz, los más destacados miembros de esta Asam-
Mea toe han ido Levando muy ie.oe del lema inicial que
aataaM hwmiíimisiíSi e ínm (nina iiw Mír W'dum -u
team lentos y a mi doeo de «tpa<r el tema aquí en O |
Asamb ea. Por O lant^, voy • €>g»eedar »5 eeÄor iefUla* ,
dor Brubchera una interrupción, dedo que fue aludido ’
por el señor senador Vusconcellos. Luegd; pop un
no daré más interrupciones, para finalmente otorgará
« lu inores legisladores que me las soliciten.

VA¿íCO-*X-x-two ¿JLho que Ja« aludan.

DI, Supongo que será una ama*
ble ac «Wtt» 9* manera V* •> senador Vascon­
celos no tendrá oporUmUdW 4f ywcMmar polémicamen­
te,

039

en rentería teórica con mi que*

^«gS^XMMSS

casi académico.
.„ .rp^n^Svr’d;1
IM ;?onunSX"n ta inad.

cificación auténtica. Nosotros, desde lue8°;

esa1 pacificación tiene en úctSo,
SrSc™“ «u.U¿n’^/“ñcoC“r¿”i eTm!no qu. » ;
lleve preclpltaS» • lnc«»nt.ment« * 1» '“c^h»U m'..S£l j
ffrienta o a la guerra civil, como lo ne oicno
?eces Y otro, de fondo, que es el problema de la «liml-
tmeión de las causas profundas que 8®”®^ -
contradicciones más vastas y que, «“ última *”**“"£*£ .$
son la otra cara de la agudización permanente de [a cri ?
sis de la polarización entre la riqueza y la Jjjj i
derrumbe de la economía nacional, de la 1
Molleada y del uso de medios 8ntiC0l'®tlt,uci0,n®!1??L1J¡nZ
cffiídonale, y anuiente» para reprimí!¡al puehta .
imponerle sistemas de hambre y cubrir a J
veces vastas zonas del latrocinio público. <
r x¿r!”s <“c‘ta’

mayor. dr ta pu aut*ntlca, oon Julieta. «• »u» ltóW.0* m j

también mi refería, con

«cneral St-regni y a la que y<’ del 22. Y 1« voy a leer,
frases conocida«, en el d scurso •n < un papel circulante con
porque no quiero que quede solo <
•motivo de _un ’imitin,
...... «
sino> <ttip
oiiií <!■« e<i
• .
'• VM'",án
gràfica de Ja Artmbien Geneial

méteme que n‘> n"¿ "**"*L1'’ JL • ,(j |H represión y 1« *«"

Miy tina Renèlla/ HI EKj

ir M n*>-i» m guerra
isti «31
cbnH **
hacia uiw M*«*« *** y lo» ase«
irarciui., i® el f** e» «*»*'*• **J|
tul es que Xle-eíkM. *e han equK<*««»**J
pnaban vernos doblegado* X repleta*. «
cit mucho" Ja
"CI no mie a fvmotrm *J «** duele caMJi
Y ‘ In-nr» -Meta'’ Hl
.„■ »•'>.i:>'- < < ' , ,m,M milito».«. ••ing|
INirqtie qtiemnoi* una i ..... ^«Ijenum que detriíFI
itombn'M de lucha, hoih »' " • ’ Shl,t y ta capacidad 'J
rtc iB. idea», «i - - y;,ta lui> >«:j
,uiria el marini». „ „„ ,.! ,lvl ceiiantórtó.
V querella* una paz aun . • M»l>eiimn V ”u’*

día'tizado |mH h* , .... vnuunny doaiio«

tnnjara». U I»* 'I'» 'T mm “n>-Xü" I-""« >’
liado y na «njur-aiki' I"' SUimr .» Il“ •>*» rl.iile. |».n«l<-..»
inMibio. I«» J*1* du,*l . ¿«.«.114 tiri manente tie h»s iryrs
y stodteltJeijy '*> M „mo (Ie la juiilr.a,
<M1 i* I*4 .* lra|j..k) de I.» aegurldad <i«'l virH.
dei pan, de imcrvr artiquhta inspirando mui
k W U* O. wntai * e*to ili es quei er que
I mw» naüSdmt ÄH Paew ¡«Haue no non hablen
- “*"■ «*? ST.»-
<fcr pos «Bírtaér« ** *’*’ .* ' iBátelas en t’«l« P1“*'

|,nt»ú» Äawsar *• JtrfRJ fruiré. No»otroa, revoiu-

)peéo y XftTTin y í^*h’ c,'<* r,',n° F‘,r’
•***'•* L «olí™» la vtoieocia, y desramo«
1*00 d» lo l ZÜÍTm filtri» y ti pueblo, para
ri -«* t^rfwmadora «
«u iiL*r**c*»«i y •***<*« t «mrta, en ttufítr Ormino
.le la ciase .direr», h»lea»n^. w * M
i-evuluakHMM. hmadi’ua ***’’’** ÍTJ*VWéMl W * **•**'

<a pfitrut ** »**< (* * é***** ■ . . ■

 BetaMtam« «tornò, to» tentò >'W Wv0MM >X'
•i derrurnte (tei pòi eran «I etera!» mte ptehmdo e«MÑm4*¿
la ixiliticn quo so llamó de cstiiblnziirión —y aquí no hago
ixilitica menuda y que en última instancia condujo a la M
República a Ja situación actual de destrucción económica,
ni encrcspaqilento total de la lucha social, a ia multipli'
•ación de la violencia, al callejón, que puede ser sin salí-
da, en que noe encontramos.

Todo esto lo decirnos sin entrar a analizar con detalla

como podríamos hacerlo, y Jo hemos hecho muchas vece»-
todo esc largo, dramático y conmovido periodo que vivimos
en los cuatro años anteriores, en las vísperas electorales,
en la elección y que prosigue inmediatamente después de •«
ella: pato endeudado; balanza comercial en general defici­
taria, aunque en el corto plazo pueda acumular superávit, %
balanza de pagos que sustrae jugos de la riqueza y el tra-
bajo nacional hacia el extranjero y, por lo tanto, moneda ,.j
<m el tobogán, sin que se pueda ver el límite y el instante ;
•ie lo detención ti«* «ut calda, porque no hay valor mone­
tario que se sostenga si no está relacionado con el valor
real de loe precios en lo interno y con el valor real de la
balanza de pagos de un pal» con relerencla a los precios |
internacionales; y no hay mago ni artilugio ni maniobra fl» '
nanctera que se pueda sustraer a esta realidad teenelal;
república emleudada, que tiene que exportar para viví», no
para pagar las deudas —que no puede hacerte—•, y sin sin- 5
burgo no «teñe qué expnrter- que teme en crisis tote au |

pcltttea de carnea y te deaooneo —como to demoetrátamos

d otro dte ante te tete» Mfatetro da ttenadarte y Agricul-
tura— «u política de tanas, que |>eW a tener tierras fér-'®
tiles posiblemente tenga que Importar harina para que los '■«
uruguayos coman pan; con potabilidades enormes en ia cuen-j®
ca lechera y sin embargo con un descenso permanente d«O|
consumo <i« lecha en Muntevldoo y d esti angulamíento d»W
ios productores medianos y |HX|Uefto» de te cuenca; remo-J|
lachenm cstrangidatioai pequeño» y medíanos chacareros y j|
ganadero» ahorcados |x>r las deudas, agobiados |»r los acó-w
pinten «h • intermediarlos; predominio de un sector redu*1S
cldü, cuyo jjcrsonajr piincipal ya no «m ni siquiera el granj3
terrateniente o el grnii capitalista Intermediarlo, sino el ban*W
quero, el grafio íinimcicru ivhiciunado ron te Banca ínter- f
nacional, liegundo <i ser principal elemento do sustraccio.i jg
tlr Iiim rlqiH’/. iH y «lo acogió imítenlo de 1« economía nacional ||
y también de km más grande* y escandallo« roboa que 11
Republica ha conocido $1
Y revurrdo que rúa talo venían a pedir Medidas de Se- í|
guridud temibles que «•xprr.oib.m otr ».« Intéiese» desde el
punió do vísta h.)<ad y otina (•'mrrpehmes unos, tiñan-
('islas; «tros, militare«; otro.,, iiteigiulos , h* decíamos, sin g
ánimo de convencerlos que pi ■tendían enfrentar tas causa«
económicas y somates, agravándolas con las ataduras inter­
nacionales del Fondo Moiictailo, y en lo interno resolver ]X>r
ia fuerza ios problemas de la vida serial de la República,
como aquel rey persa, Jerjes -me repito, porque ya lo dije
entonces—, que viendo que el Mediterráneo le llevaba sus
mares, resolvió azotarlo con cadenas. Y asi el pais vivió:
miles de obreros del Estado militarizado.,; en un uño 9.000
preso« en te» coárteles: ciento* de despedidos; estudiantes
crido» en las calles; |»ersecución por sistema; burla al Par-
lamento; descaecimiento de toda idea del Derecho; burla
d» tes decisionex de te Jk«amble* (tener al y de te Suprema .
Orle de Juxlicte, Y no hablo síqukná (tel acierto o no de
te» decoaiones paiteqwntftfte»; habió de te burlo del dere­
cho mtamo, de i» irjfrajwídicktal. n&t ^n^rntenU) <ie te
(Jomüturíón. Aq d se te üijfarm *1 gerx-ifl F» a/M-ma’, y tam
b én al pihnrr Ministro det gptjtorno anterior que vino al «i
Parlumento, Jiménez de Aréchiga —que luego ac retiré
con tes man-* manchadas <|íe tangre de Jovenes estudian-^
t<H, como Susttns y Hug<>-; *r te diurnos « k/* álml«tru|^|
bi nqurros que venían rilo» mtotno» a defender <ma í*>iltte^M
económica que íím llenaba de initeme». E-ítán equjv xjadoqj»
con el Uruguay; equivocados c<m te magnitud de un movO|
miento obrero que ha ent/ado <-n la vtea nacional, y tiene3
conciencia; equivocado« o>n el tamaéo da un pwrteo qur*|
tiene iitrás una tradición de hteTiud E*te no et corno otras»w
pulses de América, dq k» cuales xe podría decir lo que
Marx juvenil dc-cia de su tierra alemana: esteba tento « te..a
libertad únicamente el día de íu entierro.

No, señor Presidente. Aquí hay una tradición que efr?®

parte de te vida interna del ptds, que hace que cada corte«
o la libertad genere una protesta justa y un brazo qua
levante, un pecho que se alce para defenderla, aunque mmnB
para caer acribillado por las bulas.
Esta os 1a trudlclMi^v Xinstro puis y cada país ttenej

W íaiuciuiklIco» iiitiplns, niicinnuhte, gruvituntes. Ningún J

révbíúéítiftMíIb st’ldhliíilá <-n muguo pul» de|
te» peculiaridades di» su htetea te, i> 1
antafnuMécMi, no «qdm< jwmmiv ceM» |ro«»ro.
4i

(Mtou <
2itf 40
--------
 -*Y la vite miA tei; y habite |m «ter te» te m»
rrupcéón Mcanteteaa mi» Mratote. Tmmm «tul por «tea* ^
rio, promovida por nosotros y Ion otros legisladores, iitves* ¿
tigaciune« de los frigoríficos y de los Banco«. ¡En»« 4 son
actas!' Las actas de) saqueo, del vaciado de un pala por
un grupa pequeño de financiero«, mucho« de ello« Minis­
tros.
£
Estalla escandalosamente el caso del «eftcu Pairan«). .
.Claro! Es un prototipo, un arquetijio característico, una
especie de personaje de Balsee, para calificar el momento. ?
Pero no ere él solo. Aquí hemos mostrado ramificaciones de .
ntacte detesta te MtoMw eon MfotOoos y Bancos;
su sólo seis mesas del aAo 19TL, a tos frigoHflctM private^
se les dieron U$S 72:000.000 en c^te país rendido. Eso etw$
más de lo que se le dio ni Frigorífico Narior d en toda sul^’
vida y mucho más del doble de lo necesario para comprar ;
de un solo golpe todos las instalaciones frígoríítous de la X
Republica.
{Cuántos millones de dólares recibidos por la Banca
privada, a! tiempo que se alentaba lo prohibido por ley, las
financieras, paia que «iiqucuran ti la República! y al mismo ■;
Uem¡M) el Fondo Moncturlo proiúbiu el crédito, cttiangu-
lando toda la vida nacional. ■
PromovImoH la investigación de la Administración Na* $
clona! do roerlos. No reo «erdo. todos los detalles. Vendie* >
ron la murimi mei conte nacional |x»r chatarra, y esor» barcos ?
andan riivulaiuln |H»r ImIum los mare» del mundo. Se tenían
los me jota» Udiri pí«, y sin cmbuigo so mandó reparar una -
druga a Regii.hCJ y V'Hilminot - vinculados con jerarcas—
por un valor de 9 4ü;tXM).(XM). Al uno ya eran > ÍDO.uUU.UOÜ.
Podemos tomar también el ejemplo d<» Pinna, que es-
tamo« Investigando. ¿Cuáles fueron las razones de la liqui­
dación de Pluna, de! predominio do Jlx-iíu, de los viáticos?
Empieza la investigación siendo diputado el actual Minis­
tro dei Interior, señar lluvira, y él, con esa pioli id¡t<i »pie
k) caracteriza, hito un cuestionario de materiales. Todos v;os
materiales están ahí, y «u comprobación es más terrible que
mi denuncia. Habría que Investigar tixlos estos negocios tan
extraños que se realizan con España, por un lado con Iberia,
y por otro los que el señor diputado TurUuuky ha denun­
ciado qua io hacen en Uto. .
Por asta famoao negocio de uta nos encontramos eoflfl
una masa de mlquisiriones por USB lOtuOOOOO, can comisioO
nc« convenidas, a registrar en cuentas en Nueva York,?!
Además habrá que pensar en la realidad de cierto» bnrcott’«
adquiridos, «i eran de metal verdadero o si estaban repací
radon con cemento, Y en es« terreno, podría seguir.
Y en esto cuadro de desastre económico, de represión!
y corrupción unidas, ¿qué perspectivas hay para la juven*;J|
tud de este p’ús, para el ciudadano común? Para una gran >
parte «lo las fuerzas sociales do la Republica, el enfrenta- t
miento mayoriturio y fundamental «o produce con el movkj
miento ubi ero; luego con lus capas medías intelectuales, end J
«violes universitarios; so extiende con la iglesia; as agrarx^j
da con el Poder Judicial; se confronta con el Ptefanxmtara
1'rrtr tira mente una enurníe fuerza de pueblo entró ea M|
vida nacional y, en el filano politico, alumbró sus propto»
lue iones cuando de leu nina el nacimiento del Frente AmpHdM
Por otro lado, en otros sectores generé, I* violencia, MM
nacimiento de grujios que (tensaban que el único e&0Binte|
era íw, más alió de sus concepciones, de especulaciones «tete
tratégicas «obre el hxpdsnio en la revolución y otra«; mteW
allá de ios que pencaron esto o aquello en la vida de Amé* |
rica Latina. Yo fui entrañable amigo perenniti de Guevara, f
aunque no compartiéramos, como es notorio y tantas vece« f
lo discutiéramos con él —y se «abe, porque está escrita—
algunas de sus concepciones y encaramíentos del proceso >
latinoamericano. No me arrepiento en nada de todo lo que, ;
S4M en cuanto a solidaridad personal, tuve con sus luchas, más
allá de las diferencias de concepción y métodos. Si vamos 7
a discutir en el campo de América los caminos de «u reva i
tución, sin duda aparecerán vías, métodos, formas de dis­
cusión, encaramíentos que la realidad demuestra, por otra
parte, son siempre más estrechos, más pequeños, más en-
cstetetoto« te riqaeza qut ofrece la vida. Me gusta re­
petir te* frite te Goethe: "El árbol verde de la vida vale
más que tete gte Waste’. Y •*>» América, como todas Jas
revoluciones te ««toa te «ate «ostmndo.
Hemos debatido totetotete Wteate*ta| te Wte re­
volución, etcí’er». Y en América, Gufa* «tete» coa guerri- '
Ua. < hito con clMX'l<a,n*; d v¡icto tet virante popular^
en Fseó1 ib «''.éresO'»',' s*«rt*,itete
nabjrta, que «tede «n Eaueteé y Panaste M otra» «araste»
riatto««. -á

04 2 ■? 28 0 40
 <’ He MMMI Mt «i Uruguay WW <*»
teoría da un jjauÍMxadfan» mtiltar, ni dota u otro euedm

Craemos en la unidad profunda del pueblo, tambMn da Joa l

mUitarea, para acabar con el prtwdigio, oon la oortupctta, 4
j ara c nwtruir un Uruguay nuevo, fácil jx>r la fertilidad pri- '
vílegiada de ente pueblo, de esta i lena; difícil jxirque el ;«
poder económico etá en loa manos de unoa poco» y porque |
todo eao tuc lia agí avado.

Pero no consMcrar estwi orna* en forma seria, no ver

la* causas profundas y creer que lodo ()»lo »0 puede resol* |
ver c,xno to baria un curandero de la pxitíca o de la socio- í
hjp», uJtna-MB vx'.u a la pisada de la ie¡iie»Mi o con la -Ji
vencedla a del gairote y de ui tingre, <* realmente de un j
¡irimitivisino InconMienUrncntc ciuninal, más «lid de la |
¡UhicsüUHd y de lu buena Intención de ia ge.1t* 'pie pueda I
hwhUjier Caü punto de vista. Pero eso no me interesa ahora, i
puiq.ie Quiero h >y enti¡ir en ningún debate menudo, niño
encarar ion glandes temas de tundo y dejar Miniado cómo
ios vemos.
P\mf ¡o mismo, creo que es profundamente negativo el
encajamiento <ie» icmu que h.*ce un cu huí tal de "El País*'
de hoy —que estoy ¿«guio no corre.poma* al jm.nsaimenU»
UC uiguno lie rux iiirecluii'H , donó»', cu neniando todas estas
ctwU’, re llama 'grito <iel tero“ ul hecho de que busquemos
ia itimmid social protunda del país ius raíces de ellas y
«* jaetetaie q ir. cuando hábiaiiius de esta manera, sumos
algo asi como cumjiucvs o tecucos de un encubrimiento para
owvmu la repre»iun contra ios reuicioso» y entretener ai país.

Dice "ti País" de hoy: "De este mudo, se desvia la

atencxai de Ja ciudadanía y se imcia un intento de justifi­
cación tacita ue ia violencia recuiriendo ai argumento de j
que es ia consecuencia natural de un estado social y eco- t
nonucu del qué son respon dí bles los gobiernos habiiíus en J
las ultimas décadas'*. iA.cir que la que esMmos diciendo \
es el grito del tero es aimurse a una solución de Inmoviiis-
mo social y político, regresiva, y de cunvahducion de lu gu«k ¿
ira civil, Es precisamente uslu editorial d que MMticnc la
tv»is del ensimgrcntuniivnto del país ai apoyar ¡a del, exter- 1
minio previo del Movimiento de Líber ación Nacional y la'^j
justixieucion, <*a si explícita, del Lreuadion de la Muerte, |l
i'remciu conuena ul Eseuudion ue ir Mutile y dice: ' fcd Es-J
tuno debe uciviidcniü de ambón exhenusmus tai como si su '■«
siqx'i vivencia ttalnviciit niectada, en igual nwdídu, l<<'^
dos upo« uo leinnrmio. Aquí <rs iloiulo se impooc g .iiHHr li||J|
dutuncius y poner ia4 comí« en su Jugar. No w puede |aud0y3
Ja noción oe ja memela y cquip.uar el EsCua'livn da IÍIjb
Mueite con el vjereno de ia iiiuei te oigamzaOu }*.< |.j*
llicio.ws". y agrega Juego: "¿Es que mu». *c pocuetí cw<U|*'ji
pureir las acciones ambas repumiibles, no id <iiviiX’-.liOS"—''j
de lunáticos q.e se pioponen ur.-inur el Estado y
el Puuer en sus manos con Ja ue »educidos giupos aislados 1
que no pietenuen mus que te» minar con ios »míerimes y |
que solo ucluun ospoiutucamcnlc, es decir, cuando ios crí- ;
menee de Jos lUjamiaios ¡«on i un sublvvanies que dcspier-J
tan en ellos insanos propósitos de venganza ''', lias? ooqiuée'«
que iiay que reprimir ambos cxti cinismos, agregando: "J^ero m
no hay que encanarse sobre ja entidad dej (mu gro que sig» \
mtican pura nuestra democracia, jmiquo se nn¡mne otorgar
las onrespondiente» prioridades: el pinnvru moiíicív h nesgo
la cxisUriiciu del. Estado y de lu niudahdad nacmnai de vi.ia
y piante« au ludia en un terreno militar (‘■qn‘ciiico¡. el re-
gUJOMi» tm nuaHiUt constituye un equivocadísimo e ii«g>timo
d» dtieiM« qué •» süiMnabio en ¿4 burea » nivel
Imímmí y w dMoyMéiierA luwa da u«Ml <uda m» «da«te
te» tagwnMhMi tifrjui •& »tunUiüM ímui aaMMM***’'.

04 3 ?3 r; 4 o
 «EítQR ARISIOCNDI. - ífo no «ufero entrar «i fe
polémica parcial con ei señor senador Beltrftn, tanto más
|mh|uv rompiendo los vinculas que lo relacionan directa-
mena c<> i el diaiio "El País” y !<• dan una carga en hk-tonal
lun c.ii>icti’iihl¡cu a sus palabra«.
Pienso que una parte de la prédica de ese órgano, en
delei i.uBudws momentos mj señaló —y digo una parle por»
que a veces salía al costado de su« propios artículos— por
una actitud de adliesión militante a las linea« generales de
¡a política dei señor Presidente Pacheco. Pero para mi ese
no es cí tema de hoy. Lo más grave en "El Pato" o en cual­
quier dlurlu, es el planteamiento en este artículo, yo diría,
de la tesis invalldatorla de una política de auténtica pací*
ficaclán del país. Es un artículo que parte por negar la
existencia de causas en el drama de la República, es decir,
que piensa que los temas se producen en el plano de deter­
minad mes subjetivas do itersona«,, de episodio« o de acci*
dente« en el devenir histórico inmediato.
Y a los que buscamos otro método, yendo a las causas
¡Militicas y morales en la historia reciente de
mkI<»lógicas,
la Republica - -do la cual hemos sido protagonistas**- M
nos acusa de teros que gritan para ocultar su nido.
Pero, además, cuando plantea un régimen de priurida*
des, establece, ¡»rimero, exterminar a los Tupntnaros, luego
a las veinticuatro horas se resolvería -adviértase el reco­
nocimiento básico en ese articulo de que el Escuadrón efe
la Muerte es parte del aparato jxihcíal y represivo— «1
problema del Escuadrón.
Por otra parto, como vamos a verlo casi inmediatamen­
te, pensamos -y con esto cierro esto capitulo»-* que la Re*
pública tendrá pacificación profunda si hay un grande y
profundo movimiento popular-nacional transformador, qué
anda por las rutdb de la Convención NetrioMü de Trabaja-

doaw en «i cuadro gremial, que ha buscado camino« en el

Frente Amplio; que busca caminos, inclusive, en las ten­
dencias de hombres con los cuides no nos encontramos aún
en el plano poutícu, pero que, en ultima instancia, tendrán
que deí minie en tos fronteras de la Republica por sus li­
nees auténticas y no por viejas fórmulas, es decir, teniendo
en cuenta sus actitudes ante ios problemas suélales funda­
mentales del poto; tiente a la dirección de la salida de la
grave cristo económica; a la orientación en mateiia de la
liberación nacional, as decir, de uatopcndizacKio económica
dei país y de afirmación de la sobeiania política; en materia
de «ictinieione* de puetáo (mus la hora presente y para la
etapa que vnv la Kepubiá*. Y es s la construcción de esa
fueria social de ¡a i evolución uruguaya, a la que hemos ,
dado y deihcamos nuestro esfuerxo. Por eso i epítimos tan* *
tas veces con Lenin que más Importante que la muerte de I
tres u cuatro Zares, es la unidad profunda de obreros que -
tomen conciencia de su organización y de su perspectiva -i
para encontrar el camino de la trarMlormocion; y que más ;r
allá del »wnsacionaitemo puhlte**, ia unidad profunda y mk 4
litante de las masas es la hsrfumamui transformadora; yj|
que todos las revofuriom son obra dei purtoiu witonw y nun*3
ca podran ser obra de un paruáu, de un grupo » de datar* «
minados sectores; y que la virtud de ua páriMto q/u» qtfeMfeS
hablar en nombre de la revolución, es la de sebee «KprMMUfiiw
traducir, cncnbezur, promover e Interpretar lu que es fetS
linca íundmnental du las suUufacciones de las amtuattoto^|
de lus inquietudes y de la» aspiraciones de todo un puHdiOl

l^min dechi, en una lección magistral de táctica

tica que comprntimos: “Jamás mmones de hombres
tharán la palabra del Pnrtid»», -d ese consejo no coírvádaLM
con lo que les ensena ln cxpi'iioncin de «os propias vmíjhTW
Lenin nublaba de millones, poique se trataba de un nato
con millones de habiianies. rsosotios bubnimoB de cientos f
de miles, y diríamos millones, si podemos transferirlo I
a la med.ua pequeña ue novan o país, a ios limites de
su «statura aemogruilcu y de su conunno y perímetro ;
ironUtriKi. Y en eso estamos.

Y cuando ¿ieregni habla del Fíenle Amplio, no quere­

mos que se imm cuniunda, Unicíirnent j vditoi hhiMik hiscis-
Mu, numetatoiiu pus la cuiiupcion, como los de l..i Mmiami"
y Mam", Miar ife hiww to
iWruftt f procurar blétaferM
 Soma« te que mmvmm y i» preeteamuM ateraiver pnahíto
IMM, Wl IU VMM UM pM«», W1 lU* «UML'MHtM, «II 11 OrtMlUMM i
y un lúa métodos, tíos utriivmo* a principio». Nunca hemos
escatimado las posibitiuude.s üel sacnlicio cuando iicmoa
tenían que aiiunuir cualquier situación de principios. Pero,
reitero, sumos io que somos; ios que buscamos en Ja etapa
presente una grao trunsiormacion uruguaya, untimperluiista,
democrática, avanzada, progresista y, los que aspiramos
dentro de eiio a una etapa de transformación sociaihta '
para la República, que será nacional no por sus proclama«
clones nacionalistas, sino porque corres|x>nder¿ a Ja realidad,
a la entraña, a la vertebracíón de la República misma, y •
a las característica* nacionales de su proceso revolucionaria.

En segundo término, criticamos y rechazamos ei plan-

teamiento uel cortado de Guerra porque el país, en la prác- ;
tica, lo ha vivido dramáticamente en dos aspectos: ha ser-
vido para derramar sangre injustamente, mientras no se ’
ha tocado un solo pelo a los criminales fascistas y sus t
organizaciones que actúan en el país, que han secuestrado
y matado jovenes, que desarrollan el terrorismo contra ei .j
Fíente Amplio, que se permitieron el lujo ue desafiar a la
Asamblea, al propio Gobierno y a Jos mandos militares i
colocando once bombas en las casas de personalidades poli- «
ticas y en representaciones diplomé lien* extranjeras casi J
en la .misma noche en que se votaba el Estado d<? Guerra. 1
Todo eso ocurría en momentos en que ei Gobierno y las |
autoridades militaros contraían una responsabilidad muy f
grande en el país. J
El Escuadrón de la Muerte y los grupos fascistas no son 1
un invento propagandístico ni un pequeño rodaje que ter- 1
minará en veinticuatro horas, cuando finalicen las acciones 1
del Movimiento de Liberación Nacional, como dice ese 1
articulo. Tiene eu bictorie. Lo sufrimos durante toda la^
Jfp
campaha electoral, en cientos de atentados contra JocaJee^
poUtloos y contra ^vianda* de mttftmnte* det Frente Am- ‘
pilo. Lo vivimos también, simultáneamente, bajo la resjxm-
Habilidad y complicidad de ios Ministros Sena y García Ca- ..4
purro, tal como lo dijimos en el documento público enviado J
al Tribunal de Honor promovido por el Coronel Trabal. m
Se cerraba prensa, se promovía el terrorismo contra el Fren* 1
te Amplio y se asesinaba como Inversión política. El ase- 1
sinato do ¿Irber Nielo lo dijimos— fue una inversión j|
jxilitica. l«es importaba lo mismo que fuera Heber Nieto,®
Joan Pérez o cualquier otro. Se tratáis» de una inversión |
política, provocativa, en una guerra sicológica para promo- i
\cr Ih idea del ru<>s y utilizarla en vi plano pollLro de la *
República Y a allí llegaron, frente a la Universidad del
Trabajo, ante un disturbio menor, insignificante; allí lie- ?
garon tiradores de precisión, como se señaló en aquel mo- ■<
mentó. Bajaron de un vehículo jwillrlal, buscaron sitios de *
tiro y disputaron, roltraiwlo una victima. .Sin embargo, no *¡
legraron lo que se pro|s>nian. una respuesta de caos, que
facilitara el clima de terror. En aquel Instante, y untes,
yo ya habla denuncia«Jo las actividades provocativas, «mies
de que Bardesio se hiciera célebre en estos documentos.
Yo denuncié que la rv«he del entierro de Líber Arre, apro­
vechando la impaciencia y la actitud equivocada de muchos
jóvenes que volvían al Centro, gruían de la policía ¡xditica
encabezaron el saqueo de loa negocio* y nosotros identificu-
mo* directamente ul señor Baidesio en ei analto al Canal 4,
ai tiempo que fotografiaba a las personas que participaban
en loe hechos que ocurrían en ese lugar.

£1 hecho del episodio actual de su secuestro no pue- 4

de invalidar lo que donunciamcv ee IMS en un docu- |
mentó público, en un plaatasmíeotct parlamentario, en J
conferencian diversas; inclusive, para adoctrinar y en-.1
pilcar a loa jóvena* cómo eran victima» de acehmee pro^ l
vocatlva*. Denuncié que un agente norteamericano die* |
frezado de médico, que revalidó au titulo, el aefior Clo-fJ¡
sea, actuaba en el país organizando lo» grupo« terrorista«.^
Lo hice antea de que Bardeaio fuera eecueetrado y que
aparecieran eso» documento*. Integraba parte de un gru-
po. Estaba relacionado con la* per*onae que actuaron,
vinculado a lus representaciones que, a través dé la Aid, J
SÁO0 lo* servicio« policiales norteamericano« tenían ahí; y.l
loe que dirigía especialmente
' el' señor Moriega deado to'«
Embajada norteamericana.
Fue toda una organización especial dentro de un*i
aparato de fuerza, no sólo pura la represión, sino í»«r« |
la provocación. Y los hechos «e fueron amontonando,. _y I
pasó a eer un chisto, en la época del señor Sena, el he­
cho de que, trae una bomba o un ametrallamiento, apa-
iMtom im «who poüeial, para averiguar qué pasaba, dos
o «kw mknutoi dMgué»,

04 5 7 id d 4o,
 tinte en la prensa, en la Cimera y en «smtea lujare».
En el cato del atentado contra el local de la Juventud ■
Comunista, que en el planteamiento de ayer de la Asamblea
General apareció erróneamente como vinculado al local ?
de la Seccional 20* ae detuvo un coche —tengo aquí la i
denuncia que se formuló ante el juzgado respectivo; no f
recuerdo si esta vez era un Maverlck, un Opel o un 4
Volkswagen blanco— y se disparó con lo que podía ser
un fusil antitanque o un disparo con tromblón —no soy
técnico. Dentro del local —aquí esté la fotografía; el
artefacto quedó en manos del Juez— causó inmensos des­
trozos, aunque en la pared solo hizo un pequeño agu- :
jero. Un artefacto de esta índole es fácil de identificar
para un militar porque el agujero realizado en la pared
de mampostería, pequeño, demostraba determinadas ca­
racterísticas de explosivos y de proyectiles. Se detu­
vieron luego y dispararon con armas automáticas. Que­
daron las señales de las balas 4S y las cápsulas recogi­
das por el Juez. Minutos después llegó un vehículo po­
licial. donde iba un equipo con un comisario policial de
la Dirección de Inteligencia, quien dijo que había oído
la explosión, pero que no los podía perseguir porque te­
nía el motor frío. Eso también corete. Pero se necesita
saberlo, enumerarlo y conocerlo.
'4

“Marcha" contabilizó en cuatro meses, sólo hasta

mano, cincuenta y (metro atontados, poro fueron sientes. -

O*v alguien detoalde? ¿fe fe pfefefeto m

investigación? ¿Se localizó a los atrtoreef ¿fe
una pista? Resulta muy liviano decir que las denuncias
que presentó el señor cenador Erro a raía de un épico-
dio determinado, ahora pasaron a la justicia militar.
nmy
Hay una historia larga, sin un aumarlo —creo que hace
poco el señor Ministro Revira inició al respecto en
virtud de palabras mías pronunciadas en Cámara—, sin
una investigación, sin una comprobación de clase alguna. $
Y a ello se sumó el caso de loa muertos.

Fui yo el primero que denunció públicamente, a can í

.«a de lo de Ramos Filipplni, la desaparición de Costag-
netto y Ayala. No tenia todos los elementos necesarios,
ti
pero lo lancé públicamente. Así que tampoco se diga 3
que en aquel instante o en uno cualquiera estas denun­
cias fueron motivadas por tal o cual relación o que apa­
recen ahora en función de tal o cual episodio desgra- i
ciado. Se trata de una historia del país donde el crimen
llega a extremos y donde, infortunadamente, señor Mi­
nistro de Defensa Nacional —perdóneme que personali­
ce en este caso—, el espíritu de cuerpo no puedo valor.
Cuando se habló de los comunicados conjuntos en la
otra discusión, dije que en el caso de Ibero Gutiérrez
el comunicado de las Fuerzas Conjuntas daba una ver­
sión totalmente disminuida do lo que fue su muerte.
Desgraciadamente se decía —y tengo aquí el documen­
to enviado a la prensa— que no as poma publicar nin­
gún agregado al respecto. ¿Hubiera perjudicado a las
Fuerzas Armadas del país publicar lo que revelaba la
avitopsía de horror y de sadismo: la muerto luego de la
tortura, hiriendo en partea no vitalca hasta llegar al
final a distintas partes vitales —todo <esto como estu­
diado por un especialista— y las postorloree heridas dé 3
armas blancas? ¿Por qué habla que prriübir arte cua- J
dro de horror y de sadismo que llaga • Umitas tacret»
ble«? ¿Por qué podía desprestigiar a tos Fuerzas As* |
madas de mi país, acerca de las cuales no tango que J
repetir nada do lo que he dicho tantas veces, qns soto
apareciera? ¿Cómo podía enten domo seto atoo come nfewj
manera Indirecta, más allá óe intenciones, do cnsfeftaaM
<*l horror do la existencia de estos grupas de acostaos
ditos, miserables, capaces de hacer tal tipo de tortiMfefl
a un joven indefenso y de matarlo de tal forma, dlgemH
de un suplicio feudal oriental? ■ TI

rtOÍÍSAW fin embargo, no conozco que haya nadie enjuiciado,

nadie marcado y hasta asistimos a la gran vergüenza
de que en la prensa aparezca que uno de ios temas que
se negocio pora un acuerdo nacional es si se destruye
o no el Kocuadrón de la Muerte. ¡Adviértase a qué li­
mites da Impunidad para esto tipo de crímenes hemos
llegado pera guo Imms tos día» M maneje en la prensa
y en la rsdto que uno toe toma» do nogsetactón de
w tw* wriw.il «■ «< «mfto O «mmn «m S'Se
MMftm to to Muortaf t

04 6 *
día 4 (P
 Hubo ademé« alentado« contra la anda de! teód* ae» #
nador Ferreirá Aldunate, contra el señor Ciro C'iompí ¿
—este caso se explicó con una novela de que la mujer
de un criminal habla dejado lae armas por ahí...—,
contra el general Seregni, y podríamos seguir hasta lle­
gar a los últimos: la famosa advertencia macabra a los
señores senadores Michelini y Rodrigues.

Cuando denunciamos estas cosas se habla del pres­

tigio de las Fuerzas Armadas, pero sin embargo no he-
moa visto que salga ningún comunicado ni ningún plan-
teamlento contra la publicación "Azul y Blanco", que
según la información que tengo circula abundantemente
en los medios castrenses, Poi ejemplo, en medio de una
campaña de exaltación del nazifascismo, de sstudio muy
peculiar de las características da las armas que se uti­
lizan en los distintos países, tengo aquí un artículo que
dice: "¿Quién manda en las Fuerzas Armadas?" Luego
—y esto sí es exponer a distintos jefes al desprecio pú­
blico-— se afirma que únicamente puedan ser Coman­ :-Í
dantes del Ejército, de la Marina y de le Fuerza Aérea
quienes tengan más méritos políticos y determinados pa­
rentescos. Se dice que el Ejército cumple con su fun­
ción no obedeciendo 1* voluntad del Bodas Hjoauttvo

aorruptea, es—« darlas de loe Poderes del Estado. Se 4

agrega allí que estas minorías son las que hacen sentir W
«u peso en ios contando« de las Fuerzas Armadas. Y
después insulta al Jefe del Regimiento de Caballería N? 6,.‘»
insulta a dos Capitanes de Navio. Casualmente el nom»3K
bre de uno de ellos aparece en ese volante que se ha W
distribu.do como amenaza, donde están también los nom* W
brea de los doctores Quijano, Crottogmi, Martines Mo» 1
reno, del ingeniero de León, en fin, de distintas perso-
nulidades políticas,
Yo no 6Ó quién va e.ste Capitán de Navio Pérez, pero
cato st es agravio a las Fuerzas Armadas. Esto sí es W
conspira», ión contra el Estado y las instituciones. Y sale J
por mi lo y se imprime con un redactor responsable $
que es intelectual y moralmente irresponsable por an­ i
tonomasia.
Podría citar otros articulo« de esln publicación, co­
mo este que «e titula ‘]Viva la muerte!" y muchos otros.
Esto no es un secreto pura nadie. Es cae mismo órgano
que llama a asesinar a dolerminados político«. Y no ¡o
decimos por temor, porque se Incluyen nuestros nom­
bres: ¡o décimo« como índice de una auténtica pasividad
del Poder Ejecutivo. Parque el hecho de que el Minis­
tro Sanguinei.ti haya pasado a no sé qué organismo de
la Justicia el estudio de la lesponsabilídad de este pe­
riódico no invalida el hecho de su circulación. Y no he
visto ningún comunicado tremebundo acerca de que ofen­
de a lae Fuerzas Armadas, a los militares, a los mari­
nos, a io< mostrando de airi ia nbaio nUo así
como que Jas Fuer»« Armadas del país están llenas de
corrupción, de acomodas, de tnllltración, etcétera.

Desde wü* án«'oU> miramos las actitudes del Poder

Ejecutivo ündo pide la toniinuxptd de litado de Gue­
rra, porque no lorii&ponde no ;Mo »•« pI ámolto de la apli­
cación —y k> que hit sido ahora— de lo que votó la
Asamblea General --que nosotros no votamos porque g
pensábamos que ft«i a tener esta derivación— sino por*í s
que no ''orrepo.ds ni lejanamente a tea propias prxmweW
sas y palabra« que sn malera de medidas, taveelígaeiós^tM
castigo, etcétera, «e hit letón. Es desde este ángulo qu»>a
tenemos todo el darecho pare analizar, como lo hicimte&S
ny.»r y lo i» peí Irgoos boy, ¡o que pasó en los locales ddOI
Parlhlt) í 'omunHla. Kobie lo que p» ó pr¡fri«ro «a la «•«■■
centiul lino iicx'í li¡H'v pi nsar que fue Ifl prrmed¡UdúAsH
de u.. tiinua. que- tuvo «u seguiuio acto en oí ¿oc«i de |
la 2U» Sección,

04 7 .i ¿
 9t9M jumttrot. ■** W «MB MB '»Hte’
. interés al aefior diputada LApec Barrera quien, a petar
del boeo tiempo que lleva en esta Cámara. siempre ha
procurado debatir iu» opiniones dentro de un nivel de
altura. Pero lo que el señor diputado plantea, inobje­
table en la teoría de un Estado de derecho, no es lo
que ha vivido y lo qu< está viviendo nuestro país.
En primer término, el Uruguay de hoy, con con­
mociones profundas, acciones armadas, represión san»
grlenta y Escuadrón de la Muerto, no nadó de la nada.
Nació de una realidad donde la ley no existia, V» que
se gobernaba únlcimcule por decreto presidencial, al
margen de irs disnoxíc oncj parlamentarias; donde la
Constitución fue reducida, prácticamente, a un objeto de
mofa, DtiM en todas las zon¿ts que el propio texto cons­
titucional reserva o prohíbe a 1» ley, específicamente en
todas entró el decreto presidencial, invocando las Me­
didas Pronta« de Seguí Jdad; un paí* donde la sangre
corrió, como consecuencia de una política de represión
sañuda, desataría contra la gente que aspirba a otras so­
luciones económica» y sociales en la vida del país.
Y todo eso es lo que ha configurado el hecho aociqj
y político de| Uruguay dft hoy, El Uruguay de hoy no es
la entelequl» que una cétodra do Derecho Constitucio­
nal podría presen turno« en la época tan lejana en que ■
pasé por ¡a Facultad y a la que se refería el doctor
Arcos Ferrand. 4
/I
El Uruguay de hoy es un Uruguay ensangrentad«» al
dormido por M que na lis seMdk» dte wn

to tan profundaaM«te ¿reméttee eeae mmaq uiiiilmm

en h etnrla, aun en ciertos períodos difíciles del aigMiW
pa'-ado. porque se trataba de otras magnitudes sociawO|
y políticas.
Este es <4 Uruguay do hoy, el Uruguay real, no
rico, no formal, no ideal, no do acuerdo a una prefigu- a
ración jurídica de un juiista del Estado liberal o de un J
coiistiliivloinil'síu que lecogiera su pensamiento en la ®
doctri. a elósica do 1<>6 tres Poderes, etcétera, etcétera, J
No; este otro Uruguay es el que existe y frente a eso
ofrecemos soluciones. q
Y ofrecemos soluciones de In única manera que pue- í
de hacerse cuando el propio gobierno habla de un Es­
tado de Guerra, cuando el propio gobierno supone la
existencia de beligerantes, aunque creo que exagera para
su tesis. Sin embargo, es él qu’en teoriza en el sentido
de que hay un cuadro de beligerantes en la República,
Frente a aso ofrecomo» soluc'one* prácticas: negociar,
Interrumpir al fuego, crssr condiciono» ríale» de amnis­
tía. Y en b negociación no vamos a intervenir nosotros;
intervendrán el gobernó y el Movimiento de Libera­
ción Nacional, Tupamaros, aunque pueda intervenir toda
el paí«. en ta .to constituimos una fuerza que, en última; >
instancia, représenla uno d* los movimientos tróncale* |
de la actual reaiídM uruguaya. *
$
Voy ahora » volver a ’o que estaba —y en seguida 3
le voy a concede* la interrupción al aefior diputado Cra- 3
v’otto: no eres q ie Jo excluyo— euendo me interrumpióB
a destiempo el señor diputado Rodríguez C>L Ji
Decía que este planteamiento repres'vn» ño había
tundo, en absoluto, a la altura del terrorismo de
cha. del Escuadrón de In Muerte, de las fuerzas lnvohMa|
ceda.’ en estos crímenes: ¡en absoluto! Inclusive, haM^M
<llcho que en hechos como el asalto a la casa dol PaiMH
tldo Comunista v el crimen de la 20* donde podía
her fjh'tor<’S do historio y donde no creo que cada■ ofWffig
< |.il o rnd.i snhhidn (jne estuvo ellf tuvera el ánimo <áÉal
ro clidr <'l riiimm moiisiiihw de d'sparar ñor la ntrné^B
y ult’rnnr en el ftui’ln a obrero«, hubo '>n embargo fuef**3
za* que quisieron que celo •iiccdícra. Alguien pulso que “
esto sucediera y Mil es donde la investigación debe ir
• fondo.
 flcuoit ifljíimo db dsfbnsa nacional - u
granada a que me referí, «ataba en el lugar y fue levan­
tada v hecha explotar por el Servido de Material y Ar­
mamento. Pero a io que quiero referirme es a la escopeta.
¿Por qué dije que la encopeta no fue empleada? Por-
que sabía que el único herido - que había sido el capitán
Buscón!-- tenia una herida de proyectil qué no era de
escopeta. Cuando usted me dijo que habia una escopeta,
le dije que la escopeta no habia sido empleada. Pero cuan-
do constatamos que era un rifle, en mi interior y con
quienes hablé admití que ese rifle podía haber sido em-
picado, aunque no la escopeta, como tal, si es que existía.
El rifle podía haber sido empleado.
SEÑOR ARISMENDI. No excluimos la posibilidad
de una gran provocación, pero no de personajes extra-
ños, sino mezclados en las fuerzas actuantes. El asalto
al Partido Comunista, hoy está comprobado - tenemos
testigos comenzó con el desplazamiento de un grupo de
cinco personas de particular desde la explanada de la
Caja de Jubilaciones, que luego integran el mismo per­
sonal que entra a la Casa del Partido.
Esa gente extrajo armas y hubo disparos, Pero lue­
go, durante ocho mlnuioft, hubo fuego de armas automá- ;
ticas, simulando un combate. Esto ocurrió frente a la
Casa del Partido, y todo con una preparación minuciosa,
porque, de lo contrario, nadie podía disparar esa canti­
dad de balps de fogueo con armas automáticas. Desde el
momento en que. hablé por teléfono y se oian las ráfagas
por el auricular y alarmado e indignado vine a comu­
nicar esto id señor Ministro del Interior— hasta el ins­
tante en que distintas personas del Senado dejaron de
r esas ráfagas. transcurrieron ocho minutos.
Era ífi. simulación de un combate, a cargo de las fuer-
xas que fueron a la Casa del Partido Comunista. Entra- ;
ron disparando al edificio. A lo largo de todo el recorrí- i.
do - se trata da una casa grande, de muchos metros de f
longitud - entraron disparando ai techo, parte con b^-J
las de fogueo y parte con armas variadas.
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. — ¿MeJ
permite?... 1 para porque había un cerro pn toda ta manzana del lo- 3
Quiero hacer una aclaración, porque soy técnico yf
tal vez pueda sacar de un error ai señor diputado. Uo
hago no con el ánimo de poner en ridiculo su posición, |
pero le pediría que no repitiera eso de "armas de fo-fl
gueo". :t¡|
SEÑOR ARISMENDI. — Yo dije balas de íogitao^J
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. — LtO
bala de fogueo...
SEÑOR ARISMENDI. Si no es la expresión tée-il
nica exacta, no importa. | gUna fuerza, como se pretendió Irrlnvar que hubiera ac-
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. — LmJ
balas de fogueo no tienen proyectiles. 81 usted repite eaoo
no va a probar absolutamente nada. |
SEÑOR ARISMENDI. Es al revés; usted confirma
ta <W yo estoy diciendo. Yo dije que tanto habia un
ptan, que durante ocho minutos hubo fuego de armas
automáticas, que, si hubieran sido con balas, habrían de­
04
jado huelk» y producido déótooitae ínmensoA ttn eminr
ge, está «omprohedo por dceerm« de testigos y también1'
jxir mí que desde el momento en que lrtvanto el teléfono
y oigo las ráfagas y .«dnmltAneamenh» la persona que
। me habla me dice que llene ni cosí ado suyo al Subcomí-
sarío La mensa. a quien reclamo que tome el teléfono ‘
. hasta el in>tante en que cesan - como lo comprueban las j
" distintas personas del Senado que les oían, y además mu- :
chas otras-.- pasaren ocho minutos.
? Las balas de fogueo suponen simulación de combate. J
| ¿Para qué esa simulación de combate? Se entre dlspa-
rando a lo largo de todo el edificio y, simultáneamente,
probablemente ór ale la-- azoteas vecinas. también se dls- J
f para sobre el edificio, pero ya r-m las fuerzas paradas
। ahí No m trata de que alguien disparó de ahí y luego ■:
¡ vinieron las fuerzas. No: dispararon cuando Ja;« fuerzas t
' estaban paradas ahí. ‘ 1
■?
En mi oficina, en mi de-pacho esas balas traspasa- ¿i
ron fas ventanas de vidrio y tfafaron señalada« las hue-J|
lias de loa impactos en la pared. Dos de ellas quedaron^ía
incrustadas en fa pared y fa tercera rebotó en ung viga,’!
no pudiéndose encontrar faewo proyectil: pero w tres
disparos eran de fuego concentrado, es decir, de! arma f
de un tirador.
Dentro de fa Casa del Partido se retiñió a todo el! |
mundo, se los hizo poner en el «itrio, «e los cíichcó, se J
los maltrató y re fas rohó. las cantidadeM que se quitó*!
a fa gente «timan miles de ne os. Fso lo sé por todos mié]»
compañeros; lo sé porque fas vi de cara al piso; y losa
sé, Inclusive, porque une de tas personas que estaban
cara ni piso era mi moler No Interpuse ningúr recurso^
especial.- ¡que corriera la suerte de todos! 1
Estos hechos son ciertos; .con hechos criminales, he- *
chos de asesinos notenefahe; o de planificadores de ase- '
slnatos. No hay otra forma de calificarlos. ?
Sobre el episodio dp la ífa” ahora no nns vamos a
extender; pero hay dos elementos. Uno de ellns es la po­
sible provocación dp gente que parí trinaba en Indo eso.
Como ae ha comprobado, ere, imposible oon nadie esca­
cal: y porque, ademós. había funr’as policiales v mili- *
tares pn tas azoteas. Es decir, que fas únicas posiblllda-’j
des eran que el disparo partiera de uno de los cnce que
estaban en el local, o dn quienes participaban en el pro- .t
cedlmlento. |
'.Í
Por otra parte, la famosa casa de la calle Valle Edén í
no era ningún enterradero tupamaro Había soldados en.j
su interior; pero al ciudadano que vive en esa casa. el.y
O9 de Caballería lo había puesfn en libertad al medio- i
día de los sucesos, porque no lenta mida míe ver. Es de- ¡
rfr que ahí, potenclaimrnie* tnmnoro podía haber nlr -¿
luado de provocadora de los sucesos.
Pero agrego otro elemento más:- aún en ta tesis del
señor Ministro, de que un Irresponsable hubiera dispara­
do. eso no Justifica ocho muertos que iludieron ser on­
ce— de lo» cuales tres lo fueron por tiros en la nuca y
varios por tiros en el suelo, según el documento público
de tí autopsia de! forense, en poder del Juez militar y*
la Justicia ordinaria.
9 23 6 40
 SEÑOR ARXBMENDI ffi nombre propio no lo oo-
nosco. Quien encabezó le operación en la Oasa de! Par­
tido Comunista fue el Subcomlsarlo Inmensa. del Depar­
tamento NO 5 de la Dirección de Información ? Inteli­
gencia, porque no identificó asi ante mi. Llevaba a su
espalda en todo su recorrido, custodiándola con una gran
metralleta, al funcionarlo Jorge Martínez, cubierto con
una gran barba y un gran pelo, quien estaba en la Co­
misaria 18 la noche de la muerte de los compañeros de
la Seccional 20, de la calle Agraciada.

No quiero volver sobre esto, pero tampoco quiero de-

jar de señalar, como un homenaje a ¡nls compañero» ,
muertos, la Imagen que surgió ante mi de las palabras de 1
determinados testigo» que describían cómo raían a Hunos *
de ellos, con los b rasos <n alto, en una suprema protesta. :

Eso me trajo a los ojos el famoso cuadro do tes fusila­

mientos de! 9 de mayo, de Ooya, que tuve la suerte do
ver en el Musco del Prado, y el recuerdo de una frase do
un autor, Eugenio D’Ors, que no es de mis predilectos,
pero que tuvo que ver con mis primeras aproximaciones
a los conocimientos de la plástica, quien decia, refirién­
dose a esos fusilamientos: “He aquí al villano” — se refe­
ria al hombre del pueblo que en medio del cutdro le*
vanta los brazos— “que en la noche de los ’Fusilamien­
tos', se yergue con los dos brazos en alto, la lus del farol »
en la camisa. Velludo, casi negro, grotesco y sublime,
monigote y arcángel, anónimo e inmortal, tete madrlle- |
ño rebelde es para nosotros la Revolución. No quiero decir 1
la Revolución política, únicamente. Esta es, pero también 1
• la otra, la de la cultura, la del arte, la revolución queji
el pasado intenta fusilar, y no puede. ¿Qué vemos anec- ’|
dóticamente en este cuadro? Una ejecución. ¿Qué vemos |
ideológicamente? Al contrario, una apoteosis, un giro"!
triunfal de la libertad”. |

Hubiera querido referirme a otros aspectos, a aspee- ¡

tos que duelen en la realidad nacional, como la frecuen* “
cln de la denuncia de la tortura en unidades militares.
y que duelen no sólo por el mal que con ello se hace al
país, sino también por el que se hace al Ejército. i
’í
Tengo por ahí las respuestas dignas de un héroe de
Francia, el General Bollardlére, cuando se niega a aplicar
la tortura que los paracaidistas de Nancy consideran que
es la forma de obtener la respuesta y la destrucción del
movimiento argelino. Bollardiére, nacionalista, derechis­
ta, gnu Dista, nacido en el ejército y como buen militar
cumplidor de sus obligaciones, aun en aquellos casos en
qué debía luchar contra los indochinos o loi argelinas
que peleaban por su independencia, sin embargo se re­
siste a aplicar la tortura y pone con ello en riesgo su
carrera.
Y dice una frase de quien habla participado en la
lucha por la defensa de Francia. Tenía que elegir: "tor­
turar a los árabes para hacerlos hablar, aunque ello apa­
reciera eomo el único mtdto eficaz, quedaba descartado,
Conocía demasiado a los hombres que tenía bajo mis ór­
denes cteiule hacia treinta años, para saber que si el.
comando cede en el principio absoluto de respeto a ted;'?
persona.» sean o no enemigas, se da un desencadena*
miento de instintos turbio» que no wmat» limites y siem-J
yre encuenda xtedte de juatíflca/ee”. Por otro teitó
sabia que te vtetenda ¿n m forma odfeea impuesta a tall
renlstentei que te quiere impulsar hacia la traición, sbteg
logi a desertar a nuevos combatientes más decididos aéifu»
Yo también había captado en el maqul, con el conuB&j||
encendido, la canción grave y apateoñada de tes guei
l teros: “Compañero, »1 caes, otro compañero aiAdffé
la sombra para ocupar tu puesto”.
Este era el razonamiento de tm héroe, de un geiM
que hiihitt peleado por Francia en todos loe campó
</ue e levantaba contra lo que en la guerra de Argj
se D mu/ la gangrena. Pretender que se defiende éf I
ñor y el nombre de las fuerzas armadas justificando. ,$■
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. - Na-1
dle lo justifica, señor diputado. .

SEÑOR MICHl'LINI. ¿Me permita una interrup-

clon?
8EÑOR ABISMEN Di - .encarándolo romo espíri­
tu 0e cuerpo, dletefauyendo -yo no se lo atribuyo a us-
WhWm..... ** ífWéf fw? d mte
veneno en el momento más difícil dé te W ||
blica- M
Concedo te totermptlon el acéter aeMMtee Mlriteiiná.j|

05 0 t
 La tesis esencial d<í mi discurso, cómo no podía ser
otra, ha sido ia de que no hay soluciones en la República
sin tocar las causas de fondo que afectan a! país. Una pax
sólida, permanente es la que extraiga a la República de la
profundidad do la crisis, que afirme su soberanía política <
estableciendo su soberanía económica, que garantice la dig­
nidad profunda del pueblo contra los grujios oligárquicos,
que acabe con el latrocinio jxdítioo y económico, que ase­
gure justicia social; pero, al mismo tiempo, ha sido la tesis
de no proyectar criticamente nuestro planteamiento hacia
transformaciones de futuro. Hoy, al drama uruguayo hay
que responder con medidas jxisillvas inmediatas y no sólo ¡
con planteamientos de futuro.
Por eso asignamot* alcance histórico al discurso que
nuestro compañero del Frente Amplio, su Presidente, el J
General Soregni, pronunció con toda responsabilidad en el J
acto del 29 de abril. Por lo tanto, (Mura terminar mis palH- j
bras y expresar claramente lo que pensamos en ante sen«>i|
tido, nos basta con repetir como él lo hiso: ' Estamos seguros
do que interpretamos un sentimiento popular profundó,
Deseamos un alto del fuego entre ios orientales. To.'l'sr»
Ncntimo» este clamor. ¡Basta de muerte entra los urientaMori J|
En esta frase de un militar y un combatiente, de una des«^
tacada figura política, dicha pura combatientes, jaira hom-¿J
bros envejecidos, loiourrcídos o temjdüdos en la lucha en 1
muy diversas condiciones, hay una <dir moción viril, mili- $
tonto, y no una sensación do pánico. Poro también hay la ! a
responsabilidad profunda de que sólo asi salvaremos males
mayores, detendremos el desarrollo d< l caos ínamlrolado f
y ¡a WMUttnaMMetyn del Uruguay. 3

05 1
 SEÑOR ARISMENDl. — Varna« a dhorimlnar ka ha­
chos con toda claridad en la «ueetiión de lo« miamos.
En primer lugar, cuando se dice que un comunicado
oficial que uulJzu Ihm canute iones exc?|M_'i<niules de estado
de guerra que Implica prohibicíonia« de comentarlo* jmr
parte de la |>rensa y se acompaña de ia distribución de
¡tatas del Frente Amplio, ex tamos ante un acto do utiliza­
ción dictatorial del poder con linee políticos, contra una
coalición política con fines cunuHescoa. Se aprovecha de
unu situación excepcional que confie» e pmleres especiales,
que permite cerrar diarios, callar voces, paralizar la infor­
mación grnoial, para utilizarla para un acto político dilec­
to partidista contra fuerzas políticas que actúan en el pais.
El que distribuyó las listas del Fíente Amplio vinculadas a
la acusación no aclarada contra este gran ciudadano que '
es el doctor Peralta de Durazno, ¡o hizo, no con fines de '
represión de tal o cual actividad, sino con fines de perseguir
políticamente al Frente Amplio, de agredirlo, de calum­
niarlo, de mentir, «le lanzar barro contra ¿i, aprovechando
o>ba» demente ios instrumentos legales de prohibición. Esta
es la primera ratón que hay que aclarar y que no te puede
enturbiar de ninguna numera. Por lo tanto, los que se va»
Heron de esc medí », eMán, no en In represión, sino en el
juego político; no están buscando ninguna definición, «Ino
busenndo encuh-lr, paralizar, trabar, Impedir Ja critica de
una fuerza poli tica a su conducta, a mi actuación. De ma»
ñera que eso sólo puede calificarse coma un acto de utili­
zación abusiva, politiquera y canallesca, de Instrumentos ;
determinados contra fuerzas política».
SEÑOR PAZ AGUIRRE» — ¿Se declaró e no tupamaro
al doctor peralte?

(Interrupciones«)
SEÑOR PRESIDENTE. — Se ruega a lo» «sftom» te-;S
gtaladores qu¿ no dialoguen. 4«
SEÑOR ARISMENDl. - No sé M d doctor Peralta,
a quien conocí sólo en la campaña electoral y de quien
tengo, sin ninguna duda, la misma opinión que tiene todó
Durazno, honesta, de que es una perwona de bkm. amplía.. 4
limpia. No sé al hizo tal o cual declaración,
SEÑOR PAZ AGUJERE. -- Pero eso es importante. 1
SEÑOR ARISMENDL — Es importante, pero no infla»» |
ye en lo otro.
SEÑOR PAZ AGUJERE. — ¿Le paree« poca «osa qu«¿
se declare tupumuro? ¿
SEÑOR ARISMENDl. — No, tiene que ver, pero «i 5
mAs alié del doctor Peralta hay unu organización que utl» *
lisa en «u favor las prohibiciones de un estado excepcional
que traba la boca de la prensa y de los que le responden,
que distribuye liste» políticas, estumou ante una canallada
«te las más canallas que ae pueden conocer en el plano
político ountra una organización.
SEÑOR PAZ AGUIRRE. — Indígnese también contra
•1 subversivo; por lo menoa equipare las cosas.

SEÑOR ARISMENDl. — Si yo dijera que el senador

Paa Aguirre te declara de tal o cual manera y distribuyo .
listas y aprovecho lo« Instrumento« legales de paralización

-ino que soy un mlsexubte.

(Aj>oyados.)
Soy entóneos un calumniador ae una iueize pdrt
- u.iza r .l»n demente las condiciones esqiaelate» «te «W
peía ei.bhr de acu^aeioneu pmtkuS
it toda, hir, ipio Inhu va-ih.’iJ en cmi agrupación.
SEÑOR l’AZ AGUIRRE. ¿Cmii .sería la calumnia!'
SEÑOR ARISMENDl. Uhtcd no es un inocente;
tío nació ayer.
(Interrupciones. Campana de orden.)
nUMHKMlT ,T' No te ¡fuínif nieluatr, m--

mOH AAMMXNDi, OM w M«te ñ»

29040.
................................. ' ' • 'VJ ' A

05 2
 SSMOR ARISMWM. 'W
qidÑusésuu
(•Interrupción dol iiehor reprewitunte Paz Aguirre. Cam>
tmna de urden.)
SEÑOR PRESIDENTE. — Señor senador Pan Aguirre;
M Moa ¡u c.stá ilaniandu ai u/den.

SEÑOR AR1SMENDI. — Me da lástima, señar sena­

dor, que u¡»tcd lleve ai debute pulí tico un hecho Un grave
como éste,
SEÑOR PAZ AGL'iRRE. - A mi me da lástima lo
que usted hizo ayer.
SEÑOR AR1SMENDI. — Mire, no sea zonzo...
i i nterrujxdoncH. Campana de orden. Tumulto.)
SEÑOR PRESIDENTE. — Se suspende la sesión.
Es te bar* 2 y 1S del di* 14 de mayo.)

(Ocupa le Presídeoste tí sHtor eesader Hierre oea»-

tordeti*.)

—Continúa 1* sesión.

(le la hora 1 y M.)

—La Mesa interpretando natoralménte el sentimien-

te da todos loe iegieladorea presentes, se permite recla­
mar el orden y la corrección debidos en un momento
f ¡u» importante, como es éste en el que estamos dviibe-
l ando »obre temas muy trascedentaies.
Está en nao de La palabra el señor senador Terra y
«a uso de una interrupción el señor diputado ArismendJ.

SEÑOR AHJ3MENDÍ. £n primar término, pido

disculpas a todo lo honesto de la Cámara por esta inci­
dencia que está más allá de mis deseos, pero no hay otra
forma de calificar el hecho de la utilización de un es­
tado excepcional para calumniar y atacar a todo un agro- '
pamiento político, que decir que es una utilización co- ,
barde y canallesca y un ataque al Frente. Cuando un* «
institución tiene el derecho a cerrar diarios ai 1* con-
traduxm, de clausurar diarios si la atacan, de mandar
presos indirectamente a gene acusándola en función de /
la suspensión de las garantías individuales, cuando se
vale de esos medios para atacar políticamente a otro ¡
sector, aceptarlo sería cobardía, sería admitir el despo-
titimo sin enfrentarlo cu la forma dura, iérre* y viril r-
que corresponde. Cuando se publican listan del Frente .
Amplio para JusUflcíir lal o cual acto de una organiza­
ción que tiene todos los privilegios» ss atoa» 1* vid» <to»

mocrática del pifo en su conjunto. Por lo tanto, digo qug

el hecho de la publicación de las listas del Frente Am­
plio en /uncían de una situación no aclarada con el duc­
tor Peralta, de Durazno, es una canallada, una utiliza­
ción de la calumnia y un cobarde uso de la ventaja po­
li».ca despótica en la lucha de los partidos. Eso, en pri­
mer lugar,

SEÑOR PORRAS LARRALDE. — ¿Me permite pa­

ra Una cuestión de fueros?

SEÑOR AR1SMENDI. — Estoy en uso de una inte­

rrupción.

(CtÁpa» de oróea.) 1

SEÑOR PREfeiDI?rrE (Hierro Gamberdella). — £1

señor d.putodo Porras JLsrraroe desea interrumpir el de­
tone. cuusuEo «i Ulular de I» qug es el señor
s»UM»dcé^ i erra. ..»

SEÑOR ARISMWDí. — Xftoy en uso ¿t ttM W

rrupcian y no um» putete Utotoff j* p*i*hí% ,

05 3 il
 SEÑOR AJUSMEIfDI. — Y» voy * taraü** a*
poco* minutos, y después el «altor MttMNt Mr* MW»
uso de lo que considere su derecho. ;
SEÑOR PRESIDENTE (Hierro Gambardella). — f
Puede proseguir el señor diputado ArhunendL
SEAOR ARI8MENDI. — En segundo término, e» ¡
este debate se ha dicho además que puede haber inftL*
tracionee, ¡Claro que puede haberlas! La República ha
vivido diversas infiltraciones en este período. Por ejem- .
pío. la forma en que los grupos financieros internado» %
nales, ¡os Bancos, los sectores vinculados a loe capitales í|¡
internacionales han infiltrado la vida política del pata y 1
utilizado las horas arnaigas que vive la República para
¡levarse millones de pesos. Hp quedado demostrado p*>,a
bUcamonte, con Ministro» banquero«, propietario« de m> 4
Hna bajmuaroa. negociante« banquero«, eleétere» tato

podía aprovechar de la vida poltt'ea del país para toO

más grandes negociados que se hayan conocido. 9
En tercer lugar, es evidente que la denuncia del «kfl
ñor senador Terra no es acc dental, episódica ni caJuaL,|E
En toco el pala mi «t ni os a un cuadro de persecuciones
contra los m.litantes del Frente Amplio; al uso de las J
Medidas Prontas de Seguridad y del Estado de Guerra f
para perseguirlos —luego se los pone en libertad—; al- j
gunas veces so los pasea con capucha; otrru se les alia- |
na el domicilio y luego *a 1er permite «alir a la calle.
Reitero que se esl&tesísí.cndu a todo un cuadro de per- i
secucioncs masivas contra loes m litante? del Frente Am- J
plio. Seriamos cobardes y mulos uruguayos, no seriamos
parlamentarios si no dijéramos que todo esto es una per- J
aecución polit ca utilizando In» condiciones excepcionales J
del país, coi a que no se puede justificar de ninguna ma- '
ñera.

Por lo tanto, considero que lo que planten el señor

senador Terra no es un ep sod o ni la denuncia de un
hecho aislado. Ocurre en todo el país: de Artigas a
Montevideo; de Montevideo a Cerro Largo; de Cerro Lar­
go a Rocha y da Rocha a Sorlano. En todos los lugares:
hombrea, mujeres y hasta niños; ediles y mil tantea sln-
dteaíae; luxivérsltartocj y ciudadanos políticos comunes....

SEÑOR VAZ ~~ ¡Blancos también!

SEÑOR ABISMEN DI. — . todo« ello« sometidos «
una peraecurióe permanente.

El seftor senador Vez t hora me «compaña y dice que

a tas blancos también. £a el Frente Ampho hay también
blancos pemegitatas..,
SEÑOR FERRURA ALLUNATK — ¡V»; blan«N¡J
blar.cosl -
SEÑOR AHJ8MENDI ~~ El «altor M *J|
furamente se ref rió a quienes «tato báta *i iHWIte taoRHK
l'm íid'i Noel »nal. >».»r h> •■ir» «rtmñ ■. f rrcftlMB
menuda, subrayo lo que él dice, porque agrava ttaMlfl
clámente el momento que v.ve la Republ <«. OceSe
punto de vista, creo que lo que plantea <1 «tlM
dor Terra tío e una Importancia política fun&kttMrtamH
que no ubre paso a la iriqu.huela, al debate pohltoH|
común, a la tAníe* parlamentar a, Ea mucho má» pr*H
tundo y fundamental lo que está aquí en debate.
Termino esta intorrupclór recalcando tras punteaba
primero, repartir las listas (•& una canallada; scgUi.de^w
si hablamos de infiltraciones, tenemos que decir que 1« I
República ha vivido infItraciones financieras, saqueos,
Utilteándoae para ello los
cargos públicos; tercero, la per* *
sedición política en elm >m< >H., ucl’uü utiliza el es-1*
'taño He f^'cr’-a y ten c »ndici >rí“-; rvn'H'i m n.nrfi
perseguir «1 Frente Amplio y, según d ce d señor *ena>
A Mitori Vas —ta» mi (terartamerito, ,H i -i w un
mérito , pm «tocar * tos «Uos grupos políticos.
 AK1SKEND1. ítodney
Asamblea General
Tema: Violentos trastocan) lentos <io la vida nacional.
Se.jión (Je días 29 y JO de Junio de 1972

pasme de todos estas Umai, para voy a hMiir um bcm

punluallsaclón en vial« de que el señor diputado Cra-
vioito, —que en una sesión anterior de la Asamblea Ge­
neral no quiso conceder interrupciones a nuestros com-
pallen» de bancada ...

(Interrupción del señor representante Cnivtato. Caín- *

pana de orlen.) ¿

—•.. argumentando que yo no se las había dado a 4

él— más que una interrupción hizo un ¿tacuro# y apro- í
vechó la oportunidad ¡»ara leer ampliamente un docu-'
mentó. Eso me obliga a hacer don o tros puntuallaacionea.
La primera se refiere ai famoso documento que las
Fuerzas Conjuntas atribuyen a los tupamaros. No sé si es
de los tupamaros; e» posible que lo sea. ¿Por qué digo
que no sé si es de los tupamaros? Porque ese documento
aparece. sintomáticamente, en toda la prensa, en la ra­
dio y en otros lugares precisamente cuando se denuncian
determinadas torturas, ciertos hechos muy gravee, de­
terminadas lesiones a la personalidad humana, e inclu­
sive la muerte del ciudadano Batalla, que al señor dipu­
tado Craviotto al parecer la resulta parto de la propa­
ganda organizada por loo legislador« y por otros que se
dejan sorprender en su buena fe La verdad os Que esta
propaganda esté varins metros bajo tierrit con el hígado
reventado. Es, pues, una propaganda muy peculiar, ya
que Impone, como parte de la escenificación, cadáveres,
torturas. Lo más grave de esto es que se pretende inva­
lidar toda denuncia en función de que dic»*n que un do­
cumento de ios tupamaros anuncia que para ayudarlos
convienen tales o cuales denuncias. 81 yo mañana tejjgo
una denuncia cierta - siempre las he manejado con la
mayor sobriedad—, ¿no puedo entonces situarla en el
centro de la Asamblea y de la opinión pública, exigiendo
responsabilidad a los responsables, porque un papel di­
fundido que se atribuye a ios tupamaro» dice que eso
jHwde ser parte de la propa ganda * tole losa? ¡Adviértase
en qué régimen de absurdos nos estamos manejando, en
qué régimen de ficciones propagandísticas, en vez da
verdades, en qué régimen de negación de la pacificación
nacional!
jt
K1 señor diputado Craviotto cree que me puede poney |
en aprietos diciendo que los doctores Pereir* Rcverbal y
Frick Davies estuvieron secuastractaS en determinadas \3
condiciones inhumanas. Yo estoy en cintra de eso commí
método revolucionario, como método poüüco > opuso nto<-
todo en general.
BEñOR CRAVIOTTO - <.Me permite una intetrup* |
clon, señor diputado? ' ’
BIinoR ARRIMEN DI -- No, señor diputado, usted ya 4
hizo un taiqo uuciiiso y ya reden oouuenao mi tapo» j
siiion Aun no be podido usar casi nada del Uampo d* 1
que dhsjxmgo ís

ilnterrupi ion del M-nur i rprr.riitatite craviotto, Can»* |

puna de urden » |
¡i
SEÑOR PRESIDENTE <C«puiD Esta en uso de
¡a palabra el señor diputado Arumcndi que no desea ser
interrumpido.

SEAOlt AR1EMENDL — Y «i privnitumus que eso

fuera justo, te defenderíamos o lo practicaríamos

Pero con eso no avanzaríamos absolulumente nada.

Orntanr eso y entonces di liamos: condenamoti esto
nosowcM y tes otros no deben condenar la muerte de Ba­
talla porque «s un argumento propagandístico. Y ios otros
dirán que es una trampa propagandística o que afecta el
honor de las Fuerzas Armadas si se dice que cada per­
sona que i.ae ** esutapuchada o recibe determinado tra-
umúHVA o'AírtMnie Quiere decir que el plan-
íAasnta*nto es de por si viciado y falso, que el planteamien­
to d* per sí está encerrado en términos que supone la
exigew ta de que l» mitad de los orientales te alineen para

; . ... । (¡i '.uit'ii' u(! que iiablawt ¿

< n i., a ambleo, mas alia Ue las correlaciones militares J
actuales, porque lo que está viciado en sí mismo y te «Midi
lleva a la negación de todos los valore# de ¡a vida na- J
clona! y a todita tas posibilidades de debate político, a
todos tas enfrentamientos naturales, es que en la taMÉeg
de él m¡ plantee rl problema de que una paite tiene QímW
exterminar a la otro, tíi el Irma se plantea asi y en justo |
Jo que hocen hoy Jo» que tienen mas poder y es falso tó *
(¡lié háfteff /os qóA /fif’tffft á*o
ninguna posibilidad de entenderte eh vi piano ra^tonal
de los co# apto», de taa ** ■UtiAtas / de m medida de las
cosas, alijo que hay que definirte en el único camino que
correspondo: el de lat armas, donde «4 que ttans fliAs
armas y más gente liquida al otro.
 Seregnl, en la hora mus dramática, cuando estaba fresca
la sangre que la tierra no pudo cubrir, de nuestros ocho
compañeros, estableció las condiciones para el "alto del
fuego” y de lucha por una paz autentica en la República.
Wuiso con ello ahorrarle sangre inútil al pueblo, salir al
paso a la llamada "lógica Ue la guerra” que va devorando
la vida institucional y política, reduciendo a girones la
Constitución y las instituciones democráticas, con una de­
sembocadura potencial de tiranía brutal y/o guerra civil.
Era un planteamiento de lucha, una perspectiva de ma­
sas en lucha por la paz y la democracia, que objetiva­
mente podía llevar u la coincidencia de toaos las adver­
sarios de un desenlie fascista, con vistas a reabrir ni
cauce democrático nacional, No era, pues, simpiemení.e
una plegaria un planteamiento utópico o una especie de
rea» — no debe entenderse esto en un sentido dixminuto-
r.o— para que haya paz. Eran planteamientos razonables
y proposiciones constructivas basadas en ir. lucha obrera
y popular.
La pas auténtica de la República reclama cambios,
transformaciones fundamentales en la estructura del pato.
De inmediato estábamos dispuestos a sacrificar nuestra
intransigencia combatiente e irreductible en algunos as­
pectos si la República resolvía un alto del fuego, que nos
hubiera «horrado sangre de jóvenes insurgentes, sangre
de oficiales o soldados, sangre de ciudadanos raidos por
balas perdidas, sangre de gente muerta por torturas. Eso
se tomó poco menos que como un planteamiento dema­
gógico y los cocodrilos de alguna prensa y de alguno*
sectores de ia oligarquía, llenados de oro con la sangre
y el latrocinio del pueblo vinculados a todos lo* negocia­
do* y todas las corrupciones, ,..
(¡Muy bien!)
—.. .miserables explotadores de la República - puedo
nombrarlos si se quiere— dijeron que estábamos haciendo
de abogados de Jos tupamaros cuando iban a reprimirlos.
Dijeron que estábamos levantando una consigna hipócri­
ta cuaiuio en verdad estábamos tomando el pulso a la
nación.
Ningún revolucionario en el verdadero sentido de la
palabra, calificación ésta que no alude a método* sino
a transformaciones profundas, deja de hacerse responsa­
ble de sus acto*.
Hace bien poco rendimos homenaje a Jorge Drmitrov,
gran figura de) antifacismo y del comunismo interna­
cional. Dlmitrov en el tribunal de Leipzig dice: Nosotros
no tenemos política por partida doble, una doble conta­
bilidad política, Somos un partido de millones de perso­
nas. No podemos decir una cosa pública y otra privada.
Tenemos una sola orientación y una sola línea”, Y Dimi­
trov entonces no defiende su coartada personal sino el
honor de su linea, de su orientación de masa, su criterio
contrario a la idea puchista, golpista, contraria al mar­
xismo, de las minorías transformadoras o de los método*
terroristas.
Es decir, que el Frente Amplio planteó un gran tema
nacional para su solución. Y llegamos aquí y estamos en
1m misma*.
Oí atentamente decir al señor Ministro -no quise in­
terrumpirlo*-- que en tal departamento queda un porcen­
taje de sedición —para emplear ia palabra de moda— que
en tal otro quedó un poco más para liquidar, que en otro
de más allá, menos. ¿Y cuánto* miles ya son los presos
y omuaLv ia sangre calda? Y nosotros no somos simples
yueúbeuu. 0 dterso O FW, en un articulo deleznable,
«$*» gm p» e;i*r*mibe que no era pacifista en el sentido
i je—ín de M paiaora, yo diría en ei sentido llorón de la
jetíaank Ya i* toman* <bd» por ahi; somos revolucionu-
fimovi cMobiar ei pas». Y ei día que nos mataron
etwputeM* d^iduos. no neo batojen de jmw mien-
«ur afeatao; «c«»oe catj -hcs. tendrán que matamos
* '^sdne «os no nos cbnub:!* 1* cabeza ni la respon-
suW jfah jmútó'W'ae uactatUMCs de cual
-se *1 íamutó- mu ¿ara í* Repú-
que •» pusde ser oí o* ensangrentarla irrwponsa-
05 6 -
blemenle u atemorizarla cuando la realidad está uíreclea-
do otras posibilidades.
En estos días —y adelanto aspectos de mi discurso
que casi no he tocado a fondo— se anuncio que en un
restorán de Guatemala el Vicepresidente de la República
y Jete de ia Mano, estaba celebrando no se qué aniver­
saria ue su boda, cuando entraron dos jóvenes y lo ajus­
ticiaran, ¿Pero cuánto lleva Guatemala en esto' La "gua-
temuhzacian" no es una expresión que haya surgido como
un neologismo intrascendente. ¿Cuanto lleva? Desda el
uño iúM en que sacaron a Aibena.
Hace un rato yo he dicho; para hacer la revolución,
se necesita un pueblo unido. Para repetirlo con Lenln: No
hay revolución da mi nonas, solo de pueblos. Para realizar
ei terror lino, para entrar en la "guatentalización” se ne­
cesita únicamente tres, cuatro, diez pequemos grupos de­
cididos a morir y a matar.
Ese es el gran tema de la República —me parece—, ?
y nuestro planteamiento no .puede medirse o invalidarse
por el hecho de que las Fuerzas conjuntas, el gobierno y
ios que ki acompañan hayan tenido tales éxitos tundamen- »
tales o senuíundamentaies frente u los tupamaros. Y los !■
que no somas tupamaros ni somos gobierno, pero que so- ’
mus la mayoría del país...
8ENOR CORTAZO — ¿En qué acto eleccionario fue­
ron ia mayoría del país?
SEÑOR ARltíMENDl. - ¡Por favor. señor diputadoI
Le pido que no me rebaje el tema. Yo no he hablado de
eso, porque Ja mayoría del país no son ni el gobierno ni
los tupamaros. Em> es claro. La mayor a del pai* quiere i
ti aml urinaciones, Y a que el señor diputado habla de j
elecciones, debo decirle que ei pueblo vo.«.o en forma abru- $
madora contra ente gobierno, iuo surge claramente si se
suman los votos de todas los que sufragaron contra este ■
gobierno, por distintos csmina», aun dentro del Partido
Colorado. Y si se ajusta csulelamente al porcentaje elec­
toral, podrá apreciar que los votos obtenidos por >?1 go­
bierno son un 22 %.
Pero no es ese eJ problema. El tema es a donde va la
República. Y cuando el tema es asi, no es un problema
de cartas llorosas, tíerá que los años me vuelven más sen­
timental, y me hacen perder la dureza de la piel que uno
tiene después de más de cuarenta años de militancia re­
volucionaria, pero a mi -a diferencia de lo que dijo un
diputado oficialista— las cartas llorosas de las madrea y
las esposas me llegan al corazón, No las considero sen-
Mblerúi», ni Insignificancias, ni un artiiugio político para
comba Ur una posición. »Por favor! Hemos dicho que ca­
da gota de sangre de uruguayo* nos duele. Tendríamos
que ser descastado* —no en el sentido aristocrático, sino
en la acepción común que se da.a la palabra- , tendría­
mos que ser ajeno* al puebioen que nacimos, Ctndrtemo*
que ser ajeno* al sentido de taunanHadi *í Üg.-ÜO* preo­
cupáramos por cada gota de sangre qu* caftñfc
no ae mide según la ley de) embudo, según uno «Obi artibgc
y el otro esté »bajo, b-so se mide por La cantidad de *an*l
gre que se va a derramar, y para que se va a derramar.
Ese es el gran tema actual: ¿a dónde va el país? ¿A l*V
guerra civil, más tarde o más temprano? ¿A un* dict*^
dura? ¿A un régimen de libertades cercenadas y de Jeygli
excepcionales permanentes? ¿A un régimen como ei *0«
gentino? ¿A ia .siniestra dictadura gorila de Brasil, ladróme
y asesina, porque esos patriotas” se bacnn Codée millo­
narios ... ,¡
tiENOR PEREZ. — (Apoyado!
SEÑOR ABISMEN DI. — .. .porque detrás de su* 1
formes están todos coimeados por el capital extran'
mientra» desangran ul inmenso y gran (Ais?
Hasta por el tamaño de la República, comprendemató
que los problemas de la vida, del dolor y de las soIucwh
ne* del pueblo, tienen que encararse con cierta altuilJ
Y yo mo bago esta reflexión, en este momento - no l í
hago con ánimo de pequeña critica a) gobierno, del que
noa separan concepciones diarnetralmente opuestos desde
ei punto de vista social y económico— el Uruguay conoce
dos documentos sobre la actividad del gobierno: uno, el
mensaje sobre prórroga del estado de guerra y suspensión
de las garantías individuales, aplicada -como lo ha se*
halado el señor diputado Bruschera— cien mil veces luc­
ra de las normas constitucionales, y, en segundo lugar,
la carta de intención lirmada por el Ministro Forteza. Usos
son los dos actos políticos que presiden la vida nacional.
En uno, .los expedientes de la represión y su continuidad,
en medió de la Inmensa críala nacional. En otro, el docu­
mento de Ja continuación de una orientación económico-
financiera que ha llevado al Uruguay a sus actuales abis­
mos. Y mientras tanto, en la calle, la sangro corre, las
detenciones llegan a miles, el respeto o no a la Consti­
tución pasa a ser tema académico dentro de !a lógica de
la guerra, los atentados comienzan a cobrar victimas su­
cesivas, y sigue lo que llamamos en un momento determi­
nado la espiral de la sangre.
Por otra parte, a su costado y enlazándose en esta si­
tuación, el crecimiento permanente de la protesta y ¡a re­
clamación de grandes masas obreras, populares, sindica­
les. de agricultores, de ganaderos, de viticultores, de plan­
tadores paperos, remolucheros, comerciantes, carnicero«,
que van a la ludia por múltiples razones, y cada Minis­
tro, Inclusive el que va ai Congreso de la Federación Ru­
ral, es prácticamente un hombre que ataja papeles contra
el viento. Y la verdad es que al mismo tiempo la minoría
que expolió al país, que aprovechó de los años pasados, el
jiequeño núcleo de banqueros, de grandes latí tundís tas, de
grandes comerciantes y monopolios extranjeros que ex­
plotaron a la República, gente sin divisas, bipartidistas o
no, siguen aprovechando de todo esto y signen saquean­
do a la República! los dólares se van al extranjero, ten­
deemos veda de carne, los frigoríficos están parados, y
los Báñeos subvencionado«. Mientras tanto, estado de gue­
rra, suspensión de garantías, medlda|i de fuerza.
El Presidente de la República, a quien interrumpimos
en la Asamblea General porque lo vetarnos como la ex­
presión de un régimen que veníamos soportando, procla­
mó que deseaba una apertura. Y, como dijo el General
Seregnl en su discurso, ¿puede haber apertura, retorno
democrático, “reencuentro del pala” dentro de este cua­
dro? Nosotros contribuiremos, claro está, a toda apertura
democrática; a todo alejamiento del espectro de la tiranía
que ha estado presente en el país.
Todo esto ¡nuestra la verdad del planteamiento de la
lucha ptTr ¡a paz o Ja pacificación, o como quiera llamár­
sele, que ya se ha transformado en consigna fundamental
del Frente Amplio. Ya dije que no es una plegaria ni un
gesto de pacifismo llorón. Es el planteamiento de cómo
abrir en el Uruguay el restablecimiento de una vida demo­
crática y de una solución, para que la lucha so defina en
el campo real de las ideas, porque mientras el pala no
tenga necesidad de que se derrame sangre - y los uru­
guayo« tienen1 una larga historia de sangre detrás de d
nunca se debe jugar esa carta suprema o apon tur a ella.
Veamos el drama económico nacional según las cifras
<M gototaran y la carta Inunción. Veremos que hoy el go­
bierna ferina en esta carta intención las mismas cosas
que irsjw el doctor Charione —a quien calificamos de Im­
plicado en la Banca internacional en la interpelación que
se realizara en mayo de 1908— ante la Cámara, y un mes
después aparecían las Medidas Prontas de Seguridad In­
vocando las huelgas, y todo ello desemboca en esto el cua­
dro tan siniestro y tremendo que ha vivido la República
en todas las instancias Y ahora es lo mismo.
Me atengo a una simple comparación, partiendo de
documento» oficiales, JKi objetivo del gobierno en el pre­
supuesto monetario para 1971 decía que el producto bruto
interno aumentaría un 6 %, y la realidad es que bajó
0,7 %, y según la Opal bajó el 1 %, Hablaba de la pro­
moción de la actividad praduetten orientad« a la exporta­
ción y ¡a búMueda de nwros marwdaa y u«i resultado
tenemos que ¿u de te« exportaciones
ti 1>X %, i d oéfM * Mlanaa ¿MMMtei «• 4* *
/DíP.7
PROí rS áOfl 057
tRB !6:«Ó0.6te. También taeta que él atan mtatma de .los
precios sería del 20 %, y según la Dirección de Estadística
y Censos fue del 35,7 %. Be mencionaba la corrección de
lu tendencia desfavorable de las reservas internaciona­
les, aliviando la presión de pagos sobre el país. Esto no
vale la pena comentarlo, ¡ por favor I Acaba de vol­
ver el Ministro Forteza.. Este año habría que pagar
U|8 300.000.000, no como dice la carta intención el 50 %
de las exportaciones, sino un &0 % más que el promedio
de las exportaciones. Con respecto a las reservas Interna­
cionales, perdimos por la cantidad de U||S 19:000*000. Y
asi podríamos seguir comentando.
¿Qué nos dke el documento que acaba de leer el Mi­
nistro Forteza, esu carta de intención que acaba de comu­
nicar al país como resultado de t<xlo esto? Reconoce el
descenso de las reseñas internacionales* del país. Reconoce
un déficit presupuesta! del 29 % de! total de los egresos,
y t<xia>. ,<>s legisladores que somos miembro» de las Comi­
siones de Presupuestos y de Hacienda sabemos que ésta es
una cifra optimista, yu que el déficit de Caja es mucho
más. Reconocí» el alza acelerada del costo de vida en 1971
y en los primeros meses de 1972. Reconoce la existencia del
atrase comercial, aceptado por el gobierno y sujeto a veri­
ficación. Acepta que no podrá bajar del 43 % el alza del
costo de la vida para 11772. pero a lo que va del año al
día de hoy prevemos que si no se adoptan otras medidas
ese costo de vida superará el 100 %, Afirma que upoló al
aumento de las tarifas de los Entes del Estado, de los Entes
Autónomos, y a sistemas de recargos a las importaciones
para aumentar los ingresos del Tesoro Nacional. Medidas
impositivas adicionales seguirán manteniendo el precio rea­
lista en las tarifas de los Entes. En la carta intención se
dice que ya subieron el 100 % y las tarifas do ios Entes
del Estado un 90%. Anuncia la limitación del crédito in­
terno, tanto público como privado. O sea que Jas financie­
ras, el negocio bsneario, serán el único camino: el présta­
mo o el cierro de km negocios. Comerciantes, industríele«,
IMMjueAoai productores, agricultores, pequeños y medianos ga­
nadero«, absolutamente todos cargados de deudas, todos
trampeado», tolos atados a la rosca bancaria que saquilmó
el pala aprtwecliando diversos Ministerios para robarte.
¿De dónde van • salir loe recursos para el desarrollo
económico del país? Aquí es bueno hacer un aparte, Los
uigunMsitus que «e hacen son: primero, reprimir; luego,
habrá desarrollo. Esto lo voy a comentar más concretamente
cuando hablemos de] “milagro” brasileño. Pero con esta
carta intenctóri ante esta situación económica, ante este
represión, ¿que desarrollo? Lo que queda únicamente e»¡
el estado de guerra, la represión, ¡a suspensión de i i berta*
des, y por Jo tanto la opresión, ¡a injusticia, la quiebra eco*
nómlca, el dolor, Y tod<* sabemos lo que siembra esto.
Se insiste en mantener el 20% de aumento del sutorio,
compatible con el propósito del GcMrmo de mantener limi*
tuda te inflación on un 20% para 1978. Afirma que mientra*
los precios subirán un 100% a tea empleados del Estado
le dará, cuando mucho, un 30 %; aquí se habla de un 10 ,
y a los obreros Ies darán un 40%. Esto significa que a* ItaM
hundirá más su capacidad adquisitiva. Y esto tes ocurrirá . J
también a Jos empleados del Estado, a ese soldadita, «' «e
nficíul y también a ese comisario —lo digo porque cas Mttrefl
mirando el señor Ministro del Interior—, quienes serán vítt*v"
timas de esta misma política. Esta misma política ha bajadlo
todos los niveles de vida y del poder adquisitivo da ja
gente. Inclusive io dice; prevé un aumento del 15% para
los funcionarios en el segundo semestre de 197% cuando ue
ha afirmado y rei>etido que <d alza %?¡ costo de vida será
de un 45%. Pero, señor Presidenta, yo digo que no será del
■15% porque a este ritmo sobrepasará «1 100%.
Ante este panorama volvamos • los ata» 1968 y 1969:
i acuerdo exactamente que en 1968 llegó al 106% y en 1689
lo rehusó, Todo esto es un gran comentarte del tatto de «a ,
política de estabilización, de loe palos, de la mueftéj
represión, del cimbronazo, del ajuste de cuentas con1 mpWmÍ
gente. : ’ *1
Se reducirán los atrasos comerciales para pagar Jas
deudas del Estado, ya que Jos diarios no pueden salir jor
f«*a it impel y tos Importaciones están restringidas por-
23 6 4o
 que el Hunco de la República no liuce la* coberturas. Es
decir, se regularizará lu importación sobre la base del
préstamo "stand by1’ del Fondo Monetario Internacional.
Esto significa que nos prestan para que imisutemos, pero
agregando que nos comprometemos a no dar ningún paso de
importancia sin consultar previamente a las autoridades del
Fondo Monetario Internacional, o sea que no se podrá
construir Palmar, a pesar del déficit energético que existe
en el país. No se podré comprar maquinaria agrícola en
los países socialistas o que estén fuera de la órbita del
dotar No m» podrá asegurar el suministro de jx’trólco y
materia prima para ta eccasxnía nacionaL O sea que, en
definitiva, no se podrá resolver ningiux? de los problemas
esenciales sin consultar antes ai Fondo Monetario Interna­
cional. Cuantió esto sé hacía bajo el gobierno de los blanco»
el diario "Acción'’ lo llamó "el régimen de la nación Ínter-
venida". Pero esta denominación que so lo dio en aquel
momento, estimados amigos, os el régimen que se practicó
en el año ISMíb, Es el régimen que llevó a la muerte de
Líber Arce, de Hugo, de Susana, a la tupumarízaclón de
muchachos, al escuadrón de li muerte, a la inmensa pro­
testa colectiva del movimiento sindical y popular y a la
ludia iwiitica. Lo único que ahora es peor, porque en esto»
momentos el país está en el fondo, porque en 1a lista de
las naciones Latinoamericanas está último, debajo de Haití,
ta dictadura de los Tontón Micoutes y del régimen heredi­
tario del asesino Duvallen.
Quiere decir que éste es un ciclo fatal, es una repetí-
eión histórica, pero que ahora es mucho más dramática,
porque como tal como lo anunciarnos a los señores Minis­
tros de Economía y Finanzas y de Defensa Nacional en los
debates de 1068 sobre tas Medidas Prontas de Seguridad,
eso conducta al Lruguay a una siniestra espiral de sangre,
que si no pudo ser mucho más grande, que si no Be trans­
formó en una Guatemala total, fue porque una parte funda­
mental y mayoritarta del movimiento obrero y jx>putar
opinaba que el movimiento de masas era el camino, y de su
seno nació el Frente Amplio, porque, además, fuerzas fun­
daméntale» de oposición empujaron para otro camino.
¿Dónde estarla 1a República, si no, en el momento ac­
tual? ¿Ye» poco donde está? ¿Es poco tres mil, cuatro
mil, cinco mil presos? ¿Es poco cien, doscientos, trescien­
tos muertos? ¿Es poco que las Fuerzas Armadas hayan
tenido que transformarse en fuerza» de Policía, encubiertas
bajo el nombre de ta guerra, pero en ta realidad con fun­
ciones policiales? ¿Es poco todo lo que m ha visto acá?
Esto hay que plantearlo as!, es la realidad desnuda. Y al
hay éxito» y golpes dado» por las Fuerza» Armadas « lo»
tupamaro» o no los hay, no cambia la situación. Cambia,
desde el punto do vista de un**oorrelac¡ón militar detenta*
nada; cambia, desde el punto de vista de un cuadro de
fuerzas determinado; cambia, desde el punto de vista de
que se conduce al pais a una nueva situación basada en
ta fuerza. Pero, ¿cambia en cuanto a tas causas, a ta etio­
logía, a las bases profundas, a la* ra»me» del fenómeno,
a lo que va a ser el destino del Uruguay?
Se habla de Jo que queremos para los jóvenes —y to­
dos tenemos hijos aquí- , y yo digo: ¡sacrosanta ta rebeldía
de los jóvenes, equivocados o no! ¡Peor que fueran Jóvene»
-sumíaos y castrados.'
Por tanto, ta pacificación —como ta planteamos no­
sotros— no era hija de una victoria o de una derrota mili­
tar; no era hija de un resultado, Era hija de un gran plan­
teamiento nacional, mirando las cosas de fondo. Invocaba
un camino para restablecer la democracia en el país, jsira
encarar lo» problema» de fondo, pues en ta República apa­
recían do» frente» claros: la oligarquía y pueblo. Y aun
cuando teníamos marcada» en ta corazón Jas huellas de los
ocho muerto» nuestro», dijónos .' no hay que confundirse;
ta «coHem no es Ftam» Aemadas-claae obrera. Eso des­
dibuja ta tanómem. El proHema m oligarquía y pueblo,
tonga« «Aana. rqpas de obrero o uniforme. Oligarquía y
pueblo: tata es ta cno dfarttaáu que e»tá •» el fondo del
drama <de ta Rtpúfcérn
MUb ptakgroM» « ta tataoMeán ta pensara»» qaa ta» bus­
to» oí letale» de estudio dei Estado Mayor beatatafto pía ata en
al Uruguay como el objetivo próximo de rotaniz^úndac»-
05 8
tro del gran Brasil; mayor aún »1 pensamos que un país
pequeño como oi nuestro, situado en el apéndice sur de cata
América dominada l>or el im|>erialismQ, o se salva mante­
niendo sus valores esenciales del pasado y sus mejore« vir­
tudes, y resolviendo sus problemas de presente y futuro,
o se hunde, aún con el riesgo de ta pérdida total de su
soberanía y de su independencia, como lo decía muy bien
el General Seregni, con mucha realidad además, con la
realidad y ta crudeza de pensamiento que a vece» tienen los
militares.
Por e»o mismo se comete un gran error o se monta tina
farsa cuando se predica el exterminio y la represión invo­
cando ta demixTacía. He polemizado aquí con un señor
iegi»lad*jr muy Inteligente que decía: ta división es entre
marxismo-leninismo y los demás, que presuntamente serían
demorraeta. Nof es» es úna contabilidad inventada |x»r
1« oligarquía y por los que tienen loa dedo» sucios. En ta
momento actual, ta alternativa que MI plantea al peía os
democracia n fascismo y sangre, o fascismo y guerra civil,
o fascismo y seguir en esta espiral siniestra de ta "gunte-
innllraeión”. Esto es H planteamiento inmediato, reíd pero
dialéctico. Y n»>sotros, que aspiramos al socialismo, que
entramos en 1a vida política a lo» catorce años, adhiriendo
al pensamiento marxista-leninista, que seguimos en ta mis­
ma línea, que hemos escrito, hablado y defendido siempre
nuestro pensamiento revolucionarlo, no somos indiferentes
u que el país se diríja hacia ta dictadura represiva o hacia
1a democracia. No lo somos por principio» que nacen de
nuestra orientación, do nuestra teoría, no de un plantea­
miento táctico, sino de nuestra teoría, y el que quiera, ca­
berlo, simplemente pu-xic leer aunque sea do pasada loa £
textos fundamentales <;iue inspiran nuestro pensámtanta. ’
El gran error del discurso presidencial después de ta
ultima sesión de 1a Asamblea Genera], donde planteamos
estos temas c<>n tocia amplitud, sin ninguna politiquería,
eon la crudeza, con la crítica poro con ta definición, sin duda, í
del período pasudo de ta República, de murginamiento do
la Constitución, de burla al Parlamento y al Poder Judicial,
de negociados, de muer tes, de persecuciones, de lindar y
transitar permanentemente j«>r tas fronteras de ta diera-
dura; ese es el pasado inmediato del país y eso también
precipitó Jos problemas de la violencia en 1a República, puso
todos los temas en carne viva o hizo decir a muchos que
están aquí: mi hijo, mi mujer, mi pariente, mi sobrino, se
fueron al monte, el error del Sr. Presidente, repito, fue |
no ver todo esto y ponerse a resjxmdernos en un mensaje >
contradictorio donde, por una parte, hablaba de la ’’mesa |
de ta paz" y por Ja otra, maltrataba Jo que era un gran
planteamiento nacional caricaturizándolo, como una medida
política pequeña, No sé por qué lo hizo el señor Presidente,
l*ero evidentemente fue un error histórico de ubicación en
un momento de la República, en una situación en que el
pita definí« camino» de recuperación democrática o de
precijMtacién hacía sima» de mayor tiranta.
Puede ¡ser que haya gente que piense que lo mejor es
’legar hasta el fin, aunque dentro de uno o dos años otros
miles de jóvenetf se lancen en la misma aventura. Otros
pensamos que no, y no ¡o hacemos por un espíritu de "statu
quo"; penarnos que este Uruguay se hunde —»i nu se li­
quida a través de medidas efectiva» el dominio de ta cJi-
gtirquta de banquero», de grande» latifundistas y dé granée»
comerciantes, la rosca que oprime a la República y que ta
wnde. O resuelve estea grandes problemas —como lo plan­
teó el Frente Amplio— o siempre habré horas de sobresal to.
Y nhi están Uxtas las denuncias. Tocamos el problema de
h» frigoríficos y el dedo »e hunde en el pus. Tocsmoe el
problema de ta Administración Nocional de Puerto», y d»- 1
taino» tocando carne podrida. Tticanv» «I asunto dé !•
entrega <h» Pinna a Iberia, y estamos entrando en un teihMÉw
nladcial (tí* negocios y comisiones que nadie sabe a dta(Mi*S
vn a llevar, que Hiiponí! 1a entrega del ente det
T<x,nmos Utc, y vemos la ciudad a oscura» y Isa comjw¿/’»
sin licitación y ce:: coinisiones en Estado» Unido», Y, adé* ?■
más, vemos ta negación. |n>r prohibición de organismo» In- J¡
ternactonales, a construir Palmar y a dar lo necesario para $
asegurar el potencial energético al país. ’ x
Tocamos el problema de los Bancos y, entonce», e» te 3
mtomo que penetra en aquel pasaje infernal del Danta dos- l
Q9 aumar*i*n a lo» condenado» en lo» excrementos, ?
i
'¿3640
 i*« .......
Es decir, que no es un espíritu de "statu que" el que
nos mueve. Creemos que las libertades democráticas y ¡o
soluciones sociales y económicas son Imperativas. Y si
hay que limpiar la República, hay que hacerlo de esta
manera: nacionalizando la Banca, resolviendo el proble­
ma de la industria frigorífica, de la tierra y de la pro­
ducción que, en última inetanria ea para noaotroa fc que
el petróleo el eofare, y las riquras» tafkaMasr de otro» paisas
de América Latina. Y cao ae imada remirar por ia unidad
del pueblo uruguayo que Imponga un programa o, como
se está resolviendo en América Latina, por el dolor, por
el aplastamiento, pero también por la sangre. No entender
nuestro planteamiento de la purificación, es cerrar loa ojo»
• la htetorta
¡Y cuántos han pasado todo estol Ya no as el problema
de las cupos medias que en toda América Latina, en esta
situación, han entrado tumultuosamente en la escena histó­
rica: intelectual«!«, pequeña burguesía, estudiantes y taro»
bU n militaras. Porque habtamos de las capas medias, ¿ cuta-
tai las integran? ¿Qué representa bajo el uniforme militar,
en última instancia, el gobierno de Velasoo Alvarodo, si no
el gobierno de las capas mellas radicalizadas con una polí­
tica nacionalista,...
• SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. ~ ¡Apoyado!
SEÑOR ARISMENDI. — .. .a el proceso que vive el
Ecuador o Panamá, en la posición expuesta reclamando ia
reivindicación del canal; o ia multiplicación y la extinción
de ia guerrilla veinte veces en el Continente, para ser
aplastada y renacer de nuevoY ¿Y para qué la muerta de
Guevara en Bollvla? Para que en poco tiempo estallara
Boílvía entera. Y si hoy ha caído en un régimen extranje­
rizado, que aneó al gobierno nacionalista de Torres, ¿quién
puede creer que eso sea estable?
Plantear el problema en el terreno de la represión y
el exterminio es muy equivocado, y eso lo vemos en múlti­
ples formas. ¿Cuándo la Iglesia —y adviértase que soy de
loa no bautizados de este país: además, de formación mate­
rialista dialéctica, desde el punto de vista filosófico, porque
soy marxista-leninlsta — ha sufrido esa transformación?
¿Es que loe curas se han vuelto tupamaros? Algunos, pue­
de ser. ¿La Iglesia ha sufrido esa transformación j>or Con­
cillo» Ecuménicos, por transformaciones de doctrina? ¿O
es que el problema social meta la cola, como el Diablo,
hasta en la sacrosanta realidad eclesiástica? El problema
social, las nuevas realidades, entran profundamente en los
• cuartales, en la* Iglesias, en las callos, en las multitudes
dbreras; m» estremece en 1a Inquietud estudiantil: vibra en
las obras de la intelectualidad. ¡Nómbrenme un Escritor dé
valor actual de la América nuestra, poeta, novelista, o un
artista plástico, o un músico, uno solo de valor que no esté
reclamando, reflejando esta realidad de la América Latina,
frustrada, sometida, aplastada, dominada, "d mendigo so­
bre el trono de oro", como dijera Humboidt, que busca
su destino. ¡Nómbrenme uno solo! Y lo mismo entre too
científicos de valor...
Y la Iglesia habla de las torturas, y dice refriada»,
"lloras de torturas no aseguran ata» de Por «I «Mi­
trarlo.
Hoy recibí a una delegación de madres de preses. Bus
hijos son muchachos tupamaros; no hay ninguna dota. Eees
mujeres —conozco a algunas de ellas porque son de noó
pueblo; yo soy muy termitero; otras fueron compelieras
de estudio, a la« que no habla visto desde hace mucho tiem*
po— ya no vienen aquí clamando j*»r mus hijos ni escri­
biendo cartas Horosaa, atmo «e ha dicho aquí, <>n un tono
peyorativo: vienen precipitadas ante una realidad que los
ha enseñado verdades esenciales.
* Puro* équién no sebe que los militaros de) Perú apren­
dieron que nebta que naeionaliaar to» capitales extranjeros
y hacer la reforma agraria, y acabar oon la rosca, repri­
miendo la guerrilla? Al reprimir la guerrilla de Béjar y la
otra, to de De la Fustete y Lotaita, que fuera de las con-
dtatam* d* ttaroi* datatam Itasta» a i*. derrota inevitable,
M' fríMflfífUrtUMMI Jk M ¡Maste Ai» lilMmM ImOmL
dos, con las poblaciones indias aplastadas, y lo que pediin
las guerrillas lo realizaron con el gobierno actual del Perú
los multares, que las reprimieron. E» la dialéctica de la
historia y su ironía. ■;
Desde luego que nosotros, por razones de principie y
porque «amos flete» • nuestro pensamiento, recógeme« osa
frase que el Presidente Bordaberry enrostra a to» obtepo»
y que quedó incorporada a su segunda nota, que dtaer "B
recurso extremo de la lucha armada, puesto que riiMt g
abierto mi el país e1 cauce paetfk» ronstituctonaá para «- *
presar la voluntad decidida de llevar adelanta las suMMlraa
reformas que rochuna la h'iro*. Comparta esa froee, pero é
rw lo hago yo *»k>, la racrlbe en su Hbro “La Guerra da *
Guerrillas* el Che Guevara, mi admirable y entrañable ■;
amigo. Mientras haya vías abiertas para el pueblo, tulas
deben practican* por la lucha unida de la clase obrara y ’
el pueblo. Pero lo que pasa ea —y lo recordante» en la pri- j
mera Asamblea General— que cuando empieza el primer
tiro —también lo dijo Guevara aquí, en la Unlvereklad—,
¿cuándo termina el último? El creta —y aparece un poco 3
como el símbolo para grandes sectores del guerrillerismó
latinoamericano—- en las posibilidades del Uruguay y (.'hile, "
siempre que el pueblo se uniera en magnitud adecuada, para
que no se dejara robar y frustrar por oligarquías dispuestas
a violar la Constitución y a aplicar leyes de seguridad y
a reprimir cuando sus privilegios estaban en peligro, ei de­
cir, usar la Constitución mientras Jas convenía. Decís que I
Uruguay y Chile tenían sea puerilidad y deHan cuidada.
Pito ¡oómo m ha maltratado «a el pete esa posíbilídadl
¿Cuánta se ha hecho? Lo únieo enmata hoy, desde el pun- |
to de vista político —y k> digo yo que he encanecido hi* |
chande por una revolución socialista en este pide y que J
seguirá haciéndolo más allá de mi destino personal— es 1
una gran «i>erture democrática que permita la reintegra- i
rión a la vida del pnh» de fuenae consfcierabiaa, per» que
se abro a ia inmensa mayoría de pueblo, que quiere cam- f
blos fundaméntale» y tranrfornuMtonea o nadie puede ga-
ran tizar que el Uruguay no desemboque en ese destino triste
de tantos países de América, escalón • eacalón hada el
abismo, sometido, mediatizada relegado en su »oben nla a j
las diMposiciones extranjeras, hundiéndose «u la miseria mi 1
medio de riquezas Infinitas. >
Y rato hay que verlo con claridad, oon responsabilidad |
y con vnlor. Yo lo veo con alarma, aunque no oon teme* |
o vacilación política. I
Yo decfti que el Presidente de la República ro sólo '
debe afirmar esta frase de que las vías están abiertia, sino
que debe demostraio en un gran gesto nacional.
En la otra sentón dtt la Asamblea yo decía: no »e achi­
caron los personales venezolanos, ni los que estabar en la
guerrilla nt tai Presidentas que emprendieron esa política,
y en vex de jugar la carta del exterminio abrieron posibi­
lidades de paz en la República.
Claro que con esto no estamos diciendo que nos ple­
gamos a un gran actierdo nacional. Nos separan artagóni­
cas concepciones filosóficas y sociales del gobierno. Nuestro
programa político y social y de Independencia nacional no
e» el del señor Bordaberry ní el da quienes lo acompañan
Luchamos por nuestro programa. Pero no es lo mismo la
ubicación áe »»* programa y de esas soluciones en el cam­
po de «usa democracia, eos la reapertura de los c aminos
poro M putata y de auténtiMi paeffiinctón, que la ut lcación
de *ste» tema» eoi wmsM* ' éhd esianniido de las armas, de
la «angra que curre, di tas inMCM de eueepetón, dnl hun­
dimiento ecnroómtoo famiuNienM» y d* ta crisis sta fondo
en que ¡a RepúMira «até yiiai Ipátiiiti.
Y veo oon alarma cuando como resultado de t xxto el
proceso se piensa en una ley d* seguridad. ¿Cuáfdo las
leyes han resuelto lo que la realidad social no retuelve? ,
¿Cuándo las armazones jurídicas han resuelto to jue no ¿
hun resuelto lux realidades nocíale» y políticas? ¿Cuándo
las formaciones pe 11 ticas represivas hñ podido impelir qu» $
se manifieste el fenómeno económico y aoctal que cuta en J
1a entraña de la realidad? Y menos aún tae medtóai que >
i* Útabn» Maneta ng> inanejeq oq to norma Juridica re-
«í
4.3 64 0 .
 presiva y en Ja pnivención potencial de un réglmea par«
manente proclive a un dominio de excepción como es el
dominio militar. El dominio militar siempre es un dominio
de excepción, salvo en la guerra.
¿Y qué menos que alarma se puede sentir ante los
comunicados que todos los días hablan de que por las “de­
claraciones” de dos muchachitos, Fulano y Zutano, fueron
actuados de atentado a la Constitución en el grado de cons­
piración, más esto, aquello y lo otro? Esa es Ja muestra de
un camtau exactamente opuesto a una idea de pacificación.
Entiendo que los antagonistas cuando están en la lucha
«o ee dan cuartel, pero también pienso que lo que es sen­
sato, «erto, responsable y patriótico para la República no
es la coyuntura trágica sino la solución permanente, Y que
no se nos diga que somos filo-tupas o sus representantes
disfrazados, porque eso no lo va a creer nadie en ningún
lugar del mundo. Representamos una teoría y una orienta­
ción estratégica perfectamente definida, y advertimos el
fenómeno desde una posición de principios. Los vemos como
una expresión de la radicolización de las clases medias de
América Latina y de su drama, —ante un continente expo­
liado por las oligarquías y el imperialismo— conducidos
por lo tanto también al tremendo error ya practicado otras
veces y condenado por la experiencia de la historia, de
querer resolver por el voluntarismo, por la impaciencia,
por los métodos ajenos a las masas, lo que son problemas
^lundamentales de pueblo, de estructura y de definición de
^Plaxe, lo que son tranfiformucíonc» lia mudas a ser realiza­
das por la clase obrera y todos los sectores populares del
continente.
Compartimos, por lo mismo, el planteamiento de Seregni,
que cuando habla del Frente Amplio y de su orientación
dice: "Esta dinámica que está dispuesto a seguir el Fren­
te Amplio en su camino de oposición es congruente con
sus métodos y con sus objetivos. El Frente Amplio tomó
desde su fundación el camino de la lucha política en los
marcos constitucionales para seguirla hasta sus limites.
Definimos en nuestra Declaración Constitutiva del S de fe­
brero de 1971 nuestro criterio que hoy reafirmamos: las
grandes transformaciones que el pais reclama sólo podrán
lograrse mediante la lucha y movilización de las masas,
porque seguimos considerando que el pueblo organizado de­
mocráticamente es el protagonista del proceso histórico.
Esa es nuestra definición. Que nadie nos confunda ni quiera
confundirnos con lo que no somos. Nuestra metodología
es una, claramente expresada en una linea de conducta"
Pero además es cierto y lo comprendemos, que en oste
momento dramático que vive la República, hay fuerzas
que quieren aprovechar ¡a situación particular del pais para
empujarlo hacia un desenlace reaccionarlo y filo-fascista,
f^hacia un desenvolvimiento regresivo, hacía un planteamiento
^teque puede seguir las trágicas y naturales escalas que se
han dado en algunos otros países del mundo.
Por eso no despreciamos el planteamiento de órganos
que salen extrañamente editados en grandes cantidades,
que se dirigen particularmente a las Fuerzas Armadas y
que en ùltima instancia proponen en todas sus consecuencias
un ajuste general de cuentas con la oposición en el Uru­
guay. Tengo aqut un ejemplar da “Azul y Blanco”, impreso
en la empresa "Ei Pato*—no quiero decir que sea "El
País" el que lo sostiene—4 que escribe, por ejemplo: "La
comparsa bolche manifiesta". Y ludria de que "asi que Wil­
son, Gutiérrez Ruiz, Michel Ir i, Rodríguez Camueso y otros
tantos de la comparsa bolche pasean su iracundia por las
asambleas estudiantiles”, etcétera. "Ya a esta altura de les
acontecimientos no es de dudar que individuos como Witoon
Ferrelra y Cario«: Julio Pereyra se encuentren compróme-
tidos con Ja subversión al menos ideológicamente, le cual
plantea H del diario que proyectan sacar eos»
fondos de desconocida procedencia. También del semanario
dirigido por el señor Olió', etcétera. Y termina: "Olvidan
que nuestra campaña tiene buenos orientales dispuestos a
ultimar personalmente a quienes ofenden sus tradiciones.
Qwe_ no lo olviden tampoco los Wüson, los Gutiérrez Ruiz,
toa Sangutaetti y compañía, porque también a ellos sabrán
marcaxka y mandarlos a la Tablada cu con las men-
engañondo,
060
Extrañamente esto no entra en ningún bando militar
ni en ninguna disposición;...
SEÑOR RUDRIOUB» OAMUíWQi | iluten i smanili...
SEÑOR ARISMENDI. —• .. .extrañamente esto no en­
tra en un planteamiento subversivo; extrañamente esto no
es ni incitación a Ja violencia ni al crimen; extrañamente
esto no <s aoddciámí extrañamente ocurre lo mismo que ha
ocurrido con todo el proceso que se agudizó con tal mag­
nitud creando tanta inquietud en el Uruguay <to 1971 > que
llegó hasta 1972.
A raíz de uh sumarlo otóenádo por él señor Ministro
del Interior con motivo de unas palabras mías en Cámara,
yo respondí de acuerdo a las únicas posibilidades que puede
tener un diputado que denuncia. Sintetizando apenas las
hasta abril de 1972, decía en la respuesta al Juez Huma­
rían te: "Durante más de dos años —por lo menos— »9 han
sucedido atentados contra militantes sindicales, de mi Par­
tido, del Frente Izquierda y más tanto de) Frente Anplio,
etc. y, por lo que yo sé, ésta ea la primera investigación
que se inicia desde el Ministerio del Interior a pesar de
que diversos diarios, publicaciones y parlamentarios formu­
laron denuncias y declaraciones al respecto; La simple veri­
ficación de este hecho desprende una grave responsabilidad
que hemos subrayado ante la Cámara de Representantes:
la existencia de una actitud de las autoridades represivas
en el más benigno de los casos, de omisión y benevolencia,
en el peor de los casos de complicidad y coparticipación en
los hechos criminales referidos. Me tomé el trabajó de reu­
nir, entresacando de las noticias, una lista de atentados muy
similares contra casas, vehículos, etc. de militantes políticos
adversos al gobierno, en un periodo relativamente cortó
(abril de 1971 a abril de 1972). Se totalizan más de 200
atentados; estadísticamente se puede decir que se realiza­
ron más o menos 2 cada 3 días; en 14 se usaron bombas
de alquitrán; en 42, bombas incendiarias; en 63, baldamien­
tos, en su mayoría acompañados de ráfagas disparadas por
armas automáticas y fueron recogidas, en la myorla de los
casos, cápsulas de armas calibre 9 o 45; en 110, los aten­
tados se producen con explosivos, a veces acompañados de
ametrallamientes; en varios —local de la UJC de la calle
Canelones, casa del senador Michelini, local del Partido
Comunista de Rivera y Pastoriza y otros casos-— con armas
contra blindajes”,
Y más adelante agregaba respondiendo a la netta muy
cortés del señor Coronel que haca de Jaez sumariante:
"Para simplificar los respuestas agrego una Usta tomada
de "El Popular” y de "Marcha” de loe atentados ocurridos
desde abril del 71 al mismo mas del » 2» Le nsefta «—aunque
apretada— responde concretamente s numerosas de los pra*
guntas formuladas, Y, en particular, a la pregunta < hasta
donde pueden hoy atestiguar las personas que vieron toé
vehículos policiales, entre ellas gran parte de las victimas
de los atentados. Por lo demás ¿no alcanas para e] Sr. Co*
ronel en cuanto a comprobación objetiva de complicidad
o protección policial, el hecho de que en un año atenta«
dos casi diarios, una policía tan numerosa, con tantali vehícu­
los para la vigilancia nocturna y cuerpos de investigación
tan bien dotados como la Dirección de Información e Inteli­
gencia, nunca hayan descubierto, detenido, sospechado si­
quiera de nadie, en ningún caso? ¿Cuántas personas han
estado dedicadas a descubrir a los delincuentes, cuántas
órdenes severas, exigencias, etc. partieron del Ministerio
o de loa más altos jerarcas a este respecto?”
Y «djo» enumerando planteamientos desde ese ¡punto de
ríate.
Ontose áster qoe cunad» ae plantean estas cosas se
plantea la situación de te Rspá|iBts. Cuando se plantea la
anormalidad, absoluta anormalidad en el cuadro nacional, hay
que pensar que sin embargo seta situateta sigue incólurnne
para emplear una palabra cláatoa tococpccada al toxiso
nacional ;>or los primeros proyecto» »obra ley de «eg irridaík—,
en la incolumnidad absoluta: aa se coame < uno sola
Ha habido muertes, con torturas y gente tírate en la
calle; en estos días informa la prensa que ae han proda-
¿
23640?

oido nuevos atentado« de este tipo. Nada m descubre, nada
se sabe, nada se encuentra. Y esto no ocurro por falta de
eficacia, porque evidentemente, si miramos otro» episodios,
el cuadro de la eficacia está atestiguado: en poco menos
de dos mesís so han asestado al movimiento tupamaro gol-
pe« fundarrentales. Han pasado por cuarteles miles de pre­
sos; se ha recurrido n métodos que esta Cámara, mucha
frente y los Obispos han cuestionado muy «juramente. Y «i
tantos actos so cuestionan, aun admitiendo que pudieran
haber caído cobardes, traidores o gente provocativa, que es
capaz de decir cualquier cosa, hay que reconocer que es
realmente eficez el cuerpo que actúa. Y ¿cómo nunca apa­
rece nadie de esta gente?
Pacificar el país es, también, terminar con esto y de
verdad. No que se diga por aquí, como lo han afirmado al­
gunos legisladores, que unos se fueron para el exterior,
que otros hicieron viajes, o que otros se encuentran do pa­
seo, en vacaciones rentadas. Pacificar es, de verdad, el
camino de que el Uruguay restablezca lo que fue hasta de­
terminada fecha en la historia del pal», una democracia,
limitada como toda democracia burguesa, pero donde están
abiertas caminos de la lucha social y política. ( cas entre Fidel y los dirigentes soviéticos sobre distintos
Creo que esto es fundamental. Y que no so nos diga
—porque todo en tan complejo en cuanto n la manera de
discutir y encarar los problemas de este periodo— que si
uno hace una denuncia está faltando a tal o cual principio,
ho que está úfendien lo a las Fuerzas Armadas. Nuestra actí-
Rud en este sentido es muy vieja, conocida y desde el prin­
cipio, no coyuntura^ la hemos expresado por mucho tiempo
en el Parlamento; íi hemos señalado más tarde, cuando «e
quería dividir a Ajnirica Latina entre "castrenses” y "cas-
tristas", en falsa y ridicula oposición; luego, cuando los
episodios de Santo I'omlngo y más recientemente, con mo»
tivo de los pcculiare» episodios de Perú, Ecuador y Panamá.
Afirmamos que lo q w divide a la gente y a los pueblos
no es más que el enfrentamiento entre los intereses mino*
rifarlos y los populares; entre los nacionales y los vincula*
dos á tendencias ní cativas a la orientación nacional. Y
no más, en cuanto e tos caminos de definición, en esta ota»
pa de la vida uruguaya.
Inclusive, hemos econlado alguna vez que en las horas
dramáticas, cuando Francia y otros países advertían el ‘
paso del nazismo, M^.-irice Thorez ha dicho que hubo un
instante en que el pieblo de Francia, que habla pasado
por tantas revoluciones, habla encontrado el camino, ese
14 de julio, de reconciliarse con mus Fuerza» Armadas, para
«lar una xision única d<> la nación on armas, de la Francia
unificada, frente a la amenaza de su opresor.
El problema es más profundo, el problema es otro. Las
Írjt‘.-zas Armadas dirigín en Brasil, golpearon su vida |x>*
dea, deenAcíonalizaron su desarrollo económico, están cu-
tosrtM de sangre y se inspiran en proj>ósjtoH de ' Imperia­
lismo enano", para repetir la frase gráfica aunque Inexacta
de un escritor, de dominar a Uruguay y Bollvln, «1c Influir
sobfe Venezuela, Guayana, etc. Y militares son los itcruano»
que están haciendo, con el apoyo del pueblo, transformacio­
nes iundamentales.
06 1
MMOk" 4KMKI : - OHrttato, Mfcr'
te. ' !
XI aefior diputado Guedee ha planteado muchai pro- 1
biemas, cuyas respuestas me van a desviar brevemente
del tema de mi exposición.
Comenzaré por lo más anecdótico y por lo tanto más
fácil de comentar, y por lo último.
El señor diputado dice que Fidel Castro va a li. Ursa
de la misma manera que el Ministro Forteza va a Esta­
dos Unidos o al Fondo Monetario Internacional. Sin du­
da que la ayuda de la Unión Soviética a Cuba es inmen­
sa y si se le diera al Uruguay la undécima parte de esa
ayuda y en las condiciones en que es otorgada a Cuba
sin contrapartida, nuestro país se estarla desarrollando,
levantando Industrias, incrementando la productividad
del campo, invirtiendo en máquinas.
Yo soy amigo de los dirigentes de ambos países y sé
que en muchos periodos ha habido discordancias politi- ►
puntos, a pesar de lo cual no se ha quebrado la solidari­
dad esencial entre ellos, »‘•.vanle todo ose tiempo, la ayu­
da se ha mantenido y desarrollado sin ningún condicio­
■
namiento. Para Cuon sería inadmisible —la Unión So­
¿
viética tampoco lo haría— que se le impusiera ninguna ■
. carta de h.tención, imponiéndole que no de créditos, que
4 na sub«i los salarlos, que no desarrolle la economía na­
l-mal, etcétera. Aun existiendo virtudes y errores en mu­
. chas experiencias cubanas en el plano económico, ha re­
j cibido ayuda total. En el plano militar, la ayuda tam­
> bién ha sido amplia, total y sin cobro. Cuba la precisó
■ porque debido a su posición expuesta y a su carácter de
' llamarada en el proceso revolucionario latinoamericano,
debió formar el ejército más fuerte de América Latina,
; a pesar de tratarse de un país de menos de dies millo- ■;
$ nes de habitantes, cuando el Brasil tiene cerca de cien
■ millones.
1
:
SEÑOR FLKITAS. — ¿Me permito una Interrupción
para referirme a este Punto? .
SEÑOR AJtfSMENZM. — Na. señar diputada Usted
está tan viejo como yo en estas lides. Voy a termina*
este tema y después entraremos en el otro.
Gomo decía, desde ese punto de vísta hay una dife­
rencia sustancial entre ambas ayudas. He leído en "El
Popular” —no sé ai han sido publicados en otros dia­
rios— del día de hoy los discursoa do Fidel Castro y do
Brezhnev y do ellos surge que existe una coincidencia
eacncuai de opiniones internacionales entre ambos pli­
ses; y ¡a ayuda se sigue produciendo Op amplísima esca­
la y sin condicionamientos.
señor quedes. — Pem exista la deuda.
SEÑOR ARISMENDL — Existe una deuda, per® w» |
hc acumula de igual forma, porque la verdad es que el
< omptmnLso de la Urss con Cuba consista en comprarlo.1
las materias primas a un precio permanente, que WiKs
chas veces está por encima d«l que rige en el mercado ^
Internacional. ¿Qué ea lo que le hace mal al Uruguay y f
a otros países? Las fluctuaciones en el mercado interne*
clona! de los precios de las materias primas, que en
tima instancia muestran una tendencia deocandenta
‘^1
Desde 1960 o 1961 —no lo recuerdo bien— existo
convenio entre Cuba y la Uros por el cual aquella abat-1
teco a esta con una parte fundamental de su produccktal
azucarera a un precio fijo que le significa estabilidad
el Ingreso de divisas. Por otra parto, la Uros le facilita a j
Cuba divisas duras es decir, no sólo aquellas de convenio,
pora las compras que esta debe hacer en otros países del
mundo. Eso también termina de hacerlo con Chile y con
Perú, respaldando las adquisiciones de esos países, mien­
tra» el imperialismo norteamericano les cierra los mer-
cadoá.
23 6 4 0 .
 REÑOR PRESIDENTE — No puede interrumpir, se­
ñor diputado,

£ i e?SnííSTXCS±,’“ P"mWe •* ‘,e*arroUo SEÑOR ARISMENDI. — No se achique y componga

¿Por qué los países Arabes« los países negros de! Afri-
ííi S?XJIYnenaa cantldad de países asiáticos y en gene*»
i M qu® fomPen 1* coyunda de la dependencia
se encaminan hacia los países socialistas? Si existiera la
«nuaparud. <1, Obligación.. X el Fondo Monetario Internacional Yo conozco solamente
eso no ocurriría. Lo que pasa es que, en vez de eso rxls-
lí tSLS2UíCB ?ue tlende fundamentalmente a fortalecer
la independencia económica de esos países, a colaborar
.®u deíenaa ®in exigencia alguna, mientras que las
«1 señor Ministro Fortesa contienen
exigencias económicas, hasta de salarlos, hasta de taifas
hasta de presupuesto, hasta de comercio internacional —nó
”ada en nln*ún Jugar sin permiso del
Hnní? .hasta de mantener las desnaclonallza-
í. a? ¿ de mantener tasas determinadas de inflad
cion, hasta de no dar créditos para el desenvolvlmkn'o. ,
<ta^i^£fuCiAmeter país en una conKeiadora treme., da
aL?,-J?níUcón ®« ir contra una política de
U^pSdinXí * W necMarUment® «a* poliUca de
En segundo término, diré que he leído en la prensa
«i e« así~- crónicas, que no son comunicados de las ;
JJíÍI’Üm00?1 aclaro Blto P*r® «o entrar en palé-
Si i.?? 5 *efior diputado Porras Larralde y otros seño- -
res legisladores— en el sentido de que los tupamaros traer*
armas del extranjero. Reitero que no compaX te te?U
mímCM»y de orientación de los tupamaros, pero, en otros
co« 0 comP»rtleron Ballie y Ordófles y
Yo no creo que’ en eJ momento actual
11S AÜLh4ayfl quí r por ese c*mino. Pero en aque-
¡?aíí^,/paric.° S*1*/1« y 7 Ordófiez entraron ar-
“ {anteras Porque pensaban que
«¡ÍÍmJÍ »ÍL5 la Surrección armada; y la llevaron a la
?e Ti81*’ no w trata d® un Pro-
tíno dt orientación estratégica. Nosotros no
lo hacemos, porque pensamos que el Uruguay nuede lo-
eambto. por otro, vhu. Por «o plXSUtep¿l-
ficaaócip y no la guerra. F U$S 900:000.000, lo que constituye un alivio del 19 % de W
el reloj; déjeme contestar, porque ai me da argumentos y
no contesto es porque no sé o porque subestimo o menos­
precio sus argumentos, y yo no estoy en ninguna de las
dos posiciones.
Usted se refirió a los países socialistas que están en
dos: Chile, que no ha roto con ese organismo, y Yugosla­
via, que en determinado momento no se separó del Fondo
Monetario Internacional ♦
Lo que hay que demostrar es si Ohile, manteniéndose
dentro del Fondo Monetario Internacional ha aceptado
sus obligaciones y sus cartas de intención; es, justamente,
al revés. Tengo aquí, por casualidad, el resultado de la
misión refinanciadora chilena por una deuda inmensa.
81 no me equivoco Chile tiene una deuda heredada de
U|8 4.000 000.000 que para su capacidad, es inmensa. Re-
financió 900:000.000 con duras contendores: Fondo Mone­
tario Internacional, banqueros norteamericanos y Club de
París. Loa refinanció cuando había nacionalizado el cobre ■
norteamericano, el salitre, las zonas de petróleo que que­
daban, una gran parte de la Sanca por el procedimiento-
de comprar las acciones y rompiendo con lo que llama*!
riamos, en términos uruguayo y boliviano, la rosca Cuan»!;
do fue a refinanciar la deuda a Estados Unidos, a través
deL-Fmdo Monetario Internacional y del Bíd, lo qulsie- i
ron imponer determinadas obligaciones, lo entregaban un 1
préstamo "8tand-by” con todas las consecuencias: prohi- ,
bidón del desarrollo económico, etcétera, Chile dijo: "No, .
estamos dispuestos a pagar cuando podamos; no estamos «
dispuestos a liquidar nuestro desarrollo y nuestro futura *
atándonos a una coyuntura que nos va a impedir salir del
pozo y desenvolver nuestra política. No aceptamos de
ninguna manera disposiciones que infrinjan nuestra so­
beranía o reduzcan nuestra propia orientación económi­
ca". Chile lo planteó firmemente y triunfó. No sé ai con
el Uruguay han sido más crueles, se han aprovechado jntefflB
jor de las condiciones, pero Chile renegoció alrededor dg
la masa renegociable, lográndose un plazo de gracia de *
catorce meses.

Uno de los comentaristas de la Democracia Cristiana,

principal gran partido de oposición, hizo este comentario:
"Al no aceptar intromisión en la política económica del
gobierno culminando la negociación..Y agregó: "Me
alegro como chileno que el resultado alcanzado se estime
positivo. De esta manera nuestro país deja de estar en
los moldes del cumplimiento de deberes internacionales y
podrá disponer del tiempo de gracia. Y ha logrado re- .
cursos suficientes para cubrir sus importaciones más esen­
cia los". No sé cuanto tiempo estará Chile dentro del Fon­
do Monetario Internacional —ose es un problema de ven­
taja nacional de dille-— como no sé cuanto tiempo va a
estar el Uruguay en el Fondo Monetario Internacional con
un gobierno del Frente Amplio. El problema del Frente
Amplio plantea como inmediato romper con las obligacio­
nes leoninas y no atarse las manos para ver como podría
manejarse «n defensa del propio país. Eh principio, creo
que el Fondo Monetario Internacional impone determina­
das obligaciones tptatasente leoninas, como las ha im­
puesto al Uruguay, que son negativas para la economía
do la República; pero en el caso de Chile no es asi.

Yugoslavia, per su parte, se ha manejado dentro de

un régimen que ellos consideran ventajosa No tengo ele­
mentas suficientes para contestar y no quiero tocar de
oído. En el caso de Chile tengo elementos suficientes pa­
ra corroborarlo, poro son raspaste a Yugoslavia —insisto
en que ellos lo consideran ventajeeo para sí— no quiero
dar una respuesta fácil. Si tuviera aquí un material simi­
lar a este que casualmente lo tenia para dieta» una oon- ..
íerenda, le hubiera contestado de la misma manera. 4

062_^ 23640.
 Con respecto al problema del Perú, no teorizo en el
aentldo de que el camino uruguayo aea el peruano. 8i en la
Aeamblea pasada me hubiera escuchado atentamente» ha­
bría observado que dije que no creemos que para el país
sea bueno el patríarcallsmo militar ni una política de en­
frentamiento de pueblo y militares, sino que el problema
se dividía en función de clases dominantes, explotadoras
y negativas, y pueblo; y que lo importante era buscar el
gran camino: unidad de pueblo y Fuerzas Armadas para
las transformaciones que el país necesita.
En el Uruguay de hoy no estoy postulando la liquida­
ción -de la democracia, sino defendiéndola, recuperándola
y ensanchándola, porque el seftor diputado me da una
visión muy optimista de la democracia uruguaya, me da
la visión turística del Uruguay'de hace diez, quince o
veinte años. Y el Uruguay de hoy es otra coca: lista de
presos, de heridos, de mutilados, diarios cerrados, aten­
tados, sangre, persecuciones, supresión de libertades; vivi­
mos en un régimen excepcional desde 1968.
BKAUH liuwe. — ¿Me permite ahora la íutemipsión?
SEÑOR ARISMENDI. — En seguida. No se la voy a
negar, pero primero voy a terminar con las objeciones
que me hizo el señor diputado Quedes.
Por el contrarío, lo que cuestiono en la política actual
del Uruguay, por un lado es, el futuro, pensando que debe
gtapluclonar hacia un régimen socialista y, por otro, el me-
JBr pasado uruguayo, sus tradiciones democráticas, nega­
das, renegadas, conculcadas, pisoteadas y llevadas a la si­
tuación actual. Y puse un ejemplo; constato, compruebo,
verifico un hecho. En Perú hubo una situación de violen-
cía, de fuerza, que desembocó en un golpe de Estado. El
régimen que había en Perú era corrupto. No soy postula-
dor de golpes de Estado militares, pero debo verificar el
hecho de que el gobierno nacionalista, democrático en el
sentido auténtico de la palabra, o sea en materia econó­
mica, social y política, y revolucionario de Perú le de­
volvió su petróleo, que estaba siendo negociado y entre­
gado a loe norteamericanos; le devolvió su minería, sus
riquezas esenciales; restableció su desarrollo pesquero, y
lo hizo con ¡a ayuda de la Unión Soviética y de otros
países; inició una Inmensa reforma agraria para la re­
cuperación del Indio. Prefiero que eso se haga sin golpe
de Estado, pero si a un régimen corrupto, sangriento, dic­
tatorial y persecutorio, como había en Perú, le sucede un
régimen también de fuerza pero que lleva a cabo estas
transformaciones, tengo que verificar la realidad histó­
rica. No tengo por qué ponerme a patrocinar esa u otra
coyuntura para el Uruguay. Tengo que conformar esa rea­
lidad y es evidente que en Perú estas cosas existen.
Boy leía un discuno del General Velasco Alvarado,
es de sano y purísimo planteamiento nacionalista
alanzado, y digo nacionalista avanzado, porque general­
mente se habla, en materia de tendencias de los ejércitos
de América Latina, de nacionalismo.
Tengo aquí el comentario de un militar que estudia
estas corrientes en América Latina, que dice así: “El na­
cionalismo de los militares latinoamericanos tiene diver­
sos matices. Desde el nacionalismo de derecha propteuMas-
te dicho hasta el de contenido demoeráttoo-antimperte-
lista. Aquel aspira a relevar a los viejos partidos políti­
cos, burgueses y oligárquicos, instaurar gobiernos milite-
res fuertes e impulsar, guiándose por las teorías del "<to-
sarrollismo tecnocrático”, el desenvolvimiento capitalista
dentro de los marcos de la subordinación al imperial
ni o, el cual se inclina por prestar apoyo a esta tendenyfMr*
como testimonio al informe Rockefeller cuando sefrilart’'
que “el nuevo hombre militar está preparado para a ap-
tar su tradición autoritaria a los objetivos del pro
social y económico". Y hay otros, dice: “Los de co
nido democrático antiimperialista se orientan a medidas
independencia económica y desarrollo independiente. Pro­
pugnan, por regla general un desarrollo nacional revolu­
cionario, con tres sectores económicos: empresas estata­
les para las ramas industriales estratégicas; empresas pri­
vadas para bu industrias livianas y medianas; coopera­
tivas pasa te actividad agrícola y artesanal", etcétera,
06 3
eeñor CÑNe. .. t;Mz"yewute»teMMBtefeupsteu) se
8e» dipu ladee
SEÑOR ARISMENDI. — Enseguida la concedo una in­
terrupción, señor diputado; ya estoy por terminar; estoy
prácticamente al final
Desde este punto de vista yo verifico un problema
histórico. Nacionalistas se llamaban loe militares que en
Argentina, durante cuarenta años, tomaron el poder y
ese país hundido, no en el nacionalismo, sino en la pér­
dida de libertad, en el decrecimiento económico y en d
dominio extranjero. Además, si tuviera tiempo —no quie­
ro insistir— comentaría el milagro brasileño. Tengo loo
estudios de un economista escandinavo y otro brasileño
que muestran que el golpe brasileño, sangriento, etcétera,
significó el desarrollo del producto bruto a costa de en­
tregar sus principales industrias y riquezas al capital nor­
teamericano, de dar prerrogativas inmensas a los mono­
polios extranjeros y de hacer perder el desarrollo eco­
nómico industrial del país y de aumentar la pobreza del
pueblo. Este economista escandinavo, asesor de la Onu,
señala la siguiente distribución del aumento del produc­
to bruto: el 2,8 % de la población de 98:000.000 de ha­
bitantes, ha mejorado su nivel de vida; el 7,2 %, tiene
un nivel de vida tolerable, y el 90 % cayó en una pobreza
mayor. Es un desarrollo que significa la hipoteca futura
de la economía, como Brasil ya lo está viviendo. Empieza
a sentirlo en ei endeudamiento y en las cifras de la ba­
lanza comercial. Significa reducción de la Industria na­
cional y de la política de nacionalización o hipoteca de
su economía, a pesar del tamaño de ese país, mediatiza-
clón y colonización.
Qulen conozca Brasil aparte de estar al tentó do los
índices económicos, sabe que el hombre del cantegrll mon­
tevideano tiene el mismo nivel de vida de millones de
hombres brasileños. Tal ves el nivel de vida de estos sea
aún más bajo. ¿Para eso ensangrentaron Brasil, que se ha
vuelto el país clásico de la tortura? ¿Para eso barrieron
un gobierno nacionalista como el de Goulart? ¿Para eso
proclamaron su dominio? ¿Este es el milagro económico?
¿Esa es la explicación de un gobierno de eso tipo?
Y tenemos otro ejemplo: el de Chile, que sin golpe de
estado y ciñéndose rigurosamente a la Constitución— in­
clusive cuando no puede resolver el problema del avan­
ce de las nacionalizaciones que tiene en el programa, por
la vía rigurosamente constitucional— acaba de tomar me­
didas de mayor diálogo con la Democracia Cristiana para
facilitarlo, y ha desenvuelto sus cifras económicas en un
año y medio apenas. El producto bruto Interno creció un
9 la producción industrial, un 14,6 %; la producción
agrícola, un 10 %; la producción pecuaria, un 2 %: la
producción de la gran minería un 6 %; la construcción
un 12 %; el consumo familiar, un 18 %; el salario pro­
medio, un 50 %; el poder adquisitivo de los trabajadores
—entre octubre de 1970 y julio de 1971— un 28 %; las
matriculas de educación pre-escolar, un 18 %; el ingreso
de alumnos a escuelas primarias, un 3,4 %; el Ingreso
de alumnos secundarios, un 26,8 %; el ingreso a la ense­
ñanza media técnico-profesional, un 38 %; ingresos en
caraos universitarios, un 28 %.
El ritmo de la inflación en 1870 fus de un 35 % en el
atan de toe precios, eb 1071 fue de un 22 mientras tes
salarlos aumentaren en e| 50 %,
Escúchase bien: en cuanto a te tesa de desocupación,
diciembre de 1870 era <tel 7,2 % y bofo al 8,8 % en di-
bre del año pasado, Ia mortalidad infnatil bajá un
1041%,
A 00
Es decir, que vemos Iquo más allá de las ¿ttftealtedee
ormes que tiene Chile —en primer lugar hay un sector
regresivo que apuesta a la guerra civil, que procura ei le­
vantamiento; hay una agresión directa del imperialismo
norteamericano y una conspiración denunciada— han
mejorado mucho todos esos porcentajes. Existe, además,
una conspiración ayudado inclusive por países de latino-
mérlca y hasta al golpe boliviano se le considera parte de
23640.
«

A pesar do todo eso Chile está desenvolviendo su ca­
mino ai socialismo. Lo llamo asi, dentro de un proceso
institucional, dentro de un cuadro de desenvolvimiento
económico, etcétera. ¿Qué hay dificultades? (Es claro que
las hay! Ningún paü. y más uno que hace una revolu­
ción, deja de tener dificultades. Pero nosotros no tene­
mos dificultades: tenemos desastre económico, liquidación
de la vida democrática del país, sangre en la calle y
astado de excepción permanente, y esto sin exageración,
cifras sobre cifras resultados sobre resultados, hechos no-
bre hechos.
Concedo una interrupción al setter diputado Cano
■Max JUOTMM». - a» Mfulita. Como «1
diputado me haoüi interrumpido axtoneamente, troté de
contestarle, con todo respeto, punto por punto. Creo que
se quedó uno, y también se lo voy a contestar. Pero antes
de proseguir, quiero referirme a las manifestaciones d»d
señor diputado Cano, que ha planteado el problema de
que los Tupamaros introducen armas del extranjero. Yo
le manifesté que las Fuerzas Conjuntas todavía no lo di­
jeron, y que entonces puede ser una afirmación no com­
probada. Porque aquí se ha expresado que cuando se d>-
ce que Fulano de Tal es el alias Tal, que está en tal lu­
gar, y que lo acusan de tal cosa —y eso aparece en todtd
los diarios al mismo tiempo y de la misma manera—, son >
»cosas de los diarios y no de las Fuerzas Conjuntas. Ahora
bien: como las Fuerzas conjuntas todavía no han dicho
que los tupamaros traen armas del extranjero, yo tengo
que esperar para saberlo.
AI mismo tiempo, le manifesté que este no era un
problema moral; que nosotros, que estamos respecto a los
tapamaras «n una orientación estratégica y táctica dte
ferento, rí tema te ventea do otra manera: 14 es un pro­
blema moral, porque las armas del extranjero las trujo
Batlte y tas trajo Saravia. Eso fue lo que yo plantée. No
quise comparar.
De modo que no es cuestión que el señor diputado
ponga aquí la voz en alto de esa manera, porque yo ao
entro a hacer comparaciones que son forzadas.
SBAOR CANO. — Me conformo con esa aclaración. ।
SEÑOR AR1SMENDI. — Fíjese que para los hombres á
que gobernaban, los que traían las armas para Quebradlo, ?
por ejemplo, eran tan subversivos y cargador de adjeti­
vos como los tupamaros ahora. Y los cargos que se hacían
los partidos tradicionales entre sí, podrían llenar pághias
y capítulos enteros de adjetivos.
Entonces, desde ese punto de vista, yo pienso que más
que los adjetivos hay que mirar los hechos ¿ocíales y po­
líticos tal como son. Ya he dicho en esta Cámara cue
si yo creyera que frente a la opresión, la corrupción, la
supresión de libertades que vive el país esa fuera una ac­
titud que correspondía la hubiera tomado y no estaría
sentado aquí. Pero estoy sentado acá porque pienso nue
es otro el camino, que eso no es lo eficaz, (pie no sirve,
3ue no corresponde, por muchas razones. Eso no quiere
ecir que frente a todos los que han apelad^ a la Jucha
armada, y aun a todos ¡os que no han recurrido a ella, oí
adversarlos los carguen de adjetivos y de insultos. E<e es
otro tema. Situémonos en la objetividad de la discusión
de los problemas, y no en los adjetivos ni en ios Insultas,
porque ero siempre es subjetivo, y la historia no recebe lo
que está preñado de la pasión dol momento ni de ¡a reac­
ción frente a hachos, errados o no, brutales o no. Yo soy
contrario por concepción marxteta-lenintata, a todo.le outj
se refiere a atentados individuales, pero no es un pftibwj
ma de adjetivos morales, sino de hechos históricos.
Entonces yo no he hecho un parangón en el asjiecto ?
que dice el señor diputado, sino que quise dar respta^w ?
al tema que planteaba,
ggfl'Jft ewBDBB. —¿Me permite una intemapeiévf^
fíiWOR ARJKMLNDI — Le concedo una interrupción,
antes de contestarle una cosa que t¡oy había delado pen-
te de respuesta
inteprutopir •> seÉoir
diputado y que na agradaría que me
etrntestor*.
’ 'Y*'dije que la tttqt , o las fuerros poli-
otalss dé represión VW 'WSFV >roeavt «m«vvvvÁ|■Litros eMualalrUM
tea^iie-el p seyta gnhtonto t W Ai evfremla £rd^
3ENOR ARIBMENDI. — Ya le dije que na te ba^<^
contestado todo. • •
•RffQOR OUBDÍML----- ¥-más aúa; .¿qué pasó, pnr n)em-1 PROCESADO
ubT rrr'.íiuoonajjc wunayo cue estaba en Chile
to ahora— al que detuvieron en un» mana,
y aunque no expulsado del país, sugestivamente i* U
pMttá mrí 99 i ndsmp?
.... •
«i WM toarw
batió el movimiento de libe iKPaetonah diado tatterw*
a extremistas chilenos. Eso es púb notorio; lo imimu
noce todo el Uruguay. Además, vonim tendo la p<H^
iitica del gobierno chileno, porque es de In para todo
•huyiwpí, y ep Lee /■cnlJdn cabe acolar que el uruguayo M
el hombre más infpntmdó eh matette ti« polilla
■MOB AMMMU- — u tnOuco 1* «twrM»
I
__ , „___ _ — —w —~ -W «w I WM
el de un pequeño grupo que en medio del proceso chileno
mato a Peres z.ujov¡c —uaigente de la Democlacia cris­
tiana—, y que fue reprimido. A mi me parece que si ese
giupo, que rio se sboe hasta dundo no tema una mintra-
ciun ue otro tipo, comete un alentado de ese orden, en
un país que fóij haciendo su tiansiormaciuii, que onece
tudas ¡as pusibiiidauea para actuar, y que inclusive ios ha
inuuiLauo, ese régimen chileno tiene que aerenderae. hx
uecir que la revouuciuii —■perdóneseme la expresión de v¡v-
jo origen español— no es un "¡Viva la Pepal , sino ia re­
solución ue pruolemas sociales del país, dentro de un cua­
dro determinado.
'i Con respecto al problema de Perú, yo no conozco el
hecho y no pueao contestar, ademas, no soy el ahogado
del gomerno peruano. Yo señalo que el gouerno peruano
ha reanzauo tales trunaio,macamos tunaamenuMes; que
los mmurres, a diferencia ue ios o¡ asílenos, upienulexvn
en la i calmad del Perú, se encunhurun cara a vaia etn
lu realidad uel país y tuvieron que hacer una pohUua di­
ferente. Eso lúe lo único que señale, creo, inclusive, que
el gomerno peruano, a medida que se rada-unza, o en­
cuentra ¡os caminos de una umuad más giunue con el
puemo, y no continua siendo fc.no un gobierno militar, o
corre peligro. Psro esa es mi opinión personal, ue un co­
mentarista —ccmo aics el señor diputado— de la realidad
internacional.
£1 gobierno peruano indultó a Béjar; no tiene un
preso político; no ha cerrado un diario; saco de la cár­
cel y de ia ¡legalidad a ¡o» comunistas. En fin, es una
experiencia muy interesante y totalmente nueva en la
vida oe ese país.
Es decir, planteó un gran tema: el del desarrollo de
los países ue4 runerica Launa y su independencia, uonue
se conjugan ios que somos pavnotas y ul mismo tiempo
íntei natiunaüstas, porque conceomius el amor a nuea»r&
patria no cuino un gnetto cenado en nuesuus iruiut.iw,
niño como la unión con los pueblos del inundo, y aquellos
que mirunao solo ¡os limites del país quieren desenvol­
verlo. Y a proposito de e^to aprovecho para contestar una
campana calumniosa y nusciable oe alguna prensa —que
inclusive se ¡enere a ¡ni— por el iiecno natural de que
yo tenga buenas i elaciones con los países sociaiutes. ¡Bue­
no lucia Que no las tuviese! lucho para que mi país ¡>ea
socialista, y cuando los pueblos ae e*os países u¡unían,
¿voy a adoptar una actitud ¡¡astil nacía enos? h^>o pueuc
oourrirseie solo ai que aso la manteca y a los que son
vendidos al extranjero, que no entienden ¡o que es ia uni­
dad de los pueoios sin coorar nada, sino encendiéndose
por principios y por unidades esenciales. Pero cuanuo n
trata de ¡as definiciones uruguayas, yo recuerdo lo que ex­
preso Maunce ‘inores en un momento determinado: "La
política francesa no se hace ni ea Berlín ni en Moscú, 4
aunque estemos unidos por razones ideológicas y por ra­ 1
zonas de admiración y cíe »enuimento a una gran revo­
lución que cambio la historia; se nace en Paria". Y yo
digo: se ¡¡ace en Montevideo.
Ninguna revolución se transfiere ni n importa, sino
que es ia unidad del pueblo lo qus la procesa y 1« Usva
al triunfo, he ia creación heroica del pueblo.
En estos días en una conferencia yo recordaba ese
ejemplo de Dlmitrov, apresado, condenado a muerte por
la dictadura fascista de su país, de pie en medio del tri­
bunal nazi de Leipzig desafiando las torturas, fiel a sus
Ideai como deben ser los revolucionarios, porque las tor­
turas se comoaten denunciándolas, pero también vencién­
dolas por los revolucionarias, mostrando su inutilidad,
siendo fieles a sus convicciones. Dimitrov, ante una acu­
sación del fiscal de que era un salvaje búlgaro, dijo: "El
pueblo de Bulgaria no es salvaje”. Más allá de que su
nivel de desarrollo en aquella época era más bajo que el
de los grandes países de Europa, ese pueblo sin embargo
conservó, a pesar de estar quinientos años bajo el yugo
extranjero, su Idioma, sus tradiciones, sus características.
Lo.que es bárbaro es el fascismo búlgaro, pero, señor
presidente, ¿dónde no es bárbaro el fascismo?". Ese Jn-
ienracionaUsia probado, que fue Secretario de la Interna­
cional Comunista, sentía que ante el simple rosar el ho-
■Dk sw «a pummi por paa csmmmmhmosi ^cargaoo sw sasro- $
ñas, como estaba, debía contestar con el orgullo y con ,
íixnuM« patnoUsa que daoe caraotariaaxlo, ">
................................... '/jy
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23 tí 4 0

SEÑOR ARISMENDI, - Le voy a contratar esas cora»
porque quiero terminar.
fi’n primer término, en cuanto u la afirmación d-' que la
URSS es imperialista, yo digo que so trata de una historia
propagandística y no de una realidad. ¿Qué es imperialis-
mo? Es la formación de una gran potencia baaade en loa
grandes monopolios internacionales que importa emítales,
controla los mercados, dicta la política de los paísei que se
someten, controla el comercio respectivo.
En ia Unión Soviética no hay rnonoixdios: los medios
fundamentales de producción son de propiedad colectiva.
No hay exportación de capitales, en el sentido técnico y
clásico de la palabra, en ninguno de los países. Por el con­
trario, si lo medimos en el terreno de los hechos, y no ya
de las definiciones, ¿qué vemos?: que el conjunto de los
países atrasados, subdesarrollados, dependientes, etcétera,
que emergen a la vida política, encuentra sólo ahí el medio
para su ayuda: desde la represa de Asuán hasta los medios
de desenvolvimiento técnico para el desarrollo de la refina­
ción de petróleo en Siria e Irak, y la ayuda a Somalia y
Guinea, a Chile, a la India, y asi podríamos seguir. Y no
hablemos ya de los propios países socialistas. Es una poli-
tica que les proporciona medios de producción, que les en­
trega créditos muy por debajo del interés internacional, y
que en determinados casos prácticamente son gratuito»,
ÜBWOR FUSTAS. — ¿ Ma permite, seftor dipútete? A
’•?
SEÑOR ARISMENDI. — Perdóneme, seftor diputado, ?
I>ero quiero terminar prácticamente con una sola frase, '
para no extender más este discurso que se ha alargado más
de lo necesario.
Decía que en esta linea general estamos en la orienta­
ción del Frente Amplio, de lo que fue su programa, que
planteaba la realidad de la unidad de) pueblo uruguayo para
quitar a la rosca del poder, colocando en él al pueblo para
ifc tlizar transformaciones fundamentales «perfectamente enu-
rioradas; nacionalización de la Banca, reforma agrarIr, de­
senvolvimiento económico, transformaciones sociales, una
política exterior independiente —que yo ha calificado como
que situaría al Uruguay en la condición de un país no all- ;
neado. pero soberano seguramente—, a fin de crear las
condiciones de una democracia avanzada y total.
Cuando et Frente Amplio plantea ia política de pacifi­
cación y enfrenta esto, es totalmente congruente con ¡os
puntos de su programa y con estos objetivos finales del
Uruguay de hoy. No es una política ocasional; es una gran ,
respuesta en una hora de drama nacional, frente a las me­
didas de represión, que son miopes, reducidas, que conducen
al Uruguay a la permanente ruta de la sangre, sin tomar
ni resolver los problemas sustanciales que están en la raíz
<je totee «site tenteñóme

El caso del azúcar cubano no tiene nada que twr ora

el problema de Batista. Por el contrario, se asegura la
estabilidad de los precios a un nivel que generalmente está
por encima del mercado internacional, ea decir, se asegura
el ingreso permanente de divisas. ; Fíjense qué significaría
para el Uruguay que nos garantizaran que la carao y la
4ana uruguayas se venderán a un precio internudonl fijo,
tomado del promedio de los años más altos!
SEÑOR MONTANER, Hoy perderiam«»: pin’».
SEÑOR ARISMENDI. No, ¡sirque en lincas gene­
rales el país tendría estabilidad, divisas, seguridad de plan­
teamiento • ingresos considerables
* SEÑOR AR1BM&NDÍ. — $n cuanto te profeta» htete- -
lefto, ya se ven no adió los áspente négatjvos para el pue­
' blo, sino también el endeudamiento y la agravación de ni ‘
j balanza comercial; ce decir, los pies de barro de ese pra- j
: »unto desarrollo.
i
(>>n respecto ai Perú, diremos que el desarrollo te 4
Mitunciones anormales corno la peruana sólo podrá procesarse J
por una apertura oí pueblo y una unidad de éste, y no sólo
manteniente un gobierno te las fueraae armadas. 4

En torper lugar, en cuanto a las relaciones internacio­

nales, desde luego que un negocio con la Fiat, que es un
gran monopolio internadonal, tiene que hacerse en térmi­
nos mutuamente ventajosos, porque no se va a hacer el
soqjalhrta para ayudar a un trust internacional

|te«te te punto te vista te la ayuda al Urtupuy —y ,

no quiero mojarla te oreja al rahor diputado Turianslqt ¿
hablando del problema <te Uto y d* Palmar—, podrir mes«
trar cómo nuestro país, por las directivas ínternací (matee ’i
del Fondo Monetaria, ha liquidado las condicione« te cora 4
venios bilaterales que lo ayudarían para el desenvolvimiento
económico, para la producción de energía eléctrica para--»*
las pe ‘oibilidades de reequipamiento de Afe; y así ]Mxirto* »
,nws 8 ‘guir con el desarrollo pesquero y con una auténtica
^apertura al mar, v no con una apertura propagandística,
como ja que hemos visto en estes días.
I
Hay cantidad de cosas que quien no ios ha querida te.
el Urui.juey, sus gobiernos, debido a los convenios Interna-
clónales; impuestos per el Fondo. Ha debido desechar aun
negocias iniciados en forma ventajosa para rl país, por las
condjcioqes del Fondo Monetario internacional. Y con esto
no estoy defendiendo la línea de un país donde los comu­
nistas están en el gobierno, sino una realidad que la puede
te ludia)- cualquiera que haya realizado un examen cconó-
rt i*o e industrial te te República, Aun hoy, la única pósi­
to lídad te construir Fámutr te rae ’ ■ .

Pata finalizar diremos que nuauLu», w «aut íÍakm^

»iftil, hani<¿? pteíteate.
;#j

r
06 5
 ARLShENDl, iiodney
Asamblea (Jen eral

Tema: Seguridad Individual*

Sesión días 29 y 30 de junio de 1972

—-Léanse los numerales aditivo« presentados por «♦•’

Frente Amplio. **
(Be leen:)

“Numerales aditivos a la resolución de la Asamblea

General que prorroga la suspensión de libertades indivi­
duales, articulo 31.

29 El Ministerio de Salud Pública constituirá una

Comisión de Médicos para fiscalizar el estado sanitario
de loe detenido« cuyos integrantes delterán poseer el pree*
Uglo y la significación técnica suficiente que asegure lUf
formación competente y objetiva. Bus dictámenes se ha«f
rán públicos. Esta Comisión podrá actuar de oficio. «
requerimiento de los Ministerios de Defensa Nacional «
del Interior o de la Cutabáóa de Legislación de la Asam«■
blea General. Su designación se hará antee de kw dM^
días de la fecha, y comenzará a actuar de inmediato

3* El Poder Ejecutivo deberá concertar dentro dg^

diez días con la Suprema Corte de Justicia un procedí* i
miento que: a) garantice a todos los detenidos cual-'
quiera sea la jurisdicción a que accedan, la libertad de
elección de sus defensores y ¡a comunicación periódica?
con estos: b) determine ias condiciones en que podrání
ser trasladados de sus lugares de reclusión los procesado«
sometidos a la Justicia Penal Ordinaria, a cuya disposi­
ción continuarán estando en todo momento.

<v Encomiéndase a Ja Comisión de Legislación do

la Asamblea General el contralor de la aplicación <iue
el Poder Ejecutivo haga de las facultades otorgadas por
la presente resolución". Firman los señores legisladores
Erro, Diez, Ellzeire, Ariamendl, Míchellni Batalla, Mar­
tines Gallina!, Tesaba Vares!, Gilerdonl, Rodrigues Ce-
miMfla v BaráAhar.

Se deja conctancia que si bien firma el nurneral aditivo, no interviene en el debate

06 6 j 6 4 0 .

Toma: Medidas do Seguridad. J/‘vantamionto
■ valón días 29 dv r.-.'V i ambre ¡i- ’972
8KÑOH AlUOMKHDI. — Señor Prestttents En rol­
dad el planteamiento acerca de que la posición del Fo-
der Ejecutivo es la reiteración de la fórmula que ha en­
contrado y del único camino que tiene para tratar los
problemas nacionales, es totalmente correcto. Es decir,
frente a los grandes problemas del pais, tiene un solo
instrumento: la represión; tiene una sola norma de con­
duela! mantener suspendidas las garantías constitucio­
nales, como en un largo periodo de la vida del imís se
mantuvieron las medidas prontas de seguridad.
Esc para mi es el centro del problema, son las cau.iaa
de lo que estamos debatiendo aquí. Inclusive, trabajo-
saínenle se trata de montar la demostración de que esta­
mos, sí no en la misma, en muy parecida situación a la
ucl mei. de abiil o a la produciuu un uusu» ciicunsiauclas.
e«« es el problema de i mido. »
Colindo en el mes de abril se discutió aquí el estado
de guaira — figura jurídica totalmente ineonsutucionai ,
nosoirofi preguntábame«: bueno, ¿pero por quó se bu pro­
ducido una situación como la que vive la República? Era
evicenU" que el cambio radical que tuvo lugar en la vida
uruguaya, aun en lar manifestaciones diversas de la
violencia salvo que se creyera que el país había sido
tomado por un ambiente de locura— debía tener una
^uaa profunda, y digo "las ma ni i estaciones diversas de
• vioiercia ' porque es indudable que desde lüótí el prinl
Wpal ejecutor de la violencia lúe el Poder Ejecutivo.
k¡Á Gobwrno suspendió las garantías constitucionales in ­
vocando las luchas obreras y llamo a los militares, pero
para reprimir los sindicatos. Militarizó setenta mil ira- ,
bajncorer; en ene periodo hubo cinco mil presos pasados
por los «liárteles y por las comisarias policiales; se clau­
suro la prensa y se asaltaron centros ae estudio, Y pa­
ralelamente a esa violencia descarnada, al margen de la
Constitución, de esa violerda aesnuda que dejo un re­
guero de muertos en el país - empezando por jovenes «
estudiantes asesinados so puso ae manifiesto ia vio- *
lencili económica, porque se congelaron salarios, ae apú- 1
jaron ian iormuias dei rondo Monetario internacional, i
se aumentó ¡a desocupación, se dejo de pagar a los ju- «
miados y pensionistas, se llevó a la ruina a ios agncul- '
torea, se restringió la industria nacional y se primó a >
una minoría ue banqueros que teman vara alta y que a
eran el rostro poutico uel Uobieino en este Pariamen* j
to, ya que eran los Ministros que veman aquí.
Entonces, la violencia, que en el año 1W2 pudo ser ?
la concepción de algunos pequeños grupos que peusauu) |
que asi iban a resolver los. problemas ael país, se «aten- *
gúo, pero por obra del gobierno, del Poder Ejecutivo, de
clases dominantes de la República; por la violación de 4
m ley, por el crimen irio y premeditado, por ¡a oigaol- |
zacion de bandas de tipo fascista que asaltaban, ame-
frailaban y ponían bombas en los locales de la oposición *
política. La violencia germino ahí.
Frente a lodo esto, unos, los tupamaros, creyeron que <
utilizando determinados métodos iban « enfrentar la pv .
litica gubernamental; otros, la enfrentaron con la fuer-
za ionniairble del movimiento sindical -que salió ior-
taiecido— de los estudiantes y de las fuerzas políticas.
No es posible prescindir de esto.
Ha pinado e] tiempo y. oqué quedu en la República
de este periodo, que aún seguimos viviendo? El desastre
económico. ¿Donde esta el Uruguay retormista, inou.ilna-
lista, nacionaúzador? Sepultado por la entrega econó­
mica, renegado por la doctrina oficial, pisoteado por una
orientación de adecuación de las formas ganaderas -se­
gún el mandato internacional- a las fluctuaciones del
mercado exterior, y en régimen permanente de medidas
prontas da segundad. Y es verdad que hubo alarma
cuando, los militases empezaron a reprimir superficial­
mente los jlicños económicos, deteniendo a este cam­
bista ladrón y a aquel otro emptesano de negociados,
pero sin aplicar el régimen en su profundidad, porque ^,
nasta ahora el proceso más importante iue ei del Jueá%
Amilivia con el Banco Mercantil, que tomo a un repre-
sentante típico de esa oligarquía que estuvo robando aP1'*
país. Eh ia|< Comisión«* luvesugivuv/as de la Gamaig lis '■
yveifatte <íói^M*óbftúír lie iiñion dé a» onniíó y dé ¡os fri-
goriiicos, asi como el desastre de U te y los negociados .
que lo acompañaron. Entonces, quienes estaban conten-
tos —porque esa es la verdad - cuando se militarizaba
y se reprimía a los obreros, no se mostraron asi cuando
se empezó a tocar superficialmente a los representantes
ARISMENDT, Rodney
Asamblea (tonerai
de la oligarquía, proyeetando al ollól dé corrupclóft ga­
ñera! extendido en todos los lugares.
Pero esto no es lo más grave, señor Ministro; lo más
gravo es que el Gobierno, frente a esta situación, lo único
que hace es recurrir a las medidas que multiplicaran en
el pais todos los fenómenos de la agudización económi­
ca, del enfrentamiento político, que al final colocaran
inexorablemente a la República ante el dilema de; ura­
r nia o guerra civil. Porque, ¿qué hace este gobierno? No
.se trata solo de la discusión jurídica acerca de si en los
cuarteles se detiene o no fuera de la ley —cosa que es
verdad sino do ver que este gobierno, que ya lleva un
año, lia suspendido las garantías en forma permanente
y seguimos bajo el régimen de medidas prontas de se­
gundad ha Implantado una ultraregreiiiva y monstruosa
ley de enseñanza, que ha levantado el movimiento ae
todo ese sector y junto a ellos los sindicatos.
Cuando en Camai a se discutió el proyecto de ley de
t-nsenanza, nosotros dijimos, ¿ustedes creen que con esto
no van a recoger una cosecha de violencia, de sangre, ae
protesta, de desórdenes? Bueno, que caica la sangre, la
protesta y los desordenes sobre las cabezas de quienes
continúan esta política. Y tras la ley de enseñanza, hay
otra pura establecer el estado de peligro, es decir, ia vio­
lación de toda norma objetiva; el subjetivismo en ma­
teria jurídica, como base de la tiiosoüa del derecho. Ade­
mas, se sigue estudiando y hablando de leyes contra loa
sindicatos. Para esto si —ya que el señor Ministro le dis­
cutió al doctor Ha Rodríguez— un cuerpo de doctrina:
medidas de seguridad, suspensión de garantías, ley de <m-
senanzu, estado de peligro, acción contra los sindicato«,
y del otro lado sigue el hondo Monetario, la política eco­
nómica desastrosa, la represión social, la desnacionaliza­
ción y se continua primando a la banca intervenida, cu­
yos dirigentes están sometidos a la justicia.
Entonces, ¿éstas son las causas sociales? Porque aqui
—para hablar con las desviaciones profesionales del se­
ñor Ministro del interior— tenemos la historia de la en­
fermedad, de ¡a epidemia, de la enfermedad misma, y
su continuidad, con todas las consecuencias que es dable
esperar.
Nosotros, frente a los militares, desde el primer día
dijimos que en la Historia de América Latina y del Uru­
guay de hoy el problema no esta entre civiles y militares,
4 sino entre pueulo y oligarquía; el problema es que la
4 lucha social y la lucha política, no se paran ni en los
cuarteles, ni en la iglesia ni en nada. La división mili­
tares - civiles es una división caduca que en ese viejo
Uruguay que se.recordaba, la han hecho caducar como
muenaj» otras cosas. He aquí el problema: programa, li­
neas de pueblo. Y, como planteo muy lilun el general
Eeregnl, un militar, en el discurso reciente, la unión de
ios orientales honestos, con un primor programa básico
inicial para atender los problemas centrales. Ahí se ma­
' nifestó claramente la opinión sobre los ilícitos. Muy bien:
combatir los ilícitos económicos. Pero esto no resuelve
el problema de la oligarquía, del cambio del régimen,
del cambio de orientación y de política. Aqui hay que
llegar a una gran salida nacional, y eso no se logrará
ni con pama ni con leyes ue enseñanza, ni con me- ~
amas de seguridad.
Yo recordaba, en la discusión da la ley le ente-
nansa porque es muy gráfico— un cuadro de Daumier
y lo hacia especialmente por su validez en la hora dra­
mática y de encrucijada que vive el país. Estaban loa
muertos de las revoluciones del 3ü y dei 48, que ter-^
minaron con banqueros en el poder. Y Daumler, abaj
de esa representación diamática ponía: "¿Valia la
hacerse matar?'* Y yo algo que nosotros, dstdé 1
no somos indiferentes a las turmas del Estado. Del
ciemos las Injertados democráticas frente al estado
greslvo y capitalista. Pero lo que hay que pregai
es ciúimlo, con <4 proceso que hace este gobierno, se
a producir un cambio cualitativo.
Dff. !
0
 üKMOR AH1SMKNDI. - ¿Me permite ooaáUraftr, señor
jihnlsuo?
c.-uu (iiiv iv) w>y induciente h esc hecho. Y» hemos
dicho que no sumos mdiíemUen u hvs luí mas del Es-
Unin, peto aquí vslamu* planteando un problema que
deseo que el .cñor minuáro capte, y que c» mas pro-
fundo: se va produciendo en el Uruguay de hoy, como
conluiuíii ion del Uiuguay que viene desde 1968, un pro­
ceso donde por leyes sucesiva*, unidor» a una política
económica, se van haciendo desaparecer paso a paso la*
dileiencins esenciales entre un gobierno democrático,
ourgu<s, y una dictadura. Y yo digo: ¿cuándo esta can­
tidad va a d< terminar el camhlo cualitativo? Con res-
pecto a Ja ley do enseñanza, lo manifestaba al ex minia-
uro E&ngulnetti - como se lo digo ahora al señor mi­
li At;o que van cavando la pulpa y dejando la cáscara.
vvK‘oc va a suceder si llaman al pueblo a detender las
r.sut j i'lies? ¿.Se va a batir por una cáscara vacia?
iii.is, una catrara vacia, ¿es lo mismo que un conte­
nido autent.co y efectivo?

S’JtJOK MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. --

,Una cáscara vacía!. . ¡Pero el pueblo se puede pro­
nunciar libremente!

BE^GR PRESIDENTE. ... Se ruega no dialogar.

D.íaOR AR1SMEND1. — Eí pueblo no se puede pro-
iiuu ;.ur lioreim ntc porque deade el año 1968 vive bajo
un china de suspensión de garantías; un régimen ex­
cepcional translormauo en costumbre, Si es excepcional
óc vüti»e costumbre, derecho cummetudinario de este
pal., i 4 decir, no hay libertades. l_4t tiene, por ejemplo,
,.¿ul y Blanco”, en el que so dicen lodo* los dias cual-
ü; o de tosas y lo clausuran exqulsrtamtnte por
fr .» ;:u.. icacloncs, pero pueden llalli a la calle a pintar
„• ...irán eo toda* partos, arriba de lo» clubes, ‘ Viva
' viva aquclto", gen crolmente protegido* de cerca
por algún vehículo. s,¡
(Interrupción del señor representante Olivar Cabre­
ra. - campana de orden.) .
■*!a
—Sé que el señor diputado estará más contento con
ello, porque ahí se ve retratado y conmigo no. J
bEÑOR PRESIDENTE, -- Señor diputado; le ruego :*
quo no personalice y se dirija a la Musa para norxmdtaar j
el debate.
ShÑOR ARihMENDI. Lo hubiera adverUóo al »eAot 4
diputado.
r.J d)H Fi<evidente. - yu m ío dije; usted
píenmelo.
4
,<»R ak isMENDl. Re itero que estoy planteando:
un ; । . iomlo I.n...Dolitica de este -gobierno en /
iih ,t;. > h.i < .iractcr izado solamente por proponer, una/,
ira ; oi-.i. leyes n-uresivn», por restringir las tradición*-J
ira nurmas democráticas e Institucional»* de| Uruguay, ’
por tratar de transformar en ley el lógimen de excep- J
cionalidad en que vivieron discrecionaimente, pisotean- >
do ludas las libertades. ¡Don i tas instituciones!; la Insti­
lación del reparto político y del atraco a la enseñanza.
(Bonita institución democrática!: la ley del estado de
jiehgrosldad. i Bonita Institución democrática si mañana
suri:» rna ley de intervención de sindicatos, unida a una
orientación regresiva!

Entonce* lo que queremos advenir al señor ministro

no es sobre la tesis golpista, sino que Jo que queremos
decir ca que el valor de instituciones que tengan deter­
minada* características tiene que basarse en su autén­
tico contenido y que lo que ha vivido el pala en todo
(■«lo periodo muestra que c.-lu es la política del desastre,
de la violencia. y que pone al ü«ugua/»al borde del
abismo. ¿Cuál ev el futuro del Uruguay? ¿Cuáles van a
ser lo* nuevo» paso*? ¿La inania r»cubierta con norma*
democráticas aparentes? ¿La gw?rra civil? ¿Ó rwttdf- J
címicnio de la ve.-cnoa tma orion* i
lucíon que no un solo <1* fondo, que no^
toca la raíz económica, social y puhlka del drama naá»
camal y que, por el con i tai jo, derrama gota tras *01*1*3
vaso tras vaso, dentro te un naide ya lleno. Para mi»
es el gran prvoiema: <>w u* Miu.utotá ¡m Jeya* (tt-1
excepción el gobierno opta por un camino nefasto, qnfw
slembia viento» y provocará tempestades, w
íJ Píenle Amplio, en el immieiito tnu* dramátlCf^
rmiiido la hihijc <b nm'.dru.i ■.ump.ulerus no* salpkiahSLl
planteo con luda responsabilidad, por boca del geneníls
bcregnl, Ju consigna de pacificación. Militares hablan*!
matado * nuestro* compañeros. Planteamos el problema ! 23 6 4 0 .
en SUS vefcifirterrw» términos: nlienrmiia V pueblo. Lo plan- *
■' -■ ■' ■. ' ■ ¡' p' H ..immi.id puna y con
amplio eco nacional. Pero, ¿este otro as el camino de la
pacificación? No: este es el camino del desastre.
No quiero robarle más tiempo al señor ministro, pero
me partee que cuando pasabamo», como con un avión
demasiado ágil, de un tema a otro, por lo* costados, se
evitaba colocar el tema en la situación dramática en
que está. Con el señor ministro liemos vivido en el pasado
alguna* situaciones veidudeiamento difíciles y sabemos
que las «Ituacione* «c pr*upiuw. no por imbus casual**, -
sino por ncchos jjrofumPA. «n un hái4anu graadas con- i
tradiciones ^tallan. ¿V qué renadío ponemos a esto?:
í.lompre uno. por lo que * *ltp4-zaiwjS'. má* represión,
. .4.^ <i.;u MIM-,,yA,u' / A/r W
-a vuñenelá en ír
distintas dírerx pe.ro
no
Muchas gracias,

NtftOR ARISMENDI No voy a conte*ter mo, tino
que voy a volver a los termino* de lo que yo había plan­
teado.
Dije que cuando se hablaba de la violencia, había
que ver el cuadro complejo de oate país y cómo se ha­
bían gestado las cosas que condujeron a una situación
dramática, al derramamiento de sangre, al desenvolvi­
miento de la violencia. Dije que no bastaba con situarse
desde un ángulo, porciue desde 1968 —sin liablar de la
violencia económica- se vivió al margen de la Consti­
tución; se aplicó la violencia contra los sindicatos, con­
tra el movimiento popular; se disparó sobre estudiante«
y. en algunos casos, no en medio de conflictos o refrie­
gas -en ios que pudiera decirse que una violencia se
relaciona con otra , sino fríamente; se clausuraron dia­
rios, y toda esa violencia fue acompañada de un cuadro
de desastre económico del país. El señor diputado Fer­
nández Menéndez hablaba de desquicio; se puede decir
desquicio, pero es un desastre económico io que ha habido.
Nunca la Republica llegó a más bajos escalones yo
diría: a más irredimibles escalones - dentro de esta es­
tructura en materia económica. Y a eso se llegó por
causas precisas: por una orientación económica que so­
metió al país al pago de una deuda externa que permi­
tió atar su economía a determinadas normas del Fondo
Monetario Internacional. Lo* resultados de! desastre los
podemos medir — basta leer la* estadisliro* oficiales---,
pero adema* está su repercusión social. Porque hubo una
respuesta del pueblo en ese momento; no solo por parte 1
de los jóvenes o de los más maduro* que creyeron que -
iban a resolver los problemas por determinadas vías mi­
litare*. sino que hubo una enorme respuesta popular, y
^teandu transcurre ese periodo, pasan la* elecciones y se
el telón, no® encontramos con que ¡a represión, el
marginamiento de la Constitución y el desastre econó­
mico estuvieron acompañados, además, por la más gran-
de crisis moral —por su extensión y su grado de co­
rrupclón— que se haya conocido en la historia del país.
Cuando se habla de corrupción. no necesito remitir
me siquiera al hecho de que hemos tenido sentado aquí
al señor Pelrano Fació como Ministro, en dos oportuni-
dades; que él fue el que trajo la palabra de) Poder Eje­
cutivo para defender la política dedicada a favorecer a
loa frigoríficos privados y extranjeros, y al mismo tiempo
unir a sus Bancos, como 'correa de trasmisión para el
tráfico de divisas y la utilización de los recursos popu­
lares: que él vino aquí a quitarle a lo* obrero* lo* be- .
neflclos sociales, para hacer estallar toda r«a poUtka ba- :
sada en la violencia. Y antes que él. vino «1 señor Char- J
jone, a quien interpelamos acusándolo de todo* los he­
ciios que la vida ha ido demostrando que oran der lo*.
Asi llegó v i instante en que la mayoría de los Mi­
eran banquetes. vinculados directamente a la Ban-
ca. ejecutores de una política pura sus Bancos. Eso es la
realidad: surge tíe comprobaciones a que se liego en
investigaciones parlamentarías o de sumarlo’; judiciales,
^Üpe trata de hecho* demostrados en una u otra instan-
WK. Y si éste es el recorrido, si ésta es la historia que
hemos vivido —y que se puede dteicutír columna a co­
lumna, pedazo a pedazo, en la Ute, en la Ancap, en la
Anp, en la Industria frigorífica, en Plana,
8ESQK KUOHA 1MAZ - En Ate.
SEñOR ARISMENDI. — .. .en Ale- , ¿en el mom
actual que «e hace? his io que yo le planteaba al
Ministro. Frente a todo eso, se recorre el mismo cam
de la represión, sin tocar ninguno de lo* fenómenos eco3*«,
no micos básicos que constituyan la raíz de ia crisis eco-
nómlca y social que soporta el país. Ese os el fondo del .
problema.
lí^pv.nsaoiiiaad, jx>rque
cuando el General Seregni lanzo la consigna de pa< ifi-
caetón en un momento tan dramático, era necesario tr-
ner —curio lo tuvo el Frente Amplio amplitud de mi­
ras, conciencia de la realidad en que se encontraba el
país y agalla* política* para adoptar, por parte de un
Frente basado en una actitud crítica, 1 ron tal, y victima
de todo tipo de persecuciones, una orientación de ese ti­
po. Y eso ocurre cuando, sin abdicar en un solo punto
del programa que sostuvimos, se trae d planteamiento
claro, categórico y terminante de cinco puntos básicos,
pero que crean las condiciones para que se produzca esa
unión de oneníales; y no la suspensión de garantías, la
.'.y de eiutn.mza, la i<-glamentación de lo* sindicato*,
.a lado pchgro ¡o, que vacian de todo con-
tí.ftld», ni |:o|.»ó.í g.h, u uHt/uuyo y Jo t/aiwtetim*#
en una estrurtina »►pmbv •>
medio d* la críate. 06 9
Este es el tema central que yo planteaba, esperan- ■
do la respuesta del señor Ministro, pero luego, a raíz
de toda* las interrupciones, fue desplazado d* la dis-
NMte <to teto pwteto wr planteado de otea mano»*. ,
Cuando un wftor diputado dtee que el Ejército es la re­
serva moral uel país, creo que se realiza una formulación ,
peligrosa. ¿Por qué? La reserva es lo último que queda.
Cuando en una batalla no se logra definir la victoria, se
lanzan las reservas. Entonces, por deducción, habría que
pensar que estamos en un momento en el que el único ,
lugar donde hay un centro moral coherente, que pueda
ser la reserva de la República, es ahí. Y bien, a mí, que »
siempre he mantenido una política de principios frente
a los Fuerzas Armadas, considerándolas parte de la ba­
talla que el país tiene que librar para salir de la crisis,
para libelarse, siempre me produjo asco la política de
adular a las Fuerzas Armadas, porque eso degrada a los
que lo hacen y en nada enaltece a los que lo reciben. ,
Y creo desdichada la afirmación de que son Isa reser­
vas morales, porque significaría que no hay otras fuer­
zas morales en el pueblo uruguayo.
ÜEÑOR ROCHA 1MAZ. — ¡Y las mejores fuerzas mo­
rales están en el pueblo!
SEÑOR ARISMENDI. - • Cuando el General Seregni
habló de la unidad de todos los hombres honestos... ¡
SEÑOR OLIVAR CABRERA. — Yo no dije que fue- <
ran las reservas morales.
SEÑOR ARISMENDI. — Lo dijo, sí, señor diputado,
Remítase a la version taquigráfica.
SEÑOR OLIVAR CABRERA. Tengo la seguridad
de que no lo dije.
SEÑOR ARISMENDI. — Lo dijo; pero si no quiere
reconocerlo, me importa un comino, lo digo yo como
concepto mío en esta referencia ..
SEÑOR OLIVAR CABRERA. ,Ah. bueno' Entonces
no se lo adjudique a otro.
SEÑOR ARISMENDI. - In*i*U) en que esta en la
versión taquigráfica.
(.Campana de orden.)
SEÑOR PRESIDENTE. — i No pueden dialogar, te--
taH* lauiiiladíiMal
fica. Compì ende que a feée« ì
va a excedí* de orden formal
' ■ • '"’I
Nosutrc* creemos que o* la unidad de codo* ios orlen- ’
tale* honestos, civiles y militares, obrero* y trabajador«* ;
de) campo intelectuales y trabajadores manuales, osa 1
masa inmensa de pueblo uruguayo que aunque pueda í
t> ner a ai» una persona involucrada *n esa erial* moraW
<<>mo conjunto na nido victima, y no por cierto partirte
( quinte iii que .sostiene la* fuerzas murales de este pagu|
y no creo que al m-.ir e.»to reduzcamos para nada 14kW
afirmación de la* fuerza* morales que hay dentro ^daO
instituto aunado. r
Pero o* demasiado profundo el drama nacional paral
que el juego político nos lleve a desdibujar el cuadro, |
Crtemoü que lia llegado el momento de una gran unión -
del pueblo uruguayo - que en la vida *u<ual ciel país no
•/te separa por uniformes o por ropa* para sacar al pan
/ de esta críate profunda, terminar con el dominio de lo*
grupos oiígirquico*, restablecer las libertades esenciales,
entrentar ios tema* económico* sustancíale*. Y la gran
s ritica que planteamos, a este gobierno, ñute alia de loa .
criterio* de fondo que nos separan diametralmente, e* |
que i rente a ese gran drama nacional no se hace política J
de pacificación, no se hace una política capa* de resol-
ver lar problema* sociales y económaxa, y esa conduce
a resultados totalmente opuestas, plántele lo que *e píen- F
he; conduce a una represión má* violenta; conduce 'all
desenvolvimiento inexorable de Ja crteis, a que la He-1
publica, que no ha salido aún di 1 ciclo de la sangrar|
este amenazada permanentemente por su repetición. 1
Reitero algo que decía hoy el sjftof Ministro: esta
una pohticH suicida que llevará a la República a lo* ir
yores abismo*.
i
| Aún má* allá de ia intención, todos lew grandes
l momentos de erteM han sido preparado* por el desenvol­
|
vimiento di proceso* objetivos: par ia miopía, por la in-
pjad «le ia* par» aceptar su* limites.
é^enez lóeoí/irjcA qut? tférf M nimio, há-
oer nacido y haberse desarrollado en un circulo de inte­
reses determinados. El pal* no se salvará da otra manera
que por una unión profunda; o, dividido, termina en la -
mayor cruda y en lo* riesgos má* grande*.
.......--------- ................ 22 tíl ó .
 SEÑOR AR1SMEND1. — ¿Me permite, tetar Ministro,
porque he «ido aludido?

SEÑOR PLA RODRIGUEZ. ¿Me permite una inte

rrupción, señor Ministro?
SEÑOR MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL. Con­
cedo una interrupción al »otar diputado ArUmendi.
SEÑOR PRESIDENTE. Puede interrumpir el .señor
legislador Arismendl.
SEÑOR AR1SMENDI. El señor senador Vasconce-
llob. en kirniíi muy vehemente, dice que ni absurdo y
repite vi adjetivo varia» vece« afirmar que o» necesaria
la unidad de lo» oriéntale» honestos par* «acar al pata
de ia actual situación.
SEÑOR VASCONCEÍXOS. No he dicho eso.
SEÑOR ARISMENDI. E» lo que digo yo y lo que
dice el general SeregnL

SEÑOR VASCO N CELLOS. No dije ato.

SEÑOR ARI8MENDI. Pero ea lo que digu yo y el

General Seregni.
Dice que e« absurdo, y embiste de esa manera y con
ese calor contra el pianLeaníiento que él mamo se forja.
El sotar senador VascooiMtllo» recuerda, por su no-
t/Ñia cultura, ai más famoso personaje de la literatura
empátala. don Quijote, que cometió el gran error, en su .
ilusión de aventura, de batirse contra molinos de viento. '
Con esta diferencia; que el señor senador Vtssconcellos ’
primero monta el molino de viento y luego ¡o es fácil
echarlo abajo. A» monta el molino de viento de que no- ,
। otros, a) hablar de la unión de Jos orientales honestos, |
.'aiiftcamos que son honestos en «i país únicamente «que-L
líos que están en el Frente Amplio o, como dice despectMs
vamente, los que aplauden al genera! Seregnt Con leer M
que dice el discurro del General beregru o escuchar slm-$
píamente lo que yo digo, basta para ver que se afirma Mg
contrario. Una fuerza política plantea que todos los qum
sean honesto«, «obre la base de una plataforma mínima^
pueden entrar a enfrentar los problemas centrales del^
país, y que eso debe hacerse por encima de otras divixlo-5<
ne« más profundas, rir discrepancias filosóficas más pro-j
fundas ateos y religiosos , de determinadas capas <o*|
('tales obreros y gente de las capas medias—, de profe-f
«Iones -militares y civiles — , dando un ejemplo que mun«^
tra un cuadro de unidad del pueblo frente a los adversad
ríos. Eso es lo que dice el General Seregnl; eso eg lo quó ’
dijo yo, y es lo que predicamos.
Lo que sostiene con toda vehemencia y entra adje- ?
tlvos el señor senador Vasconcelos, ex justamente lo ,¡
opuesto. Bastarla que se hubiera liberado de la pasión
que puso, que hubiera leído el texto del discurso del Ge­
neral Seregnl, que hubiera prestado atención a mis pala­
bras, para ahorrarse la energía de su exposición.
En cuanto a Lunacharskl. es un hecho histórico que
prueba lo contrario de lo que sostiene el señor senador
Vasconcellos. Prueba que en una explosión de pueblo se
pueden cometer cosas que están más allá de los deseos
de la dirección de una revolución, pero la dirección de
una revolución la establecen sus normas de principio. Y>
usl lo está demostrando desde la Iglesia de Basilio hasta
el ICremM desde el Srmitagé uno de los mejores museos

d» 1 mundo, ioxU el museo de PuahWn de «a

doeir, vm ««* tatae «*
ta nata U taita ta* <* i«tota K-------
Vftsconcata» nos oyó o no» tota rm
" quhci que noRótfoí fuéramtw a<------------
poder serle fácil, mejor que a don Quito»«, gta
przo con la« ii' jras y se cayó, la lanceadla

MUtOR ARimOSNDI i Me permite una interrup-
ción. señor legislador?
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique), — Con mucho
gusto.
SEÑOR ARI8MEND1. — Ix? atribuyo a la Incidencia, 1
es decir, al planteamiento del señor legislador Rodríguez '
y a los comentarlos vehementes y brillantes del señor le­
gislador Michelini, extrema importancia, porque ella he
sido, fundamentalmente, una parte del capitulo de nues­
tra critica a la ley de enseñan», y una parte de las in­
terrupciones que llevé a cabo al Ministro de Defensa Na­
cional, el doctor Malet, en la noche de ayer, porque el
problema es definir en qué momento estamos en la vids
d< 1 país, y este es un problema de fondo.
Advertía, en esa primera interrupción, que no so­
mus Indiferentes a la forma del Estado, que no tenemos
una especie de nihilismo o negación primitiva que diga
que da lo mismo una dictadura regresiva que un Estado
ourgues que tenga formas democráticas; no es lo mismo
un Estado que liquida las libertades, que otro que aún con
limitaciones y manteniendo la injusticia social y el do
mimo de los principales medios de producción por una
clase reducida, permite la libertad de expresión. Pero, ¿qué
es lo que vive el país en el momento actual? Ese es el
grao problema.
Lo que se llama un gobierno institucional va cami­
nando como un hombre vendado, paso a paso, a la liqui­
dación sistemática de todo lo que puede significar la au­
tenticidad de las formas democráticas
Yo resumía eato en una imagen pobre, vulgar, pero
expresiva y gráfica, comparándolo con quien va sacando
la pulpa de a pocé y nos va dejando la cáscara vacia. El
Uruguay ha vivido años de suspensión de gaiantías y ese
lapso fue pagado con sangre, fueron anos de desastre eco­
nomice, de Medidas de Seguridad y de desesperación.
Ahora vivimos otro año de gobierno y seguimos viviendo
en un régimen excepcional hay un plan visible, un cuer­
po de doctrina que ataca a la Enseñanza, una ley de ”
educación que es la mas regresiva que ha conocido el
país en mucho tiempo. Se habla de una ley de estable- .
cimiento del Estado Peligroso. Recuerdo que por el añu 34
o 35, —quizás el señor legislador Oraucrt no lo haya ol- „
vidado— el Centro de Derecho le encomendó al entonces *
estudiante Jiménez de Aréchaga un estudio critico sobre .y
el proyecto que en aquel entonces Impulsaba la dictadura
para el establecimiento del Estado Peligroso, porque lo
consideraba como la mas grande regresión, puesto que eli­
minaba tudos los elementos objetivos para Juzgar un de- *
lito y loa sustituía por elementos subjetivos de carácter
político.
Todos saben que cuando se termine de deglutir la ley
de ensenan», en los planes gubernamentales esta plan-
uartlo preparar una tey de rtgUmentackMi stadJdai* qg ,4
ÍSSÜiJK? M • toé mMétrot, profesores,
Mtitetaaitas y p^nm en «raído do oonflleto y de exaspera­
ción, se sumará otra que traerá la huelga general en
nuestro país y provocará a toda la ciase obrera.
Entonces. ¿que ee lo que se defiende? ¿Cuál es h
realidad de nuestra eetructura drmoerátlca?
Recuerdo perfectamentf —y tiene que ver, en dos
oportunidades con el señor legislador Hierro Gambarde-
lia, a quien le dedicaba un elogio, en esa parte justifi-
( ¡ido, p1 señor legislador Michelini - que en el año M
luego del golpe brasileño, el país vivía amenazado de des-
tracción de las instituciones democráticas. El señor Lula
Ha tile Berrea trató de convocar las diversas fuerzas polí­
ticas y recabar el apoyo de muchos militares con vistas
a la continuidad democrática en el país. En ese ino­
mento. diferíamos, fundamentalmente, sobre la orienta
ctón política y económica; pero era posible coincidir sobrr
un hecho esencial: nuestras disputas, nuestros enfrrntíf
mientas, se basan sobre un Uruguay qya garantiza deter­
minados principios conetltuatanala*
<np. r
’ • :,aoo
Recuerde, en otra instante, una, diría, apranimación
r?General Gestldo que, más allá de las diferencies que
ixxiíamos tener sobre su pensamiento político, era un
hombre honesto, dispuesto. en su voluntad patriótica de
entrega a la República, a asegurar la constituoionalldad.
¿Pero cuánto tiempo ha transcurrido? La historia va
acumulando años de episodios y en junio de 1958 empezó
una etapa del país que significó la violación de todas las
normas democráticas, —es decir que significó el caso más
evidente de ser una cáscara totalmente vacía- mientras
miles de personas iban presas y loa diarios tur cerraban
Pero luego que transcurre ese período, el Uruguay pasa eso
por el cernidor, ¿y qué se encuentra? Que la sangre de­
rramada, que las libertades pisoteadas, que el orden pre­
sunto. que el clima de la violencia, eran causados por el
desastre económico, la corrupción en múltiples aspectos *,
de la vida económica y política del país y eran, a la vez
la violencia patrocinada y a veces instrumentada desde
el punto de vista político.
¿Y hasta cuándo el Uruguay aguanta esto? Tft gente
está dispuesta r morir, aun por la más pequeña causa que
signifique autenticidad. No está dispuesta a ser instru­
mento de una política que le quita derechos, que le va ,
absorbiendo todo y que se cubre con un manto ficticio
Ese es el gran tema nacional. O el Uruguay encuentra
un camino de unidad, de restablecimiento de la vida de- J
mocrática, de soluciones o se derrumba. Y no lo decimos
con temor, tais que somos revolucionarlos nunca pensa- ’’
mos en nuestro destino personal sino en las ideas, en el
destino nacional. Lo decimos no porque alimentemos un
temor, sino porque vemos como paso a paso se va des­
peñando la República y se van cumpliendo medidas, jkxjo
a poro, que enfrentan al pueblo v acumulan la mayor ma­
sa de contradicciones. Luego a la vez o paralelamente, se
invoca la democracia y la cobertura legal
Y no tiene que ver. porque habitualriente se dice, por
comodidad, en las discursos, que bueno, que las jóvenes
o los mayores tomaron el movimiento tupamaro. Yo creo
que hubo causas sociales. Ningún movimiento adquiere esa
dimensión si no hay detrás de él una situación económico-
social. 81n los años 68, 69 y 70, probablemente el movi­
miento tupamaro hubiera sido un agrupamlento de jó­
venes o de adultos, que pensaba en determinadas formas
—equivocadas—- de solución del problema nacional. En ese
cuadro se volvieron al problema nacional.
Pero más allá de ellos, miles y miles y cientos de mi­
les de obreros, de estudiantes, con sus huelgas y sus de­
mostraciones de fuerza política, estuvieron en las primeras
filas del proscenio nacional y na los pudieron doblega?
porque a pesar de las disposiciones y de los decretos, los
paros generales se realizaban, con dirigentes presos o mi­
litarizados. La gente salía a la calle, y ese proceso pro­
fundísimo está en el cuadro continental.
Cuando se discutió el proyectó de la enseñanza, muy
recientemente, decía que la conmoción que experimenta
el oficial Joven, no ei diferente a la del estudiante, del
Intelectual o de cualquier otro Integrante de las distinta» i
capas sociales medias. Es la conmoción frente a una crl- |
sis nacional profunda, que los impulsa en ese sentido. A |
veces se enfrentan, violentamente pero, en última instan- >.
cía, buscan una solución al gran drama nacional.
Y eso ¿cómo se resuelve? ¿Por falsos u liornas? Hoy
ha muerto el paH del esquema civil o militar, porque él es
ollyarquíá y pueblo. Y sobre esto no hay ningún alinea­
miento golpista, ni la posición de que se derrumbe esto
" de una vez. De ninguna manera. No es nuestra ixjslclón
Tenem>s una posi*ion de principios, No es nuestra tradi­
» ción Pero ni somos ciegos ni tenemos los ojos en la nu­
'í ca, ni dejamos de ver las realidades tremendas de la his­
toria, cuando se anudan dramáticamente 7 reclaman to­
mar posición.
Nos dicen: la ley de enseñanza, apelemos • un pl«- |
hincho. Pero, por favor. Aparte de lo míe ya manifestó ó
brillantemente el señor legislador Michelini, Napoleón HI»Jj
el Pequeño, estableció su remado 1 través dé pleblscltoiall
i'onUulu tos medios de opinión, reprimió a su* adversa*
23 64 0 ,
07 1 »
 aKftOft AlUBMKNm - liquidó loo madtal ds «m-
tacto y obtuvo un plebiscito redondo. Napoleón IH fue
plebiscitado, lo que no impidió que año« después se do»
rruuibara en la guerra franco-prusiana y estallara ¡a pri­
mera experiencia de revolución socialista del mundo en la
Comuna de Parle.
81b embargo, había sido plebiscitado una, dos o tres
veces, de acuerdo a su organización, a su máquina polí­
tica, ul aparato del Estado. Fue plebiscitado y. sin embar­
go, después fue barrido por la historia y por el pueblo
Es decir, que no es el argumento formal o el desafio a
circunstancias particulares, de un debate donde se define
en condiciones desiguales, no equivalente«, donde el que
tiene el pod?r Juega wn ventaja», como un fullero juega
con la» cartas en la manga.

Entonces, hay que ver la profundidad del proceso

histórico.
Hoy reclama, más alió de militares u obreros, de In­
telectuales y de hombres del pueblo, de políticos o de
hombres sin militando política o gremial, que o la Re­
pública encuentra esa salida o ri país puede enfrentar el
camino de la titania o el de la guerra civil o el amargo y
difícil que, «tu proclamar una Urania o realizar una «Tue­
rta civil, hemos vivido durante cinco artos. ¿Cuántos son
los muertos? Cuando hacemos grandes discursos, debemos
preguntarnos cuántos son los muertos en el Uruguay, en
este país que era la ' Huirá de América” o al que se apli­
caba la cui silería tanguera de llamarle "la tacita del Pla­
ta'’. Algún slogan publicitario y otros conformistas, de­
clan "como el Uruguay no hay”. Todo eso, más allá de la
ridiculez de las expresiones, se refería * periodo» de un
país que, en el cuadro de América, habla conformado una
Instítuvlonalidad y un desarrollo nacionales, reformistas,
importantes, Innegables para el análisis de la historia de
la República.
Pero ¿cuántos son ios muertos en este país? ¿Cuánto
lian subido los precios? ¿Cuál es el cuadro de la Repú­
blica? ¿Hay que ir a buscar a Centro América o a Para­
guay los ejemplos histórico», do las acusaciones de las ac­
tas dramáticas, del dolor de la gente, sobre los derechos
humanos? ¿Hay que Ir a hablar o a buscar a los países
donde gobernaba el virrey norteamericano, cuando hoy
tenemos en cada Institución un delegado del Fondo Mo­
netario Internacional o de lu Organización de Estados
Americanos o de otros organismos, mezclados en la poli- „
tica, en los Entes Autónoma», en la Policía y en otras ■
Instituciones, regulando además la economía, la política
y el salario del obrero?

¿Hay que ir ft buscar a los países más abasado»,

dramatizados, más tremendo» en su vida dentro de
tinoamérlca? No; están aquí, presentes. Los muerta!

Íícula, pero un enorme llamado de conciencia.

Por Jo tanto. *1 «m4o ea asi — y finahio. señor Prest
dente— en el momento actual hay que plantear esa gran
problema Pero, ¿a qwé wr>’ A una ley tras ofrák ¿Qué ¿
vamos a defender como insUtaeíón? ¿La ley de enseñan- f
ea? Pero, si no es una institución, es una corrupetas, ¿.Qué..!
vamos a defender como ihvhtu«í/m? ,.EI régimen bsncaflqiB
del país? Pero si eso es un saqueo y una podredumbre ro-f
mo institución. |

Eíí decir que o la República y el pueblo se levantan J

en una definición de fondo, o nadie, ni un mago ni
presunta Maqulavelo político, st’á capaK de erftar tas
froniliciones tremendus y el desenlace a que el Urugndf
llegará.
No lo deeimow ron dramatismo. Pero a.M están plan-i
irados los lemas de lo realidad nacional v esta, tema» son $
los que sr loormi en rl gricii drbifr He debate ron pasión
si fueron rl ?0 , el 30 '< o el 40 ' de la elección pero
no se debate qué a pasar en la economía de la Repú­
blica en la hora medente Qué va a pasar con las liberta
des oor»|»M en última Instanrie Momos d scutirmio < !
mantenimiento del régimen de «‘xcrprlanalldad en rl
Uruguay? ¿Qué v» a pasar ron las soluciones polith
¿Qué va • pasar «tn una salida nacional auténtica? Son
W» grundeé teístas Wf”n(a una vez. pero
fi no se da m-rj« »*■*!<» *-*< te ^vp/rT ¡nlrlsd adecuada, la
bteterte w retobear ta raw en *a» título do novo)» -
a19 n# tem éM wrt» t m fütéfU,

A; ¿ 1 > > MkN 1)1, Rpd ney
Agnmbloa
Tema:, Respuebla a una alusión hecha jx;r el Presidente de la República y
política contraria a irttereae» popularos.
Sesiones
MtftOR ARISMENDI -- He anunciado en la Asam­
blea General de hoy, que iba a insistir en la respuesta ■-
a la alusión que el señor Presidente me hiciera en <***«;
discurso —de alguna manera tengo que llamarlo— pro­
ferido por la cadena obligatoria de radio y televisión
contra la demostración de la Convención’ Nacional de
Trabajadores y, en particular, contra la propia Conven­
cí jn Nacional de Trabajadores, a la que pretende* inva­
lidar acusándola de ser algo ai*i como un simple desdo­
blamiento de nuestro partido, <♦
En realidad, con la respuesta ini|>rovisada que for- *
mulo inmediatamente ante los tnformaiivos radiales que
ni0 llamaron telefónicamente, podría conaideraiine xa
(Mecho, porque alli estaba dicho lo fundamental de 1»
respuesta que |ebia dar al señor Bordaberry.
El señor ¿roaberry —y así le respondimos— con
.»adera que el K ivimientu obrero, que la acción, que la
lucha de los t^jgjadores por un programa, por relvln .
Aleaciones, por tm planteamiento efectivo sobre los pro- 1
biemas fundamentales de la vida del país. obligatoria­
mente, tienen que significar en la vida de la República
o un plan, subversivo o un plan de perturbación o la J
expresión tortuosa de maniobra» políticas apuntadas erm
otra, dirección » paracaidista en la Pros dencia de la República, aprove­
Yo podría repetir que, sin duda, el señor Borda-!
berry tiene su opinión .sobre la lucha de ios trabajado--!
res, sobre su combate en general por un mejor nivel*
de vida, por el planteamiento de puntos programáticos?
que apuntan directamente a romper el poder económico”
de una oligarquía de banqueros y latifundistas vincula­
dos al capital extranjero, que han hundido al país en
la forma en que actualmente está; el señor Bordaberry
piensa que todo eso es subversión. Eso, en cierto sen­
tido lo entiende» y fue lo primero que se me ocurrió
en la cabeza cuando los informatlvlstaa me entrevistaron
Lo comprendo H'rfectamente
E! señor Bordaberry dedicó la parte fundamental i
te su vida a la tarea muy honorable del mundo cepita- f
lista, de acumular tierras, de acumular millonea. SugJ
pocas apariciones en el escenario político de la Repú-s
blica estuvieron vinculadas directamente a movimientos!
que tenían esta razón de existencia. Asimismo, eso de- ’
terminó que el señor Bordaberry optara, ya unas vecet.i
por acogerse al lema colorado y otras al loma blanco!
y que a lo largo da su tarea política, ascugíara acom- f
- .1
punan te.', no partirularmvute reconiendHbhw desde i*J .
punto de vista moral y político. Podría referirme a
muchas personas, pero creo que luy mui que .-inibolizu
por excelencia el pensamiento político del senoj Pre­
sidente. pero más que nada, su enlato sustam ial.* <>> >¿.i
mcou diríamos, por un verdadero c-ordon mobilic,»! dv
interese» j nJOiUuoa i, que «,* <- mikh (¡íui, a«tm«hm nt<
viajero apresurado nacía e»a tteriu prometida, que pa
rete la J^adrr Patria, Ja tierra española
Km dec*r que ahí, señor presidente, pouria * n<mi­
trar «bteUzate U mentalidad tel señor Prcsidrnk te
la República« Y lo dugo mh oteusa. MUnUaa en twlw
pal» blancos y e<omad<»>t rtiuumi.lu y mki a i tais», católTy’s
coa u hombre» <íc cualquier olía ten de ocia. - hm aban |
apasionada y h.-rvuntcmenU', en una u olía dirección, |
con error o con cridad, el señor Presiden!» nuncu #»<*.
uparlo de iiiiíi turra »ihuim ial. la taren te afirmar su t
propiedad dr la perra, J^ ufltinar *»m< iiiíIIohi m, de »fir­
mar Sil particlprti lóH f |) lo que hm .t»‘ Huma, en mui
un po<»’ v nnpm tilda de otros países
’ Aíllójis, 1« |<»MM _
PRÍKíSAW
7 07 3
\ ' Jí
(jen oral
días 29, 30 y 31 de marzo de 1973
Al señor Bkirdkterry ea, por excelencia, un hijo de
usas ciases aociaiM y atente un hijo de esas ciases so­
ciales es natural parn él. cada vez que un obrero sé
levantó por reclamar «alario. este obrero estaba tocando
las propia» baws de la existencia da la nacionalidad,
que él las considera, en cierto modo, circunscriptas por
id alambrado de sus estancia«, por los precios de la lana
de sus ovejas, por sus'vínculos con la rosca bancaria
y sus relaciones políticas lan particulares expresadas muy
especialmente en <d reciente discurso de Cardona, junto
al señor Gari, donde volvió a reiterar su pensamiento,
su mentalidad, consuatancíada con este benemérito per
»añaje, que quedará para el folklore político-nacional
con esa famosa frase de Luis Alberto de Herrera, dv
que si il»a a la Presidencia de la República, eso sena
gravísimo porque le pondría ruedas af Banco y se lo
llevaría para la casa,
Al señor Gari «e le podría hacer una biugraiiu, ,
pero una biografía colateral con la del aeñor Presidente, ■’
poique nunca hubo ni «rntimcntal, ni personal, ni eco- £ !
nóiníca, ni políticamente un deslinde. Na lo hubo en liqp; a
andanza# políticas bí<*v«'jí del señor l’ró .idente. No lo»
hubo luego de ser Presidente de la República. Adviér- ?
tase que tenia una inmensa rcsnonsnbíiidod por encima
de partidos, tanto mito ruando él había .-¡rio lanzado como
chante determinada coyuntura política. Fiat* deslinde no
lo hizo. Uno comprende perfectamente que »u pensa­
miento político, su mentalidad, su concepción de la vida
de la República, aún en el caso de que ai señor Bor-
daberry —cosa que no me atrevo a decir personalmente— ¿
no tuviera la misma catadura moral que el señor Gari,
aún en me caso, aceptando la compañía, en carácter J
de consejero político, la vinculación pública en sus re- g
laciones múltiples, el señor Presidente ofrece ese es- ú
pectáculo del cordón umbilical en sus relucionsa con la ;
rosca hasta simbolizada en vi control político, económico |i¡
y financiero nacional de la República. , •
Por lo tanto, creo que esta no es una razón habi- 3
litante para el señor Presidente, sino inhabilitante. No
saber Jo que siente >u pueblo, haber visto sólo el dolor V
. dé! trabajador, del hombre de campo, del hombre* de
IgH capas medias, de laí mayorías que sostienen la Re
pública, desde ángulo tan peculiar y deformado, que
significan la perspectiva de la cttfhbre por un estre- .
chamiento total dé su» rediciones con la rosca, eviden- I
temente, es una condición inhabilitante y no tm ■
rito. Yo lo daba como atenuante. Yo que sé muy poco a| '
de Derecho, lo daba como atenuante, ei decir, como un 3 ¿
elemento que hacía comprender, en cierta manera? ■
actitud de odiosidad del »eñor Presidente de la Repú- g
blica para con los obreros, «u actitud de txíiosidte para l
<on los trabajadores en general, «u actitud de odiosidad': ¡
para todo aquel que piense que ia República no es uní-
rameóte la reunión de dos millones y medio de uru- J
guayos que trabajan, sufren, sudan y son engañados, para -i
<iur vivan, acumulen o reciban de regalo Presidencia«, |
los integrantes de una ruaca pequeñila que el pais la á
sufra, paro que os tao p*«o au la vida te Aa tepúbbte q
que suprmiii la. m» c ausal nr siquiera el dolor d** una g
operación profunda en la vida oaciunal. Lo daba comp |
un ah-nuánle,
Perú el señor Preeidrnfe o quien ic* escribió el dis-
. curso, unió a esa cuadro de odio uñad planteado « n un
jioriiH.ji d?h rioioadu, el Jortho de citarme terg.veisa-
damente y querer evocar vsy muipenU» tan deagraciadu 4
da su vida volito:«, ruante ÍUO Ú pedidle a ¡te iñlUtaiu«
uur ivpiimtcHin a 1« t nú >»»)«» lo res. Estos le dieron que' .4
ios udh'Iu» trinan ;.«lat ,<>í Uu-miniiMos. que «e movían'3| *
r Kií.lV (-'.empitr -•*
ursa tauer répreaiva, m que driermino un cambio de $ *
vuelta tel señor Bordaljerry, uur luego pasó a ofrecer
cwta miseria te Aumento de «alario, „ » # * i ;
• • f
_____________ 23 e 4 0
 ®» cierto; en esa oportunidad ya el señor Bordaberry ,
había querido, invocar en au discur»o la síntesis no muy '*
feliz, no muy trabajada, no hecha por mi, de un in-
torme oral mió redactado por un cronista de "El Po­
pular”. Pero en ninguna parte se dice lo que exptm»
el Presidente do la República. El no lo podrá probar.
Admito que el señor Presidente leyó ese discurso y
no simplemente que el que le redactó el discurso so
lo puso, porque admito que el señor Presidente, quu
tiene titulo en la Facultad de Derecho, mantiene las
condicione» básicas elementales de una capacidad para
leer y* entender loe textos mínimos y obvios.
( Interrupciones. )
-—Bueno, pero cruzó por la Facultad. Eso lo agregan
ustedes, de que ¡a Facultad no pasó por él.
Admito corno bueno que el señor Presidente man­
tuvo, a pesar de sus grandes ocupaciones en materia di»
estai'cias, lana, rusia. Bancos y precio«, la capacidad
de lectu •» mínima que adquirió, por lo menos, al haber
pasado por las baacaj elementales, es decir, por la es­
cuela primaria. Y ahí, repito, no dice eso.
No le voy a inferir el agravio a la Asamblea General
de ponerme a leer la crónica de mi discurso, que yo
rniv!Y:o no la relia». Pero ahí no dice <wo en ningún lugar.
Sin embargo, en ese mes nefasto en que el señor
Presidí mi" quiso «pelar a las Fuerzas Armada« para
reprimir a ion trabajadores, ya habla lanzado que era
el oia,*?tcjmiento una escalada, con la misma taita de
imaginación con que lo hace ahora.
Eso, entonces, ae monto previamente —lo refirió
Enrique Rodríguez en ia prensa — m- hizo todo ese mon­
taje ue k. guerra sicológica con que «e prepara deter-
ninaca« operaciones, »obre todo, cuando con dificiiea,
sucia» y pueden aparejar sangre, represión y enfrenta*
»nenias de gran parte de la población.
Pero yo le contesté también < u ese momento ai se ñor
Presidente de la República, que hablando de subversión
y de pretender ensangrentar el país no de perturbarlo
Habla «sumido una pesada responsabilidad.
En su documento, el señor Presidente pretende, prác­
ticamente. involucrar n los comundanlr*« de las Fuerzas
Armadas, a las autoridades, en su interpretación del
proceso político naiional Dice así: "La cuestión plan­
teada durante el mes de febrero, con participación de
las Fue vas Armadas en el quehacer nacional, permitió,
como y r lo dije en otra oportunidad, encontrar puntos
de corr>videncia pre-existentes entre ellas y el Poder
Ejecutho, puntos que decididamente estamos llevando
alélanh „¿Aeí. a vía de ejemplo, el que se refiere a la
bieha ,<ímtra la corrupción y loa abusos en todos sus
niveles, como elemento Imprescindible para que el pueblo
se asocie a 1» gran empresa nacional con plena fe en
so futuro.
Decir en ese instante, que el señor Presidenta cuenta
la histori» a su manera. Da una versión muy particular.
Según vi señor Presidente lus auMsteutatentaa de Isbrero
ntíma aé&o ate (¡MgkO la caeæteetettea ils», use wagéaond
a de una ressnión en Peni» drl Eete, donde paroonar^
iqee ae habían comprendido y tenían puntos de vista
comunes, coïncidentes, programáticos, en la lucha contra |
la corrupción y contra la oligarquía, se podían cncon- !v
¡rar y engendrar «uto que en la historia del pais sa llama
<4 Pacto Bolso-Lanza.
Creo que hi historia no es aii Así como el señor
Presidente, en el mes de setiembre, inventó un complot |
para desatar la represión de las Fuerzas Armadas, la I
ocupación de las empresas, de loa Entes del Estado, lar 4
.Medidas de Seguridad y otras, y fue rechazado por las
Fuerzas Armadas. «1 señor Presidente, no por razones
preexistentes en el mes de febrero, pensó qu<* liubía
llegado el momento oportuno para imponer determinadas
orientaciones políticas y fungir en la condición de hom­
bre fuerte que pasaba a controlar las Fuerza« Armadas
del país tt imponer tus deeisionfli por vías un,poco drás
ticas, tan un poco drásticas, para decirlo en un *ono
menos, que el séAor Presídante designa al Mlnhrtro de ,
rífense Nacional, se presenta en la televisión afir-
mando la autoridad del señor Ministro y iwgo áltela al ...
pueblo para que lo rodee. J rrupclón, hacer transformaciones y tomar una sene de
Apelar al pueblo para que lo rodeara, si el señor Jj
Presidente Bordaberry no representara, como representa,
a la rosca en el ¡mis, seguramente el pueblo entero
liubría rodeado, n>i conto si «-stmieru <-n mego l.i <ir
mocracia, las úu»hlL clones y el destino del país Porque
este pueblo no es un pueblo de flojos y ha hecho una
formación en una educación determinada.
fondo, en los baleones de la Oats de <foMerno—, Haltet
al enfrentamiento de las Fuerzas Armadas además del
pueblo.
Comprendo que por una gran causa la* gente puede
jngtgMe: por una gran causa cualquier persona estaría
dispuesta a jugarse: por una gran causa cualquiera, en
!a vida nacional, estarla dispuesto a pensar que su vida
y su pequeño montonelto de sangre no es nada frente al
destino nacional o al destino del pueblo. Pero lo que pasa
es que la orfandad del señor Presidente fue la de quien
veia que no era tal el esquema instituciones golpismo
que estaba presente, sino que el señor Presidente había
establecido y continuaba estableciendo una poli tica des­
tinada a afirmar, a consolidar el dominio económico de
la rosca en el país. a expresar una orientación económica
antipopular y que tenía, además, sobre ia conciencia, el
conocimiento de un gran hecho que ahora lo sabemos,
que es el famoso episodio de la venta de oro.
El Presidente de la República, un mes después de
llegar al gobierno toma el gobierno el primero de mur­
ió-, en los primeros dias de abril, se reúne con el Mi­
nistro de Economía y Finanzas, consulta al Banco Central
y llega a esta conclusión: o se vende el oro o el pai’ se
paraliza cesamos el pago a los proveedores, el país no
importa, se cesa en el pago de las deudas. No tema, des­
de luego, en su arsenal, la posibilidad, por conducta y
pensamiento de plantarse y decir el país no paga y ape­
la. va a entrar a un período determinado y va a afirmar­
se en una orientación económica. Pero allí el señor Pre­
sidente sabia que habían hundido el pais en el desastre
económico nacional: que la deuda lindaba en los mi! mi­
llones de dólares, tal como lo habíamos denunciado pú­
blicamente. El señor Presidente sabia que el nivel de de­
terioro y de derrumbe de los Entes del Estado provocado
por esa gestión, llegaba al extremo; el señor Presidente
sabia que el Uruguay tema una situación crítica funda­
mental de derrumbe y que el ordenamiento de la econo­
mía nacional había sido la invocación fundamental para
toda su política, por ser Ministro de Pacheco Areeo du­
rante todo el período sombrío de 1968 a 1971, periodo sal­
picado por sangre, período en que hoy mismo se expresa,
a diferencia de lo que dice el señor Presidente, en reso­
nantes episodio» de corrupción política, donde, evidente­
mente. la represión sañuda contra el pueblo, la viciación
ilo la Constitución, la margtnaclón de las Instituciones, el
abdAdíNMi tod# raopteo por el Parlámanlo- y 901 te-i»®*
der Judicial fueron las características, Es decir, periodo 1
señalado por estar en un estado, lo dijimos muchas veces, '!
de infrajuridícldad y al margen de las leyes de la Re- vi
pública.
El señor Presidente sabia todo eso: que los decretos ■>
sobre lo« frigoríficos llevan su firma, —como consta <*n la
Comisión Investigadora que nosotros denunciamos- . que
las medidas de determinada orientación económica lle­
van su firma como parte de ese gobierno y esa orienta- -
vlón y que el Ministro convalidó todo loa aews d» gobier­
nos que tenían que ver con el endeudamiento del país y 1
. con el traslado de las deudas del año 71, por razones elec-
torales, al año 72. Y en ese camino, en esa ríala concien- $
cía. en el lenguaje filosófico, el Presidente, en el mes de ?
febrero llama al pueblo a que lo apoyé y a los soldados,
a lo» clases y a los oficiales de graduaciones inferiores
a levantarse contra sus mandos y lo hace invocando ¿la
democracia, las instituciones, programas de soluciones11
No; lo hace, precisamente, afirmando que se corre el ries­
go de que sucedan cosas que no están dentro de su pro­
grama, lo que se revela bruscamente ante la opinión pu­
blica cuando las Fuerzas Armadas dicen que no pueden
ser el braco armado de lo» privilegiado», le mismo que
dijeron en setiembre y luego en lo» comunicados 4 y 7, .
acerca de lar cuate» se podrá tener epímone» negativa», *
subre uno u otro aspecto, pudiéndose pensar que es ne- |
cesarlo afirmar o desarrollar otros aspecto», pero que su- ;
pone un programa totalmente opuesto al que rige el pen-
sumiente. la conducta y la orientación gubernamental del
Presidente Bordaberry.
Entonces, no es verdad que hubo un acuerdo dé po- i
alciones preexistentes y que en esa amable reunión do- "
mjnlcal el Presidente y los Comandantes de las Fuerzas
Armadas llegaron a un acuerdo para acabar con I» <’•>-
drástica» medidas. Por lo tanto, si no es verdad la razón
programática, ni ia institucional, ni la de la libertad el
¡ir habrr tenido la culpa de que corriera .sangre de mi­
litares y de civiles sin ningún proposito fundamental, va­
ledero, sin ningún pensamiento de elevada inspiración,
In ningiiní» Invocación histórica de un clima de unidad ,
de los orientales para sacar el país del fondo a que mí .
precipitara. Entonces, ¿con qué autoridad el Presidente
de la República me invoca para señalarme poco menú»
como un taumaturgo que e» capa* de poner en cadena, i
sucesivamente, a miles y miles de trabajadores que lu- ’
han por un progiama, en < sta oportunidad o en la» otras,
a p<ihi déíálillM Ih4
2864a
Desde el punto de vista personal me sentina muy ha­
lagado, y, dend» luego, pediría una junta módica para re­
visarme y ver quó propiedad*« mpeciate» tengo al re*«
pecio.
 BEftOft ARIBMENDI. Sé que compartimos Im lu­
cha del pueblo y que formamos parte de un Partido que
lucha por su Interés y combate sin tregua contra la olí- j
garquia y el dominio imperialista en este país. Pero lo
otro es la refracción o el espejo cóncavo de la mentalidad
de un gran terrateniente rosquero para contemplar el
proceso político del país y el papel de la clase obreja
en su lucha programática y relvlndicativa.
Eso no tendría tanta significación, porque fueron de-
ducciones del pensamiento intimo del señor Presidente.
Pero eso tiene una enorme consecuencia, porque estas ac-
tividades del Presidente van unidas, en la medida en que í
pedia represión, a resolver o tratar de instrumentar nna
campaña antl-comunista en el país, creyendo que esto
todavía da rendimiento político, tratando de colocarse
dentro del cuadro político del país, buscando absorber,
amortiguar, enredar cualquier proceso que en la Repú­
blica pudiera significar una salida política o un progra­
ma qua m lia la roeos a 1« cual pertenece y oon euy*
mentalidad se sustancia y de cuyas entrañas ha salido, |
fundamentalmente, para los negocios, aunque jmr acol- 1
dente terminat a en la FrvMdrm .a de la República,
IXm k> VailUO, 4Í HJ < , «la al JWMS t> no JO rttCC’
taran lo» drama neos de lebrero, no tendí xa run- ;
gima preocupación partir ajar p.j orupaune del w-ñor
Boruabcny. Eso m me asomóla que el señor Bordaberry j
haya pasado tan rápidamente de ia condición de ■ no lo
digo en el sentido ofensivo,«,sino qvt* las imágenes son
máu expresivo» que la realidad-* leño político a leño par- f
tanta, que tan bruscamente pumita de la Inercia a esa i
otra actividad, Dejo lo de leño pura que no se crea que 3
es una ofensa personal: pero me asombra que pasara de , |
la inercia, de esa condición que normalmente se puede
comparar al piorno, para dar la sensación de poso, a leño
parlante, a orador activo, entusiasta. No plenco que estoy
ofendiendo porque ya un filosofo - Pascal— dijo que el
hombre es un junco pensante. Bi óseamente pasa a la ora-
tona mas activa como si algo lo hubiera galvanizado, es
decir, como sí hubiera ocurrido una cosa ;«lmi)ar a ese
proceso de laboratorio en el cual el aplicar determinadas
corrientes eléctricas a ciertas parte de una tana hacen
que ésta sienta vibraciones ("■.premios. ai¡<o similar debe
haber ocurrido con ti señor Pidenle. • y «s»to lo debo
haber colocado al boidc del mu nunagr pma que en un
•coto día hay* dedicado una carta in^.Itanfe al legislador
Ferrelra Aldunate, matizada con pequeños insultos iires­
ponsables y cobardones al General beregni, para luego,
én 1* noche, tener la exquisitez, que yo le agradezco, de
mencionarme cuando quería montar en el país el show
del Complot para reclamar la re presión contra la clase
obrera que es lo que ha pasado en la vida do la Repú­
blica.
Creo que el señor Presidente lia sufrido un proceso
de galvanización que lo ha llevado de la utilización de los
medios propagandísticos, como la cadenas de teléfonos
de su pariente para luego utilizar, en el mes de febrero,
la cadena de radio y televulon, Hay en todo e»to una
enorme diferencia cualitativa, pues pasa de una cadena
personal a una cadena de este otro tipo.
¿Qué ha pasado? Creo, evidentemente, señor Presi­
dente. que por análisis político - y aquí tengo que refe­
rirme a otro aspecto— nosotros asistimos a varios hechos
sucesivos que tienen que ver con edil emergencia diná­
mica del señor Presidente al proscenio nacional. El pri­
mer hecho para el analista político que .surge, chnámen­
te, luego de un deterioro evidente e.s que la heterogénea
mayoría gubernamental en el plano purlamcnfui 10, lo
que, prosopopéyicamente se llama "acuerdo nacional”
se reconstruye de apuro
Un órgano de prensa dijo que un Ministro dei Go­
bierno se reunió con los sectores blancos colaboracionis­
tas y manifestó que el señor Bordaberry ha estado dete­
niendo en el comunicado de los militaros determinados
ataques, etc., y deben rodearlo de Inmediato. Bordaberry
es Ja única garantía de que determinados programas de
los militares, insertos en ios comunicados números 4 y 7
no vayan a seguir adelante, o que sean detenidos o amor­
tiguado». Si me llegan a reclamar que diga el nombre del
líinhUfe te harév pe todos modos, afirmo que salló enjos
diario«; lamento no tener el recorte aquí. W
manes*. tongo una memuna excelente y lo ncjnHjfpeat y
lettesarata. &bt «a H mjwmío tanta, f XX**
Tercer hecho, unida esUcchamebto a lo «flláWAftOJ
rihóéri1 Aizs, rtc-ídé1' ¡tí
videncia de ia República y comunicados a los medies ptf-
Uticos del Parlamento dp que sp había lanzado una con-
signa por el cx-Presldcnto Pacheco Areco, creador bus- J
tente infortunado del saftor Bordaberry, de juntar fuerzas >
tras él y otros determinados personajes de la vid* poli- ■
tta? militar del país.
Ouarto heeho. BimulttaeaMtente —y es ákdtdatóto
no ee feliz la explicación (fef señor legislador mtiguíh*- '*
tti— aparece en la prensa, por un lado anticipándose, un
artículo de "Azul y Blanco”, órgano fascista que ba ituu.’-
lado mucho a los dirigente» de ia 16, que se auoclaUad p
en ciertos periodos en la persona del actual diputado *'
Bangulnetti, que trata de meter cuña o especular entre
los mandos militares, discriminando entre mandos eíec- ;;
tivos y los que no lo son. Por otra» parte, "Azul y Blanco” \
ya había expn >ado que los comunicados 4 y 7 de las Fuer- ;
zas Armadas '< ebian ser simplemente considerados como
cosas no medí adas o como simple literatura de ocasión,
mal calibrados. Pues bien; este articulo de "Azul y Blan­
co" a que hago referencia, coincide con lo que yo llama­
ría una tmpmaH'.n iniorm 'Uva de Acción", & la cual
no siempre estamos ucosttimbrados. Y ene esfuerzo de
superarán d»« Acción ’ pata inioimar sobre cosas insu­
ficientemente coiio.'sJiG«. lucilo de habernos dedicado dos
largos articuló;; editoriales pretendiendo mostrarnos a los ;
comuni&tas y .1 Frente Amplio como variando de jiosiclón
ante las l'ue.z.i.s .\umuia-i o tratando de Incidirías o en
una maniohét <>mu<«. viip.ncmn o algo por el es­
tilo, uviir viiiuki f irun nu» h .-rr vil cuenta Uno
de rüos, . i i,«r ¡iü uc <mr una ijaormaeton que y» pien­
so debe m-i tic pimiera mano, ya que tienen todavía Mi*
oís tros en el gobierno
SEÑOR oAi;ú Jii'í . u Ti ¿Qué Ministres? !
SESült •■ ,.El señor Paitos Rimo r,o M i
de ia 16* *$
«,áí••GuiN’ETTI. • So r.< Ministro, señor le­
i
1 gislador.
¿
tíhÑOR ARlóMENDI. — Veo que estoy atrasado en
¡i noticia».
i Murmuiiui.)
El n; •¡r>-:i» de •'Arr.kn', cJiublew. "El comunicado i
militar d.i viernes tm» puesto en conocimiento ddl Pre* í
bidente a < 1<? lif'púbika p<x-a* ip>nt» antes de su difusión. ?
Ei <>:♦ o- ! n'iportunida.l y habría señalado mna serie á
de p‘in■«■ «• o i-« más < ut■«!¡onab'es de ¡ni contenido. ,1
Eilov i-.i> i.« i'i ’iid ámente coincide!tte con *
la po ■.< i :. . . d.mc.on <on;un.«ta de la Cnt. A raíz d* £
la4: oh r¡ v . im j..,- pre .Ivtí'iicia.es vi documento fue nue-
vanicn'e d< cutido reiterándose dos tendencia«: la de lo*
autores del d»». uniento. orientada por el Director de In­
formación i? Jnh'Hgen ia del Ministerio de Defenaa, Co­
ronel Rom« n ir ihal, y la del rrsfo. que coincidió en que
?ra necesario miliar e.sa apioxímación a ¡a dirección co­
munista de la Cnt. En definitiva, el documento fie mo­
dificado, manteniéndose solamente esa referencia ai pre­
sunto homenaje a las Fuerzas Armada« y la exhortación
a que el paro fuera una protesta laboral que no detuviera
al país. La posición contraria al documento original es
ampliamente cxpUdtada hoy por Azul y Blanco”, que j
sostiene que lo» dirigentes marxi-das de la rnt "de infil- .
irar a las Fuerzas Armadas debieron p usar a ia defensiva
ante el peligro de ser infiltrados por la» Fuerzas Arma- ‘
das”, El mismo semanario "Azul y Blanco" de tendencia
derechista - ya e» casi cariñoso este descenso en la ca-
útMeión de fascista a derechista dice que los dirigen­
te» maout*« pretendieron infiltrarse en la» Fuen as Ar­
madas, pero. °»e equivocaron, porque loa actúale« con­
ductores reale« de tas Fuer an Armadas - y subrayamos
conductores reale«— Son dignos ejemplares de lt nueva
especie de hombrea que precié el renacer de la Patria”. ”
Y Acción*' interpreta y dice: "En cualquier caso, pa­
rece claro que dentro de la* Fuerzas Armadas el comuni­
cado ha producido honda» divergencias entre las tenden­
cias tradícionalistas y una nueva tendencia acudo perua-
nista. Asimismo, que en términos generales, no ha mere­
cido sathfa etórt en fot medios militares, que han con­
siderado un paso equivocado ese ataque indiscriminado a
los partidos políticos”.
Luego, Arción’', refiriéndose en la misma ROtl. g dfgj
lerencías en la orientación gubernamental,
luchaban dos lineas. Una. de orientación liberal —eítM
que os ia expresión que se usa de la Oficina de
| Atamiento, a cargo de los contadores Ricardo Zeiblno
ñNM» StlMtaB 9 Mr* contraria, llevada adelanta por /]
4 y ^óO’ádor NWdO <30* J
hen Berro, quien es partidario de una actitud franca- j
mente intervencionista, que nactotMúle» vastos seetasM <ta ®
ia economía y ubique al Estado como director de todo* \
los aspeóte» del proceso económico. A
07 5 2«5t>«o<-
 ■ M- ' ■ ■ • ' : ’’
■a decir, que si nosotros unimos i* afirmación
peruanlstas o seudo neruanlataé, según quien lo
con los planteos de tipo económico, asi como con el plan­
teamiento respecto al señor Presidente, surge, aquí, un
nuevo elemento. Al parecer, se ha empezado un plantea­
miento en la opinión pública, que lleva a una coinciden­
cia objetiva de parte de fuerzas que, en general, presumo
que se odian o tengan una gran animadversión en cuanto
a afirmar que las Fuerzas Armadas están divididas, que
ios culpables del comunicado serían los «rudo ponían la­
tas o peruanistas y que éstos —voy a leer textualmente
para no decir ni una palabra de más—- * mostraban una
actitud claramente coincldcnte con la posición de la di­
rección comunista de la CNT y, luego, que el señor Pre­
sidente de la República »e había opuesto al comunicado
e introducido modificaciones determinadas”. Es decir, que
en esta parte, esto es coincidente con la versión un poco
más escandalosa —-yo no pongo las manos en el fuego
por ellos— que un Ministro del Gobierno dio ante un
grupo blanco reunido.
SEÑOR DE LA SIERRA. — ¿Qué grupo blanco?
SEÑOR ARISMENDI. — Los blancos colaboracionis­
tas. Me refiero a la información que dio ese señor Mi­
nistro en cuanto a lo que pudiera pasar si no se rodeaba
a uorda berry.
SEÑOR DE LA SIERRA. Se trata, meramente, de
una Información periodística
SEÑOR ARISMENDI. -- Efectivamente, yo he dicho
que se trata de una información periodística. Según ve­
mos, hasta ahora, salvo la reconstrucción de apuro del
llamado “acuerdo nacional”, todo lo demás, es periodís­
tico.
En todo este juego, ei necesario resaltar, también, la
galvanización del señor Presidente, la recuperación de la
voz, la multiplicación de sus medios cualitativos, su au­
dacia para la acusación antiobrera y antipopular, es de­
cir, su voluntad de aprovechar la afición de su antecesor,
el señor Pacheco Ateco, como hombre con los pantalones
puestos.
Me refiero a la afición propagandística. Aquí no
hay alusiones personales ni a Bordalierrv ni a Pacheco.
¿Qué deduzco de todo esto, señor Presidente? Yo tengo
que hacer Ja siguiente deducción, manteniéndome, tam­
bién, dentro del manejo de «'atas cosas: el señor Presi­
dente de Ja República, que llamó a la guerra civil, que
asumió la responsabilidad, —él, un hombre tan mode­
rado y tan poco propenso a los gestos heroicos— de con­
vocar a acciones de sangre y enfrentamientos, toda una
gesta; él, que asumió la tremenda responsabilidad de
que hubieran podido caer estudiantes, obreros, militares,
aviadores, marinos, y so hubiera desatado la guerra
civil en el país, y éste hubiera quedado empapado en
sangre, él que se oponía íuriobainentc a esos puntos
y a esa orientación programática, ahora encuentra que
hay coincidencias preexistentes. Preexistentes ¿cuándo?
¿Cuando hablaba en Cardona con Garl? ¿Cuando fir­
maba loe decretos llenando do millones a lii industria
frigorífica? ¿Cuando invocaba la posición inteluclual re­
gresiva, rosquera, químicamente pura?
Es decir, que el señor Presidente, que sale con usa
virulencia y nos toma de centro de ataque personal y
nos atribuyo tvr responsables de tantos malea, nos por-
mftlflb doduetr, partiendo de hechos más exactos que
loo suvoo, ouo él está jugando la carta de impedir el
cumplimiento del programa que, aún esbozado y aún
onmb «aftao tas critica» que puedan formulársele, se se-
ñnM «a tes comunicado« 4 y t. Y juega, para eso, a la
división de las Fuerzas Armadas y o la separación del
pueblo y la» Fuertes Armadas, do aeuordo 0 ttq
y conocido plan. £1 señor Presidenta está sirviendo M
instrumento a una orientación a Id cual «icñipre estarla}
propicio, que es la de la fuerza, no de las instituciones,
que es la de la reprcHión antipopular y no de las ins<
Í.ÍUíJOPi* y, por lo ’.¡nlu, h».iho# que paietun eaUibatl
en secreto, empiezan a revelarse y ira asi lar la crónica
periodislics y lu mío/mscion
. ■ c ■ ;'5 ;■ . . M ■ * ■
nosotros creemos qui» en «ote
pata, Ja situación que vive la República se soluciona
solo con grandes programas de UanUormacion. Si ios
precios de coyuntura tan elevado* no se uti izan para
restablecer en cierta medida, muy lundamc.Htilmenio el
crédito exterior, para resiablecer la inrruestru:tura eco«'
nómica del país, para restaurar los Entes, desmolía.! la
producción, salvar la industria en estado catastrófico,
desenvolver y oivers.ficar la agricultura que cayó en un
11 % ¿cgún la Copal, tomar medioas de reforma agraria,
reafirmar las libertades democráticas y el desarrollo
efectivo en la vida del país, y una posibilidad de con­
vivencia de todos los orientales honestos por encima da
partidos, y de todos los or.cnUiles que no estén vincu­
lados directamente a los negocios de la explotación, de
la entrega del país o del crimen, el Uruguay, fu taimen te,
terminará.
Esto lo hemos dicho repetidas veces y lo icmoe se­
guido diciendo en todos los discursos que hemos pro­
nunciado. El Uruguay terminará, aún más en .‘1 abismo
del desastre económico cuyos extremos son, o la tiranía
o la guerra civil.
Desgraciadamente, el señor Presidente se aviva, el .
señor Presidente renace, el señor Presidenta interrumpa
el viaje a sus eetanciud, el señor Presidente deja de ocu­
parse de los precies de la lana para ocuparse de la-cosa
pública, el señor Presidente se preocupa siempre en las ’
direcciones que pveden conducir al país al desastre, a
la tiranía y o a !a guerra civil. Ya no le oasta con
su llamado de febrero; ya no le basta cor» au pedido
de la fuerza para reprimir el movimiento obrero; ahora
juega también visiblemente a la curta, de ncuerdo a
todo esto, de tratar de poner a los militares contra otros,
siempre que eso sirva para dejar el espectro de la re
forma agraria, de medidas profundas de carácter eco­
nómico, de soluciones nacionulizadoras y d( cambios
evidentes en la vida de la República.
Y nosotros, señor Presidente, a diferencia de lo que
dice el diario “Acción”, no somos o por l unían# ni no
oportunistas. Nosotros nos movemos por hvetos v por
programas.
Al señor legislador Sanguinettí, recién reccontrado
en la Cámara de Represen tan tez, cuando la discusión
de la Ley de Enseñanza, le dije: están vaciando las ins­
tituciones, están modificando la estructura del estado
uruguayo ley a ley, con finalidad represiva. Y, en úl­
tima instancia, llegará un momento en que ’sto hará
volver nula la frontera de lo constitucional y no cons-
Utueioaai. Y orto, no es culpa nuestra ni lo deseamos.
No tutanos golfistas, no somos golpistas; pero es­
tamos dispuestos a poner toda nuestra contribución y
la fuerza del pueblo en torno a cualquier programa,
aun medido, w tienda a sacar al Uruguay de:, desastre
y a alejar les piíta®roo y las amenazas tremendos que se
etornmi sobre éh
Yo sé que este lenguaje nunca lo entenderá el señor
Pi eliden te de la República; pero esto no es culpa mía
sino suya« eq absoluto.
MqctaM grgclgg, .. .
DEr. I
RoasAüo
 >*« WWMV« «

SMOR ARISMWíDl. — Rm>mente. m» hubiera &

sea do interrumpir al señor legislador Singcr, «ubre todo,
porque, por primera vez, habíamos encontrado a un
representante de la mayoría de la Asamblea General
—mayoría bien diferenciada, producto del pacto recons­
tituido y calafateado--» que hablaba en nombre del go­
bierno y, a au vez. también en el de la* Fuerza* Ar­
madas.
/
mi a» Mari» Ainfny fr^ga
deeia lo que ao airpraaá ,
SEÑOR ARISMEND1 — Permítame, señor legisla­
dor. Usted me concede la interrupción y no me deja
decir nada. Fíjese que yo soy un hombre de trote lento
y si no se me psrmlle exponer, a mi me cuesta mucho
trabajo decir lo que picniui
SWGKMli ..... aliando qi itere,
SEÑOR ARIiíMENDÍ. — Por primera vez, toda
ia Asamblea General ha oído a un representante de la
mayoría oficialista tomar la palabra para asumir res­
ponsabilidad por al gobierno y, al mUmo tiempo, para
decirlo a este Alto Cuerpo, que tales proyectos son «po­
yados por al gobierno y por las Fuerzas Armadas y que
tale» otros hos aerun enviado* con ase m amo apoyo.
Y también dice, querernos talos o cuaima cusas, desarro­
llaremos el país, etcétera.
Desde luego, que me alegro de que haya un miembro
de la representación guÍMTnamenUl que asuma esta
doble responsabilidad y que se refiera a ella y tome
compromiso ante la Asamblea General por las realiza­
ciones del país, ppr lo* 10 punto« y por otros aspectos
programático«-
Francamente prefiero ««lo. al siipiw.o, sobre todo
en cuanto a los puntos programáticos y al que se guarda
respecto a las relaciones del Poder Ejecutivo con las
Fuerza« Armadas y frente a las acusaciones diversas
o que nos sroelumbran en general tos representante* quo
integran el bloque gubernamental, que también se llama
«cuerdo nacional y que otros lo nombran do otra ma­
nera.
KM o me parece un enorme progreso, puesto que hoy
tenemos un vocero oficial, una expresión oficial que,
evidentemente, nos aclara el porvenir del país, la orien­
tación económica y política de ia República y sus don
factores principales do poder en 1« hora presente_• e]
wñor Presidente Bordaberry y la mayoría parlamentarla
que lo respalda, y las Fuerzas Armadas
Pero esta comprobación no me permite hacer pasar
por altó algunas palabras del señor leglalador sobre
determinados aspectos.
La primer«, «a que al «•ñor isgUtedof Aimrer M
dicho que lo oposición - desde luego, eog orgullo, me
«lento parte de ella frente a la situación política qúd
vivió el pal* durante este tiempo — ha llevado adelante
una acusación hipada, recurriendo a todos loe medical
(imponible de demostrar), contra e| señor Pacheco Areco-*
y au gobierno y contra el ronlunto de las fuerzas po­
líticas que han dominado a la República en el sombrío
periodo que arranca desde IftílH a 1972 y se continúa
posteriormente.

Lo hemos acusado, y no en balde. En la Asamblea

General, nosotras seña lamo*, desde principios del año
1968, la política que, en materia económica, hacía con­
traer, al Gobierno de la República, compromisos frente
•1 Fondo Monetario Internado?«!, Interpelamos al Mi-
nbtro déla é*«ear tortor flbarttna, y en w» oportunidad

077
 demostramos la política de endeudamiento que conduci­
rla al país por una orientación que desembocaría en
un colapso económico. Ese aspecto de ese capítulo de
la República, lo ha confesado el gobierno públicamente
cuando ha dicho que al otro día de la elección vendió
el oro, clandestinamente, a espaldas del Parlamento y
del pueblo, en una política increíble de inmoralidad
como tal, porque si no, el país se paralizaba inmediata­
mente después de la elección.
Se comprobaron entoncej nuestras acusaciones en
cuanto a la política de endeudamiento y de desangra­
miento de la República y de hlpotecamiento do los re­
cursos a través de refinanciaciones continuas de todo
lo que el país pudiera tener en sus riqueza» y en sus
posibilidades dt recuperación a banqueros internaciona­
les que, en última instancia, a su vez y por medio del
Fondo Monetario Internacional, dictaban otra orienta­
ción que era la que tendía a la congelación de los na-
larlos. Para realizar y aplicar esta política, so dictaron
las Medidas Pronta» de Seguridad del año 1088. de la<<
cuales no salimos mas, a pesar de la Constitución de la
República y de sus disposiciones terminantes. Esto le
costó ai país dolor, sufrimiento y sangre,
Denunciamos aquí, ya en esa interpelación, que el
gobierno dirigía esa política en beneficio de una pequeña
oligarquía bancaria e industrial, exportadora, monopo­
lista y de la industria frigorífica. No nos mordimos la
lengua; todas estas cosas las dijimos aquí en ocasión
de la interpelación al doctor Charione, acusándolo a él
de ser un Ministro banquero. Se lo dijimos también a
Abadie Santos, a Minini Ríos, a Vegh Garzón y a Fr.'ck
Davies en la Comisión y en el plenario de la Cámara
de Representante», que cea orientación de- la política
económica era en beneficio de una rosen financiera que
había entrado en un momento determinado de Ja vida
do la República y que había desplazado el viejo dominio
de los grandes comerciantes y latifundistas para pasar
a absorber todas la» posiciones económicas, monopoli­
zando la industria, p] comercio, aliándose a sectores la­
tifundistas y pasando a controlar el comercio exterior
y luego a dominar el 80 % de la exportación o importa­
ción del país. Aplicó, por via gubernamental, la pro­
hibición del crédito para pequeños y medianos produc­
tores y. al mismo tiempo, establecía financieras, pese
a la prohibición legal, que prestaban dinero a intereses
usuarios, estrangulando, de eya forma, a los sectores
más modesto« de la población. Todo eso lo dijimos y
•» probó posteriormente.
En el aspecto personal, se hizo saltar a Pcirano
Fació con motivo de las acusaciones que en el Senado
venían a demostrar lo que habíamos venido diciendo
nosotros en la Cámara de Diputados. ¿Qué hizo, enton­
ces, el gobierno? Sacar a un hombre como Pcirano Fado,
Implicado y vinculado a todo, y ejecutor de lodo esto,
de un Ministerio para pasarlo o otro, donde podía tañer
el contralor del comercio exterior.
Dijimos aquí que esa política iba unida a la absor­
ción del Frigorífico Nacional, para colocarlo al servicio
de los banquero», Se lo dijimos a ellos, en sum caras,
como Ministros.
Luego, promovimos la Ccnnitión lnv«st)gsdcra de
la Cámara de Representantes y coa abundante documen­
tación se probaba terminantemente, primero, las impli­
cancias personales de ios Ministras banqueros ton la
Industria frigorífica extranjerizada y privada, su enla­
ce con los Bancos y la orientación económica que hacia
que Vegh Garzón negara créditos al Frigorífico Nacio­
nal para comprar ganado y entregara millones a loa fri­
goríficos privados.
Eso todo está probado en la Comisión de la Cámara
de Representantes y, terminantemente por la Justicia
que, si bien no ha adoptado medida con el Ministro pro­
piamente dicho, la tomó con su grupo pohtico Se probó
el derrumbe y el vaciamiento sucesivo de á Bancos in­
tervenidos actualmente, que siguen siendo sostenidos por
el Banco Central y por la política gubernamental.
Manifestamos que se reaiizaba4ma pi lea de perse*
cuslón en Ute, que se íiquldabaif gicríM kdadea ener
! ni»-’ M
góticas del pala que no ae construía Palmar; que no í«
atendía Salto Grande; que no ae reparaban ni ¿tanto-
nían loa usinas de termogeneracíón y que» ai mismo tiem­
po, se hacían compras sin licitación.
Realizamos pedidos de informes en esta Cámara anfcns
que el señor legislador Turiansky develara el problema
de Se reo be ,y otras implicancias, acerca de por qué ae
otorgaban sin licitación determinadas adquisiciones (le
Ute.
Señalamos aquí que se había llevado una política c e
liquidación do Pluna, entregándola a Iberia. Inclusive ne
montó un presupuesto paralelo, ya que de acuerdo a Iij
indicaciones de Iberia se pagaba al personal sueldos es­
peciales. Eso está probado ahora por la Comisión Inves ­
tigadora de la Cámara de Representantes, por interme­
dio de amplísima documentación, examinada hoy día a
la luz de responsabilidades posibles, penales o adminis­
trativas.
Demostramos aquí que la Administración Nacional de
Puertos había abdicado de sus derechos de contralor y
dominio del Puerto de Montevideo, entregándolas a en-
presas navieras privadas, y que cuando el país necesitl-
ba una flota mercante, habían vendido como chatarra ata
flota mercante, para que luego los tripulantes y'ios esti­
badores uruguayos ae asombraran de ver llegar esos min­
inos barcos, después de recorrer todo el mundo, cobran­
do fletes por cuenta de las compañías privadas. Señala­
mos aquí que la Administración Nacional de Puertos, en
esas condiciones, se había entregado a Reguscl, —vincu­
lado, por otra parte, a determinados intereses privados—,
la reparación de una draga; que Reguscl contrataba a los
obreros de la Anp por su alta calificación, pagándoles Bil­
iarios especiales, y que esa draga contratada por 40 mi- a
liorna, termina pagándose 700 millones y no functoiuL ’
Un las Comisiones Investigadoras de la Cámara está
comprobado —a través, también, de denuncias de otros ’
sectores— todo esto. Podemos seguir señalando otros a ¡-
pectoi, algunos determinados respecto de la apropiación
indebida de divisas del Estado, su no versión y la co­
locación de dinero, de millones de dólares en el extran­
jero. Todo eso fue aplicado por Mlnltros banqueros qjie j
se sucedían en los principales cargxMK J
Repito que todo eso está probado; eso' no es odio, ¡al 1
calificativo, ni insulto, ni nada. Son hechos que el país 1
conoce y que fueron pla'ihados ¡por noso' rae ata tocia J
crudeza porque era nuemra responsabilidad.
••
Todo eso ae realizó acicateado por una poKttoa II- j
bertícida, contraría a los. intereses populares, qw* Halló
las cárceles de trabajadores en kis años 1968/89, <nie
llevó a la pcrsecuslón de los obreros, que sa burló d»l |
Parlamento, etc. *
Eso no era movido por el odio ni por saña. L?'
JIrnos aquí con la documentación respectiva y eso M fue 1
probando. |
Lo mismo podría decirse con respecto a esos biné i-
los contratos petroleros. Se trata de convenios, y no tiene
la ley por qué intervenir para nada. Sin embargo, son
convenios. SÍ se desea, podemos hacer un aparte con este
tema en cualquier instante, incluso podemos demostrar
lo que está pasando en Ancap desde ese punto de vista,
Eso podríamos realizarlo en otro momento, porque no
deseo insumir más tiempo, luego de la exhortación del
señor legislador. -g
¿fíe han enviado proyectos que el Parlamento paja-i
lizó? Eso está invalidado, en primer término, por un
cho: siempre han tenido una mayoría gubernamental úa J
tuvieron para aprobar todas las medidas de represan; |
ahoMU el reconstruido y gran acuerdo nacional le ha>|
dado a Bordaberr,y el dominio del Parlamento. Sin en- |
bargo, no w verdad que hayan mandado proyectos <iue »
se hayan paralizado, porque los casos que cita el señor 1
legislador, como por ejemplo la Ley de Fomento Indus­
trial, quedó trancada en la Cámara, en los primeros de­
batas, estando presento el Ministro Balparda, cuando se
¿f
 - - . . f"
demostró qu0 Mi tey no ara de fomento Industrial para
el Uruguay, amo de ventajas y facilidades para el ingre­
so de capitales extranjeros ai pais. Ese primer Mecho fue
terminantemente probado.
En segundo término se demostró que capítulos ente­
ros estaoan redactados de acuerdo a los planteamientos
de la Empresa Fiat. El señor legislador Trias leyó el ca­
pitulo respectivo y. también el texto que antes de en­
viarse al Parlamento con una redacción similar, la Em­
presa Fiat hitóla promovido del punto de vista propa­
gandístico. Inmediatamente ese proyecto de ley se tran­
có porque el Ministro no apareció más r defenderlo, y
tampoco vimos ningún dinamismo, inquietud o preocu­
pación al reelecto,
Sobre la J>y de ¿licitas Económicos. debemos mani­
festar qne se aprobó porque el quorum lo hicimos aquí el
Frente Amplio y grao parte de la oposición blanca. Cuan­
do ei* realizaron las votaciones de capitulas fundamenta­
les, estaban más raleadas que ahora las bancas de) go­
bierno,
8BÑOR BODMGVH hABiWKAi - ífetebames wc-
chiMvamanie imsotrns, aafiitf legislador.
SEÑOR ARISMENDL — Había quorum mínimo; lo
aguantábamos nosotras para que se aprobaran ios capi­
tulas principales y no podíamos movemos absolutamente
para nada.
(Interrm»:tones.j
—Fueron honrosas excepciones de miembros de la
bancada gubernamental que se encontraban presentes.
Ein embargo, una golondrina no hace verano.
Quiere decir, entonces, que desde ese punto de vista
no hemos sido Injustos, no hemos inventado, no hemos
pagado tributo al odio y no hemos usado una adjetiva­
ción especial en ese aspecto. Cuando he hablado de la
tosca, refiriéndome, previ.iamonte, a estas tuerzas eco­
nómicas del pais, esas fuerzas uu*- se han proyectado, en
una nueva Instancia, a partir de principios de la década
del 60, y que fueron multiplicando los elementos mono­
polistas en la vida nacional, que fueron a actuar unidos
al capital extranjero, - es el periodo posterior a la visita
del banquero David Rockefeller, a la conferencia de ban­
queros de Punta dél Este, a la que asistió, también, el
benemérito Peirano Fació - inician un proceso de con­
centración y extranjerlzaclón de la Banca, aconsejada
en documentos de ese Congreso internacional.
Viene el crac del Banco Transatlántico, que más allá
de las trapisondas evidentes de esa institución, fue pre­
cipitado por los otros grandes Bancos y de acuerdo a una
orientación Internacional determinada para facilitar ese
proceso de concentración.
Si nosotros pasáramos acá, previamente, en un film
relámpago, los nombres enlazados en los Directorios dé
toe Bancos, en las grandes empresas frigoríficas privadas,
en una me<Ma deeena de grandes empresas latifundistas
y de centros de comercio exportador* veríamos que son
ios mismos intereses, casi todos ellos vinculados a mo­
nopolios internacionales.
Por consiguiente, la expresión popular “rosca” podría
equivaler, en economía política, a la expresión "capital
financiero monopteta". El pueblo la bautizó "rczca” como
expresión del enlace de internes particulares de un gru­
po escogido que domina las palancas fundaméntate* de
la eccnomfo nacional. Entonces, eso no es gratuito, no
es deseo de pagar tributo al eecándalor^susprao es bús­
queda de aeusactones particular«, stno que responde a •
un pnoUMMa de fottdb, p el páfo «fe WMiswWrt «oléelo-
nes sin rompe* eses pedesra mempeliM. |
81 se reviran en las OomMones todos ira proftortfera
nuestros, es evidente que se advertirá que 1ra reteranNM
dos con la nacionalización de la Banca, de la indusUrlfe|
frigorífica, hasta la del comercio extortor, por
son 1ra únicas que rapaaitartaa al país pwa mi iwníh
076
i
fe», eombtaedo etm el retrate. um la reconstraraMIÍ y
el saneamiento de los Entes del Estado, nos daríi un
poderoso instrumento para cualquier meta en materia de
desarrollo económico de la Nación; de lo contrario, los
precios multimillonario« de la lana y de la carne im> se
emplearán en la República. Una pequeña parte irá jjara
pagar deudas y no volverá nunca; la otra parte, se des­
tinará a los grandes intermediarios, latifundistas y ban­
queros, en lugar de utilizarse para reconstruir el país.
El Gobierno de Chile, que heredó una Inmensa, deu­
da externa, que coincidió con la calda de los precies del
cobre, se presentó ante los grandes banqueros interna­
cionales y les dijo: señores, no estamos en condiciones
oe pagar estos compromisos. Le contestaron que tenia
que pagar y supeditara a ello la política interna, a lo
que él respondió: estamos dispuestos a pagar, peto no .
supeditamos nuestra política de desarrollo interno y las
metas de nacionalización y desenvolvimiento económico
a ese pago de las deudas y disposiciones al estilo de la
Carta intención. ¿Y qué sucedió? Que se fijaron n je vas
fechas, El 22 de mano Ira mismos banqueros ñorte ame- ,
rícenos que se negaban a toda trata Uva y que dijeron que
no daban más préstamos pidieron una reunión inttrna-.
dona! para examinar ajustes de cuentas, etc., del go-
biemo chileno.
Bate es un tema de fondo. El señor legislador ¡tabla
del desarrollo y de las metas; nosotros hemos estado tra­
yendo al Parlamento proyectos de ley para alcanzarlos.
81 revisan los asuntos a estudio de las Comisiones de la
Cámara de Representantes, aparte de lo que se refiere
a la Previsión Social, encontrará proyectos sobre Ja Ban<%¿
ca, sobre los frigoríficos, sobre la tierra, sobre el ocmor^l
cío exterior y sobre la comercialización de la Una ca«d|
pítulo de la rosca que me olvidé mencionar que está?
especialmente documentado por lo menos en la Cámara
de Diputados —presentados por nuestro sector—. Este
es, el camUw $ seguir,
Be habla de doctrinas opuestas ai interés nacional
Aquí la única doctrina opuesta oí interés nacional m
aquella que ata al país al capital extranjero, que des­
nacionaliza a la economía del país, que da ventajas a los
prestamistas internacionales, qué permitió extranjeriza:
la Banca, etc. Todo eso es típicamente opuesto al Interés
nacional
¿Cuál es te doctrina acorde con el interés nacional?
Aquella que plantee metas programáticas que correspon­
dan a te * recuperación de la soberanía nacional en lo
político y en lo económico, al desenvolvimiento d« las
bases económicas de la Repúúbiica, a la nacionalización
de ira eeránra fuiMtomratates y sus palancas económicas,
a 4a reforma agrari», a la dfrersiíicaeión de la industria
y al deeenvotvtoúSBto de todos los instrumentos que tie­
nen qra wr ran la sotad páMtoa y la enseñanza en lugar
de perseguirte* y asaltraeastos. Esa as una gran politica
naetenat. Y sí el señor tegtstedor dira que «nella vamos
e coincidir todos, pura, pos tarar r sipón* tengo '«língtó
nos ganas de pelearme con nadie! Boy más bien un horaO
bre de temperamento pacifico, a diferencia del señor l»w
gíslador. ’ <-■
- (Interinpelón de» .sfefer átbMsr. Btagraqoe na ra
oye,) . i ■ .■ • ■■ ; - < .< ■ ■
• ■ ■ ,<■' r.j •-,?>■' >
- -«i. pero ha estado «gresHo. en medio de esta ra>.
tarata de oratoria. Yo soy más bfen praífira y Braftafo
no pelearme con nadie. Bi Atoramos todra juntos a «M?
bar con la rosca y a resolver los problemas fundatefeiMUÉ
les del pais, ya lo creo que sería mucho más cómodo qga
esto dwo efttoe en al amé eetoraes «mptoto* . ’
Muchas gracteáu i »
23 6 4 o .
 Formulario n
r'udia da Confección > z? i//t/'ïJ
J APELLIDOS NOMBRES NO. DOC. Año PÄg No. Fornii a. incial

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.iOlJdl(.ilJr.¿ 1,’ H’JLSÜ, á»..Frur.ci.scqe ■

C. S e rutd o re s. v
TEKA: Dutc-ncLón de un /’rujo de ciudad^nou en la elud id •
barita i-ucJu (Dpt.o» Cu.neIones).
ÓEJJÜN: 1'7 fcbrero/97^

fundamento que ha determinado nuestra presentación de

esta, solicitud de Informes; pero yo quiero dejar dos cons­
tancias complementarias. Primero; debe hacerse notar,
subrayándolo particularmente, que nuestro compañero
Legnaní fue detenido e internado, literalmente secuestra­
do por el gobierno, por haber intentado expresar su so­
lidaridad con ciudadanos que habían sido víctimas de
atentados crimínale» lo cual ratifica, una vez más, la de­
sembozada solidaridad de las fuerzas represivas con los
autores de los mencionados atentados. ,
Kn segundo lugír, señor presidente, Uy que no haya ■
equívocos al respecte^— este planteamiento no íleanm ese j
carácter ni logra esa dimensión porque el compañero Leg- 1
nani haya sidó candidato a un cargo público o porque I
en torno a su nombre se obtuvieron alrededor de 20 mu á
votos, ni porque sea la autoridad máxima del Frente Am- »
pilo en el Departamento de Canelones, sino que este plan- W
teamlento ha de formularse cada vez que el régimen pne- ||
tenda avasallar o pisotear, como hasta el momento ha
venido haciéndolo, la libre expresión del pensamiento y 1« «
libre militancia de cada uno de nuestros simpatizante^ S
estén donde estén, tengan el cargo que tengan, se movH 1
llcen con la jerarquía o el alcance con que lo hagan* 1
Nada ni nadie nos podrá impedir que desde esta tri- 1
buna y desde cuantas ocupemos hagamos la pública, per- J
manante e indeclinable denuncia de todos ios actos de 1
barbarie a que este régimen clausurador de diarios, tor- 1
turador, ha condenado a los militantes de causas políticas 1
que discrepan y jo enfrentan, 1
De manera, señor Presidente, que quede perfectamente |
claro que nuestra solidaridad con el compañero internado
no tiene solamente relación con la categoría de su mili-
taneia ni con la candidatura de que fue objeto, sino con
su condición de militantes de nuestro grupo político y
de solidario con gente que fue víctima de atentados crl-
minalee.

23 64 1
002 4«
 Cenadoretí.
TLMa: Senadoreg MI CHELIN! Y tiülaílGHEZ (Atentados contra
sun domir!líu»).
LE5JUN: 10 abri.1/972
CEÑOR RODRIGUEZ CAMU88O. - Pida la palabra
C"'.oii PIU31DL24TE. — Tiene la palabra el tcñor
sea^dx;
im^R RODRIGUEZ GamujSO. — Siñor Presidente: ;
en primer lujar, qucicmas cxpra nr nucirá extr.ñ.tld
y *uuic ;0uü .i día ton los cumpaúer^s ue lucha, afcj-
tn ea-a .nu ncia por los actos ue burearle que son
de dominio publico.
En rerund.» termino, deseamos manifestar nuestro
recono.imkn.o - po.que importa e tabiec^rio así— a la
círcun .Unu.i, de que todos lo sectores políticos, aquí re*
p teten taces, ¡n Juo aquellos m.s liondamtm'* aep«uaaos
di ncotias por sus convjcclone.i y por el carácter de
luahi» hayan expuesto hoy su reacción (como no podía j
ser d? otra mamrn) en la r-o»..epto? en cua lo nm i.e-j
cho, en momentos t?n difíciles ten caígados de responw
s-j.idLd y tn (ramáticos como ios que está viviendo e4@
pr.h, y a pesir di toJas las enormes dife .ondas que eiri
e te te.reno se p1“n e. n, y que no es cite el momentof|
obviamente, de deLnlr.
pero hay algo quo creemos corresponde hacer notar,
además.
VEndo h|?e aljirnas horas, en el lu jar mlcmo de los
sucesos, el r: litro d? l.i barbarle; vlnd). en la cesa d»
nuestro compañero y nm'go Mlchel.nl, junto a sus famf-
lí 're-, fnnn la d? uprlín c’c la mía ex pan iva llegó
p;actlccmente a cent metros d’l ¿itlo en r.uo ('cs\"nn-
brn algrnes de sus pe'.uoLos hijos; vlend>,'minutos más
tard?, en el dorilclto dal compañero Ln 1 ;iie Rodrigues,
como U Jlu.la d? o.Jatos, v.’drios rotos, etcétera, cayó bj-
ixe el Iug;r en qu? deicrma^a tu compañera, a cuyo re<-
■ Voto« por un verd.dery m ligro, no ¿e produjo un d’-
”bulaos trá'ji .o, he ten’ddr nua. amente oportunidad de pen­
sar en lo que uo implica. ...
Esta ves les actos de terrorirmó te produjeron en loatí
horares de dss mlHUnUs políticos que, además, son pang
Umoniauos. Ello dote« mina en el comentarlo popular*
uní trascendencia, uní relevancia y vna reperctni¿®|
pecu) ares Pero no hacemos vna d lerenda sustancial^;
porque ent'nd irnos na existe, entre ¡a paz y la normal!^'
dad del hogar de un militante, qu? además es lepslvor,
y la del que no lo es. En consecuencia, erta solidaridad!
entrañable para ccn los miañe.os legi kd>re< se ex*
tiende exactamente en i rúales térmtnss a tcdis las víc*
tlniM de esta ola di barbarie y de vicien«ig que ¿e hn
ele-atad), «'»a cual fuire su orientación id^ológ ea y e|r
nivel da lucha en que defienden sus convicciones.
No hacemos pues, señor Preí dente, *-ino ratificar
nuevt.o in legra! rejndio a ese upo di m niíesUUme« » o*
iíttcas. Nosotros, que luchamos por uní tran:formacLft
profunda, de las estructuras y de las formas d? vida dá
p q >er*r()a hice« lo en el muco di um organ zselóñ
democrática, con el apoyo del pusbio y con pleno re f.Gq
ai ordín institucional y leja), porque ni enunJem.s, e<
el Uruguay, en este tiempo de su historia, la apUcación
de otra forma de lucha. |
''
Digo, señor Presidente, que incurren en gru&ro errad
ios que cread que, por eso. vía, siquiera alguna de hd|
i are tos d) la lu ha en que estamos, han da versa a
mitacas o atenuados. ■ 1
Sabemos, perfectamente, que este «s sólo un capítutt
de un p.o.ex) de violencia, con respecto al cual mucha
liemos denunciado y cencn&areaio& Es un procedo di
violencia que «nciuye bombas, —pero, quienes l a arrojam
jamás son individualizad s—, que tamoién «nJuye pJ.M
clon de hben&d a cíudacanxa, toitur¿s, coní n^m entoB
- en este momento e.tá privado d¿ su libertad un ex Ifl
giJudir, como peni por laj opiniones que veitió miaga
tras ocupaba íu bnn-a — pennitiúndos», además, que m
cometen en diveros hogares toca clase de oepiaoacicnett
«ejun ha sido d ur.n ludo y no rectificado, sabemos qM
todo? eJtsmui expuestos a e¿te tipo de ponoHidadej li
amenizas, y también sabemos que ello n¡i conúuciia,
nnguna manera, a un debilitamiento en la lucha, ni gi|
4h
una situacLn de acoslumoramiento o acepta« Un; ni vio«1
laciones iiutttuelonales reiterada?, ni preved.mantos do
toitara, ni ataques óe esta naturaleza.
Todo etto no debilitará nue»tra confianza íntima en
el pueblo a uguayo y en los caramas que cata cainá elegir
para su liberación.
Por tanto, junto a nuestra .solidaridad con los com­
pañeros aíecUdos, junto a la importancia que lien? li
aun feetacicn podtica aquí prcdacida, tn da a la tui.ic-
don de que esta forma t e venencia tiene rau y o.igen
qu» la hacen particularmente hiriente y pehgro.a, ailr*
memos la voluntad Indoblegable, pe.?e a. qu en pea», y en
cualquier circuh;tanJa. de permanecer absolutamente fir­
mes • dMXunP/ibles en la lucha en quo estamos empo-
ñ<dce

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO
Erro e«tá refiriendo ¡techos de un espíritu y de une natu-
ratexa que están cwnprimdídoa. lógicamente, en este cuadra
de horror y de crimen que no* tiene 1» todos en un estado
ir Anime que es fácil de entender
¡Ü j;¿ L'JEZ G. Mi: ■ 30. A t E i nc i se o.
<■'. ucnadorefl*
lEl'ut; Atentados« (Cometidos contra personas y bienes).
3EBIUN: 17 y 18 abril/97?
Para completar ante los señores senadores el cuadro
de la situación que se está viviendo, agrego, alguno» otros
detalle*,
Día» («isados, mientra» el señor Ministro del Interior
1 •/recia abiertamente en la Asamblea General, el apoyo a
los suuoieM legisladores par 11 su «¡ilidu de la rasa, en mo-
mentó» en que habla un malón organizado en la puerta ,
contra ellos, esto fue evidentemente desconocido y, porque
pudimos presenciar cuan<Jo nos íbamos del Palacio, cómo la
policía presente cerca de él, no sólo no inten cniu sino que*
intentaba favorecer o apoyar a la horda de provocadores
que »liaba alrededor.
Cuando en el cui-so de esa ac ión se plantearon acla­
raciones concretas con respecto a la proyección (pie la re­
solución de la Asamblea tendría sobre la vida política nor­
mal del pula y se formularon algunas precisiones que apa­
recían romo garantías, es Importante que ello s<*a situado
en su sitio en estos momento», con algunos heelws cs¡x;ci-
fleos que querernos que todos los hedores sonadores de todos
lo» sectores políticos, sin excepción, conozcan.
El señor roñado»
Hace jxxrus horas, la Mesa Ejecutiva, organismo din» ?
gente nacional del Frente Amplio, celebró una sesión, exa-
minó el conjunto de /..ravea problemas político* que vive nc- .
tuolmcnte el pal; cm la presencia de representante de
todos los sectores políticos que lo comixjnen. A la salida de
la ‘c.-ión, uno de los componentes de la Mesa Eicutiva
nacional del Frente Amplío, que no es legislador, que es­
taba actuando allí en representación de uno de los grupos
que lo Integran, hw Mpcrado por uno de esos vehículos que
se denominan comúnmante "camello*” en ¡a enquiña de hi
sede central del Frente Amplia
Fue detenido por la Marmu, obligado a jtermanecar
íj hora* de pie, con lo* tarara* apoyado* «m la pated, despo- I
jado da *U* ropas, sometido a mstnosoos de diverao calibre, 4
amenazado de palabra por loa funcionarlo* que lo detuvie- 3
ron, vejado verbaiment* de distinta* maneras, y muenax %
huras después, luego de trabajosas c insistentes gestiones, '
pueblo en libertad, sin que pesara sotare él ninguna acusa- '
clón ni se le sometiera a ningún interrogatorio normal.
Estos son lo» riesgo* a que «»tamo* sometido« te* mi­
litantes, los dirigentes político» de nuestro pal* en este mo- ,
UK'tdn y es importante que todos lo* señores parlamenta- .j
ríos, de los más diversos «eetore» político», lo conozcan,
Recibimos información«* de una suendón de atentarte» inca*’^
lifloables que se están operando en la ciudad de Mercedes^
Han sido colocada» bomba», no Bóte en lócate» da nwe 4
tro M'dor |x>liilco, sino en los hogar«» de dirigente* dera
Freído Amplio en la ciudad de Mercadea, Incluso en 1m
rusa de la compaüera que integró el Parlamento, eumw|
diputada suplente, en las primera» Madone» de la C4utmimm|
de Diputado». jí
No hay, señor- Presidente, más allá <te ¡a» palabra» m
de las frases ampulosas, pero vacia», la más miaimu KMl
rnntlu, porque no se dice la verdad cuando se viene al Patew
lamento, en nombre del Píxler Ejecutivo, a prometer un® i
conducta y un resjwto a los derecho* que luego, *tafáú-j|
carnentc non desconocidoH. L'c la misma manera que «w^
pelab a vacío, nuunatrocho, para utilizar una expresión quM
a él le fausta, lo que dijo el señor Minisfi'-n del intettor aquí*'”
al dar garantía» a los legisladores, «s también p.ihibra vado
teta que te viene ahora a «flrmíar. frente » la está la
realidad quemante y dolorosa de esos muer ios 1 remolida­
mente rowrfnedo* por 1« fuerte ptfllca y está, también, toda
esta persecución, todo tete maiWÉH y todo t**te rn<»nne d. s-
eonocirntento de dtwlw* f«mda«<í*tates a sectores políticos
que, con» d nuestro, octúte» eteltt?amente en el marco del
(erecho y de te tegalidted
-olí. — ,
jVMJMp piMI WJM
00 4 ¿
 ni; .CAb.11
C. uwivuloreut
TEM: Comisión Investii’.idoru «obre li presencia y
actividades de un "Escuadrón de la Muerte",

SESION: 10 mayo/972

SEÑOR RODRIGUEZ CAMOTBO. flfofio» PrMiam»

te: es para hacer una constancia brevísima, que entiendo
necesaria a esta altura de la discusión.

No voy a llamar documento a lo que se atribuye con

respecto a una persona que está secuestrada y que tomó
estado público a mediados de abril. La moción que nos-
otros presintamos sobre ia investigación del Escuadrón
de la Muerte, obra en poder de la Mesa desde el 7 de
marzo, lo cual no« exime, en absoluto, de todo comen- ■
tario complementario >i respecto, |
i.
Mucha» gracia«.

.3 6
00 5
 C, Uenadoreís,
3ESL0N: 6 .)unio/97<?

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. Mr voy a refe-¿

rír, e.-drjetamente, a la moción de orden. í

Quiero adelantar que nosotros, sin entrar todavía üF

fianio del lema, sobre el cual, )x»r lu menos en lo ix'isonal,
tengo uwrva<H no vamos a votar ni esta ni ninguna mo«'
ca-n de declara» ion de algún lema como grave y urgentq,’
hasta que, |H>r lo menos, el Senado m» digne resolver effj
el sentido que estime ronvenienlu, los asunUM que desdt .
hace meses ligurun en lux primero* tetmino» de lu urden\
de) dia.

24

El xeetm del Frente Amplio ha propuesto una invaa»

tigacion soLie el llamado Escuadrón de la Muerte; otro#
sectores hun íormuiudo mociones austitutivaa entendiendo
que las investigación^» deberían *er máa amplias, a lu que,
nosotros nu hemos opuesto resistencia. |

Estamos dispuestos u acompañar fórmula» de investí^

pai íon amplia que incluyan, naturalmente', al Escuadrón (1m
Ja Muerte. a
En t eiidenio,, o-du asunto, en uno u otro aentldw
en .-ihpm.i oportunidad tiene que -»er resucito. j|
El hiña cu>a urgviKia se ha solicitado, e» elementad
que va a provocar debatí'. Es notorio que hay posicíunegg
enf rentadas con i esperto a él y no va a ¡xider »er rexueRn|
en uno o dos minutos. .1
■í
Por esta» razones <-s que entendemos que no puede pu«*^
ponerle más, en mixto alguno, la designación de una ComEí
stón Investigadora y mucho menos, cu momentos como los
que extamo» viviendo. y luego de las denuncias que hemoy
• scurhado en la tarde de hoy en el Senado de la Repúbli­
ca, Lntnneex, haxta que no se hayan leauelto, por lo mi-nos,
k» «MMitr» «fue figuran en io¿ 'k* primeros numerales de
ht orden del día, no vamos a votar m m otra» mucio-
no* que, declarando grave y urgente la eowdder ur ion de
otro» tenían, vuelvan a desplazar la necesaria declnión del-
Senado sobre t**tu lema. Ya «-»tanx's lu»bit mulos a advertí?
que en vi t»wneni¿« r® qur H CvfTpt. tiene que entrar A
»exMfKt wbre :.9 al E.s»’uai*ir’.a» oe I;» Muerte,
queda -orí numero imíus». g« »xfj»>re« »en«lores yuy.,{; ■’ •
tvuiao Hxx’ióra»* «u que *») a»-vp4adíi*» md©|
lítenlo en que chai *«mi a *rr jxatMta» * mlarón «• nrtirMI?
de Sala y dejan «1 Hviaaio *>n numero.

Ex tamo« diMpuextoft rt dHendw ia necesidad de que AH

Senado tome una <lrr-»swn xotav ¿tana parque o •« invea^
liga. <» mC rehuye la ; ¡mw no v*mo» a «tcorMiiig
l>an;»r r»»n nui- fio \* to i» ; ‘rmanente c|u»iói» 'te una
rinión frente a la 'mal dotem 4i mlam mpmMmbiikiad«^
en uno u otro M'httóu.

23 6 41
Qü C
 I
C. Menadores»
TEhA : Partido Socia] luta ( Dacia roción politica).

SESiuwi 1J y b» m.»yo/97¿

V ‘5 1*. «r 'H"Í '■<!

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. — Serta» Piwlcten-

re debo formular una declaración de carácter^político en,
rxienbre del Partido Socialista, «egún es notoria integran*'
Frc ik Amplíe- ( $
El Partido Socialista, ante un grave ataque cue ha
padecido, ha emitido una declaración con la que nók sen­
timos plenamente solidario* y n la que voy a dar l*ctura.

FMre a«dt “E! Partido SnciahMa, ante el gra«’? ataque ’

cpje «atiriera «n Ja n#r*»na de <u dirigente máximo, el Se*
tk-r^l dky'tnr Jnwé E. Díaz, quiere poner en ro*
rtrer-merr’ T ide noewtro pueblo k* hecho< y hacer muy fnre- ?
cÍmm puntuaMrzackme»:

Primero, el jueves 8, mientra« el compañero Día» cun>4

plÍ4 en Meló aulividadea piQÍeidonakin, efectivo« del Ejér­
cito efectuaron en «u domicilió y en »ti lugar de trabajpJ
sendos pnx-wiiimenluh, dejando en el una gUMfttióS
interna que m» comportó roncrtámenle í:

23641^
 Segundo, inmediatamente, N diputado «ocialista Vivían
Tría» entrevistó al Subsecretario del Interior quien, luego
de diversas gestiones de alto nivel, informa que las Fuer­
za« Conjuntas buscaban ubicar al compañero Díaz para in­
terrogarlo, no habiendo imputación alguna contra él. Igual­
mente #e combino c >n el Coronel Botentini que, no bien
rrt/eiiw* nuestro campanero m» prcsent itrio a ia Región
Militar Nv 1. a.win.irandtwrk'- un tratamiento n-«T«'to
Tercero, a la 1 de la madrugada del viernes *.j, <■!
diputado Trías y numro Secretarlo General w pretenda-
ron en Ui> Regum Militar N* l hiendo atcmhdo «4 prhramo
por H Mayor Barfexvtg Luego di alguna» a\ vrignaciomql
el referido oficial ubica rl procedimiento y entrega a otro
oficial, de la l'mJ.id requiivntr, <•! (-■mi-iiJo de tt.Kladar
al compañero Díaz. En un vehículo a cargo de este oficial
mp traslada n nuestro comfumiro que a Ion p<H<»s metros
es vendado en los ojos y a la# jhs-us cundí.i> entiegado a
otro grij|X) y subido ell medio dt* violencias físicas o insul­
to» a un camión militar y puesto boca abalo y con las
manos atrás, a goJj>es y a puntapiés.
Desde ese momento y hasta las 3 de la manan« nues­
tro compañero estuvo circulando en dicho cnmión y en Ja
indicada pukícm'hi, a cargo de una verdadera jauría huma­
na y sometido a k» más soeces insultos, amenazas y vio-
fenchí« fiiócaí harta que e» entregad*) en un Cuartel - rl
del Batallón • Ftartdn*’ - tirado <ta*ta rl camión a! suelo,
mediante un brutal empujón.
En el Cuartel, y hasta b» ¡$ dé la numann, ipioxlmn-
damente, estuvo de plantón d<mde *u» Ir uslltuye la ven­
da por tUMi capucha Junto a otra* p«-i«*»nas y sometidos
a inculto» y nmenaz«« (k-ntru ta* que Hf luriutan el lla­
mado método submarino, que imn<*i»ta en yunMigit a une
persona en el agqa hwrta. >u úbirnu, i«>pd4incia,
A Ihm 5 da lu m.diana e« llevado a uiitt pieza, «7* te
hace sentar, se lu saca la t apucha y se cni'ictiiva coq un
conjunto de militares, uno de los ciihIch Ir somete a un
interrogatorio bievc, no exento d<> miiciiii/n« Indi»ertaii, Ja
del tutimarino Incluida.
i'urht . * pLil’!••») h * t;i j,*» 7 io >n odo il<*v.ulO 1« oidi
panca, permirtémio-.«•-!«- tentar -andò ■<• la r.ipiirhn y pro­
porci màndole desayunoK A partir d< nqui, ri t reiinmkmlu
cami ta radicalmente.
A loa pocos inmuto*, un capitán del Ejército Ir m.mí-
fiettta.au penar por le acontecido y Je adelanta <I
Wla UñMM querta rfectuarlc las correspondiente« ox< h
wa». Prcttehtaáo» rtichó jefe y su jeftundo, le mtmifieutnn
al compañero Díaz éus dlsciilpivi, prometan averiguar y
sancionar a Jo« responsable« dd trata anterior, todo lo
cual demostraba palmariamente que «'»Mr? romr«ñcro
carecía de culpabilidad alguna
De aquí en adelante, lo reitararnas. e! trato tamdmto
por lo» oficiales, fue totalmente, convelo, y rejqichiuoa I
Cuarto, fronte a estos hechos, qurremo» efectuar lati
siguiente* puntuídizacionr»;
Wy no WJ divide como h I .im< ido
* AU£ ysun uniforme y los <pi<‘ n<> l>>
M^,'ppe0iaJ. integrado ¡>or < ni*hidn-
¡nica de 1<» ¡Virano y
cr-mpaftía; «s íl lUrte r M grigltanK?, entre Uxío el
pueblo y «uà
b) Los graves herbó» *,s» dleww,«’i»«rv* »mrn en est-
dencia comportamiento* uwtinthi» «a» r«» Fwr? w Aiwgida-.'
qljf con toda objetividad hin** 'pux'o/ta y «q pártalo S«>-
rudinta pregunta desde 1h tiibur.» pMiamwtart*- „Ea q<ie
k* {fcj* HMfMm.M)blrs ,i cuyo ( urip» rMabm» Ion <lnw vehw u-
Ice en que fw* tran-fxirt ri1« nuestro cumpiiñero «in dudtt
bien advertido* del procedimento y de la* cimali vxpre-
««■ne» del CneaaH B fanMtí to'ttnnrh’du# por el Mayor Bar-
ìuec*>. en pieernri* »iel Trú»-. oo actuaii i>»|.in-
dirwlo « m'-oaiMp» ile H* F"< i/o, A»m<t''a-‘’
00 8
¿Es que tratándose de la máaima autoridad de urt ptir-
tido hay fuerzas oscuras que ordenan cosas distintas que *
las autoridades militares conocidas, V desatan una vertía- “
dera provocación contra el Partido Socialista? ¿Es que no '*4
resulta fácil descubrir al resj>ón&able del primer vehículo
con »•! cuai habió el Mayor Bariocco, y del camión que, ’
-egun luego ne no eia de la Unsdftd requirente «<iih>
n «ptak'm» ue roten? Y de-cubiertos km responsables, ¿no
44? fXAÍri.i ttescubnr a quines mandaron i éstos y ordena­
ron a aquella verdadera jauría del < «mjÓn, cvWentemer ¡o
preparada imra convertir a kw hambre# on cota»? ¿O ós , ¡j
qwarttao a» twrta 4M> vina mera drtmbedlttnFía? hfr- ,1
cha, BnatawmtF, no «e Inserta» *n un-1'
abundan <•» atropello* el horror y netos de vrnladara totrt* J
harta? « • <
i meo, el P ulido Socialista que en huís de una <»p< r- j.
tiimdud hn cxpi’oxto una claró podeión sobre el papel ita
lux Fuei/aw Armadas- ha considerado pu ddbcr t>oner en
eonocimkudo hecho« y efectuar ptrgunhis a nivel público 1
miirhu más que para sancionar a dos o tres responsables, ?
para enfrentar a quienes pretenden empujar a Jas Fuer «a«
Armadas hacia objetive» antipopulares y antinacionales:
(>aia qm- é»*ta« sirvan ai pai«, sean fuerzas integradas al
pm ldu de donde |u«x-edeii, defiendan la soberanía nacional
de euiilquicr intromisión «*xtromera; para que, en surna,
se haga realidad el propio l»i>»rrr|tave do la^ paredes <ta
| entrada *lel mencionado Cuartel riel Batallón Florida, clon-
» de aparecen obreros, eampesmos y soldados unido* en ta
pr*mIiloción, <4 óirnestar y In litiertad Por |<>do lo cual el
' Partido Socialista ivclama rápida »espuesia a la< mferro-
pnntas formulada«, pero de^ie ya afirma que »e ha come-
! tido un atrojadlo m/i», esta vez r-intru nuestro Secretado
| («inerid, e« decir, contra nueidno Piulido y a ello rejqxn-
dciemoK reafirmando nuestra linea nncionnl, popular v no-
j cialuta, nuestra organización y nuc-dia mlhtimcri Monta-
’ vkh?o, láf <ta jUbtn 'te linX’.
i ita dado tavlur«, .swñor Frrtditanta, « un« declaración
‘ publica tarmata«!« fu# el Partido stortali«!«, orniponen te dei
Fronte Amplio, eog «uyu» térmlnañ me siento nhsolutamcn-
i te «uHdfttizfMta; «4 «wm» oe» ei isjrmpku’ compañero Jasó
। Diux, Snre<«rta (tañer*! de ruta manizneion politica. Su-
।ñamo» nuewtr« exiHvstail frontal de repudio a los proctaU*
’ miento» que aqui, roin pro<<*»áf» de detalles se han denun- :
i eiado, x»r (»arte de ?»n {»artkta FRdáttoo que v« tan hon-
damenle afectado a tnivH dé io ocurróki • un compañero.
iiu<x es, en lo interno, «u mfudma, autoridad« y que* P'ír
otra ja rte, ya ha cota» ido lo que «^»ñ' km extravío» y ar- ,,
latraiiedades de un régimen, gruesamente i«aem«tMta4ngay,v;¿
le*, ipil-, durante un largo fieriucta* So puso fuertt d» te 4>Mfl
; Nuestra i'hn.i solidaridad, |'»iivs, con km c<>mpañ(KnMIW
| MN'iultatas que, ante la roi-iici i de una represora ación <»u-
i y» en osta rama del Parlamento, e pan lincho oir a trn-
í vé» (te 1« lectura de esta declaración qn.. en la -**>-ii'»n dé
'■hoy h-nir» WwluiKl-. „ 7 ,
■
-
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*
í
|
23041
 RODRIGUEZ CAMUSSO, A, Francisco

C. Senador««

13 y U Jiinlo/972

> ' ■ • ' “’I;4'

8KÑOR ftOZNUGUBZ CAMUSSO. — E» para Mb

©er una brevísima precisión, señor Presidente, con re»- >
pecio a una afirmación que fue formulada por el Be-
ñor cenador Vaaconcelio».
í >

Simplemente, quiero hacer notar que de la de­

claración política del Partido Socialista a que di lectu-

' • M*'-W.

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO — Por

pero lo que se plantea fundamentalmente «Oh inferro*
gantes unte lu < <>nti adh chin visible y rvdoria <k?
dimitida», con respecto u h< existencia de fuerzas para-C
lela» que actúan presuntamente al margen de los man^
(nw, lo cual, de toda» numeras, no excluye la reeponsa*^
bdidad de ios misino«.
■- -3

w.n
r<0ííSMW
 -4-i» ¿\K C- j ¿a »__ J* jT* £ÍJ22L*.
C. Jenadores.
TEMA: Atentados terrorista» (Cometido? contra clubes del
I'artld? Colorado).

□ESION: 30 mayo/972

*■*,- -'■#* •- v* - ” - -e',

RODRÍGUEZ CAMUSSO. - Le solicitó U in-
al señor senador Vasconcelos ante el primer
miento que formuló, porque sentimos necesidad de
dejar expresa constancia de nuestra solidaridad con la ex-
jw'slclón que el señor senador ha formulado
Oporttmameng} nosotra® presentamos uñé moción solí-«
citando la designación de una Comisión Investigadora, para j;
aduar concrdamont^vn lo que tiene que ver con el llamado *
"Escuadrón de la Muerte”, porque poseemos elementos con- $
cretos que nos autorizan a proponerlo así. Pero también
hemos adelantado que estamos dispuestos a acompañar la «
investigación con todii. la amplitud que se desee en la me- f
dida que ello naturalmente no obste al éxito de la investí- ,
«ación misma. -¿g
Es oportuno hacer notar, ante él planteamiento quéra
ha efectuado el señor secador Vascnncellos y ante la notodi
liedad que edén adquiriendo atentados y aet Mt diverso»«
contra centros jx>1Ií<icos, sedes partidarias o clubes de ba-á
rrlo, naturalmente, que no importé en absoluto, cuál puedajt
ser ku origen u orientación Ideológica, sí es que la hay, déw
los que protagonizan tan repudlables actitudes. a
Nosotros entendemos que el Parlamento debe extremaí®
las posibilidades de Investigación que conduzcan a un e cla«^!
freimiento de estos hechos que sean cometidos por quien®#!!
■can h este rrsperto no estamos en condiciones de ¿ibriC«
juicio-- son absolul.emcnte lepudlables y expresión de gentada
sin destino ni solución s do especie alguna, que solamente»
sr pro|M)no enturbiar aún más, el ya complejo y de Hondo 4
panorama nacional. ¡|

Nuestra •olidaridad, pues, con el señor senador Vawn- ■

cellos y su sector político y el planteamiento que ha foi-nm-
lado y nuestra expreaimi de decidida voluntad en contribuir
para que se produzca, de una vez por todas, la de'iniiti-
ción de las responsabilidades que incumban, calcan donde
caígan, ante tan solapado« y condenables procedimientos.

Muchas gracias.

010
 Gl'EZ CaMU¿5ü^_ AFrancUcQ.

C, Senadores.
ThhA; Ciudadanos privado» de au libertad por aplicación
del Art. J1 Constitución de la itepdbllca, (Tortura»
y malos tratos a que son sometidos).

EhGlüK: 13 y 14 Junio/972

, j '5^ *' 8 T '

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. — PlÍCtfe«»wnte(
voy a renunciar a la interrupción. Sol&ment» •» Un minuto
quiero dejar expresa constancia de que rechato absoluta- ;
mente —y en el din de mañana cuando el tema se plantee
en <>tras condiciones, lo rumos a probar documentadamen­
te la alusión política que formuló el señor senador Caputl.
¡»
Del hecho de que se formule toda clase de denuncias
y de enfrentamientos con respecto a procedimientos de las
Fuerzas Conjuntas no es válido, deducir aprobación o apoyo .
a los horrores que en otros sectores; se cometen. Vamos a
probar documentadamente, que nuestra posición no ha sido
nunca ni es la que el señor senador Caputi lia asignado al
Frente Amplio.

2
011 ’ 3
 RO!)R[(HEZ CAMUSSO, A, Francinoo,
TEMA: Ley de Seguridad del Estado y Orden Público.(Su anrob*Hón;.
SESIONAS: 26 y 2? j-tnio/972 y 27 y 2« junio/972.
SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. — ¿Me permite,
señor senador?
SEÑOR MICHELINI. ~ Sí, aefior senador.
SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. — Apoyando ia
proposición del señor senador Michelinl, quiero formu­
lar alguna precisión complementaria.
La mencionada es la situación de los señores sena­
dores miembros de la Comisión. Llamo la atención sobre
la de los señores senadores que no integramos la Comi­
sión y que en un lapso brevísimo, do horas, hemos te­
nido que tomar contacto con un conjunto de disposiciones,
que importan mucho, que requieren asesoramientos, exa­
men, consulta de antecedentes.
■ He asistido a un debate en el que los señores sena-
uores miembros de la Comisión han exhumado disposi­
ciones vigentes desde el año 1940 y hechos comparativos
con tegtalación internacional, etc. Me parece elemental
qae se de oportunidad a todos loe senadores de participar
en relativa paridad de condiciones ante asunto de tal
interés.
Señalo, además, que el Senado sesiona hace 7 horas
y que a lo largo de ese lapeo, los senadores del sector
político de que formo parte, con nuestra presencia en
Sala, hemos contribuido decisivamente a que el quórum
se mantuviera. No es un propósito secundario ni de ;
técnica parlamentaria menor, Fino un hecho real, que J
me parece perfectamente ajustado a lo razonable en el
procedimiento vinculado con el estudio del tema. í fe, en Jas circunstancias en que entrarían a aduar m este
Por estas razones, como senador que deseo partid'
par del tema en las miamos' condiciones que pueden
haceilo todos los compañeros del Cuerpo, y como senador $
no integrante de In Comisión, adhiero a la proposición
tí.1 f*'f*t*r «enador Alxbclini.
S12
C. Senadores.
SEÑOR RODRIGUEZ UAMU-SSO. ¿Me permite, se-
ñor srnudoi ?
SEÑOR MICHELINI. Si, señor senador.
SENOR RODRIGUEZ CAMUSSO. Quino hacer al-
gmia precision may breve, aehor President»*, con relacion
u ciettus .i ;pe<’toH, a he; quo nos vamos a referir con mayor
extension cutmtlo nos oirrespondu ocupanvw del tenut. Peru,
:i e,s|;i nil urn. en pI camhio de ideas quo m' vient' produciendo,
nos pinei’p tmixirtimte no dejar pasar on sileneio nlgnnas
utirmaei<»n«‘s quo sp han I who.
En primer lugar, d.» todo esto largo debate que se hn
hecho, respecto al paralelo, entre las resultancias de que,
en definitiva, la intervención corresponda a jueces milita*
ios o a jueces civiles, eren que no se hn puesto suficiente­
mente <*l uccrito, cuanto monos por los señoreti nenadnrex
que dcHendmi el proyecto, en relación a argumentos que se
han manejado que, eoiM-idero tienen un enorme peno. Mucho t
más. que lit circunstancia da que exiala una prn|>orclón i
que no |Mxi«*mos aoshiyar, de vocaciones frustradas; muchcñl
más que el hrcho de que naturalmente, no |»odíimos enron* "
liar todas las luces de un lado y las semblas riel otro, cosa
que nadie ha sostenido, la realidad es que lo que hay que
demostrar, por parte de quienes sostienen ol proyecto eu la
ventaja dura, muniilestii, del procedimiento que so propone, :
por sobre el procedimiento que tradicionalinente, se ha
aplicado y que es el natural en este orden de cosas.
Digo que se ha señalado claramente el grado lo <icfx>n- i
delicia del jxster ftalitico que cabe a lo< juerri» militares y
ta falta <k* objetividad, con que aún cotí la máxima buena
upo de procwiintientos. m» retían empujados a «pilcar Poro
y>> digo que buy una aíirnwi«»n que no (todemos pasar por
dio, aunque mn vtuno» a referir a rita ron má< extensión
dwpué». Ixw» qvc no votamos en ia Axrmbiea General, la
decía ración <ir w»ta«io de guaira, no lo i i 'cim«wi con ánimo
;> propósito de rm twccr atas »tutamen te 'diada, de dejar al
j.dado inerm'* ante l> »uhwr»iúrt. En inoh Mirtino- No -
v »tumo* tudorfotM« conceda» que entendió** y conlínufl-
ni< »,-. rnt»ivi;c*n«k» no i osuelven «4 pvobtat/i» Cónsideramos
<!»■«• «*l lupiH«» tianwcunski desde entonce» temía ahora, lo
d 'uiiirstia ¡>ainuirtam<nite. No eeompañamr*» «huís ««»lucio« \
t.*s. ademas. jxiiqic no tunemo« en m»lo alg>Hta ermítanM»^1
«i la apuración que este f*nder Ejecutivo, rn concreto hartaí?
de e a l<s Ision de la AsaniWea General. V loa hectem han *
musíid» qii«» la* dwibtancs vutaífoA j»sr Ja Acamóle«» Ge- '
iiciíiI n>> fueron rCs|>etudas («/r el í*«xier EáMUtivo, que |
¡a extralimitó • »strusibimnente. /»ea
R'-c ii<>. i, cano mi elemento mi|K»iUiiilet o,Pre
j-a/í-e ernto- a p<*«lrt » t;nlr <IIk,uIlónibiln y eMAniináiutalifl
*o - i pi»H Cs», y « o oi i<- nít ido pl rícmHx irnii’nto de varliií»^
•mires sonadoics qio drheiidcn <d provecto de ley. y que^
haciéndolo apoyan en sus lineas fundaméntale!' I<* orienta­
ción del Gobierno, el re(«onocimlento de que ésie no rs
•ano un patio Inicia); de que aquí n<» se atiende a l<> *ic-
tim< »al del problema. El reconocimiento que má- de un
neónr senádor ha hecho, de que en el fondo lie este cn-
ltenijyiliento hi^ cun(ilí;ioq^» c^rácirr economice y so-
eHtí. N«**n4/<>s tk»cimoa qtie es juatamente «Ili, d< i d« nono-
#»»*',c aitad»», <P«nde homoe Indicado Holuramí*. mu-
Hxìm H-» ìfis cHdle* s«»n de apbcacitin ltiin«'dial<i y <'on re-
’lilaou tamiñen Imncdiábi, y digo que como la vida no
t<w.» boy, enfino en <4 Partamrnto vamos a seguir discu-
♦*e>rjirjpe ♦ «ta «•'s.fc pOM*í’?.o, los hechos irán diciendo <*n |»»s
orf- w * «pitan ha tenido razón, porqué vía y c »n
■ó < um. |<-ihtamns se enfrentan. Vamos n vci
«i >» 4»wj* disnanuye, si el eoMto de vida no aumenta,
ü.váre» a ver, dentro ue unos mesen en cuanto caté el valor
te rntastrn tnoneda, m l»w índices de producción nacional
»»e recuperan, »1 te deuda externa disminuyo, si tas voca­
ciones empiezan a rea II xa rm», si I«jw problema» fundamenta-
lOM dai (MdK, —tal 1« esencia *
■ » <• uiflict ' . de ste cHficntamirnVv-.« dMumanU 4 r
< omion/.m a icsolv .-rsi» AA*> a«i, ett» tw» <im ftexfc ’
alguno, lu r.’spin»a|)illdMd de im eatMn de cw» que Iñ 4 ’
Hiilivcrsion no ha cundo, de la cual teta e« un» conwecuett- J
cía, «spdv<N'M cxtravi ida y nue r«‘pu<ñamo«. pero unti con- 7
s»i<• <)ci.i l’cr ; ato |.»r encima <¡e e<a re*f»-inuahi¡id»d in-
soshiy.'ible, q a» est« Hai ámente situada, digo que el tiempo
iiiiii-K'iiiif ¡ Mpidou « lile, y « .míos h v>4y*r ft dtacutlr, en 'a
M Schíii, u y pi unii,, »mi los ..Htai’c- Mán«dnr«*M ijue hoy J
llcvim ad» l.mie r in iin irh/H, qué viene despuég, ni hay
fucctc»- «Ir ociip.iei',11 i el 1-O,I.I <|e « idi, -e est,'ililli'Za. si <4 . «
»»WWRcUi de los sí-ctoK»» [».pijins me¡-,,a. To<lo ■
«•sto vunvH a urlo, ,. oí; delmitiv.i <1 limipn dirá, si In
riZ-wi »'til tta pata’ de quiciw ;q»oymi esta- -»tinciones.
ptnnF'tjíítvta otras •pie nada hacen entrever, o si las solu
» taWf» tas que «ostm «mos. y «Htwnii« titile-
A'.- tai ta AdUdbtta» ^ecla? !»r»on de'
-tT4^ d-aPS'if 'jl'i'A ;A É
Muchas prncias
** MWÍOR RODRIGUEZ CAMU8SO, — Vamos a hacer
un esfuerzo por clarificar la situación. De lo que se
trata aquí, es de lo siguiente: este es un proyecto que
ha sido repartido muy recientemente, que esté siendo
discutido en condiciones muy especiales, por razones que
respetamos, más allá de todas las discrepancias y, por
ios temas que aborde, nadie ignora que tiene gran im­
portancia, ya que toca directamente, aspectos muy sen­
sibles a todos los legisladores. Nosotros aspiramos a po­
der realizar la discusión particular en términos de exten­
sión razonable y en condiciones adecuadas. Para ello,
estamos dispuestos, todos los componentes del sector,
a renunciar a hablar en la discusión general, n cortar ya,
en este momento, nuestra intervención en dicha discusión.
Esto permite que el Senado vote el proyecto en general,
pase a la discusión particular, lo qué hacemos, natural­
mente. en el entendido de que se produce un acuerdo ca
tNüJereero de toda* loe sectores para pasar a un cuarto
intermedio por algunas horas.

Para nosotros, naturalmente, esto no es una condi­

ción ni una coacción sino un planteamiento formal que
haaemos a los restantes sectores.

Estamos dispuestos a esa renuncia porque no pen­

samos que los restantes sectores que, naturalmente, son
mayoría en el Senado, van a dejar que nosotros renun­
ciemos a hablar para luego no votar el cuarto intermedio
si adelantan que van a hacerlo.

Nosotros nos remitimos a la decisión de los sectores.

Esto es claro. De lo contrario, eeguimo» hablando en
discusión general, porque si no vamos a poder librar la
discusión particular con la información, «I examen y
las condiciones adecuadas, entonces hablamos en la dis­
cusión general.
Le ofrecemos al Senado nuestro renunciamiento a |
hablar en la disensión general. Todos los restantes se» i
nadores componentes del sector y el propio señor sena- $
dor Michelini, han adelantado que renuncian a ocuparse
en discusión general de los restantes capitulo« del pro- 1
yecto. Sobre esa base se pasa a la discusión particular
y se hace el cuarto intermedio.

-.UM, '■ y-“»

SEÑOR RODRIGUEZ CAMÜSSO. — Yo Iw plan­

teado una posición absolutamente razonable y compren­
siva, en los mejores términos La respuesta que hemos
recibido, nos autoriza a pensar con qué carácter, con qué
temperamento y con qué estilo se va a trabajar en esta
legislatura, cada vez que haya un asunto de impor-
tiuicia.
i
Nosotros integramos un sector de minoriafi y, en
l<> que me es personal estoy largamente habituado a
que eso ocurra. De manera que nouHros tomaremos las
providencias del caso y, dentro de lo que e! Reglamento
permita, actuaremos en consecuencia.

01 3
23 64 1 ’-i
 !

fW)R RODRIGUEZ CAMUSfiO. — Yo querist pre­

cintar al señor miembro Informante iMpevto a una dis­
posición cuyo texto nos preocupa particularmente, por
los alcances que puede tener en la forma en que aquí
está redactada.

Se trata del articulo 60 (V) (Asociaciones subversi­

va»), en el sector .segundo, página cuatro, abajo.

Sobre este texto, que fue objeto de reiteradas obser­

vaciones —fundamentalmente por parte del señor sena­
dor Santo»o- en términos que compartimos, en el curso
de la < ¡.,cuslón ".enera!, tenia entendido que existía dh-
pasl 'lun para ramblar u terminología. Es evidente que
« »rindo m»ui se alude a "medios”, como se habló ayer,
¡n/’,irio se plantea !.« sitúa« ¡ón del procedimiento de re­
forma ronqifm-iona) «iup fue utilizado por algunos secto­
res dentro de! propio Partido Colorado. Fs decir que esto
tiene una amplitud que, evidentemente, va más allá de
la fundamentación que han dado los señores miembros
informantes.

Yo planteaba este tejm con la preocupación de que

M pueda recoger una modificación del texto con el sen­

tido con qua ayer la había redactado el aeAor leñador

Beltrán.

Muchas gracias, señor senador.

SKltOR RODRIGUEZ CAMUSSO. Señor Presi­

dente: le eolicitaria al señor senador Paz Amúrre que i
por lo menos, a esta altura, en el comienzo de la discu­
sión particular, aplazara su moer n. Voy a explicar
por qué.

Nosotros, según todos los señores <« uadores reem-r“

dan. hemos renunciado —varios senadores - a hacer uso
de la palabra en la disctisión general Estaniís prontos
para h' a una discusión particular «•‘tríela v a perma-
nacer hasta que Ja consideración del proyecto ilegue a su
finalización.

Llamo la atención .»obre el hecho de que, uistamen

te, hemos dejado de lado una cantidad" de consideracio­
nes, pregunta v pJantynmli iiíos, para h «<•«'» las «*n la
discuiión particular,

Subrayo, además» el hecho de que. englobar una

cantidad de cosas en una sola discus’ón. en los hechos
nos ve a promover varhttt pequeñas diseusionen genera
les, con el inconveniente que a»o signUíc«i, incluso desde
el punto de viste del tiempo t
Agrego que ya empezando por el articulo 19. digo
que él es, técnicamente, todo un capítulo, y que el a
f anii ilo segundo e-itá, en los í;«'« h‘is revivido h un solo f«
articulo ’W i
Digo que -4 a « erl i altura Ir.-rnscurridas alguna»
horas V adelantad.. la di. cusió»» particular. advertimos « i¡
que el otro pro« cdimiímfo se impone con sentido prác- '
tico, nosotros no estamos cerrado; a la pos bilidad de
implantarlo a cierta altura de la discusión
Formulo estas reflexiones al ‘•♦«•ñor .senador Paz Aguí
rre, en la esperanza «le «me advir1mn',ii «nie lo práctico
es entrar, ahora, a la discusión narllcular por la via
tradlcronal. dispuestos ;> rcvmrlo a «,!ert:i aliuta de la
r «/che, si Jas rJr«'imíd»m las a-! lo < jan

014 23641 ■’
 UOOHHiUK'M CAMI»»•<>. Reftnr IhmddtMV
te: en lérminoM muy sintético», un ¡meo en razón del can­
sando que u todos nos domina ya esta altura, y con plena
conciencia, naturalmente, de la larga e importante tarea
que aún resta en un proyecto que consta de 54 artículos
que, además, afecta en casi todos ellos, directamente —en
nuestro concepto- libertades y valore» fundaméntala» que

’*”~i cálmente nunca creimos que el l‘p,ilamento uruguayo lle­

gara a eompromctcf-, en Ja ni,<didn di que, a través de la
aplicación de este proyecto, a) parecer se dispone a hacer­
lo, quiero decir, inlciiilmcntc, qih.» riego del debale a que
ha diulo lugar este complejo y fundamental articulo i? que
c uisideramos, fluyen algunas conclusiones que ios parece
importante sean puestas de manifiesto a esta altura.

En primo' lugar, n«» creo puisla diM.nl irse la imj«»rt<m-

cia, la gravedad, la significación, el alcance que revisto la
modificación que, gf»balícente, se propone en el conjunto
de este art’culo 19. Ello representa uná innovación inimagi­
nable cntr j iv»sotr<«. nasia hace muy poco tiempo.
Quiero subiayar un hecho que no puedo ser ignorado.
A lo largo de casi todo e»le debate se ha «iuicutido ¡a pío-
< edetu ia »>e la incor¡Miruchuí de estos procedimiento.*« al Có-
uigo P-^nar Militar, si l«w Jarees militares son más capa­
ces o menor promedia lineóte consi»’ciados, por supuesto ,
r-ii que mtdida dejiendeii o no de la oí¡cotación »leí Poder
Ejecutivo, que .stgniíirndo tu-ng < n sí el hecho de que este
conjunto de delito# sen puesto dentro do la jurisdicción mi­
litar y sustraído a lu natural en que siempre se desenvol­
vieron en nuestro país, y prácticum 'iitc en todos los países
civilizados y con mayor o menor grado de libertad en d
mundo.
Pero no se trata solamente de examinar el «ampo en
el vial la mayoría del Parlamento si’ propone situarlo, sino
<!.. medló’i, también, iicvi«'.-i de |o que rignUlea «d reatar
esta |iu r (Lccíon al campo tu Iradi» ii <ialmentf‘ y üor-
11 oí I u ici 11 e ha estado .'.Hilada,

Jiuiíuitr tod'i nur.sfr.i vida, a lo inrgo de más do cinco

legish'Htu a ; que ya llcv inos en el Parlamento, hemos asis-
< ido a un destile tetnra i .’ct ifirado, que no admitió maiiees,
que no incluyó diferencias Ideológicas, que permitió incor­
porar a él a repre i’ntaiitcs* y expresiones d opinión, tle
tod s lo! rehires poli,ico,., a lo largo He e e tiempo, y del
cual Huyeron, siempre, conceptos que alirmalam ¡a intan-
gibilidad, la capacidad, la riquísima tradición, el honor «pie
han icileitdo sobre lis inslihidoncs nacionales, las actua­
ciones cumplidas, la independencia mantenida y la j‘iiirquía
celosamente custodiada de! Poder Judicial.
Su indv¡x'ndencla, su Jetarqimi, su ich vanelo, su stgni
fieación. su inserción en la e.>en» ia misma del estilo de vida
uruguayo aquí si . han sitio factores no cuestionados por
ningún grujui de opiniones Hel país a lo largo de mu< hi im><
.ufíoH,
Digo que* justamente, edf’'momento» <*n que Imito se ha
habí «do y çihi tan w» •’ tila*’ a intención «Mijo de vida
uruguaya, H q*;t* h'/y cara» leí í-ra el Sctairío y que
al parecer arrq^ts - 9 mriue rz» dudo MCaimnal ma­
yo» ia ha «le votar, • dp»ta 4 un ipdpe 4mio e implacable
ti uno de l«z4 fedntpr» Iwiw;, lo- que siempre
nos henvw huniiMlo *n ente tradicional eslíln do
vida uruguaya.

No se trata aquí, solamente de examinar 1;» calidad

promedia!, mayor o menor, la aptitud m*/< '' oa-vaiV de
los Jueces militares, So trata do tomar ep ru< m’á, tam­
bién, que se sustrae un conjunto de cómpctciK'ÍMM fupdiq-J
mentales para el furici inamiento normal dé la justicui ÓO
<d país, a mi Poder Judicial, spi qUc rie ello se haya dado!
lai opiniones medulares, claras, fundamentadas, desarrolla«!
<ias. completas, que ante eii rim-.lanci.’i tan especial debieron
darse.
Digo, además, que no ■'podemos m u< »spicciar el hecho
<le que legislador»'s de jerarquía personal, <!<• impôt tante
t . ayerturbi en ia acción parlamentai la y que i i pi c < ut an,
« WilWi» pfjlttkiow que se manifiestan prohmda
zm»»ntr cuktadow >* de !» plena vigencia del orden pisi pu,e ,
nal. mMWtfieiís»»« rr*trrvía«Tir^e votar este Proyecto <. n \a-
vifcino.1»»»»., «MM. ¡SiiactarA. ag» <»«i deseando -u ra

E« cvlihniitamil#» ‘<h |MuWt en inAx de mi

'»■alido quema; cm mut malcría s»y toes n disgusto, qt-e
cu ...uchus zonas h» analiza lo meno* posible, que ofrÀçe

una i data y pi «cbm Jm» NhO

»Sin rmb.ugo, .o lleva adelante contra viento y ma­

tea, a toda v«.*k>'idad, ;»m informe escrito, ion escasísi­
mo tiempo fiara el estudio y consldvtac ión adecuada de
problema un vasto, complejo y Uastendente.

Por otra parte» no hubo re¿pue»tas a preguntas fun-

damenUU* que Mr* o en el cur.v.> de cs'.e
debate.
Una emú es qua extx* dte tart
■ ; -o detiji. er v’otüdo romo Hemento que sustituir* d
!' .c cu el qim m- ni's ha incluido, otra casa es que
ueu,! .r volido ionio ¡m.idulura las tee»:^nd«MI Hmt-
11 "■■'i'* ■ no i n < I oi',|.'li q(- la; libm t
11 Vig'-ncin (ÌI' |O'! valor, (p ya pad)
T*X»Q td.o fue iit.ii ;.¡íl” - ' : im'icnzd

viltà, la «impelí ivh

híMífttZi en que . e c
lilib1;!’ 6'0^'''ll¿
' z *, | .i,/-. . ojj id* jh| qm» tsda no cs un ente
(tntf ifüí»
¡i> ¡jó «>¡rn» a nosoiinx No vimos a hacer filosofili a
rio. Hoy que vslamoH .ishtu ndo ;i una uix-.u-
ton en la que ee va daade Plai n hasta Parmenide» de
Elea. . . «.
 8ErtOH RODRIGUEZ CAML8BO — Lo que pasa es
que ya estamos perdiendo un poco el sentido de los días
y de las horas. Ayer fue Platon, y hoy Parmenides de
Elea.
Quiero expresar que la Asamblea General no Tiene
i.na inlegi uclon esotérica o lejana; es un Cuerpo tormado
con los inl.'inos grupos políticos que están aquí, y cuya
decisión responderá a idéntica o parecida mayoría que
la que se pronuncia en el Senado, especialmente, y lo
subrayo en fuñera dH conjunto d-' enormidades que
h¿n »f-nido o uru- ndo en ¡a República . en cuanto a la
vigencia de .a suspensión de la.-, garantías individuales.

Anuio, ademas, como elemento en nuestro roneep»o

c.uda/mme Ueimitor.o de una orientación y de un espí-
ntu, ia levedad insoslayable de las penas que se incluyen
paia lo que aquí mi tía denominado ''asociación usurpa­
dora dt> uu’.ontlades publicas’' y que la opinión del pato, i
id pueblo Lodo, salien que su le llama cruda y desnuda- j
mente ” Escuadrón de la Muerte”. J

EtdiiH orgiini/.acioiH'H dr ¡uicelnoz serán castigadas, se- 1

aún esto proyecto, con p<*n is que van de.’de tus dos a do* jí
co anos de pcnitcnmirin. El mínimo de pena, pues, que 1
.se propone para lort Inteprcnto*: d<‘l i--rumbón de la Muer* 1|
te es de dos unos de p<‘n k'ihTuiu, mlcr,trc<¿ que la sim* I
pie asisten-la it las ivoci'n tunes subversiva*, definidas f
on < uanlo a su difeicncr.ií ion con la intceraeion misma J
de la asociación, como prestar alguna asistencia suscep- j
tibio de favorecerla, sin con.iencm precisa de su ulcan- I
re. puede ,'er pi llada ron hasta ocho años de penilen- 1
cía na.

Al (t.nsJdeiar i-.sio p.oveilo no podemos ignorar el

marco en el cual el im.nio «r piracma. El representa,
inexorablemente, una opción. ¡Y qué opclon!

El .señor senador Santón», muchas homs at».»s, hizo

un planteamiento, en términos que compartimos, y qim.
en nue tro concepto. lúe umi de las oportunidades < n
que en mayor medida x* alcanzó la esencia de los temas
__ d”" aq«i se plantean. Heñaló que esto apunta a una po­
lítica represiva que ignora uno de ios elementos sustan­
ciales contení ios en nuestra legislación penal, que ys la
posibilidad y la lucha por la recuperación del individuo.
Aquí. si. hay una opción; la rabona no responde a la pre-
sí n-in de la usknda en el país - formas de violencia
que Q<* 1 'i ‘».í*n*rít y ante e ta .situación rtgistiada he-
mó; repudrido siempre y aeguhnoe repudiando— es de- <

016 23 6 4 1 ti

cir, no lo hace »solucionando causas, corrigiendo omisio­
nes, enmendando errores, sino que lo hace con represión,
con amenaza, con dureza, con garrote, aumentando pe­
nas, excluyendo libertad anticipada y endureciendo, co­
mo si esto pudiera tener alguna relación con lo que
nosotros sabemos que es este Uruguay en el que nos to­
ca vivir y luchar, Y todo se ha-e en nombre de la ley y
del ordenamiento institucional. Para ello se remiten a un
Código Penal y a disposiciones que ya irureta Cloycna
definía como elementos de liclensa social. Y aquí, está,
entonces, la opción fundamental a que queremos refe­
rirnos.
Voy a mencionar algunos hechos que definen, en
Luesuu concepto, de modo indis>muiado. el marco en que
estudiamos e>te proyecto.
Hace algunas semanas se produjo en nuestro país
un acuerdo político entre distintos sectores de diferen­
tes partidos, en torno a finalidades elaboradas en co­
mún. Los acuerdos políticos no nos asuntan, ni nos alar­
man. ni nos repugnan. tJ propio Frente Amplio, que in­
tegramos, es una turma de acueido político. Ellos, .son
buenos o malos, en función de las finalidades que per­
siguen y de los métodos que se utilizan para cumplirlos.
Por tanto, no calificamos el acuerdo político en sí,
ptro queremos aludir a algunas de las rea < alonen» pro­
ducíaos a posterior), porque a .'('re* lu euforia, el rego­
cijo y el alivio después uc una larga tensión, permiten
que ei espíritu se expanda y afluí en expresiones espon­
taneas y sinceras que levelan. ciada y elocuentemente,
cusas que importa recoruar.
El 0 de junio de er.te alio leimos un editorial, con el
cuidado con que siempre leemos toda la prenda, sea ami­
ga o adversaria, del diailo "Acción", sumamente < ¡<ktien­
te ya desdi» su titulo. 1'1 mismo dice: 'Reabrimos el
tiempo de la ley”. Es decir, el 9 de junio de 11)72, "Ac­
ción" no "El Popular", "Ahora’. "Ultima lima" o
‘ Marcha”- reconoce que el tiempo de la ley había esta­
do cerrado, en el titulo y en <d comen ido de dicho edi­
torial. Este hace una .«»ríe de alirmaciom s que, en cier­
ta ni^chdu, podemos compait.ñ- y que no iccliazamos en
su lotiihuad como expía siun de propo-.itos ¡esperto al
par. pero que es un iui< io acabado sol re lo que ha esta­
do soportando el país hasta ahora, s< bic lu que hemos
denunciado, sobre lo que otros han callado y sobre lo
que aún olios han acampanudo y apoyado.
y el 11 de junio de 1972. ~ con Idéntica euforia, no
en cuanto a la ideología que lo nspiia, pero si en pan­
to al regocijo que le proporciona , hay un editorial del
diario La Mañana”, titulado "Comienza anora el tiem­
po de gobernar”, algunos de cuyos párrafos quiero leer
para que queden incorporadas a la versión de esta se--
sión.'
En esa fecha, 11 de junio de 1073. el diario “Lu Ma­
ñana” y no necesito calificar la orientación política
del diario ponine no hay ni un solo uruguayo afecto a
este tipo de problemas que la Ignore— comenta el acuer­
do publico registrado Naturalmente, líate oalin'is, es
optimista, se siento feti/,, expre a su íipoyo Me parece
natural que el diario "ha Manana" apoye ese acuerdo
publico. Pelo lue.!o, el editoriali fa, liev.tuo por el im­
pipo y por el » n? usi«.'mo, n > ,c detuvo en e| punto en
que Je cor. r-, ponida pariuw y siguió e (Uniendo. Enlon­
cos. el 11 de junio, .va con mayouas amplias en <•! Par­
lamento que ie penni’en .sacar todo lo que desoí n di­
ce "La Mañana”--: "Esto enfoque realista de l.i situa­
ción es, por ejemplo, el que inspira <>J informo de la Cá­
mara de Comercio cuyo! I neamientos generales publi­
cáremos ei pasado 30 de mayo".
Esto está en el ediunia) 4« "¡m Mañana", d.d 11 de
junio.
Continúa diciendo dicho editorial que: "Ha dismi­
nuido el producto bruto Interno; las balanzas comercial
y de pagos son desfavorables; ha disminuido el valor de
ia moneda; el proceso inflacionario ha retomado velo­
cidad; el costo de la seguridad mx'iai ha crecido deKD.e-
sliradamente; la situación financiera del Estado es crl^
tica; la presión fiscal Mj.ue alendo ia más alta dé Amé*
rica Latina y una de las más altos del mundo; no se ha
limitado la burocracia; no se han rcoidenudo los servi­
cios públicos; no se aumentó la eficiencia funcional ni
s? redujeron los gastos superíluos ni se racionalizó y sim­
plificó a compleja y arcaica estructura de la seguridad
social. I amana lista de calamidades es, uaeuuis, tama­
ña lúta de ver dudes y tamaña lista ue proteínas a en­
carar y resolver por ei goole no añora, con amplio apoyo
parlamentarlo y popular”.
Y, en modo parecido, sigue hablando de la situa­
ción de Ja campaña y, nutuialmente, dice, ademas, que
‘entic las causas figura un proceso electoral particu­
larmente Áspero, la aparición y derrota cío una luerita
política de clara inspiración mirx sta pe-e a ia cuo.a
de ciistiunisino con que intentó disfrazársela" -no ol­
vidar que es “La Mañana" lo que estoy leyendo— “,.,.ia
acción directa y viólenla de los [pupos terroristas. el
mantenimiento de nuestros ¡..eivicios burocráticos y aún
la laiga ¿insta liberal y democrática por la que hemos
tustiluido la concepción de una Demonscia atenta y vi­
gilante y que requiere correctivos inmediatos y drásti­
cos aunque importe sacriíkíos individuales o de grupo
o colectivos y generales“.
E te es el lenguaje que tenemos hoy acá, señor Pre­
sidente. Esta es .-a opJun que hace hoy el Parlamento y
a esto es a lo que nos oponemos absolutamente con to­
das nuestras fue.zas y con toda nuestra convicción. Es­
te es el camino que elige el Parlamento; nr nos preo­
cupa ni nos asusta que huya mayadas < .talles. Por el
■contrario, noxotroi deseamos iñ »soluta rnene. —por­
que está en la base m is ir ?, de nuenrus convicciones jjo-
litica - . que «i poder civil y el ordenamiento insüturio >
nal se fortifiquen y (unulonon
Nadie, con la mínima dvus imaginable de buena fe,
tiene derecho a llamarse t* engaño o hacer equivoco® li
este respecto; pero é.-ta.i son driiniciunea cía*ajsí que tP>
nen su eco en el Par).miento, porque el por lo que ópts
es por esto, por el sacrilrio ce tradiciones nacionalai.
fundamentales, por la d-sminucr n esencial de potesta­
des para el Poder Judicial, por la fortuicaclm en da*
musía de un Poder Ejecutiva duramente cuestionado por
la inmensa mayoría de ,ia upinión del país y luego da
un pro, eso que ha desnudado tona» e.vas eos.uí, Poique
esta enumeiaclun (pie h.ue "La Mauana" el 11 de ju­
ma, no define problemas que nayun nacido en 19 U, vie­
nen d' antes, pero, claro, intuir -s, cate diaiio llenaba
su; paginas con el muro h? lierhn. |or ejemplo, entre
otro tipo de u.s;.s Da esto no >,e ha luana, de esto M
habla ahora.
(Ocupa la Presidencia el señor senador Zoitilla
da San Martin, i
—Y en momento« en que tenemos conciencia de que
esto está en el país, y de que no es la coalición política
que integramos la que io creó, poique ella no ha gober­
nado; en momentos en que sabemos que no son tampo.o
los grupos terroristas ios qje io han or inado - mas
alta d* todo el rochuno que nosotios .‘.vnimius con res­
pecto a *us procedimientos -, ¿alguien se atreve a decir,
cuando la deuda externa uruguaya cre.'.e de mouo ga­
lopante y, al mismo tiempo, hay un conjunto de gente
que saca su dinero del país convertido en moneda ex-
ticinieia, que todo esto ocurre como consecuencia direc­
ta de la acción de grupos triioiislas o por la formación
de partidos u orgaiñ¿ai iones ¡julií.icaa nuevas con pro­
gramas de trun ioimaviones eáti ucluraleti?
luí i esponsahilidad de ote desastre está en otra liar­
te. Y este espíritu q<ui hoy pr> snle la a pro! ni vn prest!»
miblc do (Míe proycrln, r-i (I Hii.mo por el la ley se
respeta y la ley vale y ¡a C'oníti'ucion impon.* cuando ella
permite el mantenimiento de ede oirá n <.m co .a.. । ruque
si en nombre del ordenamánto institucional v de la vi­
gencia de la ley y de la paz entre los orrenf ne-, si pora
que no haya más muertes entre nosotros, para que la vio­
lencia desaparezca del país, tenemos que incurrir en sa­
crificios y leñemos que votar co as (pie no ñas gustan,
¿364 1
 (¡ne no nos convencen absolutamente, ex naturalmente un
lenguaje adecuado y un planteamiento serio. Pero eso tie­
ne que valer siempre, porque la ley importa siempre o no
impoitíi nunca y el orden institucional interesa ron au­
toridad para rilo M responde a una concepción consecuen- 1
te y d no. no
¡,o acuso i») se han subvertido los valores institucio­
nales del país cuando la Asamblea General ha tomado de
< hion en materia de Medidas Prontas de Seguridad y el
Presidente de la República se ha metido en el bolsillo esa
decisión. Ir ha contestado con unas lineas, la ha desaca­
tado y luí vi.Hado cuarteles pura hacerlo?
El Presidente de la República que* se v * el P de mar­
zo acusando al Poder Judicial, ¿no está creando las con­
diciones que hoy desembocan en la consideraron de un
pinyecto de esta naturaleza?
Me pudo haber optado por inu mar un cambio, por em-
peaai un cambín, crear condlcmm \ que conduzcan. ■ no
en 'o inmeciuui. ruando memo«» en .3p*ow rfunt<nab&r a una
’ran.»í< rmacinn en 1a , cond.ruines del país Se pudo, in-
• lu.-o haber tomado, Miniiitaneamenlr. ios dos eam nos, s
as dos d.ieccionea pan» enduu-cer la represioi? eonUa las
forma.1! violentas de Iji grupos terrorista, y tmunr ese ca­
mino de! cambio en «»I plano económico y social.

No se quino ni lo uno ni lo otto; se toma e) camino a

de la durezi, el de la rrpre.d >n, el del menosprecio por el
Poder Judicial, tema que quema y ai que solo se ha hecho
referencia rápida y esquinada, ’listamente porque no hay
cambio ni indicio de que lo huya.
4
Higo, srftnr Presidente, que nosotros no podemos de<
un nos rni errar en । l inc amiento f an estrecho y no va
inos ¡i dejarnos encellar en él. Estas cosas no son nueia-s.
pioducon ir iiHíido.í, no hav sino que revisar y es muy
opoiinno y «lómente ahora colecciones de sesiones par­
lamentarias de los uliirnos iño-,
Naturalmente, hoy no vamos h poder convencer a na­
die aquí, óabemo-i que en (-sia oporlunidad, los dados c;
tan echados itero la hlloiiíi eon'inuc e| pío r <> no - ;
ta terminado No (Irse»peramos de ¡a.« i «serva« o lm ir
rur.sojí que todavía pueden cnconfratse en imeslio país,
e Incluso en algunas de nuestras fuerzas polii leas,

Croo que os importante recordar que en HM8 se em­

pezaron a aplicar Medidas Prontas de Seguridad cuando
un gr'.|>o de estudiantes apedreó algunos automóviles, y
un núcleo muy pequeño, que representaba a tres o cuatro
(Uirin.is, hizo planteamientos en torno al ordenamiento
prer-upuestal.

Ya «f» ve que la política de la represión, ¡a pomu a

de la dureza, es la jmjíiIícu de las Medidas Prontas de «Se­
guridad y, después la suspensión de las garantías indivi­
duales. el ruado de guem interno y ahora, un proyecto
que va in jcho mar que el estado de guerra interno, sal­
vo que se me (WnU'4sfHj |0 contrario , y que presumible-
mente so va a adlcmpar a ht supresión de las gmnHaii«j
imhvídUHlc"> /.l.vta es el mmíh/p ¿Hmíím dónde f
qué? ¿ilh 'ia el <xt< tm.'íiio? /Jípela rnayof durw’«? /fJañJ|
qué limite? ¿ pendren,u» que e/»mi4ers*r el Kres próximo tffg|
proyecto que duplique Jas |yw( que
Mh’idimí tanto nú hay maIu'áQjn «a-arud, n|
ex alu móvil, Ja d<-, oí «p ¡v ■«j? r-•■< P'^s'.pu*x{¿^
íiirojr deíleil. el señor Una1 Jb áe y Finanzas
iccorre la mitad del mmIo par» ,.r,& ¡a»rtw\ más. ¿Db.J
esto se trata? t.E.le e» el ' ammo y ¿o.aa ¡as
F.xpreivj, M-¡*or Fretaden*>, / *fW a terminar fx>r^l
que nup/ma» muGj*« otra« que hubiera!
hecho en la dixm>.i6n general que estuve leyendo, en!
e.stoM ú'timos días, entre viejns cmias par lamentaría«, al-|
"o sumamente elocuente con req>ect© » un proceso <queJ|
naturalmente, no vamos a juzgar ahora, por todos ho
clrmenóví polénib'ós que encierra» en cuy» transirán a<||
»Míib'r'iermi coas qm» pueden resultar .«ingularmenta^l
¡Irslrctix « icl.Ti, Me tt'fici«» n la -t<l«in «k> ti A « ,'ae« H
(lm'u.»l de in nn'lir del 30 a! <1 de marzo de 1931

A i
Pifli *ert,,r P»’*M«leiita, que hay en el Urugiiwy, mal
qtrn lo pese jt nnu'hH Renta, una corriente muy jni|K>r(an- ¿
le <lé li.dnh'm que <«,m.ia mi acción oMitira en .a hiciia
por un cambio, y que *e propone hacerlo, inflexibiemem
dentro Jr la vía legal. X«ár 2 3 6 41 ?!
• a, ’ 11 ■.! : ,i 11, ri i .a en mi* ’ i o

1 - o >' i¡->n mii.z.iiio <a niucita via del terrorismo in­

dividual. queremos luinblén expresar en esta oportu-
*ud id. <p¡c f epií-.e.-.» . io ।( (r< *:'•*<> tan trenvouii para
el v íxjó*-/'; de1 tf,t i?I,
‘rl¿í i* t .¡< , -pi»’ '.(rr.*í¡/«!i ,a (q«'i/m ¡x»r ta ;m-
'«Wta, p lú tlál’fttaj iWí .1« tegurra, ta rrpp ,|ón
F ^Wttontas. que no
‘lene pm iir, eoncurre a am-
paiar •<« Ki'ud.cl j,,,e h*» eh tétti fido fjf ifl
'«■ d. ¡ « itarht que en IMWW’
‘• iv a 'n n ic no se quiere rtimWai. en
r' conjunto de irrí-
tamo p, >!<>• t' ln<o«¡ayables
(•(iit rmic ; '■r.f«' <|ii< time <q «
pal*.
He terminado

01 8
 MX1SJOK HODHFGHKZ CAMIWSO. - Eli reillHM .<<•-
i<n l’n•■ i'i«<ri!i>. h» fph- »a (ih dirho hare muchi, mà« rurhi
. .1 'I , uH' i Sobinw»,it<1 qucH'iiM»* hacer notar el
.• •' < <' . -..•.ii ,'a : «4 •’ ■ ■ • li. lei t< n li <"•<<' i>! vii
¡1.>!)«■;• i<i. ,uì' va:> ì ■’i< •■-pin’H 'pie iìeu'inc’,'t’•’
in -' 5 ’ ri-, '■( 4 । ,«> *ct»i <lfl ptiha'io. |«oi«pH v>«’ lì'.in
i I, f‘l p ■ I < IIK'IhIm <l< 'hl< )•, pt.npu» Jtl lltKi.Kbil)
M\«'
■ ni'i'ib’ni.i u> rii |>. mt, in iiiii'iU) rani, pr ti a.
.'•i‘ il । . i»l e.•■lupo de ii<'i >•<., i diiiliin ><i «pa? la* MMiIrttei -is

< ■ n a u < <le i., •<;■« . q.'t n.» *ou lo* 11 h<!»«•»<>♦,<>Iriwrit«*
<i' !■ rd v « <■■■•<.• ti■... de tu fi'iiH'ih'iihn pitique naturni.
< ii" ■ •> । |< cibili.!..f de > ri or, tii’iv ,'<nd-

iol ; I I mi (Il < in, .HIM 'dH «fi |!’H'*d|H«ll i llU' ld»'« ?

• ■<< i'»n» > l'i in it' <i pil lilo < uhih 'pi, m‘ <"dii vivi-rido ni
I-I ) '11. ;o|lo-./,« .t prò di <|ue iiiclii'.o d«’Uh<» del fuiH pr’ll
■ ’<’ .-e:.: < iifdilt M', ' n >ut.¡di «.msIto hiij, V
.■'.t ■ ■ •.■••iipic•' . , ¡ti') i.,-. v\t> l'niind.imcn*,- y
; ' i' - <•? ¡. a '.id'j't i >ì»v
. > v ì. <•’ -Mu, ;> ( h. «r»i '-'M .li»tA»Mci<>n api tea.
M< < "iHpi•(/<.•'» !">lit < uianrid rn 'vlvcitir y tengo la
hUpru lón «le iliM-lrlu ;hjuI qui’ IhcIuho Whdndures cova
vM'tM'hamivi v,»n n.ut•!■.<> h>trrè«t, <?<m4K>nente!« <W'1
’-4 nd-ru"’ * c’ure0 uuiy ndi’iun !',* a'it»u"< prineipalvM 1
ii< ) pi’ >y 1 tv, I. ui hcc>; .• oir voz mi e»<c« valido,
l'»'f <’ !<• c''iHÌ li', ari'inrs, i*»pito qun r«de J
। "i i'l i, ,-n n prove«-' > ,p.ie f< ih itenat tan severa«, que !s
’.ift li m-o'i'o.-i ■. -i ijv:ir>.. <h< i|i<'<’"< mllit :(»■•*« y qiM’ altare« >
1’»'?. *’1 -t x»'i (’.’d rr-.yr.’to il) si, icsiitta t»’rr'*>’i"nv-rite ;
r ;»r* itu ilb.-i del «■ péit.i ìinit do. pn rrf ronri-pto té- ;<
I tir in >,'if \o ili< ! (;i l);<i|)« (ori nardiHial «k» ro (
e< b.. ip .!■ ,ntni i.tl1,on>: • <ti «<| .o timi«, pritnero, t

■’ ’ 1 ' i 'I < i hi -i'J i"i !o i|i!<> e»dr Hi •ii ijVt dt». i
1 • v 11 1 'ri** • v ir . «Ut-ei<tirum -i jntinh.'irnerite «I en
1« I I I 1)1 IV .1 I' H IO । M i. l- |o

23 6 41
019
 HENOR ROI'T.uguez caMuSBO , Me perniiti1, .w-
; m- Presidente?
s/NOP pn» BIDENTE i/'ì. JHu de finn MaiDnr
1 lene ut ¡'iiliu»,» ri senor .»rnadur Rodugur/ ( amMu
bii.M »lì h(>f Dt'd'Z < AMICS.O Henor Prc. ulrn-
ir: rn vt<|?i(|, e -riaLiie i (• |>.»ra quieti ss no domlnaniis
.a uim ipiiìi t (unnica w un «allealo que h<ja rifu una
,niuit>n dificll,
Cuiiìpaiio io (pie dice c| ¿.riva senadnr Erra y u r.^u
una liiioi mai ioii t(u<‘ l oin •.<!,• con 1.1 «pie el va leco^.» hi
una ..iiifOur •.rsa.n ¡<’1 c’ii.nio con ivlncLm n los .«uce-
a >s de que lunon vicunu.s v.naos ninotiuis, tal rumo na
(riunsu >‘a <n ani '¡.or »iti»», i’u.'hm, i'e.'o TV> pu<*dtì UlV.e
»mia. uni' i (tv rii ni maliv.t ti’ii.i.i d< <ilm», de i*u m. U
l'piL.a Mii O d< i,i l<H,t d ;<HiU|Im tu1? ititi i tl tt illH'Ilie
k >.»si ali p... i< p<\ io a un • iva «
... Inai, .»<»,» • I > i a. n et>n
iii i. »'ti ■? ilo nian a» me rou i r.»preUj a li’ nonna rii m
y I» mnc<» que iìmIuvii1’ iiìi.iìi.; <p»r unsfiii.ir rn il ai-
ticulo r u »e ( I lunc-ouario indimi' a poiiml ipi» r.si i
a tiP'iiwo en iuncmn d<' un rmnrlìdo qur « •> i rupoml'1 a
s-u*< Pinci mea .rito a)Huicn «pv ne lesisi- t man » uima
ri, r.3'», lutunumcnn-, t.Mimtio de r«1sp</n?ah),J(l.id. aun
ti ,e e,» idi/uien no pra, pi rei umcntc, vi (pie «tonte con-
tra la Con itucinn Ai t'indonano puiiciul o militar a
a ac'uar cantra il, Hevui ..mente, por cualquu i otre »a-
zon tirr »aita de! cumphliiienlo de lo« conietidos quo la
funiion le a&igna
¥o dljKO, «demo», qwt eri rigor li*» dtfkuttades acpn
denti n ma’t f.im rad,; a< i (on)indo de xituirioneB que
vtc-no.tfrrtoji de he» hei-iic» tue imo tornado cstado pùblico
t.nun eme, qu • li-m deh iminado in< lu.so la muerto de
gente n’.ie n.» um i.ci» coi it. dma indeit-nsion. quo no
e na .« Nitido il m-n » arnrida ni inuclu) nv non. Pero un
i lg«;r, yo no queAm m iijinqullo «<i no eonUhuyeta de .il-
glint oMmuit a ap •)'» r uni. /dueion <iue dipenda al fini
t loiuri;) nnik-’r <> palici:que cìPu i unjpJicn m cu
(i o y ',u*‘ />e oniuenlra con ul^uien que 0« resMiie a ma­
no hrmada.
r: h», nor !•> titillo, n nonotru», por la f'Ha de elari-
d id -p( ■ dvi’i1 liiuu rn ho ’(’Xlo y tior In roidradfc>'lAn
e i . mi: ”1 m a ¡ine icinlte, con la realidad quo en el
< . >■ .- ’ .ivi. mi » io cit'a ali.'itna compiijidnd,
¡'■rii ¡;) e ¡ajiam 'i dì piu* fu. il-« niP'i.'m minerà a
de|tir in.-tnv1 ;■ un fmn'm uhm fimi!-:.il <> mplt.tr qu^ »*»»'»0
fv.ìuar ircntc a un.« । fr;v>n 1 sei» cu.il «cu la cau."»
coi pt'u••’"llmleipo (pie ruiPm clhi se siptie, e rejdst” a
rnano armadi».

23641
02 0
 SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. - ¿Mu permite,
señar Presidente?
No »é si los M'iiiHc.« mivmbro« ínter¡nantvs se ¿ro­
pón« n brindar alguna Information «obre ente articulo,
acerí a de cuyo alcance me permito señalar que ¡o es-
tuncl particularmente grave. Normalmente pienso que
esto alerta el de remo de reunión y el deivchu de expre­
sión, de libertades pública» que estimamos muy impor­
tantes. Normalmente, si Ja reunión se realiza en un or­
ganismo público, se lleva a cabo con conocimiento do
la* a u tora d ade* de ese organismo y autorización de las
mismas Entonces no alcanzo a advertir la* razones por
la* cuales se establece con este carácter general la po­
testad de •uspcnsici por parte del Poder Ejecutivo, so­
bre todo cuando todos tenemos pleno conocimiento de
los inusitados recortes que ya, a este tipo de derechos,
se les vienen eíectuyndo desde hace tiempo.

Preguntaría, dado el alcance particular de este ar­

tículo, ¿qué tiene que ver con el problema del terroris­
mo y de la sedición?

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. — Completo mi

pensamiento, y en seguida le concedo una interrupción
que me aoUcila ai sefter senador MicheUni.

Quiero subrayar el hecho de qu« aquí cambiamos

radicalmente el campó dé aplicación del proyecto que
estamos considerando. Incluso, dias pasados leía en la
prensa un comunicado del Poder Ejecutivo, en el que
subrayaba, en términos cuidadosos y muy especiales, .
que las medidas que se adoptan, lo* procedimientos que
se aplican, son, exclusivamente, contra la sedición; pero
que ios sindicato«? y el derecno de reunión de las fuer­
zas políticas y gremiales, iba a continuar en un clima
do libertad.

Aquí entramos en el centro mismo de ceas libar- J

tades. Aquí no so trata de problemas de terroristas ni R
de 't upamaros ni de sedición; son reuniones o actividü*
des que se dice “ocasionan o posibilitan una alteración
del orden público". ¿Quién juzga y en función de qué?

Considero que la vastedad de este artículo, asi co­

mo su falta total de vinculación con el lema en consi­
deración, lo hace particularmente riesgoso,

Le concedo ahora la interrupción que me solicitó el

señor senador Michelini.
 <•

kSEnoR RODRIGUEZ üAMUfWO. - ¿Me permite, Mh

ñor Presidente?
Comprendo perieclatnonic que Jo» miembro*; infor­
mantes puedan no Irncr aún una opinión completa .vibre
el conjunto do disposiciones que j-e proponen por e.'doa
adúivoc Consulto ¿»obre la posibilidad de aplayar el ar­
ticulo referente a torturas hasta que los mlernbroi ínfor-
.•húüle.: puedan darnos a conocer su opinión al respecto.
He trata de abrir una nutancia para dar tiempo a tener
esa in ¡urinación.

SEÑOR RODR'GUEZdAMUSSO—6Me permite,

señor senador?
SEÑOR ERRO. — Con mucho gusto. ’

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUS8O. — Señor Presi­

dente • yo insisto en el planteamiento qpe formulé hace
algunos minuto«.

El tema a que estemlw abocados ahora, es de carao-

ton tlena mitv especia le«, y, naturalmente, debe pro-
vocnr en todos los señores senadores —eea cual sea la i
posición que tengamos sobre p! punto— una reacción J
muy particular ante lo que significan las torturas y |
los apremios físico«. |
4
(puedan, todavía, más de 40 artículos por conside- 4
rar; algunos serán aprobado« rápidamente, pero otros *
con seguridad que darán lugar a algún extenso debate. 4

Yo insisto en que el análisis de esta disposición se •

aplace por un rato, ya que nada obliga a que tengamos
que votarla de inmediato. Podríamos, por lo tanto, pasar /
al articulo 11, y a loa siguientes.

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. — En el momento

oportuno podremos examinar las fórmulas presentadas.
Creo que así, en relación con el lema de las torturas,
podríamos llegar —si , se obtuviera la mayoría — a una
redacción que mejorara sustancialrnente la inicial, que
tatemantes absolutamente Insuficiente e insatisfactoria.

Por las rasones que se han dado y sobra tes qua ?

no cabe abundar, ahora, por motivos prácticos y pasa 4
evitar un debate que puede sef >n*'oftdue#mte, me limito ¿
a solicitar el aplazamiento del articula 10, hasta dentro
de un ratn, en el entendido de que seguiremo» censido» "
raudo, mientras tanto, las restantes disposiciones de j
este proyecto de ley.

DEP. I
j i _
RROU SADO

23 64 1 :
02 2 -di
 SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. -- Seftor Presidente:
antes de entrar a la consideración detenida de este capí*
lulo, deseo formula» una projKMición al Senado |mu;i la cual
atiendo los planteamientos que han formulado, fundamental»
mente, los srñore» ®‘nud< »re.» que so#tienen este proyecto de
ley.

Es’a maiativa, en mi conjunto incluye un« serio <te

dispoaiciones, que en lo fundí me n tul recogen de la mayo^
pai te de loe comfxjnentes de este Cuerpo, en cuanto a dotar?
al Estado de Ion elenientos que lo» señores wnadorc» e*df*j
man udecuados pura defenderlo de lu sedición. s

02 J 3
 SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. - Señor Presidente:
« mayor abundamiento, quiero señalar que en la propia
tarea de la (’omisión se da Ja siguiente situación, que está $
H'» tartamente documentad«, pues hay versión taquigráfica.
La Comisión, p>r razones que yo no quiero entrar a s
examinar ahora, de carácter político que afecta a distintos
sectores, y jmit razones, en definitiva, que son respetables,
pasó un lap»o determinado en cuyo transcurso no pudo se­ *
sionar |H>r falta fie número. El señor senador Michclini,
miembro de la Comisión, que representa en ella a nuestro
sector, concurrió siempre, pero resulta que no habla nú-
me ?o porque senadores de otros sectores no asistían a las
sesiones. Un día, el 23 de Junio pasado, concurrieron y
< (|uc ocurrió ese día? Se discutió en conjunto el proyecto.
Hay una versión taquigráfica con 54 páginas cuyo distribuido
es el numero 33«, ¿Cómo se discute este Capítulo en la
< omisión? Página treinta y uno: se pone a votación el
^»piluio ni en su conjunto. ¿Cuánto lleva la discusión?
Menos de dos páginas. Hay aquí una expresión del señor
senador Beltran señalando que la redacción de un artículo
es muy retorcida; el señor senador Michellnl pide que se
lo informe sobre las últimas modificaciones y nada más.
Son menos de dos páginas.

Este Capítulo, señor Presidente, en la Comisión llevó

tres o cuatro minutos. Que i;e discutió antes, hace tres o
cuatro meses, bien, pero no tenía estado parlamentario a
e «‘‘»«do. wa un tema que estuviera en la orden
< el día de los sectores políticos, jorque no había sido objeto
<U‘ informe.

Hace algunas M^mes. planteé, aquí, en el Senado, mi

ir«quietiKi, mejor dicho, la de miestro sector, porque lo hice
a nombre de sus 5 senadores, ¡jara que se tratara el tema
vtaoulado con los destituidos por aplicación de la« Medidas

Pronta» de Seguridad, El tema eran tea ttealitaidaa, átete

asunto lo estudia una Comisión a la que también va shuntare
el señor senador Michclini que, por distinta« razones, aje­
nas a nuestro rector, no se luí podido reunir.* Se hizo cues­
tión iundnnK'ittal do que este tema tenía que venir con in-
íoinie. Aceptamos que viniera con informe, a pesar de que
sr trataba de un tema que estuvo varia« vece« en el Se*
malo, y se incluyó en segundo término de la orden del día
de una de ios sesiones del mes próximo,
Aluna nosotros decimos que esto no tiene informe, L»
muro que llegó es el articulado. En la Comisión, cuando
menos en la sesión en que el proyecto se votó, la conside-
r.rnión de lodo este C apitulo llevó menos de do« página»,
t.o (|iie nosotros planteamos es, señor Presidente, una instan*
< i.i m.iyor pma estudia) lo, nada más. Naturalmente, tuvimos
<|iie <l¡íiie ptclacion absoluta al tema del proyecto que in­
cluyo el ( 'apílalo 1.
Llamo a la reflexión a los señores senadores sobre la
inoole de trabajo parlamentarlo que se quiere hacer. ¿O
lo que se quiere es declarar el estado de guerra interno
para el trabajo parlamentará»? ¿O vamos a estar sometidos
durante 5 años a un régimen de esta naturaleza?

Hemos convenido, per encima de nuestras discre­

pancias, por la necesidad que la mayoría estableció, en
sacar este proyecto con Ib máxima velocidad y on aten­
ción a las razones que »4 dieron. Pasamos aquí noche«
enteras. Incluso, hemos i enunciado a hablar en la dis­
cusión general; hemos reducido nuestras intervenciones.
Tal como lo dijimos al comienzo, la discusión particu­
lar es una verdadera discusión particular. Hemos hecho
las observaciones concretas a cada uno de los artículos.
Adelantamos que estamos a disposición dei Senado para
venir el día que el Cuerpo fije exclusivamente a tra­
tar este tema. $1 se desea venir el lunes, lo haremos.
Quiero medir mis palabras, señor Presidente, por­
que hace mucha» horas que estamos aquí, podemos estar
fatigados y no quiero decir más que lo que quiero ma-
jwítstar. Siento, como integrante de una fuerzii polí­
tica que estoy siendo atropellado, que estoy siendo lle­
vado • tos empujo»,«ve. a votar una coaa, a presenciar la
votacton de algo que **• muy importante
iffiaásKau f^iatedente- £1 ptanteamiento que
hemos hecho es a»mtotanK*^»ie reepettweo del punto de
vi«ta de todos toa sectores Par to tanto, voy a pedir una
nut’va votación a ia morlón qv» hemos hecho. no me
tmigno a udmidr que *1 hewáMte tenga que líegar a un
nivel tul de deiHunsideraeto» para con sectores políti­
co« parlamentarios, para con senactoraa
siempre presentes en las sentones, que sato
ore con seriedad y con responsabilidad.
en ratones va- 2
¡t dt run l
i
En consecuencia, señor Presidente. voy a pedir re­
_ da la votación, subrayando ei hecho de
■IB'’«tetasen« «tissMMSritoa a veoir aquí, quedarnos las ho-
“JSTm , I w 4* ;< w>» y«»*®» «*
d Senado fija para tratar exclusivamente aaw ww
Solicito, en consecuencia, señor Presidenta, que «c
rectifique la votación.
 SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO - Entiendo la
eliminación do cata referencia, pero de la miama ma­
nera —debe ser el cansancio de la hora— que no pue­
do llegar a entender realmente por qué se suprime el
párrafo segundo del iqciso a), no percibo cabalmente
por qué razón al eliminarse la exclusión de lo reprimido
por los erlículos 141 a 145, se elimina, también, la re­
ferencia final.
Hay aquí una exc^pciml de la excepción; es decir,
que una inclusión en el carácter de delito, ¿Cuándo?
Cuando aquella apología tuviera por objeto demostrar
que el requerido o procesado no ha podido ser el autor i
del delito imputado.
s
Por ejemplo, se ncufia a un ciudadano equis de co­
meter uno de lo» delito» incluido» en los articulo» 141
a 145 de! Código Penal y una publicación considera, y
da razones par» ello, que esa persona no puede ser acu­
sada de delito semejante. ¿Se puede sostener que una
persona por su relevancia moral, por sus virtudes, por
su orientación y por sus idea» no puede ser objeto de
una acusación semejante? ¿Constituye e»o delito de im- *
prenta?
Comprendo que no se insistí en la exclusión, pero
no entiendo las razones por las cuales tampoco se in- 4
cluye la exclusión a aquella exclusión, es decir, la par­
te final del inciso c).

SEÑOR ROIWGLTZ CAMUSSÓ ¿Me permite mui

interrupción, «eflor senador'*

SEÑOR PAZ AGUIRRE. Con mucho gusto.

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. • Compartimos to-
tnimentr el planteamiento del «uftor senador Ferreira Al-
dunate, De ninguna manera (»»demos admitir que, por la
vía de hacer el elogio o Ui defensa do una determinada
l>»r»ona, se esté incurriendo en la defensa de delito» corno
los que se prevén en los artículos 141 a 145 del Código Pena?.
SEÑOR FERREIRA ALDUNATE. Cualquier delito.
SEÑOR RODRÍGUEZ CAMUSSO. Me estoy refi-
nwndo a estos, (Mirque »ion l<* que r»Ud>tm excluidos.

Quien» hacer mención a otra cosa mA» precbu». que es

la parte final. Esta dice: "Salvo que aqueila tuviera por
objeto deinmtrar que el requerido o procesado no ha podido
ser »1 autor del delito imputado”
Aquí no se trata de hacer la apología del delito, en
modo alguno, sino de demostrar con razona y antecedentes
que fulano dr tal no pudo, de ninguna manera, haber incurri­
do en e»r delito. Esto es lo que yo, sustancialmente, reivin­
dico p,>rque al estar eliminado queda ínH.iído en los delitos.
En mi rnnrrpto, esto no puede jm?t delictivo.
Con esto coincidimos en la deten»« del honor de ios
ciudadanos a |<» que hoy so hacía referencia. Es decir, que
todos tenemos derecho de defender, con razonen, a un ciu­
dadano (pie ha sido injustamente atacado, hecho, por otra
partí», <tc rigorosa actualidad en los tiempos en que vi-
 SLÑOf? nonntGVFZ VA MUSSO Mvr Pivotante;
• '» quv time <|wt‘ At»r volt el rti » icuto .» eona.lvi «ion dd
S> n hJ.i. n<> m» |ti vitUíK ion tini», culi c 'táller mt»» «r-
nrral. ha de ser planteada en el curso (losterior de esta
(IhruKlón con rotación a oinm articulo«.
Lit iqmrimrta do omIo texto que talchi Immite fMtanvw
roi^ldir/OHlH dentro «tal capitulo, estimado on «olnhid, no
nfirir, «otar lo<Vi ron ta« mo|ora« quo m» pt«»p»ni»H Ahora,
elementos d» Juirh» para la eritliu desdó Hita» tro punto
de vista.

Nos pillici' legitimo que los elementos contenidos én

Ja enumeración de los incisos al, b> y el, representen. en
efecto, actos delictivos dentro de Pdc tipo de actividad.
Ocurre que en este, como en otros casos esjioríaloH el
conjunto dr dis]M liciones ctaitcnídas rn este proyecto, no
podrmo» ignorar las circunstancias en ta, que luy ta vo-

ta*vw>« rí íinrrw poir»»ro <■» ia*t»t«'»orM4 rie que iute pro­

l'orma parte, y e| espirilo, rp cuanto n in forme <kȒ
verò»
trabajo parl.mimlatlo, qii<» las condición*** en «pie nos ve*
nías i’bligailos n n»n-hlerarin, demuestran.
I na e i»< • ria examinar un proyecto de lev vinculado
ron los probit mi. <ie la prensil y de hi expresión del pen­
samiento en temimos <p>c hubieran i>ermitido a todoH los
sectores (xiliUco, «n .i.lrruado estudio y Cíinsidefación; y
otra e->mt c«¡ roa11zarin ib eda manera rn que tenemos quff
ha» rilo hoy lina cirii muía incluir en la orden del día el
tema. con; i Icr.ir ¡m provecto ridorído a él y expresar lux
sulncr-ee., que rn > buiio prefiramos; y otra r»»-ai ex in-
forpoi<»Jv m,, ,f o>;oH 1, a -m proyecto que, funda-
mrn’almmie, p: < rru •» l¡( .ir ai Ptxlcr J uii< ¡al fr>r l<» jmts.
di<tí«m militar rti ta i'íiiddcnaióii de temas que han Mdu
iityctu dr di'i.iouii, i¡i turno a ¡os ai (¡culi/« comprendido’,
en el articulo P'.
l'na cu ,ti ex examinar <H*jKmiriuiH‘« rn ma letta d?> 1¡>
hi-rl.id dr pri'h' i, rn un r¡ ludo de normalidad y <ta res­
peto por paite de la autoridad con «Mojí vulorcxf y otra
(•■•.si es Ihic< » !*• n r! 1 'i i¡ifimy d<» hoy, Uruguay que no
li.«!’ jImíi. lo olii,o-cui o ile |i ii.idii. |xaquc dr la mhm ♦
mancia que antes le imito estuvo mayo, y que antes dr
J'.ify e .tuvo lb<íl. I!i¿<i, lutiti y 1!A»8, antes de Hordalierry
- 111\ o I i> h< >

Hr 'do . O . o • I <’ :t I l( <•■ t*‘ debate, qijr en iMoi

olimi' ino ¡ , t 11, o! । mente, ha nacido unn irieva rsi>e
i,- ,(<■ p(-ii«leio<, ¡i' a i limo । uní hicliu nmólíf ámenle
dui.i V ;r.pi • 1 'i m ilei la d>' lepid icloiiis pei , de
iralida<lt*'. politila“, de aeils.ieioiir'. \ d«- apic<a.i<donrs ds
todo tipo y nlv«-l \'o < 'doy muy de icm-rdo ron r-do

l-'.'d'i, de tirili'; do, ví, « >11 el I Cpl idi- > (pie 11 ir I eneo II
fmi<n . mdol.ida.-» ile jM-rioiii -mo. . - Jo jio Cnt <>y dr *<-.<-( I '

ri¡ qur cdo M-,1 un hecho nuevo.

H.»r< 32 o .'<3 ano-., -iendo ;;n muchacho a'ìn. hhc mi*
pnmi rox conta, lo:, con ia vhla |»riÌ-.didira tu ci diaria

। o ...cmutiiitiox, ji
' j-J Ik bat'Z, AfMf». mó* laide, r»M» t < ó hai■< r pcriodhm*'
'.-re,» dirigléndulos. Rccurrdo mtiy bieti
que >a r<driM,'vt i' mamilc tab.) In Hf.;«('r<za de las Jurhus,
< | c,irn*u- d< । >» ' nftrnrarnj« nh«- y !a riaf ¡fidrzrt de lo«
id.tvUv'iw Tu::.|»r', < u ’ eb• rt'i bay nadri naevu hajo rd sol.
lia-tarta »♦»•mdar *'» f>n*run ! »* cnfriotamir-nfo«, m-
rhro rati /Ufftfo 4- ipt mhtw» Irrw, rimo lo*
oc 1040 y »*'11. y lo,, di- JWil y 1 *KH »W’^idMir «ino ?
,ap.r|jo> fi lo- 'pa- -¡«4* M vìnw rnm 4

dr do y c..p «4 ..!</ • > t-.fo’tÀhi con ’pM* f

podismo- Hirod., p-oW indirti» emrhn tiempc. a
d jx'i t'xit*/»y» d'-j, 3
flrm. carta de rtpda.tenta, yeqy»ndn-rM* y d<”z' W
|< ndida cu elianto ft Cx|rtMi*»tsMW
il'ieslin pai - *
I- rs mi herho tati profusamente 'Vx'tit»nw»fA'ta, taìt JÉ
(óediiIimtr dciiiosf ialiti-, tan <-\ idcntemrntc conorHn (MltrjflH
lodo , qiic no ei<- > nrersjlr mayor 'dmiid.miiento.

l.o ................ ... i,o dii m qre r- atncnlp tiuevo, - wi

ali-oiut “a
e mila la Indolii lodi or li lu-piiblica . lo <|UC si Cs djs- *|
finti», lo qilr hi til 1)0 In.dh'f mirvos ,V eai itclm in partH'U- là
lare’;, lo qtii- 4 idem e- Irli , imiu pi rociipauioors i's|M*CÌl1- f
irs, rn elianto letloja un trnomciio qm ni -iq11it'ia <*« ita- |
rional, «ino que i onio »■• pondirndo a una ortpics-
apairee
tarión qur tra'rimile las Ironie).i< iiarionalr« rs otra c«»»mi
Enfrent;milrido-i, titillo-, duro', m-ii». icioncu dr todo raràc-
ter, verno, i-n lo-: diali >■ de .di' qnr lo lorin >s VicrH’« su-
ectdvus (’htiijsuriis reitrt lidio, la; m;i« atmlidoil.r; <■ iii’.n

026 mifliftllei», hcinoa visto rii est", ultimos ano-, |)r--d.-

ImS* mntMirkw <im? «Idrante Wlo* «Mii«»»» ri
tod >
i.nti f.
diario. 23 6 4 1 n
\ • al. 4 . । o-n-ìoi, ,-J Gol .terno quo m» pi ibiiea roti
cu lo iiltnu >' aito-;, n » »•!■ rapar»>n a >,,'e:Jvah, r»’lf.rtr'Mta'-.
in.lus’ms y afrentowi« cimiwurAs. A vn*l Mi itaftitaHl tavo­
lando las Mcdidtis Pronta* 4* KcgurMM.

I., I. O i > < !;» A m-htafl i.iik! :

Se llegó a is’irai’ un ditti ta invtx-Mmta ta* Mrdfcta* Frofl I

.) 1-rdte . -■ - ■ ■ •„ .’l* <4 ;f CiW.t/

unocando idra
 E.sa mirntarión, con otro nombre, conlínún ni frente
de lo» dvstlnoi nacional«-*, y coando estamos e»tndiand<>
probienuK vinculado* con la prensa y con la libertad de
expresión, no lo podeinox ignorar, N<> pódeme* ignorar el
valor que pueden tener las invocaciones al enfrentamiento
al Estado y la denuncia do esa naturaleza |M»r parte de
orientaciones políticas que han si|<*n?lado o han apoyado
expresamente todas esas clausuras, aupongn que en nombro
<lr la democracia, en un país en que s? ha alentado y man-'
tenido la presencia de órgano» do opinión que con todas
las letras y sin disimulo, reclaman el crimen; no *ólo el
golpe de estado sino el crimen.

Al mismo tiempo que se clauxuraban esos diarios y

semanarios a que he aludido, que denunciaban, a veces acer­
tando y a voces equivocando, destino natural de toda ac­
tividad humana y destino además, particularmente insertfi
en la vida natural del periodista- , negocíndo«, irregulari­
dades, implicancias de todo orden, se alentaba y se per­
mitía la continuidad irrextricta en la aparición dv diarios
que editorial Izaban reclamando el golpe de e,»tado y la clau­
sura dol Parlamento.

También se ha permitido, sin ningún género de dífl-

c< ¡ta<!, la aparición de órganos de opinión - de algún modo
fmy que llamarlos que lian reclamado el crimen, Incluso
con i?cubre y apellido. “Fulano do Tal a la Tablada,” es
algo que se vlrne leyendo regularmente desdo hace tíeni-
[k> en semanarios que «c publican en Montevideo, que cir­
culan ¡ rt-fuenmenfo y apoyan una determinada ideología
que, naturalmente, cuenta con grandes simpatías en el Go­
bierno.

Hace |>oco tiempo se realizó un homenaje recordatorio

a una figura |>olítlca con la que mucho discrepamos, que
no« atacó y a la que atacamos muy duramente en vida.
Ahora está incorporada a Ja historia y en consecuencia
aquel enfretdamknlu ya no interesa. El hecho es que se
le hizo un hornenípie recordatorio en el cual hizo uso de
la palabra justamente un joven notoriamente caracteri­
zado como uno de ]<?'■ elemento« inspiradores de esa for­
ma de agredón y de violencia. En primera fila, exactamen­
te id le lo del orador, prestigiando el acto con su presen­
cia -y digo prestigiándolo en función fundamental «Id car­
go que ocupa— estaba el Presidente de la República. Ente
cg un hedió.

El actual Pt evidente de la República, apenas Intuyó

que lo soiía se apresuró a hacer declaraciones a un día- ,
rio, que nunca rectificó y, en consecuencia, tengo que es- |
timar que son valederas. En ellas expresó su apoyo y sin- 1
paila a la dictadura gorila del Brasil, - donde también hay,2
Escuadrón do la Muerte, y ¡qué Escuadrón!, y ¡con ruin» i
tas miiorlcs!-- que practica las más repudio bles y som- |
bríos firmas d<> opresión y de tortura que se hayan cono- i
eido en mucho tiempo. -i
■j

.'.Iií están «sci ¡tas las expresiones de admiración del -g

actual Presidente de la República hacia un régimen cuyo |
desarrollo material permanente se fundamenta en la ex- i
plot icion despiadada de su pueblo, y cuyas formas en»
materia de expresión del pensamiento son una regresión }
evidente y absoluta.

No podemos ignorar estos hechos, no portemos dejarlos

de lado. El edificio de este capítulo presenta una fachuda
prácticamente inobjetable, pero en la parte de atrás apare­
cerá el matadero. A él vamos a llegar dentro do un rato,
cuando tengamos que considerar otros capítulos que inno­
van ■ ¡y vaya si innovan! ■ y pasemos a ios nrliculos com-
prendidos en el Capitulo I, todos orientados en idéntico sen­
tido.

No k , uws miedo a la dureza periodística. liemos

sido j' somos , viLi muy combativos y muy combatidos.
Creemos, sí, que hay que enfrentar y poner en su sitio al
agravio, a la c&lumnta, «• la deformación. Pero también
decimoa que el Estado íle hoy, como bien lo señalaba el
»»•ñor senador Pereyra, tiene una gran diferencia con <1
t-v ¡rf e*üi -ii pcaddón Iqgaj fije cttotyMte. £1
■t mA” *

tanto» «fflBtowia» hoy «n ta vmí«* nacional y en

la organua'^ i RitMk en términos mucho mas pie-
ponderante» qua haca cuatro décadas. Los intereses q ¡e
hoy se manejan son completamente distintos y probar de-
tci minada-. manipuJarlonex ofrece dli ¡cuitad?* i seguí ámenle ..
iniirh<> ni.ix e<>ii,p)r ¡a* <|«*** ante«. lia >14 ' • >* vJ-ertfr ¡4
H.r.e iM n.iei'-nal icpi-■ vid ida p-r <•! irnuñu paralen*- ?
mn (i,. iiMuit.mcid.id del eivcimicnto de nuesitra ueuds y
de evasión del dmvro nacional, hecho c- n trabaju nado-
nal, al vervkio de )<’■• cuentas en banco« extranjero«. 4
) j | | f (( ■ • ¡i f (,I j H< i | <i 1 . ¡ I i ‘. li I ( *t \ ' * I •* i lí t* H11 Ví J H ’ |ll-

; f (. /, , ,■ ¡y 11 \ b < I H i <b ftl P » 1 Ir I Ui í I)(lr JiUTHÍriltf > »T-

mal y <k tmclo a lo» valona iim.iamvnlakM que deberían

informar elemento*» de esta naturaleza, no nos ofrecerla
objeción mayor. Pero no e»t<>y dispuesto, ni aquí ni des-
puta, ni en este proyecto tu en otro» a admiur que f-n vio­
lenten Hbertínks y -e pe .-.tíi-n di u vi oam.is <■ o i ■ • i -
(liciones y, oí mí.mo tiempo s 3 <« ; .--to -
le» MÚH'i’ lu bañe de rederadH» a r*/» mi-m« ,
pr inri pina que . mietímU,cra*iíe «r vsolAn.

Y en nv*dtn >v «íialto

ni J'id.'r .1 odé-ial: en mr no <t* tn rdíwwr» ¿fc 'Mario«, de
■ . .. ;» I, T rma. ión, de la knpfMiUlidad
ii- 'né‘ tremendo« q^
r i < l '

(iréjiof la /■< •><■< ioo <,h< q

í'-n’ MViVr.v“*: /■
r<>n ¡delación de un artirul ui" o ■< - <"
la fiirhH<i.a inorante y apaerfitryj**'* re de! t»-x-
to d«»I 11’líenlo Piíajíd. . !»• , qu€. MI id« flWIZH«
no« lo iirrmiten, vamos a denunciar deapués. ,
 tfKÑOH PRESIDENTE «caputi). — Tiene la palabra
el señor senador.
MENOR RODRIGUEZ UAMU8HO. - Beftor Fresiden«|
te: el articulo que va a ser votado por el Senado, ha fddo
objeto de distinta» observaciones. varia« de las cuales han
sido recogidas, con lo que hu texto ha sido mejorado en
la medida en que algunos de sus alcances han sido con­
venientemente recordados,
Pero el articulo estaba en el proyecto, fue conside­
rado y aprobado inicialmente en el seno de la Comisión;
refleja un criterio, expresa una orientación. Eri conse­
cuencia, considero que no esta de mas que lo examine­
mos. En todo caso si no lo hacemos en las condiciones
adecuadas, según es notorio, por cierto que no es nues­
tra i a responsabilidad de que ello ocurra.
Conviene tener bien presente, ya que aquí se agregan
nuevos elementos al articulo 105 del Código Penal, cuán­
tas vosas prevé referentes a la responsabilidad civil.

El articulo 105 Incluye confiscación de los efectos del

delito y do los Instrumentos con que fue ejecutado, salvo
que unos y otros pertenezcan a un tercero, extraño al
hecho, o que se trate de delitos culpables o de faltas;
embargos preventivos de ios bienes del procesado; obliga-
clon de resarcir los daños y perjuicios causados, conde­
nación a los gastos del proceso; obligación de indemni­
zación al Estado, ¡os gastón de aliinientaclón, vestido y
alojamiento durante el proceso y la condena.
El artículo 106 del Código Penal prevé todo esto y
ademas faculta sin limitación y sin topes, en materia
de determinación de lo que poliemoi* calificar de multas.
Estos perjuicios en el orden económico pueden verse
disminuido» según el proceso, como muy bien lo adelan­
taba el señor senador Singer. No puedo poco menos que
recordar, ante una afirmación de un importante hombre
del elenco de Gobierno, que comparte las orientaciones
del Poder Ejecutivo y que, en consecuencia, debe cono­
cerlas, que no estamos legislando para el pasado sino pa­
ra futuro. Por lo tanto, la apreciación que el señor se­
nador formula con respecto al valor del peso uruguayo
no podemos vincularla con los hecnos pretérito«, sino con
la opinión que un hombre de Gobierno tiene, expresando
con ello la orientación política y económica del actual
Poder Ejecutivo, con respecto a lo que continua esperán­
donos en esta delicada materia.
Quiero subrayar las condiciones notorias de dificul­
tad economica por ¡as que atraviesa la prensa, fundamen­
talmente la escrita, a que este texto «e refiere. Fuera de
las ('(>nnotliciones de carácter personal contenidas en ¡as
apreciaciones del señor senador Heltrán, a 1M cuales ob­
viamente no me voy a lelerir, hay un hecho que es abso­
lutamente notorio y que toda la gente vinculada al pe­
riodismo padecemos, en alguna medida, y es la crisis es­
pantosa en la que éste .se debate en materia económica.
Hay dificultades paia conseguir papel, existen dificulta­
des economica^ que Impiden pagar puntualmente los suel­
dos. etc....
El este medio y <*n e.sta situación que se agrava por
momentos -hay diarios que saben en la manana que van
a salir hoy, pero no si estarán en la calle al otro día­
se afila la punta del lápiz para extremar el tigur en es­
ta materia, Incluso mus allá do las prevísloms do r.<do
aeverislmo articulo del Código Penal
No sé si esto, en definitiva, pretende integrar una
expresión general contenida en este articulo, que puede
queier representar una especie de justificación a poste­
riori <te una política de clausura, antidemocratica y de
enemistad con la libre expresión del pensamiento, que
carao-torteo al anterior Poder Ejecutivo de) cual, el pre-
muí«, no a« mas que la continuación.

. De todas maneras, constato el hecho Finalmente,

quiero subrayar una circunstancia ante este acusado ri­
gorismo que reflejan disposiciones de «ota naturaleza,
Todos, en mayor o menor medida, tenernos conciencia del
canutar particular del h «taita pmtaiitav, Bn «Auk

una oportunidad hamos tenido que enfrentar difleulladea

<ie ui.stintH iiutuiiileza por estas razones.

)/<■< .<</) mi aIiüiJio <i>- subid i'tmiicn

Anos atras me vi envuelto en un trámite de esrácter1
ile hace 20
if»». ,i ■ !m<n ¡i'/ ctiiinciu. y a quien .siempre respeté, en
.<u.c.<<n u*' una lias.- contenida en un articulo de un pe-
xcAñco que diugiu y que e¿* íldo a mi contralor,
iva periodismo en uim ronna ele literatura y es no-
¡l^'tarj’arrerti; pnr lo
■ veces,
f
ue ah,untas itmttaetatMMÍ rIÉ I «pre-

en <a meó ma que alerta o se entiende puede afectar él

honui u« u¡guien, m» perfectamente justificado.
 <A

> SEÑOR RODRTCltm CAMUSflO — Continúo*, sefidr

rmklenU».

Con iej»p“cio a ia primera parpe de lo planteado por ;

t i w'ñor .senador Vasconcellos, quiero precisar —si ello no si
sujetó con claridad dp palabras que pueden no ser su- J
fiel*’» temen te claras, ¡wr razones obvia»— que de nln- |
guna m^ivra cue^tlnno ni dudo, todo lo que tiene que •
ver con la acción a cumplir por el Poder Judicial. .j
He comentado Jo que considero expresión de un rigo-
rbuno presente en las dispos clones que se .".ometen a .
consideración, traducido, entre oúm cosas, en el
hecho de no admitir un tope, condición a la cual e! le~ 4
glsludor no Heno i«>r qué renunciar sin que ello Implique ;
un juicio dHminutorlo de valor sobre la acción del Poder
Judicial.

Digo, ai, que no hay ninguna contradicción en núes- ,4

tros términos. Hemos defendido la vigencia de las actúa- j
clones del Poder Judicial en una materia muy precia»,
,1 .. f. .j»
muy particular, de g:an significación y responsabilidad <
y que. ademas, en lo que a mi respecta, puré mus el tícen­
lo la ¿sesión ha sido tan larga que, natuialmcnte, no sé
si en esos momentos estaba presente en ¿jala el señor
senador Vaaconceilos - en la defensa del Poder Judicial
que, en una forma directa o indirecta de utaque a la ca­
pacidad, idoneidad o ai grado de dependencia del poder
Ejecutivo, de los jueces militares.
Expresé que mucho más que en atacar, limitar o dLs
rn.nuir a los jueces, a quienes se asignaba la competen­
cia, en mi concepto, el centro del examen y de la argu­
mentación tenia que estar en algo que ©»si estuvo au­
sente a lo largo de todo el debate y que era el análisis
de las causa* por las cuales se sustraían ul campo legí­
timo, natural, tradicional y lógico, setos procedimientos.
De manera que en ese sentido creo haber sido, a su
hora, lo suficientemente claro, y ratifico plenamente que,
de ninguna manera, juegan su el examen de esta u otras
disposiciones, elementos que puedan ser dismlnu tollos,
dubitativos o menosprecUdoró* de la acción que cumple
un Poder del Estado.

Como parlamentario y como periodista no he incu- f

11 ido, no incurro y, seguramente, no incurriré en lo que ;J¡
en el articulo anteriormente votado, en su inciso bi se a
('¡ililicii como eolito fíente al vilipendio ue ios Poderes 1
del Estado. Eso, en lodo caso, queda para otros sectores I
<ie Ik opinión del país y pina algún ex gobernante, no pa- J
iu mi
En cuanto w reltcie al segundo punto, planteado por |
el ..erica senador Vasconcellos, quiero decir que funda- £
mentalmente, más que a la posibilidad de retracción que s
naturalmente existe -yo, mus de una vez he tenido que -j
hacerlo y lal vez tenga que hacerlo en el futuiu hay. ,
una diferencia entre un orguno do op.niun que utiliza Ja
calumnia, el propósito de ofender, de lesionar dignidades #
ajenas, como sistema, como medio de trabajo, y el hecho |
de que en algún momento pueda deslizarse una actúa- .t
ción pe.;.'dística que pueda ser pasible de un procedi­
miento de esta naturaleza, pero que no refleje la linea
general ni los procedimientos ni el modo de trabajo de
un órgano periodístico.
Con respecto al tercer punto planteado por el señor
senídor Vasconeella»* se han escuchado en Hala distintas
opiniones y, naturalmente, no soy yo quien voy, en este
momento, a elucidar posición a este respecto.
Le concedo al seAor senador Paz Aguirre la interrup­
ción que me solicitó.

PROíl SAOS

02 9
 SEÑOR RODRIGUEZ CAMU88O. — Yo BOliciterla do
loa miembros Informante« alguna explicación con raipec-
tu a las lindliducftss fundamentales y a los causas de este
articulo que, al igual quo otro al que ya me referí, pre­
senta, en un primer análisis, una apariencia inobjetable.
Foro, naturalmente, yo me tengo que hacer alguna« pre­
gunta«. SI hubiera dispuesto del tiempo necesario para
trabajar sobre »1 proyecte, hubiera procurado, con los ne-
co.«urjo« asesoramientos, resolver esta interrogante. Pero
corno no lie tenido tiempo para ello, y como no soy espe­
cialista en la materia, tengo nec esidad de hacer consultas.
•Se aducen aquí clementes de simulación. Natural­
mente que esto« elementes aquí definidos deben ser ob­
jeto de alguna legislación de carácter general. Los ele­
mentos delictivos, en 1* medida que lo sean, a que aquí
be alude, deben estar, naturalmente, penados por alguna
vía.

Lo que yo pregunte en concrete, es: habida cuenta

de que hay en terminas generales, empresas periodísticas
cuyo forma do organización es la de sociedad anónima,
u otra, 6que sentido tiene una determinación especial de
una forma de responsabilidad en estos casos?

Bi existe una forma de penalidad general, ¿por qué

razón lo extraemos, teniendo en cuenta, además, que la
tarea periodística y particularmente situaciones como las
que al presente se viven, cuando es tan diferente hacer
pcnodUmo contra el gobierno que hacer periodismo a su
favor; cuando es tan diferente atacar al gobierno que
defenderlo, desde el punte de vb>ta de las consecuencias
periodísticas que ello trae, yo pregunte ¿cual es la razón
fundamental, el elemento inspirador de la inserción de
una disposición de esta naturaleza?

SEÑOR RODRIGUEZ CAMU8SO - Creo, seflor Pre­

sídante, que no criamos hablando de lo mismo, poique
ocurre lo siguiente: ios distintos lugares de trabajo om­
ito de una organización periodística, pueden ser efecti­
vamente desempeñados por personas directamente conec­
tadas con la propiedad de la empresa, o no, Esto, lo re­
suelve la empresa o no, con lat responsabilidades consi­
guientes. Una empresa, una sociedad anónima, o lo que
fuere, edita un diario o dos, o tres. Designa su Director,
su Administrador, su redactor responsable, y en ello ac­
túa con total libertad, sin más limitaciones que las que
la ley le Imponga.

Be plantean responsabilidades a uno y otro nivel, pa­

trimoniales, politizas, comerciales, civiles, penales, y ias
apronta quien co«rmuunda. Pero la empresa está allí. Por
lo demás, yo, lo que m* preguntado fundamentalmente
(hvd 1 que estas situaciones se rigen por un conjunto de
normas de derecho, no sedimento cuando lo que se edita
es un diario, sino cuando lo que se hace es olio tipo do
aelividiid, cual es la r.izon por la cual se sustraen, de
la norma do carácter general, que rige en este tipo de
cosas ,y frente a este tipo do respon abllidades, exclusl-
vanienle para el caso de quien edita un diario.

Una empresa, una sociedad anónima, o lo que sea,

tiene un tipo equis de actividad, tiene determinadas obli­
gaciones y responsabilidad. Rs decir que debe afrontar
responsabilidades de determinado tipo. Debe contar, tam­
bién, con personas que deben hacer frente a cada tipo de
responsabilidad, según estén en el directorio de la socie­
dad, anónima, en la dirección, en la redacción respon­
sable, en la jefatura de una pagina, etc. Y todo este
para llegar a establecer que se penará con tres nu’ses Je
prisión a don años de penitenciaria.

En este momento no tengo presente cuáles son las dis­

posiciones pertinentes que rigen este estado de cosas con
carácter general para las empresas periodísticas. O sea
que no encuentro en esto una contestación, sobre todo,
en un medio en el cual deseamos se corrijan las malas
coatumbre*.
Nosotros en ios últimos tiempos, hemos recogido la
«qprriíMftCi* d» tatuara de diarios, de persecuciones rel-
terada# a periodistas, donde no so ha vacilado en olee,
toar toda clase de manoseos contra gente que actúa en el
peráxtaMZte. enfrentando, denunciando al gobierno
Por menos que mirlo ion <x
;.WT>4t‘ y* pteoeupación un«' d¡sjfo<deloti do wv*
ie¿a v1»1 respecte a la cual, fundiunenlahm nte , > -
pregunte es la causa mediante lo cual zc .uwtrae de Jas
normas que, en general, rigen, en materia de derecho,
este tipo de responsabilidades.
 En discusión el artículo 33 que pasa a :,cí 29

señor rodríguez camusso ¿Me permite, xe-

ñor Presidente?

SEÑOR PRESIDENTE »Caputi» Tiene la palabra

el señor senador.
SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. Evidentemente,
«■»te articulo es mu.v importante y yo quiero formular
una consulta sobre él.

Hay dos párrafos: el primero, determina una exigen­

cia especialmente severa liara el caso de los delitos de
difamación e injuria. El hecho de ser ejecutado por me­
dio de la prensa se considera agravante de la responsa­
bilidad penal y se exige que sea castigado siempre con
pena privativa de la libertad.

A renglón seguido, hay algo que no vinculo bien con

lo anterior porque se deroga el articulo 34 de la Ley
N” 9 480. que dice: ' En las causas por delito de impren­
to no se decretará nunca la prisión preventiva de! in­
culpado. salvo el caso de existir motivo fundado para
presumir que trata de ausentarse de¡ país y, aún asi, só­
lo se procederá a su detención en el departamento do
poli ia. la cual se mantendrá hasta que preste fianza
carcelaria cuya cuaidia el Juez fijará".
Primero habla de prisión preventiva y, en segundo
lugar, no se mencionan delitos de difamación e in.lmli
concretamente, sino causas por delito de Imprenta con
carácter general.
Yo pregunto, entonces, cual ri la razón que vincula
a .;uó: ts di sposiciones en un mismo urM-culo, y que si­
tuación crea la derogación del articulo 34, cuyo ámbito
de acción es mucho más amplio que el párrafo 1^ de este
articulo.

SEÑOR
ñor Presidente?

SEÑOR PRESIDENTE (Caputi). — Tiene la palabra

el MJÍior senador«

SEÑOR RODRIGUEZ CAMU8SO. — Dso esta claro,

pero yo hábil heN)o otro planteamiento debido a que
aquí ú pena de ptlsicn refiere a delito de difamación
a Injuria, mientras que el artículo 34 cuya derogación
se propone, habla de causas por delito de Imprenta. Es .f
(Ve-Ir que mienti ai aquel es un texto orientado a dos
¡nmrcntael otro refiere a todas las causas por delito de *
delitos,

Pregunto, entonces, ¿qué vacío queda y qué norma

bufitiiuye a la que se deroga?

03 1 a. 23 í4
 SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO — Señor Presk
dente este es uno de los artículos que, en nuestro con­
cepto. reviste mayor importancia dentro del conjunto
de disposiciones que estamos examinando. Si na pade­
cemos error, innova absolutamente en la materia, que
no tiene nada que ver con la legislación vigente.

Solicitamos, de los «enarca miembros informantes,

una información más completa raspéelo a los fundamen­
tos de la inserción de esta disposición y a los alcances
de la misma, para luego referirnos a ella.

SEÑOR PAZ AGU1RRE — No tengo en este mo­

mento, el Código do Instrucción Criminal y no recuerdo
ex.iclamente cuál en

SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO. -- Para precisar

im poco más, el problema es éste. El articulo 150 del Có­
digo d< I --«¡tracción Criminal, refiere a! "in fraganti”
¡>¡i e iiH.v ' in fraganti” delito, primero, cuando
el autor del hecho punible rs visto en el momento de
cometer <1 crimen o delito; segundo, cuando inmediata­
mente después de ejecutado se designare a su autor por
su nomine o indicaciones precisas por haber huido u
ocultándole; tercero, cuando en seguida de ocultarse la
existencia del delito, habiendo presunciones graves sobre
persona« determinadas, se o» con!rara a ésta en el acto
de ocultarse c huir <» se tuvierrt conocimiento de su ocul­
tación o fuga.
Por el artículo que estamos vonaiderando, se agrega
a esc articule 150 del Código de Instrucción Criminal,
un nuevo inciso, el cuarto, que dice; Cuando el delito se
consuma por medio de la imprenta.

Pregunto qué quiere decir "in fraganti” delito en

materia de Imprenta. ¿Es cuando se encuentra al autor
del artículo, escribiéndolo en su casa o en el diario,
antes que se publique^ «.Todo este conjunto de normas,
•e remite al Poder Judicial, para actuaciones de los Jue­
ces? ¿Esto pone en manos de 1« Policía, directamente
en manos del Poder Ejecutivo, «] periodista, o no M así?

Realmente, «n media de Im MmUMkme« «m qua

hcrruM tenido que manejarnos en torno a este problema,
hice algunas «precise! unes severas, objetivas y respetuo­
sas, pero severas, al comienzo de la consideración de
cute capitulo.
Fundamentalmente, entre otras que no fueron apro­
badas, n las que en consecuencia no me referí-- incluí
en mis comeiitnrio« anticipados, los referentes • esta
disposición

Senn importante conocer loe fundamentos a que res­

ponde y <‘l meiunlxmo en función del cual se aplicaría.

03 2 = -
 H('l (.APUSf'O? A, Erani-I^C»

C. Senador«».
TEMA: Diario "El 3 i/Lo", do la ciudad do Santiago do Chile

(Articulo publicado sobre actuación de las Fuersas

Conjuntas),

SESION: 5 >lio/972
SfcÑQR RODRIGUE CAMüaííÓX- ífoftw Frauden*
te: me encuentro, también, éntre quienes hemos seguido
eon toda atención el planteamiento de! señor senador
Montaner. sin llor.nr a advertir cabalmente su sentido
ni su fundamento último, que es ]o que más interesa.

Empiezo por anotar qu" una proposición que arran­

caba en el Minió crio de Educación y Cultura, se orien­
ta ahora hada la Comisión de (’oíisttlo. tón y Legisla-
ción, lo cual da una Idea de que I?, hnaldad o el propó­
sito no estaban concretados fie modo muy preciso, por­
que no tiene nada que ver unn cosa con la otra. Ahora
pasamos a Relaciones Exterior«1-, pero naturalmente esto
Jo propone otro señor sonador YO no 101,1/0 por qué pen­
sar todavía que eso está en <1 propósito del señor cena­
dor Montaner.

He estado reusando ios cometidos mu* el Rey lamento

<1**1 Cuerpo nsiann a In t'nnhlón do Constitución y T.c~
ithlnclón. y son lo< slp 11 l»*nles: InóKlachm civil penal y
« orne,x’iul, ndinlnlfi»!jo l"it de itisllcia, <mdiarunto»
municipales. 01 «qplzacíón de Entes Aut Ji -moa v nxlai
las cuestiones rcIm lonmJcs con la Sección VII! de ¡a Con-*-
tituclón. es decir, relaciones entre poder Ejeeulho y Po­
der Legislativo.

El hecho de que ahora cal«« sobre el ftenadn como

ti en el Uruguay tuvléiíimo» pocos y menudo» oroblumss
el examen de lo que |-i nren-.a de fuera dH país dice del
Ururuav, me parece realmente Insólito y adeniAs. incom­
pren,slhíe Dins pasados, as'sl irnos y participamos en un
debate, luchando contra un conhmtn de di^jxiMi-'lones
oue. rn mi concepto, recortan ferozmente la expresión de
hbcitad rt»- prensa en el Hrumriv Ahora parecería que
mimemos n‘»’lamentar, de-de el Parlamento urnymivó, 13
forma rn que opinan v es- tibru no»ludida® de lodo H
mundo Yo dbhi que trnd1 limos r-crlenins y reherado»
rmmnlo, lo lai en de los oíos en trt nrens'i de mrn
pah latino;»morirán » mé- proxhoo ni nwlrn míe chile,
donde reprfIdamente -r han ext-rr- ’d-» ’■<*:»-’-t-is rn <|i«-
mlmitorlo.’i «-on resjiorfo a h otw;»ntzm'l» n i>o|í»¡.--( y >t i i
forma en <»ue x* «ohiam« en el Vrmrnnv sino t<m res
pecto a la soberanía uru'.pmva y al propio contenido torrl
torta! en que asta soberanía se ejerce
Desde ese punto de vista, divo, ademas, que ¡}1 m«-n-
M da nuestro país y »0 pretendo coartar m» iibeitad de
expresión «a notorio que desarrolla campaftaa tremen­

da« contiM el stetoma político y Iba fMmdtetoMM« <te vida

de otros paisa» da América y de rota alto de este conti­
nente. Yo me imagino como reaccionar ianws nmotroa, si
mañana, r,--« púnica «pretendiera mwwuf, j
dai>3»íi;»i, - iieu-mr. <-en« nar o vigdw te «y/nducla de hr- |
i-uno-i de opinión uruguayo«, que *e expíeto« comm» en- ')
i><*mlcm d»>M n ha retío, en *.¡ ntcrwfau, deade *«
panto df. vida, con «e ¡ajcto a vt?a» ruriorMt# ..j

i'mo M’-m’iHHmmto «oomúroso Perú h»y. sdwaMt |S

v yo »piirjo dejar mino lo han hecho ot»o» a^iior«» 3
■ cxpirsa niiriiiih-l# <Jr ello otra» apre-tocto- 3
iirs . u? un -!o ’mil ii.Miiiihmi-iH, niño muy j.e1iprn'as. to- 3
• lando --<• ha hn-lm .»lii.smn exprese a la artmvkJJU j|
• ¡ m! >mu .o i.i di- un (imipi-nrntr pe niir>¡b<> v« wr .3
’L" ri M-nor venador Trr» 1. «pilen rx plcnano'frtí» rt-s- "JH
o ", ।en «-I i jmpo político nacional, que ex pende
11 'riid' mu,( l i r<- pmiriiihnidsd de -aix <"fhrnarJtw»ea. Ja
- ■'!”-> !'• ‘. -m-'s t til.: inri to- m» 0t»<»s ron ri alcance y ím» ’W
' mi'ai 1 ■ <‘iii n-i-t -iioim i,» tliurh-n de la Kepú- 3
d'lrj, I4t> por ir ¡ulfltll it a- niu mi» ’gí'hrri» fh? -'Onfusion 1
a e ^r- H' n» ■ lo. mu, |p< mrno • »i »m p hs r; »r t>n los Úl- 7
t mu- lierripoi ha a«i.‘dld<> ni di »ImhiI-- d- poder mus mu*
Miado « indhcuipHbht. en un l'mlamriifn míe lm l"van-
írido Mt ílirlíis Proiiln» de .'h pllt hliid v lo silo drsnr »lado
por mi l’tidri' Ejecutivo qu»' lo ha pisoteado rnunfias h»i
titular visitaba cuarteles; en un peí» donde hemu» vení-
(to «Atottondo al enfrentamiento, dtl titMter 4W Fadto Rje-
'-T**--? -ir ..T^T»J!^WÍill.Tí~r -
el- día de pver ó--; ¡TT (-.iiách’r políti-
• o», r 'in < ,do \ (|iic han teñid ’ amplia pijbll idad,
23 6 4 1
que ñit’mtan 1 »-coilar o (omentar, rn términos indebidos
v ov- — hic, I - .idu irlo»)/-» Je mii ja/in del Purinmento
• o t>ifi i 'ício dr nu.«i farullndcs conslIturloríele». Y
, a m -dio dr lodo esto, iipkj» allá de la» diferencia», do h»s
fiiutlccx, de ios IdcoloumM iodos tenemos la obligación de *
reforzar y fortaller instltm l»»n»y| V orgqnL'aobnv-a pro- |
fmid-im-»nte insrrlpl;is < 11 el m"d»» de s-r nm i.iiml Cuan- f
da están compróme lid«»« »Mh», valores V deberíamos -u- í
:-f»TÁT üferer.-';.»» pan (•(•»»?.'.»»'!' rrms en bino a la d*- í
hn 'i de aquello», aparece en p-imer lu /.n un -iftirulo rn
nn diario chileno, y en ««rundo lugar una o h r< n< । • > la
a/fe■

.v-Aplo do elemento» qti4, fW atendido »i

man acertados O eirórieox Y todó «Mto teto* JkMtor al Po-
(!»••’• Eirrutivo. a uno ée «u» Mfototetto» y para ser estu­
diado por la Comisión de c'on^twW 4
rirn loní’ redmeneia a i m fuer»« de loa hfaHWM , * w

Los fueros de los Itaisladores son absolutamente in- «

• rea» la ‘.ola excepción que la Constitución de to !■
i/,. j,.s f|pt; v p| nadie, en el ordenamiento J|
,¡ í'i. n, ;'óo rjo ri >.« ,’nv<i<”andn valor«'» democráticos, 11
puede pretender Imponerhs rc.-orfcs v limitaciones que 1
no estén, expresa y taxativamente íi. cripton en el mdc-
namMto ttiHItackm*! <tel pato

toto «te reiratok asombroso, mucho mn^

’■»WMXíy jrw*x- 4* » tornen tni señor senador píen»
íVtoWrf if< in» poffífr», ron Ja nc« lón
Üí-
«•» y o»« immiMiaw, «. • /S

■ i f. . ..r. rhíámente, por ejemplo, en mt- 1

Mtahd*» Prontas d® í‘><‘i?uridad. que ul
rá ft lo que la Asamblei General di^pon^a. H»Óí
flMjfriftfim todos sabeoiod qu® cío fue violado v reiterada- 1
rtetMMwcWo y que las Medida® Pronta® de H' gUr 4
zl’i'f t«verán aplicada® mucho más allá de lo que aí pe- 3
áj» 1
U-ora mi nominre de valores democráticos se v orive 1
« »Mr ««*• Matumhntnte, yo nopu^o prrtuz-
< Kwwmw®* y wklá-iiiffr' f.”J?
X oi Hrral ¿lUr.ortar t^atlif 1®W jtarljn®nta -
Hrw'■* tv'vleendt da 1é IneMfudón pftnáMMItarf« en r!
país' ,'S? quiere agregar un acápMe a 1» Un
.•(.ip.lr rimarla aver r-n re-orrH »1 r^!tai<tadfr »m»
U) parlamentario trascendente como fue

Yo, Hin plejnrnt©, me he permitido »»licitar **ta

p*rrtip< ¡< n «1 srftoy «mudoe Montarían anta al daacofl^
■ ¡t-f ■ - - nrión que prowtaM
un plMntí’.Jhil' PÍO <l" >- II.> I ui ir . ,. '"W

23041*

biiíOK BODRIOUIZ :eAWBm/'- ;U« ap«ct»d¿.

nea que formulé de carácter político, vinculada® con la
exiKjnicion del aeñor senador Montaner, teman que ver
con aua palabras, y la referencia al trámite dado »alaba
directamente vinculada con la fundamentacion del se­
ñor senador, pero no con la intervención que le cupo al
señor senador Vaseoncellua, cuya posición política, con k
respecto a los ternas a que aludí, es absolutamente noto- i
ria.

En lo que tiene que ver con la responsabilidad del

Ministerio de Relaciones Exteriores y el deseo, la inten­
ción o el esfuerzo pura que a través de nuestra represen­
tación diplomática se pueda organizar una actividad ten­
diente a prestigiar al Uruguay en la mayor medida po­
sible ante el exterior, naturalmente es otro tema, y no
tenemos objeción fundamental que hacer.

Lo uno apunto, piinripalmvnte, a iu base de lu expo­

sición inicial del señor senador Montuner, Los otro:» ele­
mentos no creo que seun mayormente polémicos.
Muchas gracias, señor senador.
 23641 -i

RODRIGUEZ CAMUSSO, Franoiaoo

Senador

Tema: Comisión Investigadora pura examinar

y estudiar heohos relacionados oon
documentos presentados sobre tortu­
ras aplicadas en la Unidad Militar
de Paysandú.
Sesión: 26 y 27 Junio de 1973*

MEÑOR RODRÍGUEZ CAlOÍtf>4-‘

te: vamos, naturalmente, a acompañar el proposito que
anima la moción formulada: El documento repartido al
Cuerpo por moción del señor senador VasconceUos, ha re»í
aullado verdaderamente impactante; pero, por supuesto;
por lo menos para nosotros, no renovador ni sorpresivo.
Hace largo tiempo que denuncias de esta naturales^
están siendo reiteradamente formuladas de modo mus
concreto, especial, firme y con profusos antecedentes» por
diversos señores senadores. *
Naturalmente, nosotros estamos dispuestos a acompa­
ñar la moción en cuanto hace referencia con actuaciones
concretas vinculadas a personas determinadas.
Aspiraríamos, sin embargo, a que ello no excluyera1
la posibilidad de que esta Comisión, inmediatamente des­
pués de la investigación específicamente referida a las
denuncias contenidas en el documento repartido estos dias,
pudiera ampliar sus cometidos con relación a las tortu- :
ras denunciadas concretamente, en diversas oportunida­
des, por los distintos señores senadores.
Nuestra reacción do Indignación y emoción se opera
contra la tortura en si, contra el procedimiento en si sin
importar fundamentalmente, a asios efectos, la calidad de
la persona torturada ni el delito de que es acusada
Por tanto, no vamos a referimos ahora ni a histo­
riar en este momento no es la oportunidad— toda la
la» batalla que se ha venido librando en esta materia, ;
inclusiva anto situaciones que determinaron la muerte de^
personas torturadas en términos, con respecto a tos cua*^
lea el Parlamento redamó investigaciones largo tiempo '
atrás, de que w « ha leñado, después, .ninguna no-¿
Oda.
$
■Has son las puntuaifs rtow— v saWotadaa qae naso- *
tros queremos formular a la moción con cuyo contenido
esencial estamos de acuerdo; pero, no limitándola, exclu­
sivamente, a loa elementos que se plantean en el repartí
tido que se ha hecha. ... '• <
■
Respetando el deseo de designar una Comisión Sapa*.»
clal a esUvi efectos admitiendo que deba dar prefación a 1
las actuaciones referidas concretamente a ios detenidos
de Paysandii, subrayamos que la tortura en el pala es *
mucho niiiR general Fstrt documentado y ha sido objeto ;
de letlvrndiiM y perinimenles denuncias y duba ser Invea- \
tlgrtdo el anuido por nu rarárier repugnante y a tros que
hc aplique a «pilen se aplique invocando el pretexto que
se Invoque.
Solidarios en esta oportunidad, nomos plenamente,
co net planteamiento efectuado en estas circunstancias.
Reclamamos Idéntica consideración y tratamiento para
las denuncias de torturas que con plena responsabilidad
de denunciante, los senadores hayan ido planteando en
distintas oportunidades en el seno del Cuerpo.

03 5 _
 HOnHlJUE.: C1MU5S0
r
Senador

Toma: Flint miento p.Uftioo

Sesión: 26 y 27 Junio de 1^73.

BEñOR RODRIGUEZ CAMUBSO. - Bafi# WelíEtt* '

te; hace cinco años, mes más o menos, en el Urafuay,
en su proceso político y en su desenvolvimiento históri­
co se produjo un importante cambio. Valores tradicio- .t
nales, estilos cultivados per encima de concepciones po- j
liticas, fueron vil e injustificadamente pisoteados- sq ''
aplicaron Medidas Prontas de Seguridad que la Asamblea
General, en uso de facultades constitucionales que nadie
nunca sensatamente osó discutir, resolvió levantar y un •
Presidente de la República, que también ensucio un Ju­
ramento que pronunció por algo que, notoriamente, no
tiene, desconoció aquel pronunciamiento. La Asamblea
General de entonces no enfrentó aquella grosera viola­
ción de potestades institucionales indudables, como de­
bió hacerlo, y a partir de entonces, gradualmente, con
persistencia y con firmes«, el Uruguay vivió un proceso
implacable y fero* de deterioros de todos los valores fun­
damentales de que, como orientales, por encima de ideo­
logía«, nos enorgullecemos. La tortura, te persecución
alevosa, campearon, por sus fueros desde entonces, el
alud de negociados y de Ilícitos más repugnantes y la
explotación más atroa signaron, en lo fundamental, la ;
eoBducción política del pala, incluso ¡as irregularidades ■?
en el campo de las opciones electorales, antes y durante £
el desarrollo de la confrontación pública de opiniones, i
sentó sus realeo en estas desgraciadas circunstancias na- i
dónales. Lo de hoy, es un hecho repugnante, pero no |
imprevisto; lo de hoy, es un acontecimiento traseen-1
dente y significativo, pero no aislado, sino que entronca f
a la perfección en el marco de una situación lamentable |
que no tenemos absolutamente ningún derecho a leño- 'I
rar o a limitar. 8c pretende pisotear o vulnerar al Par- 1
lamento, en la misma medida y con el mismo espíritu s
oon que se ha torturado, vejado, maltratado, calumnia­
do y con que se ha asesinado. >

Be piso leu rl orden Institucional desconociendo al

Parlamento, como antes se desconoció ,y atacó la justi­
cia. Be pretendo intervenir o sustituir al Parlamento i
elegido por el pueblo como antes se vulneró de modo
absolutamente injustificado y violando el ordenamiento
Institucional, todo Jo que rige en materia de administra­
ción autónoma y descentrallrada

Todo ello, desde nuestro punto de vU«ta, no respon­

diendo solamente al impulso canallesco o individual o
al arte especialisado de algún energúmeno ocasionalmen­
te situado con poder en el pal», sino respondiendo a
elaves inequívocas Instaladas en el proceso político na­
cional. Esto no ocurre por casualidad ni dé modo im
previsto: rato no ocurre en la última semana de junio
aleado del quehacer nacional. Yo lo he dicho ya en mi
audición radial y lo reitero aquí en el Parlamento.
01 talgo de mt case a las S de la tarde y encuentro
una persona en actitud sospechosa y con mirada torva
observándole; «I vuelvo s las 13 de ít noche y la vuelvo
a encontrar; y «t al día 'teutente, a distintas hora», me
encuentro el mismo wpietacteo, tengo d derecho de ,
pensar que astáa observando ¿UMrtcc* fittevenateoUM y vi­
gilando mi case, para penetra? «n ella a robarte, Esto á
se perpetra «n el momento «a que »« está organizando
el robo más colosal que m ha coxpcüdo acetara «1 pue­
blo oriental a través del meter la mano de una rosita
infecta e insoportable en los bolsillos del puablo a travegí
do la disminución incesante de la capacidad adquisitiva
real de los sueldos, salarlos, Jubilaciones y pe rutona»
Esto no responde a impulsos individuales aislados,
no es el fruto de un mecanismo fenomenal de W

sfr. osto «i el Imperativo de upa cteM w«M da

latifundista» que contrabandean, de I» rosoa frtgo
ca, de lo» que han amagado inmensas fortunas que hai
refugie do en las Bancas de Buhanias o de Suiza, e«U
está Integrado en mismo proceso del país, en fundó!
del cual se ha trabajado la ganancia del pueblo pro
ducida con su trabajo a los bolsillos considerablemente
engrosados de una pequeña minoría que m beneficia con
dios. Cuando el negociado de esta rosen Jo exigió, se ti­
raron por la borda todas las convenciones pregonadas y
nunca por «Ups sentidas, del patriotismo, de la demo­
cracia. <te te Ultertad, di te» garantías y de los valoras
humanos y derechos . j
Indo <■.■(() ha raído por el suelo, sin tapujos y sin
pintores Nosotros, naturalmente, creemos, alentamos y ,
sostenemos las tradiciones nacionales. Tenemos un in-
menso respeto por ellas. Entre esos valores tradicional««
de nuestro país, incluidos y en término muy prefetentauf
al Parlamento. No es por error ni por asar qvs al Itero
lamento se le lia pretendido hacer aparecer como d®
chivo emisario de las cosas peores que han pasado ewa
el país, flite as un Parlamento que, en definitiva, refte¿M¡
ja, politicamente, te misma tendencia y orientación del ’
Poder Ejecutivo Pero es un Parlamento en el que se
dteento, en el w •• que se esclarece
y, en última insúmela, un gli« existen
rondk lonm que parntfUMl A Co­
nof,hnh'nlo popular dì 111 Ó» en
cl que estamos inmersos.

a ' ■>!<> tf-mi-n; n cuto tiene un miedo caí

sor iítl qiir' /«c íHbt' condonada por la historia,
tiene patria y tiene bolsillo, la que no tiene principa
e negocio» La que ayer escandalizó a la mo
eando ganado por la frontera y hoy
Inlmpeando y traicionando a un pueblo a
_jMS de ciryo trabajo vive y se enriquece. Esta es la
* la ave ««tamos enfrentados.
nuestra historia. Reposamos sobre olla, «en-
Mura íurvUs tradiciones, pero al mismo tiempo nfir-
¡wa mw te carta fundamental e insustituible de la
Mwa-Aón futura, nuestra ecmftenza en el pueblo; en un
y «n un pueblo al que no
notwmeme pueblo
sopii. que milita,
1-
'<■ hay ¡ugar para doti'
Ju/’ar r>»rn «tomocrUUanta y.i
'•n un pne
iibcr deflnif Ivaiinnl«- que el probtema-Sta-
Un tea do entre quien«* pi cferlmo» h
rávla o quienes prefieren hhtórkament»
Balite. 0 problema de hoy no está plañíeadn entre tefW
coa y creyente», no está siquiera planteado entro civil««
y militare»; está planteado entre un pueblo robado, pi­
soteado, escarnecido, que no encuentra qué comer, que
no encuentra trabajo, cuya juventud emigra porque la
rosca antlpatria y ladrona te niega oportunidades de
trabajo frente a esa pequeña, escarnecida y abyecta mi-
nqria que írt» que con victorias como tea que se anun-
* 4 un porvenir que. na-

r/v-, teftor W* MM ftlte

militan!'' v porque fnnf 1 .iir¡<>s "t. el pueblo, te dee1

!.. .osq'u i<> • golpi-tas a los molineros a qu
• ------------------------- Puoi*ma y
 I» lh 7» I>1 I CH’UM’- >»■ i- • —
' "j‘ ,r '•”/ ■'■< ♦;•> '’ic <•«
de HiHbGt., m „(tundan, qué .sepan que, .«.poyados un uiFf
pueblo consciente, organizado, militante .y sacrificado, jun-
t¡> a! pueblo wtaroxos y de ahí no nos moverán. >

'i

RODRXmEZ_CA! flFranci seo A

Asamblea (»ene ral

Tafeas MEDIDAS DE . EQURIDAD, LEVANTAMIENTO

Setión día» 9 y 10 de marao da 1972

«feMf^
talador, en su calidad de Presidente de la Comisión, es-y
1 brindando un Informe objetivo y preciso oon respecto

8
a lo que ésta ha actuado, considero importante, a este«
j altera, poder fwmwter una pantealteseten oon respecto a|

un aspecto de la labor de to íls—blén qae mi te» resul­

tado a lia erante insatisfactorio y de lo que queremos de*
jar pública eonstenota.

A la Comisión asistieron, en una piimera instancia,

lo» Mtntetras del Mterter, de Datase» leaotoaal y do Eco
notnte y Fidansaa. Pubdaosemalmente el Ministre del la* 4
terior reiteró en Comisión ei criterio que sobro el tema ya j
habla expuesto en nombre del Poder E jecutivo en el sano |
de la Asamblea General. lia ¡a Ctantlsián se le formularon f
diversas preguntas con respecto al cari otar do ¡as raoonai I
por las cuales no **e podía do Inmediato aplicar ol lovnok |
temiente de las Medidas Prontas de Seguridad, on el wen- I
tido que había «ido votado por la Asamblea el jueves prfe> í
xtmo pasado, Ei Ministro del Interior fundamentalmoo» ■
te, se remitió a la urgencia en redactar un proyecto de
ley sustitutivo. a juicio del Poder Ejecutivo imprescindi­
ble en las presentes circunstancias. Con posterioridad, la
Comisión se vio sometida a continuos cuartos intortne-
Atas solicitados por la Bancada di Gobierno y que lle­
varon a la sesión citada para hoy a la hora 11. Cuando
preguntamos por qué no estaban ion Ministros, funda­
mentalmente los de Interior y de Osfensa Nacional, as
nos informó que el Ministro del Interior salía pana «1 Rb- •
latió Legislativo, pero pocos minutos después la propia i
Bancada del Partido Colorado solicitó un cuarto intee- |
medio hasta después de esta sesión. La labor de la Co~ $
misión quedó terminada sin que hubiéramos pedido escu-
char ia opinión de los Ministros cor reepeeto a loa te- 4
mas que hablan sido planteador j
Quiero expresar, seftor Presidente, que, como es ate» 4
solu lamente notorio, los Ministros han estado muchas ho-
ras dentro del Palacio Legislativo conversando acerca de i
este tema con dirigentes y legisladores de diversos ese- |
teres políticos. A nosotros eita no nos llama la atención
ni nos preocupa ni puede merecernos ninguna observe- ;
ción En este y en cualquier otro caso, con respecto a x
este o a cualquier otro tema, los partidos políticos reali­
zan, al nivel oue estimen conveniente, todos los contac­
tos que consioeren necesarios. Ese no es nuestro asento. i
Pero, «i, lo es que esos contactos o esas informaciones se
realicen en perjuicio de la actuación que debe cumplir
la Comisión Parlamentaría

La OosniMón itoMniata pw la ítawntitea General se

quedó sin la presencia y «ate b MWnMite de los se­
ñoree Ministros como a nosotros t»> nue towwnoen, so- *
lamente, toe i.oenos modales exteriores y las palabras,
por elocuentes o grata* que Hlas pueda» parecer, ateo 3
toa hechos, queremos señalar muy claramente, desde el >
comienzo, que no hay que llamarse a engaño te pensar j
que ni éstos ni otros temas van a puntar tr adelante y w-
solverse sin el respeto estricto y adecuado a los organis- 4
moa parlamentarlos En este caso no se fui aetaaao, en |
nuestro concepto, con respecto a la Comisión Ispéete! I
designada \wr la Asamblea Oviteral, oon la corrección y J
la amplitud con que se debió actuar ' >

A la Comisión Especial m te llevo una opinión

Poder Ejecutivo, y c»a opinión, naturalmente, nasotrwi.«
no Ja compartimos, pero, como tal, la respetamos. La clf*M
constancia de qua no Me puedan levantar determinadla^
medida« «1 simultáneamente no hay una determinada
gislaclón sustltutiva, ea un criterio del Poder Ejecutivo,^
que respetamos en cuanto tul senador aunque no lo coa- j
partamos, Pero-a lo que no se tiene derecho y lo que no f
podemos admitir es que se supedite la actuación de una
Comisión parlamentaria, donde hay sectores políticos que
piensan de otra manera, a la opinión del Poder Ejecutivo, j

En la Comisión y en la Asamblea hay sectores po- j

Uticos, como el que yo represento, que entienden —con *
.taMUUML raMpea ¡teto ello— oue e** anunciada legislación
con CB-
Hi 4 1 ?!
No hemos
 v un a i.^<> étetar, aunque no^ H wta^
Aderar un proyecto de ley
H proyacto de tay
Mdter íJsnittW-
dhdW ¿£
*2«
breVCS ,..-rc»;wr»My p-
ildu «»
nidas «ué tlrteen ya
. nos y la» garantí* ¡J^*™'**“*
Ministro drl Toteri*/
hablar ¡’ 1” C'>nilHlón, mientra», »
hmX y -m o’r««
< Apoyados. •
03critico.
ÍM**S .*U w*110 Mdero Mí perfectainenta
'.<*"^■.1^0 Wj B alarmar, ni te
kñ*
sin mayó
lu-'W un upoyp
an pu» tic .>:x!rar < X
ceda e« desmedre de
?Xctor¡.a'!n“¿tol6Í.-Parlamentarla,
i^ili •
BEÑO» nomUGtmz CAMUBBO - Me Inahiyo en­
tre loa legisladores que desean que este asunto sea re­
suelto lo más pronto posible y por eso voy a intervenir
muy brevemente.
Más allá de la decisión que, en definitiva, tome la
Asamblea General, a esta altura me parece perfectamente
claro que si puede adoptarla en mayor o menor medida,
dicha decisión va a representar un elemento de mejora­
miento con respecto a la situación que hemos venido su­
friendo a lo largo do todos estos años
Quiero, fundamentalmente, realizar una precisión,'
una sola. Se trata de que pienso —toe hechos fo están
pretendo y vate» más que las palabras en todos toe ca-
anO"- sao el onsates de Mentas en a Sortear, anotan*'
otatawBte, d* ms dMtaMta tata^^eite doi snelantesta
que modifica, en el grado que las circunstancias lo vayan
demostrando, la realidad política del país.
No creo que hasta el momento se haya demostrado,
con hechos prácticos, un cambio que reamente importo
en la orientación del Poder Ejecutivo.
A la Comisión, loe Ministros fueron muy sumaria­
mente, y lo hicieron para decir que no podran Iniormar.
Pueuo recordar —lunuamentaimente porque se trata de
un uocumento interno que no se ai ha siuo manejado ya
por umkm *04 tenores iegudauoces— que en la sesión dei 7
de marzo, toncrciainenu», primero el legislador Enrique
ktoltran, y uet»pues el i igudador García Costa, le formula*
ron preguntas muy claras y concretas ai señor Ministro
del interior, con i especio al pensamiento y orientación
del Poder Ejecutivo, y a las razones en que este 1 uncía­
me n taba la soucitud que formulo a la Asamblea General
para que nu tomara una medida inmediata de levanta­
miento.
gl señor Ministro del Interior —página 24 de la ver­
sión taquigráfica— se Umita a contestarle al señor le-
ganador aunque Beltran enciéndele que el no puede dar
la opinión del Poder Ejecutivo todavía, y que esta no ee
una decisión que depenaa de una sola Cartera y que el
problema es muy complejo, habiendo cantidad de laclo-
res que inciden en el. Reitera, e»o si, que, a juicio del
Poder Ejecutivo, es necesaria una legislación sustiuitiva,
pero no dice mas. 'termina expresando: "No sé si con
esto doy satisfacción a la pregunta uei señor legislador
Beltran, pero esto es el punto de vista del Poder Ejecu*
tivo”
Y cuando luego el señor legislador García Costa —pá*
glna 20 de la versión taquigráfica— también en términoe
ciaros y precisos le dice al señor legislador Hierro Gam*
bardeilu que las Medida.*/ Prontas de beguridad no esta*
a lojas cero y que la voluntad expresa de la Asamblea
General ha sido su levantamiento y separa, exclusiva*
mente, los decretos de carácter económico para una fns*
taacui posterior, el señor Ministro del interior, —pagina
2U— reitera, iinalmente: "Para esclarecer el planteamien­
to del señor diputado García Costa, le digp, muy breve­
mente, que a juicio del Poder Ejecutivo, el estado dé
sedición que vive el país supone una conmoción de una
naturaleza tul, que sin Medidas Prontas de Segundad, y
sin nada que las sustituya ¡>or v¡& legal, es una situación
complicadísima y dificilísima que compromete sus respon­
sabilidades institucionales. Como adelanté que quizas en
términos de horas el Parlamento conocerá cual es el pun­
to de vista concreto y espeauioo del Poder Ejecutivo, creo
que he dicho to mée que podía decir’*
In*1™'
Medid*** Prontas de Se-
v en los términos má*
U mogón.dd P»
, iovantAmientO ue i«« <*•“
* .7 iTS.7i.clAn de toe dete­
vd. sato. U» eeftores
tu*W>* s
EhfflMS <m otrte i
X;.'
..
7 <|U‘' respeto
i
a bsol u turnen-
claro
pew«cvan»c'”u
MfUdo de gobierno.
juitiesdMi ■ qu®
U.m<* * «trotón jj*L*JLS.
(J * a i ^1»
; tataMí te a
la primera concurrió el señor legislador Fleitfis y pidió un
cuarto Intermedio en nombre de su bancada por espacio
de dos horas y media que, naturalmente, vetamos todos
de inmediato. Ai cabo de él, el señor legislador Hierro
Gambardeila solicita un cuarto intermedio hasta el din si­
guiente, aduciendo que todavía no se han encontrado las
fórmulas sustitutlvas. Al otro día se reúne la Comisión y,
a los pocos minutos de comenzada la sesión, cuando se
ha anunciado que el señor Ministro está en viaje, el mis­
mo señor legislador expresa que lau posiciones de los ¡par­
tidos ya están definidas, que la presencia ds ios Minis­
tros no es necesaria, y que el tema, por lo tanto, deberá
debatirse en la Asamblea General
A la Comisión no se le han dado fundamentos, no
jie le han indicado cuáles son los lincamientos del Poder
Ejecutivo; se le ha dicho, únicamente, que este Poder
f entiende que, antes de levantar lar Medidas que afectan
las libertades públicas, hay que dictar una legislación sas-
v titativa v
Los diarios han publicado informaciones que, natu­
ralmente, ios periodistas han procurado Lograr, El señor
legislador Vasconcellos decía que no conocía el proyecto;
yo tampoco lo conozco; he leído lo que la prensa recoge
a su raspeóte. Tengo como antecedente un proyecto hite
tanto elocuente que sobre la materia presentó, siendo «Ip
iratate. el artual Ministro del Interior. Naturalmente, no
pueuo ai ir mar que el Poder ejecutivo compacta ¡ntogra-
mente los puntee do vista que en te materia; sustenta et
actual señor Ministro del Interior. /
En los hechos llegamos a esta instancia de la Asam­
blea General sin que el Poder Ejecutivo se haya dignado
decirle ai parlamento, concietamente, cuales son esos li­
ncamientos y cual el fundamento ría! sobre el que repo­
sa la afirmación que ha hecho.
Hoy, nuevamente, como en la lesión del juevns pa­
sado de este Cuerpo, hemos CFcuchndo una montaña <te,
acusaciones concretas, muchas de las cuales están direc­
tamente vinculadas con hechos ocurridos después del ¡e.
do marzo, y no antes, y han sido aquí afirmad» con nom- ,
bre, apellido y circunstancias concretas, no habiendo res- i
¿ puestas ni rectificaciones, sino una simple afirmación gip-,;
noral de buenos p.opósitos proyectados hacía el futuro,
sobre tas cuates, naturalmente, no tenemos derecho a du-
diT.
Lo que, sí, afirmamos es que, sea cual fuere la decl*
Aún de la Asamblea General, —el punto de vuitn de nueu-
tr> sector esta ya claramente definido en nuestra mo­
ción que naturalmente mantendremos - las vnrtantee que
ec te aitasejón política del pam se operen, lueno de la su-
•kn de hoy, «tenvaran fundamentalmente de los cambios
de integración j las variantes de orientación que surjan
del Parlamento.
'
Hasta el momento no advertimos hechos concretos
qte» demnesueo que este Poder Ejecutivo, en el piano de
tea itomrutaes pública», introduzca rectliicuciones que Im­
ponen cao respecto jd anterior, como tampoco lo hemos
advenido en el piano que tacna que ver con le económico
y to ilnanciero, con una orientación ya rauda ;r vehemen­
temente expresada en las punieras jr atentatoria* me*
didas tomaaaa que influyen, directamente, ñn si nf**i
de vida os. ios teabajadiMes (|a| pgis.
 RODRIGUEZ CAMUSSO. Francisco A,
Tema» ANUENCIA PARA SALIR DEL I-A»3 AL SRt PACHECO ARECO
Sesión de días 21 y 22 de mareo do 1972
• minar no ht pateMa flirtea, no la, disputada matarla! te
Tiene la patatar« el saltar tegtatedor Rod^puev Fn~
muMo *'*
SEÑOR RODRIGUEZ CAMURRO - RfAnr Presiden­
te: vo creo —romo muchas de lo« legisladora« ni» han
hecho uso de la natabra en e«ts seMAn. sp» pare ocu­
parse del tema en debate, w» ñera intervenir en di«cn-
«Iones laterales— nue al nrohlams o»»« nns reúne tiene
• una excepcional importancia Poro doclnro mm. » |n largo
de mttohns años ano llevo ncfiiand« en el Pnr’nmontn v
demás aftns oue. aún Mn integrarlo «cn»ti dn ccrna sus
actiiadonea- no recuerdo unn .«ltu»ción como este en
la que se conciten factores del carácter v la naturaleza
que se dan en esta oportunidad.
Este ee vn tema enn respecto ni rue| 1000010« una
pastalón sbsotwtamente debntds v elnr» d««d*» el enmien­
do. Pero es. también un tema al que entre moa —en rezón
del carácter da le disensión mw» «e ntantaa— en térml
nos oue nns obltoran a desenvolverlo con r»1»mn* dificultad
▼« naturalmente, tenemos necesidad de referirnos n ello, :¡
y vamos a hacerlo.
¿Qué vamos ad virtiendo a lo lateo da este proceso !
dramático, duro, tremendo que hi¡ tenido que vivir el neis
en los últimos años?
Quienes integré hamos, va. el Pnrb mentn en *1 des­
graciado tiemno de! naoheesto twvtmo« mte »»latir, una
y ríen vece», a i» ausencia reiterada « b» fnea a la *lu-
itfón v al »ato eon ios otas 4* los IretMsdores m»* t*n*«n
la obligación desde todo punta de viví« d* enfrenta* tas
hechos con definiciones, opiniones y responsabilidades.
A Pasó pone) período v emnezó ntm oue. ñor lo mte 1
vamos viendo. e.s ku deplorable continuación Y ««Mimos &
a su reedición actualizada, con alcún nenupfio ni usté de J
detalle oue no afecta la sustancia de amtalln táctica Par­
lamentaria. Siempre “los temas se examinarán en opor­
tunidad'’; siempre “los temas serán discutidos oportuna­
mente**
Guando necesitamos definir las concepciones de lo«
«ectores político» v de los legisladores sobre puntos tan
báaicoa nata la vida misma del país como su independen­
cia. la defensa de su soberanía la moral en el piérdelo
del gobierno, las libertad?« públicas, los derechas indl-
viduales y la íustlda «ocal. sólo la elusión, la ausencia,
mmi la reumeeta,
ffBRCVR V ARDIA . ¿W'pei'miU ana inteMapeidn,
—Ang_3
SEÑOR RODRIGUES CAMUSSO. — Permítame te?- 1
minar mi idea; después, con mucho gusto,
Los hechos hablan más que las palabras e, incluso. 4
mas que determinados silencio».
03 9
Asamblea General
Mas patadas vtaiaM» a M AsanHMoa OH «ral a eli­
un personaje, sino una medida, una decisión parlamen­
taria trascendente para la vida toda del país, que enfren« .<
taba a uno de los hechos cotidianos de la política del per- ;
sonnje en cuestión; se trataba de estudiar el levantamien­
to o la permanencia de las Medida.« Prontas <le Seguridad.
En el curso de esa sesión, se formuló un enjuiciamiento
se vilo y terminante, por parte do distintos rectores po- ;
ttttMá. <♦ I* Mtataéo tn la meterla bate la Presidencia l
del Mfior Itachaco Ataco Lm grapa» poHttoo» <m» iWbh
dftron y respaldan tal conducta y tai oviesitarión del ata ,
bierno, no vinieron; simplemente se quedaron fuera dt
Saín. Y asistimos al hecho peregrino, increíble y mamsi.« >
rrachcsco de que un Ministro d?l Interior, reeleccionlsta
tu vichi que calificar de mamarracho lo que había hecho
el gobierno que él apoyó; y los encargados di» defender
oso atentado paseaban por el ambulatorio o estaban en
sus casas.
El pueblo votó para que los legisladores vinieran aquí,
en mayoría o minoría, a defender con altivez y dignidad
su« posiciones; sin embargo, hubo quienes se quedaron
afuera,
t Y hov. señor Presidente, ¿a qué asistimos? Ai hacho
de que son mayor!« Ins oue quieren lograr una solución
determ'nada; .v lo van a conseguir. Entonces, no discuten
» ni hablan. Lleean a la conclu«lón de que van a tener loa
| votos que necesitar;, y con eso les basta
|
;g teltMUUPHn QáMRAnDPLLA—~¿MP pgrmite
uqa iiMasrapalún, legislador?
flEUOR RODRIGUEZ CAMURRO. Inmedlatamen
te oue termine el desarrollo de este concento, le conceda- >
ré Interrupciones a Jos señores iegisludorei Fariña y Hle- 4
tro Gambardelto. _ íj
Ai comienzo mismo de una léatela tutu —tan sustan- 4
clalmonte renovada en muchos sentido«, coh respecto a
anterior, cuando el nafa vive un momento tan difícil yi?
todo.« tenemos conciencia de oue vamos n conocer horas L
muy arduas-— «e aplique una táctica tremendamente pe«^
ligrnsa; la de. por vía de la continuidad y del cansancic^l
nherrolar e imnoner soluciones cuando se descuenta qupi
se dispone de los votos necesarios para su aprobación, i
Por «apuesto, no son ’vuale« las condiciones en un s,|
debate mi«» se desarrolla con normalidad, ti las de otro, en
que Jos planteamiento« «o formulen en cualmiier condi­
ción física dormido« o con 20 o más horas de labor y
aplicando el criterio de que no nos vamos de aquí sin
tenar imn MMta <
,,pV: '''*«! . ■f'J— tir,'*. ,\ **- 7 r
Rnto. ruando no hay plsn». ewntaw no bav aparo, nt»> 4
gnna ne*eldad »1 nlnrana ronveitaNieta «qrfMto «I ñ** -'?
cana »4. ■ ''‘il
■ - ■ «
* Señor Presidente: para mi es cosa del pasado, No voy
, a debatir las Ideas políticas, económicas, sociales y filo- ¿
' sófiea<t que tenga la obligación de sostener, en función
de un acto del posado. El gran debate que propone el m-
ñor legislador Rodríguez Camusso, no es ocurrente ha­
cerlo ahora. No hay ninguna razón para que. en fundón
• de que el señor Pacheco Areno haya solicitado autor' »a-
ción para salir del nal». discutamos una situación, a mi
Juicio, totalmente bizantina, a los efecto* del resulto do
del debate, sobre la filosofía general dn nuestra política«
nuestras concepciones sociológicas o en cuanto a la sobe-
ranía, etc. Cuando se le expresa al señor legislador Ro­
dríguez Camusso que aceptamos el desafio a discutir eso,
pero que es preciso buscar el momento oportuno, le es- &
tamos diciendo, simplemente, que este no os el indicado.
Señor Presidente: yo no quiero tener ios ojos en la
nuca. El hecho de qup el señor Pacheco Areco haya ter­
minado una gestión y se le hayi puesto punto final a un
período, supone que el Parlamento tiene que mirar* hacia
adelante y no hacia atrás. Ese ex H estado de ánimo, de
conciencia y de actitud parlamentaria, que tiene esta ban­
cada ’ salas contiguas a ésta en que Funciona la Asamblea Ge­
Muchas gracia*, señor legislador.
SEÑOR PRESIDENTE. ~ Continúa en el uso de la
palabra el señor legislador Rodríguez Camusso.
SEÑOR RODRIGUEZ CAMUSSO - No he aludido,
en mis expresiones, exclusivamente, al día de hoy. He rs-
terMo a un proosao, en el cual, a te larx» ós la toMiiáwi
anterior éramos, apenas, nna muy pequeña minoría, una
muy reducida minoría, entre la cual se contaban unos po-
eos legisladores del Partido Colorado, generalmente, loa
legisladores del Sector que encabeza el señor legislador
Vasconcellos. Los que concurrían relteiadámente a las d-
faetones de la Asamblea General.
Días pasados —he hecho una referencia expresa— se
trató no un tema del pasado, cuando menos desde nues­
tro punto de vista, sino del doloroso presente que vive el
país, donde se definían conductas fundamentales para el
futuro inmediato de la Nación, nada menos que el exa­
men del mantenimiento o levant amiento, cuáles medidas
y con qué alcance. Allí he señal»,do que tampoco tuvimos
la posibilidad de enfrentar el debate, el examen de los
temas cue están vinculados al carácter y orientación de
la gRMMm de gobierno que hemos padecido. Hoy natural­
mente, asistimos ai espectáculo que estamos viendo.
Pos supuesto, no le voy a fijar normas ni orden en
su trabajo ni a la bancada que Integra el señor legislador 4
Hierro Gambardelln ni a ninguna otra. Dentro de la que
yo Integro, discuto las posiciones como entiendo debo ha* 4
cense y resneto las decisiones de las demás. Estoy establo- 1
riendo un hecho real.
■ “i
Hoy, se examina aquí la solicitud de partida del país
de un ex gobernante, no de uno cualquiera, no de un ex
gobernante vulgar, sino de quien, con su gestión en la
Presidencia de la Renúbllea, ha sido elemento decisivo y
fundamental como intérprete de los intereses económicos
y sociales contrarios al país, de una clase que lo explota,
lo empobrece y lo entreva. Ha sido factor decisivo en él
empobrecimiento nacional y en el clima de odio, enfren­
tamientos y violencia desatados,
Un gobernante que en su misma huida, continuó min­
tiendo con arrogancia, con mediocridad y con una inelu­
dible y definitiva cobardía. Hay distintos tipos de valor,
de coraje o de cobardía. No soy de los que cree que sea
más valiente solamente el que pega más fuerte, maneja
mejor un arma, dispone de medios más eficaces o tiene
guardaespaldas más numerosos y fornidos; pienso que
existe otra clase de valor, de coraje y de temple moral.
Otando se han enfrentado responsabilidades, se ha tenido
>sder. a» iaa» taasMo deetetooet, y se ha gravitado en la
feücidiMf o ínfeheidad de la gente, significa hacer frente
de cuerpo presente a las conseeuenciM y responsabillds
de» que fluyen de alio
Be han mencionado, en el curso de este debate,
tintas cusas dichas por Pacheco Ataco, alfanas, eomó gd
baladronada gratuita y ofensiva que le dirigió al Poivr
Judicial en su partida, el l9 de marzo.
Pero, quiero subrayar otro hecho, porque en el dis­
curso póstumo de Pacheco Areco el P de marzo, dijo es-
o»4UL que yo deseo queden Incorporadas a este debate
.......
Yo. naf irihneu’c. no estaba allí y por suptipstó no
io vf tampu« c i>or televisión Lo leí en el diario. Pero
me imag’nc > ’ wn que lo debe haber dicho. Estas
faeron su» palabras Afirmo, una ves más, que jamás
seré un perscindente, comodón o cobarde en el proceso
de su paw. Desde el llano a donde vuelvo, estaré al ser- .
vtalo de toóos ustedes, hombros y mujeres del Uruguay J
y det «obierno de la BMáón para «madener la lucha de 1
é«ra de dmUwtr U» tnstNaeta» y l
Y senauiM» «a iwtHteaDo discurso, en ei que mintió 4.
• au m tMMiey, ommm» Mempre, diciendo lo siguiente; WA
de suso aubs de krt hombres y mujáN» 4
Nnvmi» > viajo* q«M esaan <ha¡peeelos a dar su vida pan j
que esta sencilla nación sea un gran pueblo de bOMbiw
libre«"
De martera qoe sJ Umm, w* tít» séfá / un fHuntoftno ni qué
que va a continuar luchando por ei país y que está dis­
puesto a dar su vida, que no quiere comodidades, etc.,
pero al cha siguiente viene su soíleitud para irse del país,
X & W8M WStt »e
cuadamente remunerad»> en dólares, a un país di! vfda*
cómoda, a ese nivel, que habla el mismo idioma que el
nuestro y que tiene, además, ,in gobierno fascista. Esta
es ia lucha, este es el ofrecimiento de su vida, este es
2!- n« P^indente”, el "no aceptaré comodidades”,
19 -de en el día mismo de su partida,
in2LSfhÍM.M'i?0 if”.e UJ' «lewPto de comodidad, de -¡
irresponsabilidad, de liviandad, de traición, de cobardía
y oe mentira.
Na¿Ur?lr?erLtej advertirnos que el Paramento, <»1 dia
que esta tratando una moratoria do la que depende tanto
• £*1« h a4 modesta gente trabajadora, queda sin número
la noche, porque los legisladores reelec-
í cionlstas están cansados y que pocos días después para
que este hombre se vaya disvarado y corrido —porque
no se va el dia que se tiene que Ir, se quiere ir de apuro.
Qn*An/rtlu°n*'e— hay n®c®sld.ad de permanecer aquí, 20,
horas, todo lo que sea necesario, con muchos le­
gisladores descansando o durmiendo en k.< ’Ilíones en las
neral, porque Pacheco Areco rio puede esperar má» Yo
¿ Pienso, ya que aspira a ser embajador y representante
m%!Mestri0 P™’ jU^ &len haría conocerlo un poco,
j Sí® ? , le haría darse una vuelta despacito por laii ca-
j tohíi c?ntro de ,a dudad y por sus barrios, qué bien
L® a8descansar, no en las estancias de San tica ton o
de Anchorena, y pasearle cómodamente entre su heil-
?toáí°X8UÁmnM1° yxqué ®e yü cuánt" eoa&s rnás que
; 7 cuA.nto le costaron al país, recorrer
la Curva de Maroñas, el Paso Molino y La leja, hablar
SJ?iJíír0S' {ubl,ados, amas do casa y saber qué es el
11120 éI 7 ,<M ,SUV03 y tes internes
despreciables que el represento en el poder, para «nlon-
| * Pretender tener alguna autoridad rara
1 Un ,MÍS que él no puedo representar. En prl-
Pacheco Areeo ,urd P01, »“ honor de’
B Constitución de la República y la violó abite* ■i
mática y permanentemente.
I8e deI_Paía tenemos jme examinar y dis-
ac!'aB cosas’ 8® me dirá "en su oportunidad” y
5 pa 18 esp!r? raucha® cosas del Parlamento y no
sólo discursoa ¿Así que el Parlamento sólo tiene la tarea
titudpfUvrrtPr?yfC4t0S de le,V?. 8e van a examinar ac-
,?¿«des y definiciones políticas? porque no sé cuántos
dlnr^n* esta daturateza o parecidos tendremos que
íñJVS * « cu!80«íe e8ta tegisiatura. Sí, sé, que íntegro
de 23 componente» que está siempre prL-
neí Con ,os 23 en Hala V en las Cornial o*
ÍSi 2° rehuimos ningún debate y nos pronuncia-
tunanimidad ante cada una de las decisiones
** ,que varao® a contribuir a todos ios
del caso; y sí sé, también, que en esta
oportunidad y en todas ia» que sean, a la hora que sea
oon el canaancto que sea, vamos a decir todo lo que ten-
| tetoíCO período que le ha to­
cado vivir ai pala. No en vano han pasado lás cosas que
de^TSyAreckdlreCU huptasción y claro patrocinio
legisladores, son hombres jovenes que ile-
P°r Pr,mero VfcZ- unos con larga a<>
Ht!ü!ÓILíXüuCB y otros que se lian Incorporado a h pc-
muchoi” aftMftd?A!L!Hteeníe; 1,61:0 hay otros que UMn,M
S Í! h mHltencí*, por supuesto, con muchos
da ímittía víJ?8uríore® y "unca- en ningún momento
ÜÍ«.l!S,ltL* V da>, bremos de olvidar, porque no han
□ en vano* ,0 due ha sido la experiencia de estos
años. lx)s que seguimos el féretro de Líber Arce y wtu’
rk«0?«tentó a los cadáveres de los estudiantes asealna*
Ios que hemos hablado con muchachos y muchacha^ . »
que salían a la calle y el "único delito” era pag*»» mil” É
I?iearnque n° lncltan aI chimen ni hablan de odios, si!W »
h’í?Ad..Cen T’e J1?1 I!‘gar' a ü,i hora, el Frente Amplíe» «I
hará un acto y hablarán fulano y mengano, viniendo los <9
roperos y las chanchitas y yo que sé qué más, rodeado«! '9
de cobardes que son valientes en el anonimato y en la 9
patota, manoseando a las muchachas y a los muchachos 3
loe MMlerran y los amenasan tiaciéndole» escuchar día- W
■ -V.a'UÍqH
oos de tortura y tortorándolo» muchas vaqea, no poto’ %
mos guardar silencio en estos momento». 83 gobierno dll i
Pacheco ha sido el directo inspirador de esto, para que
se enriquecieran los Peirano Fació y otros. No vamos Si
asistir nunca con insetMibilldad ni con tranquilidad S
ninguna situación, a ninguna seMón de la» Cámaras o dé ’
la Asamblea en que algo vinculado con este ciudadano
¡to traía, as examine o se considere
iiH ioii'b <i<‘ otros sectores políticos que en medio da un
mocoso tremendo, JuvanUible, (pie nudie, por otra parte, KI
ha intentado siquiera levantar, se ha anunciado que opor­
tunamente —veremos cuándo llega eso— el gobierno de
PachMo entregó el país y se han mencionado hachos
muy concretos y nadie ha salido a! cruce diciendo que J4
eso es false. Yo digo que en ente proceso, sin embargo,
hemos advirtió o que algunos sectores políticos de todas
maneáis aojptan conceder la au torización a Pacheco para
que se vaya del paw «3Ü41
No «otros no acompañamos ni compartimos esa con­
clusión aunque acompañamos ¡os fundamentos, porque
entendemos que justamente cunado el país espera otro
especúlenlo dej l'ftria/uei.to, cogndo el pak tiene un Par-
0 lamen to recio, gano, afirmado «n la defonM dé NáiJNM?
'■|0m y de <us o». w FTiilBrÉI
en coñ- j
iliciones de hacer un proceso semejante, le facilitáramos la 1
huida del país, en los términos indecorosos y desespera- 1
dos que ese ciudadano lo está planteando. 1

No podemos olvidar, además, qde no eoti «óto kn
muertos y los torturados, sino que también hay una can­
tidad de muchachos que han quedado con lesiones e in>
posibilitados de por vida -y cuando digo los muertos me
refiero a todos, porque todos merecen nuestro respeto y
homenaje— como consecuencia de este clima de intole­
rancia y odio, que la ineptitud y el haberse puesto al ser-
visio de intereses inconfesables y antinacionales por par­
te del gobierno que pasó, han generado.
No podemos engañarnos, ni permitir que se continúe .
engañando a nadie. Este pretexto para toda esta barba­
re! que se cometiera y que se sigue cometiendo —aunque
esta es, naturalmente, otra historia de la que no nos va­
mos a ocupar hoy sino que lo haremos cuando tenga nú­
mero la Comisión de la Asamblea General y en el Se­
nado de la República- nada tiene que ver con la lucha
contra la sedición. Las torturas, los crímenes, los exce­
sos, no se justifican nunca en nuestro concepto.
Pero este gobierno que ha desnudado el orden insti­
tucional. que lo ha violado hasta el hartazgo; este go­
bierno cuyo titular desconoció las decisiones de la Asam­
blea General y que se iba en las madrugadas a visitar
cuarteles en acto de compadrazgo y prepotencia, utPlsó
a los grupos que practican la guerrilla armada, como
pretexto para perseguir y coartar la libertad de expre­
sión de los grupos políticos, que enfrentaban seria y ver­
daderamente sus intereses económicos.
Hace unos dias lela en un diario la noticia acerca
de la prisión que se habla decretado contra un ex Juez
y recordaba cómo la campaña de denuncias llevada con»
tra ese ciudadano años atrás, fue uno de los pretextos
sustanciales que dio lugar a la clausura de un diario de
oposición.
Todo esto sucedía con diarios cerrados, con partidos
políticos disueltos, con dirigentes sindicales confinados,
con estudiantes apaleados, con gente muerta, con un or­
den subversldo, con la producción en retroceso, con la
.ndu'tna estancada, con el país endeudado, con la des­
ocupación en aumento, con los salarios rebajados y con
las jubilaciones impagas. A ello se agregaban los críme­
nes, la cárcel y el escándalo y, todavía, como remate, la
compadrada, la cobardía y la mentira.
Por todas estas razones sentimos que nos honramos
y reiteramos la línea que stampn hamos mantenido ne ¿
dando* nuestros votos pora la tuiMnasMn a salte dstj
pala a quien, hoy más que nunca, debe nsrinawr dsm»l
tro de el. Por supuesto, a diferencia de lo que aquí ha 1
sido mencionado por algún legislador muy urgido tam- 1
blén en las decisiones, los discursos no vamos a repe-
tirio» “ participando directamente con él.
En el Benado. cuando se trate la solicitud de venia
para designo r al señor Jorge Pacheco Arreo como Em­
bajador, vamos a decir muchas otras rosas a esta reapretó
que demostrarán, conjuntamente con ntrns que presenta­
rán d‘'tintos ’«“nndores, la tmpo'lbilldad, desde
euüiqui’-r ponto d* vi«*3 «me «e le considere, de permi­
tir qv* un r iiiHíhíio míe ha incurrido en Ion horrores y
en la.' atrocidades en que desde r! gobierno Incurrió el
señor Jonre Pacheco Arreo. pueda asumir, en ningún ca­
rácter, la siempre honrosa representación nacional.
Por todas e.stax razones, y por muchas otras que en
un debate normal hubiéramos expresado con mayor am­
plitud <n esta hora no estamos en condición de exten­
dernos mucho más), de hunos clara constancia de nues­
tra rotondi y total negativa a que se autorice a salir
del país, en las condiciones de cobardía, Incapacidad y
enfrentamiento m mm ’o hace el .qobrrnanio mm tiraba
de terminar ‘u periodo legal de la gesbión m¡is .sur‘a, más
•PMtmri«. más inmoral y más repudiatole que la historia
sW pato conoce
04 1
. En vez 4«
* tftta de libertad
BWtontf ningún gatero <te dábate.
mmon imMua cámuwo. - Rabí* «ou^tado m
interrupción al señor legislador Erro para hacer alguna re-?
ferenetta al tema que estaba canalderando! pero «i plantea- .
miento que ahora formula el s.ñor legislador Hierro Gum* |
bedelía nos obliga a hacer una puntuallzaelón previa, üf» tataJl
de lo siguiente. Se ha invocado la especial situación en que, i
naturalmente, a esta hora, por su fatiga, están trabajando)
los taquígrafos dej Senado y lo comprendemos perfectamen-1
te. De manera qug no alude a ellos lo que voy a decir; pero';
para las 15 horas de hoy está citada la Comisión de la 1
Asamblea General a la cual no sé si dentro del régimen ele :
turnos que practican lea, toca asistir a los señoreé taqui-;
grafos del Senado o de la Cámara de Representar, tea. Si■
fuera el primer caso aceptaríamos que funcionara esta Co*
misión sin taquígrafos.
Ocurre qua esta Comisión —-con nuestro voto en con* .1
tra— «a lia fijado un régimen de trabajo que, de aplicarse
en el caso, significaría que no volvería a reunirse hasta
después de 1« Semana de Turismo. Esta Comisión es la via
a través de la cual nosotros estamos en condiciones de for-
mular 001)000184 gravísimas, que afectan nada menos que
la violación de los compromisos de honor que los señores.'
Ministros han contraido, solemnemente, ante la Asamblea
General; así, debo decir que s<* continúa torturando, que se
sigue allanando sin orden judicial, que se prosigue inter­
nando gente" cuyo único delito es el de colocar murales o
de repartir propoganda de actos del Frente Amplio. Y noso­
tros queremos hacer estas denuncias, en el seno de la Co­
misión, ahora y no después de la Semana de Turismo. Que­
remos poner do manifiesto, en estos momentos, las decenas
y decenas de barbaridades y de atropellos que este conjun­
to de irresponsables es capaz de seguir cometiendo contra
nuestros compañero«.
Comprendo perfectamente la posición que se ha expues­
to en cuanto a la suspensión del trabajo de las Comisiones.
Soy tan respetuoso como el que más del trabajo de los se­
ñores taquígrafos y del resto del personal del Poder Legis­
lativo. Pero’ nuestra intención es —sí la Comisión de la
Asamblea General tiene número— reclamarle a los señores
Ministros del Interior y de Defensa Nacional el cumplimiento^
de los compromisos en su momento contraídos con eete^
Cuerpo. ’
4$
Volviendo a) tema central, quiero decir, muy breve­
mente, con respecto al desarrollo hecho por el señor senador
Erro, lo siguiente, haciendo ur.a puntualización sobre un as­
pecto que él mencionó y que me interesa subrayar.
Por supuesto que nadie que mire con «ensates y se­
riedad el panorama nacional, puede engañarse en relación
con las perspectivas del actual gobierno y con su intención.
Por algo sus principales titulares fueron elegidos por el
señor Pacheco Areco y por algo, también, estaban a su lado,
Además, quiero decir que la remisión del proyecto de
ley llamado "de Seguridad del Estado” —que vamos a ana-
llzar, naturalmente, y que e«|>ero sustituya la oportunidad
referida por los señores legisladores pachequístan para dis­
cutir Ja filosofía de su gobierno— traduce, con claridad, cuál
ee la intención del remftente, y aunque nadie vote la ini­
ciativa, ya no se podrá borrar la misma. Nado define mejor
la orlentacióo del gobierno, que el proyecto de ley referido;
é! refleja, cabalmente, cuál hibria sido la política a seguir ,
en el pote.
Por otra parte, «star Praádewte, me parece importante
precisar que los cambios, si se producen, no son espontáneos,
ttenan W aSNMNI a Ins
túNM M aetual OoMeroo: pxqM ha variado la eorrelecito
de Atareas en el Fsriímento. Hay, ahora, en las fúeraaa po- íf
pularea, otra capacidad de ludia superior a la que antes se
tenía, lo que va determinando, entonces, que el campo do
acción del Gobierno ro seá tan amplio como en el pasado. ’
Pero, repito, no vamos a engañarnos por ello en cuanto a
cuál fut el verdadero >>ennamireto de los gobernantes: hacer­
lo, sería caer en una verdadera ingenuidad.
Esa iniciativa no se manda porque si; m «avía porque
refleja una intención y una o¡rientación. Claro está que ha i||
Udo, sin «luiiH, i’iilifiu’-idu de mamarracho; paro traduce, ni- .£
(idamente, cuál es ln puniente política que segMáríte de JMrJl
posible, el titular principal «Jo este mamarracho. l¡
Finalmente, creo del caso señalar, que el señor legisla»
dar Erro, a! referirse a la libertad de prensa, uin atrox y
reiteradamente vulnerada por «1 Gobierno anterior, ha hecho
referencia a algo que verdaderamente es trascendente.
Digo que en ente materia nuestra posición es clara y
qw» derenotem Ja más amplU libertad da prensa, trátese
a} que fuete. Y decanos <sto tanto con rcs¡M®to a
Ya ' e xno a "De Frente”, a "Extra”, a El Sol”, a "Labe-
radón”, a "Cuestión”, a "Acción” o a “El Debate”, para
gltarira «cate» ejemplos. Nuestra posición «s la de atacar
todo Jo que aigiúliquv vulnerar la libactad de prensa sin
importamos cual fuete el pertJdico en juego, amigo o «*«•
migo, Pero señalo, señor Rreshtente, que, aun en la afirma-
de rato eriteno y de tuetdro punto de vista, soate-
mendo qua ninguna pubiteadón puede ser clausurada en
nombre dei orden piNteo y de la seguridad del Estado,
aun así, ei pachequisnso no áteM autoridad para hablar,
poique fue él quien cerró diarios, porque eran políticamente í
iMiviJsariu« suyos y lo perjuabcaboi». Y decimos esto, recor-
dando, al mümo tiempo que hubo periódicos que reclama- ?
ron el gvlj»e de Estado y el des<»nocimknto de las dispoei- '
cxux's aMistitucionah*«, que no fueron clausurados por el
G»«»b»eyniJ anirrmr. Por c.mj decimos qua el paoitoqúteaeo áte
puede hablar de la jiiiertafi da piensa, |x/r(|U« cerraba lteHa|
Ólartoa oposito1^*, en nombre de uim filosofía que no apli»'q
cMms «towdo otra* publicaciones —"El Diario” y "La Ma­
ñana”, por «jemplo— estimulalxm situaciones que iban con­
tra «i <4den púbdoo Más aún: hubo un semanario de cuyo
nombré no vate te fina acordarse— que reclamalxi el cri­
men político y que, *in embargo, no tú« clausurado por el
pachequismo, Estoy de acuerde en que lio se te cierre; creo
que ninguna publicación dteM |Mf aiteteMlllíte*
sí, que esto demuestra cual «ti «i oonatpto tete teteteHih'Já 41
bancada puchequista en este n'^.teiia. Fiemo que tal va» t—
éste el tema para discutir —en el momento qu«» W» «i ejteh m
clcio do un legitimo derecho, los legislad««*® P«ch®qite»Mg
crean que «is »d o|s>riuno*—* en profundidad sobre todas MhMi'te
cosas. Vamos n ver si nos convencen, Paro imeia.® cono te>
que hemos señalado, de un Semanario que exhortaba —cotí 1
nombre y apellido ai crimen político, :M>n bien definitorios.'te
ató t 'L<
sancionados, fue prohijado y amparado por q
te rniruto® svtorri*# pun
23041 41
MilíMl s,, / 't .,k . t.- _ ___
 RODRI1 ÏU EZ CAMUSSO, Franciaco A,
Asamblea General

Sesión días 13, 14 y 15 de na yo de 1972

TEMA: MOCKN PARA OUE ASAMBLEA GENERAL F)' <Cí/ErE URGENTE

IA MOCION PARA LA LIBERACION DE LOS 92 DETENIDOS
P R PEDI DAS DE SEGURIDAD.

■neon nuBUNenna — umm vm Mocioti ee et i

den presentada a la Mesa.
(Se lee:)
“Proponemos que la Asamblea General declare grave j
y urgente la moción por la cual se decreta la libertada
de loa noventa y dos detenidos bajo el amparo de ¡as Me-1
didas Prontas de Seguridad. $
Luí» Imás. Enrique R, Erro. Jaime Péree. Isidora^
Etchegoyhen, Walter Martines Galllnal. Juan R. |
Chenlo. Vivlán Trías. Antonio M. Sarachu. Ariel
Díaz. A^ Francisco Rodrigue« Camuña. Sebastián *
Elizeire. Daniel Sosa Dias y Juan Pablo Terra”. <

—Para ser aprobada necesita dos tercios de votos de f

la Asamblea General.

SEÑOR TRIAS. -- ¿Tiene discusión esta moción?

señor PRESIDENTS. — No tiene discusión, señor

diputado.
.¿S
 RQDFUil’EZ CAM-JS50» Franclaco
Aeamblaa
Tema: ESTADO DE GUERRA, TORTURAS,ata.
Sesión días
, ■ ,, - •■- ■ . • • •; ■ ■ ■ ■’ . '
SBftOR RODOIGUBE CAMUSBO. —
de sintetizar lo más posible y referirme a
más significativo del conjunto de temas vinculados a
cuanto trata la Asamblea General.
Debo hacer una precisión que desde nuestro punto
de vista resulte insoslayable, dadas algunas expresiones
que se formularon a lo largo de este debate. Nosotros ne­
gamos rotundamente, y lo hacemos con hechos cercano»,
toda forma de paralelismo regular y permanente entre
la libre empresa y la libertad, así como toda forma de
vinculación obligada entre los cambios, has transforma-
dones cocíale» y políticas más profundas y la alteración
del sistema institucional que rija a un Estado en un
momento dado. Mucho más que todas las disquisiciones
que sobre el tema se pudieran hacer, basta mirar en
torno nuestro. El Frente Amplio es una organización
política nacjonal, absolutamente nacional, hecha por
uruguayos y a la uruguaya, y que procura resolver, na­
turalmente. los problemas tan peculiares de nuestro pais
que no pueden ser confundidos, ni en el espacio ni en
el tiempo, con los de ningún otro. Pero no podemos ig-
norar la realidad que tenemos en torno: una República
de Chile con un gobierno de predominio netamente iz­
quierdista en el poder, con instituciones que rigen, Par­
lamento que funciona y oposición que derrota al go­
bierno en muchas cosas fundamentales; y Jas Repúblicas
dé Brasil, Argentina y Paraguay, donde la libre empresa
ha aplastado todas las formas de expresión del pensa­
miento, siendo en el Brasil además desplazado el go­
bierno electo por el pueblo, precisamente en nombre de
esa concepción política.
A nuestro juicio no valen, pues, en estos aspectos,
conclusiones universales ni conclusiones eternas. Que­
remos, por tanto, refirmar de modo muy preciso la per­
fecta e integral adecuación de las soluciones políticas,
económicas, sociales y cultúrale« contenidas en el pro­
grama del Frente Amplio con el método que éste prac­
tica dentro del orden institucional y que ee propone
llevar adelante.
La violencia que venimos sufriendo desde tiempo
atrás está fundamentalmente originada por el régimen
y por la injusticia que padecemos, porque cuando de-
terminados valoras económicos peligren, muchas postu-
¡aciones y muchos compromisos de orden institucional
o sedicentemente democrático caen por el suelo. Abundan
ejemplos cercanos y nacionales. Aquí en el Uruguay; en *
nombre de esos valores democráticos se disolvieron par- /
tidos por decreto, se clausuraron diarios y se mantuvo ■’|
prisionera a gente, sin derecho a hacerlo, por no contar»
las otras formas atroces de violencia. También pódeme«®
señalar que cuando el Parlamento levantó las Medidas 1
de Seguridad sus decisiones fueron desconocidas en for-
ma groseramente inconstitucional; que hubo Entes Au- -»
tónoinoj intervenidos, iisignnrioneu económicas de los
trabajadores recortadas, grosera* implicancias, grandes
banqueros Ministros arrojados de sus cargos por el Par­
lamento y vueltos a colocar de inmediato ¡oh casua-
r ro < x — en fundones d^sde lúa cuales gravitaban de mo-
ytr. 1. \do directo y personal sobro la propia organización vea-
XTL nómíca que en la vida,privada regenteaban.
’ Por supuesto que esta afirmación Institucional en la
etapa actual deJ proceso histórico uruguayo y este en-
frendamiento que nacemos a las formas de violencia prac
ttadas en si Uruguay, no son universal«» ni eternos y
no puedan serlo. Serla un lugar «omún a «Ul altura
del debata, y mucho más luego da Udb w' gtta se ha ¿
dicho aquí, recordar que las más grandes 4* jg,»
of*> »un,ó .« i*» mViwó»
«m» campo. Pero nosotras ratificamos que ¡a lucha del **
pttubhi «a esta circunstancia, en esta coyuntura que vi­
vimos es otra, y 1^ pracUoamoa,
043
tonerai
13» 14 y 15 de mayo de 1972
dM sato «laetoral, saga ast»
punto da vísta evat>Hta1|ys^i
aparecimos derrotados, no nos fuimos n nuestras casal y
en febrero, en pleno verano, convocamos multitudes en
las calles de Montevideo, definimos nuestros puntos de
vista y organizamos un encuentro nacional con repre­
sentación de los Comités de Base de toda la República.
Y en la medida en que la» circunstancias del país lo han
permitido, hemos seguido realizando actos en las plazas -
pública» de toda» las ciudades. Acaba <ie realizarse uno,
en medio de la natural dificultad de la hora, en la pro­
, pia ciudad de Durazno.
) El Frente Amplio está presente y actúa en el Par­
lamento con sus iniciativas, con sus proyecto», con sus
, denuncia», con au presencia, con sus puntos de vista, ;
¿ con su ardor polémico y está presente en la calle con '
j el pueblo, al que informa, con el que discute y ante el i
que expone las soluciones que siente y por las que se
juega. *
Nada, absolutamente nada tiene que ver la dureza i
< de nuestro enfrentamiento ideológico, la profundidad de l
I nuestra diferencia de concepción ideológica con varios de f
¡ ios sectores político» que actúan en el Uruguay, con este J
desborde de la violencia que, además, digo que desdé i
mi punto de vista no admite ninguna relación con nin*r
guna de las luchas que en el campo de la revolución i
y de la guerra civil ha conocido nuestro país en ni pro- j
ceso histórico. Y esto también lo hemos definido siempre
con claridad.
Podría leer muchas cosas, pero solamente voy a I
elegir dos o tres a fin de marcar una línea de conti-,1
nuidad inexorable y no desmentida. Lo hicimos ya en J|
un momento también muy difícil en la vida del poís. S
Claro que ahora parece lejano, pequeño, pero en aquel ¡g
momento fue una explosión que sacudió la conciencia,,í
i
nacional. Antes de la fundación del Frente Amplio —y |
aquí aludo al sector político que integro dentro del ú
Frente Amplio— en agosto de 1970, fue asesinado en I
nuestro país un hombre que posteriormente quedó de- <
mostrado, en términos que nunca fueron rectificados, ¿
cumplía una actividad condenable. ¿Qué dijimos ’enton-
ce»? “No habrá pacificación mientras no se acceda a los |
,, cambios”, y ahí enumerábamos toda una concepción po- '
litica, económica y social, sustancialmente compatible *
J con la del Frente Amplio.
>j
Agregábamos después, también en agosto de 1970:
“En la ejecución de Mltrione existen dos victimario»: un ,g
movimiento revolucionarlo clandestino, cuy>» métodos "
no compartimos, y un gobierno de clase que no quiere $
aVfenirse al' diálogo, porque la violencia le vital tia­
ra su subsistencia. y la muerte de un tercero, propicia­
toria para sus fines propagandísticos electorales. En
consecuencia, ese homicidio merece nuestro más enérgi­
co repudia, aunque haya «ido cometido contra un en­
trenador de la represide a los oprimidos”. j:
Y al > de seMembn» de MI, ante otre deatoorde de i
violencia y de crimen en el país, de más de un origen *
y con más de uns dirección, dice el Frente Amplio va- ;
rías cosas de las qus extraigo »«nian^ialmente. dos: “EH
Frente Amplio rechaza el terror limo como camino para
resolver ios problemas nacionales, Reafirma au certidumr^
bre de que es el pueblo, organizado democràtic i mento
la única garantía para lograr las transformación*» qutri
la República exige y que constituyen la baos de unal
auténtica pacificación”. flg
Y agregaba también el 3 de setiembre da IPflfl
"Raa/ífllUimos, enfáticamente, una vez más. que el c*S
mino para lograr satos «amblo» vs. m «toe
el del pronunulamisnlo popular en las elecciones ds rw-J
vlembre”, Y terminaba dudendo: “Er: »1 peí» bey
sola fuaru politi«« capea de reaMnar aebr, J|
 Bn mero 4M prsssnW alto, un commieMe 4o lo
que entonces se líemete* Oftetaa de Frenas conjunta do
los Ministerios del Interior y ac Defensa Nacional, alu­
diendo a procedimientos cumplidos en el Departamento
de Cerro Largo contra integrantes de 1* organización de
lucha armada, complicaba en ello al Frente Amplio.
Este, el 20 de enero, refiriéndose a ese comunicado, dice
públicamente: "En este caso, pretender vincular al Fren­
te Amplio con hecho* por completo ajenos a su políti­
ca, a su programa y a su metodología de acción, sólo
puede responder al propósito de sembrar confusión en
la opinión pública, ofreciendo una imagen deliberada­
mente distorsionada de su presencia en la vida nacio­
nal y continuar la abierta intromisión del Poder Ejecu­
tivo en la actividad de los partidos".
Salteo muchas otras referencias que en el mismo
sentido, inequívocamente en la misma dirección, mues­
tran con documentos y con actitudes concretas la linea
de acción y de pensamiento de nuestro Frente Amplio.
Además, siento la necesidad, antes de llegar a lo
que es el aspecto final de mi intervención en este de­
bate, de dejar otra constancia que me resulta indispen­
sable formular con toda claridad, sobre todo porque
pretendemos recoger, a esta altura, diversos cabos suel­
tos que en el curso de un debate tan profuso, tan varia­
do y tan extenso, además de importante, puedan haber
quedado.
Más de una vez se ha aludido, no tanto aquí en la
Asamblea General, como a través de la acción de cierta
prensa, de ciertos medio* de información, a la presencia
dentro del Frente de ciudadano* que no compartirían la
ideología y los métodos de lucha que defendemos, A
este respecto voy a leer un elemento de circulación in­
terna del Frente Amplio, que también quiero quede
recogido en este debate de la Asamblea, porque no*
defino a le perfección.
El Frente Amplío edita un boletín que circula en-
tre su* militantes. En su primer número editado en abril
de este año, un articulo editorial que lleva la firma del
general Seregni, entre otras cosas coincidentes natural-
mente con ellas, dice: "Es preciso ser absolutamente cía-
ros a este respecto. Todos nosotros somas concientes de
1* violencia desatada por la reacción contra el Frente
Amplio, antes, durante y después del acto eleccionario.
Esa violencia caracterizó a los diversos medios emplea­
dos: violencia física traducida en atentado* contra se-
dea de comités y domicilios de simpatizante* y adheren-
te*, en represión policial contra nuestros militantes; in­
cluso en el asesinato. Y violencia en una propaganda
rastrera que arreció después de noviembre, utilizando
toda* las mentiras y deformaciones que caracterizan a la
prensa y demás medios de difusión de la oligarquía. Ya
hemos denunciado los fines que perdigue la reacción con
esta doble faz de la violencia: por un lado, atemorizar
a nuestra militancia, reducir su accionar, obligarla a
posiciones defensivas que la encierren en sí misma, que
le hafan perder dinamismo para su tarea de concien-
ti*ación y desarrollo en laa masa* cludadaniiN; por otro
lado, lavauUur fetos* muros entro ol Fronte Amplio y
•1 reato de 1* dudaóantii para impedir —-también— la
inserción de nuestro Frente en lo que es y debe *er su
futuro: la proyección dinámica en el seno de las masa*
populares.
(Ocupa la Presidencia el seAer MapaliL)
Esto último lo intentan pretendiendo identificar al
Frente Amplio con la guerrilla tupamara del mismo mo­
do que, antes del 28 de noviembre quisieron identificar
al Frente con uno de sus grupos intégrant««, al tiempo
que lanzaban una feroz campaña anticomu.iista.
“La continuidad del movimiento insurgente es una
realidad, incluso como una de la* consecuencias de la
política antinacional y antipopular de lo* gobiernos que
»e han sucedido en el poder. Y también sabemos que,
Sor su propio carácter de movimiento clandestino, ha
desarrollado una fuerte« capacidad de penetración y mi­
metismo. No es de extraña^, entonces, que entre los
ciento* de miles de adhérentes del Frente Amplio se
haya comprobado la existencia de militantes del M.L.N.
Lo mismo sucedió en jas filas del estudiantado, del fun-
c lunarlado público, de las propias Fuerza« Armadas, y
a nadie se le puedo ocurrir que, por ese hecho, pueda
Idanllilasr«® fl lo InslHliHtiimb de unwminza, a la »4
minoración pública o a las FF. AA. con el tfitwhtilw
to tupamaro. Sin embargo, lo* medios de difusión de fo
oligarquía han hecho caudal de ciertos hechos para ope­
rar es* identificación con nuestro Frente Amplio.
044
•n«jítatJSff ffJS&T
cuenta el enemigo, a fin de que nuestros hechos no
puedan coadyuvar, aun lateralmente, a los fines que ol
enemigo busca: aislarnos del pueblo por el temor * las
accione* fascistas, a los atentados, a la represión de un
aparato policial que responde a los intereses del grupo
dominante. Los actos públicos que organicen nuestro* i
Comités de Base deben ser presidido* por un espírhu '
inequívoco; el de la afirmación dr nuestras metas y ;
nuestros cam'nos; nuestra estrategia y nuestra táctica
de lucha”. ’
Bien, señor Presidente: en este derrumbamiento ¡»o- ’
Utico, económico, social, ¿por qué no luchar por un can- ,•
bio que sea profundo y sustancial? Ahora mismo, desde
tantas tienda* adversarla* a nosotros, ¿no se está reala-
mando a gritos y en todos lo* tono* un acuerdo, que *e
llama nacional, para salvaguardar un sistema, admito,
inclusive, que intentando mejorarlo, pulirlo de sus as­
pecto* más discutible* y negativos? ¿No se está llaman­
do hoy, desde todo* los rincones, a vm acuerdo que lla­
man nacional, entre todas las fuerzas que componen los
dos partido* electoralmente mayores en estos momentos
en la vida del país?
Yo digo que acuerdo nacional —-que no excluye por
cierto, ni mucho menos, otros que en diferente dirtr- '
ción y con otro sentido y distinta concepción de la soeft- ‘
i dad y del hombre quieran hacerse—, también es el Fren­
te Amplio; acuerdo nacional que quiere organizar un
cambio que ha definido en su programa, que ha elegido
la vía de las masas, de la lucha en la calle y en « I ;
Parlamento, y la discusión permanente, la denuncia pú­
blica de lo* problemas. Y damos, en esta etapa concre­
ta, concretísima, de hoy y ahora, de la vida del pala, .
nuestra respuesta coyuntural que quioro resumir en lot f
cinco puntos que estimo esenciales de la definición PO- J
Iftica que, en nombre del Frente Amplio, transmitiera «M
M) da abril el General Seregni.
'í ¡ - ...z
Primero: un alto al fuego. Terminar la guerra, la t
... Matanza, el crimen y el enfrentamiento armado. En ol©
< atuvo de este debate se ha preguntado: "Lo quieren las*
4o* partes?” ¿Quién puede asegurarlo’’ ¿Nosotros, no. £1 ;
u enfrentamiento es entre otras partes, y a este llamado ‘
? «le alto al fuego tienen que responder, si lo desean, <m
¿ la medida y en la orientación con que lo estimen con-
1 veniente, esas parte* que naturalmente no integramos.
J
Segundo: paz con soluciones, cor soluciones pos!ti- ,
; va*, pacíficas; no la paz del garrote, del exterminio, de *
í la injusticia, de la pobreza; paz con cambios, pero paz ,,
y vigencia de un entendimiento realmente nacional.
$ Tercero: apoyo critico a la* soluciones que estime-
moé positivas, aunque no nos resullen acorde» con las
necesidades actuales del país. Cuanto se acerque a nues­
tras soluciona*, cuanto mejore lo dramáticamente insu­
ficiente que e«lá pad((irndo nm-stio pal), cu.mío tienda
siquiera en mínima medida a disminuir el padecimiento
popular, ha de contar con nue«tro npnvo eró u>. que no
excluyo la detl»'»twa de rucetraj,- linnh.«
Cuarto: la lucha permanente por nvestró programa».«'
por un programe que. esp<«c ¡aimenif- después de nwlem«á
bre de 1968, ha podido verse muy flacamente en •IU<
medida eia el ju.*:o y e! .«d«. u..«Jo en «a maguAud «toj
su denuncia y en la ubi.ac. m d< íIoIuch.iu’s ¿uncrrtaí
para sacar al país del mara.-mo y de la paráli^tn en qúw
ja desacertada conducción qiíb ha padecido lo ha »umÍ<«S
do crecientemente. j
Quinto: la militan«,.« pecinam n e, con un UanirdcH
final que en la misma incuina, «<>o l t mi.,ma nvcpsidacH
inmediata que el alto al fuego, <(,.< í.i paz. (.mi .'•«¡lucio-«
| nes, que el apoyo critico y que la i«n-..* <:.• m;< siró pro­
gramé, el Frente Amplio se h«.«,./- u ¡vh-ino Y
dice «IB la expresión que el Geni ral bt-ugm uio cié la
definición frentuda: "Dojíde todas p<»i< mu. disnb
el trabajo, de !* labr a, de U o/icin» o du i.-mu, lo,«
militante* de! Fi-I.b? Amplío dti,.cn luchar por la paz,
M decir, por 1« justicia, definiendo y ajustando su jni-
lltantl* en fut^lóH J« (tile OJI y métodos que lo i
singularizan mediana* la lucha. Id nlovllizacmn de las
masas populares, en la «•oavitcion dó que e.yio asi po­
drán criarse las condiciones que permitan instrumentar
los medios que hagan pueble re«n»egrgr a la vida j?o- ¿
tífica constructiva a t >do.- los .'■'<« res
comunidad. Convo«‘nmtM a todo > i pm !4o uriguayó, a <
todos los buenos orientales a tranir,«r íps senda*
h«m<s iJw/.it'.m cp w M|^|
/*• ./i r- •? . •« - •«■ t. ■-> , > .,/if ¡.,-p o»
hs pienitud ds la just ¿ua, de la libertad y de la pngs-.
psridad nacionales, y de la soberanía nauioud". J .
_________ 2 3 6 4 1 í
 Finalmente queremos «afolar algo que, naturalmen­
te, como casi lodo lo que no», c unopund» dscir en mo-
taiicia ocinc* «Ha, put\.i> í^uLur pnienm■«, pero qUÍ* yo
no serla suicviu si uu ¡o uijvrii esta noche y aquí.
Sv ha aludido muchas vuc *4 «u tale debate, hví co­
mo también en ulrua que paainni -y srguruínente se
aludirá en otro* que vendían jiapué.. - al heioianio, a
a valentía, al euiujc y u la । que r<-prcaentti la
lucha armada. No somos i/ucni bies a i.ulo No podemos
•ello. Loa uiugua>u> mu< 110 dhiiuh iviienms dnrueho a
¿erlo. Furo yo digo que ¡a va enua y el wiMje, inclu­
sivo el htuoibuio, adin i'/o mucias íoiiu'is ue tiiuiiiícw! .i-
clon. A veces se es vahante i xprusandiiee, animándose
a enfrentar exterior y a idazm me una .sitiiucion cn ter-
minada; peí o otras vetea „1 con jo exige apretar loa die n­
tes, callara? y esperar.
Yo también, nano lo mzo toras atrás mi compañero,
el señor senador Jeira, a<vnto ntwiidiid dé hacer role- ’*
re mu a a e»to porque anies. el aiiu pasado, en lu campaña
electoral en un pinjo, deipuea do ella en otro piano, y
ahora con ia clet lur.'u ion de gu^ i .i.i intermi y m HusfM‘11-
siun oe ga-MhUíix nmiv.duHhs «n otro todavía mucho
peor. ,rn que tundamciiiiiI /.noc nía 1<¡ guerra se < slá li­
brando conpa uonuiiü», cunira este Fren le Amplio que
definirnos er tuu.i >u iiaycitoiu, en todos sus docu­
mento», en udos sus avíos; contra este Frente Ampl.o
que n.scutó una inmensa manía ue uruguayo* para pro* ,¿
yectarlos a a tieción política permanente, organizada, *
democrática .‘fectsva y con solccionva?
/ I
Si hay una forma de la valentía que expresa la im-
paciencia, o el nihilismo o el m ronque a vece» superfi-
ciai. a '/<*<■« no, hay <<tr», y < n v! Fronte Amplio lu
iit'inos vimIíi la Ib’mng vivido y peno a niHMtrti madure/,
M 1111*411* t el, rama en’ la lucha pulthea, ,cuanto y cuan
bueno h» que hemos aprendido de ella! No nos alcanza­
rán los años de \ idu que nos quedan para aplicarnos a
noto tros mismos ebo que henn« aprendido. Hay un he-
retama que debemos dea tacar y que la Asamblea Ctene-
ral tten» que conooar. K* al barátame dal padre d» fa
milia que trabaja doce, caloro» o quince horas por Ufo
salario insuficiente y que en vez de ir a la casa M V®
al club partidario para cuidadlo y para hacer pegatin®
por las calle«: el heroísmo de la muchacha que salió <M|
la cárcel manoseada e insultad! y viene a pedir un pue«
10 de lucha v de trabajo: el heroísmo de todos loa qttap
pregonan, estudian, discuten jl aprenden, porque saben
.i,..- «•.-•!•• programa de lucha que nos hemot trazado lo
tu va enins adelante en la medida en que convenzamos
a nuestro pueblo, ya que aunque llegáramos al gobier­
no, ai no haj un pueblo que nos quiera, que no» crea y
con.t re.ida nuestro programa y nuestra» soluciones, nada
podríamos hacer. Queremos llegar al pueblo hablando
con él, con solucione», polemizando coh dureza y ener­
gía, pero discutiendo, respetando la» opiniones adver­
sarias, llevando adelante la» ruestras. Y para eso hay
una mana de militante» que nq conoce feriado» ni hora­
rios, que todo lo da, que nadé reclama ni espera, mu-
.boa de eiivs educientes de qtta lo» solucione« cletinitivafy
no la» veían en su vida y n li> sumo esperando que UM
puedan disírular sus hijo». ¡C fáato aprendimos d»
y cuánto vimos un esta» éJitaiM jornada»! También J®
vimos junto a los compahercg que integran el Pairttaj®
Comunista el día del sepelio di? las siete primeras <ie mk
ocho wcumas, que es lo qua .xa coartado la lucha en Og
coi i cr de tale año. porque no «ay que olvidar que OSriML
cayeron en los uño» anterior» s. Los vimos con suSta^g
tr» ga maravillosa, con su desúiterés e|emplar, »Jn dSMMa
„ rucion perú con valentía, enfrentando de la mioma
,cia que lo hace todo el Frente Amplio. 11 tocompren4
si, n y la aincua/a: perseguid)» muchos, «Cuántos otr»«|
1Ui un ados', .sabiendo que hay una tarea oscura Mm.
¡jt>'i< gaña en esos brigadista» que salen a la cali» a hM
,<r fiante a tanta prédica de >dlo de desconocímtontoí
p.ii’11 < on nih.otn»«. Entonces, quienes estamos eonv«nci*l
(h)> ,i, 1.1 ve i.,J <!«• nuestro programa y de nuestro»,
método'* d. IikIm. y los que »libemos que el Uruguay s*|
va .1 rooiblni.r y tiene que reeonstruirse—, no qu«-
1 mu« «i », .i Nfibrr mimbro« porque sabemos que,
.sean í .-iht- lucn ti nuestras diferencia» de concepción
pviit 1 * en CíI.i < tupa híntóricu del pul» < <»»1 hui mayo
ñ, h« <.mH* *uoiu:iMñh|w|, |fg|
ble en la mejor historia ?»<****J
Aun muy pío*echo;-,» que hizo tMI UTUgwiF F aü aláangw
en mucha» cosas durant» mucl»OS «Ao».
045
Fw «so, ante el dutar éaltüdo, el dbW constructi­
vo, de esos rudos obreros que enjugaban tus lágrima»
pero api otaban su» tóente» y su» puños »1 servicio d»
sus idean, porque tibian que era lo que las circunstan­
cias íes iti ianiahiin. cuando tenemos que ir junto al pe-
guiuicft) torhirudo, o ilegar junto a la muchacha insul­
tada, al funcionario perseguido, al trabajador catatado,
ni jubílelo muerto de hambre, no le hablamos de deeee-
pviacióti, de odio, ni de nihilismo ni de nntrega, ni de
1 <-dvelones ii nn natus y en definitiva inconducente» que
nos lleven u la vía muerta de un entren amiento reté-
ni y di se. petado. Lea decimos! trabajo, «itudio, organi*
zutioii. mñitam ia. humildad para reconocer nuestra» 11-
nmacioiie» y nuestros errores, paciencia con la incom­
prensión saber esperar.
Esto hemos querido decir en el debata de hoy, se­
ñor Prmdente. tenemos conciencia de que, en definiti­
va. en el Uruguay como en tantas otra» piirte», hay un»
iriimdi¡niidiión que vendrá y que, la definición ya e»
vieja, también ha de representar aquí una remoción
de escombro», una cirugía de lo ya inconveniente y su-
pcriluo. Ei pueblo la hará, 'trabajamos pora que la rea­
lice sin sangre y sin Escuadrón de la Muerto.
Hemos leído en la prensa que en contactos entre
grupos políticos se ha exigrio al gobierno el desmante-
lamiento inmediato del Escuadrón de la Muerte, y no
coneebhnii» cómo el gobierno no ha salido inmediata­
mente a decir que ya lo desmanteló. Por supuesto que
bu nos huceno« ilusiones con respecto a la actitud de­
• finitiva de las fuerzas que usufructúan las ventajas del
i régimen económico actual.
Siibrmo» |MTfrei«nn<ntw la dureza inevitable de la
lucha que* nuu «»pera, peso sentimos qtM> táñeme» la
•UUgselón ineludible de hacerlo, y hoy, cunado después
?
’ de ttntalta de doler, de crimen, de humillaciones, de
torturas, de vejámenes, de persecuciones y de ataques
< injustificados sabemos que estamos condenado» a equis
día» más, no vemos que haya la presencia o la insinua­
ción o siquiera-la esperanza de un cambio, de un ali­
vio, de una mejora, de un estaierso para examinar el
lamentable resultado de la aplicación de estos primeros
treinta día» de estado de guerra interno, por lo que
refirmamos la dirección de nuestra lucha.
Vamos a seguir en elle porque queremos a este pata,
a esta maravillosa patria chica que deedii tanta» tien­
da» han querido negar y que toventamo» «orno paradig­
ma de nuestra lucha, de nuestra esperan«» y de nuestra
entrega, r
■i»
Repudiamos el crimen esté donde estt, fin que no»
duelan prendas de clase alguna, y repudiamos el
vio que a ello conduce. Nuestra base es dó oposición al;
régimen, es de lucha enardecida y dura, pero es do
afirmación de ideas, de fe, en definitiva do smor por el
hombre, por nuestra patria y de entrega psra su libe­
ración.
Con la más excelsa tradición nacionaJ, a que sin­
tetiza lo mejor del quehacer uruguayo, de la;i luchas de
eu cías» obrera, de la lucha y la esperanza de su pue­
blo, d«i martirio de Labandeira, de Leandro Gómez y
do Sarv’ria, y del sacrificio de Grauert. Queremos, para
decirlo con la síntesis suprema del ser nacioi al: luchar
con libertad en defensa de nuestras ideas, porque con
Htertatf no vama» a ofender y no tememos; pero sin
olvidar que eod libertad también tendrá «entido la lu-
rh» en hi mddida en que los más ínfellceii puedan em­
pelar a ser, y», ahora, lo» más privilegiados.
' <iJMter Apoyados.)
2ó U4 1

ttRO« RODmmmK OAMÚOO Ssfl<* Presidente:
a lo largo de todo este extensísimo debate que se ha pro­
ducido en la Asamblea General hemos ido recogiendo
-por qué negarlo— de modo creciente y seguro un sabor
amargo que se mantiene intolerjblemente, y a pesar de
estar aquí ya no sabemos vuánlas horas y del natura]
cansancio que a todos nos domii a, sentimos la necesidad
de fijar nuestra posición con respecto a algunos de los
temas fundamentales que están centrados en esta tras- -c
cendente sesión.
He aludido a un debate que nos deja un sabor amar­
go, y digo que, en primer iugal, pete, deriva ineludible­
mente de las propias características del tema que con­
sideramos, porque más allá de los criterios que sobre el
debate apliquemos y de las soluciones que, en definitiva,
sostengamos, lo real es que en él se halla Insito un recorte
tremendo a los valorea democráticos, a las libertades pú- ’
blicas, a hs formas de expresión y de convivencia.
El asunto contenido en eF e debate nos cambia la
forma de vida; endurece, a extlemos insoportables, todo.«
los enfrentamientos; lleva las manifestaciones del odio
entre sectores hasta la exasperación; expone a todo el <
pueblo a sus inmensos riesgos e incluye, cada día, a más .
vastas capas de él en sus lamentables consecuencias. j
Y como no puede ser de otra manera, ¡i este traseen- ¿
dente debate liega el sector del Frente Amplio con posi-
clon concreta y con soluciones positiva», que. uaturalmen- t
te, pueden no ser compartidas y por la mavoria no lo ¿
son— y pueden ser objetadas íiesde muchos ángulos - 10 %
han sido y seguramente lo seriin—, pero que constituyen %
una formulación concreta, responsable y constructiva que 1
sitúa, además, al debate en Ion términos que la realidad ái
política de nuestro país obliga a que sean situados este yjS
todos los debate» que sobre lo« problemas nacionales ha- .1
yan de librarse. ‘ 1
Hay en el Uruguay tre» OTaniiaeUmes politteas fuifc|
deméntales, ya no dos, y tí Frente Amplio no es, otnM
nos presentan muchos medios de Información y comutWH
cación que nos ignoran, que nos excluyen, que nos muO
lan, que no» deforman, qui na» execran, una organltotoi
clon política de réprobos, de .sediciosos ni de malditos, si­
no una fuerza política que ii .tegra la patria orlen tul como
las demás, que representa a un sector muy Impurtiiiite da
su pueblo, que padece con los avalares n que él se en­
frenta y que en menos de un año de acción pública pudo
recorrer, en La pasada confrontación electoral, práctica­
mente un 20 • del apuyo n ¿cieña!, un lerJu de la elec­
ción montevideana, se constí tuyo en la segunda fuerza de
la capital, y obtuvo, ademáa el apoyo militante, fervorosa j
y decidido de una proporcUn seguramente muy suprior*
de sectores de juventud que por impedimento derivado dlU
su edad, no pudieron sef Incluidos en los recientes r>- i
soltados electorales ! que no se sabe cuándo termina la guerra, porque no tlerie*?
Esta solución positiva, razonable, concreta, de carác­
ter coyuntural, que representa con estrictez y con sentido
afirmativo de vida y de luí ha política la. aplicación a tasj
problemas que el pai* enfr ®La hoy. de ntruára
cion. de nuestra pnogrsma r de Rje'UW ha &¡d»^L
certeramente dehrida en as’tubrv dd Fren’..* Aiei jc rn et',¡
discurso, ya Un comentad) y taaMinado «I nms© del
este debate, del General Bsregni f en su curso hemos md.dldo al más tétrico desfile de ho*<
Nosotros queremos referir a utvi de sus iterrafrw fun* J
demoniales para situar, etn la provisión <xm que ente»- ;
demos debe hacérselo, un áipecto muy Importante allí con­
tenido: es el que tiene que ver con la referencia que existe
al Estado de Guerra, que fiera también «ludido par v^rtoa
■señores legisladores, fundamentalmente en una n¡portante
intervención que correspondió al señor senador Washing­
ton Uellrán.
Quiero recordar que 1 n la definición que • n h'jwubre
del Frente Amplio formuló sobre el terna el Genera] Be-
regni, se reconocen en toi no al proceso que produce esta
situación de hoy tres tiempo» fundamentales: uno pri­
mero. que contiene lo que estimamos una inocultable agre­
sión u Jos legítimos intereses populare«; uno -cgundo, que
recoge el o-tudo de violt nrqi sus'anrlaimente generado
por esa agresión y las ¡nj ixtlrlHi que provoco, y i,no ter­
cero, que plantea la actual situación del oslado de guerra
interno.
Lm en inte ib iiiílbMhd MSteeasuda a
procaao ton porreetamente eiaMO. Cuándo el General 8e-
regnl alude a la creación del Frente Amplio, lo hace di­
ciendo: “Lo que debíamos enfrentar ayer ora una agre­
sión permanente a loa derechos populares". Cuando refie­
re a la situación creada por ello, dice que "la actual si- •
tuaclón no es una variante ni un salto a una situación
nueva en el proceso que vive la seriedad uruguaya, sino
una consecuencia formalmente reconocida del estado de
vlolencii a que nos condujo y nos jeguirú conduciendo si ¿
algo no cambia profundamente la política, social y econó- 4
mica del régimen". Y cuando accede a la tercera etapa, lo *
hace en termino» que sitúan nuestra posición con precl- L
sión ,y con claridad. Afirma el General Beregni; "Los po- *
deres públicos han reconocido o declarado c ue es tamos en
situación de guerra". Reconocido o no, la declaración del
Estado de Guerra es el fruto de una decisión mayoritaria
de la Asamblea General, que nosotros, por razones que en­
tonces expuso nuestra bancada, no acompañamos, pero
que recogió una votación afirmativa suficiente y que plan­
tea un hecho objetivo, ineludible en la vida del país. La *
Asamblea General, con acierto o con error - nosotros en- j
tendemos que con error -, el 1S de abril declaró el Estado';
de Guerra Interno en el país. El existe, es un hecho obje­
tivo, y con respecto a eílo tenemos la obligación, como
organización política, de deflnlrnde.
Reconocida este obligación de (Jefinlrnus, te plantean ,
naturalmente opciones diversas. La. primera, también ha ■«
«ido aqui planteada, es reconocer la situación jurídica que
existe y proponer a esa situación soluciones de carácter y
de contenido jurídico, que pueden ser la declaración de<j
Guerra Interna, la suspensión de garantías individúale.», q%
e^ta últ.ma. sin aquella, el retorno a la vigencia de laO
Medidas Prontas de seguridad, o simplemente la suslHil^
cite de todo este andamióte por oís tey al «etilo de ld|||
proyectos denominados de seguridad nacional.
pero las soluciones de tipo jurídico que se piantesüKg
los unas o las otras, con uno u otro carácter, reclaman dttl
modo absolutamente insoslayable el examen por lo me*|
nos de dos elementos que tienen que integrarlas y qu<|
las integran: h, aplicación correcta o Incorrecta, estricta J
o abusiva de esas facultades que la Asamblea Generalj
ron fiero al Poder Ejecutivo, y el contralor permanenteJfj
efectivo que el Parlamento en toda circunstancia puedan
realizar, como está obligado a hacerlo, de esa apltcacióf|5
Y allí está, desde nuestro punto de vista, el elemento
que en mayor medida contribuye a dejamos el sabor amai,'ól
go, doloroso, negativo, u que aludíamos. Porque la propo»^
lición del Poder Ejecutivo, así como la actitud general!- ¿
zadft de ios sectores representados en el Parlamento, es|
de prórroga. Con diferencia que estriban en días mán,
días menos, hemos escuchado la expresión de distintas /
posiciones. Se ha hablado de duración Indeterminada, poi-¿
límite. Se ha hablado de sesenta días; se han Insinuado
treinta, cuarenta y cinco, quince dias; se ha hablado de
plasoe brevísimos; se ha hablado, simplemente, de supo-1
diter el vigor de este régimen cuya prórroga se solicita, a.|
La fecha de aprobación de una ley que ;:•:« ha mencionaeo. ¿
Y llegamos a la esencia de lo que sé ha examinado y $
Ptente? en este larguísimo y significativo debate, porqiteg
tro re« que seguramente Parlamento uruguayo alguno, dÓ"|
cualquier tiempo de nuestra existeruis como nación 1nJ|
dependiente, haya poéldo recoger. Yo estoy seguro de C.ufl
nunca el horror, la violencia personal, el procedhulente^
(analie.*©o y tortuoso, han alcanzado la extensión y ell
carácter que prueba este cúmulo de r enuncias que aquí£
ha ciesftlado. Y. a pesar de todo, confieso a ios señores *
íegisiadores de esta Asamblea General: más que el honror, *
más que t| caso del joven torturado o de la muchacha, vio­
lad», más que tea gulpteaa, loa picana» eléctricas, las in­
mersiones en el agua por tiempo» exces ivos, el encapucha-íí
* miento. La* perwcueiones. te miseria moral qic todo eso <
, determina, en mi animo, casi al final de este debate, pesa ?
más me «o»», y es te actitttél «iterada, regular,,
siMirmáUca de toa sederas Ministra».
,
•*
 NMMHhñffbto, g*a Mi tma*d*MMte IÜ MB te MMN
sado por la cabeaa lató®. 4a que malera aer Ministro'diO
Interior o de Defensa National, Siento ni siquiera puedo .
decir que pienso— que n! lo fuera y ante mi cara se de­
nunciara la centésima? pt irte de lo que se ha denunciado
aquí —no solamente hoy, sino antes—, no me alcanzarían
las piernas para correr hasta esa oficina que es de mi
dependencia, de la cual vo soy responsable, donde subal­
ternos míos —se dice ■ desmayan a golpes a una mu­
chacha de diecisiete año« y la violan; donde subalterno*
míos —me dice— encapuchan a un muchacho, lo castigan :
terriblemente, y luego lí tienen horas anunciándole que <
lo van a matar.
Y aquí, ¿qué hemos escuchado durante treinta, cua­
renta. cincuenta hora*? Cien denuncias, o ciento veinte.
¡Yo qué sé cuántas! No importa cuántas: con una basta,-
ría. ¿Y qué se ha respondido? ¡Ah, yo no estoy de acuerdo
con eso!” “Tomareros nedidas”. "El trámite se ostá co­
rriendo”. "liaremos las denuncies correspondientes". Es­
to es lo que homo-; oídt. Ademar, es lo que hemos venido
oyendo porque la de toy es una prórroga: esto lo ha­
bíamos escuchado antei-. Pero lo escuchamos, ¿de quiénes,
por qué ,v en qué condiciones? Para señalar un hecho
menor, en definitiva -»tinque importante por lo que sim-
toíiza, pero no comparable con todo este horror—, debe­
mos decir que un mes i.trás, en una sesión de la Asamblea
General parecida a es* a digo parecida, porque igual a
esta no croo que hay* otra en la historia del país, par*
honor de la tradición'nacional—, cuando se le denunció
a un señor Ministro que había una horda alrededor del
Palacio Legislativo esperando a algunos legisladores para
atacarlos fj&kamente. anunció que tomaría de inmediato
medidas que corres xindian, e inclusive ofreció su nuxí-
lio personal, etcétera. Hora*» después, terminaba la sesión.
esa horda todavía esti ba esperándonos en las puertas
Palac.o y la policía mrando inactiva, cómo no* atacaba.
Ye tengo, •atona», deroete a pragMOtame! ¿ai Mi- 1
nistro mintió? Ño piwido hacerle ese agravio. Debo, entotv áj
ces, concluir: no lo obedecen. Dió la orden pero ésta no ,3
Importa a sus subordinados. No sé si hay una terceraw
posibilidad. A mi, pe r lo menos, no se me ocurre. | día lé de abril.
$
Pero, además, t>dus los señores legisladores que han |
hablado y sin ninguna duda todos los que no lo han '
hecho— han expresado o han sentido su horror, su repu­
dio, su repugnancia ante ¡as torturas. Pero esto ya ocu- >
crió antes. Hace má* de un mes se denunciaron torturas. «,
CY qué respuesta se ha dado? ¿Qué solución ha habido? *
¿Han ido los Ministros a ver como están eso» confinado»
de Punta de Ríeles y cómo los tratan? ¿Han ido a la
"Carlos Nery” a, hablar con las detenidas, a escucharlos y
sobre todo a ver la» condiciones en que se encuentran
internadas? ¿Han concurrido a los lugares concretos don­
de se tortura, según ¡as denuncias que se han formulado?
/Han corrido al Hospital Militar a ver si están todavía
frescas las huellas «n lo* cuerpos de lo* torturadas?
Entonces, mi s| bor amargo, mi desconcierto en este \
momento deriva justamente de la consecuencia general “
que extraemos del debate. Naturalmente, votar la prò- 1
rroga por más o m*nos días tiene Importancia. ¿Cómo va -•
a ser lo mismo prorrogar por cinco días que por sesenta* f
Pero en un día se cometen muchos de ew» desmanes; eh J
una hora se destaza la vida de una persone; en un mt*d|
ñuto se reduce fisi amente a un Individuo por el resto dé1™
su existencia Y yé me pregunto: ¿qué garantías de eam-j|
blo se han dado? ¿Qué respuesta satisfactoria tiene la'W
Asamblea General ’ ¿En qué medida existe el compromiso 4
forma/ de que esto no seguirá ocurriendo, porque previa- 1
mente habría que saber por qué ha ocurrido y por qué 1
aún ocurre? ¿Qué garantías tenemos ile que el contralor |
del Parlamento a través de la Asamblea General y de sus ’
Comisiones se va a poder hacer y que todos los legislado­
res que integran tos sectores mayoritarios y cuya presen-
ch es decisiva para constituir el quòrum van a concu­
rrir a todas las sesiones de la Comisión? Aunque rompaf*
tléramos el criterio constitucional que lo Informa, ¿cómo
lo podemos saber en este momento, con este equipo, con
este proceso de 11« sesión de la Asamblea General, luego
de este silencio, luego de esa tangente por la que siempre
se han evadido responsabilidades sustanciales"
Yo no sé: y declaro que no lo sé porque, por supuesto
tengo la certeza < e que no hay representada en el Parla­
mento una sola ot ganhactón política, de ningún signo, que
*ste .(tte¡n»e«U a dimitir ésa ni parecida tortura, ninguna
04 7
\r
simo
nlendo eate tema por lo menos, yo no to advierto-, un >
síntoma, una esperanza, un Indicio, la expresión d< una
voluntad de cambio, un matiz diferente, en un Poder Eje­
cutivo que, a través de sus Ministros responsables, se hu
mostrado ciego, sordo, mudo, huidizo, insensible frente a
todo este desfile espantoso de crimen y de horror que, con
lujo y profusión de detalla*, otra »«ez 1c fue denunciado.
dias fueron detenido« y no han podido aera
Silva, hace diaa
ubicados, ¡o cual preocupa tontamente a sus temiltarw
y amigos.
El caso siguiente es un peco mu» angustiante y se $
trata de un telegrafista de Treinta y Tres, llamado José j
Luis Casada, a cuya esposa, que le llevaba asiduamente
*' ropa, en la última oportunidad le fue devuelta ensan-1
grentada, Como se comprenderá, esta señora oscila entre .
entender que su marido está siendo torturado relímente,
o es una manera de torturarla ideológicamente a e la. -4
Formulo estas denuncias --reitero— abrigando la es- «5
. peranza de que los señores Ministros traten de esclarecer 1
. estos hechos que preocupan profundamente a familias
. uruguayas. '
8ENOR RODRIGUEZ CAMU860. - Quiero hacer, con
la máxima claridad posible, un par de preclilonos «son res­
pecto a este tema concreto.
; En primer lugar, que además del horror de todo esto
: que se bs denunciado —y mucho más. pues seguramente
,1 la mayoría de las cosas ocurridas no han llegado a la
'1 Asamblea General por razones fáciles de comprender—,
| para situar el exceso y el incumplimiento del Poder Eje­
cutivo con la propia Asamblea General, que el 15 de abril
respaldó su solicitud, basta recordar —no lo voy a releer
ahora, pero los soñores legislador«* seguramente lo ten­
drán presente y, :n caso contrario, podrán releerlo— las
precisiones, r.*uv claras, muy precisas que con respecto al
alcance estricto de ¡a moción aprobada se votaban, se die­
ron en el curro de la sesión de la Asamblea General del
Como lo rebordarán los señores legisladores, Ir, moción
votada fue presentada por la b&neada del Partido Na­
cional. Ella fue precisada por el señor senador Ferreira
Aldunate e inetnive al fin de la sesión, el señor dipu­
tado Bruschera, en prescncb de ambos señores Ministros,
hizo también ur a enumeración muy concreta del alcance
estricto de la moción aprobada por la Asamblea General.
Basta con recordar aquello, con releerlo, con »ituao
lo que la Asamblea General votó, para en. el di*« de teta
adquirir una visión general del panorama con el curigl
en estos treinta días, aquello ha «ido aplicado, para awM
qulrir, además, una dimensión cabal de la magnitud, ddfl
exceso y de la violación feroces que el Poder Ejecutivo lúu
cometido, extralimitándose considerable y sustan?ialmen«3
te con respecto a la autorización que le fuera concedidas
Y también quiero decir, con la misma claridad eohl
que lo han hecho todos mis compañeros del Frente Am-I
pilo, que nadie que actúe ante el tema con buena fe. por|
abismales que sean sus diferencias de concepción política
con nosotros, puede deducir de esta posición el más mí­
nimo sentimiento de agravio a las Fuerzas Armadas co­
mo institución. Tenemos perfecta conciencia de que co­
mo uraguiyo*. debemos séptimas honrados con !a trayec­
toria de nuestras Fuerzas Armadas y tenemos plena con­
ciencia de la inmensa virtud acreditada, casi sin excep­
ciones, a lo largo de mucho* años, por la inmema mayo­
ría de sus componente*. Tenemos, además, la certeza de
que también hoy esto« valorea predominan en una propor­
ción abrumadoramente mayorítaría de ios componentes de
nuestras Fuerza* Armadas
Naturalmente, el respeto que sentimos por nu acción
en la vida del país no puede Impedirnos la crítica sana
y documentada, ni impulsarnos a silenciar la denuncia, el
horror, y la repugnancia ante las desviaciones y los abu­
sos que, en su nombre, alguna minoría extralimitada evi­
dentemente comete,
Quiero decir, por otra parte, que nosotros, que no vo­
la mox el estado de guerni interno y ¡a Mispensúln de las *
«tarantia» individuales, por km razones que con í.bundan-
< la .m> det illaron treinta días atrás, en la Asamblea Ge-di
ñera!. desde las bancas del Frente Amplio, razones <te Pira
den (-on.stltui ional y de orden político, aunque no
láúto* tenAte «sueltes rom**, «ur mwpuwwf a» 4
-£dl boy, a» pedrten«« atam votar la prórrogji de una
«dUMeión euyua treinta días de vigencia han creado etJ?
cuadro de terror, de tortura y de atentado que claramente!
ha quedado denunciado y documentado, otra vft, Tnftill
día de hoy. C v v

Pero tato m dáto un aajtocto dei protoema y no» que­
remos referir, en este sesión, también a otro«. '«
Naturalmente, no queremos soslayar ninguno de los
problemas áridos o espinosos que en el conjunto de la *
situación se encierran, porque no nos resignaríamos a que ,
nuestra posición, ?n tema tan significativo para el pais to­
do, resultara renua o ambigua.
Hay en el Uruguay un enfrentamiento armado que *1
no creemos, ni aproximadamente, sea el centro ni el he­
cho más importante de la vida del pais; pero existe.
Creemos y lo afitmo sin ninguna, clase de dudas, que este -
enfrentamiento armado no ayuda, de ningún modo, a nin­
guna forma de liberación nacional.
Afirmo que <>s un modo de enfrentamiento que ate- 1
rra a la inmensa mayoría, de nuestro pueblo, que lo retrae ,
y lo retrasa, inclusive que lo confunde. El centro de loe
problemas y de l.i vida del país, la esencia del drama qua ■
tenemos obligación de enfrentar y resolver con unas a :
otras soluciones, está en otra, parte: en el estancamiento
y en el dramático retroceso de los rubros fundamentales ?
de nuestra prodicción; en el monto gigantesco y crecían- |
te de la deuda er terna; en Ja extranjerización Implacable^«
de la economía nacional y en el progeso, también impla» ;
cable, de su dependencia; en el envío fuera del país da
inmensas sumas de dinero creadas en el país con trabaja ?
nacional y robada después; en la desocupación, inixna-
glnable en un píis de más de 180.000 kilómetros cuadra-J
dos de superficie casi todo él fértil y con apenas 3:000.0Qí.j
de habitantes. SI centre del drama nacional está en loo
salarlos rebajad««, en la emigración de su Juventud, otóí
la miseria de «ui clase* . tolvas. en el drama genérico dtff
subdesarrollo creciente y en la también creciente desigual«^
dad económica y social.
Hemos dado nuestra respuesta, en el campo de nuM-Í
.
tf
tra acción que e<. naturalmente el político, como en otrodl
sectores de la Vda nacional —fundamentalmente el sln-1^
diral la tMA d »ndo In ríase obrera organizada, nurlrnda 3
en lurnn a la t’NT y a las orahnUarioiu^ freternua con t ila, ?
Sabemos que nuestra respuesta es polémica« que la pote- ■
mica desatada en torno a ella ha sido encendida y ardua. ¿
pero es muy el ira y nos importa sobremanera que asi *
resplandezca en el programa del Frente y en loa métodos '
de lucha que hv- elegido. Sobre esto mucho se ha escrito
y dicho, pero el el día de hoy nos importa formular do­
cumentadamente algunas referencias que deseamos que­
den incorporadla a este significativo debate.
El Frente Amplio nació el 5 de febrero de 1071 y en !
.su declaración constitutiva fijó, entre muchos otros, al­
gunos elemento« de dura aplicación al problema nacional
de hoy, que queremos recordar. Dice el Frente Amplio en
su declaración constitutiva: “Que se inspira en la necesi­
dad de Instrumentar un aparato político capaz de agluti­
nar las faenas populares auténticamente nacionales pa­
ra agotar las vi M democráticas 3 fin de que el pueblo,
medíante su lucia y su movilización, realice las grandes
transformación«! por las que el país entero clama”. Y dice
inclusive en ate mismo documento; luego de explicar la
limitación del criden Institucional que padece el país: “Ello
exigirá, a su tiempo, la modificación del ordenamiento ju-
rídico-institncid sal, a efectos de facilitar las tmpresein- j
dible« transformaciones que procura". Define esas frana- w
formaciones, 1A fundamenta, las sitúa dentro del ordena* Jt
miento jurídico institucional del pala y no conforme «1
Frente Amplio tion este ordenamiento afirmá iu voluntad
de contribuir jp el momento en que ello resulte posible, 1
a modificarlo. ' ' • • 3
Afirma el Frente Amplio que toda su acción se rea- 1
Uzará sobre la base de que “atribuimos si pueblo orgeah I
aado democráticamente el papel protagóníco en el pro- i
peso histórico”. Cuando doro días después. *1 17 dé fehre»
ro de 1971 aprgsba sus base» programáticas que lo definen
Ideológicamenle en el escenario nacional, en al Capitulo
Primero de su Programa. “Libertades, Derechos y Garan­
tías“, empieza diciendo: “Plena vigencia de laa libertattaa, .
derechos y gal antias constitucionales y legales“. No cuá* '*•
lesqulcra, seflt r Presidente: plena vigencia de las liberta* $
<ie*. derechos y garantías que fijan nuestra Constitución ,1
y nuestras ley»« * cía: “Quiero wr muy claro. Quizá en la pirámide de va­
Y cuando el 25 de agosto dc 1971. en la aplicación
inmediata de sus bases programáticas el Frente Amplio
«prueba lo qui’ son sus treinta primeras medidas da go­
bierno, en el ) oomento de la fundamentación de ellas, y
éeta ea uno <1 toa documento* báetooe jttue definen sue-
tamH^mentoól Frente como tal, dice: “» eje funóamefp #
mi.'íi.s. políticas v sociales necesarias. Desde su constitu­
ción el Frento Amplio ha mostrado ese rango profunda-
roente democrático y excejjclonal en la vida política actual
7 e» *** f*srurinación puputer la que contri­
buirá decisiva nenie a la creación de tm nuevo Uruguay*’.
i ¡
04 8
Y enanda el VémÍMi ÍÍL-tiii talMtatatoMdtaÉIi 4 >
eattataS^S» SMTprSSmte 1OC4HlaBWerSo. ;
agrupa en siete capitulas fundamentales, Integra ¿1 pri- 4
mer capitulo titulado “Restablecimiento del estado dt de- 4
recho” con su medida número uno que dice: "Restable- ।
coremos el estado de derecho con el levantamiento ¿le las M
Medidas Prontas de Seguridad y la plena vigencia ¿le la* 4
libertades, derechos y garantías constitucionales y lega-(Á
les”. ‘3
Y cuando aún más adelante, el 19 de febrero de 197Í,
el Frente Amplio aprueba su otro documento político bá- a
sico, el compromiso político hecho público oportunamente .4
—con referencia, a las organizaciones que lo integran—, -i
dice: “Expresa su firme propósito, cualesquiera sean las ¿
alternativas políticas, de mantener la unidad y conblnul-
dad del Frente y su carácter de fuerza popular combativa. ■
Ello supone, tanto en el gobierno como en la, oposición, «
combinar y coordinar una acción jwlítlca permanente en
todos los campos que comprenden movilizaciones d< ma- .»
sai, actividad de gobierno y de las bancadas parlamentar >
rías y municipales, para el 'ogro de los objetivos comu- 4
nes". ( 4
Esto es el Frente AmpUo. En nombre de esta línea
política, de esta interpretación del país, de este método 1
de lucha Y dc forma de organización, estamos aquí J
sentados y hablando. J
Pero, naturalmente, loe programas v las definiciones i
políticas tienen sentido no sólo en cuanto se expresan en.
un documento, sino en tanto integran la dinámica y la j
acción palpitante de estos grupos políticos que las expre-
san. Eso fue afirmado en la forma militante y organizativa j
de nuestro Frente Amplio, desde el comienzo, por supuea- .1
to que en términos duros y agresivos, muchas veces enar-1
decidas, contra aquellas organizaciones politicai) y socia- |
les con las que discrepamos sustancialmente, pero claros y
afirmados en este carácter democrático avanzado y plu-
ralísta que nuestro Frente procura defender y sostener \
para nuestra patria.
Ello fue dicho na sólo en los documenta* programá­
ticos sino en ios discurso» fundamentales, y yo voy a
hacer aqui brevísima* referencias, que valen a vil» de
ejemplo.
ET 9 de mayo el Frente Amplio estaba en Paysandú.
Tenemos que recordarlo hoy, en momento* en que el trru- ¿
guay vive esta etapa tan dura y tan difícil, en qws se •
anuncian sombras y se amenaza desde tantos ángulos a J
los valores sustantivos e ir renuncia,bleo que son la euen- i
cía misma de nuestra nacionalidad. Tenemos que resor- $
dar que este Frente Amplio estuvo en la calle con unaJ
inmensa masa popular afirmando su voluntad de partlct- ’J
par con pueblo y de prestigiar el acto electora! ya desde j
el 24 de marzo, y que inmediatamente después recorrió |
toda la República con idéntico sentido, Y el 9 de mayo, 5
en Pay.’andú, el General Seregnl, luego de afirmar en for- í
ma inequívoca la voluntad de defender la vigencia Ina- a
tituctonal, decía "Porque el Frente Amplio es la verdadera 3
defensa de las instituciones democrática«. Poroue el ITen- J
te Amplio se el pneMo en defensa de sus derecho* y de su 9
destino, creando y construyendo las soluciones políticas, «
sociales y económicas que den viabilidad ai Uruguay que
queremos, a través de lo* 1 ’.’nlnosjnstituclonaks que cons- F
tttuyen el ejercicio legf’l-md soberanía y de la demo- f
• eracU”
Y más adelante, aquí, en Montevideo, en un Inmenso 1
acto celebrado en Belvedere el 11 de Junio de 1971, el Ge- '(
ñera,! Bere$nl decía en nombre de nuestro Frenu: "El-3
Frente Amplio es pacificador, en cuanto rechaza la violen-
cía del garrote, del fierro y del revolver en los liceos. Pe- 1
ro no puede apaciguar la rebeld.a ante la injusticia ni j
i% protesta contra la explotación“ 4
n Quleró hacer una última rcfeienci.i en e.ttr vxpecto,
porque tengo especiaU^imo interés en marcar um clara
confrontación en uno de los temas que, a mi juicio, en
mayor medida, Jta contribuido a crear la encrucijEd 1 que
vive el país En el teatro “El Galpón“, el 18 de junio de
197L en nombre dul Frente, el General Seregnl habió de
la libertad de prensa y ds la libertad de empreM. y de­
lores que es común a todo» los integrantes del Frente Am
pilo, disputen la cumbre otras libertades esenciales para
la efectiva promoción de un hombre pleno en una socie­
dad Justa: la de oomer tadn« loa días, la de alfabetizarse, ¿
la de tener asistencia médica, la de habitar vtvter das de- 4
corosos, la de envejecer dignamente, la libertad df reunir- I
se« hablar en alta vos. moverse, cenrurar o ensaliar ideas J
sta temor a la delación o al confinamiento. Pero no «eJi
establecer aquí prioridad««. Todas ««•» Hbertaddaw
‘ujryi efectivas bajo el gobierno del Frente Amplio. Se ‘
trata de señalar la importancia fundamental quo ex pre-
ciso asignar a lo que con justicia se ha llamado el cuarto .3
m y* ajesnplo fuera necesario, bastaría c«n adver*
ör ú oonWNMn que ha provocado en todo el andamiaje W
tttar y Jurisdiccional de los Estados Unidos, las
I de imo de tus diaros más prestigiosas con
f®Hp**S* gtenesi* y el deearrelto de la guerra de Viet­
nam. HM* dterio ha sostenido y ha llevado a la práctica
un principio de «norme trascendi ncla y de consocuondas
ifnpftrriMMee: por encima del demedio del gobierna a man­
tener bajo riguroso secreto cierto* hechos que pueden de­
teriorar la Imagen del peí» v aminorar el peso internacio­
nal do sus decisiones, se llalla el derecho del pw blo a ser
ft
correctamente infamad#’ con M prór^^ Íl 'tota#
Hoy nos encontramon
guerra interno, en cuyo curso se aplie’tn torteras 1
rnenes y horrores sin límites, con respectó a lo« cuales no|
se j?uede informar, no se puede discutir, comentar, y dóll.J
ti fVfHi ‘•7? *4 Iv 0a*|
neraí, las denuncias reclinen el sdeneió, el í
indiferencia j la frialdad, la, ausencia abatauta de emoción, ;
de soluciona», da rectiftesciona» y da mappaataa j
 ji^Uh í UUBZ CAMUSSO, Francheo
tema? allanamiento casa dr.schroeder.
Solón «9 y jO Junlo/972
। Estado y de las instituciones, declaro que m» encuentro^
. entre los que respaldan esa posición y se conmueven con .
SEÑOR RODRIGUEZ CAMPUSO- ffcíto yttW
señor senado *, y me alegro qua esté. ' ' creta,. por efemnlo, del doctor Schroeder, esto pasó? |E<
Docin qtx» cuando están en juego todas estas cosos tan1’
fundamentaba conviene separar dos elementos. Uno, son los
calificativos, ad<eílvoH y ademanes. Cada uno tiene su es«
tilo, mi modo de expresarse. Yo respeto todo« los modos
de expresión, El otro elemento, lo constituyen los hechos
desnudo.*, claros, fácilmente demostrables.
E.! seftor senador Erro estaba enumerando determinadas
denuncias. Mencionó una carta del doctor Schroedar, que
he visto publicada en los diarios.
Recuero’'» manifestaciones que formularon en Sala legis­
ladores del Partido Nacional con respecto a la situación de
una persona i «miliar de un ex legislador de ese grupo po­
lítico, con el que tenga amistad y so que es un hombre
responsable j* serio, el doctor Donato Grleco, a polen tam­
bién le ocurrieron cosa« similares. Así que ha habido otra
situación.
te> que ;rnAs a»lá de todas Jos micciones
y íe tcxjlar» Jíós calificativos que m u r-i. v me
t etripté revx^o, hay hechos absolutamente fáciles
de comproba,.
El Aoclní JEkhioertor, a «utep pqruonalmcpte p») ropozr
i.o <■ tM'dfndádánd que Wr/V <?4-
¡áte y excelente reputacíóh, bajo su firma formuló denun*
049
Cenerai
dai muy concreta* qua fwon pùmraÓiM an la prentob Tb )
digo - y Ma es una :raflexión elementa) que paraca ex­
traño tenga que hacrne todavía— que es absolutamente ?
fAcíl salvaguardar el honor de las Fuerzas q>u» JjitervInJe-
ron en esos procedimientos exhibiendo al público la false*
dad presunta de esas afirmaciones. ;Qué co-.a más fácil hay
(pie mostrar públicamemlo la casa del doctor Schroeder, «ua
bienes, inclusive estando él presente, obligándolo a mani«
(estar públicamente el hecho de que os Inexacto que le
desvalijaron la casa! ¿¡ilay cosa más sencilla, más elemen­
tal? '
Lxm hecho» a que aludía el sefior senador Erro no
tienen nada que ver con el secreto militar; por ejemplo,
»*1 one le hayan lievade un televisor; que havan desapa­
récelo oh,Jetos d<» plata y otros más de valor. Eso no tiene
nada que ver con ‘benetlnes”, con earondrijos o ron v
complot contra el Etrtade. El hecho de ciue una familia dle»
l*'ngn dq esos bienes, que yo sepa no iiient absolutamente*
nada que ver con el ordenamiento democrático republicano^
y con el derecho de un ciudadano de «ite pato a «xpraMte*
públicamente sus ideas, < tí
»
Aspiro, entonce», ft que los temas no se confundan por*J
que, naturalmente, cuando se nos habla de la detenga dél;
esa lucha. Pero cuando |^or otro lado se hacen, no anónk
mámente, sino bajo firma; responsable de un ciudadano que,
*1 miente, puede ser sometido a la re»q>cnsabilidad consi­
guiente, denuncios de este carácter —se dice: se me lleva­
ron la vajilla, los cuadre», el televisor, tal y cual coca—J
es absolutamente fácil probar que esto w mentira. Y «! toj
os, r««er de manifiesto que hay una sórdida eonsplractóna
contra los Instituciones, contra el Estado, contra laí FuerM
zn» Armadas. Inclusive, absolutamente fécfl de reallziM|
este tipo de procedimiento. '*?
Entonces, respetando la convtcclórf y la sinceridad con
que se esgrimen una y otra posición, parque en un dlAlogtr
de esta naturaleza, más allá • repito-- de la* cnllflcarfo«"
nos y demás, respeto absolutamente la lealtad y el conven-’
cimiento sincero con que una y otrn posición sin expoee-«
tas, digo que hrty alinden que puede fallar con absoluta^
facilidad y en muy breve plazo. Exhíba«e, deae la prueba,!
muéstre«« públicamente las cosas que dice, por ejomolo, «H
doctor Schroeder que le sacaron. |Qué fácil es! Llámeséq
a la nrensn, Inclusivo, y entonces, péncase en su sitio a’j
estos “picaros conspiradores’* que están haciendo semejante,
denuncia. i
i
Simplemente, quería delar í*ta constancia, porqtte mal
parece un hecho tan semillo, tan elemental, tan fácil M
comprobar. ¿Es verdad o es mentira míe en el caso con«<
facilísimo de demostrar!
Habiendo a«df tldo a un debate sobre temas muy com­
pletos. muy difíciles, donde nadie es dueño absoluto y de­
finitivo A# la verdad, cuando me encuentro con algo que
me parece tan elemental, sencillo y fácil de probar, no
re<í*i«» a la tentación de dejar constancia de que es muy
pnstlWe q»*e, en poena minutos, las posiciones de los seño-
tos sprwdorós Sinver y Erro so vean confrontadas con fa­
cilitad, con Inmediatez y con sencillez.
A) doctor Schroeder, ¿le llevaron o no le llevaron los
cbtetfM de valor que no tienen nada que ver con la lucha»
wftctow* AervalIJarori o no? ¿DIlo la verdad o mintió? f
¿Tiene o no tiene loa dbjrtós que, denunció, le hurtaron? *
Es muy MncrUto y quizá quien tiene en aui manos la pod-
bi'idad de mostrar róbticiirrwnte que su honra es Injusta- ,
mímfr atacada, ro aníme iv hacerlo. O qtdsá, no, y guartMP
un discreto «llénelo que, naturalmente, no podemos evíta^(
pero nue obviamente facililq y ta*l comentario» CK»A
t» ;níos a esas actuaciones ¿
23 6 4 1
 SKftOB RODWOUEZ CAMU880 — «tóar PmMii». |
te: en mi ápice me kn anterior yo me referí a un tama I
concreto Por mi pane, el señor senador tílnger, en neo
de ¿u ucrecno de enrocar los temas corno emienda <|U*
debe hacerlo, ha invoiucrauo en su respuesta un
junto de uuim tomas.

En primor tónnino. quicio decir que obviamente estoy

do acueido con la valiuui del principio general que el
expone, ptuo olvida un pequeño umalte, y es que la acu­
sación euncieí agesta lo* mulada. No w Uuia simpieniijn-
te de que alguien salga a decir: Fulano es un ladrón,
jjorque enlomes el acusado puede oecir: pruébelo. Pero
•i el que dice fulano es un ladrón señala: aqui tengo fo
prueua; me robo esto, esto y esto y lirma, haciéndolo
publico y mandándolo a ios (hartos, el acusado, natu­
ralmente, algo se tiene que ver ool.gado a decir. Yo no
he amoldo a una denuncia anónima ni a alguien que
hizo apreciaciones generales, que habló de cosas vainas,
sino que iuo he leiundo a un ciudauano a quien no co­
nozco pcisunahuoute, del cual he ludo solo referencias»
que bajo su firma, públicamente, ha lieciio una atirma-
ciun absolutamente concreta.

Entonces, el paso siguiente le corresponde al acu­

sado, porque además, si es inocente, le es absolutamente
fácil mostrar publicamente la falsedad de la acusación!
de que ha sido objeto. De modo que en este caso la va-<
lidez general del principio invocado por el tenor sena­
dor no excluye, sino que, por el contrario, confirma el
fundamento de U posición que nosotros expusimoa
Porque otra cosa seria que yo dijera: el gobierno de­
be salir a coptestar lodo lo que se le dios, todas bu* ami-
sa.donC’i, aunque sean vagas, aunque sean indetermina­
das Es decir, «gis alguien por la calle y dice; me roboro*
tal cosa. y eso es suficiente. No; yo tomé un ejemplo
concreto de un ciudadano que bajo su firma hace pú*
Nica una nota con la nómina de los objetos de valof
que le faltaron y que to tienen nada que ver en cuanta
a elementos sustraídos de su casa, con la lucha añil-
sediciosa. A c to no hay respuesta. Y tan Urago ranún
Sus para muchas otras cosas hay respuesta, hay puMiota
ad, «á invita a la prensa y se toman fotografías ipil
confirman y ratifican, desdo <d punto do vista del imm
blerno, loé tazones de su Jucha. Entonce» yo, natursM
mente, tengo derecho a preg untarme: ante una cose lüjl
sencilla, un clara, tan eltmfotai, ¿per qué m» se apilM
idéntico procedimiento, aplicado, por otra parte, a sMm
cuas uuus cosos de oirá naturaleza?
Además, m han invocado otros temas -no qulordl
ser ex ven.o ni robarte tius tiempo al señor sonad jt En 0—1
acerva de ios cuales en uuz p»Uimm quiero cejar a<i!U«i
nos ua.ui con «¡anuas. 1
En primer lujar, nuestra conducta política, no iaJ
1 personal, sino la de ludo el Frente amplio es psríeclía-J
mente ciara y esta extensamente ¡undumentaua en ell
Panameña), en aocumemus y CApas.c.oncs puuii.as <¡|ual
en su nombre ha io*mu*iiuo ¡>u rr^-s mente, el U ene rail
beregni. m F.ente amplio hit maicadJ cía*uniente ciia*l
lea .mu hix soluciones que existen par» devolver la jlalhg
it los o. tentalea. Lo na he.ho en ledos los pianos, lo iaO
diBcutiuo extensamente, wo.totros tumolén lo hemos
cho bl «<e quiere que inaiautrnos en todos «ios atgtitMflM»
los mima, imiuiHimona» que emainoj d.spueatos a hauers®
lo, pero ir pe iimoa - está pene* lamente aclarada
es la ihish imi uminullva, sena, realista y - ios heclwfffl
lo e.tan uemo «liando la única conducente paia paid*.®
Lear i cálmenle el país, que ha Mxuemdo aí
Amplio a

l\<r ultimo, voy a hacer una pequeña constancia dda

rarm iei' peisonul. Desconozco a cual de ios mUvhps
enmenias que han sUo puulicudos y atribulóos al
v.mirii,o d? Liberad, n Nacional aludía el señor hqpsia*^
dur, no importa de cual se irataoa, xo he leioo todos SÍ3
que se nuil puoiienuo y no tengo ningún eiemenw déW
juic.u pina Miorr cuales son exactos y cuaies no ¡6
ni en qu<* memda. bolo tugo que, d-da nue-iua trayedibraB
ría, nue.tra luncaci. n poiiUcu y nuesua actuación, «Nía
tan auMh'utann nte uuxu.do e inlmaginabia que a alguien^
se le ocuna que nosotros podamos tci.cr 1» más mamúa 1
vinculación, por indirecta o remota que sea, con ¡os auto. í
re» de *»0» documentos, que no puedo nacer ai üciwr ¡
legislador ni a n.ngun otro el agravio da suponeilos Un
aosuraaffiente mío*midas de lo que ocurre en el país 1
como para suponer eso. Tan palmario, tan notorio es 1
que entift ese movimiento y nasouo^ nunca ha nauluo, ni
hay, ni pu^rg juiius, so fnnguna hlpóiesH, « M-
¡jev auebuiunheivcd fad* ed (Mttiiti qüe huí ifliitíiüdé
<«*■■*iasaMSSMkMi■> «n mmsímbmm > un >■*■»■*■»« ■ .. 1

0 5 0 _iȒ 23 6 4 1
 RODRIGUEZ CAMÜSSO« Fran c 1 aco

Asamblea General

TEMA? NUMERALES ADITIVOS A RESOLUCION ASAMBLEA GENERAL

uUE PRORROGA SUSPENSION DE LIBERTADES INDIVIDUALE:.
(MOCION).

Sesión 29 y 30 Junio/972

—léanse 'tai gaunéralea aditiiaepe<—Mtadm loor «H

Frente Amplio.
<*e toen:)
1 "Numeralea aditivos a la resolución de la Assmbie#
General que prorroga la suspensión de libertades 'nd¡vil
¡ duales, articulo 81. !'l
2<? El Ministerio de Salud Pública constituirá umJ

Comisión de Módicos para fiscalizar el estado saoltariq^

de los detenidos cuyos integrantes deberán poseer el pies*,
tigio y la significación técnica suficiente que asegure in*
t formación competente y objetiva. Sus dictámenes se ha*r
: rán públicos. Esta Comisión podrá actuar de oficio. a
requerimiento de los Ministerios de Defensa Nacional 0
del Interior o de la Comisión de Legislación de la Asam­
blea General. Su designación se hará antes de los diez
dias do la fecha, y comenzará a actuar de inmediato.

39 El Poder Ejecutivo deberá concertar dentro de

diez días con la Suprema Corte de Justicia un procedi­
miento que: a) garantice a todos los detenidos cual-.
quiera sea la jurisdicción a que accedan, la libertad de I
elección de sus defensores y la comunicación periódica |
con estos: b) determine las condiciones en que ]x»drán j
ser trasladados de sus lugares de reclusión los procesados
sometidos a la Justicia Penal Ordinaria, a cuya disposi­
ción continuarán estando en todo momento.
4* Encomiéndase a la Comisten de Legislación d«|
la Asamblea General el contralor de la aplicación qu®
el Poder Ejecutivo haga de las facultades otorgadas por.
ila presente reso ucten" Firman loo seflorer legisladora^
Erro, Díaz, Elize.íre. Arlsmendl, Mlchelinl, batalla, M«T*|
tinez Galllnal, Teaoira Vareai, Gílardoni, JUdCÍtUBLJGlfl
V Baráibar. 1
 ROI H
Asamblea General
TK.MAY DECLARACION URGENCIA LA CONSIDERACION PROYECTO
RELATIVO A REPOSICION FUNCIONARIOS L ES'" I TUI DOS
POR MEDIDAS DE SEGUR IDAD.(MOCION)
Sesión '¿*f y ¡iP set Iembro/n72
“Mocio riamos para que se declaic urgente la consl-l
deración d;i proyecto relativo a la reposición de los fun-j
donarlos (estituldos por Medidas Prontas de Seguridad»
A. Fmnciii n Rodrigue* CainunttQ. Eduardo Viera. Jorga
Duran Matos, Enrique Rodríguez, Juan Pablo Ierra, En*.
rique R. Erro, Hugo Batalla, Vhián Trun*",
—En discusión.
ÖEÄQf RODRIGUEZ CAMU6&O -- Pido la palabra.
SEÑO1. PRESIDENTE «Caputh Tiene la palabra
el señor •< nador.
BEÑOS l RODRIGUEZ CAMU8SO. - Nuestro secta!
ha solicitado la consideración en calidad de urgente, ai
Bun problema que entendemos debe ser resuelto inapláxa»
7 btemento ;>or la Asamblea General, por diversas razone*,
i ¡ notorio, fueron destituidos en condiciones absolutamente
Como es notorio, este tema ha sido extensamente
| analizado y discutido a lo largo de varios años. En 14
| Legislatura anterior y en la presente oj tema ha «IdC
I examinad« • detenidamente en sendas Comisiones en cadt
| Cámara y objeto de sucesivas elaboraciones y de Iran«
< succiones 11 versas, habiéndose finalmente arribado n una
solución qie aunque no era. ni mucho menos, la que no­
sotros planteáramos inicialmente —tanto en la Legis
tesura anterior como en la actual— tenia en cambio
vWtud m resolver los aspectos fundamentales más irrt
tantee vil culadas al problema y a la ve« concitar la op|
nlón favorable de prácticamente todoa los sectores
Uticos coa r e pr ©sen taclón_parlamentar la, Es asi qw> 1
•la Comisiói respectiva de la Cámara primero, en la Cá­
mara luego en la Comisión delßcnado más tarde y fi­
nalmente ei el propio Senado el proyecto obtuvo el voto
favorable no sólo de! Frente Amplio y de los sectores
del Partido Nacional que no han realizado acuerdos con
el Gobierm. sino también el apoyo claro, expresado a
través de la firma de sus legisladores y del voto dado en
■ Sala, de loi sectores de dicho partido que han pactado
iroiq ♦! gobprno y de los que representan en ol Parla-
MtMIla oí entacion misma del Poder Ejecutivo. No obs-
Waute, se produce con posterioridad un insólito e Increí-
bit veto poi parto del Poder Ejecutivo; y aquí se da una
circunstand r que estimamos no debe ser menospreciada
en sua proyecciones Inocultables, El solo hecho do que el
Poder Ejecutivo opusiera el veto a esta Iniciativa tuvo
una consecuencia que consideramos absolutamente inad­
misible; lo* mismos sectores políticos que la habían apo­
yado en uní y otra rama del Parlamento viraron en re­
dondo y aceptaron el úease del Poder Ejecutivo A «ita
altura de lar cosas Unemon rntoncta derecho a pregun­
tar cual ea la circunstancia real que o]>era en torno a
este proyecto, los sectores que lo votaron y luego se ne­
garon, con su ausencia de Bala en ocasión de las su­
cesivas coa ocatorias de la Asamblea General y temblón
con su reiterada inasistencia A la Comisión de tata, a
que el tems pudiera ser considerado, ¿cambiaron de opi* f
nlón? tíi ti>*nen nuevas razones, que entonce« no expu- •
Lsieton, ¿cufl es el motivo por el que no se dan a cono­
cer? ¿O ht bo .simplemente una votación dada sin res- '
i ponsabiiidad? ¿No se ha tenido conciencia de la medí- (
da del drar ci social que se encierra deteta de este prj- r.
biema? ¿Qi ó sentido de responsabilidad, qué consecuen- <.
(la. qué lea tad en los procedimientos existo ante hechM J
¡de esta naturaleza? .
L .......... - -■ _ ----- — -- — :
H)FP. f
hi:
052
CAMUSSO^yrtncUco
F Recuerdo que hace dos Legislaturas, en oportunidad
! en que yo Integraba el Poder Ejecutivo, se sucedieron
decenas de levantamientos de vetos por parte de! Par­
lamento En 1964, en 1965 y en 1966 este levantó casi
un centenar de vetos opuestos por el Poder Ejecutivo a
<1 i verso« proyectos, y absolutamente a nadie se le ocu­
rrió que la circunstancia de que parlamentarlos elegidos
bajo el mismo lema que entonces tenía la mayoría del
gobierno discreparan con el Poder Ejecutivo y levanta­
ran velos totatai o parciales interpuestos por este, no
fuera otra cosa que un heeho natural dentro del Juego
i institucional del¡ pata que la Constitución prevé. Ahora,
en cambio, la cosa es diferente. Viene un tema en el que
está plantando el derecho al trabajo, la permanencia en
.sus carga? de varios centonares de trabajadores que, es
Irregulares y profundamente injustas; se estudian en co­
mún soluciones, so lleca a transacciones que reflejan los
puntos do vista más diversos, y ¿qué se hlao con todo
esto? ¿Fue el estudio natural y legítimo del proyecto o
se trato lisa y llammicnh» de una fantochada? ¿Cuál es
I la n»/<'n por |h que ahora se da la espalda a *wi so-
! Juch'm? ¿Por (pié no hay fórmulas sustltutlvas? ¿He Jugó,
acuso, con el derr. ho y l.t h yít'ma expectativa de todos
e.scs trabajadores? Ix»s sectores que ahora nnn su ausen­
cia ma.dva y su negativa a la consideración del tema
pretenden que este no pueda ser en defifnitlva resuelto
pudieron lagfUmamwite, en el plano uso de sus facul­
tados, negarse a votar esta y cualquier solución en su
oportunidad. No lo hicieron: la acompañaron: Inclusive,
las observaciones que formularon fueron recogidas en el
texto votado en definitiva
Ahora, entonces, ba llegado la iota de la verdad;
hnv solución, la que el Parlamento votó en su oportuni­
dad. luego del examen detenido que se realizó en ambas
ramas, o se insiste en condenar definitivamente a la
miseria y a la desocupación a esos trabajadores arblfra-
i lamento destituidos por el gobierno que el país tuvo
que ]amentar en el perio<lo precedente.
Reclamamos una definición en torno a. esto tema,
porque no es posible nue indefinidamente, a través de .?
In huida y de la el nlón. se pretenda resolver de esta '
manera tangencial, Indirecta, problemas tan graves y que i
afectan profundamente las formas dé convivencia so- 4
onl de nuestra República. ¿1
Estas son, en lincas generalas, las razones que abo-^
iiun nuestro deseo de que en esta sesión ’! tema vlncu- .
lado a la repoble u n de lu.¡ destituíaos. sea claramente
resuelto por la Asambl* a General, con franqueza, con
decisión, sin temor de dar el voto que haya que dar Se*1
puede votar en un sentido o en otro, pero no es admi­
sible en forma alguna tomar decisión votando con los.’
pues, por la vía de la hindú, de la falla de número y del i
engaño incuncebibh a los trabajadores, que ven asom­
brados que los mismos sectores políticos que dieran su
voto al proyecto, ahora vtaparan y rehuyen una solución I
qué e* en definitiva InsoJuyable !
í " '
23 G4 1
 h'-WH,: hEZ CAMI’SS?, >• rtn? i aro

A.1? ' 1 1-) * ; V 1 «* 1

TEMA; CHEÁCION COMISION DI MEDICOS ÍAHA El ’»CALIZ AH

ESTADO SANITARIO DI LOS I E':r* ; i? o i ►)

Sesión 27 y 2^ salletnb re/972

i
MOCION
Montevideo, 27 de setiembre de 1972,
Sr. Presidente de la Asamblea General,
Don Jorge Sapelli,
Moclonamo«:
1°) El Ministerio do .Salud Pública constituirá una
Comisión de Médicos puta llsnill/ar el estado sanitario ■
de los detenidos cuyos inte: imites deberán poseer el,
prestigio y la significa« ion té. nica suficiente que asegiiro
Información competente y objetiva. Sus dictámenes se
liaran públicos. Esta Comisión podrá actuar de oficio, a
requerimiento fie los Ministerios tic Defensa Nacional o
t dt:l Interior o de ia üiiiúini de I r gi.slación de la Asam-
■ bka Gen ual Su desien i<d< :i luirá anb*» de los diez
días fie la fecha y comen; mi a aduar de Inmediato.
I
2*> El Poder Ejecutivo dobini cimiisuu dentro de
diez días con la fiup.-einn ('orle de Justicia un procedi­
miento que: a) garantice % todos Jos detenidos cual­
quiera sea la jurisdicción a que accedan, la libertad de
elección de sus tetenwren y la comunicación periódica
con éstos; b> determine les condiciones en que podrán
ser trasladado« de sus lugares de reclusión los procesa- '
dos sometidos a la justicia peual ordinaria, a cuya dlihU
। posición continuarán estando en lodo momento, |
! Enrique H. Erro, Ztimar Micheliní, Enrique Bodri-J
RUO/, A. Tlajidscu Rodil* uex Camueso. Jorge Dtf-í
rán Mallo*, Isidro Etchcgoyhcn, Luis Imas, Juan“
('líenlo, IValtcr Mari me* Gullinal, Vivlán Trias,
Daniel Sosa Días, Jaime Pérez, Oscar Bruachem« |

Be va a votar. t
, i
Los señores leghluJmre por lu afirmativa, sírvanse
indicarlo.
(fle vota:)
53 en 125. Negativa.
/ ______ _______ ....,....... -a

05 3 - i j
¿'06 1
 RODR ! ;UKZ C AMUSJO.« Franci sco

Áiarbloa Canora!

tema; mu:ion para que AuAMhlea general, declare urgente la

MOCION QUE DECRETA LA LIBERTAD DE L’ DETENIDOS.

■Sesión 27 y <?P set iembre/9?^

Létae Ja moción númtro 3.

(lie lee:)
"Proponemos que la Asamblea General declare ur­
gente la moción por la cual se decreto la libertad de loa
92 detenido! bajo el amparo de las MedIdas Prontos djL
MSef’urfdad. — Zelinar MkhelhJ, Enrique! Rr¿7 SildroT
Etí'begoyhen, Luis Imús, Vivían Trías, Eduardo Viera, Os­
car Briuscheru, A. FianulAUQ,. RaíUÍíÓMíA GamUAiQi. Enri­
que Rodríguez, Jorge Du» .m Matos, WaJter Martínez Ga­
llina!. Daniel Eo.sa Días, Jaime Pérez y Juan Chcnlo”.
- Se va a votar. |

L<>, .sonoro.» le gis Indure» por la afirmativa, sírvanse

indicarlo.

1 gHp vota:)
1 27 en 125. Negativa.

DEP. I
T X
pníESAW

054
> b4 1 ;
 RODHI^UEZ CAMUSSO.Franciuco 1.

Asamblea General

TEMA; FUNCIONARIAS PUBLICOS DESTITUIDOS FON MEDIDAS

DE SE'.UBIDAD.

Sesión 13 octubre/972

I SMOR ROOJUOÜIZ^AMffí«©^ Sefior Pr^ent«

* somos perfectamente conscientes de que esta citación de
hoy, como la que se está solicitando para el próximo do­
mingo, es de las tuntas citaciones "in extremis’* que s*
dan, además, en un momento que no es el más favorable
para la asistencia masiva de los legisladores a las sesio­
nes. Pero ello no puede eximirnos de extraer algunas con ­
clusiones con respecto de lo actuado.
En primer lugar, la Asamblea General ha dispuesto
de un plazo más que suficientemente extenso como para
haber tomado decisión sobre el punto, inclusive por parte
de quienes admitían la posibilidad de un reexamen del
tema para haber asistido a las sesiones de la Comisión
correspondiente, y haber allí intentado la búsqueda de
soluciones efectivas. A esta altura no hay ninguna duda
de: primero, que es verdaderamente difícil ya, que poda­
mos realmente levantar las observaciones interpuestas por,
el Poder Ejecutivo; segundo, que la actitud de determina­
dos sectores políticos, representados en la Asamblea Ge­
neral, ha sido deliberada y fríamente esa; la de obtenga
que las observaciones Interpuestas por ol Poder Ejecutivcl
prevalecieran. Y esto nos demuestra cosas que tenemqft
que reconocer - y que yo personalmente, a! menos, rec<R
nozco sin alegría— porque asi como me atrae el enfrento
miento ideológico y de métodos en la lucha política y ré«|
peto siempre las concepciones del adversarlo por diverrag
que sean de las nuestras, deploro profundamente advera
tlr este procedimiento ________ j
El trámite padecido por el veto que se opuso al pro^
yerto que creaba un Tribunal Extraordinario para repelé
ner destituidos, demuestra la falta de respeto a su propia
condición de sectores políticos y la falta de Jerarquía $
su propia condición de legisladores con que algunos se hatf
movilizado. Teipto respeto por quienes en todo momenter
lian .sido contrarios a cualquier tipo de soluciones. No*1
tengo respeto pon quienes simplemente lian cambiado eL
inclinándose en una actitud que no necesita ad-
t-"ivos, porque se califica sola ante el árase dudo por
•4 Poder Ejecutivo. Pero, ademas, no si- ex Irene nadie a
este respecto: aunque en esta oportunidad el veto preva­
lezca, es un victoria a corto plazo y de alcance limitado,
la historia no termina aquí y, más tarde o más temprano,
en este mes o en otro, en este año o en otro, con este
gobierno o con otro, loe destituidos por el pachecato vol-
;verán.
i _ $
*; Muy bient > j
No tengo absolutamente ninguna duda de que void
■ verán, y en todo ctuo quede para la conciencia - en lu
medida que la tengan quienes así han actuado— la
quena, deleznable, liliputiense, abyecta latisfacción que MÍ
pueda dar el condenar a la desocupación y a la miseria s!
algún centenar de trabajador*«, que no tienen otro delíul
que el de haber cumplido wn el deber de solldaridoS
11 lacia sus compañeros de trabajo,
Es absoluUniente Inaudito e incomprendible —salvotíH
1 n P.itlamento que pierdo puntos ante si misino y anteJB
.‘■r.i -n (J-l p-.ís c >n mUtudcs de esta naturaleza— qijH
níp.1 E ibldo un prorf (¡¡míenlo Un vengativo. tan rampióf^
y. en definitiva, tan Inaceptable como este do que se hace
victima a los trabajadores, que fueran, además, arbitra­
rla e inconstitucionalmente privados de sus fuentes de
trabajo. Por ello, señor Presidente, nosot ros queremos, has­
ta el último dia y hasta el último Instante, abrir reno­
vada oportunidad para que la Asamblea General tenga
ocasión de rehabilitarse considerando y decidiendo sobre
1 el tema 1

2.) 6 4 1
05 5 .¿tí
 IQDRIWZ CAMUS.G, Francisco A,
Asamblea
Tema: GARANTIAS INDIVIDUALES. PRORROGA, SUSPENSION
SESION
SEÑOR RODRIGUEZ CAMUS8O. He solicitado la
palabra para dejar 'onstancia de algunos fundamentos
vinculados con mi pesie ion. que me siento obligado a ha­
cer constar en la vellón taquigráfica de esta sesión.
SEÑOR SOSA PIAS. ¡Hable todo lo que quiera,
está en su derecho pacerlo!
• Interrupciones. Campana de orden >
SEÑOR RODRIGUEZ CAMUStíO ~ Ruego al esti­
mado compañero -que sabe muy bien que no estoy en
las mejores condiciones físicas para expresarme que
espere un minuto.
Quiero decir a la Asamblea General que tengo con­
ciencia de su preocupación y fatiga, que son naturalmen­
te laa mía». Como adelanté, me propongo hacer un sim­
ple fundamento de voto, no porque crea que no tengo
el mismo derecho que. por ejemplo, el señor senador Sin-
. ger. por quien teng> el mismo respeto que él tiene por '
F mí. y que hizo uso de la palabra durante todo el tiempo
que deseó. Yo tenería exactamente el mismo derecho,
pero no lo voy a hacer, simplemente porque no tengo
necesidad do ello el) el momento. Por eso es que voy a
ser muy breve y si la Asamblea General me lo permite,
voy a comenzar de inmediato
SEÑOR PRESIDENTE «Paz Aguirre». - Tiene la pa­
labra el señor legiilidor.
SEÑOR RODRKUEZ CAMUSSO. Quiero dejar la \
siguiente constancia. Voy a votar como todo el sector del J
Frente Amplio; en esta oportunidad como en la* ante- "I
rieres, por las rarenes en la« que hemos abundado en
otras circunstancias y que en mi concepto han sido su­
ficientemente expuestas por distintos compañeros de sec­
tor en esta ocasión, contra la prórroga de una suspen­
sión de las garantías Estimo que los hechos que vive
rl país no justifican la aplicación de que se íes ha he­
cho objeto; ellano es la adecuada y la fundamentaclón
ron que a la Asamblea General han sido solicitadas, tam­
poco resulta en nudo alguno suficiente ni satisfactoria.
Esto lo hubiera aceptado en silencio, como, por otra par­
le. en alguna otra sesión similar de la Asamblea Gene­
ral Jo hicimos La circunstancia que me impulsa a de­
jar hoy este fundamento ex la siguiente No lindemos
ignorar, de modo Llguno y ello ha sido objeto de rei­
terado y contradict orio examen a lo largo del debate
que en el país hay hoy una correlación de fuerzas en los
centros fundamentales del poder que no es Ja que pre­
valecía en circunstancias anteriores en que se procedió
a votar la Suspenulón de las Garantías Individuales y
las prórrogas pertinentes. En el Uruguay se ha Instau­
rado. en los más altos niveles de decisión y para los más
diversos asuntos, un régimen de hermetismo, de incomu­
nicación. que mandene al pueblo más ausente que en
cualquier circunstancia anterloi. del conocimiento y de
las responsabilidad» de las fuerzas que actúan En el
Uruguay, además, *n este momento, se procede a con­
siderar una suspensión de garantías individuales supe­
ditada. en opinión de la mayoría que respalda al Poder
Ejecutivo, a la apreDación de un proyecto que ha sido en­
viado al Parlamento. que refleja los puntos de vista de
ese Poder Ejecutivo y que conociéramos que contiene
monstruosidades y de proyecciones inmensamente mas
peUgroM* que UNN» iu que ha regido hasta el presente
Como ivlberadsmente han manejado concepum vin-
cumdu» con la prrénneia de un partido militar y oon auie-
General
de 29,30 y 31 de mar»o de 1973
mums a toa ineUtuekmee. ce® la vitanda da procoaos de
cambios y con toma de posición de las Fuerzas Armadas,
yo que integro y represento aquí, en ti Parlamento, &
uno de los sectores politices que componen el Frente Ari-
plio. quiero decir a este respecto, en tema que es m>iy
delicado y significativo para todos —se tenga las ixxii-
iones que se tenga— que soore el mismo estamos per­
fectamente ubicados, con acierto o con error, y que he­
mos manejado definiciones muy claras que mantenemos
en su integridad.
• Cuando el 5 de lebrero de 1971 se constituyó esta
formación política que es el Frente Amplio, definimos
de modo claro - y lo hicimos público . el concepto fun­
damental en torno al cual ciudadanos de tradición blan­
ca o colorada de concepción demoerlstlana, marxiste o
marxista-leninista. en sus diversas orientaciones, conflui­
mos en esta organización política, Señalamos duramente
en esa dramática circunstancia consciente« de nuestira
tesponsabllldad y convencido« de que ninguna fuerza po­
lítica aislada sería capaz de abrir una alternativa cierta
de poder al pueblo organizado que constituía un impe­
rativo de la hora concertar nuestros esfuerzos en ese sen­
tido. Afirmamos que ninguna fuerza política auiada, dea-
de nuestro punto de vista podía lograrlo. Esto no lo he­
mos cambiado, lo mantenemos en pk nitud. Pero, ade­
más, como estimamos que esta organización política de­
bía definir públicamente baars programáticas concretas
' que la individualizaran y comprometieran, el 17 de febre­
ro de 1971 definimos punto» de vista que mantenemos
, y que vamos a dejar incorporados a la versión taquigrá­
fica de esta sesión de la Asamblea General.
El punto 19 de nuestras bases programáticas dice y
a él me remito "Acentuación del carácter definida-
mente nacional de las Fuerzas Armadas, vigorizando lii
continuidad de la tradición ,iñiguista: centrar su acción,
fundamentalmente, en suu cometidos específicos de de­
fensa de la soberanía, inwgirtdad territorial, independen­
cia y honor 'de la República: integrar la acción de las
Fuerzas Armadas en el proceso de liberación'nacional y
desarrollo económico, social y cultural del país *. Es de­
cir, somos partidarios de hl integración de las Fuerzas
Armadas al aludido proceso, sobre la base de que cen­
tren su acción, fundamentalmente, en sus cometidos es­
pecíficos de defensa de la soberanía, integridad territo­
rial. independencia y honor de la República Esto os ab­
solutamente claro e inteigíver.sable. A esto nos hemos
comprometido y lo mantenemos plenamente
Por otra parte, cuando el Frente Amplio define ante
la ciudadanía los postulado« fundamentales de r>u acción,
en lo que define como sus treinta primeras medidas de
gobierno, en el número uno de e?as treinta primeras me­
didas, señala la necesidad del restablecimiento pleno del
estado de derecho.
J Asimismo quiero marear que en este momento espé-
* cial que vive el país, de ninguna ir anera, absolutamen­
te por ninguna vía. sin ninguna excepción que pueda jus­
tificarlo. nosotros admitiríamos la sustitución de las for­
mas y métodos de lucha que hemos elegido con el pue­
blo. libremente expresado, nomo protagonista insustitui­
ble, por ninguna forma que representara el dictado o
las órdenes surgidas por la prepotencia derivada del sim
pie patrimonio de la fuerzii material.
Mucho menos cuando él se expresa en condicionen
absurdas como son aquéllas que pretenden endilgar eil
proceso de caos y empobrecimiento vivido por el país
solo hecho de legislaciones que en materia de Jubilacio­
nes y vivienda no resulten Justificadas o adecuadas, sal­
teándose la presencia de los contrabandistas de vana- >,
do, dr la ron a frigorífica de la acción de les banqtie- a
ros y de la sustracción al país del dinero enviado al en*ll
tranjero, y mucho menor cuando esas afirmaciones sil «
acompañan con amenazar; de llegar hasta las últimas
consecuapdas.
Cada uno aquí tiene nu formación: cada uno tiene
su tradición y su origen, sus convicciones filosóficas y
sus deíimcioiMMi finales respecto ai proceso que vive el
liáis Integramos una orgainiirarloti política -y nos ho«*-
ramos con alto--, «oto» iMMft claramente exp licitadas
filie nos eompromstirnc*
tou bases ene luyen to MlHMmi MNMom ?• • *c“
don armada a través de UN«*» Mili Imwtott* g
(¡o V »luiiiad y dcci.dón sHo. examéS ti? discusión ni par-
n jpucion populan .- Satxmue que esto esta claro y que
, -f> c.s ri .^.ihu ¡nrquivoco de todos los aectore* que rom- «g
ponen nurstia oíuan¡/aclon política.
13 e
Pero, ante i,i complejidad de la .-»Hilarión leadá en ™
el Jtaís y el conjunto de elementos contradictorios que
se manejan y se viven. denle mi punto d<* vista perso­
nal quiero dejar clara y tajantemente establecido presen
ríe 1M Fuerza-, Armada» en el proceso de libración na
Víll9Jes y ‘su
iarticjpí.ríon de acuerdo; decisión á través óé ia amé
ia/a. a travos del dictadó fundada exclusivamente en
Í
la fuerza militar, con nuestra aceptación, con nuestra
vacilación o con nuestra debilidad, absolutamente en nin­
gún caso ni ahora ni nunca. «
.) ,,0J tv:1

^^12 23 6 4 2 ’
 I MAS, Lull
HoprHSor:t!\ntw
FUNC JONAH I0J i’UIH.I’Oá CKiANTF.S . TH il< UN aL EXTRAORDINARIO.
CREACION.
Sesión C.HR. R marao/9?2
W. — Integración de Comisiones
SEÑOR PRESIDENTE (poza jlo). — Dése cuenta de
inUgraci¿n de Comisiones,
'fie lee;)
*íle daiigna para integrar I* Comisión del Orden
del Día j la Comisión EspeciU de Mediación en lo*
Oorí lie tai Laborables, al se cr Representante To-
rnujio.
8« destosa para integrar la Comisión del Orden de!
[ Día al señor Representante Dj la sierra.
‘ Se designa para integrar li Comisión Especial de
1 Mediación en los Conflictos Laborables, al señor Re­
presentante López Balestra”.
l rán costas y funcionará <n ei Palacio Legislativo. El
i
20 — Asuntos entrad >■ fuera do hora
—Para una cuestión de ore er, tiene la palabra el
señor Diputado Turlansky.
SENOÍ TURLANSKY. — Sol cito que se dé entrada
como asunto presentado fuer i de hora, al proyecto
de ley por el cual se dispone la reposición de los tra­
bajadora i estatales destituidos en el marco de las me­
didas dé seguridad, iniciativa propiciada por la ban­
cada del Frente Amplio.
En lineas generales, señálenos que este proyecto
reitera ni que ya fuera aprob ido en la anterior Le­
gislatura. Pensamos que el pr mentarlo contemplamos
la opinión de los distintos s<ctores políticos que en
su oportunidad dieron su voto a aquella otra iniciati­
va, que luego, durante el re< eso, fue vetada por el
Poder Ejecutivo.
En estos momentos la Asan blea General considera
ei tema del levantamiento de las medidas de seguri­
dad, y si es coherente consli o misma posiblemente
ina ’ianí. éste se> produzca. Bnt mees quedará pendien­
te de »ilución este problema < a los trabajadores des-
¡ » ti» dos precisamente en el nu reo de dichas medidas.
8EÑC R PRESIDENTE OPo» iteL — 0a va a votar.
(Se rota,)
—-Trfinta en treinta y clncc: Afirmativa.
Léase.
(Se lee:)
"Varios señores Representar tes presentan un pro­
yecto de ?ey relacionado con unclonarios destituidos
an Ja ñdm’nistraclón Central y Entes Autónomos”.
1 -A h Comisión de Constitución, códigos, Legisla­
re GM’ne’-al y Administración.
,1¡t Texto de! proyecto:)
PROYECTO DE LEY
1* — Los funcionarlos de la AdnV libación
de Entes Autónomos o Servicios Descentra-
SrwvlC tiayen sido destituidos, trasladados flHJtín-
I* :« por aplicación directa o indirecta dtl de-
Rodsr Ejecutivo N* 383, de 13 de junio de
á posteriores da Medidas Prontas de Seguridad,
rec’amar ante el Tribunal Extraordinario que
•.< por esta ley.
C< & - *#<*** --W8 preordinarlo
é« e-'metido de entender en ¡as reclamaciones a senlMile por M'/deyfdwr 4rí*4 Oís«, R*flr**
♦-»<f sí refiero el artículo anterior, el que tendrá la
^íi u'tld de resolver la restitución del funcionario, te-
002
nlendo en cuenta razones de legalidad, de fondo o
de forma y¡o de evidente conveniencia pública.
El Tribunal se comprondrá de oinoo miembros de­
signados; uno por el Poder Ejecutivo, uno por la Cá­
mara de Senadoras, uno por la Cámara de Represen­
tantes, uno por la Suprema Corte de Justicia y uno
por el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
Articulo I* — Los cargos serán honorarios y para
ser miembro del Tribunal será necesario reunir las
condiciones previstas por el Artículo 342 de la Cons-
t itución.
El Tribunal fijará el procedimiento a seguir en ios
asuntos sometidos a su decisión y a pedido del intere­
sado abrirá a prueba por el término suficiente. Ac­
tuará en papel común, las actuaciones no devenga­
Presidente de la Asamblea General le proveerá el per­
sonal y útiles necesarios.
Artículo <v — El Tribunal so constituirá dentro de
los diez días de promulgadla la presente ley y será con­
vocado por cualquiera de cus miembros, una ves desig- ;
nados tres de los mUnios. En su primera sesión desig- "
nará su presidente. ■ -i
Los interesados, dentro de los sesenta dias de le in- 1
lt gración del Tribunal, (beberán presentarse por escri­
to formulando su reclamación y articulando los he­
chos en que se fundan.
El Tribunal, dentro de los sesenta días de entabla­
do el reclamo, declarará si el reclamante tiene dere­
cho a reintegrarse a su ctdgo. La declaración se adop­
tará por tres votos conformes y causará estado. *
Artículo 5’ — Resuelta por el Tribunal favorable- :>
mente la reclamación del funcionario, la comunicará ‘
al Instituto al cual pertenecía, el que deberá reinte- J
grarlo a su cargo en un plazo de diez días, reconocerle ‘
.su antigüedad y abonarle todas las retribuciones que
•c hubieran correspondido decide el momento de su j
destitución a la fecha de su reintegro, 9
•
Artículo ge — El fallo del Tribunal Extraordinario
no obstará a la prosecución de las acciones interpues­
tas anu el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.
Artíeule V — A partir de la promulgación de la
presente ley los funcionarios- destituidos a que hace
referencia cá articulo l9 serán reintegrados en forma
provisional, con el sueldo y demás beneficios que co
rrespondan a su grado y categoría a la fecha de esta
ley, pudiendo sustituir los Organismos este reintegro
por una compensación mensual equivalente a dichas
sueldos y beneficios,
Artículo V — Comuniqúese, etc. ,
MortevMoo, 8 de mano de 1972.
Wladimh* Turlanriry, Representante por Monte- i
video; Juan R. Chente, Representante por
Montevideo; Rodney ArbmendL Representan- I
te por Montevideo; Jaime Páren, Repffaaantan-
le por Montevideo; Edmundo ítearee Netto.J
Representante j«r Montevideo; Carlea Baval--«
hnr, Representante por Montevideo; <Mrtag,j
Tcxeira, Representante por Salto’ SebartiáRai
Flfaelre, Representante por Fuysandd;
Sosa Días, Representante por Montevideo;^!
Hugo Retalla, Represen tanta por Montevideo;
Fernando Elichlrigoity, Representante por ;
Montevideo; Wflter Martínez Galllnal, Repte- '
sentante por Mr ntevldeo: Anton’o M. Sava^bú, j
Represen» ante rmr Co’onla; Luis I mas, Repte-
;
sentante por Sorlano; Wvián Tría«, Repre­
sentante por Montevideo.
 EXPOSICION DE MOTIVOS
En la anterior Legislatura fue aprobado, por ambas
Carnario, un proyecto de ley para iu reposición de
loa Hatajadores estatal*« destituidos por aplicar Ion
üíiecta o indirecta dt las medidas prontas de sc-
gundat'.
Bst* iniciativa, que instituye un Tribunal Extraor
diñarte y que dispone asimismo el reintegro provisio­
nal de los trabajadores destituidos, —o la sustitución
por el Organismo respectivo de ene reintegro, por una
compei isncion mensual equivalente al sueldo- , fue ve­
tada p>r el Poder Ejecutivo ai término del periodo, no
habiendo logrado quórum la Asamblea General, rn el
piazo lijado por la Constitución, para levantar el re­
ceso f considerar las observaciones interpuestas.
Sí bien la posición de nuestro sector es clnra y no­
toria in cuanto a promover la reposición lisa y lla­
na de los trabajadores destituidos, creemos que el pro­
yecto mencionado constituye una fórmula transac-
ciunal Aceptable, que repara una de lai consecuencias
más injustas de la aplicación discrecional y arbitra­
rias d? las medidas de seguridad, y que por tal con­
tó coi i el voto afirmativo de legisladores de los mas
diversos sectores políticos. Es de hacer notar que el
proyerto de referencia, aun cuando sufrió modlftca-
cionei en Sala, tuvo su origen en ¡a Comisión de Con*-
truclnn y Legislación, integrada con Previsión de la
Cámira de Senadores
Criemos que no corresponde la observación de ín-
consf i tuc tonalidad planteada por ei anterior Poder
Ejecutivo.
No solo porque es competencia de Ir* Asamblea Oe­
nera establecer tribunales t Articulo 85 de la Constí-
tucWn', óno porque, además en forma expresa el Ar
ileul> 85 de la Constitución establece en su inciso 5F
que en ios servicios público« administrados directa-
mea e u jor concesionario«, la ley podrá disponer la
forn ación da órganos competentes para entender en
Jas fcsinteligrncias entra las autoridad«« da loe ner»
vicios y sus empleados y obreros”. En cuanto a la es­
fera de competencia del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo, la ley a oue estamos haciendo refe
rrn< ia establece en su Articulo (P precl*am*>nte que
los fallos drl Tribunal Extraordinario no obstarán a
la prosecución de las acciones Interpuestas unte el
cítalo Tribunal.
P»r todo lo expuesto, y jmr tratarse de un proble­
ma de hondo cent enido social, que requiere una ur­
gen ¡e solución replanteamos como proyecto de ley el
<nrt va (orín aprobada por la anlerior Legislatura, y
que hemos comentado en la presente exposición de
mo Ivas.
Silo hemos introducido una modificación de/c DIF. ?
rác er formal en el Artículo 1° a los efecto« de rfic-l-f
sar mejor los casos sobre los (pie entenderá el lylMíj'
nal El proyecto original establecía "funcionarlos Jes-
ti ti los o declarados cesantes". La nueva redarcbui
que proponemos es "luncionnrlos destituidos, trasla
daros o sancionados" En correspondencia con esta
modificación, se Incluye la denominación "destltui-
dot” para determinar los funcionarios a las que hace
referencia el Artículo 79.
Montevideo, « de ma rao de 1IH2
^VUilimh Turiausky, Reprctsenlanhi por Monte
ríd»c j«stt h i henlá, H»|di■ |M
Montevideo, ftadney Arlsmendi, Represen­
tante por Montevideo; Jaime Pérrx, Represen
tanta por Montevideo; Edmundo Hoare« Metí«,
Representante por Montevideo; ( «rio» ftarsl-
bar, Representante por Montevideo; Carlos
00 3En discusión.
i»,rir*. Representante pur Salto. Sebastián
Miseírc, Representante por Paysandú, Daniel
Sosa Días, Representante por Montevideo;
Hugo Batalla, Rf presentante por Montevideo;
Fernanda EHchhlgeitv, Representante por
Montevideo, Wahter Martines Gallinai, Re
presentante por Montevideo; Antonia M. Sa-
rachú, Representante por Colonia; Loia
Ima«, Represen! ante por Montevideo, Ariel
Dias, Representante por Doriano; Vivían
Trias, Representante por Montevideo'*
31. — Repartido de un proyecto
Hl'.NOR AR18MENDI Pido la palabra
SEÑOR PREÑIDENTI. <PomoIo>. Tiene »a pata
bra <J señor Diputado.
REÑOR AR18MEND1 kíoclono para que se trepar­
la.
SEÑOR PRESIDENTE (Jotsoto — Se va a votar el
repartido del proyecto.
<8e vota.)
—Treinta y dos en treinta y cinco Afirmativa.
22. — Ree tifie ición de trámite
SEÑOR TURXANSKY Pido la palabra
SEÑOR PRESIDENT! Possolo) Tiene la pala
bra el señor Diputad«,
SEÑOR TURIANSKY -. Este proyecto se origino
en la Ocnnísion Ce Lejlahiclon del Trabajo de la Ca- >
mara de Diputado» fie t ata de un problema tlpicoj
d* legislarían labcühal, po* lo cual «ollcitamon que
proyecto se* envtatlo a e< a Comisión« la que, en todtaJ
raso, podría sef intagiaia con miembro« de la <Rfl
Constitución, Códigos, L gUiaclón General y Admbi
nUtración. 1
SEÑOR PRESIDENTE Poooio). — En discusión
SI no se hace uso de la palabra, se va a votar.
(Se vota)
—Treinta en treinta y dos: Afirmativa.
■— Aplicación de li Ley N* 13.981. Flato
la Comisión do Ihcienda para expedirte
»te en la Mesa una moción presentada por va
i luy legisladores del Part do Nacional.
Léase.
tSe lee;)
"Mor« Ion amos paro que la Comisión de Hacienda, en’
el plazo de treinta días, se expida sobre las solucio«
nes (legislativas o de r»ordenamiento administrativ
vo flnatidvroi definitiva.« a adoptarse para bao
efectiva ht Ley N9 13 OH de 19 de julio de 1971, w
lut: iQinmlíilmioii di' deudos
Uruguay Touroé, itoetor <Mtai. Marte» Boodd
Antonio Ameró» o Neben Coussín”.
 i"y*, lai.».
Hepr <?s nn tan t e

TEMA: DECLARACION RESPUESTA PODER EJECUTIVO A PEDIDO

INFORMES IRISION EX-LEG 15L ADOR Ariel COLLA?».

Se» i An C.RR. h abril/Q7-’

An* (ttpw-t'A <’>• l'otu-, j jfrut.v > el pedido

t.r usf'ii,),.•» fuiniuki iH pur vUv<r><>a (/i/».»dora* rr-
n-f-'nc 1,1 (»» i. <m (ít¡ tu i-.i doctor Ariel
Ctui^zcj - < lo >rem i>*: e- n<‘c».tra. Q ie
.» • ' » d<-l !*»>/<<•; f - >n h (>.>r hG< t ncdio u<4
•» «v ■ ■ <b , t ’ <■ > ' i *• ./i de ha
■».■i* i <.■«,«'I- ■ «. ». ,{• t *”m»
t ♦ .' ' '■ itlfHll I »»
riaivtk I <j। ।««»•>•«« *•» / í h< »i><
Kmlntv Art*r»t* •*»•> JLiáaaehíEk» ' r l' M‘
h»s í*rx< >ra t u» ■ tnta«l<» I ■ «, ,(M( VtvMMI
I n.» .; S«'hM»uén t lUt ir» , Ar»<' í»»*
' '■ vn । v< * r

( u.u » a ~ ib.< n * n ».«»<• u* n ■ ’*

004
 ¡MAS Lui i

TEMA: VKNUNC1A DETENCION INTEGRANTES FRENTE AMPLIO.

Sesión C.RR. 10 mayo/9?2

I Tiene la palabra <4 ¿¿^ttputadoímas

< SEÑOR IMAS. — Me voy a referir a un hecho que

hc Inserta en esta ola de arbitrariedades que castiga
i a todo el pueblo, arbitrariedades que se agravan; a
partir del 15 de abril cuando la Asamblea General
declara el estado de guerra interna para combatir la
.subversión.
En mi opinión las Fuerzas Conjuntas no atacan .
con éxito a loa sediciosos. Consideremos sus comuni­
cados. Los primeros comunicados, a partir del 18 de
abril, se refieren a operaciones que tuvieron lugar in-
tea de esa fecha, es decir, antes de la declaración del
estado de guerra. Los comunicados posteriores repiten |
los mismos hechos y los mismos nombres de personas
detenidas y ahora vemos que el Ultimo comunicado se
refiere n documentos incautados a loe sediciosos en
los últimos años. Hay, pues, todo un aparato monta«
do por las Fuer«as Conjuntas para pedir por pairta^
del Poder Ejecutivo una prórroga del estado de gtie^
rra. '1
Pero contra quien combatieron y combaten dura-i
mente las Fuer .tus Con) un tus es contra todo el Frente
Amplio, /illunun domicilios de comparten» y locales ;
del Frente Amplio; llevan presos y torturan a coni-
parteros del Frente Amplio; asesinan a ocho cumf«- |
¡
ñeros del Frente Amplio; atacan los fueros de loa le-
J glslndorcs de ente grupo político. ?
Ahora Introducen una nueva modalidad en su U-J
rha contra el Frente Amplio. Ayer el compañero ÍH-
potado Sosa Días denunció que durante un acto auto­
rizado y que se realizaba normalmente en la calla í
Juan Cruz Várela, organizado por el comité "Bolivsf «
Fraternidad", un Jeep del Ejército atravesó en actl- 1
tud amenazante por dicho acto. Esc mismo día, sába
do, luego de finalizar un acto autorizado oue se efec­
tuaba en el comité ubicado en Cno. Mendoza casi Ge­
neral Flores, cuando algunos rom parteros salen riel
( local un ómnibus de ücot, el número 38 que m» en.
* contraba estacionado con sus luces apagadas en un
lugar muy próximo— se aproxima y lleva detenidos I
, a veinte o veinticinco compañeros fren team piletas. /
• Solicitada Información a la Seccional 17* ésta dijo ¡
I que efectivamente el ómnibus de Ueot número 36 eti-
1 taba a deposición de la poHeía y haciendo una "ra» i
! zla” de rutina. Pero (.contra quién? Contra el Frente
I Amplio. Tratan de amedrentar M nuestros comparto-
; ros pero no lo lograrán porque la respuesta no te
. hace esperar y allí se realizaré próximamente un gran
I acto del Frente Amollo para repudiar esta actitud de
; las Fuerzas Conjuntas
' Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras
5e pase a ios Ministerios de Defensa Naeiqnal y dol
i interior.
¡ SEÑOR PRFBIDEMTE tOutiérr« Rute» - Se va «í
j votar el trámite «íliclUdo J
«Se vota.) J

| Veintinueve en treinta y uno1 Afirmativa, i

k ' ____ _ j

00 5 ¿
 IMAS. Lui

KalTS » tonte

TEMA: MOCION HOMENAJE ANTE FhLLEC IMIMiTO REPRESENTANTE

Edmunao SOARES NETTO.

Sesión C.RR, gl fabrero/973

"Ante el fallecimiento del sefior Representante

doctor Edmundo Soares Netto, proponemos:

P Que la Cámara se ponga de pie en homenaje

a su memoria.

2^ Que se envíe ofrenda floral a su velatorio.

39 Que se designe un orador pata representar

al Cuerpo en el acto del sepelio.

49 Que se remita nota de pésame a su familia y

la versión taquigráfica de los discursos verti­
dos en sala.
Ba raí bar, Marcheeano, Gutiérrez Buis, Ro­
dríguez Caí, Rocha Imaz, Tourné, Moré, To­
rrado. Batalla, Ellzelre, Trias, Fleitas, Boa-
da, JJtchegoyhen, Sarachu. Fachínetti, Plan­
chón, López Bal est r a, Gonzáles, Chenlo, Irnos, ,
Itufto, De la Sierra, Cousin, García Cos- 4
ta, Pérez, Gofil Castelao, Zeballos Salsa- t
niendl, Turiansky, Fernández Menéndez." |

-Se va a votar. 1

<Se vota.) - J
—Cincuenta y cuatro por )a afirmativa' Afirmativa. |
Unanimidad. J

006
23 6 42
 Repre >»n tan te

tema; planteamiento fueros raíz procedimiento militar

EN PROXIMIDADES FACULTAD MEDICINA.

Sesión C.RP. 2 mayo/973

SEÑOR IMAJB — Señor Preeidaate: lamentamos te- I

ner que molestar la atención de la Cámara para ha- !
cer un planteamiento similar a tantos que «e han ret- 4
teado en este periodo: un atropello de que hemos sido ¡
objeto los Diputados Chenlo y el que hablo, y también
el señor Diputado Durán Matos, en una operación se»
mejante ocurrida en la misma noche.
El procedimiento que vamos a denunciar está in­
serto en un operativo muy grave que tuvo lugar el
lunes 30 de abril, pasada la hora 22 y 30, y adelanta­
mos que va a ser planteado en Ja Cámara de sena-
dores. Nosotros simplemente nos vamos a limitar a
detallar Ja situación en la que hemos participado.
El señor Diputado Chenlo y quien habla nos retí- 1?
1 abamos de una reunión de la Facultad de Medicina, ‘1
en el vehículo de ir i propiedad, y como ya se «pro- «
ximaba la medianoche dos Jóvenes corrieron y nos pi- ’
dieron que los lleváramos en la dirección en que nos j
desplazábamos. Al llegar a Yatay y Marcelino Sosa $
nos encontramos con dos vehículos militares de los j
comúnmente I ¡amado* "camellos”, y en la esquina de
Yai ay y Ssn Martin se encontraba otro. Uno de Jos
vehículos, ubicado en Yatay y Marcelino Sosa, era el |
qiM» dirigía toda' esta operación, y un Oficial que es- 4
taba cerca, que creemos que era el encargado de la |
; operación, en un estado muy nervioso gritó dando or- j
den de que se detuviera nuestro coche. |
' Los iioldadoa se desplazaron corriendo hacia núes- J
; tro automóvil, no sólo desde eee vehículo que hemos i
t mencionado sino también desde los otro», en una ope-
* ración que evidentemente estaba dirigida a nosotros. *
Nos hicieron bajar, así como a los Jóvenes que nos
acompañaban; quisimos volver a subir al auto invo- 1
i cando nuestra condición de legisladores» pero no se ,
nos permitió. El Oficial encargado de la operación es- ¡
1 taba bastante alejado y a pesar de que gritábamos re-
c lamando su p»esencia, no vino. Naturalmente que loa ]
.‘oluiuii s .'.e limitaron u cumplir las órdenes que recl- .1
bían. Nos hicieron ir hacia la pared y nos pusieron
contra ella. Oí llenó que no« apuntaran y que se re- |
visara nuestro vehículo, tarea que fue efectuada por <
dos, tres o cuatro soldados, en un procedimiento que i
duio aproximadamente quince minutos. Cuando que-
ijsnn.’.s ver m que estaba pasando en nuestro coche,
no se nos permitió dar vuelto la cabeza, invistiéndose
por el t?ncargndo de 1« operación en que no debíamos
m’rnr. ton soldados que fritaban más jzróxtmos, que
eran quienes nos oían, nos decían que obedecían ór­
denes y que no podían hacer otra cosa. Al cabo de
esta operación se detuvo también a loa muchachos pa­
ra tomarle* declaración para ver si nos conocían no
no* conocían—, y finalmente nos dejaron partir ha­
biendo durado todo el procedimiento aproximada­
mente treinta m’nuto*.
Inteiesa destacar Ja actitud nerviosa del Oficial en­
cargado de cate procedimiento, que esa mioma noche
actuó <’n otro al que posteriormente m va a referir el <
señor Diputado Ltafán Mato* y que está relacionado
con un operativo qu* oonsiderumoe de «ama grave-

<u« Todo* ceta* operaetonee tuvieron lugar el ?o del HCP I

abril on distintas aonaa, con un deapUeguo militar y w ' *
ue coche« particular«, con persono* no unifortnatata 1
que nos retiraron la documentación personal y el T >AUU
net de legislador. Llevando este Ultimo, se fueron, a J
<íe|ilinar no /abemos dónde, y al tato volvieron, per*l
millendoseno* retirar, como ya dijimos, deepute ddi
11 cinta minutos. ,J
Este es el atropello que deseábamoa denunciar an*á
ie h Parlamento porque queremos que en algún luga» Y
■ im de documentado Jo que ocurrió en la noche del igx
<■ 'ilail uh./no. _____ _ < ,

007 2
 *1.- ■;-i

Rnrro/’entmtq

mi JUICIO POMTIGÜ ENAIOR Enriza EMO.

Sqai'-r. C.RR. 14 .lunio/97^

-ss «SÄSsafflasiSf‘
IMxrrtade«, hay también un hombre « jMW ** 1
hombre esencialmente polémico que despierta grao- <
w» cxpreníone» de amistad y a veces enconada opo- ,¿
Mcion de alguno» sectores, Se trata de un hombre que *
lo anteo que bu hecho en más de cuarenta aftas de ■<
acLvaiad pohUca es ofrendar su vichi Integramente j
al bienestar de sus compatriotas, para hacer de esta ''
República que hoy está en una encrucijada que todos J'
«oiiwcmoii, <•! país grande y felis por el cual soñamos ¡
y * ña i un nuentros mayores. '
Me resulta difícil separar esplritualmente a) orten*
tador político y al amigo de los sucesos dramáticos
de Jcm que un indiscutiblemente protagonista. En este v
Acntidu, haré el esfuerzo que corresponda por mostrar
a Ja (Juinaru y al puí» las íacetus fundamentales de ¡
un hombre íntegro, de un hombre de fiera honradas ,
y de autoridad tremenda; pero de ejemplar dinamia- ’
ino de un empuje que a quienes somos sus compa­
ñí a veces nos resulta difícil seguir.
Se traía de un trubaujdor parlamentario eficaz y
pejítivo. Bata c» la lista, que en asta hora deseo res­
catar, compilando antecedentes para evitar deainfor->
mociones que suelen perderse en el tiempo o en el
suceder de los acontecimientos. Uno puedo planteara»
cen tranquilidad política esta pregunta: ¿ha sido el
actual Senador Erro un parlamentario constructivo,
cuya obra se proyecta en el reconocimiento público?
Declaro que «i. En cada comisión de esta cámara quo
integró —las de Legislación del Trabajo, Instrucción
Pública, • Higiene y Asistencia— dejó el fruto de su '
competencia e intensidad en el trabajo.
Mo basta un» afirmación sin pruebas. Esto lo ex­
pondré a continuación, en parte, puesto que la se- ’
rtón parlamentaria del hoy señor senador Erro tiene '
nr> Mpiasnen tal que no me permitiría hacerlo en for-
I mz más extensa, poique deseo ser brevef Para impe­
dir que prosperen equívocos históricos me remito s
los trabajadores y a otros sectores populares. Mucha»
personas «aben de la importancia y del apoyo de este
admirable y combativo legislador cuando, perdidas
ic<u» las esperanaaa, íue en su tenacidad y espíritu
que encontraron, en la hora final, la ayuda que im-
pjdíó *e consumau? una injusticia o se postergase una
justa reivmdicMciáíi.
Reposaré mi» logros en ¡a legislación positiva del
país y su defeo** dn pausa ni detenimientos de la
.soberanía en su más amplia concepción y con sus miU
diversos matice». Fue propulsor de la ley de veiirte .
días de ilcenel» para ka trabajadores de la actividad ■;
privada; creador del seguro por enfermedad para los
trabajadores del ndro. obreros textiles, indnstras grií-
licaus. de lavaderos y tintorerías, de la madera, os-
r enle» y fot raje», siendo en muchas casos redactor e,
informante de eso« proyecto»; autor de una iniciati­
va que dio lugar entre oíros, a la ley ¿le aguinaldo ;
«xtencíldc luego a Jo* pendonistas a la vejes; autor
<«ei pinyecto de ley de seguro social integral, aber*’4
< ando el segura de paro, enfermedad, invalides ve* n
,'pz y mulita; .udmhsno fue creador de proyectas d*'4
ley de vivienda para trabajadoras y funcionario* t
i e Ancap. de la Administración Racional de Pueriin^*
del Tribunal de Cuenta». Registro Civil, O«e. etcéte- J
¡a. Todo», Mos .’•on proyectos anteriores a Ja Ley
ctonal de Vivlenaas. Fue propulsor de la jubilaciM¡¡
especial para trabajadoras de Vialidad. Hidrografía^
| de Ale, de obrero» metc/órglcos y del vidrio ___ ¿

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 4B*Oft XMAfc *■ Quieto «»testarte id »flor Dipu
te«M3Mio que yo i *0 compono mm opinión y que ade»
mée «roe» que el se lor Senador Brro nunca incitó n la
nolencio, como él dice,
Respecto al óltijoo proyecto que mencioné, relativo
a la Jubilación eejecial para loe trabajadores del vi­
drio. por iniciativa de! señor senador jarro y por pri­
mera ve« en el país se redactó un impuesto a la má­
quina automática pare compensar al obrero dcspla-
redo por el progreí 9.
En cuanto a la é efensa de loa sueldo» y a la relvln >¡
dicaelón del maestoo y la escuela pública, precisamen­
te su primera intervención en la Cámara fue denun­
ciando la falta di edificio« escolare« y el encareci­
miento del libro. .1 este respeto es conveniente que ’
yo lea un pasaje inda más, de la intervención que ?
efectuó el 5 de mi yo de 1988 con motivo de una in­
terpe! irlón sobre • mal destino de cifras mlllonarlas;,
recaudadas para 1|, construcción de escuela«.
Decía el entonela Diputado Erro: -'Poro lo imnor- ’
tanto, señor Presidente, señor Ministro de Instruc­
ción Pública y Previsión Social, señor Consejero de!
Enseñanza Primar! a, es que podamos borrar de núes (
tro territorio este problema del analfabetismo y que.
■ aquella frase lanuda hace muchos años como san-'
I «tienta ironía con re las Repúblicas de Latinonmóri-
I ra no tenga más rizón de ser que la de una cita his­
tórica. La frase ete de un político europeo eminente
en su tiempo, que llegó a decir refiriéndose a las Re-
* pública/« America» .s: las analfabetas repúblicas ame­
ricanas El día que logremos abatir definitivamente el
analfabetismo teñí remos más razones para sentirnos
más dentro de la 4?mocracU. y para agitar a todos les .
vientos la banderi de la libertad. Pero mientras no ¡
les demos a todos «tas mismas posibilidades, y míen- •
tras no sea preoel pación fundamental del Gobierno.,
í del Parlamento y He todos los ciudadanos, tendremos
j riempre esto eacapi. esta fisura, en el concepto de la
libertad y en el emeepto de la democracia. Y Jig^
más, señor Preside)te: cuando presenciamos en algu-
nos países de Amirlca episodios que nos sublevan y
nos entristecen vimos muchas veces que tienen sik
honda rala en esti! dilema de orden moral: vivir en*
un clima artificial de libertad y democracto o vivir"
por Ib verdad en la libertad y en la demt
, —, .... . —W H«l »■■■» ■— ~W-.II» ■
Esto era el pena uniente de Erro en 19&I i este ♦> el
pensamiento de E ro en 1971
Esta defensa de la cultura, de la escuela de Vaioia,
de) liceo, de escutas industriales y de la Universidad,
ne Inscribe en un * lucha que libró durante más de
un cuarto de siglo con tanto sacrificio como gene ,
rosidad, que lo lie* ó a abandonar ¿u carrera de dere» \
( ho y su especiali ación en Filosofía. Dirigió honora­
riamente desde la Biblioteca General Artigas do Op­
tan, un gran movii liento de biblioteca« populares, pro.
clamándolas como "centros vivos de cultura", reali­
zando por primen ven grandes exposiciones de To- ,
rres García, Barre las, Cúneo, loa mejores exponentos *
de la plástica nací mal a los que concurrían niños de
«'«cuelas y liceos d? distintos puntos de la República.
Aquella obra ehglada por críticos y pedagogos de
América dio como resultado trascendente la presen- i
da de pintores, gi abadores y autores, algunos de 1*
jerarquía de un t iunfador, primero en la Comedia
Nacional y ahora «n el teatro argentino y de Améri-
<*e me estoy ref rleudo a Wagner Mautone—. Fue
propulsor del Instli uto del Libro, de la Escuela de Bi­
bliotecarios, de la que es miembro de honor; de la -
Escuela de Bibllotetnla; creador del Liceo Doctor :
Eduardo Acevcdo, ie Colón, de escuelas industriales .
y de centros de vo ación artística. Fue disertante r-
bre problemas educ iclonales y de cultura en el Círculo
do la Prensa de Cóidobu y en la Universidad do Chile
Trabajó denodadan ente en la defensa\de las rique­
zas naturales: el hierro de Valentines, el uranio y el
manganeso.
Durante veinticin:o años sostuvo con otros ciuda­
danos la existencia de hidrocarburos, pidiendo una
Comisión investigué »ra de importantes resultados pa­
ra el futuro del paá|. lo mismo que la denuncia de los
contrato® petroteré|. rebasando siempre las presto.
de tas grandes irupos económicos aatinasionelra.
Mo retudtas y dé cunetas péWtaM serán necesaria-
■sMexate tostadas as» aewta mande w» Gobierno que j
cemento .nt&pwta ■ dW /xite á«wi|pe Ws
práctica los mecanismos enunciados por Erro hace
tantos años. ,j¡ . z
00 9
.»obre d costo y las «añóneles obtenidas por US em­
presas frigoríficas extranjeras. Quiero afirmar que
d en 19M y en 1987 se hubiera considerado el infor­
me de aquella Comisión, el país no vería cómo se le
siguen regalando miles de millones de petos a la in­ 1
dustria frigorífica.
Debemos agregar su lucha incesante en defensa de
los miles de estafados por lea Banco Italiano y Tran­
satlántico, integrando la Comisión especial al pro-
I (lucirse el crac bancario. Fue redactor a informante de
la ley sobre hldatldosís asimbtmo fue autor de la de­
posición que dio recursos para la lucha contra la fie­
bre sítosa
La apasionada batalla que ha entablado en defensa
üe la sobe, aula nacional, referida al Tratado de Umi­
tas sobre el Río Uruguay, es uno de los más bellos mo­
mentos de la lucha de nuestros hombres de Estado eii
defensa de los intereses fundamentales de la Repú- I
bhca. 4
Reivindicación de la isla Martín García; denuncia ’
. de los trusts que succionan nuestra riqueza, oposición
a los préstamos con el imperialismo norteamericano, d
denuncia de las amenazas da los militares brasileños, 'i
defensa de! derecho de asile; denuncia a la penetra-
ción del imperialismo; declaración contra las prue- /
has nuclear«?«; moción para que el Uruguay se dcsa- -j
filie de la OEA y del Fondo Monetario internacional. 1
A principios de 1962, en un acto político fraseen- ¿
dente, expresó con admirable visión: ' Infieles al pa­
sado seríamos infieles al futuro y queremos un fu- ■
turo nacionalista y popular, queremos un futuro tan *
। oriental como nuestro pasado, pero no queremos que
el pasado sea inetrumentallrado para estafar al pre- J
«ente y al futuro". En esa histórica ocasión agregó, a
‘Sólo exigimos para un esfuerzo fraterno y común, una
«ola cosa: un punto de vista nacional, un patriotismo
oriental qué esté erguido por igual contra la injusticia
social y ios imperialismos extranjeros; un patriotismo
que reniegue dé tantos oprobios como son los que hoy
nacen gemir a la República. Estamos adiestrando te
rará y el espíritu para la aventura más trascendente
de la vida contemporánea: la de liberar a los cocía-
visado«, a loe que viven en misérrimas condiciones"
Y continúa Erro; "O el Uruguay se traza un destino
distinto, empinado de fe, o perece en las manos en-
eanallecidas de algunos de mus prohombres. El paín
«e encuentra en la cruz de los caminos Si el pueblo
no se compenetra de esta verdad, todo puede eomplL
.^arae hasta llegar a una doloresa contingencia histó­
rica. La elección del camino «le liberación que sea ca­
paz de modificar las actuales estructuras, podrá evi­
tar las angustias que se intuyen. La corrupción do­
mina la política menuda, doméstica, de persecuciones \
y de predominio de unos poca» sobre los más —esto e*
< n 1992- "La política no e» una cosa maldita. La
dignidad verdadera puede entrar en ella n’n una hue-
da de deshonor y se tendrá que poner en manes de
politirre honestos, que eristim ao todos tos partid«.«
y tendencias, el limpió manejó Ódl podtt político” . |
Termino, ¿«»ñor Presidente y nefíorm» iégjsMkrt*esL
diciendo que este orientador iroliiteo se adelantó Oncea
.«ños a la actual realidad dramática que vive el país,!
! por Ja inserción en su historia de gravitación««! milla
tares que han roto nuestras libertades y soMlMMdO
todo el andamiaje institucional ya deteriorado.
declaro por todo ello quo no votaré, sin pruebas
DEP. nlundado juicio politico a un hombre do esta;
T jerarquía, que hace honor a las mejores tradl-
4 políticas de la República.
23 6 4 2
 IMAS, Luis
ASAMBLEA ORAL«

Tema: Ccnutitución de una Comisión de Módicos

para que fiscalice el estado sanitario de los detenidoei
(M oo,)
Sesión: ?7 y 28 de Setiembre de 1^72.

MOCION
Montevideo, 27 de setiembre de 1072.
i
Sr. Presidente de la Asamblea General,
■ :?

Don Jorge Sapelil. f

Moción amos:
K) El Ministerio de Salud Pública constituiré una ;
Comisión de Médicos para fiscalizar r»! estado sanitario ?{
de ios detenidos cuyos integrantes deberán poseer el '!
prestigio y la significación técnica suficiente que asegure ,
Información competente y objetiva. Hus dictámenes se
liaran públicos. Esta Comisión podrá actuar de oficio, a í
requerimiento de los Ministerios de Defensa Nacional c
del Interior o de la Comí don de Legislación do la Asam­
blea General. <Hu deslp.nr ción se hará antes de los diez
días de la fecha, y comenzar i a actuar de Inmediato.
2°) El Poder Ejecutivo debí r;i concertar dentro de
diez días con la »Supremf. (’orle de Justicia un procedi­
miento que: a) garantid* i todos los detenidos cual­
quiera sea la Jurisdicción a que accedan, la libertad de
elección de sus defensor \s y la comunicación periódica
con éstos: b) determine Irs condiciones rn que podrán
ser trasladados de sus lucres de reclusión los procesa­
dos sometidas a U justicia pcnc.l ordinaria, a cuya ¿lis-
poelción continuarán estando el todo momento.
Enrique R, Erre, Zelmar Micheliní, Enrique Rodrí­
guez, A. Francisco Rodríguez Camuaso, Jorge Da­
rán Maltón, luidro EUhegoyhen, Luis Imás, Juan
Cítenlo, Walkw Martínez Gallinal, Vivían Trías,
Daniel Sosa ¡Has, Jaime Pérez, Oscar Brusehera.

01 o
23 6 4 2
 TM \S. Luí»
TIIRL.

Tema: Mooiór para que se dealare urgente la

mooiór por la que se deareta la liber­
tad de detenido*

Sesión: 27 y 28 de Setiembre de 1^72.

L'v-a» Ja moct'n r«.f rn ,

(Se lee:) ¡
1 t
"Proponemos que la Asamblea General declare ur- >
Rente la moción por la cual se decreta la libertad de los «
D2 detenidos bajo el amparo de las Medidas Prontas de J

Seguridad. — ielinar Michell&j. Enrique R. Wro, Isidro 4

F.tchvMioyhen, Luis Imás, Vivían Trías, Eduaido viera, Os- 1
<ar Bru.scbera, A. Francisco Hodrmup« Camusso, Enrl- j
qvo Hodrq'/i*’/.. I»*»7’VllLÍP M;1,!'T, f2íí't t
¡lin»b üunlel-^ms FJbw, ./am e PM's >’ (uañ ÓncftW’'
 IMAS, Luis
ASAMBLEA URAL«

Tema» Moción para que se deore te la libertad

de todos loe detenidos bajo las Medidas
Prontas de Seguridad,

Sesión» 29 y 30 de Noviembre de 1972.

Léue la moción número 7.

(Se lee:)
"Mocionamos para que la Asamblea, decrete la líber-4
tad de todo« los detenidos bajo las Medidas Prontas de Se­
guridad que fueron en su momento liberados por los Jue­
ces, — (Fdo.) Roberto GilardonL E. Erro, Lula Imis. Jai­
me Pires, Juan Chenlo, Rodney Arismendi. Edmundo Soa­
res Netto. Enrique Rodrigues". ,

01 2/T& f
 ‘V*

j V K i,.L í ; y 4^r iX J, í J.110

^cj.ckA, j .i: ‘Lu.o

? a7 ¿2-^9

0o 1/f g 7 6 4J
 RODRI 01J E7., Enfi ri j e
Servidor
TemaiDetonoLón de »in '’rimo de ciudadanos
en la ciudad de Santa Lucía (Canelones)
Sesión:C SS. 15 Febrero de 1972.
> £o* senadores etoctos bajo el Lema “Partido Demó-
orata Cristiano” solicitan Informes del Ministerio del In­
terior sobre las rasos es do la detención do un grupo de
ciudadanos en la ciu< ad do Santa Lucía, en el Departa­
mento de Canelones, entre ellos del <octor Ramón Leg-
nani.
Se lo dará el te unite correspondiente,
SEÑOR RODRIGUEZ. — ¿Me permite, señor Presiden­
te, para ocuparme di esto pedido de informes?
SEÑOR PRESIDI NTE. — Tiene la palabra t i señor
senador. 1 j
SEÑOR RODRIGUEZ. — Señor Presidente: de la lea- |
tura escueta que se ti a realizado de este pedido dii infor- £
mea, no -surge la gra 'edad de los hechos que ahí se de- |
nunclan.
Quiero enfatizar «obre la importancia de este pedido ;
de informes que ha realizado la bancada del Frente Am-
pMo, para que, con la reí onancfa que pueda tener en esta
sesión del senado en qte se Inaugura un nuevo periodo
parlamentario, el señor Ministro del Interior no realice
una oora burocrática atusando recibo del mismo y ex­
presando que se varo a b lerotigar estos hechos
Estando en las postrt norias de este gobierno, y siendo
el señor Ministro del Itt-erior responsable de una serie
de hechos realmente InaicHto* que están aconteciendo a
lo largo de todo el país, bajo su mirada indiferente pa-
rece que este es un ten a que debe ser evacuado antes
del P de marzo. 4» -
En esa fecha, «ule sel or Ministro irá a otro MtnMtert»
o no irá a ninguno —ojal» que no fuera a ninguno perqué
es un personaje que le lia nacho mucho mal al pni* y
a las lioertados puolicas- pero, ante» de ir al deaUnt» que
chgne darle el futuro I retidente, queremos que se aspa
P$n e-sie toenado que lo i u* m dentad* en ese pixhde
de informes es un heciu harto grave.
En primer lugar, se denuncia que en ia ciudad de
Santa Lucia, se realizaron atentados con bombas de grao
pouer contra pequeños omnercios de la zona —do« lia-
mañas bouciques, que son comercios casi insignificantes—
y otros, pertenecientes a notorios militantes y voluntes
del Frente Amplio, duianie ia madrugada, siendo cUstro-
zados sus locales.
En Un, es una situad >n que .solamente en estado de
guerra es posible que se curan esos nesgas.
Por supuesto, que esto, inllltunlCb ilrl Frente Amplio
no se amedrentan y denuncian e*to* atentados i>nm ¡as
autoridades del Frente Amplio, y ante .sus vecinos, quie­
nes deciden solidarizarse, c imu no puede ser oe otra ma­
nera. El primero en hacerlo es ew gran personulidid de
Santa Lucia, —por ser hijo de este pueoio y pertenecer
a una familia conocida da de hace dos o tres gene racio­
nes en esa localidad— coiux ido por todo Canelones y, tam­
bién, para el que sepa algo de la política de este puta, por
tooa la Nación: me rene o al doctor Ramón Leurunl,
vastamente conocido en todo el Departamento ue Uune-
iooes y particularmente, en ese, su pueblo nativo
K presidente del Frente Amplio y candidato a la in­
tendencia por ese partido que, además, contó con una
gran votación en el Departamento de Canciones, por el
hinnn de solioarizarse con estas persona* agraviadas cu-
»taas tatroa duNMNttadl k, e» tomado preso, es enviado
fitoMtagta* se «tal ira purgando el hecho cía ha­
ber reeuuHMdo sastra el aieslnuse oooarde realizado por
un grupo de frorororo, etálroas dtl*«taMtai wpa-
radon por las fwr*» d# H PoHrtw y'eff NffiRsfrMiMFÍñr
solamente hacen ia vista | urda, amo que, prácticamente,
controlan cuando esos atentados se cometen, sin llevar
preso en todo este tiempo, uno solo de los atacantes.
E! fiochi Ramón Legnani es actualmente un prieta
nero en ese nefasto y tone oroso campo de concenl ración
que existe en Punta de Rieles cuando se .sale de Monte*
eMta 'PMr iti Caminó Maído iodo.
-1(5. ■
nosotros
hemos n’hi
pilo dé la ciudad de Artif as, —
de Paso de los Toros y de algunos b*rr|TO dlfHaL
Cor. el aeñor iegl¿ladoi Erro estuvimos el sábado OR
et Barrio Conciliación y el día antes en el Barrio ¡Lezicá,
donde potentes bombas, en un Jado hablan Incendiado
y destruido un local de] Frente Amplio y, por otro estu­
diantes de agronomía habíi ji sido detenido*, encapucha-
Es la coronartóo de serte de brota* ero* de
nunclp llevaría una seeión entro» M
Qulero referirme expresamente, porque pude vivirlo,
a ia situación de la ciudad de Pando.
Allí, un militante democrático de la Lista 99, portée I
nociente al Frente Amplio, tamoíén, por el hecho de que-
rer enterarse respecto de lo sucedido con un grupo de 1
frenteamplistas que estaban repartiendo maniíleótoa para í
un acto a realizarse y que tenia permiso legal, como fue i
el que llevamos a cabo el 4 de febrero en la plazoleta I
El Gaucho, fue aprehendido. El señor Rorrean!, un auten- J
tico demócrata, conocido en toda la ciudad de Pando al *!
ir a reclamar por su libertad, fue también él detenido y íj
llevado al tenebroso campo oe concentración de Punta de
Rieles,
1 ■
donde estuvo once días. ' ■ |
*
Señor Presidente: un simple pedido de informes no |
da una Idea'de lo que hay que realizar en este país para V
terminar con este crimen permanente que se comete con- ■
tra las libertades. No hay garantías para los ciudadanos
que no comulguen oon la doctrina oel gobierno. Existe
j la amenas» permanente no eolajnente de llevarlos presos, i
sino de asesinar a todo el que exprese de alguna manera 1
su adhesión al Frente Amplio. Ni qué hablar de lo que 1
ocurre con loa comeroiantes de Santa Lucia, donde sus Jj
pequeños comercios son bombardeados —como vimos loaro
otros día*— por bandas faseistes tenebrosas, en la ma- 3
~ drugada. ______ __ ______ _______ ____ ________ 1
SEÑOR MEDERO0. — ,,Quién ordena tro? ' |
SEÑOR RODRIGUEZ. — Los que lo realizan. Sabemos 1
que existe una organización para-militar que organiza 1
eso. Conocemos, también, la existencia de un escuadran 3
de la muerte en nuestro paú y ia llamada Juventud Uru- 3
guaya arrodillada y de pie, como dicen ellos, que tiene 1
la protección abierta del Poder Ejecutivo y oel Ministro J
Sena. *
4 Uno de ios dirigentes de la, JUP fue encontrado en ■
1 una localidad del intenor, en el Departamento de Treinta
y Tres, oon un arma 00 alto poder en la valija as su
í automóvil, no haciéndoselo molestado, siquiera, para ci­
J tarlo a la comisaria. lm decir, que tienen plena impunidad
$ para reaiiaar toda ciase de atentados.
I
J Todos sabemos que cada uno d* estos atentados os
í' seguido de inmediato por el pasaje por el lugar de una
“chanchita”, ue un “ropero”, o de un “camello”, que son
J la* denominaciones que les dan a los instrumentos ao
represión dsi Ministerio asi Interior, quienes controlan
1 que el atentado se efectúe, sin que Jamas *e haya per­
i seguido a una sola persona.
«
J ■n este caso de Santa Lucia, como se ve, no se ponen
presos a loe que cometen los Atentados contra las vidas,
4 propiedades, cienos y niños, hijos de esos ciudadanos, sino
que se encarcela en un campo de concentración al can­
’Í didato a la Intenaencla por el Frente Amplio, hace dos
’ moses, a una persona estúnadliiíma en toda la región, co­
mo es el doctor Legnaol
81 el señor Ministro del Interior cree que un p.'dido
de informes ron» este, puede str simplemente sustanciado
mediante «m papelee burocrático, contestándonos dentro
de tres meros que empezó a enterarse de lo ocurrido,
a los efectos de tomar medidas, nuestra voz volverá a
oirse, porque no pensamos claudicar en la, defensa de las
libertades denocráticas y a este nuevo gobierno que se
Instalará le decimal como al anterior, que no cejaremos
en la lucha permanente por asegurar de veras la libertad
3ue el pueblo logró con su esfuerzo, que no ha «ido regalo
e nadie. Ya que hemos tenido que soportar este oprobioso
proceso pre-eiedorai y el elecloral. no le permitiremos
ni ai Gobierno de Pacheco ní id próximo de Rordaberry
que sigan pisoteando las libértalos, que sigan amparando
a ios fa*císta* y poniendo en jd*ego ¡a libertad y la vida ¡
de los militante* democrático*,,,
Señor Presidente; con este fundamento j
el pedido de Informen sea evacuado de Inmediato, porqué 1
creo que de su* resultancias pueden salir medidas má* .»
duras a adoptar por el poder Legislativo contra este go- 1 I
bierno ensoberbecido y partlculs.rmente, contra su Mlnis- < ]
tro del interior, -o j
0Ù2 ig
23 0 41
 •RQbRVSJRí, Entrile
.»quad or
Tema: Moción para deeignar Comisión
Investigadora sobre presencia
y actividades de un Escuadrón
de la Muerte,
.Sesión: C,SS. 15 marso, 10 mayo, 23 mayo 7 6 junlo/197?.
Los señores senadores Michelini, Enrique Rodrigues,
Erro, Rodríguez Camuiso y Terra formulan moción para
que se designe una Comisión Investigadora lobre la pre­
sencia y actividades d< un 'Escuadrón de la Muerte".
ERROR RODRIGUÉZ.* — Podría hablar S minutos,
media hora, 2 o 10 horas sobre el Escuadrón de la
Muerde, relatar su hatorin, etc., pero, en el momento
oportuno, si hay necesidad, si corresponde a los inte­
reses del país, lo haremos.
La moción, como lo dijo el señor senador Erro, no
fue mía. «’no formulida por loa S sonadores —ahora
somos S, lo que pasa que el señor senador Echegoyen
se acostumbró mucho tiempo a uno y tiene reflejos con­
dicionados, pero la vtrdad es que ahora somos S, rei­
tero—, del Frente Amplio. El señor senador estaba
acostumbrado a que ya fuese la bancada y por eso me*
le ad***dteu a mí, per i, repito, ahora Mcxnui* una ban
cada de 5.
No voy a insistir sobre eso, por las razones que
expuso el señor Presiente con todo juicio, ya que aho­
ra queremos sacar este asunto relacionado con la mo­
ratoria y las ejecución >e Pero en el momento oportuno,
tal como lo aconsejó h Mesa se rectificó el eritagto, en
lugar de pedir que se incluya en la orden del dU -—no
es este el momento— pediremos que se trate el asunto
del nombramiento de la Comisión Investgsdora. En ese
caso, si el señor senador Erhegoj’en tiene paciencia,
j^odrá escuchar alguno pormenores relativos al Escua-
■rón da ia Muerte. J $
«Oh
be de mencionar al terminar su intervención el hecho
que plantea un tema relacionado con la Mesa y con la :
Secretarte de la mtema, en ti cual no gé si ha liabido
omisión.
El primer día de sesión, nuestra-bancada presentó
una moción para nombrar vina Comisión Investigadora
sobre el Escuadrón de la Muerto.
No estoy reclamando que se hayo vedado sebee
blas; lo que no puede ser es que tratándose do una mo*B
ción presentada por un sector, no »pareaos en 1a orden1!
del dk |
SEÑOR RODRIGUEZ. — Quien) decir que m Egu- q
ra en la orden del día y no se «abe, tampoco, cuándo d
se va a discutir.
Independientemente de este pedido de informen que i
realiza el señor senador Erro, que corre por su cuenta, R
el nombramiento do Ja Comisión Investigadora tiene que q
estar en la orden del din para en el momento oportuno, 1
considerarla y nombrarla, si ate lo decide el Cuerjo. a
y ’“ -
«J’K’IIV00:**“01 ..... o» «kÍuí jnl».
J
á en •Si-??^®5íiP¿ObIcn“.h?z uru moció« presentada,
día’ 5n e ,uS®r •*> qu<? corresponda,
a?1* Un J?unl° Cl,ratu,a(jot nombramiento de
I •*” w t™*- p”° -
¿
MENOR RODRIGUEZ. — Quiere decir que debemos
peduio como grave y urgente.
f\ c
¿J ó 4 3
 1
8JBROR RODRIGUEZ Muy brevemente, .señor Pre­
sidente, aunque lu noche aún es joven, cromo diñe un
estimado colega al que ya no veo por acá con mucha
frecuencia, lo que me i'stá haciendo pensar alguna cosa
que no quisiera, fiegún el reglamento no se puede pre­
juzgar. * £
En cierto modo, Cíe parece, señor Presidente, que |
comparto la esencia de¡ último planteo lormu'ado por el
señor senador Fcrrelra Aldunate. en cuanto a que, por
Investigar demasiado, Id que va a suceder al final es que
no averigüemos nada, ) peor que esto, que votemos una
moción de tul latitud -ahora se propone incluso inves­
tigar en el extranjero j ara lo que supongo que habrá que
alquilar helicópteros o aviones a reacción para averiguar
qué ocurre allá o por qué dan autorización ciertas Go­
biernos, o qué ocurre c< n las flotas de la A.N.P. y la draga
del M.OP. o ir a los h pares más remotos - que sólo ha-
gamo* el ridiculo c’u*cuíer cosa señor Presidente, me­
nos hjcer el ridiculo ;;
qtrt* el S^nadó de m República podía caer en
posición de ridícuk1 y es preferible que, en definitiva
wreda aquello a que el pueblo está acostumbrado
que e! Senado quede sin número cuando se van a votar
las mociones en serie t se acostumbre a saber que esa
e$ la clase de Senado < ue existe, que no hay otro, y que
eso e-, por otra parte, lo que me parece que está suce­
diendo ' *
f> tn»ta de ¿medular tal romo se indica en la mo­
ción de los señorea do la Unión Cotonada R«•leccionista
¿Pero es que vamos a discutir o a investigar las causas
de ta InsutttíhMa que i Ríate en el pata? ¿Vatro« n inve«
tigattas causas del da •equilibrio político y Metal que ha
llevado a euta situación de cunfrontactonesl ¿Vamos a
investigar las causas del aluvión de violencia que ha
acaecido en nuestro jais en tos ultimo« tiempo«? Eso.
señor Presidente, lo estamos discutiendo, que yo recuerde
desde hace cuatro añ®.. desde que un señor Ministro del
Interior fue a ofrecerle al que entonces era Presidente de
la República 100 votos .Molturado« en la Asamblea General
para apoyar la implantación de las Medidas Prontas de
Seguridad.
Desde entonces habla ahora, señor Presidente, en la f
medida en que hemos podido , 4
qYh no »'Ma ri .semi M-nndm Snivel ■ ( nuil que tema
quien discutir
En la medida en fue hemo. teñido cotí quien, en
la medida en que encontramos contendientes en el Go
biemo hemos discutid« profundamente las causas más
hondas do esta insurgí hela. Hemos mirado muchos as­
pectos del problema y todos hemos aprendido algo, por
que de aquol prtmltiVl incidente que fue lu quema de
una goma «n la caite C errtto y que según el Ministro del
Interior de la época --que ahora está en Europa como
gran jurista internad« nal y que fue uno de los pródro­
mos de las medidas qt e hanta el día de hoy sufrimos
no era importante, ha| a ahora, hemos esttulo estudiando
los hechos.
Cuando vienen aqii loa teínas sociales, económico». *
Lu moratorias, y cuanc o »1 señor senador Zq|¡rfUa dt ian ¿
.„.J
ej.(........... a
Martm « Ir ponen KM inucho. »
USX -- |
fo que aquí Jrri,n^^ bruta tes. qu«
- 1« voladura •!•• lo • ••‘•a <i- «m-
"'d< ttT £'.•
conocen y. ''¿^^b^ian elndlXmeñ'te eT w"
MtMtádM «<■«« - ¿uta, por rodos lo-
i'< •» nlMuoa de f,toí .
Froponem» « bayo
ei.ta investigación j .
004
Sobre la otra insurgenciá, fié MiMmehte que han ha­
bido comisiones investigadoras, sino que ha estado in­
vestigando el gobierno entero. Han desfilado 18 Minis­
tro« del Interior, han traído expertos internacionales de
todo el mundo, así como toda clase de implementos para
ayudar a la investigación. Pero no solamente esto, sino
que, frente a uno de los hechos de la violencia han ve- ,
nido a la Asamblea General y le han sacado el estado de
guerra interno, la vulneración de las derechos individua- *
les del artículo 31 y siguen Investigando. Ahora, lo que 1
estamos notando nosotros, es que no se investiga estas
fuerzas de la derecha, que están utilizando el clinui crea­
do por el gobierno y por sus medidas así como las qura le
dio la Asamblea General, y además, todo eso está siendo
usado para combatir a los que se oponen al gobierno en
el terreno social, para los que han formado fuerzas po­
líticas que se oponen a la poética del gobierno, para ame- 1
nazar de muerte, para asesinar si pueden, ¡ meque, alga- '
nos que estamos aquí, estamos por pura casualidad. Digo
esto porque el poder de las I rombo» que ningún senador,
salvo los amigos, se dignaron a ir a mirar jus efectos,
colocadas en los domicilios de algunos senadores, demues­
tran que no eran solamente paza asustar a los chiqui-
línes
Todo eso proviene de lo que podríamos denominar la
derecha, de la« fuerzas fascistas, de las que quieren lle­
var ai país a! borde de la guerra civil. Aquí se han ex-
presado cosas que yo no me hubiera atrevido a decir. '1
pero como es lepetlrlas, simplemente, me atrevo a ma- ,1
nlfestnrlas. f?. que se repite comúnmente por altos jetar- |
cas, de que nu solaniente ellos no desean eso, .vino que se 1
ha dicho, inclusive por parte de un senador del gobierno, ■
| el doctor Ravenna, que <>l señor Presidente de la Repú­
4 blica expresó "que esas 18 bombas que eatnllarun <‘h lu
3 noche estaban dirigidas contra mí‘‘ Eran < ontra él, con­
tra el señor Presidente. Natílle cree que fueron tiradas
$ en el domicilio del señor Presidente. Eran tiradas contra
| una presunta política que sería contraria a la utilización
{¡ de ese clima de guerra civil que fuerzas o>curas quieren,
| sí, utilizar.
«
Cuando esto acaece, no.aitros winus propaganda La
, propaganda quiere decir que todo el que hable sobre esto
es un enemigo del Ejército; que todo el que denuncie tal
o cual cosa es un enemigo del Ejército
Aquí ha »Ido sufícienteuuute aclarado pur vano* se- :
ñores senadora», que es al reráo, justamente: las fuerzas
que denuncian lo que se realiza en tala maleria, son las
que quieten un Ejército tai como lo estabilice la Cons
tit.uclon, al servicio de la» frcmUrts dó¡ país, de la sobe «
rama na> lona] y de la defensa de la nación. ,3
Lo que planteamos es que se investigue lo otro ixnque 4|
lodo esto se está Investigando, y el Poder Ejecutivd esta ||
dotada de todos los poderes, para hacer to que quiera, „'»I
inchirfó lo que no debe hacer, pero relativo a lo que ello« U
llaman la sedición, que tiene diversos nombre» porque tle- n
no varios orígenes y mochan explicaciones. ¿O quieren X
transformar esta Comiuón en una Comisión de estudio a
de la filosofía de lu violencia? ¿O en estudio de filosofía 1
política o para discutir entre materialismo dialéctico ,y 1
materialismo histérico y hacer <d ridículo tinte el país? 1
Ma: M«t W W e l»M» w la mv^Ntlgación 4» organismo» *
.HE
paraptffrdaOw Uwfu»tadhi en lugares concretís del aparato“
del gábiemo, que ífcailzan 'a obra de provocación política,
¿ qu** no solamente auca a loii de extrema Izquierda, sino
a todo al que no se someta a este clima ele terror, que
hueca la creación de un estado de guerra civil y quiere
Acvamo* al borde de una confrontación interna. A tal
¡r uto el tutfwt Presidente de la República diga que
‘•m* íuerop tiradas tor tas él. sin haber rozado
dqul ré su dWntóíw „
kmc t s el proUemu que hiy que erradicar. Erradicado
í\
este problema, que yo sepa, en ¡a Gotnistoit no se va a
proponer que se le quiten k» poderes que hasta ahora
<lrne el Poder Ejecutivo para combatir la sedlciion
Nosotros hemus votado contra ¿le Guetta
huno. Como sector hemos VOtad¿ in «UuUuMUpu
de ¡a.s 'jaiantias individuales, y no lo hicimos en ausoluto. ,
porque nos faltara patriotismo. Es porque esto que Mta--á
lando fiésde ios primeros días de marzo, pi- ~
sácennos que está siendo utíli-
do de Gwtrra interno y la limitación
dé (duales también están siendo utíli-
«adoa por etemetteoa al servicio de 1M fuerzas oscuras de
la ultra derecha para llevar al país a un callejón sin
salida y no r,ólo para combatir el Frente Amplío. Es para
eliminar y liquidar a todo Mnél qtte na fiteirqué el paio
:1 este ihivlon fascista que W qmWt MfMllr « ÍMMHltro
!M!* ”• ■ 231 tJ 4 3
o i. .na.- que leer
Vér contra qu¡ón van dirigidas en esto»
aeapa nadie y, los que simplemente si* supone que^B
éfUtl Ohftversundo con un sentido que yo <ícl>o considerar
pdtHót&O, pifé qiúe la sangre no llegue al río y basta
de muartes, y no solamente c|gl lado del Frente Amplio
atM ¡o ba dicho can toda responsabilidad mno del lado
W e»M persona» también ya son amenazadas
í’toipo'.-T í ¡'He dé roñ^íllílClmi. w tféitmtí & m páeTricá
pn Eil.ei quieren llevar ai pal» al borde de la guerra
civil, ^eguramuite teniendo yu sus comandos organiza­
do» y prontos para asumir la responsaWlMad del país
 f

■< :-.v ".-I. -. KtAmiMUA A-MtAWW S .

ÑEÑrQR RODRIOtEZ. — Sobre este último incidente, SEÑOR RODRIGUE}: — Como yo soy fitaBte,'
nosotros no queremos opinar. Nosotros nunca hemo?; prac­ también, de la moción, es de lealtad decir que interpre­
ticado el atentado íniividuai, y cuando fue necesario lo to cabalmente el hecho de que un grupo de senadores
hemos repudiado. importante haya votado, diríamos, en seco, las propues­
tas realizadas anteriormente y no hayan votado nuestro
La incidencia, en si. no interesa. Lo que pasa es que aditivo, no significa una negativa ai concepto general
el señor senador —y termino con esto- deiea que nosotros que nosotros exprsaaaMM,
hagamos una investigación sobre un hecho que no sólo ■ ....... •.. • .... ..... —- -W

se está investigando, sino que el Pod^r l.jecutivo entero En cierto mofa «s una ommMoúi ewgeima, producto
no hace otra cosa que hacerlo dia y noche, a todos los también c’e que nosotros hace tiempo estábamos insistien­
niveles, utilizando poderes económicos de gran magnitud. do también sobre cate tema esencial. Insisto que en el i,
Está usando todo su poderlo físico y medios de transporte espíritu del Senado queda claro que ninguna votación
fabulosos, buscándole en todo el país, los está comba- , ha significado una repulsa o rechazo al espíritu inicial
tiendo en el Olimar. íx>s está haciendo paco menos que a de toda esta discusión que íue absolutamente claro.
cañonazos como en Vietnam. Asi que éste no es el pro-
oleina. Lo que planteamos nosotros es otra cosa.
Por supuesto, cuando la Comisión se reúna y los B,
Parece, señor Presidente, que el señor senador quiere 6 o 7 miembros que la integren, entrarán • considerar
eludir el asunto. Le pregunto ai señor senador: ¿hay o no el tema teniendo en cuenta el espíritu con que esto se
que investigar --al hay documentos fehaciente;;-, en el discutió y nuestro representante en la Comisión dirá lo
seno cíe las fuerzas que tienen que garantizar la paz del que tenga que decir, así como otros señores senadores
pasa, si hay elementos incrustados que buscan llevar al dirán lo que ellos tengan que decir.
país a ¡a guerra civil?
Bao es lo que M está discutiendo. Lo otro, no sola­
mente está investígl do y votado veinte veces desde que
existe Pacheco, sino que debe tener una promoción dife­
rente poique no lo t an podido resolver quienes tienen en
sus manos el ixxlcr. En cambio, «te problema de grupos
Btaactetas incruvtadoi ¡ en aparatos represivo» importan­
tes del Estado par* conducir al pala a la guerra civil
—¡levando la alarma al propio Poder E)c cativo- no hay
ni dte que ¡o esté in /estibando,

.. ,,a ■< ■ ■ a ,
SEÑOR RODRgíUEZ. Crtf que yn no habla nada
que discutir. Me pasece que en tres minutos votamos ¡x»r
si o por no y entramos a la orden del dia, porque la discu­
sión ya la hicimos extensivamente, y ta»sta con lujo de
apasionamiento, M»gj n yo recuerdo. Entonces lo <¡iu> hay
que hacer es votar’ dado que fue un a «unto que quedó ít
pendiente. Es un asunto de orden que hace un me» que está
< n la Mesa. Inmvdi itamtnte posamos a a orden del día.
Yo no propongo discutir. "i
, *j . '4SÍ - ■*- .'*HWr|»»UWl|l '»M **»<—***«*

SEÑOR RODRIGUEZ - Es posible que a raíz de los

vaivenes del Senado, el seftnr senador no estuviera en Sala
cuando este tema sei consideró.
Este asunto fue üscutido extensamente y la única jn-o-
hlemática a resolver era la de si se votaba una u otra mo*
J^ión. Las mociones estaban a punto de ser votadas y el
Senado quedó sin número. Esto significa que la discusión ya
estaba hecha y tanta es así que a la moción primitiva el
señor senador Singtr incorporó otra.
'

Lo subrayo: estibamos en el momento de votar, porque

la discusión ya halla sido hecha. Había que decidir d se ¿
votaba mis u otra moción, o si las dos quedaban sin ios vo-
tos suficientes.
Este es un astil to de orden que había quedado pendiente 4
porque el Cuerpo quedó sin número. No se trata de pro- :,íl
mover nuevamente la discusión de si buy necesidad o no «
>e M<vr la investigación, porque la misma ya m había $
reohzatk1.
Si ¡os señare» leñadores ahora dicen que luego de todo ’
esa. cuando ya ewtaxi exhausta la discusión, han encentrado
nuevos nú mentía gara promover «Uoa la diacusíór, mi otra >;
gOM, Yo no enctMgro nuavw «tememos a tener en cuenta.
. - r.,v -I''■ ■ ■’ -'4
Para mí no» yáUfia tea de antee. JCn oenaecuenm«, hay que
votar « o ¡M «v, y nada máa; «in prueba del "nueve *.

00 5 » i1
 ROMGUEZ, Enrique
"anadoy

Toma*. Atentado« cantra «u domicilio y

del «enador Nichelini.

•‘melón: C.5S. 10 Abril de 197?.

señor rodrigues. — Mor pretaMto: pedlha

verdad ti dijera que me es indiferente esta serie dé ex-
presionen individuales y de grupos y sectores que han ex« á
presado, en ¡o personal y en lo político, su solidaridad con a
no: otros y un repudio a ios hechos de que hemos sido .x
víctimas No diría la verdad tsmj>oco al dijera que no
creo que tengan ninguna Importancia política. No es asi.
El hechq de que estas palabras se hayan pronunciado por
parte de políticos muy veteranos en este país tiene un
significado, el de que más allá del origen que cada uno
dé a e.«e problema ,y más allá de cómo se enjuicia donde
eomiemm la violencia y cómo se va generando, y más allá
de como «e entiende que cuando se lanxa el primer disparo
no se sabe cuál es el último, más allá de eso, señor Presi­
dente, hty una comprensión mínima —porque las pala- 4
broa tolo». con todo el respeto que por ellas tenga (es- 1
temos en el Parlamento) si no son acompañados de los $
hechos, son palabras porque cuando las palabras so 1
pronuncian eso puede ser <no podemos dejar de ínter- 1
pretarta* ast) el detao de que se tmnaforaM» en hechos 1
,qve hagnn que «»artas cosas que parecen ya irrepamhiM 1
puedSU «0 ser imparables — del problema de la vio- ’
’encía. Me parece que asi debemos interpretar las pa- .
labras que aquí ae Ivm pronunciado que, par supuesto, en
lo personal agradecemos, como ya lo hemos hecho per­
sonalmente a ¡os señores senadores.
Sin embargo, creo que nosotros no ¡xxlemos —por lo '
menus, desde mi punto de vb»ta— dejar que Cite acto se
transíoi me, Minphuueuie, en una demostración de cw-
mirradcna senatorial, es decir, que frente el i-gravio, fren- J
te al Maque y id peligro que han corrido la« vicias 4h> jj
dos de sus miembro», el Senado es conmueva como telt ^1
ante sus companeios, por ios ptúiurOi corridos. haciendo íjl
pensar que ios pi obiemas de ia República, por eso mismo, I
eNtaii Imy mas aliaiizndu# que ayer.

Digo, señor Presidente, que así como no practico, en

política, la íiipocreoa, no quicio practicar tampoco la
ingenuidad. Nosotros no hemos compart an antes ni com­
partimos ahora muchas de las posiciones qm? tienen Al­
gunos de los miembros de <sie cuerpo y no nos dejamos
Arrullar — digo “arrullar” por decirlo de alguna manera—
por estos palabras, en algunos casos muy onerosas, so- .
bre cada uno de nosotros, por parte de los señores sena­
dores. 81 asi lo hiciéramos, ello podría, en algún t.^o,
exaltar nuestra vanidad, exacerbarla y hacemos creer que
puesto que todavía existen en la República cueipos Le-
putativos que son capuces de pep**** 104 tamas sobre la
mesa en esta» condiciona» y se pueden decir cierta» co­
sas, más allá de pioÍuxmIas discrepancia» que nadie igno­
ra, lo» temas p«*edrn no ser tan graves oomo los creíamos
en el memento <o que virno* nuestra» casa» dMtroxad&s y
el peligro de que nueHros seres «nás querido» 4p|apare-
cieran de la vate 1 tattibtan Moteo» «bUíM*,

No es lo importante ai una persona, que caté en kie

avatares de la lucha política, deja su vida en ella. Pw j
lo general .sucede que cuando esas personas han sido ’
honradas y han demobtiado que su vida ha estado entre«
gíida ti una causa justa, más tai de o mas temprano, más |
alia de sus propias virtudes, agrandándolas ei propio pwá-
blo por el cnrjno que sienten por ellos, por ¡os que luchan i
realmente, se trunM minan en bandera», j

Nosotros, hace ya mucho tiempo, hemos creída que ;j|

lo tnaa importante es luchar y que lo secundario son 10»
peligros que esta lucha pueda User.

Itadaws hoy, como liemos dicho en el transcurse

de mucno» ano», dexde que asta violencia comenzó a to­
mar tas .’ormai agudas que todos conocemos, que no s«
puede equiparar, incluso las formas extremas de la vio­
lencia, incluso las ternas de la lucha sobre las cuales

i. HHn.^ur al jnwbi« » »y&MlMiteSlfg

;t ìmmarw < <<;no una ciectiva tuerta
desplazar a M. .atlnif ^k'hle.í que OrrtrrtWlH ctW!W|^
hay que desplazar do ¡ms palancas del poder por medi| J,
del pueblo organizado, y ni no creyéramos en «SO, eeUM m
riamos en otra ciase de lucha. Hí estamos en esta no «l'W
por temar ni por creer que es le menos riesgosa» sta» 7
porque creemos que es la Justa,
IkMetres, per «apuesto, podemos haoer el enstosM i
—no digo yo, que no lo liego porque creo tener < <m< ¡en­
cía de c»«ao surpse «ferias esreunstenclas que llevan a
multata «Atento» de ta* eeMsIMidMV 9™ 0 fM
v/n*r, « tranzitaf
de aquellos formé» de M
allá de lo que *e diga, wn
régimen injusto, son formas
latente y (.-reviente, a cnim ne ooma-
tieron sin. rizón, son formna de ¡r.,.fenjM1 fe

Ucia aeumulaliva que significa te exten*»^, 0 te tajtaP

'.¿•a» y el «u)uechi>mi'>nUt de las de
tas 4k ,,r ,iV 'il’lcitx que ” wMyMl
¡tapié-1 u-'• -»■ «te w
¡encía aue hoy hemoe dtatabrj«dt>
bllldades de «aber muy pronto y muy Oten y muy en de­
talle dónde se forme, quiénes la resillan y «toae es «H»
mita, porque por algo e» el gebWita
 la^oí — w te aitftt te im oAwifiA iw MBNA0QMI
SI Nosotros fuérttnos el gobierno, tío vendríamos a
decir aquí que no MDrmna que tales o cueles cosng se
producen y quienes IM realizan, porque esto es imposible.
Quien analice ei procé o de la faaclsffzncíón del país, ouien
analice el surqlmlcnhj de Irs organizaciones para-milita­
res, quien analice cómo esas organizaciones, con la com-
pPieencH del cfoblam« —y, más que del gobierno, de las
clases sociales reirrest"as que han utilizado a los gobier­
nos para su política r grenlva y de clase- . llevan a rabo
sus planes, verá que no se ha hecho nln^nnn clase de
discriminación entre mo y otro tipo de violencia, A la
prueba está: el papeliio que me delaron a mi en la mu­
flan» de hoy —y creo me también le d*|nron uno similar
al compañero MlrhellJil— dnriii: ‘’Comunhtn nscMlno*’, es
decir, oue era dlrlgldij no sé a quien. 91 os dirigido n mi
come comunista. « mu’ha honra; si es como asesino, bue­
no, que lo demuestren
Pero nn se trata de eso Re trata del contexto de la
onernrlon nolítlra nuá se rrallzu cuando $o hace la Inti­
midación de los milltintes del Fronte Amplio, ruando »o
hace la Intimidación de los mllltanios do I» Izoulcrdi,
cunndo vo quiere hncei esa confusión Interesada en cuan­
to n lo nue es el Freí; te Amplio, donde en un caso es el
Fronte Comunista, en otras el Frente Tiip rn’«ro Fn i»
e^eslón do los nacionalistas, de b»? ImUWjh nvo w
s^Bnn en este Señad», de personalidades fan Impo-r n-
terde! Partido Demói rata Cristiano n»m« el doctor PH
Rodríguez, y d trové» de mi mllltanclá comnnl’tn de la
cual no voy a abdicar se ve que e| Frente Amplio es lo
que es, y no puede s® confundido con nada.
tai que pretendan confundir al Frente Amplio con
otras cosa.s v o través ilc estos »tentado* 11<»vpr a una con­
frontación nohtlcn ove termine en In violencia con la
cadurld <d de 1,i<? libe tndes ya ro/ortadn* existentes en
este país, foo fuerzas mu» nrlúnti ron conocimiento. Por
ahora m hablo r!e f'ot ipllcldnd Para hacerlo habría que
dar nombres r anellidus eme. por otra parte, están muy
cerca de ser tenidos el l»s m nos de cada uno de noso­
tras. Las algias se conocen, los iuvarer donde los Inte­
grantes de esas se reúnen, también se conocen
Todo eso es conocido p quien menos puede desconocerlo
es el Podar E¡wuUvo.
Nosotros Miamos escueto indo, pacientemente, a tos
Integrantes del Poder Ejecw vo en 1« Comi-ló» del Se­
ntido, y las tesis que <e qukren otener. son U* cono­
cidas Detrás de todo < «to hay, un pro; eso que ha llevada
a 1* formación de unt fuerza poli »ion nuo aspira a tomar
eljppder. con todo derecho, en repieaentariún de loe mc-
sociales nue se tan uniendo, nuís nUi d* ha defl-
nWnes tradh ionules jue, ello* ú, iyan comprendido que
no son las determinantes.
Hemos Mctichsdo, repito en el sentido, que da lo «te
se trata es única y exclusivamente de combatir rohim
una organización tenebrosa nue hace necesario que el go­
bierno que eslé pleno *<|e pod ares de toda el iso, para com­
batirla 'ir tn.mrn ts Entorn es, ruando hay que com­
batir efectivamente, ce otra ío que c/i llaman violencia,
rMuitAmos atacados senadores del Frente Amplio, perso-
nniidade* como Ramón Legnani y otros personales que
no tienen tampoco nma que ver con ninguna clase de
conspiraciones, como k ocurrido en Mercedes, Paso de
lab Toros, stc.
■■> ■ ■ ■■ ■■■■ / ■■ M /■
Daate «te punta 4 e vut* f desdé la oposición que
nevdtea eí Frente div*nmlnamos. diría que aten-
wvterte »■'j*» ’/4k> etrtl ado, actitudes mucha* opor-
J s< í>vA'**av qu* ev'
tte toe» f>ó
*mos 1--
fí*;ídé«' -áe ’^4 > W* í *d*r^'E>n>er)fé cop
4* ’.fet dd* » )• V/rtot^
a’ i» «a
porque líbeme ’ '** < ‘ .4
enseta avarmdi «m no
r’rucdsu manera, 4 4(1 i.v*-» ¿ U.ft o»r%'Fes c.rdfít-
< lo*
ptedm, efeematsens^ jcbc«vñ4r c >u*ó«í<
■w
0. UM
Entonces, cuando a un delegado del partido opositor
que, presuntamente) puede tomar el poder como conse­
cuencia de un acto electoral, le pasa a tres centímetros
una bala que pudo asesinarlo unas días antes de termi­
nado el escrutinio, no podemos creer que sea una casua­
lidad.
Asimismo, cuando a un candidato presidencial se le
tira un tiro equivocadamente en un piso en el que no
vivía y a otro candidato presidencial se le hace un aten­
tado en Rocha, no podemos llamarnos a engaño.
Habernos y, el primero que tiene que saber y sabe
que todo cao Heno un centro conductor y qu» puede» en­
contrarlo, es el Poder Ejecutivo. Eso lo hemos dicho y
lo seguiremos diciendo. Lo vamos a probar. Cunndo ten­
gamos. la prueba fehaciente como se pueden tener en
organismos tan herméticos ¿ouo los servirlos de infor­
mación de cualquier país, 11 vamos a traer. Pero e"» es
una cosa. t>n lucha va a seguir e Jnc’uso va a «c^ulr 'on-
tra o enfrentándonos a senadores eme en la noche dé hoy,
en lo personal, hah dicho las rosna generosas qué todo»
hetpos escuchado. To vamos a ha?er asi porque, o bien,
por una actitud política r-n.-w no grieten v< r al?o que e*
evidente o bien, efectivamente no lo ven y entonces cons­
tituyen uri peligro. Por no ver .son un peligro para, el
desarrollo futuro 4eí país porque entonces, éste ira inevi­
tablemente a una confrontación violenta que, pe* su-
Ítuesto, por los intereses que nosotros defendemos, nunca
a vamos a tener. No la queremos tener porque somos los
hijos de esa violencia creada por las clases explotadoras.
Nosotros nd la hemos creado Ui violencia siempre la
crean lia clases explotadoras. Repito míe m dr>M»nmue
ese camino, y pomo no lo careamos siempre dlten.'udmns
perfectamente, aún rn loa «rctore» que pueden lí.i m:*r--e
adversarios, a las personas que ttoJtlMm actitudes positiva*
y constructiva* frente a todo cite problema.
Ese problema existe más allá de las «|tw íu;uí
ue han dicho y que, por supuesto, no voy 4 desmerecer.
Este problema Jo vamos a tener que seguir planteando
|K>rqiic Ift incidencia de hov. en el flemón, no nuede
por arte de magia, que un océano embravecido se con­
vierto, por una serle de discursos dicho- con bu<»nn vo­
luntad, no dtecuto, en un hi»o tranquilo. Esas agua,», están
embravecidas por abalo. Quien puede tonv r medulas drás­
ticas en horas, o |>or lo menos en días para guo loa sig­
no* má» terribles de osa violencia que quiero cnl*r;»r vid s
y matar opositores a) gobiorno, es <?l gobierno por . er tal.
Tiene en su» manas todos los servicios de Información,
mucho* miñones para usarlos en ese sentido pero no los
umi y todo demuestra, a través de la d’cuslon de la Co­
misión del Senado, que no los quiero utilizar.
W) pnM ‘lW totortóteci'n *n qué ptidí^rn .^-r un <
erbieslón <Já armofiiá, ah, una loma h cono la q ic Im.v
hernia v|yiao. porb yonop sípmpre ha actuado en este He-
nado sin IdproH’esfa AslitpaLdo eií ¡ó que tiene de po*
sitlvo la amblad per>on«I y el aprecio de cada uno d*
l'M sefinres <>bo ex retar que las posiciones
políticas AKtán pof* enrfrrí« dé tote íw y pH» allA.dr lo
que esta mv'he aqa! se ha PxptcM.dn, que m ^ho igra*
decenios, sabemcMóV# loó temas eslón ptomeedoá con U
ml*mn acritud fn él sentido de que no pueden hacérse'
eqmpnmelones entré Violencia y yloj^nch. La violencia
de arriba sobuncute los de arriba la pueden arreglar
El excondrlio de la violencia dá derecha, el iónico que
npfde deshacerlo en pocas horas e;i el goblern-l Acerca
d¿ lóá grandes problemas de la vloloncUi de abajd, no
sotros ya hemos dicho nuestra palabra
Cuando planteábamos las grandes soluciona » a. 10
fielés, láf nacionalización de la Bancit. la reforma .«-r.-n a
M mnhüótfá de la deuda externa, la na< lonali-
rwííófl dé lai iftiprífUTHl y de los monopolio»», asi como
ü jq? qué sé hubieran npuc. to a un
/«hwfF'íá, éfMfinon arménlfarnenio Jimíoa po-
f.báMif o w> ütWvrn-ArfKTi, pttv K nuestra era una po-
< íó» a*rnAfgdj,T lu-ti* llquidadál las raucas profundas
í? U* banderas qué «i levantaban en noin-
9
 153—C. 8 CAMAMA DB SENADORES
bre de esa injusticia para abatirla, ya no tenían razón
de ser. Los que ei tán a, nuestro frente no hacen eso Bí-
guen pronunciante las can a* ds la Inlustlcli cadt vez
mái como lo muestra la situación actual y sólo apelan y
requieren fórmulas de represión.
Cuando acaecí n hechos t/»n sublevantes como los ocu­
rridos en la mafl ina de hoy, por el hecho de haberle
to. ado a senadora. en eso estoy de acuerdo con el se­
ñor senr.dor Rodríguez Camuso de que aquí no se trata
d? que a esos efecto* tengamos algún fuero especial—
debo decir que pan ce que al Senado lo ha crnmovldo más
porque han sido, j latamente, d>s de sus integrantes, los
atacado» frente a otra* cosas que han sucedido y han
tenido gran reperc usión.
Cuando estas i oeae llegan a este clima y en el Se ­
nado se oyen esta» voces, yo digo, con toda buena vo­
luntad, que ojala ella* permitan encontrar el cam’no
de que la* mismas, <o sucedan y que el destino de nuestro
pal* no sea el del enfrentamiento violento.
Reitero, —y 1?rmino con esto— con la misma so­
lemnidad y seriedld que eso, fundamentalmente, está en
manos del gobioni i, en manos del M nía Wo du Defciuui
Nacional y del Mi ilstro del Interior.*TT
SEÑOR PRER DENTE. — Tienela palabra el señor
señad Montaner,
SE )R MON’. AN ER. — Sviwr President© : no pon-
saba hac uso de la palabra, pero para que no se in-
terprrtr ii\drb dan ente nue tro silencio. deseo expresar
mi solidaridad coi l'<s términos que aquí se han cx-
puesto, refe te* m ente episodio tan oscuro.
Al entrar\al fleclnto se me manifestó que el señor
senador Caputila a hacer uso de la palabra en nombre
dej sector para firirse al tema. Lo hizo en forma muy
acertada. Poro n* compañeros también «Intiero i el
deseo de exter'or tr su pensamiento e hicieron uso de
la palabra por lo e nosotros, en este momento, también
io hacemos
Lo hacemos en objetiva, por encima de lo que
puede ser disgres’á carácter político, porque nom-
tro* siempre hemol re< rizado h vintone!*, no sólo Ja
que rx!«tc de’ tro d» m Iro infla, alno I* que »e mani­
fiesta en el Viejo Conti 4* y en cualquier parte de la
t erra. En la tarde de hoy\no* conmovió la notici* del
asesinato del indù* rial Sanustroj que ae llevó • cabo
recientemente en Ü Argenlnu».
Esperantos sup *rar wrta dtapa seiaga que vlv* cl
pals y no Vamo« ft »ntrar on rne moment© a huscer Jos
rcsponnablc* de ext* sltuacl6n nl\ extenderno» mi»
quo aquf so ha hub Indo eon ar Ie fl o de lo* di* tin to* as-
peetvs de vste cpiso ho desagradabk».
Loe seres huma m* tenemos virAides y defecto*. E*
lóg eo que estas coíis, con el cgoísrrW) natural que le­
ñen o* todos y que tenemos que repryn'rlo en funció
de ¡a inteligencia, de la educación y « le la culiura
sernos dado a conotcr el episodio que y»a ocurrid
lo* domicilios ¿e loi señores senadores nichelini En
rique Rodriguez, y tue esto atentado Incuso pud
cernas lamentar 1* lérd da de la vida de *U* seres
rído» y familiar«*, £ que hubiera h«*cho el \plsodio
doloroso aún, nc* ce amuevan, noii hagan sentir el dése
de realizar esta* *¡ opresiones rechazando e*\e tipo de
cosas. \ y«mitad, y un gran respeto p<Vqni? se que han
Entiendo que li mayoría de los comnafteñoM, que
todos ellos, han tdda sensatos en su* expresiones,jorque
si no hub ésenlos mostrado nuestro repudio no acraamos
d gnoa de ocupar u ta banca en cate Cuerpo. Loikqu*
n » seniamo« en olii a no nos creemo-, ni ni dos ni 10-
fetac, pero sabemos que tenemos una inmensa r»s, pn-
sabilidad y que tenemos que actuar con hidalguía y <\>n
regpeto y con un criterio bastante mós amplio en todu*
iM WWW ' 'f
008
10 de abril de 1272 — N* 18.808
Al señor »enador Enrique Rodríguez, tocado muy |
de cerca r el episodio —comprendo perfectamente «u ‘
estaco de mu— le aseguro que no tiene por qué du
dar de euál\es el estado anímico de todos los compa I
ñeros del Cuerpo y que esto va a ser un motivo y un
estímulo más, ara que todos hagamos un esfuerzo a
fin de que est Uruguay vuelva a ser el paí* que fue
antaño.
SEÑOR MIC LINI. — Pido la palabra
SEÑOR PRESIDENTE. — Tiene la palabra el señor
senador.
SEÑOR MICHELI Muy brevemente, ■eñov.l
Presidente, porque en pXc** oportunidades como> ésta
deseo ser absolutamente brio, ?
No puedo negar que soy hombre temperamental,
pretendo serlo, de profunda* firmes convicciones. Sés|
por qué lucho, a dónde quiero \egar, sé donde estén mi* '
amigos y sé donde se encuentr mis enemigos. Y no í
puedo negar al Cuerpo que las exgres’ones vertdas aquí, |
por hombres con los cuales disent o* en materia ideo­
lógica y conceptual con respecto a\Jos fines del país y
cu i loi cuales, además, antes de l\>y, y seguramente
mañana, libraremos ardorosa# batalIX*. me han
clonado ya que entiendo que las exprés tes son sincWI j
y creo, en algunos casos, excesivament generosa*.
No creo que «ca la noche de hoy oportunidad
en que un problema tan Importante com C’te pueda
abordarse. Siento que el pate se le escapa lar mano*
a todos, y que más allá de los propóa’to* y
voluntad do muchos señores senadores, otras
centros do poder, conrf donan, orientan y dlri
que c.i e! pal*. Esas fuerza* y centro dé poden
«o encuentran dentro de nuestra L’erra, «ino
ella. Lo más grave no e* su existencia, sino.
vcces, la negativa a reconocer que existen o la
m tengo porqué presumir mala voluntad en nln
integrante de este Cuerpo— a ver que esas fuerza*
túan.
Mañana o pasado —yo tengo una idea b‘en clara, I
blen definida, y que no heocultado nunca a_ este rea- J
_______ ______
poeto nv’ste procedo que vive el país y el pueblo totl-J
nonmerii no- - noMotro* daremos nuestra opinión en
Inxtnntp e que Mintamos que no i"fnos et emiro do
atención y ur en modo alguno puedan entenderse nU<
tras palabra como li reacción legitima, pero nó ob*^
Unte legitim s'empre Interesada y, además, profur^ta*
mente «pasión a, do quien le ha tocado vivir un^^B
lo» «piaodlo* m Ir.grato« de su vida politica.
Agradezco, oncea, muy sinceramente a todos los
señor«» •enac'orM a expresiones que han tenido y
quedo reconocido a Vio*
Nada más. 1
SEÑOR PRESIDE . Yo quisiera, aunque •él í
que no tengo la pos bit id de hacerlo extensamente
estar ocupando la Me a, adherir a tocias la* expresiones! I
aquí se han vertido eotX respecto a este deplorable! J
odio. Pero también me h sentir, anta* por haber
honrado con este cargo, rgulloao de tetar presi* I
do un Cuerno en el que o* sus integrante* han
entrado tener dignidad.
No podré explayarme por la Presidencia pero
digo a lo* señores senadores. a los unies me uno una
sido verdaderos luchadores por sua i<ealex,-, y que lo
han hecho en forma correcta y pacífica\ que nunca su-
plmcM que nadie Jo* qu siera hacer call*r\.n esta forma.
Por primer» yez acontece este hecho.
23 Ö 43 "%
 RODRIGUEZ, Enrime
Senador

Tema: Atentado contra personas y bienes.

°e8ión; C.Sñ. 17 v 17 Abril de 19'?2

00 9
< 643
 T vida parlamentaria del país: la presencia del señor Ml-
rnstro, su cx|MHÍ<!ión y jxm icriormente la discusión -en el
nwjor sentido de la palaira - do todo el Cuerpo, a lo»
efdctos de aclarar las exj resiones que se habían vertido.
)Esta aparición en vscei'»» dos llora« y media después do
votalo, pura oír una serio de m»umest aciones que, nidural-
menti merecen réplica pur» »kur conformidad o disentir con
«»lio», vio tiene precedent®, en la vida parlamentaria, jxir
lo me ' >s, que yo conozca.’
La ■upclón del Mlnfetr»», hacer uso de la palabra y
luego aducir obligaciones - no tongo porqué no creerle, ul
contrario,\ pienso que tieni muchos compromisos, por su­
puesto, y luchas responsat illdados- para retirarse de Sala
sin espera: siquiera, el |M rmlso del Senado pan» hacerla.
no tiene precedentes.
Cuando jwnnunck» estet palabras, no es mi intención a
los problemuAqiie ya tlent el Cuerpo, agregarle uno más,
es decir,
i no pn endo disentir con los señores sonadores sobre
«I la
1 actitud ¡idi sefior Mirlstro encuadra dentro do lo que
es la técnica pnroamentarla y Ja natural relación de poderos.
No vino aquí |x»r nusitro jodido, sino a solicitud del
grujx» del gobierna que lt> respalda y advierto desde ya
—porque me obligará, en el futuro, a hacer la nrvgtinta cada
vez que se planteo Vina slt »ación parecida que si hubiese
sabido que lo únicoXque fisime«« a eeeiichnr ora un mnnó-
logo, pnr más sincera S’ pm dtfldn que fuera, huhi»‘«i» votado
en contra, jtornur n«r ndmt lo la relación dp TWhh»r«*s «| no
en merced al diálogo, n l| natural <•/»»if»-»rifación v onfren-
temiente de opiniones Im Iuív» como bien puedo «IniMp
hs* »•nert/»« ék» fa oxfxV i id »n del «-«ñor MlnMro que mere-
frn aprobación Nn trn<4 11nffftn Inconveniente en destacar
que cuando el Portar Eli altivo se compromete os él. y no
el Ministro. Me huMera gi Ul »io tener presente al señor MI­
nistro, para hacerle alquilp observaciones sobre el léxico
que «igue usando, no obstar tu Ds reiteradas precisiones q ip
hemos hecho No son ’as IVet**’”11 Armadas 1»« que hablan
ni e! señor Ministro el qno <w compromete, sino el Poder
Elecutivo. E’l (*s tan solo yi Vitérprete de lo que aquel re­
suelve y va a hacer.
Me siento obligado o une« una precisión muy clara.
No puedo or’illar mi des/ig ndo \1f“»dc el punto de vista po­
lítico v »»arhim«’otarlo ñor la .íVtltod del señor Ministro,
que nos dría »In el natural cuntí Ior, dicho esto, también,
en «'I meinr sentido d<> la p dab>*>i. ; A nulón h' «llcrutIrnos*,
¿a quién le rebatimos?, oulén\le hacemos precisiones
ahora, dado que el s -ftor se indo»- n\i\'cnnn, interpretando e|
xentlr de sus cnmrrtñeriR. requirió I
xeftor Ministro, pna’isamcntt para «*nh<M’er li» situación'*
SEÑOR CAPUTI. ¿l ie permití Hcñor semi
SEÑOR M1CIIELIN1 • Con muchfe gusto
SEÑOR CAPUTI. Q1 ter«» 'Cñalar\qu».« el
nistro en su exixisiclón croo que dijo por\dos veces x<4eb|
demente autorizado por el P< der Eiecutivo’\ Por eonsig'iieií
te, el MinM.ro habló en au ralidud de representante uflcial
del Poder Ejecutivo.
SEÑOR MICHELINE —- No es mi ánimo »lamlzar con
los señores senadores, que también se han q» ado sin p|
responsable de loa dichos, col io so sostiene vulg nentr
Lo que puede rebatirse de esa pnrte, |n ue puede
hacerse como «»xnreslón de condona de hecho» q»lp surcóle-
ron en la noche do ayer o lo que pueda decirse c o npro-
hartón do .tlguno d«- sus coteeptos. no tendrán ul con-
tendor alguno
pipo que dt d ' el puní » tic \ isl.i i
ex tih i'tik-f^lhvlctilo que rti t i '* i «ofít«l, c
más. Cada vez que se requiem la presencia de un
o éste se ofrezca nera venir » c--á m el «entendido de\qne
permanecerá a di,;n'*im<Mr‘ ón|. Cherpii ana vez que laya
ü*rmub«fc> vüé manifestaciones 0 Qbalas aficjinai y de lu manos que aprl^tap ios gatillos, este
Exprés«» des<e ya que cuando nosotros hagamos uso de
la [wilabra, muy rnentnblementc vamos a tener que refu- i
tar o poner en du\t algunas palabras del señor Ministro, ¿
sin poder contar c > la aclaración correspond l«?nt o y, iwir ;
supuesto, »in pretende involucrar a los señores sen adore«
cn esas apreciaciones q vamos a emitir. I
E.-tas son, en tono men\*. para no dramatizar, la* pre
cisiones que queríamos form» »r.
SEÑOR RODRIGUEZ. PiV la palabra
SEÑOR PRESIDENTE TieKi' Id palabra el Mftor
senador
SEÑOR RODRIGUEZ. Yo tamba ;i creía que íbamos
a tener un cambio do ideas con el señor Ministro y, en •+
realidad, es bastante insólito el curso que el señor Ministro
le ha dado a esta reunión, porque Ja lectura de un cimu-
nlcado do prensa, que leeremos en el «lia «le mañana en
Palos los diarios, que el pais yn ha o-cuchado a través de
las radios y la reiteración de otro, qv.c también publi'ó la 4
prensa con respecto a los atentndr.s habidos en la an’evís-
pera y la afirmativa decisión —por ahora de palabra-— de
terminar con t<xlas las fuerzas que quietan llevar a la Repú­
blica. «’Videntcmente, a un clima de guetra civil y de con­
frontaciones que sólo pueden reixirtar beneficios a los ene-
itiiyos di» ¡a Nación, no es qna wa »»ara merc»cer la expec­
tativa que despertó. No hay nada más que ver la presencia
de muchas |x»r>tonas ajenas al Cuerpo. escuchando esta dis­
cusión, para damos cuenta de Ja expectativa que había
creado la decisión del sector qik' apoya id señor Presidente
<lc la Rvpúblkn, de que el señor Minhrtro de Defendí Na­
cional vinirr« a cx| mer su pensamiento sobre tan grava.»
problemas.
El Minístio se ha reticado, el Ministro del Interior no
ha concurrido; paro creo que el Cuerfio puede y debe dis­
cutir, si es que lo corMidera cnmrenicnte y yo, persona Imen-
U*. algo tengo que decir, en el tono rná¿ reposado pisib’e,
jicro lo voy a decir. Entonces, el nehor Ministro tendrá opor­
tunidad de enterarse por las versiones taquigráficas de lo
que aquí se exprese y supongo que los miembros del Par­
tido de Gobierno, que han reclamado la presencia de lo«
Secretarlos de Estado en Sala, se harán cargo do Jo que
nusotros pcnsaini* sobre lo qv« erttá ocurriendo en el país
en función dr la actuación de eso» Ministras qt e ellos
mismos han llamado a Sala y, en «"’¡erto nvxln. serán lo*
trasmisores ante el Poder Ejecutivo de este problrtY<a.
Señor Presidente' voy « hablar, no lo duden lo» aeftores
scnaduicM, |; use i do <h» una inmersa ruda d? dolor, de una
inmensa cuota <!«• amargura, »»erque lo» siete ootrtpnftorcM
<,im han xldo axeslnado« ftalvajcmrnt# frente á mu l’-cal jm»t-
(Idnrín, q su viejo y querido local partldório en la calle
Agraciada, son auténticos militante»« revolucionan ios, son
r«míe «te» pueblo, son gente surgida dt las entradas de la
cías«» obrera. Ello» minea fueron a rvndhrar un puesto a
nadie, han pasado v pasan muy grandes nrr^sj'iades. Son
gente a la que b>s diversos sectores po’itieos «I® este país,
en muchas cami iñns e’rctoral ’s, los habrán encontrado en !
esa labor anónima v ti«»mrnda, va para la venta de
rilarlos de nuestro Partido, xea para las pegatinn»., para las
colectas callejeras. Siempre en es» trabajo paciente, tenaz,
que va creando un Partido como el que nosotros queremos
crear. Todos Jos que han caída ahí sínodos, pertrn«‘cen a «M
condición H'Xdal y son de esa contextura moral y política.
Alguno« (<e ell'is podrían ser ejemplo para todos Jos que es­
tarna« aquí, p<w*e hRñ dado, seguramente mucho más de
lo que hemos dado muchos de nosotros a la causa do la
Hbprt»«ión de la clare obrera y de la creación de una con-
fienria revolurionaris y pr^tnrmiata m los trabajadores
Esa gcujto que ha cabio por «star defendiendo desar­
mada un local partidfirio, en momento« que la« hordas fas-
ciJuk < un suman 14 uventod»»« tía una tola poílw y «q ti«»»
.ido«, wlnmenfét puede hacef é<wf fareá éfl
has«» a una nrofuiula convicción revolucionaria. Así lo esta­
ban haciendo. Así rayeron. Humildemente. Serenamente.
Cumpliendo con stt obligación. Sabiendo que más allá de las
rÍ
 « , ,íi<ct >< in i,, lu <rrui ion do mi cj| na determinado que
■ ;,y int<T<‘M-s y p< isoniis que im quieren detener, existen
lro> inici e->r-, y personas <ju<* quieren ¡ireripitar. hny otro*
p.r- Iwni’ii enlienl.ir corno si lucri» jiosi.ilv evitar la ctmlmti
l-tiun con i'Mis lucrzus de Jh remeló i Todos cIIoh, uno»
vicios trabilini|t>n •> de nuc trus tmprrnl*u», en min luirá mu-
tiesta, anonima, otros, c.qilianes <|e la } ropitgnndii mural que
imito lastima a lo* oligarcas; olios, Ir »bujudor<*s del vidrio,
verdaderos artisln* <Jcsde fie* roopí’r.ttivaH de! vidrio de la
zona; otros, 1 rabajadores en 'a? rudas ateas do la fundición
■ ic hierro qu? existe en r*| lugar, donde se Ira lia ja con má-
q ¡mío prati (enmonte mtoddm lanas y donde hay que tener
un fuerte Icico y rían voluntad parí nmnleneiM* en isa
tmeii, realizando. además. ("orno lo jemu'slra este bocho
lueluu.su, esa función ubnoipata que dejarían a las H de la
miñan, pai < dirmi)*.* il Ir.ibajo en *1 cumplimiento de su
deber
‘M M-ñore- sHwÍHH'v to qut voy a mfmdestm está
..Ȓ-vi'aU*de una rnrnei*<a dosr* -le do'or, de amargura y de
rubia, poí\)m' se que las fuerzas que mueven e>t i situación
|M>litiea. ni tener en Ja práctico c| desprecio que tienen
jx>r «>te tesoro que e* li fuerza <»h ora que fuija lo* sin
dtcatos <1e c*te pote, que logra en 31 > ó 30 aftns, en hiefiti*
ai do o »xas, (pBta legislar ahí soma! d,» tu cual muchini ve vana­
glorian, de la rdiil *e habla en lo« <*c ngre»ww internacionales
como *» fuera un mérito solamente de los legibladnres o del
?obu‘rw> <!»• turno, i'dan llevando a tito enfrentamiento
para quieiH*» ouwen la vkIm mócih! dy exte país, esto«
>míitantcs stndwtdes, estua per sonai que han ido puerta a
puerta a organizar n lo» obreros eli sindicatos, cuando eso
significaba el despido, la represión, el idslamientu. el oíd ra­
cismo, son los vcrdaden'K gestorea »I»? nata leidslnción labo­
ral, tan re orlad», tan gol| guida y t m mutilada Moinp-e |m»i
la.* das"., domíname* y por las glandes patronales
Nomilo.* j.nrieiilanro, también, la murili* o herida gia
que tii}» tenido no «• sal»? <*t él ha sido el desenlace
del capitán Busr.mi, En rtimpiimMrt h> de una misión que m*
le rnroinviMto. estaba presente en i híi nu’itit'ncÌH donde a él
h* toco. también, una bal» que mhrá que investigar de
donde partió, quién movió y quW'n manejó el gatillo del
arrnu que in »imtio
Parcadizm mmos, svñoi Préau*.nte. vmno en cierto modo
lo hace el cumunicado leído |ior tíí Ministro de Defensa Na-
clotrd. Jo* hechos, si uo no« idikj iranios en el contexto dr
lo que esiti sucediendo en rl |Miig;
liisiKtu en que hago un gntn J’filuerw pata contenerme
y no decir eo-<i!; que surgen naUÍralmentr de quien ha co-
iiocido a esta geiiii» durante tanteq año« en la lucha. |x»n|»u
me piin*ci» que <1 me.|or tiomvna.’? a su mcinoriH. va hiwer
que su Mita getirrosti, entregada ’también en forma tan rr
ñeros», -u va por Jo mepo« pura (•!<*( tur hí pueblo mmruwyo
y sir\»i de lección pnrn los qin* 'ipiicrart aprmidrrlu viendo
poique iHimno-i m* i’sta llevando; a la Kepitldica y cuéle*
,<>ti las lormii.« <ie rambiur ese iq.mino, «I no quricirri*«. rr*-
vilo, que <1 p iis se soma en la guerra civil y la« <’orih'<aX>,v
* . i iii« s ipi< -"i.inh (de pueden si’i i h’ a la« fiicr/UK oM*i^ii0lff ì l’or sup'iest*», <p»c y» Itay ptuclMi,« más <iu< *ut teten te».
leí | i .cismo ; rterlim !•« pa’nbra« encendí« 1«» que pronunció el «e-
l*.l que mimo- <■■ un clima i!c bis crm Es la ht-1lirtîk *■ 1fryn<*»l»< ión •'dn-ehu que existe entre loa elementos que
etcadu, tu primer fcrmino, por v¡| propio Gobierno, ruando
la lugar a este < lima de impunid<id que se traslucí* en c|
proyecto ley de deten*» del odado y en este histérico
d.inuido or: todo vi l'ons-.’i*» de Jiimistios en la Asamblea
;.twt.v t.o.i vk lat o el i'slodu <1? «liena interni*, que no
\.»lr . * '.ciio'i: 4<’ in Repiii-hi n. vioh nlftn<loln ijpele
< i auiucnz**
l-.'l < >1(11.1 0. hisbì'l.i *e vive pof pie e* evidente qua
un, absolidiimcnti* Idimfifieado-., coi nomine, upellido y hi
i!m<*s donde vlvcii, In* pci‘.omis qtr oigimiziin In provola-
cioii j»।iilic.'i, Imi ìi'ikIo de ellii un* invcisió», con mira* n
i,v r?.pei i 'Il i V “li < p<uu l < p«o c- liifeiuses im nuc-IlM
pAi» e• > i*uì’>l»i .ihicr bm’»"‘.ir >n In • ni.» i » '* •dai.Hti tufiubìf’ y tynilul>> y 'pa* prwlemo»» darai, pnrttó «un 5 |>er-
merde ati»q/irir*«i<* |**r »ma iddio tur pcrtimvcr ni
fTrxiikrrde de Ih Jlepéddicji, wfyrr Uonialwr ry, CX4, ÌUhJh k
flora!, desile la que (»cruori»Jc* gii*. f»>r otni pwrte, hfflXH
vlMo preaenriar la «eslón de b» éwinblea Generai Ultima
donde ,m* o.-vívto el estado de pucmi. se lia« «' li ‘\hort»e»o»
ablerh» I* esta* cesas que están sucediendo
Se hace l«t mcHacióu abierta al crimen roiiU.i i.i gente
di ) F h ote Amplio, dc| Partido Comunista, eonira la que
uA plena« rrino el gobierno, o romo la que piensa en un í
\ineriva lait lin» hlieiada o que diga lo que hi»y que iiecu
ron rii rl la'ifmimo y el imiaruilixmo Este clima <|r hMe
l ía es ceeatlu por la Impunidad inert'lble en que si ira tizan
los ¡drntaihi* a 1<kIo <)|m» de |m*i sona. No hablo del ah-ntad«
«•outra mi d imicilío ni contra rl del señor senador Miche
lini, porque de ello* ya m* habló m rate rivinto
Pelo allora, ya no alcanza con eso. hay qte ir ma>
aikdiuite y utaciir a glorias de las letras nacionales, come
en <-i vaso dd atentado conica Curios Martínez Moreno,
.uleinú.s d;> ser un gnu» escritor es un gran |H»n:ih»ta v
p< eque cottiti tal defiende a ¡H-rsonas qui* en la defensa <t<*
sus idea» y < on los métodos que les son propios, caen en
h< lucha. También hay que iiliiriir a «Ion Curios Qmjano, qm*
más allá de lo qm* s4> piense »obre algunas de sus eoncep.
eh-nvs, |n>r paite de algunos señores senadores que tienen
criterios cobsVí vad'ires y no revolucionarios, nadie puede
dejiit <1 > derh que es toda una institución en el |h*i odism*-
5 en la docencia nacional, «h-adr el punto de vista fh«liti<<'
« intelectual.
Y no hablemos ya drl .dentado brutal a e«a jmni per-
«oitididad que bu honrado al Frente Amplio, aceptando la
candidatura a la Virrpiwddvni'ia de lu HeptìMic*«, que es e|
doctor Juan José Crottngini, »pie stifMingo que no punirá s*ef
tratado, por mnquno de los miserables que .dentarmi contra
*u casa, roña» un hombre coa a lenidades con iwpecto « hi>
problemi* hiivion.di .< Un usto nacer y lia uynda«ki a nacer
i generación"* enteras; ha < <>ntt ibtitdo a In eientna del par
como ii<> lo ha heclio toda rxa rexaen social junta. *i ■<* lo
pudiera junCr alguna icz.
Peto son caloren |o.s atentado*, y, aenipir. Jotras *ie
» do*, llegan lo. whieidos imlichdes y no paia encontrar,
< ii nmt'un c,:-.». a ho que cometen esot atentadoa, sino por
el contrailo, |o huevn para r< pi unir it los que, de alguna ma­
nera, vayan ¡i expresar ->» .ohdaridnd con los que asi son
damnificados.
El lircho brutal, increibh, momia bdilr de que >c dis
¡«irse a garrotazo limpio y cotí gasea lacrimógeno* »*n el
propio domicilio del ductor í rotlogiui, un acto, donde lo*
»remos y amigos, que son muchos, van a expresar su soh-
dai kdfui, mando ha sido aturado su domicilio ]a>r elemento*
riúMuabb»« <d wrvicio t.h’ vaya a saber qué o.seurc<s interese*
i»|t’nt»d#M » xunww'nic cometidos p>r clempnhMt asalariados.
mdienuM v impmo*. dft convivir en una >om*dHd civilizada
<ogo vin preeettentpj*. Cmmiio i’-ns icrsona*. i>or rienfox v
mtten coiK'iirren al i>-mi''»lio de nuestro caiuthlato a la Vire
i'rfflnrtft’mia te la República, loríor í'rotm 'iní, prActicaniente
<o m» MiCfíid » esa multitu I y maltratada enm > si fueran
dclvi'mmtc<
( xr * « ínKhnixtrn de fiefcnxrt .Nuri*mal p«ra jioner en ev’dmrin
oi/6im/.an c*<* ;denm<l'x y las caMu.iidaiii* cn*i d milime-
m< al mimipi o al segundo para que ch-inent »*. mecánico*
de la Huiría, que iirb»eran e*dar, según »e dice, para rom-
batir ii Mwhcloii. i'i.M’n al »ue’iU» p r los lugar**« donde »e
cometen «'«oh atentad** >. .xijuto, nu co riaamcnte pma re­
or inm a lo« vàndalo».
Noxoljiu Ifmrmo*» -cleflnée, <*i ejemplo rie I » «pie »pcedió
ili la n«<tr centrili dei Patiído <>zrnviu«U, en .*| mismo mrr
mento en que d Mmor Ministro ck-l Interior pronunciaba
>,n 4íwm>o parecido al q<«* hemo# oírlo hace instante« «I
répétai Magnani, Mimairo d* Dcfrn«» Nacional. En »**••
miMDo InaUihtc, un romaielo pediebd, cuyo Jefe tiene su
,-onuM li» la <’*>» de I*dnb»r-irmi** tt otga-
nrZAZ U provH*'r/IWtrq ìa f'iua del lé.itldo < arWH»l«l
rn rl momento en nœ rn b» A*aoda«-a **• diruti«
c! tema de la «edición
280434
 Cualquiera rompiendo que en Id sede central del Par
1 kio Comunista pudo babel pasado |.< que p;t ,ú en el din
do hoy, y pudo haber no ya 7 mueríus sino 7iX> u MOl», poi­
que allí se eiiconlraba reunida uní multitud le jóven"
que esperaba <>ir una conferencia de compañero Arixuiend»
que no pudo concurrir, poique -<■ envidraba en la sesión I»
la Asamblea General.
El estudio de jo que |mm) en Ih calle Daniel kuruandez
Crespo es de una vialidad lueridlaü-i, con respecto a esta­
blecer que se trató de una provocación oigunizada, por ele
i lientos que realizaron loda eluse <!■ vejaciones contra íii*
dadanoj» que no hablan rom< lido ningún dvli’o y que .»e en
contraban en su local social, habla ido de cosas que r-.lo-
.sátrapas y estos miserable^ son incapaces de comprende)
porque ni caletre limirii fiara enícqivr lo qui* os el marxis­
mo Jenínwmo, ni entender í • que «• <1 avance de las idea»
•sociale-:, ,-n i.» Hmnamdad
Y estos persono jes cuyo nomini m* puede llar pateaban
a educadoras que son gloria di' esiti • país, historiadoras (lia­
ban dado glorias a este pais eran goljieudns end suelo Le-
robaron sus carteras y se quedaron con su «imero
.Cuántas horas necesita un M rustro del interior para
sube/ el nombre y apellido, que por otra parle s(* lo esta
mos diciendo, de quién organizó e-.h . de cómo iba disfrazado
y di* qué cías? de rmb’etna llevaba t-n el brazo para dlütin
quino? Se tr.duba de una provoca'ion política.
Cualquiera comprende que se »■ »día y .»e debía haberle
alo jado en la cabeza linas <-uimhni halas a esos scñiWg «i
no se tratara de un Partido disvi »liñudo mmo el ntt stro,
de iti clase ehiriu, que no < r<v en ios .dentudos indi viduales,
y que -alie cómo va n tvnnm.'ir col» c ai basura y esi resaca
de las (bise- eaducn>. d»'| país, y que seiá a través de la
movilización del pueblo, olreeiindñ <1 sacrificio de i-r.a ma­
durez y di» i -a poní i<-ncia ni puetilo | raba ¡ador, para qu"
aprenda a levantarse en «ais pie-. >,)■,« do rotar al enemigo
y no para caer en esc juego sucio, inmundo y asqueroso, de
estos fascistas que no tienen condrrrin porque comenziion
fior venderla, junto con su alma, »ar.t hacvr lo que hacen
¿Cuántas horas necesita un Ministro del Inlcjjor, parn ter
minar con esos tránsfugas’ Nccesl a muy pocas horas, nada
más. Y sin embargo no -e linee ¿ Por qué? Vaya uno a su
berlo. Porque hay alguien que dic •. que quién saín» lo (pie
puede jutsar quién robe b> que so je ocurre a alguno Y
a mf qué m<- importa lo que se le pueda ocurrir a alguien
-i t.'l pueblo oriental quiero tet mirar ron eso
Si fuera cierto lo que *li>* <4 fmbiviii«/. en cuanto a que
quien- la» n-xMida» de gm^na parí in.¡M>nrr la paz. nosotin-
nos pteguntatnn*. ¿rónw» va a ii q«>ncr lu paz, «i. antes,
nn termina con Uxio e.du? ¿Gm q uén va a construir 1« paz,
con !<«* tránsfugas, con Iim aiqtiuok, y cun l<j> que son
capaces de manoseni impüncmiJt te a jM'rs»»nus dwci'ntes’
„Cotí w.m» vu a comdrulr lu pa*? ¿A i'ww le* perdona la
vida? ¿A esos 1(*m da dínuo'’ Aj koi» lux jcoporcionu ‘ chin-
chitas", "camellos”, y ''ropcroM‘*f ¿Con e.,Ob w va a ron*
fruir la patria que q:iis»i Artiga! o con ios obreros aunq-u
tengan ideas revolu« tonm ia%? TI *nrn que aprender «» n*>-
pet,ir las id.-as i cvolucionai ia», *in ins cuales nunc-i podrá
ivanzar la /luni.miil id, Ke-.prlen.as, .Hinque no las cornpat
t.-m. Hay inicuos i-ieiiiplos en esto país de per.suomi . ............... jan Eqerzab (’ont»»nía« hubé-emi hi mudo una tnmna para
eran do nuestra (lase, y barí la» ¡deas re\obiytMim, -v\tie fueran cayendo srdieiosn». Eso »»« !<> que sr de-prende
l ilis, imiiquc no las < < .mparl ieran
nn comunicado
■s un t iiMi insolito, qi> Entonce,, «<ua tt«U,i que Ktff lo hi -iltiM en el im i en«»
» odió por casualidad y por error. No. E-1<> es |o que exlamo
viviendo hace tiempo.
Alluni. di'iMle el pitido de vísta pulihcii, el <deiitai|<i
contri la Casa del Partido, de la eailc Daniel l,‘ernánde/
C»exj>o y el alentado h la Eeccíonid 20 del Partido tonni
uuq «. vq l<j ^u<«iou (pie d<l f l IVIM MiiiElrii ile Defunsi»
Niielonnl en esc eomnhiciulu -v qi» « hT |ii'tduhe diré* Emulili I «Hi-Itild i : - I i’< I'ia
qué no lo redactó él sino que está he< ho por lo* mgnniHtnos
es|M'cializados y lo primero que tendría que mirar el señor
Miniai co ex quiénes están en eM s organismos cspccializudo-
para hiievr esta eluse de docuiiM nb»> qut? aquí .•>(’ han
Enti and«« un ¡km o en »temili. jxuqce no .-»va cosa que •
dgún señor ¿eiuidor diga que yn tiene repetido ette dwcnrto
y que lo ha escuchado inurbati vocea —lo malo e» que el dis­
curso se repite, im’i-o nunca se contetta--- fijen«? Imi seño-
us M‘naik»rvM que vi Comunicado ilice que se arrojó un
■'limi en un terreno contiguo al local del Partido Comu­
nista de l.-i Tria. F<r’’ui»t<» , qué demonio« tient» que vei.
paru qué se trac esto, si imi es con una sinuosa intención
de tergiversar !<>• hecho- y ocultar a los verdaderos en!
pablo» ■'
No sé si eso sucedió o no, pero crisi que si yo hubiese
■ '-Guio en esa silnaeiñn lo ha tro v también creo que Im •'<!
señores senadores que hav anni, lo hacen también, «i tienen
un erma Y vnv;i -ó h ice folta un urniH paro defender un
locai une licnv ni bnhiinetonr». un patio v un fondo, «n
ileiniHis t o que las bazo ikas. Ia< tminbflM v los atentado»
c-t6r> a Ih orden del día v cuando, ndeniAv se reciben
niihf,<n(t'; llamadas feb-fóní.-»- arienazando ron irnoidanios
de a i'no. Sm>‘ni’o vo <»"c si una isn-sona e«tó cuidando un
•ocal. Iiai-iend.i »»| ■ aerifico d > su vida v do su demani«'
■ Pulci,। d<< o e ’.i noiivui esté haciendo un rastrillo, es
f '«neo une rtc.-o-ro mi m ’««n v se deshará <!♦»! devòlver qua
lí 'tii'u nor -i v»'tii'H I"- orne- lindos de (lipa Clèrici de
.Nai'lotiv o jos ue«> m.p'ilim en Radin Rural nara mie bava
<"»n noé eonto‘da»-li" b.s ii'iti eosa Iôricr! ,,O <mé créé ri
Roder !•'<ec"itvo'’ Salve que los que ostén en cl aiunt"
H'on im >- >d|o| is v y«« c'po nie» no lo son — rreo our
o ,mo ooiste c’ist cr «•! Piirttdi» Comnniata e«tA mvolii
< rail'» <•" hi- cosis l'-ir la-- r i des se nasn cl rastvillo. ;O «en-
so <>l R->d«"- E’<h-uiIvo f'iovcnrido de eso? ; Fin q»ir
no hid». (.s.> r| si'rt'"' Pri'-’d<*nfc'’ SI no lo salve, hav ou*
m>mibo'tn h la c’.coei,' iw»r»iur n"''<»tro Parijd«» exist* deartr
|-, >ct» â.'< ah'»s v mie-ti'M t ray<*et<iria y militancai rstén alli
•í’mmdii dó-’de >’ tn<*iinnt<’ mié hechos, nosotio hemos
i" nielado •! .dentudo bMIvidiinl coren fm mu de bicha’
. Cuántas ''"(’es |'< nv'; oin'rt‘n|o >tt'iaclntv«! como éatM".
<on t'-da ciase A- G'»hie'ui»s v en onnrtunidnrié'i más <i rue­
ño- <.íPro< t,-»«' i<n nrtmr' > -ar rt «minante romunbta OOP
i'.l.'í i i|ifi;vvl'i -o loerd <{,> I«--, fa-cistfis pri'ctna un nerder
• ii ih-hii). Y jv)« p, <H (4 (trrdiq. cuando loa fascista.»
tán ir-mados hasta •«■- dientes ton armas que llegan en
los pare o« n ■irtr:itm,!,!i'HWi«. ro«H f»"c 'demore e‘< denunciada
ijoi* los tr-'lrii.'d'.’vs porii'ii» io<' Y v» •taberoos dónde van
Ademé, oor .di'un<»s d-sumenlo» que han leído, cono-
como- ionio m» organizan ex.i-. rosan. Pero, yo pregunto
qoe ti «op míe ver e o’ Por mié vincular lo que sucedió
dando hirieron el rastrillo, suponiendo míe ,sph verdad
.■olí eso’ ('"ó iiiuimtiói) quiere dar el señor Ministro de
Dcfen m Nación d v los ori’anismos rsiitícíallzadoi qui ro-
darbuiir i>.;tn" : <-im '»»• h i.-er pensar que los IocmIcr cnmtí-
niMl.-i-. - >n dep Mío- d<- armas unni la subversión o paro
la .xedic'on? ; t-'s .-so lo mte »iie».’ decir’ Y <i no c< P«u
|o mi.' miivir dócil. nar i mie l’ ilio esta historia aquí? Yo
i» din’ e* seno: Mi iM»-" a l<> tn- rm. no tuvo tiempo de leer
el documento, nero id leerlo, -í hace responsable de él y
rn ios m-mmism«'* esfM?> ediza los
En <4 díM <'un rito si* vincula «»«♦■ hecho, «uiimás, con
i., q.ir put*) atrá* Pai «ce míe tenemos In culnn dx haber
ohpmpd*» h e»- 20 añ-i ex’ incal «*n 1.« calle Agraciada, que
da P »♦ ti riarte A«- «trá» • ’*» ciPe Vade Edén y que alni
no* metió» máx h bi de»«.’lut, al fondo de nuestro local.
'-i m el ati liinpadero de la calle Volle Edén? ¿Pm qué -c
iiinfan oslas cusas? Por qué se quiere crear confusimi
cu la gente sieomre mezclando Im heehon? Ponjin* cm*
la (‘»imimñ.i nitrrivtcinii il que »-<♦ hiz i durante Jas elecciones.
<■ i.»hl>e>»Ie el «I • noviembre Porque es In eampuha
.).».■ )»>.<«► ;*h'''a. l'uro".' miii las acusaciones que sé lañ­
an i 'H»t' a <1 íiein'i d ■'u-iooni. y e l'iitzaroii contra el
que oe-On n ».•
-rimilo, v de mw ctuiáhid ’tihh -ad« ,ez ro»Vf<t
, Por qué vjneiihir el usnnto c<»n el ntramnaden» que «r
había montado en la calle Valle Edén* .Por qué «c le
ÿ^uenviona vinculado a esn
23 543
 Luego, el comunicado dice qi e, en vista de que un
Volkswagen blanco, que termina d ,V\ en lugar de balar
sus ocupantes y entrar en la casa de la calle Valle Edén,
dejan el motor en marcha y siguen vinje, y en virtud de
eso, desde los fondos del Club Comunista, so empiezan a
tirar tiros contra Ja finca de Valia Edén,
Hace algunos días, el señor Ministro del Interior dijo
que algunos de los comunicados eran unos mamarrachos.
Y Jo que dice ésta es un dlsjuirat» increíble. !/••< pido que
razonen un pono: estamos en un c uh político defendido por
7 u 8 obreros por motivos de seguridad. At^^, en la callo
Valle Edén, hay un u4campadreo para sediciosos. L’rea el
Volkswagen, y en lugr.r de dejarte atrapar, Hlqiw» visto» y,
entona desde los fondo« del Cltib Comunista se empleva
a tirio centra Ja finca de la caifa Valle Edén. Pero ¿ para
quién habli* el señor Ministro o ipiiénes hicieron el r>nw.
niead»'? ¿Qué quien? significar? j Que habla una combina­
ción ¿o*, re tos otjo »ban n el v«dlcr,vm’,m blanco y los o-ir
estaban en el local del Partido Comunista, por -I r?u-f b*i
a Ion, pan empezar a ametrallar I» r»«a de la caite V-* He
Edén? PM» rá oigo inrreib’e, :nc »nrebible! Q-ikrn Jra esto,
reverá que v* hvchn i«»»' Mllotttf o per gruta demasiado
viva. ..ríe el señor Ministro diH que esté di<pue«t»> a
juizar«!5. puede empezar ñor ver cómo redactan esto". en-
nrinhwk * tendenciosos, increíblemente tend^nclnsos, mise­
rablemente tendenciosos. contra nuestro Partido, rme no
tilma J soíJortar, porque no sonos crlatmas. Si abmnns
de los Hñores smindore'- son capaces dn dolarse Jmn’’o«|>nir
por ento, que tengan el valor d» analizar los hcehns con
lógica y verán que esto es iría merbible. Cuando so dice
<iue we tira [»rimero contra la ru<n d- la ralle Vid'r Edén,
nue detrás, vale la orna sahiT que desdi» la ralle A»»ra.
ciada «■ ni ralle Valle Edén, hf v un trocho muv amplio.
- tanto (M>f Valentín Gómez cono por la otra de casi
150 .TV-ti'j»Asi (jim vayan viendo como s-* distorsionan las
rosas para cubrir el asesinato de 7 militantes. Yo insistiría,
si estuviera <•! sen >r Ministro (*l Sala. ¿Para prooorrionar
una c<irtino de protección ¡d »Zílk’-w.i’-cn bbineo se díspa-
rídba de! toado del i»»cnl del Partido f’nm mi la. contra el
fondo »te la i^a d<» la cali-» Valle Edén? So atrevo a afir,
rrar cmj Pero ahora, a quién I® vamos a precintar, a qué
»•i q;mtemo? El j a z pccd<? acfiu»r y preguntar estas «•»>•
*as f indar. ient.,*«s? L’n abogado tampoco puedo Interesar c
p .rque hay justicia mili’ar, y {»da es. n lo m-'íor. la míe
ri»dactó e le manlHeMlo. A la diría militar no so lo mie­
do pedir cuenta* de nada y pol* otra fiarte nadie entiende
t-ten qué es el estado de guerra j nterno.
Se raem aina, a<imi«<nv>. qtk el local do la calle Agra­
mad» tiene mis »adida lateral pira ia calle Va’cntin Gómez.
Fijenro, Reñorcí señad ;rcs la infl jxirtancia fab dora q*v» t»ene
el hecho de descubrir, por |<h i’rwndes gÉ-ni-a» do> gr.tm»rm>
que estando a 10 metros de la enquiña, habf'ndo otra casa
por la "culata”, haya una salto a que. por otra parte, está
perfectamente tapinda, ¿Qué teñe que ver eme hoya -»a
•altola lateral por la c<dlc Vnluntin Gónr’Z? ¿Qué está in­
sinuando este ‘'mainarracho". para divirlo c>o ln< p»-.iíibrns
de| señor Ministro Kovi'-a? Ea á insinuar» ’ que todo esto
e» una especie de cantón atornillado, » >n toda clase de
salidas subrepticias hacia !<« costado* wrq»ie yim»H un
organismo de .sedición? Y, ¿p«a qué tapiamos? .TuMammte
para que no entren los extraft is u»»r la calle Valentín Gó­
mez. Este descubrimiento de la xaJáltí lateral es sen’«v|r>
nul y estúpido, que no túrne nada »me wr c >n este t»rws**M» <•-f M terrdo <p?'cfr'fc!3r^r Ja guerra
blcnui. La salida literal, repite, se piyicntra tantada,
drfvndeiM» de l»»s la < í tas qiq son f<»-.a,¡idos y tienen
rías«' de cosas para disparar I Una rm er herida en un local defendido de noche
I vAiJQyJas c'indir,^no« en q”<» estamos viviendo en este país,
,. De quién van n díspari r pi»1’ <’»c lateral? ¿De los
ahijados «le dona Ole i. de los j’qm . d-’ toda esa inorada? ,..^xper»,> no apareció y no «parecerá. Pero queda lu duda. Es
Por qué 11 nomos qu»* dispon i ? ¿Cuándo so nos ha visto
disparar? ¿De qué se no>¡ ha visto disparar?
Después dice algo tremendo v es «pío desde el inferior
i Club v uva ».»olí i I»» - \iiih u|o- |i»dh i¡»lt!s »|ue pasnban
r»í Agracia-h» Q»>»' »’i-n ’dih»' liáil •»■o1 l*ot 1 *< »>♦-.•
de la <a fea del Club Comunista, en la parte pjeteríor.
se tira sobre Ja ra-a «ir» ia ralle Valle Edén »jue par/re
ser. pues así -a.» mhwrúq»n» !■» t -niriom-nte»» del Partido
Cwd inut» sabenque ahí hay untr cmm» que ef» una trampa.
013
un caza-tupamaroh, fsirque la defendieron con cortina de
fuego y esa misma gente enseguida tw transforma en gente
que vien» para ¡nin’aníe y empieza a tirar contra las “chan-
rrltav” y lo; ’q >pero¿' trie pirnr en abundancia, porque saben
que algo iba a ocurrir porque estaba todo preparado. ¿Por
qué los militantes del Partido Comunista se van a parape­
tar en el otro lado de la azoten? ¿Para tirar contra los
vehículos policiales? Cjiie diga el Ministro de Defensa Na­
cional f>or qué se pone es» en e| manifiesto. Primero, que
no es cierto. No lo ha fiodido probar y no probarán que
militantes del Partido Comunista, desde la azotea hayan ti­
rado contra nadie. Eso es mentira. Eso no lo podrán probar
nnnen. Eso se hace bajo el imperio de un régimen donde
no se pueda dlscidlr ni demostrar nada de esto. No lo pue­
den probar, porque no está en nuestra linea ni en nuestra
orientación, porque nuestra orientación no es la de los co-
bard»,s que no saben m-lear sino de los concientes que sa­
ben dónde pelear y tornar el poder n favor de Jas clases
qu» defienden. ¿De dónde sacan y con qué filosofía, los
servicios dt? inteligencia o los sucesores de Dan MitHone,
qw €*l Partido tiene |»or técnica ei ametrallar a las “chan-
r? que «pasan [*>r la calle? Esto no time basamento
I I’-»lógico ni antecedente de ninguna clase. No es verdad.
. 1.1u»tuces n;irs m»é -.»• pone? Para cubrir el crimen brutal
cometido ind'Mjrími'Kidiimp’ite. no contra la sedición si no
contra tixio lo que no está de acuerdo c<»n el Gobierno.
Seguramente no les mistará el cartel que hay en e¡ frente
de la sede del partido Comunista dt» la 20. porque habla
contra el latifundio, contra el imiMM'ialismo, porque dice
que hav míe te-, minar con el poder económico de lu oligar­
quía. Lo aniel rallaron y lo dejaron como colador, a ese
cartel.
No lo han probado y no lo probarán,
Parvee que al finid de cuentas eran muy bravo* lo»
que fl»'»r>n tir«»-., fiero no pasó natiti. líe pronto viene un
corone? bì ’n In i i» -d<» con espíritu corno el que hay que
tener si sp uniere inebriente In paz y si no se quiera enve­
nenar ni finis, y l'un un megáfono los llama. Se abren las
poc' t.is y se arali t »■! problema. Los ciudadanos que están
ahi, minqih* v>-tnvir’aii titolando por dentro, porque, la
lerdwl y In mentira era l<> que los hacía salir, fieni son
proli’t-mas <’c la locha , 'alen con las manos en a’to o
con las manos en los bolsillos. Y do repent:», uno do los
Inte ir’mtes que c t iba dentro del local, cuando sale, dis­
para dj»,ncfo v m it i d» mi tiro o pc.ne al borite de la muerte
al r'mjtán picconi. ¿Q"lén es e*;-» señor? Dito el Ministro
de Dcfen-a Nuri-»”<tI o »e fnc reconoeido y desa*mado. Ese
no murió, no está <mtr»» '<»s 7 nnii’rtos. ¿Quién es? Le
hem-i« p’-evuntado al M'Nstr i de Defensa Nacional. No
mí en tmlén es el que ró los tiros. Pero ese no murió.
1z> vieron tirar. Lo vieron cuando sacó el revólver y a
e<e nn le pecaron nimpin tiro. Eso quiere decir que e«
mentira y que no hubo tal tiro pirque, no podemos creer
q»ie havn tiente ten inasoquish. que cuindo un batallón
está tirando n quemarropa con metralleta, «e |«nga a ti-
tor’e al mi * odá al r > t-ido, sabiendo q»'o la primera ráfaga
Ir va a P’Cftr n él El anmr no da iiarn tanto. No creo
♦ríe c'to.« merrr’inH'is sean capares «le juenrse el pellejo
e í. f.a ’ ’■’ircr-i r.áfara Ir loca a él. Pero ’r toc»» a los otros
«'»»‘e, Ark’més rqnr » pnnrcrrrá esa canana ni esa pistola,
r> r*»r «’fñm’. fie q 'pdnrá rn el vacio »le una historia tnson-
'¡: t»’o, baV, o,» azotado p»>r el clima de lu lucha
\ dire qu- hav una mujer herida, l’sen el sentido
rym el xwrrtflrlo q :<» r«*i lahor requiere. Es una mujer herida,
»»na moler. Y ahí c?*á trufa Ih sicnsis que se quiere crear
en rmv'tn a lo a a- h?bia allf adentivi y que os lo que as-e-
varan ello«. Cnalq’dera comjirende-, que después de la decla­
ración del e«(n/k> de guerra y de la hfatoria y tergiversación
m. lo »»ue se ha fo»« hq «k* irt qu® Já violencia en todo*
cv-»- <-•<« **'< imf«to, qm* se «abe muy bien qué
mén«tm .Mrinnidimo* y cuáles no cotupartirnos, fisto esto
Pít¿i confimirando q»»e perdemos prnnnneliir un di«cur<n lá­
mentando o-’,’**! muertes. Primo»'»», tiraron la pistola al bal-
dio; después, contra la casa de 1« «»alie Valle Edén, desfMjé*
.J» 23ú43<
 Bueno; vamos u yrr si l<i indignación da algo. pero mu
¡na-nualadv* l’aiiibril is nop hechos conciido.'
Si Imite a estos tele nártirvs obreros, trabajador*’*,
abrías laboriosas de esta construcción, de esta grun fuerza
social que está naciendo en <*te fiáis, se viniera aquí, acom
panudos con las fwilabras indignada«, ron siete grandes
tiburones entre ri i.is que financian y organizan lodo esto,
entonces, podríamos crecí que se rm|>ezaba a sentir, real­
mente, en el c<»razóq, la jtcernnle realidad. Mientras no
s<’ haga esto, raimamos qu< se signe romo sien pro, y unos
operarán, porqu«’ lo;-; inleirses económicos no los dejan
p«,mat. si«|ui«*ra. <•»» abe» q’ic sea sacarse el garrote de la
mano, oír«« ornearán que (i. mejor rdo untes de que venga
otra < «isa que pueda ser pwr.
Re-peto hxlas Ja- niiinbnis. pero la mía es la »le que la
muca manera d»' encarar e. fascismo, es enfrentándolo, que
pafa eso nos sobra pueble. Lo que nos falta es gobierno
v él tiene en sus manos lot organismos desde los cítales ha­
bría «pie reprimir al fascia no, impidiéndoles que creen eMr
clima vnr;tr,,cido que estonios viviendo
Señor President •; »■ ji idrían decir muchas más cosas, «i
me dejara llevar por mis Impulsos.
Tene i los nombres di' cada tm<> de estos mártires y
quería hablar un poco »»tire cada uno de ellos; |xto n<»
estoy seguro de que la emoción que me pudiera embargar,
me permitiera termin o' estas palabras «le una manera que
no quiero. Desisi continuiti' en este tono de alerta y de res-
ponsabilidad.
Nosotros c.sl,unos ulula.» y somos responsables. Nu non
dejaremos trampear nucí tro destino, no nos dejaremos pro«
'orar. Pero que nadie ersi que las fuerzas pile quieren lle­
var <»f iwiis a Ja guerra 'ivil van a ser deindas en liberimi
»»ara que se ensañen contra los auténticos patriotas, cuntía
ta flor de este país, qui' es la clase obrera, contra genti’
que desde hace medio i Iglú lucha i»or este país con una
ronciencK progresista. no va a
Los que teman enfrenftr est<», los que consideren que no
h« llegado el mon.cnto 1«’ combatirlo, allá ellos. Estoy »«•-
guro de (me se ¡rrcpei tirón si son buenos patriotas. De
esto estoy con>»»lela:o» ni ? seguro. Y no hago muchos distin­
gos aquí de ría v» *«’< iak-. Porque se puc«te ser un hombre
perteneciente a |,n « l:*sci poseedoras de nuestro país y tener
la ’jufé’iente conciencié y .sensibilidad democrática corno
para vet q»»e ?d un ira* » ná» se puede >.cg«/ir «Lando, como |>h-
rtt ver que no se nuodi' admitir que se sigan dundo eatar
«tiOMU que no< llevan ¡d .’»«"hmo,
- ' «i
Nosotros no vamoM a esperar que nadie; nos alga; lucha*
remos como siempre ?■ «'nficntarcmo* a estas horda» en
tíMlos los terr«»no:s. con nuestra linea, que es Ja misma que
tiene «•! Erenle Antpliq con un pueblo unido, con un pueblo
«•«insciente, «pie «¡i ton ando conciencia de Jos '.¡andes i,u ■-
res«** qur defirmlr «na do mus se une, y estaremos acoinjiu«
rúalos «i»’ lodos, absoh l.imcnt«» «Ir I«m|o:< /<( । iiu m* trata
de quiénes votaron rn noviembre por uiv o por «»tro«, Nua
nromp.iñíirnn lodos lot qu«1 quieran evitar esta ola de Lfs-
< ismo que se insiiiiia t ¡«la vez más claramente en el
el señor
enador Ferì ei
SEÑOR EEI
esiliente:
quiero hablar h< neldo de
que nunca como deber de
conservar las pasiones
tranquila.
íz» que la Rcpúhli nulo ahora es algo mu-
ello más Irascondente que lo\oue lia venido const il ti vendo
■airante much >s años el enfrrXIamienfo nacional. Muchi»«
».cees. los uruguayo hasta m 0,1 jugiido Jn vida por «íibet
aitón controla el Gobi uno. > iiz «!•• lo iiii»' abo’’a tíos
i .;á o »í.tn lo mo leit'iui.i |h r de^ro ir que aquello no ría
en d»‘tinít i\;i tan imftlH-t mte ifót1 uslií all lut'iai
es sabrr sí el pair se ios va <> n«>, si no\hir.» lo fnn»líim<m-
i»d, es d'-'cir, ¡a nos diira lo nati*«» que roiWituve la cíimcia
nacional. Porque Retro* «leí orgullo que uno tli'itp do
mi c indiciói» de irugiiai «» n«< c>>tá -»dameniX. la referen« la
014
i un paisaje; < lá, Uhiiiten, lu quo new atu n una hermoKa
his^oria y a una forma de entendernos y, aún dirta, una
fnrrtya de pelea -nos. que. («u ¡vspetable. tenemos el deber
de defender.
N\» me preocupa demasiado la ausencia del señor Mi­
nistro Ve Defensa Nacional. Sé, como lo dijo el señor «tmudor
MlcheliVi, que su .»etitud puede parecer, y es, desusada:
pero también erro qur, ai iin de cumias, quizó sea preferi­
ble que hora n«> esté y que mientras cumple con su <k»her,
allá «Ion« él lo llame, ¡»urda meditar sobre lo que »«• diga
ola noch<\ en el Senado, sobre las reacciones de los diversos
seclore« |’Mítico» v no comprometa, como hubiera corrido
el riesgo iii\ comprometer, posiciones q»u* en momentos como
éste no deb^n ser adoptada« a la ligera
Prefiero ue el etior Ministro no esté boy aquí y nu
int ervenga en\ un debate parlamenta rio que a veces hace
deck más o «leltir menos de lo que decir se debe.
Y voy a referir algunas cosas para situarnos tO«l«»S iXih-
ticamente, sin traicionar ninguna confidencia, sin hacer uso
de palabras que o son sólo mías, p^ro para mostrar, por
lo menos, el estil \<»n u"c m» han mov'do los hechos politico*
en los últimos tieribmv.
Haré referencia\a Ja.» entrevistas que li<*mo> mantenido
últimamente con el V*fi*»r Presidente «te la República. Días
pasado.«, ruando nos le^ricrtamoM con la noticia del horror
que se habla abatido »bre el país, porque aquí también
importa el número y e\ muy desdichado que la gente muera
romo estaba si>cedicn<h\ « n el Uruguuv: era algo a lo que.
por desgracia, nos vrnlpmos habituando, pero cuando be.
cosas cobran el vol'im<m\ uuc hi cobrado y se transforman
en un baño de sangre i»*’\’iRnMnte, y cuando ello no ocurría
en el viejo estl’o <P‘I enfrentamiento vaíiente,
frente a frente, «t >ndc la i\mt<> cuando se ma'taba, como se
ha matado súmiprc, en ni'^iu ntos de pasión, lo hada mi­
rándose a los oíos, y no m«\ú rundo esta rosa repulsiva del
asesinato cobarde, ñor |a oJpnldn, de la destrucción de la
vida fríamente ph»»n> »da v c\bard«*nlente cdecuhtda. (sirque
i’s cobarde quien mata c mío W ha venido haciendo en lo«
últimos tiempos días pa >ad<>\, di'to, cuantío nos desnortn-
mas ante rsr cuadro de horror\v ipf ihlmos la imitación del
señor Presidente de la Reuñbiic. rereerdo Io qii/' le exnresó
y reiteré hie«'o ;« i<h neri'«lista qui’ me pidieron declára­
clones al salir de la Casa di* Gobi le . L-s dije, simplemente,
que había acudido a ei’a ateiidiiAido a una invitación del
señor Presidente ríe la R< núhhca, «ro que si no la hubiera
recibido, igualmente hubiera comjHiVeldo. Entiendo que hay
moínéntcM en que no se debe espera^ míe las colaboraciones
«e reclamen, cuando lo qik* está en ‘x "I país mismo.
cualesquiera sean nuestras tiendas p ; tenemos el <le-
ber de ofrecer nuestro e f ierro para s situaeiones romo
éstas que estamos viviendo
Y agrego otra* ai (finalizar vi entrevista con el
señor Prawidpntf* de la Hi-nñbltrta, no a\lehmté cuál iba ;«
‘••r la fMMÍriórt de rcieDio Partido- m« limité a escuchar la
información que se rn*» prnpoHtionó y ofrm’i trnsmitirla. Lo
mixmo hicieron otra« deítacadas figans dVl Partido Nacio­
nal a»«» también iieiblcron similar invitación. Y al despe
rlirm«. manifesté q<»c seda el partido mi«mo\ I que decidirla
lo n »e debí# hneerHC F »tonreti, el Mñor Providente me dijo
que tendrían)')'' que hab’ar h» olgutfas otras osa« polítiens
«moort;mt«M». jx' contesté, entonces que rru\ verdad; que
dchinin is hahi.ir iJo nlc in'U problemas pdl:ie<V fiern ahora
no. ahora hablamos de esto y nada más De i,n^. porque t*s
lo único que hoy no* «1« be Impprtar
En el dia de hoc nuevamente, por lesdii ha reeihimob
mui invitación d d r.<*ftor Président«' de I» Repij lira fiara
informarnos ¡le otro « andró di» horror similar. Y nuevamente,
los contacto» que deberían realizarte t ara tratar dip buscar
raininos mío ascniren el progreso del i>ai«, la confracción
ile o i., i voiiit v el as "OFvn'aenbi «le ¡»u <’r*ithjo éq paz,
so Ir'’'. *,• fix •f»»'t,*i f'¡tf;zt/k« j>»f eí <bt
. n la forma cómo se estón ínunendo
83 0 43
.¿
dhpartiron Nobrc la» chimriutiis"; liiego nparecc tin« nude!
hrrida, qua n«» iqwvvrc; tiunmM-o Hpiuwv vt mtn tiixS Jo»,
Hluc Fat A t«t«to diM|ihnii thlu 1’i‘i‘it Imv <•!< Ir* »•bi'vi»»» m •»«•»
> Qilfl IvN (Itlilllt I* I f| It >| I Hl H ell th>s < <1 lit. 11 C UN qUC NV lllll
ilevad«» miltoii« n de ¡h'^.h para el »»xtran iero. quo son |<>s
cnusantes <le estn situurh'in, clcwte el 13 de iunio dp 1O'»St,
qu».» han piepmado «1 climn, que him sembrndo hi gcmPla?
A lent no* no eMAn i*;tirbindo do bi nbra quo hnn crendo,
porquo yh les ext a i Icenndo a ellos tambton, puch ya vo
nue dAndole altis al lascism«» v a la Jup v a tudn oxn m«»rndh|
de merrenarios al , «rrvlelo del Imucrl’dh’nn lntnrji”o|r»nai,
no no croa bi demo'*rncla dp la coal olio«» hnh’nn. •.■too un
erindo polici'il, un (stn«|o frisrMn, quo famnoco permit-* los
lulos qno hIphivk fl1 toman on eric P:uinni<”'t<> v n!<»’,»»ns
gestos, m»e lodos 'onoromos. nn>p|»»v do min di'nincr.ii'M
renresentHtiva nno. eon todns Ins llmitnclnnc* nib tlenp,
♦Mos xnbomos why convlvlrnos on <lhi pelenndo, east riem
pre, pern convlvlvig <»
Entonees, yo ere«» quo psfo pr«»b’emn on rn«iv rrnve
Pot pst>. rn'iv grave, porque las pat'iliras ffnnto*» dol Ml.
nlsld'o d* Dofoi'wit Ncionnl no oondloen eon un imAH,,h
serlo de lo míe pigimi hacer. A •« "n«'h’i e«1A de one no
hav nincnnn nro’wwción concreta. Cualquiera eimwvh e»w»
después do lf> titeo' »»»tos pn onn noche, de^-oé« «’•» R4 éter-
tndo‘¡ contra el Fr >n»p Amollo, ouo dc'inHÓq dn 1o nop »•<»
levó en bt AmiinNei G'-i-er'’'’. «I en io el P wtv- jr<«■»• »♦!»,»,»
fovie’"i a",d’'i.- <<■'■« v »0 1 lisi>1 '.¡o"u n r’nnnllr ’»» C’onr.
((tuntún po»’cti(» bj í’o'i fifi'clóri f" la míe le nhlloa n ter­
minar rnq p<t<r- f<>c ts de civil v ì no beco e-'.o O’tá
fnmbtén, n<»r nmlsit n, no cmpoli-ndo con Iri
tCndrln mie tV’ipr at "I t>’(»q O entro Jirmiivírlnnc:, r<’n epntp
ya potro rotos, no ll,T,> en Punta do Pfph-»;, iw>rn pn do”do
mdora que »-oa, v ron ir-na1' mu'' dm1'.. pn->»q ftp flpmnns
eje eocrra nero m>p .0 ip nullo"'- n q 1 ijpui-; fusilaron a <-»ta
ponto en su qucridi local pnrtldavjo
Softer Presidente; hay muchas cosas <jii-« nos dan bi
idea fie que la absoluta impunidad existente, nmmlclida
de.sde las alturas, ll orofunda desconfianza creciente, creada
de*de la altura ha:ía lo míe s-m m<»virntonto obrero, del
Frente Amplío. «le i ft Izo'díi fla o do la <!NT, la nropjumndíi
oncpgueccdort que 1 « »cnlb«i en la píente popular, tratando
«Je crear un dima <nr;trr<*M«». míe permita opera cionca rmm
é’ta. o«t,o qm- rstUmna viviendo en H rvea. cnnxtp'ive un
proktoómeno del («pbini. Osí nació el fwl«nio en lo< md-
donde fati» hqccr pie, podiendo -cr derrotado únfcr>
mente allí, <1 ule lie» scctoreH realmente nonularM Incnirnn
unlrw, ver «ó peligro del f iHchmo, d Trotarlo y nnlaMnrlo.
Algunos pueblo» pí r realizar eso, »ufrlccon in Inten’cncJiWr
Internacional, come el chho do F.innñn, Pnrn, ito voy sfjtvj
trnr aquí en osla < Inse dq dh*qi»bdolon«’'», aunque óitMVW
clima que cNtamog viviendo.
í pMíísADW'gano« de renre-dón v tienen mano alta allí, y si el Mínls-
SI celo no fuera asi. la situación del (»ais tendrik «pie
ser otra complelnmenlc distinta, (’ualqnicrn cmnprcide
si en realidad, Jos que han cestada y ya tienen organizado
en gran medida el c cuadrón «le la muerte, fueran apresa­
dos, como pueden tcrlo en pocaa horas y juzgados en poca»
semanas, habría, ujiii eclosión de confianza, por lo menos,
en el pueblo, no digo en el gobierno, porque con e«n solo
no se resuelven lo¡ problemas. Después de eso, en prcrh«i
entrarle pri il(’pioN, a las estructuras caducas que
tiene «'I país o parilclo con «js<>, pero, por lo menos habría
un inmenso alivio, sobre todo, <h» miles do madre» do mu­
chacho.; I¡.-('ales <|iif no saben qué pa-a con sus hi|<w cuando
abandonan las puer n.s de ñus casa«. Se crearía un rlímn de
confianza en lo« sindicatos obreros, |«r; «pío podrían plei­
tear sus reivindicaciones en un clima «lo libertad. Pero el
gobierno no puede jacor eso, iwrque está ntado, .Si las pa-
labras encendidas d< 1 General*Magnnnl estuvieren vinculadas
a hechos concretos que demostraran q’to efectivamente se
toman las rienda« para aplastar e«ta fuerza fascista que
está naciendo 011 el país, más allá de las discrepancias en
otros órdenes, que ie seguirán ventilando como si’ ha hecho
sierr.prc e«i el Urtimav, por suj uv«to, que nosotros nos
■. I, y,».v -^h h U to n|ua »0:5 »1-1'1» d»j "I-'I • ’••'» I «1 I ero Ib» »Ililc'i I»,t» •■rl ;, ■■>>■<!>'.i‘ fi f*O.ar de 1'XÍO. el MZ’ñor
Pero n » hay ni • ihijione- económicas, con |n cual «• a«?rm »i
todo eí descontento social ni tntnn«»co, medidas fuertes con­
tra los sectores recesivos que quieren llevar al país a este
clima de guerra ci> ¡J
* 01 5
Esteno que el ptoolemi míe ha planteado p! señor Mi-
m »tro *¡<>bre la inv» mIh- ií |ó»*. t imbión drilera harem«»« me-
tlllei mi poro Vo 1 <1 be vh Ido ».”■>» e*n¡ei li ih'lri T'>d<i\ht im
he fHHlhiw habitar mi c.isa por no tenor puertas ni ventana-»,
t ero cuino todos loa días doy una vuelta por olla, me he
enterado de que efectivamente delegado« del Ministerio de)
Interior han estad,> a hacer investigackines en el barrio.
En aleo cómico. Si n quieren tapar los ojos con oso no
les croetnoK nado. lo digo de antemano
Van a non c iih, polpean y piogunbm qué vieron a las
dos do in muñan«'!. Fn «rcneral. a osa hora H rente no ve nada
porque crié dmmfcu'to Lo único qqe .sintieron fue que «c
conmovía el I-arrio y lie cimientos de bis cas.is y alguien
únicamente vio »mu "chnnchlta”, A una persona que vive
i (»luí Ivamentc (.‘eren, pira cnuít snfiló también, el impacto,
le prc-untaron mucha4 cos.'iw, entraron en su casa, miraron
su biblioteca v lo Interrogaron a"crca leí partid«) a que
pertenecí« Quiere decir qu > la Inv'MP ación ni' es para
■'«parrar a e«e tono o ,■> esc malandrín pagado por la Emba­
lada norteamericana
E'os nubcia»» o h- i’iicuoon Ja marchita desde Ir Cala
de J’jhihicinnes hasta i-a^a del partido, son Individuali-
/«bles y h«4n <0 disfrazan. Puedo describirles rl disfraz,
•» “os «-»'»ores senadores, míe se ¡xmen paca reniipar eso.
Quiere decir m-- r’c p;.«,» ’cn'izai) un reektrito da vecindad
en mato rr idord atíc'i Esfo rr¡(? lo dito una nerson» a la que
lo f»repuntar"i a q to partido pertenecía. Yo le dito uuo él
no dobla contestar p<o, ;du<v n ié Je hmioit 1 atrevido, lo que
C’an«tlt"cló'»- yo pienso. Sí su oficio os buscar n> esinos b’isnuo a mi Ion
puso osa bomba. Claro es míe no todas la« personas >ienen
la entereza v ln expr rítmela de uno nava mber qué es lo que
«o puede contr ifir, ni la- süguridades que tengo yo para
•jilo no se lo lleven pro«»
E'do es I » »pío c-tá t4”u riendo lvu-n dos dl«N. ¿Esta es
la investl‘"»cton q ic v 1 <» hacer e) Poder Eiecutjvo s»ibre
«•stox ncoh’emm:? E te e--. -I gesto fiera que vn a tomar
frente a la derecha qoc o»¡jen- golpear a la chi«< obrera,
mu» la «miso pnhM'ar -i'«ni»»c. que quiere nrn'nenr a la iz-
qulerda «|i'e q"i o inv'cllr la f ^'marión lol Frente Amplio,
ma» n » («»dei'«» ()»»•• •»• »•■ io«o|ld<>n prairl 'H c »« 1 leni >» finti-
in»u«tI.‘ 111!:tliq, <!'•(• usuilo l«tcnlrs, q«ip triturò la» llhertado»,
mta violò la ju«ticia < >«l!'»arl >. y ias dp,’|dona« del Parla­
mento? Todn c-do :>s un e nifrinto, p->r htjj actitudes rcaccio-
narln«, preooti-ntes v h’oiivirllsta.s del anterlor goblc-rno,
q»ie é«te dito ove ihn a «» mtinuar, naturalmente noe con
peci»»» qop dobe h-’cer »ma »'(•»•«n’-'i m».. «<» cncucntr.'» en un
tomh’aderfd, rom » r| q»»e 1«. dei'» P.uheeo a Bordfiberry.
•Por lo meno', «tilo «me fhamos 11 conversar; ramo« a ver si
™nionzfimo,( n l»«Trri ». P »m resulta ««i'p é .t«»« no r< nversau,
ritto mie tlran b^mb is, ascsinan, es*ón Infili rado« cn lo»
nn |-> -v-ho tiene ñor irse. Pero tí«ne mtr
t-erjo v tfen'' ron r :r'r’’ir lo que dijo en la Ammblea Ge­
nera!, <tc ’o (••■»•trurki. Irt-e irse. No puede ser míe se nos
cncnóe muí'' cría’.»a« que <■<-> nos díga míe las Heñidas
Pronta» de Srmtridad no tienen ”ada que ver cr»n la liber
tad con los dr’-or' .v» de ’.»$ partido« y s/» ha'’« esta nrovo-
carbón orranlzada dándolo c*vdrnr<nl con C'-te comunicado
míe le "ó el Miníefm de Dcfensí Nnrtonel. Porque e«o es
Ello« han hecho lo m'r han hwho v «a han infl’-
irado en o««? «Mml-nn pero habrá crie ver de dónde partió
esa bala Puede behet nvich<«M verijones tverra de la n.irtida
de esn h da que ««nd hace (al’ncpf a «*¿to Capitán del FJér-
cito ur«to"/>vo Habré qi i' ccr’o coa prueba a. no con
ln que dfcm im Fiitnnn ove quizá* fpngn ,?fncn crimenca do-
trAs, cometido« j»nr él. Gante qiiQ pueda dictaminar sobre
la veracidad de eso» hecho».
Nadie puede decir que se puede efectuar imnunemente
esta InsInmicifVrj de que el partido Comunista tiene cornn
métoílo realizar estos hachón.
Po'ltIcementv, habría que calificar esto muy duramente.
Mini rio luí db'•'> wit é-lá wlwwtít y afamas '^r*ona*
que tienen mucho peso en el gobierno, han expresado lo
mísnto. El pronto d'tctqr Ravenna ruando planteó e»U* he-
hos, lo hizo indignado.
--.i 6 ii
 RODRIGUEZ, Enrir e
>”nd >r

^emi: Estado de Guerra Interno y

.Suspensión de las (¡arantlas Tndivid-aies.

Sesión: C.SS, 10 Mayo de 1972.

ÉMOft ROoj'.tGUKZ. - Mor Presidente: voy *

hacer una« predi iones con la mayor seriedad.
Yo no conote 3 demasiado, pero si lo suficiente, al
señor senador Sirger. El se incorpora recién al Cuerpo.
Por consiguiente, I rny otros señores senadores que me co­
nocen desde hace mucho más tiempo, asi como mi for­
ma de actuar. Di modo que no tengo por qué repetir,
aquí, que, en gen« ai. no tengo enfrentamientos de carác­
ter personal sino de tipo político.

Yo rebatí —n> sé si era reglamentario o no— una

afirmación que se había realisado, diciendo que tal cosa
no era cierta. Ea» era una apreciación política. Pero,
cuando se reitera dos veces algo que uno dice que no es
merlo, hay que p>ner atsncióm
entiendo, «efkr Presidente, que cuando se dice que
os tnMspensatole M n«r un respeto mínimo por los demás,
hay que poner «tendón en ciertas afirmaciones. Dije
que lo de las 100 i »illas no era cierto y vuelvo a insistir
en «no. » sefior leñador Slnger tiene que saber que no
era cierto. 81 no b > sabe es porque está mal informado y *
si él tiene el resyeto que dice tener con relación a los
que tachan en el< sampo político, debería haberme deja-
do ««pitear mi petición.
A nadie se le । mede ocurrir -no sé en qué hechas se
puede basar ni por qué— que yo pueda estar contra las <¡
SN millas para <1 mar territorial uruguayo. Bl señor ¿
senador por lo tai to, no podía basarse en ningún hecho. |
Además le reo irdé al señor senador Singar que en la ¿
Asamblea General no sé si ahora estará de vuelta— |
le había dicho qu? no era cierto que el Fondo Moneta­
rio Internacional le habla hecho firmar una Carta de
intención al Gobierno de Chile.
SBfiQR RODR1GÜJCZ. — No es un problema personal,
ni nadie puede pensar que yo me voy a aliviar de tes
200 millas para ei mar territorial uruguayo, sobre lo qué
piensa China, Estados Unido« o la Unión Soviética. En
el momento concreto, si es un tema que interesa, lo es­
tudiaremos, como lo hacemos con todos los problemas.
En esta circunstancia, no creimos que eia un tema prin­
< cipal o fundamental como para dejar la cama, y venir
a discutirlo porque, por otra parte, tiene connotaciones
internacionales.
A lo que no hay derecho es a incriminar a un señor
senador porque algún país tenga una actitud sobre las
200 millas que, a lo mejor, del punto de vista de sus in­
tereses, es justo.
Me parece bien que se lean las act«« a que se ha
referido el señor senador Vaoconcellos porque se verá que
no hay ninguna posición de nuestro sector, contraria a
las 200 midas.

Frente a mi desmentido, el señor senador Singer re­

accionó como todo ¡o hemos visto. Yo no voy a entrar
a dilucidar quién ue el que pronunció la primera pala­
bra. A mí, si no pronuncian la primera, no tengo por
qué decir la segui da.

Por lo tanto, «mor Presidente, no voy a admitir que

se lleve por delante unos cuantos años de actuación sin­
dical, política y parlamentarla, en diferentes pianos, sim­
plemente con presión física. Además, cuando esa presión
se supone que es mayor en una persona más joven. Se­
ñalo que aunque juede en pedacltos por razón de la
edad, sea quien set, se va a enterar de que a mi no me
van a llevar por («tente.
Me parece que es bueno, señor Presidente, que en
sms primeras acial clones el señor senador Slnger haya
hecho la declaración que hizo, que Indica que, más allá
de «tartas arrshataii que él y yo podamos tener, nos va-

1 a raepetar, 81 «a as , nos respetaremos édoolófteamen-

pero no utilizando Ja fuerza física
Sedte ma«

23 643
01 6
 RODRIGUEZ, Enrique 4.
Senador

^ema: A entados Terroristas.

Sesión! 30 Mayo de 1972.

SEÑOR RODRIOUEZ - & |

•ión, |
Fot supuesto que estoy de acuerdo totalícente con
las expresónos de nuestros compañeros Rodríguez Ca- i
musao y Míchclinl. 4
Quiero decir, ante el planteo que han hecho los se- f
ñores senadores Vasconcollos y Carrero Sapriza, que no- j
sotros, sobre esto, tenemos una posición def’nida y clara. |
Nosotros no queremos manifestar que tenemos más au^
toridad que nadie. Estamos en las mismas condiciones
que todos, porque ‘ocios estamos inmersos en una com-
plicación política muy grande y a la que hay gente que
todavía quiere complicar más,
Solicité la palabra para decirlo al Sehor senador
Vasconcelos que debe comprender mi estado do espí­
ritu. Cuando él dice que puede llegar un momento en
que ciertas reacciones no se controlen, le digo, que nues­
tro grupo político acaba de vivir, en su sene, un acon­
tecimiento muy difícil y que pudo terminar en algo real­
mente grave y dramático. Circunstancias de disciplina
partidaria y de comprensión de qué es lo que conviene
o no »1 país, hizo que lar cosas no fueran de esa na­
turaleza.
i

, Con tato quiero decir que tenamoa, entontas, la pe- I

' /Ibl’ldnd real do dert* que más allá de lo q a se piense $
sobre algunas propuestas que nuestro sector ha hecho' y
más allá de la seriedad con que ellas hayan sido abor* >
dadas por uno u otro personaje de la vida nacional, sos­
tenemos la idea de que por este camino de las cuttfron« $
lac ones, de la bala contra la bala y do la muerte contra g
la muerte, no se puede lograr el mínimo ambiente como 1
para desarrollar la política en loa términos farragosos 3
y riesgosos que todos conocemos. No noe vamos a hacer 9
ilufiioni’tt de que con crisis económica haya una paz so« .9
rial ab-oluta. Pero hay leyes y leyes de juego.7 W

En ese sentido nuestro repudio a tales actos. Ellos

lineen avanzar un pn:'o a nadie a nivel de conc'encia, J
sino, por el contrario, lo que se logra es retrotraer toddW
lo que se pueda haber avanzado y significan una expre* 3
sión de orfandad política indudable, aparte de que pue* ■
<len Nvor r-jrrer ríeseos a i i”'s >na ■. absolutamente inocentes m
e indefensas, Jo que no debe merecer más que nuestro 9
repi'dio. Esto ten» rnos osperiaI interés en remarcarlo en
un día como el do hoy. |
Nada más. |
-----—-- --------

01 7
 RODRIGUEZ, Enría <

'’•mat Ciudadanos ^rivado» de en libertad

ñor aplicación del art.^l de la Consti tuoHn

¡>e8ión: C.SS. 15 y 16 Junio de lay?.

«BAOR RODRIGUEZ. - Me voy a remitir exclusiva-

mente a leer el ad» Que conata en mi poder, porque su
sola aparición ratA indicando algo que algunos deben in­
terpretar de alguna nfiñera. Cada uno lo hará de una for­
ma. Esté firmada por médico« militares del Hospital Cen­
tral Militar. Junto ion los médicos que se interesaron* a
nombre del Sindicato Médico del Uruguay, por este colega,
que es un Itombre de una alta calificación: Adjunto, Asís*
tente de Clínica Quirúrgica, Jefe de Clínica Quirúrgica %
cirujano técnico de ;rran solvencia, un hombre .inven, lien»
de salud.
Conosco a su timilia y por ello puedo decir que **o
trata de una persona que nunca ha estado enferma, porque
de tener alguna ate *clón, presente o pasada, no podría ser
un cirujano do la ci Ildad técnica que lo distingue.
£1 hecho de qt|> esta acta la hayan firmado los jefe«
militares que son i la ves médicos del Hospital Centra)
Militar, algn quiere decir y seria Ixieno que la sola men­
ción de ello sirviera para algu. si i>» para las soluciones ex-
? remas que plantéala el señor senador Mlchellni, por lo
ÉksM, para que <¡e uepa que se confirma en el propio Hot»-
Militar tv» ajremfcM físicos
Dm» aaí «4a Mctoq que leu textuaimenlc.
(I-re.)
Montevideo, H de junio de 1*72
ACTA REFERENT): AL ESTADO DE SALUD DEL
INTERNADO-DEG ENXDO, Dr. NEVEL BONILLA
Ante versiones circulantes dentro del gremio médú-o.
en general, que p! estidn delicado de salud en que nc en­
contraría ci detenido, 3r. Nevel Bonilla, actualmente inter­
nado <n el Hospital Cintra) de las FF. AA., el Director de
Sanidad Militar, Uncí. Pedro Goñl, concurrió en la fecha,
il Sanatorio impasa donde el rltiidn profesional íntegro
ios cuadros médicos y siendo recibido |*»r el Mr. Director
Técnico del misino Di. Julio Arsunga, ofrece la visita de
ios facultativos que if> designen para concurrir al Hos­
pital <’entra) en qia- o >i> juntamente ron los designados por
< mular! Militar. <l<•Irrinhirn el estado orliinl de MÜud del
n llorando detenido Dr, Novel Bonilla,
probablemente pór un aCcMtirftt hi^lMfnieû «n «I tarrttWto
corútldco derecho ,
(Firmado en el origín&D.
Director de Sanidad Militar
Cnel. Pedro GofU
El Director del Hospital Central FF. AA
Cnel Arturo Sqaro Alegro
'
Ki Sub-Director léctucu da Strnidad Militar
Cnei. (SM-M) Hugo Brugninl
£1 Sub-Diroctar Técnico del Hospital Central da ita FF. AA ’
CueL (SM-Mj Miguel Campomar
Dr. Héctor Deíténiinie. Dr. CarkM Avellanal. Dr Juno
Arsuaga". •/ *
Esta es el acta labrada «in el Hospital Militar en pre­
sencia de los Directores de ese establecimiento, <pn? han
Iternútido 4|iicer «I examen del detenida habiéndose com­
probado una ¡>ersona atorohitamenfe sane que minutos
antes estaba realizando una operación <Jelicadhima, y que
nunca sufrió enfermedad alguna, se encuentro en seme­
jante estado que os producto, como ló dicen loa entendi­
do», por 1» reacción violenta del agua fría y en un estfide
emocional que cualquiera puede comprender.
Me parece que el hech>> <le que **n el Hospital Milílai
(Jentrel s» hoya p-xlido constatar esto y que delante de
lrx> médicos militares este, hambre haya declarado cuéle»
fueron las causas que le produjeron <“!*a situación, está
indicnndn —-quiero sacar las mejores conclusiones — de que
Iwiy alguien que dexa que m» ‘e|>ft que efectivamente ha
tiabídu en este caso, una tortura fíuk a evidente en una per-
«ma e la cual nn «y l<» habla hecT ■> Intfrrnuatorln de ma­
nera normal, cmho delie ocurrir ante una is t^nna a In
cual se le inculpa de algo.

ofrecimiento es aceptado cnnrertándoM* la visita

P«aBa hora 16.30 de iste mismo día
Siendo la hora 16jK) y de acuerdo a lo aitodk-ho, «<*
hacen presenten en el dospHal Centra), los siguientes pro­
fesionales: por Jlmprea: Dr Caí-Jos Avellanal y •») Dr. Julio
Arzunga. ios que son gsrtbidoa por el Director dr Hankiad
Une). Pedro Goñi, Diredor de) Huípil al Control Uncí. Ar­
turo S^ssó, Sub-Dlrectffl r Técnico de Sanidad Cnel. Dr. Hu­
go. Q, BrugnUji, Sub-Dl ¡evla Técnico del Hospital Central
Ti«.- Cjiel. Ds. Miguel | 'amponuu y Dr. Héctor Deflémlnix,
quienes les Imponen la finalidad do la consulta, <¡up es hi
de precisar él cidado leluül dr) ptudanle y mi .htotarU clí­
nica.

tinnii^? ,lT S“!*’ * ewww al Pi Bardila y

lina ¡izando el examen dicen: *

Montevideo, M de junio de pr/x

Hora 17. oti,
Historia clínica del Di N««v<») Bonilla.
Hecha pu- los Dr>s. cM||os Avellanal Jtdwí Arz’4^-»
IIMoi Dt*ffémlnls

Enfermedad actual Según el paciente, el dia 12 <ta

wma> en circunstancias
___ en que estaba detenido, 1» tué su-
i ja tains en un barril con agua
vk'<»m
ídé. Inmediatamente to pctlrncidó cvfulvu«, mareos y partí-
t? ■VÍOTI,‘“ nl..«*rdW«,l<- ••"""■
curso

< vd «rites .-\nti<(‘d(7)t<,< peí lev

vasrij/.-iro*
■- >i i lía sido .sano. No tiene nnt<’-
23 6'4 J :
até m« > «MólMMÚMlMmta
mtlfMl,

hrwq » ¿bwrtivt: X/W r '

0 etlo No .«t*y r^gl tost 4r ioea .liftMMto«» MiigKStonM
de flMMiftlt: y rwfwwftiMiinF S ¡MllllW’tlr

iRr.mm- Wt ’ 'Ir «totéwftotrd» siqMlRMh* móa nw-

1 ■ ■ ; 'íj ' / ' 7

" AMénm*'' jdtonBtwiiar«. b- ■

••n «tMrtlrc. »in rewpn»M| í
1Wt. «Utili "
»cswtr V I*« *•* V-

En suma: Hemiparet i« izquierda, leve en «I iimjiimw»

actual, con elementos (e organlcidad »eguro*, produeMW

018
 V
do y vft a sélNmotivo de une rn el i<odo d«i innod» - »«• ?.i
que en <•! Ü! injuay m- rita t«>i ♦ m•.loh y qm» el h<-»*hn de
que no haya •íldX-m tenor, que ?k< otó n ■¡♦♦•bel■ > y que mu-
rhos rjudadair«\ib'm tro*'. <li;»n no ,K«»im p.i-pi«* <•«>
tendría que |<T t'>1íiorrnt<• lo rnrrieoic lo lio »r>‘«J
el que murta« ríu<la«ffltaos. t'nrnn «oí <•*«>■ < .«.«o que <t-oimrói-
moa ho.v, r.4in ♦ihinclilnk »'om>> Jo v'Miii'i’f o Uet i'i.jo d«- lo
hnce murtam ritas V m’uXiih, a v jib,i oU>,. «->011 ivi.ilr--. fi
Ricos y mora es de toda clXt* ¡t vida v । f<*n» dr| nb ino
‘■rílor F'rv'mi-ntr q«*r I.-- -X- que e<o ■.- » ---r r .hi.'r-r- !*
ahí donje < rompriivtie X i h'chvo <ic acuerdo « la» intenciones manotadas por el
SEÑOR RODRIGUEZ ?Vu ¡n nu.
SEÑOR M1C1IEL1N1. Con \irho gu/do. . y con lo que se ha expresado ¡«or parte del General
SEÑO® RODRIGUEZ. - No voy u cavr en la Un-
lación a 1* cual me pareció mo invitaba el señor sena*
dor Ferreifa Aldunate «»obre quién. debería ocujiarHc de
<w párrafo del manifiesto de la Confcrencta Epucopal,
porque yo también creo que oh un documento general,
un documento que en una parle es bastante humilde.
IMirque dicí que In lvl< •>hi, <<>mo «.. ?>>-, |.,k q<jr
inserte« en e«ta realidad, tiene po.'.biii. ladee do carón*
cías y de errores y. por vonscrijeruiM, da m; opinión,
sin pretender ron esto acnUir i-íitedia Eso me pareye
bien, porqi r más allá de la» < reenviu» religiosas y <k
loa dogma# esta opinando «obi<‘ reabdudr» de las ma­
lea lp« cnft que« pueden ser dei-ntv,'lados y puede haber
tal o cual Tren o luí o eunl acierto en «*1 (-nh>qne La
referencia jue ahí se hace a lar*- teorías materialistas y
ateas y mencionando en concreto al marxismo, si .«e mira
con detone ón, y coi /mimo d-- vtdmb.ir c i to c-oinn un
documente» que ha «'do <*laI«ira»l<• v no una roui dicha
en el VIH'll de mi iIImiii-«i. r> M rliml.Hlblo une hav
unn serle pe ten toles cutir |«v¡ i I.,*« i mu <1 . I<»m »
materialista H y la romTpríou tiuii x 1.1 fi ■ !< I iiiiiiet iiIImihi
dialéctico, también m/hijen <<inie «»ir.r. < -on'-ep- ¡oit<‘<. <■!>
la creación de un clima donde «■ fr-ctii o.-m nb' llega a 1.«
conclusión te que estamos en una ♦mérrima. Lo dtec
en la primera parto cuando habla de la base maternd
de Ja crisis del país, y Jo dice con mucha fuerza. pero
de cato no se ha hablado: lo dice después cuando llega
a calificar as formas dr vtolrnc’a <iue existen y 'lo <i <-c
después «apando la eonciusiói» que puede extraer ¡na
conferehcta da obispos, hablando d< formar un hombre
en oí crite'io da la doctrina de Cristo y de la creencia
en Dios. C ulere decir que no as obligatorio ««impartí,r
ninguna d# catas coras para ver que «e hace un refuer­
zo pura et pilcar qué ce lo <ius <-»>lá Hucrcllsn lo en el
país, con un rasgo de humildad que tkmn importancia
—caté explícito en ♦•! punto 1— porque la petjkixaa
en eida tu teria, frente a hacho» t«m gravo*, no condu­
ce a nada#
No vov a entrar en lu discusión sobro cao. porque
cri'O que giuncando «obre ti»<h* lo que pus» la hi inn*
’)irh«d i1t| *í huí «Uvei íir: • di)< vpr l<»nrs fi Ihm, iflene ifilC
-~t -, > ,/ ■ i • .i '.<rr» '.«Mi tomo«!;»»
como un dogma, y tío ,nn> y-/í.i p,'»r/¡ H .•< t )í,n
y a veces, simplem'*ntc, son
esto no vq¡' 8 inter/enir porque erro que <6 im
mentó quo tiene hadante seriedad.
.!■ > Cteo 4 uo en h parto final, cuando dice que
documento ha aldo consultada c<m el Presidente
República
SEÑO» HINGE« Cofiíultedo no
SEÑOR RODRIGUEZ - Lóalo bien, sufior
porque tiene muchas puntué exfp díuimu’iPo E! hecho
do que el Presidente de la Repúl;IUs »♦» enteró de ese
docfrjTií*' fu v <■< rronif'«•'!<> crtmpk’ridr» do que «e haga
públlí". e|(<!-i,(, HH-b r;i, <• n iv • ub-t exjint«* porqill!
puede indiinni bes ro- u .ó. ine i<» ,ir romdu.do-
nes porqut yo no r*tu\<- <-n < । .uhm t.i Ih-m o:i
rece que híbo unn rnlrriixm v ulul i qm d<- r.;o
vistas y H8| jcha> oírpx que h¡>bni que h>m i ¡id, i !'< I i
M ir¡ñ Í» 7 -■ ¡I ■ >■ ' »- ’H . !• ;
tri mii ;ìr é « < y te H re ! mu ¡í qu' ■: h el | ií ' qi'-' n'h- n
01 9
b»en los señoree senadores es, «n definitiva, lo qut todoi
deseamos, No me pronuncio. Es un documento que tiene
sus bemoles, entre ««iloa la rcíarrncii» al marxismo, sobro
la cual no me quiero referir ahutra, porque tampoco ea
ursdoroa» Simplemente la ubica a ni como una de la»
cau»ule» que pueden traer problema».
Atiur», quiero hacer otra denuncia. >»<»r la repurcu*
non que va a tener esta reunión y porque loa hechos
11 • <íi( an a donde puede conducir l a falta de contralor
Presidente, que aquí varia» veces se han repetido
M*bre todo cuando lo» 16 atentado» en una mwma ñocha,
ron ¡o que le ha dicho a b« Obispo«, en es*” oportunidad,
Maguan!, como Ministro de Defenaa Nacional.
En r| din de hoy, iu>r ejemplo, se ha dado conoci­
miento de la detención de sediciosos en *1 Departamento
de Lavallc|ia. Y entre ello«, la «chora Tourné de Eche-
uique.
Lo qu<s voy a decir es muy grave. Esta «mora de
Eciic/ iquc estaba en víspera» de dar a luz. Su casa fue
todrada por efectivo» mil ian¡pi. con todo lo que elle
* giof ra y su mando salió para afuera —por otra parte,
v» un gzan aj» fo muo el ucñrr Eehcní^ue— y Ií s dijo
a «o* m itiarea que *u «rnura estaba por dar a luz en
ti término de huras. íx> dijeron que me callara hi boca
e igualmente lo llevaron al cuartel detenido, des1 retén*
dolo. En «ni momento. i</s dij j que no podían llevarla,
de ninguna manera, debido a su situación. Hutnio; no
solamente le dijeron que se crllara la boca »¡no jue lo
llv»i«r«>n par« <*l ruarte!, a él, el (•!«*), y l«> tii'ieroq
.it lrmdu durante doce hora* uricapmbailo, simplemente,
t>ui lutbar dlihu AHÍ, cti («I cuai^l, su mujfcr dio
a lu.r, )
Sobre i ste hecho, debo manifestar que el Jefe dej
('«artel tuvo una real «vnaibiliJad. Cuando vio que efec­
tivamente Ja señora calaba por dar a luz, fue a hiMKiar
«I mal ido y le dijo que trajera ropa y todo lo nvcr<arlo,
pura iitendrr a »u señoril rn esa emergencia. Luego de
eso, 1» »oñurn d:o a luz un mño, Después, tuvo que M
llevada <ie urgencia, al Hospital, por varia» hora», en
virtud de que «r habla pmdacido un Joarreglo que.
con»»' es lógico, MUiM'di* en cir<-un*,hita i.o .máli»vM>, ¡»ern,
posiblemente, agravado por JiaLx'r tenido que «oporUar un
hecho tan desgraciado
¿Qué tiene de importancia esto ’ Aparte de la <-nn
dad dg la persona, a petar de las directivas que se le
pus'dmA haber dedo clende arrdia. no se piu le tener tal
rigidez frente a un hacho d<* esta clan«-, ya que cualquier
aér humano lo puede comprobar, sobre lodo, debido a la
sn|Ku»Ha de un hombre que. poce r u nos que de rodilla»,
pida que no se actúe en mm forma Hago abstracción de
Indio» y de pursonM. No mn Inhuosan «ata persona»,
Perixinas que son capases da haear cw, rio otMoenn oa»
líinu, y no interesa si visten wilfonno o no.
' Pero lo curioso de esté Miunto es que se hace una
im ulpacmn a »stn persona, en una forma poco menos
que ¡iimdúni No »c trataba de alguien sobre quien se
nrefttimtern que 24 hora« ante», o 24 días antea, hubiera
estado empuñando las arma» contra el Estado o que
hubiera realizado actividades sediciosas. No. Esa per­
ón», hace muchos año», habla sido novia de un tupamaro.
trata de una mujer Joven que conoció a un tupamaro
u<» ya falleció Ríen; cid» muírr normalizó su situación
,/ c,e casó con el feflor Echenique y « toban esperando,
un hijo. Por el hecho de haber sido novia, haré cuatro
de un Joven que fue tupamaro, que posteriormente
faitee.*4, la llevan deferida en estas condiciones » n aten­
der el Ramada .de »a «a*o«o.
No e» que lodo esto me asombre Simplemente, creo
que vunndo un pois va hacia taewno. la impunidad
/i.ti.i rciili/.ur esta eluse de rosas es incontenible Lm
t»<i« de condenar solamente un pueblo y. en la medida que
P.’i .i
i ;‘ - y
í «-ig.mOíA md poder civil ^ue
, > . . ... ... . . .' . i -..i) ■ l'
23^43..
-‘Y

mínimo de rt «peto a las normas democráticas. Pero cuando
se va hacia *1 fascismo, la impunidad llega a lo que dijo
el señor senador Terra, con respecto a lo que pe saba
una persona que ti me algo que v<t con todo cito, y
a otros heclos, romo el de perder totalmente la sensi­
bilidad humma, como el caso de una persona que está
por ciar a 1| z. y, además, cuando m' anbe que la única
inculpación |Ue se le hace e» que hacia anos había te­
nido relaciones con un tupamaro ya fallecido. Esto es
increíble.
Quería ienunciar esto, porque o« posible que las
denuncias di estos hechos comprobados por personas de
mi conocimiento, amengüen 1a dureza con que se está
tratando a esta persona, por el hecho de haber tenido
la desgracia o la suerte de que en su juventud tuvo un
determinado novio que después murió en una acción vio­
lenta. Toda« estas cosas son un indico de todo lo que
aquí se ha hablado.
No quie *o entrar a discutir con el «enor senador
Carrere Sapi.za en Jo que t ene que ver con la materia
técnica, per® efectivamente, lo que w ha dicho aquí,
dicho está 11 ¿citar senador podrá leerla. No he men­
cionado múa jue lo que calaba en el acta en esa situación.
Se trataba de una persona muy sana que nunca había
tenido una lesión vascular y quo, simplemente, pnr haber
«ido aometld) a uno violencia física y moral, ya quo
varias veces se Je introdujo te cabeza en una tina hasta
llegar al ahego, fue que le pn«ó eso. Es posible quu eso
le hubiera sucedido, tanto enyéndose de un caballo como
de un ómnibus. Pero el hecho fue confirmado y tiene
su interés, á e parece también Importante te referencia
que hacen lo i Obispo1- a (pie el 6¡cñor Presidente Borda-
berry tenía '/movimiento de esa declaración que iban
a hacer. Cree que es importante también manifestar que
haya gente q ue tenga necesidad para decir que no do-
sean ser complicados.
Todo esh» nos da la razón a kw que decimos que
esta situación todavía puede ser «ni vada, «I hay la ne-
cesarla sensifcíhdad y si siguen adelante las ínveslíga-
clone« votada^ por el Senado. En cuanto a lo que dice
el señor sena lor, me parece que tiene no sólo vigencia
sino una real! ted que nunca la puede perderT^y
SEÑOR HICHELINI. - Quiero terminar, «ertor Pre­
sidente, aunqi eNpdetento que después te voy a conceder
una interrupt) ón\al señor senador Costanzo.
Expreso jue 1 senadores Enrique Erro, Rodríguez
Camuswo, Tetra, Rodríguez y el que habla, plantearemos
una declarad 5n que espués juzgará el Scado, stn per­
juicic de que en la i ita Ima «C'íón planteemos la ínteja^^
pclación debí in.
Con refe encía a lo ue dijo recientemente el ai
/w-
senador Hodiíguez, qute manifestar que, a poco
el país recob'e su normalidad, muchísimo» de lo» «lew-
nido« de ho¡', supuestamdpte confesos, «aldrán en fK
bertad. A mi rhos de ellos,\por «upueato, se le» arran­
caron declaraciones bajo <»1 •rror. Si tuviesen garantía«
ya se hubien n desdicho. Lo ue sucede <’■ que mucha«
vece« no poeten declarar porque tienen que ir de inme­
diato a la rnlíina unidad, donde\«aben que van a recibir
otra paliza o van a ser sometidas a nuevo« vejámenes.
Eso es un he> ho cierto.
Además, lefior Presidente, algíhi día habrá que juz-
gar el tremenio error de haber patydo esto a la juris-
“.
dicción militar Si esto hubiera queda’ > en la jurisdicción
civi, no hubh ra sucedido que los ci adano« perdieran
la iltlta total le las garantía« índívid les.
áEÑOR 1RRO — .Me permite interrupción,
señor senadof’
SEftOR i ¿CWSUXL — señor turna
*-mU w un doigUa
muy importarti r M v glgurUM»
.'kW.íbH/y, 'jwo#
Internacional de la Cruz Roja,
El acta que «o hu leído por parte del «uftor senador
Enrique Rodríguez, evidentemente, implica una acusa­
ción directa y la comprobación de torturas en el médico
a que be i hecho referencia De lo contrario, el Director
Coronel G^ñl, no hubiera firmado un acta de oe tipo,
sino que hújjlcru hecho tes «alvcdude» consiguientes. De
mudo que nip parece que Cíde w un problema claro por
imona de I discusión a nive. .técnico que aquí se ha
dado. Por la \lectura del acta, se pudo saber que lo»
médicos que eliminaron al doctor Bonilla —quien tam­
bién hizo decíate clones- no encontraron ningún indicio
d<» lesiones vasculares, etc , como aquí se ha dicho. Esto
debe quedar en <\¡ito porque es muy grave.
Por otra parte,\ señor Presidente, he escuchado a un
señor senador que Vtecla que estábamos en estado de
guerra. En te Asamblea General, nos locó hacer una ex­
posición sobre el Convenio de Ginebra de HMD, ratifi­
cado jmr nuestro ParL^nento hace 6 años. Este Convenio
de Ginebra es muy el o y vale te pena que quede en
te versión taquigráfica,\ principalmente su artículo 39,
que dispone: “Artículo ¡ —- A tal efecto eetán y que-
dan prohibidos, en todo empo y lugar, respecto a la«
personas aludidas;" es de ' peraora» que hayan que-
dado fuera de combate po enfermedad. herí cías, deten-
clon, o por cualquiera ot ckuta, serán, en toda cir-
cqnatancte, tratada« con hu nídad, sin ningún distingo
dé carácter desfavorable, Id en la raza, el color, te
religión o te« creencias, M «ex», el nacimiento o te for
tuna o cualquier otro criterio mqálogo’T
Para esa» personas, dice el Intiso a): “Los atentados
a te vida y te integridad corporal, wpecialmentc el homi­
cidio <*n toda» «ua formas, las mutilaciones, los tratos
eructe«, torturas y suplicio«’’. V elvnelso b) dice; “La
loma de rehenes”. Homo» denunciad«.* muchas veces, acá,
el caso del doctor Novoa. en la Facujlad de Derecho, un
hombre conservador, políticamente hablando, quien fue
«¡acudo a te fuerza de esa Casa de /Estudio» y retenido
en an propio domicilio, en virtud dé que buscaban a SU
hijo tes Fuerzas Conjunta«. /
Continúo con el inciso c) y d), señor Presidente.
Dice así: “Los atentados o la dignidad personal. en
especial los tratos humillante« y degradantes; las sen­
tencias dictadas y las ejecuciones efectuadas sin previo
enjuiciamiento, por un tribunal regularmente constituido
y dotado de arantias judiciales reconocidas como hi­
dlspensables p los pueblos civilizados’’. Acabamos de
ver que aquí n hay garantías, evidentemente. Más ude-
tente, expresa: “V>s heridos y enfermos serán recogido«
y cuidados. Un organismo humanitario imparcial, tal co­
5>O el Comité podrá
if racer sus servid a la# Partea en conflicto. Las Partea
confundientes ae esforzarán, por otro lado, por poner
«W:vigor por vía desacuerdo« especiales la totalidad o
pttrjH áe tes otras disposiciones del presente Convenio.
Lg/ aplicación de te« ' posiciones precedentes no pro-
ífueírá efecto sotare el luto jurídico de las Partes
contendiente«“.
.. prisionero« de guerra, etc.
Y, sigue el articulo 4P:
Me interesaba leer el ículo 3^, porque deja en
claro que te incursión que pretendió hacer sobre el
estado de guerra, no tiene na< que ver con la ex i gen-
cía de cumplir con este Con nlo do Ginebra que el
rruguay ratificó, como a dem ns\ ratificó la Declaración
di- Derechos Humanos y la Carta o San Francisco.
Bieti. a medida que esta «calón
avanza y cuando aún no se ha dado Vuenta de la moción
que hemos presentado junto con otroA señores senadores,
continúa llegando gente para informadnos de nuevas de
tenciones.
He me ha dicho, hace 10 minutos, due ha sido de-
tenido arbitrariamente el Secretarlo de Funsa. dirigente
lx»ón Dugrie. Fn te ciudad de Durazno, fue allanado el
/J ^nh'^tr /o-é jbv/r
02 0 ¡t» a*9
 SEÑOR ROMUGUÍZ. — ¿Ot pnntl«,' .
dente, para fundar id voto?

‘ 8KÑOH PRESIDENTE. — Ttene la palabra H acdor/

senador. ’ íj

SEÑOR RODRIGUEZ. - Qutero decir muy poca» pa- ■'

labras y HUixmgo que interpreto el pensaniisntü da todo!
nuestro néctar. i
No hemos votado cita moción, no ixnrque no noa inte* °
ri‘w (pie esta» palabrón lleguen al Ministro do Defensa
Nacional, a mus efectos, en mu calidad inteligible o ininteli*
gibli>. Estamos ya bastante veteranos en materia de envíos .
Je palabras por escrito, iÑ’isonulinentc. desde la Asamblea ¡
Gcncial, vk‘sJv el Senado de la República; de todas nume**
vas lo hemos hecho. Pero cuando ae propone una cosa qu*|
es un |hm'o uuís nfirmatlva, como es la nuestra, decepciona^
que 'o¡.> v •nsnuoihis que <•! señor senador VasconrrUoS
.ic<>nq>ane; creo que siinlxilicumente deberiMís nu«ntenerno*f
en fiuer tt íi para <lvmi»fitrar que lo que queremos
es hIko búím (pie un intcvcanibio <ie misivas con el Mintotru.'¡
Que no ae vaya n interpretar romo que no tenemos interés'
en que el Ministro mc entere de estas cosas que se han A*
cijo aquí.

02 1

HCDRIGUEZ, Enrictu»
Cenador
Tema: Mod. mi onto Subversivo.
«
REÑOR ROrmifluj& ■ Refiw Pro«hl<*nl«: lo» lem««
que han (fetorihido hoy prt' In encona d<*l Honiulo de In Ropd-
biie.i, más allá ile la ions¡iihid ípo1 unn il olio M’mtdor hayan
mnaiwlu, son <ln mm pran importili ici ta.
Tai vez no ira la úJi mía vez que el Cuerjw deba abor­
dar lemas que, etnlivail cote, vayan a la médula <k» gran­
des asuntos nacionales?, <|ie deben ser reaucitos con una da*
terminada óptica.
Primitivamente, el p! inteo resultó ser un tema que me
parece, que tanto deudo i 1 punto de vista Jurídico como del
dv las tradj<.junes del PA s Y los fuero,i del Pui lamento, lia
qm dadu clavo, en cuanU ni privilegio uuí» significa ser Je*
KMador, cuando ese privilegio, más Hila de otras connota-
«•iones y de aprovecliaml intoa indebidos que siempre debe-
pernos criticar — y hvmoi criticado- signifique, justamente,
juzgar del desarrollo de . a vida del país, y el controlar del
Poder Ejecutivo.., , nes políticas, se pongan los ojos en el cielo, como si se es- i
Sr.ÑOR ( Al l’TI. •- ¿Mu iiermlte, señor senador, para
:v,¡ai >;.«a constancia?
SEÑOR RODRIGUES. Con mucho gusto.
SEÑOR CAPUTI. — I>h seflores senadores Ravennn,
Rath y el que habla, quetdnos dejar cniisfaneia de que ma­
ltona tenemos una reunid! fuera de 1« capital, en Son José,
a las 8 (íe lá ntx-he. y et posible que jkilo pxJamos perms- .
nccer en Sala hasta las 11* y 30. • '
Queríamos dejar está decida la razón de nuestra aúnen-
cía, a partir de esa honi en la cesión de mañana, que nó A
otra que el tener que partir hacia San José, para con­
currir a un acto que ail^, se realiza. '•
SEÑOR ERRO. — j Me permite, icñur senador, para $
una cuestión de trámite l > turno?
SEÑOR RODRIGUES • Con mucho gusto.
B SEÑOR ERRO. - O »servamos, con inmensa inquietud,
^eñor Presidente, por la t'ascendencia del tema quo se tra­
ta, que el Senado va viei do reducido su quorum.
Solicito que e! señor Presidente haga el mayor de ^us
esfuerzos llamando a Sal* y a responsabilidad a los señores
senadores, porque un tctjia de esta naturaleza, no puede
quedar * truno).
Mucha* gracias. * tK'üi y a los confbgtus »ocHtie*, «mi mí resultado de un des*
SEÑOR PRESIDEN! E. — Se esté llamando a Sala,
señor senador. irl .... . -
SEÑOR RODRIGUEZ. - - No podernos jirever lo que v« Jij
a suceder res|»ec.o n la r rcocupación del señor senador Erró, j;
señor Presidente, pero o* todas maneras hablaremos breve­ |
mente, pura dar nucwtri opinión sobre temas qu» tu* po­
rreen realmente trascendentes.
D<*ria quo sobre el teína del privilegio o <kd deber que
- t .. f /< 'j-iudor j ‘¡obre la posibilidad o no de Jas
p it fi i/.ir biK c.dJíir'/ií'ionoM que aquí «O
han mencionado, nadif hí d«'tood|do <> <ohl< Jado lo que ron
tanta claridad ha expucst >, en !-• pnmnn paito <!<• an ma­
nifestaciones, el señor «a ador Micheiini.
timar ojo avtaor, mpóel » lw w en el pai*.
ya p el Podw EjW *W >í F jwm* AfWífo« 0 <‘h
c.ida mo de iM imbíbaicei p«í<, \p/gÚKOO/
Ix» hemos hecho nosd ros, con intensidad y, en algunas
ocasiones hemf»s sido prc I agonistas d<* donimr.htw que nos
parecía Imprescindible rea fizar. Si hubiera y **-
tuviéramos tan desmedracus de quórum, Jo hartamoi» um-
•A
8 ajzoeto/972
Ntort Wfkhidfí W ftór, j »urque tute tw
problema que haya terminado. ■'
Nos parece que, más alié <ie los hechos denunciados en |
cuanto u que, en determinada» circunstancias, el gobierno f
—o los sudores que tienen, ba,k> su resjionsabilidad, Ja con-
ducción de la lucha armada que existe en nuestro país—
baya sentido ía necesidad o Ja obligación de conseguir, por ¡
el camino de ia conversación, e. acuerdo o la tregua o como
m? Je llame que termino un período como el que hemos vi- 4
vafe», nadie puede asombrarse de nada. De ahí que no po* *
damos aceptar que, solamente [xir defender ciertas posicio- ‘i
tuviere ante unrt cosa desusada o ubicada fuera de las prr- *
visiones lógicas. Por el contrario: si de algo puede preciar- "
se el sector político que noNctroa representamos en esta
Senado, es de haber visto, con agudeza, lo que constituye
«*l piiM'(’s>o natural del desarrolle de los ocuntecimientes,
un plano que el gobierno llamó de "guerra interna”, recudí
rriendo n la Constitución, para poder utilizada a fin da j
actuar en el mismo i
Todo esto lmpli< ab.i, señor Presidente, sin lugar a du- ¡
das, una definición: <» se ubicaba en Ja tesis def exterminio,
sostenida, por tres o cuatro días, |K,r un diado calificado,
ya, desde mucho tiempo, como adorador del fascismo, o se
entraba a un entendimiento que descartara tal tesis y lle­
var» por un can.lno que permitiera salvar, do la deteriorada
situación política y jurídica que vivía la República, lo que
aun fuera rosca labio, de lo que, desgraciadamente, su ha
comenzado a llamar "ol viejo Uruguay que ha muerto”. ■
■ 4
*
Nuestro sector planteó ese problema, en un discurso
de gran resonancia en Ja vida nacional, el 29 di' abril, a
través de la presidencia de la conjunción política que nosc
tiua represenRamo*
Por supuesto que tal coma aqtií se ha expresado sin
decirlo, aunque traducido a travia de Jos hedios- esa po-
sición que trataba de buscar camino« <1$ pacificación del
país, que pr<x uruba ponerlo en ios carriles de una convh
veni ia que no puede dejar de estar desmerecida mientra*,
rxistun en la República clases antagónicas y enfrentadas^^
dundo logar, con su forma de Mutuar auJada, a la injus» '
contento generalizado, debe sm muy especialmente conti-
dorada.
El objetivo es. señor Presidente en términos g»nera«4
lito el de la im'pr dMiibución de la riqueza social; métti
allá de lo que tan hipoeritamcnto suele denominarse
tro estilo de vida”, nosotros decimos "nuestro estilo de veiia
y de actuar como uruguayos, romo rnmbatientes de luchWÍT
«vxdaieK, romo clase obrera y romo ,Hi ctor<’s jiopul.ires en *
ti marco nscíonti".
’I ■ VS'JUC. ... .
El titlvsr titilo Jo putitela de «M 4MMvfereiicia. fue um«
i'oíwuKb« firme, rvtmwu y é4
Amplio. «1 2P de abril, y qu* prfcttomíbn^^^
nlda en el acta oonstiluRva da ««• McvimtiSttiK Áte «••/ttittyl
b'iri'i en este propio Parlamento, en febrero 4|l Wf« f .HHlwl
fue confii mad.i el de marzo de igual añó. 7«
^x**"“**^^ N.isidros aspirábamos, señor Presidente.
02 2
 RCDRFWm
Sanador
Tema: Centros de Estudios. Sucesos ocurridos.
SEÑOR RODRIGUEZ. ~ 8efi;>r PresMasU: ateo que
el Senado tiene que hacerse ciigp del espectáculo no
edificante que dio el otro día, orno Cuerpo — más allá '«
de que los que nos quedamos no pídeme« ser Inculpados—
cuando se realizó la comisión GHneral pura discutir este
hecho luctuoso.
Fue octensible el propósito de la Bancada que hizo
¡q moción, y fue también ostensible y expreso el pronun­
EnrJquf
22-23 arosto/972
ciamiento de otros .sectores que dijeron, con todas las 1S^
tras, que w proponía la Comisión General, precisamente,
¡ ara no crear un hecho adicional que pudiera promover
el tema de la sanción o no sanción, en función de una '
votación de interpelación, y porque, en definitiva, creimos
que el asunto tenia tal gravedad que mereciayjue hubiera '
un intercambio ue opiniones e informaciones en régimen 1
de Comisión General. Como dije, sesionando de esta forma j
no se toma ninguna resolución y no se promueve, por •?
consecuencia, ningún conflicto de Poderes.
Asistimos, incluso, «como recordarán los señores .ve- |
nadares- al planteo de un señor senador de la oposi- '
ción, cuya dureza cuando tiene que juzgar al Gobierno, ’
lodos conocemos, que planteó, expresamente, que debiéra­
mos realizar un tipo de reunión en la cual se escuchara
la explicación que daba el Gobierno, y que el Senado se
propusiera a expllcitar el tema desde los distintos ángulos
en que lo veían los diferentes sectores, dada la gravedad
inmensa que significaba el asesinato a mansalva de un
inven estudiante en las condicione!« expresadas, y que, por
consecuencia, m? hacía, él mismo, y nosotros es decir,
los sectores de la oposición— un llamado a no utilizar
la amplitud que tiene el Reglamento del Cuerpo para,
en base a interrupciones o a formas de discusión un poco
mis áridas, obligar a un debata político desde el eo-
mitnzo. ।
Vale la pena decir que, aún con los desconfianzas del |
raso, nosotros cumplimos con esa especie de obligación ;
que nos impusimos, y escuchamos, pacientemente, las ex* *
piicaciones de los señorea Ministre» de Defensa Nacional
y del Interior. Todos presenciamos después que una vea .
que el señor Ministro del Interior sreallzó su exposición, los ,
sector«.; interesados nq voy a mencionarlos, porque no .
quiero abrir polémica— dejaron el Senado sin número.
No voy a hacer invocaciones en cuanto a la lealtad*??
o dcslealtad de los parlamentarios. Cada señor senador
maneja su* votos, su palabra y, también, nus pies, para
quedarse o para irse, según convenga a sus intereses ’
•' político*. Perú de la misma manera, nosotros, los que
decimos una cosa y la cumplimos y estamos en la po­
sición que eso no* da para poder opinar, tenemos derecho
a juzgar esas actitudes. Creemon que el Senado de la
República hizo muy mal en dejar sin número, cuando
el señor Ministro del Interior hubia h<*ého una exposi­
ción que necesitaba, inmediatamente, una réplica o, por
lo menos, una confrontación de sus opiniones con la de
los que hablamos reclamado la Comisión General, por­
que si no se daba a la opinión pública y a la prensa
que publicó el discurso del Ministro, una idea absoluta­
mente distorsionada de los hechos que nosotros habíamos
denunciado. En definitiva, la reunión se había convo­
cado para escuchar las explicaciones que el señor Mi«
nistro del Interior y el de Defensa Nacional daban sobre
los hechos del Liceo 8.
El señor Ministro de Defensa Nacional hizo un*
declaración rotunda con respecto a la Indigonción qus
1« producía el hecho — que calificó muy duramente—,
explicó, muy brevemente, Ja intervención que tuvieron
la* fuerza* que tiene a su cargo en este caso, las Fuer
zas Conjuntas) y, prácticamente, demostró que las Fuer
za* Conjuntas habían entregado todo lo que tenían en
sus mano*, que eran lo* detenidos y, supuestamente, las
armas, e quienes Actúan ert I* órbita del Ministerio del
Interior y que, por consecuencia, era el Ministro del In­
terior el que tenía que dar la explicación. Este hizo un
examtx objetivo de los parte* policiales en cuanto a las
declaraciones realizada* por tos Jerarca* respectivos del
Liceo N< S, . u .1 »1
i gg 0 4 d
Desde cae punto de vuta, fiel planteo objetivo que ‘
ahí se hizo, surgía claramente cómo mftiüi Sido inte­
rrumpida una sesión pacifica realizada por padres de
a himnos y profesores, como se había asesinado cruel-
m<*nte y por la espalda, por un grupo de personal aje-
¡ g mi* joven estudiante. Y •
<«* w W * e# -
dad como jerarca, porque le habían entregado la* pef
sonas que hablan cometido ere acto, por lo cual era el
responsable de que eaas persona* fueran juzgadas con •
 la mayor severidad, tratándose de un crimen de esa na­
turaleza— el señor Ministro agrega cosas que no tienen
nada que ver con el hecho, que nadie puede interpretar
de otra manera que como una cobertura sicológica con
respecto a) crimen horrendo cometido psa noche en el
Liceo N<? 8.

Además, el señor Ministro trae a colación un hecho

que no tiene sentido siquiera que se mencione. Dice que
ese Joven asesinado, habla sido detenido en el año 68,
bajo las Medidas Prontas de Seguridad. Bueno, no se
cuántas personas que liayan tenido que ver con la En­
señanza o con algún conflicto social, no cayeron, alguna
vez, detenida« bajo las Medidas Prontas de Seguridad
en el año 1968. ¿Qué relación tiene el hecho de que
haya sido asesinado por la espalda, sin haber cometido
ningún delito, más que estar en una reunión de padres
y profesores, con la circunstancia di* que haya sido de­
tenido bajo las Medidas Prontas de ¡Seguridad en el año
1968?
En segundo término, comenzó a hacer una descrip­
ción, que nadie le pidió, que no era lo que estaba en
discusión, en el sentido de que en ciertos liceos figura­
ban toda clase de leyendas, que todos nosotros conoce­
mos, dentro de ellos, fuera de ellos, en las esquinas, en
las volanteadas que se realizan, en los repartos de mani­
fiestos que efectúan los jóvenes desde hace cuatro años,
permanentemente. ¿Qué tiene que ver eso con el hecho
concreto por el cual se le llamó a Comisión General?

Se acoló, en el transcurso de la discusión —en una

muy breve interrupción, que fue la única que permitió
el señor Ministro—, el porqué se olvidaba de leer otras
consignas, que fueron escritas por los estudiantes del
otro signo, es decir, los ultradercchistas que actúan en
los liceos. Simplemente, dijo que leía lo que le habían
enviado las fuerzas policiales, o no se qué organismo,
que es el que realiza esa labof. Leyó las consignas —creo
que no existían— que podían definirse como tales escri­
tas en las paredes y puertas de los liceos, por estudian­
tes que profesan Ideas Izquierdistas, y algunas que pue­
den catalogarse, como se las ha denominado, do ultra-
izquierdistas, '
No creo que el señor Ministro del Interior sea capaz
de sostener que el escribir una consigna ultra-Izquierdista
o algo sobre el Che Guevara en la puerta de un liceo, sea
motivo suficiente como para que un cobarde salvaje le
meta un tiro por la espalda. SI hace eso, ce porque «abe
que está protegido y por lo tanto no le va a pasar nada.
Supongo que ?! señor Ministro del Interior no se atre­
verá a afirmar eso,

¿Qué es lo grave de todo eno? Lo grave de la inter­

vención del señor Ministro del Interior, a quien en al­
guna oportunidad no tuvimos más remedio que recono­
cerle, que por lo monos habla Intentado atender algunos
pedidos que se le habían realizado, porque entendía que
la cosa era grave, es que en ente caso ha cometido un
grave error político no quim» pasar mita allá de i>a
calificaciones— que puede tener connotación«* y resul­
tancias muy graves, sobre las cuales ti ngo el deber de
llamar la atención.

Ló grave, señor Presidente, es ucumulur hechos co­

nocidos por todos, A acumular hechos, que al señor Mi
nistro 1« consta, más que a nadie, por la propia litera­
tura, por la correspondencia que leyó, entre él, el Con­
sejo de Secundaria y al MlniMrci da Cultura que estaba
presente en Sala, no parace lópw, Mpbiara sido impor­
tante el haber continuado con este probtetna. r

Al señor Ministro le coaata que esas consignas, tan­

to las de un signo como las de otro, las refriegas, pro­
ductos da esas conmociones en ;los liceos, están tratan­
do de ser dirigidas,-orientadas, conducidas por el Con*
nejo legal que nombró este propio Parlamento, cuando
comprendió que la Interven toril, de nefasta memoria ,
— pnwidida por un personaje, que no quiero ni nombrar
porque ya fullvcíó-

02 4 1
 SKftOR RODRIGUEB, etiNM, :
entonce», el Parlamento aprobó una ley Instaurando este
Consejo. ;

De este Consejo se puede decir todas las cosas que

se quiera. Se que hay algunos señores senadores que
tienen discrepancias con su forma de actuar. Pero lo '
que no kc puedo discutir es que cumplió el mandato de 1
la hy. trató dr hulear las fórmulas de pacificación y ;
de dialogo, para evitar las conlrontaclones que llevaron i
al caos absoluto a Enseñanza Secundaria. Este Consejo
trató de que las rosas se solucionaran en una forma pa­
cifica.
i
Por otra parte, nadie ha negado una capacidad re­
lativa, como es relativa toda capacidad intelectual para
entender en loe problemas de Enseñanza Secundaria, )>or
los conocimientos que tienen y por loa asesoramientos
que reciben.

No hay que olvidar que detrás del Consejo Inte­

rino o junto con él, está actuando ai profesor Rodri-
?;uCX Zorrilla, cuya capacidad en wte matarla, ni aun
os que lo atacaron y no quisieron que so ¡o nombrara ■»
& rector, se atreverían a poner en duda.
,.. --------- ------ —...... -

Si no hubiera ocurrido lo del otro día; creo que el

señor senador tendría razón. Además, con respecto al
problema de las intendencias, no creo que alguien esté
apurado por sacarlo adelante. Todos los plazos se han
vencido; se han otorgado todas tai prórrogas imagina-
bles, <1 gobmw h* heriw? un ad^lsoto de 400 millones
de pesos y con eso piensa resolver fot problemas, pero
no ne visto a ninguna de las bancadas con apuro para
considerar ese lema, que por lo demás, es algo que está
supeditado al Presupuesto General de Gastos.

-Lo» 20 ó 25 minutos que

Z2^SLr a asto asunto, no van a significar tonto
¿Xa fes W ó 15 horas que lie le han dedicado al pro­
blema* de las Intendencias.

.»a*"1*'
 Ademé«, señor I residente, nosotros fuimos respetuo­
sas del asunto. Pedimos que el Senado se reuniera en
Comisión General en un día en que no se iba a consi­
derar la ayuda ílnaj.ciera a la* Intendencias,
Sí los sectores que aceptaron venir a Comisión Ge­
neral, que dijeron < ue les parecía constructiva la posi­
ción de la oposiciór, a los electos de no plantear una
interpelación, y luej o,-cuando el señor Ministro dci In­
terior termina de reatar lo que estoy maniíeslando, que­
dando el Senado slx número...
SEÑOR PEREZCA. — No lúe por culpa nuestra.
SEñOK RODRIGUEZ. Por supuesto, señor sena­
dor; se que uatedat se quedaron. Más allá de que dis­
crepe con respecto i ios juicios que yo hago sobré este
problema de la Erusñanza, entiendo que está ubicado en
una posición demarrética y comprensiva. Por eso, de
ninguna manera, piedo creer que el señor senador se
haya sentido aludúlo.
Voy a contest! r al otro argumento: que la urgen-
cía del problema de las Intendencias no ha sido tai.
Además, podemos quedarnos hasta la hora que sea ne-
cesarlo. El otro dís nos quedamos hasta las b de la ma-
nana discutiendo asuntos que bastante poco tienen que
ver con las Intend anclas.
Quiero hacer t stas precesiones, porque no puede ser
que ia opnñon puolica pueda ser llevada a contusión,
rumo lo i.a siuo, c siensiuttmente, y yo digo que con to­
da nucía ¡ou, jkh* parte uel bcnoi* Ministro uel interior,
que, m.M.'io, mvoh.ua hemo.i que en c.ieila medida po-
duan interpretara i —y desuna que el señor Ministro
esiuuem pusrnte cuando oigo esto, para ver si lo he
interpretado bien ) mal, pero, desgraciadamente, lo mas
probable es que a gun señor senador tenga que hacerse
interprete de lo que dijo, y por eso es que soiielUamos
que ia comisión C eneral— como un justiiicativo de que
nabia un amuienti en cierto modo propicio con hechos
sucesivos que explicaban que ese crimen horrendo y <o-
oaroe pudiera iiaier suceuiuo y que luera, poco menos,
ine/itauie que eds pasara. Y esto no es asi. vero esto lo
queríamos decir dnante del señor Ministro, no para hii-
uer una atenga g ¿lútea, sino para llamarle la atención
soore las memdai que debe tomar, ya que, si no io nace,
el es quien cuera en ia responsabilidad de haber permi­
tido una Impunldtd que, por otra parte, —vale ia pena
decirlo - esta cal ugaaa con pena oe prisión en ia ulti­
ma tqy de Segundad del fcinudo que votó el Parlamen­
to. hn eha, se custíga a quien mantenga en ia impuni­
dad a quienes ig gao usui pación de los Poderes dei Es­
tado, con penas qué van desde ios 2 a ios 22 meses 4ó
prisión.
Los lemas di Secundaria están ahí. Cuando alguien
crea que se deten discutir, lo vamos a hacer. EJ qué
quiera analizar rúales son las causas mas profundas ds
todo esto que esla sucediendo, que lo discuta. En un mo­
mento determm ido, cuando se discutió el tema de 1
venia pata el Jrolesor Rodríguez Zorrilla, pareció
>e loa u entrar al londo del asunto, pero, en aeün.
por razones equis, tampoco se discutió.
Posteriormente, cuando se estudió la ley, el
ma tamoivn tei.ia que haberse analizado, pero se dijo:
vamos a votar la ley para que el nuevo Consejo pací»—^nores Ministros y el señor Director de Enseñanza Be­
nque y no viun >s a entrar al fondo del asunto para no
íumplieaiie las cosas, con lo cual también se dejó de
lado la delibere alón del problema. Con esto, lo que que-
reuius decir. es que no liemos visto ninguna intención,
’aa ¿«ñores Ministros del Interior y de EdU- ro más sabe por v’ejo, «gAor senador. Y como es noto­
caclon y Cuitan., de querer promover un debate sobre lo
que sucede en iJecunuana y soore las causas profundas
de todo lo que pasa. En cambio, nosotros estamos dis­
puestos a discutirlo y creemos que la explicación que
damos és la única que puede ser constructiva en el país,
y si estamos tqtiitocados, que se nos demuestre. Pero
que co se no* renga, ante un hecho concreto, - -ante el
ftsnsnmth salvaje, premeditado y preparado contra un
jwtx yae « hos momentos no estaba más que en una
ivjuii'ff-, a u-ser toda una retahila de leyendas, de
dosenos pasar como si no supiéramos lo que pasa en el
mundo, en América Latina, en el Uruguay, y qué ee 10 J
que piensa la juventud y por qué. ¿Quiere discutir esto,
el señor Ministro del Interior? Pues, entonces, vamos a
hacerlo. ¿Quiere discutir esto el señor Ministro de Edu­
cación y Cultura? Vamos a hacerlo, pero que no se nos '
venga con esas argumentos, en momentos en que una
banda fascista, completamente identificada, asesina por
la espalda a un joven estudiante. Frente a esto, el señor
Ministro del interior no tiene que venir a hacer discur-
sos dlversiomstas, sino a decir qué medidas tomó y co­
mo va a hacer para dar con el asesino. Esto es lo que -
nosotros exigimos del señor Ministro del Interior, y todo
lio otro que hizo, repito, fue una maniobra diveraionista
que sirve a loa intereses de ios enemigos de la pacifica­
ción del país.
Además de todo esto, el señor Ministro del interior,
vüino integrante del gobierno, tendría que traer aquí su
palabra de apoyo hacia el Consejo legal que existe por
ley. Pero, en lugar de eso, en la práctica, lo que trajo
fue un ataque. Esta conclusión la sacamos por lo que
leyu, sin desmentirlo como Ministro del Interior y hora­
bre político. El tenia la obligación de defender a esta
Consejo legal, y no de atacarlo.
No sé qué es lo que iba a decir el señor Ministro de
Educación y Cultura, y .si también se iba a sumar a esos
ataques, o lo iba a defender. Pero todo esto plantea el
problema de que el gobierno, el señor Ministro del Inte-
ñor, y ¡os que han hecho esta Intervención, consideran
que solamente hay dos males en «i país. Hay uno, de­
nominado sedición, sobre el cual se ha legislado con to­
da prolijidad, con tanta, que se han pasado en forma
.nconstitucional, artículos del Código Penal a la Justicia ,
Militar. Pero sobre este peligro de las bandas fascistas ;
que está reflejado en estos periódicos, que ponen la foto
del propio Ministro de Educación y Cultura con un di­
rigente de la Unión Soviética, en ocasión de una visita
que realizó hace 13 años, mostrando como st fuera un
peligro para el país—, no se dice nada. Este hombre que
estuvo en la Union Soviética, -cuando aquí en el Se­
nado debe haber más de uno que la visitó, y no creo
que, por ello, haya venido inficionado de nada— lo que
ha hecho es conocer un país con el cual puede discre­
par con sua ideas, al igual que cuando se visita Argen­
tina. Brasil, México, etc. Sin embargo, esta gente, en ím
paginas de este diario, expresan, en concreto, cómo esta­
ba preparado el plan. Yo podría leerlo.
tíENOR PEREYRA. — No es el momento.
8EÑOH RODRIGUEZ. — ¡Claro!; seria necesario
leerlo en preseiáña del señor Ministro del interior.
SEÑOR PhREYRA. — No dije que no fuera del caso
traer olías opiniones; lo que expresé es que esto habría
que discutirlo cuando estemos en Comisión General. Esto
es ¡o que wj parece & mí, pero puede ser que esté equi­
vocado.
_ SEÑOR RODRIGUEZ. — No, señor senador, no cate
<?qiivotado,' pero usted sabe que yo tampoco lo estoy.
y/ SEÑOR PEREYRA. - A mi me parece que este usun- i
jo es oportuno discutirlo cuando estén presentes les se-
cnndaria, Pero el señor senador Rodríguez es dueño de
decir lo que quiera.
8BÑO* RODRIGUEZ. — El zorro sabe por zorro, pe
rio. yo soy un poquito márVáHO- usted, sé que estas
cosas que estoy diciendo, con pMoajr señales, puedan
inducir a que alguien sienta ** /.algo
para que no queden «n ía impul------ „—_—»MU
tan graves hechas por el señor Ministro del Interior, que a
pueden llevar a una tremenda confusión , '
No voj a leer el articulo, pero voy a decir que el
mismo figura en ia página 17 del semanario "Azul y
Blanco' de) miércoles 16 de agovto.
02 6
 BEftOR RODRIOUEZ — Voy a terminar, señor Pre­
sídeme, jodí lien do que osla pubikaaion figura en la pá­
gina 17 «el semana rio d<‘l 16 oc agoeto. üon esto, loa se­
ñores senadores pod an comprobar el pian concreto, ya
que se inurca que tal uiu puso tal coas, tal otro día pa- *
«ara otra, nomora las organizaciones y cómo cambian
oe nombre. algunas de esuu», han salido a la prensa a
hacer puolicaciones en las que expresan que no han te­
nido nada que ver con el asunto: pero "azul y Blanco”,
aespues de acusar a todo el mundo y de promover quie­
nes van a ser ios pruximos eg.sladorex que van a ser
aesaforud is, por ser proclives a toda esta cuestión que
ellos Human demorada, con un inmenso desprecio, di­
ce que ya llene lodo px epatado.

Esto sucede, el gobierno lo conoce y el señor Mi­

nistro del ¿menor, en lugar de venir a decir qué piensa
de esio y que medidas va a temar, no contra este diario
sino contra el he-no que cuhn nu con el asesinato de un
muchaano y el oaleam.enu) de otro en Bulevar Artigas,
viene a contarnos cuantas corHgnaa ultraizquleidistas o
gnevarfatas o ue todo Upo existen en las puertas ue loe
liceos.
i
Fíjese, señor Presidenta, que M el Ministro y «1 go- |
blerno fueran congruentes, cuando vino aquí a pedir 1»
Ley de Beguntad del Estaco tend.ia que haber dicho: £
Pedamos «sus ley contra ios tupamaros pero las causal ,
que llevan a esta situación ¿cuales son? La violencia que '£
exh>ta en ei país, producto de la injusticia social, las me- ,
didas de seguridad, k* ciento» de personas que cayeran
presas durante too últimos cusi.ro años, las torturas y to­
do lo que llevó a esta situación de la que hay que salir
por medio de las consignas de pacificación que nosotros
hemos dado. Pero no; cuando se vino a pedir la do 1

«¿lamenta do «ftatóhtoa,
mtaMtNMhcig^l« iBr la mano dura. 8e habló solumén-
ta-do twry nada más que de eso. Es decir, para el go­
bierno, según lii tesis que sentó aquí el Ministro Ro-
vtra, hay un pe igro, la sedición, a la cual hay que tra- -
tar con la maní más dura pidiendo las penas más tre­
mendas y vota acto una ley como la de Segundad del
Estado.
— Termino, señor Prosita* '
Nosotros yg hemos dado nuestra opinión sobre estos te, que esto prtblama ^gn» »tata ota connotaciones
problemas Per» c>te peligro, lo quo podríamos decir el * por lo cual sería importante quo se dilucidara. i
peligro de! otrj signo, el peligro fascista, para el go- •
blerno, para el señor Ministro del Interior no es ningún Bey una prédica realisada por órganos de gobier­
■í

peligro. A tal f unto no lo es, que cuando habla de etilo, no, porque el diario “La Mañana" es un órgano que
en hrar d? dfeir concretamente qué medidas va a to- represMia, en general, la «pinta del gobierno, que,
«uir ron respe» t<> n determinar quien os ol asesino, ha*
d ‘ las con.s /jns uhrat’quierdlstua que exlsUto eo 106 <
reos de la ce ¡dial. ■ ee un editorial de hace unos seis o elote días, dice:
“Seré un mal, pero será un mal necesario, que no haya
Señor Pres dente, esto es parecido a lo que hace 16 . más clases hasta fin de año en los liceos y que, de al­
avestruz ruanco mete la cabe/a debajo de la arena, y guna manera, ios que puedan, se preparen para dar exá-
el gobierno satc bien que c^to no va Ungido solamente i *ui que haya clases en los liceos".
ccntia Jos que proclaman lo que nosotros proel a manió«.
Esta prédica 13 "Azul y Blanco” y esta prédica de 106
fascistas y estos asesinatos intinikiatorios, van dirigido«
contra todo el que no marque el paso de ganso de loe
fascistas que q moren Imponerse en este país.

Y lo grave es que esto no lo haya visto el senado

de la Repúblii a la noche anterior, que ha dejado sin
numero la «eslsn, sin que las cosas re h:>yan d.lu ída io,
po .Memento lín U Utoiloti que tongo que poner hoy en
h(i uito’ venuun por el i’?cuo cíe lo que sucedió en esa
 RODRIGUEZ. EnriQU»
Senador

Tama: Tte. 2a. R. HRAID y Sub-Ofioial Inapoctor D. Fernande».

(Muirte» en servioio)

22-23 a^oato/9' 2

SEÑOR RODRIGUEZ. — Nosotfo» vamos a votar —ya

lo hemoR hecho, en verdad la realización de este acto
que ae pide se lleve a cabo por parte del Senado, ante
la muerte de estos dos servidores del Estado, en el ámbito
militar, caldos como aquí se ha dicho.
Quiero dejar expresa -constancia, del hecho de que '
esta coincidencia con los señores senadores que han hecho ■>
la proposición, en particular, y con el conjunto del Cuer- .
po, en general, no quiere decir, en absoluto, que nos iden- ;
tinquemos con todas las acciones o actitudes de unos o
de otros. No los conocemos. Nuestro gesto tiene un sen­
tido genérico y político.
El problema que se ha errado en nuestro paü?, con
relación a las luchas de carácter guerrillero, sindical y
social, así corno las confrontaciones a que ha dado lunar
asaltoi a kn liceos y asesinatos de jóvenes Indefensos
por la espalda, por personas que nunca son identifica las
ha» originado muchas confusiones.
Y decimos, señor Presidente, que la salida que nos*
* otros hemos auspiciado y por la que venir»» bregando
desde hace mucho tiempo, emprendiendo iuui campaña ’
política activa, públiea y clara en iodos los ámbitos, in- i
cluso en el de este Cuerjjo— es la de la pacificación del
país.
Hemos dicho, sin reticencias, que noc duelen todas las
muertes que estas confrontaciones van provocando, con
sus holocaustos de vidas y sangre, y sus regueros de do­
lor y de miseria para las familias; Incluso, se han pro-
ducido situaciones Irreparables para gente que nada tiene
que ver con todo esto, «In haber participado, de ninguna s
manera, en pilo, Como más do una’vez hemos señalado,
«•■»ñor Presidente, hay de por medio una verdadera lucha
fratricida, contra la cual debemos luchar, buscando, jus­
tamente. »a pacificación que pregonamos.
La pacificación tiene, para nosotros, un sentido claro,
y, así, reclamamos lar más severas medidas para quienes
la impiden, para todos, incluso para los que cobardemente
asesinan por la espalda, a Jóvenes estudiantes, como suce­
dió hace unos días: y. con ese mismo criterio, sentimos la
obligación, también de rendir el homenaje que aquí se
propone, por parte de algunos señores senadores, a las
personas que han caído, en el cumplimiento de una mi­
sión determinada, con el uniforme militar.
Quiero dejar bien sentada, entonces, nuestra posición.
De la misma manera que por principios y por autén­
tico humanismo, no nos aiíow« como nunca lo he­
mos hecho- a la idea y a la táctica del atentado indi­
vidual como método de lucha social porque no conduden a ¡
ninguna solución pero esos problemas, tampoco podemos
hacerlo con respecto a la actitud de la» algarada» fas-

(Mas de estos días y por eso desnicnUmor 4 a ufen»«!

pretenden que todo acto de violencia tiene que tener unaB
t-xclu'lva connotación de caí actor social, o ae orientación^
izquierdista. »
Por consiguiente, señor presidente, ponemos bien de í
manifiesto cuál es el .sentido exacto del voto que hemos
dado en la tardo de hoy.
 RODRIGUEZ« Enrique
Senador

Tema: Cor nietos Sociilei

6 aetiembre/972

SEWOR RODRIGUEZ U moctóíi qué W a fcrmu-

tair. es en el sentido de que wc permita la Comisión de Pre­
visión Social, a la cual pertenezco, realizar una gestión re­
lacionada con la serie de conflictos sociales que se estén ■
desarrollando en este momento en el pala.

Muy brevemente, quien» decir, lo siguiente, De la con- *

moción social que se vive, caria uno puede tener su criterio,
nosotros tenernos el nuestro, lo hemos expresado durante mu­
cho tiempo y ha sido motivo de polémica de todo tipo, a
nlveí parlamentario, <le prensa, etc.. No es mi intención, „
en e«te momento, promover el asunto, i»ero el tema está
planteado. Hay diez o doce premio« de inmensa im|M»rtancia,
que abarcan n cientos de miles de trabajadores, que están
realizando toda clase de asambleas y de demostraciones. Ade­
más, han prewmtado ante C’oprln, su» deneos de mejoramien­
to de salarlos. Pretenden que por una u otra vía. ya seu
por la evaluación de tareas o por la prima jx»r productividad
«e mejore su situación. En el cano de laot Organizaciones del
Estado, han hecho sus reclamo« directo*. Ex evidente, que
hay un reclamo yenerul »Ir sajarlos. /

Nosotros no vamos a proponer aquí ninguna legislación a

que resuelva este problema, Hay organltmos autorizado» pa» u
ra abordar estos trninii, de acuerda a la (’oiwtitucíón de la .1
República. Algunos estarán luduando con eficacia no co- f
nuzco , otros, evidentemente, están actuando a contrapelo. $
No voy a decir rindes son, |»orqiie no quiero croar problema«. .
Lo evidente es que lo* problemas están romplicándo»e cada
vez más, a tal punto y esto es lo que me ha movido a ha­
cer esta intervención que en la noche de ayer, el Poder
Ejecutivo sintió necesidad de hace»’ un comunicado público *
• cosa que no es usual cuando se trnta de cuestiones de trá­
mite y rutina) expresando que luí estudiado este problema
con toda la gravedad que él tiene.
Las medidas que puedan tomarse, todos |>odemos coles-
girias porque las hemos vivido diñante decenas de aftos. En
comecuencifl, ios problema» »«»ríales se rstán agudizando,
principalmente, los relacionados con los salarlos. La absor­
ción de «nos temas por parí»? de Jos distintos oiganisinos dd
Poder ¡Ejecutivo, en mí opinión, está «lando conducida dr
una maneta errónea, por así decir, ya que ro quiero hace»

i..'"^nwrirrMr“':
dad de ios órganos legislativos IntnxluciáiMKw «R nWiSBó áe #
estos temas, Humando a la» partes, intri t“'WÍn» en Em pro­
blemas, viendo la gravedad o no que puedan tener determí-
nados aspectos do esos conflictos, sirve puní que lo« temo»
se iwHigan sobre la meso de una manera más elevada, sin
pin <<ii 'i. píos y sin actitudes predeterminadas, que a ve^es /
complican las cosas, como está ocurriendo actúa Imente eon
algunos conflictos
hii ronseciirnci.i, hago moción para que se autorice a la
(’omisión de Previsión y Asistencia Sedales a convocar al
.Ministro de Trabajo y Seguridad Social, partí que nos dé una
amplia información sobro lo* <<i>nl lirio* sociales actualmen­
te en desarrollo. Una vez que la <’omisión te nga esc material
en «u» mar»™ verá «i e» posible inlvHMiet, cumpliendo al­
guna areión aUricUmimte legtataUva o *i su sola pre-
mmnUm 1» e« posible rncntrtrwf fo mHucíM >« cato» pro.
iAiwas *MMáeÍ4M, iMMttkm <ie»«emtoocar en une «ItuackVn que a
«»•vtfco favoreer.

029 ¿56 4 J
 SF^ÍOR JtODRlrtuiz. Quien» aclararle ni aeftor se
»»iiiitn JS.nnt<»n>, (|iic, por supuesto, y<» <•<imparto mtegralmen-
(r y hiiKta podrín c,utribuir r«»n mi gruño «le arena, las preo­
cupaciones (p e planten en cuanto a cierta* rosas que p<»-
drlnnw llamar desquicios que existen en determinados sec­
tores de la economía nacional.
Sin embargo, mi p] míen r,> im poco más coyuntura! y.
en cierta medida, un pO'o más |x»!itic(,. pero en el más am­
plio sentido del término
Quiero que mr mtlruda el sonor senador Santoro, pot-,
que no d* -:oo ¡ipmceer , »nv> contrarlo a sus [»rciK'tiparioncs.
A él Ir consta <n¡c _\o |,is tengo, también.

El probirm,i »s el siguiente. ! .os confítelos sociales >s-

tán estallando en el país, las asambleas obreras estén deci­
diendo esos oonflielos. los petitorios a la (.'opriti han fnn
cionad' , los petitorio-- c los organismos respectivos, lambirti,
»« reclamos están alternándose y bis cifras del costo de
vida son ’«ma jada« y negadas jx»n». en definitiva, vuel­
va r . ¿jwvr.i-oi . q ir («»dría ser una ।*«lóridea bizantina,
si no rstaítarun lo* rot flirto- sod.'ilr«, seria tina eos»; pero
estos e-.tallan y hay algunos gratísimo-* que tienen plazo fijo
y si lo l»eorn. ('n cierto nvxio, se descoyunta gran jante de
Ja <<x»murojíi del jwtw. E(*e es un aspecto.
PíXtriam *s fterir q m* probtemns |*rtcn<‘<rn a los
MirtHtrrkH npspcrtho» y <**•*» barfícnlar de Afc, «i
el Minl.-teiio do TraniíM»rte, (>»municacioncw y Tttrtamo. n*>
resuelve el prublom», loxolnw no tener««,* nada «pie hacer.
«ílrt r-mbnrgn él áí mió que tiene elerío tnMte politicé «* «
<1 inicio que se tonga sobre Ins causa» por la* rúale« se ha
llegado a todo estn. ' multtpíiitNdtan después loa problemas.
Si se leen lux edhorhde« de lot» dlnri<m, que xéguram<’h' 4
tr IcerÁ el señor sena lor Santón» como también l<» hago /<*,
se notará que hay id tunas de esas prensa* qué tienen mu* l
< b.s MgriM’ia. (pie rálii buscándole rincr» pies al gato c in«d*
■ >! -»» • qur se ti.d i ce m.miobras de «»bxlruc-ión y que tam­
bién edos conflictos t esponden a móviles |xilitlros y que no
íor es.-netas rr«iamai -lohex gremiales.
Cr«» que una Comisión ten especializad« conv» te qtuti
trnrtnoft en «I Senado sobre «tos temas, está en tes me
Joras condiciones para, en una semana, poder tener un pa­
norama que te indique qué es lo que debe hacer: «i simple­
mente conversar con ios representantes del l’oder Ejecutivo, 5
o, de pronto estructurar un proyecto de ley. |
E» otro asjwcto, seftor Presidente, y termino, ex *•> ¡»i- ¿
guíente. SI la Interpretación que ae diera de eetaa onmo- j
clone« sociales que están ahí latentes y por estalla?. fue«t
ra de connotaciones políticas, ya m« adjudicándoles el!'|
mote ríe Mubvmdvas o de imprudentes « rtntl-drinorrtUb ®
cm o muchas cosos que ae dicen, nosotros tendríamos en.™
c| Parlamento otra elase «te problema«,, rumo el que tu-»f
vimos m ef M. laa Medidas Prontas de Seguridad, gente
a lela de llores, etc., es decir, conmociones sociales que
t» «torta medida, lo que yo propongo, es una especie
de tnetiletaa preventiva; ge tratarla de enteramos antes,
de lo que está pasando, para no tener después que opi­
nar sobre une cosa mucho máa apasionada, con los ser­
vicio» parausados, y quién sabe con qué otras complica­
ciones

Mí qttíer«» entrar en la polémica con ese tipo d«> edito- Como lo que yo propongo es algo de tipo preventivo,
rtetkar. lo-haré en su < tomento y desde donde delia ha<*erl«> que no compromete para nada al Senado, creo que el se- •,
ftor senador Santoro podría adhería «pie este criterio S
Por una vía jwc it va, rl Señad«, de la República, al alsu se adopte y después tendríamos tiempo de oír la infor­
dar ítalos temas, en cierto modo. podría poner los puntos mación de la Comisión para ver si ha tenido o no restii- t
Mftre lea le« y las (Jim en su lugar. Podría recibir a b>. todo. En muchas otra» oportunidades anteriores, ha su** ;
WspMttiritte« d»1 gnbb rno «n estos problema«, a los rn’H-scn- cedido asi. i
tentad de las pétete ate«;. td MMtestte hacerkA a te Orprm
y n 1* »indica«* tei rw» rwapeftMbte» y, eoft su autoridad. .
jtodihi decir su patatera. que no «té c«aM sari. Yo totem miJ
opinion «I respecto, .»ero jtuoden haber citras. < : il
a1 1'
Sé jx»r cxpcricr citi lo dei tà muy bien anteriormrtem
el señor sen.idor M chelini que te note expresión del
nodo, el solo herbó de <|U<* setm citadits te« (ietegackmrs m
un.i («mi ion de ette Cuerpo, |M»ti<’ un prato «te OI'ten «*1
mu r imi que. c\ idi’l.trui» ote o- »A desordenad« y (tesuibíílMla
desde el punto de Vista de la conducción. InciUMU é* J*n»ibK^
que .so llegue ¡t las mismas conelnaiiines, । mu que puede traer
eom, > consccucnciti pie >r pottgti más urgencia en te iitodl* í
beavi.»« de 1.« Copiiu, que poídh’vmentc tenga que icwl-
ma |iot vía hctelutlvn Hlllt piWlidMl «'OH r«»|,Ctd«, «I ’
/ t ‘ ilht n> < < le/ i la ti i

uo O i 23 6 4
 ¿ienador

TamaiAailto a la Universidad#

3 octubre/972

Cualquiera puede ecmpraBdar lo que habría sucedi­

do si cuando estos energúmeno» «ataban trepando como
monos, como gorilas, por la puerta de hierro de la Uni­
versidad. todos sabeinos que es un blanco sensacional
para cualquiera que. desde adentro, tuviera aunque fue- >
m una escopeta de juguete que tirara fulminantes des­
de adentro, desde un local que está siendo asaltado en
huras de la madrugada ¡x>r gente que en su« bolsos lie- *
va fusile» y alimento« para varios día», se hubiera di»- ‘
parado «obre ello» Todo esto está poniendo de manifies­
to una cosa que vale la pena decir de antemano y es que
la Universidad está absolutamente inerme, pues allí na
habla ni tina «ola persona con deseos ni con posibílida- ¿
des, ni con pertrechos para repeler este asalto de gen- ¡
te armada hasta los dientes, que iba preparada a que- j
darse días enteros, que llevaba emblemas caracterizado« $
por sus slogans de carácter fascista y que amenazó de
muerte a los fotógrafo» que quisieron tomar notas grá­
i WWtÜODB1GUEZ. — la amenaza del seüor se- ficas. Estas personas son conocidas. Í4 Ministerio del In­
nattor, que debe ter un hombre de Gobierno, me da la terior haca meses que las conoce. Be las vió actuar en el
idéi de que tal fez se viene con algo más. Con ¡o que liceo Nv g y en la incidencia que casi cuesta la vida a
ya tenemos es b látante, »alvo mejor opinión del señor un obrero del ómnibus en la Avda, Agraciada, en mo- J
senador Montan«'. Pero las eamcterteticas de este asal­ mentó» en que mu resolvía una huelga de transporta, lo 1
to tienen una gravedad inusitada. que <‘s un índice muy preciso ai lo vinculamos al asalto^
n la casa de nuestro partido y de la Seccional 20*, pues j
.son sectores que quieren llevar a una confrontación con
1 En primer ligar, es grave, porque demuestra - y creo derramiento de sangre En momentos en que se compli­
flpielo dijo da f meada el señor senador Terra, pero con­ caban las cosas con una posible huelga del transporte,
viene que quede con claridad en actas— que entos se­ que se resolvió ayer por una eficaz acción, que no ik)-
ñores que asala ion la Universidad, cuyos nombre» eon, demos menos que saludar, para evitar un conflicto de
conocidos, com> ‘amblen su vinculación con “Azul tremenda conmoción, esta gente se Identliica con un mo­
illanco’’ y su .actuación en otros liceos, son persona)««, vimiento nacional restaurador. Según ellos, «un los sal­
que han sido listos en determinada» oportunidades con*« vadores nacionalistas de la cultura nacional, de acuer­
fiatemtzando ion las fuerzas de la represión tn otrogi do a su criterio, prostituida, entregada. No son estudian-
liceos, romper iendo refrigerio» etc. Es «ente conocid»| tos. Son pistoleros internacionales pagos por embajadas
p»r los servicios de Información del Ministerio del In-t extranjeras. Son los que van a restaurar la cultura na­
t< ríur, lo que hace doblemente sospechoso todo esto, cional.
No sé si ios señores que están en el pacto, en el acurra
do, se dan cuenta de la gravedad que significa el hecho
de que estén anunciando una reestructura de los secto­
res universitarios y educacionales dé nuestro país en mo­
mentos en qué, Justa menta, un Motor da carácter te ticas .
hisclMipt está haciendo esta agravio a la Universidad.
No» parece, señor Presidente, que esto« seAore» d*LiÍ
pacto tendrían que andarse con cuidado ron la urgénowH
con que. .según se dhe, van a icelmnar del Parlamento W
una ley sobre este tema de la Enseñanza, Nos pairee que $
hará muy bien lu Comisión de Insi rucclon Publica en
asesorarse directamente sobre esto» problemas. Me cons­
ta que el Ministro <!<• Defensa Narhnn) e-¡tuvo plísen­
te después de los incidentes, que también asistí, el Mi­
nisterio del Interior en la persona del Hubserretarfo lo
mismo que el Rector de la Universidad, M« pan e muy
oportuno que, antes de entrar a la discusión de «malquler
clase de reestructura universitaria y de la enseñanza, se
tenga en cuenta que hay grupos fascistas que quieren
transformar el lema de la Enseñanza en un tema de gue-.
rra civil, como antes quisieron transformar conflictos
obrero» en temas de guerra civil y derramiento de «an-
gre, en esta espiral de sangre que hace tiempo estamos
denunciando y que es empujada una y otra vez j»or 1<M
de •■n
sector«» de derecha de nuestro pato. Es bueno oue que­
<>n, .■ '. í***“to*~*^
1« v*r»jon taquigráfica constancia de esto y, por
un íCsto. 0'1* ** ritamie I» Cmnifllón de Instrucción ,
Pnblirt. .orno ha '.¡do mom.esln. ..... _____ ..
auat . - \

03 i f
 HO DRI qjEZ. EnrJL qut
Senati or

lama: Edltorlal •■nblloada "LA HA‘r!ANA" (Lesivo para Inte rantas Parla!,imito)

9-10 octubre/972

SEÑOR RODRÍGUEZ - Con ÍW »ani

fcytíiifln por el señor llenador Reth, quiero señalar Quo
cuando *e fuer» a poner en consideración un artículo
que tiene que ver con todo c^to, iba a ocuparme de ese
editorial« ’................... -

Ya que el problema ha sido planteado, no digo como

una cuestión de fueros, fiero sí como una especie de in­
troducción ’>10. »otando una critica que el «efior Rimador
reputa infundada, croo que valdría la pena destacar que
el diario al que hace referencia el señor sonador Rath,
hace poco tiempo fue »ancionado duramente' por la Co­
misión de Ilícitos Económicos a raíz de negociados bas­
tante espúreos realizados con importaciones simuladas,
que tienen que \rr con la producción de su Imprenta.
No lo recuerdo alióla, exactamente, pero voy a mandar
pedir las cifras.

Que estos catones de opereta, señor Presidente, que

vienen desde la montaña de sus ilícitos realizados en
e«te problema y en otros en los cuales siempre participa­
ron todos los directores de ese diario, que permanente­
mente estuvieron vinculados a toda esta rosca frigorí­
fica, de la cual hemos hablado hace un instante, vengan
a hacer acusaciones al Senado de la República sobre
una lentitud, saben bien que no rozan, en lo fundamental,
lo que en definitiva hay que hacer en este país, porque
cuando se quiere se hace. Por ejemplo, está el ca<o de
Seusa, que sin este proyecto de ley, ya ha sido sancio­
nada. No sé al será llevado preso el Director, porque
pagará la multa. Pero lo cierto es que ya ha sido mul­
tado. En otra oportunidad, cuando un abogado o un fia- .
cal «i interesó, sin esta ley que vamos a votar ahora,
que no agrega muchas cesas, en el famoso asunto de loe.fl
cueros peludos y peladai, hubo gente que se pato un ‘ J
buen rato en la cárcel porque hubo ganas de lomar
medidas. Es como al ahora hubiera deseos de toma/ me^ 3
dldas severas, no sería necesario voVir aftas leyeñ
tienen que ver con los ¡Jeitos económico*-
Vale la pena decir que el Director de ese diario
es el doctor Eugenio Baioffio. Aparte de algunas refe- ’1
rendas que en momento determinado se hicieron aquí*..!
hace pocos me.soH, sobre este señor y sobre la forma en |
que !)«<•<• periodismo, en conveniente recordar que en el 4
año 69 escribió un editorial pidiéndole al señor Pacheco |
.Ak<<» <|!ií* c 'picd.iui en el gobierno y diera un golpe 3
de estado. r
De modo que, por un lado, señor Presidente, este
señor es malversador de fondos, explotador indebido de
ganancias que no merecí» y. además, golpista. ¡Vaya
autoridad moral que tiene este señor para poner como
pórtico de esta discusión las urgencias que tiene para
que se traten de veras los ilícitos económicos! No sé
cómo le irá con este proyecto o sin él en el futuro;
pero k* vamos » vigilar dt* cerca porque a estos entones
ya ¡os leaewM* biar» conocidos y hace rato que están
empuñando kd país y a la credulidad pública.
1 ............. . ............... ........................ • ....... -

03 2 _ í 28848
I
 ^DnTGn;</, Enrice

Senador

Tema» Jeeafuero del Sr. Senador Enriawe H, ElUíO,

16 mayo/973

mcS MOínuúUXÉ — Cmo qú Im tüttriiHiaate*'

mt qu» ertA baefendo jn jmtor r<Mar «ppr multan
atractiva«, porqua no utn, al lengua)« «errfl de «ao» co- •
munieadM a que se refería el ceftor sanador MlohaUnl, y
porque trata de ubicaw, aunque con muehae genera*
¡idadea, en un plano de comprensión de determinadas -j
condicionantes de injusticia ¿ocial, diciendo que pueden
justificar...

1 «w»
t No BaeywiWvaKTwl WV*^*3* w wOwCV* WOH
por fuerza, como la planta tiende hada la los, vjmñnI*
Esto sucederá siempre, salvo que fuéramos un pala de .
borrego», de castrados, sin trac!»clanes democráticas, que
no hubiera conocido loe montoneros en el siglo pasado <
ni lo que es nuestra tradición arüguista, que no estu*
viéramos educados en la defin a urdiente do cada tramo
de libertad que me va conquUtandx Todo sistema que
vaya agudizando la injusticia social y cuando La pro* F
testa, for este motivo, tea reprimida H^ientamente, ge* ¿
ñera termita da violencia, Jüau « claro. ।
forma de violencia m puede encaramar, por
ejemplo, en el caso de la ríase obrera, a través de la i
organización de los sindb-atos, éstos, a *u vez, en fede- •
ración'; d- industrias y ra»as últimas en una Conven- J
ción Nnclonal de Tralla)aderes, t a movimientos stndl* I
chIcv afloran, naturalmente', buscando relvind'cacionni
sala ríale«, asignación familiar, seguro de enfermedad, ->
ngtilnahio. etc. P ro si ruando «nmlenra H lucha y 1*
prosteu'*. ve que no puede detenerse en y se topa, d
de inmediato, ron el muro que n «»otros llamamos oli**.|
garquia - no sé *1 en un •,sl<»on’'; lo que sé es que eS
una manera de tipificar, en una palabra un concepto de
lo que e* una trenza de Interese. inluUos- li < lase obrera
toma un camino de lucha contra el rrvlmrn en su conIun*
to. Jn.'lu»o, se inserta en la luí ha politha, que ic quiere
ser d«' partidos, pero sí en ¿n general, pr»r el «amblo de
Ies estructuras, que es una cosa que eMA in'drstando a
muchos, tanto civiles como militare«, »»red ict<» e índice
evidente de la incomprensión profunda a que ha llegado
el pal*.
Otra «ente, por inexperiencia política, j»or impacien­
cia incontrolada, por extremismo desde el punto de vista :
d* la unguMH de querer llegar en piaros breves a las ;
grandes eluciones, se Inserta en la lucha violenta. Fn ;
la mshbfoióéí* directa invotuc an, tamh én el logro da
las asolrac;Iones, en una evidente distorsión da >0 m»e ra
la mecánica da la lucha social, M hc% ho da quo dcUrrni*

03 3 6 -i J
 nados sectores dlstonáonen loe ílatemas de lucha a tra­
vés de la metodología, de que U insurgencia turbulenta
de este periodo apaste nadamenti violento de la vida del
país, de que un movimiento no configure una ideología
precisa como 'a de otros partidl a de formación históri­
ca, de 40, 00, 60 o hasta 100 años y pico, como tiene el
movimiento marxiste en el mui do entero, no significa
que quien de verdad desee que no germinen, en este país,
teorías de violencia y quienes también desean competir
con las ideas que promueven un cambio radical de las
estructuras, no comprenden que para solucionar los pro­
blemas del país hay que atacar ! as causas de la miseria,
las injusticias, e ir a transforma alones de fondo.
Para hablar de transformaciones radicales, en el si­
glo XX. en el año 1973. hay q te presentar soluciones.
Estas no re pueden lograr si se presentan planes de de­
sarrollo como loa que ahora se plantean o si se trae como
panacea seguir haciendo préstan os con el Bid y planos
agropecuarios que sirven, únicamt nte, para hacer una re­
distribución de la tierra en fav>r de los grande» capi­
talistas, es decir, de los que tenga n muchas millones para
invertir en el país. La salidi de h situación este on ter­
minar, efectivamente, con los nraiopolioc latifundistas de
¡a tierra, con el secreto bancarie con la sujeción al ca­
pital financiera internacional y tomar una actitud te-
»antada, en materia de »oberanti, para negociar ante el
ondo y ante quien sea, en íornu independíente, hacién­
donos respetar y no yendo con * sombrero en la mano,
en actitud de limosna, a mendigar, como *e ha ido una
y otra ves.
Entonces, si eso no se reitika, sepa, señor senador
Singer — estoy seguro de que lo i abe aunque desconozco
si lo proclamará publicamente-- pie vendrán las forma*
de rebellón. Lo que tenemos que desear es que e*as for­
mas de rebellón tte encaminan jor ios caucer maduros,
austeros. de la lucha clásica de ú clase <brera. uniéndo­
se con ai movimiento estudiantil y con los sec tores pro­
gresistas de la Iglesia y del Ejér ito. si es que los hay,
es decir, de todas las capas socli les del país. Ojalá se
encamine por esa vía, como pretendemos los que forma­
mos el Frente Amplio. En el haj cristianos, marxista*,
hombre* de vertiente blanca y cote rada, y militares pres­
tigioso*«
Además, en el plano sindical,, as potentes organtea-
ctones que están dentro de la OM el se encaminan por
eso* cauces podrán llevar al pase • la etónmae’oo de «o
liberación, iln tener que pagar tM alto tributo do san-
gre, producto del acrecentamiento do I* violimela do la
^icha de clases. » creamos la* condiciones de un* verdadera estabilidad
Pero si los oligarcas. Ics privili «lados, ios que sola-
mente ven el porvenir del cafe atándonos cada vez más
al carro del imperialismo, se afemn y se parapetan en
sus privilegios y se ponen cada v< z más avaros en la
defensa de sus cajas fuertes y, cu* ido ¡a gente redama
pan, libertad y jubilación, apelan ti expediente do qui
todo eso es subversión, de que todo »o es sedición y está
contra las bases de la nacionalidad, mientras operan con
el criterio que privó durante el periodo de Pacheco Are-
co cuando se decía que el proolrrna «indica! era un pro-
blema policial o cuando el doctor ,’lmcnez de Aréchaga
afirmaba que el conflicto estudiantil era un problema ds
balas y balines en las calles, por supuesto <pie llevarán
seguramente iti país a un baño de sangre, como lo ha
conducido —no sé si consciente o Inconscientemente— el
señor Bord-he/ry en e! mes de setienbre. En esa oportu­
nidad se Inventó una escalada sindical en sustitución
de la guerrilla tupamaro derrotada que era toda una
mentira y, por suerte, en aquel momento -eso tenemos
que registradlo, sin decir que estuve bien o que estuvo
mal, aunque toa hecho* dicen que «I tuvo bien— fue por
loe mando* militare* que no m ent ó en una represión
violenta del movimiento «indirei, q»? hubiera teñido de
«Ut duda, te» barriada* cròma* y la« «altes de
Ite habtemo* mte de im crisis, ti «»quiera d* te 64 |
m 'svw más alié de la* vlolaetenre evU 1
dentro v* buho * te Conr.Hu^kte 1 de te inwreíó«! de i
¡o* mando* en actiauda* ver te érta® permitida* ;p*g '■*
1* Carta ktáxtaa, tampoco tes estaba permitido a loe
mandos en setiembre desobedecer las órdenes del Presi­
dente Bordaberry. Y k> hicieron para no reprimir una*
huelga sindical
Este es el Uruguay en que estamos viviendo, señor
Presidente. En consecuencia, decimos que el pueblo tiene 3
que mirar, muy bien qué es lo que debe elegir: s! la cás­
cara vacía de una democracia mentida que, en el fondo,
no es máit que Iti apariencia barnizada de una democra­
cia, o una auténtica y directa democracia donde el pue­
blo participe en el fragor de loe combates por su libe­
ración.
Por eso nosotros decimos que estamos en un mo­
mento de transición. Nadie puede acusar al pueblo uru­
guayo de no halxrse conmovido por el llamado de Bor-
daberry desde el Palacio Estévez. Quienes rodeaban al
Presidente en ese momento, no representaban al pueblo
oriental y por eso éste les dio la espalda y estuvo con
nosotros en el Frente Amplio, r n gran medida, porque en
él se dijo claramente que debía renunciar el responsable
de esta situación, el señor Bordaberry que en setiembre
provocó a la cía»* obrera y ahora provoca a todo el país,
llevándolo al borde de la guerra civil, por inercia, por ’
interés de das* y absoluta incomprensión de lo que se
está jugando en 1* RepubiiPk
Señor Presidente: sí abordamos las causas de fondo, .
por un lado encauzaremos la rebeldía de una manera
natural, a través de ios partidos democráticos y del mo­
vimiento sindical. Encauzaremos, también, y dejaremos
sin bandera —como gustó dec<r al Coronel Bolentiní en
, i* Comisión Permanente, para olvidarse de inmediato de
eso e ir a redactar la Ley de Peligrosidad del Eatado—
a todo el que quiera realizar % destiempo movilizaciones
y violencias quo no corresponden en el momento actual
Pero mientras tatos problemas no «o resuelvan, tendrá- ,
mos que saber que habré tachas de la clase obrera y det t
pueblo, en su* sectores organizado*, y se producirán tne- «
viablemente explosione* descontroladas y a <te*tiempoU|
que siempre traerán «ungre, miseria y dolor para el
blo uruguayo. 81 no abordamos las causas de fondo, MR
demás irsulla ser papel motado o literatura. ■’
Me paréete necesario hacer esta precisión, para que
quede claro que hay que luchar contra las causas de la
miseria, sin pensar mucho ai los que luchan contra esa
miseria tienen método* violentos o métodos austeros y
' maduros. Hay que luchar contra las causas de la injus­
ticia y la misarla porque e* justo y porque haciéndolo,
nacional y de la verdadera pat que el país necesita para
5 trabajar, para producir y seguir avanzando.
*
n ÌT
-í
Masado
f
ñores senadores tenemal 4
gados los aparto como aereó (te 0ra ó ? nniArti
de saber qué en exactamente » qtte se . Timemos
entendido -peto es un asunto que creo no ha pedido ^
ser dilucidado - que el trámite que w vote significa. *UM
más, el archivo del expediente. ,4
Preguntaría a los proponentes que se han hecho eco
del planteo venido de la Presidencia de la Cámara dt'-l
Representantes, si obviamente, la proposición que ha­
cen significa eso, es decir, el archivo del expedienta que,
por otra parle, tenia un destino ya más o menos cono­
cido desde el comienzo de la reunión, y aún en el desa­
rrollo de la misma.
Para sabor qué votamos y el alcance que tieí<e - yo
le doy esta interpretación— desearía preguntar si real­
mente «« ésto «I contenido de la moción. ______
,w4w-.ni•> n ■ f*| *MM»ta**•••rrr «
 RODR.I GU!ff, Enrique
Senador
Tema; Ricardo ALARON, corraanoneal del diaria ”E1 Popular”, en la ciudad de
La Pai, (Procedimiento de la» Fuerza» Conjunta«) - Pedido Informe.
Bistorto de DofensaNadoto 1 «»•
dtantontoe de 1m FuenaeJanJuntas en la ctodad de La
Pas respecte al correspond del dtorto "Kl Popular", don
Ricardo Alarcôn”.
. Procéda»« «orne se sol cita e IneorpérMe a la verston
^aqulgréftoa.
(Texte del peUdo de informes:)
"Ml.ntovideo, 38 do mayo de mi j
Señor Presidente do la CMmara de Senadores,
Don Jorge Sapelll.
Presente.
De mi mayor considei ación:
Conforme a lo dispueito por el Art. 118 do la Oons-i
titución, solicito se curse >1 siguiente pedido de Informo
al Ministerio de Defensa Nacional:
19) ei sábado 18 de Jjs corrientes en la ciudad de
La Paz, Dpto. Canelones, e señor Ricardo Alarcón, de 18
años de edad, siendo las 13 y 30 hs., aproximadamente,
fue introducido violentamente en un coche Ford Falcon,
color marrón claro, por trei hombres vestidos de particu­
lar que, previamente había i pentrado en la Plzzería "La
Nona", ubicada en la Oatoiía "Ezio", calle José Batí le y
Ontoñez prtalmo a su cara« con la calle Conrado Moiler,
repartiendo cachetadas al» clientes, amenazando con
^n arma a todos, y pidiendo documentos.
t») Dichas personas totegran el grupo de funciona- 1
ríos dependientes de las Fi orzas Conjuntas que realizan-
permanente vigilancia sobrj la persona del Sr. senador
Erro. El vehículo ya mencionado, conjuntamente con un '
Fiat 850, también parecen afectados a la misma vigilan­
cia. Dos hombres más, que tripulaban el Fiat, trompa-
ñaban a los anteriores en su violento ingreso en la Pl- A
zzería, y participaron en leí actitudes prepotentes entré ;!
las cuales parece Justo señalar la ostentos« exhibición t
de una metralleta. „ pare evitarlas.
22 mavo/°73
»>) si Kr. Ricardo Alaroón os corresponsal <M diarto '*
"111 Popular” en la sona comprendida entro La Pac y Beuta :
Lucia, y conocido militante del Partido Comunista en '
Lii Púa
4’0 En el Ford Falcon amenazaron al 8r. Alaroón
di que si no respondía a ciertas preguntas que le iban
a formular "lo iban a romper un poquito". Pusieron en ;
mil relia el coche hacia la ciudad de Las Piedras. Median«
te un i n tercom urde ador tomaron contacto presumible-
munto con el Fiat, comunicando que "tenían al de cmn-
Kira" Recibieron por la misma vía la orden de "In-
rróguenlo".
■l interrogatorio se refirió a un presunto trasmlor
que pretendían que el 8r. Alarcón habría manipulado;
qverdín saber cómo era per dentro el local del Partido
Comunista de La Paz; y también qué cosas habla escon­
dí las en el techo del mismo local.
Cmdo las respuestas eran negativas, oomensaror a ■
dar una golpiza ai interrogado en el pecho, en las costi- :
i lies, en el estómago, etc., al tiempo que exigían respuestas. *
Lliegó entre tanto el coche Fiat, mientras estaban de-5
tenid<e en la carretera, y los tripulantes de ésto se su- i
mnron al grupo de torturadores. *
Allí amenazaron matar ai 8r. Alarcón, simularon ha*k
ceilo haciendo Jugar el percutor de un revólver Junto «s
su cabeza y finalmente le quitaron el conocimiento a]
golpes dejándolo abandonado en el Camino Municipio. !
La lluvia le hizo recobrar el conocimiento, y se dirigió
a pie hasta Las Piedras.
8*) Le retiraron loe documentos que portaba: OraWt
dencial y Carnet de Periodista ante la Junta Denartamen^
tal de Canelones, loe que no ha podido recobrar.
ito) Lm tostonee reeultante» de la golpiza están do­
cumentadas en al Hospital de Clínicas donde el Sr. Alar-
eún tai a haoeiM reconocer.
I toilette informes sobre el origen de órdenes capaces
de llevar a actitudes como las que dejo reseñadas, y sobre
qué medido estima el Ministerio que deben adoptarse
Enriqae Rodrigues
.» Senador”
 DIUqiEZ, Enrice
Senador

Jocmentos presentado» al .Senado »obre tortura» aplicada» a diversos

ciudadanos un la Unidad Militar.

26 junic/973

, SEÑOR. HODBIOÜE2 ~ He votado áftnndtívamento

la Comisión Investigadora, en las condiciones propuesta*.
Deleo ahora dejar dos breves precisiones,
Nosotros hemos votado siempre las Cornisones In-
veí Ugadorus sobre estos problemas. Hemos hecho denun­
cias muy graves desde las primeras aplicación si de las <
Medidas Prontas de Seguridad de ¡M8. que ahora cum-
píen cinco anos. En ciertas oportunidades nos correspon­
dió hacer denuncias detonantes sobre jovencltau de Mer­
cedes a las que se quería inculpar nada menos 1 yse de un
tiroteo a un militar. Era absolutamente imposible que esa
acusación se pudiera probar y para lograrlo se le hiele- '
roí toda clase de torturas realmente inenarrables.

En tercer lugar, quiero decir que hemos denunciado»

hace muy poco, torturas durísimas que, mis alié de ésta* >
que ahora se mencionan, han sido hechas anta el Jues. 7
Pero aquéllas fueron realizadas ante mi, en forma per-
son il, en sólo 48 horas de plazo, que fue lo que tuvieron
de libertad, los compañeros Sócrates Martines y Carlos
Julio Barrios. Todas ellas, personal.dudes socialai amplia­
mente conocidas en el Departamento de Maldonado. Estas,
tienen el mismo valor que las denuncias formuladas ante
el Juez, porque las realizaron ante mi persona, con toda
la responsabilidad que ello supone. Por supuesto que no
fueron pequeñas las torturas. Fueron semejante,! a las
-que aqui se han mencionado en ese horripilante docu­
mento que hemos leído. Pero con un agravante, porque se
pretendía y se pretende —hasta el día de hoy están en la
Laguña del Sauce y tal ves estén siendo torturad oh, no sé
con la misma intensidad, estol dos compañeros- involu­
crados, nada menos, que en contrabandos de atraes, <ie
hice cuatro o cinco años. 8e pretendía inmiscuirlos en
un delito de carácter político, cuyas consecuencias para
ellos y para el Partido a que pertenecen, vas mucho ■
mis alia de las responsabilidades en que se les quiere ,
ha cer recaer.
¡ ‘ I - - ...
Estoy leyendo en este momento un documento que noe
ha sido repartido. Observo que una de las personi 4 invo- '•
lucradas, - lo que indica, por otra parte, el bajillmo ni- .1
vei político y social puesto de manifiesto y el fiado de
sadismo a que se llega— dice, en un momento: "Está
bien si fuera un sedicioso, pero si soy un demócrata, ¿por j|
qué me torturan?'* Esto indica la absoluta incapacidad j
política de esta persona para darse cuenta dé qtto él
asunto de las torturas para arrancarle confesiones a un #
individuo cobre hechos que no cometió, o aunque los haya t
cometido, está reñido con toda norma y es absolv amento t
indigno.
En esto caso de Maldonado, por medio de la tortura
físha alguna de las personas ha pasado ios 6il años y
tiene solamente un pulmón— que muchas veces llega a
grados inenarrables, se pretende traer a la propia persona
delatora, que absolutamente inventa toda clase de hechos,
porque le mandan desde adentro que los invente, pura tor­
turar directamente, con vejaciones de hecho y <Ij pala­
bra. Son hechos que Indican situaciones indignantes que
se titán viviendo en muchos lugares de represión y que
por supuesto, deban ser condenados, como asi se ha he­
cho una y otra ves. Ojalá que esta investigad! n sirva
parg poner coto a los desmanes qué se siguen can »»tiendo
a vi to y paciencia de las autoridades nacionales, que sa­
ben que «ikP se luwe paro que w se atreven a instarle
> íé «ti Hhh.
64 j
036
 adiw ProsMifrte de U -mU ;
Don Agostía C. Caputí. ■ •’
Los legisladores que suscriben, solicitan se cita a 11
Asamblea General para el día Jueves 17, a la hora II

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Prontas de Seguridad.
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lAMAMéAraijMÍA

Salu ian al sefior Presidente con 1 a mayor eos

sideración.
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Hw ■ ■IWWWI

i
Zelmai* Michelini, Enrique R. Erro* Enrique Rodri-
<ues Walter Martines Gailinal, Daniel Sosa Dial.
Jaime Péres, Vivien Trias, Sebastián Eliseim, t
Cari» Tcxeira Vares!, Olga Picea, Isidro Efcht-
goyhen, Rodney Arismendi, A. Eranciwo Rodrigues
Cam jaso, Juan Pablo Terra, Edmundo Soares Neí-
lo, Jirge Duran Matos, Luis linas, Oscar II. Brus-
eheri, Vladimir Turianski, Antonio M. Sarachn,
Car|i» Baraibar, Hugo Batalla, Juan Chenlo”.

~ La bancada ' durante la campaña electoral y

daMMadorés de nuestro sector - -no sólo como acto de*
mostrativo sino como una expresión de io que es prin­
cipal en estos momentos en el jmia— decidió hacer el
intento de reunir a la Asamblea General por primera *
vez desde que se han constituid! los dos órganos legls- ■Í'í
lativos. Tal como lo ha anuncíalo el señor Presidente, nj
en estas tres convocatorias no 13 ha logrado reunir eí ■«
número de sesenta y seis legisla lores que se necesitan ?
Vamos a hacer uso del artículo 49 del Reglamento ,
de esta Asamblea para compele! a los legisladores que
por diversas razones no han aiistido, con un sentido
claro. Nosotros, como sector, ten unos fronte a esto una
posición muy definida; lo hemos declarado ai constituir­
se el Frente Amplio hace un aftí en este mismo Palacio
Legislativo; lo hemos proclamado en una intensísima cam­
paña electoral, signada por toda ¿lase de atentados y de
violaciones a las libertades, por atentados directamente
criminales contra nuestros principales candidatos. Pero
no sólo por eso sino también per toda la situación que
se arrastra desde 1£Ó8 —cuando a aplicación de las pri­
meras Medidas Prontas de Segu-idad— es que nosotros
inscribimos en nuestras bandera!, como un reclamo, co
mo la primera de las treinta primeras medidas de go- ,
bierao que proclamó el Frente trnpllo para el caso do J
que hubiera ganado el gobierno, a derogación de las Me-
didas Prontas de Seguridad, por lo que ellas significaban, j
■’’5-
Dado el carácter de esta redi ilón no voy a hacer aquí'*1
una larga exposición, pero la expectativa que se viva enf/|
la República, más allá del periodo de fiestas, con reo- *
pecto a la instalación de la m eva Legislatura, me pa*J|
rece que hace propicio que sea le inmediato que el wíl
lamento exprese una opinión pi ditica que ponga de ma-^
niíiesto en qué medida nuestro . lector es consecuente con
k> que planteó en aquellas circu »tandas y también par» 4
que el panorama político del pids se clarifique sobro uní
tema tan importante como os el de las Medidas Pron- ¡
tas de Seguridad. .J
en el IvittM to durante e| afio pasado la negra esca­
lada do vMúaciimos de las libertades a tocos los niveles.
Hemos tenido Ineses enteros de discusión con el Poder
Ejecutivo sobré la violación de la soberanía del Parla­
mento, sobre ti desconocimiento de sus decisiones, co­
mo la relativa, al levantamiento de las Medidas Prontas
de Seguridad, decisión no acatada por el Poder Ejecuti­
vo. Hemos tenido que asistir una y otra ves a censuras,
a la clausura sucesiva de loa periódicos del Frente Am­
plio y de la prensa que se opuso al gobierno,
Hemos cumplido la instancia ehoMeal. He Wihiiiiqtfj
ahora harapo éo eomontra qnd'paaó en las oteootonoB
el resultado dúl asorutinra Ma el momento oportunra
también de eso tendremos que hablar pormenorizad!^
mente, pero en el comienzo del prlroer-periodo de eshfl
Legislatura herró« creído que la opinión pública del pala
loa miles y milis de personas que han desfilado por lea
cuarteles y loa lugares de detención —y en memoria dgl
quienes han caído en este largo calvario que ha resuJgj
tado del pachequlsmo—, necesitan una expresión de estira
Parlamento en el sentido de que no quiere hacerse cóm^g
pllce de las Medidas Prontas de Seguridad del Poder Ejw
cultivo. Por el contrario, este Parlamento desde el co-<
miento va a tomar el tema de las Medidas de Begurl-I
' .?*
dad, el tema di las persecuciones, el de las prisiones,|
el de la estela de crímenes que se han cometido al am»|
paro de esas Medidas de Seguridad como un tema de
defensade la democracia y de reivindicación de los de-¿
rechos del Parlamento, en este caso de la Asamblea Ge-J
neral. , ______ *■

93 0 0 ?
 MntOR RODRIGOMB (don Enrique). —» flln ijgilfli.

Voy a obviar una serie de cosa» que lenta para pro-i

mover, para decir en do* palabra*, antea de dar la in- 4
te erupción al señor senador Vaz, que a través de lo na*^i
rrado por el señor representante Tariansky —*< bre lo que ?
unos cuanto* podríamos abundar— m» ha ido configurando
un Estado de tipo policíaco, donde ya la* Medidos Prontas t
de Seguridad albergan y cobijan cualquier cosí . *

Bajo el rótulo de Medida* Prontas d« Seguridad se >

han emitido estos tre* monstruoso* decretos que, de una -
u otra manera, tienen que ver con las pubilcac onee, con
las obra* teatrales, con la entrada al país de libro* y de «t
revistas culturales y científicas, que colocan n nuestro
pal* en situación de inferioridad frente a otaos donde
existe una efectiva dictadura, en lo* que, sin embarga. $
no se han atrevido a llegar a estos extremos 4
.4
Todo* recordamos por donde se empleta y donde se J
termina. En loa Estados Unidos se llevaba a prisión a
profesores simplemente pprque exaltaban la obro de Mart 1
Twain, su maravillosa obra en la que había burcho una'W
requisitoria contra la* crueldades de! capitalismo. Como j
en el momento en que se luchaba contra el capitalismo^!
por parte da lo* aectoro* de isquterda y dei Partido Ce*

muñíala »* mencionaba a Marte Twain, todo profesor qWR

efectivamente tuviera en cuenta la herencia msravflWnri
de Mark Twain pura la literatura de lo* Estañes Unidos«,;?
era llevado a la Comisión de Asunto* Antlnacionale* yl
alguno do ellos condonado a dos o tres años de prisión. ;
En este país hemos llegado a ese extremo. Alguno* ju-
ristas que tenemos en nuestra bancada podrían referir'»
con más detalles que yo hasta donde se ha llegado en |
materia de violación del derecho en circulación de toda*
las Ideas y del derecho de libertad intelectual.; j

Además, como señaló de pasada el señor representante;^

Turiansky, so podría decir que la mayoría de las medidas 3
que rozan de alguna manera los temas económicos, tienen
nombre y apellido, que se han levantado como v< rd ideras
potencias económicas ep nuestro país, al conjuro de de­
cretos dictado* bajo el régimen de Medida* Prmtas de
Seguridad.
—AttWMBND!.-* ¥ Ms prueba* eeéátien este

HEflOR RO0R1OUEZ (don Enrique). — Hay perso­

nas. denunciada* con nombre y apellido, que se han bene­
ficiado con decretos, y si hay alguien que no puede
Ignorarlo es el Presidente electo Bordaberry, perqué ha
ririoo todo proceso. Además, tendrá a su lado aseso«
re* tan exqulrito# y tan "leves* en su peso como el señor
Oarl. que, como dice el vulgo, el pueblo, la* conoce toda*
en esta matarui y i» sido precisamente uno de los grande*
beneficiarlo« del regimen.

En conmueocia, «i Poder LegislaUvo no pasde em­

pezar * dar sus primero* paso* sin reclamar el rápido le­
vantamiento de U* Medida* Prontas de Seguridad. La»
más bruuUe* uenefi que «er levantada* de manera inme­
diata y algunas de aquel|a* que Uenen relación con pro­
blema* económicos tendrán que «ef mirada* deude oUfQ;|
ángulo. Nosotros Uñemos en caenta esto en la moeim*üí|
que hemos hecho llegar a la Mesa. Nos parecía qii* nuag- ,.j
tra bancada —y otros kgi’lador«* tambiefi ¡o harin con*-;;'
ur-. tenía que lomar medidas en ese. sentado.
Ante« de conceder la interrupción al señor mpreaen*^
tante Trías quiero hacerme eco del pedido de intornü^i
clón del señor senador Va*.

*3 6 4
03 8
 SEÑOR RODRIGUE^ (don Enrique) — Quiero decir SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). tf'sfó» K
algo para luego no repetirlo. gislador Hierro Gambardella tiene el derecho a aceptar
y rechazar lo que Je parezca. Estamos en un debate en­
Como una especie de acompasamiento, de banda de
sonido a esta descripción que el señor legislador Turians- tre hombres políticos, y lo que ha sucedido no es una pe­
ky ha realizado, sobre todo, en su ultima parte, mostran­ queña incidencia en este país. Han pasado cosas muy
do el trasiondo de la patuca economice que quiso llevar graves, que ya han desfilado por acá y, en consecuen­
cia, se puede tener la más alta impresión de no ser esto
adelante el gobierno, cuando instauró las Medidas Pron­
tas de Segundad, cuando comenzó por ulsoiver partidos o aquello, pero si los hechos objetivamente conducen b
y cerrar Oíanos,- ya en los comienzos de su actuación, que se esté sirviendo una causa que lleva a la ruina del
valdría la pena hacer mención del nombre de estable­ país y a este panorsma que hemos descrito, eso, lo juzga
cimientos y de personas que no precisan casi explicación, la historia en general. Los que ya podemos empezar a
porque tanto es lo que »e ha ¿rabiado de ellos, Pero es escribir la historia, porque Ja hemos sufrido, y el pue- ,
bueno ponerlos todos juntos aquí cuando hay una cierta blo que la sufre, tenemos derecho a tener nuestra opi­
amnesia política o un deseo do salir rápido de esta en­ nión.
crucijada y hasta algunos parece que lo que tienen es el
deseo inmenso de que ei señor Pacheco Areco abandone En este caso no mencioné para nada ai diario "Ajo- .
de una vez este pala y vsya a otro, que ya se sabe cual es. ción”. Leí un comunicado donde se trataba de “mal na­
cidos’’, por un Brigadier fascista, que estaba en el Mi­
Aquí se ha hablado de la Ute, pero el compañero nisterio del Interior, a los que se oponían a Pacheco
Turiansxy, con su mouei.tla característica, no ha querido Areco.
reiecuse a ella. Compañeros como Tununsxy y otros, al­
gunos oemucndas cristuno», lueron mostrados durante Me parece que yo también, con el mismo derecho,
semanas cn^as en los diarios y en la televisión como l>odría preguntarle ni señor legislador Hierro Gambarde-
cxinunale* a quienes mina que perseguir y delatar por lla —claro que no voy a cometer esa impertinencia— si
parte de los vecmdarias y de quienes veían Ja televisión. está de acuerdo en que se califique de “mal nacidos"... ,■
/Y son estas personas quienes auma están aquí oeien-
diendo ei patrimonio nacional que na sido entregado. Pero
huoo, tammcii, el ini-mm pro nema respecto aej pareaon
de ib Ute, en ís renneru de la ¿uicap. iuvimqa lo de la
Isla oe Plores y lo oe Kamun. ¿iqui tenemos al dP
putauo Vivían Trias qui conocio a non Kapmn por las
Memelas Piontas de Seguridad y no se si lo haoia cono­
cido antes como canario que es. Conocio la cárcel de dan ¿
Hamon y la tortura moral que sigmiica estar allí no sé i
duiante cuanto tiempo, kínta el caso de Aguare Gomales, j
presidente de nuestro frente Izquierua, en ese momento J
uecano tie la racuitad de Arquitectura, un hombre muy )
por encima de ciertos enanos políticos, que tamoien cono- '■
do la cárcel ue mm llamón, simplemente por no sumarse
a la tarea represiva ue un gobierno oespotico. Y ya no ,r . «vjL .

hademos aei cuiuri ni de Canos ivery ni de las Un turas SEÑOR RODRIGUEZ (don EnHmie). - El «untono
. denunciadas por el señor legisiauor Vasconcellos y por la es con usted. Es con el señor MMmuo qtre e*$ri'M¿«sto, ;
doctora nooaiio, que dinron motivo a una rcouiiunte in­ y con la prensa qui lo publieó, desgraeiadamerte. $
vestigación que paralizo, en cierta meóme, las torturas
tremen^aa que se reamo.oan contra los presos en las car- Luego llegamos -y con esto voy a termina», porque ‘
ceax. nos immmes de iaoer, nugo, busauu, hielo, expó­ no era cierto que ibi a hablar hasta las 8 de la maña-
sito, Castagneio, Ramón lihppmi, Ayida, ibero Gutié­ na—.. . ¿
rrez, últimamente, son crímenes organizados por ese es­
cuadren de la muerte, por gente ina que asesina por
mandato de arnoa, pagada por embajadas extranjeros,
como aquí lo denuncio el diputado Arismendl, que ase­
sinan como un precio pe Utico, como una verdadera inver­
sión política, porque matan para crear el clima de con-
moción puoiíca, en unes cacos para amedrentar ai pue-J
blo, para dividir a los obreros y los estudiantes y para «
impedir un clima electurai apropiado, como lo vamos a f
ver más adelante, dentro de 2 o 3 horas, cuando entre­
mos al capitulo de lo que decían y inicien ios Ministros
del régimen cuando se reclamaba pronunciamiento sobre
si había o no elecclonei. Por supuesto, qute esto tiene otro
trasmando, que es la cri ils tremenda del país, y el Xracaeo
de los planes de estabilidad.
Le concedo la intei rupclón al señor Pérez.

039
 BEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique* al pro­ SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — Voy a ter­
blema de las elecciones minar, señor Presidente, porque no sea cosa que esta
pequeña incidencia, relativa a papeles que no aparecen
Ya he hablado de cosas muy graves, como la del de* nunca, me haga olvidar de algunos asuntes graves que
legado Ciompi, la del candidato Ferreira Aldunate, la tienen que ver con . el tema en discusión.
del candidato Líber Seregni y, por supuesto, de todo lo "1 r
, que pasó con la propaganda política, con los locales y En vísperas electorales, un candidato a la Presidencia
eos cosas que, estoy seguro, debo estar olvidando, de la República, el General Ribas, pronunció un discurso ¿
por televisión. Dijo que no valía la pona votar al Frente í
Amplío, porque aunque ganara, no se le Iba a entregar
, Hubo tres incidencias muy graves con respecto a las el Poder. Reitero: ente lo manifestó el General Rival la
* elecciones, que solamente por eso, habiéndose realizado antevíspera de las elecciones.
bajo el gobierno de es a persona que hoy nos pide per­
miso para irse antes dnl plazo constitucional, justificaría SI nosotros Juntamos todo lo que hemos manifestado
todo lo que haya que Jiacer contra este señor. desde antes de las elecciones y lo míe di limos que expre­
só el ex Ministro del Interior calificando a un Partido
Un Ministro del Ulterior de Pacheco Areco, en mi que había salido a la calle con sus candidatos, con el
piatancte —despuáa salló versión taquigráfica en la agregado de que un General de la Nación, por una red
de televisión dice qte aunque se voto al Frente Amplio
no se le entregará ;1 poder, y a ese señor no le pasa
prensa,— al salir de una interpelación frustrada (de las absolutamente nada, por el contrario, ha juntado sus vo­
tintas que se frustra jan, porque ya en aquel tiempo tos para el Partido Colorado, tenemos configurada una po­
existía quien había temado la costumbre de votar con lítica de prefraude, de estafa electora), que, evidentemen­
iin pies e irse del Fallamente y dejarlo sin número). te, hace que el 22 de votos que tuvo el señor Borda-
berry, incluso resulta disminuido sí se le pudiera des- -
(Intervención del señor legislador Vasconceüos, que contar la cantidad de votos que tales actitudes le dieron
no se «ye» a este gobierno, en f jnción de ese terror ideológico orga-
filsado an te última semana contra ü Frente Amplio y,
—No es ei caso de hoy, que tenemos la felicidad de
.Jener a los hombres d* 1 gobierno diciendo que van a de-
■|nder, ardientemente, a Pacheco Areco y a su obra. por supuesto, contra el otro Partido de la oposición. Este
es gravísimo.
El señor Ministro del Interior de Pacheco Areco,
aparte de hacer una rt ferencla, dice textualmente, cuan­
do el periodista le preguntó si era cierto que estaba bus- 1 Y es rravfslm«) —lo reitero— 1«, última actitud. Esa
eando la colaboración del Partido Nacional para hacer sola Justificaría que el señor Pacheco no se pudiera mo­
ver del pala
írente a la situación.4
'¿Cómo no voy a buscar en el Pérfido Nacional ei ¿ No siendo ya Presidente de la Renóbllca, y habiendo
apoyo, en este emergencia de mi patria que la quieren " entregado la hervía «residencial. se atreve a criticar de
destruir los delincuentes y quienes apoyan a los de’in- » amedrentada a li Ju’ttct», haciendo un aeravio a un
cuentes. Por eso iré visitando y conversando con todos Cuerno como el Judicial oue, más ritlA de las ontniones
los hombres del Partido Nacional, que tienen la misma ¿ personales nue pv eda haber, es evidente eme. en la me­
inspiración que siento yo y que siente el Partido Colo* * dida que ha podido defendió los fueros de h libertad,
lado en defender la R'pública. A esa interrogante, señor siendo un freno f 1 despotismo del gobierno, Además, del
cronista, no cabe iná* que una sola respuesta: deben punte de vista ifsal, el solo hecho de nue se haga, una
de acodarse para evitar que quienes se van congregando Injuria a otro Polar, cae en la definición de desacate.
en un sector que le llaman político, y llaman Frente Am­
plio, aunque sea estrecho intelectual v patrióticamente, R! todo esto oue hemns dicho, iieñor Presidente, no
yo no puedo de*ar entonces Ja o¡>ortunidad que tene­ alcanza ñera ntx el PartMn. o los ffww ene rewxildan
mos todos los hombro: de bien ele defender a nuestro ai señor Pacheco Areco. sient»« la ofaHrsdón de dilucidar ?
puis con todas Jas fuerais democráticas que se puedan hasta el fin tod<« estos «roblemos, antee de nombrarlo J
conjugar en la misma orientación’*. Embalador fw»nV a nin«n»n neis. un»*« de darle un sotaJ|
dAlsr del Estado ñero ana lo roce. hriMZndols hecho todifl
Un Ministro del Interior caracteriza de esta manera el mol noMble r| nafa «nf»s de n»rm’t|r cqe cnmnln el j
una tuerta política qje ya tenia proclamado a su can- niaro 60 d<as nara oue el Parlamente «ned* enlaciarlo, I
I^Bldate a la Presidencia de la República. Ese hombre lie- francamente nn miado mmnrrnder g ero Pérfido No nue- 3
^|a a te Cas» de GobiM no y no es destituido, jxir el con­ do comprender a ero partido: mc’or dicho, lo rom orando, $
trario, le es dado un ««pateara») «orMacional, • te! pun­ porone oro no ai un Partido nniífiro ag nna Infería de i
to que al otro dia anunció que bahía adquirido no ne * enríenos nii*> mnte vn>n-' da uno v ntro invnr balo un
«abe cuántos carros ai Umullitudes, para combatir a loa lama determinado En definitiva se ¡rata de una onera-
multitudes que iba a < ongregur el Frente Amplío y que Hón nolítlcg, owa muchos han rosiizado. nhlrándnaa detrás .■?
e ecVivamente aparecieron el 26 de marzo, cuando el mi< ? de esa ferrnrj«m'> creado d»*dr tas sltnres. coincAndote-
tln grandioso de inauguración del Frente Amplio, y que con un rea1ecr!enf«mo nrowoln’ata «»rn inohdrse en ias
no le sirvieron, a ese Ministro del Interior, para nada, listas y poder hablar desde estos bancas parlamentarias.
ni siquiera para vender maníes en medio de aquella in-.í Este lo hemos d’rho en la calle v !<i manifestamos
mensa multitud que Upó desde la Plaza Libertad hasta acá, El que quiera contestar, que lo haga.
¡i*, explanada del Municipio.
No vav s hablar sobra lo que nasñ d»«T)i»*s d»l jv de
f marro. Fi *eñor Rord^hecrv ha tomadlo 61 gobierno y ha
dl^ho mro será la coniinnidad o el oontlnufcsmo de la po-
llflro da puchero A-*mi*mo antes de l»s elecdonea, ma­
nifestó míe mantendría Integra esta política. La manten- 5
dr4 n no. va míe ero nn denende de un voluntad, porque £
hnv una micro fnerro nnifHca en el mala. Ha votada nn^
pueblo ni»c en definitiva, lo ha hecho contra te política
d»1 nnterinr gobierno por lo tanto estamos en eataluqfiMI
parl?i menta ría, y forra está la da la cisne obrera y
dót jipdblo que, es lo que en definitiva decidirá.
Con astas nnn tu# liza clones, señor Presidente, termi­
no m( Intervención, creyendo nue. poi lo meno«. los so-
ftores legisladores on» d*flaneen al señor Pacheco Areco
tandean la oportunidad da desrayar nlgunos de los ar-
gumcntne que anuí se han hecho, sin lo cual sería lm-
po’ibls qué asta Asamblea General te autorice a salir del
pala.

23 6 4:>
 SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — Señor Presi­
dente. el Mensaje del Poder Ejecutivo es el monumento a
lo escueto, y el informe del señor Ministro del Interior es
tan enjuto, tan pequeño, desde el punto de vista de su di­
mensión, que ciaría 1« impresión de que hay sobreentendi­
dos; es decir, qué hay una especie de unanimidad nacional
en derredor de 1c que plantea el Poder Ejecutivo que no
hace necesaria ninguna clase de explicaciones.
Por supuesto señor l*re«idente, eso puede ser; por lo
menos, los medkM de información han diciio que determina­
da» personas han acudido o han sido llamadas jxir el Poder
Ejecutivo, para ponerlas en conocimiento de alguno» hecho*
que parecería que hacen puco necesario que «o den explica­
ciones de fondo, importante» o meticulosa« con respecto u
la« gravísimas medidas que progne el gobierno. Tan gilví­
sima«, que algúnm m* «alen del marco de la (’onsrituclón.
ím pudiéramos dar una imagen gráfica, pondríamos t?| texto
kle la Constitucióf i sobre una mesa y veriamo« que las pro-
'poaicione* que »uirje el «cftor Ministro del Interior, a nombre
del Poder Ejecutivo, saltarían de esa Constitución y deja
rían de pertenecer a ese folleto. A tal punto qup la expli­
cación que le Mita de dar ai aeftor legislador Plá Rodrí­
guez, plantea, piáctk-ament?, una interpretación, que dicen
que hizo ur «eñ>r jurista en determinada época, que no»
llevarla a la épica en que «e gobernaba por bandos. E»
decir, en lugar d’l Parlamento, en logar de loa Poderes, los
bandos del Pre» dente de la República determinarían todo
lo que hada al Poder Ejecutivo dueño absoluto de vidas y
haciendas, (
■ f ®■ . . ... . _.
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). Señor Presiden-
te: hace un tleni >c, recibí con profunda sorpresa la nóticlá.
por parte dc| prado señor Ministro del Inferior, de que no es
abogado. En aquella o|>ortitnidnd, le dije que merecía serlo su­
perlativamente, por la habilidad con que habla mane jado tuna
serie de coneeptf.« jurídicos, que solamente los es|»cciftll«ta«
son capaces de ((ominar. Ahora, debo tener en cuenta ano,
j»orqur cometerii un doble error, si en esto* momentos le
dijera que se canporto como un abogado que defiende, en
esta situnción. u¡ia mala causa, de una forma que, franca­
mente. rcsulía airprcslva.
Le declaro til señor Ministro que «oy mucho menos ju-
rbrta que él; P«o no creo que haya ningún Tódlro ni nin­
guna ley qtuj pueda borrar la Constitución de la República
Y esto <m lo que hace el proyecto que m nos impone. Se
habla de un e^ndn de guerra interno que no existe, jx»r
ningún lado, |W máx que at k buwpje He tenido la pre­
caución de ver d entre las novedad«» que h»Ma ínrhrtdo la
Reforma Naran a j»or *cr tan reciente— «*taba esa dis­
posición, ix'io. n> es así, no flcora el estado de guerra in­
ferno. D.» modo que se trata de algo que innova completa­
mente con rosp’cto al estado de guerra, Por lo tanto, de­
claro nuo ési.i es una nueva causal, una nueva figura: el
estado de gu«-rr • interno. La «us|>ensión de las garantía» in­ $
dividuales con J is antecedentes que tiene el Poder Ejecutivo,
tendrían que ser fundamentadas en cosa* barianto más ex­
plícitas ia »-ímple enumeración de incidente» sangriento», 8
de los enfiles l idos hemos tenido noticias y que, por Otra
t arte, son liastnnto incompleto# desde el punto de vista de
U información míe poseo p! señor Ministro del Interior a 1
tantas horas di acaecido» esto« hechos.
Además, .señor Presidente, el señor Míniitro del Interior
y el de Dvtonsl Nacional, que está sentado a «U Jad»», tienen
ir>< anfc<<*<|ontc- do lo que está sucediendo en la Oanirión J
resperriv,! dí,l Senado, que discuto la I<ey de Seguridad y i
!/w
lo que está paj 'indo ii vare* no (wisando, |«>r razon<s» ob­
vias en la C omisión de In Asamblea General, que debe
tratar el tema leí levantamiento de ludas las Medida» Pron­
tas dé Seguridad.
Qtli^H1 fl^íl U||P IW |o;> anteo drnfes inmediatos, que
«on dé hace pe ñoras. I<w «Hiuth« '**
esto proyecto lio tienen ningún hecho concreto, vaiedero. que
pueda permití! traer este proyecto, como «i en un eieto lev-
petado, de pro ito hubiese estallado una bomba de humo que
hubie{£ oscunjcido todo el panorama
04 1 '^1
Me explico, tefyr Residente. Lea hechos de la mañana
de hoy no han sucedido en forma intempestiva. Digo más:
quien conozca algo de sociología (y tengo la impresión, da
que el señor Ministro conoce mucho más de ¡o que muestra
en esta materia) podrá ver que estos «on hecho» previstos
en el desarrollo social —absolutamente previstos— de un
pal«. Se han dado determinadas condicionantes en este país:’
por un lado las grandes luchas populares, y por otro lado,
cohesión cada vez más grandes de Iws fuerzas obreras, fun­
damentalmente. asi como también nacimiento y creci­
miento de una nueva fuerza politice en la vida de la Repú­
blica, todo lo cual plantea determinados problema* ante la
vida del pní». Y esos reclamo* son contestados de determi­
nada manera.
Existen, además, otros factores que no son los que ae
nombran en el Mensaje, Por ejemplo, un día ae Je llama
«edic ión, otro día subversión, otro guerrilla urbana, y otro,
lucho clandestina, etc. Bueno, no digo loa otros epítetos con;
que se les asigna, porque también me lo* ondilgarjn a
Km* poco* óím, préctieamento me dMUcgarcn «L domígM
j
lio que le alquilo a un buen ciudadano de esta ciudad y a .
mí también me dijeron comunista amarino. No voy a hacer
cuestión, por lo tanto, si en algún momento el Poder Eje- j
cutlvo usa, también, esa denominaci/m: pero es un hecho |
que está ahi, con lo cual estoy invalidando ciertos adjetivos
que se dicen, porque éstos valen cuiindo responden a una
realidad y no |>orque se repitan un« y mil veces por loe
medio» dé información o en lo« Mensajes del Poder Eje­
cutivo,
En la realidad socto-política del país, que hemos vivido
fundamentalmente en tos últimos fl ó 7 año», la progresión
de Mto confrontación a todos los niveles continúa. Supongo
que lo« ««ñores Ministro« del Interior y de Deferua Nacio­
nal tendrán una clara idea de que cuando yo digo “a todo-
Ins niveles", es imrque hay confrontaciones de diversa Ín­
dole y de naturaleza diferente; pero toda» ellas son con el
Poder Ejecutivo, con el Estado y con ol ixjder represivo <W
mismo, a todos los nivele». Muy pocas personas han estado
líbre«, en los último» tiempos, de tener que participar, de
una u otra manera, en estas confrontaciones con el Poder
Eiccutlvo, sobre todo después de la aplicación de las Me­
didas Prontas de Seguridad instauradas en 1968.
ptir conxiguif-íde, señor Presidento. todo <*tu era abso­
lutamente previsible. Tanto pm así, hay fuerzas políti­
cas como la que nusoiroa representomoe —el Frente Am­
plío—■ (|uv a (H'sar de tener en «u Interior, como todo el
mundo «abe, diverso.» enf<»quex en nwteria Ideológica y filo­
sófica sobre distintos problema» (y a vece» no pequeño#).
sin embargo ha llegado a una perfecta y total unl.lad de
criterio con rrxpcvtn a promover la solución para este gran
tema de la confrontación, fie la manera más radical |xhí-
ble, dentro de 1«> que es posible realizar, en materia do
transformaciones, en un corto periodlo.
El Frente Amplio, en el pmgranw de soluciones que pre­
sentó u 1« ciudadanía en el período electoral, planteó cruda­
mente el toma de las tranaformnelones sorlijes radicales
—de la» que no voy a hablar ahora detalle que tenían
que ver con la creación de un cllnui social apropiado para
hablar de orden, de democracia, de trabajo, de familia, de
armonía y de lo que, en síntosl«, de'ae hablar una sociedad
IrieQ orgenizada. ...
 EMjlmow que el dilecta era inevitable, y In vida hoy In
e».tá confirmando. Expreiíun<>s que era necesario ir a esa«
transformaciones que, pira nosotros, en la jerga habitual
que usamos para abrevhr los términos, significaba suplan­
tar, acabar con la oligerqula en el poder. Es decir, sacar
del poder a oso» pocos aprovechado* que están hundiendo y
desvalijando al jiaís, parí darlo a una conjunción de político-
social que representara a la gran mayoría sufriente de la
* Nación, que no es, solar tente la gente de los cantegriles ni
los obreros que han perdido el poder adquisitivo de sus sa­
larios. sino los grupos <¡ue ¡x’rtcneccn a las capas medias
más bajas —y también las altas— así como también los
sectores importantes del campo, que en un tiempo pudieron
creerse librea de toda preocupación. Esta verdadera conmo­
ción interna que soporto el país fue creada jior una polí­
tica económica-social, cuyo principal ejecutor fue el señor
Pacheco Areco y de la que se siente sucesor el actual Pre­
sidente de la República y su elenco Ministerial.
i todos.
Ese programa nosotros {tensábamos acompañarlo mi­
rando las realidades del país— con una política de amnis­
tía y promoviendo, naturalmente, en primer lugar, solucio
nes radicales y de fonde, haciendo verdad la justicia distri­
butiva (en la medida que esto pudiera hacerse en términos
cortos), erradicando las causas fundamentales de la injus­
ticia: el poder monopólíjo de la alta banca, del gran lati­
fundio, y, en fin, al régimen económico que siembra a la
Rteteblica de cantegril«,«de pueblos de ratas, de miseria,
»•■^Ímisnío todos los día. semanas y meses, decenas, cientos
y mi le# de uruguayos fu»ra de fronteras, porque no encuen­
tran trabajo
Mientras todo eso ni se resolviera, era una utopia —en
el caso de q ie no fueíi una cosa consciente— hablar de
orden, de trabajo, de tranquilidad y, fundamentalmente, de
estilo de vida. Este estío de vida uruguayo fue implantado
tM>i el puehequixinu, y । uno de relieve las peoies lucras del
régimen capitelute, enun país dependiente del imperialis­
mo, qua pcg.cada dólar que recibe le quitan cuatro por ios
UUiiúno» del intercambo, por el comercio desigual y pol­
las recetas del Fondo Monetario Internacional.
Todo esto hizo que nosotros promoviéramos sinceramen­
te, sin hipieresías, nutdras Bases Programáticas, y pensam­
mo* que, con el cumplí niente de éstas, el tema tan llevado
y traído —y que hoy h| convocado de urgencia a esta A*am* j
blea General— de la guerrilla urbana y de la resistencia gp
virus niveles que no so t los que preconiza el Frente Amplio, *
quedaba sin banderas ya que no podía hacer oposición ni
la guerra a quienes, J istamente, estaban defendiendo estos
LMjst filados.
Señor Presidente. íM<cx Hituactonv«., para quien no está
obnubilado por un criterio regresivo congènito; pa-a quien
estudie un poco lo qiM pasa en el mundo; partí quien haya
tacado oonciustonc*. aunque sea elementales, de los temas
que han conmovido, en lo* últimos tlemr»os, al mundo en­
tero, llevaban, naturai nente, a esto* procesos.
Ahora. cuando ite temas aparecen, el Gobierno tiene
una sola solución. En l calidad, esto* temos tienen dos caras.
XJfta decitati, al GobUrno parece no imt cresa ríe o. mejor
dicho, le interesa aefl.tirta agravando y gal deformando el
rostro dei pai». Si lai causas de cuta* confrontaciones sun
loa privilegios, el Gol terno loa aumenta; ai esta conmoción
es debida por Jos desi al Ija miento* de lo* Bancos, 1«« rntarraM
se siguen produciendo <
Señor Presidenta el pudor *<‘ perdió en determlnadó‘
momento y continúa i>erdiéndoiie, tal como lo demostraba,^
hace poros días, un conspicuo miembro del rceleccionlsmóii
en este mismo rocín o.
> ■‘-iS
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique) - Si el señor le
glslador cree que con palabritas, citando lo que lee en la
revista “El Hogar” <> en el “Para IT’, va a amedrentar a
una fuerza como el Frente Amplio y a quien«* homo* es­
tado luchando, durante muchos años, contra toda* las olí-
garquia* que han desvalijado al pal* en nombre de lo que
dice defender, «i «abe lo que defiende...
(Campana de orden.)
SEÑOR PRESIDENTE. Se i-uvga no personalizar ■
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). Primero pida- <
le a su colega que no lo haga.
SEÑOR PRESIDENTE. La observación os para
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). - Estaba dicien­
do, señor Presidente, que el Gobierno y las claset' dominan­
tes, que son las que, en definitiva, están detrás de éste y
del anterior Gobierno, no solamente permitieron que esto
sucediera tino que lo fueron agravando, y por eso se llegó
a las cosas escandalosas que hemos presenciado. Para citar
una sola, aunque se pueden citar más de 200, me remito a
un hecho tan significativo como el de que un Ministro de
Industria y Comercio sea expulsado de su Cartera, y que d $
Presidente dige que peer a quien pese será mantenido. Ese \
Ministro fue expulsado, wñor Presidente, por rmones dea- |
honrosas desde el punto de vista de la moral política. 1
No Motamente dijo que lo haría pese a quien peae, sino í
que lo mantuvo en el Ministerio de Relaciones Exteriores '
y hasta 24 horas antes de salir de allí estuvo dtrsvalijuMta |
Huncos y llevándose el ahorro del país para el extranjero, *
¿Quién puede creer que si esas eran las causas déte- ;
DMiites de t<xlu la c<>rmHKÍón interna que se promovía a
grandes niveles en el jmiís y esa política so ha seguido pro- .
nunciando, no se iba a llegar a esta situación?
Aclaremos y agreguemos que cuando ese problema es­
talló, todos sabíamos cuál era el proceso. Se llevaron cientos,
miles de trabajadores |>r(‘«ow; trabajadora* de UTE, ¡mr
ejemplo, uno de los cuate* hoy se sienta con honor en este
recinto como diputado de nuestro Frente Amplio. Conocieron
la Isla de Flores y el paredón de UTE, por defender el
pan de sus hogares; fueron tratados como criminales, se
paseó su figura por le televisión del país y tachada están
sus foto* en las comisarla* de) interior, como si fueran eri* ,
mínale*, cuando en realidad es gente que luchaba por los
tralwj indure», j»ur un salarte justo. Además, cuando todo eso ¿
no sirvió, porque no pudieron quebrar tas fuerzas popuiares»J
porque no pudieron llevarla* a la postración, todo* *ab«r^|
tno* lo que pasó. Cuando se hablaba del Escuadran de lt-i
Mnorte -no sé *1 en forma ingenua o iróaica— el otro dkte
preguntó un señor senador, cuando pedíamos una investigac®
eíón sobro el mismo, si estábamos hablando de ahfuna ingd|
tltlición oficial. Preguntaba *i el Escuadrón de la, Muertg|
er/t una Institución oficial. No lo es, No tiene uníi oficina,-
con un escudo en la puerta, como tienen otras, pero el aten- '
t/irlo contrn Ins personas, contra lo* militantes, contra loej
partidos, contra In gente (pie se* oimnia a esa política en '
favor de la oligarquía, contra los dirigente* sindicales y es- j
tudiantlte«, contra los profesores, contra los inaustro* y
ídiora contra lo* senadores, es obra suya
No me explico como el señor Ministro del Interior, que
redactó este mensaje, se atreve a incorimrar los alentados
que «ufrtmus en nuestro* domicilios el señor senador Miche-
linl y el que habla, entre los hecho* |X’i- los cuales se soli­
cite ahora la eliminación de las garantías individuales, cuan­
do en uha Comhrión del Senado otro Ministro dijo que
‘-»o« problemas eran poco menos —voy a usar libremente
l is palabras dando ei jiensamicnto, para no leer el texto que
tengo acá- que paparruchas de unos pocos peso«, que esas
Ilombas *e pndtan tirar y pegar con dinero robado de lo*
Huncos y, hablando de esa clase de atentados como el que
prácticamente hizo volar la mitad de la cesa donde vivo y
que no mató a mí compañera por pura «Mutualidad ni a mí
porque estaba en el interior del país, dijo que esos hecho* -,s
eran pequeño*, insignificante», que. en definitiva, se organk
ziitein y planeaban pp (oiu*p «mfcreptteta pura .i|^r ;
,»i Ajérclto J.-M'lcnal
 SÉ»OH RODRIGUEZ (doa inri^u«). — h».
Bidente; no puedo entrar en una larga disquisición so-
bre todo eate problema. Pero ya que el señor Ministro
•A
ha sentido la neceaidad de decir que él repudia todas'*’
loo formas de violencia..

SEÑOR MINISTRO DBL INTERIOR-T^i Poder

Ejoeutiwx

SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — . que el

Poder Ejecutivo repudia todas las formas de violencia
—cosa que habría que probar— quiero afirmar.. .
SEÑOR BFNGBR> ■— Lo que hay que psebar se h>
con traidor
(Interrupciones * Campana de orden.)

SEÑOR P^ESiPENTfi.«'11'" No ’*e puede interr umpi»,

eoÑei^éogioladee.
puede continuar el aedor legislador Rodriguez.
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — No sé la ?
ciase de urgencia que tienen loa señores legisladores;
pero en algún momento los miembros del Partido de 4
Gobierno hablarán y entonces veremos de qué SO trata. *
Creo y afirmo que ai gobierno le va a ser muy di* j
fioii demostrar que lucha contra las formas de la vio* 4
lencia, que han realizado estos estropicios contra todoq JJ
los que militen contra el gobierno- .'j
Es muy curioso que no se halle manera de logra* ||
que el reelecclonú?mo o el Partido Colorado aceptase la $
investigación sobre el Escuadrón de la Muerte, que no-4
se halle ni ancre de que se encuentre a uno solo de los
responsables de atentados preparados con una meticu­
losidad extraordinaria, que no haya ni un solo preso,
después de cerca de OS atentados que se han realizado ■í
en los últimos dias.
Por supuesto que el Poder Ejecutivo estará en otras
cosas y no para combatir a la derecha o a los grupos ’
fascistas; pero eso también está determinando lo que
es el gobierno.
Desde rw punto de vista, puedo y debo hacer aquí
la afirmación de que el Frente Amplio tiene un pro­
grama y una metodología claros. El Frente Amplio tiene
un programa de 30 medidas, un programa general y
un compromiso político. Los documentos que dieron na­
cimiento a este movimiento hablan muy claramente de
que aspiramos a tomar el poder para e! pueblo, por ¿
medio de la movilización y organización del mismo; que j
creemos en la organización del pueblo y, de ninguna J
manera, en el atontado individual, como forma de re* ¡1
solver lo< problemas políticos. a
No so precisa ser rotundo ni dejar de serlo, a ese |
respecto, porque reto lo ignora solamente quien quiere
ignorarlo y vale ia pena, entonces, Ir mirando en lá t
vida nacional si el Poder Ejecutivo combate efectiva­
mente a las fuerzas que nos atacan uno y otro día, que
hacen peligrar la vida de los militantes del Frente Am­
plié uno y otro día o si, por el contrario, desda orga­
nismo» dirigidos por los seflom Ministre» aquí pH»éw
tea, se realisa toda olese da psfrsotnwlMioa, llegándose
incluso a las torturas, en diversos lugares del país, y
al vejamen más indigno, contra las ciudadanos, por el ¡
simple hecho de ser del Frente Amplio, de ani'itar en
nuestra colectividad política.

04 3 a
23 tí 4 3

SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — Señor pre­
sidente: la intervención que estábamos realizando, por
un lados» vio enriquecida, diríamos así, —desde el punto
de vista del sentid« que le hemos dado a lo que es el
fundamento, obvian ente, del voto negativo para darle
al Poder Ejecutivo cualquier clase de atribuciones ma­
yores que las que time para pasar a la represión y para
combatir'¡o que el jobierno dice que es la sedición o la
subversión— por las precisiones en cuanto s hechoa con­
cretos de represión ?n diversos lugares, en forma abso­
lutamente Injustifica la, no solamente indiscriminada, sino
con un claro sentido político de involucrar a las fuerzas
que hacen una polít ca de oposición, que en cierto mo­
mento pusieron en pi que al gobierno en la campaba elec­
toral, con demostrac ones multitudinarias, ron manifes­
taciones como jamás se han visto en la historia del país,
con una tónica absortamente diferente, que la vida está
Confirmando, en el i cntido de darle a la Nación una
Pnueva alternativa de unidad de la gente, más allá de
banderías, cada vez nás deterioradas, brindándole una
verdadera bandera, qi e no es por casualidad que arranca
de la que Artigas le dio a Otorgué* para poner en la
plaza de Montevideo
■j
En ese sentido, tai llamadas Fuerzas Conjuntas —que 4
nadie sabe por qué ley han sido autorizadas y que. |
seguramente, son negdas, también, por la Constitución J
de la República— ha;i hecho todo lo posible por invo- |
- lucrar a ta fuerza ¡xlítaca que es el Frente Amplio, a j
las futrías que en eh ampo sindical actúan con indepen- ;
dencia de clase y definición auténticamente los intereses ;
de los trabajadores y tjue derrotaron al amarillismo sin­
dical, cuyo plazo más jiagrantc es el de la Afute, el único
organlamo sindical, minúsculo, raquítico, que se opuso
públicamente al majeituoso paro obrero, que en el día
de ayer mostró hacia dónde caminan no solamente las
ansias, sino la fuerza organizada, que. como verdadero
destacamento organízate de los trabajadores, reclama
y reclamará hasta triunfar, haga lo que haga el gobierno,
los escuadrones de la muerte o quienes quieran parar
el curso de la historia uruguaya.
(Murmullos en la ¡larra. - Campana de orden.)
OBSOR PnMOlDW TB."^«"tia Metra-Hdrierts a-la
lianas qwa as se pueda i asar-ninguna manifrataaión, por-
Puede continuar el señor legislador.
SEÑOR RODRIGU1Z (don Enrique). — Nosotros
decimos que este proble na que hoy ha conmovido a la
opinión pública y que ha motivado este aparatoso y espec­
tacular despliegue del Poder Ejecutivo ante el Parla­
mento. no es un tema nuevo, Para quien quiera saberlo,
esto tiene una historia, » n paralelismo, no diré absoluto,
pero muy estrechamente vinculado con el deterioro eco­
nómico del país, con la crisis en avance y. aobte todo,
con el fracaso estrepitoso y la desesperación consiguiente
de sus autores, de todo ?i pretencioso plan de estabili­
dad que luego sería seguido por el despegue, más tardo
por el desarrollo y que, el definitiva, era, en cierto modo,
¡> aplicación de ía tesis |ue un dictador extranjero, On-
i
.«i
sania expuso en una a ntereneU de
Punta del Este, cuando inte el reclamo hecho por la
evidencia de la situación de sub-constimo y miseria da
snS Latina donde M planteaba que era muy di­
fícil* hablar de combatir las subversiones sin
Bi^rsgS«
primero el orden, (¡capo« <>1 dcsorrmig^
< •. i •'
se siguíÓesa tesis' dif señor Presi­
dente Pacheco Areco y ce la que se quiere seguir ahora.
Si ahora se habla del desarrollo del país, a través de
la* Medidas Prontas de Seguridad, es una burla san- :i
grienta, es el rn corsé (amiento de la vida sindical del
país que se pretendió realizar, es la división del pueblo ;
entre obreros y estudiantes, entre obreros y universita­
rios, entre católicos y marxistes, con los ataques reite­
rados, .que a nombre del Poder Ejecutivo, realizara un ’
siniestro Ministro del Interior que se llamó Eduardo
Jiménez de Aréchaga, que tuvo la osadía de venir al
Senado de la República a atacar a los sacerdotes que
se ynian al pueblo en lugar de doblegarse a la oligar­
quía, que ata^ó a la Universidad y a loe universitarios,
a los obreros y a sus organizaciones y a las ideas del
marxismo-leninismo, no se si conociéndolas o no, por­
que hay mucho doctorcito revestido o barnizado de sabio,
que nunca supo interpretar el ABC de lo que son la*
leyes del materialismo histórico, del materialismo dia­
léctico.
'iodo esto viene desde ahí, claro está.
Todo eso que ciertos políticos afirmaron en un tiem­
po, que ese cimbronazo que se le dab* al pais, ese po­
nerlo con los pie* en la tierra para que supiera de la
crisis horrenda en que estaba sumido, icmía como salida
la vía do ía congelación de los salarlos,, i* mentira de ia
congelación de ios precios, la intervención arbitraria de
ios centros de poder en manos de hombres del monopolio,
de la Banca, con ia promesa, a través de la Coprin, de
redistribuir la riqueza, da exportar banenrio*, como desde v
un diario vespertino se atrevió a escribir su Director, 4
reducir tea sucursales de la Banca, concentrando la
Banca privada en manos do los monopolios, todo eso "
fracasó estrepltoaamento. Todo eso llevó a la ruina, al ¿
nivel de consumo de la gente; no se pagaron las jubila­
ciones y se negaron lo* créditos por una orden extras-
jera que trajo un señor llamado Carlos Sanguinetti, de
la reunión del Mondo Monetario Internacional, recla­
mando de los Banco* República y Central, su restricción «
para los pequeños productores rurales e industriales, por­
que según la novísima tesis que él traía, vieja canso *1
mundo, desde que existo la explotación, el exceso de cré­
dito en ia plaza, trata una inflación que luego serla ia-
cor (rolada. Todo eso trajo lo que ahora vivimos. $
Y algunos sectores de medianos productores y ga-
naderos do este país, algunos sectores dé la industria y 1
el comercio del país, que creyeron que Con te congela - í
ción drástica de los salarios, con ei robo virtual que se 1
hncíu de casi un año sin aumento de salarte* a loo tra-
hajadorec, tendrían hoy un respiro *1 poder vender, con t
sitiarlos más baratos, los productor a los mismo* precios, l¡
hoy están bramando contra la Coprin; hoy, repito, los |
inventores de la Coprin, loe que venían del brazo de |
Pelrano Fado al Senado de la Hepúbltea, a traer eee 1
organismo como solución a todo* tos- problemas, sagú-
ramente sentirán vergüenza de la obra que realizaren C
—si es que la hicieron de buena voluntad— y, por Mí- |
puesto, contemplarán desolados el fracaso estrepitoso de j
toda aquella política. El paralelismo existe en la me- <3
dida en que la congelación de los salario* comenzó con 's
la aplicación de las Medidas Prontas de Seguridad, cuan-
do encarcelaron a cientos de trabajadores, cuando pre- *
tendieron el amarillismo sindical a lo largo de la Ad­
ministración Pública, Así como también en la* organi­
zaciones de la industria privada. Y cuando eso no fue
posible, igualmente se levantó la lucha obrero-estudian­
til, con el asesinato de los estudiante* en las calles, que
luego siguió con el amedrentamiento de lo* profesores
y maestros, con la intervención de la Enseñanza Secun­
daria, contra toda lógiea y sentido común, con la liqui­
dación de los curaos de Enseñanza Secundaria, y des-
ferto del del Minie.
He - £X¡er,ii« ^w"e™X“ní Vn*®W d*
de la ciudadanía joven * un®
médula
n«(rumen»uriós ptra‘pa«ír al LtLua vf T* . «•«granjero,
po universitario1 de li Enseñad el
que pretendí., de ver„tMlvfiar “
 Todo orto lo hemo* vivido, y cuando todo ha fra­
casado, con lo* ejemplos del Brasil y su Escuadrón de
la Muerte, baje la advocación de loa gorilas de la Ar­
gentina y del 3rasil, que se reunían cerca de nuestras
fronteras a gruñir y a mover aus garras, diciendo que
se Hablan acabido las fronteras físicas y que solamen­
te existían las conteras ideológicas, cuando un ex Pre­
sidente de la República, que ahora está pidiendo do
rodillas una venia pura ir a ganar dólares en Europa,
—se fotografió con uno de esos dictadores y con un
rifle con mira telescópica en un yate en el río Uruguay—
lodo eso, señor Presidente, todo eso que era la obsecuon-
cia a los dictadores que querían pasar por encima de las'
organizaciones de los trabajadores, que querían pasar
por encima do Jas reivindicaciones de ios obreros, que
habían, llegado d extremo de Ja pacificación, de las tor­
turas y del crinen contra el pueblo, como en el caso
del Brasil, todo eso, digo, es lo que aquí se ha querido
aplicar, pero eon una diferencia, con la diferencia de
que este es el jueblo oriental, es el pueblo de Artigas,
es el pueblo qi r- algún dictador del siglo pasado tuvo
que decir que < ra ingobernable. Pero aquí no pudieron
quebrar a la CNT no pudieron quebrar a los partidos de
izquierda; por e contrario, señor Presidente, de ese pue­
blo que sufría ¡ero que no se entregaba, nació el Fren­
te Amplio, naclf la bandera que Artigas enviara a Otor-
guto, creció el movimiento popular, y algunos “señoro­
nes’1 o “señoriU s” —o como quiera llamárseles— que
pretendieron haicrse reelegir en este país, que preten«
dieron vulnerar a Constitución de )a República, que pu­
sieron el aparata del Estado para aer reelegidos, que col«
mearon a diestn y siniestra para realizar la reelección
a lo largo de tod o el país...
(Interrupción»a. Campana de orden.)
mo. sc?o?Rpr^2dc7R ?i7E2 tdün Eni^U»3). Está clarlsl-
< Hilaridad, i
—Está clarísimo,! señor Presidente, que estoy haciendo
un juicio y por lo eúinentai y poco pulido en que lo hago
-sé que puede herir a sensibilidad auditiva de gente muy
fina que, ademas, prepara muy bien sus discursos- , es
porque no he tenido lempo de prepararlo.
Estoy realizando 1 m juicio sobre una situación; estoy
dando los anteceden** que ilevan a la sil nación actual
en que el Poder Ejecutivo pide medidas o atribuciones i
que no se las concede a Constitución ni ninguna que haya j
existido en el puia. d | van a votar, seguramente liquidan todxs las posibilidades
Expreso que ai él paralelismo que estoy tratando de J
establecer entre la cilsis económica, entre el fracaso de II
los planos, entre la entrega del país al extranjero, entre |
ei estrechamiento del mercado interno, ent re el hambre
que avanza en la ciuiad y en el ca.m|xx con ei avanee '
de la formación de Ui organizaciones de represión, o si ;
no directamente, desde los órganos de represión, a través ■
de la aplicación del 11 clso 17 del articulo ifig, y luego, a <
través de la formación de estas organiuicionas de choque :
para ir a provocar en ia Enseñanza fecundaría. déspoto ¿
en Jos sindicatos amaiiiioK, y analmente, como se puede
comprobar, para ir a la formación de rotos organismos i
de choque, con el fin i te hacer atentado« políticos contra i
ios que se oponen al gibierno, o a su política. I ran que ra a pasar con ase acto y con el que tiene pre­
Manifiesto, señor PreHídenie ad'ianto que le con­ í
cederé una interrupción al señor legislador Michelinl—
que si ese paralelismo ♦ s correeto. no creemos, justamen­
te en el momento que ?1 Poder Ejecutivo echa más leña*
a la hoguera de la criiis, en momentos en que estamos
derrumbados, con lo qie está haciendo el gobierno, el
pala será realmente arrisado, ya no digamos su nivel de
vida, sino la esperanza de un nivel de vida, cualquiera
comprende que, logicam inte, si este ha sido el proceso, el
Poder Ejecutivo también reclame nuevos instrumento« pa­
ra la represión, más amas para la represión y más im­
punidad para la repreeá n. y, por supuesto, más amorda­
zan.lento para los que 8? oj?onen reitero- a esta polí­
tica de hambre y de represión.
Esto puntd lo voy i desarrollar después que hable
el tote tegu&utar Mida ¿bul. a quién le cometió una in- J
ternq>c*M. j
\ hÓo y
BEROR RODRIOUZZ (don Enrique i, El nitor le-
gislador Michelinl, dice que pasó el momento oportuno.
Continúo, señor Presidente.
Este es el tema que tenemos por delante. Lo que aquí
se dijo con respecto a lo que pasó en el local del Partido
Comunista en la noche de hoy, lo que nosotros sabemos
que sucedió también hoy en el local de la agrupación
“20 de Marzo“, y lo que pensamos ocurrió en un local
del Partido Demócrata Cristiano —no tenemos la confir­
mación, aunque parece que fue de menor entidad— está
Indicando qué clima quiera crearse en el país, Hacia no­
tar ia anomalía - y digo esto no nnrnn* •*•*
que lo prueba. Está a disposición de loa señores legisla*
dores que la quieran ver.
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — Termino, se­
ñor Presidente.
No vqy a referirme a algunas interrupciones prolon­
gadas que me han hecho algunas señores legisladores, a
quienes no voy a nombrar para que no se sientan aludidos
y me vuelvan a interrumpir; tampoco voy a referirme a
algunas escenas de sainete, que fueron descriptaa con
mucho gracejo por algunos señores legisladores, como
esa de si el Comisario estaba con la bota sobre la mesa
o debajo de ella; asimismo tampoco voy a contestar a
las generalidades que se han dicho sobre el amor por
el uniforme y las Fuerzas Armadas por parte de algunas
personas, sin referirse al por qué y para qué se precisa
a un Ejército. No debemos olvidar que este Ejército se
remonta a la época de Artigas, desde la batalla de Las
Piedras cuando fue un General triunfador, hasta Ta­
cuarembó, cuando dijo: “Cuando no tenga soldados pe­
learé con perros cimarrones“ Eso era un Ejército, siem­
pre al servicio del pueblo, de loe más débilee, para que
los más infelices fueran los más privilegiados.
Ese Ejército siempre tendrá nuestro respeto^ loe sol­
dados que sigan ese camino, siempre tendrán nuestro
respeto; y las personas, que con uniforme o sin él, tortu­
ren a los ciudadanos indefensos, para defender los inte­
reses de una oligarquía que ha undido al país, tendrán
nuestra critica de cualquier manera,
.5
Esa es una posición totalmente clara y toda confu- $
sión sobre este problema, ya sabemos adonde quiere lie-
var, adonde quiere conducir la, situación política actual i
del país.
Hay una pregunta que cualquiera puede hacer. Es- 1
tas medidas que aquí se proponen, y que parece que se
de realizar actos políticos, de hacer huelgas, de organizar
actos sindicales e incluso, me parece, toda posibilidad de
prasontarto más de cinco obreros en una, fábrica a hacer
un petitorio de aumento de salarios. Es indiscriminado y
ya se sabe que aquí se dlee una cosa y otros poderes ha-
sen otra. Por ejemplo, nosotros teníamos programado un
gran acto con ei que pensábamos llenar hasta las calles
que circundan el Palacio Pefiarol el 22, para hablar de lo
que lo interesa al país, y no lo vamos a poder realizar
porque las fuerzas que de aquí surjan dirán que no lo
pernutañ. porque seguramente molestará a alguien
•opongo que eso es claro y en el momento oportuno
grata bueno que Jos jerarcas de ambos Ministerios dije­
parado para el 27 el Frente Amplio. Y, por supuesto, tam­
bién, —esto lo digo con especial énfasis— con la fecha
gloriosa de los trabajadores, ei l9 de mayo, que es
cuando hacen sus matufrotadonro anuales. No sea cosa,
que con los pretextos qee aquí se dan tan escueta e in­
justamente —en esta exposición de motivos-— todas las
libertades queden cercenadas j a las 7 de la noche lodo
el mundo tenga que estar en su casa, por urden del su- .
perlor gobierno.
Me parece que hemos demostrado, fehacientemente,
que esta no as la manera de liquidar los peligros que aca­
chan al país, sino la de seguir por el despeñadero a que
han llevado a la República los que han querido robarle |
las conquistas a loa trabajadores y cuando totas se han ¿
resistido, aplastarlos. 4
He terminado. 3

< « < ' •’ ‘’ ' 1
j-* *■ <
J SEÑOR RODRIGUEZ <dim Enrice». frrij»r
aqui un testimonio que complementa > ¡»urque oh el de la
i4.a persona que nombró el s-ñor «fiador Michelini lo
relativo a eMe asunto orurrítk' en la ciudad de Mercedes
donde, como se "»abe. en función de un atentado de ca-
racieristícas muy extrañas que ha hal ido contra un señor
mibtar. las razias se han realizado d * una manera jfal­
inea te escandalosa. - pasarme algo eue me producía una sensación como de cos­
El .señor senador Mlchelini se refirió muy brevemente
ai caso de una muchacha que, evklent emente acuciada por
¿as torturas, llegó inclusivo a ucusar l otra ¡M>rsona. Esta
otra ¡xirsonu se entrevistó conmigo yo la conozco, al
igual que a todos sus familiares- y me dio, ¡>or escrito,
un relato de todas las poriiieeias que pasó ¡«ir hibcr sido
acusada en las condiciones a que hit o mención el señor
fador Mlchelini. Esta muchacha fin» acusada de haber
m un atentado contra un militar en la ciudad
Mr mes tes K'ttdiU i* r el Ju«v. *-"nt ornó al Juzgado, y
luego de ¡»restar deciar »clones, quedó «n libertad.
Después cuenta que, a pesar de tu lo, los familiares se
interesaron para que al venir n Mont «video e|la es es­
tudiante en esln ciudad- raí lo hicieti sola, sino con un
abogado. Aid ¡o hizo. Llegó a la pensiói donde vivt? y don­
de estudia AHI la estaban esperando dos personas de la
Jefatura de fMtcia. que se {«asaron ui rila entero aguar­
dándola, y al final w ¡a llevaron a b Jefatura. Se trata
de Olga Kramarenko, que fue acusad i bajo apre mio ¡sg
la persona que nombró el señor sent d«r Michelini. Ella
hace su relato con lujo da detalles.
Dice: ‘ En el cuarto piso viene uní agente femenina y ’
delante de varios funcionarios dr ese piso me dice que me
quito la ropa. Como me quedé quieta me dijo con más
vehemencia• U« dije que «o quitrtTR li ropa’. Comencé a f;
quitarme la ropa. Mientras lo hiiclfti ella iba revisando. jh
Luego hasta la ropa interior ine hí:o quitar. Mu dijo: j
Sáqueee ta nbién la bombacha y el soullén'. Luego me hizo
nhrir de piern«** y me hizo girar. M# dijo; ‘DéSi* vuclts*.
* .■ ¿h»z< d<ir vinlt.i Otra vez. M» liizo abrir la Iwxa
. :»•«' pre-ur:!.» -i tvnl.i dieníe* jxistif »s Lo dije que no.
Ke orden > qve me vistiera. Después I«’ halwniw» vestido
estuve desmida diez minutos , romanzaron n i m isar la
cartera". Todo eso en presencia de hoi ibres
Y «'untinAa. En un ¡strluducumantox yo llevaba el
i l Paxthio. Entonces me dicen ‘¿Asi que usted
es del Partido?’ Le respondí: ‘SI, caí horra’. Me dijo:
‘„Así que so* admiradora de! Che, timbién?’ ‘„Así que
querés a ese pedazo de delincuente?’ le» dije qu< soy ad­
miradora de él. ‘¿Asi que tené* la fotc de esc delincuente,
la foto del ídolo?’ Siguió revisando te Jo. Lo que rnáí le
llamó la atención fue el carnet del partido, la foto del
Che y la (ote de Líber Arce. Me tomaron todo* loa dntos.
Luego de haber hecho la ficha da dalus fui conducido al |
calabozo 15. Me dejaron ahí. Más o líenos a hu» tres y
media de la mañana o cuatro no punió precisar, porque 1
no tenia hora fue cuando llegaron. Abrieron h puerta. J
Eran dos o tres. Me ordenaron que me acostara en la I
. .lina. Registraron el calabozo. Me llevi ron de allí <jrl .'-re- "
z - hasta el asc ensor, me condujeron jaira abaja, a la»
pieza bastante amplia. Ahí huida otri s ix’ixomu. que es-, .1
tataMl, siendo torturada^. ('ti.iinly vonli bajando el aseen- |
sor yo sentí los gritos. Eran gritos des «»ponidos. Eran do»
o tres lo» torturados, mujeres y dos o tre. hombres him-
bién. Aparte había unos celadores" -?ihi dice otra l’u*“/*fCrn
bra que no quiero pronunciar "que más o mi nos eriUí (Jet . 1 '
cinco, uniformados y otros sin uniformó. Cuando entré »•<’
pararon cn una “X” marcada en el ¡>i»> y me hicieron
car e! saco. Luego los buzos hasta t« minar ¡»or sacarntr
tuda U ropa. Me pusieron una espec| • de ti en latr s
04 6-.
manos, más precisamente en las muñecas, y luego en lór
pies, y me ordenaron que me sentara, Mr ordenaron que
estilara ks pies y después me dicen: ’Acuéstese'. Después
que me hube acostado en el piso de baldosa --el piso es­
taba frío— me empezaron a poner una eepecie de cadena
me parvee por cj ruido en los pies y pn las manos.
Quedé atada de tal forma con ios pies estirados y ios
brazos extendidos, que me sentí en el aire. Me tendieron
algo húmedo por arriba; como un tnijxi y empezaron a
quilla por todo el cuerpo. Como algo que me quemaba.
Después me di cuenta de que era algo como electricidad"
- la picana— "Corrían el trapo húmedo y me lo pasaban
|M»r todo el cuerpo. Por los brazos, por las piernas, por los
senos. Al mover el trapo y aplicarme nuevamente demo­
raban varios minutos. La única pregunta que me hieieixin
es si jiertenecia al Partido. Mi contestación fue que sí,
hasta ía muerte. Entonces, me dijo: Bueno; a todas las
del partido les va a pasar esto'. Después de haberme pa­
sado la electricidad, la picana durante un rato bastante
largo, me g<»l|K*aron. siempre estaqueada. Cada vez sen­
tía más dolor. Tenia calambres en t<xio el cuerpo. Tenía
problemas jiarij respirar, tenia ahogos Me había produci­
do una (‘sjH«ci<’ de ágil ación; entonces, me pegaron un gol­
pe, primeramente en el estómago. A mi me ¡mrrr.ió que
tue con algo de muderà. Me j>egaron otro también cerca
de la vagina y oh o nuevamente cn el estómago, el que
me produjo un desmayo. Me ¡Hincm ios trajxis donde me
golpeaban, para que no qunlarun nuuras. No se que rato
Á habré permanecido allí, (Jorque cuando me dej.¡>ertp me
encontraba en una cama ilei calabozo. Cuando tiesperté me
sentía mareada y noté’’ — todo esto es muy doloroso; hay
aquí damas, pero vale la |»ena que se «epa la tragedia que
vive la gente que es capaz de tener el retrato del
Cha Guevara y ser miembro del Partido Comunis­
ta en este país; leeré todo tal como esiá dicho— “que
tenía la bombacha sucia con sangre. Tenia un dolor
bastante grande en la vagina, quo me producía desespe­
ración. En esta desesperación me vestí como pude; ha­
bían tirado la ropa sobre la cama. Empecé a tocar timbre
para salir al baño. Después de un rato sali para el baño.
En el botiquín, junto a otras cosas, había un pomo para
hacer irrigaciones. Me la hice, eintiénoome aliviada. Se­
guía sintiendo gritos desesperados de hambres y mujeres,
que vcníun Je ¡»isos más abajo. Comentarlos de otros de­
tenidos que exhiban en celda decían que ios estaban mo­
viendo. Ellos también hablan sido detenidos en lo» pnAie-
dimivnlos. Según los comen tai ios, habla menores entre ellos.
Yo me sentía bastante mal porque además no había comi­
do desde el jueves de noche, t onuda no nie trajeron en
ningún momento. Al iato ¡«edí nuevamente pora ir al baño.
Volví a hacer el mismo procedimiento anterior, irrigación,
pina aliviar el U'iiibie mdor y el dolor intenso y continuo,
l’iisó el sábado. Llvga el domingo sintiendo los gritos Vxlo
el día. Yo tenia unas jia^hiias - ecuanil — qua me hablan
dejado y me t>>n>é dt»s juntas; después fui ni baño nueva­
¡ mente y me tomé otia más Me acosté a dormir. Como
sentía los gritos desesperados y yo sentía la celda como
utm cueva, me tapé la i .dx z.i me había cuti ado como
una desesperación--- y tomé oh»», «ios ecuamhs. Ai fin,
k>gré dormir. Habré dormido como hasta el domingo a las
tres o cuatro ik? la tarde. Fui a a «arme; lavó la io¡«i y
la colgué en la cama, ¡»ara volver a ponérmela cuando »>e
secó un poco”.
Luego *e la llevaron a Mercedes, y voy a evitar la lec­
tura de lo que ocurrió-durante el trayecto hasta esa ciudad.
jj
2» d 4
Y sigue: "Cuando pasamos ia localidad de rHlmlta?**
> FSADO les comunicaron que me llevaran dilectamente al cuartel
i do Mercedes. Me llevaron a la enfermorín de^ cuartel
Estando en el baño, una “femenina" —con nombré y todo -
“inc apurfi diciendo que me estaban «»perando. Salí; habla
un ¡x.licía de investigaciones y un soldado do Mercedes.
Me jidcrrobaron nuevinncnte sobre el atentado a un ofi­
cial có Waa-zx- mivAirnumU« /><>.■
no y que tenia pruebas porqué ose día halda ido al Hceo,
Nuevamente me Interrogaron sobre mi Afinidad política.
Me dijeron más tnhlo si tne dnbn cuenta que no estaba
.bajo juez sino "bajo la Justicia Militar", l-e dijo que tne
 cuenta qi:r e.tnbü <Hi un cuartel. Agregué que ten- redore», Milán I<ni iwgpqnMbltm quienes permiten esto. Sí
dría que aguató.irme cticerr ida htista que ellos qnisternn. Me esto se permite porque háy temor a algún sois*rblo, temor
que sí, porque yo me había venido escondida a visitar a qu? algún .soberbio se levante: señores ;vamos a levan­
<d Juez "y »»I Juez es otl o compinche de ustedes”, y te tar al único soberbio que puede haber en v-te ¡’ai»*, al pue- ;
dio la libertad. I,- rv.s|x*n¿ í que <•! Juez tenia las pruebas blo oriental, que al que no quien» luchar contra esos tor- ,
de que yo no estaba ae¿ Ñ1c dejaron ron un sargento turad»»res, lo aplastará en veinticuatro horas, t»>nj;a el gra*
que me todas la. c» m»-. que tenía yo en la cartera; do que tenga o tea quien sea 3
me híz » firmar un iment iiú’ de lo que había en ella y
se la llevo Esa noche yo quedé con la policía femenina* Esto* problema« e-tán ocurriendo p<r centenares en
o ’ insidio en los mi»«ro| ;<ttoríns. AI otro día, a las diez e! l’ruguay y et Ministro que díga que rv» c>»n»xve lo que
x’e Ja mañana. vinieron U ios cuanto«» agentes y soldados ’•acede, que .»<» sabe que rn estos antros se realizan esta...
q„e continuo; >n Jo: mUrr-gato»i/•;. Se fueron Niavamen- clase de ojicrHcioncs no puede o«-t«r en el Ministet ñ».
tr apurrrló utrr» policía | minina que, rom » la anterior, Y si siente tenv>»»•'-, quintera que los abandónala y «tipie- '•
hizo preguntas similares n las ya realizada* A eso de las i.» <pic cuimdii se- <!cckla ;• dcjeitíU’ todas <*411» cosa» ten-
ocho, una policía me oideaó que me »acara toda la repa. dtá a todo el pu?t»ío uifigu>»yo delrA” y rl pueblo urugua­
Ato hizo poner dib buzos <l<» lana y Irt chaqueta de cuero yo *e lo agt adere» .1
que yo temn y me pito» uii |*>nrh < doblado en cuatro sobre -4
la cdx'za; me sa<<> pata afuera NU pusieron al rayo del ,f No deho decir si tengo coniian/n ■> tt < en lo quv
sol Yo ibtt controlando Ifi li na |>>r las eamismadus de la ¿I dÍC*n; sé que hay fuerzas muy poderosas qur se mueven
iglesia que son cada cuarto de hora. Eitaba de plantó# con $ partí que esto se acuite* sé que hay fuerzas muy ixxte-
las pierna.. abfeilas. Iuh cinco y media o los m»|* y ¿ rosa* que tienen miedo de investigar c»t»», pirque quién',
trajeron a otm dH?nid<* la persona que riló el señor sabe a dónde ui a dar una Investigación di» este tipo. Y j.
mador Mlrhellni 'qué le hlrrron decir que yo había mi­ lo digo de antemano: n«> estoy nombrando a ninguno de ,
do la que había planearte) el atentado y que había parttcl- los que está aquí presente; sino a oti<>s que ante* «•stu-
do. Le hicieron dar vueM'ia en auto por ht Plaza. Be diri­ virron donde están algunos de los que se encuentran aquí.
gieron a mi y me preguntaron qué contestaba a esto. Que
es mentira, le respondí. M una mentira rotunda, porque j
ustedes la han castillada y le hacen decir lo que ustedes
quieren Cuando yo les dlic eso, el tipo me suco el poncho y
me agarro el brazo para i imtirrearme. Yo Junte las pierna»
y le dije que no me tocara. Entonce * me dijo que si seguía
desmintiendo Le respondí que seguía diciendo la verdad,
porque la mentira tiene jutas cortas. Me dijo: bueno, en­
tonces estará ará hasta auifían i o pasudo. Le dije entonces
que algún día le tocará i él lo que está haciendo conmigo.
Se enojó y me pegó con el poncho <>n la cnl>e/a. Me puso
nuevamente el pincho el la cnbezíi y me hizo abrir las
piernas, dándome una pi tada <>n |h tobillos, A la olía
muchacha «q. h< llevaron** Y despuér cuenta que so »•nc»»n-
traror? con esa muchach» y que le dio la explicación que
acaba de exponer en 8a|t el señor senador Mlchrlinl.
Luego •ontjnúa conté idorne alguna»» común que sólo me
puede contar a mi, qur I i¡y amigo |>ersoníd y que, práctl.
la vi nacer. «

Esto ocurre <*n este : sui«. Aquí no ne trata de que «r

nos hago el drama de lo que |«*mó o dejó de jamar a un
Mfftor militar, a quien tt» conozco y, sin conocerlo, debo
respetarlo, por el tu do hecho de tener el uniforme del Ejér­
cito Nacional. Pero h « ta muchacho «• Je preguntó al
tenia el retrato deí Che > Juevarw y «i era del Partido C’o.
monista. »-.íajxV« conUMé «r te dijo que • todo» kan del
Partido Comunista les rt» a pasar eslo, llcvArulow u cabo |
t»xU* estas cosan Indigna) des, algura» algo má» que «uge« |
rid is i<»s|H'cto a lo qu< »'Utrió durante» el tiempo en quÉf
estuvo (le-iiiuyudu. V g

, Estos c'.cmentos cuhc<te*, sahíiji-s. indigno« de eiiara

en cualquier sociedad clí ilizada mu, prácticamente, detec-f
tablcs. <>n cuanto ruakpri *r Ministro del Interior lo quiera,
en p<h as horas. Y si no «<• toca a esa gente es {»oirque se l
les tiene miedo. Y el Ministro del Interior que tenga®
rnied > n c<dos suji’tos re;»ugmmtc1«, vites, robantes, no tne« |
»<■((• estar en rl Mmlste i<> del Interior. \
i
< Apoyados )

SEÑOR MINISTRO PEL INTERIOR No oh h*í;

o»t¡é equivocado el wnor senador

SEÑOR RODRIGUES,. Y quien apoye esta situa­

ción, qur im» venga a hiecr dtecwsos hú'ócrítas, como el
«efior diputado Rodrigué’. Cal, eti rl wentidn de qur él
lumbién repudia todo tul», pero uin embargo ft|a»yó «1 go- ;
blerno de Pikltevo Arwl donde co*hm »‘ eos«« penreii 3
Mecedla» E U» ímao 4 no uíráH «rutriéndo.

■■«qate' jM r «b «hh».' -ár ítevw • Mm*o el

mundo ¡» cnmlMttir u mq» rte e«ntc» un fobíwmu de tortM-

23 6 4 J ;
04 7. J
 ''MocionsnuM para que se deciarc urgente la consi­
deración del proyecto relativo a la roposiclón de los fun­
cionarlos destituidos por Medidas Prontas de Seguridad.
A. Francisco Rodrigues Camusso. Eduardo Viera. Jorge
hurón Malos, Enrique Rodrigue«, Juan Pablo Ierra, Ea»
rigiie R, Erro, Hugo Batalla, Vivían Tria«".
' ............... “.............. n**™

3
048
 P) El Ministerio de Snlud Públiea mwtltutrá una
("omisión do Médicos para físealizar <*1 estado sanitario
de los detenidos cuyos integrantes deberán poseer el
prestigio y la significación técnica suficiente que asegure
información competente v objetiva. Sus dictámenes se
harán públicos. Esta Comisión podrá actuar fie oficio, a
requerimiento de los Mhós’iiiiis de Defensa Nacional o
del interior o do li» GomSIon de Jegislaclón de la Asam­
blea General. Su d' 'd’n.u l< n mc iiaiá antes de los diez
días de la focha, y romen/.ii i a actuar de Inmediato.
!*”> El Poder B'jimfivo dola rá concertar .dentro de
diez días -ron la .'»nprcnm Coi te dr .Justicia un procedi­
miento que ai w.inintiee i lodos los detenidos rual-
rulria sea la pjtaM|i< i’l<»n a que íhvc Inn. la libertad de
■ r n dt su1« d< frn :oir ■: v comunicación periódica
con r-:o‘. 1. • i;e:cr.'!.í' ■ ' .-¡.il ’/-m«? rn que podían
ser trasladada? de ¿us <ic i».hn¡<n p»-k a-
do* sometidas a la justicia penal ordinaria, a < uva dis­
posición continuarán estando en todo momento.

Enrique K. Erro, Zelmar Nichelini, Enrique Itodrí-

*ues( A. Francisco Itodriguex Camueso. Jorge Du­
ran Mattos, Isidro Etchegoyhen, Luis Itnás, Juan
Chente. Walter Martines Gallina!, Vivían Trías,
Daniel Soan Días, Jaime Pére», Oscar Braccherà.

04 9 23 6
 SEÑOR RODRlOUldí (don Enrique). - Seré muy bre­
ve, MPftor Preuidente.
Creo que el señor leñador Vammcelloit no debe rr-
< Ominarnos la presento telón de una morlón totalmente
concordante con nuestra posición respecto ni tema. Lo
que ocurre es que el ci nsanclo fwico es un hecho noto­
rio me parece que también para el señor senador Vas-
concelloi que ademán se viene notando desde hace bas­
tantes horas.
No me explico cómo so puede discutir un tema tan
trascendental, pn relación ni cual parece que la historia
_ nos va ti. pedir cuentas e inclusive, «obre* un aspecto in-
Bi den tal se pide una vot irión nomina), también romo para
la historia marqtto con una cruz a los ausentes
cuando ios señores Mh istrot, que vienen ai Parlamento
a pedir que el país slgt sin garantías individuales, hace
horas que se han ido le Sala, a cenar o a descansar a
pierna mwlta —o ivayf a saber a dónde! precisamente
en el instante en que debieran estar aquí, asumiendo la
rcaponaibilidad de lo que han propuesto: mantener al país >■
sin las garantías indiv duales. 1 me
El ¡teñor senador Vasconcellos dice, ademas, que per­
tenece a un partido tan chico; yo digo que no lo e;<
tanto, porque gracias i los votos de todos qjlos ha salido
electo c) Presidente B>rdaberry. Que los que lo consagra­
ron Presidente a Hordnberry se queden aquí, y para cons­
tatar quiénes están y quiénes no. es que proponemos esta
moci<;n de pase a intermedio, que de acuerdo a! Regla­
mento puedo lomuda' Y mp parece que es la cosa mas
lógica.
En primer termino entonces, pedir un Intermedio is
tagico. ;/ es logico qui los que están de acuerdo cor que
se eliminen las gara ni as individuales estén aquí. En se­
gundo ugar, que estol n también aquí los Ministros que
nos vienen a proponir el degüello de las libertades tto-
Imocrátooas, i un problema terrible. Los señores senadores que ya tie­
> -
N<« parece
'
una
'
cosa sumamente sencilla, por más
que no< anuncie represalia*. que no *é cómo podrá tomar-
¡as el señor senador Vasconcellos. Adema», no no* puede
asustar-. j>orque estamos acostumbradas a que el Gobierno
vote ex n los píes rumenta y cinco vece«, entre otra» cosas
pan» designar Embalador al señor Pacheco Areco. Du­
rante sesenta días vetó con los pies, dejando sin número
aj Sanado para que Pacheco Areco pudiera ser Emba­
jador.
Miando tan curtidos de (oda esta clase de cosas, que
el seftgr «enador Vasconcellos no venga a tirarnos con es­
ta« pdqueflaa escopeto tas. cuándo estamos acoatumbrcdos
a soportar los cañonazos de votaciones, ausencias y demás.
Alimismo, que iM marque aquí a loa que están porque
hc liquiden la» garanda»; que vengan aquí, con su fuúcu,
a hacerse presenta» y que no nos pidan a nosotros que :
xrn ’..eeeíilíf» «óio se trata de eso. / irancio en osle Parlamento, y aún con v¡4e pacto, lo que
P« otra jiarie. | econozco que el señor senador Vas- ‘
wrjrehotf tiene derecho a estar ramaido: no hay más que
■;*r> 4 r para darse cwerUa de que está fatigado.
DO» I
ñau -r»
8«Ó íttitrtu&tntz Wlálí*1).-- ® argumento
que más fuerza me hace e« el que acaba de formular el
señor senador Vasconcelos y por <4 cual voy a retirar la
moción. El señor senador Vasconcellos tiene Interés en
referirse a este pedido de prórroga de suspensión de ga­
rantía* para hacerle grandes objeciones. Como eso para
mf e» una cosa muy importante -porque significa que
dentro de las fila» del partido que ganó las elecciones co­
mienza a haber dudas muy serias sobre lo que se está ha­
biendo en materia de suspensión de garantías individua­
les— me basta para retirar mi moción, y espeto, no digo
(pie angustiado, pero con cierta expectativa, la» objecio­
nes serias, duras y fuertes que el señor senador va a h&cer
a esta solicitud del Poder Ejecutivo, que por lo menos
supongo que van a estar a la altura de la fortaleza que
tiene cuando habla contra el Frente Amplio.
Qbe ■ SE ■
MlHr jJMliiw W-W anterior era que el ■
senador Vaecortcellos había anunciado que baria una
exposición. Yo tengo interés —y no sólo yo— de escu­
charlo. Puede ser que la montaña vaya a parir un ratón,
y en definitiva no pase nada. Para eso tenemos que ver
el problema político; no es una cuestión de caprichos.
A la edad que tenemos no noe vamos a poner caprichosos
ni hacer travesura» por la travesura en sí.
El país está pasando un momento muy grave. Ade- f¡
más, el Gobierno, en nuestra opinión, se está pasando 5
<lo vivo, purn decirlo en términos vulgares, y tanto es
asi que <m el Senado —y aquí hay legisladores cuyo j
gesto de cansancio lo demuestra— tiene dos proyecto» 1
fundamentales sujetos a plazo, y ello porque la tosudea 3
increíble del Gobierno le impuso plazo a la Ley de En- ®
sefianza, porque tiene carácter de ley de urgencia. Es
¡i1 nen posición tomada, que habrán pensado o no en la
Ley de Enseñanza, que operan con enfoques parciales,
« se creen que es soplar y nacer botella. Yo digo que no
I tienen ni idea remota —y no quiero prejuzgar— de lo
* que están haciendo con esta Ley de Enseñanza, ponién­
y dole el salto de urgencia, imponiéndola, sin discutir. El
Senado tiene a su estudio esa ley, y también el Presu­
puesto. Y ahora, pequeños núcleo« de legisladores del
Gobierno también nos quieren imponer la postergación ■
de la suspensión de las garantías individual»», que no
es urr asunto pequeño. Pero ahora la «osa no ea ton ÍJ
fácil como en otras oportunidades. ¿O es que acaso no |
recuerdan los señores legisladores del Gobierno cómo |
fue que se logró la mayoría para suapendor anterior--g
mente las garantías individuales? Y ahora este asuniS
anda como nada.
Este no es un recurso politiquero; esto está demos-^
está pasando en el país y la pruí linda ct.ms que está
corroyendo al propio Gobierno y lambón a tos sectores
que de una manera u otra sienten cierta solidaridad con
el, Pu» iso me interesaba le opinión del senador Vas-
conce tío«, y también la de alguien que explicitara una
moción que nada por ahí, con algún matiz con respecto
a pos cimu*» anteriores. Ésa es la manera de hacer de­
bute. ¿Y como ha sido eso hasta ahora? Hasta ahora hay
Hbhüiulo cílfciíItere«' dejarnos hablar tomo quien deja ■
que lo haga un juguete mecánico, y nada de confrontar
paición. Y uto se itace nada menos que cuando »o tratan
Oit garantía* individúale». Pera algunos parece que el
.mxp-" .er ¿«r.»»-. ..-ñf rt’h-XAy,W ’’
de ramua.
05 0 . aJ

En una inridimria anGrtor el señor sanador ^Xdí*
cellos anunció que iba a hablar, y Ahora'va más ade-
ciones dijo que retiraba ni mocion. Ahora va mas aae
Jante, y jíde suplantarme en mi turno ¡jüe me
lo nut-cie conceder el señar Presidente. Yo c go qut me
interesa saber cómo está el panorama poMico, po que
hay algunos señorea legisladores que hablan de no sé
¿í b /g“™’, -si llegaran,« . 1«. 13 de I» noche «In que
Stí hubiera votado lo qué propone e Pode • Ejecutivo.
j^pSÜ? “¿conaud - para^üe
creen que pueden hacctlo',e'„?‘c’n'|«"’P"ío aciano pi.a
nada'° Anuí düreutlmos. interesa mucho la opinión
íáfetíaig®
de algún lado y nada mU Jo no qulero^«^*
X.%'o n«J. N»; ^^0. "XJ.
.Si se anda con el susto de que va a pasa^g vamof
^hay que discutir 100 hora más aquí, p Q . Hace
a estar corriendo anteJaiws jue * deU}r_
algún tiempo también nej porque había fuerzas
minada» leyes teman qW salir, porgue
que la» pero esas
ne ¡a* reclamaban. Nm v n Agi que it>bre
fuerzas estaban mlyj°do ía porque aquí nadie
•.Fíe Ss.“‘.i’K.: Si".. «.»•. > —
veremos*
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — Señor Presi­
dente: declaro que en el correr de mis apuntes voy a
referirme también a ests tema tan acuciante que ha
P*a>aiesdo, ¥ tanta pasión, el señor senador Vascon-
¡>et‘j quiero hacer .u en función de ios Mantos
I que creía que debía plantear en la reunión de hoy por-
I que, como lo oíje en algt na interrupción relativamente
apasionada, nos parece qje los problemas que están en
discusión no son banales; no son lemas que se puedan
definir —como aquí se ha apresado— sin entrar a opinar
sobre lo que cada señor 1< gislador crea que es el método
en qv e actúa dentro de sg partido, como un tema de míe;
el grupo se reunió, de qué üouwrntunae coa nuestras vo-
tante» En Im, n,e parece que es bajar un poco el nivel"
del grave tema que tenca os por delante el de ubicarlo.:
no en los temas nórmale« que en el largo recorrido dav
quien ha actuado en elJ Parlamento durante muchog
anos es casi una rutina (pinar, como por ejemplo sobra’
una ley ue iirrendamlentai, sobre el vencimiento de de<
terminado plazo, sobre uii Plan do Obras Publicas; in<t
elusive, la rutina, más al á de las trampas que pueda
haber, a veces impensadas y otras pensadas, en un Pra*^
supuesto de muchos ciento» de artículos. En general est^
formn parte de la rutina d el Parlamento y si nos equival
tama» en una o en otra de esas cosas, se pueden sueedeft
rr.vtif. cat iones en una Rom lición de Cuentas, puede venir
una iiiteipelacion o algo d< lo quo os el Juego normal del
Parlamento. Los señores legisladores saben bien que no
le tememos a ese Juego noi mal, sino que u veces quisié­
ramos ser protagonistas porque no venimos aquí a ca­
lentar un asiento ni a poa.r de picos de oro, ni a par­
ticipar en batallas paríame atarlas brillantes. En sentido
general todos tienen que 1 laber observado que nuestra
actuación en el Parlamenft) es, en primer lugar, en la
defenua de lo que creemos que es nuestro programa y
nuwtia problemática pnmipista; en segunda término,
transiormar ai Parlamentó en la medida que puede y
debe serte, en una triburu de exposición de nuestras
o* mí oeftxaiB y de combate contra todo lo que
Teeafos que *e tace mal al país.
05 1
por eso digo que debamos háott WiMfor cota me-
ihM» considerar asta tama, y aobrs todo ahora, en su ter­
cera instancia cuando se pk'e la suspensión de las ga­
rantías individuales, como un tema que, en cierta me­
dida se ubica en momentos en que las definiciones po­
líticas y sociales, producto de la base de la estructura
económica, van llegando a un límite en el que ya no son
muy posibles los juegos malabares, en que las mayorías ,
antes holgadas se estrechan aún dentro del Lema del ;
partido de Gobierno y de los acuerdos realizados con un
sector del partido tradicional de la oposición; cuando ese
estrechamiento se produce y cuando algunas cosas que
aquí se han dicho por parte de un senador del gobierno
tienen una respuesta inmediata de un senador del Parti­
do Nacional en el tono con que aquí se ha dicho, y cuan­
do hay propuestas que difieren de lo que podríamos lla­
mar el grupo más vinculado al gobierno por parte, en
este caso del Héctor de la Lista 15 que, más allá de con­
siderar si es menos importante o no, difiere efectivamen­
te del pedido de mantener la situación “slne die” y sin
discusión. Porque eso es lo grave del problema: "slne die”
y sin discusión. El documento que se nos ha presentado
es de una orfandad increíble, y lo único que podemos
colegir de él es que tenemos la seguridad de que para
suplantar a este pedido simple y llano de eliminación de
las garantías individuales, vendrá un proyecto que hará
lo mismo, entonces ya por vía legislativa.
(Ocupa la Presidencia el señor senador Caputi.)
—Cuando han sucedido algunas cosas, que ahora no
denunciamos solamente nosotros sino que lo han hecho
con tanto vigor inclusive senadores pertenecientes al go­
bierno; cuando se muestra la alarma por la dlscrecin-
nalidad que pueda haber en el cumplimiento de •suT"'.
eliminación de las garantías en determinados sectores do
los aparatos represivos del gobierno, creo que esto debo
llevar a una ubicación real de la gravedad de lar acu- I
•ación. J
u
Dije un poco apasionadamente hace un instante que
me resistía a psaaar —porque la frase se dijo, más allá
de que la Intensión no haya ido tan lejos como yp te
expresé— qué pasarla sí hoy, a las 24 horas, esto nq
estuviera resuelto, fto se afirmó aquí. No sé cual era
el pensamiento recóndito del que lo dijo; pero el solo
hecho de que esa pregunta se haga es muy grave, y a
la altura en que está la situación del país no podemos
ni debemos aceptar ninguna clase de planteamientos de
ese tino. Porque sí hoy, a la hora 24 vencen los plazos
otorgados en la anterior Asamblea, no va a pasar nada
grave en el país; en cambio, puede suceder algo muy
grave y seguirán ocurriendo cosas graves, en la medida
en que se pretenda dar cumplimiento a estos temas como
el de la enseñanza y otros que están planteados en la
opinión pública, simplemente por medio del entendímíen-
to —relativamente frágil — que existe en el llamadOj^
acuerdo nacional, sin cumplir lo que es obligatorio rea*'
Usar en el caso de la enseñanza: la consulta a los sec­
tores interesados y, en este, sin tener en cuenta las pro­
yecciones que tiene el mantenimiento de esta eliminación
de las garantías individuales.
Oreo que si pudiéramos darle un membrete a esta
discusión, tendría que ser ".Cómo salir de esta situación?".
El país hace tiempo que se está haciendo esa pregunta, y
mo es lo que tienen que pensar, si es que quieren hacerlo
loe señorea del gobierno y lo que tienen que pensar los
sectores que van a votar esto, si es que les Interesa pen­
sar, no solamente con el punto de vista elaborado en el
estrecho marco de sus Intereses políticos, sino teniendo
en cuenta algo que no tiene mucho que ver con lo que
se votó en noviembre, hace hoy exactamente un año.
Efe esfo aña han pasado cosas que ninguno de los
mu votaron he» un año sabía que Iban a suceder. La
constitución da la Hepúbttca «onUena un solo artículo
al respecto, así como so la dijo a Pacheco ársco que ella
no constaba solamente del artículo ¡M, tnglSó TI. pues
era d único que utilizaba; y cuando no alcanzaba con eso
Utilizaba tamblón el inciso P a fin de clausurar diarios, i
•In siquiera apelar a las Medidas Prontas de Seguridad. i
También debemos decir a Jos señores legisladores
hacen mucha cuestión en cuanto a que tienen un
paldo popular —yo digo que con un énfasis, en mi opi- |
tifón, exagerado—, que los problemas que hoy tiene el 5
país no fueron consultados en la elección de noviembre J
de 1071. Loe problemas a que se ve enfrentada la Re- *
pública los tenemos hoy, han acaecido en este año, y ee .1
el corolario de cosas que pasaron y que se le ocultaron
al pueblo, por parte de los sectores interesados, en esw®f
rlrrrlón Tomo no podía ser do otra manera, ai pretender
ocultárselos, hoy surgen como el chorro de una fuente«
M forma vigorosa, y están a la vista de todo el pala.
flUm peí wí «M»
biftclonei Val* como Milltno« de slhiaclón pofftMa me
parecer que es algi) obvio y que debe ser el sentido de
esta discusión,

Voy a pasar por encima de algunos apunta» que te­
nía preparados, porque a runos temas han sido muy bien
planteados por los señóle» diputados Trias y Sosa Días
y. por supuesto, ni me meto en cosas tan claras y tan
lúcidas como las que ha expuesto el señor diputado Brus-
chera, en cuanto a alcor os asnectos jurídicos que tienen
que ver con las garantía i Individuales,
Bln embargo, me pateca que en una sola frase dehn
resumir lo que aquí nos han venido a decir los dos Mi­
nistros. En primer térm no, que loa Juzgados Militares
están atorados; no hubo explicación de ñor qué estando
en esas condiciones, sin embargo, una parte de ellos —creo
que la mayoría— no se t ncuentra abocada a la tarea de
resolver los problemas qie tiene a su consideración, en
función de la gente detenida, sino que están destinados
únicamente para atender cuestiones internas del Ejército.
En segundo término, si han reconocido, o han dado
por válido, que lo que n suelve el Juzgado Militar tiene
la calidad de cosa Jurgí da. ¿por qué han admitido la
existencia de una Comis ón que va más allá de lo que
diga el Juzgado, la que determinará si esa persona es
puesta en libertad o no? Ki señor Ministro ms dijo que
posiblemente iba a iw Ir a deeto un oere, en lugar de
un cuatro, pero son mes de cuatro los casos que existen
en este palé. Lo que no nos puede venir a decir ei señor
Ministro ei acepta la ¡esto, es que todos los que sean
aprehendidos de ahora en adelante pueden estar en la ’
misma situac’ón, y el ciro que nos traerla dentro de una
semana podría transfon fiarse en un doscientos dentro de
tres meses. Podría haber doscientas personas puestas en
libertad por el Juez Mil Car, y que la Comisión respectiva y
diga que aún mantienen un estado de peligrosidad que*!
solamente esa Comisión podría calibrar, $
Ahora nos dice que va a legalizar esto. No sé si se va
a atrever, porque creo < ue todo tiene un límite. Más allá
de lo que se escriba en i in cuarto, por el propio panorama
político que observamoí en esta Asamblea General, por;
lo que escuchamos no solamente por parte de lo» Iqte •.
grantes del Frente Amplio, sabemos que hay gotas que;
desbordan el vaso. Me resisto a creer que el Poder Eje­
cutivo se atreva a traer al Parlamento —y tal vez con ;
el carácter de ley de uigencla— una Iniciativa que esta­
blezca el estado de peligrosidad preventivo, que en el
fondo no es más que la tesis que en un momento sostuvo
en otra sesión de la A ¡amblen General, en un Instante
de exaltación, el Rubra arelarlo del Ministerio del Inte­
rior, Coronel Bolentini
■too tiene ima expM ración, que yo no la voy a hacer,
pero que es la historia política desde IMS a la fecha.
Porque, señores legislad wes, ¿qué fue la Ooprin?; ocho
metes de discusión y la egallzaclón de todos los decretos
que descoyuntaron a la economía nacional. Ooprin sig­
nificó el establecimlsnt ) por vía de la ley de todo lo
que se realizó hasta al día de hoy en materia salarial „
que está determinando repercusiones de carácter expío- ‘
slvo en nuestra economa, 4 a Jos cuarteles o iba a cenar a una sala de oficiales do
♦ creía que con esos almuerzos y cenas en los cuartetes tenia
¿Qué es la Ley de Seguridad? La legalización de 1M
guerra interna. Aquí se iemostró por a más b, sin ningún;;
argumento más que loi que dio en aquel momento ef¿
Coronel Bolentini, que i ira una figura que no estaba ln* t
cluida en ninguno de l mi textos que tienen olio ver eoni
el Derecho Penal Militar, y que tampoco extote eü
Constitución de la República, ni en ningún pato del4
mundo. I un Presidente de la República que cayó en veinte mil
Bln embargo, nc existiendo eso, la Ley de Seguridad*
se consagró y dentro de su texto hay articulo» draeonla* v
nos respecto n la prenji, que todo» los vamos a sufrir,*,
no solamente los que 11 tegramos el Frente Amplio. * —y ya se está viendo— por conocer cuáles son los orí­
¿Qué significa la ley de Enseñanza, en síntesis?
Es el espejo, el retrato, ja fotografía y el establecimiento
por vía de la ley, de Iq que fue la Intervención decre­
tada en Secundarla por i*l gobierno anterior. Es el mismo
criterio de! 3 y 2r-del reparto politiquero, de la absoluta
falta de control por parle de los profesores y de los que
realmente hacen enseñar za; es ignorar, comnieta y con»- u
clentementc. la exisl encía de cerebros privilegiados, de i
almas bondadosas, que han dedicado su vida entera a \
la pedagogía y a la cien«! la de la educación, que han sido
dejados de lado como estropajos. No voy a dar nombres, ¿
porque al mJ lo tjmdrto * vefoM fí treln- ’
re grande rarfá or»« dé laM ctmiéU
nadie podría lerantar ul dedo para juzgar su capacidad
y que han sido violentamente excluidos de la causa de
la educación.
0$ 2
Kn cambio, se aplican en la enseñan»* loa criterios
de la Interventora, cuyo destino fue el naufragio más
absoluto, ya que no pudo hacer más que liquidar los cur­
sos antes de tiempo y dar paso a que un grupo de buenos
ciudadanos, en ese momento legisladores, encontraran una
salida relativamente honorable, no muy constitucional,
pero buena para el momento, que habiendo sido resistida;
porque violaba la autonomía, luego fue aceptada, poique
era una solución decorosa! la ley que estableció el Con­
sejo interino que hoy rige Secundaria.
Más allá de todo lo que so diga, con la misma vehe­
mencia con que hoy reaccionaba el señor diputado Triaf*
frente a acusaciones Infundadas con respecto a su ac-
4
tuación personal como profesor, yo digo que en el caso í
de EnseftaMa Primaria y Secundaria no se lia dado un I
solo hecho concreto de algún profesor o maestro que, en ,
su actuación individual, haya realizado unil labor de
proselitlsmo político.
Todo lo que se ha dicho tiene que ver con cosas ex­
teriores: pegntinas que hacen loq estudiantes, discusiones,
simposios, clases abiertas, todo en una eclosión que so­
lamente puede ignorar el que vive alejado, a mil leguas
de la juventud ue hoy, de aquí y del mundo.
Se han leído frasea referidas a la insurgencia exis­
tente en la Universidad do Parto, quo reflejan un estado
de ánimo a todos loa niveles y en lodo» los lugares. Y
respecto a ese Consejo Interino, - al que nadie na cues­
tionado en su capacidad, ixirque quien ha difundo con
él ha encontrado a veidaderos docente» que siempre lian
dado explicaciones—, debo señalar que me im¡»orla muy
poco que haya tenido alguno» errores, porque ¿quién pue­
de levantar la mano, de todos los que estamos aquí, para
decir que nunca los ha padecido? No estamos aquí dis­
cutiendo errores, sino una política.
La actuación del Consejo Interino de Secundaria ha
sido noble, democrática, altruista, de sacrificio y de amor
a la Juventud. Inclusive, elaboró un proyecto que elevó
y que está tirado entre lo» trasto» viejos del Minister ir
de Educación y Cultura, que presidió hasta hace poco el
señor diputado Sanguinetti
¿Asl se abordan estos graves problemas que exbtcn
en el país? ¿Y así se quiere abordar ahora, una vez más,
el tema de la segundad del Estado? FEgnie que Si ahora,
llegara una ley que legalizara el calido de pell<ro y.djñ^
alarma, francamente sería ya pensar que To que aquí
ha dicho muchas veces se está transformando en reali­
dad en plazos más breves de lo que nosotros habíamos
creído, en cinnto a sacar todo contenido democrático:
real a la democracia, de la cual <anto se vanaglorian al­
gunos legislado!es. en el momento en que la están va- ¡
ciando y transformando de lo que era antes, en este 9
cascajo viejo que o< ahora, que no sirve absolutamente
para nada, más que para que hagamos aqui algunos dis­
cursos. Y todavía ahora so tienen en cuenta ciertas cosas.
Hubo momentos en que cuando aquí se pronunciaban
discursos, el señor Presidente, por si acaso, iba a dormir *■
los cuarteles. Lo» tiempos han cambiado. Había gente que
para siempre a todo el Ejército como cobertura de todo
lo que hiciera aquel gobierno, y la vida está demostran­
do que no era así. Y esto ya roza alguno de los temas
que se plantean aquí »obre las Fuerzas Armadas en ge­
neral Está sucediendo que más allá de esa« udulonerías
que se realizaban para el conjunto del Ejército, y con esa
agresividad, ahí «L contra el Parlamento por parte de
ineonstltuclonalídadeí, y la más grande la de haber que­
rido ser nuev&mepte Presidente por el reeleccloniHmo, en
rs6d muleles, en lugar de anidar el odio contra el Par­
lamento y el pueblo, a secas, anidaron preocupaciones
genes de la cristo estructural que vive el país, por qué
hay tanto fraude, tantos robos, tantos Bancos vaeindoc
y tantas cosas r ras que ahora están surgiendo y ponien­
do, poco menos que cerca de la cárcel, a quienes
* se sin­
tleron emperadores de ia economía del país en el pe-
—iqdo anterior.
4)6?.
JF 8 IÑOR PEREZ, — |Muy total
pr ICTSADO.
¡ÑOR rodríguez
señor Enrique) . — Be hablft, 04
RODRIGUE» (don Enrique)
popXo menos el diario "La Mañana", —ese diario impll-J
níao en negociado» a t ravés de Seusa. que hemos ¡J'
húnekdti éóH ¿hh ti hirtMto bó-
ietas, cómo han trasgredido las disposiciones, quedándo-
se con dólares que no le pertenecen por la venta de pu­
blicaciones ai extranjero- , pregona todo* lo» días que
no m puede soportar más esta presión del poder sindical
y hay que reglamentar los sindicatos. tJ 4
 Creo que se pued; resumir esto en una frase que
ya pronunciara el compañero, señor diputado ArlsmendJ,
hace tiempo, en ocaeléh del debate sobre la Ley de Edu­
cación General —que creo haber repetido-—, que se va
vaciando el contenida de todo esto, como se vacía un
Banco. Asi como se facían los Bancos, se vacía el con­
tenido de la democraca, mientras nosotros seguimos con­
versando sobre la democracia, y esto es muy peligroso.
Es muy peligroso porque los derechos que se concul­
can, son derechos del pueblo, porque aquí no se trata de
atropelladas, ni de isa indas realizadas en un momento de
violencia. Hubo mom mtos en el periodo anterior en que
había cosas que pan cían verdaderas improntas de una
persona que no pemaba lo que decía y uno creía que
después se le pasaríii. Hubo aquellas frases demándales
—porque no pueden tener otro calificativo-- pronuncia­
das por Pacheco Ar>tco cuando los trabajadores de Ute
hicieron uso del derecho de huelga y él amenazó, no con
la horca, porque en nuestro país no existe la pena de
muerte, pero aquí hii dicho nuestro compañero, el señor
diputado Sosa Días, que en plena campaña electoral, en
una Comisaría del Interior, encontró retratos del ahora
señor diputado Turtmsky, en que se le presentaba como
persona peligrosa que había que capturar i Hasta ahora
duran esas prédicas contra loe dirigente* obreros que ha­
cen uso de algunos artículos de la Constitución, que no
son solamente él M7, ni el que ahora se quiero aplicarI
Se podría penw r que eso fue una topada. Pero tam­
bién hubo una segunda topada, —no digo demencial, por­
que ésta fue consol< nte, el pese a quien pese de Pacheco—
cuando esta Asannlea General, con manos levantadas,
con votos de la 15. destituyó a Pelrano Fació de Ministro
de Industria y Címercío, por fraude* comprobado* en
a (XMnerciaüzacíó^ de las carnes. Esa misma noche, el
«eñor Pacheco Arico, que hablaba poco y muy mal, no
tuvo empaque en Salir a la radio y a la televisión a decir
que pese a quien ¡>ese iba a seguir con Pelrano Faeio y
a los cinco días 1» metió de Canciller y le permitió que
el aparato que tenis en el Minutario de Industria y Go-** |
mérelo para el ccmerclo exterior, se lo llevara al Minie- |
terló de Relación js Exteriores,
Es claro: nlgín señor legislador dirá: "¿Y yo qué ten­
go que ver? Yo íoy pachequlstu pero no tengo nada que
ver con esto; se equivocó Pacheco”, Pero los señores pa-
chequistas tendrían que pensar que si yo, que no soy pa-
chcquísta sé todc esto, ellos que oslaban en el agio te­
nían que saberlo, y si no ¡o sabían, pues que me perdonen,
pero los que los i otaron, se equivocaron con ustedes, por­
que en lugar de < star controlando lo que hace el gobierno,
están diciendo Mnén a lo que éste hace, aunque sen cual­
quier cosa. Esa <s la verdad, y en esto no hago cargos n
nadie, pero el p«;bequismo hizo una política que destrozó
al país y ios qig apoyaron esa política se hicieron cóm­
plice* políticos. 1r eso lo vamos a estar repitiendo porque
es la raiz de todo* los problemas de ahora, porque e! go­
bierno actual na c» nada más que la continuación del go­
bierno de Pmímoo y todo viene desde allá.
Creo, adewj!. que esto grave, porque más alié de ,
que no respond) 9 a una impronta o a una topada circuns­
tancial product» de un entrevero de posiciones —que pue­
de darse— , es un plan consciente que le sale af paco a
un movimiento que e* irreversible, lo erean o no lo* le­
gisladores del Gobierno. Creerán que es una frase de agi­
ii
tación para que mañana la publique nuestro diario, pero
saben bien qu< es una prédica de mucho.1 año*, que de*- .
graciadamente se va cumpliendo. En el país se está sin- , 4
tiendo en forria irreversible este movimiento gigantesca
que existe en todas las capas sociales, má* allá del 20
de noviembre. Porque el 29 de noviembre se vota por otros
factores que t>dos conocen, y por factoría que crean en
los últimos di» .< una algarada de blanco* y colorado«, co­
mo la que se hizo en 18 do Julio, arrastrando de prepo­
tencia cartela/ blancos de quienes no querían participar,
pero los llevnlan para demostrar que blancos y colorado«
estaban “tuitca” Juntos contra el monstruo, el demonio
rojo del Frenie Amplío, que con el doctor Crottogglnl al
frente Iba a sicar a ¿os niños de los regazos de las ma-
........ «"I»
05 3 .
dre* en el interior <M país, o «I General Beregni, que iba
a ir con su espada, a sanar el terrenlto de una hectárea
al pobre mlnifundíata de Canelones. Por esas cosas, por
los favores, por las tarjetas de leche, por el quinto piso
de la Caja de Jubilaciones y por los boliches que en cam­
paña quince días antes de las elecciones abren créditos
para todo el mundo gratis, por muchas de esas cosas vota
la gente al amigo, Y yo no lo critico porque si por lo me­
nos al boliche le abre por quince días para que compre
gratis y otro no le da nada, lo vota a ese.
Pero estos problemas de las garantías, del estado de
peligro, de j* Ley de Educación General en forma draco­
niana, éstos, no fueron consultados. Y si se están ha­
ciendo trampas al solitario, yo les propongo otras tram-
píta*.
El pueblo del Uruguay, ¿votó en noviembre por una
reforma agraria? ¿81 o no? 81; votó por una reforma
agraria. El pueblo uruguayo ¿votó para que el crédito no
estuviera más en manos de los ladrones Inter nacionales
y estuviera en manos del país? ¿Si o no? Sí; votó por eso.
No hubo grupo político que no dijera eso.
Pero el asunto es que los señores legisladores dicen
que el pueblo votó por Pacheco contra Pacheco. Entonces
es claro, en la baraúnda de la propaganda, con los mo­
tores que se mueven para atraer los votos, con el presti­
gio de los caudillos locales, con una temática de orden o
subversión, llevada al paroxismo, hiperbolizada, con todos
los millones que w gastaron para crear ese clima y aqué­
llas invenciones de que íbamos a poner el muro de Berlín
en Paso de los Toro« — ¡ hasta esas cosas inventaron al­
guno» señores muy Ingeniosos de los partidos tradiciona­
les!-— ése fue el dilema que les plantearon, pero no leg;
preguntaron sobre nada de esto que estamos discutiendo!
ahora.
Y ustedes, señores legisladores que voten esto, por la
campaña que se va a realizar y por el movimiento social
que existe, no tengan duda? —yo no la tengo— de que a
esta altura les están pidiendo cuentas.
Y cuando pasen lo« meces y pase algún año les vat&
a pedir muchas más cuentas. Les van a decir que esto no
es lo que votaron en noviembre de 1971. que en es&i elec-M
clones votaron por el progreso, por la paz, por la fami»^
lia, por la leche para el niño y no por todo lo contrarío,
que e« lo que se ha realizado, porque le han sacado la
leche al niño, los zapatltos para Ir a la escuela; le han
hundido la escuela rural, le sacan los rubros a la ense­
ñanza; los millones marchan para las Bahamas porque
se los llevan los Pelrano Fado que eran los señores que
dominaban en el gobierno anterior. Esto más tarde o más
temprano el pueblo lo'va a saber y ya lo está sabiendo.
Y aquí llega el tema de la soberanía popular y de
dónde reside ella. La soberanía popular reside en el pue­
blo. El pueblo puede haber votado por e«e escas símo mar­
gen que lo hizo. Hasta el último día se estuvo discutían*
do, y algunos delegados del Partido Nacional conocieron^
los tiros a dos centímetros de la sien por estar discutían- 4
do los últimos votitos con los cuales se decidía el proWe*J
ma. Quiera dedr que el asunto no fue ningún galope co- ;
mo lo pretenden presentar algunos señores legisladores, a
19 pueblo votó en noviembre, y ahora se encuentra
«mi todo eso. Y la pregunta que tenemos que hacernos es
si ya hay creado o no un clima en el país que demuestra ;
que el estado de ánimo de la mayoría de los ciudadanos ■
ha avanzado muchísimo con respecto el existente en no-1
siembro de 1971. ¿Cómo se puede negar esto? Se puede
discutir todo lo que se quiera sobre la actitud de log
maestros, de los profesores, de los padres de alumnos, d<«‘
los alumnos llceales, incluso sobre los niños que ya están
-n cuarto o quinto año, que ya tienen 10 u 11 años y hay
que ver la« preguntas que hacen. El que es abuelo sabe
bien las cosas que preguntan los nietos, aunque sean chl*ft
quilines de 12, 11 o 14 año«.
Este e* un movimiento gigantesco, Jamás conocida en
la historia deí ¡mía
4,

SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique). — Yo no quiero
entrar en estt tipo de incidencia» porque soy muy amigo
de lo anecdótico, y no quiero contar más anécdota».
Oreo, comí decía el seflor diputado Trias, que se in­
vocan las tra liciones y los valores que le han dado al
Uruguay un h gar destacado dentro de un panorama tre­
mendo de oligarquías y de dictaduras de América del Sur.
Dentro de ese panorama, evidentemente, más allá de los
errores que siempre hemos combatido —porque la base
estructural em éste, que está dando sus frutos y noso­
tros sabíamos que iba a ser así— se decía que el Uru­
guay era una, ?osa distinta. Pero yo digo que están invo­
cando eco en el momento en que lo están pisoteando;
están hablandn de los valores de la democracia, de la cul­
tura. de la* k sdiciomja. en el momento en que las están
pisoteando, qu t se están olvidando de ellas, que las están
abandonando. ¿Puede un batllista venir a hablarme de
las tradiciones que ellos tienen con respecto a determina­
dos problemas? Yo podría leerles 10 o 16 frases de Do-
mingo Arena (,ue serian sal en la herida que estoy seguro
.que tienen po* haber votado la Ley de Enseñanza. Y no
hablemos de h s preceptos vareltanos sobre el laicismo que
se están tergh ersando y llevando a limites de simplifica­
ción que no » m propios de gente que tiene la gran cul­
tura que les c moremos y que sólo por un interés político
pueden llegar a esas simplificaciones tan menudas como
la de que el pensamiento profundo de Varela sobre el lai­
cismo, es el di que al niño hay que enseñarle sólo lo que
le correspondí y que lo demás lo debe hacer por su pro­
pia cuenta. Al niño hay que enseñarle la verdad y la rea­
lidad y sobre *sa base se formará con su propio criterio
pero siempre que no se le oculte la verdad. Y la verdad
del tiempo de Varela, de 1870, no es la de 1970. ¿Cuántos
guerras mundiales se han producido? Está la bomba ató­
mica, las persecuciones raciales, la guerra de Vletnam, las
revoluciones Metalistas en América Latina; están las or­
gías de millón«.s en San Pablo y Río de Janeiro; el ham­
bre increíble d'l nordeste del Brasil; está el vaciamiento
de todo lo que ?1 batllismo hizo pn este país, Ya no existí
un solo Ente Autónomo del Estado qun pueda llamarse
tal; todos están comprometidos y en la práctica acollara­
do« al capital Internacional. ¡Y no hablemos de la ver­
güenza de no tt ner un solo barco mercante; de tener tres
petrolera* abollados que no pueden caminar; de que ee
estén construye ido autopistas, carreteras, que van a ser­
vir el superpusrto que eetán haciendo al sur del Brasil.
Bs decir qa) hablan de todo aquello que hicieron otros
en el preciso r tomento en que lo pisotean; y para piso»
toarlo se acuvr lan de todo aquello. A nosotros que desea-
mos ser fieles 11 todo aquello nos recriminan que no que*
remos ser fíele i a la tradición. Esto es el mundo al revéa
Y esto no sucei le, señores legisladores, porque ustedes ha-
yan perdido el juicio, sino porque existe una impotencia
política notoria en los lemas tradicionales para a borrar
los problemas que están a la orden del día en el Uruguay.
Eso está demostrado. Y esa impotencia lleva a poner re­
miendos que n siquiera lo son, porque cuando se pone
uno hay cuatrí agujeros más en ese pantalón, producto
de qua la cristil de estructura está reventando por todos
lados.
4 Orientales; porque sabía que defendía su tierra, que se
No hay má, que comparar cifras. Téngase presentes
los UtS 14:000.<00 que llevó Peirano; multlpliqueselos por
11 600 cada dóiar. Téngase presente los beneficios que se
quisieron obtener apretando el cinturón de la gente que
no tenia sustitutos. Hagan la comparación de esas cifras
y verán que es algo asi como echar agua en un colador.
En el año 1965 no ahora —hay senadores que son tes­
tigos— di cifras demostrando que al Banco Transatlánti­
co del Uruguay, a los pocos meses de su quiebra se le
estaba dando mucho más dinero en ayuda de lo que valia
el Banco. Y dos años después, con cifras que constan en
las actas, demostramos que la ayuda a la Banca privada.
superaba el patrimonio de la totalidad de dicho sector.
Lo dije yo y también lo dijo el entonces senador Flores
Mora, que estudiaba junto con nosotros la posibilidad de
nacionalizar la Banca. ¿Y estos problemas no se abordan?
Los contratos petroleros hacen que nosotros pague­
mos la propaganda de las compañías internacionales que
compiten contra la Ancap. Les financiamos la propagan­
da para que les quiten clientes a la Ancap. Solamente en
un país de Ripley como el Uruguay pueden pasar estas
cosas.
La draga de la Anp, que costó miles de millones de
pesos, está archivada. Hay que comprar otra. Y si no se
draga el puerto dentro de pocos meses no entran más
barcos a Montevideo. Mientras tanto el super-puerto de
Porto Alegre está funcionando.
' Se habla de la Boya Petrolera y los supertanques que ■
vendrán a la Boya Petrolera; son problemas para resolver.
‘ ¿Lo ha resuelto el pacto del tres y dos? ¿Be han tenido '
en cuenta todas las opiniones para soluciones de este ti­
po? En absoluto. Entonces, los lemas tradicionales, los
partidos tradicionales no pueden abordar estos problemas.
Y cuando aparece un movimiento que quiere abordar es­
tos problemas, se utiliza el viejo sonsonete —perdóneseme
la comparación; se trata de un ejemplo histórico— que
se usó contra Artigas. Artigas dictó el Reglamento de
Tierras, Las Instrucciones del Afio XUL se transformó en
el ce.udillo indiscutible de todo el pueblo litoraleño desdé
su campamento en Purificación. Y como su obra maravi­
llosa en esa época nadie podía discutirla en serlo, se ela­
boró la famosa leyenda negra, espantosa, el libelo de Ca- «
vía, donde se decía que poco menqs que degollaba por J
gusto, mataba por gusto, sembraba la anarquía en la w
campaña, i Las mismas cosas de ahora! Artigas quería 1
afincar al indio y al gaucho en la tierra. La mejor deten-
sa del territorio es una persona afincada, que viva con au é
familia, y no el gaucho errante y montonero, que recorría ’
las campiñas del Uruguay agarrando ganado cebó y oerrit ■/
¿Por qué se decía que anarquizaba la campafia? Por­
que a los pobres, a los negros, a los zambo«, a los gauohoa
y a los esclavos que él libertaba les hablaba del famoso
sistema. Y sus tenientes recorrían como alados en sus '
pingos las tolderías indias y hablaban del sistema del 4
General. Y nuestros historiadores marxistes, que contl- I
> núan la línea de loe grandes historiadores como Plvel De- 1
¡ voto y Eduardo Acevedo, cuando desde el ángulo mate- I
$
1 rlallsta se han puesto a estudiar el problema de la tierra
f en el Uruguay, se encuentran con que ellos también ha­
I blan creído en la leyenda de que el Reglamento de Tie­
4 rras no a» había aplicado, y que en consecuencia había
sido un gesto más o menos romántico y que demostraba
la orientación de Artigue* Pero empezaron a trabajar juz­
gado por Juzgado, pago por pago, hombre viejo por hom-
me vie jo de los lugares donde tenia que haberse aplicado
el Reglamento« y hoy puede decirse que esos maravillosos
libros marcan con punto y coma donde estaban las tie­
rras repartidas por Artigas y cómo Lava deja era un do­
natario de tierras de Artigas. Y por eso fue el Jefe de los
la había dado Artigas. Esa es la historia que tenemos
planteada.
Nosotros estamos en un momento de definición. Aquí
ya se ha dicho que esto tiene historia; ee la que se inicia
en junio de 1968, que ¡inaugura una política en forma de­
cisiva; la crisis estallaba, y habla un dilema. Pachaco op­
tó, oreo que el único mérito que se le puede reconocer a
Pacheco el que optó. El General GesUdg do pudo optar
05 4
29 0 *3

por; . • t <,n1r¿ con <ó?. par; qn-„ ir entendía, un pal*
carcomillo pui una que ni suponía, con colaborado­
res que estaban ei cualquier cosa menos en sacar real­
mente al país del pozo...
Oiiáicin HiURWyoA'MgAmJBEEA. — ¿Qe reitere a
que í wh-M»ní»tre ■ ds d eeiMo?
SEÑOR RODRÍGUEZ (don Enrique). — No. Ustedes
vinieron después.
(Internipelona ¡ - Campana de orden.)
—Yo estaba h «blando sobre cosas muy graves que se
refieren al sector u que pertenece el señor legislador; co­
sa* gravísimas, acj ¿aciones muy graves, de gente que yo
sé que usted estlm i mucho, y que se ha portado muy mal
desde el punto dé vista político con el país. Y lo único
que se le ocurre * wra, cuando estoy haciendo una gene­
ralización sobre cen quién se encontró Gestido, que usted
sabe que es así, llevarme al terreno personal.
—» »Mii atji ... .... ,.^<1
ffflrton Himn o GIIÍHAnBWÍibAi — Perno haWó-rtv
Míos colaboradores OHnflrfli ................... * ll>"'™1
reten rara mi perst iwt Bwpero str respuesta-
SEÑOR ROD! IGUEZ (don Enrique). — Usted sabe
¡a evfóma perros* I que Je tengo.
\ ftosit Oiría (Am «ariqué). — Para mi «•
difica tieeutár con ti señe* legislador Hiereo Gambarde-
«rimero jporqM ’ 1® amo®» mocho desde ha£* " que son los grandes banqueros, los »rundes intermedia“»
oorai pMUeu 1 tf «ñuta«. A vaca* la ha«» «m ua «aaa>w
de pena jwque mf da la impccuon —una impresión—• .
de que algunas » titudes actuales no concteen con i® ,
prestancia democr itica demostrada por él en grandes
movimientos, como el de la ayuda a España Republicana
y otras en los que hemos actuado, y donde algunos temas
planteados ya hace unos años, en cierto modo hacían In­
compatible toda so idarldad con pensamientos que yo M
muy afamados, j
Peto también reconozco que hay hmhim iwditlcw»,
«Bne hay razones d; grupo y de disciplina y también no
^na sido más de Utti sino más de media docena de veces,
que el señor señad/r Hierro Cambardel la ha tañido ma­
tice* do discrepan© as con diversas actitudes, aunque lue­
go no tuvieron ntigán resultado práctico.
Yo retaba hab ando del General rustido. Con respec­
to a «99 me intare « timptamenta decir uqa palabra, por­
que tengo ur*a impresión, aunque puede ser que sea un .
juicio equivocados
'!y
El General G| tldo fue un* grao esperan»*. lAie gra-
ve en el país sotro« lo dijimos— que la «elida de la
situación se putfll a mostrar aofeMaente a través de una
personalidad tan uistera, pero tan poco conocM* como
un gran estadista oomo fue i* del General GesUdo. ¿Qué
fue lo que Impteáwnó fuodMNmfiairneme, la gmn vo-
tación que tuvo 11 General Gestido? Ei que representa­
ba la seguridad, 4 la «emi-eegurídad; de que bajo su go­
bierno y bajo su 'ornando algunas cosas que ya estaban
estallando -—Incluyo entre ella» la dol Banco Traneatlín*
tico del Uruguay que puso de relieve la crisis profunda
y terree en nu? e encontraba todo el sistema bancarto,
cosa que ya era i onoerda. ¡>or toda aquella persona que
sabía algo de política y que, además, noMotros nos en­
cargamos de dedf. y ha quedado demostrado que una
de las causas por la (nial el país está fundido, y lo estará
más dentro de mi y poco tiempo, fue esa— dentro de esa
calamidad de fraude y latrocinio que fue descubierta en
el Banco Transatlántico del Uruguay, la figura del Gene­
ral GesUdo renrei entaba una garantía, por su vida ante­
rior, por su vida personal, por su austeridad y por algu­
nas dotes de í4 ministrador —que según tnl entender
eran muy reltUvi»— que hicieron, en su momento, cuan-
do fue Director é c la AdgnúUateacién de Ferrocarriles del
Estado.
Cuando torta * su primer Gabinete, fue evidente que
(ti joIshbo era con radíctorio. ya que presionaban en él al- ,
•RSU» personas V neniadas n grandes interenes, que luego
aáltseon de jos M nisterios. Se produjeron variante» en el
Mktarte, te» «MI demostró la inquietud y la ansiedad
««tititi Geettdo. cuando realizó un
i* lAt gmdoe en H composición de
w Maiecarw «etefe pemoae. alguna* de las
qne 1SM9 está» e® .ítw*.* let irrewíe eomo el eeftof -
'«atMist a.* avnb sam&én teme sembrado Mi-
uM* éie Htecam* a eé mkmú saltar sen*KMr Ysaconrelioe. *
2», soda ese peste do. se rr^tvíjá ron el criterio» demúcrá*
'W • w» en estos caaus actuaba el m-
.oe -nadar Ría re (jMwiitwrdeilm ti* ¡atewíwe
suplantado por li doctora Roballo, quien también »igni- *
ficnba el índice de una tendencia que quería buscar, por
caminos. .
exterior, la Banca privada y empezar a tomar medida»
sobre la tierra - o, de lo contrario, había que prepararse
para una Jaran lucha, porque ya estaba demostrado que
e¡ pueblo no iba a soportar la política de congelación de
salarios de 1908, que algunos definieron como "la polí­
tica del cimbronazo". Es decir, que esta politice iba a ha­
cer cimbrar el cuerpo del Uruguay, que le iba a hacer
poner los pies sobre la tierra, pero que luego de eso —lo
recuerdo como si fuera ahora— prometía que iba a haber
15 mil nuevos empleos.
No fue tan Inoportuna la consigna que dimos en la
campaña del Frente Amplio, cuando decíamos: “Herma­
no, no te vayas’’, porque en lugar de haber 15 mil nuevos
empleos, comenzaron a irse de 15 a 30 mil uruguayos, por­
que el país se restringió con la política congelatoria de
1968, y ya no pudo resarcirse más hasta el día de hoy.
Por lo tanto, el camino era buscar soluciones de fon­
do o tomar medidas represivas para impedir eí estallido «
popular. Esta fue la^ruta que tomó el señor Pacheco Are-
co. Por supuesto, que esto fue revestido con la campaña
contra la inflación. En aquel tiempo el espanto de la
inflación era del 122 %; ahora, tenemos el 100 % y va­
mos a ver qué clase de espanto y de conmociones se van
a proponer.
¿Por qué el gobierno del señor Pacheco Areco no pu­
do resolver estos problemas? Porque ninguno de los Par­
tidos tradicionales puede, quiere o sabe resolver. Mientras
mantengan sus actuales estructura», sus actuales maneras
de ver política, mientras teman tomar medidas de fondo,
mientras se pronuncien, abiertamente, contra la naciona­
lización de la Banca y contra la reforma agraria, —como
lo hacen, uno tras otro, los Ministros fundamentales y el
propio Presiden le de la República — esta* clases sociales
no podrán resolver estos problemas. Estas clases sociales,
ríotj los grande.« barraquero!? —podría empezar a dar
nombres, pero esto no es lo que interesa ahora— están
vinculadas a los grandes trusts internacionales a todos los
niveles, desde los fosfate» para la tierra, hasta la Inter­
nacional Parker: desde la Deltex Internacional, hasta la
FMt; todos ehoa están vinculados a los grande» trusts,
tentaculare», a que hizo referencia el señor legislador
Trias, lo cual me evita hacerlo a mí.
Kna supeditación y dependencia tiene una lógica. La
misma lógica que el General Heregni dijo que tenía la
guerra, que lleva a muerte por muerte, a sangre por san­
gre y que podía llevar en una rapirnl de muerto a la
"ipiaUmiilibación" del país. Puede sustentar««. ruando la
palxnim de inatúte» del país e4í en manos de ralos mt«-
reara, que no ron |>opulares, sino antl-popukires. Cuando
expreso pxto no me interesa que al frente de tal o cual
o/«.!ni-uio hnva mta per oné que no arnt mitkmaria, que
no frirM latifundios y que no sea dueña de un campo, ffi
HdnUnhii« ii nombre da este régimen, que en su esencia J
nona rl 70 s d«l r«inhtl dé giro del país en manos dt jg
2!W frmiilhiH «ii huro «‘«o, repito, aunque mMI un» iM’IIWllm*
persona y citó al frente del Instituto Nacional de Colon!» ,áj
«ación o en la Dirección dol FYlRorifico Nacional, ‘’»té 1
sirviendo a esa clase y a esos intereses. ’
'
clase y esto» intereses, representados en una fi­
gura jefe como la de Jorge prlrano Fado, lue la que go- ú
ber»o durante el período anterior, Discutir esto, es dis-
cutii en el aire. é
;
Todo esfn fue lo que frn<n como consecuencia que el
país te hundiera, pero que no todos sufrieran por Igual
—como ya lo he demostrado porque desnacionalizaron
los tinte* del Estado, se llevó a una situación de postración
d a la ganadería nacional y se degollaron 8 millones de ca­
3 bezas de ovino» para suplantarlos por 900 mil cabezas de
ganado vacuno. Además, el contrabando de ganado va­
cuno se e<tá realizando en estos momentos —tengo aquí
un perfódico de Artigas que da el número de la matricu­
la del camión que llevó 303 vaquillonas, es decir, vientres
futuros de nuestro pai« que pasaron cómodamente hacia
el Brasil, por Axügas y Otare! y. por cierto, este diario
¡
,
055
 no e? frenteamplisa, sino que pertenece al reelecdonis-
mo y no lo loo pan no cansar a los señores legísladorea-
sin qno m tome pnguna medida.
Beftor Presiden e: en esta situación, se fueron proce­
sando los acontecí« lientos; en esta situación se planteó el
golpe de estado al estilo electoral con el reelecctonismo;
en esta situación ui Ministro del Interior, cuando le pre­
guntaron si iba a haber elecciones miró para otro lado
y le pidió un café il conserje —como fue el caso del ex­
señor Ministro Cen úsimo—; en esta situación un Gene­
ral fascista, como <1 Genera! Ribas, dec’aró en Ja televi­
sión que no había que votar al Frente Amplio, porque,
aunque earnra. no r iban a entregar el poder («I se quie­
re verificar evto. está ?! • tape*’ donde ello «e diré» «e creó
la leyenda negra, ti cuco del Frente Amplio y se dijeron
toda* estas cosas ene yo he repetido sobre nuestra frac­
ción política, y, entíneos, gana por un margen ínfimo e1
Partido Colorado y¡ dentro de él, el 20 del grupo que
acompañó al steflor Pacheco Areno que llevó como Presi­
dente a! señor Boi iaberry. También hubo una votación
importante para él sector opositor tradicional, que pro­
movió temas que rotaban el fondo de los problemas y una
gran votación y un gran «vrgimiento en la vldi nacional,
en medio de semejante panorama, y con la inmensa con­
fusión con que se rialízó la elección, de una nueva frac­
ción política, romo »s la del Frente Amplio, que tuvo 308
mil votos, obteniend o 23 legislado)ea y ftl ediles en toda
la República, que eitán desde ya haciendo sentir su peso
a lo largo de todo < 1 país.
Esta prédica del caos, Ja subversión y de que el Fren­
te Amplio es una ct sa foránea, no ha cesado. Han cam­
biado ios que llevan la batuta en aquel tiempo la lleva­
ban los políticos qu» tenían que hablar en las tribunas,
a los cuales tuve qui soj>ortar y contestarles públicamen­
te, porque todo tato -s» docta de nosotros desde actos po­
líticos, pero ahora lo se atreven a hacerlo, porque para
demostrar aquí que los del Frente Amplio nos comemos
a lo« nlñoo crudos f queremos que los niños uruguayos ,
vayan a morir a Silería, tendrían que soportar carcaja­
das que serian homéricas, y nadie se atreve a hacer el ;
ridiculo en estos momentos. porque una cosa es decir eso
en un mitin público y otra hacerlo en el Parlamento, pe- j
ro. en cambio, nosotros expresamos, tintes y «hora, lo que I
sabemos, de acuerde a nuestro leal saber y entender, co* í
ino ¡se acostumbra a decir en el lenguaje parlamentarlo- $
pero la prédica prodigue. | era buscar cauces de pacificación para los cambios y.
El E^cundmn dt la Muerte comienza a actuar. Las
lombas mnp'cznn a ‘stallurm nuestras casas, l os muer­
tos comienzan a caer, primero de a uno y luego de a 8,
que *on Uevudoi en i ndai par el pueblo después de haber
sucumbido en la hiC ia contra ,<« reaccldn. Los fasrhus
empalan a una con ’contarían de las fuerzas jaipulires
ron el Elérrltn, roña lo mostramos ron lujo dr detalles
en rl asalto a la Can Central de nuestro Partido cuando
retaba reunida la Ast mblca General discutiendo, por pri­
mera vez la Implantación del estado de guerra interno.
Esa vea: se estaba • saltando, por gente del Escuadrón
de la Muerte Ib Casa Central de nuestro Partido, buscan­
do una confrontaclófi de balas que llevara, seguramente,
no 9¿>Icv a que se vota ra el estado de guerra Interno sino,
presumiblemente, la Ilegalización del Frente Amplio y de
todos sus grupos, coa o lo hemos demostrado.
Como evo fracasó se llegó a la represión repugnante
en e! loetil de 1n seoilonai 20, donde 8 obreros comunis­
ta* cayeWb perdiendo sus vidas. En aquel momento, se­
ñores tembladores, ofl lo ocurrida» «o la 20, y días antes
en el focal de la Cata del Partido, nosotros tomamoa nua
actitud nclitw respe .isable que estoy oor ver si la hu-
hieran adoptado —nU tengo por qué dudarlo— otros gru-
no", político!, «I les t tibiera ncnerlélo la tragedia infinita
ouc fiara nosotros slf nlfleó la muerte de C’O* verdadero!
obreros frente a su qt crido local. ' clase d* debilidad por las creencias religiosas. Eso es ob­
Quiere decir que se buscaba la siangre, la muerte. La
muerte de Spóslto a media cuadril de aquí, fue buscada
por los reárelo’.arios de loe grupon de choque del Escua­
drón de la Muerte. La muerte de Heber Nieto en la Ea-
cuela de Ja Con »truc dón, fue dirigida desdé el local dé
......... /wh
( 1 ¿ I
la Caja de Jubilaciones mediante un fusil, para así llevar
a la confrontación del pueblo con ¡w Fuerzas Armadas. .
Nosotros actuamos como non ¡creció que debíamos ’
actuar. Decenas de personas vinieron a demostrarnos que
se jxtdria hacer un ' bogotazo” o un "cordobaso” en toda
la zona de la 20 y del Cerro. Allí la indignación era enor­
me; las fábricas paraban colas para que los obreros acom­
pañaran los restos de esas victimas. Lo que hicimos
— léanlo alguna vez si tienen curiosidad, señores legisla­
dores fue un entierro majestuoso y un discurso de nues­
tro primer Secretario, acompañado con todos los dirigen­
te* del Frente Amplio, en la puerta de la Casa del Par­
tido. que fu? un ejemplo de moderación, de madurez po­
lítica. de un Partid » que sabe que no «e trata de buscar
el ojo pór ojo y el diente por diente, sino qne. |H>r encima
de todo, está la unidad del pueblo para evitar ¡as con-
frontacionos con los grujios fascistas que todavía existen ,
y están anillados en Azul y Blanco y estuvieron y están
en el propio Ministerio del Interior.
Querían iirvarno-t a la confrontación. Nosotros con­
testamos con el pueblo en la eslíe. Atii están los d(cursos
dei 22 de abril de Rodney Artsinendi, y el del 29 de abril
del General Hcregn. gritando "basta de sangre", "basta
de mu*rles entre orientales*', ‘ tregua para terminar con
esta espiral d? sangre". ।
Se ha nombrado aquí la muerte d? Rodríguez Muela 1
y la del miniante del Partido Demócrata Cristiano de
Treinta y Tres, compañero Luí* Batalla. Todo esc ¡o vi­
vimos.
Lo nuevo, lo distinto, lo bien uruguayo — no sé ai
uruguayo u oriental o las do? casos a la vez. lo que sí
es peculiar del Uniguay. qu? no se repetirá ni rn Perú,
ni en Chile ni en Bollvia ni en n’ngún otro país es
esta forma de reaccionar de los movimientos qne ha ma­
durado durante W uño*» en las teorías del marxismo-leni­
nismo y en hi comprensión de esa actitud por trnipns de
la Democracia Crstiana, grupo? qu? se fueron del Partido
Nacional, del Partido Colorado, por ciudadanos indepen­
dientes y por militares retirados que nos han honrado
con su presencia, como los Generales Bal i ñas, Llcundro y
nuestro Presidente, el General fieregni
Ahí si hay una comprensión plena de que el camino
luchando por eita», llegar • una verdadera y asténllaa pax,
que quiero el pata y todo* tai buenos orteatalea.
Ix» distinto, lo uruguayo, es la existencia de la CNT,
esa gloria de la ciase obrera uruguaya, con su* mártires,
ron su amplitud de criterio, con mi madurez para sumar­
se a las buenos causas. Es ia organización en pro del
encuentro de funciones, llevando a las capas medias a
actuar conjuntamente a las clases expoliada« por el im­
perialismo y la oligarquía ®s la unión de ia CNT, con la
Federación de Estudiante^ y eon los muchachos que van
naciendo a la vida estudiantil en Enseñanza Secundaria,
v no para soliviantarlos, para lavar lea el eerobro ni para
llevarlos a niveles de de>eeperaeún y de frustración, sino
íuslnmente al revés, para conducirlos en «4 ancho cauce
del pueblo, que les permita «er un factor junto a los
hombres de Ins viejas generaciones -—sin hacer un pro* «
blcmn generacional, ¡sin crear eonfUcto» entre obreros y *
estudiantes ni verbalismo revolucionario« donde M raen-
clona 20 wc«'M lu pn labra revolución— coadyuvante
ser, efectivamente, una rcvohiclonarlzación de la» conwóB
ciencias, buscando los objetiven liberadores que en estoé |
momentos tienen «u expresión en los puntos del Fronte *
¿
S Amplia
J Todo esta, vinculado a lo que está ocurriendo en la
> Iglaola del pala. Nadie puede creer que yo tenga ninguna
vio. Pero no puedo dejar de exteriorizar mi alegría cuando
veo que una parte importante de ia jerarquía de la Igle­
sia y la Iglesia misma, rompen con los viejos moldes aris­
tocráticos, cuando se mantenían neutrales, por encima del
! hambre, de la miseria, de las angustias y del infortunio
i popular, siondu eobvriura de ia* clunes dominantes, como
...
05 6
 todavía quieren serlo alguno! Obispos del esto del país,
sumándose en la forma en tue pueden hacerlo, porque
están limitados, naturalmente por su modalidad pero que
sirven, espiritualmente, a la comprensión dr los graves
problemas que están planteados en la República.
Lo misino las Fuerzas A 'maclas. ¿Nosotros podemos
iqnorar *1 acercamiento al 1 rente Amplio de Generales
prestigiosos romo el General Seregnl. a quien se le están
criticando que cuando era JeJe de la Reglón Militar N? J,
Comandante del Ejército o Ij^peclor General, hizo deter- '
minadas cosas? Lo que hadj, era cumplir estrictamente
las órdenes que le daba el Pn detente de la República, que
es el Jefe del Ejército. j lítica. de un Partido que sabe que no se trata de buscar
También me siento muy u gusto ai lado de senadores s
que pertenecieron al Bntllisn». con los que hace 4 ó 5 año*
estuvimos polemizando en el 3cnndo. Ahora estamos muy
de acuerdo, porque nosotros n >* heme» acercado a la com-
prensión de los temas nacionales más que antes, porque
todo? aprendemos en la lucí «a y debo suponerlo porque
en ellos algo los hizo desertar el fantasma permanente
del antlcomunísmo que. en d ¡finltlva, era el arma sagra-
da y vital de la reacción parí mantenernos divididos.
Ese fenómeno, el entice nanismo, ese espantajo, es
¿rjperado ñor los compañeros de Jucha del Partido Demó­
crata Crkt’ano. rn g<«fo que Ji historia le agradecerá, y a
esa conjunción de blanco'’, calorados, comunistas, socia­
listas, tradicionales de ambo partidos, se suman Gene­
rales y Coroneles que se retlian del Ejército, porque más
j»Há dé tal o cual circular q ic aquí se ha hddn. en un
determinado momento dij?rw •: nos vamos con el pueblo.
Y no con cuaiouier pueblo * no ron el que está con la
Cnt, ««usada por todas las ejpdrlllas de fascistas de toda
K vida, de ge? »«entes del tnperialhímo extranjero. He
fueron al Frente Amplio, dos de están los comunistas, los,.;
marxlstas-lonlnistas y los soo alistas. Ba decir, arrostraron
r o go? que son mucho merco# que las peores de ¡as ba-,"
tallas militares. O sea el riwro de enfrontar a un pasado
que ya no les sirve v serví; (¡esde nuevas sondas con me- 5
»oros compañeros de lucha según mi entender, pero no
tmrqfif las personas sonn m dores, s no que porque esas
persono* están dispuestas a ;r hasta .»1 fin contra el ene­
migo fundamental.
Parece ser -aquí se ha sacado i: luz, incluso, si en»
o no candidato a ser candidato— que Ip »gradó más ser
candidato del Frente Amplif que de un sector del Par­
tido Colorado.
Esta es la historia del jm i« Esto va lo hizo Bonavita
en el 62. Artel Collazo, y giro." muího ante» de que se
formara el Frente AmpHo. Ti rnbién ' o hicieron Mlchellnl
v Rodríguez Camwo, en la* batalla/ del Senado y Juan
Pablo Terra f todos sus coñ wñeroí, acá, en la Cámara
de Diputadas, como así miaño la doctora Alba Robalio.
El Frente Amplio naeio rnuc’ mi antea del 8 de febrero del
71. Esto es lo nuestro, eo H transrunL' de las transían
macione* sociales que noaot v» llamamos revoluciones,
Hay gente que se asusta de la palabra revolución.
Existen otras palees de Atn lira fai na, donde hombre*
que tienen más oe cien mili mes de dolares hablan da re*
voluclón. como en México, j«ro, allá no es palabra mal­
dita. Aquí, en cambio, hay jue cuidarse un poco, porque
hablar de revolución para «igunos se-tere* es como decir
que hay que cortar las eima» o cerner.*, a tea mftos
crudos, o todas esas htstorlis que se hicieron del Frente
Amplio durante la campaftl electoral. ¡ 1
Señor Presidente: este Frente Amplio es lo que va a
dar Ja tónica ai desarrnlkr v al proceso de ¡as transfor­
maciones sociales, de acuer lo a su programa, qve no son ■;
¡os cinco punto« rovunturt los, que delineó tan bien el
señor legislador Trías, poiiue lo son para la situación
actual, y constituyen las 30 medidas de gobierno que
transformarían al país, en cinco o seis años Pero hay
que saber qoe ese no es *1 programa del Partido Co­
munista, ni de) Socialista, 1Ȓ del Grupo de la 'W, ni de)
Comunitarismo Cristiano (pl "PDC", sino que constituye
/ w.
I J
r
\
K'USADii
la Caja de Jubilaciones intuíante un fusil, para asi llevar
a la confrontación del pueblo con las Fuerzas Armadas.
Nosotios rctuamo* como nos pareció que debíamos
actuar. Decenas de personas vinieron a demostrarnos que
so podría hacer un “bogotazo” o un “cordobazo” en toda
la zona do la 20 y del Cerro, Allí la indignación era enor­
me; la-; fábricas paraban solas para que los obreros acom­
pañaran Jos restos de esas víctimas, Lo que hicimos
—léanlo alguna vez sí tienen curiosidad, señoree legisla­
dores-- fue un entierro majestuoso y un discurso de nues­
tro primer Secretarlo, acompañado con todos los dirigen­
te* dei Frente Amplío, en la puerta de la Casá del Par­
tido, que fue un ejemplo de moderación, de madurez po­
el ojo por ojo y el diente por diente, sino que, por encima
de todo, está ¡a unidad del pueblo para evitar las con­
frontaciones con los grupos fascistas que todavía existen
y están anillados en Azul y Blanco y estuvieren y están
en el propio Ministerio del Interior.
Querían llevarnos a la confrontación. Nosotros con­
testamos con el pueblo en la calle. Ahí están los dicursos
del 22 de abril de Rodney Arismendl, y el del 29 de abril
dei General Seregni gritando “basta de sangre’’, “basta
de muertes entre orientales”, “tregua para terminar con
esta espiral de sangre”.
Se ha nombrado aquí la muerte de Rodríguez Muela
y la del militante del Partido Demócrata Cristiano de
Treinta y Tres, compañero Luis Batalla. Todo eso lo vi­
vimos.
Lo nuevo, lo distinta, lo bien uruguayo —no sé si
uruguayo u oriental, o la* do* casos a la vez, lo que *í
m peculiar del Uruguay, que no so repetirá ni en Perú,
ni en Chile ni en Boiivia ni en ningún otro país— es
esta forma de reaccionar de los movimientos que ha ma­
durado durante 90 año* en las teorías dei marxismo-leni­
nismo y en la compremlón de esa actitud por grupo* de
la Democracia Crstlana, grupo* que se fueron de! Partido
Nacional, del Partido Colorado, por ciudadano* indepen­
dientes y por militares retirados que nos han honrado
con su presencia, como los Generales BaJiñas, Licandro y
nuestro Presidente, el General Beregni,
Ahí sí hay una comprensión plena de que el camino
era buscar cauces de pacificación para Jos cambios y,
luchando por ellos, llegar a una verdadera y auténtica paz,
que quiere el pal* y todos los buenos orientales»
Lo distinto, lo uruguayo, es la existencia de la CNT,
esa gloria de la clase obrera uruguaya, con sus mártires,
con su amplitud d»1 criterio, con su madurez para sumar­
se a las buenos causes. Es la organización en pro del
encuentro de funciones, llevando a las capas medias a
¿ actuar conjuntamente a las clases expoliadas por el im­
- perialismo y la oligarquía. Es la unión de la CNT, con la
Federación do Estudiantes, y con los muchacho* que van
$ naciendo a la vida estudiantil en Enseñanza Secundaria,
| y no para soliviantarlos, para lavarles el cerebro ni para
llevarlos a niveles ge desesperación y de frustración, sino
| Justamente al rtp'éa, para conducirlos en el ancho cauce
j del pueblo, que les permita ser un factor junto a los
i hombres de las viejas generaciones --sin hacer un pro­
blema generacional, sin crear conflicto* entre obreros y
■ estudiantes nt verbalismo revolucionarios donde se men­
J ciona 20 veces la palabra revolución— coadyuvante para
| ser, efectivamente, una revoluclonarización de Jas con­
g ciencias, buscando k* objetivos liberadores que en estos
momentos tienen su expresión en los puntos del Frente
Amplio- t
Todo esto, vinculado a lo que está ocurriendo en la
fglesls del paít. Radie puede creer que yo tenga ninguna
clase de debilidad por ¡a* creencias religiosas. Eso es ob­
vio, Pero no puedo dejar de exteriorizar mi alegría cuando
veo que una parte Importante de la jerarquía de la Igle- .
sia y la Iglesia misma, rompen con ios viejos moldes aris­
tocráticos, cuando se mantenían neutrales, por encima del '
hambre, de la miseria, de Jas angustias y del infortunio
popular, siendo cobertura de Jas chwes dominantes, como
05 7 23 tt 43

todavía quieren serlo alguru s Obi*)»» del cite del pal»,
sumándole on la forma en que pueden hacerlo, porque
están limitador, naturalmente por su modalidad pero que
sirven, espiritualícente, a ift comprensión de los grave»
probtemas que están plantee dos en la República.
Le mismo las Fuerzas Irmadas. ¿Nosotros podemos
ignorar M acercamiento al Trente Amplio de Generales
prestigiosos como el Genere! Reregnl. a quien se le están
criticando que cuando era Je e de la Región Militar N* L
Ccmse dsnte de! F irrito o It speetor General, hi®o deter-
minadlLS cosas? Lo que hacía. era cumplir estrictamente
las ordenes que le daba el Presidente de la República, que
es el 4 ufe del Ejército.
También me siento muy | gusto al lado de senadores
que pertenecieron al Ratllisma con los que hace 4 ó 5 años
estuvinos polemizando en el leñado. Ahora estamos muy
de acuerdo, porque nosotros na< hemos acercado a la com­
prensión de los temas nacióla les más que antes, porque
todos aprendemos en la lucia y debo suponerlo porque
en ello« algo los hizo desechar el fantasma permanente
del anU’omunísmo que. en dejlnitiva. era el arma sagra- '
da y vital de la reacción para mantenernos divididos.
71.Í
Ese fenómeno, el cn’irom mimo, ese espantajo, en '
superado por los compañeros d‘ lucha del Partido Demó-
Icrata CrVt’nno, en gesto que la historia le agiadecerá, y a
Fesa conjunción de blancos, colorados, comunistas, socia­
listas. tradicionales rip ambos jartidos, se suman Gene­
rales y Coroneles que se retirqi 1 del Ejército, porque más
allá do tid o ( tiíd circular ou( aquí se ha leído, en un
riclermlniifo momento dlleron.' nos vamos con el pueblo.
Y no con cualquier nucido sin) rím <•! que <.dá ron la
Cnt, acudida j>or todas las cuftt rillas de fascistna de toda
li vida, di* ser acentos de| Imperialismo extranjero. He
fueron a! irrcnfe Amp'lo. donde están los comunistas, los
Tr arxlítas- enínistas y los rocialhtas. Es decir, arrostraron
r‘e$gos rus son mu^ho mayores que las peores de las ba­
tallas irdUtares. O sen el riesgo 1 le enfrentar a un pasado
qué ya no .¡les sirve y servir desd1^ nuevas sendas con me­
jores compañero! de lucha segun su entender, pero no
porque Iíui nfersonas sean melogss. sino que porque esas *
persona« están dispuestas a Ir Rista el fin contra *1 ene-
migo fundamental.
Parece ser —aquí se ha sae ido a luz, incluso, si era
o no candidato a ser candidato»- ou* I* lurradó más set
candidato d*l Frente Amplio que de un sector del Par­
tido Colorado.
, E«’a e.j hirl7rí» del !!<o ‘ a lo hi'o Eknavita
**n el <2. Ariel Collazo, y Erro, mucho antes de qué se
formara el Frente Amplio. Tamban lo hicieron MlpheUn!
v Rodrigues Camas o, en las bal rilas del Senado y Juan •;
Pablo Terra y Indos sus campal iros. acá, en la Cántara
de Diputado), como axí mismo J% dxtora Alba Roballo.
El Frente Amplio nació mucho a ites del 8 d* febrero def $
71. Esto es lo nuestro, es el trai zurrir de las tranafor*
maclones sociales que nosotros ) amamos revolucioné*. | el ambiente uruguayo se nota que eso ya está ahí. Por
Hay gente que se asusta dé la palabra revolución,
Existen otros países de América latina, donde hombres
que tienen m;is de cien millones <> dolares hablan de re­
volución. como en México, pero, illá no es palabra nial-
dita Aquí, en cambio, hay que c ildarse un poco, porque
hablar de revolución para alguna sectores es como dren
que hay que cortar las cabezas o comerse a los niAoá
crudos, o todas esas historias qué¡ se hicieron del Frente
Amplio durante la campaña electa ral.
Señor Presidente: este Frente Amplio es lo que va a
dar la tónica al desarrollo y al p .oceso de las trnnsfor-
■MMBtonM «adates. de acuerdo a su programa, que no son
Sor «•« pattms covuntura les. qw j delineó tan bien el
señor legteiadot Tria», porque lo ton para la situación
actual, y constituyen las 30 mrd das de gobierno que
transformarían al país, en cinco v seis nños, Pero hay
que saber que e»e no e» el progjima del Partido Co­
munista, ni de) Socialista, ni del <3g upo de la “W, ni del
OomunítariMnb Cristiano del HJCl. sino que toneUluye
05 8
un pltben «I qué todos tornar dejada algo, en el que he«
moe contribuido con nuestra experiencia, y su síntesis ¿
son las so medidas. En un sentido general, constituyen la *
problemática que plantea el Frente Amplio en sus dis- $
cursos, a través del General Seregni, porque es nuestro >
Presidente e Intérprete de sus integrantes. Nosotros no
hacemos el culto a la personalidad ni creando no sé qué
clase de mitología de que se habló aquí. Hablamos de este
discurso, porque tendrán que recurrir a él - no lo digo
con imposición — quienes quieran, realmente, comprender
la historia de los dos últimos años. Deberán referirse a
las discursos del 29 de abril y al del 3 de noviembre, no
porque seamos genios, sino porque somos pueblo, porque
el Frente Amplio está constituido por la clase obrera, por
lo» estudiantes, por los intelectuales, lo» militares y la
gente de origen católico. Por eso, podemos acertar. Fn
los lemas tradicionales no está esto, —no estoy haciendo
aquí una critica de tipo personal— porque no puede ser
que en un mismo Partido se encuentre un latifundista
que tiene 200 mil hectáreas y un peón de alpaigatas, y
un banquero multimillonario, como Peirano Fació, y un
pobre barrendero del Municipio.
Los problemas de clase no juegan, más allá de que
el Frente Amplio no postula la lucha de clases como prin- i
elpio teórico, pero la condición social, que eso sí existe, 1
■
es algo evidente, |
fle quiere mostrar, cada poco rato, las disonancias del 3
Frente Amplio y su heterogeneidad, que es cosa del pa- f
sedo, porque venimos de él pero vamos hacia el futuro, J
y ella va superándole. ¿Por qué? Porque más a’U de las j
corrientes diferentes que nos trajeron al Fronte Amplio, í
nos unen puntos de los cuales no hay manera de esca­
parse. En el Frente Amplio no puede haber latifundistas,
banqueros ni rosqueros, ni geffte que sírva a los interese»
del Imperialismo extranjero. 81 vienen, los echamos. Pero 1
eso no oru’ re, porque ninguno se acerca. El que lo hace, $
es como el General Seregnl, que viene a quemar las naves ■*
y a Jugarse por el pueblo, por un programa de soluciones -
radicales. Por eso, podemos unirnos, más allá de la especu- _
Jarión de matices, entre nacionalistas auténticos, que lo»
tenemos, en nuestro Frente, y marxhtas leninista, que
también los hay. No nos ocultamos porque no nos gusta
En las cosas grandes, todos estamos de acuerdo y vamos
a actuar de la misma forma, porque tenemos un com­
promiso político y lo cumpliremos. Si el Frente Amplio
] hubiera ganado eí Poder, hubiera podido cumplir su pro­
grama, porque más allá de sus fronteras, estaría el pueblo
ayudándolo en tal sentido.
Entramos ahora a) análisis de lo que le ha ido pa­
sando al país en medio de esta convulsión, como lo de­
mostró gráficamente el señor Ministro de Defensa Na­
cional. Más allá de que se pueda discrepar con él, como i
lo hicieron algunos señores legisladores, estimo que dio 4
una vls’ón exoctn do lo qno nenrre. v eren que a) Parla-
mentó no le hace mal enterarse. El señor Ministro de 5
Defensa Nacional, aunque novato, tiene la condición de f
haber estado en contacto enn los sectores del Ejército, a
frnvés de su permanencia en el cuerpo de profesores del
Instituto Superior de Estudios Militares, El describió grá­
ficamente una escena que me consta es real, porque «n
supuesto, el tema Jurídico, el de la división de Poderes,
j de la incidencia o no de ese sector de la vida del país,
J es un hecha
1 ¿Vemos a ponemos a discutir ahora quién trajo a
esta fuerra paro que tuviera poder de incidencia en la
t vida nacional* 81 vamoe a hacerte, diremos que no ful-
J mne noKrtms sino otros, los que estaban en ol gobierno, j
' lo» que la trajeron.
En el conjunto de la convulsionada vida ñadona!, ese
sector comienza a mirar, a investigar, a opinar, e. inclu­
so, a agitar la opinión de quienes se manejan con viejos
cánones, o cánones constitucional»», pero que. evidente- ¿
mente, rechinan con una realidad quemante que estamos t
viviendo. No veo diferencia, ni puede haberla. tf A 3
Todos los que estamos aquí sabemos que cuando un t*
chico de 12 años pregunta qué c» la rosca, no ne va 4e‘
al lado, basta que no se lo explicamos No se refieren
a la raeea de comer, sino a la rotea de Peírano, 11 h«n-
perteneciente a ella, va á estar puf tiebaJ¿ gJ-ífiSL.
de 11 años o de uno que va al liceo, cuando se formulan
esas preguntas, sobre todo, cuando ha tenido
frentar esa situación directamente y ha visto d P*®*5™’
mfteJlue nosotros hemos develado, en
“ "coiTdlferentes métodos? Me parece
gran parte, y otro»,
que esto plantea el
 "líoeionamoe para que la Asamblea, decrete la liber­
tad de todos los detenidos bajo las Medidas Prontas de Se­
guridad que fueron en su momento liberados por los jue­
ces. ~~ (Fdo.) Roberto Gliardoni. E. Erro. Luis Imás. Jai­
me Páre«. Juan Chente, Rodney Arisniendi. Edmundo Soa­
res Netto. Enrique Rodrigues .

059
 “Proponemos que In Asamblea General declare ttí*-
ger te la moción por la cual se decreta la libertad de loe$
92 detenido* bajo al amparo de la» Medida* Pronta* d#f

Hoi:urldart. - ■ Zebnar MIcMInl, Enrique B. Urro, W(Hw

Etciicfjoyhen, Luis linó». Vivían Tila», Eduardo Viera, OM|
car Uruschera, A. Francisco Rodríguez Camusso, Enrt®
í|iv‘ Rodríguez. Jorge Duran Matos, Walter Martínez Ge«?
Illuni. Daniel .Sosa Dias Jaime Pérez y Juan Clicnlor.

DÍP.J
psñCÚAOl

23 0 4U
06 0 í
 SEÑOR RODRIGUEZ (dón Enrique». Todo» rta
hacemos cargo del penoso y fatigo.o »icsarrollo de esta
discusión. íiitcreda ahora ,«r el hecha de no estar tu
óala los Ministrot, lo que obliga a definiciones de cada
sector sobre el juicio que se tiene del proceso que se es­
tá viviendo y como se han «ficho ya mui han cosas m co­
rre el riesgo de repetirlas.
Creo que ios sehorrs legisladores me perdonarán que
tomo introducción de la intervención que voy a hacer
les muestre la primera pag na de nuestro diario 'El Fu
pular". no para hacerle propaganda, que hi Adminiutrn-
ion agradecer», sino jaira de'-iriei que M algo qulslém
* ñu» «¡gmftcar ron nuestra» palabra* «m esta esjx»clr de
s banda de sonido, de telón de fondo sobre lo cual ubica­
mos esta discusión. Es la gigantesca demostración que
en la noche de ayer realizo ia Cn». unida con diversa»
fuerzas en el encuentro nacional de solucione», reclaman­
do una plataforma de soluciones de fondo, reclamando
ia renuncia del Presidente Bordaberry pura remover el
q»Jaculu principal a todr posibilidad de cambio que no
a ealrernecimien «» que no debemos desear, pues
^Rue importa, mas allá de piaiaíorniau o de discursos
es que detrás de nuestra,-« palabras haya muchedumbres
conmovidas, pueblo enfervorizado que wüie lo que quiere
y a donde va. Esa imagen tremenda y majestuosa do laj
masa* populare;. fundamentalmente obrera que vatio el
‘iníuron proártirw ee Nontavideo entero, junta con lo-,
trabajador*«. empieackn. bancarMM y hombre» de ia» ca­
pa» medias lleno ew» i» mensa exj>ian-».da desde ia Uni-
ve notad hasta «1 Obehso;» diciendo que tenían razón, i»or
que allí no hay tarjetas de kKtr ni pr»»nn»a» de cxrwr
dienta« jubUatorU«. ni nadie fue acarreado El pueblo
estaba «Ib, a pesar del Aiscurw poco« menos que ritmen -
: ctftl que el Presidente pronunció, preñado de amenitra» >
para quien quisiera entender y había, por supuesto, tam- '
bién. intimidación moral e intelectual para que no se ron
curriera a esa demostración. Este telón de fondo, esta ?
banda de sonido, lo escuchaba ayer mientras ma alguno*,
discursos fríos y desapasionados. Max allá de este recin­
to, con toda la repr<?s?nlalividnd que tien» el pueblo en
la calle ejerciendo su verdadero poder antes, durante y
después de las rlecciovs y en los entreactos de ia.» "lec­
ciones. cosa que pare *ía molestar hace algunas horas n
algún legislador. cuando e invocaba p<»r narh- del »mor
legislador Michrhni isa pie.,enría de juji-blo esa musa
•popular nos está diciendo que quien <|f!u-/a h:ir»-r nob-
tica en este país debe estar respaldado por muchedum •
brea de este npo qu< nunca ><• han entregado. ni antes
de! paehequísnio. ni durante ni después, ni abura. *tau
que siempre han estado en pío de iurha sin pirb-i sei
quebrantada jamas. Si no cuenta ron NI-as tendrá <i'ie
apretarse ios pantalones para llegar a un priado de tas-
cistización que pueda contener a este movimiento wrm-
dioso que existe en nuesito paH o. lo que es más probable
y es lo que desramo* que quien quiera hacer política en
este «ais sepa encontrar un lenguaje de dia’ugn con ra­
ta ínmetva fuerza y comprender el pai/'lotishio y la m,<-
riuret de :a misma que «n responde a ningún partido en
la medida en que e-w. partido* digan, romo Artigaqui­
no tienen más enemigo que los que se oponen a la píd-li-
ca felicidad y que, por supuesto, levantarán. con indig­
nación. fx< consignas que ayer esgrimieron, la renuncia
de Bontabrrry no rr>n un .«entimjrrilo añil col<u«d<» o
anti betllteta o anti raba ni tos. porque rn definitiva no
se sabe qué partido político tjeur el señor Presidente de
Ir República, akno por un conjunto de .soluciones, por un
"bttBU ya** que hí.y que decirle a esta rosca oligárquim
que ahora se parapeta detrás del Presidente Bordaberry,
como antes lo hizo detrás de Pacheco Arreo y de todos lo»
que lo siguieron.
Creo que esta es una buena .Btroiíucci n p*r« ¿o ',".e
pensamos decir, aunque no vamos a trvrw cmax rnuv
profundas que se dijeron en horas en que la Axamhiea *
estaba rirpoblata y había menoit expectativa d« lo*
tr:t 4# 'taitón M.»- tefiero ¡j J,4jí Interven'lonc" juo-
fundas y in'duíujffts !*<*'*.. .»’> »;•? uidoyet.
del Pdc, Vivían Trias del partido SoclalistM y alguna in­
tervención por vm de interrupción, peto de profundo con
tenido de los compañeros Michelini y Pita Fajardo.
Por supuesto, últimamente ha hablado con su perú
llar enfoque el compañero Durán Matos, también i»ertc
necíenlr a! Frente Amplio.
Creo que estamos discutiendo el tema de las garan­
tías individúale« ™ inserto en él ewtá el Irma de la ley
de peligrosidad. Pero lo discutimos, como lo han hecho
algunos rompañehM en función del programa del Fren­
te Amplio, de las perspectivas y de la¡s aherniitivas que
ha errado la aparición del Frente Amplio en la vida del
país, en función de la salida para un pueblo que sufre
pero que no se entrega, wn función del verdadero dilema
real y decisivo que rnuy simplificado pero muy expresiva
y significativamente expresa A un lado la rosca y lo
privilegiados y a otro lado el pueblo con todos mus ma­
tices.
¿Cómo Ignorar la trabazón y ligazón de estos temas'’
El problema de Ja ley de seguridad o s?a de la ley de pe­
ligrosidad y el problema del programa y de las solucio­
nes?-También está el tema de la subversión o como acos­
tumbra a decir algún documento del Ministerio dnj in­
terior. de la subversión, que es parte de la sedición, ha­
ciendo una serie de matices todos ellos de un contenido
altamente peligroso, ¿He puede definir sobre este proble­
ma en seco, en vacío? No, no se puede hacer eso, hones­
tamente
El tama de las causis h» sido invocado desde dot-r-
sos ungidos y ha sido traída la frase integra pronun- i ‘d»
por el Hchtíil Ministro de! Interior en Ja Comisión Pri ma
nente hace un mes y merlio. invocándose esa expresión
gráfica de qne no hay que dejarle a In sedición sus ban­
dera« sino míe deben ser tomadas por loa partidos sip
puestamente o relativamente democráticos
'Ocupa la PmMcncia el Sr. SapcUil
La ropreai' n seca no elimina Los problemas sino <iue
los complica. Esto ha sido afirmado en cierta*oportuni­
dad pur el señor Ministro ütl interior. En esta ocasión
dicho señor Mliiietro ha tenido una pequeña amnesia
sobre esta parte di-í problema, que tügunps han recordado
y que yo también voy a recordar.
Tenemos la experiencia vivida en nuestro país. Mu­
chos han sacudo expeiléñelas de lo que ha pasado en la
Arpj'ulhvi, donde un gobierno sin pueblo y con todos los
pmlere.s habidos y por haber en sus manos no solucionó
los problemas y. ul final de cuentas, ni .siquiera atinó en
cuanta a la forma de entregar ei poder a las fuerza» que
lo derrotaron con un vendaval popular.
Ahora, no son solamente nuestro partido, nuestro
Frente Izquierda, el Frente Amplio, los grupos que lo com­
ponen y la Cnt. los que hablan de este problema. Ahora
nu son los volantes clandestinos de la subversión; tam-
IMM’o es ht sedición Lo dijo el señor Ministro en la Co­
misión Permanente y ahora, en el dia de ayer, se ha ol­
vidado de este aspecto del problema, üio una explicación
larguísima que todos escuchamos, ambientando la ley de
peligrosidad...
„
23 6 43
UÓ

SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique) Esta dar«;
rata claro qui* no se van a poner de acuerdo, A lo
mejor lo aclaro yo.
Por supuesto que la intervención de! se ñor l< gis
lador Mederos confirma que hay una corriente muy pro
funda a todo* loa niveles en cuanto a que hay necesidad
ce cambiar y también la idea rie que hay que buscar
lien donde están los obataculns y conio removerlos ron
«I menor dí>n< jumibli* para H país y dcnirn dei r»*u>
UK'iwya todo ti pan de Í«m yriwf* te i ierra de lo» earn-
•pesino® las H^rtadeu que necesítame» y también H
respeto a I» norma constitucional Ahora, valdrá la pana
saber en cualquier momento, quienes «on los que por.
totuder, conto mui se ha dicho, o por otra» razones que
* tal vai no aeiMi simplemente la« del origen racial, lleven;
la« cotas a un extremo tal en que justamente esta« so«
Iliciones no se hagan pudblrs y después, como «temprai
siicede sean Ion primeros en llorar porque las soluciones
no lian sido ronslltnc fonales.
En cierto modo, ya estuino* viviendo una parle pri
mera de ese proceso, ya estamos <a«i veteranos en esto*
pocos meses en los que se apremie ronu» por anos > en
consecuencia, ll historia juzgará. F’ara mi hay gioite qu<
ya está juzgarii y, efectivamente, el único bien que po
drían hacerle ai pai», por lo monos < n i>i<- penado seria
el dejar el pan a otrnn solucione,* que han demostrado
que no «aben o son incapacele de abordar por diversas
cttusM que la! vez surtan a iruves ’e mi ntervencmn
En cuante a la expresión q a <!•<*.,. ( i m ñor Irci*
lador Cano adjudicándola al señor legislador Ortiz. <ivb<»
decir lo siguí erre. No puedo afirmar que me sui prenda
Hemo« tenido mucha» polémiciut con el señor legislador
KJrtiz siempre o*o el fulano elevado en que él plantea
tea roani pero >> considero un nombre Informado, «furio
• en su* anàlisi« y, francamente me extraña que n<> haya
oh-crviirio que el mundo de hoy tiene etertus rondici«^
nantes. Repetir que m lamente m> trata di» 'Uiinsr uMft
vez cada cinco abe« a la gente a que vaya a volar
las condiciono« en que «e vota, que Itelo cunocenMI
..-y dé rato no quiero hablar porque nn tienen relte||r
el tono de la discusión - pretenrjrr que cm# es te «tertegl*
rracia que hoy puede « bar dar ios ptootemas e'onom»*«^
¡»ocotes. cspinttate» ®e aoortameTfco de tes dátemete«,
de ¡llegada ul i<»nios, de 1* <»u* *•■?»? ¡ex y de toda rga .
sarta de palabras esdrújutes ton te cual no» otwriiria
el señor legielacor Hath en mw ineurMUfets en «4 Hwintef
pretender que i.*o se resuelve consultando una ves endg
cinco año«. ine parece, francamente, un error Si yo hu*
leerá escuchado en e*>c momento al wrior Irgtetedtl*
Orti/. creo qi e no me encontraba en S»«l* no tor­
biera creído que tuviera un iktema de p* nnamienP/ ,
de opinion cnleitecidos con respecto «I desarrollo nocím
actual
Al whor legislador Cuno. que glosó ewm erprerte»»»
del si rior legbdidor Qrtlz porque parece que tea <««*
/píi\
\puo;Ú»s)
06 2
■\
parte, le digo, también lo mismo que. por lo mrno».
en <4 mejor de los estilos, parece que estamos ante un
pensamiento entontecido. agarrotado, con freno«, frente
a una realidad que emerge de otra manera
CRWi ¥« teabls»-4te-te<teteaMa"**Mtetelsb
fiJEftüR PREM'TONIE t.»1 iingu a1 lu* Entorté»
luglsladar« qur Wff ’ rciHtogWñ
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique i Pero aun­
que sea ultra constitucional. más que constitucional, yo
nu comprendo que se le pueda decir a una persona que
■ote y dcxpüés t>c quedo quieto. Vnta y, al otro día ai .
tiene que estar exigiendo, está exigiendo, si tiene que £
estar reclamando, está reclamando, sf el patrón lo ex­
plota, hace huelga y si se quiere prohibir la manifes­
tación del jé de Mayo igual concurre.
Esta es la verdadera democracia, actuante y perma­
nente torios los días del año Un legislador rerlvrch.nista
hn dicho: ¿cómo al año de la rleción ya están plan­
teando estos problemas de renuncia? Yo le digo: al
uño o a los 3 días. Al final de cuentas, el Presidente
de la República es un empleado del gobierno y si el
pueblo quiere sacarlo lo saca a loa tres dias, como puede
dejarlo lo« cinco año« y elegirlo después que pase el
período
Esta ea la democracia viva y actuante, no la demo-
eructe anquilosada, no 1« democracia que utiliza <4 rom
gromiau personal y la campanil concentrada que todo*
«mo* conocido, «obre lo cual, »i non queda tiempo vamos
a hablar. Esa no ea democracia; es una caricatura de
democracia £ao pudo haber «rryido y sirvió en los ce­
ní lento* de la creación de uní» conciencia de la* magas
Imbuida« de oscurantismo m Im cuate« se toa daba la
«ensación de que obtenían un derecho, por lo menos (
por la vía del voto Pero ahora, ruando los niños de
14 años nos preguntan y no* apostrofan sobre grandes
temas que estamo» viviendo, cuando te claae obrera, como
lo demostró ayer, bajo toda* la« amenazar y bajo todo
lo que venga rtahza e^tas gigantesca« demostraciones,
querer encajonar ionio quien enteca huevos en un cajón,
a la ríase obrera en lote moldes de esta democracia re­
presen la ti va que no es más que una frase porque no
e« democracia ni es representativa, e« un craso error.
La democracia va a tener que superarse y va a i
tener que mejorar Time que hacerlo de acuerdo al i¡ue $
tilo, que r* r| gran < iuisiituvente A mi. lo que me preo- '
cnpa es que participe el pueblo; no me interesa la lecha
en qu« «e reunió 1« Uoiistituyriite sino que participe* eI
pueblo eligiendo n sus representantes ion disiuooiiee
reales sobre lo« problemas del piiix y no <<>n tai.irla*
de leche ni con otra* formas de ganar voto»,
Por a«o digo que vivimo« un nuevo tumpo. Me da
11 impresión —no tengo por qué darle coum-jos a nadie-
que hay legisladores que repiten que vivimos un nuevo
tiempo, pero no •• han dadn cuenta que hay que cam-i
biar de ‘'trolley". como eo dice eulre los muebarlu)«. por­
que todo tiene que cambiar.
Justamente, algunas contradHcionis y algunos hu­
racane» que soplan ahora, «e han producido a raíz de
gente que no «e ha dado cuenta de lo que está ocurriendo
y enfrenta a fuerzas que tendría qu«' «uirniiur a a con*
tracción nacional. En lugar de asimiiatlas las enfrenta,
lo qu» lleva a esta situación que vivimoa
No quiero dejar de referirme a la intervenrmn del
•eAor Ministro del Interior, porque no ea chica ce»« la
transfiguración que ha sufrido desde la sesmn de la
Comisión Permanente hasta la fecha, con respecto a su
hítelo sobre eote tema de las causas verdaderas y I<m
fawtemM« pnufundM de te «ubvendón. etc , etc Si por
él h iteera «ido, en el día de ayer no hubiera hablado
un« «ola palabra sobre este «»unto Todo lo que dijo
«obre las causa« de la subversión, le fue sacado con t ra-
buzon por h>* legisladores, particularmente por los [M-r
tenecirnte* al Frente Amplio, quienre le promovieron
este problema, h» forma ins'rienle
23 tí 43

Eflte asueto debemos estudiarlo con cuidado. La genio
lo sigue muy de coica y loa que tienen que ver con él,
no deben pensar que al pueblo le es indiferente.
Tal como plantel) el problema el señor Ministro drl
Interior, esclelamente, casi con cierta ingenuidad, en
la Comisión Permanente, es el siguiente. El gobierno
se vio enfrentado a la sedición, a la guerrilla urbana,
a una forma superior a la lucha popular, de clames Haata
ese momento no habla visto las causas, sino, solamente,
el fenómeno violento, físico, y apeló a armas física» y
de fuerza contra e».< violencia Hasta <♦<» momento no
había percibido Jas criuh» profunda» de la subvermón.
Para darse cuenta de esto, no hay más que leer lo» din
curaos de Pacheco Areco y de Perelra Reverbel. cuando
a nuestro ««timado y capaz legislador Turiansky lo ex­
pulsó como Ki fuera un asesino y un saboteador al ser­
vicio de países extranjero« Pero no voy a hablar de
esto, como tampoco lo haré de aquel siniestro y de­
mencia) "pese a quien pose" de Pacheco Areco, cuando
puso en el Miniaterio de Relaciones Exteriores a PeL
rano Fació, a quien «c habla echado del de Industria
y Comercio.
Hasta en? momento no se hablan dado cuenta de
las causas; pero ahora si. Fueron tomados de sorpresa,
apelaron a li violencia contra la violencia, liquidando,
de esa manen», la columna vertebral de lo que «c llama
sedición. Ahora entramo« en una nueva situación y se
reconoce que deshicieron el andamiaje, que la columna
vertebral ha «ido golpeada rudamente. Más allá de la
ocurrencia d< I señor Ministro de traer como tema el
resurgimiento de la virulencia de la sedición. y de la
guerrilla armada con motivo de que hayan caído dos
personas pertenecientes al *‘UPR 33" y que en función
de esto hayan tomado a un par de docenas más, me»,
parece que las cotias tienen su nivel, su calidad» y Jugar ?
con semejante problema, como con una ley da peligro* +
sidad con motivo de una operación de rutina o poco
menos, pienso que el hecho pierde seriedad y es bueno
recalcarlo. Q liz.á fue. simplemente. una travesura del
*t ñor Ministro para ponerle un poco de salsila y pi-
mirnlíi para justificar la violencia que trae «u proyecto.
Habían deshecho el andamiaje y aliora we van a atucur
las causaa de la sedición. Eso es el problema. Antes no
habían visto la« causas: estaban enceguecidos inflen
lando la violencia con violencia. Ahora, han víalo las
causas y las van a atacar En consecuencia, si reconocen
4«* <*! andairiaje de la guerrilla urbana ha sido des
hecho. «,a qañ viene toda esta sutileza ideológica del
señor Ministro, implantando pena» por suponer que algún
ciudadano, en determinado lugar, comienza a pensar en
ideas revolucionarias y en el trastocan)iento de las bases
de la sociedad actual* Por c*o se le detiene durante
tí rneiw o ur< uño, por «i le surgen las ideas subversiva»
Si es que van a atacar la» (au*»», el señor Ministro tiene
que aer conwttuente. Si e» que van a atacar la« motiva
clon»» tiara lii fruattaelón juvenil de que habla, para
que crettca fe fe en era juventud de la cual ae habla,
repitiéndolo mil ve«««, «i ** va a buscar la posibilidad -
de que la gente encuentre trabajo y salida a «u situación
y que. por consecuencia. no caté izenuando. ansioratnenU*,
en una forma rápida y violenta de resolver *ua problema*,'*
¿no creen en »1 programa que han propuesto? ¿No creeu^
que se puede salvar este pai*’ ¿No creen que ce pueda
hacer la reforma agraria y vrt que #<- puede hacer volver
a ese millón de uruguayo» que esté en la Argentina?.
Yo creo que sí. Por e»o píen*» que todas la» «u ti Jeta«
ultrarreucclonirias del pioyerlo que auspicia ei srher
Ministro del Interior no inmen j«e»»ltdo. daade el p.jnto
de vi«íta que «jempr» hemos
de la» idear no resolverá nunca loa probfemu. ■?
No hay explicación, tHm|x»co, en lo sostenido por'*
t i propio s-n »r Ministro ni la Comisión Permanente,
\ que ;i ri-gíini diente* *o»fiivo ayer ruando se le r< cl»nu)
oor ps.rte d, ihstínlos legisladores más nlhi de que lo
í-ondiCJon . Je ratita?» forni.i.-- <|ur es evidente que» fifí
problema ha crsai mi recorto de *u visualidad
Esto obligó a reconocer que ha* i>i».*i;t< ule* de toda
índole para i»bc>rdar los problemas que <1 j>¡»>s rhi><- Son
oroblvn*»« muy grave# y i rada mom< on. . »-nr teñirán
,'r 15 día» afuiretrii iiihv.i« piedra»
06 3 . .4
en el camino Hay que ver qué para. Eso es lo que han
hecho nuestro» legisladora« al mirar en profundidad el
proceso que está detrás. Se han dado, con mucha vera­
cidad, datos económico», de contundencia total, por parte
drl íeñor legislador Trías y, hasta con fineza, por parte
drl señor legislador Terra, todo el proceso de lar rea­
lidades y lucha« de afuera golpeando en todo» los ni­
velo» y en el propio seno de las Fuerzas Armadas, a las
que hemos tenido que criticar tan duramente ruando
alguno de su« miembros realizaba torturas o actos in­
humano« También, hace un momento el señor legislador
Durán Mato« recordaba la declaración del Club Naval
y el discurso de un Brigadier que habló en detennin ido
momento sobre este problema de las causas de la sub­
versión y de la llamada otra subversión.
No necesito reiterar todo ese proceso, pues están
todo« los documentos del Frente Amplio, los discursos
de nuestros legisladores, las declaraciones oficiales de
cada grupo del Frente Amplio y, particularmente, de
aquel «1 que yo pertenezco. Sin embargo, se siente ten­
tación de reiterar el tema dé las causas de fondo y de
situar esto discusión con lo que es fundamental: el gran
dilema, el gran pleito entre la rosca y el pueblo, entre
la oligarquía qué vende al país y el pueblo que sufre
y quiere salvarlo. Es preciso decirlo. Luego de una acep­
tación por parte de algunos sectores, de esa relación
entre la injusticia »ocial y la lucha obrera, popular,
hasta el extremo dr la lucha armada, luego de un reco­
nocimiento que yo diría que es casi formal de esto, como
ye diría vulgarmente, esperando que la ola pase, después
del impacto abochornante do los actos cometido» por el
señor Presidente en Ja crisis político militar de prin­
cipio» de febrero, saliendo de esa situación abochornante
para quien haya participad) en eso. con generalidades,
con Invocaciones a hechos pesados, a la democracia re­
presentativa de lo» año# 10 6 20, que no tiene nada que
ver con lo que pa»a actualmente, podrín decirse - -y
hay que decirlo, porque ai conveniente-— que hay sín­
tomas de una marcha atrás.
Este aquietar de la» olas era el frenamiento de un
proceso que. con todaii las impurezas, productos de los
Ingrediente» que han participado. estaba alendo combati­
do se trataba, evidentemente, de un proceso promovido
desde todos los ámbitos, por supuesto desde la clase obre­
ra, como lo mostró en la noche de ayer, el estudiantado, ,.
que también se pronunció en el acto de la víspera, la
Universidad, qu? también estuvo presente, el Sindicato
Médico y, naturalmente, nuestro partido y nuestro« alia- :
dos. También se contó con la presencia de la Jclesia que |
se transformó de aquélla .a la que solo tenían acceso lo« ‘
ricuchones, que estaba llena de galardones y donde aque­
llos podían respirar a gusto, en una Iglesia militante,
hecho que nos conmueve y que tenemos que recalcarlo.
Nos conmueve profundamente que las lerurquias de la
Iglesia sientan que es su deber venir a la casa del Par­
tido Comunista cuando .son asesinados militantes del mis­
mo en la Seccional 20, superando todas la« divergencias
Ideológicas y de creencias, porque en este momento la
democracia se jugaba una parada. Toda la gente de bien
de nuestro país estaba mostrando que, más allá del do­
lor y del martirio de ese minuto, existía y debía de
haber un lugar donde se reunieran todos los que no
querían que en el país hubiera un baño de sangre
Parece que eao se reconoce en todos lados menos en
el Parla mentó donde hoy hemos oído alguna gente que
lúa dkho cosas realmente asombrosas y temerarias, tal
romo 1* aímoación de decir que es subversivo, inclu­
yéndolo en oí aspecto de subversión que nos na sido ex-
pueato-- el que la clase trabajadora uruguaya pida la re­
nuncia dei principal responsable de esta verdadera en-
rrlicitada en que rx» encontramos.
Añora viene >a reiracca de iu que al principio fue
Mmpiemeijte man-hai despacito y. en el caso deí Presi­
dente dr fe ftopúbiiíMi. quedarse adentro para frenar to­
do pioceso de cambio Almra, mas evidentemente que
iiuncit, tomienza a tomar colores la letianca y el re-
lio< -‘^o, y aquí w< hrtu señalado hecho«.
23 0 43
 Nuestro cotí pañero, el señor legislador Trias, leyó al­
gunos párrafos del editorial de "Acción" y también del
(harto ' El País". Gloso algunas lecturas del periódico de
Ja ultra-derecha, que pretende infectar de ultra-dere
chismo hasta id propio Ejército Nacional desde adentro
6el mismo. Y comienza todo este Juego; desde el diario
"El País", supuestamente el banquero Daniel Rodríguez
I arreta, que atgo tiene que ver con la venta del oro y
con la fallí)flci.clon de documentos por parte del Banco
Central, dice que como se olvidó en lo» Comunicados 4
y 7 señalar qu? el enemigo fundamental e» el sindicalis­
mo y que mientras no ne produzca un verdadero estado
de peligro pan el paúl entero, no van a entrometerse en
¿u» problemas, incitándolos con esa campaña de ia cual
se ha hecho eco en Cardona el propio Presidente Bor-
daberry, acompañado de Oari. la que culmina, luego, con
el discurso pronunciado por el Presidente en las vísperas
del paro.
Toda esto. campaña anti-obrera se realizó con la
única finalidad d« demostrar que la clase obrera no
está a la altura del patriotismo de Gary, Pereira Rever-
bPl o Peírano Fació, Mno que es un agente de agitación
y de subversión que derrumba le economía nacional y,
por supuesto el estiló de vida de Pacheco y de Pereira
que hemos tenido que aguantar y aún lo hacemos, cuan­
do uno de eios personajes anda libre todavía, a pesar
de que se han demostrado sus incursiones en el dinero
ajeno, en el Uñero del Estado, tal como sucedió en el
caso de Ute.
Debilidad ante el poder sindical, según "El País";
¿aigún lo« fascistas de Azul y Blanco", los documentos
de las Fuerza$ Armadas están mal calibradas y por ahí
empieza la algarada. Esa fue la preparación sicológica y
luego vJzx» la algarada que hemos vivido en estos días
ton ese vi eje -sabor reaccionarlo del pachequismo, con
reminiscs n?iX-' de esc "pese a quien peae" que yo glosé
hace unos instantes. Empieza. entonces, a pretenderse.
Incluso, que en las fuerzas Armadas hay personas pro­
clives a estos planteamientos derechistas, reaccionarlos,
anll-obierps, antiainc'llcales. Hay que leer subrayadamen­
te lo que se decía en "Azul y B anco1' —que glosaba con
inmensa alegría el diario "Acción" de que los que man­
daban, realmente, en el Ejército, no sólo odiaban furio­
samente a ledo lo qtic es progresista, .sino que tienen odio
cerval a tod > lo que huela a Frente Amplio y están di»
puestos a arrasar con todos lo» sindicatos. Todo esto fue
dicho en esf lenguaje habitual de los fascistas, que con
lauta alegríi transcribe el diario “Acción". Uno de los
títulos era ’Marcarlos y a Tablada". Este es el lenguaje
del fascismo del cual debemos cuidarnos. Este seria, sim­
plemente, un estropicio periodístico: ensuciar páginas de
un diario con los recortes de otro Pero, hubo otra cosa:
un ataque frontal d11 “Acción”, nada menos que al señor
José DElin. esa grnn personalidad a quien conozco, esti­
ma y admiro desde hace muchos años, personalidad in-
depéndiente, pero verdadera personalidad, a la altura
(le cuyos zapatos es podóle que no se puedan poner mi»
de cuatro que lo están insultando. Fue un ataque directo
ni Presldenle de la Cnl, porque ron toda su responsabi­
lidad dice lo que piensan los t rabal adores frente a la si­
tuación y expresa también lo que resuelven los órganos
oirerliVixs d‘ la Cent ral Obrera El ataque fue soez.
Nal iinilmenl e que omms también el ataque ordinario
del Presidente de la República dirigido contra nuestro
compañero Arisnmndl, tema del cual no me ocuparé aho­
ra porque, supongo que el mismo señor legislador, com­
pañero Antrnendl. lesponderá a esta idlnnaclón cuando
lo crea opertuno y conveniente. He dl|o. pina »tacarlo,
que era dueño y señor do todos los movimientos obreros
del Uruguay y que cuando pronuncia su palabra en el
local de la calle Sierra, todo el mundo boca abalo y que
log miles de dirigente» de lodo el país, desde Artigas a
Montevideo y desde Focha hasta Fray Sentó» son una
manwa de ■Mápido» pi" responden a la apretada del
¡v.toi. O» Jtécretaría d< nuestro partido,
A todo «ato. oontoslará, oportunamente, el vítor le-
gñúMfor Jli pero, desde ya adelantamos, que es
jar», uu urauito ? l Mecho de que toa traUaJadorei
06 4
no» reconozcan como uno de lo» suyos y que en la me­
dida que sepamos cumplir con nuestro deber, nos harán
un halago ron reconocernos como la vanguardia políti­
ca del movimiento proletario, pero nada más ni nada
menos que eso.
El mismo día. el Presidente de la República, lanza
una carta, también virulenta, contra un senador de la
República, contra el señor Fcrreira Aldunate y también
contra el general Heregni, en una forma que, para decirlo
de la manera más serena, tendríamos que expresar que
es grosera e indignante. Tampoco a esto contei tare. por­
que. en su momento y cuando lo crea conveniente y si
estima que es oportuno perder tiempo en estsa coras y
con esto personaje, responderá el propio genen.l Seregnl.
•j
¿Bate es. simplemente, el estilo de mal humor dei
Presidente de ia República? Lo que hay que preguntarse
es qué ha pasado, qué está pasando, qué se busca y qué
se trama.
No sabemos quien pide la suspensión de las garantías.
Es un documento que firman todos; pero, en definitiva
no se ha afirmado cuales órganos han respondido a la
suspensión, que, al fin y al cabo no es más que la pre­
paración de la ley de estado peligroso.
Sin embargo, tenemos que decir que .sea cual sea el
organismo que lo ha enviado, es conutitucionaimente el
Poder Ejecutivo, pero aún cuando también tuviera algo
que ver el Cosena, la actitud que tomemos la llevaremos
hasta sus últimas consecuencias porque creemos que es
un peligro frontal pata toda la vida futura del país. No
faltará quien piense, en serlo, que el perfil de quien se
embadurne con este proyecto de ley de estado peligroso,
no va a quedar muy bien configurado en la vida del país,
La demostración de ayer, lo ha pichado fehacientemente.
El Presidente de la República, en la alocución que
hizo contra el paro de ayer, nombró todos los realizados
anteriormente, en forma fraudulenta, porque englobó, co­
mo paro general, a algunos que eran paros en una fá­
brica, o de cuatro, por unas hoias. Pero eso, probable­
mente, se lo han dicho ios que escriben para "El País".
Los que hacen eso en ese diario, ¿on personas pagadas
por la Embajada norteamericana, y consejeros del señor
Presidente por lo que no le arriendo la ganancia, ni se
a donde va a ir con semejante información.
El señor Presidente nombro conflictos del mes de se­
tiembre. Creo que ha llegado el momento de hablar claro
de estas coras, porque sobre ese tema, el señor Presidente
oculta hechas que nosotros vamos a decir. Es posible que
esto nos de Ja clave de como se ha Ido operando el pro­
ceso en esto porque como aquí ha dicho un señor
legislador, no se trata te que en un cíelo despeiado, de
pronto cayó un trueno o un relámpago, sino que los acon­
tecimientos se han ido desarrollando en función de la
propia experiencia de la masa obrera y popular y de la
que han ido resogiendo todo* lo, actores en esto volcá­
nico año que hemos vivido.
81 el señor Presidente de la República tiene cadena
de radio y televisión para dos diatribas en un solo día.
y si segutoores y rwnpuu* de el lo animan, lo azuzan y
to lanzan para que realice esto “patochada", como la de
• entinte «Lora el hombre que raca pecho, de! hombre
que encabeza el ataque á las fuerzas drt izquierda del
Frente Amplio, y a Jas de oposición, y sí en definitiva
muestra él su rostro, romo en otras circunstuncias lo
hicieron otros orsfanbmo#. en algunos < as<w, las Fuerzas
Armadas «J ron eso píen -u ncauciiutar, en oast a un
presunto machlsmo. por suá actitudes televisivas, y por
los discursos que ptonuncH cadena mediante. nosotros
tenemos mucho que pvordarle y que recapitular, no para J
(¡efendernos de las avu-„ic iones dt este ,,eñor. ni para dar t
explicaciones de uclitudt- . une s?n < la ras poique otán |
en el mvlm ínteres obrero, ;iido j/ira .»cusai ií Piral-’*
dente ó-- i.i República y a quienes lo están lanzando a
esta utopleu -»ventura de trainform irse en líder, ahora,
de las hierras <|eroehlstas contra el movimiento obrero v
populfii, en lodos los niveles le este pan. Tampoco lo /
hacemos pura ewahdaiizar y jierturbnr, ni para sacamos j
í

el guato de protestar. Cuando ente neñor se encontraba
en el lujai que estaba, todos nos ocupábamos bastante
poco de ¡ él, porque sabíamos que picaba poco en todo
este tente; pero ahora se ha transformado en el masca­
ron de proa de toda 1a reacción, para unificar a todos
los sectoies reaccionarios en la lucha contra la izquierda,
contra el movimiento obrero contra la libertad sindical,
tratando« incluso, de cumplir este objetivo, llevando a una
confronti .clon como lo quiso en dos oportunidades, co­
mo lo voy a demostrar-- del pueblo con las 'Fuerzas
Armadas, a f n de que puedan sacar jugo la rosca del
país y lo} elementos antinacionales, Todo esto lo vamos
a poner <le manifiesto para alertar sobre esta gran cons­
piración reaccionaria que se esta montando, que tiene
un viejo tufo fascitoide, porque tiene como signo, como
lo recalcaba el señor legislador Trias y el señor legislador
Terra al anticomunismo, el arma predilecta del fascis­
mo. usada por todos los dictadores para justificar sus
atropello!, no solamente contra el comunismo, sino, a
veces. ni siquiera en primer lugar los comunistas pero
siempre dirigidos a ellos y luego a todos los que pro­
testan. lo que sea antl-lmperiailsmo, a todos los que
reclaman una auténtica democracia en la cual ellos se
asfixian i jorque sólo pueden vivir bajo la prepotencia, el
garrote, y la presión de las fuerzas represivas sobre los
movimientos populare?.
Esta e; una trampa montada, no sabemos todavía bien
por quien; pero lo vamos a averiguar. Lo grave, de cual­
quier manera, es que, sea quien sea quien la haya mon­
tado, colocada en el centro de la República, como un
explosivo volcánico que quiere trastocar todos los pro-
del Uruguay, en primer lugar, sirve solamente a la
i osea y < o evuntlc termino, como es colocada por el
Presiderrt» de la República —lo qur la convierte en cíen
veces máh peligrosa- debemos utilizar esta tribuna jmra ,
desenmasaiirar esta conspiración
El Presidente de la República mencionó a las huelga» ;’
de se' len bre, luego de falsear y tergiversar fallutamente í
la cromen do diversas arciones obreras en todo este pe­
riodo. Te ico todos los diarios do aquella época donde fi­
nura un comunicado muy Interesante y .enriendóme a
él en doi palabras, para que duhpués mlicivian por qué
voy a me testar los con la lectura, debo decir que el señor
President1 de la Ri publica con su sagacidad y sus ase-
¡ores c ue algún día .sabremos quienes son, uno de
clin« partee que se ha ld< a España, que es Garl
a la conclusión de que el mes de M liembre estallaba
una escalada sindical.a todo nivel en ledo el par» Según
los obelos informantes que tenia, esa e.xaiada era la
continuidad de la guerrilla urbana ahora <n el plano:
crcml.il, <n ropsccnenrl'i. había que atacar ¡i estui quo.
en el mouciito píc ente, en el tic .setiembre. era rl
estallido de un conflicto por el planteo de reivindica* .o- ‘
lies de 1| Federación del Transporte, y que había que
cortarla i n seco poi medio de la represión violenta.
A esa? condusíono« llegó el wftoi Presidente ron
'isísores
,T. ....... .... ... . . R i, o ’«Xcorno de los problemas »¡indícales Y *c estuvo si bor-
Este prora ,-o cree
todos lo.1 diarios, advierte como se fueron procesando
los hecho;
Dice usi ’'La Inlrrvi nvmn ó< la hopa n los con­
flictos hib'»rales do Ah» v (leí trnnspuite. hiibttn »alo inri
do lar, nKdidns barapidas en las reuniones do gobierno
manienidts ayer Se Informo oficialmente (pie «<• hablan
considérate lox temas de los conflictos planteados en di­
verso? gtimiua fundatm:nt-alnvnlc por aiustes »alurliiles
y oli'.u n ivindlcHcloncs Una primer reunión en horas
de la majuna. enjn rci.idmeia ue Huarez. de los miem­
bros leí iubi» rno, fue seguida en horas de la noche, en
la swde lü l Estado Mayar Conjunto, en donde o| presi­
dente Boitlaberry y el \4inl tro de Defensa Nmiomil se
•»•une t jj or ('«> nandante» en Jefes de Ins Fuer-
■ >.< Aí'.IWtl^s v^un se publHto anoche desde bi propia
Proal dervMi de Ja República. I f» primera reimión tuvo til*
eq v > oi|’í
•< ó । |:$ , i«¡¡ biiaiicnd' del ilcnominado Grupo Econó*
itihd It l (Jubierno Cunto con la presencia de Bordaberry.
del Secretario de la Presidencia, del Ministro de Economía
y Finanzas, del de Industria y Comercio, del de Trabajo
y Seguridad Social, el Sub-Secietario de Ganadería y
Agricultura y del Director de Planeamiento. Aunque so­
bre esta reunión no hubo ningún comentarlo oficial, tras­
cendió que se consideraron los conflictos laborales plan­
teados tanto en la actividad pública como en la privada.
A las 20 horas en Cafa de Gobierno se anunció por la
Prosecretaría de Difusión, que el Presidente se habla di­
rigido a la Sede del Estado Mayor de las Fuerzas Con­
juntas y que se emitiría un comunicado. Se dijo luego
que no iba a haber comunicado'*.
Texto del comunicado: "Finalmente, a las 20 y 30 la
Piosecretaria difundió el siguiente comunicado: E*1 señor
Presidente de la República, acompañado por el señor Mi­
nistro de Defensa Nacional, se encuentra reunido en es­
tos momentos en la sede del Estado Mayor Conjunto con
los tres Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y
otros oficiales superiores. En dicha reunión se están con­
siderando diversos temas específicos relacionados con la
actuación de las Fuerzas Conjuntas y analizando espe­
cialmente la actual situación laboral y las medidas a
adoptar frente a las anunciadas paralizaciones de varios
servicios públicos esenciales ,y en otros sectores funda­
mentales de la economía del país, tendientes a asegurar
la libertad de trabajo y el normal desarrollo de la acti­
vidad pública y privada*'.
Continúa: Cabe señalar que poco después de entre-
gado el comunicado a los periodistas, se dijo que el mis­
mo iba a ser sustituido por otro, pero a esta altura, su
texto ya había sido difundido directamente desde Cosa
de Gobierno, por varias radioemisoras, por lo cual final­
mente se comunicó que se mantendría el texto entregado.
Entre las varias versiones que insistentemente circularon
ayer, desde que se tuvo noticias de la primera reunión
en la Residencia de Suárez, una de ellas señala que el
Presidente Bordaberry dispondría la intervención de las
tropas en los conflictos de Afe y transporte. La versión
no pudo confirmarse, pero anoche se señalaba - esta vez
en la sede de las Fuerzas Conjuntas, de la Avenida B de
Octubre el inusual comunicado, cuando aún la reunión
cue se inteló a las 20 y 30 y concluyó a las 22 y 40 estaba
todavía en pleno desarrollo ”.
¿Por qué hf leído todo esto? Porque en ese problema
del IransjMjrte fueron llamadas las Fuerza.*« Armadas y se
llegó les pidió que reprimieran los (Risibles con fílelos porque
se trataba de una escalada sindical continuar.<m de la
guerrilla urbana. En consecuencia, había que apelar al
estado de alerta y al estado de salvación nacional
Yo lenito aquí todos los diluios , Qtic »tlcedi.»’ Qur
no había tal ejtcaladíi sino un conflicto sindical meo >i
toado y bien concreto. Tengo aquí todos lo; ar JHI
*^<iúrado5 hasta el día 18 15 días llevó 1« gestión cuan -
Z| FP w\*é dernortró qm m había ninguna escalada sindical
ü» 1 r T Ti"' «r. rx>neriM> !» »rabtjar y me re-
" -*-1 .ÁkT • ese Ministro Ahdnta que no da un paso sin con-
Fl AWw/ar a Hordabrrry: y el Presidente Bordaberry no sabe
porte, con todas las contseneftefas que podamos ¡mjioner.
¿Con qué razones? Con la» rosones de un chismerío fas­
cista que llegó a las orejas del señor Bordaberry quien lo
creyó porque le ron viene, dado que *hi mentalidad de la­
tifundista y reaccionarto *• proclive a escuchar todo ti­
po de uiwiduui contra la eiaet obrera, por el profundo odin
qur le profesa.
Tengo aain todo» ¡a» documento« que demueoUan qur
la» Fuerzas Acipada* no ocuparon los centros de trabajo
poique < ncunlraron la forma de enterarse de lo que <q»-
tai) i pásmalo Alguien ixairá decir que e» una nujubordi-
nación Yo < reo que todo c* una iiisubordinuciop, porque t
si el Comandante en Jefe del Ejercito Huma a los Ofi-•-í
cíales y les dhe <m<* opeim en el lr.’<m>|»ot*e y o logar ;
de uporur. le preguntan pe que e» <1 em;flich>.
unte una Iirmbonitn |< ;<m fod is l i.-; t.'irtnit.l ar h;»r ido <
.1 di I r..ir * ■ ■! ■., q,
, Qm- htl tb'om d i mi,» .» ; - a ’/.<* e»«* r» <•< «ron' 1
U6 5 i
 '1 ■ ! < ■ ’;
tenían i azi ;i, <iuc el dcspotílla que quena comenzar un.'
escalada di ¿tingre contra la c ase obrera no solo no le-
n:a razón l ino que ni siquiera :ema ponderación, porque
estuvo alai gando la situación una vez que se demostró
que no exist.a tal escalada, que las asambleas obreras
dec¡an cla^o o que querian y que los conflictos se nie-
glaron una vez, que el haraganofe del Ministro de Traba
jo y Seguridad .Social empezó a actuar, como debió haber
actuado dade el primer día.
Ahora. । saquen cuentas, señores legisladores, huelga
dei transpdrte intervenido; trolleybusei», omnibuses y to­
do ¡o que tea locomoción intervenido por el Ejército, hi
PohcAM o pór la Metropolitana Y todo eso mandado por el
<rñor Bondt ben y ei genio pohuco de cata época, el con-
Unuacor cMl Bocha" Pacheco ¿Qué hubiera pasado en
setiembre, (ctuhre y noviembre en este país? ¿Dónde es-
tarianiiM' atora? Puede sar que la pereza mental de algu-
noa ** ñotez iegUiadores leu haga pensar: "¿pero para qué
vamos á rebordar eso ahora? Ya pasó". No hay que pen-
.sar ani, polque eso pudo pasar y el pata tiene que saber
por qué lb(i a suceder y por qué no sucedió, < cumentos que lo demuestran. Todo esto es insólito v lo
Y o no estoy aquí aduiando a nadie, porque lo princi­
pal en esto p> la actuación de la clase ubrera, como siem­
pre p.itrH.iPa, como siempre elevada, como siempre ofre­
ciendo soluciones, como siempre siendo lo que es: no un
factor de di stracción y de subversión, «I no un factor de
conitrucriój y de avance Asi sucedéis ruando haya go
bremos que entiendan a la clase obrera y que no la odien,
en lugar dé querer reglamentarla y embretarla ponióndo '
le grilletes, >omo quiere hacer el Danieli’o Kvdrique/ La
rreta, el grin banquero, el de las financieras implicadas,
la “Velan” te Punta del Este,,o el señor Presidente de li
República. j
¿Compr''nden, señorea h gisladorts? Si yo cxa-*rro.
exagero píre; lo cierto es que *1 lo que de que habí» una
c?calado prosperaba y no se p*nf»ba mas ligero, nosotros ;
habríamos cnldo tal vez un baño de sangre en el mes G
de setlonibf!. Esa es una realidad. ¿Quién puede ncgiula? J
SHfoR RODRtOÜBZ <«& «íW»«». - »" íretM*™
mente, señor Presidente, no tengo nana que contestar. No
tengo I* culpa* de ser un hombre absolutamente inhábil
para hablar, un he mbra borroso, que habla en borrador y
ni que nadie entiende lo que dice. Mala suerte; qué voy
a ha.er! No fui a la Universidad.y. además, ya pase los
45 y no creo que vaya a aprender mucho máa
Mala suerte, señor legislador. Vamos a ver «i siguién­
dome como en el cuento aquél del “¿me sigue'/’ - ■ |K>-
deinos entendernos.
BXNOa koufibtrtik. finí éSiqUel. Creo que be
adelantado bástame, en el ardor de la Improvisación, so
bre las consecuencias que hubiera tenido la operación que
| ordenó el Presidente de la República. Insisto porque ahí /
i fue donde me cortó mi estimado interlocutor que no '
$ estoy aquí exaltando (a actuación de nadie. Yo estoy re- v
t firiendo un hecho que todos vivimos y ahi están los do­
<
primero que resulta insólito es un Presidente que no en-
tiende nada de este asunto. Evidentemente, no merece ser '
Presidente de los uruguayos, porque éste es un Uruguay J
muy político, con sindicatos desde hace 60 años. Debe
tener un Presidente que entienda en estas cosas en pri- $
mer lugar y, en segundo término, un Ministro de Tru- i
bajo y Hugiiildad Hoclal que no sag Imíi plantón ooffio es- 1
te señor Ministro que n<> m» movía, no se movía y no se ¡|
movía y dejaba que todo se complicara y m fuera al de- $
monio. con esa cara de ángel y ese buen gesto que hu- j
manamente respeto pero que no me sirve, porque no ne­
cesito un Ministro de Trabajo que sea un buen padre de
\ familia sino que tenga nervio y que no esté pencando en
otras cosas del Banco de Previsión Social que no .son pre­
cisamente las jubilaciones sino lo que pasa en el 5" piso
Nosotros tenemos ei problema de febrero, otro caso
que aquí se ha delineado con toda claridad. En el mes d<*
febrero se planteó un tema por todo« conocido. Aquí ha
sido cuestionada un planteo que realizó el señor legisla­
dor Mlrhelinl - que yó considero totalmente vigente y
congruente en cuanto a que el señor Presidente no supo
actuar porque no sabía lo que tenía en el Ejército como
lam|X)co en la clase obrera ni en ningún lado En conse­
cuencia, ordenó a la tropa no obedecer a sus mandos.
Aquí se ha dicho que en cierto modo, al plantear un pro­
blema de esto tifio, estaríamos convalidando el hecho de
que esos mandos desobedecieran la orden del Comandan-
te en Jete con respecto al Ministro que le querian impo- J
ner. Es el mismo tipo de problema del que yo planté« íb
hace un instante. Desde el punto de vísta dé la herme- S
náutica luridica y constituí lona!, ¿es una cosa loable, es jS
algo deseable que se haya llegado a este colapso en la ‘a
relación de poderes'1 No! w
Me parece que un Presidente de la República, cuan­
do da determinados pasos, no puede decir que hace lo
que quiere, tirando con la Constitución por la cabeza. No.
señor Presidente, tiene (pie medir muy bien los pasos oue
da, e. incluso, hasta las pjhihies (pie pror.tinuhi Tiene
que darse cuenla cu d ( ¡i .<> concreto que no esta en
............ ........ ... ......... • ■ jé
06 6 1 23 6 43
 la labor rtírnl. sino rn In de gobierno, rom prometido con
un país, el cual quien lo llevó a mu raigo «alna que se le
entregaba fundido y deshecho. Y el señor Bordaherry
*ambién lo sabia: lo conocía en set iembre, i Vaya si lo sa­
bia. despuís de lo que nos hemos enterado en cuanto a
que ya en el mes de abril habían quedado en vender el
oro! Quierf decir que lo sabia si es que no ’o conocía
antes, ya pomo Ministro de Ganadería y Agricultura
en abril. a¡ un mes apenas de haber tomado el poder Es
de suponer1 que tendría que saberlo, Incluso, antes, cuan­
do fue. en definitiva, hombre tan de confianza de Pache­
co Areco. q ir io postulo para la Presidencia de la Repíi
blira; y todos sabemos como era éste de tan personal y
de promover a sus amigos o gente de confianza.
La lnc( nslltuclonalldad viene, entonce», de atrás; dr
Pacheco Atico y de tesdo lo demás. Se crea esta situación
este enfren .amiento y no se sabe como resolverlo, llama
el Presiden) e de la Repúblic a a desobedecer a ¡os mandos
v. a los do» días, acepta cualquier cosa. agachando la ca­
beza y yenijo a Bolso Lanza. ¿Esto es un Presidente de la
República?'
Y a lleta una instancia úMlítuciotml para terminar
ron esta situación, ¿no vamos a jugarla'* ¿Por qué no?
¿Es que tato c« un patrimonio jieraonni del señor Borda-
berry. que Jia sido elegido para toda la vida?
Ahora; en este segundo caso, si la operación con la
Marina yein las bases del Ejército hubiera tenido algún
andamiento y no se hubiera astado tan chillado rn
materia de lo que pasaba en este país — ¿dónde estaría­
mos ahora? En un bvfto de «anfr*. con ciento« y miles
de militares muertos ¿Pura qué* ¿Par» que el señor Bor-
daberry «qp¡ Mendo Presidente de ia República, aunque
no «trva papa ello, teniendo una Constitución que esta­
blece cuñndv y en qué forma puede hacerse el cambio, y ?
cuando su ¡impla dignidad de persona superada por los ¿
acontecimiento«, debía indicarle el gesto natural de la '
renuncia? 1 sto no seria perder autoridad; por el contra-
rio, seria dl<rselit, a través de la persona que lo «u»t|tu••
yera. a la < ual no le voy a hacer ningún elogio, jiorntic
no estoy se| uro de que a los 15 días no tuviera que estar
también, ht ciendo algunas cosas de otrn orden como ti­
tular del Pider Ejecutivo No se trata de esto. Se trata
de que rn lebrero, estuvimos al borde de hi guerra civil.
Lo olfatean os pn las barricadas del Puerto rn los tan­
ques <!(‘l Pr ido en los llamados de Jos diverso» sari ores
Ir i.;.« Fumas Aimuinx para solidarizarse y i no entrar
en r| cornil de ramas" que movían los rlrmrnlOH r<w-
cionarioti qu» deseaban ia confrontación.
Mr parque que es una cosa npiy grave.
En c! rn<s de setiembre, enfé" jtamiento de huí Ftier-
bas Armada < con la clase obrara y con todo el pimplo
que la iba i¡ apoyar; en febrero, clima de guerra civil
en lo que seda algo mucho más fuerte que la confronta­
ción con M fuerza* obraras levantando barricadas en a
capital. ...
Creo qw un Presidente que m« acuerda de la Uon*-
UUidófi eoi» omite para decir que el ea la autoridad má­
xima. no aa Jo que nem*lau»o*.
La explicación de r>tr problema, también se ha dado
aqui y muetra lo que nosotros dijimos y decimo».
El seño! Bordaberry y los que In acompañan y acón-
srjan. mani est «ron que en cualquier caso, frente a cual- J
qmrr Nituncon y do cualquier manera se quedan rt de-*
tender su elise sociul. mis hitlfundtMus. min empresa» fri- 'A
goriflcas bene)lei.ula.s por cl Presidente de lo Rrpublira (
mindo ora Ministro de (lamidena y Agricoltura. Y que, »
lambirli, sr qurdan con sii rrglmrn de secreto bancario: t
con el qur jiermile r.sràndalos y robo.s conio ri del Banco“'
Mercantili 0 in ri que facilita qur se hil.sitlqurn documen­
to,« del Borgo Central baio su direccion y con su Indi-
rarlón del Banco Central pani orlili irle al puis qur ya
no rglstia ejj oro desi Ir ri mrs <|r junhi
■ -4 ....
06 7
Pura defender lodo es» se quedan Para defender lo
que tiene <•<•100 contracara lo que nosotros hemos vivido:
los escándalos de la Ule y las demás situaciones, que
entre otras cosas, nos hacen sentir la vergüenza de que
todavía siga siendo representante del Uiuguay y de otros
dos países latinoamericanos en un organismo en Washing­
ton. un personaje como lUy.s«cfi Pcreira Reverbcl, de una
crueldad inaudita que lo ¡levo, entre otras cosis. a man­
dar a la gente a la Isla de Flores. Y ahí está liara re­
cordarlo, lo que rd.r señor hizo con Turiansky y olios sie­
te compañero« do todo» los partidos, que difundió romo
crimínale» en todas las Comisarias del país, como si «e
tratara de vulgares delincuentes. No puede admitirse, se­
ñor Presidente, que gente como esta siga siendo hombres
de primera linea en la Republica y que tengan ranongias
tabulosas, a lo« tres dia.r tie retirarse, ron )ubilacinne^
de millones de pesos y ron sueldos en dólares también
millones de peso* en un organismo internacional.
Esto es lo que esta defendiendo el señor Bordabeiry
;d quedarse. aunque la situación lo cubra de vergüenza
y el mbor tenga que estar permanentemente en mis me­
jillas. Me queda nada mas que jaira defender Jas intere­
sen de su ciase.
Hace dos días pretende aparecer y sacar la cabe:*«,
pura hacer una nueva Santa Alianza. El señor Bórdate-
rry se nos presenta, ahora, como la expresión visible del
uliraderechi.smo civil, pretendiendo y pregonando se­
gún lo proclama el fascista Azul y Blanco“ y según lo
transcribe el diario que fundó don Luis Bntile Berrea, va­
le decir. Acción" la existencia de posiWlldude» de que
lo» mandos reales del Ejército enMivlrran en monos de
gente de la izquierda. Esta es la filosofía de esa pagina
del diario “Acción'’, y vale ia pena decirlo.
SEÑOR RODRIGU0& ictott BMíqi»hU UmMWÍ
y la elabora, la exalta y la titula apropiadatnmtta. Ada*<
míoc ia comenta, y la acompaña con un furibundo «di*»*
loiial contra la» poateíone» del Frente Amplio, de la ’ni?r
y de D'Kha; en fin. todo esto que «e está diciendo qw», «i
lo fucramoa a traducir ai » de febrero, significaría que
la clase obrera, se hiciere io que realizó ayer, »e estiria
moviendo en favor <M Bordaberry, de Oari. de Peirano
Fació y de ia rosca tdda.
Sé que voy a herir a un senador que estimo en ton
personal: pero la» estunacionea |»er»onale«1 señor Presi­
dente. cuando hay cotias un grave» y se quiere nevar de*
nuevo al país a 1R guerra civil, no pueden impedir qua>
tit las ponga de manifiesto.
Me duele que los transcripciones que se hacen de
este inmundo pasquín <|tie '•» Azul y Blanco” ique den­
tro de «us propias puglnas contiene ataques contra di-»,
rigentes de la 15 y que. edemas, publica un articuló^
demostrando que el suicidio de Baltasar Brum no fue tal.
sino que el mi jxxjo menos que un drogadicto que murió
victima de su locura .
SEÑOR- HílíBRfi rìAMBAWim.l A
SEÑOR RODRIGUEZ »don Eniiquri. En Azul y
Blanco", que ustedes transcriben, contra la clase obrera
ItmARPHiLA ¿M» fMMMUte
n. se 0TO1TOY?
SEÑOR RODRIGUEZ (don Enrique) No. señor le­
gislador. Déjeme terminar: le cuento lodo, porque parece
que no leyó 'Azul y Blanco" tampoco.
DtL
pü'lGS^OO
23 G'U
à

Y al coi tad<>. oalá la vera efigie de Gabriel Térra,
con hiw trato« amenazante« sobre el golpe de Kidaao
de 1933.
Cuando le llega, en mi opomen. a ¡a pérdida de todo
principio, en aras de lo» intereses políticos y sociales que
se defienden —que son intereses como lo» que represen­
taba el sefoi' Jorge Batllc, cuando daba el cimbronazo,
oponiéndose a la nacionalización de la Banca y diciendo
que había q je concentrarla y que exportar empleados
bancarioe, er una frase que. algún din. se tendrá que
decir en publico por todos lados todo puede pasar. Y
el hecho clero es, señor Presidente, que ese diario, fun­
dado poi Lu|< Batlle, transcribe estas cosas de un pas­
quín como "A?ul y Blanco", engoladamente ya se habla
dicho días ar tea ¿para qué? Para llevar a la lucha y
a la división de las fueizas populares, pretendiendo la
coagulación de una conjunción de fuerzas de derecha a
todos ios niveles, si van a tener el apoyo de un cura
derechista, tai tibien lo van a meter; y a Monseñor Corso
de Maidonadt, opuesto y enfrentado a Parteiil. en los
problemas de ja Iglesia también lo van a traer y poner
ahí, ya que. ahora, se trata de buscar a todas las cabezas
más >) menos potables que puedan servir para esta ope­
ración de derecha, buscando llegar a todos loa lugares.
Cuando se dice esto sobre la Cnt, se busca la divi­
sión: cuando a? dice eso de las Fuerzas Armadas también
se busca su c ivisión y rn todas los casos se pide que
aflore ti comunicado de la Jup, tres milímetros el paro
(c la Cnt, 40 *entlmetros para la Jup, una organización
e farsantes, je ladrones, de coimeros, pagada ixir la
mbajada Americana, como lo saben, los primeros, los
que escriben lá pagina política de 'Arción".
¿Qué ea *so? Alentar a cuanto derechista y fascis­
ta haya, tran-wrlbir sus articulas, levantarlos a las nubes,
crear este clima de división en todo el país contra todo
lo que se pued? oponer a la rosca que está siendo aco­
rralada, por Us circunstancias que se han dado en la
República, que Aquí han sido explicadas. No sé que exista
ninguna clase lie mesiankmio militar ni ingenuidad poli-
tica aobre ai hhy o no dificultades, implicancias, contra­
dicciones, elmn'ntos derechistas y hasta fascistas en las
Fuerzas Armad ¿s. Basta ver el proceso en general de los
comunicados,, lo que se dice sobre las huelgas del trans­
porte y lo que está sucediendo actualmente en el país
y leer la campiña de los sectores de ultra derecha, que
es el mejor sntoma de que algo hay. Oon esta confa-
bulaclón derect lata, que ahora encabeza el señor Borda-
berry, no se per cuántos minutos, lo que se pretende es
voltear algo, di »hacer y tirar abajo algo que está era-
riendo y a lo que temen como a la muerte. El que mire
de vera« cual «i la histoiia de la realidad nacional, verá
que e*e algo es la posible con ¡unción de todas las fuer­
zas popúlales, le todos los sectores políticos y sociales
del país en bustn de una salida que plantea la única so­
livión para el d.lema: oligarquía por un lado, pueblo por
otro.
j .... . ...... •
DE?. I
" (JSAOO
der una interrupción que me ha soHcltado hace rato el
señor legislador Ai&mendi: pero, antea, sobre un aspecto
ae la interrupción para no volver después sobre el asun­
to, por si no lo l bordara el señor legislador Atismendi,
cebo decir que esu problema del 80 % de Ion* votos y de
las elecciones, ya hace un rato lo planteamos en un en­
tretenido debate cue mantuvimos con el señor legislador '
del sector reeleccionista, diputado Cano, y me parece que
había quedado resuelto.
Lamento mucjio que el señor legislador BangulnetU^
no estuviera prese|ite, pero eso ya so discutió, dimos argu-
montos y croo qué aunó; quedé convencido de qué gané/
Lástima que no estaba presento el señor legislador,
' SlHtOa RODfflOÚtíí 'íl&n línrttu»; —' Qufaá
aclarar, señor Presidente, pera que quede en la versión
taquigráfica, que no dije que los señores legisladores
Sue dirigen "Acción" tuvieran un pacto con “Azul y
lanco”. Creo que de las palabras del señor legislador
Arlsmendl surge claro que lo que han hecho o» utlU-
zar —y yo agregué, ala rubor— un "Aaul y Blanco”
cuya conlrgtapa tenía lo que he dicho, o sea, utilizar
eao para los objetivo» de que aquí hablé en forma gruesa,*
que el compañero Arismendi, que lo hizo en forma más
explicativa y bondadosa para con el Presidente de la
República.
En segundo término, en cuanto al problema de si
existo o no confabulación, me parece también que de
la explicación dada por el compañero Arismendl enrge
de que no se trata de que haya habido un* reunión
secreta u otro pacto Beino Lianza de las fuerzas regre­
sivas, pero hay coincidencias objetivas en una misma
dirección que va abarcando a una serie de persona» y
de prédica», editoriales y demás y,- como todos van en
la misma dirección que nos parece que es nociva, no
se trata de hacer presunciones sino de llamar a alerta.
Estoy seguro de que si el señor legislador Sanguinvtti
creyera de vera» que eso que él expresa lleva ai país a
un golpe gorila o a una dictadura militar fascista y no
lo planteara como peligro, no cumplirla con su deber
Integramos un cuerpo politico, donde del intercambio de
idea«, y de la» información»« que se exhiben pueden sur­
gir cosas nue antes no se veían. Yo no voy a dar consejos
a semejantes roliticoa como los que tengo a mi frente,
quo saben mucho más que yo en exla materia, pero el
problema eatá plan liado ahi.
Mirado el problema objetivamente y uniendo toda«
calas cixsas. com.'loimos en nuo existe una lealtura refi,Té-
siva. En primar lugar, porque la encabeza Bordaborry;
en segundo lugar porque queda todo el elenco y. en tor­
cer lugar, porque va dirigida a golpear a fuerzas que,
con todas las dificultades, contradicciones y ambigüeda­
des propias de movimientos emergentes y, en c erta me­
dida volcánicos como pasa en est? tiempo con la juventud,
tienen «u existencia en el país. El político leal, sincero,
¿ que quiero bien al país, observa todas 6¿tas fuerzas en
dosarrollo y ve lo que sirve para calvar al país y. del
mismo modo, creemos que este movimiento de las piezas
de ajedrez, que es evidente, irá hacia la derecha, hacia el
"no paca nada’\ tratará de volver al punto muerto. Y eso
? «cría terrible porque el país ya no puede retroceder.
, Este país no retrocede; el que no quiere avanzar llevará
4 a confrontaciones que pueden terminar en esto que ex­
plicaba et compañero Arlsmendl, o tendrá que marchar
—alguno« marchan obligados por Ja hora o porque al
final se dan cuenta que i*e están poniendo contra el
pueblo- - Junto al pueblo, y algunos quedarán con sus
milione» y con su mentalidad latifundista por los Siglos
de les siglos, amén
<Murmullo». Campana de orden.) i
-- Señor Presidente: dicen quu me siento persegui­
do. No me quejo de ninguna persecución. Cuando la 18
—«opongo que tendrá un orador de fondo para tratar
este tema—- exponga su pensamiento y yo encuentre
una oportunidad para rebatir sus puntos de vista, lo
haré, «i en eea intervención refuta, con fundamento, y
no a través tf»« nuestra Intervención, nuestros punto» i
de vísta etenc'ales.. ■? . ■> .■ z. -t* :<■> :»■, ¿ »■»-*•• ■■ '** ■>
' *5
¿Por qué me voy a sentir perseguido? Cuando es- J
cribo en el diario y cuando hablo por radio, expreso.«
lo que digo aquí. Por supuesto, qué cada uno haeé IqM
que le parece; pero no está bien decir determínndaina
cosas tronituantcs en la prensa que uno dirige, y des- *
pués aquí, cuando hay que enfrentarse con lo que uno
califica, no decir nada. Eso no es política seria. Po­
lítica seria as confrontar laa posiciones con altura, por­
que s| no, también, rwMsHia un galimsrtlai, es decir,
en »1 diario m dice una sosa, pero auando hay que
manifestarla delante de lo» quo son acusado», no aa
cxpjoían. SI estuviera aquí el Presidente, diría lo que
pienso de él. Lo que piorno de loa editoriales de "Ac- r
clón", lo digo aquí, delante da los que los escriben,
con toda sinceridad, porque me parece que es la ma- 4
pera de entendernos. I
06 8 J
 SBÑOR RODRIGUEZ (don Enrique) ~ Por mi par­
te. señor Presidente, doy por terminada mi Intervención.
Podría agregar que el compañero Arlsmendi no hiato más
que manifestar lo que yo pensaba decir. Serla un poco
presuntuoso de mi parte reiterarlo; pero podría hacerlo
para distender un poco, el ambiente, antes de que m
ceda la palabra al próximo orador.

06 i
r

0 0^4.|.
 TRIAS, Vivian

Representante

Tema: Funcionario! público« cacante«. Tribunal «xtraordinario.Creaci*«

Seal*« 8 da marao d« 1972

PROTECTQ DB XVY

Artículo 19 —■ Los funcionarios de la Administración

Central» de Entes Autónomos o Servicios Descentra-
Basados que hayan sido destituidos, trasladados o san­
cionados por aplicación directa o indirecta del de-
crp'u del Poder Ejecutivo N9 383, de 13 de junio de
1963 o posteriores de Medidas Prontas de Seguridad,
podrán rec’amar ante el Tribunal Extraordinario que
se crea por esta ley.

Artículo 29 — créase un Tribunal Extraordinario t

con el cometido de entender en los reclamaciones a $
que se refiere el articulo anterior, el que tendrá la *
facultad de resolver la restitución del funcionario. te- _

ntmde en eaeata mmm de legelirieit, de fsdde o 1

do forma y<o de evidente conveniencia pública. 1
El Tribunal «e comprondrá de cinco miembros de-
si ¿nados : uno por el Poder Ejecutivo, uno por la Cae» ||
ruara de Senadores, uno por la Cámara de Represen-
Untes, uno por la Suprema Corte de Justicia y uno
por el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. •?
Artículo 39 — Los cargos serán honorarios y para 1
ser miembro del Tribunal será necesario reunir las
condiciones previstas por el Articulo 242 de la Con«- '
títución. ¿
El Tribunal fijará el procedimiento a seguir en los »
asuntos »sometidos a su decisión y a pedido del intere- (
sado abrirá a prueba por el término suficiente. Ac- ;-
tuará en popel común, las actuaciones no devenga- '
rao cost i» y funcionará en el palacio Legislativo. El ,
Presidente de la Asamblea General le proveerá el per- á
sonal y útiles necesarios. *
t
Articulo 49 — El Tribunal se constituirá dentro de
les diez días de promulgada la presente ley y será con
vacado por cualquiera de sus miembros, una vez desig­
nados tres de los mismos. En su primera sesión desig­
nará «u presidente.
Los interesados, dentro de lo« sesenta dias de la in­
tegración dol Tribunal, deberán presentarse por escri­
to formulando su reclamación y articulando los he­
chos en que se fundan.
El Tribunal, dentro de los ssssmta días de entabla­
do el reclamo, deelatai< si el reclamante tiene dere­
cho a reintegrarse a su cargo La daeJaraeten se adop­
tará por tres votos conformes y causará estado.

Artículo >9 _ Resuella por el Tribunal favorable-

nv nte la reclamación del funcionario, la comunicará
al instituto al cual pertenecía, el que deberá reinte­
grarlo a su cargo en un plazo de diez dias, reconocerle
su antigüedad y abonarle tedas las retribuciones que
e hubieran correegM^d© desde el momento de su
destitución a ja teüba de «c reintegro.
áribiflMlr P - ti Mite dW Tribunal Extraordinario
no «butterà « te proeeeución de las acciones interpues­
tas ante el Tribunal de iq ContencioeP AduüniaUativo.

Artíenle 7» — A parür ét la promulgación de la i

pr< tente ley los fmci^easrw daetítítído« a que hace >
H ferencia M aitkate !♦ será» reintegrado« en forma
provisional, con el sueldo y demás beneficios que co
rre.spondan a su grado y categoría o te techa do esta .
ley, ptidicndo tunt fluir ko este reintegro
por una compensación «HteiuM ft<utv«tente a dícuoe
sueldos y beneficio«, . .
Artículo »» - Comuniques^, '^mmÍÍSUI
*- o 4 4
Montevideo, 8 de marzo de 1972. :

Wlsdimlr Turlansky, Represéntente por Monte­

video; Juan R. Chente, Representante por
Montevideo; Radney ArismendL Representan­
te por Montevideo; Jaime Páre«, Representan­
te por Montevideo; Edmundo Soares Nette»
Represéntente por Montevideo; Cario« Rarsi-
bar« Representante por Montevideo; í’¡irlos
TwrtteP, Represéntente por Sallo Sebastian
PIM«, Represéntente por Payaandú; Daniel
Sosa Días, Represéntente por Montevideo;
Hur® Batalla, Representante por Montevideo;
Fernanda ElteMrigofty, Representante por
Montevideo; W»it*v Martin«* GaMtaal, Repre­
sentante por Montevideo; Antea»*» M, SarirM,
penresemante por CJo’onlá; tato IdlUfcRBpr»*
sentante por Montevideo; Ariel .
^'ti'unte por .S'T'sr ,<■ Vivían Trías,
sentante por Montevideo.

00 2 ... j, 23 ♦; i 1
 En la anterior Legislatura fue aprobado, por ambas
Cámaras, un proyecto de ley para la reposición de ,i
los trabajadores estatales destituidos por aplicación ’
directa o indirecta de las medidos prontas do se­
gundad'.
¿
Esta iniciativa, que instituye un Tribunal Extraor-7
dinano y que dispone asimismo el reintegro provisio­
nal de los trabajadores destituidos, —o la sustitución
por el Organismo respectivo de ese reintegro, por una
compensación mensual equivalente al sueldo—, fue vs-
tadu por el poder Ejecutivo al término del periodo, no
habiendo logrado quórum la Asamblea General, en el
piase fijado por la Constitución, para levantar el re­
ceso y considerar las observaciones interpuestas.
Si bien la posición de nuestro sector es clara y no-
toria en cuanto a promover la reposición lisa y lia- ’
na de los trabajadores destituidos, creemos que el pro­
yecto mencionado constituye una fórmula transac-
clonal aceptable, que repáre una de las consecuencias'*
más injustas de la aplicación discrecional y arbitra­
rias de las medidas de seguridad, y que por tal con­
tó con el voto afirmativo de legisladores de loe masf^
diversos sectores políticos. Es de hacer notar que el|
proyecto de referencia, aun cuando sufrió modlfica-1
clones en Sala, tuvo su origen en la Comisión de Cons-'
tvución y Legislación, integrada con Previsión de las
Cámara de Senadores. *

Creemos que no corresponde la observación de ín- ■

constltucionalidad planteada por el anterior Poder
Ejecutivo.
No solo porque es competencia de la Asamblea Ge­
neral establecer tribunales (Articulo «5 de la Consti­
tución >, sino porque, además en forma expresa el Ar­
ticulo 85 de la Constitución establece en su inciso 2?
que “en los servicios públicos administrados directa­
mente o por concesionarios, la ley podrá disponer la
formación de órganos competentes para entender en
las desinteligenclas entre las autoridades de los ser­
vicios y sus empleados y obreros". En cuanto a la es­
fera de competencia del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo, la ley a que tetamos haciendo refo¿
renda establece en m Artículo precisamente qiKr
los fallos del Tribunal Extraordinario no obstarán
la prosecución de las acciones interpuestas ante
citado Tribunal. |
Por todo lo expuesto, y por tratarse de un problgg
ma de hondo contenido social, que requiere una ur<
gente solución, replanteamos como proyecto de ley «
que ya fuera aprobado por la anterior Legislatura, Jj
que hemos comentado en la presente exposición dfl|
motivos.
Sólo hemos introducido una modificación de caes
rácter formal en el Artículo 1? a los efectos de preei*I
sur mejor los casos sobro los quo entenderá él Tribtf«
nal BU proyecto original establecía “funcionarlos dew
ttttdos o declarados cesantes". La nueva redacción!
que proponemos es “funcionarlos destituidos, trasla^
dados o sancionados". En correspondencia con esta;
modificación, se incluye la denominación “destituí-i
das" para determinar los funcionarios a los que hace
referencia el Artículo 7?.

Montevideo, 8 de marzo de 1972.

Wladimir Turiansky, Representante por Monte­

video; Juan R. C'henlo, Representante por
Montevideo; Rodney Arlsmendi, Represen­
tante por Montevideo; Jaime Pérez, Represen­
tante por Montevideo; Edmundo Soares Netto,
Representante por Montevideo; Cario» Barai-
bar, Representante por Montevideo; Carlee
TtaMira» Ropeeoentante por Salto; Sebastián
EMxeire, Representante por Paysandú; Daniel
Sean Días, Representante por Montevideo;
Hugo Retalla, Representante por Montevideo;
ttowiM* XHMiMfllif, Represen tanta por
Montevideo; Wafter Martines GslUnal, Re
por Montevideo; Antonio Mr fs*
racha, Representante póf Colon lá; Lttií
Imaa, Representante por Montevideo; Ariel
Días, Representante por Soriano; Vivián
Trías, Representante por Montevideo".
------------------------------- ----------------------
23 0 44
. ‘•at
 TRIAS, Vivían
Representante

P.r. al pedido de informe» »obre prlelÓe

Temnj DecleraeUí reepue»« »1 peuie»
•X L.gl»l»aor *rt»l C.U..» l..lon.n.lo fu.ro. CU.r».

Sesión U de abril de 1972

«MOR TRIAR. Mor WMMmW: ltu«o di «ue

se ha ¡«ido reiteradamente el articulo 112 de la Cons­
titución, queda claramente de manifiesto que el cri­
terio .sustentado por el Poder Ejecutivo para detener
al doctor Ariel Collazo, significa una violación fla­
grante de la Constitución, y no solamente de ese ar­
tículo, sino también del 114, porque lo correcto y per­
tinente era que si el Poder Ejecutivo entendía que en
su inomento el doctor Collazo —Diputado en ese en- ;
tonces- habia infringido o violado de alguna manera *
disposiciones legales, si había incurrido en delito, lo
imputara en el tribunal que la Constitución establece, ■
que es la propia cámara; es decir, sus parea, que por
dos tercios de votos tienen que determinar si el Re- :í
presen«ante ha incurrido o no en violación de la Ley. ;
En una palabra, si esto prospera, si la Cámara lo de­
jara pasar, quiere decir que el Parlamento estaría so­
metido permanentemente en su actuación a la pre- ■
sión, a la acechanza y a la venganza del Poder Ejecu- '
tivo; las opiniones, Jos puntos de vista que aquí se
expresen pueden ser mañana castigados, reprimidos, 1
como lo ha sido en el caso del ex Diputado doctor Ariel ¡
Collazo. La verdad es que despojado del artificio de ’
la estructura legal, este problema se reduce ti una me«- ’
quina, a una pequeña venganza, contra lo que fue una
actuación limpia, insobornable, combativa, del com
pañero Collazo en el ejercicio de sus funciones.
Se extrae una conclusión del debate que ha reali­
zado la Cámara acerca de esto tema y es que de acuer­
do a la nota respuesta que ha leído el señor Diputado
Duran Matos la única causa que justificaría la inter­
nación del ex Diputado doctor Collazo, sería ésta, y
como ella significa una violación flagrante de la Cons­
titución, el Poder Ejecutivo no tiene otra salida en
esta emergencia que liberar inmediatamente al doctor
Collazo, puesto que no queda en pie ninguno de los
argumentas ni de las motivaciones que en su nota
esgrime el Poder Ejecutivo para mantenerlo internado.
Dice el Poder Ejecutivo en es* nota que el doctor
Collazo es peligroso para el orden público en función
de las declaraciones que hizo siendo legislador, y co­
mo el doctor Collazo no es responsable por esas de­
coraciones de acuerdo al artículo 112 de la Constitu- |
ción, es evidente que no hay ninguna causa para que 'f
esté detenido,
La consecuencia inmediata de este debate —dtbe w
hacerlo conocer así la Cámara de Representantes me* W
diante una minuta de comunicación— es que <4 Po- |
der Ejecutivo debe liberar, sin nula trámite, al doctor j
Ariel Collazo. . ..

'IMRMMMIW (Mérret Rmv),^ Léase la

moetón presentada por varios «flor« legislador«.
(fie Re:)
"Ante la respuesta del Poder Ejecutivo el pedido
ae informes formulado por diversos legisladores, re­
ferente a la detención del ex legislador doctor Ariel
Collazo, la Cámara de Representantes declara: Que
la respuesta del poder Ejecutivo por intermedio del *
del Ministerio del Interior constituye lesMl de loa i
fueros del Cuerpo — Osear UrasclMra; Danitei S«a Á
l>iat; Hugo Batalla; Jaime Féres; Wladindr Tu- $
riahsky; Edmundo Mear«« B«Uo: Jasa R, Otenle; j|
Itodncy Arlwmendl; Isds Lmas; Jorfe Darán Malas; «
Isidro F.tchefoyhrn; Wall« Martí»« GaRMed; Car-’'»
lo* Texrlra VurcM; AmUm/Mí
Wm» #****Mé* A/W RfcR* ’ ..: J í

23 <í Ü
00 4 . -2
 TRUSa Vlvl<B

Representante

T,.,. Tr.nU Amplio". MllltonU« C.n.lOM».A»«n*«.». R«Pudl°

Sesión 1 de abril de

41 — ÁMiMMi s BMMmMm frentaunpifotM de

la Ciudad de Canelones

Agotado el orden dvl dia. le Cámara «mira en la?

media hora final. '

Tiene la palabra el «eftor Diputad« Trian.

señor TRIAR Queremos denunciar un nuevo
hecho de violencia pnhtioa con ira militamos frenu**
ina de la cmdnd de Canelón«*,
A doce compañeros del Frente Amplio les ha llegado
una carta anónima de amenaza escrita de la misma
manera y con el misino texto, en la que luego de una
serm de insulto*, de agresividades verbal«». se dice,
"te tenemos en la mira y no escaparás".
"Ya dimos pruebas de nuestra fuerza en el opera­
tivo comercios” hecho en Santa Lucia (La Casa
América, Marianela y £1 Farolito), Tenelo presente
Nada ni nadie no« impedirá hacerte sentir las cunse
esencia* de tu traición. Grupo Patria.”

Como m* recordará, satos atentado* contra militan

te* frenteamplista* de Santa Lucia fueron los que
trajeron como consecuencia el acto público <n el cual
luego íue detenido el doctor Ramón Legnanii. Y aho­
ra este nuevo grupo muestra su actitud fauciMa, su
actitud solapado..

«Campana de ordena
SEÑOR PRXarDKNTB Outiérre* Rutel - No hay
numero para continuar aeakmando.
'I
Queda tanateado el aoSa

00 5
 TftTAB. -- SMor Presidente: onla cues«
tlón plantead!» por d señor Diputado Pérez Ae enca­
ban distintos temas, pero hay dos cor trajes a los que
quiero referirme muy brevemente para delar cons
fanela ante esto« tópicos de la posición del Frente
Hnrlnllsta que aquí represento.
El primero es el que tiene que ver con el fiel re­
lato dp lo ocurrido, que hoy ya podemos llamar la 1ra- ■
pedia del Paso del Molino, que el señor Diputado Pé­
rez ha realizado con elocuencia tanto rn la Comisión
i esperti va de la Asamblea Ornerai, como en la Cá­
mara. No hay un punto ni una coma que se pueda
t pregar a lo dicho, y lo compartimos en toda su tras­
cendencia.
Pero hay un segundo tema que debemos .señalar.
I’xhte una persistente e Insidiosa campaña, mentirosa ;
campaña, para tratar de colocar ni Frente Amplio^
como enemigó de las Fumas Armadas, kisto forma ;
parte de la tentativa de los ¿sectores más reacciona- j
ríos. ultras, fascisi izantes de las cin.se« dominantes, |
'uc Intentan inculcar a la opinión publica la convieni
c'ón de que la contradicción principal que desgarra*
a la sociedad uruguaya es la que enfrenta el ordertf
con la subversión, como una forma de desviar laa^
ansiedades y esperanzas del pueblo de lo oue realmenUi
i.e son mwí preocupe’’iones ’''«en'-taie4! *1
litici '.ibnnob, y la clase ubrera m<*« que mutoJ
lo ha demostrado en sus paros plebiscitarios y en «w
más grande 1<? de mayo de los últimos años, cumo tue|
el que se celebró en el día de ayer - que ¡a contradíc-?
clon principal que hoy astilla a nuestra sociedad $
c: la que enfrenta til pueblo con lo oligarquía, a la-’«
palría c<m el imperialismo; pero forma parte de ese ?
imtrumrnlo de dominación ideológica que consiste »--n
hacer creer a ia tente que orden y subversión son loe

lórminos blanco y negro «obre los que debe detlnit’iMlJ

este hecho, colocando, en (»Mil tesitura, al Frente Am» 1
pilo como enemigo de las Fuerzas Armadas,
Hay quienes dicen que las Fuerzas Armadas de un
país capitalista colonial son. en su totalidad, la ex­
presión y el instrumento de las clases dominante
Entendemos que es una afirmación Injusta, pero -o
bre todo -y nos interesa mucho más decirlo , es
una ahrmaeÁón falsa. Ellas formar parte de la *o-
ciedsd y las leyes que rigen el molimiento y loe di-
namiwios de ¡a sociedad, rigen en n» totalidad, y not-
se detienen en las puertas de toa cuartal** Kn yene-l
ral oue.tra oí)«fcrii4ad ee reefuU «n «d reno de laf|
clases media y popular, y no «onoizo tlewiph* noU¿|
tíos de oficiales que estén vinculado# a Inu Interesal
de grnndes empicas, del gran latifundio y de laolM
garquia. W
Por otra parte, debo decir C’>n absoluta i'laríddflR
que ni la honriiílrz ni el patriotismo se deUeneft «M|
H purria de lo* cuarteles. Lo di.«o muy bien el reñsm
Diputado Pérez las Fuerzas Armadas forman l^rtM
del pueblo y resumen en sí, por supuesto, 1M mejo-1
ros v cHrdlnnh'ji virtudes del pueblo uruguayo
Esto no quiere decir que en su seno r» hay*
nrs transgredan normas ética« y deformen e! eiiflígS
plliniento de su deber. Esto ha ocurrido siempre y
(pie motiva nuestra protesta y nuestro reclamo ea qacg
ios jefci naturales, el Presidente dle la República, aS
I’odor E1 <'<'u 11 vi, <n lugar do sancionar a quienes 1iw|
curren en <**;l-»’ tipo de actitudes une atrrnvinn H Iftf
institución y ni país, los enhilen, como ocurre con el»
comunicado Nv lOO de las Fuerzas Conjuntas, que el
señor Diputado Pérez ha enjuiciado.
Las Fuerzas Armadas de este país nacieron -diría
yo fueron paridas . por la montonera aiilguista Hu
pHWi<!/« eonlnttnmUón fu# In qu#» Ai ligas llnnid en «u
célebre carta a la Junta del Paraguay, “el pueblo
remn.twr y tnwwtoVY eon «m oonceplo, oon asa con-
iaurta —ribisren ¿orarte* da líMU' pwad peí».
lm
Itmtart*. r ■ Beertrrt. MnawnlM«w.íert'w M- qrtmev*
ñi iqpu» .■aiiriuno con castigos
<¡ih ¡<>. documentas historíeos dicen “a lo turco”, a»
aquello.', miembros del pueblo reunido y armado'*, de
las fuerzas armadas de la entone» Banda OrM*ta|¿_
que incurrieron en delitos, en exceso de poder. Es de­
cir esta es una tradición que arranca de muy tejad#
y esto es lo único que ha hecho d Fn ntr Amplio*. eco
iMlCÍSf UlIHIWi X ^uOin.«» •>/<■ M v u)í¿!
c.sAmctrie, ttij hfíwti hMtbt li su íl Á £
hstq es lo que quena decir y, naturalmente,
tos motivos, declaramos que vamoi a votar la pro-^
posición del señor Diputado Férea en nombre de
vtmUclón 100L A
 WASa vivlia
Heprasvntsn

Tn»: Vletnam» Lucha popular. Elogios»

Swglóa 16 di» mayo da 197?

38, — Ludia a» VMmm.

9 ES OH PRESIDENTE (Gutiérrez Ruis;. — Se entra

a la inedia hora final.

Tiene la palabra el señor Diputado Trina.

SEÑOR TRIAS — Hemos solicitado la palabra para
rendir nuestro mis fervoroso y admirado homenaje
al pueblo de Vletnam, que estol cumpliendo Ja última
etapa victoriosa de su lucha conUa la mpeetóA úAl
Imperialismo norteamericano,
¡Cuántos años hace que este pueblo, heroico y M-,4
mirablo, pelea por la libertad da *• patria! Ye m m
época de la ocupación japonesa en lo orne m ím# Jl
territorio vietnamita, el Vletmtah, son Me-aM-minH
su fronte, y ya con el genio militar de olap, hizo ¡S
guerrilla y peleó contra los dominadores jnponesei|
cumulo la guerra terminó y Francia tomó nuevamente
las riendas de Vletnam y «araron de los cabarets dtt
Hong-kf.ng al emperador Bao Dal para instalarlo en'l
el gobierno, continuó la guerra contra los franceses,^
míe híibria de terminar en Julio de 1954 con la gran ■
victoria final do Dien-Blen Phu fíe firmaron entonces
los acuerdos de Ginebra, y cu ilquícra que los lea se da- >
r¡í cuenta de la horrorosa violación de los derechos hu­
manos que significa esta guerra contra Vletnam. ya J
que esos acuerdos establecían la división clrcunstan- í
rial entre Vletnam del Norte y Vletnam del Sur en el
paralelo 17 para que antes de 195fi se llamara a elec­
ciones generales a fin de unificar la patria vietna­
mita
;\i:' ,h . iíh>í< <.• iüc ,iiw. <n golpe do i- liiuo ins­
trumentado por la CIA llevó al gobierno de Halcón ¡i
Dlem y apartlr de entonces se creí una tremenda
dictadura y opresión que llevó a la lucha popular, u ¡a
guerra revolucionaria, que culmina en 1M4 con la es
calada y ¡os bombardeos a Hanoi durante la prest
tienda de Johnson.
Hoy asistimos a la victoria del pueblo vietnamita.
Por supuesto, sin dejar de tener en cuenta la tras­
cendencia y la gravitación de la ayuda que ha reci­
bido de kw paí*e* socialistas. en primer término de la
Unión Soviética y de la China revolucionaria que
en estos diaa según anuncian las agencias telegráfi­
cas se ponen de acuerdo para que, ante el bloqueo de
h>* puertos vietnamitas, loa barco* soviéticos puedan .
llegar a las puertos del sur de China; acuerdo entre ■
).<» oos granae« patencia* «otUahMas que recibimos con
alborozo y como ws to.wtnc paso adelante—; sin sub­
estimar de manera la ayuda que le han pres­
umo tos países sortalutas, le verdad es que hay un
factor decisivo en la victoria vietnamita que es el
factor bésete« Ktso *» ana rtcUría del hombre sobre
¡a maquina, dei bembrw sobre ai hnperto máa grande,
colosal y criminal de la historia, de! hombre sobre la
electrónica, sobre la ciencia poesía al servicio del .
mal. Y él ea la victoria del hombre nuevo, del hombre':!
que al mismo tiempo que con la* arme« en la mano 1
ríMMdrttve 1« HbertM de es» metrtbi tea entado et soeK^,
Hamo m U igprtiélig, Deewerdltea da Vletnam; dflj
bcrotee que ■Piewte pelea, Itya «ne eonatraflH
y organiza. trne K»«*ebra. que cultiva., qoe fabrica. qUO®
rr*ja. dando al un ejemplo y un aliciente real- ’
ro*n!> envidia ble y admirable ¿
Hoy en <11« el ojeirtfllo de Vletnam, que ha ertoeaddj
ul iiniH'i i«i v « mí » uMGih'* m una tremenda «riel# wl
p’iim, (pie h<» ¡iIhhIO <<>1110 llaga
dicciones profundas dentro de la sociedad hteteame-J
rtoana. al punto de que el Partido Demócrata te «>10^8
«a contra )a guerra y mal'‘»pies manifestaciones
proMa M han reUHMMk inudia U política de N'ronjS
, ' i' convierte en una
,il>l.» <!<- Vi» líi.tni
9 > 4 pueblos del mundo Por
de luz do v-peí au/a i>aiu
oso cenMdrrajnos fundamental rendir exte homenaje ;
j» «m» heroico pueblo
Para qtoe arto pueda abrir una ronda de opiniones
a! reporto, que la versión taquigráfica de mis
palabra* te pase * 1» Cmnirtón de Asuntos Interna-
,‘ÚvA'hW A'é‘ iW 6.4^óW !í
SEÑOR PRESIDENTE jCUUiérré« Rulí» - Así
Inrá M’ftor Diputado Q 0 / - '
No hay necesidad 'de*o’Su?. *
 Hopraoentan1«

Sssióe 16 da mayo de 19?2

Tiene la palabra el seftor Diputado Trias.

SEÑOR TRIAS. -- Señor Presidente cuando sobre
un pala se abate lo que con certesa el general Líber
Seregnt ha llamado “la lógica de la guerra", ea decir, f
loa días duros y sombríos de la lógica de la guerra, hay
lugares o localidades donde tienden a concentrarse
el oprobio, la ignominia, el exceso de poder.
La verdad es que engo que decir hoy muy clara*
mente que las Fuerais Conjuntas están convirtiendo
o intentando convertir a la ciudad de Treinta y Tres
rn una especie de capital del horror. Allí trabaja y |
actúa como Secretario General de la organización del |
Partido Socialista el ciudadano y compañero Manuel j
Toledo, hombre de unos 44 o 40 abo», que de joven ’
fue dirigente de la Asociación Estudiantil Ariel, de)
gremio de maestros y del gremio de profesores. En el ;
afto I9M organizó a los trabajadores arroceros por
primera ves en el Suda y más lardv volvió a colabo­
rar eficientemente en la nctual organlsación de este :
gremio: el Utas
Este hombre, como tantos otros hombres y mujeres ¿
de Treinta y Tres, fue llevado prisionero al cuartel, se |
le encapuchó, se le colocó en un patio exterior, con t
las piernas abiertas y con los brazos en la nuca — pi- '*
do que se me oiga bien—, y asi se le tuvo siete días y
siete noches. Be le sacaba del lugar solamente para
poaorto a otaisrto ’ewMdu itovto o wsn» el «m es*
teta «Mí ftarte. tas ptetata tfWtata se tatartataá^
en dos o tras.oportunidades para iaterrogafta ata W j<
se ¡a hicieran preguntas fundamentales m mucho
manos. En esos miqriugatorius intervino el comuario
de Montevideo De Avila,
Biela dina y Mete noche» de
beber. Cuando las energías de este hombre que es”
inm »mente muy fuerte; si no* no buluera MMeÑitaMÉl
>c csi.ib.in agolando, le ciaban golpes en las pierMwB
< on el filo de los zapatos y puñetawe en ei hígado y?a
• n e| e.MoniHgo lo tufu icnieinenie fuertes como pasa»
que reaccionara, pero i.o para derrumbarlo, y cuan*®
do ya en los últimos dms no ihkIih mas, tres persone*!
se encargaban do sostenerlo. Kn un instante, por suri
puesto, pidió que lo melaran y en otro momento pi í
dió firmar cualquier (Xtnfesíón con Ud que terminara -
aquel martirio.
ruiaimtnic fue traído a Montevideo y i-it'üíaiw
«1 Juez Militar, si que, naturalmente, decretó su li­
bertad inatatatanento, Manuel Tetado salió en un
esUdo ftaeo deplórate« y un estado mental de tal
perlurbaeióih que tuvo que ser atendido por el oom-
pañero Jta Peta» Casikta, módta ta ccmoeida re* >
putadta «taso tatatra.
Deoo ta'ie ase pos »tata efe esta ata» taturpU
u wmii, reaJvM'nt* mttjetíta tortas, alfanas ma-;?
jtres embarazada«, presa* en el euarta de Treinta y
Tres, abortaba entre tata la eeftaa ta Picante, cu* ¿
yo nombre puedo dar «oíd toda próstata
Asimuauo, aW talán presta, contra la ley, cuatro
jovetetM n»ro#.«/e» de eilad: horma Barrocho, de 17
atas. Gswtaeo .'¡*¡r de 14 atas; BeatrM Silva, de lf
atas y Alfredo AmU, de 17 afino.
Qutao aetalar, lambUn, que ha libido torturas
paraeteta otro «u/rnpahero socialista: Martines Sosa.
Val« decir que ol cuartel de Treinta y Tres se está ¿
convirUend* *» M «entro de la capital del horror. Na- i
Curalmente, »Àio «km* lleva a formular algunas reflexlo-
ues, en <1 midtae ta qta no podemos tener la menor
*’*»<¡M«m mre ka e^nfeistenss a que aluden ios re- *
cientos patta de las Fuscta* Conjunta, referentes a...
distintos ciudadanos do Troiata^y ^htaaMItatadtaMÉ
i on
verdad es qim ni esas ecnfeMones tarta
enfos nn todo,., n<> tienen la menor valtees,'teta
di ven país rtilllh itr iiIhoIhiámente I* coudutlp
ningún rlmhulnno.
WWUauz^y tabe terminar de huataM
aWjwMidl sor, do ninguna manera, que ciudadaaajM
mtaonawaa, de hnnewtMnrf reconocida, de ’.o: :1o^
!/'■ .n i ii.ti bm v it'illiíincbii en el medio y de \imula-
MMU Wguniva a UU raftay ÍHWM' «i UUOaUu, «van U)-
mottao a otad Olio apremio físico in-
tolerable que solamente su Indiscutible tortolea* y
presencia de ánimo ¡os lia permitido resistir. Watu-^
raímente, nada nos cuta* creer que otras perxonao
menos fuerte* en lo físico y en lo Aíqulco no hayan i
podido resista esta prosita tremenda e inhumana 1
que m ha eji reído on MaitaM MMo.
Se nos ha dicho, una v no» ita por parte de ¡os
Mtataos de Estado, en el son* w W MMtata Oenc-
rotf, q»e «Maban dispuesta a ernamifrBBlMí prácti*
cas abominables en el cometido que se ta tato a las
fuerza* militar* y polimiae es» 4* te
guerra urbana. Entendemos que i«s la hora
de hacerlo y, por lo tanto, solicitamos que te «anión
taquigráfica de nuestras jjalabras se envíe >4ta.tata
nteterios de Defensa Nacional y del interior.
REÑOR PRE8IDENTF, (Gutierre/ Hui, > Se va
<«’ ¡V.nHílv«' /n!f‘:bMÍv 7

íSc votaj 00 8 ¿J
Veinticinco en veintisiete Afirmativa. J
 H2í¿a_UxUjl
Repriaint *nti

Seiidd 13 d« junio de 19?2

7. — Declaración del Partido Socialista sobre

trato dado ñor las Fuerras Conjuntas a su
Secretario General

Tiem» la palabra el señor Diputado Trias.

8EROR TRIAS — Voy a leer una declaración del á
PartMe «MMltetA. Otee mí: "M FwrMo «mMM. Mk dí
te el limve atante «m «ifciera en I» * ** 9
- lriJ,t .... ••.1“

dirigente máximo, el Searetarie General Dr. JoM

Diuz quien poner en conocimiento oe nuestro pueblo $
loe riecnuM y hacer muy pttcuwu punuwuizaciones; 1)
h* jueves 8, mientras ei Ciu. Dmi emnpha en Meló ao '
t¡vn <*ues pruiesiunaiea, electivos uei ejercito eieclua- j
ron en su domicilio y en su lugar de traoajo Mirtos
procea miento», dejando en el primero una guardia
interna que se comporto correctamente, 2> inmediata« 1
mente el Diputado socialista Vivían Trias entrevu>to
ni 8Jbsecietaijo del interior quien, luego de diversas
gewaones as sito nivel, mioroar que las Fuerzas Con«
junuis ou.cubun «i Cro. Dt*a para interrogarlo, no lia- i
buniKf imputación alguna contra él. Igualmente se $
convino con el roronei tímen ti ni, que, do bien retor-¿
tiara nuestro compañero. se presentan« a 1« Región ;
Militar N* 1, asegurándose un tratamiento correcto.,¡
3) Á U 1 de la madrugad!. de! viernes 9, el DiputodaJ
Tria» y nuestro tíecreiaiio General m presentaron íO
la Región Militar N^l, siendo atendido el prtneio puo
el Mayor Bar i orco. Luego de algunas averiquuckHte^I
el referido Oficia! ubica el proced.miento y entrega tfw
otro oficial, de Ih Unidad requirente, el cometí en) d>|
lia«i;>Gar al compañero Duz En un vehículo a cargó >
(ir iMp Oficial se traslada a nuestro rompa fiero que, j
n Ion picos metro», es vendado en ios ojos y a ios peni
cas emitirás, entregado a otro grupo y subido, en
dio do violencias física.'» e insultos a un camión mili- '1
tar y puesto boca abajo y con las inanos atrás a 5
««lipes y o puntapiés. Desdo ese momento y hasta las 7
3 de la mañana, nuestro compañero estuvo circulando j
< n ciidio camión y en la indicada posición, a cargo dóV
una, ven Ir* dora jauría humana y .sometido a lo« máu! i
Komi»’.* Insultos, flineliü/.ufl y violencia« físicas hasta .1
que es cnl i ramio < n un cuartel —el del Hat.iílón Fio«* X
i Ida tundo desde el camión ni suelo, mediante un '
brutal empujón. En el cuartel y hasta las 5 de la ma- $
n.ini apicximadiunente, estuvo de 'pluntóil’ -donde
<• le xu.Mitiiyp la venda por una capucha,- junto a
i ii.i'. peí Min.is y .'.omet uio u Insultos y umemtzíu den- ,
n.< de ’..s ni-ilci ni' luian (I llamado método '«ubrri'i- ’
um>' Mue ecos je < n .sumergir a una persona en el ¿
h < l;i mi úllhna resi.stcnein. A 1«« 5 de la mafia-
na Ib vedo o una pieza, se le hace sentar, se le sao»
la cu pucha y se encuentra con un conjunto de mili*
mies, iinu de los euile.s Je somete a un interrogatorio।
laa ie, no exento de amenazas Indirectas, de la del I
■> utiinai ino’ Incluida. Vuelve al ’plantón' hasta la:i T3& j
.4(11(1(1 llevado a otra pieza, permitiéndosele sentiifyi
.i'.itnli'h i¡i c, pucha y ju(iporch námbj. Je deyung^l
\ .. ( : e c. mb’ii r.'ir4!i,i(!n!^j
\ .» . ooros minutos un Capitán del Ejército k- máO
í,.í < tu u pesar por lo acontecido y le adelanta qqflja
(l u le do lo Unidad quilín efectuarle las coimpod
drilles ( xcii.' hs Presentado a dicho Jt'fg* y & ütf. RmH
(•nodo, le manifiestan al* Uro. Díaz sus disculpa« prtfS
meHn avemninr y 'iinclonnr a los i e.sponsableá dsM
(inte .mieiior, lodo lo cual demostraba palinarkimet^M
le iiii'1 nue I’»» ioiiip'tnoro c »recia totalmente de Clíl-I
puitHldml ito'iio’i I*(• Hful en adelante, lo relternntoS,!
el trato bríndudo por los Oficiales fue totalmente co- |
necio y respetuoso. -D Frente ,n estos hachos, guaro* f
mos eleetuni loa .slyulenlt s puntuflllzaclone/»' 8) P«<ra^-
Imi Hoclahstas, lo homo’; dicho en más de una Q'portjí^^
tildad, e| Uruguay no se olvide ... como falsamente
entro Jó» q»e usan uniforme y los que nql
ma > awlilwHoib ▼ »* rosca oligárquica da. *óM|
l’c'j ini» y ('ja,, entre '.i j’itiHi y el ¡mpei íoli' ni .. en­
tre todo el pueblo y sui» esbirros; b) Los graves hechos
....e dciiunciamoapqneju en evidencia cünipoxtíujjientos
díMintoa en los FnmM Amutar «te con toda obje-
tiyMftd bamoi ftettripto Y Partm 8a¿h¡Uta pre­
mia. WMMt Mkrtaeanteri*; jm gu? typ doy
 que fue transportado nuestro compañera, cin
Vuj? v4>'a-i dd ixm i dbnícalo y de U»<
¿rejonee del Coronel ñoientiTd írastm.tMMr eJ
yor Barlocco, en presencia del Diputado Tría«, no
túan respondiendo a Ira^vgoe mandato» de
VW ...^. :,,,. .z<-

r^eree» hrnNKtarf ¿tte que trahMme dt tat mfedme I

autojtoad ue un Paruoo bey fuera* cmcwm que or- J
o«nan coca« ti<*unu» que M* eutondeoee multare* c>- 1
nociua*, j' defrutan una verdadera provocación contra f
ti parudo tíoc Ja lista? ¿£* que no resulta fácil descu- ¿
brir al ri’nponatbie del primer vehículo con el eual |
habió el Í4uyor tíarlocco, y del camión que eegún lúe« j
go *e sujM> no era de la unidad requtrente sino un ¿
servicio oe retén? Y descubierto* Ui* lesponsables, ¿no
se.pudm descubrir a quienes mandilaron a éstos y
otdenaroti a aquella verdadera jauría del camión, evi- l
dent emente preparada pura convertir a los hombres
en cosas? ¿O es que acuso se trata do una mera des-
obediencia? ¿Este hecho, finalmente, no se inscribe {
en un panorama donde abundan el atropello, el ho­
rror y actos de verdadera barbarie? 8) El Partido So­
ria lis la -que, en más do una oportunidad ha expues«
to una cIíüíi posición »obre el papel de la* Fuetea« 1
AiniíUKia - ha considerado su deber poner en cono-
•límenlo hechos y efectuar pregunta* a nivel publico j
micho ñus que |»irn sancionar a dos o tres responsa- Z
ble i, para enfrentar a quienes pretenden empujar a
,is P’ih iz is Annedíis hacia objetivo» antipopular»» y ‘í
antinacionales; pañi que éstas sírvan al país, sean
j’iíizos integrada« al pueblo de donde proceden, de-
íiendan la subeiania nacional de cualquier intromi­
sión extranjera; para que, en suma, «e haga realidad
et propio bajorrelieve de la» paredes de entrada del
mencionado cuartel del Hutullón Florida, donde apa­
recen obreros, campesinos, y soldadla unidas en la
producción, el bienestar y la libertad. Por todo ¡o cual
el Partido Socialista reclama rápidas respuestas a la*
interrogante* formuladas. pero desde ya afirma que se
ha ec’netiao un atropello más, esta ver. contra nuestro
HeereUrki General, e» decir, contra tmestro Partido;
y n ello lespondereinos reafirmando nuestra Unsa na­
cional. pin rular y socialista, nuestra organización y '
nuestra míhtancia. — Montevideo, 1U da junio de j
1972.” |
Solicito que el texto de esta declajeaíiiu *ea envUs- ,J
do a lo» Ministerio* do Defensa Nat’k’finl y dél luto*
iior. • 1H
SI«,NOE PRESIDENTE (Gutiérrez RViTíJ. —. S* V» »
■. tur <■! tiánuie que solicita el señor (¡)i?ut<d<K ■ a
-1
iSe vo^>
— Treinta y sel* en treinta y nueve; AfArmultafc yi
.............. ía

010 1
 ■IRIAS, Vivian

Hepressniante

Seelân 7 de Julio Je 1?7?

10. — Denuneia «ritai prMrátajratoa 4»

FuvntHN Conjuntas

l'ione la palabra el señor Diputado Tria»,

SEÑOR TRIAS. — Señor Presidente: hemos afirma­
do más de una vez en el seno de ¡a Cámara que la
lógica de la guerra —según lo ha definido el compa­
ñero general Líber fleregni - no ha producido hasta
ahora, por milagro, más víctimas que la de Luis Ba­
talla.
Un ejemplo de lo que afirmamos ei lo que ocu­
rrió con nuestra compuñera dirigente intermedia del*
Partido Socialista, Dura Musettí de schelotto quien,
de acuerdo a su relato, vivió la siguiente dramática
peripecia.
Llegó a su casa con sus suegros, el doctor Sche-
iotto y señora, y au pequeño hijo de un mes, que lo
llevaba su suegro En el edificio de apartamentos
donde vive, Regidores 1T> 1253, vio que la puerta de .
abajo cataba irregutarmente abierta, Subió «ola. con ¿
cierta aprensión, y al llegar a la puerta de su apar- |
tamiento, en el primor piso, vio que éuta estol)« ro- 1
ta y entreabierta. En ese momento vislumbró a una^s
persona vestida de civil que se encontraba atiaban»,■
do por 1» rendija de ¡a puerta. Se asustó, creyendo''9!
que so itaiaba de merodeadores y prorrumpió en una J
pxrhnn-ición; de inmediato ene hombre vestido de d- 1?
vil le hizo un disparo desde un metro y medio de dis- i
tanda con un revólver calibre 38. |
Se trataba de una delegación de las, Fuerzas Cbn- ?
juntas, que la tuvieron dos dias incomunicada, y gra- i
das a Ja exigencias de su suegro y médico señor Sebe- f
loti o, estuvo durante ese tiempo en el Sindicato Mé­
dico. El disparo le produjo una fractura múltipla
de húmero con oríllelo do entrada en la región pee- '
toral izquierda y r.ln orificio de salida. Vale decir que
prácticamente salvó la vida por milagro.
Paralelamente, su esposo, el señor Felipe Schelotto.
__ también fue detenido. Lo tuvieron en m casa enea- >■
jaicftada y contas ta pared y con ta» manos atadas |
Dur. 1 Vitan ntatabre durante ¿oca horas y, pasiariormenta, la |
j-j ytaaataáaron al Cuartel de San Martin y Chimborazo, j
P’ill rS^00 / «ometienaolo a un plantón, descalzo, sobre un piso 1
/ t mpapado da jabón. Le hicieron algunqp breves in- 1
ter rogatorios. ,||
hâta» personas no tenían nada que ver con los he- |S
chos en loa que so las involucraba y luego fueron H» M
bei:idas, æ
También nos hemos ocupado en eita Parlamenta 3
de uiguuos lugares del puis donde parece condensar- w
.'.e t(;uv t>i horror de la miración que estamos viviendo, M
í\ lo que ocurre en Ticinta y Tres hoy tenemos que •
. umar lo que puna en el Cuartel de R-xira, y nos va- «
mas a mleur mpil a Ir» a integrantes de nuestro Paí»J|
ticlo, ios compuucio.s Jingo fcjangniiictti, Juan Cark<i|
Sunguincltl y el doctor Julio U. Hnnguínetti. 1
Hugo Sangurnelti, que lue llevado desde Montevi-
deo junto con su hermano y su padre el 9 de mayo,
fue »umetiüo a un plantón de dos días y medio, .sin
comer ni beber y con una capucha que le dificultaba
ta rumiación hgsta el punto de caer desvanecido. Le
practicaron un Simulacre de picana eléctrica y le
uaa Uemanda paliza que prácticamente le ha
’.nui itaJuU ta pierna taqutarcta, para luego dejarlo
jg ' tad.
bu hermano, Juan Carlos Bauguinetti, fue detenido
en La Cu» umita <?17 de mayo, siendo iitavado al Cuar-
tci ito de tam Miguel. Allí *r I* preparó un simulacro
de evasión, cayendo sobre alambres de púas que le
cau.-><uon t'iuvcs heftaas en ta c«ra y parta dei cuer­
po Luego fue trasladad? al Cuartel da Rocha donde
se lo cometió a un largo plantón, sis comer ni beber
v >.r »»• dww Uar.'.Mta' ptáwn as» un astado ;
de inania pr ti# de *wt facultades mentale», a
lo que contribuyo .ambíén la aplicación de ta picana í
eléctrica varias veces en sus órganos genitales. Bn ।
un o’ado práctica mente de delirio fue PWO&AfllÉÉ
le ñero de nnc'tro Partido, y put
guiar.
Y al doctor Julio c. Sanguinetti. que fue apresado
el 10 de mayo a la una de la madrugada, en un ope­
rativo espectacutar, se le tuvo en el Cuartel dos días
y medio de plantan, hadando su primer comida el
viernes 19 a te hora 22 luego de rnái de dos días y
medio de su arresto—, y fue sometido a un simuhiero "■*
de ta«tau»tanto, dtaeuttando quienes formaban el {*-
UX6o Miu«e en qué parta dM cuerpo habrían de tirar
fte ir preparó un fltattaacro (ta pfctana eléctrica sin
que le fuera aplicada y tacan dr un lyreve e intrascen­
dente i m <r rogatorio fue nbeMMto.
Es decir ((ir- dos hermanas, odtanée de su padre,
] ... un;> ■ mñritas horMi^ -■
# . , i f■ f. ■ < s v mu rotad iMÉÍÍHÍÍMta|
f//hd*7íwbb '
; due ÍM v't - ’a-
A/f>/»n»t*■ r i'- ¡ >• i' ’
Ruiz). — • h<‘ v« “
 (.’Je vota.) tfff Íí irV

Cuaienta y uno eneráronla y cinco: Afirmativa.

TRIAS, Vivian
Re prêtante nie

Tema: Planteamiento fueros reía comunicada® Nro» 37$ Puertea Conjuntas

referente a detención miembro ComitÓ Central Partido Socialista,

Sia. Alba Clavija • intervención dicho Representen te en el proco'

dlrnian to

Sesión 2 de agosto do 1972

■W W W

2'3 S 14 *
012 3
 Comisiones Permanente y Administrativa
del PolhMiLegishitivo. (Designación de Miembro*
para el Prìmèci^eriodo de la XLP Legislatura),
—tìe entra al ordenilM-MijjL
Los asuntos que figuran en kw**THUQ£riiles lo y 2$
se votan por cédulas No «e han preserhwdQllstas de
votación En consecuencia, corresponde
miento.
13. — Cuestión de hieres.
Paia una cuestión de fueros, tiene la palabra el ab­
rí or Diputado Trías. •
JteÑOR TRIAfí - Señor Presidente: se ha publi-
Meo en el día de hoy y fue irradiado en la noche de
: ver, el Comunicado N9 378 de las Fuerzas Conjun­
tan que, por lo insólito de su título, por su redacción
esotérica, amblítuo. que da pie r< interpretaciones
equivoca.« y aun insidiosas y por supuesto falaces - co­
mo lo d*rtwe«!ran vn^ca t’tniares <ip la píen«« reac­
cionaria de hoy de mañana- . y por las alusiones que
elll se hacen a la conducta del legislador que habla,
significan una lesión de imiri.’. fueros. Todo ello,
comunicado y título?! de la piensa, implica compagi­
nar una Imagen deformada y distorsionad« de la
conducta de este legislador frente n un episodio con­
creto y no se ajusta a la estricta realidad de los
neehos
Entiendo, ;wft>r Presidente, que en estos instantes
tan dür^les, en que se juegan tanta« cosas importan­
tes de i» vida nacional, tenemos que ser especialmen­
te fdo/at del cuidado de nuestro» fueros, no sólo por
jo qij*. ellos tienen que ver <on nuestra vida pnlítlta
y personal, «mo poique integramos un Poder de! Kóa-
rto que tiene que afirmar su vigencia en Jos mecanis­
mos irntiiurlonairs y políticos de! pala
Quiero reiatar fidedignamente cómo sucedieron los
hachos a que estoy haciendo referencia Es efcctlva-
JAitc cierto que ta Dirección de nuestro Partido se
eWcró de que .se estaba realizando un procedimiento
por parte do los Fuerzas Conjuntas en el domicilio de
la compañera Alba Clavijo, miembro de nuestro Co­
mité Central, y que esta compañera se encontraba,
ídí'jidn, im, por ebrio, *«•■.),idída en alguna tatucc-
>n, -'h'j o Ja ,'uz j/nhlir;i, cumpliendo mn una misión
del Partido Nos comunicamos ron ella y Je dijimos
lo que pasaba Su reacción Inmediata fue la de decir­
nos que .si de ¡o que «r trataba era de que e.slaba re­
querida pan ser interrogada jxira cualquier Indaga­
ción por parte dr las Fuerza« conjuntas, se iba /» pre­
sentar de Inmediato ¿Por qué señor Presidente? Por
la .sencilla razón de que la compañera Alba Clavijo
no tiene nada que esconder ni que ocultar La com­
pañera Alba r ¡avilo no es tupamara: es socio lista
fié una persona a la que no *>e puerto imputar, a me­
nos que w* rtrtqenmn mucho ¡os hechos, ningún acto
Colatorio de lg ley. E» una eoffipMfterai qne tiene su
conciencia tranquila y una eonducta limpia /. pof Jo
tanto, no teme enfrentar a un tribunal que * Juzgue
¡m parcialmente.
Efectivamente, me aper-cné .» ese lugar, pregunté
do qué se tintaba y me dijeron que se requería a la
compañera Alba eluvio para Indagarla sobre una acla­
ración y no se me dijo má.s nada. Manifesté que no
había ninguna razón para ¡m la compañera no se
presentara, que me iba a tr con HIh y mi'1 de-
moraría solamente el tiempo om rila tardara en ve­
nir. Cuando la compañera estro ' r la capital, la D.irc-
clón del Partido diapuso que yo la acompañar,» cuan m
ate hiciera pretente donde la requertgn, ¿por aué la
acompañé, cortil lo ha heého án otro»
ro, porque es una compañera; wgun<W. ptwque ■quë^i»
ú %reo
ml'-mbro hf*l Comité Central del Partido fiocalUU,
Secretaria ae Finanzas del partido; y, tercero —E M~
Fuerwae AHn*d*e,"y ww-^Mdee del wwmwr wroww
iiHtUlwUe deíM- »****vlr.-
qnq^ Poder Leai.slaiiv» n<> .>e.i>urde irub/aL
valori rpretar conductas por parte do las Fuer-
¿ing Armai
Pt ras del Esta ■gahnentr const'tuidn.s
ello;; 1 ^arla nento- s factores máximos de lu
Ribera ni a ais. Y eiftn qo uede mal interpretar
nMeylvenmr. » pueden pen los Icgiuiarif/re»
«U- 'ujotc 14 4^ común debe n defensa
Al*' .o'’! qñé ?\if»'6'óéfr T% 4||JA‘h’1d
d?l orden esUl>n*is4p por la C institución v M
consagrado en las del? jjH-s nacmi por Jíi icpie-
senlachih soberana que s ; loa inte-
giantes del Parlamento.
lo que más importa subrayar— para expresar con mi
presencia la total solidaridad del Partido con ella, con
su mdJtuncía socialista, y la plena confianza que te­
nemos en íu lealtad y conducta.
Reitero que ya otra« veces hemos acompunadu a
compañeros requeridos, como en el oaso del Secreta­
rio (ieneiHl de nueetro partido, doctor José Día«, que
lito liberado en pocas hora.*. Lo hacemos pirque el
Partido Socialista busca la verdad, y quiere la ver­
dad poique sabe que revolución y verdad van de la
mano; y aun en aquellos casos en que por un grueso
error jurídico o por un malaborismo procesal —como
bu ih urrido con el compañero Pablo Orgamblde, de
(ierro Iauro—- hay procesamiento, quando esa perso­
na cuenta con nuestra más absoluta confianza, segui-
mos luchando por esa verdad; es «si que hemos ape¿
Jado ese procesamiento, pues sabemos que a la ver­
dad se la podra bloquear durante un tiempo, oscure­
cer durante un tiempo, pero que en definitiva y a la
larga siempre sale a relucir, siempre Uiunié y se abre
camino.
En función de estas razones nos limitamos a acom­
pañar a Ja compañera Alba Clavijo. No había, pues,
nadie a quien entregar ni nadie a quien convencer,
poique Ja compañera Alba Clavito nada tema que ocul­
tar. nada temí» en su contra, nada tenia que pudiese
colocarla en una situación difícil frente a una awn-
gación de las Fuerzas Conjuntas.
(Suena el timbre indicador de (iciupo.>
SEÑOR. PRESIDENTE «Gutierre« RuiaZ — Perdor
Minor Diputado, pero el Reglamento huerica que a ynii
altura debe votarse sí os o no una à jric stion de Dici os
lo que usUid pia
Se va a vo DíP. I
i«« vota.»
—Cuarenta ilrojín cincuen y ocho. Afirma -
ti va.
Pidurl^ palabra pan, fundar
el
PkuaDENTE/Uutiárrgx Ruur —- Tiene la
1/seuor Diputad o.
P¡
/pOZZOIÓr — Señor Presidente: nosotros
votan io* aiirmati^mujuto, como lo hacemos tiadicio-
nhliii/íitc , parayPCMbiHtar el debate del tema, pero
mláramu « QUü/íiufcMio voto de uli jra no significa que
i*/ojnpañ(unyfl posteriormente lo que plantea el señor
Diputado../porque hasta este momento no advertimos
lo dvpdmos honradamente-— en qué radica el prc-
blrma/fle fueros. <
N/uii mas.
XENOIl PRESIDENTE (Gutierres Ruiz». Coiltfc
oAñu, üu u¿íi ñu U mUIñii í,i .líTUif ÜiüuUlílü Tfia*i ■
tiENOR TRIAS. — Este comunicado, como tanto*
otros, tiene sentido político, .significación política, in­
tención política, porque interpreta y Juzga ¡a conduc­
ta de un legislador y, lo que es peor, crea un contexto
deformatorio de los acto?, de un legislado-. Donde m<is
se aprecia el sentido político del comunicado es en su
titulo, donde w dice: "Diputado del Pdc colabora con
ia¿> Fuerza* Conjdnlaa entregando a una tupamara
requerida". Contri, la afirmación contenida en este
título es que reaccionamne indignamente. ¿Cómo .se
puede afirmar, ante» de que la Justicia Militar se hu-
y» pronunciado, que la compañera Alba clavijo es
una tupamara requerida? Fulo está contradicho en el
propio texto del comunicado, donde en dos oportuni­
dades .se alude it la "presunta Integrante de la orga­ I
nización", etcétera. Se trata aquí de algo qué puede $
dar lugar a un reclamo penal, porque se hace una
acusación sin <me jxijda aun fallo y pronunciamiento
CreoJUque t%iS
tteii que Terminar “«to de lo2(3mttil<^
do» con sebtJdo
_____ J pólítko, con »ugi’fenrin» fínica», Ton
‘
»MWlfléXclóh política. Las Fuerzas Armadas, que no*
 merecen el mayor respeto, no son un poder del Esta­
do sino una institución del Estado y están al servicio
de los poderes constituidos del Estado, como lo es el
Poder Legislativo, que quien habla integra Junto con
los demás miembros de este Parlamento y a cuyo ser­
vicio están las Fuerzas Armadas, a las cuales, enton >
cea, no les corresponde hacer pronunciamientos polí­
ticos ni sugerencias políticas en sus comentarlos.
Pero queremos señalar que este hecho viene en­
marcado en un contexto. Hace muy pocos días fue en­
carcelado y llevado al Cuartel do Molo el Secretario
General de nuestro Partido en el Departamento de
Treinta' y Tres, compañero Manuel Toledo, que tiene
más de veinte años de Partido Socialista y que ha
sido organizador del primer movimiento de trabaja­
dores rurales en nuestro país, cuando los arroceros
hicieron una marcha sobre Montevideo, reivindicando
mejoras salariales y de otro tipo: además, milita en
el gremio docente de Secundaria; cuenta con la más
absoluta confianza de nuestro partido y no ha teni­
do en su vida otra mllitancla que la que tiene que ver
con éste. Ya habla sido detenido quince días y tortu­
rado bárbaramente, como lo denunciamos en Cáma­
ra, siendo luego liberado. Ahora se ensaña nuevamen­
te con él la persecución y es detenido otra vez.
Pero no termina ahí la cosa. También en Cerro Lar­
go se detiene al compañero Ramón Angel Viñoles. con
más de treinta año« de afiliado a nuestro Partido, de
cuyos congresos fue a lo largo de su vida varias veces
Presidente, Director de la .escuela Agraria de Meló,
profesor de Enseñanza Secundarla, vecino sumamente*
querido y hombre a quien nadie puede —a no ser ter­
giversando burdamente los hechos» adjudicar otra
rnllltancia que la que, entregando su vida, hit dedica­
do siempre al Partido Socialista; ciudadano, en fin,
de méritos relevantes. Y fue en ese mismo Departa­
mento, Cerro Largo. donde, como lo hemos señalado,
se detuvo al compañero Pablo Orgambide, que fue pro­
cesado sobre la base de un grueso error judicial que
hemps apelado.
No podemos menos de apreciar, a través de esto,
que se está montando una provocación, una agresión
contra el Partido Socialista. No podemos menos que
interpretar eso y de resaltar en el sano del Parlamen­
to la significación que le otorgamos porque si hoy M
trata de actos de provocación y de agresión contra el
Partido Socialista, no debemos olvidar que existe en
este país una uitraderecha que no solamente está dis­
puesta a estos, sino que está realizando una intensa y
condenable campaña contra todo lo que sea político
y civil en este país, y no sólo contra el Partido s<iqcíaj
irsta. " 1 ♦"■¿.X'l;:iFMtucion y la ley nos daban.
X\ SEÑOR PEREZ. ¡Apoyado!
SEÑOR TRIAS Esa campaña está dirigido tbrfi
Ias instituciones políticas y civiles, contra el hom- a ?a alirrnatí&a de Marx de que las grandes revolu­
re político
La experiencia histórica enseña que el proceso em­
pieza por determinados hecho» y termina englobando
a toda la vida política e institucional de la Repúbli­
ca. Por supuesto que no vamos a wttfundir PttefíuH
Armadas con ultra derecha. Ya hemos dicho más de
una vez el rol fundamental que atribuimos a las Fuer­
zas Armadas en los cambios económicos y sociales de
la República y por qué entendemos que sin su partid*
pación activa y nacionalista es imposible obtener en
e.stc país las necesarias transformaciones de estruc­
tura. Pero también sabemos que esa uitraderecha por
lo menos intenta utilizar a sectores de las Fuerzas Ar­
madas para implantar en el Uruguay una abierta dic­
tadura, erradicando del país la vida política, que es
la esencia misma de su existencia. Esto es tan ¡v>¡ que
esa uitraderecha es fácil de identificar: está constitui­
da con lo» peores intereses del empresismo extranjero
en la banca o en el sector de loa frigoríficos, que se
han enriquecido al amparo del fraude, al amparo de
maniobras contra la República, contra su economía,
contra su destino económico, contra sus trabajadores.
La integran aquellos sectores del latifundio y 1e la
banca que no pueden permitirse el lujo de prosperar
y de mantener sus privilegios en una sociedad demo­
crática abierta, expuestos a la investigación • y a Ib
discusión pública. Ellos precisan el aherrojamiento de
las libertades, la desaparición de la polémica política,
el aislamiento de lo que significa el juego de la luena
de los partidos, para seguir enriqueciéndose sobre la
base de la especulación y sobre la base de la miseria,
del dolor y del sufrimiento de nuestro pueblo.
¡Compárase a los integrantes de esta uitraderecha,
donde se alistan conspicuos empresarios autóctonos
y extranjeros, con la conducta de nuestros militantes
detenidos a que he hecho referencia, hombres hones­
tos, modestos, pobres, que jamás se han valido de la
política para obtener un solo beneficio personal, que
han entregado toda su vida a su causa, a sus Ideas, lo
que para ellos es servir a su patria, a su pueblo l
¡Compárase una cosa con la otra y se verá la impor­
tancia de lo que estoy afirmando!
En el partido Socialista tenemos experiencia en es­
to de pasar por momentos difíciles. El 12 de dicám-
bre de 1967, a través de una resolución que violadla
Constitución y la ley, fuimos ilegahzados. ¿Cómo res­
pondimos a esa agresión? ¿Es que acaso respondimos
cambiando nuestra estrategia, nuestra línea política?
No; nos mantuvimos fíeles a nuestra concepción de
que las grandes transformaciones que procuramos pa-
. a este país sólo las pueden obtener las masas popu­
lares organizadas y conscientes y la acción política
pública y abierta.
¿Qué hicimos, entonces? Al mes de ser ilegalizados
publicamos un periódico, ‘Izquierda'' - que tuvimos el
honor de dirigir—, de contacto con las masas popu­
lares para negulr nuestra prédica de esclarecimiento y
poli tiza clon y para tener un instrumento de organiza­
ción popular. Nuestros militantes siguieron en todos los
frentes de lucha de masa, sindicatos, organizaciones
estudlantilds, grupos de barrio, etcétera, trabajando
por sus ídeiis y objetivos.
Al año y medio, en virtud de las medidas prontas de
seguridad, ese órgano periodístico fue clausurado y
quien lo dbrigia fue detenido por cas tres meses, ¿Có­
mo respondió el Partido? Creando un nuevo órgano
periodístico, “El Oriental”, que aún ‘stá en plena vi­
gencia y desarrollo, otra vez instrumento de conclen-
tización y de organización de la masa, para la
política abierta y pública.
Llega el instante en que el objetivo buscado a tra­
vés de la Ilegalización del Partido Socialista. que era
su desaparición, no sólo no se había cumplido, sino
que estaba más fuerte, organizado y vigente que nun­
ca. Y asi vino la vuelta a la vida legal, por la que
siempre .toiibíainos luchado agotando todos los recursos
i^de confundir nuestra linea política ni tie­
ne derecho a tergiversarla. Estamos firme» y fieles
ciones sociales no las hace tanto la debilidad de los
fuertes como la fortaleza de los débiles, y ésta con­
iste exclusivamente en la organización y concientlza-
í. ion de lag masas.
N! «hora se trata nuevamente de una campaña or­
questada y armada de provocación contra el Partido
Socialista, nuestra respuesta será la misma—: conti­
nuar con la in Urgí ver sable acción política de masas,
que is* la línea del Frente Amplio cuando afirma una
y otra ver: —como Jo ha dicho el compañero Sereg-
nl—, que hay que agotar todas la» vías constituciona­
les y legales, buscando a través de ella los cambios
que este pala necesita; afirmando la vigencia del Par­
tido 81 esto iuera art, si hubiera contra el Partido
una maniobra orquestada que sé traduce en estos he-
i'lios y comunicados, ya le hemos dado nuestri res­
puesta con el éxito de los pleno» que sé han realizado
en estos días, donde han recibido su carnet centena­
res y centenares de nuevos afiliado» socialista», mu­
chachas y muchachos que no se van del país, que no
pierden las esperanzas en el Uruguay, en su patria,
en su pueblo, que no van a luchar en nombre del pue­
blo, Stop vw» a actuar como una verdadera van-
tt^raUrétttwiUB eti el uno de las masas popularas,
én loa slndleatoc, en loa barrios. Ellos saben que la pa-
’li.i iP. <il<> la turra y lus muertos, como suele dé-
/ < >mt el pip ólo vivo que quiere trabajar, que qüie-
.<• . er dueño de su propio destino. 4,
Vamos a terminar, señalando que el rol de los so-;
clallati» en el Uruguay es solamente colaborar con el
páfa y ten su pueblo y esto hoy en día tiene un único
significado: militar en favor de la paz y de las trans-
toTinacItínns profundas que el país necesita. Nadie pue­
de tcrgUeraar tlí confundir esta conducta limpia y
(Te ¿t^vd.'UAir y de jos o,mi paneros del
P.n adó ftoriulHtft. EstiU aguas .•»•oh muy limpia«, muy,
cristaunas y no hay barro que las ensucie, ni rinuiera'
que las pueda enturbiar. 9 Q tí 4 4
Es lo que quería decir, señor Pn .WcMtxVy mi únlct
solicitud u iu Cámara es la de que la versión taquigrá
ib a de nis palabras sea cursada a los Ministerios d
 BWK» MUMBDEMT1 (Oultarm JW*
interrumpir el señor Diputado
HE ÑOR TR1AH. — Advierto que el hecho de que yo
planteara el pase de mi« palabrita a los Ministro«, fue
a los cleetus de que tuvieran conocimiento de lo ocu- |
rridó y no porque haya abandonado mi pl mteamler Coi
de cuestión de fueros tal como lo solicitó a la Cama* í
ra.
Creo que el seftor Diputado Marchébano no advirtió
que yo me referí no solamente a la forme en que es­
taba redactado el comunicado —lo que da pie a ínter- .
prefaciones equivocas y evidentemente, y como lo de-j¡
muestra la prensa de hoy, malintencionadas- si'.ntH
también al título, realmente indignante. Dice: “Di- ,
putauo del PDC colabora con las Fuerzas Conjuntas
entregando a una tupamaro requerida”. No ha habi­
do ningún pronunciamiento de la Justicia Militar pa­
ra que se afl; me que Alba Clavijo es una tupamaro *
requerida. Esto deforma totalmente la conducta del
legislador que no acompañó a ninguna upamara re­
querida sino a una compañera del Partido Sorlalísla.
a la que se le requirió para solicitarle u;ia aclaración,
y que no tiene nada que ocultar. Y el legislador lo
único que hizo fue acompañarla a ios efectos de que
se presentara, como se requería, para hacer esa acla­
ración.
Advierto - y en esto quiero poner el énfasis-- que
aquí hay un problema de fondo. Estás comunicado» j
tienen sentido político, se están convirtiendo en un •
centro de acción política, de opinión política, donde se
juzga la labor de los legisladores donde ue valora 6 i
interpreta sus conductas y lo que ei peor, donde' se |
tergiversa Interpretando su conducta ■?
Este es el centro del asunto; esto subvierte el Jue- rf
go de las instituciones en este pal«. Las Fuerzas Ar-'í
mudas - sobre las cuales, vuelvo a repetir, ya hemos ;
expresado muy clara opinión; en su conjunto, como •
institución nos merece el mayor de los respetos- - no í
constituyen un Poder del Estado y no están habilita* j
das para emitir juicio político ni interpretaciones üo-i
bre la conducta de los legisladores ni de los integran-^
te« de ningún otro Poder. Esto tergiversa e invierte j
la» relacione» que deben existir entre amlx>s mecanis-
moa o factores de la vida institucional del palé. Lata
F’uer/as Armadas son un instituto y están al servicio!
de los Poderes legalmente constituido» y el Poder Le-|
gi.sluMvo es un Poder iegalmente constituido.
Por lo lanío aquí, si de algo se trata, es de que las |
Fuerzas Armadas deben colaborar y ac uar para elJ
buen y libre funcionamiento de los Poderes constituí- |
dos. y no al revés; no interpretar, y mucho menos ter- “
giveisnr. la conducta de ios legísladorea, como se hace |
a través de la forma en que está redactado el comuni- j
rado, en especial a través del título, en el que se hace |
una afirmación tan incierta -disculpe señor Diputa- *
do Marchesano que me refiera a usted— que luego
el texto lo contradice cuando manifiesta que se trata 1
de una “presunta” sediciosa. Es decir que no hay pro- *
nunciamiento de la Justicia Militar.
Esto, evidentemente, roza los fueros del legislador.
Además, existe en esto un trasfondo político de gran
envergadura. Aquí se produce una distorsión total riel
funcionamiento institucional y político del pais en que
un instituto clel Estado emite juicios, valora e interpre­
ta conducta» dé un integrante de un Poder del Esta­
do mando debiera ser totalmente al revés. Las ins- ;
tliucione» están al-servicio de loa Poderte del Estado,
y »on ésto» tas que deM valorar, interpretar y rea- .
lizar las fonnoleetanes potttieas «orrespístaienta». Es- i
to es fundamental porque se trata de afirmar el orden í;
civil-político en el Uruguay; se trata <ie afirmar el
funciona miento institucional normal del Uruguay, tai
trata de Impedir que se tergiversen las forma« en qw
se relacionan lo« Poderes y las instituciones del, Ecta^
do dentro del país. Por eso tiene sentidlo él plantea*"
miento do fueros que he realizado. *
Lo que ocurre con la redacción y con el titulo dw
comunicado es una tergiversación y distorsión de la PRQCóAOO
relación entre la* instituciones del Estado, como 1M^
ftNnaa Armadas, y un Poder del Estado el Poder
LeftataUvo, al cual ese instituto debe. servir. Repito
que sobre el Poder Legislativo no .se puene realizar,
valorar e interpretar conductas por parte de la*. Fuer-
tas Armada* ni de, ningún instituto del Estado Los
Podare«del Vetado, legalmente constituido» entre
enes d Parlamento-- son loe factores máximos de la
.vHhhW >•*** JT pp ¿x qpp- aitarjwetar
-0- >> pw.ótPVl* .’ó» /' garladores |
’•*" -< pw'jowf ."jri-ií# 'rjrn ¡n Slltr ¡a defensa |
■'* ,/* ruerw pai íamenurio» que zuponen la defensa ’
del orden establecido por la constitución y latí leyes,
concagrado en fas rlerrtones nacionales por la repre*
«tentación soberana que se da a cada uno de lo» ,r¡te-
grantes del
 de inoierto e« telas e indignante Vuelvo a decir que
pcHiiKi dar p e p«ua una Querella judicial o penal, por­
que da por supuesta la condición de tupamara de Ja .
compañera Alba eiavijo, .sin que haya pronuncamlen- .4
to de la Justicia Militar, como lo reconoce máe abajo,
por dos vecen, el propio comunicado. j
Si wto no distorsiona mi conducta, no aé lo que ee j
¡o que Ja puede ¿úatoreionar.

Pero, además, en rl prepio texto oe utilizan loa vtr- :

boa ••entregar'* y “convencer0, que no corresponden a i
ln realidad. No liabía nadie a quien convencer, ptr- 1
que la compañera Alba Clavijo, con absoluta tran- f
quilidnd de conciencia y con una conducta limpitiJ
sabiendo que no había incurrido en ninguna viola* |
rión de la ley, n<> necesitaba ser convencida y nunca,!
en ningún instante, manifestó su deseo de no corn-í
parecer a donde se íft requería. Nadie le dijo allí qUO
estaba requerida por una acusación; sino para solicHf
trirle una aclaración. Yo no la entregué ni la con-«
vencí; sólo 1« acompañé. 1
No podrá negar el señor Diputado Marchesano que $
detrás de esto hay una Intención política. Por eso pl-|
do que se dpso el texto de estas palabras a ios sefto-J
res Ministros, dado que alguien tiene que ser respon-«
,‘íibio de estos comunicados. Alguien tiene que ser re»*J
ponuible por el hecho de que en loe comunicados d«M|
las Fuerzas Conjuntas se hagan pronunciamientos OJ
.sugerencias políticas, se manifiesten intenciones po|
liticos, so juzgue do esta manera, tergiversándola, la í
conducta de los legisladores, en sus títulos y aún utt- |
1 izando verbos que no corresponden a los sucesos oca-?,
nidos
¿Quiénes son los responsables? Alguien tiene que
ser responsable concreto de estos comunicados v los
Ministros tienen que establecerlo. Requiero que los
Ministros lo establezcan y por eso quiero, sin aban-
donar el problema de fueros que he planteado, que
mis palabras pasen a los Ministros respectivos. Por
supuesto que no diré de ninguna manera que la to­
talidad de las Fuerzas Conjuntas, o que las personas
que participaron en ese procedimiento están respon­
diendo a los móviles de la ultraderecha en este país,
pero no tengo la m«nw duda de que eatas cosas sir­
ven u los objettvna de la ultraderechn <te utilizar u
pjrte de los sectores de las Fuerzas Conjuntas en fun­
ción de sus fines político«. Me refiero a esa ultrade-
tocha integrada por los intereses más fraudulentos y
complicado.? con la exacción de la economía nacional,
con la e*prcqi«clófl con la evasión de divisas, con loaj
wguciad'Mi y que eslá relacionada con ciertos bancoo
<¡e’piara, eñ»i <‘lertsw empresas industriales, con cieP*>
tas grandes extensknas terrítoriole», ron cierto» «ec-3
torea dd capital ex‘’j»n,i«ro a ¡o* "uales no Jes can*»
viene la vidn imrtUtitdorui Hbr* y plena, romo son ldv|
sectores petroleros y Jos de la indurtrta frigorífica toip
<p»e están ventilando *u» negórlarfiog' y quieren da»*^
trulr en el Uruguay todo el aparata Jurídico »nstltu-|
clono} Furto débe ser ínventfevdó; debe buscarse «11
•'Xi'te n p»i~o reWior er^r* quteiaes redacten est«H
comunicados y estas farras* Debé resporiaabfllzarwi
it o Iguíen del manejo de rMos comunicado« ron
I melón política, porque esto e^tá sirvienda-al intePUM
vita niado o etnj/rrsnrlo.1, industriales, gente de
t .1 extranjero que quieren sumir a nuestro país é» MI
ove he sombría de una dictadura abierta.
 La que no tiene importancia ninguna es lo que ha4
j dicho el señor Diputado Olivar cabrera, quien sigue 1
- debatiéndose. en una nebulosa de la cual no logre sa- w
llr. Lrf verdad es que él leyó palabras sobre cifras y i
----- -■ - . .. ... *,-- ...
hechos que yo denuncié en el Parlamento Latinomarl-
cano y que nadie puede desmentir, porque son cier­
tos. Cada una de mis palabras encierra una verdad, ,
aunque, naturalmente, puedan existir interpretaciones ’
contrapuestas, y los partidos las tienen a ese respecto.
Todo esto demuestra una cosa: que yo digo las mis-
mas verdades aquí, allá y en cualquier indo. Cuando
la Cámara quiera que se discuta de lo que cada uno
habló en Colombia, lo haremos en cualquier momen­
to. Pero esto —repito— no tiene importancia; es una
ctsa desleanable que vamos a dejar de lado.
Vamos a m al fondo del asunto. Esto id me importa,
porque tiene que ver con el drama que está viviendo
el Uruguay en estos momentos.
Nuestro sector político, el Partido Socialista, ni el
Frente Amplio, estamos dispuestos a admitir que se ¡?
siga incurriendo —no queremos decir que esto lo haya ¿
afirmado nadie en particular, pbro pueden mal Inter- <
pretarse algunas palabras de este debate— en la cam- •;
paña calumniosa de que el Frente Amplio es enemigo |
de las Fuerzas Armadas; ni que cuando hace una de-|
nuncla sobre un acto desviado de su curso, un acto®
que es un exceso —como es el c»u» do este comuni- f
cado—, se salga a decir que lo que está haciendo caj­
ún atentado contra el Ejército. Eso es calumnioso/
malintencionado e Infame, .■<
Al contrario; cuando realizamos una denuncia de<
este tipo, lo que estamos haciendo es defender al»
Ejército y poniendo de relieve loa posibles excesobí
que se puedan cometer, como pueden ocurrir en cnat*J
quier sector de la saciedad nacional. ' jl
Entendemos que en este instante en vital que tauo
Fuerzas Armadas del país cumplan gallardamente oofil
«u rol. Sabemos muy bien que las Fuerza« Armadltfl
del Uruguay no se reclutan entre la* clases oligáill
quices, y que no están vinculadas al latifundio, ni «1
empresismo, nt a la banca, ni al capital extranjeriáj
.°lno que provienen de los sectores populares, de hHéw
clases medías, que son parte d<fl pueblo. Por lo tanto, ?
creemos que su rol debe estar determinado por eee -i
origen social, al que tienen que hacer honor defén*«
diendo los intereses populares, las instituciones, la «ó*"»
heranía y el funcionamiento normal <le los memnta-1
mos estatales, políticos e institucional«» de la demo-1
erario uruguaya. I
A es*o nr> i referimos y eso es lo que estamos de- i
tendiendo. Y cuando en ese sector d<i la sociedad 01
en cualquier otro ocurre algo que trasgrede y ofénda.1
ese principio, y que intenta sacar a las Fuerzas Ar- S
madHN de hu quicio, levantamos nuertra venf -w
Ese es nuestro concepto de las Fuerzas Armadas, 1
Nadie puede decir que estamos contra ellos' valora- 1
moe enormemente, como se debe, el papé! que ellas I
cumplen. J,o que nadie puede negar es que en el Uru- s
mimiv existe una ultraderecha que quiere terminar |
< on los partidos políticos; nn sólo con el Partido 8o- ,|
rinlistn, sino también con el Partido Colorado y con J
<1 Partido Nacional: con todos los partidos político^«
• inieirup-.on del señor Representante Ottati Jorge. W
campana do orden)

Nadie puede negar que ese es el principal ene* ¿ji

migo del pueblo uruguayo.

(Interrupción del señor Representante Ottati Jorge.

Respuesta del orador, campana de orden» j

SEÑOR PRESIDENTE (Gutiérrez Ruta) Se ruega ■;

a los iwfiorefl legisladores no interrumpir.
Puede continuar él teño/ Diputado Trías,

SEÑOR TRIAS. — Le» que quiero señalar, señor pre­

sidenta, as que «mi rftradarecha constituida por em­
presario* fraudulento*, jerarcas, latifundistas, etcé­
tera, etcétera -que ei liste y opera; que tiene perió­
dicos, como el que acaba de denuncia.r el compañero
Vtaaa; que sa mantftaita y qutaa» tatitaw- a taa Ib»- j
sus Armadas en w lew es Mitro <í
inaitiign d* iodo*, »1 rnamiit# Runememn, w
A reo me t cierta, y no se me Interpreta mal tfuanga
do yo dtao que hay <gue bascar a ka responsables «
«sta» eemameados, no me refiero u las •!!!?
qutas del Vetado, eb w a toe que pueOeii
; j • .■ ...................... í'u»<i<- . <-r >en-
clfiamente una torpees, pero objetivamente les hacen
el Juego, encendiendo 1á candela d«s las pasiones po-
wmw# *»« . .’,. ,, ..
Esa MI Itt línea rré nncutfó éwéftfó / « AWiW wi
Frente; aialfir esa ultra derecha, combatirla, impedirla a
oue destruya las instituciones y que cierre los comí» |
jjos para la acción política pública y abierta de las$
masab, que es la única manera como podríamos obta-.$
ner las transformaciones que el pata necesita
Muchas gracias. . . __ - ------------ .■
 Montevideo, Si de julio de 1972. Señor presidente
«c 1« Cámara de Repx«sentantes, don Héctor Otrtlé-
rrez Huir De conformidad con lo eatablecido en el
articulo 151 de! Reglamento de la Cimera de Repre-
samantes, solicito ge curse a loa Ministerios del In­
terior y de Defensa Nacional, la siguiente exposición
escrita: Bl compañero Manuel Toüdo se encuentra
detenido en el cuartel de Meló hace aproximadamente
20 días. Anteriormente había sufrido detención en ,4
Treinta y Tres, por más de dos semanas, y tremendas .3
torturas que denunciamos en su o|>ortanídad y con i
las ciMle» no pudo protoársele absolutamente nin- J
gún cargo, por ¡a sencilla ratón de que no ha inca» t
rrldo en ningún delito Tiene más de 20 años de afi- 4
nado al Paitido Socialista, maestro, dirigente gremial, 1
?•(tícsor le Enseñanza Secundaria y actual ftecrrta*,!
río Genero! de nuestra organtsactóa en el departa-J
mentó de Treinta y Tres. Goza da la más absohit*|!
<onllanza del Partido y sabernos, sin ninguna duda/|
que Jamas ha militado en otras filas, ni se ha vin- ¿
rulado a otras organizaciones Ante la persecución de •;*
que es objeto, ante la posibilidad de que aparentes
circunstancias sirvan para tejer ura presunta acu­
sación, declaramos, en nombre del Partido, que esta­
mos plenamente seguros de su lealtad a nuestra causa
y de su total inocencia Así lo probaremos y no ce­
jaremos en nuestra lucha por restituirlo al goce de
sus derechos políticos y el seno de su hogar. Saludo
ai señor Presidente muy atentamente Vhdán Tila«»
Representante por Montevideo**. í

23 t
018 ■ r’r
 ami en este quicio, ittn en este carril qtM no compar-J
túiioi -porque, insistimos, estamos totalmente
acuerdo con el planteo realtsado por el señor Diputa<4
do Batalla entendemos que el desafuero es una so-*f
lución contra derecho y tremendamente injusta. Y
además, políticamente peligrosa
Fue el señor Diputado Tourné, que va a votar el
desafuero, quien aportó una de las tesis más lucida*
y favorables a lo que estamos sosteniendo. No rueda
ninguna duda el señor Diputado Beltrin, miembro*
informante, lo desarrolló con brillo - de que el fuero
rs un instituto cuyo destino fundamental es cuidar*
la independencia de la acción legislativa. Y sobre W
SftAOft TRIAS - Ninguno de lo* wctorea que eetá premisa básica fundó el señor Diputado Tourné su'
representado en la Cámara puede eludir un pronun­ afirmación de que, entonces, las facultades de! Parla-‘
ciamiento trunco, tajante, sobre el tema en discusión. mento para examinar las pruebas materiales no po­
En nombre del Partido Socialista, integrante del Fron­ dían tener limite; que justamente por eso. porque ¿e
te Ampho, vamos a ser breves, —a esta altura de nin­ trataba de que el fuero cuida el funcionamiento eficaz
guna manera podemos pretender enriquecer los ante­ de la división de Podere* y la libertad de la acción
cedentes ni aportar argumentos a los que con toda legislativa del Cuerpo es que las facultades de exami­
lucidez y brillo han desarrollado mucho« de nuestros nar por «j mismo las pruebai materiales no tienen
compañeros ele sector, y también algunos adversarios, limitación.
«favor de nuestra tesis-- limitándonos a hacer una Creo que e» una tesis correcta, poh tiramento muy
tesis de los mismos y algunas ronslderaclonne po­ bien fundada, y, además, en la coyuntura actual que
li ticas finales. vive (»1 pala, absolutamente necesaria c imprescindi­
Hay un punto de partida eminentemente jurídico ble. No podemos negar que lo que se ha manejado ado­
muy bien planteado por el señor Diputado Batalla. lece de astlllamlentos, de vicios, de insuficiencias ma­
La mayoría de la Comisión informante se pronuncia nifiestas. Voy a señalar alguno», que han «ido apor­
porque este asunto sea dilucidado por la vm del desa­ tados por distintos oradores.
fuero El señor Diputado Batalla, firmante del Informe Los testigos que sp utilizan para avalar los elemen­
en minoría, cuya tesis compartimos en su totalidad, tos de juicio con los cuales se pide el desafuero del
so inclina por que la controversia sea dilucidada por señor Diputado Ferrer son perrunas procesadas. Hasifc
la vía del Juicio político Esto iue debatido con luci­ ta el propio señor Diputado Bouza. que evidentemen&||
dez y argumentos razonados, fundados, entre el señor estudió el asunto con detenimiento, reconoció que efi
Diputado Batalla y el señor Diputado Bouza. to disminuye el valor de esos testimonios. No hay
Este últ mo señalaba que entendía que el criterio la menor duda al respecto. Además, está probado qUf|
que debía determinar la opción por uno u otro camino una gran parte de las actuaciones no llegó a cono¿Í|
era el origen del reclamo: que en la medida en que miento de la Comisión. No sabemos qué contiene
viniera desde otro Poder, el camino era el desafuero que no ha venido, sin Juicios o elementas favorablM
y. en cambio, el juicio político correspondía para el o desfavorables para la causa del señor Diputado Fm
caso de que el origen del reclamo de desafuero salie­ rrer. Eso está absolutamente probado. ■
ra del seno del mismo Cuerpo. El señor Diputado Ba- Pero tiidemás, se advierten contradicciones muy evf4
tiii'a opuso a esta tesis la del tipo del delito, señalan­ dente» en el texto. Ya se demostró contundentemente
do que como tenia que ver con la conspiración contra (pie el hecho de más importancia que se señala, qun
el orden Institucional, contra el juego de los Poderes p! supuesto contacto y relación del señor Dlputadm
del Estado, "contra la patria" —como se dice a ve­ Ferrer con el ingeniero Almlratti, ocurrido, de acuer-i
ces—, correspondía decididamente el juicio político do con la declaración hecha por el señor Diputado Fe-|
Mudó su posición en juicios de autoridad por cierto rrer, en enero de 1971, no es cierto, porque en esa fe­
^Ry prestigiosos: Jiménez de Aréchaga, Korzeniak, cha el ingeniero Almlrattt «filaba preso en la cárcel
Pérez y Pérez. Pero lo que más importa es que la fun­ de Punta Carretas. El señor Diputado Craviotto ma­
dó on razonamientos y argumentos muy convincen­ nejó la posibilidad de que esa podía haber sido i*
tes, que nadie ha rebatido en esta Sala. fecha del acuerdo para el contacto, pero que este pudó'
El Parlamento en «u Imnenaa mayoría, ha tomado haberse realizado algunos meses después Puede ser,
por el otro eamiro: por el camino de que la solución pero eso hay que indagarlo, y eso tiene que hacerlo la
está en al rnteunísmo del desafuero. A este respecto. Cámara a través de la Comisión Investigadora
Y hay otra contradicción: en su declaración dice
el señor Diputado Ferrer que el doctor Daniel Bu-
sena, cuyo alias es Esteban, le dio la orden <it> : (.alizar
un contacio en Montevideo con un tal Ismael, y sí
le dio una orden, ello indica que se trataba de una
persona que tenía en el Movimiento una autoridad so­
bre el señor Diputado Ferrer y en pleno conocimien­
to de la función que este desempeñaba dentro de la
yantaación. Pero resulta que, como figura en la-pá­
gina 1J del repartido, el doctor Susana, al ratificar su
declaración, agrega: "No obstante, quiero de^ar cons­
ónela que no puedo afirmar si realmente el señor
Wàshington Leonel Ferrer Almetda integró h> orga
Blzación, porque «ti único testimonio que tengo pata
contestar como lo hice me lo proporcionó él mismo
¿Cómo ae aita» estas doe moscas por el rabo? o e»
cierto que ai doctor Buaena le dio órdenes, o ea cierto
qt»* e>l unico elemento que el doctor Husenu tenia pa
re pemmr que Ferrer fuera miembro de lu organiza
tbfMunaia era el propio testimonio de este. Esta
*» «na eontnulicción Legrante, y tuvo que ser defun-
...♦?»/,!< ucierad» I#** 1« íaittew
Agreguen™«» que ni «fñoe LhmUdo frárrer HwHhca
luego mim óeviarnokmae y nubmye que <uqrg||

019 j 23 6 44 i
 líidiuí en un estado dt» evidente perturbación mental.
Y esta no es una afirmación gratuita, porque en esta aiíOl TRIAS — Dteía qué hay un sector de las
Cámara ne ha presentado un certificado médico, fir­ climes dominantes complicado con determinada» máe-
mado pui dos reputados facultativos cspectaltal<ae en ri ses económicos, a los cuales mencioné, que ya no
siquiatiia, los doctores Hey y José Pedro (Jareleso, quo pueda subsistir en el goce de sus privilegios, en un ám­
certifica el estado de perturbación mental en que se bito democrático,, y que está interesado en la dicta­
encontralMi el .señor Diputado Ferrer *• dura. Y dentro d« ese sector hay algunos irganos pe­
No se puede, pues, manejar como pruebas feha­ riodísticos. Hay dos diarios, uno de la mañana y otro
cientes para el desafuero declaraciones que están en de la tarde, que fueron mencionados por el señor Di­
abierta contradicción con algunas de los testimonios putado filosa Días y que hacen una peratetante oam-
o con hechos, corno cuando se habla de un contacto pafia de desprestigio de tai ¡nstitucióei parlamentarte ¡'
con el Ingeniero Almlrattl en momentos en que éste
estaba en prisión o cuando se dice, como lo afirma el
señor Diputada Ferrer, que sus declaraciones fueron y de ¡os políticos de este pala; que hacen, falseando
hechas cuando se halla bu en un estado de perturba­ los hecho>. una campaña reiterada contra la forma
ción mental evidente cosa avalada por un certifica­ como funciona Enseñanza Secundarla, contra í ml-
do medico que cuenta con dos firmas indudablemen­ quter «oltcion de pacificación del pata que pueda pre­
te prest!« (mas y moralmente intachables, como son sentarse. uno do esos diarios, el de la tarde, no hace
las de Ion doctores Rey y Cerdoso mucho tiempo publicó un editorial que fue ob|? o de
Pero agreguemos además, que uno de los testigos debate en el Senado, projxmiendo abiertamente el
.señala que fue sometido a apremios muy graves, en­ golpe de Estado.
tre otro? a la famosa y tristemente célebre pruebo, Tengo una prueba mucho más íehiciente Aquí ten­
de) • Ttiibfiiariiio*'; y benita con que un testigo haya go una publicación
sido sometido a apremios de esa naturaleza para cues­ »Interrupción del señor Representante Sosa Días.»
tionar, no sólo su testimonio, sino los de todos ios
demás que, como él, son procesados por la Justlca -. . .qué sienta una doctrina que lamentablemente
Militar. llaman doctrina nacionalista. ¡Y fíjense en el titulo.!
Como vemitó. se acumulan uno tras otro los elemen­ "El sufragio universal origen de la corrupción políti­
tos que n >s llevan a pensar que no solamente la Cá­ ca”. Allí se postula la limitación del sufragio, el u-
mara no mdagó como debía ni rodeó con las garan­ irugio calificado y corporativo.
tías debidas el informe que necesita par» pronun­
ciarse sobre "ste caso, sino que además nos ha traído «Interrupción del señor Representante Viera »don
elementos de Juicio que adolecen de vicios inoculta­ Eduardo.)
bles. de una debilidad manifiesta, que caen por M
solos y C(U<* por lo tanto no pueden servir de ninguna Y mí edita, como me acola el señor Diputado Vie­
manera paia algo tnn grave romo es quitar los fue­ ra. en el diario “El Pata”.
ros a un m.embro del Rirlamento Nacional Entiendo que este sector, que llamo de ultraderecha >
Esta ea una breve síntesis de un debate Jurídico del y que creo que e» nuestro enemigo principal, tenemos *
cual he tomado argumentos de quienes van a votar que »talarlo, que destruirlo a tiempo. No puede cum- ,
el desafuero y de quienes no lo van a votar Pero esto plir con .sus objetivos políticos, por si mtamo; nece- ?í
está en uii contexto político ¿Por qué yo señalaba la ála de las Fuerzas Armadas o de un sector de ellas,
tal pr< piedad de la tesis de) señor Diputado y allí se ha dedicado a hacer propaganda. Hoy se de­
Tauro* dl-iendo que debían ver ilimitadas ¡as facul­ nunció poi el señor Diputado Tourné la* existencia
tades del Parlamento para el examen de pruebas de un periódico mimeografiado, El Rebenque”, que
Porque mu ex la garantía esencial para que se cum­ se hace clr»?ular profusamente por las cuarteles. No lo
pla to que ea el eje, lu sustancia de la Institución de conozco; ice atengo a lo denunciado.
ica tueroi, es decir, le independencia del Cuerpo le-;
«’talntlvc 11 í
Esto time una connotación política en estos dra­
mático« momentos en que vivimos. No hay legislado^
que no haya nludldo a los difíciles circunstancies pb»;
líticas que vive el Uruguay ¿Cuáles son cuas dificlled,
rlrcimstanrins? Vamos a tomar el toro por las asta^
vamos a poner el gato furioso encima da la mesa;;
que en íl Uruguay se está viviendo un proceso qué’
todo* tememos fundadamente que culmina en un as-
tilla miento, en un resquebrajamiento de las institu-
r iones democráticas.' que desemboque en una abierta
dictadura
Sabemos que este fantasma ronda los pasillos de la
Cámara; que está presente en las tertulias preocupa­
das do los legisladores y dirigentes políticos', que esta
S rtrXWSsKWi»
nanUt M P»»’ 88 un •«c,ür <»ue lle!”; irSUtnriai
presente en el centro mismo de la vida política na- "x"r“óT/ un esquema poUW» »« P^ ,"íl£
Y no aludimos con esto a que exista presión de El imperialismo tiene máñ de una po
ningún tipo porque no tenemos derecho a presumir >n<n ido además que el Departamento de Estado ju
ni a agraviar a los miembros del Parlamento; pero »1™’línea v¿l Pentágono otra. Ew no quiete
qu" I»’ empresas Internacionales no sean e^Be-j
no se puede negar que esto está en el centro del pro­
blema; que no se puede dilucidar el problema de los
fueros del Diputado Ferrer si no tenemos en cuenta
este contexto de que en el Uruguay se vive un proceso
’"a wxi.
donde es público el descaectndanto de las instilacio­
nes republicano-detnócratico-reprosentMivM. Esta es la que hace propaganda *
qué? ¿Quién Uene interés en que esto ocurra? inRiki jY aué dice a las Fuerzas Armadas?
verdad que ¡a contradicción princpal del esce partidos a '¡os cuates rondó parajr>bií^
político uruguayo es el enfrentamiento entre el.
y la subversión? |Nol Es falso. ¿Es verdad que
contradicción principal es el enfrentamiento entro "Ol"
poder civil y el militar, y que son las fWrsM Arm«
fea quienes amonaran ¡as vine Mitaotamabef 1M| vwttataa sai los grastatae responsables de loe males na­
cionales Exageran cualquier corruptela, cualquier he­
poco; contradicción «o también falsa. La pítaa^ cho desvía (Mi, cualquier error, cualquier in moral idad
rípal coub'íiflh clon aquí es el cnírridamiento do faM que, por supuesto, tiene que haberlos en la vida po­
u h-¡ (!<• rice; qnr ha formado la historia del pita, lítica nackini»!, y al máximo. Loe políticos se han con
» . enftvnn. nr''iuu entre clases dominantes, minorita­ vertido en oí Demonio de este país. El Parlamento se
rias, oligárquicos, np,/tridax, r> rromp'da.s, dueñas de ha convertido en el gran parásito, en el Cuerpo político
la tlérra, l¡i banca y el comercio v asociadas a capí- donde t stA la corrupción, donde están las sueldos fa-
talas égiranjerof en el repudiabie negocio de explotar btii<donde están los privilegio», óojíde está él
los rfw'iirsoii y el trabajó de) pueblo uruguayo, v la cia­ ;»piovechamicnlo del traba)*» del pueblo, doiflló wíAn^
se media, lo.s obreros y todo» los hombres de trabajo loa organismos de entrega de U soberanía nacional.-^
de este país E»a es ia propaganda que »• trata de cursar y hacer 1
Es el e;tfr« «án U patria y la colonia, em ular per las Fuerzas Armada» y cuyo origen está ;
imaiii ' - r.^nr en c te ector de la oligarquía apatrida f corrupta,
vf*z mas colonia, y la« muh pr/mih-
"■ i,< ri Miian para implantar la Justicia social, para <¡
r-ntíin/ir ;¡l ixti.s por el desarrollo económico que CNHH
ma economía de ¡a abundancia, para tener acceso < *
una educación decorosa y a un cuidado de su salud
en conríictane« humanas, de una patria libre y sobe­
rana Sea as la contradicción principal Y esa oligar­
quía ** bagemonU en el pah dmiro del mar­
co in«t¿tuefcMÍ fe la macénlen republicano-dmiori.vi-
co-represfetattaa Entonces fue cuando pudo • "«iih ■.«
política de eonctltación de doses, financiándola pri­
mero Mn el crecimiento »eonfrnífe MI Vru*u*y. a ira
véa de la agropecuaria y luego ¿fe 1« tatartria, hasta
1955; y cuando se produce e! estancamiento definitivo
de nuestra ''cononúa, a través de la inflación Quiere
decir <nie. primero con el crecimiento erxmóiwico
’ *!;jr 'j? 1« oj purqula practicó ttM¡
>hE»ca de . uí'. .n .’:<e • - ¡ < ir iodo por eS^|
vía sus dividendos. ->us pnvi'rgios > ... ., .t > i'¡in'in«
Ufe porte suficientemente impor-

rtá/íme'XVZí feefetaaM votos, necesitaba de los

erisés q<ie ai' y el cotonialtamo a que esa

oétaMitaa át rr-J'rvA A**mpre llegó a un grado tal.
qoe po 15»* fnaj»c¡ar la conciliación dd';i
chusa», *í s*ia isí ■ oconámica ausente, plj
con iitw .jalfas^M w* 4W* ourtarae da rafa? pz?;
bruta torati. con une cifaf.ee ummá*.- y*»
amenaahlai con an «ncendio a toda 1« sociedad oyfelé-4
‘al, Enaraeap *ae «t ¿«srtaaée e» -pra fas* imitaídonrf
demecraüeat por meooa * »«•
qitla, yá no íe strvew, y hay iit se**t*w de
extranjeras nr.euMdos al negoelo del petróleo. A
actividad fnrerífra. dé > fee>»wlr*f
están al freíV? rie empresas de oomimteac'Za iWA*;í
.«as, evidentemente tan compüeadt* fraude,
la expMuladim, a» <0 agio,
-/ris qíK> /;i no pueden sijhri^y, vié z» no
pervivir con el oxigeno jdepo. con la dfsíéctfr-i abierta-,
y con la lucha franca de lo« partidos en medio de Hta
instituciones democráticas. J>ti 4 4
02 0 í
 «ÑOR TRIAS. — Por ««puesto, no puedo eolocal-
losan el mi«vao plano. Una cosa es la extrema dere­
cha, que está complicada con interese« vinculados a
las clases dominantes y explotadoras y al imperialis­
mo, y otra cosa son los grupos extraviados en yu es­
trategia e intencionalidad, pero que no están vincu­
lados a esto« intereses, aunque su accionar pueda te­
ner efectos parecidos. No son la misma cosa. Desde
luego es note rio que nosotros consideremos no sola­
mente invía ble, sino negativo, el esquema estratégico-
táctico dei Movimiento de Liberación Nacional. Pero
eso no nos puede llevar a ver a la ultraderecha y a
este Movimiento como un mismo fenómeno, porque no
lo «on.
Quería señalar que es lógico que esta ultraderecha
encuentre en rectores de nuestras Fuerzas Armadas,
un caldo propicio de cultivo. Nuestras Fuerzas Arma­
das r,o están constituida» por latifundista», banque­
ros u hombría de empresa; su» integrante» provienen
de ciase« populare» y medias y «on seguramente las
peores pagas de América Latina. Sufren la carestía
y las necesidades igual que todos lo» hombre» del pue­
blo, j’ ahora, además, por ei decreto de setiembre de
1971 se les encargó ¡a lucha contra la subver­
sión, contra el levantamiento armado dei Mo­
vimiento Tuimmaro, y ea lógico que su» oídos estén
atentos cuando se le» dice: en el Parlamento hay co­
rrupción, hay sueldos injustificado»; el Parlamento no
hace nada, los política» son corrompidos, entregan la
soberanía nacional; los políticos ganan tanto ycuan-
to. Recuerden los señores Diputados la carátula del úl­
timo número de este periódico, utilizando el irracio­
nal anlicomiinismo que es la filosofía de la ultrade­
recha por excelencia. Ponían la silueta del palacio
Legislativo j la denuncia de que el señor Diputado .
Ariamendl gsnaba un sueldo de fantasía. K» doair,
mezclaban huí dos cosas; corrupción en el Parlamento
y anticomunismo en un mismo esquema muy hábil­
mente compuesto, para llevar esa propaganda al se­
no de Jas Fuerces Armadas
• Apoyada*)
—Y, por «apuesto, ei contraste de que el soldado
ganaba > 15,000
Señalo este hecho realmente muy importante y slg- .?
nif¡cativo Muchas de estos grande» terratenientes
que pontifican, que se agarran la cabete por los suel* 4
dos de los ¡«’guiadores, que xnueUiwn cosas que mu ‘
verdad, corruptela» que son absol latamente ctertaa,
pero que cada vez que venden su safra de lana y hayj
una devaluación monetaria ganan miles de millcnes|
de peso*, no se sienten Impedidos de ir a misa a con­
fesarse el domingo.
< Interrupciones)
Eah uluabin eui pura ios terratenientes que es­
criben »n clcruw diarios o banquero» despotricando
contBi io¡> pnviicjjlo* dr los político» que »0 benefi­
cian con la devaluación monetaria y acaparando dó­
lares ku (has previos n la devaluación Ponen el gri­
to en el cielo respecto a cualquier Presupuesto de la
Cámara o del Senado —que por cierto a veces adole­
cen de graves defectos y treme netas Injuntlcta» pe
ro se callan lo» créditos que se concedieron u In 'n x
Austria frigorífica extranjera, o los u$S b(X);üOO Oüpr
que tienen colocados en el extranjero Le tienen tf- L
rror a una cosa: a que eso« oficiales que firmaron eLt
declaración 3 que aludía el «efior Diputado Fernán®*
rter Menéndes, del Club Naval, y que reclaman contrá
.’os que explotan el trabajo del pueblo, que reclaman
la soberanía nacional, se encuentren con aquella»
fuerzas y aquellos hombres político» que piden y lu­
chan pOT la» mismo» cosas Para ellos es tremenda­
mente pehgroita que quienes han estado aquí siem­
pre en una tesitura antimpertahrta, hondamente na-
clonalistá y popular —ello» que dicen que el sufragio
popular es la base de la corrupción politica- se on- ^
ciientrcn on la misma trinchera y con lo» mi«raÍÉ|
punto» do vista de can oficialidad honesta, que qtikH»
con r.sa.s costi.«: aunque .se le» lleve a defender justa*!
mentr los peotes intereses, contra los cuate» estamos*
Esta es Ja tv encía riel problema No es un enfran—
tamhritto «mire e| poder el vil y las Fuerzas Ai muda»,
sino etíCrtt M pueblo de lu República y un »actor de
la oligarquía nacional (tllraderochhla y coinploUdo
hasta los tuétanos con el Imperta llamo extranjero pa­
ra explotar y vender a nuestra patria.
1 Ini eri upt urn del señor Representante De la Sterno
-Digo que detrás de Jas dictadura» expoliadoras
flgMM» bey seetalM* pepeáare«. atao saelores de enrt-
(Interrupción del señor Rcpruentanta De la Slerra| |Q
- Le poneedo una interrupeión al señor Diputad^
De ta Sierra, ata me exphoa mejor
SRÜOR TRIAS PorlrapuHtÓ fuerms
oiigárqttfoeu! y vende patria encuentran en todo» los
sectores gente que la» acompaña, que especulan y que f
medren 2011 la3 crisis políticas que viven los países y L
forman la« corte» de toda» las dictadura». Ese e» un V*
hecho que no desconozco. Pero el meollo del asunto 4
está en quienes promueven y se benefician con la
situación.
Digo porque esto está conectado con el tema cen­
ital de nuestra discusión — que hay dos maneras de
enfientar este peligro, que aparentemente se dirige,
en forma frontal primero, contra la izquierda, contra
el Frente Amplio, pero, en rigor, contra todos los par­
tidos, contra el hecho, contra el hombre y contra la»
institución»» políticas del. país. Las do» formas de en­
frentarlo son, una, la ya señalada por el ¡señor Dipu­
tado Sosa Días: mucha firmeza oe los fueros parla­
mentarios, mucha firmeza en la defensa del funcio­
namiento dicaz y normal de la» instituciones del país,
y en segundo lugar, es necesario - -y esto es muy im­
portante señalarlo que en el Uruguay no rp forme
un vacio de poder : que el poder político solucione los
poblemos di* nuestro país. Porque si hay un argq
mentó paia desprestigiar el poder político es que ha­
ce muchos año» en este país no se hace una <>bra de
importancia ni se vota una ley de fomM ¿Cuánto
tiempo hace que tenemos plena conciencia que el
Uruguay meeshita uno reforma de su» estructura»
agraria», y terminar con el latifundio y el minifun­
dio. ¿Cuántos año» hace que tenemos conciencia de
que en este país no ae ha hecho nada pora solucionar­
lo? Cuánto tiempo hace que tenemoa conciencia de
que en el Uruguay existe una banca expoladora, ex­
tranjerizada, donde anida uno de los centros especu­
lativos más antinacionales y perjudiciales para lo» des­
tinos del polis, y sin emixrgo no hacemos nada para
solucionarlo? ¿Cuánto tiempo hace que tenemoa con­
ciencia de que nuestro comercio exterior es un cen­
tro de robo descarado a lo» interese» nacionales y sin
embargo no hemos hecho nada para solucionarlo.
(Ocupa la Presidencia el señor Repteeenlanle i
Gutiérrez Rui») ÍJ
El re.yull<idi> d< lu.s elecciones nacionales se pue- í
•le mirar deuda muchos puntos de vista, pero hay uno ;
que me Interesa señalar ron precisión Do» sector«» '
políticos de este Par lamento levantaron con claridad,
aunque por supuesto con matices diferentes, la solu­
ción de la reforma agraria y de lu navionallsMción
de la banca Me refiero a los- sectores que votaron la
candidatura del señor Ferreira Aldunntr y ni Frente
Amplio, que los dos. sumado». llegan a inivs de 1« mi­
tad del pal»
Vamos a dejar de lado las banderías. los partidos
y Jos lemas Quiere decir qúe en bis últimas eleccio­
nes más de la mitad del país ya voló, conscientemen­
te, por un programa que incluye entre obipttvns
fundament»!*» nacionalizar la banca y hacer la re­
forma agraria.
Y «i queremos consolidar el podi r político, no per­
mitamos que se formé en el pal» un vacío de poder
Defandamoa firmamauta lo» fuero» del Parlamento, el ।
dmeebo a «e pero resolvamos a fnn-
do y sin miedo lo» grande» problemas nacionales, rw
que hay detrás de ello una gran mayoría.
Me refiero a esos dus caso» porque son ejemplar
muy nítido», pero no eludo que haya hombre» qúr
tengan e«a posición en todos los sectores político», >
.-.obre todo en lo» de W masas populara»...............
SEÑOR TRIAS. El Frente Amplio nc ^tágMM*
nudo en ningún dogmatismo. Está dispuesto i7trtlw *
todo lo que luya en un programa antimperlaltota y ¡
antiuligárqulco. No tenemos más enemigó* que la olí- ¿
yarqui» y el imperialismo, los enemigos de la patrMÍ
y d*1 pueblo. Hemos propuesto un programa y estamOÍR|
dispuestos u trabajar por el o por las soluciones que
no» acerquen a él, como lo dijo el candidato a la pre­
sidencia, General Líber Seregní. Pero lo debemos tener
presente: tenemos que llenar ese vacio político que se
está tarmi-ndo en el Paíl. La tenemos que hacer ata
cando’ia fondo la» deformaciones estructurales y la
colonización, el hecho de que e«ta patria sea cada vez
menos patria, con una refermt agraria, naclonall- ,
/¡indo el comercio exterior, nacionalizando la banca y 4
defendiendo en forma áspera e intransigente la «o-
hernnia nacional con respaldo popular, ffi voto uniyer-
sal no es ia base de la corrupción política;
de los destinos de los pueblos y la nrosperloMr^OcllW
naf’M. ■ Aa rf .fP
SI E&tumos depuestos a unir todo lo ñriá'h.íya que unir,
y de Ma manera llegar 11 la base del poder con gran­
des soluciones, terminando para siempre con esta oli­
garquía rapa» y vendida Sólo asi se disipará de los •
bortaoQ&es d»l país lo» rlogg«« da la dictadura, y ten-
(ffAY/úrt frtféiMél y Ff I» torito i
2| por elj destino nacional
 OJl ..

“Montevideo, 9 de agosto de 1072 Befior Presídeme

de lu ('amura de Representante«. don Héctor üuttó-
••re* huia. l>t» cunfnrmiitad ron lo establecido «n el ar- .
tit ulo i.M dd Reglamento de la enmara do Reptasen- ?
tantea. solicito se curse a loa Ministerios del Interior;
y de industria y Comercio, la siguiente exposición es
erita. El ü de agosto se produjo un lamentable suce­
so que costa la vida a Isabel Montemurro de Honda y
a sus tres pe(iu<;Aos hijos, Leonardo. Miguel Angel y
Gabriela. Muertes injustas e indignantes, producida»
por e.scajK* de gas en el lugar - Gonzalo Ramírez y
Tristón Narvaja-- denunciado anteriormente por el
vecindario. Es una trágica lección que los Poderes Pú­
blicos no pueden soslayar. Deben tomarse medidas
inmediatas para que esto no vuelva a ocurrir e Inda­
gar a fondo las responsabilidades que puedan ratyer
a la Compañía del Gas, Saludo a usted atentamente.
Vivián Trias, Representante por Montevideo”.

23 6 44

02 2 ■J
 SBftOK TRIAS. — Se me hace difícil, casi msui>e-
rabie, traducir en palabras mis emociono*, Iiofkda u
(mensamente perturbado por la caída do un querido
cumpafiero, de un entrañable amigo. La veidud en que
lo hemos perdido cuando más lo necesitábamos.
Siempre me dio la impresión de un optimista in­
curable; siempre me pareció que tenia Ja tónica, el
estilo, la tesitura de un irremediable defensor de cau­
sas perdidas. Pero el estudio de la Historia me ha
enseñado que a lá larga y en definitiva, cm.í; tiguras
quijotescas son los grandes vencedores del tiempo.
Alguien dijo del Uruguay de la crisis de 1890 que
era un país de cosas muy caras y, lamentablemente,
de hombres muy baratos, Tal vm se pueda decir abo
parecido de esta hora sombría del Uruguay que vi­
vimos, *
Pero en la oscuridad, en la tarürteaa, en 1« angustia^
de tanta descomposición y de tanta corrupción, gR
sacrificio de Soares Netto es lúa. Kn el eseepttcjarr^O
de nuestro pala y de nuestro pueblo de hoy, el «a^|
rrificlo de Soares Netto m esperanza. J
A su* familiares, mis más respetuosas condolencias^
a los compañeros del Partido Comunista, el fraterno,/
abrazo de la militiincbi socialista y la seguridad de^
que la muerte de Soarcs Netto — m! cm cabe; si es jx>«4
«¡ble— nos compromete aún mucho más con 1A cuu-
«a de la clase trabajadora y su ideología.
4*¿
 BEROR TRIAS. — Sobre «*te problema que ha
plantando e’ M-fior Diputado Olivar Cabrera reitero
‘o que ya subrayó e! señor Diputado Bruschera: el
planteamiento debió ser hecho directamente en direc­
ción ctel comunicado de las Fuerzas Armadas, del 23 «
de maizo, que es donde está la afirmación rotunda»
y no e:a “Ahora"
Hay drs puntos dé v’sta. dos afirmaciones encon-
tredas-sobre la existencia o no de este plan de ocho
puntos o do cinco puntos, poatarlormente. El comu-
nkfido de ins Fuerzas Armados del 23 do marzo lo
fiice al principie; los represen izantes de Unidad y Re­
forma, del reelecctonismo y de otros sectores del Par­
tido colorado afirman que el plan no existe,
En esto comerlo el criterio del .señor Diputado
Sargulnettl: estimamos que no interesa tanto que
exista o deje de existir un plan articulado —no tengo
elementos de juicio pura decir que exista o no- , sino
si se dan hechon demostrativos de una política seme­
jante o similar a la establecida en ese plan, si «r
están cumpliendo, y on esta materia eso es Inocul­
table, insoslayable e innegable.
Tenemos aquí algunos elementas de Juicio, de los
maches que podemos aportar. En ese plan se esta»
Mecen rio® puntos: uno. buscar el enfrentamiento de
tas Fuerzas Armadas con los sindicatos, con los es­
tudiantes y el Frente Amplio; desgastar al Frente
Amplío —dice concisamente el plan— en esos enfren­
tamientos. ¿1 otiro punto, dividir a las Futrías Ar­
mada®.
Vamos a ver jil es cierto o no, si hay hecho® que
demuestran una política de e®e tipo, si se está en ese
camino. _ „ ___
Dice el diario "El Pal®”, del 3 de mareo de im, eo*
mentando el punto incluido en el comunicado N* 4
cías: B d» tos autores del documento orientadas por
el DUWMOr dé Diformfceión e Inteligencia del Minis­
terio de Defensa, coronel Ramón Tiabal, y ¡a del
leeto, que coincidió en que era necesario quitar esa
aproximación a la dirección comunica de la CNT”. |
Vale decir que según el comentairo que realiza "Ac­
ción” respecta a este proceso, habría determinados
jefes militare® que habrían auspiciad» un texto fa­
vorable a las posiciones de la dirección comunista de
la CNT —según la Información— y otros que esta­
rían en contra de esos Jefes que auspiciarían a esa ..
dirección.
Luego dice: "El mismo semanario "Azul y Blanco",
de tendencia derechista, dice que los dirigentes mar­
xistes pretendieron infiltrarse en las Fuerzas Arma­
das, pero "®e equivocaron, porque lo* actuales con- .
ductores reales de las Fuerza* Armada* —y cubra- i
.vamos conductores reales— son dignos ejemplares de
la nueva especie de hombre que precisa el renacer fe
de la Patria", Y ahora viene el comentario de "Ac­
ción”: "La aluíion a loe 'conductores reales' obvia­
mente refiere a que las que efectivamente mandan
no son las que aparecen, no son los q re figuran co­
mo en el primer plano «referencia presumible al Con­
sejo de Seguridad)...”
Y el que aparece con respecto al Cosena, ea su
Secretario Ejecutivo, el general Gregorio Alvarcz, por
lo que me imagino que ente planteamiento se refiere
a él.
(Campana de orden.) ' J.

de la® Fuerzas Armudds, sobre que no van a Interve- i

i
nir en los conflictos estudiantiles o sindicales a me*$
nos que lleguen a poner en peligro la seguridad na- *
clonal, lo siguiente: "Pero más extraño y más insó­
lito resulta, todavía, que tan grave problema escape
a la inquietud y a! otan de las Fuerzas Armada®, por
nd/i r'-»ntrihuya ,i la recuperación y el pro-
«je» <■ .me parece deducirá? de la limita­
ción que se imponen respecto de los asuntos sindi­
cales y estudiantiles restringiendo! su colaboración
a! casó extremo de riesgo para la seguridad pública.
Cuesta admitir que quienes tienen tanta y, no lo du­
damos, tan sincera preocupación por la crítica situa­
ción <k la República y por su porvenir, no captan
la gravedad del hecho de que los sindicatos, precisa­
mente loa sindicatos marxistes-leninistas... ”, etcéte­
ra, etcétera. Es decir, "El país” critica a las Fuerra<¿
Armadas porque se limitan a intervenir en loa co»-.|
llictos sindicales de obreros y estudiantes sólo cuan-dl
do pongan en riesgo la seguridad nacional, SegúCg
"El Pais” tienen que Intervenir en todos los confllc-S
tos. tienen que Impedir que los sindicatos marxlstas-f
leninistas, -como afirma "El Palé”— desarrollen sus *
derechos, defiendan sus reivindicaciones. 81 eso do e®2*
intentar poner a tas Fuerzas Armadas contra lo® xln- ■
dlcatos, ¿qué lo es? M
En un articulo publicado el 2fl de marzo en el día* *
río “Acrón". en la página "Información”, dice tex- '
tu*2me.'í:e Eí comunicado militar de! viernes fue
puesto en conocimiento del Presidente de ta Repú-
bttaa pota® horas antes de su difusión. El observó su
incgxwtunSÓad y habría señalado una serie de pun-
como los más cuestionables de su contenido. Ellos
ííK*.trftb;tn una actitud claramente coïncidente coiu
1« postalón de là dirección comunista de la ONT A^
raíz da la* observaciones presidenciales el documenta^
ut,do reiterándose do® teodeñ»^

23 6 44
02 4 -3
 TRIAS, Vwi^

Asamblea General«

TEMA t Medidas Prontas de Seiniridad.

SESION: 17 de febrero/972

vo Gobierno del Partido Óóiorado Halaron con la deva­

OMTWtAM — Creo que le sesión ha tomado un
rumbo sugestivo e Interesar te. La verdad es que nadie
puede pensar —astil, muy equivocado sí lo hace— que el.’
primer acto político del Frente Amplio, y urgentemente
neaiisaío, haya sido la convocatoria de esta sesión de ¡a
Aaamblna General jiara el levantamiento de Jas Medidas
Prontas de Seguridad como una especie de .saludo a la
bandera o de acto de protocolo político. No es asi Esto
es una cosa esencial que está en el eje mismo de la vida
nacional. El Uruguay esta oscilante entre los caminos de
su liberación o de Instauración de un régimen fascista,
adecuado a sus realidades, pero fascista al fin, antipatrla
y ant. hombre. Y de lo que ae trata es de evitar que el
Urujuay caiga en un régimen fascista. El eje de ese sis­
tema que lo lleva al fascismo, que no oculta su vocación
fascista, que la exuda por todos los poros y que es su
fundamento Jurídico, son las Medidas Prontas de Segu­
ridad que le han permitido articular toda una estructura
polínica, económica, jurídica, Ideológica, que opera, por en­
cima, al costado o por debajo de la ley y de la Consti­
tución, pero nunca y en lo fundamental dentro de su
m^^>. Esa es la realidad del Uruguay.
^ndemás, no podemos olvidar que entre Medidas Pron­
tas de .Seguridad y crisis económica hay tina estrecha re­
lación. No es una casualidad que todos los últimos decre­
tos de Medidas Prontas de Seguridad hayan venido de
la mano con las devaluaciones monetarias; que algunas
de ellas, tremendamente escandalosas, sean hermanas me-
llisas de determinadas medidas,
En noviembre de 19«? —para no hacer historia lar­
ga— las primeras Medidas Prontas de Seguridad del nue­
luación monetaria, que llevó el signo norteamericano de
| 100 a I 200. Vinieron con el famoso Informe Bese, que
tomó a su cargo la conducción económica de] país desde
Estados Unidos y desde los cuarteles del Fondo Moneta-
rio. Las Medidas Prontas de Seguridad vienen de Is ma,- ■,
no con Mr. Besa, sirven para apuntalar la entrega tJ ca­
pital extranjero: UtS 40:000.000 por afio en royaltiei, in­
tereses y dividendos; un endeudamiento exterior que ha 4
llegado ya a los US8 800:000 000, con compromisos para ;
este afio por U|8 280:000.000 que el país no puede pagar;
y la entrega de la Banca; la congelación de salarios en
junio de 1968. a días de sus ajustes, cuando en los últi­
mos meses el costo de la vida había subido el 100%
Para eso se aplicaban las Medidas Prontas de Segu­
ridad, para eso un régimen ilegal, para eso las torturas,
para eso los jóvenes asesinados, los gremios militarizados,
la justicia paralela —como lo ha denunciado la Suprema
Corte de Justicia—, los atropellas contra el Parlamento,
diez mil presos y confinados, una interminable lisia de
diarios y periódicos cerrados. Toda esa estructura jurf-
dico-polltlca en que este gobierno se mueve no es nada
más que la. expresión en el Uruguay de un proceso lati­
noamericano que viene sustentando en la gran prospe­
ridad de los años 60 del imperio estadounidense —el Ix»b ,
Kennedy-Johnson— que se tradujo en tina explosión
poder Imperial con golpes militares y giros hacia 14. dfcJ
reehq en el Brasil, en la Argentina, en Ecuador j qpM
tienen su expresión en el pachecato en el Uruguay.
Esta posición del Frente de querer un levantamiento 'i
de las Medidas Prontas de Seguridad de inmediato no es
un acto protocolar, sino que es encarar una cuestión esen­
cial. Este movimiento nació porque quiere un Uruguay
nuevo, pero un Uruguay más Uruguay que nunca, y para
repensar y construir un Uruguay nuevo lo primero que
hay que hacer es levantar las Medidas Prontas de Segu­
ridad, restablecer las libertades públicas y el juego polí­
tico amparado en las instituciones tal como debe ser

Por otra parte, no hay que olvidar que este Fíente

Amplio es la víctima directa y propiciatoria de esUs ré­
gimen de Medidas Frontal de Seguridad. *
Los acontecimientos de los últimos días k> dicen, em-1
pesando por los compañeros de Pando InjustanlentfJ
arrestados y siguiendo por los eompafieroe de Paso de lora
Toros torturados, por la prisión del doctor Legnanl r.-quenl
sugestivamente, es hijo de don Mateo Legnanl, que a poOBÉ
andar la dictadura de Gabriel Terra en 1931 también wq
preso por ella— y por los Ultimos acontecimientos que han
denunciado los compañeros. Es lógico. Este régimen, cuya ,
estructura juridico-política son las Medidas Prontas de
Seguridad, tiene una Ideología simple y bárbara: el iinti-
coniunismo. Una ideología que se pretende aplicar no con­
tra un sector ideológicamente preciso y organizativamen­
te concreto, sino que es una concepción que clama por la
democracia pero que practica la tiranía; una concepción
que clama por el hombre pero es el antihombre; una con­
cepción que clama por la patria pero es.la antipatrla;
que no propone nada, que es la resistencia al cambio, al
progreso, a la afirmación de la condición humana dv to­
dos lo* ciudadanos del país; que tuvo —diría salmodian­
do a Lenln— I* tase más inferior en el macarthismo. j sea
es la que se aplica en el Uruguay. E* un antlcoonittsmo
Se no puede tergiversar la naturaleza limpia y clara
I Frente Amplio que es wn movimiento policías lata,
—por lo tanto politicamente popular, antiimperialista, na-
etonalista, antloUgárquieo— y que tiene une estrategia
muy definida. Su participación en las elecciones y sv re- j
presentación parlamentaria no es una coartada o un en- $
cubrimiento: es una estrategia ciara y definida que na- ;
die puede tergiversar o confundir. ;i84J
En síntesis, quiero señalar que en esta filosofía, en el >.
anticomunismo con que se pretende atacar a lodo moví- |
miento progresista, se mezcla, en las condiciones precisas !
del Uruguay, todo acto de violencia que tenga un relio
antlmnerlalista y antiollgárqulco. Porque estafUutafa-Jnd
esto régimen
rolos de su sangre son la violencia, el privilegio y la opre­
sión.

0i manara que todo camino que9» abra para b¡tan-

lar las Medidas Prontas at Seguridad, poniendo sa luego
todos los moeaiMMB guo ara
tar con nuestro más firme y decidido apoyo, cualquiera
sea el día y la hora. Ese es el primer paso necesario ej
el camino de la liberación sera el Frente Ampüo se hta
oblativo Iwfwliáiéwlal/ qiK w:
Q25 rumbeé que ha tomado esta sesión abre posibilidades con-
—érttaíden ese sentido y estamos totalmente dispuestas
apoyarlas entusiastamente,
 SESION1 2 Tnar»o/q '2

8KAOB TKM. - JfOéO&i'déétoltóiod,' W'WÉ*Íi»|

han ratificado ora toda claridad toa compañera» <to aec-:J
tor eeAoro» legislador*» Artomtndi y Terra, qu* ningún*!
•oiucion que altor* lo que ya este en pie y que esta-A»*m*f
Olea ha votado, ea decir, la derogación d* aquella» as-1
pecio» da la» Medida» Pronta» de fitoguridnd que iten*n|
qv* ver con loa derecho» individúale», podrá cuntas oqnl
nuestro apoyo.
I
No dejamos, por eso. de calibrar la» palabra» que aqui !
han vertido los Ministros del Poder Ejecutivo, y muy es- ,i
peclalmente el señor Ministro de Defensa Nacional. Dea-¿
taco, subrayo que con lenguaje claro, auspicioso, el señor)
Ministro de Defensa Nacional ha dicho sencillamente quaj
va a cumplir con sus deberes constitucionales, y esto ha?
merecido justamente el apoyo y la declaración de que
se trataba de un hecho positivo, por ejemplo, en la» pa- '
labra#» del señor senador Terra "

Todo esto me lleva ,-t la siguiente reflexión: ¡«i esta­

ría distorsionada la realidad en este pal», si seria grave
Jo que estaba sucediendo, que cuando un Ministro viene
y dice claramente que va a cumplir con sus deberes cons­
titucionales, eso merece justamente un apoyo y un su­
brayado de que es un hecho positivo y nuevo.

Atendiendo a que el señor Ministro de Defensa Na­

cional reclamaba un placo por las dificultades técnicas?
truc una decisión d* este tipo implicaría para, la» Fu*ra**|
Armadas —y comprendo perfectamente au posición«^
pero también en función de ¡o que ha ocurrido en M
trágica historia de estos años, de la carga de anguatl||
y de ansiedad, de la distorsión en la vida familiar, en MM
vida de tantos miles de uruguayo» que han sufrido, eíw|
que no seria un reclamo excesivo para la» Fuente« Ar^l
ruada», que no seria un saciificlo muy grande, el cum*í
pllr con la solicitud de esta Asamblea, que representa *|a
mandato popular, en el sentido de que m ajustaran too
resortes técnicos para, que queden en pto coa*» tan vi-J
tales como las que aquí se restablecen y qué tienen qéo
ver con los derechos individúale» y la» libertades púbIPi
cas en este país. . 1
De manera que, aún teniendo en consideración y ea«l
lando de acuerdo con la* expresiones que recalcaron eíl
carácter positivo de lo que ha dicho el señor Ministro 1
de Defensa Nacional, entiendo que la posición adoptada *
por nuestro sector es la que se ajusta a los reclamo* de ¿
la inmensa mayoría del país, y que todo aquello que di- *
fiera o tienda, a diferir la vigencia de esta resolución no ‘
puede contar con nuestro apoyo.

Muchas gradas, señor senador. „w . -

23 6 4
026

Asamblea General«
TfeMAs Perturbaclon«« cus surgen de la aplicación de
las Medidas Prontas de Seguridad,
SESION: 9 •' lo de marso/972
JMBR TRIAS. — Sef or Presidente, estimo que no
•e «be dejar pasar, en este clima de cierta Indiferencia,
la afirmación y el planteo que hizo — y yo subrayo enta»-¿
ticamente— e! señor secador Mlchellni
13 expresó que, fundamentalmente, las Medidas Fron- ■
taa de Seguridad, en este país y en estos último» año»,
no si* aplicaron para combatir la guerrilla urbana, sino,
para resolver otros problemas. Junto con esa afirmación
absolutamente certera y ceñida a la verdad, señaló que
habla una gran inquietud y que él tenia una honda preo­
cupación. que todos compartimos y que ahora reitera el
señor legislador Erro, en cuanto al uso que se iba a ha­
cer, con respecto a la facultad que le confiere la Cons­
titución al Poder Ejecutivo, de internar ciudadanos hasta
H M de abril, en caso de que la moción del Partido Na-
ekmíd se aprobara.
lltea preocupación tiene asidero en la realidad y quiero
presarlo con abeolut» precisión
;te que acaso cuando se militarizaron los barrearlos
y cuando ce reprimió duramente la huelga bancarla del
año 1069, se estaba combatiendo la guerrilla, urbana? No
m fia a la aplicación de Medidas de Seguridad para que- 1
bou a ¡m gremio y ayudar a reestructurar la Banca en >
el país en favor de ios grendes Bancos privados escfcraB-
jaros? ¿Pedemos otaidarnou de que a partt de esa, lucha ,
de líos tascarlos y de la represión de que fueron objeto,
la llanca privada nacional, que ya en un 45 % estaba en:
manos del capítol extranjera, pasó a un 80 %, produ­
ciéndose en el pais una tremenda perturbación de todo
el ínstenla bancarlo? X \
No nos olvidemos de lo que fue la huelga frígeitttoa; ¿
hodga justa, dura, tremendamente reprimida, que <ml- l
minara, en una resonante interpelación que rer<lisera el M
señor legislador Pereyra, - aquí presente— por la cual se
rersurara ai Ministro rasgonsabie, doctor itera« Froto
; -0‘ r , -,L .. .... .
Recuerdo, señor teertteate, qus miando tef detenido
a raíz de las Medidas Pronuu os Seguridad, en el ano
«ay, el jeep en que se me conducía a ban Ramón so
taro « una estación ds servicio y pidió rutia a cuenta
dAFritocriteo Uocnargea Me Hamo ia atencici. que ese
tugantes subvencionara a la Pótela da canetencw, que
en ¿Da majo ei mando uel Coronal hduardo tiegnacu. Pe* o.
U respuesta ¡a tuve al Uigar al cwud» donde había ata
mas de 7ü omeros de Uciiuargen y de eras del bar, in- ,
teinaoo». , En tos días previos a te escandalosa devaluación del
Pensé, entonces, qué inusitado atirqpelto era éste. Po-
hela uruguaya, pagada con dinero del pueblo uruguayo,
tubven donada por una empresa extran>era, queoianaó una $
justa huelga de los uruguayos contra ios in¿roM» de una
empresa extranjera. i.
No nos podemos olvidar ahora de estos anteeedenteO
en momentos en que la CNT reclama un 40 % de aumenta*
en sus sajarlos, en un período ue la economía naciones*
en que retornamos implacablemente a la inriacion. | ua-
La Facultad de Ciencias Económicas acaba de hrtor- ;
i.oxr que. desue e¡ ultimo aumento ae octubre del sAo
sado a hoy, el costo de la vida ha aumentado en un 27
¿Qué tiene que ver, entonces, la tuche eos M gtrortajl
Ha uroana, con darle a los trabajadores, a tas snsaivetej^
iodos los derechos que le concede la OonMltución para lM
omcnchm de wiw reivindicaciones tegninw? ¿W«e tteten
que ver con la guemilu mbaria que los diarios y perió*¿
idtateh )HI'nnh»i <|r la lia ha, de los ir aoa j ador es,
nül ¡tata"** en que el nivel de vida de esa clase egUK
evidentemente. peligrosamente amenazada'’
¡Vhahft, Jos con-
leñen qué
finu<>>» uLHjpflitit que >>ul¡e el 1'H'nLr Amplio en eu uct Ion
puohea. L» ¡(lente la manluuru de teigivcmur y di»-
toraionar «i «¿quema «turiteftao del Frente Amplio, a
pasar da «m es ue una «¡«raiad prista» j meridiana. Fue,
tefimdo «m y otas taa por nuestra «andidato a la Bro-sJ
siteteta teta Repitas, CteneralUtax taracni: tata <?
ua'htemWta da que busca la solución ae tea gran-y
taa prohMMtas oei ¡ta \far la vía, dé la paz. Pero, natih
rsdtoMOrte, recatea una y otra ves, el General Líber Se«¿
«ate «a. «a satmataMo que do le uene miedo a Nt
ib « < tato# M ntaeta« pratitaW <fir ta <
y Majares qtte huegramn« < FWta Ampta. NadW
tergivwW «se «taro plMtata Md
»* O/HP 4* M
nm »*sta <dfi remídrrmi. x ¡o
historia nacional. Razones de ese tipa non las que sus­
tentaron lo que Artigas llamara e° Ul admirable
alarma*
TRIAS. Vlvirtn.
- - . - ---------- y mu qOtnta
ywtap lanceros cuando invadieron, gn marzo de 1870,
por el Rio Uruguay, el territorio nactotral. Razones de ese
tipo son tas que sustentaron los levantamientos de Ana-
ríelo «atavia en los años y 1887
Para nombrar a hombree preciaros tat Partido co­
lorado, dtgo que raaones de ese tipo llevaron a José Balde
y Ordóñez a ser francotirador en la Revolución del Que­
bracho. Razones de ese tipo, llevaron a los hombrea a
sublevarse en enero de 1835 y por razones de ese tipo,
murió acribillado a balazos y sin asistencia médica, el
doctor Julio César Orauert,
Quiere decir que no por raaóaes ideológicas —q«e tas
tañemos y abundantes sino por oriéntate», as que sus- ,
tentamos esta tesis. |
Naturalmente, ¿cómo no nos va a preocupar saber, ai '
en los dias que quedan hasta el 30 de abril, en el cara
de que la moción sea aprobada, la acción noUltea da»
Fronte tataNta va a sagMbr atante pareegutóaF
Couso óittea peeoistaa —dtecdlpeme, señor legtatater
Santoro— quiero seteéM que no entendemos qué medida
m ha aphcmio para repinnir la hora expresión de ia
prensa, en tunciun de la lucha contra la guerrilla ur-
Recordemos un instante las razones por las cuales
fueron clausurados algunos órganos de prensa.
Uno de elfos lo fue porque publicó un articulo de una
revista que se edita en la Argentina, que ae especializa
mi temas económicas, en Ja cual se anunciaba la devalua­
ción, ae hecno y de derecho, de la moneda uruguaya
Clon los iundamentoz de que se estaba atentando contra
la establlioad monetaria, ese diario tee clausurado defi­
nitivamente. ¿llene seo ateo que ver con la guerrilla ur­
bana? ,
Yo digo que este gobierno, tan preocupado por te- i
fender a quienes podían atentar de esta manera catea J
la estabilidad de nuestro peso y, pov supuesto, por eso a
motivo, cerrar el diario a que he hecho mención, ¿cómo 1
os que no operó ae ninguna manera, contra lo» grandes J
banquero* del país, que son los responsables de las pro- S
alones devaluacionistús y que han obligado ahora a es* 1
tos primeroz aecretos cievsiuaclonlstas que ha resillado J
el señor Ministro Forteza?
mes de abril, es sápido que un conjunto de Bancos fue­
ron los grandes compradores de dolu.es. En una Comí- ?
slon que so nombro por el be nado, se dieron los nombres '
de esos Báñeos. £1 segundo, en la luía de compradores
de dolaros, era el Banco Mercantil, del grupo Pehano
Facfo, el doctor Peirano integraba el elenco mimstertaJ
del giibteriMi*
te muy Otara lo qué decía el señor senador Mlche-
FteNtamentalruente, Medidas Prontas de Segur!
ted do te «tuptauron contra la guerrilla urbona
te muy elajo el planteo del señor leghlador Miche
itni subrayado por el señor legislador Erro.
te Impatante que *1 Poder Ejecutivo aclare si va a
seguir utilizando la facultad que le darla, hasta el 30 de
abril, la moefon dei Partido Nacional .para internar per­
sonas, en funció» de estos problemas, cuando w preven
Indtocutiotaffwnte, grandes Juchas por tos salarios en el
togUÚno da»w te la ciase obrera por recuperar su nivel
te vida.
.»jM» nwiwwnáiii . . ..úuattaíitaita'éliiiii
Quiero tañatafeUtateRWI
ch . - <1 uiiIihi; dr no prolonga
M.ísllr el impetuoso mandato de conciéjicig .
en él para hacer estas puntualizacione». No estaittte t
batiendo sobre temas insustanciales, sino sobre cosas muy
importantes para el pueblo de la República y. natural- ’
mente, el hecho de que estén loa Ministros en «ala, tiene
que servir a los efectos de que la Asamblea General y
da la ciudadanía tengan la máxima Información poei**
ble. sobre toa temas un discusión.
Mucha» graotaA señor Prestante y seño» togtotadte
2 3 Ü -1 i *
í
027
 TRIAS, Vivián.

Asamblea General.

TEMA: Crisis económica y detrioro de la democracia en el

Uruguay.

SESION: 21 y ?2 nr»rso/972

SEÑOR TRIAS. lípfior Prudente: el ¡rt'oh’em» q'<e

se está debatiendo en b Asamblea General, entiendo n”e
merece v.n enfoque político sereno, porque en él vn Impli-
Cita Ja .interpretación de uno de los lustros más intensos yt
dramáticos en Ja historia del país, ya que el Ur» ««’uay ha
sufrido una estocada tan profunda que le ha Minificado un
salto cualitativo, a tnl punto qun ya do esto cmer<’cncli,
do esta encrucUada podrí» salir un pala nuevo, pero lo o”©
no podrá ocurrir es volver al Uruguay anterior al año 1967.
También entiendo —lo comprendo perfectamente y lo
siento en profundidad— que e*'» criterio político sereno es
difícil de mantener y yo, especialmente, lo entiendo, porque
soy uno de los tantos mi’es y tnl’es de uruguayos »pie MU’7
frie^tn '>n carne propia los desmanea de la dictadura pn-
chequfaita.

Entre los recuerdos más amargos e hirientes de mi vida,

tengo el de una fH«te rrwfiann de agosto, al volver del ce­
menterio de Las Piedra» lie enterrar a mi padre, y ser re­
querido otra vea por la |»oliela de un régimen que va me
taajria condenado n tres muses de encierro, y que me llevaba
^^vamente a Jefatura en esas tristes circunstancias.

Me llevaba a mi. que soy un modesto militante socia­

lista desde ha«e 25 años, con una vida trnnsnarentc, Ja po­
licía de un régimen a'gunos de cuyos Ministros utl’izaron
sus cargos fiara enriouecerse a costa de la pobreza d?l p c-
blo uruguayo y de la entrega de la anberanfa de nuestra
patria.

Confieso que es difícil mantener e**a .serenidad, pero tra­

taremos de hacerlo a lo largo de estas palabras.
El Inicio del Gobierno del señor Pacheco Areno fue
un anuncio, en slnt 'sis, de lo que habría de significa'* pana ■
la historia de Ja Ropóblicti. La resolución del 12 de dícienf»!
bre de 1967, que ni siquiera fue un decreto, por M ruaf «ÜJ
¡legalizó al Partido Socialista y a o<in gruño« políticos <H|’^
país, como el Movimiento Revolucionarlo Oriental. <1* per»|
fenece al Frente Amplio, por el o»» se c1a<w”ranm, tam* |
blón, al diario 'Epoca’* y ni periódico de mi Partido, ”E| S
Sol’’. Se mencionó, entonces, |mrn fondar’n. In Lev de 1936 J
y la del 1H de Ionio iH 40, que no soKmen<e está «n «ieststx
sino que fue derogada prr Decreto N“ 10 ’7*1. En mismo •
ocurre con la lev invocada en los conadderanrios del 21 de
dhjmibre de 1935. Todo ello, sin fundamento» noMoeos. r*rr-
o^Bl hecho en el cual se basó esa decisión del Presidente
de ni Ropúb’lca, fue a rab de una resolución del Congreso ;
de mi Partido, en qog st* hnc’a un diagnóstico del país.
Se señalaba que la c’isls económica y el dctoHoro de la '
práctica democrática de Jas instituciones, iban llevando u)

02 8 23 tí 4
 funid’ula en la prosprrld, rt me*» grande de su historia, dwjxvj tiurltadu del de ku trabajadoras uru­
el “boom Kennedy-John on’* y en la explosión de poder guayos. un rabo descarado de *u nivel de vida y de mi
Imperial que aquella atrajo. Son cfios d? penetración sis­ presupuesto familiar.
temática y profunda por parte de ios monopolios extran­
jeros en nue. tras economías. B^ñOR TURIANfiKY. - ¿Me permite una interrup­
ción, señor legislador? /
El fenómeno imperialista, ya deja de .*er un fenó­
meno exógeno, con un flujo de materias primas bar i.ta* SEÑOR TRIAS. — Sí, señor legislador
hacia fuera y manufacturas caras hacia adentro y se e! señor

B
convierte en un fenómeno endógeno que se afinca en la
eííonomia nvlonal, que utiliza materia prima nacional,
recursos financieros nacionales, y mano de obra barata
para monopolizar el mercada nacional. Un fenómeno de llar, pre- '
sistematización y profundizarían de nuestra explotación leí señora
pero, al mismo tiempo, acompañado de una crisis cre­ cntos en¡¡
ciente en el sistema monetario del imperio. El d flclt do lón sala- i
su balanza de pago* y la crisis del d >l ir, obliga a los ?nto éin-
Estados Un dos a limitar ni ayuda finoneiera y su. In­ un Men- '
versiones directas en el continente. En ese sentido, exis­ los con­
te un programa aprobado en marzo de W6j. ici ón del ;
Uamblea
Todo esto significa un* cosa: que las recetas eco­ eco Pre­
nómicas que el Fondi Monetario habría de imponer a potentes. ;
nuestro país, habrían do tener uní, nueva rigidez, una
nueva tonalidad implacable, que turnen a los países la­
tinoamericanos en una verdadera tragedia.

Desde 1961 al 611, los monopolios extranjeros sacaron

de Amér.ca Latina 6.800 millones de dólares arrancados
ai sudor y al sufrimiento de nuc iros pueblos. Y las em­
presas norteamericanas en America Lat.na flnanchron
el 85 % de s»n necesidad?« con los recursos extraídos de
nuestros propios mercados financieros No nos olvidemoi
que en ese entonces fue cuando be aplicaron ios nuevas
recelas del Fmk Primero fue en el Brasil, teniendo como
titulir de mi ejecwkn al D.rector de la Ofic.na Pla­
neamiento,, el tristemente celebre Roberto Campos. Des­
pués en ia ArgenLna, donda el Ministro Adalberto Krle-
ger Vasena, fue el encargado de aplicar la re cta pfi-
geñada por mister Sterva Besa, como fuera denunciado
en su oportunidad por e| ex Ministro de Hacienda en
aquel momento.
Luego, le tocó el turno al Uruguay, con ia Inaugura­
ción uei régimen de Pacheco Ataco, la aplicación de esta
receta enajenante, de la entrega de nuestra economía a
ios monopolios extranjeros, que habría de acarrear la
miseria para nuestro pueblo.
¿En qué connUM esa política?
En una devaluación ghanteca que en el Uruguay
se produjo en dos etapas. Una, en noviembre de ¡967,
con un aumento cíe la cotización d?l dólar d<4 100 %
y la otn, en la em-.'<n.1alo’n devaluación de abril de 1968
con un aumento del 25 %.
Esto vino n ocurrir rn un país en el cual la crisis
do e.-itru/tiira, ruyas e.iusas son el «sul.desarrollo y la de­
penden'ia del capital extranjero. había desatado ya
galope inflacionario incontenible.
T^Xlos
Desde el 30 de Junio de 1967 al 30 de Junio de
el costo de la vida aumentó un 182.8 %. Y en O e
mento es que se produjo el Decreto de Estabilización
28 de Junio do eie ano, cuando los trabijaiiorcs habían
tenido una considerable baja an sus Halarlos reales. To­
mando como índice el período 1963/66, 190, los salarlos
reales bajaron a 78 en junta de 1968 En cambio los be-
naLcios d? las empresas con un mínimo de 100 para el
63/68, pasaron a 1M.
Agreguemos a esto lo que ya señalaba el compañero
Turlaniky, que en Junio correspondían los nuevos ajustes
8*J*(^*^*6 por lo ^u# ios empreio/los en Jos primero*
íW váó h Km iw.m iiuiiwítanda
loé efectos inllackinatios de IM devnluatlbiirn y loman»
do en cuenta ya ¡os aumentos salariales que tendrían
que pagar a partir de Junio.
Quiere decir que el Decreto conjelaclonlsta del »V • * El primero, la extranjerlzación de ia Banca. En el
de Junio de 1967, fue un golpe frío a mansalva, fui uh año 1963 sólo el 10 % de la Banca estaba en manos ex»
(Apoyados.)
SEÑOR TRIAS. — Señor Presidente: esta política da
estabilización *e anuncio tomo una condición indispensa­
ble para ei deaa.ruLo dei p¡us, que en el lenguaje del
de^anumamo ai u*o ael aocror Cnarione, se ñama des­
pegue’,
¿Ocurrió esa política de desarrollo? ¿El Uruguay ea t
hoy, de.ipues dei goüierno pachequisla, un país que ha
crecido económicamente? ¿es un Uruguay que se ha li­
berado del capital extrañólo, mas de lo que lo estaba
cuando Pacheco inició su gobierno?
>i ■ ,f ■ i< ■. -■
Digo, señor Presidente, que el Uruguay posterior a i
Pacheco es mucho mas subdesarrollado que antes y que 1
nuiurn h< habido sn la hbMMd* de este pata un gobtornoji
m*a entreguieUi y cipayo que el que acaba de termina*^
Esto que naturalmente es una grave afirmación, hay
demostrarlo.
m lo que tiene que ver con lo primero, me remito a j
oeumentos oficiales del Banco Central de los prime- "
eses de 1972. En uno de ellos se reconoce que no <
abido aumento del producto bruto Interno en 1971 7
poique ha descendido la producción agropecuaria, porque j
na descendido la producción industrial y lo único que ha j
crecido en el pala son la intermediación financiera de !<A|
Bancos y los servicios de! Estado, los gastos estatales, en*J
tre los cuales rl más importante son ios 15 mil millonee?
de pesos gastados en Medidas Prontas de Seguridad. ■
¡En eso consiste el único desarrollo que nos ha dado
el gobierno pachequista; el único índice favorable en su
cuadro económico! 0 44
En |q que llene auo ver con lo segundo, la entrega'de
la eruniilulH ihWlmitil til h arwi míe ims*
tan cuatro o cinco puntos rápidamente comentados par*
demostrarlo de manera absolutamente Incuestionable.
 trenjera*: H ’’úc <W el 50 y hoy. en «tos momen­
tum. ae pueue aurmar que no hay un «oio Bunco impor­
tante que no junciune en ios circuitos de un gran Ban­
co Imperialista.
Como lo afirma cualquier tratado sobre política bar­
caria -moderno, no son solo Bancos extranjeros ios que
son muñes o tienen pune mayen ¡luna o minoritaria de
su paquete de accionej en manos ue un consorcio inter­
nacional. con Bancos extrañaos aquellos que uepeuuen
del crédito extranjero, llamados coi responsables. Hoy lo­
dos los Bancos importantes del Uruguay no pueden ma­
nejarle, ni sobrevivir, si no es con el crédito en moneda
extranjera.
diLoj» del Raneo üercantil, que está en manos
do. El señor senador Ferreira Aldunata, por su in
clón, echo del Oabinete a Jorge Pelrano Fació,
puerta; pero éste se metió, otra vez, por la venta del
¡Janeo Central, que maneja loa Intereses de su B
Más grave aún.
El Banco Central —que al parecer no pu conse-
gulr por la vía del redescuento o por otras su dente di­
ñero como pata aplicar correctamente la Le de Conso-
lldación de Deudas— lleva adelante su polaca de asís-
ten cía financiera de la Banca. Y hay en es sentido al-
go que es necesario decir.

Vamos a demostrar que esto es una entrega indiscuti­ A1 terminar 1971, el patrimonio to de la Banca
ble de la economía nacional. El encabe Manhattan tema privada supera apenas los 5 mil millo s de pesos; los
dos corresponsables, el Banco Mercantil aei señor Jorge crédito» entregados por vía de la asistencia extraordina
Peirano rucio y su clan y el Banco Comercial. ría solamente al Banco Mercantil, es cerca de los 7
mil millones de pesos. Quiere decir q con el monto de
Por motivos que no nos interesa reseñar aquí, las au lo entregado al Banco Mercantil —i al que cuando era
mancado por el plan Fea rano en fqfma directa— se po-
toridades ciei etican* MuhliuUan ae naiMUoa un moa ae-
cicheron que ¡es convenía que nuoreviviera el Banco Oo- dría haber nacionalizado toda la B/nca privada del pato
merciiü y no el Banco Mercantil, no quitaron los c tedi tos 81 esto no es »nUcguUmo o cipayümo» ¿qué palabra m
al Banco Mercantil y toaos sabemos que ese tue uno de puede aplicar?
los tactores ' lunaamentaies que provoco su cama. pero
ademas, cosa importante a señalar, se produjeron en ios A esto hay que agregar lo urrldo con los frigorí
fleos.
días previos a su cama reuros sustanciales de depósitos
en el Banco Mercanui y el mus imporuinte de touos fue
el retiro que realizo la empresa peu oiera que responde SEÑOR MICHELLNI. e permite una interrupción.
a ios intereses de la Btanuurd un. iqus casualidad i el señor legislador?
Cheasse Manhattan Baña es una empresa dul grupo
Kouceieber y ¡a o laudard OH también. SEÑOR TRIAH. - Si, ñor legislador,
Ba -s mlerpeMcióo en la que el señor legislador Fe- SEÑOR PRESIDENTE/ — En uso de una Interrupción
rreixa Alounaie pu^o ae relieve toao io que había de co­ tiene la palabra el sefl legislador Mlchellnl.
rrupto, ae cipayo en esta operación aei Banco Meican­
til, estuvo mus «enaacionaiista en sus revelaciones ej Mi­ SEÑOR MTCHELT En apoyo de lo que esté sos-
nistro Charione que el propio legislador Ferreira Aldu- teniendo el señor h»g lador Trias, quiero relatar breve-
nate. mente una ineídenel acaecida en la Comisión que inves-
ligaba, preclsament al Banco Mercantil. En el seno de
aúna FSRRKIRA ALDUNATU —. Apoyado 1a misma declarar .’os Directores del Banco Central,
sobre la asís tenoa/1 Inanciera prestada a aquélla Insti tu -
clón bancaria. El octor Daniel Rodríguez Larreta —que
SEÑOR TRIAS, — M dijo, por ejemplo, et 18 * era Director del anco Central— no tuvo ningún reparo
de todo ei credito extranjeio de la Banca vada era en manifestar q la asistencia financiera hecha al Ban-
monopolizado por el Banco Mercantil co Mercantil, iie había aplicado a los fines previstos
y dispuestos r as autoridades del Banco Central, ya
Yo tengo acó las 80 empresas a las cuales Iba el que se había ecuo entrega de una parte importante de
85 % de ese crédito en moneda extrunj a. Voy a lee! esos créditos/a firmas relacionadas con el Banco Mer­
algunas para que se vea como se manej an los Banco! cantil. El hqhho cierto es que el dinero que el Banco Cen­
privados, dirigidos por Ministros del Miado en el régi trai le apojU al Banco Mercantil, para atender compro-
man puchequisto. nil»CB ya ntraidos, fue distraído, en parte, para conco­
derla c tas a empresas vinculadas al Banco Mercantil
Establecimientos Frigorífico de) rro 8. A., interve-
nido por el gobierno en ¡unción de » ilnanzas en ban- Es no fue informado por quienes pudieran no esta*
carrosa. El Frigorífico tíudamencan intervenido y iiqui- debida ente enterados de la cosa, sino por quién tenía
dado por el gobierno en función d su situación lambien q caberlo perfectamente: por el doctor Daniel Ko-
Indiscutiblemente fraudulentas Larrota, integrante del Directorio del Banco Cen-
•tr
La Empresa lanera Furhm , estafó, en este paiuBri
a más de suO productores lanerjós. Las Empresas del coarsU füchas gracili. 23«^
eorcto del grupo Ferré», ios “crac” de 1970.
SEÑOR TRIAS. — Continúo, señor Freridento,
Hubo una concentiaclóx/del crédito en 80 empresas Hay otro punto que demuestra el enéregulsmo, en
—las más importantes— al fraude y al saqueo materia económica, del gobierno que presidió Pacheco
slAteniáUco dé la Bepúb Areco. Es el que tiene que ver con los Frigoríficos.
Se ppdía euponer wafcuando el Raneo Mercantil _no Todos sabemos que, en 1970, este gobierno hizo cues­
sabemos si se incauto,/%! se compró o qué— pasó a la tión fundamental —’'sus obras hablaban por él’’— se ex­
órbita del Estado, es poiiUq» de crédito, esto oartera portaron 140 mil toneladas de carne. Hay un informe de
de colocad ones, habn de variar »usiancialmenu, Yo ton- tees lóenteos entran tero« —contratados por los Ministe­
go aqui la» carteras rrespondlente» ai Banco MermnlU rios correspondientes— que llegaron a fa conclusión do >
al 81 de enero de li) y al 31 de enero de 1972, ce decir, míe loe Frigoríficos ganaban 89 dólares por tonelada, vale '
ante» y dilués du/que d Estado pu»i»’ia las manos «ñ decir, entre 9 y 10 millonee por afta; Otro informo —ela*
4>»#o *1 /M, a »faltos del otorgamiento de un
mas tmpteiHM an «uüea créaicos: escaoteeimiencas pré tamo ~ arribó a la afirmación de que cmm frlgoriflcot
Frigorífico» del erro, Frigorífico Sudamericano, Furh- teman buenos beneficios. Pero como m recordará, al lle­
mann. Vale dec , todas las empresas piratescas que han gar el mes de enero de 1971, los Frigoríficos se declara­
sido acusadas intervenidas por fraude, las mismas que ron en quiebra, y este gobierno —que le cerró loe erédi-
salea manejaba el clan Peirano, reciben añora loa ejé-j $ a los pequeños productores, que le congeló loe salariée
a 1&< trabajadores el 28 de Junio de i008— en sucesivo« se emparcnta esa retlcencla y esa ausimeli
daoreüM» fue autorizando cn unoti por mas de 20 mil mi­ defemui de *U nobérariHi, que »ettaltiba ci
llonea a loa ingunlíeos exuaiucru«, EcituLtm Aldunulo. A oso se iinp.umin el <
del ti*#, por el cual &e auturiza ai Di recti,
Yo tengo en mi mesa el estado de estas cuentas. Ya darle a tcicvro» el arrcndamii'iito de la exj
tendremos oportunidad de hablar en detalle de ello. Pero tróieo, violando, InuiHculibuineide, la Coir,
ahoia quiero señalar que e.Aos frigoríficos que se decla­ y la carta Orgànica del Ente.
raron en quiebra porque decían que eran deudores de su- —-
mas muitimtl onarias ante ciertos Bancos (el Banco Por ùltimo, la supeditación d«’l Prugna;
landés Unido, Ubur, Aluave y Martínez) teman una n/frl)™, piuil y Argentina,
particular composición en sus Directorios. f -f j
, , ■ ¿Cómo condujo el gobierno del señor F
Si uno indaga quiénes son los Directores de e*fgorr “poli lie a aei Uruguay en el seno de ia Alai
Bancos y quiénes los responsables de estos Frigorifícas, digirió muy ciato. Concvuiéndoie a ni-estro¡
comprueba qué son las mismas personas. Abadie bantos -vécihog laciiiuade», p,eíx*r¡da<,, sin ninguna i
—que fue Ministro del gobierno que pasó— aparece co- na hecho qui; en este momento la balanza ।
mp Director de A Id a ve y Martínez y como ligura muy Argentina y t1 lirusü sea insoportable para
importante junto con loa estancieros Henderson, en Fri­ Uruguay tiene millones y millones de dC
gorífico Cruz del Sur y en otras Empresas. El Banco Mer- anual, tanto con la Argentina como con
eanul —también uno de ios Bancos con el cual ios fn¿o- actúan corno Hub-impern’, porque están e
nftcoe emn vincuiído,— se encuentra relacionado con venden «l Uruguay sin comprarle, no son
el Chases Manhattan y, naturalmente, entonces, con el gen tinas, son nortenmerlcmius. radicadas en
grupo Roeiieíelier. También, la Empresa Adela, titular <|e gen tina para aprovechar los circuitos fin.'
un pnqaH* sccaonano im¡KK*nnte del Fngorilico Carras­ micos de Alaic.
co, relacionada, ¡suaimeme, con Rockelelier. Y están los-» «•
Establecimientos Frigoríficos del Cerro, que funcionan énQ j I j.Qaf- ha <id<>, sino el de P
la órbita de “La Productiva 8. A.” Empresca del grupo que llevo auelanlu cuta púdica, conctNllen
Ferré«, siendo éste el principal accionista de Ubur. los industríale*» y producto«e» extranjeros, a
uruguayos?, vnliegando, también, la soberii
Parece que todo es un trasiego de banqueros y de enbvgu la Mulk'iamft nacional cuando el
Directores de Frigoríficos, que son ia misma cosa. iituisiormu en deudor im|>nrtunte de su« p
Los frigoríficos declararon pérdidas pero, en realidad cuando su balanza comercial con ello», r
habían traspasado los beneficios a los Bancos. Pero, a delicitaiia y cuando todavía, como lo señal
pesar de esto -- que llevaría a suponer que los Bancos gidudot Tuilansky, les tiene que comprar
tendrían, cuando menos, lu solidez económica correspon­ pida iluminar la» vludndio y |o<( j>nbl<w d»
diente— Alda ve y Martínez cerró, y el Mercantil tam­
bién. Y, entonces, uno se pregunta, ¿si los frlguriticos no Podríamos agivgm*, todavlu, la snugrb
ganan y tampoco las Bancos, a donde se fueron los 9 vado para el pan la construcción de las H
millones y pico de dólares del año 1970, y los miles de entronca con todo un pian de integración
miJcoos de pesos que loo Bancos Central y de la Re­ Sur en esa politica sali-lista sup.enu-ntadii
pública destinaron a esas firmas como asistencia crediti­ Unido». _
cia? Y hay una sola respuesta a esto: los 20 millones de I
dólares que se evadieron como capitales y figuran en la I
cuenta del Balance de pagos de 1970. En consecuencia: I
las empresas extranjeras viven especulando y saqueando I
al país con ¡a política, con la asistencia, con el sustento 1
y con. el acuerdo de los organismos estatales. Repito: si J
esto no ex clpaylamo o entreguisma ¿qué palabra se pue<* l
de aplicar? I
Acota el señor legislador ArUmendl que, ademé«, con 1
la complicidad y coparticipación, lo que es absolutamen* 1
te exacta
Hay un tercer punto que ef necesario abordar: al de
ia deuda externa.
El señor senador Ferrclja Aldunate expresaba que
un pal« pequeño romo el nuestro, si debe más, termina
por ser monos país.
un La deuda es más o menos la misma; tal vez un poco
mée.* 500 millones de dólares. Lo realmente grave está en
1M obligaciones a corto plazo.
E3 Uiuimay, en osta materia, tiene que pagar por in­
tereses y amortizaciones una cifra muy superior a la de
•tt» expoliaciones, pata cumplir con loa Banco« Imperia-
ItoM W «equena
Mir ei.t& no «s antrequimm y aipaytamo, que me dígan
qué palabra tay qun uMUma * J
Otro punto es el de la política petrolera, no »61o porqué
jos convenios fumusos siguen en pie, tan campantes, sino*
porque ha ocurrido en ni régimen de Pacheco Artico, u¡M
de ,U» de

ANCAP tiene c! patrimonio, la facultad de explotar la

riqueza petrolera que pueda haber en el suelo uruguayo, ya
sea en ls plataforma marítima o en el territorio nacional.
La intención del Gobierno era abrir la posibilidad de que
empresas extranjeras explotaran esta posible riqueza. A eso
 sulas, filmad.< ¡x>r Pacheco Arcco, fue la entrega de más
de un Gí 'í <le las posibiiulades del aprovechamiento iüdro»
eléctrico del Salto Grande.
Por lindar detrás de la Ilusión del Salto Grande, que no
tuvo aún rculi.tuclón, no concretarnos la conslruccióu do la
represa de Palmar y seguimos en veremos con e/a obra
que pudimos haber hecho hace años, sin tener Iq/angustln
de que en 1975 el país tendrá un déficit energéli/» tremen­
damente intranquilizante pura toda la activid nacional.
Mucha» ¡rraciíis,
SEÑOR GIORELLO ABELENDA. — e pormi
interrupción, señor legislador?
SEÑOR TRIAS. — Con gusto.
nottsmnZ"
»obre el rAlbino teína sin ningún beneficio práctico. Creo
SEÑOR GIORELLO ABELENDA.X- Sobre el tema con­
creto e que refiere el señor legislador señalamos en la
oportunidad que, en Cámara, se tru la creación del Fondo
Energético Nacional no le dimos iestro voto por entender
que el Directorio de Ute había r lizado una politlca total­
mente equivocada en lo técnico en In econömico, en sus
relaciones con el ¡»ersonal, en u persecuciön a los funclo-
narios, en su permanente ac ud dcxnaclunulizadora y an»
treguista.
Obsérvame, en la oc n. que sí bien los convenios de
interconexión son de en el concierto mundial, nin-
glano tiene rd’cáón con u* de Ute. Ninguno es de compra,
de autonjmacá’jn, sus) compieroenteeión.
En el caso cone de los convenios celebradas con Ar-
gentina y con Br 1, Uruguay se compromete a comprar.
integra, la energia, pero no establece cláusulas de compie»
mentación, es decir de vender su propia energía a esos pai»
ses, en un plano de reciprocidad.
Tan dolorosa es la situación y tanta la subordlnutdÓH à
\ SEÑOR PAZ AGUIRRE - ¿Me permite, señor Pre
fidente?
en la mañana de hoy.
SEÑOR PRESIDENTE. - Tiene Ih palabra el »eñor
I Adulador,
SEÑOR PAZ AGUJARE. — Ratificando lo dicho en
bal hace ya larga» horas, cuando el tema estaba ¡jot co­
mentar a tratarse, considero que es conveniente proseguir
con ÓJ.
Esto y de acuerdo con los conceptos vertidos por ai
Señor ¡islador Vasconcellos en el sentido de quí? el tema 1
ebe seA dilucidado deiuüiivamente, ya que hemos pasado
igus iu U as —son las 7 y Id de la mañana—- deliberando,
lile, »1 ¡»usamos a cuar to intermedio, lo que vamos
’ tVí que se reanude un extenso y agotador debut«*
que ya quA hicimos este esfuerzo de permanecer en Sala
hasta esta altura, lo que corresponde es continuar adelan­
te, escuchar los legisladoren que faltan, aunque el tema
haya sido larfyimentc* debatido y, en todo caso, serán expre­
siones tal vcz\ redundantes de conceptos ya vertidos, pero
seguir hasta elViual y que la Asamb.va General se prouun
cíe afhmativo <j\ncgativamente, de acuerdo a como se confi­
guren Ion votos para terminar definitivamente con este
lema en el dia hoy.
No hay que oxidar, por otra parte, que el Parlamento
tiene urgentes tenias a su consideración. En la tarde de
hoy esté citada Ja 'omisión de Constitución y Legislación
del tícnado parn tratar un tema de mucha importancia para
el país, un tema pérmico y que insume la atención de
numeixMKMt legisladora no sólo de sus miembros sino de
otros que asisten a ell SI transfiriéramos oHu sesión para
otro día, lo que estar! r>s haciendo, en definitiva, es obs-
tar al tágular trabajo p elementarlo. Y tenemos que pensar
que el Shrlnmonto debe atar esos temas y otros, libre ya
de la presión que signífica\cstar reuniéndose alternativamen«
te dia tras dia pata considerar este punto que nos congrega

Propongo lo que indica el buen sentido, es decir, man­

tenernos en Sala y continuarla deliberación basta terminar
en el dia de hoy y lograr una en un sentido u otro.. ■I

SEÑOR DIAZ (Don Ariel — En la tarde de htqr, a

Ins 5 y media, hay citadas doi Comisiones y, además, ae
va n estudiar la lAV de Segurid del Estado. Al paso que
vamos, y con o| número do orad» •x que todavía queda por
hablar, que son como 8 ó 9, esto\se prolongará demagiado
y io prudente cm hacer el intermedio por 15 días más. El
iunior Pacheco Arreo no va a tergtr ningún problema en
mantenerse en medio de un pueblo tan querido por él. Este
intermedio hasta el 4 de abrí', perniili ré escuchar las expo­
siciones de los señores legisladores cdn mayor tranquilidad.
Reitero la moción. \

SEÑOR FARIÑA. ¿Me permite, señor Presidiente?

SEÑOR PRESIDENTE - Tiene la, palabra ebacAor
legislad«.

SEÑOR FARIÑA. — Para mi todo» Id* temas »on ím<

portantes y el que estamos debatiendo es \tan importante
como los demás. Nuestro deber c ono legisladores, trabaje-
nvxi 10, 15 Ó 2ü horas es exactamente el mo. Asi que
«¿tetera • toJWáte I** •> ***** tegiste» Fax Agulrre
en »1 sentido de que daba cmvlimteWS al sobro «ate
toma.
SEÑOR PRESIDENTE - Léase nuevamente te modón
pi t'Mmtada

(Be tee;)

"Para pasar • cuarto intermedio hasta el martas 4 dt

abril a te hora äarachu. Artel DteT’. \
¿3044

TEM i G1 fu|< | ft ira »it* Im
b£¿>.h;hl: 14 y 15 abrí.]/972
¡ " ■ -;'í ■
SWnn TRIAR — Reoflnr Presidie: en •! día de
ayer —-drniro de ttnns minutos haré 24 borne— ocurrie­
ron en ej Uruitunv bnrhnji muv jrrnvn», lamentable» de-
plorahtes. heehw .«>an^r!entns. hechos que dGtorglonnn,
sin ninguna duda, e! proceso h’etóricn nocional y que
no lo hacen paro avanzar sino para retroceder.
Estoy seguro que algunos señores legisladores —lo
han hecho mAn de una vea en el seno de la Asamblea
General— querrán saber cual es nuestra opinión sobre
estos hechos.
Hablamos aqwf como le gis! a lloros del Fronte Amnlto,
pero también enmn represe otar tes de! Partido .Socialista,
que integra el Frente Amplio. Y esos hechos expresan un
esquema y pretexto táctico, expresan una concepción
y métodos de lucha para lograr determinados cambfof
profundos en el país.
Vamos a aer claros y j/reclsos. Ese esquema no es^
nuestro esquema; esos métodos no son nuestros métodos;
tata son ni el esquema ni 104 métodos del Frente Amplio,
Wrro, además, puedo hacer con toda tranquilidad esta
aclaración y e.stn distinción asistido por mi ideología. Y,.
ahora, si, el señor legislador Rain puede estar absoluta»
mente tranquilo, —no lo veo en Sala—: yo soy socialis­
ta, maneota, leninista.
Lo soy desde muy joven, desde la adolescencia y co­
mo fruto de una convicción muy protunda, y muchas,.,
persecuciones, di^de la cárcel, donde una vez por sema-'*=
na, durante sólo cinco minutos, el tiempo Justo para dar- i
les un beso a mi esposa y a mi hijo, estuve preso d<te|
meses y medio, Bufrí allanamientos y toda clase de atro-¡
pedos. Todo esto ha formado mi convicción marxiste le- '
nimsta y me siento tranquilo al decir que ios métodos que*
se expresan en los hechos de ayer no son los métodos de
mi Partido pl son su esquema estratégico-táctico.
Ya en el fílglo XIX, Mar x polemizó sobre la slgnlfl-
envión política del atentado personal, en una serie de
controversias con ideólogos,
En el Siglo XX, en la dramática Revolución de Octu­
bre, Lerun pulverizó, prácticamente, el sostenimlepto de
tagto» métodos por una vía conducente al triunfo de la
•Bvolucion.
Naturalmente, no voy a contar nuestra opinión al res-,
pecio, porque estos hechos deplorables, graves y sangrien­
tos, no aparecieron en el Uruguay como un relámpago ettl
un cielo límpido, porque nuestro país no es eso. Estos epl*|
sodios se han gestado en un proceso duro, intenso y con*3
flictual para mo.tramos un lOutro trágico del UrugiM^
que no conocíamos; uí. el de ahora. El meollo de la CU®taJ
tión que hoy tiene p antcoda ¡a Asamblea General
e.stod hechos, y li-is soluciones que el Poder E/ecuLro peo*;
pone para enfrentarlos no ixakmas encararlas si no da<
mos nuestra opinión y nuc irá critcrw de como se ha Ito<
gado a este Uruguay, de como m ha gestado esta seeaHW
Se que i-. este respecto se nos va a dsctr qaa ios nm^f
nes y argumentos que vamos a dar son reiteraciones dte
discursos que se han oído muchas veces, que están cansí
•ados de escucharlos, hartos, fatigados da sentirlo*. | los hombres de mi generación, o algunos años menores o
Eso os claro, porque hace cinco arto» que el pata MÍ
viene moviendo en un circulo vicioso: el subdesarrollo, w
colonialismo, la violencia de arriba y la sangre de abajen
Es lógico que se requieren los a¡ gu mentó«, y lo« cri-
tortos vuelvan a repelíw¡ preimii.n que en lugar de oír
este argumento, que no r>i sino uiiu forma de eludir la
discusión por parte do los señora» Jegblatlore» que no
coinciden con nuostro* puntos de vista, nos dijeran »1 Jo»
MMRtip Me rtita y iMiwnwque vamos a dar son exac-
W ti WtUWto.
Aquí hay do.<; interpretaciones de la tensa vida que
vive la nación, el conflicto que la desgarra: lo» que dicen
que su contradicción principal está entre ei orden y te
subversión —creo que era el señor tegtatador úude gotea
Mátente seta MwM,- es, po* ota« parta, te de «ate t** "
■tarto y te del aiitartaf* y tea que afumante» <ae g» <;
WfrtertMnteato entre el puebla y te oli*ar«ute» «atea Mu
patria y te Intete^süfagML a reclamar, hace ineludible dar nuestra opinión «obre laé^
.eteMMte te^teie» y «taMVta no «teosaas ha-
tetado 4P «ría íW dtettiHtotié W* H<*
dad may vív», ragas, oontundente e mtectebtei son fWteé*
nás de 500 íamUiaw que tienen en sos manos alrsdedtehá
y, ahora, asociados en el repudtew negocio de exp
¡a riqueza nacional y e! trabajo de los obreros uruguayo«, 7
son duchos de toda la Banca privada del Uruguay.
A(i<unb] cq Genérale
.ulott
P'raoi' i lea.
• ■ Naturalmente que quiete» sostenemos que «atoa aon
las coniraüicciones principales, las que desgarran el Uru­
guay, la génesis, ia enología de los graves hechos que
ayer te vivieron, vamos a uiscrepar, ilagranimncnie, con
la interpretación que daba al rc. pecio ei señor legislador
Rain en su daieur o de hoy. El expresaua que bar aigd-
nai o muchas naciones suodesairodadas —tamo o más
que la nuestra— en lúa cuales e^tos aecho» violentos no
suceden.
Creo que pude entender con precisión este concepto
y que se reicna, mas que a la vio.encía como definición
de la lucha política, a una lorma concreta de la misma,
ai perfil, a la fisonomía que la violencia ha adquirido con
la guerrilla uiturna en el Uruguay,
Eso es verdad. La violencia política, que es la esencia
misma de la vida de los países subaesanollados, colonia­
les y semicoiomaies, no en todos se da con la forma de
la guerrilla urbana.
Yo 4e&$fío —y estoy dispuesto a conceder interrup­
ciones de inmediato— a que se me nombre un territorio
subdeearroiiado y dependiente donde su vida política no
esté trizada y dramatizada ñor la vioiwnriM
SEÑOR TRIAR. — Mientras ello sucede, voy a con» .
testarle al sehor legislador Ruth. Le agradezco la inter­
vención porque se ha adelantado a mis argumentos.
Claro que eso es violencia, porque violencia no es sólo
la, de las metralletas. En el NE brasileño cada 50 segundos
se muere un niño de hambre. Eso es violencia
En el Congo, donde el señor legislador ha señalado
que no ha habido violencia subversiva, es donde fue axe- í
alnado Patricio Lumumba, líder, patriota, nacionalista po- 7
pula.r, en una confrontación violenta por el poder poli-
tico. |
Es importante subrayar que la vida política —y no|
ios aspectos a que hacia alusión el señor legislador Rath—>*
de los países subdesarrollados y dependientes está carac-
terizad í por la violencia y por la sangre. Por ellos pasa
el hilo rojo de la historia. *
Por eso hacía hincapié en que la génesis, la causa 1
profunda <|e estos lamentables y dolorotos aconteclmien- j
to.: de ayer son el subdesarrollo, la dependencia y te si* J
tuación económico social del país, adema», de factores ddúj
carácter político que nadie puede negar. 1 1
Quiero referirme a ello y estoy dispuesto a conceder I
todas las interrupciones que se me soliciten, en la medida 1
que ae quieran discutir los argumentos que voy a plan­
tear y en te medida que se quieran controvertir, que se
me digan que no son ciertos los hechos que voy a de­
nunciar. No nos olvidemos que este país, nuestro país,
nuestra patria, se ha convertido en una patria de emi­
gración, cuafido fue tradiclonalmente una patria de in­
migración y alrededor de 15.000 uruguayos se van todos
t tos ortos, porque no encuentran destino económ: o, social
o familiar. El país se está conviniendo en una patria de
desesperanza, cuando no en un país de desperación. Na­
turalmente que esto tiene mucho que ver con los hechos
de ayer, porque quienes más sufren son los Jóvenes. Para
mayores, que hemos vivido en otio Uruguay y tuvimos
oportunidad de organizar nuestra vida familiar, desarro­
llar una ocupación, una profesión, la docencia, natural­
mente. fue «¿qulble una serie de valores de la vida; tener
un hógár, una existencia decorosa, que no están al al­
t cancé para te inmensa mayoría de los jóvenes de ambos
sexos del Uruguay de boy.
ife «ido profesor m«h<R altos 4*1 Itote) nocturnA »
Rite fduftitxnf, obrercN y obré-4 sr
ras taxtiie». empleados de rnmnrrfn M
Continúa en te uao <te te SAtebiu éí titeta
<0
Trías, -
K>
6ENOR TH1A8. Señor Presidente: después
cuarto intermedio peculiar e insoslayable, voy a retomar CM
el hilo de mi exposición.
Decía, señor Presidente, que el pronunciamiento qué^
el péte debe exigir de nosotros y, sobre todo es que aquétiii
líos que nos votaron en tas últimas elecciones nos pueden^
causas, sobre la génesis, sobre tas razones profundas, so-
rjt* te» étaliriMfofF« hondas que han creado esta versión
tfágtca deí Uruguay Y por eso, es ineludible una rápida
vhlón de te Mtusclóft etxmtenica y social, para saber si
*1 pnls esta má< o metete •btetasarrollado que hace cinco
■1/hm o para ver te el pata es mié b métete patria que to
que
-
era buce cinco aftoé, , -f!*¡ , 'U‘, r";• ■'
Recuerdo que el Gobierno del seftof
m hiiteó aplicando en nuestro país la misma reeeéO^K
nórnlea dictada desde Jos Estados Unidos, a través
funcionario def Fondo Monetario Internacional SteteB|
que ej Teniente General Juan Carlos Onganía,
Krirqor Víisena. Ministro empresario como lue^o co­
no. linos <>n nuestro pata— aplicaban en la República Ar-
gvnUiui.
Dicha política, rontestió en una devaluación del 100 %,'l
luego del 25 '/ e, poned lata mente, la aplicación de
congelación salarial. Una política de ese tipo, en que in
aumenta el costo de la vida en un 100 % —en realidates
fue más de esa. cantidad-- en poco» mese?, y, paralela-^
mente se congelan los salarios en víspera» de ajustas «te|
la actividad privada, no puede apii.-ar>e mas que con
una poiftfca d« r^nshón y de faAcizacion.
Y m teteMi» m vmtilílero Mcrftieto al Uruguay Des-
pMéa n»x a hstataa dé ello. Be aplicaron las Medidas
Prontas de hegurtasd en IMS y lite#, que transformaron
«■ tea hecho», te vida notmai del pata
Aqwi, »» Mritor tegiteador, un día, mostró un grueso
áteteto <te dlapostatonee legales que estaoan rigiendo en
r| país y que constituían, verdaderamente, la deformada
*'tonatHtt«lán de la República que habla sustituido a la
rral, aanrtonada por píéMtertto popular Se le impuso, ade­
más, al pata la rargq dé la internación de 10.000 premia
prñitieof, así como la muerto de estudiante« en lax calleé
Pero titeo esto se hacía con el compromiso de que esta,
potitioa («eonómiea traería el despegue, el desarrollo, vían
de ftroíffieiUMl f As pal para el país. Ha llegado el mo
menta dé haosr ei bsjaoee. 2s 0 44
en mi portafpltos, la» patabra« de una
terenei« en m ef aetuirt «éter Mtotouo de Industiaf
y (tet/tereta, *x Preatoenta del Banco Central, doctor Bqm¡|
WF.Í £>ú*dé n» to wo e» Sata ahora reconoce <NH
«e peoteorta Wto tatomo se he estancado. B data péM
7r'.^--*wwé ep t». *» & petubre MR
if^> Ahora, se ha cumplido un nuevo íterío<fó / /r rWfr
nt.e dicho pro-

AaamMeu (leñera!.
TEM: Vigoro»» repreidóri en el plano intorno y debilidad
para defender la soberanía.nacional,
I* i. : 14 y ¡5 abrí 1/972
8&ROR TÍHA8. — latiendo, leftor Presidente, que el 9
eesfior Mtnbtro Interino eeía totakaente equivocado en lae
dae auuiileaiacjoaes que hizo, está tremendamente equk
vouado al decir que noe e^iainos alegando del tema. Ke-
tamoe llegando al meollo del mismo, porque aquí lo que
tenemos que establecer, para opinar sobre ¡os hechos que
la República vive, «* que los ha motivada Estamos ha*
blando de lo que lo» ha causado,
Comprendo la inquietud del señor Ministro Interino
y de algunos legisladores del Gobierno que no quieren que
se bable de esto. Lo comprendo, pero es el centro del pro­
blema.
Dice el señor Ministro Interino que no han habido
presiones. Depende del concepto que el tenga de lo que
son presiones. Digo que un país que estaba viviendo una
dramática víspera electora! como la nuestra, debió sufrir
que ae publicara no solo acá sino en la Argentina y en
diarios como “Le Monde" o ‘ L Express" de París un pian,
llamado operativo horas, en el que se decía que en el
awo de que la situación política uruguaya se deteriorara
—léase en términos de buen romance triunfo del Frente
^mplM>— ae produciría una invasión del territorio nació-
en ese piaao.
No era una presión directa, pero si una presión evi­
dente »obre la opinión pública, «obre el Uabierno y «obre
el pato.
Quiero señalar, flnHlmentu, que no hace mucho tiemjio, 1
'i
en una sesión de la Asamblea General, el señor legislador í
Ferreira Aid una te reiteró, sin que nadie lo discutiera, de- 'j
nuncios que él había hecho sobre el pedido do que *e esta- *
bleciera un buque norteamericano en aguas uruguayas.
Dijo que eso era cierto y que lo podía prooar. Como el Go­
bierno tiene una amarga experiencia de las prueóaj que al
presenta en algunas mit-ipeluciunea pui lamen tu lias, no
dijo nada.
Este es uno de loi¡ trina» graves de la pi liblrmÁtíca na­
cional, porque, tal con »o ni* expreso tr Pía, el gobh'i no ha
padecido de una tremenda tuerza, do un deseo de rcjire-
sión vlgaruoo en el plano Interno, ¡tero de una ti emenda
debilidad para defender la soberanía en los no; de Ja Plata
y Uruguay. Esto se dijo en la Asamblea General y no ha
sido defendido ni contiMtado. Esto forma fiarte de ese pro­
ceso de dssnaeíonaiixsu Jón.
Tenemos un pato mucho más p)bre, mucho mis «ubde-
WVmMb y una patria que m mucho menos patria. Ahí $
«MUHrntes y ftograuws <1« la violencia po­
ética an *1 Uruguay, porque, además, el gobierno no hito’ 4
nada en lo* cinco años por resolver ninguno de estos pro- $
blernas de fondo. La única solución que encentró para si 4
problema de lu vióleme la y del drama del que tanto m» h*bl«'^
en todos los tonos en el seno de la Arambice (iwriiJ
la represión, la cual m* hizo en un porcentaje mínimo cwitra j
la guerrilla urbana y en un porcentaje máximo contra taa^j
sindicatos obreras, las partido* de Izquierda y eomtr»
que no tiene nada que ver con I» ruernil» *jr*>-mi. Y
culminar el proceso ae inicia este nuevo Cteteernte eoti mil
nuevo estilo, con un nuevo s<i»go y entre stnt fu imrra* artefl/|
en metería económica esté el tema que pronto i« Cámara* j
dé Diputadas va a debatir, de*! aumento drj 30*$ «te toe *a*M
lados de Jos trabajadores de to indas! ns prrrM*. H»«te dhl
momento en que se otorgó, 1* de abril, y deate el V <te |
enero de 19(18, ei costo de Ja vida *ubió un 180% y »1 M-
larlo real un 131 Era un aumente de una imufiriefwte
evidente, pero despute que se ofojgó ese smisnto, o
mfoiwt (tía, h Coprin 'vrí'nwfi te ra-M d* ’dkrl
entre los cuales estén t»s1os lo* de ;Trín<*r» ra**-*s.M;,4. Gjrgjijf’:!
se produjo te revelación de la Dirección de Estedlrik«« dp*|
que en ios tres primeros meses 'leí «ño H corte de ri*te’¿!
aumentó en un 10 % más. Eso «óte absorbe el «ámente
para peor, se culmina con la última minidevaluoción *te
Ululo de n.
Jf/71. Alita
Mi bruto Economia
,............
no «óto no llega a determinar
«e aetimco, «ino qmqur m.<,<
bajó tm^44
r
5J®%. Hoy el Miai está en k» | &50.00. Esto no •*
errar ni una politica entreguista o antipopular, sino una
sangrienta burla a loa trutwijadores.
¡Cómo no vamos a contar esto entre loa causas de la
. violencia y la distorsión politica que por ¡a violencia está
sufriendo el pais!
Tenemos un país más pobre, menos desarrollado, y una
patria qu? e.> menos patria. Esto, sobré todo, aféela a los
jóvcnce que son protagonistas, en primer plano, vie esta vio­
lencia,
Yo decía hoy, cuando se interrumpió la sómiuu, que los
Innubi o de mi generación, o quizas un ¡kx:o mas jóvenes o
mayores, que liemos tenido la expei tenete de vivir en otro
puis distinto, de íoimar un hogar, de tener hijos, organizar
un trabajo y re»Iizar algunos valores esenciales de la vida,
a veces no tenemos la suficiente comprensión para loa jove­
nes, a Jos cuales el Uruguay de hoy, país de emigración y
de depe ronza, le cieira todos los cimino,s. En mi cargo
<te profesor del Liceo Nocturno lie visto a empleado« y
eluvios que trabajan muchas horas i*jr un magra Mdario y
luego estudian de imclte, prácticamente desesperados por no
poder contraer matumomo jxirque el salario de ami>» no
ttlcanan juna idqnihir umt |u*qtmiúi habitación, psra montar
el hogar con lo indlxjM.’nMhle, es decir, que no puede reali­
zar ^as de lechos más íundameulfdes. ;Cómo no vamos a con­
tabilizar esto como causa de la vkitencte! Estarna« en el
núcleo, en el corazón 4«l temtv
Frente a todo este [»roblema, ¿cuál es i* solución de |
fondo? Represión, militarización de gremios, tertvras, ascua- «
drón. de 1« muerte '
T
El otra dte yo tenunmé aquú en Sala, ias amenazas que
se la lian hecho al compañero socteJtota Ariel Gaggteni y v
j;cro. ansío^ameme, porque en otnui Mteeit'jdes termo» «ido
jioMiívamente ate.uhdos, que m haya tomado buena cuente
dw los lavhos para que no tengamos otra Ibero Gutiérrez .
dramática y anlvejemento muerto*-, que lamentar en un.^
pluoo breve. >
Se han hecho peniccucioneii a ciudadanos que no tienen
nada que ver ron la. guerrilla urbana y nadie me pueden
decir a mi que te saña con que se reprimió la huelga ban».:'<
< «l ía en el (Ul tiene algo que ver con lux lujiamaros. Nadie «
me puede demostrar que la rrpieslón se hizo contra-
los obrero* (i Igoríftens, qur no rerhunnbim más que el rum*
plimieiito de la ley, era totalmente justa ya que, además, "
llevó a centenero.« a los cuarteles, sin que tuvieran nada
que ver oon h» guerrilla urbana.
N« estoy segura, pero me parwo «pie fue el señor te-
j gtolador Singar quien, hoy. desdo las bancas del gobierno $
dijo que la violencia se condena de un lado, jx‘ro no del
otra. Creo que fue el señor legislador quien reaccionó con
apasionamiento »obre este tema. Yo jxxiria decir que os ver­
a dad que olmo« aqui condonaa, |»t<> no tengo pirqué discu­
tir, ni creo qiat no sean sinceras, js>r ejemplo, «cerra de lo«
otantado« do que fueron objeto hw domicilios de lo» legte-
iadores Miche lini y Enrique Rixlrtguez. Itera la verdad ai
qtre entre las palabras y los hechos hay a veces cierta dia-
táñete. Nnaotrosi estamos esperando un procesado, aunque
sea uno ert «wnd 50 6 100 atentados hechos j»or estos grujió«
fasetidae que operen, fundamentalmente, contra los compa­
ñera« def Frante Amplío y de los sindicatos. ¿Hay algún
preso ¡por eidó? áHay alguien procesado? Yo no conozco a
ning uvi. Esterno» esjierando de la eficiencia dr te rapte-
sPWt «to rnanffteda en el otro sentido, y tambifrn actúe
ed lo« hecho», un día, en este sentido, y se nos diga que
«e he pmreswido a fulano o mengano por cometer tal o cual
atentado contra la casa del senador Enrique Rodríguez o
contra e! funcionario fulano a quienes le han destrozado
terafiorabtemrnte M vivienda o porque han intervenido en
MMdMtoe raenó loe que ha habido y que aquí «e han metí-
Hectun son loe que qu«d«n en meterie ten «ten
cada e impartente, que significa resyuerdar Je riHto átente-
na y los dorcclu* elemental»« de toe etedadanae de «ate peto.

Asamblea llenera!«
TEMA: Extensión d«l Estado de Guerra interno y
suspensión de las garantías individuales.
SEJJOh: 12 y 13 mayo/972
SEÑOR TRIAS. — Señor Presidente: el Poder Ejecu­
tivo vuelve a la Asamblea General trayéndole una solu­
ción como salida para ia grave y trágica coyuntura que
vive el país; la extensión del estado de guerra por tiem­
po indeterminado y la suspensión de las garantías indi­
viduales, también por tiempo indeterminado.
Se aforra, el Poder Ejecutivo, a un esquema inter­
pretativo de la problemática nacional. Entiende que la
contradicción principal que moviliza a nuestra sociedad,
que la desgarra y que provoca estos dramas lamentables
y sangrientos, es la que en frenta al orden con la sub­
versión.
Esquema Interpretativo subjetivo y falsa que tiende
a escamotear y esconder cual es la verdadera y princi­
pal contradicción que dinamias a nuestra sociedad: el
enirentamiento entre el pueblo y la oligarquía, entre la
patria y el imperialismo.
La verdad es que esta solución propuesta por el Po-
der Ejecutivo y reiterada boy, no es la única solución
que se conoce.
EtaID Frente Amplfto. en su multitudinario arto reali-
j» de abril, propaso otra aolnetott, otra aailda, a
En un discurso, seguramente de toe mAs importantes, |
penetrantes y reveladores que se han prununeiudó en 10S
últimos tiempo en ia Kepuonca, nueoiiu cou.p-uiero, tre-2
sidenie de la Mesa Ejecutiva utí r rente Ampno, General |
Líber beregna luso un análisis de ia situación, y carao- *
temo el e»uauo de guerra con aos rasgos que noy aeué- ;
moa que tener muy en cuenta, cuando llegue la hora de '■
levantar o no la mano. 1 cionales que ios hechos provocan, que derivan del mo­
Dijo el General Scregni que ia guerra internacional
o ia uutrra mtexna, y soure tutío e*ia intima, tienen su
propia lógica, sus piupias ityes y que una vea que estas
se punen en luncinuamicntu y en murena, lunciuuun por
m mismas y a vecen se tmnaiurmun en hechos n<cun-
troiabiea
Pero nada mejor que leer sus precisas y elocuentes
IXjo tí General Sexegní: “Y este giro de los aconte-
cimtoptoe tiene ya enormes consecuencias en la vida del
pa^feorque ia vida ue todos ios días ya empieza & ser
tomSaa por la lógica implacable de un estado ue guerra.
Inevitablemente ia güeña implica, en cualquier socie­
dad, una regresión de la vida civn. Un estado de gueinu
en una sociedad do índole libela! reiurmge libe* ladee,-
restringe seguridades oe cualquier uroen, personal, iami-j
liar, económico, etc. La guesia uopuisa a «a lógica miU-,
lar pura, al mancl¿ y a u porque e«o *e M
inherente, he acuita tí amono de xa disctuiun, de ia dé-
Ubu-aciuD publica. Caen toco upo de censuras sobre la-
vida social memprt ha amo asa, y asa sera en cualquier^
astado ae guerra. Porque este uene su lógica propia, sujm
oxigenaos, que no son as de la pac. Y es en mi coi. di-1
clon ae ciudadano que se honra con ser militar de ia pa* .
tria, que se me nave un deber cumuentuar plenamente'
a mis conciuuadanus de lo que ugmiam una lógica bó- f
ilea, que una vea puesta en marina, ¡» puede anulara*^
a si misma, no pue^e ser lo que nu es. Y que, de unu»a|
razón en la vida del Estado coauanaa a ser ia primeé
nuon.
Estado de guerra y suspensión o restricción de
chos civiles, derechos que tienen su lugar natural en
paz, son una mi.mia cu^a. Esto ya 10 comienza a expe*-'
inneniar la, puuiucion. El enano de güeña tiene gi*»A|
electos sobre ia población, en todas las dimensiones <tol4
su vida. Es el reino Ue la inseguridad, del mieuo, de to
sospecha. An situaciones de con nieto como el presente/
toaos ntAfí entre ve radas, son vecinos ios unos con loe
otros, habitan la misma familia y aun ia misma cusa. No
están treme a frente en una bien demuda linea de com-
tata cosan puna galerna. Todos conviven ¿un-
i tM la sono 1.tasta Ita hijos y toe padrea
statai • JfeiÄWlf >« í;*'' -Jl -■
.'T' la ac?,fonnanza .social. Es como
n a iodos los habitantes del
uua un um» ton muerle, con violencia, con
dotar. Jto wb Mtíúina ftalrteMa. Una niebla que se nos
& SWitoMi f taMj* tas mta cáliAM y viejas amista- >
dta tara Mta «» tas« lata taéuta etaMDa. tan itaWl
«eaurasta» «tís«*s «taaer^
tal tan» Usurar, o* tay aatá cerea de ser estíavecUtajl
tí .«*tar tatemara ta ¡Mtaeee tartami ba sfta jí
mata ya «eoe • eomptaerae comunlNtas, írenteampuetta l
Atara btaií «ta
que es muy difleii de de ¡a verdón de mis com*
pañeros de ¿ector, que naturalmente yo suscribo con
poneos y comas, y tomando en cuenta sólo lo que el seftof
IftMtotoo ha dlcRo, entiendo que comete un eaoeeo con-
T.vICj Vivía A
denabto al tarfuir a estae a viéUmai «ñ «to Ihta Lo ea,;
en primer lugar, porque hay 11 personas involucradas.
Justicia Militar, nos informa el señor Ministro, está inda­
gando, y en los casos que ya ha podido investigar, no
encuentra culpa, no encuentre responsabilidad. ¿Cómo, ;
entonces, se encuentra culpa y responsabilidad en los
muertos, sin la indagación correspondiente?. Porque sólo
se oirece la existencia —y me coloco en la mejor tesis
para el señor Ministro, en la suya, en su interpretación—
de un arma larga y cinco cortas, de una baiacera des- \
de dentro del local y fuera, en la que mueren 8 personas
de un lado y es herida muy gravemente una soln del
otro.
Esto no se puede sostener; es un endeble castillo de •
altura no
naipes. A esta_______ __ cabe
—w la menor duda de que ,
aquéllo ha sido una matanza horrorosa que el pueblo ;
entero de la República condenó y repudió con hechos, /
con decenas de miles de perdonas en ia calle en ei sepe­
lio de loa compañeros muertos, con los puños en ahu, y
a través de los paros plebiscitarios que hizo la C.N.T.
loe días 10 y le de abril.
Ademáa, señor Presidente, digo (fue en esta lógica
tremenda de ia guerra, que tenemos que sopesar con mu­
cha seguridad ai votar, hoy, en la Asamblea General, hay
tactores ae ah eren te ind jie. Hay algunos de ios que na­
die tiene personalmente retporuabiudad, que derivan del
rodar mismo ue loa hechos, de las circunstancias emo­
vimiento de los sucesos. Pero no nos engañemos: en el
pam existen sectores que quieren 1*. guerra, cuya polí­
tica es ta guerra, porque se aaiixian en ia pos y porque
sus privilegios, exinuace al trabajo del pueblo por *vim
uegi limas, por el camino de los butrones y no del trabajo
homauo. corren peligro con la pa* Y cuando yo aitrmo ?
que existen sectores que merodean en este estado interno
de guerra, no me estoy retiñendo, por supuesto, ni al 5
.senur prcaiuente de ia República ni a quienes ocupa* 1
uluts cargos en el Poder Ejecutivo, ni tampoco a bl
mensa mayoría de los que hoy van a votar por su
lungacion. Me estoy reilrienüo a sectores de la__ —
quiu nacional, a aquéhos que inspiraron y organizaran!
el lú>cuudrun de la Muerte, tübre el cual se prometió un*J
investigación ue la cual no tenemos, todavía, un solo,
resultauo. oe aduce como argumento para aiirmar qü* *
tí clima de guerra lúe provocaoo por los compañeros '*
comunistas del Club de Paso Molino, que este locti es- 4
taba protegido. Hoy, señor Presidente, todos los iOhUes !
del Frente Amplio deben estar protegidos. Mi casa, vn la -
cutí vivo con mi esposa y un niño de 10 años, también ¡I
la he tenido que proteger porque el Gobierno es Incapagl
de amparar la vida de los ciudadanos y porque somoa j
los militantes y uirigentes del trente Amplio las victi-
mas senaiatíaí por estos organismos parapoiiciaies, que $
nadie investiga, que nadie castiga, y que siguen en la
impunidad.
BEÑOR ERRO. — Y que siguen en los cargos.
REEOR TRIAS. — Esperamos que hoy, en el curso do
esta Asamblea, el señor Ministro del interior, —quién«
cuando el señur senador Erro le entrego un importante
documento al que diera lectura en ia Asamblea del IB
de abril, contestó que haría la investigación correspon­
diente,— nos informe. 81 desea hacerlo de Inmediato, por
supuesto lo cedo ia palabra...
’
03 5 3U
 Aüufnblea Genera]
ILMh: Ataquen y de; reda *Ieneu J lev;uiatJ a c.üo en
djbtinlor» Liceos*
JLúluN: ’
SEÑOR TRIAS. — Téo Que no étá trha tftegtitrt*.
Señor Presidente: en tóda coyuntura o circunstancia.»
politka, es una regí» de oro de loa Partido« y de loe»
^jtvlmientoa, súber cuál es su enemigo principal.
Creo que la vigencia de lo que el General SeregnH
llama ‘'la lógica de la guerra’’ está más que demostrada l
a través de todas estas incidencias colaterales.
i tuación, puede haber discrepancias —nosotros tenemos
insisto, *eftor Presidente, que en este clima de guerra4
externa hay quienes votan por su continuidad, o la acep- ’
tan, porque lo entienden, equivocadamente, sin ninguna ;
duda, necesaria. Pero hay quienes lo quieren y lo desean i
porque lo precisan para sus propósitos. Son —decía yof
hoy— los merodeadores de la, guerra. Son sectores de la
oligarquía nacional, lamentablemente, desdichadamente,
con ramificaciones en muchas estructuras y planos de
¡a sxuedad uruguaya.''
Recuerdo que al frente del grupo de personas, que
vino el día Ift a rodear el Palacio Legislativo, reclamando
03 6
y 1 'J di? r»ayo/9,L’
la eabwt de algunas legisladores yiiróvfctído
br» y hechos a otros, de (listín! os Partidos, no bòlo M
Frente Amplio— esta '.•a, ti ;eñor Juan Jo e Óari. A pesa*;
de los esfuerzos que realizó - qu? yo reconozco que loa
hizo— el seftr r Ministro del Inter o»-, tve grupo no pu<™
ser disunito. Al f»ente del mluno. estaba. repito, el seftoH
Juan José Onr’, empresario lanero, accionista principen
de Lnnasur, y del cual, una ve?, en que se eonsulUinB
al d-'ctor Herrera rl podía ser ?• rnhro d*»l DirectprMH
del Banco de la República, se dijo que no, porque ergi
capaz de ponerle rueddas al Bunio y llevárselo par» wl
co&á.
Digo, señor Presidente, que hay quienes quieren la;
guerra, fisto ahora, lo vemos en los Liceos.
El 81 de julio, de acuerdo al artículo 13 que inntituyó¿
el actual Consejo inte) ino de Enseñanza Secundarla, ven*:
ce el plazo concedido a dicho Consejo, y ai no hay Men­
saje del Poder Ejecutivo ni iniciativa parlamentaria, ««)
prorroga tácitamente dicho plazo. *
Hay toda una operación montach para perturbar la
v dt interna de los Liceos de la rapii >1 y de algunos del
Interior, a los efectos de crear un clima, demostrativo
ante la opinión pública, de que Enseñanza Secundarla, no
puede seguir funcionando normalmente, con ese Consejo,
Sobre este Consejo, señor Presidente, sobre su ac­
algunas— pero nadie puede negar que ha cumplido con
honestidad ios cometidos que Ja ley le dio. y que ha en­
carrilado otra vez. por las vías de la normalidad, la En­
señanza Secundaría del país. Además, ha hecho esfuerzos
indecibles por erradicar, de los Liceos, los conflictos y las*
violencias.
Tenemos denuncias de distintos Liceos. Algunas son
notorias y públicas, como la agresión, de grupos fascistas
con armas en la mano, perpetrada en el Liceo Zorrilla
de San Martín y donde se constató, por parta de autor!-,
dudes de Enseñanza Secundaria, que algunos de
h mbres, habían tenido contactos y conversaciones prtaf
viai con agentes de policía vestidos do particular. ,<;;M
SEÑOR ARI8MENDI. — Algunos eran funcionarlos“
policiales. __ Jl
SEÑOR TRIAS. — Es verdad. -
Ataque- y dcp^’deciom.s cometí', os en el Liceo d«í
Carn’qro, por h. ber p»‘*(hdo oI<'it;ou.nbr»’i ante una.
Comisión de Padres, verd;ulernme ile democráticos y em-
peft dos en mantener el fnri< íonn ni» nl<> (1**1 Liceo en un5
nivel de normalidad. Hubo tmiibió i Inr¡den!<m en el Liceo-*
de Las Piedras y en el de Colon. i
En una reunión habida a nlir» nivel inspectivo y de-si
Directores de Enseñanza Secundarla, se dijo que se ha- :
’b¿*detectado que la Jup, nuevamente c está organizan-;
tío én todos los Liceos, y que han ompe oírlo las provo­
caciones y las agresiones con el mío pí o;« sito de entur­
biar las aguas en Enseñanza Secund o n y de reclamar,
en «1 momento oportuno, una nip-.’a V nefasta Interven­
ción que ya fue derrotada por alumnos, profesores y pue­
blo en el año 1970.
Estos són los que quieren la guerra. Pero además de
los que quieren la guerra, hay hechos que ru; dan por sí
mismos, acontecimientos sobre lo.t cuales ,;c necesita es­
clarecimiento.
Yo me pregunto: ¿qué ley, quq norma lega! ampara la
detención de los ciudadanos? Muchos fueron capturados
por la« Fuerzas Conjuntas, sometidos a la Justicia Mili­
tar, la que dictaminó que estaban libre.- ya que no tenían
ninyuñ* responsabilidad, a pesar de lo cual, luego de
transcurrido* 10 ó 18 días, siguen detenidos.
Doy tm nombre: el encrlbano ('astro Dagnlno, Ni la
Ley de Sitado de Guerra Interno, ni. la Ley de Suspensión
Ae'CtarMMtas ■ «• tote* • tos sotas efecto* de la cap*
ture d* tas wnmwm* .
■ o .'(■ mi» Ion /.cíes MilítaiW
। ,, ti '.ai ,u ¡¡-.I. Yo, tu.nbl';n, aquí? espero UQ£
clara, h n de km mdotes Ministro*. Si la quieren hacer
ui e,.u>í mumciitoi», pur ¿apuesto le* ohereo ¡a
sé que h;»v ^.t?i'.;* ¡n>iwtnu eiu eso situación, pero
me Lmiíi i oui <*j uc una. ;?1 i-Aiulbano CaátaH
ÁZígnnz j
fin «l flénaíb te ha denunciado d cip .«linchamiento de
tnqimtat MMil también »^arwmn /Mitre ede he­
cho que repwdmbto, mtimida-
lorta y vstatorta/aMmOlta« «• ta denunciado que tA
muchos domicilios f* hli0 aotaMrdt guerra con saquea
h to 1<> (||J- ;(>n <-n <*i iWiado tas MP44iQra» Zek..
nar Mi- n< m v Al'-ml^rt Vita.
Eli fi I : - l ! ' CJD fa y Tre» han
hechos que üm- ■' ■. !i '< i <.ue P n r a ciu nta en |H|
W ifif fe te l! < ■ % 0
Ahora i,í. lo concedo la interriiipción a) señor lMUta»rf
ñor Batí«lia, que me lu había .solicitado con antetaUóO
que fue el den uncían te de esta» últimos hechas. $
 Asamblea General •
ilh.: ntert idu cvr'n la Etcuehi Kjtl i ra \o. 43 ’’Austria”.
j?A> .ÍUa: 1..’ y 1J Fia.yo/97?

iiwoit tmab — pdr vez, «cAurlftK

dente, voy n plantear una interrogante muy imporUrnté .
porque hasta ahora ninguno de loe señorea Mmlftroí hO
respondido. ¿Cuál <« la norma legal por la cual a un I
udadano. que fue liberado por el Juez Militar respec- ¡
tlvo, «e le mantiene detenido días y día«? He dado varío« *
ejemplo«, como el del escribano Cuatro Agulrre. No pier- J
do la esperanza de que en el trnnicurso de la sesión, esta 1
respuesta sea finalmente evacuada |

Voy a terminar este capítulo, señor Presidente, le­

yendo un párrafo de una cartn que le fue enviada al
señor Presidente de la Asamblea General y también un
documento que nos alcanzó días pasados un grupo de
maestros.
I n caria es del señor Exequieii Caldas, del Departa­
mento de Treinta y Tres y en la parte medular que yo
voy r leer <vtá en poder del señor Presidente— dice,
relatando episodios y peripecias d? su detención, lo si­
guiente: oí por jiarte de los que me rodean quo iban
a efectuar diche operación. Se me puso una soga al cue­
llo, entre comentario« intimidatorios: “le ponemos el
’abúrate, lo subimos, to empujamos y queda ahorcado; .
pero ata no, quién «abe no refleatone y atestes«*,
labras máe-o monos textuales da mía acompañaiMk«
Fui amarrado al poste, siempre encapuchado y con W:
soga al cuello y abierto de piernaii, permaneciendo otr0'j
período do tiempo. Después de lo cual ful conducid^/
a otro interrogatorio con otro oficial en la misma ble 7
bitación”. j
El documento que me alcanzó un grupo de ntaeg»|
tros, se refiere a un episodio en el cual pudo haber ocO
rrido una tremenda tragedia. Al respecto, este documeo^
to, lo describe de una manera muy vivida y elocuente.^
Dice así*. “Las balee de las metralletas destruyen Iqk
vidrios de la casa —se refiere a una escuela-— y se iiMj
crustan en sus paredes. La orden fue dada a lae 4 de Im
Urde frente a una puerta de la Escuela N9 44 do 1SR
calle Abacú, cnsl Avenida Italia, Cunde el pánico entras
las niños: gritos, vómitos, llantos. Así se suceden loA»
hechos en la Escuela N? 48 —Montevideo— el 20 de abrill
do 1972, a 5 dias de aprobado el “Estado de Guerra'1 efl;
nuestro país. Los efectivo« de las Fuerzas Conjuntas ro­
dearon la escuela rápidamente. Uno de ellos, vestido do
civil, con un arma corta en su mano, dio la orden. Una
casa lindera con el ed'fíelo escolar, es el blanco. Fl ruido
de loa disparos, aquella escena de guerra, siembra el
terror. A la calle Abacú dan los amplios ventanales de
los salones que ocupan dos clases jardineras y tres pri­
meros años. La primera reacción en las aulas, fue tirarse
al suelo".
Debo aclarar que a esta aecuelh, ha dejado de con­
currir una buena parte de los ntñqi que habítualmentg
lo hacían, por miedo al clima que la rodea desde en*
toncos.
La verdad es que todo este mar de interrupclool
que he concedido, tiene la virtud de ¿mostrar, coa
elocuenc'a temotrifete, ron hecho» en¡.fundentes e

de la guarro» la lovtfMhMtentS a la guerra.

En general, «¡.«ñor Prudente, «wím denuncias
ron formuladas pe? integrante« del Frente Amplio,
cen mal o bien Jos integrante» de! Frente Amollo
hacerlo? Se dice, cuando las hacen, que se están
virtiendo o que son, e. emigos de las Fuerzas
Deseo aclarar muy bien este punto.
Entiendo, señor Presidente, que los compañeros
Frente Amplio —y naturalmente quien h»bh— no
mente timen el derecho «ico el deber ineludible da
mular reina denuncio*, porque la verdad W que
del 90 % do los proccd'tnlenlo« que lie han eiectu*4o
utn rnrv d" vh’»*n 'i'i drl estado de euerrtt Interno y su
pensión de gnrnntínn, han «¡ido dlr'gidos contra nt!.
fantrs drl Fr nte Amplio y de la Confederación Nación
dr Trabajado) es, 0 3 j7 1 U
Hay, evidentemente; un fenómeno persecutorio, per­
sistente, contumaz, orientado hada loe militantes del
Frente Amplio o de la C N T. Esto no en • re decir que
no wwiww-i y m* «iw^iiíww í
hubieron f1* procedimiento« hechos coa hs jn»|
yor corrección. Seguramente la mayaría de ella«.
«Ignlf’ca que quienes h:tn cometido lemanes o exer*agF
de poder, lejo* de ser la mayoría de lar Fuerzas Armadas^
o de ser el criterio gf ncrnl imperante en el país, cpnstl*.
tuven una neaueña minoría
 Asamblea General
TEiúa: Origen y actuación de las Fuerzas Conjuntas»
Ful irre que afectan la soberanía deJ jais»

JEJION; 12 y ¡3 mayo/???

JMOR TRIAS. - Jfyhe tenido suerte eoR mi pre-

Señor Presidente: ¿se ataca o te detiende a loe Fuer- •

has Armadas cuando se denuncian estos hechos? ¿Se está i
n favor o en contra de ellas? Voy a dar una respuesta \
clara y talante: se está defendiendo ahincada y fervoro- .
ȇmente el papel de las Fuerzas Armadas y el respeto qne
ellas merecen en el país cuando se denuncian estos he­
chos.

Quiero determinar cuales son nuestras Ideas al rao- i

iimeteL
'■.......... .................................. , . .............. j

03 8
23
 mucho al sur donde el Uruguáy, geográficamente me­
dio brasileño y medio platino”, subsiste. AHI sostiene “...
gallardamente en su Histórico papel do estado tapón, y
ahí donde las Misiones avanzan como una cuna hacia el
noideste modelando el cuello de ¡Santa Catarina, que se
define la linea de tensión máxima en el campo sudame­
ricano, reforzada como está por la proximidad mayor de
los centros de fuerza potencialmente económicos, su dina­
mismo y potencial superiores, la tradición de choques y
conilictos que viene desde el pasado colonial... ”. Y ela­
bora lo que llama la, política de verificación de fronteras,
de lo que tenemos experiencias recientes y amargas al
respecto.
Voy a señalar algo que, tal vez, los señores legislado­
res hayan olvidado, y es que cada vez que el Uruguay
v .e conmociones internas, cada vez que nuestro país está
convulsionado por algunas tensiones político-sociales, apa­
recen las amenazas públicamente expliclUdas por parte
de los estados mayores de Brasil y Argentina.
Recuerdo el año 1965, año difícil en la vida del Uru­
guay. fue cuando tuvo lugar el “crac" bancario, se im­
plantaron las Medloas Prontas de Seguridad en el mes
de octuore, hubo una devaluación, grandes huelgas y tre­
mendas tensiones. En el mes de agosto de e.^e año, c! en­
toncos General en Jefe del Ejérc.- ? Argentino, Teniente
General Juan Carlos Onganiu, visPa Brasilia, y allí, con
el que luego fuera Presidente de Brasil, General Costa o
«Uva, emiten una declaración desarrollando la tesis dé las
"fronteras ideológicas". Señalaban que había terminado el
tiempo de Lis tronteraa físicas y naturales deslindando los
países, y que hama llegado la hora de que las fronteras
ideológicas dieran de qué lado estaban ios buenos y de
qué iauo ios malos. Además declararon expresamente que
les preocupaba la situación uruguaya y que estaba en
conversaciones la posible intervención militar de ambos
países en nuestro territorio.
Esto fue comentado por el diario oficialista, de Brasil,
* O Journal”, con estas palauras: ”La unión militar Brasil-
Argentina es la primera señal de que las fuerzas armadas
dei continente asumirán conciencia de sus responsabili­
dades y su deoer para la defensa de intereses comunes
Brasil y Argentina, por un tratado mas que secular, ga-
ranttaan la independencia del Uruguay, y si esta Repú­
blica hermana ton querida llega a ser victima de la acción,
roja, no podrían observar los acontecimientos con indi­
ferencia”. -
Esto tuvo gravee reperrwdunft» en nuestro país Por
un lado, el Teniente General Juan Carlos Onganúi envió
una carta al entonces inspector General Gilberto Pireyra,
explicando ->us razone* y concepto* a este respecto El
General Gilberto Pereyra - -digámoslo muy claro- - «n unu
actitud muy digna, la que correapundia a un Obela!
las Fuerzas Armadas uruguayas, elevó esa, carta a) Con­
sejo Nacional de Gobierno, provocando el incidente di­
plomático que todos conocemos. ’ tlnoom< rkían'jis, »uwo u pernote intervención militar en
Por otra parte, un grupo de Coroneles uruguayos entiló
una viir'a al guoierno, oponiéndose a que fuera invitado
de noesi : o país el General Aives Bastos para que viniersi^xM!.* al <>sh4» imitgat, —que algo debe saber sobre estos
a dar unas confereneia». Este militar ora Comandante ;
Tercer Ejercito-de Rio Grande del Sur. Voy a leer ÁlwP wflPs de
parraios funoamentales de esta carta, suscrita por
neioi del Ejercito uiuguayo. I Umls fue puuucauo por
1 ‘*®yi 1»que optaban
Dice: “Pero es el cuso que tal Invitación a uno de
,0« pronombres del militarismo brasileño, adquiere par­
ticular significado en las actuales y graves circunstancias
d u uest ra . r<acciones con el Gobierno del Brasil. La fe­
rie de Uvtoü in.inusUKx» paia nuestra República que desde
la aii un el un el poder por ios mditarv.s brasileños se han
perpetrado, configuran una política hacia nuestro país
que, si oacúra en sus fines, es clara y evidente en lo que
«y rt¡leía al menouprecio para nuestra dignidad nucuumi
BhiisHít nucsiia ¡iimteru fe
.'lestrc y e.pacto aéreo; iñltmló dé sécliefllIil tit’
deciaraciunesr lesivas para el orgullo y decoro nacionales
—como la muy reciente del Ministro de Guerra sobre la
no existencia de fronteras- ; órdenes Improcedentes a
nuestras autoridades consulares, etc., etc. Y aún en nw»s-
03 8
tra capital, actitudes del Kmn. jn«or *-aw ___ _______ r
motivado, en .u oportunidad, la reacción de.nuestro fo’J
bienio Para nadie es muumUjiblc *ñor Presidente, que
tod >s es.,.i exceso« pueciii 'iftr c.au.s. .> o ñ uto de la im­
prudencia; han iíUc vi indo en cite a> altas autorida­
des del rBri.Jl roiut) para deducir, ci< ranu ntc, que slgni-
hcan un phm •> una poidji a dellbefada. No ha faltado a
ese plan y no < . lo unnu.; giave— declaraciones de la
¡.: cnoficia!!.da de líio ue Janeiro, sobre posibles Inter­
venciones en nuestro país".
No he mencionado un documento cmdquivia. E>; la
cmui de Colímeles uruguayos que evidencia e^as actitudes
d1' coronel •» uruguayo/* que nos liu«..e pensar que nuestras
Fuerzas Armadas siguen cumpliendo el rol para el que
ínerón ciím.u.'s por Jo.e mtigas, y no» hace creer en
ellas.
Esto fue en 1965 y e.>e Embujaoor Pío Correla fue lue­
go encargado de la Jeru< n Fronteras por Itam'arntí, Por
cierto que ¿e ocupo muy barn del pi odierna i roí ite rizo con
nuestro país, poique ;h¡ tenemos iodo un plun de ruta» de
6 carreteras degli nadas a entroncarse con las rutas na­
cionales, para colonizar eccnomicaincnte al Uruguay y.
tammen, pu:a eventualidades, wniu la del lamoso opera­
tivo 30 ¡»ras”.
Eso se volvio a repetir en el ano 1967, durante el Go­
bierno uel General <»eotidu. r.n el ñas de noviembre de
eae año tamuién hujo .ouuuiua Prontas de ¡Seguridad;
hubo cumulo., de Gumnéic, «.unmociunes sociales y nues­
tro país estaba Gvtenoo un periodo de inilacion galopan­
te. En ese momento, en vi dnuio norteamericano "Evening
Star”, un <;oiH‘.,pons;U njucdiueiiuno acreditado eu Bra­
sil, Jerry O’Leaiy, envío un cable que decía: "Hay evi­
dencias de un acuerdo secreto pero no escrito entro Bra­
sil y la Argéntala pura considc.ar una interverHvn con­
junta en Uruguay, sí las ondiciunes ue allí se ucterioran
mas".
Para no acumular mus untos ni mas minucia —aun­
que oías no son iiiiiiui ¡vi.s sn.o cosas muy y laves— digo
que en piena t.uu.pan.« t a cu ixl. dura, <>..< »aiada, de
resultado incituo, -,»>• am es ¡a h» u.: ..uncía del
Actual Ahnuuv i.t y i amere.u y uojnce.j Pre-
Mdenl.i' uel ». m * a., <, ■ : ei. vi im ,.e sciiembre
lúe a rJítadu.s LiJ ui p,o;uM de ia n i nundación de
la dcUua eximn.t, ? ; < .asuetos nm tea me i »canos le di­
je» on que no pjm «<.> i> ¡inunciacion hasta, que se
coma jera el rcsuliudu << ■ ui aguayas. Si eso
no es presión ue <ue a uc.a, i < no no es presam política;
sieso no es initm-u i ■ n u¡¡e,.i<M asuntos internos, no
se que nombre hay que drnie.
En agosto de e.-e ,m > el peiámiiu ..¡meña'' publicó
un GOvUinentu mu,y iuu .tumice qi<»’ se ínula: El opera­
tivo 3Ü hmíu”. Eu ungen et el siguiente; el Gobierno bra-
sBeño ceaixzó <xm a nivel ue al>junua Gooiernos La-
el Uruguay .i tijuniute» el l /.-nte Amplio o los acontecl-
mie¿4o* U,xuí*u.o un omiso contrario al status quo” im­
perante. El Cubtemo atgenUno pidió a su Embajador, Ge-
g» porq.p: du-..mo mu aio tk-iupo fue Jefe de los Bcr-
AibiUx en la ai geniina— que in-
“ftíiBaia al w>auuí. Gu iniuxmo acerca del operativo 30
la prensa mundial, que se-
loa estudios y diseñados ¡os
pudtes ocupar un ;u ¡»oras el territorio nacional, si
♦ n el Uruguay se d«ba un vu^co político contrario a los
mtereaets urasik-no». Y pur-iteteme-iúe, el diario "O Estado
de Bao Paulo” puobcahft un cditonal subre lo que po­
díamos llamar la 'wocuriua del cerco”.
Lu doctima drú ccuuo podría sintetizar más o me­
nos así. , • ■
BoHvgi u.stüuu, i ntojuiu.» en Lrá»p4u> a vna posiaíán
mu i.i > ii < i lili el Gubun íiO dr Ja Unirjud Inopular;
t“tl •'»/ ti»■ .•!>*• *..*■f-y f KJ#.«
ñera! Juan V«.uwco .u'^íócw. .ugviuaHi, muy convul.-Jiq**
nada por .sus iu’iuu» .owucs, y, en tú Uiuguay, c¡ ascenso
de la nueva ¡uerzu llamada Frente Amplio Brasil corre
TJ 29 « 44
 mente y. iiei a au vomep^n n. -' i ivg».uen £t«i^rameiHc los representantes de¡ Poder Ejecutivo tienen
leno, no el pueblo, por ¿upue. lo— de las frontera« ideo­ ' "* muenas mas razones que yo para saberlo— pasa a ser, en
lógicas, entiende que su política deoe ser la guerra pre­ Acierto
la lúa aspecto,
de/los documentos
doctrina deque guerra saliendo
estánen ahbra,
los altos organis­
ventiva, primero en el piano de la diplomacia y, si es a la que
y mos estudianque
de aquellos hipótesis posibles
las conocíamos antes de desarrollo
delPacheco bra­
y an<
necesario, luego, en el plano de los hcclios. sileño.
tes en relación
de Gestidá, a ¡j fque
sabemos un. ion gendarme,
estedeproceso repre­
ya itedeestaba
sentante oAldo¿ominarlo
gestando. en el sur Regalado
vigilante Bilveyra de Amutea.no lo mataron j
En el Uruguay no llegó al plano de los hechos, pero estando Pacijfeco ni Gestldo, en el gobierno, ni tampoco f
llegó en BoHvia, porque hoy está documentado )uu»ta la SEÑOR PRESIDENTE. — Puede continua/ «I señor
fatiga la presencia de inhneses bi aadenux en el ai trio logUlauor Tria«.
golpe militar dudo cuntía oí uoblemo del Uuneral Juan
José Torre*. SEÑOR FONTAINA. — ¿Me permite, señqfr legislador?
SEÑOR ARISMEND1 — ¿Me permite una interruji SEÑOR TRIAS. — Si, señor legislador/pero si no le
alón, señor legislador? molesta, le encarecería que luera bieve, rque llevo ya
1
muchas horas en el u¿o oe la palabra y /leseo terminar.
SEÑOR TRIAS. — Con mucho gusto.
B.r.ÑOR FONTAINA. — No quisiera i rrumpirlo, pero
SEÑOR ARISMENDI. — Creo, señor Presidente, que lo no pvedo dejar pasar, nuevamente, q se diga aca en
que plantea el ¡señor legislador Trias es un problema del Sala, por un senador de la República, r moa autoridad i
que se puede prescindir, aunque estemos en un debate moral que tenga, el ex-Presiuente acñeco Areco, por
politlc Señala, diríamos, uno de los aspectos mas graves su modalidad, lue el principal agenté poco menos, de la
del mo nto político uruguayo de la relación latinoame­ sedtciuu en este país.
ricana.
Lo que dice el señor legislado/ Trias es verdad. Las $
No es secreto que la asignación de Fuerzas Arma­ luchas intestinas de los países, a en aquellos periodos '
das branden en la frontera uruguaya, los ejercicios, ma­ de mayor prosperidad cultural ue quizás coinciden
niobras, planteamientos, informaciones, etc., manejan coq e^os perioaos de mayor prosperidad cultural y eco­
siempre una tesis esencial: la transformación del nómica— provocan que siempre /aya algún lobo rondando 3
Uruguay en un tierra incorporada a la brasileña o en cerca, p-ra aprovecharse oe ejftas. No olvidemos ni la
una zona de mil ncia apuntaos, inclusive, en la absur» caída de Roma ni la de Atenas; debemos recordar que I
da —desde el puntado vUia iatinoamericnjio— contrudio** alrededor de Roma siempre izada un galo y alrededor
dón argentino-bras ñu y una presunta posición de hegi» do Atenas, un macedomo. Esa aLrmacun que se hizo
monia, refrendada iríVspcm.>uulemenle por Nixun en la co­ acá la hemos soportado pra/ticamenle durante ó años,
nocida visita oe Ctan lazú Medici a los Estados Unido«. en sdeucio, en e. para no enfrascarnos en
un debaie que e..(enojamos ho conducía a nada; pero en ■>ÿ
Hace bien poco, un \migo brasileño, que <abia lo que este nwmeiho, precxsanieniq, por estar afuera el ex Pre­
decía, me señalaba la quietud de las personalidaden sidente Pacheco, no queremos dejarla pasar. ?
progresistas del Brasil, de dos los matices, ante hecboii
como, por ejemplo, la concentración del conjunto de 11 El mismo derecho que/asiste a un senador de la Re*
llamada aviación táctica — soy ningún epecialhta mi­ pública, en una loable ac/itud, para no dialogar con na- J
litar y puedo cometer erro , de modo que repito sun die que utilice métodos de amedrentamiento, lo asistía a ,
palabras— en la zona sur y el tercer ejército, cuando Pacheco Areco para haqfer lo mismo, o prácticamente lo
antes estuvo distribuida « te rgo de las amplias ften­ muuio, en «Ruacmnes uchí1 peoras. :
teras brasileñas, en particular linderas con km paisei
del norte, humaba tema« y agrégaos, insistiendo en uno En esta breve re xión, queremos decir que cuando
al que pensaba referirme en mi ureo, respecto a tuer­ se provocan luanas in rnas en el país, lo lógico es, tam­
zas extraña« Incidiendo en el epi to uruguayo. Me se- bién, que quienes te os la iuncien de estadistas, por
fis.laóa la extraña situación del oronel —creo que Mi
sentarnos en este re into, y prever el futuro, es detectar
Coronel— Moacyr Da Bilveyra o fcitya Bdveyra, agrtgadd
genes provocan lucirás internas, y quienes buscan el
millar brasileño en nuestro país. E verdad, es uno
lo« jerz^cas máximos de la central de\ntehgencia brusl, »uro de una a ¡edad, como para que aquellos que
fia, aparentemente rebajado ae tan a\to cargo con reí an en derr < de ella, la miren con gula* con
clon a las pie.amias tareas de seguridad de Brasil, p; jr/rvoraa gula. Eso es ¿vidente. Nadie que esté sentado en es- ¡
ser, en los últimos tiempos, un simple gregado Miiitu1 ptftfFtt baila puede de«ir que la sedición la provocó el Preai- j
en el Uruguay. Pero es un Agregado Mistar que tiene ni, dente Pacheco, iá modalidad con que llevó el gobierno, <1
peculiaridad de procurar vincularse directamente a mu­ o su propia modalidad, porque esto comenzó mucíuj antea. |
chas zonas de la actividad uruguaya, de i tartas y
de pretender sostener la tesis de un futuro brasilerlsta del
Uruguay, enfrentado a otro presunto futunX argéntinUta.

Desde luego que el futuro uruguayo no ftuedt ser ni

bnudlerista ni argentinista. Eso nace de la vocación y de
la formación histórica de nuestra nacionali y no m
un lema de especulación, tente más cuando «Ramos se»,
■uros —4o dijimos oportunamente cuando el atentado cea«
tra rt Oenerid Meregnl, en distinto« ámbitos—■ que duran
U el desarrollo de la campaba electoral en ci\ámbite
uruguayo, fueron transportadas armas desde Br
varias ocasiones, para formackme« para-polteiaiiM de
tro país y vinieron asesores que estuvieron vtnctilaáo« •
lo que hoy comúnmente, se llama Escuadrán de la M
No sólo fueron asesores menores, vinculados al Escuadrón
de la Muerte de Brasil, sino personas de mayor jerarquía,
de modo que en una investigación se podrá comprobar
—yo no lo puedo hacer— como se producen frecuente«
visitas de determinados jerarcas al Brasil. Un vaivén frép
cuente, durante el periodo previo a la campaña electoral
no se interrumpió, por cierto, en los meses del verano, n
Quiere decir que, más allá de ios graves rwbáewmf
que tenemos los uruguayos, existe la sombra, diría, que*
arroja permaueotemaot«, sobre 1« independencia nacional,'
•stando si anido Colorado.
El Mln tro del Interior de uno de los gobiernos blan-
eos, doctor Btorace Airosa, tuvo oportunidad de venir a
explicarlo cá _y algunos
_ de los que
. hoy hablan le dijeron:
Mimsuo, Ino nos venga cazando brujas’*.
Com ndo los peligros que entrañan para un país
pequero dos potencias más grandes. Más grandes en ex-
tensión en habitantes, no proporcionalmente, en rique­
za rd e za capacidad de sus habitantes. Pero no olvide-
moa poco que cuando había un Cónsul brasileño en
manos/de la ««dición, y «e quería obligar «1 Presidente
de la pública a canjear ese Cónsul por los prisionero«
que habían hecho de elementos de la sedición —ahí, si,
que udo haber una presión brasileña y de repente la
hu<x/ /<ue «w* d/í/endlA 1« soberanía nacional?
«m '/oe ev* el agen4* de la sedición? ¿Ó era el gla- ]
di ador que estaba en la frontera defendiéndola? Fue el |
Presidente Pacheco que al no transigir (además no estaba i

0 ¿J| 23 8'14 1
 Hí.y <{i>IrUts dl 'i” V jubi'lrn • o mí’.1>'i ■- ", h> * odu nriotios na« etvos vsias ii"tuin« m« y ronemew,
Fuerzas Aliñado en un ■. vjo » ; nnfs ’n mu, V-, '-y- cu evidencia lo que “I G^n-rui t3erc>’ni llamó a lógica trá­
presión do iti «mve 'humn nb? el ino .»'■'vio de •» olí- gica ti» 1« guerra. entendonios eu<* estamos ñefundiendo a
garqni 1 y <i° los agent'- <!<•! <•;.•• . u <>>.’ran-ero. l.’Ho que uis Fuerzas Armadas y afirmando el papel que ouerenni*
cato no sulunicntí* ri ínjtvio mho ibM»l»ilnin«*nh; falsa. que rcprcftenten y que estarna.* según s que, l:ari-*,do ho­
nor 1 <h tnidirton, van u representar
En esio pui.% iiip v¡>y h vnivieuir n él, <»n ptInter lu­
gar. las Fuerzus Arni.ul i,: lar n¡<n parir de la ¡«»ciedftd, Pero el compañero Sorcgnl no ¿oi.imenlv m i< tirio,
no se recluta en el reno de los estamentos oligárquicos. para fundamentar las proposiciones del Frente Amplio,
No conozco con pre l ’on !a iatri a< lón dt» las Fuerzas a lo que él llama la lótlra de ia guerra, sino que también
Armadas, pero roño, eo h.¡ »onr« bton 1» oligarquía, de ex'te lo biza al hecho de que en nuestro país las guerras han
país a la que he Hediendo nuicho-; anos de trabajo en nu traído siempre, como consecuencia, la melladura v ni
investigación, y dheo que no < <>00/00 ningún caso notorio menoscabo de la soberanía. Querrás civiles en el Uruguay
de algún oficial vimulndo n una rían empresa extran­ e intervenciones extranjeras son casi la misma cosa.
jera nacional ni a los inicien del latifundio.
Voy a leer los elocuentes conceptos del compañero Se -
En general, el or.oui de t1. Fuerzas Armada.', .^on lili ¡egni al respecto: ''Nuestra historia tiene al respecto Im
clases medias y populares. más elocuentes enseñanzas, que nos es imperioso recordar.
fzg| años transcurridos lian hecho olvidar a los uruguar
Además, entiendo que k , leyes que rigen la sociedad, yos lo que Is guerra civil puede dignificar para el Ur«H
que la» tensiones pohU^o-orni'.- .j-ie ia distorsionan, rio guay. Ijis guerras civiles llevan, por lo genera!, a Isa1
sr detienen en lo» mr-i-"- ■ !- o c arn es y que en lus intervenciones extranjeras. En nue«¡tr.-i
Fuerzas Armada* *-e uvfn '• <n la momia pp ion. con los patente« la Guerra Grande, en tl ’mpos d<» Oribe v Rivera,
ení«.x)ucs que re Ne su*. u í>'«n».r •>*. ut-o-iorial dei jmis y o el conflicto armada entre o! Gobierno d<? Berro y ei
loa problema« generale^ de nt .•»u-’.cchui uruguaya. General Flores. El Estado de Guerra interno <n el Úru-
guay. ya lo itahemox por experiencia, pi ed? traernis In­
De ninguna mañero, admito que nadie afirme que a terven, ione» extrunjera« abiertas o solapad.!«, vhibíes o
honradez y el patrio!i* m<» «e detienen en las puertas tic invisibles.
lo» cuarteles de este país.
Y las intervenciones extranjeras pueden destruir al
Digo que esto es asi p.?>- t i;<»nes de tradición. ixirque país Esta e.s una en-chanza que surge de toda ia historia
no me olvido cual c:-, h ,, y ,j( raíz de las Fuerzas uruguaya del siglo pasado. y que c< una ad < rtencia pura
Armadas orlen tule«, hoy Es una advertencia para todos, para los que quieren
li* guerra y para loa que no la quieren No <• trata de
Ya lo manifesté cu <■! ’> > «te! Par ami uto alguna ■ riojattios al peligro xin ninguna condénela ast< rka ni
vez- fueron panda.*, n >/• i.t ■ ara e» t mim-tu, La pri­ yro ¡mhticn, Esta es hora para homnr."* valiente« que
mer deflním n .K d:o^n<-4 -n a :<i^l '•<•!»'t»rr» do- dcb< 11 saber lo que liaren y por qui» lo hacen”,
rumentn q env*-,. :a .h >.•,< '-.¡jv el si­
tio de Montevideo Ji-rm > ;« ’..(i m < ur ».,•••. en .la Frcgunb» ¿>-5 un»* exageración dM roinpsm'ro 3wev.nl
miz misma. d»l panel q ;e u. t", <•< Armada . deben de­ ítLcíJiu <,«íc }.« (•rolong; >-mn de un Est ’do «le ib ierra, que
sempeñar rn c| pui.sjí-£ xifc < s rt p lt blo reunido v armíi- pi.-i-Je. '-vid<-rremente d? emboe.'r en una em nta guerra
do” 9 el ti, apar' ia para el Uruguay peligros que >• fr ten 11 so-
l>erania y ponen en el iimizonte de la vida de la Repú-
Pero, lecwrdo qut-tl pro. sc .q,.-?e Articas, en ose min­ blka ia acechanza, de interven1 lunes ex trun'era«? Por
ino documento Infor;,que i.'. <u-i'xado con la màxima cierto que n<». Herb> deaconocvr l<> que >'.;ta ocurriendo a
severidad ¡t aqu'!’,. inVf ru: U ■ del "jwb <» leu nido y W- nuedro nlred- dor: y seria desconocer, lamí l» n, la posi­
madcT que jnu rfmrtKio ¿4Ge;c.i de autoridad y que han ción geo-pohtira que la geografía y la libioria le han
ensuciado ku \inilonue, dado a nuesho país ,, Acimo no sab« inos rumo « I hnperia-
ÍFnw y «.i' satélitPíí prlvllcr.indos h >n cstriidtirado stM
Está es la Madieión do ’;<« Fuerzas Armadas creadús p-bvaas y su política en América? f,Acasu no sabemos cómo
por el arfiguismo y quo ríJi.'^-on <» > gh>rsi a la wifan BrsUi y Argentina —más tíru.sil que Argentina— oíLian
en Çoi^tné, en Rincón, en Jurandí c JJuzaingá, de Bub-hnperíos y que desde allí los capitales nortéame-
rlíiinoa y europeo« explotan nuestra riqimz. > ¿Na babe-
;i»’, a<wa, que ese déficit qu» h umiio - ron Brasil dentro
l’cyh w» imi«, En'lentia qm- rn H *| papel r|e j,e Áií>¡'‘, jiuperior a los l?0 millonea <ir ílolnies, ,hp debe
liUi'ljpérr.ax Armad>is I)., d<' .'ni di' Li w y muy mipwíMfiitq a oomprav liuclio j>or r! Uruguay a empican» nurleame-
rlríims ladliytd«« en Bnuili? ¿Am o no sn H'ino» que <’«0
.Sminai un p» < imi’' peqmmn, <¡< pend lente da depen­ niPnio pita ron eae déficit de ma» de 7 mihone?» de dó-
diente.*. y la es|)li;mit'l,i uvpuLhh d< I (.c.iarioilo y Ja H- Isrw que ten»'mos ron Argentina? ¿Acaso no .abemos que
lienirión um l<mul v»i .-< cr muy d.v. li imí.i no^dio», par­ tu' i 1? e”. urm para unir Kío Grande <v>n a cuenca del
que vi vni'mimi i’xli'i ior < , vcív |,od»Ti>- o y cuennt wn '■fijgi y, y o-.nvcrUr a nuestro p.us en un simple
rrjrr.srntunfr
se han dr o.>m><'r
tai )i.'o pomo <»¡. «lenii« dei país Qt
vi y ><o .¡pò la menor duda
Off“ i Úf¡ ¡Ü tntev ^lón de esos dos coloaoti'»
que '•i <■! I ■<■:<•>;. <v ■ "o Fuer ':i8 Armadas pr>
fund'i'mnv im Mr ¡ 'i en ¡os ideales p Hoces*
ap<x
O &;>bemo’ otras cosas. Sabémoa que desde que fie
ró d» « O jbienio d«l paít brasileño el Ejército, ha
rulareen !a , tnnrn i . ú d" 11 í'icL i ó;>r i | (i», arro- p, ¡ífl ) allí el ' (íe io que jív llama el grupo de ’ la
¡lo y la < ca< i',n d»* a ■ ‘ ir«« 1 .i V-i<( d' i.du'nie '«iberii- •Sorbonne”, que es un grupo -armado en la gibante escue-
na y justa no logi irá j .¡ii¡:r i?,so. «'i>,>-tivi),< por lo*, cuales !;t militar de Ora y al cual pertenece el General Golbery
nosotros inchamo» O" emito e .Silva.' autor de un libro titulado "Aspectos
ólith'i.H do Brani” que fut editado por el Ejército
Aquí, mán (|U<! Gl ó.íiVÓu ln i'i. la Ira,»« ih. ik h", d tuile r iardere darmuent? mài e? la linea
<lel marxintui alv.in‘>ii Guillen, u f.ieh hnerlií, l q i' voin- ¡,ii>,i t¡ ri a u íumíl dél Hiuxli de hoy: uns aftonz« ren
ción - y empb o Vi pu ti b « i -valu• b-n - n el .a-nUdo de i-,.1. i',\:-i(.l(>> U'ddo .. que elfos daman la "ftoi-ya-nha" leal,
tramfon ■'»ék n n»v 'mu m- ' pj *■•..-*ruciaras <Jn la aoclo­ par Vi qu" pre;rn<l.'ii que kst:idofl finidos concentre allí
riad- no M1 h*'c <X’’ Sa ,'í M m "-1 F.'>rcj¡p,( fi­ ■( j-vidu fin.in lui v jmliiur pni« obtener ’>n desamólo’*
no ron el FV ' ¡¡ - r- egl# Jrp imlrnh* qur <1 Bru;-II r.-dá obtmirn lO a ese riesgo y
1 ...p.r- ,t ,,ú' ,,p t,tn.-qrv ■■ , i* qu'v,i.a V í'I’a .t vj'mm - I ¡ •;<)>■ I <1 • (ni dm mes dui
lime q’ir’ c! Frrnfr A ; M > ".y » HÓiMih *"n ut pC» • ♦ «tu pm" imporri iifi/é <7. ór -'ó é *
alción de envmeo <!<• i- luei/iis i »¡mi Esto farina
liarte del esquema . ma nti o uv qm lu ''fai’1 aaieelón prlti- Voy ,i leer un párrafo que nos atañe, dei libro de Do
cipnl que (I •'•i'.ir ‘ 1 , ' . .i '‘ñire el or­ f’nutn e silva qir ha ‘ido por mucho« arta* <1 Jefe de los
den v ¡'i subvrr : bel vi-ji .g i*<' Intel'gen'*! > d'1! Dire .U' "pero «*s

04 1 i. 3 Sa#4*
 en un« unidad, •! responsable es quien está al trente de
esa unidad militar, porque ahí esté viva su autoridad y
es allí dunda daba estar presento. ' neinos que reclamar del Estado, en primer término, que
Yo, señor Presiden te, quiero puntualizar bien estos
hechos A mí no me duelen prendas porque en toda cir­
cunstancia y en todo momento, estoy dispuesto a apoyar
las medidas quu sean necesarias para enfrentar a la sub­
versión en el nafa, pero a lo que no estoy dispuesto, es
« seguir admitiendo, romo no lo retuve nunca en ningún
momento, este descaecimiento de la persona humana por­
que ello trae como consecuencia una siembra tremenda
do gente que después se convierte en subversiva.
SEÑOR 9ODRJGUEZ MENENDEZ. — Muy bien.
SEÑOR VASCONCELLOS. — Creo que el peor daño
que le hizo el señor Pacheco a la República, fue haber
sembrado a mano llena el germen, para luego hacer cre­
cer la subversión.
(Muy bien.) (Apoyados.)
—El Jo hizo con sus arbitrariedades, con su prepo­
tencia y con el desconocimiento del Parlamento. Este Go­
bierno ha rectificado rumbo» en la materia. Ha empozado
por tener contuctn» con el Parlamento, sus Ministros han
estado presentes cuando se le» hi redamado y conver­
san con los distintos sectores políticos. Podemos discre­
par o coincidir con las solucione» que presentan, pero
lo que hay que destacar es que se nota un clima dife­
rente en el país. Pero le tenemos que exigir a lo» Mi­
nistros, en nombre del país y por encima de las perso­
na«, que asumnn líi responsablPdad plena de lo que ocu­
rra dentro de sus respectivos Ministerios.
Me basta que haya un ciudadano torturado en este
país, Irocente o no, para levantar mi voz en defensa de
la dignidad hümai.a que en esa oportunidad corresponde
defender.
(Muy ble a.) (Apoyado.)
—Día» natados fui visitado por una delegación de
te ftedemeXHu át Maertro», que vino para entregarme un
tetara» de »1» ríete» colegas —pertenecí a dicha Fede­
ración durante nuche tiempo. siendo uno de sus fun­
dadores— reúnete ato que hatea pasado e» laJtateaja
AustrtK 1 /ÍSv
SEÑOR TRIAS. _ 14 acabo da la«. f It _
señor VASCONCELLOS. — Les expresd que era muy
lamentable lo que había sucedido.
Recuerdo que a raíz de los suceso» de Pando, también
se peleó en una escuela rural donde corrieron riesgo la
vida de los niños y las rnaos'ras, que tuvieron que tirarse
al suelo, porque en ella habían entrado ios sediciosos,
Lamentablemente, oí, a un hombre a quien creo Inte­
ligente, dirigente de ese gremio ~ a quien no voy a nom­
brar, ya que no es un problema personal— decir que no
podía repetirse el> hecho de que haya ocho compañeros
asesinados. Sentí que con e’lo cometía una llmitndóp, por­
que él podía decirte en calidad de militante político, pero
na como dirigente de un gremio. No son «ólo ocho los ase-
stnados, sino son muchos más tos asesinados en este
paite.;,'.
Hoy fuimos visitados por los obrero» de AemL Serta
informa la prensa, acaba de ser secuestrado el hijo del
Director de dicha empresa. El ofto pasado, nuestro com­
pañero Mastfl’li presentó en el Parlamento una solución •
para este problema, a través de la elaboración de un pro­
vecto ríe h.y que*. finalmente, no fue votado. Yo estaba
dlspOésln a i*q<lnbhíi>la hice dwdr no sé »1 des­
pués volvieron is mi Becrefvria-- w .trrtf, M-yv tw
secuestrado por ere fo*vho me niego terminan’emente a
tratar n ngta asunto que tenga que ver con esa fábrica,
porque bajo la presión de estos método» no asíamos dte-
pueakN a aduar d» ninguna manera. Ü4 2
Al lo hacemos asi frente a la actividad privada, ea
decir a las o.ganizaciones que buscan la subversión, te- - 1
i
cumpla con Im leyes, que defienda a la persona humana, J
que le dé gaiantiM y que no use lo» miamos método», ni |
similares, a ios que practican los sediciosos. 1
Por eso, señor Presidente, con la poca autoridad nu­
mérica de mi sector político, quiero expresar con la auto- í
rldnd moral y pololea que tenemo» al haber mantenido |
siempre una poMclón abwlutamente clara e independien- J
te a través del tiempo, a ios añores Ministros que, o es- j
tes hechos se aclaran debidamente y se toman medida» 1
pura evitar que ellos se repitan, o en la primera interpe- J
lactón que haya contarán con nuestro voto para que se *
vayan y dejen el lugar a otros que vengan a poner orden
en estas cosas que hoy no lo tienen. j
SEÑOR PRESIDENTE. — Puede continuar el señor le-
aislador Trias. j
SEÑOR TRIAS. — Por cuarta ves, y ahora tengo la J
esperanza de que se me conteste, voy a reiterar mi pre- 1
«unta.
¿Cuáles son las norma» legatos por las cuales sa re- Jj
timen presos a los ciudadanos después que los Jueces mi- w
litares lo» han puesto en libertad? fl
SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR. — ¿Me permite, 1
oeftor legislador? a
SEÑOR TRIAS. — Con mucho gusto. 1
SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR. — Señor Prest- 1
dente: expresamos en la forma más categórica que re- 1
puchamos todo: las procedimiento» do violencia física o 1
moral, de tortura o de lo que sea, que aquí han sido de- |
nu ociado. I
A más de un señor legislador que está sentado en es­
ta Asamblea General le ha de constar nuestra preocu­
pación, en lo que respecta a nuestra Cartera, que no bien
se nos plantean pedidos de informes, »e nos solicitan
aclaración .sobre la detención de alguna persona o de de-
ternúmdoa procedimientos que se están realizando en to­
da la República, nuestro Ministerio ha ordenado de inme­
diato las investiga' Iones sumarias correspondientes. Ac­
tuaremos con toda la inflexlbllidad y el rigor que anun­
ciamos oportunamente en esta Asamblea General, porque
estemos en esa posición, que es la del Poder Ejecutivo.
En el acierto o en el error, como ha dicho el señor
legislador Vasconcelos con toda la autoridad moral que
él tiene y que nosotros le reconocemos, aeremos inflexi­
bles ante ls menor evidencia de que esos procedimientos
m hayan realizado, sea cual sea la Jerarquía o la posi­
ción del funcionario policial responsable.
En lo que respecta al Ejército, por supuesto, tenemos
Jíi convicción de que él está actuando a la altura de sus
antecedentes, de su dignidad, de su trayectoria y si hay
procedimientos desviado.^ el titular de la Cartera proce­
derá de la misma manera.
Muchas gracias, señor legislador.
SEÑOR TRIAS. — No he tenido suerte con mi pre-
ffunta-
Seño; Presidente: ¿se ataca o se defiende a las Fuer-
xas Armadas cuando se denuncian estos hechos? ¿Se está
a favor o en contra de ellas? Voy a dar una respuesta
clara y tajante: *e está defendiendo ahincada y fervoro­
samente el papel de las Fuerzas Armadas y el respeto que
« . as rwseea en d paíi CduiMto m donundan astee he-
cboa
Quiero determinar cuates son nuestra» idea» al re»-
i» tt áé

TEKA: El Frente ArqJio coro expresión de una coalición
SEÑOR FRitóim iPtfíym). - Continúa • lív^
uso de la palabra el wftor legislador Trias.
SEÑOR TRIAS. - Esta será ¡a parte final de mi
exposición, razan poí la cual no concederé Interrupcio­
nes. «sperauMlo que km compañeros no me las pidan.
Voy a Mamar, prestamente. tras aprectectooM sas-
laneiales formuladas |xr el señor legislador Ortla.
En lo que tiene i;iua ver con la cita de PcrúK debo?
decir que la misma m hizo para poner un oiempto de un
paja en el cual había.iiido soJuclanado satisfaotoilamente/
el problema de la guerrilla. No indicaba eco que estuviera
apoyando, en todo, Integramente, los caminas económica«
y políticos del gobierno peruano. De ninguna manera,
nuestro apoyo es, en inte sentido, critico, y entendemos
que se trata de una revolución nacional que está en una
pnme.a etapa y que taiiemuocará en otra segunda, en ja
que se rostaoleceran, en aquel país, los derechos Indi vi-
d jalea en .u plenitud, aunque hay que hacer notar que
tes mas importantes tienen, allí, total vigencia.
En segundo término en lo que tiene que ver con Chi­
le, dho. señor Presidente, que, quiza, la referencia que se
hiz^b las guerrillas, seguramente time que ver con el
Mir^Re pateco importo inte señalar que, on realidad, se
traía de una guerrilla do comunicados peilodisticos, y no
da acL.ones militares.
En tercer término, Jo más importante.
El señor legislador ürtiz decia que el Frente Amplio
significaba una coalición accidenta] en torno a un pro­
grama de momento. No n» asi, señor Presidente.
El Frente Amplio ei la expresión de una coalición
permanente, sobre la bale de una interpretación nacional
I e mterna*.'tonal y de tina concepción del proceso revolu- „
I l lenarlo uruguayo, que marcha, con absoluta seguridad,
hacia todo lo que es necesario para construir el soclajis-'i
mo —desde nuestro putito de vista le socialistas— cu-a*
brlendo previamente un periodo, t'Xlcn u, que hemos Ha- |
inado de levolucion nacional. Y para cubrir esc período, I
es que hemos constituido el Frente Amplio, en el cusrl
hemos coiné dido en um alianza que no es meramente I
electora], circunstancial, lino que responde a una concep- 1
clon de la realidad del pms. de su instoiia y de su futuro ¡
Esa revolución nacio ial que el país necesite., se ira- |
ducoMuvre oirás co as, rn la nacionullziuú n de la eco-
v. ..d^P<n una organisacJon del sistema Mri,d que signl- |
fique una distridui ion de riquezas vcidiidciumoiité Jus<a f
' —y no mentirosamente jista, como pretenue . er este que :
tenemos— y en una nación realmente soberana y no una
patria que es cada vez rienos patria, como c.urrc con
nuestra República.
La nuestra, entonces, neñor Presidente, es la concep­
ción de una etapa de la evolución. Y para lograrla, es
que se ha constituido el frente Amplio, conformando su
^programa y afirmando su tesitura frente a la problema-
tica uruguaya. No se tratii, entonces, de una expresión
«iretinsUnciaL coyuntura! > accidental. El Frente Amplio
está absolutamente identificado y encara, en piofundldad
tes hechos en función de los cuales actúan las distintas
íaaarz** eemfiacLcas d-*i pal», coincidiendo con una inter-
pmaciun ae su pa.adj, presente y futuro inmediato. Y
esto, señor Presidente, guate o no guste y pese a quien
pese, le dará una extensa durabilidad a) Frente Amplio,
hasta tu dennltiia vtetoit|.
Resumo: me satisface llenamente el que se haya he­
cho un planteo tan amplio sobre las manifestaciones del
general Beregxd. J te, sino una para la construcción de una verdadera nación v
Este fundó su propitfsu —atendiendo a que había
dos fuerzas en pugna: el gciñemo y el Mln en el hecho
de que el estad» de gaen;* ialenoo jérmli.» imponer en
país, precwmmte, Xb tegílcn 4e i» guerra. Y que esta ló­
gica inherente a í* guerra —a U que estamos abocado»
en el presente y a cuyo resjecto hemos vivido, y», algunM .
Írjíd/o > ,< rnjJu.* <-..i k, r.’iu. H-pií bcnta (/¿y CUTÍ* J
.■»ccif'iv:.a flé ntcj-íí'« '.¿uc nMLe puede mane- i
jar, en tes cuajes inciden, w-tmieis. friMpos «dtra-dera- q
rquía niel anal que, actuaudu en diatin-ía
* -A— — • — -
L 1
I jMteuMnx « ■jein’rau diewni, que m íruernt ,
«Serna es, también, intervención extranjera y menosca- ■
* ssOareaia. Y no hay, por cierto, ligereza o exa-
— - --- *-
Asamblea 1*kmc r.xl •
jornia nenie.
y 13 njíiyo/97^
política del Uruguay —atendiendo a tu híitbrta y a sú
geografía— hace que hoy esté presente tal riesgo en nuea-
tiraa fronteras, en el Inmediato horizonte de la República.
Retas dos razones —la que llama lógica de U guerra
y la amenaza de la intervención extranjera— continúan-
estando muy presente e.>ta noche y esperamos que no sean
uIvjcUoju en el momento de adopbu una resolución.
Además, surge elaramento del planteo del general
fieregni, que el único camino ee el de la pacificación, ya ,
que no hay otra manera de lograr ia solución de nuestro» v
presentes problemas. El otro camino —el de U guerra— ?
<* el del exterminio; en otros términos: la guerra civil \
generalizada, nos arrastraría a todos al caos, y provoca- r
i la la intervención extranjera.
Recordaba el general Beregnt que la tradición histó­
■ rica del pala nos indica que, por suerte, los uruguayos han
< sabido superar parecidas coyunturas por el camm> del $
i acuerdo, de la concordia y del entendimiento. Y esta «s *
; una apreciación que hoy, a lo largo de nuestra exposición,
1 probamos y fundamentamos con menos Jntergiven»aWes
Loe orientales siempre hpn resuelto sus enfrentamien­
tos internos, no por el eatermimo sino por el acuerdo y
la pacuicacion y, seiior Prwsioente, por mas vueltas que *
•e le de ul asunto esto es a4 y no hay que ceniundirte ni ,t
(hatarsUiuarlo. ■?*
Además, los manifestaciones del ktenersti Aeregni tie• 4
nen un solido apoyo jurídico.
Destacados juristas como Justino Jiménez de Aré-l
chaga, Horacio Uaasmeli, ¿loarte Peres Peres y Aníbal«
Haroageiata, nan impugnado la declaración de guerra in-1
terna cuino un extremo InoonsUtucumal, M decir, como
una clara viciación de la norma lunuamentaj La A*a¡n*
bioa Uunerul no atendió caw opiumneu y estableció el es»rtí
tauo de güeña intento. Pensamus que anoia, el gouieriW
y Ja Aaammea General deuen atenerse a las UUpuaidbiMll
constitucionales que rigen el csiudo de guerra interno.
Las disposiciones de la Constitución que se refieren?
a este tema —lo hacen, en realidad, ocupándose de la
guerra Internacional— son tres; el ui tierno jój, mi U? 1*;
el aitotauiu Si, inciso T9. y el articulo íes - <*¡ que me
Inter** siunaym fundamentalmente— inciso 10.
late úTUmo Mtablece la competencia del Poder Ejecu­
tivo, y dice; “Decietar la ruptura de relaciones y, previa
wasoímUosi de la Asamblea General, declarar la guerra, ai
para evitarla, no diesen roéuitapo el ¿miraje u otros me-
dios pachte«,
La Constitución le ha determinado al Poder Ejecutivo
una conducta; la de arbitrar medios pacíficos, soluciones
pacificas, antes de declarar la guerra, previa resolución de
la Acamóle» General. Ya esto no se hizo. Es evidente que
ia Constitución se violó una vez; pero esto no es argu­
mento para justificar que ge la vwe nuevamente.
Está el Poder Ejecutivo, desde el momento tn que la,,
Asamblea General interpreta qi’e «a posible en nuestro
país establecer el estado de guerra interna en la o*'1—“
clon de acatar las disposiciones capsULudonaM
Por lo Unto, lo que plantea el General Beregnl no
lamente tiene un sólido y en:airado fundamento histórico^
un profundo y realista contenido político sino que, adó*.^
más, tiene un sustento inter^iyersabie desdo el punto do
La verdad es que el General Seregsl no planteó 1¿'*
paz, por la paz misma. En su discurso, expresando el pen- '
Sarniento del Frente Amplio, habló de paz con ciertos con»
tenidos, no la de los sepulcros, de los calabozos, del garro«
soberana, para el desarrollo económico, para 1¿ justlc1“'
social, una paz con pan y libertad.
es el grao tema, por supMet» —lo decía el
Ortla— porque no m solamente raMhw el
-
23 O 44
 saber qué vamos a iiacercon U Fepubiica. No podemos;

Cuajado proponemos soluciones de pas, sabemos qué

hacer en ella y para qué la queremos

Voy a tratar do sintetizar lo que el Poder Ejecutivo

•stá realizando cuando levanta la bandera de la guerra
•n materia econunnco-social.

La situación económico-financiera de nuestro pala es

grave. Latamos rn pleno retomo a la Inílucion por el
hecho que ella íuc contenida en vhlud de coyunturas cir­
cunstanciales y de remedios que no tenían largo alcancé
y una vez que se disiparon, como no fueron atacadas las,
causas profundas de la Inflación, ésta retomó vuelo, Pero
volvemos a la inflación incendiarla, galopante, en condi­
cione» mucho peores que antes,

Hoy tenemos una idea méi> ciara de cuál es la deuda,

extranjera de la República, lo que el Uruguay debe en
moneda extranjera residente y no residente.
Digo que, quedándome, seguramente, por debajo de la
realidad, y teniendo en cuenta con todx precisión ios ele­
mentos de juicio AinninistradCA por el señor Ministro (taró
Economía y Finanzas, nuestro puls está debiendo, en es*^
tos momentos, íOO millones do dólares, lo que nunca cüh>b
bió en toda su historia en lo que va del siglo XX, fl
Pero eso no es lo má." grave. Lo más tremendo es ími
presión de pagos. Desde este momento hasta tei samado «
mes do marzo de 1973, es decir, que ni siquiera son tfl|
menea, esa presión es de algo más do 270 millones de d&d
lares, de los cuales solo en el sector púbheo hay 73 méW
llones de dolares que deben pagarse antes del 30 de juUé||
Es clarísimo que el Uruguay no puede enfrentar esta degm
da externa. 3

Kn el mejor de los muios en que tuviera un buen

de exportaciones, é«tas superan en algo los 200 miUondS
de dólares. Ni gastando todo lo obten.do. todo el monfco
todo el valor monetario de las exportaciones, la Kcp6*;|
blica puede cumplir i on los Intereses y amortliacione» quid
derivan de su deuda externa, M

No podemos pagar. l-o que pasa es que esta situacMMB

de no pu".o en que no» cnconirumos, que agudiza haetM
extremos inhospechados la dependencia, la situación <XMb
lonial, puede ¡wioiver.se de distintas manera».

Que hay que discutir una refínnneiación, por supute-S

to, estamos de acuerdo en eso. El Erente Amplio lo ha»*
dicho muy claro. En maten» do deuda externa propo-c
nemos una reíinanciaclón a largo plaso y, solamente en
el caso de que esto no fuera pasible. - y eso sena una^
agresión económica al país del mismo tij»o que una bé- ;
lie»— se iría a Ja moratoria do Ja deuda externa. |
%
•abemos que esto no se puede decir con ligereza, qué*
en el mundo de hoy declarar in moratoria no es un juegan
de niños; peto también expresamos que la unción ha co*1
nocido situaciones semejan.es y que el gobierno, mane- 5
jodo por blancos y colorados en los meses previos a la
dictadura de Terra, recurrió al extremo de ht moratoria
de la deuda externa para sziir de esa circunstancia.

•abemos que seo es algo difícil, que significa colocar

a la Itopúblfai en una encrucijada con cscua salida, t on
muy ásperas y ensr«spadMi solucione», pero también co­
nocemos qué «I hay que hacerlo, el Uruguay ha demos­
trado que puede Uevacta a cabo
Ms embtfgo, eeftor pwssdsoto, tamos n quedarnos en
ti plano en que esUmoé 'kxkw de acuerdo, en que hay
que reftnanetar Mi deuda aawrna. Hay dos maneras de
hacerlo; una, respaldando ese refinandamiento con mu
iucione« de fondo, con transformaciones estructurales que
SMMgtuMSi • ás tausqueros internacionales que el Uruguay
Mpr »uMMKUsimaalu sus obllaat ionaa. Entonces, as
éMMMn aánSMMKSMMSMp seta* ias que Mgro vm*
Cepa! acaba de informar que en el afo» 1P7I, el únlo*'
jHiis de América Latina, ue ve su producto inlono rebu-'
jado, es el Uruguu.y estúbann/u acompañudos por"
Haití; ahora n| áíqdlfra por '’»a nación

En cambio, Brasil y Chita, por Atoy -|Hgrftag

t¡r¡fl < /i>it-KíinfVi Inda u riqueza ál ffiPwlillfiBiiM
y otni ¡ i,i ti<i nii.'iiKi 'Hiten losIndMWsMHHHI
th> tirtiHih iiio n>i i’ in >.,i i.,u ii< ¡ i i¡i pueru^flB
lo» tm liiiti tiffiQiiult’- i irfn ihi í.g'I'.o es jfl|

ganancia. su rawoi de mi es la utilidad <«>n un ;>.• i.. que*

le comprometer-
 n< p. mi.i nif qu< niniN
id MJiwi Ministro de Economia y Flnaame, on la Co­
misión da la Asamblea General, no» mostró algo qua ya
sabíamos, y m qua desdi el ado 1055 el Uruguay no crece/
económicamente, owe el producto bruto intorno por habi­
tante fue menor el ado pasado que en 1*55

De todo esto son irnog de«*

de vm (ocha a aotu
Esa es la situación que ha llevado al gobierno actuB
a ui « a -titjd claudicante Ha recurrido a lo que ya Mq
. ? »«•.•<•?• en l’f(.yuuy v ;•»$ 3 fu<ron un fra-’1
mM» rotemsto pert/n* *# m wt >t..( ite< te ■- iee;ii *1
aval pin m toa WflqUéfmi In (errine ion ide« H'limuii coi
Mi4!.• .o .< .
wb tito* dímdtor tib ffiiattMó compensa torio
Pto aaáWir de sti|MtaseíáMu Sübets por 1S aHlSoom de dóla­
res. y un cwédtto «tand~by qet, antoaaente, a» ototene si «ti'
firma una carta de intención, e* decir, si se acepta ‘7
receta del Fondo Monetario Internattomri ps^i ¡g
economía nacional.
En ese mismo momento.wj a’ .se’está ubdreaado dt
facultad soberana del gobierno d< diiigtr nue*ira
mi« de acuerdo a nue.Uios mi• j<■ m.s y i¡< » 'idadet y
. ' ‘ ¡tf ■ ¡f)' •! f : ; ! I l ' ■ ' <
. .,*• 1< .'i1 «¿lucia. .é •a ..afilie
do u ordenando, un organismo mal llamado n.tentucluna^
porque, por la forma como se nmnejti, m* distribuyen loaf
votos y como actúa, todos sabemos que se trata de un las*?
trumento del imparto norteamericano 23 66 í! 2a « M

XáÚl

Anarnl ina tlener*!«

Thim: ¡a ¡jolftica econíraica dol ihm’uay»
1/ y 13 mayo/972

JBÜÍtiÓÍR flUABI. — Cto¿ miietio gusto, pero ¿untro d¿4
un momento porque no desearía ser interrumpido en este
aspecto porque deseo redondear con congruencia ¡mi pen­
samiento.
Diga, señor Presidente, que la única manera de reíl-i
nanciai la deuda extern« en esta situación y ¡tara un go­
bierno que no piensa ataca- las estructuras e ir ni fondo
de las causas de la crisis económica que non el subdesa-
rrollo y la dependencia, es entregarse. tos lo que está ha«¿
ciendo el Gobierno de la Republica; ¡nmcntubleirente 10 -
tenemos que decir.
Ya tenemos tres conxwuencias de osla política. Prl-J
inero, que el Presidente de la República en su discurso ;
del 2 de marao declara que as partidario de mantener el í
régimen de la Banca privada y no establecer diferencias!
entre ellas y la extranjera.
Esto es lo que yo dina un juego de palabras, un llo-
rilegio verbal, porque hoy en el Uruguay no hay Bancos
nacionales. O han sido comprado» por los Bancos extran­
jeros o payte de su capital accionarlo pertenece a la Ban­
ca extranjera o dependen de sus corrpspon >alci vxtimije-;
ros de tel manera, que ya sus decisiones no se radiean en
el pala.
Egro sucede que el motivo que existo para que el señor
Premente haga esta afirmación, precisamente en el mu-
memren que el Banco Central, pura niunfnwi en pie
solamcuM: al Banco Mercantil, es que ha teñid.» que emitir
d$ pesos, cifra superior al pntihmmin tu
BKftOR TRIAS -- La otra consecuencia de esta po- j
htict erxMtooüra, míe no vscUo, con absoluta, responso - t
b.iidad y serenidad, de cahlicar de entréguist a. que lodo
el pa¿H la conoce, es la siguiente.
SI Uruguay firmó cúatrt» cartas de intención, tres son ,
muy conocidas, la de 1WM>, líMWS y 19S8. La primera c/rta -
de intención, tenia dos pagü litas, la segunda alrededor de ?
20 y la tercera era ca*1 un libro. Es decir que el control fe
y la rigidez de la economía uruguaya era cada vez mayor. ’’
En la ultima se estipulo, en el punto 28. la congelación de |
saiarioa. Es una política qu» ha desembocado en el ñ as |
rotundo de los fracasos, qu« ha colorido al país al bordé J
del caos económico, como lo estamos ahora. Hin embarj.o/W
se reincide en ella. Naturalmente, tengo todo el dereci» 5
de callficaño dé entreguistn > ciones, que no son las nuestras, pero que están en el ca­
Pero tenemos, señor Presidente, dcw consecuencia a 1
maa- J|
Asefior Ministro de Economía y Finanzas, anunció^
en L|Womislón de Hacienda de la Asamblea General, qiM» w
habrá restricción de créditcs. Todos sabemos - - y hemod -I
tenido debates en ambas Gámaras y en el seno de úk
Asamblea General— lo que ha sucedido .x>n ia ‘J
l^ey de Consolidación para os modestos productores ru* J
rales, para ios pequeños y medianos conierciantes c
custrialos. ÍI
El problema, señor Pres dente, está radicado en
No puede haber soluciones d” moratoria ni salidas que sa*Éi
tbífagan necesidades de los modestos productores rura-
le», de los pequeños y medianos indust ríale,s y comercian- ¿
tara, por 1« sencilla razón d1 que el Uruguay no puede
pítoWl «W Caramente tendidas. Aquí hay un
' uBi ’itui -V.'TCVlSMto »«t
de la República.
Por último, la tercer consecuencia, tiene que ver con
la .Jlrmaclt n del Ministro de Economía y Finanzas df*
que no habrá aumento de salarlos para los trabujadoretl
hQAta fin de año. Esto 20 %, que es un sarcasmo, que egi
una provocación, porque desde el 1’ da enero de IMS hae*l
la ej iv de abril de este año, en que entraron en vtgencto|
los aumentos salariales, el costo de le vida aumentó uní
230 % o más, y el salario real en s<Mo un 131 %, significa^
que hay un desfasaje de un 1<N %. Sobre ello, ya se haur
realizado dos nunidevaluaciones: una del 4.82 % y otrn.
del 3 01 %. Eso, que es una provocación, tendrán que "
aguantarlo low trabajadores A la política del gobierno seÉ
aplica de esa forma hasta fin de afio. ?
Es evidente que con esta política oconómlcu, con esta i
política del estado de guerra interno y de susiienslón do '
garantías, este país va derecho al caos, a la guerra civil,
y a la intervención extranjera. Esto es clarísimo.
Cuando el General Seregnl, cuando el Fronte Amplio
projionen una tregua y una solución de pos, no proponen
una paz cualquiera, proponen una pea c<m »eluciones de
fondo, una paz para trabajar por M desarrolto, la justl- ,
cía y la defensa de la soberanía, -i
El General Seregni definió muy diferente la motodol
login del Frente Amplio y, además, la actitud del FrenlM
Amplio, digo, sobre ins tosióles salidas políticas, de oma¡¡
que e tan conversando tanto ahora, o sea abrir
acuerdo en el cual se incluirían ciertas reformas ecomM
mlca3. /
Me voy a permitir leer dos párrafos. B1 primero dice .1
"El Frente Amplio tomó, desde su fundación, el camina/
de la lucha política en toa marcos institucionales, para
seguirlo hasta sus límites. Definimos en nuestra Decla«$
ración Constitutiva del 5 de febrero de 1971 nuestro cri-3
terio, que hoy reafirmamos: las grandes transformaciones^
que el país reclama, solo podrán lograrse mediante la lu>>|
cha y la movilización de las masas, porque seguimos con-!
slderando que el pueblo organizado democráticamente, ok
el protagonista del proceso histórico. Esa es nuestra defl- ‘
nkión Xgue nadie nos confunda ni quiera con fundir no»
con lo que no somos".
Y luego, con respecto a la posible adopción de solu­
mino de las nuestras, también destinó un criterio de am­
plitud el General Seregnl y dijo: “Continuaremos presio­
nando sin cesar a través de las movilizaciones i>opulares,
para acentuar, paja promover, para impulsar todos aque­
llos índices concretos de cambio real en la* estructuras
del país. Siempre en el camino de las reivindicaciones po­
pulares y de la recuperación del país. Aquellas medidas
positivas de eáltiMo, aunque en nuestro concepto se que- 1
den cortas» recibirán nuestro apoyo. No nos encerramos 1
puramente en la literalidad de nuestro programa, dicien-
do “lo nuestro o nada . Poique e»o hería en< errarnos no­
sotros mismos en un ghetto, eso serla volver ia espalda
a 1« realidad. Claro que lucharemos por nuestro progra­
ma con todas nuestras fuerzas, porque estamos conven­
cido#jque constituye la solución de los problemas de nues­
tra patria. Pero apoyaremos toda medida que concurra a
él. No cedemos en nuestras metas, poro —por eso min­
ino - e.ttanios dispuestos a dar todo paso que nos conduz­
ca a ellas. No es que nos conformemos, con menos, pero
impuhaiemos todo, lo que construya el más.
..... — - ------- - •<
Criterio más amplió y atún más dtfimdá de participar a
en una paz conslruchvu, no puede pedio»«.
Sin embargo, en esta coyuntura y aiHe esta cítusción,
resulta claro que al Frente Amplío se te pretende encerrar/
en un ghetto, en un cuido 11 «arutario otetMitwido por la men*|i
tn a, i*n la v>'ilusión, j>or lu teigiversftct'jn de su doctrina y ^
ik> su inrfoilologiu y de la inilitancia Uc sw< tiombres. Be
Itioleiulc iipiirhu* de la vida y do isa decistone« ?
Uni.ilhhiMt.-Sie te >■> ■■ ■! !■■«««
< s el <’iieiui¡;<' plbiripal, que quieic la gild'ia, q
 la gm-rra, pani lepninu* al nanimienu> obrero y destruir
al Píenle Amplio.
£& . enemigo no tiene destino histórico.
E«t ottgarqoia, éué sector ultra derechista de la oligarquía
no tiene destino histórico. Levanta la bandera de la guerra
y lo hace con tiranía; nosotros tevnntamoa la bandera de
la pea con libertad. Levanta la bandera de la guerra, ade*
más, con miseria y nosotros «tueremoe per con pan.
Además, n t tiene decline hnrtóríro porque en estas tír-

«• ,f. '-''i- ■*" s- ,-r -¿r* y, iv/vitroi^

7« queremos libertad enn pon, í«> que fen-f/ro<i»-
mrate. con torta nuestra pasión, es apocar por la vida
p'.''7

04 5 * ||i H que querna imnifesiar. ” ■

Aa ifibI<m ¡enera) •
T!'.b.H: l’ara <pc ::c iierhre grave y urg-••rite la moción por la
cual ¡je decret a la 1 i hertad de 9? d'’tcni Jos l>aJ^ latJ
Medí dar ! roid ai> de b»i/*i¡ridad.

•>113Jüó: ljf i4 y 15 m yo/97-2

den ^resentaíft ib .U Meea.

(Se le«:)
“Proponemos que la Asamblea General declare grave
y urgente la moción por la cunl se decrete la libertad!
de los noventa y dos detenidos bajo el amparo de las Me-1
didas Prontas de Seguridad. a
Luis Imás. Enrique R. Erro. Jaime Péres, Isidoro j
Ekhegoyhen, Walter Martines GaUlnal, Juan B.
Chvnlo. VIvíÁn Trías. Antonio M. Sarachu. Ariel ;
Días. A. Francisco Rodrigues Camuoso. Sebastian
Eliceire. Daniel Sosa Dian y Juan Pable Terra”.

(Sin debate).
TEMA- MOCION SE t. ECDARE URSKNTE LA CON I LEGACION DEL

Hri*A’J70 A LA REPOSICION DE FUNCIONARIOS DESTITUID?; í OR

MEDIDAS DE SEGURIDAD.

Se«16n 2'/ y HP s«ti embre/'f/S

SEÑOR PRESIDENTE íCaputi). — Léase una mo*

clon de urgencia llegada a la Meaa.
' (Se lee?
“MoetoncnKa para que ae decía:e urgente U iunsi>;
deratción del proyecto relativo a la reposición de las ion-.
K íonario» destituido« por Medidas Pronta» de Segurldad»
«A. w*n*inn Hadeísuea Camiuma. Eduardo Alera. Jajglj
1 l)uranWouR?Enn<ní^*oa?ituSJrJuan Pablo Terra» ÜM
rlque R. Erro, Hugo Batalla, YhüUl TíÍmC- j

(:>e deja con.M, ncía «me el Ui ;slad r no intervino en el

debite, ai bien firmó la moción)
 TK1AS, Vivlin

M»amblea (¡ene ral

W............. 1 ------- -----------

TE 'A: CREACION COMISION DE MEDICOS üUE FISCALICEN ESTADO

SANITARIO DE DOS DETEN 1 DOS.(MOCION)

Sesión 27 y 28 ueti«mbre/97^

MOCION

Montevideo, 27 de setiembre de 1972.

Sr. Presidente de la Asamblea General, 1

Don Jorge SapellL ।

i
Moclonamos: '
K) El Ministerio de .S.vlud Pública constituirá una
Comisión de Medien» pam Hseulizar »'! »•utadj sanitario
de los detepidoe < i n loaran le» deberán poseer el
preaUgto y ¿a «ign fica' iori U nirá suíícú nle que asegur?
inpi rwif/f, competente y objetiva. Sus (íiciámene* »e
<’ har¿>n publico«, podrá aduar do olieio, <1
requerimiento de los Mln'r»<rio# do D< f<*nsa Nocional i
1 del Interior o de Ja Comudón de Legislación da la Asnm-
■ DJea General. Su doaigna« *ión »•* hará a ni«» de loe diez
dliwi do la fecha, y w/wn/ufí a a'luar de honwdiato.
fcv) eí Podar Kjevutivo deberá concertar dentro de j
diez días con la Suprema < uie de Ju»Hr lu un procedí-ú
miento que: a) oarantU.a i todos ios detenido« cual-3
quiera sea ¡a Jurisdicción a que accedan la libertad da |
rle-?r:An de aun y la comunicación periódica J
con éstoí! b» determine ht» ron tí T iones en que podrán ]
ser trasladados de sur 1u¿¡*jic» de reduaton lúa pro ena- J
dos .sometido# a U juntiña penal ordípar^a, a cuya día- |
posición continuarán estando en lodo moratnto. |
1 Enrique K, Erro. Zelrrar Mlchrllni, Enrique Hodri-|
¡ fine/, A. FrHiielsco Hodrífiiiez ('■mus.so, Jorge Bu» |
r.iri Mal tí»'*, Isidro ItHn'govhm, I.uh Iiuás, Juan'-
('líenlo, Waltcr Alartinex Gailinal, Viil-»n Tría^
Daniel Sosa Días, Jume Prrca, Oscar Bruschera,
Se va a votar.
. Loa. »«flore« legislado rea por la aíirmaUva, sírvanse í
Indicarlo« <
(Se vola.)
— 53 en 125, Negativa,
--a»-, -wk». '.*■» ■'■■*.
________________
--------- rTrrTWr~ynfTnBWTiWTnr~T~TTrrTr~r^tTrirrr**~~i-----------------

(¿a deja c^nstnncia auo el o ieM'Jor no intervine en el databa,

bí bien firma la m^clónj

04 8 í 23^4
 TRIAS, Vitlén

Asamblea Señora!

TEMA? MOCION PhHA QUE ASAMBLEA GENERAL LEGRETE URGENTE

LA MOCION fARA LA LlUKRACl N DE DETENIDOS.

Sesión 27 y setlembre/972

Léase la moción número 3. "

(Se lee:)
“Projxinemos que la Asamblea General declare ur- j
genio la moción pur la cu ti se decreta la libertad de loe l
92 detenidos bajo el amparo de las Medidas Prontas de
•Seguridad. -• Zelmar Mk hvUnl, Enrique R. Erro, Isidro
l’tc.jcgovhen, Luis linas, Vívian Trúts, Eduardo Viera. Os-
। ar Hru.s.'hc’a, A Fiancisco Hodninu’z Camusso, Enri­
óte IL'Utbuu" .Luce ¡nirtit Matos, Wallrr Martínez Ga-
■.íitil Painel Pías, .nlmr l\ue¿ y Juan Chullo”.

se ui a votar. j
Los señeres ns^Ltdure* por 1¡? .ifirm.itivn. sírvanse
Indicarlo.

(Se vota:)
• 27 en 125. Negativa.

(c« de¡|a constípela qae el Le i^lador n> intervino

en el Pebete, si bbn firma la 'noción)
 I'H 1 AL ,
TEMA: LA,! FUEH ’.A3 AHMADAJ KN
lesión 29 y 30 notiembro/972
< DEF. r
yi
FRUCIAAOO
SEÑOR TRIAR. —• Reñor Presidente: estoy en imo
de la palabra y no he concedido interrupciones. A pesar
1 de haberle otorgado cuatro interrupciones al señor sena­
dor V asconce i los, nada se ha dicho que modifique mi afir­
mación, la que, además, esta relacionada con un asunto
muy imiMjrtante, que creo que es Ineludible, para todo
aquel que quiera pronunciarne robre la situación política
y fundar su volo solidamente; esta nueva presencia de
las Fuerzas Armadas en la escena política nacional.
Ya dije que esto no ora un tvclu» exclusivamente
uruguayo s*no que tiene una (limen.ión latinoamericana,
y tal como lo manifestó al principio tiene una vinculación
muy honda con la cristo estructural, con el agotamiento
dtol eapltaltarnc cotoniti como para dar soluciones a las
tensiones crecientes, ijitofundir.ando la lucha de dimes,
por k) que eum tensiones en Jas ciudades latinoamerica­
nas ha ido provocando la Implantación de la violencia
como método de luchiu
Cuando m e'dfc decidiendo el destino de un puto,
। ouwndo está ocurriendo lo que sucede ahora en el Uru-
gnay —en el que está incluida una serle de temas v pro­
blemas que mas adelante voy a mencionar -, cuando bay
que decidir ahora y aquí el futuro Inmediato de la Repú­
blica, uno debe rcflexonar. Entonces, ce l^loo y <>aXu.raÍ
que en estas clrcun .tam tos y en tales períodos, que non
derivos en la vida de. país - que marcan fronteras his­
tóricas y son coyjníurúS determinante»— en ¿o que Itea»
relación con su futuro, una parte de la &r>clcda.d puede
quedar al margen de e^ws de;tetones y ucarie una es¡ie-
de de leprosario politico para un sector tan importante
como son la.s Fuerzas Armadas. Estas mmi re/iaxioaes obli­
gadas en el dia de hoy.
Existe ma« de una acepción para la politica. Mi Mjie-
riencla de docente me dice que cuando se qutar» com­
prender bien un problema no hay que ajustarse a las «te»
flniclonos exactas; en materia politica y social kiemjir»
son esquematizantes y mutiladores de la riqueza de ta
vida. Por ojo digo que se deben manejar los concepto«, y
por lo menos hay un concepto estricto y amplio de lf
politica. Por ejemplo, un concepto estricto es el qua ttona*
que ver con la política partidaria, y es una norma sana
* por supuesto en una sociedad democrática que los 14J--
tos >efc8 y la oficialidad no participen en la vida de os»
política partidaria. Además, eso t>e prohíbe por ¡a Consti­
tución.
Pero hay otro concepto sobre la política, que es tal
decisión de defender la soberanía. Política es la dectolóB
de construir o no Palmar. Política es la decisión que tiene
que ver con los grandes problemas que está viviendo hoy
nuestra República y que son los que determinan la murc­
ie de todos nosotros —con o ton uniforme— y la de nues­
tros hijos. Digo, pues, que en ese sentido más amplio do
Ja pa.abrt pchuca” no puede quedar excluido ni uno
«ote dé lito sectores da te vida nacional.
05 0
\l V 1 An
LA K3CKNA P LITICA NACIONAL,
Tete sudo «n ettetoia en cuento■
estas nuevas orlontactenes y estas nuevas Inquietudes en
amplios sectores de nuestra oficialidad —sobre todo entre
la más joven--; teniendo en cuenta eda preocupación por :
los tlicibMi económicos; teniendo er< cuenta tos circundan- ?
das que vive nuestro país y América Latina; teniendo ecta
cuenta que estos hechos contribuyen a desintegrar eso
«‘quema tramposo de que el Uruguay tiene que vivir for-?
vosamente polarizado en torno a la contradicción orden—
subversión, es que entendemos que estas nuevas ¡realida- |
des de 1* vida política nacional son positivas. |
Todo esto nos lleva también a otros tomas, sobre lo«
cuales ro &e puede eluda pronunciamiento. Conocido y
dtagnostteado el hecho de la presencia Irreversibte de las
Fuerzas Armadas ea la ew^ena ptoit.ea nacional, surgen ■
naturalmente todos aquellos que buscan tos ataje« en te i
historia, que son los permanentes indagadores de mita-1
gros y que quieren, a través de una formula traída en'
pocas binas y penp nlndu en pocos dm-s, eneonüar la gran
solución para los pi obtenías nacionales y para la hoiTtla
crisis que nos aíiigo. 8e trata de aquellos que siempre
procuran actuar en nombre del pueblo, pero no en el
seno mismo de las masas y con el pueblo organizado y
cunscicrte. |
Hemos visto ahora que ante estas realidades que pre-.j
tonta América latina empiezan a manejarse los modekte^
como atajos de la historia, como nutagioa para que te?
U.~uí¿us,v pueda salir de su encrucijada y »«solver sus pro»|
blcmas. Hay varios modelos de Inserción de las ;Fu«r3aio
Armadas en la vkia política de nueetio continente: tel
bratoleíto, el aigcntino, el peruano y «linca ¡x><lomos tatel
blar también de un modelo chileno. Lo«cunin>» nto, de^caiM
lo la posibilidad de que los modelos brasitorto y aree»-|
tino puedan ser viables en nuestro pato, ¡xw to'i misma*’
orientaciones, inclinar iones e inquietudes que han naeíléteá
y que están abulten lo en el seno de las Fuerzas Armadas*]
a las que ya he hecho mención. Gin embargo, está ei otro?
modelo, del que se habla bastante y respecto al ctnl mtf-1
chos uniruayos a (onítar y a hacer posiulaclo-|
oes decisivas: «I del Perú. 1
En esta materia de la revolución peruana nacionalhM
ta y militar, no nos due en prendas. Cuando en líneas ga*^
neralea casi todos los periódicos d? America l.at.na ca-'_
lili carón a la Revolución del 2 d? Octubre de ’908 romo
de un golpe militar más, el periódico que (uve la honra
de dirigir, “tequlerda“, (tolde el primer in ¡lente delectó
alta un hecho positivo, nacionalista y redentor.
Más larde visitamos el Perú; conoclmm en profundi­
dad esa experiencia; conocimos algunos ríe los actores
principales de ¡a misma y escribimos nn libro que casi
m ha agotado—, que ae llama: “Perú, revolución y Puer­
ta« Armada»?.
No tenemos la menor duda de que la revolución na-
temuutata militar del Perú es un hecho iwsilívo pura ese
país; que e’r un hecho que surge de ¡a vti enda de las le­
yes generales de la historia, pero, además, de las leyes
especificas de te sociedad peruana. Y < i cemos, nstmi.uno,
«óneciamente y con fervor, que osa revoto*■!> n peruana es­
tá haciendo por el Perú una gran obra y está conducien­
do a esa país par te buena .senda.
Pero oso no quiere decir que creamos que ese esque­
ja» de te revolución peruana, que responde a las leyes ge-
Mute d» te historia paro también a las leyes espocill-
4«S dt te srotected peruana, deba ser trasladado, como
un» ^rmnte química, aJ Uruguay, porque nuestro pala,
que también responde a tas leyes generales de la historia,
Uene también leyes especificas que son intransferibles y
sólo rigen en nuestra sociedad.
tea rovoMón peruana es una revolución que hasta
«berra transitó sin I» participación popular, y es lógico I
y «Kplicíjbte qu« asi fuera, porque alguna gran parte de
ta mssa popular peruana es india y mestiza y lia sido
marginad» de la vida social y política, no por año.;, sino 1
per siglos. El objetivo sustancial de) programa de la re-
J
 vuluciun peruana es redimir a esa musa de indios y mus-
tizas. Nuiuralmeiile que no nv podía exigir niwiex de or­
ganización y participación en la conducción icvuIucIodu-
na a una ma.,a que por siglos ha sido marginada de la
vida política y social por las ciases dominantes,
Pero ¿ése es el cuso uruguayo? ¡De ninguna manera!
Justamenve, el otro rasgo deiimvorio, que quiero subrayar,
de la actual coyuntura pomaca nacional es un grado ncn-
uu, rumíenle, de puntuación oei pueblo uruguayo, leste
ano iv <2 es inmediatamente* posterior a ios comicios na­
cionales de noviembre de iéii, y Uruguay vive politica­
mente como si estuviera en un uno ue elecciones, con
grandes movilizaciones popúlales, liemos visto a todos los
partidos lanzándose a la caite y poniendo aiu a sus par­
tidarios, a sus anherentes, a sus simpatizantes con las
consignas que les parecían mas justas y mas afortuna­
das para la hura que estamos viviendo. Hemos viste a
sectores mayo rítanos del partido Nacional organizar la
; inarcha de muchos miles de ciudadanos con la consigna:
Patria y Ley", liemos visto otras movilizaciones, el gian
acto del Frente Amplio, del 3 de noviembre, de dimen­
sión, ue importancia, de trascendencia, de inilamado en­
tusiasmo, comparable a los actos que oi Frente Amplio
realizo en la campaña electoral.
Pero en materia de presencia del pueblo en la vida
política, de presencia de madurez de la conciencia popu­
lar y del acceso a nuevos niveles y la participación del
pueoio en la vida política y social, vemos hechos insólilxn.
batamos en presencia de un proceso de sindicaiizacion de
la policía. En estos últimos días, en las ultimas quince-
' ñas, hemos visto un movimiento en el seno de las tuerzas
policiales, desconocido en nuestra historia, con reclamos,
con reivindicaciones, con formas organizativas, asambleas,
maniiestaciones y lumias de expresión, que natuialmenie
son absolutamente inéditas y son síntoma de ese alto
grado de politización que está adquiriendo el país. Las
i masas entran en escena en turma organizada y cunsuien-
He, y eso no puede desconocerse en ia ¡entidad urugua­
ya. Eso lorma parte, necesariamente, de las leyes capee»-
licas de este país, y es asi que decimos que en el Uru­
guay nb habra soluciones de liberación nacional, no ha­
brá salidas para la crisis institucional que esta padecien­
do, sin una participación medular, activa, como protago­
nista principal, de su pueblo organizado y consciente. De
ahí, por lo tanto, que no sea transí crióle a la realidad
uruguaya el esquema peruano que ha servido muy bien
en el Ferú. Y esto no ío desconocen ios dirigentes de la
revolución peruana. En este momento, su tarea principal
consiste, justamente, en incorporar a las marginadas ma-
' sas populares del Perú a ¿a conducción revolucionaria, do
proyecto más importante, en marcha en este momento, m
el Materna de integración y de orgaaizacion eoeuu a nivel
nacional, que constituye nada menos que la participación
de loe trabajadores y ios campesinos en te vida económi­
ca y política del país. Loe propios lideres de una revolu­
ción que tuvo que hacerse en nombre del pueblo, en fun­
ción ue circunstancias precisas y concretas, que carac­
terizan a aquella sociedad, han llegado a te firme con­
vicción de que no hay transformaciones profundas, Irre­
versibles, para ningún país, si no hay, al mismo tiempo,
participación activa, organizada y consciente de sus ma­
sas populares. Esto lo descubren y ponen en práctica en
el Perú, luego do un proceso de cuatro años, porque MÍ
lo han determinado las leyes especificas de la sociedad
peruana. Y esto ya es un hecho en al Uruguay; forma
parte intransferible de la realidad uruguaya.
Pero en materia de modelos, no puedo menos que
mencionar ¡o que acaba de ocurrir en Chile. Allí también
leñemos la cxperiencta de una ntu va modalidad de in­
serción de las Fuerzas Aunadas cu la vida política, de
sumo ínteres, pero también especiíicamentr chilena.
Como es sabido, #1 gobierno revolucionarlo del doctor
Salvador Allende tuvo que enfrentar en el mes de octu­
bre una crisis muy grave El eje. la espina dorsal de esa
crisis fue el complot imperialista dirigido por la Kenne-
cott, gran compañía cuprífera, que bloqueó u Chile ¡as
ventas de cobre en los mercados europeos y junto con ese
hétlid, qite creó aatui simante pn g/av« problema econu-*
mico, un cerco cuyo objetivo era la asfixia económica de
Chile, un complot de la derecha, de la ultra derecha Chi­
lena para voltear el gobierno legal del doctor Bateador
Allende. Eh lo que se ¡amó el "Plan setiembre". Se parali­
zó al país medíante una huelga de empresarios. Fue una
huelga de loa que nunca trabajaron; estaban en huelgas
las grandes empresas transportistas, los grandes comer­
cios y los sectores de profesionales dominadas por la de­
recha, también en huelga.
Debo decir que el llamado que se hizo a loe obreros |
y a los campesinos para incorporarse a este conlóelo y
paralizar ia vida económica y social de Chile, no tuvo 1
resultados, que. en ninguna lúbrica los trabajadores res­
pondieron al llamado y que la respuesta de los campesi­
nos fue igualmente negativa. Es decir, se polarizaron las
cosas en Chile: de un lado, la oligarquía, y del otro, el '
gobierno popular con las masas popularas. ¡
i
Fue un ejemplo, naturalmente, la participación acti­
va y organizada de la clase obrera, que una vez más de­
mostró que es la vanguardia en estas luchas y en estos
procesos de liberación, que impidió ia paralización eco­
nómica, que abrió los comercios, que impidió' que las fá­
bricas se detuvieran, que buscó ¡os camiones íJli donde los
teman escondidos y ¡os puso en movimiento.
Yo descontaba todo esto, pero hubo un episodio nue­
vo, que fue la presencia de las Fuerzas Armadas junto a
los trabajadores, en defensa del gobierno constitucional ;
y de la soberanía nacional chilena; una hermandad en­
tre el carabinero, el soldado de tropa de los Fuerzas Ar- '
madas chilenas, y el trabajador chileno, en defensa da r
sus comunes intereses. Porque le guste a quien le gusta?
y le pese a quien le pese, las luchas de clases rigen la j
vida de los pueblos. Y el carabinero y el soldado chilena í
vienen del campo, y cuando hubo que decidir, en un mo­
mento de intensa polarización de la vida nacional polí­
tica chilena, este trabajador que viene del campo, de la
clase obrera, se puso del lado de sus hermanos de clase
y junto a ¡os trabajadores y a los campesinos de Chile
hizo lo imposible y grandes sacrificios para impedir que
Chile fuera paralizado y que el gobierno del doctor Allen­
de fuera derrumbado, destruido, depuesto, por el complot
imperialista y oligárquico.'
Y como consecuencia de este proceso, de este luchar
hombro con hombro de las tropas, de las Fuerzas Arma­
das chilenas, de las clases obreras, y de los partidos de te ;
unidad popular, surgió un nuevo Gobierno, un nuevo ga­
binete en el cual alterna el compañero Flgueroa, Presi­
dente de la Cut, el compañero Calderón, campesino, Se­
cretarlo General de 1« Cut, los dos máximos lideres obre­
ros de Chite, y además, altos mandos de las Fuerzas Ar- ,
¡nadas, como el General Carlos Prat, donde naturalmente,
la postulación de su legalismo y la defensa del orden cons­
tituido adquiere un nuevo contenido, porque ya no es un
orden cualquiera, no es una legalidad cualquiera, sino
que es una legalidad transformativa, como ha dicho muy
bien en sus declaración!?» el General Carlos Prat, anti­
monopolista y antimperlalista.
Y ahí tenemos otro modelo de esta nueva realidad
en ia vida de Chile, en que las Fuerzas Armadas se re­
insertan «l el escenario político, ¿Es que nosotros cree­
mos —y es notorio y público con cuanto fervor y entu­
siasmo apoyamos el proceso do liberación de chile, donde
es fuerza prindiNd el Partido Socialista d<l aquella her­
mana República— que ese modelo chileno debe trasplan­
tarse al Uruguay! ¡No! ,Qué espera mal Este mo­
delo es un esquema que surge de te realidad chilena^
de acuerdo a las leyes especificas vigentes en te sociedad^
< hilen», que sirve en Chile y nada más que en Chile.
¡No! Aquí en el Uruguay tenemos ei fenómeno militar
y ¡a relnaerción de ¡as Fuerzas Armadas en la vida po- ¡
¡¡tica nacional, planteado en términos uruguayos, en tér- t
minos orientales: y te primera regla de oro en esta ma­
teria es no ir a buscar múdelos fuere de fronteras sino
ivsolver nuestra problemas bascando sábeme a te cristel
itentro dw imMtrs reshdad y de nuestras coordenadas, j
5 4 4
1 J
 f En esta matarla, yo diría ¡Qiientales de pies u ta­
nes dejaron posar las torturiM y leftb «Ecmos más tre­
bea«' ¡Onentiiles de la cuna a la sepultura! 61 ae trata mendos sin decir una palabra, y cuando estos hechos em-
.~y yo creo se trata de eso, y que ello es punitivo- - de jjezaron a suceder, se transformaron de golpe en ios nue­
que las Fuerzas Armada« participen de la vida política vos descubridores de los derechos humanos y de las ga­
en un Instante decisivo de la notoria del pata, en que rantías individuales. Eso es cierto, y eso es, naturalmen­
no hay ningún sector dei pata que pueda ser marginado te, algo que hay que tener en cuenta.
ni recluido en un leprosario político, porque son decisio­
nes que nos atañen a todos, y también a nuestros hijos, A nuestro juicio es fundamental que nuestro pueblo
si se trata de que esto ocuna —y es asi como está su­ aísle y destruya esa ultraderecha: se manifieste como se
cediendo— ello debe darse de acuerdo a formulas y es­ manifieste; opere como opere. Sabemos que no todos pien­
quemas que sean el producto de la elaboración política san así, que nay sectores que entienden que es conve­
gestada, acaecida en el seno de la tradición nacional de niente para el proceso histórico que en el Uruguay se
nuestra propia realidad, instaure un régimen fasetatizante, con apariencia legal,
o no; un régimen a la brasileña. Es la doctrina de “tan­
Esto también lo dijo el General Heregni en su tan to peor, tanto mejor". Es decir: una dictadura represiva,
comentado, discutido y tergiversado discurso. Expreso, violenta, cruel, sanguinaria ha de provocar —dice esta
"Por ultimo, existe una tercera forma de accionar: según teí'fja, esta testa - la reacción y la revolución. Es sola­
ella, concertinos el acento militar como esencia mima mente con una mentalidad de jardin de infantes, con
oel pueolo. Asi eran y fueron los orientales de Artigas, una visión de política de biberón que puede sostenerse,
donde las diferencias cardinales entre los que visten de especialmente para la realidad uruguaya, una doctrina
uniforme eran esencialmente esas, el vestido distinto de ese calibre.
Ahora, como entonces, la acción militar debe ser pueblo,
debe integrarse con la columna en marcha luida la con­ A los que piensen que es mejor que venga una dic­
quista de las más puras reivindicaciones nacionales. Otra tadura gorila, a los que sostienen la teoría dei “tanto
ves la cuestión es entre pueblo y oligarquía. Esta es jus­ peor, tanto mejor", yo les recuerdo que esa experiencia
tamente nuestra formulación ’. ya ia han vivido en América Latina pata como Brasil,
como la República Dominicana, como Bolivia, y que en
Preciso, acertado, el General Bcregnl en la búsqueda ellos, la instauración de un régimen gorila, represivo,
de las raíces para la inserción de Jas Fuerzas Armadas proimperlalisla, oligarca, no ha traído la revolución, sino
en la vicia política nacional: las tradiciones artlguUtas. sangre, desdichas, opresión, sometimiento y una larga
Esas son nuestras rutas, esos son nuestros caminos, dados noche, eliminando la libertad y los elementos nías esen­
por el General Artigas, quien, al pie de Montevideo si­ ciales que hacen deseable la vida humana.
tiado después de la batalla de Las Piedras, dijo: Este
es el pueblo, reunido y armado", sin más diferencia entre Yo digo que si esto es asi, y es verdad pura otros
ios que visten uniforme y los que no lo visten que esa: países de América Latina lo es mucho más para el Uru­
la dei vestido, guay, porque este es un pequeño pata Incrustado entre
dos grandes y muy poderosas naciones latinoamerica­
‘ Siendo estas dos características a mi juicio definíto- nas; m un pata con una geopolítica muy complicada. Un
1 rías de la actual coyuntura política - la presencia irre- régimen fasetatizante en el Uruguay, una dictadura gori­
IverBlole de laa Fuerzas Armadas en la vida política na­ la, lograría en el extranjero un apoyo tal que haría muy
cional; y una politización ascendente y vertiginosa de difícil que nuestro pueblo la pudiera remontar, destruir
codo nuestro pueolo, el acceso en la escena política de y eliminar de nuestro pioceso histórico. En una palabra:
nuestras masas populares, cada vez más conscientes y a esa ultraderecha, a esta alternativa faBctatlzante hay que
cada vez mas organizadas— trazar los nuevos rumbos, las derrotarla ahora, va, aquí; y para eso hay que levantar,
i salidas que esta emergencia reclama ya no es tan di- ahora, ya y aquí la alternativa democrática.
¡ liciL Este es el sentido verdadero y profundo del discurso
del General Seregnl, del 3 de noviembre último.
La ultraderecha no está derrotada, no está vencida.
El hecho de que nu se baya podido implantar hasta sus
ultimas consecuencias ni influir en la oficialidad de nues­
tras Fuerzas Armadas no significa que haya desaparecido
del país. O que sus objetivos de asignarle ai Uruguay la
alternativa fasetatizante y represiva estén derrotados ni
mucho menos, La ultraderecha ha buscado otros caminos,
otras formas. Ya tiene en trámite la ley de enseñanza,
que hemos caracterizado y discutido de manera fundada
y suficientemente en el seno de la Cámara do Repre­
sentantes, pero también se anuncia una ley de regiamen
tablón sindical y algunas otras proposiciones que tienen
que ver mucho con esta fascistizaclon del país. Entre
otras se puede citar la ley de fomento Industrial, que
significa aplicar en el Uruguay el esquema brasileño, ven­
diendo lisa y llanamente la industria nacional a las gran­ /DEP. I
des corporaciones multinacionales. Eso está planteado. > r
Es la forma en que so mueve esa ultraderecha. JÍÍSAM
Beta ofleMüklad * que be bocho referencia descubrió
—aeguramenU no sin sorpresa— que cuando sus inqule-
; tudas sobre le« ilícitos económicos se hirieron manifies­
tas, algunos soctores, especialmente de la prensa y de las ;
| clases dominantes, que las habían colmado de elogios y
j aplaudido de manera Incondicional - llegando al dltl- .4
rumbo— todo lo que harían cuando no trataba de com-
batir a ¡0« guerrilleros urbanos, ahora, c uando las In­
quietudes se dirigían a los traficantes de divisas, a loe
contrabandistas de ganado, a los ban<fueros usurarlos,
empezaron « ponerse nerviosos y les brotó un sarampión
de civilismo realmente sorprendente Empezaron a rezar
i apresuradamente en los altares de la civilidad
< Digo que Cato es cierto; que hubo diarios que predi­
caron el grtptaimo y que, de repente, se transformaron en
civilistas. Esto ñame Jo puede de.’>menijr que i.uba guie-
i -1 IMm ■ ----- ■----- 1------- -- ---- - — - -— .

05 2 ,j
R SEÑOR TRÍAS. — Vamos a contestar esta interrup-
* rión insólita de! sef»or diputado Elite!re.

De ninguna manera estamos consustandados con

los regímenes militares de América. Nadie loa ha com­
batido con más fervor que nosotros. Han sido los com­
pañero* nuestros --comunistas, socialistas, demócrata-
cristiano*— los quij han muerto en mayor cantidad
oprimidos por los regímenes militares en América La­
tina. Lo que pasa en que hay que ser muy reaccionarlo
i o muy ignorante para establecer una equiparación entre
un gobierno militar como el del Perú y un gobierno
I gorila como el del llra&il.

I SEÑOR TRIAS. — Hay comparaciones que no ae

pueden hacer. No sí- pueden equiparar esas realidades
solamente por ese motivo. Digo, además, que el señor
diputado tiene los figurines atrasados. Seguramente, él
se ha de referir a la Ley de Enseñanza del Gobierno Pe­
ruano de principios de 1969, que en verdad era una
ley derechista y reaccionaria, pero hay que saber que
cuanto los sectores universitarios —docentes y es-
Mhiantiles— se manifestaron contra esa ley, el Presidente
de la República de Perú, General Velasco Alvarado, fue
| a dialogar con los docentes y con los estudiantes y esa
¡ ley fue cambiada sustancialmente. En este año, 1972,
! se ha aprobado una ley en ene país que, naturalmente,
t no puede ser adaptable a nuestras realidades. Si se me
dijera que se puede adaptar a nuestras realidades la
Ley de Enseñanza del Perú, yo diría que no porque
el Uruguay está más adelantado en esa materia, Y esto
es lo que era Ley do Enseñanza que el señor diputado
ha votado va a tirar por la borda
SEÑOR TRIAS. — Yo me refiero a éiro techo:
a que el señor diputado Küzeire pretende tachar la fi­
gura del General Seregni porque en algúr: momento
pretendió ser el candidato presidencial del Partido Cojora*
do Batllismo. Es asombroso lo que hemos oídoiqua
miembros de Ja 315 ■—y debemos reconocer qua si hay al*i
guien dentro del Partido Colorado consecuente con la
doctrina del batllismo son ios militantes de la 315— nos
digan que una tacha grave en la vida del General Se-
regni es que haya pretendido ser candidato batllista,
cuando es notorio que el General Seregnl fue batllista.
En el Frente Amplio nos hemos unido marxistes —el
Parliao Comunista y el Partido Socialista—, cristianos
—ahi está la Democracia Cristiana—, compañeros que ,
militaron antes en el Partido Nacional y que trajeron •
con ellos todas sus tradiciones y convicciones en la ma­
teria —hay compañeros del lema Patria Grande que
dirán sí esto es cierto o no— y gente que previene del
batliísmo que no ha renegado de su tradición de bat-
1 listas —los señaras legisladoras Michelini y Batalla—
y, entre otros compañeros que provienen del batllismo
sin renegar de sus antecedentes políticos, está el Gene­
ral Seregnl. Es lógico, entonces, que euando el General!
Seregnl era batllista aspirara a ser candidato y lo hi«^
eivra en ol marco de su partido. Pero es insólito que
se esgrima es» antecedente para tachar actitudes y ia^
vida política del General Seregui. ¿Es tan horrendo ser)
candidato presidencial del Partido Batllista y de la 915,1
nada menos? Creo que no es. .Es asombroso! J

| ■ ' .................... TI»................... .................... IJ<

SEÑOR TRIAS. — Le voy a permitir cuando ter­

mine mi penen intento
Ei General Sen-gni despierta urticantes reaccione»
y fte no<! dice que queremos hacer de él un mil o. El Ge­
neral Seregnl es el Presidente del Frente Amplio, que
es una grao realidad política nacional, que acaba de
hacer un acto el 3 de noviembre desbordando amplia­
mente la explanada municipal con una movilización de
masas como muy pocos partidos políticos pueden ha­
cerla. El General Seregnl es el Presidente di l Fronte
Amp.io, su máxima autoridad y no es un mito, sino una
realidad cantante y sonante.
 THUS, mvUn
Asamblea General
TEMA: GARANTIAS INDIVIDUALES.
¿esión 2Q y 30 noviembre/072
SEÑOR T1UAH — Parece ser que no solamente el
Gentr«! Seregr i y el Frente Amplio, sino también la re-
i volucion ]M;ruana ¿e les atraganta mucho y crea reac-
. dones urticantes. Voy a reiterar muy brevemente que
¡dxjyanius la as liria, el proceso revolucionarlo en el Perú,
fruto de circunstancias muy trágicas y desdichadas. Es
verdad que no es un gobierno surgido de elecciones po­
pulares. sino un gobierno que tiene un masivo e inmen­
samente mayoritario apoyo popular, lo que es también
verdad. Y hay otra cosa que también es cierta; es un
' gobierno de un país donde imperan garantías y dere­
chos individuaba niuvlxo más que .n 01 Uruguay, cuyo
gobierno ha »idr elegido por el pueblo. Repito que eso
। también es verdad.
I (Interrupciones.)
—Yo dije que imperan las garantías y derechos in-
I cu viduales, que <s una cosa distinta a que el gobierno
I haya surgido oso por elección popular. Sho también ee’
’ verdad. No quiere decir que todo lo que haga el gobierno
peruano este bien. Hfistoy de acuerdo: el Uruguay, en ma­
teria de enseñanza había obtenido a lo largo de los años,
, por la persistente Jucha de sus educadores y de las per-
! sonas interesadas t n el progreso de su enseñanza y por
I la existencia de relevantes educadores como José Pedro
| Vareia y Carlos Van Ferreira, grandes conquistas que nos
I pusieron a la cabeza de América, mucho más adelante
| que el Perú. Pero lo que ha hecho la ley que el señor di-
1 putado Cortazzo defiende con tanto entusiasmo, es tirar
por la ventana esaí conquistas y tanto es aaf que para
elogiar la ley el sefior diputado está tomando disposlrlo-
I nes de una ley iraniana que representa un avancé en el
| Perú, pero que seria un retroceso en el Uruguay.
1 a terratenientes extranjeros; el tráfico Indecente antina­
) t interrupciones.»
1 - Pero digo también, señor Presidente, que si ej se­
ñor diputado .siguiera leyendo vería que la ley peruana,
por ejemplo, respeta el principio de libertad de cátedra,
cosa que nuestra ley elimina. Además, tendría que re-
•irdar. c»mo se lo demostré durante la discusión en la
amara de Representantes, que esta ley arrasa con las
definiciones que sobre lo que debe ser la educación die­
ron José Pedro Varóla y Carlos Vaz Ferreira Es decir,
que no recurre a Jas tradiciones nacionales y se ampara
í en leyes extranjeras de países menos avanzados que el
nuestro en materia di educación Esa es la verdad; ésas
son las cosas tal como ocurren Pero todo esto vino a
1 raíz de un problema que es, diría yo, colateral
t Interrupciones.)
Vino con motivo de la afirmación falsa de que yo
utilizaba mi cátedra pi ia hacer proselitisnio. Eso es fal­
so y quien díga lo «Mitrarlo. que lo pruebe. Ese c» el
problema.
En esta materia de escozores y da urticantes reac-
ttems «tá también la que se expresa en la afirmación
de que el Partido Socialista ha desaparecido.
Bl eeftor senador Vasconcellos dijo, de acuerdo a su
información, que yo había contribuido a destruir el Par-
tldo Socialista. Hay destrucciones y destrucciones; el Par-
1 tido Socialista —en cuya representación me siento aquí-
[ como es notorio obtuvo en las elecciones de noviembre
de 1971 —las últimas que ha habida en el país— la vo­
tación más alta de su historia. Es decir, que no hay que
, confundir deseos con realidades. Mal que les pese y aun­
que no les guste, el Partido Socialista sigue siendo una
realidad viviente y en ascenso. Es el partido que yo re­
presento, digan lo que digan y pese a quien le p««e.
Pero voy a retomar el hilo de mi exposición, señor
¡ Presidente, que terminaba refiriéndose al discurso de! &e-
. neral Seregnl, que cuando se le nombra levanta tormen-
\ ; tas en el Parlamento, levanta reacción?« aisladas como
’ la que se le reprocha que haya pretendido ser candidato
’ del Batlllsmo como un antecedente tachable en su vida
política. Voy a reiterar —porque por algo es que levanta
i tormentas; como se lee en "El Quijote’, "ladran Sancho,
1 señal que cabalgamos”— que el General Seregnl .se re-
firió en su discurso del 3 de noviembre a una clrcunstan-
1 cía muy especifica dé este país. En el Uruguay se están
< debatiendo grandes problemas; la vigencia o la no vi­
gencia o la no vigencia de los derechos individuales —lo
r , que estamos discutiendo esta noche—; la implantación o
no implantación de una ley de educación que pretende ser
। | coordinadora de la enseñanza, absolutamente regresiva; la
1 construcción o tío construcción de la Repzesa de Palmar;
la expropiación o no expropiación, la prohibición o no
prohibición de la venta de tierras en nuestras fronteras
cional y antipopular que se hace con nuestras divisas y
que ha motivado nuestras fundadas denuncias sobre ma­
niobras realizadas por empresas laneras y de cueros, que
han desembocado en la decisión de la Cámara de votar
la Comisión Investigadora.
Kdos son los problemas candentes.
4*
Para configurar esa alternativa democrática única
posibilidad dé anular y destruir a la alfemfttfvR fascista
que se ha levantado en este país—, el Oenéi*»! Beregni pro- ‘
puso en su discurso del de noviembre —te» guste o no—
un programa de cinco puntos, en el que podemos poner­
nos de acuerdo todos los orientales honestos, que mili­
tan en el Frente o en otros grupos Propone, como pri­
mer punto del programa, el rcstablwlmiínto Inmediato
de las garantías y derechos individuales en el país Nada
hay que pueda comprararse desde el pun o*' de vista de■-
las consecuencias positivas para la vida nacional a la
normalización de la vida institucional da! país, Primer x
punto del programa propuesto por el General Seregnl, y
es una de las tazones íundamentah s... ,1
054 ] 23 644
 SEÑOR 'Frias. - En jpl supuesto de que la pregunta
del señor diputado Vázquez no fuera una travesura para
enfriar el par tido, voy a hacer una breve sintesi* de ¡o que
venia diciendo, a los efectos de contentar a su interro­
gante.
Yo afirmé y vi» n que está cu el centro del debate y
dé la coyuntura política nacional — que hay en el Uru­
guay un nuevo mudo de rein.sertar.se la» Fuerza* Armadas
"ii In escena política nacional; que hay una participación
a nuestro juicio ya irreversible de las Fuerzas Armadas en
este aspecto. Yo no hablé de despertares. El que despertó
gente fue el señor senador Enrique Rodríguez al plantear ।
su moción. Lo que yo dije es que había inquietudes en el
sentido de que se había descubierto una nueva realidad en
vi Uruguay en la lucha contra la guerrilla urbana y que
también había inquietudes serias y fundadas en lo que
tiene que ver con el problema de los ilícitos económicos.
Manifesté luego que esto planteaba un problema político
y que a raíz de ello había algunos, que siempre sueñan
con los atajos y con los milagros, que traían a colación los
modelos extranjeros, y entre estos, el modelo ixuuano. Y
después dije que siendo yo un simpatizante de la revolu­
ción peruana, creta que ese modelo peruano era absoluta­
mente m aplica ble al Uruguay.
< Murmullos).

¡81 seria travesura que ya ni me escucha!

Eso es. entonces, lo que yo dije* de manera que no
podía haber ninguna inquietud al respecto.
Yo, mal que les pese y mal urticaria que les provoqué,
voy a terminar habiendo del General fteregnl.
< Interrupciones).

- Decía que el General Meiegni había propuesto cinco .

puntos, de ios cuales ya comenté dos o tres. Me estaba J
refiriendo a! que tiene que ver con la expropiación deJ
tierras por parte del Gobierno cuando ella« son propíerá
dad de extranjeros. Es sabido que en los últimos tiempos^
y según versiones llegadas desde el exterior, se han ad*’Í
quirido muchos centenares de hectáreas especialmente por ?
parte de grandes hacendados brasileños. El tema está énJ
discusión en la Cámara de Representantes y es notorm|
está absolutamente fundado que este hecho de
venta de tierras a extranjeras no solamente hace un gra-1
ve daño a la economía nacional en el sentido de que con*'|
tribuye a fortalecer el latifundio, sino que deriva en una!
lesión de nuestra soberanía. |
Cuando el General Seregni proppne la expropiación $
de las fierras en manos de ios extranjeros y su distribu-J
ción entre agricultores y productores uruguayos, no estág
proponiendo una ley de reforma agraria, como lo dijo muya
bien: c.sló propiciando los primeros pasos hacia una ley
de reforma agraria que este país necesita, en los cuales es |
posible concertar un gian acuerdo nacional y hacer con- "
vrrger a grandes corrientes de opinión.
ha evidente /pie proHibu a los extranjeros que se
i apropien de nuestras tierras, eliminar esa amenaza para
nuestra soberanía impidiendo que una gran franja de tié-
i rras de nuestra frontera esté en manos de extranjeros,
• es algo en lo que tenemos que concordar muchos ciuda-
i daños de este j ai» y no solamente lo< que entumo* en el
Frente Amplio De ahí que éste sea un punto aglutinador ,

05 5 11
 d( voluntades y quf sea una propuesta sensata y funda«
di pura unii a loúor los orientales honestos.
El otro punto tiene que ver con la estatizftclon do las
divisas. Este es un lema esencial que tiene que ver con el
manejo que del comercio extenor hacen ios grandes mo-
, nopal ¡os. Ya hemos dicho que veinte empresas extranje­
ras tienen en sus manos la mitad de 1h producción ex­
portable del Uruguay, y es lo que explica que en un pe­
riodo en que el pau vende materias primas de lujo, cuino
son las carnes y las lanas con los precios mas altos de su
historia, ios beneficios que del lera lograr en divisas no
los obtiene, porque éstas van a dar a manos de los trafi­
cantes, de las grandes empresa* exportadoias, facilitadas
por una inujicrancia total de la legislación nacional y por
ia absoluta ausencia de vigilancia en la materia.
Naturalmente, ol General bervgnl apunta al corazón
del problema proponiendo la única medida viable, quu
es la estatlzacion de las divisas. Esto no significa naeic-
na liza r el comercio exterior, que ex la meta finalista di 1
programa del Frente Amplio, pero implica dar los pri­
meros pasos en ese sentido, con lo que deben estar de
acuerdo muchos hombres y mujeres que no militan en el
Frente Amplio. De ¡ahí que esto sea parte de ese progra­
ma de cinco puntoi que el General Seregnl propuso el i
de noviembre en la explanada municipal.
E*to*« «tnn le*. fundnmrntOH por L’s cual» s vamos a
votar por la negativA t>la solicitud que hace el joder
Ejecutivo de prórroga de suspensión de las garantías in­
dividuales. pero antes de terminar, quiero formular un
reclamo al señor Ministre de Defensa Nacional -que en
esto momento no cMá en Saín que también lo harán
otro* compañeros, esperando que sea sustanciado en el
transcurso de (-ta sesión. Uno de los más importante*
dirigentes del Movimiento Revolucionario Oriental —gru­
po que integra el Frente Amplio—, eí doctor AríeJ Co­
nato, padece prisión desdi’ el Id de febrero de este año
hasta el día de hoy. sin que haya sido cometido a la
juiIndicción militar correspondiente y además está inco­
municado desde hace aproximadamente cuatro me«et.
Una delegación de parlamentarios del Frente Amplio
visitó al ex-Ministrn doctor Lcgnanf. quien prometió :
ucupane del problema, pero luego lo* acontecimiento* j
políticos de notoriedad impidieron que esto tuviera una j
dilucidación feliz. Entendemos que ahora es el mmnen
to de plantear clara y abiertamente al señor Ministro de
Defensa Nacional, doctor Armando Malet. la situi-ción
le nuestro compañero del Frente doctor Ariel Collazo,
esperando que en el transcurso de esta sesión nos d< una
i es puesta satisfactoria y tranquilizadora al respecte
Es cuanto quería manifestar.
--- .----- — .............................. —■ - ■

be trata de una proposición que puede ser enrique­

cida y que tiene un sentido político, pero no el sentido

•
tergiversado y distorsionado que se le quiso dar en el
transcurso de esta discusión. Justamente tiene el sentido
unitario de ampliar una gran alianza popular y nacio­
nal en torno a un programa concreto, a lo* efectos de
enfrentar, con una alternativa verdaderamente democrá­
tica, una alternativa taaclsta que ensombrece el horizonte
de la. vida política nacional. Esto no e* una bandera ob­
lativa significa, nada más ni nada menos, que un cam­
bio en la correlación de fuerzas. Naturalmente, anta estas
circunstancias, podría caber la actitud de desensillar has­
ta que aclare, de balcunear la situación, de apreciar las
contradicciones en el seno de las clasés dominantes y de
no intervenir Hctr/anicnte, hoy y aquí, con soluciones
para el "hoy y aquí" de ia política nacional. En un mo­
mento en que se están dilucidando problemas sustan­
ciales que afectan hondamente el futuro de todos nos­
otros y el de nuestros hijos -como los que tienen que
ver con las garantías individuales, con la ley de enseñan­
za, con la ley de omento industrial, con la energía del
paw, con la soberanía nacional— nadie puede asumir, *1
no quiere marginarse Irremediablemente del quehacer
político nacional, una actitud de balconeo o de prescin-
, urniia Una luerza publica de la importancia y del arrai-
co del Frente Amplio tiene que tener respuestas coyun-
míales para coyunturas precisas y concretas como las
que el país esta viviendo. Y esas respuestas tienen un
programa y un objetivo: levantar de manera viable y
‘ accesible una alternativa democrática frente a la altar-
' nativa faecitizantr, a través de un programa también vía
' ble y accesible, ahora y aquí.
I

1 Para realizar i'*r programa habrá que convocar .in­

vitar o exhortar a lodos los orientales que iu compartan,
y para compartirlo hay qiir ser honesto« —-y «sita es la
.significación que tiene la palabra honesto en ente asun­
to--, porque sólo .o« traficantes ron divisas pueden no
estar de acuerdo, y únicamente aquellas personas que
son contrabnndi«tas de ganado o que medran con van ac­
tividad pueden estar en desacuerdo con que la tierra
fronteriza esté en manos del país o de propietarios na­
cionales y no de extranjeros. Sólo io* deshonestos pue­
den estar en desacuerdo con estos puntos, lo que no
quiere significar como se ha dicho aqui en Hala que
el Frente Amplio entienda que son honestos únicamente
ios que están en sus filas o los que aplauden sus solu­
cione*.

Repito que esta proposición del General Seregnl tie­

ne un «mpUo sentido unitario, una profunda significa-
ieiún poputar y nacional y es un» solución concreta para
• un* Jdícil y cúm»*uc» ovyuutura.

056 23 6 4 4

Asamblea General,
TEMA: Subdeaarrollo y subversión en el Uru
SISS1ON: 29,30 31 mano/973
«mOR TRIAS, _ tíhtonoe», voy a hacer uso de 1*
interrupción.
Desde que en la Asamblea General o en distintas ce­
siones del Parlamento y en la Cámara que integro se esté
considerando cite tema de la guerrilla urbana, de la sub­
versión el Frente Amplio manifestó muy claramente qut
sus causas reales y profundas no ci taban radicadas, —co­
mo dijo en algún momento y reiteradamente el Presiden­
te Pacheco y como, continuando su linea, lo expresó máf
de una vea y hasta hace muy poco el Presidenta Bordabe-
rry—. en una diabólica confabulación internacional que
Incidía en un meslanlsmo local radicado en determinadas ,
mentes, sino riue estaba en la entraña misma de! pala,
que estaba en el seno mhmo de sás más graves c irresuel­
tos problemas, que las causas hondas de esto planteo de
violencia...
(Murmullos. Campana de orden.)
—...radicaban en el subdesarrolllo, en la dependen­
cia. en la corrupción política y en la corrupción econó­
mica.
La verdad ex que las Fuerzas Armada* -- no el Poder
Ejecutivo— d«‘»de el 23 <to setiembre, día en que s* enn-
meura el fallecimiento de Jomó Artigas y que a través
de ^^Mtoa de sus Oficiaba - por ejemplo, el Coronel Pa-
ehe— expresaron muy nítidamente este mismo punto de
vista, asumieran rápidamente esta aplicación. Y eso es
muy bueno; y oso m positivo.
*> al Uruguay, se dice, —ha quedado expresamente
radicado así. escrito en los Comunicados 4 y t ~ es ne­
cesario adoptar medidas profundas, medidas que signifi­
quen tma política anUmanopolUta. una distribución equi­
tativa de la propiedad de Ja tierra, una distribución Justa
de! ingreso, que ai®nlfi<wn volver a! gobierno v a la so­
beranía nacionales la absoluta capacidad de decidir por
sí mismo y de acuerdo a <ms interese« y necesidades en lo
Interno y en lo Interpajonal.
Quiero hacer una puntualización: todo esto hay que
hacerlo, pero no porque en el país haya existido o exista
subversión Hny que hacerlo porque se debe hacer La Re­
pública tiene que desarrollarse; tiene que implantar un
régimen de Justicia social y tiene que ser absoluta y efec­
tivamente soberana, porque es lo que corresponde;
(Wtímüu. Campana de oHnl)
... porque es to qu» requieren ene ttoevedÉMll
litoMas. porque es lo que ansian tos hombree y 1MI ato-i
jdV Qtie la ha oí un.
Pero digo que la gverra es un hecho que no m puede;
desconocer. Tiene «u propia lógica, como lo dijera muy
bien el General Seregni, y eso lógica es terrible y muchgl
tnAe ai es guerra fraüicída Esa lógica lia dejado comb
consecuencia rencores, dolores, sufrimientos, y el dranm
t(ue se ha instalado en muchas familias, porque no
mente los comba! lentos llenen que ver con los efectos dS;
la guerra, sino también mus amigos, su» madree «tts
t«aa( sus. hijo» y sus fapjiliare»,..^___ _ _ ___________________
Creo que no «e puedo eludir que una dé las scdmtona^
de fondo que Hay quo adoptar en este toma es ha qw
tiene que ver con la paclfkachin definitiva del país, <xnE
01 restablecimiento definitivo y Justo de los resultados jr
las consecuencias de la guerra. Por eso quiero hacer al-
gnnos planteos muy concretos al señor Ministro del In-
tortor, que tienen que ver con esto
Han sido procesados, han sido detenidos miles de
ciudadanos en el Uruguay en el curso de estos últimos
meses. Como es sabido, por disposiciones legal«« adopta­
das por tes mayorías que rigen en esto Parlamento, todos
iras antecedentes pasaron & la Justicia Militar, la que, es
verdad, se vio absoluta mente desbordada. Tres Juagados de
Instrucción —el de 1er., T> y 3er. Turnos— han tomado a
su ««rio ecos procesa« y esos enjuiciamiento».
nnestroe totormes se nos diré d tenemos ra-
J i i-t ’.jii:lirnr, nt> r>n ¡o
«wwwto» wttèM pof la Bum ky que no
in < ,i ji-<) i.i miìi .’hìi ii ihoiii rii Io qu0 tra
¡a pero que tiene que
?er rt>n s umontos. que ?,<>n el producto de la
$ tres Ju sgadaK no alcanzan y ha ocurrido lo
emsttoftie debe nctanr cuatro eta-
ÓT’Wentr'fy rartdien corno to «e el so-
**¡r. tota
nwi ver ni toMo ñuta al precisar tota*
fa 4MM" «ff OT MMteal tawrtaiMrta. La
rs 'úe*á> *♦ laffl 4** aX wjnaento de la arg-
wta® ftoraf- y sa parto ftíMd se prodaeft le que
w «4e sMdaMlarto el
M *rsdl wáM» lo» »togpédae
a Swííbs eMrura a k» d*||i|
eJdn« tiv ,? : rtW- wmwírv *rt»WÍ
ws en ef píen»rio. -m la terrera r^pa. que de<
nento» de acusaelon fiscal basta ;a sentencia, que es
■uartís etapa.
4ton tonto» to» »*•< fuimMí* eme ntogmno ha He4
gadd a la cuarta «tapa, es derfr, * m iwtoncfci. y eM
ninguno a Is tercera, serón mis informes, as dectr, a W
del píeuaxio Po< lo tanto, se lea ha hecho muy dlficui*
toa» a lus abcandós defensores ejercer esa rfefen«. Esto
«tato hechos —ao digo que lo sea en las íntencioitos-^
xno denew*^- nvffiffwta. de jwtlda. ItorotM» ¿qué '
rre? Se forma tm *xpM«*nto ¿9t) ehwmeWa dMeaMto;
ir* ¡at wAf *?«* !.'í*w *wi tovpatíMto«^
rtehto retas íXieatoW V W «rtnag
delito* .'nnrho menorHr *n» nbi,"|íaiiitíu'»4to * «ántortl
v g?'"üjíí ts* ac Asusto
y ha? noe ¡ndartr eoW *^-*w*»*V» --**W mvV
se han dado mólti-pie* »•a»oe 4* 4»W4ii
rante siete o o^ho dtevfwés 4M '
nega a la r^rvlu’!« n «le no '•tm'-veewto «u <*
pero han tvnlrfc ;n* posar pnr «Mto
dad del proteso, deto w -sefcc bsm»»
Wro bui eauemfltìM w> frwwaom «Ma d» «to. <0Mkj.
= qua al toner oqe dictarmiw •* d* Jtotrwrtaft*
^40 quieto an?dtzar fan prmpto urr
■TO’, péro uito de Jns m 0*1 va» Metto que ver **J 'i
tb de case*—, ha ro*ulad*5 lo» erpMlente*. ha forwroitolBU
jK^usacimaes que rr rvha* ***** ro to *c»v*w?xei*f*n ersi
■ifcmj’hr wnitf ;*»' ne #¡*^>«»0** '
WBIpMlmtóa! con *f rótuFo <to ,r -y ■■# Vw-vwi#
dòn o alguni figura dellcUva parer Ida, Conosco ra.soe,
corno el de noesteo wmpahero Gonzaiez Paria, en Pay-
TRT -Vivian.
■uay.
tartdú, tí qw rtfeMttte la faltaque m le imputa m inu-
chtílmo menor, y site embargo ha habido un evidente error
del Juez. Además, —y esto puede ser explicable se le ha
imputado un rótulo que no corresjionde
Naturalmente, los abogada» piden una revocación, epa-1
lan, y esto lleva bu trámite Como loa distintos detenida»!
tienen diferentes abogados, se acumulan una multitud de j
trámites, De repente, un abogado sitúa un recurso de hne-
constitucional idad y eso parn lista todo el expediente. Se­
gún mis informes esas revocaciones se aglutinaron en loe
meses de octubre y noviembre y hasta ahora práct ca- ♦
menté no han tenido ninguna resolución, aunque han
transcurrido cinco meses. Entonces, la morosidad en loa
trámites de los expedientes se torna de tai tipo que ios
abogados defensores que han hecho un estudia para este
planteo quo estoy analizando en este momento, llegsn ai
la conclusión de que pueden pasar añas antes de que lo» |
expedientes arriben a la instancia del plenario y se pro*|
duzca la sentencia. Entonces, infinidad de personas ucu- *
sada» do delitos que no tienen más que unos mesei de
pena, están tres y cuatro años detenidas, con un exceso»
v con una denegación de justicia en los hechos absolu-1
lamente evidente.
Digo que estas no son las únicas consecuencias que
quiero subrayar. Además, rn esto que tiene que ver. <um(.
ios recursos que hemos establecido, se han producido mu»?
chos traslados en forma ¡repinada de personas que fae*É
ron detenidas en e! lugar donde viven y llevadas a de»|
parlamentos muy distante*, creando a bus familiares sa*J
orificios a vece« imposibles de superar porque no son 'pe*-J
sonas que estén en condiciones económicas como para via-71
Jar muchos kilómetros, con la demanda de gasto extrior-
dinario, para ver apenas for unos pocos minutos o una^
media hora a los detenido* que a veces están imputado»
de un delito prácticamente insignificante. A ello se agre- J
ga el hecho de que muchos se enferman y son traidiidA- ^
dos al h«wttal general, donde exbite —entiendo jo— un*%
norma de incomunicación mientras se realice su taata-l
í’ miento 1
*
8é que en esto puede haber muy poco de deliberado y
en forma consciente; esto e« el resultado de que la Justi­
cia Militar ha «Ido sorprendida por episodios que nc es­
taban en «u trámite rutinario, que no pertenecían ti su
tradición de trabajo. Pero a posar do que fuera asi —y
por supuesto que si se demuestra que os asi, no tongo
ninguna objeción en admitirlo porque es bien explicable—
no se puede negar que a estos ciudadanos y a «us fami­
liares se ten está creando una situación Iruíostcnible, y hay
objetivamente -aunque no so quiera hacer- un acto da
denegación de justicia Porqno una persona que ha esta­
do ocho meses presa sin haber cometido un delito, coít <
que Juego re comprueba, ha sufrido un agravio indlgmnto .1
• Injustificable. Y una persona que cometió un delito T»r
el que tiene una pena de seb» meses y ¡x>r morosidad en
el proceso, ha estado cinco años presa, ha sido también í
Injustamente agraviad*.
"Xtrego oirá cosa, pero quería detenerme en rato por­
que «hweó formular una pregunta concreta al señor Mi­
nistro. Esto requiere una d?risfón política, que luego ha­
brá qus lastrwáewtor tesaliiMsnto, He pensado qué tipo de
decisión política se podría adoptar, cómo hacer, porque no
podríamos cm.r cien Juagados, por supuesto, para aten­
der una sitúe cióte qus naturalmente no se va a prclnn-
par mA> que !o que tíme »rae ver ceta esto. Y he <st li­
diado lo que ha pa,,sidq <>tf mmM». fie estudiado
lo que ha pasado en V*n*z isla, eft Perú, y fconbvco to que
programa el Frejul!. la coidlclón peronista triunfan>s en
la Argentina. La solución *n «artos tres cwms ha sido una
ley de mnnistii, no total, aino diría regulada de acuerdo
a la situación política Imperante; una ley de amnistía qte
impida que ocurran estas comui. Puede ser que existí« al­
guna otra solución, pero la verdad es qw Mgrumnsen e
por mi falta de experiencia jurídica, no se me ocurre
ninguna otra. Además, es una solución que esto totalmen­
te de acuerdo '•un lo que e« un postulado d«»l Frente Am­
plio, al cual ip M renunetíido ni renurtetofi, pnrqi« es
<má medid» de fondn a nuestro Isleto impiMsiMMrdfa*
in -'•>t¡«n u definitivamente ¡as heridas dramático q’i» ia
guerra fratricida ha producido en el ptíto.
■-i£ N »È
05 7 1 2,q 0 44
 SEAOR TRIAS. — Por wpueatoúura» puesto abrir
opinión «obro J«« aoluctone» que batoje «I «tofor Minis-
trr». porque no conopeo el proyecto del doctor GetebBi-
dfcrt. Lo que digo e* que eato problema de los procesa*^
miento» a nivel do laa peraona» que ban incurrido enj
falla« en función de loa nacho« poliUcu» que Uepen qu^

ver con la auhvenriWi. ee on ceno muy ■ eepeeteSt tfcawe

que ver con un procedo muy impártanle en te vida de
la República. que ha aldo est« guerra que el pala ha .
vivido, la que, mjno todas la« guerra« fratricide», deje
conin «aldo drama«, dolore» y sufrimiento«, que e» atoe»
hitamente necesario restañar con la mayor justicia pe*
«ible. I

Entendemos que era e» una medida de fondo, ttrtroe*

tura), que id Uruguay debe asumir para poder reencon­
trarse o iniciar, a su vez, d camino de su liberación.
Vamos a insistir jwihro clin, por lo que vamos a h«ret
un pormenorizado p»»dldn de Informen n los señorea Mi­
nistros porque creemos que cato es vital. Hasta que no
veimios otras eoluchinrs que verdaderamente resuelvan
el problema. nos alónenme a lo que psI4 en nuestro j>ro-
grninn, que entendemos es la solución politica adecuada
y que c»*:tA en las facultades de la Asamblea General, que
es In ley de amnistia

Pero, seftor Prcuidoule. quiero softalnr otra cosa,

que tiene que ver con un régimen nuevo que se ha esta­
blecido también como fruto do los hechos, y que e» lo
que se J.ln:n;i o designa como libertad vigilada. Alguna«
personas que un han sido procesadas. i» las que no se lea
ha encontrado ningún hecho qun fuera pasible de pro-
cebamiento, «e les ha dado un Upo de libertad que. se­
gún se me Informi» no «oy técnico en materia Juri-
dfca - •. no se recoce en la doctrina en el Uruguay Se
me dice que hay dos tipos de Hl>ertad de e<ta índole,
de esta especie: libertad anticipada y libertad provisio­
nal. Pero este InsMtuto de la libertad vigilada no tiene
respaldo jurídico, según mi» conocimientos, y provoca
grandes perlurbucionc» en la vida de la gente, corto,
por ejemplo prt«cnlar«e todas la« semanas en una depon-
dencia militar, dar noticias en forma permanente y cons­
tante de sus movimiento», contentar Interrogatorio» de
tipo político enfrentar a veres *»! hecho de ente se le tía-
niftoste que nd puede desarrollar actividad atndieal y
politica, a posar de »rr un« per acme que no he cometido
ningún delito.

¡><nu¡ro qui« yr-ú coa preocupación un ««pacto y

como el Msfx/r Ktaulro «a armante det proyecto deieo
que me cm.u^te una ¿nquívt: d que tengo en cato aen-
t. do. Lo de 1« dad yjplade parece ser uno de lo»
Instituto» que <íti.b’i<c c! prque ha llegado con
e! nombre de CoruoHd.itiófl do Ja P^x o de Estado ‘Pe­
ligroso. porque cuando iwe referencia a las medulas
que (H? p-adtn ¿píirftr — .■,(>/»«(» do itici««»« «V bj,
c) y <!> uoa rf tt d* *» 'IberUd vigilad».
En crie ciutc catar ¡«lío» .ani» U apUeacito» .de un» ley
que lodavi» oo es Ui

Por,lo tanto, «miando «pie esto» hetiho» son nuevo«, j

pero croo qu<» dsho i«o<'eder«e de tul maneta que M «t i
dulìe inluxliíirieido « y Lunillas. Le »M w QUC
pregunte ai .^ ñor Mirclio cuàii x r lo« fu« dementai a
]( gale.’) de osle irudibito de la ¡Portad sigdauto F li'|
longo i ¡izón o no ;d oii'.crider que e»U> paree» Ja «pito«- 1
clon de unii norma logkdntiva que aún. r«o b» corruto »1
(rámllc parliimenbirio currisbpondk'iito,
§
Muchas gracia», wAor Müüelro. JÈ

05 8 iJ -3644 '
F
TOJA: Prórroga da sua^enaión de la» rarnntlas individu«lea,
SESION: 2Vt 30 v 31 mar«V973
SEFÓr TRIAS. Señor Presidente, irnjjorta en el
presente y seguramente va a Importar en el futuro que
Lodos los sectores políticos representados en el Parlamen­
to se pronuncien no solo sobre el pedido para prorrogar
la Mispeimion de las garantías individua loa. sino sobre
los acontecimientos que forman el contexto de extr soli­
citud, y que son ios sucesos que tienen que ver con i?»
crisis económica y poiitic» que vive el Uruguay. E¿ ¡n pri­
mera ves que se presenta la oportunidad en *1 Parlamen ­
to desde la semana de lebrero en que i untas cosa« UnjMir­
lantes, en que tantos cambios Importantes se produjeron ,
en ia República, de que los sectores políticos puedan dar
sus posiciones, sus puntos de vista, -sus criterios, no solo
sobre el lema que tenemos por delante, sino sobro el con­
junto del problema que ese tema entraña
Digo que cada vez que hemos tenido que encarar te-
«s parecidos nos hemos encontrado siempre con que
la raíz de estos acontecimientos sigue vigente la mi-
económica nacional. En cada oportunidad en que la
Asamblea General se ha reunido y hemos hecho uso de
¡a palabra, han habido hechos nuevos paia ratificar esto
concepto de que hay unn raíz económica, que hay un
deterioro estructural en la condición del subdosarrollo y
dependencia uruguayos que está »n la trastienda, subya­
cente en todo) los dramáticos vaivenes políticos que el
país experimenta. Ahont no necesitábamos rocuirlr n
nuestra capacidad de indagación, a nuestro* conocimien­
tos. a lo que ¡jodemos saber y es poco lo que se puede
saber en ei Uruguay, ei famoso episodio del otn lo de-
muestra— sobre cómo se conduce el gobio»no en malcría
de política eeonómlca, porque justamente a raíz de ese
episodio el señor Presidente del Directorio Intct ventor de!
Banco Central, contador Amestoy, en el (Senado, en po
cae palabras y cifras ha hecho el proceso más grave, ha
iormulado las acusaciones mas tremendas no sólo con­
tra la herencia del pachrqulsmo sino contra la política
eeopóinjca contirulste de este jcobiemo que preside Juan
■b importante penar «n evldeneta esto* dato» sumarlo»
y estos crmcíWóV .sumarlo«, porque provienen de un nuin-
Sque íut* Ministro de Pacheco y que C4 Presidente del
lectorio interventor en el gobierno de Dordabvrry, por :
que ca insospechable de parcialidad o de subjetivismo
contrario o adm.w a estos pohticu«- j des empresas; la patria entregaba el delito a las gran­
P«»rn jusl ilicar la venta del o «o en el me» de abril ¿
que fue el me, en que oeuitletón ios lamosos hechos *
del día 14 y oportunidad en que se votó inconmi.wcMmaj*
nient«' el Estado di' Cintura Interno - , la siliwlón del
Utuguay cía 1« Maúlenle, según dijo el contador Ames* ¿
toy: entre abril do 1972 y marzo de 1973, <rf Uruguay le- |
m i <¡i!c pagar USS 310 000 000 de volvimientos. J rí era y Obes de que "los cosas e&taban tan caras y que
Recién hoy nos enteramos d? esta cifra, porque cuan*
. > v.ir.u- veces el ex Miiustio de Economía y Finanzas,
<eñor Forteja. no.» míonno .»obre la deuda externa a cor­
to plazo, nos dijo cosas muy diferentes y mucho menores.
Cuando el doctor Daniel Wodrigui'z Limeta Informó desde
su famoso 'Mirador" cuáles eran los vmcimirnkMi y el
calendario de pago» que el Uruguay tenia por delante,
dto cifras mwho más optimistas. Recién hoy sabemos
4ue en ef Uruguay se cernía esta catástrofe de tener po­
co más «le U|8 200 Q0QÓ00 por año como producto de sus
frente á ^ómpnmüiw« que en mmp uimm
•dgniflciban U|ft 319 OOO.tiOO. Vero lo más grave <w que
de esos US<4 319 000.000, U|8 «8:000.000 correspondían a
í'om.prouilso* vencidos, de loa cuales l’$8 63 000 000 per-
etv cuse: i tKOvMu ccmereialeB. o sea, importaciones con-
vmtMM y wb piadas 3t yatuinabá. adtirtts te dita 4
■ h • .1 ■■ i. » t: ’ .'JO COO.ÜUlí
< yué t»niu el Bamo c»nirid pura ahonter este oum-
í’.;j abr?J t'ta 1'13 fr >90.000, Je ios cuales - fi-
;*e» •tátor FT«ídftate1 — ud prz o mas de U|H 6 000.000
i de giro, pw* Jes emi- ,
irr ibr sí rondo mo-
iniernirkuati, uu« uIujia no los «mito mto ftof-
¡lie eran un factor inflacionario y AlátowbOtaU ds to-,
_ do el sistema monetario mundial. , S
ValH decir, que al <14 % tío h que tenia en caja «¡1
Bañe»» OnUíd no e»an doiMp ir eran jisprles. Y el día | i
i >: .* -.■! < ,ii‘ifior Aintktoy la «aja
.. c¡ । i'hiiot «».i d>' i.jíH :i.i.’»hoi/fí
♦ 3 la indigencia. Una empreslhi exl»anje»a, no ya una
i«4J0ju ma» dólares que el Raneo
to dito también el
k pSCO lúU 4to'<S|0 lU:<NA400
dé pré.Mam íorios, «to los c«alm < 49 W te­
man garantía oró. Por lo tanto, si el Urugu«y Ite
pagaba Iba a peruer ese oro La gaianlía oro estalas dada
< n el Banco Federal de Reserva de lo« Untados Unidos
v en el Raneo ,1c Fugo« Internacional, que son dos Hnn-
' hn que >e chistan al lamoso compromiso de los dies, por
m : - .a-. ’ '. ja ■ je al precio oficial de la
rawucícc Unidos, que a esta altura
es de U|S 38 ¡a onza troy.
Por otro lado, se corría el riesgo de que ai se pasaba
del 30 % de lai tenencias en Deg, que configura las ñor-
«Uta que rigen U emisión de estos papeles, el Uruguay
Mita que mtttuir en divu&a fuertes. ¡Esto es la ruina,
*;eftor Presidente’ Y ¿esta ruina no tiene causas? ¿Esta
ruina es un rayo o un trwr»o en un cielo despejado? Yo
oigo que esta ruina, esta catástrofe —porque estamos en
situación de cesación de pagos es «I húndimtonto del
Uiugimy en la más gravé crisis económica de su historia,
¿Y esto viene de la nada? Todos sabemos que no, que
esta ruina tiene autores y causas concretas: «s le cw
ucnelM de gobiernos ejercido« por hombres de etme y
«- o r* ;a . o< .p jJt ia dr políticas de IftS cuales sott
yon’ínoitioi p.u üdos qm- «'jereje/on esos gobiernos
Esta ruina lien ? ic ipon-ablr/i y, por hupur.Mo, el princi­
pal do ellos fuá el gobierno do Pacheco Aiito. del cual
el señor Presidente de ¡a República, Juan María Borda-
fus Minero.
«mee, «bus iax muchas cosas gra-
sm*. M tMtotoMto y s » qítóe iiOB w««w w
TIUA% vw«n.
' f
Atatnblta Ctenaral, J
7
vondifl. haberle mentido al Uruguay para ganar votos
diciendo que r! pais estaba en una situación auspiciosa
y que la obra del Partido Colorad« había sido eficiente
por lo que el pueblo debía volver a confiar en él; ahi ,
están los hecp n reales que todos recordamos que tienen
que ver con ios grande« aviso* y publicaciones políticas
<n los diarias, que fueron una mentira flagrante, y no
estoy exagerando ya que aplico el termino que corres­
pondo y que marca el diccionario, además de haberlo
expresado mí Senado el contador Amestoy, por lo que no
lo digo yo ni es fruto de mis investigaciones y conocí-
mlrntoH. es haberle ocultado y mentido al país para
ganar votos. “3 haber reincidido en la misma política
que produjo la ruina <Qué ooiitiea engendró esta si­
tuad m de ruina? La que resulta de concertar créditos :
stand by" con el Fondo Monetario Internacional y apli­
car el recetario que en materia económica ? financiera <
esta institución reclama (rara aquellos que requieren sus r
créditos y su aval para refinaneiamiento de la deuda
externa,
¿.Cuál fue la política del ex Ministro Forteza? La qu«J
se concretó en la Carta de intención del 2 de junio: so-’’
licitar nuevamente un crédito “stand by" al Fondo Mo-j
naturio Internacional y poner en marcha los requisito»;
de su recetarlo económico financiero. Se reiteró la po- <
litlca que noa había arruinado y que nos había hecho j
más »ubdasarrollados, más dependientes y más colonial
que nunca. Y lo mus giave de todo es eso. f
31
En esle clima, en este Utwfondo con que el Uruguayfi
se desenvolvió entre los años lito! y 1971 ...de acuerdo al’
J mil iluto de Economía el país perdió UtS 490:000000 por
cvttsirn de capitales- , In deuda extern» creció durante
esos diez años *'n UIS 306 bttOOOO Vale decir, que m fue 4
mucho m.i.i de io que *e pidió ul extranjero, por lo qua í
en e*a evasión dr capitales se consumieron ¡os .superávit j
que hubo en la balanza comercial: se consumieron el T
iralnip», la energía y el en fuerzo de todos k» hombre«;
que producen en los talleres, rn lax fábrica» y en JofT
cmuim» del país bailas rva/dones *un. en general. especu-Jj
hit vas y delictivas.' representan ei fruto de 1M manió
mas dr los trust exportadores y de empresas exportado-V
ias, del 'milrabando de ío.% latifunduta* del norte y ¿i
lamblen de otros que no son del norte pero que igu¿m
< un Ir m bu miran i.l pro»>áj instituto de Economía nos dtet’p
que jtimando ’a evasión de divisas en *1 misma y lo qtMlU
se ha ido por la frontera por concepto de novillos, <te|íj
ganado, en el año 1971 dhha evasión de capiteles al­
canza a loe L’iH 95 000 Ooo , EHto es la corrupción como
BóMüfia* ¡Nunca rn la htamm del Uruguay se habla
visto una corrupción con tan tremendas repercusiones
económica*t El Uruguay entregaba el delito a las gran­
des eorporsriones extranjeras saqueado impunemente sin
ninguna vigilancia, sin ninguna atención y sin ninguun
acto de respoiHabilidad por parte de ios gobiernos y al
de Ja política oficial rondo, monetai ista Nunca se
habla visto en M Uruguay tanto desastre y tanta corrup­
tela* tu el Uruguay jamás pudo ser más cierto aquello
que m? dijo alguna ves en el período del Presidente He­
uiguuos lumbre« estaban tan baratos".
Kn este clima fue que nació la subversión y se de­
senvolvió la violencia, y para sostener esta política de
privilegio ** recurrió a la confelarlón de lo» salarlos de
lol irtibulidom, todo >o cual trujo romo consecuencia,
h>rup lo ii<aba de publicar la Cepal, que en 1972 el es-
i¡in. amiento económico continua.
V al tiaolar el ¡untador Amesioy de que el país ha- .
blu iludo quine: uño» do eaianramiento, exteba haeten-
do la ariiHrtt’ioü más grave en «unirá 4b tan 9»tAtnM i
de .‘.sus años. *9 f**
- ----------- ------------ ----------------- - ............................................ -m .1 -JIT J nú.*» uinrriii i -“iwift -yi ml ...r- .- -i
Hi e| a fio 1Í71 el producto bruto interno descendió *
mento ó ‘ losalario» significo un 50 . , pur lo qtMFhuttill M
un Jeterimo salarial real del urden dtl 43 W. La redi«*
tri bue ion del ingreso, pMg» fus de atajo paM «frita, ó ;
ma que lo» pobre» se hicieron más pobres y más vWteg.
que ya eran ricos
Ett Urt clfitift de Mié tipo, que exigía una puñlicg
represiva, que «na rejó la aplicación permanente de Me­
didas dé Hefuridad. la persecución, la muerte, ei atrupM
lto( la rteuenni de 1« prerum 1« puesta fuera u* ¡a P-y
o» tmriicVw ¿'’ómo ito toa á dfwu’»»Ihll'i« h|
violencia en «I Í7nita«ijr?*
I'íaIo
il'ómo nó iba « deaartoí.w,F en el Uru*
i'tiny' A pe.w de elio, el señor’ r-
natjerry ',íhupd dii fendo hasta hoy qdt
d Uruguay es la . .jn.srctw jicia de una
melón internacional que influye pod'rosamente eiT
na» mentes extraviadas que tienen una vot aclisn
rial por la agitación Inútil y artificial y que no respondí4
a 1SS causa» prolundas que derivan de la propia entrañl
de 1« «ocíédad nuiwtra, corroída por esta criáis y por eMib
uesverKüenM.
Fue realmente un hecho muy positivo lo decíamos
hoy en una interrupción— que a cierta altura de esto
proceso la» Fuerte» Armadas reconocieran explicitamen
le que las causas profunda» de la violencia desatada po
la guerrilla urbana estaban «h hecho» económico»,
so< Jales y polHlcns, i '
• ■■ . i ¿ ■. O
'Lodos sabemos que en setiembre de 1M1, el PresÍdctlÍ*|
de entonces señor Jorge Pacheco Areco, encomendó a «M
Fuerzas Armadas hi conducción de la lucha a.nthubvei-i
«iva y que, de nhl eri adelante, comenzó a desenvoJvertSl
: úh proceso que habría de desembocar en esta rrlnserctótii
í de la» Fuerza» Armada.« en la vida política naclonui. 1
jj
-«
« Pero me interesa decir como veíamos nou-uro-s. cómo
| creíamos realmente que eran, objetivamente, las Fuerzcs
' Armada«, qué opinábamos al respecto en las vísperas del
decreto de setiftiita» de 1971 Es notorio que estaban i
anda« con lu que se llama la doctrina del profesiormiu
mo y la perslsltn/.’ía; ó decir, que no opinaban ni inter­
venían para nada en la vida política nacional, a tal pun­
to que en lo» último» años hubo en el pal» dos golpes
de Estado el del 31 de marzo de 1933 y el del 21 <ir
lebiero de 1942 , dándose le» doe con te ptacte y no
' con el ejército. Además, estaban dedieades a sus fun­
ciones, sin ( piaymes perspectiva» de ditedMue* de dtal"
rroJJu de ¡ayrupüeidad piofrsional de lo» ófioltatei^MUM|
yo—, que estaban condenados evidentemente a uet w«n|
tino de muy posible frustración. Los oficiales de las Futtfh^
zas Armadas eran en esos años hombres inadvertidos, nU^¡
peso en la vida política y social del país. Eso es un he*$
iho. Además, nuestras Fuerzas Armada# eran las peores^
pagas de América Latina, par otra parte ' 1 » »
Esto hay que tenerlo mgy en cuenta, y entoiffeaT;
2 <t (| 4- 4*
cuando opinábamos al respecto de una manera muy pa-
icelda a te que lo hacemos ahora, queremos subrayarlo,
 porque ahora »• ba dicho que nuestro partido y o ros
sectores del Frente Amplio noe hemos vuelto militaristas
w.rs drr rapante, ftue somos esencia del oportunismo, que nos
Al oarro de tes veneaoores. y otras cosas.
píírSáOl
mochos trabajos que corroboran esto que
, entre otros uno que esta recogido
en un libito fias te tanto de este período—, que ..
llama “El E^-»^7J©psiar.j^.laa masas”, en el cual .
( xpiTMibamo*. que en un pal» Mtedasarrailado la techa ■
pur el desarrollo y |*>r i» ¡itanrazotea --caras del misino
prisma y facetas del mismo jMroce»(»— no puede hacerse»;
sin la presencia de la« Fuerzas Armaiteí. DütaWS tan*- J
bién en ese momento que la lucha por el deaammii1 •• j
una lucha contra potencias, contra intereses eatm^l^roc
muy poderosos y que. por lo tanto, ella requiere VÜ|
rdaso de capacidad para hacerse respetar, que tateM
radica en la dignidad política y en la unidad popuiaM||
limo también, en una cierta medida, en la tuerta «rl
tondbinentaJ la incorporación de las Fuerzas Armidas.
-Mn el programa liberador y de desai rollo

ctal. Decíamos eso entonce« / .«enaixoam/ig. ¿demag, que

»■»raw.«'; s
05 9 Jr

blrmentr determinado por <*l imperio y por ios sub-lni-
perlos, como lo ha sido a través de toda su historia en
ios .siglos X1X y XX. No os de ahora que sostenemos es­
tos criterios. Es claro que demoraron algunos meras en
concretara* lo* resultados de esa decisió n del señor Pa­
checo Se concretaron sobre todo a partir del 14 de abril.
Ya hemos discutido muchas veces los acontecimientos de
ese día y todos sabemos qué sectores económicos ultra-
derechistas aprovecharon esa circunstancia para expre­
sarse politicamente de una manera muy activa y hábil
para Imponerle al país una interpretación tramposa de
su crisis, pero verdaderamente inteligente desde el punto
cíe vista propagandístico en cuanto a sus posibilidades
de captación do la opinión pública y el apoyo de las
clases medias.
I Dijeron enloncvb al país que los hechos dei 14 de
I .-¡renxjtíiramr. que ta gran cuestión en el Uruguay
[ era entre el orden y la subversión, y hay que reconocer
que con esa filosofía se ganaron el apoyo y la presencia
activa de un gran sector. Inclusive diría de la Inmensa
mayoría de las Fuerzas Armadas. Estos intereses políti­
cas y económicos, que son los peores do este país, res­
ponden a sectores de la rosca frigorífica, a ciertos sec­
tores bancar.us especialmente interesado* en ¡a especula­
ción monetaria, ai gran latifundio contrabandista y a los
sectores petroleros, que ya tienen puestos loa ojos en el
• petróleo nacional, y a los cuales el régimen de libertades
democráticas —donde es posible la denuncia, la investi­
gación, la controversia libre de conceptas y de ideas-- los
asfixia, necesitando entonces un régimen de dictadura y
de guerra. Querían un régimen do fascismo colonial y
jugaron sus cartas militares y comenzó a surgir, con
coherencia, una doctrina y periódteos de la derecha mi­
litar, cosa que el país no conocía anteriormente.
Fue entonces cuando pareció que realmente en nues­
tro país se concretaba' una falaz afirmación que dice
que siempre, en todo momento, las Fuerzas Armadas son
la expresión o el mazo armado de la oligarquía y de los
agentes del capital extranjero. Fue entonces que noso­
tros. en los instantes más difíciles, ruando tic desató so­
bre el Uruguay el drama de lo que Seregnl llamó la
lógica de 'a guerra, de una guerra fratricida, cuando ¡a
neblina de la güeña interna envolvió a todo el puebla
uruguayo y vinieran las horas oscuros do ios torturas, de
ios enrapuchamlentos, de los plantones, de las muertes,
vinieron además los aplausos engolados v lo** ditirambos,
pasando }x*r arriba de todas las ilegalidades y de todos
los excesos de los sectores políticos mayor!(arlos y gober­
nantes. Fue en esos momentos que nosotros dijimos que
había que ser muy claros sobre todo con respecto a la
^onducta de Jas Fuerzas Armadas; que para nosotros.
^BirxLstas-ienínistas, que entendemos que las concepcio­
nes del materialismo histórico son las científicamente
adecuadas para interpretar y llevar adelanta las trans-
formaciones que el país necesita, las leyes sociales
cumplirían en todos los ámbitos de la sociedad, no de/ UtiV°í*1 ue habrían contestado de haber estado ahora aquí.
teniéndose en ningún sector de la sociedad, no detenién­
dose tampoco en las puertas de los cuarteles; que eso <»>>•
lo que demostraba la experiencia histórica en el caso d mosiaw*
ejército zarhta, cruel entie los crueles en los período«
agitados y cnnfuMM de la revolución de octubre de 1017;
que era lo que ¿tamuatrabn el procesó de la revolución
china, que era lo que dcniosiriPia el desenlace de la re­
volución cubana; que cuando *n ¡o» países en uve las
crisis se profundizan, las (ontexdirxóoTuui se agwiean y
llega la hora de la verdad, las leyes histórWe y la ley
ue la lucha de clases rigen en tofos los sectores y ámbú
tos de la comunidad humana, v también en los ruarte-
lea. Y ios hechos non habrían de dar la razón, porque
nuestra oficialidad, las Fue zas Armadas, a poco andar
entraron en un proceso en el cual, jM>r supuesto au mo­
tacto con los guerrilleros, con los ni Hitante* del moví-
miento comunista, fue un tactor muy importante, por
supuesto, pero no el único En un proceso en el que se
desataron tumbl» u grandes luchas obreras y en qué los
Italo- dfítotataM p<n Ih cum<ñíZU‘op u
f'ww piriwf t!. jr 4nnmñtaimiiy programa y aapira-
cionex a ampt»ne sector*« dei pequeño comercio y de la
pequeña industria; en momentos en que la lucha poli
tica empezó a demostrar en el Parlamento y en la
prensa loa mecanismos ds corrupción, do enajenación yg $ «ytor muy importante de tus Fuerza» Annndiis tarms
ne Cin urn to que trababan vi cleoarrulio y la libertad
plena de adoptar decisiones en favor de los interesas y
las necesidades del país, todo e>to fue api velado por la
oticialldad en el curso de osa lucha.
Eso lo uivu en uno de los comunicados de la
crisis de febrero; que la nueva posición, la nueva te­
situra de las Fuerzas Armadas es consecuencia de su
actuación en los acontecimientos del año 1972. Em­
pezaron por reconocer que las causas de la sedición
no eran tas que sostenía inicialmente el gobierno. Por
supuesto, vieron io más visible, que son |f.» llagas que
supuran en un régimen como el que al Uruguay so-
porta, es decir, los ilícitos, los grande* negociados,
iniego, en poco tiempo, pasaron a profundizar esos
ternas, es verdad.
Lo que no* importa es señalar que 'odo esto de-
emboco en la en sis de la famosa semami de febrero,
que exige un pronunciamiento de nosotros. Vamos a
hacerlo sobre hechos objetivos, sobre elementas concretos
que catón al alcance de la mano y no sobie las múlti­
ples informaciones a las cuales todos podemos tañer ac­
ceso, y esos hechos objetivos certifican, do una u otra
manera, que se ha producido esta proceso de transfer-
(naciones en el modo de pensar y en el modo de ínter-
pretar Ja reniidud de lits Fuerza» Armada*.
SEÑOR FLEITAS - ¿Me permito una inlerrup-
clon?
SEÑOR TRIAS. Si, señor
SEÑOR PRESIDENTE. — Puede i '«irrumpir el se-
ñor diputado.
SEÑOR FLE1TAS. - Voy a jar uns breve con*-
tancia.
Lo que esta ocurriendo o dcmostracidr de lo que
dijimos hoy cuando se habh/'de ja reforma del Regla-
mento. Solei trece sobre vi v tes estarnos eneuchando tal j
important» discurso del Zñor diputado 'lilas. Esto et
un régimen absointameiyn» Injusto para con el Parla-
mento y paira con ia < inión pública. En momentos en
que el país discute t a tan importante, .a necesidad
ele conservar ta «ah do ios legisladores hoce que una
gren mayoría ríe os «alé aumente, y no tiay derecho
a que un díputadyf que expone la opinión d." su partido
tenga qua habí en laa condiciones en que lo está ha-
riendo *i ut ñor eprewmtanta Trías. Seguramente su du­
curso ae hab de pahñc-ar, peto quiero saber ai loe le-
gtetadores no citan presentes —y no lo i*i<tón porque
. ta Asumbl/ft General se ha negado hoy a idoptnr una
conducta ue permita discutir ios problemas de la vida
del |M»íj<en forma acorde con la importancia de éstos
ron Za sigilliicación humana de la gente que integra
Cuerpo— van a contestar maña i a alitane de las
i
tEÑOR TRIAS. Para pronunciara o i sobre ¡os
rchos y /»obre Ion documento# que los respaldan, ideo-
lógicamente, debemos tener <mi cuenta un antecedrhté
que siempre fue muy importante para nosotros: el ori­
gen social de la oficialidad de las Fuerzas Armada».
Comprendemos que no ex el único antecedente a tener
en consideración para estimar hi significación y la gra­
vitación o la incidencia de las Fuerzas Armadas en cual­
quier sociedad América Latina nos ofrece varios ejem­
plo« de ello, en un periodo en que la participación
militar en la vida política es exultante, con un signo
’■> con otro. Tenemos, sí, Fuerzas Armadas integradas
de hecho a las clases dominantes en la Argentina y
en el Brasil. Es notorio que una buena par’:« de la pro-
píadita terrateniente en la Argentina y en el Brasil -r-en
el caso de la Argentina citamos, entre otns, a la fa-
fatnwia-, nntá en manos <iv altos oficíate* de la»
Fuerzas Armada» de eso» p»ísev Es noforáK íwnwfo,
que en lite Directorios de iav pnrp ipetas eiyipresxs r»t* «a
clónales y extranjeras en la Argentina y en el Brasil
so encusntran loa nombres do encumbrados oficiales, Un
parle integrante dv la oligarquía o <f<- la burgueaia ai*o
ciada, o como quiera hamár.wfr. a la« clases dnminanl«*«
de ambos palie«.
En cambio, tenemos olios dos países donde I«-* Hu í
zas Armadas tienen incidencia »birria cu rí proceso po
litico: 0n el Perú son las conductoras de la trunvforma-
cion nacionalista dr « r pai#; v en Chile, como es ¡mi-
hido, han tenido participación romo aliadas ron lo»
campesinos y los frabiljailoiwi hasta »luirá en el gabinetu
del Presidente Allende y a partir da ahora deuda lo*
puestos en que han vuelto a ser confirmadas, como <»*
el caso del general Domingo Plat, como General en Jefe
de las Fuerzas Armadas de Chile. Y en esto* do» palar»
—no creo que «ea carnalidad— en lineas generale» la ofi­
cialidad de la» Fuerzas Armada« proviene de Ion secto­
res populares, v especialmente de la clise media Se
nato este anierrdente —que comprendo no es decisivo
y no alcanza para definir una interpretación y una apre­
ciación— porque en el Uruguay se da exactamente el
mismo caso.
Hace mucho tiempo que investigo sociedade» anóni­
ma». empresas latifundio«, y catey a punto de publicar,
actuailrada. la lista del tropo de pronletsrfo» que tienen
en sus manos el 40 % o el 47 *4 de la tierra, nombre
por nombre, con número de hectáreas y fraccione», pero
entre ellos no liay un solo oficial. Esto es lo que ocurre
con la inmensa mayoría de la» empresas iná» impor­
tantes del país. Este dato es a tener muy en cuenta.
¿Qué tenemos por delante? Hecho* y d<xyumcntos.
Vamos a empezar, brevemente, por estos últimos. En
los Comunicados 4 y 7 apa celdas en esos cuas de fe­
brero, y en ios rúale* las Fuerzas Armadas publicítan
cuales son sus idea» acerca de ia» transformaciones que
el Uruguay requiere, hay cusa» muy positivas, hay ca­
rencias rnuy graves y hay cosas clara» y tajantemente
negativas. Vamos a pronunciarnos sobre esto. Hiiy solu­
cione» que apuntan a verdaderos problemas estructura­
les, cuatro de ellos muy importante», y ellas son la que
tiene que ver con la propiedad de la tierra, en la cual
se postula un nuevo légmxn d* Ivfumcói bajo el signo
de que la tierra sea para elque la trabaja; la que señala
que se ha de llevar adelante en la medida de lo posible
una política i.nt¡monopolista --lo que significa eviden­
temente un enfrentamieuto con !<>a monopolios extran­
jeros—, agregándose que es importante que una gran
partí? de los factores do la economía sean de propiedad
pública y que también lo es la participación de loa tra­
bajadores en las empresas privadas y en las estatales;
lu que tiene que ver con la distribución de ingresos,
donde se sostiene ex pre.-a mente que ella debo hacerse
siempre en favor de los más desposeídos; v la que
tablero que el Uruguay debe lograr su absoluta libertada
para decidir en materia de política interna y en mal
de política internacional.
Todo es absolutamente lo contrario de lo que sevhft
hecho en los últimos años por los gobiernos que ha io-
nido el país. Se dijo que esos cuatro puntos figuraban en
ios programas de muchos partidos. Ileo es verdad, fiero
csUmi tdlí como bandera de captación demagógica, por-
':u* io: de paitjdo* han Unido el gobierno uná y
oirá vez y t'. nada Fuede ocurrir que pa-
4 usn la* Fmtzx* Armada*, por «upues»
■y ; •-<- un compromiso público
^¡.*■4 ' -x. d» -« <íx .a^dad que significa algo po-:
- -t? o. xr -.lí ¿da»* Fuerza» Afinada*
-■ ctz .ía UMsor, ¡aa de ios partidos
p.21jrsií. «i la -ida owenMuai. enire «Aras roana pos su
íi¡a to proatMtett. porque
de «ewMver a** grandav prot>lemas dei país.
o'»e ruatro puntos fuenm tam-
*4/r. xa «vwucer» de «Mganehe. tendríamos
-■a a»- paaud» roáut m iüif attou X'
':-w >» ra a wrv «M»y dúieiJ
*» fe A» Ade»
0,44. te , nacho* i'Ktsn. «omtwnúay im
r <er/^s adqmrleróf» Wli exow eu«W ptlfllM Mí
algo positivo.
F.» wi comunicado* ligu an también otros puntos
importantes como la lucha contra les h k i toa economico»,
la declaración do que no intriwndr<*n rn los <*uiifhctn»
rstíid jan Ules y obreros a no «r cuando lleguen a entre»
mos en que pongan en peligro la seguridad nacional, rl
f’uesnonamlento de la integración do los Enui Autono-
m<w Estos punto* coiMHtuyen también elemento« poallb
víh, aunque no tienen la importancia de aquello-« otros
cuatro, que, por supuesto, son insuficientes y no traen so­
lución definitiva g loa problemas del fíats. Creemos desde
hace mucho urnq>o que la solución a los granee* proble­
ma* del páh rutilan en ia reforma agraria, rn la nacio-
mtlización d*l comerció estator, en lu nación* ItMcton de
la Henea, pero entendemos que esos cuatro puntos son
un escalón hacía esa realidad.
¿Qué carencias advertimos en estos documento»? En
primer término, ia ausencia de toda referen* ia concreta
n la Banca, que es factor decisivo en la economía, en el
Hubdesarrollo y en la dependencia del Urugtay. Y tam­
bién apreciamos aspectos negativos que no podemos igno­
rar y que es necesario señalar. El que más nos interesa
destacar es uno que nos atañe muy especial nenie y que
reiteradamente se ha manejado jx>r parte de la prensa
de derecha: es el que tiene que ver con aquel punto en
el que se dice que la filosofía actual de las Fuerzas Ar­
madas es la democracia representativa republicana: que
harán todo lo fx>sible porque esta filosofía mpere en el
pala para evitar la propagación o infiltración de la filo­
sofía marxuta-leninlstá. Y lo más grave, es ¡a frase i biab­
en la cual se afirma la Incompatibilidad d« ia ideología
marxista-leninista con nuestro pueblo, ron nuestro país.
Creo que e» un profundo error, que no subestimamos, pero
que tampoco sobreestimamos, a tal punto du llegar a en­
tender que solamente tenemos que apreciar todos los
acontecimientos de febrero y el contenido programático
de los Comunicados 4 y 7 sobro este punto.
No podemos pedir que en un paúl donde la presión
ideológica anlI coínunistii, la presión ideológica de los
grandes medios de comunicación de masa» y del propio
sentido de la educación popular ex tan tremenda que gra­
vita hasta en los propios sectores obre roa, no se «lé el
mismo fenómeno en las Fuerzas Armadas y que cambios
tqn drásticos se produzcan en pocos mr.ifs Queremos pun-
taalizgr por qué creemos que esto es negativo. No vamos
a decir qué es el marxismo-leninismo, peí o sí qué papel
desempeña en el mundo. Se basa en los nombres de dos
hombres, de Carlos Marx, el fundador de lu doctrina y
la concepción y de quien hizo los aportes (lindamenteles
en las condiciones del siglo XX. VÍadimlr llich Ulianov
Lenin. La concepción ¿e llama materialirno dialéctico.
Yó digo, en primer término, que esta es una concep^
científica, es un modo de interpretar la realidad
•pillar la acción política hacia ia consecución de d^^
Armiñados programas.
• Por supuesto que nadie púéde detcrir.ingr de antema­
no, n prior!, lo que es incompatible con las tradiciones y
l;i vida de un país, porque el único juéh capaz de dicta­
minar legítimamente en la materia es o| pueblo, y el pue­
blo uruguayo es el que tendrá que decir qué Ideología es
compatible o incompatible con las tradiciones nacionales
y el futuro de la República.
Ya digo que cuando surgió ia Revolución de Octubre
no habla una «ola sociedad en el mundo que hubiera dic­
taminado «obre la compatibilidad de sus tradiciones, vi­
da y futuro con 1» Ideología del materialismo dialéctico,
del materialismo histórico. Pero a partir de entonces, más
de un tercio de Ja humanidad, incluyendo a naciones tan
inmensa» e imixurtantea como ia Unlór. Soviética y China
n*n llegado ahora a un pleno desarrollo, a un pleno de­
senvolvimiento en la construcción de socialismo por la
*41 da «ms ideologías.
28« 44
Dfgaawsto tiaro: no ae puede e iaiiecer y admirar
qwe enaltezca y se admire— el ejemplo qui‘
ti wtffHi' vMdnamih* imerárdme de tres impe-
riHíiamo* primero d«l japumK luéfo deí y II
nalmente del norteamericano en el curso de una guerra
dé liberación nacional que duró treinta años: no se pue­
ril '^legítimamente, colocarse en una tesitura de aplauso

; dv ?.c;nir»ejcn esa hnwartM, *iu oi votar que |a con­
ducción de esa lucha se rimó por los principtos del mar-
x«Mno leninismo.
I>> qur ion/ señor Prrxidrnte rs que por sobr<* c.v
<«» de iu compatibilidad o incumputlbllidnd cír las idc (lo­
gias con las naciones y con la« sociedades, hay un hecho
que no esta expresamente dicho en el Comunicado nú­
mero 4. pero que está rondando continuamente en todos
los debates. Se dice que son incas extranjeras, foráneas.
Es un curioso criterio e<lablecrr que una concepción cien­
tífica es una idea foránea. Porque, naturalmente, son
concepciones científicas las que se Juegan en el campo
de la política, de la organización del Estado, de la eco­
nomía y de la sociedad.
Hay quienes oponen y es una falaz oposición el
sistema republicano democrático representativo al mar­
xismo-leninismo, y nos dicen: "Ustedes, los marxtatas-
lenlnistas, traducen en el país ideas foráneas”. Yo les pre­
sunto. ¿qué origen tienen los concepto» doctrinarlos do
la democracia republicana-reprcsentatlva? ¿Fueron ela­
borados en nuestro país por Zapirán o Abayubá. los caci­
ques de las tribus indias precolombinas? tNo! Todos Ha­
bernos que las filosofías doctrinarias que sustentan ios.
principios representativos del Estado liberal o democrá­
tico republicano-representativo abrevan en Juan Jucobe
Rousseau, el que, si no me equivoco, era ginebrino. en
Montesquieu, que desarrolló el principio de la división di
poderes, que, si no me equivoco era francés, y en John
Locke, uno do sus máximos teóricas, que. si no me equí­
voco. era inv.lés. Todos estamos de acuerdo en que uno
de los pilares en hi tradición democrática del país fue
José Artigas Sus Ideas sobre la oiganlzaclón federal són
de las más lucidas, visionarias, importantes y fecunda!
de la tradición nacional. Pero .José Artigas tampoco fue
el creador doctrinario de los sustentos filosóficos de esi
ideología y de esos aportes de su lucha, Loj investigado­
res. los pesquisantes en materia de historia han pueste
de relieve cuales fueron las fuentes en que abrevó el pen­
samiento político de José Artigas. Sabemos bien que era
un pertinaz lector de "La Gaceta”, que dirigía Marianc
Moreno, en donde leyó» la traducción que hizo Moreno
de “El contrato social", de Juan Jacobo Rousseau. Y hoy
sabemos que el libro que le acompañaba permanentemen­
te y que recomendó al Cabildo de Corrientes se llamaba
"Tierra fírme" y era una traducción nada menos que del
"Common Sense", de Tomás Paine, y de alguna Consti­
tución de los Estados Unidos realizada por el político y
editor de Venezuela. García de Sena. Y que sepamos, To­
ma« Paine era un norteamericano, no un oriental. Enton­
rea, Gdonde queda lo foráneo, dónde quedan las idear ex­
tranjeras? ,Ñc. en materia de concepciones científicas,
en fXJbtica, en la sociedad, en todos los tipos de activida­
des científica*, las idea» no tienen patria! Una vez que
un grupo de hombres, un hombre o un genio hace un
aporte, esclarece un sector d« la vida humana con un
aporte Inteligente y profundo, e«o «e torna de inmediato
¿¿rbmpnto de toda la humanidad Lo que tiene patriji
na lá aplicación y. el ejgrcícto de asas doctrinas y
repelones en cada pata,
Y yo digo acá (pie la esencia misma de! marx
leninismo es la recreación de sus pi émisas y loa fu
mentos de su doctrina en las realidades especificas de ca­
da país donde se aplica. Y el que intenta ejercer el mar­
xismo-leninismo Injertando recetas, fórmulas y esquema«
que han aplicado otros países, no está haciendo marxis­
mo-leninismo, sino violando k> que es el método marxista
por excelencia. En ese sentido los muixIstus-lenihistiMi
orientales somos tan o más orientales que cualquier otro.
Nosotros somos socialistas, materialistas históricos, mar-
xislas-torunistas y profundamente nacionalistas. En pri­
mer termino, porque nuestro punto de partida es que so­
mos hombres, y los hombres no son entidades abstractas,
sino concretas. No hay un hombre que no sea francés,
,¡irg)«n. iiriiimyo i» bnullrtor nosotros somos hombres
|¡ittttortméHí’rtfiféi f ídd-hhíléfi f liélfdút l|é4|l*rtilw
milnancl.i. nuestra vida a luchar por nuestro pueblo y
nuestra patria, y hemos creído que el melar instrumento
ideolagico-cientitteo para llevar adelante esu lucha ora el
materialismo histórico, que para nosotros e.i un media
062
' - -‘«f ;.w'«j
esencial, |K>rquc entendernos que es rl tportc más avan*
/ado. en el error o en el acierto, que r¡ mundo, que la
humanidad ha producido en la maicna
K«m d<» lu foráneo, I.» i'Mmuien) .■«• tindu.-e y
mus a hablar do vilo — en los diver.-os tipos de anlí-co-
munismo. romo r| que desarrolló el seiior Presidente de
la República en su discurso de hace unas horas, que no
tienen nada que ver ron los fundamentos doctrinarios e
ideológicos de esta concepción.
Queríamos decir esto muy claramente, porque re­
petímos vemos en los Comunicados ni meros 4 y 7 cosas
muy jxwihvtis, ausencias muy serlas y aspectos muy ne­
gativos, como este que señalábamos.
Naturalmente que no se necesita icr marxhta-leul-
nlsta para luchar por la liberación del país, por su desa­
rrollo y por la implantación de la Justicia social. El Fren­
te Amplio lo demuestra, tiene un programa liberador que
se encamina, sin ninguna duda, haciíi el desarrollo eco­
nómico del país y a implantar un régimen de Justicia
social; y en el Frente Amplío coincidimos marxista-lenl-
nlstax. nacionalistas populistas, nacionalistas revoluciona­
rios, demócratas cristianos, y por Jo tanto el marxismo-
leninismo no puede ser para nosotros un criterio exr.lu-
yente y el único punto de referencia para catalogar, apre­
ciar, estimar □ tomar jweion frente i» loa Comunicado«
números 4 y 7.
an manto a tos hechas, entendemos, en linea» «ene-
rales y en función de estos documentos, que los aconteci­
mientos producidos durante esos dial fueron punitivos.
Habernos que los procesos de este tipo son mnbivalentes;
lu experiencia histórica nos ensena ahí está lo ocurrido
en Perú, en Egipto y en muchos lugares que puede de­
sembocar como acertadamente dijo el General Sereg-
ní en muy buen puerto, pero que también puede de-
•embocar en un desastre, que eso depende en gran me- j
dida de! proceso de correlación de fuerza»» y yo liria, J
también, en gran medida, de cómo se "utoquen los bceto- ’’
res más progresistas y tos que po»tujan soluciones piáx
liberadoras para el Uruguay.
Por lo tanto, lomamos estas cosas pon la cautela que
í, corresponde, afirmando que en lineas gene: alca, concep- i
toamos lo ocurrido en lebrero como un Ivecho del cual
Surgen evidentemente nuevas posibütladea y uiierturua 4
para el país. Y para ello tomMmo$ rn:>y en cv» nía algo j
que se afirma con razón; el delerioto que las inwtucio- u
nes sufren en procesos como este. No lo negamos; es ab- j
»oto lamente cierto, y para nosotros son muy importante«
bis instituciones; pero, eso si. entendimos que las insti­
tuciones no solo rigen cuino principio« en el papel. ?n el
texto escrito, sino que valen en la medida que se encar*
nan en hombres, en gobiernos, en partidos y en publicas
■oncretas. Por consiguiente, las instituciones democráti­
ca« del Uruguay, que nos interesan vitalmente, valen en
la medida que la» apreciamos a través de >u epiciclo, a
ravót) de como se difractan en la rea ldad por la i ¡a de
partidos, de los hombros y de tos «tibiemos que tienen
eber de tutelarlas.
Y si Uñemos eee criterio, no podemos menos que He- ?
-ar a esta conclusion' que en ios últimos años hemos .mis- ,,
tuto ■ un proceso que ha sMo designado - y por eso uti-
lizo vi verbo— corno vuela miento de lita instituciones de-*/
mocráticas del Uruguay, de agotamiento de su carne y j
sustancia haata el punto de quedar reducidas en mucho**?
lusos a meras formulas declama loria» y eso por supues-
to tiene que pesar en la baiair/Jt cuando hacemos la va-U
le ración de estos acontecimientos. Una comí es defender ía
Instituciones plenas, vigentes, vigorosas, que naturalmen-íj
te merecen cualquier tipo de sacrificios» y otra cosa ««MH
defender apariencias de instituciones, fachadas da Ihs^M
lituciones, aspectos corrompidos de Inútuiciones que hftnl«
-, ut rido un deterioro a través del ejercicio ilegitimo y, 1
illrÍ4 é'>PI|tTh ‘|U(’ AC h.j Jocho rie pilas fit los uPnnofi
fihos.
Desde luego, ocurre en el país algo muy importante: M
oos sectores de la ultraderecha. esos lectores económicos M
2fl M4
 y políticos que ya he designado culi toda precisión que
al principio jugaron la carta de las Fuerzas Armarlas pa
ra implantar en el país un régimen de fascismo colonial,
cuando vieron el curso que tomaban los acontecimientos
y observaron que el programa de primero, los tupama­
ros, después el Frente y luego la Cnt" no resultaba, y que
después de los tupamaros aparecieron los ilícitos econo
micos y formulaciones que no admiten tergiversación, <o
mo la que ahora voy a leer, cambiaron sus plantvanucn
toa.
Be afirma en uno de ios documentos emitidos en esos
días: “Las Fuerzas Armadas no son ni serán el brazo
armado de grupos económicos y/o políticos cuyos perso­
naras. habiéndolo advertido asi y para satisfacer sus inte­
reses sectoriales, pretenden apartarlas del camino que
ellas deben recorrer”, Y en otro documento más claro,
se dice: *lo que en consecuencia ¡as retrotraerla a la su­
perada época de ser el brazo armado de intereses eco­
nómicos y políticos, de espaldas al cumplimiento de sus
misiones específicas de seguridad nacional* y a los inte­
reses de la nación”. El único diario en el que hamos leído
que esto no se refiere a la oligarquía nacional y a las
clases dominantes es “El País”. Aquí hay un reconoci­
miento expreso de que en algún momento las Fuerzas
Armadas fueron el brazo armado de intereses económi­
cos y políticos; nunca lo fueron de la clase obrera y del
Frente Amplio. Es evidente qu^ esto está referido a las
clases dominantes y a los partidos que las expresan.
Por supuesto, esto tiene que concretarse en hechos,
pera yo digo que es fundamental para decidir nuestra
valoración A mí Juicio, esto es lo que está detrás de un
cambio sorprendente que vemos en la uitraderecha, en
loí intereses económicos más <■; pureas que sé mueven en
el pato. Hemos visto a esa ultraderecha aplaudir desver­
gonzadamente las torturas cuando se denunciaban, cuan­
do se cometía toda clase de excesos e ilegalidades. La
vimos hacer lo Indecible para que eso se tapara, para
que no llegara al conocimiento público ,y no te discu­
tiera. Pero de repente, cuando estas transformarlnncF Sé
dan, cuando estos conceptos se vierten por escrito, cuan­
do las Fuerzas Armadas declaran estas cosas, la uitrade­
recha descubre una vocación democrática renovada, en­
tusiasta, y ahí abandona el esquema tramposo de "orden- ^^n»ás pobres a los pobres y más ricos h los ricos, a tal
subversión*', por e| esquema de "poder civil - poder
tar”, o por el esquema que levantó el Presidente er Gftfwj, >o*bbidades y rapacidad adquisitiva en un 45 %, Ese
dona y que hace pocas horas volvió a revltallzar rccF-fj vobleftw no podía hacerte de la n?ché ii la mañana an-
munismo y democracia". t «orfVSh^lvifun<,,sta- antI-monopolista y partidario de redls-
Esto es algo muy significativo para la valoración nc
los acontecimientos políticos que ocurren <>n el país. No
sólo debemos atenernos a ellos objetivamente, como son,
sino que también hay que tomar en consideración como
los valoran las distintas clases sociales y los distintos
intereses políticos que se mueven en el país. Y ahora
apreciamos el terror y el miedo de los sectores ollgár- ‘
quitos frente a estos cambios y a estas transformaciones.
Vemos que de su actitud de embanderar a las Fuerzas
Armadas en la vida política nacional a través de la
lucha contra la subversión, pasaron a querer que retor­
naran de apuro a los cuarteles.
Por supuesto, hago una diferencia muy clara, porque».,
hay hombres que se mueven en oí Uruguay y no tienen
nada que ver con los intereses espúreos de la ultradere­
cha y con los intereses económicos más enajenantes y
especulativos de nuestra patria, y que sin embargo sos­
tuvieron esa tesis siempre, la sostienen ahora y la segui­
rán sosteniendo, porque son principios que guían su vida
política No ni»« refiero a ewis, sino a los que vieron muy
bien que Jas Fuerzas Armadas Intervinieran en la vida
política nacionaJ a ¡m que aplaudieron esa intervención
cuando les convino, ,y cuando íes dejó de convenir empe­
zaron a atacarlas y a decir que tenían que volver a los
cuarteles. Y, por supuesto, era muy difícil que volvieran.
Hoy se señaló con mucha elocuencia que era muy difícil
oue esos hombres que deacybrtaron un nuevo y amargo
toetefi del ihiIm úl la dep^fute^lw, te en«
rr opción , un« vez que habían afrlesgido «uá vidas y
habían hecho jornadas agotadoras, ni tiempo que .sufrían
en carne propia todas las dificultades que agobian al
pueblo —la carestía, los problemas para subsistir -, qul-
¡rían, sin mas ni mas, volver a los cuarteles. Eso no
podía suceder, y por eso decíamos que <sie es un hecho
consumado e Irreversible que tenemos que valorar; y eso
< s lo que estamos haciendo. En los últimos días, el cam­
bio político y la transformación de la vida política se
-vienen cumpliendo en el Uruguay de una manera tan
fluida y raplda, que lo «pie ayer era presente y actual
hoy ya es viejo y perlmido. Estamos asistiendo a una nue­
va etapa del proceso. El general Seregid. ai realizar la
udorarlon dr talos acontecimientos om la cual esta­
mos totalmente de acuerdo califica el desenlace políti­
co, diría yo, del pacto Boiso Lanza de e>ta manera
Hice el general Seregni: "El poder político pachequls-
ta-pactísta tiene la confianza do amaina; pronto los aires
de fronda que soplan en las Fuerzas Armadas. Quiere
domesticarlos con su habilidad para vohcrios a convertir
en su instrumento. La segunda razón cice relación con
el programa. Por una parte, la aceptación del nuevo pro­
grama por Bordaberry implica un reconocimiento de que
la orientación político-económica del gobierno debe ser
cambiada. Que era equivocada. perjudicial para el país
y negativa para su seguridad. Pero un cumblo de política
no se compagina con la permanencia de los mismos hom­
bre.«». Entonces no hay duda: el régimen pachequlsta apa­
renta plegarse al nuevo programa, parí destruirlo. Esa
parece ser la política de! señor Bordabetry. perfectamen­
te coherente: "hay que cambiar para que todo siga como
está”. FJ pachequismo se adapta para que nada cambie,
No puede descartarse que tenga éxito y vuelva a con­
trolar los vientos de fronda militar”,.
p7f
Estamos totalmente d° acuerdo con lo señalado. Los
hechos nos están dando la razón. ¿Quiénpodía creer en
un gobierno que fue abanderado fiel d¡! las recetas del
Fondo Monetario Internacional: que er función de esa
política reiterada enajenó el 20 % de tai reservas de oro
dH país; que practicó una política monopolista en favor
de in* monopolios, como lo demuestra la Ley de Fomento
Industrial; que practicó una política pro-latifundista, co­
mo lo demuestra su absoluta ineflcnciu en el combate
del contrabando del ganado por la frontera norte, y en
(tras medidas; que practicó upa politlón de redistribu­
ción de los Ingresos de abajo a arriba, haciendo mucho
garito que en 1972 el salarlo real del pati perdió vigencia,
búlr el Ingreso en favor de los más desposeídos. Era
fílente que un gobierno que te plegd minuciosamente
ii los dictados de la Oe». ron su pol tica enajenante:
<iur se plegó a los acuerdos con el Fondo Monetario ¡fl1-
i mmclonal. de la noche a la mañana no iba a Adoptar
de verdad, auténtica y sinceramente una política de ha­
cer de! Uruguay un país en el cual latf decisiones sean
enteramente libres y soberanas.
De*’manera que no se puede sacar otra conclusión
que la que extrajo p¡ general Seregnl. He quedan para
ver si podía bajar el curso de las agtiiir En eso están, y
asistimos en este momento a una ofensiva, a una embes-
t»da de la derecha para Intentai volver las cosas a su
quicio, para frustrar lo que pudo ser una apertura hacia
cambios importante* en la vida nacional.
El documento del día viernes es en gran medida la
referencia y consecuencia de ese heehs. Allí hay varias
rosus importantes, algunas critkables, iln ninguna duda
iirgutiviis Negativas, además, por el erinr que significan
romo ser la denuncia de sltuiteionM qw» pueden ser pri­
vilegios o no do lo* políticos, de los hombres que ejercen
¡a vida política, Y yo digo que eso es lo más negativo
porque tiende a desviar los grandes lemas del pals a una
discusión menor sobre qué sectores tienen más o menos
privilegios, Pero hay don cosas muy importantes: Ja pri­
mera es Ja reiteración programática de los comunicados
4 y 7. No debemos olvidar en este momento al periódico
Azul V HtelUto*' que en Ja «dit >ón del miércoles do la
semana pusada «chula que Jos ('o/minlf.Hd<<<i 4 7 ‘I coma-
liluyen ta herramienta de lo que ellos llaman la guerra
sien-política y que fueron forjados y puestos en movi­
miento en las momentos de 1« lucha, v pie despuea atbl
6 3 . í 29 644
 Habtaaío'étero,acrfrfi "Anrt y
demagógicas
La firmeza en li afirmación de que loa postulado» $
fundamentales son el cumplimiento de esos programas, «a i
importante. También lo es la denuncia que hace acerca ;
oc que existe un plan político para volver a las Fuerzas í
Armadas a su antigua situación de brazo armado de la
oligarquía y de determinados sectores políticos. E* sabido
que el famoso pian de los ocho puntos ha sido negado
rotunda y enfáticamente por los .sectores políticos in­
volucrados. Yo, por supuesto, no estoy en condiciones »
de saber si el plan es auténtico o no, pero no tengo nin­
guna duda do que qlgunos de los puntos quo se denuncian
m el plan están en práctica. Ese documento dice, por
ejemplo, que ne tratará de enfrentar al Frente Amplio
con el Ejército, qul se tratará de enfrentar al Ejército i
ron los estudiantes y con los ibreros. Pero, »qué otro 1
Minificado tiene el discurso que hace unas pocas hora» |
pronunció el señor Bordaberry, acusando a la Cnt da 3
hacer paros políticos para entorpecer el desarrollo y la>|
prosperidad BHcionul? ¿Es que no sabe que durante su
gobierno el «alarlo perdió el 45 ”4 de su valor adquUütl- 'i
vo*» (, Es que no había razones para hacer paro duiante '
el ejercicio de su gobierno?
Dice el señor Bordaberry que esos presuntos dirigen­
tes sindicales. y yo digo que si hay un presunto es
el Presidente de la República—, porque ¿quiénes eligen a
los dirigentes sindicales? ¿se cree que salen de la nada?
Hace pocos días se hicieron elecciones en la Federación
Ancap y se presentaron listas con distintas tendencias.
También hubo elcc-’iones en Ir Federación Ferroviaria y
se presentaron listas con distintas tendencias. Yo digo
oue ios dirigentes sindicales no son presuntos dirigente»,
puesto que son elegidos por los gremios Nadie los pone
i un el dedo .
. . . .. . .. _ . «A»

06 4 il 23 6 44
 SEÑOR TRIAS. -- Bato incid« • favor d® mi acite-
r<'K, Cualquiera *oa la actitud que hayan »»tímido loa
■ jefe», una cosa es lu que dloo cd senador V asco noel k»
f y otra es que detr&a de rao oslé el conjunto de la otir
i ciíilidad, porque <se compromiso está hecho a nombra '
; de todas las Fuerzas Armadas. Ese es el hecho que no»
¡ sol roa valoramos, porque la verdad es que a estos señorea
tefes no los conocemos ni nunca hemos cambiado dos
1 palabras con ello«; no obelante, apreciamos el cambio
sustancial de enfoque que ha habido de loe hechos ocu-
nidos en el Uruguay desde abril de 1972 a febrero de
1973. y entendemos que ese compromiso —que el tiempo
dirá si se cumple o no- responde no solamente a la
voluntad de cuatro, cinco o diez oficiales, sino al con-
lunlo de iodn la oficialidad, porque e*. en su nombre que,
«e lo ha contraído. y

En segundo lugar, resptcio u * -Me plan de ocho,/,

puntos -no sabemos si existe; no tenemos elemento«-, y.
d® juicio para pronunciarnos de lo que estamos se-
gutoa ba de qu* hay hacho» que demuestran que existe.-»
tnw polHlwí y qae, si no ettlMe él píen, ella ea tan**
parecida a él como una gota do agua «otra Ya hemos '
aportado elemento® de Juicio, como el discurso del señor
Promitente preí «adiendo enfrontar al KjéfOiM real lo»®F

Oí 5 ¡?
 SEÑOR VASCONCELI.OS Lo curioso del vaso pn
cuanto a este famoso plan al que se hace referencia? y
del cual nos enteramos líate pocos días no ¡o n - la­
mo» ps .e, según un comunicado de las Fue as *'•
das, ’ *' - los portavoces del plan seríamos •losoiro,'», a
traeos ••it»-*tro discurso pronunciado el !* (te febrero
SEÑOR TRIAS. -- Yo no 11? dicho eso

flEÑOR VABCQNCKUO«. - Ya M que no

Yo desafié por radio y televisión a lo« Ministros del
interior y de Defensa Nacional, que responden a las Fuer­
za« Armadas y í»on «uliduríos con rilas, según su« pro­
pias expresiones, a que vinieran a decir en el Parlamen­
te que nosotras eramo» portavoces de un pian de esa
naturaleza Y esto ¡o han seguido repitiendo en distintos
comunicados.
También es curioso que este plan a que .se liace re­
nuencia está dicho en expresiones usadas anteriormente
contra Icgisludoies de su propio sector Esperarnos que :
■ uundo i ai «a n ios uso de la palabra estén loe Ministros
para responsublli/ais«1 dr esa <unaile»ea afirmación
qM’J

0 6f6 1 23 « 4 4
 v (le admiración por esa hazaña. sin olvidar que lu con­
ducción de esa lucha .se rigió por los principios del mar­
xismo-leninismo.
Lo que ocurre, señor Presidente es que por «obro es-
lo a? la compatibilidad « incompatibilidad de las ld*olo-
trirts con las naciones y con las sociedades, hay un hecho
que no está expresamente dir ho en el Comunicado nú­
mero 4. pero que está rondando coni Indamente en iodos
los debates. 8e dice que son idees extranjeras, foráneas,
Es un curioso criterio establecer que una concepción cien­
tífica es una idea foránea. Porque, naturalmente, yon
concepciones científicas las que .se juegan en el campo
de la pollile«, de la orgaüizm'ión del Estado, de la eco­
nomía -y de la sociedad.
Hay quienes oponen y es una falaz oposición el
sistema republicano democrático representativo al mar­
xismo-leninismo, y nos dicen' ‘Ustedes, los marxlstus-
teninistas. traducen en d país ideas foráneas". Yo les pre­
gunto: ¿qué origen tienen los conceptos doctrinarios de
la democracia republicana-repleten!ativa? ¿Fueron ela­
borados en nuestro país por Zapicán o Abayubá. loa caci­
ques de las tribu.-» indias precolombinas? (No! 'lodos sa­
bemos que las iilosoliivi doctrinarlas que sustentan los
principios representativos del Estado liberal o democrá­
tico republicano-representativo abrevan en Juan Jambo
Rousseau, el que, si no me equivoco, era ginebrhio; en
Montesquieu, que desarrolló el principio de la división de
poderes, que. si no me equivoco era francés, y en John
Locke. uno de sus máximos teóricos, que, si no me equi­
voco. era inglés. Todos estamos de acuerda en que uno
do ¡os pilares en la tradición democrática del país fue
Jo:é Artigas. Sus Idea:; sobre la mganizacion federal son
de las más lúcidas, visionarias, impártante» y fecundas
de la tradición nacionnl. Pero José Artigas tampoco fuo
d creador doctrinario de los sustentos (ilosoílcos de esa
ideología y dr esos aportes de su ludia. Lo* Investigarlo-
res, los pesquisantes en materia de historia han puesto
de relieve cuáles fueron las fuentes en que abrevó el pen­
samiento político de José Artigar.. Habernos bien que era
un pertinaz lector de "La Oaceta", que dirigía Mariano
Moreno, en donde ieyo ¡a traducción que hizo Murena
de "El contrato social", de Juan Jacobo Rousseau. Y hoy
sabemos que el libro que le acompañaba permanentemen­
te y que recomendó si Cabildo de Corriente:, ae llamaba
Tierra i irme" y era una traducción nada mena» que del
"Conimon Srnse ", de Tomas Paine, y de alguna Consti­
tución de los Estaños Unidos realizada por el publico y
editor de Venezuela, García de Hena Y que sépanlo», To­
mas Paine era un nui letimcrleimo, no un oriental. Enton-
¿donde queda Jo íoriineo. dónde quedan las Ideas ex-
lijera.;? i »No: concepciones eleni i ticas.
en política, en 1» sociedad, en iodos los tipos de activida­
des aenUftraA. ¡as Ideas no tienen patria1 Una vez que
un grupo de hombres, un hombre o un genio hace un
a (Kirie esclarece un sector de la vida humana con un
aporte miel gente y protundo, eso se torna de inmediato
liatrúnonio dp to.ia la humanidad Lo que tiene patr
ua la aplicación y el ejercido de e.»a* doctrinas y
cepcioms en cada pato. / « partidos, de los hombres y de Jo i gobiernos que tienen
Y yo digo ae» que la esencia n isma del marxismo-5 ^SADO
leninismo es la recreación de sus pimniuu y Im íunda-
mentos de f.u doctrina en i»t*t icalidadfH eaperiflcas de ca­ i(ar al esta (’on dUMlon que en los últimos año; henos asís-
da país donde Hé uplicM. Y el que Intente, eK-rcrr el mar­
xismo-leninismo injertando recelas, fórmulas y esquema*
que han aplicado otros países, no está haciendo marxis­
mo-leninismo. .sino violando lo que es el método marxista
por excelencia. En ese .sentido los marxístas-leninistAS
orientales somos tan o mas orientales que cualquier otro.
Nosotros somos .soc ¡tlisla.s, materiaJlsla.s históricos, mar- loracion de estos oeont^ermiantos. Una cosa es defender
xistas-ieninistab y profundamente niicionniísias En pri­
mer termino, porque nuestro punto de partida r> que so
moa hombros, y los hombres no son entidades abstrm las
ano (qncr<tu > No liuv un Imuibrti t|it»! t*o ,>i u Irunri e
dentón, muyutiy« o littiHlIrihi: ttbsidtos 5iiiitni homl>ié<
latinoamericanos y oriental«1*., y hemos dedicado nuestra
mihtane.ia, nuestra vida a luchar por núeisáro pueblo y
nuestra patria, y hemos creído que el mejor InstrumentoQ /
ideológico-cientifico para llevar adelante esa lucha era el*
materialismo histórico, que para nosotros es un medio
esencial, porque entendemos que es el aporte más avah«
zado. en el error o en el acierto, que el mundo, que 11
humanidad ha producido en la materia. < v '
Esto de lo foráneo, lo extranjero .se tradine y va­
mo.s a hablar de ello en lo-' dlvecos tipos de anti-co­
munismo, romo el ciise desarrolló el -cñor F residente de
la República en su discurso de hace unas hiras. que nq
llenen nada que ver con los fundamento.» doctrinarios é
Ideológicos de esta concepción.
Queríamos decir esto muy claramente, porque re-¡¡
petimos vemos en los Comunicados número« 4 y 7 coí>ajj
muy positivas, ausencias muy serias y aspecios muy né3
sativos. como esto que señalábamos. 1
Naturalmente que no se neceóla ser marxHta-Jenl*
nista para luchar por la liberación del país, por su desa,-^
rrollo y por la implantad- n de la .justh.la social. 1*1 Ereu<
te Amplio lo demuestiíi; tiene un programa 11 aerador qu^
so encamina, sin ninguna duda, hacia d desurrolio eco-’í
nómico del país y ;? implantar un régimen ó»' justicia^
social; y en el Frrnlt- Amplio coín ¡dimos marxista-lenUl
nlstas. nacionalistas populistas, nacionalista» revoluciona*!
ríos, demócratas cristianos, y por ¡o Unto el marxismo-^
leninismo no puede ser pura nosotros un criterio e:;clu4
vente y el único punto de referencia para cataloga«. apre-1
ciar, estimar j tomar posición frente a loa Comunicado*!
números 4 y 7. ¡
En cuanto a los hechos, entendemos, en linea, gene-'1
tales y en función de estos documentos, que los acontecí-1
mientas producidos durante esos días fuvror positivos. «
Habernos que los procesos de este ti|x> son ambivalentes; i
la experiencia histórica no-, enseña ahí *sta >o ocurndbJ
en Perú, en Egipto y en muchos lugares que puede de»l
embocar como acertadamente dijo el General 8areg*|
ni en muy bm n puerto, oero que también puede de-|
sembocar en un desastre, que ei>o depende en gran me- |
dida del pt oceso de correlación de tuerzas j yo dn ia, ?
también, en gran mtd da, de cómo se coloquen los bectu-,/
res más progresistas y los que postulan solucione^ más
liberadoras para el Uruguay.
Por lo tanto, tomamos e^tas caías con la cautela qut
corresponde, afumando que en lineas generaieu. conccp*f.
toarnos lo ocurrido en febrero como un hechc del cuir,,!
surgen evidentemente nuevas posibilidades y npertura
fiara el país. Y para ello tomamos muy en cnent.i alg
que se afirma con tazón, el deterioro que las insutudo
nes sufien en procesos como este. No ¡o neganiu». es ub
¡ohitamentc cierto, y para nosotros wrn muy i minutante
las instituciones', pero, eso ai, en Unid en ios» que las insU
iliciones no «'do rigen como principios en el panel, t*n ‘
texto escrito, sino que valen en ¡a medida que >e ene»
imn vn hombres, en gobiernos, en partidos y en poUlia
operetas. Por consiguiente, las instituciones drmocrát
cas del Uruguay, que nos interesan vitalmente, valen í
a medida que las apreciamos a través de ni ejercicio, ;
# ves de cómo se difractan en la realidad por la v.a de
eber de tuteladas.
y u tenemos ese criterio, no podemos menos que ¡le­
lido a un graeeso que ha aldo designado y por eso uti­
lizo el verbo— cómo vaciamiento de la» instituciones de»
moer áticas dei Uruguay, de agotamiento de su carne y
«ustaneta hasta el punto de quedar reducidas en mucho*'
htoí a meras formulas declamatorias, y eso por suputa*
lo liem$ que pesar en fa balanza cuando hicemot la va«
Instiluc oncH plenas, vigentes, vipere as, que natwulmtm*
te merecen cualquter tipo de faerificlos. y otra oosft é#
tpfemlrr únanmelas dp Instituciones, fachadas de lm»
i)iurií>hi , s pedos roí rompido* de inslitu<'ione< rm» Jiarf
tfinit t. i/¡/, ip.'-íf) f
diria yo. espúreo que se ha herbó d* días en los ah irnos
23 0 44
ocurre en el país algo muy importante:
esos ‘^clores de ha ultraderecha. esos sectores ecor omicos
 y políticos que ya he designado con toda precisión, que
al principio jugaron la curta de las Fuerzas Armadas pa­
ra implantar en el país ¡n régimen de fascismo colonial,
ruando vieron el curso que tomaban los acontecimientos
y observaron que ej programa de "primero, los tupama -
ros, después el Frente y luego la Cnt" no resultaba, y que
después de los tupamaros aparecieron los (licito» econó­
micos y formulaciones que no admiten tergiveisaclon, co­
mo la que ahora voy a leer, cambiaron sus planteamien­
tos.
Se afirma en uno de lo» documentos emitidos en esos
días: "I-as Fuerzas Armadas no son ni serán el brazo
armado de grupos económicos y/o políticos cuyos perso­
naros, habiéndolo advertido así y para satisfacer su» Inte­
reses sectoriales, pretenden apartarlas del camino que
ellas deben recorrer". Y en otro documento más claro,
se dice: “lo que en consecuencia la» retrotraería a Ja su­
perada época de ser el brazo armado de intereses eco
* nómtcos y políticos, de espaldas al cumplimiento de sus
' misiones especificas de seguridad nacional y a los inte­
rese» de la nación". El único diario en el que hemos leído
que esto no se refiere a la oligarquía nacional y a las
clases dominantes es "El País". Aquí hay »un reconoci­
miento expreso de que en algún momento las Fuerzas
¡ Armadas fueron el brazo armado de Intereses económi­
cos y políticos; nunca lo fueron de la ciase obrera y del
Frente Amplio. Es evidente que esto e»tá referido a las
clases dominantes y a lo» partidos que las expresan.
Por supuesto, esto tiene que concretarse en hechos,
pero yo digo que es fundamental para decidir nuestra
valoración. A mi Juicio, esto es lo que está detrás de un
cambio sorprendente que vemos en la ultraderccha, en
los intereses económicos más espúreos que se mueven en
el país. Hemos visto a esa ultraderccha aplaudir desver­
gonzadamente las torturas cuando se denunciaban, cuan­
do ae cometía toda clase de excesos c ilegalidades. La
vimos hacer lo indecible para que eso se tapara, para
que no llegara al conocimiento público y no se discu­
tiera, Pero de relíente, cuando odas transformaciones se
dan, cuando estos conceptos se vierten por escrito, cuan­
do las Fuerzas Armadas declaran estas cosas, la ultradc-
recha descubre una vocación democrática renovada, en­
tusiasta, y ahí abandona el esquema tramposo de “orden-
subversión", por el esquema de ’’poder civil - poder mili­
tar”, o por el esquema que levantó el Presidente en Car­
dona y que hace pocas horas volvió a recital izar: "co­
munismo y democracia".
Esto es algo muy significativo para la valoración de
loa acontecimientos políticos que ocurren en el país. No
sólo debemos atenernos a ellos objetivamente, como son
sino que también hay que tomar en consideración rom***
los valoran las distintas clases sociales y los distliwflj
intereses políticos que se mueven en el país. Y atforlr'
apreciamos el terror y el miedo de los sectores olírár-«
quicos frente a estos cambios y a estas transformarIn/rtO
Vemos que de su actitud de embanderar a las Fuerza»
Armadas en la vida política nacional a través de la
lucha contra la subversión, pasaron a querer que retor­
naran de apuro a ¡os cuarteles.
Por supuesto, hago una diferencia muy clara, porque
hay hombrea que se mueven en el Uruguay y no tienen
nada que ver con loo intereses espurcoa de in nlhadere
cha y con loe Intereses económicos más enajenante» y
especulativos de nuestra patria, y que sin embargo sos­
tuvieron esa tesis siempre, la sostienen ahora y la seguí'
rán sosteniendo, porque son principio» que guían su vida
política. No me refiero a esos, »ino a lo» que vieron muy
bien que las Fuerzas Armadas intervinieran en la vida
política nacional, a los que ar/iaudieron esa intervención
cuando Jes convino, y cuando les dejó de convenir empe­
zaron a atacarlas y a decir que tenian que volver a los
cuMtete# Y, por supuesto, era muy difícil que volvieran.
Hoy IH* nynalp m HIW(M ♦loeqaiu ia que erg muy difícil
ouc esos hombres que de^ ubrieroit un huevo v timmtitt
rustro del país —el subdesarrollo, la dependencia, la co­
rrupción--, una vez que habían arriesgado sus vidas y
habían hecho jornadas agotadoras, al tiempo que sufrían
en carne propia todas ios dificultades que agobian al
pueblo la curüMihi, lo» problema» pata .uljslslir , qui«| -
iernu, sin más ni más, volver a ios _ ,T
jtedia suceder, y por eso decíamos que este es un hachó
consumado e Irreversible que tenemos que valorar; y tw
es lo que estamos haciendo. En los últimos días, el cam­
bio político y la transformación de la vida política »e
vienen cumpliendo en el Uruguay de una manera tan
Huida y rápida, que lo que ayer era presente y actual
hoy ya es viejo y porlmido. Ri tamos asistiendo a una nue­
va etapa del proceso. El general Seregni, al realizar la
valoración de estos acontecimientos ---con la cual esta­
mos totalmente de acuerdo califica el desenlace |M>líti~
co, diría yo, del pacto Boiso Lanza de esta manera.
Dice el general Seregni: "El poder politico pachequil-
ta-pactisia tiene la confianza de amainar pronto los aires
de fronda que soplan en las Fuerzas Armadas. Quiere
domesticarlos con su habilidad para volverlos a convenir
<>n su instrumento. La segunda razón dice relación con
el programa Por una parte, la aceptación del nuevo pro­
grama por Bordaberry implica un reconocimiento de que
la orientación politico-econòmica del gobierno debe ser
(amblada. Que era cqulvtx'nda, perjudicial para el jais
y negativa para su seguridad. Pero un cambio de politica
no se compagina con la permanencia de los mismo» he m-
bres. Entonces no hay duda: el régimen pachequlsta apa­
renta plegarse al nuevo programa, para destruirlo. Esa
parece ser la política del señor Bordaberry, perfectamen­
te coherente: “hay que cambiar para que todo siga como
está". El pachequismo se adapta para que nada cambie.
No puede descartarse que tenga éxito y vuelva a con­
trolar los vientos de fronda militar'’.
Estamos totalmente do acuerdo con lo señalado. Los
hechos nos están dando la razón. ¿Quién podía creer en
un gobierno que fue abanderado fiel de las recetas del
Fondo Monetario Internacional: que en función de esa
política reiterada enajenó el 20 % de las reservas de oro
del país; que practicó una política monopolista en livor
de los monopolios, como lo demuestra la Ley de Fomento
Industrial; que practicó una política pro-latifundista, co­
mo lo demuestra su absoluta ineficacia en el combate
del contrabando del ganado por la frontera norte, y en
(tras medidas; que practicó una política de redlstilbu-
Hón de lo» Ingresos de abajo a arriba, haciendo mucho
más pobres a los pobres y más ricos a los ricos, n tal
punto que en 1072 el salarlo real del país perdió vigencia,
posibilidades y capacidad adquisitiva en un 45 %, Ese
gobierno no podía hacerse de la noche a la mañana an-
M-iatifóndlsta, anti-monopollsta y partidario de redis­
tribuir el ingreso en favor de h» más desposeído» Ere
evidente que un gobierno que m* plegó minuciosamente
a los dictados de la (M ron su jwlltka rnaleninte.
que se plegó a los acuerdos con el Fondo Monetario IdMh
—-M^rnaclonal de 1« noche a la mañana no iba a adjptwr
p verdad, auténtica y sinceramente una política de ha-
’» aeAdel Uruguay un país en el cual las decisiones sean
enteramente libres y soberana».
z De manera que no se puede sacar otra conclusión
que la que extrajo el general fieregnl. He quedan para
ver si podía bajar e! curso de la» aguas En eso están, y
uslstimos en este momento a una ofensiva, a una embes­
tida de la derecha para intentar volver las cosas a su
inicio, para frustrar lo que pudo ser una apertura hacia
< amblo» importantes en la vida nacional.
Ei documento del día viernes se en grrn med.da la
i Herencia v consecuencia de Me hrchó. Allí hay varias
cosan imixtrUinles. algunas criticables sin ninguna duda
negativos. Negativas, adema», por el error que significan
como ser la denuncia de sh unciones que (Hieden s^r.prl*
vUngios o no de l<>» político». de lo» hombre» que ejercen
la vida política Y vo digo que eso es lo más negativo
porque tiende a desviar los grandes tomas del pai¿ a lina
discusión menor sobtn qué sectores tienen más o menos
privilegios Pero hay do» cusas muy Importantes: la pri­
mera es la reiteración programuth-ii do los comunicad»»
i y 7 N<» flabem«» olviúai en »»»itr momento al periódico
Ar.ul v lliáHcei' que ell ie »di* lón dc| miércoles de la
semana pasada sédala que Jo» Comunicad' s 4 7 1 cana*
<Huyen la herramienta de lo que eilurn llaman la guerra
siró-poli tica y que fueron for indos y puesto« en movi-
«lento en lo» niüimnt<a de la m< ha. v que después nrbl-
rt 44
 frarktmrnt»• ir-. «l o « I d-- vimirnido piogiamatu'o.
Hablando rimo, srgun Azul y Blanco", son meras pases
demagógicas
La firmeza en la afirmación de que loa postulados
fundamentales son el cumplimiento de esas programas, es
importante. También lo es la denuncia que hace acerca
do que existe un plan político para volver a las Fuerzas
Armadas a su antigua situación de brazo armado de ¡a
oligarquía y de determinados sectores políticos. Es sabido
que el famoso plan tic los ocho puntos ha sido negado
rotunda y enfáticamente por los sectons políticos in­
volucrados, Yo, por supuesto, no estoy en condiciones
de saber si el pian es auténtico o no, pero no tengo nin­
guna duda de que algunos de los puntos que se denuncian
en el‘ plan están en práctica. Ese documento dice, por
elemplo. que se tratará de enfrentar al Frente Amplio
ron el Ejército, que se 1/atará do enfrentar al Ejército
< on los estudiantes v con los ibreros. Pero, ¿qué otro
significado llene ti discurso que hace unas pocas horas
pronunció el señor Rordaberry, acusando a la Cnt de
hacer para* poli! iros pnrn entorpecer o) desarrollo y la
prosperidad nacional'’ ( Es que nc sabe que durante su
gobierno el salario perdió el 45 'i de su valor adquisiti­
vo? ¿Es que no había razones para hacer paro durante
el ejercicio de «u gobierno?
fe Dice el señor Bordaberry que esas presuntos dtrigen-
|Fc< sindicales — y yo digo que .si hay un presunto es
el Presidente de la República—. porque ¿quiénes eligen a
los dirigentes sindicales? ¿Se cree que salen de la nada?
Mac** pocos días se hicieron elecciones en la Federación
Ancap y se presentaron listas con distintas tendencias.
También hubo elecciones en la Federación Ferroviaria y
j»e presentaron listas con distintas tendencias. Yo digo
<>ue los dirigentes sindicales no son presuntos dirigentes,
puesto que son elegidos por los gremios. Nadie los pone
con el dedo...
HEROR RODRIGUEZ »dnn Enrique). — Nadie los |>o-
ne con el dedo como a algunos.
SEÑOR TRIAS. .. porque no «a sostendrían ni me­
dio minuto
Digo que el señor Bordaberry Intenta enfrentar el
Fjcrcltn con los obreros. Amenaza con la reglamentación
sindical, intenta crear un clima contra loa sindicatos, con-?
tra los trabajadores organizados, y eso es parte del piad
que se denuncia en el comunicado del viernes.
SEÑOR VASCONUELLOS. ¿Me permite una into-
n^cíon, señor diputado?
*E.vOR TRIAS - 81, señor senador.
SEÑOR PRESIDENTE. Puede interumpir el señor
legislador
SEÑOR VASCONCELLOS. Lo curioso del caso en
cuanto a este famoso plan al que se hace referencia, y
del cual nos enteramos hace pocos días no lo conocía­
mos—. es que, según un comunicado de las Fuerzas Arma­
das, uno de los portavoces del plan seríamos nosotros, a
través de nuestro discurso* pronunciado el 1^ de fideero.
SEÑOR TRIAS. - Yo no he dicho eso.
SEÑOR VASCONCELLOS. — Ya sé que
Yp-detAÍle por radio y televisión a los Ministros cjei
Interior y de Defeuaa Nacional. que responden a laa Fuer­
zas Armadas y son «obriarios con ellas, según su* pro­
pias expresiones, a que vinieran a decir en el Parfemen­
te que nosotros eramos jx>rtavoces de un plan de esa
naturaleza Y crio wni «e¡p¡iHo rej.itkndo en distintos
< wkMpcadu*
También r.< curioso que esté pian a que se hace re­
ferencia esta dicho en expresiones usadas anteriormente
contra legisladores de su propio sector. Esperamos que
cuando hagamos uso de la palabra estén los Ministros
para responsabilizarse de esa canallesca afirmación. Que
vrugaii 4 decir aquí come h> dcnuij, laníos por iadt» y
televisión, que somos portavoces de un pian de esa na­
turaleza, y, además, que vengan a decir quiénes son lo»
porta vocea de cae plan Hoy imputaban al señor senidor
Fcrreira Aldunate y a su sector político. Como bien lo
señalaba uií representante del Partido Nacional, el he­
cho de no denunciar un delito es ser cómplice de él, re­
firiéndose a un ataque que bahía sufrido su sector po­
lítico. Yo digo que si estos señores tienen en sus manos
la existencia de un plan de esa natmaleza, donde iav
sectores políticos involucrados, y no lo denuncian, son
cómplices, merecen la pena de prisión, así como la me­
recen por otros delitos cometidos en el curso de entos
tiempos.
Una de las razones por las cu.tá s no votaremos la
continuidad de la suspensión de las garantías es por la
de que a estos señores Ies sobra tanto tiempo que en /ex
de dedicarse a combatir la sedición, se han dedicado, ¿a
qué?: a investigar, una por una, la vida de los políticos
de este país. Han tenido y tienen tiempo de sobra pora
investigar hasta lo que comen los políticos de este pola
Y Jes sobra el tiempo perqué ni tienen otra cosa que
hacer que investigaciones privadas prohibidas por la Cor.s-
Utuclon de la República A muchos no nos duelen pren­
das señor Presidente. Que Investiguen todo lo que quie­
ran: pero este juego en que están de investigar todo a
otras, nosotros también podemos hacerlo y vamos a ver
entonces donde es que aparecen las cosos sucias, quienes
son los que tienen la conciencia sucia y quienes son los
que tienen una tradición personal sucia en un caso y
en otro.
Por eso esta invención de un plan por parte de algu­
nas periódicos, que han mencionado el señor senador
Rodrigues y el señor diputado Trías, en el cual se nos
hace aparecer en connivencia con tal o cual grupo ccn
algunos de ellos no tenemos nunca trato político— , es
simplemente eso: una invención canallesca que se Fa
hecho con la finalidad de tratar de desprestigiar o jx»r
lo menos de quitarle fuerza a pensamientos que son muy
claros y están por encima de quienes los han inventad).
Y si es un hecho cierto, quienes tienen las pruebas de­
ben suministrarlas a la opinión pública y a la lusticn
de este país. Batán emplazados públicamente por mi les
señores Ministros de Defensa Nacional y del Interior, que
«e declararon solidarios con las Fuerzas Armadas, para
exhibir esas pruebas aquí en el Parlamento y decirnos
cara a cara que eso que dijeron en el comunicado del
Ejército - no, del Ejército- dos generales que hablaron
rn nombre del Ejército- era verda l N<isolroa ios cm
plazarnoft públicamente en la televisión y en -toda I <
prensa do e^te pala.
Espero que en el día de hoy concurran aquí a de­
cirnos esto frente a frente y a demostrarlo Es muy fácil
lanzar por ahí las cosas por parte de quienes se hacen
solidarios con ellas y después no aceptar aquí las res-
ponsabilidades: es muy fácil también- hacer programa!
para vender espejitos de colores a la gente. Veo que el
señor diputado Trías tiene entusiasmo por algunos pro
gramas que se han enunciado. Pero todos sabemos el
origen que tienen: son copias de cosas muy conocidas en
el país. ¿Quién puede haber olvidado, por ejemplo. In
lectura del programa de gobierno de Hitler cuando em­
pezaba su campaña? ¿Quién ha olvidado que ello res­
pondía a tocar sentimientos del pueblo alemán para mo­
y vilizarlo y continuar movilizándolo? 1
los programas se hacen a veces porque se tienen
metidas las ideas dentro de la sangre ,y por las cualeú
se están jugando; y otras veres los hacen para cambiar
espejitos de colores como lo hacía Cristóbal Colón con
los indígenas en su época. Y este tipo de programas que
se ha hecho, no es otra cosa que eso: espejitos de co­
lores para vendérselos a la gente.
Cuando se dice qué el Ejercito es el biazo armad// de
la oligarquía —una frase que popularizaron los tupama­
ros en distintas formas— ¿que se está haciendo? ¿Acaso
estos señores que ahora tienen en sur? mano» ios mandol­
ín) son los mismos que estaban ant^, q^e^es^iosotrcM-
 U Uv .......... . » > !.».»> I O , t ■ U . tn 1 .«I
k> cpie pudimos, invcLiMincim' ¡h>i que e.stubdii
vigentes entonce1»? tími rxmtiuiv’hlc ios misino* Hay rit
todo esto miaño tic pello y fastidio personal contra Ion
político« porque en el Henado durmieion lodo lo que «o
pudo sus ascensos a general. Algunos lograron ascender
a general porque al mismo tiempo hombres do otro# sec­
tores también ascendían a ese grado De esta manera
consiguieron los voto* necesarios para que las venias fue­
ran otorgadas
El problema, lamentablemente, no eitá planteado co­
mo dice el señor diputado Trias, en un plano ideológico,
abstracto. Está Planteado con gente de carne y hueso
que ae conoce en este país y que hace mucho tiempo
está en eso. Esto no empezó ni ayer ni anteayer, sino
mucho tiempo atrás. Yo hasta podría dar la fecha, pero
no quiero entrar en un tema de política menor Empezó
un .na «n .»ve de un oes i tic *e xa -• .te trura a cri;pc
ti? ^titulare# aruRsd.V' a:, ■sí*-arué ¿ir o'ir preparar, ao
una ron* pira cien. Aíi» *c$í;i u.kím la documentación nubll-
cada por ios mumos militares, haciendo reclamos jx»r
esas acusaciones, y nunca se les contentó. De allí viene
todo p«to. mucho an*^r. d*’ que ij í.rcrirran ios tupamaros
en este país o por lo monos, de que aparecieran públi­
camente.
Por eso, cuando se afuma aquí v se repite lo de cm
famosa y siniestra conjura que hay en e! nafa, según la
información que «e ha dacto en ese comunicado que «a
lanzó contra mí después del I o do febrero comunicado
que intentó justificar el golpe de estado tlel H de febrero,
diciéndose que era una ronsplrucjon y nosotros éramos
los porta voces do una eo.duia contra las Fuerzas Arma­
das y contra la República v> d;,’i> *,11? r.sp, tu que l.>s
u-ñores Ministros vengan en el día de hoy ai Parlamento
porque eia 5 era la primera oportunidad que tendrán lue­
go de que •lk>< hayan deacuusado y dormido-- para pro­
bar la ra/rn de caos dic.Utó v pura hacerse solidario# ron
»¿as af ramplón?« y explicar ¡aa razón»* que üenen paia
hacer esas ase ve racionas
Ea muy fácil míir en cadena# d* Irlrvialón o npo
yarse en la radio am camuniCHdtw iwn Imponer deter-
mínadn# uürnuirionfv», v no venir ni Parlamentó En el
día de hoy oí un elorurnle silencio del señor Minislr
de Ofensa Nacional. Fu» el mejor discurso que pro
ció en su vida.
«Murmullos )
- No diio una sola palabra sobre todos »»MkiS hechos
El tendrá que hablar; n » r* .•u^Mir-n de íríc d* que ‘
desaparezca ahora. Tendrá qu i ,‘ar iir¡y , aquí en *1
Parlamento, j>«rqm' va a rener qu<* ctn«"*’. .tr -Hfu-í rusa»
Porque, ¿a quién quieren que lo mvrimriya * /Quieren
que discutamos con el w»ftr Ghnit.tdo Trw el
alcance de eaUP El llene sin punto# de vlata, y ¡o# rea*
peto Creo que está profundamente '‘qyiyocado Además,
conociendo a la tiente que está en esto, «tibiando de sus
antecedentes publico« y sus punios de vista, solamente
es una Inmensa ilusión pensar oue lodo esto resjxinda
a posiciones ideohu’icas A lo que responde e# a cosas
complot ámente dtsíinnut míe an¡ili/n remos '*n el momen­
to oportuno. .Sobre el partIrnliir lo haremos con tiempo
Son las 6 y 40 quizn.s nos toqur Intervenir u las la a
las 13 ó ¡i las Id limas pera van a
tratar aquí, hoy. Yo he rmi la/mlo puhilrnmentr n i»is
Ministros solidarlos ron las Fuerzas Armadas pura que
e.stén presen tes en Sala y repetir eso que han dicho, de
que somos in*truniento de una conjura siniestra contra
no sé qué valores del país. Entornas, cuando ellos vengan,
vamos a ver quienes son Instrumento y donde catan
aquellos que sirven a Ideas ajenas,
Dtocuipexne el señor diputado Tna» por c^ía interrup-
vióo: no estoy dlréctamenw ruau a U ni «on’.ra su j*n-
.fa'.'-sPáiYlW e/.w «y /..v/" v* qo#r fhit Miti r
oue he aprovechado ui opor’unidad partí roiteiar un
concepto que espero llegue a í«k señores Ministios Deseo
que cuando haga uso de la palabra ellos estén aquí; y
sí no eírtfin aquí, peor para elkri Es porque no han que­
rido aolldarizurse ron las persona* Con laa Ideas, con las
07 0
H HtÍUt. ’li’i ’Ijt ith■< *V
lamente solidario* un el momento en qiiá Moa MÍ|&ÍRH|J
nsumieron sus cargos Tal vet dirán un discurso Un
। ucnte como el que pronunció el señor Ministro de Difl
tensa Nacional, que ahora no está presente; pero van dfl
tener que ver y oír aunque no quieran Ja doctimentacidCd
las pruebas, los elementos de juicio que nosotros exhib^S
mos para que el Parlamento tome conocimiento de ellohl
porque con el Parlamento lo «abrá iodo el pau> , 3
Muchas gracias. .. i
REÑOR TRIAS. - Continuo, señor Presidente. 1
Quiero hacer alguna* proel¿lene# que en cierto modn|
túnen que ver con las apreciaciones formuladas por sl|
*ñor senador Vosean reí In» Se na dicho que somos entu«J
¿.km La» Eniutiaamo tenemos con el socialismo, con ell
L'iucuajr. y na da ma» |
En segundo lugar no somu* compradores de espe-J
jilos de colores, aprocwnius las cosa* objetivamente, cotd|
(úntela, y esperamos que los hechos las confirmen o iapl
leíutun. 1
" 'J
Por supuesto, confiamos fundamental y esencial«:!
mente en nuestra propia cabeza y en nuestras propias^
fuerzas.
Con el señor senador Vascoin ellos tenemos una dÜH
< repanría dé fondo aunque, desde luego, existe más di
una respecto al modo de apreciar este fenómeno. coM
que solamente los hechos dirimirán. El señor senador sí"
tefiere a los hombres que aparecen al frente del proceso.
:i oficiales determinados con nombre y ajiellido. Yo n<
ion conozco, no puedo juzgar ¡o que son, porque no ten^i
go los elementos de juicio. No nos referimos a eso, quf’
nos parvee secundario porque sabemos que el Ejercito ní>
esta compuesto .solamente con esos oficiales, sino quá»
ts una comunidad con miles de hombres, entre los cuales
iciitfiios unidlo» am:g<iÁ. que han adquirido un compro*
miso público respecto 4 algunos puntos programa ticos <
SEÑOR VAHCONCHXOS , Me permite una inte-»
tíujiclon. señor diputad«1
SEÑOR TRIAN tíi. señor legislador.
SEÑOR PRESIDENTE. Puede interrumpir el aeñot
guiador.
_ VABCXINCELim
SEÑOR No mesclo al Ejercí^
ron «sto. diferencia está en que el señor diput
Trias, ruando habla de este tema, se refiere a! Eje
No hago tal cerna porque tengo demasiado respeto
Ejército de mi país y por la gente que lo integra ron#
para mezclarlo en e*ta aventura, y oportunamente vam
a referimos a él
SEÑOR TRIAS. , E*to im'ide a favor de mi crile*
r|o Cualquiera qr la actitud que hayan asumido Loa
jefe.«, una cosa e« la que dice pl senador VasconcelIcB
v otra es que detrás de <■««» está el conjunto de la
rialMad, porque ‘¿t-r cw prtvnAio e*tá iiecivo a nombn|
de toe«»# tau Fuerzas Armada», Esc u# el heeho que ium
solio» valoramos, porque la verdad es que a vetos seftor®i|
H'fe'i no lo» conocemu» m nunca hemos cambiado doá
palahra* con rllmr. no ulMtahlé, apreciamos el cambín
viutam tal de enfoque que ha habido de loa hecho» ocu*
111 los en él Uruguay desde abril de 1872 a febrero dá
1973 y entendrino# que ese compromiso -que el tiempd
dirá si m* cumple o no- responde no «olamentv a la
voluntad d< cuatro cinco o diez oficíale», mno al ron* I
imilu <ir (oda la ofií üilldad porque es < n su nombre quá i
í r lo ha con!ruido
En segundo lugar reMjH’ctu 11 »-'tv plan dr ocho
punto# no »abemos m existe, no tenenio.- ehmentn»
<!>• Iqí' lo pHm pHihoui ñ»l .»•» <’<, i>. .pu- i.-ìuio.’ >.c
lluros e» d» que Imy ht»rhu» «fu* da.-m»<-»irati »t»i* |
mi» política y que. el no existe el plan, ella «m
pare«, uta a él cuino una gota »le agua a otra Ya hvmo<,|
aportado vletm nt<»s de juicio, romo el discurso del señoFtí
J’iMxi’lente pretendiendo enfientur al Eiérvito («»n loan
 ’trabajadores y con el Frente Amplio, al s* nular que el
General S<regni cu jefe de una coa lición bolchevique»
tupamnru y a) atribuir al Partido Comunista la respon­
sabilidad do todo« los paro«, las huelgas y los movimien­
tos gremiales en el país.
Yo digo que hay otros elementos de juicio. ,.('omo.
si no, Interpretar este editorial del diario El País"
que se refiere a ese punto en el cual las Fuerzas Armadas
dicen que no han de intervenir en los conflictos obrero*
estudiantiles, a no ser que lleguen a hacer peligrar la
seguridad9 Y esto lo contenta en estos términos: "pero
más extraño y más Insólito resulta todavía que tan grave
problema erape a la inquietud v al afán di* las Fuerzas
Armada», por todo cuanto contribuye a la recuperación
y el progreso del país, como parece deducirse de la
limitación que «e imponen respecto de los asuntos sin­
dicales y estudiantiles, restringiendo su colaboración al
rx«rt extremo de r>csgo pañi Ja seguridad publica Cuesta
admitir que quienes tienen tanta y. no lo dudamos,
tan sincera preocupación por la critica sil nación do la
Kopública y por su porvenir, no < opten la gravedad del
hecho de que los sindicatos, precisamente los .sindicatos
marxistas-lenmietas - lo que hace más serla y lamen­
table la omisión en quienes no ocultan su oposición
a las doctrinas e ideologías ' incompatible con nuestro
tradicional estilo de vida" puedan seguir paralizando,
en cumplimiento de notorias corsignas políticas. la in­
dustria, el comercio, los transportes, los servicios pú­
blicos y la enseñanza. actividades cuya regularidad y
normalidad están estrechamente ligadas al éxito de cual­
quier plan de desarrollo nacional”
Es decir, que el Presidente no esta solo en su ¡dan
dr querer enfrentar al Ejéir tu ron los sindicatos v ron
los partido* y grupos del Frriit’' Amplio Aquí i slá c|
diario ‘ EL Pals‘f reclamando ni Ejército. hiriéndole que
está equivocado, que no debe limitar su arción a los
confítelas obrero# v «•$: »dian’ilt s que pongan en peligro
acguriria?: qtJ*1 d*b~ rcpf.nnr y oponerle siem­
pre a la actividad, a las reiv udic.iciom# y a las formas
de lucha da lo» sindicatos del pnk Este ea uno do Ins
punto» fundaméntale« del plan Si este no existe, por
lo menos hay algo muy parecido
Por otra porte, ¿cómo interpretar un nrtíeuln del
diario "Acción’ que se refere a otro aspecto que tam
blén denuncian Jhs Fuerza* Armada* en el comunicado
del viernes, ea decir, insinuar o hacer lo posible para
dividir las Fuerzas Armadas, para apartarlas de su cohe­
rencia’ En la página titulada "Información’' hay un
artículo. "Divergencias en Fuerzas Armadas y Gobierno*’/
que dice: "El comunicado militar de! viernes fue puerto
n conocimiento del Prelùdente de la poca»
oras antes de su rii fui* ion. El oburivó «u inoportunidad
y había «malario una serie de punte,•: conni hn mé»
cues!ioiuiblos de hu cmilviilrio Ello» irmstrubmi unii ac­
titud claramente coincidente con la posición rie la di­
rección comunista de Ih CNT. A raíz de lo» otxervacio-
nes presidenciales el documento fuo nuevamente discu­
tido reiterándose dos tendencias- la de los autores del
documento, orientada por el Director de Información e
Inteligencia del Ministerio de Defensa, Coronel Ranitnf
Trabal, y la del risto, (jur coincidió en que era nerei
quitar esa aproximación a
in dit".
comunial W-
' pv;¿’SA:
Quien lea esto, ,.quc deduci''’ Que en las Fuerza#
Armadas hay una tendencia proromuni.da y que el Co­
ronel Ramón Trabal también lo ex. ¿Qué otra deducción
se puede obtener de esta lectura''
Mas tarée, reí v Bianco’'
fuente es muy seria El mismo «emanarlo Azul
y Blanco', de tendencia derechista, dice (pie los dirigen-
tes marxista« protendiceli i nilillinise eii las FF A A ,
pero sr equivocaron, porque Ics arili
reales de las FF AA v Mibiiiuiiuu.« CONDUC tomes
*v."‘ i’h.t'v - u -up.i-o » - -li i
de hombre que precisa el lemuri d»- la Patita
Seguidamente cumia!« *4 jx-j uxliüi.a de
La alusión a Iîj# ruridHCbcf*« uffíiamenf*
firn* a qui? lo» que elect i vilmente nnmuim no son io# que
aparecen, no son Ion que figuran como en el primeé .
pliitio I referencia presumible al Consejo de Seguridid) |
sino loa que de hecho* conducen el proceso militar Kn
’ ualquier caao, parece claro que dentro de las Fuere«»
Aliñadas el comunicado ha producido honda« divergen­
cias entre las tendencias ti adiclonalistax y una nueva r
tendencia seudoperuanlata. Asimismo, que en términos
generales no ha merecido satisfacción en los medio«
militan?;*, «pie han considerado un paso equivocado ese
ataque indiscriminado a los partidos políticos' .
Es evidente que c.sa referencia al Consejo de Se­
guridad deja entrever una alusión a «u Secretario, el .3
General Gregorio Aivarez, y a que hay una tendencia;,
procomunista, con existencia <ie jefes reales y de quienes^
no lo son. Si eso no ea jugar a la división en el Ejér­
cito. ¿qué es’ Y este es uno de los puntea del plan’
de ocho. No sé si el plan existí* o no, no tengo infir­
mación. Pero es evidente que en este momento se LiSy
trunienta un plan destinado a frustrar la p<x-il)i¡idud d<F
que las Fuerzas Armadas lleven adrlaute determinada^,
iniciativas antioligárquuas y en favor del interés ge­
neral, según dijo el General Serrgni, destinada» a amah.
nar los ' aires de fronda” que soplan entre las diversa*^
jerarquías militarpg.
Pero tutos editoriales que he leído no son más que
puntos de referencia Entre el Ion. el máa importante es
’•1 discurro del Presidente de la República: este Presi­
dente. que instrumento la política economica que. sejun
<•1 presidente del Banco Central, contador Amestoy, llt'vó-
¡1 Uruguay a la mina de abril y mayo, la más catas-,
trófica de las bitiiaeini.es que jamás hava vivido el puis;
■ Me Piesidenie, que ya no tiene nada que argüir en
Inviar : ni nu imtoridiid, ni la veracidad de cu» pelato! as, ’
ni la gravitación de su política en favor d<» los ir te»«
lean» del país. Porque la verdad hay que decirla: >1 •
lo del oro *«• divulgo fue porque así lo resolvió ef
Corma, es decir, después que asi lo quiso Ih gravitación
militar, Y cuando nos enteramos el otro dia pii Ih Co*’-
misión de Hacienda que este ano no se vi a reelanaH
c| crédito stand-bv' del fonilo Monetario Internacional
v M- han empezado a pagar los ultimes cenili vos a la
Banca norteamericana y que por primera vez Uruguay
no delie mida a Estados Unidos desde el punto de vista
dt? sus obligaciones bancaria;«. io podemos tener la
menor duda de que esa no es la politica del señor
Presidente de la República.
¿Qué duda queda? Por «i quedara alguna hay que
comparar lo que ocurrió en unos pocos días con lo jue
«uredió a lo largo de todo un año. N.) le queda nacía
al Presidente
Hoy el wñor renador Ruth baldaba del apoyo (leí
Par urto Colmado Es verdad que el Partido Colorado
lo eligió, pero ex extraño el apoyo qi;e le da. Nu voy
a entrar a juzgar si le pidió o no la renuncia. No
conozco.- no fui testigo de los hechos, pero el Presidióte
de la República hizo una invocación dramática de los
días de febrero: reclamó el apoyo de la ciudadanía para
la defen«« de las mafitueiones que él representaba en.
ge»Hon oficial y como muv optimista no reunió ináf^
'flXdoiiciemas personas, y el PartMo Colorado tuvo iná<¿
fMoscientoa mil votos ¿Ese es e! a¡M\vo que tiene ok
ildenie cusndn. en el ilúdante más dramático de lot
Heva en e jercicio de la Presidencia, cuando recle,
rj/*poyo de su partido, que *d '■n algún momento te-nía*
que (tár elo en forma masiva, era en osa oportunidad,^
no aparecen más de rioscienta» personal! frente a la Cnsg-
Presidencial? Y ro se díga que no se podían hacer : cu*4
nionif masivas, porque ol Frente Amplio —<>positt»r—*
,u reunió el f) di- Ubrera im» multitud Inmensa en 8 (tMkjH
Octubre y Comercio Estas um las razones, per sunicaSM
lo. fx>r Im que en ese mitin del 9 de febrero, ntiestnaH
compañero, e! Presidente det Frente Amplio, Genera^B
Seregui. reclamo I» renuncia riel Presidente B»¡rriaberrj3|
Pero éste, para rematar su infortunada gestión, se tfa&H
na aiimti a lu uiiHi üwiuh ra (pie Id qmdu la riel nn'i^B
Por «opuesto que nay inns de una forma de lincee 1
u-tjitunuoiaiio. Una de rilas es ia logica, lu nati.ral,^
que no es ser aiittcoinumvla.^iiio no, ser comunista ^
 E» decir; reconocer qilv el Pin tuto Comunista i« mi m-Pui
político en rl pal*, qm- tiene tina doriima. una apir
chicion de lo* sucesos con hi cual M* puede estar muy
radicalmente vtdrcnlndo, pero que en un chin» de lo luí
ideológica y política corriente y normal se puede <-n
tender y, aún discrepando profundamente con alguno»
de sus puntos de vista y de sus ftindamcnloe ideoh»giros
m» puede hacer unti Mlinnz« rmi ni Partido Coin un ist a
para llevar iidvhintr propusiio» mimine* Emo por
ejemplo, lo que hacen los compañeros del Partido lie
inocrata Criatiam» del Frente Amplio
Todo* sabemos- que hay dos tipo« mas -i
monismo l’no. que es la consecuencia del terrorismo
ideológico, de la presión ('oustanle. persistente, contumaz
de las radio*, la tvlevivinn, los diarios y la educación
que trata de crear un mecanismo de defensa de los pri
vilegíoa basado en la filosofía de! ant(comunismo V en
esto distingo do« acUludes: la de la victima de ••«ni pro
nlon ideológica que <•* el hombre común y corriente
de cualquiera de lo* rectores de la sociedad Puede ser
un obrero, un profesión;»!, un militar (pie ha caído en
los enredos de ph<* manejos de la presión ideológica
de los medio» de comunicación Y Ja de lo» autores de
ese tipo de nnticomunismo Es e| anticomtmismo ostra
tégico. táctico, que consisti« en machacar ?
martillar constantemente Lo dialx'ilíro, lo malo, lo eo
rrupto, lo perverso es lo comunista Un» vez qur .*<* logro
inyectar en la mente de loa individuo» quv. lo malo. ><•
corrupto, |o perverso y lo deformante <’» lo comunista,
denunciar vt»m<» tal harto aquello que no conviene F.n
‘.unces, cvniuiu»'*’ 'as s»r. di «ia‘ te Amplio
todo lo que sea rebeldía, protesta, ricvíndicacíunrn lv-
gitanas, Todoa Hallemos que es min est rat« gis pensada
clara y lùcidamente, que es la estrategia oficial de las
grandes potencias nnpvrhillsfas y que va en
nombre de esa stiria bandera del unticomuniumo de <*te
tipo que se llevó addanti» In criminal guerra eontrn el
Vietnam, in intervención Domingo.
mayo de 196S. y que la Intvrnnttonal Telephone fc Tele-
graph —como hoy ha quedado plenamente al descubier­
to— gaatn millones de dolares para impedir que el Pie
si den te Allende MAuniiera >u cargo en Chile Y a esa
bandera eucia. que responde a la ideología de los peores
interese», de lo» más grande* enemigos de este país
de lo» que realmente frustran au deearmllo, que roa
>enan »u soberanía, que impiden la realización de su
proceao social, a ese trapo »urm «> aferré hoy el prr
sidentc Bordabcrry para encabezar iría vontraofensiv.i
derechista
SEÑOR TONTAINA ¿Mr permite upa iat
clon?
SEÑOR trias: • Sí nvr dipoi.ido.
SEÑOR PRESIDENTE intei i u,np.i
ñor legislador.
SEÑOR TONTAINA Mr riu'onli'HhM fuvr»z dr
Sala y recién entré cuando rsluba hablando el yaeñor
senador Vasconcellos, pero cuando comenzó tablar
nuevamente el señor diputado m* mso co­
mullicado donde denuncia un plan io punió«»
supuestamente en cunini del Ejóicño No v consultado
«i mi settor. pero creo que en osle ««»prr puedo hablar
'n au nombre, en base a las < onvvrs; one« que líenme*
mantenido con Jos compañeros Es .sector conoce
ni ha tomado parte en la elaborai i i. en ri prosami» oh»
I >1 en la acción y demmuc» la v cm ia de tal plan por
el c<M»trofló. nuestro evetor. en/f&i» aupadoa positivos que
t lami óte cplaborai ion j» po wiu .ídem ia, va» i&lopmtc.
de los enunciado* de las ^tTcrz»» Armadas » pesar dr
lo escueto» que »un- c< gran puri.« dr o un» I roí pipfreH
tir gobierno - -muchos e lo» «uiihg rslúin en rl Parla*
mento, ya sea a ’rq/C*» de los Mi'iiMirs del Poder Eje
( utico u dr las m áticas que la bancada ña pteMnitativ
>■>■(;>> i 11 ua ' , .imeiiir < f,tá dr acuerdo ( ?» rib-».
Mr* Ilmjfit I» all r;r I >: ( •(« ' ♦I*i ,’yjl
larmínadepr díarimt. «i se quiete mnio un» hmidn
qm* rilo« ivrt¿m fommó<m<lo un diviimiiUimi dentro <h*
as ruer/x» A(í«.4.».>' so i-n i oUrMiiio mal. Víq* ts Id m-
0 71.
rh’moMrar
Imh hulurat* que hi/*>
(HMiuiiiwnb ha* ♦’ (>»**•* ii vv’Ht»» un
Luna parte de i.wí iuet/a«
notoriamente n>> *iinpnt zan la politica
tiente Amplio a< l irondo a la ve/, que iiuewi sverni
m> tiviit ningún diario m ninguna radio; el sector da
Emite Amplio por lo menos tiene tres diario» tu dr
i ulaciun \ al parecer <*1 acvvno. como tod«»» lera domé*
mediante el pago t orrewpundirnte. ««h» MI. a Ion mentios
dr di (union inmediato* y simultaneo*
Leía un editorial d< Mincha" del Mi <h marzo de
1W73 de un conspicuo liuigeute del frente Amplio .
SEÑOR TRIAS .Qiñro: ea el ninpinii) dnigvnlv
del Frente Amplío'’
SEÑOR FONTAÍNA cupido
termine de leer.
Después do h i -t’ •et ’o de conMdciacmnes
binai t(indili hablando de la.» Fuerza» Armada?» rp gì
ñera!, va no de un grupo dentro de clin.** y dice que ten­
drán la total <onLanza impular en materia te mord
pur to que el articulo w* refiere a un enf/fqur de
moral; concepto qur evidentemente cambia *on la
r.» ifúi y la híMoria, cuto fue una acoiaciui mía el d a
r¡ proscriban definitivamente y para síejfipre todi eli*-
m* do excesos, ve Jó moni»», aibitrariedade? ' tongnn la va­
lentía v ia honradez de sancionar a ioi/< ulpablea de «na
lilis que cMcriiueron. para vergüenza/¡¡ desprestigio d^l
nndorme las paginas mus tikóes de/la degradación hu­
mana Zchmir Muhelim, "Marcha“. 6 de marzo de 1973.
I>¡scu;pe.tue. «.»’nut diputado Tr/fts. pr¡o snip a lo» vier­
to’» dr que la Camari anote me arcer qur. es*<» *u <** tu
Hilicúlo evidente y dirrriamei divlsiuinala o creador
de divhioms dentro de las F >r/»M Armada> dando lina­
imagen negra de una ínslit io» nur loa político« o I»
partidos político» qu<* heme representado genuin« y mu -
vorlt ifhiinenle al pueblo. M>r cierto no quieren dar de
las Fuerzas Aunada«
Quena solo anota) sto. No tengo intención da entrar
en debate Pur el rotiti ario, hubiera preferido que e»;«,
sr.don como lo hrXlIcho mucha« veres, de manera que
lio ..é |Mjr quó .soipavndlo en r| día dr hoy la morion que
presento el señm/diputado Fleitas td comienzo de ruta
n unión de r.siy ormino deliberante tuviera una rirruij-
widad mayor, ágil teniendo esa índole Considero qur uim
(V lo, fundatuentus del desprestigio del mgano no rs lo
JiBeno u lo píalo de quienes 1« integran sino lo vetu»i g
lié «u» proyádlndento'». que hacen que cuiiiHto la i iudiR
yoiun requiere respuestas rupidas a ios problema« m
arntas la época, al propin procedimiento de las trr
rama* del Parlamento y en su mayor parte dr la Asm i-
bita Oroera». qur es fai suma de ios do» Cuerjx»s *.e mrr
guen todo* ion de/ecUw del Reglamento para no f>odrr lle­
nar a esa» rrapuraUa urgentemente
Por e»ht razon, no quiero tnaumir más de! vatlo-m
tiempo de qu^ dianone «I señor diputado Trini», ni entrar
en debate: »chímente me proponía dejar una nota, :tpro
vrchiindo l»< Intel rupcien que me ha concedido.
Muchas Riarmi», señor diputado
NEnoR PHEJHDI-.NTK Puede ciiihiiiuar.il »otur
diputado Trias.
MFnoR IRIA» Por suplir.tu qur por I»xí artículos
y pur ios dichos que le cot responden. mi ( »impanerò vi
señor w-nadoi Mlch’bn! responderá con toda eficacia Pe-
r<> Mñuio qgf* la ; propia* palabras ihl ihp'iMido
Euiihiiiia dermieditn que la intención de esc ai tícelo no
eg iwM *4iVi»>cm.»iíi. *i ñutamente se refiere al conjurto.
u/tw éi 4> tefíu.o, Ix» q»i* haee allí e« denunciar rxce-wi
<■<#*« amwíiw nemo» hecho ante», har-
a?... y *n opon unidad qm* eho orín.» y no
< t*o a no M*r que s* compartan í«h torturas y vxcfmj«
qm* ero sea i»n» impuim ion pam rl srftnr .senador Mi-
¿in ’íin. til puní ntngiiii miembro il»’l Erenle Amplio
 SEÑOR FON'IAINA. (.Me pcquitr píir i utyi hile«
rrupción? / ,» M|1 hito*/
HEf.OH IRIAS Si. n<» Miret . » . t » es de cuiPi !
SEÑOR PRESIDENTE Pticd? intunumptr •>! ‘.ri'vu
IrgiMador. / I u<' uno de lo- uvtoM niHH formidable» que sr ha
J'LNOR FONTA1NA El seiyr diputado Inm dice
qur el articulo, efectivamente. e^/Yu.» comienzos. se ictir
re a la totalidad do b«-. Fuerj/Aruii'ih.s, os decir. hace
un cuo'díonamiento moral dy/líi lolnltdud d<* i:r; F'iirrzin
Armadas til principio; pcro/fi postoilor! ,‘rniiltt lo que ,oy
a repetir para rl ruso de que no lo hayan oído Dice
y tonga l.i vairntin/y homidez do señalar a los rtil
pables que dentro dr/éus lilas" es decir, hace un apar
tr 'pscrlbicniii. u/Ya vrijnienni y p.ira desprestigio del
unitorm«*. lis pfiunias mas tristes de la degradación bu
mana”. Roitrru/ipio dice: a los rqlp-ihlrs que dentro
do sus fllii^’yíjr manera qiie hay un ataque a la moral
general drl/Ejército e lnm< dial amonte luego una dlsqut-
sirioii y/f-.s» si pu’-d' -cr -’hjsmniKtn . porque idemas
tampoco e Ci.1.,1 que pediros el ici,.>iwu^)quié!re>
son los rulp tblos ipi** deipio de .sus Jiuriido
♦alts desafueros desacatos excesos ety tAL * \
A Muchas gracuu, serna, diputado, ' ‘ |)Q /
SEÑOR TRIAS Por supuesto qm no tiene ñifla
que ver l;u> tend?nciaa Sí hay torturas, hay responsable»
y es necesaria «u sanción Mi» tienen que '.er con tenden­
cias las distintas ideologías y pulí ticas que es a lo qu»
alude ti diario Acción”.
Por otra parte, como vi stiñor diputado no < .taha,
Ir señalo que no he dicho que el plan existe. Lo que digo
*■> que • xisie una po'itlca derechista en el país que evi-
den’ernenu» ¡leva adelante lo» punto* principal«** que ,m*
establecen y es demostrado que en así en el ilhcurso d<*l
señor Presidente. íundamentahnenie. y en lo» editoriales
y articulo» que he leído en El País”, en Acdon”.
Pero a U onrr. hura» el diMuran di l Presidente de
i.i F^pubi.'. i Juan M>ri B»»rdaberry tiene '»u respuestu
Utia n-.uv ¡m orlarte jwrrqur es verdad que la
-.zjtJU’.Aí~í v.ta. q-j* a» ?x*i«Miero» jzohhros ere las cla­
se* doai.r.?pte» ir.trigan v mueven para Hev«r udekin
te una olerjsp a de/rchis’a qu** edi »-n camino md«»'.
«a veíi/ír». no »HbriDwi hn»U donde ha ii'gndo muíi
amainar lo.^ honda .que, como dice el Üenpral Be-
reRnl, hay en las Fuerzas Ai maclas..
^B*ero esas no son las únicas fuerzas que bregan en
la varenn nacional y vamos a ver como .se diño-ida rl pro-
(C',0. porque en las Fuerzas Armadas también incide vi
pueblo organizado y consciente. La diatriba antlcomu-
nista. antiobrera, agraviante para la clase trabajado)a
<lel país, además indica con tremenda elocuencia el grado
de rrací’ioniulsnw. el tipo de conservador que es el Pre­
sidente actual de la República puesto que afirma fíjen­
se ustedes que las obreros no deben realizar moviliza
' «‘iones nada más qm» por lo «pío responde n .sus vstrlrtos
intereses. Y el programa «Ir esta movilización que se culi
sunni en las horas de ayer scñiihi «'I i estiibleelmirnlo de
t !od«xs Jas derechos individuales. ,.Eso no 1«* Interesa a la
clase trabajadora ‘ < No ("•in en la entraña misma d«» sus
intereses el ejercicio d».- sus libertades gremiales ’ En ese
programa está el aumento de lo» salarios y de las jubila
ci-JMv (,Y e»o no interesa a la clase obrera1’ Esta tam
-Dién ja nacionalización de la Banca, de la indiistrbi írl-
gorifica y el «comercio exterior. Asi que la clase obrera,
que es i& que orea la riqueza, la que mueve a lo» Bancos,
a ios írigorilieo», la que mueve las barracas da Irma, f,no
tiene derecho a opinar ni a luchar por ¡o que «.onsld’ i a
las mejores solucione» para chosí acre lores de Ir actividad
economiza nacional ?
oorera ievanea ¡jer.úez»« x.•»’*».< y
m» pronuncia <xmuiír .a fa-y Enseñanza -A»i -,m*
obrera no frene nada que <|ccjr onrr «-«»joo g«ít>»*'rr, v
f
«« »:a-
’-'...v.ie u qe,,i¡ ■!! rl l'i»-1 hl» ule, «Ii-mI»- e| .mi'iil i o», u >
int«H*M‘-, n) como r ro|»trrr!:i t» piu< ii.in/i d<»n-¡e cr v«a
1
i <rti!O hace mucho tK'tu»
i<n tm .♦ H-m t n <*j n os v rio -r nuvrlr cubrir ron i.* bin-
(iej.i s in ,r| imiicimmnUmo La remnieRta tue díjm»
en
r| país ni lo» ultimo» tiempo» una respu» st» masha que
cubrió prácticamente ron ia» consignas combativas con
su organización. con su demostración d* pueblo orgamxa*
do. consciente y vanguardista, 1« calle, en la» horas di* la
tarde de ayer
Y ahí o»»» el otro ingrediente «I pioblema. el otro
eran tactor. Hoy vemos en America latina y »*% un he­
cho que no se puedo negar que hay una re inserción do
las Fuerza» Armadas vn la vida política. Es» o ocurra en
P.n a.au, Peni. Chile y c¡} la Argentina, donde el triunfo
del Frejnli se dehe también a que un ector» unpot tantc
iiel ejercita impidió el golpe preventivo, como ha sido de
nunciailo y muy documentado. que estaba rn man'h.i y
preparado ara frustrar el dictamen popular del pueblo
argenuno en las urnas el 1! de marzo E» un nuevo ¡|»
ito »nscr.-mn que ñor »-ipneao. engloba h todo ei ro di*
nento v quo la'mb:cn sp dn en el Uruguay, pero noso ros
de iimeuM manera nos »-onfiarncM cxclusivainente a el.
Lo vni'iw o>mo un hecho nuevo que sf *»»• cumple, si tie­
ne efectividad en la realidad, es aiispictoino. pero dreinma
que en <1 Uruguay nn cabe ninguna tutela más que la
de su pueblo y qre ninguna solución podra ser dnracera
y realmente satisfactoi i» para la* necesidades del jai»,
si no • u’-nta con la activa presencia. c;i el centro mIonio
dr l<>» Micftio», del pueblo consciente y organizado
Cuando muchas veces d ¡hendimos uqui al régimen
|M*runho o a lu forma conm actúan ios militares en alepín
otro nal» de América Latina, como en Chile, no fue por­
que pretendiéramos imitar (y mut'ho menos imitar!
lo qu«* pasa en Perú, jKjrque Perú es Perú y Uruguaj es
Uruguay Allá hay rosas que pueden explicarse en fundón
«l«> las di fi.-ult adr.s qu«» o trece la gran masa de mdics y
mestizos para su concien1 izadon. Pero ese n«> es el «aso
de Uruguay donde «-xisir ur pueblo con un grado aseen-
<irntf de politización d«* !a vida activa politic *, y sindical
«»•! país, donde hay una gran «rentral obreja, donde exis­
ten parúdoi iroUtir«^> y un nivel ideológico como tienen
jxiros pa,.-r» de Ameiica Latina En Uruguav no se pur-
«1« pre.íí-inuir del pueblo puna ninguna Mduchm progrrsis-
I I > ¡Iberadoin. Y «qda «*s la ««Nencin d<* I» cosa, pvtquf las
ni । a-, oígunUndon y conscient<‘s y la ciase obrera en pt i-
inn i■ iinTin. vuji a urtuar e incidir en este proceso. Co­
mí» h «) «1 General Seregnl, no permitiremos queda - al
m<u'«t«it <le «-Oíi acción. Vamos a apoyar criticamente lo-
’o 1« que la nueva ituaeion produzca, y apoyar no quiere
decir xin>pirmen,'‘ aplaudir lo que no-r guste y denostar
lo que i,•>» disu’ude. »ino milita.! en favor de lo que coii'
«■Ideicmoa p<»ihvo v combatir contra 10 qu«* entenda nos
negativo. Por -.qj.-t*- to que eatamos <*n esa tesitura y por
<»¡>«i nos opontímu anv a que *e sigan «suspendiendo las
garantía*, y yerno* - luchar <oa todas mientras fue zas
contra el mal liainnu.» i loyec'o de Consolidación de l t
Paz que todo* ipiximo» «•> 'ína tentativa incoiistituca-nal
de m llamar i-n «*l pai» un rritiineii tM-mondáinenie i '-li-
vioMo. de ll|>o lúa« islizun que no e¡i el momento de dis­
cutirlo - lo haremos xi vil» el proyecto liega ai Par­
lamento. pero como muy bu*-, derm el .icñor senador Te­
lia no deberá* llegar a su dc cusion - pero que ademas
atenta, u nuestro juicio, ron’ra toda ht concepción que
hemos analizado de ios Comunicados 4 y 7.
Porque m el problema estructural del pan es el de
hi tierra, el del comercio exterior, el de la dt-nnht,e*on »
del ingreso, el «pie llene qu«' ver con mi cap;-.(-id.»d puní
decidir soberanamente <*n lo interno e miei nación ti. mo­
hienta ¿»Iructurtd del país, problemít «te f<m«io «• ii
lavable también es restañar las cons«-« tu nelas nega vu.»
y dramalicqA que h* dejido la güeña mlmna qu<- » i Ui’i-
f-.f odible l evar
irn; f» c i una ji'dlticu qu<* no
ri««'eM»<m o*'Jrewf a? Uruguay y tM*fw ln»«*’tk» ex
-minifique hi
< oni inunción «le la p« i»ecuciun y d«-i atroin llo, sino una
073 ¿ as**4
 ixilitica que tienda u restablecer lo» derecho* \ la;- o»*
ranliiiN en toda su irrrMrlrht vigcncui. signiítia prurtiru
una polilicii (|iic rMlth.vh »■! lucti»r humhiv que l»n per
irrita la injusticia de trniv»immní rn piula« ¡i Inhuiunb’
de un sector <ir la .»oclcdiid, humado no «uiu por h«i«w-
11o» que participaron como rombal lente* en esa guerra,
sino |x>r mus familiares, sus hijos, por sus esposos o es-
poaaa, por sus padres, por «us amigos, qu» non confir »•
dos en una especie de aran campo de cuneen41 *ci m y
muerte civil y convertido« en indeseables por este pro­
yecto de estado jad ¡groso o mal llamado de ronsolldvion
de la paz Y asi como dijimos qm» mííiikh dispue tos a
luchar activamente por unn política an?inionopollsln y
antilatifundistii. estamos dispuestos a luchar activamen­
te por Jo que nos parece negativo, qtm es también un í ne­
cesidad de tundo y profunda riel país: el restablfrimirnto
irre«lncto de sus libertades y el respeto a la dignidad
humana ce rus habitante*.
Vamos a terminar en pocas palabra* nuestra c*;*)-
sicion ee. la qae hrn.oi dcMurohadu claramente ios pun­
to« de vis'a de nuestro ¡»rucio ante ucir; lot hecho* ocu •
rndos en los ultimo« me e« n el Uruguay y por supues­
to. ante el lerna que trnentu*- a cuiiMdcracbm
En estos días «c dice que lo que el Uruguay necv<ita
es una doctrina nacionalista. que esa es la verdad pon-
tica de la hura, es ia hora de ios hornos, rcjno decía .M r
ti. que recorre todos 10« putar« ctinvulumutoo.? de Amen a
Latina. Y quiero rxpre«ar mi aprvct-icion sobre e! nacio­
nalismo, porque hay algunos que manejan este termino
como si fuera hi unidad dr la« clamas. Lu nación es la
unidad de explotados y explotadores. e Integran la ila­
ción y son igualmente patriota*« explotad-n y explotado-
re», y entonces entienden que aquellos que decimos cinc
la «ociedad esta dmciida rj> c¿«mf-s y que la l'isiot'a t”
la .ec®»er-u<®<-« <r h» tocha oe CA-¿«.á ‘ 0*1'-
.jorque írnen<!>* -mi own ría*H*tn jor
•r,m* a» opon* í no* u que ia m-son una en una ¡ndtu-
tUMM* y r.f*amea unidad, jx>rqo* vemos v dormir» ■ que j;i
nación está dividida en ciares encontradu«.
Eh necesario puntualizar qué enh-nriemos, entonces
por nacionallHmo. El tmrhmalUnio nució ron la burgueM*.
con la revolución capiinlhta, con la revolución industrial
El Mlglo XIX e« el «iglò de jus niiclonnlidmlra fue e| ric|
establecimiento rie los estiidos naclonfle*, unificando I'»«
mercados internos, unificando el sistema tmpod 11vo v el
sistema monetario sobre In base de tniriíciuiie-s hlstónca.H
i-omunes. d*’ un Jenmuilo común rie unii unida ! ten ito
nal. pero ese nacionalismo huípiles ri'-i ;.i¡/to XIX penero
dialécticamente un nuevo lino de narmiuilhmo (’minrio
«'son estados nacionnlhtiiN se roiivtr!Iritm >'ii iiniirrk» y
desarrollaron doctrinas iiaclonalislas p-ira tu.slifIrar el
atropello a otros pueblos en nlgumu lue el racismo,
como en el ch«o de la doctrina hitlernhi : en otro« fue
el dentino manlfiexto, como en <’l neo del ini|/erhi ñor
teamericano este nacionalismo retai datarlo, icjesivn y
conquistador al servido de grande, potencias, dinléclica
menté también genera un nuevo Upo de narion.ilisnm' »‘I
de Ion paisen dependiente» y sulxlesarrolhulix Ese es »1
qui* neccAlta ««te |Xíia,
Y aqul tlenon mucho que ver las cía*®* Modales, por
que»-hó M»'.»« ®Uas «on nacionalista*. ¿Quiénes son na-
cionalistmu en el Uruguay? ,,Quiénes «on realmente
triotas en el Uruguay? Aquello1, que ni’iwitan d*
clon y de la patria,
«¡Muy bien! >
Peí*» CNta buluiic.MH íisíx’iuda al capital extra fo.
que vive de la r.spoculaeion ron el dolar, que vive de la"
inflación que vive del contrabando de ganado, ¿qué tiene
oue ver con la nación? Su negocio r ¡ ia i colonia, mu nego-
rio radica en la estrecha u*>clu< i<-n -•on lo# nionojKjiioN
íoran<-7» cuti in pnliru.i ae ia*. ¡u/irh . a< í)Ht' ja/» itgttbhui
« (pv ú?<’j o-o-io vi vm-*. (i1 ohi I<í(I<íI|h »' que í|h>
tribuyen aum mlgajiiM ron ¡iqmiVv- qór »'lllli’ liiwUlór h«‘
itimpilcgn (Mil mu |.iulilhi» ib >amie»- y de rNmcimi fu
olignrqma nuiioniil iimucíhiIm <u Ion monopolios, en los
Hhiu’on. (Mi lo» ncgorliM de ¡M> mine y iu lana, al mprial
extranjero tes nacionalista? No. f» la anUpalrta, Elfo» U|
necesitan ¡a nación libre y soberana al contra rio, la IMM
* ion cotnnlradH y dependiente tm »u negocio. 41 éin'Ma
m «pie prmpetM y se aunque« » «.Quiénes nao.dtan ||
luición v la patria en este país5 Tnd«xi los que tmbajal
para vivir; todo« los sectores popuiaiwi qu« son victim¿
de ese saqueo organizado jh»v /el imperialismo y la olí-l
garouia.
Por eso. solo con unu bíter prefación que tenga ei
cuenta la lucha de ríales, que tenga en cuenta que ea
na<'lunatismo nuevo de los paúles suodeaarrcilacos ya n
es un nacionalismo burgués, porque no hay .oliklonei
« .< pita lisi as no hay una i evolución capitalista triunfante
cesde fines del aiglo XIX— y éste es una nacionalismo
que esta emparentado con solucione« económicas de de-
/arrollo progresista y con soluciones de jusU.'ia social
paia Ion pueblo». V »1 no. no es nacionalismo: la sohe-
i arria e« una neec.^dad para el desarrollo economico y
paia la justicia «ino no es soberanía, y solo las clases
¡xpula: es y ¡a clase obrera son nacionalistas. ,
Por eso til bien en »4 aspecto político core reto del
moincotd tenemos, como lodo <1 Frente Amplio y por laé
razones quo dimos en forma minuciosa, como punto d<
partida, de atranque para una política de restablecí —
oriento y dé liberación, de desarrollo y de justicia en ij
oais ¡s renuncia de Bordaberry, que está en el entro oH
1 )¿rruerionisnio para que eso se lleve a calió en el Uru^
»juay, en el plano de la perspectiva histórica 0 Ideológica
de la liberación nacional del Uruguay, me sigo aferran­
do poique lo veo en el transí uno de la h..Murta de$
América l atino rada ver mas corno una ceitidimbrr quity
i .'ta diría yo. en la medula de lo* Niiceao» a acuella de-1
finlcíon que del nacionalismo hizo .fose Carlos Marlategui»j<
un autentico mnrxista leninista oue recreó con la arpa-:
nasa peruana, en el Nent’do de que América T-attna'
. do pueden ser oaclnnalisf an los sor la lis tas y que sólo so¡|
nii'ilr ser «ocialista si se c» también nací« nallifa A esa
to«,js yo me afilio.
«¡Muy bien!»
SEÑOR PRESIDENTE. - Time la palabrn el señor
legislador Pita Fajardo. /
HER(/R PITA FAJARDO. C««i al lito d •nce hora)
ininterrumpida« de sesión prometemos .■;0r b eve.s, poi
vio las i azont a. Una de ellas, porque luí cpfnpnñoroíi de!
Frente Amplio a nuestra manera de ver h han explícl-
ludo y clarificado muchos de nuestros mntoi de vistaJ
y también porque a hora son m poco« los
ladorcs que se encuentran presente*
No ince mui has días el PocleZ Ejecutivo planteó
este Cuerpo una prórrop i de layguspélisíón <¡e las gil-"j
lantias individuales extendléndg/a en su ped do inicial||
luuta treinta rifas rnáu allá de aprobación de un pro-ifl
neto que ha pfiNiido reelent tente a conMdt ración <Ny|
in Comisión de Consiltudon/Códlgos, Legislación Gen<*’*1®
ral y Administración. Robre>sté punto ya lo» expertos sé^l
han prmmni indo, rerhiiz ijsdo ese proyecto en todos sus
iisprrlo.M NonoIhh mos que r.Ma r* uní instancia
liaacendonte ¡Mira a del país También esllmamos
necesario dar en a breve, nuestra opinión porque
tenemos concepto nudo alrededor de este problema.
Revirando un oco la historia de este pais nos en­
miramos que tante en tanto han existido intento*
pujos dicUitotílLle«, que algunas veces se han concreta
lo en hecho» y oh as han permanecido como mero« pro
pnMtcw Pero evidente que desde la aparición del seftor
l ach-vo Ar o en vi gobierno hemos vivido una situa*
dón. en 1 «»tra opinion muy particular, prt/ando por
sobre todlfs las cosas las Medidaj Prontas de Seguridad
(pie, a partir da 1(MW y «alvo un pequeño interregno fue-
o-n :i:.i)>i< oídas durante su gooierno. Esa ípoca. que
.«.coa >> rombimi oí») est» vobruno del »eftor Bordaberry,
1,1 )(<io <m mio/.c»/ *•/» la vid» pau, en mate-
i, tft ) i ij/út1« m h « F*nii también
t ftf <jfv fMÍ't wi t» / on »a rffit^fin. t/tti
mm ««piral <lr sangre que nunca habían rey li it nulo loa
anali»1 ri»4 liueetli» hIMoiiu ñni<14
07 4^4 23 or
 IMTAMMMMTTn WK
SMüli MmhM c* ,eiMM
KMUKHI i
FM il

00 1/223 23 6 4 5 «
 ERRO, Enrique
■n^dor
TEMA: DETENCION .'¡RUFO CIUDADANOS EN CIUl-AD STA.LUCIA
Seelfln C.3S. 1$ febrero/972
SMOR fimo. — ¿Me permito, señor Presidente?
«MOR PRKaiDBNTR. — Tiene la palabra ol rotor
ni—
I 8BAOR SUBO. — Setor Presidente: he escuchado con
| toda atención, a mis compatoruo del Frente Amplio, ha-
¡ cor las denunciro da tocho» muy gravee que están oeu-
l rriendo en el país.
La pelotón del doctor Legtoni, dignísimo dudadi
roté colmando todas estro medidas arbitrarias, que
creando en el país un clima muy tenso y muy aspo
Tendrá que admitirse que quienes estamos en asta 1
del pensamiento político nacional, no permitiremos
avasallados por un gobierno que demuestra su deMltom«
i en la dimensión de su propio aparato represivo. CM dedi^,
croa parte de ¡o que le cuesta mantener 1ro Medidas Proa^
i iflBle Seguridad, a adquirir ambulancias a Salud Públf
medicamentos paya los Hospitales, o crear fuentes
002
fe? • - -.-v; JJ 11. J -w^si-r-.í----Tríwwq«r.w|-T,i< ,r ua
' tRUrta hroírodo qg| ¿toa toptoVBto
¡ Pero hoce todo ¡o contrario, cuando un extranjero se >
, para en cualquier calle de Montevideo, se cueda atónito
al ver que en el término de 10 ó IS minutos, nrculan can-
’ tidades de aparatos represivos y, además, que a cualquier '
persona que circula con un bolso o portafolio, se le de-
tiene porque creen que dentro de ellos pueu< n haber ma- ■
tenaces subversivos o peligrosos para la seguridad pública. |
que ellos desordenan, resquebrajan y luego invocan, asi ;
como igualmente cercenan la libertad y luego la invocan,
o loe derechos que le niegan al pueblo o las garantías in­
dividuales, que están, prácticamente, en una supresión per­
manente.
El doctor Legnani había participado en un acto, en
Santa Lucía, que había sido autorizado por H policía. Fue
detenido junto con otros compañeros y llevado a la cárcel
de Canelones, seguido por cientos de compatt iotas de san­
ta Lucía entre ios cuales —no tengo ningún Inconveniente
en reconocerlo— habí» también ciudadanos que no son
mliiUntes del Frente Amplio, que entonaban las estrofas
del himno nacional. Fueron gaseados. De la cárcel de Ca­
nelones, se les trasladó a la de Montevideo, cuyo Jefe de j
Policía es el Coronel Legnani, quien realizó m Canelones
las coilas más tremendas que ero departamento había vi- 4
vido. ¿Y qué se le ocurre al Jefe de Policía, seguran)ente |
Instado por el Ministro del Interior? Llevarlos al campo ,á
de concentración de Punta de Rieles. Pero el error de este J
gobierno, es creer que a quien er tá militando fervorosa- j|
mente, a quien tiene un compromiso de Incita va a cíete- J]
nerlo a mitad del camino porque lo arresten, ¡o torturen |
o golpeen. Al contrario; por cada uno qun sufra estos ; JJ
agravios y torturas surgirán muchos-otros que estarán 1
también en esta línea de la liberación nade nal .3
Quiero agregar, señor Presidente, otro i tropelto. Pe­
diría que presten atención los abogados que no sientan en .1
. este Senado y, si alguno conociera semejante precedente,
l me gustarla escucharlo,
1 i
En la ciudad de Carmelo, hace una semana se ha
allanado el domicilio de varios vecinos, ge les ha detenido,
se les ha robado, se han destrozado bienei. ¿Saben el
señor Presidente y los señores senadores quien dio la
orden para que se allanara? El Juez de instrucción Mi­
litar.
|
Realmente^ al existieron tantas cosas graves en el país,
si tantro veces oí gobierno desconoció u los jueces y a la I
Suprema Corte de Justicia, este hecho adquiere singular
gravedad porque roté demostrando que, en este momento,
en este país, se pretanda crear un rotado tuuy especial
que nosotros tenemos qno denunciar como corresponda
Seguiré con este collar de enormidades. A un local del i
Frente de la calla Léxica y Guttemberpro le prendió fue- I
go, lo que casi ocasionó una catástrofe porqps en al local ¿I
contiguo se guardaban garrafas de gas y damajuanas
con nafta. Vecinos responsables nos aseguran que rorro Jai
habían uno o dos patrulleras para resguardar a los que ro|
cometieron ese acto. Está avalada la denuncia no sólo <'18
por gente del Frente Amplio, sino por personas que mi- 1
litan en otros partidos. 1
Todo esto sigue en el país a ritmo acelerado. Pero
hay algo más grave: a algunos comercios cuyos dueños •
son frenteamplUtas. se les está haciendo una campaña
i para que nadie vaya a adquirir mercaderías. Y esto lo Iwjo
la noticia que amenaza a los que eran clientes habituales
dtoéndoáM que, de seguir concurriendo a esos comercios
। van a correr el riesgo do ser detenidos.
En consecuencia, un pedido de Informes que encierra
I exprestonee de esta gravedad tiene que ser contestado do
Itonedtaáo. Noteneroro, cobro esto, muchas esperanza, sin
Mwtonro. pcrto «abemro eóroo se actúa en »4 gobierno;
pero. eso sí, nronitestamos que vamos a insü tir cuantas
/AiW o ptr# W* ro W responda. Permanen-
¡ temante denunoíaremog fuftdáatifnéútó tittf
¡se realice para impedir que siga su marcha ascendente
esto movimiento político, que en apenas ocho meses de
। vida tiene una cifra do 304.000 votantes y más do 180:000*
O 6 *J ~
 ico» y a k» pílUproí »’ lós «voechañ constantemente.
Podríame« decir que las libertades, el derecho y las
garantías individuales, están ep unas largas e indefinida*
vacaciones. Cuándo terminarán, no podría predecirlo, per»
nosotros hemos firmado con todos los legisladores d*k
Frente Ampio el pedido de convocatoria a la Asamblea!
General para el día jueves con el propósito de que asükj
tan muchos legisladores que tienen opinión comprometida!
sobre el tema, para que las Medidas prontas de BegundaK
sean levantadas. }
En esta, sesión que pudo haber sido protocolar, no po*^
demos menos que referirnos a este acecho permanente!
que existe «obre la gente, sobre sus bienes y propiedades?
y a la persecución ideológica que nadie puede refutar con?
éxito por mejor dialéctica que empleara, persecución ideqHg
lógica que abarca todos loe sectores de la vida, nacionaM
al que uem» un comeicfo, al que posee una pequeña POT*j
dón de eampo, al que edite un diario, al que tiene Utt|
; espacio raiila! o pretende acceder a uno de televisióM
Todo, ateolutemente todo está inserto en la política dfl
represión más dura que ha vivido el pula, Los que dieeH
que quiere* la pacificación están adelantando, ya, anME
del primero de marta», que serán más duros y que M
autonomía universitaria será cercenada porque no mm|
’ viene que exista, que la iglesia será llamada ai ordenMB
que la ideología de alguna gente que va a estar enjfl
gobierno está mucho más cerca de Brasil que «le otefl
lados. ■-»
Me parece que estas cosas son muy graves —no quisfl
calificarlas de exabrupto, porque es un término que UÜ
me gusta manejar— que, por lo menos, están demostrandM
que en el pala hay hechos gravísimos que cada día S»?
van acentuando y que todos nosotros tenemos que estaH
absolutamente alertas y vigilantes para afrontarlos,
En esta primera intervención en el Senado querentyjte
hacer una profesión de lucha y de te, manifestando q*||
( nadie, por mucho poder de represión que tenga segulm
adelante sin escollos. £1 pueblo uruguayo, organizado parO
i esa lucha, repeliendo todas esas amenazas lia de ser, ertl
un futuro muy cercano, el triunfador sobre los que, des-1
graciadamente, no tuvieron en su espíritu, por lo menos,
1 la inunción del análisis, del daño, en algunos casos irre-
’ parables, que le han causado a la República.
Xte Im qüé pense»«* que este pedido de informes, a
lo mejor, lleva el mlftno dááttnp que otros; pero abríga­
me» la esperante «te que ha de contestarte.
Una última demneia. Se están realisando a ritmó^
vertiginoso, arreglos en el viejo establecimiento de Li­
bertad, en el Departamento de flan José, con la intención’
de llevar allí a todos ios presos políticos, hombres y mm
jeres. Tenemos información de que estañan actuando jfflH
personas extranjeras, como asesores en ciertos trabaran
Este es también un hecho grave, porque seria ei segundé
campo de concentración que sfi pretenderte imponerM
pueblo uruguayo. , JE
Estas son las palabras que deseábamos pronunteEM
, que tienen para nosotros el sentido de extender el SCMiW
¡ promiso de lucha, a todas las actividades nacionales
hacer la denuncia como corresponde, de que, el Comisar«
al que se refirió el señor senador Michelinl o cualqulerái
que haya sido que dio la orden o aquel que la haya ins- '

ássMMMl fMVqMFdr poSviO repudia lo que na ocurrido con

este fóodadtemot •> solidarlo con él, le extiende su ademán
fraternal y, además, nosotros le decimos a él desde este
lugar, aunque no nos puedo oir, que estamos dispuestos
a recorrer todos tea camino* en 1* hora que sea, con fir­
mes», con seguridad, sin temor a ningún riesgo, hasta
liberar al país de tantas deagneías e Ignominia^

?3 645 r
00 3 -Ui
 ERRO, Enrique

Senador

TEMA: DESIGNACION COMISION 1NVESTI CALCHA ESCUADRON DE LA MUERTE.

Sesión C.SS. 7 mareo/972

Loj señores senadores Mlchelinffchriijáe 'Í|d©|¡H1-

Erro, Rodríguez Camusso y Terra formulan moción para,
que se designe una Comisión Investigadora sobra la pre­
sencia y actividades de un "Escuadrón de la Muerte' 4
MI. .mí—-------- - —- ----------- - ——...

‘ □ O H
 >ea i 6n C. ii». 15 msrso/972

'«etworáaMo. ■‘-¿•to
Um tHtimas palabras del saRor i
Traía el recuerdo de un episodio — „
; neral, y me adjudicó un concepto que lio es m|Ow

No dije que lo que se buya averiguado sobro

torturas no servía para nada. Lo que expresé, en
mi categórica, fue que, desgraciadamente,, a pesar dtt
loo buenos projiósitoo de los señoree senadores que no7
desvaloricé —se lo pregunté varias veces— no so bar'
bfa logrado algo positivo. Entonces, manifesté que
sirvió todo aquel esfuerzo para lograr lo quo penad^
hamos que en aquellas circunstancias debía obtenerse
Eso es muy claro.
........... ... ; v «■«

[ '"'r8í#OR RRRO — Continúo, señor Presidente.

Quiero aclarar que lo que tiene que ver con el Es­

cuadrón de la Muerte fue solicitado por los S senadores
del Frente Amplio. Lo que se pedía era la creación de
una Comisión Investigadora. Eso tenía que ser resuelto.
Entonces, esa Com-siún Investigadora es la que tendría
que probar la presencia y Jas actividades de esta or- I
ganlzación, dando a cpnoccr toda su ostructura, los da-
toa que poseemos, etc. No tengo ninguna duda que, una j
। ves que se conozcan, no sólo van a asombrar a muchos^
। miembro* del Parlamento, sino a la República entero
i ’ w|
Además, señor senador/ no hemos traído este prt£g
i blema para que fuese destinado a una Comisión doÉ
i Cuerpo; no, hemos solicitado una Comisión InvesU¿M
dora ante la presencia de estas actividades. .

liemos dejado bien aclarado el punto, a las srtaH

toe de que en el momento oportuno se ponga a coMm
deración del Cuerpo. ■'*«1
. • -'¿í
*1
Por otra parte, me ajusto a lo expresado por el se-l
ñor senador Santoro, para qtfe entremos al tema que]
fue motivo de la convocatoria. U

00 5 1 2
 Sesión G.SS. 10 m*yo/9?2

--- - . . ------- ---- ' ... ! N.^,1. - -------- - ?

1 mOR ERRO - Beftor PresldenUf M An fcma persona?, Nosotros hicimos ladenuncia corrtepcaOftDBh |
habíamos pensado no Intervenir, porque ya lo han hecho ¿Es que no se ha incitado e matarnos en algunos dé wgJ
con brillo, los compañeros. diarios que circulan en este país?. ¿Es que no se ha pu-S
I blioado nuestra foto con la amenaza de asesinarnos?. t|
i En la Asamblea General, leí un documento elimi­
nando las personas que estaban vivas. Pero resulta que En fin; no vamos a seguir con esto, porque lo que de- J
el señor senador Vasconcelos insiste permanentemente seamos, es que esta noche se vote —parece que el señor 1
' —y aquí comparto las expresiones formuladas por el se- senador Beltrán está haciendo algunas apreciaciones—jl
i ñor senador Micheltni - en cuanto a expresiones que no ¡a designación de una Comisión Investigadora. De modO|
son las que realmente se expusieron en ¡a Asamblea Ge- que no queremos decir nada más porque cada palabra^
! neral. que pronunciemos, tal vez pueda estar contribuyendo,.¿
involuntariamente, a hacer todo un juego parlamentarlo*
j En el dia de ayer, tuve la precaución de releer un para que finalmente puedan ocurrir cosas contrarias a\
poco nuestra intervención en la Asamblea General, de lo que es el firme pensamiento de los senadores del Fren- ¿
lo cual surge con claridad una cosa distinta. te Amplio y que advierto también es de muchos inte- ¿
grantes del Partido Nacional. j
A pedido del señor Ministro del Interior, nosotros
entregamos las fotocopias, que lucían 1» firma, las im­
presiones digitales y la fotografía del ueftor Bardesio y
el cassette. Muchos señores senadores tenían el mismo
material. Además, dijimos en forma expresa, en la Asam-
: blea General, que no afirmábamos que fuera la firma;
pero, con respecto a las impresiones di« 1 tales, cualquier
autoridad policial, podía certificar si eran o no verda-
' deras. Ahora tenemos que pensar que las impresiones
digitales eran auténticas, porque no hemos visto ningún
remitido que negara esa autenticidad, ni por parte de las
esferas policiales ni de) Ministerio de Dsfensa Nacional.

Agregué además, en aquel momento, que dejaba esos

documentos, porque luego pediríamos, con nuestros com­
pañeros de sector, la investigación del l&scusdrón de la
Muerte. Eso lo habíamos dicho con antelación, ya que
hace más de 40 días habíamos solicitado esa investigación.

En consecuencia, señor Presidente, lo que nosotros >

hicimos fue leer un documento, que lo teman algunos }
otros señores senadores y, además, en la Asamblea Ge- •
neral no escuchamos un solo “no apoyado”; ningún señor j
legislador, de los más de 130 asistentes, cuestionó este «
asunto. <
• ;c
Más; nos adelantamos a decir que aquel documento 1
Jo leíamos para que se Investigara a fondo y que nos
asombraba que jerarcas de los cuadros policiales y del
Ejército, estuvieran involucrados en estos hechos. Algunos
de ellos, —como lo reclamaba el señor senador Michell-
ni— fueron denunciados por diputados y senadores de la
anterior legislatura que ahora integran el Frente Am­
plio. De modo que eso es claro.
i
Por eso solícito —no ahora, porque no deseo que
perdamos más tiempo— que en una próxima sesión del 1
Senado, se me permita leer, textualmente, lo que dijimos i
en la Asamblea General, Lo que dijimos en la Asamblea
General, lo estoy transmitiendo fielmente al Senado, en
ia noche de hoy, Eso es lo que dijimos y no lo que se nos
pretende adjudicar. Digo esto, señor Presidente, porque
un lunes en que quedó sin número el llenado, cuando .
estábamos haciendi» uso de fca palabra J pidiendo una i
invesiígacton ron respecto al Escuadrón de la Muerte, se
escucharon las mismas pelabuas que hoy reitero.

El señor senador Vasconcelos puede tener la segu­

ridad de que los compañeros del Frente Amplio que x
actúen en la Comisión Investigadora que se ha de nom»
brar con respecto al Escuadrón de la Muerte, lo harán 1]
con total seriedad y responsabilidad. En aquellos casos
en que hayamos denunciado torturas o actividades del W
Escuadrón de la Muerte, ias mantendreaiMM con la mis»
ma responsabilidad que .siempre hemos tenidos en la W
vida política. Nunca la hemos rehuido; lo sabe todo el
país. AI hacer la lectura de ese documento, todo el país &
supo los riesgos que corrimos: las amenazas de muerte, g
los hechos que se volvieron a repetir en el acto de Paso |
de los Torqs y los que constantemente se están corriendo

¿Acaso el timado no sabe que, de alguna manera, las

Fuerzas Conjuntas, en chuto tnodn, han pretendido de- f
terminadas actitudes que no correspondían con nuestra

006 i -3 64 5
w
 ERRO» Enrique

TEMA: ATENTA! OJ TERRORISTAS.

Sesión C.SS. 15 marzo/'//#

—’..... .... ■,„,,————„ ,„IW—,,,m,.

• rim Kftiitf
desde luego, señor Presidonte, quedamo* en
nejarnos en la forma que creamos mía adeé
■ ■ ■ ’ ', " ' .

Se ha dado lectura de un* pedido de iniormea que

hemoe realizado al Ministerio del Interior preocupados ’
por un grupo «de organizaciones que están cometiendo
algunas accionen que a todos nos deben inquietar.

Este pedido de informes que entra en el día de hoy,

tiene una coincidencia con algunos episodios ocurridos j
en esta madrugada que reputamoa de gravea porque con» -
firman aquella incidencia que mantuvimos en la Asam­
blea General legislativa, con respecto a la amenaza
—que ae está cumpliendo en forma implacable— reci- ‘
blda por parte de familiares de presos polilíeoe y sua^
abogados.

Á te
Aproximadamente a lastres y media do la inadru*
gada do hoy, fue víctima de uno de esos atentados
ciudadano de jerarquía, abogado do relieve, un bombrfl
preocupado por loo destinos del país, el doctor Hugvl
Fabbrl.

No es la primera vez que se colocan bombas en

casa; pero en esta ocasión se hicieron estallar dos, M<|
de ellas sobre una ventana de una cocina quo, prdetica*j|
mente, destrozó todo lo que había allí, haciendo, intílu»!
so, saltar hasta la puerta do una heladora, rompiendo
una cantidad do muebles y destrozando vidrios; y 1£|
otra, en el frente haciendo que la puerta de hierro qnadi
dara deshecha, y volaran ventana** No hubo que lamon»|
tar hechos más graves en relación con una hija de este*:
profesional que estaba muy cerca de donde fue el es» j
tallido y de un nletito de apenas diez meses, porque latí
 vidHoe fuero» embotados en una cortina. De no ha*
ber ocurrido nsi, se hubieran incrustado sobro la cara
y el cuerpo de esta persona.
Esto fue un hecho tremendamente grave; pero, ado^l
más, cuando del domicilio del doctor Fabbrl se llamó
un patrullero, al servicio especial que tiene la Jefatura^’
concurrieron varios coches —que el pueblo ha caliLcadNr,
de distintas maneras—, estuvieron un minuto y se fue- '
ron manifestando que, posteriormente, llegaría la poli­
cía técnica. Hasta la hora 17 de hoy, eso no había ocu« ‘
rrido, no había llegado ninguna policía técnica. Es de­
cir, que únicamente anduvieron por unos minutos re«
I moviendo escombros con una linterna, como diciendo:
¿A qué nos llaman?

Eso es muy grave porque demuestra que hay una

vinculación evidente como lo hemos demostrado y como
lo vamos a probar pormenorlzadamente en la Comisión
Investigadora que hemos solicitado sobre la presencia de
actividades del Escuadrón de la Muerte.

Casi a la misma hora, fue víctima de otro atentado

un Director de Liceo. No lo conoxco, no sé tampoco cuál
es su ideología política, sino, simplemente, que se trata í
de un hombre cié bien. Me refiero al profesor Genoveeey
Se nos ha dicho por personan responsables que lal
potencia de las bombas excede las posibilidades de lagj
llamadas de fabricación casera. Resulta evidente ma|j|
osos artefactos están siendo construidos por eapectaUml
tas que sólo pueden encontrarse en determinados lugO|
res del país. Esas bombas, realizadas por especialista
muy afinados, que cada vez consagran más su actividad
profesional a este tipo de atentado, han hecho que I04H
destrozos, como en el caso del domicilio del doctor I
Fabbrl, hayan sido tremendos. j

Por otra parte, el doctor Fabbrl es abogado de pre-1

sos políticos y, esto Jo sabe mucha gente en el país, i
Además, incluso una persona de su propia familia ha l
tenido actividades -—que nosotros respetamos— y que
hace que esto ee vuelva contra ella.

Nosotros queremos realizar esta exposición, avalan*

do el impulso que tuvimos al formular este pedido de
informes al Mlniisterio del Interior, al que solicitamos,
desde esta flanea del becado, que contesta en turma rá-
{»Ida, porque loa hechos son muy graves y el pedido do
nformes es muy claro en cuanto a la respuesta que
í tenemos ai derecho de «mecer y «l Ministerio el deber
de entregar al senador que habla, la cual pondremos
i deflgta» a eanatfkffaclón del taa£&
1.... .- .. ..... ... . . ....... .. □
 gRRO, £n rjfly.j
tema ; atentados contra personas y bienes.
Sesión C.SS. 1? y 18 abril/972
SEftOR ERRO. — Señor Presidente: escuchamos
con atención las palabras que se han pronunciado por
los señores senadores, en estas jornadas que podríamos
llamar de alucinación, y extraemos de las mamas el
compromiso de luchar por el pala.
Tenemos que ser absolutamente leales j percibir
que, en el mismo momento que la Asamblea General
^M^slativa abolla la Constitución, la ley y las garantías
^Buvidualcs, decretando el estado de guerra, ve estaban
creando en el país situaciones mús riesgosas que s lodos
nos preocupan en la noche de hoy.
En la instancia de la Asamblea General legislativa, ?
el Frente Amplio votó negativamente, las dos medidas
que se adoptaron y, junto con el compañero señor se-
nador Míchelíni, fuimos muy ciaros en estimar que, visto
el país en profundidad, aquellas medidas sólo podrían
traer este baño de sangre que todos hoy estarnos lamen-
tando, porque no había oirá definición en las actuales
circunstancias que vivía el pain. No existía una posi-
biiiaad ae creer en que no man a ocurrir estas conos,
Diría más: hubiéramos deseado equivocarnos en aquel
vaticinio, pero el propio momento que estábamos viviendo,
nos hacia advertir en el fondo de nuestro espíritu, que
la medida de estado de guerra que se tomaba por prl-
mera ves en la historia de la República, sólo podría
traer estas situaciones tan dolorosas.
Uno, señor Presidente, a veces, piensa que los hom­
bres, ubicados en las grindes encrucijadas, tienen que
optar por una posición. NO pueden permanecer neutra­
les. Pero, a menudo, en -as opciones, se suele equivocar
el camino. Y muchas veces, aunque sea de buena fe,
se adoptan o se impulsan aquellas que en <1 fondo más
daño le hacen a la República.
Tal vez, y sin tal vez, la Asamblea General Legisla­
tiva pocas veces tomó u,.a decsiLón que ¡provocara al
pala este daño irreversible
Y, caso curioso, .señor Presidente. A Las 24 horas
de aquella larga jornada, con toda la clase de rumores
imaginables lucra del recinto parlamentario —La hit-
tona dirá si eran exactua o no— pero que los que se-
tábamos sentado» en nuestras bancas y hacíamos USO
de la palabra, teníanlos’ la sensación, a veces fundada.
d* espu. de qur no ?er¡erieciu al
PtSriMnentu, se agbaoa por el Anundafori.j. dentro de
l*Sala, on los oídos de muchos ciudadano^, pura crear
un estado de coacción o premon que era cvidrníe en
todos y ende uno de ios componentes de la Asamblea
General Lcg-sialiva.
. Arto« bseM» eotaMimtelc^
en una forma de anUdfOoita, que fue corrobortMh y
nadie puede desmentir este aserto o estas afirmaciones.
Cuando predecimos el baño de sangre que la me­
dida legisla!iva le traía al país, pensamos en este mo­
vimiento político del Frente Amplio, y no era una mera
coincidencia, El ha sido el único golpeado. Bombas que
estallan en ios domicilios de nuestros compañeros y
amigos. Pero esto no sucede solamente en Montevideo
a través de todos estos atentados, en dos madrugadas
sucesivas sino que, también, en el interior ae ha exten­
dido esta verdadera ofensiva contra todas las personas
que militan y creen en el Frente Amplio.
Dcmiíp McKidt N í¡v nos mínima que se han producido
cuatro atentados con bombas muy potcmtes y en todos
los casos dejaron volantes firmados por el “Comando
Caza Tupamaros". Una de las bombas estalló en el local
del Comité del Frente Amplio —Faro Alto-- que fuera
allanado tres veces la ¿emana pasada. Otra bomba esta­
lló en el Comité de base “Barrio TreL.ta y Tres", tam­
bién allanado con anterioridad y otra bomba muy po­
। tente estalló en el domicilio de Nelly Bonet. La cuarta
bomba estalló en un galpón del Parador “Brisas del Hum”,
Asimismo dejaron otras bombas que no estallaron, una
4 de ellas en la casa de Olga Picea, que el IB de febrero
| próximo pasado ingresara al Parlamento como suplante
, del diputado compañero y amigo, Ariel Díaz, de la
- Lista 808.
<
> En el interior siguen los allanamientos y los atenta­
í dos contra todos los militantes del Frente Amplio, Para
... ello, se busca cualquier excusa, sirve cualquier pretexto
para allanar, para encarcelar, sin dar ninguna explica­
ción por el vacío que el país siente de la justicia, que
ya no existe, y sólo actúa la llamada justicia militar.
Hace apenas 48 horas en La ciudad de La- Piedras,
el Ejército, algunos de cuyos hombres apuntaban desde
los techos, allanó algunas casas permaneciendo horas
dentro de ellas.
En uno de esos allanamientos se llevaron a un joven
por el hecho de que en su biblioteca encontraran un li­
bro, que se vendo prácticamente en todws 1m librerías
del país, de Mao Tse Tung. Lo arrastraron, rompiendó,
incluso sus ropas, ante la desesperación de sus padres.
Luego ríe muchas averiguaciones, en las cuales intervi­
nieron algunos compañeros, se logró saber que se en­
contra b i en la Marina.
Pero todavía hay más. Al salir de una reunión que
realizó el Plenario del Frente Amplío en la calle Julio
Herrera y Obes en la tarde de ayer, «e detuvo a tres
militantes integrantes de la Mesa Ejecutiva del Frente
Amplio, que eran los señores Domingo Carlevaro, Alexis
j Amir y Carlos Almada, quienes también fueron llevados
1 S la Marine, para luego ser puestos en libertad.
3
Dinamo», entonces, antes d® concederle la interrupción
al M&otr senador MtetaiWL, que la autcrisackto de la Asam-
blco tieni ral legt»lH<iva *e ha ti’OrtlMMrmiMo no ht luéhft $
h Li qu«' luirbi irfcmwirt el contcnido de la eegtinrts■ fhodór^;S
Mini en 'ina liK’hn de !gre»i‘.idad y de atentadnd y de
nati'- ■■''nini el Frenir Amplio. y»> dina <-n una operarwty " I
contri» el Frenti' Ampli’i !.<•' b^hoa lo e-'iàn ilww’l 1 an Vi
no -exagenuno« n.ei >, < *-nipi < •h.-’uios y oh jet h amo*
bechi**.
nuftrrdo in internipión >d ■-• IVH M ii.idur Mh'hrbiii
00 9
 SEÑOR ERRO. Quiero certificar, señor Presidente,
que compartimos las manifestaciones muy importantes del
compañero senador Michclini, Pero nos preocupa esta ausen­
cia que quiero pensar no os deliberada. Porque seria horro­
roso ¡jara el Senado de la República que los senadores se
fueran de Sala para dejar sin número ante los atentados y
-1 aM*sinato bárbaro de siete trabajadores del pais que, cual­
quiera wa su pensamiento, son siete seres humanos que
trabajaron por c| progreso del país, que desearon mejores
condiciones de vida.
Al oír ese comunicado a que dio lectura el Ministro de
Defenea Nacional, yo tengo para mi la certeza de que ha *
nido infeliz, una vez más, la actuación del señor Ministro
y que con estas actitudes, está comprumetlendo valores j
esencudes de la República. '
No m' puede venir al Senado cinco minutos, después que f
cs|M*ra)TXM tres horas, para leernos un comunicado en el /
que se decía que se había hallado una documentación sub­
versiva y punto, sin decir muía, y un revólver tirado en no ?
sé donde y alguien que parecería que tambiér apuntó y tiró t
y que, convo decía el compañero senador Rodríguez no se $
sabe hasta ahora quién e*. Pero luego vino ila verdad y el |
miaña» señor Ministro, en una intervención qué no quise ín-|
lerrumplr porque me sobrecogió cnn» que tx> advirtió Ja s

dimensión de lo que estaba diciendo— llegó a afirmar que 1

sobre aquel capitán herido ai repeler Ja agredón, se perdie- |
ron siete vidas, mataron siete personas. ‘
'i

Aun en el instrumento de la legítima defensa tiene que ¿

existir cierta relación. En aquellas viejas lecciones de De­
recho Civil se ponía el ejemplo siguiente: alguien tira una
piedru y otro lo muta de tres o cuatro balazos. En este
caso, no hay relación. Aunque todo esto ahora está aban­
donado os bueno recordar que en un bula») tirado por al­
guien que el señor Ministro no mencionó, las fuerzas repre­
siva* asexlnan »tete orientales, siete compatriotas.
Uno piensa que üKlavia él señor Ministro insistió en
que dalM <*tas explicaciones y tenia que cumplir otro« me-
nestares. Afirmo que no tenia «Aiígac*» más inohaUbic que
la de «»lar ba ta <1 ímui en ei Seftatio do la RepúbJica, cwn- *
plieiulu con su obligacha* |>orque, a través del Senado tHÓal
que Inhumar a Uxio el pueblo «•onmíaiasado «otare «eta trá*||
gedía ocurrida en la madrugada de hoy. Y at tat. DMfttégjg
i*-<TÍn las actas n tal vez no A mi, entonces, no me pardeo
merecer confianza quien actúa en pnvbh’nuui tan drwnátfíw
ros en esa forma. Pensé que jiodia volver, no lu hizo. Wms
Ministro del Interior estuvo absolutamente «atiente del drwo^
del Senado que votó solicitar la presencia de km den MM
nistros. J
El seno* Ministro del Inferior no vino. A mi me extra-1
mi, que el señor Ministro, sin llamarlo, llegó a la Cámara \
de Rcpresenfiinles puta dar algunas explicaciones ■ aunque f
no hubieran sido satisfacfoi las convocado hoy especiuhnen- i
te, no concurriera al Senado

ücm’O irtegunt/i; Ir ni señor Presidente cuántos señores

senadores hay en Sala y cuántos en la rusa
^h.-, ■l-.l.lll«|l|.l|i,i— — T- —rrn— r------------- -- . - •.$

0 1 o 23 5 -y 5 *
 SEÑOR ERRO M «grade ico
Piorno, »¡(torres, que el señor Ministro no no» rito la»
•xplicacione» i que eKlaba obligado. Vino a ¡remo« un co­
municado con rl cual ya muchos hablamos tenido contacto.
En consrcuenoiH. no se estableció el diálogo, no se produjo
el enfrentamiento de argumentos e ideas. Entonce», tene­
mos el dervch» de ¡»ensin qur lo de hoy fue un claro y »'vi­
dente asesina! o.
Peni, señor Presidente, nadir jxmIIu «Mperar otra cosa
¿A quMHt sa h (india ocurrir que hubiera otra» derívaclone*
en el (Miís. d la Asamblea Generad le está diciendo a la
Pediría y el Ejército que pueden libremente matar*

¿Qué otra <maa m te reaoiueíón «te declaración de gu* t

ira internu. por mis une Intentara «I señor amador Ferrol* i
ra Aldunala en esa dramática «talón dajtr coneretado d ^í
área donde jugarían determinados valores, cuando se habió
que ern sobre el Area afectada por 1» persecución de ¡o 1
que se llamó subversión y que no podía ser en ningún otro
lado? Pero si están en todos los otro« lados actuando en
i’Mta (orina que acu bu mu» de advertir ahora.
Es que resulta, además, totalmente cierto que. en el
fondo, so trasladó en la disposición votada, la intención del »
Poder Ejecutivo cuando la ley de Seguridad del Estado f
estableció que e| funcionario (sdicial o de las Fuerzas Ar- i
madas que en la detención de un ciudadano o en el force­
jeo, etc., pudiera llegar, incluso, a su muerte, quedaba ex<> <
nerudo do responsabilidad penal. j
Esto lo trasladamos aquí, i>orquo nadie debe engañarse
La Comisión de Constitución y Ix'gislución terminó con su
trabajo dándole en la Asamblea General mayores competen-
cía?! do las que eslubhvlii el monstruoso proyecto de ley |
que había enviado el Poder Ejecutivo $
Nadie tiene que confundirse; esto vm a seguir. No puedo
pensar que el pueblo uruguayo esté dispuesto a ser sacri­
ficado vilmente, sin defenderse, ¿O alguien piensa acaso que
cuando se allana una casa, como derla en la Asamblea Ge­
neral el señor senador .’ licbclitii, las Fuerzas Armadas lo
van a hacer con gentileza, van a conversar con la gente?
No; no bien se abrió la puerta, de Inmediato le cohxan la
metralleta en el pecho y lo empujan o, de lo contrario, hacen
como con el compatriota Madreña, que se asoma pura ver
qué pasa y es barrido con tiro« de metralletas y en forma
inmediata, su esposa. Esto, sin saber quiénes eran ni qué
hadan. Y, todavía, no se entregan los cuerpo« de lo« ase­
sinado« a tu» pudres y familiares
¿Esta m la paciflcocMm qw boisen el (¡obterno? ¿Eaa
es la invocatoria permanente que hmoe a la democracia, a
la libertad y al ordenf ¿Cfete derrvjcracia* ¿latí que le per­
mite matar? ¿Qué orden qué parffhración* '
No hay nada «baoiutamante. Ij»i palabra» no int aau»- |
tan. íñgo que las Fuerzas r’owjumnr «alterón a la caite a J
matar, no a preservar ningún «xriteti, porque, además, fot 3
vi actuar en el interior del pais. Impresionaban las callea W
do Paso de los Toros, loa camiones cort quince o dtecá»
séis hombres armado» a guerra en aquella pacífica ciu- j
dad del interior de la Republica, intimidando a la gente, J
Allanando, buscando cualquier excusa para -tetenrr a alguien. 1
Y cuidad»»: detenerlo en esto» momentos en que tienen una ?
ley votada por la Asamblea General, en que pueden hacer ,g
desaparecer a un ciudadano sin que ocurra nada. i®
A todo esto, en una (»»Melón chía, no»otma leimos érw
documento que, como dijo el señor sen idor Fcrrcíra Aldu- «
nate, le llegó a mucho» señores legklat orea, oyeron, mclu*
so, el cassette. Por lo menos los señores Ministro» debieron
venir a decir que los nombres que ahi figuraban, que noso­
tros no quisimos dar hasta el momento en »pie se investigue
en el Senado, ya han sido Investigados, o sumariado»« o lla­
mador a declarar
Tengo la impresión de que muchas dr «-s»s |N*rs<>nas.
Wf^iayan actuado en esto» atentados con una total un
B, Ütt que nada pasara, porque, incluso, sobre este
parlamento, sé arrojan amenaza».
El otro día. eeatm de ciudadanos, en las afueras del
Palacio pMaa te eateeaa dai senador Erro • incitaban ai
«ranea l«mwM>a» ««ay»*** que debiecnn tener responsabiii-
4*á Tnmímfr telefónica» adviniéndonos
<$« jFany M íotu» wte qllwa tdafaf »Ir te
vida política, enviando gente oattafla |M»tn que actual'»

011 .4 J *4 5
 SEÑOR erro. ~ No. Twidfi que probarlo. Usted
no tiene derecho a tratar de traer al aeno do «ate Cuerpo
un episodio da esa naturalexa.
Cuando yo he mencionado a un Oficial del Ejército y
cao lo ha escuchado todo el que hn querido, lo he man-
clonado. «I, como torturador. Es repudiable la tortura.
Pero cuando loa otro* días ¡el el documento que probaba
que existía en el paia el Escuadrón de la Muerte y dijé
que evitarla la mención de las personas que calén vivas, ¡j
todo el mundo «abe cual fue el propósito. Cuando yo
señalé que alguien tortura, no puede, señor senador Vas*
conceUcu. adjudicarme, que estaba poco menos que mar­
ínelo o deciiucndo ia murcie de una persona. Estaba
que esa persona torturaba. Dije mil veces que
el Ejército uruguayo nunca había sido torturador y que
eso me preocupaba. Nunca contestó el Ministro de De­
fensa Nacional, cuando era su deber decir qué medidas
habla adoptado, «i había hecho sumarlo, si había cons-
tltuido Tribunal de Honor. Le repetí varías veces el
numere de un Mayor del Departamento de tiorlano. Pero
que a esta altura, d oeftor senador, en luga1* de referirse
al asesinato de siete trabajadores, venga, rebuscadamente,
a pretender, no se con qué intención, que de alguna
manera el senador que habla tanga algo que ver con
lo que ha ocurrido con el Capitán o Coronel Buscón!, ;
no se lo puedo permitir, j
SEÑOR VASCONCELLOS. — ¿Me permite UM in |
terrupelón, señor senador* '1
SEÑOR ERRO. — Le voy a permitir, pero la quiero |
decir que no acabo de entender cuál es su intención y «
donde quiere ir. De manera que tampoco sa por que 1
aclara que no recibió el documento. El documento que v
leí, señor senador, lo recibió enorme cantidad de sena- 4
dores y d potados. El mismo ‘‘cassette", el mismo texto, *
ln misma fotografía, iae mismas fotocopias que nosotros
leimos, los rct'ibicron mínima, Eso lo huimos con coraje,
porque somos comtcientes do los riesgos que corremos
y las pruebas son las amenazas. No es, tampoco, como
dice cierta prensa que pretende llevar a confusión a la
opinión pública, de que buscamos no se qué lugares mis­
teriosos del Palacio, para salir. Salimos por la puerta
que el Palacio tiene.
SEÑOR VASCONCELLOS - ¿Me permite una in-
tgrrqpclto?
SEÑOR ERRO, — Voy a termtear en un minuto
y después le concedo.
Salimos por la ptM»ru que el Palacio tiene y cuando
el oeftor Ministro dei Interior me expresó la conveniencia
de que pudieran, incluso, funcionario? policiales, estar
cena de mi domicilio ad la ciudad de La Paa, la di mi
respuesta categórica et el sentido de que no necesitaba <[4r p
ni quería eaa guardia, porque sabemos defendernos no­
sotros mismos, y tenemos buenos am.gos, De manera que
no precisábamos de la Fuerza Pública, porque, además» F«oí; .*oo
en este juego pensamos, como lo dijo el eeftor tenedor •-
Ferreira Aldunate al Inicio de esta sesión, que entre los ¿g
que estaban alrededor del Pnlacio, en los dos incidentes M
que él tuvo, —si yo no le oí mal— fueron provocada? >
por agentes policiales.
Aprovecho a contestnr, además, la mala Intención
de algunos diarios y a decirle al señor senador que yo |

gNi te permito que él coloque en el Senado la sombra

de la sospecha de que algo tiene que ver el senador Erro
con ¡o que le pudo haber pasado s un Capitán al mando J
de las fuerzas que actuaron, en esta oportunidad cow- <
•;’» u * » la Cioa del Parí ido Comunista. <

012
 SEÑOR ERRO. — Continúo, señor Presidente
Advierto, entonces, que las expresiones del señor
senador Vasconcellos, no tenían el sentido que yo lea
había adjudicado y que eran muy graves, porque el
hecho de que yo mencione personas que torturen y que
luego ocurran episodios que no tenían nada que ver con
el problema de las torturas y pueda la persona ser
herida o, incluso, ser muerta, que se me pudiera adju­
dicar las condiciones de ser autor de esos hechos, es algo
sumamente grave. Decía, entonces, que si asi se ma­
nifestaba tenía que probar lo que decía.
De manera que, como se ha aclarado que no era
<fr la intención doy el episodio por superado
SEÑOR ERRO. — Advertir* el señor senador que
sus palabras finales nada tienen que ver con lo que yo
hubiera expresado. Y eso queda muy claro porque son
cosas que, desde luego, pueden tsner repercusión muy
grave, con respecto a lo que nosotros pudimos haber
dkcho y a los sucesos de la madrugada de hoy que no
tienen ninguna connotación con aquel otro episodio.
Digo, señor Presidente, que estamos en una encru­
cijada. En esta misma Sala, hace muchos años —y tengo
* la impresión, por alguna fotografía de la época, que don-
; de se sienta actualmente el señor senador Santero— al-
guien en una emergencia dramática, no igual que esta,
dijo que tenia la sensación de que se hundía el piso del
. Senado. Yo tengo esa misma sensación hoy y que esta­
mos en este momento, aquí, hablando y hablando y que
otros, muy lejos de este recinto, pueden eirtar ordenando
, y rfcwprieirndr» sobre la vida del pala.
Nunca he conocido, en mi larga trayectoria como
político, a un Ministro que en pocas palabras, leyeado ,
un comunicado y con explicaciones totalmente iniatlg- |
factorías, dijera luego al Senado que tiene otro compro*
n?iao y que tenía que retirarse, dejándonos para que
^Kda uno hiciera afirmaciones. El no está para COnves* .,»
«Trias, de manera que suponemos que al no estar, y há-
b.énd<>»e ido deliberadamente, tenemos que dar valides \ ?
a nuestras palabras y no a las suyas o a los comunicados
que tí Ityera.
SEÑOR ERRO. — Continúo, señor Presidente.
MI intención es referirme al Escuadrón de la Muer­
te. Autos deseo expresar que se ha hecho una gran con­
fusión sobre las palabras pronunciadas por el señor se­
nador Michelini, que fueron muy claras. El lo hizo como
protesta ante la posibilidad de que se hubiera torrado
el pensamiento del señor Ministro en un sentido limi­
tativo del Parlamento, ya que los Ministros suelen le­
sionar los fueros del Parlamento y después vienen a
hablar con toda tranquilidad. Eso sucedió con el señor
Ministro del Interior, cuando la Cámara de Represen­
tantes, por SO en 32 votos, por moción del compal taro
Durán Matos, entendió que el señor Rovira había helo-
nado los fueros del Parlamento, y después concurrió vo­
luntariamente a exponer el pensamiento del Poder Eje­
cutivo. De manera que no me asombra que el Ȗor
Ministro de Defensa Nacional, haya tenido una inten­
ción de segundo orden y lo mismo venga a seguir dia­
logando con nosotros.
Recuerdo que hace 30 ó 40 años, en un debata en
el Parlamento un aeñor Ministro lesionó loa fueros del
mismo y se tuvo que ir porque no podía entrar más.
Seguramente si se hubiese animado a entrar, los h ais­
ladores no sólo no lo hubiesen escuchado, sino quu se
habrían Ido, Abofa, no sé lo que pasaría.
Luego, señor Presidente, la cosa se complicó con el
planteo del señor senador Rath.

Vamos a central, señor Presidente, nuestra posición

en el hecho más grave de todos estos episodios que es el
Ewtiadrósi de la Muerte.

I1

0 1 3
23 6$5
 SEÑOR ERRO. Continúo, M*ft >i PresMenfr

Conversando por lo boje con el .sefmr «enad'ii Sautoto

llegamos a la conclusión de que, « lo mejm, romo mi supri
mieron las garantías Individuales, creyeron que *e podrían
suprimir las «ctai, con lo cual, Ir |Hwfnntnos <1 ir 30 «han
de vacaciones a I»h taquígrafos. II señor Ministro de IV
tensa Nacional tiene €<>««« muy rums: a lo mejor qurrl»
que el secreto fuera completo y por <uk> «e fue par« tv*
venir mi» a dialogar con natotro»
Pienso, «whor Pwddcnte. edemas, que nuestro poeh|«<
«teta muy de.wrformadc sobre lo que rías« en rl Parlamento
a pesar de que en ti v sientan lo* que representan «I
pueblo. Tan curioso m que cada diario dti su Información
parlamentaria que. por lo general no es exacta El pode»
creativo del q»»e toma la« vendones. e» tar grande, que d*
pronto no» hacen decir creas que no heme «repechado que
pudiésemos expresar o eliminan algunas sltunckme« Impor
tantas d<d debate que interesan • 1« opinión pública De todo
k> que ha paludo esta tarde, no rowneco ningún diario que
reproduzca, mAs n monos fielmente lo que han dicho lx» un twehn <h «m imgnttud y «rerefod, ttabiú ctinnvFVii
distintos «•ctorcs. Tuvimos una larga lucha en el campo al pah. perqué en H reso del Bmtl el Em*dtdn de la
periodístico, desde la Asociación de la Prensa Uruguaya «o- Miu’rte naoMlrvó a (seis o siete n-lt brasileños, era dirigkiq y
bre la obligatoriedad de lo» diarios, de ofrecer columna» a tiK<Morado r»or Fleury y era muy difícil saber <ptienes eran
lo» legisladores, recogiendo el pensamiento ele Astos. para loa que actuaban en él En el Uruguay lo p"dim >s satvr
que el poetfo pudiera estar informado, correctamente In­ y el respiro de verdad, pura rejpetir palabras que me hin
sido d< I agr/idn, j>or r>l acierto de la expresión, vo Yrnvo q >«
formado. trnerl»» vn cuenta, objetivamente, «•uarulc en o! clim.» de en*
Este es un tema distinto, señor Presidente, {»ero vaha rrtqM’ión del país este grupo obttant» documentación <lr m
la pena tratarlo-rn rete momento y discutir «obre él Financiera M«>nti, que ra un vendaval de ve l id, |><rq»u-
»i«« loiví-s prori-aanm a Ins perwcnH» Involúcrente» en Miiltl
tremendo nvi'<»< t»ukv l/> mismo pasó en el raso del llanto |
Mercantil Si.oufira ert.oíirr«. que ya no esté t:«n ruest¿h ;
VueH".. «es» «r *J , .4* ntr cUnkvh al Es» uudron de la
nudo r! do» omento leído y no pxlrm >« fw tdcr tlrm|w», Jd
MwrV e» U "k»t >ie que lj m^ioo de hoy habré de empezar la »reloii rl Miinr *rn.tdnr Mu hcbnl ivcnebm.1 la
termirwr con alguna decisión. N»> pódeme, simplemente
nr»s’*ldnd dr q»»r m‘ v»»t.» In ('umR)ón Imrstiy.id «ra *«»bie
hncre un arto de «tolldurlda»! frente u l«w* 7 obrar o» twrid- el Km'uailrón de la Muerte y nosotros queremos, q<>r romo
ttftfkm, Un Investigar, ni tampoco quedar en un acto de ? resultancia »te la <es|ón dr hry se haga esu v itirión y se
tretcrnktad frente a clududunó» dignísima» »le nuestro país, |
incorpore, ¿»»de ya, a <*«« ComiMón, el doenment» <me
que han «ufridu el estallido de bonÚMvt y bajrxvkajr t hemo» mencionado y que fue leído en la Asamblea G<-
neral, dexpwM de ít»g«'jitre esfuerzo« »ir nuestro rnmr'iñer)
Menciono la bazooka, |M>»que en la casa del arquitecto í el »cflor senador Terra para <|W se decretara un c»»art)
viánlarns pudo haber inalado a uno «te sus famlllnrre, en J intermedio que permitiera llevar el documento a hw Minié»
virtud de que nh’tilvn scgurnincnte v<»n n*la «u cusa, que | tros y w discutiera y se escuchara su posición. La Asnmblett 1
había m»Id .illmiíida nh'uuas vece,*, puesto qi o fue tirada ' se cerró totalmente ante este planteo, lo que nns obligó, al
sobre los dormitorios »laude vive una |w*rsona do »M’henta y final de nuestra exposición, a leerlo con Ihs ronsocucnclar
tardos años. ix> inicuo posó en <d domicilio de la calle Bus- pública» y notorias de que participó el propio señor Presé

-*4
chema), del doctor Quijar»«» n en lo de Cruttogvini en S»M’í», o dente, del clima existente en l«»s alrededores del i‘.d<»< io.
en el Templo Meto.lista, romo represalia, porq re dicen que Reconocen M ewfneritn de! «K»fW>r Pre«lóente pura que > oi
ahí habían tornado »dgu»»»», personas en »><• »> ión de producirse
«-iertre incidentes ciertos episodios, c<»mo en el cuso de
Ares P»ms, «i de Carlos Martínez Moreno, o de González
Navarreh*, c »n perjuicio pan» su casa de millones »1»’ pesos geni« fanati/aute que pedia prtetfcameMe AheMW finta’
En el raso de alguno de ellos a! salir despucs d > la exolu- Ihcih uontcni'ln, pero »tretero, para la versión taqit
sfcón a mirar a la ralle veían »pie sllen/d ».'/» y fl iuuthiiv- que í*I s<*dor Presidente rv» tuvo éxito y tamix/co íó lili
mente uno de los llamados ropero* se desliz» ba |xo las «•I Ministro del Interior. Entonce», ¿quién tiene e| mu»
calles del barrio donde se hubin producid»» r«de problema. d»» iu políeii«** ¿(tan es |>o*ible que no llegaran !<»« refu
Entonces, uno píen«» que los autores n»> de t ten estar tan /.<»•» después dt* tres hura» de que habían sido pedid«« h siig
(«ItOC de Hcnttiicación. Lo que pasa es que los mea i rados suboixlinndos?
te íore’tu» ~Ioh tienen otra p«>stción y no actúan n la forma
di'jgenlr trae t»xFw nosotros hemos convenido en q»»c delx» A mi jm» me d»j<> que en determinado nunnento en |f
hacerse. En estas sombras del jhiÍs, señor Presidente, -'-uá »•alie, ante < iertos grito.« y expreiúonre. funcionario« (johrteÜii
el Escuadrón de la Muerte. Letmns aquello»; diX’Uinento » res- les aplaudían »-n v»*z de (H»ner unten. JÁ
p >c.to »le lo« cuates ni -chor Ferneln» Aldttnete - no «lulero
traicionar SU Iiensiirulcnto - derla que por lo m^no» dr «u Vamos a dejar una di’i larackin muy expreaa 81 ÉH
Ircbirn surgía un respiro de verd.id. Tengo para mí, también, quieren |)unvr orden, saldrvmoM igual »»«la noche y «u<Ídi4K
que es así y croo que la pw/tui q here eyuaet «^«»feMonc* moa como corre.s|M>nde. S
no p¡uwe, fxir el tex’», y i*or Ht» •■•«■ntgri. qw htgaers «*io
sometMa a ninguna e »acción HrMLsMta pa a *rr.M» ar wm
confesión que el irdrroal • nr» dar, Perece, ‘
en nlmtnoK paso fes, «pie lo hace con cierta dcciUón y ei<|>on> |
inneidad. Pero el documento o» grave, porque involucra n . |
lornrcH» jiollrhdes, a jnllitíirus, a la Embolada norteamert» i
ins «Irmostrantin su lt>«'i»rcncla Indebida rn los problema» J
•ii • >).> , • "i •■; íc »■ Hile >s y -iw'lidcs de! país, *in<> ei>
,a n Y dr"''' (icón .»tro o.ih E-do (i«-nr una
CT.'lVod;.d i (■".-.»! 11 ti'l ’.lir. jj)• ,s h'l'1 1> <I !t >• ill-
etttxi «tel Miru-fr’» 4»'.’ Jrffiior v -i/i «' .c u h.o mm'una voy
éf» tontea, le hidmoa entrego, dlnrl inicñle. cu sus manos,
frtflh lo <»b«rrvó tndfi la A^nmblea. de la fotncnnln con la
firma del ciudadano der’arantr, con «u imi»»e«i4n db’ilal,
probada por lo« p»*Trtm dArfdó«ro’'m <lc la .1« fv c in
el cassett e donde ataban ww palabra« y con su fotografía,
que era lo qvc habían reeibklo muclwM icgísladíire»,

93 tí 45 <
0 1 4 •J
 SEÑOR ERRO. Scftor Presidente: h mí me inquieta
une expresión (pie utilizó el señor «onndor Fcrrelra Aldu*
ñute. Entiende que la luMik'lii militar d'he Investigar esto»
hechos denunciados y que untó en condiciones, Incluso, de
Incorporar otro» hechos.
Nosotros no podemos desplazar el ámbito natural de esa
investigación, que tiene que ser el Senado de la República.
Yo no lo iamfc a una justicia militar en el De*
parlamento de Colonia, hace meses, el Juca de Instrucción
Militar, ílaba órdenes de allanamiento sobrepasando, elimi­
nando o agraviando al Juez Letrado departamental— docu­
mentos de esta naturaleza, jtorque hay militares que están
implicados en el Escuadrón de la Muerte. En ultima instan­
cia, ¿quién me ase.’ura a mi la equidad o la Imparcialidad
de la Justicia militar? En cambio creo que rn el Senado r»o-
dríamos hacer una gran Investigación, citando a todos los
que sea preciso, a los involucrados; al Ministro del Interior,
al de Defensa Nacional, para que vengan a dar cuenta de
todas las medidas adoptadas.
Me dejó muy preocupado el Ministro Rovlra, cuando Je
pregunté porqué no me habla contestado el pedido de Infor*
m »obre el asesinato de Rumos Fillipplnl y »obre las per­
dona» procesad <1* por d secuestro de Cario» Maeso, afir­

mando que no había llegado a su mano. Advertí, luego, mi- 1

rando mi» copias que tenia fecha 14 de marzo. Un mes 3
después oigo al señor Ministro, en plena Asamblea General
que esa solicitud no la consta, pbr lo que pienso que hay jj
intermedio» unte él, que pueden hacer desaparecer docu* j
mentó» de esta gravedad, porque puede haber interés en 1
que esto no se sepa.

I,« madre del asesinado Ramo» Fillippíni, que concurrió '•

mucha» veces n |;i JefatiiHi. no logró jamás que le nr>stra-
ran la» foto» de quienes hnbíim secuestrado al doctor Cirios ¿
Manso. ¿Por qué m> ocultó? ¿Por qué no «o lo dio a la®
prensa ln fotografía de los detenidos, como se hace en t<xlos
los casos? ¿Qué interese» ocultos hubo? 'rengo que presu s
mlr que se int *nta que no se conozco públicamente la verdad
El «»ñor Mmb.tru qu«*dó, en la Asamblea, en averiguar
<i estaba en la Jefatura o en alt’ima oficina. Peí,., <-xc t,-
el ánimo o el projiósito de no dar a conocimiento de la
dolida madre lar fotos a través le jas cuales elí.i ha ase­
gurado que es cnpoz d«» reconocer a quienes llegaron a vi
comí y llevaron a wq hijo dieiéndolc que iban a hacer un
biterropatorto poHcfal do uno» minuto i, para luego. Ii.icei
lo que hicieron, rompiendo su» brazos en vida, aciibiliám
dolo a balazo» y tháqd/ijo sobr< la» rocas en una playa de
Montevideo,

totUt. «ató víncutod«i, también, al AMudmfo tic Paro Gu- ;

i iérre« y al toryi^tro alguien qn$ no hs aparecido.
Asi romo e) óm-umentó relata cómo tu# awsinato Héctor
Castngnrto Da R ave en el caw.i de Abel AyuJa. nada tierno* .
sabido tortavU. Está preso? ¿Dónde? ¿Lo han armiñado"
Hey un obrero del Inter dcJ pal» que bUMMI aparorló.
.Sobre <Mo riptf n> m hable

To*b> daimno» 4i|ix Mario , Dónde* En rl Atmndo 2

I» E'|/tbpc«, Irti < 0 (dfft p0fte, piTSW WMí> IW|‘M J
ftodemr* tamtr ghrnntliM, por tmrhmt d# laé diaciciamcta»^
para alactuar unit investigación profundé, ?

" 1 . T'2 ’
- - ÉHtMI ' Wo qttfero HacPr una Incursión
molesta para nlnjfún sector político, pero dejo constan­
cia en las acias ijuo el Partido Colorado, a excepción
del señor senador Vasconcelk« y del teñor Presidente
—que no liana oirá soluelón, por una especie de fata­
lismo oriental, porque no tiene Vicepnsldente», que la
de continuar en ese puesto— todo el Partido Colorado,
unte el asesinato de siete óbrame, se ha ido de Sale
 E’'HO, Inri que

San ador

TEMA: ESTADO GUERRA INTERNO V SUSPENSION GARANTIAS

INDIVIDUALES.

Sesión C.SS. 16mayo/9?2

señor ERRO. - "Con mucho gusto’* es un* ttpn<

aion parlamentarte, que se usa, corrientemente y ademAs
tiene mas de 90 años, por lo cual no seré yo quien la ¡
। rectifique con mis humildes palabras

Queríamos dejar constancia de estos hechos que nos

parecen sumamente gravea, al pronunciamos sobre la de­
cisión de la Asamblea General.
- x TB¿n?,namos e«ta Interrupción expresando que po- 1
dran haber muchos muertos bajo tierra, mucha gente ;
ptrP nü ,cono*:o «« «lo episodio histórico
donde el amontonamiento de muertos que combaten ñor
?iU1Jd£al.y por convicciones, haya detenido la bata-;
lia definitiva por te liberación de un país sojusgado. em- ’

pobrecido y con eiitas llagas que ae advierten permanen*

teniente, todos Ion días, a cada segundo, que ya estAn
tocando, Incluso, sJ Cuerpo Legislativo, porque no respe­
tan a nadie.
El señor legislador Ruño fue claro cuando relató el
momento en que lo detuvieron, y que habiendo mostra­
do el carnet de IcgWador, se le contestó que podia po­
nerlo donde mejor le pareciera.

Le ocurrió lo mismo a otro señor legislador, al cual

también detuvieron; es decir, que nada serviré sí no rec­
tificamos el rumbo a tiempo,
En el fondo, no quiero ser una especie de impui
de victimarios, y tampoco darle a las Fuerzas Ar
repito, la posibilidad de su desprestigio como or
sino que considero -y tengo el valor de decirlo hoy. por*
que dias pasados realizamos un análisis de este probl
y lo vamos a traer muy pronto al Senado en una
siclón .serena y pormenorizada— que ellas juegan
gran papel en el proceso del país, por lo que hay qto
darles a cada uno la responsabilidad que te correspe
no adjudicándosela a quien no la tiene.
Tengo por Jo menos en lo íntimo de mi conciencia^
Li, seguridad de que el señor Presidente de la República,*
el señor Ministro de Defensa Nacional —sustituido o no,*
para mí es lo mismo, es el régimen, la concepción, el
jue jue^a— el señor Ministro del Interior y los enman­
tantes de las tres Armas, no podrán, en la hora en que
Alguien solicite la lista de detenidos, responder en una
iora ni en un día,
SMrtnr, dentro
>■ te mur tete. en el tenate. Déte
muy se; ios, traer aqui episedtoe _ --- ••
pato en metería, porque el tnl!itayl*mo en el thrtti
debe ser estudiado con la misma profundidad qte |
nos autores e investigadores lo estén enalbando a*l
de Latinoamérica.
Soy nación* Un*» por íornartéa, por vocación, por
razón de ser y. ademte, consciente de que eso teeionaUa-,
mo no puede ser algo aislado en el pato sino un senti­
miento revolucionario proyectado hacia América Latina;
como una conjunción, como una unidad. Ese naetonaito*^
mo popular revolucionarlo - que oes teftne dentro der
Frente Amplio— debemos ponerlo al día en cuanto a lie-,
gar a la conciencia de ías personas y a afirmar atete
nuestro criterio, que nO queremos apuntarnos ni incluir*
nos on un nadonn llamo que no pueda tener estas virteH
des, contenidas y finalidades.

016
 ,0 3 r<í7AD0
jtón C»óS» 16 u/ 'J 1
017
Cámara, que presidia el Escrib mo Mastalli, por indica­
ción nuestra, precisamente, to nó cartas en el asunto.
Realizó varias sesiones, convei só con delegados de los
trabajadores, del Ministerio de Trabajo y Seguridad 8o-
clal, de la Coprin, y de la patroi al, a quien se refiere este
comunicado arbitrando soluciores que fracasaron por la
reiterada negativa de la empre sa a facilitar medios que
pudiesen poner término al coi iflicto y dar satisfacción
a las justas reivindicaciones de los trabajadores.
Creo que estas palabras pteden pasar, a los efectos
pertinentes, a conocimiento de 1 is Ministerios del Interior
y de Defensa Nacional.
SEÑOR FERREIRA ALDU? ATE. ~ ¿Me concede una
interrupción, señor senador?
SEÑOR MICHELIN!. — Coi mucho gusto ..
SEÑOR PRESIDENTE — 5uede interrumpir el se*
ñor senador.
SEftOR FERREIRA ALDI NATE. Señor Presi*
dente: confieso que aprovecho < interrupcita que me
concede el señor senador Miel elini para plantear una
brevísima cuestión de orden —< iue quizá tampoco tenga
el carácter de tal—, que no prc íende alterar los lugares
de inscripción, en la hora pre> la. de loo señores sena*
dores.
Simplemente, señor Preside ñe, se trata de algo que
debo plantearse con urgencia y puede hacerse en forma
muy breve.
Es sabido que en rei terad ai oportunidades he plan-
teado, en este periodo y en el ar i erior, reservas en cuan-
to a la actuación de la Armadi Nacional, cuestionando
el que no estuviera »tempre pn sente, en nuestro domi*
nio marítimo y fluvial. Hace po os dias, en el Canal del
Indio, ana tragedia movilizó a n lestra Marina. Así como
es ciras oportunidades censuré actitudes que do com­
partía, creo que es muy Importante que se señale, —me
atrovo a usar la expresión— el »rguUo con el que debe
verse la actuación de la Armac a en el presente eplso*
dio.
(Apoyados.)
.. .cumpliendo, no solamente sus obligaciones hu
manltarias, sino, también, con su deber nacional! bien en-
tendido.
Solicito, entonces, que estas palabras sean elevadas
al Ministerio de Defensa Nacioi ial y hasta pienso que,
si lo entendiera pertinente, el propio Senado podría ha-
''AD
-ll 23 6 45
«a . m*
*1 primero, señor Presidente, lo recojo de im -
municado aparecido en el diario "Ahora", de hoy,
viado por la Asociación de la Prensa Uruguaya, a la
que me unen desde hace muchos años lazos profesionales
y afectivos, en virtud de que presidimos, Incluso, este,
organismo e Intervinimos durante 12 años sn el Conseje«
de Salarios de periodistas.
El comunicado de la Asociación de la Prensa, dice
así: "Desde el sábado 6 se encuentra detenido José B
Bottaro, periodista de "El País" y en la madrugada del
Junee 1S también fue detenido Antonio García Pintos,;
redactor de "El Día" y director de "Al Rojo Vivo*'. Has-.
te el momento se desconoce el paradero de ambos db
rectivos de esta Asociación*'.
‘Denunciando los hechos, esta Asociación —en es­
lado de alerta ha enviado telegramas a los señores tai-
nistros de Interior y Defensa Nacional, al señor Pre­
sidente de la Cámara de Senadores, al señor Presidente
de la Cámara de Diputados y a la Organiaación Inter* t
nacional de Periodistas*’.
Este comunicado tiene fecha de 1S de mayo (te 187»
9
También queremos referirnos a la prisión del can­
tante popular, hombre de afinada cultura, que es Daniel
Viglleti. Esta denuncia la hicimos en el seno de la Asam­
blea General Legislativa, pero nos importa que quede
registrada en las actas del Senado.
Daniel Viglleti es un hombre de cultura, compró­
metido con la realidad nacional y con el proceso de 11-
beración de nuestro país. Su ccinto expresa rebeldías y
acentos que recogen e interpretan ansiedades colectivas; J
la pobreza, el desespero, la dependencia, el olvido de
tantos compatriotas que sufren y de loe que caen por
combatir, en un país que quiere ser libre y que, ademé«,
desea terminar con este estado de angustia.
Hay varios discos de Daniel Viglleti que, seguramen- J
te, los legisladores que están aquí loe poseen y los han
escuchado. Ha honrado al país en certámenes fuera da '
él y ha dedicado su vida al canto, Su "A desalambrar'*,
por ejemplo, ha sido recogido en el extranjero por ser
una pieza honda que representa una realidad social y
económica del país, o sea la de que unos pocos tengan J
mucho y loe muchos no tengan nada. 31
Daniel Viglleti fue detenido y parecería, por in-Jj
formaciones que ae obtuvieron después de mucho pregun«
tar, que estaría en el 4to. piso de la Jefatura de Policía J
de Montevideo, incomunicado. Ni abogados ni legista-
dores ni familiares pueden verlo. , ’-¿3
 cerae
verse eco ae esta' felicitación oo' le esrte nntiid/T o i»
de C8ta
i - - »Mt
* m ’“•.ri
” * C*’J! 1 CK Q. j »'*««<•'> «1 nlv.¡
de la« mejore« tradiciones nació laies.
/urj\
8
riw
ZffSSLg””0 - ¿M(' '4"“ mta
ntoftwfefôh.
SHOH MICHELIN!. — Con mucho gusto.
SEÑOR PRESIDENTE — Riede Interrumpir el se-
Aor senador
S*WtOR
«nhIrIT<e’ Ji>í<>ce?e con honcstldad en la defensa de la
8 y 8U ?restl<10’ Queremos expresar mies- han
tra preocupación por algunos hechos F TTt A FÍJnu• lldSnuBfiw muy «rivei n® »ólo pár p¿?e dü
VID Fr<>nt* Amplío sino también porJj^« Je Jo¿ raflors
senadores Vaz y Pereyra, como la que escucharnos días
Easados acerca del matrimonio de apellido Rovira, cuyo
ijo fue asesinado en un episodio vivido hace algunos
días. Este joven fue armiñado y no tenia ninguna vincu*
lación con movimiento alguno, como fue probado después,
totalmente. Ese matrimonio, que fue detenido sin nin
guna razón, ¿dónde está?
¿Pero es que en el Senado de la República, no
tenemos derecho los senadores a preguntar dónde están
los detenidos y a que se nos respondí; por las vías cons­
titucionales pertinentes, por los Ministros1! Cuando uno
lanza estas preguntas en la Asamblea General Legisla­
tiva, los Ministros miran como invitados especiales, como
si fueran dos extranjeros a los que por úna resolución
especial del Cuerpo se les permitiese sentarse en Sala
para escuchar. Siempre contestan, casi diría como un
disco que podría estar en un pasadiscos especial para pa­
sarlo cada vez que los legisladores hacemos una denun­
cia o preguntamos algo: estamos informándonos, estamos
investigando, vamos a contestar después, pero nunca vie­
ne la respuesta.
La otra noche, cuando el señor sonador Va:i, planteó
la denuncia, debió informarse de inmediato, a los cinco
minutos, aunque fuera por medio do una llamada tele*
fónica a la Presidencia, dónde se encontraba el matri-
monto Rovira, y si estaba detenido, que era en ta! o
cual lugar, o en la Jefatura de Policía.
Eso es lo mínimo que podemos pedir, que podemos
exigir, porque seguimos ¡riendo los dueños —hasta que
no se nos demuestre lo contrario— de las medidas, erró*
neamente adoptadas, a nuestro juicio, suprimiendo las
garantías y prorrogando por 43 días el Estado ele Guerra
interno.
Voy a solicitar que todo esto pase a los Mi nía tari oí
de Defensa Nacional y del Interior.
10
También queremos dar nuestra opinión acerca de la
moción del señor senador Carrcre Sapríza, para que se
consideren con carácter prioritario y de urgencia ios
cuatro seguros de enfermedad ya aprobados jx>r la Cá­
mara de Representantes.
Tenemos que expresar que algunos de ellos, en otra
legislatura, los redi clamos en una Comisión de la Cámara
de Representantes de hoce dos legislaturas, que integré*
hamos con los señores representantes Lanza y Ciganda.
Hemos Intervenido permanentemente en la búsqueda do
soluciones pora estos trabajadores. Seriamos incoheren­
te», estaríamos en otra posición, desde luego, si negára­
mos nuestro voto o nuestra anuencia para que esos te­
mas se trataran.
Pero queremos que quede claro un compromiso que
tenemos hoy con el pueblo oriental, con todos los ciu­
dadanos del país, después do las tremendns denuncias
sobre torturas que se han realizado en la Asamblea Ge­
neral y también en este Cuerpo, el compremiso, repito,
de que no nos levantáramos hoy —para lo cual formu­
lamos la moción de que se prorrogue la hora— hasta qiue
se consideren los seguros de enfermedad, t>ero también
los dos primeros puntas de la orden del día
El Senado no puede levantar su sesión ds hoy sin
aprobar untes la dasignsetón de Isa Comlstortea Investi­
gadoras sobre el Escuadrón ds la Muerta y el asesinato
da ros ochó obreros en el local del Partió© Caasunísta,
de la Seccional 20. de la calta Agreetadf
H 4a la gente, (tel pueblo, que determinadas
Ademta. a esta bora, a las 18 y 10 minutes, oficial-
mimte e! pais entero debe saber que Nelson Bardesio,
qoM> formuld las scusaciones sobre los Intcgrnntes del
de la Muerte, ya no es un mi to ni una figuriQ
y noI^udtaÍO,^“nd"e';i.P,reWnUdo ™ ” ,“d* <” h»X J
en ‘
saber donde se encuentra detenido. ’ n°
Sn^'^í* “,d'’ ” ’ue
!? “b no eB una »»vedad, porque aquí ae -i
'/à
fantasmal ni alguien que soté oBeerrado en ningún lado»
sino un ser de carne y hueso que está en libertad y que
ahora podría ser traído a la Comisión Invetigadora del
Escuadrón de la Muerte. Ya no hay ningún reproche,
ya no pueden haber excusas en cuanto a que como Bar-
dea o no estaba a la vista no podía, con su propio toritl-
monio, ratificar la denuncia que en oportunidad hiciera
y que leimos en la Asamblea General. 4
N el son Bardesio, señor Presidente, ahora está en
libertad. Lo saben muchos legisladores, porque recogí
de ellos esta tarde la información en el Parlamento. No
me lo dijo nadie antes, nadie me llamó para nada. Cuando
llegué o esta Cusa se mo dijo que estaba en libertad
y entonces, tengo que pensar que la información que
se mo ha dado en el Palacio Legislativo no puede ser
errónea y si lo es, seguramente, habrá quien esté en
cond.clones de rectificarme.
Digo que no podía callarme o cometer la omisión de
no hacer que el país se entere a esta hora de la libera*
ción del ciudadano Nclson Bardesio. i
Este es un hecho nuevo que abona, además, en fa*
vor de la designación urgente de la Comisión Investí*
gadora. No creo que ningún señor legislador niegue su
voto, en estas circunstancias, a esa designación, en la
que habremos de probar que hay también otros jerarcas
policiales y de la Marina, involucrados.
s
En aquel documento te hablaba de compartimenta*
ción y era evidente que el señor Bardesio sabía determl-
nada*? cosa« e ignoraba otra«. Todo eso lo habí de
plantear en el aeno de la Comisión InvestifUidíM
¡2
^eciia esta declaración que juzgábamos muy Impor­
tante, queremos agregar otra, referida a que las Fuerzas
Conjuntas vuelven a errar el camino porque insisten en
falsedades y están lansendo a la opinión pública un
cúmulo de mentiras, que evidentemente no puede servir
para lograr la pacificación nacional.
Después de aquella calificación de mamarracho, de
los partes, hecha en la Asamblea General, hace ya un
tiempo, pot el señor Ministro del Interior, Alejandro Re­
vira, parecía que se iban a corregir, io que no ocurrió
agravándose si problema con mentiras como ias del parte
que se quería involucrar al padre Spadaccino por una
publidcfón que llamaba# cía nd« Un a y que luego se
probó era de los compañeros de! G.A.U., Lucha Popular,
que tenía difusión y era conocida por todos; mentiras
más graves aún, cuando se le procesaba sin oírlo, di*
tiendo a la opinión pública que tenía un centro da J
comerclaPzaclón de armas para movimientos subversivos
de América Latina. El Juez dé Instrucción Militar lo
dejó en libertad, como inocente, por no haberío probado
ninguno de los extremos; pero el daño moral, —por todo ]
aquello que se decía en el parta de las Fuerzas Conjuntas,
como un hecho probado ya que no decían que podría i
ser o empleaban una expresión condicional, sino que i
aseguraban, afirmaban rotundamente que eso cataba .
comprobado a través de los documentos conseguidos— 1
hg produjo. i
Pero además, cuando detuvieron en Trinidad a Altatl
da Armand Ugón, que se habia fugado de la calle Ca-
biido y que luego optó por ir a Chile, en el parís se
dice que mantenía relaciones íntimas con determinada
pvrsOM Esto no puede admitirlo nadie, por más discre­
pancias que tangen con los tupamaros o con quien sea,
porque eso si que es actuar en forma absolutamente vil
y maievolenáo. poique lo que te quiere es llevar al .
personas actúan de una manera que no M iá mái OOE*
veniente, desnudando sus intimidades,
Digo que sería conveniente, sefior Presidente, —dejo
planteo o el encargo a la Masa—
ti que corresponde a la seriedad con que deben encararse
todas estas cosas.
Ahora, en emite comunicado, .ya se da a la opinión
pública, la Información de que estas tres personas, que
ya he nombrado —compañeros políticos del señor sena«
dor Michellnl— a los cuales conocemos desde hace años,
como a; doctor Raúl Oadea, habían confesado su partici­
pación en determinada corriente o movimiento. Ya sa­
bemos que estas cosas no son verdad, y esto posterior­
mente no se aclara, no se dice más nada, no se sale con
un nuevo comunicado a decir que se ha padecido un aran
error, sino que, con anticipación, antes de que actúe la
justicia milllar, ya se le procesa. Es como si en la vida
civil, una persona estuviera Involucrada o, presuntamen­
te, en algún movimiento, y antes que el Juez de Instruc­
ción correspondiente actuara, públicamente ne dijera, por
los medios masivos que obliga a difundir ertas noticias,
que el ciudadano tal, ha confesado su partlcipaclun en
determinada organización.
Sin embargo, señor Presidente, cuando liega al Juz­
gado, todo eso se disuelve, porque es una
13
Creo que la Asamblea General cometió unWror his­
tórico. Soy de los que piensan que la medida adoptada
ha sido tremenda y que se parte de un supuesto tremen­
damente equivocado, es decir, del exterminio de la gen­
te. Tengo para mi. que si mañana mataran mil, dos mil,
cinco mil, diez mil o cincuenta, mil orientales, el pro­
blema subsistiría y sería el mismo. Ese es el error de
arranque que no se quiso analizar ni profundizar en la
Asamblea General.
Los que votan creyendo que |lan a exterminar a de­
terminados grupos de orientales, enfocan el tema en
forma absolutamente equivocad», y los hechos que son
más fuertes que las predicciones filosofías y concepcio­
nes políticas, dirán quien tenia azón.
SEÑOR MACHADO BRUM - Nadie votó eso
SEÑOR ERRO. — Pero en el fondo es eso. Analizan­
do ta votación
SEÑOR MACHADO BRUM No, señor senador
SBÑCR ERRO — detalle por detalle, pt Jabra por
palabra, intención por intención. se saca esta conclusión
SEÑOR MACHADO BRUM - Nadie v<»tó eso.
SEÑOR ERRO. - Escuché d »eír a varios »añoras le­
gisladores, ante palabras pronur ¡ledas por determinada«
compañeros del Frente Amplio, rabrayando algunas ex-
presiones del discurso del 29 d abril del General Se-
regnl, que eso no ue aceptaba y uando el Partido Nacio­
nal presentó su moción de pror ogar por 15 dias - pido
que se me rectifique si no es wd— sólo el Estado de
Guerra, sin suprimir las garant as individuales
SEÑOR SANTORO Es fíflí
SEÑOR ERRO. ue votó negativamente. Nosotros
uunpoc la hubiéramos votado 9 time más de 00 años, por to cual no aere yo quien Mi
BEÑOR MACHADO BRUM - No fue «se el sentido
i SEÑOR ERRO — . oorque estamos, frontalmente, parecen sumamente grave*, a! pi»renunciarnos sobre la de- *
wmtra bualtróier prórroga estado d* guerra, con pos-
cisión
ow ** <wm» pwmí H A 2 A .
qtfé prófrogd, ttftf Vk ciinN. AT idó dA cóh sg^W • “ rHtfirhwhiós »ib ihmupetótt wmuñiH t|w*
presión de lus garantías indivldunlos. sin perjuicio - crNo
que eso dice la misma, y quiero ser perfectamente fiel
a los hechos— de que, en determinado momento, se vote
la ley que ahora fue rebautizada, puesto que ya no se la
llama Ley de Seguridad del Estado sino de orden públl-
co; sin embargo, señor Presidente, las palabras no suavi­
zan ¡as situaciones, que tienen una elocuencia mucho más
violenta que los propios términos e inlentlomui
81 dentro do 15 ó 20 dios, los sectores mayorltarios,
obtuvieran la votación de la Ley de Orden Público — para
llamarla como ahora se estila— cesaría, de Inmediato,
automáticamente, este estado de guerra. Pero no se enga- -
fien Ion señores senadores, porque, de acuerdo al proyec­
to que hemos leído a través de la prensa, «4 que califican
de borrador -quiero ser justo y declt que puede haber
errores en lo que nosotros leimos—, adjudicado a dos
integrantes de este Cuerpo, no se va a terminar, eviden­
temente, con el problema planteado, porque es una forma
de legalizar los mismos hechos que se conjugan en el
estado de guerra interno y la supresión de las garantías
Individuales.
SEÑOR MACHADO BRUM. — E señor senador Erro
leyó el editorial de '‘Acción” que coincide con nuestro
pensamiento
SEÑOR ERRO. — Entre aquel 1 ensamiento del dia-
lio “Acción" y la votación, señor tenador, admita que
existe una diferencia muy grande.
(Campana de orden »
SEÑOR MACHADO BRUM. — A se es nuestro pensa­
miento y el sentido de nuestro vote
SEÑOR PRESIDENTE -- El sei or senador no puede
interrumpir
SEÑOR ERRO No me mole ita, al contrario, con
mucho guato.
SEÑOR PRESIDENTE. — Es qu el señor senador no
está en uso de la palabra sino rea Izando una interrap-
clón
SEÑOR ERRO. — Pero contrita ye a mi raaonamien
lo.
SEÑOR PRESIDENTE. — El sei ¡or senador Erro está
en uso de una Interrupción.
SEÑOR ERRO. - El señor Presidente es muy opor­
tuno y siempre llama al orden a las que no debe llamar.
Además, tiene una virtud que le reconozco y me agrada
quede en la versión taquigráfica: por lo general, el señor
Presidente llama al orden cuando el orador que inte­
rrumpe ya ha terminado de exponer su pensamiento, In­
tervención realizada con autorización o sin ella, sin em­
bargo, me felicito de ello, esto no es un cargo sino un
elogio.
BEÑOft PRESIDENTE - Quldro decir que he tocado
la campana porque es el medio me
ue tengo y cuando el
i/*ftor senador insistió, !q he marlfestado que no puede
hacerle. ES señor «enaóor Erro e »resa que con mucho j
gusto, sin embargo, no puede conci der interrupciones por-]
que el diefto de la palabra es el a sftor senador Michednt.’
Oso ee Jo que he planteado, i pienso que ea lo co- .
rrecto
SEÑOR ERRO. - “Con mucho gusto” es una expre-1
alón parlamentarla que so usa, corrientemente y además!
rectifique con mis humildes palabras. ’I
Queríamos dejar constancia de estos hechos que noe l
isión de la Asamblea
a General
j MI
23 «45
i
(Irán haber much<.'< muerto« bajo tierra, mucha gentil
que lucha, pero no conozco un solo episodio histórico \
dunda el amontonamiento de muertos que combaten por 1
sus Ideas y por sus convicciones, haya detenido la bata- d
lia definitiva por la liberación de un país sojuzgado, em- |
 decir, hoy o mañana, quiénes son los que integran 1»
Oficina de Prensa de las Fuerzas Conjuntas.
El país entero debe saber sus nombres, porque no
podemos seguir admitiendo que se mienta a sabiendas,
que «o lancen falsedades, porque de esta forma se está
contribuyendo a intcns'íh.'ur oj clima da violencia, y,
de ninguna manera, a atenuarlo.
‘V
Anoche, a las 20 horas escuchamos un nuevo parte de
latí Fuerzas Conjuntas que fue difundido a todos los nive­
les, en la prenda, en la radio y en la televisión, el que na­
die puede criticar ni comentar. Al ciudadano común, el
que no tiene fueros, si se le ocurre decir esto mismo, que
manifestamos nosotros, le cierran el diario, llevando preso
al director rvxpunsabie, Quito decir que cli<w ¡monten,
sabiendo que no se les puede contestar.
Vamos a leer, ahora, aquí, el comunicado número 129,
que dice a>¡: “En las operaciones realizad.»» en el De-
?)artamento de Tteinta y Tres, como resultado de los
nformes proporcionados ;r-r los delincuente« capturados
en las primeree acciones, de los cuales se informó en el
comunicado 108, y que ya fueron procesados, se procedió
a la detención de las siguientes personas, que confesaron
su vinculación con la organización delictiva”, Lo mis­
mo hicieron con el eminente ciudadano de Durazno, doctor
Peralta, también, procesado con anticipación.
Ni siquiera permiten que actúe la justicia ni Ja/i
instrucción militar, que seria lo mismo, para que
uno haga sus descargos. ¿Es que acaso, también, y se
ha eliminado el instituto de la defensa? ¿Es que u u5Mtr/currido con un compañero, creo que de su sector r
ni siquiera pueden actuar los abogados, a los cuak
no se les deja ingresar al campo de concentración
Punta de Ri-’les? A la gente la tienen incomun cada du­
rante 15, 20 ó 25 días. ¿Es que acaso puedo hacerse esto
porque estamos en Estado de Guerra interno y suspen­
didas las garantías individuales?
Entre las personas que aquí se mencionan, es bueno
que se sepa que estén tres que fueron nombrada« por el
señor senador Michellnl en la Asamblea General; ciu­
dadanos que habían pertenecido al batllkmo, al que se­
guramente no han dejado de defender, aunque integren
el Frente Amplio. Algunos de estos ciudadanos ocupan
un cargo en la Junta Departamental, corno ocurre con
el doctor Raúl Gadea, al que votó el pueblo de Treinta
y Tres. Lo mismo sucede con Armando Torterolo y
Marcelino Padula. Podría seguir dando otros nombres,
pero tomo estos tres que cito en la Asamblea General
el señor senador Michelinl, el que estoy ceguro, dentro
de un instante, agregará sus informes, ya que los conoce
muy bien, como se desprende de lo expuesto so la Asam­
blea General.
En Salto, varios compañeros han sido detenidos;
entre ellos, uno nuestro que actúa en la Junta Departa­
mental, de vieja raigambre herrerUta, Luli Levrero, quien
tiene un pequeño taller, una Joyería, y no posoe bienes
de fortuna. Cuando lo llevaron detenido, dejaron en su
domicilio, tres integrantes de la« Fuerzas Conjuntas,
Y sigue la serie. Hoy de madrugada nos llamaron dea*
de Cerro Largo, para decirnos que hablan hecho una
"razzia” llevándose detenidos, también, en Meló, a pro­
fesores del Liceo y al doctor Rubén Perdomo, abogado
Joven, brillante, que tiene una condición como tantos
otros profesionales que están honrando a la Facultad
que les dio el titulo.
Rubén Perdomo defendía a algunos detenidos infa­
memente, en este país, bajo las Medidas Prontas de Se­
guridad, Lo ipifuno ocurrió con el profesor Spera, al que
UUMR» tuvieron que daj«r en libertad y a Blanco, de Ce-
Vargo, por debnuvr a presos pulltíi/oii
Ahora, detienen a Rubén Perdomo y Junto a él a 14 ó
5 profesores, ciudadanos queridos en «1 depártame. ’
¿Qué es lo que se quiere hacer con los ciui
®1
este país, señor Presidente?
SEÑOR VA2. — ¿El señor legislador tiene los noo»; '
brea de esos profesores?
SEÑOR ERRO. — No han llegado, todavía, a mi po- «
der, pero dentro de un momento me los entregarán. Anoto i
ya el de Rubén Perdomo, porque fue uno de loa nom-"
brw quo se me adelantó, para no cometer ninguna equl
vocación u omkíón, ya que no deseo tener que rectifl- :
carme de algo (¡ue quiero que quede muy firme en las
actas del Scna<|>.
Uno piensa, señor Presidente, que este no es __
__ un
Estado de Guerra interno para combatir lo que llaman
subversión. Esto golpee a todos los hogares, t toda la *
gente. É
Adcmás, quiero dejar claramente establecido que
esta es una guerra entre un gran sector del pueblo, y
los que quieren seguir disfrutando, indebida, ilegítima
mente de la riqueza nacional, que deterioran y que la
sustraen al resto de los ciudadanos.
(No apoyados.)
—Este concepto tiene que quedar claro, porque los
hecho« supvrvinienteu nos ven a dar la razón. La prueba
está en que ya se empiezan a dar nombres de ciudada­
nas de gran ilustración, que están prestando al país
rvidos muy importantes, como es la investigación, po-
su chmcia al servicio del pueblo.
. i El señor senador Pereyra lo dijo, cuando denunció
tico, el doctor Rubio, cardiólogo, que está por encima /
• toda discusión su capacidad, y que no tiene vincula*
ción » no con sus ideas, con su conciencia y con su país. ,
3 n embargo, allanaron su domicilio, llevándolo dete­
nido. Alguien, no sé quién —lástima no saber su nombr«—-
le expresó después que 1a próxima vez no lo irían a i
detener sino que le pegarían un tiro. Esto se dijo •»
la Asamblea General, señor Presidente.
Recorriendo las páginas de la, historia nacional, que
rria ver si alguien me puede probar cuántos episodios •
como estas canuca. Ni en las guerras civiles, cuando se
sacaba de la c;isa a un ciudadano, por pertenecer al
grupo que peleaba, ningún oficial de la lucha Saravista, ■
le decía que la próxima vez le pegarían un tiro. Eviden­
temente, no ocurría eso, porque había respeto por la vida
de los ciudadanos y por el enfrentamiento.
Muchas veces he dicho que no levantaré mi vos en
el Senado, cuando, incluso, muera un tupamaro, o quien
sea, si es en acción de guerra, peleando. Nunca lo he
hecho. Pero levanto mi voz indignada cuando asesinan
a los esposos Martirena, a Candán Grajaks y a Schroe-
der, porque a ellos los asesinaron, ya que no se resis-
tleron ni eslabón combattendo.
23 6 45
Alguien puede preguntarse en el Senado, qué finali­
dad tiene las Fuerzas Conjuntas y quienes redactan estos
documentos uno de los cuales, aquel famoso número 100,
dio lugar a una cuestión de fueros, que, incluso, los Par­
tidos Nacional y Colorado acompañaron con su veto, mos­
trando su solidaridad con ti i «presentante nacional Jalma
Pérez, porque aquello era tremendo. Nosotros lo oímos.,
aunque no integramos la ComlMón de la Asamblea Ge- .
ncral, ya que entendemos que es nuestro deber concurrir. .
que os presidida por el señor senador Echegoydn. Allí, .1*
escuchamos al señor diputado Jaime Péree hablar de loe ’ I
sucesos de la Seccional 20*, quien varias veces hiao la sai* J
vedad de que nada tenían que ver las Fuerzas Armadas J
como institución. Eso no se tuvo en cuenta, se evaporé.
También se habló en ese lenguaje que permanentemente
so usa para referhse a nosotros, desde hace 14 años, sin
resultados positivos, de acuerdo a los documentos que
leyó en la Asamblea GgíutuI, el señor diputado Chanto;
lenguaje vil, malevolente, Agt&vlmvio a las Fuerzas Ar-
madas, norque se bu¿ca una intención escondida en eatg
fornfa $ expresarse. Hay un substractum que cada, vez re­
sulta más claro, para confundir a la opinión pública, pa­
ra tratar de llevarla por determinado camino que no es
 Mtawmfe y m sitas hagas que se advierten permanen­
temente, todos los días, a cada segundo, que ya están
tocando, incluso, al Cuerpo Legislativo, porque no respe­
tan ganadle.
El señor legislador ItuAo fue claro cuando relató el
momento en que lo detuvieron, y que habiendo mostra-
do el carnet de legislador, se le contestó que podía po­
nerlo donde mejor le pareciera
Le ocurrió lo mismo a otro señor legislador, al cual
también detuvieron; es decir, que nade serviré si no roe*
tincamos el rumbo a tiempo.
j En el fondo, no quiero ser una eaiieeie de impulsador
, de victimarlos, y tamnoco darle a las Fuerzas Armadas,
repito, la ¡»oelbllldad de su desprestigio como organismo,
sino que considero —y tengo el valor de decirlo hoy, por­
que días pasados realizamos un análisis de esta problema
y lo vamos a traer muy pronto al Senado en una expo­
sición serena y pormenorizada— que ellas juegan un
gran papel en el proceso del país, p?r lo que hay que
darles a cada uno la responsabilidad que le corresponde,
no adjudicándosela a quien no la tiene.
Tengo por lo menos en lo íntimo de mi conciencia,
la seguridad de que el oeftor Presidente de la República,
el señor Ministro de Defensa Nacional —sustituido o no,
para mí es lo mismo, es el régimen, la concepción, el
que juega— el señor Ministro del Interior y los Coman*
" dantos de las tres Armas, no podrán, en la hora en que
alguien solicite la lista de detenidos, responder en una
hora ni en un día.
Eso es lo que vamos a pretender demostrar, dentro
de muy poco, en el Senada. Deseamos acopiar datas, ser
muy serlos, traer aquí episodios de toda la historie del
país en esta materia, porque el militarismo en el Uruguay
debo ser estudiado con la mbma profundidad que algu­
nos autores e investigadores lo están Analizando a nivel
de Latinoamérica,
Soy nacionalista por formación, por vocación, por
razón de ser y, además, consciente de <iue ese nacionalis­
mo no puede ser algo aislado en "1 país sino un senti­
miento revolucionario proyectado hacia América Latina
como una conjunción, romo una unidad. Ese nacionalis­
mo popular revolucionarlo —que nos define dentro de)
Fíente Amplio— debemos ponerlo al día en enanco a lle­
gar a la conciencia de las personas y a afirmar desde
nuestro criterio, que no queremos apuntarnos ni incluir­
nos en un nacionalismo que no pueda tener estas virtu­
des, contenidas y finalidades.
Quiere decir, que alguien tendrá cue contestar, pri­
mero, qué es lo que ocurre con estos detenidos, y segun­
do, quiénes redactan los comunicadas de las Fuerzas
Conjuntas. Esperamos que los señores idlnlstros —a quie­
nes solicitamos que se trasmitan estis palabra»— nos
contesten con urgencia sobre estos lernas que hemos
planteado para saber qué pasa con esos ciudadano«, quién
redacta estos partes y, por qué permanentemente ae falta
a la verdad involucrando a personas que luego al pasar
a la Justicia Militar, son liberadas; sin embargo, no apa­
recen los comunicados fundando aquella medida por la
cual la Inocencia ha sido proclamada.
Todo el aparato de publicidad, que no se puede crl-
ticar, apunta, hacia otro lado. Si esto es querer pacificar
al país, las palabra« han perdido contenido y estamos
escuchando otras que son para iniciados, y que nadie
•MbUed lo que tienen dentro. A mi Juicio, lisa y llana­
mente lo que ocurre, es que no funcionan en este país
los organismos constitucionales y que por más esfuerzos
que iiaga el Poder Legislativo, no acaba de hacer entei
der al Poder Ejecutivo esta verdad. 1 0 2siempre
/
La agradezco al señor sanador la interrupción, por­
que ae^IMde referirse a las tres personas y aoMMtadMI'
puáa qué se vote ol pase de mis palabras a los MMdátí
de Defensa Nacional y del Interior.
SEÑOR PRESIDENTE. — Puede continuar en el uso
de la palabra el señor senador Michelin!.
SEÑOR MIOHELINI. - Creso que lo más práctico se*
ría que le entregase la palabra al señor Presidente por*
que me han solicitado 7 interr jpciones. No quiero cons*
titúleme en el dueño de la pi labra, porque tengo ota)
problema para plantear
SEÑOR SINGER, — Anóteme a mi, señor senador $
SEÑOR MICHELIN! - Son ocho con el señor sena-
dor Singer,
Sugiero esto. Digo dos frises sobre el planteo dei ¡
señor senador Fsrreirá Alduna|e, le devuelvo la palabra
al sefior Preslderíe, para que ‘1 se la conceda a los se«
nadores que se quieran referir U tema planteado por loi
señores senado Ferreira Aid uñate y Erro y yo, luego
vuelvo a ha el probl< ma que me Interesa
necKf'O;' is
SEÑOR VA NCELLO8 ¿Me permite una in
terrupción, señor senador?
SEÑOR MICHELIN! — Pe *0 si le doy una intorrup
ción a usted, señor senador, engo que dar ocho inte*
irrupciones.
SEÑOR VASCONCELLO& --- pero quiero dar una m- «
formación que acabo de obtene •,l. y me parece importante.
Es simplemente una Infor nación.
Hace unos instantes me viiitó en antesala, un grupo
de intelectuales concedo en cite país.
SEÑOR FERREIRA ALDU1 ATE. — El tema es otro.
No entramos al tema de los Intelectuales. Desdichada-
mente, nal no podemos avanzai nunca
i______en
_ el Senado, por
que hacemos paréntesis, después corcheas.
iÌ
SEÑOR VASCONCSLLOS. - Pero es importante.
SEÑOR FERREIRA ALDU ÍATE. — Claro, pero
vierto que teóricamente estum w hablando de la Ma
SEÑOR VA8CONCELLO8. - Es posible, pero oí, cuan**
do entré a Sala, porque me i etuvleron esos señores, aP
sefior senador Erro hablar de oirá cosa e hizo unas impu- :
taclonee muy graves que hay que precisar. Sobre todo ?
que me temo que después de s i discurso, para ser conse-
cuente con eso, pase a la clai d<c-stlnidad, renuncie a los ,
fueros y se Incorpore a las fuer silas revolucionarias. En ton*
ce», antes de que se vaya, quiero que me oiga, por ío
menos en esto.
SEÑOR ERRO A lo Hit |oiir usted me acompaña
SEÑOR VASCONCELLOS. - Esos intelectuales se in
ceresaban por el señor Vigile ti i, ■conocido ajrtbta.
HE ÑOR ERRO. — Ya henos hablado largamente
eso, usted no estaba en Sala. Perdóneme.
SEÑOR VASCONCELLO8 — Por qué no oye
(Campana de orden.)
SEÑOR PRESIDENTE, No puede interrumpir, m-
flor senador.'
2w#0» VAaeONoáLLOñ.
tiene la verdad.
— £1 señor senador Erro,
28 0 45 <
«MM MO Con mucho gwsuf • r J
 Se«lftn C.SS, 17 mayo/972

dar estos nombres otra mw ss advierta que tmnmK en *

Cerro l^argo entró la barbarie que se hn desatado sobre i
el país. Se trata de personas responsables y con cargos 1
jerarquía. Algunos de ellos fueron sacados violenta»
menta ]M>r las Fuerms Conjuntas de los lugares donde es-
taban dictando clases. ¿Qué pensará esa adolescencia? A
¿Qué iwKorá <>»a niñez? Evidentemente, tiene que ubi-
carao en la linea correcta: que todo esto está deaencade»
nándoa» en una forma tal. que va a llegar un momento :!
1 .................... ............. I .. I i»« ■iiimmi ■ - ------------- —

en que nadie podrá detener esta ola de detenciones, ar­

bitrariedades y torturas, porque, Incluso, uno do loo
cerdo tía fue torturado. <

Finalmente, digo que voy a votar con entusiasmé

la proposición del señor senador Michelinl. Creemos que,
es muy importante que tratemos de ser absolutamente
breves, porque queremos salir hoy del Senado habién­
dose aprobado los tres Seguros de Enfermedad, la inves­
tigación del Escuadrón de la Muerte y la Investigación
dsl asesinato de los 8.pbr<>ros en el Club Comunista do
la calta Agraciada. Creo que el Sanado perdería toda su
imagen, aún en el deterioro que tiene, «I no saliéramos
hoy de esta Sala habiendo aprobado estas investigaciones.

02 3 -á 23 6 4 5
 Sesión C.-iS, 1U Junio/')?«!
! esa camioneta de la Marina. Tenían como tu a especie
' Punte de Rieles y había visto cómo en una camioneta
‘ SOK3H ERRO.— Quiero decir lo siguiente: ayer
en la Cámara de Representantes, casi simultáneamente
a las inquietudes que se exponían en el Senado, se apro­
bó, por mayoría, un proyecto de interpretación con res*
poeto al régimen de vivienda económica popular, de
atañera que ya penó al Renado. Consulto d ya llegó el
proyecto. En ese sentteo pedirla que se diara cuenta
en el momento correspondiente a los efectos de que
gak*ramoe cernina para sq aprobación.
! Ayer se resolvió llamar al Ministre de Trabajó y
| Seguridad Social a la Comisión pertinente y, por mo-
¡ ción nuestra, quedó en segundo término de la orden del
, dia de la primera sesión del mes de julio.
Cuando terminamos la extensa sesión del Senado
se me comunicó por el diputado Imas que «1 proyecto
había sido aprobado. Salió por unanimidad de la Cn-
misión de Obras Públicas y Viviendas. Fueron intem-
। bTOs informantes los diputados Torrado, Boadá e Imas
1 y el proyecto viene firmado, además, por los diputados
¡ Borrás, López Balestra, Moré, Pozzolo, Rodrigues Cal«
Rodríguez, Sarachu y Socorro, prácticamente de todos
! la* sectores que integran el Parlamento.
•1WKi«niiiH! i ,i^an—
.................■,F",'T.l.»*,,'l„|.»iiWH)iylliii' -wy """i*
Me paree« Importante/«tü«íM «ue piwrta ihjj^
> se dé cuenta en el momento en qué Uegue ese ixoyeeto^
pare que podamos declararlo grave y urgente y apro­
barlo hoy miuno. ,
' ■ ■<
7
No sé de cuanto tiempo dispongo, pero lengo ne­
cesidad de hacer algunas denuncias muy grates sobra
las arbitrariedades que se siguen cometiendo en el país*
Hoy fui testigo de un hecho, a las 10 y 5 minutos de
la mañana, encontrándome en el campo de concentra*
ción de Punta de. Rieles, con 35 o 40 personan que loa
miércoles, en horas de la mañana, llevan alimentos ¿
ropas y algún libro para sus familiares detenidos, nt
ese momento, llegó una camioneta de la Mi riña que
tuvo fatalmente que detenerse, por la existencia
una barrera, la cual no se puede pasar sin que los Sol­
dados den la autorización. Quedaron frente nuestro y
ante nuestro asombro, por lo menos, en visión directa
de ese horror, vimos a dos personas encapuchadas en
de cordón o bufanda arrollada alrededor del cuello, a
los efectos de que la capucha quedara firmemente Ib
gada Eran dos capuchas de color negro. Demoró 5 mi­
nutos la camioneta en ingresar al establecía danto de
Punta de Ríeles.
Este hecho motivó el comentario de las personas
que estaban allí. Los oficiales también miraban el ce*
poctáeulo y en la conversación nos dijo una señora muy
seria y muy responsable que ella había llcgttd© a los
y nwdln de ta o«.-¡»ana al cam¡>u do corarontración do
habían sacado también a una persona encapuchada, con
destino de-wonocido.
Quiere decir que en la mañana de hoy compro­
bamos fehacientemente lo que tantas veces pe ha di­
cho incluso por parte de otros senadores, er relación
ai Uso de la capucha, 1« que significa un desconoci­
miento de la personalidad humana que hace* que el de­
tenido, come docta el sacerdote del barrio Arpl de Meló,.
no se atenía un ser humano, atno una cosa, tompiate«
mente disminuida en au ponmiaUdad« oo «U vigor, y
en su firmóse. _ . »
■ • ■ 1 . ■ ‘ w
Hoy este espectáculo te obeervaaeos en tel campa
do concentración de Punte «te Rióte«, eo ten etMnnan
tancias que he anotado,
Vamos a pedir al Sonado que astea palabras potete
a los Ministerios de Detente Naotorud o Interior paafi
que, en su oportunidad, se me responda. Dtef esto, aü
razón de que algunas veces el señor Minien o de Dw
fensa Nacional ha cuestionado o hablado ds deetafoo*-
macíón o mate información, cuando hemos dmunciadte
ante las Comisiones da Constitución y Legislación dos
Senado y de Legislación de la Asamblea General, qte|
preside el señor senador Echegoyen, todas estas monte
truosidades. Incluso, el propio señor solador KcteginÉ
yen. en determ nado inomento, expresó q<io «te «yo tete
retroceso en la civilización. Evidentemente que te «tej
Hoy fuimos un testigo directo, lo vimos nosotros y tváX
dle nos lo contó. Fue un contacto vinual coa una re««!
iidad desgarrante del país
8
Bien; también queremos manifestar algo que en el
dia de ayer mencionamos muy fraccionadamente. En la
ciudad de Paysandú, que durante ntlicho tiempo pare­
ció tener el privilegio de verse liberada de estas alu­
cinaciones, hay, ahora, no menos de 70 o 75 detenidos.
Están en é! Cuartel y en lo que se llama te Fusilería
de la Cuadra, en su» alrededores. Allí «están detepidoo
cantidad de. ciudadanos, entóe los cuates se encuen­
tran maestros, profesores y muchos compatriotas que
 ' Húw, JoH AU>»rttHnMM. í ’ ,
Ferrelra, Joaquín E. (médico)
Ruis (comercio).
B. de Ruiz (comercio).
Cataldl. Elbio «empleado).
Espinosa, Rulo (taller de TV).
Speroni. Pacho (bancario).
Lara, José (ex Gramón),
Ogara. Ariel (comerciante).
Herón, Antonio (empleado).
Arrutl de Cabillón, Lilita (maestra).
Sorondo, Lasargn. Oddone - (Ffrfíil).
González, Jote (Parrillada Aatim »).
Obispo (Pa y cueros) j
González (Paycucro») 1
Guerrero (Paycueros).
Blanco, José Luis (carpintero)
De Lúea (Pastor Metodista).
Piedo, José (Afe)
G árgano, Horario (magisterio)
Cosío (h.), Hugo (magisterio).
Católica: José,
Domínguez, Dora (peluquera).
Poggio, Cora (peluquera).
Schipilor, Cacho (metalúrgico)
Scbipilor. Cristina
Da Silva de Espinosa, Alicia (profesora)
Ortiz, Roleta (maestra) j
Ortit, Susana (maestra) ’
Is?lv», Teótlmn (profesor) i
Montero, Jote Ismael (Liceo Piloto) |
(¡rau, Enrique. *
S. d» Grau (maestra) |
B. de Vareta, Irma (empleada de Cine Clut) j
Bruno, Cario» (funcionario municipal) j
Manglnf (h.), R. (empleado).
Meyer, Roberto (emp. de DiT. de Impuesto»)
Elola, Horado (empleado de Klyeaa) ,
de Gontele», Yolanda.
Goycnectoe.
Soler.
SBftOR ERRO — Continúo, sitoor ProeMMnte' Echenlque (toldado del cuafwl)

Man detenido • Nelio Arbeio. docente; Manuel Ma­ Ariel Ogara. tiene un cuBtardo muy importante
mara, docente; Pedro González. Junio con su capona, frente n la compañía Onda. Se trufa de un hombi» muy
iñcluso, loa soldados montaron una ratonera en au do- conocido y genercoo También esté Aníbal Sainpay*.
mirtilo en que también detuvieron a algiinoa de sus fa» que a» un prestigioso foliüoriMa •
miltenss. También fue detenido Agazzi. docente; Alfre­
do Deambrossi. que cuando dictaba ku clase fue «arado Todo ama bao» que «m te <1 ti dad d» Puyaatidú oa {
de) local por las Fuerzas Conjunta» lx> tuvieron du haya dado, con respecto al cate de loe maestr««, ana l
nÑte 49 horas haciendo ayuno y, luego. fue agraviado circunstancia muy especial qu) quiera anotar Lo» i
<te palabra por integrantes de la» Fuerza» Conjunta» maestros deben esconder sus tonteas. Si en un deter­
También fue detenido Héctor Gonrátex, docente, a quien minado momento van a una confitería y peneUun coSL
llevaron desde »u caaa; ayudante Suriana Bonet de Be «us túnica» blanca», parece «que la presencia da ¡a to*j
MMt, m esposo esto lo subrayo, »rfior presidente, nica e» un símbolo característica, por* lo que ai tas
«U» «o aa pera despertar enwx tone» sino para con» \t*n «<>n lirx.ri..« Muchas veces, las rraewtra»'!
p 'WrtWMH y w hija, que. en ese momento, lien» fueron agraviadas, como lo hemos demostrada ni va­
« meso» de edad lata niña fue Uevada conjuntamente rio» oportunidades
• ron »u» padre», lato es algo de un «adtamo mmeginotota, m ----------- ..... __ _ ___ _ ______ ' 4. i
Sigue, setter Presidente, la lista «en te protesta de! Dta
rector de la Escoria Experimental. el ínfantofo agróno«»
me Alvaro Días. el »o* «rétate eapraetoM» de qu
en O Coarte) Menea ei deber dte tafesmar. bastantg
despectivas, y ota c<»n»tguüM*r» que ae le Otara»
antecedente» que eirtgto estar» tea pnateaoras y luneta^
narria» detenido» de la Escueta experimental
También figura un »ata Ítala. «1 tageotofo agr
' Alejo Mesa, de Solí» de Mataojs y el prolesuf O
Croas, quienes llevaban material didáctico que cata
investigando y que fueron detenido» por la» Fuertes
Conjuntas.
Como w puede comprender, señor Presidente, toda» j
estes detenciones han cauaado gran repudio en la clu- '
'Mndú. Fueron detenidos varios módico» de *
to prafoatanal y por sus inquietudes cuida

• gar tacuara, a oanUnuaetan, do la ¡tata que .

Mi tgpdor, aobre tantas arbilrértas detenciones. ¡

► ), ’ I
Pablo (médico) |

02 5 1 23 t) 15 i

decir. b»y o msftunn, qui ènei son loa quo integran la
Oficina de Prensa do las Fumas Conjuntas.
W pal* cnlrru Urbe •«iM’f bus nombres, pmq»u» no
pCMkemoa seguir «<lm tiende q*e se mu ñía a sahumó«»»,
que se lancen falsedad«'», ponque do vals forma se está
contribuyendo a intensificar I clima de violencia,
de ninguna manera, a atenuar o.
Anoche, a las 20 horas escbichamos un nuevo parte de
las Fuerzas Conjuntas que fue difundido a todos los nive-
les, en la prenda, en la radio y ín la televisión, el que na-
die puede criticar ni comcntai. Al ciudadano común, el
que no tiene fueros, si se le oc: irre decir eeto mismo, que
manifestamos nosotros, le cíern•¡ un el diario, llevando preso
al director responsable. Quieno ciecir que ellos mienten,
sabiendo que no so les puede contestar.
Vamos a leer, ahora, aquí, 4 comunicado número 128,
que dice asi: “En l.w operad mes realizadas en <•! De­
partamento de Treinta y Tren, como resultado de los
informes proporcionados por l>s delincuente« capturado«
en Jas primeree acciones, de los cuales se informó en el
comunicado 108, y que ya fueran procesados, se procedió
la detención de las siguiente; personas, que confesaron
Tu vinculación con la organización delictiva”. Lo inte­
rno hicieron con el em'nente ciudadano de Durazno, doctor
Peralta, también, procesado co i anticipación.
Ni siquiera permiten que actúe la Justicia ni la de
instrucción militar, que sería lo mimo, para que cada
uno haga sus descargos. ¿Es < uo acaso, también, ya se
ha eliminado el instituto de L detenga? ¿Es que acaso,
ni «¡quiera pueden actuar los ibogados, a los cuales ya
no se les deja ingresar al carpo de concentración de
Punta de Rieles? A la gente h tienen incomun cada du-
rante 15, 20 ó 25 días. ¿Es que acaso puede hacerse oslo
porque criamos en Estado de Guerra interno y suspen­
didas las garantías individual«»?
Cotre la* personas que aquí se mencionan, es bueno
que ae sepa que están tre* que fueron nombrad#« por el
señor senador Miche Hnl en b Asamblea General; ciu-
dadanos que hablan pertenecida al batllbmo. al que se­
guramente no han dejado de qcfer.der, aunque integren
el Frente Amplio. Algunos de estos ciudadanos ocupan
un cargo en la Junta Departa mental, como ocurre con
el doctor Raúl Gadea, al que 'otó el pueblo de Trointa
y/Tres. Lo mismo sucede ecn Armando Torterolo y
Invelino Padula. Podría seguir dando otros nombres,
pero lomo estos tres que citó en la Asamblea General
el señor senador Michelinl, el que estoy seguro, dentro
de un instante, agregará sus in brmes, ya que los conoce
muy bien, como se desprende d » lo expuesto an la Asam­
blea General.
En Salto, vario» compañeros han sido detenidos;
02 6
SEÑOR VAX. — ¿E legislador liane lq« non»
brea de esos profesores?
&EÑOR ERRO No han llegado, lodavi«, ami po
der, pero dentro de un »mímenlo me loa entregarán, Anoto
ya vi de Rubnn Perdomo, porque fue uno de loa nom­
bres que se me adelantó, para no cometer ninguna equl-
vocación u omisión, ya que no deseo tener que ri etili­
carme de algo que quiero que quede muy firme ci las
actas del Senado.
Uno piensa, señor Presidente, que ente no «i un
Estado de Guerra interno para combatir lo que 111 man
subversión. Esto golpea a todos los hogares, a tóbala
gente.
Además, quiero dejar claramente establecido que
esta es una guerra entre un gran sector del pueblo, y
los que quieren seguir disfrutando, indebi ilegítima­
mente de la riqueza nacional, que de que la
sustraen al resto de los ciudadanos
(No apoyados.)
fWCESAM
—Este concepto tiene que quedarNUaro, que los
hechos superviniente« nos van a dar la r <ta pnebt
está en que ya ae empiezan a dar nombres de ciudada­
no« de gran ilustración, que están prestando al pala
servicios muy importantes, como es la investigación, po­
niendo su ciencia al servicio del pueblo '
El señor sonador Pereyra lo dijo, cuando denunció ;
lo ocurrido con un compañero, creo que de su seotor?
político, el doctor Rubio, cardiólogo, que está por ene ma
de toda dheu dón su capacidad, y que no tiene vincula­
ción s no con sus ideas, con su conciencia y con su país.
8 n embargo, allanaron su domicilio, llevándolo dote*
nido. Alguien, no sé quién —lástima no saber su nombra— ;
le expresó después que la próxima vez no lo irían a
detener sino que le pegarían un tiro. Esto se dijo en
la Asamblea General, señor Presidente
Recorriendo las páginas de la historia nacional, que­
rría ver «1 alguien me puede probar cuántos episodios
como estos conoce. NI en las guerras civiles, cuando se
sacaba de la casa a un ciudadano, por jiertenecer al
Ífrupo que peleaba, n'.ngún oficial de la hi:ha Sara vil ta,
9 decía que la próxima ves 1« pegarían un Uro. Evidin- ’
temante, no ocurría aso, porque había respeto por la vida »
de loa ciudadanos y por el enfrentamiento |
Muehas veces he dicho que no levantaré mi voz en 1
el Senado, cuando, incluso, muera un tupamaro, • quien J
sea, si es en acción de guerra, peleando. Nunca lo hal
hecho. Pero levanto mi voz Indignada cuando asesiniai
a los esposos Msrtlrena, a Candín Oraja lea y a ftchrce- a
der, porque a ellos los asesinaron, ya que no se ress-1
re ellos, uno nuestro que m|úa en la Junta Departa-
ntal, de vieja raigambre herrerifta, Luís Levrero, quien
le un pequeño taller, una joyería, y no posee bienes
fortuna. Cuando lo lloví ron detenido, dejaron en su
licilio, tres integrantes de It « Fuerza« Conjuntai.
Y ligue la serie. Hoy do madrugada non llamaron de«
*
Cerro Largo, para dccirnoi que hablan hecho una
czia” llevándose detenidos, amblén, en Meló, « pro-
res del Liceo y al doctor .Cuben Pcrdomo, abogado
m, brillante, que Heno
— ui • condición como tantos
nene un
a profesionales que están honrando a la Facultad
les dio el título.
Rúbea Perdomo defecóla i algunos detenidos infa*
dente, en «rte pof*. b«Jo 1«1 Medida« Pronta« dé" Se
dad, Lo mismo ocurrió con rl profesor Spar«, al «tte
ló tiwtarpn qw» d«)«f w» 1 f
I • WUtMo» de Cr
Wí», Wf H P« Hl IHilM
IWlMlM*
Ahora, detienen a Ruben P< Momo y Junto » él í 14 ó
profesores, ciudadano! quer dos en el departamento.
¿Qué es lo que «e quiere hacer con los cludadano«V\
•ate país, señor PresldenteT Q y
rl que corresponde « 1« seriedad con que deben encararse
:odas estas cusas
I Ahora, en este comunicado, ya se da u la opinión
■pública, la información de que estes tres personas, que
lya he nombrado - compañeros políticos del señor sena-
Idor Mlchelinl— a los cuales conocemos de de hace años,
■como aj doctor Raúl Oadea, hablan confesado su partici­
pación en determinada corriente o movimiento, Ya na-
Ihemos que estas cosas no son verdad, y esto posterior-
Imente no se aclara, no se dice más nada, no se sale con
lun nuevo comunicado a decir que se ha padecido un grao
error, sino que, con anticipación, antes de que actúe la
justicia militar, ya se le procesa Es como si en la vida
civil, una persona estuviera involucrada o, presuntamen­
te, en algún movimiento, y antes que p1 Juez de Instruc­
ción correspondiente actuara, públicamente se dijera por
los medios masivos que obliga a difundir estas noticias,
que el ciudadano tai, ha confesado su participación en
[determinada organización
Sin embargo, señor Presidente, cuando llega al
gado, todo eso se disuelve, porque es una mentir
Creo que la Asamblea General cometió un error his­
tórico. Soy de los que piensan que In medida adopte da
ha «Ido tremenda y que se parte de un «u puesto tremen­
damente equincaoo, es decir, del exterminio de la gen­
te Tengo para mi. que si mañana mataran mil. dos mil,
cinco mil, diez mil o cincuenta mil onenhdes, el pro-
btema subsistiría y seria el mismo. Ese os ei error de
arranque que no so quiso analizar ni profundizar en la
Asamblea Genera),
Los que votan creyendo que van a exterminar a de­
terminados grupos de orient les. enfocan el tema en
forma absolutamente equivocada, y Jo« hechos que son
mis fuertes que las predicciones, utaroíiM y concepcio­
nes políticas, dirás quien tenia tazón.
SEÑOR MACHADO BRUM - Nadie votó eso
SEÑOR ERRO. —• Pere» en el fondo a» e*o Analizan-
la votación
SEÑOR MACHADO BRUM - No, señor senador
SEÑOR ERRO •- detalle por detall«», pateóla por
palabra, intention por inunción, *e saca esU cuncl'ulóu.
SEÑOR MACHADO BRUM Nadie vate "n
r SEÑOR ERRO. Escuché decir z varios señóte« ie-
'gisladores, ante palabras pronunciada* por determinado!
compañero» del Frente Amplio, aubrayunció alguna» ex­
presiones del discurso del 20 de abril del Genursl fte-
ragnl, que eao no se aceptaba y ruando el Partido Nacio­
nal presento su mocion di» prorrogar por 15 días -pido
que S'f* me rectifique si no es así— sólo el Estado de
Uuer.a. .ti suprimir las garantías Individúala»
si.nor san TORO Km uní
SI.ÑOR ERRO se voto negativamente, Nosotros
lampee > In hubiéramos votado
SEÑOR MACHAD'.'• BRUM No lúe e»r el sentido.
I SEÑOR EHRo. pulque cstenuts. fruntalmente,
lontra cualquier prórroga del estado de guerra. Con pos-
erloridad se aprolx» uim moi ion, por 6H voUja cuntía 5é
|ÚV |l|vr|i»aa por te dm» <1 *1« wu« u > «<»u
»raatefri de las gatnntiat tiMhrlduatec >.»«u
ine eso dte«> ia «lien» y uutenv n*vvdeeiui«Mi»i>- fief
i loa ftechí»-- de que, en «tetermteMte momento, «• vota
a ley que ahora fue rebautizada, puesto que ya no se la
lama Ley de Seguridad del Estado smo de orden publL
___ l fi
tieron ni tetaban eombattendß»
Alguien puede preguntarse en et Senado, qué finalMj
dad tiene las Fuerza» Conjuntas y quienes redactan mI0M|
documento» uno de loi cuales, aquel famoso numen» MWR
dio lugar a una cuestión de fueros, que, incluso, toe
lid«« National y Colorado acompañaron con su veto, md|M|
i raudo su xtlldarldad con el representante nedonal
peres, porque aquello era tremendo Nosotros lo olnUMM
aunque no integramos la Comisión de la Asamblea GS-ii
ñera!, ya que rnterdrmos que es nuestro deber concurrir,■
que es presidida por el señor senador Echegoyete A1U,1
escuchamos al señor diputado Jaime Pérea tutelar de Ite-u
sucesos de la Seccional 20», quien varias veces hizo la sal­
vedad de que nada tenían que ver las Fuerzas Armada
como institución. Eso no se tuvo en cuenta se evaporó
También se habló en ese lenguaje que i>ermnnentemen te
m» usa pera referirse a nosotroa, desde hace 14 año», sin
rseiilUdh» positivo», de wwerdy «J™
levé t’fi l»< A*«i»ihh’é tteiiétiiL «*l MH'lñf Hmjh J
lenguaje vil, malevolente, agraviando a las FueraM
ruadas, porque se bu.ca una intención escondida en esta j
forma de expresarse. Hay un «ubslractum que cada vea iT- d
vuila
» más claro, para confundir a 1* opinión publica, ¡S-g
ta tratar le llevarla por detcrmyoadp camln^qua no <• 1
co; »in embargo, señor Presidente. Ins palabras no* gitavi«
*nn In« sttuu'iotiea. que ih nen una elocuencia mudin máa
violenta que los propina termino» e intencione«
•j
81 dentro de 15 ó 20 dios, los sectores mayorltallos,
obtuvieran la votación de la Ley de Orden Público —para
llamarla como ahora se estila— cesaría de Inmediato,
automáticamente, este estado de guerra. Pero no se enga­
ñen los señores senadores, porque, de acuerdo ni p*oyec-
to que hemos leído a través de 1» prensa, al que califican
de borrador —quiero ser justo y decir que puede haber
errores'en lo que nosotros leimos—. adjudicado a dos
integrante:! de este Cuerpo, no.se va a terminar, eviden­
temente, con el problema planteado, porque es una forma
de legalizar ion mismos nechos que se conjugan en el
estado de guerra interno y la supresión de lai garantías
inoividuales.
SEÑOR MACHADO BRUM. El señor senadui Erro
leyó el editorial de ‘ Acción" que coincide con nuestro
pensamiento,
SEÑOR ERRO. Entre aquel pensamiento del dia-
rio "Acción' y la votación, señor senador, admití que
existe una diferencia muy grande.
«Campana de orden.♦
SEÑOR MACHALA) BRUM - Ese es nuestro pensa­
miento y el sentido de nuestro voto.
SEÑOR PRESIDENTE El señor .senador no t urde
interrumpir.
SEÑOR ERRO No me moledla, ul contrario, een
mucho gusto.
SEÑOR PRESIDENTE. - Es que el señor senador no
está en uso de lo palabra «¡no realizando una interrup­
ción
SEÑOR ERRO Pero contribuye a mi razonamien­
to.
SEÑOR PRESIDENTE El señor senador Erro está
en uso de una interrupción
SEÑOR ERRO. - 63 señor Presidente «t> mu.» opor­
tuno y sn mpre dama ai orden a la, que no d< be ¡lanar
Además, llene una virtud que le reconozco y me
quede en Ia versión tuiurgiáDca por te general, el seflP
Presiden te ¡lama ai orden cuando «I orador que irte-
«rumpe ya ira terminado de exponer su pensamiento, in-
terveeMtton realzada con aaterizacKNn o sin ella, sin em-
oargo me felicite de elte. este no es un cargo sino un
eiugte
Htr.OR FRERIUKNTeF- Quiero decir que he tocado
te campana porque es e) । medio que tengo y cuando el
señor senador insistió, le he manifestado que no puede
hacerte. Ei eehor senador Erro expresa que con mue io
guste, sftn embargo, no pur te conceder interrupción?« per­
qué el dueño de i« palabri es el señor senador Michelinl
Eso es te que he planteado, y pienso que es lo aj-
rrecU»
V* SEÑOR ERRO, Con mucho gusto" es una expn -
I sión parlamentarla que ae uaa corrientemente y ademas
I tiene mas de M> altea, pot lo cual no aeré yo quien 1*
| rectifique con mu humildes palabras
Qttaríamtei dejar ttenztgncl* de tetón hecho« que no» 1
parecen sumamente graves, al prompictarno» «obre la de- j
cisión de la Asamblea General
/í i e«pf«Mnd0 qué \.
v/é« iteerr miterpi» muertte bhR» tierra, mucha genUi j
que lucha, pero no conoto un solo episodio hlsturicv
donde el amontonamiento de muertos que combaten pol
sus ideas y por sus convicciones, haya detenido la bata*
Ua definitiva pof la liberación de un país ^luzgado e^-
 * 'jtfétffeWyeOn óftUM Ümm que se advierten pdrmaneiv pitee míe se aoto tl MMtotle sálc gmbMNtea Mfc MMMpdM
temr^te. todos ios (Iíhs, a cada segundo. que ya están dé Defensa Nacional 'y dial Interior ~ |
tnuando. Incluso, al Cuerpo Legislativo. porque no respe
tan a nadie. SEÑOR PRESIDENTE -- Puede continuar en el uaí
de te palabra el seúur senador Michelinl ■
El señor legislador 1 turto fue claro cuando relato el a
momento en que lo detuvieron, y que habiendo mostra­ SEÑOR MICHEUNL freo que lo mas practico Mi
do el carnet de legislador, se le contestó que -podía po­ na que le entregan» la pala ira al señor Prén dente por«!
nerlo donde mejor le pareciera que me han solicitado 7 int «rrupriones. No quiero <imm*
muirme en el dueño de iti palabra, porque icngo oM
Le ocurrió lo mismo a otro señor lerH-Uador. al cual problema para plantear. W
también detuvieron; es decir, que nada servirá al no rec­
tificamos el rumbo a tiempo. SEÑOR 81NOER - An teme a mi. señor senador ?
En el fondo, no quiero ser una especie de impulitador SEÑOR MICHELINL ton ocho con d señor auiwh
de victimarios, y tampoco darle a las Fuerzas Armada«, dot Singar J
repito, la posibilidad de «u desprestigio como organismo,
sino nue considero — y tengo el valor de decirlo hoy, por­ Sugiero esto Di «o dos frase* sobre el planteo dm
que días pasados realizamos un análisis de este problema señor senador Ferretea Alduiate, le devuelvo la palidam
y lo vamos a traer inuy pronto al Senado en una expo­ al señor Presidente, p¡ua que él se la conceda a los «mi
sición serena y pormenorizada— que e)lm juegan un nadares que se quieran refer r ni tema planteado por kM
gran pape! en el proceso del país, por lo que huy que señores .venad o reí Ferretea ? Idunate y Erro y yo, luifh
darles a cada uno la responsabilidad que l< corresponde, vuelvo a hablar sobre el pro alema que me interesa.
no adjudicándosela a quien no la tiene ■i

Tengo por lo meno* en io íntimo de mi conciencia,

h seguridad de que el señor Presidente de la República,
el señor Ministro de Defensa Nacional — sustituido o no,
ir j¡
s
para mi ea lo mismo, es el régimen, la concepción, el
que juega— ej señor Ministro del Interior y los Coman­ SEÑOR VASCONCELIX)! r,Me permite una ilg
dantes de las tres Armas, no podrán. pn la hora cu que terrupclón, señor senador? i
alguien solicite la Ihta de detenidos, responder en una
hora nj en un día SEÑOR MICHELINI -- ’ero si le doy una interrup­
ción a usted, señor senador, tengo que dar ocho inte­
Eso es lo que vamos a pretender demostrar, iontro rrupciones.
de muy poco, en el Senado. Deseamos acopiar datos, ser
muy serio«, traer aquí episodios de toda la historia del SEÑOR VASCUNCELLOta - Pero quiero dar una in­
pala rn oMa mnteria, porque el mlllterhino en el Uruguay formación que arabo de obtener, y me perece Importante
debe ser ««Hiudiudo con la mhms profundidad que algu­
nos autores e investigadores lo están analizando a nivel Es simplemente una infprmacion
de Latinoamérica
Hace unos inatantee me ¡visito en antesala un grupr
Soy nacionalis' । por formación, por vocación, por de intelectuales conocido en este país.
razón de ser y iidernita, consciente de que t>c nacionalis­
mo no puede sor algo aislado en ‘1 país sino un nonti SEÑOR FERRKIRA ALDUNATK. - El toma es CMÉ
miento revolucionario proyectado nacía América Latina No entramos al tema de lea intelectuales. Desdicha O
como una conlunción, como una unidad. Ese naclonalh- mente, así no podemos avanzar nunca en el Senado, IMS
mo popular revolucionario —que no’ define dentro del que hacemos paréntesis, de&óués corcheas
Frente Amplio— debemos ponerlo al día en cuanto a lle­
gar a la conciencia de las personas y a afirmar desde SEÑOR VASCONCELLOo. - Pero es importante 3
nuestro criterio, que no queremos apuntarnos ni incluir­
nos en un nacionalismo que no pueda SEÑOR FERRE1RA ALOUNATE Claro pero aáft
des. contenidas y finalidades. vierto que teóricamente esta nos hablando de la Marina

SEÑOR VA8CONCELLOS Es posible, pero oí, cuan*

do entré a Sala, porque me retuvieron esos señores, a
señor senador Erro hablar de otea enea e hizo unas impu-
tactonee muy graves que fawy que precisar Sobre todt
Quiere decir que alguien tendrá que contestar, pri- que me temo que después de mu discurso, para ser coiiflp
maro. **• lo que or utre ron ettas detenido«, y secun­ cuente con eso, pasa m la el ipdé^tinidad, renuncie a W
do, quiéne* redactan lo. ' </mun.'-acK<i de Luí Fuerzas fueros y se Incoi pora a las fu rrw revolucionarlas. EntaB
Conjuntas Esperamos que los señores Ministros 3 qule­ CCS. antes de que «e vaya, lulero que me Olga, poi 1
nes solicita moa que se trasmiten estas palabras nos menos en esto * «
1 ¡. S
contesten con urgencia sobre estos temas que homo*
planteado para saber qué pasa con esos ciudadanos, quién menor erro A ¡o mejor usted me »competí ti
redacta estos partea y, por qué permanentemente *e falta
• la verdad involucrando a peruonas que luego al pasar SEÑOR VA.SCONCELLO8 Esos intelectuales «e !■'
a la Justicia Militar, son liberada»: stn embargo, no apa­ teresaban por el señor Vigiieiti. onocido «irti ta. 1
’-I
recen loí com urde ¿utas f andando aquella medida por la
cual la inocencia bu sido proclamada. SEÑOR ERRO -- Ya hemos hablado largamente d
eso. usted no estaba en Sala Perdóneme
Todo el aparato de publicidad, que no ee puede cri­
ticar, apunta hacia «tro lado. SI esto es querer pacificar IH^OR VABCONCELLOS Por que no oye
«1 pal«, huí pnhibras han perdido contenidó y estamos
«■/u t¡f hunda otra« que son para iniciados, y qué nadie Campana de orden »
conoce lo que tienen dentro A mi Juicio, liaa y llana­
mente lo que ocurre, es que no funcionan en este pete UEÑOR MMraHTI - No puede interrumpir, se
Jos organismos con titucíonales y que por mas esfuerzos ñor senador.
¿me haga el Poder Legislativo, no acaba de hacer enten-
Pto al Poder Ejecutivo esta verdad SEÑOR VABCONCEUXJBl — M «M
siempre tiene la verdad.
Le anradeaco al señor senador la Interrupción, poi - - * □ . I wá
r qttoMÍ puede referirse a ¡as tres personas y solicito d<^~ Q 2, 9»^ñor >RRo - Con mucho duteo
 EURO» Enrique

StBA&X

TEMA: Nelíion BARDESIO.LIBERADO POR SECUESTRADORES.

Sesión C.rS. 16 mayo/9?2

íSírJ*ítebí JSm» i»
•1 que formuló las «euMciooof «obre
Escuadrón de la Muerto, ya no *• un mito ni un* figura

fantasmal ni alguien que esté encerrado en ningún lado,;

sino un ser de carne y hueso que está en libertad y qué,
ahora podría ser traído a la Comisión Invctlgador» del.
Escuadrón de la Muerte. Ya no hay ningún reproche,
ya no pueden haber excusas en cuanto a que como Bar­
de jo no estaba a la vista no podía, con su propio testk-i
rnonio, ratificar la denuncia que en oportunidad hiciet*i|
y que leimos en la Asamblea General.
Nclson Bardesio. eeftor Presidente, ahora está es
libertad. Lo saben muchos legialadorea, porque ruco
de ellos esta tarda Ja información en el Parlamento,
me lo dijo nadie untar, nadie me llamó para nada, Cuand
llegué a esta Casa se me dijo que estaba en Lber
y entonces, tengo que pensar que la información q«s^
ae me ha dado <n el Palac.o LcgUla'ivo no puede set.
errónea y »1 lo es. seguramente, habrá quien esté •»
condiciones de rectificarme.

Digo que no podia callarme o cometer la omisión de

no hai-rr «pie vi patr. kv entere a esta hora de la liberad
clón del ciudadano hlel.ton Bardesio. ।
■ii

Kitn ce un hecho nuevo que abona, además, en fa­

vor de la designación urgente de la Comisión Investi­
ga ioru No creo que ningún señor leg slador niegue su I
voto, en es’as circun.<rtíui< ius, a esa designación, en la
que habremos do probar que hay también otro« jerarcas .
pcHtotaitt y de la Marina, involucrado«.
En aquel documento se hablaba da compartimento- 4
clón y era evidente que el seftor Bardesio sabía determi- j
nadas cosas e Ignoraba otra«. Todo eso leí habremos de
plantear en el reno de la Comisión Investigadora. ■'
 hhH?, Enrijue

TEMA: CIUDADANOS PRIVADOS DE LIBERTAD.

Sesión C.SS. 6 Junio/972

SEÑOR ERRO. — Señor Presidente; ante la lectura
del documento que firman dos compatriotas vejados. Pedro
Alvariza y mu esposa, no puedo permanecer en silencio, en
mi banca, porque conozco a Pedro Alvariza desde niño.
Conozco, asimismo, a mu madre, conocí a su padre, desde
Ja adolescencia. Cuando oigo la lectura de esa carta llena
de coraje, de valentía, tengo que expresarle al Senado
que este Pedro Alvariza, joven que 1 raba jó en el Raneo
Comercial de Las Piedras, que tuvo una fírme miiitancia
gremial, que luego fue destituido, es *1 mismo l edro Al­
variza que conocí cuando tenia 18 o 20 años, deseoso do
hacer algo j>or su país y, en todos mus actos, poniendo d
sello «le su valentía.
Enviar una curta en esta hora tan sombría del pul*,
leída en el Senado de la República |n>r nuestro compañe­
ro senador Míchelíni —desde luego todos los que hemos es­
cuchado su lectura estamos comprometido» a evitar que
puedan ocarrirles daños que quizás sean irreparables
<•# dar muestra* fie valentía, pero me da la sensación de
que estamos tocando fondo.
Pero i es que no tieMiM dadme • 1« AtfifotoUft
neral, permanentemente, por qué motivos, por qué funda» «
mentó» y dónde los destinan? ¿Es que todo lo han borra»
do? ¿Es que piensan que no tienen ninguna obligación dl'"4
entregarnos Ja información detallada y minuciosa que exi» ■*?
gimos? |
Estas, señor Presidente, querían ser algunas medita* í
clones a cuenta de algún planteo que, pasiblemente, ea t
fecha próxima, haré en el Seriado de la República, por*
«pie no estoy dispuesto —y en esto no involucro a nin* ¡
guno de los compañeros del Frente Amplio, en nuestra
corriente del Frente Amplio—, personalmente, a seguir es« j
(ruchando con horror casi, esta alucinación del Uruguay» J
sin que haya una reacción como corresponde, incluso dé 1
los propios parlamentarlo*. • '

Tengo una impresión de impotencia al sentarme en

esta banca. He e^lído repensando si realmente tengo que
permanecer en ella. Creo que oslo es una burla perma­
nente, que es un sadismo como nunca presenció el pal«,
que es un desafio que nos están haciendo a nosotros, in­
tegrantes de la Asamblea General, duefM» de estas medi­
óos, aun cuando nosotras votamc« en contra, adv ir tiendo,
a quienes volaban aquellas primeras medidas de declara­
ción del estado de guerra interno y supresión de garan­
tías individuales, que se produciría un decaimiento del poder
civik Gráficamente lo decimos hoy, cuando w aprieta el •
botón y la fuerza bruta se pune en marcha, pregunto cómo
después se va a «»vitar que* siga cometiendo atentados a la
persona humana. Además, señor Presidente, resulta muy ■
claro que la Ley de Urden Publica o da Seguridad dH X»-
lado o todo lo que la Comhión quiera hacer —que s»rá ¡
péslrna, horrorosa-, para es tu gente que actúa así eon»tl- j
tuirá un complemento o una certificación más o menos legal «
para seguir uctuando. j

Fistos hechos me hacen recordar de alguna manera lea .

jornadas de setiembre de 193(1 en la Argentina. AHI cayó <
un repúblico, hombre eminente y cuya figura no ha sido 1
estudiada c<»n la profundidad debida. Me refiero a Hipólito
Yrigoyru. derrocado p»r el geiwral Uriburu y su gonta. :
Después hubo un jasiueho lapao da respiro en la Argén- ;
tina con la presidencia de Perón, y luego se siguieron su«
cediendo los militares.
Uno tiene que pensar, entonces, que hay que buacar
alguna reacción que permita poner coto a t<xlo esto, |>or-
que no nos bus la con hacer denimclas do rala gravedad, •
como la de dos personas que, hasta que no se pruebo lo
contraria, prácticamente han sido asesinadas y la de es­
tos jóvenes, de k« cuales hay muchos ciento# que están
siendo víctimas de agravio. •
Uno, entonces, se formula esta pregunta y la hace en ’
voz alta, para que la gente la escuche y para que quede,
como constancia del proceso histórico, en las actas del Se-
nado: ¿harta cuándo el Presidente de la República vn a
saW a decirle al pueblo que 44 no tiene nada que ver con
«tos agravio»? ¿<^»é momento se espera para que los MI-
ntotroa del Interior y de Defensa Nacional, que tantas co­
sas preneten, y siempre están haciendo algún sumario o
buscando algún dato, raímente cumplan con la Asamblea •
GettMtd y no te Agen IwiUñlo »le «di» y del Senado? Ha ।
um tarta A^ítrit* • utt (xánhíón parlanbeníari« que en .■
4» Wm » «Btsefsrá» te* dtafe» «■» se solicitan, y es j
tambÉéc ns tart* «warttrw «na, iMa 4r detenidos por or- 7
den aJfabétieo —tas ttetete pMW te> be vívkfo en la Sala *
de la Comisión de COmtifoeHs» y LegUlacrin— para que ]
tuviéramos acceso a esa fuente informativa del Ministerio ¿
del Interior y preguntáramos 1 equis equis ¿está detenido?
y nos contestara el señor Subsecretario dej Interior, eadá 3
 S«aifln C.SS. 13 y Ih Junlo/9?2
SEÑOR ERRO - Señor Pfe«lderrte c?t¿> que aquí
ostin equivocando los caminos de discusión. El compañero
senador Michelini lo único que ha solicitudo e> que el Se-
* nado |c .mtorici' a hacer una exposición >,oine las torturas
Uníante 15 minutos.
i
' De esta petición, que debía habei* sido votada sobre
^■blas, >¡o lian sacado conclu.-donw que no corresponden, Lnu
ellas es insistir que habiéndose designado una Comisión
investigadora nadie, prácticamente, podría hablar más. . .luán Pedro Fuentes y Sita. Martha Micdzigorskl
Yo he votado en contra del serrote de la Comisión.;
Considero un absurdo que el Senado de la República auto'
elimine la posibilidad hasta de entrar físicamente donde se- ¡
«ion.-i la Comí'ion Investigado) a, salvo los cinco integran-
ie>. r,*to signiiica que si un senador descara llevar priut-!
ha* y <idema> ai comentar sobre ellas porque no es de­
jarlas sobre una mesa no |o puede, hacer. El secreto llega
a tanto que Je impide 11 los senadores que no integran la
CouiNitn ingresar al lugar físico donde la misma sesiona.
Eso me parecí*, realmente, una < noi midad. Además, se
insistió, hace un instante, sobie la posibilidad de hacer con­
ferencia do prensa, ele., y que ya se ha realr/ado alguna,
Estimo que el Senado no tiene que regase por ninguna |
conlviencía de prensa. Nosotros h nemos que llamar a quien j
repregunta al Poder Ejecutivo, que es el Ministro de Dc-
Icnsu Nacional, para hacerle las preguntas,* jvro cuando
viene a la Comisión, le denunciamos torturas, le damos
nrwnbres propios, y siempre contesta lo mismo, casi como un
duico, «ctMit Presidente: vamos a intormarnfw, o vamos a
pero no ha dado una sola respuesta n cientos de
Reunirás fundadas, sobre- torturas. Hhy veces que el señor
l^ibitro de Defensa Nacional no ha j^uMo responder ni
TTquiera sobro una persona que he «Waparecklo hace varios
días de mu casa, llevada por lav Fumas Conjuntas.
■ i>i....... i i —------- --.u-.T-r i -II
El propio señor senador Pereyra ha (nanlftwtflHo que |
;d doctor Rublo, un cardiólogo excepcional; h? allanaron su _>
cusa, h« detuvieron c interrogaron, durante seis o siete i
horas. Con |x>st<'ri<aidad, lo dejaron en libertad; pero, el
,OIi< ia| qti" lo .i'onip.iñó a -q rasa le dijo que no >c caga- ,
para con eso, que la próxima vez 1c pegaban un tiro.
El señor .Ministm de JJrfcn.sa Nacional, „ tomó algu­
na m< did.E óFJstá pj»,toado el Í.Uic.iul? <,»Sv encuentra su-
nuuiado? No. w
' El señor cenador Vaz se prcsieuix» por la desajMtnción
del mal l imonio Rovini cuyo lu ja -con sus esi iénoidos ;
17 niuii-■ tur «seslnuilo jxii las Fuerza« Conjunta«. ]
¿Qué contestaron'’. Vino el eñ t Ministro de Defcn- 1
-a Nacional? No, .««ñor Precidente.
nc
El señor senador Caputi ha hecho una incursión, diga­
mos. por su pueblo, ni c i¡d so ha r derido con frases emo-
cinnudas; por i yo tonco, también, otros testimonios, que el
señor senador no ha mencionado.
El «lomingo. el ductor Ramón T.egnanl y varios amigos
suyos -doy sis nombres, |«>rque interesa la información,
en el caso; Alberto V.llena, César Mármol, Sihcrio Pérez,
fueron :
detenidos, cuando s<* tirigi.m al lord central del Fíente
Amplio, en esta ciudad. Lo encapucharon y, más tarde, lo ,$
d jaron en libertad. Señalamos que mito ele atropello se j
curié una nota til Jefe do Polirla del Dopar amento de Ca- !
nelonm. fumada pir <-J, diputado Martine/ Gallinai, edil Ro­
dolfo Fatigan y Osiris Musso Tgicreta. nati ando ios hechos 1
y -^ot/<Mtardn ante tamaña arbitrariedad. |
í
Y ya que se ha hi.biado de Soral. vale j>ena poder ¡
de maní tiesto el contenido de una nota qu«’ la I nion de í
Obreros de esa emprestt <le Santa Lucía. Caucione;; di- ;
itge a la opinión p.bijou, 9 los trabajadores y a los I gis- ¡
helores nacional* En ella ficnuncia que, desde b u c
alrededor de un mes. sé encuentran alojados primero, en
In S velenai policial y después en el Cuartel de San R.am<ni.
sin comida y sin visita de los familiares, trece compañeros
diez hombre': y tro# mujeres-- r|i haber remetido ningún
delito. Y agregan; "Sin embargo, «t»1 les retiene “n Ja <’ >nd-
miiíh menetoHíaln a |MS¡ir de que Intervino rj .fuer re«j/rc- ,
live di’ Santa Lucia v no encontró ninguna causal para mu .
)et .mcíón y olnianienth tamp< ro, pera el proco; amiento. La
‘oniniiii pacida i.ur tro local > Indirai fie 1¡i ciudad de Santa-i
¡ Lucia fia’ abruptamente allanado ]*>r In policía y deten ido#
i fies e impari tos qiv en i-.r memento sP encontraban tdIL jl
Son detenidos y ti asladados d ('cartel de San Ramón sin a
ninguna causa. Los traba jadorrs/ de Srral que luchamos ron-
r . II - - . -- tra una mnltlmillfinaria y desjióf¡en patroni I desde hace ¡
rtler mése«, luchamos |vir la justicia, por justos trotamos ’
rom<> ha miniado demostrado y corroborado Inclusivo por
M MhiMrrih de Trabajo y Seguridad Socia), |w>r Coprili y
' pur la C'»ml?dón de T^»gl<lreión del Parlamento Kirlonnl*’.
Ì Y más adelante, añaden: “¿QuA «o pretende'’ ¿Atemorizar-
i rwx, para que depongamos legitimas drmardas que exorr-
«u’ment'' la patronal ha desronocido y desee noce'”'. Y fina-
■ Itznm de esta-manera' "Por esta« tazones e« que no« dlrl-
ì -dmo« a los señorcx legislad.>res, etc. etc ’
Digo mAg,
t
El domingo estalla en el sanatorio L.irvlii'm, en el
Cyal un compart ió había sido operado, y me « ii<-.>n(ié con
'a rvivcdufl, que traigo aquí, ahora: el cirujano qi,c lo h ibri
interxenido, tenía que hacerle una cuta, debiendo .oiidiirir
r-?n ti« Fuerzas Conjuntas que fueron a b>¡-co!o. - i.e
uWenron en Ifl Sala «le Espina, con sus nmetndlndoi । ipun-
tnncW iv Im; Meltahte*; Hav ntrns médicos en cs.i« cundcil'i-
Mes. ew H ’nMnntnri'c Inrhiso. la* Furr/ns Conjunta', en
«Mrrw rrrrtnMi hn.«p4hiEn*ioS llegaron n pedir documentos r.
«rilen c-deb* en *u lecho de enfermo. La persecución contra
Fui médico« e» *• w claro.
Adrtrjá# «i ü^riftícab» MMb*«, solicitó mía em.revígta al y
„mntP' ck 'IAJA? ;
cttv.a un usen><a andmv que me ioy a ' er >'íct ir eor,. aunque ¡
con Mío, !r hn«;n perder unm minuto* al Sr nudo. J
032 $ 23 tí 4 S • //
 SEÑOR ERRO. — Pienso que hay que votar la moción
del señor senador Mlchellnl, porque no podemos estar inter­
firiendo con otras proj»osfcloneB. ]

Estoy dispuesto 'a sacrificar denuncias muy graves que 1

deseaba formular hoy., |

Concurrí a una mesa redonda en ia Facultad de Agro- ,

nomia, a ia cual asintieron no menos de mil personal entra '
estudiantes y docente*. ■
Profesores del interior, muy serios, de la Escuela Ex» |
J
perlmental de Agronomía de Paysandú, que tiene a su fren» ,
t* a un hombre tan prestigioso como es Alvaro Día*, expu­
sieron denuncias muy graves. Una nolrf bastarla para de­
mostrar tal gravedad.

El ingeniero agrónomo Mollino fue detenido y se le

hito un simulacro di» ahorcamiento durante 8 ó 10 vece* '
Se puede convenir en la angustia de este profesional tan
brutalmente amenazado.
Tengo, asimismo, la nómina de detenidos en Paysandú, *
que suman más de 70, para demostróle las arbitrariedades í
que se cometen, al señor senador Caputl. .

Estoy dispuesto a postergar estas denuncias, *1 hoy aa :

vota la moción del señor senador Mlchellnl, en forma inme­
diata, Luego, veremos qué es lo que pasa, porque yo estaba ■
en Sala cuando se iba a tratar el préstamo del Bid —so­
bre el que tengo una posición contraria, que no improviso,
porque nunca voté un préstamo dando, siempre, mis fun­
damentos, — estaba formulando su exposición el señor se­
nador Singcr en favor do tal proyecto (el señor senador
tiene sus razones) y el Senado quedó sin número. No habrá
sido por nosotros, señor Presidente. Si esta noche se desean I
considerar todos los asuntos de la orden del día, permanece-
remos en Sala. Venimos para considerar óst« y otros te- j
mas y no somos culpables de que se interfiera con ellos o ¡
de que aparezcan otras novedades, dentro del catálogo de i
Intenciones, digamos, de este Cuerpo.
No Insisto más, señor Presidente; mañana o en cual- ;
quler otro momento, formularé las denuncia* que tengo en i
mi poder. ;

Solicito que m? vote la mneión del señor senador Mlchtk

iini para que se le autonee a reaiisar una exposición de 45 "
minutos en el día de mañana, en primer término, »obre •]
tema de las torturas. Posteríurnwnte, podríamos pasar * :
votar la nvwlón del señor senador Ferretn» Aldunate.
-—- - .... ;r_ _ ,........ , ' _____ __ .i

03 3 1 236 45 •
 Sesión C.SS. 15 y 16 Junio/9?2

BBtORERRO. Sfflor Presidente: esteesun dabgÜ^S

muy importante. Sobre el mismo, voy a realizar algunas 1
precisiones. |
i ir ..... ——TT~r — ... 1 '■ - ......* ""

t El acta que se ha leído por parte del señor senador j

Enrique Rodríguez, evidentemente, implica una acusa­
ción directa y la comprobación de torturas en el médico
a que se ha hecho referencia. De lo contrario, el Director í
¡ Coronel Gofti, no hubiera firmado un acta de ese tipo, !'
sino que hubiera hecho las salvedades consiguientes. De
modo que me parece que c*te t* un problema claro por
encima de la discusión a nivel técnico que aquí se ha
ciado. Por la lectura del acta, se pudo eaber que los
• médicos que examinaron ni doctor Bonilla —quien tam-
. bién hizo declaraciones-... no encontraron ningún indicio
| de lesiones vasculares, etc., como aqui se ha dicho. Esto
¡ debe quedar en claro porque es muy grave.

Por otra parte, señor Presidente, he escuchado a un i

señor senador que decía que estábamos en estado de
guerra. En la Asamblea General, nos tocó hacer una ex*
Aposición sobre el Convenio de Ginebra de 1049, ratifi­
cado por nuestro Parlamento hace fl años. Este Convenio
de Ginebra es muy claro y vale la pena que quede en
la versión taquigráfica, principalmente su artículo 99,
3ue dispone: ‘'Artículo 39 ™ A tal efecto están y que-
an prohibidos, en todo tiempo y lugar, respecto a las
personas aludidas;” es decir, "personas que hayan que­
dado fuera dé combate por enfermedad, heridas, deten­
ción, o por cualquiera otra causa, serán, en toda cir­
cunstancia, tratadas con humanidad, sin ningún distingo
de carácter desfavorable basado en la raza, el color, la
religión o las creencias, el sexo, el nacimiento o la for- f
tuna o cualquier otro criterio análogo”.

Para e^s personas dl^e el Inciso a); "Los atentados

a la vida y la integridad corporal, especialmente el homl-b
rldlo en toda» su» forma». lo» mutilaciones, loe tratosj
crueles, tortura» y »upIleW*. Y si inciso b) dice; “Lo
toma de rehenes**. Hemos denun-’-íado muchas vece», aei¿l
el caso del doctor Novoa, **n la Facultad de Derecho, un 3
hombre conservador, políticnmc;¡te hablando, quien fue f
sacado a la fuerza de esa Caza de Estudio» y retenido 1
en su propio domicilio, en virtud de que buscaban a sti’f
hijo las Fuerzas Conjuntas.

Continúo con el inciso c) y d), señor Presidente. 1

Dice as!: "Los »tentados a la dignidad personal, en I

especial los tratos humillantes y degradantes; las ten- |
I (encina dictadas y las elocuciones efectuadas sin previo ,
¡ enjuiciamiento. por un tribunal regularmente constituido j
\ y dotado de garantías Judiciales reconocidas como in- ■>
, <1 ispcnsables por loa pueblos civilizados”. Acabamos de j
ver que aquí no hay garantías, evidentemente. Más adt- S
Jante, expresa: "Los herido» y enfermo» serán recogid<*J|
y ¡'iiiiliidits Un organismo humanitario imparcial, tal ee-W
nio el Comité Internacional de la Cruz Roja, podrá a
ofrecer sus servicio« a las Parles en conflicto. Las Partea |
contendientea se esforzarán, por otro lado, por poner 1
en vigor por vía de acuerdo« especiales la totalidad o
parte de las otras disposiciones del presente Convenio.
La aplicación de las disposiciones precedentes no pro­
ducirá efecto sobre el estatuto jurídico de las Partes
contendientes”,

Y, nigua el artículo 49: ...prisioneros de guerra, etc.

Me interesaba leer el artículo 39, porque deja en

claro que la incursión que se pretendió hacer sobre el
estado de guerra, no tiene nada que ver con 1» exigen­
cia de cumplir con este Convenio de Ginebra (pie el
Uruguay rnlifííjó, como además ratificó la Dvelm »clon
de Derechos Humanos y la Carta de Sun Francisco.

Bien, señor Presidente, a medida (pie esta sesión

avanza y cuando «<m no se ha dado cuenta de la moción
faw* prwfctado junto con otros señores senadores,
ítegcMo gante para informarnos de nuevas de-
teneteWMb
y 4 ,

Se me ha dicho, hace 10 minutos, que ha sido de-

Uuudv arbitral íoHrtgxte ijl Secretario do Funw dirigente
infarté. íCn ¡< éíivd id de foutfitfitt futí «llrtmttw el
domicilio, siendo detenido, el profesor Juan José Reyes,

1

quéftié candidato ti diputado por nuestro grupo en eae
departamento. Sis Presidente de ¡a Gremial de Profesores,
y Presidente del Plenarlo Obrero-Estudiantil; es un
hambre de bien reconocido por todos. Hace unos meses,
estuvo muy grave a consecuencia de un infarto, por lo
qué se halla en convalecencia; de manera que una deten4
; ción de esta naturaleza puede causarle perjuicios e su
salud, realmente imprevisibles. fRlkUAfo?8“'““'
En la localidad dél Sauce, fueron detenidos doa Vi
venes. Hugo Jurado, que es gráfico, y Mario Montenegro?
perteneciente al personal de la fabrica da escobéis, los
que no se «abe donde están.
Fue detenida, también, María Emilia Bermúdez Ga-
IJinal de Cabrera, hermana de Marín Laura Bermúdez
Gallina!, quien estuvo detenida durante 24 horas, su­
friendo un plantón, encapuchada y recibiendo amenazas
de fusilamiento. Un hecho similar denunció ayer, con
resjiecto al ingeniero agrónomo Mollino de Paysandú.
La señora Bermúdez Gallina! de Cabrera es profesora
de Geografía, estudiante de la Facultad de Humanidades,
y tiene una hijita de 6 mese*. También, fue llevada en­
capuchada. Su esposo, Ricardo Cabrera, practicante de
medicina del Sindicato Médico, también fue detenido.
Lo tuvieron descalzo, casi sin ropa, de plantón en un
patío bajo lluvia, robándole un reloj, un encendedor y
4 mil pesos. En ese momento, al no encontrarle ninguna
prueba para tenerlo detenido lo liberaron, pero, al lle­
varlo de vuelta, un militar, a raíz de un incidente da
tránsito amenazó a un taximetrist* pistola en mano,
diciéndole que le daría un tiro en la boca, mientra« otro
lo amenazaba con una metralleta. Ademé« del encapucha-
miento, recibió amenazas de torturas, preguntándole qué
personas concurrían a la parroquia de San Juan Bautista
y si allí se trataban tema« vinculados a la realidad na*
clonal.
Esto va acumulando, cada minuto, cada hora, silua-
clones tremendamente angustiosas. Pero, existe algo mée.
A los detenidos se les hace firmar popí Jes en blanco,
¿Cómo sabemos oslo? Por nuestro compañero de Cune
Iones, candidato a la intendencia por el Frente Amplio,
el doctor Ramón I<egnani, de cuya arbitraria detención
dimos cuenta en sesiones pasadas en el Senado. Como
querían hacerle firmar un documento en blanco, pro­
testó, pero ante le Insistencia y amenaza«, antes de fir-
mW, dejó eonstsnela de que estaba firmando un papel en
blanco. Hay muchos otros ciudadanos del interior o de
Montevideo qué, por falta dé precaución, o por lo qué
fuere, pueden no de^ar esa constancia, ¿Quién puede, en­
tonces, sostener que lo que ahí se pueda incluir como
sospecha, como denuncia o cargos, tiene validez!
En el documento que ha sido tan comentado, de 1a
Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Uru­
guaya, se ha procedido bien al establecer en forma muy
concreta, en el punto 9, que: "Han llegado hasta noso­
tros múltiples y concordantes testimonios relacionados ai
trato inhumano que reciben determinado* detenidos vin­
culados o no a las actividades subversivas. No nos refe­
rimos, solamente, u las denuncias públicas, no desmentir
das, sino también a otras, de cuya nutenticidad no teña­
mos dudas. En orden a nuestro ministerio y pura servicio
de todos los hombres, no podemos callar que la muerte,
los apremios físico», la tortura, la prisión indebida cons­
tituyen una radical negación de la dignidad propia del
hombre, creado a imagen y semejanza de Dios”. Y, en
el punto L<X expresa: “Todos debemos ser conscientes
d* loa peligros, que toda arbitrariedad conlleva. Ceder
a 1» tentación da tratar como codiciosos, también, n quie­
nes solo man Ulestan impulsos renovadores, puede servir,
nada más que para multiplicar el número de los aten­
tadas a la violencia. No puedo pensar*« que unos días
de tortura traerán años de paz. Confesiones arrancadas
bajo el terror no clan certeza de verdad y pueden causar .
males irreparables, Lo* posibles éxitos momentáneos son
engañoso«, puesto que a la larga x/»lo generan odio# Irre­ seria la de que nutetro pueblo pudiera tenar un» *épé*te||
conciliables, gérrnen continuo e inevitable de nueva vio­
lencia. No puede desconocerse la repercusión, de alcan­
ce insospechado, que estos episodios pueden tener en al
seno de las familia« de quienes lo sufren Es Imposibte
medir los traunuis y sedlmiTdo de y ib-/-. «fe en todo el país se está generalizando el uso de la* tor­
vwganza que est-ts arbitrariedades pueden alimentar'’.
Es decir, ^e la no ne&dt¿
ningún comentario, por su profundo y claro «entldo«p
rechazo a la tortura a cargo de sectores de hs Fuen
Armadas,
Terminamos esta interrupción, paru que redondeé
tajamiento el sefior senador Mtchelíni, manifesten
En el día de ayer, en el Senado, dimos una relación'
é detenidos en el Departamento de Paysandú. Entre lo*1
nombres, aparecía el de un soldado, Eche ñique. Objeti­
vamente considerado, parecía que eso no agregaba nada;';
pero, ahora, se nos ha traído, de Paysandú, un dato
que debo dejarlo en las actas del Senado.
Este soldado fue detenido porque se negó a torturar
a coterráneos que él conocía. Entendía que era una in­
lamia y una indignidad. Vemos que un simple soldado.
modesto, un humilde hombre de pueblo, se negó a tor­
turar, siendo detenido y encapuchado, con el agravante
que se pretendió, por un oficial, que otro hermano que
también reviste en el Cuartel, fuera el encargado de
golpearlo, a consecuencia de lo expresado y por haber
solicitado la baja.
Terminó el episodio, señor Presidente, coa el agravio^
de ios dos hermanos, que fueron brutalmente golpeados
en el cuartel de Paysandú. Queda el ejemplo do estos sol­
dados, que se negaron a torturar. De hombreó humild**,.
que dieron una lección que ojalá sea aprendida.
Este no es un hecho nuevo. En Meló, las mujeres
de los soldados, que van a hacer la cola pata la leche,
muy temprano, en la mañana, comentan, coa otras mu*
)cree del pueblo, que le es imposible a sus muidos agra­
viar o castigar a profesores, maestros y maestras do
quienes hasta han sido alumnos, y otros vecinos. Antes
que efectuar esto* hechos, prefieren pedir In baja, que4
no so la dan por usté estado de guerra. Si por ellos fuera*
no no quedatJan ni un minuto más en el Ciniartel.
Es conveniente que esta relación do h«chos que «
menudo hacemos muchos senadores, se documente,
los efectos de que llegue a la consideración pública.
Finalmente, existe el documento del Sindicato Mé­
dico del Uruguay, entregado «I señor Minintro de De­
fensa Nacional, Gañera! Magnani, donde se manifiestan
las inquietud«* y preocupaciones, que nos ha i hecho lle­
gar, también, a los senadores y de lo que hemos dado
cuenta el otro día, aquí en el Senado.
Digo, señor Presidente, que el acta que se ha leído
tiene autenticidad probatoria de la tortura contra un
médico eminente y excepcional, reconocido por todo el
cuerpo técnico nacional. Esto mismo ha ocurrido con
otros médicos, porque existe una especie de persecusión
evidente cantea médtass, «nasalros» banca ríos y dirigentes
sindicales. Noaateos víhmm muchos nombre i y, ahora,
no* encontramos con que tamitiafea, «nlgDéi tetegrant*»
del Sindicato Médico y otra* arga<MMefon«i 4nltfWlM» aqtf
hacen llegar lista* de ñúteteos detenidas, la A*ám
realizada en Caomu, ha tomado resolucioae» «M» esta g|
feria, para hacer una gran denuncia póblteik Bntref
muy graves, la agresión con arma larga a a «e&BMil
un integrante del Comité Ejecutivo del Sindicato Mé(
que exigió su tratamiento urgente de su herida de
Por la fuerza de ios hr< hos o palabra* --tal vez rt
solo palabra«- cuando se nos habla de democracia, dé
libertad, etc., olvidándose del respeto a lo* compatriota*»
La realidad es una, señor Presidente, y como taí;
tenemos que tenerla en cuenta. '
No* quedamos con do* inquietudes muy grandes, Una j
de acostumbram lento, ante esta brutalidad. De ahí qué^
siempre nos manejemos con esta rebeldía popular. Lo
hemos dicho mucha* veces en el Senado y en la Asam­
blea Genera!; pero hoy, queremos agregar, además, qu*.
tura*.
í
 Y* no ee un núcleo pequeño, cada vex a» va ensan­
chando porque no. «o toman medida«, porque no se pro­
vea« a nadie, porque no se Inicia ningún eumurio. Aquí
se dijo hoy, lo que hubiera pasudo rn <4 Senado hace diez
año*, frente a oata denuncia que, inicíakncnle, la expuso
el señor senador Micheiini, Hubiera venido el Ministro
de Defensa Nacional de inmediato, a decir qué medida*.;
se hubieran adoptado o a decir que no conocía el hecho«.
Sin i‘job;ogo, ahora, han tranacuriido horas y el Ministro
de UcIf.'iihH Nacional, que puede venir al Senado, que
no prerieu que se le invite unte un estado de conmoción
pública, no ha llegado, nadie tiene ninguna mención o
referencia de la posibilidad de que llegue al Senado.
Como queremos que esto termine con algo, aunque
; sabemos que la declaración no es el fondo del problema,
< deseamos que por lo menos haya una expresión del Se-
1 nado positiva al fín de tipa denuncia de esta magnitud,
de esta naturaleza, y de una discusión que no puede
terminar en el pronunciamiento del señor Presidente que,
en determinado momento, levante 1* sesión.

Bata es el propósito de loa cinco senadores del Frente j

Amplio que desean que sato concluya con te dacUradó® !
que luego vamos a pedir que se le* por la M*m, uumi
vez que termine la discusión, una vez que los señoreil
senadores hayan dado su opinión cobre el tema. W

Quiero agradecer que ni* haya escuchado mi intefwl

vención, porque mu intensaba mucho que quedara en
versión de la sesión de hoy la disposición 3* de la Con« ?
vención de Ginebra de 1D49 que se está incumpliendo y «
violando sistemáticamente con lo cual se deteriora, evi- j
dentcmente, aún más de lo que está deteriorada la íma^eiKg
del país en el exterior. V

corrbspómlencla pstfMmwwun & además,

qiw» si rl señor Ministro hti sansttñlkhúl debió;
venir de tontito) * dsr las dM b
le hubiera sido muy difícil, Me he mostrado un dervmrnto '
fehaciente; se comprueba una tortura y e*a acta está fir­
mada por módico«, incluso militares y jerereas del Hospital s
Militar. Sin embargo, se propone un trámite eomftrt.
cuíilqttler asunto, incluso menor. Como decía el señoree
dor Micheiini, en esto el Senado no se compromete, rúa
<lcl>jo « onijiromctci: c profundamente ante un hecho MI
grave.

Dejamos esta constancia en la seguridad «le que el MI- ■

nWro no habrá de contestar nada, o inventará alguna cosa,
como lo ha hecho tanta« vece«, producto de su Imaginación (
más que de la realidad. ¡
 Sonador

TF:MA; CIUDADANOS »H (VADOS DE LIBERTAD.

Sesión C.SS. P.2 y 2j Junio/9?2

Aprovechando esta intervención, seftor MsMsnta, :

quiero dejar una constancia de carácter personal con rae- i
pecto a una gestión que voy a realisar dentro de pocas*
horas.
En el país ae está dando una situación muy partlcu- .
lar, que nosotros entendemos es por falta de garantías.

! Un miembro de la Meiir Ejecutiva del Frente Amplio, 1

que es un dirigente sindical y que ha sido perseguido du­
rante mucho tiempo, el ciudadano Carlos Amir, ha sido /
' requerido por las Fuersas Conjuntos. ;

Se trata de un dirigente gremial henearlo, que en el.-’

año IMS, cuando el conflicto que se abatió sobre toda
i la Banca estuvo detenido, perseguido y suspendido por4
las autoridades del Banco en que trabaja. Posleriormen-1
te, ha vivido, prácticamente, en una'Odisea permanente. u
: Estuvo detenido en varias oportunidades, y la última fue »
durante alele meses, seis de los cuales los pasó en el 3
¡ C.OJ.O.R, y el restante en la Jefatura de Policía. 7
' ' • .-í
। A raíz de diversos procedimientos realizados en ia^
¡ casa en que vive, fue requerida su presencia. Yo realicé ¡¡
i las gestiones pertinentes unte el Ministerio del Interior
para saber si efectivamente estaba requerido. Be me dijo f
! que se quería conversar con él.
| Yo lo voy a acompañar, señor Presidente, mi la tar-
; do de boy cuando se me conceda la audiencia pertinente,
> a los efectos de llevarlo ante el Ministerio; acompañarlo
! para que se presente, reclamando, con respecto a el, to- -
i díte las garantías que el Poder Ejecutivo pueda ofrecer. ।
| Lo queremos hacer, además, en forma pública, para
que se tenga presente que yo lo voy a acompañar a los
i efectos pertinente*,

Creo que es conveniente que el Senado tome debida

cuenta d<> todo «ato, a loe efectos de hechos que puedan
ocurrir en el curso de los próximos oías.

03 7 Í
 KKHJ, Urüut
TEMA : DETENIDOS Y PHOCESAD.S FûH JUKZ INSTRUCCION.
RITIRO FARA INTERROGACION SIN FRE'VIA AUTÓRI»
Zacion.
.iaalón C.SG. ¿6 y ?’J
Quiero, además, sumarme a las palabran pronun­
ciadas por el señor senador Michelini con respecto a
la forma en que se trasladan los presos, sin conocimien­
to de nadie.
Tengo la versión de que un detenido fue llevado
directamente, desde (»1 primer momento, al Hospital Mi­
litar, porque había sido sometido a una delicada ope­
ración al corazón, y «e encontraba convaleciente de
eUa Ha desaparecido de allí. rln que sus familiares se-
¿un que desda» ha tenido.
Podría aportar otros casos, —incluso podría dar los
nombres—, en que han ocurrido actitudes semejantes.
Desde Punta Carreta» se han retirado entre 45 y ,
50 detenidos, algunos llevados al campo de concentra­
ción de Punta de Rieles, y otros a un destino que ha sido
muy difícil, a sus familiares y amigos, averiguar cuá! es.
Del campo de concentración de Punta de Rieles se
retiran presos sin que se les informe debidamente a sus
familiares a qué establecimiento carcelario o cuartel son
trasladados. No sé que haya ni siquiera comunicación
primaria del Juez Civil y, «hora, del Juez Militar. Sim­
plemente, Ins Fuerzas Conjuntas resuelven que a deter­
minada persona hay que sacarla del lugar en que so en­
cuentra. y esto lo hacen encapuchándola y siempre en
horas de 1« mañana o de Ja noche. Las retiran a las 7
de la mañana o a las 22.
De Punta Carretas salen con rumbo desconocido, y
sus familiares demoran dias en saber donde se encuen-'t
tran.
Nadie es tan ingenuo para no darse cuenta de que
io forma parte de un pian de^iberado de molestar e,
•
inclusive, de crear aituaciones dificiles a cada uno de
los ci oda da nos que m enc-acnlrar r.-i e. a i;tua,ci<>n. • *
3«» nadar
Junic/9?2
j Ahur», loe sucesos van superando la capacidad da
¡ absorverlos, y se me ratificó hace un rato que se sigua
i cumpliendo el retiro de algunos detenidos en cisrtos es­
tablecimientos
Se me da un nombre, el de César Cámpoia, y la no­
ticia de que fue retirado de Punta Rieles el día 14 de
Junio. El Juez de Instrucción de 3er. Turno, lo pidió pa- ;
ra interrogarlo, y no le fue presentado, desconociéndose
su paradero. El 15 üe Junto, es decir, 24 horas después
de su de. aparicí m del campo de Punta de Rieles, de don­
de lo sacaron encapuchado —ios sacan encapuchados, e
Ingresan en las mismas condiciones; esto lo he visto per­
sonalmente y trasmití ai Senado esa visión— parece que
apareció, llevado ¡>or las Fuerzas Conjuntas paro un re­
conocimiento a su oasa.
Allí fde amenazado por un oficial del EJéicito de­
lante de su esposa. Quien le dijo: “Miré Cámpora, que
después tenés que volver conmigo al 9no. de Caballería”.
Su condlcfón física era realmente inferior, ves.ido con
ropas distintas a las enviadas por su familia, en chan­
cletas, habiendo sido víctima, —seguramente— de apre­
mios físicos,
PMterlormente, no se supo nada de él. Quenmos se-
halar que cuando lo« laminares han tratado de obtenei 1
Información, se ¡es ha contestado —cosa que no es nue-J
va— de que esti en una unidad militar.’ J
i
se desconoce asi, la potestad de los Jueces sobre loO
procesados a su cargo.
Pedimos, señor Presidente, que aquellas palabras pro-1
nuneladas con respecto al atropello contra los maestros,'*
y éstas, sobre la denuncia que formulamos ahoni, pasen ¡
a los Ministerios del Interior y de Defensa Nacional. Y
con respecto al problema de la boya petrolera, que se
invite ai Directorio de Ancap a que concurra a la Co­
misión correspondiente.
....... - ...... .1..— ------------------------------------- M.- ¡
03 B
Y 23 rj 4 ¡¡ ,
 TF'MA: AGRESION a l'ROFESORFS Y MAESTROS FRENTE A
MINI ’»TIR 10 ECONOMIA Y FINANZAS.
Costón C.SS. r*6 y 2? Junio/??2
SEÑOR ERRO Señor Presidente todaa Ja* ma- .'
ñaña* no* encontramos con alguna nueva arbitrariedad 1
o baldamiento de organizar i ones gremial«» que jnani- J
Ueatan por !•» C»1le» »uw reivindicación««.
El día viernes, lo* maestro* y profesoral de este país,
tenían una audiencia en el Ministerio da Economía y
Finanzas. Desde la hora 16 y 30. loa trabajadores de la
enseñanza se concentraron frente a dicho Ministerio. .
Una delegación ingresó ai mismo, a los efectos de en'
(revistar al Ministro para defender la justicia de los ra­
cismo* que ellos están haciendo.
/ audiencia respectiva, y wperaitdo a que *u* compañeros
Siendo aproaimadamante tas 19 v W hura*, diento*
de maestros y profesores, seguían esperando, en cumple-
^^orden, el resultado de aquella entrevista.
Cuando sal ¡a la delegación. pao'» frente a la con­
centración un camión del Ejército. Sorpresivamente un
soldado corrió una parte del toldo, apuntó con arma lar
ga y ante el asombro, no sólo do quienes vwtnhnn ron
centrados, sino de algunos particulares con los ciinh*
conversamos el «Abado al mediodía, disparó, hiriendo a
una. maestra, a un profesor y a un funcionario adminis­
trativo de Enseñanza Secundaria y a otro funcionario de
la Facultad de Agronomía.
Este «s un hecho muy grava, como los que vlimen
ocurriendo Inslstentementa en la República y creo que
no pueden tener ningún defensor.
Ante estos hechos, la Gremial de Profesores de Man •
tevldeo declara: “D La concentración fue agredida a
mansalva por un soldado que disparó desde un camión
del Ejército, llegado al lugar par» alcanzar alimentos a
la guardia allí instalada. A dicho «tildado se le vio so­
bre la cabina deJ csunJón ruando «tata ae retiraba, apuntar
a los manifestante«. amartillar •! arma y disparar tu»
tiro que hirió a rustro oampaAeros quuMkr» salvaron sus
vidas milagrosamente. El eamíón se paró despeó* de|
«o y luego siguió su marcha, mientra» quedaban en «J
alo los rornpañariM herido» y ante la sorpresa da I*
opla policía destacada para vigilar el arto, <un la cual
no habla ocurrido <*1 más mínimo Incidente. 9) Esta
hecho que pudo j»er trágico y agregar nueva« vtrl.maa
a la Jucha popular, se produce en mámenlas en que la
Enseñanza en defrna» de su autonomía y de sus recur­
so«, entura unida la Jucha por aohirmne» verdadera»
para ta crtata que afecta n rila y al pata, en vi marco
de una pacificación que Implica rl leN-pelo y la libertad
de los docentes, la clarificación dr la situación d<» los
detenidos. el repudio de las torturas, la tirrfvddad de Ja
vigencia de las garantías Indi viduales rí combate wi.)
tregua contra el fascismo 3) Más allá de la responsa­
bilidad individual del soldado agresor, portadamente
id en tífica ble, el hecho es también el resultado <lr un»
psicosis de agresión alentada por una campaña de c«
lumniaa y desinformación que, impulsada por los sec­
tor** reaccionarios, ea recogida servilmente por loa gran­
des media* de propaganda. 4) A nivel de la enaeftan-
a*. tu» caeapaAa «catananb»» tienda a su desprestigio ante
'» t*;’««<'.& mediante una hostilidad creciente y
rt'UMvvf.ew**, eooM forma de prepara* el terreno a nue-
vóa intentas da avasallar su autonomía. ft) Anta estos
«ucesoa, la Gremial de Proteaore« de Montevideo, reafir­
ma una vez mée su firme decisión da proseguir su lu-
rhn por 1a necesaria e impostergable pacihcaríón »on
soluciones, en defensa le la enseñanza. «u bgaúdad y
su« recursos, que asegure ai funcionsmirnio normal d*
los liceos r instituto* y anule la política de debilita­
miento y destrucción de la enseña»»/,* pública que esto»
AtatoM toa mMatoÑ< B Wrtá Al Coordiniidor de
Magisterio de MontrHAo, han MeueHo un paro de 71
horas, que abarca desde el día de hoy, hasta e miér­
coles inclusive. Esta situación que se vivió el viernes
por Ja noche, desde luego, por su gravedad, es?apa a
un comentario pormenorizado. Pero lo que quedii como
saldo desalentador y como compromiso de lucha, es que
a quienes estaban concentrados, habiendo obtenido la
Ir» Informaran <1«*l resultado, recibieron romo primera
respuesta del pedido de reivindicaciones, la que acabo
de anotar.
No «ó qué medidas «r han tomado por pare del
Ministerio da Defensa N»«onaJ haMa el momento.
Estoa h«H'h»s no son «talados atan que han omwHéó 4
en otras oportunidade« y, como pretexto n coma espía»
ración, se ha dicho que al soldado que tenía el arma
en sus manos, se le habí* escapado un tiro. No só ,<i en
esta oportunidad «eró ta explicación que públicamente se
daré a través d» l Ministerio de Defensa Nacional
Dejamos sentada nuestra protesta por •*- hecho y
nuestra solidaridad ron lo* ordenes de ¡a enseñanza por
toda* sus reivindicaciones y por este paro de 711 heuraa
que han decretado por lo* acontecimiento« orurudta« «é
viernes pasado
Ya n oso tro* <11 rl .Senado <»r ta Me publica hace u»
tiempo, hicimos mención a ta detención de cantidad d<
|
i maestros en Montevideo y en interior del palo Creo
| que también expusimos nuiviro p<*ii^««tuu-nto preocu­
| pante frer.ta a algunas cartas recuuda». i<» muestro* del
interior aun nos explicaban ta imp<*ñ)ilnta<l incluso, de
| usar su iúntaa cuando concurrían a algún café a con-
4
ó vafear, o a intíltuelone» de la zona cu que actúan, por-
qpe en alguna« oportunidades las Fuerzas Conjuntas
¿ penetraron en «eos locales, se lo« llevaron y ios tuvie­
’« ron óetenidfls; como si ta túnica fuese —lo dijimos en
aquel momento— una expresión de agravio para tas
Fuerza» Armada» y para el país
1
s
Cuando ae actúa de esa forma contra la cultura y
contra sus representa oh»«, es evidente que esa ex pre­
sión de símbolo del magisterio nacional tiene que inco­
modar o molestar a quien«« wtan cumpliendo bérbara-
nii nte con sus cometido».
,
1 Pedimos, señar Preludente, que 1» vófeHhh A
pitabrns puse ai Ministerio de Deten«» Nacional4 a
♦ forto* de que de 5« fundamentación d« 11« riM*
<lida> »((optada* y la explicación detallada de este h«*1
i cho que, ademán de lo* rntarvinlente«, fue preannéioA^
í j>or mucho* particulares, alguno« de lo» cuaho twc ht*
( rieron ll»«nr la información precisa de cómo oaifeMH
¡ j ron los aconte» immuto» que yo acabo dé menciona» ptfW
1 ponerlo» a consideración del Senado de la República!.
•
1
’i
039 -> € ’
 TEMA: -EY DE .SEGUHÍbAb nIL E3TAIO Y
. I.HL1 í;c .
J«u*n C.SS. ::6 y .?? Junij/972
8K&OR ERRO. — Perdóname, senador. Lo es­
toy eacuehando con mueha atención y no puedo perma­
necer en «iiencio trente a la afirmación que usted hace,
considerando ( ma un éxito de la Comisión el haber eli­
minado ese articulo que originalmente venia del Poder
Ejecutivo, porque éste ha hecho cosas mucho más graves.
Cuando en fechas anteriores al 15 de marzo se levan­
taron las Medidas Prontas de Seguridad en la morlun que
. t» aprobó —primero del Frente Amplio y luego planteada
|M>r el Partido Nacional cuya difusión recuerdo perfec­
tamente por haber intervenido en ella, se estableció que
los detenidos deberían sor liberados el 30 de abril do 1972
Es decir, que MP levantaron las Medidas peto se desplazo
oí ili’ini o lo ieh’icnle a la hbeiación de los ptrsoM,
Bue 1K-''' ¡¡ inu»nn.’s ptihh ih y que el Poder Ejecutivo
> :.»■ s
íj > -ceptai. pelo unh/a le.ipeito a ciiw
lo G. e^;...,4Í . que e.» una in.ii.cra ae decir
pre-s^i. pMht.coa,
Hiea. ¿qué paso el 30 de abril? La Asamblea Ueneiai
tomó una uec sien, por su mayoría libérrima, que el Po-
t’r.- Hj».cativo b’iri'í uprobimdn un dveivm por el cual vs-
lublí ció esa cv a .(motea que jigo uciUMlrnente |M>r la cual
u esos preso, políticos se los Hometc, p.»r un misino dc.ito, a
dos juicios. pasando»«** a la Jiulkua Húdtar.
Es.) dice el IXrieU» del *0 de abril y creo que la hia-
t irla de este d ouic turne que ser completa. El Poder
Ejecutivo ano la voluntad de Ja Asamblea General Le­
gislativa, hizo ca .o oiiujo del levan rain, coto d<* luz. Medi­
das Prontas de Megmid id. el a0 de abril, y no libero a un
.^<>io p:eso. iimmli.uneainente, el minino día, dicto un cié­
rrelo ¡pie el dolor Carlos Murtme/. Moreno, en un es­
tudio muy prmuimo y crio puimrmlo en "Marcha”, des-
liienn/o y por el que s ’ e.staiiliS'IH esto q||l’ ulhnH él aeílOf
•M-nud >i nuir-.i .orno (o.su inipm l linio heclrn por la (.•uiiil*
D : >J .;• । '...’o Jo qu>' t‘l Po ier Eje« tiljvo qiiriial
meo.pora: en e>i.< Pero d.cho poder ¡o mz<> peor, pue.sj
¡j ¡nipLin: ? j.or dzqr.’io y tU.ndu en la Asamblea (Jhneiúj:
|p:e.>eniamoa una mocron —con otros compañeros del Fien-
Re Amplio— pu.a que se liberara a los 92 detenidos, que
estaban m esa hituación, se obtuvieron croo quo 2fl o 20
votos. Quiere decir que votó el Frente Amplio, los inte-
gruntes del Movimiento de Rocha, el seóut legislador Vas
y no recuerdo si algún otro Integrante del sector del mo­
vimiento "Por la Patria".
Esa es la historia real. Nos llevaron jor delante, nos
a- tasaron como lo van a hacer ahora. Afírme que por
nías que aquí se c.lga que se va a levantar el Estado da
Guerra, no c va a levantar absolutamente nada; porque
en ultima Inslancln el Poder Ejecutivo va a rememorar
aquel Decreto de setiembre del 71. j»or «I cual estabiecW
<j..'p lufi Fum zas Ai mudas tomaban a su cargo la lucha
,:r.i a .-u. .»'i.si' n Por mas ley que haya, .sostengo ha*
Uem.io >. e <- o va a oimiir. porque hn sido muy claró
el señor miembro mío:manir? n<» el doctor señor sena»
dM Beitran, sino ej señor senador Paz Agulne cuando
hace un rato no., dijo que con reqH-'to a lit .su.>pciwlón de
las ‘{¿tafítWI individuales, eso quedaba un poco a lo que
la Asamblea General lesolvieia o al pensamiento de los
señores legisladores, etc. ¡
04 0^’1
CRDES
u evidente que ahí hny una zona atMolutameatf g».
cura, que nos jurmlte aaegurar que va a ser muy dUffcll
que no se *.»» allanando a la hora que se quiera y f»rovo-
cando todos los problemas que se Miceden en el país Ade­
mas e.vto no ¡o lieintMi dicho solo nosotros, ,ino mucha«
otias personas.
Quiere decir que esta ley no ¿era para ¿ustituir nada.
I os iie.'hos habran de demostrar que tenemos razón, por­
que cuando se apretó el botan y la maquina empezó a
funcionar, me pregunto si esta ley la. van a dezmar,telar,
•i por ella vuelven a lo; ruar teles l.»w Integrantes del Ejer­
ció v si la Poli ia se repliega pura eumphi k» dlMitteato
poi vi léalo legal.
De.pue». cuando hablemos norntros. les vamos a de-
... . ?r.ii. m nm señad >r tbllrm. que se han cometido onor-
fi.id.ules talca (ohm iiu qu<. afectan. Incluso a h>.> propios
pa'ildo.s pohtiros (pie aquí están icpic.neniados Er esto
proyecto huy nonn >m por las que rrmrnmrs i<MÍl/.adss por
leu partidos pvldicos puemji M't piohlb.das Adeimu, hay
una dispouif'ion que afreta dlrvctainrv.tv a la Lniveisidad
de la República, aunque no se la mencione.
Realmente de este clima de horror, rnc parece que no
pucha salir otra cosa que este proyecto. ¡
l’or otra parte, advierto que la iiitima teuntoii quéi
realizó la Comisión fue el 24 de mayo. Y<» solía ir a la
Comisl' n. muchas veces, acompañando al titulai por el
Frente Amplio, señor senador Micheüi l. En algunas >p»u-
tunidnde« ical’zamm intervenciones. Jue^o de ov uchai la,
discusión y advertimos que hubo, en deteumnauo mácen­
lo, voluntad de no seguir actuando dentro de lu Comilón,i
■ , ,,,,, . «—.J
I aunque puede ser que por otra vía oficiosa luyan seguido.,
u abajando algunos miembros. Pero la Comisión eil£l|vgg
¡ un m s entero sin reuní:«? y trabajó el otro dia, a ritrtgq|
‘ aceito ado, haM a quv >alio este piuyecto, sin informa LM
legislad-<ies lo ivcimmos práct.s ámente rn la mañana dé,
hoy, sin tener m siquicni el tiempo mmimo j ara que .^ada ;
uno pudieia e tudi.-.ilo, buscar material o ase so i and inlo,
etc, I
Lo que mas me intere, a e lo que señala el .señor se­
nador, en forma concreta, resp cío a que se había e.1 Imi­
nado del proyecto de ley, la disposición que venia en el
original del Poder Ejecutivo por m (pie una cosa justada
pudiera serlo nuevamente, tal como lo dispone el Decreto
dN 30 de abril. Por aso afirmo que la voluntad de la
Asamblea General que fue que a pmilr del JO de diril
tuda« loa presos que estaban en esa sitúa» l»>n íu<’ra:i 11-
oerados, es decir, que loe que habían v¿do terminada, sus
proceMog fueran puéetos en libertad.
Ese héiho no a« produjo y enfundo awl? llene la gra­
vedad suficiente oumo pare leñaiarlo en la noche de lwy-
Muchas gracias.
¿óü-fü’1
 SEÑOR ERRO, — Cuando »»«cucho algunas afirma­
ciones pretendo remontarme un poco, en el tiempo, a
ios efectos de juzgar lo que pensará de algunos argumcn-
I tos el historiador del futuro, porque no puedo aceptar
1 de que te esté aquí manifestando la tremenda urgencia
de un projeeto de ley que «uatitvye al vetado de guerra,
cuando, implícitamente, se esta expresando que él es
también un estado de guerra.
Además, cuando se pregunta insistentemente hace ya
más de dos o tres horas, qué pasa con la suspensión de
las garantías individuales, la contestación es casi enig­
mática. Todavía no se ha logrado que ios miembros in­
formantes digan, tajantemente, que saliendo la ley no
va a haber más supresión de las garantíu** individuales...
SEÑOR MICHELI NI. — O al revés.
SEÑOR KRHO . n id revés, aun saliendo el
proyecto de ley. dicha supresión seguirá imperando en
el país, con lo cual .‘n'giuráu ios allanamientos, la de*
luición de la gente, de los que vienen con su familia
un auto y todos los atropellos imaginables que exis­
ten en el país, Pero que se diga, claramente, que nadie
tenga duda, de que con este proyecto de le;. Ja xuspon-
sión de lar garantías individuales seguirá por tiempo in­
determinado. Es decir, el estado normal del Uruguay,
que tanto preocupa. de*de el punte de vista internacio­
nal, «érá el de estado de guerra porque, ¿qué quiere
decir suprimir todas las garantías individuale« ateo w-
tabiccer la intranquilidad permanente de todos los habi­
tantes del pais, cualquiera sea su ideología, su partido i
político y su filosofía? Alcanzará a todos, y eso Rene }
que decirse en forma ciara.
Una de las respuestas de un señor miembro infor­
mante —creo que lúe el señor senador Pas Aguirre—
lúe ar que quedaba, un poco, a la responsabilidad de
iot» señoree senaaurrs Esto va una cosa imposible de
entender.
Cuando se pregunto por parte de algún señor sena­
dor, el Poder Ejecutivo enviaba algún MvnMiJr para
que se prorrogue la imprcteón de las k maní huí indivi­
duales. haciéndose para eso una iwoii de la Asamblea
Klencrsi antes del JO de jumo, nadie contesto. Tengo
ue presumir que si. que va a haber
¿Par qué estarnos insistiendo, casi como en una es
pecu- dé* cámara de tortura, a los señorea wiuntercs,
i»am que nos ccnUagten esto -—se ve que no pueden
nace?!*— ti tenemos nada más y nada menos que a un
representante dei Poder Ejecutivo, al Mimatro del In­
terior, que es el único que, en esta Sala puede mani­
festar cual es el pensamiento del Poder Ejecutivo? En
tunees, te formulo esa pregunta al señor Ministro del
Interior y dejo tranquilo* a los señores miembro« infor­
mantes. Si se aprueba esta ley, ¿cesa la suspensión de
las garantios individuilea, su tomate-amen te’ o el Poder
Ejecutivo ha estudiado la pusib.bdad de enviar un Men­
saje solicitando la prorroga de dicha suspensión, y, si
es asi, ¿por cuánto tiempo y en qué condiciones?
El señor Ministro del interior está pnasnte; pueda
contestar con mayor conocí intento y más directa roprg«
hviiUiciini, ><n muubre del poder Eiucutivo, cuq lo cuál
tciiniiuirumioM. por iihora, con «'»te problema, que á
/iíi . nt.juH iy y preocupa, puesto que fueron vartea
..5 •« -t . 4. « pinteado t «te problema.
Ao «bmÍO ,'j nuil íi . >■> i.ump.»n< ; o « o I frenh Amplío,
•ína, también, el tenor senador Santón» < n oí mt<rwn
ción. Me farruto a te seriedad y rcMponaubil dad del ncúui
senador para que me vxpresc si él osla ¿utisftcho y si
tree que la respueabi que ha conseguido es absolutamente
aJUrmaúta o w está, igual que nosotros, en reda actitud
ov na e »-nrogame permanente.
De ahí, señor Presidente, que rae' permita sugerir o
pedir al señor Ministro del Interior, directamente, como re-
I ¡».'.M'iitante dvl Poder Ejecutivo, que no» devele esta cosa
miste»iosa que nadie lia pMlido entregarnos hasta ahora como
algo manejable por los humanos: si aprobada esta ley el
Poder Ejecutivo enviará o no un proyecto de ley prorro­
gando iu susiM'imión de garantías individuales y qué ocurre
con el »sitado de güeña interno. Esto también io puede con-
tci.t.u el »vñur MúUatiu.
SEÑOR i RESIDEN t K. ■ *hl señor M.»na<lor eote»id»i,i h
que esa ie«puviúa es fundamental para expíxilree sobre la
moción de cuarto intermedio?
SEÑOR ERRO. --- Si. señor Presidente, porque acá »«
está ha blando lijoso que cota curiosa e Interesante, Mi
.»(ohHion h» «ido coadyuvante con mi ¡waticíóno hay »MÍ
nmi ¡oh que .m* .iewviven |x»r levantar el estada de guerte
irú' iiio Tu nen una pasión <»ue lea brota en forma tremen*
di iiieiit,, » ।loni<»।¡»'.i ImviiHM» que terminar hoy mismo, á
lucra )«oMbJt' cdiivm <n < n la« lloras de la madrugada a te
Camina de Reprvsrnt.oJ<’< Per'» duranto todo este l|em¡MJ
• /ircvió que na estaban < n ¡a misma -iimti ion «'«piritual y
peJítica, que el tiempo no corría, que habían logrado de­
tenerte por alguna razón, casi diríamos mágica.
Me pongo en el caso real y entiendo que >i el señor Mi­
nistro del IntciLor, representante del Poder Ejecutivo, non
da ’.i coiit--.stación o aclaración que no hemos podido lograr',
hasta ahora que estamos sobre la una de l'h madrugada. »i
l««%at de babor insistido varios señoree senadores de »listín«
los Partidos político», en» contribuirá u que sr pueda votal
con trtmqidlktad y sin desaliento l»» m-M'ión <iuc ha presen«
fado - I ae,<llní senador Micheíiní, que no ha tediado nunca,
inlrmás, a las ursloni* de Ja ("»»mhten de <'on«tlt»a’i«m y l-e«
», n as ia.iiq—MMHMfw*—tehwÑWMiHWMMWviiMgy !r*T~~á--5~||y'T‘**'**‘ ............
> >n. ïo Im» entaite en lUgunaa reteMbuéMM X J» ta»
i di.ri- »-n ,a 'ijxat.totead. Pur »Are
•i1 >' 'd -h.i i « mes, a !<•« 21 boma, más o niw», él »egteftH
. nador ah. beimi tormuio e>la pregunta, en coarúa « gm
• h i ■ miiim.i »«i c«i >.io de guei'ttt interno y la
»■'»i >le g/u .mi ».»s iiiihv cciulr«.. I,a respuesta C;ue se le dw’1
udrmns subo en I » iuí> que la suaprnaióe dM> lag |
imi »»’»iirs ):>iíivpl>it»|r, co» imitaba Pera, ¿a (revé* de qaá?«jj
he oti Men a«»« q .«e chmiw ,«| J•■^d4.•r EjeeutlW a te AmaMgB
l’lr । (r ’oei.'i ' Poi»j>p ue ¡ ■ e- ’itmtio, eJ día ¿Mí < e#a la apüsJ
r.-icfun ó,« c«, i- H.C'lbí.»- < ¡i e..ftt<> se nsolvi», -Jn (»’Fjus'iu <5
(‘•411», sp <ÚV> de i i lev '|iie se h.itil ,.t de e»tih¡lar
Conte acá probemos, al comienzo <le iu M s|-»i¡, el texto
que aptobo la Asamblea (lenrial. implic iti que, sancionad«
la ley propuesta, las dos medidas a que o.»«, r.p-rur.os que­
daban derogadas.
El texto na claro $• cuando es usi, el intérprete r> > puede
pavot |x»r encima del míame.
Ite manara que fcoíkuio, «eñot Presidente, que <•! señor
Miniairo dei Interior, en nombre dei ptider Ejecutivo, nos
<!e »(««puixta a e«ta bxfuXKKl «que drarém el «>|Jntu v |.h
mtegra.-ites de verte* wctore* de dwtinfrM Partido.«, ¡»ditw.»«,.
 —Señor Presidente: tengo entendidof
que hay varios señorea senadores que van a hacer uso de
la palabra en discusión general. Pero yo he hecho una
pregunta concreta al señor Ministro del Interior y él está
obligado a responder, porque es el representante del Po­
der Ejecutivo en Sala y es el que tiene que decirnos a
Dosotros si. aprobada rita ley. la xusprnsim, de las ga-
luntlaa Individual«!» sigue rigiendo o si el Poder Ejecuti­
vo ya ha pensado o estudiado enviar un Mensaje a la
Asamblea General. También tiene que informarnos du­
rante qué tiempo se pide la suspensión de les garantías
individuales.
Este es un punto muy importante para que pasemos
sobre él sin tener la respuesta del representante del Po­
der Ejecutivo, que está presente en Sala desde que co­
menzó la sesión, _______________
BEAOÈ. ¿HRQ. —- Lo Picio excusas al Senado, pero no
quiero calificar la actitud de este silencio, porque estamos
aquí para cosas mus trascendentes; pero ine resulta real­
mente casi insólito que cuando se pregunta al represen­
tante del Poder Ejecutivo una cosa tan grave, lo respues-
| ta sea el .silencio.
Yo, entonce»;, t engo que pensar que el Poder Ejecu-,
tlvo tiene la Intención de seguir con la suspensión de las I
garantías individuales, aunque no se pronuncie la Aaam-1
bita General. Es decir, que estará pensando en dictar ■
algún decreto. Ya dictó el del 30 de abril, no le va a
costar mucho trabajo hacer uno nuevo.
Creo que no >e puede, en rale clima, seguir estudian­
do di ipo liciones tan complejas y que van a distorsionar
| la vida del puta sin que sé puedii obtener una respuesta. ■
i De los miembros informantes no ae pudo lograr nada
concreto sobre este problema, porque no estaban en con-
dicioneH de contestar. Eso ne ve claro, porque dé lo con-
truriu, hubieran dicho si la aprobación de asta ley dg-
nifica que no siga el estado de guerra en el país y que'
tampoco siga |rt suspensión de garantía» individuales. No
liemos logrado conteshirlon de los tres miembros Infor­
mantes Ix» único que nos queda, por su respon abllldad
y por la i (•presentación que tiene, es la palabra del señor I
Ahnlstro del Interior. i !
’ Advierto que v«y ¡i seguir insistiendo mucho más, (’reo
.que los legisladores tenemos el derecho a formular cMiís
'preguntas cuando ellas tienen qui? ver con nuestro propio
¡trabajo en el Senado.
Sí'fwir Presidente: nosotros, si los señores Miembros Jn-
¡formantes hubieran contestado las inquietudes de algunos de
aeftnrrs senadores en forma satisfactoria, aun cuando
Ira respuesta» no hubieran catado de acuerdo con lo que
nosotros pensamos «obre «i tema, no teguirlamcM fatigando
al Senado con <• ta Insistencia^ Oimo no lo hemos logrado,
yo vuelvo, |H»r h'iceiii vez, a reiterar, de (pie |x>r i<» menoa
*c escuche la voz de un representante del Poder Ejecutivo
rn Sala. Y t bastante hemos tenido con Ift au-w'nria del señor
Ministro dr Defensa Nacional, (pie d'’hló ludx*r concurrido
i Sala El toma que estamos discutiendo llene mucho que
cer c«<n el Miiii‘.|pnn de IMcnsa Nacional. El señor Milita'
¡tro de esa Cartera no ha venido en toda la ntxhc. En cano.
' bio, el señor Ministro del Interior y el señor Subsecretario i
de Ja misma ('artera han estado presentes mientras m con-i
|sidcraba esto tema. J Siif»mgo que erm nespeeto a alguno* articulo» se < irá .
SEÑOR ERRO. - - No se li será por la nerviosidad o
el apuro que hay en sacar esta ley, que parece que nadie
termina por entender las cosas.
No hemos logrado, señor Ministro, que los Miembros
Informantes contrataran, tajantemente, la pregunta «pie les
hicim«*, no sólo loa señorea senadores del Frente Amplio
«tno. también, ei señor senador Santero, es decir, si una «
vez aprobado este proyecto de ley, continuarla la suspen­
sión de las garantías individuales o no. Lo que el señor Mi­
nistro nos contesto es que esa pregunta debería evacuarla
el señor Ministro de Defensa Nacional, que no estuvo pre-
t senté en ningún momento en el Cuerpo, tal como jo acabó
; de afirmar hace unos instantes.
j En consecuencia, •<! el señor Ministro del Interior no
j está en condiciones de contestar, digo que el señor Minis­
tro de Defensa Nacional no cumplió con su deber al no
¡estar presente en Sala en un debate tan importante como
‘ éste.
i
। De modo que lo que el señor Ministro del Interior nos
vino a decir es, sencillamente lo siguiente: que quien eütá
en condiciones de responder sobre este asunto es ai guien
que no está presento en estos momentos, o sea, ei señor &
Ministro de Defensa Nacional. De nvxlo que si esta noche *
rxia ley «q> aprueba, el |>als y los señores senadoren que
tenemos el derecho a saber todas estas cosas, ignoramos
qué ex lo que 'a a suceder. , (
De modo que debo presumir, aunque no se puede Jiaoer ;
eso en el Senado, de que la suspemiión de las garantía» ln- J
divklualcs continuará vigente, que seguirán los atropellos, a
escala nacional, más brutales, porque tendrán una ley
ruda brutalidad se jxxirá justificar por una interpretación
legal más o menos sagaz, de acuerdo al texto que se apruebe. ¡
No quiero insistir más sobre esto. Lamento 1> iberio
hecho. Creimos que íbamos a obtener otra respuesta. Pero
resulta que aquí todoa se lavan las manos como Pílalos.
Lo» Miembro« Informantes no están en condiciones, el señor
Ministro del Interior, tampoco, y si estuviera el señor Mi­
nistro de Defensa Nacional presente en Sala, diría --e*t,ny
■ seguro— que es el señor Bordaberry el que debería con-
■ testar cmm preguntas.
En cuento a que la Asamblea General Legislativa es
la dueña de lia Medidos, se dice simbólicamente hablando, .
porque nono tro« que suato» réalmonta kw dueño» de la« Me­
didas que tomó la Asamblea, hemos votado en contri, del
í estado de guerra interno y de la suspensión de las garan­
tías individuales, y tenemos que hacer esfuerzo« tremendos
para conseguir un dato de una persom; detenida, donde está,
। cuándo se la llevan de un lado paca otro, las torturan, en
i lin, todos los vejámenes que hemos denunciado. ConajderQj
que la obligación del Poder Ejecutivo era la de iofoimu^
cada 24 hoi as, dando las explicaciones neeesajias y los mete
ilvo.s que tuvo para trasladar a una persona de un liga<|
I a otro. Exo nunca se pudo sftber. 1
j
’
♦ Hemos tenido que escuchar en silencio la tc-is Increí­
1 ble del Subsecretario del Interior en plena Asamblea Ge-
4 nftál, cuando nos hnhló de km detenido» j»or las iiutlns. Nos
1 dijo que, 1 vece», una persona liberada, incluso p»r un Juez
| militar, debía quedar un mes o dos en un Cuartel, porquq,
1 a tn mejor, en procedimientos posteriores» pxiia aparecer
| una carta o un papel que la comprometiera. Entonces, »1 la
• «wdtatNtñt te iban a ver obligados a realizar una secunda
l«*quisa. De modo que estas cosas realmente romper la
paciencia por lo menos en el que habla. Quería derir <»sto
cu esta forma No Inaistiré más. En consecuencia, no v >y
n tUscir absolutamente nada má^ para que no se molesten,
para que estén tranquilos. |
algo Además, «I Cororul Bolafitlrd hn habMk? «mteniendo
su trata en rale problema, ctvñ todo daraetto, 4a pfliar a la.,
.lustirl« Militar nlgúh tlpq da delito; ‘ J
l'enj») la seguridad de que no habrá de ¡tasar
(HTíijxi ante« de que lo» que van a votar esto se trnfraif
q ,<■ ni rc|x-ntil
AMBqUf la ley xalgn, señor Praddcnto. ihg<» que el pie
H ConetMAKdqnales, jxtra evitar que miaña
w üpltyMej
'ntienrfa IMén r»x>k> fipw* á rao hnfavmrm de rerur¡ir una
vez que este texto así, a fórceps, ¡»urda llegar a obtener
la mayoría parlamentaria necesaria.
“i------- 0 1 R A 5 -T
 SElSOR ERRO. El señor senador ikitràn. *v onnia.
<•:lancio l<» cMoy relevando «le un comprami*» público. lx*
estoy diciendo que I<h señorea Miinibr«w Infotmantés ri"
r-.tán cn con« licione* ili* informar. Qiiimnm «Mnihm *!ii;in
loa represen lanío« del P«aler Ejecutivo. !>»<•« el «rrtor Mi*
nisUn del lutei U«r qi'«» «M tampoco «’«là vit condiciones.
Entone«»«. el unico «ine indila <»on testar no «'MA. No ha ve­
nido ni icndrà. Es ci M»n<ir Ministro de ivR^tsa NacHinal,
Generai Eni ique <>. Magnani E« el ùnico. Como està aux-'n-
te. rx»> uvomp «Ma nociir. •> mañana «le mañana, sin wiber
y e», «s f.iH' «pie corno «enadurew terigani<»« que decu-
e*la.s rasa. , ,<d esta ley «usfituye a torta aquella Mupre«lón
de garantía* individua)«»«,
Dijo muy inerì el reóur •rri-V'Eis- Ferrelra Abiuriate, bare
va nukhai fw«ta< cuando leyó '•! trato aprobado en In A»*m-
b’*a Getter»), <pr »IH re rutabkria un plazo, hasta el 3t] de
turilo -en Ir «uprr«n6n 4« garantía* Individual«'« y catado
de trurrrn irrtrrno y derfa' reivo que w» apruebe hi l(x-y
«ie Seguridad del Estado, <» algo a«. Con ésto se r si ribo,
dmpllcitamnnte, reconociendo que la aprobación de la lev
’de*m«intiths, digamos, el Aparato del estuilo de guerra y la
mpredón de la» garanti* h individuale*.
De un hecho rlnm en la Asamblea, ahora csU hi duda,
«jur se ha difundido y «Klcn«hdo en r| Senado, Nadie hawia
ahora lia podido dar una re»q«urittfl, El único «414c (Maulé
«latía, <•* el refv«r Miuiwttu dr IX’h nw*« Nacional,
Además. seftor Piexidentr, he pedido el Decreto !MS6. 9?1,
ruando w dispuso que kw Mandos Militare« del Mfalsterlo
de Defensa Narlonal itMimicran la «’onduccldn de !i lucha
mdísubvershn Este decreto exfá firmado jior los Ministros
del Interior y do Defensa Nnrlonnl de la f-|M»ca. Es d«d 9 do
tíenibrv d«» HI7I, y dice -isL "Articulo l<? A los cfcclos
de entri'nlur )<i .irtividud stdnvrslv.i «pie so rondel tu me.
«liante <•! empleo de ja vákmrhi física o moral, confia la*
persona.«, bienes o instituciones de la República, dls|Mines «
que los Mando« Militares, Mlnhtrri«« de Ih'fensft Nacional,
• asumar la conducción d<» I11 lucha ant isiibverslva 2> Los
t'«»rnan»!os Gcncndc!, del Ejército. Armada y Fuejzii Aérea,
estructurarán el plan «le ojiewlonea antlsubv«’ndvo, a de­
sarrollar oor las Fuerzan Armadas, conjuntamente con ht
Policía y ejercerán la dirección dé ejecución «k»J mismo,
l'/h 1xj» Cementos ¡nqiechdhuulffli de hi Policía, prwrtarAn la
b colaboravión que les fuera requerida". Firmaban: Pacheco
Areco, Brigadier Dunilo Seno y Fedei ico García ('aporro.
¿i
, EMC Deci «»i««, <h*l I) «le sctiiínibre 4«/ 11171, regiiramcnRf'
I «pie sigue lonírtul» imperio, a perer «te le ley que w imjmM
1 .ipi djur antes «lei M «1« junio, ‘^uv/ís kn/atu. H'&ur Fz«w4-
dente, porque en ¿I se le dio a| Ejército y a la Potici« la*,
facultades para luchar contra la «tubvertdóti.
M«» parecí.! que era importante dejar esto en la* artas
d«‘l Sen ido, para que se udvivila como se actuó en la wner- -
Crucia.
•Ó
Eia «‘so lo qiu’ quería expresar, señor senador Brltrin/
y no !«■ insjst/.i ni u usted ni a los demás Miembros Rifar•'
montes, |mi;i que sr conipronii'lirían diciendo h| «i no. SI yo
hubiera sido Miembro Infoi mante, «lesd ■ luego. Iiubkrii )«r-
djdo expresamente que el nquesíuitante del Poder Ejecu­
tivo, en e sí? ca«> rl soñar Ministro de Infensa Nacional,
dijera «m la O mi«k»n cuál iba a ser la actitud a seguir,
fiadlo q a» I "hi?ra lecho yo J hubir;a sido Microbio
infornino««- ¡“ io 1.0 !<■ .ay
SE^OR ERRO. Estaba IvivW'ixIo «ma lw« ve consul­
, ta xotire eMe tema tvm «»tros «eñott** señad«»re«, y i«ireecrb>
<iu«‘ tony ambiente en «1 Señad" en el w»ntid«» •**» «pío todtw
«'tren qur no se su|rtnncn Indivalunlc«
Yu «iijm, entonces, qué diferencia peáctiCK hay, entre el 1
estad» rie guerra mt«’rno y la ¿aivj-enMón de garantió« in- 1
tivida.'dCs. Aun s;q*ü.¡enrió n i tengo ;s>rqu<» duditr 4e la |
buena te «Ir lo* que Mi dicen - que o>n esta ley cesa el !
! estado de giH'rra irMere«», yo ie< pregunto si no e¡«tá en- ;
’ nt'xo, s| rn ps ra 1 msepHriihl«'. ladas las s itruitslinwla# m -,
। que esto m» .ipr, cb-i, la xu*|«‘iw*i«»n I«' rpuantíi». individui*«)
!«•*. y «4 extHdo 4* vurrra interno. ; De*le l‘M*go que tu r«t^
t
« V'rrrmo« m la \iminn v «| Ejército en PmI* clase de m«»?
<!,» MUfi.iroh Ion nH inamlent*c*. «k-fendrán
.'a hi gi'ide ft'i iit i dii ter«c¡, ,ti,o>s. v t«“!«» eipitrá
•guai significa -| ><• <■<- .<• -I « o t.H ¡o .cierta nt«»n^i'
I Han es lo que aquí ix* -r ha du-h»»
I Se dirá que )m ídk-am«‘nt.' m> sostiene qu«- ’a ley rerm-
1 plaza el de t»ncn t Intern«» 1*« 1 > ti", pi¡u ti -íiincnte
1 «PMuiró. Porq»»e io «| m* habría «pie hulwr di< h•>, era lo otro,
«pié ríMhnente tai garantía«« mdhidn.il •. est.d« m en p’erd-
htd en el país, «pie no tmian ninguna btnitaeion y ningún
errcvtu»mh»nf >. Pvnt esta ley* upunt.i a barrer r >n tolo. |»or-
qur tanto 1« pir'twH, los '.indi«- it -s, la l'nhrtMdad, v I.mIos
l'H chidflflon«»« «Id jMii’i, estarán rompí «»metidos P«>| esta ley.
T«»d«><, no fentfo ninguna dn«ia.
Ademfcx, tod«» rnt«». ron una actitud ajena d<‘ la st(pjr-
t*M Curta dé Justicia, que <.teb»o ser invitada, a mi jim-iu,
1* la <'atpiKÍ«hi. Debió r*t«r nrewnte, « j»ew«r dr Jn división
tic |>o<l<í»*t*. Su {Mtlabra «létóo eer eacuclwtda, Tengo Lue |>en-
*nr, en reta hora, que nln*uno «le bd miemhnx de ?*e nltn <
Ai van») ptfslen «*»t.ir de acuerdo con ^U' projee tu de ley.
Evidentemente que na.
Por otra paite, e.tá IJenn de Ineonstftucionalkkiíles e,
Incltre». *anrionft«5a ?» ley, Imhrta que ttpwr el retaren de
inconstltucinnnlií’ad y la Suprema Corte de JuMicia tendría
qup aclilíir
En otra« opoitunidniies se ha Ituncod«» la forma de que
[Midiera «Inr opinión en cosas graves para el iwiE En esta
<»C’«Któn. no, ¡Ha.pie, cl.iro, la Suprema (’»»rte «te J«rn«'ia rxi
jwxiría dreinvestlrsr «l<» tudas las fncultade» má» importan­
te* |w>r exta ley, qn«» es laminen como un Hrr- Mim rnlo da ;
todo el orden civil y de ht JtiKtlchi el vil. ‘
-'i
De manera «p e y«», scñ«>r Presidente, no voy a insistir |
y comparto lo que decía el señor senador Mirheli il. per«>, I
¿de qué manera vamoe a conseguir los contestación«»*? Pre­
guntando, que ck la única forran que teia'mos (1 ruido n<»
no re quiere responder o se bu-cari "trai formas |
»Míta el'trUr la prepuesta, me paree«» qu<> no isMlemos estar
imtctjendo toda la noche, porque no va a dar rebultados
p>»«MretML
Ijh q'ie me intete utba, nn era moItM.ir. N«» io es#e el
1C1 ¡tarto nl <4 deseo, sino conseguir saber. |Mtra qna todo «I
> pueblo conozca toda la verdad, «pié ex ¡a que pa&a :on eete
oaunto. 1
0A 3 ¿.3 64
 SEÑOR ERRO. • - Quiero recordar aquí que cuando
e! Poder Ejecutivo envió el mensaje el 9 de marzo de
1972, dirigiéndose a la Asamblea General dice: “Cúmple­
me someter a la consideración de ese Alto Cuerpo, el
adjunto proyecto de Ley de Seguridad del Estado y Or- i
den Público. destinado a proteger loa intereses superlo- '
ros y permanentes de In Nación frente a la agresión de
que viene siendo objeto por parte de asociaciones delic­
tuosas organizada» que no hesitan el emplear toda suer­
te de procedimientos de violencia,
1 a aanrlón de unn norma de esta naturals«* «lUt./
desí m ida por ellos, a llenar un vacio sensible en el or**
denamlento jurídico vigente y a juicio del Poder
tlvo constituye el instrumento imprescindible para la tu­
tela de la sociedad y del Estado en las actuales circuns­
tancias Debido, juntamente, a la inexistencia de una
legislación apropiada, el Poder Ejecutivo ha recurrido a «
los mecanismos constitucionales previstos para situaciones
de excepcional conmoción. Esas medidas han servido pa­
ta proteger a Ja sociedad que, de otra manera, habría
quedado completamente inerme ante los ataques de que
era y sigue siendo objeto. Pero por su Inexplicable inade­
cuación a los perfiles de una situación nueva y compleja,
es imperioso encarar y resolver rápidamente la adecua­
ción de los mecanismo« legales correspondientes facili­
tando a lo« responsables del mantenimiento del orden,
el instrumento jurídico apropiado"

SEÑOR ERRO. ■ Ademña.’la '■ jJffíWMMBwjir

del señor senador Micheiini, está habuftando, seguramente^,
u los señal es Miembros Informantes para refutarla, a loa
efectos de que si este proyecto se aprueba pn el Senado,
pueda llegar a la Cámara de Representante» con toda la
información.
j Estoy seguro que los señores Miembros Informantes es-
I taran tomando debida nota, aunque advierto que desde hace
rato el señor senador Beitrán no está en Sala. Seguramen­
te, rstiiiá, también repasando algunos apuntes, imrque teñí*
alguna* eosas importanfes que decir. Lo que se me oeuriMk
es que linee muy bien el señor senador Micheiini, ni incoe*
por.-ir n l.r. actas del Simado < idas consultas que le fueron
solicitada» expresamente a esto» catedráticos. Ningún* d*->
o ta* lia • Ido tenida <*n cuenta ¡vira nada y m'
'? a-< í.e. !f<a* s| no utiliza este procedí-1
• ••» i■ ■ . o ■' • t > !■ . M(. ir.-> r »lo <».tn hubiera quista- j
do iirchlvado en la ('«»misión de ( 'ondd-a ion y la-gisiarión; I
•n cambió, ahora queda en las actas del Senado, pues ante I
un hMlün tan Impórtame. tto pglitn omitirse opiniones tan
valiosa* que no han ImmHo ninguna refutación en serio, do-
cun tentada. , 1

Quería subrayar i» »»gntíxaewn y trascendencia de í

estar incorporando a la* actas de «ata sesión toda esta do- |
i'umrntu/ ion tan valiosa, que nosotros también tenemos or- I
denuda y que «egiu sutrole hIkü vamos a agregar;
mando termine ed compañero, señor senador *
Mmhetow.

04 4
23 ti 45

; SEÑOR ERRO. El señor senador Michellni estaba
tratando el tema referente a las intenciones deliberadas
de molestar a los jueces y a la Justicia Civil por parte
de los gobernantes, a las coacciono» que se hicieron so­
bre algunos de ellos en distintos problemas y que como
no tuvieron éxito ha quedado, cvitlcntemente, el resabio
de buscar una especie de revancha.
Quería agregar a los testimonias que él había dado
7 ’’£"l.Uvo al ron» isa no Lucas, principal de la Seccional 21*
de Colon, que organizó un grupo de personas - muy po­
cas por cierto- y atentó contra el Liceo Eduardo Aceve-
oo, lastimando con armas, con cadenas y con palos a
varios estudiantes, uno de ellos de bastante gravedad.
Cuando el comisario Lucas fue cometido a la Justicia I
fue procesado por el doctor Orille, Antea de suceder eso.
Jue coaccionado y presionado en nombre
de. Poder Ejecutivo, con ia presencia del entonces Minis­
tro del Interior, Brigadier Sena, que fue a expresarle al
f Juez que no podía procesar al comisario Lucas porque iba
a crear inconvenientes y molestar en la Policía de Mon-
; tevideo.
। El Juez, reivindicando sus potestades y con indepen­
dencia de juicio, lo procesó como correspondía, habiendo
estado recluido <«n lit Carrol C< n1»al por muy poco tiem­
po. un mes o un mes y medio.
A raíz de e«¡r hecho, el gobierno no quedó tranquilo
’ v > tv-1 Interior de la época publicó en Ja pren-
■ rriuit.ú., v'ifai.io a! Juez de tener un hermano
profesor eí L.ceo Eouardo Acevedo que estaba impli-
cado, según parece, en una actitud contraria al comi­
sario Lucas, que nadie defendía en aquella zona.
Esto es un hecho que hay interés en que quede, tam-
bién, en el recuerdo de esta actitud beligerante contra
ia justicia del país. Desde luego que actitud similar sé
tomó después contra un dignísimo Juez de Instrucción de
Primer Turno, doctor Héctor Amiiivia. que fue amena­
zado en «los o tres oportunidades y cuyo Juzgado fue
I invadido po’1 la policía, destrozando algunos muebles y
I tratando de romper o »onscgulr no sé qué tipo de expe-
' dientes
E.stas amenazas se l evaron a cabo a raíz del hnbeas
eorpus que se había concedido a aquel matrimonio Qui-
roga. que es un problema que se ha incorporado a la
justicia del país y que q-.edan en la mejor historia.
Después de e»o. .se planteó la posibilidad de que se
realizara un juicio ¡<>r desacato al Presidente de la Re­
pública y al Ministro del Interior. Con posterioridad, el
probable juicio de desacato al seftor Pacheco Areco quedó
en manos del Juez de imitruccVm, doctor Marabotto,
quien se excusó en •, ¡riud de haber sido tratado en forma
malevolente y agraviante. < n un parto publicado por las
Fuerzas Conjuntas.
A raíz de eso el 'Tribunal correspondiente tenia que
l acept ar o no la excusa del doctor Marabotto y designar >,
al segiiiu < n la lista, que creo que era, precisamente,
1 el doctor Amllivla.
| No sé que paso de. pues; „catiramente que quedo un
i poco archivado todo este problema y el juicio por desa-
h ato al Presidente de la República, no fue realizado.
i ]
I 1.1 primero de marzo, como recordaba el señor sena- j 1
| dor Michellni, el Presidente Pacheco, en su despedida,
volvió a Injuria! al Poder Judicial recibiendo una réplica
jde la Suprema Corte de Justicia.
Estos son los hechos ituIcs, auténticos
1 í
04 5
I Inoluso el viernes escuché, en la sesión de la CNMH* i
xión, alguna Incursión sobre estos miamos hechoti. men­
cionándose ¡a falta de imparcialidad, el temor o la in­
quietud d<j ios jueces, lo que les limitaba su independen­
cia y Ift forma de actuar con energía en los hechos de
notoriedad.
Esto entiendo yo parece ser una revancha o una
venganza, ya que de alguna manera hay que llamarlo
y esta es una forma absolutamente llana y sencilla, que
se refleja en este proyecto de ley, por el cual la justicia
civil, que como todo el poder civil está en decadencia,
jugará en favor del poder militar.
Me he tomado el trabajo de estudiar algunos hechos
que han ocurrido en América Latina, en cuatro o cinco
países, tomando un promedio de 50 afios, y he advertido,
que cuando el poder militar asciende, tomando en algu­
nos casos el poder o creando inconvenientes de todo or­
den poniendo a algunas militares al servicio de intere­
ses foráneos del pan* caso del Brasil por ejemplo - se
dan, paulatinamente, en la evolución histórica, hechos
semejante* a éste. Se empieza a negar la competencia e
independencia de las jueces; se les comienza a Agraviar
'públicamente, a través del poder político y luego del mi­
litar Posteriormente, los países terminan, en la forma
। que todos sabemos, tai como ha ocurrido en muchos paí­
ses latinoamericanos. Puse al Brasil por caso, pondría a
la Argentina y a muchos otros países de Latinoamérica,
i Nosotros estamos en ese bajón, en ese tobogán de la .
j historia, en el que la presencia del poder militar es cada
¡ vez más visible en el pala
Este proyecto de ley se aprobará; nosotros vamos a
utilizar para su impugnación vías constitucionales, hasta
.sus últimas consecuencias. Su aprobación va a originar,
además, movimientos de pueblo; luego vendrán las que­
jas, los reclamos, poique no creo que este pueblo oriental
( I se pueda quedar callado y pasivo frente a todas estas co­
■ as que, en el fondo, van a ser atentatorias de lt. persona
humana, ya que la ley tendrá proyecciones que llegarán
a la arbitrariedad. Ante ella nos quedará c’ recurso de
protestar en el Parlamento, tal como lo hemos hecho
hasta este momento, por lo menos los que estuvimos más
i en estos problemas, denunciando can-Jdad de actitudes
’ con tral las a todo el orden jurídico e inc’uso lai propias <
resoluciones de la Asamblea üeneral, qué no fuere n respe- ,
todas. Dichas resoluciones se circunscribían a determina- j
das acciones y eso se desbordó, abarcando n todo el país. ’
Digo que con esta ley se termina un poco el ciclo que
el Uruguay está viviendo, transformando ai país en una
gran cárcel en la que la gente no pedrá opinar ni en la
, calle, ni en la prensa, ni en la radio. Una gran cárcel y
। un gran silencio aún para la gente que de alguna manera
• quiere seguir mostrando toda su rebeldía. Es un hecho
lamentable. Las razones, no sólo las da el señor senador ¿
Michellni, como podemos darlas también nosotros, sino '
que lo hacen los documentos y argumentos de ia gente I
que tiene mayor jerarquía en materia jurídica j conxti- ’
। tucional en el país. En realidad han quedado también
, en silencio y sólo se recogen en estas paginas que que­
darán para el Diario de Sesiones y en las versiones que
se han guardado de la Comisión de Constitución v Le-
gisUcióii.
Quiero agregar, a los recuerdos del señor senador i
, Michellni, con respecto a estos lanzazos permanerl.es con- ।
, tro la justicia civil, el del episodio del Comisar o Lucas
। y algunos otros que rememoro en la consideración del
| Senado, porque en ellos es visible que fueron gobernan-
■ । toe que actuaron en ese momento, tratando de desviar la
| decisión independiente del Juez, para favorecer t. los que
’ eran sus amigos o subalternos, que habían cometido atro-
j ( cidades, barbaridades repudiadas, como el caso del Liceo
Eduardo Acevedo, por el 08 % de los alumnos j padres,
en un liceo qué tiene una población de más de 2.000 cstu- •
diantes. Ese hecho ha quedado en la zona como algo |
¡ permanente, qtie todos los que andamos con cierta asi-
¡ duidad por aiti, lo escuchamos en boca de ios vecinos, 1
iK>rque aquello pudo haber terminado en una verdadera I
11 agedia. 1
No soy amigo personal del doctor Orille, pero le rindo
mi homenaje porque actuó como debía. Lq »1 diré»;
“'t Árr/t V-t yy* * .‘."if'hsrt ‘V/aeeionM y pniíorieé-
1 actuó dando jerarquía a su función y honrando 1 la ius-
fiel país.
<1 23 6 4 5
 !' «MK>n ERRO Menctooé r*hMi do* nombres, ya
*vte Wmbcla todo rete caso y siguí muy de cerca lodo
e! problema
Con respecto al Juez Amilivia, se ha dicho acá que
se trata de un dignísimo Juez y de un noble compa*
triota que ha cumplido ron eu deber, corriendo con toda
clase de riesgos, porque fue amenazado, así como tam­
bién su actuario, Ramón Queiruga, quien, nuevamente,
hace 15 días fue amenazado. No es extraña esta ame­
naza al Actuario Queiruga por intermedio del Escuadrón
de la Muerte y de alguno de sus integramos.
Eso es «‘vidente por muchas razones que largo sería
explicar esta noche. Pero que se quiso presionar al
doctor Amilivia. desdi* luego que es cierto; Jo que sucede
, es que no se logró con él. lo que tampoco se consiguió
hacer con el doctor Grille
Eso habla en favor do retos Jueces que actúan en
este forma.
Sabernos todo lo que el gobierno pasado hizo por
, desprestigiar a los Jueces y además, escuchamos algún
. testimonio en te Comisión de Constitución y Legialación.
| t'h el prepósito, voluntario o involuntario, de no «*er
, Jueces civiles garantía, par« castigar lo que se llama
acá, permanentemente, delitos que cometerla alguna gen-
te. Es así que se les entrega a la Justicia Militar.
^^Hay algo que ha pasado en este país —y voy a dis-
traer un minuto más la atención de! Senado— desde
hace unos años: «e ha creído por los gobernantes que
sólo son honrados 1os militares y no ios civiles y se ha
llevado a muchos militares a los cargos públicos, cosa
que no sucedía antes. Los militaros aparecen como In-
* terventnres, como Directores de distintos organismos pú-
1 blicos. Y hay casos, como el del Br.gadlcr Sena —tuve
un problema pero r»o no me Impide hablar— en que
todos saben lo que sucedió con aquella famosa compra
de aviones y los problemas que se plantearon hasta en
ol Senado de la República. Además, algunos militares
que tenían como cometido la represión del contrabando,
terminaban, incluso, procesados por el misino delito.
De manera que el país se equivoca cuando quiere
colocar aolamente un grupo de gente diciendo: estos son
los únicos honrados.
'— ---- --- ---------- --------------- - -------------------
-Z*®® error. En una oportunidad, en la Cámara
de Representantes, se estaba tratando un proyecto do
ley por el cual se asignaban 7 millones de pesos para
la transformación de rancheríos y por una interferencia
de un grupo de militares que actuaron, a mi juicio, tal,
MMF tpjwrma muy ligara, que no pensaron bien an los’
nos cercenaron de aquellos 7 millonee, qusj
cía muy poco dinero, 2 millonee y medio para construir^
ur.a piscina en un parque de vxtecteciw en Piriápoltel
Ellos perdieron la votación y fuimos onootroo ugJ
poco decisivos en esta emergencia. Recuerdo »demás, mml
cuando salimos de Sala, un militar que estaba en ai *-$-1
bulatorio de la Cámara de Representantes, tw» dijo alga:
y ahora me doy cuenta que tenía razón. Dijo: Usted sgr
ha molestado, ha dicho algunas palabras, se ha preoeil»-
pado para que no saliera este dinero que neceaitábamoa
para nuestra colonia de vacaciones. Y agregó: “Puede ale-;
grarso que por ahora venimos a pedir, ya llegará el mo»í
mentó que exigiremos’’. J
Creo que este era un hombre con bastante visión 5
cíe futuro, ya que ahora nos encontramos con que se i
nos exigen algunas cosa«. Posteriormente, tuve que »o- í
portar bis ri-mitidos de un grupo de determinado centro, |
; • ’ ■* ■' ” " a -oí i ft-tu,,* tjf. qtie no insi itióra-
fnú: en «q^t.ía poht.t .i para obtenfi creo ¡¡iif después
lo» obtuvieron— aquellos millones de pesos para la p:s-
th su parque cte vacaciones,
1 Me parece legítimo que tengan parque de vacacio­
nes y piscina; lo que no me parece legítimo era que se
extrajera dinero de aquella cantidad que tanto había
costado financiar, destinado a te transformación de ran-
'.•.tuertea, ' por
J '-i'- V?t , :■ ‘ i ! *
Quería decir esta» cobm para qua qual i ara bien aia» *
ro cuál es nuestro espíritu. Nosotros teñímos confian-
za en la Justicia Civil; decimos que los Jueces son pro-
> festónale», son gente capacitada para dictar justicia y
: que pueden equivocarse —muchas veces lia sucedido— ;
। pero seguramente por error, nunca por mite fe. *
I Yo pregunto si los Jueces Militares .ionen, acaso, •
I especializaclón, ¿han hecho una carrera, acaso para He- 1*
Igor a la Judicatura, o su cavrera, su voci clon, su «en-
tido de la vida, hn sido la carrera militar? 1
Es decir que han llegado a ser Jueces como podrían |
haber llegado en su ascenso militar, a otre tipo de des- i
I tino. Creemos que los tres Jueces de Instrucción Mili- •
far que están actuando, están en esa función, casi co­
mo un ascenso más, pero no porque tengan vocación
para el desempeño de la Judicatura. I
1
He escuchado en la Comisión de Constitución y Le-
gislación —y creo que esto lo refleja esta ley— que a
ceto» Jueces se lea va a poner al lado un Asesor Letra­
do, es decir que ese es el reconocimiento expreso de
que necesitan esc atesoramiento para ser aiistidos en los
¡ inconvenientes que puedan tener en la apreciación de
1 loa hechos y de loa elementos, ’
* Para mí, no puede ser garantía, quien no tiene una
i, especializaclón, que debe ter muy intensa, ya que pue­
I de depender de su decisión que una persono pierda o no
la libertad.
Creo que esto» hechos son muy ciaron. Para noso- !
tro», la Justicia Civil. Incluso con loa errores que se
puedan cometer, sigue siendo mucho más garantía por-
. que el Juez, es una persona que ha cursado una carrera,
■ ¡ que ha terminado su» estudios, que tiene una profesión,
y que mí llega a la Judicatura. Y los Juecss de Instruc- ?
i ' ción tienen en sus manos, nada menos que el sentido
* fundamental de que dependa la libertad o no de una
j persona. Con este régimen mucho más severo, puede stM
ceder que una persona, de pronto, por un error, esté 10d!
15 o 20 «ños presa. f
Reconozco lo que decía el señor senador Vasconce­
los en el sentido de que, cuerdo se aumentó el número
de Jueces, se apeló a gente con pilcos años de J?F«a<M
con pocos unos de experiencia en la proíeiión o se tra­
jeron algunos Jluces que estaban actuandp en el inte-
nor, desde hacia poco tiempo.
Llegó un momi-nto en que se repetía una broma, en
(l ambiente Judicial, Se frutaba con una persona que
। fue hablnr ron el doctor Hamlet Reyes y el Secretario
¡ de la Suprema Corte de Justicia, al verlo, le dijo que
! fe retirara rápidamente, porque el doctor Reyes estaba
' buscando candidatos para determinados cargos de Juez
5* que a lo mejor, le podía imponer, por su amistad, un j
targo que a él no le iba a convenir tampoco, desempe- '
darlo Puede ser que, en el caso de algunos de ectos
Jueces, designados de esta forma, se hubieran producido
equívocos por falta de experiencia o de pecialízación.
como debe tener el Juez. Pero lo que yo digo es que
hay una actitud de desconfianza evidente y que yo he
i oído, en la Comisión de Constitución y Legislación, des
I confianza por lo que se llamó hasta falta de garantías,
porque ha habido una intimidación permanente a los
Jueces. Yo creo que sí, que la hubo, pero desde arriba.
* desde el gobierno.
El intimidar a Jos Jueces, el llevarlo* a ¡a encru-
!)[? I fijada y pedirle», poco menos qué un fallo determinado,
j I’« un» bteterte dterte j
IRO .íSAO'y Digo, par» terminar, para que no quede la versión ¿
Z que s<* ha dado aquí que yo creo., que es equivocada, qiMtte
< _ < <¡ <-! Juzgado de instrucción de Primer Turno, a cargb«
rh-l doctor Amilivia y cuyo Actuario e» el excelentísima«
। ompañero Ramón (.Jimiruga. entró la Policía, ínclu»®»
rompiendo algunas cosas y creando problema» que fuo*^
ron denunciados en su memento. *
De manera que '< n :o c'ara nocion de este asunto y ;
Jg. al ^vn,olo 4»«
Y doy por terminado «»lo. porque, como dij(f4níliy
bien el señor senador Vasconcellos, esto no es una po­
lémica,, porque no teremos más tiempo para quitarle al
señor jenador MJchelini. Yo, por mí parte, no voy a In-
04.6 icrvcnn- mt». ----------- ¡
 señor ERRO. — JEs probable que alguno» «cfiores
.'ri.itlres nn hayan pre.it.ido atención debida al docu­
menta P'ído ¡x>r el .s mor »ei ador Mkhelini Si no oi mal,
Ji .m do límenlo, firmado pir los abogad)«, expresa que
i-ay deteníaos que hace flO din . que están HKomunicadcus. ।

Todo esto es un «Iguo de barbarie evidente. Y lo dicen i

lo. abo ados con su rvsponrab'lidacl. mochas vp is, ade- i
mas. p"r-Tenidos, detenidos, por el sólo hecho de defender ’
pr “ <»< políticos y sus domicilios han sido objeto de aten­
tado; con bombas que en mucho; casos han deshecho por- !
le de sus caaiM¡.

Race 3 o 4 día» v ha tratado de detener 2 o 3 dio

(*<>» upojados y no .sé «I lo 1 an logrado, por el sólo iiecliO
< s bu»no que lo jrpíu de defender a peraonas dcM?*
nl'iü». vi
*; t

QuU'ie oedi qiv, na ruerna. m Hftn la» Fuarw» Coatí

i unios, las persona <i a la» que dcdleneu y a veces sin qüIR
I re le» haya romprobudo ningún dolU >, no pueden Ungb
:i‘jiH(.idü que <a < defienda. D< mhmtcn, asi, 1» tradición déb­
il ■)■> dr <pie nadie puede quular sin, defender incluso Wí
pcirma que pudo <mneter el crimen más horrendo, tlent;
1 n i rfrusor de olido.

l.s'.. í'd límenlo .•>.■ uprei a a la i onsideradon del 8e»;

nuo p. ic c.j.i que existe el proposito de seguir «esto-
, n ...o no se cuantas libias má.s hasta darle aprobación a
t ic proyecto.

Yo c.'.i.-a exainln ndo ulf’uno- d icunientos que pue*

t ¡"ii rx, . '^.ir el sentimiento de dictaduras muy duras de
:Ka i.ut na y no creo que tengan mucho diferencia
< n la i eoaccmn y en Jos eonsideiandos con el pioyecto de
bey de Heaurldad, la) cual so Jiu pieauitado

। 1-s ev.dente que por este proyecto se entrega la suerte

de ¡a gente d<*l pal« a las arbitrariedades más grandes que
re pueden cometer. Y no se nos díga, después que se
detuvo gante porque han cometido delito o depredado,
i nn etc. Aquí puede caer cualquier persona. aun siendo
‘nocente, va a caer bajo el pero de esta ley que no tiene
i ili.-'.lngos tan claros, porque es muy fácil, de pronto, hacet.
aparecer ni la casa de una j.e.sona, papeles que pueden
* c >mprom<*tf'i ¡o -además eso se hace con bastante asiduíd
’ d. i -e in -lus'i hay detenidos a toa que se les ha hechffi
I lóm ir ('ocumentos en blanco que luego se llenan con cuadd
: qiilrr conten d > Y romo aquí la gente puede estar velnM
o i renda años presa, yo pregunto que va a pasar en
; piiiv Van u | unir cosas graves, porque no sé si hay tinM
es! cric de ingenuldnd o deseo rn aprobar esto rápida»!
:i,rn*r , i DiF I
Koa.Aüü
 Boy de los que creen que por cutía persona que sea
detenida y caiga bajo este régimen tremendo y la pro­
ceden a diez o quince años, habrá orho o diez o quince
familiares o amigos v, al final, sera el Uruguay un ex­
plosivo. La culpa de ese explosivo la tendrá esto pequeño
proyecto que contiene disposiciones que parecería que van
a salvar a la democracia y a la libertad del país. La li­
bertad .'e invoca para muchas cosas. En la revolución
francesa, cuando se guillotinó a mucha gente, también
se le liaría, muchas veres, en nombre de in libertad. Y
podemos recordar aquellas expresiones Je Madume Ro-
ilíind que decía Libertad, cuantos crímenes a? cometen
en tu nombre’
Hi fin: parecería que por ara no tenoinos id deten a
iu Hbert ’d ni de Ja d< inot i ¡ui .-» ni del paia sino que
vamos al de'.moronamf**;ido ton » Y, de eso, no tenemox
ninguna duda Antes de decir esta» roxas que vamos a
decir, ki hemos repensado mucha» vece», — para que se pueda aprobar lo que se quiere. Por lo me-
Estimo que éste es un documento im|wm.<mdrr, que, a
la fuerza, teniéndonos aeá dórente Ir* honui que sen ne­
cesario, se quiere anrobar para someter luego, túmblén, a
esta tortura, a la Cámara de Representantes qve no po-
d~á estudiarlo y que, ademas, no tendrá r. tos anteceden-
re? que por lo menos nosotros tenemos robre ’n Mesa.
Yo pregunto: la Cámara do Representantes.’ que se­
guramente será citada para el din de mañana (está ha­
bilitada para poder estudiar este tema? Yo he iteto aquí
n cenadores que fueron diputados, protestar muchas vece»
cuando proyectos casi hu-iyntfie.nntos se pretendían sa­
car romo ’naves y urgentes" y pedir un tiempo razonable
para su estudio. En este caso, la Inmensa mayoría de loa
diputados no dispondrá de ese plazo, porque no han ie-
;.?.uldo este debato, no han podido (star rn Hala a escu­
charlo. porque seria Imposible permanecer tantas horas
aquí.
Pienso i[i¡” este e> el r.mililn peor que se ha elegid >
Y hespir“. (|iie no vemum las quejas y las Invccavloiu's
c. inchiHj, las lecturas do determinados documentos muy
emocionantes. cosa que >e puede hacer en porteen» de-
’' he j't'iqiir eso se (»!'-viu no volando con eniusiaoii»
esi;. iniciativa. ' il pn>5 en dos clases de hombres; los hombre, públicos
Nosotros no vamos a vote.r <- te piovuvlo por hi.s ,ibun
Bles y ij-iHanies »¡i7one.s rp;e ln d.ido el señor Mirle-.
' ni Yo pensaba hace un Instante que du«'le ve- el es­
fuerzo nn hombro int» ligenle, una gnm pailón por
>u país, que no en esrmha'lo. He hace oídos sordos » todo
esto; la doumentacíon resbala a los seómos senadore.i
A nadie le prenden por lo menos para razonar, o para
decir: este argumento me convence. No; aquí, por más
que se hablará, por más documentación sej-iRinente ex-
puesta que se aporte, como lo ha hecho el señor «mador
Mlchelinl, no se le va a refutar la documentación que
ha leído - di* esto no tengo dudas- que refleja 1m opl-
n’.ones valiosísima» de los hombres de mayor jerarquía
del país, tal como sucedió cuando se trató el prohlemi
del préstamo do| Bld. En aquella oportunidad no dio
un argumento n favor, poro Había ló votos, votes que.
por otra parte, no aprobaron el préstamo del Bld. Tienen
f¡ue saber que Jurídicamente no lo han aprobado Eran
dos documentos y sólo uno pudo ser aprobado con los !•
votos que consiguieron a duras penas, porque un stnador
cue creyó que había terminado la Jornada se retiró. El
proyecto pasó así a la Cámara de Representante», tnvali-
( dado jurídicamente. Estoy seguro que las propia» autor!-
dudes del Fbd si realmente examinan le. resolución y la»
eonsfan -iiis que se dejaron al final ñor lo» señóte» sena-
dores Fcrreira Aiflnnale. Alrmhrrt Voz v el (pie habla,
'■ <inf!:ii riicnhi que c*,tn r'ociom rdo b'> floie1 valor alguno
El documento qi<¡’ ha b'/úo e¡ senm- t-niKiDi Mu-Ir-
, Uní. suscrito por los abogados, constituyo otra ¡u-usaclóiL
dura, seria v responsable, como no podía .--pr dp otra m »
ñera xl provenía de ese grupo de profesionales Conocemos
a esos abogados, tenemos amistad con ellos, sabemos co­
mo actúan Han sido difamados, vilipendiados, amenaza­
dos en su» casas y han sufrido, incluso, atentados con
bomba«, svtíi famU’us han recibido también »mínimos y,
»«p Uíh.ocM ’iat-; rt/e» fueran heridos
V .i- w u j. ; w»i »W r "lí w ■*' *« >** w»
pm esa gente que actúa con el título de Escuadrón de la
Muerte y algunos subtitulo» que tienen
’ Sobre eso se dice en el Parlamento que se esiá in­
vestigando. Yo, en realidad, no puedo asegurar nada, por­
que esa Comisión trabaja con un secreto tan extraordina­
rio que hace que los mismos Integrantes del Cuerpo rio
puedan ni siquiera llevar un documento u la Comi ó-n.
smo que deben hacerlo llegar por algún compañero de
acclor.
ludo esto que no tiene sentido se da en un pan que
en este momento, esta invertido en ¡sus vítores en el iuc
la corrupción domina prácticamente hada rn los ul’i-
tuoa rincones del país.
Yo voy a decir algunas cosas oespues para dei.ir cons­
unta de que históricamente no adóptame» actitud pasiva
n-M, queremos marcar esto con alguna rebeldía, aunque
no creemos que se pueda lograr un resulta do satisfactorio
vu (¡ue no estamos en un Parlamento dende se da una
lucha de ideas contra Ideas y de documentos contra ar­
gumentos que permita la posibilidad de ’.onvencerse los
unos a los otios. No; estamos ante un Parlamento dond?
.e puede hablar, dejar constancia y realizar todas las
argumentaciones del caso, como hizo el .señor senador
Mh'h*'hni, durante muchas horas, con ur- de'gaste tre­
mendo. im lusn frico, p-'ro donde al final, Ls que ya están
convencido®, en votar, levantarán su mano, tal vez mu
cha» sin ent us asmo. En efecto, escuchó inn exposición
del señor senador OrH? en nombre del Partido Nacional,
ruando se votó la prorroga ñor 30 días del estado de gue­
rra interno y de la suspensión de garuntícs individuales,
repito en nombre de sil Partido que ha Jugado tantas,
ve- p« Kii vida en tantos episodios de fines d?l siglo pasado;
v principio» de éste par la defensa de la» libertades y de.
la cansa dH bienestar público, en la qué dfeia que »e ro$
/aba la Constitución.’
*
Yo me quedó «sombrado ai oír que en nombre do un
partid" se votaba algo que rozaba la Constitución. De
manera que este es un tipo de atentado a h. ConsH'u-i<m
<iuo en esta |py se establece como delito y te ■/-’<’i > e >n '
pena'; I*emendas Quiete decir que par-ce que ún idlmos
< u". d»*. de su banca pueden violar la ConstJuciún cuen­
tas voet'.í (»Hieran o pueden resolver la viole clon en sen­
tido cohvqvn y los particulares que, en el cu.a> <i • vlol.tr
i¡» Coir t hiirh’ii o en el '. nso de ¡iteiilado a 1u mlsmt^
pueden ser pasible» de penas que van haatu 20 afio» tí»
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SEÑOR ERRO. No lo ha pro fandigado Digcúlpf!-
mo, *eftor »eniulor; paro cien que no ha profundizad#.' J
Voy a presentar despuéi unos aditivos, y voy a demos*
tiui que el tema no ha sld > profundizado, y que va a dar
lugar a una cantidad do deformaciones y que la aplicación
:.e va a volver inútil. E*o os axacto.
En consccucneia, nosotros vamos a presentar alguno»
.1 ¡tirulos aditivos que henas ledactado, y no* vamos a rv
icrir, por ejemplo, al delito de tortura* en cuanta a 3 ó
1 artículos del Código Penul que no están ¡»revisto* en
oslas disposiciones. Vamos a definir qué es lo que ccmfi-
gma el delito de tortura. Hemos hcchu una definición muy
minuciosa, y todo eso lo vimos a presentar cuando se pase
a la discusión particular.
Queremos adelantar desde ya que lo vamos a hacer,
y qu<» es bueno que los señores miembros de la Co­
cien
mí ion iecono/can que no está .suficientemente estudiado
<1 lema. Nadie puede tener la soberbia de creer que ha
podido profundizar en tod >» los lemas. La Comisión du-
: <nl. un me-., como |,d. no piulo trabajar. Esto no lo digo
; .na que ii.tdie se ofmque, Simplemente, «•sl<>y comproban­
do un hecho.
J.-te Irma qi.e l<> \ ¡ni o.s ;i discutir después, lo vamos |
a afifi.ir ¡Mini obtener una i<daecion que contemple todo
io que
aquí se ha denunciado en materia de tortillas. •
Además, vamos a tratar de demostrar que con e.»l¡i ley,
igual so seguirá torturando.
En esto queremos ser absolutamente precisos y con-
eretos en cuanto a !a dcflt ición <!<• lo que coníigura el de
lito de tortura.

En el proyecto no vemos un* definición exhaustiva,

cuino tendría que haber. No se puede dejar librado ul ln»
lérpretc el configurar qué es el dejiio de tortura. Hay que
definirlo y hacerlo cuidadosamente. Eso es lo que yo en­
tiendo. Por esa razón me lie tomado el trabajo de redac­
tar ujKmi’rti artícelo* wiitiw.

04 9 23 ®
 Sasión C í¿? y Í?P junio/9?2

H\

SEÑOR ERRO ~ Señor Presidente: UmentabTeíttente

la* dornmcntndns exposiciones del señor senador MicheHnt,
nromi'uñndas por las manifestaciones u opiniones de per--
'.■oímlidndfs que fueron consultadas por In Comisión de Cons-
tll 'ción y Lopíslarión a los efectos de nutrir las jxisibili-
dados dol c-.tudio q;<p sp 1<> había encomendado, no han ro-
eibido del Senado n! una sola respuesta que pudiera eli­
minar el rotundo pronunciamiento de profesores y especia«
listas de la materia de que se trata.
llav 20 opiniones especializadas contrarias fl esta ju­
risdicción niiliiar une alio)a s.< trata de implantar i>or este
:>ro 'reto de SVdf dos a favor. Una, un poco sectorizada
de un ox-'e';i dador, el doctor flóc*or Payssé Reyes, y otra
míe tiene »jet >< i-¡s h ipllc,triónos políticas del doctor Pache­
co SEtó por el cargo r< presenta!ivu que tiene en el go­
bierno.
Aparte de oso i,e ha leído, con los comentarlos consi­
guientes, Ja sentencia de la Suprema Corte do Justicia. He
cccuchado a nlqunos señores senadores, manifestar que esa
sentencia j*siria tenor, en casos similares, algunos votos
que no fueran exactamente loa que ahora so habían dado
como restándole im »ortancia a ese pronunciamiento. Preci­
samente. quiénes así opinan son los que, permanentemen­
te, con razón, csgiimon precedentes para abonar la tesis
que defienden en ctras materias a consideración del Par-
lamcnto.

Durante mud’K« alto» hamos estimado que la incons-

titurionnd lad de algunos leyes que I* Suprema Corte de
justicia ha decidido, pudo no haber sido cumplida; pero estg
afirmación va en detrimento del orlen jurídico nacional,';
jí
Recuerdo una oportimiriad **« que m» interpu*o un rt*’
cor o <le hn'onstULí i'evdidnid ante una Comisión fnve*tl<A»
¡dor,i f|ue t >411'1 i.ótyfl ln* ganancias indetadiM o ItegfttmMi
¡ln industria fiiiprihca. y mi* tuvo un efecto bastante Irny
ijiortante subir * 1 desarrollo normal de aquella Comhkinó
que inmiejfiba vulnrrs económicos tan significativa», «i

05 0 l 23 ti 4S
 Now>tn»s in» tuimií ung <na iluda I.» q. <■ r .;.■!<pitera
seti el tiárnite de esfu pruye» b> do Ly que el Si nudo o
la Cámara de Itupixv iiimimq puedan dark, *i Supi'*mn ('ur­
te de Justkda hará valer Mi )\ih-u> ledrp -ndienfr pintond”
(ino esta ley, salvo que m» le hitiodnh-ir.n ’iiedi.'ie.u tet.es
suslath ¡ales ■Cosa que n<> cien que e Hi <a-la , <s pt'>.
fundamente incensi ¡fucilami. Pani elle li m nrid-, coin­
cidiendo en sus juicios, hombros que tifua n disiinPi pro­
cedencia ideolóidca, fl’usó(ir;t v polifila, Akuiuos He ello1
son profesor es de |,i Facultad Uno di1 »dios, profe- r emé­
rito, n«> es uiih peí m na que tenga niivftn.i <■• >m<-irctier■>. e '.i
nosotros; al e1 >n( r.’H t >, ;> \i-rr< hemos tenida i rrdid>-t ■■■ ri
cordn.mazos desde el Parlamento y él d<md'» ab»'ui >s sus
jukios en determinado momento de la vida naei ajal.
Esta posición adoptada en la ene! T'>'-in p .»■ i n ama
tic considerarli fies políticas y con un infidi pii>¡ot| fue
reclamada por la (’omblóti de t".>ir til>n ión y ! er.i 1 a lan.
Ntl he ndvctlidit que se bava lomudo en i'th'iil i o en (■>•)-
sideracíón, ¡nielo', tan respetables, intr lnt< liuentes y tan
profundos, pata haber elaborado este i'ioyeefo re ley cori
otra filosofía y con otra finalidad.
Este volcar de e (os jiiicio'- cu turnia p miieiii ; pmd.» »
mlnilrlosH en las nefas del H«»mid»t, h da/j »Ji» mi í'pie<‘«'»
•este delude f in sefiidiido tuba la !h <í»ii/u ,iel pací )»> »»»
"tan señalado", porque, cvldcnf cruente, en muy J»>c u< ee.i.
slones, el leiHshidnr puede rnfrentarm .1 m» tema que c u.
mueve la vida nacional, y que cu el apre uranilcnb» •> en
la pasión <pr • ‘-e pone en él, el rh mo He no m |
instes, ecuánime'; e imparrhle en l/i » . i i<ley.n-i>n de |m
fenómenos que, desdi» |tiei;i>, sacuden al país
La pasión e-, desde hu go. un sentimiento Iri-itiino <’ii
los hombres políticos; est’ecialuiC'Ho cuando Miti tiene, puj­
ío menos, <»I equilibrio para adv- 'tir que rriiido o »A
Ici’islHndo, hay que tener suino rol lado, c.infeli \ orud» n-
eia en n<> ir mas ull/i il<- l<> que -v c-’ima > iz- ¡i.i
Este articulo IV re (" ti* ri.ivrcfo q-a* t i.tn. .
drrando, ha roto un poco bis bun'iir de I -d i c a
ciu para internur.se en una rri.’lón muy comoicm,
'■X' Di.Í ,
i/ -!-■
la vida nacional
Estimo qilr tal como e.fá red .-Hado osle ,o('(
con el traslado h la jurisdicción militar de P c.» c'
ron la forma en que esto se h;i ad o; .ido, no anuo
vvidvntrmentr, el pah; no habió de 1-.-rar v ><í» < t i -m
cauces nnrmah s, como c¡ el .cnlimi uto m.i\'orihui । y r । I
de la unanimidad de J.i pi nte de este país.
Creemos que no ha sido rechnuidn In ¡mni imntH-ion
muy importante que ha manejado en >u discurra do fon
do. nuestro compañera Inleírrante de la Comisión de Con *
liuicíón y Legislación, el señor senador Mlchellnl.
Creíamos que el drba’o se iba a desanellnr en otra
forma; que se iban a discutir las ideas y H> ar.’i inc-.d»».
que aquí se pudieran verter, a ios efectos de u-:hiiz,idos
si se estimaba que no Un a »ol.dez todn cqi arq iiL et'ua
que, en su discurso, Uivo como contenido er.enchl <1 de
mostrar que se tomaba una vía vi etc osa y muy compro
metida para la concordia nacional
Siendo la jurisdicción mihtajr muy «i ce-
ñores senadores que tienen dudas, parecería que el te-^o
a interpretarse deberla haberse en forma más renti ingída.
cosa que aqui no ha ocurrido.
He escuchado con asombro y con pre z ; afir­
mación del señor senador Be.irar. en su ¿..ur iá de Tf u-
bro Inforni.'inie. cuando dr xr ? rws ha .-fi­
cho qie e.'-to es «’tami-nte M-.s h«-'»;... ■.»«
oido en el Parlamento que quien»-* ;.r- ./.¿mmu’i inoycí to
de ley lo caUfiriuen de altamente p^lám’.u» (,>'« que no
tfindlia que ei-r l»sl, fKPque M i.;, y n t-
dlíf-puesu* a Oídemiiu’ >■ . <,'.0.^vv 4.
♦‘fód, .Irsete ueejo .•-? u/nuiie »'»imprende o r luna o e ’A (¡q
acuerdo en que tienen <4en»ento,s piobatorlou n»»‘«-..ario•
para considerar que el texto que están npn>bipco ■ el
melor que pueden traer a ounslderacíón del Cuf ip!; v d- la
opinión nacional. ! 05 1
SEÑOR BKLTRAN. Lleva ® horua de dfU‘-« est
probie.-.a, ¿í ree que no es polémico?
▼**"* l'llii/í l-IUtO, Lo que .sucede es que iilv/io,o» U
I lh>:,¡; d. di )M'n porque el tema nene una trascvialenrli
I h np.;y uiand". pero yo no volaría mimes un Uxt
. > ‘ polrm.co Fulómo :» en la íoihih que ae ha dich
aiiam nie r.U» im o fch decir que no r.-dá conven id
1 cnor miembro Imonnaníe. Desde luego que la polé
o. u pmic.qin • o'r;> ludo: pero no mepl.incoen si mis
• no e tu sitia.'ton. Me reitero a la esencia.
StNOtt BEL I RAIL Nutra vi que se presentara ui
i»ioyt(‘ti.» de ley con la .seguridad absoluta de sab?r que #
t rué el 101) 'i- de la verdad en sus nianoà. Allindo qm
p e (o equivocatine. Peto yo me nclino por una soluelói
•Hi*' t rea q te es adecuada.
Vuelvn ;i sumnvar. no ehmii o la posibilidad de crio
di untici! ri. Es a q’.lf» Ilvo lui jor y, en e;de cuso, creí
qne c ’u <v? > t h)ìu lón perfinen; , Admito que sí nuednr
'i.ó'iier i'iiH/i de vi.ia opue;d( s; pero e.»o no es abril
tu ' Un naiup a la vuoici» de a ley.
.'«¡ .si di l leno hl señor i - iiadur Hedían tendía
>i ■ .vdii'br que hay vai daciones en ¡os nncmbms nilor-
nlaln t..i UOll respecto a ( (Hlhlti; i lF M el dedíO KilliUir pUC-
(¡» : >‘t vi »iu-' los ( iv.les inmbicn cometan. Yo no he ad-
vhi¡':'u .icrtm idad en el tono ni en los elemintoa iiianc.ia-
i-.j, ía> í|ip- rr límente ía io>is que se hicorjjora í la ley,
<■•> la que ustedes cwitm roiivencidoa vn cuanto a que no
licor ilvnll’aiídvH m i..»neos adversos. Al contra’ o, impli-
-'itamenle be advertido que sv admite e a posibilidad. Le
»me su pixtendti es eliminar ai Poder Judjri.ii. < n v uL-cion
i - iu.s prec.vp'os ton,stilueiona!.-. por cuanto delito mili’
tnr es <1 que cometen ios militares y «u.o la» miii:aie.s.
r.nioacri, me preocupa que aún teniendo m.vyuiia este
'i xio. q.;e v» rio comparto, pueda transformarse en ley,
rx।que va h truer, evita.mi.mente, una cantidad de meon-
r it apiuacibn.
Ici.mjh Hlti/IHAN. Nunvaj ¡>e puede tener ócgun-
d • < optar fon el ¡00 '4 de la verdad.
p‘t i Pili) Parmenide# Bostrnia en su
r ................................................................. ..................... ... .......... __________________________________
jip puede <mr uní verdad y que los ü emú« puedan oh je- '
t(it a, pero • o-Hi ncrli romo tai. Es decir, sostener el prin- i
.-ipo de ,a vcrdqd cuino una cosa en si mismo, Y se % viel-
• a rdi’d .><ibre ('l e-pirit u ce quien la mantiene aun-
om io-> ó. n>i<:. puedan entender que no «s esa, en el lou-
o.;, i.i i" ¡illdiid. I
Aociiiii • cuando -c tuina esta iniciativa, e) tiznado?
hi te- M ’ «’> »'-i vi(' i'st:» '•emd.tinlento. Este es un tema qué
• »> in ;cf ib? en i.» Hi>» ri;td d»» hiin-i nuestro.! compatriotas;
-ni ■ punir nd” en u- '.n 'a Iibvrt¡id de -odos y cada
'Hio a- l< : clüd ii.'am»-; d<" p.'i.i, nifi ■ Hiló (!•* ia mililuncia
iiu<' n i ii mat< i la i- i-H-"»*. y mas iihá d»’ mis ctren-
i'ijs iilmrdica’, de su i •'!igi< n. de mí rsldo í-oc¡al q f co~
núnmu; más lejos de todo v o. se v.dá fomprometierdo. a
mi juicio, toda la vida nacional.
Ptr r o ¡denso que cuando los .s'fviJeí . <uvadorci bu
«•'vn, a través de c-de proyecto, logra ;, en un leí mino ( i'd...
d” pionto una p:r< lr<nte a alguien que puede ser ven­
cido o exterminado, etc., cualquiera sen el termine ¡ue
e quiera emplear-- creo que p;,te proyecto de ley habrá
‘e resuPar ludo lo contrario.
<;on»triando con algunos compañeios en ;unl u. 1’0-
r-u. he dicho qu<> t n;o la í’.-i|H'c„it)n d” (¡ue el dm ;ue
c tn J(*v s»> pudenda pinar la f;ii|)K>n¡;i CorL* le Jusi'c.a
(«ndró qr a deeiariir ;ni in1 um ’¡iimíonniid id y ■- o t' i"há
que «r l>z ptiLiíü) (.f»r e| p.u hi'.tt hit/ Sny »fe , >, > .
M qu» - lite 7t»g que ima p‘:r-nna caiga bti <• N n -oi de
e ,i.i t ’v n o >s,i>íh(‘ad <!e excarrelamienio líber".td aidi-
». ' en ' is rcmis aumentadas, ef.c,, y sea en< (’n:uli
u un .•’:ibb efi!!i»-nfo mililui, va ft u< ni rar en su lo nü
1 . ' > o ¡0 per-tinas que babean de crear, u &u vez, ;uu
de rebeldía. i 23645
 HJ de iib’.utvi m inri i ■»<’ i|i)t'in « unsrrui. ,o nniiiiiih.,
eren que cl t .ii iinf» de '•>!<’ u’<«\r- *’U» dr’ lev. CH» )-i pre
.'.ente redicen n >’ cou in cx'iect) ';i (!•' llevar a lu 1 ir, >-
cHerlén militar o con1 iderar Ineurso-; ni tl'Uta millier :i
cualquiera de nuestro; comn iirlota ; civile., tiaera min
proyección : no nada ti'ii’* <(!’■'' v. <■ «mi el propon! •« p. e
liqui rolteradium nie .s? ha anunciado.
Aquí ae ha hablado d i arfl'mlo '.:»3 do la í'iHpi'hi-
rinn. referente til ed.mhi de ”iienn. y <»' icñor .unidor
ñrltr.'m ha traído a Sala lo» antecedentes de la fórmula
i'p'i'hait.i ci) !! '!! «m no i ■! <>X I t f-• l* dfi‘t(H‘
ido, tu nó o >iri-.’O «I ¡'¡' ¡¡’i' c «!•• la ruinta «n <um en
ese mor"«'u|.) •-« uipr/ó en diícu.-tun y >e Inemporo al
estado de euett'j re nnndin a hi cxistemmi do dos o más
eafad-r? holujp iiinie!. j-m <taclr. ijim la « xpreuórr ‘oslado de
cu.-m” nun'1" alean 'hi n¡ («mc.opto de estado de giie-
rr:t interno A'lrm•• en e • iiyv'-to me siento en la muy
borní compañía del •: m >r nadar O’ij-/ miembro Infor­
mante de eñe provecta de ley. relien cuando 1« vn una Je-
rlarnci.in del J’-irtid ’ Na ■!«mnl »■:(n,L':>mío los ti m’ rn en
tos pof l(M riia'eíi adherían a tu. d“r a i ación de lado de
guerra Interno y supresión de miranlms Individúale'«, em­
picó la expresión Ir pido que me re '(’fique d no fue
asi “i o ar la Con d Itmdón”. I?; deelr, míe admitía. fn-
cltmo lo dito ron un '-enluta emotivo que e. a no rrn la
solución que hub'eran deseado, pero que la aceptaban
en virtud de la .siltuici' n que vivía el país y comrdentrs,
además., de míe rozaban la Constitución de hi República.
Quiero decir, rn'oncers, que no hnbia seguridad antes
y menú« la hay ahora de que aquella declaración de
esta^n do guerra fn:crno e tuviera encundrndrt er¡ el mer­
co «■"•tric’o de la Con':Tttuclf>n la República. Para mí
p'sto es muy grave: lo fue ante« v lo ' ¡que siendo añora,
porque hav míe admitir que e’ articulo 1° y ofra.'l di ;p«r’L«l?|’
clones proyrc’o tozan o violan, más directamente, Iba ’
fwlo~ conx’itucionahs.
No voy a entrar «n un« cié de r.!<w»fn « ■ nne catástrofe meloni! si hubiera
ciahste. ni t-n M \ic>s p mí JAu tic Hie^rl «• /tlgnnns(.| berho do no cumplir ron r'«a I.rv de 19'10, rovos '’rfimi-
corrk-nie fpnonicnolozi'.-a, s’nn que ni° voy a rwttinr en
un hnwaie absolutamente Mano para decir mi* quien
aceota la In-'eyurMad ile qm? está ; ctuendo en el narro
de la Constttnclón. mal puede i»ajobar una iev q u* r *«; -
bíevva p' P'is muy pravev pura quienes de nlqunv íi inerá
atenían contra aouélta, porque una forma de hacer esto
ú’ttmo es dictar leyes que eúón viciando dlrpo«dc.iQiv’t
ron-ititncion'ilrs o tomar actitudes parlamentarias míe In­
fieren agravios a precepíos expresos de la Cotad.ituJ« n.
Por oha parte, ep e tos últimos aftas, el deterioro o
dpcaeclnilen’o do lì Const Unción ha ; ido casi una r»orma,
desde las M'rtid'’s I roptas d-> '’urtdml. tend'éndo »* en
r| i « «,i b ■( i’v ti'"' 'U f ‘<’ua<!»r Li‘í >!«•! ir-ic-
r;i (i)iJ’O “In ('nn tifiu" > i d- •) [ > > i» » • : i <• a , b'i’di líl d(,t»i-
bd.id hi 'l'i i» do J »•: di ' ■« | ■luir ' «'(r t1 í i«o!m>'lI«' i. quo lo
Jos tendrí " 'o : obll",'i 'Imi «ó' (tr’f« i)(l"r n u’ el t’t'o'iio ju­
ramento qqc Idchno; ;,r r,|p í’í rpo.
Pienso, ’f-rior Predichi la, que cru impr*■. < odible -.ro-
fundizar má<i en iodos est >s hori-r v evder truci- al Par
'.im'-n’o ’ir i'’rze«,<i) r • h v c«m c-ita ti,'cofia y ''on <•-f.'is
intnnrionr be <i> quo run «'■; se ;iiprra o .sii-.tliu\i- c|
*»«fí»dó ’’«i'*’ra interno Yo -ny de H’ que ei,,rn /"ic r|
estado d«1 u’crrn intc,'no. sin une lo c¡! -a «1 leei- lador va
p continuar en e’ umr., 'uompnñado b’zr la supro mn «’r
Ina parant,las Individua es que, yu a c«h» altura v de a acr-
<to a alguna InlormmMón periodtattaa no tañemos ninguna
duda de que vn a ser pr'novada por tintina indetrimi­
nado. En conse'umnrda. »»«’r* ,-rovee'et de i*v muv Ic os de
i«r provisorio rcrá pantiHrviiuc’ Adema* «*n e| Parlamen­
ta e¡i l < ■ un ;i*.|n n i qu«* to lo la nue t.|cna «en' «do d*
ejíjervtm* «a la I.í v d< Alq» itares tal ve/, m*« e| eb mulo
iieahsflo f.c tran-dman-i <n |i< qi nnnit *. Y '»'-.to no
«■reo qi|f' «Je " ■ '.tro afto*
un«* chin« raws han de continuar.
.n '-'i'H ;e í .0 5 2 Esto
’.0 I: iportanlf c . «me uqut no »e t»uhi. conni ep .-quel
tetado dr guerra cuya fmntulíi tue IncorjxiradH a Ifl kgta-
tacen hh el d'M iiti : niw.ido «id woiwcinilfudn <!»• la
(xistenela do ó«h o iiia» edadon brllueratilw». sino qtta es
una hi.ha entre nrurnayos, muchos de loa cuata» tatón
vnldoa hasta por grado« de parentesco. Y esta .situtcmn
.ib fía ¡ult. mas. a la propia familia. b h,c social qm da
(’ohercii 'iu a cualquier .sociedad organizada. La dedi u'-
<i-’>n «!•- la ।j.ipia familia - e punlc ir «'¡'erando a tj;iv“s
de calo; pronunciamientos.
Hc escuchado y tomado nota con atención de a!u¡ nías
informaciones leídas por el miembro informante se ño1’ se-
i,.id 'i J'.i/ ** 'iiiin . fumiil'i ’ icíoria a dc’jU'. de b* U
Nací >n, sosteniendo une esto, no podían ser ¡renos al l»‘-
illo militar y dando co.i.o fin esencial d>' I us Fuerzas 'tr­
ipulas lu oliliani'i'in d«> obtener la CoirUtU'lón, la* >e>
ye;:, la sobt‘1 unía. rl oiden jurídico, etc. También del imtt
ai Estado como la organizarían jurídica de la Nación.
(li’n todos los respetos debidos a La opinión luid* y a
quun fue el autor del trabajo, con una especia libación ju­
rídica que nosotros no leñemos, tomo «..dos comeptos <o-
i o una falacia, noruim decir que las Fuerza» Armiida«
timen la oblipnctón de sostener Ins leyes y el orden ’ti-
ridieo y de ahí extraer la conclusión de que todos los ciu­
dadanos están insertos m esos deberes militares y que.
en consecuencia los d ditos que pudieran cometer se tan.
delito» militares -•tesis que además fue defendida en una;
lioim Interrupción al señor «senador Micheilni, por rl se­
ñor Hiibsver?'t'”-lo d* l Interior, quien habló de los deb?res
que <eni'i’vo; todos los ciudadanos de este país ele dei m-
der la patrn en ¡xltaro no puede ser fntorpretade de
o’ro niod'’. !• Lo es, mlemá.«. h> extensión dól concepto, ron
'•!< ! ta reminiscencia a la Lev de 1940. por cierto, que pt ác-
tir,vnen*.c no se aplicó y e tá en desuso. No conozco que
c>ta ley tenga realmente vigencia en ei país.
Hi i «’.id i ciudadano dp este nata que no estú prepa­
i P1'1" inmensa muyera de nuestro pueblo no srtbe ma-
<■/.i:,r un ; r;na- o 1“ exige esta actitud, e.dariamos crean-
ravfh”»rln por
los 1" y 2P expresaban que tndo habitante tenia la oblipa-
cdón de defender mi itarmmtr a su nais.
-•y s; ,o so teniendo m e ta materia los concentos iue
han ’ Ido triddoa a "'ib o incorporado a H» actas merced
:t la intervenrtón del señor senador Mlchellnl y me siento
solidarlo con esas expresiones expims as,
extensa e Internamente. Lo mismo con la opinión oí te­
nida por el tcftmr senador Erhegoyen. Presidente di la
Oimhion d■ Con. tltucíón y Legislación del Senado.
Además, me importa mucho hacer alguna definición.
Inxívtenteniente so ha hablado de un régimen de
Derec ho que puefte estar en peligro cu reto« niom< ntos,
por rlr< unutanrtatf que todos ronocemoj. Ÿo me hi go
esta prego i. ta un poco en vot alta. ¿Es que. rea’mert?,
<•1 régimen de Derecho trnpera en el pata? Creo que io.
porque hay mil ra/onex para explicar el de’eríoro «leí
régimen de Derecho. Ahí están lux tnhirttcla» que »e
cometen. 1« gente a la que ee explota, el des cono" i m lento
de las normas IcgaloN y la Constitución El propia ¡io-
Iik i oo tomu dei ilíones contrarias a la Constitución, es
decir, qm* desde las nltas rutaras de gobierno »«* ha ca­
bido durante año« violando la Constitue ón. lo qm* trae
romo ronMwnwa inevitable ert ’ deterioro d<»| Dereí ho
< n nuertro pais.
Además, no <mti"ndo cuando habla de Ir <¡tu> en
#4 Derecho, porque tu* quiere confundir, pues na:la tiene
' fio que ver ron c! derecho dei pueblo a atender su
»«dud, «•i educa* fún, 1rnt'i lf> q«io < I
constitución^ reconoce y que tenias vere.« hn expro-
«ado en 1« manida fras^ del progreso manuscrito col
'.-m ta
I2804IH
articulo primero « tarta todo M andamiaje? ttn-
dtaionft! i ■ h rtórlco y <•! proceso t|U<» se pretende Imponer
i través do cala inlcliit|vn; «erá un tributa muy «Ht» y
btireu table que fc hará pagar, por extensión, a todo el
¡/•ot porque ai mírame los diarios y leemos loi uomu-
 mVfHto» ú»- Jas Fuer/íis C’on Junúu«. vcmoi cómo en todo
el país continúan lar dotcnrhmr<i. |<>w nlbiníona-nlon, tas
torturas, los <i«c»inato«. T<><lo rulo me hace pensar qu<'
cao no va a vallar con este proyecto, poique «i para
eníumtur n drl( rininauo nio\ imíi-nlo basta«? la repre-
. ión, entonces, que nc impon xa hi pena de muerte. Ya
vimos lo que ha pasado en Iti Argentina, donde se irn
plantó en la época de Ongama Pero cuando secuestran
a un rvprvaenianh» de la Fiat y encuentran iru cuerpo en
la cárcel del pu< blo, y se <l< heno a una persona. no
vemos que se le haya aplicndo la pena do muerte Esto
quiere decir (pie las cosan no son tan tacita» cuando la
represión es muy dura.
Por otra parto, el pueblo, en sus manifostaeioiieti
< «itudianliles. profesionales. libreras, do productores, co­
men anti ■, i t . muestra una tmicad tan actntuada como
nimia se ha visto Lo úniio que se ofrece como Holurton
a Ir gente e« la represión, que mporla mije* di» mlllone*
de pesos de gasto que debe pagar el pueblo So dice
que el gobierno no tiene dinero para atender las nece­
sidades fundamentales de la cultura, escuelas, liceos,
escuelas i» dustriales, universidad. etc , o para abrir
fuentes de trabajo o atender loa hospitales o hacer un
plan de vivienda que sea efectivo y no sólo en el papel.
Í'odo ello no es verdad y I» gente >c da menta de (pie
b dinero existe y en cantidades muy importantes. No
emos podido saber hasta ahora, el monto cta lo gastado
en las Medidas de Seguridad, aunque he iiniintido varias
veces en Sala, hemos hecho pedido de informe« sobro
cuánto si* ha gastado desdi» aetiembrv del 71, cuando las
Fuerzas Conjuntas no hicieron raigo de hi lucha. Nadie
lo sab Por ejemplo. s»< me ha dicho que hay gustos
que se documentan en una hoja de cuaderno, gallón de
alimentación y víveres por 7u0 ú Hita mil pesos, con la
firma de tal persona y eso se paga para no crear mideatar
en el Ejército. No he visto documentos pero es una de­
nuncia bastante fundada. Kn algún momento quisiera
sabor aquí en el Senada, lo que «o ha ga-dado en las
Medidas de Seguridad. El Ministro de Defensa Nacional
no ha contestado, porque no lo conoce, Pero deben ser
miles de millones de posos. Sólo por dio no gosta una
fortuna en nafta, repuestas, oto., todo lo cpal paga el
pueblo. El pueblo uruguayo e*tá pagando nu propia re­
presión. Lo hemos dicho muchas vocee, que e| pueblo
uruguayo tendría que lieg«r a una resteteneia civil bien
organizada. No tendría por qué pagar impuestos ni con­
tribución ni mida, porque en el fondo hay un absurdo,
porque es desmentir una filosofía popular el estar pa­
gando para que Húmente la represión sobre el pueblo.
En Francia, por las ennu leristieas propias de <>«0 jxiís,
^^ha podido hacer operaciones populares impoi tanta«
s<‘ hizo aquí contra aquel préstamo compulsivo
no la Ule. a(|iif’l atropello que qiicria obligar a la gente
a pagar el 1(1 'f sobre los gastos de la factura, lo que
finalmente tuvo que ser rc¡niegiado al pueblo. Lo mismo
ocurrió con el registro dr weimlnd, que forma parte do
toda esta invasión al país para dominarlo y eidrnngiitarlo,
como se refleja en osle proyecto de ley.
El derecho a la resistencia es lo má* sagrado del
pueblo y no lo puede Abandonar porque sr abandonaría
a sí mismo, fibandoniiria el camino último pura di fen
df?TR<' como pueblo y como Individuo dentro de tu m
tfad Nadie puede cruz»rae dr brazos para es pe
el hambre y la miseria le golpee la puerta.
(Mantfeatadoñear en ia Barra.)
OtOW PRPJMTH5NTR. -J- 8<* advierta a los __
*41?*« « I* Jtarrc qw» ■»den hacer ningún« clase
4c ie>t>.*4cr eg.
f «RRO -- Valge aqucílo <tel caballeo es-
/r rn» -rim» Or ¡toes««*. «crsp» ta rapa »1 weio
í y m- mor.r 9^' itra¡ípr»7^ »tm* ««'.• nv lo <fei>e
’ f.íeíi. 5ló *< .ufem4ñ. 4 rmrrcd írf Cor.jtiífu-
ción el embarcarse en una gran res «D-ncia popular con­
tra esto régimen porque, ademó«, hay recursos conrtity-
ciorales contra esta ley, no sólo anta la Suprema Corta a <
de Justicia. Hay otros recursos que los puede tornar pl V U
pueblo en sus manos para enfrentar la incomprensión o en los albores de la guerra independen!ifda; las ubicamos ;
<1 en »le dt> poMibílHj.idv* de progreso y b.ejp ¿.a.i y puní
buhar i nutra lo« qm» ii.nrn ».¡t.i -ínuyurííi a-cdl'.ntal y
li.intidona pata ¡opi.u de.« iinm,;d<>.» imjcl)\<js que en­
tuno no son lo» »'bpuv'di ó< I ih.u>, id en vt.rmi.,1 re le
(pílele sacar dr oki<* po,u tiágien en que w encuentra,
p<»r razones eevm»mi< us y sor...¡es que priman» nú-mente
rebotan en esta Sala y qiit ¡c- t-xpitsan a iraud i!c todos
loa sectores político» y ue í<h hombres mas rtpn*aenta-
Uvoa que ocupan cuta momia con reprcflt’qLickón opular.
Sk-mpie hemos dicho que la ii.stona es un proceso
de contmuidíid y que ni *u hace a tajo«. Por mái fuerza
íii'H.-d. vapitituul y prc«n<. amento q-te un hombre tenga
Miare su pu» blo, llene quu reo gt-r las inijwts irndicio-
n<»¿ del pinado a los < fi ctos de pro.»ectarins tn edv pre
M-nti! y lograr voicar,«** hacia el ful mu, que te dos dc-
«aim a?» ¡o mas vml.rüw paro vsic paú
Pero cuando 1-üHv w hubi» uc 1< ¡» Agitadorhí y de
la sean *ún. de geulv que im lien« mentido nai tonal. que
ademas vntrcgu su vola quizá por un placer realmente
imposible de entendí r ei» tus razan s mas profunda»,
creo que es opor.uno que yu lea algunos parral os. que
si futran míos no tendrían ningún valor, pero que lo
t ec.en y mucho en la hora actual y que van a impedir,
seguramente, rl que niria alguna interrupción o algún
grito que pueda apagar simbólicamente la voz del razo­
namiento.
Tengo, acá. unor, pengumi'■ ritos que vnie la pena
que se lean. Dicen «i.hí: " . .limitar, . . la acciór. de ios
agitadores no <■« solo limitar la libertad, i-s limitar el
progreso . todn i.uova idea' idea que por má» pertur­
bador» que parezca cu un momento dudo, pueda fructi-
fii'Mr en un porvenir mD o pu ños Lj.ii-o, vmpi jada y
propagaba por h>« ngdiidon s El guui Sócrates pareció,
K'n duda para lo.« griego«, tcrnblc agitador, desde que
lo obligaron a beber cieuU El mi»mo Jesú», que des­
pués ftie un Dios y que aún sigue hiél dolo para una
buena parte de ia gente, ¡o fu«' en sij tempo nrás que
un atrevido agitador. Y agitadores t»on y «eran en todas '
piirte? los que «c levantan contra el i ritcrio dominante 4
paro señalar nuevos rumbos. Por eso son agitadores los I
patriotas de Rusia que so levantan contra < I absolutismo 1
del ¡&ar. Por eso r,on Agitadorrxi <n i»>s pui bies monár­
quicos k*g republicano* mditantt*^ Por e*o, en las mis-
mas Repúblicas, son agita dones loa qúí entreven cam/xii
más amplio« y máa fecundo» para la ípdwidad ¡i imana
que loa que ofraco la míe ni n República. Dejemos jjuú«,
a los agitadores que se agiten y agiten L'cjemca que
su» Ideas, por Atrevida« qut ni/tí pnrezasn, elrppíen y
propaguen y «e discutan que de la discusión Je laff
idv.-is siempre brota hi luz que ha alumbrado el por-n
venir de los pueblo«! No nos alarman las exageraciones
de loa doctrinan porque dentro de ellas pueden encon­
trarse los prirn ¡píos do verdad que pueden sor
de grande« ideas”.
Esto, señor Presidente, lo escijbjó, en un digi'io de ;
Montevideo --‘‘El Día’ -- el 19 de junio de 1905 (hace
07 años) don Donrngo Arena. De lo que »»wríbió. hemos »
extraído su¡( párrafo« fuiídnmentales; podr amos incluso,1
hacer otra lectura con respecto a e«ta pesie-Ión, ¿
Así, se dijo, también, en una oportunidad, que “Los
in-gímencs opresivos son los que sugieren y anmsntan.-
¡las ideas revolucionarias. En lugar de abatir la prctesta,.
son ellos los que le dan vida y la hacpn Hogar a 1«
violencia”. <
Hemos vkcuí,luido con alguna preocupación, ciertas
afirmación«^ del señor Subsecretario de) Interior que
habló de que había que colocar ledo bajo jurisdicción
militar para qu? se p idiera frenar, definitivamente, todo
brota o posibilidad de insurrección. E hizo una incursión
4* carácter h st^rie«, para señalar que la insurrección
y í# Ql»p h*hh apjirmidu
ahora', que era ciuneterísticu dé |ni jiiíovM ¡lempo«, de
ia vida moderna, én Ja cual «urgió en la forma por todos .
conocida. O T e ✓ e
J Yo digd" que la subversión y la nffurficrtóiP eslln
 c.i !<•« hombres do mayor krarqiiin que pi;»t>gonir.uun o ipirU c-»' 'ino o «■•»■*'u ■ »•>■! ue(» i imiccia •>, «/ai«», »»»n
li* Insto! hi nncioiuil. I ,;r» eiiomitriimmi, Ihiomin, >i Ih,«**, ,i i.'ii- >» i-.'if. «<•»’.«¡<> .uitiHii'ii «iiuacMMi < spoil!Ki| muy •"»*
(Irl sight pastido, rii Ins imiuid.i« d»f Aparqm S>Hn is < i< < ,--»u i o » Vii- »* i ipwiì «»•»' qué iìi!KÌ'i,n"l**. y !,'»*• »
iguuinionte, a principio* Ut* vslt» siglo, » -un ivi i al■ ii»'v«s Ui'1,1 givo* ol;u-'4klrt.

Loa otros (lías miraba alguno» dociuventOH que p<> !'>1 rip, Híi’/r Eri odente, traigo del mucido aq.mi ’’i*
seo, que tienen que ver con reunión«« roalizmia.s »•»> J9O3 j.1,1 • p,( H,. trilla presen te en relación con I.h ex-
y con actitudes rctniltirlnnaiiax iii< l.ii>4 Y. tvimnlc itu, . a .pie ilcp'nr Ih aplicación de este proyecto
monte, tanto en uno ( (uno en oiro ano, amconii .»mo« iie| • » i< ,
mente reflejada una forma revolucionaría i arnetcrnitH a
1 r,i\ tiiiubsii, oh -HiHi oliai dispoMéiones, pie 'dieen
Estos son hechos claros di- la h «.-tui a uTognaya. : . ।-u t ti b»-<ii o t. ie.v c *iii» td de cjsx'utar actos direc-
que Ib. nen la pr» .-•< m »a <ie nimba genie .mpornint»-, y ,1 ■m 1 », I" •.,!««! i>< »:.» »'.cui o UIM JMI’C de éi,
t uya filosofía, intención y proposito, citan >.< mío r.mi- > i .»•.•. e •' i< un r- ir»'", ¡h» < xiran/cn'». o con vi tin de
diados por nuestros hlsiorinciures — una 1« gmn que e i-t■'-, >.u..j la Intcgihuiu o aiterar la uuidad del fc-dado.
oslan rectificando rumbos ce, invoco dos de mh rpret'K mn
histórica, colocando las cusas en su» v< rdndvroH tórni i ., »..Olite >p'-e M -e Pier», de alguna manir», la rea-
nos, dóndole a lo que es uursit.i pu'.iui ki enm»mnum ( h I «n u» Mt-hm de r«(n mdhiniv/a, jxa |M«itc* de un gru
auténtica que corresponde, poniendo la (ompremmm y Im i i<> i \tiaii| io, t ndtelH' » » lesionai nue*<r:< subciHliUl,
el análisis de tales hechos, al ahumé de la inquietud !.,u .uH'otn.r», j»»r ti, mia de su capacidad par» ini-
de nuestros jóvenes, por cuyos dosi.nos estamos, de-uic i » i<. nti liuto», estati in jm.i >s ni defen-a del pali. Pero
luego, aquí sentados, tratando de oponernos, ron toda« io <(■!»• y.» ult. o» >■- <psc ¡/i m-turia de esto» ultima 13 «ños
nuestras tuerzas, a la pos-bilidad de que salgan leyes i> > o,..|, < ,i ,<f, ■, ,rjia< *<»»>»"•; -m dele¡K«a de esa «ohe-
como esta que, precisamente, van contra aquellas mt» n ta-.ilt
cioncs, aplicándose, de cualquier mullera. cuntía nuestro
pueblo. i lo, , < I aervii Ai'ito Imi aubrvvolado
i>. i, de i na vvz nuexito f».-tin<»ri»i - y iu niuW* lui "'M
Yo, eeñor Presidente, digo que nos oponemos, en iipi-t r» a ,»». loa» ,, dicem mo- <mi gadua de rxpiusitos. >' wl
forma absoluta, a este artículo ly, por cáim.'ir que < ! % |.«»r ina - in iaiu». io icjfTioH que, naturalmente, ten-
país no habrá rie tener las soluciones que rtclaina, <<-n .i».» <p,i» i>;»iwi e p.(«iwid» p».»r pain? de nue»ir<* gobierno,
«de tipo de iniciativas q uà nd- po. HUi-pmn inivhdn.

Con respecto al punto di» este atticulu ' Ktivvlu- ।, .. m ;»o pudimos w, desgraciada moni que m*
ción de Secretos”.... pregunto: ¿qmén aprecia lo qu<* es huí o.o a 'oiitia ¡a i»r»;ión de la Marina ¿ugcntinn, cuando
un secreto militar? i.A .iii t la i'.a i un ilen lAzmmgucz, emptt/undn a eonxtrutr
< । /. y (•. joitiu»? a !.i« com uruguayos que aiU habla.
Oportunamente, sonor Prcmdenti, i l qm habla vivió,
en forma directa, un episodio que traigo del inutidí» al ra M pirdii i > dHmnivammte i,*.»n la i»la, como
' ! i i y» 'le dr f't <« chin ae la <Eí .Ma(Un García, forma-
(’reo que en 1937 o IH.'ilt, le d nm.¡ difusión a mm <i< Oi . ■-< p.»i «mil- ite*, y >Ki o| Hendel la »»uiX'ianiU por
circular que el Elérrlto ludua d¡«tiiiitn.ii» a itiniu !<»« ,(mee. ah "» a la invocan jm rmanciitamcide,
regimientos del pais, valahh cieudn ln o|»iq;a. mu de que
Jos oficiaii”» reunieran u su.» suoaidiñado.», en <d p<d¡ > 1 i HKi.iK.'. Ei Bfdetín del Mi-
de los cuarteles, para ¡e»’i ira aquel dotuimnhi í\'m1»i!i».»f> >.« Eximiré* »k« nuestro p«us, publicó
conseguí moa una copia d< l mi*in<> - nos 1¡¡ proporc oim, ■ i¡ i m«> i .'mnimp.lz «•»« una eunUnuacsjn do Ja
en aquella época, un teniente corom 1 hoy iallec.do, un i i.-i decir, nubliró Ja teoría aigcntina y
hombro do gran prestancia y de extenoos conocinmmin­
en la materia de las complejas leves niilihin s que th.no
nuestro país— y Jo publicamos. Por él, a> ordenaba a .< d< ¡.1:1« i Se wh entonen«; que Jä invo<
In# J-'feai de! Rcgim ento que v g'laran. atentamente, la »J» i>t nacerse mim *<• fia efectuado
! <r,a,t.
lectura que realizaban los of imams y mm j*n> >m drierxlrrla era detarrat-
■ ;h»' diat i .. libri»* ; J » ' t díi.m. !i .»n mi
i-iv. là. mam del resto <)e la hi*U»ria.
radiales qtW' escuchaban, con quienes cotivcrsíibim a I»«
salida dol cuartel y con qué pemiium tenían nimxU I » n >. » a >n i»> Mti>!»oohtiwm Io« aviimaK
clubes «oclides, actividades deportivas y deiini«, !)»gu cm.hc- 1» < i
t to»’) v.ihmfeii am» juumido a la
que- esto a noaotro» no« indignó, tal vez ¡ <>r nuestra iiya, .1.10 oih'hticM, m4s rein ados y uno en
mentalidad civ.íi-íta. no podíame i^nctbir que i>c come­ uh »1 \ ii r <i- lit iguse «1 (’«>nsep> Nocio-
tiera tal atropello contra c ada ono de k»» mt< grao les pr.H» . ,n bi vi H-r,»ament«» i«»i' uquelhi ma-
de nuestro Ejército. !'..•» ft » |.| que e*!<it»a cn. a*.^it i-
i.ci-i y h- .»■:» relUitdo.-«, ImiihXfii liioron
El Miniatro de Defensa Na1 ivoal de la época, llevó
hip "lo di?
el asunto al Conrejo Nacional do Gobierno, »oslen ion do
que aquella publicación que habiamoa hc<ho de .’a ir-
rular, - - dándole estado publico - (onst’tuia Ja vi-dar ón ■ Sop SINGER qué año fih' f-H'-t mJcu «
Miu>
rwOW-
de un secreto y que hubíamos c-mv, l»do. en / on^-rio m u«,
el delito de traición a la palr ti; y r*” l.'-»’nubw, entonce», .MENOtl tltP.Q, • i áte epiMMÍfo ocurrid nL *fk
el trámite consiguiente que cu minar.x rn «1 'twlmro •« h • /«#■>.
de nuestra condición de legWadoréj. 1’ñ hombre nu'h>»
más inteligente que yl Ministro y que algunos o’ro« con- nitriti e-’o » »e ruso r-.Hmtgnarlñ. pero «lebe formar pnr-
«ejeros, con mayor sutileza que < lio?. me r*-fb r<) «J ' V fif ' 4i**. i’it mt moment'» en que el Senado
señor Luía' ihdllc Borres • no Ir (ho andañc<-rlo sí * ,»», ♦>« • pm JtroPM Mdilare« la rapi»« ación de
temulento hecho, porque enóndia, entre otra» 'O»»»» q i»* * a m* «p>** uk bo por wt *eoor srriMlor Micha-
aquello no era la violaré,n de un «ern !o militar m nada repellilo, que ello« no
por el estilo, romo el Secretarm de Estado rcf«-ndn y ■k' ' ■< j tu indro 'ndenria, l» vx*twrìn ni la ca-
««t.orra enlrndíiin ,i)(.nni'. Nam« ’»fen>lec‘s<' raJ nrHastarw* por
.ps< » <»«ic» uriiM*, »n la <'omisión, j
a Iti^iUii <1 mddicwf im« t» c,»q feiMuio, c<air> un rr^oms'imiaiito <*x- |
<> rtf q • 01 ,a i • ie » ail ’ or *»u . «M il ídem*.uta. ho ' b (■undielnneM A* i
euarteh * - ■ 'ec l,y 0'«* ** ernratMi q
de secreto militar y $rrui r.ixugado. a jo r.'•»■■0, j í . ■ .1' tí'1 », wi
..'n.,., )»».daiidul de so rectifica
1054
U0»»W bi
o 15 aftoí do cárcel.
a*» JW Aquí, ><’ iw> «un pmc¡u< »‘bdeeií, ya quo las j
I eiuni s<. h-m tM»*»radi> de tal ind'vce, qip» n<» pU0dñ beber
al i.-i- id<ei‘lud iliIH'lpi'U« y »'Hin 1», »'S pí»l (OI ' ||‘10Hlt lo
lèse 45 4

Estn iitalic (' han yi Asentado tmciniiins ¡»ar.i <¡ te t *to
sr f. j'i iju y para «juc i«s iqHdarion» * puedan ser devinta»
¡inte la Suprema Coito* He Justicia. No podemos quedarnos
tranquil«.« ante su rliuHurn. Qiirrcnv..*; creer que aquell.»
hombre*, que también tienen su rurazón político, ya que
mu» nombrurniento» ^e harén jnir un órgano político, l;<
Asamblea General Legislativa, w jiondrán a la altura <!*•
su mejor historia, cuando e.stamo.s convocando a la Supie-
ma Curte de Justicia pura actuar directamente en ci to pro-
blcma, l>e ahí que estime que es p»echo hacer correcciones
de fundó. Algunas, quizás, no prosperen, pero olías id. Creo
que la libertad anticípada, llene que estar y debe abiiisc
una posibilidad ante la Supieina i'oí te de Justicia, ¡«urque
de lo conten lio vamos a hacer «!<•! t’iuguay una inmensa
cárcel. Ante cualquier de rebeldía, vamos • tener u
nuestros compatriota** metido* entre rejas, ¡>or lo que lle­
gará el m ímenlo *ri que se ron.trunén más ruarh le, qn<*
esencias. <‘100 que e.o n<» es conveniente, r aí todo, lo»
respetos débi l os, sino que pienso que *-s muja lo contra
rio. Esta iniciativa es tiu irfrocfso. Eli un momento deter­
minado el señor senador Ni ¡chelint <tijc« que esto sigmlicnba
hX» antis de atraso p. y» dlg t que implica mucho más,
pw i menos 150 años.
No hubitra ¡«usado jamó», »1 vdveí ti integrar lo«
■jL'e.rpo. jrarianH-ntario,^ que ibamim n ser aclares <*n la con-
teractón Oí e<< « temi»* de ia suspensión dv las garantía»
indi««doato» > *1 estado de guwra interno. Creimos que
nuestra función Hmi a ser otia y que. ¡xu ende, nuestro
destino tenia que m*f difeirntc. Ya que estamos en ía lu­
cho, a la cual no pxk-nvxs renunciar, debemos enfrenta! la,
. restallan do nos a soluciones de este tipo.
Tengo aquí otras opiniones que se expuMiert»« corno res­
puesta a las coniultas que en determinado momento «e
hicieron, que también fijan su itone!>n «obr<» la lurindic«
clon militar y *r expiden diMiivorablciiiente.
ijuftlii t »•nloncr-. que cite m líenlo P, en un «par*
tuda que f* it iiriM al liinrloiia ¡<i policial o «Id EjMcito
que aprehende ¡1 m, > ¡>rrs«imi y, f*»icojeando r,»n din. no le
escapa un tim. míifániohi, m- acuerdo a la ley. queda exen­
to de rcspoBs/d’iüdrid y exonéra lo do todo pna-cuo E*<>,
prac’.‘cimente, r >u lit* ye un mtifú'.td*» paro matar
Ei apartado (>v del milenio iM, Atvntriili» cuntía la
tu¡»litución’', dice que ‘al que, por netos directo» preterí-
diere cantatoti i¡» Comtitucton o la toma de gobierno por
Wm'Uíuh iui admitaluw por id Derecho Publico Interno". El
jmartado 7V, dice: Lai» inumali pena» w aplicarán a qulc-
Hm incurrieren en alguno de lo» daliam tipificado» en lo»
Tfrcisox pj'<x^d<*nl0K en favor d» organftucionei subversiva»'’.
Con referencia al «¡»»otado (í<>, ye» creo que Ja ( unstL
melón ha sido cambiad» mucha» xxkw y en un acto» típica­
mente subveriiivi», sin que nada haya pagad < Ademán me
tamo que estus si tít ulos «irven para tusn ¡iíjhm en el pata*
Habrá quienes atcnten contra i» Orn*til ación, itofcto la« af­
luías sin que les pase nada y otro», en cambio, que |K»r
actos que se le imputen de atentar contra la Coniditución
-a voces, es fácil generar una prueiu en las condicioiw»
«ti que se <*>.trt di’teiilendo a la gente- •• ddicián cumplir «U
pena ll:iy. ni. iii»ió)i 1 init<n. de firma* de decía racione» en
ÍIVÍI’I • i • .. «;'■.*• • i, ’ ■ . ' O ,:•>* ,n L<‘g-
ntim, compañero <i» 1 Ereme Ampi o <11 (’.mcú 1 ir-, que fuera
detenido y encapuchado cuando «alia le una i.'iinion, hace
uno» 20 din», u quien so le exigió que firmara dos pápele*;
uno era una doria ración d» rutina y (I olio, un simple p.i
j>e3 blanco. El ¡le>> una constancia nferente 11 ese hecho
Todo eso nos parece tremendo y está dentro de la«
manente» e inalterables potdcione» que *e están adop-
l)clx«mos ¡namíextar que r» ím«sir 4ef Frente
Amjdio, IvrnfM presentad*» ii^mwa ariir»il'r« ««istitutivo» de
los contenidos en el proyecto de h-y, n/rfo e'»n le^uecto a
la» tortura», -irm -le r-;r um.»- -4r * ■•.«*' -^.ir y. ut<iTy^
úf aprobar^-, dr-muiuii.an ia
05 5
• - -j
t omo nuestro propòsiti c« no dilatar mns de lo fumo- i
o.'iuie ia cunsiderftcion de est« tema, haré tres preetaiones á
pinta terminar mi intervención «obre este allietilo 1^. I
•>1
i a pi une» a de rilas, ex que rompa» timos íntegramente j
uxin la uucunMnitadM exposición del evito»? «mador .diciie*
imi y todas «us resultancia»-
i>e aprobarse este proyecta evalcnteiiM ole, tere tren io»
qu< miri poner ei rtvuiw u« UKA*iulilucianiuhiud ante m *su- |
¡tirimi Coite <le Ju.sIkm, p*ua que ola, cu aU*nch)ii al mo- í
meni*» diiícil que vive el país, reivindique «>us poie&umes y
i.UhiqiH. cuino noautrus enlcnUemua», de mconsl*' ■ — ■ *-** rt«*
micitttiVM,
Ln sigunda, cs quv la juiiMiicción, miniai que m* imito­
ne ¡»or mie pi erete, liabià de li iter al pai« iruvnvemciiiv* J
miKh’t iiw» miptir«unte», mas huiimm y tru-cviìucnlcs uè km
qu<i iiigunu» pretendali sopriar.
fai ferverà, qia» ilo m» ha dudo en Saia, jp>r nmgun m'ii< r 1
senudoi que pivstigie n vi. te cste proyecio, argumviitus mer­
le» y soi»d<»s, contra lo* que se divn>n en su mum ¡ilo, en
opobicion al iiiunu». El senni Miniali0 dui indimi' y ei .a \
nor bubsecteiurio, en su» expotsiciones, no bau ap >rtad(» 4
nlngun rlemvnto nuevo, c<i|mj ue conv enctTnis de que no
»<>» huUamu» en ei cairn no de la veiuud.
Por otra parte, mudo mi discrepar* iu y n.l recha/o,
et»inu senudor. ito h* au«<.*iK»a dediierada, en p-4<» ci irai*»-
curso ti« està« troiaa, en ia ci,Gsi<,er<icion de Imeni tivù t<m ‘
iinpoi timtv, Uvl senur de Dviensa 5.a. ional, Gene-
mi Magnani, qm> deblu sci el pruneto en lliqpn a itola y
ei ùltimo en retlr&rse. Est» proyeetu pasa a la Jusucia Mi­
litar t*xta» est*»« ikdHos que jxMftJrn mt cumetidos pur noesi-
irò» c>m»}Nitriota% 0 «ea que la vula end oc! j«ais Ocxae en
favee ito ta vida militar, del punto? nuncn y de ias rucr- <
su» Armatami, por io que ei .dintatro «tobió eaiar paia dar t
su opinion, pura contestar piegante« y tespoiMrr a preo
capai ioihmi Ivgitimas qua twuvmo» io» «enudorim, •<
El Mmistiu de L»cieusa ^iacimud no lui venkto ptwtk |
mtd;i. .se cui 110 el iunior ¡/or la cane —no quiviu liacer 1
mu< lio caso >ie cado, uunqu*! mi da.'« que mch.-u se dw la
» «li* »a en i'i»*rlu 1 .mai >iv |vi«.-unvi| - oe qua iìmu**m itmui- #
< i.uii» <1 t^uiiia । "1 burrih». ¡so »te »i Ch<» nv c -uiunuuM o ’jj
fi », pelo Or < umquici mancia, *>l no >0 Inzu basta vi ino 'J
iia-um, hieti ¡aam n.iixi venni«» •i^‘.'i a iiixiiin-.hir que no j
s,- qui'lai»a en rsm.i pi.iqm' i»<*<’lu loiliatiu hi u.’ M,iuciun ue '
l't’iiuiit'iur di'liniln'«.nenie a ,111 K<ogt». cagrnai (« me que vìi
r.*C caso, comò ci .uim.it iio »ir p», ivn.-.i h«.>ji ih» ¡>u*<»c
queiliir acélolo al por un mmmo, »■» gobi, in<» u.io>,,i m .-.ig­
nudo a quirn ¡ludiciu siqilant.iiio, qi.icu ¡> iOo n.m* r mga-
du, tumbien, paia uslxtii u la cominciauoii de csle piu-
yeclo.
De t<»da* uHincras e»peramos que el Minutro de l>e-
f’iita Nocional se hará presente en la Còma,1 a de Kepi»;-
MPtHante» a electos de fijar criterios y opiniones, ¡xnque tu
dikcusión no tu* termina acá, tita noche, .-»mu que Un inno»
la e*i»erniiza tac quo nuestios compañeros habrán de Junar
titm frontal batuda en la Cárnuia ae Repleta!litantes para
cvilur hi iiprobmiórt definitivi! da esta iniciutiva que la Co­
misión de l onstitui ion y Legislación nos ha uaillo, sm que
nosotros iiayamu» ¡nxiálo leanzur U catüitau, en piulundulad,
a que cada legislador tiene dereciHJ.
t on estas piilubriiH, kenor Presidente, expuso itabd» lúa-
mí 'ipuMviiin ti este aniiuid IV, qu» habrá ito votar en
ti a. ¡>oiquc ('n>u, repito, que los peijukkte que hateé
(¡im.iil? al ¡«ita serán, en mucho* irreparable».
Si-.MiK PRESIDENTE, 'llene lu patita a el señor
senador ll'xliigucx Cumusso.
SE51OR RODRIGUEZ < AMI >SO. • Svimi Presiden­
te; en términos m»iy Miitéhco*, ni ¡joco en rii»ón del can­
sancio que a todo» nos domina y.< esta altura, y con ¡»lena
conciencia, naturalmente, de la i ugu t* im¡H*rtiinh" tarea
que aun ¡esta en un pio><clu q e cumia de .'>4 articulo»
.qo*' .e|CpaG. |.¡¡ I.u I |o«p . ,*JJ -.4 Jn
liuvshii iuliiT|»td libri luden y \ t irnl ifMfftaiM m»«
y.,--. .-■•?- r--V-.-'1 - *•
’1 <'v v 4 .' J
 ""............. 11 un «unir i""-'MR (. ■ i m ii„i, ।
MBWOR FRRO. — Srfior Presidente: el Roñado non
ha «suncharlo reiteradamente denunciar las artlvldadea
del Escuadrón de la Muerte ni este país: que adema* .'d- f 8K»OR ERRO - - No te vototto ette artictíte, paf
que entiendo que va a facilitar h comisión, por partir
del Poder Ejecutivo, de toda clase de desmane». Ltl
jrip’ actcandn y ha mmrl ido. «hace 4 o ft días, también
algún delito pravo. que pasa ei que aon concepciones políticas distinta«!
hny quienes confian en el Poder Ejecutivo y quien«i
no lo hacemos. -
Mo parece que en esta disposa Ion que se pri'N’iuUi I
po'1 lo. mlemhrox ello- miodin en una Utuiirlon distinta Los representante» del Poder Ejecutivo van a ea»
a .itriu per «mas. Pe die/* "Serán cmdlpndo’i ron iwniis l trar <n locales * indica lew, incluso de enseñanza, oritfs
de 2 a 12 años de penitenciaria". nandú conflictos de toda naturaleza. j
A ese Escuadrón de Ja Muerte, que ha iresinndo ju­ Es por tac motivo que no lo hemos votado. i
ventudes cuyo nombres heñios citado v que hn Mui)-
zado toda ii dimensión nur tiene en el pan; .se le
trat .nd । en forma Indiscriminado. mu penas míe aon
menores que las qu« so aplican a otras peraona.s que tie­
nen móviles distintos Por (so insistíamos que el trai rí­ BEROR ERRÓ — ¿iíe permíie, scAor PresTderiíii? (
menlo, desde el punto de vista de ¡n pena, tenia míe ser
fiiado ríe otra manera, motivo por el cual piopomamo- Hemos proentado. con rl señor senador Michelizi,
rde 2 a 20 años de penitenciaria uno«» artículos suatitutivos que fueron repartidos, por­
1 No J?e escuchado, señor Presidente, ra/im™”'vuiede "í que entendemos que este artículo es absolutamente d’-
ra - j '.'ro oponerse « la posihiií addie modificar esta dis~I fíiientv Soy de lo» que crvi'n qúu este tema de las tnr- .
tpodclnr?. J turas —lo dije ayer no ha *u<<» estudiado ton Ui di*-
tencíón debida. Es un tema complejo y muy impártanle, t
Las denuncias que a través de estns »m.’Hi'S hem<H itlo ¡
acumulando en <•! Senado, en la Asamblea (leñera! y
en la Cámara de Diputados hace qu<‘ ilibunioii lerv‘r
una consideración especial -sobre cate articulo

Pido que se le <!»• lectura a I >s- artículos sustitutlvns

KE.'NOR ERRO. • NosoIio.h, que n<> oslamos votando del y el 8$. es decir. Jos que tienen que ver c<n
t<* .trl'í' flo. por !<> menos, queremos dar una opinión. el 286 del Código Penal y se agregan algunas circuns­
tancias agravantes especiales.
f '- tf mt «’uto íií'uj a en rt (Vxlico |‘en,i|, jx’i o, evidente
mcHfe, cu.oído *•! doctor Irini tu (íejeiin »«’duelo ente (‘«'»digo, SEÑOR S1NGER — Están repartidos, señor sv»m-
dor. Lo que podemos hacer el incorporarlos al acta, pepo
e-itabo muy h»,r»s de prrjMrr en won teciin ionios que h i su- no mo paree» que n esta altura de lo» acontecimientos
cedido con posterioridad, y que h >y esl/«m<w viviendo tengamos que soportar un moco la tortura o el tor­
Eji nmv romun que a aiutili soldado o |»olie>a mi i«>
mento de la lectura después»de haberlos leido todo« «n
o c ipe un tiro ('umido < I incidente de l<»s maestros. de l«»s
nuestras banca».
ultimo;- dia-, fi iit<* al Mjiii>teri«» de Economia donde Ir.ih»
SEÑOR ERRO. — No tengo inconveniente en que
codio bendo'-., m- pictendió ¡usi li ira» el hecho dieiend-,
•«• prima la lectura, pero quisiera saber si quedan in­
mu
mi«- (d o.jdiido ...e Ir v-cu|xi un tiro. cluidos e»t la versión taquigrafié»

ERRO f’efior Iheiident»' f»uedo (Megaliti

.(■a- « n «■• Senado, lu’i■ (.• c >’as ।sùalwas q >e arai».’» *>’■ p»<i
kin(iic<.e cì -in i' a*<)au *r Et-ueini Aldo; tuie, su,-.. »;•;<- hai»« ■'<
" i ,a r.i.isu <!«' ju.'f aìi acioc naca l««s t inci»»nano< pciierdi.-'
a mi. .»laide ; ilei b in cito Ya han esisti 'o iji'.ii'Ihh 'pi í SEÑOR ^OÜRí)- - ¿Me pemil <■ señor Presidente?
dlos r mi ii !>ici<i;i ii !<«■■» culi.lo. aj,« i.to-, h.ol । '|.ii|h 7 U ti
j,,(, c.-p uid.,.. / In. l'-m .«".midi» le.db.nido (mirine«--- Creo que o| weñ >r senador Hrit»nn no r cucho den,
, o i ì ,a d" ! ■. «( '■' me ¡ or« <•«» iplr , Igimfl i.olil- El señor senador, junto con Jos senor»1!« senadores Ps#
i,-; ; ir J:> > «-, » a >ij n'iciii/c, ri.uiiid , aqui se Agtnrre y Ortiz. son ios miembios iniormantes ña
<■ ; , , ■ \ dar r ■ -i -t (i;.: -, va diro que ¿ero
.... ■ , ■ . . . . . ’ : ho- proyecto.
m.i Ì. no par > e ■ . Itif ■ ■■
Cuando se ha presentado una nmdinc.u i«>i m- ht s<i-
iH it ulo a los miembros informantes que maniiK 'U n -1
Lo que piran es que »a tiene todavía mm eonceprion «pu < ,i.ui de ucueido o no; y nosotros señor Presidemc. re -
no comparto, Pmqur yo tipo ademá» que ide vi un moniti» irramos cuta buena costumbre parlamentario —al uportir
a c«irnpu-nr*ej" no a expie’Uio, diqainos, cíiusulmenlr. Y, c-uus ¡iriicuios aditivos precisan jeme para que ios nncqi-
entonce-,, ext/rcro <pre Ut* Fmtxío» (Ymymi»s han .-coinadi iiros InforiiKintc?’ m inEtesten si Jo, admiten o no. ¡lip
n peisomc ab*omt;»me'-!Ui ¿oócfetr-y han i»'i».rado lo ••»-» inicio, na»¡»raímente, de rerorM>r*-r ShmWñ
ca'.'scs de ,jiis’.du',arion |xi.r k> 7-1«, ¡os n»4M'iiSi»blc - n ■ li.” quien ha de adoptar resolución dehntuva.
• .»do procruidiw. Y cace, mlíiffi’i* ufictalw. ««oa ml ftm ' • >'>
dado«, r oh mismos ¡iqertes «U» la polirla slwien »»ti I iiH’IrrfWi
e:) la «■alle.

I 'or , 0 mi. pi< u ufo si no lui llt't>'ido la hura th1 bus-

: :>d:i('.-!'i'l , I ■t f11 ’ ' l, »!<• ( ■< 11 I' Csto.

056
23 6 4 5 J
 ‘£BftOR ERRO — Contirúo, ««‘flor Presidente.
NoxuLi'Oü constdereino.s que rslv vs el momenio opor­
tuno. No nos engañemos. Despoén no va a ser nada fácil
aprobar una ley con obús caiacterfeticas. Corno se re-'
cordará, la Comisión que estudió anteriormente lal tor­
turas, no consiguió que, en el Parlamento, saliera una
solución de esta ríase.
Y aclaro, señor Presidente, que el último articulo
<le esta disposición que proyectamos, se refiere, preci­
samente. a in posibilidad de que los jueces puedan con­
denar por convicción moral.
En fin, es ei Senado el que debe pronunciar*«; mí no
hubiera mayoría para apoyar esto, por la mana* podría
quedar establecido que la Comisión respectiva estudie
el tema, con cierta urgencia, para asear adelante una
solución.
Aunque, repito, creo que erte es el momento ade-
। ruado para Incorporar <•! tema en la forma en que lo
। homo* hecho. Por nuestra parle, ya hemos proporcionado
I elemento* abundantes »obre esto que constituye una tan
' s^js-r» circuir»i*nc.a en 2* r;da uruguaya, que tenemos
w el minar
heñóSTERRo. -- Señor Presidente: la eantotoriM-
clon de torturador, parecería que fue demasiado miníelo- .
«a, o entra en ciertos as|»ect<n que pudieran no ser acep­
tadas jxir ei Senado.
Es evidente que la imagen del torturador es una rea­
lidad en el país, que le hace daño u las Instituciones y al
patrimonio cuiluial de la República, por lo que debe te­
ner hi.s pen.iA más scvcíu.s.
En esc sentido v . que descamo , piomover la oibcuiuon
en el seno del Cueipo sobre este tema.
Admitimos lo que moi ionaba el señor senador Rodrí­
guez Camuw), en cuanto a que pudieran aplazarse los dos
arUciiio* que presenta la Comisión, buceando una redac­
ción que sea más honda y que realmente castigue ai tor­
turador, como nosotros deseamos
■|
jRpscuchó el alegato del doctor Bayardo Henfroa y m«^
iWlo la alemuon que en ól. se hablaba muy poco de cam­
bió!, terminando por no ramblar nada, diciendo que la
situación debía dejarse como estaba.
No cict (i>¡r- ia di po i'’ion actual del Código Penal
1 - ó . r-o rióles (fin> i¡n iívidf) la Repú-
i ■■ •'>. funr-(Ui pt (.’ot' isii ri inves­
tigadora <J«J > -nido examino ia.*; torturas •• fr-cutudas por
la Policía. Me parece que rúe ariiculo n<> ronhinpli r
tos hechor y qm» el torturador sale cini indemne por es­
ta disposición que la Comisión ha traído a consideración.
Por lo »apto, mw Presidente, aceptamos 1» propo-'d-
« i/m del «cftor senador Rodríguez Uamuuo. en ei enten­
dido o ■ míe exi sten i»orubilulades de realizar un estudio*1
’■.»á* detenido. hacia el i inai de la consideración de este
,ri
05 7
SEÑOR ERRO. — Ha votado lo más rasonable, se­
ñor Presidente, es decir que m desglosara la parte deF
proyecto que tiene que ver con la prensa. Se trata
un tema que conocemos por lo que queremos dar nues^;
tra opinión.
He leído en la prensa que el señor Presidente de.
la Asamblea General recibió un telegrama de nuestros:
amigos de la Asociación de la Prensa Uruguaya. De ’
acuerdo a la información periodística, estarla redacta- 3
do en los siguientes términos.
"Asociación de la Prensa Uruguaya exprésale rechazo
periodismo nacional artículos Proyecto Ley Seguridad Es­
tado afectan actividad periodística. Anunciémosle reali­
zación conferencia nacional, contra dicho proyecto lesivo
prensa. Solicitamos urgente entrevista ron Comisión Es- .
pedal estudia proyecto y con el propio señor Presidente.
Asociación de la Prensa Uruguaya". ___________ ' J
1 Es decir, que ios periodistas, por medio de su Agru-J
pación mas representativa, están adelantando ya una opi-,
nion parece que tuvieron acceso til proyerto por laj
cual se ve que consideran este proyecto de ley lesivo pa-|
ra la prensa.
geni« absolutamente informada y responsable y.
acompaño totalmente ios términos de este telegrama, i
« fMOSADü '
I'" ' SEÑOR ERRO. -■ U tfcato» ,W »"fe j»' WÍÍ W|j
que tiene que ver con el redactor responsable, mereceM
siguiente precisión.
Cuando se hmv una denuncia do osU clase pirquo;
. M, entiende que lm habido injui la o calumnia— d«wie 01¡
1 Juzgado, lo piímero que -e Iwe, <•« ilamiil’ al leductor res-
’ pmsabie. Y é-te, señor Pic-úoente. puede tomar sobre sí
toda la responsabilidad y afrontar el juicio; pero, si s,> es­
cribió con seudónimo, el reductor responsable puede mani-
fcHtur que fue él quien lo hizo o que fue Eulano <le '1 ni.
No hay nada, entonce«, que obligue a llevar un libro
como el aquí proyectado, cuya inconveniencia es notoria,
sobre todo en un momento como el presente, de riengo y
gian mtranquiliílad peí* muchos periodista que han «Ido
dilenidoH.
por eso decimos, señor Presidente, que, en lo que res-
iwcta tanto al redactor responsable como a quien firma con
.seudónimo, está ol mecanismo de la ley de 1935.
J 23 6/, 5

SEÑOK ERRO. - Quiero hacer notar - -y no vate que »a
me comrsto que también estaba en la ley del 3Ü— que la
primera parte de pst<» artículo, define que "Oinstituye <4»*-
lito de imprenta hi cjcrijción en ímj^cvi» div'uhffc'lix en «|
onbüeo, do un hecho calificado ron» delito prf* *-l C’Zdtgo
Penal* o por leyes (’xperiiileii, siempre que Jn tnfracixin
quede oopMim'idii en el texto mlKino.”
l1 do (l'cado. <’H n| público” aburra todo*. ío-
. -r-
Además hay que distinguir en este .uiiiulo la dlvul-
gacién c’e noticias que puedan ocri-.ionar cu < u
alarma, piibliea te alteración del »»iden, rtr. En el ¿m ¡s »
b), cuando se habla de ”la excitación al desprecio del Es-
tadu o sus Poderes, al vilipendio del escudo, a la lia miera,
al himno...'• elimlnándoae "próccres nitrlowites”, digo que
esto contraria, además, un documento universal que iiuru-
\ irò país suscribió Me rettelo a la DwlftincWto Ünlversal
de Derechos I Inmimo,; ma' dice en mi articulo li>, con to­
da claridad! "Todo iiwHvirluo bene deri/rho a Ifii libelli«!
de opinión y <le expresión; esto dci*erho Iricliiye el de no
■ri* nnit«-xt:u|<» a cuisa de mix opi/tl*’ne'. ri de investigar
leclhir ieó >) inarii’iie ; V <>pl»'l<mc^ , ri (!r dlfuin lll'l.r) un
limiti« ion <!<• Ir» nt'*)«», p»-»* <*«uiiqm< c medio ite r.vpr» -.»ón”
: e«|>■ üpi(' HI) p - o .1 oliti Uhi fetiid <i ir <<1 leu K>
F* I •
<!•> v.'dahra* expo > r| " li a x»»na«ior Tett i, >.<» nuede
i■oni•K|r»*;»r qite cortllmc ‘'excitación al iWrM'l <!••! Es­
tado” cuantió ci*» ril>e mi niitoi i d dando la opinión
dei di lite. ev| |>j|à»»b .<> lui pi; que » < ai»! as Mllt' paia ri
IM adii pari * -in P.»der«*» <> ,• ;, i e| !•'-fi »• t* ». A di.uien se
ir jHnede ocurrir noe un cm»i»nt;uiii rn mi editarte! nu»'dc
niole-dnr o agraviar v* isti p «‘de d<>r u !)'.■> ,» q ir •> lu­
pai) jupa) todas iu> dujptsK itiiics legates,
No hay t|uo olvidarse lo q ir exhibiere ei mtk'al“ >9
de la iXcteractóñ Universal de Derechos ilunuinos.
Me inteiesa, aswms’un, du/ini-utr eri ei <i*rwxiiro 1 ■ qdtf Í
tiene qce ver c*>n opinion c información Advierto mie < n
esto nrtlrnlo, 'urna también en tn l»*y d<4 35, se comoto»
Ir» tiarbnrídaé de orrut* el dehto de opinion. No estoy dis«J
puesto, en <ed<> que e,|A lleno •!<' horrore-s, que aqui, ade«^
más, so a té tí'iifieandti el delito de opinión, Aunque las
'pinionex m<»te«d<»tt a Iom |u«'ro« coimtlimdos, asi como a¡
'■imbolo^, por Ina iiiImiidm ho pu tlo ser castigado nattie.3
Scria ioadmixlblt' que n està aitili a eshiiiOK consumi. mdo$
el delito de opinión.
Me (».»lece que t'ji »..-lo un »•• 1),» i -dado >.C< rtlid’* «!*|
Pilla ’tu |«h'u extrmiu que <>n »1 contexto de mía I-ey
Segundad del Estado. c<<n lux iH'iiíis am avadas y con e»a,#(
digamos. dureza cu las dáis/si» ione», se hayan inclm iu de«$
terminadas neinwv de la lev <kl 35. Si en ventad Ja lejfi
no se apiira, lo quu habite que har.r es aplieaila. N<; ft»
dn buena tecnica legí,»l«dívn, leprtir texto», con ahúmas mogo
difiearitinex. Así vamos a incurrir en el miaño vicio en quii
cayó la ley madre tic Seguro do Paro que se «prolió «fil
octubre de 1934 y 24 anos después, i-n octubre de 195®
apareció otra con lu mema flent>n)in;*rlótL j
Ir
Esta ùltima era inferior a te primera, ixirque aqueM|
tenia Boba de Trabajo y Seguro tie Paro. En cambio,
In de 1958 — en cuya redacción y disensión intervine—
eliminaron alpunax de las rosas que habían conquistado tad«
t raba ¡adores en aquella oportunidad. > :«
Evidentemente señor ! 'residente, u<» 'HiHvimío qué éi»
In «pie se busca en.oido alvua se ine<»rpormi «»‘‘tas dis|wj»q
siriones a »\dc piovre!,» de ley que tiene carácter tal) rf-,
piesivo ;;
y '1
Como este provisto de |py es totalmente i pprcsiv >,
dpbn admitir qu » las dl»;noiciones nnp <;p traen de la k y
del 35, también tienen ese .-dc.incr, podiendo rompí ende r,
rn detcnnlnndo momento, a toda la pr nsa, asfixiando la
Idjertnd de que debe goznr cuntido brinda sus opinions o
divulgq tiotírlnH. A |K'»nr de todo el deterioro que nado.te f
nuestra prenda, phmsn que el periodista no es culpable ni
tiene nada que ver ron algunas ile las cosas que >>ueden,
ocurrir en el diario rn el cual rscriU» como profvsi nal. l'io?
me refiere <d redactor politico que está ron.»ustanrnido con
una línea jtolítica <letcrniinnda.
F'iemulo la advert»iirin. Tcnr-m',- vim;, . n»i
•♦■fíimos improvisando. Iforrkw «ido víctima . mi»Hm.< vetes,
df» 1« wplfciiríón de cierto« limita inno» romo periodisi as.
I‘<w» noil ha txmrrido <»n <4 plano indivídu d v a.lemá- < rmo
Integrante de te A'.ochrión de te Prete i lbu,,onyrt
¡
¡
05 8 3 23 tí 4S
 ERRO, t»rl'¡uo

Sana d or

TEMA: FUNCIONARIOS i URL ICOS Y :H1 VADOS.MULTAS DISCIPLINARIAS

EN SUELDO.INAILICABILIUAD

-«alón G.SS. «7 y Junio/??;?

píen h»s y obreros de ¡a actividad privada, no podrán su­

fro de.».urnh», foi mnet pío de multas en la* suma:. »pie
perrmait por n n¡ i<ner<ick>nes, compensaciones u holiora*
r.os. I>rir|»n-.e tudas ¡a* du pu-irion»-. que se opongan a
• ste u tirulo, el que regirá desde el día ¡3 de juno de
jyflB.
\rt. 2'* Cnniiiuqueso, etc.

M <n!evideo. 26 de pililo de 1971

Enrique R. Erro
Sena de r
¿XPUSACiON DE MüHVOtí
Lu repodé ion d" íuncionanoí» ded.ituidos. .«ubsinirá
una d * ias nks.is de m.iyor ínrciwn entic la Adniimstra-
( i >n y el lun tonai lado. \'os e. uii’hi* remando ¡* la vieja
¡ rai iii a i’t* 'ir r p':ir vr.i inglamentaria y sin ivipulda
loga! la san: a n porania) ja de t arach r disciplinai lo co­
nocida como mulla

’a muna, ''Oiiri .. tni n disciplinaria, ataca el dere-

..iv do ptopi (i; u g,u ara i ,1(. por el articulo i** de la ( ons-
>?u-.km y laminen jg.j concordantes articuivs 11) y 32.

Alcun i vez < na 4,1« „¡.do que el derecho de propie­

dad gai; mido ¡or los amciii u 79 y 32 de la Constitu­
ción c.» m i'j ui il m.mitu del derecho privado. .Sin imbar­
ilo debe temo e m menta quo la.s noi ma.' dedicativas
inr i.os. o.iue' ¡...o • n la ( urt i Fundamental, on de
interpretación "xivn.iv. ¿ no taxativas. r,n cmisecilencia,
muntili;» no txi.sia la a y re'lamentarla, dictada for ra­
zón» de intere) gennai, nadie puciic >er privado de ese
ocre. ijo.

La multa que oh ode el derecho de ptopiedud y la

privación que aa-.u *1 de erho ti" ¡ii.><• 11.a<1, .mío .»urden
estuai ere? se por una ley oh muí y no pn¡ un roglanienlo,
corno ha venido hiicedifiido ha ta allora. h.da p>.dcion
es avalada por la opinion de ios siguientes especialistas
« n la materia,

Í;<í¡iná Lo se t(> tJur i.i falta esie con-

El «redor senador Erro presenta, con exposición de
moi'.vos. un proyecto de ley por el que se dispone que no
suíthi n descuentas por concepto de multas disclphnnria.s.
hn remuneraciones del personal de los servicios estatal*»»,
par aes tu tolos y de la actividad privano <Curp 353;
A la Comi» ion da E<»n»Utuelén y In tricada
c >n dos miembros <le la de Previstoti y Asistencia Moria*
les.
(Testo de| proyecto de ley y exposieion de »*o4iros
presentado*:)
1 Carpeta 3M»,
PROYECTO DE LEY
Artjcuto I9 - fUMdomiri K! d- ía Administra) h'm
Otítriíl, Fide* Aul'-lihtlt’"». liohietno-i
m> p<»^» / .< »1 .-<»>
Oiganismua DesceiitralUtidiw y Pmae.sl.iihd *». y / /-
fiííUirtri » previamente en forma exptea es discrecional
.»i ke ap.ica o no ?a sanee n y que .sauce>n m» apl»?a. .<al-
o aqui'lia que. como el «.rresto • la mulla, ¿»unifique
limitar un deiaeho individual para lo cual se ivquiere
I y tx.'.io” 1 Daniel H. Martin«. Estatuto del Funcionario.
¡M. P6g. 19D,
Hayuguí« rsao “Lim san.'iynes que pucdei impo-
n«»»'Hfl por via disciplinará y van deide las leve« como j
mj ervgiton o la censura, ínula lo.» más eeveran, como ;
la destitución”. 4
I
En piincipio, sienuo el poder disciplinarlo ’ina fa- .
< iif»;.<1 discrecional. Ja d.tet4.'iinaí ic,n de las sanciones os- ¡
1.. lio»,.di a la apreriucion úcl jera.".a. dentro do loa 11-
mi.oi en <iu<» pueda do -nvoneíM» No ei necesaro pues, ¿
ipi»1 hi J.'Vinnnere cun ¿ --anciotm pueden, a^L^rse. *.
í’: : os . lar i que h>H lumies que circunscriben ks pode-
re.«- uo la udm.ni.sua- h n impiden upiiuir sanciones pri-
\.i!lv.is de l:i libeitad po,sonal,como <1 arresto, o que ¡
.if''ci<ii <l iMi.iuhnvn particular del fun ionart), coma ¿
la. mulla), ;in lext > le-al que autorice a hace’lo“. <E. ;
singue laso Ti alado de Derecho Administrativo. 1WJ3 I
'! limo 1 327) ■ . 4
I'Li Itod 1 ii"/ ai e ».aiiur las multas elf nuestro*!
dcrcelio <-xj'i : “El h-5».o»la» mr lis piohihid exprt sn mente !
¡/íiríí *’l t/abapid'h :> d mjjumn «n el aitbulo H Inc. di g
di? la Ix»y N9 0 91o. rt;- a de < nt io de 1010 Si lj.cn esa
njrrna t s de apheaei m nmu'di.p.i a )<>* ti.i-
wj^o.tw a domicilio, por analogía deb<- rxtendvi.se a
lodo, ¡os demas trabajadores, ya que de m uerdo ron el
articuto id del Uudigo Civil «»n los • uso* no previsto»;
-como lo »-» evld'o.iemente este— debe imino,' al íun ■
d i mento de isa ieyea análogas. Y no cabe dud« que los
mismos fundamentos que justiiican la prohibie.on para
¡os trabajadores « domicilio, ju.unic.ui tambkn idéntica
jrroiu ,,.d n pK v. k- ’e.?» .pi, i-io1 “ " 'A. Pía lio-
• li..'.i"/.' v.. . iiiiívi í-n (it (ómíiiut* /.'»tim il »»^/

059 1 23 6 4 5 s
 Gregolre. — “..las penas disciplinarlas no deben restituirán las multas que jsmU debieron aplicarse por
castigar al agente nula que en el cuauru de su situación las razones que dejamos expresadas.
profesional. an otros términos, estas penas no podran
alcanzar al interesado en su libertad ni en su patrimonio, Montevideo, 26 de junio ds 1972.
sino solamente en los derechos que el tiene de su esta­ Enrique II. Erro
tuto”. ’‘Porque la multa, pena muy eficaz, utilizada nor­ Cenador”
malmente en ciertos regímenes extranjeros, en particular
en Alemania, no na sitio jamas adoptada en Francia, En
este espíritu, los textos propios a cada “cuadro” han pre­
cisado poco a poco las listas de sanciones. En lo que con­
cierne a los funcionarios, con sentido estricto, la Ley de
11) de octubre de 1946 ha sustituido las listas particula­
res por una lista única”. Luego transcribe el citado articu­
lo 61 en el que no figura la multa como sanción discipli­
naria. (Roger Gregolre. “La Fonction Publique”. 19u4.
l’aris, Pag. 299).

Es oportuno tener en cuenta, también, que los dos

Estatutos de Funcionarios vigentes en nuestro pala que
comprenden el mayor numero de funcionarios - el De­
creto-Ley rv lü.SUtí, de 13 ae febrero de 1943 y el Esta­
tuto del Funcionario Municipal montevideano— descar­
tan la multa como sanción disciplinaria. Con respecto al
estatuto municipal, debe señalarse que hasta hace unos
años la multa existía como sanción, pero fue eliminada a
consecuencia ue un dictamen de la Asesoría Letrada de
la intendencia Municipal de Montevideo en el que, con
abundancia ue antecedentes doctrinarios, se demostró la
ilegalidad de dicha sanción.

Pero, además, teniendo en cuenta el carácter alimen­

tario del sueldo, nuestro derecho positivo, con claro sen­
tido social, lo protege al establecer su inembargabilidid
tlxjy 14v 3.299, de 26 de junio de 1908 y Ley N? 12.030, ue
27 de noviembre de 19o3 que ratificara el Convenio de la
OH W 95, relativo a la protección del salario).

La multa no es otra cosa que una detracción, con­

fiscación o emoargo parcial del salarlo y constituye una
forma de disminuir este, puesto que es la supresión de
un trabajo hecho. La "ratio legls” se basa, como ya di­
jimos, en la naturaleza alimenticia del sueldo y, por otro
ia<io, en que s.einpre que hay prestación de servicios de-
oe haber salario. Hace ya mueno tiempo, desde la época
de la esclavitud, que se abolió el trabajo gratuito. De
aceptarse el temperamento de la mulla podríamos con­
cluir en que a una persona se le podría obligar a tra­
bajar sin pagarle por el hecho de estar cumpliendo una
sanción.

Pese a cuanto queda expresado, existen varios De­

cretos del Poder Ejecutivo, entre ellos algunos Estatutos
de Funcionario« de Entes Autónomos, que incluyen la
multa como sanción administrativa de carácter discipli­
nario. Estos reglamentos están en contradicción con la
Ley de 25 de junio de 1908 y, porque son normas de me­
nor jerarquía jurídica que la ley, debieran reputarse co­
cho iflexuámbes. iHayaguea Tratada. Tomo I Pag. 129).

fia emoargo. las multas se siguen aplicando y en

forma utilmente arbitraria. Asi cientos de millones de
pasos se han arrancado a trabajadores en ios último.»
años.

Entendemos que ¡os estatutos de func.oiw.’.oí deben

contener normas disciplinarias qte a^egú.eit, en Jorm*
preventiva y represiva, ci cumpmmtuto ue lo» d*,u*,as
funcionales. Accpiamui» como vaiinoa, en coo»!s uen ra, ¡m¿* a
siguientes sancione', diM.i|,litiíiñas; la oosii^h‘<on, el í
apercibimiento, la i<ib|.cii-.l(in con an f,>jo a la. le;.’, ia .ui- *
pensión del derecho al ascenso y. por ultimo, iu dt^U-
tucion.

La facultad mui *'<m uiora del .1« ran a no . <* v<» lia-
bada o disminuida por la eliminación de la multa como
sanción. .

Entendemos que si renhnentc so desea pacificar al

país, esto que proponemos l.a de con’ribuir a pilo, puesto
que a las víctimas de e^aj exacciones mdhmaims be les
 5HK \ Fi. ri qua

a *.» r

-TIllA: SFCKKTMh) GEi.EHAb FUNSA, VKTL’NCION .

Sesión C.SS. 0 y r> Ju’lo//7?

....... ■Mi..f — ■!■ .1. , ..... ■ i ,1 I «ay— ..... i

SEÑOR ERRO. ■ Suscribo las expresiones del señor

senador Mirhelínl en su totalidad. Agrego que conosqo al
¡Secretario General del Sindicato de Funsa, León Duarte«
He que es un luchador, un hombre de bien con idea» muy
Gnnui en el movimiento sindical del país.
EMuvlmoM pie^entei en oportunidad en que Furnia
fue ocupad.» hasta iogrir la libertad de los compañeros
detenido», o el acceso a ellos en oaao de que pudieran ser
procesados, para escuchar, de sus propios labios, su con­
fesión, Observamos como fue puesto León Duarta en li­
bertad, en la» condiciones expuestas a consideración del
Senado y del pueblo, por el señor senador Michellni. ¡
Creo que todos los apremios físicos que hasta ahora
se han inventado, con una mentalidad creativa que ha­

bría sillo ulil para soluin»ni>r olios problemas del país, '
han sido soportado» con eduicr.ino y firmeza, por usté •
Irubujudur.

En nuestra opini .n r.,iu no podía quedar, simplemen­

te, limitado al piva; de la wn-Uon taqmr.raiica de Pin pa­
labras pronunciadas en bala ai Ministrilo coire .pendien­
te,, porque tenemos ¡a inquietud de que ius 1 e/spuedas
puedan demorar mas adá de lo aconsejable, sino que esti­
mamos que el benado ,K el pueblo habían de tener cabal
¿atitaU» oe tw hueva ar bitrai redad.

06 1
0 45
”»'■'»< A ; FX-F"'I ,A?~P Arni "'. d.LAZ* . UFTLN Z13N F Pi” U'. A ? K'<
"" r;; 'i si

Sa a 1 5n G.'U. '* y r
: TAL Cr N UAL.
hi

A''fi go. qliora. qua H'- Ili cr» irto una dlnutón muj
labn.. non tu y (libiti f(i, , a /)'.< ...ro coiv.paivro y r\h»-
y i< .v i<i i i • 11 iì pii’ <.’ • hi '<» : • o, . i hi! o t': ; > .; ■> j ito-
ani io hi» i,h’!»'i’nìi» « I 1/ ih' b'♦>!.••;(> mi ii ¡¡->;-4-,
d pica ih» |i’ t <! r h».h iti- 11;»»/«.;»u • ■■» j-»»fl/iir .k;\ m
hl < ll 'J <niK’t i<l<ì V I>< : I ■ ' li ■ i > i> .|n/ ()(» ■
I» Il li (tililml'» i» I a l’Z tir iiioiiiii’i donili, la qu<’ M' Ir' I •
1>.un in” ini » ii torni« hh>iiiti.i<hi. ।। uht-»t »n
'I I ubi Ha ’ <d)> iaii(!;.>l, /s i-c.H.ii' (ir h .,a’’’ .a.a» H>> ' h >».
ibi ll<iad<; ai • ;»n ¡m (,-■ < ><it■’ idi .., ti '-<> !’■ .-, ,< i‘
i‘‘i . d-Hi4(‘ >:<; »'ir'.»li» .. -t, a un i. air il i-, -,
IO, rtllH'h-V« Ivi»'.'. • il • M’h.i (li ». .)ì. ■ u, ' il . r
hfttru.w por qi.e, y t li ni c»ial m.ahutdu J o < di.m in
poiler *ibir nt un »ilio ndimlo al palio.

Uimentablemmile, «1 ttocior Artel Colta*/o ha U iulu.

hi e uveo, una suuh di.» pi e non, y ha Melo inl^i natio < n
el Ho pii al MiiHaf, NoMRro» enh’ndcnìO!» qui* r.»te rt-le* ■
gliiladur tondiqif s»r pim.to «n itbertad de inmedoito,
y ithuia voivi inoa a ineyiUr en ose reciamo. ya qui no
hiy ningun cuigo en *u t »nera. E1 ina mtvrnado en el
eu .npu dt» concepii acini) de i onia de Rien u bajo las Me-
aiti»« ì'ronia» de i>eauridftd, y cuando el Jat
le ani », a taiz de io cuoi ipieduban toltosi I<m preaos > que
m ii »2 ini iilwhid ci ',M de abiti. Mirato, east a la n»h-
nn Itoia, ci Dei'iHti dei Fod»*r E|e.cuLi*o por el eih.l 'e .
<'»1 ;to »eia qiir c.hm iintrado» tenari que pormaneeer e«t~
el <’anipo de < i.ih' i nii ai iun de J unta de Mietei

ho 3010 <lip,o e»io por M/iiditridHd con intesilo compa«

neio. m no jMiique <tt c > q-ic la vi j n>n taqui tiaiich (idrl
mi . palabtjis pi .< i. al '.bui ’i'ih» de l.)<*)t»n,.n hai. ormi, a ,
<■!< -tf . »<«• t|t|<' (.'< .'I l’f l.i 1H)< I ' HÌ tir IH ■ !lìd a li-'l VX " !<•-
i.i > । ■ ¡"1. <ini' l< i A i u I l 11. i.i ■ < >. ■ hhhii hiuii i, u •h'<ii.i h I ».«
.a1 5 . t ;.. । .i v o « p . in .alili.v>. .»<■■ ». omi ¡im a lim. ;>i-
lad udì» »'il la. i itiidii miti- qiiv ,uitl.d uc mvin

Jldi'r tilt jiuhiH id'a ,.i in») »'li .addile,

«.ira d( i)iin' in. u» La a.» Ito, jair tpjia» i »*®poj, .MOle.,. .j
------- ——u

06 2 2
23 d 45 •!
 S^ión C.SJ. r

SEÑOR ERRO. — Tenia entendido Jo contrario, sefiof

Presidente, porque cuando el diputado Durán Matos hizo
el pedido de informes y el Ministerio del Interior contestó

en una forma que no correspondía, la Cámara de Dipu­

tado« planteó una cuestión do fuero«. Por 50 votos en 52
el Cuerpo resolvió que el Ministro violó loa fueros del Par*
i lamento. El Ministerio del Interior habla contestado en
I una forma absolutamente inconveniente. Posteriormente,
después de haber transcurrido un tiempo vino la respuesta
que ahora se me dice es del Ministerio del Interior. Yo
tenia entendido que pertenecía al Ministerio de Defensa
Nacional. Como estaba en la Cámara de Diputados mien­
tra» «e realizaba la sesión, me pareció haber escuchado
por los parlantes que se decía Ministerio de Defensa Na­
cional. Quizás haya sido un error de la Mesa.

HQÍtSAÍ>'<

23 C 5 J
06 3 ’"1
 '>e n ad c r

•r^-'A: DI AH Id "Kb SIGLO” (<;H 1 LK ) . AHT : CULO P(JtJ i. AD.) SJEHE

ACTUACION M’r.H ZAS GOUZUNTA i.

Gonion C»S.5. 5 Jullo/972

XhÑOR ERRO, - Creo que el spftor «cenador Monfaner

tendría que concretar mi |m»iim»miento y decir al Senado
par« qué quin e que sus palabras pa.non a la Comisión «I •
1 onMitlición y U»gi>dHrión. Porque, además advierto (pi<»
esa Comisión n«» tiene mida que ver con ninguno do los te­
ma* que planteó o| seóor .sen »d<>r.

1 Este es un premíente IM'ligroso, pirpie escuchó con

olcnrion al señor senador de* (izar algo sobre los íuero.s
'lei leu’s’ eior Me preocupa i-ojqqe d hizo <*t«* M-ñalamiciito
v P- ;;h qtx- me nertifjquc si rx, w ,,J. »esj^rto a
¡.Ríos, n., ,„h a h| K.)>ona, u¡ rimUbmo, «ino a la función.

lUe c- un tob.ipíin muy pclig',oso, mi este momento. ’

si ."Imitano.; e.t- criicrio fronte a tanta* prvtdont** y a de- !
tei minali,is i!rel<u aciones que en la roche de ayer mc han :
hecho, en l'orma ha stento tiontal, c intra el Parlamento,
mlamo, <•. mi i il,uñendo, sin darnos co'iiti, a un aulocerce»
naniionl i !e tuda la plenitud de nuCRtros derechos, nuestros
¡arios v mu-i),r; ic-|f>ns.d)ilid,idos. .;t que, repito, coiisi-
-•*' । c - • ,, f p.iir-abl's por lo- dichos que podamos
x. ■ s < n el Senado de la Repiiblica.

Crio (¡’je e ie o),i (■. iipiv imponente v entiendo
i:< tl'S) , qor , J exb >':-t iva: m uir examinad* por el Se-
•\iJ.I'< v ) "formnl.ir oirá fim.-idón Soy totalmente -o|¿-
¡ «tartoeop tintas y coda una < >' las o-s; »re» iones que pueda
h.'drrformulado el -<’ó'<r s<-na lor Terra. Evidentemente, lo
escucho atri>t;itr<-:itr toda* i a* mrx qi>r intci viene: y no
: ' er'c -<r i< i--* “••vm'icbines, extraerá? la «'■■»oclusión
‘ .■>• • . .->■ ..i.» rest-jn-.abiii» ’ad. ri algo asi como
i un uc-arreglo dr conducta, pirque dio si opinión y «q
l (’♦nsarnletito que nm otros cuTnf-iirtimut. Nadir dijo onda en
V *4 fmwniA de tormuhidas estu« expresión« h, en uquel lar- t
:*o dehato. Aspero, en H quó alguna« ijoTuOiihm pretendían ’>
si h.irer tina e-jiix’lc de censura sobre hi ujiortunidad en htl*
err dete¡minado planleimiento, Ahí terminó el incidente Pi»-
■ 'ion iiul.i. estac explosiones n una Comisión Investiga­
do/■>, <| ie. pieco-imeiite, mii grti el <eii«ir senador Terra
l
í i.' ’.'■z ,i.o ,¡i.irio i, un,! ,q;ei)ch'i telegráfica, en
<■ ’ í'-i'o m, । o pni'il.i, cm.i i mi cable determinado o vep-
‘M' una noli.i.i del Ur¡u;ii,»y nosotros \;mios a venir el Se­
na.;» a pl.mti'.u |<i mole-lia que e n c.ius.i, <> a pasar l.e-
mtlalr.as que <qi>i m pronuncien sobic el tima a una C"-
e>j e< iutiz ida del Cumpu, creo que hay que decir
para rp.é. '•’ > a< d> > d entender y piel«* excusas por ello
> uál í ; I i íii;..'í i; <’, qué !<• encarga a 11 (’omisión de
Constituí ión y r.«'i'!sla< íón quo, p.,r otra partí», no tiene
mida que ser ron el pl.mt< amieut.o que aquí se ha hecho.
¿Qué le pedimoM? Porque ruanco el Senado vota el pase
¡ «le las pHlabt.is qiu» en su seno te pronuncian al Ministerio
1 de Defensa Nacional, |m>i-|uc m» han denqnrludn excegM-M de '<■
u’gmi‘>s oficiales del Ejéi« do -/ <<• ernian píc'ibr;«« a cu4*
quíer otro Ministerio. relucjoníi4&<: yon < miiquiot otro tema, 1
(M cuerpo sabe ln que «stA votando. E* isl pase de Jas pala*
liras (|ur, además, no significan la opinión leí legislador. í
Lo que se «ota es el trámite.
IMc < - un cuso distinto porque Me (rata de Algutefi <P»^|
está sentado acá, es un piobletna de iguales, de pares. a
Air ¡ i un primer error, que luego se rt*ctific(» y era eM
» oueier । ;/■ ir ia>» paulinas aquí pronunciadas al xiinisterki”
I de Eiluc tc.'ón y Cultura, cuando en realidad este toma no’’
de I pU ’de -rdir de sii ambito «"nsfitucional, «pie es el Senado ;
dr» la República. X.i puede nadie, ningún Mini-derio, ni el
propio Poder lú.crutcói interferir con <1 Senado, |»orqur
m i ¡a hen.endo qm1 I«- es tuvíétamos facilitando al P«xl< r
Ejecutivo el crdrornet'-i • «■ en la actividad parlamentaria
del Senado de Ja Re|MtblÍca.
El seguiHi ■ . rror <m ' < i\ierto es el pase de las pula-
beas prufH¡iicbaii/i> p'íriúlax »1 una serie «le temus, jx’ro
srnalu que debe ser ^aí I jculnjrnwnte en ¡o que se refiere
a lo publicado |»or la agencia española en "El Siglo" de
Santiago (!<■ (’hile, .sobie una* palabra« o expresiones o unn
opinión que <11 mi momento expuso el señor senador Terra,
>e pasen a una Comisión especializada del Cuerpo.
Estimo que el si'ñor senador Montaner tendría que ex-.i
phc,II- al Sí nado cuál es el motivo por el que pretende que$
o- pa'.’ibrm- pasen a una (’omisión para que ésta los estu*'
die. , (.»'ic c».tlidie qué? ¿U» actitud de un legtalador?
«pie c| legislador aiirmo y expresó <*n su momento?
I
Me parece que e» 1 tinos, señor Presidente, con los res­
petos (It-bid- ¿ aoice'inuHándonos. Estamos contribuyendo
piá> líe.miente a limitar ¡a arción <l«»l Senado y estamos in-
fiiíéndole, ¡d propio í’uerpo, casi un agravio, porque esto
se va a plantear t«xios los días y todas las semanas. Prácti-
. ámente no se va a poder hablar en el Senado de 1«
í I.» palmea poique cualquier expresión o cualquier denuncia

05 4 rl ts U 45
 fundada y documentada, va a dar lugar a planteen como
<1 que .<• ha hecho en la tarde de hoy.

En entivmlo que esto no corresisoiula, Qu* .

>e ha h íbr ido una vía |n»dundamente »sjuivocada y que la
iti r h"V pretendo el xeiior senador Montaner, contra el
'< oitc '.enador Tena, podria locarle a él en el futuro, y yo
o > I - de a-aria. Ademas, si alguien lo planteara, seria el '
pilireio en señalar que está equivocado y que no MI la \ia
que corresponde.

Por la vía de una simple cuestión de orden, con el

derecho que tiene crida legislador, de aostener loa criterios
oninlomn que quiera, no puede el Senado, no está habili­
tado v no l<* co"responde votar absolutamente nada, salvo
<’l T>a<r do las palabras que el señor senador Montancr
br> o) «trmelado con respecto ni Ejército, al Ministerio de
Peten-vt Nacional. Pero no pueden pasar las otras pnla-
l'ias a nlnmina í’oinl'ldn, porque las mismas han «ido
f a nadadas en tono d<» denuncia y lo que corresponde «aula
fe-e el ' o»V)r venador Montancr le hiciera un carpo al .»eñor
venad >r Terra y fin iera en condiciones d« probarlo. Esto
c? Jo importante, Pero no se puede traer de reflejo.

Fiícnrc todo lo que tiene de Intermediarlo Una agen­

cia «fpiañola toma una noticia, la misma a© difunde y ae
pub’lca en el diario "El Siglo’' de Santiago da Chile, j»ero
aecurnménte ha batido en muchos otros diario«. Sin embar­
ro vernos fi qnodoroes aquí. A raft de e«o, de que la agen­
cia nuhileA 1« noticia, el Senado de la República, por Inter-
medio da »»no <»c su« miembro« recoge In misma, la trae «1 ,
seno del Cuerno y pide end un enjuiciamiento, Primero
*#»*1/11« tfiff el tema na«« al Ministerio de EducaejAn v Cul­
tura, lo m(e era momdnjovr E«e trámite fue rectificado.
J,ne<»<» re Inrktg en une, de ahorna manera tiene que «c-
t”nr la CombiAn de Constitución y Tjegtslarióri y yo digo
une 6-ta no tiene nada qwr ver y «firmo «demás». que ten- J
dría oi«r hacerse w racen erprcsn, fondado y prarbado, pot ;
norte drJ señor «mador Montancr. ;
F lo n<> es lu'M’o de palabra*. Se está denunciando la '?
jitito.l de un senador coñudo lo que tendría que hacerse ;
es ncdvir al señor senador Terra y probar I* aruiyicfón j
N » pu**de h.'dtcr otra cosa, i

I miento o* te mlsodlo fwirque yo tenía Interés en ha- :

o’i' un plnnteiunh'ntn muy importante «obre el tema de ;
i.» (V oii/.u lón de Estados Americano«. Eafoy insrrtpto m \
primer término v, romo he votado «tempre en favor de la ;
•n.ivor hbc'.-iHdnd del Senado, no «eré yo quien de mi voto .i
para limitar nhsohitarnente nada.

Queríamos adelantar nuestro pensamiento, «in j»er|ui«

rio de Insistir en este tema ¡míe la gravedad de la forma
en que »r ha planteado un problema que llmlfa loa propio«
fuerm de cada senador v. además, creo que agravia - no
hnh’-A *ldn esa «entra man te la intención del «cftor senador
Mc^’a'-er— al prt»plo Cuerpo

Nada rnáa.

05 5
TEMA: UDII, Kleber VAZüUKZ.DETE^CLON.

Sesión C.SJ. 13 juli o/(>72

„ ................................. ,, if^t

Asimismo. hay situadonss na ai pala que aífuen

•gravándose *

Hace ya uno» dio, fue detenido por lea Fuerzas

, Conjunta« en au domicilio de la localidad de Colón,
| el edil titular do nuestra corriente en el Frente Amplio,
señor Kleber Vázquez. No hemos podido obtener roa*
pues.» a algunas interrogantes, como ser, el lugar donde
se encuentra y si fue o no sometido al Juez de Inslruc
clon Militar de turno. Podemos asegurar que este cwmpa-
fiero vive dedicado a su comercio y. además, actúa en forma ।
c/isl dint in rn In Junta DrpnrtmtMmtal de Montevideo en la
cmil, rvidentomemv, vi» dejando una huella muy honda por .i
mi t m Ai-tri , hn|utriii<|v'« v inteligencia. En el ¡rMiiiwuto en
que I » ii< loth’ioii, < .ifd»H rn mi r.imt Junto a mi que <
<*m ui 'i ti ibiijcdiitu de hi hxiuHihi textil, lUk’iiiÁn dg SUS
111 -i |t>i|ii< iiits lHj >s y iili'ón M’iinn Fueron rn<rira<k*s en
uní j»u z.i dmanfe h<u¡i" ¡>oiqiir, «pin un cuidado que entró, 1
un humbif' de uiCiK Jrpuquui. rim que un í’.ipllún, <t<l>la
■ hacer el pnx cdimímlo y i><* qmiiu que Ir \n>i«n bi i.ii.i,
para <|uc no su|*l<«ran de quien se trulatm Fueron tratAd»*
I en foftna desconsiderada, ¡x»r lo que 1«»« wfrtnw senadores
< t")dráii Ifnnglname cual lúe la situación de bus ¡»oquen*
> hijos y de hu es|xw(i. So lo llevaron sin ninguna explicación ,
, y tres o cuatro día» dvxpué* hk'icrx»n un nuevo «Uunaniien-
tu on U casi sin encornar. desdv luego, altodulauantc nada

No hemos podido sabor hasta s< mamanto, a pasar do

habar hsoho, hace unos dias, un planteo son mnotros
compuiunu» en la Cámara de lleprescrítante», cuál es su des-
tinn. en quó unidad militar m encuentra, y por quá no ha
sido llevado todovw unte i» Justeete 4e fasttwsKteo Mititnr.

La Junta Departamental do Monlavldao< sn «I ntel

monto mismo de su detención, efintuó una declafnciteri
que fue compartida por todos los rectores da la misma yl
se le cncitiuendó «I svfior Presiden le, M’ftor Hugo l’i!>ano, 1
que hiele ¡e ulgtiniix gentloncM ante el Ministro de De» I
fru;,.( N.iiinii.il, Jas «pie no tuvieron el éxito deseado, por-
( 7 :r i.n.t íi<> l;r, t .»mih ihúm premiosa», urgentes y decididas
de esa re idiicióii, er.i <|iie el señor Klebcr Vázques, edil por
Montevideo, fuera M>metido, 1 Apldanientc, u la Justicia de
Instruk-clón Militar, lo que huMii el momento en que luqpj
- usz> ríe la iwiubra, ¡Mira efectuar cstu» denuncias, no s* ha J
i< 'grado. j

$5 6 ?1 Í3 4!
 Solón C.33. I') y 20 jul i

RE/íOR ERRO. Quería Mtfidtaf a) teñvr aenwlor l\

reyra que |>Astcrg(ua jkh une* seguiwh.ts *ü moción ¡«»rque i
me me ha ron«* fado un pedido dr informe* p >i pule d<4 |
ftciíor Ministro de JX4<‘H'u Naeioieil, • »!>,'e la tkl ■¡ición ik 1
un compuftciv, edil ¡xjr Munti video, Kitlx-r Vázquez. 1
( Lo grave es que <•! Mifior <.x Mini.Jr • dv lH«.m ..;t óm. ¿
cionul dice asi: "En dicha note m^uívIo ¿ > >.,e <-.p<». .j /
que se tul juntaba un eeriincmio del d<xior Anoundo (mhJ>

En virtud de que éste» n«» ><• i».» re ibido, “<• > -H ua del
M'hor Presidente ia remisión del mi'mu a l<-> efivhw ‘
dar trámite a dicho pedido de mformea”. i
.3t
Yo Indita ugrrg.tdo el cct I titeado méiio/ No !> '¡¡;e •
; habrá ocurrido. El Ministro dice m c r. > j n-dc , ¡p t-,»« t
: sobre esta detención ni bitriii i.». Je < te cdU Ir v-«m-j ■ . k |
¡ de ln que ha trun-ctiri Id > mucho; di; . >> ■,!> u a puta 5
ello ell que lio lili recibido t| i. 11 il't, .ut-> m dic<> |
1
El problema dr la drtcib ¡ >n iibiti.itia no c i i i i”l I
función del certificudo medir - h> ■ Ii ;,¡n; , I -iq ie ri «Id j
Kléber Vázquez cstíib.i cu tr¡d.tmí< ido médico U i crtifl-
rudo expresaba cuál era mi do!rn<'i,).
En la nota que firmó el señor Piesid. nte. ■< >■
pelli. enviado ni Ministro de Defensa N ci.inal <1 t“
julio, w* dec'’»», precisamente, que atlnmtahn un rtu'i-
ctdn extendido pnr el d<<tor Armando Gallo a h> < f<r*
correspondiente». Quiere d<Tir q ie n » cj* aquí. <*n «I Sei. । ;
i do. donde se ha |»erdido. sino que tengo que premmit que
| «<» extravió en el trámite en el Ministerio do Defendí Sa» í
clona!.

HoUcilo al w»f;nr Preslrlenla qu<» efectúe niguna mp-uh i

ta en la Secretaria o. de kt contrarío, tratadla de conver­
sar con el módico referido ron el fin de que me i icK;i n '
extender un certificado» De htdmi maneras, wntitmdo que r.o
oh cxcurm la del acAor MinjMro puní no i<‘*|K>ndcrle u un &
senador sobre rdgt tan dvllradn, como <•« |u piidón i»* Jiímu ,
del Edil por MonivvIdeo, aeiw Klólw VftwpM»«, in que i
aduce que el certificado médico no lo tiene en mu poder. j
hin lo que deseaba mumlcslm’, y me tme tí) ¡8
: momento oportuno era éste y no más tarde. 1

35 7 ''I 23555 ’
 EH*»1,
>« n al o r
'H/’A; Olili hDAN.'S C ANKL«.ú«KS, DETENCI C,’< K)K
Fl/’*.RZA > CONJlfiT'i
C»S5. 1 ” >11« / /,’? y 17 y Ia JuHu/!|M
A También, en tas días viernes y sábado ocurvtaron
Wfunos hechos gravee en el departamento de Canelones,
departamento que recorrimos en el día de ayer eon el
compañero representante nacional, doctor Waiter. Mar­
tines Gallinal,
No sé si los setteres senadores habrán toldo el docu-1
mentó del señor Ministro del Interior, que, por moción ú
de nuestro cotona, eh doctor Grauert, fue distribuido a .
todos nosotros. Se trata de una respuesta que dio oT
señor Ministro con relación al problema de) ex legislador,,
doctor Collazo, que aún sigue sin ser liberado. En ase
documento, no se por qué razones —no conozco loe ele­
mentos de juicio que pueden haber integrado la con-
ronción del señor Ministro del Interior, señor Alejandro
Rovira—, se dice que uno de los departamentos en el
que están las cosas aquietadas, tranquilas y no ha habido
ICurl jU«
í mayores prooeillmtontas, es el de Canalones. Fue un
preanuncto tan importante, que ahora empieza a He-
varw a toe cuartetes a compatriotas ite Canetone«.
i
Efectúan un primer y espectacular allanamiento en
’ una granja Kttumta en el camino El Gigante, en Pro-
1 greso, departamento de Canelones, donde vive un pro­
ductor muy conocido en la zona, el señor Luis Mattoe
Cana!, i ■■>m|»añ<'fo de tiuvslnt corriente en el Frente
. Amplio. Unos 90 hombres de la Marina, armados a gue-
i rra, irrumpen en la granja, rompiendo, un poco, la tran-
, quiiidad natural del campo y de sus habitantes, míen-
i trae un helicóptero sobrevuela por el lugar para evitar
; que este grupa de Jai« Fuerzas Conjuntas ¡rueda ser abatido
Llevan detenklo a Luis Mattns Oa’d, no «flan nin­
guna información, revuelven toda la casa, como os su
estilo, pretenden romper algunos muebles, mueven col­
chones, revisan, ven determinadas maderas sobra una
pared, suponiendo que ahí se pudieran ocultar cosas
siniestras, advirtiendo, luego, como es lógico, que no es
así. No encuentran nada y lo llevan detenido ante la
l desesperación de su mujer y de un viejo peón que
1 rutaba en ese momento con ellos y que desde hace mu­
cha tiempo se encuentra a su servicio.
Luto Mattos Casa! es llevado el viernes y, Mmu*-
táncemente, detienen al Jefe de la Estación de Progreso,
»«•ñ** Pamdí Bonilla. Como tenían que luirtiir «le.
teniendo, también se llevan al doctor Iglesias, un viejo
profesional de la zona, y a su hijo, que es abogado. Pero
Í>asa una cosa curiosa. El Juta de Paz de Progreso estaba
unto con el señor Parodi conversando, cuando alguien
se les acercó y les dijo que estaban altanando la Estación
y que habla una gran movilización de la Martoa. El Juez
entendió que tenia que ir a ver to que pasaba, porque no
rr«-ía que las cosas pudieran hacer <to ese manera. El
Juez se llama Mupzei Sghrzzí. IWu, ¿qué fíat lo que le
ocurrió al señor Justa de Pez? Que cuando «e acareó y cuan­
do se presentó a fríe representante* de las Fuerza» Conjun­
tas como el Juez de Paz de la Ciudad ds Prww», un sol­
dado le expresó: "Ahí que usted es el Juez de Paz; asi le
¡ va a ir". A renglón seguido te dieron una soberana paliza
í rn plena calle, ante la presencia de mucha gente. Cuando
estaba en el suelo casi desvanecido, pretendieron introducir­
lo una libreta con direcciones en su bolsillo. En eso mo­
mento, <•! Ju«uc n*«r« lona y «I meter 1« mano en uno de
oh hulsiiloM, advierte que tonta alas que antes so poseía.
: Ent mees, lo tira en la calle y tos dice: "A mi norte ven a
! c.ihk ur ustedes, como hacen comúnmente, documente« O 11-
• bielas que puedan ser conqrtwnetedores".
Es decir, que el Juez de Paz, el representante del
Poder Judicial, en plena calle, recibe una paliza porque
i tuvo la osadía de ir a preguntar en qué consistía ese
! procedimiento. El no iba a interferir en el mismo, ni a
! solicitar el retiro de las Fuerzas Conjuntas; simplemente,
i formulaba una prnuinta. Esto está un poco inserto en la
¡ I^y de Seguridad votada últimamente y en ta cual se ha
¡ barrido con el Poder Judicial. El miércoles, dia en el que
i fue promulgada, comenzaron a utilizarse estos métodos.
Este es un hecho que ha causado en la zona —yo
he estado en ella en el día de ayer— tremendo males­
tar, tanto en personas del Partido Nacional como del
Partido Colorado. Tienen gran indignación por haberse
producido esta incursión bélica en la que haMa ayer el
Ministro Revira llamaba la zona tranquila de la Re­
pública,
Pero todo esto no termina acá. Apuntan, entonces,
al compañero Carlos Fajero, periodista y administrador
i del diario "El Ftr<r do la dudad de Santa Lucía. El
señor cenador Santoro me acota, por lo bajo, que "El
< Faro” es diario de la Ciudad del Sauce, pero yo le señalo
que sale una edición para la ciudad de Santa Lucía»
cuyo administrador es. precisamente, Carlos Falero, y»
Sdúnide, .b te Auúte.’tod
per el doeur Ramón Legnini.
 Como decía, señor Presidente, Palero es llevado,
desde bu domicilio a la Jefatura de Canelones. Se hace tuda
una escena espectacular, los vecinos se conmueven, y un
funcionario de ios fuerzas de choque de Canelones, que
son las que actuaron en esta emergencia —no en el caso
de Mal tos Casal y de la Estación de Ferrocarril - quo
esUn muy adiestradas y tienen una especie de Jefe que
fue entrenado en Panamá (cómo cambia la historia del
pais, que hasta un policía del interior lo entrenan en
Panamá) quiso hacer un alarde de fuerza y vigor sal­
tando un pequeño portón, dándose un tremendo porrazo
con su metí olleta, que se pudo haber disparado con todas
•ai« cunaecuenclHs. Con esto si* ve que en Panamá no lo en­
trenan lo suficiente como para saltar cercas o portones en
forma en que b< hacen, comúnmente, el anidado o el fusi­
lero norteamericano. Pero todo cuestión do esiierar para
que aprendan y so afinen esas prácticas que le están hacien­
do un daño iiTevcrsible al país. Así fue llevado Carlos Fa­
jero a Ja Jefatura de (’andones.
i En la noche del sábado, cuando llegué a mi casa,
después de intervenir en algunos acto« de Comité de Base,
una señora de La Paz me informa que a su esposo lo
están buscando desde las dos de la tarde. El m ancón»
fe traba en un almuerzo en Canelones, cuando fueron el
" \^ebbuktío aehor Herrera y el fiubeumisariu —no recuerdo
«a nombre— de La Paz a su casa y le dijeron que tenían
que llevar a ni esposo n la Comisaría para interrogarlo» En
tas tetaras de le noche yo acompañé a esta fiersona a la Co-
misaría de La Paz, dando el Subcomisario que me atiende
me dice que al señor Nicolás Vilottí Núftez lo ium requerida
<le la Jefatura de Policía de Canelones. Entonces, pronuncié
traíllalos palabras: este hombre oslé aquí, tísicamente sana,
Nin ningún problema, y ustedes i-eián n*s pausa bles, * i^irtir
de este momento, de lo que pueda pasarle. Me aseguró de
que realmente era la Jefatura do Canciones quien lo reque­
ría. Efectivamente, en h«»ms de hi mañartii lo vienen a buscar
de esa dependencia. Asi es llevado el señor Nicolás Vi-
■ J-tfti Núñez. qii" (s miembro de la Junta Elwtoral del
Frvnie Amplio do Canelones y miembro de la Mesa Eje­
cutiva Departamental que prende el doctor Kamón Leg-
nani.
Ayer concurrimos a la Jefatura de Canelones a la
hora 17 y 15. Nos atiende, por ausencia dol Coronel Mar­
tín, Jefe de Policía y del wcftor Da mis no, que no con-
i curre a esa dependencia ya que futrió un «cridante hace
I tiempo, el Sub Inspector Cáceles correctamente —como
I no deberla ser de otra manera siempre— y nos dice que
ductor Iglesias y su hijo qué ce abogado, y Luis Eduardo
icen», roinpiiiMW nuestro, inuquinista ‘le Ate, y que es,
además radinaíicionndo, están detenidos, E*te ultimo, p«|i»0
dicen que le encontraron una máquina inferna!, la euai era
un grabador que tenía trasmisiones cwm» rariMrthrr/iwJo.
Después do mucho averiguar, pudimos saber que setas f<er-
sonas hablan sido llevadas, tran<itarlnmcnte, a la Jefatura
fie (’¡im’i-ws, siendo tinshidndas, posteriormente, al Cuartel
de San Hnmon. Nada menos que n este Cuarto! de Son !
Kanion, <lond(» se h.iu cometida velámenes contra <tet<ml»
' dos.* capucha, plantones, la prueba submarina, ra derlr,
¡ sumergir la cabeza en una tina de agua, pu umi eléctrica,
! etcétera. Sobre todo esto, ya ha habido denuncias muy
concretas en este Senado.
»¿A qué título, por qué motivos son llevados a San
i ffojmoi* «1* nMpUMttt m «tempre el silencio. La que
¿temprai «a ¡a cwrtsMMáón del silencio.
Después de estar «operandi» va rato, «e nos omnunica
qua el doctor Iglesias, su hijo, y Luis Eduardo Ri vero
han sido liberados. Luego, <*r» Progreso, constatemos la
veracidad de esta información. De esta modo, los que
quedan detenidos son, Carlos F alero, periodista de la
; <¡,.Dd '!/■ Santa Lucia, fimcioniirio de la Cap» dé Asigna-
clorici de (’'in/'Jonrs, y Nicolás Vilottí Nañcg, A
j miembro de ¡a Junta Ete<d»»taf de Canciones y miembro,
ademá«, de la Mesa Ejecutiva del Frente Amplio en eso
departamento.
Jbityvimoá averiguando y< adrinás. quedninm» en volver
hila ttófchi i Ihm ils
06 9
para saber qué os lo que ocurre aoa astee ciudadanos, j
que no tienen nada que ver ron ninguna organización, y >
que ya debieron haber sido puestos en libertad, aunque í
lámannos que ni siquiera tendrían qué estar detenidos. .I
Cuando veníamos de viaje, para cumplir con nueoJj
tra misión en el Senado, nos encontramos con otra no-1
vedad. Que han sido llevados presos, en el Sauce, Waah- ¡
Ington Redes, cartero y su hijo Jorge Redes Castilla,
estudiante de Arquitectura, los que también fueron 11o-
I vados al Cuartel de San Ramón. Lo grave de ecto es que
1 días atrás hablan llevado a su otro hijo, Schubert Rodee
’ > Castilla, de 18 años de odad.
।
Aate esto, yo solicito que el Coneajo del Nido, so-
haga eco, de alguna manera, de astas detenciones do.J
■ menores, que es un hecho grave, ya que no hay ley que ’
' autorice a detener menores y ¡levarlos a cuarteles. Esto '
| muchacho fue sometido, en el Cuartel de San Ramón, ;
. a la capucha, al plantón, a golpee y a la prueba subma-ó
riña, y fue liberado, a las <g lloras, porque no teñir '
ninguna conexión ni vinculación con la «edición. Sin embargo^
! ahora llevan a su padre y a au hermano al Cuartel de'f
I San Ramón.
Ante todo esto, uno se pregunta si se puede dote« I
ner a un menor y llevarlo a una Unidad Militar y luego. ¡
golpearlo. ;
•
Voy a solicitar, al término de mi exposición, que
i
4 estas palabras no sólo pasen al Ministerio de Defensa
¿ Nacional, sino que, también, sean cursadas «I Consejo
J de! Ni fio pera que se ocupo, preferentemente. <1e averi­
guar sobre estas denunciar. Seguramente, habrán de
i comprobar y certificar estos hechos que nosotros estamos i
| formulando.
’í Hay otro hecho muy grave. Fue detenida, sin que |
’
«o sepa exactamente su destino, Helena Dufort j* Alvares.
i Ixw legisla dore« que tienen algunos años en el Parla­
| mento, seguramente, conocieron a eu padre, Mario Dufort f
i y Alvarez, que fué Secretario de la Cámara de Represen- l
| tantes. Esta persona ha sido detenida sin darse ninguna (
¡ explicación y todavía no se sabe el lugar donde se en- ¡
cuentra.
•
i
i
j
1
!
1
j
4
|
a
 KRI<>, Fh rl’iuH

Sanador

TEMA: DETENCION DE IAJTORES,SACERDOTES, HERMANAS Y

MONJAS.

-os i fin c.ss. 17 y 1-° Julio/97'1

| Señor Presidente, también la líjala, en «te momento,

' está siendo blanco de esta fuerza ciega, bruta, que nada
■ en la calle, porque un día se apretó el botón para que ella
funcionara. Ello fue, lamentablemente para los intereses del
! país, el 15 de abril.
A la Iglesia, y fundamentalmente, al Consejo Per»
manen te Episcopal, no se le perdona que haya formulado1
las apreciaciones que dieron motivo en el Senado a ex-
nos debates. No se puede disculpar que Monseñor Par-
Wnl y el Consejo Permanente Episcopal hayan condena­
do las torturas y expresado que todas las confesiones que
se arranquen por este medio carecen de valide« y de ver-
¡ dad, y además, que hayan atacado, en una forma dura,
! esta posición que se está dando en el Ejército. Además, agre-
■ garon que eso afecta la dignidad humana, la que el pais
tiene que defender, porque ha sido participe de Congresos
Internacionales y ha suscrito, animismo, declaraciones de de­
fensa de l|i dignidad humana y de ios derechos del hombre.
Poetares y sacerdotes estilo siendo detenidos. El Re­
verendo Padre Salvador Burgués está preso; el Pastar
Jurado fue asesinado; el Paslor Valenntela, también esté
preso. Hermanas y monjas también son detenidas. La
Hermana Marta, del Cerrlto de la Victoria, fus llevada
a un Cuartel y se me informó, hace unas horas, que pa-
I rocería que fue liberada. . tos pequeño»! que ahora viven fuera de todo esto, porque
■' ■*« !■» i,,,»
■.itiw.i. w
ikMm -•* ■■■
Tanto molesta la presencia de estas monjas Uovanoo ’
ropa* y oímos elementales paro las detenidas, que hiao qu* *
el General Christi, Jefe de la Unidad Militar número uno,
revisara la posibilidad de que fl esa Unidad no se lleve más
nada. Por eso, a partir del jueves pasado, la gente lleva la
ropa y las cartas a lo que fue el Museo Militar ubicado en
eljuno Castro y Molinos de Raífo. Lógicamente, así, van
zona apartada y no loa ve nadie; en cambio, en
la catatad Militar número uno, desde las ocho a tas once
de tai cientos y cientos de personas, incluso
monjas, están presentes, a la vista de miles de ciudadanos
sus pasan por aüí, caminando, en ómnibus, en auto, No
era conveniente qut el pueblo viera a esas monjas alU,
ya que w presumiría que llevan ropos y cartas a otras /non-
Ahora ut«m. tatefafa JRWWte* tfaíte di B
Marina, una capucha que tfatewí» «ha fbsfwrescsnc»
especia! que enceguece y mofarte y «nos lentes parecidos
a los de loa obreros metalúrgicos, que no permiten vlria-
lizar ni ver a quienes tienen enfrente o a quienes tes es­
tán Interrogando. Ixw otros dins en la Iglesia del Cordón,
donde se iba a oficiar una misa, aparecieron ciertos poll-
| cías buscando a alguna per«.nna y llevándola, aunque des-
¡ >»»«/*< lo pidieran disculpas. Después que nn se aclare que
i no es una operación contra la h'lesin, ya que na recen bus-ar
। a iin|M*nÍtentos o cor donados que quieren redimirse. ¿Espe­
rando a quién? A cualquiera, al que les pareciera que su
i rostro no l<s metvein confianza, en la semtridnd da n«»e se
¡ trataba de alguien que estuviera allí casi infernaimente pe-
I netrnndo en la Iglctaa jMira escuchar un oficio.
Todo teta pertenece a una historia que cuando *e
terríba por alguien sin pasiones menores, ron ncrepletad,
con egpacidad, con jerarquía, ha de horrorizar a quienes
sean sus teetoree, a los que no son hoy protagonista, a
hay pequeños de meses que están en la i Cárcel Cení ral
oon mus madree. Hay pequeños que han sido encarcelados
y el Senado rooordará de un pequeño de ocho o dies me­
ses que estuvo un tiempo en la Escuela Carlos Nery, es
decir, el más pequeño de ios prisioneros de cualquier país
d*d mundo. Todo esto es un desafío que no lo hemos pro­
vocado nosotros sino qua otros lo están haciendo junar
violentamente.

07 0 1
 'IH.'J, Enrique

leñador

TEMA : lETENCL'V DIRIGENTES 1PI RENTA ’’COMUN ¡ DAD

URL SUR”

Sesión C.S3. ¡7 y 1° ,<ulio/9?R

Señor Presidente: esta nómina de indiánldadei, Je

arbttrsrledades. podría culminar eon lo que le ha pumo
a un grupo de ciudadanos que, desde hace años, tienen *
una imprenta muy bien dotada y perfeccionada, cono­
cida c >mo ''Comunidad del Sur*’. En ella se han impre- á
so cantidad de librea que enriquecen la dilucidación da i
probjemaa de ia hintoria nacional, difundiendo obras im- j
portantes de estudiosos e Investigadores. Incluso, allí ha
salido a la luí un trabajo del señor Alejandro Revira
•—hoy Ministro del interior: entonces, Subsecretario del :
doctor Augusto l^egnani— sobre ia Constitución de 19M.
Lo hizo aparecer “Comunidad del Sur”, y fue prestigiado
por una pequeña editorial que, durante algunos años, tu­
vimos en nuestras manos, junto con un exiliado brasile­
ño i magnifico, <>Miudi<»NO y xorlólogo de la realkiad del
vecino puta) Humado Paulo Schilling. Siempre entendimos
que este tipo de labor era particularmente ImiKirtante y,
en el caso concreto —aún tratándose de una constitución
que no aixiyarnos- nos pareció sumamente interesante que
se facilitara, orgánicamente, el mejor conocimiento de dis- . r
tintos temas que la misma contiene. f
Los integrantes de esta imprenta, han sido deten!- J¡ AÜO 1
dos, en su totalidad. Creo que el señor senador Michelinl i
ha formulado un pedido de informes al respecto, si es | \ Tt
que no he escuchado mal la lecturu de los asuntos entra- $
dos. Estamos en presencia, indudablemente, de un muy
claro atropello. Esta imprenta fue la que, en algún mo­
mento, editó aquel periódico —"Lucha Popular”— que las
Fuerzas Conjuntas calificaron de clandestino. Digo, señor
Presidente, que las Fuerzas Conjuntas, tienen acaso, una
■ virtud: sustituyen al poder civil y al Juez Militar y, por
anticipado, dan por confesado lo que ellos creen que co­
rresponde, y condenan; después, averiguan, para ver st /
, esto es verdad. Si existiera la hoguera, sin lugar a du-
> das que primero quemarían y. más tarde, indagarían pa-
ra ver si eso estaba bien y, si asi no fuera, pedirían dis»
! culpas. Basta recordar Jo que pasó con el padre Mpadacci-
no, en relación con este periódico llamado clandestino.
Lu publicación no era clandestina; se vendía públicamen­
te y con autorización, naturalmente, representando la,
opinión del Grupo de Acción Unífkadnra del Frente Am­
plio. n padre spadaceíno ta* aesuedo, en vinculación
con este hecho, del tráfico de armas dmtisdo a provo» ,
car la subversión en América latina; no obstante ello« >
fue puesto en libertad, porque el Jue* de Instrucción JMi- ó
Iliar Coronel Hernia cnU'náió que no había nada a
<ioe pudiera Mfgoif k arle «ruxBCkm dp cía** siguna. Y nr» rí» ja
moa ninguna rartiflrsclón por parte de las Fuenes Corwl
juntas. Naturalmente que por las rías que éstas utfltzaiííW
luna dar a conocer ¡as novedades, se supo de esta tre^l
menda acusación contra el padre flpadncclno; pffo. debe
pues, cuando todo quedó en la nada, no se río por niSH |
gún Jado la rectificación que marcara que tal acusación 1
era indebida, incorrecta e ilegitima. 1

Eh fin, señor Presidente: si hiciéramos un examen"

más o menos minucioso de los partes que hacen ¡legar a :
la opinión pública las Fuerzas Conjuntas, veríamos cuan­
tas cosas de éstas aparecerían.
Nosotros vamos a pedir que estas palabra.» pasen al
Ifinlstariu dé DtfMM Mciml y que, en Jo que time
«mb ver oen el a «MthMMMi teto reáaemcia —no
es el único caso; y» ha habmootins dMM- so dio»
SMOUOSlMMlMMaUmmtMMMMeMMeMMH*'''»*-••***.

ponga el mismo trámite wn respecto al Canse,¡O dlt

no simplemente para que éste tome eonochnkrjto de té*
ó*« < ii<• un-i.d«-uis, »ino, fcrí< n>á», »mr* que launrígue. LOK
. i ¡•■rn-i iH iH ti que phIhC prutvgikP* d* toó* S/MtxarÍSdeda
> uu puiih u -/t /-.»mIiu idos a unidades militares en las q
por otra pínte, «m \<’jaih>u¡ hemos conocido situaciones, qué
no^ llenan de honor. Así, Ih-iii<s Mibklo de muchachos dK
JS, 16, 17 alfós adoh’M < nó « que son sscados vkJeuta«|
mente de na» casus y «wijiididi*» u esbis cuiuiiihhuies. Jj

07 1 3 c¡4 5
 Sqri ad or

TEMA: Kutpn JA JSANO. DETE’.'C ION,

Sofión C.SS. 17 y 1P Julio/972

Hace n unos 13 dias.detuvienaa a tua Mbit y entra­

ñable amigo mió —política y personalmente— integran»
te del Movimiento de Independiente* “2á de Mareo" del
Frente Amplíe*: Rubén Sassano, quien, hace unos años,
debió aslatir a las sesiones de la Comisión Investigadora
de las Torturas —que actuaba en este Senado— porque,
en su calidad de dirigente sindical, habla sido torturado,
siendo víctima de la picana eléctrica. El hecho rea] es que
su|x?ró todo aquello, y siguió luchando. Ahora, fue detenido
y llevado a un cuartel y, según se nos dijo, el día sábado,
i había sufrido, romo resultado de apremios físicos, un que- j
branto muy grave en su salud. En estas circunstancias, que-
I remos levantar nuestra voz de protesta ante este hecho,
' haciendo sentir la más viva solidaridad con este «migo y
I ('ompañero, al mismo tiempo que repudiamos la actitud de
quienes, aprovechando determinadas situaciones, adoptan es-
1 ta conducta frente a quienes militan politicamente, cum-
¡ pliendo con lo que entienden que es au deber.
Lo que hay que destacar, señor Presidente, es que
todos estos desbordes, han sido, en general, sufridos por
quienes pertenecen a los distintos movimientos políticos i
que integran el Frente Amplio; no sé si será coinciden­
cia, pero vale la pena que los señores senadores se hagan
alguna reflexión, meditando sobre lo que está ocurrien­
do en el país.
Creemos que la simple enumeración de hechos tan
graves, el detalle de tantas iniquidades, tiene que mere­
cer la respuesta urgente del Ministerio de Defensa Na- i
cional; y no cualquiera respuesta, señor Presidente, sino 1
la que sea verdadera y correcta, la que nos permita, en
definitiva, movernos en el plano de la veracidad que siem­
pre es imprescindible.
Estas son acusaciones que no podrán ser levantadas;
como no podrán serlo, tampoco, las que tienen que ver
con el asesinato del obrero de Treinta y Tres, Luis Ba­
talla, ni del pautar Jurado. Las propias ropas de éste nos
dan ¡a verdad de lo que sucedió. ¿Dónde están las hue- ।
lias de las puñaladas que se auto-infirió? Yo podría traer .
su vestimenta ante este Senado, casi de inmediato, para i
que fuera examinada: y ee vena, asi, donde está la ver- ¡
dad y donde te mentira. Ye postaría, ante ios ojos de loa
señores senadores, esas ropas, y sacarían con teda cla­
ridad bus propia» conduaionea,
Es menester asegurar, señor Presidente, todo lo qW
sea necesario para que estos hechos no puedan seguirte'
ocurriendo, en este país, absolutamente a nadie, áte togh
equivocado el camino; se ha elegido el más indebido, i»*
conveniente e inoportuno: el de golpear a teda la gente
indiscriminadamente. Digo, señor Presidente, que, asi, na*-
dlr PMfá libre dr psííh «tlf iwloncH y que ningún habítente <MÉ
país, puede estar tranquilo. j

2366 5 '
072 3
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-’aia‘l i>r

Tt MA : I WOrESOH.* i.bL'n.NGh/N HW F UE.'< ¿A4 CONJUNTAS

Sasirtrj G, SS. 17 y l8 Julio/97 2

........................................ >• — — ................................................................................ y, , । ,|1U .................

Hay profesores que nada tienen qi* w f » ha*

■Ido llevado« detenidos. Es el oaso de Ricardo Catrera!/
entre otros, respecto de quien, por un planteo que hiel*
moa, loáramos el reintegro de su reloj, pero no del diñe*
ro, por supuesto, porque mo se le quitó y nunca míe s*

le reintegró. Son profesor?« a lo» cuales luego les piden

disculpas. A veces pasan 60 ó 70 días y no llegan a la
Justicia Militar, pero, a pesar de que las pruebas que se
, acumulan ne darán lugar a proceso, según dice, a veces,
1 un oliet.il equis, igual esperan al Juez y pasa todo ese
tiempo. Pero son 60 dios de encapuehamicnto. Nos decía
una persona que fue liberada después de 24 Ju ras, que
estuvo encapuchada, que se «lente una verdadera depre­
sión, una incomodidad espiritual, tal, la sensación de que
no se es un ser humano, por tener la capucha sólo 24
horas. Esto pasará como la historia más triste del país,
por esta reiteración, por esta insistencia, en vejar a la
gente. _______________

073 J
 KRi'O, In ri que
Sena/1 or
TEMA? MOVIMIENTOS SUBVERSIVOS.PLANTEAMIENTO SENADOR
Mi CHELINi .
Sesión C.SS. agostu/97^
| SEÑOR ERRO, —■ He estado escuchando con la aten»
J clón que se merece la trascendente exposición del señor «e>
nador Michelini, quien bn hecho una hicundón en el Dore-
cho Comparado, sobre lo que significa la Inmunidad par-
lamentarla, expresando y probando en forma categórica que
ella no es un privilegio del legislador. | dorio en el ejercicio de las misma«, por dos tercios de¡
Me voy a permitir hacer, también, una breve referen-
cía a nuestro texto constitucional.
¡ En el Capitulo HI de la Sección VI de la Asamblea
General, en su artículo 112 se expresa: "Ixis senadores y
, los representantes jamás serán responsable« por loa votos
y opiniones que emitan durante el desempeño de sus fun-
clones". Esto ha sido afirmado muchas veces por el señor
senador Echogoyen, capacidad reconocida en la materia, res­
pecto a Ja irresponsabilidad de los juicios que se emitan
dentro de! recinto. Es decir, lo referente a 'a independen-
¡ cié de pensamiento del legislador, cuando da opiniones en
el seno del Cuerpo que integra.
El artículo 113 dice? "Ningún aenadt/r o representan­
te, desde el día do su elección hasta el de mu cese, puede
mi- arrestado, salvo en el cano de delito in fraganti, y en
toncas sa dará cuenta inmellaia a la Cámara respectiva
con la información sumarla del hecho0. O sea que tiene
que ver hasta con la independencia física del legislador,
Quiere decir que el legislador no puede, a causa de los
juicios u opiniones vertidos en el Cuerpo, en eate caso el
Senado, ser detenido, atropellado al salir de Sala o en el
lugar en que se encuentre,
07 *
■■■ 1 -..... " "”l '1 *
El articulo 114, "Ningún senador o repnee>,
tanto, desde el día de hu elección hastn el de mu cese, 03di‘á
*a?r acusado criminalmente, ni aun i»ur delitos comunes, qu®
no sean de los ;letulladoH en el articulo 93, >ino ante suj
i esportiva Cámara, la cual, |x>f dos tercios de votos d«|
total de su* cumpunentcH, resolverá si ioiy lugar a la for*
moción de causa y, en caso afirmativo, lo declarará sus­
pendido en sus funciones y quedará 'a dfepoxkión del Tri­
bunal comí>etente". Es decir, acusado criminalmente. Hay
t<xla una estructura constitucional que puede M?r aplicada en
los casos muy oipecialM en que pueden darse los extremos
a que se relíele el articulo 114.
E! aiticulo 115 se refiere al orden (pie tiene que ver
' con el Cuerpo mismo, al establecer: "Cada Cámara puede
corregir a cualquiera de sus miembro« por desorden de con­
ducta on el defcempefto de «ti» funciones y hasta sus|M‘n-,
voto« de! total de sus componentes. Por igual número d<‘
I votos podrá removerlo por imposibilidad física o inc;q,acl^
dad m< ntal supervúúente a hu incorporación, o por aHo¿
de conducía que !e hicieren indigno de su cargo, despuéf
do su proclamación. Bastará la mayoría de votos de ore^
> sentes pura admitir la» renuncias voluntarias’’. Es dechyj
lo que llamaríamos onien del Cuerpo.
¡
I articulo» 112, 113, 114 y 110, pero, principaimantM
los tres primeros, son absolu amente claro» en demos! ral!
rugue o
en el propio texto constitupknal, que mientras no se de«,
se modifique rige; que no es privilegio la innnH
nid.ul, sino un dciecho inherente ai cargo y al Giiw¡x>, SI
K'.ilmente no abatiera, sí fuor i puesto en duda, si se cues*
Donara xu natío alezo, la finalidad do oslas dimpotdciqtKm qne^
ademán-, ap.iicrm -.á-mprc en los texto» constitucionales, osi
tallamos infiriéndole ai Cuerpo y a cada legislador el aj.ru»
vio de dv.stroz.ar su independencia, lo que haría, de cada le-
gidador, un hombre pusilánime, atei ronzado, sometido al
ámbito de la» presiones que contra 41 se pudieran ejercer.
El señor senador Michelini ha dicho en uno de sus pa­
sajes, ¿qué es lo qut M busca? Es «isa una gran interro­
gante que, debe pesar sobre el país. ¿Qué so quiere con
estas cotia»? Todos creíamos superado el Comunicado nú-,
mero 1U0, ya que el señor Ministro da Defensa Nackmd
había aceptado el encabezamiento quo decía con "ConccK
miento Superior", lo que fue discutido largamente en jMh
Asamblea General y ahora renace coi fuerza y con vigor,
liara hacer acallar la voz de un legislador que hizo una
manifestación en Sala que está dispuesto a probar, I
1
 WfitOR ERRO. — ¿Mr permite, señor senador?
• Quiero dejar con«’ancla de que nosotros, en esa mu-
alón, manifestamos nuestra inquietud por la convocato­
ria del Centro Militar, firmada nada menos que por
140 Oficiales en actividad.
Para justificarla, bastaría con leer alguno do los
puntos expuestos en el remitido del Centro Militar, dan­
do cuenta de la moción aprobada en la asamblea rea­
lizada el 4 de julio de 1972. con la asistencia de SS9
5 asociados.
¡ En el segundo afirman, que “repudian todo público
señalamiento de la« penas a aplicar a cualesquiera de
sus integrantes, cuando Ies corresponda ser sancionados”: '
I y en el primero, "que toda ocetón o manifestación cor­
porativa o individual, que tienda A menoscabar u obje-,
tar maliciosamente los procedimientos de loe integran­
tes de las Fuerzas Armadas, en la lucha contra la sub- ’
versión o, lo que es lo mismo, traición a la Patria, cons- !
tituye una complicidad embozada con los enemigos del
régimen Republicano Democrático que la ciudadanía ha
elegido y reafirmado”. Es un claro ataque a loa fueros
parlamentarlos. Pero hay algo aún más importante,
El General Gravina. al final de su Orden de Servi­
cio del 2 de julio, califica de "inoportuno c Inconvenlen-
, te” dicha convocatoria que la adopción de actitudes po-
! iftlcas. Con ello, les está haciendo un llamado de aten-
. clon. Yo pregunto si el General Gravina, Comandante en
Jefe de las Fuerzas Armadas. reaccionó con esa Orden
de Servicio por la convocatoria en si, o por lo que ha­
bían manifestado ¡os senadores Mlchelini y el que habla.
Fue por lo primero. Además, las transcribe, a texto ex-
I preso, las disposiciones constitucionales. Aquí está el
meollo del problema. ¿Por qué las transcribe? Para se- 5
khalar que era "Inoportuno e inconveniente” que las Fuer*- <
r zas Armadas tomaran decisiones políticas
j ¡
¡ Creo que eso está claro, 81 no fuera así, tendría que
pensar que esa Orden de Servicio es absurda, porque, ¿a ;
qué transcribir las disposiciones constitucionales* aíno4|
para recordárselas a los que las violarían. El objeto era,
por lo menos, mostrar o indicar, a los Jefes que se iban *
ja reunir en el Centro Militar, que sus decisiones podrían
^añadir mayores zozobras a las que el país padece. Y me
■* 1 ' 1 ■■■!■• ।. m, »w——i, । .
parece que esa no fue consecuencia de la cau^a que se '
puede impuzar a I05 señores senadores Michehni y ciue
habla.
Me parece ‘que este e» un asunto muy claro y co.no
tal debe tomarse.
’***-*’*•
ERROR ERRO. — IB Mttátfor Mlchelini está ¡
comprobando fehacientemente que lea convarsaclones han
existido y ha dado un dato. lia dicho que un dirigente
tupamaro que estaba en Punta de Rieles fue llevado a i
determinada unidad y que habló con sus «ompafteros en
la clandestinidad, con conocimiento de estos oficiales.
Entonces, digo que cuando mañana, a travils de la pren­
sa las Fuerzas Conjuntas se enteren de lo que ha dicho
el señor senador Capulí, le van a dedicar un parte, ob­
jetándole que haya deslizado la posibilidad de un acto
de traición. Esto es evidente. Pero lo que afirmo es que
las Fuerzas Conjuntas no pueden utilizar ese lenguaje
Un tajante, corno 10 está probando el señor senador Ml-
chelini. Entonces, pregunto: ¿qué va a oiurrir cuando
todo esto tenga estado público y resonancia internacio­
nal? El Uruguay es el centro dá atención internacional;
en estos momentos y desde hace mucho tiempo, a ralg,-
de todos los acontecimientos que están ocurriendo. En¡j
toda la prensa del mundo, mañana o posado saldrán
estas noticias, porque las agencias telegráficas que están*
en este país venden noticias y cuando 1M periodistas-!
(¡uleren consagrarse, lo hacen a través da las mejore#,’
noticias dadas al diario o a la agencia qup representan.'’
' En base a lo que se asta desarrollando esta noche
aquí, con mucha jerarquía y capacidad y sin pasiones
1 menores, evidentemente, no se puede negar a príorl la
existencia de conversaciones que, tengo entendido, per lo
que acabo de escuchar al señor senador, eran conocidas
por los hombres más representativos del gobierno, a los
cuales los señores senadores pueden llegar con más fa­
cilidad que yo, que no podría hacerlo, pura certificar lo l
i que se ha vxpues^o en el seno del Cuerpo.
i............. ... ....... —------------- ------- ---- * -
/OFF í\
 ERRO« Enrique

Senador

TEMA: CONFLICTOS SOCIALES.

Sesión G.SS, 6 setiembre/9?^

'”*■......... L..R- B;w. { y

SEÑOR KR1KX — Meo rdaiUMttar que Wo| da

acuerdo con las expresiones que se han vertido en fleta y
dispuesto a votar la moción que propone el compañero
señor senador Enrique Rodrigues.
Pero considero que no se ha puesto el énfasis sobre ;
un hecho mucho más grave, cual es que el Presidente de i
. la República, en virtud del anuncio de un paro de 48
i)oi as en el Ferrocarril y de la formulación de otros a.;
I realizarse en distintos gremios se ha reunido con lo» man«,
¡ dos militares en una sede militar. Se han filtrado, al re»»]
I peto, en la prensa, noticias muy graves, como que estarla,
dispuesto a tomar medidas radicales con aquellos gremio»1
que al amparo de la Constitución de la República, decre*
ten huelgas, paros u ocupaciones.
¡ üigo esto en el Senado para que quede claro que
lo que pueda ocurrir después, tiene un responsable poli-
i tico, que es, en primer término, el Presidente de la Repú-
l blica porque está, prácticamente, anunciando al pais una
ota de represión y de violencia, contra ios trabajadores que,
. legítimamente, por sus reivindicaciones, anuncian las me­
didas de lucha que ellos creen convenientes.
En toda esta tragedia, no podemos olvidarnos de otra
* a la que estamos contribuyendo extendiendo este debate:
I la del primer punto de ¡a orden del día, que se refiere
1 a lansamientort y cUssaiojos, a las 20 horas termina esta
sesión...
 KHHOi Enr 1 q,.n*

TEMA: UN i VKH3IIJAP HE i Ubi. IC A. A Ml.TO Ct'MKTILO

LIA JO SETI EMHHE/9'72

Sesión C.SS. 3 oetubre/9?2

-- ....... un-" ■ ...L.. - ,. ... , ,

^Moclonuino« para que la Comisión de friatiwtata

Publica llame n au seno a loe señores Ministros del In ­
terior y Defensa Nacional y a) Héctor de la Universidad
para informar sobre el asalto cometido en la madrugada
<iel sábado 30 a la Universidad". Firman los señores
senadores Michrlini, Erro, Terra, Kodrigurr y Kodrígues
(amanso.

23 <J 45 <
Q7 7
í ? etROR ERfto. — El señor senador Mfchelinl decía.
con razón que los señores Ministros, en la Asamblea Op-
I ñera!. en el Senado, en las Comisiones, habían herho
profesión de fe en cuanto a defender todos los centros
educacionales. Quiero agregar un nuevo elemento per­
turbador. En la Comisión de Instrucción Pública, cuan­
do asistió el Consejo de Enseñanza Secundaria, el Direc­
tor, profesor Schettlní, demostró, fehacientemente, ia con­
mixtión entre ocupantes de liceo y sectores policiales que
ajustados a 20 o 30 metros del local, cuando los ocupan­
tes salían, conversaban con ellos e intercambiaban ciga­
rrillos en una amistad de tono fraternal. En el debate
que se realizó en la Comisión, el Director de Secundaria
puso el acento en el cierre del Liceo Bauzá y exprenó el
propósito del Consejo de reabrir el liceo si tenia las mi-
; nimas garantías. El Ministro del Interior se comprometió
¡ a que en el exterior del liceo estarían fuerzas o guardias
móviles para evitar cualquier acontecimiento lamentable
para la vida estudiantil.
Bien; el Conseio de Enseñanza Secundarla creyó en
esa palabra, reabrió el liceo Bauzá y ayer en lunas de
tarde se produjeron hechos desgraciados. Se quemaion
cubiertas, se hizo fuego casi subre el liceo, se rompieron
^vidrios, por estas bandas que actúan constantemente ocu-
"pund) locales Uceóles, amenazando estudiantes, etc Ba­
bia apostado un vehículo de eses a los que »‘I pueblo lla­
ma ‘roperos” luego sustituido poi una “chancnlla" cu­
yos integrantes no se dieron cuenta de estos hechos. No
tengo ninguna información de que con posterioridad se
, haya detenido a nadir y es un hecho realmente relevan­
te tanto como para que el Ministro del Interior pueda
carnes Jas explicaciones del caso.
El Consejo de Enseñanza Secundaria, en virtud de las
¡seguridades que se daba en el extrnior del liceo Bauza
procedió a su reapertura. Esto es bueno consignarlo en]
el Senado cuando se trata el problema universitario y edu-1
a-.-»¿¿ai. el Consejo ha sido victima de ciertos
ataques en el sentido de que quería permanecer con el
Liceo Bauzá cerrado después de más de 50 días. Esa i ra
una de las cosas que se tomaba como argumento. * dades. pueblo
'h ' ' ' ' • , ,
Hubo algo más grave. Be colgaron dos figuras, utut
con el nombre del profesor Schettlní y otra car el de Pa^i
que es el Director del Liceo Bauzá - con lis intenctéM
de quemarlas. Parecería que no tuvieron tiemfHJ para ha*¡
cerlo y se dispersaron.
u Me parece (pie este hecho del Bauzá, conjuntamente
Fcon »■’ de la Universidad, están marcando una intención
de parte de grupos armados. Son estudiantes
armados o perdonas ajenas. En otra sesión demostré que
en el Héctor Miranda había intervenido un funcionario
policial.
Estos grupos no se detienen porque persiguen obje­
tivos muy claros. Primero, paralizar la Enseñanza, hacer
que los liceos se cierren. La primera escalada que hicie­
ron. cuando asesinaron a Rodríguez Muela, en el Liceo
N* 8, las fracasó. Ahora, vuelven a intentarlo a través
de ataques a ia Universidad, del Bauzá y de otros lié;
ceos. Segundo, que se apruebe su Ley de Enseñanza/
En los voluntes que han dejado en el BausA dicen qu|
hay que evitar que continúen las ciases, que *n el md
de octubre vendrá la Ley de Enseñanza y se termina
con todos estos profesores y estudiante# que están
testando.
Ademas, señor Presidente, estas personas no se
forman con éso. En el Bauzá pintaron leyendas en
que había frases de adhesión a las Fuerzas Armadas |
slogans defendiendo su» intereses. Amenazan con la Lejí
de Enseñanza que se enviará al Parlamento como Ley
de urgencia • - diciendo que van a expulsar a ciertos
profesores y alumnos.
Se encontraron ayer en el Bauza otros volantes no
sólo mlmeografiados sino impresos en los que se habla
contra determinados sectores que integran el Fíente Am­
plio. Uno d# esoe volantes dice que se va u terminar con
hh y tpiy vrth m th^ifüúi'd'rtj!ftIh>? // ”-y m*'JA’i'y1
la guerra. j
Entonces, uno tiene el ddaer de hacera« esta pMffun-
ta en voz alta: ¿Qué hace Jii autoridad docente cuando
se le promete desde el gobierno, a través de los Minis­
tros responsables, que van a vigilar en el exterior de loé
liceos y no se cumple?
Noáotros no podríamos acompañar una solución qiMI
Implicara el ingreso de la Policía o del Ejército en los
liceos o en la Universidad, la solución es otra.
Ixjs sucesos de la Universidad fueron contemplado^
। por mis propios ojos. Las Fuerzas de) orden estañan fue-
i i ra esperando que los que habían entrado, amparados por
« i la noche, so pretexto de encontrar determinado# papeleé
*1 I y material, pudieran seguir situando.
;
Me voy a referir ahora al episodio de la bandera, quo
no considero algo balad!. El Juez de Instrucción Militar
de Tercer Turno, Coronel Silva Ledesma, ... conviene dar
todo el nombre, porque los Jueces son seis— declaró que
había sentido emoción y había .saludado, él, también, la
bandera cuando aquel grupo de ocupantes Ja izó. 81 d
Juez de Instrucción Militar, cuyo deber es juzgar, einí
pieza por adherirse y por ser solidarlo con los actos rea¿
ligados por esas personas coja que acabo de denunciar-^
en la Universidad, uno tiene que pensar que no hay idra
। parcialidad, que el Juez está embarcado en uno de tal
bandos. Es evidente que comparte las ideas de un grupg
' de estudiantes o no. ya que ;engo mis dudas que haya»
intervenido solamente estudlsntes, Cuando se Investigué
a fondo se descubrirá que muchos no lo eran y que quiis
procedían de dependencias militares. Por Jo menos, según
; >e h.i informado públicamente, uno de ellos era de
procedencia.
............ . . ................... ■¥
Ante esto la Universidad fue muy clara. Emitió urFi
i remitido en el cual los hechos se discriminan minuciosa-
mente.
Tenemos la sensación, los que asistimos al acto mag-‘
milco de ayer de noche - profesores, estudiantes autori­
en desagravie a la Universidad, que si
no hubiera fildo por Ja actuación enérgica que en aquel
momento tuvo la autoridad universitaria a su mas alto
nivel, ai Rector, a lo mejor ios personas que la ocu­
paron ee habrían retirado sin que pasara nada
Todos estos hechos, como se decía hace un instante.
¡ son muy duroe. Nosotros queríamos calificarlos como he-
1 moS hecho otras veces y hubiéramos deseado que los Mi*
। nlstios estuvieran en Sala en ?ste momento, que sabien«»
do que el tema de la Universidad se está tratando — hajj
muchas personas que pueden informar a los señores MM
¡ nistros , hubieran comparecido de inmediato. Bu obliga*
cion sena venir a Sala sin necesidad de que se le# llame,
Pero estamos acostumbrados que aunque sean llamados sil
limitan a leer determinada invitación y se retiran despuMl
de unos minutos. Por lo tanto no nos hacemos la UusídM
de que vengan por sus propios medios. Además, no w
llamamos ¡jorque tengo la seiu¡acion de que no contaría»
¡nos con los votos para logiar su presencia inmediata.
Queríamos hacer dos o tren precisiones sobre el asal­
to a la Universidad, el contenido de los volantes que se
arrojan por las calles y lo que ocurrió ayer en el Bauzá.
te liceo fue motivo de un largo debate en el seno de
DE? JaXComisión de Instrucción Pública, en el cual particípa-
e¡ señor Director de Enseñanza Secundaria y el se-
MinUtro del Interior.
Me parece que lo que ahí se prometió esta lejos de
rumplirse. Habló con profesores, padres de alumnos y otra
gente responsable y saqué en 'Consecuencia que lo único
que hay son disturbios, per tu: Paciones, con el evidente
fin de que el Bauzá vuelva a cerrar sus puertas, a cau­
sa de Jos riesgos que pueden correr sus estudiantes.
Antes de terminar, señalo que el acto del estudian*
te armado quo hizo un dispan» de revólver que hirió j:
un guarda de Cutero ere <4 prólogo de lo que está su*ij
está »ucsdñmíio, es decir de lo que ii* a ocurrir cuandtH
!<•! Bauzá rtmbi‘íerg su*! J
07 8 2.1
 ERRO, Enrique
Jen ad or

THMA: ASGALOS DEFENSORES LE IKTENlbüS POR

FUERZAS CONJUNTAS Y PROCESADOS POR
JUSTICIA MI LITAR.DIFICULTADES ¡ARA
EJERCICIO PROFESION.

Sesión C.SS. $ y 6 octubre/9?

señor erró.Quiero agw*i* i fe «cpretadtí w

el señor senador MicheJini, otro hecho más rtuvc.

A veces, el abogado defensor conversa con un dete­

nido, en cuyo expediente aparecen do» o tres detenidos
mas, por lo que es natural que pregunte cómo marcha
el problema de éstos. Basta una pregunta de ese orden
para que el oficial pretenda que el defensor no pueda
quedarse mas frenU* al detenido

Por otra parte, cuando en Punta Rielen no se ha de­

jado visitar a ios familiares durante un período de 60 ó
70 días, tampoco se ha permitido el ingreoo del abogado
defensor Es un hecho hvnUlo en el país, líl tibogado de­
fensor, nc pudo estar frente al detenido durante más de
dos meses y medio, Repito, que esto sucedió en Punta
Rieles, Cuando esto ocurre, tiene que pedir autorteacidn,
y sólo puede realrzar las visita« en los días viernes, du­
rante un termino que no sobrepasa los 10 minutos, y a
d|se8 menos.
Con estos hechos, queremos reafirmar, lo quo sucede
en el establecimiento de Punta Rieles, ya que conocemos
directamente estas problemas, por concurrir allí con cier­
ta continuidad.
Creo que esto constituye, evidentemente un agravio
para el abogado defensor, lo que no puede continuar. Lo
, hemos planteado muchas veces, incluso en el Sepado y en
la Asamblea General.
Como recordaba el señor senador Michellnl. se ha
i hablado al señor Ministro de Defensa Nacional para (|u«
v site este establecimiento y compruebe directamente es­
tas realidades.
¡ En ese sentido, anticipo que no tenemos ningún m-
i conveniente en votar ia proposición del señor senador Vnc-
concello» para que la» palabra» que «can pronunciadas
con respecto a eMe tema, ¡jasen a los Ministerio» respec­
tivo«, ! que 33 votos en la Asamblea General, es decir, Ion 30 votos
Además, el detenido no está autorizado a designar
<|®nsor. siendo uno de oficio, a quien por lo general no
i^oce, debiendo presentar un escrito ert donde debe m.a-
nifestar que sustituye ai defensor dé oficia por o! aboga-
do, dando su nombre, dirección y teléfono, para que re-
cien empiece a funcionar la dofenoa que el detenido «x-
presamente quiere.
Hay oportunidades en que el abogado defensor Usr»
mina .siendo preso. •
cimientas parlamentarios.
, Tmyo el deber de leer la muelo» que un grupo de
compañeros del Frente Amplío presentamos en ia ultima
Asamblea General La mtama, constaba de do« puntos. SI 1
i primero, proponía constituir una comisión de médicos para]
| fiscalizar el estado sanitario de los detenidos, que no fue
aprobado por Ja Asamblea GeneraL 1
4‘H
1 El segundo punto decía asi: "El Poder Ejecutivo dgbetq
<•oncertar dentro de 10 «lias con la Suprema Corte de JuS*
liria un procedimiento que: u) gararv iza a todos loa (Irte-
indos, cualquiera sea la jurisdicción a <iue acceda, la libertad',
• ir elección de sus defensor?» y ia comunicación periódica
con éstos; bt determine la< condiciones en que podrán «er^
trnsladados de mi.« lugaro- de reclusión los procesado»- sóror»:
tidos a la Justicia Penal Ordinaria, a cuya tiisjx>sición con­
tinúa estando rh todo momento**.
TenénwH «pin dis'hunr que esta moción recibió <roo
que tiene el Partido Nacional. Movimiento i*or la Patria y
•' Movimiento do Rocha, y los 23 voto« del Frente Amplio.
i No obtuvo ningún otro voto.
\
■ Desoo dejar e«tu cunutancia sin únimo polémico pero
1 «tétalo objetivo <le acuerdo n hecho» retí lea ocurrido* en la
úJlinw» Asamblea General,
>.

I't irini ¡.u:> , - j> < . S* mudo que las Fuerzas Conjun-
¡ tas detuvieron ai du<dor Hugo Fabn. 1<"? publico y noto- 1
l rio que defendía a un grupo de personas que estaban en
Punta. Carreta, Puma Rieiex <• en otros cuarteles fi doc­
tor Fabri estuvo detenida durante «2 día rfejando.srlr*
I libertad porque no ve le pudo foro^r cau.^t, v,<
i qüe ti«'«« U* puño h&oer ninguna imputación.
JU,. - — - ■■-- - ■. .--------------------------- -- |F._. -i *
Acaban de »er dejados * A libertad, lambién. el doctor
cibera Jackson, Gonzalo HlivarreUe. f el doctor Ortivo-
( hea. u>ie fueron detenidos jx>r el solo hecho do tajfer a..,
su caigo ia árlenla de vana» persona».
Quiere decir que el abogado defensor tiene, sobrt|
• . , * in!¡ »;> k ios malns tratos, loe agravio», lar
: rPe d»- terminar siendo dt-•
tenido por .v E.ir,-U' r,tas, /¡evado a un cuartel y ‘
& mafe» tratos durante 80, W 6 120 filas Luego, I
jWfr'*» haya encontrado ningún ele­
mento o WBwW’«*tmifcúfl tipo movimiento.

Qfirr dteW cst.-uf cónjttortcfeié, pof' Yí-

’■u- importante:?.
1bt.
X Muchas gracia». j]07 9 1

TEMA:
«esión C.SS* 5 v 6 octubre/9?'’
I SEÑOR ERRO. — Pienso que el señor Ministro del
Interior —que estuvo durante más de 24 horas en la
¡ última sesión de la Asamblea General, ain darnos la
informar¡ón que se le reclamaba sobre estos hechos, no
aoIo por nosotros, sino también por el señor represen­
tante Fernández Menéndcz del Partido Nacional— tiene I
que actuar como corresponde. * procedimiento» y» no re va 1« saber qué papeles o docu­
t¿. cjanto episodio denunciado por el señor se­
nador Ferreira Aldunate, debemos decir que estamos
absolutamente de acuerdo en cuanto a que un suceso
de esta gravedad debe ser considerado en el Senado. A
pesar de que estemos abocados »1 tratamiento de un l'
tema tan importante como el que ha motivado la con- ¿
i vocatona de osla sesión extraordinaria. erlimtmoí que
este planteamiento no puede «er soslayado.
HHaiaHiaaasdMaeMaav4k4iiwiMMM«iHmHHHasaMBHMaM^paaMMBHBHManaBnassmavaainMrtMsakie».iMSMMi«4BRiMMMd^M
t Pensanuw que no tatú aria con decidir que las palabras
pronunciadas se remitieran a loa Ministerios del Interior y
de Defensa Nacional: croemos que ese simple trámite no
refleja la entidad que tiene este hecho gravísimo que in­
jiere un agravio a la libertad y que llene, evidentemente,
una intención <ic persecución jxilítiea.
Corno ¡a tienen, señor Presidente, loria una serle <!«•
hecho* que se suceden conslanlernenlr Y riinmoM h» qui»
(Aturre con los comités do fiase y sus ficheros.
Recuerdo que, en uno de ellos, prácticamente drtn-
viervn • Lxias ¡a» personas que figuraban en su fichero;
aiguwM de ella* que estaban por el interior trabajan co­
mo agentes viajeros- sufrieron igual destino, a fiexat d<*
que n<» estaban vjnculadua con ningún movimiento.
Y «Atuvieron detenido» no 24, 4H horas, sino hasta lo
t> 20 día».
I■ n . ... . . . ..
Voy a citar un caso concreto.
En la medianoche del lunes, las Fuerza* CnnjunUre
•pirón al local del comité de base, Comercial 3, en Juan
tUlier i'Jdd, y se tomaron el trabajo. primero de 4**-
huir un retrató del Geneial Srn.-gní y. R’ri’ve* * drv»-
• on moldes y letras de pa|*e| Y cuando ún <stxrqw»#>er**i»
( que tienen la consiguiente responsabilidad fueron' a «veri-
guwr qué había pasado -c Je- agravió **n término* que no
iiw cofivenierde rejirtii en « | Sí-nad«.
* Lo que no» preocupa. «mor Presidente, es que esta
que en «taM»ÍMUn»rnte irregular, termine por ser lo normal.
Di» manera que entendemos que el Si tiado deis- adop
t»r wnw más «»pccihra jmbrr i*dr asunto pue-
entre otro» cosa», llamar al «w»hor Ministro al seno de
la p/wnMñrt respeetk», lal votn# fo sugería rl aeftor Hen«>
dor Mxd»ri¿ni (***., pinlr. UuriWn. Hegir otra vía que
estimé adecuada paro iermín*r cin esta» ctm»* que e*téu
NCuTrlercki. reclama mío « quien corresponde que re decida j
in aplicación de criterio» fui»» evitar que w «Jgan |>rodu« J
riendo. Hay que acabar, da una vez por Vida»« «un **V 3
permanente atropello o la» libertad«« de 1« gente. Todo
esto, señor Presidente, además de 1«» que significa e» ano’‘ni
, agravio a la libertad en si, está provocando la mlrauqui- ¡
i lidad ficrmanentr en los afiliados u grujxx p4i1mv«k que,
¡ como tales, figuran en sus fichen».
| Quiero agregar un nuevo hecho limóllto
EHHO. Enrlguf
«*»n«<1.pr.
AGRUPACION ’’SOMOS IDEA” DEL PARTIDO NACIONAL
(TRINIDAD).INCAUTACION POR DARTE POLICIA DEL
ARCHIVO POLITICO DE ESA AGRUPACION.
ÍCh Colón (tetuvierJíf^W^lli^ jó Velie». Y
a uno de ellos, que vivía en '»ítjregá, Fas Fuerza« Conjun­
tas lo llevaren, |x>rquc arriba da una mesa, hablan en­
contrado una tarjeta de Invitación para un caaamientn,
I con su nombre.
I«a verdad es, señor Presidente, que con esta clise de
mentos «eré posible tener en la casa.
Hay un hecho evidente: que iax actuaciones le las
Fuerza» Conjuntas exceden la resolución de la Asamblea
General que ¡»ermitió la prórroga de la suspensión de las
garantías individuales: más aún: en numerosos chhc<s, lle­
van a cabo actos cpntrariu» a lo que constituyó una deci­
sión mayorílaria cirj Cuerpo.
Por consiguiente y si no hubiera moción en el renti<l«i 1
indicado, no« permitiriomoe presentarla para que, en base |
a la denuncia tan grave que re ha hecho y a lo que hemos 1
expresado sobre ¡o ocurrido en un comité de base, se lla­
me a loa señores Ministres del Interior y de Defensa Na- ü
elonal al seno de la Comisión respectiva del Senado. j
No tendría mucho entusiasmo, lo declare con írinceri* ■’
dad, en votar simplemente el pase de las palabras porque
i on ello je quitaríamos entidad a un hecho tremendamente
grave. ____
Se ha dicho, con razón, vn esta Sala, que cuando se <
denuncian hechos de esta naturaleza y de esta gravedad *1
por uncimn de lo que afwta a la libertad y de lo que j
-igniflcH como i» rxecución política, se quiera o no, haya
>ido o no la voluqjad del Jefe de Policía de Flores— no
puede balxr en <d Senado temas más Imjwrtantes para j
debatir que lux que tienen que ver, preciXHY.wntC. cotí vb- j
Jure» fundamentales y oxencialv» do la jx'isona humana.
De manera que dejamos planteada la m<s ion pura que
el debate y la« intervenciones que se puedan real izar so­
bre e«t® tema y agregando nosotros esto que ocurrió y
i que denunciamos, en el comité de base de la calle Juan
> Paullier, sin perjuicio de otras apreciaciones que punían
j hacer los xeñores senadores, pasen a la ('omisión de C'ons-
; ritoi-iMi ?r LegadacaCn para que ésta invite a l<» señores
Murirtre» dH Interúr y de Defensa Nacional pura es<l.t-
) reeet debidamente e*te tema.
Desde luego q»ie k* denunciantes «on legislador!» <|in
enniH'rh t«KÍoü lo» vericuentos reglamentan«™ y «alien qu<’
hay otras actltudi» mucho más graves <Ue «e pueden udop- 1
tai, que pueden llegur jncluso al juicio poMticn. i
Ya hay muchas <•»*»»* qu«4 nos están proneupando. Ln 1
pmixTa m la artuixl de un Jefa »Ir Pópela que ceratura
on volante de lo* trabajndorw», luego, «i J«fi» de Poiiriu
«le Flou» *c lleva delPiihk» a un riixladano de iniMMncia
IM« lonallsla v, además. <* He*« su fichero y ewt > |HMXIe
. <mionur lo dijo el «»ñor *ena<kir Ferreira AldsiwL* y
.’«o tungo nmgi.n-i d>uL» co»ss muy grstr» « de<
«ios ahilado» al < Job <> al i >mdé «h’l l'.irtáb» NuctonaLJ¡
Pulvie ser que «Icl« 1 loinailo* < ludadan«»*, |w>r dmculNtrs* ;
ahora «u mtliliiht ia l» Hta a uim exonerado* d«> s i i >rgú,
BIn el caso (le un ¡Milicia todox «alíenlos «(lie pu.'do ser < xo- j
rwrodn de su cargo en vinco inmut«™ )*«¡«|i<i- no hay -u- ’
nutrió H absolutamente nada.
E*t«j» he<:lMMs afectan intereses legitimo- «h !■< griii«’
| a la» ♦« trata de intimidar, porque ésta e* un í forma
«h.» crear teuxzr en l»s persona* a fin de que datan cuiten«
rían y den su rsimhre
' T ¡ f.u 0>im«ue«M"ífe Hñu» f»residenir •>« -» uu nursi» 1
y U-/ >'< .'/«rie <r I •> •¡-mu ! ’
,4 miMiiiL
080 3 23 0 45
«*• a
 TEMA: Huno Hodolfo CASTRO.DETEN IlK' FOR FUERZAS CONJUNTAS
-------- E INTERNALO EN HOSPITAL M1 L I T .R . F ALLIC IMI i’NTO .

Sesión C.SJ. 5 d 1 c i embre/M?'^

Aprovechando este momento, porque pueda lavan*

tama la sesión, quiero manifestar que la Mesa ha dado
cuenta de un pedido da informes relativo al faliecimten*
lo de Hugo Rodolfo Castro, primeramente detenido en
una unidad Militar; después en el establecimiento de 14*
hartad y, luego, conducido al Hospital Militar. Procedía,
según mis informes, de lo Ciudad de Paysandd. fisto de­
tenido habla rtdo torturado y golpeado en algunas do las
etapas de su detención. Su desesperación llegó a tal gra­
do que intentó suicidarse. Con posterioridad fue llevado
al Hospital Militar. El 25 del mes pasado, terminó coa
•u vida en forma dramática.

Como hay responsables, que han empujado a soto

1compatriota a una determinación tan dotoroae, nosotros;
iqueremos saber del Ministerio de Defensa Nacional to»
idos los detalles, os decir, loa que van desde su dsteneión
:hasta la falui vn que apurvee muerto en uno do loa ha*.
Ana del Hospital Mlhtar. Parecería que se habría ahor­
cado, con la cadena de la cisterna. Después, so habría
■ procedido a la quema d’ algunos de sus efectos persona­
les, incluso el colchón.
I Nosotros no sabemos a qué obedecía esta decisión,
cuál era la intención de Ina que así procedieron, aunque
me imagino qur por mandato de algunas de laa autor!*
leóta superiores
■

Este es un hecho muy grave que se suma a loa quq^

ya han acontecido en la vida del país y que fueron de-:
nunclados en ambas Cantaran, sin que hubiéramos tenido*
' la respuesta del caso, como correspondía.
En el caso de Hugo Rodolfo Castro, esperamos que
el señor Ministro de Defensa Nacional, doctor Malet, de
acuerdo a lo que nos ha prometido en la Asamblea Ge-
natal de adoptar en todos loe casos drásticas medidas ha*
brá de ocuparse de inmediato, y dispondrá el sumario res­
pectivo.

fin este pedido da informes, además, solicitamos la

copla autenticada do! certificado de la autopsia. Tene-
> mee muchas dudas, pero ninguna vacilación en cuanto a
que fue agraviado, vejado, en varias de las tostweiaa en
las que se encontraba en tmidadse militases, que fue
que posteriormente lo llevó a tomar esta dotorminaciósk*

Por otra parte, en Fray Rentos hay ciudadanos do*

tenidos, que fueron golpeados brutalmente; habiendo
perdido la ratón uno o dos de estos detenidos No voy >
dar nombres ahora, por ratooeo obvias, pero espero qugR
el señor Ministro de Defensa Nacional habrá de cuna*
plir cuando manifestó que su propósito es el de que W
país salga lo más rápidamente posible de te encrucijada
en que se encuentra.

En consecuencia, solicito que al pedido de informes, ó

se le agreguen estaj manifestaciones y que pateo ti ífitjá
nisterio de Defensa Nacional, ™

2 3 C 4 5 ’’
081 J
 ERRO, Enrique

Senador

TEMA: SUCESOS EGAECIUOS ZONA RASO DEL MOLINO, DIA

6 DIClEMPRE/}7s Y MUERTE ESTUDIANTE Joaquín
ELUVER OTAROLA.

Sesión C.SS. V diciembre/972

r 8KROR ERRO. ~ Mor W«BUlen^e: a* ha dado ttNMkta

do un pedido de informe» que entregamos a ta Secretaria
en el día de ayer, ron referenclía a un luctuoso episodio
que cosió la vida al estudíame de la Faculitad de Agro­
nomía Joaquín Kluvcr. Es otro estudiante asesinado, se­
ñor Presidente, otro joven compatriota atravesado de un
batazo en momentos en que exteriorizaba su protesta ante
la imposición de una Ley de Enseñanza, que, por cierto,
no será pura hombre» librea.
De nade valieron sus espléndidos 22 años, su rebasar
de vida y de anhelos. Cayó en una calle de las cercanías
del Paso Molino. Era Estudiante de 3er. año de la Facul­
tad de Agronomía y paniciimba con otros compañeros en
forma pacifica, repartiendo volante» en contra de la po­
sibilidad de aprobación de la Ley de Enseñanza.

En ese sentido, señor Presidente, quiero mnitirme a

toa herirte eo la eapreaton de la propia Asociación de Is-
tudtantaa de Agronomía, que agobiados de dolor, por el
asesínalo de tu compañero manifiestan ante la opinión
patalea lo siguiente! “La Asociación de Estudiante» de
Agronomía participaba en una marcha de la Feuu contra
la Ley de Enseñanza y por la libertad, que consistía en ca­
minar en sheneio por la acera repartiendo volantes y
portando carteles. Mundo; esta marcha se Inició a las ll
horae en Agradada y Emilio Homero, finalizando sin nln*
gón Inconveniente en Agraciada y darlos María Ramírez
Tercero*, en momento en que ios compañeros se dispersa*
ban y guardaban carteles en una bolsa de arpillera, lleta!
al lugar un vehículo de las Fuerzas Conjuntas, del cual
desciende un soldado y luego de dar la vos de alto, co­
mienza n disparar su arma reiteradas vetea. Loa eompaAa-
ros que se dispersaban. corrieron por Avenida Agradad»
hacia el Viaducto, siendo perseguidos por el vehículo de tal
Fuerza» Conjuntas. En la intersección da Agraciada y Freí-
re, dundo se toalizaba una folla vecinal, lo» efectivos mi*
litare» detienen a un joven y ainvnaaAndolo con sus aré
mas y subiéndolo al vehículo. Posteriormente a la movili­
zación. se confirma la desaparición del estudiante d»
Agronomía Joaquín Klúver, de *2 an >». oriundo de Mere*«
des, que cursaba 3er. alio en dicha Facultad. Y recién el
día Jueves, en horas de la tarde *o sabe que el compañero
había ía'tvcidu y su cucípo xe encontraba en el HospH*
Mihur CaatV', ccmlt aiuimciüe a lo informado en *
Vomunícado de las Fuerzas Conjuntas, de ¡as 20 hora!
de) día 7. en lu intersección de Agraciada y Freír* no M
produjo ningún enfrentamiento“, i

Esta ex la palabra de los estudiantes de la Facultad

de Agronomía v según he ixxlldo comprobar a través di
relatos de vednos dd lugar, con quienes he conversado^
tengo la seguridad do que Informan a la opinión pública
con toda veracidad acerca de los desgraciados sucesos, 1
En el dia de ayer, cuiuido estudiantes de Agronomia M
apersonaron para hacer esta denuncia, tomamos primero!
algunas providencias para confirmar el asesinato de este!
estudiante y, luego, para formular un pedido de informes]
gl seftor Ministro de Defensa Nacional, en lo que tiene quel
ver con una relación circunstanciada de los hechos, la co-|
pía autenticada del certificado extendido por el médica
i «ulopsista y, idemAs, qué medidas había MtaMe dicha
i Beoretarta de Botado para inrougat ed» 4dM!||Í|
j sodio.

Pero, simultáneamente, iteftor Presidenta, esta tagM

bién la versión c¡iue dan las Fuerzas Conjunta* en él <Su
munlcado 6S7 y que me voy a permitir leer. 1
“El din 6 del corriente, a la hora 11 y M bprotaljM
damante, una pi trulla de la» Fuerzas Conjunta* se

082 J
I plazaba por Avenida Agraciada, cumpliendo sus funcione*
normales de vigilancia.
, Ai llegar a la altura del 4290 casi Carlos Mana Ra­
mírez, notó la presencia de 0 personas en actitud sospe-
1 chusa, que portaban una bolsa de arpillera.
Ante este hecho, la patrulla detuvo su marcha y pro­
cedió como es habitual en estos casos, a solicitar docu­
mentos de identidad. En esas circunstancias, loi descono­
cido« se dispersaron, tugando por Agraciada hacia la calle
, Freí re; dada la voz de alto, la que fuo desoída, se eíectua-
i ron tres disparos intimidatorios al aire iniciándose la per-
¡ secuclón. Ai llegar a la calle nombrada, donde so realizaba
! una feria vecinal, sin tener en cuenta el numerosísimo
público existente, con total desprecio por la vida de iaa
' personas que allí se encontraban, parapetándose detrás de
i un camión perteneciente a yn feriante, abrieron fuego con
' las armas que portaban contra loa integrantes do las fuer­
ces del orden. El personal militar - con las lógicas dificul­
tades del caso— pudo repeler el fuego. Como ret u¡lado de
esta acción resultó herido un componente de In patrulla
actuante y de gravedad, el integrante del grupo atarante,
quien resultó ser Joaquín Ariel Kluver Otarola, »ollero, de
, 22 años de edad, estudiante, domiciliado en la ciudad de
Mercedes, el que inmediatamente internado en el Hospital
¡ Central de las Fuerzas Armadas, dejó de existir. SI resto
i del grupo logró escapar debido a que, escudándole con las
¡ personas presentes, pudieron disimular su huida con suma
facilidad, dado que los actuantes se vieron Impedidos de
hacer fuego para no poner más vías en iwilgro. Eli vehículo
de las Fuerzas Conjuntas fue blanco de varios impactos
de bala calibre 9 milímetros, 38 y 22",
< Este parte de las Fuerzas Conjuntas, excede todo lo
I que se puede tolerar -aunque nosotros nada toleramos -
| en esta materia. Esto es un montón de mentiría a sa-
. blendas. ¿Dónde están las armas? ¿Qué es lo que ocu­
rrió? ¿Qué sucedió en este momento? Lo que dice la Aso-
। elación de Estudiantes de Agronomía, y nada más que eso.
। Tan es «sí, que consultado el Comandante en Jefe de
. la* Fuerzas Armadas, General César Martines, con reks-
; c.ión a qué medida* *e tomarían, expresó escueUunente.
। "Este hecho tiene que investigar*«, Cualquier vid» huma*
, n>, merece nuestro respeto".
Esto implica que el propio Comandante en Jefa de la*
Fuerzas Armadles no está avalando —por cierto, podría
hacerlo porque estarla adoptando una actitud, una deci­
sión, digna de total reproche- este parte de los Fueraas
Conjuntas, que es realmente indignante.
Sin embargo, quiero aprovechar la oportunidad para
demostrar públicamente cómo nuestra prensa deslnfomja
a) pueblo, cómo falta a la verdad, cómo crea problema*
de tensión y, después, cómo se disfraza de pacificadora
y de demócrata.
1 Afirmo que esta prensa, lo que vende es democracia
’ enlatada, para mentirle a nuestro pueblo, porque no pue­
do tolerar el silencio conociéndola ¡wr dentro, ya que
estuve durante 11 ¡aAos en ella, integrando Consejos de
Salarios de Periodistas, y 14 a 15, como periodista.
En este caso lamentable, doloroso, que deba levantar
la unanimidad de repudio de loa oriéntale*, hemos sopor­
tado en nuestra* mano» en la mañana de hoy, Iaa insÚUas
de lo* títulos y de las informaciones de esa prensa.
El diario El País’', por ejemplo, uno de cayos direc­
tores ocupa una banca en el senado, aparece a todo lo
ahcho de su primera página textualmente: Balea a Pa­
trulla Militar y es muerto".
No se puede tolerar esta infamia, que se sabe falta
a la verdad. Se quiere hacer aparecer a loe estudiantes
' como habiendo ido a tomar autos policiales o a Ixiear
a todo el mundo. Allí habla una feria y, precisamente,
concurrieron a ella a repartir volantes, en forma pa­
cífica, según dicen loa propio» vecinos de la zona,
08 3
No se puede silenciar este titulo, parque rrrela una1
intención aviesa, inclusa da burla y de desafio hacia loa1
estudiantes. Pero es más extenso el propósito: un desa­
fio a la sociedad entera.
I
Este diario, en ia página ft, vuelve a titular: Esto—
diante muerto en tiroteo con militaros". En esta misma’
pagina, escriben: "Un equipo de patrulla de las Fuenaai
Conjunlai» trató de identificar a seis sospeciiohom que]
transportaban una bolsa, en Belvedere, pero el grupo huyó!
y sus integrantes abrieron fuego contra loa efectivo* lúe-1
go de parapetarse tras el camión de un feriante. I* re­
friega terminó con uno de lo» atacante* muerto, Identifi­
cado después como estudiante, y un componente de las
Fuerza» Conjuntas herido. Los demás agresores consiguie­
ron huir". Y luego trascribe textualmente el parte de la»
Fuerzas Conjuntas, publicando, además, una foto del ve­
hículo policial, que dice en su leyenda: "Vista parcial de
una de las ventanillas del vehículo de la patrulla militar
atacada a balazos por sel« revoltosos en Belvedere. Uno
de los agresora* fue muerto en «i tiroteo".
Esto m lo que expresa este diario en el que llantas ve­
ces tenemos que leer páginas pornográficas; "I* Página
de los Martes", es la pornografía más evidente, e* decir,
que ni siquiera es de la refinada.
Este diario que en tantas oportunidades ha hablado
de la pacificación del pala y que se autoelogla drl "acuer­
do que ha hecho para sacar al país de la encrucijada",
hoy Ulula su primera página en la forma que he leído.
Tomemos, también, "La Mañana” de hoy. lln su pá­
gina 2, con un titulo a cinco columnas dice: ‘Extremista
muerto tras un tiroteo en una feria vecinal de Belvedere",
Ya es un extremista. Sucedió en un enfrentamiento d*
ios extremista* con las Furrias Conjuntas.
Dice en el texto: "Un extremista fue muerto luego da
un violente tiroteo que ocurrió en horas del mediodía del
miércoles pasado, en pleno barrio Belvedere. El enfrenta«
miento se sucedió en medio de una feria vecinal, lo qu*
trajo como consecuencia lógicas escenas de pánicos entra
el numeroso público que estaba en la feria. No chatante»
pese a la* dificultad»« existentes, no «o produjeron herbd
dos entre la población ajena a lo» hechos y el nuaihada
fue de un sedicioso muerto y un herido entre las fuenoMI
del orden”. f
44
NI siquiera las Fuerzas Conjuntas dicen que mi un «e*i
dicioso, un extremista. NI siquiera en este parte, qus mien­
te. se atreven a calificar ai muerto. Sin embargo, "La
Mañana” lo hace, eou el titulo de "extremista" y luego
'sedicioso”
Tomemos el diario "El día", el que, ya erf una farMfl
más suave dice: "Manifestante muerto y un mBItir heM|
do”. ■ 1|
Esto significa que "El Día", <n este caso, no mi phegM
u estos titulares de "La Mañana" y de "El 1*011”. J
i
Expresa el diario El Día": "Un estudiante fue muertol
por una patrulla militar el miércoles pasado, según reveldj
anoche el Comunicado Nv 657 de la Oficina de Prensa dOM
la* Fuerzas Conjuntas (de carácter informativo) que dw
la siguiente versión del trópico episodio". A continuación^
brinda el comunicado.
Agrega, al final ' El Día", una nota de redacción. Sa
trata de "El Día” del que nadie va a suponer que esté en
la defensa de lo» estudiantes, a los que ataca todos los
días, como lo hace con la Universidad. Ahora, ha brotado
en el país una especie de sarampión antl-universita rio te­
rrible. Todo lo que hace la Universidad, esté m«l; todo lo
que hacen los docentes que están en determinada línea dé
pensamiento político, es contra el país. Voy a leer, luego,
i» declaración de la Universidad sobre el episodio. Vamofll
a ver ahora, si se le quiere quitar el derecho de expedirme
a la Universidad, cuando un estudiante es abatido en lá
forma que estoy consignando.
2 3 (' /• 5
J
 Bien, “El Día*’ señala: "Testigos presentes en loe tres
bares de la “L' que forman las Avenidas Agraciadas y
Carlos Marta Ramírez (donde comenzó todo) incluyendo
un aito funcionario policial que presenció el incidente,
ampliaron, anoche, detalles de este episodio a cronistas
de “El Día". Señalaron que el grupo, de unos veinte jó­
venes, había llegado a ese punto portando carteles —“ve­
nían manifestando por Agraciada“— y en la esquina co­
menzaron a guardar las pancartas, en las que se leía “No
a la Ley de Enseñanza”, “No a las torturas" y otras con­
signas similares. Mientras envolvían sus carteles e i una
bolsa de arpillera —mencionada en el parto— se les apro­
ximó una camioneta militar, de la que descendió un sol­
dado con su arma. De inmediato, seis manifestantes echa­
ron a correr por Agraciada a! Sur, en tanto, que loe res-
' tantes, incluyendo seis muchachas, se quedaron inmóviles.
, Un soldado salió tras los prófugos -siguen relatando-
e hizo tres disparos al aire con su carabina, en tanto la
, camioneta daba una vuelta en "U" e iniciaba la pcrsecu-
, ción, dejando en tierra al oficial y otro soldado” Es de­
cir, que estos testigos que estaban en estos tres bares, y
que, además, a “El Día" le hacen estas declaraciones, con­
firman matemáticamente la declaración de la Asociación
de Estudiantes de Agronomía de que, en forma pacifica,
manifestaban de acuerdo a una resolución de la Federa­
ción de Estudiantes Universitarios, contra la Ley de En­
señanza; dejaban después sus carteles, los ponían en la
bolsa de arpillera y el soldado tiró al aire. Ya sabemos bien
lo qué representan loo tiros al aire o el escapársele un
। balazo.
I Acaba de wr detenida una persona —no Interesa su
' nombre— de la que dice el parte de las Fuerzas Conjuntas
tpse tenia un bolso en la mano y cuando se acercaron
para detenerla, lt» pegó con el bolso en el arma, con tan
mala suerte que te les escapó un tiro y la hirió en el cue-
0a, estando en estado delicado en el Hospital Militar.
i Qué casualidad! Con un bolso de mano, esta mujer tre­
menda le pega en el arma de tal manera, que se escapa
un tiro que le da en el euello.
i in ere lances) afirman que faltaban minutos para el (nedto*
Sigamos con el diario “El Día" que un soldado salió
tras ellos mientras se quedaba en tierra un oficial y otros
soldados. Otro testigo sostiene que al girar el vehículo
castrense, uno de loa integrantes del grupo estudiantil
—dice él— le dió un tierrazo, en el parabrisas desti ro-
> Bàndolo, mientras que otro afirma que esa agresión tue
en la esquina de Agraciada y Freire y la mayoría tapone
que solamente le arrojaron algunas piedras". Vamos a
suponer que le arrojaron algunas piedras. Tengo mis du­
das de que tampoco c.m> es verdad, porque dice que le pe­
garon con un fierro. Pero obsm vese que cuando todos es­
tos testigos, que no deben «er amigos dispuestos a defen­
der a Jos estudiantes, testimonian de la misma manera
y cuando muchos de ellos coinciden en la misma apre­
ciación de un hecho, tengo que pensar que eso es verdad.
Ninguno de estro testigos habla de que los estudiantes
hayan tirado balazos contra las Fuerzas Conjuntas ni que
; estuvieran en una actitud belicosa contra ellas.
? T continúan diciendo los testigos: “Coinciden en que
! el soldado hizo un cuarto disparo al aire y, luego, subió
í a la camioneta, que siguiendo a los fugitivos dobló por
> Jcoé B. Freire, quedando muy resegados, su oficial y su
escolta, al tiempo que los demás estudiantes se dispersa­
ban. En la calló Freire, tenía lugar a esa hora la feria
vecinal, pero no en la cuadra donde se produjo el fatal en­
frentamiento, sino más allá, desde santa Lucia a Pedro
Galán. Sin embargo, muchos feriantes habían estacio­
nado sus camiones en el primer tramo —de Agredida a
Santa Lucía— como lo hacen habitualmente toóte ¡os
miércoles. “El Día“ golpeó, anoche, a todas las puertos en
esta cuadra, no encontrando un solo testigo que huMere
visto lo que sucedió realmente. Los vecinos indicanoti ha­
ber oído disparos y gente corriendo en todas diroeciooes,
pero, ninguno advirtió lo que pasaba ni asistió ai mo­
mento en que fue «batido Joaquín Klüver,
Todo fue rapidísimo y fulminante. Recién nos en­
teramos bien de lo que era al escuchar, esta noche, la
cadena de las Fuerzas Conjuntas, expresó una vecina.
Para la barriada, el episodio terminó donde m había ini­
ciado, cuando la camioneta regresó a. Cartas Maria Ma-
\ ruó
08 4
mires y Agraciada —siempre con la sirena abierta— moa-:
trando sus vidrios rotos y un soldado qne se agarraba, <
con las manos, la cabeza ensangrentffHa, mientras que en ,
el piso del vehículo se veían los mocasines de un herido]
o muerto, que deberla ser el estudiante, Volvió a ese lu­
gar para recoger al oficial y al soldado, partiendo inme­
diatamente, probablemente, al Hospital Militar Central.
Por otra parte, —dice— trascendió oficialmente, anoche,
que Joaquín Ariel Klüver Otarola era eatudianU becario
de Ja Facultad de Agronomía de la Universidad de la Re­
pública“.
SEÑOR PRESIDENTE. - ¿Ms psrmiU', señw sena­
dor?
SEÑOR ERRO. — Termino, señor Presidente.
El diario “Acción”, en el titulo, dice en su página 8: ‘
“En confuso episodio resultó muerto estudiante tuerce-1
dado”.
Habla do que En un conluso episodio que se registró J
el miércoles próximo pasado en las inmediaciones de
Agraciada y Freire, perdió la vida un joven de 22 años ?
oriundo de Mercedes, que cursaba tercer año en la Fa- ¡
cuitad de Agronomía. El joven muerto, Joaquín Klüver, I
habla participado instantes anteo en una marcha etitudian-;
til del silencio que se desarrolló en horas de ia mañana;
por la zona de Belvedere y que había sido organiza da por
Feuu. Los testimonios de algunos testigos y una declara-.
clón de la Asociación de Estudiantes de Agronomía son I
parcialmente contradictorios respecto ai comunicado oh- ‘
cial divulgado anoche por la Oficina”.
“Acción” publica el parte y luego habla "de alguna»
testigos ocasionales de ios hechos entrevistados esta ma<
ñaña por cronistas de “Acción”, dieron acerca de los he­
chos una versión que amplia las interrogantes acerca dsí
lugar exacto en que murió el joven Klüver. Dichos
gos (barman, amas de casa, vendedores ambulantes, »*
día del miércoles cuando alrededor de 80 muchacho^
—aquí aumenta el número— irrumpieron en la zona por*
lando carteles; loe jovenes —hombres y mujeres-*- mani­
festaban por la vereda, en completo orden y sin proferís!
exclamación alguna. Eh Agraciada (acera oeste, junto h
un árbol) ia marcha del silencio llegó a su fin y so <>b*
servó entonces que ios manifestantes procedían a guar­
dar las pancartas en una bolsa de arpillera. Simultánea*
mente, loe jóvenes comenzaron a dispersarse en forma or­
denada en distintas direcciones. Estaban en eso - afirman
los testigos— cuando una camioneta militar con la sirena
abierta se acercó al lugar. De inmediato, un soldado ar­
mado descendió del rodado, Ello precipitó la dispersión
de los jóvenes, que comenzaron a huir en todas direc­
ciones aunque un grupo numeroso lo hizo por Agrada­
da al sur. Un soldado corrió entonen detrae do los jó­
venes, efectuando tres disparos al aire con fines intlml-
uutirios; no hay duda alguna que en esas circunstan-
cliis Klüver no resultó herido —dice ‘Acción1'— por cuan­
to ue vió claramente que el soldado levantaba el aros»
antes de efectuar los disparos. Mientras filo ocurría, M
camioneta giró en redondo, quedando en el lugar unj
oficial y otro soldado. Algunos testigos afirman que útil
estos momentos uno de los manifestantes, que habla pSM
manecldo en el lugar junto a vanas muchachas, destro
zó el parabrisas del vehículo asestándole un tierrazo
No obstante ello la camioneta —siempre con la sireni
abierta— continuó su marcha por Agraciada al sur y á
llegar a Frelre dobló a la izquierda, siguiendo al solda­
do (que casi de inmediato ascendió al vehículo) y a va­
rios manifestantes. Allí en Freire, había efectivamente
una feria vecinal pero no en la primera cuadra sino en
la segunda (es decir, Freire entre Santa Lucía y Pedro
Galán y no entre Agradada y Santa Lucía). La camio­
neta llegó hasta el cruce de Freire y Santa Luda, afir­
mando los testigos que se escucharon varias detonacio­
nes pero que no vieron que los manifestantes llegarari
a efectuar disparo alguno, aunque algunos de ellos haw
brfan arrojado varia» piedras. Transcurridos algunos
minutos de tremenda tensión la camioneta tomó m
Santa Lucía a! norte, doblando por Julián Alvares hasta
Carlos Maris Ramiros y dirigiéndose a Agradada dondj
 recogió a los otros dos militares. Algunas testigos afir­
man que entonces vieron a un soldado herido en la ca­
beza y las extremidades inferiores de una persona, pre­
sumiblemente Klüver. Nadie Jo vió caer herido, empero,
no habiendo aparecido tampoco manchas de sangre en
las inmediaciones de la feria’*.
El diario "Acción" da una versión de los sucesos que,
desde luego, se acerca, porque aquí no estamos para
atacar a nadie por el hecho de tener una posición po­
lítica el diario a que pertenezca, tino por io que real­
mente están expresando en torna que no es LSi verdad
sobre los hechos ocurridos. De manera que este es el
testimonio, incluso de los cronistas de "Acción".
■ ’■ I
"El Diario" dice en su última página: "Un estu­
diante fue muerto en un tiroteo con Fuerzas Conjun­
tas. Violento tiroteo se registró al mediodía del míérco-
( les último en la feria vecinal de Belvedere entre efecti-
í vos de las Fuerzas Conjuntas y sediciosos, multando
un estudiante muerto y un herido entre las fuerzas del
| orden, según el Comunicado 457 de ¡a Oficina ds Pren­
sa que establece...
(Interrupción del señor senador Caputl que no se
oye.)
8EN0R PRESIDENTE, - N( puede interrumpir, se­
ñor senador Caputl
Señor senador Caputi lo llamo ai orden.
SEÑOR ERRO. — "El Diario'’ y "La Mañana" tienen
una coincidencia, tienen una empresa en común y lo
que uno publica, el otro lo repite.
"Un enfrentamiento violento entre sedicioso»! y las
Fuerzas Conjuntas..." Incluso el diario "Acción”, que
es un diario que en este caso es insospechado en cuanto
a la versión que he leído, establece un criterio absolu­
tamente diferente. No fue un enfrentamiento, fue una
balacera de las Fuerzas Conjuntas contra ese grupo de
estudiantes de Agronomía.
Además, señor Presidente, a pesar de todas las ges­
tiones que se hicieron fue Imjjosibie conseguir lo que en
un régimen normal se hubiera aceptado: que el cuerpo
del estudiante lucra acompañado por sujj propio» ami­
gos, por sus compañeros de la casa de estudios, ]X>r los
universitarios y por el pueblo que así k quisiera, Sin
embargo, se apresuraron todos los trámites para que su
cadáver fuera llevado a la ciudad de Mercedes, donde
en la tarde de hoy recibía sepultura.
Tengo acá también el diario "Ultima Hora”, donde
testigos relataron,..
SEÑOR PRESIDENTE. — Señor senador, me trai­
te un segundo. La Masa quiere 1 iseer una observación.
Loe señores senadores que ei dm en la Comisión d&
Presupuesto están haciendo un < «fuerzo. usted lo sabe.
Comprendo lo que usted está pl» atoando,
SEÑOR ERRO. — No puede haber nada nsás Im­
portante que este tema.
SEÑOR PRESIDENTE. - Si, beftor senador, Lq com
prendo. Simplemente le hago uní observación.
Puede continuar en el uso di la palabra.
SEÑOR ERRO Dice "Ultima Hora” lo siguiente:
"Del cotejo de esas declaraciones surge este relato: Un
grupo de unas 20 personas, hombres y mujeres jóvenes,
circulaban por la Avenida Agraciada en las proximida­
des de Carlos María Ramírez. En parejas entraban a los
comercúe y dejaban un volante que se refería a la Ley de
Enseñanza. Algunos nevaban carteles o murales alusi­
vos a dicha ley. Casi sin hablar se hacía esa marcha. Y
en ningún momento se saaMú • wetnoo o comerxian-
fer as asá W va* «osmeid^anreqmerciil loa
propietarios comentaron entre sí; "esto parece la mar-’
cha de! silencio". Cuando ios muchachos llegaban casi
a la intersección de Agraciada y Carlos María Ramlroq
un vehículo de las Fuerzas Conjuntas, du los llamados
"roperos” hizo Irrupción con sus estridentes bocinas y
entonces comenzó a dispersarse el grupo de estudiante^
En determ.nado momento, bajaron del coche policial
cuatro ocupantes armados con rifles y comenzaron
a disparar. Según los testigos fueron loa únicos que hi­
cieron, pues los estudiantes no llevaban armas. Lógica­
mente hul>o desbande general, ya que a esa hora, apro­
ximadamente las 11 de la mañana, era mucha, la gen­
te que circulaba por la Avenida. Y fue entonces que so
vio a cuatro jóvenes que corrían por Apreciada y Gar­
los María Ramírez hac ia Frelre, y detrás de ellos el co­
che policial y algunos soldados a pie persiguiéndolos. Al
llegar a Frelre dos jóvenes se asomaron por esta calle
Internándose hacia una feria existente en esta vía de
tránsito. Y hacia aili enfiló el "ropero”. En la primera
cuadra, que es donde se estacionan los vehículos que llo­
rín mercaderías a la feria —que se Instala en la cua­
dra siguiente— un policía que estaba por allí detuvo a
uno de loe muchachos fugando loe restantes calle abajo.
Enseguida se acercó al detenido (que había sido puesto;
de cara a la pared por el policía) la camioneta de las
Fuerzas OonJ untas y de ella bajaron varios integran­
tes. Según testigos, uno de los soldados lilao tres dis­
paros. Rápidamente lo llevaron en vilo hasta el cocho
y lo arrojaron dentro, quedando con iae piernas colgan­
do afuera. Fue entonces que uno de los agentes separó
a sus compañeras y disparó un tiro. Consumado el he­
cho, la camioneta desapareció del lugar. Pero según afir­
man quienes narraron los hechas, la indignación de las
muchas personas que estaban allí fue tremenda y gritos
hostiles hacia quienes habían disparado sus armas con­
tra la persona detenida o indefensa”.
Hay desde luego una posición correcta del diarkU
"Ahora , y "El Popular” también hace una Información^
de acuerdo a la declaración de la Federación de Estu*f
diantes de Agronomía y de loa testigos que, desde luegóa
fueron vistos en el momento. Quiero leer, finalmente, 1M
declaración de la Universidad de la República, que ere
muy breve. t |
La Declaración de la Universidad dice texlualmen-.
te: "El día S do los cor ríen loe, la Asociación de Estu»
diantes de la Facultad de Agronomía participó en una
marcha pacífica, organizada por la Federación de Es­
tudiante« Universitario« del Uruguay, contra el pro­
yecto de ley de Enseñanza y por las libertad««. Aeré
movilización, que transcurrió en silencio, finalizó nor­
malmente en Agraciada y Carlos María Ramírez. CuatH
do los estudiante« se dispersaban, se hicieron presentes?
en el lugar integrantes de las Fuerzos Conjuntas, yí
como consecuencia de su intervención resultó muerto?
el estudiante Joaquín Klüver, de 22 años, oriundo dol
la ciudad do Mercedes, que cursaba tercer año de la<
Facultad de Agronomía. Lamentablemente, el proyec-'
to de Ley do Educación General ya ha cobrado su pri­
mera víctima, y la lucha por el restablecimiento de
¡aa libertades, una más. La responsabilidad de esta
muerte, en última instancia, es de aquellos que pre­
tenden llover adelante este proyecto de ley, sin que ni
une sola vos de relevancia dentro de la cultura, la educa­
ción y la ciencia oaaicoalaa se haya maniíeatado en su
favor, y que, al centrarlo, ha coneentrado la más fir­
ma oposición do toda» ios motores do la enseñanza y
do las organiza«iones representativas de nuestro pue­
blo. Este lamentable suceso debe significar un llamado
de aAanción. Nuestro pueblo no quiere más estudiantes
muertas. Nuestro pueblo quiere la plena vigencia de
iae libertades y una educación no sometida, que forme
hombros que no laman expresar con dignidad su pen­
samiento aun (Miando el hacerlo, como on ol, caso da
Joaquín Klüver, sea a rteagó de su
tro pueblo quiere transitar camino« de pan,
y felicidad, y no de sometimiento, retroceso y muerta
Montevideo, 7 de diciembre de 1972.”
j
Hay, además, una declaración do la Feun, en cuban
to a que seguirá en lucha contra la ley do educasióng
una declaración de protesta, anunciando un paro, dm
 la Convención Nacional de Trabajador««, y otra da la '”riJ'Wlil:>mfeÍehta;' «4 MrgftotaM
I Mesa Representativa del Encuentro Nacional de Estu- en Sala, porque el Cuerpo fue convocado para «Ni»
diantes de Secundaria. Nosotros sumamos nuestra vos derar otro tema. Pero advertirán los señores senado*
i de protesta ante cate hecho que tiene que conmover* rea, que habiéndose producido esta conmoción pública
| nos y que debe ser, además, un alerta por todo lo que y este asesinato de un estudiante, en la forma aleves
> está ocurriendo, señor Presidente, en rsloii momentos *n que ha relatado, el Sonado no podía pasar a ota*
' en que tantas vocea se levantan contra los medios uni- tema que no fuera este que estamos denunciando. SI
; vemtarios y en que los estudiantes están librando una mañana otro señor senador trajera a la sesión un asun­
¡ batalla contra esa ley de enseñanza que advierten que to de esta trascendencia y hondura para la suerte y
. será despiadada, no sólo para el estudiante, sino para el destino del país, aunque hubiera firmado una con­
. el docente e incluso para los padres y que, de acuer- vocatoria para considerar otro proyecto, lo escucha:ría
( do a nuestro criterio, significaría un evidente retroce­ todas las horas que fuera necesario, porque se trata,
so, tanto en Primaria como en Secundaria y en la Uni­ señor Presidente, de cuestionar la libertad que no exia*
versidad de la República. te en el país, de cuestionar todo el régimen, porq uta
en este momento el asesinato de un estudiante es mr
Creemos que hemos sido absolutamente explícito« desafío como lo es el discurso inoportuno e impruden­
sobre un asunto que integra el primer tema de un te del Presidente, que nos está diciendo a todo» que lo
pais, al que no puede haber hecho que se superponga que se quiere es una declaración de guerra civil y imi
o que lo desplace, porque es el tema de la libertad, el por cierto la paz de la República.
problema de otro estudiante asesinado que se agrega
a ’a cadena de sangre que, permanentemente, esta co­ Voy a solicitar, por haber involucrado en mis pa­
rriendo en este país. labras al Comandante en Jefe de las Fuerzas Arma«*
das, sosteniendo que esto debe investigarse hasta el
Se me ocurre pensar que cuando el General César final, que mis palabras pasen al Ministerio de Deten»
Martínez, Comandante en Jefe de las Fuerzas Arma­ sa Nacional, para que el titular de la Cartera le <11«
das, anunció que se va a investigar, quisieia agregar, el destino» que corresponda, a efectos de que en l'te
para su meditación, algo que vi y que leí. altos mando« militares se conozca cuál es el pensamieü-
to, por lo menos del que habla, en lo que sabemos con-l
En todas las unidades militares del país, hay 10 tamo« con la solidaridad de los compañeros del sector.j
carteles con el título de: “Decálogo de la lucha contra SEÑOR HEBER. — ¿Me| permite, señor senador*
la subversión”. No me voy a detener en algunos que
son expresiones menores, pero si en uno que dice, con-
eeptualmente, lo siguiente, con una figura (le un sol­ SEÑOR ERRO. — Termino. He hecho el plantea»!
dado a quien se le da la orden: Acciona siempre. No miento en el tono más elevado, pero, eso ai, recogiendo!
te detengas. Luego nosotros encontraremos las causas con indignación títulos que se han publicado en 1<NH
para justificar o para aclarar públicamente. diarios con versiones que se han dado interesadameiüh
te para crear un clima que no es el que corresponded
Es la incitación al crimen; es que el superior le Finalmente, señor Presidente, determino, no cem
ordene al soldado: tú tira siempre, contra quien sea;
mata, que nosotros vamos a encontrar, de alguna ma­ solemnidad —porque no me gusta esa palabra—, sliMg
simple y llanamente, que la sangre del estudiante atátf
nera, la frase o el concepto o la incidencia que pueda sinario importa para nosotros un compromiso de lucha!
| hacer que se apague el episodio en la rebeldía popu- para que este pal« sea liberado de su dependencia y dM
। lar y que, desde luego, desaparezca un poco en la bru- Jodas estas calamidades que lo. azotart. .
j ma de los tiempos.
, El General César Martínez tiene que recapacitar
• ?n que ese cartel desemboca después en estas lamen­
tables incidencias. Tal vez quien actuó en esa forma,
haya sido alguien a quien «o le metió en su alma que
disparando y matando, cataba cumpliendo con un de­
ber nacional, que estaba salvando el orden, la demo­
cracia y lag.instituciones, cuando es al revés: estaba
complicando toda la vida del país, agregando tensio- i
nes sobre las ya existentes, avivando el fuego de este I
gran Incendio que hay en al pata,
En consecuencia, señor Presidente, no creemos que
esto sirva de lección, porque ya hl habido otros asesl- 4
natos y hemos levantado nuestra voz de pj otaste sin
que se tomara ninguna medida.
1 Este episodio luctuoso sirve para ver por dentro,
no cómo actúan las Fuerzas Conjunta», sus |mrtes, sus ;
actitudes, sino también cómo cierta prensa desinforme
al pueblo, lo coloca en un camino que no en el de la
verdad, imagina acontecimientos, los titula <¡n la pri- ]
mera página, que de repente es la única que la gente'!
ve en un quiosco, porque a los precios a qu* están lo« ó
diarios, ya mucha gente no loa puede comprar. Esos
títulos los han visto, seguramente, miles y miles <te-«
personas que no los han adquirido, y no hay derecho 1
a hablar de enfrentamientos entre Fuerzas Conjunta« 1
v sediciosos o a decir que un vehículo militar fue to-
irnauo a balazos y en la represión, que seria legítimo, •
i según el cronista, aparece un estuchante znuerto. Loe
1 vecinos de Ja zona, que no deben tener ningún vinculo
Ida aáacto ni de solidaridad con los estudiar te«, posi- i
blemente, han dicho su palabra sincera, han «Ido ac-
loras honestos. 4

He dwtaosdo. como corresponde, a loe diarios que ,

rewpgteatata ¿te Mines de toe vecino*, han dicho
-gap acne^M-'w* es ta ...................... . . - J

o8 6 -J
13 ti 45
 ERRO, Enrique

Jen ad or

T-^MA: TRIBUNAL GENERAL HONOR M'L1TAR.FALLO EMITIDO ANTE

PLANTEAMIENTO SEÑOR TENIENTE CORONEL FAtíOUN HELEN.

Sea i An C.SS, 15 dicienbre/972

8KÑOH -trate .1' beflor

hoy se publica el fallo de un Tribunal da Honor que eh
su momento solicitó el Teniente Coronel Belén ante un
pedido d? informes que nosotros hiciéramos y que luegó
ampliaríamos recogiendo denuncias fundadas y rasponea*
bles de familiares de presos políticos en el cuartel de San
Ramón. f
No vamos a dilatar esta incidencia. Simplemente que­
remos expresar que rechazamos este fallo, pero lo entena
demos, porque es un problema entre pares y, evident^
mente no iban a fallar en contra de uno de sus compa*
ñeros. Digo sí, que muchas veces se han nombrado* Tri*
bunales de Honor —puedo citar el que se constituyó paró
juzgar la inconducta del Intendente General Herrera y
el que debía juzgar al Jefe de Policía de Montevideo, Cnel.
Zlna Fernández— sin que el país conociera en verdad los
términos de ese fallo que luego no fue homologado por M
Presidente de la Republica. 4

08 7 □ 4
23 tí 4
 ERRO, Enrique
TEMA: JUZGADO INSTRUCCION MILITAR TERCER TURNO.INGERENCIA
extranjera en destino tais.
Sesión G.oS. 1 b d i c 1 embro/97»'’..
wfo fundamentalmente, señor Presidente, quiero dis­
traer la atención del Senado a rata de un hecho ínuslta-
। da mente grave que, a mi juicio, vulnera la soberanía y la
। independencia nacional.
El Uruguay ca dependiente, «eñor Presidente; nadie
en serio, puede desmentir que los intereses extranjeros
están por encima de los nacionales. Los organismos inter­
nacionales desde el Fondo Monetario Internacional pa­
sando por el Bld a la Alalc son formulaciones que Inter­
vienen en el propio destino uruguayo. El gobierno es obe­
diente al mandato del imperio; se es soberbio y amena­
zador contra la rebeldía de sus compatriotas, aún cuando
es conveniente afirmar que hasta la represión tiene mo­
dalidades extranjeras que el imperio, succionando nues­
tra riqueza, pone en Juego y facilita. La juventud no
acepta esta servidumbre y exige un Uruguay diferente,
jugándose en la lucha para lograr un cambio sustancial.
En diversas oportunidades hemos denunciado la pre-
| sión extranjera en la Banca, en el comercio exterior, en
la intermediación y en los medios de publicidad. En la
• Asamblea General Legislativa, del 15 de abril de 1972, nos
toco denunciar la integración por ciudadanos norteameri­
canos —alguno* funcionarios de la Embajada de los Es­
piados Unidos en el Uruguay— del Escuadrón de la Muerte.
Fue cuando dimos lectura al documento del Movimien­
to de Liberación Nacional (Tupamaros) que, por otra par­
te, obraba en poder de otros señores legisladores.
La orientación imperialista económica, se proyectó al
sector de la cultura, lo que tuvimos ocasión de compro-
< burlo en el Senado, junto con legisladores del Partido
Nacional cuando el Cuerpo, a mi Juicio con error, ratificó
el préstamo con el Bid para la Utu por cuatro millones y
¡ medio de dólares, poniendo en evidente riesgo a nuestra
। enseñanza, a la que se enajenó ¡w aquella decisión le-
i gislativa.
| Desde 1944, en este mismo Benado se libró una bata-
। lia por senadores del Partido Nacional que oriental» el
i ilustre compatriota Luis Alberto de Herrera contra las ba-
i sea aéreas yanquis, problema que luego reapareció con re-
í lación a la Laguna del Sauce y actualmente a la Base
! Aérea de Santa Bernardina, en Durazno. Denunciamos,
i también hace años la presencia de un Coronel --creo que
ei apellido era Williame— de la Fuerza Militar norteame­
ricana que interfiriendo en ei Ser icio de Inteiigencia del
• Ejército que tenia su sede en Bonaoo y Paraguay. Como
resultancia de aquella denuncia, según lo que se me infor-
Bmó, habla sido retirado del Servicio. Pero todo esto, señor
^Presidente, que es muy grave, fue superado por un hecho
que acaba de suceder en el Juagado de Instrucción M‘Hlar
de Tercer Turno, cuyo titular en el Coronel Silva Ledes-
ina. En ese Juzgado el día lunrí, aproximadamente a la
hora 10, en el mencionado Juzgado aparecieron expedien­
tes de ciudadanos detenidos en Trinidad. Uno de estos ex-
¡ pedientes es el 285/72. Figuran en él detenidos de Durazno
! que luego fueron llevados a Trinidad. Hay un expediente
; que se cartilla: ‘ Aníbal de León y otros"; otro expediento
' luce: “Santa Nélida Fontoura”, que es una trabajadora
. cañera. Creo que hay uno» 25 ó 30 detenidos que se in-
í cluyen en estos expedientes. Pero lo que el país entoro
debe conocer hoy, señor Presidente, es que cada uno de
| estos expedientes lucia una tarjeta de identificación de
i culor blanco con impreso en rojo, con la foto del detenido,
। con sus datos personales, su impresión dactiloscópica y
algunos otros datos. Para ve»glienza de este país - lo aflr-
j mo con indignación de órlenla) esas tarjetas estaban
'• redactadas en inglés y, según el pie de i’iidn una de ellas,
habían sido impresas en New Jersey.
i entregar el pala? Constantemente se ha hecho este tlpo>
í Esto, señor Presidente, realmente, tiene que conmover
aún a aquel ciudadano o político que más cerca pueda
estar del Presidente de la República porque este tema
va más allá de quiensea el Presidente de ¡a República,
de quienes sean sus Ministros o sus colaboradores inme­
diatos o medMtot, o oe quienes estén más lejos o más cer-
ca de M.
Va mochó más Isr>m; Irnseleiuie In pi'lillea
( y social del pan que hemos criticado duramente y, va mato V v
i allá de los discursos que hemos calificado de imprudentes; <te h&uwwí Militar es el qué ha dado la orden o há
I del señor Presidente, en Cardona y Florida. Esto, nm debe tentoo conocimiento previo de todo esto. Puede ser qtteí
' interesar a todos por igual; es una lesión de la toúerama. naya sido el primer sorprendido, Junto con los fondona»]
; ya que esas tarjetas, por error —quiero pensar— fueron nos actuantes en el Jíi«rad«
enviadis porllfuten que, desde wW&no advirtiólagra^
vedad del asunto, al Juzgado Militar de Instrucción dtj
'Tercer Turno. Eran varias las tárjelas. ¿Por qué, señor
Presidente este insuceso? La Embajada de los listados Uni­
dos, se descubre, asimismo, ai demostrarse que lleva utt.
registro y un fichaje de los orientales, detenidos, princH
pálmente de ios que luchan por sus ideales de una suele-i
dad mejor y libre. Esas tarjetas eran, seguramente. du«l
pilcados de las originales que seguramente quedaron en elrj
Juzgado de Trinidad y que por error - no puedo creer!
otra cosa fueron enviados al Juzgado de Instrucción Mi-i
litar de Tercer Turno» poniéndole de relieve esta repudia-i
ble interferencia. I
Señor Presidente; en un momento en que el país tiene 1
tantas tensiones, en una etapa de su historia realmente!
I ríete, angustiante, con declinación de valorea morales. cond
un debilitamiento del poder civil conocido por todos —nm
voy a incursionar en esto— esta presencia de tarjetas dai
identificación de detenidos orientales que luchan por lo1?
que ellos consideran un ideal y con sus métodos, con loág
que se puede estar de acuerdo a discrepar, evidencia quel
están siendo fichados y asi lo aceptan y admiten los Juz­
gados de Instrucción Militar en el caso, lo que significa:
una verdadera lesión de soberanía. I
Espero que ios altos mandos del Ejército uruguayo’
adopten una medida drástica. Esto no puede quedar en ¡
la simple denuncia del que habla. Había en el Juzgado no.
menos de 7 u 8 personas que vieron las tarjetas, que las;
tuvieron en sus manos, que se indignaron unta la Impo-,
tencia de poder hacer algo en ese instante. Entas perso­
nas, con las garantías del caso, están dispuestas - no pue- ¡‘
do tener dudas— a declarar ante ios órganos competentes,¡
acerca de lo que vieron, de ¡o que tuvieron en su poder, y:
de lo que leyeron: tarjetas de Identificación de compa-'
triólas orientales en inglés, con el pie de Imprenta de:
New Jersey”, tipo de tarjeta que, además, responden a(
los registros que hacen los norteamericanos a través de
todos sus estados, y que la Embajada de los Estados Uni­
dos, ¿in rubor, en una ingerencia que rechazamos como
corresponde, ha permitido. El Embajador de los Estados
Unidos es el primer responsable porque sabe que estas
implicaciones se resuelven en la Embajada. Esto ha sido
procesado con su anuencia, con su autorización y no se
me puede ocurrir Jamás que ningún funcionarlo de la
Embajada Norteamericana puede haber realizado esta tro­
pelía sin el conocimiento directo de lo dispuesto concre­
tamente por el Embajador de los Estados Unidor.
Como es posible entonces que ae pueda llegar a allen-
fu.r un hecho de esta magnitud, de esta trascendencia,
que lesiona la soberanía oriental ¡ior encima de partidos
político* y de concepciones filosóficas o religiosas o de
principios en materia económica, social, institucional y
ruitunU,
i
Esto nos compromete a todos en nuestra dignidad.*
en nuestra raíz artiguieta, en nuestras viejas luchas Inde- j
jM»indefitHrtas, en la que los hombres han dado todo d*/
i,i ii través de tos tiempos, cualquiera fuera el color de mus]
dívteas, para qn* «te patria fuera libre para siempre •
¿Quién no va a saber, quién puede ser tan Ingenuo
de no reconocer que hay grupos uruguayos que actúan*
insertos en ese Imperio, para, prácticamente, estafar y>
de denuncias; pero, teta adquiero una gravedad que na-i
die podría cuestionar. Su gravedad ema¿Mv de loa hechos,
no está inventada, no es simplemente la murmuración
de la calle, no es el rumor que alguien podría lannar para
errarle un nuevo problema al país. 8s trata <te Ullá com-i
probación n cargo de uruguayos Indignados,
(!(• Insli ucclon d»’ Tercer Turno, ruyo titula!, ralRNW
rl l’uiniicl LrdcMiiu
na A ■ á ffllHIlH
Fowneter <ms tontería de creer que eFJui
a- .«4*^—- -
 ton de tarjetas de idsnUfioaoión en inglés y con pie de
imprenta en Balados Unidos, y con lodos los datos que
ellos tenia que saber.
Tengo que pensar, por extensión de razonamiento, que
éste no es un hecho aislado, y que ocurre en otros lugares
i del país. Be está haciendo un lichaje de ios orientales a
¡ este nivel. No tengo dudas, también, que está la Kmba-,
jada de los Estados Unidos detrás de esto, que ya estuvo
involucrada seriamente en el Escuadrón de la Muerte co­
mo lo publicó la revista Nacía", do gran prestigio en los *
Estados Unidos, que sólo publica documentos, no hace co-
mentarlos, que no extrae conclusiones y que tiene un gran,,
predicamento en los Estados Unidos, y que, en su momen­
to, publicó aquel documento que nosotros leimos el día 16
de abril de 1972, referido al Movimiento de Liberación.
Nacional, y agregó - lo tenemos en nuestro poder- una
! biografía de alguno de los norteamericanos actuantes en
i el Escuadrón de la Muerte, con datos que nosotros no co-
। nocíamos y que nos dejaron asombrados por su actúa-
! clon, en determinados ¡mises, por su vinculación a la C‘a,
• al espionaje y a la Ingerencia en los asuntos y en el des­
tino de otros países, entre ellos, el nuestro.
j Señor Presidente: vamos a pedir que estas expresio-
1 nes que no son producto de la improvisación sino de los
l hechos vistos por los compatriotas que se encontraban
' en el Juzgado, pasen a los Ministerios de Defensa Nacional
y de Relaciones Exteriores, para que den una urgente/
¡ respuesta. til no hubiéramos hecho esta denuncia en el I
1 Senado, habríamos cometido Involuntariamente, un acto
de complicidad con una de las Ingerencia* mas atrevida#
e insolente* —yo diría mas despiadadas— a la soberaniÉ
de un país (es bueno que el Embajador de lo* Estado#
Unido* lo sepa) pequeño, con muchos problemas y cof|
mucha división de la lamilla oriental, pero no somos ui|
país ni de cobardes ni de sirviente* y no no* arrodillare««
mos jamás, Somos fieles a nuestra raíz artigulsta, cuando
repetimos incesantemente que no nacimos para ser escla®
vos, sino para ser libre*. Este episodio, lo tenia que com
nocer todo el país para que lo juzgue, porque nos deb®
alertar a todos por encima de las divisiones que podamou
tener con sectores o con hombres poli ticos o en la con*
(■«•pelón que podamos tener en materia internacional. La
nuestra es ia de siempre, somos independientes en mate­
ria internacional y seguimos fieles, prolundamente fieles,
a dos principios que son ia razón de nuestra existencia
, política: el principio de la no intervención y el de la
autodeterminación. Cuando alguien comete este «1 cope lio
a la soberanía dei país, en una Embajada de la impor­
tancia de la de los Estados Unidos, tenemos que denun-
, ciar el hecho como corresponde, sin perjuicio de que en
. algún otro momento, podamos agregar, además, nuevos
i elemento*. Por el momento, creemos que estos son urchl-
j suficiente*,
j Agradezco al señor Presidente y al Cuerpo, el que me
t hayan permitido hacer esta gravísima denuncia. Agrego,
.por si do se toa oído bien, que los participantes dei hecho
4MB eee Jugado, están dispuestos, con las garantías del
¡ easo, a declarar qae tuvieron en sus manos y ieyeronj
; la* tarjetas de ióentihcacion en inglés, que hace circulan
< la Embajada Americana. Es una doble tarjeta, a lo* efe<H
tos de tener un registro de lo* orientales que, en este casad
luchan por Jo que eiios consideran un ideal, y en otra®
rireiuastaneíMui, vinculada» a otros probieana» o trajines
de .Ja Jtida 1
. ■ ■-..... • -i -—-—i—~rjr -iTnSunwniiiWiWKiWWiri—iuji n 4nr" wi
089 .¿J
^OUS^DO
SEÑOR ERRO. — Cuando el señor senador Medéftg,
con todo su derecho, pidió la palabra, creí que se Iba
a volver a referir al tema que estiba siendo conside­
rado en el Senado. Como el señor senador hizo un ho­
menaje —muy justo— a una figura importante dei país,
no quise Introducir esta réplica que voy a dejar ahora.
> He hecho una denuncia, señor Presidente, que está
j avalada por testigo* de responsabilidad en el pal*. 11«
dado el número de un expediente; ht señalado el día m
! la hora en que este hecho desgraciado para el país Mi
i produjo. Es decir, he demostrado bi ingerencia de 1M
! Embajada do lo* Estados Unidos.
1 En consecuencia, más allá de latí relaciones huma<4
¡ ñas de quienes integran este Cuerpo —que es un Cucr»,
po político— quiero afirmar que todas las veces que]
tenga elementos de juicio como los que presenté en esto’
caso, los haré públicos en el Senado, Sería muy fácil I
—casi resulta divertido-— que los integrantes del Cuer*l
( po, de acuerdo al grado de relación que tengan con utw
señor senador, estén dispuestos o no a contestar. Su
obligación es defender la soberanía y repudiar toda in-1
i terferencia extranjera, >
I
No, señor Presidente; este es un tierna concreto .del
¡ Ingerencia extranjera en el destino del país. He íormu-j
lado Ja denuncia respectiva y espero ciue con urgencia!
i reapomian los Ministros de Defensa Nacional y de Re*;
! te tones Exteriora», Tengo paro mí que ya el Coman-i
¡ danta en Jefe de le* Fuerzas Armadas debe tener oo-<
5 noclmlcnto do eete hecho tan grave, puesto que loa ml«|
litares de eee Juzgado sujetos al orden jerárquico, le
, habrán hecho saber que este insuceso . ha tenido lugar
el día lunes a la* 10 dé la mañana en el Juzgado de
Instrucción Militar de 3er. Turno,
Todo la demás es insensibilidad de dada uno *1
los que reciben tan grave denuncia que afecta el de*
coro del país. No vamos a intervenir más porque en­
tendemos que el Cuerpo quiere entrar a considerar al
informe por mayoría del Presupuesto General de Bus!»
dos, Gastos e Inversiones y de Recursos. Pero, el «piso*
dio a que he hecho referencia tenia tacita gravedad »
además, sentido prioritario, que fue lo que ma permti
t!ó plantearlo como una cuestión de orden, sin vlolafl
ninguna disposición reglamentarla. 1
23 ti 45
 ERRO, Enrique

Señad or

TEMA: GOBIERNOS EXTRAN JBROS.INGERENCIA DE LOS MISMOS EN

ASUNTOS INTERNOS DEL I AIS.

gcslfin C.SS. 26 y 2'7 d i ci< mb re/9?2

RfcRO» ERRO, — Yoldto quiero pFü¿tmtai1e ft'■•>,.

Mesi mí vinieron Ir» ra:puestfw de lo» Ministerios de Re­
lacione» Kxtenore.i y Deienaa Nacional, cop rt iaeiOn a hu
ti ha», fcHCTiuui en iop,¡e.>, dv ueu>niuuo» uruguayui, qu*
a pai relé: un en el Juzgado de Inalruc uun Mi litar de 'íer-
cer Turno. .,

09 0 1
23 tí 45
 ERRO, Knrlguo

TEMA: ACTITUDKJ DE DAS FU R¿AS ARMADAS.

Sí» ; 1 6n C.S3. 20 marzo/973

Aprovechando que «alamos ím uso déla palabra, Que­

remos denunciar como corresponde, tres actitudes de lis
Fuerzas Armadas, La primera ei» la que tiene que ver con
un total de 50 ciudadanos entre hombres y mujeres que
han sido trasladados al regimiento de Durazno. Muchos '
de eilos han sido colocados en un pozo muy amplio hecho
en pi/»nu cuartel. Durante varios días no se les ha mu- ¿
nido de los alimentos mas elementales y el tratamiento
que han recibido es de tremenda dureza En Meló, al igual
que en Santa Clara de Olimar, se está obligando a los

presos políticos a realizar trabajos forzados y esta ope­

ración estarla a cargo do un capitán llamado Ubilla.
Esto es algo que en nuestro país había desaparecido y
los recuerdos más frescos que tenemos de estos hechos
acaecidos en Punta Carretas datan de 30 ó 40 años atrAs.
En esa época ae obligaba a trabajar a los presos en de­
terminadas canteras.
Lo que parecía superado en el país toma vigencia
ahora, muy intensa, en Meló y también en Durazno, en ;
San Ramón, donde la situación es muy precaria y muy
difícil para km presos políticos, y en Santa Clara de Oli-
mar, donde a raíz de una denuncia que nosotros hiel- |
mo* en el Senado de malos tratos a los presos y de al-
guna actitud de violencia y barbarie de Jerarcas mili- ’!
tares, los presos posteriormente, fueron sometidos a tor- i
turas y golpeados porque, presuntamente, según pensaba >
el Comandante del regimiento, habrían sido ellos quienes J
nos mantenían informados. Aclaro que esta información1
nosotros la recogimos de los comités de familiares de pre* J
sos políticos. La represalia se hizo por extensión a preso#«
políticos que se eligieron al azar a fin de hacerlos vio 1
timas de vejámenes. i
Agrego finalmente, como broche de todas estas si- .1
funciones que tienen que provocar la reacción natural de I
fastidio, por actitudes que no conforman, con algunas ex-
presiones que so lian hecho públicas, que no tienen nada
que ver con algunas afirmaciones que se han hecho lle­
gar al pueblo, En el Regimentó de Treinta y Tres, en
uno de ¡as hechos rnás odiosos que yo conozco, a una
monja detenida en ese cuartel, se le ha hecho desvestir
en presencia de varios soldados a los que también se les
hizo quitar la ropa con el fin de provocar el agravio a
esa mujer, lo que realmente ha provocado en 1a chide.d
la reacción de sectores que nada tienen que ver con el
Frente Amplio. La reacción ha llegado hasta los hombros
del Partido Colorado y del Partido Nacional que han vis­
to lo que hicieron algunos integrantes de las Fuerzas Ar
moda* como una represa lia o como una venganza en un
tono que realmente, me parece, supera muchas cosas que
hemos denunciado en este Senado.
Termino pidiendo que toda esta relación de hechos ,
pase ai Ministerio de Ofensa Madomd haeretido un* «ola
salvedad, rjedhnoe al setWr Minia»«», qqe ocupó una bomctl
en este denado y que compartió wm mMolfos lanía* ho-J
ras, que conteste rápidamente esta inquietud AlgunflO
respuestas que me dló en el día dé hoy fueron pkntradMg
en el mes de enrío y se relacionaban con alguno» detAM
nidos en algunos comandos, que evidentemente ya haQM
ticmiK) que no están en ellos sino en otra* unidad*»
litares W
Esperamos que irsprcto a esta denuncia que hacemos. |
el señor Ministro nos anuncie la toma <<•* medid ts < on­
céelas. El ha pedido colaboración y yo se la estoy brin­
dando. En consecuencia, aguardo « que rápidamente des
pués que confronte estos datos que exponemos al He na­
do, nos envíe la respuesta condigna en los términos más
breves y urgentes que acb posible,

09 1 J 23G45 ■'
 EHHO. Enrique

Sonador

TEMA: OPERATIVO LLEVADO A CABO ÍOH LAS FUERZAS

CONJUNTAS, EN UNA CHACRA UE FROGHESO.

Sos i 6n C , SS. <?u y ,’-»5 abril /97 3

SEñoH ERRO - Quiero agregar a los hecho* casi

.(’orinantes a lo< que se ha referido el señor senador
Mtcheiíni. otro muy preocupante.

En rirriri oca.'.lon fue aBnntidu una chacra en Pro- $

■ reso y detenida su copi opirlnrht, la que estuvo durante í
.ciui en un cuartel.
. ------ ----------------------- . —*..«4
l’oUmoiiiicnte lur dejada en libertad Cabe acotar
que a chLh p imhih Ir loniphuon muebles, se apoderaron
de mi auto. Hace iiiuh días estuve conversando con esta
y P re-pecio a M '<• habían reintegrado
rj guh.mn I .*■> H-.pmiG;o que no avregando que su
r<xhe ven,a ¿»endo utihzado. en lurun i*i«wai. jx>r el
Teniente a cuyo mando estuvo el gruía» de soldado» que
tnterv inte ion en el operativo llevado a cabo en la men­
cionada chacra
La senura, miar Presidente, ha »ido liberada pero no ,4
asi ei auto porque paree« que te tracen acuMciones',
M'gun aiirwu, ¡bcIumj, unu de Jos intervintentes en este
pruct-Ao. Es decir, que «r han apoderado de un vehículo
que lien? un vaiur importante. Pero ni ^quiera lo uti- J|
iizuan pura aclo» de set vicio, cu,*» que también estaña
mal que hicieran Repito que el que usa ahora ei auto ea
el Irinruic que ruimtnd»liu el operativo. Ho quiero, por
>’i momento, bal e| nombre la» imitu» modu* d*)o pian- J|
tendo i-.'.ir hedió y pido que tw incluya mi denurteia en
t i pedido que. aegmamente, iurmulura el schui senador ‘
Mlchchui.
/ȒucIks gracias.
 tcVl V^é....Knx,Pi^?
Senador
TEMA: CONCURRENCIA LEGI .LALORES A FACULTAD LE MEDICINA
A REUNION DE OBREROY F.STUDI ANTE3 .MED 1 DAS ADOP­
TADAS POR LAS FUERZAS CONJUNTAS.
Sesión C.jS. U mayo/973
kjíkq --fot Hwbnea que «on raeinminte
comprensibles por lodos lo» teftorca senadores, yo noi ibr
a formular esta denuncia. Por mi propio tcmparamento,
a través de los años, en mi actuación política he sido
t victima de in-identes dramáticos que, por lo general, no
ii" iiilcjado vn el Parlamento. I.a situación a la que"
se reliere el señor senador Mirhellni se iiucrihe en
clima
Vi al ponerme en murcb'.i que mi casa oslaba pruc-,
i.camentr rodeada por óiktale.s y soldados del Ejercito
y supongo que también por la Policía Hablé con el
U niente responsable de e>e .trapo de Integrantes de las
Fuerzas Amadas y mencione un hecho que lleno calot­
ee años de antigüedad, pero que en la noche de huy
adquiere vigencia! cuanao ocupaba Ja Caí leía cíe* Mi­
nisterio de industria y Trabajo encontré una noche al
volver a mi hogar un modesto funcionario policial de la
Comisaria de ca Faz. a quien conocía, le pregunte por i
que se encontraba cerca de mi casa. Me contrató que ’
nuoia recibido orden en ese sentido del (Jomisailo, ava-í
Jada por el entonces »eñor Ministro d«d interior, ductor!
^feedro Herró De inmediato le pedí qur so trasladara «'
^ni casa, desde donde hablo con el doctor Herró, sollci-
i mdoie írat.vinaimente que retírala la guardia porque
id.» no edaba d«- acuerdo con mi estilo y me traía in
^nvune;; ¡jiijumi e pi. it uale*. c<>»¡» que de inmediato
>e hizo.
Le agregue ai Teniente que yo lo consideraba un
oriental igual que yo, aunque estábamos en distintas po *
sicione> en la concepción de la sociedad y de la vida
uruguaya. Le pedí que se retirara y diera orden en
sentido a tos demás integrantes de la operación Me con «
if.-.ió correctamente que él obedecía ordene» supertore»ff
pero que trasmitiría rnl solicitud, a electo» de ver k) po-i
dm lograr lo que yo deseaba. Coma vi que posterior- TX.
mente la guardia seguía, en Las horas de la tarde llamé]
.11 señor Ministro Ravenna a su oaniaúv tmn quien ha- ■
ble apxmamadamente a ¡i y JO hora» Lít repelí esta •
rapoMeroii. pwdieiKtoJe auípuaiera ■ ya que tmm la res*
H r«4ro inmeoji’o <M l<‘
guardia que «»taba custodiando mi casa y que me
gma per manen temen te Yo no la habla solicitado, yffg
que me lia-ó aba con defender;»« perstatubnenie o rú»í
¡os amigos (¡¡¡díalos rn esta emergencia dramática
lo que pudiera pasarme serian r< pon sablee, cumie Iue4|
too, los ejecutores de determinada medida, pero ya tatn*'l
Kim i-arpaba < <m parte de «a r< .poiisubilítlud al pculFj
al señor Ministro que dispusuqu el retiio d» IM guardia. *
E. s. ;m. Míü.'.íio Kavrnu.* o'ibiilrn t«n «a/onuble
mi solicitud, que me ronlesto que de inmediato ;b,4 a
tomar las medidas para cumplirla Lr infoime de ¡o
<« untoo el 3b de abril ppdo. al salir de la Facultad de
Medicina y me dió algunos datos que. romo no estoy
autorizado para repetirlos en el Senado, en relación a
alguna» medida» que se habían adoptado No quiero h.t
verlo yo, porque ¡o podría relatar el propio señor Mi
ntslro, si lucra invitado.
Queda claio, por tanto, que ratos hechos exuden
Algunos compañeros del E&nada vieron lo que estamos T
relatando Hoy ful en compañía de mi raposa« mi nue-J
ia inl nieta y alguno» lumllhire» al Penal de UburtadU
a ver a mi hijo, porque no« correspondía visita. 41
Letras nuestro marcharon un ‘ camello" y varia* uní* ?
■,l idren fornia qt¡< ha etumiocionado !a tranquil* c«u-
lad de l a Faz <-ri qtir vivo, hasta el estable«'imitntu de
KrvluMoti Militar N" l. que. romo saben ios señóte* «*•
muiores. se encuentra a 54 kilómetros de Montevideo.
No solo me siguieron hasta la carretera, sino que pene­
traron en el establecimiento y crearon allí una situación
•n"iy particular Po<icrmi menn. cuando yo demoré un
poco, parque ahí se harén determinado» deposito* m* n-
'.44^ 4* dihfrfu »1 línto de mi lamihu ,s;h-> yo nab.u
ido en el «uto do mi comindi» 1 u el ¿¡rotó diimtíóó /ru tz
v al ver que demoraba observaron ul hieuimio donde wr
reciben a las visitas, intranquilos por mi ausenclti
09 3
■ May
lismos nue no corresponden Hice un tostante me th*J
•ontré circunstancialmente en el Ambulatorio con el •>- ¡
ñor senador Echegoyen, a quien expliqué que hace diez
iftns visito los miércoles a mi madre que tiene ya tiá
~ jioj Hoy traía para ella un mensaje muy <> i>ecial d&|
m) hijo, <‘.i decir dr su nielo, quienes .»e quieren mira- a
dablemente Pues, señor Presidente, yo no pude llegar 5
a la rasa de mi madre, porque no puedo mostrar ante |
ella, con sus 85 anos, una cantidad de soldada» con ;
imetralladorns y can armas largas, que seguriunerte se j
van a imrar frente a «u domicilio No lo podré hacer j
hasta que esto no se sqhutone
Hay muchas otras razo íes mas Ayer concurrí a mi
agrupación política con algunos amigos y tuve rata guar­
dia Posteriormente fui a hacer una audición radial en ‘
Radio Frmx y la guardii también marcho hacia ese lu-
xur. Cuando retorné a mi domicilio, la guardia volvió
también y cuando un familiar mió fue a ver a una per­
sona que se encontraba enferma, a 1U cuadras de mi
casa, ctra vez, en forma insólita, enfilo hacia ese lagar.
í
Yo, que no quena plantear estas cosas - ya lj lur;
hecho con elocuencia el señor senador MleiMdinl, qiw|
tía dicho vcidad . podría agregar que en una retintáll*
que mantuve anoche con algunos amigos no sólo estu» t
vh'ion prr.M'iih s los que me siguieron, .sino que liego un
., camión con Mtldadu;, qu<‘ «<• ubicaron en un terreno con •
rXii•» aimas taiga. Cmnenzurun a detenerse autos y hubo
< ¡Jti conato de incidente entre los que preaunibleirenb!
etytn jkjIíckm y el Teniente que capitaneaba a los soida-
ÍÜI0S que no me dejaban {sisar. Hubo gntos entre ellos. I
f basta que al hnal me abrieron paso y siguieron detrAi
-*• ✓mío.
Yo no quiero prole:cmn, señor Presidente Lo digo
ahora, en el .Sen.ido No ia he pedido ni la quiero, por
«pie me molesta, me mi 1 unquiu/M y |hh<ju«'. ademas re j
pilo la» pala bis* del muioi senado« Mi< hrliiil, । urque *
ril esto quiero set brevísimo me h«* transformado vo
lunlaiiamentc en un prisionero dei Poder Ejecutivo y d<‘ t
las Fuerzas Armadas
Ademas no tengo ¡onflanza, declarando que alguno»;
de ratja vehicuhj» estuvieron en ia operación de ia Fa- ;
.»ulltd de Medicina y no podía decir qué en e*K mamen- >
10 quisieran atentar contra mi vida; pero fue una epe-;
«anón muy peculiar vista por centenares de persona»
ron tremenda angustia.
.
’ simplemente dejaba esta constancja rubricadora del.
pensamit'iito «xpursto jx>r el señor senador Michelini, pi*¡
■ iliendoie ai C'ueti>o, ,m es (KMMblc. tomar urta deeHión qtm
’ ¡ni <• ruchada para que .-e saque una guardta que MÍ
¡ir iH'didu. que, ademua, me convierte en nn priaioneral
¡>oiqu<* no puedo moveimr y tampoco mi familia, y qiMH
m»' hi ruado piobituna» de íriccioneji involuntarias coíiil
lo,« vrrmo-. j orque alai man. no pueden ;h «cansar |>OÍ*f
tus ruidos de' lu.> auto- que un y que vienen, creando
todo este clima en un ligar muy especial romo ex estíi
¡ rludad en la que vivo
¡ Por «»o» señor Presidente, me vi obligado a hacer
alguna* pj'eetedones. no para convencer a 'os señores »«■
¿vadhixra, jan Mamplemente duurnck una verdad Mu que
rrto uwurMti* que lengamox temores o que extern« » m
umMadcNi. i «urque seguiremos nuestra lucha en la lorma |
que ere amo* mAf conveniente. Me parece que esto tema *
! que tomar catada publico a través de una tribuna di la i
importan™» del Henado, donde se sienta como Presiétm- l
1«. el Vicepresidente oe la República.
Nada má« y le agradezco ai señor cenador Mirla.-11
,J 23 6 45 1
 KHHO, Enrique

Senador

TEMA MEDIDAS ADOPTADAS POR LAS FUERZAS ARMALAS.

RETIRO CUSTODIA A SENADOR ERRO,

Sesión C.SS. & mayo/973

SRñOR ERRO. No voy a hablar de) asunto, hasta

que no venua o) tema de fondo a! Senado. El señor Pre­
sidente dice que habló con el señor Ministro de Defen-
। sa Nacional, doctor Ravenna, y yo tengo que ser leal con
{ él. El otro día, en ocasión de que la Asamblea General
no tuvo quorum para levantar el veto Interpuesto In­
justamente por el Poder Ejecutivo en relación a) pro- ;
yecto de ley sancionado por ambas Cámaras, relativo a
las viviendas para los habitantes de Cerro Norte, el se­
ñor Presidente me expresó que había hablado con «I M- ;
íior MinUtio de Defensa Nacional, quien, al parecer, ha- '
na las cónsul tas pertinentes a los Comandos o al Pre­
sidente de la República.
Quiero dejar estampado en itu actas del He nado - este
tema es muy delicado y no quiero que quede detalle
que no se incluya— que el señor Ministro do Defensa

Nacional, hasta ?1 momento en que estoy pronunciando

estas palabras, no ha hablado para nada conmigo Mas
oda vía el domingo ai mediodía ni víamos un telegrama
Al Presidente de la República, que fue publicado por la
prensa como es de cono.dmiento de todos los señores
senadores, no voy a abundar en el exigiendo el retiro
de un grupo de personas que me siguen a todos lados y
que ya ha tomado características muy especiales. Ade­
más, no solicité tai custodia y. expresamente, como re-
cien lo man.fe»tuba el señor senador Terra, la he re­
chazado.

En consecuencia, manifiesto que no tengo ninguna

noticia oficial sobre este problema y no conotco nada.
Lo unirá que aé en que cala guardia permanece y en
cualquier momento que se me ocurre caminar por aigu-
na calle de Montevideo, siempre lo hago en compañía J
de dos personas u mi costado, a quienes no les digo na«¡>
da porque sé que están cumpliendo con una obligación,«
iiv otado en una comida en honor del Mayor Pabiol
'•Icente, realizada en el Parque Hotel y dicha custodia 3
rn el mui ha-xta mi salida Cuando fui a lle­
var el telegrama a que luce mención anteriormente, tam­
bién lo hice en compañía do esta custodia que. repito,
hacen en cumplimiento de una misión que le han asig­
nado.

Sobriamente, expreso esto al Senado, porque ya ven­

drá ia disensión del tema, y allí si diremos todo lo que
tenemos que decir. Como de alguna manera las expre­
siones del señor Presidente me involucraban, me obli­
gan a decir que el señor Ministro de Defensa Nacional
no ha hablado absolutamente nada con el senador que
en euos mmmmtoi hace esta aclaración para conuch
miento del Cuerpo,

09 4 3 23:: 5 ’
 ..
Senador

TEMA : AMPUlaTOHIO lEU SKNAuO.iHKStNGla DK Í0LUIA5 NO

UNlFORMADOS i’OHTANbc) ARMAS»

Sesión C»SS. 8 mayo/973

SEAOR ERRO — E*ta matan« concurrí a I«« 1® ho­

ra* a la Cornis ón Invedlgadorn *obre 1« «dquistctóo »
un# firma Israelí dr HW mil medidores de agti« Monta
planteado hace clon arto» y que ahora l^a nido promovido,
nuevamente, por el sotar *<-nndor Poreyra. Con «orpresa j
vf que también entraban al Palacio esta» peraonae que
no se a qué estén destmadaa, porque ya ni siquiera usaría
la palabra custodia, puesto oue no *e cuál es el pro­
pósito ni el Mentido de mu vlglhuv'la Uní» do elle* quedó
sentada erren del aMcrh'mr y erro que din motivo para $
que r| Mscrnaorola Ir dllcra algo Mientra* tanto con 5*
fddrro que ofin* per, «mas «e hablan ubicado en dtslln
tos lunares del Palac’o. J
Ayer Miccdió lo mismo Primero, ellos «e “ncoutra
bao en el Salón do los Pmho; Perdido* y luego, sobre
el recinto del Senado
Yo soy un hombre que . tempre me he caím t< r'zudo
por evitar este tipo de denuncias, jxjrque suelo resolver
las cosas en otro plano. Hago ahora esta puntualizarán
simplemente a los efecto» de completar el cuadro de
cata historia, a fin da qiM» lo» »«taro sonsdore* adv'er
¡ tan en qué forma se esté actuando. Como *é que mucho*
■ y....... ..—- „ .................................... u । y*
de ello» tienen sensibilidad --no tango por qué pensar
que actúan de mala fe; de ser asi, lo probaremos en el ■
momento oportuno - w-ñalo esto que me ocurrió ‘ oy-<[
de manana, (hay tul cochea y uno» WóW hoMbrMf
¡ en este operativo, que se van aiutituyendo e IneJusíp
aparece ’ e| camello ’ y otros coche» con 4 41 peraona»
lógicamente ai muda*. Holuv watn nadir drh» sorpnmderM»)» ^
rala coiMiancia en el nwpir Itnith «proveehandti
la oportunidad para que vi señor Presidenta conoaca lew
hechos acontecidos en la Casa, porque «abemos qu«t épl
tiene una responsabilidad que debe cumplir. ‘

095 1
•13 6 4 5 •
 W.>,. feiím
TEMA: SENAIOR EHKC . VIG I LA*'^ 1 A
POR INTEGRANTES
Sesión C.SS. 16 y 1?
SEÑOR ERRO. — Señor Presidente: un hombre «ce­
sado, no es un hombre libre, ni en esta Patria Oriental,
ni en ningún lugar del mundo. Un hombre que durante
las 24 horas de cada día, soporta el acoso de los hom­
bres del Ejército y de los Servicios de Inteligencia de la
Policía, es un prisionero del Poder Ejecutivo. Yo no soy
un hombre libre. He sido agraviado en aspectos esencia­
les de mi vida.
Lo único que he hecho, en más de 40 anos de acti­
vidad )X)lítica, es ofrendar mi vida integramente al
bienestar de mis compatriotas y a romper los lazos de de­
pendencia de mi país, y hacer de esta República que hoy"
está «n una encrucijada, que todos conocemos, el paíi
grande y feliz por el cual soñamos y soñaron nuestros
unayores en el mismo momento de nuestras gestaciones.
Señor Presidente: rompiendo este silencio impuesto
por las circunstancias, —y vaya el hecho de que diga
porqué—, no iba a interferir ron mis palabras ni con mis
argumentos, en la decisión soberana de este Cuerno y en
is de cada uno de los señores .senadores Nadie habrá no­
tado siquiera una sola interrupción que pudiera desviar
el debate o provocar lateralmente una polémica. Hasta
eso he querido evitar, para que nadie pueda decir en el
futuro, que una palabra nuestra o una discusión, que pue- f
de tener un tono mis o menos Interno, sacó del esquema,
de su posición política o espiritual a un señor senador,
, Pero el Senado sabe que este hombre acosado, pero alo
, miedo, que este hombre acosado pero a) que no mrlíatj!
1 su temple ni su espíritu, ni la» amenazas, o Jntimldaclo-
i nes más sutiles o gruesas que puedan hacerse. hoy hgl
sido victima de un episodio que quiere narrar al Senadca :
Lo planteo, señor Presidentr. porque sigo creyendo en ■
! la sensibilidad del Senado, incluso en los que no están;
en la posición de entender que nuestras palabras respon-'
i dlendo al cuestionarlo, en la («'amisión, fueran verdad y ■
| nada más que verdad.
i país -no tengo porqué dudar da la sinceridad con que
En la tarde de hoy, señor Presidente, sepultamos »>
ro de mis más entrañables compañeros políticos, un vle-
m ilitan te del Partido Nacional, un amigo de Herrera,
que nadó en el Departamento de Durazno. Este hombre
fue una víctima del acoso que oe me ha hecho. Durarte
8 ó 10 días, vivió con una tremenda angustia que terit i-
; nó con su vida. Lo dijeron lo» propios médico** que lo
rodearon en un intento por salvarlo. Y, este hombre, que
1 era el Presidente de la Convención de ¡a Unión Popular,
que agHakbe en espíritu en un tremendo esfuerzo por su­
perar (odia esta ntuaeion, se le loe quebrando su cora ion,
flsás que per «A pedido de desafuero, al enterarse por i mi­
nos de lo que me estaba sucediendo. Mi casa rodeada;
nuestros Secretarios, saliendo del Senado a las 23 horas,
—y hay testigos, no sólo de diputados, sino también el
señor senador Michelini— detenidos y llevados presos du*
rante más de 30 horas, sin atender tángana razón Lo
ejecutó el Teniente que comandaba el operativo, aquí, a
30 metros de distancia. Fueron golpeados brutalmente du­
rante «0 horas, tanto en la cat»esa como en los oídos y«
después, dejados en libertad poique nada tonian que im-
pulirles. ;
A LA QUE ES SOMETIDO
DEL. EJERCITO Y LA POLICIA.
mayo/973
Esto que pasó hoy, aefor Presidente debe ser cono­
cido por el país entero, por encima de divisa» políticas,
porque hay expresiones del alma nacional que deben lle­
gar a todos, sin rótulos ni definiciones que no corres­
ponden en estos casos.
Concurrí, caliendo de mi domicilio a las 16 y 15 ho­
ras, con dos compañeros, a la sala mortuoria de las ca­
lles Sorlano y Minas. Desde mi casa, me siguieren tres
autos con hombres que portaban metralletas, y el lla­
mado camello con varios soldados. Iban detrás mió. Pen­
sé que harían una detención en el camino. No lo hicie- ,
ron. Nos siguieron penetrando dos o tres de ellos en la -
sala mortuoria, en una exhibición de fueraa que conmo- .
vid a Jas personas que allí estaban. Se quedaron. Llegué .
a pensar de que ahi terminaba el episodio, pero asom­
brosamente, siguieron el cortejo y cuando en alguna es- >
quina tenían dificultades en cruzar, hacían oir sus sire­
nas y bocinas, rompiendo el silencio y la angustia de los
que estaban acompañando a nuestro compañero político.
Llegamos a las 17 horas al Cementerio del Nom. Pene-
¡ traron al cementerio y se ubicaron cerca de la carrosa
que llevaba el féretro. Algunos bajaron rodeando a loe ■
que estaban llenos de dolor y de angustia, y rodeándome
« mí. No quImj hablar en el cementerio, porque mis pala­
bras, más qpe un homenaje hubieran sido un agravio a
mi compañero.
¿Qué quiere, que pretende el señor Presidente de la
República teniéndome prisionero?! ¡¿Qué quiere de mi
persona? ¿Qué desea arrancarme que no sea la verdad!?
¿Es que acaso el señor Presidente de la República está
tramando también que se me asesine?! ¡Qué ó diva!
; Pero que se lo trasmita al país entero, por encima del
¡ Ministro Revennal Terminemos con ios rumores que no
i corresponden!
i Yo sé que el señor senador Caputl, con el cual hemos
I discutido y discrepado mil veces sobre los problemas del
se ha expresado en la noche de boy— hito sus manifes­
taciones. que han sido recogidas en el Senado, como co-
1 r responde, pero ¿mié «e pretende con mi persona? Podrán ’
; arrancarme la vida, pero no podrán lograr, señor Presi­
¡
den le. apagar las ideas, por las cuales loábamos y por y
liu que otros seguirán luchando. 1
Señor Presidente: el operativo de la tardo do hoy 1
rompo las viejas tradiciones del país, descarga a»bre la *1
historia un agobio de actitudes contraproducentes que n
nada hacen al quehacer nacional y que dificultan, eví* 1
dentemente el reencuentro do todos ios oriental!» que J
nosotros también queremos. 'i
Este viejo amigo, la segunda víctima de este «roso, 1
que hace menos de dos horas sepultamos, este compañero I
J sin dobleces, criollo puro y generoso, es para m-MMros, I
porque lo será siempre: Isaac U i piano Oongorra. Su pa- 4
alón por la política fue la expresión generosa de su es- 4
plritu. Recorrió duros avaturrs de esta historia nuestra, a
junto a la inmensa personalidad de Herrera. A su muer- 9
te decidió continuar con nuestras proyecciones nación«- I
Tf
rtocuMo
 Hatea. fttatiá, como nadie, «obre su coraste, «atea mus- I
tías de que yo hubiera dejado de ser un hombre ubre
contra mi voluntad. Bondadoso, con el desprendimiento
del hombre del interior, que nunca pidió nada para él y
; ai todo para el engrandecimiento de su país. Marchó
< siempre con calma, con serena firmeza. Enfrentó ven*
1 davales de la política. Nada le conmovió, ni campañas
. que pudieran, de alguna manera, ser dirigidas violenta*
{ mente contra nuestra persona asi como tampoco modi­
ficaron su derrotero, algunas —yo diría usando la corree-
‘ u expresión— derrotas políticas. Pero él lo comprendió
etaro; Ja aocmhra de tos idéate*, la identificación con ellos
U.iiace que las derrotas sean Loexistostes. Las ideas no ssh
M^errotan, simplemente, se postergan en la aplicación del
^tiempo histórico. Fue una vida da trabajo útil, en una
| permanente actitud de comunicación con su pueblo, busM
cando Ja* más puras interpretaciones del sentimiento po-1
¡ pular.
Fue un hombre, quisó no para todo el Senado, des­
conocido, pero fue un lector ripudo. con predilección por
los temas políticos no limitando nu profundo quehacer
por todo lo escrito en la prensa, en el libro, en el folleto
y en los discursos parlamentarios Unos dias antes de
esta tragedia mantenía en sus manos los dicursos parla-
mentarlos de Hwera: “Acción Parlamentaria”, lectura
que quedó tranca en sus manos, lo mismo que su deseo
de gozar algunos de aquellos discursos de Herrera cuyo í
grafteísmo significó, también, una parte grande de ia his­
toria del país,
Relato esta dolida historia de «ota tarde porque Im­
plica una falta de respeto que va más allá de las dife-'
rene1 as politices. Creo que es un acto de barbarie que ntn
le hace bien ai país, sino que, al contrario, le Infiere utti
grave daño, porque esto será tomado, incluso, por la preti«
sa extranjera, ávida de noticias en todo este episodio • J
a Señor Presidente: he roto el »llénete por una oblM
ación moral ineludible, que todos sin ninguna excepción^
habr.in comprendido.
Este acoso no tiene sentido. Este acoso le ha^e a la
i historia del país, yo diría, un daño irreversible. E”to que
hoy ocurrió y que sucede todos los días, en otros ámbitos
I y eon otra* características que he ido narrando a la opi-
nlte púbitea a través de la prensa, la radio y la televi­
sión, en estas palabras contiene el nombre de tantos com­
pañeros nuestros, que no me hubieran permitido un ol­
vido semejante al iniciares esta sesión, como es el ho­
menaje a aquel compañero del cual me siento responsa­
ble, también, de su muerte, ya que pensando en mi de*« *
tíoo quebró av
Vuelvo a' estelar que» gteteteteP
j No pedí custodia, ño la solicité ni la quise. El Ministro
| Ravenna me engañó. Un domingo, a las 18 y 30, me dijo
i que tomaría medidas para que esto no siguiera ocurrien­
do. Expresó otras palabras que prefiero que él esté pre-«
I «ente —no sé cuándo ni dónde— para que las repita, no
| seré yo su Intérprete. El, directamente, vendrá a decirlas
en el Senada
Le he enviado un telegrama al señor Presidente de
la República, el domingo 0 pasado, que no ha tenido res­
puesta, en el que simplemente le pedia que sin dilatoria
alguna hiciera desaparecer esa custodia.
Asi, se va completando seta historia de la cual ya
no soy »u protagonista, porque pertenece al país, a sus*
instituciones, a la inquietad que a todos nos domina pora
su quiebra definitiva, como ¡a de esto mismo Senada J
Agradezco al Senado que me haya permitido, a travén
de una interrupción al señor senador Mteheiinl, hacein
esta exposición que ni siquiera tiene el carácter de de*»
nuncía, ya que no quiero ligar dos hechos que nada tie*i
nen que ver. Uno, es mi homenaje a quien ya descansa cpd
el Cementerio del Norte, con el agravio que le han Infe-w
rielo hombres de mi país, nacidas en mi país, que, además,?;
deben tener padre y madre como nosotros, que deben ;
tener hermanas, mujeres e hijos.
j Digo que hay órdenes que se cumplen, que son muy i
penosas y que, prácticamente, deterioran el alma del qut¿
las está aplicando.
En esta tarde, en ese Cementerio, ha quedado como
clavada, una flecha de indignación popular, de gente que
no podía orear que esto sucediera. Para que todo esto ten­
ga un eorotarte «te emoción, por lo menos para mi, agre­
go que entre loo Uraunstantes so encontraba una nieta ¡
do quien as, ya por encima do eueattones políticas, un.
forjador y un luchador por las libertades públicas, una
figura histórica: Aparicio Saravta. Hasta esto, que nadie <
concertó, se dló espontáneamente como una cita para Ja
historia, que no somos nosotros quienes queremos escri­
birla, sino los hechos mismos. ?
• ।j
Al viejo y entrañable amigo Gongorrá, mi palabra^
quebrada por la emoción y a los que me siguieron en fo*g
do este recorrido luctuoso, para mi indignante, dejo que 1
ia historia lo* juzgue porque ni siquiera yo quiero ser J
jues de sus inconductas.
Gracias, señor Presidente. 1
Gracias, señor senador Michelini.
097 1 2J 6 4 5
 S»ji 16n 17 y 1P •nayo/973

SEÑOR ERRO. — Yo que he sido tan pareo en todo

este debate por los motivos que he dado, y para evi­
tar interferencia» en la libre expresión de los reñoree
senadores, no puedo menos que sentirme emocionado
ante el entrañable afán de protección que proyectan las
palabras del señor senador Rath.
i Diría: Dios nos líbre de semejante protección, pc»r-
| que ayer misino relate acá con un significado tremen-
। d amen te emotivo y espiritual, que ese seguimiento llegó
. hasta un cementerio, cuando íbamos a sepultar a un
gran amigo personal y político, y hasta a sacarme fotogra­
fías dentro de mi casa, con la nueva técnica que tiene el
Ejército, en momentos en que me encontraba en la co­
cina, a la s 0 de la mañana.

! Quiere decir que ese seguimiento no tiene nada que

ver con la protección de mi vida. Al contrario, cada vea
que me siguen, la ponen en riesgo, por muchas razones.

No quiero polemizar con el señor senador Rath, que

es tan sensible a tantos problemas. Pero veo que no ad­
vierte que está en juego la libertad da un senador que
hoy en el senador Erro, pero que mañana podrá ser el
señor senador Rath. Esto hay que entenderlo con cla­
ridad. Todos somos proclives a ser amenazados en la t
misma forma. j
¿Es que acaso no saben los señores senadores que *
esa guardia penetra en el Palacio? ¿Que a pesar de los
quejas que hemos presentado, siguen estando en el Pa­
lacio, detrás nuestro y que anoche, a las 6 de la mañana,
| al llegar a mi casa, los soldados bajaron con sus armas ¡
—un día puede pasar una desgracia*— deteniendo a legis­
ladores de nuestro país, a los señores representantes
Martines Gallina! y Chenlo y a periodistas, haciendo un
I cordón prácticamente de guerra? Todo esto, ¿es protec-
í ción de qué? ¿Acaso de estos diputados amigos que me
acompañan?
1 ' ' 1
He dicho varias veces que no he pedido protección, :
que la he rechazado, y que el señor Mnistro Reven na 1
me engañó en una oportunidad en que lo llamé por te-
léfono a su casa y me aseguró que a la media hora esa ;
guardia seria retirada. Me engañó. Y tai que me caga- j
fiaron, ¿son los que van a venir a la Comisión? ¿A qué? j
¿A engañar también a la Comisión? j
Cuando existe un problema de libertad, no puede ha- •«
ber otra cosa que un pronunciamiento directo del Cuer- j
,
;
po. Reitero, entonces, que ni solicité jamás ni quiero este
tipo de protección, que ha creado problemas, incluso, en
1
¿
DE?. I
। el barrio donde vivo, a la gente que va a hacer manda- |
I dos, que a veces es detenida por la guardia, que te pida j
ftOCBADO
documentos. A veces a las muchachas que van a traba« 1
jar a la fábrica textil, a las 5 de la mañana, se las mo­
lesta solicitándole documentos, creando con todo esto
una intranquilidad« que no nos llega, pero que a mucha
t gente la afecta.

De manera que simplemente, en tono menor, sin

ánimo de una polémica, que a esta altura sería ineón-
' ducente. con el señor senador Rath, manifiesto que cuan­
do intenta vestir su argumento de que esto puede ser
' una protección, yo le aseguro que nada tiene quo ver
con una protección sino que, por el contrario, cada ven
! que la guardia anda detrás de mí, siento sobre mis es-
¡ paldas riesgos mucho mayores quo los que podría pade­
cer —desde luego que no— cuando ion mis amigos, mis
compañeros y mis compatriotas quienes tienen la frater­
nal decisión de marchar conmigo hacia mi domicilio en
la r x ■

■1S/ ..tadezoo, señor senador, y no voy a intervenir

Wkei -te tema. Creo que no dew hacerlo, pero espe- s
^BHfWl Senado voto defendiendo te libertad de este se- T
WK mañana puede ser la de cualquier integrante 4
’ .......

09 8
23 ti 45
 Senador

WU: Htcnrdn ALANCEN (C'KR'SI ’;SAL DIARIA HIu rMUl.AR" A-, ,

IE CIIH.Ab bK l-A I A¿) .i Ht'GED DK LAS FUER¿A ¡ f» *
COMJUNTAS.

■>eti6n C.SS. 23 mayo/973

F ssaoit amo — Mor fhmMnUoí fu jmnww m

Hecho. Ha sido tremendamente JaiMOtebte porque en 41
han participado las persona« que integran eete «tgulmlen*
lo a mi persona. Ese joven de 19 aftoe. vecino de La Pea, '
fue golpeado brutamente y hasta en determinado mamen« ।
to amenazado de muerte. Luego fue arrojado a una ca<io j
de te ciudad de La Paa, en ua eetado realmente preocu- |
panto. J

He trata de un hacho que debo provocar una rracwMM

¡ en todos los señorea aenadoreo que deben advertir baateím
1 dónde retamos llegando en este tema que, a pesar di!
' haber tomado resolución pordos vece« el Cuerpo, no te-
acaba.
i
í Conozco a ia persona e Incluso a mi familia, aé de
' quién 5c trata y lo que ha ocurrido, pormenortaadaroente, i
■ ya que ac lia dado una versión periodística que ea exacta. >.
Son las propias dcclararlonea de este muchacho que apa- '
ñas tiene 19 años de edad.
I
Ademé«, este asunto sigue con otras personas que lie- I
gan a mi domicilio y una vez que se ausentan de él, to- J
man un ómnibus y las Fuerzas Conjuntas que están «n <
mi seguimiento lo paran en el Puente de La Paz, Hacen
balar a los pasajero« y dejan a quienes han venido a
mi cerní. Entre ello», a dos maestros, el otro día, lo que 1
rel ímente resulta ya vergonzoso. <
Quería hacer esta aclaración con reapretó al pedido j
1 da informo« dvl compañera señor sanador Rodrigue«, pa~ 3
ra dar al Bañado esta versión solicitando ai te posible.!
quo junto con osa pedido de informe* que ha soiKitsdoi
dicho señor senador sea curaada te veraAtei de m s pate* i
broa. 1

09 9 d 23 ü < 5 7
 tRRJ, Enriqua
Senador

TEMA: Olear Felipe FERNANDEZ MEN DI ETA. F ALLECIMIENTO

EN CUARTEL REGIMIENTO PABLO GALARZA EN CIVDAD
DE DURAZNO«

Sesión C.SS. 5 Junio/')73

SEfipR ERRO — Para subrayar el pensamiento dti

señor senador Michellni, debemos decir que el señor sa­
nador Terra no pidió personalmente el llamado a Bala:
la solicitud la formuló la bancada del Frente Amplio.
i Recuerdo que, incluso, le requerí una interrupeión
al señor senador Terra —que estaba haciendo la funda*
damentación correspondiente, lefTriéndoaé a este lamen­
table episodio— para pedir que se votara, de inmediato,
interpelación.

Los senadores del Frente Amplio, señor Presidente,

estamos en posesión de toda la documentación probato­
ria de como se asesinó, en dos horas, en Durazno, a un
hombre de 26 años de edad. Esta es una mancha eviden-
dente para quienes actuaron en la emergencia y, tam­
bién, para aquellos que, desde ciertos mandos, no han j
hecho oir una palabra de censura y condenación de un
crimen que realmente horroriza y coloca al Uruguay ;
en una especie de alucinación. i

En tal sentido, creo que las cosas deben ser muy cía- ,
ras y, por eso, ayer manifesté que, en cuanto a la nota
del señor Ministro de Defensa Nacional -que si por algo
se singulariza es por tratar despectivamente al Parlamen­
to, negando una asistencia que éste reclama— la misma
debería ser rechazada por el Cuerpo, fijándose, rápida­
mente, la fecha de la interpelación.

Noaotroé estamos dispuestos a enfrentar todas estas

contingencias y, seguramente, el señor Ministro de De­
fensa Nacional no podrá desvirtuar los abrumadores ele­
mentos de juicio, muy serios y responsables —algunos ,
de loe cuales ya adelantó ti señor senador Terra— • que
habremos do presentar.
Quería hacer esta puntualización fronte a la actitud <
extraña y beligerante del señor senador Hatb. >

Cada uno tiene su estilo y ¡o puede usar como 1S |

parezca; pero pienso que no estamos en presencia da»
una cuestión que pueda ser considerada de esta formad ]
Más aun: estimamos que si el señor senador tiene alga j
que decir con referencia a la actitud del señor senador
Terra, debe manifestarlo: esta ausencia transitoria da »
nuestro compañero, no significa que un señor senador que
desea referirse a la posición de un colega, no pueda ha* 1
cerlo. Por nuestra parte, estamos dispuestos a aclarar lo
que sea necesario y a formular todas las precisiones que
correspondan, en defensa de nuestro compañero; cree-
moa. que el señor senador Terra ha tenido un» actitud
muy limpia y nadie puede enjuiciarla,

MuchM gracias.

10 0
 KRR^.j Enrique

4»MiV l *»•

TEMA? DETENCION LEGISLADOR Ariel COLLAZO

Sesión 17 febrero/972
4n

" ■|IWI1-1 ■"» —rf r;T-! "io>* iifwwu» । ■

0BÑOR KftftO. — Señor Presidente: da la impresión
que vamos llegando a buen puerto, en el bien entendido
que el 2 de marzo nosotros éramos partidarios con los
! compañeros del Frente Amplio de cí‘ar dentro de las
, setenta y dos horas. Ha existido un hecho nuevo que pue-
; de darle un carácter especial: las medidas serian levan-
। tadas definitivamente en el país.
! Pensamos que en esa oportunidad tendremos número
, y que el Partido Nacional de acuerdo a lo que ha anun­
ciado «1 señor senador Vas, estará en Sala para el anáiisU
de estos hechos vergonzosos de la vida nacional y levan­
taremos las medidas. Pero me queda una duda. También
las levantó en una oportunidad la Asamblea General y
volvieron a reimplantarse. B1 sefior senador Santero re­
cordaba que la Comisión Permanente levantó las medidas
y también fueron reimplantadas.
Ahora bien: como yo no integraba el Parlamento
—era el hombre de la calle que miraba hasta con aiom- j
bro ciertas actitudes— me hago ahora esta pregunta: ¿ya
qué hizo el Parlamento después que el Poder Ejecutivo lo J¡
desconoció? ¿Acaso tomó la actitud que corrt»epondia an-
te el avasallamiento de sus facultades y potestades? ¡Evt- 1
denternente, nol Y la historia no ha de perdonar a lo« 1
que tenían la obligación de librar esa batalla hasta el fl- j
nal. De ahí que piense que el 2 de marzo, en una sesión I
j que deberé durar todo el tiempo que sea necesario, no

•óio se levantaran las Medidas Prontas de Seguridad, sino

que además, toctos esos votos quedarán comprometido« i
para librar una batalla contra el Poder Ejecutivo, haden- ¡
do respetar al Parlamento, si es que en realidad se cree «
que es o debiera sur la expresión de la voluntad popular. I
Si no, estaríamos haciendo lo mismo que antes, y noeo-
tros no estamos dispuestos a proceder al levantamiento’
de las Medidas Prontas de Seguridad para que luego en
un acto de fuerza ol Poder Ejecutivo pretenda agraviar-
no». No lo va a lograr en esta oportunidad: tenemos la
seguridad que se buscarán las vías que correspondan para
hacer respetar esa dwdsión, porque. por lo menos en io Di? I
que atañe al Frente Amplio, éeto tiene un pueblo detrás
dispuesto a jugarse, y en cato no tenemos ninguna duda. fgOU.AOO
Queremos, además, poner el «Meato «• <Bm o
sodios que han ocurrido en el pala, entre tas eenteiMiW
de arbitrariedades que se han constatado. Hoy de nwdáb*»
na, alrededor de la hora 1, una ©omisión poftciá! dMm
glda por el inspector Caettglionl, del Servicio <ie
gencla y Enlace, llegó al domicilio de nuestro eompaflMM|
de corriente en el Frente Amplio el ex-legislador AfM
Collazo. He I? detuvo, llevándolo a la Cárcel Central, mm
de se encuentra, y no sabemos cuál será el final de áMÍ
episodio. ‘W
; í
Hay compañeros que hun estado en la Jefatura coip
el compañero Collazo. Be me ha dado' alguna información
que me ha preocupado inmensamente y que ee conve-*
Diente que conozca la Asamblea, porque el inspector Ca»%
tigftoni también está en el camino o en la tesitura de su»*
titulr a los jueces, al Poder Judicial. Se ve que m ha
acostumbrado mal: a lo mejor ha aprendido la lección
muy rápldament».

10 1
 EMO., Knriqua

Asamblea General

TEMA: PRESOS ÍOLlTICOS.MEDIDAS SEGURIDAD.

Sofión 17 ÍBbrero/972

— ~^¡j¡ ' iib7 r‘'?','*’<wi*j' ”

Mfiordlputado: cito qw -
tteodo.por más buena voluntad que tenga «i
tado en sacarles la capucha.
Observe el setter diputado lo siguiente: ¿cuál fue la <
actitud del Partido Nacional, Inclusive, con motivo del j
¡ Juicio político, que no se terminó, que se dllttvó? Algunos*
। senadores del Partido Nacional dijeron: i de ninguna mvl
ñera! Recuerdo, asimismo, las expresiones de un candi-¿
¡ dato a Ia Presidencia de la República que públicamente!
afirmó que era inconveniente e inoportuno el juicio, po-3
lítlco. ♦
k- ■
En que ese juicio, seguramente, lo hará el pueblo y.-
rá él quien en última instancia dará su fallo inapela­
ble. Pero lo cierto es que »1 el juicio político fracaso fue *
pornue no estaban presentes los mismos legisladores aue
. habían votado el levantamiento de las Medidas Prontas
de Seguridad. Ese es un hecho político concreto y real
j Esto lo sabe el pueblo y el pueblo lo ha comprendido.

Respeto la posición del sefior diputado, que pueda ser

do carácter personal; no digo que haya levantado su ;]
mano y que luego no haya vuelto para protest<r^or eH
desconocimiento de que había sido objeto el Parlamente. ^
No estoy negando eso, pero deberá reconocer el setter '
diputado que es una actitud personal; en cambio, desde ’
el punto de vista orgánico, del partido, es evidente que '■
los votos en virtud de los cuales se levantaron las Medidas ;
Prontas de Seguridad no se enfrentaron luego al Poder ,
Ejecutivo. .

Recuerdo más; en una de esa» alocuciones presiden-

cíales por cadena de radio y televisión, en que un día de- 3
claraba estar solo y en seguida lo acompaftaba una mui- .■
titud —nunca he entendido ese galimatías—, afirmó que
si levantan las Medidas Prontas de Seguridad, “nosotros ’
's reimplantajemos''. Y no pasó nada; dolorosamente no 1
abo las reacciones esperadas.

Los que habían votado el levantamiento —repito el

concepto- no estaban o ae enfermaron repentinamente
Hay fiebres parlamentarias que suelen surgir, que brotan
repentinamente, que son tremendas y que ha raleado a
bancadas entesas.,Observen los señores legisladores que
ai Partido Colorado le debe haber asacado una de más
de cuarenta grados y pienso que deben tomarse medidas
porque puede tratarse de una cosa, leve, pero de pronto
es una fiebre infecclóe|. i,
'Murmullos,* /
//!••• el derecho de a
i
«eflor Presidente —aunque sé que hacerlo— que
tne informe «obre las condiciones sanitarias de la Sala,
pato deberá admitirse que el problema es serio y en al­
gunas oportunidades se da.
i Murmullos.)

—Volviendo a lo que veníamos señalando, ¡o cierto

es que los que votaron el levantamiento de las Medidas
Prontas de Seguridad hicieron luego un acto de arrepen­
timiento, o alguien los convenció, pero aqui no estuvieron.
Y los que posteriormente iban a hacer el juicio político
es evidente que no lo hicieron.

Sabe el señor diputado Olorello Abelenda la, estima

que le profeso de«de hace tantos años ,y no deseo moles­
tarle: simplemente, me propongo recordarle que el Di­
rectorio de su partido, por unanimidad -lo subrayo: por
unanimidad— resolvió que se hiciera el juicio político
y nadie se eicepclonó en aquella oportunidad. Entonces,
cuando leo los documentos de ese Directorio y recuerdo
la frase de Aparicio Saravia, "Las revoluciones empiesan
por el fraude", pienso en qué lugar del país apareceré
alguien con el coraje suficiente para levantar a alguna
gente, i Estoy esperando)

Y cuando oigo a otras personas — también viejos aml-

gos nuestros— que dicen que este gobierno es ilegitimo, £
que va a durar muy poco, pienso que tienen rasón. Otros :
dicen que durará el tiempo que una madre necesita para
gestar a su hijo; podemos tener una diferencia de un
mes o dos —no lo vamos a discutir—, porque hay hijos
que nacen después de los nueve meses. Pero esto no Ue- %
ne importancia ahora; no corresponde que lo discutamoaj

Simplemente he procurado señalar el hecho de qflM

alguien, con una vara mágica, en determinado momento,*
extendió un manto Invisible sobre la inmensa mayoría 1
que habla votado el levantamiento de las Medidas Pron- '
tas de Seguridad, haciéndola humo, con el beneplácito
de quien irresponsablemente cree que está gobernando
al país.
Por mi parte, doy por terminada esta incidencia sin
perjuicio de escuchar algún elemento de juicio del señor
diputado.

10 3 1 ' 6 5 ,■»
 JLr.F2j Kr.¡w
Asamb) ea "¡enera!

TEMA: NOTA PUBLICADA EN DIARIO ’’ACCION”

Sesión 2 marzo/972

--- ' 1—i.. j»ui ,w i.i ...... ■

SEÑOR ERRO. — He escuchado está defensa, pero el

pueblo uruguayo tiene interés en saber quién escribió es­
te articulo.
«Interrupciones. Campana de orden.»

He concurrido a cantidad de cqjnités, he andado por

el interior del país y se me ha mostrado esta hoja, que
yo no había visto. Pero todos, a todos los niveles, se pre­
guntaban quién habla escrito ese articulo. Es probable que
hoy lo sepamos; es probable quq el pal» sepa esta noche
quién incitó a matar a familiares de presos políticos.

«Interrupciones. Campana de orden.)

Que no se nos veríga a qdérer decorar la escena con

palabras y con agravios. Muchas veces hemos discutido
con ellos y esto no nos llega. Evidentemente, quien escri­
bió este artículo tuvo la intención precisa y concreta de
। incitar a la gente a matar.
«Interrupciones. Campana cíe orden.)
I \
¡ ¿Por qué quien escribió este artículo no dice nada ,
> del asesinato de Ramos Fllippinl, a quien sacaron del ¿
¡ íado de su madre y le arrancaron los braaos, o del se- J
nuestro de Ayala y de Castagneto? |
«Interrupciones, Campana de orden.) |

¿Por qué no dice nada tampocodel asesinato de |

Ibero Gutiérrez? 1
’ ¡Si será verdad lo que denuncio, si tendré razón, que al
Ia
¡ otro dia una especie de mellizo político de Jorge Batlle,
( Barofíio, recoge con entusiasmo todo esto y dice en “El J
* Diario”: “Las últimas hazañas llevadas a cabo por ios ¿
l tupamaros han despertado en mucha gente una reacción >
; humana, comprensible, en cuanto tiene de impul/io, de <
arrebato pasional, de emplear las mismas tácticas contra *
. ellos”. Es decir que Baronio, entusiasmado con el artícu- ’
lo del día anterior, habla de matar a quien mata, de'se-
1 cuestrar a quien secuestra, pero agrega lo de Intimidar a
, ios familiares. El buen Barofíio, con el entusiasmo que
¡ pone en todas las cosas —como cuando hablaba contra
t la Universidad, o contra el Poder Judicial, y cuando pe-
. día el golpe dé Estado— habrá dicho; ”81 “Acción” ya
hace puhta, yo me voy a sumar; a lo meter hay alguien
que no ha leído “Acción” y me lee a mí y consigo que
, W maten algún«*'.

Me dirán que Barofíio do escribió esto. Quiere da- <

' cir que también él entendió mal, porque eso rae te que ‘
escribió al día siguiente. Seguramente Barofíio ha de te­
T)í?
ner esa insania a que *? retorta el reftor senador, y me
complazco en reconocer que debe tenerla crónica, con­ rsc'-i
siderando el entusiasmo que pone en defender lo que es
indefendible.
No voy a dedr que el «ehor senador escribió este ar- :
ticulo. Alguna gente dice que ousde haberte escrito Jote , i
ge Batlle, César Fernández o ef doctor Senguinetti. No sé f
quién lo escribió, pero evidentemente este no surgió soloi J
alguien lo redactó,
—— ...... ,-t............ ' . * - -J|
Estamos de acuerdo en que tenemos
mta incidencia para que funcione Je Atómblea GenjrM f |
podamow levantar las Medidas de Bcguridadjjw h» eje 3
cenado libio «mies, derechos y garentías individuare, te- J
mu» sobre lo» «iu«’ «y»«' P“”° «•* m entó, Inlelizmenw*
Presidente Bordaberry.
Debemos destacar que del asesínate de ^e jmren, asi
como también de las otras personas, no dijo nada El Dte-
1 rto”, si alguna prensa tocó el tema lo hizo en entrelineas,
X M tufaba peer «M M M hubiera culludu.

23 6 4

................... .. ........................................................
SEÑOR ERRO. — A pesar de Ui hora tengo necesidad
de hacer alguna» precisiones.
Cuando el señor MliUat.ro del Interior usó do una in
temipctón afirmó rotundamente quo el Poder Ejecutivo se-
taha dispuesto a levantar laa Medidas de Seguridad, pero
condicionado a algunas iniciativas que enviaría al Paila*
mentó entre las que mencionó la de Seguridad del Estado,
í e hizo alguna referencia a hechos que estarían ocurriendo
en el país. Yo no estoy dispuesto a votarle al Poder Eje­
cutivo ninguna disposición condicionada. En consecuencia,
| seguimos manteniendo el criterio que nos llevó a votar el
' levan caimiento de las Medidas prontas de Seguridad, de
acuerdo a la moción presentada por todos los legUiauores
del Frente Amplio. Sostenemos ese criterio a pesar de to-
dos los conceptos emotivos que hemos escuchado esta no-
che y del dramatismo que ha andado rondando por asta
Sala. Nosotros, que tenemos muchos años de legisladores
y de cronistas parlamentarios escuchamos estos dramatis­
mos que después te costaron muy caro al paja. Y no estoy
dispuesto a apoyar ningún intermedio sino a ratificar pie-
neníente la decisión mayorlutria de la Asamblea General
( levantando las Medidas Prontas de Seguridad, esperando
i el Poder Ejecutivo tendrá que cumplirla.
Adjunta, no quiero dejar |*a*ar por alto alguna afirma­
ción del señor Ministro de Lklensa Nacional. El señor Mi­
nistro hizo una incursión en el problema que podría aca­
rrearla a las Fuerzas Armada« el levantamiento de las Me­
didas Prontas do Seguridad. Habló do ciertos problemas tic
nicas. Yo puso por alto esta frase. Me IrnjKHla «ferrarme a
otra: el señor Ministro muy claramente expresó que si se '
i levantaban las Medidas Prontas de Seguridad esta noche, co-
| mo realmente so levantaron, ello podía tener consecuencias
imprevisibles en las Fuerzas Armadas. No entiendo exacta-
! mente cuál fue su posición, ti no la achinó. No acabo de
entender en qué consiste esa acentuación del concepto de ln
que pudieran ser dificultades en las Fuerzas Armada».
No voy a tomar mta tlemfw) del que me he impuesto a ।
mi mismo para que termine la jornada de esta noche, pero
no te puede ser indiferente al señor Ministro la conducta de
ciertos oficiales da Jas Fuerzan Armadas que, desde luego,
no son todos. Si yo dijera que hay maestros que no cumplen
con su deber nadie podría atribuirme el concepto de que to
do el magisterio no cumple con sus obligaciones. Pero, señor
Ministra, hay oficiales y hay coroneles de las FuernuAr-
; jnadas que han torturado directamente a cientos de perso-
lab ___________ __ ___ ■ --
r ----------------------------- - -----
mus. Nosotros tenemos los nombres y ios daremos en el mo-
' monto oportuno. Hay Jueces Militares de Instrucción, como
en el caso de Colonia, que dieron órdenes de allanamiento
en Cari rielo, lo que es un excuso evidente y un desborde, que
¡ tuvo la réplica drí Juez Letrado Departamental dirigiéndose
1 a la Suprema Corte protestando ¡x>r esta Invasión y por esta
I agrava» tan reiterado, al Poder Judicial. Y en Artigas, en
Paso de los ’loros, en Rocha y prácticamente en medio pula
!<ks propuu oficia Ir« - tenemos sus nombres- han c andido
Atentados a la persona humana, usando la picana eléctiica
dMpues de haber aprendido muy rápidamente te que en
el nrasil los torturado!es llaman la "prucoa de la sopa”,
es decir, tomando al detenld ) de los cabellos, sumeigicn-
dolo en agua, a veces asfixiándolo, Y esto, desgraciada*
mente, se ha aplicado en e¿>te país.
Hay jueces militares que han tomado drclaniciones a
pesos, algunos de los cuales otaban siendo víctimas de la
picana eléctrica. Todo esto lo tenemos documentado y da­
remos detalladamente mu» nombres porque estos oficíale» en
verdad deshonran el propio uniforme que visten. Repito que
cor suerte estos no ton la generalidad de los hombres que
Integran nuestras Fuerzas Armadas, que, además, nunca
habían ejercido tipo ue torunas contra, ciuuuctanos.
a los que se lea imputó falsamente algunar* vinculacio­
nes del orden que hamn que las Fuenaa Armadas tama* 4
ran esas medidas. Y no hablo de todos tos allanamtentaf v
realizados, de loa atropellos, t<e arbtUMiedadto. No esta- j
‘úpi ibfPH*-or Jl ampo te Mhce^raéió^ álf j
Punta de Nieles, el Cgior, el Centro de instrucción de la
Alarma, la Escuela de Tropa, la Canos Nciy, y todos los
atropellos que se están realizando sistemáticamente en
cuartel«« y en los lugares que he mencionado.
IRRG» Enrique
A amblas Gen erti
TEMA: TORTURAS APLICADAS A DETENIDOS POR MEDIDAS
SEGURIDAD.
Sesión 2 marzo/9?8
-.................. ■ ■ -1
Si esta noche lamentablemente 'se rectificara esa vota­
ción mayoritaria de la Asamblea, los legisladores se esta­
rían poniendo de espaldas al pueblo. Hay una gran expec­
. tativa en el país. La gente está harta de ser permanente­
mente molestada, ahora por el Comando Conjunto, Era
necesario que estas denuncias quedaran registradas en la
versión taquigráfica,
,
j No me parece acertado que se Imponga por algún Minis­
< tro, en el coso el Ministro del Interior, una condicionante
¡ para que el Poder Ejecutivo levanta las Medidas. La dueña
I de la» Medidas de Seguridad —aunque se haya dicho mu-
chas veces conviene reiterarlo— es la Asamblea General, y
de ninguna manera se votó condicionado a nada. Ni los hom- ,
-
I brea del Partido Nacional ni Jos da Frente Amplio hicimos I
S ; de nuestro voto una decisión para que de alguna manera se I
condlsionara a iniciativa o a l&telaUvaa que pudieran 1
enviar el Poder Ejecutivo. |
I Esta m nuestra posición, que •« muy firme, y de elle
no nos vamos a apear. Entendemos que históricamente es- !
i tamo« en la actitud correcta, en la que corresponde: ratifl- ;
' car la votación realizada y pedirle e. los que votaron en la í
instancia anterior que puedan sumar sus voto» a la moción
presentada por el Frente Amplio por la cual se pide el re­
tiro de los incisos posteriores al votado. Ello no obstante
que jurídicamente entendemos —y hay precedentes en la
materia— de que al haber resucito la Asamblea General
votar por inris*» y haber decidido por mayoría rl levanta­
miento de los Medidas Pronta» de Seguridad en el primer
Inciso del proyecto presentado por todos to» legisladores de^
Frente Amplio, «na resoluctén tendría que ser comunicad*
esta misma noche por te Mesa ai Poder Ejecutivo para qdtf
éste so atuviera a las dcrMlows de la Asarmbtee General M
cumpliera ron su obligación. No estaríamos dispuestos a iM
se rcimplantaran las Medidas, con ¡lo cual se estaría «Kffi|H
tiendo una nueva arbitrariedad, que se sumarte a las ísmH
que el pala tuvo que soportar. 3
Yo sólo anoto este dato: ea cinco años hubo culi
renta y cinco clausuras entre espacios radiales, lócate
diarios, etcétera; y han desfilado por las cárceles y ctMg
teles del país, muchos ciudadanos sin proceso, lioenuaj
por los jueces y después tomados por el Ejército y la r|
Hela bajo el amparo de las Medidas Prontas de Beguí
-------- -------- - »
j dad, excediendo el texto constitucional, entre ocho te
f quinientos y nueve mil compatriotas.
1
« i Pediría a toe señores Ministros que fueran a Punta
1 Carreta y vieran a la gente que trajeron de Artigas,
» práettosmente con sus organismos deshechos, víctimas
1 de las cruetoade» más glandes que se han cometido en
j| ente país; lo mismo en Paso de loa Toros, en Rocha y en
« Soriano- En esta ciuoad se tuvo detenido ¡u hijo del
J que fuera candidato a Intendente por el Frente Amplio.
$ < compañero Pagano. Un oficia] del Ejército penetró en
, su casa, estando el con su esposa y le dijo: ' Ahora de­
í tuvimos a su hijo; después los mataremos a ustedes” Esta
* m una cosa liorrenda que parece imposible que haya po­
dido ocurrir en este país.
Esto lo tenemos documentado; poseemos ios nombre»
lo» oficiales, con todos los grados, la forma como ac­
luaron, vil qu» vvnumvire», to ex-
pondremos, desde luego mlnuciossmn
nes que corresponda con la presencia dé 1
nistros-
Era lo que queríamos manifestar para que ce ves ■
claramente cuál es la posición del Frente Amplío en UF
votación que seguramente ge va a tomar dentro de a!-'
fuños instantes
>
t
?
i

ÉfeACSl ERRO, ~ En Rocha, a cuatro detenufol foe
tuvieron parados al sol, encapuchados, con las piernas í
abiertas a fuerza de patadas en los tobillos. Golpeados '
en los riñones, cuando se caían los levantaban a culata­
zos. Estuvieron arropados al sol durante más de tres ho* . j
ras. Entre los torturadores figuraba un Inspector de ape» *
llldo Gablto. También en el Regimiento F de Caballería
el Capitán José Walter Bazzan! torturó a un muchacho 4
muy joven que está ahora en Punta Carretas.
| <Interrupciones. Campana de orden.)
F s
-Se detuvo también a cinco personas en el Batallón
de Infantería 12 de Ja ciudad de Rocha. Se los torturó
durante sesenta horas dándoles golpes, haciéndoles plan­
tones y vejámenes de todo tipo. Hay denuncia judicial.
A un estudiante de arquitectura que trabajaba en el
Servicio Geográfico lo ¡levaron a Artillería en La Pa­
loma. Estuvo un mes encerrado «n un cuarto oscuro y fue
tortorado durante varios dias. Principal responsable: Ca­
pitán Mario Mourtfto. Alfredo Rubio, Jefe de Artillería,
intervino en este procedimiento insultando y propulsan­
do al detenido en forana dura y agraviante. El Te- ;-
nlente Pimienta intervino en torturas del Cuartal de Ro*
cha. Muchas de ellas eran efectuadas mientras si resto*
de la guardia dormía.
Be detiene a dos jóvenes eai la «alie y se isa ¡leva ai,«
Regiadento 9* de Caballería. deuda los separan y encío-
rran en ealabozoa Allí fueron visitados por oficiales que
los amenasaron eon torturas y nmerte, Los incitaban a j
escaparse y luego les dríeron que los iban a llevar a Ca- j
rrraíteo a fusilar. Después los llevaron a Jefatura donde,
los Interrogó el Comisario Casiiglionl, entre golpee. Oo-’^
mo no hablaban, les dllo que los devolvía a los •‘yerbas*,
textual expresión del Comisario Castiglioni. Estos contt-’’’
nuaron goleándolos; les dieron un revólver descargado’
t para que "mataran al que los golpeaba"; luego los deja-
¡ ron toda la noche sin jjoderse sentar ni acostar. El Jueiü
vino cuatro días después de haber sido internado^
' El Capitán Buscón! tortura a un detenido.
.5e apalean golpes y picana a un detenido
- . T.rtJr i.,iiigmle.gpiWW JM"1"
4* T*tumnt^ Vler* partfotpd, jfanto ®on BuaM, «•
estas torturas. En H Batallón de Infantería JO s una;
señora, embarazada, se le efectuaron plantones y no se
le dio comida ni bebida. Responsables? Alféres Reinóse
y Oficial Saravia.
En el Batallón Florida, del Buceo, se efectuaron tor- j
turas del siguiente modo: se encapucha, se lleva al pri-f
la azotea ,y ov
slonero a U se, le hace caminar sobre el pretil'1
I no es alto, pero el encapuchado no lo sabe—: se tare
amenaza con armas cargadas, se les incita a escapar»#
etcétera.
En el Regimiento á* de Caballería un estudiante 6ÉÍ
Ingeniería, profesor, es amenazado con torturas por u*J
oficial, oue le dice que no va a poder resistir. Luego sfi
le desnuda y se le Interroga entre Insultos, aturdléndoMOl
«demás, con una radio a, viva vos. En este reglmlentÉl
lian aimleado y picaneado los Tenientes Rodolfo HrtÉl
y Antonio Alen. En la Jefatura, además de los casos eW»S
halados, e.1 CanlUn ChloMl, de Infantería, golpeó y tor«?
turó a un xo’dtido prcxc-ado por la Justicia Militar,
Coronel Machitelli, Juez militar de 2? Turno, presenció
estas torturas mientras lo interrogaban.
Estos datos no son una fantasía ni imaginación ni ■
creación del que habla. Podría seguir citando casos do I
torturas a muchas otras personas, pero lo voy a haceif I
cuando se forme la Comisión y esté presente el señor ’
Ministro.
A un arquitecto, Mafié, por ejemplo, que está en
Punta de Rieles, aun sabiendo que es un hombre enfer­
mo, se le hacia limnMr y se le sometía a vejámenes has­
ta que sufrió un vahído.
(Interrupción»)
*AtenUa necesidad de decir esto con seriedad, como
respuesta a las insistentes preguntas de dos o tres seño?
ras ¡egísisdores. Yo les diso a ios señores legisladores
i .ia y Vaseoneeiloe si pueden narrar torturas semejaM
| tes que puedan haberla hecho a alguien, entre ellos ai
señor diputado Fariña, J
< r J y
10 6 3 23 C 4 5 .

qula nosotros defendemos al pueblo y a una orgatttoMión
social que no es la que usted defiende. Evidentemente,
usted quiere seguir viviendo en este Uruguay IIoeral, de­
pendiente, y yo no quiero. Ademas, quiero nacer un es­
fuerzo para que las generaciones de abora vivan do otra
manera en nuestro pata.
Por otra parte, el señor senador ha insinuado que va
a gestionar, por intermedio de toa órganos campotentos,
que me den el desafuero .
(Interrupciones. >
—. No incurra en esa frase, no incurra en esa sosa
diabetica ..
< Interrupciones. »
- . porque nosotros tuvimos que soportar al Presi-
jmtente Borda be «y decir, poco menos, que iba a terminar
^0on el pata.
< Interrupciones. Campana de orden J
—Y al hombre que usted tanto defiende ¡o olmos de-
cir, cuando ya tema un pie fuera de la Casa de Ck>-
bienio —por suerte— un agravio al Poder Judicial. Dijo
al pueblo que el Poder Judicial estaba amedrentado, que
no funcionaba, y eso no es verdad. El Poder Judicial tie-
ne jerarquía .
í Interrupciones. )
— pero lo que pasa es que toe jueces no quieren
eetar al servicio del Poder Ejecutivo
SEÑOR CAPUT1. Hay algunas jueces que están
amedrentados.
SEÑOR ERRO. Porque cuando loe jueces liberan'
a un ciududano y ustedes lo ponen en un campo de eon-<
eentración —y digo ustedes porque el «ñor Cspotl ha di-,
cho que está de acuerdo e Identificado con esa peirttea—di
entonces tengo que decirle que a mi no se me ocurrirwg
jydiriea el desafuero por toe motivo. Además tampooo tog
Ay a agraviar ai señor senador de pensar que él os «H
^ue tuyo la idea de poner alambradas de seto nwtnohl
electrificadas, en el establecimiento de Libertad, Departí
Lamento de dan José. Yo no quiero pensar aso, paro
tnos a probar en el Senado la existencia de un eatoéHt
drón - ahora cujm« que me piden que diga tos fMWibffltoa
que jerarcas policiales inspiraron y catán dentro Mi
i él. Verán ustedes en el Senado, cuando yo haga la relaja
alón de hechos, todo lo que va a producir allí y en
opinión pública. Se trata de un escuadrón que apunta i-
asesinar muchachos y a jóvenes, a familiares y a abo*
gados ame defienden a tos presos políticos. Hay aboga­
dos tnw han sido permanentemente amenazados de muer-
' te*. ¿Le es indiferente al sefior senador que a Pagano,
qaa t»e candidato a la Intendencia de aortago por M
Frente Amplio - y de quien nadie tiene nada que de­
cir—, -cuando estaba con su señora esposa un Oficial vi­
no a decirle: “Ya aprehendimos a su hijo y luego los mi-'
taremos a usted«?'.
107 ,X3
documento que leimos en W tarde de hoy y etlps-MNsr 1!
no pudimos conocer? Bi el que lo escribió estaba de tener- j ¡
tor.con él debía salir pùbicamente a decir que m
do ' el• au*é
1
Termino esta incidencia porque veo que el uefior Pre-|1
Bidente quería poner a votación una moción, que supon- í
go seré la del Frente Amplio ..
< In terrupctecM*. ♦ 1I
■ . para eliminar los incisos que siguen. Levante-^
moa las Medidas de Seguridad y nos vayamos 'iodos para j ¡
nuestras casas tranquilos, pero el señor senador debe po-.í
“ nerse de acuerdo con ios dos Ministros; ellos dijeron que|
las quieren levantar. Ahora, a mi me entra una duda: ;
el señor senador es un'hombre muy Importante dentro,
del rectecctonxsmo.
SEÑOR CAPUTI - No, soy un militante
SEÑOR ERRO — que ha yvesldido el Senado y la ’
Asamblea Oeneral y si él dice que tas medidas no se van-s
' a levantar yo tongo que tener dudas de que alguna coatí
puede ocurrir en esa materia, de manera que no estop|
dispuesto a votar ningún piano fuera de lo establecido^
en •) tita de hoy. Que se ratifique, que se comunique nO
Poder Ejecutivo y que se levanten de inmediato las MM
| didas Frontes de Seguridad. j
I
I En lo que tiene que ver con la parte técnica el se-j
ñor Ministro de Defensa sabe que le bastan una nave y|
< una orden suya; con la llave abre las prisiones y se terjl
í minaran- mucho« problemas que están (cantando en M
pata. Eso era io que quena contestar, esperando el deM
afuero que seguramente se gestionará ante lai autorUUta
des competentes; que no lo puede hacer un legislador
saben los mecanismos que hay que mo»er y yo los Ctoi
fjm
ñusco bastante aun sin ser abogado. 1
i Ya otra vea un Ministro de Defensa Naeiown prs-|
j tendió también darme el desafuero porque según él yo ItoPi
í ble cometido un delito contra la Patria, ¿y aatam cuál «CM
el delito? Porque habla leído y publicado una «ventor dM
Ejército —en este país demociatico y repreeentaMvíMR
que ctoctat que lo» ouctaies no p<Mlian escuchar detenaM
nadan radio» ni leer determinados diarios, y que M
•Margaba a algunos Oftotales para que loe vigilaran pMfl
ver con quienes iban a hablar en el club social o depara
tiro o en el simple café o confitería del lugar. Por decir
aquaUo y publicarlo se me quería dfciaiur reo de alté
traición a te Patria. Como en aquel momento estaba es
«•ñor tais BaUle, que politicamente ora muciw mas in-
toU**M> tos que habían promovido vate asunto, lo
uuea quw vn nada, Herrera, en aquel mornsmio insistid
1 an Aquel problema, y yo seguí actuando en la vida poli«
teca. Cíe manara que cada vez que el señor Capulí me
amenace w* el desafuero me va a obligar a pasar cinco
años en el Lanado, y seo que yo no pensaba estar tanú?
tiempo, pero abura« eon el compromiso que me ha crea«
do...
• IntorrupcMNMA i
'
■
-. ।Tendré tantas ocastonee de dueuur con usted?é
< Lnterrupctonae. i ]
Yo he dicho atemna vas apa ai senador OapuM^gj
un hombre sincero, tanto que en esta 8ala lo hemoe
to defender ai 383, a loe auto« baratos, y yo deala aS
gente que él, por lo menos, defiende y da la cqm« déM|
al contrario. Le hago el homenaje del recuerdo.
thMM»««« - - .«Mt MWWWIWXMI ■IIMW. -- ------------ --- I ■■■—Í,I <1 ■»«.! ,11
2: 5 •'

BKAOR KKItO. — Rechazo enérgicamente tea expre­
siones del señor legislador, Y no va a tener suerte, porque
el soliloquio no lo van a poder hacer en el Senado, por­
que cuando haga las denuncias del Escuadrón de la Muer­
te, cuando discuta el retevamiento del Rio de la Plata,
cuando defienda la soberanía de este país, que gente
sentada acá le entrego el Rk> Uruguay a la Argentina,
sabiendo que Jo entrejaba, ¡y ahora vienen aquí a invo­
car la soberanía', eao no ocurrirá, parece un chiste. pero
de mal gusto a esta hora de la madrugada.
i lis mita, el saltar diputado so puede dar ementa que
los hecho* políticos tienen más fueran que las individua­
lidades. Y habrán de escucharme, quieran o no, porque
hay un sector de pueblo que creyó en nosotros, que cre­
yó en el Frente; y están mm 306.000 voluntades, y están
esos 170.000 muchachos y muchachas que por su edad no
gravitaban en el resultado electoral. Nos van a tener que
escuchar u todos, porque un el fondo y en última ins-
táñete —que es lo que no comprende el señor legislador
Acta Echarl— estamos interpretando la vos de ese pus-
bto, qme cuando so levantaran te* snodidM hoy aplaudió
frenéticamente desdo te Barra, porque entre ese pueblo
batea muchos familiares de gente torturada do te que
yo he señalado acá. Y cuando so trató te do tea torta-
rao, ¿es que todos m fugaron de te interna manera? ¿Te-
do se llevó hasta el final? No, señor Presidente. ¡No nos
engeñamosl Aquello quedó diluido, como una pieza de
museo para un estudioso o algún extranjero que viniera
acá a preguntar ti había torturas en el Uruguay.
Yo he oido decir cosas corno esta, esta noche: “*i
existieran las torturas", se decía por algún legislador, ca-
ti puesto en condicional. Si existieran diríamos tal cosa,
y ti no, no. ¡Y está probado que existen!
No niego a ningún legislador el derecho a defender
a políticos que ellos creen que han actuado bien, pero
admitan que con esos políticos no nos podemos engañar:
el gobierno es gobierno con un 21 % o un 22 %.
Tenates» raeordando aquello de Somoca, aquel dicta'
dor que usted«* conocen, que un día llamó a elecciones
libres. Chamorro era su contrincante. Habló en todo el
pala, hablante sus hombres má» representativos» utijtaó
tai medios de te radio* llegó te elección y Chamorro te
ganó, pero terminó ganándote «omoaa, fetonm il ptañ- ¡
teo 01 problema en Naciones Unidas por algunas denun-j
cías. Hornaza entendió que no debía dejar ir a su cenci-1
lier sino ir personalmente y dijo allí en forma muy im-
pàvida: ' ¡Pero, señoresI. ¿de qué me acusan? ¿Alguien
puede imputarme que en algún momento de la campaña
electoral o en mis discursos presidenciales yo huya dicho
alguna vez que Jos escrutinios serían libres? Yo nunca
he dicho eao: he dicho que las elecciones serían libres".
Como el señor Caputi es un hombre muy inteligente
y perspicaz, se dará cuenta de lo que quiero decir con
esta anécdota. Lo digo para terminar con estas inciden­
cias, que como han bajado de tono, ya no merecen más
una réplica. Yo no he usado palabras como canalla’’.
■ Eso corre por cuenta de los compañeros del otro lado, de
lo que el compañero Martínez Gallina! llamaba el "de­
sierto rojo", hace unos días, cuando no había nadie: só­
lo estaba el señor senador Vasconcellos. Quiero rectifi­
j car que luego se ausentó porque le pareció, por error de
*i información, que no había moción del Frente en la Me­
I sa. Era el único que estaba en esa oportunidad. De ma­
1 nera que lo» otros no habían aparecido.
j
j No quiero contestar la* cosas cuando se toman pala­
1 bras que yo no uso. Yo no utilizo nunca ese lenguaje.
| Nunca he dicho en el Parlamento una palabra que no es
J mía. Eso es de gente que entra en aquel catálogo a que
1 se referís el eoñor legislador Ferrelra Aldunate cuando
■ dividió a te ggnte y nuaé que dijo de ordinarios.... No
1 me acuerdo: no sé bien lo que dijo porque tendría que
1 repetir él te frase. No tengo ese estilo. No empleo esa^
i palabra*. Yo tengo otro lenguaje para expresarme, qiMh
1 será duro, que no será grato, que será molesto. Cada uns
es como es, pero, eso sí, nunca nadie puede decirme qudl
j en doce o treev años en te Cámara yo haya llamadoJH
: alguien con tal palabras que dicen loe compañeros. 1
1
No digo que lo lamente por el señor legislador Ache^
Echart, porque cada uno emplea el lenguaje que es ca*
¡ paz de emplear. Yo no estoy aquí para reformar a na*
die ni para enseñar a nadie nada: esto no en una «•»
cuela y cada uno se expresa de te manera que puedgk
Y como realmente no hay ninguna posibilidad de ejrtlfet
fiar n la gente, yo repito con nuestro querido compuftájm
Ramón Legnani —y me alegro de que ya que el otro taW
en el Senado nadie dijo nada, hoy se haya levantado UBD
voa en solidaridad con él— lo que él dijo en .Santa Lu-^
Cta ÓQh SU lenguaje bondadoso: que en este país es iná*
fácil ir prego que a uno le enseñen a leer o alguna otra
cosa Estuvo muy acertado y muy feliz el compañero Leg­
nani. No se lo que piensa, de eso el senador Caputi, que
también es Je gante Lucia. I
Termino por respeto ai señor presidente y a otros’
mucho* compañeros.
108 J
 «MOR tRRO - A set» Itoft
una, *oia cosa, «eftor Presidente: que llame al arden a ¡a
gente que emplea palabras do esa naturales».

Al señor legislador le digo lo mismo que a los de-

más: que r mí r.o me van a hacer callar empleando esa
palabra porque se la* puedo devolver diciénaoie* que el
jefe de Po.icia de Montevideo, ex Jefe de Policía da Cana­
lones, hizo las atrocidades mas grande* mlí hevanoo presa
a su propio cuñada, queriéndola vejar, llevando a su so­
brino, llevando al compañero Trino al cuartel de San
Ramón...

• interrupciones Campana de orden »

—. ..pegando * un velatorio con sus policía* a buscar

armas *n un cajón de un modesto quintero. i£*e es un
i monstruoI Y no digo integración; digo que ello* impul­
saron ai Kacuadrón de la Muera«, lo dejaron actuar.

I «interrupciones. Campana do orden.)

—Y digo que si lo dejaron actuar, de alguna manera
son oflmpiioes
Y el Brigadier Sena hia» las atrocidades mita granr
des en ti para. Radie lo denenoa La priuba de ia ncofhl
tacion que puede tener en iaa Fuerzas Armada«, esta eg
que a su* hambre* de mayor Jerarquía le fueras a deair
a ia* uva ue ¡a manan» que no pou*a estar su <1 »miró
veno de üeienwa nacional, y le dieron pasaje de ida PMR
no de vuelta, lluo ia* cosas mas espanto*»*: pieiendlft
agraviar, preteiiuio subo mar ai Poder JuciiuM «uanuo el
Conusario nuca* golpeo a, estudiante* en el laceo de Ue-
ion —y aquí hay legisladores que aun pro! usures del LtM*
do Colon—, ya que tumoien nuco* integra el iucuadroes
de la Muerte, i y que me lo desmienta el publicamente!

Todo eso vibrara en el sonado, aunque a alguien IK>

lo guste. Lo airemos con pasión, porque aquí, mucha* di
jos que opinan se asustan de la violencia del pueblo y
no hay uiui, sola linea en su* diarios, de lo* estudiantes
asesinados. Muy un uiurio ue la mañana, que no qu.ero
nonnaur, que en lurma realmente repudia ule expiecab»
su .»enchínenlo por el iiseMiiaiu Ue Gutiérrez, pino agle­
gaba, a (untinuaciun: rué procesado en 1V70 por acti­
vidades sediciosas"; es decir, se trataba de pisotear un
cadáver, porque son incapaces de enfrentar las contin­
gencias de la lucha.

Me subleva que es pretenda emplear ciertas palabra*

y Se cemeta la aeslealtad parlamentaria de volver otra
ves al asunto después ds que el señor Ministro del Inte­
rior Rovira retiro sus paiaonus por entender —- eos» que
debió entender antee— que no loan dirigida* a él. Luego
por estilo parlamentario, superada la incidencia, se borra
de la versión taqulgraiica. Y añora se vuelve otra ve»
a lo mismo. ¿Qué M busca ?

10 9 jj
 Asamblea General

TJJÍA: LEVANTAMIENTO MEDIDAS SEGURIDAD A TRAVES PROYECTO All

RESORCION PRESENTADO POR LEGISW>ORES FRENTE AMPLIO.

Setjión 9 y IO marzo/97?

• UMOR ERRO. — Ette debate» tete»

voluntariamente, •» esté haciendo contuso y
alón «m proyecta sobre cosas ciara».

La Asamblea General, el jueves pasado, retó, per.

amplia mayoría, el levantamiento de las Medida» Proa»
taa de Segundad, a través del apartado I del proyecta
de resolución presentado por los ieguladore» del Fronte
Amplio. Lo que v no uuapués, tue un cuarto Intermedio
hasta el día de hoy, a lo« efecto» de instrumentar el
levantamiento de las Mrd das ¡ronta» de Seguridad en
lo que afectaba a laa libci ladea individuales. De m<K10
que lodos no» fuimos dv li Asamblea General, en el
¡ entendido de que la llamada Conusiun de lo» 1S iba a
cumphr con esa maln. Piro eso no se cumplió, y no
por causa de los legisladores que representan a nuestro
! partido, sino por otras ratones que se ban dado aquí:
inasistencia de lo» seftors» Ministros, cus rio» interme°
d.os, prAcueamente a veces de 24 hora» —ayer la acción
a» levantó hasta hoy a laa XI, y boy, hasta deapué» del
ténmoa de Asamblea Geoerab— ata

En ol Interin, aparee« un» moción firmada por Idgl» ¡

ladores del Partido Nacional, en los término» a que bao»
referencia tí áster legislador Ortia

Me parece, «éter Presidente, qoe no ee puedb avast»

sat ni hacer ninguna votación, sirr-antea, en el Mófe
de que alguno lo pretenda, reconsiderar lo que •» etei
»1 jueves pasado. 1
Aún tomando la moción del Partido WadoMl. MH
vierto que, sc|;urament» por rasoné» involuntarias, es hR
omitido una IiIvimjI mdón del Poder Ejecutivo, que es |r
434 did 23 de marro do 1971, publicad» en »1 JM*di
Uíivuil del 20 do marro do 1971. Por «rt» reaoludúC
el l*od<r i.joiuihu disolvía la toJeciad Anónima Nart»
que editaba el Diario "Ya", que tue clausurado.
Parecería congruente que, si el propósito e» levanta»
la clausura do esc diario, se derogue, simultáneamMibb
con esta Rosoluciun 434 dri Poder Ejecutivo que, a U9»
véa de la lectura, no escuché que estuviera iñcluidg «g|
la moción. j
. __ ____

110 ÌI

WMOR URO. — Digo, «eftor Prasldonta, que 4HNk
da w mteode en «1 di» de hoy, levantar en ferina tw»
tríngida otea» medidas que el Peder Kjocutlva tomA cer­
cenando la» libertad»«, erro que »• olvida que lea mi*
me« son Indivisas, es decir, no aon negociables, O eo
levantan toda», como debe hacerse, o se discute la forma
o el camino que m va a tomar, de acuerdo a la reeolu»
elón pr.mern del jueves pasado.
Me es violento que m* itm* diga que levantamos las
medida# en cuanto a paros y huelga«, a clausura de dia­
rio», así como con respecto a otra» corno la de dar notl-
cía« «obre actividades subversivas. Todo eso me parece
■ que puede ser encerrado posteriormente por el Poder
" Ejecutivo. de tal forma que signifique una violación clara
de lo que te Asamblea •» propone
No entiendo que se quiera dolar para el 30 de abril ,
el poner «n libertad a presos políticos que, en el caso
I det campo de concentración de Punta Rieles. Carlas
Nery, la Escuela de Tropa y el GCÍOR, no han «ido pro­
cesador, siendo liberado« por los Jueces y siguen dete­
nido« bajo el amparó de la« Medida« Prontas de Segu-'
rldad. A vece», no han Intervenido, siquiera, lo« Jueces, .
como penó en el caso de nuestro rom partera Ramón 1
Legnani.
¡ Fíjense, ademó«, qué cosa contradictoria. SI se man-
I tienen esas medidas, In Asamblea General cató acop­
iando, por lo menos una muyoría, mantener el destierro
de nuestro» compatriotas. Mientras aquí so levanta una
te las medidas por la cual so puedo Macar del pal» a los
esrtrmMhHnMk a Los conq»atriotai>, a lo» uruguayos, te les
। testiere» «.Que otra cosa significa, que cuando terml-
। nada su pena y liberado por los Jueces naturales, con-
i unuon en prisión? Por ejemplo, on Punta Carretas, suan-
¡ do sale un preso, lo <*«peran a 20 niel roa en un cocha,
* lo esposan en la calle donde esté mirando todo el mundo
Ay ae lo llevan con rumbo desconocido, en las primeras
■horas, para luego decirle a su# familiares que so en-
r cuenira en el campo de Concentración de Punta de Kie-
■ lea. Posteriormente, realiza toda la tramitación para
salir del país; es decir los echan da! mlamo. Hay 13,
■ 13 o 17 personas con toda su tramitación finalizada que
no han podido salir, siquiera, del campo de concentración.
En muchos casos, salan bajo fianza y se van obligado«
a apártame de sus familias, yendo, muchos de ellos a
Chile.
——-T-. ' ?
¿Por tete, n»
iduátee, ge
haga Ateetlv» de inmedte poeterg»*
» il R
clon hasta «1 13 d» abril?
Creo que vate la pana qu» se »apllquín loe motives
i por los cual»» se quiero Iterar hasta el 341 da abril «ate
' problema. Puede ser que los haya, pero yo ¡os desco­
nozco y no lo« percibo, además.
i
Esc plazo desde hoy al 30 de abril «ou par» estudiar
alguna ley suatltutívaf ¿Es para tomar alguna otra me­
dida? Sería conveniente que se dijera, para que quedara
constancia en la versión taquigráfica, qué fundamento
ha Impulsado a los autore» de la moción * diferir en el
tiempo, es decir hasta el 30 de abril —obsérvese que
es un mes y veintiún dias— 1a aplicación de esta m»- i
dida legislativa.
NoeoteM inaistemoe en que el jueves «asado se apro-
I bó el psoyecte de reeotución de todo» los toftstedeses
। def Frente Amelia que disponte se levantaran las Me-
dtteur Prontas de ttegurtdad. Que ne puede volarse nin­
guna moción, teta n otra que se presenten, ai ante« no
m busca el eamtno reglamentarlo de te seceosMoHitete 1
de lo quo ya está firme. Lo que consideraba te Aaam- 1
Mea, en «qttef momento, en te elhnteeeión <te> segundo >
* y tercer apartado», que fas prepuesto vat loe tegteted*» 1
res del Frente Amplio, cuartee se llego a te mosteo de jf
cuarto intermedie hasta el dte de hoy. Ne es he ado» a
tentado mucho, te Comisión no funcionó, no stemte lee fl
i puteóle a lo» legisladores, por lo menos a ios de nuestro 1
sector, ne ano reitero a tes demás. VaJte te peaa» en- 1
tonca«, gastar algunos minutase» «ate tema» 4» te libertad ji
pasa qua tee proponente» o quten de «hpna manera om|
indteocteaMtite nwembro informante, nos dijera te casteMH
por la cual se traslada ai 30 de abril la elootevldadg
nada m»no% de una me las medidas más Importantes que
la Asamblea General Legislativa quiere levantar. í
?•
Nos queda esa preocupación, aeAer Praskteute, por-J
que, repito, la libertad no es indivisa ni negociable, To-1
das las medida» que se refieren a esto, ja fueron tevan^
todas el jueves pasado. Quiere decir que sai estos atete
días, en lugar de avanzar en este proposito, hemos rsM
trocedido, evidentemente, con la moción» que se acaba"
de presentar j
Por eso, pido alguna explicación »olir» te ratón pete
la cual se difiere hasta »1 30 do abril te efoctividatei
de la moción.
--------- . ... ............................ .. ... _........ .................. .... ------ -- ------
 EHHO, Enrique

Asamblea General

TEMA : DENUNCIhS óoóPE ¡ ATENCIONES Y DEPREDACION ES HECHAS

POR POLICIAS Y OFICIALES EJERCITO.

Sesión 9 y 10 marao/9?^

‘ Wtcnt VÚMM J*' ftritor PrwMetite:1 ettgmo» 'Hbm«

tatito qut transcurran las horas: los Mitotes legislada*
res, con todo derecho, dan su opinión sobre crstlntoe
temas, pero, co?a curiosa: el señor Jeg'sJador Michelini
hizo una pregunta concreta que. a pesar de la ínter*
vención del señor Ministro del Interior, no lo fue con*
testada. Por lo tanto, mo voy a permitir reiterarla, por*
que considero que importa a la Asamblea tener una res*
puesta categórica por parle de los, Ministros da Defensa
Nacional y del Interior

El señor legislador Michelini quería saber «i ¡

se Iban a aplicar las mimns medidas que «a les im- A
ponen a los ciudadano«, por ejemplo, allanamientos, dea* *
trozos de casa.1, gente detenida porque sí, torturas, tanto
por parte de la policía como por algunos Oficiales del
Ejército, lamentablemente. He dado muchos nombres. 4
pero no se ha contestado,
Ahora, si llegara a triunfar la moción presentad»4
por el Part'do Nac’o’’al. que nosotros no vamos a votar,j
porque difiere en 30 dina el plazo, ya que considero
aue la libertad de los presos políticos debe ser Inme-í
diata. es evidente que también tenemos derecho a pro* i
guntar si el régimen entre el día de hoy y el B0 de
abril, de hecho, va a seguir en el pala. t habrá tomado nota de todos estos oficiales que torturan
Tengo entendido que hay compañeros que poseen
documentos muy importante«, que hasta podrían leerlos
en SMn snbro lo oha ha ocurrido en estos últ’mos días
con ciudadanos a quienes se le* han allanado sus domi­
cilio». Concretamente, puedo citar el caso del doctor
Schroeder. a quien prácticamente se le destrozó su casa, I
incluso m le llevaron objetos valiosos, haciéndole todo I
Upo de depredaciones. En el interior de la República. [
ios hechos son más graves. I ¡ tendemos que no se precisa ninguna ley para sanear loa
Por esas razón»«, aeflor Presidente, consideramos J
que tenemos dnrecboa reiterar la pregunta. Que loa se^j
toros Min'atros digan si este régimen tan represiva^
tan duro que azota a todo el país, ha de continuar, ¿r
llegara a triunfar la moción que presentó si Partido
Nacional. J
A lo que han dicho algunos compañeros en la Ajuma*
blea General, también podría agregar algunas comm zedb
en lo que se refiere a cómo vive la gente en te» euafci-'
teles, en el CIM, en la Escuela de Tropa', en ¡a EscusaN
Canos Nery, y, en el campo de concentración de Pun»
Rieles. T'
_____ ___ —- _ «V.-WW v*® w® w ■piiearon a OO» *
terminado ciudadano. Lar mismas estuvieron a cargo 1
del Capitán Samburctti. det Teniente Silva y de un do í
misarlo de apellido Suárez, que puede Jncluiroa sin des- "
medro, en la lista de los Com'«arios a que se refería
| el señor legislador Mirhellni. Se trata de un Comisario
de la 14* Sección de I» Ciudad de Minas, que ha viajado
al exterior, y se ha especial izado, recibiendo las mejore«
claves de refinamiento en ai ramo de las torturas,
Al
Considero que no eatamos hablando, simplemente«
para la versión taquigráfica. Tenemos que presumir, fun­ i
dadamente, que el señor Ministro de Defensa Nacional
y que, seguramente, habrá decidido adoptar las medidas
que correspondan para que eato no sigo ocurriendo en
deterioro del prestig'o de las Fuerzas Armndaa. En ge­
neral, creo que los torturadores en el Ejército son una
minoría. No tengo ningún inconveniente en reconooerto.
I En segundo término, queremos que se nos conteste
' sobre si existe la necesidad de una ley sobra caraos de
confianza para determinada jerarquía de la policía. En-
cuadros policiales. La policía que ha torturado, la que
ha robado, la que ha destrozado las casas particulares
i allanadas, está perfectamente individualizada. De modo
entendemos que no se requiere ninguna ley para
adoptar ecas medid'»*.
Más que todo esto, señor Presidente, noi importa,
* fundamentalmente, que se conteste, de una vez por todas,
; qué «s lo que va a suceder si sale triunfante la moción
qiM se te Mido», del Partido Nacional.

Sin embargo, en esta breve intervención —además

de la lista míe di las otras días— quisiera agre­
gar lo ocurrido en el Departamento de Sorlano.
Allí rfetuv'eron al hijo del agrimensor Magano, que fue
candidato a la Intendencia por el Frente Amplio. Luego,
fue amenazado con su expo«a por un Oficial, más bien]
dicho el Mayor Marcelino Rodríguez y también por un!
Alférez 11 annado Marcelino Bilbao, del S? de Infantería)
de Mercedes.

i PiftáHiente, deseo agregar que en meterte do daísfiff
i de lee libertades no hay mucha» cosa» nueva» en este
peía. Al respecto, voy a leer un documento que no habré
I de llevar más de un minuto su lectura. Dice asi: "Hace
। infinidad de años que nuestro país, cuyos destino» han
; sido usurpados por una agrupación de malo» ciudadano»,
viene sufriendo una situación desesperante, tanto en el
orden público como en el civil. La l'bertad no existe
absolutamente en nuestra República, ningún ciudadano
independiente tiene derecho a tomar participación en
la vida pública, y hasta la libertad individual, la más
sagrada de todas las libertades democráticas, ha sido y
es violada constantemente, como sucede en la actualidad
con loa asesinatos monstruosos consumados por las fuer-«
hiu guberaistas contra indefensos paisanos y las perse-
Milistones de todo género que sufren en general los habí«
^tantea de la nación. En el orden civil o administrativo
•e defrauda los dineros del pueblo de una manera e»«
caudalosa conviniendo los asuntos públicos en negocios
leoninos; persiguiendo al comercio y la industria, aba­
tiéndolo». en vez de fomentarlos, con impuesto» y traba»
( onerosa»; se aumenta la deuda pública a cifras fabulosas
Í1 i pesar de presupuestos enormes que, no obstante, con­
cluyen siempre con déficit, y realizarme negocios de em­
préstitos ruinosos y operaciones financieras ridiculas, con
?I solo objeto de cobrar coimas; ae prodiga los grados mi­
litares de manera bochornosa y, por último, como resul­
tado dé todas esas exacciones y corrupción, han produ-
' cido la ruina y la miseria del pueblo que, en SM ln-
i mensa mayoría, por miles de compatriota» han tenido
i que emigrar para les Repúblicas Argentina y... La
sangre que forzosamente se va a derramar en la lacha
que emprendemos, perdiéndose quizás vidas preciosas
para la patria en los campos de batalla, asi como los
sacrificios cruentos que sufriré el país, sean do eitao
responsables los malos ciudadanos que nos ptoroaao a
la lucha armada; raspon*a!bilidad que caerá sobre sus
cabezas como una maldición del pueblo orientad. La
revolución no escatimará su sangre en defensa, da lo»
libertades, ni la del enemigo quw se presento oon las
Krma» a combatirla, pero respetará al ver cido y cas-
gará sin consideración alguna al más pequeño desmán
’omet’do por sus fuerzas. La juventud, verdadera es«
jeranza para el porvenir y a la cual he profesado siem­
bre tan alto cariño, tiene el puesto de honor entre mis
Rías compuestas ellas en su Inmensa m&yoria, cea» ha
$0
quejma vm más, abandoMadb familia« o Intereses, ’coi
el desinterés y abnegación que le son característico«)
viene a sellar con su altivez y con su sangre la honrosdl
tradición do este noble pueblo: do no admitir gobierno^
tiránicos ni oprobioso»". vi
■ato, señor Presidente, que parece increíble y quo?
capero que alguna meditación provoque en las filis del
Partido Nacional, para no dilatar durante- 30 días si.
que siga la gente presa y expuesta a toda cisne da?
torturas, tiene fecha S de marzo de 1897. Han pasado
7B años y su firmante fue el General Aparicio Sajravia.j
La historia, pues, se repite y los que están denteg^
de ella no pueden olvidarla, porque, aquí sí, están laa|
mejores tradiciones del país. :'rf
■
|
Digo, entonces señor Presidente, que espero la roa-
puesta que no se nos ha dado hasta ahora, a pesar do^
hacer más de ura hora y media que se formuló, con reo-t
pecto a qué ocurrirá, desde ahora al 33 de abril ni lar
moción del Part-do Nacional —tenemos le esperanza de ”
que. sea rectificada— llegara a aprobarse por i* Asam­
blea Gañera!.
Muchas gracias, señor legislador
............ . . . .. ------- .................. ............. ...
¡
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1 1 3
 TEMA: LIBERTAD DE PRENSA. 1^'
Sesión 9 y 10 marzo/9?2

¿ —-t—..JVM.; I .■ ■ i

SKftOR ERRO — Muy brevemente, itítor frtH- j

dente, para terminar esta Incidencia. pues ya es la una ■;
de la madrugada.
■$
Evidentemente, el señor Ministro de Defensa Na­
cional, ve 1 adamen te, incorporó a su lenguaje cosa* que
no le habíamos oido el jueves pasado, provocando que.
prácticamente, la censura de prensa alga existiendo en
<4 pala, y no nos engañemos.
Podrá, con mucha elegancia, decirse que esto de­
creto queda sin efecto, se le suspende por un tiempo o
podrá pasarse a Comisión; pero lo real y auténtico que
el pueblo debe caber es que, por encima de loe artilu-
gios queda un hecho evidente la censura de prensa
sigue en pie
Además, señor Presidente, yo me pregunto: ¿Quié­
nes van a tener en sus manos esta facultad? Mañana,
un diario da una información y el Poder Ejecutivo en­
tiende que ha incurrido en la violación de esta dispo­
sición y lo cierra o lo suspende por varias ediciones. {
.Esto debe saberlo el pueblo, porque mañana va a salir ’

! en ciertos diarios: "La Asamblea General restableció todas,

las libertades”. Y eso no os verdad. ¿
I_______________ -—-------- ----- “ *“*" J

114
 ERRO, Enrique
Asamblea General
TEMA: CLAUSURA RADIOS, DIARIOS Y SEMANARIOS.
Sesión 21 y 22 marzo/97^
¡ fletes, Italianos y hasta una revista alemana que ttoM
I un tiraje de tres o cuatro millonea de ejemplar« «emana-
SBffOB ERRO. — Bn mi memoria asM —jgsto que te
me rectifique sí no ee exacto— que la Asamblea General
levantó estas medidas sin embargo, el Poder Ejecutivo
invocó que estaba ejercitando el Inciso 1* del articulo
1M de te Constitución de la República.
El 4 de julio, el gobierno conmemora la independen­
cia de los Estados Unidos - este es otro hecho de anto­
logía— prohibiendo que se divulgue, comentarlos, o gra­
baciones sobre los grupos de acción armada, y vedando
la introducción al país de libros que los mencionen directa
o indirectamente
El 8 de Julio aparece el diario "1a Democracia”, que
es cerrado, según mis apuntes, el mismo día por conti­
nuar — dice el decreto - la línea ideológica y política del
diario “Extra"
Este mes de julio al que me estoy refiriendo, señor
Presidente, fue muy fecundo en esta clase de actitudes
de parte de la dictadura. Tanto es asi que el 11 del mis­
mo mes el Poder Ejecutivo decreta Ja desaparición defi­
nitiva del semanario “Izquierda”, por seguir una linea
ideológica y un estilo periodístico que tiene, como ine­
quívoca finalidad causar alteraciones en el orden público.
Leo textual esta parte de los considerandos.
Lnego vtow tos conocidos sucesos de Pando, por los
eaalee se clausura al diarfo "De Frente”, por siete edicio­
nes, en tanto, que “El Oriental” y "Marcha” fueron si-
' VHMT una edición.
Como detalle muy especial y muy significativa cabe
la mención de que *>n ese miwno mes se d*ereta It pro­
hibición de editar Imnresos —dice d decreto— cu)o for­
mato. orientación o contenido p<rrmitan rop-hiír qw» exis­
te una continuidad con los diarios o periódicos tenncidoa,
Quiere decir, señor Presidente, que el Poder Ejecutivo
tenia un grupo de especialistas con olfato de Sbrrloek
Holmes que advertían, por el editorial, por el Upo. por «I
formato del diario, que había una continuidad agí tos
que ellos habían cerrado.
El P de diciembre el ex-Mtnlstrj Cersóslmo ~oomo
todos lo recuerdan— pasa a la historia de la lingüística
ruando a través de un comunicado que firmó el Subjefe
de Policía, proscribe siete expresiones para mencionar a
ios tupamaros: comandos, células, terroristas, extremis­
tas, delincuentes políticos, subversivos y delincuentes Ideo-
1 ógicos.
La eliminación de estas palabras corrió como un re­
trueco de pólvora entre los periódicos de América latina
jiero, fundamentalmente, entre las europeos, como el muy
importante “Le Monde”, asi como también diarios ip*
lee. Beto llamó poderosamente la atención, como digo, a
loe diarios europeos, e Incluso hasta los mismos latino­
americanos. Esto les resultaba algo inconcebible, porque
el razonamiento del que había empujado esta decisión era
completamente obtuso. No se tenia en cuenta un aspec­
to sicológico elemental que conoce cualquier maestro 0
estudiante de magisterio, como cosa primaria, que cuan­
do el pueblo lee la crónica no toma tanto en cuenta la*
palabras, sino que se fija más en el espíritu de lo que
dice la hoja impresa.
El 13 de abril de 1970 es clausurado el diario "De
Frente” que había publicado poco antes el telex de Sayous,
manifestándose que hace mal esa conducta periodística
al honor de loe hombrea públicos porque es una prédica
insidiosa.
En el mes de mayo aparece “Ya”, dirigido por nues­
tro amigo el doctor Baumgartner, que ahora está lle­
nando porque la Asamblea General levante la clausura
de su diario; sin embargo, ha quedado disuelta, debido a
un decreto arbitrario, "Narmy", que es la editorial que
lo podía editar. Este decreto fue totalmente arbitrarlo;
el asunto nunca pasó a la Justicia; se dijo que estaba
dentro de los ilícitos económicos, pero jamás «e hicieron
citaciones y quedó archivado y publicado en el Diario Ofi­
cial. Este problema nosotros lo planteamos en la Asam­
blea General en el momento oportuno y ahora figura en
segundo término de la orden del día de la sesión do esta
tarde, de la llamada Comisión de toa 16» designada por la
Asamblea General
Con diversos pretextos —no loe voy a señalar en Je-
talle— «e impide la aparición dei dlMjo “Critica”. $
El 25 de jugdo le toca el tumo al “Popular", qus j
«o clausurado pee cinco edtofonos, por informar e, inclu*¡
so, croo que por publicar una o dos fotos de una man$*|
testación estudiantil, J
igual sanción recibió “El Debate” por brindar iníw*
mación, noticias y algunos reportajes especiales sobra aW
gu nos conflictos internos que se estaban produciendo Ism
sabia toda la policía— en el instituto respectivo '
Será el hecho aquel de que algunos legisladores mv- i
clonallstas aparecen por 18 de Julio sustituyendo a
vendedores naturales de tos diartos, es decir, a tos cani­
llitas.
Al mes siguiente, se clausura "El Popular” por <lá«r’
números. La censura llega a la economía nacional cuando
los medios de difusión son notificados de que toda inioir-
maclón que ee ocupe de la materia económica debe «ur
sometida a censura previa. Ya no se trata de un proble­
ma de extremistas o de determinadas organizaciones, si;ro
de informes sobre la situación económica del país, porg ue
se argumentaba en el decreto que eso te hacía daño a ios
£indos planes que tenía el gobierno y que, además, trun-
te en el exterior que había algún temor de que pu-
ran retacearse en el exterior los famosos préstame^
que han hecho del Uruguay independiente, una República
odíente con compromisos como en el año actual de
de 270 millones de dólares.
fin ese mismo mes se requisa una revista semaml
dedicada a temas policiales "Al Rojo Vivo" que publica­
ba una proclama de las organizaciones. Esto era lo que!
se habla exigido —de acuerdo a lo que hizo público di­
cha célula— para la liberación de un ciudadano ameri-|
cano, de apellido Fly.
El 10 dé eeg mes se requisa el diarto “Clarín” de Bue­
nos Afros, por tirio entrevista publicada y se crea el con­
fítelo de que dicho diario ya no desea llegar más al Uru-
B 15 de febrero —aquello había sucedido en el megj
de mayo de 1970— del ano siguiente, sa clausura, en tar*¡
 ma definitiva, el diario 'W. m motivo aducido fue al
de que Informó que existían presiones indebidas para de­
valuar el peso.
El 5 de marzo de 1971, la Comisión Permanente levan­
ta las Medidas Prontas de Seguridad, entre Ins cuales fi­
gura aquella clausui i, decisión que ignora el gobierno
porque no se funda en causa jurídica.
En abril se alian» por primera vez, “Prensa Latina”
agencia noticiosa que será clausurada definitivamente;
por lo menos, no se dijo claramente hasta cuando se ce­
rraba. ) que no conozco —me tomé el trabajo de averiguarlo—,
En el mes de julio se empieza por clausurar el que
fuera viejo semanario del señor Washington Fernández,
ciudadano batllista de San José, incorporado, jxistarior-
mente, al Frente Amplio, que durante muchos años habla
aparecido en aquel departamento y luego se transformó
en un diario de la capital.
Por una edición, fue clausurado —debido a algunas de­
claraciones formuladas— el espacio televisivo llamado
“Sábados Uruguayos'*. Creo que las declaraciones fueron
del doctor Cambón, vertidas luego de su liberación.
Se sanciona a la radio, "El Espectador" suspendiéndole
so Informativo por 24 horas.
8n el mes de julio se sanciona a la rev sta "Cues-
tión”, que sale semanalmente por una edición, a miz de
un discurso —obsérvese bien si seria dictadura— de un
delegado obrero de los cañeros agremiados en Utas, en
el segundo congreso realizado por la Confederación Na­
cional de Trabajadores.
S 12 de agosto se clausura “El Orientar por dos se­
manas y “Para Todos", la revista que dirige con acierto,
eco (mofando conocimiento de historia del pasado que re­
flejan en estos dias la época de Santas y de Latorre, nues­
tro entrañable amigo, el doctor Fernández Cabrera, por
tres meses, ¿Qué había publicado el doctor Fernández Ca­
brera? ¿Qué delito habla cometido? Be le había ccurrfdo
realizar un articulo sobre el asesinato de Manuel Ramos
Fillpplni. Entonces, la clausuraron por difundir —según
el Poder Ejecutivo- la lucha guerrillera a nivel conti­
nental.
Todos saben que Manuel Ramos FHfppinf fue ases!»
nado por el escuadrón de la muerte, que fue sacado de
su casa por auténticos o supuestos policías a los efectos
de tomarle una declaración de varias horas, según se dijo
delante de su madre. Luego apareció en las rocas, con su
cuerpo totalmente mutilado. Sus brazos fueron arrancado«
y la autopsia demostró que fueron arrancados estando vi­
vo, además.
F, cosa curiosa y extraña, hice un pedido de infor­
mes en el Senado al Ministerio del interior que aún no
ha sido contestado. El señor Ministro Roviri tiene la
obligación de responder a este pedido de informes; si no
lo hace cargará con una responsabilidad muy grave que
puede, a mi juicio, costado el Ministerio.
A la madre de Ramos Filippini, sistemáticamente, la
policía y el Departamento 6 omitieron mostrarle ieterml-
nadas fotos de personas que estuvieron Involucradas en
el secuestro del doctor Maceo. Esas fotos deben serie mos­
tradas a ¡a madre de Ramos Filippini.
Abundaré en el Senado sobre este tema que ei muy
delicado. Voy a dar muchos datos al respecto; pero antes !
quiero, por un mínimo principio de lealtad, espera;, Algu­
nos días para que el Ministró del Interior eofitfMe bU J
pedido de informes. En el mismo ti Mlnlxüo dsben esss*™
tratar acerca de mi solicitud de que las í/Am de deter- $
minadas personas —él sabe quienes son y lo sabe tqda>
la policía porque fueron detenidos en el Departamento ,■
6— se le muestren a la dolorida madre de Manufl Ramos |
Fllppinl. ■;
116
pidiendo la propaganda oral y escrita, estableciendo wu
no se puede hablar de paros, huelgas u ocupaciones, me­
dida que ahora ha sido levantada por la Asamblea Ge­
neral. f <
El 4 de setiembre es clausurada toda la prensa del
Frente Amplio.
Con relación a esto, me permito manifestar, dada mi^
vieja mllltancia periodística —he estado vinculado, a pe­
riodistas de casi todos los países americanos y europeos— ’
hasta el momento, un sólo país en el que, en un día se
haya guillotinado toda la prensa de un movimiento po­
lítico de la importancia, del futuro y de las perspectivas
inmensas del Frente Amplio. °
Ese día. 4 de setiembre, toda la prensa del Frente
Amplio cayó: por ocho ediciones, "La Idea’*, "El Popular”,
"Eco" y "Ahora"; por seis meses el periódico "Liberación",
que dlrivía el compañero Ariel Collazo, que está detenido
actualmente en forma arbitrarla en el campo de con­
centración de Punta de Rieles, después de haber sido so­
metido a dos jueces de Instrucción que lo liberaron do 1
inmediato por no existir ninguna razón para que* estu- I
viera detenido. Sin embargo, el señor Ministro Revira, en
una especie de reivindicación de potestades o facultada*
que a mi jurídicamente me resulta rechinante y desajus-*
tada —no sé de donde sacó esto, de qué texto oonstituclo<
nal partlciuar,. en virtud drt que tanto ha trabajado
esta Ley de Seguridad del Estado— ordena que Ariel Con
¡lazo sea detenido en Punta de Rieles.
4
Además, el Ministro Rovira le contesta al legisladai'
Dtirán Matos, en un lenguaje que rechazamos por lo
sólito, infiriendo incluso un agravio a los fueros del le»l
Aislador, que es un hombre peligroso para la tranquilé“
dad Interior del país que, en fin. presume que esté vl»|
culado o no vinculado a determinadas cosas y que, e*Ms
tonces, estará en Punta de Rieles, como anotando qm
estará allí hasta el fin del siglo. |
Gomo respuesta, lamento, por el Ministro del Intétitj
rior, que se haya dado ésta. Y rechazo romo correspondí
eeta manera de tratar al Parlamentó después de haMI
poco menos que juramentado aquí su respeto al Parta*
mentó v después de expresar que no se allanaría sin ofé
den judicial, y que no se torturaría más. j
Ahora resulta que anteayer al mediodía, el ejército.;
con sus camiones, con sus "camellos” —como le dice er
pueblo graciosamente a la Marina—, con jeepii, entró JÉ
local del movimiento 2fí de Marzo, movimiento indepefli
dienta del Frente Amplio (no sé si ya se le entregójj
local) y detuvieron a dos o tres muchachos que estábil
en ese local que habían alquilado recientemente y esta»
bnn pintando y habilitándolo con trabajos de a iba filie-
ría. Entraron de una manera que parecía que casi iban
a deshacer la casa; pero ahora nos enteramos por el le­
gislador Batalla, que fue quien intervino pratedonalme««
te, que ni el doctor Díaz Romeu ai los otros Jueces hM
bían otorgado orden de allanamiento, , .4.. > -
Entonces, pregunto dónde queja la prometa <tab tal
hizo el señor Ministro del Interior de que no W flltaflfl
ría y que se cuidarían todas estas cosas
Después, hablaremos de las torturo^ dentro dé tal
capítulos que nos hemos trazado, 1
i
 'JeX
SEÑOR ERRO, — En este «Atefta. señor Presidente,
he visto todas las gamas Imaginables contra el Frente
Amplio. Yo tengo una vasta documentación que podría
insumir unas 30 o 40 horas exponerla aquí,,y si la, fatiga
no ha dominado a los compafteros que se quedan eu
Sala, —hay dos tipos de legisladores: unos que perma­
necen en Sala, como nosotros, que hemos estado desde
que empezó la sesión y no nos hemos retirado, asi como
otros compafteros, me complazco en decirlo, de todos Ion
SEÑOR ERRO. — Continúan todas las clausuras, re- 1 sectores; y otros que, porque tienen inconvenientes han
presiones y censuras a la prensa que configuran, en el j ido a descansar a su casa y en forma vertiginosa, han
concepto moderno y antiguo, una dictadura, o sea, el
gobierno de un hombre que tiene plenos poderes, que llegado acá— la podría comentar.
desconoce al Parlamento y al que todos los resortes cons­
titucionales y legales le son absolutamente ajenos. El 14 de diciembre, el gobierno dicta un decreto por
. el que prohíbe la Impresión, distribución, ete. de publk
caciones en que se trate el tema de la violencia armada»
En el caso de la clausura a ''Liberación” y "Eco’* se o guerrilla en América Latina o $n todo el mundo. Luego
decía que la misma correspondía porque hnbtan publicado viene un momento en que parvee que la siembra de In
un informe dvl médico forense acerca del asesinato por dictadura va a dar muchos óptimos, y es en el mes dn
la espalda del joven Julio Opósito, A pesar de que el par­ diciembre.
te policial decía otra cosa, el forense, haciendo honor a
su profesión y a la verdad de lo sucedido, certificó que El 30 de diciembre se allana a la Editorial! Bandino
había sido asesinado por la espalda. Como estos diarios
publicaron ese Informe, el Poder Ejecutivo aprovechó la Se prohíbe dar noticias, en lo sindical, acerca de paros*
contingencia para dejarlos durante ocho ediciones sin huelgas, ocupación de fábricas, peajes, huelga de hambre*
salir, movilizaciones, campamentos sindicales —lie anotado
* aquí toda la gama— ollas sindicales, marchas, iiolldaridad
Ifegl 30 de setiembre, a raíz de un homenaje de la Feuu
con gremios en conflicto y, por último, se decreta la
a^^rnández, se publica sencillamente en "La Idea” una olausura definitiva del diario "El Eco”. Dice en los con­
note y por ese motivo es clausurada en forma definitiva. siderandos del decreto que es por su prédica, dirigida a
minar el prestigio de entes y personas tan variadas como
El 20 de octubre cae bajo las hordas de Pacheco "El las Instituciones republicanas, los hombres públicos, loa
Socialista”, por cuatro semanas, por hacer un reportaje políticos y los dirigentes do empresas privados. Incluso ¿
a la madre de un integrante de una de las organizacio­ sirve como pretexto una nota sobre un funcionario norte- ¡
nes. americano en misión técnica, puesto que lo señala, la or­
ganización terrorista, como futura victima de sus acciones
El 3 de noviembre es clausurado "Eco” por diez dias criminales. Por este último decreto, se clausura la Edito­
oon motivo de una nota sobre una persona que habla rial Alborada, cosa nue ha quedado sin efecto ante el
astado de tenida, de apellido La Paz Caballero. levantamiento de las Medidas Prontas de Seguridad dis­
puesto por la Asamblea General. *.
SEÑOR RCORlOUEZ CAL. — ¿Me permite una Inte»
erupción, aofct legislador? j Sigue el problema y en el afto 1972, en clausurada
’Marcha” por una edición a raíz de una nota increíble.
SEÑOR ERRO. — En seguida, señor legislador. Se han cerrado diarios porque transcribieron, por elern-
plo, una noto de una revista especializada argentina A
"Marcha”, renlto, la clausuraron por tina edlciór. pormie
El decreto dice que el motivo era evitar el propósito tomó una nota sobre el pago de rescate de olas Gom'd*.
de que no se delate a los sediciosos. de un dlBr’o conservador brasileño, de gran tiraje, "O
Estado de Sao Paulo”.
El 2 de diciembre le toca el tumo a "El Día”, pero •
muy suave, por dos ediciones, por haber Informado, sin *
prejdp visto bu» no, sobre un episodio que tenía que ver , Sigue todo esto con las detenciones de los periodistas,
a los que no tenemos nue olvidar. Vamos a d »r mis nom-
co^Ba liberación de un ciudadano industrial, eí sefior ; ! bres como un homenaje a su tarea, a sus innuictudps y
Berembaum.
a su coraje. El haber estado en prisión Ins alentó a pu-
I bit cor obras muv valiosas y n, seguir este noble oficio
Digo que el diario “El Día” fue dausurade por muy , ; con imparcialidad y con hondura. Así fueron cavendo
pocas ediciones porque lo curioso de todo esto es que [ - taí vez pueda omitir alvvno en e«ta llrtn— Cailn.«« Moría
eon ios diario» que estaban más cercá eran muy benignos . Gutiérrez, Daniel Wacksman y Pedro flcnron»» Esto fue,
y eon los qut estaban en la oposición, muy duros. sí no recuerdo mal, en 1M9 Lue«?o fue Fttore Pkrrl creo
______ . . oue en e! 70. Disoné«, Alberto Carbnne Gutemberg Char-
¡ quero, —este último fue Director de "Enoea" y su hila
I torturada Infamemente, cosa que se denunció en los ór­
ganos rofTenwndifcntes Mingo Ferreira. dibuiante tan
conocido, Juana de Mattel«, Orlando Con tren »s, Jor^e
Onetti, y también está en esta 11« ta alguien de quien
. diría es compañero, porque convive en la tarea periodís-
! tica dentro de esta Cosa y está en este momento en la
i Asamblea, General: me refiero el compatriota Guillermo
! Chlfflet. a quien todos conocen y en consecuencia, pue­
den, por sí mismos, dar el juicio que les merece, que
seguramente será el mismo del que habla en cuanto a
. sus valorea, jerarquía, seiíedad y responsabilidad. • .

11 7 .J 23 6 4 5 :J

' ' 11 aeftor legtaiador Rodríguez Cal Uene su pleno de«
rechc, que respeto, además —él sabe que es asi— en ex­
presa' su protesta.
Me pareció que se desprendía de sus palabras que
esta libertad de pnnsa no podía, tener un ángulo tan
va.sto, una dimensión tan grande, porque era Inconve­
niente
Me alegro que alguien, que es profundamente reeie -
(‘tenista, que e,5tá convencido que pea es Unen que co­
rresponde, exprese esto y hnva «’do el n* ’• icro que esbozó
H primera defensa que reclamaba r ie>tro compañera
Martínez Galllnal a todo este fórre o de denuncias des­
critas en todos los tonos y sentidos.
Lo que «i veo, es que aquí va a tener cnltaion ron
alguien que le va a decir wto: “Mí’tenes de latinnnmcri-
ennos desconformes expresan cr:i io »ictericia sus legltl-
no« redamos de Justicia social v de una mejor redh-
tu bucle n de la riqueza pública, y yo creo que debemos
tener especial cuidado en mantener la esperanza de que
esos cambios pueden lograr sin culebra de tes Institu-
clones republicanas, dentro del marco de la democracia,
■P vigencia de la libertad y del derecho*',
Es i esta libertad a te que nos estamos refiriendo.
Esos estados de desesperanza, lamentablemente, aun
peligrosos cuidos de cultivo utilizados por demagogos y
por rapaces golpisUus. Los que no com.f’blmus ningún pro­
greso material que requiera el hnlocnu. lo, que ofrezca
como contrapartida la caída de la libertad o de loe va-
lores que hacen digna te vida del hombre «obre la tierra,
debamos expresar nuestra preocupación y nuestra adver­
tencia frente a sucesos tan lamentables y repudtebtee y i
señalar que toda ennoubtn que se ofrezca a te desespe­
ración de los pueblos trayendo paralelamente la oscuri­
dad y las tinieblas para la libertad, es un fraude, es una
inmensa estafa. Por todo ello es que también nosotros
queremos hacer oír nuestra voz en este recinto expre­
sando nuestro enórclro repudio, nuestra enérgica pro- I
testa por el golpe militar que ha caído ahora sobre Hon- I
dura« y. en tal sentido, también vamos a volar la pro- |
pedición presentada.. Boletín de ¡a Cámara de Repro*
sentantes, jueves 3 de octubre de 1M3 Diputado aoAef Ita»
cLeco Areco. j Vtettrt estuvo acá. No sé si vino a pa.sear, porque
p Creo entonces que he demostrado que 1a libertad et»1
wvo ausente. Wstuvo ausente lu libertad de enaeltanae, ln
libertad de cátedra, las libertades gremiales. te hhurltal dft
reunión, en fin, a todas las libertad»« leí dieron recite
clones. Creyeron que era una cosa baladí, que era ung,
evoecte de mercancía sin valor, que podía sustraerse a ta
videncia del pueblo oriental y que éste, en forma absolu^
tárjente pacifica, iba a aceptar todas estas cosas Ira»
mendaz.
St serán trrtwndn.i, señor Presidente, que 1a Slp, Sa­
ciedad Interamerlrana de Prensa, llegó a protestar vio­
lentamente al gobierno uruguayo por la falta do lealtad
y di‘ cumplimiento con convenios interna dónales para el'
respeto de la libertad de prensa, vulnerando, además, te l
Oh>’litación de la República que a texto expreso estable- i
re. t n su Capitulo de Libertades, la defensa como una de ‘
Ixs esenciales, «I seria grueso el problema, si serte In­
da tendióte, si serla imposible cubrirlo con un manta, pos
más piadoso que 41 fuera, cuando la Blp se vio obligad^
a di tallar estas violar tenes de te libertad de prenra t«!
se *4i wqwf él estaba ya convertido, poR
¿0 9
1
\
ERROR Milito. — Na 0, lo eréo un hombre respon­
sable y capaz y además, estoy seguro que decía La verdad
Píenlo, entonces, esto: que en ios tres años y medio
| de videncia de tes Medidas Prontas de Seguridad, aunque
! no tenemos cifras exactas —puede haber algún error,
| errare humanum ext”— hemos hecho un calculo que se
aproxima, a distintos niveles: policía, cuartetes. Ex Es­
\ cuela Carlos Ncry, Ogior, Cabildo, Punta de Rieles, Ma­
. rina, etc., los detenidos ya están llegando a loa diez mil
’ compatriotas, hombree y mujeres.
i
De esos diez mil, lo aseguro, pero lo sabe mejor que
yo el señor legislador Vasconceltos que integró ia Comí-
rten de Tortura» dri Senado —hay un libro muy extensa,
muy cxltaU3tívü que se ha publicado ahora—, una grúa
..... ■ ■■»lili JSW't- -------- ------
cantidad de gente sufrió las torturas más horrendas, más
i refinadas que eran desconocidas pera el uruguayo, traí­
] das de otras tierras, enue altas, preferentemente del Bra­
sil y de Estados Unidos.
i Digo del Brasil, porque la Embs.jada brasUsta -y
’ esto lo afirmo con absoluta responsabilidad— ha hecho
। Ingresar a su ptantai como Agregado Militar, a tina per- ,
»ona que en Brasil prestó servicios a la cansa ds la, dic- j
tadura brasileña, tatas como la creación y reorganización |
del servicio de la Dops, es decir, de te Policía secreta bra- |
aliena y tuvo mucho que ver con Fleurl, que refinó, des- |
: pues, era estructura y la definió lai Untamientos del
j Escuadrón de te Muerte. A te fecha, según algunos día- <y
rtos brasileños que hacen publicar estas noticias, ya han
aassinado a 7 u 8 mil brasileños.
fue en la época de las playas, puede ser que haya venido
1 eaó, es tu 7b hace dos meaos, pero hay gente que lo ha
vUto entrar y salir de la Jefatura, tí! hubiera estado en
te EmbaiVte de Brasil, me parecería razón ible. H1 hubie­
ra andado por nuestras calles, ido a nuestras playas o
viajado a Punta de! Este, nadie le va negar el derecho
rueño# yo— a movilizar»* como quiera en nuestro país.
118 --i
 SEÑOR ERRO. — Precisamente, conozco su libro.
Incluso hablé mucho con él y me nombró, por razones
afectivas, depositarlo de una obra gigantesca que realizó
él junto con cu padre. Este hombre tiene —tengo aquí
loo documento« que próximamente deja remoa libradas
«i ptibliíx*— má» de mil lomo» con datos que, junto 8
au padre, fnesvn reuniendo del t glo pasado, documentan­
do te historia del país, recortando artículos de ios dia­
rios donde un político escribo sobro los lemas canden too
del momento. Todo celo tiene una espontaneidad que no
’ le posee el libro o el folleto que m revise o rectifico.
Por lo expuesto, tal como lo dije hace un instante,
el pueblo oriental, en ninguna etapa do su historia ha­
bía presenciado que 10 mil de sus compatriotas pasaran
por sus cárceles, sufriendo torturas tremenda«, a las
que me voy a referir en el capitulo parttaonto.
.......... ........................ '"** '* *........ i ■■ IB.II ■ ni. I.......................... —

SEÑOR ERRO. — Quiero decir a la Asamblea Oe-
¡ neral, que si en la nómina muy extensa que he dado,
hubo una omisión, la mioma fue absolutamente involun­
taria. Pero admitirá el señor legislador, algo que díte
hace un instante.- oue la vara do la dictedur» no m’dió
a todos por igual Mientras una cantidad de diarios fue.
ron clausurados y no pudieron salir más, ex evidente
B jue con algunos periódicos, como el caso de “El Día”,
creo que existe otro antecedente de “El Dlar'o”, a
i'*aíz de un editorial del Director Baroffio, por la forma
te actuar del Poder Elecutivo, se* 1 11
pudo observar oue
hubo un tratamiento distinto, con una evidente inten­
ción de suavidad que no condice con las actitudes to- ,
¡nadas anteriormente. , van a aumentar, pero resulta que esto es lo mismo que
Proclamo, además, —y es una vieja posición Inalte«
rabie— una prensa Ubre en un país libre y con pe»
1-iodistM libres. Queremos que loa periodistas sean Ifbregj
jorque no se puede admitir que, de pronto, uno que tra­
baje en un diario, no tenga libertad para exponer su
pensamiento,
Aqui en el Uruguay hay ciertos diarios que atacan
violentamente diciendo todo lo que se les ocurre, bus­
cando las casas más tremebundas para calificas y que
i i uno les envía carta no la publican. Eco, en cierto
.'iodo, es una limitación de la libertad de prensa, de
j ti/orinacíón de los ciudadanos.
Voy a contar un caso curioso. “Le mondo*’, que tiene
I un pre stigio que los ««ñores legisladores admitirán que
bnv puede tener uno de nuestras diarios, porque posee ‘
u in enorme gravitación, cuando alaca a un político, eo
su misma cohim/.íi, n las 24 huras aparece la «duración,
a la Imputación al Director o a un redactor, etc., «dn que
s< le qulie una coma. Exto es hacer periodismo por lo
alto. Perc aquí, frente a una .•dhiación así, no le de •
ninguna posiblbdad. Sé que algunas- personas han en­
viado una rectif’carlón y le han quitado tres o cuatro
párrafos pornuo consideraban que era inconveniente su
publicación. Sobre este tema, se de un caso que es baste
riimeño.
SEÑOR EHRO. '-^ lie w áft nwnlfruo i|tt*
quo el señor Ministro del Interior está deseatttfo
no lo voten. No vamos a entrar a discutir sobre ese
proyecto, aunque después diremos algunas pallabm. Me
parece que esa es la continuidad que a mí me haee penp^
sar que en este momento estamos en el mismo lugar <Mr
antes. Voy a Fer claro, en el momento oportuno cuando
se trate este capítulo,
Se ha dicho que este pueblo no tiene mucha me­
moria, pero sucede una cosa curiosa. Cuando llega a¡
19 de marzo, la gente cree que se cambia lodo, que laa
cosas que estaban escasas van a ven;r, que los salario«
lo otro. El hecho de que el señor Bordaberry y sus
Ministros hayan enviado este Mensaje, nos hace pensar
que son capaces de cualquier cosa. Por ejemplo, hay una ,
disposición que d'co que s2 un funcionario policial mata
a una persona en la calle, estará eximido de la acción
penal. Además, asU la Jmputabilidadi de los menores.
i
Recuerdo que participé cuando loe problemas del
“Cacho”, en un largo debate. Estaba en aquella época
el diputado Flores Mora y se iba a votar en la Cámara
de Representantes una disposición por la cual se traía
lia edad de U a U aáaa y ye tuve la suerte, por cosas
' dfcl’destlno, de qjue el Juez ¿¡T ai eneres fuera amigo,
envió al Svcrí Uirió, me llamó de Sala, trajo urgentemente
la senleucñi. ia leí y por suerte se terminó aquella enor­
midad que bagaba la imputa bilí dad de 18 a 18 anua y .
sigo creyendo lo mamo abora en 1U73.j

Trabajebn en determinado diario —lo hice durante

11 año»— y otro periódico tuvo un problema con un
político ya -eticado, pero que tenía mucho prestigio en I
su época. El ios publicaron algo que era una broma, pero (
una broma fus. Entonce«, reaccionó y envió una nota que
i éttf Diteetor dól dlerlo resolvió publicarla, pero come
I el cierre, el Jefe de redacción protestaba diciendo que
] habla tres o cvetro línea- que no rabí**», vino »1 Director
y dijo: *Aré e*¡o, qv» no hay ningún problema Pero resab­
ia que esas eran h»s ct sfro lineas fundamentales Ptflh
qui ese ciudadano aclarara su posición trente a la cw.
nl¿n pública.

119 -1 23 0 43

tema; DENUNCIA DE TORTURAI EN VAHIOS DEPARTAMENTO3.
Sea 16n 21 y
wr ■" ■ y>'■■. -■—~■ .. i1 1,1 ——■—:-------- r~r.^ i. ...
SEÑOR ERRO. — Continúo, señor Presídante
Estábamos signando lu otra carncteriKtica de la dicta*
dura en cuanto a encarcelamiento y torturas.
En la Asamblea General y en la Comisión de los quince,
respecto a las torturas, tuvimos oportunidad de relatar mi»
nuciosamcnte - dundo los notnbivs de los torturadores, pnra
eviur que se defórmala nuiMro pensamiento, adjudicánda-
nca conceptos que no hubiumos vertido—, varios casos.
Las Fuerzas Armadas, seguimos entendiendo que com<>
institución nunca fueron torturadoras; lamentablemente,
ahora hay Oficia les que lo hacen, por lo que dimos sus
nombres. Nos llena de asombro que a tnntos días de haber
proporcionado los nomines en la Asamblea General, con te
presencia de Jos señores Ministros de Defensa Nacional y
del Interior - hago capítulo .»parte con el Ministro, Gene­
ral Magna ni. por tratarse de militares— no se haya tomado,
lo iws nn tenemos c »n<x irniento do ello, ni una sola
' l^^iaia contra aquellos Oficiales. En distintos luga rea da) I
* interior, han sometido a los detenidos, a vocea sin causa,
a vejámenes y tortura« que nunca se hablan conocido en la
htotoria del país.
Pvm a-rneflo» eapttuioa re ven ahora acrecentados por
nuevos episodios.
En Suriano, acmeretnmeme en Mercadeo, un Mayóte nuyo
nombre ya lo ñi en te Asamblea, Marcelino Itodrtgumi que,
«demás, llegó a concurrir a la casa del agrimensor Magano,
que estaba ron su esposa - Magano fue el candidato a te
Intendencia i*»r el Frente AmjAio— y les dijo que «uteta
r———»——i——■i— ii — ------- -—: —mm»»»
pronto, terminaran ilquidánd'ilnK, jxirquc allí no tenían con­
templaciones con nadie. Ya hacia unos días que el hija de
Magano habla sido detenido, pero no conuzco te causa.
Tomaron nueve personas que ya están confinadas en
Punta de Rifle«, los lesionaron en Jos oidos, los ataron al
sol a un mástil que hay en el patio del Cuartel de .Merce»
j des y como tenían una sed desesperante, Je» nee¡cuban agua
con mucha mi!, pon que Ivs provócala una mayor y los gol»
pi aban con hierros.
^teOcurrló, también otro hecho. Hubo un campeonato de
> basque! Ixil en el interior y el rcpi osentante do Suriano, que
' es un profesional, concurrió a I’ay.saruló donde creo que
había un confieso o jugaría su equipo, eso no lo cuno/co,
exactamente. Sucedió algo insólito pata todos. J>csdc rl regi­
miento de Mercedes se comunicaron con Paysandú, siendo
detenido el delegado del equipo de basquetbol durante mu­
cha« horas, cuando concurrió a Suriano.
Esto debe llegar s conocimiento del señor Ministro de
Defensa Nacional pare que re ocupa de todo este problema
y tome las medidas oonsigulentett.
En Bella Unión, hace apenas cuatro o cinco dtas, ha
sido bárbaramente ten turada una gran cantidad da gente.
A te pienna eléctrica agregan una prueba que en el Brasil
es muy conocida, que se llama “prueba de Ja supa" y que
aquí se le da d nombre de “prueba del agua", (‘onxkte en
í tomar del rabilo a la persona detenida, introduciéndola m
I un recipiente con agua, cuanta« veces crean necesario, para
arrancarle ticclanhioncs. Sucede que, a vece», se asustan
' porque Jas jiersunas pueden asfixiarse y morir.
En Artigas han ocurrido hechos tan brutales que ha
•Ido petateo hospitalizar las jx>rsonas.
---------------------
12 0
KMQ, ferir iqu«
Asamblea General
marzo/97" (ev
r*A’’ Dwóa Lavalíaja ¿Wí» * wí javsn a quien golpaaron
tremendamente, luego de haberla dado puntapiés y aplicado
la picana eléctrica, se asustaron, tensando que moriría, de­
biendo traerlo con urgencia al Hospital Militar.
Lo que expresamos no «s Imaginación, sino que teté do»
comentado, Nuestros computaros, •mures legisladores Chente
y Durán Mutoa, concurrieron al hospital y conversaron con
este Joven.
Ya he proporcionado loe nombres en la Asamblea Ge­
neral, de un Capitán, de un Teniente y de un Comisario de
la tona rural de laivalieja que son torturadores. No te voy
a repetir, porque mo parece que no tendría ningún sentido.
Esliéramos que el señor Ministro de Defensa Nacional cum­
pla con su cometido.
Antes de ayer, a las cuatro <to la mañana, en un co­
mité de base del Frente Amplio —uno de los tantos donde
■ se encuentra, realmente, el pueblo oriental, trabajando con
। una generosidad que nos conmueve a todos Jos dirigentes
; del Frente—, ubicado en Vázquez Varete 3445, tiraron tres
; balazos y una botella de inflamable. Estos muchachos son
baleados continuamente, tirándoles bombos de alquitrán y i
expansivas, muy potentes.
Puedo asegurar en la Asamblea General que cada ves
encontramos más gente en esos comité de bu se, lo que de- ’
muestra que el pueblo no tiene miedo. O sea, que el que
te tiene es justamente, el que pidió a la Asamblea General
la autorización para salir del país.
RecusrÓo, también, que el señor senador VnaeonccUoa
pronunció unas ¡mlsbrns sobre el doctor Hugo Fabri, que es
abogado de algunos presos políticos, siendo varias veces vic­
tima de coqikMivusy de bateaos, pero que en e»ts ultima
oportunidad fue atacado por dos borní tes de plástico de tre- i
mando poder que, colocadas en una ventana de su casa, la
' arraraMfe destruyendo muebles y arrancando te puerta de
una heladería. Deshizo la puerta de hierro de la casa de
•l lado, muebles y vidrio« que, si no hubiera sido por una
| gran cortina que sirvió de protección laubteran dado muerte
• niAita de apenae 10 «mea
pnM»ócÍGna<So' por un semanario que
dice (MjrunM-nte a te gema quien hay que turnar me-
ummm, e* ««cir, c/ntra i«m abugáous que Oeltersten a los
pire«/« pí'iiik'u», cotufa siaf fanuihucs, y vejaos que todo
¡a HMá cumpltentH Ite bomba plástico arrojada en '
te cara de Judo de láaota Ana, un mannuico ejemplar huma­
no, un hombre de te Iglesia Metoditia, de jerarquía, que
está en el t rente Amplio, en tes casas de Cuerva y Cógan, ■.
y atientes, en te cara «el profesor Cénovese, contra el M-
ceo 14 y el ¿Ü, muestra lo que estamos diciendo. Han sido, á
tambicn, amcuaziiuus jierittencntemctat doé o tres abogados
que deítenden a lo» presos pulíueus.
Quiero hacer un pequeño alto en mi exposición pora
darles a los señorea IcgLuadures ds todos ios Farruta« —no ?
tjene ¡»enlato punticn— la viMon clara da ;o que be averi-
guado n >p«< u» a t^tHM botonas que han tedo «ntotañaa «H
(iiKtmloM iugmrx. Julio de hanta Aimi iut tenido penteUM*
l»>r d u 4 ¡)iiib>)¡es de |>e-.<n». M.uía Esleír Guio, usa magnUI
tica mujer que uehen«ie a piv»oa puhtlc»m, tuvo también^
tres o cuatro-millones de ¡terUniaj».
Esas bombas de plásticos, hechas con determinado« ía»
gradientes quinucua, no pueuen hacerse aquí, pulque ellos
casi no existen en el Uiuguay. Entonce»», tengo u«recito a
í pensar que sao viene dei exterior, que nay alguna persona
1 . qua tes recibe tUrcctamente, poique no son bomba» de ía-
IxK-.rftun cabera, bon hechas por especialistas y turnen que
vr.w aei trju^ftur. iteteia que hacer la investigación. ío voy
a braer un proteo ds intuí mes para que u» Aduana ¡leí
Puerto de Atontesatoo informe ai vtcnc s*e Li¡x> de material
. y a mimbre da quién. Yo tengo un nombre ue alguien que
tuvo un cargo de jerarquía en el gobteino pasado. Pero no
lo ucbo uar porque w tugo seguridad. En ere caso prefiero
/W.r cuiiaMne y reguir investigando persontemenl» eos» gente
amiga hasta pxter emuirmur te verstóo, pero te» tertgu ata,
x °j$i / una p/ a tm • upra de ímt « te Asamblea ttooeral^
< te-’é auto es
«MU'«wwnAa teunea en ¡s historia tai país w bal) sirte»-
jíwW, rirom teanteis, mn tal potar cNplotevo qu« han illsgaáó^
« hacer añicos I»« vidrios a una dlslunc.i« do JUO metros
C£ del tetto de te explosión.
23 «45»
 KHltO t tr>r i iuy

Asa-¡lisa Teñera!

TEMA? DETENCION A FAMILIARES El »REJOS POLÍTICOS.

Sesión 21 y 22 •narxo/!»72

SEÑOR ERRO. — Reftor presidente: yo quefta in­

ternarme en otro hecho grave que expresa la manera de
actuar de la dictadura y. desgraciadamente, da quien
ahora la continúa. No advierto lo que afirman tanto
‘'El País" como “El Darío" de la noche en sendos
editoriales cuando hablan, roinc’d'endo a mijos en el
titulo, de distensión, de aflojamiento. Creo que es al
revés, que no hay ni una ro»a ni la otra; al no. no hu* .
j bléramus tenido que denunciar todos estos hechos. in-
1 cluslve el impedir ln real'zación de un acto. Es decir, 1
1 entonces, que se esté coartando la libertad sindical cuan-
। do en la Asamblea General hemos levantado todas las
¡ traban y ahora, nin que haya ninguna disposición que lo
respalde, so estén repitiendo esas restricciones.

No quiero olvidarme que treinta y tres casos de

i detenciones —-entre los muchos que hemos denunciado
antes— no fueron comunicados a la Asamblea General,
v ademé* no satén publicados en ninguna parte. Y es
bueno que quedo constancia de ello.
Pero ahora, señor Presidente, hay una nueva ope­
ración que empezó hace cuatro o cinco días. Comiste en
detener, sin orden de allanamiento, sin causa ni mo­
tivo, a familiares de presos políticos. Se acaba de de­
tener a 1» madre de una persona que estuvo detenida
teoe mu« atea, que dwpvée quedó en libertad y que
no tenía ningún problema, do apellido Couchet. Su ma­
dre, y* una persona da abes, lúa teUmlds, nadie I*» dio.
, ninguna «xplkteldti, y la llevaron a la Kaouela Caries^
¡,Npry„ . . . x,
I Lo mismo pesó con una señora Lelé do RodHgws^
। de cincuenta y uno o cincuenta y dos añon que lier*O '
un h jo detenido. Pero no puede tenerse rehén a té’
madre, que no ttane os da que ver <xms lo que su hijo’
pueda hacer, I

Y esta trilogía que estoy plwntesttdo acotos do cul­

minar llevándose detenidos, sin ningún motivo, a la se­
ñora de Marenaleq y a su hijo, que creo que tiene dio- ;
ciaéla o diecisiete años. La seftore fue tatortukUl sn la '
Escuela Carlos Nery. ? ’
i Quiere decir que sobro los familiares do loa preso*!
político« «e estén tomando dos actitudes: la policia y|
el ciórclto van, gol pona en la cana, preguntan dónde
ruté la ecAorn Tnl, <W<ta nnlc y la detienen. «ln «iquera ¡
dejarla volver adentro a poner»® un abrigo, nada »bao*
lulamente, y I» llevan, en «ete cuso n la Carlos Nery;
o atontan directamente contra lo» domicilie« de abogado*J
o de fautlllitrr« de h»s presos político«, romo hemos ido’;
dncunuudnndu en <v4<j capitulo que dedicamos a asía?
tema tan importante.

No sólo contnmo« las personas que han *ldo asesina» í

da», «no que también (PIxiuom ngr< gar alga muy im- ■!
portante y algn'firntlvo; hay ya y (hiena« do
muchachos y muchachas que han quedado haladnv Hay
muchachos a quienes les han tenido que extirpar el •
taso. y sed hoy médicos que «aben que rao •ig'iífrca
debilitar el organismo de esas personas para tarr.'ix que
pueden ser pesadas. Hay gente que ha pord’do un t>ra/n,
que te perdido una pierna, que ha perdido unn v’nla.
Una persona perdió una vista Inclusive en aquel alen­
tado del General Groppi, que llegó a ser hs»ta Jefe do
fas Región Militar N9 1, Y I* victima fue un fotógrafo
। da "La Madras'’, del que no se podía decir que era un
V diario «oaéror'e at gaéterao a tmj por el estilo. Sin ®m- ¡
tata* «so faltarte», o* gratarte**! perdM una vista,
y al CtaMral ílrapp» —a quien le aseó una foto otro
periotarta prsMMée, de «asnera quo qtedd indo doeumen*
lado cumsÁo de rastertra «a tte inerHieteo—. iqwé te
pssóf ¡Al General Groppi na la pasó iMofutetartf
nada! Hace poco lo vi figurando en us tribu« •! de honor,
y a mí rne parece que un hombre que Ir hubfa v»c add.
un ojo a un ciudadano que a mpleenmie iba a asear unS
foto, m puede iulajpsr uo LubuM de pCtaM W
.•1........ ?
* jttfgrf t Me demdgf rfo lien* autoridad moral psgg
tararte. Era ef •vtdonta .. . ■ -,j ----------- ,.n. ।...........

12 1 é ?3 ti
 jfrrlsMi

TI.MA : MUIRTE b¡K Juro GUT l Er KK ¿.

Sesión ;?1 y -2 mario/9?^

BRftOR MtftO. —. Bn tota.uptota de mi ewpoelclón

voy n agregar ahora unn victima mi/» d*l fc«cuadron de 1«
Muerta. Me refiero al joven Ibero Gutierres.
Un vecino de la ron*, de 1* calle Hernán!, en Punta |
Gorda« el dh del wpello al que concurrimos porque no* ।
une una amiatad con loa padree de Ibero, no» contó que
le»« di»* viernea jr ¿Abado habla observado !* presencia >
tratímente de rae Vottowagrn, color rojo, con do* o trae '
personas, que le partió que eran de la policía de Inve*- ¡
tigecknee. Ante til hecho *e nomuntoó con un numero de ;
1* policía - inlstcntement* «e dice por radio y televisión
que Ja «ente llame < ese número «1 ve ulnuna eos* anor- I
mal—, o*i>eró, y no encontró too, Ineiatió do* o trea ve- 1
ce* y nu vio «baolutamcnte nlnaün patrullero o "chan-
chito” —como dice el pueblo gráficamente— por la mmml
£1 »Abado, en la* hora* da la noche, e< Voll»vmgMi volvió ,
y paró a uno* cien metro* di» la eaaa donde «otaba litoral
Gutlórrei El domingo de mañana, eata inven va a viMwl
tnr u:i (»millar, v no vuelve mía a «ti mm. Fe MeMn»d&3
En la Muh'ueln m comprobó que le fueron cortada* laé^
yemas de las dedo*. Im-wo Je dpstrortron la cnbeea —4t|
caja fúnebre estaba cerrada porque estaba absolutamen-
te deformado - y le pegaron dore bala/o*. El compafteral
Arlsmendi también habla denunciado cito hace algunaal
reunión«*. 1
Pero, nún a tiesto de f»t'E>r a loe colegai de la J
Asamblea General, voy a leer, par* que quede ?n la ver- 1
alón taquigráfica, un trabajo muy exhaustivo que BtodNLg

122 23 6 45
 ta publicar, con absMigfc responsabilidad. penpie só que
trabajó mucho« días para conragulr todos ratos datos, un
redactor de la revista "Cuestión". Me parece que da lúa
sobre este asesinato que evidentemente fue hecho por el
Escuadrón de la Muerte. Los cinco senadores del Frente
Amplio hemos solicitado una investigación exhaustiva
acerca de este episodio, y el primer martes de abril va­
mos a pedir que se vote la Inveetlcraclón para empesar a
trabajar de Inmediato. En ese momento daremos nom­
bres que, como he dicho alguna vez, van a asombrar al
I país entero.
I Dice as! el trabajo aparecido en la revista CneaHAn
sobre e«t* asesinato? "Cuando Ibero Gutiérrez OonvAles
revreaó de Enrona, Inevó de dos meses de permanencia en
Francia y Rana fia. envió a un .«acerdote nmleo da su na-
1 dre. en cnvo domicilio medcileflo ce bahía hospedado, una
carta en la cual Je solicitaba la enviara unos llhroa ñus
habla dejado alió T.a carta llevó abierta a menos rf-1 re-
llrioeo V su domicilio y su narrooula fueron allanados. A
duras nenas el nronlo sacerdote evitó une temnnrnda en
la córra!. También en Pnrfs. h rasa amlva donde íbero
peroianecló unos días, fue Propiamente alienada ñor la
policía. E«o sucedió en 1M8. íbero tenia entongas die­
ciocho años. No habla, en anua! momento. Justificacio­
nes aparentes para esos episodios. Un premio en el con­
curso de Radio Hshnna y una breve estadía en Cuba
i eran los únicos extremos que podían explicar después, ün
bl diario norteamerjrano publica una eran fpto<»rafla do
Ibero romo llu'trflclóp «011*11^ hechos Poro tlemno de
¡ una pota en la m»e ** le «’ndira rom« *<<•?* tim”marn’*.
i /Oni4n nro»v»rr|nnó ese fotorreffs a! diario v*r»WV ¿De
dónde surgieron Jos datos perennales ene se Inrluven en
la nota? ;Cómo explicar la absurda acusación míe se hace
ah! ronera ibero y presentándolo, nada menos, oue enmo
"lefe tupamaro** Sus familiares, mi competiera, sus »mi­
ñas. *e plantran h«v fn«Men**mente eras prmnmtas. Y
muchas ntra«. Por eiemnlnt ¿ñor mié la Insistente perse­
cución desatada contra Ibero durante evfns ólttmow cua­
tro afina? /Por oué lea mentiras mlat.lflcnrlonra. emM-
gúedndes tendientes a construirte una Innoven de sedicio­
so. que se complementa a la perfección con la Intención
que refleja el cartel oue anarecló sobre su cadáver, el
lunes 28: "Vos también pediste perdón. Rala onr Pela.
Muerte ñor muerte. CC.T" (Comando Cara Tupamaros)?
Quizá Ibero fue una víctima prefabricada. W 7 da setiem­
bre da 1971 su nombre ana rerió en una lista publicada por
"El País", donde se le sindicó, también, como sedicioso.
Pero Ibero sólo había estado noventa día.« detenido, sin
pruebas y había «Ido excarcelado por la Fiscal del Cri­
men. doctora Gonella. oue no encontró mérito para cen­
sarlo. Y se sabe que ni un sedicioso esté sólo noventa dial
en la cárcel si es culpable de "asociación para de’lnoulr*.
^N1 la doctora Gonella es una Fiscal blanda, despojada de
^pretulclns políticos e Ideológicos Por supuesto, Ibero y <uf
abogados probaron fehacientemente que no tenía vincu­
lación alguna con el delito de que se le acusaba intentado
contra la quinta presidencial) y que el din d«l hecho Ibero
estaba en su casa. Tenían testigos calificados para pro-
. bario Y lo probaron. Y de inmediato Ihero fu» excarce­
lado por la Fiscal, cuyo dictamen refleja en el caso la
opinión del propio Poder Ejecutivo. Y en las circunstan­
cias en que se registró la excarcelación correspondió a un
1 sobreseimiento. Pero hubo más. Mucho más. Cada vez que
se produjo un hecho espectacular (asalto al BFI, secues­
tros) Ibero fue buscado, indagado por la policía. En cada
oportunidad Ibero se presentó y probó que nada tenia
¡ que ver con esos hechos, con testigos y testimonios cali-
' ficados. Nunca la policía, encontró en esas oportunidades
indicios de ninguna clase para que fuera procesado. No
obstante, como tantos otros ciudadanos inocentes durmió
algunas noches en la Jefatura "mientras se averiguaba",
toe recluido en un cuartel. "Ibero no consideraba deshon­
roso str "tupamaro", recuerdan hoy sus familiares, pero
> nunca nadie probó que te fueasf’. Incluso, cuando fue
excarcelado, no fue, como los ‘‘'sedicioso»" enriado a una
dependencia militar, Pero Ibero, militante estudiantil y
del Frente Amplio. ubicado pohttcaoMDte en « Movimien­
to de independien^ de Marro. ere serroguído, ¿Por
wé y*. utñésME? Le de podras he «dañada, In-
dueu ratandO ¡w lutuiur trancando: la
psntnclon se extendía a la familia. Y hasta ¡a
TZ /
pasada, ese extremo ndoMMÓ otates do taaañamlsnta Es
dijo que estaba vinculado a grupos Mdtetosoe, y hasta la
doctora Gonella ya había dicho que no, 8e hablé de uno
su domicilio era "desconocido", y cuando se casó con Olga,
Ibero dio como correspondía, su dirección a las autorida­
des competentes, y ajlf vivís. Se afirmó que había estado
varias veces recluido y ya sabemos cómo es esa historia,
No se dijo, por supuesto, que había sido excarcelado por
falta de méritos para acusarlo, que no habla indicio al­
guno que lo vinculara a los comandos revolucionarios, El
propio Ibero contaba a sus amigos: "Cuando me interro­
gaba el jues un funcionarlo entró al despacho y le dijo
que alguien quería hablarle. ¿Quita es?; preguntó el juca.
"El comisario Otero”, respondió el funcionario. Y el jos«
salió y habló con Otero! Y después volvió y, aun caro-
clendo de pruebas como la propia Fiseal luego lo admití
mandó a Ibero a Punta Carreta, Otro vea, la inquietante
pregunta, la pregunta de siempre: ¿Quién, desde dónd%
desde cuándo, por qué, dirigía la persecución contra Dta»
ro? ¿Quién tiene el braro tan largo como para llegar a
Madrid, a París, a los Estados Unidos? ¿Qué habló el co­
misarlo Otero aquel día con el jues? El martes 29 los ma­
tutinos alcanzaron la primer respuesta: había aparecido
el cadáver de íbero Gutierres González, en un lugar apar­
tado. con 19 balazos en el cuerpo, asesinfdo por »1 Go­
mando Caza Tupamaros, una do las taatas caras del Es­
cuadrón de la Muerte, Cuenta el padre do Ibero: "El do- j
mingo 27 almorzó en mi casa, con la familia. Luego Olga/
su esposa, fue a casa de una compañera a estudiar. En m*
auto yo llevé a ibero hasta su departamento. Eran las 9
de la tarde, aproximadamente. Lo dejé en la esquina, a
poca distancia de su casa, con el brazo levantado, salu­
dándome. Esa es la última Imagen que tengo do él". Dtot.
Olga, su compañera: "Quedamos en encontramos a
diez y media u once de la noche. El iba a pasar a btai|
carme por la casa de una compañera, donde yo estatal
estudiando. No vino y eso nos sorprendió, porque Ibero
era puntual. Así que cerca de media noche estábamos muy
nerviosos, porque no aparecía. Con unos familiares futí
hasta nuestro apartamento y allí todo estaba en orden.
Ibero no estaba. El lunes por la mañana, temprano, fui I
con el padre de Ibero a la Jefatura. Allí dijeron que no
sabían nada de él. Seguimos investigando hasta cerca de
las siete de ia tarde, sin resultado. Fue cuando moa In­
formaron que había aparecido su cadáver". Según el pasta
policial el cuerpo fue encontrado cero« de las 19 del Itar
nes. De acuerdo al informe forense, Ibero murió entreta
media noche del domingo y las 9 de la madrugada del fog
nes. Eso es todo. No hay más datos. El Escuadrón de M|
Muerte sabe cubrir sus pasos. El cadáver de Ibero GutO
rrez presentaba las siguientes heridas: eequimosis y háM
matosis en euro interior y posterior de tórax. Alguna«;
• largadas, provocadas pof objetas contundentes; otras re­
dondeadas, eomo sí hubieran sido provoeatas por pr.tadaa.'
/ Igunos do osos «otoes provocaron fracturas de costillas, j
I orificios de bala transtlidantoi de brazo derecho. Uno
de ello» fracturó el húmero, 1 herida de bala transftnian-
ts de dedo de mano ftquleeda, «ea tesetura de falange, 1
h erida de bala transfíxiante te brazo isqtaerdo. 1 barita
de bala transfixíante en regito acripttn-parietsü dtaKhta
transfixlante de cerebro. Este proyecta se extrajo dobaló
de la piel de la región frontal, lado derecho. 1 heridas ta
bala, preauriculares derechas. 1 herida de bala en región
carotldea izquierda. El proyecta fracturó el maxilar InfO-i
rior. 1 herida de bala supraclavícular izquierda. 2 heridas
de bala en la cara posterior dri tórax, una derecha y otra ‘
izquierda. 2 heridas en cara anterior de tórax. No hay más;
detall.. de heridas en el parte foráneo. En total 19 bala-1
eos, todos de calibre 98, disparados por varios revdiversa,!
según se estableció en loa peritajes. Por lo monos tro*
revólveres. Además, en el pecho de Ibero Gutftónw tinta
recieron dos ninfeas paralelas, largas, finas, «p«rentaÍlM|
te provocadas por sogas. ¿Permaneció atado (a una tlMB
probablemente, por la ausencia de marcas en la espaMÜjj
hasta instantes previos a su asexLiato y se hizo las mar«*
cas al intentar liberarse de las ataduras? ¿Fus acribi­
llado atado y de ahí lo» balazo» en los brazos que levanta
en un gesto instintivo? Como se verá más adelante ah)
{runos extremos de esas hipótesis pueden servir para radw
rear alguna pista que conduzca a los autores matertulM
del asesinato. Las pistas. El Escuadrón de la Muerto (M
 1
bu
auiilqutera de su» sello» oolateraita» ft» ñtM VMM» MU aftaMadto, da nuestras dlMNpíiOfe M un MmBb
taalmente. 81 las deja, tienen una caractertetica singular: Inteligente, un creador, sobro todo un creador. Qii'zA en,
cuando se Inicia la Indagación policial, se desvanecen, se algunos aspectos pensaba que yo conservaba aún aii li­
diluyen, terminan por evaporarse. No obviante, en este mitaciones propias de mi generación, que vivió ciega a
cajeo hay posibilidades de encontrar alguna, según asegu­ muchas cosas, y probablemente tenia ratón, pienso tthora.
ran veteranos Investigadores policiales. Veamos. i) El De todos modos nuestras charlas en las oue afloraban '
cuerpo apareció debalo de un árbol, a unos quince metros nuestras coincidencias y nuestras diferencias nos sirvió
de la intersección da Camino de las Tropas y Camino Ma­ de mucho a loa dos.
lilla. Es una nona relativamente despoblada. El lugar exac­
to donde apareció el cuerpo está alelado de casas. No hay 81. A ambos, eetov segura de ello. Hay una fotogra­
vecinos en las proximidades. No obstante, los hay en un fía (señala una ampliación de la publicada en Ion día- '
radio de unos 350 metros y precisa mente por trataros de rio») que define a Ibero tal cual ara. Maduro, tremenda-
una roña apartad*. euym moradores están habituado* al mente enduro. siendo un niño. Vea sn mirada, filtro en •,
«Ornete Dcetmmo de la «ona, cuakruler ruido <detonacio­ la seriedad y la tmreza infantil eme refleja su mirada. 81.
nes, motores, gritos) es audible a muchos metro« de dis­ Asi era Ibera, Asi hasta el último día. Hasta el mismo
tancia y fácilmente detestable por loe moradores más cer­ domingo, cuando me deló su última tangen y su braao >
canos. Según el parte técnico la muerte de Ibero se pro­ en aíra saludándome". De su eomnaftera: "Nos queríamos,
dujo entre te» 24 y las 8 de la madrugada. Según todos sabíamos míe nuestra pareja era Importante, pero que no;
los indicios no fue asesinado en el lugar en que apareció tenía sentido, que perdía todo sentido al no se extendía
ti cadáver, sino que fue llevado allí ya muerto. Sea como a 1ro demás, si no existía en relación a la causa de libe­
sea, loe asesinos estuvieron en Camino de las Tropas y ración de nuestro pueblo. Así vivíamos cuerléndonom, en­
i Camino Melilla entre las 24 del domingo y las 8 de la tre la mlUtancla y tes luchas estudiantiles y las tareas
madrugada del lunes, si mataron allí a ibero, o entre las politice» ibero era un hombre, un militante, un luchador.
24 del domingo y las 12 del lunes, cuando, según el parte No quería B’sterw», meterse sólo dentro de sus comii, se­
policial, fue descubierto el cadáver gracias a un "aviso pararle de los demás, de lo que comnrendía míe era bue­
anónimo". Esa», por supuesto, son las horas topes y ios no para los otro««. Y esa fue, atemore, su lucha". Db sus
plazo» pueden, aún, ser mayores. De todas formas queda comnafteros de facultad y de mllftanda: "Ibero era Inte- ¡
claro que la presencia de extraños, de automóviles y qui- llcente, prudente, sensible a toda la Injusticia, fuera ejer- ¡
1 sá los ruidos de detonaciones muy posiblemente no hayan cldu contra milen fuera". (Alvaro). "Yo lo conocí mucho.
pasado inadvertidos a los vecinos del lugar, ya que, even­ Un día me dijo: "Tenemos poco tiempo, lUy que vivir
tualmente, los asesino.** estuvieron en el lugar, recorriendo de npura. Hay tareas que no pueden eapsrar**. Y «sss ta­
caminos y carreteras, entre la medianoche del domingo y reas eran para él y par» todos nosotros, las d* la mili-
el mediodía del lunes. Un lapso demasiado extenso como t ancla por la causa de la liberación. (Jorge)* "fií, yo
para que hayan pasado inadvertidos por todos, erí lodo ful compañero de facultad de Ibero y le pwdo a»onnmif|
momento. ¿Nadie escuchó voces, nadie vio automóviles, que a muchos de nosotros nos anima un estimulo: el <to
< nadie observó —a la lux de la luna o del sol— el rostro de avudsr a encontrar a los responsables, a loi asesinos".
1 atagún extraño en las proximidades, nadie oyó gritos o (Miguel). La investigación. Cuarenta y ocho horas des­
i detonaciones? Quizá la policía no pueda contestar esas pués del asesinato de Ibero, el Frente Amplio solicitó en
el Parlamento una investigación sobre el Escuadrón de la i
1 preguntas: no ha investigado por ese lado. 2) Ciertos de- Muerte. Existen ya, particularmente a nivel judicial, ele- |
t valles de las heridas permiten profundizar algunas pla- mentó» de sobra para encauzar esa indagación, además ds ,
■ tas. Todas fueron ocasionadas por armas de calibre 98, los datos que reúna por sí el Parlamento, si prospera el
' óue Utiliza, domo m sabe, la pohela. Por lo que se sabe, plantea del Frente Amplio, aunque quizá ése no sea el
fueron varias (peí lo menos tres) las armas que se va­
único camino existente para desbaratar a las bandas pa- ¡
ciaron en el cuerpo de Ibero. Un examen balístico reali­ repódeteles, L?, intervención parlamentaria puede contri- ;
zado en base al hecho de que tes estrías dejan marcas di­ buir decisivamente con ese propósito. Ya hay demasiados |
ferentes, podría ayudar a limitar el número de posibili­ muertos como para poder seguir esperando. 1
dades para conocer más detalles sobre las armas usadas.
No hay Indicios de que ese examen se haya realizado. I)
11 ángulo desde el que fueron disparados los balazos so­
bre un Ibero aparentemente atado a una silla, puede
—otras veces, muchas, ha servido para ello— proporcio­
nar datos sobre la altura y otras características fincas do
ido o alguno de los asesinos. Del mismo modo, un estudio
deeWoseópteo a fondo del cartel que colgaba del cuello
• dé Ibero, podría ayodar también en la investigación, co­
so siempre ha ayudado en casos similares. Pero ninguno
iMu¡^>«oti eEtmmoá tam.sMo tenido» en cuenta por la
’ WHkt « ««te»' « «m
aaeslnós, descripción dé algunos b sÚFMró de élfeé prápw-
clonadas por vecinos dti lugar donde apareció e! cadá­
ver. datos sobre automóviles y preaenela de extrañes en
ti lugar, detalles sobre frase» Intercambiadas entro
aiesinos cuando mataron o dejaron a Ibero en CamMI«
de las Tropas y Camino Melilla, son posibilidades de ph-
tas, que para concretarse no dependen de la diligencia
oon que a ese nivel so investigue. Otro» hechos polisiaisé
(cientos, miles de ellos, según opinan loe expertos eneaeo-
tado» por Cuestión) se han aclarado en base, a pMibttl-
dnde» de pista» exactamente iguales a las de este caso.
Indagadas a fondo. Pero en el caso de Ibero nada se in-
«v* Ugw a fnndo Lew testimonios. Antes que nada, Ibero
era un militante, un hombro comprometido con su tiempo
y e»nsu padre. También, un artista, un rreuior. Un eres-
titi «ayo talento se reflejaba en sus pinturas (consideia-
dm énñélentM por los expertos), en sus poemas, en sus
1 feángraftas, además, un eompañero, un «migo entrañable
de su padre, su ñutir«» su hermana, su compañera, y de
•toe jómmee y adtitoei caroanos w su mihtancia pollttoa y
*«tiatiantil. A «ese* nivel Cuestión aussuHó opiniones. Las
respuestas trazan una semelaasa objetiva de ibero. De
■u padre: "ibero y vo dialogábamos mucho. De nuestras
 a.mb 1 tf a General
wwmA: FUTURO LK LA JUVENTUD URUGI AYA.
S*h 4 An y J’.H mar zo/
ERRO. — Sé que tienen alguna juventud. Usted
Mitacas estoy hablando por lo alto, no lo quiero molestar,
y fiéfeto con sinceridad profunda el “|Viva!” que usted
lanza. Pero creo que si nosotros lográramos una confronta-
otan «11 d Senado con H ssAor FerrHra Aldunate y un día
nos prjfMBtanMBQB anaitaar coa la hondura que no se ha
analizado ni comprendido a ta juventud uruguaya, el saldo
será infinitamente favorable a esta corriente de opinión
ciudadana. Porque la Juventud está aquí sin pedir nada. Aquí
están loe qpe tienen mwe, doce, traes, catorce y quince
años, ¡4» ti Frente jos J7O4MJ0 muchachos que no
ta rsenhado
electoral, ¡»ero que tienen una presencia tremenda, que todmi
Jos compañeros saben y que la vemos loe que estamos noche
a nocta' en ta misma lucha con ellos.
/ni
Un di* habrá que tañer im gran debate sobre la ju- i
ventad en el Senado, y con ello no perderemos el tiempo. T
Porque mucho más importante que ver porqué se van los j
técnicos y se va la gente del país »«-declaro que a pesar de j
interesarme el tema no quise integrar la Comisión, porque 1
no creo en tas posibilidades de una Comisión para estudiar .1
estas cosas; la gente se va por razones que todo el mundo j
conoce-—, es darle destino a la juventud. ¡Y cómo no se 1
van a ir! ¿Qué harán al irse? Yo no comparto que ue |
1
vayan, pero tamp^xx» quiero cargar con la re*pomabilidiid
de decirles que se queden. Debemos renconirarnoa con I
ellos, traerlos al Uruguay, poro tenemos que traerlos con |
estímulos, con grandes posibilidades. j
Pienso que la naturaleza nos castiga a veces. Me acuerdo '
que allá por 1959 lo hizo con las inundaciones. Ahora son
los que todos ustedes saben. ¡Y qué castigo! No p¡n lo que
muchas veces dice el señor senador Ferrcira Aldunnte, que ‘
creo, con respetuosa consideración, que equivoca el planteo
cuando dice <—y me lo manifestó una vez a mi en la Asam*
blea General*—: *'Lo que pasa es que hay que tener fe en
el país, y hay gente que no Ja tiene". Pero para tener fe, ‘
para creer en algo, tiene que ser tangible. De alguna ma- 1
ñera tenemos que verlo, verlo en una dimensión, aunque
una parte de esa dimensión sea difícil verla flsicimente.
Pero el que no ve una cosa, además todos los dias ve estas
corrupciones, estas inmoralidades: ¿que hoy un Ministro se ‘
va porque roba, que otro ae va porque roba, que otro roba ?
un Banco, y el pueblo ve que no pasada nada... I jCómo so
va a ir Peírano Fació a México —no sé ai habrá vuelto—
donde estará a estas horas riéndose de VsJqs nosotros!., r
Se llevó an Banco, se llevó diez Bancos, so llevó economías
de) pais, torturó de esa manera al pais... |Y no t» pesó ■
nada! Todo el mundo se va sin que le pase nada, y nosotras ;
no queramos someternos al que no le pase nada, ¡xirque ■
seguimos creyendo que aquella frase que dijo creo quu Gon* ।
zález Conzl, de que ‘‘como el Uruguay no hay", eso la toa-
minado. El que no entienda que aquel Uruguay liberal aquel
Uruguay de la clase media fuerte, con un standard de vtia'
distinto murió pura siempre^ el que no haya sabido enterrur» !
lo, el que alguna vez no le lleve una flor, el que ai¡:a ero* s
yendo que vive aún, padece un error garrafal. Eso <m ed*
dente.
Y no vale el argumento de alguna gente que suele
díclr: “No, poro vea cómo el Frente Amplio no llegó si
gobierno, no llegó al poder; cómo el pueblo votó en equis
número a los dos partidos; cómo se salvó la democracinM.
Otro error histórico, análisis ligero, que no tiene sentido,
porque no es el problema de una cantidad: es el problema
de perspectivas de futuro y creo que éstas están única­
mente a través de sustituciones de generaciones que no
les va a ser fácil, a los dor partidos, aguantar, para em­
plear una expresión gráfica. 80 les van a evadir, se las
van a ir,
¿Por qué kM padres tienen problemas con sus hijos y
éstos se van? Porque no quieren seguir, y cada vez Ira dos
partidos tienen menos gente joven. Eso es evidente, y yo
sé que hay una dososget ación en lideres de los dos partí- i
dos por roí roer a tas juventudes etaeotondotao algunas pos*- j
Y natite osa tai «tato «• nn dtoouroo de toda mi
campaña —ira habtado «tonteo de rases pronunciar una.
palabra de agravie, id do asomo do agravio, ni de oiOnsa,
a ninguna pi cona joven, militara en el partido quo mi­
litara. Al contrario, be dista» qué ta» hay que agraviar
a ¡0« Jóvenea.
Ha llegado la hora do las deflnlctanoá w I
En asta pais, todos nos podemos ronoentanr. Bl iftgraJ
víamos, alejamos, y ti Insultamos, sucederá k> BUsotaíj
Cuando a la propia juventud de Por la Patria la vqte <■
la culis protestando por lo que entendía un tragátaS
una maniobra, o porque creta eu deber defender lií- 1PM
tria, ta miraba además con respeto, con profunda
ib (hwpta sltaji w hh / « ta ■ w ÁriW
eran, si cuarenta, cincuenta o sesenta- m hartad eom
Idealismo, porque en la ealle podían pasar muchas «oms
y no tenían miedo. Y te míeme digo do te juventud qM
5 „ . . ,, J v' • ZÍ
! puerta estar en e! Partido Oolomdo, Ferp me punta Ma­
sar que haya juventudes que puedan estar Identificadas,
agitándose con sinceridad en esta linea que hoy estamos
। procesando; porque este es un gran proceso. (Nadie se
engifie! No desearia irme nunca de mi país con una auto­
rización de este tipo, porque me iría con una especie de
carbol, con cosas tremendas que aquí no se han discutido
Aquí se ha prometido por algún senador o legislador
hacer un alegato, pero creo que no va a venir. Porque
además, teniendo los votos el alegato no hace falto,
Anuí es muy difícil poder convencer a los legisladores,
Pero de cualquier manera queda un documento para que
se le analice en el futuro, que se le luzmie. y nos jua­
gue 4 todos. No tenemos temor de presentarnos a este
juicio popular. En cambio, el que nunca quiso conversar
con nadie, huye. Rtn darse cuenta que la soberbia es
uno de los peores elementos oue se Introduce en e1 tilma
humana; y que cuando la vieja humildad republicana
no juega, aparece todo este desastre.
yo seflnr Presidente: ftmt quede, de
nnMfpft «nherenlev flnmns un neis denendl«n*e. rn1rri<«1,
y habrá míe neiear ñor R’n »V nelearemn« aligando cada
uno «n estrategia, un metndoloria. en nroeedimlanto: v lo
heremnM Pero obsérvase míe cuando se habla de violen­
cia, queremos citar este caso.
Tin día tuvimos «na dheiwrtón. Dlle ner¡»ona1men1e al
safior d'nutado Farlfia —no sé ri está en Rala en e«te
momtnto— oue lamentaba su situación! nem arrugué
otras cosas, ova no preciso decirlas en Rala. Yo me re­
fugio en un nenrftm’entn sabln. v nn en el humlld* nen-
«amlanto mfn En Jar hora« d* 1« noche cuando lie*»*» a
mi raiia. «nMizo v revisto los tarto* da |«s últimas enrf.
cHcas da Pablo VT. y penetro v camino ñor su «ando. Y
me encuentro rnn cna la violencia e« un tema sobre el
oue el Pana debe filar noRlrión. nornue ndamáa de los
500 millonea de cristianos hav mucho* millones más. ¿Y
ou4 dlie Pablo VT’ Cnn claridad meridiana, ante la in­
justicia. y la exnlotaclAn. ante la tiranía prolongada —y
ésta fre casi de nevadilla ñora todos nosotros—. «nte eso
dice. él. míe además no nuede ser snsnechedo de ninguna
onlnlón sectorfrada. oue es dAber del cristiano, del ser
hmaano, de conciencia, de justicia, no rehuir la deflni-
cMsl
Es evidente que si todos loe días vemos compatrio­
tas que se mueren de hambre, sabemos quién es el res­
ponsable, porone no simo creer fuentes de trábelo, aba­
ratar Ivi uredos, ni hacer nnda en favor del pueblo Ri
voy a Rivera o Artiga» feomnruebo te cantidad de nlfing
que mueren de diarrea Infantil por falté de nutrición
adecuada, como lo demuestran los documentos módicos,
A mf me bastaría cnn que muriese uno para sublevarme
o levantarme en rebeldía No preciso oue sea una cantidad
de víctimas infantiles. Fn aouellns lurares de den ni fio»
oue nacen mueren al afin cuarenta, cincuenta o sesenta.
Entonces, (qué vamos a hablar de! hambre en Blafi't o
de los africanos o buscarlas en tlerma remotas, ruando
aquí tenemos e! problema! zEa que aleo se ha hecho fia­
ra levantar al hombre de los cantevrlles? No se ha he­
cho nada. Por eso no le reprocho al hombre del eanteqrtt
que de pronto tenía un cartel de alguien que es su pronto
victimarlo; nunca lo agravié. Voy a conversar con rlloe.
Cuando oigo a alguien por ahí oue pueda reprochar al
ingenuo, a! humilde —a ios 200.000 marginados que pue­
dan hater estado en esa tesitura, oue creo profundamen­
te equivocada—, mi deber no es agraviar: es profundizar,
convertir, conocer su lenguaje y sus problemas. Ese iier
humano posee su propio lenguaje que puede no ser el
mío rrt ti de ninguno de los que están en esta Asamblea.
Perq tej guaje que al fin todo* tenemos el debo* do estu­
cóte y |5om»rs¿d«r, >
¿Es que acaso ri qué nos pide te anuencia ahora al­
guna vez escuchó? Nunca, Re nevó todo por detente. ¿Por
qué se habla ahora de atente do a la Constitución, como
se dice en ente malhadado proyecto, que desdé luego no
podrá anllr, de Ley de Seguridad del Estado? Yo digo qué
precisarlos —y repito un viejo eonce^Jg^dtah# no re*
mmdo a gué tata^una Ley de Seguridad del Pueblo.
Y a quien atenta contra la Constitución se le tija una
Sena de dies a treinta afio«. ¿Y quó pasa con el que se
evó la Constitución por delante, agravió al Poder Ju­
dicial y se burló del Parlamento, cuando éste levantó1 latí
medidas, reimplantándolas, y cuando la Comisión Per­
manente las levantó y también las volvió a reiinplantar'F
Yo tendría derecho a preguntar a la Asamblea por qué no
vinieron loe mismos que votaron antes. Be ve qje hay
algunos decepcionados. ¿Por qué? Por alguna amer ase do
otro orden. Me temo —y midió mucho las palabra»—* que
también haya alguna sombra alargada en la As un ble*
Genera], porque la actitud del general Magnani, en el se­
gundo jueves do la Asamblea, no fue fells: insinuó que
si le derogábamos aquel Decroto 189, respecto a r odelas
en la prensa sobro el movimiento subversivo, podrían
croarse dificultades e inconvenientes en el Ejército. Yo
no sé si dijo eso por falta de experiencia política; pero
rechazo esas expiaciones, por lo menos como infelices,
porque nos estaba diciendo: ¡Cuidado, que si nos tocan
esto pueden ocurrir cosas gravesl
Me consta que so está buscando la posibilidad de mo­
ver de alguna manera la fecha del 30 de abril, leo no
puede eer. Bastante se ha, hecho ya con posterg»,r por
cincuenta días te prisión de gente que no ha cocietido
delitos, sin jálete, ni ha sido procesada por nada.
Todo lo dicho a través de ésta exposición debí lla­
marnos a todos a te reflexión.
v‘ '' ■ <. ; -i : '■ ' i
Pienso que te última escala dé la dictadura es te de- ;
Melón. Ful un poco el cansante del cierre de un liarte-’
porque escribí —a pesar de que me hice responsable- ew y
un recuadro, fijando mi posición, tetando, coa el tiscaMií
pelo, por lo menos intelectual de penetrar en el atea del '|
delator. Aclaro que además sm diario fue clausurad» pariá
tres o cuatro cosas más.
*4
El delator es un ser despreciable en todas las »ocie- i
dades del mundo. Mí viejo y querido amigo Maric Be- J
nedettt, tiene un libro muy interesante. "El cumpluafiosá
de Juan Angel”. En él expresa que cuando va a un de» 1
terminado café de Montevideo descubre a los dele toreé!
hasta por el olfato, por la manera en que ectám ,f
Cuando un gobierno apila a la delación, cualquiera
sea la batalla que deba librar, está cometiendo, dándose
cuenta, un verdadero delito. Porque el que se exhorte por
radio y televisión, como ocurrió durante mucho tiempo,
que a quien detele a alguien se le dará equis pesos, trein­
ta o cincuenta mil, ea horroroso. Declaro que no puedo
explicar en palabra« nü reacción cuando escúchate, esa
teritasáta a delatar, de pronto el ftadre al hijo, o a la
madre, o el veehKb •! amigo o al oompafiero de estudio.
¡Eso ce espnntoeol (
Además, me tomé el trabajo de repasar libros d» las
civilizaciones romana y griega, y ahí también está e) de­
lator. Pero estamos ya en plena corrupción del Imjxjrio
Bomano, cuando se reta a pedazos, cuando nadie daba ।
nada por mantener el resquebrajado régimen comino. 1
Aparece también en te Edad Media y en la Edad Mcder- ;
na; pero surge nfthto cuando tas tdvflfcactones crujen, ¡
se despedazan y llenan de miseria, de cosas, deipnicia-J
bles y de corrupción, Y aquí uparé;# y ge
ganda por radio, televisión y prensa, ' \\
Los intereses extranjeros dictan nuestra política, eaJ|
tán inmensos en nuestras decisiones. Hasta cuando ag|
iban a tomar determinadas medidas aparecía metiendo lp¡
naris el embajador norteamericano, diciendo lo qua con*
venia hacer y lo que no.
El comnaAero diputado Durán Matos formuló un pe­
dido de Informes, para saber cuantos función arios inte­
gran la Embalada norteamericana, os decir, esa fortaleza
puesta en la Rambla, que ron algún barco do guerra pus*
dan pretender dominar las expresiones da rebeldía d*
auasuro pueblo.
23 > 45
 Con fecha 10 de marzo el Ministerio de Relacionen
Exteriores contestó a nuestro compañero; y esto lo to­
mamos a título de inventario porque creemos que aqt i hay
cosas que ne ocultan. Hay una cantidad de “funciona­
rios” rompiendo las normas diplomáticas y lo que esta­
blecen ios convenios internacionales. Aquí vemos tente
que hac* dos o tres años que está, como el caso do un
primer Secretario, pero hay una lista extensísima. Hay.
aproximadamente, unos 400 funcionarios. ¿Puede temer
una Embajada 400 personas? Esto es un ejército iic'lis­
tado en el Uruguay. ¡Cuatrocientos seres humanos en una
Embajada'
i Interrupción del señor representante Buraibar.)
-Me dice por lo bajo un vompañero que son espías.
¡E» claro que hay espías! Ea evidente. Asesores, «.pías,
de todo: está la Cia en pleno hervor Es una caes tre­
menda. /Qué este país haya permitido hacer una orta-
I ieza en plena rambla! Es lo mismo que le pasó a Cuba,
i en la éjxxa de Batista. Los países no pueden permitir que
se conairuyan este tipo cié Embajadas. Me refiero a ésta
o a cualquiera que este construida en plena ram ila, td
l*4t» de las aguas territoriales, desde donde ahí ** pue­
den hMmr Huteha* coso*. * ternacionales del Senado norteamericano.
Entonces, señor Presidente, digo ahora que nd puedo
callarme cuando en este país, al llegar Uta elecciones,
nuestro grupo envió un telegrama colacionado ol Presi­
dente de la Corte Electoral, protestando porque >141 pre-
mjs políticos, sin ninguna causa, Un ningún proa «so, no
podrísn votar porque asi lo había anunciado públii ámen­
te otro hombre de triste memoria, que es el Brigadier
Sena, sin tener respuesta No sé en que andará, tw que
tuvo dificultades.
SEÑOR ARISMENDJ - En nada bueno.
3IXROR RUMO -- Yo también io creu do que
I no vojuúin y la Corte Electora), en una actitud Incom­
prensible, no nos contestó el telegrama. Dio el tJlonclo
1 como rea puesta —además había un documento que el
' Frente} Amplio le había enviado— y cometiendo un deli-
' to pfl •visto inclusive en la Constitución de la República,
। impidió la líbre expresión de Ja st>!tmUd de los i56 ciu­
dadanos que estaban en cuartete*. en b Escuela ‘'Cartas
Nery” en el campo de concentración de Punte de Rieles,
etcétera. ’ 1 ;' ' i» t
itero como todas ios cobas fueron hechas a naipe*
contra Ja Constitución, debo preguntar aquí a los qw
। saben más que yo en esta materia, sobre otro hevho im-
' por tinte: ¿cómo se nombraron los Jntententoreí? ¿Qué
facultad tenían para nombrarlo«'» ¿Bajo el amjmro de
las Medidas de Seguridad? Vamos a presentar un ¡roqueño
proyecto, porque entendemos que estos Interventores du
Entes Autónomos fueron designados por el Poder Ejecu­
tivo con transgresión de la Constitución y, en consecuen­
cia, < nuestro Juicio, todas las decisiones tomadas hasta
la fecha están viciadas de nulidad.
Todo »‘Mu dr veiccnar libertadas, todo cato de la so-
¡jerania, todo lo que he dicho de dejiendenciii toda lo que
lie expresado iodo lo que nos haivn respecto a la sobera­
nía te las aguas territoriales, como lo dijo ayer el señor
senador Ferreü* Aidunate —y cuando las cosas en.an bb*n
dicha* no las repito, corno idee en el caso del compañero
seño) diputado Tria*—, debemos defenderlo. Tenemos qtw
luchi.r por todas esas co»>as, tenemos que hacer concicn
cía IR el pueblo que esta noche, durante todos las horas
que ’sernos estado aquí hemos librado una batallo, por lo
nenx para Intentar que quienes están en otra posición
pudieran rectificarla. Creemos que es muy difícil lograrlo,
pera nos mantenemos en es* linea de conducta
Para encuadrar deftaitívaruerde nuestra poslcmn, ia
que ya han eximamóe temtAén son tandee toa compañe-
I ros que me precedieron en el a® de 1« palabra—, afirmo
I que en este mundo el Uruguay no es una *»Ut, no es aleño
I ur contexto latinoainerkano. Diría que nada de lo lati-
noainericano nos e* ajeno y que un día llegar^ en que
ej dblor-del pueblo wrá sentido en solidar Otros
FROGSáDO
IZ 7
pueblos dé nuestras ricas y empobrecidas Marras ameri­
canas. *>
Tengo aquí un testimonio de lo que hace la ¡jenstra-
¡ ion de la Cía en loa países latinoamericanos, y no co­
rresponde a un antiamericano, de un antimperialista, sino
del senador William Fullbright, que en el New York Times
denunció que Estados Unidos gasta en sus servicios de in­
teligencia y para luchar —¡legún ello^- contra la, subver­
sión U$8 5.000:000.000. Repito que ga ta UtS 5.000:000 M0
en sus servicios de inteligencia y de penetrnciói en los
pueblos oprimidos. Además, manifiesta el propio senador
Fullbright que en otros países se opera por intermedio
de organismos de ayuda, como ocurre en el Uruguay con
la famosa Agencia Aid, Agencia Internacional de Desa­
rrollo, que un día apareció angelicalmente, con sus alas
muy grandes y sus garras afiladas en el Banco Hipoteca­
rlo. El pueblo fue a llenar sus solicitudes para que les
dieran un crédito para construir su vivienda, y detrás
de todo eso estaba la Aid, que no es en el fendo una
agrupación norteamericana prestataria simplemente, sino
una de las organizaciones que con el manto de la ayuda
tiene ese sentido de penetración,, como lo corrobora nada
menos que el Presidente de la Comisión de Asuntos In­
Tenemos que cuidamos; por eso es que repetimos el
concepto: si hubiera bastado la faena de ios votes de los
23 legisladores del Frente Amplío —y admito que hay in­
tegrantes del Partido Nacional que tampoco van a votar
la anuencia— tendría que ser Paichéco lo que queremos
todos nosotros y la mayoría del pueblo uruguayo; un pri­
sionero que pagara sus culpas, que son tan grandes. Pero
eso no se va a poder hacer. No tongo total esperen?* de
que en el Senado no aparezcan después votos extraños, !
como esos cuerpos catalíticos que actúan de presencia y
no en la combinación de los distintos elementas químicos. I
Tengo temor de que aparezcan uno, dos o tree cuerpos .
catalíticos —para no definirlos politicamente— que ha- 1
Kan mayoría y logren la venia y entonces sí, esto ya se 1
volverá una tragedia nacional: que quien consigue la|
anuencia después de hacerle un tremendo procesJ sin que I
nadie lo defienda, logre todavía como premio una jefa- •?
tura de misión en el exterior, dicen que en España.
No voy * utiliaar todo el material de que dispongo
porque me parece que a esta hora ya he sido lo suficien­
temente exten«® y no tengo derecho a distraer más la
atención de una Asamblea quo tiene y* nu suerte de-
íidid*.
por cao es que pienso que Ja copia diú documento, i
par* mí fundamental, que tengo en mi poder, lo tendré
que poner en una caja especial por las dudas que lo tras­
papelé. No Jó voy a mostrar «quí porque ulgtna expe-
ríen’Ja política tengo. ¿Para qué dejarlo donde ya no
podemos convencer * los colegas y demostrarlos que no
deben votar lo que están dispuestos a acompañar? Lo
guardo para el llenado; me parece que es un Cuerpo don -
4* podernos c on rengar en el senUdo de que no se puede
votar es* venia, porque «m la sala presencia de esc do-
i iimrntó no puide ni debe aprobarse A cita ultur* del
debate sé que perderá el tléóípo y at lo harU perder a
los demás. ';.ir ..
Rindo homenaje a los compañeros de CárT¿ihé qAé jo|
h.m quedado durante todas estas horas Hemos otaM
nuestro pensamiento Los compañeros y* lo batían hteh®
con la extensión que cada uno creyó conveniente y «M
tiendo que queda fija la posición definitiva del Frente»
Amplio que, además, obedece a una, estructura coher«ntelj|
y orgánica de ese grupo Aqui somos 23 y cuando de<w|
moa "tnarchtiraos por ciite camino” lo haceinc* así. 8o*íí
mas 23 que dijimos “no” par* la anuencia de Pacheccq:
no, a la venia de Pacheco, y la Mesa Ejecutiva del Fren-;
le, su más alta autoridad —-el Plenario también lo es-— i
dijo que ios compañeros legisladores no sólo tenían que
votar por “no”, sino librar la batalla hasta sos últimos
extremos,
Debo expresar, entonces, ai pueblo que ros lu es-
cuch«4ó y al que tendremos que rendir cuenta de esta
12 7 1
 jornada da hoy, para su tranquilidad, que temo« Hüaliu»
do un tremendo esfuerzo para convencer «obre ¡o que ya
! era difícil de convencer, de penetrar con el rasonamiento
en algo que es una malla de acero absolutamente impe­
netrable.

Quedan loe oposiciones: aquí todos somos responsa­

ble*, todos nomos mayores de edad, nadie necesita tutor,
nadie necesita que se le dé consejos; pero ésta es la his- i
loria del país. Para mi éste ha sido un din triste en La, !
historia oriental, tan triste que sólo me permite salir de
esa tristeza el volver las ojos a un pasado lleno de heroi­
cidad, de luchas, de privaciones, de coraje. Pero, señor
। Presidente y señores legisladores, con coraje contra los (
enemigos de la República formaremos un país libre, ln- ,
dependiente y soberano, al mejor estilo artiguista, por- (
que allí está la fuente de inspiración. Tenemos su pro- j
grama traicionado, tenemos sus tierras, su reglamento, su '*]
obsesión de la libertad, de la soberanía, de la cultura he- j
cha a -todos loe niveles, en la escuela, en la biblioteca. 1
primera biblioteca del país, hoy Biblioteca Nacional. 4
En él nos miramos. Hay dos Artiga« aqui y nadie se í
enoje en la Asamblea: el de bronce y el pensamiento vi­
vo. El de bronce, se lo dejamos al que quiera, porque el
hombre al que le negamos la anuencia por todo lo que
hemos dicho, solía también ante la Imagen de Artigas,
llevar coronas de flores, bandas militaros, y hacia desfi­
les, haciendo discursos sobre lodo aquello de lo que ha­
cia lo contrario; (hablaba de la libertad! Seguramente
<tue •< bronce de la Plaxa Independencia habré tratado
de moverse para replicar aquello que tema que oír en si­
lencio. Nosotros se lo dejamos, inclusive A la oligarquía.
No nos interesa. Nos interesa el Artigas vivo, su pensa-
I miento, el Artigas de los humildes, el Artigas de «oraje,
ei Artigas <M Exodo, el del año 181*. el Artigas do las
grandes reivindicaciones orientales. Es el Artigas traicio­
nado por todas las oligarquías, a través del tiempo, nun- J
reivindicado en sus ideas matrices, la gran figura la-
¡ tlnoamericana, tal vea de las más grandes de La historia '
। de Latinoamérica, que nadie se atreve a negar y a dio- 1
| cutir, . • ' . . 4

Si recogiéramos todo su ideario, haríamos un gran ;

programa para la nación. Y digo a las oligarquías que ?
lo combatieron, que lo olvidaron, —los mismas que el día j
que llegaron «us cenizas al Puerto de Montevideo, las se- "
imitaron en un viejo depósito de la Aduana durante vein- =
tlnueve años y quizás algunas manos silenciosas de al-
, guien que no Había leer ni escribir las guardó por tos- .
unto, porque entendió que era algo supremo paya el país,
j porque de lo contrario las hubieran arrojado al mar-, «
¡ que ése es el Artigas que no quisieron, el que no querrán '
/ jamás. Pero lo haremos revivir ,y lo haremos marchar J
como primer compañero de este pueblo del Frente Am- *
] Ut i
plio. Lo llevaremos a las grandes conquistas y todos lu- '
charemos para que su idearlo se transforme en realida- ,
des. Este es el Artigas nuestro, el que nunca pudo ver de
frente el que se tiene que Ir en estas condiciones lamen­
tables, porque no lo pudo hacer, y por más que haya
querido recoger algunas experiencias ciudadanas, todo le
fue en contrario.

Digo que aquel día la Florida, cuando se lanzó una

candidatura que era profundamente inconstitucional por- I
que jugaba todo el poder del Estado, en un acto que
también estamos repudiando hoy, él no podía repetir con
nosotros la declaración de los viejos patricios de la Flo­
rida en un rancho de la Piedra Alta, en el sentido de
que se declaraban Írritos, nulos y sin ningún valor para
siempre todos Jas compromisos con el Imperio

Hoy nosotros declaramos en la Asamblea General

sin comprometer a todos nuestros compañeros— que en
eat linea estamos y esteremos seguramente todos pelean-
i dé —f la palabra no asusto*—, peleando y peleando has-
1 te steener la victoria que pueda reflejar en realidad este
imagen y estos pensamientos.
Señor Presidente: agradezco la benevolencia de la
I Asamblea General al escuchar nuestro pensamiento. La
l historia dirá quién tenia razón y quién estaba en el error.
 M<><0. fe.nr l my

Asamblea General

TEMA? REUNION
TRES
REALI¿ALA
ARMAS.
1 OR COMANDANTES DI LAS
/>
Sesión 1U y 1u; abrí 1/9*72

coa algunos tegiatedom, qga aa MÜ tfluúOdOdo a te

unidad que está situada en • de Octubre, entre <3arl* ?
baldi y Berro - -creo que anlian amente era una sede
diplomática—^ y que, por consiguiente, se está ejer­
ciendo, do alguna manera, una presión. Uno ve el clima
que existe. Conversando con distintos señores legislado ,
res se advierte que muchos que oe oponían terminante- ¿
mente a la Ley de Seguridad del Estado y que la cali- ‘
ti carón de monstruosa, porque lo entrega todo a la Jus­
ticia Militar —al respecto recuerdo una penetrante e
insistente exposición del señor legislador Echegoyen que
lamentablemente, advierto no se encuentra presente co
Sais oponiéndose a que la Justicia Militar interviniera
en estos problemas desplazando a la Civil— ahora han
cambiado de parecer.
Al respecto, señor Presidente, traigo a la memoria
las actas de los diarios de sesiones en las que figuran
distintas opiniones de catedrático«, de especialista«, de
legisladores, diciendo que el proyecto era inaceptable
. y que era una enorm’dad. Era una declaración de guerra
de parte de un gobierno que decía querer la pacifi­
cación

Advierto, señor Presidente, —y con ello no pretendo

hacer una crítica menor— que quienes estaban en una .
pos‘cf6n tan dura, en este momento haciendo una Invo- ¿
«ación patriótica (que la creo profundamente equlvo- f
cada) ya no tes importa loa conceptos de guerra interna 1
y la Justicia Militar 1
Que quede claro para el pueblo uruguayo: esta no* 1
che, la Asamblea Genera!, por mayoría, deja sin efecto J
a la Constitución de la República. Nadie tendrá guran-
tías Individuales. Ki Poder Judicial queda relevado y
surper.dido en su ejercióte y loe Jueces Militares harán
lo que hicieron, por ejemplo, en Colonia, cuando el Juez
Militar de Instrucción, llevándose por delante al Juez ¡
। Letrado, dio orden de allanamiento. Erto sucedió hace
I más de dos meses, por lo que no es un hecho nuevo.
! '
Quistera que el señor Miristro contestara —ya no a
mis expresiones o a tes del señor leg'slaCor Micheünf—
a te que dice esta prensa que, seguramente, aeré ineli«^
dlcente. |
1
Tengo acá “La Mañana”, que et de suponer que ó
está cerca del gobierno, del viernes 7 de abril, que dice: 1
“Reunión informativa” entre cómalas y todos sabemos,
en el ambiente parlamentario y periodístico, que cuando
algo so pone entre comillas se te da un énfasis espfcial.
Dice: “Reunión informativa”. "En el día de ayer, en
la Sede de las Fuerzas Conjuntas, se realizó una rec nión
de carácter informativo, a la que asistieron, espacial»
mente Invitados, diversos legisladores y en te qun es­
taban presentes loa Ministros del Interior y Detensa y ,
jerarcas militares”. . ,
Siempre creí que problemas de eeta Indole sólo te­
nían un ámbito natural, quo era el Parlamento Nacional.;

Recuerdo cuando «1 Partido Nacional era gobierno^

la que acaba de formular.
Yo ptenao, gritar PñggUtewte/ «üo dìodo totea alga-
jrMM díga ‘'•te problema ae viene ripiando en af Parla*
/inte w Uww* rí IWto .<# nw dh‘i
que loe Comandante« te .a» l*ree Armad han hablado
que un militar con <♦! que tente alguna amistad me invito
a hablar en una Unidad, no sé sobre qué prob’ema,|
sobre p1 que tente alguna tenacidad —soy tenaz, tal vao®
un poco por mi sangre vasca— y le dije que me düscul-4
poro, pero que me negaba a conversar fuera del recintos
parlamentarlo y a espaldas de todos los hombres que
integraban el Parlamento y del pueblo.
Eso lo dice el dlarln “La Mañana”, que es del go­
bierno. Pero el diario “El Pata”, en osos mismos días,
publica dos artículos: el uno habla de que los legisla­
dores se reunieron con los jerarcas militares.
Dice: “En horas de 1a mañana, un grupo de legis­
ladores blancos y colorados, penetró a una vicia cusona
de 1a avenida 8 de Octubre entre Garibaldl y Presidente
Berro, quo en un tiempo fuera sede de una repinen- •
tsdón diplomática. Ahora, convertida en dependencia
mUlter, pftteiinl«lítente Hh-jada do loa indiscretos ojos
da iuá pefludtete», albergó por tloi hura» *

12 9 1
 de ambos lemas tradicionales de la, Comisión senaturtal nocimiento pero que no hubiera conegrrtdo jamás aun»
de Constitución y Legislación. Sus contertulios fueron que me hubieran Invitado, W haeen áíhtfr coatiefonado
los Ires Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas. ton su actitud? Es evidente que todo el Parlamento ae
e'ente coaccionado, y por más palabrea que se usen,
Según trascendió, los jerarcas castrenses fueron los es muy difícil que se pueda dar vuelta el concepto.
promotores de la reunión, con el objeto de informar a la
Comisión, especialmente a sus miembros nacionalistas, Además, como no soy abogado y no tengo versación
. de las carencias que deben afrontar las Fuerzas Con- jurídica, me permito solicitar que se me indlqmo cuál
! juntus en su lucha anlsubversiva. Al respacto, el Ge- ce la disposición lega! que autoriza a lo* Comandantas
| ncral Florencio Gravh.a (Ejército), Br. José Pérez Cal* de las Fuerzas Armadas a sostener reuniones de esto
das (Fuerza Aérea) y C/N Juan J. Zorrilla, mostraron tipo. Termino, para facilitar al señor Ministro 1> opor­
mapít.« y esquemas a los senadores nacionalistas. Luego tunidad de responderme.
brindaron una detallada información sobre los métodos
operativos de los grupos armados asi como do la ostra*
tegia seguida en su combate y, precisamente, loa impedí*
me^tw que a la misma impone el ordenamiento jurídico
vigente. Es necesario que los legisladores tengan pre­
sente —afirmaron los Comandantes— que no estamos
frente* a delincuentes comunes sino frente a grupos or­
ganizados que intentan tomar el poder. Como culmina­
ción, pidieron a los parlamentarlos la pronta sanción de
recursos legales para poder afrontar con éxito la lucha
an ti subvertí va". Y por la tarde, con la presencia de
senadores colorados y nacionalistas, se deliberó en la
Comisión de Cestítución y Legislación del Senado, lo
t que fue un debate común.
i Pero "El País” del día anterior, —ese ora del dfa
7 de abril— dice; "El Palacio Legislativo fue escenario
ayer de una trascendente, y casi sin precedente, reunión 1
de los Comandantes en Jefe de las tres Armas con la
bancatla de senadores del Partido Colorado. A pesar del
hermetismo mantenido por los protagonistas, trascendió
que el encuentro fue provocado por lor jerarcas castren­
ses, con la finalidad de trasmitir —o más bien ratificar—
lo ya anunciado por el Ministro de Defensa Nacional
sobre-'las carénelos que deben afrontar las fuerzas con- •-
juntas en fu lucha untfcubversiva, derivadas del orde­
namiento jurídico vigente. En la sesión, calificada "to­
talmente informativa" ñor ur.o de los participantes, los
Comandantes detallaron los impedimentos a su labor ,j
emergente de la legislación vigente, • Insistieron en la
absoluta necesidad do contar con nuevos rseuniM legales »
para hacer frente con eficacia a los grupos sediciosos".
■ i
Era el problema de los recursos legales que ya í
demostró el compañero señor senador Michellni en la ¿
Comisión, que nn era lo que necesitaba. -

i Y termina diciendo; "Al parecer hicieron especial i

h'ncapié en la necesidad de evitar que recobren la 11- ।
¡ bertad las personas que fueron sometidas a la justicia
! bajo acusación de sediciosos, y no procesadas por ésta,
; asi como aquellas que fueron procesadas y luego libe­
radas por la autoridad judicial". Agrego; enviadas a
Punta Rieles y campos de concentración. Y Irs liberadas
। por Is autoridad judicial, también están en Punta Rieles
' y de acuerdo a cato quieren que nunca salgan en ii-
OWk
1
í Después demostraremos en nuestra intervención, có­
mo este hecho de esta noche liquida la posibTdad de
que qufonea fueron liberados poy los jueces o no fueron I
jMtoMmMi vuélvan a obtener su libertad i
Y luego dice; "Todas ellas se encuentran actualmente 1
internadas en aplicación de las Medidas Prontas 4« So-
twjtítí&'fii ae1. fitareís.
' significa devolver soldados * la »edición quq tanto es- j
fuerzo costó aprehender**. ■ •. . . .
i • ',ij
| Esto termina acá. Ha evitado, pof razones que más '
o menos se cxpl'carón los colega*«, dar el nombre —toa
diarios Ing publican — de los leg’slndores nacionalistas 1
o colorarlos. .Si Jes interesa, tamb’én lo« puedo dar. para j
que consten en la ver*dá:i taquigráfica. Por ahora me
pareció mejor hacerlo impensonal.
Le hago esta pregunta al señor Ministro, que me
podrá contestar a través de una interrupción: ¿en qué i
disposición legal se han basado los Comandantes de las
tres Armas para realizar e?tos actos que en el fondo a
mí, como iegúlador, que no concurrí, que no tuve co* ,

13 0 iJ 23 tí 45
 KRHJ» Enrique

Agamí loa General

T.EMA> TORTURA-.» COMPROBADAS EN FAJO DE LOS TOROS,

Sealón P( y 15 abril/'//;»

«—'’7 'JW' Ul ,-«1^11,R '■■«JIRII lili W ,| ■. , J- 'T'-’TI

Cuando ae prttondló en la Comisión da Coturtttattón
y Legislación provocar uno decisión que posibilitara qua
la misma tuviera el atesoramiento de los tres «mandan­
tes de las Fuerzas Armadas, el rechazo fue la respuesta.
Y votaron en contra jos señores senadores Beltrfn, Heber.
BWÑOTl ERRO. — Cuando el Heflor Ministro pone tan­ Hierro Gamba,rdetla y Mlchellni, Y esto estuvo muy bien,
to celo hacia la derecha y no hada la Izquierda, yo disto porque la Comisión no podía admitir una solución distinta.
que tiene derecho a bajar y subir el tono, como también
lo tengo yo. Pero lo que no acento os que califique de Creo que la» Fuerzas Armadas no pueden Venar opi­
calumniosa mi afirmación diciendo oue son versiones del nión; quien opina en el Ministro o el Poder Ejecutivo^ q»W
legislador Erro, cuando yo le he leído pI diario "La Ma­ tendrán, i ara hacerlo, naturalmente, todos los aiMisoramian-
ñana** y dos notas del diario "El País”, que tiene dos lo» técnica* que puedan ser necesarios.
representantes en esta Asamblea General, lo» legisladores
Washington y Enrique Beltxán Oncretunente: e* verdad que la reunión ne realizó,
omw lo «caba de expresar el señor senador Hierro Gam­
Me parece, entonces, que es absolutamente injusto y. bo della. Yo entiendo, j»crs<inalni*'nte, que ese tifio de reu­
ademAr, no le admito más que inidsta, poroue entonces sí niones —naturalmente que lo** »¡.-flores legislador«» harán lo
voy a pensar que no lo hace'de buena fe —lo dijo en que jes parezca-- no corresponde. Lo digo con lealtad y
Comisión y lo repite ahora (él sabrá su intención)— al de­ sinceridad, porque tengo una profunda convicción al respecto.;
cir que nosotros estemos agraviando a la« Fuerzas Arma­
das. No. seftor Presidente. Cada ver que he tenido oue En sn momento, »eftor Presidente, voy a formular a ios
k hablar be usado mmhre y cncHido del oficial oue a nnes- '.eñnrrs Mini tr.y» 4 ó 5 pregunta», cuya contestación - nn
P tro Juicio torturaba y no cumplía con fin función Dito ni legislador Erro, que no |npv>rta, sino al país— será muyJ
claramente que nunca en la historia el Ejército había «Ido bnnortnnte, ya que tendrán que ver, esencialmente, con la
torturador, flnbre esto no quiero decir un discurro poroue lilM’rtad de la gente v cop muchos que están detenidos, sin
lo dito ya brillantemente —y com '»arto todas sin tesis— Ivúlarse procesado». Por esa Importancia y trascendencia
nuestro compañero, e] señor legislador Mlchellnl aquí en oue le atribuimos es oue creemos que todo lo que sea rela­
Sal» y en la Comisión. No se trata, entonces, de llevar a tivo a t.des n’antcnmienhw, debe quedar Incorporado, para»
la opinión pública el concepto do que estamos agraviando mu cnnncimh'otn cabal v con toda exactitud, en Ja versión 1
a las Tuerzas Armadas Esto me hace recordar un viejo taquigráfica decala sesión. j
: episodio allá por 1958-57, cuando tuvimos que denunciar
j en este Parlamento a oficiales de las Fuerzas Armada» Será In historia la que, en última. Instancia, dirá quié- ’
Íque traían contrabando, lo que dio lugar a que yo pidiera nes estaban en laverdad y quiénes en el error. ’
una Comisión Investigadora que luego derivó en un pn|-
sodlo que fue muy personal y del cu»! no culero hablar. Nada más I
A raíz de eso recuerdo que un hombre por el oue sigo
teniendo graja respeto, el General Gestido. en el Consejo
de Gobierno, estimó de su deber eximo militar hacer un
r. .................................... s
planteo. A consecuencia de eso hubo un debate en «i
que Intervino otro hombre dignísimo de esta República
que fue el señor Daniel Fernández Crespo, am*»n d'ju: "Mi­
re, Consejero Gestido, usted se ría oor ofendido o .*c mo­
lesta por expresiones que el señor Erro di lo en la Cámara.
I Pero el legislador Erro dio nombre» de los Coroneles qug
> traían contrabando haciendo figurar los bulto® como con»
¡ teniendo armas, cuando era contrabando que luego ven-
dían en comercios de plaza, todo lo cual se comprobó
B perfectamente".
"Tengo la memoria muy bien ubi rada. Agrego «i aefifltf
Fernández Crespo: Supóngase que el legislador Erro di­
jera que el maestro equis ha robado en una escuela. Yo,
que soy maestro, no le puedo hacer una cuestión, porque
ha individualizado a quienes cometieron ese delito"
• Yo no puedo cometer el absurdo de decir que les
' Fuerzas Armadas o el Magisterio, o el Colegio de Aboza-
I dos cometen tales o cuales delitos genéricamente, porque
■ eso sería inelegante, muy grave y una verdadera estupi­
dez. A lo que me he referido ha sido al episodio de mili­
tares que. desgraciadamente, han empezado a torturar.
Como el señor Ministro sigue insistiendo «m el episodio de
Paso de los Toros le digo que él se quede con la versión
de los que torturaron v ,yo me quedo con la versión de
das conpañeros, C'henlo y Martínez Gaiünal, médico y
Miguel Santlni. edil del Departamento de Tacuarembó
quienes comprobaron en el cuerpo de Bals hematomas
;?rodurt<><. de la» torturas, cora qun ocurrió delante del
Coronel Parodi. Sí luego este Corone! dice que no, no le
podemos hacer decir que sí. El señor Ministro cree que
/ ¿a »’ejs-an Je las otkiaies <?s uuUntlca.
Entiendo que se equivoca, porque' la verdón auténtica
es la de nuestros compañeros que revisaron a la., tortu­
rados, Pero no sigamos con esta polémica. Simplemente,
para terminarla, quiero decir que nada tienen que ver las
Fuerza# Armadas como organización, con lo» oficíale» que
‘«orlaran
। IEn lo que llene que ver ron d oitu uwM,
que yo no había nombrado ai señor leñador Hierro Gam-
bardella. 23645 ’
13 1
 1 «g ><»>>*»> < 1

ri.^A: UHUÜUAY, I A i ' ’ !■;♦>. I KWO LMI »HkUU IbO.

teclón ih y 15 abril/')?2

'
' swkmi «m v~ ’»tó'Wtóuf
permanecido en Hala desde el comehwo de la sosten, en
| el día de ayer y hemos escuchado a todos loe compañe-
' ros, pero no hemos observado que né hiciera la defensa
¡ del régimen del señor Pacheco Areco que se nos había
I prometido, porque, seguramente, ha sido trasladada pata
el debate Intenso y extenso que el Senado realizará el
। próximo lunes,
!
Bl tuviera que definir, señor Presidente, en una frase
! todo lo que i>a.'a en el Uruguay, diría que casi todo está
corrompido. No me haría .solidarlo con la expresión de
un virio y entrañable amigo del Interior que ha compar­
tido toda e><ta extensa sesión, en el sentido de que aquí
hay mucha« rosas podrida«, Todo« sabemos que estos con­
ceptos pueden ser aplicables a una desgarrante realidad
nacionalr un pueblo poln^ado, em|x>brerjdo, desalentado,
sin horizonte« d« posibilidades, sin futuro, y una juven­
tud frustrada, sin destino.

«i esta realidad la hubiera tomado en su* manos,

con su cerebro magnífico, don Miguel de Unamuno, se-
(raramente, hubiera escrito la torunda adición de su li­
bro "Srn’im enU) trágico en la vida de los hombres y
de los puebtaar. porque este es el drama del Uruguay, un
país inmensamente rico y tremendamente empobrecido.
El que nace en ente país tendría que tener todas las rl-
quesas y laa comcxUdades y el Uruguay, pato vacio, sin
gemía, debería tenar en su territorio más de 1* millonea
de seres humano*. Sin embargo, somos apenas do» mi­
llones 750 mil y hemos perdido 10 kilómetros cuadrados
de superficie que nadie supo explicar» rasooablofloente.
dónde »e encuentran.

Pero, aún así, el pato es rico. K hombre de la calla,

el que tiene las angustias, el joven que puede vivir en
un hogar con comodidades económicas, siente las naeesK
dude« de su prójimo, hace de este problema una raa^
ubicación soidina y eorre tras al aufriastanto ajeno mmM
hí fuera un sentimiento proteo. 1
El país eu inmensamente rico y fácil seria probarte,
Tiene tierras aptas para cualquier Upo do cultiva tote
*1«Km piunarot (B^arroa roolWeron toduíu burttt di
ius compatriotas, y el arros ahora ae exporta; los pian«
tadores de tabaco en una zona como la de Santa Lucía,
por ejemplo, fueron devorados por el trust de Mallhos
hasta perder todfis sus esperanzas y sus ansias de seguir
plantando tabaco en el país. El país, ahora tiene girasol,
mientras que antes tenia que Importar aceite de España
y Portugal; y tiene lino y trigo, que ie da la posibilidad
de obtener un alimento cierto para su pueblo,
Pero algo lia pasado en el país. El Uruguay liberal
ha muerto. Por eso no acepto la expresión del “Uruguay
liberal” que en una intervención el señor legislador Rath
lanzó un poco en el aire, como apelando a un concepto
definitivamente extinguido en la rala y en la finalidad
del pueblo uruguayo.
Tenemos ese sector agrario desrorovisto, desalentado,
no supimos darle, por c templo. a toda 1a producción de
te ¡eona sur del departamento, los estímulos oue eran ne­
cesarios para hacer en esa zona, sólo en el sector de fru­
tas un grao sector de exportación
Y dejamos que la gente, a mi ten instamos a produ­
cir más, cuando lo hace y obtiene una cosecha abun­
dante, termine perdiéndola y ganando menos míe miando
taro cosechas más pobres, porque no tiene mercados in*
terna clona les.
En este tema del comercio exterior que esU también
un poco en la clave de nuestro empobrecimiento —hi
«ido verdad de antes, y lo «erá por siemnre— debemos
expresar que ese comercio erirrlnr está totalmente ena­
jenado. De ahi que no es un slmnle siovan la posibilidad
de nacionalizarlo. Para esto, debemos contar ron un efi­
ciente Servido Exterior que no tenemos. Es un servicio
con grandes corronrIones. Sólo con haber oído al eom-
pafíero. senador MlcheHnt. en Ja Comisión de Asuntos In­
ternacionales probar que hav funcionarios ou* en 18 de
Julio v Cuarehn cobran cuatro o el neo mil dólares tri­
mestrales —y «a les muca en dólares-- y mía hav quien
gana más de un millón doscientos mil pesos mensualM
•iv«w Ministerio, también en 18 y Duaratm, tendríamos
tm «lira panorama da esta ««inte,
8« evidente que en momentos en que mucha gente
nó ronslrue dólares para nada, o míe no pueda retirar
los dóitres que llegaron al Banco Renñtellea desde el vx-
terior, ocurren estas cosas en el Servicio Exterior.
Éste tiene míe ser absolutamente esmWado y la rente
que va al exterior debe tener la capacitación, la honra­
dez y la dinámica capas de traerle al país mercados que
«e pueden conseguir en el exterior.
Tódo esto se da bato el azote de una deuda externa,
que fue la polittea permanente de dantos eoblcrnn« míe
creyendo míe estirando la mano resolvían los problemas
del psto, lo han también empobrecido.
Y yo me he preguntado una. dos y cien veowa cómo
va a na^ar el Urutuav, a f>n de año. M» de ?ao millo-
ne:i de dólares míe debe sólo por el servido de intereses
con 16 deuda con el exterior.
Estamos ahora un poco como en el área económica
da la Argentina: un día una devaluación, a lo« 15 ó jo
la minldevaluarlón, va hov el dólar está a * 0M). En el
mercado paralelo con el mercado negro m cotiza a pe­
sos 11 «0 o | 1.800.
Eme es un síntoma de empobrecimiento de un país
íleo, l’o he dicho, mucha» veces, que esta Re^áhUrq m
es nonme tiene uranio, manganeso, hierro en Va’entlnes
y Zwmtrav y, también, petróleo en nuestra plataforma
rowdlwmtat del Rln da la Plata. ¿Por qué no xe ha ex­
traído todo esto? Pormiq hace *0 años que el Uruguay
ya no tiene petróleo por los grande» intara««« del trust
tiiternuctonal ¿Per qué no tiene si abastecimiento de
asúoaa? Por el poder tremendo «me ha tenido siempre,
hasta en las relaciones poUÜcaa, * empresa Rausa. que
4.
, •« sé afto. te * á M ie mueren en este jxus, que leu-
/ asé
l,ta _
oonstffü« WW ftW U B én«¿t¿ál- ”
timos aumentos cuando él precio del azúcar saltó da*.-*
* 100 a * 130 y de esta cifra a * 145. El remolachero con- .
siguió un precio de $ 6,500 o *6.504 por tonelada miando 1
pedia, por lo menos, * 7.000 con pago a (orto plazo p'-a
no mantener restos para cobrar de cosecha en cosecha, j
8e ha desatentado a los trabajadores den campo. Esto .
produce, entonces, una huida permanente de te gente |
joven de esc ambiente buscando en la ciudad la ilusión :
de un trabajo o de una ocupación que, por lo general,
no consigue, porque todos los días se cierra, una fabrica ,
o un comercio y no tiene posibilidades do aplicar sus
brazos útiles.
Digo algo mée profundo. Ese hombre que llega a la
ciudad, que golj>ea las puertas de las fábricas o del co­
mercio, que busca recomendaciones y termina por no en­
contrar ninguna ubicación, ¿a dónde va? Va a la poli­
cía o al Ejército. En el Regimiento conslguo, por lo me­
nos una casa, comida, aunque sea mala ropa y un sueldo,
aunque precaria
El señor Ministro sabe - no tengo ninguna dnda de
que debe conocerlo— que la inmensa mayoría de los que
están en los Regimiento« de Montevideo, proceden del
Interior. Ese hombre que ha perdido la fi en muchas
ooras, que está-quebrado mora'menta, recibe órdenes que
no son las de ayudar a su país sino, esencialmente, las
de reprimir a quienes, en el fondo, son hombres y muje- I
res del pueblo como ellos.
Be va errando, entonces, el desalentó, en un país
rko. Repito el concepto ixnque durante muchos años,
equivocadamente, se situaba al Uruguay como un país
|M>bre y por esa razón se solicitaban préstamos al ex­
terior.
Recuerdo una figura que está muy por melma ds |
discusión de todo« los grupos políticos, que es la de don I
tali» Alberto de Herrera, que cada vez que se planteaba
un empréstito eon ei extranjero ponía todii su furia de
sus articulo« más ardiente* en su diario “Ei Debate” para
combatir lo qua para él iba a ser el encadenamiento dal
pal». Dijo una ves, cuando se votaba un empréstito en
•I Parlamento que ése era una reja más quu se agregaba,
para que un día Iterara ia prialhn defhtitivh da todo« loén
orientales a lo« interra«* ex»ran>»ros. 81 en algo no tren-
tA rete ciudadano fue en política exterior ossi estos con- '
raptor Habré realizado acuerdos en política Interna en ’
que podrían ser rechazados o no, eritlcadcs o no; pero
en lo que fue realmente duro, era en la permanencia de
Uruguay como Uruguay y contra todo intento de inte-
resra extranjero« de violar nuestra soberanía y hacemos
perder la ringularlasclón de esta tierra, como noi» ha
pasado ahora, por truchas palabras que M usen., Tene­
mos una economía anonadada, cate aaobladli por la fuer­
za dialéctica de los que sestienen del lado doi oficia­
lismo que tenemos una clase media poderosa
El señnr legislador Rath vohrtó a repetir esta tegl
repto que va hemna escuchado en la Comisión da Corm
i luición y Legislación del Senado, mam jando una
de fi.16 % -ai no anoté mal— para te clrau media. Dtji
<iue esta clase media poderora mantente un régimen
momifico que tiene como esencia y contenido fundnflMMM
tal la de dar posloilldadre a todos toe atadudu»«. 1
Beguramente olvidó que estos datos sofl e«ie»tocMa|J
',ue ron ancianos. Evidente: ite©«», per io menai 18 M
13 nños. porque si hay ateo que se ha ido <|rspsrt«ffandi»f
en el país, es la etase medte j
SEÑOR RATH. - No apoyado |
íIEñoh ERRO l> ubi qus las protebiM que meRte
cionub:» r| señor levhl«td«»r Rath los «tros días inclu»!
so declaro que me sentí mucho más vigoroso-- evidente#1!
mente, no son las que e¿tán al alcance de nuestro puebtotl
porque veo la miseria, la desnutrición, la muerte, ata,
cosa que él puads percibir mejor por su profesión.
Ha toldó oon tni euriovidad habitual, informes mé-
dtew «obre te qua para m el norte del P«ti. Se esUn
mwiiKMfc» matara» desnutrida«. Da cien niños que nacen
dría envraar a tactos ss»i habitan ira sánenla o pg*
tot 0^'^
Digo, entonces, que si las proteina«
! 8F.ÑOR BfcRO — Be me ocurre, safio? sanador, qiM
i ti clase media baja, corno usted ahora quiere evitar. Aae-
1 más, no puede adjudicarme una filosofía pesimista, por*-
i que he «ido optimista siempre. Por eso estoy sentado
! aquí Tan optimista soy que creo que las posibilidades de
este movimiento en el que estamos Inmerso»; de lo cen­
trarlo, no estaría acá. Pero una cosa ea ti optimismo y
otra ln realidad del país.
Kl señor tagtaladnr no puedo confundir esos datos que
' lomo con reservas, porque no me podrá convencer cuan-*
! do tno habla de las estadísticas de la Pao —de la mayo**
ría de cuyos técnicos tengo una pobre impresión— da
; que no se trata de la peor burocracia internacional que
drve para bojiugar a loa pueblos.

He visto gente muy noble, muy bien, ubicada, hasta

.revoluciona llámente ui lckd i ¡tero cuando cayeron en la
oh roe i ida do la FAO, i us ideas revolucionarias desapare­
cieron y están en otra edición cuyo nombre no conoaco.
iBon kM funcionarios nn lor pagos y que más mal la hacen j
a los paisas Jatlm>americano»| con tas excepciones.
Termino para que me contesta. Agregando a esto, la
escuché a] señor senador decir que no hay hambre en 41
psua I.'i expresó con profundo sentido humano y además
ron-»»n<ído de lo que decía; pero señalo que basta reco­
rrer barri<-i de Montevideo, ir al interior, recorrerlo y M
abf no hay hambre, la han cambiado ¡a terminología.

Eb decir, hambre hay en el país y en barrios enteros

de Montevideo. La hay a 3 ó 8 kilómetros de Montevideo.
iCómo nj va a haber hambre! No podría u*ted sostener
una polémica pública, tratando usted de demostrar que
no hay hambre y yo que ai la hay. Seguramente ese audi­
torio, que podría ser de las más dtstlntaui filosofías y posi­
ciones políticas, terminarla dándome la razón. Ño hay
Mlimrntos ni aún para cutan puede adquiridos, seftol le­
gislador Hath. El desatauiecnnknto de la plaza. es tr>-B
mondo Y no me voy a poner rn una po íción doméstica de I
nombrarle 5 ó 6 artículos que no se encuentran ni con di­
nero en la mano. Ehq lo sabe cualquier ama de casa, puse
Mil) pilas los mejoras Ministros de Economía y Finanzas
oue tiene el pita. Es la que conoce mejor los precios, las
fluctuaciones, la e Reculación. Asi. he dicho en alguna
oportunidad quo un ejército de amas de casa serian las
mejore,s comba tinenta» do ta especulación en un pata.
Esto as verdad. Además. si nosotros pusiéramos sobre
la bh’mi la primera edición de "Orografía del Hambre* de ।
Jo.su/- dn cnwtro. leyéramos ntaunos de sus pasajes y luego ■
su última edición, quedaríamos todo« horrorizados que el ’
Brasil, <iuo en mi monilrun eron- mico por su inmensa ri­
queza del Arna/ionus, tiene un Noidoste tremendamente
rntaerable. Además, «I pu; aguayo, señor senador Rath
— usted qu<* sigue tanto los ♦».*tudios de las Nactanr-i Uni­
da/,— es el único r;er humano en América Latina que ha
disminuido de estatura. A través da varias generacional I
se disminuye de estatura por la mala alimentación. Este |
no lo invento, sino que lo expreso a través de un largo es- |
ludio realizado por un grupo de sootólogos de distinta J
países de Latinoamérica, que no eran enemigos, eran in*
vestigaJorea ruxus. U*t«’d sabe que un inveatigador pura
liegnra a votar si lo obligan, pero «U por snctaML pMk ¡
neajmio la política económica de cada paÍA

Estas son realidades le Mih** *^0**^* , <

El Uruguay liberal a que usted se refirió y que ys
digo que lia muerto y el error iátUórieo es de algonej;
colegas de la Cámara que stguon apegados a él, como q«dea;
cree que tomándose de U cola del avión llegará el móA
mentó que en el aire pueda itagar a sfcntaurse «n la eabUMH
cusa que »abemos es imper/ule parque se va a
en determinado momento. Lrto es xataana <■ I
Yo lo (talo a usted mn su convencimiento estadistM* 1
Yo no rico »«n S'hs »'«l olihtb'HS No creo en las nuestra m
i'ttl MliiHt’u (Ir IntlnMr l<l V TI»I»h|o v iiqul hay r*prr|| *1
lint ■<*; </(»'■ Mtbrn olí»- ni un Minh.tio <lh e <pie I? h:i<an un ll
e.»tadí-tlca que chunues»'«» que Ja vida subió un 3 X- e>|
mano, se la hacen en 48 horas, y at le dicen que exprc^J
que'subió un OI), también hi confeccionan Lo mismo
ocurre ni tiene Interés en un 8 ó 0%

Dé, manera que no hay estadísticas en serio y el pata

no las tiene Por cunstautante, ye no puedo recoger esta-
dísttagM hechas por buró'ratas intemarlomtas .me no me
W pi /pó-.jlo *< gbwth|l«mrnte distinto q|
qué <tane convocar, en determinado momento, A Vidas loe,
uruguayo«
23 54?
 bu

liKfíoft UtflO. VW t cometer, pionco, cam w **a-

cOo, porque discutir coh alguien que es un técnico, ¡
lo puede ser: pero veo también que el señor Ministro del ;
sor abogado discute con ellos Uno aquí, entonces, apren- l
de cosas que lo orientan a in^ursiomr en terreno prohibí- ’
do
Cuando el ‘■cftor legislador Rnth, impactantcmente
le dke a la A’nmblca General que h«y 220 o 230 tuber­
culosa. d?bu decir qu-» estuve leyendo ™sa estadística por- :
qu*«, repito lento curiosidad por la lectura Recibí el bo- ?
letin y entienda que ruando ukuien ñus envía trabajos.;
Un importantes, el legHad^ llene la obligación de teey-.^

1 Lo he leído, entonte*, y he mercado alfuxm co/ai rj

, he visto que enm 320 tne part i d que en JíTTO, drApUfo
fue b'ilando en la cantidad de enfermos: pero no teridrio
que haber un tuberculoso en el pala. El señor leRlsladá«
tenará que admitir - y aquí viene mi in ursion sacrilega
* gii— lo que ton sentido común yo pienso do que hay mu-j
I chqs <|.\»giis muy Importantes que, desde luego curan a loa I
i que antes ¿e morían. j
I .s como si u ted me dijeja mañana, qué país hermoso e‘ !
I r"iit iia\.qm' le’iz mi pt¡ |,|o. ponpu' por cR-mplo. en el pro- ;
i i'ina de la • ífi'is hrinti, atlelanf ado trena ndainentr. Ciato,
; । lo* HA <• '.l i .id •? e ; y <l< .»ruin I I n es le han «Ítalo, tai ib •
Lien. e>a imagen ¡il Uruguay.
Vo , i r > que ii > p ■..'rni'K mic.h <1 I under >pie ba la de
tu’ irub^m. la nnirliiM a <le <p:<« el país e tñ nadando en
la .»indimela l^or el r mirarlo. ere» «pie el pids xe e*dá
e-lro’l indù i’oija «' -’!*„!> porque no ti.i»c agua, para po
d»’í, incluso. £»JírTu?nl*í> e
E* id revés. Yo sm, tengo, entonces, que hay hambre en
el pal«, y el ncñor wmudpr Rath que qs ipuy cuidadoso
, w puUbm, desh-só, aunque no en formú tajante, la
dé que el Uruguay también llene tWsucupaclún.
I\ ro, m-Ji *r M'tytdoi ¡ tienp m¿kí< de 350000 dencuMipu
y tiene, también, s<’míd<”a)rupn<V»i», que c* p<nte q’»e tr>’ba,
7 il M ni Id i on«trnc< lón o ao’jkdk’t que e ‘ím «»n
Si-guio d • Paro, que wrilisf > »'de* * w MK
pah ii”fvo, do. m’l'orwo y w»‘.» de habita ¡riten, ter^S«
M5()fX»0 d”soc'ip;id<»H'’ F*o demuestra que rm hay fuentón
de trabajó y que se ck'iru las achín le*.

13 5 • à
 Y, esto, ¿ por qué? Porque no hay una política de Cto»
bierno que tiendo .i crear fuente# de trabajo. SI #e crearan
esas fventes de trabajo. el m’ñor Ruth no tendría ratees i tted
de, en cada legislatura, promover la designación de Comi­
siones Investigadora# ¡«ira estudiar las razone# do la eva­
sión de ki# técnicos del país
Es claro, entonces, que .se rvrunorv que hay una gran
desocupación, desocupación masiva que trac intianqullidad.
Pienso, además, que hay nvi'hn rntranqollldud en este
país |K>n|ii<< hay gente tic tfti y de 1’5 aft.>■: que sufren <k’-.mw»
alo# nervios««. R' lwi»‘o cuta pregunta al «í-ñor senador Rail»,
l>ara quo mr >•» conteste incluso romo técnico, de cuánta
gente joven está jiadrcienda esos desúncelos nerviosos. Y
eso, ¿a qué «e debe? A ¡a IntranqiiiHdnd, a la ausencia do
posibilidades de trabajo. Es por lu necesidad do aplicar su«
brazos úlücs.
Pnr ejemplo, en Ib Universidad del Trabajo, cuando los
egresado« «a.cn mn «w fiipJom:i<i d? técuic »«, do mecánico»,
de tomen«, de carpinteros o e'evtrirl ¿dóndA encuen­
tran trabajo’ En ninguna tairte. Y. entonces, ¿qué or-mro en
ios hogar«#? Que el «acrlficín <p»' hirieron y el dinero que
gastaron <»n enmurar h<T>'¡'mientas, pormw» la Univvr»i«lad
no tiene los recursos necesario# para btindar todo rt íns-
trumental a sus alumnos, - yo creo que hay que darle lo
que sea m rosario, |n díte vi otro din réntete tino n te Sa’a
de la Comisión del Senado, vi Ingeniero Ponadés- • resulta
estéril, porque cMimamus que ho h iy fuente# de ti abajo,
ni posibilidades y. entonces, el jad# entero está en crisis.
El pal» está enfermo, y aunque Untes lo« enfermos pue­
den cuidarse y volverse rozagantes por medio de tu íit.n-
miento«, yo creo qu- a ri’tiMro país. ’ ;v » vinu- t u límente
-y en este- tendrá q’jr r mvrnlr pmirl-'u el ^it^r *”n.»«Vr
R»th no M- le ¿*pte-*r un tT»'*tg.«n*oto ruwiqijtm»
o r«taptomin 't r«w*i|H irmrtmyde*, Hno i mumí-* el
bisturí y Mprt a fondo, pnra tacar tuite lo q 10 de Inter , |-'»n
tiene el nmrpn wfal del pal», n fin de devulVMle til hntn*
hre uvuifuAjo trnto In que U lum quitado y inmhléa «.lev-4-
verte la esperanza en el futuro qué hoy lia jietdkte.
Me torré el trate« 10 de hacer copiar todo« k># dhcm**
del ex-Presi lente, Pacheco Aiw». En todo* e«,b»s <H«cur*e>
hay más amenazn# que hi Iim Iomc# que, desembocan, natural*
mente, en wl<> oue ratainn# viia ndit hoy. lugo «me hi » >m»
br» riel sefu - Pacheco Arreo mata por -mIm Sida, r*4á ca­
minando ¡«<r t< A. y c u es íu idroir. ¡«arpie en o >I.| ic|>|<»i¡n
tremenda. están sus alcas, y ruar-R «.<• cnt r<* ,let 1 p' ul' i'do
O”l0 l is hcchni' d<> h.»v, luirá una tiesta c’i» mh amigos idlá
-o M-Jr.-d y una firda maride rm» P«ím Ja retir qur» ha
,'g.nazlo. Yo ni creí, y no divo i'Mu r »1 el A'nni i d • intro­
ducir un temí que n«» Iwiwn que «II-cutir abura, d'i-i el
lurtes en ei Sí-nado, en la ¡«»hr»-/.« riel «riter Iterte-ro Arer*»
Cnm mi», un xmjp. se Iwe la demagogia de ia |m>Í»i«*zm. A «í
loa pobres del Ulug'iay I*» /ue^wn él, v c«t<»v ‘ecmiur
que esUnian «•'».jé* mejores cono*ames ,.fo» vida y yo 1« m-e-
rum « este C.t<n<o. o w no tendda (R ocuparme del ¡»o
blema del hantb/p V mucha# oirá# cosa# que afligen *»1
purMo tirugiMg/p,
Ya tx«TUí j#rt*>t unLao-dcntes ¡mu-h m*ntfe*tjar que «M ¡o
m*le» fcacaaJ®» «úaten. y qw Urr.4áén «-.um»« opí» ircrtMtnikt
r-xY'ffKiAri en el país. Y ext* cornqs í/»n, en *4 peí», no ¡o
inventó el aefair servidor Erro, qu» harto n»t< riw haber
denunciado ñ'rvgiilutídndo*, que lar pedida |r>
vestigH<lnrn», que he pautarlo mi ganranUi y m»e m ^ha» ve­
res pude haberme hecha odiar f»or naithut» h /mbrr*. nepre»
tentativo# - y v#to entre c<hhUU» - »ir 1« vida u'ddktw, de-
nunchindo ron documento# su» rurr, («.'í'jn*OL N*-» e*t4 PrVM
el éjcmtilo de Jo que posó en la l-er >l«h;re »««»arla m» qiip
hubo Ministros que tuvieron que ir«e ,**'4' raer»impido», QUC
numetaban fartorv# fundaméntele# de le vida del pal#
E«t»« no twin natebrae mte». Yo le «mí») te dewesba ...pte»
usar un término militar y |jonr*wM O*d teftea» y dmt
ambiente que e«U»rno» rivtenrio- at «* hthtertm 4* Eenwn*
mía y Finanzai, doctor Carkwt Mario FJeitea. quien »m 1«
Cámara de Representantes, diirr ntiá», hizo una dtoHMrlófl
contó nadie y no viene a traer una ttfM tmttfta • porqué
quiera hacer mal h alguien. El «lenundó, I reluso algo an?
cuanto a la AI.ALC y esto me interesa destacarlo.
Ya lo decia ei comtjañero Trios; cuando en este mismo
iccinto sv trató d tema de ALALC, tros o cuatro compa­
ñeros de la época, aquí en Cámiua, tuvimos que estar Iw>-
«os trabajando en la eusu inza de convencer a los compahe<
ra«, en una fórmula sencilla, de que la ALAIX? era una
gran maniobra, de los grande« intereses económici»-* latí
luuunei IniiHK, ¡girn juntar h»< ve-momias laliiMMunritcnnua, I
y dcvoimluM con mayor tacükiml |
Llei'amm. u <i«ir, incluso, que era uih» do ios grai^'vs I
munojHdio« iwhtvamericaníw, y esto tuc sabiamente dicho»
¡s»r un hombre que estuvo presente en la Conferencia de |
Punta del Ente, que fue la avanzada del ¡tenaamiento de los .
gnlx'rmmtP’í norteamericanos. Me refiero a Saúl Ixms. El ¡;
I rain un librito que yo pub’itpié luego en mi pequeña cdl-
t.urtid denunciando ¡1 mani< bra. ¡Muque, Al’endv. presidente
del Senado chilmx». v no pretendo con etd<» imrrnn’iite cr
. t nrnb'cm't rhd;ra« ~ derunendu» que en un documento c'm*
fidencbd m»e *q!o k» hdilti finido un sus maten el Presi-
dcn’e F’ oi v éb c >m » !*• •• .ideóte de >a A:samb'»a Gene/aL
xc \plí’< la maniobra tic k» mimniistM americanos, en I*.
expr^Món <’c miicn he nombrada ahur# que venia o>n» > Pri­
mor Mlnl-dro Agonfos ljuirvuimct¡canos en 1# C’-ifctm-
ría <’<■ f’iiot t di-i Este ’’n cm- d->c'imvntn, a-eifuraha eme
en 1975 -.c ec-rabn <4 <'r’n v mi’, prácticamente, quedaria-
nv»s <’r«m«'d v- v ,|n t> <■ »blbdiidR de exentar nt’i’sl’-«« pro- 1
¡•bis rio"»»/ ’ F1 ln drvv, :> la inversa, dándonos n entender
<P»p rut-e 1975 y 19M0, *c iba a pndsjcij 1» integrMelón latí-'
n«utnrriratMi.
ALAI/* 'UM ía en -»«te l*ntLiwtié» r*»nio la »déla ,te ima
».»-.ir r» Vi <'t‘
Intr^rerlAn vr uw'aidi’# In^lfvmmeik
r». rfrdUirti'e. <»»j g'(- r» minwnl'i. V rar--’i’i”im> exae»-».
neuite ft-lrdnt J^t» <•»'<>,.p,., fpir. (,nn |utr- -ru, n m <h- (
dc-w«'’’x*rnnras cnierHvi»« latino meriespas, ¡«ara qür ei Im
petln w» nytrtera dé todo te
.«Rito* VAÍKX>N<>:UAM — Ibn hn M ’
1
ttf'MOH FMftO i» Y ’«ted «dte euét fw mi
¡«Hilrión t«<é aqtd todavía. m»mtro aoMqmftmli
Marilnnt (Sadlnal.
HFtíOH VASCONCIdLUM. — Yo rar^ntaha te f«dwi fl
»■re« pm- ha» etn. «i no e*t*w mal tefonmada, fwmqtw «n «M0
ah-»« ei »en >r »e-voLv inimMa el Paitido Nacional, y Itéi^
q U -n l’vvó «detente este asunte. 1
S> -Oí >11 ERRO. Si, seftor wtwtor. I’tted «•
muí ■ {<uilm>o
‘ I ItJnj idurj 1
Y <• »! > n • I » <hu<. <«'■,. m' i iiw rn broma A«l»* nA<
■ h|ic r| -yñ >r •i'iiifl'ir el ir -a-lo v te run^ider.u kvti que
siempre le tuve, que no en de ahora
M<» alc- rn muehn m»o tintad hava traMo rs > rrr”«»rdo
lM»moa n-c permite terminar el otro episodio con una frase
9 mil mlll<wa de dó’nre« les quitaron )■>« mirle >m-*r|f» re
<l tes re momia* ’.'i’l'vnm'rhev;enu» Une irudo a I- d.»*
esiiat mtebln* 0 Inrlmm al ner*tn»‘ y Av*t*’»E- iva tuertan
Ift'l A 'VI rnl’tenc* dAlnn»«. me h-n* ar inter. n -»qorí
de F*l«rd«1»n del Carneo, q-tc hhrn una ¡rmodia ’el
Fwu*ia de ébw»ih* e*a maréete'»«* ohrn -te te hiwU’k»
»•nhe»r«4»l. 1¿» otma «a -tetes rn el tr-u»v» C-»i»sn Y —i »t,-», »-
rftlwfo momento almtíen pa«« el ¡virt-V» dr un terdln ti y *’
«m H tertellte, corta una« fiare*, «rr'i ’»n reúno, h« « el
timbre y 1c 'drerr te-» misma« flores t-te ella
Elhai h*st r-'h'-n t'»do lo «ur tersemos v de«n»»é< nos <i#n
lü, H é an mdkme« mw hiero vamne a dewdvrrte Ea come
« wf-*»rter» a nitíen w te fte un nádate de t»n mira míe at
áMMk*a*ym *r» hwwa jorntd» parlMMmUria «*• i«l
apnntatomiante.
Item iMn cunta darte el «edut Irglrttaioié Vascots-eilt a,
6 .4 t 5 ■'
 Nacional, irreversible, rom«» son toda« mía decisiones. Y con
esto no quiero molestar a nadie, porque, aquí, tengo muy
buenos amigos con los cuales mantengo mi amistad.
Digo que rni ruptura fue para siempre porque le advertí
al Partido Nacional que ruando ha llegado al poder comete
el primer error; **) de no seguir con su línea nntí-imperiaHMa.
Herrera tuvo para enfrentar al imperio norteamericano la
fiereza del criollo, criollo del que dicen muchas veres ni*
gunos que «•« un harapán. que so sienta debelo del ombú
a tomar mato o alo ron su caballito criollo, cosas que ya
t'tm’HM'o puede b ircr hoy. Pero el criollo tiene guaueza.
'»•míe v decisión, v ¡x»r eso, en esta hora sombría en el
’al”, h»i de ser «Vil también. para lo que yo be llamado, cu
tn iMw|uefto trabajo que he publicado y que no voy a leer
porque yo no me manejo con vanidades, rcnflrmarlór
del ser nacional”
Ahí C'ítA mi rrmrrpto 5' la réplica, cuando senadores y
diputados tintan d* ínloriarme desde mu prensa o anuí, di)
pie yo b ien |<i apoioch» de la violencia. Hoy se me dlln por
i»! «rfinr IrH'-’ador Costan/o, jdgn ’noy grave, que no quise
contestarlo en esc mamerto, y lo boro ahora, con meno«
f»a«lón. ciulzA”, mra no urovoenr Irrldrr’es qoe jMidieran
■'ncm- creer h”ó vcnHw aquí a obstaculizar lo que la mayo-
Ha ya tiene dispuesto
El schor |<pNhidor Co’dnnzo llegó a »ierir en esta «ala:
usted Iniipia a )<»< ml’itmes, y eso no <-s verdad. Agregó,
ruó yo hrirl । 1,1 n|iolo"lfi del terrorismo »» otras C'M«h, (pie
sal>e oi’r lamnoco sop ciertas, en el sentid») que él le dio a
la vxpr»" íón. Ademé”, 1’c’ó a decirme en una nmcnnzn, de
ln que lo ii¡i»’o ir!.ponsab’c por lo qoe ma tmcd'i pasar en
l|l calle, de ahora cu adelanto, míe los mlUtnrrs in~ iban
a hierni' e a js»”i’itir. no sé hnsf.i cuándo. Insinuó, lncl”sn,
Oras r’oV's <• »»itri mi imrsouH v recibí, media hora dos-
p iók que él habló do» amenazas telefónicas.
¿A dónde se quiere llegar conmigo? Qu< se diga ron cln-
ridad. porque <M<<y dispuesto a jugarme ron cualquiera que
et té en esta &ala, en d terreno y b la honi que quiera, ya
que anuí no vamos » darnos de guapos, r» ando es imwe-
«* rin. No mteAo sdrrdtir qiw bava «Ho, MiCfUlera. una Infc’iz
esywe^m. comí» 4 vera* I* be tokr->íV» ni »«ñor MlnHn> do
Osfcnu» Nncionnl, que time un T#X!O dlflmtltad, para
aHcorgr mt vensamltmi» — no ln mnlostn ron cuto, no es peyó»
ti divo— rorquo uTotione de un hombro (ortnjuln, oue ha
, sido Pro«ldent • de la CAmara, que es Conrnrt, que, •demás,
j e» sonador, por lo n»e no n»»Me contestArme en ese km-
| giaio, ni tiene derecho n hacerlo. Yo minea le dJrif» • un
I <M>niidor sem<»ianfp enormidad y yo rec'ifi '«»•« palabroa, en
। d verdadero sentido
I Do míi ñera, que sefV»r Presidente. rtwfMKd» a estro h»
ehns, wwis caminT’éo n.in» cotetrlemn» pe«n no cow »«"na.
ntizas < '> ¡"da ni'.tpjplvza. Aoul. nunca atm- >?'> n r se;
djzn mi- idi’ ts, como rs mi temperamento vi/»b«nto. con f'».*.’r-
za v con viror, ti; tiendo, a veces, proble - is muy acrlro
I ron (-»»rnp'irirros dr ln ('íniiiin, i»ero c” > «»ntA en <*í Juego
I ásH'ro dr ln r<>mr»nriHa, Cndn uno tir io mu lenguale. Hay
‘ pirenes hnblnn din’onj/d lenmrntr, oh»»s nos rxpreMamog ron
vis'ón n ñs dít'-ri < <!<• las cosas, ncortnndo, fldrmAi», 1;»« día»
' íancifiH y bis rst;idi>r; l;M¿>ricos, hai-á-ndo síntesis de mucha»
roaci d< Jas que podríamos hablar durante hora«.
í Pw| como no quiero que la p i<>» desborde la 1 «’•-puesta
| quf meé re el eertor h'ghlndor V» < »>nrrll«H, <l«»lx« exprranr
que uhlí’rnnezó la ruptura ron mi Partido Nacional, al «pie
■ quite e®irafiablrmcnte, fundainerd. ’r ente, por encima do
í todo, « «m hombro del que sigo t-.vyendo que «n historia
no ha «iio eatudúMla a fondo ¡mr ningún historiador del
puiis porque tuvo un« tremenda vigencia en Ja Nación.
t Vro con Htwgriu, a v««*,- en la Biblioteca Nacional a
muchachos de 20 o 22 nho* pedir «um obra», las quo croo,
que el af n que vkne, «¡1 eoiwáirw lo« 10C «Óos do su nací»
mk nto, el f’<«riami oto trodré qt»e rot’ «r El legislador
fi'M'ha Ir .-u taw t- « exa jr en ri Senada existe una ini­
ciativa, «! revert». Ei |nd« iswterv «Mm* roronnror roas
ibraa agótala«, qug m« i* obtura viva « Mica
MOCEADO
Aquel hombre que no traagA IWMi, qué le <ijo «Mk* ¡
ier Miller, cuando ia guerra de Coreo, que esos coreano» i
del norte, para él eran como Artigas, imitándolo a que se ।
fuera de su cu.ui; aquel hombre que en la calle Lnrrañuga |
ejercía un rectorado usual, fue visitado por el gobierno, I
porque aún |x>r encima del gobernante legitimo, no discuto, |
el que venia del extranjero, gustaba concurrir a su casa, del
inmediato. ¡
Aquel hombre que en el Consejo Nacloni l de Gobierno,
en la« hora« «>n que Aramburu estaba cnsan^iswUndnse,
fusilando al «miro de Rojas, el General Valle, es \botado
por su hija, ¡soque él expresó en el Consejo: ye» no voto
honore* oficíale« a Avamburu y me retiro del Consejo
Esos episodios ¡ion para la vida de l-atinoamérica. y tia-
nan que sutr revisados en el Uruguay.
Pero, señores, si hablarnos del gaucho y ni sabemoa lo
que c«; no salietno. de sus eUnbeni¿, de su montura, da
mu golilla, de mm trotas, de su revenqué En el gaucho hay,
casd. díria yo. menos de Ja mitad que es criollo y es uruguayo.
Lo que acurro r. que i’uvgo su in»lom.tez y su coraje lo
fueron íncoi ¡arando a eatna tierra» de vaheuü»«.
Cómprenla, ( * * ' #, seftor leghlad'or Va«roricelloi mi
¡rasión |x>f «q» d hombre en el evaí ¡míe tremendo afecto
y carlAo, a! que ruinen pedf nada, ten®» el orgullo de de­
cirlo - no nioltwto a ninguno <1« lo# qug e»*tán acá, Q'ét
¡«erteneren a! Partido Nacional - sino qua iba a discutir*
ríe cosa» do historia.
Recuerdo que yo estaba haciendo un trabajo ani>ro lo»
errores de Urqiúza y él me dijo algo que fue une lección
admirable; no discuta eon laa estatúan, atropelle contra^
ellas, |K»ra destrozarlas (virque siempre puedan cuota« útilee;
para decir
Nunca ful n pedit mula y rompí por eso, porque vi lg-
cntivga a Ini» rc«w que siemnre habhmvM combatido, desdé
la juventud, y n<» par coincidencia, hhculpen esta aprecia*
clón ¡tersunal. I».h M'ñnrt^ Icgi ladores Chenlo y Mariíneir
GiilHonl y <tfnn c-»» p n.»ros que integraban las vlg'»roiia« ,
Hjventf'rlrs he» »f-r ¡\i -* <p e ¡ochaban roitra ImIo y salieron
n la r;djp, cu 1<V!»1, drfrr.d>ndo a la Goíih<ma|a quo l|l CIA
y Iojí nortrom' i lc¡»nf>H hablan deshecho
En Herrera se daban todat las virt :de« de Ja raza, de
la eMirpe oriental, que no era capaz d? rea'izar un acto que
pudiera enajenar su soberanía, y aquí e.itamox tratando de
cumplir.
Txwt compañeros del Frente Amplio saben que j\> he
mencionado a Herrera en las tribunas y no le ? ha molestado.
Pero, rigua Ja historia. Un día, me •ncuentrn ron el f
Mb»t«tro Arrinl --yo no lo rorocí« - quien le pre enfn al |
PariMo la panacea de los problemas ro< róndeos v l -nr.a'
su Harpada Reform » Cimblnrla y Monetaria en la sedón I
<W 12 0 13 da aetlembn!» da 1959. j
Dije «i»*« aqwlta refbrma iba a traer a ruina del psh.
y que ninvun« reforma cambiarla y monetaria sirve si no
está precedida Óé un groa plan de desaíro lio económico.
Al «»!vertir esto, «e me reprocha, a« me «acude violentamente,
en forma dialéctica y cnal no
Yo ful Ministro da fttdustrlir y TrahaY; dttrwfe W twtó
»es y creo <iue duré demasiado, de «ruerdn a nrf tempet|||
monto- y combatí n Hs c-»pec’dadores, h’cfwndo contra ellljn
y cHos on dinero y fuerza' y me dijeron que me flaÍM
a destrozar y n sacar íx> lograron, pero dándome la nw»jM
condecoración do todíi mi vida ¡xiUtica, lo quo sugetHÓ UK
H (D ubrll de l!H»O
tlnn noche <’»<•«> que con esto no molesto a nadie, en
la distancia, y nsl contato como «e merecen el señor legis­
lador y Ih Á«amblen General— viendo que aquello estaba
jierílldo, <iuo todo c»<o íha a salir, vine a jugar la últinat
cartñ, para ím>>»xlirlo, romo otras veces h’ché, para que ntk
hirieron rnnveimariones, ron aquel embalador m<taamé^
ricano, rn l^maaui, con v»te M*fr'r. que ahora «tóé datráttj
- «unrur . ir irr<«/ . i H » ■'............
3
 ! de Bordaberry, como una sombra^ que e* una maldición ■
I pata la economía del país, y cuyo nombre no quiero ciar, ;
¡Maque no debo hacerlo. Solo iu«<i que .se firma, a veros,
con JJG. Fueron los internos enemigos de Herrera, loa mis*
mos que disfrutando de su nombra augusta hicieron lo que
hicieron contra el país. Hoy, cslún de pie y tengo que pen*
, sar que cstAn apuntalando a Bordaberry, lo que seré íu-
nesto para la vida de la Nación.
Entonces, me vine a la Cámara —tengo como testigo
el señor legislador Martínez Gallina)—, conversé con él,
que hombre inteligente, médico brillante, recibido con
la mejor juventud de ia 1*acuitad, que siente inmenso carino
por la tierra (le gusta más la tierra que el ejercicio tic su .
profesión, porque tul vez en aquélla ve tnenoft cosas que
mo'están) (no m? pongan nerviosos loe médicos u causa de
cwitr» actúan, a veces, en el país) y se sintió constreñido y
cor gii.ii problema, estimando. q/? temamos razón nosotros í
y que aquel voto, que era el número 50 debía moa quitárselo
. paja hacer el último intcntn,
El doctor As tí atarán, hombre que fue siempre de mi'
un tetad y de mi afecto, que ludió alanosamente por aquel '
grun problema dé los medicamenlos, que sigue siéndolo pura
la república —es otro de los ternas que traslado uj svñcfr
। iegteludor Ruth— consigue l'.ego (Je visitas el voto 50 y
ocurre todo lo que es sabido, en !a historia del país. j

Esta fue nuestra poaldóti

Alejados rada «vez más, ¡irojionrino« cuatro o cinco iní*
clntivus. El puipo Ha usa al cual interv iniinus, y el Bunge
y Burn, empiezan a Jugar comía nosotros.
Antes de darle 1« Intcrruindón a mi amigo, vi svhur
legislador Santoro que ocu¡>ó, también, el MinMeiio de In-
du»trm y 1 ni bajo, con gallínula, digo que los gru|x>s econó­
micos que a mi me sacaron y me echaron del Ministerio,
son los internos que siguen actuando, para desgracia del
país, en 1V7*

Nada ha cambiado y siguen estando vigentes en el Go­

bierno, en los cargos más representativos, conectados n los
peores Intereso# de la oligarquía nativa, y a los peores inte*
rosen internacionales. Y ésta tu la luch| de la Banca que
Tría», con su «mpeciabdad, cun -su especial versación, dio
dé !a te-rr» TrUs venteó ún termnan »ufare reforma
sjpana. N'Mtntro» »¡»rumod et matsríaj, ¡»rqie estamos en
una Comisión Investigadors, quo decían cía confidencia) y
Mcreto dv Glicina Impueiiiva, Y ¡*>r catar «n esa Comi*1
MÍán, tifuimos a Tria* y *s‘c a su libren, la n/orma agra* ¡
ria que prueba que en este país, <te 17 núlíon*-* de hectárega
íiiburables, 11 millones y nu-dio estén en mano» de un
pj de apenas 4uü familia*, conectadas a la Banca extranjera*
a los diarios y a los rolante» medios de mlorrnadbft, i
En la noche dv hoy ol al tn/fa/T legteladc* Fontalña
no < K«»n que estoy <h«di ibujendo el fuu&> «i abanfcu panE
que lodos Inhrveng.m, no! - decir algo que no es verdad?
Y se lo digo respetuosamente. Manifiesto que no era vef*
il.id, porque tal vez no haza tenido la información correcMM-
El señor legislador abe qm» ¡d Frente le han negado, sis*]
tjtinétieainenlv, «'Mpiu l«m i<i>ihihw, y que ayer, cuando <il Gt* ■;
faenó Scrogni se iba a dirigir al pais, nóld roiiM'gilimoá
Radio Vanguardia, CX 42, que tiene un alcance limh/ido
Atkraá», no pudimos conaeguir ningún canal de televisión.
Entonce«, ¿cómo «e nos vn a decii que los del Frente tu* .
vimos Igualdad de ¡»osibiHdadc J? Eso no es verdad! |

2 3 n /, 5
13 8 • 1
 Ir'
3 ,rnL 1 P f.
TUIA: Héctor CA.ÍTA'INKTTO. 3ECUE.P BO Y MUERTE
Sen ‘n lU y 15 *br 11/'??,'!
tremendon dramas, como los experimentaron, también loe
señores Consejeros.
¿Por qué el país es así?
Porque aquí, señor Presidente, todavía hay gente que
no rompiendo que una co.ia es el poder político y otra
el poder económico; ambos ton di distinta naturaleza.
El poder económico debe estar, necesariamente, some­
tido al poder político, porque es éste, finalmente, el que
está en la esencia de la organización institucional y cons­
tituye la única forma de desarrollo de la República orga­
nizada.
Es evidente —lo sabemos todos, y lo repito— que en
ciertas circunstancias se ejerce por el poder econó­
mico, apremios sobre el poder puhuco. Y es ahí, cuando
se viven los dramas que soportan los gobernantes que,
precisamente, quieren serlo, ejerciendo plenamente, el po­
der político, y dlgnli (cando su invedidura y representa­
ción. Fer> no siempre esta actitud es comprendida por
quienes levan decretos para ser lli’mado».
Eae fue el tono de nuestras expresiones, leñor Presi-
^dente. Repito que no queremos hacer historia, que ya
Fa nadie la interesa. Pero, con la experiencia que hemos
vivido no (Otros mismos, hacemos «»te breve comentarlo
para que, de algún modo, pueda ser aprovechado por quie­
nes se vean enfrentados a desempeñar un cargo de go­
bierno, a los que les deseo que puedan definir sus con­
ductas abiolutamcnte Ubres de ios apremios del poder
económica
Muchas gracias.
8EÑQR ERRO. — Continúo, señor Presidente.
Mo veo obligado a hacer una pequeña puntualiza*
clon sobre algo que, quizás, en otra oportunidad, pueda
ser motivo de discusión en la Asamblea General
Digo, señor Presidente, que comparto las apreciado«
nes hechas sobre llenera, aunque no las consideraciones
finales.
El anti-imperialismo de Herrera y la lucha contra la
oligarquía y contra muchos grupos de presión, entiendo
que está reflejada —a mi Juicio— con fiel i apresentli­
ción, al ixreseni«, mas que en ningún lado, dentro del
Frente Anpilo, a través de lo que constituyen sus
.pías finalidades. Y en especial, en nuestra lotea d
’ducta política.
SMQR LACAU& — No apoyado nOvijAvu^espués será difícil salir.
SEÑOR ERRO, — Naturalmente que sabía que
do dijera esto, iba a escuchar, algún “no .apoyado’,
tema quo redondear mi pensamiento sin, con eiio, mo­
lestar a nadie.
Señor Presidente —por las razones que personalmen­
te hemoi expuesto y por las que han precisado los com-
pañeros del Frente Amplio— vamos a votar en contra
de esta medida de estado de guerra interna. Noí permi-
iLrno.» reionhr que la aprobacicn de tales medidas slg-
tkkiica una ¿cutud que va contra lo que ante la Comisión
de Constitución y ¿.egisiacion dictaminaron ios catedrá­
ticos que fueron consultados. No vimo^, ailí, a ningún
legislador que defendiera tal solución. Sin embargo, hoy,
aquí, en forma sorpresiva —mejor dicho ayer— en el
marco de la Asamblea General, parece que van a obte­
nerse ios votos necesarios para sacar adelante la ini­
ciativa, la misma que era rechazada en Comisión. Esto,
naturalmente, significará que todos los valiosos elemen­
tos de juicio manejados a su respecto, tendrán que ser
guai dados y archivado«. Como, en definitiva, tendrán
que ser guardadas y archivadas las valiosas opiniones
recogidas, la Constitución y las garantías individuales.
Pienso —como decía el señor legislador Mídbeiíoí—•
el ae vera ubuepÚP ji pp ip,# ÚW .fle ***&&'
Por codea ios conceptos ya expuestos —parto de la
base dé que si algo ha sido bien dicho en la Asambliles
13 9-
Genera!, por compañeros o adversarios, no es necesario
que lo repitamos, salvo que deseamos ajustar nuestra
posición- vamos a votar en contra. No tenernos nin­
guna duda de que, al aprobar estas autorizaciones se
está definiendo un típico instrumento de reprenion que,
en nuestro país, va a conducir, en las actuales circuns­
tancias. a consecuencias imprevisibles, como sena la gue­
rra civil. Be st'iierda el derecho a matar al pueblo, Pero
queda inconmovible el derecho del pueblo a la resisten­
cia organizada.
Cuando al actual Presidente, «efior Borth.berry, le pre*
guntaron si loa a conveisar con el Frente Amplio, contestó
que no lo iba a hacer d» ninguna minera y en aquel
discurso que tenemos aquí, del ex Presidente quo esta en
Madrid, en una alocución cercana a las elecciones, decía:
No duré el Lhuyuay a delincuentes - los deikuenles so­
mos toe!os Jos hombres y mujeres que Integramos el Fren­
te Ampho— veré lo que pasa (esto lo decía cuando pare­
cía que iba a haber elecciones) y el resultado ilmd estará
sujeto a, que yo no entregare el país a los que entiendo
enemigos del mismo, hl, violador consuetudinario de la
Constitución, de la ley, de los pronunciamientou parla­
mentados, de ios pronunciamientos de la Comisión Per­
manente, de las resoluciones de la Suprema Corte de Jus­
ticia, de los fueros de los trabajadores, de la autonom ía
dü la Universidad, el que tuvo la virtud de destrozar todo,
que nada dejó soore el camino, nos endilgaba todo eso
osa frase lamentable.
De ahi surge todo esto, que es violencia, y crímenes
desde arriba, que fueron estudiantes asesinados y la apa* ■ i
ricion de o ,te lamoso Escuadren de la Muerte, como ya
lo hemos dicho en tantas oportunidades. 1
Queremos hacer dos precisiones muy claras, Aquí se ■Jt
confunde el problema, de un mundo, de una sociedad ui u- ?
guaya que tei mina y otra que seseamos comience con oiroe ^
esquemas y valores do vida, lodo esto so confunue con
un proolema generacional, como ya lo hemos expresado,
y, ademas, esta lucha no es ni contra la Nación ni contra
la patiia, como equivocadamente se dijo en esta Bala. Re
una luena contra el régimen, que queremos cambiar, por­
que no queremos estructuras que beneficien a unos pocos,
y esclavicen a los demas. Y, enor Presidente, en asta lu­
cha, desde luego, está el Frente Amplio con toda su ml-
litancia, con sus Comités de Ba.se enfervorizados. Por otra
parte, queremos que se respeten a tudos los preso.» políti­
cos sobre los cuales, más tai de. halemos algunas premun­
as, porque tenemos lu inquietud que, de aprobarse las
ilclativus que están en la Mesa, y que ya han sido ropar-
el PB1M entrará en esta esjiecie de ola gigante que
A todo esto, debemos agregar el daño de la corrup-
clón, como fue reconocido en e>ia propia ttaia, por ei ex
Ministro, doctor Fleitas, cuando habló en la Cantara de
Repre entantea, los otros días, de los dólares voladores de
la Aísle.
Expresó, en dicha oportunidad, qne se valía de Is
Dirección impositiva porque no tenia confianza en la ac­
tuación de otra gente que no fuera la de la policía de ese
organismo, por sus conocimientos na reconocidos.
Dijo que dicha compañía aparecía con 400 mil dóla­
res, cuya salida no explicó y, finalmente, se nos dijo que
w los daban a la Embajada de su país. A los tres illas, se
veilíicó que se trataba de sobresueldos que pagaba a su
personal. Nos agregó que también habla doce compañías I1
de seguro, más todas las argentinas. Pero te preguntaba .,
quién era el que daba las éivhsas para pagar esos le^uros.
Y respondió que era el banco Central y esos señores que
recibían las divisan para esos fines, cuando cobraban por
el siniestro, comercializaban lo obtenido en el mercado ne­
gro o paralelo, cosa imposible de aceptar. Terrmnó di­
ciendo que los dólares le daban muchos dolores de cabeza.
Mi. »1 W «¥ MlhUtrq, que hace rao poco
tíémpó que abatidbfíó su Carierà títiü íiW ¿réf 96 W
corrupción del país a través de presiones de grupos teb-
‘ memos que dar por cierto y valedero te que
atómicos, tei ' |
i
 expresamos al Inicio de esta exposición, cuando dijimos
que el país estaba en una corrupción muy »rundo y que
ese no era un hálito pesimista, jxir no creer en él, sino,
por el contrario, era pata luctair por esta cambio que no*
so tros buscamos.
Existe, entonces, un derecho legitimo a la resistencia
que está implícito en el articulo 72 d? la Constitución de ¡a
República y que, además, lo establece la cátedra.
Existe un derecho a la resistencia en la Constitución
mejicana y en las Constituciones modernas. Es decir, de­
recho de resistencia al gobierno que sume ai pueblo en la
miseria, en el desamparo y que, además, coloca al país en
la dependencia. Es un derecho legítúno que, aucinás, tiene
sentido constitucional, que está fuer» de la discusión, y
que los propios tratadistas franceses dicen que, en úitlma
instancia, el derecho a la re. í.stenda era la cosa más glo­
riosa para los hombres y mujeres tráncese«.
Recuerdo, también, uní pieza parlamentada de alto
valor intelectual del señor legislador Ecliegoyen, efectua­
da hacer a varios años, lamento que no esté presente -
defendiendo el derecho de rest-tenclu oel pueblo a pagar
impuestos abusivos y a re aluviones de gobierno lr«ivas pa­
ra, la soberanía. Entonces, puf qué se ñus va a decir que
hacemos la apología de cosas extrañas cuando levantamos
• nuestra vos para apoyar el derecho sagrado a la resisten­
cia?
Y esto no lo decimos >olo nosotros. Tengo aquí un
periódico de hace unos años donde, hablando de America
Latina, se decían cosas como ésta«. üx el prologo para una
revolución que ya se percibe a lo largo y a lo ancho de
toda, América Latina, cuyos pueblos ya se yerguen vigo­
rosas, fuertes y unidos y seguro» de su lummdso porve­
nir.
Hablando de Brasil y Latinoamérica se decía, que la
reacción no quiere reformas sociales ni pacificamente ni
obviamente por la violencia.
Y, finalmente, el articulista efectuaba varias conclu­
siones.
las minorías privilegiadas de nuestra América no de­
sean ningún cambio ni pacífico ni obviamente violento.
La, revolución es un hecho histórico e Irreversible. Por úl­
timo, expresaba, que los puedo« para organizaría, eligi­
rán el camino y recurrirán a los medios que las circuns­
tancias obliguen,
Todo esto está en Ja literatura artlguhta y en un hor-
mí#-o libio de iiulibitti y pueolo d * Fernandez Ciibreni que
yo aconsejaría que *»e leyera. En el, e.>tan inserto.» toros
los pensamientos de Artigas en estos avalares, asi como
loe militares y sacerdotes que lo acompañaban. Pero todo
e^to que acabo de leer no me pertenece, .-.ino que es un
articulo que se publicó en un perióolco. Este diario cir­
culaba en el departamento de Canuione« y se llamaba,
precisamente, "Canelones'.
Psxo tengo algo más para expresar sobre este tama.
M propio señor Aloerto Beber Usber, que parecería,
según se dice, ingresará ai Senado de ¡a República, en un
reportaje referido a Pacheco Areco que «a denominaba
"Pacheco confunde orden oon garrote y a quien no ¡o
convence no lo quiere de votante", cuantío se le pregun­
taba cuál serla la solución, conté «taba que él no tente
una bola de cristal y no sé to qu»e ptegunta te» <y no tas
nombraba porque en ese momento estaos prohibido na­
cerlo) como tampoco se lo que quiere Pacheco Areco. Ade­
más, no le queda mucho en el gobierno. A continuación,
agregaba en cuanto a lo primero, "conozco loe proeodl-
miemos por lo que me informa la preiua y suv idealismos
que llegan hasta los extremo» conocidos y los lie/a, el sa­
crificio a confundirse con delincuentes comunes, cuando
se refiere a otro tipo de delitos. Pero a no engañarnos con
palabras, porque la prensa lo.» diferencia con lo que rea­
lizan los otros. Que quede claro que u.an proccüimkntos
que par supuesto condeno, porque no astyy coa te vioien-
ffOUS^Oy 14 0
< ÍX /
cía ni con laa torturas pero raconoaco que tunen forma-
clon nacional! >ta. No se confunda esto con el Partido Ma- I
cional; sé que son nacionalistas porque no responden ni < í
d m Irmas ni a gobiernos extraño« y loa dinero« para finan- *
ciar ios movimientos no lo obtienen para si, sino que lo *
toman a costa de su propio riesgo personal".
En una entrevista que se le hizo a, don José Batlle y
Ordóñes el 26 de marzo de 1904, referida, precisamente,
a la situación y posiciones de las fuerzas revolucionarias
da Haravia, agregaba algunas cosas soore supeiioridad de
armamentos --algo de lo que se habla tanto en estos días—
expresando que habían adquirido un fusil norteamericano
sistema Kemington, que se puede cargar indistintamente
con municiones do Mauser y que le lleva la gran, ventaja
a este de s?r sencillo, ligero, de fácil manejo y durable
como el Kemington. Además, el mecanismo ei simple,
fuerte, y soporta la humedad sin riesgos. Loe soldados es­
tán con ten luimos con él porque es un fusil ue largo al­
ean e como el Mausei, de tiro seguro e infalible a SCO o
1000 metros. En cambio, las armas revolucionarias, co-
mu sabido no son de alcance. De modo que, il en ves l
do precipitar e los soldados del Ejército del Oem ral Mu- '!í
niz -decía Biille y Ordoñez— llevadas por el ardor de le
pelea y el aten de dispersar con el choque tes fuerzas de ¿
Sara vía hubleian hecho fuego a la distancia y el gobierno ¿
no hubiera tenido una sola baja en Paso del Parque y las $
balas enemiga» no los hubieran alcanzado. En toda esta ó
convensacicn no advertí en el ienjuaje del Presidente un £
solo giro que denunciara agravio hondo, rencor o pasión (
intensa. No empleó una sola vea, hablando de Baravia, ¡|
cualquier formula despreciativa ni usó vocablos nnsurrcc- i
lo«, ¡¡ablando de los revolucionarios. i
Esto está en el libro de Fernando Gutiérres — además, f
acoto, que nos honramos con la amistad de su« hijo*—
titulado "Tupambaé" en las páginas 5S, M y 44.
Digo todo «lo para fijar criterios y opiniones en loe
días d.nciles que han de venir, citando tuuo ¡c que el
Escuadrón de la Muerte ha, hedió, a estos abogados de pre­
sos políticos, a todos su« familtere« y amigo» de (amilla­
re« que se ¡es amenaza de muerte constantemente
Tengo aquí, y fue publicada en la prensa, la denun­
cia que hizo el Juez Letrado de Instrucción de Primer
Turno, un digno abogado. Su nombre es Aiejandio Artu-
clo. En ella, pone en conocimiento del Juez te» amenazas
de muerte de que ha sido objeto, y valdría In p?na que
quedara incorporada a la versión taquigráfica de esta
Asamblea General, ahorrando, así, su lectura a los seño­
res legisladores.
Ante esta corrupción, ante esta deegmete que vive el
pah, es evidente que habría que levantar el punto de mira
hada las grande» soluciones nacionales, pero todo ha sido
entregado, deteriorado, ninguna voz se escuchó; se hizo
oídos sordo» a todo para reclamar e invocar uns patria “
qii" fue atacada permanentemente por ¡ai que teman la
obligación de defenderla, ■
En consecuencia, digo que en la historia dé las nocla- j|l
dad es siempre llega esta nía de descomposición, los ina- s v|
les que se habían Infiltrado hasta en el alma del pueblo ™
afloran y estallan; miles que fueron remediándose con
solución*« absolutamente parciales qpe nunca atacaban el
gren privilegio ni el latifundio ni la prensa que cataba aj ;
hervido del extranjero. No se puede acudir, «nltneo», a \
remedios que pudieran postergar el fin ti de te cilsls uru-
guaya y el comienzo de una sociedad nueva, de un h«m-
bre nuevo, cuya construcción estamos dispuestos a contri- <
1
buir con todos nuestros esfuerzos, con todo mustio dina- 1
mismo junto a los compañeros del Frente Amplio '
Entonces, «e van cerrando los horizontes de t luslones
para enfrentarnos a la realidad tal cual, crud, injusta
opresor». Y en esa reuljdi'd se ubica il hombre uruguayo
diapuesto a entregar su generoso sacrificio para la crea­
ción de esta «ocígdad nueva a que me referí tace un
instante.
La salida sin lucha, es una esperanza sin fundamento
cierto. El equilibito fúé pa/á fotenteá UTúgltero dilgy qite
23645
 durante muchos afloa le sirvió, pero chora cató roto, con
tul fuerza que ninguna dialéctica le sirve ni ninguna ex­
plicación puede ser útil ni asimilable para Jo que quiere
1« juventud.
La desintegración del país es un hecho real, absolu­
tamente conocido. Por c.so digo, un poco recorriendo la
historia, que en aquella America Colonial ocurre lo mis­
mo que hoy. En estos di as que valen por años se produ­
cen ertos hechos; en aquella historia colonia! de nues­
tros putrios americanas tuvimos la figura de Tupac Ami-
rú, el líder de 1780, que demoraron casi más de un jáglo
para reconocerlo. En aquella época se le aplicaban tor*
turas o apremios ilegales. En una oeaskn. el visitador Are-
che le contestó al torturador e»Lis p alab: as que están en
el bronce y que sirven, ademas, para el proceso irrever-
dfcte del Uruguay. Dijo, entonces: aquí no hay más c.ím*
piiees que té y yo; tú, opresor y yo por libertador mere­
cemos la misma muerte.
Creo que esto es para meditar profundamente jorque
tiene, en lo hondo de sos rake* una realidad palpitante
de nuestra América india,
Afirmo sin disgusto, sin desesperación, que entramos
^on todos estos sentimientos prontos & servir a la patria
■>eio nos mistlmos con toda nuestra rebeldía organizad*
1o que se quiere hacer en la Asamblea de hoy. que «vi
arrasar leyes, Constituciones, garantios, derechos indi­
viduales y poner el Ejercito en la calle ccn riendo p.<ra
todos los ciudadanos, porque la lucha no soiá contri un
sector de ciudadanos, bino contra todos, cualquiera sen
su filosofía. La lucha podrá darse contra un familiar de
los mismos que hoy levantan su mano para consagiar en
ti texto esta cosa brutal, esla cosa tremend i, esto que no
creíanos nunca que pudieia producirse en 1872.
Estuvimos revisando loa discusiones parlamentarias
de un periodo realmente corto y difícil de la vida n.u io-
nal, 1896 a 1904, pasando por las revoluciones del 97 y del
4 y por los grande«, acontecimientos de IMS.
No hay una intención, nn hay una propuesta, no hay
un gesto, de alguien para que pudiera crearse este sis­
tema absolutamente ínconutituclonal, inconveniente para
las libertades públicos y fiará el país, do la guerra in­
tern*,
‘.Wo hay un hecho, no hay un precedente en toda la
Meterte d*f vrwrnsy y **> a crear «hora, en 1972,
•o pretexto de una pacificación que reventara en una bo-
Kuerrt infernal que a todas uag puede llegar y quemar,
^porque con esta hoguera que se agitará en la calle no
habrá nadie que esté truncado, no habrá familia que es­
tén en ese momento sin angustia, no habrá nadie que sa­
liendo a la calle para ir a hu trabajo, vuelva después a sü
casa sin que algo le pueda ocurrir.
Todos, incluso los legisladores —no nos engañemos—
estaremos a merced de esa tuerza porque no distinguirá
a nadie, ni por su color, ni por su bandería, ni por su fi­
losofía, ni por su religión, ni por su ed^d, su liqueza o
pobreant. A todo el país golpeará por igual y esto es lo que
se tuvo que tener en cuente. No puede haber un callejón
diferenciado con un título que indique que es una lucha
eontra la subversion y que por ese callejón sólo camina­
rán, süi que por los costado» pueda desbordar.se las Fuer­
an» Conjuntas o ios que a ella han de enviar.
Los episodios vividos ayer dramáticamente demuestran
que las órdenes que se han impartido son absolutamente
inconvenientes par» todo seto que pedimos para el país.
Queremos decir, señor Presidente, que todo esto y
mucho más que se puede hablar, está convulsionado por
erroit'#, por prcpol.endiu, por no dialogar, por seguir ade­
lante. por .seguir avasallando a La, gente y seguir difaman­
do, como en el caso del Frente Amplio, ilumínente » to-
dos y cada uno de sus integrantes, balaceando, tirando
bonita.« a uno y otro Comité de liase o a un abogado per­
qué wtLi.wue a un familiar de uu preso
Todos estin amenazadoa en est* ruwht internai, no
sóle los Ramo» Filippini, los Ibero Gutiérroz, sino squi­
llo» que deiaparecueron corno Castagneto y Ayala, resque-
brajando oi alma de tue fsmilias.
Pero ahora tenemos la comprobación n la que hoy
me referí en una interrupción: Héctor Castegneto no e*tA
vivo, fue asesinado por el Escuadrón de la Muerte y ti­
rado al nu. y sucemus quien lo nuo. civas son muy
graves y lo sabemos nosotros ahora, poi informaciones
que han llegado a muchos lesbia dores. I* evidente que
habla una obligación de loe Podeies Públicos de conocer
estas realidades.
Muchas veces insistimos en ej Escuadrón de la Muer­
to. Cuando al Ministro Revira, en la Uonusian de Cons­
titución y legislación, dehnió a los grupoii que, de acuer­
do a su pensamiento o a su conocimiento f ian perjudicia­
les para el país, señalo a los tupamaros y a tres o cuatro
cinco grupos más. Yo pensé, para mía adentros, ¿y los
demás grupos que actúan en el país, el D2uM el Cara Tu­
pamaros y el Escuadrón de ia Muerte no «stsn en conoci­
miento oficial?
¿No se sabia que hay gente, incluso, detenida que per­
tenecen a todas astas organisuclones? ¿Xo se sabe t¡ue
nunca se pudo descubrir ninguno de estos atentados y
que, si en algún caso, como en el de Arhancet —y hay
un comando con este nombre— el atentado costó la muer­
te de este joven que iba con una pistola y dispuesto »
tirar una bomba a un Comité ae Base er la calle Gana­
deros (y dijimos que lu lamentábamos, ¿cómo no lamen­
tar que aquella vida joven también se hiúHwra perdido?)*
y que aquel que en su lucha, y forcejeo termina siendo el
que extingue la vida de o-te joven, fue detenido, pero la
Justicia entendió que no tenía por qué «r privada de su
libertad mus que el tiempo en que estuvo detenido por­
que no había cometido un delito y no «o trataba de un
, homicidio intencional? Y esto quedó perfsetamonte acla­
rado en una incidencia parlamentarla. ,
Llego al final, señor Presidente, y expretio que esta­
mos en la misma línea de pensamiento del compañero
Michcllni, cuando en mis palabras finales, sin amenazas,
sin visiones que no estén fundadas, advertía, alertaba,
gritaba casi su de.sespeiación que es mi desesperación y,
porqué no decirlo, la de todos los hombres y mujeres del
Frente Amplio, expresando qu<i los días futuro» seián muy
tristes, aeran muy duros y que cada vez que el pueblo, en
1» caite —incluso en este paro del 13— pido soluciones
economices ante la burla de los aumentos que en algu­
nos casos llegan a un 100 % y el ofrecimiento, casi da­
divoso del 3* % de aumento a los salario«, todo el pueblo
cruge, se conmueve y la desesperación corre de norte a
sur y do este a oeste. Y esto nadie puede desconocerlo.
Frente a esto no hay ningún paliativo ni una solución y,
lo único que se trae hoy, como un* especio de panacea al
rovos, es la represión, es el Ejército, es ¡.a Policía en la
ciJte con sus medios poderosos. Porque no nos vamos a
engañar. ¿De qué carencia de recurso* si! habla cuando,
por cientos, andan camionetas y “Mayerioli"? Uno no sa­
be ni cuantos serán, Y le dejo esta ínqiiotud al señor
Ministra del Interior porque no me gusta Sv papeleo bu­
rocrático 8Ó que el señor Ministro del interior puede re­
coger inlormes y contestarme sin necesidad de realtear
un trámite en el Senado. Yo quimera saber de cuánto*
autos (impone la Policía, de cuantos can llenes, de cuánto*
jeep, etc. dispone el Ejército y cuantos destina a la re­
presión. Son cientos o miles,
Muchachos jóvenes, al servido también de la repre­
sión pasean en e&os coches de gran lujo, unos con cha­
pas y otros sin chapa.
lisié* cochas se movlUxan por todos lados durante to­
do el di*. Ya no se puede ir a Jas ruedas ce café; el pue­
blo uruguayo no puede caminar por 18 de Julio porque
detrás de él hay alguien que está escuchando para ver
ei dice algo
I«* Meeatei ae teepateó dente arrfóa —no digo de Me
Mtoteteitew d*ad* *| mto *M* «tete jm* reilte y por tete*
 visión ofreciéndoos premios y dinero. Be hizo delator a
un pueblo que antes no lo era, existiendo sectores que de­
latan por razones económicas.
En un pequeño estudio que realizamos hace tres años,
demostramos que el dolator apareció en ol momento en
que Roma se hundía por su corrupción y descomposición.
Desde ahí en adelante aparece en todas sociedades en el
último escaño del país que está al borde del estallido de
toda su crisis y de la conmoción de su pueblo.
Muchas veces he expresado el concepto, —además, lo
rece*o de las mejores páginas artiguistaa— de que no he­
mos nacido para esclavos. El criollo no ha nacido pura
eso, ni tampoco el hombre de dudad. Nació Ubre y quiere
vivir y morir en el mismo estado.
Esto hay que entenderlo, está en el alma de la rasa,
de ?Z’uella que no está estudiada y que hay que Inculcar­
la ind'jsn. con la antropología y la sociología en los pro­
pios píxKesas culturales del país, para advertir lo que co­
rnos y lo que deseamos ser a los efectos de poder reafir­
mar este ser nacional.
La, historia no nos es ajena en el periodo precolonlal
y colonial. Todo lo hemos investigado. Existen espléndi­
dos historiadorw! que le han dado al país hermoso mate­
rial que ahora nosotros, los politicón tenemos que enna-
1 ¡Izar a los efectos de evitar que re destronque, digamos,
la continuidad del gran proceso histórico uruguayo, que
va a asombrar a propios y a extraños por su Jerarquía y
por sus páginas hermosas,
¿Es que algo nos pueden enseñar los grandes países
canltallst'*3 desarrollados en cuanto a sus héroes o a su
historia? Nada, absolutamente nada, tenemos páginas re­
fulgentes - lo be dlrhn muchas veces acá— que son mal
de lerenda para el extranjero que se asoma a nuestra
realidad.
Cuando los americanos, franceses u otros europeos
vienen a estudiar grandes figuras como José Batllo y Or-
dóñez y T.uín Alberto de Herrera, se asombran de lo que
en la historia tenemos. Y aro que hemos Ido perdiendo
sucesivamente, por falta de leyes que defendieron el pa­
trimonio nacional, una gran riqueza en documentos que
la avaricia, el egoísmo y el deseo de ganar algunos dóla­
res lo.» han llevado al exterior, sin conciencia nacional,
quitándolas de nuestros viejos archivos piezas fundamen­
tales para la historia.
Mucha gente ha vendido su biblioteca en el extran­
jero cansados de ofrecérsela al Estado y que no le haya
sido aceptada. Recuerdo el caso de un historiador que qui­
so vender documentos artlgulstas y libros espléndidos en
| 80.000 —haee 15 años— a la Biblioteca Nacional que
entendió que era caro, por lo que los vendió en dos o tres
millones de pesos a la Biblioteca de Texas en Estados
Unidos,
Quiere decir, entonces, que también se ha vendido al
patrimonio nacional y cultural, que ha ido desapare­
ciendo. , tos posteriores. Se trata del Coronel Barroii, actual Director
Nos honramos con la amistad del historiador argen­
tino, el hombre que más quiso la figura de Artigas, que
más trabajó y profundizó en él, profesor de la Facultad
de Humanidades y Ciencias, que nos enseñó a pensar y
a investigar, que formó un equipo brillante de historiado­
res Emilio Ravlgnanl. Un día tal vez tres meses antes
de morir me dlio que estaba dispuesto a entregar mw do-
rumer o1 c:: bj':1 >'’♦*•••'9 au archivo en $ 100.000 o t 200.000
o sea, un precio a¡ Uru Sa.< f »miliares con­
tinuaron ¡litas negociaciones y el Estado uruguayo, de es-
paldM al patrimonio cultural, no incorpora a, su acervo
esbía'iqueia tremendamente formidable como eran su ar-
chtvo, su MUtoteca ,y sus documentos que este historiador
9 había recogido en todas partes del mundo donde podrían
existir datos referidos a nuestra historia y, también, a
Latinoamérica.
Esto es verdad y nadie pwsda enojarse si lo volvemos
repetir con el acento más ex.érgico
mas de alguna manera reencontraran m «Mm -
no con La, represión. Yo diría que son necesarios rnuchñ |
libros y mucha cultura y no represión, f Bpreslón y repre­
sión, asi como grandes soluciones económicas, muchas
fuentes de trabajo y riqueza y, también, romper la depen­
dencia con el imperio en un gran gesto que a todos nos
haría bien. Debemos romper los tratados militares del año
f»3, primer año que estuvimos en la Cámara de Diputa- x
dos escuchando un magnífico discurso cel doctor Salva- *
dor Ferrer «erra, que casi tocó las 24 horas, que fue una j
brillante defensa de la soberanía nacional, documento que ¿
otros pudieron aprobar por error. Digo que si reconocen •
erto, no tendrán de nil palabras de agravio, porque creo
que quien reconoce un error en el proceso político y so
rectifica, es un hombre de honor al que no se debo ata-
car de ninguna manera. 4
Debemos romper con todas estas costis; soy de ios qus
creen que debemos romper —y en ese sentido presentó
una vez una minuta de comunicación— con el Fondo Mo­
netario Internacional que ahora, encerrado en la Fortale­
za de Santa Teresa nos ata de pies y manos. Contra esto
está el pueblo uruguayo, organizado, Incluso, en la calle.
Pienso, por lo tanto, que si no nos sacamos de encima
todo esto, no seguiremos marchando. Do ahí que cuando
vamos a ¡a Comisión de Asuntos Internacionales y vemos
carpetas relacionadas con el préstamo del Bid, que tiene
una finalidad noble porque es para la Universidad del
Trabajo, pensamos que se trata de un empréstito que nos
va atando, cada vez más, a capitales extranjeros, y que,
además no es beneficioso como se dice, puesto que no son
créditos llamados blandos sino verdaderas sujeciones a in­
tereses del exterior.
Recuerdo las manifestaciones de Mlster Holland des­
pués de una visita por Latinoamérica pronunciadas en un
almuerzo de grandes industriales norteamericanos, que *
fueron expresadas con palabras brutalmente sinceros co-
uio es el lenguaje norteamericano; He recorrido Latino-. 4
américa, he visto sus economías, vamos s invertir mucho * S
capital y a obtener para la economía norteamericana un í
fortalecimiento que ninguno de los qu< está aquí «ueftn, |
Era la pura verdad. Era para beneficio de Ja econo- '
mía norteamericana; todo lo demás em cuento, como lo Á
es la Alianza para, el Progreso, el Banco Intel americano jg
de Desarrollo, el Banco Mundial de Reconstrucción y Fo- «
mentó y el Fondo Monetario Internacional, Es un cuento "1
fabuloso la Aid, que apareció un dia en el Banco Hipóte- «a
cario expresando que daba, créditos para viviendas. Aid f
es un aparato de represión, de atesoramiento desde Ib Je- j
fatura y el Ejército. I
Recuerdo que denunció a un Coronel Williams de J
las Fuerzas Norteamericanas que en una actuación abso- J
tatamente inconveniente para el país dictaba resoluciones |
desde el servicio de Inteligencia del Ejército.
En aquella época el Director era un hombre que ha­
bía sido compañero nuestro en el Uceo Miranda. Pero eso
no tiene nada que ver porque rechazo suti comportamlen- ¡?
del Ministerio que cobra | 1:200.000 por mes.
En una oportunidad se enojó por todas estas cosas y
hubo un Incidente muy desagradable que terminó con un
editorial del doctor Ramírez en "El Plata", poniendo las
cosas en su lugar porque el se asistía dentro del Servicio
de Inteligencia de determinadas inhibiciones.
Estas cosas tipien ocurriendo en «1 pisís. Tengo testi­
monio de gente del Ejército <jue apiwefo, —alguno« reti­
rado« y otros en actividad— que realizan fjwrreramones do-
lidv» porque los oficiales no quieren estar en está posición
que saben que, en el fondo, están obedeciendo órdénsS
que no son las naturales que deben recibir de los O>-
mandos.
Vamos a poner fin a nuestra Intervención expre­
sando que Humamos nuestro voto a loe compañeros del
Frente Amplio pura que se advierta que actuamos con
total unidad frente a los grandes problemas nacionales.
 «u Me» Ejtcutiva y «^F’»’iario, resolvieron por una­
nimidad, de todos los IntefU es de hus corrientes ideo*
lógicas que lo nutren, no votár la iniciativa que estamos
considerando por estimar —como lo remarco muy bien
el schor legislador Michelinl— lo que aquí puede ocurrir.
Tengo un deber moral con mi país y con esta Asam­
blea, DI le al principio de la misma, cuando el compa­
ñero, señor legislador Terra, manifestó que había reci­
bido un determinado material —fle nos envió a muchos
legisladores, incluso pude ver a algunos de ellos con cas­
settes en sus bolsillos, no son pocos, pero no tengo por
qué dar sus nombres— que lo iba a leer.
El señor legislador Terra hizo un último intento fren­
te a la Asamblea General y lo hizo como es él, con
total sinceridad- sin querer con ello impedir su pro­
nunciamiento porque aunque estuviéramos 10 días aquí,
somos hombres políticos y sabemos que hay una mayo­
ría de ios Partidos Colorado; y Nacional para votar ecto
que, realmente, creo que puede ser muy desgraciado para
el futuro del país.
El señor legislador Terra Insistió en su planteamien­
to y no lo entendieron. Todavía tuvo que soportar las
expresiones infelices de algunos señores legisladores que
Je Imputaban actitudes que él no tuvo. Quiso hacerle un
míen al país a través de su moción y no se le entendió.
Es decir que siempre esté presente esa política de no dia­
logar, de no comprender, de rechazar, de aprovecharse
de la mayoría para dar un mazazo a las buenas inten­
ciones del compañero del Frente Amplio.
Entonces, no podemos terminar nuestra exposición
sin que nosotros, que al igual que tantos compañeros,
recibimos el mismo material, le demos lectura.
Señor Presidente, nosotros vamos a dar lectura de
este documento que llegó ai Parlamento. El Parlamento
escuchará la lectura del documento que muchos han re­
cibido, a! cual algunos le niegan autenticidad esto ha­
brá que investigarlo— pero pienso que está el ‘'cassette”,
que la voz sea de la misma persona, que además hace
¡as denuncias gravas, porque este hecho debe inscribirse
en cato que estamos viviendo hoy.
Este “Escuadrón de la Muerte” y estos hombres con
cargos importantes en determinados sectores del orden
de la sociedad o que tenían que cumplir el orden de la
sociedad, dan razón a cuando tantas veces levantamos
la voz y muchos habrán pensado que nosotros lo hacía­
mos quién sabe con qué intención.
* No, señor Presidente; lo hacíamos con el único pro­
posito de contribuir, al final de la lomada, a la aran
paz en el país, porque sin ella no habrá progreso ni ha­
brá cambios ni absolutamente nada.
Esa ha sido la intención y no otra, Nadie podrá sd in­
dicarnos otras de las que emanan de nuestras palabras
v de nuestra actitud.
El documento dice así: “Yo —y aquí tengo que dar
un nombre porque públicamente se ha dado, como el de
una persona detenida— Nelson Bardado, oriental, casa­
do. de 31 años, funcionario del Ministerio del Interior,
declaro ante el Tribunal del Pueblo, mi partidnadón en
los hechos que conozco en relación con atentados terro­
ristas”.
"Desde diciembre de 1070. eumohendo órdenes de mis
superiores en el Ministerio del Interior, participé en los
atentados que detallo a continuación:
”1) Contra el domicilio del doctor Arturo Dubra.
Lo ejecuté conjuntamente —quiero haror una salvedad;
yo no voy a leer los nombres y solamenta lo voy a hacer
en el caso de que el nombre pertenezca al de una per­
sona que cayó en esta lucha: voy a evitar todos lo» de­
más, porque entiendo que el lugar donde daremos loe
nombres, será, entonces sí, en el Senado de la República,
143 -
de luego, seguramente vote por unanimidad, para que
esto se esclarezca hasta el fin (y estoy seguro que hasta
tranquilizará al Ministro del interior una inrestigación
de este tipo) la designación de una Comisión Investiga­
dora, donde, repito, daré todos los nombres pura que se
tomen las declaraciones debidas— con el Capitán de Ma­
rina Ernesto Motto Benvenuto, que trabaja psra el M2,
inteligencia de la Marina, y es enlace oficial entre el
Estado Mayor Naval y la Jefatura de Policía”,
Fuimos en un automóvil de Jefatura que conduje.
Entramos por la Rambla y estacionamos el coche por Itu-
rriaga, a unos 40 ó 5ü metros de la casa de Dubra. Nos
batamos y yo fui hasta la casa, colocando la bomba en
una jardinera y disponiendo una mecha larga que nos
diera tiempo de salir del área, ya que hay guardia ar­
mada en una Embajada que está situada en frente de
la casa”.
"Una vez encendida la mecha, lo que hice rápida­
mente, caminé ha^ta estar fuera de la vista do la guar­
dia de ’a Embajada y lure^o corrí hasta el auto, saliendo
de la zona inmediatamente”.
”2) Contra el domicilio de la doctora María Ecther
aillo. Utilizamos dos coches, proporcionados par la Je­
fatura. En uno iba yo con... y en el otro, de custodia,
viajaban tal, tal y tal. Entramos por Alpes y estaciona­
mos a la altura de Oolfarinl y Basáñez, Me ba*é, llegué
hasta la casa y arrojé la bomba hacia el Jardín, regresando
rápidamente y saliendo ambos vehículos de la zona”. ;
“3) Contra el domicilio del doctor Artucio. Utiliza­
mos un coche proporcionado por la Jefatura. Con él le- $
venté a... en 8 de Octubre y Comercio, de’de donde lie- r
gamos hasta la zona dando un par de vueltas. Pujamos
con el auto a uno*? 20 metros de la casa. Me bajé y arrojé >
la bomba hacia el jardín, saliendo inmediatamente de
la zona. Dejé a... en 8 de Octubre y llevé a... hasta su
casa. Posteriormente delé el automóvil en Canelones es- |
quina Ibicuy y me retiré, aviando a Mesa de Radio de
Jefatura el lugar donde quedaba el coche”. *
A
“4) Nuevamente contra el domicilio del doctor Ar-
turlo. Utilizamos un cocho de Jefatura que rectwí en la
calle Canelones coníuntamente con... (no doy los nom­
bres). Lucero aguardamos en la Plaza del Vle4o Pancho
(Avda. Brasil y Br. Artigas) la llegada del Comisarlo...
Jefe de... Llegó algo retrasado en un automóvil condu­
cido por el Inspector... en el coche de Jefatura condu­
cido ahora por..., nos dirigimos hada la zona donde
dimos varias vueltas hasta estar seguros de que no había
vigilancia ni patrullaje”.
Quiero hacer un pequeño paréntesis. Solicito que los
twriHa'ns tomen totalmente la versión, porque a ve-
<,s piden el documento y entiendo que no puedo entregar
éste do*vmen*o a los taquígrafos, pues a pesar de su in­
mensa honradez, creo que esto no puede salir de mis
mano< a pesar de saber que hay otros compañeros que
lo Cenen, aunque sé qus lo van a manejar con la misma
discreción que yo,
Hecha esta constancia, continúo.
"Estacionamos el coche en la esquina de la casa, ba­
jando yo con... de custodia. Colocamos un pan de «e’l-
nVa en la puerta del garaje y regresamos al íiuto, sa­
liendo de la zona”.
“5» Oidra el domicilio del doctor Liberoff, Teníamos
de que la cas*« estaba vigilada, por lo que un
per de rifa« nntes mandé realizar una observación, r o advir-
tiendo nada f”rra de lo normal. Realicé el operativo con..
en un mrtomóvfl de la Jefatura crie luego conservé en mi
rodee (no digo el auto porque está la matricula, arinque se
d’»e q»’(, es Orí Jeta I. Pasamos un par de veces por el lugar
réfrhtrar nada anormal. No obstante, le Indiqué a...
que apenas entreparara el automóvil arrojara el artefacto
(merHo pan de eellnita) hacia el jardín, cerca de Is puerta
drl garaje. Salimos de la zona sin inconvenientes.**
*M> Contra el domicilio de la doctoro Alba Dell’Acqua.
-•SBfefr.
Falé alentado fug ordenad» y «altfíesdo, pero no llegó »
23 6 45
 realizarse, debido a que consideré que el automóvil propor­
cionado por Jefatura (id que referí antes) no cataba en
condiciones mecánicas ndncuiidua. Al ser Informado do esto,
el Ministro del Interior, ordenó a) Jefe de Policía que re­
solviera tal dificultad, jicro por razones que desconozco,
la orden no fue oportunamente cumplida."
‘‘Estos atentados me fueron ordenados |>or el Coronel...
(no dieo lo demás), en forma directa o a través de) Oficial
Inspector... La orden provenía del... luego reemplazado
por (acá puedo decirlo, ¡sirque es uno de los fallecidos)
Armando Ar.rda y Lara, estaba en conocimiento del Ins­
pector (retirado).... director..., donde yo trabajaba.“
‘‘Fulano, Fulano y Fulano* formaban parte de un grupo
de vigilancia Inlciaimente entrenado |M>r mi en el periodo
que Fulano ocupó tal careo. Este gruño recibió un curso
comrt’ementnrin de entrenamiento en Rueños Aire«, dictado
en el Servicio de Informaciones de) Estado (SIDE).”
“La calinita uti'izada en ios «tentados m- fue entre­
gada personalmente en Buenos Aires pnr el Capitán (es un
canltán argentino, pero no voy a dar tnmnocn el nnmb-'c)
(eraren del SJD**. ron quien tomé contacto i>or Indicación
del Subsecretario... **
“E! din y la hora en que «r realizaban estos atentados,
^wp’rdnban hajn mi decisión, debiendo '.er previamente rnmu-
^^»Irnóns para que éste dispusiera la suspensión del
patrullare policial en bt zona r'>mstr*pwlk*nte, n efecto* de
evitar un encuentro entre nusotru» mismos "
"Por einvennciones mantenhlns en el Club Naval, rw
consta también que grupos integrado» por elementos miU*
taro», hnn realizado a tenlado« de eahi Índole, El Capitón,.,
omvsndata uno de <*<t«w gruño*, inteerndos ñor wnle del
S >n icio de Información «le Defensa (STD). Su« “operativas
de mucho mido“ eran díerlnnirn»o comentados en lo» al­
muerzos del Club Naval. El Capitán .. habla organizado a
mu vez un pruno torro- Ista intercedo por «nb'dtcrnos «nvns.
FJ mismo contaba n"f. .-.i, <rruoo había realizado varío« opa-
cativos sin Irojtc/H mn dificultados, como iw rlrmn’o la
balacera contra -■! domicilio de la doctora Gi'lo, El ('»ai­
tón. . *no nurd) nqrcoir otra ewi) fx>r lo n”(* mu f’riiw
»•—«SM-Htn .I,-’»«' hnb >r sido heredado por. . . quien lo susti­
tuyó en ese puesto.”
“‘Por indicación dr... la Jefatura de Policía dispuso
que I'FIIivk de ’a Gelila R-'puhlIcann pintaran leyendas en
los d'^depios Je militantes tuptmaroa presos y de otras
personas.**
j “Drelam qn« ttxlo lo antedicho <« un fiel recuento de
loe hechn« v admito mi narticinación en Ins mismos y la
resixinanblHdad conste»dente, para constancia de lo cual
Unno. (¡olMUt Bordéalo”.
F.1 segundo documento, dleei ‘ Yo, Nel«on Bordéalo,
oriental, casado, de 31 añ'w. funcionario de! Ministedo deí
Interior, declaro ante el Tribunal del Purbio nrf partEuf«-
clón y todo lo que conozco »cerra de 1a fieme»-ación de agen­
tes y organismos extranjeros en las tuerzas represiva» uru­
guayas:"
“Ingresé a la Policía do Montevideo el 15 de «po«to de
1983. después del curso de preonraelón fanefonsl. P»*é »!
Departamento de Vigilancia de Investigarionc«, Sección Ho­
micidios. En los últimos meses del nfio 6-1. pasé a desempe­
ñar funciones en la Ayudantía de Investigaciones.**
“En después dr h«.« elecelonm de loa que reviltó
electo presidente el General O car Gostldn. un (íntico de
JcLit’ira . (c'irnino su n>>nibn’>, me propuso preparar en
Común un provéelo p-irn crc.'ir una dirección de inf lifrcncln
poMcial, que tendría nivel nacioruil. ..fin nriv de
ih'-eépttBr’éi» GestMo, y drhMo a esn vinculación, él habí»
podido enterarse rtel propósito del nuevo Gobierna de rreni
dirlui djrerríón. Preparamos el proyecto,... tuvo nuevas
y con..., y tras algunos trámite« se
nos puso en contacto con el CoroneL- -, Jefe (k» tal coso. '
Kn mrw o ebrtl del «1 Coro« si tal, no» pe*
•n comunicación con Wllllam Canhéll, aieaor nortéame» "3
ricino de la Oficina de Aslutenc a Técnica que dependía
de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Aid),
de los Estados unidos. Aunque nuestro proyecto no tuvo ,7
andamiento, ya que ¡os asesores ainerictmos hablan es­
tablecido sus propios lincamientos, para la creación de
la nueva Dirección, fulano y yo, fuimos incorporados al
núcleo original de funcionarios que formarían parto de
la Dirección de Inteligencia. Fulano fue encargado de
iag actividades estudiantiles y yo pasé a ocuparme de
la responsabilidad admin strativa, de lo que ce el local
de Inteligencia de 18 y Paullier, trabajando junto con
Cantrcll pues por au intermedio se obtenía el material
necesario para las instalaciones de las Oficinas, Radio y
Laboratorios Fotográficos, al que una vez terminado me
integré. Supongo que Cantrell era funcionario de la Cia.
Se movía con una gran independencia, incluso en la
Oficina Técnica de Aid cuyo Jefe de entonce» era un
hombre muy entrometido que sin embargo no se inmis­
cuía para nada en lo que hacía Cantrell ni en la Dl-
roec'ón de Inteligencia. Cantrell, ademán, trabajaba con
fondos propios. La Dirección de Información e Inteli­
gencia se organizó con fondos de la Jefatura y do la Em­
balada Norteamericana. Si se trataba d? refaccionar el
ed fíelo, en materia de albañlería, pintura o alguna cosa
de esas, los fondos los proporcionaba la Jefatura, Sí era
para material técnico, máquinas de escribir o cualquier
otra cosa, los proporcionaba Cantrell. JEstos fondos no
provenían de la Aid sino dlrectametne de la Embaja­
da ............................ ya que la Aid no proporciona fondos,
sii.0 que financia adqu «'clone* y luego liay que pagarle
esas adquisiciones. Además de mi trabaja en el Labora­
torio íotográfeo, yo le servía de chofer i Cantrell en un
Jeep de la Embalada que era utilizado por la Dirección
de Lniel'tfencia. Le iba a buscar a su casa por la ma- t
ñaña y lo llevaba a la Dirección de Inteligencia o a la ?
Jefatura o a la Embalada. SI lo llevaba a la Dirección j
do Inteligencia cerca del mediodía debía trasladarlo a la , t
Embajada. En cualquier c««o, a las 9 y medio o 8 de $
¡a tarde, lo recogía en la Embajada y lo llevaba, a su
casa, quedándome con el automóvil por la noche. Una £
vez por semana lo llevaba a ....... dejándolo allí pues <
él se iba más tarde en el automóvil dé su esposa. j
La Dirección de Información e Inteligencia comenzó *1
a organizarse entre noviembre y diciembre de 1968. Por ||
mi trabajo en el Labora lorio Fotográfico yo dependía del W
Suhcoinlsarjo fulano, quien era, a la voz el encargado
de procesar todo el material que se recogía y aimultá-
neamentr el responsable riel reclutamiento y entrena- |
miento. De todo ese trabajo, se entregaba copia, diaria- J
mente, a la Embajada norteamericana, siendo fulano el 1
contacto con ella. No sé exactamente cuando comenzó a
pasarse copia de la información a la Embalada, pero tal .
cosa ya estaba establecida antea de mi i egreso a la Po- 1
¡leía y se realizaba con pleno conocimiento del Jefe de I
Policía y det Ministerio del Interior. A nivel do loa ’
jerarcas Cantrell realizaba los contacto» abiertamente
visitando en su despacho a fulano y fulano.
Después que se fu« Cantrell, fulanc y fulano ha­
cían ¡o« contactos con la Embajada en el Victoria Pinza,
donde almorzaban periódicamente con in funcionarlo
norteamericano a quien llamaban eimplcinente Roberto.
Estos contactos ios debe realizar actualmente el Inspec­
tor tal, quien probablemente sea el único que conozca
oficialmente el contacto de Inteligencia y la Embajada
&meru>xui C^mo y* dije. cuando yo trabajaba en D1I el
contacto orgánico con la Embajada lo mantenía fulano.
En caso de Lcencfa o enfermedad de éste, quien lo sus­
titula era el Subcomisario tal que debe estar, actual­
mente. a cargo del fichero de Inteligencia y del contac­
to con la Embajada. dee¿e que fulano se fue a vivir
con su familia a..,., a fines de 1971 tras el sei
atentado de qu« fuo objeto au casa. Yule
nero de Cantrell por algún trabajo «»peci«
que haya abandonado, a los pocos mesd
la Divi»lón da Inteligencia, un Irabajo par
nía en una ofteina de Informes comerciales. Yo no re­
cibía pago extra de Cantrell pero en más de una opor­
tunidad él me ofreció dinero en préstamo lo que acepté
 cuando se me presentó un problema con la Caja Chica
que yo manejaba en............ En esa oportunidad Cantrell
ma prestó once mil pesos.
£1 correo con la Embajada estaba y está a cargo del
Sargento tal, quien utiliza para esa tarea un Jeep ne.
gro en el que viaja diariamente entre la Dii y la Em­
bajada norteamericana, Je tal hora a tal hora aproxi­
madamente acompañado de un chofer y un custodio. Se
envía a la Embajada copia de todos los partee y de lae
Informaciones procesadas en Jefatura. Por su parte la
Embajada solicita periódicamente copla de determinada
informaciones que utiliza para sus propios archivos. El
correo va y viene en sobres y en envoltorios que con­
tienen cintas magnetofónicas, probablemente grabacio­
nes en los teléfonos intervenidos.
Además do Cantrell y tal conocí a otros funciona­
rios asesores norteamericanos, Fulano, funcionario de
la Embajada y amigo de Cantrell desapareció inmedia­
tamente después que se descubrió la centralita telefónica
de Pochos, desde donde se interceptaban los teléfonos
do la Embajada Soviética. El descubrimiento de la cen­
tralita puso muy nerviosos a los norteamericanos; el
mismo Cantrell intercedió para que se dejara en liber­
tad al matrimonio español que figuraba como ocupan­
te de la casa de ¡a calle Ellaurl donde estaba instalado
el equipo de intercepción. Fulano era asesor de la Ofi­
cina de Asistencia Técnica de Aid. Aunque eso no en­
traba en sus funciones, sé que fulano, a instancia del
Capitán Tal, Jefe de tal, dictó un curso do inatrucc’ón
de tiro a varios Integrantes de........ Como ya declaré
ante el Tribunal del Pueblo, fulano habla formado un
grupo con subalternos de confianza para realizar aten­
tados. Fulano fue el sustituto do fulano. Se encargaba
del trabajo administrativo de la Oficina de Asistencia
Técnica, y de organizar los cursos regionales para las
policías del interior. Era norteamericano, de ascenden­
cia mejicana. Usaba un Maverik de Jefatura y lo vi a
menudo conversando con el Coronel tal, que era tal y
después fue nombrado tal. Dan Anthony Mltrlone me
fue presentado como sucesor de tal. Lo vi muy pocas
veces, pues no concurría tan asiduamente como tal a
Jefatura; en esas ocasiones, sólo cambiamos saludos o
algunos comentarios sin trascendencia.
Sobra los actuales asesores norteamericanos, sólo
conozco el nombre de un tal, que según tengo entendido
sustituyó a fulano. Conocí también a un técnico norte­
americano en fotografía, cuyo nombre no recuerdo, que
me enseñó a cargar y descargar una cámara traída por
le Embajada e instalada en el Aeropuerto de Carrasco,
para fotografiar los pasaportes de loi pasajeros que in­
gresan el pala, Tengo enlendldo qug mrrwnisimo de
esta máquina es couslderado en Estados Unidos secreto
militar, Aun después de dejar el Laboratorio fotográfico
de la DTI y pasar a la Secretaría de fulano, yo continué
concurriendo a Carrasco semanalmente para retirar el
film y recargar la cámara, pues no había otro que tu­
piera hacerlo.
A mediados de 1970. pasé al Ministerio del Interior
para participar en la organización de un grupo de In­
formación que dependiera directamente del Ministerio,
Me fue asignado un grupo de 9 hombres, pera que lea
diera entrenamiento como equipo de valencia. Eso» t
funcionarios eran, los tres provenientes de le Policía da
tal, y loe otros, fulano y fulano, seleccionados en tal
Luego de que yo les proporcionara la instrucción básica,
se decidió enviarlos a Buenos Aires para que recibieran
un curso complementario de perfeccionamiento.
A principios de 1971. cumpliendo Instrucc’onet ex­
presas de fulano v’ajé a Buenos Aires llevando loe for­
mularios personales de los 9 funcionarlos pare • justar
los (Malíes del curso. Me entrevisté con el Capitán tal
del Servicio de Informaciones del Estado (Side) de Ar­
gentina. Este recibió los formularlos y me entregó ufi
paquete conteniendo tres panes de gollnlta, para que yq
*M entregara en el Ministerio del Interior. El Subse*
«referió tal me había dicho que en Side me sei la en­
tregado un paquete, pero no me había Indicado de qué
se trataba» lo qím me fue explicado por tal.
Según supe posteriormente. la gallnlta debía Mt
usada en un atentado contra el Mayor Pablo Vicente,
argentino radicado désele hace varios años en Montevi- ’
deo, a cambio de lo cual el Side dictaría el curso a •
los 9 funcionarios uruguayos. El atentado contra el Ma- ?
yor Vicente no se realizó supongo que por indecisión de
tal, pero la gelinita fue luego utilizada en atentados con­
tra el doctor Artuclo y el doctor Liberoff sobre lot
cuales ya he testimoniado ante el Tribunal Je! Pueblo.
Los 9 funcionarios recibieron su curso en e! Side, que
incluía; fotografía, vigilancia, escuchas telefónicas, ce­
rrajería y actividades «nllterrontas. Al cambiar tal, en­
trando el Coronel tal, en lugar de tal, se desestimó U
Idea de crear un servicio de información, y los fúñelo«
nariue del equipo a mi cargo, salvo fulano, que solicité
su baja, fueron enviados a sus domicilios quedando a
la orden; más tarde participaron en loe atentados yit
referidos al Tribunal, Tengo conocimiento de que unii
misión brasileña de alto nivel visitó Montevideo, en«
trevistándose con el Jefe de Policía, Coronel tal y con
el Director tal, con el objetivo de estrechar relacionen
entre la policía brasileña y la uruguayu. La misión bra­
sileña ofreció, incluso la instalación ce un equipo do
radio-comunicaciones directas entre Brasil y Montevi«
deo. Ignoro si esto proyecto se concretó. Siendo Subse­
cretario del Ministerio del Interior, Armando Acoata y
Lara, e! Comisario tal fue llamado al despacho de ésto
y allí recibió Instrucciones de tomar contacto con lli
Embalada de Braril en Montevideo. Este hecho fue co«
mentado por el propio tal. Como resultado de sus con­
tactos, por lo menos dos funcionarios de tal. viajaron n
Brasil, para recibir entrenamiento estilo “Escuadrón”.
A su regreso, esos funcionarios trajeron 10 revólveres,
calibre 38, que fueron entregados a la Jup a través del
Ministerio del Interior. Lo» dos funcionarlos aludidos,
cuyos nombres no recuerdo, pasaron a órdenes del pa«
raguayo tal, asesor y hombre de confianza del Subse­
cretario Acosta y Lara. A las órdenes de fulano, con­
juntamente con el Subcomlsario tal, que m uno de leí .
fallecidos, e! Oficial tal, el Inspector tall, el Capitán tal» C
el Integrante de la Jup tal, y yo, esos funcionarios par- ¿
tlciparon en e| secuestro y posterior aserinato de Héctor
Cnslfignetto Darrowa. Declaro que todo lo antedicho, e»
un fiel recuento de los* hechos y admito mi participa- '
rión en los miamos, y la responsabilidad consiguiente,
para constancia de lo cual firmo.” ।
“Yo, Nelson Bardeclo, oriental, casado, de 31 años. J
funcionario del Ministerio del Interior, declaro ante el «
Tribunal del Pueblo mi participación y Ion hechos que í
conozco en relación con la creación y funcionamiento 1
de grupos para-policiales: J
i
“a) A mediados! de 1971, se me a Personó el Ayu-
dente Militar de! Mln’sterfo Cnel. (PAM) XX. pertc- i
nociente a las F.A.U.. acompañado de dos personas a las á
cuales me presentó. Una de ellas era XX, de naciona- |
lidad paraguaya y a quien Humaban “Doctor".
“XX me manifestó que, por orden de A casta y Lara,
XX Iba a realizar algunos ‘operativos ennecióles’ y que
por lo tanto debía prestarle toda la colaboración qut
solicitara. La otra persona efra un joven de barba a quieta
llamaban “José” al que posteriormente reconocí como
XX. él cual según un comentario suscitado en el Minis­
terio integra le Jup. XX lo nombró varia» vece» como
su principal colaborador.
“b) Algunos días después se realhó una reunión
en la OfMna de Estadística. Contralor y Difusión (que
servía como fachada a la planificación de atentados so­
bre lo* cuales ya declaré ante el Tribunal del Pueblo)
ove fune'ona bajo la dirección del Inspector (retirado) 1
XX en I» que participaron, además de éste, el Oficial
Inspector XX (quien trabaja en esa Oficina). XX v yo.
Se plnnteó la necesidad de enfrentar al MLN. XX ite
mostró partidario de llevar adelante lo que llamó una
“arción sicológica vlotania”. Yo discrepé con él pues pen- -
•aba que nos sería más beneficioso desarrollar un ser­
vicio de Información, a lo que aquél contestó que esos
eran “sueños írreaUaablet”.
“c> En ntra oportunidad XX me pidió Je llave dsl J
estudio fotográfico XX (que yo arrenaalNi) para ftali* |
 Mr allí una reunión compart imantada. Concurrieron ade-
mil da XX el jefe del b. 5 Comisario XX, el jefe del
D. d, Comisario XX, un funcionario de la confianza de
data llamado XX (actualmente procesado por el cuso del
Dr. XX) y XX. A mi no se me permitió asistir a roa
reunión, yéndome luego de la legada de loa nombrado«,
por lo que desconozco »1 concurrió alguna otra p<r»ona
AHI ae concretó la formación UaJ Escuadrón de la Muerte
*'d) Tengo conocimiento que como resultado de loa
contactos que el Combarlo XX hizo con la Embajada
brasileña por orden del Subsecretario Acosta y I.ara,
por lo menos dos funcionarios de! D-4 fueron enviados
*1 Brasil, para recibir entrenamiento ni estilo Escuadrón
de la Muerte, de donde trajeron 10 revólveres marca XX,
cafio corto, que fueron proporcionados a XX, a través
del Ministerio del Interior, para uso de la Jup. A! re-
5reno del Brasil, dichos funcionarios quedaron a las ór-
enes de XX, pasando, luego del repentino viaje de éste
al Brasil, al M
"La mayor parte de loa funcionarios de dichos de­
partamentos están vinculados a las actividades de loe co­
mandos parapoliciales.
"ej Estos miamos funcionarios participaron funto
al SulM’omisario XX (segundo j<fc del D-5), XX. XX, el
Oficial Inspector XX, el Cap tan XX y yo en el secute-
_ tro y asesinato de Héctor Casiagnctto. cuyo relato se
detaUm en otra acta. Luego de este operativo. In rasa
de la calle Araucana, donde retuvieron » Castagnetto,
fue ««/acunda y yo me llevé seis metralleta* calibre 45,
con ln marca y el número limados, varios pane* de ex­
plosivo* envueltos en papel cuadriculado con la sigla
CCT y dos paquetes cuyo contenido desconozco, quedan­
do depositados en el estudio XX. Dicho material lo en-
íreguár en el M n sterlo del Interior al Capitán XX. para
ser plisado al SID, a principios de febrero de 1072.
uf) Al aparecer en la prenda la noticia del asesi­
nato de Ramos Filippini, el Oficial Inspector XX me co-
mento que eso era obra de XX y su gente.
Mg) El secuestro del Dr. KX fue obra del Comisé-
rio XX y participaron loa fur.conaros dr su Departa­
mento XX, XX y XX y ’os civiles XX y XX. Este ope­
rativo fue ideado por XX con la finalidad de quedarse
con el dinero del rescate.
"ID El InMMctnr XX. Director de la Dii, tenia co­
nocimiento de las actividades de estos grupos.
“D El Dam fue creado por el General XX. alendo
sus volantes impresos en la Oficina de Defensa Civil.
• Luego, el nombre de Dam fue tomado por grupos ope­
rativo* de la Marina.
“Declaro que todo lo antedicho rs un fiel recuento
de lo, hechos y admito mi participación en lo* mismos
y la responsabilidad consiguiente, para constancia de lo
cual firmo. Nelson Bardecio. Marzo de 1972.“
Y el último documento, dice:
"Yo, Nelson Bardecio, oriental, casado, do 31 aflns,
funcionario del Ministerio de! interior, declaro ante el
Tribunal del Pueblo mi participación y los hechos que
conozco en relación con el secuestro y posterior asesinato
de Héctor Castagnetto Darrosa;
“Encontrándome en la Oficina de Estadística, Con-
trfclof y Difusión del Ministerio del Interior, el Oficial
Inspector XX requirió mi participación para un opera­
tivo. La Oficina de Estadístico, Contralor y D'fusión.
cuyo Director honorario era c! Inspector (R) XX, ser­
vía de cubierta a la planficaclón y ejecución de aten­
tado* sobre loe cuales hn prestado ya decía ración ante
el Ttlbunal del Pueblo, El Oficial Inspector XX era Se­
cretario Cnel, XX (encargado drl Registro de Vecindad)
y oficiaba como enlace er/re <4 Ministerio del Interior y
el denominado Comando CaM Tnpawsurros tCet). Según
me di lo el Subrom’sar o XX. det Departamento 5 de la
Dirección da Ltdcumaods e Isd&Lgeacto, lo había solicl-
/wri\
IflhXbAW J
X TI 7
todo su colaboración paro dicho operativo, manifesté»*
dolé que también me necesitaba a mí y a mi automóvil,
(y (Lee las características dtl vehículo, matrícula ficti-
cía XX) que pertenecía a la Jefatura de Policía de Morv f
lev>deo y que habla quedado en mi poder después ds* ■>
haber sido utilizado en uno de los atentados ivíaridog.
“En horas próximas a! mediodía, me dirigí con el
Insp. XX hacia el Hotel Carrasco, frente a! cual debtn
esperarnos el Subcombario XX. Al llegar sil!, encontré*
mos a XX, a do* funefoi.arios del Departamento ó (quo
hablan s Jo enviados al Bras¡! para recibir entrenamie»*
tu ei»!iio “Escuadrón de la Muerte“) y a un joven qiui
luego me arderé era Héctor Castagnetto. Isas cuatro
per nona* e«’aban en un automóvil marca XX, que per*
tenccia al Comisario XX. del Departamento é.
“Pude saber que Castagnetto había sido dHen!do eon
maóíina. en Avenida Italia y Propio, por los dos funcio­
nario« del Departamento 4 aludido*. Yo no poseía sn*
tecedente alguno sobre 1* persona de! detenido. El Sub-
com sario XX nos djo que había que “pasear” a ésto
durante toda la tarde, pnra lo cual habla rsquerido lu
utilización de mi automóvil.
“Castagnetto fue trasladado a! automóvil, sentándo­
se atrás, junto con XX; XX se ubicó adelantr. El dete­
nido ve.slla pantalón y saco y llevaba una bolsa qu*
contenía disco* de música popular. Se le notabl algo uex-
vloso, pero no ¿.árcele asustado.
“Informé a! Subeomlsario XX que el auto no es­
taba en condiciones mecánicas como para andar toda 1»
tarde, contestándome él que me dirigiera hacia afuera,
que ya se le ocurriría algo. Un rato después me Indicó
que iríamos harta el Pinar y pasaríamos la tarde en un
rancho abandonado que él conocía. Explicó cuc en ros
rancho habían vivido algunos militantes del Mln. con­
tra los cuales so realizó un proced m ento en iue él ha­
bía participado, y que ahora la construcción estaba aban­
donada.
“Fuimos hasta la construcción señalada par XX. II
ranch'to. de construcción algo vetusta, e tá vbicado e¡s
la calle que va del Autódromo a Avenida llalla. Una
ves instalado* en él yo f”i con el coche hasta un alma­
cén que queda en Avenida Italia, a más o menos dos
kilómetros de distancia, y compré algún fiambre y do*
o tres botollag de agua mineral
“Pasamos toda la tarde en el Pinar. La miyor parto
del tiempo Castagc.etlo estuvo sentado en el suelo, en
un rincón, esposado. Práeiícamimte no se habló con él.
Sólo XX le hizo algunas preguntas: si aún pórtense'a al
Mln, a lo que Castagnetto respondió que nO» al sabln
dónde estaba la Cárcel del Pueblo, a lo que también res­
pondió negativamente; y qué bucle con la bolsa de dis­
cos, a lo que dijo que estaba trabajando como corredor
independíente de dísona.
“Nos fuimos turnando y mientras uno ’Hgilaba h
Castagnetto, ios otros dábamos algún paseo por loe al­
rededores. Le preguntó a XX qué panaria eoa el deten!,
do v él me dijo que no tenía idea, que ese <ra asunto
de XX Le h»oe la misma pregunto o éste, quien me dijo
que sólo estábamos haciendo tiempo, mtentrse tos do*
funcionarlos del Departamento < que habían Identifica,
do y detenido a Castagnetto reunían aus antacedentee y
preparaban el Interrogatorio. Ble Indicó que no debía­
mos hacerle ninguna pregunto a Castagnetto y dije qw)
lo* referidos funcionarios “astoben tornaaodo i» etPAP°
nuevo”.
“Casi *1 oscurecer partimos hada Monteviítlee, indi-
cándeme XX que tomara por la cambia. Uegunro bat­
ía una ca*a que queda en la calle Araucana,! Allí nos
recibió XX.- dlriéndonos que en le casa se encontraban
personas cotnparlitnentadae y que deberíamos dar algu­
na* vueltos ron el auto, durante diel minutos, mtontrgi
dichas personas sallan.
“XX me había sido presentado anteriormente por el
Coronel XX, Asesor Militar del..etcétera, ‘ le de na-
23 04 5 ' //
/ '
 eionalldad paraguaya y le d!c<?n "doctor". Habla traba­
jado con Acosta y Lara en la Intervención de Secunda­
ria y tenido participación en la organizar ón de la Jup;
al aer nombrado Subsecretario del Interior, Acoala y
Lar» lo había traído al Ministerio. Al presentarlo, el
Coronel XX había d cho que por orden do! Subsecreta­
rio, XX iba a realizar algunos operativos "especiales”
y había que prestarle la colaboraran que él solicitara.
En una reunión realizada en la Oficina de Estadística,
Contralor y Difusión, en la que participamos XX, XX,
el Inspector XX, XX y yo, XX planteó que había que
llevar adelanto una "acción slcológ ca violenta" para ha­
cer frente al Mln. Yo manifesté que rutaba en desacuer­
do con ese planteo y que lo que debía hacerse era or­
ganizar un grupo eficiente de nformaclón, a lo que XX
respondió que esos eran sueños; irrealizt blea.
‘Cuando regresamos a la casa d? la calle Araucana
después de dar algunas vueltas, entramos a Castag cito,
ubicándolo en un sofá del corredor central, La casa era
amp ia y estaba amueblada con elegancia. El alquiler,
que era do trescientos dólares meruiinlrs, lo pagaba el
Min'sterlo del Inter or; algunas veri* halda oído en el
Mir.Hter’o el comentario de que no había plata ni para
comprar papel pero '«? gastaba esa suma en la rasa de
XX. XX nos do que deberíamos quedarnos para cus­
todiar a CT’tagnelto durante Ii nochr, ya qur los fun-
k cionsrioi doj D'" artam'nto XX no Hrearinn hasta 1m
P primerea horas du la madrina siguiente Divid mus la no­
che un tres turnos de guardlíi y nos quedamos A mi
me t »có la guard a de la mitad dr la imrlm. Nn hablé
con Castagnetto. Este dormitaba a ratos en el sofá.
* A prtqprra hora <*r I» mañana llegaron los do* fun-
cioncán«« en rt-mpartia de XX. » qtá-n Itamíibm "J<v»é"
y quo había w’do presentado por XX en el Ministerio
como mi principal nvudant». Por comentarlo« en el Ml-
n’aVello, sé que José pertrnrrU a la Jup; a) igual quw
XX, parecía tenor grnn confianza con el Sub«prr<*tarlo
Acosta y Lnrn. concurriendo iisiduamente al despacho
de éste. Al llegar Joeé y lo« dt« funcionario«, XX y yo
no« fu'moa. quedando XX en la ca'» dr la calle Arau­
cana. Yo alcancé a XX" -rl «ue falWló hov— "hasta
mi casa y nm fui pura el estudio fntográfen (XX, en tal
dirección). Esa ni Irma tarde, alrededor dé Ina 10 hora«,
XX el que fallec'ó hoy) nssó por el estudio diñándo­
me que neces'tnba conectarse con alguien de )« Marina
que pudiera ayudarnos a "««car una perta”» de Monte­
video". Agregó que no podía rer el Capitán Moho, pues
éste lomaba mucho v m nrrrMrtr'n la máxima d'srre.
cíón resp’u lo a <^to. H<<< ordé <»l nombr» del (’:i”ltán XX,
que ruó había sido presen fado en el Club Naval por el
Canltan XX, Ind’rám'nme que podía rmirrlr a él pnra
। cualquier foo de eoiaboración ímí«t tarde ol Capl’án
XX. «u«f;tuJrííj ni Coronel X cono Antear Militar etcé­
tera). Llamé n XX por foléfono y rnmb'nnmoa un en­
cuentro pnm dos horas más tardo en la rambla y Co­
mercio. AHI XX (el que falle'' ó hnv) le »»Ulló «m •(»-
iaboraclón para "*arar de Montevideo « un m emhro
del Mln" a lo que XX accedió, mmrdándn*«' ”n nuevo en­
cuentro para la una do la martina en ?'■ ata Hnn«en y
Prnpics, donde yo también debería o' ocurrir para rea-
piar v! contacto. Alcancé a XX’ hnsta las Oficinas de)
Denar amento 5 en la calle Mnldonadn, romnromotién-
dome 1 catar en la casa da la callo Araucana 10 o DI mi­
nutos ante» de la hora conven ida para el encuentro
con XX.
"Llegué a la cana de Arattmm» muy anhre ln hora,
riendo que sacaban a Caotagnett » ron los ojo« vendados,
introduciéndolo en el coche de XX. un . " - aquí d’cr
la marea y oí color -— " que tinta el parabrisas roto
y que pertenecía al Ministerio drl Interior. Ki 61 se ubi
carón Caatagnettn y los dos fimcion,irlos drl Departa­
mento 4 en o! asiento de atrás, conduciendo XX y yendo
a su indo "Joaé".
Al parecer. XX no estaba en !n rnsn. XX suido cu
im w h* y futmoi foMta el lugar de encuent ro, donde
ya estiba XX. Pasaron t «u «uto Ca .iagnei’i» v !<»>< do»
.'un-?-< ¡.rio», j rM^ndo km tr*»<i vehículos fonda el pner-
to. En i*, entrada qn-'i queda al lulo de la E-daclón Crn-
♦<gl 4MI qué ó» Club Rowlng, <d nulo
^is'Trrv’ny
de XX entré al Puerto y nosotros dimos la vuelta. Dejé
a XX en el renartamenta 5 y me fui a la et^a de un
matrimonio nmigo. en la calle Canelones, donde estaba
viviendo. Una hora mós tarde o sea pasadas las dos de
'a mañana, XX me telefoneó diriéndome que la ca a de
la cal o Araucana debía ser evacuada, pues XX había
avisado a XX que la caía tbn a ser allanada por denun­
cias de un vecino, y que yo debería guardar alumnos i>s-
cuetes, ya que cito-, no tenían dónde hacerlo. XX pasó a
buscarme en su automóvil y me llevó hasta la Ranbla y
Araucana. donde : c encontraba la camioneta qu» usan
hpbltualmente loi dos funcionarlos entrenador en Bra­
sil" (aquí da fus características!. "En hi camloneti había
r’o.i per unas que no conozco y que pertenecían al grupo
de ' José", para los cuales XX me recomendó total com-
partlmentación. Me llevaron en la camioneta fausta <4
estudio, donde bajé do? paquetes y una caja e a es dos de
la ni-a de Araucana. Ignoro el contenido de los naquetwu
La caja, que estaba abierta, contenía seis metralle as ca­
libre 45, con la marca y el número limados, y varloc janes
de explosivos. Estos eran unos cubos de color iiponln
.iue <n una de !a. p ¡ntm tienen un ugujero par» el de­
tonador. Estaban envueltos en hojas de papel cULcrlcu-
lado donde habla euerUo con birome: CCF '. Dertruí esta«
hu . ; r.or t» Tur p nue me comprometieran. Más tardo
consulté a XX acc- a de sí el manejo de esos fxplc ivoi
pulía .significar p<ligio, dlcléndome él que no, nue no
p-haro alguno si no re le« colocaba detonador. Lo
di e también que h d>.,t roto las hojas con la ÍHseri|>c|ó?l
LXT, « i ) que él me di ¡o que habla bocha bien,
Hace aUededor de un mes y medio llevé los paque­
tes y la cala al M’nisterío cor indicación de XX. quleci
m»' d. o ípi..1 <-xp nrucráil d«--bia enuegarsa al 8ID. En-
tregué lo. paquetes al Capí Un XX.
'Entiendo que Uastu netto fue interrogado v toril»«
rado en la casa dr h* calle A muca na y luego eliminado,
arrufándolo al ro, Fn este caso, quienes rea lzaron la
opeia ion Liaron lo. co. íuiv lonarioa que lo acompañaron
an última Uulancla.
"Por lo que ;é el Comando Caza Tupamaros ?M4
itltagrndo por XX, XX. el Oficial Ic.snetior XX <wit en-
Jare. XX y ios dos funcionarios enarenados en H
De ésto«, euvo nombre no recuerdo, «é que pisaron al
DeparUmen o I. XX y "Jo-é" desaparecieron roeos días
dé T)Uós d* lo de Castarnñto y tras robrar una mesa
suma de dinero en el Mtnbtcr’o dileron que vH’ai'an ai
ílrasll, ix'ro a ".tasé" lo vi en Montevid«o al día siguiente
de las ( lecñoni«s faíle.ando el triunfo.
"Declaro oue todo ío ?«Redicho e» un fiel recuenta
de lo i h*chos v admito r>H .-.artle.imlDn en leí mismos
v la resnonneMllda'l rvn ir» lenta, Par* enredan fia de k>
cual firmo. Nehon Baldéelo. Marzo dé 1972"*.
EMor son los cuatro documentos (gue hemos recibido
un gruí» de leghlaüorM.
sfñoti RODRIGUEZ CAU — «Mr pertoMé» tufta to-
lerrupcion?
ffñor Mf^iBTRO DEL INTERIOR ¿Me permite
una interrupción*
hfñor triáis ¿Me permite un« interrupción?
señor ERRO Voy • trrmlncr
son rqn'if» dn^urrerton ron sn« fe^oeord«# rnrres-
v H *n«r'»fr«fía a* 1« fWfWn« y
t»n "rr’St*" wl abrir ef *n*'rr, mg
ib'»»q «><áu t|p < or*'!-'”»« Ft «v-hre (V-r •’Pertor
Fvrin>>r Frro". । ’’r'-n rmwá ó advertir r>»« hato!« ■
cu* rs’ntnrt rn la mi’ma «♦taañófl 4* wmr«sg #
nnrn»»f» »rnU«n Im ml*mas cuatro wiM, ’«.« n'i'm's* éu**'
tro <.u.,'oíU'ui v «*i mtimr» ra«ijrrtf# cm» crer» h< r«*
’•» H>r alguno <*p rfoos No uyirro nnmh'ar
iib-«i n iv»ón rc’e<»n. ñero se imaginarán loa
Hrftnrrs ’n(»b,««ir tti decir esto no estoy Im ^ntando
umejíinte enormidad á
J
iíf
«i.
 Ya he perdido la cuanta, pero creo que llegaron a
mis manos ayer, aunque no sé si fue por la noche, en »a
hora en que mucho* señores liguiadores se ve que ya los
tenían, porque cuando empecí a hablai con alguno de
ello» para advertirles de esta documentación «e me dijo
que ya habían recibido ios mismos cuatro documentos
y fotocopias y el cassette. Quiero entonces, antes de con­
cedí r las interrupciones, en primer lugar al señor Mi­
nistro y luego a los restante« señores diputados, decir
lo siguiente.
Oon absoluta responsabilidad, consciente do los ries­
gos que representa la lectura ele un documento tan grave
pan. el pais. he cumplido como siempre intenrraltnente
con mi deber, y digo que cuando el senador Juan Pablo
Tena, hombre de cuya limpia conducta nadie puede du­
dar, compañero entrañable del Frente, propuso mi moción
y «cpresó a los legisladores que tenia este documento
en i.u» mano ¡, le dijimos y lo podrá ratificar el señor
senador Terra - que nos parecía la vía más correcta lo
que en ella ite establecía, fiignlflca que en ningún mo­
mento pasó |K)f nuestro pensamiento la lectura de este
documento, |?>ero desgraciadamente la inrompr?nsí< n la
fatiga, el ánimo de votar una ley que tanto mal va a
hacer la paiti a nuestro luido, hicieron qus la votación
fuera negativa. Lamento cap techo porque antonri <
don mentó no hubiera tenido ’studu publico; irüxoni m-
do visto y cdud ndo a nivel de mayor respimstbirdiul,
con los señores Ministros, sin que llevar» micho tiempo,
en un intermedio que la Asamblea pudo habtr realizado.
Pero, ocurrió todo esto Pensamos en determinado mo­
mento en la posibilidad de un replanteo por parte de
nuestro compañero, el señor senador Terra, piro la suer­
te de este asunto estaba echada, y no hahla pintona luz
que nos indicara una rectificación de rumbot <le ios co­
legas de la Cámara, a quienes no reprocho wu actitud
—que quede claro porque de pronto ptxiia haber Jevis-
laderes que no tenían conocimiento de que tramos tan­
tos los que disponíamos de este material. Alora quere­
mos manifestar que hemos nimpiído al poní ir sobre la
mesa hechos de cuya gravedad nadie puede dudar. Res*
peto la opinión de algún culeca - creo que del sector
co’crado, no recuerdo quien Ifue— cuando fe‘ipondló al
señor senador Terra diciendo que querían tena? seguri­
dad sobre la autenticidad del documento, del "cassette”
y de todos estos elementos que están aquí.
Oon dolor tenemos que expresar, luego da esta con­
fesión. que en efecto «e ha as peinado a distar,neto, muy
pocos podemos creer ahora que pueda .salvar su vida el
joven Abel Ayala. Digo esto porque, «eñor Presidente, se­
ñor Ministro y «añores Irgtalsdores, por encima de mu­
cho« enfrcn’.'imtantos y muchos rivoufrnnn'zos leg ilativos
está aquí un Uruguay abso u i ámente diferente u aquel
que hoy, con ilusión, nos quena pros' nhir el ,i< fmr ^«na­
dar Rath. Esta es un hecho que queremo* llevar ni Menudo,
y pod’tnos a lo* senadores en este ml*mo instante, que
de nqni al martes recapacitan profundamente robre In
gravedad inmensa que esto tiene; ta:i»o romo 1» de lo
que está ocurriendo en el pal». Y ponemos tod is tas co­
sas en el platipo de la balanza. Heñios maniLMado que
todc esto es grave, por lo que pedimos que se haga esa
investigación con la máxima seguridad, rn las mejores
condiciones, con la mayor objetividad posible, que nos
tratara a todos el reencuentro con una paz míe hemos
perdido y que, además, hoy, c »n la votación que se va a
haosr de este proyecto se va a ver -tenemos r<o pesi­
mismo— mucho más alejada de nuestro lado de lo que
pueden suponer aún los que levanten la mano.
Soy vth hombre que mido mis cosas y mis arinacin-
aea He sido victima, a lo largo de doce o troce años, de
sȇu de once atentados en los que - no so enolen tas
Fonrzas Armadas— participaron algunos hombres do tas
Furnias Anoadas, pegándole n un pobre Militado retirado
ebr«, María de tas Mercedes Rodrigues, que luevo m »to
a un taxista, para que me matara en mi ho‘*ar. H<Mo
salvé porque se ve qire el dedino no quería que «a'í 'ra
de este mundo. Me llevó un vieto amigo en un coche
Mcrcury que él tenía. La nodte era muy tria.
Nos despedimos. Yo puse las llave« en mi puerta f
el puso en contacto su automóvil No arrancó, pero oó
me quedé a mirar, y entré mi casa. En esa ««gur-do
era en el que me iban a matar por la ®s?>alcta, cobar­
demente.
Pero siguieron los atentados, y en algt na oportuni­
dad tuve que ir al campo del honor en inferioridad de
condiciones. No voy a agregar una sola palabra más,
porque en ritos hechos hay un comprarais 3 de un acta
final que nos impide hacer cualquier comer tarto público,
y yo he cumplido hcimenta con todo aquello rn lo que
ahí me rom prometa. En las dos instancias que tuve que
Ir al carreo d* honor y en tas otras instancias pasé mo­
mentos de amargura y de grandes dificultades.
Hace de esto apenas un año y medio. Muy pocos,
muy no a nrnte, ni mis amigo» más íntimos lo saben;
só'o, h>, lo conocen los que v ven en el seno de mi ho^ar
esta m mui! luirarruplldad mtn. Pero mi mujer batalla,
y mi ht’o nunca ha dicho nada en rontrsrto. También
batalla en ’o que él ere" »os ideales, y está en uní celda
de Pun a Carreta». H* dí'dri nue eso a mi me refle»a un
pcnMinventa d* genero udnd hacía él. que vn esta hora
ni siquiera vio lo que fue c| trtunfo de esta ’orrirnte con
fgitn amigo» en el Frente Amplio. A él qv.e no me es­
cucha en el (ha de h<»v, en que un «mipv de vente en
la < dlc fuera drl Palacio, e’ttá pidiendo mi muerte, romo
me acaban de decir . ¡Y no me vmji a matar, porque
aho*-a saldré a limarme la vida, rom« corresponde! ¡tíí’
¡G’ttan! ¡f'nldretnns a )u«arnoi la vida! ¡Cuno no! Y
irs nido a lo» compañeros que, si habré de morir, no pro­
nuncien una «ola patabrs. No quiero ni palabras ni flo­
res, ni n ie nado* inmie nada. -He de ciimnlir ron mi
deber! ¿No iba a saber que esto iba a paoar? ¡Sil ¡Paro
no será tan táeii la batalla final!
Compañero» del Frente Amplio: ustedes ron testi­
gos de que lodo e Jo que hemos trs'do .icé ex verdad;
de que lo recibió to *a la rente, iirhid ve con aniel aitón;
de que el rompa ñero Juan Pablo Tena tuvo tres, cuatro
o cinco Intervenc’ones para ha«'nr reprn»sr rn ’a impor­
tancia de esto y lo diun»u3 al final, cuando ya terminá­
bamos nuestra exposición.
En determinado momento le di limos I un compañero
de Camara, que nos vino a hacer una consulta, que íba­
mos a terminar alrededor del mediodía, porque pensá­
bamos en ciertos valores, que dc-sde luejio ron valores
afectivo» muy hondo» para el oue habla, y que nrv que-
Damos perder en un instante. Entonce» sal! en un mo­
mento de ítata a repensar en ese último gesto, y ’legué
a e ta eorrltistón: que no delaria el peor testimonio a
mi hilo, cue no de aria un tasUmonio de obardi«,. y yo
no ’oy cobarde. Nunca le he tañido tniecki a nadie. Ño
me importa morir ñor mi pata, ponnie at|ttí estay con
lo» datos en ta mano, itXié «e nnieh» la autenticidad!
Yo no estoy acá valorando o respaldando información:
ta c 'or dund r y la e*t-cv exigiendo cosí desepe ración,
con ta misma desrspe¿a-km ccn que k» hteo el compa­
ñero Enrkrre Rodrigue* en «I Semdo, tres o
cuatro v*ccs —hasta rec.Mr lo qie quicio peofírr que
tu? un.i ironta de uno de lo» hombres má* caneces que
tiene rrte jiaí», aún cuando dtarrepemo» en todas huí h-
neas de su pen’am’ento político— cuando le preguntó
<i c!to era una institución o alguna orgarteaeión. En el
fondo, yo no sé si la Ironía no se vo vM *>a eoea cierta’
era una organización en qtse ¡amen tablera ente hay hora*
brrs de jerarquía en instintos lugares drl Ejército y de
la PoUcía.
Y vamos a dar el nombre de quien hto» e»a ironía
fue el propio senador Erhearoyen. que h» tenido mucha»
polémicas ron el señor sanador Enrtqwe Rodrigots. T yo
pedí la palfthra para (tararle; eessador S'Jwoycn: zuir®
oue hemos firmado todo? tos $<m¡Htor?í dei Frente Ar-
p>io: todos estamos en una m tai na igualdad en cuanto a
Vovar adftante, conocedores d$ tuto* riewo«. una ínves-
himrióit exhaustiva m a’ ftanado M»b«i e) Itaimiidrón dé
la Murria, Y recuerdo que éL tal v«i iwr tolerancia q,
rorn prensión, o con el d*roo de no seguir discutiendo»
difo; "¡ta tarminado** -apelo al tanmnarüo del señor
senador Enrique Rodrigue»— y no iXMtaUÓ «« «i asunta.
 r
Pero noaotróa le décimo» al señor Presidenta, que
ademé» os Presidente del Senado, que atienda este re­
clamo. Me dirá que ente no e» el órgano natural. Des­
de luego. El martes lo plantearemos en el Senado, si es
que llegamos al martes, porque cuando so trata de estas
cosas no debemos olvidar que alguien, cuando en oirás
latitudes tuvo el coraje de decirlas —allá por el Bra­
sil—, también pagó el más alto tributo que un ser hu­
mano puede dar para servir a su país.
Yo, señor Presidente, he servido a mi país, y estoy,
con mis compañeros del Frente Amplio, con un espíritu
—ya se lo he dicho a ellos— en el que sólo caben dos
“antis": el antimperiallsmo y el antioligarquia, y todo
lo demás que se quiera poner en mí boca, lo rechazo.
Y digo, señor Presidente, que como en las viejas con­
cepciones de Ja patria vieja, más vale morir en la de­
fensa de las ideas y la libertad, que vivir por huellas
que puedan en el futuro precisarse como inútiles,
SEÑOR PEREYRA. — ¿Mi permite una interrup­
ción?
SEÑOR ERRO. — Sí, señor legislador.
SEÑOR PRESIDENTE. — Puede Interrumpir el se­
ñor legislador.
SEÑOR PEREYRA. — Señor Presidente: he tenido
conocimiento de que hasta las puertas dr esta casa —y
no sé ai tamb'ón han entrado a los corredores— ha lle­
gado un grupo de personas —no me Interesa nt he ave­
riguado de qué flpaclón son— groando el nombre do
un senador y reclamando su muerte.
Yo discrepo con el pensamiento expuesto por el se­
ñor senador Erro. Discrepo con muchos do loe senado­
res aquí presentes. Tengo posición tomada en este asunto,
con todo el Partido Nac’onnl, pero cualesquiera aran las
discrepancias que aquí existan, es*oy seguro que el se­
ñor Presidente y el señor Ministro del Interior tomarán
las medidas del caso para que la Integridad física de
loe senadores —cualquiera sea la filiación política de los
mimes, cualquiera sea el pensamiento de ellos— sea
debidamente garantizada.
(Apoyados. Interrupciones. Campana de orden.)
Etfo tiene que regulr siendo un Parlamento, donde
cada uno pueda venir a decir lo que siente y lo que
piensa.
(Apoyados, Interrupciones. Campana de orden.)
SEÑOR PRESIDENTE. — ¿Me permite, señar se­
nador? ...
Al Palacio no ha entrado absolutamente nadie y se
han tomado todas las providencias ñera r» seguridad. A
la Mesa también ha llegado ase <1enunc» y le herrrag
puesto en conoclm’ento del señor M1n’*,r-o del Interior,
quien ha tomado las providencia* d**1 raso en lo que
tiene que ver con el exterior del Palacio.
SEÑOR MEDIROS. — Ustsd no sabe si no están en
la Barra.
SEÑOR PRESIDENTE. — Ñeñor legislador! le estoy
diciendo que estamos tomando todas Las providencian
SEÑOR MEDEROS. — Me alegra.
(Interrupciones.)
SEÑOR PRESIDENTE. — Lo» señores legisladoras
qu’erpn ouo desalojada la Barra? Si es así, lo ha-
renio« nmed’a tomen te.
(No apoyados. Interrupciones. CnmjMina de orden,)
—Puede continuar el señor senador Pereyra.
SEÑOR PEREYRA. — Yo no he hablado para nada
ña la Barra, señor IMtaanto. Croo que un Parlamento
14 9
tiene que tener su Barra, tiene que tener su pueblo pty '■*
tente en las deliberaciones que realice.
«i
(Apoyados.)
—Considero, también, que los sectores popularse pue­
den hacer las manifestaciones que quieran, cualquiera
sea el pensamiento que la» aliente; pero es deber del
Estado, a través de todos sus representantes, a través
del Ministro del Interior y, en este caso, a través del
Señor Presidente de la Asamblea General —que es quien
ordena todo lo que tiene que ver con esta Casa-—, ga- (
rantizar que todos los senadoras puedan expresar libre­
mente su pensamiento y salir del recinto sta ser mo­
lestados.
(¡Muy bien!)
—Porque conozco la sensibilidad del señor Presi­
dente, y porque el señor Ministro ha expuesto demasia­
do claramente su pensamiento respecto de esta» cosas,
no dudo que se tomarán la» medidas del caso.
Es lo que quería manifestar, y agradezco al señor
senador Erro la interrupción que me concedió.
SEÑOR PRESIDENTE. — Quiero decir al señor »0- j
nndor Pereyra —que es el que ha planteado este amift- g
to— y a lo» demás señorea legisladores, que hace ya 1
bástanle rato que hemos sido Informados de la presencia
de esas persona» en el exterior del Palacio. Se (ornaron J
las providí ncias necesarias, cerrando las puertas del |
Palacio, Como se comprenderá, yo estoy squí y no puedo J
vigilarlo personalmente, pero se ha dado la orden, a |
todo el personal de la Casa y a toda la guardia del Pa- J
lacio, de que no se deje entrar a nadie. En cuanto a fo |
que ocurre afuera, se lo he comunicado al señor Ministro *i>
del Interior para que tome las medidas del caso. ?
Esto es todo lo que ha bocho la Mesa rotesento a
este problema. .
Puede continuar el señor senador Erro. W
SEÑOR MINISTRO DEL INTERIOR. — ¿Me perml- ■
te una interrupción, señor senador Erro? I
SEÑOR PRESIDENTE. — ¿El señor senador Erro
concede la interrupción?
SEÑOR ERRO. — La voy a conceder 1» interrup­
ción que me pide, señor Ministro, pero antes quiero hacer ¡
dos precisiones.
Considero —aunque huelga el comentario, pues ya
lo hs hecho el señor senador Pereyra—, que el pueblo
tiene el derecho inalienable a escuchar a sus represen­
tante«, ya opínen a favor o en contra, y aun a hacer
manifestaciones, ya que no tiene por qué enmudecer. Por
ello la mayor satisfacción que tendría en el día de hoy
sería la de que ni una sola persona fuera sacada do te
Barra»
Paro quisiera pedir algo muy especial al señor Pre­
sidente de la Asamblea y a mi ex compañero del viejo
curto ¿O Preparatorios, Ministro Rovlra: que no se ponga
ninguna persona afuera para cuidarme, porque hoy estoy
dispuesto a jugarme como corresponde, y me sentiría
hasta molesto o Incómodo si viera fuerzas que de alguna
manera sintiera que eztán cuidándome. Pienso Ir hasta
donde quiera, me pese lo que me pase, porque bueno
sería oue »1 estamos en la lucha pidiéramos refuerzos y
consideraciones especiales. Tenemos la misma disposi­
ción que tenía el pobre Castagneto cuando lo sacaron
de en eatít y te mstaro-.. y la misma de Fijipplnl y Avala
cuando se vtemn en situaciones parecidas. No queremos
rfngérn pr’vütgio, como no lo quta'mos nunca. Bien
saben loe compañeros que nunca nos acogimos a ningún
beneficio, que siempre loe rechazamos todos. Y en esta
hora lo que m» nos ofrece es un privilegio que otros no
tuv’eron, y por eco lo rechácenos,
Además, pediríamos que no fe «erraran las pueda»
del Palacio, ' “'v
¿ 23 tí 45

W'A: v'“a Vr '•?»«
r A j.’j
Sesión ] ? y ] i rnay <, /
r...................... . ......
SEÑOR ERRO - Señor Presidente: sentimos una
honda preocupación por ia existencia, las actividades y
asesinatos del Escuadrón de la Muerte.
Los 5 senadores del Frente Amplío hemos solicitado,
hace 45 días, en el Senado de la Hepúfc>lica, ¡a designa­
ción de una Can.isinn investigadora. Todavía no hemos
podido lograr la n^íime.ou siri r*rr..ida En la última se­
sión se presentaron alguna* otras mociones de integran­
tes del Partido Colorado y del Partido Nacional con fi­
nalidades díversar. Yo considero* al igual que el señor
legislador Micheliai, que este tenui debe ser investigado
exhaustivamente en el Senado, al igual que el episodio da
la muerte de los 8 obraros cormnbdaa Rn 10 orden del
dia del próximo martes, figura, como primer punto, la
designación de una Comisión investigadora sobre el Es­
cuadrón de la Muerte y luego, la de otra que indagará
sobre la muerte de ios 8 obreros que yo llamo, más
que asesinados, i usi Indos, en Ja madrugada del 18 d<
abili, en el local del Partido Comunista de la 20a.
Sección.
1 Hay, ademas, un hecho que tengo que anotar en la
noche de hoy. Los integran (es de las Fnervas Conjun­
tas están llevando a cabo una operación contra meno­
res de Preparatorios y de algunas liceos de Montevideo
Cuatro o cinco de ellos, a cuyos familiares conozco dé
toda la vida, fueron llevados encapuchados hace unoé
días, paseados durante 4 o b horas, y abandonados en
un campo. Mientras los llevaban, los amenazaron con
el E.ruadrón de la Muerte e, incluso, llegaron a golpear
a algunos en forma tal que sus familiares, intranquilos,
están pensando en la posibilidad cíe que no continúen
asís tiendo al liceo.
jü- te es un hecno nuevo, señor Presidente, y yo tengo
que denunciarlo a la Asamblea General esta noche, por­
que nm temo que la próxima operación del Escuadrón
de la Muerte pueda ser volcada sobre estos inocente*
estudiantes de lt> y 1(1 unos de edad.
Pero hay algo mu. runfio de la República tiene
que investigar porque hay conexiones Internacionales en
el Escuadrón de Ja Muerir; e.-úú la Embajada Norte-
americana, están pvr.sonas vinculadas a la del
Paraguay, hay tumbhhi nrg<‘nlh:<H. la CIA. y algo más:
un general norteamericano que llego al Uruguay entre el
25 y el 28 del mea petado, que se conectó con el agregado
militar de Estados Unidos.
Además, es muy probable, aunque no lo puedo ase­
gurar, qué huyfc vwitado iM.mbl/<n a autoridades uru-
guayas, fáí» un hedió imiy grave <líd qtu* Uno W enléttt tt J
veces por la prensa extranjera y no por la del país. <a C A
■ • ...------------------------------
E'-rj me
A* ami-le a Aon eral
LA 'V’’£'■K•Ex' STRNCU, *CTI VIb*EES
x> ! A .
'»
De manara qué dé lAjtóíéyte utdn 1’
nombre« da quiasma la integran, qu« oóúpán cargos im­
portantes a aístintos nivelas, paro ninguno ha sido se­
parado de loe miamos. Es lo primero qué se debió ha-
| ber hecho, porque muchos de esos integrantes del Es­
cuadrón de la Muerte asesinaron también a ciudadanos,
í inataron a Marti rena y a su mujer, que no sabían ni quie-
, nes eran ni qué vinculacionM podían tañer, asesinaron a
। Revira, de 17 años de edad, en la casa de Perez Gomar,
que se probó que no venia vinculación alguna con nin­
gún movimiento. Y sus padres, según denunció el señor
senador Vas en al Senado de Ja República, f ueron libe­
rados por ¡a Justicia y a la noche de hoy nadie sabe
dónde estén, nadie conoce su paradero, ni cual fue su
destino, porque fueron llevados por las Fuerzas Con­
juntas.
Hoy o ayer, en Salto, un edil de nuestro grupo polí­
tico, Luis Letrero, también fue llevado por las Fuerzas
Conjuntas; en Treinta y Tres fue torturado barbara-
mente el doctor Iriondo, médico de apiñas 32 o 33 años,
que honra a la medicina nacional. También se pretende,
en partas absolutamente falseados, hacer aparecer en de­
terminada posición o linee al dignísimo compañero de
Durazno, doctor Peralta, que fuera candidato a la in- ,
tendencia por «me departamento.
Esta serie de atropello» continúa y la vamos a ir
analizando en esta jornada, con los otros compañeros del
Frente Amplio, para que el país sepa toda la verdad; para
que sepa como desapareció, por ejemplo, una niña d< 16
años, como hay gente que hace 16 o 16 días que esta .
incomunicada en la Jefatura de Policía sin que sus fa­
miliares Ja puedan ver, como en el Hospital Militar hay :
una mujer joven que tuvo familia y a la que sus fami­
liares cuidan del niño sin que ella pueda verlo. Ademas,
esta persona Pene problemas de salud.
Estos hechos hay que decirlos con absoluta claridad,
para que luego no se nos diga, como siempre, que «e van
a tomar medidas, que se esta investigando. fckm hechor
muy claros. Tan es asi, que por lo menos varios jacal­
eas que actúan en estas actividades de las Fuerzas (>m-
iuntas ya debieran haber sido separados de sus raigón,
¡jorque estuvieron presentes en los asesinatos de muchas
personas, comandando grupos de esas Fuerzas. Ese> lo
sabe todo el mundo, no lo inventamos nosotros y, lógica­
mente, en primer término, tiene que saberlo el Gobierno
Por eso es que entendemos, a pesar de lo qu>? liemos
oído ,que el Sanado de la República debe realizar una
invesugaclóo de las actividades del Escuadrón de la
Muertes porque no se habrá de detener y en este mo­
mento corren peligro no solo loe de aquella lista sino
muchos otros nombres mía aparecen ahora, fcáitaii re­
estructurando al Escuadró# para una operación que po­
dríamos llamar estudiantil. Ya han empezado a detener
a adolescentes de 18 y M años a loe qus han dicho las
cosas que relaté en estos momentos acá.
De manera que caoaide*am«u absolutamente conve­
niente fijar nuestra posición, para que quede muy claro,
en el Animo de la Asamblea General y del pal», que nin­
gún habitante de la RepúJ»Uca tiene segundad a esta
hora, como decía con todo acierto el compañero señor
legislador Trina. Todos conrea riesgo. Las amenazas son
permanentes, en todos lea órdenee y abundan para nues­
tro sector, por io que he llamado a esto Operación Fren­
te Amplío, porque de deeclestae o quinientos allanados
o detenidos, «in que «e diera ni a eu» familiares infor­
mación del por qué, la inmensa mayoría son del Fíenla
Amplio. No puede eer tal eoincideocia en 1o que teté ocúr:
rriendo en el país.
Agradezco ai señor legislador Trias, la oportunidaf
que me dió de poder fijar mi peneanüento en este
que ya debió haber sido dilucidado con el desmantetaj
miento del Escuadrón de la Muerte. .......... ..ÍS
ct
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TEMA: AM-Ah AM I ENTO ES' KKUHD.NCU lAíTIGUi.AH iXU UieH
¿»«filón 1J, 1M
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i<i»mniiijm
SEÑOR ERRO. — Sxflor Presidente: euawfo g» la
Cámara de Representantes c’seftor diputado Arto! Díaz
hizo una exposición denunciando estas arbitrariedades
y otros legisladores se hicieron solidarios y se tomó una
decisión, yo hablaba con algunos compañeros y las duela
que ios tiempos cambian. En 1908 —nace sesenta y seis
años—, cuando el doctor Luis Alberto de Herrera salía
de cumplir sus obligaciones como legislador, fue dote*
nido por orden del Jefe de Policía. De inmediato M
realizo una sesión extraordinaria que demando un tiem­
po enorme, diciéndose con una firmeza tremenda cosas
como estas, que tengo aquí sobre mi mesa y que me voy
| a permitir leer. Precisamente fue Carlos Roxlo el que,
i el Ato 10 <e man» de 1906, dijo lo siguiente: “Señor
V rafMmóa: <má acaban de notificar que ahora mismo
| acaba de ser preso el doctor Luis Alberto de Herrera
al salir del recinto del Cuerpo Legislativo. Yo dotMMrla
I —porque sé que es posible— que la Honorable Cámara
preguntara en virtud de qué motivos acabe de ser preso
d diputado por Montevideo“. Posteriormente se suaerta
todo un debate; se trata de oar una explicación en forma
rápida, elevando una nota a la Cámara de Representantes,
filmada por don Juat íiaíJh y Qrdúñex y su Minia Ir©
Claudio wülbbsw. éo i*1 i> )“*’
tenían razón, peso ao i» mum
E.'K?, Eiuiiutt
A i ar t-1 ■ » > t?: 11
i3¿
y 15 mayo/'//;’
• ' L 11 1 »■•■■- 11.................... ..... ' — T-”~' ’—,
De manera que la historia se repite frente a la ‘
lesión de fueros de un legislador —uno de loe hechos
más gravea que puede ocurrir le— y la* Ministros, como
explicación, transmiten una mentirosa información del
Jefe de Policía de Colonia, oue dice que un médico pasó
í la noche en la casa del señui diputado Ariel Díaz, cuando
este explica que no es asi.
Quiero declarar de una manera muy firme, para que j
quede constancia en las actas de esta Asamblea, que nos i
quedamos con la palabra del señor diputado Díaz y
jamás con la del Jefe de Policía de Colonia ni con la
; de cualquiera de los militare* de ese Departamento, sea
cual sea au graduación.
¿Nos vamos a engañar de que en el Departamento
de Colonia, como en otros, no existe una tremendn agi­
tación e intranquilidad en la gente por la forma como
actúan las Fuerzas Conjuntas? ¿Es que no sabemos acaso
cómo se saca a la gente en horas de la madrugada'* ¿No
sabemos que se la saca a golpes y se le agraviad ¿No
sabemos, además, cómo fueron sometidos a torturas algu­
nos detenidos en Colonia? ¿Es que se puede ignorar que -
con Pino Uarin casi se repitió el episodio clásico da
Tupac Amaró, poniéndosele cuerdas en los bracos y
piernas, uurnnte más do cuarenta minuto«, y que no
lo mataron gracias a su tremenda resistencia fiaicn? ¿Y
esto no se sabe en el Departamento de Colonia? ¿Lo í
ignoren los señorea Ministros? Tal vez sí, porque muchas
veces los legisladores que actuamos en estos episodios ‘
obtuvimos respuestas negativas. Todo esto, que lleva
a crear intranquilidad en ese Departamento, pasa tam­
bién en los de Soriano, A’tigas, Cerro Largo, Paygandú,
Florida, en todo el país, porque ya se ha extendido. A lo ¿
gente se la ha* tratado duramente. |
Lo que yo digo es que el episodio de un legislador g
no puede terminar simplemente —y discúlpeme el señor 1
senador Vasconcelloa—■■ con que nosotros digamoi que 1
ñus hacemos solidarios ton él, ya se trate el problema 1
en la Asamblea General o en cada una de las ramas
legislativas. No, señor Presidente: esto tiene que llegar *
mucho más lejos, porque quienes actúan en estos hechos ‘
deben ser procesados de inmediato; ya sea el Jete do
Policía, el Capitán o Coronel, cualquiera sea el grado i
del oficial que haya intervenido, tiene que ser procesado .
de Inmediato y no puede pasar un día más, Pero, han ]
transcurrido dias y no ha pasado nada, i
i
Me consta —sin que pueda dar nombres— que al-
¡ gunos Coroneles y Generales de este país hace ocho o
i diez días tuvieron una larga reunión con ciertos asesores
I para ver en qué forma podían detener al legislador que
' habla, por intermedio de algún vericueto o cosa por el
estilo. Decían que yo no podía estar haciendo cierta« acu- I
«aciones, que son siempre fundadas. Me referiré a las
resoluciones que ha adoptado algún Tribunal de Honor.
^iiniiiii
"■ । 1 Inclusive, algún compañero se va a ocupar de eso, de que
la historia siempre se repite, porque en el año 19511 pre­
tendieron hacer lo mismo conmigo. De modo que uno
piensa que no siempre todo tiempo pasado fue mejor
— como decía Manrique—, sino que algo ha cambiado
en el pato. Porque en el episodio del 10 de marzo de 1906
—tengo las actas— todos loa hombrea reaccionaron. El
propio Presidente de la República se vio obligido a ■
falsear Jos hechos; el propio documento lo dice: José J
Batlle y Ordófiez no dio la información correcta, preten- '¡I
dlendo decir que Luto Alberto de Herrera poco menos |
se había alzado contra una resolución del gobierna que *
no dejaba editar su diario “La Democracia”. $
En el caso que nos ocupa, el compañero Díaz es
agraviado intenclonadftmcnte. porque nadie puede ser
tan ingenuo en esta Sala de creer que el Jefe de Policía
O el militar que actuó no sabia que el estaba en su <•.%■>«
y ¿on su familia. Desde luego que el señor Ministro no
ha ido a Cotonía para hacer un turnarlo. El lee lo que
te ha enviado «i Jefe de Polieía, pero nosotros pedimos ...
al señor Ministro que reflexione y que advierto que
le ha faltado a la verdad, que no ha dicho la vordad. |
'IM swto’ íss dos optotonM yo < nn j
ia del compañero Ariel Díaz, porque sé quien ra, conozco
1 sus Actitudes y su honorabilidad. De modo que «a 41 quien *!
tiene razón; y como él tiene razón o« que esperamos |
que los señores Ministros tomen med-das para que el i
Jefe de Policía o el Capitán sean procesado«. Pero, ¿te­
nernos alguna seguridad de lo que pueda ocurrir, por
encima do la buena voluntad que ios Ministros puedan
poner en aclarar esto? ¿Nos vamos a engañar en cuanto
a que el señor Presidente de la República no sabe lo
que está ocurriendo en c! pan», o sea, que hay fuerzas dla­
tín tas, con un poder especial —y esto se viene diciendo
Insistentemente en la Asamblea General—, que con las
que prácticamente están determinando este proceso que
es esté viviendo?
Quise traer al recuerdo el episodio del año 1006.
Sesenta y seis años después estamos ante esta actitud.
Digo al compañero Dina que nc sólo soy solidarlo con
él, sino que también le extiendo mi certeza de que en
todo lo que ha elidió tiene razón. Ha dicho lu verdad y a
esa verdad han faltado otros que tenían el deber de res­
petarla.
Que no nos extrañe J dentro de poco otros legislado­
res vlonen a planteamientos similares, porque esta
fuerza desbordada es capas de cualquier cosa. Los legis-y
ladores que estamos aquí no tenemos nh guna seguridad!»
de que tampoco vayamos a ser victimas de la misma ma«4
niobrft deliberada de que fue objeto el compañero DiasJ|
Yo me he referido ya a un caso concreto: se esta eMnMraS
turando, combinando o discutiendo con respecto a que tan
fueros del legi.-midor no nirven. Un compañero diputado^
va a un determinado lugar a saber algo do un detenKUÜ||
- porque es una Irakedia saber a donde se lleva a Wi
, gente— y cuando muestra su carnet a un soldado o ofi-j
i clal, este le contesta: ‘ Eso servirá por ¡joco tiempo. lda |
rio de esos”. Son los mismos oileíales que cuando alia-
nan el domicilio del doctor Rublo, que no es del Frente
Amplio, sino del Movimiento de Rocha —además de ser f
un cardiólogo de excepción y una persona respetada en »
todo el país — y es detenido, le dicen: "Ahora io hemos ’
detenido, pero en la otra oportunidad que vengamos le
vamos a pegar un tiro”.

Termino diciendo que estos son los miamos qiue pre­

tenden en e/.ta hora obtener el aval de la Asamblea pa­
ra seguir agraviando a la República y creando este clima.
Cuando hagamos uso de la palabra habremos de demos- ,
i trar, sin equivocarnos, lo que dijimos ya en oportunl-
¡ dad de votarse el lagwo de treinta días para suprimir iMhfi
garantías individuales y declarar el estado de guerra in-|
terno: que el país job a terminar en un baño do sangre. *
Y es evidente que después que la Asamblea suprimió las
garantías individuales y declaró ai estado de guerra in­
terno, hubo en el pan un baño de sangre. Y en eabáié
hora nadie puede engañante acerca de que si la Asara-'“
blea comete el error huriórteo de prorrogar este tjetado j
de cosas, el país habrá de entrar en una do sus épocas^
más dolorosos. Luego que no se venga aquí con quejaa,!
o con algunas actitudes políticas a defender lo que, w
nuestro Juicio, es indeiandibie.

Agradezco al señor sanador Terra fea fcztesrwpoió» qM

me concedió y voy a terminar a fio de que él puedai
(continuar con su exposición; pero antes quiero fijar OI
concepto de que extiendo mi solidaridad al compafieiÍM
Díaz en cuanto a que creo lo que ha dicho y no, destila
luego, ninguna de las informaciones que se han dadttfl
 EHiO, Enrique

A» ani t 1 e a 3 enera 1

; TORTURA-.», DE>NCJONES Y XAbOS TRATOS,

Swsirtn 13, ib y I1, rnnyo/py,'-»

♦& .•"$■!’'ítófi ,r ¿.v.- f-' - -T""~ ' ’

WSñOR KRBO. *- Me parece que la Asamblea Ge­
neral puedo tener mucha fatiga, pero no desinteresarse
de la tuerte de este debute, salvo que el entusiasmo del^

señor cenador Caputl, al entender que ya tenia más de

tecnia y aeb voto« concretos, haga que muchos legisla** *
dores esperen a que los llamen telefónicamente para ve­
nir a votar.

Este es un tema muy grave; no se trata de un sim­

ple proyecto de ley para poner el nombre a una escuela, ।
o para crear una bolsa de trabajo o un seguro de enfer­
medad; este es un asunto tr aseen den te para la vida na­
cional.

Soy de los que creen —y voy a tratar de probarlo

cuando liaga uso de la palabra— que si esta noche la
Asamblea General prorroga el estado de guerra, estare­
mos decretando el astado de guerra civil en el país. ¡Oja­
lá que me equivoque I

Pensamos, además, que si planteamiento que está

haciendo el señor diputado Durán Matos u muy Impor­
tante y una de las clavas do la decisión que la Asamblea
pueda tomar,

El 30 de abril, de acuerdo con la decisión de ese

Cuerpo legislativo se levantaron las Medidas Prontas de
Seguridad —prqyecto de ley que .se aprobó un jueves,
presentado por el Frente’Amplio, produciéndose posterior­
mente unq moción del Partido Nacional a los ocho días,
que de-embocó en el levantamiento de sólo determinadas
Medidas de Seguridad, como ¡as que tenían que ver con
la clausura de los diarios o con las reuniones de los sin­
dica tos con un plazo diferido en el tiempo, es decir,
que se lijó el 30 de abril para el levantamiento de las
medidas que afectaban las libertades individuales. En su
oportunidad hicimos alguna pregunta y el señor senador
Ferreira Aldunatc contestó que si reamente no se cum­
plía con e.sa decisión legislativa, estarían ellos en la Asam­
blea para, revisar su actitud política,
El 15 de abril se fijó como vencimiento de la sus­
pensión de las garantías individuales y para la declara­
ción de estado de guerra interno en el país. Se hizo al­
guna pregunta, en la Asamblea General con respecto a si
se loa a cumplir con las disposiciones legales que esta­
blecían la fecha del 30 de abril para levantar las Medi­
das de Seguridad relativas a, las libertades individuales.
Tengo aquí el Diario de Sesiones de la Asamblea
General en el que figura to siguiente expresado por nos­
otros: “Yo había señalado que cuando se levantaron las
Medidas Prontas de Segundad se fijó el plazo del 30 de
abril para ias que tienen que ver con las libertades indi­
viduale« Creo que de aprobarse el texto que acaba de
anunciar el señor senador Ferretti! Aldunate, ¿no w al­
tera la fecha del 30 de abril para el levantamiento de
1 las medidas relaetonadxs con las libertades Individuales?”
1 El aeñtñ Ministro del interior contestó: "No sé, como
1
1 dijo el señor senador Ferreira Aidunate, cuáles serán las >
mecidas que aprobará la Asamblea, intonse«, no me re- a
sulla nada fácil razonar sobre textos que no conosco. i
Preferiría que la Asamblea tomase la decisión que de- |
see y entonces con mucho gusto analizaríamos la situa- 1
ción, aunque no soy dado a las improvisan«»«^*. 1
Pero siguió el cww de la sasMei de la AsaasMee Ge- |
neral, inclusive con algunas ¿preelacjones hechas por el J
señor Subsecretario de Defensa Nacionsl, anwdai con 'l
fijar el área de la guerra üyeraa, en I* tocha eourtra la
subversión. । 0 3 AÍ w
El 30 de abril, a là hora 9 y 30. la exrime naete-
n.dista popular revolucionarla que integramos, el
Patr.a Grande, cursó dos telegrafías: uno al seüor
nistro del interior y otro al señor Ministro de DefonMÍral
Nacional. El telegrama decía en forma textual. “Exigimos
cumplimiento decisión de la Asamblea General levanta,»
miento el 30 de abril de las medidas que afectaron las
b^e.rUues iwf luyales. o sea, Ja libertad de los presos
p^fhCóF7. ¿í Soñó/ Miùifittti dèi IftíóHó/, tfáti
ma noche, contentó el telegrama,, porque uno 4e nuestros
compañeros fue llamado por la Oficina ¿te Claves de la
Preminencia, anticipándole el texto El señor Ministro acu- <
sabii recibo del telegrama; en ia segunda parte estampaba
que se cumplirían 'us normas vigentes, y, en tercer tér- 23
....
 *-•!<> ti y ib a» mayo de 1W7U AVAMM
mino, discutía fl hecho de que el telegrama hubiera he­
cho mención a presos políticos. El telegrama muy escueto
cid señor Minist ro de Defensa Nacional - que recibí en
mi domicilio de la ciudad de La Paz- mostraba estra­
ñeza por el hecho de que el telegrama en poder del señor
Ministro hablara de presos político^.
No cabe ninguna ex Ira noza. Hay presos políticos en
el país, así como hay campos de concentración en el Uru­
guay, como es el ca?o de Punta de Rieles, ¿Por qué de­
cimos que hay presos políticos? Porque es publico 7 no­
torio que yo tengo un hijo que está en Punta Carretas.
Cuando lo voy a ver y le llevo alimentos y ropa, nos
preguntan siempre esto: "¿Es para delincuentes comunes
o de la ¿alegoría especial?". La categoría especial es un
nombre con el que -se quiere más o menos decoi ar, para
evitar uecir presos políticos. Para nosotios, categoría es­
pecial es presos políticos. Eso es absolutamente evidente.
El 30 de abril, después de estas respuestas a nuestro
planteamiento de que debía cumplirse la Iqy y los pre­
sos políticos debían ser dejados en libertad, ¡u¡ produjo
e»te decreto, que contiene, desde el punto de vista ju­
rídico. algunas enormidades que han dito analizadas con
lucidez por nuestro amigo el doctor Carlos Marimcz Mo-
k reno, en un artículo publicado en el semanalio 'Marcha".
' Voy a referirme a algunas de sus observaciones.
En una de ellas se establece algo que realmente de­
be aterrarnos a todos, o sea, que .se va procesar* en esto
país, por primera vez en su historia, en dos ocasiones
por la misma causa. Se trata de personas que lian sido
procesadas por la Justicia c.vil. pero igual se lo> remite
• la Justicia Militar, Esto significa, reitero - que eM-is
personas van a ser juzgadas dos veces por el mismo he ­
cho. Me parece que ningún abogado pudría defender en
esta Sala, por más brillo que tuviera, la validez jurídica
4e estas disposiciones del Decreto del 30 de abril.
Además, se habla de quienes pudieran estar incurrí
en subversión, y dice "en forma directa o indirecta”, dán­
dole un sentido lato que puede, desde luego, comprender
a todos los habitantes del país Me parece que eso tam­
bién debe ser rechazado.
Cuando hagamos nuestra exposic.ón, vamos a ex­
tendernos en consideraciones sobre este Decreto del 30
de abril, que además tiene retroactividad. En efecto, «1
Ir ha dado retro ictividad para el castigo de quienes se
encuentran deienid >s rn la Callos Nery, o en Cabildo, o
en el campo de concentración de Punta de Rieles, o en
|los cuarteles, con el agravante de que el sesenta por
ciento de las personas que están detenidas en Punta de
Rieles no tiene procese y algunas ni han pasado por el
Juez. En el caso de los detenida en la Carlos Nery, ■!
cincuenta por ciento se encuentra en las mismas con
alciones.
Entonces, corresponde hacer esta pregunta, ¿es que
acaso la declaración del estado de guerra interno o la
supresión de las garantías individuales permite o auto­
ra al Poder Ejecutivo a retener a estos compatriotas
en el campo de concentración de Punta de Rieles o en
Cabildo o en la Carlos Nery? Emáendo que no, porque son
muy claras las declaraciones que .»e hicieron previamen­
te a la votación de la suspensión de las garandas indivi­
duales y del estado de guerra interno.
Además, en el campo de concentración de Punta de
Rieles, que tiene una capacidad para personas -era
un colegio, creo que religioso — hay en mte momento 92
o 94 detenida,; tal vez cerca de 100 persona». En un
comienzo eran 00 o fió, pero Liego se fueron agregando
los tres que trajeron de Paso de tat» Toros - o. prc pósito
de ellos cabe recordar que los señoree diputados Unanlo
y Martínez GaJIInul estuvieron ?n l‘a>o de km Toro»,
cuando r* probaron Ja« Unturas; .«obro eso ya M ha ha­
blado muUio. por lo que no voy a aoundar más— y lo»
20 tupamaros que fueron oteados de Punta (Julieta.» sin
orden de ningún Juez de t ,U p.us r,.so se produjo un
miércoles por la noche, con ia Hgjt.ii jon rorre.»ponmente,
y» que en México se hizo la misma op<u.ichu. 4 través
¿te te cual niMXMcro a «tjnnu’ni.1 pie «^^^alenia
---------------------------- yw. i\
(rwasMxy
mente el tupamaro que se vio sacado d« la cárcel de J
Punta Carretas pensó que también iba a .»er eliminado» J
y por eso trató de resistirse en un primer momento. Es- s
tuvimos con el señor senador MichePni quien pongo 1
de testigo más de nueve o diez días para averiguar J
(emite estaban aquellos veinte tupamaros con te ló-
gi¿a desesperación de sus familiares-- para saber recién I
nespucs de transcurrido ese tiempo que estaban en Pun- 3
la de Rieles, ya que hasta ese momento se nos había |
negado sistemáticamente toda información .al respecto. j
SEÑOR CORTAZZO — La familia de Pereira Rever- j
bel tampoco sabe dónde está. Menos mal que usted sabe. 1
SEÑOR ERRO. Pero como usted es tan volunta- 3
. rioso, puede averiguarlo. j
53
Decía que durante diez días se estuvo tratando de 3
localizar a esos veinte tupamaros que estando en la 1
cárcel, fueron trasladados en secreto a Punta de Rieles. |
Y es bueno decir que estaban en una cártel del Estado,
el cual se compromete a velar por la seguridad de esos :.J
presos. Esto e.s un valor entendido y, además, hasta por 9
convenciones Internacionales, el país tiene que dar tegu- 9
ridad a quienes están en las celdas. Sin embargo, con un 9
criterio que no conocemos cuál es, fueron sacados de las
celdas, hasta completar veinte, y llevados a Punta de J
Rieles. . I
A todo esto se agrega que en Punta de Ríeles —a te
noche de hoy, en que estarna^ haciendo uso de la paja- .3
hra en la Asamblea General— no dejan que Los deten!-
dos .sean visitados ni por los familiares ni por los abo- J
gados, y esto es io más grave. Además, no dejan que te j
't-d lleve delei minados alimentos, como vei lura» o carne;
no se les puede llevar más que frutas y ilgunos dulces 9
y sólo los miércoles, pero ¿in poder veríot. W
En Cerro Chato, por ejemplo, hay un profesor de }
Educación Física, a quien nada se ie ha probado, de ape- .j
lítelo Salas. Hace unos días su madre estuvo pidiendo
m rutentemente que lo dejaran ver y eso ie fue negado.
Entonces, yo digo a loa señores Ministros, que ¿atan |
presentes, si no creen que tienen que ievi nLar esta me- j
dida de clausura de visitas por parte de ios familiares, J
que no tiene ningún sentido mantenerla, y a que nada ha
ocurrido de anormal en Punta de Rieles, donde existe un {
legimen carcelario muy duro y donde la vente sólo pue- 1
de realizar visitas una vez por semana, después de ca- |
minar dos kilómetros y medio de¿de el Camino Maído- 4
nado pura, llegar allí Ahora están liabditindo dos kilo- '
metros -cieo que a la altura del kilómetro 14- en un
i uartel a donde están llevando también mucha gente.
Por esto, cabe preguntar a esta aUun< de tag aeon-
IfH-jinifmtos: ¿es que los señores Ministro», el Podar Rjecu-
llvo, de acuerdo con te decisión de la Asamblea General, 3
110 tiene obligación de inioimar el nombre de lo» dete- á|
nidos, lo- motivos de su detención y el iestino que ae 9
les ha dado? Esto .se ha planteado reiteradamente en la J
Comisión de la Asamblea General las poca« veces que ha 9
cestonada. Yo he estado presente en la» delioeraciones, ™
Mn encontrar mpuc-sta «r que se ha enviado un docu­
mento llamado vonf.dencial o re-ervado, pero en el que
bolamente están tos nombres do las personas o te indi­
cación de tos allanamientos realizólos, seguramente una |
ínfima proporcion de los muchos que se han efectuado. f
Quiere decir que la Asamblea General - y ex conve- ‘|
ntente que esto quede bien claro en las a>:tas no tiene ^1
ninguna información, y que algunos de sus integrantes
tienen que hacer verdadero» peregrinajes (ara averiguar, I
ante requerimientos de tos familiares o de los amigo»,
dónde se encuentran te» detenido».
Y (mra ¡o» que ¿estrenen que no hay tortura», doy
un nombre, el de Martíníano Zapata, que ha »ido prác- ¡
ticamente masacrado. Queda el nombre di este compa-
mola par» que lo* sen©re* MinúnnM averigüen sí esto
es verdad a no. Quiere decir que te UMlurp ha sido una
pii«< u> 11 rviiiM.iu» cuHiw mi dottene a im i íudádaito,
5 4 ’’1 23 6 4«;
 Pero además, para callar las voces de loa que pro*
testan, de quienes tienen rebeldía, se hizo todo un pro*
ceuiiniento previo, un expediente con las canciones, que
todos los que las han escuchado conocen —además hay
discos que circulan a la venta— do nuestro entrañable
amigo Daniel Vighettl. Fue llevado de su casa, proce­
sado por la Justicia Militar, y cteo que recién hoy, des*
pues de varios días, loa familiares o los amigos podrán
ne vane medicamentos y ropa a la cárcel central, Y ’.o
que hace Daniel viglietil en el país es cantar su protesta
líente a las injusticias, a la explotación; hace lo mismo
que ios caxnor&ü de U patria vieja, que tenían un lenguaje
stornar y que en su ñora recioieron tratamientos muy
uujos y muy difíciles. lux historia de este país no tiene
tantos anos; la conocemos, y los hechos se repiten con
cierta persistencia. Daniel Viglictli está paganuo el tri*
buio ue ser un reoelué y de desear una sociedad más
justa y mas Ubre. No creo que esto sea algo que haya que
penar en esta forma tan tremenda y dura.
Denuncié también ayer la nueva operación que te
está realizando con adolescentes de ios Preparatorios, y
de un liceo, el Eduardo acevedo, Estuvieron siendo tras*
¿•dados por Fuerzas Conjuntas, encapuchados, amena»
4UUOS ue muerte y lirados en algún campo en algún caso,
cerca ue lá barra de ¡santa Lucia o por Camino Maído*
naao. ¥ hago esta denuncia, por lo que después pueda
venir; porque en está operación ascguio, afirmo que si­
guen actuando los integrantes del Escuadrón de la Muer­
te. Por mas que se nos afirme que aquella denuncia en­
tiesada en las propias roanos del señor MinUiro del In­
terior ha aldo psuada a Ja Justicia de instrucción Militar
—no tengo por qué dudarlo— me temo que no tomará
ninguna medida, porque los jerarcas policiales siguen ac­
tuando ahí; lian participado en algunos procedimientos.
Hay, además, jerarcas del Ejercito, y han intervenido
embajadas. Y oigo el nombre de la Embajada: la de los
Estados Unidos de América. El Escuadrón ds la Muerta
tiene personas que figuran en las planillas que el Mi­
nisterio de Relaciones Exteriores envió a un pedido de
informes formulado por el señor diputado Duran Matos,
Y esto es muy grave, porque .se trata de la ingerencia, di­
recta de una Embajada extranjera, armando un aparato
para matar a nuestros compatriotas.
/
¿Y qué dice el Embajador de los Estados Unidos?
¿Qué dice el Ministerio de Relacione» Exteriores? Es que
acaso el Gobierno Humo al Embajador? ¿Tomó alguna
medida? No tomó ninguna.
Quiere decir, entonces, que no tenemos ninguna tran-
2uilldad de que pueda ser desmantelado este Escuadrón
e la Muerte. Por eso es que, de alguna manera, confia­
mos en que el martes próximo en el Senado de la Re­
pública habrá de votarse favorablemente la moción pri­
men tada por cinco senadores del Frente Amplio hace ya
cuarenta y seto o cuarenta y siete dias. en el sentido de
qué,.$• tma Cometón.
El compañero senador Juan Pablo Terra mencionaba
hoy cuatro nombres. Dito muy claramente iue se habían
refugiado en determinada Embajada, y que no estarían ett
el país. Yo digo también que hay un malino absoluta­
mente comprometido en alguno de esto» crímenes —con­
cretamente el de Héctor Castagneto— que fue sacado dal
país y colocado en un tarco de bandera uruguaya, con
un cargo importante. Además fue atendido, porque de
otro modo uo podía tener un cargo de dilección en «a
nave. Se realizó esto para, evitar que se hiciera justicia
en el pala; inclusive Justicia a través de los órganos na­
turales.
Esto es muy grave, porque el domnanudamiento ss
hará, pero no como queremos nosotros, con el procesa-
meinto de los Integrantes del Escuadrón, sino dándolas
i jjl v Importantes, be Ivibla de una persona, también in-
.a j ;uf sr auna un cargo en Francia No sé
si «n ¡a Emoajada; no sé de qué manna
Nosotros queremos decir con claridad en bi Asamblea
Pensami mge no dimos nombres Y ahora tendríamos que
■IWwr oWós: él cierto jerarca de la Policía que tiene
ya otra nwr« romiiwióo asi üécu«^ónriLtl 4« cierto
__________/W.l\......
LwbAu J 15 5
jerarca, de la Marina. Pero vamos a esperar hasta el
miércoles. 81 ese dia el Senado de la República no vota
la investigación; si además se desentiende, o no tiene
quorum; si —como ocurrió los otros dias— queda sin
numero para sesionar, nos encontraremos absolutamente
liberados, correremos ios riesgos del caso, con toda, nues­
tra responsabilidad, y daremos todos los nombres públi­
camente. No estamos dispuestos a callarnos, porque en el
loado, en ultima instancia, podemm correr el riesgo de
que la prudencia se torne complicidad, y en eso no esta­
mos de acuerdo; no estamos dispuestos a realisar un
acto de esa naturaleza.
Esto es el hecho que está en la me »a de deliberaciones,
sobre el que todo el mundo está preocupado, pero res­
pecto al cual no hay medidas concretas. Es lo que nos
preocupa. No podemos librar un tema de e.sta naturaleza,
de e«ta envergadura, a trámites que pueden detenerse en
el tiemjxo más de lo razonable. Porque tenemos la impre­
sión de que alguno de esos jerarcas policiales también
viajaran, y quizas se enqulsten en algunas de las tantas
Embajadas que el Uruguay tiene en Europa. i
Queremos, entonces, para que el compañero Durán
Matos no demore mas en hacer su exposición, volver a
insistir en un tema. Pido excusas por iwsta reiteración, pe- -
ro en una instancia anterior preguntamos al señor Mi- ;
nutro del interior, Alejandro Revira, sobre la falta de ‘
respuesta a un pedido de informes que realizamos en el
Senado con respecto a la persona procesada por el se-
cuestro al doctor Carlos Alberto Maeso. La, pregunta M j
deoia a que la madre de Ramos Flhppini, también ases!- f
nado por el Escuadrón de la Muerte, nunca logró que en
el Departamento respectivo de la Jefatura de Policía, la
mostraran la foto de los procesados en el secuestro ds
Maeso. Ese pedido de informes todavía no ha lograda
una respuesta. El señor Ministro, en aquella oportunidad,
nos preguntó U fecha. Nos tomamos el trabajo de anotar­
la: fue el 14 de marzo. Es decir, han transcurrido ya
sesenta diais y no tuvimos la contestación pertinente so- 4
bre un hecho que consideramos grave; se trata de per»
mltir saber exactamente quienes fueron los asesinos do
Ramos Filippini, como se supo - a través del doc timen- ,j
to que leimos ei 15 de abril— quiénes hablan asesinado a
Héctor Caatagneto da Reta. Esperamos, luego de esta«
palabras, que lograré tener en nuestro poder el martes y
todaa lo» documentos que solicitábamos. Creemos que co­
mo legisladores tenemos derecho a contar con esa docu­
mentaran, para cumplir con la misión que nos ha con­
ferido el pueblo; porque a ase título estamos ocupando "
una Banca, y la habremos de defender hasta el final.
Quedan, pues, como preguntas part el memento qué
los senoies Ministros deseen contestar. Me fáttynl
falta de respuesta a un pedido de Informes. Y MMMjOn
desearla conocer algunos otros detalles «obra Pórv^MB
no se deja en hbettud a quienes otan en el campo dgm
concentración ue Punta de Rieles, fundamentalmente en y
la Carlos Nery, o en algunos cuarteles, y que no tienen
proceso. Algunos no han sido sometidos ni siquiera a la
Justicia. Está asimismo la situación del compañero ex le- ,
glslador, doctor Collazo. Los dos Jueces de instrucción a
las que fue sometido lo liberaron de inmediato, por en­
tender que no había ningún cargo en su contra ni tenia 7
ninguna responsabilidad. Posteriormente la Policía lo •'
aprehendió, antes de la declaración de Estado de Guerra ‘
Inter ua, y esta en Punta de Rieles.
Sobre asió hay que dar satisfacción, porque de lo
contrario el Problema planteado por el compañero sena­
dor MI chelín! tn la Comisión de la Asamblea General, se
hace realidad: que el Poder Cíyíl, por ei que tanto esta­
rna« pugnando, es&á dssthbajado, diluido y no es el que
tiene todas las atribuciones, todos los deTMJhat, todas las
prerrogativas comtiturfonaMs a «• favoé y Umbtén to-
das las leyes respectivas; ene presenta «n deterioro real*
mente alarmante frente ai Poder Militar, si ow as» my '
a referir en forma mny exhaustiva porque
li.nto de que se utilicen para mi persona las mláiUÍspB$B
¡abras y recursos con que en el Consejo de Gobierno
i» tjMMM, en el uño iMbd, se liego incluso a plantear mto
Ursa fue« o. diciendo que el legislador Erro había cometldd,.
entom una trsiswn a 1« patria por h>tsr dado fuá#* ।
' /
 Hdad a una circular Ignominiosa del ejército qut té pre» >
tendía cobijar en el secreto militar A esto no va a referir
seguramente el compañero diputado Chenlo —por razo­
ne» de elegancia espiritual no queremos hacerlo nosotros—
para que quede también constancia en la versión taqui­
gráfica de esta sesión cómo se procesó aquello en aquel
momento, qué sr dijo, y que en el Ejército se Incurre en
?! mismo error en que se cae en otras actividades al pre­
tender que se ataca a la institución en si cuando estamos
diciendo que determinados oficiales cometen determina­
das cosos. Y —¡qué coincidencia histórica!— el mismo
lenguaje que utilizaban ciertos militares en 1958 —se va
a ver en el documento que se leerá— es el que se emplea
ahora seguramente con la misma intención de enton­
ces, cuando pretendieron matarme enviando para ello a
un pobre soldado en estado de embriaguez —cuyo ape­
llido era Rodríguez— algunos Coroneles de las Fuerzas
Armadas, que por milagro fallaron en su objetivo.

Todas estas cosas figuran en un viejo expediente que

está en la Jefatura de Policía, porque dicho soldado me­
ses después, también en estado de ebriedad, le dio una
puñalada a un laxista y luego hizo una serie de decla­
raciones donde aparece mí nombre como la persona a 1
f-uten iban a pistar para que mi voz se callara en un *
país en que imperaba la corrupción entre ciertas oficia- <
les que traían contrabando de Estados Unidos. Fueron
dados sm nombres y apellidos y todo quedó documenta­
do. Hasta pedí el nombramiento de una Comisión Inves­
tigadora del Ejército Recuerdo que entre los Integrantes
de la Comisión Preinvestlgadora estaba el actual señor
senador Hierro Oambardella. Pero luego la Cámara na
trató ese informe. Reconozco que era un tema muy deli­
cado, pero aporté todos los datos necesarios pan. demos­
trar la persecución oticial que existía y que había algu­
nos oficíales que no cumplían con su deber. Están en la
vida activa del país muchos coroneles y generales que
conocen estas cosas y saben todo lo que los defendimos
en aquella época; por otra parte, son amigos nuestros.
Recordamos que además de atender nuestra labor parla­
mentarla escribíamos unos artículos titulados “La demo-
sracia sigue mutilada”, donde en forma exhaustiva seña­
lábamos todas aquellas inconductas. Lo mismo hacemos ¡
ahora, catorce ano» después, y nos encontramos en el 1
centro da la misma escena, siendo víctimas de los mism i» ¡
agravios y de las mismas calumnias. Pero asi como no >
nos detuvieron entonces, no nos van a detener ahora.
Hemos dicho alguna vez que pierden el tiempo quienes
en alguna forma pretenden el silencio frente a actitudes
que. de>de luego, no honran el uniforme ni tampoco a la
institución.

Vamos a hacer un estudio sobre el tema del Poder

Civil y del Poder Militar, porque entendemos que esto
hay que examinarlo exaustivamente en la Asamblea Ge­
neral. Tomaremos inclusive una parte de la historia de
las Fuerzas Armadas Uruguayas par tratar de demos­
trar fehacientemente la razón de nuestros dichos. Mo J
podcinn.4 soslayar este tema, que eetá planteado en toda ...jj
América Latina. El problema militar, asi como ei de la Ja
violencia son una realidad en América Latina y esquivar M
su tratamiento y no definirse al respecto es un acto de O
cobardíi. Cada uno, pues, debe definirse de acuerdo con a
sus posiciones y Jo debe hacer frontalmente, sin estar
midiendo riesgos ni sacrificios a efectos de que el país
sepa que en las horas do las grandes definiciones no «o s
ha rehuido emitir juicios, cargando, desde luego, con las '
responsabilidades consiguientes.

Agradezco al señor diputado Durán Matos la inte­

rrupción que me ha concedido ,y dejo en ei ambiente de
la Asamblea General, tan raleada en este momento, es­
tas preguntas, por sí ellas pueden ser contestadas. Y creo
que deben serlo porque de lo contrario todo esto que se
llama diálogo terminará por no ser tal. El diálogo ya
ha quedado cortado en la Comisión de la Asamblea Ge- '
neral, que no funciona, en la Comisión de los 15, que
tampoco fondona, y en el Senado, que prácticamente
tampoco puede tratar estoe tema*.
fe a» que queriamo» manifestar, a cuenta de mayor
tarUldad,

15 6 X 23 6 45

.r*.""1?'!1 ■Mri**?''?111' "*y -1 "i'ig .... .............................................
hay un símbolo que puede serví Jto?
y se lla?na Juan Pablo Schroeder, un abogado distinguido,
nombre de bien, uno de cuyos hijos murió en un acoi»
oente de transito ocurrido en Chile y el otro hiló. Ga-
bnel, fue asesinado por las Fuerzas Conjuntas. ’ \ varios domicilios— un policía, cuyo nombre no conozco,
, Después de este episodio le allanan su casa, y ciento
treinta o ciento cuarenta hombres de las Fuerzas Con­
juntas la saquean, robando piezas valiosas de colección,
rompiendo muebles. Cuando se iban vieron el saco que »
estaba en una silla -porque se lo llevaron en mangas de )
camisa-, lo revisaron y tomaron del bolsillo superior un I
d® ®u «chora que ip tenia allí para hacerle poner un I
vidria Le sacan el carnet de Identidad y de la billetera I
le roban algo que para él tiene un valor afectivo: un I
'S’mETÍÍ! dei ist5do d.el IntMÍ°r de Chile de cuanao |
su hijo estuvo alii.Todo ae lo sacan. Cuando se iban, cin- ’
eu*n « ó sesenta, les parecía que había más cosas que ro- i
luvh'Z cuand0 y« n<? tenían más manos ni lugar donde
anuía eTeí paisde8hftCCn *lgunM ■< Acciones que eran
to„„¿r°do el *?undo ,o P°rw ** doctor Schroeder
envió una carta —a esto se hizo mención en la Asamblea 1
General-—, ante lo cual el señor Ministro de Defensa
hwChS??-.hHreell£,c®^ « no es así— hasta habla ’
hecho publico un anuncio pur intermedio de su Sacre* j
tana en el sentido de que iba a incupajw de todo esto i
problema. Por lo .ramea, yo lo leí en la preña*. | a la República» como desganadamente tambión ocurrió,
take an«Uít,*do por la muerte j
■te ras de sumí hijos, entrando a os casa en un saqueo!
indignante. Yo lo agrego también para lo que llairail
el capítulo de las grandes indigniilades nacionales. 1
t } ÉÜtOB BMO.;toral mh
1 el doetor Schroeder, que es iigh personal. Me volvió ’
a ratificar todo esto y agrego que, evldsnteraente, nada
de lo qpe le robaron podrá recuperarse. De ahí,, posif
blemente, la carta que el señor Ministro di:e ticie ed'Ü
su poder. «
, £1 doctor Schroeder es un hombre emotivo, muy sen*!
aibla, que además advierte que es darse la cabeza control
.¡i. । n.^,,... ___
1 la pared pretender rescatar lodo lo que se le ha sus«^
' traído, porque sabe que todo lo que se roba no ae logra'
obtener nunca más.
. ■j
Y yo le puedo agregar zl señor Minis.ro que en
una casa de Villa Colón —donde fueron saquea'ios también:
le dijo lo siguiente a un vecino que tiene amistad con­
migo: “¿Sabe que tengo esta radio a transistores? Pero
el Oficial tiene siempre la costumbre, cuenco vamos a
hacer allanamientos y robamos en las casas, de llevarse
las eoeas mejores. 8e llevó un televisor y a mí me arregla
con esta radio que hasta tiene las pilas un jxico agota*-
das". Esto es "vox populí en ese barrio bastante irn-’
portante de Villa Colón.
i
Pero esto no sucede solamente en Montevideo. Va«
mos a poner las cosas sobre la mesa: en el interior
ocurre inclusive con tanta intensidad como en Monte­
video. Este es un hecho real. De manera que i*U;”nos
haciendo simplemente un recuento de cosan absoluta­
mente lamentables respecto de las cuales yo quiero ser
:>r, ' muy claro en la hora en que hacemos el balance de lo
que ha ocurrido en estos veintiocho días. ¿
Todo esto lo previmos en la Asamblea General y lee
dijimos a los colegas que votaban las medida« que todo
esto iba a ocurrir. Dijimos, con el señor senador Micha«?
Uní, que esas medidas iban a traer uu baño de sangre
y decimos en la noche de hoy que cualquier prórroga
habré de desatar cosas tremendas en la República. En­
tonces no se venga a preguntar, después, cómo ocurrieron
estos saqueos, por qué estas injusticias, por qué los alla­
namientos, y por qué detener a personas en forma in­
justa, ya que era evidente que todo esto iba a ocurrir.
Cuando una fuerza se desata, cuando está incontrolada, I
cuando los propios señores Ministros tendrán que con­
fesar que en la inmensa mayoría de los casos ellos no
saben donde están los detenidos —porque yo podría
nombrar dos, tres, cuatro o cinco casos en que ocurrió
eso, ya sea por mala información o por Ip que fuera—
puede ocurrir cualquier cees de este tipo. __
~~~ Con estas brevet paletees queríamos simplemente
agregar al tema de las depredaciones algunos datos ara
don parecían importantes, poique deseamos qve el señar,
senador Miehelinl conserve la cohesión de su mportaote
exposición en la que va a tratar punte por junto, y SI
nosotros agregamos algo estamos involuntariamente cww»
corriendo a hacer lo que, por respete al compañero JH
। por consideración a su gran capacidad intelectual, dH
j queremos realizar.

f 1 " 1 " ’ '< •— ■ -- - ---- ■ ”]
* SEÑOR ERRO. — Oon el tono más sereno unte liechc* !
tan gravea, queremos agregar algunos otro* Informe» que ’
configuran todo este drama que e«tá viviendo la República
y lo hacemos vori el ánimo dolido, al pensar que hace más j
de un mes hicimos denuncias gravíslnuis fehacientemente ’
documentadas, que no fueron tenidas en consideración, |>ese J
a las respuestas permanentes que se nr« han dado en el 2
sentido de que se estaba investigando.
Para <f,» se advierta el terror que inunda el alma de -j
‘i
la gente*, flebo decir que cuando en Paso de los Toros se ;
I hizo un procedimiento, hace ya unes mere« un compatriota J
Lde apellido Moyano fue torturado en el Cuartel de esa k»--|
JvaJidml y como no tenia ninguna culpab liilad que pudieran
probarle en ese momento, el Juez Lelrido Departamental
I doctor Darío Bajar lo dejó en libertad, El propio Moyano ■
ante la gravedad dp (Mn problema, le solicitó al Juez que
te procesara de cualquier manera, porque él no quería volver
al Cuartel j>or la forma en que había sido vejado. No vamos
• decir sí el Juez estuvo bien o mal, pero lo procesó sin
encontrarle ninguna prueba pani ello. Ef un hecho Insólito
en la vida del país que alguien preflcm que lo procesen ‘
antes de volver al Cuartel en que fue vejado.
Pero, además, hubo en Aiguá torturai, a ciudadanos, al­
gunos de ellos, por ejemplo, un hombre de 60 años que fue
llevado a la Comisaria y intento de plantón con fer ojo*
vendados. En determinado momento w arrancó te venda
gritando que a él no lo iban a torturar, fie abrió Id camisa J
y les dijo a los que lo apuntaban que al querían, lo mata*^a
ion. Ante esa actitud se inlerrumpierori loa malos tratos yj|
lo enviaron a su domicilio adviniéndole r,ue por 30 diag ño'a
podía salir de) pueblo.
Lo mismu hicieron con otro joven empleado de una 1
carnicería que lo llevaron a Minas y lo tuvieron detenido ’!
/Jurant<> irnos dias; y no se salvó, tampoco, el ruta párroco, ;
que se encontraba en la ciudad d<* Minai«,’pues derribaron
ba puerta de la Curia y revisaron la casa y la Iglesia pro«
Vacando destrozos »arios. Tumbirn ocurrió algo sunilar cor
un ex-Juez de Paz, quincista, hombro de ginn prestigio, a
quien derribaron la puerta de mu casa, practicándole com­
pulsivamente una requisa
£d esa forma siguieron actuando en el Departamento ,
‘ de Izsvallcja, Ya hace más de un mes hic-* una expoak ión '■
reterjda • este tetina. 1j»k torturas en LaviílteJa fueron tan
'uMWfe., /oy a dar un p^mbre. A un joven, Garete,;
te MpteatMi tina tort’tra íteáconocidH fn #1
rndtste civilizada, que íum« mlte* <te ahíte prartteiiwi tet-i
cte/m. te ** en votef un p^pkAo pedazo dt mtegi
| arma, id una curtapiurm*. encima, aquel muchacho íuhí*
• de aacudWM'te, de dr »'w deícarr*. decían pof »«t**
i_____
I Wj/
.. „ .mijo I I «IR II 11*1 ■ »■ .1 i * |WI„. — -I. >MU IRI .. ............................... '■ •
5 tal. introducirlo dibujo <!< 1« uña y golpear con un marHite
, A este joven, des* qierado y drstrorado por esta tortura tu-
I vieron que llcvarl» urgentemente a Montevideo o interve­
nirlo «n el Harpíal Militar, donde lo vieron et «u propia
cama loa legtoladúre* Durán Matea y Chente, que a pedido
fiel que habla y » solicitud de «u propio padre, concurrieron
al Hospital Militar para comprobar lo que hab a ocurrido.
Algo más grave, aún; en la Comisión de !os 15. que
ahora no funciona, nuestro compañero Durán Mato* hito
exposición detallada de todos loa torturados eii Lavaileja*
Dio km nombres, adeznás, de los militares torturadores
que nosotros rcjietirnos en Sala y no tenemos ninguna
noticia de que haya pasado algo, puwtio que en la Comisión
de los 15 so resolvió pasar todás tes denuncias del compa­
ñero señor legislador Durán Matos a los Mltlstcrios de
Defenea Nacional y del Interior.
No sabemos, hasta el día de hoy, cuál fue td resultado.
Hubo torturados en Bella Unión, algunos d? los cuales
«aitán en estos momento* en Punta Carretas; ios hubo en;
Artiga*, en Cerro Largo y, prácticamente en t rote ai paltÉ
(x»mo se dijo ya acá. En (átenla, y en otro« d«i<artAmente«,a
como rnanif«Mtaron distinto« compañeros. |
Toda« esas torturas están perfectamente detallada«» á|
peces con el dramatismo con que acaba de narrarlas «||
compañero señor legislador Enrique Rodrigues, sobre aigfll
que el propio señor Ministro del Interior acaba de maní«]
testar que, desde luego, le resulta repugnante y que tomará]
toda* las medida* necesarias, a efecto« de qtN los culpa« !
ble« «eaii sancionados como corresponden. ]
Queremos agregar estas consideraciones pura remitirá
l.'ios e invocar aquellas denuncia», a fin de qui «e ponganj
len juego los mecani«mos correspondiente« |>art «alvaguarte
'dar a Jos detenidos, para que im sean torturado«, a veoe*l
*in tener nada que ver con ningún típi de movimiento, T
Además queremos pedir, también, a las Ejerzas c<>o I
junta«, qt» m» sigan en «U lamentable práctica de redactar I
camomeaflaa. que axi profnaemwihi difundido* i«r te pren­
sa, te radío y te televfaááa, f que crean un china inconve­
niente en ei pete ya que casi siempre *on infamante». .
Cuando «e detuvo a Julia Armara! Ugón, en el interior
del pal«, ai jante de la* Fuerzas Conjunto» nar»6, incluso,
uMpecto» de su vida intima, canaitescamente rod sotados.
Eso no r*u«de tolerar*», no puede admitir se; además,
no r* wrki ni re*f»on«aWe, por parte de tes Faerra» Con­
junta«, !
Cuando el techo ocurrido en Treinta y Trti, en al qUá
íusiteron a Mario Egun*n, un muchacho que Unía un cu»*;
dio epiléptico, que pertenecía a la "Juventud da te lista ílF*!
el M-ÍMíf IcgBtedo; lint illa k-jo, pt•*/K.mw-ntun docti*.
mentó político en te < íun*ra «m- pobte-ó un oaminnKK «te
I»« PUMTIMM Conjunta* que tengo «icá. <|>m <Pce que habían
crmeurriéd 'Moa de tea farcteflps I«* que al iiituindiete
«U rWFUcten Intentaron huir, dteparando Imh arma* que í«’t-
tafeen, resultando muerto uno de ello» ai «erlá contestado
M f»eg</" ¿Qué f’*go tean a contestar «i no tenían un
inda a te* 11 y cuarto de la noche, sobre un muro, sobre
un pequeño techo, ron «u camisa blanca, que les gritaba
"tírenme, rotatfóe«, no habrán <te materme", hasta que
tarmitwron ron en vida
Crtn ^ur fe* psrtew aun ate»»iirtamente rrohszablo
Cuando e! «ureaa dei padre apedácete»», et fuete ya se
»Intentato« * dectt que lo que hMbten eneontagda teraf ip
erntrq da <M-merH»lt»acter» de wtra» p«r* movtií tenga *
vrjaho, HI AmArtea latta» Y luego la Jiietteíd MflWar
«tejó sn libertad, porque es tnraent» «te »»nfoaif » te pidteg
»a como dijo acá pm slgón cwwqrañetr» ;r el juirb«
luiente, dette eao. lx> tengo acá, lx» ¡grupaohan a
imdüá T* urj -entro -te ■tieti.ourfete

£nrmas para movlmlento« subversivo» de América Latina. Y
algo más: que en una Ijnprentn, jxneída algo ;»iú como de)
demnmo, secatMi Lucha Popular**, un penód*cri rJarxicHtli)'/
que luego se supo podemos leer l»d* he» d<«comentos
que es de los compañeros de! Grupo de Acción ITniflcadora
de! Frente Amplio, que circula, además. por todo Monte-
video y el interior del país, entre sus afiliados, puesto que
no tiene un «entido comercial, <*« decir, que no se vende en
I<»S qukttfXM.
Entendemos que lo* pai tes deben ser redactados en la I
forma en que un día se >xm¡ prometió acá Lamcntablemen- I
s<_ a pesar del esfuerzo que »»eguramente han hecho ios se-
ñores Mimstnj» nu tengo .violencia en ircurwx'erlo- los
partes «agüen creando intranquilidad y angustia en el país.
>- no «r «justan a la verdad
SXSOR MIGHEldNL —• Ah»«« vas»» m k» partea.
| SEÑOR ERRO. • Me anota el señor legislador que va
i u hacer el análisis de loa lurtes, seguramente para demos­
trar que hay que corregir con urgencia la forma en que se
redactan.
^^Quirro decir algo más. en la misma linea <iel señor le-
¿Vidor Micheiini, cuando decía que nosotros también es­
tamos dispuestos a defender - ln decimos limpiamente a nutro* todas eau* denuncias de torturan inclusi con tos
los tupamaros, cuando se les trata de delincuentes, de »»■
queadores, de bandido,, ctcéteiu. Lo hemos h»vho muchas
vece«. <*n esta S# la, y nos ha costado alguno» dolores de 1
cabria con varine señores jegisladorro. Decirnos |»ublicamen- 1
te que estamos dfrpwftrfo» a impedir que a ln gente que I
cae por sus teleales, se le maltrate, se le agravie y *e piso- 1
tro incluso su tumba.
' Queremos decir, además, que en Punta Carretas, a luaj
I poco»» día* de ser director el señor XMerÓ, c* sacó a 141
' planchada, durante 30 y 40 minutos, a lo» muchacho» qdéj
c-tán alli como presos |x»líticos. «c les hizo nbrir de |»ier«í,
lias y levantar sus biazos rn la planchada, a fuera . des-1
lindándolos, además, en un acto de agravio a la persona |
humana, de intención deliberada de deteriorar, lo que acá |
■ e ha dicho con acierto, j>or el rom pañero señor legislador b
Micheiini. una'moral que nada puede resquebrajar. |>orque ;f
de desinterés, de generosidad, por una sociedad que ellos >
i nth-nden que es justa y líbre, y por la cual luchan y raen ,
Tam|xx.'o diría nada acá si alguien muere en rombale
coaImi» Fuerza»» Armadas. No «gregal bi una sol» palabra
no puado úgptf de repetir mi repul mi por di .»M-xinahr
q^^c realizó con Mari trena y su joven mujer, con Schn»e-
der, con Ondán Grajeies. lz» asesinaron porque las Fuer­
za» Conjuntas no sabían de quién*» *t trataba En el caso !
i da Rovhra. un muchacho de 17 afk«, abura »<• reconoce que i
no tenia ninmina vltwuUMdón ron «I JtkMmtanto de Libera-j
I ctón Nación». Tienen en eMos tnfMTMmU* a su inAoto ma*|
! dre y « su esposo detenidos, sin que nadie »apa —to droUp!
hoy en forma vibrante el señor legi dador Femeira Airtu-1
nato- dónde están. '*
Pregunté. teietaso. al aeñur tectafaidor V«t Man kt” 1 Sé que el Mayor Rodrigue» tendría derocho • aseen-
denuncia en el Senado y hc*y eusiroilié aqMl en Se*» jr *r j
me dijo que na*oe sabe en wat fluaHWI ** tí «*• áa Cárcel
Central» se enes «entran. Nto «r tro* wtagiai» mnürtmlatrto.
No puedo olvidar que la firopia í’Amar» d# Represe»»* ;
tante*, el 10 d<‘ julio de 1WW, cuando iit prtuMto H rompn*^
ñero señor leg>aladf< Ha taha, i*j4 </bú tej* part'n brtemacto-^
nales y el firotwvdo farullath*» de Ifudumoa, »'Wd
tado» por 1« Asamblea General de la* Nactonda Unida» |M|
¡ Id de diciembre de IM«, que fueron atiMCriptoii (wr áfiR
| llniguay el 21 de febrero de 1967. En su articulo 7*
’.xj.re^a que nadir será sometido a tortura* y se agrega. ¡
j.li'ii).1!’., que iu-í j»rrsonas son privad»»’ de libertad, los <
procesados, estarán separados de los conórnmíos, salvo en
circunatancia excepcional, m-rán sometido« /» »»n tratnmien-
ln dtatintn, adecuado n «u condición de iw'isonn* no rotulo-
nada*. Kl régimen penitenciario, rnntinii/i. consistirá rn mi I
tratamiento cuya *inalidad esencial será »« reforma y
readeptaciAn anda! de Ir» penado»!
tamo» «onaiderartto «n roto» Rtomentro.
Agi-ego, finalmente, lo de Daniel Vígiietti, que ya lo
ir.r-íivi < >e en ei c rso de este debate. Sin ninguna
ción, se fueion hintaiMlo sus canck<ne% formando un eape-
diente y dicen Jan Fuerza» Conjunta» que hace la Htxik gía
del denlo, que iwila a la subvendin (son los cargos que
Jo hacen) porque cantaba c »n rebeldía, contra la explota*
clon, {wu* la libertad »iei hombre, {*>r la libertad del i»aMi
y pan-ue que c*» no w puede p<Td»*nar.
I Soy muy afec to g los cueallnnen histórica» y me gus-
| ta, en el Parlamento, buscar un poco iaj» trunc iones de
otras épocas. Tengo aquí, sobre mi mesa, tina Interven*
ción de Washington Beltrán. cuyos das hijo* Integran
’ esta Asamblea. Eeltran era representante jx>r ti Depar­
tamento de Tacuarembó. El 24 de febrero cíe ISIS, había
recibido un telegrama -las denumias de Santa Isabt l—
expresando que un comUario de la décima sección había
cometido un atropello en la pericona de un ciudadano de
nombre Martín Piriz. Hiao, entonces, un desarrollo de
como >0 produjo todo eso y agregó frases que conviene
Uncr en cuenta, ya que expresaba, en segundo lugar, que
le habían golpeado, vejado, y que existía el esp ritu < vi­
dente del vejamen, dilatando la pris ón, esperando has­
ta las ultimas horas, para no llevar el asunto a consi le-
raclón del Juta.
Agregaba algunas otro» consideraciones qut, pareee
mentira, pero indican que la historiare repiu —lo he
dicho tantos veces-— porque están acordes eos lo que
hemos denunciado, ahora vario» legisladores.
Estamos dispueatos a aportar a los do« uMioies Mi*
nombres de los torlurodoion, como lo hemos wcho ya
en una oportunidad, buscando todo lo que pueda servir
para el esclarecimiento de la situación achual.
Queremos tener, por lo menos, la resonanca ra pida
de que se tomeg medidas, porque hace nu.; de tas nH'xes
que el sehor legislador Duran Matos formulo e^tax gr.«- ;
Visimas denuncias acerca de loe torturaaos en i l Depar­
tamento de La va.¡leja. No sabemos que ninguno de los
caíale» que torturaron, haya sido procemdo si que se
le hayan aplicado, úentio del Código Militar, las con*
detonantes que reclamaba el aeóor legislador.
Todo esto nos duele, y queramos agregar Que en '
Merceoas, también, se ha ejercitada la tortura stibre can» ’
t;dad uc muchachos y muchachas, y hasta un menor dpi
once ailos, hijo de un pintar y profesor dej Ucea fw
-ometldo a esas torturas.
,í
He dicho i*cá, hace un tiempo, que en el Cu» »riel, por*
cidon <lcl rntiíiucM Mayor Rodríguez, ahora Teniente Coro» *
u»il hu xído HMViKlido no *é mí |*»f «eleqqjón, puf' i?untur*í
»o <> potqut» le »•oin-mpumlín, |K>»que no <*p|uzc<> el «»tilo ndo
Huir m? amcihizó de muerte al agrimensor M»trigino, caA*w
tiidíiio »i iu IrihMidfncia .M ina ipal i«>r el Fíente Amplio, ?;
iiHg» le haficr '-»do «irtemóo un hijo <uyo, a j/csar de la »
'ini~tail qiu* (¡icho »ntlitar i rúa mn <*) agrimensor M mgar^j. j
EM»i b» »Ore vi propio agí hnvo.or Mangan»». A |<>« uu< ha* ¡
cho» y muchachas los ataban al mástil del cuiirte!, lo» úv- 1
Jaban diez o doce horas al sol, y cuando alguno de »dios se i
| 'lesvaneda o pedía agua porque tenia sed, se Je íntrxiucian
. en si vaso puñados de sal fina.
der; |>cro también ex cierto que había cometido todos estos
actos que m? han denunciado, ¡atr lo que parecería hizo- i
nable que hubiera sido «onietMo n la Justicia Militar; a k»
efectos de que hiciera sus desear!.•»>>». En esta Sai», ei pro-
pío Hcñ<«' leglsbulur Poxzulo. repi»‘»rntunle por el Ileparta-
toenb» »ie Sotinno, dijo *cr aman» del Mayor, p‘ri> no lo
<M»fcndJó Manifestó, simplemente, que eia su »irnigo, que
i» Cieía une buena yt'nuHi» y que n<» le jmrer ía c»»e estu- 1
vífít» ert rota» cuses. NuMdroa afirmamos que si, ) lo «abe
«I Departamento de Suriano <wno asi también su represen-
tnntv, >vóur Ariel Dkift RMr h* báflho bs» denuncias del
casó.
Fodrtronro «rgkdr eíásMds esaoo d* tortura« Íér«Me d3
iMrtenwt»««; pero no queromro herovi». pera no cortar
exfirMlcióti del comp»«brro Mlchwiml yn que deMHmro y*3
petarlo profundamente en «i orden de su «Mpcwtaón. COMÍ
é M»!*« va »» eiitrar «>| unálKte exhaustivo »le las »»-ntirtiTW
lalM tíad«'« que están incrustando en loe partes d» hu» FumS
/.»- Conjunt.is une 1<» bar»-« nisi «I país por stf <líRH
.00»; O-, ,‘M» SítM» Agt»l^¡|
tvima la trrtn,rr»*|'x »ón que n»e í» {»»’qiorcionedá y» *!***d^
luego, »eguirvmoa eacuchAnriolo con iodo gusto. ¿
15 9 j 2 3 6 1(5
 A s u.-n l I » « a Tenera!
TEMA: ALLANAN Ir.’IT.) HECHOS KT< EFECTIVOS FUEN.'.AS CONJUNTAS.
( duales sign.heo el derecho a matar, el a<<r>*cho a que la
। alto Ulbuto de la prisión y de ve i amenes que casi siem­
SEÑmR ERRO - 8cfi<»r Presta«tt4fÍliB9K|
nada con tiene un desafio fiara un Uruguay «n W
seriamos malo« orientales ai no tuviéramos el valar
definirnos
L.i Alambica General ixxina preguntiir.se hm-ia don­
de va nuestro pavs Y tendríamos Ja obligación ae dar una
respuesta.
El Uruguay liberal ya lia desaparecido; no tiene exis­
tencia real, auténtica, Sería, pues, un error histórico to-
majse d< él, como de una tabla en un naufragio, para
poder arribar a soluciones, que ya no pueden «er a।»or­
ladas.
En edta ultimo arto, e¡ uruguayo mi ha formulado boi
vivas preguntan, Alguna« de ellas, la de dónde esta la
16 0
SdlWi Imito ■;
de ¡n soberanía del pm ,.¿
La respuesta a la primera interrogan! t> donde esta <
¡a libertad i« daríamos ’*»n mucha sencillez en ios *
< uirtcle*.. en lar. cúrvele».. Fue H*.i»da por quivne■*. du- ¡
raiM íuIus, manejaron 1»« Mí dida« Prontas ue ¿tegundad-t
ttiw si fueran i^ Constitucíon Jq: la fjepublica, |
Y también, a punir del l$ de abril, por todo« agüeítate!
que votaron la supresión de las garuntit* individúale«
jx>r primera vea, en la di Loria de la República, declara- f
ion el E'Udo de Guerra interno Ñadí ni nadie ha sido 4
respetado y ntdie rda seguro, porque toúua ios -.nudada-l
nm quedaron ai alburio de la acción de las Fuerzas Con- í,
tuntas y de la delación muchas vece», hasta por venganaa •»
personal. i
i
PensamiM, con uua>r que eataa actitudes se asumen •
casi siempre bajo la invoravlún de ¡a libertad A eha se !
i emiten ios que votaron twa Mium i m <n amanea que se !
le ha creado al paw ta> misino dúo de todo» los atro-
pello-» ;» los rimios de ciudadano* d«> tu República, que
han llegado, Incluso, a vulnerar el lorio de algunos le­
gisladores.
La* inmuwdade.» están aniena..uda.>, pero hay algu
mas gía.c y e, que |¿ upresión .¡r las garantid mdivl-
pax ítel pau fuera ivajuebi a jada j, ademas, a pigar el
pre se signaron para el Fíente Amplio. Por cada eluda*»'<
daño de utroa movimiento« poidieos chAenmc. fueron cien­
tos y miles loj integrantes de este ínivimienui político
que tanta esperauza ha despertado y íqik :iu:t ^-morando
< n todo el país.
"'1
Kciubru.ui el país de tenor y d? luiinbro, esquilmaron
nuestra economía Nu» entregaron una independencia por i
cuya liberación era deber de buenos orientales luchar ¿y«
qué resultados dio i» de« telón qe la Asamblea General to-4
muda en la madrugada del 15 de atril'' La prevista POO
no.Mitrojí ruando «ifijm imos que e>a re-mlurlon traerla wq|
ii-uio d< s.u.giv a .‘a República. lo que «ohiirmo nue.stra>1
¡¿>< ¡Imi'u hiMMdo. en r| club de&l
i'arLdo Cmnum.si.. u‘ i, 11««» A rrm v, i ios están a.’U-
sando, permitiente» .t¿* g.ir un teiaz dt.. uui.nlu que es- .
clarece ese im luom rp/svdm |
( lloco meri I » cuja inri tiMtm se autoriza,*
"El panado domnizo i • d< ; il, a bh Um manana. las
Fuerza* Conjuntes jao i.lhf i. <i iiil.u..itmvmo de unaj
linca de la callo Valle Eden 37»rf €"ii tniesvo del ¡in.«ino^
«e estableció un cerco niihl.u, que abarco «arias nmiza­
nas con un gran de.-pllcgtie d<» tropa y vehículo*.
La finca en cuestión ruta d ■ una o doa pieza« dft
dimensiones riti uri tías y i»ano
"No obstante su tíinmiio y de-pur - d»‘ violentar ta
puerta en ausencia dei man imonlo que i.i .»¡ i p.i - duró
4 hór;is «desdó ins nueve n«sta la.«» dwe ap oxiinauamen­
ici. i riwhzado el procedimiento quedaron »idados en -*u
Intel.or A i»s vuinte y tremía horas ni/o p •%< nte la
madre del «MMdtaCho dueño de casa, acompañada p<>< un
familiar «funcionario de! ejarcitol y ambos futí un dete­
nidos.
W hecho de que la finca allanada quedara tranfor­
mada *n o®« ' rstoXH..*'« llamó la. atención ciel vecindario^
por la haruítlad de dicha caí» y por el necho de que sw
joven haoit nte no tuvtara aporantementa rnililaneia po­
lítica ni giemial. >
• ¡..»a mi-i».» > tambtea ve >a« prtmeem ImnÍB
de )¡i tarde fueron alia muta* otra* finca» te ta mwaj|
manzana y una Ue la esqulnr de . (í<encm Góummi y Mta
nucí correa donde efdrn militante« core, untetas.
Por *¡ contrallo, ru» tue allanad । la cu»* de tamlM
<h un .»i1-« p'Uiti'ii *> ■ m» que <”.'ujre !eclviii ud din Ium|
4

IT en 1m primeras horan de la mañana y <u» reitera en
honts de la tarde, con posterioridad c ¡os Mtxigrlenloi «u-
ceac« de la madrugada).
"Entre las fincas allanadas está la sede de la Seccio­
nal 20’ d**! Partido Comunista Este Mlanaml uto fin «tizó
aproximadamente a las 15 hartut d*4 domingo l«J Momen­
tos más tarde las Fuerzas Conjuntas retorn .n al ¡ocal par­
tidario y ,f,c llevan detenidos, en un c/ynión, a varios mi­
litantes: dejando en el local al señor Luis Alberto Men-
diola a qu'en hablan retenido los documentos de identi­
dad. Loa detenidos permanecieron en el camión 'urtacio-
nado frente a ¡a Región Militar N? 1 durante un bpso, y
luego fueron trasladados a la seccional 18»
"A las 16 horas todo parecía h-'tber vuelto c la nor­
malidad y toda persona que pasaba por Agraciada podía
ver parado en la puerta de Jtt sede del P. C. a) compañero
Hendióla, como habltualmente lo hacia Más o menos a
Uu 22 horas «e vio a un grupo de miUtanto; con versando
en h puerta y a otros en el mterlor del ¡ocal, parecían
aprestarse a p*ur la noche allí
"A las 1.05 horas del limes 17 el recindar-o pudo oír
una serle de disparo i sordos dentro de la finca de Valle
• Edén 3718. Los mismn.3 se sucedieron con cierta Intermf-
: tencla hasta que cinco o seis minutos después se oyeron
: l »s primeras descargas de ametralladora, hedías desdi la
calle Valle Edén y movimiento inusitado de vehículo» y
tropa totalizando alrededor de Uls matizadas, < n un cálcu­
lo estimativo. 500 electivos A la una v diez minutos los
disparos y las ráfagas de ametralladora se hacían desde
la Avenida Agraciada y contra el local partidario. A par­
tir de esta hora la bal vera se generaliza y se hacen dis­
paros desde los cuatro puntos cardinales. Ix>s vecinos, ate­
rrados. veían bengalas, oían órdenes y contraordene», dis­
paros incesantes de muy variado tipo de armas que se
prolong > durante más o menos 30 minutos.
"Di ■ ar }'■ ’.fifi •» mnm mifn'los y ' » . de
liad",r i w a » ,¡¡ Iu< »¡< I’-» 3 y 15 h<, y el.buI >s jurón
5 y 15 h*. de I.» madrugada,
“La zona ex > de ptdruiiaje hasta el amanecer.
Entre las 7 y H de la mníiana, del lunes 17. ann «llana­
da* una por una bslaa las finca, sobte Agradada, Ilaffo
Anjcm, Valentín Gónw y Valle Edén.
"De una casa <ie esta última sacan, detenida o un» me­
nor que [X’rnortulMi en ca«a de su» tim». La llevan sin expll-
t car motivo»; ¡lenr.anecíó inr>v»iniCHda hasta la madrugad*
l del miércoles en que !« Hbaró un íuet militar i»brando un
í acta eu la que se anotó que había s<dn dcfenM* sin m divo,
i arma «e I*»minaba tot i’mentc c >n una !<mr ia de f- e-n <teh
i “Los nllnnamiontos de fn maftnna drl lunes 17 fuero-t
I hechos por efectiv«»« d<» las Fuerzan Con tunta* «alvo <*n
íilgumts (asas donde entró gente do pnHicolar fn ffeinrnU
I minada c<»n <*qulpo de radío trasmhore» y distintivo» Hark
I eos en el brazo izquierdo.
; “Al medio din de ese mhrno lunes y ante» de qif* *•-
* Hora el Comunicado relativo n los Inveho«, el mntjimnnio
¡ t.'cupnn'e do ln finen do Valle Edén 371d, fue traído hasta
i ’n misma en en vetéenlo del rjéreítr» y deludo en libertad,
devolviéndose los escasos pnpole.s que se I < hablan reqnifindn
Casi de inmediato o» les pudo ver caminando por I» vereda
y el \ ociada» io dialogó con elhM.
"Manifestaran q»»c habían sido detenida» rn la can*
-te su madre y hnsladada* ni cuartel de ( uehllhi Grande d<m-
or me-eeieron buen trato, donde les sirvieron té y alrededor
de la- 0.50 hs. «leí hin .» en momentos en qur atraveudmn
el p-itio del cuartel pues iban a ser devueltos a «u domicilio,
< \vror. vwes que (.»rilaron: "Operación 52”.
De inmediato fueron dejados en medí» drl palio
v vk*mn que f'vto el mundo re armó y corrió luirla loa ve­
hículo» quedando el cuartel pi ártica moni 1 desierto.
"Ello* fueron llevados por otro» funcioniiriiiti menta
el m*trimonk>- al interior del mismo nuevamente y allí
les dijeron que 1** fuer«*« «e diügían a la z »njjjrsu« rasas
— ............. . ai m <■*<»> '■■" 1 ...... ..
/^p. i\
f -AHADo) . .
j2
IMS
"Como ya «o señaló este nMtrim&Afdt dejado en su
domicilio al ceded ir del medfidi« del di* lunes.
TESTIMONIOS ’
"Vcrint* m) a "Próximo n la 1.10 ha. del din lunes 17 i i
qu? numerosos rlcment»^ de las Fuerzas Cunhinbvc Pega-
Has en r.mtidftd de vehículos, ocuiuinm ilición de tiro a
lo largo de la Av. Agraciada entre Valentín Gómez y ll.iíf •
Arrosn, que era lo que abarcaba tni visual. Todos <e pampo,
turón detrás de árboles y columnas. Vi que Instalaron va­
rias ainctralladoríK de pi\ fnmedinftm'mte después apaga- J
ron a tiro» todas lani hice» del alumbrado público, no asi
un artefacto lumínico sobre la puerta de calle de lu .Sécelo- •
nal -'Un del P. <’. Esta estaba cerrada. Inmediatamente se i
Inició un anMü.d’aniiento y Ixúeamicnto contra el local
aludido.
"En el cine vi, "Ja» larga noche del 42" y desde aquí
vi "Una larga noche rkJ, 72" mucho más treme rula. de­
terminad» momento oí voces de "alto el fuego" que nadie
acató. Al cab» de un .alo cesó el fuego y vi que un militar
di grado *<• arerró a la pc<rta del loca! partidtirio y «me­
tralló en che do ¡p cerradura abriendo juego la puerta a 1
patada«.
"Se aleja de la misma y se reinicia el (uegci. Poco *
p"As tntorrvmpldr» el fuego, a law vocea dd que mandaba, *
• a’lcron <te la »ede hombre* con la« manos cruzadas .
*-hn» h» rabezn El que fritó las ómlenos ncrnuineció en el i
medio de la ralle. En momento en que salían los <Iim men­
cionados, s? nroduío una ráfa<ra que vino de detrás te
chapas y esc »rubro* que hay en la misma vereda, frente ni
sanatorio vecino.
<
“Vi <pw» el capitán o comandante. <*^e que estaba en la
mitad de ‘a ciPí*. cavó y fue recocido pnr otros. Casi «»muí-
imiHciu
tñivilmente - | un grito tremendo con ordenaba ":Hnv qoe i
las matarlo»'" Se oyó una dmrrtirgti masivo Uno le ’ < bouv
brea Ni’ldo del local 4fH F, <’. rayó «obre Oí «tardón de la
\rinda v rl .»tro r.^l rn lá mitad do la calle, J
"P'M’o dc'iHió' '•aUoron cinco hombres mAs. algunos ron
bis mano» sobre la rahez.i y otro’ con las rranor en los ’
bobillo».
“Fueren rodeados v les hicieron cruzar b» rióle rn <11- '
sección a I» «eccionnl 18n. Y yn nn nudo vcrl-v mrts pero
wrni oyendo grtm cantidad de dispams”
■’Vertew» b)i "En determinado momento d» > hi' ,c -al
vi a <»n «redado mrenotado contra un portan q’»n di n;n!,h*'j
cí»o »»na nmeVa’adora cu dlrecriSn a ’a ca<a <*e* PC
»»noy írt centímetro« No me nodln xf’’)«*»»« » ln rrnna»i*^
Hyfdrnh» <• nt-fi o té tiraba norq”o desde al’l • * p't»»*|
en M mHma vm-wde no hav ángulo do tiro c’i-u < <»’ PC’
Al «clarar en el hr?»r desdo el nnc otro soltado disparó!
h«eie M mhtmo t«íg«r pero dmdr Ja nre*n ooue«ta vt n»i ।
m<rMAo de eér»»rt«i, m menoe de cíen rpte fue-nc rrr »cH
min''rW»*mcnte por un equfp» «F» «parerttemente c’tmn'íaj
es* tare«. jj
Me llamó 1n «tención «F»e w b* m'íwwtei nv*s n*dlccl#
alguna» ^ohla-íx» ttevanui rímrtTlm enenvild'»»“ 1|
"Verte» r)5 "Hago e«te« derteriieéwie» prwir* eorrtete«
qre certr que act» » te a> e teru de vertir e* w »ifrontil
drl clército le ArfiflOi« Estoy di p».’e*to « repHIrl** con
pternte d<» mi «bortwlo el Dr Attd’rar Vane mrollon: Vf
chxn-» los lwte‘«r-te v e >*w • »te* de eikr» k> jopearon con
un arma retundo u/r£*1rtla.W'
I
La declaración completa de é*te vtelno fm grabada tai
cinta mn»rnet<»fónico por otras prniDn** tttteitfBtIl*'
tfiblercr la verdad, 5
"Vrclne d): "VI como ultimaban a un b»mhr<. que rtej
f.tbn heii<h' y m'.unido a la palmera**. iDklui. pe’mera «Ma
tu v.demíti f'róirwx y Agraciad* callo por medio., frentál
.« la sede /leí PC J
y 1I 1 á 25645
 Vecino e) r Hu ce una deci»ración que corrobora tas
1«h vecinos a y d.
d*‘clnra<'l<>nt*s <le
"Veriiw» í» : Sh'nrto r«<i l.i- cinco de la mañun,». qui
■ inios sain is>ü un móuteo |wna prestar «iststrn« ut a dos hi*,
lides <|iif i‘s(nbiiii tund ís rn la calle y <|ti<* todavía se mo
vían Vm íuw soldado* ih»m lo impidieron « lolentamcnt«*"
g)! "Alrededor de las M-lb v medía tirtmancri i
detrás «!<• te piiridn de mi raan y ola a varloit M»ldmlo* que
conversaban, mientras orimibnn omliN la pared, tino de
ellos comentó: "El herido <».« Busconi,.., y... bueno., '»«•
anduvo regulando. Fíjid-* que yo vi u uno que estaba ron
las manos en los Itohillos y tiré y lo barrí. ¡qué iba a
hacer...!”. Otra \oz preguntó; "<’hé, .. qué se va a iimui
la de plástico? Otro le contesto: "No, no,... una grana la!”,
"Vecino h): “Ahedrdor de la una y treinta, vi un "m-
l>ero” que buscaba posición de tiro con sucesivas marchas
adelante v marchfH atrás, sobre Ja calle Valle Edén. Desde
el mismo se ametrallaba con increíble Insistenci i y jmm4 lo
alto, en dirección .1 Aqrnciadu. |«'ro hacia un jMinto »listante
50 rnetroa o más de la ubicación de la seccional del P C.
"Verino I) : “Sobre un paredón Ululerò ubirmto en v’
interior »Ir la nmn/nnn »!<’ los hechos vi a un militar de «rn*
»lo (pie luego »le recorrer un trocho del mismo se dirigió u
otro que estaba en el fondo de mi casa y dijo: "No hay más
remedio <pie usar la granalla" Eran las siete menos cuarto
<le l i mariana del lunes 17.
"Una media hora después ul una gran ejqiloslun ,n»baiii
•‘Vecino J): "‘Mientras elementos de bis Fuerzas <’on-
juntas revisaban el fondo de mi.casa se oyó a eso de las sio-
(c de la mañana una explosión muy fuerte y uno de ellos
impresionado gritó: LA GRANADA.
"Vectao b>: Di-sdo el fondo de mi casa y alreded»»r de
las siete y curto de la mañana oí unas voces de mando,
que n.» pule saber bien de dónde provenían y que ordena-
bím- "Aiw>yen con tes Tompson, si alguien se mueve, no
quiero a nadie vivo"
‘ Vecino 1): "Yo recurri y miré tudus Imh cmsiiw de la
calle V. Edén y vi que los fondos y las paredes laterales,
así c<»mo los muros Hnderns, están increíblemente balea­
dos, Por la potticlón de las casas y «te xus paredes, esos
tiros fueron hechos 'tesde V. Gómez n desde R. Arman,
mojar dicho, desde la «izote« de alguna« <ie la« rasas con
frente a esas dos ca-as. Me llama la atención la forma en
que tiraron porque falo« ««« Impacto* que se pueden
ver y fologr.ifiar. no extán h'-eho* en una dirección que
pudiere encontrar co «u trayectoria a te »Me del P. C.”
Vecino m); "No rne explico qué era lo que •nsrtra-
Iteban desde la caite V. Edén pues un muro Híwterr» que
hay a los fondo* »te la casa del 37Í6. tapa te vtemd"
V»< hio n): ' I>«wde I.» azote:i de mi casa que está a más
do mui i'uiidrn del P.C. vein perfect amento ten Ita-ex de
beiiifiihi y «-I fìu-g’i ci’iizailo y n gran. i.«lt.ura «ni moment/*
i-n »pi»' '! fuck'o »n¡i m/in Intens»»"
\ «-('Ino <l) : "| )esd<‘ fieni»' o te rmniMHi.-» m*CcX«rud 1»
pude \»r un rnunlón infumi«' de cadáver»**», oran h* euer»
im» di’ Ins eiiinunisi.is »i!<«*«dninlus y mim c;u.'i«’tcristM'i»» /-ran
u’iiiudrin"-;)'- 1.'« eu<*i|i»»i« »•stnbiin d«'nte,<hi»»i y práctica
meni« »nan unii hwimi elisi hifmnii*"
\ »'» ino p): A mi in»' Itemi« hi iitenrlóri qur ri mu-
.iiih’ ni,’ vì\<‘ imi V Edén 3732, fue ;u«'enili<i«» <*n Secun-
de »!«• te Inlerwnters y que
en un
tex-ói. Yo 'i'» -ó ti »'-it«» ti«-ri<- i,u> mu »un l<i de .»huía |M'I»i
»e e/anmtat*! que él »-m d<- L» Jup -• > «u<»ñu m» h<lu y «»u
ó cómo P'i posible «jur Jo hayim sollado »ui te jmeit.i d<
te <msí« ruando »I Comimk'Hd«» dice que n nte m«ii<*ii.'»l de
I«* M»dici«*o«, yo n»> e"Hiendo mui«»"
M mtemo H P’VOU Murió Kgutwi asasinadu tu Train
y Tr«qt; o Matt im« Jf sd esposa. pven Ruvim.
ü
delT año«, cjue no teínta con ningún moví- ¡
miento, y. aun, si la hubiera tenido; o de Candín' Grú­
jales, o di? Gabriel Schroeder o, más atrás en el tiempo,
aquel niño de 13 años del liceo itauzá que por una
broma inocente un intrgr#ntr 4c la poluta le pegó un
tiro en la ti<»<.» ।: >.> »' ('■;>’ ««i,, i»?»• i, «í t»xios
torturados que en »*st.-»b 72 horas, casi, fie «están, haoi
sido denunciado« por los legisladores del Frente Amplio,;
>in ser informados de tes d«dencíones, de la» medí vi » ^1
clon»'« de tes mtenm id d< 1 drelHto posterior. propor-«
clonándose muchas vece» Infurmsrloncs absolutamente
falsas. |
¿Dónde están, pues, los derecha« de la persona hu-
mana? La historia no puede s»-r a sata altura, tergiver- ?
sida. So han croado novelas de terror, como aquella« í
que en 1a adolescencia «olíamos leer de Pon son du Te­
rra 11. También se han hecho jxir pirte de tes Fuerzas
Conjuntas allanamiento« por tres, ei atrn, cinco y a ve­
ces hasta aete. ocho o diez oportunidades, no sólo en
casas particulares sino también en parroquias. en igle­
sias. Ahí este el asesinato del guardia personal del Ge- j.
ñera} Gravina, nm te i»*' «^vectación de te F.s- H
cuela Austria, episodio que ha «ido mencionado por el ¿
señor legislador Mlchelini J
Bata historia está, pues, replete de Irregularidades, 1
sembrando la división, la discordia y te alarma, como si^
volviera a ser realidad aquello del siglo pasado c.lando ¡j
un general le escribía a una persono lidad pidiéndole ac-i
tlvidad y energía. Mi querido amigo —le decía—- esJ
preciso que fusile usted a todo d que no quiera plegaraos
a nuestras ideas, a todo el que no quiera aceptar Id glo-|
rio«a tradición de te defensa Derrilye de una vez todqgl
los obstáculos que se nos preamtetn. Yo acepto la ret-a
ponsabilldad de todo. Para todv lo autorizo.
Era una carta que César Díaz le enviaba a Tomás 1
Gomensoro. J
Siento pegada a ñus labios lo que podría ser la lmpu-1
tación elle barbarie en »•! fácil desdé ) oligárquico al «er*,1
tlr colectivo, al drama de las masas.
■?
En un libro muy importante d? Herrera, "Altee y'
después de la Triple Alianza”, dice que en lo referente i
a nuestro país «I peligro estaba en que pudiera ontro~J
ni zar se un militarismo inconveniente que por un tiempo!
que puede paréeme sin fin puede llegar a llenar de som-á
te’as el ambiente nacional |
Pensamos nosotros »pie te situación es realmente caó-l
tka y angustiosa, pero la tenemos que tomar como es y®
definimos «obre ella.
Cuando en la madrugada del Ili de abril posado ya
se iba a votar la solicitud de suprcirión d<’ las garantías
individuales y, además, la declaración riel Estado de
Guerra interno, el señor legislado» Ferretea Aldunate,
seguramente en nombro del Parlidó Nacional, hizo una
precisión que, manifestó en ese Instante, quería que
fuera te más concreta posible.
Voy a leer testualmente su pensamiento Dijo "La
moeiási presentado por el Partido Nuriomil johre el tema
dsi Estado de Guerra t¡ene tres limitaciones que «urgen
muy cteremchte, no del capírdii de los inoemnantes. sino
d<» su letra rnuy rter?i La moción tlrre umi limitación
en el ti<empo. Es por Xü días”. Recuerdo que el Partido
Colorado había presentado una moción por te) din«, que
luego retteó,
Y wftniM «UM limitación en cuanto al :
objeto de la a
Món de la subversión. Tiene___
<olo í-n el área «-onerata en qu< m<i|t
Adelmo». y » *« es lo importante— tiene una liml^
terión en » minto » los medios que «c autorizan. Et.tabi
»•e, »'«preMnim'iii«* que »•< al »«do efwto repito, al «II
»•fe» io di i mu»mio »3.1 >lr te Cmi«t|tu» ión de la W
püblhit
 De modo que el único alcance de esta» norma», ai
resultan aprobada», o» h| tolo efecto de determinar la
jurisdicción y no podrán «cr invocada«, absoluta mente
para ninguna otra co«,
En ese sentido hemos formulado la moción, y es
con esa interpretación que la vsmoi » volar. Basta leer,
además, la disposición constitucional para saber cuál e«
el alcance del otro articulo. Pero, por otra parte, al re­
dactarla nos hemos preocupado por reiterar un concepto
del artículo constitucional, La moción, dice, reitera que
la suspensión de la seguridad individual rige a loa solos
efectos del articulo 31. No es pleonàstica; simplemente
quiere decir que esto está dirigido exclusivamente al ob­
jeto de lograr 1h aprehensión de loa culpables. En ese
aspectos los dos hechos de las mociones son muy claros.
Se podré disentir con los criterios politico» que las ins­
piran, con la pertinencia o no de votarla; pero, reitero
que no ofrecen ninguna duda un cuanto a «u Iníerore-
tación"
Quedó claro, entonces, cuál era la interpretación de
uno de los autores de la moción.
Le pregunto a l& Asamblea: ¿Es que acaso se cum­
plió con la letra y el espíritu le la dtcuión mayoritaria
de la Asamblea (leñera! legislativa? Digo mayoritaria.
porque el Frente Amplio no votó el Estado ds; Guerra,
como no votaré arta noche ninguna prórroga.
No se cumplió, señor Presídante, y todo» los hechos
que ge apuntaron, por hombres del Frente Amplio y tam­
bién por ciudadanos compañero» del Partido Nacional y
del Partido Colorado, con denuncia» de allanamiento»,
de arbitrariedad y de procedimientos incorrecto», deben
llamar a responsabilidad a lo» señorea Ministra».
¿Qué seguridad, pues, hay pura aquello» que esta
noche estén dispuestos a votar una prórroga por el tiem­
po que sea, hasta tanto, según los criterios expuesto» en
Sala se aprobara una Ley de Seguridad del Enfado que,
por el borrador del texto publicado en la pronas, tendrá
alguna« atenuantes < n relación al Mensaje enviado en su
momento por el Poder Ejecutivo, pero que sigue siendo,
para nosotros, absolutamente inconi tiluclonal?
Los aumento» de 1«« penas del Código Pemil v algm
na» otras disposiciones que se prevén en el borrador del
proyecto estructurado o redactado según se ha hecho pú­
blico, por los señorea legisladores Paz Aguirre —de la
Lista Iñ— y Ortiz -—del Movimiento “Por la Patria*'
no Van a traer soluciones do purificación para el país y.
por el contrario, aun cuando sea en el marco do la loy
y del acuerdo a que puedan llegar los dos partido» tra­
dicionales, vart a tener una reacción desfavorable en el
ámbito público.
Desde luego que el hecho de que se le cambie el
rótulo, y en vez de Ley de Seguridad del Estado *e 1e
llame. Ley de la Opinión Pública, no altera ni el con­
tenido ni la naturaleza ni la finalidad de eaa arma legal
represiva, que va a golpear duramente a nuestro pue­
blo y en cuya aplicación se van a cometer tremendas In­
justicias
Y aquí viene el drama d<> nuestro tiempo, referido
al Parlamento nacional. ¿Qué hacemos los legisladoras
ante el incumplimiento o la deformación del texto apro­
bado en aquella madrugada dri 1S de abril? Hasta aho­
ra no hemos podido hacer nada, porque incluso el w’ftor
Subsecretario del Interior, en una de las intervenciones
que tuvo en la Asamblea, declaró que estar» o» en gue­
rra y que. en consecuencia, la» personas aprehendidas
aunque sean liberadas por los jueces militares, quedarán
privadas de su libertad, porque me presuma que en la»
operaciones posteriores pueden aparecer documento» O
pápele» que las comprometan. Son rehenes; tienen que
estar en un cuartel o en h< Cárcel Central esperando
?ue los trabajos, investigaciones <* allanamientos de la»
uerza» Conjuntas puedan obtener algún testigo, docu­
mento o carta que de cualquier manera lo» comprometa.
Esto, realmente nos parece un régimen tnunwlriioso
porque wloc» a todo el país en una jgrwrr^rcel de Ja
—----- —-ywrn ■
UwUSADO/
que nadie p4dH evadirte dado qtit, •vldtntomente todos ,
los ciudadanos por igual, cualquiera »m el partido a ■
que perionozean, pueden ser victimas de procedimientos ,
irregulares, que son k>» que han sindicado toda esta ac- í
luacíí ii de las Fuerte» Conjuntas. i
Para probar erio me basta un aserto: cuando en
esta» 72 horas, en forma intensa, con gran acopio de do­
cumentación, Be probaron las Incidencias e irregularida­
des cometidas por las Puertas Conjunta!!, no se escuchó
en esta Sala una sola voz que la» defendiera; no »e oyó
una sola opinión en su favor sino que, ai contrario, cada
ves qué un señor legislador hablo fue para marcar a
fuego las inconductas, las arbitrariedades, y las Ilegiti­
midades cometidas en todo el territorio nacional por
Ir» Fuerzas Conjunta». Tampoco loe propios señores Mi­
nistro» la» defendieron. Llégamo» a la comprobación <10
loros« de que ni el señor Ministro de Defensa Nacional
ni el del interior, en la mayoría de los caeos, tenían co­
nocimiento de los hechos que se procreaban en el país.
Recordamos, a esto» efecto», que antes del Estado de
Guerra interno, cuando sorpresivamente en la» horas de
la noche se llevaron 20 tupam iros dee.de Punta Carre­
tas para Punta de Rieles lo averiguamos después de ¡
10 o 12 días— ci señor Ministro del Interior no tenia co
nocimlento del hecho 72 hora/? después, y es el jerarca
de Instituto» panales.
Cuando se preguntaba por un detenido, por lo ge- '
neral no se conseguía una respuesta curtegórica que pu- J
diera ser confirmada, del lugar donde se encontraba el ¡
mismo.
1
Aun cuando los señores Ministras de Defensa Na- |
cien») y del Interior hayan puerio buena voluntad, es
evidente que por encima de ello» se mueven otras fuer-
m que obran de manera tal que no se les informa o I
no •* lee pone en conocimiento de los hechos que están
ocurriendo. I
i
Este ea el bátame« de lo que ha ocurrido en estos
2(J días, porque estamos a 24 hora» def vencimiento del /
plazo acordado por la Asamblea GenrraL y «I rs abso- í
lulamente negativo, uno se pregunta me e» lo que ae j
busca con la prórroga de la sur pensión de la» garantí»» j
individuales y del Estado de Guerra Inferno, '?
Es evidente que, se (pilera o no, sea un acto VO®
luntario o Involuntario, romo nosotros afiminmur —yj
quisiéramos equlvoraremi-• la dorisló»! de la Asambleas
de prorrogar el Estado de Guerra interno, puede aca-j
rrear al país horas de sangre, de luto, porque no puede
ser otra la salida que la República va a tener, y lo de-;
rimo» con razonamiento de 1’g‘ra »
No catamos imaginando, no criamos creando valo- >
res que puedan esfumarse al golpear con las realidades i
nacionales; estamos eetudiaudo el procedo de la historia
3ue estamos viviendo, y érie no« indica que el país pue-
e desembocar en una encrucijada de la que muchos
tendrán despuéi que arrepentirse.
Qm» no se no» venga posteriormente, por parte de
algun<M señora» legisladores, con que hay determinado* i
movimiento» que pueden crear problemas a la paz pú ।
bJtoé • Intranquilidad. Si lo que se busca es desatar ।
aria guerra total --ari lo ha dicho con claridad el señor
Subsecratarto del Interior y algunos otros señores legis-
la<tore» intorvinientes— es evidente, entonce*, que la*
cuaMaMwrtatf van a ser desastrosas.
Hay nutriia» «osa», señores legisladores, que esta
noche tañer»»» que pregimtornoa en el manejo efe todos
trio» problemas. ¿Por qué no se respetó la
nosotros no votamos, pero que fue decisión, ai fin, iw
1» Asamblea General? ¿Qué valores o qué factor«» se
movieron para que no se cumpliera, para que se de-»
formara, pal’» qua »» distorsionara e! propósito del le-
gulador, < ofneliéfPto»» una grwe omisión, que en darlo
la espalda a la Asamblea General?
1

Sata noche tonemos la sensación, señor Providente,
de un gran vacío que hay en el pala, de una ¡angustia
que va siendo colectiva, de que nuestra palabra, nues­
tras intenciones, y las de los compañeros del Frente Am­
plio se estrellan contra una especie de malla die acero
Impenetrable. No se dan razones. Los motivos expuestos
por d señor Ministro de Defensa Nacional fueron regi­
menté deprimentes, en una exposición vacía, llena de
errores, hablando de personas detenidas, donde quedó en
el aire, flotando, la posibilidad, en sus cálculos numé­
ricos, que 186 perdonas, no aparezcan en ningún lado del
pala, hecho que, de alguna manera, hizo notar el señor
legislador Santero, sin que el señor Ministro respondie­
ra en forma tajante que esc no era verdad. Son 166
personas, que el señor Ministro no sabe dónde están y
él es el responsable, en nombre del Poder Ejecutivo,
de cómo se tiene que aplicar este Estado de Guerra in­
terno y esta supresión de garantía* individuales.
Por otra parte, la Aaumblca General parece no co­
nocer al pueblo uruguayo ni tampoco a su juventud.
Cuando hace apenas 15 o 20 minutos, un señor legisla­
dor apuntaba a ella, entendiendo, de acuerdo a su opi­
nión o criterio, que tría por caminos equivocados, uno
tenía ganas de contestar, qué posibilidades le da este
paí? a esa juventud, qué fuentes de trabajo, qué apli­
cación a su título universitario y qué es lo que le en­
trega para el futuro. Nada. Todas las puertas están ce­
rradas en una especie de cerco de acero, que va des­
truyendo su cuerpo y su espíritu. Antes de que ocurra
eso, las juventudes tratan de aplicar toda mi rebeldía
para rbrirse un camino en ia República, porque quieren
construir una sociedad Justa, libre, porque no están dis­
puestos a sucumbir como esclavos, porque nunca ha sido
en. digamos, la singularizaran del alma nacional. Esas
juventudes quieren reafirmar rl ser nacional y lo quie­
ren hacer con fuerza, con vigor, con desinterés y con
sacrificio. No ¡es importa, incluso, la pérdida de «us
vida», pagando, puso, el más sito tributo en la aplica­
ción de sus ideales superiores No son comprendidos y
son difamados, calumniados, con todo* los epítetos, con
toda la fuerza de la prensa, la, radio y la televisión. Se
van, poco menos que destrozando en el camino, sin ad­
vertir que los mismos que los difaman, proclaman, des­
pués, contra ellos, las co*as más terribles, como »1 esta
juventud lúcida, penetrante tal ver la mextr generación
que tuvo la República, tuviera culpas que pagar y no
fueran las de sus mayen« que Igs quieren imponer, de
cualquier manera, una «wivdad corrupta, feroz, que no
le sirve a sus alto* y hmpo» propósito».
Este es el clima que vivimos esta noche, un clima
de real impotencia, casi de desmlerés, es decir, como de
alguien que no está convencido. porque ter.go la impre­
sión de que «i pudiéramos: hicrr un» radiografía de los
131 integrantes de la Asambh a General, veríamos que
no hay votos para la prórroga del Estado de Guerra in­
terno. pero se van a dar por inerc».*. ún convencimien­
to, como una act'tud de desesperación, a vece», hasta
de temor, de inquietud por hecho» que pudieran pasar;
el rumor de la calle que golpea contra las paredes 4rl
Palacio, en el Ambulatorio, contra el petho de 1» gerit»,
nos ha'’o pensar que nosotros no hoffi'i» los dueño» do
la Asamblea. Por esta lucha que esta nina formal'-zftndo
ahora, queremos ser l<»s dueño» de la Asamblea General,
de nuestro* destinos; no queremos ser deMpiazadoa: de-
.eamos estar íntegramente en esta* b'inin«, que no es
por decisii'n graciosa que ln heivos obtenido lo» nuft
aquí estamos sino por decisión popular, defendiéndolas
de los peligros, ante ese pueblo (pie. alono a este «Ira-
mj», a veces, no aquilata todo lo que ceófi repre^j'rilnndo,
en profundidad para e! porvenir del pní< /Acaso m-
piensa construir un Uruguay nuevo y un hombre une
vo sobre estos pilares que se están deshaciendo sobre
esto» cimientos que no »irven? Kn esta forma evidente
mente, el edificio que podamos construir, luí de ser
derecho por el primer viento adverso que le llegue
M* <*• ♦*> w dramatismo espectacular, sino la c ompro
. Iweefcá« de ima ir.t nación irregular
Ü séftor ¡eguú*<tar Feweini Aldunat», al principio
d» di»evn» un narMM»»l>»mo y una tradì
'>-<•» 1>*“<**? *r;>
PROnSADO
IT
I5l
cíótMMio óí 'Jnónlme
da es de encadenamiento. Está medida no nb*r* Mi "trae* ¿
blo oriental, lo esclaviza, lo someto, lo debilita, y hasta ’
lo puede llegar a destruir. Yt la familia oriental, ¿pue-
de unirse bajo estas advocaciones, con la dureza de una
política económica que nos dictan desde afuera, que |
deshace » la inmensa mayoría de nuestro pueblo y que ’
no permite al trabajador vivir con el mínimo decoro, •
porque su salario eatá congelado, porque el poder ad­
quisitivo es cada vez menor y la columna de desocu­
pados es cada vez mayor** Hay gente que no puede ir
a un liceo a pesar de aer obligatorio por la Conetitu- ,
ción de la República y la Universidad del Trabajo está :
cerrando sus puertas, como ocurre en la Escuela de Co- j
lón, que luce un enorme letrero en el que manifiestan j
que cierran porque no tienen material ni herramienta»
para trabajar, habiendo sido ocupada como protesta.
No ex ese el panorama de la discusión de designar
una cacuela, de un lugar determinado, con un nombre
Ilustre, sino que es h situación general de todo el país.
No hay destino para los uruguayos. Cada uno puede ser,
cada mañana que se levante, golpeado ferozmente, hu­
millado, vejado, así como su mujer y sus hijos, porque í
los niños tampoco se sslvan de estos procedimiento»
de esta» actitudes. Y en este avasal lamiente perman»n«W
te. no» encontramos en el centro de la escena, que eá||
la Asamblea General. W
Hace muchos años, si en este misino recinto •• bu*dl
hiera adoptado ura decisión y lue¡fo hubiera sido Ín-3
cumplida por los Ministros, estes no hubieran podido™
permanecer er sus cargos ni un minuto; hubieran tenl-á*
do que renunciar por incumplimiento, respetando la de- I
r’dón soberana do la Asamblea General. Sin embargo,«
ahora, lo único que nos contestan frente a las tortura», ^
arbitrariedades y humillaciones, es siempre la misma a
frnue. que constituye casi un clisé: estamos investigan-1
do: entréguennoa los datos, los nombres, los lugares, qu»¿j
vamos a tomar todus las decisiones y vamos a ser du--l
rAs e inflexibles
Pero yo pregunto, señor Presiden’c, ¿ron quienes? De I
palabra, porotte nosotros be mas denunrindo romo tortu- |
redores a Tren cantidad de oficiala! - tomblén lo han j
hecho del Frente— y no ha habido ninguna, decisión. }
lo que han existido, sí. son arbitrariedades, como H
o »te Intranquilizó al compañero del Frente Amplio. Artel
Díaz, como la que le ocurrió al señor legislador Ituño co­
mo las que les acontecieron a otros legisladores en las que
•>« desconoció sus fueros, su carnet de legislador, como si
fuera una cosa que no tiene valor, que ya no sirve pa*a
nada y qve exhibiéndola ya no merece respeto. *
Frente a la lista que daba el señor Ministro de De-'
fensa National el principio de esta sesión »ir la é^ambl^a
Gwil U>dos estuvimos contestes que esa no era ¡a ludia
que dkw querían con lo que llaman «edición,
que cuma tMMnbrcf muy defin .do* en todo*
ext'ji ptubltmM. porque creemo» que uno de lo* .rendes
'•eri’ron de atracd'in erí Hn duscuslones y pasiones de lo» i
hO'.Jir« ijUmmaieriomos »atá en la violencia, entendemos
que rwtd.a puad« «mpfltrta i «aa definición; pero lo he­
mos dicho mucha» veces: violencia dosde arriba, crimen
mvani' ido de d* arriba, en este caso, de) Eecuedron de
la Muerte, y de otra» orjpmixacione« parapulkcíalea, que
i ;m .sembrado de terror el par». Esto e» muy claro y la
(*< nte lo debe aaber}
Ellos dicen que estÁn en tina faeton par» terminar con
la iibvcT 1 n; pero cualquier palabra que se diga para la
par. del país, no es tenida en cuanta, ii» rechazada.
i n teutiM T¿ horaii de aquí ne puso al ai
i is eK|*res!one< ironun lad^g por el General
u- ib'U en In ("incertiu. ion de 18 de Julio v no
< bu i" ilumina *•>/ f:’ •••oratile ¡ara el . >rnvui»i» i. . cent
rl •! (l'JH-Eil S r< finí N.i 'ic lo hizo; «i 1 conUurio el Sub**
,c <1 I • nin (*u cito 'X guerra to-
> > - uarid«» drs «pare^.'a, no habrE
pH/ il I » u
__ _ J
3

Señor Presidente; que el Subsecretario del Interior
tendrá una gran responsabilidad histórica por la forma
cómo ha encarado este problema, porque él también se­
rá responsable de los hechos que acontezcan ■'* partir de
esta noche.
Tenemos aqui en el discurso del General Seretni, '-«te
pensamiento que compartimos: "Los poderes públicos han
reconocido que estamos en Htuación de guerra, lo que
implica una variante inmensa, gi tanteara pura las más
arraigadas costumbres uruguayas; pero os una variante,
no un salto o una situación nueva, en el proceso que vivo
la sociedad uruguaya, sino una consecuencia formalmente
reconocida del estado de violencia que los condujo y no>
seguirá conduciendo, «i algo no cambia profundamente la
política social y económica del i ¿gimen. Es una situación
nueva en cuanto a las posibilidad^ < que en si misma en­
cierra. Son los hechos en su propia dinámica, que, muchas
, veces, exceden a las intenciones jie los (‘i nductores, los
que pueden arrastrar al Uruguay o una verdadera guerra
civil".
Creo que aquí es donde asoma la decisión que la Asam­
blea General legislativa está dispuesta a tomar esta no­
che. Y lo hace a pieza. conciencia, recon v.endo que el
Estado de Guerra Interno es un Lecho in.'Ofulitucional.
La Constitución, la ley, incluso, ¡es fuero* del legislador,
todo está detenido. Digamos que todo el aparato del Es­
tado. prácticamente, .se está cayendo a pedazos. En todos
los pensamiento* que escuchamos en Sala y en la
Comisión de la Asamblea General con respecto a la jus­
ticia militar, se advierte que é*te es inconstitucional. Al­
gunos han suavizado su lenguaje y expresado que rozaba
la Constitución.
Todos los técnicos de Derecho que opinaron sobre
la incorporación e intervención de la Justicia Militar
sustituyendo a la Civil, la tacharon de inconstitucional.
Nada de eso sirvió Un día ae archivaron todos esos do­
cumentos tan importantes y mida más se pudo hacer
con ellos.
Entendemos, entonces, señor PreMdcnlr, que el lia-
lance ea muy triste, ya que nadie ha levantado su vor.
de defensa para la situación «ngUNlior-a a qiio se ha lle­
vado al país: miseria, desocupación. dependencia y aho­
ra ¡as libertades en un largo período de vacaciones, las
personas sin garantía«, sin derecho, sin poder protestar
ante nadie y por nada, porque cote clima de guerra si­
gue sacudiendo al país, por encima de las torturas, de
loa vejámenes, de las detenciones arbitrarias, como al
a nadie hubiera que rendir cuerta« de loe hechos que
ocurren y como si la» Fuerzas Armadas fueran un apa
rato autónomo sin ninguna obediencia a nadie, sin nin
guna supeditación jerárquica, queriendo hacer lo que
quiera, olvidando o dejando a un costado a la Asam­
blea General.
Pienso que el i*a¿ado e* una lección permanente
Existe un documento muy importante de Artigas af Ca­
bildo de Corrientes enviado deide su cuartel general
expedido el 9 de noviembre de IBIS que dice: "La pa­
tria exige de nosotros el mayor sacrificio el obsequio de
la causa pública y al todo lo que iwtn hoy se na tra­
bajado fuese por recompensa de loa «unidos, acaso todos
habríamos sido sepultados por ii patria en el olvido”.
En esta hora, estos pensamientos artlguistas juegan
en el sentido de reminiscencias para aplicarlos, no film-'
plemente para Invocarlo« incumpliéndolos, que eso serta
¡wguir traicionando la idealidad del precursor.
En consecuencia, señor pri'sidente, el balance de
loa 19 días del Estado de Guerra interna, es totalmente
negativo y arrasó con la decisión de la Asamblea Gene
raí No entiendo, pues, el razonamiento de los que es­
tán dispuestos a votar la prórroga. No importa que sea
de IB o de 60 días. Para mí es lo mismo; aunque fuera
de uno solo, tendría el mismo efecto. Esto es como si
a alguien —lo dije hace pocos días en ün acto público
le manifestaran de que no lo van a matar hoy sino el
martes o el miércoles y saliera a la calle gritando con
una inmensa alegría que no lo van a matar hoy. pero
que ose sacrificio vg a vcvr/-.i^tehfrih^# 73 hora»
fV”*'—”
Jbüki' ‘úO 165
. —, —■—- —---------- - ----- ■ .J,.... —■ -r
Es exactamente igual. No tei el plazo el que está
juzgando, sino el principio, el hecho, el acontecer his­
tórico. no son los días o loa meses que puedan tomarse
como prórroga de este estado tan especial del país an
el que nadie trabaja con tranquilidad, a nadie se le
ofrecen perspectivas de futuro. Es como «i la República
entera se hubiera detenido para presenciar esta guerra
entro orientales.
Entonces, llegamos a la conc usión que aun los es­
fuerzos de mayor buena fe. realizados ccn la mejor pu­
reza, buscando la mejor salida para la nación, no tiene
Ja resonancia o el eco que sus autores p osaron que iba
a obtener.
Nosotros, - s iempre lo hemos dicho— que somos
hombres de lucha, no nos asustan estas contingencias,
ni las amenazas ni loa despropósitos que a veces tene­
mos que oír.
Seguimos marchando con nuestros compañero» por
el sendero, a veces el más desfavorable, el que ofrece
más riesgos, en la seguridad que habremos de llegar al
final de la jornada teniendo razón, manejándonos siem­
pre con la verdad, siempre con rectitud. habrán de re­
conocerse loa hechos que pueden mucho más que las pa­
labras y las conductas que hay que exhibirla« de que
en esta contingencia trágica de la RepúbPca el Frente
Amplio sigue teniendo razón. Es una concepción polí­
tica válida y tiene todo un entronque filosófico con las
raicea mismas de la nacionalidad que nadie puede dese­
char. Sí lo deaechan le devolvemos las palabras que
alguno« dicen a veces contra el Frente; Sí se sustraen,
allá con sus responsabilidades. Nosotros podríamos de-
r’r también, que el Frente Amplio seguirá su proceso
dé lucha por la liberación nacional cuulquícra sean las
motivar iones de futuro y además las posición«« o espe­
culaciones que en su tono puedan realizarse.
¿Qué debo decir entonces? Que lo que se ofrece a <
la juventud del país es una sol» cosa 8e le ofrece un
¡ipHratn represivo estatal oue lleva en sí la Intención
deliberada de anular rtmlqulwr reclame* popular
Hay un aumento gradual de lu v’olenela, conjugán-
fifw la fuerza represiva riel aparato estatal y los gru­
pos reaccionarlos rotulados muchas veces romo demó-
c ratita Es evidente que nosotros no somos dueños de I*
palabra Aun cuando algunos puedan dÍNgustar«« por un
decreto, una declaración, una decisión, evidentemente .
que no está en nosotros el poder eliminarla. •
Hay palabras que «<m tomadas con disgusto, con j
desesperación, por nutrir» wnto, ocre nosotros la va­
mos a nombrar. Es la palabra rrvohic’ón, desprendida ;
de muchas connotaciones pnlfl’cn«. pero que ya integra
el lenguaje común de las Moas sustanrHlca en el pro­
ceso »» la liberaetófi de este pueblo oriental
Además creo míe h. revolución no jólo es óticamente
7 -eptabte s‘nn oblígatori* en 1?« dramáticas drrunstan-
rte» ene vive el pal« No renrdnrioruw <le palacio. Mno aque­
llas mi* nacen *n las entrañas de! pueblo que se conju­
gan cotí él. que se allmenton de su Mtcrlficto v de bu .san­
gre; revolución es un cambio radVctiimente Innovador v
rápido de un orden «ortal, económico, político y cultural
antiguo bacía otro orden nqevo de profunda dignifica­
ción human* 8e trata »«es de las fuerzas desencade­
nantes. diríamos nosotros, de un nuevo hito para alean- ,
zar el proceso de la liberación *
Por e«o aseguramos que hay que desmarrarse de este
.status, de una etapa que queda atráa, para acompañar el
signo de nuevas jornadas con perspectiva cierta que han 1
de acompañar en su ritmo acelerado t«fa liberación. Jj
En la primera revolución emancipadora todos luchaba
ron Hombres, mujeres y hasta niñois, v hoy ‘stamoB «rtO
una nueva conmoción del mundo. Nuh planta moa unte loi
que homo* llamado .«lemptc 1« scgiiivl« «*m «n< Ipaclón del
América. En el grito de sufrimiento de tanto« oru*n¡al<Mbl
que quieren y luchun por oí liberación. ¿Es (¡ce a< aso eli
actual régimen o esta pr<»rn>ga del E>tado de Guerra in-'
 twnopueden ser el intérprete de lo* un helo* populares?
Evidentemente no, lato sólo complementa in* rnrenctes,
lo* limitaciones, los desobediencia'; n la voluntad popula r
que está aquí representada en la Asamblea General Le­
gislativa,
Nosotros queremos esta revohvícn de las .ímcionrHs
¡ para darle a la juventud que ya tiene un heniwlo áes-
creimiento, la sctairidad de que estamos construyendo
ese futuro por ella y para ella y por encima de nuestro
propio deseo.
La acción de los que creemos que esta palabra re­
volución a nadie debe asustar es '■omprometida. hetaa
son las raíces de donde brota el sentido que entra ha mien­
tra adhesión al proceso revolucionario Hay que errad!-nr.
pues, definitivamente, la dominación y la explotación
del hombre por el liombre.
Queremos llegar en la concepción nacionalista a ese
I proceso de liberación donde s* data nuestra propia his-
‘ toria nacional que no Importe recetas extranjeras, sino
! que responda a la idícsíncracln de nuestro pueblo, a. Ja*
i ñecos dades del pata.
Por eso dijimos hace un Instante que natiunah^nio
era liberación, Nuestra primera lucha es libera'nos del
ímperinH ino: de ahí que s lo i!vin°.ium »« dos anti impe-
rialPmo y anti-nllgarquiu. y hayamos .¡¡filmado rotunda­
mente que o.-tp Judia es d«*l pueblo contra la oligarquía
nativa inserta. en el Imperio,
Esto no es una novedad porque .«»■ irjnh' m I.» ¡icst i
artigo!,ta y yo he dicho muchas vere- que rnmbmron
sus nombre», cambio la epoen. < amblo <•! Iinih’iin, entes
portugucK o británico, pero nhora noHcumrik<m<», pero
¡as finalidades, lo» propósitos i: an sido .tempre Iim mi» •
Bate ik» e». no puede *er. un 1 hurtado sbnplu u una
revolución de desmperacioneti. es decir explosiva revo­
lución. sino que e«lo r® la ruptura de todo privilegio; y
evidentemente, la ruptura de todo privilegio e< calificad'»
de violencia. Y eida inculpación gratuita de violencia que
se nos ha hacho tantax veces y que nos ha obligado a
tanto* eaelaredmlanío# de nu »tro dete* ho Im iiextlons-
ble en e*ta hora de la hUturla aparece cada di* rnás
creciente en La humanidad.
Eae espíritu que hace que se reprima por la Cuenta
lo (|iie es el Impulso dnl ser humano para buscar un
quehacer que se íidpc.úe » «ux n«;p|taciones más legHlinas,
es un Impulso nalurf) d(? )> físico o Jo aniimd y da lo
blok‘gk'0 u lo humano, tai vl<4en»lP. 1»npl!'’i*. slumpró una
forzoxn Jntarrupi l»'>n d" cioifo moverse del m.r humxno
Cuando e a vloh nrln »»• <••-( vbJe.-e r»n »‘I <l¡» ia* re*
/arínnes co.vo sen!ido lijilco »'* In llhori.id aunque se
quiera sosó'rr-r lo cutV i m h>, cuy» liiri.’ii ImjiiH» ota »’** bl
liberación, »»sa violen ia h la !• /. o»! »■ ¡»¡rltu adquiere
una fuerza, una relevancia (|U" mn»..-.*,1 le.
Picntó que en el fondo (le Im hi.sloiln l.¡ propia Irmi a
de Cristo es el ¡primer testimonio cii llano (|ii‘* nace y
.se inserta, en esa historia como una (¿»risimi inquebran­
table de cumplir la ndnióu y voluntad del Padri», a petar
de toda h restetencta de lu ri?ll«ion ron1' Unida p<»i la
impotencia del Estado HMpnclo a Holovm la nAcivnh» II
bertad cristiana.
Pero nosotros con esta fe queremos o>lm <*n el pio-
ceso de c. ta liberación (¿urrcii.o. íhimin o H . nía.,
profundas del ser-hnmhre en la hutoita y vnlrrmtil > los
valores más radicales de todos sus dcHi ho» Inhen nlr»,
por el #o)o sentido de emerger como hombie» paru ubi Ir­
se pato en la seriedad,
!z <* W tantas vp; e» iivinuó ^kni l'
...VMM»fue no condenarno« i* violi nili
• oprimid*»’ ros cita» denuncie, de la violen»*!* inati
wmoimsfc» or w opffóo/«», Nadie tenga por propio
w> qwr «a «orna* de ‘.oco* pMrqwe que excede de lo nece
; para. «»I gü.-io h» -váo violentarnen»e obtenido Aquí
;>* * a» :Lfc í Sí■ •'.->481 > ■*•» nati* *‘c
"owí.-aí.;.
i”’ . JhDO
legitimada 4h W eáticb di <4* tiranía .im- '1
puesta désete arriba’ la legltimMad de in vloianeli favo- 1
luclonuia o libertadora SI ¡r retienen los privilegio* y j
*e lea defiende empleando ¡os medio* violento* como e» 1
cate estado de guerra interno, se hacen responsables ante j
la historia de provocar o dinamizar las revoluciones Luego I
que no vengar» los llantos, que no se non venga a hablar j
del sufrimiento dr-l pueblo, norque ese sufrimiento es el
que el pueblo ti»*ne por todo lo que se !e escamotea y por
todo lo que no se le entrega.
Entendemos f'Ut* e ta revolución uruguaya in cripta
en el ter-er murió) con en'ido latino:.mertcano, habrá
de nrcducir.-e. pe¡e j quien pese y ie duela a quien le ,
duna.
A medida que »se acentúa la fuerza ilei pueblo se evi­
dencia que el terror, Jas torturas y las cárceles de nin­
guna manera d«»s dientan la lucha ponular y, por el con­
trario, le dan un incent, vo para que dgs adelante
l’nn a • e cuche i algunos hombres poutico^ ex­
pedir « en f m* Lg¿ra y «vporfíela! sobre estos aconle-
rtmienU» nación' les ítan Ivm.br»»« políticas que en rí pa­
suda. en su propia prcu’M o desde aun propia.'? bancas,
pedhn ta libertad pora hombre* que ch aquel momento ¡
habían *’óo rata’o’odn. '•orno ciudad: no* que habían,^
querida lleg~r al ciínirn mió ico. pero e'lns los defendían-a
comn a un hombre ou' golpe »do y velado, como fue el 1
riso dA Bernardo García, haría luchada también por la J
libertad Hoy cambiaron. Kilo« sabrán porqué ;
! » verdad es que no acabamos de entender ciettag-^
contradi ■(•iones históricas que largo serla enumerar y ’
í! prouiwito nuestro r! de afirmar con claridad alguno*..^
»onceptoH que («»hdumentón nne. ira njK)slf!bn a la mo­
lí» o a tu Hihwión d»»! Poder Ejecutivo que nos ht j
enhenado Im prorroga para el Estado d* Guerra Interno, 1
ciiiniio '•■oc pedido se hizo el II de abril puaimo» todo j
nú1» 'i» empeiii». n'ie.'iras energl'W. txxlt nuestra
'.»»Juntad I», r» coii.oicir da la Ir'convenir nei» o del
ii 'aL’m'ntc p» r udb i,»1 para I »s alies interese*
del pats. peio t u ndo ¡a ¡n.i.vorn .»e forja. Lis razones no
Mrven y enton es Ir. fuerza d » ¡os vot.js ehtiuna drá.stt-
ra mente !a fuerza de] razonamiento cP ¡a idoa y de! ar-
gumentq lo que < stá o,-urlendo osi » n i *h»» Es casi una
repetición de h» que ocurrr» «*l 14 y <’l 15 de abiil, pero
abara acta vado por una experiencia drxfavorubie a ia
de»’!’ión dé la Asamblea Genial Letislidiva. desrono’lda |
|K»r fuertes que no son por cierto las ]ue la Integran, y
por más promea*# de Inv^t p,ar que se hagan y por más ;
acUlude* que aparezcan artificialmente como levantadas, j
qnetta un he< h»> real y tmereto se violó permanente- i
oienta la decisión mayoritatta dr la Asamblea General, j
izyí in’.!*« de» IS d# í:óíH y nxtíJe podría argumentar con I
♦»Mita, in*« limzs »Halrrtlra que tenga y por ma» ra-
zzui»m>ni<i* lnie)¡gcnta3 que expónga en estu aé'lón, que
mc van ». rmregir *•/). 1*< h<n y que ahora, será una co«.
di'llnt i que no* informarán cóidltMMimcnta de le* **tá
(■(■«■»a ] b' no detendrán q nadie «ln »'enir dt inmedia
?« d ' ii'l » s ’« / cimhlf».), que nv* darán loa motivo«,
H'» i» i)(!rijn»s (pje andar dea m bul anco por cuarteles
( om;s¡arÍMH, h¿ci» ndo llamado» telefónico* a lo* Miniat
p.ini »».iber ndonde han llevado a algún compatriota.
e ro n»c j/nie’ Todo e/zi e ha de r*: gravar, cea M
riinl rxlA «leir.CMtrndo que cierran la» puer'a* a toda i*Hi
L'h.'o h gh’ ha po»iuó<(i>i publUanuinta dr bu»«** uná
i!' ‘a ,< i>U dl'AULitl« U MtUlicJofi, J
4
< .»ncrcm.i, .-.tj.Uii ¡ü*nife»ta«do q,*v es tan intnefM*i|
<u <• ’r .'-hm i de 1» Asamblea todas torturas que gí0
imo dt iniiieindo, y esta tambe-« comò Uft* prtruci* d»¿
1 mledora (i 1-»« j»resi igios dr la denwcrací» Uruguay*,.
Km uíi.h.»n de la Muer;»» Recordamos h aste r
ó t i tu no d” nue dínJí palabras, el 15 d® abril, dimos
tuta »1 •'(H’iimenio del Movimiento d*t’ Liberación Nací©®
nil < oh la - dc' l luiciones de Nehon Burdcvio. en la*
;»•. ;I) ii<-mu ter o-.- ■ ixiliciak's y det Eiércilo, V emlNM
i? i: z rxi ini»»;, ; iijv»»4*k i.¡ila» <»n uKtisinato» I
' u,ic p.ii¡» volver « decirlo
i MiiP.irn del interior en dot
, - , 11 ,i o i (>■ । » o !.i io;.« inbleil
 <pü el trítono domihgb 1$ había sido ént rcgarfo <•! tfoéü-
mftfttó para «ti anállftfo, y pera hacer hv Hi ¡trien''* per­
tinente,« de quienes <tonb.*>n Involucrado;: en : i, no hay
un .solo jerarca separado No sabemos de un -solo jerarca
policial o del Ejército que haya ido a declarar a la Ji»«-
t Irla de Instrueción Militar y, por el cuntí arlo, la.« a nu­
il a zas pública:? siguen dándo-r Adema«, «? e-lá ptoc-o..
sando una operación sumamente ¡ rlitu’OHa, une
denunciamos, con adolescente# de las -iir¡» u -itof de los
liceo.'* que non encapuchado* p'i.v idos d u- míe Ivva* y
abandonado después en terreno- u-d u« con i.i previ»
amenaza de que en la próxima opor'. unidad puedm ser
asesinado«.
Eh una intervención, < reo que de -.yer, ¡ etn»».« dicho
que esperarían ios Iw ta el mlérculf’. . -n 1: hor:*.s de la
noche, la respuesta del Senado en rundo a 1,< designa­
ción dé la Comisión investigadora del E ruodrón de la
Muerte, Si ese hecho no oruire por falta de quorum del
Cuerpo, o porque en determinado momento qu dp sin nu­
mero, como pasó en la últana sesión, lwir..uw publicas
todo» los nombre«, agregaremos alguno.« otro* de acuerdo a
nuestra investigación peno nal y nos lmn»mo responsa­
bles de toda., estas denuncia.«? para que la optnrnn publica
conozca totalmente lo que es, como h'*lün, y quienes *<>n
lo« que integran ente Escuadrón de la Muerto, porque no
estamos dispuesto.» a quedar a lá espera de una derl-lón
de! Poder Ejecutivo que pourá ¡le larde o nunca o en
un momento » n que la s’*»?-" ' n Hr.rnt •b.’rmrn1*' se
agrave para Intereses de tanta gente muna/ada
Ahora queremos decii qua eMv pioblunm del milita«
rlsmo en América Latina merece alguna cunsiderni ¡ón
especial/ lo lomo como fenómeno sociológico para podar
ubicarme en el análisis ahondado del mismo.
Lom militares, en esta convulsionada America i-Uina,
han tenido muchas culpabilidades en el proce*, de sus
pueblo», y en las faltas de adelanto en su economía o en
ísu indepedencia. En todo este problema de lo» militare#
loa Intereses del imperio noruamericano 'desgraciada­
mente han «ido muy visible*.
Aqui hay un rerueici'i ru»< ionici do aiguien que ninni-
¿votaba que llenaba M'nrillamenlo sus funcione» de Mol­
dado, y en *u calidad de tal no *v vicia <a»h(-.iuio a juz­
gar o a andiz'ir e| merito ni la niduia do las cadenas
que se le impartían, tów pudín jw>rniilvrN<-lo comn hom*
óre, pero conio militar no era sino una maquina 1-1 Go­
bierno podría hacci. pues. cuantas bui hartó.ide.s de ese
género pasaran por su mente nu-mante ta coi pciacion de
elemento» eficaces.
Esto era y sigue siendo una mon.aruo-a - iiiivm-iion
de la moral y de la justicia. El hombre, <m verdad, no
puede ser un instrumento material, no le es dado re­
nunciar a su conciencia.. Nadie tiene ei derecho de exi­
girle ese sacrificio. Nadie puede pedirle una dispensa de
la ley moral y »ustraerli» de toda responsabilidad I.ueao,
la obediencia debida por <1 inferior al superior v. una
obediencia raeanoda, ImcUgcnte, y no supone indix-iinu
blemente la legitimidad de La orden impartida Ese es el
principio mural eterno e inmutable Y si la doctrina que
sostenemos es universal y de aplicación general a todos
los pueblo», con prescir dencla de las formas de su ré­
gimen constitucional, aplicación mas severa y mavor
.fuerza, debe tena? una sociedad democrática donde ¡a.s
funciones de io» poderes público» están expresíinmine de­
terminadas, y donde por lo misino, la ley hace pesar sobre
todos y cada uno de los grandes o pequeños luncionarios
la rcMpcnsabiiiclad de ios actos que inician, autorizan o
ejecutan, demostrando lo que es un militar en la orga-
russMdion política de una República y en ei seno de la
democracia, naciendo resaltar la diferencia que exhu»
;entre esa organfcmeton u otras que podrían presentarse,
p. ■■
< En do'-nmento Uruguayo, además, se definía que
un iniwr *-n*r» wwtiu« ei ei efudadífino a quien la na-
ttáü ¡te ha emi'et&dó to arma» jyíra defenderá su terri­
torio contra lés ataques del exterior, y el imperio de la
Constitución y dt las fctye» en el interior a él está con-
imda la guarda de la y <1 rr-grui g i» ley
y là éc metVtfjefàràó1ss Hberbd*l y tiuahthts del puéble
de que forma patte, repito: conservación <fe las liberta-;
des y garantías del pueblo del que forma porte y, no el ■
cercenamiento de Jas libertades, rd la falta o supresión;
de gflrsntías de ese pueblo. Su primordial deber, cuyo
cruplimiento garante bajo la fe del juramento, es
dcfem’or la Constitución y las leyes a la« que está li­
bada intimamente la existencia de la pal ria, porque cual­
quiera que ojona com uleerlas no » ‘rvirla lov internar«
de! pnchlo, unico aob> rano del que emana toda auto­
ridad y todo poder constituido de! Estado. Y ese pueblo*
representado en la Asamblea Legislad vìi es el dueño de
tas garantías Individuales y el dueño de la decisión del
Estado de Guerra interno
Esto Jo aclaraba también en otro episodio (K unido
en 1871 un oriental muy Mguz que decía: “Causa, a la
verdad, tristeza pensar que este plan politi.-u conjuga
ron la mayor inocencia u. jefc.ñ y oficiales d!giii.-.imos a
quiener, cau'-arin Indignaci n sin duda < ¡ pensamiento',
ab erto de convi iUi>e en imuumcniu di ).» mmuraiidad.
y de opresión"
Y (.‘.nii'» María Ramírez, d<*«'ia. uiosamio vate runcep--»
io. Poro se consigue ton la ostenuu »'n de poder Brilla ¡
la -corn il ni la mas que los »cenes, hal l« la prensa más ;
alto, ciando no <*:< clnu.«urada, que la» musK-a* Ocupa l»4
opinión niá* espacio que el Ejercito Uri (hujierno <‘*ths
pi-nhdu u»-de vi ino-nent/» que, abanduiianuo toda aspl- i
radon ai bien, a ia lus'lcin, a U ie^il niid.id ixuitica, se i
vrilnga en lo» urazu» dr ¡a« fuerza«- mate/i¡ilr* y ron;
ella exclusivamente aspó ti a consolidar « u d.muiuo |
i
Todo puede hacerse con las bayonetas, decís un i>o-
litiro francAS quien, desde luego, nadie swpe-haba
de demagógico*- todo, meno» mintáis» en ella». Es tlem- i
po de que esto lo aperciban aquello» que, por respeto a
su divisa, forman parte de r«í Ejército. Llevar una es­
pada ai cinto para defender la» tradiciones de H patria,
la bandera nacional, la libertaá, los derechos del pueblo
?* cosa noble. Minia y sagrada. Pero ceñir la espada para
‘defender exclusivamente la divisa de guerra, una oligar­
quía de bunio», una explotaran? de pu-sfis pulí ¡ios, una
u»ui pación de Gobierno, es sigo que liólo puede perdo-
mirsv i.ihcím» al descomnuai extravío tic lo» lumentablM
tirmpo* que voriemce.
Terminando con este pensamiento digo que en las
i lisls, cuando toda aupremacía ha desaparecido, envuelta
en ei «ongeMtonatntento de los prineipto» nocíais», ei Ejér«‘
< ilo no im-ne mas cometido que etlat ctiisjywMito a fratetfg
nlzar e*trecliamente con el pueblo, fuente de todo podffl|
uc organización de las sociedades democráticas. Asi io hM
hecho siempre lu.? Ejercito» que entienden de una maneÜC
elevada s las exigencia» del d<*bor militar.
X
Finnlmc'nte diríamos: 'ihcuene <'! Ejército lo que pién«4
«a el pueblo y lo que razona el pueblo”,
No lo ilovemo», en euta prórroga del litado de Guefir
interno, a lo que ei Ejército uruguayo nanea había sido:
Ih.h sendas de las tortura» que nunca hab'a recorrido. Tara-í
poco es el Ejército ei torturador, son algunos oficialas qtlSñ
no cumplen con su deoer, a prser de lo cual no han »tdkn
sancionados hasta ei momento Actual 1
Todo este tema e» demasiado apasionante, y nosotróíl
queremos agregar a.J;;o respecto, a c^rhizacion nort¿l
americana, la ofensiva genefaii dé la» grandes eorp^S
raciones norteamericanas sobre, el mercad'; argentino ttA
1907 alcanzó el nivel mas alto de La, bisloiiá. La sHUádgfl
tur tan grave para la ínou.stria nacional; que el tema d£|M
(lesniK-looalizucmn rápida dejó de ser patrimonio d¡H
revislits nacional ledas e izquierdista« y se convirtió enaH
tivo de investigación para las publicaciones financíefiflB
Aunque en estos casos el tratamiento resultó cuídadodU
mentí« aséptico, la permanencia dé la cuestión en la P^éilM
económica argentina indicaba que la estructura empraiM
ría del pal» estaba profundamente conmovida. En 196*1 <■
reprodujeron, bcriumenle agravados, ios problema» 4W
desnacionalización en medio de la receslón, que tuvieran
dramática manifestación en la ^rlslí de 1MÍ.
•/
167 -1
23 « 4JJ/Í,
 > .l'Bv"-,i—-.......
Esto concurre a, que nosotros digamos que Vendrá un
, dia, por el cual bregaremos siempre, en el que todos los
sanos nacionalistas se den la inano sin distinción de
colores, para ir edificando el Uruguay que se dé en base a
' los cimientos que no se ven; nacionalismo de uu/tiina
La militarización de la sociedad uruguaya ahora este
' siendo dinamizada por este Estado de Guerra interno, y
। eso es llevar a una Amér-lea pentagonizada como decía un
libro muy importante del depuesto Presidente Juan Bosch.
titulado "Peligro del pcntugonlsmo”
Esto es lo que se pretende del Uruguay. Y México y
Uruguiy se acercan, en un grado de dependencia total­
mente peligroso Es en 11 escuela de Fort Ouluk, zona del
canal, donde se prepara y lo« militares en cur.ws teorico»
y j Tácticos dictado> «n español para sofocar ¡m conmo­
ciones internas de «u< re»pectlvos países. Lo» oficiales y
persona! de tropa del arma naval, por «u parte, concu­
rren a los centras de Annupollá y Newport. Lo que se pre­
tende formar es el área de un virreinato actualizado en
pieno «iglò XX, lo que llamarnos el virreinato de la cuen­
ca del Plata; la más imjxirtanle cuenca a,bastecedora de
materias primas para Estado« Unido»; el radio geopwlltko
i donde el Pentágono hci emeentrado gruesos rotulaos: Bra­
sil, Bolivia, Paragu «y, Argentina y Uruguay.
Torres, el depueso Presidente boliviano, hablaba de
loe problemas de la geografía del hambre, y agregaba que
tan solo se asienta el poder de los que poseen mucho, de
i ios intereses antinacionales, de los apetito« monopoli« ticos,
mientras las fuerzas armadas desempeñan el papel de
guardia pretoriana, desvinculada del pueblo o contra su
! pueblo, extrañas a U<3 tremendas realidades que debemos
; mirar para superarlas y no para compadecernos o crltl-
i caraos mutuamente”. Aquel pansa miento de Torres pro-
; dulo en los medios castrenses uruguayos una mala Impre-
! sion, un disgusto, um irritación.
( Pero decía, además, alguien de gran peso por ei pais
que representaba y que íue promotor Intelectual y autor
material del golpe militar del Brasil del iv de abril de
¡WM. Lincoln Gonion "No eieo que un país pueda vivir
y actuar en una Independencia compirla“ Esta enoimi-
dad. esta monstruosidad de pensamiento nos lanzaba Lin­
coln Gordon desde el Brasil, gendarme utilizado por Esta­
dos Unidos para prát tleunente encadenar a los pueblos
de América del Sur.
Y un gran amigo nuestro, un hombre muy lúcido,
muy inteligente, el erciliado brasileño Nelva Moreira, di­
ce en un pequeño libro titulado "O Exereito e a crise
br asileira”: "Muchos de nosotros, y aquí me incluyo” él
tue legislador muchos años y jefe de una bancada muy
Importante— "no vimos claramente lo que estaba ocu­
rriendo en el campo militar. También allí ei Gobierno,
en nuestro país, no tenía una política que definiera la
participación de las F’utrzas Armadas en el tratajo na­
cional". Y en un trabajo muy hondo de nuestro amigo
Arturo Jauretche. "El poter politico y lo« militares”, tam­
bién él vela clara esta miutarUackjn de su pasa, que lo
llevarla por .senda* vbsoiutamente inconvenunha.
Según recuerdo, el primer intento da convertir al
Uruguay en una base militar de Estados Unidos tuvo lu­
gar en 1940. Está en las actas de este Parlamente la vigo­
rosa defensa de la soberanía realizada ante la '»retensión
de instalar bases norteamericanas, por los hombres que
en aquella época seguían fielmente el pensamiento de
Herrera. Este escribió el 12 de setiembre de 1940: "En el
Uruguay no existe un solo orienta:, capaz de empeñar
siquiera un terrón del territorio nacional conquistado al
precio de tanta sangre y heroísmo por nuestros lí x4tado-
res. Ajenos a todo alarde escandaloso, repetimos en nues­
tra conciencia, como un juramento sagrado, la consigna
que tienen en los labios y en el corazón todos los urugua­
yos como'única reupueita a la sujecclón extranjera: ¡en el
Uruguay, bases militares Jamás, jamás!"
EL18 de settembre un legislador sostuvo que cae Par­
tido Nacional se haría despedazar antes que consentir
que fuera enajenado untolo palmo del leiri^rio nimio-
nal, pero la bistorte di días demuestra, luinaniu-
/tÉFty
InOUSADOl 4
btetnenta/W* éít ft' cual nosotros tenemos que
ser testigos críticos, analíticos, duros, c los efectos da
que la juventud conozca esa realidad e:a que as mueve
el país. Es asi que tenemos que decir que estas Fuerzas Ar­
madas no se deduzca de esto que nosotros estamos ha­
blando en contra de las Fuerzas Armadía, porque lo es-¡.
tamos haciendo en contra de algunos oficiales pertene­
cientes a ellas que no cumplen ni han cumplido con su
deber— son en este momento empujadas a una situa­
ción realmente lamentable que puede conducir ni p«ds
a un despeñadero. Porque, ¿quién se va a engañar? ¿Qué
puede suceder en la República si esta noche, como fun­
dadamente todo lo hace presumir, ya que existen los vo­
tos para ello, se prorroga el plazo de vigencia del Estado
de Guerra interno, que vencería mañana a las 12 de la
no.?he? Que .$<■ romperán todas las barreras, y cuanao las
Fuerzas Armadas .se ponen en funcionamiento, ya se sabe
que no es fácil detener su paso y se llegii a conclusiones
demasiado^ lamentables. Pero por lo menos nadie podrá
negar que el Frente Amplio, y i potros en la corriente
que representamos dentro de él, t defendiendo la na­
cionalidad, alertando al país en >1 sentido de que no se
puede llevar a las Fuerzas Armadas a la situación en que
■<e las habrá de colocar. Porque si todo m» somete al fue­
ro militar, la participación de los hombre de uniforme
--»dice un investigador de estos temas- en la aplicación
de Medidas de Seguridad y ahora en el Estado de Guerra
interno se va haciendo más y más estrecha. 81 el poder
político pretende perseverar en los planes que ha tra­
zado, no puede crearse complicaciones a sus espaldas. De
ahí que para ejercer efectivamente* el mando sobre las
Fuerzas Armadas y contar con su acatamiento para la
realización de tarea» tan ajenas a su cometido especifico. <
deberá hacer concesiones de carácter económico que
guren eta adhesión sin reticencias, se dice también en un. |
estudio que tenemos aquí en nuestro podi;r.
La Embajada de Estados Unidos ha éado a conotosJ
un programa de cuatro becas anuales, do cuatro aftas <MÍ|
extensión, para que integrantes de nuestros Fuerzas Artel
mudas se p<peelaltoen en ese pais, Ix»s estadios se lie vana
a cabo en la Academia de West Point que comprende in<q|
geniería naval, civil y aeronáutica Ei Coronel ThameSfte
de la Embajada, solicitó al Ministo de Cultura su cola-a
boración para discutir ampliamente este llamado a becas,.1
a fin de llegar a lodo el pais. Luego de realizar tales es-q
ludio«, los becarios podran includvs prestar su concursqí
en taifas civiles r incorporarse a nuestras organizaciones»!
nacionales. 1
Esta situación militar existente en el pais a nuestro»
juicio arranca de 1956 y no« toco actuar directamente ed
el proce o cumplido entre esa fecha y 1958, tal cual surgí
de los documentos, algunos muy importantes, que tyw
leyó nuestro compañero el señor diputado Chenlo. No es-!
tamos dispuestos a regulr soportando ialsed idea que pre-'
tenden desviar nuestros reales y auténticos plantean
mientas. e
» (Grupa la PrealdeiMda el «eftot Mafelli.)
‘—Hace poco denunciamos, con informaciones muy se­
rias, a dos militares que habían practicado torturas, y se
formó un Tribunal de Honor para entender en el cuso
-desde luego son los mismos militares los que defienden
a sus colegas— el que los absolvió de toda, culpa, hacién­
donos aparecer a nosotros como habiendo lormulado ma­
nifestaciones — ¡o dice el considerando— insidiosas, male­
volentes e infundadas y pretendiendo por medio de la
calumnia y de la mentira desprestigiar 1 instituto ar­
mado y a la policía amparado en el instituto especial de
las inmunidades. Lo mismo dijeron del compañero Jaime
Pérez en el comunicado N? 100 de las Fuerzas Conjuntas, j
Rechazamos esto porque no es verdad. No lo aceptamos!
antee ni tampoco lo aceptamos ahora.
Vamos a terminar con esta parte de nuestra diserta-
cíón relativa a las Fuerzas Armadas dandi toctaHMríahWM
trabajo del Presidente del Perú, Velasco Alvarado, quu
dice lo siguiente: "En condiciones como lai señaladas, at
papel de las Fuerzas Policiales no puede ser el mismo quft
el que jugaron antes de que el Perú enruiabura su des-
Uno ¡>or el camino revolucionarte que b PlICW Armsd^
23 6 4 5
 DEP. í \
•* tbrU> hace trw afio». El amcepto tradloional del orden
público tiene que ser revisado El orden público de una
sociedad babada en la institucíonalirición de la injusti­
cia. no puede aer el ir Unió que el de una sociedad que
lucha, precisamente, pera crear un ordenamiento de lúa*'
tkria social. Por tanto, la formi de concebir st< defensa
tiene que ser diferente. A dL ciencia radical del pasado, en
el Perú de hoy je trata que las instituciones .y la Ley no
sean empleadas para mantener y piupetuv ios atrope­
llos, los privilegios y loa ubtr-jd. Estamos, juntamente,
luchando para desterrar definitivamente en nuestro país
todas las formas de explotación y de injusticia. Ahora lo*
derechos de los humildes, de los expío;adus y de los po-
mes tienen que >er vigoro^ mente defenuMu* por las le­
yes, por las instituciones y ¡mr ios hombres de la Hevoiu-
c.cn". Y en otro discuiso de presidente dvl Perú, leemos;
“Pese a sus grandes ideales, nuestra acción es incom­
prendida y atacada, por quit nes ven a lee lados sus intere­
ses económicos y políticos, por quienes ven nunca» sus
ambiciones personales y por quienes están ai servido de
ideologías foráneas’*. Este discurso fue pronunciado en la
Diiúuon Aerotransportada el 31 de Julio de 1971,
| Es decir, le da a su Ejfi ilo el iu<ar en e¡ proceso
revolucionario del Perú.
Dice, también, en otro pasaje: La I uriza Armada
que hoy gobierna el país e» una Fuerza Armada cuya iden*
tlficación con la causa de las reivindicaciones populares
es .sincera y profunda. Habernos muy bien que en el pa­
sado hubo gobiernos militaren de muy distinta naturaleza,
pero que se recuerde que jamás un gobierno civil de polí­
ticos tradicionales resolvía ningún problema fundamental
en el Perú. No renegamos de nuestra tradición institucio­
nal, pero hemos supeiado mui ?u¡pe ue nuestra tradición.
Como institución hemos evolucionado y como institución,
también, hemos rescatado el sentido original de la Fuer­
za Armada peruana, y surgió en sus orígenes bajo la ins­
piración libertaria de la lucha de los pueblos contra la
dominación extranjera. Los hombres de uniforme tene­
mos, fundamentalmente, un origen popular. Ningún in­
terés nos une a la vieja plutocracia. Iniciamos esta Re­
volución en el convencimiento de que la definitiva eman­
cipación de nuestro pueblo sólo podría lograrse a través de
una obra revolucionaria que transformara las viejas es­
tructuras por Jas cuales el Perú vivió bajo el doble do-
mm.o del imperialismo y do un grupo privilegiado de
peruanos”.
I1 Yo digo, también, que en el proceso revolucionario
ellos también habrán de jugar, pero no ahora, colocados
t contra el pueblo, porque en el fondo la prórroga del Esta­
do de Guerra inferno es contra las rebeldías populares, es
contra las organizaciones populares. El Frente Amplio tu­
vo que soportar todas los atentados, que aquí minuciosa
y pormenoriza clamen te han detallado nuestros rompa-
fterofi.
Queremos expresar, también, a través de algunos otros
iAhciunentos que tenemos, que el propio Aparicio tíaravia,
, tn determinri o momento, estableció con claridad la in-
r tención de qpí aquellos hombre que tomaban las armas
■ liara fjuf'tyader el país de los advenedizos y de los trai-
í don» 4 (U >■
• ’
I Vnnrfia? Ají' »»rejuntó el dock»* Ramírez a Sara vía algo
i qWh’édB vigencia, y qv.e yo lo colocaría en al-
| pitaren al movimiento tupamaro en tantas
I y que desde luego lo difaman, lo ca-
W' ./atan con todos los epítetos que pueden
í set feote» para los ser?» humanos que juegan
ittH'JU. ^MÜrez ie preguntó a Snravía: “¿Por qué seguir
i r<y Stravis. le contestó: "Otros wn los que me
v«4a situación, y ustedes lo saben”. Yo digo,
«W ondíeodo a tantas cosas que a diario teñe-
dhtó <m,0 leer y oír “Otros son la que me llevaron a e ta
H^acUn, y vstedes lo saben”, Esta frase tiene, absolu-
f .'.'»ent<j, una vigencia, un* actu didad que nadie puede
. legar. ' >
i. ; : 1 . I les, tortura.^ y .suplicios, h> la toma de nhenes: c) lo»
íigranits dfo'...i Asamblea Genera 9 Ei-fi algo muy Inte-
JH 30 de abril, de acuerdo con la decisión de la
iiS 4?/ . _«k¡ 4 lv. __ _
Asamblea General qu? lóvai|U.JM‘i|Mld^ do Seguridad
que afectaba la* i bertada* Indlvtataafe». nuertia corrien­
te envía a los Ministerios de Defensa Nacional y del Inte­
rior un telegrama exigiendo ta libertad de lo» preso» polí­
ticos, La respuesta fue de que ellos creen qile no hay
P'-f oi politice» y, segundo, que no cumplirían lux normas
porque ya estaban discutiendo el 30 de abril uu régimen
que me permito deir que fue peor que las pee res inten­
ciones del reg¡men de Pacheco Areco. ¿Por qué? Porque
cuando la Asamblea General ieva,ntó Jas Medidas de Se­
co; Idad. al otro dn Pacheco Areco Jas reimplanló y cuan­
do las levantó la Comi'ion Permanente, él la» reimpíantó.
Pero aquí, hssta con hijocresia, frente al levantamiento
de iai Medida > Pronta» de Seguridad que tienen que ver
con la» libertades individuales, por el Decreto del 30 de
abril ae i ¿‘implantaron, desobedeciendo o desconociendo el
prununriumiento ubérrimo da la Asamblea General para
e .tahlc er un régimen tal que Impide que puedan quedar
en injertad los píenos políticos. a pesar de existir —y
repito aquí la cifra que di hoy— mas de un 30 % de
pieso» no procesados en el campo do concentración de
Punta de Riele« y un 50 % de presos no procesado» en
Cario» Nery.
Este e* un hecho que r.ubleva, que no puede admitir­
se. Este decreto fue estudiado, con l.i lucidez n que nos
tiene acostumbradon, por el compañero doctar Cario»
Martines Moreno. En una parte dice que este proyecto sig­
nífera volver al regimen de Medidas Prontas de Seguri­
dad y que el gobierno no ha dado razones ni fundamen­
tos; que. además, algunas de la» personas que ya habían
ido procesadas, ahora pasan a la Justicia Militar con
retroactividad, por lo que-^erán procesadas dos vece» por
un mismo hecho. Esto es algo que no puede tolerarse por­
que es ir contra la cosa juzgada. No puedo cree;* que en
el gobierno haya abogados capaces de defender estas enor­
midades.
Para nosotros, tiene absoluta invalidez el Decreto del
30 de abril. No puede jugar porque, además, en lo» con­
siderandos se establece que “aquéllos que directa o indi­
rectamente" --se refiere a los 92 detenidos— “puedan estar
vinculados a lo» sediciosos, mientras se dilate la guerra,
seguirán siendo detenido»". *
F .tna co>as sun muy r.raves SU doctor Cario» Martí­
nez Moreno, en una conversación que mantuvimos coi él,
nos decía que cree que son más gravé todavía que las
Medidas Pronta» de Seguridad.
Dejamos establecido que nuestra posición ha »ido muy
clara en cuanto a bu car una verdadera y auténtica sa­
lida por el país, que no se quiso aceptar, que se desoyó.
Entonces, dejlinos a 1» Asamblea —lamentablemente no lo
podemos hacer a ios señores Ministros porque hace mu­
chas horas que han desaparecido de Sala; no conocemos
ln> razono» que tuvieron para ello— que si se va a pro­
rrogar el Estado de Guerra Interno, tiene que estar suje­
to a hi Con vención de Ginebra de 1949, que fue rarificada
por nuestro puiz, en cuanto a lo» prisioneros Se trata del
Convenio Nv 3 del 12 de agosto de 1949, ratificado por ’
la Ley N° 13 tíU3, del 17 de setiembre de 1968. Esto <« muy
importante, h pero que los señores Ministro» leerán e«ta
versliai taquigráfica paia cumplir como deben con e*t».--
Convenio internacional que, al ratificarle por el Parla-g
mentó, obliga al Uruguay. .Jfl
En “1 capitulo i de Disposiciones Generales, en el ar®
i ¡fulo ,nc establece que “las personas que hayan
dado Iurr;i de combate por enfermedad, herida, deUnció^l
o por cualquier otta cnu-a, serán, en todas circunstaneiasi3
tratadas con humunuiad, .sin distinción alguna de ca«|
racter desfavorable basada en la rasa, el color, la reltal
gioii o las creencias, el sexo, el nacimiento o la fcrtuntifl
o cualquler otro criterio análogo. A tal efecto eilán n
quedan prohibidos, en cualquier tiempo y lugar, respecte!
a las peí.lonas arriba mencionadas: ai ios atentades a UM
vida y a la intagiulud cnrponil, especialmente el h'jcntcM
dio en todas :,us foimas, las mutilaciones, los tratos crue­
Mtahléíltfc ft ÍM lllKJIItbhl lo»
humlibintas y denlgiantes", que es lo q-st permanente- (
mente ne ha estado haciendo.
 \ ¿i£n la *eectón ’ Cautiverio’', el articulo 17 qué té-
fieri ai Interrogatorio del prisionero dice. “El prisionero
de |uerra no tendrá obligación de dec larar cuando se le
inte roguc a este proposito mus que sus nombres y ape­
llides, su grado, la, lecha del Dac.iniento y su numero de
matrícula o, a falta de este una Indicación equivalente.
En caso de que infringiera voluntariamente e la regla
correría el peligro de exponerle n una restricción de las
venu«j"”' concedida* a lo« prisioneros de su grado o esta­
tuto’'.
Agrega, después “No podra ejercerse -obre ha prislo-
! neros tortura fr>J' a o mor»1 ni ninguno pr» «imi para obte­
ner de ellos información de cualquier clase que soft" Con-
! viene subrayar: “no podra ejerce se sobre los prisioneros
i tortura física o moral ni ninguna presión para obtener
de dios información de cualquier clase que sea'
Y otro de los artículos Involucra expresamente la de­
nominación de guerrillero Este (hn'/enio de Ginebra, ra­
tificado por la ley mencionada, tiene que cumplirse. Las
tejes de la Nación no pueden ser llevadas por delante
Poí lo tanto, los señores Ministro* de Defensa Nacional
y d“l Interior tendrán que tpihal como conrapondo este
Convenio Internacional.
A este respecto. por ias ignominias y ios agravio: co-
meüctoa, exigiremos que ®e cumpla n todos esto* extremos
En la «salón de la Cismara de Hrp 'vsentnnte^ del di« jue­
ves 12 de setiembre de lid*. . e diio En los ca os que a
rontimuiclón *e mencionan, pudo ser posible la Interven­
ción da la InsliLpcIon medíante la aplicación de las con­
venciones cuya aprobación se solía lia, En enero de loas al
। estallar disturbios en CostaHlc», la Cruz rtuja ¡nUrna-
- tonal en su calidad de organismo humanitario e impar-
; vial pudo llevar a rabo una obni proficua. Basóse para
vilo en e| articulo 3Q de las distintas Convenciones que
preven la intervención en un conflicto armado que no
presenta carácter internacional'. íMo escapa la fundamen-
i 'al importancia que el párrafo citndo adquiere en el tmbi-
¡ u> tañerte an®*'.
i < ■ ■’
; > %* más adelante, se dice: • No consideramos del rasn
* dhtelter 1¿ atención' de ese Alt> Cuerpo con un relato
i pnrüjiynoriíado de lu *ltu.i' l'm leí Comité internacional
¡ de h Cruz Moja durante los recientes y bien conocido»
hhottos Oh! sangre ocurridos en Ciba, Queremos si resallar,
, que I» piimera intervención da es» benéfica institución
su opero i raíz de un llamado angustioso del entonces II-
d «r retejido Fidel Castro ofreciendo entrega incondicional
d» heridos y prisioneros, que per su estado 1 isleo no po­
dían resistir la vida en las sleiras“.
’ y luego, dice: “Corndioiand'i <•! párrafo anterior, ob-
b i »rviiinos que ya han uitlílc.ulu »sin* Convenio» 71 paisas,
• a? los cuales 14 anuuIcanuo’.
En otro párrafo de la ce-ion del 12 do setiembre. se
expresa.■* Oteo hecho de singular entidad que tuvo feliz
, resolución fue el importante y delicado asunto de ios mo­
ví intentos de leiisteneíii; los guerrilleros qu<* liasen loma-
da* prisioneros y que llenaren determinadas fundiciones
bien delimitadas, serán beneficiados jxir las disposiciones
de la Tercera Convención”,
’ Repito: los moviinientoii de resistencia, ios giirrrllle-
, fe« que fuesen tomados prisioneros. Esto no se ha cuinpli-
' do por la» Fuerzas Conjuntas, en violación flagrante de
1 lu. ley.
t ■’ - :
¡ Asimismo, ios presos políticos tienen que ser dejados
i *n libertad, cosa que hasta el momento no se ha hecho.
¡ Lito ha obligado al Comité de Familiares de Presos Po-
I áticos dd Uruguay, a enrnr un telegrama al señor Kurt
l Waldheln, Secretario General de la Onu, en Nueva York.
con fartM 11 de mayo de 1972, cue dice lo siguiente: ’De-
* clarada te Guerra interna |¡w>r el gobierno uruguayo y ante
uiKMttKMhiiiuH'W d* i» por el articulo 3 de la
Cemeacum de Gitiev.ra rítmelo ) del 12 de agoste de
IMS notificad* por Uruguay por Ley 19.683, solicitamos
íswnwk'n deieríw« humanos a fin de com-
pMrtwar Me pwitAdfljp » te vidái y ttrt*irrt<Ud corporal.
f •“'» **«., ’rwNt» y Mftnrjdu^ntni per-
\TiiIii i.iUihJ llUHithiu áiiHllkJ! 'áffiiti.iiliiu á
dos stp réspotwbuíd&d del aKKiffin ifniguiyd tiá
ción de la convendón surge también por traslado |U> MÍA*?S
de prisionero» y torturas físicas y morales para obttner«
cualquier clase de informes (Arte. 17 y 21V.
Un telegrama con idéntico texto y en la misma fecha
fue enviudo a la Cruz Hoja internacional de Ginebra de-J
nutu lando el incumplimiento de las ñuto, idudes urug’ia- ^
ya,s de it».-» disposiciones »le Ja Convención, que ni lis su- ,
presión de lux garantía* individuales ni «I Mataco dé;
Guerra Interno pueden desconocer Este hecha el muyó
mijxj.tante por ios días que vendrán Por ejemplo, loa .
esposos Martirergi fueron asesinados, así como también
Candan Grújales y Gabriel Schrneder, Destaco que en el
caso de| matrimonio Martirena éstos fueron asesinados
cuando ni .siquier» *e sabia que pertenecían al Movimiento
de Liberación Nacional. Estos son hedió» que están per­
fectamente probado», inclusive a nivel policial Nonotroa
va denunciamos estos asesinatos: creimos que era nuestro
deber y In hicimos con todo coraje, sin miedo» frente <•>
iodo lo que de alguna manera pudieran ser icspuesUa de
otras personas que se encuentran, dexde luego, en otra
posición
Hefior Presidente no queremos dilatar mas el prenun-
clamiente de 1« Asamblea Oernera!. ya que podiiamat ha­
ber manejado mucho* otros documentos
Par«í terminar señalamos que uempre hemos sotteni­
do que Is pat se lograré ron cambia« radicales y fuslan-
< iales Queremos una pus con justicia
Con respecto al capitulo de la* tortura* señalamos I
que ¡o* parte* de las Fuerza.» Conjuntas son mentiroso*
y fajaos. En cuanto al clima del país con relación al £sta- ?
do de Guerra Interno, en sucesiva* Interrupciones, cedida*
fundamentalmente por el compañero Mlcheiini, liemos de- >
jado claramente establecida nuestra posición, con e! ani­
mo, desde luego deliberado, de acortar un poco tolo lo
que pensibamo* decir
Tembten expresamos que tendrá que cumplirse >a li­
berar Un» de esto* noventa y doe detenido*; que la Asam­
blea General tiene i*, palabra; que conjuntamente ron
otrm» compañería» del f rente Amplio hemos presentado una
moción, que en ai momento oportuno vamos a solicitar
que xa vote.
Animismo, querem» señalar que el softor señad«*’ Fe-
rrelra Aldunate se comprometía publicamente «J mar ifes-
tar, en te aewién de in AaamMea General, <9e tocha H y
15 de abril dr 1972, i» i*i«uient«: 'Aquí diee 36 de aénw
de 1972. pero, naturalmente, quiera Dio* que el gobtempil
ejercltondo su* competenciasi uunstlttielorialM suprima ea^
Lis rastriccionea. Asuinimo» aquí «I compromiso - ¡ojaU»
no ocurra!- - de que >1 esas facultades que »ubsisteii
mal usadas, al otro día no» tenorán a todo* aquí para
levantar todo e*to, su» restnecone* rü pteeos espadilles*.
Nimio ir oh contestamos; EntorwM*. cegaremos aquí mañang j
o pasado". |
Quiero terminar dkiendo que la vida no tíWM)
nosotros asi romo también para todo* nuestro»
pañeros de la corriente nacionalista, popular y ruvelucios
liarla otra seducción que emplearla <>n .servicio dé a
patria. Ni hay que sufrir por ella, por vigilar *U iHMrw
cuidar su porvenir, honrar su pasado, mejor, Nadn rtenMg
mus resplandeciente» los ideales que la» difícil)todéii y p**;
llgiwi que eu< necesario enfrentar para mantenertor y **6M¡
virios. dfl
Que se cumpla con la ley y con la Uonetltucfóo; o*mH
también con las decisiones de la Asamblea Geaeiaf MM
gLslatlva, dueña absoluta lo reitero claramente; dueflH
absoluta de lo que resuelva esta noche. 4
Asimismo, e.sp(*nunos que los señores Ministro* de DMI
fensa Nacional y (Irl Interior tomen debida cuenta pa**
que los Comandantes de las Fuerza* Armadas imparta*
las ordenes correspondientes en cuanto al respete de
vida de los prisioneros en esta guerra, que no ha al*k> dM
....................... ...... ........... 1
-- - ^■. . — — ■ -i t- iit A*r
dirada, por cierto, por parte del Mótfmtotrtd A Uberi*
rida Nacional, ritto por et Poder Ejecutivo y por tu ma­
yoría de la Asamblea Genera).

Por calos ideales luchamos y /wguiremos haciéndolo sin

vacilaciones. sin miedos, porque entendemos que cumplí-
®m 00a altura, decisión y conde la misión que debemos
llevar a cabo en la Asamblea Si no lo hiciéramos seria- .
moa indianos ae esa confianza popular y estaríamos re- ¡
trooeditndo de lo que hemos prometido públicamente. ’
En la hora de esta» grandes derisíonos, cualesquiera ■
eean ellas, lis tomaremos sin mirar hacia atrás, sino
liacia «delante y conjugando nuestra actitud con otros J
que también estén dispuestos a dar su vida por la 11-.?>'
berqclón del país, sin tener ningún arrepentimiento, por4?
que estaremos tranquilos con, nuestra conciencia, eoj||
esta banca que tiene representación popular y Con o|
destino de la República, que la queremos liberada padu
siempre de) cerco y de la garra de estas oligarquía« nMg
Uvas que, entregadas al imperio, sólo han sembrado —
seguirán »en»brando— al pato de sangre, dolores y de-J,
pendencia, g
Nada más. - j|
 As amblo» 'ion oral

7E"A: r^l-LV D CKKTáNDO LIBERTAD A 92 DETENIDOS EN MAASÜ

MELILA3 3EGUHJLAD.

Sesión 13, 1U y ?b mayo/'f/?1.

BtÑüR PRMrtlKNTB. -Léase unamodónde 01 ’

den presentada a la Mesa. 5
(Se lee:)
'‘Proponemos que la Asamblea General declare grave
y urgente la moción por la cual se decreta la libertad
de los noventa y dos detenidos bajo el amparo de las Me­
didas Prontas de Seguridad.
Luis Jaime Pérez. Isidoro
Elchegoyhen, Waller Martines Gallinal, Juan K.
Chenio, Vivlán Trías. Antonio M. Sararhw. Ariel
Dím. A. Francisco Rodrigues Camonso. Sebastián
Kttsair*. IMaieí Sosa IHae y Juan Pablo Terra".

—Para ser aprobada necesita dos tercios de votos de

la Asamblea General.

zdíp i\

5h déla cor.s tunela ¡u« ul legislador no intervino en debate, sí bien fír

 Asamblea General
TEMADEMORA KN
Sesión 2<j y 3^ Jun lo/7?2
SEÑOR ERRO. -- Hnhla solicitado unn interrupción al ’
señor Ministro del Interior, quien prometió concrdérmcla
al finnl de sus pnlabnw, cosa qup no cumplió. Admito que
nadie está obligado a dar lnt<*rrupclonra. ni tampoco con­
sideró del raso insistir, porque creo que es comí menor ante
la falta i^rnumcnte de respeto haría la Asamblea Genera!, j
aun tratándose de hechos de mayor entidad. |
I El señor Minbtro señaló que habla para interrogar .
cuatrocientas sesenta y ocho imtsouhs. \jí solicitarla si ’
puede proporcionar a la Asamblea General, en forma dis­
criminada, la información sobre Ib fecha desde cuándo «o i
encuentran detenidas.
Insistentemente homo« denunciado a distinto» niveles
que de pronto se detiene a un ciudadano treinta, cuarenta
feiias o más, teniéndolo Incomunicado y sin que se la Intern»-
Pgue. Posteriormente, cuando el Juez de Instrucción Militar
cumple con esa obligación, el ciudadano, en muchos de los
, casos, os liberado. Yo pregunto *1 se puede tener « una
persona veinte, treinta o cuarenta días incomunicado en
. una unidad militar o en la Jefatura da Policía, romo se ha
dado el caso, generalmente más allá de las cuácente y
i ocho horas, cosa que parecería que aún la au.«|>en«lón de
í las garantías individuales no puede afectar. Eso hubiera
sido un dato ilustrativo, porque en verdad csaa cifras glo­
bal«» no Informan mayormente ni ilustran a qulem»« tene­
mos el derecho de exigir que Inclusive diariamente, so nos ■
[ dijera —sobre eso hemos Insliitídn mucho el nombre de
los ciudadanos, los motivos por los cuales se los detuvieron ,
y los lugares de su detención.
Unce <qlenas una hora eidiivimo» conversando con fa­
miliares de jhusouus detenidas, muchos días, los cua­
les, a |Hwir de su rompmwvtivia ¡d Ministerio de Defensa
Nacional yn no os ahora la Unidad N” 1 na han logrado
que se les diga, por lo menos, dónde' se cnroentriin dichos
detenido;.. La jespuesia a veres os: está en una unidad mi­
litar; y nada más. No.ofro.. rn el trate« nr.<i de esta Asam­
blea, Vamos a pl'<il>,!i romo o- * 1 *igUr
* * *tratando
* Vil n Jos drlniiJdo
Vil íi.i unidadi'.s miUDir»’.' < u|l('H l.imenle, 1« lh mus uita dr
juncia rcKjwtii ni < ’mirtei do Sun llamón y tnmhién a oIiik
Unidades. Dejo plantead» la pregunta para que se conteste
en el momento que «e creo oportuno, a efectos de saber
oficialmente sí lo que estamos denunciando, tal como lo
creemos, es exacto.
Pero ha ocinrldo un lit-cho qui' no ¡>od<<mo« dvjar de
l$*qck>nar ¿-ki tu'Aulo, qojundu imo» mi nulo» ni «ompuftero, ?
«eftor thputadó Brjuwher», qur so va a octtpttr del fondo J
del asunto y cs In detcnclón de abogadós qua, notoria-
mente todo el pai* lo »libo- de Rendei» a prcsos (jolitlro», ,
Resocelo a osto» idwi;pvl< >«, dori orni (huizajp Navarrele, ;
Oli ver a LuRson, Ortlroihm, Hai uri y Hugo Fnbltri, sua •
jifopio« /mollili < •* sahi-n dolid-' se etlCUcnltun. Sullt ii.YO I
4« tur
*•/ (.*«' dt 1 Eabliiì, qoc nlgo !<■ drl>c i«•prosf»n. :
(Rigo
tur ni M-iìor MimUro dr| fnlrrioi, ■) /¡ni In nit'ims no hn
olvidado algunus conlingriK-iir. unii risii,ni ur. |-,| irArido
prufcsiotud hace un/* mese,« lavo un infurio, ilei qor biglie
trafSr^i^c en forma severa y in nlgimo«. momento'! ha le­
nirlo que intcrrumpir su ricfivjdfld profejdonal Yo tengo
*-f debér de <iernwbirln finte In Aomihb'if <¡enei ni, por bis
rickgris que puqdq ha ber ¡atra u *ulud cn M/i nd Hr
eujisumriH, _____
INTERROGAR DETENIDOS.
('onslderamos, además. que en el transcurso de esta
sesión podremos obtener inf< rmaeiones cornetas ticcrca <le
hrchos. de epis tilo* que hemos denunciarte y de ¡tedídos
de Informe» que, a pouir de haberlos formulado hace ya
tirm|>o, »ún no hemos obtenido Ins respuesta» cor-o«jx>ndirn*
tes. H/U'C íjjM«na.s do- hora» liemos defx>sttndo rn la Mesa
del Sanado lo decimos ¡>.«ra que se tome nota un pedido
de informes para que *e nos aclare, en (• amplia y
expresa el comunicado 279 de las Fueron« Conjuntas, res-
iw'cto a un detenido que, .según dáho comunicado, ¡sir su
vinculación ron organizuciom m delictivas, en rircunstanrias
que ría conducido |>or d Interior de in repartición donde
estaba detenido «‘whim’) de sus cuffitialias y atentó contra su
vida, arrojándtw desde lo alto de una escalera do seis
metros. Tengo algunas ru/une* pala ix'nsir que r*íto no sea
totalmente cierto y he ludido al Ministerio le Defensa Na­
cional una ndación rlrrunidanriadn de los hechos. Es nece­
sario salar donde estaba detenido el con patriota Juan
Fiiclnelli, qué medios intervinieron en ?l moment') en la
Unidad .Militíir y, jx»*tpjlorm< nte, pn el Hospital Militar;
si se Ir hizo la autopsia. Asimismo, obtener una fotocopia
<k»l certificado <h‘l médico forens«' y quien fue el facultativo
intnrvLnientr. Poivpie que a vecéis »»tos accidente*
se tr/iducen de otra manera, flecordamm el accidente del
, soldado en h» odie Colonia y Paraguay, que baleó a cuatro
ttmewli'iM) y prute»otvM que htibltm ido rn <k’lcgjq:lón M <».m.
, \efs/ir con el Ministro de Economía y Elnmzas acerva de
sux reivindicaciones sociales y económicas. A veces suele
decirse que so ewnpti el ttri>. que le ha costado 1« vida a
alguno» ciudadano», y c»o fio rnU rn Ja clsción que He vm
ha t|ii<lo. scrur/imcnte eso qnedurá a cnrgti del seftor Mi-
iiislto <lr Defensa Nacional.
1^» que dcM'iuiMM, pues, c» roigrer en primer término,
si o»; que <«l «lato tiene en forma dinrrimlnad««,- dwde
qué ttrni|>o c-tán detenidas las |xu>.onas que aún no han
sido interrogadas. En M»gnndo lugar, deseábanlo« denunciar
í 1« detención de los abogados a que hemo» hecho referencia,
i perdonati Mtrius y n,«¡K»nMabh‘s, que cumplen c<<n la finalidad
que 1« tu* ‘Ido conferida por ¡a Facultad de Derecho, ¡>o-
SMLtìrofqslón ul mm vicio de La sociedad. Eso no sígni-
ilcMt« de migug» manera, que elfo' tengan que estar con-
sustanrfmios o identtfirados wn Ja pnaídón Ideológica que
puedan tener Km preso« político», »ino que liadle, cualquiera
sean Iok gylo» qqe cometa, ¡Hiwle quedar sin defensa en este Ù,
pnl*. Par» »’’»i «t«lAu l.uibbién fo lUfeatura« de ofk-io, que *
»i vet-e» llenan qo« «Mmifor a gente que id cihwc»;u. y into-
tn/is en un Ambito di.tinto, ;
ZDfP f
 aaene MUtf) Intahim a 1* Asamblea CHmeraL ¡
darte luego, la respueaU qie *1 *«ftor
fpnAu Nacional pueda dar. tronque me encuentro en el
estado’espiritual y político que ha expuesto hace unos
in * intí.s <1 .»iñor senador Michelmi. _________
Be me acaba de alcanzar por un profesional muy dis­
tinguido la nómina de los abogados que estarían deterü-
*dos, sin que muchos de ellos hayan sido siquiera interro­
gados. hallándose incomunicados. Algunos nombres di al
comienzo de la sesión.
La lista que se nos ha entregado incluye al doctor
Oadea, de Treinta y Tres; al doctor Roben Pordomo pro­
fesional que había sido procetado, pero se deja constan-
Ía de que se rectificó ante el Juez expresando que ha-
te declarado bajo torturas : al doctor Gonzalo Nava- I
ete; al doctor Ortieochea; a) doctor Hugo Fabbri; al
doctor Hararl y al doctor Olivera Jartesón. Ninguna da*
estas personas ni siquiera fue vista por el Juez. Ademas,
hace mucho tiempo que estos profesionales vienen siendo
victimas de atentados. Aquí se lia denunciado el caso del
doctor Arlucio, que sufrió dos o tres alentados, el del doc­
tor Gómate Navarrete y el del doctor Fabbri, contra tuya
caita se arrojaron dos bombar de plástico que ocasionaron
tremendos perjuicios y que hasta pudieron ocasionar la
muerte de una nieta de diee o doce meses, que estaba
muy cerca del lugar donde »Hitaron loá vidrios y resul­
taron destrocados algunos muebles, Además, «stá el caso
del drttor Banlini, de Duraxno, que es Edil del Frente
Amjmo y pertenece si Partido Socialista. Quiere decir que
todo osle grupo de abogados ha estado uenetúto a ame-
niua.1 permanentes, al estallido de bombas en sus casa*.
amenazas contra sus familiar^« incluso por teléfono cons­
tantemente adviniéndoles que serán Ih próxima victima.
Hay un hecho que es importante señalar ante la
Asamblea General. El doctor ArtUcio se dirigió al Juz­
gado de Instrucción de Primer Turno a través de una
denuncia cuya copia tuve en mí jioder. y a la que di lee-
C» en la Asamblea General Por esa ñola punía en ca­
imiento del Juez de las atar nasas de muelle prima-
ites que recibía por el ejercicio legitimo de su profe-
Món.
Más allá de los nombres de los abogados, esto qiir
manlivesto pone en evidencia que está en riesgo algo que
parecía sagrado en el país: el derecho de una jwrsona
detenida a ser defendida y el derecho dri abogado a vjrr
cer esr. defensa sin coacciones, sin prcMunes ni amena
ui de ningún orden. Esto no se cumple.
Cábe agwgar por rttlmo algo que también es muv
grave. Durante más de un mes y medio, casi dos, en el
¡ campo de concentración de Punta de Rieles estuvieron
i prohibidas las visitas para kM familiares y para los nlx»
gados. No sé cuántos establecimientos en el mundo esta
rán en esta situación; no sé ai hay establecimientos car­
celario«. inclusive del Ejército, en el resto de América y
en EíjrofVL donde durante tanto tiempo no se permita
qu« loa abogados visiten a sus defendidos. Aquí hubo una
tetad hwomunicación ente« el detenido y «u abogado.
Ahora se ha reabierto la posibilidad de las visitas, pero
en fcáma «wf r«rtrlngiáá penuméndoi^wt «áte um vex
per «enana y dusastoe dan .zunu4.ua
Bn la OdtotiMdn d» {NhdÉMta Ittt «ánodo. eon>M-
tamanto con el setter sanador MicheHni. hamo« señalado
cuál era exactamente el régimen: se dispone de dies mi­
nutos por semana para que loa familiar«« visiten a loa
detenidos y la visita se desarrolla delante de dos o tres
soMados que están apuntando con armas largas El fami- '
llar habla con el detenido delante del soldado, y si la es- .
lM»a o la madre le tienen que comunicar algo intimo no
pueden hacerlo porque «I soldado tiene que estar ahí
permanentemente. Además, un Comandante de Punta de
Rieles se pasea en actitud altanera y provocativa y a
1 raíz de eso ya ha habido incidentes con él. porque deli­
beradamente trata a la gente en forma agraviante pam
! provocar reacciones. Son seres humaros los que van allí y ?
no pueden tolerar ciertas actitudes que este Comandante
llene con toda la gente que va a ¡»tinta de Rieles, sin f
saber quienes, de quiénes se trata.
Como se hablaba de que los abogados teman acce­
so, yo declaro que durante dos mese« ningún abogado
visitar a ningún detenido, y «so se agrava cuando
. el detenido procede del interior, y sus famuiarrs nu pue­
. den visitarlo ni siquiera esos diez minuta* por semana,
por Id que los detenidos depositan en el abogado la po-
í sioUidad de enterarse cómo se encuentran aquellos. 4
e»tan «a lH*a estado de «alud o nc.
?
Por otro lado, de Punta de ¿Uelei están «acando gen­
te permanentemente, llevándote «ni tumbo dwiiwiiU
Ye formulé una denuncia sobre un hecho que picícnció
Cuando me encontrabi en el lugar un miércoles, vi ne­
gar una camioneta de la Marina con dos detemdcs en­
capuchado» y otro, tautibíen encapuchado, que eneraba
la visita, y que incfartv?, por no ver bien, se dio un gol­
pe y fue levantado on vlohncin pura seguir siendo in­
< troducido en el tampq de cqncentri.tjióii.
De Punta de Ríete» ha deaapárecido, hace ya un <
tiempo, un detenido Ju)te César MndarneU. Formule un
J urgente pedido de mfo/ims, vin» ur* viernes al palacio
¡ Leglslalho, se lo entregaron persowdmente al Presiden- ^
te de la Asamblea General, señor Jorge Sapeih, quien í
prometió que de inmediato le daría curso pata que eatu- *
viera en mano» del «citar Ministro de Defensa Nacional, i
Queremos saber cuándo fue retirado Judo Cesar Moder- i
nei! de Punta de Rieles y decide «r encuentra en esto I
momento, porque idettiu hay mucha gente que está pre- J
ocup«t.a al respecto. Jg
Agradezco al señor diputado BHwuhttá qu» me ha-1
ya < »wedido esta Interrupción. Todoti tenemos interés en
«si u. hai la respuesta que «obre e«t4 tama pueda dar eH
señor Ministro de Defensa Nacional. Sólo quería formo* 4
lar rata« denuncias que he conocido directamente y que ’
son abaolutainente verdadera*.
:
.
1 7 4 J 23 6 4 5
 A a aw b 1 o a Contrai
TEMA: frtoHr^Ga ESTADO DE GUERRA 1’1 TERMO Y CESI: DE GARANTIàò
I MJ VI DUALES.
Sesión 2-> y JO Jun io/97^
SEÑOR ERRO. — Pido la palabra.
SEÑOR PRESIDENTE (Caputi). — Tiene la palabra
el señor senador.
SEÑOR ERRO. - Señor Presidente: n me hace di­
fícil entrar en este debate por la velocidad en que se
sucedieron los diálogos y la expresión de conceptos. He
escuchado con mucha preocupación algunos planes del
Gobierno sobre el problema de la enseñanza, que cuan­
do lleguen al conocimiento púbúeo van a causar una
verdadera satisfacción” en los prolesores y maestros que
han dado lo mejor de si misinos en favor de la causa
de la educación popular. Inclusive en esta Bala hay maes­
tros aue seguramente se habrán sentido conmovidos por
las mismas expresiones de gratitud que mí formularon
hacia la docencia y hacia el esfuerzo que a través de)
país se ha hecho.
A medida que el tiempo avanza y que se van relte-
rando estas sesiones de la Asamblea General, con el pro-
póslto de prorrogar el estado de guerra interno y la sus­
pensión de las garantías individuales, uno piensa que es­
to es casi un vivir de sorpresas en cada recodo del ca­
mino parlamentario. Ep nombre de la paz, de la libertad,
del orden, del progreso y de las instituciones se lanzan
verdaderas arremetidas contra todo lo que tenga sentido
cultural, pretendiendo hacer de la »»niela pública, de la
Universidad y del liceo un ambiente proclive a aceptar
las cosas más inconvenientes que lesionan la libertad de
cátedra, el derecho de los profesor es y maestros a que se
les respete en e.sa libertad. Pero, además, aléela también
aJ educando en U nnsma dimension en que se estAn cer-
cenando las poaibihdades de una ensenanza libre, laica
y gratulta.
Es por todo ello que nosotros queremos decir nues­
tra opinión preocupada por w*U» avuuuv» de la vida na­
cional, Todos ios días, y varis» veces ai día, mnoihmii ‘les*
de distintas direcciones del país hombres y mujeres lle­
no» de preocupación, de inquietudes, de angustia por tan­
ta vkáacion de derechos inmanentes a la persona huma­
na. Todos ios duu tomamos conocimiento de una nueva
arbitrariedad, de una nueva lesión de derechos, de una
nueva falta de garantías, de allanamientos, de asesinatos,
de encapuchamientee, como si un manto muy especial
detrás de todo este telón de angustia nacional, preten­
diera fijar para le historia el deseo de formar del Uru­
guay —lo hemos dicho muchas veces- una verdadera
cárcel a fm de encerrar en ella todas las rebeldías na­
cionales y la dignidad del sor humano Y todo eUo paré
que algunos puedan solazarte expresando que está bien,
que es perfecto que desde ell punto de vista democrático
caiga quien enseña, y cuantas mas cabezas de educado­
res se vayan tirando por el camino el país abre una am­
plia y sonriente perspectiva de futuro. Y nosotras croa­
mos que e» al revés: por cada cabeza de educador que
cae el pais va ensombreciendo su panorama y enroje­
ciendo de vergüenza la efigie de aquel educador que creó
un día la ley de educación popular, de educación común,
la madre del sistema educacional uruguayo en Filmarla,
que fue José Pudro Vírela. Y como » dite la canción,
habrá que sacarlo de las paredes de las «acuetes y* que
era un hombre que usaba barba y puede ser peligrosa
su presencia para las juventudes y ios niños que perml>
nentemente están obligadog a mirarlo en lee »acuelM pú­
blicas.
Esto contiene un pensamiento y un espíritu digo
yo— con más de cien años de atraso y que pretende re­
trotraer a! Uruguay a una época que ya creíamos supe­
rada.
Por todo eso es que entendemos que en esta Asamblea
General, tan desalentada, tan desdibujada, alicaída, con
con tanta falta de Interés por parte de sus mismos inte­
grantes, solo se busca la terminación de la cesión para
Urvgbhtr la mano y otros mantenerlas quietas. Eh Áte
fthlM ílHt* .vua.ulA» luM’.iqpaJ po­
cas veces nos ha sido permitido m.rar con una /ísmtl
directa ¡os acontecimientos, en un Cuerpo que yo dina
que casi no funciona. La Asamblea tiene sobre su cabeza
una especie de fatalismo histórica a*’ **i como si cada
uno de sus integrantes dijera: Tara que voy a hablar,
razonar y argumentar, sí todo está resuelto; si no hay
otro camino y salida que votar la prórroga del estado
de guerra interno que solicita en su mensaje el Poder
Ejecutivo y seguir con la suspensión de las garantías in­
dividuales”.
Este es, a mi juicio, el gran error histórico. Ya lo fue
el primer día, cuando |x>r vez primera, en la historia po­
lítica del país se consagró la declaración de guerra ínter- .
na y se suprimieron la» garantías individuales. Llegará el
momento en que lodos ios nabitentei del país se verán
envueltos en lo mismo que votó la Alambica y también ;
m verán en esta atmóstera no deseable sus propios inte­
grantes, La máquina está en marcha y nadie se habrá
de salvar. Y para que todo esto con figure una noche
triste de la Asamblea General, ya entrando en la madru- ‘
gtula, pero sin auroras, sin luces, todu llena de sombras,
los señores Ministros se han ido a descansar, agotados
d« silencios, deshechos de escuchar poco, de no asimilar
nada y de no expresar ningún compromiso.
Como testimonio de la presencia del señor Ministro
de Defensa Nacional quedaron sus lucientes carpetas arri­
ba de su mesa, algunas do distintos colores, llenas de
apuntes o tal ves de respuestas nunca dadas. El señor
Ministro de Defensa Nacional tiene una gran virtud: ca­
da vez que habla no dice nada; compromete a otros y él
trata de comprometerte lo menos pouible. Un Ministro a ,
quien el señor senador Mlchelini M dice que ante el in- ;
cumplimiento permanente de su palabra, hasta de honor,}
que dio en el caso del detenido Dubru al afirmar que por'}
honor este com patriota no seria locado y al otro dte ?
fue objeto de una gran paitan en el Batallón Florida: '
un MinliJo que un dia anuncia que el le prueban que si­
se encapucha se iba. y sabe que todos loa días hay en«¿|
» Mpm hueiientuM, nosotros lo hernia visto, se lo hemofl|
dit'liti y denunciado . no reacciona. En fin, poca» vt»cm
se ha visto en el Parí «me nía que un senador diga a uflPL
Ministro cara a curtí, frente a frente, que no le tiene m»
«•oriíianza, y este Ministro simplemente conteste vaguv^L
dudes. < Es increíble! fW
El lunes de madrugada anunciamos que el Genei
Magnant había renunciado y el alzo declaraciones d
‘4
ciendo que no. Y yo digo que sj; pero Jo que ocurre es
que hay un problema a nivel militar hasta ver el mo»,
mentó más oportuno para que se vaya, porque los man-
dos militares no lo quieren.
19 país no lo quiere, y el Parlamento se lo ha dicho
i» través de la interpelación que It» provocó enojo, la que
no terminó, como deseábamos nosotros, con la censura
del Ministro, pero si con una declaración en cuya segun­
da parte se reconoce que hubo torturas y el asesinato del
obrero - compañero de la Democracia Cristian a Luis
Carlos Batalla, de Treinta y Tres. Bin embargo, el Minis­
tro se quedó como zl no hubiera pasado nuda, cuando hay
«obre su cabeza responsabilidad con motivo de esta muer*
te, porque él también es jerarcii, de la misma maner*
que la hay én el Presidente de la República, que e» gt
Jefe de las Fuerza« Armadas, por precepto constitución
nal Pete a ello tampoco pasó rada.
Y se fueron el Ministro del Interior y el Hubwcreta-
rio de tea cartera, que en la »culón de la Asamblea Ge*
noval del 1$ de rnay» untó la tesis jurídica y humana-
mente increíble de toa “detenida por las dudas”, de las
peroonas que detenidas eran llevadas a cuarteles, pero
amsqw forran tatemadas seguirían en ellos, en virtud de
que te autoridad entendía que id se las dejaba en liber­
tad, dentro de uno. dos o tres meses, podían verse com-
premettdás por afgitn documento o carta que apareciera
en algún procedimiento, debido a lo cual tendrían que ir
• buscante por legunda ves.
WKMK CANO. ■ permite una interrupción?* 1
BEÑórt toó M'to «* *
sí me espera uno» degvnd'M ■iSste soy oh
jy «i ni mi > । MasMMMMaMjp^
... j~¡¡£ “
sin apuros, y i» daré ¡s interrupción eneanteda I
 El señor Ministro del Interior no contesta; «l de De-1
teosa Nacional contesta, pero lo hace equivocadamente I
¡a única vez que conseguimos que respondiera, ya que I
confundió al doctor Gadea con ti doctor Perdomo, de Ce­
rro Largo, dado que el doctor Gadea no fue procesado,
y por su parte el doctor Ferdomo se rectificó ante ei Juez
óespués de ser vírtuna de apremios (isleos. De loa otro«
abogados no dijo absolutamente nuda. Esto no es la pri­
mera vez que lo afirmamos. Lo hicimos en la Comisión
de Constitución y Legislación, en la Comisión de la Asam­
blea General, donde permanentemente estuvimos presen­
tes y donde muchas veces hicimos denuncias sin lograr
que asistieran los Ministros. Pero me importa decir que
en la larga y agotadora sesión del Senado, que duró prác­
ticamente cuarenta y ocho horas, ni un solo segundo con­
tamos con la presencia del Mir istro de Defensa Nacional,
cuando se estaba aprobando un proyecto como es la Ley
' de Seguridad del Estado, por la que se pasa a la juris­
dicción militar a loe particulares, a los civiles, violando
la Constitución que dice que sólo son delitos militares
aquellos que cometen ios militares, violación que se quiso
explicar con falacias, tratando de imponer el criterio de
que todos teníamos deberes militares en momentos de pe-
< llgro para ei país. Pero esos son enfoques, son criterios,
md opuuonea. no valen como una norma; no Manen sen­
tido constitucional. De ahí que pensamos que cuando la
: Cámara de Representantes llegue a aprobar este proyecto
de Ley de Seguridad del Estado, la Suprema Corte de Jus­
ticia se ha de encontrar en una posición ciara, en un ca­
mino limpio, abonado magníficamente por ai compañero
senador Michelinl con las opiniones de los juristas que
fueron consultados en forma expresa por la Comisión de
Constitución y Legislación, presidida por ei señor sena­
dor Echegoyen, que fue adversario absoluto y sin renun­
ciamiento en este aspecto de que te putri a ios civiles
a la jurisdicción militar y se considerara que ellos podían
cometer delitos militares.
De veintidós opiniones solicitadas por la Comisión de i
Constitución y Legislación a técnicos en la materia, vain- •
te fueron contrarias a este criterio de loo delitos y de la
jurisdicción militar; sólo dos fueron a favor; la del Dr. J
Héctor Paysée Reyes y la del Dr. Alvaro Pacheco Seré,
, Prosecretario del Gobierno, lo que de alguna manera in- '
! valida su opinión en esta materia, dada su clara impli­
cancia. Sólo una queda trente a las veinte opiniones, en­
tre ¡as cuales está la del doctor Justino Jiménes de Aré-
<-haga. Profesor Emérito de la facultad de Derecho, hom­
bre colorado, candidato a la Presidencia de la República
en luüü, con cuyas opiniones tenemos honda* discrepan­
cias, pero que en este caso ha considerado que el criterio
del proyecto no puede prosperar y que es de una Incons*
tituclonaddad flagrante.
Aunque la Cámara de Re pie sen tan tes apruebe el pro­
yecto, vamos a buscar la vía do interponer el recurso de
Inconstituclonalidad, porque si bien consideramos qur los
miembros de la Suprema Corte de Justicia, que es otro
Poder del Estado, tienen un origen político porque son
designados por la Asamblea General, que as un órgano
eminentemente político,, a pesar de eso le entregamos
nuestra confianza en que, por encima del carácter y de
la posición política de rada uno de sus integrante*, esto*
no olvidaren *u alta jerarquía, la tremgfxhi responsabi­
lidad histórica que Uenen ium el pal* y, además, el lu- z
ramenta prestado anta la Asamblea General en el sentido
de que habrán de defender la ConeUiueíón de la Repú- 4
bllca y 1* ¡«y. Ahora uw»rn la primera y grao oportuni- j
dad, y no tango por qué mida* dada su tmoesUdad pro* 1
fesionai, su jerarquía individual y su gran capacitación
jurídica, de que habrán de darnos la ruaón cuando in- u
' sis tentemen ta en ei Senado, oonjuntameota con el señor i
senador Michelinl y con acopta dé docaotaatae de tas me­
jores especialista« y de ¡os más conocedor«* ds& tama —as­
ían en ¡a versión taquigráfica y luego satán leído* por
Jos salióles representantes , afirmamos rotundamente la
inron Uituclonalklad del proyecto de ley aprobado en ¡á 11
Cámara de ¿leñadores. i

176 23 <5 45
 Asamblea Jeneral
TE? A: rUhKTE3 TENSIONES
Sesión ¿jo y 30 junio/978
| too el de aquella oportunidad en que m pretendió colocar J
. los Oficiales que en ese momento denunciaba como torta» |
I randa, y el episodio en que se fusiló a ocho obrero« en 11 .1
ffEltÓR ERRO, — Verno» • insistir totem otros aspeo*
tos de lo que podemos denominar mala aplicación de In
resojuelón de la Asamb’ea, q’»e llevan ya n mirtim e*pl-
rito a pensar que la resolución de la Asamblea General
LegfetaHva pidiera olvidar el texto fiel de la resolución
de prórroga 4*4 estado de guerra interno y suspensión de
garantías individuales.
Por aquél texto qua tuve oportunidad de leer en una
tntonMpeMn que hice a un Inferrante de la Asamblea ruan­
do comenzó esta sesión, se dire en forma expresa M’e M
prorrogan loa tdasos de Mwnenston de garateHaa Individue- ?
les y del estado de gunrra IriteTnó, salvo la aprobación de
In Ley de .Seguridad del »tadh. tesata e! SO de tonte». Sí
antes *? anrobaba el provecto, el retado de puerro inter­
no v la auspensión de garantías individuales, quedaban ab*
solutamante despizcados.
Es un punto neurSIidro qu# la AsamHea tendré que
resolver romo corresponde para evitar la confusión q*»a se
pudiera dar en el momento en que 1a Ctonara soniche el
texto, ove ya cuenta con la amwnrb» dd Senado, e en»
Jas modificaciones ouc se le introdujeran, y se respetara k*
decisión de la Asamblea General Legislativa. Esto noa pa­
rece muy importante.
Por otra parto, en el ambiente nacional hay una tre­
menda tensión, que contribuyen a errar lo» propina parle#
dr las Fuerzas Con tontos. No se quien los redacta —ya
me referí »1 tena una voz en el Sonado— y ya en 1«
Asamblea Gonr’'n1 hemos tenido oportunidad de dedicarlos
muchas horas. hMos partos do las Fuerzas Conjunta* cierta
vez fueron callficnd'i* por el señor Ministro del Interior
como verdaderos mamarrachos. Pero hav alen mucho más
grave que el hecho do nuc sean unos mamarrachos, A posar
de q'»c en acuri momento *o ve míe Integrantes de las
Fuerzas Armadas se sintieron mo»p*tos. Incóm-slos, porque
a esos partes se les endltonra adiollvo. A«í fue nuc en
! la prensa rnMó una nclornclón dol señor Ministro del In­
terior manifestando que do acuerdo a la «ywMn dol dio-
¡ clonarlo de la Real Academia Esnaflnto —Ja rtltlma edición,
croo q»é de 1Ó70- la otra es de 1956-— mamarracho era
। decorar mal una cose.
Froqua, a» «toro, al saAmr Ministro nlvMaba «oh o aleta
aceoctonísi más en* al dlertonarlo tiene de esa palabra, mío
enw» l*s de nMho «w» H rmwroto en que «o pronunció.
Pero de-puAs «a agravó to fitoeetow- va no sólo eran ma­
marracho*. sino eme ademé« eran menfírM a sabiendas. Ya
está arrhidi^»fMo v dronnetada te» O’W pasó fvm ls prisión
del Padro Amoldo Srwdacrlno, no «óto no* decir el parte
de la» Fuerzas Conjunta« que hablan •wwrfviój una lm-
! .«jlfHXtoatoe» y u<? -ueriódko *vw> "Uteha
i Popular* que es una »sjWirar zto oficial legal, qué circule
177
«N AMBIENTE ‘M'Tb^AÚ.
m «I pnta¿<to Me Grupo» ér AtoA®' UáÜfcaénra ■
gran <m Frente Amplio, sino porque adtoriár se le hade UM
cargo por anticipado, antes de que el Juez Militar lo inte*
rrogara, diciendo que era un auitro do comercialización da
arma» para movimientos subversivo» en América Latina, ,
Y can turto su r'tfíir, el comunicado sote« el Padre Spadac* 4
riix>. sometido después a diqMMUclón del Juez Militar corre»- ..
pondienie. terminó |x>r expresar que era inocente d» todo» $
los cargo» que m> ¡e hatean bocho y que recobraba su li­
bertad, pero no salló un segundo parte de las Fuerzas Con- ,
juntas diciendo al país entero —en virtud de que ello» de-
llenan la vida del país para que todo» escuchen a lea '
20 hora» osos parte»— que el l»adre Spudaceino era inocen- J
te y que las Fuerzas Conjunti* Mblar padecido un grava |
error an la ImputaciÓQ Ufara • infundada qia» le habían 1
hecho. . I
Sobre esto hay una cantidad de documentos, tal co- |
a nuestro comnaflero diputado Jaime Pérez, en una espa- "j
ele d» malevolente posición contra las Fuerzas Armadas 1
cuando él reiteradamente había hecho la distinción entra J
sede d»l Partido Comunista cto la Avenida Agraciada. Hw» J
bo sobre aquel comunicado número 100 una larga discu- J
alón, ñero sobre este comunicado, un legislador, con todR.J
derecho —creo que fue el señor diputado Porras Laml* 3
de; si no es asi. pido que se me rectifique, porque no uMÜ
gusta ad Indicar a los Integrantes del Cuerpo expreslonM.
que puedan no haber tenido—, manifestó con énfasis y.
pasión - desde hieeo yo también soy un hombre de pM-
slonos y lo escuchaba con mucho interés— que las Fuete.',’,
zas Conhinías nunca califican a nadie por pertenecer S
un partido político.
Tenso «obre mi mesa de trabajo todos los portea da t
las Fuerzas Con lunfas, porque los guardo más o menos ;
al día. Cuando detuvieron precisamente a nuestro entra-
Aable amigo y compañero de causa política, el doctor
Beroemundo Peralta Alonso que. como todos saben, signo <
detenido en Durazno sin que haya sido procesado —y ee» .
to es muy Importante que lo diga—, el comunicado 1Z1 ]
dedo W la hora 19 y 40. decía lo Siguiente: "Animismo «>
detuvo, entre otros, al doctor Bereemundo Peralta Alonso,
quien m confesó Integrante de la organización eedleloea,
desde hace aproximadamente un año. El citado profesio­
nal fue candidato a la Intendencia del Departamento de ,
Durazno, por el Frente Amplio, en las últimas elecciones". |
Erte es un documento oficial Además, no es de la prensa
sino que tiene el sello de las oficinas de prensa de las
Fuerzas Conjuntas, con el escudo nacional. Es una copla
qne no puede techarse por error; podría serlo si esto se
hubiera publicado en la prensa poroue. sin querer, un
cronista o el director de un diario hubiera agregado eso.
Quiere decir qj:e e» verdad que se trató de señalar el par­
tido Mítico Y el carga al que se postuló en Durazno esto
dlgnhlmo Dfofestonal compatriota. Y después débalo, en
la nota dal comunicado de las Fuerzas Conjuntas se de­
cía: "Fotos números 81 UNk 7t y 1M del paunoaiL que
se M«» la teleriatún.
Pero en otros essoe «e «nhltearon también —en for­
ma que todo el mundo, desde Utero, acepta— eomunleadoe
en ese Mentido, como cuando detuvieron a jMtrsonas en
Paso de los Toro«. El comunicado 906 de la hora 19, del 8
de innio de 1972, entre otrgji personas nombraba a Oscar ¿
Abel Mciirtn Cal, embicado de Afe. candidato a Bdll parJ
el dennrtamento de Tacuarembó en la» últimas eloacúmag;
cincinnato*. Quiere decir que roto, nubil cado en cwüqutat j
diario o vieto a través de la televisión u oído en ¡a rasnl^M
permitía saber de Inmediato que el señor Melián Cal totea
bla sido candidato a Edil por el Frente Amplio. Y te
nnr mientra corriente. Divo además oqe lamento que ndf’í
e*té en 1» Junta un hombro inteligente, obrero frrrovta-
rio. que ademé» tiene virtudes reconoekhu na sólo en Pite.j
so d" los Toro», sino en todo el departamento da Duraa- j
no. Bòlo por doce voto» perdimos esta posibilidad qua gano 1
un «dii dal Partido Nacional
Me dicen Ini compañeros que se anularon ctneuanto>a
votos 8 nuestro favor y que antoncas aparació la diferoB*J*
3 23 Ó45

cía de treinta y ocho voto* a favor del Partido Nacional,
por lo que perdimos por esa dii ore neta de doce votos. Pe­
ro eso es otra cosa.
Se dice después: Haroldo* Agustín Irazoqui Collares,
orienta!, casado, de profesión médico-veterinario, quien
fue postulado cand dato a la Intendencia por el Departa­
mento de Durazno en las últimas elecciones. Candidatos a
Intendentes eran tan potos que la gente de Inmediato
ubica — esta es una forma casi directa do decirlo— que
era candidato del Frente Amplio.
Nuestro amteo. nuestro compañero de corriente en el
Frente Amplio, rl do?lor Irawqul, es una persona por cu­
ya casa en Paso de Jos Toro? pasan diariamente hom­
bres de distintas tendencias políticas, blanco?, colorados,
católico?. del Frente Ainp.io o de cualquier filosofia que
van a ponerse a la o: den. a hablar con su esposa o sus
familiares, porque se trata de un hombre de bien en to­
do sentido.
Se agrega también el caso de otros comnnfieros como,
por ejemplo, el do Juan Antonio Pére» Bottaro quo fue
candidato rn las últimas elecciones a la Junta Departa-
j mental de Rivera. Ese fue el comunicado 245, del 18 de
■ Junio, dedo en Rivera a la hora 20. En algunas oportuni­
dades salieron uno? comunicados como el 34. y como el
que salió hace unos mese« donde se hablaba de un dete-
nido y se decía: El detenido declaró además, que está afl-
liado a la Unión del Partido Comunista, que coirurre a
¡ un club del Frente Amplió en i a! lado. Es decir, que se
I agregan todos los dríades políticos, como ron estos, en
! los partes de las Fuerzas Conjuntas. Los que, además,
i están llenos de inexactitudes. Largo fieri a enumerar todos
¡ sus errores y lo que es más grave: las Fuerzas Conjuntas
। en algún momento hablaron de que su esfumo era para
' lograr rn determinada etapa de su lucha la paz del país
i y la mayoría de sus partos tienen una actitud beligerante,
abio’utamente contraria a la que han anunciado en de-
terminado momento, fion partea de guerra, y como tales
’ tienen una redacción que tiende a crear en el pueblo un
1 sentimiento r mu imagen y sernoian’a. Esto debe hacerse
seriamente por parte de la? Fuerza? Coniunta?: deben po­
ner el nombre de la perdona no dliro quo no , publicar
la fotografía en la prensa, fiero todo en forma oh’el Iva,
sin estar con esa individualización do partidos po’illcos
O de grupos o de sectores dentro de corrientes políticas
del país. Tendr a el mismo pensamiento —entiéndase
bien— si se dijera quo era del Partido Co’orado o del Par­
tido Nacional. Emitiría el mismo Juicio ove estamos dan­
do ahora, porque creo que esa no es la obligación de quln-
nen redactan estos partes.
i Por otra parte, a veces los transforman en verdaderas
' novelas, como aquellas novelas ro^a que se publicaban
• por entregas hace quince o veinte años; la gente las com­
praba por capítulos, semanalmente; y digo esto, porque
tienen una literatura realmente tremenda.
El señor Ministro del Interior, epa mucha emoción,
nos leyó en el Senado una larguísima carta publicada en
toda la prensa. No entro a Juagar «i es exacta o no, pero
tiene cierta terrrinoozía como esa de oue abmten *-mh-
chaba a un soldadilo que na «aba silbando algums estro­
fa ? de Vivaldi, ese maravll’oto mú’lco que a todos nos
emociona cuando ’o olmo?. Vivaldi hace muchos afi*»? que
ha desaparecido del mundo terrestre rwo «u múslta ha
quedado en el disco para que su? melodías puedan ser es­
cuchadas por los amante? de la mú’fca. Yo no v*o por
que m podía ser que el ao'dadlto «libara a Vfveldl. Tengo
el recuerdo de una persona que fue un dilecto amigó
nuestro, fallecido, y que llegó, desde el cargo humilde míe
I tenia de soldado -revestía entonces en lat Fuerzas Ar­
readas; estuvo luego con nosotros en una campaña nò­
li llca que realizamos en deten*a de la escuela, dudante
nuchoi año?— a decir un din un belísimo discurro ruan­
do colocamos la piedra fundamental del monumento ti
maestro que está en el Parque José Datile y Ordéfiez.
Y siguió ascendiendo, hasta que limó a ser Cónsul en
gl Líbano, Era Joié Aíub Munzor, e.icrltor, poeta y que
। empezó de soldado. ------- ,
1».—■ . ---------- --- /itff. J •
yPtOCCÁiy
178
------ IÓ<I,|LI ,1 „ ........ ........................ ,
Dé modo que yo no me retinto él hww de que Mi
tratara de un soldado. De la impnw ón que eco fue un id«
jorto hecho con buena voluntad en una carta Pernada |
n dispertar un poco de emoción en el pueblo uruguayo, al *
que, como casi todos loe pueblo i latinoamericanos, 1m
emo“flanes le importan, y los políticos que estamos acá *
sabemos que uno de loi grandes recurso? de la oratoria ¡
y de la propaganda de tos partidos más antiguos del país '
es remitirse a figuras del pasado que tuvieron una gran
preminencia y gravitación en los destinos nacionales. Yo ,
no reprocho eso. Lo he hecho muchas veces también, y
desde luegó lo sigo haciendo en eite orden de ideas, ere-
yendo que el pensamiento y las actitudes de muchas de
esas grandes figuras conforman y configuran un gran
trayecto histórico del Frente Amplio. Nadie ha dicho, ni lo
podríamos sostener -sena absurdo, porque la historia ce
un proceso de continuidad— que <1 Frente Amplio renie­
gue de las tradiciones. Al contrario, pretendemos recoger
lo mejor de esas tradiciones, a loi electos de nutrir esta
proyección, como si colocáramos a esas propias tradicio- ¿
nes en una plataforma para innzarlas en ¡a búsqueda de l
las soluciones profundas que el Frente tiene en esta en­
crucijada o coyuntura tan dramática que vive la Repú­
blica, Es decir, que en cite examen limpiamente hecho nos
enconiramot con todo este problema.
Pero también queremos decir ahora al|o robre aquellp
que tanta? veces nos vimos obligados a denunciar, con
nuestros compañero?, en la Asamblea General, en el Se­
nado, en la Cámara do Representantes, en la Comisión
de lo* 18 -que luego no funcioné , en la Comisión de
Leal dación de la Asamblea General, y en la Comisión
de C?n?tituclón y Legislación del Simado. Me refiero a las
torturas permanentes, a lo? apremios, a los plantones, ’
que a vece? la gente cree que son una cota menor. Uü4
gran especialista nos prometió un trabajo sobre este pro-f
b'eina de los plantones, para demostrar cóma cuando una ,
per ,ona está tantas horas de píe en sus piernas abierta^
y sus brazos levantados, se origina una cantidad de in*d
convenientes para su organismo, que pueden afectar, liteq
elusivo, el proceso normal de la circulación, er» fin, todi¡M
esto configura ese clima de terror u que me he rcíeridoTl
Pero estamos muy bien acompaitados, señor Presiden-*
lo, pomne el Con«e o Permanente d» la Conferencia KpM
coual Uruguaya ha emitido un documento que ha mere-í
cido también la atención paramentarla, porque la talega
t»la, desde luego, que tiene un sentido universal, reúne jgg
.selsciento? o setecientos millón?» de seres, y sus do?u$g
mentó?, en un momento de tanta preocupación, son anMa
ll'iulin hasta por gente atea, que no t’ene ningún
m rasgo religioso, en virtud de la Importancia que e»o||
texto? revisten. , 1
Aunque en algún momento se ha hecho mención a»
este documento no rn la Atambles. sino en la Cámara,
creo qué vale la pena leer la naris que se refiere a los
tratos inhumanos a ios detenido.?.
El párrafo 69, que tiene relación con este amorto,
dice a?í; "Pero han llegado hasta no'otros mú’tlple? y '
concedente? testimonios relacionado? al trato inhumano
que r ceben alguno? detenido? vlncu'udo? o no a activida-
de,H subvcrMvas. No nos referimos solamente a la? denun­
cias púb iras no desmentidas, sino también a o*ras de
cuya autenticidad no tenemos dudas. En crdrn a n ir’tro
m nhteriq y pra servido d? todo? 1c? hombros, no póde­
me f callar que la muerte, tos apremio? fisico», in torta-,
re. fa? ortetón indebida constituyen una radical nrqn ión
de la divn’dod nropia del hombre, creado a imagen y se­
mejanza de Dio«**. |
Eft el párrafo 10 se establece: "Todos debemos ser
eonsetentes de lo? oeHvro? que toda arbitrariedad conlle­
va. Ceder • ta tentación de tratar como sediciosos tam­
bién « quienes sólo manifiestan impulso? renovadores,
r uMe *ervte nada más qoe para multiplicar el número]
de Ite átentelo? « Mi «doten*te. No rme*ie nen<»m qwtvnoM
d a,? de tortura traerán aftos de paz. Cionfewtones atranca®
da* bato el terror no dan certeza do verdad y pueden cau<
*ar mate? irreparables. Bue posibles ihtitos momentánedff
son engañosos, puesto que a la larga sólo generan odkjM
1
 irreconciliables, geiinéfi éofltfntio e inevitable de nuevas
violencias. No puede desconocerse la repercusión, de al­
cance insospechado, que estos episodios* pueden tener en
el seno de Jas familias de quienes los sufren. Es imposi­
ble medir los traumas y sedimento de rencor y deseo de
venganza que estas arbitrariedades pueden alimentar"

En otra parte se expresa: "Esto ha de ser un alerta

para que el Estado impulse aceleradamente las transfor­
maciones que, al dar justicia y esperanza a todos tos uru­
guayos, los reúna fraternalmente en un destino común".

Y finalmente se dice: "Llamamos pues a todos los

hombres de buena voluntad a comulgar con nosotros en
una común reafirmactón en la fecundidad de la paz, pal
que es un quehacer permanente, paz que no se encuen­
tra sino que se construye dia a día,' pal cuyo nombre
nuevo es el desarrollo integral del ser humano, que tiene
como raíz permanente la buena nueva de Cristo”.

Este documento es del 12 de junio y lo firman el Ar-

| zoblspo Cond tutor de Montevideo, Administrador Apos-
j tólíco Sede Plena, Monseñor Carlos Pnrtell; el Obispo Au­
xiliar de Mon’evldeo, Secretarlo General de la Ccu, Mon­
señor Andrés Rublo, y el Obispo de San José, Vicepresi­
dente de la Ccu, Monseñor Luis Baccino.

Podríamos tomar algunos otros puntos de la decla­

ración de esta Conferencia Episcopal Uruguaya, que ade­
más dice: "Con sensibilidades nadie organiza una polí­
tica; son necesarias para esto ciertas direcciones ideoló­
gicas, que tienen a veces implicaciones materialistas y
ateas, aunque e«e no sea el propósito explícito de muchos
de sus seguidores'*, (
Este documento de la Iglesia, que no puede tener
ninguna cosa contra el Presidente Bordaberry ni contra
el gobierno ea la expresión de quienes a diario, segura­
mente, reciben testimonio de personas que han sufrido
anremloe fístooi, y que toa vuelcan en un documento me­
ditado, serlo, responsable, y que ha tenido gran trascen­
dencia, no sólo en el plano nacional, sino en el Ambito
latinoamericano y universal, Estos documentos son reco-
gldos por las agencias te les ráf leas, trasmitidos al
' rior e ingertos rn diarios de todos los países. Hemos nMB
elbido alvunos diarios europeos, y revistas norteam*rlca-
ñas especializadas en asuntos latinoamericano«. y diírioe
de América Lalina, donde se trascribe el documento, en-
algunos casos lif partes esenciales, de esto« puntas 9* y
10, que tienen <-ue ver con las torturas.

17 9 ¿
23 IJ 45 •
 * SitÑOft. ERRO. — Yo ya habla «wuchado al wAor le­
gislador hacer el mínimo planteo en el Senado, cuando mo- ’
clonó para que este documento so Incorporara a las actas
y sabiit que contó con mi voto. No tuvo ningún inconve­
niente Ahora lo he escuchado nuevamente con mucho guato
porout", además, en la locara integral d« este documento
la Iglesia dice, a través dé la Conferencia Episcopal Um«
. guaVa, no solamente que el Estado ha hecho jugar aun re­
sortes, sino que ha habido una aplicación que no era con­
vencerte cuando denuncia las torturas. De modo que está
diciendo claramente, en forma que no déla lugar a dudas,
que no fue solamente tomar una resolución, sino que su
«n’tea :ión fue más «HA de lo que algunos legisladores qui­
sieron Creo que la Iglesia nn va n compartir que se haya
asesinado gente, incluso con el rótulo de tupamaros, rosa;
que d espués se supo. Todo el país sabe que el escribano .i
Martlrena, su esposa y una persona de 17 uftos, do apellido
Rovini —míe Juego se supo que no tenían ninguna vincu-1
loción pon lo organización tunamara— fueron asesinados ix>r
las Fuerzas Conjuntas cuando golpearon en su casa y fue­
ron tarridos con tiros d« ametralladora. Y lo mismo pasó
con dos personas, Schroeder y Candán Grátele*. Además,
se snlx» de muchos otros rasos que nosotros hemos Ido de­
nunciando en e-úa estírele de Uruguay de alucinaciones
Tenernos que actuar y no podemos rehuir responsabilida­
des, enfrentándolas como corresponde. Estos hechos son
reales y auténticos.
Además, está el episodio dej soldado que levanta la ion«
del camión, apunta con «t» fusil a maestros que estaban es*
peirido, en forma ordenada, sin problemas, sin gritos y sin
moldar a nndie. en la sede del Ministerio do Economía
I > Finanzas el regreso de la delegación de compañeros d#
F m.igAt-’rio y profesares que habían ido a conversar con al
scftnr Subsecretario a los efectos de ver ai atendía sus rei­
vindicaciones sociales y económicas, ua respuesta fue cuatro
beri los, uno de bastante imnortancia, cuando se «ncoqtre*
han en la calle Colonia y Paraguay,
Sr>bre esto hay toda una filosofía, toda una hteratur*
y <anf quiero ser m»iv claro: yo nunca he dicho noria cuarto
ityí, «ti un enfrentamiento directo en esta guerra que esta*
>***$h'—1------ --- - —-—•—<
mty.1 viviendo, ca« A o B, No he dicho absolutamente nada; * j
nurea he traído mi palabra al Senado ni a la Asamblea ; ¡
Geiiernl. En la guerra la gente mata y muere, y el q«w
i va a ella sabe que corre todos los riesgos. Esto es eviden*
। te, jxjrque ruda uno adopta en la guerra los métodos más
i útiles y conveniente*. El mundo está lleno de estos episo­
dio y actos.
Pero el caso de los obispos es una cosa distinta cuando
en 9» documento denuncian el tratamiento inhumano, di-
eitndteque- “Confesiones arrancadas bajo ol terror no dan
। cerne®» de verdad”. Hablan de torturar, y que a gente que
i ha estado en esta situación se 1c ha arrancado confesiones,
diem los obispos, pero yo no estoy en eso.
I plata, ni los marfiles. Quizá haya algún coleccionista apead
Yo no quiero provocar, como lo dije alguna vez muy
gráficamente, intervenciones en abanico. Simplemente anoto
el hecho. No estoy en las condiciones de ventaja que nos
Ug'/a por lo menos el señor diputado por Durazno, quien
noi ha dado toda una relación de los cargos contra el
deetor Peralta, que aún no ha sido procesado porque loa
at'wmdoa tenían dificultades para conversar con él, Ni sl-
qtlere ai «i el expediente está en el presionarlo, si se
puede conocer. jx>ro el señor diputado ya lo ha calificado,
yii k> ha procesado en la Asamblea General, antes que lo
Juzguen los Jueces, que son a quienes nn« remitiremos. El
m Aot diputado dio una cantidad de datos, como, por olem-
piio, que llevaba armas, que cometía una serle de activl-
dides. Yo lo escuché perplejo porque sería Jo mismo que a
fid M me hubiera gac^hodo dar tipo de Información,
l’otta fuente de dMo* deberte ser dé conocimiento del
,'luet de InHruóf.lón Militar y nada más; pero advierto que
l iar trasmb.-ioneí que or hacen « nivele« q i? no creo q’*l ¿
‘uean conver lente?, pftrrgje jarete f«Mr lo rFM ha oewrirto ;
ron otras personas: erando el Juez realmente asíate «1 Da» J
parlamento e Interroga « loa detenido* ]«« oum* «mi di«- ,J
Unto«. , , •J
Comprendo que tres Jnecea de Instrucción Militar no
jiorden ror ,rr»’r el pía entera. El <r/V>r Ministro del In-
tortor habló aquí de 1 900 personas detenidas, a las que
t tomar declaración, Por el provecto que sancionó
|iff ffcnftq# ton Itete«* aumentan a *w*ís, nunqn« tampoco
idéu qua piwdat» (‘Utnpilt'. AtteiuA*, lumtus fijadu h>cha |<ttta
Helar sentencia« a lo* Jueces, porque al no seria una cosa
ie nunca terminar.
SEÑOR B1RRO Bn aeguáía »r ta toíil»*».
Me eraban de entreva» un repartido hecho a mlmeó-
grato y me sorprendió. Arhlerto que hay unn cantidad de
leghladoree que han firmado una morlón -—-creo que tam­
bién |íj firmó el señlr diputado prr Durazno-- por la que
se pretende prorrogar la susf>ensión dr la mwiridad indi­
vidual ¡*<>r un plazo de ciento ochenta días. Entonce« se In­
currirá t*n el nihmu error. Llevamos cuatro años viviendo
balo las arbitrariedades de las Medidas Prortis »te Segu­
ridad, v ahora vamos a vivir en el clima Imprento - por
no calificarlo de ntra manera— de la euprrstán de las ga­
rantías Individuales a fin de que se alga allanando la casa
de la gente a toda hora, para que se destrocen muebles, se
lleven cosas, porque todo esto nunca ha sida desmentido.
Justamente —y no quería decirlo en 1« AsarrMoa General;
se lo mencktnaba a alguno* rnmpsltar •« en las nrlmerns
horas de la mañana pornue me nare< inn absurdas todas
estas cosas— me enteré de la detención de un matrimonio
que tiene sesenta y rtnen años de edad. Y lucen se dan
cuenta de que es un disparate y 1os liberan; Ixw vamns a
ver a loa once y media de la noche y en *u casa estaba
preparada la “ratonera**. Cuando tocamos el' timbre apa­
recieron loa anidados creyendo une yn era una presa par« ¡
tus apetito* legales a que están autor Izados a satisfacer,
y me «puntan con el arma larca, y esto h» ha «»trcdldo
también « algún general muy Importante de las Fuerzas
Onáinta* que también fue amenazado ron "1 fusil en el
prrhn. Fue necesario que ditera: soy el frenara! tal; soy
jefe de ustedes. Le pontestnron que no lo eonnefan: n^ro
vino un oficial y le pidió dlerulnas, argumentó n»»e le gente
estaba e« un momento de Mrvfeslsmo y de tensión. Después
i TM***Wwmr-smswsw*ssessi*ss»»>*a^iiiiww ■■ .■i»—....... ......... ..
buscaban «J mjo y a la señora, pero no kg encontraron,;•
No *e que ha pesado hasta ahora; no me ocupé más del
tema. Ayer me dijeron que sabían que cataba en Ja casa '
de tal perenne, que son amigos de él. Como no tenían .
tiempo para perder o no encontraban algún carpintero, al
ver que la puerta era <le cedro, muy frueei y fuerte, op- ,
tHn>n i*>r llevársela, a* deefar que la puerta la tienen Jas
Fuerzas Conjuntas»
i i
‘ 1
(
¡ No quiero ser mal pensado y crear q»»e hayan re»- ¿
dtdo los televisores, las sábanas, un juego íta cubiertos den
sionado, como las hubo en el Correo en unn época, en qu« |
ruando venían buenas coleccione* de libros, »1 tes Intoresa-tJ
ban, se tes llevaban. No voy a criticarlos *n esta dttimw|
caso porque sí por lo menos se los dejakan leer • *UO
amigos, allá ello*. re
Supongo que estos cubiertos de plata deben estar e*^
exhibición en alguna unidad militar, y algún día se «brtmY
. un museo y nos invitarán a visitarlo para apreciar estos !
cubiertos y estas alhajas de enorme valor. 15e más de cien J
domicIMos que yo conozco, se han llevado clhajas de granea
valor, por lo que estoy seguro qué en terminado m&J
monto en la Jefatura o en alguna unidad militar va o|
haber una gran exposición de artesanía y joyas, que segu*3
rarnente van n Interesar hasta a argentino* y brasileños*
qne compran oro y rtihaJoN, y que van n venir atraído* por
mts original exposición que harán 1«* Fuerzas Armadas.
Claro qi* no harán un museo, porque sería un museo dg
intímídadé*. Eso no lo van a hacer, pero ?omo nos decía
el otro día el señor senador Machado Brutn, el uruguayo
tiene una picardía tremenda, muv especial y ya se ha for­
mado un« organizndón de entendidos que compra alhajas
i y objetos de marfil, que actúa como comprador directo y
j
| paga al contado.
I
180 23 « 45
 .IhirhlU»

Asamblea G«neral

TKMA: NUMERALES ADITIVOS A RESOLUCION ASAMHLEa GENERAL

UUE PRORROGA SUSPENSION GARANTIA» 1NDlVIEUALES.

Sesión 29 y 30 Jun 10/972

- «-Léanse tas ntnneralM aditivos prrásntados«mr tí ■ ’

Frente Amplio.

(Se leen:)
"Numerales aditivos a la resolución de la Asamblea
General que prorroga la suspensión de libertades indivi­
duales, articulo 91.

29 El Ministerio de Salud Pública constituirá una

Comisión de Médicos para fiscalizar el estado sanitario
de los detenidos cuyos integrantes deberán poseer el pres-d
ligio y la .significación técnica .suficiente que asegure ín-,
formación eomprhmte y objetiva, Hus dlctátnencs se bft-j
rán públh’os, i’Sla ComiMim podrá actuar de oficio, él
rett-ierlinlvnto de los Ministerios dé Defensa Nacional 0|
del Interior o de la Comisión de Legislación de la Asam- .
blea General, tíu designación se liará antes de Jos diez
días de la fecha, y comenzará a actuar de inmediato. <■

3? El Poder Ejecutivo deberá concertar dentro de

diez día« con la Suprema Corte de Justicia un procedi­
miento que: a) garantice a todos los detenidos cual­
quiera sea la jurisdicción a que accedan, la libertad de
elección de sus defensores y la comunicación periódica
con estas: b) determine Irs condiciones en que podrán
ser trasladados de sus lugares de reclusión los procesado«
sometidos a la Justicia Penal Ordinaria, a cuya disposi­
ción continuarán estáñete en todo momento.
49 Encomiéndase a la Comisión de Legislación de
la Asamblea General el contralor de la aplicación que
el Poder Ejecutivo haga de las facultades otorgadas por
la presente resolución’’, Firman Jos «eftores legisladores .
Erro, Díaz. Elízeire, Arismendi, Michellnl, Batalla, Mar- ¿
M Gallina). Texelra Vare*!, Gílardoni. Rodrigoaa Ce- 5
museo y Baráibar.

<DEP. V
procesado
 ERRC, Enri qu»

Asanv lea General

TEMA; ACTUACION JEFE DE POLICIA DE TACUAREMBO.

s«»ión 2‘/ y 28 set i smbro/972

SEÑOR ERRO. —■ Yo también tengo en mi poder «se !

mismo volante que ha contado el señor diputado Fer- ;
rández Menéndez. Me fue entregado por el compañero

I Netaon Lorenzo, que estuvo en Faso de loa loros. Allí los

| liaoujauvitts estauan realmente incomodados por la acu-
| Uid del jeie ae Funcia, no solo poique hauia censurado
I les pasajes a que se na hecnu releí encía, sino también
! pirque ñama amenazado que si esos votantes se distri-
' ornan entre ja población tomaría las mouluas correspon­
dientes.
Creo que este episodio do puede» q.vdar simplemente
■unu algunas mamíeslacioiics que puedan realizar ios se-
^m.ires legisladores. Pienso que uene muciu razón el señor . __ i¿M*«aa Ge­
¡senador Michehni, que nosotros somos dueños de todas neral,pan qüs quihie bafeas» Qws
Mui medidas que el Poder Ejecutivo pueda tomar y de las bernántes que actúan en estalonna, evidentemente, In­
que no da cucna a la nsamoiea General, En este caso, la curren, si, en el delito de traición a la Patria, claramente
. zisamolea General no ueoe solicitar sino exigir al señor establecido. Estas incidencias tienen una gravedad tan
Ministro del Interior, que ademas no puede ignorar lo grande, que deben ser dilucidadas. No se puede seguir
si|.ue nace el señor Jete de Policía de Tacuarembó. adelante en la Asamblea General si quienes representan
al Poder Ejecutivo, o Ministras que noy no están pre­
Hay una responsabilidad política que lo hace solidario sentes y que tienen que ver con la conducción de la eco­
! '.on cualquier actitud de los Jeles de Policía del país, y, nomía, no vienen a la Asamblea a demostrar que esto no
! desde luego, esa responsabilidad política es la que en este ¡ es verdad, que hay un exceso de parte de quienes denun­
momento estamos aiiendo sobre el tapete. cian estas corrupciones y estas traiciones a la soberanía,
porque mientras eso no se diga la Asamblea General va
Considí*:v, entonces, que ti Ministro deoe ponerse en caminando por una senda muy tortuosa da la cual lo va
comunicación con el Jele de Policía de Jacú atembó. El a ser muy difícil salir.
señor Ministro no puede desconocer ninguno de los actos Por c5o vamos a evperat creo que una hora es un
<iue esos jerarcas realicen y en ultima instancia, él es el
’ respormoAe ds esta ecraura impuesta por el Jefe de Po- 1 lempo bastante razonable - para que se nos responda;
' líela do Tacuarembó a un gremio tan importante como el oe lo coniuriu, vamos a nacer un plantea miento muy
concreto ante la Asamblea Ueneral, porque '•sla no puede
lerroviano en aquella zona del país. continuar sus deliberaciones si cosas tan graves, de deli­
tos contra la Patria, no se contestan por parta de quie­
Para rio distraer más tiempo del que dispone el se- nes tienen la responsabilidad política de dar una res­
! iSor diputado Trías, quiero sólo agregar una cosa. A esta puesta, salvo í¡ue sean una especie de convidados de pie­
utrera, ei señor diputado Trias ha probado dos cosas muy
I travos, que hay gobernantes que entregan al país, lesio- dra, y entonces más valdría levantar de inmediato la
■¡pando su soberanía, y dilapidando indebidamente miles de sesión, porque no tendría objeto hacer ningún tipo de ra­
■"nihones de pesos, en una corrupción imponente. Y yo di- zonamiento ni agregar mas denuncias. Agrego, que tengo
• go: esos gobernantes, ¿no tienen que ir a la cárcel? ¿Es sobre mi mesa una denuncia muy grave referida a sucesos
que alguien puede argumentarme seriamente en esta ocurridos con los detentaos en el Departamento de Du­
Asamblea que no tendrían que ser procesados los go­ razno, que leeré integramente en el momento en que haga i
bernantes que actúan en la lorma que ha probado fun­ uso de la palabra.
dadamente el señor diputado I »isu», que vodca sabemos QUS A
es un hombre estudioso y especializado en estos tamas?
Nadie ha dicho que el señor diputado Trias esta faltando
a la verdad. No he esemenadu umguna «m que refute al
señor diputado; no lie oído a nadie que diga que los datos
que trae o que la corrupción y la lesión da nusstra so­
beranía que él denuncia son producto de su imaginación
o de su fantasía. No, son hechos reales, avalados con el-
fras, con nombres propios, con datos sobre Bancos y sobró
actitudes. Y detrás de todo eso está todo un elenco go-
? rn »r..- que lene que ver con rata corrupción, con esta
lesión a nuestra óobeiunia, con esta entrega del país, itil
estamos actúan á> de reflejo! (Bi en determinado momen­
to el Ministro le Economía y Finanzas vuela a Estados
Untaos á preguntar al Fondo Monetario qué es lo que
’teme que hacer en esta coyuntura, y se nos regalan
minidsraluaciones, prácticamente, en una semana, citan­
do una inestabilidad económica pavorosa en el país!

182 1
4
 ERRO, Enrique

Agami Iva General

TEMA: MOCION DECLARACION URGENTE CON ilbEHACION PROYECTO

“ REPOSICION FUNCIONARIOS DESTITUIDOS POR MEDIDAS
DE SEGURIDAD.

Sesión 87 y u8 nati embre/'/ZR

SEÑOR PRESIDENTE (Capulí). — riaseuaaino-

con de urgencia llegada a ta Mesa.

(Se lee;;
"Moclonamos para que se deUaie urgente la consi-,
deración del proyecto reía tiro a la reposición de loe fun­
cionarios destituidos por Medidas Prontas de Seguridad.
A. Francisco Rodrigues ( »mo»»s. Eduardo Viera, Jorge
Durán Matos, Enrique Rodrigues, Juan Pabla Terra, E¿-
efUül K. KWft Hugo Batalla, Vivían Trias0.

p
ÍDpiamos constancia que el Legislador no interviene en debato, si bien
f i rma la «oc i fin )

18 3 l 23 tí 45

TEXä: JEBSONAJ UlTKNIltoá.
-’e » I An i$7 y
SEÑOR ERRO. — En ningún parte de las Fuerzas
Conjuntas salló esa muerte. Entonces tengo que volver
a preguntar, como muchas veres lo be hecho en le Asam­
blea y en el Senado, ¿qué se busca? ¿Que 50 quiere? ¿Es
que acuso a la Asamblea General »e le ha dado juir par­
te de lo« Ministros alguna información previa a la con­
sideración del tema? ¿Es que alguien en la Asamblea
puede, sensatamente y ron sentido común aceptar loa
.’asoesrutn^o dei Menea je, que ttone las roaas más bur­
das que he visto en mí vida? l’na di? «ifo» es que se
hace necesaria la prórroga de la iiuspensión de garantías ¡
individúale« porque los Jueces no han tenido tiempo de
ir a todos ios cuarteles y tomar declaraciones,
jPero, señor Presidente! Cuando hable voy a probar
que mucha gente, puesta en libertad, por ejemplo en
Durazno y en tantos otioa lados, pnr el Juez Militar por
no exfolie ni formación de causa ni ninguna otra Impu­
tación, sigue esiandi» en loa ruártele», sigue estando pre­
sa. .Mg»ie estando privada de su II’>r»rtnd, tal como sucedo
cvii kxs nur*'t)(a y tantos d«l millos que debieron ser li­
breados el 30 de abril, cuando el 15 del ursino mes so
aprobó por primera vez en la historia política del país
Sl^ei Esiado de Guerra Interno. Pero ya hemos presentado
WWuna moción a la Mesa para que la Asamblea General.
< que e& soberana, decreto hoy la libertad de todos eso»
ciudadanos que no tienen nada que ver con rtadle, que
no tienen causa y que siguen estando, mucho» de elfo«,
en Punta Rieles y en otros cuarteles, en un acto inhu- 7
mano, inconcebible, que dgbe ser rechazado por toda con- ,>
ciencia honrada de! pala
l>a historia no termina con «sos doe asesinato». Aca­
ban de asesinar, también, a Beatriz Cecilia Gianarelll,
diciendo que se encontraba en una esquina de Monte­
video y que al solicitarle documentación, sacó un re­
vólver de su cartera, enfrentó a las Fuerzas Conjuntas
v le dispararon un balazo que le costó la vida. I4t rea­
lidad es otra, la mataron en un café; primero la gol­
pearon y luego la mataron rn el suelo, ¿Y han dicho algo
Fuerais Conjuntas0 . AHmen h.i leído idgo de «so?
Fue asesinada y hay de ello: Inclusive un mé­
dico que certifica que la mataron, que luego la envolvie­
ron en una tone y que se la llevaron como si hubieran
matado a un animal y no a un «er humano.
Efite es otro hecho. Vamos a agregar mochos más y
vamoi> a leer algunos documento» que prueban que si se
prorroga, como todo lo hace suponer, la suspensión de
Üas garantías Individuales, «1 país seguirá viviendo esta
'tremenda tragedia, y nada hace pensar que habrá de
. - rnr‘ .-------------------------------------- ------ ..- " ------- —
detenerse, porque con estas decisione» de la Atoinblea I
esafio— w caté
General —que son un desafío ..
pueblo que hoy estaba aquí, en los alrededores del Pa­
lacio, protestando, por las libertades conculcadas, por las
torturas, por la falta de respeto a la dignidad humana.
Estaban en un acto organizado por el Movimiento en
Defensa de los Derechos Humanos y la Convención Na-
clonal de Trabajadores. Había miles de personas, segu­
ramente de todos los matices políticos, porque, a esta
altura de rm vida politf a no creo que todos fueran del zj' _ Exportante para el país. Hay páginas dedicadas a episodios
Frente Amplio, había bMn. 05 y colorados 1.1 u bajadoras ([,tr. L
hbttibres y mujeres del pueblo.
Db manera que creo que hay que contestar, (¡ne hn¡\
qüe decir todo lo que se tenga que expresar, porque tam-
o demostrar jurídicamente que el Poder Eje
ha extralimitado, qne ha hecho no uso, dno
afcfcwi, de la determinación de la Asamblea General, pues ­
to que todos los hechos, aparto de ios allanamientos a
, cualquier hora, sin orden indicia!, etcétera, como to ano-
toba hace un instante el señor diputado Rosa Día», están
demostrando fehacientemente que se ha abusado de la
decisión de ente Cuerpo y que además nn se le ha co­
municado nada ¿Es que alguien en la Asamblea Gene­
ral, a pesar de la Insistencia de l<»s pedidos de Informes
de sus integrantes, ha logrado sube’* el motivo dr algu­
na detención? No: hay que hacer nm verdadera pesoul-
*4. UM a ’”■/«s jury «pm /. itíf iwh'í ■•oito
de conseguir que se cohléfitpii eel<»4 hechos
EhhO, Enrique
leu Generiti
»et i emi ro/972
Sin decir nada a nadie, e! viernes y el sábado, en
horas de la madrugada se llevaron a detenidos de dis­
tintos cuarteles a Punta Riele». Sus familiares creen, de
buena fe, que mañana jueves podrán llevarles por lo me­
nos víveres y ropas al que fue el Museo Militar, ubicado
en Camino Castro, pero mañana, cuando lleguen, so en­
contraran con la sorpresa de que era hoy. miércoles,
cuando debieron haber Ido a Punta Riele» en hivar de
mañana. El sábado petado fuimos detenidos por el Ejer­
cito que «ataba a dos kilómetros de allí impidiendo que
se pasara "por orden superior" Hoy en Punta Rieles hay
cantidad do persona» que fueron novadas desde distintos
cuarteles y lugares de detención sin que su» familiares
sepan absolutamente nada. Mañana se enterarán con
sorpresa que no pueden dejar los alimentos, las ropa» o
algún libro o diario que les llevan; tendrín que esperar
< ocho días para Ir a Punta Rieles y enfrentarse a esta
I realidad que vive el país, ñé que este es el primer paso
para llevar quinientos, seiscientos ft ochocientos deteni-
! dos al Establecimiento Educativo de I.iberiad. mía ose
1 fue su titulo, anjvinc ahora se le ha cambiado: se pre
1 tendí electrificar alambrada«, el Ejército va a temer po­
sesión; ya muchas personas han ’do a visitar el lugar
| y han vfoto que se está dando el primer paso.
Creo que lo menos (pie se puede hacer es no iu*mr
con el dastino de nuestro pueblo y con tos faml’larnx de
los detenidos, porque esto no se hace en ninguna parte
del mundo. En los lugares donde las cárceles tienen el
mayor rigor no se somete al detenido ni la sombra de
lo que »« está haciendo Aquí constantemente. Además,
estamos aslátiendó «n forma permunente a muchos com­
patriota» que, desesperados, vienen a inquirir inclusive
dónde se encuentra el familiar que fue detenido. ¿Y esto
e» lo que se pretende que siga en el pní»? ¿Creen que esta
es la vía por la cual van a encontrar la paz y la ñor-
malteación de la República? Dige qué no: que esto es
producir violencia y que luego no se nos venga con dia­
léctica para ver de donde procede la violencia, discusio­
nes que ya no tienen sentido porque el país entero ya
se dio cuenta de donde proviene y como se actúa, be
| manera que a toda esta cadena Se hechos que se están
denunciando y que se seguirán enumerando por nuestro«
compañeros, tenemos que agregar estos episodios doloro­
sos concretos y renlp» 81 ios debemos denunciar con ab­
soluta seriedad y responsabilidad dn obtener 1» respues­
ta condigna en la Asamblea General, algo ha variado en
el país. Evidentemente, no hemos sido nosotros Hay aquí
una especie de Insensibilidad y diríamos casi con res­
peto— hasta de Inconsciencia e Irresponsabilidad frente
a hechos de esta naturaleza.
Hace veinte o treinta afios. «« esta misma Asamblea,
hechos mucho menores que de ¿«noticiaron provocaron
prorotando
. a esè
tremendo» debates y una intensidad de respuestas y de
diálogos entre quienes representaban al Poder Ejecutivo
y quienes tenían aquí una representación del pueblo. Ten­
go aquí una vieja obra de un medico que se sentó en
esta Hala en la época de oro de don José Batlle y Ordó-
_______ ñez, un hothbre inteligente que dejó una obra muy im-
esta Asamblea General que realmente son pálidas y
/ <tue ni siquiera tendrían comparación con ésto». Sin em-
SAnéítAAÜ í,c ' ÍH Páginas fluye con absoluta convicción có-
i 10 la opin,oti publica y como la Asamblea Gene-
í J oal tuvo discusiones i(iip duraron horas enteias en !a>
que se daban tud los an’ < ccdenies y que quienes esta-
han un poco en r« pi rsentacmn del puder Ejecutivo tra­
taban de defenderlo aportando los elementos de juicio
que para ellos eran validos. Aquí, en cambio. s« escu­
cha; en aU'ún ca»o s* toma nota; nunca <«• responde, y
así Sigue la Materia del país. Por oso digo que e.Ue es
un heeho absolutamente lamentable que demuestra eme
se lanzan al aire tempanan de victoria que no son tales
porque si no esto no tendría nngun sentido.
Nurva he víate un Mensaje más pobre, con menos
fundamento para pedir la prorroga de la suspensión, de
vtim» »iwrv n'flvtoir.to» El Poder Ejecutivo. pues, se
,.« f>i'4 ¡v to üdá d* IM pfopM d«t WlO
oes de la Asamblea General. ene «a lo que, por lo me-
iio». habrá que dilucidar o eaclnrecer en «I transcurso de
esto debate.
2 3 6í5
 IHEftOR KRRO. — <Mwti dos pMteloiM» en las pa
í labros del señor ftubsecrete rio de Defensa Nacional. La
I primera me pareció que eia de amable reproche en cuan*
k» a que a menudo conversamos - v ce verdad, porque el
señor MinIMto y el señor Hubserrrtarlo de Defensa Na­
cional asisten a la Comich n de Asuntos Inletnacionales
del Benndo. donde se traían dos hiñas vitales como m.ui
el de |ng límites en Rio de la Plata y el de la Boya
Petrolera - de muchas de e/las cosas que están ocurrien­
do en el país, peto no me parecía nue debía plantear en
conversaciones de es»* tipo. (|ur habían asesinado a tina
niña de 15 años v que a oirá persona la hablan asesl
nado en el interior de un café, |>orque partía d<»l su
írnoslo de que eso* hecho« fian de conocimiento del ae>
ñor Miniaba de Defensa Nacional. Además, como el Eter-
| nto está sujeto a jerarquía, yo tengo que «oponer que el
Ministro de Defensa Nacional es e¡ jerarca del servicio,
' y que hechos de es»a maani’ud v gravedad le son comu*
; n cados de imnecUato
I Cuando esta niña murió hace direbéla dias, yo no lo
I supe enseguida, pero sí, tenia que penaar qua de Inma- 4
diato, al medio minuto, tema que saberlo el Ministerio |
de D*-k-nsa Nacional Y lo mismo debería ocurrir con estos
oíros sucesos que estoy narrando. SI no, tendría que He- .
ipir a la conclusión de que hay una especia dt barrera
que impide que las informaciones vayan desde «I sector
militar hasta el jerarca, que es e| Ministro: que alguien
esta en el medio impidiendo el conocimiento directo de
io* hechos

Por tn ochas veces apelamos a !<*» pedidos Je in- ;

, híia<‘4 puf* sabe» donde m? rm uentra un detenido, en ¡
upe eohdit lMH« se le trata y cual es *U estado de »alud,
A ve< »■» <onU<*U el MinisUnia, H»i eirtnplo, yo he hecho
un pedid» ue Inknmr» que el señor MmlsUo de Deten«
na Nacional non test o, sobre una persona que estaba in-i
temada en la Colonia Saint lloia y que fue detenida ¥i
»1 amor Ministro no lenco por ooé dudar de su boena-w
le-- me contesta bajo su loma y hace», «lose rreixmae*
ole, que < ia jarsomi fue t rutada en huma espreial pfr?¿
íom iihmIíuom dm cmi>at«o »n til día de h<>y ins vkiló uati
familiar, que vino del inkoitir, quien me unjo documen*’’
los que demuestran que chs perlina nmr.a tuvo esa’
.4*ut»r»i :a e.rJica F» to-tir qa** ,e ¿¿har.-n a sa verdad
a! se/mr ’.farol? si » «W4 rs vi.uind-> t-tiian q®e inltoeosarie
vriazrnrnte, nu lo hicieron. (J sea, que la lesjrursus oel
•l"»mr Ministro ahora adolece de no estar *u)eta a tas"
iealldud do lu que wionterlu y que quien nsluvo ag isa
colonia Saint Bola y Untaviii ceta convaleciente, no re*«
tibio ni ¡a medicación ni la asistencia fscvliaUva que *tf
b.tuacivii muy especial -csisl»* emtoaranada— te^ucra. '■
i
Enton?<•*, t.que leñemos que haecr nosHroe en Us-'i
Amoubiea (ien«*ral? Denunciar que tmna qae babee aM
miicn o alimn a que r*lan ai luamio por cuenta propia^
que lucen lo que «e i«»« ocurre y que < u*mlo se muere i
un í prisma qur» imn baleado - que no tenía nada que* |tW.bA#tí
ver ion nadie (tuno es el t a mi de esta niña de 15 aftos —
hatmi de ocultar rl h< > ho para que ¡a op.diót) piiDiím
n.» se entere de que uqut'lhi niña murió.

Adrm ts extu la denuncia que aralm d<» formular et i

m mor diputado IHirun Malos, ron ia mm tomo contacto
rs'.r irmienio No emioxo a la persona a que er ha
rvf< rido. no tvniii ninguna rrlrtelon ni sabia de ísm<4? gpt*
« 'dio oiic H ar;ibii d<* denunciar ante ia Arambtea
señor d i pul iid o n'-ab'i de explicar que recién hoy se en*,'
oro do esc hecho, y nadie tiene por qué dudar de sa;
pula bi¡i

l>c m<ne»,i que osla la razón ’sir la que hrifUMh

1 <o h ' ••"'hs eenun i.is p'uo !o ítpc.la’amo« c»>n .'»inct*^
rutad- no per.s,ini.n'intu que ejlo hubiera escapado
al conocimiento del s( imr M n o- » y pej ¿«»ñor Subse­
cretario No estaba en uutoini > nenia que estos hech<H
pudieran ocurrir, v muy poi el cmihmio pensamo.« qua
eran 'os piInicios en ser hilormudos
____ _____ ____ -- . - - *

185 51
 Aa imb 1 w i Ganar i1

TEMA: DETENCION Ariel COLLAZO.

Seaión 27 y 2Ü na'ienbre/972

SEÑOR ERRO. Si pedí ¿fine Interrupción aJ vator

•amador ¡erra fue porque juzgué muy importante hacer
una precisión *>>bixr vi cuso uel comjNirteru ex legislador
Arel Collazo, quien fue detenido en su domicilto el 17 da
trbrrro próximo pasado, vs decir, cuarenta y ocho horas
después que había |>crdido mu* inmunidades parla mentarlas J
Fue trasladado a Punta Rhdes después que la Justicia Civil
dos de bis Jueves ilé Instrucción ■ declararon que el cum-
jc.ocr» t.Xülazo cju absojutzuwnte inocente y no habla nih-
, q t.- -«• « | hacer. Además - bueno en de-
tolo toe truAtuUudo Unjo Medidas Prontas de Seguridad,
levantadas por lu Asainhlva (auicrul Legialutiva, aunque di*
Iviidus en cuanto a la libeiind individual ha»tu el 30 de
■ibiíl pióxiino pasudo. I’osteriorincnte el 13 de abril, se
declaro el Estado de üuerra interno pero no fueron libe*
ia ,»«. ■/.•u'is narota •» noienta y dos personas entre lu>
u.»ns <!?h.*us» t; । a’ifMJWí’c quien estuvo en Punto
ítieie.’. .uranm rnw*. j-iace pe*,.» rnte *ie un me» fue reti­
rado d<> allí y llevado a una Unidad Militar, pero desde ha-
I ce uno» día», en una actitud que ee insólita y que debe me-
tecer la protesta de todos loe uruguayo«, «i Dr. Collazo que
I (tic detenido bajo Mvdida« Pronta« de Ák'gurhted «é 17 ttes¡
. Icbicni, está iiMuunumcado. Esto hay q«y» decirlo hoy <<.
' in A-umbiea Getuual, miden teniente se trata de una1
pvi’,1 envión piliiica; no cxbe otra eos», jsnqur no hn#!
<dm junüinncnto ¡mui que esto pueda acontaccr asi, i
Las Fucfzik Con tuntas de cualquier manera quieren re«í
trnrilo <-onio pusloiivio y sM'guramenU» estarán tratando,
de invcnim < nulqiiiiT i *aa a víect»»« <b» manuwfio quién j
■ .• ,4*0 duranlc t uíinm llcjnjx).

Esdr <’s v! proceso historien de lo que aconteció con el

uoctor t’olJ.i/o, que rn un principio costó mucho trabajo
fnveshgMr «x.i<dhincnip dónde s<> encontraba, l’o-dvitormén-
Ir -r viqio que era rn I’iiiiIh Hb'lct, bajo un Irníainieitto
muy duro, ya que fue suncionado mu< has icrirs, con lo qiic
I cMtiy itmxMriMxi que «• trataba chiramcnte tic una re- I
presadle poblara. En Punta Rn les se ir r.istigtS estando m -
mana« enteran sin recibir visitas ni ilinunton, sin que
miiU’M se etipleia la razón |*»r la cual sv tomufian itquelhk
dril') iiilmulohin» con Ir H ||,
hela la hl«birla triste de te que ha ocurrido con este
«mi
a temá« ae punte «atender a mucho» otros
tu«iq*<riv m*: peío comu «guerui aumptetar te «tnrmecitei
que acaba <te prupnretonar a M Ajwunbtea üviMTid H «rte«r ?
(unidor ieria, le j»rdi anta intenujeión. i

1 8 6
23 U 45
 *,nrlw
A ■> x-ni 1 o» 3 enera!
TE/.A: TOWTbRAS.UKTfcNCIOME?».MUERTE
AVEuLmNUA.
Sesión <?7 y «et j efflbr«/972
/','?■ T'\
'\ . .......... /¡
X J ' l..Av alieja - di nombres de personas y toe voy a repetir
BSROR ERRO. — Quieto responder en forma muy
breve —lo haré más extensamente cuando haga uso de
la palabra— las expresiones del señor Ministro de De­
fensa Nacional.
Declaro que me sorprendió su exposición porque es
absolutamente contradictoria y desajustada con respecto
al discurso que pronuncio hace un tiempo y con las pro­
pios palabras con que se presentó en el escenario político
como Ministro de Defensa Nacional. Hace un instante
| estaba releyendo sus dos intervenciones y evidentemente
! no tienen nada que ver con las de esta noche.
í te ton ara probada7
El señor Ministro ha rechaxado y se ha encontrado
disgustado por algunas apreciaciones que seguramente
había expuesto el que habla, pero señalo qae yo no re­
huyo nunca responsabilidades. He dicho que hay ladronee
¡ en el Gobierno. ¡Claro que los hayl Eso io sabe todo
el país. Voy a probar lo que estoy diciendo con un docu­
mento y voy a manejar nombres, a los efectos de que
no quede ninguna duda, poique nadir» tiene derecho A
hablar genéricamente, poique de esa manera comete una
injuslkia.
La opinión publica esta absorta por todo lo que es­
tá ocurriendo con la Banca privada, con los frigoríficos
privados, con las regabas impresionantes de dinero del
pueblo. Eso lo saben todos y también los señores Minis-
tros, que tienen U responsabilidad de evitar estos dlstor-
Jonamlentos de 1* economía nacional, esta estafa al país.
De manera que nadie puede agraviarse porque en el
Parlamento nacional se denuncien esto* anomalías. Cuan­
do «A señor Ministro terminó su discurso preguntando
quién distruye al Uruguay, yo le hubiera contestado que
» son quienes aetúan en «as forma; eaus grupos de peetvón
‘ economice, esos grupos subordinadas a intereses extran-
jeros, que obedecen dictados que no tienen nada que ver
con nuestro país y que llenen raíces en el exterior, M
.i.-mn < Jas Fondo Monetario Internacional, Banco Mun­
dial, Bnn-.’i., li.trinar! mal de Dí-sarrollo o lo que fuere.
Es evidente que no lien-n nada que ver con nuestro es*
tlkb de vida, ni con nuestra.? realidades, id con nuestras
neoettttodee. Nos están imponiendo desde afuera un es*
tito qw no queremos, que rechupamos
Nadie puede sentirse ágruvladn poique se |sv»/;t*h
estas banderas y se dígan estas cosas en el Parlamento
18 7
H >?OR JUHAÜO
AAttaíu, aunque el sefid' MtatoUo no lo haya OMh
i do, su decurso ha sido absolutamente polémico Bí hu­
biese dado imeiru|K tunea, hnona generado Intel venció­
me y dialogo» que ñutieran asumido entera*. To­
da su cxpoak iuñ, desoc que U Unció iia./ui que la ter­
minó no luc ele pux y sí de guerra Yo d.ua que vi ana
( relajación de guerra que el señor .Xnutu K.e DefeuAU
Nacional lia leído en el Parlamento. Na concibo que el
señor Ministro, que es un hurnore ferio, pur-lu i ;d.vr di­
cho e.»u »rase que anote. "R ton que per manen tinento
están denmutonóo pretendida» meiue tratos’ «No, señor
Mlninlrof El país »ñ ero sabe de los mal»» líalo», sabe
de las victimas. Y las victimas que no son .solo que nan
muerto, smu también ios que nan quedado imbuios puia
siempre, deben contarse por ciento», entre nuestio corn-
jmu tolas, También se sabe de la capucha, que unuu ve­
ce« •« ha venido denunciando, Yo lie sido testigo y lo
denunció en el denudo , estando en Punta iü» les, du la
llegada de una camioneta abimla con dos peibuna* en­
capan liadas; y vi hace dos días un automóvil oficial, cha­
pa L—57, di Colonia, que trato una persona encapucha­
da. Lo* que vamos allí dos veces por semana es muy di­
fícil que en una mañana no veamos aparecer algún co­
che oficial o del Ejercitó transporíanao personas enca­
puchadas.
Podríamos señalar además el plantón, el submarino
y lo que denuncié en el Senado dando nombres ue las
personas que fueron actores de este desgracíala episo­
dio: la simulación de ahorcamiento, de fusilamiento; el
individuo no sabe to que le va a j>asnr después que se
le hace eso tres, cuatro o cinco veces. Denuncié que en
mima se practicaba una tortura que hacia miles de
anos utilizaban los chinos. Consistía en colocar un obje-
to i Homo debajo de una uña y golpearlo hasta que la per­
sona se desmayaba. 8e ha golpeado a mujeres embaraza­
das Me pregunto que necesidad tenían en el IP de Caba­
llería de desnudar a las mujerai, algunas de cuarenta o*
cincuenta anos, para que destilaran en esa forma delan- '
te de los soldados.
¿Es que hay alguna necesidad de estos agí avio»?
Ninguna. Esto es vejamen, agravio permanente a la per­
sona humana. Entonces, ¿cómo te puede hablar aquí de
• pretendidos malos tratas", porque hemos estad j per­
manentemente defendiendo el ser humano y amalando
Be trataba de torturas confirmadas, como en el ca­
so del doctor Bonilla, respecto a la cual se leyó hiusta un
acta labrada en el Hospital Militar; la padecida por Ba­
talla, con rotura da hígado« que fije archíprobada, la del i
M cual alguien tiene dudas que 1
hft sido asesinado? ]
MAS adelante denunciaré cóm? asesinaron ai
Jurado Avellaneda, y pensamos ee el parte de iaa Fuer» 1
zas conjuntas que pretendían hacer creer que se dto doto
puñaladas en el pecho.
Voy a traer a Bula -esto no constituye una falta de'
i espeto a su memoria — ru propia ropa ensangrentada y'
la marca que en el pantalón huso un oaiaso en to ingle.,
Allí e&tá el agujero de bato. 1
No se pueden decir estas cosat. no se puede faltar
a la verdad en esa forma, porque hiy que tener más reg*^
pelo por el pueblo ■
JU Pastor Jurado Avellaneda ftie asesinado vllmont»
Mu qtfé podtofti ejercer ninguna defensa, y de esto no '
se dijo absolutamente nada. Leeré el parte de las Fuer- !
«m conjuntas para que se vea en <iue forma se ha tal­
tado el respeto a to ciudadanía. Debemos tener presen­
te que esta intohnación fue difundida por la prensa, aun­
que en torawi obligada, trasladada a to televisión y vtota
y oída por toa niñee y adatoacentee <im a la hora SO, ««•
tán frente ai receptor. f
Todixi toe que recibieron esto información creyera^
que eia d» it*. BM» eudwgo, to vaTOM ** 9** M hfl
tor >0* ftMYitrf» faienfom,
decerm nado m menta gj.no ¿n remesrso muy imputan!!
23 tí 45
 nue i-c rcaliui en este par», y <»i dinero que le correspon­
da como premio Jo n»ku mtegni mente <n mejorar su
i 'iin oquis.
i'engo su ropa su mh'h, su vamua. su pantalón—
manchada de sangre, con ios agujeros de bala ¿Donae «*
taüun las ropas rasgada* [<or un uicmilo filoso, como »e
decía? ¿Donde las dos puñaladas que se habría dado en
el jiecho, aegun el parte cíe las Fiv izas Con]untas'*
Entonce», todos tenemos que v?;iar de acuerdo en que
’ se lurlura y este en un hecho que nadie puede dudar
I En este país hay oficiales que por denunciar a sus
! compañeros torturadores ésten <n e.‘te momento preso».
NftUie puede desmentir que hay diez o quince integran­
tes detenidos de la Fuerza Aérea y que hay marinos de-
i tenidos; hay Capitanes de Coi bel.» y (Mírlales, algunos
I ne ellos de ejecutoria muy importante, que están preso«.
! Esto lo tiene que sabor el pais: porque no puede estar
1 - digamos a media información en este problema.
En todo tattí no hay txlu ni rencor, palabras que uso
*' noí M.ntstro para calificar la actitud de loa que no
estamos en la posición que el defiende, considera que
estamos alentando rencores y resentimientos. Pero todos
«sus conceptos el señor kiinuUu no lo* podrá probar ; en
fm, no pasan de ser paiaoias.
| ¿Es qué la prensa extranjera tiene algún odio espe-
" cíal hacia el Uruguay? ¿Es qué loe diarios extranjeros,
de grau predicamento en el mundo, sin antibordaberri*-
tas, antigubernísta» o autluruguayos? i No« señor Frec­
uente I
¿Es qué el Congrego Mundial de Iglesias, que ha he­
cho un estudio analítico duianle do» o tica meses y que
lia enviado gente iespon.suble al Uruguay, constituye un
guipo de ¡miitiloso» cuando afirma que tn el Uruguay
se tortura? ¿Y la Comisión Intel nacional de Juristas tatn-
oien? Y quien estuvo aquí, proveniente de Ginebra, hom­
bre de ti emendo talento y abiduria, qué estuvo en Viet-
Nam, en ¿haira, en ( amboya y en baos, respetado por
í< du*. que cuando vuelve a Gmebia dice que ha quedado
nmroruadu ue las onu.» que pit-san < n el Uruguay, ¿inm­
olen miente?
Y todo esto lo vemos en la jnenna diiula europea
en rotativos importantes de laitlnoamérlca, que cuando
hablan del Uruguay se asombran porque se tenía una
imagen distinta y ahora advierten que se tortura a mi­
les de compatriotas.
Es tortura también que alguien tenga que estar cua­
tro mese* en el cuartel; constituye tortura el que a al­
guien que se le ha concedido la libertad, no se le permi­
ta salir, todo esto configura una tortura física y sicológica
evidente.
I recurrido interponiendo el recurso de 1 nconstituctonalidad ‘
। Decididamente no entiendo la intención del discurso
del señor Ministro. Recuerdo que el 1S de UbftE en esta
, misma Huía, leí el documento de ios tupamaros deiian» -
i ciando la existencia del escuadrón de ¡a muerte, e hici*
) moa referencia a algunos de su» integrantes; hoy adver­ Sm»
timos que ellos siguen estando en lúa altos cargos de la
¡Milicia de Montevideo. Entonce», e» claro que ningún ,
sumario podra prosperar, que ninguna investigación par­
la mrntaila tendrá éxito, cuando Jos pioplos involucra-
Jos están en cargos de decisión, ya que no se trata de í
. ir ।oían .simplemente tareas de Información 0 dé í
.‘„I.* ?i 1
Todo esto es veidad. Fui eso, cuando se liablo de la
Ultra-derecha y de grupos de derecha, yo pensé y ahora
le dttgD—: ¿quién mato a Rodríguez Mufla? Y lo sigo
pretimtendr ¿Por qué se permitió hasta que se « am ­
olaran de ropas loe presunto* responsables, en la* 4«
horas en que el Jues de Instrucción de Turno Dr. Caí rol i
no llegó a tomarles declaración? ¿Y quien baleó a Da­
niel Cabrera frente a la Facultad de Arquitectura, cuan­
do se sabe que Ion dispara» partieron de un automóvil .
policial y había allí trescientos testigos, entre profeso-
res, el propio Decano, estudiantes y vecinos? No creo |
qug todos se hayan confabulado contra el Gobierno-
---- . ..... ...... . ......... ......... . ....— I.—...... . . -
P.ua todo eso estamos esta Boche aquí. Formulo aho­
ra estos comentarios para eonteiriar algunas afirmaciones
que hizo el señor Ministro de Defensa Nacional y que,
m ejercicio de su atrecho, pidió que no ue Je interrum­
piera.
Después voy a ha.er algunas acotaciones a las ex- ,
p.cab neJ que acaua de foimmar el .'tenor senador ü»<n- ,
loro ai fijar Ja posa ton de su sector político, que me
l'.ui urjudo italmcntc descomrertoUo. Advaulu que >u sec- >
un volara una prorroga poi »exenta días mas. Dice que ,
lo hará con limitaciones, pero jo, quu tongo muy bue­
na memoria y no necesito recuiir al Diaiuo de besio- .
r.es, recueido que el la de abul el sector Por Ja Patria
fijo usía misma poskion, iiucicndu un agregado en el
sentido de que el vetado de güera interna y la suspen­
sión de las garantías indlvmualeu no podían ir mas alia '
do lo que la disposición constitucional dispone. Todo el
país sabe que a partir del 15 du1 abril pasaron las co- ¿
sas mas horrendas en el país y nosotros —no noy, en la :
Asamblea General; tiempo tendremos en el berrido— va­
mos a dar una mmuciotia información, a través de mas
de ciento cincuenta o viento ochenta testimonios de lo
que ha pasado en los distintos cuarteles del país. Ha­
blaremos también de hacinamiento en que viven los re­
cluidos de la caicel central, evidentemente per judie tul, y
con gente que ha estaoo incomunicada por sesenta o se­
tenta dias.
Para nosotros, ios hombres del Frente Amplio, la op-'
clon es ciara: la suspensión de garantías individuales se
v<»la o no se vota. Anunciamo» qte nosotros no la vota­
remos. A través de twtitudes im«medias, aun con la
mejor buena disposición con que sean adoptadas, se des­
cargará sobre el país una guerra. Nadie se puede enca­
bar en torno a esto, porque es evidente que aquí no habrá
paa, ya que también es evidente que no se la desea y se
acude a loe instiumentoe Icgahu que provocan todas estas
Alt unciones. w
8e habla de la Ley de Seguridad del Estado. Hemos •
batallado contra eso y el señor senador Míchennl - que
está aquí presente— durante trein a horas, precisamente,
coi» lo.< demás compañeros del Cuerpo, trato de demoe-
trar fehacientemente Ja fnconstítucionahdad de la ley.
Y lo huso a través de un testimonio de veinte especialista*,
entre l<,s cuales solo dos, timidamenle, hablaban a favor
de i¡i uik iHiiva: el doctor Puysoé luye» y el doctor Pache-1
co Aere, este ultimo Prosecretario de la Presidencia, 1q4
que invalida su pronunciamiento. Y nadie levanto la vara
pura decir que no; que todo esto era una oonfabuiaciósO
tremenda contra el Gobierno, pan, hacer aparecer comeo
inconstitucional a Ja Ix'y de Seguridad del Estado —quw
sin duda lo es.
Al cierre de esta interrupción quiero preguntar en
voz alta: la Suprema Corte de Justicia, a la que se ha
hace muchas días, ¿precisa tanto tiempo para expedirse '
sobre un hecho tan claro?
Simplemente, dejo esto como una interrogante.
■■■ ir-„r--- ---- - ----- . ... ,.... , -— , . ....... jJ
/Í.P. i\
..
23 o 4 5
1 8 8 a
 EKHO, Enrique

A'Janlltffc Ganara)

TKMA: ENF! ENTAMIMTOS SUHVI.R.il VOS.

.'»•>« I An y «*» 11 *»mb r»*/97^

SE.9OR ERRO Y el «ertor Ministro dería '^n en-

frentamientos". Tengo que hacer una rectificación hiv
¡ tonca, porque no quiero que quede en la Asamblea esa
I expresión “enfrentamiento«".
I
1 Cuando ha habido enfrentamiento« y cae uno u otro,
no he dicho absolutamente nada ni he levantado mi
voz. Pero cuando suceden hecho» distintos y se catalogan
de “enfrentamlenloa", ai quiero hacer punlualleuclones.'
En la casa de la callo Pérez (lomar la» Fuenms Con*
tuntas a seminaron a Hchroeder, a Candftn Gralale». a
Illanco v a Ihwlhi. Y <iu> ei verdad, porque no tenían ar*
mus: estaban comiendo. I'lao ademan que «unndo toca-
ion a la iHiriia del Esrtibuno Mnrtirrna. éste fue ase­
sinado Cuando su mujer salió, manos en alto, le dijeron
que con ella no tenían problemas; la dejaron caminar >
dos pa-os v la acribillaron por la espalda. E; o no e» en- I
Icenla miento Podría seguir señalando ejemplos, como el
< a, i de Areoia. a quien arrasaron con tiros de ametra-K
Ihvion; o como »'l de esta muchacha a que me referí!
hoy Beatriz Cecilia Olannrelli, muerta en un café y que,
.'ejü’ni । I paria de las Fuerzas Con tuntas, fue en una cs-
i (/lina (liando intentó resistirse En otros casos nunca'
a i ».'troció el arma del presunto tupamaro que »e habría'
resistido a las Fuerzas Conjunta». -

rodrin ecr útil que lodo eso w discriminara para la*

historia de este debate, a fin de que se sepa bien cómoj
,'on las rosas. Y no tengo inconvenientes en que se haga
! otra información robre los muertos de las Fuerza» Con-?
! tuntas, en las condiciones (pie pudieran haber ocurrido.
Pero lo qur no puedo aceptar <?< la palabra “enfrenta- i
miento ", ruando no fue eso lo (pie sucedió; cuando todo i
el país cono’e cómn se produfrron esos hechos Hay per- ¡
.•onas que han dado su apellido. He trata de cosas muv ¡
conocidas, qur no Inventé yo; qur repitieron cantidad i
de personas que no tienen nada q te ver con nuestro p»n- 1
«amiento político como integrantes del Frente Amplio;
que son militantes de otro» partido». Por ejemplo, cuan­
do el asesinato de Rovira, un muchacho de diecisiete
artos — y posteriormente se supo que no tenia ninguna
vinculación con el Movimiento de Liberación Nacional
( .cuché al senador Va» hacer la primer denuncia en el

‘ Senado «obre la prisión del matrimonio Rovira. Luego de .

asesinar a mi hijo, mantuvieron preso a ese matrimonio, j
y tengo entendido que el »enador Vaf dijo en aquella ¡
oportunidad que no se sabia dónde estaba detenido: es*
tuv>uon tres o cuntió me r« en esa shuación. Y el rna-
trimomo c-niuvo tres o euta’.ro mese» detenido. Yo no to f
conocía; lo vi hace me»*i en el Benado, cuando segura* „
mente iban a hablar ron algún •HMvr Henador. i

Lk> manera que ahí no huhq un enfrentdmletito,

imputaba mucho decir qie una reeUíiea*|
nón. i
8i «e dtera nombre tor ocwntwe. debmnlaan*» la fa^l
cha. Mentado por atenudo Iwd uwr MeM WmdrfcWBdar
una visión integra» que ahora na eocMM’Kutaooe. aatwo
I el señor Ministro no tenga los datos en estos masnetjUÉg
■ o su información tenga un carácter rtobsl rHar’onadM
! con enfrentamientos o muerte» o e.omo decía el
Ministro relativa a* tal»)<>#«♦ iocaerw o M» íaerW;
Declaro (pío mí la información se diera día por día, esttN^
dispuesto a ('»cuchar. jxuque esto no me fatiga. Re tratad
de umt Inhumación que debe llegar a la opinión publtaK
y. representando un poco a un sector popular, qultf^fi
saber de qué «a trata.
........ n______ -■ *- - * •
»*>->***« •*•*•* * "

1 8 9 I

As ambi e» General
TEMA: h’UKVOJ ¡RUI0S
Sesión ¿?7 y í’P s et i «mbre/972
8EM)R ERRO. — El señor Ministro ha mencionado
una cantidad de grupos que, según él, atentaron contra
el país. Tengo que colaborar agregando un grupo que no
lo he oída mencionar: el de compatriotas que recibieron
coimas o comisiones millonarias de una firma española,
Mercadea hecho que está probado en la Comisión In­
vestigadla de Ute, una de cuyas actas tengo sobre mi
mesa. Hay comisiones hasta de | 100:000 000 que no fue­
ron negadas por el renunciante Presidente de Ute, que
favorecieran a compatriotas, entre elloe el señor García.
Capurro, tat como figura en la página 32 del acta de la
Comisión <2 i la sesión del 0 de agosto de 1973. Hay aqui
denuncias muy jugosas y el reconocimiento de estos he-
choa delicti vos,
Tengo que agregar éste grupo a la lista del señor
Ministro d<il Interior, porque me parece muy importante,
ya que por este camino vamos a transitar cuando haga­
mos uso ds la palabra. No son inventivas; aqui están los
documentot; se trata de la versión taquigráfica de una
sesión de Ja Comisión investigadora de Ute de la Cá­
maro de Representantes, en la que han intervenido los
compañeros Etchegoyhen, Turiansky y creo que el señor
diputado Olivar Cabrera también ha estado presente. Es
hecho d’ los más graves que conozco en la vida par-
^■neniarla: el reconocimiento de que se ha tomado un
I ente - Ute- — para recurrir a empresas extranjeras, ob-
teniendo cuntid mi es de dinero hasta del orden de los
' 3 100. OOO.OOD. Además, con una declarar ón del Presiden-
i te del arpar lamo. Percha Rcverbel, diciendo en una parte
del interrogatorio que se lo hace: "Siempre ha sido preo-
cupación d< Ute buscar la forma de evitar estas comí- I
siones, perc desgraciadamente resulta casi Imposible"
Esta confesión es realmente horrorosa.
Por lo expuesto, creo que este grupo merecía figurar
en la lista del señor Ministro. Además, con esto contesto
al señor Ministro de Defensa Nacional, porque cuando
hablé de ladrones insertos en el aparato del gobierno
—que, además, actuaron antes, en el Gobierno del señor
Pacheco Ai eco que se encuentra de Embajador en Espa­
ña, y tamt lén ahora—, me refería a rote tipo de cosas.
Quería señalar esto. Por otra parte, voy a abundar
en detalles al respecto que, inclusive, los compañeros del
Frente que están en la Comisión podrán probar. Voy a
abundar respecto a esto, voy a leer con más detenimiento
y voy a arregar el conocimiento de rotos hechos, a los
efectos de que el país eonrotsi por anticipado el pro-
nunclamiento que tendrá luego te ComiMón Investiga-
Lo qu< acabo de leer son las palabras oficiales de!
Presidente del ente - que acaba de renunciar— en el se­
no de la Comisión Investigadora, respecto a las cuales
no he niütado una sola coma. El señaló que evitar las
romisuonro de este tipo ha sido Imposible. Se trata de
una confesión del Presidenta de un Directorio importan­
te como el de Uto, con tremendo« y cuantiosos intereses
j que se provecían al exterior, lo oue configura algo real-
í mente grave que a m ogo íi los hechos gravísimos a que se
I refiriera el señor diputado Trías en 1« turrte de hoy, (le
grupos de banqueros -- (aso del Hunco Mercantil do
frigoríficos etcétera. Creo que i>or ahí ♦enemos que ca­
minar sí q ¿eremos realmente hacer una cosa útil para el
país.
t •-Rorro» aáveila» que ci M*fk>r Ministro no tenis porqué
• tener este grupo en su nómina, y creo que si valia la fs-nn
i detenernos un . minuto para exponerlo a la Asamb’oa. De
i todos minios, vuy a tratar más en profundidad este plinto
’ cuando haga uso de 1a palabra sobre el tema. ■J
} Adí'jnL»', quiero ilcpir phmlcsidus al señor Miniati o dos
| preguntas, v un hecho muy grave que ha acontecido en )n
। Asamblea funeral. No tengo entre mis recuerdo«!, por lo
' menos, que yo ha-.a pre^miciado alguna voz una actitud como
la de c>t<w dos Mmi'djo« de Estado. El señor Ministro de
^wáanal y el señ-a- MfnMro dal Interior han reco-
noe?*; r-f'1 forma expresa que han violado la di jn, lulón de
la AmBrIA«a» cuando autorizó la .atpipemíón de Jas paran-
tía« mdívw vate* A Por qué? Porque están reronoelerido en
fortnn dlNctn que han ido más allá de la deposición cons­
titucional y del mandato de la Asamblea. Retener n una
jerviru d'ironie tres o cuatro meses e» un acto vlolatnrlo
-le 1ro 44« xmíciúnes constiturkmalro. y excede el marco dr
11* jroolro'«ów respectiva ríe la Asamblea.
que no había Juan» icuftaMites o que tenían
¡au,<M.-HU» ce
rnuaboa jmroro L» único que sro vale ro dedr que ha habi­
do Una vk Iación constitucional exprese. En mucho« r««/* l.i
ERRO, tnrljue
QUE ATENTARON' CONTRA EL ÍAld.
gente ha estado Incomunicada durante cuatro meses? Eso
lo saben los señores Ministros. Yo mismo he hnblado en
alguna oportunidad con el señor Subsecretario de Defensa
Nacional «obre el caso de Salto. Estuve haré tres domin­
gos allí y había setentl y wí* imhsohus vrlntu muleros y
cincuenta y seis hombres , y algunas de ellas hacía cuidto
meses que estaban inrr.momeadas, Recién ahora parece que
I el Juez está por ir: re< ién se ha abierto alguna ixisíbilldad.
I de acuerdo a lo que -‘a; el momento o|Matunc planteé al
Sub<ecrvt.n i<>. Me dijo que habría visitas. No había visi-
j tus, ni eorrcsjiondenMa entre loa presos y sus familiares.
: Hechos como éstos »e catán produciendo con-dAnfemen-
' te. Tengo una denuncia muy ijrsve de Durazno, del Comlt*
de familiares de prest» políticos, que leeré también en el
A momento ojiortuno. Quiere decir que hay aquí viciación de)
i Poder Ejecutivo de la resolución de 1» Arsmbiea Genera),
y queremos que esto «e düuaíde.
ti
En ticgundo lugar, me interesa precisar utrü asunto. Leí <
Jas netas ríe la Comedón de Hacienda del Señado, en ins
que el señor Ministro reconoció que ae batían gastado
$ 20.000:000.000 en esta lucha contra la subversión. Perao- i
nalinvnte creo que es mucho triAs de esa cantidad. l’ero me :
• Importaría que. como integrante de ¡a Asamblea General. >
| pudiera tener aere-»»» —no «e cuál será la vía- - a toda la -
» documentación sobro esos 3 .20.000:000. (MX>. porque aseguro j
al señor Ministro que hay integrantes de las fuerzas Con- '
juntas que cuando van a una «ntactón de servicio a cargar ,
I nafta suelen convertir el vale ct rrespondiente en compra de
licuado»as y otros objeto:, en determinados lugares. Afirm <
¡ ¡ también que me consta - -y no tengo porqué dar nombre»- ¿
que cuando se presenta la doci mentación de ciertos gestos 4
I ; de alimentación, ciertos gasto* do la tropa por cantidades £
; , muy importante«, etc , no agregan loe comprobante» Í
i . respectivos. j
i puede tenrinar en un.,
P<>r eso digo (pie O'< -v -i esto
| investigación del Simado que nos permita analizar er,o« ,*
J 20.000 ooo (XM), o bien tener los comprolMintA.i de en qué ?
| forma so gastó esc dinero
Tengo profundas iludas dr Mías estas cosa». Debo de-
cirlas con absoluta lealtad, por dos o tres hecho.* que c<‘- -
nuzco. No se sí el señor Ministro o el seño»’ Slubserretarlo
oe Defensa Nacional podrían afirmar rotundamente que para
rada gusto retá <d comprobante correfq»ondf?nle. Crm que
sobre esto se están haciendo r’osas muy graves. Desde luego J
que no voy a comete» In ingenuidad de decir qué rl seftovj
i Ministro del Interior o el señor Subsecretario de Defensa &
■ Nacional conocen estas cosas. No digo eso, pero sí pido que
se habilite a la Asamblea General —a la que a inl juicio,
P'U a. <r I" u ' ^tj'u<
podamos investigar la forma como se ii<u» gastado los*
3 2(U)00;000.0ñ0. Doy casos concretos, y digo que vale« de
nafta se transforman rn otra cosa: agrego que hay gasto«
que no tienen comprobantes correspondientes en la propia
('onladuria en la que, sin emixirgo, se han librado las ór-
deoe* de imgOL.
No estoy dwiendo - )<» adaro bien paia evita»- malo- I
,entendidro- ' q'M» ew culpable de esto el señor Ministro Ro-
Y»u( ni <fl Ministro de Defema Nacional, ni el Subsecrotr»-
»y> <ifl líete»sus Nacional; es probable que m» haya esca-
11 atlrojido de su« mano» el contralor de gnsdos tan imfK.rtantes.
|n| nin asombra que, frente a esto» $ 20.00C :000.000 - -que
siglo entendiendo que son más— haya ahora en el Senado
un provecí > d<> 3 3.500:000.000 para 1« llamad» lucha contraa
Según tengo eníendido, »‘.«te proyecto fue apNbudo <•»'“
la Comisión por todos «u< miembros, con v>cepció»i dd re­
presentante del Frente Amplio, el señor ser,ador Rodríguez
Camuroo, que fue el único que m opuso a esta h»cura de
> dar $ 3.500:000.000 mée.
Dejo toimautedroaatro aproateMoiMNi para que se me con-
i íeste en el momento debido, aunque más que respuestas lo
í que debemos buscar son caminos para que nosotros, los pm-
j pi<M» legisladores, podamos Investigar a fin de llegar a la
confirmación definitiva de si realmente se 1ro gestado este
uuuhi de dinero lan tremenda, en momuntro en que no hay
-------------------------------------------------- ------------ --------- ----------------
»wm «os para la e cuela pública, para la* p »ñclínicas, cuan- ,
do cu ios ho< j>ltales no hay camas para Ion enfermos y en?¿
rnomenioN en <!•!<> los médicos tienen que salir a comprañí
medxwnimln« con *u propia dinero. Declaro que frente
■ una situar-ión de eMe Iqx», el monto <te dkiyro qtW «e
parece una taiibaridad, una nv»nsf nio-ldad 7 * -¡¿s»
I ' • • ■-- ---
do afirmo que a »oí juicio la investigación junliá, en defi-
n itiva, M verdad rwpecto a las cifra«, e insisto
personales a ios señore« .
: en <l»te^W
Mini i LMW
L .■ .....A..

Asainb 1 .»a
TEMA? UUEV03 GRUPOS QUE ATENTARON' CONTRA EL FaIS.
Sesión 27 y
SEÑOR ERRO. —■ EH señor Mlnlstn ha mencloufttlo
una cantidad de grupos que, según él, atentaron contra
el país. Tengo que colaborar agregando an grupo que no
to he oído mencionar el de compatriotas que recibieron
:otmas o comisiones millonariax de una firma española,
Mercadex, hecho que está probado en a Comisión In­
vestigadora de Ute. una de cuyas actas tengo sobre mi
mesa. Hay comisiones hasta de f 100:000.000 que no fue­
ron negadas por el renunciante Presidente de Ute. que
feetarec taren a <*c«n\patxtatas. entre elkv el aeftor Oaj^UL-
Cupurro, tai como figura en la página 32 del acta de Ja
O »misión de ¡a sesión del 9 de agosto do 1978, Hay aqü
denuncios muy jugosas y el reconocimiento de estos ba­
cilos delictivos.
Tengo que agregar éste grupo a la lista del señor
Ministro del Interior, porque me parece muy Importante,
yiii que por este camino vamne a transitar cuando haga*
tros uso de la palabra. No son inventivas; aquí están los
documentos; se trata de la versión taquigráfica de um
sesión de la Comisión Investigadora de Ute de la Cá­
mara de Representantes, en la que han intervenido los
compañeros Etchcgoyhen. Turiansky y creo que el señor
diputado Olivar Cabrera también ha estado presente Es
■ jmíi hecho de los más graves que conozco en la vida par-
Mlnentarla; el reconocimiento »le que se ha tomado un
! eiite Ute - pata recurrir a empresas extranjeras, ob-
I temiendo cantidades de dinero hasta del orden de los
$ 100:000.000, Además, con una declaración del Presiden-
I te del organismo, Pereira Reverbel, diciendo en una parte
del Interrogatorio que se le hace: "Siempre l a sido preo­
cupación de Ute buscar la forma do evitar estas comí-
sienes, pero desgraciadamente resulta casi imposible”.
E»(.a confesión es realmente horrorosa.
Por lo expuesto, creo que este grupo merecía figurar
en ii>u del señor Ministro. Además, con esto contesto
al señor Ministro de Defensa Nacional, ¡M>rque cuando
hablé de ladrones Insertos en el aparato del gobierno
-due, además, actuaron antes, en rl Gobierno del señor
Pacheco Arpeo que se encuentra de Embajador en Espa­
ña y también ahora--, me refería a este tipo de cosas.
Quería señalar esto. Por otra parle, voy a abundar
en detalles al respecto que, inclusive, los compañeros del
' Frente que están en la Comisión podrán probar. Voy a
abundar respecto a esto, voy a leer con más detenimiento
y soy a agregar el conocimiento de estos hechos, a los
* efeutoa de que el país conozca por anticipado el pfo-
npnclamiente que tendrá luego la Comisión Investiga -
Lo que «cabo d« leer son las palabras oficiales del
WuiMdente del ente --que acaba de renunciar— en el se­
no de ¡a Cernir ión Investigadora, respecto a laa cuales
no he quitado una sola coma. El señaló que evitar laa
coultlcnes de este tipo ha iddo imposible. 8r trata de
: una confesión del Preside nW de un Directorio tmporten-
te como el de Ute, con tremendos y cuantió«» Intereses
qui? se proyectan al exterior, lo que configura algo real-
mente grave q le agrego a los hechos gravísimos a que se
I reí telera el «erar diputado Trías en la tarde de hoy, de
| gr,:.pos de banqueros —caso del Banco Mercantil—, de
j frigoríficos, etcétera. Creo q^e jior ahí tenemos que ca­
minar si queremos reahuenU hacer una cosa útil ¡Mira el
/ pa¡,5.
lJ',¡ ;,d\ci i,., rpH' eoor Mhnstri) no lenta porqué
• tener e*te nup«> en su nómina y creo ipa- >,| vaha la |wna
l tittiinenici* un matute pata <-i./><»nerlt• a lo A amh'e.i De
1 toiiH WíXÍos, voy a tratar má; en profundidad este punto
‘ cugudo naga uso de la ¡Mtlabn «obre el tema.
I Además qoier»» dejar plañí’atlas al señor Ministro dos
* preguntar, y ur. hecho muy grivp que ha acontecido en la
, AMuablar. General. No tongo <mt re mis recuerdos, por lo
TOS*,«u que yo hava presenciado alguna vez una actitud como
la gi» estos dos Ministros de Estado. El señor Ministro de
Defensa Nacional y el señor Ministro del Interior han rico-
' i rn firma expresa qi‘o liad violado la disposiefón do
la Asamblea ruando autorizó la suspensión de la« garan­
tías indll idual«'h
fot’bli' da h‘:'l i i>t O/6¡t lililí hl ll¡r:ff r'lk jón mtf'o
iHtajtemd y Ge i manda l.o de la Asamblea. Retener n una
jwscm »¡orante tres o cuatro meses es un acto violatorlo
excede el marco do
te que no habrá Juec’w nuffeientrx n que h-ni/m
»•« fN-e»r*. Di único que me vate es decir que ha habí-
> i«|ii ií-/¿»cióri c*inst.it«icHmaí e<prc»a. En muchos casos: la
KKRO, Enrique
General
p-i¥>
fSutiembre/972
gente ha estado Incomunicada
lo saben los señores Ministros. Yo rubtmo ha hflbladó Mi
alguna oportunidad con el señor Si’tisecretarlo de Defensa
Nacional sobre el cuso de Salto. Estuve hace tres domin-j
giw allí y había intenta y seis jx'isonas veinte innjoiWjM
cincuenta y seis Immbr«'., . y algunas «i«’ rilas harta «natío
4
meses «pie estaban incomunicadas. Recién ahora parece «pie ]
el Juez está por ir: recién se ha abierto alguna 1 wisíbíliited, 1
de «cítenio a lo mío en ol momento oportuno planteé al I
S-itavM:«*Me u’a» «jue bahna vu<tnis. N,»
he. ni corrrs|MMMl**nci« entre U» presos ,r su» farntliares
Hechos como éstos «e catán produciendo cointautemen-
<<’. Tengo un» donan« la muy grave de Durazno, «leí Cornil*
de familiares de presos políticos, que leeré también en el
momento o|«orti»n«». Quiere decir que hay aquí viola« ión del
• Pnder Ejecutivo do la resolución de la Asamblea Genera!,
y (pjensnos que esto se dilucide.
En feCKuniio lugar, me interesa precisar otro asunte. Leí
hu, actas de la Comisión de Hacienda del Senado, en Ja» •
«pie el ««»ñor Ministro rec« «noció que se habían gastado V
$ 20.000;lMK).UOO «mi esta lucha contra ti subversión. Perso« ?
nalmente creo que e» mucho máa de e»a cantidad. Peni me >
imimrtaría que, como integrante de la Asamblea General.
। pudiera tener accedo -no «o cuál «erá la vía • a t«xia la %
। ilo«’umetítiu'ión sobr«* «xso!i $ 20,000porque Aseguro 4
1 i.l «enor Minisi»'<■> que hay Integrantes de las Fuerzas Con- '9
• •untas que cuando van a una «stacíón de servicio a cargar
nafta suelen convertir el vale correspondiente en compra de
heuadoruH y ohos objetos. en determinados lugares, Afinn«>
también que me consta y no tengo paqué dar nombres
que cimwin se presenta la documentación de ciertos gastos
de alimentación, ciertos gastos de la tropa per cantidades
muy importante«, etc , no se agregan las comprobante«
’•esportivos.
Pur dií-o que no se *1 esto puede terminar m un.« ,*
cnh
.uventigacW'n de! 5?en;,'Jn q ;e ry* permita analizar «0*1
$ 30.000:000 (ICO, o bien tenor k>* comprobantes de en qué |
forma se gastó «\se dinero
Teng«» profundas dudas de todas estas cosa.'«. Deba d«>-
cirlas cmi «Iwohi’a lealtad, por «lo? o tres hechos que i>>- s
No ni el señor Ministro o el señor Subseeretari'i y
<ic Drleiisíi Nacional ixslrian afirmar ndundamente «pie pera
«ada gasto ««sté «’I comprobante corráis »nótente. (Tro que
sotar esto se- están haciendo cosas muy graves. Desde Jurero
«¡un ñu voy 1 cometer la ingenuidad do «leoir que ol señor f
Ministro del interior o el señor Subsecretario «lo Defensa
N/ielon.iJ eon«K-en ed.i - cosíe-. No digo e,.o, pero si pid > que
se habilite a la Asamblea General a la que a mi juicio,
debió tenerse «.•onGirntementa informada pata «|'to novdros
poblamos investigar la Forma cómo se han gast.«.lo F>s'
$ 20,000¡000.000. Doy casos concretos, y digo que vales de
r.afta se transforman en otra cosa; agrego que hay gastos
que no tlenei comprobantes correspondientes en la propia
Contaduría en ¡a que. sin embargo, se han librado las ór-
donen de pago,
No «pstoy diciendo - Jo aclaro bien para ovil ;>■ malo- ।
entendido«- • q»ta es culpable de esto el señor Ministro Ro
ira, ni «I Mmtetro de Defensa Nacimml, ni el Siih .ocrehi
iV» de Defeniwi Nacional; «1 probable que «e ha va «»sea
h uímAteo de su« mane* el contralor de gastos tan lmi»mtantes.
mj mp asombra que. frente a estos S 20.000:000.000 que
siglo entendiendo que son más— baya ahora en el Senado
un provecto óe I 3 5<J0:(XX)XMM) par» la llamada lucha contri«
la Hubvmlón.
Según tengo entendido, este proyecto fue aprobado en
la Comisión fwir todos sus miembro«, con excepción del re-
presentante del Frente Amplío, el señor senador Rodrigue»!
< ’¡unusso, que fue el único que se opuso a esta locura de^
«lar $ 3.500:000.000 más.
Dejo formuladas estas apreciaciones para que se me c«>n-l
teste en el momento debido, aunque más que respuestas lo
que debemos buscar son caminos para que nosotros, los pro- I
-4 píos legisladores, podamos investigar a f.te de ))<»gar a la
confirmación definitiva de si realmente se ha gastado esta
masa «le diñe»•<» tan tremenda, en momentos en que no hay
)—»■<» i»............ —--- -------------- ------ -7
líTiH f'O ) pma la r cuela pública, pata te» )»olie!(nicas, cuan­
do en los hospitales nu hay comas pura los enfermo» y en-,
! momento» en que los médicos tieneft que »Hite a comprar«
medir«tmirnUm su propio dinero. Declaro que frente AU
! una situación de este tipo, el monto de dinero que «o pM||
parece una barbaridad, una monstruosidad. *
।> <ih 1.111'1 < , < 1 11 • । > । < i 11c 15 < ¡<101 «u1 mi lenguaje cuan-
d i .dírmo q o» 1 mi juicio la invcstteación podrá, en defi­
nitiva, establecer ¡a verdad respecto a hw cifras, e in-ist«» ,
on que„no <?>t«>y haciendo cargo» personales a los señores .
Ministro» ydBgbeeavtaHa« prawmteB.
 ERRO,
As a -.y ! wa General
TEMA: GUólENSlON JEGUKlhAt INDIVIDUAL*
Sesiones 27 y 2R ®etiembre/97^
29 y 3<> nnvi »mbr«/9?2
SEÑOR ERRO. — Estas resoluciones de la Asamblea
General en cuanto Wprorfóvar la mispensión dé la* ga-
ranMM dÜMH’Vtóaalew'le dejan a uno la impresión o el
sédlmei.to político di' que de alguna manara la Asam­
blea General Legislativa está perdiendo el Imperio de
sus potestades y esté trasladando ese poder político que
desea reafirmar el señor diputado y en eso rs» unios de
acuerdo— a fuerzas que torman parle del iipivato pa­
latal, pero nunca en la función que vl-men cumpliendo.
Cuando el 15 de abril lo dijo al - una vrz grúfini-
«lente- .se apretó el botón y salió el Ejército u la ralle,
b me hice esta gran pregunljr ¿Como liara la /Is tm­
ica GenrrcJ !xí-islntlvu pa-*i mx- <-a- E;. jeito vuelva a
uní Jurar* r.rza!ei y <".*//; ce í- na? ‘ Suponta'tmus .
que la suspensión de las garantías individúale» se pro-
*.................. .. 1................ — 1-.... i......
? troga por vesentfi dias, de acuerdo con una moción que í
ha presen* ado ei Partido Nacional, y que dentro de eso« 1
¡ seaenta días haya é» mil, cuatro mlí, cinco mil y He- ;
«uemw a dice mil tiompatrlota» más detenido». Enton- .1
■•■es, tomo para ral la reflexión que hixo un General del 4
Ejército -no voy a cometer la imprudencia de menclo*' |
narlo—■. qje dijo en un. corrillo de amigos: "Y después j
< qué Lar ? nos?”’. Creo que esta es la gruí pregunta que í
la Asamblea General Legislativa aún no se ha plantea­
do Después, ¿qué hí reinos? ¿Hs posible mantener en Jas
cárceles por cinco, diez, quince o veinte años a cinco
o seis mil rompali otas? ¿El Uruguay puede darse el
I hijo de lerer em e'rudos, prácticamente para .siempre,
a cinii uio.s iihi111e< a pr' fr.amialrs de gran jerarquía,
;» iinen'ad mi-gniiu <i.s? ¿Puede hacerlo? ¿Hay algún
irus en Amciica latina que en al'-.unu oportunidad, in­
clusive de enri 1 ntuma iiios muy duros, haya podido man­
tener un régimen o un sUtema de esta naturaleza?
_ } vo (l>>o: por cada perdona que se detiene. ¿ruán-
■Los familiares, cuantos amii.’.os, cuantos vecinos, cuantas
personas caen dentro del centro tic irradiación del de­
tenido? ¿Cuanta -ente ui .sintiendo fastidio c Incomodi­
dades, sufr.eudo allanamientos hechos en la madruga­
da? ¿( llantos tendrán que sufrir detenciones durante
tres o cuatro meses? Porque sabemos que muchas veces
después que el juez militar Ion interroga y los de|a en
lib ertad, posteriormente esa libertad no se’ con.duue. En
cada hombre y mujer del pueblo, en gente sencilla que
hablaba un lenguaje pacífico, que no se entremetía en
ninguna otra cosa, ahora uno oye cosas diferentes. Eso
ocurre, oor ejemplo, con el productor r^molachcro de
Canelones, que lo único que hacía a veces era protestar
un poco porque no le fijaban un precio Justo o porque
Ha usa le cometía algunas arbitrariedades; ahora habla I
otro lenguaje, y es agresivo Lo mismo podemos decir del
productor de la cuenca lechera, de los productores, en
general, cel obrero de la fabrica y d?l trabajador de la I
odmjnísij.irjon pública, I
ri;
Píenlo pxrn mi que Aquí hay una enix'cle de zecht-
n'iml*nto de lodo el luego constiliKÍonil y parlamenta­
rio; que rada vez vimos teniendo menos fuerza como
asimilo del pudor pohtho soberano y c -nm rrprrsrntnn-
tp < dc| pueblo, porque en estas actitudes y en estas dé-
ri.-,!ones vamos dejando algo do lo que es enteramente
nm .tro, en favor de otras fuerzas que en determinado
, uiomeiit i como Nut ede ahora, están gravitando en el
1 EL tormo uruguayo, cosa que no acontecía an­
teriormente,
Hago esta brevísima anotación porque inclusive me
vría tentado de citar no ahora: no sé si después lo
haré , una pieza brillante de un hombre ron quien tuve
discrepancias desde la adolescencia, que fue el doctor .
Juan Andrés Ramírez. Nunca mili té en su corriente, pe* -í
ro ello no obsta para que reconozca su talento. 1
El planteó una vez en los cuerpos parlamentarios loa /
rleogus de la militarización de los servicios y después los
editmializó en su diario, y ahí está en los Diarios de Se- ,¡
■íionrs del Parlamento, aquella pieza enjundiosa y pro­
funda. Como hay también de Washington Reltrán pa-
dre ii’e.s o cuatro intervenciones muy importantes, que
van jalonando el proceso histórico en cuanto al milita­
rismo uruguayo.
Desde li¡r'"o. hay distintos estudios que se lian rea­
lizado. hay un libro úe Ramírez, bastante conocido, so­
bre el tema, sobre la crisis continental. El compañero
d'putado Trías se lia ocupado también de ello, no sólo
en sih Interven, iones parlamentadas, sino que ha lle­
vado al libro Inclusive la experiencia peruana en esta
instancia.
Esto lo <lejo romo una exterimiziickn de mi espíritu
a la expo.iekm que está haciendo el señor diputado La-
callc. ruando en su primera parte expresaba, categóri-
n y hijuntamente. como una expresión incluso de ju­
ventud dentro de la Camina, el deber de todos de for­
talecer, de vigorizar e.si* po ler político; pero advierto una
< oní1 idicrími en quien afirma estas ideas y luego vota •
la prorroga de la suspensión de ¡as garantías individua- ।
les? Creo que ahí hay una contradicción de íunuo. y no i
de forma, que quena señalar cordiuhnente. j
. ..... .. ~ •— - ~ • —*“* •' **”*'
Zf.u Cf
J, □
(
 SENIOR ERRO. — Participamos del criterio del com­
pañero señor diputado Tría», que a continuación éFrae^
ñor Ministro de Defensa Nacional dará los fundamento*
por loa cuales el Poder Ejecuti vo «oi i cita una nueva pró-
rroga de la suspensión da las garantías individuales.
Pe*v nosotros no podemos salir de nuestro asombro fren­
te a la lectura que ha hecho <*! señor Ministro del In­
terior, de lo que él pretende doctrinariamente —dijo—■
ser la fuente inspiradora del Mensaje del Poder Ejecu­
tivo. Con todos los respetos del caso, tengo la sensa­
ción de estar escuchando una composición de fin de
curso escolar, porque no se puede en la Asamblea Ge­
neral legislativa, frente a un hecho de la gravedad y
trascendencia de suprimir kis garantías individuales, no
decir nada o expresar algunos conceptos que realmente
pueden ser refutados de inmediato. Creemos quo ol Mi­
nisterio del Interior tiene la obligación de hacer una
evaluación exhaustiva de ios hechos. Pero lo curioso es
que volvemos al mismo tono de la Asamblea General
•nterior. Unos días antes de que se pidiera la prórroga,
1 Poder Ejecutivo, con gran imaginación, empezó a
crear condiciones en ei país: que se habla querido co­
par la radio "Ariel'’: que un grupo de personas había
intentado no sé qué asaltos; y ahora es la radío "Rural”
la que está de turno. Yo invitaría a los integrantes de
la Asamblea General a que pasaran por la radío "Rural”
para que vean el dispositivo instalado por las Fuerzas
Conjuntas. Pero se agrega, también, que un determina-
do grupo de personas, aprovechando las sombras de la
noche, con armas cortas y con armas automáticas, pre­
tendió atacar a los vigías en la torre do un cuartel y
a los que estaban en la puerta, y que luego, en la os-
curidad. se retiraron, sin que ningún vecino pudiera
proporcionar alguna información.
Señor Presidente: éstos son cuentos de Calleja
¡Quién va a creer que a los cuarteles de este país, cu­
yos reflectores Iluminan a cualquier wr humano que
pase a cinco o seto cuadras, estos sores especiales, invi­
sibles, se van a acercar hasta con armas cortas!
Y sigue la historia, que oe ha detenido n otras per­
sonas y que se restaura el poderío de determinado mo­
vimiento, y por eso hay que pedir ceta solución.
i Yo digo que hay que venir con cosas más serlas a
B a Asamblea General. Lo que ha leído el señor Minia-
tro sería el mejor argumento para que en la Asamblea
General no hubiera un solo voto a favor de la prórroga
de la suspensión de las garantías individuales.
Es una lástima que el señor Ministro no haga el
anuncio de un hecho más grave: de cuánto se ha gas-
tado. desde el 19 de abril hasta la fecha. ¿Son pe- £
sos 20.000:000.000; S 30.000:000.000? ¿Qué comprobar*-
tes hay? He adelantado que en Ja primera sewiósi de!
Senado voy a pedir una investigación de los Ministerios
del Interior y dé Defensa Nacional, porque quiero faher ■’*
positivamente qué se ha gustado y dónde están lo* com­
probantes de esos gastos, porque me consta que en esa
materia hay irregularidades muy graves y ol pueblo tie­
ne que saberte. Voy a hacer planteamiento ya que
en la Asamblea General, a posar del «.«fuerzo y de la ¡
tenacidad; que hemos puesto, no hemos logrado que se
nos dé la información consiguiente j
। pe manera Ejecutivo orea JMW
condiciones, las imagina, las Inventa y luego isa trae •
' la Asamblea General Pasa de una radio a otra, de un
■ cuartel a otro y con esa fecunda imaginación se preten­
do impactar, desde luego, a la opinión pública, dado que
cuenta con todos los medios de información y a la ho­
ra 20 el país entero se detiene para escuchar obligada­
mente el parte de las Fuerzas Conjuntas.
No le voy a quitar tiempo, precisamente a! aeftor
Ministro de Defensa Nacional, a quien todos deseamos
oír, pero en el momento en que yo haga uso de la pa­
labra voy a analizar en forma exhaustiva un último co-
municado-de las Fuerzas Conjuntas que me parece digno
de figurar en las mejores antologías de nuestro país.
Voy a demostrar las. falsedades que contiene y, además,
las inexactitudes, los errores y el apresuramiento con
? que ha . sido redactado, porque todo esto se ha tenido
j que diligenciar con cierta urgencia.
>
El Podar Ejecutivo, asimismo, vuelve a cometer el
agravio que ya injiriera en otras oportunidades a la
' Asamblea ‘Oeheralli trae su Mensaje poco menos que"?
veinticuatro horas antes de vencerse el plazo que este i
Cuerpo votara últimamente, para tenernos acá treinta ¡
o cuarenta horas, «orno prisioneras de la Asamblea Ge- I
ñera!, obligándonos a un esfuerzo tremendo y lograr, |
después, los votos que le permiten seguir adelante con
la suspensión do las garantías individuales (Mal le hace
al país, además, en un momento en que vamos a entrar
en la temporada veraniega y el señor Ministro de Trans­
porte, Comunicaciones y Turismo habla de los planee
para atraer a los extranjeros! ¿Quién va a venir a un
país en que en cada esquina se encuentra a un vehículo
policial o destinado a ejerces la represión? ¡No vpndrá
1 nadíel ,*
¡
En cuanto a esto, señor Presidente, esperábamos que
el señor Ministro trajera datos que no ha proporetonMta^
Terminamos la interrupción porque el señor Minié»*
tro de Defensa Nacional va a hacer uso de la palabra
para dar una información que esperamos sea mucho más
profunda y exhaustiva que la que escuchamos hace un i
inatento.
* Muchas graci.is, señor diputado Trías; no deseo alar-
| gar más este incidente.
l
192 í 23 6 5
 ERRO!
Asamblea General
TEMA : INTRANQUIL.BAD,
TERRITORIO NACIONAL.
Sesión 27 y 28 se 11
SEÑOR ERRO. ■— Vamos a exponer una primera
preocupación respecto a la actitud del Poder Ejecutivo,
en relación con las decisiones de la Asamblea General,
en oportunidad de prorrogarse la suspensión de las ga­
rantías individuales hasta la hora 24 de hov
Estimamos que en este período han ocurrido hechos
muy graves, que hemos ido señalando en algunas in-
serrupcíones. sobre lo? que, por consiguiente, no vamos
a insistir en este momento. Lo que nos importa señalar
es, que cuando el 15 de abril próximo pasado Ja Asam­
blea General resolvió, por mayoría, la supresión de las
garantías individuales y el estado de guerra interno —cir­
cunstancia que el país no había conocido a lo largo de
tc«da su historia— nosotros manifestamos que la Repú­
blica iba a entrar en una situación muy riesgosa y do
1 mucho peligro y que la presencia del militarismo en el
: pioce*o uruguayo se iba a hacer totalmente visible J.íis
b consecuencias demostraron, a través de este tiempo (pie
nuestra previsión era exacta. Desde entonces hasta alio
ra, nuestros compañeros y el que habla en el Senado
y en la Camara de Representantes v también en la
Asamblea General - lian tenida que hacer uso perma­
nente d«l derecho de denunciai detenciones indebidas v
arbitrarias, allanamiento« de domicilios en horas <!<• (a
madrugada, falta a veces de objetos y hasta de dinero
en algunos domicilios, denunciada por loa perjudicados.
Vejámenes a hombres y mujeres de todo el país y dis­
tintas formas de tortura. Todo esto ha sucedido en for­
ma reiterada. Este conjunto de anormalidades, nos fue
indicando lo inconveniente dé aquella decisión de la
Asamblea General.
El Poder Ejecutivo siguió insistiendo en sus métodos
y la sangre como no podía Mr de otra manera— con­
tinuó corriendo en todo el territorio nacional, creando
intranquilidades, angustias y sufrí mientas. enUe otro«,
a una juventud que. a nuestro juicio, es una de las ge­
neraciones más lúcidas del Uruguay, a cuyo respacto ae
fueron generando actitudes de rebeldía cancelen*es v res­
ponsables, ante Ja verificación de lodo el deterioro de la
economía nacional y de los asilos sociales, gremiales
y culturales.
Diría que no hay «ector de la actividad uruguaya oue
no lia ble casi un mismo lengua te. Por primera vez las
decisiones, resoluciones y publicaciones de ia Cámara de
llldUSlr|as, dt! la ('amara Nacional do Comercio. de la
Fedet Adórt ftutál de la A«»»» t»**> hw> 1 de ¿aivaa*
clón Nacional de TnüM'Aadnrea. de ¡a« nrafanivnclonex es­
tudiantiles. de las asociar bines de jubilados, de los pro­
ductoras independientes y de las cooperativas de produc-
Enri que
ANGUSTIA Y SUFRIMIENTO EN
<>mbr o/972
rlón coincide^, totalmehte, ahí Qul ett «WUA condicione«
económicas de la República rife se puede, no sólo pro­
ducir sino, ni siquiera, sobrevivir. Frente a todo esto m
sigue, empeñosamente, una poltíica contraria a los in-
j tcreses nacionales, marcada desde el exterior, traducida,
< entre otras cosas, en la congelación de salarios y de cré­
ditos. Y como si esto fuera poco, tenemos las mtnldeva-
luaciones que van impactando negativamente —primero,
mensualmente; ahora cada 15 días— el desarrollo del
país, y reduciendo, cada vez más, el poder adquisitivo
de nuestro peso, afirmando nuestras ataduras con la
Banca internacional. En concreto: cada voz somos más
dependientes y, diría, casi una colonia. A los uruguayos
nos están estafando el país, a través de esto proceso, cu­
yas causas estamos exponiendo a consideración de la
Asamblea General.
Y así aparece, señor Presidente, la violencia.
En esta materia queremos ser muy claros.
No condenamos la violencia de los oprimidos, sino la
violencia institucional de los opresores, que causa, Jus­
tamente. la reacción de aquellos cuando ven que mien­
tras tantos tienen tan poco, algunos exceden permanen­
temente lo que necesitan.
I,a Insurrección revolucionarla, ha sido reconocida,
incluso por la encíclica papal. En "Del Progreso de los
Pueblos", Pablo VI afirma el derecho a la acción revo
hiclonarin y de que ésta es aceptable cuando se forma
un estado de conciencia para el cristiano, en el caso do
tiranías evidentes y prolongadas, lo que da legitimidad
a la violencia revolucionaria ejercida por los libertadores.
81 perduran ios privilegios con que se hace padecer
a la inmensa mayoría de nuestro pueblo, éste no tendrá
más remedio, acaso, que recurrir a los medios violen­
tos para llamar a responsabilidad, ante ia historia, a
quienes son los culpables de esta situación, en procura
de una eliminación de la esclavitud en un país en el
cual nació para ser permanente y definitivamente libre.
i liberado - considerado integramente— de .sus angustias
y afirmado sobre una continua estabilidad
En vez de solucionar estos grandes problemas de la
vida nacional, en lugar de buscar ios mejores caminos
para alcanzar la perfección del ser y del perfil urugua- '
vos. en vez de acudir en ayuda de una Juventud que pien­
sa, sueña y tiene rebeldías - y que ha reaccionado no
a optando la corrupta sociedad que sus mayores le han
dudo y ove de cualquier manera le quieren imponer­
se está haciendo, precisamente. 1c contrario.
Esto no se ha entendido por falta de un análisis se-1
rrn >. tranquilo y ahondado. Así, tienen lugar, en alguno#!*
m-qn-rnto», juicios desfavorables e injustos de la gent#|
• no li"riamcnte. califica a caía juventud de revoltoMg
y subversiva y do enfrentada al proceso de desarrollo dfll¡|
país, sin advertir que en ella se dan los mejores sentí- ■
míenlos de la orlentalided. traducidos en la íe y la vo*i
ración par el bien pábil ’<> y por la liberación d? la Re-(
pública, verdadero simo de los nuevos tienqio.s. Y asi el
Uruguay va entregando un día sus riquezas, otro su so­
beranía, conformando una conducta que no os, de nin­
guna manera, la representación cabal de su perfil na­
cional.
Lo que es injusto y lo que no podem >s acoplar sin
un profundo rechazo oe nuestro espíritu, es que no se
haga nada en un país romo el nuestro, (pie es pnm glan­
des transformaciones, que llene buen cllmu, Herías y
seres humanos capaces de traducirlo en una realidad
<on un alto destino. 81 nuestros hombres hubieran nací- 1
do en una tierra pobre, sin posibilidades y Mn recursos,
en una tierra que nada puede producir. r«i no hubiera
tenido en *4 subsuelo uruguayo inmensas riquezas, des- ,
de el hierro de Valentines y Zapucay, el manganean, el
uranio y el mármol, y los hidrocarburos en el lecho y|
(iM P|r> da 1« Plnin. rn H i»wr i*riiMI»i p»»<;
dtiamns decir que la naturulrra r»ort había dado 1« es­
palda. Pero esto no es asi y todon lo saben, observarida
los cientos de quilómetros de nuestíM ;¿7Uk*
 Entonces, tenemos que nogulr pensando que cuando
se toma como único camino la represión, no *e están
solucionando los grandes problemas, y por el contrario,
se ios está agravando; porque todo oriental, sea del par­
tido que sea, cualquiera sea su filosofía, su religión y su
ideología, esta a merced de que sea allanado su domici­
lio, de ser detenido y llevado a los cuarteles durante me
ses, sin tener vinculación con el mundo exterior. Hay
cuarteles en los que ¡race 4 o 5 meses, hombres y mu­
jeres que están allí detenidas no reciben cartas, ni tam­
poco pueden escribirlas; no pueden ver el rostro de sus
familiares, a todo esto, desde luego, hay que agregar que
están privado de la libertad, lo que va g es lando en su
; interior, un »entinurnto acerado do rebeldía que solo es*
i pera c! inmuto rn el tiempo para pode rae rellenar casi
I emmi un.i punta d ' hin¿a. colocada, en rete vaso, en el
corazón mismo de la República.
Y la prensa, la radio y la televisión se encargan, no
de ia solución de los problemas, sino do intensificarlos,
hasta giados que, a nuestro juicio, deben hacer pensar
a todos los Integrantes de la Asamblea General Legis­
lativa.
No basta tener los votos para adoptar una decisión,
porqirn la falta de razones ha<e perder el sentido de las
mayorías, y son las minorías, en verdad, las que han
dado razones y fundamentos -en tono vibrante, a ve­
ces, por {»arte de distintos compañeros del Frente Am-
1 pilo— que han demostrado, fehacientemente, que este
camino reiterado, no es el que puede conducir, digamos
en forma implacable a lo que tanto se ha llamado, en
todos los tonos, y con todas las invocaciones, el reen­
cuentro de los orientales.
Pata nosotros. e.sta medida, es de separación y de
división paro los orientales. Abre mucho más las heridas,
las que tardarán más tiempo en elcatrisar. Repara, in­
clusa, en rl propio hogar, a los padre* y a lo* hijer. y a
los hermanos entre si. * ios propios vecinos y a la gen­
te que trabaja bajo un mismo techo, en una misma fá­
brica; separa a aquellos que concurren a un mismo li­
ceo o a una misma Unive sidad, a los maestros que con­
curren a la misma escuela pública en cualquier lugar
del interior o de Montevideo.
Estas son las derúünnes que, desde luego, separan y
no unen. Lue^o, no se puede, al revea de lo que tendría
que *?r el proceso bisu rico, pedírsenos a nosotros que
reflexionemos, que meditemos y que, desde luego. no fal­
temos a la cita de esta convocatoria de los orientales.
¡ No nos pueden pedir io que en tantos tonos, hemos dls-
I puesto que resonara en la Asamblea General. Hemos he-
' cho desesperadas esfuerzas para convencer a todo el mun­
do de que no era prudente que se votara una nueva pró­
rroga de la suspensión de las garantía* individuales. Ga­
rantías que integran el capitulo de las libertades del ser
humano. Y, en un país que no tiene libertades, un país
en el que, en cualquier momento de la noche o del día,
hun cludí'tHnos pueden ser apresado», para «aperar una
justicia que no llega, v no jx>r falta de recursos, porque
íhjuí sf ha sida muy claro, sino que no liega, porque de­
liberadamente a vece«, y otras porque ul ves los jueces
no tienen Ja competencia e idoneidad suficientes o la
vocación para ci ejercicio de un cargo tan complejo co­
mo que tiene que ver, nada menos que con ¡as llb*»rta-
des individuales, ocurre todo lo que st ha denunciado
Esas demoras están agravadas, además, por aquella es­
pecie de huelga de los Jueces de instrucción militar.
Tenemos el absoluto convencimiento de que en aque-
];.>< imra • estaban sucediendo, dentro de lít jurisdicción
r. >..*• d- una gravedad Inusitada, que conmo­
vían toVa Li or-iiinn miiila:. !• ofendimos, enIonecí,
- y val« 1a pena incorporar es» -a conceptos hoy, que es-
tanMM tratando el mensaje del Poder Ejecutivo «pío ha­
bía que decir si era cierto o no, que so habla aplicado
alguna sanción consistente en ó días do arresto al Juez
Mil.Lar de Instrucción, Capitán Azaróla. El motivo. <»ra
que se había dado un plazo de 24 horas a lo» Juopof
Militare* para que resolvieran los procesamientos sobre los
pretumarlu* en tramite y, en caso contrario, que icnur -
curan,
El Supremo Tribunal Militar había librado en mos
dias, reiterados oficios a loo Jueces Militares de Instruc­
ción, para que estos informaran sobre los antecedente*
presumariales que son de carácter estrictamente reser-"
vado y secreto para el Juez interviniente. Además, ¡os
Jueces Militares hablan solicitado la instrucción de un
sumario para los miembros del Supremo Tribunal Mili­
tar, por abuso de autoridad.
Todo eso trajo, en estos meses, un distorsionamien-
to total de 1a ya difícil aplicación de la norma que le
había dado, a estos jueces de Instrucción Militar, la po­
sibilidad de poder juzgar, procesar y condenar a civiles,
por piiniera vez en la historia del país. No se no* hizo
raso en el Senado de la República cuando, insistentemen­
te, probamos ia incunslíiurionaHdad de aquel proyecto
hoy transformado en ley.
Dijimos que estos Jueces Militares iban a ser juez y
(»arte, porque son integrantes del Ejército, y que su fun­
ción de Juez no era por vocación, sino un destino mas
dentro de las Fuerzas Armadas.
Esto* hechos que no se quisieron atender, y estos re­
clamos que fueron desoídos, desembocaron, posteriormen­
te. en ese verdadero drama que vive el país: miles y mi­
les de compatriotas, detenidos, privados de su libertad;
de acuerdo al departamento de la República en que se
encuentren, tienen que esperar 3 o 4 meses para que el
Juez Militar llegue a analizar su causa.
Se ha dicho por parte del señor Ministro de Defen­
sa Nacional, que ya está habilitado el edificio donde aten­
derán los g Jueces de Instrucción Militar, los que serán
asesorados por O funcionaros, de acuerdo a la disposi­
ción pertinente de ia Ley do Seguridad del Estado.
Eso tampoco es suficiente para esta Justicia, pirque
hay muchos casos, tal ve/ cientos, rn que lo* ciudadanos
liberados por la justicia de instrucción Militar, firmada,
incluso, su libertad por el Comandante en Jefe de las .
Fuerzas Armadas, encuentran obstáculos, perturbaciones
e impedimentos que hacen que después de 15 dias sigan
sin ser liberados.
Tenemos aquí una nota que nos envían los familia-
re* do los presos políticos de Durazno. La nnta es bien
reciente, y está fechada el 23 del corriente, la que me
voy a permitir leer:
•'El 7 de mnyo de este año, se producen en Durazno,/!
las primeras detenciones por parte de las Fuerzas Con­
juntas, a personas a las cuales se le» Imputa ia acusa­
ción de pertenecer al Movimiento Tupamaro. Desde en-,«
tonces hasta hoy, queremos hacer una síntesis de lo su­
cedido. y de lo que conocemos con el afán de denunciar.-
una situación que a esta altura es trágica, aterradora, j
Irracional. Lo hacemos a sabiendas de que afrontamos
riesgos para nosotros, de que puede haber represalia* pa-J
ra Jos detenidos, pero es nuestro espíritu, el detener al--
go que se nos torna incomprensible, inhumano y que aten­
ta contra la Sociedad, que desconoce la Constitución qua
Ignora la Declaración Universal de los Derechos del Hom­
bre,
“De»de el 7 de mayo haita el 23 de setlemore la in­
comunicación de los detenido* ha sido total. No se nos ¡
ha permitido el escribir pequeñas cartas, ni alcanzarle»
nada que no estuviese peirmlt do por el Comando del Cuar­
tel General Pablo Oalarza de Durazno. Lo único permi­
tido ha sido llevarle» vestimentas y medícamenos se­
mana a semana. VesrJment*» y medicamento» que des­
conocíamos si llegaban a lo» detenidos, y que hoy sabe­
mos, en parte no le» fueron entregada», Tampoco sabe­
mos si los medicamentos y Uui vestimentas que entregamos
tod<>» los sábado» cni.re las 8 y 30 y la» 9 y media son
lo* que ello» necesitan o piden, porque ni siquiera loa
pedidos vienen con letra del detenido. Ha habido sama-
ñus en que «1 detenido nadíi pide según lo» formulario*
d»'l comando, y ha habido »libados en que nos devuelven
la ropa enviada el »abado anterior sin uso alguno. Todo
lo qu? manifestamos es lo que conocíamos hasta el sá­
bado 23 de setiembre (día er¡ que se producen ha* prime-
io4 visita» a alguno» de ten. dos ya procesados)' todo lo
 manifestado nos preocupaba y nos tenia en tensión ner­
viosa permanente poro cuanto mayor es nuestra preocu­
pación y nuestro estado de evitación nerviosa luego de
las visitas.
■fti. hoy afirmamos. denunciamos y pretendemos lo­
car la sensibilidad de aquellos a quienes corresponda se
llamen Fuerzas Conjuntas, ne llamen Ministerio de De­
fensa o del Interior, se llame Poder Ejecutivo, so llame
Presidente de la República, porque ellos al igual que no­
sotras son seres humanos y 'Junen padrea, Injos, herma­
nos, familiares o amigos. Ellos al Igual que nosotros no
deben querer que cunda y se multiplique la violencia, el
sadismo, las torturas, el odio, la venganza, porque ya no
estarían negando sólo la Constitución de la República,
sino el dere¿ho a la vida, el respeto a la existencia mis­
ma Y como confiamos en que no lo quieren, lo hacemos
conocer no para que se escuche tan sólo como una de­
nuncia más, sino para que se recapacite, se reflexione
sobre si éste será el camino que eligen para la pacifica­
ción de nuestra República, si se obra ion Justicia, con
moral, con dignidad.
"Hoy sabemos que los detenidos pasaron por Ja pi­
cana, se les colgó de las piernas y se les sumergió la ca­
beza en un tanque con agua, sabemos que existieron y
existen plantones interminables, sabemos que hubo pali-
eas con el detenido encapuchado hasta producir el des-
^vanecimiento del mismo, sabemos que hubo y hay tortu-
"ra síquica. Sabemos que existen cuatro puntos (asi lo
llaman loe torturadores» de castigo, que consisten en;
no comer, no beber, no dormir, no ir al baño. Sabemos
que deben cumplir sus necesidades en bolsas de agua
caliente o en bolsas de nylnn, porque en muchas opor-
* (unidades se les nieva Ir a ios gabinetes higiénicos. Sa­
bemos que han permanecido encapuchados, esposados y
acostados hasta no hace muchos dias. Sabemos que aún
hasta hoy permanecen acostados y esposados en colcho­
nes húmedos o podridos. Sabemos que aún hasta hoy no
pueden hablar unoa con otros, so pena de caer en el cas­
tigo de los cuatro puntos y los plantones. Sabemos que
nos devuelven ropas desgarradas. Sabemos que un dete­
nido fue internado en el Hospital Militar con parálish
total de los miembros Inferiores, sabemos que existió ttt
pedido de Informes parlamentario, al respecto del cuat
no hubo respuesta, sabemos que hoy está en Durazno y
que sus familiares no pudieron verlo el sábado 23 de se­
tiembre, a pesar de que les correspondía la visita de 13
minutos que recién comenzó Habernos que se I<m Informó
। a los familiares de este detenido que no había querido
I recibirlos el detenido por no encontrarse con el estado
I de ánimo adecuado. Habernos que existen 13 libertades
decretadas por los Jueces Militares, 3 de ellas desde el
10 de setiembre y que aún permanecen detenidos. Hnbe-
1 moa que no sólo se les tiene aún detenidos .sino que no
“ se les permite ¡a visita de los familiares. Sabemos que
presentan una palidez cadavérica. Sabíanos que en mas
de cuatro meses sólo por dos veces tuvieron pequeños lú­
creos, uno de ellos encapuchados. Sabemos qitc pn->an
hasta 15 días sin bañarse, sabemos que ruando hav ins
perdones militares se lo» asea. Sabemos que todos p|.
, den en forma insistente que se les cambie de cuartel sa­
bemos que algunos detenidos lian pedido que se les ele-
cute porque no soportan el régimen impuesto Hnhenv’s
que la atención médica es prácticamente inexistente
porque el médico de la Unidad no los examina Sabemos
que no se permite escribir a los detenidos que reciben vi­
sita en la semana y esta visita es de solo 15 minutos una
vez por semana.
! “Ha’ta el atibado próximo pasado van 131) días, 139
j días aterradores de existencia de alrededor de en dete-
I nidos en el Cuartel Gruí Pablo Gnlarza de Durn/no
Sábado 23 de setiembre de 1972. — Durazno
F»j3áU2ar« de los detenidos'.
Esperamos que el señor Ministro de Defama Niuin
nal ha de recoger "In-totum’’ este reclamo de angustia*
del Comité de Familiares de los Presos PollUru» d<*l de
parlamento ds Durazno
- -.......
195
Hay alguno« oompateo» «m® Silvelra Silva un mag­
nífico grabador en madera, como Wllmar Ríos, Juan Jo­
sé Reyes, nuestro compañero y candidato h diputado por -
nuestra lisia 4190, profesor del Uceo, querido por todo ,
Durazno, Presidente de la Gremial de Profesores de Se­
cundaria y Prut».'den te de! Plenario Obrero-Estudiantil y
otras j>er»onas, que están, tamben en libertad. |M>rquc el
Juez asi lo ha determinado. Kn ese Cuartel, se encuen­
tra. también, quien fue candí alo del Frente Amplio a
la Intendencia, por Durazno, e! doctor Peralta.
Respecto a esta situación que fue analizada en de- ।
talle en la Asamblea General, debemos decir que no se nos .
han dado los argumentos capaces de convencernos de i
esta lentitud que, además, correaría las propias disposl- J
clones de este Cuerpo, que establecen que después de las
48 horas, el detenido debe tener el correspondiente pro­
ceso y ser sometido a la Justicia de instrucción Militar. |
Como una mueiitra trágics. de la tortura, se encuen- .
tra detenido en Punta Carretas José Luis Zublllaga, un ’
hombre de poco mas de 30 años, padre de una niña de ।
7. Sufrió durante un periodo de 5 meses las .sesiones sis- ;
temáticas de torturas en la Base Aerea Bolso Lanza. Tras ’
un estado físico lamentable se suma un evidente dese­
quilibrio mental de carácter grave ¿Cómo es posible que
se mantenga recluido en una cárcel a un hombre que
a todas luces lo que requiere es atención médica urgen­
te y tratamiento siquiatrlco adecuado? Se denuncia este
caso como otro que se suma íi la larga lista dt? tortura­
dos, con sus trágicas consecuencias. También en Punta
Carretas el hacinamiento se agudiza a extremos, sin lo
más elemental como colchón« en celdas de 2 50 x 3,50m.
4 hombres deben convivir encerrados durante varias ho­
ras, a veces dias enteros si a las autoridades les parece ,
que no se puede salir al recreo o el tiempo no lo penni- ¡
te. Ante esta situación que se agrava día a dia los pre­
sos han hecho pedidos reiterados ante el señor Director
Mesías y el Intendente Fagúndez de que sean otorgadas
las cosas elementales que se necesitan y que por otra
parte Institutos Penales tiene la obligación de dar a ca­
da preso. La contestación es simple “no hay”.
En esta forma, las cárceles uruguayas se han con- ■
vertido en cámaras de torturas.
Repito aquí lo que manifestó en una interrupción El j
Uruguay no cumple »ron las disposiciones de la Confe- i
renda de Ginebra, por cuyo artículo 3® lo» prisioneros ,
no pueden ser sometido» a rlnguna clase di velámenes i
y, que. por el contrario. tienen que «er tratados en una
forma humana. '
D? curioso es que se les quiera negar el carácter dw
presen políticos Sin embargo en ios carteles o en Pun­
ta Carretas cuando un fam'her Leva comida, ropa»
o fru a. o alguna puhl’cactorr. tú es que se lo permiten*
lo prt guillan ti se trata de categoría especial. Es dedr¿:
que s» reeonoce oficialmente que hay do« categorías de
preso?;: el delincuente común y eí de categoría especia!,
pata no reconocer el rótulo de prese« políticos. Eviden­
temente. están perfectamente definidos bajo el concep­
to de categoría especial.
Cuando el señor legislador Mícheiinl haría una por­
menorizada denuncia sobre la forma en que se encuen­
tran los detenidos en las distintas dependencias milita-
tes. efectuó una referencia, al pasar, al problema de Pun­
ta de Rieles, que conocemos profundamente.
El sábado pasado, por ratone« que desconóceme has-i
ta el momento, loa familiare» no pudieron visitar a Iom
presos en los diez minutos por semana que tienfti ad?|
Indicados. A do» quilómetro» de! eMablecjmlerdo —
un innmid'd'> que lo han convertido <m itlirtf?
Ins Tropas de Punta de Riele« les impedían pasar a
familiares y llegar al establecimiento para habbr cófl
los lera reas, a los efectos de conocer la verdad de lo ohm
nido Hupímos ayer que habían llevado una ‘-anudad
importante de detenidos. destfe diztlrtof lugaret de Pun*
ta Carretas a Punta de Rieles como primera etapa. pa<
rn luego trasladarlos a DbetUd Feguramente, habrá ha<
i.lílo alguna reacción natural por purte de quienes futj
ton llevados en forma un poco exUiiflg, como •« procth
/fí> r
-4t (nxí^ool
 de siempre trasladando al prMo, en horas de la noche, {"tPocInitrnto. q r cuando Hueve el camino es intramitable,
haciendo entrar n la celda a militares quo no son los que oe »? '» i ’ »‘i/» q* <« se ¡jone rextattadizii gente casi no
habiluaimente prestan servicio en Punta Carretas o en ¡unir e.uri.wr y *,»br hacer esos tres kilómetros y t''r>
algún otro establecimiento. Con esto m contrarían dis­ do vuelta, i’Hra vt-H ir el eMabterímienV». A veces, cuan,
posiciones universales en materia de tratamiento al de­ do llegan, las mlornmn que s i (.»miliar esté sancionado y, Á
tenido. No puede entrar a Punta Carretas ninguna per­ cu cuiwvct’<”tcw, n<- pimden vadiarlo. Esta* cotias pueden
sona, ni de la Policía ni del Ejército, que no sean tas que «rreglarse No i- >h problemas que tengan qi>? ver con re*
naturalmente prestan servicios en el Penal y están en . i : «i m ron situ ici ine* dUn» iptmarias. Se rw'vesit.i nada
tas planillas correspondientes. ñuta que un |x»c*i do sentido de rampzmwirtn. y no digo de
bfiojnmi’,nt<> siquiera, porque *»y de I'*» qu<‘ nunca pro*
I’.'n la. 1 • .1, dr |.j noche >.»n III vados «m drcii h
te.,!/) contra la dureza de qoifnc* en oMos m»wnt«»s están
cor. que h dina . '.hi liarlo«! ninguna explicación. m oía sitiiactiMt tm pico do ptivilegio. Niinri h»’ prese n-
ludo uivi ’Ic'ititioia que no fuera ron un ‘-entldo general
Tro»* > rpa» decir que fní actor de nn dc’-gi acindo rpí-
' <¡i»i qee i ..‘rrv.i t» ponto f*r> m’minar •m la rná< ;?nurt»’ 7\to<lu eh< s «o repiten, además, en d int< > ior le! ।
de las tragedias nacionales, pues pudieron haber ma- • ¡v. a »,-¡»ir. r.p ■ t ,i t-sln« |rw e»iarteh*« sv d..r» ■•iluiicioné« i
no " rno. ।f< 7'1 <» ’«) -hii< ha< h >., r¡¡ Punta Citi • '•«i1 »r: < 'ns rj'ic o*f un >■• !el.’*! mdo ahora. •
tas. Se b'd'fn 1 r ucado imu acción .sincronizada dr -dm ’
lacro de ñ >.;a. ¡>.n a tratar dv que, pr<>v<>< áihlolu.,
II !■■»’ »i” i ó»» h,iciamos p'H’M’ii'm aque »4 Ftaternción I
<1 »Olían ,v enlc.icí". repulir lo que ocurt lu en ta- ráu > -
I.;.epí.i,,.» del Maprdcii»» Imita licMÓlitudu J puesh» en mies- j
’*■ ac • ■ - * .!■• ,p,.« |-» dt> .tu <*der l.i cían p '
ti o c<»n s'i. iiiTit.». fio«', familiares »leí niaoah»» »mando '
.■■■i) ■ e ¡ 11 a '(i í.i V-gcMina. donde »CM-onnon a
I; itho;u. z Lima «ioi'o» te d< la ftha! »le Magisterio »le la
i7 •' ! i .i., loldics qi:r *e i'iuoiitrutaiii allí. Si i »
* ves!» de Mald< n.’bio que fue • ta*tr«<i»<l«> en ese *l»‘-
a uiió va de-,p<a i.i fue pilque ante unn eomumeaer» .
) i»|tin'i”)f' el <1 do »olio próximo ptr.ad », había mtvnt.1-
que pos hicivi>iu, itrompiiñuita dr dos • » lio <nnipnlríot.»- »i» nliidic"’ i»i <h.s »qiort ii mi’.'»des l'M»* hecho. <iv vxhe-
visitan/’« iirdcntemente al Director del EidubtarimtaiHo »»i.i gr¡rvrdad. | r» iHupi al Magisterio profundamente, jm.í
1 ara planlvui|r sin ftmtatk* que teníamos una noticia e .mi»» rot’ir riv fce lt «.ilud e inehiso 1.a vida de un »'om*
m«.m sen.’ rn cuaiiit» a que *e iba « hacer un tdniuhirto • iñeia <.>! • »>! «-u.d deben pdai Inct*herido negaiivamen-
rta fuga qu • num marta r n la vida ita 60 <» 70 detrnkio» !<•, detrim.n. I. «•<»ndM-h.au> de üitcrnucuai C.«hr enb.n.
d< Ja d” prmM politicos Algunas medidas q<;e ic. sup>i,f, »¡lien lo' maestros . q;.i»-> de no cambiar i-»«
s* t*W' «r>n rájtata’nente y la» dec le racione»! que formo« .•■»■ niib, lo. inti nto.»« »!»’ suleülio*« pueden reiterarse y »le- ,j
tamo« «i algunos diarl»*' quo dieron lu no! ir ja, rvit.iror j H ti i uu dr rv'da'-e ¡rrrjMiable j
quo la trivedta pudiera consumarse.
í'J
act«*- un » <le lo« cpumílíii«. de tu torr<* lanzó
di
Por
i¡lotri.aial
tvd»’ ello coplmuan-
i» íií.i»I de deferun mlransigcnte
de jo. drro
ri>nM!cu«,n<e* raí nuestr»

»! arma tarea, que rayó ra«i notar l»»s píen Ir

en
« hum investigación
r» < laman»»»* una vxhniMtiv»
’ r■*«»'*’,d >ta m«K-h»cta*» que *r rnr*mtr»b«n rn el *■<•- ».«* «■!<,. a iuiin »a. y I garantía dr «tención médica y
cu । Huta* rq tallad’ que unr» sota *e indinara para l «i»;uií«t ir» p;rr t rl <’«-n»pañc! «» H»>dri<ur;r Lima.
(•(«■i,"eri.i. pina q»’r ’ »gurhnk'ntc la guardia que rsinh.i
roiocivln en lu* idrits pfirlr* dei edifici»», hubiera di pi« Ciro qi*>* »>,•»» también ’ » nr que «*r ree f*vl<» |«>r «I »
ríalo, <rea*-i*<nandn también uní» tragedia Aiini tl>» de l>’fr»ts.i Nfii< ioni*l pin n «sPíir que á |
i ñt>t
tin^rdri jz » l.t Ih’/ar a r»uu iinnw •>•
En el cuso «ir|*oe?.-( d Jí»rk» w iwt* tannta nmk
>!;i ubseid/' ' .iota «•* *ta 10 n unito», qw w ira««
l.»i
Ten.’»«-»'» tuc»’.t-leí; ■ •tur fl ■> -» < ■•■» ' •«-rs»«.» o-t»~
f i unn en s I I e*lá juni» a una rey», » / » A m dr ir á«w cf .»-u'-n 9. It» ra .!»• p: .. «*ji ••♦r»
unos pó c- iiIij:iu|i<»h dr hormigón cune» una nw» y «km» yi’mntlrrja. f‘i el que dm»melar ri e ¡ l •¡> <».«• .wn»
'luid.i ini ’'»»Irás -Ir |.h1’» «’tu» ‘»Má ta |<erfMHtu d' teitata Muturt |i ■ .¡ »i»ns Ib y Al de >->*! » s i '• » ii<iulur
ire» > » > ili «uld. do* <tl ÍMdit »tal <kh*íUdo, otro» li*< n : j iKimo p.tahd «
, ».tini »»mio .» r«* í<»ni¡¡*;im. que a u«*« 'ima pc-Mnnei*«*
t , n »oí.;« .< tre- < «• ■ star rf-ww» <;.» Menni q.ar t»re«
L1 dr» ’W -Ir nviuitut. < *.r ii.» •» .»-■»•!•> *u»«. <ir
♦ •■»<♦»»» <«l c j'• ri»,u-'d » i'« quienes estén r-«*n »«ü« «rrnv»- Am« i M’io.i salivi».! d«’ Plot-s» -a »•■, ••;» . i in»»»»! > ’‘.»I tasto ‘
■ II.UIII.I.’ .lo b|‘»i ; •.)) Sjsto <*»» U«M ÍOTM'1* MU ■
! >■ im.‘».'d r I.,'»-»» na". "I rsh»-I ta rl • • Ai. «i ítw •1»*4<mh.Í(» ’
y » un .»r|»v, -o/ic'l, Jo 'vio» ■ ve» ««* ta ge»d|) Urne -p*r h» ¡ ol i»« t¿i¡íi ¡H. h.i U’H’ !iiZ'< !“ i»r • »to >»n »•! « *l,i»t»rtnfr r4«
I» »'¡ li.» *r ’«»»iti lid* mi« |iC«*fHta 4t* I«-« ulK-iata« y ¡ i«, /fue di’/rptio l ip a (t wt a■ i«<*. »tal unii»! *ta triKtan.'iq s
l> »« «i»ld ill »■
m »e » *o4»í«i la qi »• s < i»¡»< ¡.ni i aben t .mtbicn frente «I ÍKew.

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S»’ I.WW ■■ 'rnpiohai tu»-;«» u»»<' I.» d»-i* '»,wm ta- •mb* $
f. ’>« ; » c .o«*«l»■■ fnmwir. ÍM» «r kn f»»tafta itattM * iliantr ‘V* piod'if a can».r<«' > lu-ia '!<• «ta’n»»r»-r» -ta
.■■(’■i <«t ’ • • i‘ i <- i¡‘ »' •.<» na»- «n en I- - »•»««»*•: w
• i z?r<*h»n»»th»»
lei li r, ri»«.* »‘»le. e;»» nw*'o» r.dé, té y yrrlj«,
ó 1 i’-> ’’«• f» ■ i» I* i crudo, 7»«fo fa» (taita epí* 'h^-urta
। ó»- ” / j ■■ >!»•■, •. Hité-coh*« >.♦»*/»»Wr« hv !■' Como ¡oí» | >li i » • iv ;; l< ’ i A » «•» i» u»n SaL
* *-0'! 'b* P’ ”»(/■ ’ «r-s« dv !»■••''' 11 /II , t » < it» I .i ) 1.1 (s IX’ | í fió
lót i Pir»<dt*Mf'. tttf
<• hii talen w <»■►»
o ri r f ley-til dr f f á’ Mtcrió», |,«!ic».i!. »1-f >¡'- t »ten hd/is ¡
el J’iuhcta’r1» ;»r» • Colima*, quii ») m md»•• »ó >pi<’ rl ««‘u'
Erei/'“. A i>'.ri ■•■, n«i m- Jo few que wq cutan rM/‘ <*m una
• y» fpH jatoido « Intr’i^-rii'vi y f >»(.*« •••
I »Ihii/ri |e । '< » <• i»pt í’-tw ’«r»at«vV» I * eltertrqt*«« y «í *
< i.iiid*) he. liV’ $'i tnr -í >i«‘ v-.'o I»»» órvtrrH»n «I fwzta
¡:,if que v •ono»-, » <n> d n» o yv» m»«» o OM*nr. >- Ue» «i.’Pfi’hn di’ A S I1 E S .«»»11i,• «i*

u¡i» »> r<»u up.» i ib’ci'i le « !r»c »ta1r Pax'.’-* r*»rs el jz’isí'inal dr InU li"»’i • • .» > I »••’.» »« <»<f«»r-
c* <''oTlta ’rh' Aro«ta «tin >a hab a »! i I ■ mtc•'.«•u-
!).»!»!.. i• ti i,-o»■> »/ ■.mente dv t«».1o4 Cnl«»s hcirij »*. , ;<• *A » t ' » erharn Jurg d«H.'t»)ii.i Thcirn»«t de Aiuti ■ > <p.n»••»

i . i| ii I । (■■■ií’.i ti.jt«« di’ |i'|n>'U < ■*■!•

ti »¡cid ’ y «•<■ .^/ro » <ta íntertoy-.it.sri»> del e.sMKltantr Ma: tu »'/ :»»»*n<»r

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Himi mtreda a :ur *
t, t,i, imi n ipif mí» v i < <«tno r|». •

.'M’un 1 .»im. i'l'tad'Hi

■ *•»•' ».»fari
íj C*’h1m«iío AeMi av’íiguó d< d«Hi<ta pr<N «sti.in jo,
» •■U.I ;!•...»• !» I- ! >(ioi enel «|«W» lio I»i.'«d<q»' ! imnfm *t»rs (|tm reperitati, i k- quf *c 10 rrs|*m»tló que
. . >.»» i»*.» v> ■ i11 ! . nenian <ta ?** Federarían Nacional ta* Professi»-

A Punta 4c ¡Ihta’l* hay ta" *»n,¡ qn. ,n |.< i» »l< « I» P..V la* M fwt‘ 4 4 MW dt*fta»w> tai ííNM'kta 'tai pridrsor Fior­
'•.»pop dr ufan 3o*é. ta C'doí »,» o <ir 11».;, H» . a!»-ia!»- y irti pm« u’»c e« ir »iix‘tw ais quiten ad ta hwu >'!
th»nv|t tic» i* iiijiiu'ifOH U ! ( ani/M' .Malih'ilt/li Ir» I i •! < ;■ ' mo »ita íl ta - lo. 1
•’ "«* '.-•■■•■•«■mr.............

rwaiMo
< rr y
I 9 6 23 tí 45
 La Hffií t í: Juez tomó drclnractertra ni profesor Pulg-
v-'Tt, drsjMjóN <f-» cinco hora« d<* o«<|«,rn <*n ni Juzgado, n
la voz »pie dispuso <iu«* iurta ««unctldo rl t^iudlrmlo Fito»*
curo Ejxulhor, rl qie también picnló <lcc*hu«irión <*n >«
audiencia .omrdLte.
Al ni'ofoat I'iiíyveri Ir fm* prri'Hritido j’*a I.» .1 >•/
!n procede tru» »ir ios rniudirstm y *o Ir irujiúrio, íoitni •
n.o, ncí icit 'Ir la po-i» ión jo>lificn <lcl pr<>lrs»»i .<do, ri» re-
!m .mi :il r«»n1cnid«> de l»»s manifiestos.
Subrayo, partí el Ministerio del Interior, que la que
irtrrvino intuí tur In Policía, que pretendieron Itoceli«' uim
nqulsltoriu o un interrogatorio fsiiitico, <■« decir, averi­
guar cómo pensaban ceda uno de los profesores en tre»
vtóii al v’'tenido de » quel mnidticsto h» que, evidente
r ente, no miedo Imb'r sido la intención de ningún míen»-
lio de la Asamblea General 1 -egisJiitiva runndo \olntu.t
in prórroi’-« de la su-penslón de las garantías individua)»'■.
l or ningur-;» dr cíhs »lls|K»«icion»'x puede |»rrniith>«’ qttr si»
j-ometa a <«tr 1i¡»o de interrogatorio«, pani Mtte’r cuál c«
la posición jdlliea de un pnifrsor.
El »ha siguiente, 1 de ‘.t’llrmbi »■, oidenó l<» r »u< u
rrcncia al Juagado, de ».trox tres interi »»ut»'-. «le hi <'"iu
alón Dhcrllva de A.S P.E f» , los profesores: U’nl»lrtn..r
C'imdho, Fulvio Cousln y Pedio Oscar Ambrosonl
Ingresaron al Juzgado a In« 1N hora«. romrii/an'n i
infermi'«torkm a bis- 21 hora« y »juraron hasta la« 5,-|ü «l<’l
dí i siguiente.
Reunida la ('< olistón Directiva pata unitll/.;ir la la lt-
lud o interrogatori»« de In «chora Juez, llegó a la conrlu
xión de que, evidentemente, la titular del Juzgado au <»
c<<i»ó en sus funciones. cuando el hecho en cursilón pudo
..ver iguana- vn breve tiempo y no datai móritox para pie-
sumario ni investigación alguno, por cuanto no habla nu­
cía que ocultar ni menos nada qur hiciera suponer la exi -
tíiuia de ningún delito.
"Esta circun*1 uncía, muda a pronunciamiento» ante*
fiore» de ¡a sehoru Juez en aentido reaci ionuiio, hace nu<
¡raer n la Comedón LMiecUva de A.tí.PE.tí., que hi ti*
twer dei Juagado M‘ excedió en su* functones en téniu-
im» que alcanzan a la provocación dr una »argaziuac am
gremial que lucha por h defensa del programa de rei vii «•
dicucioncM que wxdletie la Federación Nacional de Piote’
sores.
"Ante esta art it isi, la Comisión lArrvIiv* de A-SEES.
r.chaza todo intento «s- mtinudaceán • au pobtíc» gnrm*c»-
líhta, tente más grave cuando tale» intenbM porten de ti­
tulares de la Justicia, que por su misma función deben
mantenerse al margen de toda militartela politica, conci
jo exige la Constitución de la República. Y es obvio que
CGmtituye un apartamiento de <"«üí <4íy»t»vkii*<J ìtt» Indir
gallones mnecmariaM co basica <ie pruz-l*»s de »uputM»»
d«-htos y que bi«*n jmnin de mamfkMn el <k’S!gin<> ¿k< prr-
s' guir « Jos urganiMrmft que fr»«’uran <d n« >/íwnicnt/>
cu»i de sus integrante»".
No«otr<‘S lo dejan«’« plantea»)»», también, al sedor Mi*
nhtro del Interior, y rognm<.«í a la Me«a que tome nota
»lo lo siguiPi'to: solicitamos que estas denuncias sari iuc-
suduN a 1« Suprema forte »te Ju-ticia pata q‘te ’•.fbpmrv-
ru »pie por lo mono« la nombrada roñara Juez informara
a su K'ipi’iioridad jerárquica aren a de los heclw* referí-
»los, a dn >lo que la señora Juez xe abstmiera, en h> f‘o
tino, de intervenir en los organismos gremiales que «juv-
l-m su .'icción a la* leyó» y reglament a que rigen la »c-
ti>.itind gretuifili n» Dí'heinos ngiegar qu» la conducta dó
Jn señora Juez, ap»u te »leí ataque a 1« entidad gremial,
ksionu en peí llculm lo , <!(•)»'» hos Indivlduuli» »lo Ioh nilom»
bcus de in ('pulmón Dnwtlvn m/indo los exhibe en un
medio ambiente reducid»' como cirm»*i>lox iintisorhihM, ex-
puniéndolo« de esta marera al deMii<’,Jro de su prextigio
personal, c?n lo «e te wca*»ona m¡ > a ¡a n L-
SUg unsefrunza, por su calidad de proteMxes__
‘'Se Mihr <p »’ milita en favor de cada uno »!< I»w cíu-
ilíirtenos rú,»do«i una »»r» •»»•> ion de in-»c<>nc>.i, q<>c ^ólo <i< -
! o < r1«-i irnte । l ih Lo. i ••»»,»« y h hacL».vs ! < que rn< c
»1- en «'1 .’«m» en Joinu» alguno.
Srmclíintc « ti: id dr la «chira Juez \ iini dere» h
i .’-petatees y » »usan una \« nliidrrn |>crtu» horiun
píveisj jifjii,’ ) — »i-.ícrv js»r la m»t<Halega le «u* fon-
cío»««, . un je» mñ.s « bhgad»* a pie-.crvnr‘*.
"Ante rxto« te’rho»^ |-j AwrÍH» ión Suó«-^ । .!»■ pr-.Ic­
oles lín’CñHoz i StM’undann. imtr lo» a fique- 1 .i«ci-I,k
;i* uirrollados por /n.|»os ai majos a j.., ihv »s de Moni*-
.i loo i q a’ ayer ' laan.n una ny<v » viriiin«. <1 «--.tuúi.m-
l.’a’brrro >.’<‘lsoii lío»!:íg«h'z, manifiesta.
"1* Su má^ ci'érgito •«। ud1»’ y » undena a c-tqr h. •
i I,.« quv constituvi'n una etapa más »1»" este plan di igrlo
c mili amentado |x.r las fuetzas rrgrrslvas de la » hgai ■
t'.uu dominante, pura i ' itiubar el notmal fu»« n>n<mucnto
4c la enarfianza,
■'21 A jx’xal i’»’ qur la ni’.M'ite Ci' Nrlson R- di'igui r
agn kd un e iovo mártir a l»i y« larga lista de estud ante,
y obrar»* cnhl»«;, el pu>>hlo, <lrl q te proteworeii y c*ti>»Uur-
i»'s b>»nial»,,», píut«', ».o dc'.mayará en «u lucha p»»r lograr •
tu a ie:»| dvi?i « »a< m j »dadciu l«iicí«m<» que «Uva U ii i
Inh rTM-’s |s pillares.
'.!» Qi.»‘ m’ lu< v >tn|H obado la parí tripa» ion dilecta en
.■•tu» idii'pi«'« d»' »'Ir’Bentns prrlrn»»rivn»rii n la J.ILP..
CREI. 'Coalición Renovadora de Estudiantes Indepen-
dmntr’-» o fnte^i not».«i del Grupo politic'» “Potr. Joven".
(>; <miz;»ri »nos r-t.is fin;uu ia»l.i|i p.>r el doctor G»lli.;;.l
ItelMT > paiKx Innd.ix |xir el »'!i-ct»ndidate n Prexhtenfo, s
(•i».i. Aguritopd", viuda »te Nurdon»’. «emanarlo Azul y ‘1
Blanco v otros poi rl estilo.
"4 • Esjx ra iii^ »ir las Fuerzas Con,junt«s. que tanto
. » »o han d«*m»»stn»do en la bicha contra la tMtbveruón. que
.ü'téu'n »'»i c-tos »-as. m cm rse mismo celo ¡mra evitar í
iIck'.n do hechos q¡(r, cuno fwtos, avrrgftezan y cnid- ¿
ten al fiáis. |
"En nHiMfiifiN'iii M- ha t«,«u<lio la rraitzarión de ¡»»> í
r»is por turnos en »'a<i.'» I.u-c.’, cunsístrnt«* en la suspensión J
ir activtd. d» s jx»r B» minutos en s< n.'d de diiel»» y proto <-
ta íri^nte r«t<»M hecho.,
‘’Ext* din «e miu'idn la caída «i«‘l rompmu’to ole.- f
«l'duitc Líber Arce. Invitamos a pn»ft*s<»rr« y ci.tudümtr« :.l j
acto a rcHiUUUM' en la t'b.^a de a l 'niwrsidnd a Us 20 1
liora»”. j
Y el 15 de M’tivmbre, -»• len e una citación »¡ anpuiso t» ¡
al Presidente y Secretario General d Juzgad»». i
“Lu cilacíón fue cimpiihiva. c»' tal m<«io que la prl*J
i» , »a hizo al Prt'sidente a las 1») horas para presentar.
te a la» I) horas, a bis J7 Jim;!* Ir hirieron la «egumla i|
para las 18 horas, »la Policía 'a lh’v»> d Liceo Piloto) u ■
ía que el freilicentc manifestó que m> presentaría un ]«x">
i .ás tafite, pues tenía una imputi nte icunión le evalúa- 4
cían. Sin hacer caso a esto, fue, mus tarde, llevado de la
reunión (18 y 20) p..r un patrullero con -I |«»li»-uu» nrm»-
»1» s de metrállete A! secretarlo io pudieron loca I iza i lo
jara Ja segunda < da. ión, peto <>(»• se proM-nto a lus 13
"tü motivo en una denuncia de Tuder Joven" que pa-
r» (g frt usa ríe difamación <• injuria pubh< a a miz de
«• a decbtr«<ckin hecha i«»r A S P.E.S rl 12 de agosto
pióxjnv- p*«ido por b muerte de ?<els<>n Rmliigimz .Mu» 11.
O sea. es rl motivo que no tenían. Esto niue*Ua>
!í.cu*« está ».»íquitada «V que por lo bajo el nhjóflvo ea
<k»«pretigter trente a ’a opinión pútllca a) gremio y U tíwff
integrante*.
Voy a pedirle al *eñ»>r Ministro itel Interior que tome
deluda nutá y que. en eu motnrnla oportuno, b Asamblea
23 6 4
 G'or.<>ral ffi-n Hs pii’nbra* «oh tv In« nctitude« de la Juez
corola 't In Suprema ('orlo de Justicia
Podvnv- citar otrm. detriwlone* InjuMa». Eri In coi-
d <d de Sai-t;> Lucia. tiinpivivlo ini, cIAumiIiv* del »’onuiii-i
qii<- dio fi»? al conflictd de "Setal", fin* det»mido y m.<l-
Pallidi), ni cvamcnte, c! nhrrro Jofé F.Mcvcz, En c-a mi/-
ma l'iudad, detuvicron ¡d irncitm Mario Cantoni, n Hug >
To> tcri,fio v I »¡elio Marichal, Hnstn cl momento «Igiieti d<-
hmtdos. •.i!> ipie h i vamo-. logrado ninguna infonnrxdón td
r. »«predo.
1 H» lu !|iio M’ tinta, rn ratos ciaos, <•« jo que sr llamó
‘ deshumurd/ni" (I los ।nasos políticos, que <•« el objcttv-i
fundamente! <l<* la represión. IX» esta represión qur sigue
oxiriidiénd.-sí a los trnbajadores, (id romo lo dimos enrm
la, |>or ejemplo, c< n »j»rct<> no sólo a Jos trabajado)
-le F.U N'.S.A., sino también del B.A.O., y h>iwi a<a-
t-m <!»’ Il.-var dclr'iido, hace 4H lloras, a un dirigente -l-'
!a Federación dr la ¿k’bid/i, Nrlaon Pacheco. Presidente,
«id< mi«, d«d Sindicato de Alimentación. Sr trata de i.-i
trabajador inquieto, de nuestro conocimiento, empleado dr
jim bodega muy ImjKir’tautr de la xona »le í’olón Fue J¡c-
v«-i<» de mi domicilio ron riesgo de perder «u fuente de
trabajo.
Nosotr»*» pensamos, señor Prrid<kmtr, además, (pie ha
híbido un Inrumplhnlento por parte drl Poder Ejecutivo
de lai oíirm ui a que debió njust-irw En primer término,
porque no dio cuenta a ia Asamblea General de la» dctci -
* c:one«, el motivo do le» mismo» y el lugar a donde fue
conducido el dutenklo. Había quedado claro que el Pbd*r
Ejecutivo tenía que cuniunicar a la Asamblea General, to­
do» lo» día: y a bala hora, su» procedimiento», para que
lo: Intcgraides de la inhma c»ltivíénimo» peit>ctn y cí»-
bídmentc mformaiioN de («mío k» que ocurría en »4 pal*.
Tuvimos que recurrir al pedido de informe», a 1* cnnvvr-
■ ttion jx?r mal con los aeñore» Miniatru», que no «emite
j.urden tener el material a mano. Eso ocasiona un trabo-
jo bastante engorroso. Tenemo» que reclamar un deredic,
el derecho que como Integrante« de lo Asamblea tenenart
en el sentid«' dr recibir, sin que lo pidamos, toda la ih-
í< rmnclón.
'lodo esto, señor Presidente, lleva de la mano a E.<
hechos qm» lie dtanmekido con ir«|x*cto a Ja tardanza <-n
que los jiivccs asisten u los d< cliuacioncs Adcmta, c* si
detenidos, ahora se les obligó, a que tenían que pic-
.•„mhir una nota en la Unidad Militar N” l sustituyendo al
defensor <tc oficio por un abogado, poniendo mu dirección,
..u teléfono, y si tiene eodcírn« *r también Incluirlo, y una
wz obtenida la autot i/.ación en|»c<*ial que da esta Unidad,
iccién npn'ccc el oixigndo. La gravedad e« qur, a vece«,
los fiimiliaic.s no se enteran del día en que el detenido <¡»
conducido al Juzgado a prestar declaración.
Al proyecto de Ley de Seguridad del Estado, que ve-
ola cerrad <, rh'-nolíf h o, jcíiíi qur rada wr humano i
castigado r*>n 10 a .V> afto» de fM’nifrwiin'ín y »«> wihria
mas, ne Je abrieron tre« pOKlhllídiidrx diininte lu iIIm'iimíhii
dtl Señad»-: primen», 1« gracia dr la Suprema <’<>rt«» «l<
Ji stick»; regundo, que el uuioprnceMtmlcnto es npvlabl •
iipte la Suprema Corte dn Justicia, ixto tr»** día», *<>hí'
nwrte. *<fi Uóneá para la apelación. Hoy 72 hora» hábil»’ ,
y basta con que o) detenido no »• pueda contctiir con ni»
; fumlHarcs y éot»« n<> tengan mm.ara de redldr asa Intuí-
I nación, para que pasado» cao» día», el autoprwe«amlent<j
j qurdr firme. Queda, desjiuiH, la imlancia de recurrir a la
i híx-rtad condicional.
। Esta« s<>n las tres |>ostbili<ltidri«, liu tr<’M ventana» que
• »• alnh-ro») <»n Ja (lf*< ijsion del Simado, en un proyecto que |
venia redai’Uido en unu formo tremenda.
También dijimos algo, en el Simado, c-on retqircto o
un artículo, y »obre ei cual, rn urui próxima sesión, vam -s
a pedir «U mu»Ütación. Se trata do ii»|uél »pro dice quo
cuando se dicta el autoprocesamiento, mp hace el embargo
iU: i«« torne» y servicios, o «ea que alguien qu»?
íHlqimió ‘»M Ué»t* '<# «dld »» ÓH CofOVHÍo, mí l‘> <m.
bogan genéricamente NimoIi»« o*tliniim<wi que wf *C que-
198
ría fijar erta ».orma. por lo menos debió prever«! to jo-
s.hiJtdiid de que m? púbera poJiítr. fehacientemente, quft
<1 procesado o el «ir tenido había r- »to»P‘ - Ilota-> <u- aJguna
M ¿ahÜM’ión |xna ia <»<iquok.Uon do e*i>* bienes. L>e lo <>•.*■
t ,oio, ia« parece una monstruosidad lo que $e e*tá ha- ’’
cw mío.
Entendemos además, señor Presklentc. qur l«i piopia
( m í |h'Í-niiiliilatí íii'l instituto obliga a impon* r <p¡<? e » tu- 1
terpt et aclon uva. severamente es Ule la y restrictiva.
Uon.lt* .--»»in -u vigí'íM'Ui dos i'HMi puestos previ»m q .e
<h Ix'ii consíih-i ni *»' condiciones objetit w de udmisibiiht t I
»lias K<>i. ni ,mso rxti.»«idimuio <k tuu'iun cuntía l.i :
I alibi; l)> caso rxti<*<Hiiinaiio de CompliasUJll coiiti-i í.l i
l’utiia.
Si utdizái unios id iif-todo hisloi k > «le mtci pu ln- hni ’
-iti iX-iCt.o'i. p-'-.h lomos irnntii »<>« al u ígrn d»* »•sta d.s I
f.osx ion, qia» «-n nue.si.70 oi<ienamu*nl > constituí i mol ,e í
cncucnti.i cu <j milenio idd de lu 0 nstitiuion -Ir laid. I
Cuando el constituyente entonces incorpora a! I..»eirrh । |
l*s tti*o el instituto de "suspemión de la segundad indiv -
d.iul" su imnlidad estaba rwla y dtrcrt.imeme diiu id.i a ’
cadagiar un inecamsin- cxceiauonul rjue «- lo hibimiiUi
a dejar en Miii>|vn>»o la ‘cguruind de Ja (irtsona, en ei ún>
Lho más i est» ii'gaio, limitado y e?trecho.
Esbui do£ rondlciarMJM objetivan requieren, púa -u v-
geix'ia, un previo reconecimientu jx»r -d Oigan-- <> Poder
del Enlodo que esté habilitado, jwir denx ho, p«u,i <>toigar­
le vigencia jurídica. Eate poder dei Eatado es el PoJer Le-
l isuativ-» a tiavés dei órgano que lo < j<tcc, q ;<> <-<, pre-
c s .mentí-, Ja Asamblea General Jx'giblativ.i
Tmicmo« que formubié alguna» prectint«» nnte )n ev
p vlclón que. en nombre de «u sector, hiciera r! sertor Ic-
f'j.ladne fbmtnrn, quien anunció, dando abundante» nrgu-
n entior, que iban a votar una prórrn^s de sesenta di.i-
l>m» ertablecíenrlo limitactone* que evitaran, prrciMiwnfe
<»ue el Poder Ejwutivo i-altura por el "creo de 1« Asam­
blea General Legtaiatlva, para cometer tina evidente trans-
(pcdiiri y violación »le lw Omatltuclón, haciéndose itmmhu
.« »ble conrecocntcmenfe. Eso es h. que /o entendí, minq-i*
no sé, exactamente, «I Ja« Itmítartone» ienm que ver oni
t allanamiento «le d» miriHoe *in orden judicial, incluso en
bu» horft» de la noche, aunque creo qiM no elimina ni si­
quiera oj iivunso «le “habeos Corpus” rpie establece que,
desjrtié)« de 48 hora», el detenido debe «er sometido n ia
Justicia de Instrucción Militar y que k» pueden invadir
mnguna de jo <>Uuv j»ní»dictíon<’« que dan garantía <> l>i •
meza a ia iilMftad *1« cada ciudadano en esta «uspeiviófi dq
garantía« h-dividuaJe».
-
*
J 23 ü 45
 Aaamllaa General
TEMA: LEY DE SEGVHIDAD DEL KSTALO.
G(jaiÓn 2? y P.8
SEÑOR ERRO. Continúo. n*Aor Pr«*KÍ(lcnlr.
La preidón «tel M»fK»r legislador Santoro -qtie no es
perruna! sino a nombre de hu rector-- no os la cjiu- en l i
Asamblea (ieneral anterior fue sostenida j»or otros m»íi »•
res legidadores. N'iretros entendíamos que quienes esta
íum en otra corcei»ción jurídica violentaban tanto la do«--
t- na clAaita como la moderna, al decir que la llamada
subversión tujmmara constituye "traición <> compilar mi
contra ia Patria”. 1-a interpretación correcta y racional <ie
lo norma. que emana expresa, prccisn y claramente de mi
texto, y del espíritu tanto del Constituyente de 1K30 romo
de sucesivo* constituyentes, conlleva a una segunda pre­
gunta que formulo a li« Asamblea General.
¿A oué fines re suspende lia seguridad de la jxrrsona
.»n eualquieia de esas dos situaciones? lo dice y lo han
<;»cho con meridiana claridad todos los textos constitucio-
nalt s que ha tenido la Kepúbliriv es n los solos Hurto», <!»■
la "apiehcnFlón de los drlicuente«”; sólo pura ello y na­
da más que pura ello.
Laincnllibiamente, los hechos no ocurrieron así. Se
ftr’ mucho más l<*|<>s que lo que la norma señalaba. lu»
realidad de hoy. luego que el delincuente ha «ido aprehen-
,rdo. contenía par.i <| el absoluto descaecimiento, no ya
s* >a vecvt»Ud individual, sino do todos sus derechos |n-
i dH.duál?s \ .mw lalcs. E« esto lo que se pretende que con­
tinúe, y para ello se vuelve a insistir en utilizar un ir:,-
Ututo que sólo habilita determinado deacaecimiento provi-
.-orio, hartii que se produce la aprehensión y que joinás
puede admitirse que ai aprehendido luego se le torture, se
le matv, se le rob.' todas las |«vrtvnencliiH, se le impida
el contacto con el mundo exterior por meses, se le obs­
taculice el derecho a lu defensa y. en definitiva, se le deje
inerme en manos de mi equipo de seres humanos que ac­
túan siempre con las armas en la mano, creando situacio­
nes lamentables como la del obrero Batalla, en Treinta
y Tres, como la del doctor Alvarlza y como la de aquel
ser humano que dechn era delicuente común, Marín, asi
como lo que ocurrió con otras personas detenidas que h<m
«Ida asesinadas.
El Poder Ejecutivo ha aplicado, reiteradamente, li
suspensión da las garantías individuales, que es una i-
tüoción que aóki re da en H caso extraordinario de trai­
ción ó conspiración contra la Patria y únicamente para la
aprehensión del delincuente. El instituto tiene, pues, una
definida orientación, derivada <H tradicional contenido dr
los sistemas demacré!Ico-renublíranos, En ellos, los esta­
llos y las medidas que rigen extra'jrlbMiriament# son
siempre precarios y e¡ uirtaa freuóá*« 4r iwtarpretación en
toaos sus extremo*
JW prífw Hrmlno n« pn«
den aer permanente* .w otwrmvíf ello, Id Hwpúbilvé
aw t i emb r e/9';2
vive, desde hace cuatro año», en regímenes excepciona­
les. Las medidas de seguridad no alcanzaron, pese a U
saña con que fueron empleadas para contener al pueblo,
por lo que se «peló a la declaratoria del estado de gue-
rrr interno, aberrante politicamente e inexistente del
punto de vista jurídico, y a ia suspensión de la seguri­
dad individual. La inconstitucional ley de seguridad del
oslado y de orden público hizo cesar, del punto de vía-
ta jurídico, no práctico, el estado de guerra interno.
Se mantuvo, no obstante, la suspensión de garan­
tías individúale« y hoy. luego de cinco meses y doce
dias de vigencia se pide que ia Asamblea General con-
ecvla unn prórroga "m»¡c dic", h> que iiupuca que c<»n
los criterios manejados reiteradamente por este Poder
Ejecutivo como el anterior, son vioiatorios del concepto
de precariedad implícito en el régimen jurídico qua
dice defender.
El otro punto de radical trascendencia al respecto
es la interpretación estricta que debe tener el precepto.
Tanto laa Medidas Prontas de Segundad como la sus­
pensión do garantías deben seguir estrictamente la nor­
ma constitucional. En ambos cunos son previstas laa
i «sones que pueden llevar a una medida de este tipo
'en el caso extraordinario de traición o conspiración
contra la patria”; la finalidad de la norma y, entonces,
sólo para la aprehensión de los delincuentes.
El término "solo” que está señalando el concepto
de selectividad de las medida#, <'s nada más que con­
firmatorio del sentido restrictivo que debe tener la Inter-
Í»relación del instituto. Todo lo que se haga extendiendo
as expresas determinaciones de las normas, es incons­
titucional.
Y lo que tiene especial trascendencia no es posible
ni por la propia Asamblea General extender las nor­
mas cuya vigencia se suspende en aplicación del ar­
tículo él. Las normas que integran el concepto de «ri­
guridad individual se suspenden por resolución de la
Asamblea General y sólo pueden ser aquellas que per­
mitan llegar al iut previsto en la propia Constitución:
La aprehensión de loa delincuentes' .
Es explicable que en U intención de limitar al Po­
der Ejecutivo «o enumere los artículos que son alcan­
zados por la suspensión. Pero la Asamblea General no
puede en esa enumeración, eo pena de violar los pre­
ceptos constituc. únales, citar y por tanto pretender sus­
pender la vigencia de artículos que consagran derechos
no directamente vinculadas con lo establecido en el ar­
tículo 31
Esto significa que todos estos meses hemos estado
al margen de la dispoek-ón constitucional y que el Po­
der Ejecutivo ha aplicado su propio criterio, por si y
ante ú.
i
Tengo un viejo recuerdo de nuestros dos Partidos, ¡
cuando en 1004, el Canciller de Batlle y Ordóftcz, Dr. ,
Romeu ciudadano nacionalista, también en lu Cámara
de la época hacía referencia a problemas similares. He­
mos tenido el trabajo grato de revisar algunas de aque- |
lias actas donde se señalaba a Aparicio Saravlá y a loa
que junto con él luchaban por las libertades públicas,
entre loa que estaba también Luis Alberto de Herrera, ;
vomo sediciosos, alzados, saqueadores, terroristas, etc, *
Es decir, que en estas cosas, desde 1904 a la. fecha la l
situación del país no ha cambiado mucho.
También queremos hacer referencia —y «petamos
que el señor Ministro de Defensa Nacional tonw debtdgtó
nota - al pedido de informes que le hiciéramos y qu*f
nos fue contestado respecto a Diana Cristina llamírea^
que «o encontraba Internada con un cuadro de tubera
(.'ulosis, en el Saint Bois. Hacía ? días que había dadV*
a luz debiendo ser sometida a tratamiento ambulatorio
externo diariamente, alimentara» en forma »pedal y ■
mantener una temperatura ideal media, sin soportar
grandes fríos y con una medicación y análisis dlarlQ|d
g realizarHii en el Iluspilal Saint Bola. Ett calo de
nu sé alguM su éstas Mp
1 9 9 1 23 O 45
 recidiva de ia enfermedad. Se le convoca a prestar de­
claraciones por unn hura en el cuartel de Durazno y
hasta hoy no se l.e.ic información. Sufre infección en
la sutura realizada en una intervención y la falta do
cuidado y asepsia puede traer resultados totalmente
perjudiciales.
Fue horrada el 24 de seUt mbre a iai 22 hora* y
el 2a íue Jlevaua ante <1 Juez Letrado de Durazno. Es
decir que de todo esto han pasado 60 días. Los primero«
treinta estuvo en un calabozo de dos por cuatro sin
medicamentos. En los últimos días fue internada en el
Hospital Militar.
Cuando el Ministerio de Defensa Nacional nos con­
testa dice que Diana Cristina Ramírez so encuentra de­
tenida por el desarrollo de presunta* actividades aedi-
c*o.-as y que la atención y contralor médico, come en
i el caso de todos los detenidos, cw permanente.
Nosotros queremos también, en ente «.vanee, diga-
mos. del militarismo en el país, recordar tina frase de
Artiga«, que creo debe »¡cr tenida en cuenta por los
ofic*ales. que han tenido algunas invocaciones sobre Ar­
tiga* en el curso de los homenajes realizados el 27 de
setiembre. Artigas dijo; "Los oficiales de mi tropa anl
mackM del entusiasmo que se debe a ios sagrados dere­
cho» que defienden no descansarán hasta (|óo sus bru­
za» quiebren las cadenas del despotismo". Alemán, agre­
gaba que no hay un hombre venerado en los anales
militares que no tea un guerrero, revolucionarte, un
desertor, para los ordenanzas del ejército.
Pero me importa mucho en «ote U’ins de loa mili­
tares, tan traído y tan llevado apelar al Codigo Penal
Militar.
Esto lo transcribe un general historiador que era
abogado, el general José Luciano Martines. Pero me
importa mucho, en el tema de los militares, tan traído
y tan llevado, apelar al Código Penal Militar, el que,
en el capitulo V, "De los delitos que afectan la fuerza
moral del Ejército y la Marina", subtítulo "Ataque a
i la fuerza Moral", artículo 60, dice, en su Inciso 79 "ata­
can a la fuerza moral del Ejército y la Marina, loe mi­
litares, los equiparados y aún las personas extrañas al
Ejército y a la Marina, en el caso, que delincan de al­
guna de las maneras siguientes: "7yJ por el empleo
abusivo de lúa armas, cuando el cometido fuera man-
t tener el orden público"
tfO) Por ¡a violación do Jas prerrogativas de prl-
a.ov guerra qut «tanan a mj bienestar material
.arrecho a la integridad íi*i< a, «I alojamiento y la ali­
mentación salubre), o que protegen su personalidad mo­
ral (la facultad de no combatir contra su bandera y rl
respeto a su dignidad).".
"99) Por abuso de la autoridad que se Invisir, cuan­
do esta se manifieste por hechos y aún por amenazas
o injurias siempre que estas fueren de carácter grave".
Creo que estos inrteos que he leído son muy im
portantes, se deben tener en cuenta, porque ratrtn justo
en el capítulo V, cuando se trata de los delitos que
afectan te fuerza moral del Ejército y la Marina.
Quiero decir también que siendo delito militar, dé
acuerdo al Código Militar, a 1a disposición que he leído,
loa tratos inhumanos a los prisioneros de guerra, debió
de oficio, ante las denuncias parlamentarias, y sin ne­
cesidad de la constitución especial de la Comisión in­
vestigadora al efecto, haber investigado el delito militar
cometido por los oficiales involucrados, aplicando con
todo rigor, las disposiciones establecidas en el código,
lo qua ao se hizo. Esto es realmente grave. Es una
vnuuón.
No se preciaaba ninguna Comisión Investigadora y
el «implo hecho de te denuncia era valor suficiente pa
ra que se hubiera obrado en consecuencia, cus ligando
al «tidal que había cometido aate delito.
FküíbAM
En esta materia, wfior Presidente, de la que tanfíH
se ha hablado y que menciona cierta prersa, n o so tron
tenemos aquí un bbro muy importante, que desde luogo
recuerdo algunos avalares de la historia nacional, alié
por el arto 1940, cuando el diario "El Dte” protestaba
v miéntamente contra disposiciones del Ejército y fun­
damentalmente contra toda limitación de ¡o que ellos
entendían como derecho irrestricto de la prensa a dar
todas Jas noticias y a dar su pensamiento sin que pueda
nadie, Ministro del Interior o Jefe de Felicia, desda
j»us respectivos cargos, tomar cualquier medida que
signifique un exceso de represión militar. Lo mismo lo
denunciaba "El Plata" en aquella época con Juan An­
dré, Ramírez. Pcrn yo me atengo a lo que El Día"
publicaba en sus editoriales, protestando porque decían
que fallaban fundamentos para limitar las expresiones
del pensamiento en la forma que para el loo considera­
ban conveniente.
En ente mismo tema, hemos tratado de conseguir al­
gunos otros documentos que son realmente importantes.
En una obra de derecho constitucional, Esmein di­
ce: La hierra no puede mantener de una nanees du­
rable la soberanía legal, sino es en condiciones com­
pletamente excepcionales Esto puede producirse en
una nación inferior n deiienerada, conquistala por una
raza superior o mas fuert«.“. >‘«-ro e.do no podría suct‘der
en una nación inteligente y sima : no hay fuerza mate­
rial capaz de mantener ?n el poder a un amo mal­
querido por ia inmensa mayoría del pueblo".
Carlos María Ramírez, en su libro Vida de Diego
Lamas", en la página 269, afirma: "Jamás e. siglo XIX
ha preasneiado un ultraje mayor al derecho de Gentes,
a la Humanidad, a la Civilización. La antigüedad pagana
y bárbara reservaba al prisionero de guerra las cade­
nas del esclavo. Pero el cristianismo, la filosofía, el tra­
bajo de los siglos, han hecho para todas las naciones
civilizadas y cultas, invulr ?rable y sagrada Ja persona
del prisionero de guerra. Los vencedores del Paraguay f
han renegado las tradición es sagradas de d.eciocho .ni- 1
glos de rehabilitación y progreso".
Pero Carlos María Ramírez, subrayo di nuevo su
pensamiento, hablaba de que lag naciones civilizadas y
cultas, invulnerable y sagrada volvían la ¡«roona del
prisionero de guerra, cosa que no ha ocurrido en el
país.
En el libro "SemblangM del pesado" da Luis Me* •»
lían Lafinur, escribe en un pesaje: "La apelación a lea
armas, por parte de loe pur bles, come el homicidio rea­
lícelo de los hambres puede ser un derecho C un delito.
Es un derecho cuando importa la defensa propia, la >
necesidad de la propia corucrvación, la salvi ición de te '
vida.
La vida del pueblo son sus libertades, sus derechos,
sus garantías, sus inatltucloi««. su soberanía. Un pueblo
amenazado de muerte, en eirto** sus órganos 'rítales, tie­
ne. y no puede dejar de tener, el perfecto derecho do
apelar a la fuerza para repelar te fuersa qte pono en
nesgo su sor, y no vate obligado, «romo dio la Isy, que
consagra los principios de is defensa propia: "a esperar
que el otro le diera primemmente, porque podría acae*
cor que fue por el primer golpe que le diese, pKirie morftfe
el que fuese acometido, e deapuéa non M podnii amparar*^
Luego continúa: "Las tiranía* no se im|>lantan smO
bita e Instantáneamente. Se elaboran paulatinamente, «m<
pozando por conculcar un derecho, por quebrar uno
legítima resistencia, por imjoner un vejaaMD. Conaenji.1
tido el primer paso de te Urania, tolerado el prÍnMj|
abuso, sufrida por el pueblo la primera hurnilacion.riH
marcha por una serie consecutiva, por una progreaMB
ascendente, acostumbrando al pueblo a la sumisión, hafl|
la fuv/arlo a doblar la rodílh ante el sombrero de Gtfgj
ter, ante el caballo de Cali gula, o ante Eusebte d(||
Rosna. . .
La Histeria lo enseba. Los pueblos lo saben dj
memoria, más que nosotros, por doloroslslrni experiebFi
e *•——* —— ■ ....... . .... — .*11
20 0 23645
 •ia, y el admirable instinto de esa entidad llamada todo
el mundo, los empuja, I menudo en la hora precisa”.
“¿El éxito o el dése ilabro podrían constituir el de*
recho o el delito de la r<*oluci<»n? ¿La anticipación o la
pérdida de un día tendrían el poder de cambiar el de­
recho en crimen, o el crimen en derecho? ¿La justicia
seria cuestión de tiempo?
"Por honor de la humanidad hay que rechazar tan
monstruosa doctrina, tan desolante perversión de las
ideas y de los bcníimiento* morales del genero humano.
i su mano derecha, con el qie pretendió atacar al Oficial
' “La Justicia y el derecho son siempre la justicia y
!el derecho: el crimen es siempre el crimen. La perver­
sidad prevalenU* y la virtud abatida, serán siempre para
todos lo* corazones honrados, para todas las concien­
cias sanas, la virtud engrandecida por la adversidad,
la perversidad, tanto más odiosa cuando más prepotente.
“Alguien es, alguien debe ser el intérprete de este
criterio respecto del bien y del mal, el órgano de esta
¡conciencia de lo bueno y de lo malo, el Juez de la Jus-
licjn o del crimen del levantamiento en armas, en pro
o en contra del derecho del pueblo”.
“Las pueblos libres no lo Arrían, si pura amparar
con Ja razón de la Iry su derecho de propia defensa
ale Lados de la fuerza, no tuviera más tnbu-
‘nuti, que un tribunal de guerra, compuesto de los comba-
tW.d'is de U víspera, elegido ad-hoc por el poder vlctorio-
jeto t» la atroz imposibilidad de la ordenanza y de-
de la IrrasUtible voluntad de sus superiores”.
<^4i' m
Nada más que el espantoso vae viclia
ti^uos romanos, ¡Ay! de los vencido* del Que-
StwlA'v vi Pago Largo, de Quintero«, do Vences y del
ti-1 Us cabezas y en ios pechos do los paladinos
vJwrtad, quedará consagrado el derecho de la
WWdel cuchillo, contra los cuales la Constitución
ÜuWlttó su elocuente anatema”,
f'v-yt’p • 1
í/V' Qurremo* nosotros manifestar, señor Presidente, fi-
iMRilmonte que he presentado con otros compañeros del
y/S ente Amplio, algunas mociones de orden. Una de ellas
ttenemos la obligación de fundarla en este momento. Es
ipár la que proponemos que la Asamblea General de-
.d.^re grave y urgente la moción por la cual se decreta
'•ü¡ libertad de loa 92 detenidos bajo amparo de las Me­
diólas Prontas de Seguridad. Nosotros entendemos que
estas 92 personas detenidas bajo las Medidas Prontas de
Seguridad, que por lo tanto no habían cometido ningún
¡delito, que no tenían ningún proceso, sobre las que no
Ise haya formado ninguna causa, estas personas repito,
doberlnn haber salido en libertad, definitivamente, el
1:10 de abril próximo pasado. La Asamblea General Le-
¡gíslatlva votó el levantamiento de las Medidas Pronta*
de Seguridad por moción del Frente Amplio, luego es­
peró una moción del Partido Nacional, aabtgeíMláJWhF''’*
los sucesos del 14 y del 15 de abril en que la Asamblea
declaró el catado de guerra interno y la auaperudóa ér
las garantías individuales«
¡ El mismo 30 de abril, el Poder Ejecutivo hable« dis-
ipuesto por decreto, Jo que es totalmente inconstitucional,
■que Ja* 92 pernonn« no serían puestas en libertad. Sig­
nificaba, en consecuencia, que se estaba dispuesto a im­
pedir que pudiera liberarse, como correspondía, a eso*
1)2 detenidos.
Bien, svnor Presidente. La Ley d* Seguridad dai
¡Estalio sustituyó al Estado de Guerra Interno, y la sua-
p. nsion ile las g-iraolias individuales no alcanza ni ju­
rídica ni iorslitucioíialinente a esos 92 detenidos. En
consecuencia, la Asamblea Geneial Legislativa, dueña ■
de las Medida* Prontas de Seguridad y del Estado de
Guerra Interno, tiene, hoy. que aprobar esta moción de
orden que hemov presentado, por Ja cual ese deja en li
ibertad a los 02 deU nidos injusta y arbitrariamente hme
¡y. tuaU
Antes de fkial zar bueslr* exposición, señor Prcsi
k'rtt»;. 'V'>* *f/ *4Mí !•*
fKOUSMS
< rry
expresiones, denuncias y nrgumentos vertidos en Sala
por nuestros compañeros, senadores y diputados del
Frente Amplío, y, además, creemos que vale la pena que
leamos un último parte do las Fuerzas Conjuntas, So­
bro los partes de las Fuerzas Conjuntos homo* hecho
toda una literatura y toda una filosofía, por lo cual no
vamos a inaislir en ello. De todos modos, nos interesa
dejar perfectamente establecido el contenido de esto
liarte que, de acuerdo a la Orden de Seguridad número 1,
se refiero al fallecimiento del detenido Pastor Bautista
Héctor Lorenzo Jurado /avellaneda, que fue ubicado
caído, al costado de la calle, blandiendo el cuchillo en
que efectuaba el procedimiento, no logrando su propósito
y siendo desarmado.
El contenido textual del comunicado es el siguiente:
“Fallece un detenido que había atentado contra su vjda.
El día 13 de julio falleció en el Hospital Central de
las Fuerza* Armadas, el detenido Héctor Lorenzo Jt.rado
Avellaneda. El occiso había sido detenido por sus vincu­
laciones con la organización criminal; el día 0 de julio,
durante un reconocimiento que se efectuaba en. su do­
micilio con objeto de biuuax la llave <1* otra finca en
la cual había declarado que existia tn escondrijo, so
apoderó de un cuchillo #in que lo advirtieran sus cus- ■
tedias, el que oculto entre tus ropa*. Ai salir da la casa,
con un movimiento brusco logró deeauirse de quien lo
conducía y huyó internándose en ur. monte cercano.
Luego de darle la voz de alto y ai no detenerse, se efec-
' tuaron varios disparos, no obstante le. cual el prófugo
desapareció de la vista de sus perseguidores. Posterior­
mente, en ia búsqueda que se organizó al efecto, fue
ubicado caldo al costado de la calle, blandiendo el cu­
chillo en su mano derecha con el que pretendió atacar
al Oficial que efectuaba el procedimiento, no logrando
su propósito y siendo desarmado”.
Aquí se dice que pretendió atacar al Oficial, cuan­
do sólo mirando al Oficial se recibe un golpe de me­
tralla.
Continúa el comunicado: “Se constató en ese mo­
mento que el detenido presentaba una herida de bala
en la ingle izquierda y don herida* de arma blanca en
ei pecho, habiéndose producido estas últimas en un •
intento do autoelimlnaclóri. Internado en el Hospital
Central de las Fuerzas Armadas, fue intervenido qui­
rúrgicamente, dándose intervención al señor Juez Militar j
de Instrucción de Turno, quien luego del fallecimiento *’
dispuso la entrega del cueipo a sus deudos”.
No voy, señor Presidente, a colocar a la Asamblea1
General en el camino de tener que escuchar relatos ma-J
cabro*. Me mueve, en ese sentido, un profundo re*petm|
por el muerto, que honraba a su país, por su Inteligencia,^
laboriosidad e inquietudes. |
•H
Tengo en mi poder, señor Presidente, las prenda* *
personales del muerto: su taco, su (-amiba, su camiseta
y *u pantalón, elemento* probatorios do que no existe
en ellos ni un solo rasguño provocado por un cuchillo,
por lo que concluimos de que fue baleado, a.ietdnado, y
que las Fuerzas Conjuntas no le dijeron la verdad a la
opinión pública. Todos estos ciernen (os los tengo en una
boba y, con todo respeto, pensaba ¡raerlo* a Sala, poro
he optado por entregarlos a) Ministerio de Defensa Na­
cional, solicitándole al señor Ministro que disponga que
esas ropas del Pastor Jurado, que triaba en el momento
en que fue asesinado, sean entregadas al Juzgado de
Instrucción Militar, que corresponda, con el fin de que,
hecha la investigación respectiva, Jos culpables d<- este
crimen sean emplazado* y ¡¡recesados. De manera que
lie de cumplir, fuera de e«ta Sala, con este trámite, tal
cual lo he decidido y lo acabe de adelantar--« ta»
Asamblea. . i- ■■
Digo, «eñc>r Presidente, que la Asamblea General.*
Leghlativa tiene una mayoría vis'ble para prorrogar llt||
nslon do las garantía* individuales. Considero QtMR
do un pumo qii»’ no ha madurado, cubre una etapa qtMM
no hu si lo ♦Atmbada ni profundizada con el pretexto, I
¡Hi'^ i'ii.-lct *V > pUZ* vlíW UV, 4* V-HMWJijr * U/ig ’
01 J
 gnjbie la b**e dé exterminar, según ehoe,
• moví míen »0« de juventud*» rebeldes o Míbvendvos o
como quiera llamármele«.

Este pobre Mensaje del Poder Ejecutivo, que no

trae ningún elemento nuevo jobre vfíte teína, y lio ex« ,
posiciones que hicieron loe »enojes Minbhoíi nos hacen 1
pensar que esto ha de seguir y afirmo que, cualquieia í
«ea <*1 plato que decica establecer la Asamblea Gcn.ral,
al término del rnúnno habrá de comedir m.a nueva pró­
rroga, con lo cual se tranaformará la vida nuiinal de la
República, del restablecimiento de sus libertades, del
respeta a los derechos y garantías individual^ de lo»
cludadmios, un mito nacional que te hubiá cíe agregar
Mi mito de i*i libertad do prensa y de io.iüU las nucí
lude« que no existía til ibie país dt.sde hace ya unos.
En v: te sentido, señor Presidente, digo cu namba-, no
solo del Erente Amplio, riño que me permitiría alaimir
vn nombre de lnn juventudes rebeláis uruguayas, que
no «sdiunus dispuestos a aceptar esta cachi vi tud que se
nos quiere imponer, ni a seguir viendo, las Ciuas do
nuofitros hermanos orientales y nuvxlro» hum- .
bre«, mujcies y niños vejado«, <mcarcetadu». i
'l odo lo de cita noene ». golfea d- biiitar en forma
peligro.a y llena de jicj.go.«» el poder político, aunque, 1
u!t;unt>s .señores legisliulores, atgumenten que bus- j
can vigoi izarlo. Con ote promim i.imicntu que pienaa J
Uar la Asamblea (Jtiu’idl ;■>«’ avanza un p.»so m¿s pura
que ei poder poli.-cu ?ea tr.uoauuuo a oti ¡tó lueiza;. l e ,
manri¡<, que no < mi ¡ mb 1 i n' ' ¡liar mej'-r con<xpij '
que nquvi qif’ dijimos li. • .? iiir.c . tq lá qe a,i>x»i re
¡ apretó el Imton puta j.c <l e tú >ubv,ia a la <elie
y que mniie subí m, ilapmv, coin.» u- ii>¡» a huid puta
• que volviera normalmente a h-< mui ti tes.

Así empezó la Aig> n'.m.t, t u nj.m, <>m U- । ,i¡ u da J

¿ngv>t*> en n.díKU de < húhhi. /.-i o;,,, ■ - i .• r,« i-,
jo mamo q.i,1 el l'aiaguay, .im, < u.-. t im> m. ,
i América LuUna, Y ahora, aquí, 1 mpb ru «i uiiii'.u. u>
dvnttti del proceso h*u»rh<» del 1‘iugmiy,

Vamos a pedir, señor Presidente, que las votaciones

se tomen en lorma nominal a ios electos de que cana
uno íaigue con oti j e*pootebñuiad histórica ante un
tu« ua uojtooeüte cmwj este

▲ iaí jtíventudea llenas de sueños, c&perunzas, re- ;

, huidles, a lu¡ )uventud<?» uní venda rías, a las li< enl s,
! que eu>t¿;i constante mente siendo asrenada», golpeadas,
1 »»enao »u» lictoe ocupan* m por perwu«is que están en '
• cu%in*.MU',^i liara «*u la pódete —vosa que lee aemos- >
1 Uaua m ia LviwtK.fl io«irucc*o*j /*uPuca ce la Ca-
mara de flkmiuoreí por ti propio ÍJirrclor General Im ?
taimo du bni»<naniui feMunmurin, profesor heiirttim, de- |
lanle dol propio señor Ministro dot intoriot - a $
juventudes les dcciniuui que no han perdido 1»» iikihíi
i que tienen por delante toda una hunoria, qué muite^l
! bebe uar un paso a’.ráís, que lodo« iu .tu q0^ « i4Lc.r Ur- í
í me» y que ole duadichano acte no deoe quebrantar *a J
le y la vucuemn por la hbviaaúa definitiva de ntusUo a
pul». |

Suda inás, señor Iñciideule.

 ERRO, Enrique

Asamblea jftnpral

TEMA: MOCION CREACION COMISION MEDICOS PARA INVESTIGAR

ESTADO SANITARIO DE DETENIDOS.

Sesión :?7 y ¡iP setiembre/972

MOCION
Montevideo. 27 de setiembre de 1972.
Sr. Presidente de la Asamblea General,

Don Jorge Bapclll.

Mocionamoa: |

1*0 El Ministerio de Salud Publica constituirá una

Cornl/Hón de Médicos para fiscalizar id estado sanitario
(le lo# detenido» cuyos integrante» deberán poseer el
preetlirio y la cigrnficarión té*, nica »uftetante que aseguro
inf'erfnartón competente y objetiva. Su» dictami nes se
harán público», Estol Cmnirión po'rá actuar de oficie, a
requerimiento de los Ministerios de Defensa Nacional o
del Interior o de la Comisión de Legislación de i* Asam- ,
Olea General. Su designación se hará antes de tos diez
días de la fecha, y comenzará a actuar de inmediato. ?
2vi El Poder Ejecutivo déla ri concertar dentro de i
diez duiH <-on la Bupt»*ma Coi te de JuüH' ia un piocedi- 0
miento que: n> garantice a todo» Um de’mktai rúa!- 3
quiera sea la Jurisdicción a que accedan, la libertad de S
elección dr sus defensores y la comunicación periódica 3
con éstos; b) determine las condiciones en que p >drán 3
ser trasladados do sus limares de reclusión los procesa- «■
dos sometidos a la Justicia penal ordinaria, a cuya día- 3
posición continuarán estando en todo momento. 1
Enrique R, Erro, Zeimar Michelíni, Enrique Bodrí- <
gue¿, A. rraiiciMO llodiiguric Camuc/M». Jorfe I>o- j
rán Maltas, Isidro Eh-hrgnvhen, Luís I ni as. Jaar I
l'henlo, Walter Marlina» Gallina!, Vi risa Trías, j
Daniel Sos» Día«, Jaime ¡’t ret, Oaeur Hroachera, >.

Dajaaoa qonatarcia !»*• ai Legi « ¡ador no intarviene an debato,

«i bien firma la a se i 5a)

2 0 3 |
 EHRO, Kr¡ ri j ua

As&rnLlaa General

TEMA; MOCION DECLARACION URGENTE DECRETO LIBERTAD 92

DETENIDOS. i?1
Sesión 27 y 28 setiembre/^VZ

■ ». tí "?r>” .............. .. |
-Proponemos cm > Amshnm fHMftU declare ur- i
gente la moción por ta cual se decreta la libertad de loa f
92 detenidos Laja el amparo de la* Medida* Pronta* de |
Seguridad. — Zelmar Michelinl, JEnrlquo R, grro, Isidro
Etchegoyhen, Luis Imás, Vivían Tilas, Eouarao viera, Os­
lar Briwchetíi, A. Francisco Rodríguez Camusso, Enri-
qve Rodrigue?, Jorge Duran Matos, Walter Martínez Ga-:
llinal. Daniel Sosa Días, Jaime Perca y Juan ChenJo”.
He va a votar, {

Los señores legisladores por la afirmativa, sírvanse

' indicarlo.
tSe vota:*
27 en 125 Negalivn. ।
la—u«.i »11 •• • - «4

(Dejamos constancia qu« .1 L.gf.iador „o lnt.rrln0

«i b ! «»n i i rma 1 a moción) un d«bat«

¿ [i 4 5
20 4 aj
 HnamVlwH »wnwr.il

TEMA: ATENÍALOS EN LIGAOS BAUZA Y ¿DUAhOO aCEVEUO.

Sesión 13 octubre/?’/^

~tonub jaRmr^TermM», wiwi no «mero ductrn

tlr oon la Mesa.
Solamente quiero señalar que el señor Presidente ten­
drá que admitir - ya que ayer, precisamente, estuvo pre­
sente en la conmemoración del centenario de la Villa de
Colón— que no podemos permanecer en silencio ante
estas ausencias que agravan problemas como los ocu­
rridos en la mañana de hoy. en que dos individuos —en­
tre ellos se reconoció a Gustavo Reske— entraron al li­
ceo con el pretexto de pedir un pase para el Liceo Mi­
litar, empujaron a un estudiante - Alfredo Veguito, de
tercer año llceal— y se Introdujeron en el local. Al no
querer salir conforme se lo pidieron los empleados ad­
ministrativos y los padres y profesores — que trataron
de convencerlos para que se retiraran - , uno de ellos sa­
có un revólver y disparó contra el grupo: lo mismo hizo
el otro individuo -Oscar Grauet, del Liceo Bauzá— aun­
que no llegó a disparar el arma. Ante estos hechos el
Director del Liceo, señor Sol Caputl, llama a la policía y
viene el patrullero N* 18. El abogado de Secundarla, doc­
tor Araújo, está en el liceo.

13 señor Presidente admitirá que. aunque violemos el

Reglamento, estamos señalando un hecho que tiene una
tremenda gravedad porque demuestra que estos grupos ar­
madas siguen actuando en los liceos con la intención de
paralizarlos y de imponer una monstruosa ley de enseñan­
za al país- Una ves más ha sido elegido el Liceo Eduardo
Aeevedo, en el que un día el Comisarlo Lucas dirigió un
grupo armado contra él, lesionando de gravedad a uno de
los estudiantes. La historia se repite y entonces este he­
cho grave tenía que ser conocido por todo el país a tra­
vés de este Cuerpo tan disminuido en su número, pero
que de cualquier manera es el órgano Asamblea General

que sigue funcionando. Queríamos destacar esto, ^»ara,.M

que hemos contado con la buena voluntad del señor Pr*
sidente. 1
Termino esperando que mis palabras .sean recogdáj
por la prensa, c inclusive, por loa Ministerios de Deten*
Nacional y del Interior, y el titular de este prometió M
Director áchettlni poner guardias móviles en el exteri*
de los liceos, para Impedir el atropello de estas banda*
armadas perfectamente individualizadas. Quiere decir. en*¡
tonces, que una vez más el Ministro del Interior no cum-,
piló con su palabra, y debemos manifestar que esa pro*
mesa fue oída por quien habla en el seno de lá Uomisió®
de InstruvcUm Pública del Senado
Dejo denunciados estos hechos gravea para que qu«^ i
d>' la debida constancia en kw actas de la Asamblea Ge-
iieriil. por lo que pueda ocurrir en estos días posteriora»,;
ya que se anuncian (Ivlermlnadiu marchas, ciertas acti*
tildes y asimismo sr dice que el mes do octubre será el Me»>
de la Enseñanza. Yo digo que se pretende amordazar a UK*
Enseñanza haciendo el agravio mas grande a la memoria,
de quien fue el gestor de la Ley de Educación Popular.
José Pedro Varóla
Estas son mis palabras de icpudiu, peto i la vez de
solidaridad con ios padres, con los estudiantes, con los
profesores y con el Director del Liceo, señor Sol Capulí,
por su actitud valiente y de coraje frente a los que orina­
dos. con la anuencia policial, seguramente ■■ - porque uhl no
habta nadie que tomara medidas— quieren cometer otra
ves un crimen como hicieron en el Liceo N9 8 con el es­
tudiante obrero Rodríguez Muela, de la misma forma que
balearon desde un automóvil policial perfectamente iden­
tificado. frente a la Facultad de Arquitectura, al estudiante
Daniel Cabrera, sin que hasta la fecha se haya tomado
ninguna medida.
Por eso me duele que no tengamos numero para ha
cer un gran planteamiento tobre el tema, y poder escu­
char otras voces. , 20 5 .
Dt cualquier macera vuelvo ai asunto, pidiendo que,
á* i? ób'Añí a* iMtr# dlü ilbblIhlH 8 IK
19 y 30 de acuerdo a lo solicitado por los compañeros-^
para ver si logramos que, en un último esfuerzo, se vengá*
a levantar el veto Interpuesto por el Poder Ejecutivo a
todas las leyes, y fundamentalmente a la que tiene plaeo,
míe termina el dominacL A..11L imnt 0 —
 K h H O i i» n r 1 q u f

Asamblea General

TEMA■ FUNCIONARIO i FUBMCO3 LE ¡TI TUIL03 FOR

MKD1DAJ UK SÍ.GUKIUAI),

Sesión lf; octubre/972

’ SEÑOR ERRO. - Lo que yo afirmo es otra cosa.

No se trata de que la Comisión de legislación de la

Asamblea Oenera! hubiera podido, en caso de haberse
reunido con numero, redactar un nuevo proyecto sobre el
cual pudiera haberse pronunciado la Asamblea. Lo que
yo planteaba es que considero que. a través de los ar­
tículos leídos, y de algunos comentarios efectuados sobre
ios mismos, asi corno la investigación en las actas de la
1 Asamblea General Constituyentes de 1966, no existiría
. ningún tipo de impedimento de orden constitucional pa-
t ra presentar al Senado o a la Cámara de Representan-
' tos, en su caso, una iniciativa que podría ser idéntica, sin
cambiar una coma, o diferente a la que el Poder Ejecutivo
acaba do vetar.

Ese es el tema que yo planteo a los señores legisla­

dores integrantes de esta Asamblea General, ya que en­
tiendo que no existen argumentos en contrario a esta te­
sis. De manera que en la próxima sesión del Senado es­
tiremos en condiciones quizá» el próximo martes- de
presentar una iniciativa que proteja loe derechos de loa
destituidos y abra la posibilidad de que puedan ser rein­
tegrados a sus cargos, puesto que ya nadie discute en el
pais que fueron exonerados en forma ilegal y contraria
a derecho.
En los argumentos que eiboía el Poder Ejecutivo ngj
se ve un elemento que pueda llevar a probar jurídica*,
mente que estas destituciones se efectuaron de acuerde^
a derecho y que no existe posibilidad de apelación; nil?
siquiera la vía legislativa podía ser el medio de re«ta->
blecer la Justicia rota por aquella agresividad puesta dd¡’
manifiesto por el Poder Ejecutivo, entes autónomos u otng||
organismos del Estado, contra este grupo de cludadano|||

Queríamos hacer este planteo, sin perjuicio de escu-J

char otras opiniones sobre el tema. Noe reafirmamos en -j
esta tesis que nos abre el camino hacia la presentación :
de una nueva iniciativa que ampare a loe destituidos. *
Reitero que, una res efectuadas conversaciones con otros '
compañeros, presentaremos la iniciativa a que he hecho j
referencia, porque no considero que hayamos perdido Uí .
oportunidad de apehr, ya que no advertimos ningún» ;
disposición constitucional que nos lo impida. Por el con« i
trario, a través de los textos que he leído, que son ¡ot;
únicos que se refieren a los vetos interpuestos por «ti
Poder Ejecutivo, se advierte que no existe ninguna dio- 1
posición explícita ni siquiera implícita— que nos pon« |
ga una valla que impida que presentemos un proyecto •*
de ley que, seguramente, ha de contar con la opinión
favorable de una amplia mayoría de ambas Cámaras, tal
cual ocurrió con Ja aprobación de este proyecto de ley.
Desgraciadamente, interpuesto el veto por el Poder Eje«
cutívo, nos hemos visto obligados a presenciar la reite­
rada ausencia de la mayoría de los componentes de la
Asamblea General Legislativa.

‘ Em cuanto quería manifestar, señor Presidente.

04 5
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 Asamblea General
TEMA: SUSPENSION GARANTIAS INDIVIDUALES.
uesi6n 29 y 3^ n ov i embrp/972
SQEÜOR ERRO. — Sefior Presidente: tenemos la im­
presión fundada de que la Asamblea General Jcgldaliva
ha ido disminuyendo .sus vibraciones en cada una de
latí ocasiones en que fue citada para considerar estas
prorrogas de suspensión do ¡as garantías individuales.
Lamentablemente no hemos podido escuchar, en
ninguna de esas reuniones, a los señores Ministros, dar
una información exhaustiva y serla sobre los* funda­
mentos por los cuales d Poder Ejecutivo apelaba a este
recurso.
Desde luego que en el Mensaje del Poder Ejecutivo
tu» dan la* mismas pobnn» improsMmcx, Cuando integran
tea de ja Asamblea Gummi mtenogini a loa achuie» MI-
¿ rustro* para lograr una reupueaU concreta a sus inquio-
■ ludes, por lo general ella no se logra Hay un grao va-
• cío de contestaciones a loa que, aun volando en contra,
somos dueños de las decisiones de i» A «amble» Por com
siguiente, es a quienes tendría que informar permanen­
temente el Poder Ejecutivo.
A todos los vacíos de las Asambleas anteriores, su
ha Miniado el de la de hoy. No se ha informado por el
Poder Ejecutivo sobre bis personas detenida*. No se tía
dicho una sola palabra del lugar de su detención. La­
mento que no esté presente en cale momento el señor
Ministro de Defensa Nacional, doctor Malet, porque abri­
gaba una última esperanza de conseguir datos veraces.
Cuando el señor Ministro concurrió a la Comisión
di* Instrucción Pública del Senado, a la flemón del tí de
noviembre, llamado a raíz del analto a la Universidad
de Ih República, el 30 de setiembre próximo panado,
anotamos una vez, mrts, rn es» oportunidad, el <*<*rreiui
miento permanente de la* libertades, de los dereihos y
de las garantías Indivldui L* manifeviumdo <pie el Uru­
guay liberal, ya muerto, se había constituido en una
gran cárcel para acoger a cuatro mil compatriota*. ya
que Me óa m ntonero casi exacto de lo* que en este
momento se encuentran detenidos. Ante esa referencia,
el señor Ministro dijo to »Igutonto1, "Do manera que
vK ónms por w k«¡to y por otro, en forma
üajattve. to fteee tí señor senador — se refería a
mx» THSasógteUkCMMnM-*- ** «n<*xscM Una
situación de violencia no provocada, no querida ni de­
seada por este gobierno m por el anterior".
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\ yo subrayo que ello no es tan así, porque eu lM
eausas de la violencia, tanto el gobierno anterior como '
el actual llenen una cuota parte de responsabilidad muy
significativa. ;
Y continuaba el señor Ministro de Defensa Nacio­
nal: "La misma es producto de una serie de situacio­
nes desgraciadas que lo único que deseamos es, gobler- ¡
no y Parlamento, si así lo desea, salir de ella bureando !
medidas de pacificación que si.n duda el país necesita, i
Reconocemos que hay 2.500 presos y sabemos latí difi­
cultades procesales por las que se atraviesa*’, con lo
cual reconocía el señor Ministro los hechos denuncia­
dos, constantemente, en ambas ramas del Parlamento.
Agregamos que eran muchos más y seguimos sos­
teniendo nuestra cifra de que ifon cuatro mil los pre­
sos políticos.
Pt.ru a continuación, el señor Ministro pronunció ;
ur.a frase de un contenido trascendente, que me hizo ,
pensar, conociéndolo desde hace tanto* años, que se iba *1
a cumplir, que tenia practicidad, que no era una opi- i
nion personal. Los hecho* han desmentido aquella po-
oibilidad que yo veía de que saliéramos de esta .nlua-
cmn dramática en que vive el pala.
Dijo, entóneos, el señor Ministro de Defensa Na­
cional, y me voy a permitir leer textualmente; "Sabe­
mos, además, que esto no ie hace ningún bien al país 1
y el Poder Ejecutivo tiene interés en declarar que quie- J
re salir de esta situación y que está obligado * hacerlo", j
El señor Ministro, por otra parle, no hizo ninguna .
aclaración en cuanto a que el concepto expuesto lot,<
fuera a titulo personal. Muy por ql contrario, invocó.^
al Poder Ejecutivo, agregando como frase final de su j¡
pensamiento "y que está obligado a hacerlo’. ¡
Este Mensaje que acaba de enviar el Poder Ejecutivo,
que también firma el doctor Malet, desmiente, desde iue-4
go, la posición que en aquel momento adoptó en la Co- ;
misión de instrucción Pública del tjenado, creando en tor- *
no a su pensamiento una legítima expectativa, que creo
que incluso fue tomada por algunos órganos de opixiiun.
En consecuencia, señor Presidente, volvemos a re* fu-$
mar nuestra mgiitlvii, ron los demas compañero» dei
Erente Amplio, poique los he. Iium habían dn darnos P¡4»1
ha lu&jn. 3
El compañero señor legislador Michehni, con atento
apasionado y auténtico, certificaba ante la Asamblea tie­
ne ral ¡a ¡urina ligera y superficial con que se había en­
carado sn esto país to presencia, el contenido, la natu­
raleza y la finalidad del llamado Movimiento de Libera­
ción Naciohal, y que una nueva realidad en laa Fuerzas
Aunad*« ie permitió un anAUais en profundidad del que- .
nacer de aquellos compatriotas.
En un momento determinado —el país lo sabe— se
produjo un diálogo entre quienes estaban con su uni­
forme y toa que hablan sido detenidos por ellos. Fue un
.iibiogo no de simple InterciMnbio de ideas sobre temas
haladles sino sobre soluciones de fondo para la crisis del
país, que puede hauer recurrido desde el problema de la ’
Hería hasta el de in Banca, dei de la corrupción Insta .
los robos a alta cscaia realizados a la República, del dre- 1
naje d- divisas, hasta la falta de trabajo, ios salarios in-
Miile lente» y las jubilar iunM ridicula» para míe de 400,
mil compatriotas, . ,
Ksto trascendió, en determinado momento, al tontoÁM
de la Hepubhea, como lo que se llamó, en un instante M
la historia d>*| país, "la ti enría", que posteriormente fuge
rali la aña con otras denominaciones, |
La hbdmia del pin« sig no, desde aquel 15 do ubríH
penoso en que. como quien aprcta un botun, se puso en?
Innrlunahílenlo la fuerza
J
 J?rsguntamo» entonce» y reiterarne» ahora que quien
t tenía la posibilidad de volver hacia el lugar natural la»
cosas, no lo hizo. Lo decimos a quienes por imperio de
muchas circunstancias votaron la declaratoria del Esta­
do de Guerra Interno por primera vez en la historia del
Uruguay, haciendo que se coi nera sangre. Dijimos que
esto tenia que suceder en los eni remamientos y en esta
ñora no se encuentra la salida a io que es, quizas, la más
Hiende vrum del pal». esio stani i h a que aquellos con-
wisat iones y aquellas pre en.ins lemán un svnudo en
proiundidad, que siempre se qmso negar en la Asamblea
General, y tengo para mi que ello ocurrió por falta de
estudio de la realidad nacional, por vivir de espaldas a
ella, por no querer enfrentar las situaciones que se esta-
! jan dando dramáticamente en el paia, configurando, lo
¡ue yo Llamaría, repitiendo el titulo de una obra de quien
i luera un ilustre escritor compatriota. En la cruz de los
láminos’'. En síntesis, la prensa, cuyo» hombres repre­
sentativos están en la Asamblea General, ante y después
ae estas votaciones, tejían elogios a determinadas actitu­
des del gobierno y de las fuerzas represivas quu se es­
taban levantando en forma permanente contra todos Jos
.»ectorea populares» haciendo que la imagen de Uruguay
jue extfie latra de ¿tonteras, *ea exacta, es decir, que
be vive aojo un régimen permanente de represión y que
i a Constitución se 1ra transformado, antes en las Medi­
das Prontas de seguridad y ahora en esta suspensión de
garantías Individuale^.
Sobro esto, afirmo que quienes asi escriben y quien«»
pronunciaban detennmadus discursos difundiendo esta»
decisiones o la aprobación de la Ley de begundau del hi­
tado, en el Senado o en la enmara de Representantes, lo
formulaban en la comodidad de aquel que ve como a los
demas le suceden cosas graves y a el no, de que trata
de los demas, en cuanto a conculcar la libertad y allanar
los domicilios, u encarcelar lu gente, a torturarla, a en­
capucharla, de aquel que pensó que nunca llegarían a el
esos mismas atrocidades. A ios demas, no impuiui que se
les quite el derecho al trabajo, a la salud, a la vivienda,
ii la educación. Eb para lo» demás la suspensión do gii-
lanüas individuales, este aparato de guerra lo le mu. bon
áse donas ios que pagan, incluso con sus vldus, esas ac-
titudes de defensa de la lioeriad y fueron los demas ios
que permanecieron en el pensamiento de la Asamblea Ge­
neral hasta hoy. Al volverse contra ellos, para ios que en
‘ aquel momento jpensaban en lo» demás, lo que parecía
i imposible que íes llegara, para los que nunca creyeron que
la marea que iba creciendo lo» alcanzaría, la situación
| w torno mas tensa. 1M como una máquina que se ha pues­
to en ruiKionamienw y no se puede detener y que no
respeta ni denominaciones políticas, ni «ocíales, ni ecouó-
í micas. Di entonce» el momento en que descubren al Uru­
guay real, lleno de honores, de incertidumine, de desola­
ción y de un despotismo que ni siquiera en csu caso es
Ilustrado. Loa demás pagaron aíin con sus vides o ron
bu encierro o con su tortuia o cun sus infortunios, lo que
aquello» otros, desde aquí cornudamente en la» banca»,
hacían mayorías circunstancíale», changándose para de­
fender lo que llamaban un orden o una orientación demo-
i erótica o un estilo de vida del país, *m advertir que crea-
! ban el desorden y que nada tenia que ver eso con el ce-
tilo de vida nuestro y que de democracia no tenia nuda
mas que la frase, el calicillo más o mono» bien ubicado,
bien promocionado, pero que estaba dirigido contra un
auténtico pensamiento democrático que os el que anima
a vastos sectores progresistas de la población.
Hay, en este tema, diversas soluciones para ei país.
Llegara el momento de opinar cuando se presenten a la
Mesa las distintas mociones que se han elaborado. Pero
lo que nosotros no podemos, de ninguna manera, pasar
por alto es la forma casi infantil con que »» ha tratado
{ de vestir, de decorar, el Mensaje del Poder Ejecutivo y la
I lectura que el señor Ministro hizo de algunos conceptos
| que fueron refutado» por el señor legislador Mlchelini,
i «n se momento, y que nosotros calificamos de una mala
rii»ai|pMlfíííi« esooiar do fin da curso.
Hay aquí una presencia avasallante de la» Fuerzas
Armadas y un decaimiento cada ves más evidente, del po­
der civil. Nadie puede anotaatarse porque nosotros sosten-
gaznes la loáis de que el Prestoesto de la República e» un
'prisionero, en el deswoUo normal ds «a vida do la Na-
dón y que los Ministros pgatotmniio a alto. 81 no futra
así, el Ministro de Defensa Nacional no hubiera dicho, al
final de su discurso que el comunicado 003 de las Fuersas
Conjuntas era un documento oficial, él, que se había pa­
sado durante horas comentando que pudiera ser la doc» .
trina oficial, para reconocer luego ese mismo sentido en
este documento que es avasallador de todo el ordena­
miento jurídico del pula, hecho por las Fuerzas Conjun­
tas. Como un hombre de Derecho, un profesor capacita­
do —sobre esto erro que no hay dos opiniones en el país—
puede haber aceptado, al final de su primera exposición,
que era un documento oficial el Comunicado W3 al que ■
nosotros vamos a referirnos, porque anticipa el concepto ’
de peligrosidad, a pesar de que en las. altas esferas, se- ¡
gún se anuncia en la prensa, se estaría gestando un pro- i
yecto que reconoce el estado de peligrosidad y lleva o) ¡
país a otro enfrentamiento a todos los niveles, haciendo ,1
parecer, por momentos que una mente maquiavélica ac- :
tua en cada una de esas opiniones, escritos o leyes, Pa-
rocería que alguien, deliberadamente, estuviera creándo­
le al país todas estas contingencias desfavorables que
alejan, en el tiempo, no diría en forma definitiva, pero
por lo menos, a gran distancia, el entendimiento entre
los orientales, que es el deseo fervoroso de todos los que,
de alguna manera hemos expresado nuestro pensamiento.
Muchas veces hemos tenido que hacer denuncias en
esta Sala sobre las Fuerzas Conjuntas y han provocado 1
irritaciones en las mismas que, en determinado momento, i
hicieron que •» Minara de represalias que podrían lomar­
se contra el legislador que habla, k> que no nos hizo de­
tener ni en nuestro voto ni en nuesuas actitudes ni en
el ejercicio directo de una banca que el pueblo no» ha
entregado pura defender loa graniiea principios de la so­
beranía que deseamos en una democracia popular y auten­
tica. Ninguna amenaza podrá silenciarnos cuando ten*
gamos algo que denunciar, porque lo haremos para que '
ello quedo incorporado a esta historia triste y lamenta­
ble que ios uruguayo» todo» tenemos que soportar.
Ciecnios que los que han actuado en esa forma no |
han meindo sus actitudes, porque son. inconducentes pare i
el final oe \ ualquler Juicio histórico hecho en serlo y oon |
ia perspectiva del porvenir de un país. Hasta admito que
tal vez lian caído en la inexperiencia, lo que ios lia lie» $
vado al impulso primitivo de querer arrasar las indivi­
dualidades que, de alguna manera podría molestar en «1
camino de los que por el quieren avanzar hacia objetivos
que no bé cuáles pueden ser, pero que se pueden adivi­
nar. Estas actitudes fueron totalmente Infecundas, pues
no aportaron ninguna solución al país.
Al contrario; originaron intranquilidad, formaron una
Idea absolutamente precaria de quienes creyeron que la
fuerza en la mano lo puede lodo sin advertir «u imposi­
bilidad al no escuchar, atentamente, la voz del pueblo
que no quiere seguir por estos sendero» y aceptar sitúa- '
clones tan incomodas y angustiosas como las que esta» i
mus viviendo todos los uruguayos. ¿Qué resultó de todas ?
aquellas amenazas? Nada. Inconsistencia en los cargos
que fueron devueltos, además, como a mi juicio corres­
pondía, «in perjuicio de que se píen»» volver ai ataque
•n forma velada, que no es correóla, que no está dada ds
frente como cprresponde,
■n cambio, tMsotros eutamos dispuestos a recorrer j
todos los camino», ato los más »»pinosas, los de maysx|[
res zozobras y ios que tengan mayor intensidad de ríes* ii
go. Nunca hemos escapado a esta especie de ley de una |
historia individual que la tenemos dentro, como un perfil, I
de nuestra conducta en la vida política dei país. Cuanto ]
más desfavorable es el clima, cuanto más dura la lucha, I
mejor nos encontramos. Hemos nacido para ella y en ella {
podemos dar todos nuestros esfuerzos, basto conseguir los i
mejores frutos para la liberación det país. .
X ' 1 J¡
De manera que quien pretenda por «uta vía atacaiWBg, ||
no hace otra cosa que estimular, dlnamtzar, lo que «• f
nuestra estructura orgánica, lo que prácticamente está ’
dentro de nuestra propia sangre y que nadie podrá quitar. „
aún los que de alguna manera por ahi andan incitando al ¡
men creyendo que una vida que desaparece determina 1« |
muerte también de sus ideas sm que exista ningún reflejo, ■ >
ninguna repercusión en la opinión pública. ■' |
 ! WflB wrom que «• cometen y ae toleran como te in-
' flttetewn permanente al crimen, incluso, directa, y por lo
que nadie ha recibido «andonea porque inclusive ntiora
se han movido otra« situaciones i>or otros antecedentes,
tomándose determinadas decisiones. Pero por lo otro que
era más grave, por la amenaza a hombres jxjítticos y unl-
rersltartos sobresalientes de la vida docente de la Repú­
blica, no ha pasado nada. Casi fue un resbalar por la
piel de loa que tenían ¡a responsabilidad del gobierno. Hi­
cieron caso omiso, a veces argumentando que estaban
fuera del país y que no habían tenido conocimiento di­
recto de lo que se publicaba. Frente a eso nosotros advrr
timos que el gobierno tiene una continuidad, que no pue­
de detenerse porque alguien viaje o algunos de sus in­
tegrantes tenga que representar al país en organismos
internacionales. El gobierno prosigue y mu1 lo puede ser
ajeno ni ignorante, Indiferente ni pasivo ante dcnuncla-i
concretas en cuanto a Incitación al crimen de políticos y
universitarios, que «e hicieron en ese momento, y que no
vamos a recordar hoy a la Asamblea Oenrral porque no
queremos inferir el agravio de que no estén cabal y to­
talmente informados de lo que aquí denunciamos.
I
La historia siguió, cor. sus tropezones, con la protesta
del pueblo y con la radicaJuacion de toa ciudadanos.
Por lo Unto, me permito, a este altura, janear a te
toMáderación de los demás esta interrogante: ¿hasta
t cuando el pau puede mantener 4 mil compatriota« en tea
. cárceles? ¿Hasta cuándo el Poder Ejecutivo quiere impo-
! ner la fuerza para lograr que queden encerrados hombree
dt! y mujeres que pueden ser muy útiles para el país ? Hay
^F ¡ 45 médicos entre los detenidos. Hay cantidad de abogados,
de trabajadores del campo y de 1a ciudad, estudiantes.
Hay mujeres ennoblecidas por su lucha y por su sacrifi­
cio.
La pregunta, entonces, cabe: ¿hanta cuándo 78 per­
sonas liberadas por la Justicia y luego llevadas a los cuar­
teles por las Medidas Prontas de Seguridad seguirán allí?
Eran 412; algunas lian quedado libres pero otras no. y
ahora se inventa por las Fuerzas Conjuntas rsti* estado
<to peligrosidad que le permiten, en una comisión especial
de loo Comandantes, estudiar cada caso para decir de qué
manera alguien puedo ser liberado y otros no.
Dentro de eete dramático problema nosotros leñemos
te obligación d« defender a todos los presos políticos y
gremiales, ten ninguna excepción, cualquiera sea su ex­
tracción ideológica y sue métodos de lucha.
Queremos ahora, sin que con esta actitud estemos
parcializando el sentido de nuestra»! palabras, manifestar
| la injusta, arbitrarla e ilegitima permanencia en ios cuar­
teles de nuestro compañero de te corriente nacionalista
! popular revolucionaria del Frente Amplio, y ex integrante
de esta Asamblea General, el doctor Ariel Collazo.
Toda la Asamblea sabe que • te» 24 huras de perder
sus Inmunidades parlamentarlas, fue detenido en su do­
micilio para someterlo a una averiguación de rigor.
Todo «1 P*i* conoce que te Justicia de InsUuaaun Ci­
vil entendió que nada tente el doctor Coíteae que formanL
una causa por dellUia, en ningún sentido, y que te»
libertad.
Sin embargo permaneció a merced de lae K aereas
Conjuntas que en determinado momento decretaron por
si y ante si la incomunicación de este compañera que
duiante 3 meses y medio no pudo recibir la visten de su
esposa, sus hijos y de su hermano. Le estaba prohibido.
Lo grave es que está incomunicado en una Unidad Mili­
tar que nunca pudimos ubicar loa que efectuábamos pe­
didos de informes y conversábamos con los Ministros, que
se dos dijera cuál era y se Je levantara la Incomunica-
cMta
En determinado estadio de este problema resolvimos.
oompaúteKM del Frente Amplio de todos los sectores, ha­
cer un» visita <m su despacho al entonces Ministro de
Üéí'snsa Nacional, doctor Legnanl, a quien acompañaba en
209
«sos Instantes, ti teb-tarotam Le plan­
teamos el problema en estos términos y et doctor tefMml ■
contestó que no sabia que se encontraba Incomunicado y
que estudiarla la posibilidad de tomar alguna providencié
o conversaría con los Comandos por lo menos pura que esa
incomunicación se levantexa.
Agregamos también que nosotros deseábamos que fue­
ra sometido con urgencia, después de tantos mes««, a la
Justicia de Instrucción para que diera su ultima palabra,
pero que no aceptábamos esta especie de interregno abso­
lutamente injusto que estaba demorando un lapso que
ya no podíamos soportar.
El doctor Legnanl. por hechos notorios, renunció a su
cargo. Ahora está ci doctor Malel en ese cargo a quien
publicamente le hacemos el mismo exhorto. 6o han pro­
ducido. últimamente, algunas visitas que recibió, precisa­
mente, el compañero Artel Collazo; pero no con la per­
manencia a que tiene derecho.
Conkidrramos que no puede haber en el país presos
privilegiad))« Paro unos toda la dureza y para otros una
sala de ofic iales, visitas hasta dos veces por semana y ios
profesional«» constantemente al lado. No me refiero a na- i
die en particular, uno que señalo el hecho. ;
Me parece que esto deforma la decisión de las Fuerzas'
Armadas y las vuelve injustas porque tiene un sentido de
arbitrariedad y discriminación que resulta Insoportable.
Esto lo queremos señalar para exhibir, como con trocara,
lo que ocurre ron todos esos presos políticos, en forma es­
pecial el ex-legislador doctor Ariel Collazo.
Repetimos, entonces, para que se recoja por el Minis­
terio de Melena* Nacional, que debe ser levantada, definí»,
tivamrnte, la incomunicackn. debe restablecérsele un ró*
gimen normal de visitas teniendo un tratamiento corree*
lo. Asimismo, debe ser ilevado ante la Justicia de Inslrude
don rapicUnicnte porque está detenido desde el 18 <to
lebrero en una Unidad Militar. Aquí no caben opdonMi
El dilema ee claro. >
Que i»rn juzgado, Coitero, por quien corresponda;
no dejar transcurrir el tiempo en esta incertidumbre
desde luego, intranquiliza a cualquier ser humano y Sg
proyecta a su núcleo laminar, como ha ocurrido cotí sua
hijos, su mujer y todos sus amigos políticos y personal«*
En consecuencia, en la Asamblea General nadie puede
defender esta actitud que i«e ha asumido con respecto al
doctor Collazo. En alguna oportunidad, publicó uta carta,
poir la que fue sancionado por loa comandos militares,
como si no tuviera derecho a defenderse públicamente o
a ilustrar a la opinión publica sobre cual era la situación
en que se encontraba. Ese e» un derecho que a nadie sé
le puede negar y que él utilizó en la forma que creyó mág
práctica y positiva.
Estos hechos van jalonando esta historia amarga qu«
el par» está viviendo. Be cometieron contra él los atrope­
llos más tniewoa y las estafas más grandes en te vida del
pal*
Entonces, dejamoa sentada nuestra protesta, porque i
no se toma una decisión definitiva en el caso de esos com- i
pañero«, extendiendo nueeUo pensamiento hacia tantos [
tnites de compatriotas que durante mesas no han logrado
que el Jues de Xaetroeeíón Militar asista, como le corres-!
poode por ro jurudteetón nacional, ai lugar de la Repú­
blica en que se encuentre el detenido, para tomarle de­
claraciones.
¿Quién no se acuerda del doctor Hugo Fatal, brillante
abogado, hombre de reeponaaMUdad, de preocupaciones
para con la comunidad, que un di* fue UtVMS A'Mgi •Mf*
tel, en el que permaneció ochenta y dos día* esMdteimM
do y maltratado? Luego que el Jaca Militar le temó decWf
।aciones, entendió que no habla ningún tactor que deUNM
mhiuia íoimudón de causa, por lo que tue dejado en M
izerlad. ■ w
23 54 5
 ' 11 l ..................... III.DJI !ll«

tito tiene que peanr »obro el ánimo de loe hom- |

brea que tienen acá un mandato popular que cumplir. ¿
Yo pregunto qué pasaría, ai cada hombre que levanta tu ’
mano para consagrar estas disposiciones atentatorias de ‘
ia libertad, consultara a los respectivos sectores del
pueblo que ic dieron su voto, que ¡o eligieron para ai ’
cumplimiento de esa misión, que para nosotros, antes, ‘
ahora y siempre, sigue siendo tremendamente importan­
te para la defensa do los inlcrestu populares, del país
como nación.
Estas actitudes van desfigurando el rostro del país,
van haciendo cierta aquella interrogante de un esplén­
dido libro de nuestro compañero, el profesor Roberto
Ares Pons, “Uruguay, ¿Provincia o Nación?”. Si quere­
mos ver nación esplendentemente concebida, no podemos
ettar permanentemente limitando o quebrantando el
orden constitucional, el jurídico y las libertades públi­
cas, no podemos seguir en esta pendiente, trayendo ca­
da tantos meses al pueblo de la República el espectáculo
de una Asamblea General que parece estar vencida,
en la que sólo resuenan determinadas voces, y no las
que tendrían que defender con argumentos, con Ideas
y documentos, esta critica situación en que colocan al |
país.
No creo que las mayorías puedan imponer a las
minorías todo lo que se les ocurra. He dicho hace po­
co, en la Comisión de Instrucción Pública del Senado,
en una incidencia, al iniciarse el estudio de esta mal­
hadada ley de enseñanza, que no estaba dispuesto-a
ser prisionero de las mayorías. Tampoco, lo quiero aho­
ra, como seguramente ninguno de mis compañeros lo
desea. Debemos seguir teniendo independencia para
seguir opinando sobre los grandes problemas del país.
Queremos seguir teniendo la oportunidad do decir to­
das estas verdades, que nadie desmiente. En todos los
debales que se han hecho, quedará, como balance final,
la verdad de las expresiones de todos nutairua compa­
ñeros. En cambio, de los que levantaron su vos en al­
gunas interrupciones, no quedará un solo argumento
rapaz de darle validez y respaldo a su voto.
Esto es muy grave porque demiente el mmtido
democrático en su más noble y profunda accpilóu. La
•cutod de decir que tenemos Jos votos, no sig Jilea Je­
rarquizar ni reconocer que vivirnos en un régimen de­
mocrático sino que, por el contrario, vuelvo a decir la
frase que expresé hace un rato: estamos dentro de una
concepción de despotismo, que, ni siquiera, m ilustrado.
SI cato» hechos siguen dándose, ¿qué explicación le da­
mos a la juventud llena de fervor, de generosidad, de
espíritu, de sacrificio? ¿Qué le decirnos a la juventud
de un país que le está frusta«do permanentemente todas ‘ **■ lOtópo’ totalmente de tea éiP
iMi actividades, que la está expulsando del seno de su presiones formuladas por el señor legislador.
sociedad, para que busque en otros horizontes», en otras
tierras y en otros paisajes, posibilidades económicas y
ia prestación de sus brazos y de su mente, que aquí no Como hombres optimistas, siempre pensamos qtNK
tiene? ¿Lee decimos que nos hemos reunido aquí, du­ los señores Ministros van a recoger ia» denuncias que,«
ra» le dos días, para consagrar grandes disposiciones fundadamente, formulan ios legisladores.
que saquen al país, de ese estancamiento, para darle Li­ ■ ‘í
bertades plenas, para reconocer los derechos do la ju­ Por lo tonto, queremos seguir apegados a este
ventud a todos los accesos de la sociedad? No. Tenomos timismo. para que el tiempo demuestre si estamos «I
que decirle que, nuevamente, ia Asamblea General es­ el acierto o, por el contrario, serán loa Ministros loé
tá limitando las garantías Individiiules y diciendo que que cargarán con te responsabilidad de no re.*ponder
la libertad no existe en vi país, tina nación que tiene a tos FMdamo» dé la Asamblea General, Esta expresión
ausencia de libertades nu puedo moverse en vi ámbito filial, es ia qua» tomentobtemente, so ajusta a ¡a rea­
nacional ni internacional, con comodidad, con prestigio lidad, ,.
ni con prestancia, 'lodo el niundo sabe que el Uruguay
no tiene libertades, ya que conocí» la censura p< riña- Decía, «totee Presídante, que atoe Uruguay no
nentc a 1« preñas, que de ¡o» hechos que ocurren en puede ser aceptado per nuestras juxwitudes, en el cam- !
la República sólo puedo publicar lo que las Fuerzas y en la ciudad: en La fabric« y en la Universidad.
Conjuntas quieran, aunquecritén faltando a la verdad, Esa juventud se pregunta, pennaoentemeote, cuál ea;
como tantos veces se ha demostrado rn esta Hala, don wu papel en esta sociedad. Quéetr sobar porqué no Sé
<to llegamos a provocar, incluso, la reacción del rx- respeta su derecho a ua »tejar destino. Y no hay ras»,
MUÚatró del Interior, señor Rovira, cuando calificó un puesta Y país que no tenga una respuesta clara a las
parte de totea dé "mamarracho". Luego, obligado por invocaciones de sus juventudes, es un pato envejecido,
circunstancias de presión, que todos sabemos que exis­ de espaldas a su historia, que trai íntsa este principio
ten, salió a la prensa para dar su versión de la expre­ básico del porvenir de ta nacionalidad. ¿Somos una
sión “mamarracho", en el sentido do que ora una es­ nación? Para atrio ae necesitan rasgo« de independen»
pecio dé decoración de curtas «tuacionas, dándole cía, de soberanía, de destino de juventudes. En to !•*?
una toterpreterttm qe*. seguramente, habrá sido reco­ Icrrogante do ese libro de Roberto Ares Pona, uno 4*^
gido por loa tMuadánntew para roeditaf lo qué os te acép- encuentra tael teniaJo « responder quo no nos
étasu 4MMáMM«áé d» «a» término. consolidado como una nación. ¡

2 1 0
 De modo que, señor Presidente, tenemos que ha­
cer un gran esfuerzo para la afirmación de nuestro
ser, para fijar claramente nuestra fisonomía, para evi­
tar que andemos casi con muletas, para qiarchar hacia
el futuro con paso firme y decidido.
La vieja concepción de Lord Ponsomby, en los al­
bores de la Banda Orienta], que fijó aquel criterio
gráfico de que éramos como un algodón entre dos
cristales, o sea el Brasil por un lado y la República Ar­
gentina por el otro, que jugó a través de la historia y
traspasó los tiempos.
En una obra ejemplar de Luis Alberto de Herrera,
sobre la misión Lord Ponsomby, incluyendo documen­
tos que estudió e» los propios archivos ingleses, con
autorización del Rey, concedida en forme muy excep­
cional a una persona de otra nacionalidad, fue revela­
do este aspecto.
En esa documentación so advierte la intención de
Lord Ponsamby de segregar la Banda Oriental, fijando
el concepto de supervivencia que jugó —digo yo-- hasta
los últimos artos, en un equilibrio que ahora estarla por
romperse. Un equilibrio que frente a la intención de
gendarme o de tutor o del concepto de fronteras ideo­
lógicas del Brasil, con su poderlo económico, con su
respaldo del imperio, esté alertándonos a todos —y no
son palabras imprudentes—* que para reafirmar el ser
nacional debemos adoptar determinadas actitudes muy
claras» que nos pongan a cubierto de sorpresas, en lo
económico, social, político, institucional y cultural. De
lo contrario, pegaremos un alto tributo a la falta de
। provisión, sacrificando nuestras juventudes, como iíem-
| pre heroicas y generosas, a la pasividad en la toma do
, precauciones elementales para ver en profundidad el
i prpcosf» béstórko do lo* últimos artos.
| La pretendida tutoría del Brasil, con «u dictadura
i Inserta en el imperio, con su formidable aparato econó-
imico y bélico, nos está demostrando que tendremos que
'revisar muchas de nuestras decisiones, de nuestro es-
i tado mental, de nuestro estado emocional, para fijar.
। en una gran pantalla de Latinoamérica, que reflejará
¡ nuestros orígenes, en una raiz común histórica, nos es­
tá reclamando una acción distinta en esta hora tan
! sombría para todos los pueblos de Latinoamérica,
| Y somos, fundamentalmente, hombres latlnoame*
> rlcanos. Por eso nada de lo que pase en otras latitudes
' nos puede ser ajeno, sin modificar un ápice la vieja
concepción que siempre defendimos, cuando muchos la
' dejaban en el elimino y que luego «’ plasmó en las
bases programáticas del Frente Amplio: el principio de
no intervención y de autodeterminación de los pueblos.
Eso no puede ni podrá ser una indiferencia suicida de
la opresión contra otros pueblos.
Hay procesos históricos muy cercanos que nos es­
tán señalando la irreductible posición y la necesidad
de fijar nuestro esquema, nuestra imagen vu vete pa­
norama. Si no lo hiciéramos, estaríamos contribuyendo
al aislamiento del país.
Cuando nosotros nos proclamamos nacionalistas,
¡ siempre lo hacemos con sentido latinoamericano, con
| una nítida posición antimpcriallata y antluligárquica,
> No « un nacionalismo rrgionalista ni ahilado, ni corno
diría el Presidente del Perú, el General Vclazco Al­
terado, un nacionalismo “de campanario". No es un
chauvinismo, es un nacionalismo transparente que reco­
ge del pasado el incipiente nacionalismo contenido en
¡as ideas afttgcristas. con su federalismo que ya marra-
too rumbo* On la hiitort* dol país, con proyección lati-
noamertcan«. Que te Identifica con el Tercer Mundo,
al alcanzar el "nacionalismo hlttórico”. Es un naciona­
lismo que recorre nuestra historia, que se incrusta con
más fuerza y más vigor para defender, eoa Herrera en
1P45, la no intervención al país hermano, con vaHor jt
con coraje. Por ello, fue vkU/iaa de todos loe epíteto*
Infernantes que pueden trgette tt&r» un hombre
púUiíW de ié mw br/V *» <1 páíe Mlrt
«nwgp< á.umpr> -arrió a alejado
-------------- ----------------------------- jX
ftüUSAM
< J í 7
Horror» do lo material, el «ggártte de sus Ideas y su
conducta, su posición do entonces, es feooglda por hom­
breo que en su época ¡o atacaron y que hoy reconocen
que él tenia una visión real y certera del fenómenóe
histórico platino y que su posición de defender a lii'
Argentina del bloqueo a que estaba sometida, era ver­
dadera y auténtica y reflejaba la inspiración artiguista.
Es decir, que en el presente de las relaciones in­
ternacionales, tendremos que volver con más fuerza a
sus convicciones, porque la hora es de peligro* y do
acechos. En las concepciones geopolítica* y en la ac­
ción política práctica del imperio se albergan estos pe­
ligros. ¿Quién no sabe en esta Sala que conaorcíos bra­
sileño* están comprando miles de hectáreas, que signi­
fica adquirir el patrimonio nacional? A esto tenpmoK
3uo ponerle coto definitivamente. ¿Quién no conoce lat;
eclaraciones y la reacción de la prensa brasileña d»
mayor importancia? Por ejemplo, O Globo, O Jooraal«
do Brasil y Estado de Sao Paulo en su tiraje iiineivMk
reaccionan agresivamente por el retorno de un hombr»
de enorme importancia en la política del país hermano.
Además, esa agresividad se está reí Jijando para con
nuestro propio país. ¿Quién no sabe entonces que es»
reacción de la prensa brasileña, apunta intencionada­
mente a crear una división que la puede ser favorable?
Es la hora de unirnos a los mejores niveles oaclo¿
nales e internacionales, con aquellos países que, pg£
tener el miemo origen histórico, seamos capaces de
cauzar, en un diálogo fraterno, lo que será la propia*
defensa de nuestros Intereses.
Ha llegado la hora de planteamos estas decisíonsi
con profunda sinceridad.
¿El Uruguay, por sí mismo, tiene los elementos su-
Arlente«, la fuerza necesaria, la unidad inconmovible
para la* grande* empresas nacionales, como para salir
de asta erial* con tu sólo esfuerzo? ¿Los demás países
latinoamericano* pueden superar la críela que ios dete­
riora en un esfuerzo aislado y nacional?
¿Los orientales estarnas en posición política, eco­
nómica y social, como para resolver estos valores de
la Nacióot
Declaro que en asta tema tan difícil y complejo,
me cercan algunas duda*. Bato lo afirmo con profunda
honestidad, de orlan tal y de latinoamericano. Pero
pienso que las dudas se van disipando al confrontar es­
tas idea* con la de otros hambres que aa mueven con
Idénticos ideales latinoamericanos, por lo que no va­
cilo en reconocer, la necesidad de analizar una integra«
clón a nivel de ios pueblas. Desde luego, no estaríamos
dispuesto* a aeepar JidcrazBsa toMpovenientos.
‘ Este tema, señor Presídanla, detoe ser abordado s<
algún momento. Tengo eaparaaess de que te sea en at
Senado de la Reí úbhca; que «n allí, sn un ambiente
más reducido, donde «e de si confrontamiento de lab
Idem y se diíucid» por lo afto y por lo hondo, porque
el futuro nos va a obligar a beoerlo.
En este sentido, ardor Pratodeuto, todos podremos
dar nuestras opiniones, aceptar criterios ajenos y, ade­
más, ir hilvanadlo las eossdicionei para una historia
que sea represen! «tire pare todos.
Muchas veo« se hétela de Artigas; se hocen Mete­
rás sobre eu pensamiento, o» seos de a IMarae de toteóte
gadores muy importantes.* peto se olvida etelso tuorap.5'
sus primigenias idea* acerca del fedaridiMMb de
ralr/a iiarhHudbria. ( orno nunca, en 10Í1» tfsM*
plena vigeniin ii vínlón de su genio político,
desecha, en tete instante, la visión federalista da
gas, ajustada a los nuevos tiempos.
. Han transcurrido los años y el hombre ha logra
Insólitos descubrimientos. Diría que ha conseguido, cop
la técnica, sobrepasar las más ingeniosas coocspcíonaa
de Julio Ver<>«, que tanto nos enternecían y eenmeqi
vían tti hue*Ud tilde* >**fo Mago. pete mí, fdd oto^|
 / 3.
/>rí^
•tfManto de 1« tdtfiieg, por encima dd totfa prtviaión, 1
la paradoja más grande riel siglo XX, que na aupé* ¡
rado al propio hombre que la creó. Desde loa labo­
ratorios, desdo las grandes estructuras de los viajes *
a la Luna, o en la búsqueda de otros planeta« como i
queriendo hallar una vida nueva en otras tierra«, el *
hombre va olvidándose de «i mismo. Se ha producido |
una deshumanización de rus caracteres vítale«. Esta I
es una preocupación que vengo manejando desde ha* !
ce más de 1S o 20 años y que ee ha intensificado, por |
los sucesos de los últimos 5 o 0 años en el mundo. '
Vemos a un hombre deshumanizado. que va corriendo ¡
detrás de la técnica que él gestó, para destruirlo a ve*
ce«, para limitarlo otras, o para volverlo ■ las gran* i
des conquista« de su pensamiento. j

La gran tarea a cumplir en este siglo XX es di»* >

minuír la ventaja, para lograr identificamos con la ¿
técnica que creó el hombre, a fin de que, en sus ma* J
nea, «e. transforme en un instrumento para mejorar la
• condición humana, para superar toda« esa» dificulta* i
I des, para liberarse de esa tóenles que rn algunas cta- ’
pas puede esclavlsorlo. El hombre será Ubre recién 2
cuando consiga esa identificación que nosotros prego* 1
ñamo» en la Asamblea General. -7

Este pensamiento tiene sentido, ron aqnetto que i

queremos para nuestro país. De nade vale crear tm f
gran aparato técnico, «I no tenemos al hombre planta* 1
do, libre y soberano de esos adelantos técnicos, |

Recuerdo un viejo penaamiento de Ortega y Gas- j

set. Hablaba de que en el futuro, la deshumanización del Í
hombre podría crear a la civilización, perjuicios que í
él consideraba Irreparables. Respetando la capacidad e 4
inteligencia do este fílóslfo. decimos que no compartí* I
moa el concepto, por lo menos, **in llmine”. Creemos $
otra cosa distinta: que el hombre va a alcanzar, con su
competencia, capacidad y tenacidad, a ose proceso tec­
nológico que trata de devorarlo como un monstruo.
tate razonamiento vale para mi pata Cuando o >
este hombro lo rslamna atando, esrlavirando, encerran­
do rompiendo sus posibilidades, quebrando sus expec-
tatívaa en cale pequeño pal» —envejecido»*- de
2 700 000 habitante.«, estamos dando una tónica que nos i
coloca casi en la desesperanr.a de una recuperación, de |
un entendimiento y do solucione» reales, positivas, au- |
tóntlcas. para los que nacen con el derecho a ser ii- ,
brea. ,
i !

i Toda esta filosofía, señor Presidente, me permita I

compartir, de alguna manera, esa integración que ten-
> drama» que estudiar desapasionadamente y alguno» de
I cuyos conceptos están expuestos en un libro que publl-
¡ qué, en mi fugaz condición do editor de una colección
1 Despertar de América Latina",— de un lúcido compa-
I triol», Alberto Melhol Ferré; "Uruguay como proble*
. ... ‘ -■ ”>'v > J

! Pienso que no va oetoao hacer estas referencias,

! porque el hombre oriental y JaUnoeaasriesnsi, agrá* a
afanados en asta» aHopetaMs que he detallado. tiene per J
delante > cosa» más: ef polqpo de la son laminación f
permanente de tos ««htonU». tendrá qae responder a a
una etviiirarión bajo eí mas; v. a una rivíliaación su* |
perpuesta. que todos tos que astán en estas temas, lio* f
man la del ocio A todo reto i»ne» le hemos prestado |
«tención en el Parlamento, a pesar de qoe. por esto 7|
camino, podríamos ir resolviendo tos problemas necio* d
nales.

Además, es fundamental, en esta parte do mí ex­

posición, decir con claridad que ha llegado la hora de
pensar o de repensar el viejo federalismo artigulsta,
adecuándolo a nuestro tiempo, como una de la« eolu* •
clones efectivas y fecundas para superar la cristo na*
dona!.

<DEP. V
nutr.AD»
2o 645
2 12 -3
 <*»aT.Vlva Senara 1

TF/'A: BK DECRETE L1HKHTU DETENIDOS ha.D' HEDIDAS

LE SEGUR i DAU, HUP' FUFLhON LIBERADOS IOH LOS JUECES.

Sesión 29 y 3^ no vi 'mbre/97'J

ud de lodot löt detonidoi bajo las MedMm Frontet de Se* .

furldad quo fueron en tu momenlo llberados por lot jue*
ces. — (Klo.) Roberto GiiardonL E, Erra, Lmta bmaa Jai­
me Pdrea, Joan C'bento, Rodney ÄraHentt. Kdmnndo Koo-
res Netto. Kartone RodkifWMr.
—81 no m hace uao de la polabra, m ya a volar.
Lot teftorot legltladoret por la atirmaUva, airvanaa In»
dioarlo.
< 8e vota:)
—’M en 112. Ntfattva.

(üe^amoi constancia quw el ^w^islador no intervino en debato

si bien firma la moción)
 CHRP, Enrique
Asamblea General
TEMA: DETENCIONES, TORTURAS, TRABAJOS FORZADOS.
Sesión 29» 30 y 31 marzo/973
1 Caballería o en el Boise lianza? ¿Y esa tortura al preso
I en el primer artículo del proyecto Ramudo de Consoii-
| dación de la Paz, que es una guerra tota!, contra el pue-
I blo? La etiqueta no tiene nada que ver con el contenido,
I la naturaleza y la finalidad de esa iniciativa. Es de eso ¡
m , - . m. I - ........... „■■■
SEÑOR ERRÓ. — Señor Presidente: tongo/la sen­
sación de que me he trasladado a otro mundo, a otra
realidad que no tiene nada que ver con mi país.
He oído hablar de un proyecto del doctor Gelsí
Bidart modificando el artículo 131. he escuchado hablar
de inconvenientes en <J camj>o procesal. Pero yo pre­
gunto: ¿todo eso qué tiene que ver con el trato infa-
mante que se le da al detenido?
Digo al señor Ministro del Interior y también at se­
ñor Ministro de Defensa Nacional -—que creí que eto
el primero que iba a fundamentar esta nueva prórro­
ga—, que al Regimiento de la Ciudad do Durazno han
llevado hace veinte días a cincuenta personas, foombrao
y mujeres. La mayoría de <.e»oa homhtes < *tán en un
sótano; han pasado varira días sin comer, sin que se les
dejara tomar agua. En Santa Clara de Ollmar el Jefe
del Regimiento ordena trabajos forzados a los detenidos,
lo que en este país hace cuarenta años que se abolló,
cuando Jos prexo» do Punta Currelut trabajaban en las
canteras, porque se entendió que era inlimnuno cual­
quiera fuera la calidad del preso. Sin embargo, ese tra­
bajo se obliga a los presos políticos. ' decir, también en la urgencia de devolver la fe que el ¡
¿Qué tiene que ver todo esto con luí torluniM (pie,
inclusive, denunció hoy el senador Mirhrllnl respofdc»
a un joven que habla sido liberado por el Jurz y por el
Fiscal Civil, y cuando debió ser trasladado a su domi­
cilio fue llevado al Regimiento do Rocha, siendo victima
4e agravios tremendos, colgado do sus brazos. sufriendo
te JSMtttMiótt de su brazo izquierdo, habiendo sido
tameñwto en «1 Hospital Militar? ¿Qué tiene que ver,
por ejemplo, que pseeonas cuya libertad fue dispuesta
por ios Jueces MÜMomo no consigan que ella se haga
efectiva? (Qué txwae que ver lo que están haciendo cler-
Jomo» Jtóuut», como os el Primer Turno, que pide
> <mp 1.1 4« ftewA? ¿De dónde sacó el
coronal Kermes ala <?so dé qae puede cobrar | éiOUÜ.hÜÜ
de fianza, lo que significa que ese preso nunca conse-
guiri «u libertad? Pueden 4^140% • 3OG,Q0¿
o g 600.000. Yo sé que se ampare en un* dbpoaición que
el no establecer cantidades topee, lo llevn al absurdo.
Todo este mundo de problemas tendría que expli- ,
caree, porque aquí pasa una cosa muy rara. Cada vea
que los Ministros concurren al Parlamento exprcNan lo
nn.*mo que lia dicho el Ministro del Interior: las dificul­
tades, lus Uodigos de Instrucción Criminal envejecidos,
etcétera. Luego piden la aprobación de lil Ley de begu-
ridad del Estado, con disposiciones monstruosas c incons-
tituclones. Después dicen que no les alcanzan los Jue­
ces militares .y el Parlamento les vota el aumento de
Jos Jueces y recursos que solicitan. ¿Qué es lo que pasa?
¿Por qué se enternece esta Justicia? ¿Acaso porque son
muchos los casos? No es eso.
¿Qué tiene que ver con el tratamiento que en de­
terminado momento se le dio a las mujeres llevadas a
Punta de Rieles o con Jo que ocurre en el noveno de
político, a quien se le quiere negar la condición de tal
de lo que tendríamos que hablar, del preso político, a :
quien no se quiere reconocer.
Hace un mes un sociólogo europeo visitó al Uru­
guay y tuvo la suerte de hablar con él. Es especialista
en temas carcelarios, y me aseguraba que no debe haber
ninguna cárcel del mundo donde haya más de ochocien- ,
tas personas detenidas con una concepción ideológica •.<
coincidente, como es el caso de Libertad, en el Depar- ।
lamento de San José.
Estas situaciones son las que no se examinan, ya qué ]
la suspensión de las garantías individuales importa olor- "
g«r facultades extraordinarias para seguir en este
mino de indignidades, de torturas, de alisnamicntos per- í
.....................de vejámenes a nuestros corrí patriotas. Hace |
manentes,
cuarenta y ocho horas vi cerca de Millán y Castro a lar5
Marina haciendo descender a diez o doce muchachos jó- ’
venes de un ómnibus. Eligieron al azar a dita o doce*
de loa más jóvenes, loa metieron en los lomados "ca-s
mellos*’, y marcharon con ellos. Y me consta, porqués
me Jo dijo un familiar de uno de ellos, que todavígj
siguen sujetos nadie sabe a qué condiciones, pues no SoS
puede saber a donde los llevaron, ,
En este país ocurre algo tan absurco como que la
Asamblea General vota medidas extraordinaria«, de las
que es dueña, y no puede averiguar, salvo luego de un
trabajo muy intenso, dónde secuestran a un detenido.
Además, se ha burlado, inclusive, la disposición de la
A>a*mble« General d» que cuando han transcurrido 10
díao e! detenido debe ser procesado o liberado. Eso tam­
poco m cumple, y entonces se van acumulando los pre­
sos. Estoy seguro de que ahora los detenidas llegan a
cuatro mil.
<
Por otra parte, esto no significa ¡n consolidación I
de la paz, lie oído al señor Ministro comprometerse <i ;
respetar las libertades. ¿Qué libertades? Deben ser 11- i
berladea muy “sul genvris”, muy peculiares. He oído í
pueblo ha perdido y en la de respetar al hombre, cuando ■
nc liarla la defensa dv algunas disposiciones del proyecto
de estado peligroso, que terminaré con loe pocas líber- 1
ludes que nos han quedado, JEe evidente que el estado J
peligroso es un hecho subjetivo. La autoridad pensará ®
que alguien es peligroso aunque no lo sen o porque ten- j
ga la oportunidad de encontrar un papel comprooMáq^l
dor” en su bolsillo o porque esa persona tenga vÜMu)*m|
clones con determinados lamihares, estableciendo, í*wB
el uso, la vigilancia domiciliaria. W
Veamos hasta dónde puede llegar esta político del ’
señor Ministro del Interior, con el que Lanhm vece* he
conversado sobre estos tema». Vamos • dar un ejemplo: J
üttUH# ,+l*‘
de que « aaiyiwwa que ee<á conetruyendo la parto uris»
 guaya del puente Fray fhntos * Puerto Unzué despide
a los familiares de presos políticos que trabajen allí.
Tengo casas concretos, de los que puedo dar nombres y
apellidos. Una «enora que trabajaba en ¡a empresa, por­
que su marido cuyó preso en Fray Bentos, fue despedida,
y los que dirigen la empresa dicen que allí no entrará
a trabajar nadie que tenga un familiar en esas condi­
ciones. Es claro: ésta es la siembra permanente del
Gobierno, que ha llevado a que empresas que están
¡ haciendo una obra mporlante en el país, —en ese caso
¡el puente Fray Bentos - Puerto Unzué,— actúen arbitra-
! riamente,
) Puedo citar otros casos. En Fray Bentos hay una
I metalúrgica que dalia trabajo a una cantidad de obreros,
I Tres a cuatro de ellos vinieron a perfeccionarse en una
! n»na.!urgsca importante de Montevideo. Un día detienen
' a tres- j tra&ttjadores y la autoridad insiste en
, que esa meuiurgxca se compró con dinero que dieron
los tupamaros, cosa que todo Fray De utos sabe que no
es verdad. ¿Y qué hizo el Gobierno? En voz de habili­
tar una fuente de trabajo que podría en estos momentos
ocupar a cien obreros, tomó una medida genial: cerró
la metalúrgica y puso la policía de guardia, mientras
la fuente de trabajo está clausurada. Realmente, uno
tiene que pensar que quienes actúan en esta forma tienen
una información muy especial y un sentido de estadistas
muy original.
Podría seguir abonando con cantidad de situaciones.
Hace apenas cuatro o cinco días detuvieron a la Hermana
: Marta de! Cernió de la Victoria, que hace un tiempo se
le dejó en libertad. Después se le entregó un documento
i por el cual se le garantizaba que nunca más se lo rno-
I iestaria. Las Fuerzas Conjuntas, en un espectacular pro-
' cedimíento, rodearon el convento donde está esa monja
con otras cuatro o cinco hermanas de caridad —tres de
ellas con mas de sesenta años— y pidieron en Jas azoteas
vecina» para instalar gente con ametralladoras, con ar­
mas largas enterando a toda la gente que pasaba por
ahí. La llevaron detenida, y cuando pretendió exhibirlo
al Oficial el documento referido, por el cual se le garan­
tizaba qué la iban a dejar tranquila, éste so niega a
El señar Ministro dol Interior, el señor Ministro de
Defensa Nacional, el Subsecretario, tendrían que Infor­
marle a la Asamblea General dónde está esa monja y
cuál es el motivo do su detención. Nadie explica nada.
Yo podría traer páginas que seguramente superarían el
ingenio de Ripley si las leyera en la Asamblea. Se me
ha contestado pedido de ntorme» de hace cinco meses
diciendo que el presunto subversivo está siendo indagado
y que su estado de salud es satisfactorio, y el presunto
subversivo está deshecho en el Hospital Militar o da
pronto recobró la libertad.
fisto significa que los Ministerios tienen un conoci­
miento muy precario de lo que ocurre. Porque, es claro,
el pedido de informes se hace en octubre del año pasado
y Ja respuesta viene en febrero o mano, después de
varios meses. Se ve que el Ministerio no tiene el fichero
al día y entonces la respuesta es de cualquier orden.
Y ante una denuncia que hice a viva voz en el Se­
nado, en el sentido de que de Trinidad y de Durazno
se habían traído al Juzgado Militar de 6* Turno expe­
dientes con la hoja de identificación del preso político
impresa en inglés en Nueva Jersey —es el duplicado que
lleva la embajada norteamericana, en una Insolente inter­
ferencia en nuestro destino y en el juego libre de nues­
tro país—, a Jos tres meses el señor Ministro Revenos
me contesta escuetamente, que no os verdad, que en ese
Juzgado no hubo nunca esas hojas de Identificación en
inglés. Pero da la casualidad de que tuvieron en sus
manos esas hojas el señor Teniente Cabrera de eee Juz­
gado y siete u ocho profesionales, Si el señor Ministro
lo quiere, estoy seguro que ellos se presentarán por es­
crito para decir que están dispuestos a deponer ante el
Juzgado. ¿Por qué se quiere ocultar esto? No sé quién
fue, tal vez un duende travieso, el que agregó esas hojas
—eran treinta— a tos expedienten, olvidando que esas
fichas tenían otro destino. La verdad es que llegaron
•1 Milito» de Turno, eoronoi
-- ---------------- ~ -------------------- ------------------------------
nOUSADO
< J-t J
Silva Ledesma. Paro al Ministerio niega la existencia*
de esas hojas de identificación en Idioma inglés, donda
figura la foto del detenido, su nombre, fecha de deten»
clon, etcétera, a pesar de que las tuvieron en sus manos;
e¿os profesionales, defensores de algunos de esos dete*
nidos. j
Estas cosas hay que aclararlas, porque la Asamblea^,
General no puede seguir prorrogando indefinidamente la,
suspensión de las garantías individuales mientras ocurren-
tales hechos. ‘
Además, hay importantes sectores políticos que eftí
la última Asamblea han dicho que votaban la prórrogas
por última vez, pero ahora vemos en la prensa que esta---
rían dispuestos a votar también ésta. Vamos a discutir,
todo este problema y a ver qué responsabilidad cabe
cada sector y a cada hombre politice. Hace cuatro horas,;
a través de una intervención ele! señor senador Micho-.’
Hni, pareció que íbamos a entrar a eiie debate, pero luego ;
se derivó legítimamente al atropelle del que fuera vkM
lima en la noche de ayer un sector importante del Pai*t
tído Nacional.
Hay que explicar al país entero por qué se inte
tícan las torturas, por que se mantienen las condicione® >
en que están osos presos en Durazno, por qué hay gento
que fue puesta en libertad por el Juez y sin embargan
sigue detenida. Todo esto hay que explicárselo al paíS¿í
porque está vinculado concreta y su «tañe talmente a estés
solicitud que hace el Poder Ejecutivo. Otro argumento;4
¿puede éste pedir la prorroga de la suspensión de las(
garantías individúale« por un plazo* condicionaste a
aprobación de una Jey, pues lo extiende hasta trein
(luis después do sancionada ésta? Esu coacción no pu
tolerarse. Nadie puede aceptar, cualquiera sea el
tido que integre, tal condicionamiento, pues si la ig
no fuese aprobada, la suspensión de garantías individ
Jes quedarla establecida en forma definitiva.
Debemos expresar que si ese grupo de militares
ha tomado el poder y al que nos vamos a referir en
momento, quería ser fiel a sus invocaciones, debía ha
impedido que llegara al Parlamento ese mensaje, porqueí
tienen fuerza para ello. Todo el pala sabe que existo^
un Consejo de Seguridad Nacional —presidido por
propio Presidente de la República, en una absurda
flagrante violación de lo poco que queda por violar
la Constitución— que resuelve los grandes proble
del país.
A estos mandos militares que siguen torturando
¡es puedo tener confianza. No me merecen eonfíaaza. IS
Voy a citar heclios sobre algunos de ellos para de
trar por qué no me la merecen. Exinte en el senado
antecedente de la solicitud de un arcenso de coronel
general, que fue negada inclusive por razones de or
moral y luego fue otorgada con el voto de un integr
te del Partido Nacional cuyo nombre no interesa en estil
momento.
Vamos a hablar de todo esto que pasa en el país. í
Vamos a nablar de todo el proceso militarista, el más ver- ;
tiginoso de toda America Latina, pues se produce en cua- i
tro o cinco mesee. Vamos a hablar de sus causas, a qué se ?
refiere, y vamos también a apuntar a Quienes tienen aho­
ra el podei, a eme grupo de general», que son los que j
mandan, los que tienen la fuerza, toi que imponen de­
terminadas decisiones y los que han Incumplido algunas
coco que han sostenido públicamente. Y seremos absolu­
tamente objetivos al tratar estos problemas.
Estas son las cosas que tenemos qive dilucidar. No ms
interesa en este momento el articula 181, al que pld
acogerse muchas veces los presos comunes ds Punto C
rretas y creo que puede tener aspectos justos. Nada
que ver con eso el problema de los presos poli
la llamada sedición, de la invocada violencia.
Cuando hablo de una ¡ay de amnistía, pienso en
dos los presos políticos, con o sin procasa, parque el
no puede soportar más esta situación en que existen
de cuatro mil seres humanos úUieg, vaátosos, lúcido^

Uerntáos en las cárceles Y aquí recuerdo una frase, que
be visto mucha« veces escrita, no sólo aquí sino también
en Bueno« Aires, y que diee que mientras las cárceles
sigan llenas y mientra» los monopolice sigan actuando
libremente y la gente Importante siga robando ai pala,
este no será Ubre, sino que. seguirá dependiente, casi una
colonia.
| Me Importaba mucho el razonamiento del «eftor Mi*
intatro, que es abogado y ha sido Juez Militar, porque tiene
; condiciones para exponer —lo ha hecho en »a noche de
bov- sugestiones y decir que habría que hacer. Y debe*
inca señalar que todo k» que se ha pedido ai Parlamento,
leste lo ha dado, aunque es verdad que nosotros hemos
¡negado nuestro voto a muchas cosas. Be dice por ahí en
- algún comunicado de grupos o militares que el Poder Lc-
giaatlvo obstruye determinadas soluciones y no es ver*
dad, porque cuando se ha pedido la Ley de Seguridad del
Brtado, ésta salió con nuestro voto negativo; y lo mismo
f podemos decir de la Ley de Enseñanza, de la suspensión
do garantías Individuales y de muchas cosas más. Estas
Mili cosas concretas, pero no advierto que so haya dado
ninguna respuesta sobre el tema, aunque seguramente no
se puede dar porque no se habrá estudiado el asunto o
no se habrá pensado en él. Pera si esta Ley de Consoli­
dación de la Paz llega a salir como está o con algún
remiendo, como salló la Ley de Seguridad del Estado, que
no por ello perdió su monstruosidad— será una ley de
guerra definitiva contra el pueblo, y nadie puede pensar
que el pueblo es tan ingenuo, tan inocente como para
creer que ese titulo comporta una definición del contenido
de ?a ley. No se quiso llamarla Ley de Estado Peligroso
y algún ingenioso —no sé si habrá sido »1 señor Minis­
tro o algún otro componente del Gabinete— inventó la
expresión “de Consolidación de la Paz”, que en verdad
es una declaración de guerra definitiva
1 Yo esperaba que el señor Ministro ratificara lo que
’dijo en la Comisión Permanente y que hemos leido en
leí documento correspondiente, en el sentido de que se
■ tomarían otras medidas, que se quería un poco la paci­
ficación y no se deseaba seguir con esta situación de ex-
cepctonalidad; pero advierto que el Poder Ejecutivo vuel­
ve otra vez por el mismo camino, aun con el sentimiento
contrario del pueblo, lo que se concretará con una vota­
ción muy peculiar que ha de lograr en el Parlamento.
Siempre que estas .'¡osas llegan a la Asamblea Gene­
ral, aparecen en la prensa grandes titulares anunciando
que han sido aniquilados grandes movimientos y que hay
santidad de gente procesada por distintas razones: algu­
no» por tener un papel en el bolsillo o halar llevado un
mensaje a determinado lado.
Mientras el grupo de militares que tomó el poder, si­
ga torturando, cometiendo esas indignidad©», seguiremos
en la línea que corresponde. Cuando se lanzan esas pro­
clamas al país, siempre hemos dicho: primero, que el pue­
blo debía movilizarse a todos los niveles; y, segundo, que
nosotros no tenemos otro compromiso que el de cumplir
el programa que tenemos en el Frente Amplio, que es el
programa de la i clases populares. No conocemos otro pro­
grama; mientras estemos allí, lo cumpliremos. Sabemos
que otros partidos tienen otros programas y no tenemos
por qué entrar a señalar diferencias en tal sentido. Ade-
más, nos hemos movido siempre con bastante indepen­
dencia, cuando estábamos en el Partido Nacional y tam­
bién ahora que estamos en el Frente Amplio, cuyas bases
programáticas as! lo admiten. Y en esa posición de in­
dependencia con nuestros compañeros del sector Patria
Grande —no involucramos a ninguna otra corriente-
mantenemos una actitud frotalmente contraria a quienes
de algún modo quieren avasallarnos, sin importarnos su
jerarquía ni su grado. Lo que nos interesa es que están
haciendo daño al país y además están tor tu jando perma*
nentemente a nuestros compatriotas.
Cuando haga uso de la palabra habré de extenderme
sobre el tema y dejar sentada definitivamente la posición
de nuestro sector, “Patria Grande", a efectos da deslindar
wlM* UII prqWymq respectó gl cq»| iw
llené pot qué habei* unanimidad dé paiwwM y puéden
presentarse discrepancia» o diferencias de grado o dé ma-
- - . -------------- 4 •<
tis. Butiondo que seta sedteb dd CMtteral Mmb*0
un sentido de valoración histórica y por elfo tenemos qus^ j
muy cuidadosos. i <
Era lo que quería expresar, a cuenta de mayor esn»^
lidad —si bien el señor Ministro concedió todas las inte*? •
erupciones que se le solicitaron, no quiero ser más ex- ¡
tenso a fin de no quebrar ia eoherc icla de su discurso»^ i
que ya ha sufrido bastantes detenciones-- en este tono' ;
que me es particular - no tengo por qué emplear otro— j
a fin de dejar planteado este tema que me parece fun- I
da mental para el país ¿qué se va a hacer con estos cua- '
tro mil seres humanos que han luchado por lo que enten- ।
citan sus ideales? ¿Es que acaso el gobierno o el Estado '
pretende que esta generación permanezca veinte o trein­
ta años encerrada? Evidentemente no lo podrán hacer. Y
no vayamos a cobijarnos en el Código de Instrucción Cri­
minal ni en el de Procedimiento, u otras cosas envejecidas,
porque el Ertado logró ios elementos que pidió. Nadie pue­
de sostener aquí que hubo impedimento. Es verdad quéí '
hubo largos debates; en el Senado duró cuarenta horas y,
hubo muchas voces —entre ellas le nuestra— en contra?
de la Ley de Seguridad del Estado, pero finalmente salió:
aprobada, aunque funcionó irregularmente, y no por faiteé ,
de medios personales ni de jueces, porque inclusive se, j
lúe aumentando el número de Juagados para evitar esUL i
especie de hacinamiento de expedientes, ya que detrás dr
' cada uno de ellos hay un ser humano que está sufriendo
las consecuencias.
En ocasión de hacer u.w de la palabra daremos nues-i
tr» posición, ya bastante conocida en la Asamblea Ge«$?
ñera! y en el Benado, pues nunca la hemos ocultado, perw '
esta noche nos parece que hay una ambientación espe-J
:ial, por quienes van a hacer., uso d«¡ la palabra y plan^
Lear su posición ante la crista politieo-milltar ue febrer^ 4
y el último enfrentamiento, por lo que queremos reite^í J
varia con serenidad, firmeza y energía. 11
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216
 /

SEÑOR ERRO -I El señor Ministro ha actuado í

deslealmente, porque le pedí un» interrupción y me >
la negó, El ha hecho toda una novela que no tiene ¡
nada quo ver con el pala real
En primer lugar, no ha contestado nada con reo-
pedo a laa tortura» y a la» indignidades; se ha calla* '
do la t>oca. Ha hablado de asesinato«, pero no ha di­
cho nada del asesinato de Luis Batalla en Treinta y
Tres, del de Klüver en el Paso de! Molino; no ha ha­
blado de todos loa crímenes del Escuadrón de la Muer­
te. Eso, el Beftor Ministro se lo calló y evidentemen­
te que ese silencio tengo que ponerlo en relevancia an- .
te la Asamblea

Pero ndemás el señor Ministro insiste en un error,

¡ el de decir que no tienen instrumentos legales. Eso no
| es cierto, porque entonces o mintió en la oportunidad
1 que vino it pedir la Ley de Seguridad del Estado, o es-
¡ tá faltando a la verdad ahora, porque dijo que aquel
! Instrumento legal era .«oficienti» para darle a la lucha
que libraba contra la llamada sedición la fuer*» que
antes no tenia, y hacer que personas que podían ser
detenida», y luego do los interrogatorios dejada» en
libertad, pudieran ser reten ida» posteriormente. Re­
cuerdo quij el señor Ministro sentó en esta Sala una
de las tesis más horrendas que be llegado a oir en mí í
vida, Llegó a decir que cuando se detenía a una per*
sona y n<> se le encontraba ninguna responsabilidad,
se le mantenía en una unidad militar durante do» o
tres mesea a la espera de que en algún procedimiento
posterior pudiera encontrarse algún documento o una
declaración de un testigo que lo comprometiera, “para
no salirlo a buscar. dos veces'*, fueron su» palabra»
textuales.
Queda claro entonces, a través de las palabrea del
señor Ministro, Ja coacción que el Poder Ejecutivo baca
a la Asamblea General cuando viene a pedir umi pró*
rroga, supeditada a la aprobación de una ley. .
En segundo término no ha dicho absolutamente
nada de las tortura» que hemos denunciado permar.esH
temante de que ellas no sean verdad. Eso nos tiene que
llevar a la conclusión de que su silencio ew la acep«
taclón da esos cuso». 1

En tercer lugar nos ha hablado del Salado de De­

recho, Esa es una veta humorística que no le cono«
ciamos al señor Ministro. Hablar de Estado de Derecho
cuando el poder no ce ejercido por el poder político*
ni o parece hasta una broma de mal gusto, Digo, ada-
más, que no ha dado ninguna razón profunda de todo
este problema. El señor Ministro en la Comisión Per*
manentc ha manejado la cifra de 321 sediciosos clan­
destinos, según él, y ahora nos viene con otra nove­
dad: que habría un rebrote, y no sé qué situaciones
, o cosas.
Nosotros estamos contentando ahora para ¡a ver­
sión taquigráfica porque <4 señor Ministro de Defen­
sa Nacional se fue hace un rato y tengo la sospecha
de que no vuelve más, Después leerá la versión tu
quigráíica de lo que estoy diciendo.
Por otra parte, quiero decir que el señor Ministro
del Interior en el día de bey ha adoptado tu» actitud
en la Asamblea que creo es una habilidad que he rei­
terado en otras oport unídsete»: escabullir ¡as respuea-
te», no darla» a lo» legisladores, irse per la» ramas^
contestar cualquier eos», presentar ua cuadro para abe
guir cercando rl peía, cercenando sato las Mbertecfeo jf
bacáeede de rad» urapwrye tm eoelew. Desde tango
que las propia» jerwaióes resnptrtei ese cese» que
9i peder Ministro deé Lrterw* eanínbwy» a forjarte».
La verdad en que so rt suite admisible en la Asam­
blea la trace del señor Mtatatro de que aquí quere­
mos bw»br*o Uta*», tajos btaes, mi ene patria libre.
Esta es una iras» qe» as desmiento noca hechos, con sus
propias acütudes, y con sd propio Measajc que vtan*|
' a defender anta la Aaagsbtoa General
r. -a
Quiero expresar que no hemos podido sacar nlo*ta|
na conclusión positiva (o! señor Ministro del IntertaM
El w un «gente. un trawnwor da la represión y en-i
lonco.- seguirá en esta t titud y en este cainmo Ne a
nos puedo pedir a noaot'os solucione«, quien tes
i’HÍ tiHH Hl'- *• ‘? **1 '•** I;
saldré de ellas- ea el rrnnno de i» represión. Nin­
gún» otra figura aparece^ ¡impía ante la Asamblea c>< -
nerabtaU» ®u discusión, t r
- ------ --éí-------------------- _
217 á
 EKHO, tnrhUì
Asamblea General

TEMA: SUSIENSlüN LE LAS GAlANTlAa IND 1 VI DUALES»

kí5
Sesión 29» 3o y 31 marso/973

SEÑOR ERRO. - Como en eáU taHMk. seftw Pre­

sidente, se está tratando el tema fundamental de las li­
bertades, limitadas por el Mensaje del Poder Ejecutivo al
solicitar una nueva prórroga en la .suspensión de garan-:
lias Individuales, tengo el deber de denunciar que en el
día de ayer, en el Banco de Seguros de! Estado, un fun-|
clonarlo del Banco Hipotecario que íntegra el Consejo Cen«|
Ira! de la Asociación de Banearios, Diego Brugnoll, ha-j
bia concurrido a dicho organismo para conversar con «ua
compañeros, aproximadamente a las 17 horas, a fin da
informarles de los últimos detalles de la concentración
que la Convención Nacional de Trabajadores había cortil
vocado en el Obelisco. Sorpresivamente, ex funcionaría»
iMjllciales que prestan servicios ?n el Banco y que figurara
como Inspectores de Ja Sección Cauciones irrumpieron
(Violentamente contra estos funcionarios, dieiéndeles q«M
estaba prohibido que ellos estuviesen manteniendo esn
diálogo con sus compañeros. A raíz de esto, uno de dicho!
funcionarios, ex )>ollcia, de apellido Agulrre - creo QU<
es un ex comisario retirado - llamó a dos policías de lt
Guardia Metropolitana, quienes penetraron en el local coi
metralletas, golpeando a alguno de ios funcionarios ban-
carlos, asistentes h esta reunión. Posteriormente, se pro*
tendió imputarle a Diego Brugnoll el delito de desacata
habiende sido llevado a la Comisaría y posteriormente
trasladado al Juzgado de Instrucción. AHI se demostró
que esto no era verdad, ya (pie se me acaba de informar
que el Juez de instrucción lo ha dejado en libertad.

Pienso, .señor Presiden!e, que esto también es un es­

labón a la cadena de arbitrariedades y atropellos a la«
organizaciones sindicales y al derecho irrestrlcto de lo«
funcionarios a conversar, sin que eso perjudique las ta­
lcas dentro del Banco, ni las paralice, máxime tratándose
de un evento como el de ayer, en el cual se reunirían to­
dos los trabajadores en el Obelisco

Queríamos, por medio de esta denuncia, solicitar que

nuestras palabras pasen al Ministerio del Interior, a los
efectos de que el Coronel Bolentlni, que estuvo aquí preo­
cupado porque no se le hacen denuncias, la reciba, para
ver qué medidas toma, a fin de que las comunique a la
Asamblea General, como corresponde Apelo a este de­
recho ya que a partir de las tres de la mañana el Co­
lonel Bolentini se ausentó del recinto, a pesar de haber
ofrecido, permanentemente, contestar todas las pregun­
tas e inquietude* de los legisladores.
i
En lo que ae refiere si Ministro de Defensa. Nacional*
doctor Ravanaa, bismo, por su temperamento, es preftM
riWe. que se haya ido, porque si no salariamos envuelto»
¡en incidente« que pueden desprestigiar a la Asamblea O»|
neral Legislativa. >
L - - — —* - p». ..».-..¿»».¿hjmuiHSpueas»• -

21 8

¡ Asamblea General sí no obtenían una respuesta acardo
i con lo qué ellos deseaban, porque nadie puede olvidar
i que por Decreto de setiembre de 1971 el gobernante de la>
' JWÜente: W una sesión
. úlfe WSfaó la CómUlófi dé Instrucción Pública del fle-
^Mido para considerar el asalto a la Universidad de la
■República ocurrido el 30 de setiembre dei afio pasado, asis-
^tió el entonces Ministro de Defensa Nacional, doctor Ar­
mando Malet Recuerdo que en determinado momento el
Ministro hizo una i Urinación de esperanza en cuanto a
terminar este régimen excepcional de supreskn de las ga­
rantías individuales.
/ fie siguieron votando prórrogas, y un día se levantó la
AUrmó rotundamente que el Poder Ejecutivo <q a el
primero qiw» quería salir de esta difícil situación y que
t>l país entero exigía »'»la .salida. Pensé que el entonce»
Ministro de Defensa Nacional no expresaba un pensa­
miento personal, que era la intención del Poder Ejecutivo
normalizar la vida del país. Confieso ahora que me <qui-
voqué, que nada de eso ocurrió y que. por el confiarlo,
fueron iiih-n.sif(cando las tensiones, y las .situact^ne»
.pie se dieron en el país cada vez fueron mas graves,
Paso el tiempo EJ J4 y ib de abril di1 1872, ante he­
chos de tfído» conocido*. ex convocada lu Asamblea Gene­
ral Legislativa en un clima dramático, ante una expec­
tativa pública realmente especial mima. para considerar el
mensaje del Poder Ejecutivo en el que soJícítaba la us-
petKüón de las garantios individuales y la declaración
d*f ertedo de gnerra interno, cosa que por primera vez xe
bacía a través dé toda la vida política de la nación.
119
integranlc*, como mmiwh, del flrbhté Amplio. lüMamo»
t n aquella rmci gemía una verdadera batalla durante mas i
(Ir cuarenm hora«, tratando d* convencer a ios hombrea
del Partido Nacional y del Partido Colorado «obre la in­
conveniencia de votar aquello» instrumentos que iban a <
acarrear ai país días de dolor, de angustia», de intranqui­
lidad, que podían inclusive hacer tambalear la» mi t mas :
instituciones. Pero había un clima emocional en el pal»,
existía una incomprensión sobre las verdadera» eatisas
que ae estaban dando en el país. No se hizo caso, se con­
tó con Jos votos y se creyó que con ello se podía destruir
i<> que se llama la sedición o la subversión. No se cii tu-
vierun en las causas profundas que señalamos, hicieron
chao omiso de que la violencia desatada desde el Go­
bierno de Pacheco Arecj había cobrado vidas jovenete en
las calles de Montevideo y que el hambre, la desocupa-
¡ clon, la dependencia, el aumento de ¡a deuda exte-naJ
eran todos factores que incidían en una disconformidad
y rebeldía de ia Juventud oriental que palpitaban en la
calle, en Ioh centros universitario», en e) interior del jmus.
lín una palabra: las juventudes que en este país nunca
han querido estar amordazada* y vivir esclavas, que na­
cieron libres, que quieren vivir libres, prefieren morir lu­
chando por esas libertades antes de ser encadenas por in­
tereses que desgraciadamente tampoco son los del ¡mis.
I
• i Muy bien l>
- Esla es la historia real. Hubo - repito— falta de
enfoque del problema: se actuó hasta con cierto temor a
las Fuerzas Armadas que evidentemente amenazaban a la
época, Pacheco Areco, encomendó al Ejército hasta en­
tonces actuaba la Policía- ia lucha contra la subversión.
En aquefia oportunidad yo apunté lo dije posteriormen­
te en la» tribuna» públicas y en las audiciones radiales-—:
el 1S de abril de 197$ la Asamblea General apretaba un
botón pitra que las Fuerza» Armadas salieran a Ir ' alie,
y* preguntaba a quienes tenía enfrente, ¿dónde estaba oí
segundó botón rapas dé hacer volver a la¿ Fuerzas Ar­
madas a loa cuarteles? El error histórico que se cometió
entonce» fue pensar que cuando las Fuerzas Armadas eftí
t’arceiaran o mataran tupamaro» volverían a hacer «a
vida a Jos cuarteles, sometidos a su vida tradicional ¥
«os que usi pensaron, se equivocaron en forma grave pa*
ia ios intereses del país, y hoy extarao» viviendo ia im­
previsión, la ligereza, la superficialidad, el desconocimien­
to y la ignorancia de cuales eran las causa» reales y au­
tenticas de la violencia,
Pero lo más grave de todo e» que lo estamos palé«
riendo inclusive lo» que nada tuvimos que ver. loa quú
luchamos denodadamente, que utilizamos el razonan.leñé
to y además dimos ejemplos de países hermanos de La^
tinoaméríca para convencerlos de que si las Fuerzas A¿|
mitdas irrumpían en c! escenario nacional con tanto ¡xm
der, terminaríamos en la forma que hoy estamos obser»
cando.
Pero posteríormf nte se pudo haber rectificado el
efror Inicial dé! 15 de abril de 1872, y tampoco se hizo.
bandera suslllutlvu de toda la supresión de lux garantías
individuales, a través de lo que se llamó Ja Ley de Se­
guridad del Estado. Ee le impuso a ia Ciimaru de Rcpre-(
.túllanle» y al Senado un régimen de trabapo por en ima>
.le la» jTO'ibiixóadss. físicas de sus integrantes, porque ha-t
oía que sacar un proyecto, corrigiendo alguna., anomm 1
hdades o mon*truo»ldades de la iniciativa primitiva dei|
Pourr Ejecutivo, pero entregar al Estado de cualquier ma-j
uua una I.zy de Seguridad, que sejún sus autoroi v su.-f
defensores terminarla, con este estado excepcional de la
suspensión de las garantís» individuales. ¡
El |»u» presenció, entonces, cómo ia bey de gegurH
huí del Estado tampoco les aicartaatoa, aunque h mu >»w
puro se electuaron allanamiento» y atropellos de hombre»
y mujeres que nada tenían que ver con ia subver.iótt
iunque a su amparo se llevó a las unidades militan » Jj
compatriotas que durante meses ni siquiera eran vi'HW
-Jl
23 0 45
 dos por lo« jueces para tomarla» )n declaración porUñan­
te. Por dicha Ley de Hegurldad del Estado, además, se
.umita con la Ju^Ucia civil y ut impuso u lus civile# la
Ju.5Delà militai.
En ¡a discusioii realizada en el Senado, pur parte
Jel Acñor senador Michclinl se hizo caudal del error his-
lórícu que se comella, Se demostró, asi misino, jior pro
.c.oiet». psjm*(mliíitají de ia materia jxn ios doctores t’a„-
uiirdi Muño/. Alberto Perez. Kurzeniuk que c&gs du-
pe.Aciones eran inconstituciunalca. además de casi veinte
. opiniones jurídicas de las que solo dos daban la razón al
i Poder Ejecutivo y a ion delensotrs del proyecto el duc­
tor Payas* Reyes que además admitía tener alguna du­
da y el doctor Pacheco Será que, por otra parte era
funcionarlo de la Presidencia por lo que su opinión ri­
laba invalidada por un interés inmediato.
¿Para qué se solicitó en la Comisión de lututitucion
y Legislación del Senado veintiuna opiniones si póster tor ­
mente ne echaron al canasto, no se tuvieron en cuenta,
porque ia consigmi, la divisa y el camino señalado era
aprobar en los términos más rápidos la Ley de Hcgundad
del Estado? No se fue leal con el pais. jxirque de lo con­
trario se hubiera terminado con ia prórroga de ia sus­
pensión de las garantías individuales, no se hubiera In-
; surtido con el régimen de cxcepclonalidad, sobre ♦odo
¡cuando al país entero, a través de la prensa, de la nidio,
Idé la iMrvlidón y en el ambiente iiariammtario m I?
aseguró terminantemente que oe ninguna manera ju» op
I luria por otro medio que no litera la llamada normali­
dad. esta misma normalidad a la que ayer y hoy hizo re­
ferencia el Ministro del Interior, doctor Bolentlnl, n.itcs
dr iiusentai >r ron rumbo desconocido. Esta normal.dad
que ahora a* llama Consolidación dr la Paz o Lry dr Es­
tado Peligroso. Y tanto es asi que en el propio mriviijr
del Poder Ejecutivo, coaccionando a ia Asamblea Ci« ne
ral. se señala que la prórroga que se pide es para treinta
días después de entrar en vigencia dicho proyerto, rjnw
diciendo: la ley debe aprobarse, deben conseguirM las
mayorías parlamentarlas y entonces sacamos al pau de
un régimen de exccprimmlldad Lo« mismos argumentos,
las mismas pulabiax, idéntica IHcnituia que ne ullllz'. en
ganando a la Asamblea limerai y al pueblo. ruando se
aseguró que la Ley de HvgurKInd del Ehtadu lenmiuiba
lambión ron este regimen especial.
SEÑOR DURAN MATOS. Me permite una mie
rrupcíón?
SEÑOR ERRO. Si,
SEÑOR PRESIDENTE < Paz Afcuirre». Puede Inte-
rrumpir el señor legislador. I que tiene a su x ergo su defensa.
SEÑOR DURAN MATOS. Aprovechando que en es­
te instante el sefior senador Erra hacia referencia .< la
Ley de Seguridad del Estado, *y cieno hay muchos Ilusos,
crédulo« o ingenuos que piensan que con la Ley de Se­
guridad del Estado e.’.tá todo resuello. que existen ga­
rantían para ios detenidos y que todo vi a seguir un uro-
•as»* acríadxcxMMÜ acorde con loa derecho« que la propia
fj&y «to Segundad dei Estado le da y también la C ms-
titucion, queremos retortr algún ebtoódto que turne rela­
ción con ia participación de alguraj» de los Juzgados inh
ubi re», parilcular y runei stamenU, el Juzgado Militar
de Primer Turno, I punía durante meaeH de locales, de escritorios, cicéirta i
besdr ya adelanto que ia ca¿q totalidad de toa abo-
gados que intervienen en la deféná* de tos detenidos is­
lán juntando antecedentes que se relacionan directamente
con la intervención del Juez Mili ar pan* pedir anta ti
Inbunul Superior la sustitución ce es» funcionario.
En el Juzgado Militar de Primer Turno se prnrrmt
sin la derlariu'ion indugulorhi. qu< debe ser hecha en el
mismo Juzgado.
El Juez de Primer Turno proeésu ron los anteceden­
tes que provienen del cuartel. d<| regimiento, donde e|
detenido, después de pasar seis o ^ete meses por un */a-
tamiento de ablandamiento para llamarlo de la mejor
manera posible sumaUdu a Inda ciase de apremios, a
iartura»
te. en fin.
en eau condiciones se ie extrae la d retaracton, que ee llr
que maneja ci Jues para dictaminar.
Lo mas grave cosa que habrá que investigar - «•’(
pie hace aparecer en r| <U de procesamiento la pre*
^nda de un defensor de (girio. perú «e ha podido com-;
probar que muchas veces Î defensor de oficio no podi*':
encontrarse ese día en el ¡/ga lo jjor hallarse en ei in-
terior del pul». A pesar deique yo no soy al>»gado. creo'
aue r-rtu, |»ur lo menos, e$ falsificación Ideológica Por.
di» parte, en las uportunidades en que abogado defensor
t iene la suerte de enlerarwi de que su defendido va a ser
proceaadu. se licita inmediatamente, raimo es natural, los
recursos de reptMiciíin y »¡^igrion.
Kn el Juzgado ds Inslracetan da Primer Turno da la
Justicia Penal Militar, fiar expedientes en trámite de ’
Ul' hos rrcuraos que tienen fecha 14 de julio de 1»72 Asi- |
mlxino las excarcelacionss tardan más de 3 meses, cuan-1
do en la Justicia ordinaria l ar obtienen rn 3 días. j
Todo esto demuestra due ia I*y de Hcguudad del
FAIado no se esta cumpiten<to y no sirve, que no hay mn- .
gun tipo de garantía para loi detenidos y que. inclusive.^
creemos que deberá investiaarse a fondo la actuación de|
este Juxgudu, porque, por io menas en atgurm caso«, ra j
lia podido ttomprobar la cxtotcncia de un delito Hi |x>iÉ
la via da la autoridad corivspondlente no se toman laaj
medidas jM»rl¡nentrn. en esté Parlamento habrá que »11-
llar una investigación, i 1
I ‘
No quena dejar pasar p«ta oportunidad sin sertaiar'
coto ya que el «rhur »enaafr turo se estaba refiriendo a
la ¡jry de Hogurhiad del Est^idu y parecía que iba a r irn--
biar de tema, por to que queríamos agregar «ata ^o«;
dinamos de t<i(a de juicio de la Justicia Penal Mili­
tar en el momentu esa que, |>rcci«amente. wa requiere mas ¡
juicio y serenidad. i j
¡ i
NEñOR PMSHIDENTK Taz Agwrre» Puede con- !
linuar e nei uso de ia palabra el setlor senador Erro
HKÑOR ERRO. —■ Mée que una gota, es un verdadero^
mar que «*tá invadiendo a loe Juzgados militares cort
lAtos atropello» y arbitrariedade». No ea el único J
que actúa en ewa forma, por to que pienso que vuldr
pena que Lts palabras pronunciadas por d compañero,
.M-ftor dipuludo lharán Matos, pasaran al Ministerio de
liefciiMH u lúa efectos que nua brinde una versión sobre
<-Htus giavea hecho» que él araba de denunciar y que van
<n agravio de! detenido y de la acción del profesional
Un d'4 nos vinieron con otro cuento muy bien pre-"
parado. fis» nos dijo que si realmente había presos r‘u-
rente cinco, seis o siete meses en los ct arteles, sometidos’
u vejámenes, a mala alimentación y soportando toda cla­
se de epítetos se debía a que sólo existían tres Juzgados
de Instrucción y ern imposible que los jueces con juris­
dicción nacional, actuando en Rivera o en Artigas, pu­
dieran estar en Maldonado, Canelones o Montevideo En
toncos, con las mejores Intenciones y pronosltos. el le
gUladur aumento el numen) de Juzgados .mlllairs aunque ¡
pareció que tampoco eran suficientes, porque no se dis 1
y era necesario proveerlos de estos útiles a fin dr que
pudieran funetamar. Lo cierto es que también hubo m !
'xmveniumles, y tos presos continuaron hacinados en los .
uarteie« esperando i* Regada de Juez Se dieron casos;
en que, toago de seis meses en que el preso estuvo en
condiciones infrahumana», «I Juez, luego de tomarles de-
í larac ón, decretó d* Inmediato su libertad, porq
cmnpslrioK» no «suban vinculados con movimieni
vcrslvu*. El daño que se le hizo a esas, personas
vendóle, ya que perdieron su traba jo y además los ^ru*
pos de |*riemas a ello» intimamente vinculado« fu<*roní
túnel idos a situaciónc» desagradables. Estos perjuicios nd
los rvpaiará el Estado. 3
?.n la Ley de Presupuesto se nos solicitaron nuevoí
Juzgadui mujtaie.». y nuevas normas para agilitar lo*
 trámites 1’c‘lttMve. en una de las últimas proriogas \ >?a
¡la-; por h< A-.tmblea General, se estableció un lapso de
' 10 días mas allá del cual nadie podía estar detenido en
j ningún i unidad militar: o rrn procesado o liberado por
। la Ju.'tiria Militar. Pero, ¿hay un \<’lo integrante ñv la
' isamólra G-'Jicr ti que *‘ste en condiciones de deruotrur
mu que la ir::f»luch>n de es'.e Cuerpo se cumplió'1 De n:n-
c iña manera Aquel plazo de riie? días se extendió cr. lo.»
pechos a un n.«v a cfa. meses y el propio Ministro del
Interior volvió a insistir en que esta Justicia era lenta
liorqur existían dlíú'ulfadCH, como ser taita de personal,
muchos cipos a estudiar, revisión de expedientes. La ver»
lad ps cpie las decisiones de la Asamblea Genera! fm ron
tesconoridas por p| Poder Ejecutivo, por el Mlñistiu de
Defensa Nacional, por los jueces militares, que sustitu­
yeron y d-.bilituion a la justicia civil, ya que no tienen
.•ompvieneiu, vocación, ni independencia, pues «deben obr-
' (lienrni al snppríor, estando mi jet os a una Jerarquía muy
: especial, como es la militar. En una campaña de la mi’
i i maleza una cuerna, dina yo de la que se llevó a
abo en 1972, evidentemente no podían tener la indepen-
।¡encía de lindo de los Jueces civiles, que son abogados
y pv eiii uní csjH'cmhznchn
Quiere decir, que todo se trasloen; existe un Poder
Judicial limitado, agraviado, »1 que hu pretendido pre*
donar, como ocurrió cuando el Brigadier Díinllo Henil mi
Ministro del Interior y trató de coaccionar ni Juez pita
que liberara de inmediato al Comisarlo Lucas, quien ha*
biri comandado un malón contra el Liceo "Eduardo Acr-
«(10", de Colon M Juez, el doctor Grille, ron jerarquía
boraje, impidió uquchu indebida presión, actuando en
resonancia cun Jo que el Poder Judicial debe aei, proce-
-ando a ese comisario, el que posteriorinenlc quedo in-
•orjiorado al .Servicio de Inteligencia de la Jefatura y no
nace mucho liemjx) volvio a la.', andadas en aquellos me-
í ueste res subalternos. molestando y duieultando la iiuioii
t normal de padre.» y alumnos, no solo del Liceo de Colón.
' >ino también del Liceo Ifauzá y algunos otros de Mon­
tevideo.
’ Queda claro entonces, que rada vea que se ha venido
i la Asamblea General a .solicitar nuevas prorrogas, se
no? ha mencionado el deseo, el fervor de regularizar la
utoarkm «el ptns. pero se hn faltado a la verdad poique
lechos con *a elocuencia, con su tozudez, han de*
npwtridu a »O'ia la Rejaibhca que lo que quiere o se-
rtiir <n este régimen excepcional.
Detrúu de esta pantalla descubrimos la industria da
in guerra.
No hemos |>odido entizarnos a través de un pedido
de informes reiterado en el Henado y en ia Asamblea
General, ('»hindú presente el Mlnixlro de Detenía Na •fa­
nal, que se nos rindiera cuen’a de lo» gastos que el p< Jtr
A^ninistrador ha realizado en e*tos tiempo« de las me'1
de excepción
Dicen algunos técnicos en esta materia que »e han
i gastado mas de x 2fl 000 OOO.íMKJ o $ 27 000 000 000 «.Cómo
He admiuisiraron ‘ que añino loe gastos llénen «qg
comprobante« respectivo«'» t,Quien hl/ó uso tk e»fa Hnd
de (huero en un pa é que tiene tantas üífieuhadeiP AL
( «míen debe contestar. En el’ Kemdo reiteramos un ped;dd
‘ dr informe; sobre estos datos, que no ha tenido reayxie tg,
HCjiuramente que será muy difícil conseguirla pero, ¿no
li ibr i llegado el momento do hacer una invor.tigflcfan n
'-n (»teeto.í de que los responsables en el usó o abuso de
estos dineros, que ron del pueblo, aean juzgados como
corre pondo ’ A mi se me ha dicho por iuncioiuno* de
.»'.pon-.and,(í td que han aparecido en la Contaduría f»o-
u.ifi rn 's (op ga.Mos de /alimentación y varto»
,«>r > 700 000. $ ¡vio.¡loo y $ 1 11001)00 y con la firma de
determinado jerarca multar /.Donde están los compro-
bamc*7 ?E« que no se exige <n Ja Aomhiix’ración Pú-
-mh.( « (nder gado se acompañe de la factura iwyv
pv.u'hen'e'» f,(> .se pueden utilizar $ B00.000 o S 70t)'100.
n que agreguen justificativos que prueben que el '''
ñero se utilizó en lo que realmente expresa Ih factura'»
K .tal non omufaaes «n h vida económica del piiix.
A lo* qué denuncian, en a»ut tora, corrupcfanes, para
22 1
pretender colocar en «h pedtH&l <fe moral» le* 'lo
que empiecen jror hacer publico un gran balance de como
»o luí gastado este dinero, porque lía sido en la ¡>.«’hA ,
contra la iibvGsion Por curiosidad preguntara« cuanto,
se gasto en el Establecimiento de Libertad. Trabaja lili
el pea sonal de Arquitectura del Ministerio de Obra.. Pu­
blica v .‘»un hecho ad<-cuarx»nr¿ del edificio se han >
gastado illáni de miltanr» uc , Pero r* qUr
novotro*. que l«> nenio.» que cuntí «dar al podes Ejecutivo,
disponemos dr uignna mlormacion cu »•*♦• :<entklo'. De
ninguna, porque peunanentemente se no* niegan fidux
los datos que requerimos Pan» peor se insiste en uiw»
Irulr nuevas carrcle», de arreglar cuarteles.
Lo decimos en forma muy ciar», que desde el 1.« de
abril de 1972 a la techa. no se nos ha brindado ninuuua
información, y cuando han venido lo; señores Mmutros
lian traído datos que eran le.diaenle desconcertar«’es.
que en tal Departamento ia subversión esta terminada,
que en otros quedan algunos tocos. Y ayer el señor Mi­
nistro Bolcnimi nos maní lento que la subversión es'aba
controlada, pero cuando le hice una interruj»cion *e puso
nervioso y realizo un discurso sobre el reblóte de la b-
versión y de impedir que ella vuelva a allome en ¡a x ida
del país, y i>or eso se necesita en este momento la da- ,
inadn Ley de Consolidación de ia Fax. Yo digo que < da ,
paloma de la pua es un buitre, en un Aguila hambnentir. i
rapaz dr querer destrozar el cuerfMi de todos nucAi()í|
rom pal riólas. , De qué paz rn? habla? ¿Qué consol:.Ia-f
clon de h< paz puede tener este malhadado proyecto des
estado peligroso, cuyo articulo 1“ pretende negar que hay!
presos político* en el pai* y que catoa «en unllnat ionalea?J
Digo que son aníinacionalps los que lian robado en eq
país, lo* que *<• han beneficiado cnr. $ 20 000 ooo.rot! en»
la industria frigorífica; antinacionales .son los vaem iciegz
le los Bancos; nntinacionalea son los que lian llevad « el’
dinero que le han sacado «i nuestro pueblo |x»ra tran.Mur-l
marión en dolares y eoincario* en lo* Banco* extranjera*»}
antinacionales son los que en conmixtión con el capitaLi
Internacional iinanriero lian llevado ai pau» al empu re-1
cimiento y al deterioro que en estos momentos esta ««MR
sufriendo. E.sos son los antinacionales, eso son ios que iMI|
ii|>arecen en el proyecto.
Se pretende dar ia paula amenazadora de lo que er,
el estado peligroso, pitia no dejat que los ciudadano-; «iet
oate país puedan transitar hbiemente puedan ir a silli
trabajo con tranquilidad, puedan estudiar sin que sean;
molestados.
Destaco que esta iniciativa, «pie no »aiuia -egii’-a-
mente del Parlamento, encierra al país entero coloca ina
especie de anillo de acero en el cuello de ruda hombre
o mujer, cualquiera sea su fllosidia, su idcnlogm ai di-1
visa política, su creencia religiosa. Nadie escapara dri al ।
ranee de eta ley, fwrque el concepto de peligrosidad e, |
subjetiva Yo puedo creer que una persona rx pchg-'‘sa. '
o que rae* en inconducta: otros pueden creer que ru lo
«Ufa.
¿Dónde están lo# hechos, los elemrnlos objetivo. >uc,
den fas perfiles de fa que se enlicnde por un ser f <11
graso o que puede tener una inconducta1 Por ejemplo,
ctmndo ve ¡ibera a algún detenido se le somete a un « »t
¡x>r el Instituto de Criminología para ver si esa pvismia
esta recuperada o »i puede volver a su tiempo anl««-,or..
a! puado, Todo esto es realmente un absurdo, no iriicj
ningún senUdo; pefri, sin embargo, hay coinpatrioin* <pir
puesto" *n libertad esperan mese« el dictamen de ese Ins-
htvfa Qjrda ciara que <n e*.te país las cárceles rtain
»tamil**« öe •vjwibrw y mujer er .seguramente muchos |
úe eht» rnorenW" <»ae en este pow se sigue torturando!
ferozmente, io he denunciado en una Interrupt ion
al stdlor Mfabitro flolentinl, que dijo que esto era ina
cálice e de comí anecdótica. ¡Ciara porqée él no «a el qu»
la padece, porque él cdá exento de esa posibilidad! Eq*.
lom es yo tengo que lomar en el contexto de e»taa toijp
turas, de las cárcele», dé las cosíia infames, a los que eBi
«•»tos momentos son lo» llamado« Alto» Mandos del F.«é«:
cito, los que tienen el Poder en la mano, los que e.da|
en el Consejo de Seguridad Nacional, loa que deciden s®/’
bre la vida del pal«, loa que ya podrían demostrar aa||
¿
 que no están fuera de la oligarquía Ese es el error «lia-
lórlco de 'loa que soxlirncn que ruta' mando« militares
de alta graduación encaramados en el Poder. van a com­
batir la oligarquía. Yo digo que no. y voy a demostrar
dentro de un inomento que están inserto* en ella. Han
vendido vana» ilusione«; nadie puede creer en ello« .en­
talámente porque loa anima la represión, la tortura, ya
que no toman medidas contra los torturadores Cuando
he denunciado a un Teniente Coronel por disponer tor­
turas en tian Ramón, solicitó un Tribunal de Honor, que
dictamino declarando que esa persona es un santo vnron.
(E-> claro, no podían pedir la canonización porque t"»o
seria imposible! ¡(Jomo no va a ser un santo varón si
el Tribunal de Honor lo integran militares, o sea que se
juzgan entre pares! Desde luego buscan siempre la sa­
lida elegante para afirmar que aquel torturador, que ade-
iiiiAs sigue teniendo a ios presos |>oliticos en trabajos for­
zados, es una perdona excelente, es un patriota digno d<*
una condecoración, de colgare algún collar en el cuello
que lo distinga entre sus colegas, como un hombre que
ti» servido al país.
rusce daÁo « éa institueion de tas Fuerzas Añila­
das porque eso es complicidad, ya que voluntaria o invo­
luntariamente están apoyando o adhiriendo u quienes
cumplen este cometido infame, que agravia la dignidad
de lu persona humana.
Podemos hacer un recorrido por lodo i*> país Dije
Uioy to que pasa en Durazno, con cincuenta iiersonas,
Btoéndms y muyw. Uevados al Cuartel de esa ciudad, mu
ehoA de ritos ubicarlos en un solano ,De donde el
Jefe del Regimiento de Santa Ciara de Olimar, el de Me­
to o de otras unidades del Interior drt pais que pueden
someter a ios presos políticos a trabajos forzados? ¿De
donde saca el Jefe del Regimiento de San Ramón que
puede hacer trabajar a la gente, y que lo que sena el
producto do su trabajo pueda ser deatinado a B que él
se Je ocurre? No conozco ninguna disposición legal ni
reglamentarla rn materia de cérceles ni cuarteles que
permita cometer estas verdaderas ignominias y atrope­
llos.
Toda la historia del país, dc.>dr rl 15 de abril «le 19711
» la lecha, está plagada de estos hechos, que no vamos i
repetir hoy porque ya están expuestos en las aclat Uv
Ja Asamblea, de la (Jamara fie Representan!os y del He-
nado y seria ocioso reiterarlos ruando son. Inclusive, he­
chos conocidos por Ja opinión pública a través del medio
parlamentarlo. El cercenamiento de las libertades impide
a la prensa, si conoce un hecho sobre torturas o conoce
a un joven asesinado, que lo diga en .sus paginas, porque
corre el nesgo de que ir cierren el diario o metan preso
a sus redactores; sólo lo puede hacer a través le la de-
gmneia en el Parlamento.
Y debe ser cuidadoso el periodista y no caitbiar una
palabra ni um coma, ixirque si se omite o cambia ex­
presiones formuladas en el Parlamento, también corre
riesgos.
El señor Ministro Boicot hit Incurstonó en te libertad
y en los derecho/ del hombre pero, <,de qué hb^rtad. se­
ñor Presidente? No lo pudo aclarar, no consiguió defi­
nirla. Yo digo que esto es esclavitud que bey censura a
l is radios, a la prensa y a la televisión, y que esos medio»
informativos deben nutrirse con las denuncias y expre­
siones que puedan ser formuladas en lo» cuerpos parta -
mentarlos. Este es un hecho tea! Hay ve júmen«« a la
persona humana y falta de libertad a lodos loa ni vales,
lo cual liare que cate país, rn este momento crucial, ca­
rezca de un aire d< libertad elemental, pata las realiza­
ciones que todos lo> sectores tienen que aportar oara
que el país ¿alga de este pozo en que está metido.
Desde el 15 de abril de 1972 las Fuerzas Armadas ac­
túan no sólo contra los tupamaros, sino contra lodo el
pueblo uruguayo «Cuánta gente ha sido perjudicada, mo­
lestada. llevada a tos cuarteles sin tener nada que ver!
P<-ro lia y un hecho evidente se cumple aquello que ¡um-
otros soHuvirnos en la sesión de la Asamblea arnera! de
los ditu 14 y 15 de abril de 1972, ruando se t.-Juiun u<i
inintrrwirn...inr । ~n. ~r:nit»jiU4..Lului*JJ«-LJ^.'.r<rirtinr T nmm-nTrtMFT- --
iui
/L
lando esto« lomtt. 'VtMiOir^AMMldas salieron «1
ese combate que se transformó en cacería en 1973. en que
hubo jóvenes que fueron asesinados sin tener un urrna
en la mano, inclusive |>or la espalda, en que, como de­
nunció aquí ej señor dimitido Dirán Matos, apareció 'tie-f
sinado un joven que no figuraba en la lista de los muer* 1
tos del país; en que el ultimo asesinado fue Joaq*iin:
Kliivcr. aquel estudiante de agronomía, muerto ixi” la
espalda en el Paso del Molino, como pudo demostrarse,
en la autopsia pese a lia precaria* condiciones en que ;
Iti realizaron médicos de Mercedes y el Dr Martines Oia-
ilinal. lo que nunca se pudo desmentir i>or nadie.-salvo
fior los partes de Iam Fuerais Don juntas, que a veres
usan una literatura intimldatoria para que no se for­
mulen las criticas que corresponden.
¿Y qué pasó, entonces? Que aquellos que no quisie­
ron estudiar a fondo las causas de la violencia los que
se negaron a comprender el alma de las juventudes frus­
trada« y sin destino en el pais, aquellos que cerraron sus
ojo» y taparon sus oídos para no saber absolutamente
que aquella juventud tema un mensaje tiara dar fl la
nación - sin |>ensar que nadie pierde la vida inútilmente,
por una especie de diversión s:n pensar que quienes po­
dían estar tranquilos en sus casas, quizas sin apremios
económicos, salieron a la calle en un fiáis deteriorado,
dependiente y corrompido, para hacer todo lo posible por
lograr un Uruguay libre. Independiente y soberano, aun­
que les significara Ja pérdida de la vida en vez de res-
lietar a los seres humanos que se juegan por lo que en­
tienden sus mejores ideales y llegan a perder su« vidas,
les dedicaron e! insulto soez y la difamación Esto revela
simplemente una incomprensión, y muchos que insulta
ron sobre la« propia« tumba« recién abiertas ahora se
dan cuenta de que esas Fuerzas Armadas pueden »am-
blén jugar contra ello«. No lo comprendieron, y sin pie-
mente dijeron que eran asesinos y se quedaron sentados
en sus butaca« como diciendo que ya habían dado su
opinión definitiva «obre este hecho aocial impactante lia­
ra el pai«.
La historia, que también esta pasando jxir los cuar­
tetes, por tos propios tupamaros que le lian mostrado e|
Uruguay en llaga a sus torturadora«.
Habrá que demostrar a textos los hombres y mujeres
dr comprensión afinada y a quienes con rigor científico,
tomen todos cutos elemento« de juicio, para hacer la his- ,
torla real y auténtica del país, de eete país artíguista,^
que militares que habían vivido de espaldar al pan, qu<;
no lo conocían, que no sabían cómo ur le estaba einpo«3
breclendo. de cómo se entregaba nuestro patrimonio a logg
Intereses del imperio empezaron a observar a través djfl
los propios detenidos, de ios propios torturados, la roali«
dad de la República He asombraron con los ilícitos eco«*J
nomicos, con sus nombres y apellido«: tuvieron en suá’
manos material muy importante que probaba que liom-í
bies de significación en ¡a República estaban inmerso*?
en negociados repudiadles, en perjuicio de la economía*-
nacional y. desde luego, de las instituciones.
Pero en determinado momento de loda esta historia^
sucedió algo qué prueba que todos estos Mandos no s«rán
jamé« kw enemigos de la oligarquía En determinado ba­
tallón ae estudiaron los Ilícito? económicos, apareciendo
peraonaíMtades implicadas Por ejemplo, en compañías de
seguro« extranjeras Vino, entonces, la orden de simba,
de tos que hoy usu (rucian r| Podeir, de estos que hablan
'le corrupción, de los que quieren tomar la dirección po­
lítica del |*Uf convertirse en sus salvadores para que
w paralizara la investigación que los oficia les jovenes
f-staban realizando. |x>rque evidentemente algunos tic los
jerarca« también podrían estar incluidos en esos nrgo
< lado« repudiadle« Para cubrir las apariencias se ¡levo
preso a algún despachante de aduana: un cambista, y
algún contador, es decir, las cosas pequeñas. Pero con las
grandes. eon aquello* «obre las que tenían la rtoenmen-^
loción en la mano, no paso absolutamente nada. A al-¡
guien que suministraba mercaderías a más de treseientoa'
imjxrrladorei del fiáis, un día le allanaron «u escritorio
y oe ¡ le varón '<xlo to que no «ervia, todo lo que no podíw
lunotiiuir pruebas pura uieterlv en Ja cárcel, y lo demás
- .....
1\
222 23 ü 4 5
 quedo. seguramente para que luego pudiera ser destruido,
stn perjuicio. que por un tiempo se le prive de m li­
bertad
Todo esto, que es verdad, esta dando la pauta de
que estos mandos que anualmente tienen ei poder no son
ajenos a los intereses de la oligarquía. Yo podría dar,
inclusive, el nombre de alguno de elio« a fin de que se
pudiera tener una mejor visión de este asunto Pero pre­
fiero no hacerlo en la noche de hoy, sino simplemente
afirmar que aquellos que estaban involucrados en las c>m*
;*añ¡as de seguros extranjeras también lo están en gran­
des contrabandos en la zona «ranea de Nueva Paimira,
a ia que habrá que investigar ron urgencia, porque es
una de hts evasiones tremendas que llene el pai» Zana
franca cuya illusoli» es permitir la entrad», sin pagar
gravámenes de material que se transformen en estable-
'notemos industriales y que esta siendo usada par. la
introducción de grandes contrabatidos que vienen, inclu­
sive, del Paraguay y que a veces recorren todo el país,
l'ambtén es bueno que se sepa que hay algún hombre
importante de los que están dentro de las Fuerzas Ar­
mudas — no me interesa si está retirado o no- que mu­
chas cosas puede saber sobre todo este problema
Sstas realidades son muy importante» para el aná­
lisis de la crisis poli tico-militar de febrero, que culminó
con una escalad» que tiene diversa» coordenada».
Yo afirmo que quienes están en eso» mandos se entu­
siasman más por los M3 que le» da el hniieriaitamu que
por seguir persiguiendo los ilícitos económicos, tìe ufa­
nan con el M3. que es un arma iioderosa que entregn el
imperio para matar a los hijas de este pai».
El impello juega atrás de ellos, y né que en alguno
Je esos lugares un arma de ese ti|x> e.s mirada con un
dòn. con devoción especial por los mismos que se olvidan
de la posibilidad de la reforma agraria, que en cierto pro-
.•rama omitieron la nacionidi/ncion de la ’lanci <!• la
d» pendencia y de la ludia luntip el imperte
Porque e.s el impello el proveedor de estáis armas, de
los carpas que dicen United Htates", debajo de las riia-
iox están nuestros compatriotas, la cantidad increíble de
¡ vehículos.
Hace unos lo días vi con mis propios ojos camiones
v •• j<*ep$" que venían de la Aduana y se desplazaban jwir
¡a A vela. Agraciada eran H, 10 o 12 y en todos ellos
lucia lu marca del imperio. United .States", que tendría
4W ser rechazad.! y repudiada por todo hombre que quie­
ra al paia. Eso es penetración imperialista, o **s infe­
rencia en nuestro» asunta». e» entregar a la gente ar­
ma», camiones, carpas y otras elementos ¿pura qué? ¿Pa­
ra combatir contra un invasor? ¿para deeterrar da nuedro
sucio « quienes pretenden someterte?
.ffo’ Sirven para una sola comí, para encarcelar, pa­
ni matar a nuctdroá compuiiKita».
Yo denuncio entonces, al imperio, al Embajador de
los Estados Unidos que lleva nn flehajc de nuestra» |u-
ventudcs. Sus ficha» de identiftcarion están en inglés,
•un foto« del detenido y su» datos personales, arl copio
fecha y motivo de tu Afirmo que »-uu íkh».<
luarcoleron treinta en un crjxdicnte de Trinidad y Dw-
t.izno en el Juzgado de 3er. Turno Militar, cuyo jerarca
■ ¡ el Coronel silva Eedexma. A mi no me sirve que H
'•ñor Mhil.Mro Rnvenna me firme un documento negando
la existencia de esas fichas rn inglés. se que talla 1 lu
\erdad.
Hay nueve o diez testigos de esc hecho'. Inclusive un
f’iihrar .pe .^t?t rn el Juzgado levantó esa ficha de loen-
üfh ru'i •> rxrianiíindo ,Ni problema se va a arriar
cuando c-lu fume estado j>ublico' Es duro que después
desaparecieron. No 'm iban a dei prendidas id expe­
diente. Cuando los abogados volvieron veinticuatto o
irv+ntx y sri» horas Jevpué.» para retomar rentar tu < on
aquel expediente y squí-llav tirita», ya hablan Je»apa
[«vista >^**'**s>
WW 22 3
Esta mentalidad cuaja, tenemos que destacarla, no
negamos un gtan encuentro de orientales qué quieran
luchar contra el Imperio y las oligarquías nativas insertas
en él. No es un problema nuevo en la vida del país. Viene
de la éjMicri »rtigutata. Esta» son las mismas oligarquías*
con otro nombre aunque algunas tienen el mismo r.om^.
bre que traicionaron a Artigas, conectadas con la oli­
garquía portrña de aquella época, y a loa imperios bri­
tánico y portugués. Ahora cambió ti imperio Es Estados
Unidos, pero siguen siendo los mismos tiaidores del idea­
rio artigiiista. son los que derraman lágrimas de emoción
frente a los monumentos d*- Artigas, Jos que le llevan flo­
res, pronuncian discursos, escuchan bandas mi.llhues y
sienten algo asi como sublimado su espíritu ante los des- ¡
files milita reí de homenaje al precursor, ;
He dicho que alguna ves estas monumentos de Ar- ;
ligas, tal ve» el de la Plaza Indeiwndencia. han de esti- i
rar su mano de bronce pira deshacer el rost ro de los |
que, ademas de traicionar al país y a la memoria de
Artiga», realizan todos esto» espectáculos ptiri que el í
pueblo »lenta también una corriente de emoción. 1
Entonces, señor Presidente, soy de los que creen que ¡
no pueden traer uno aoHicióñ quienes están en estos too- ;
menta» —y repito la expresión para que no »e deforme i
mi pensamiento- en loa mando», los que usan el poder, j
los que integran ese Consejo de Seguridad Nacional, ios;
que nos han dicho que están dispuestos a cantidad de i
solucione». Nosotros no creemos en esa» soluciones, por­
que nos Interesan los hecho», y mientra» se torture, se.
cercenen la» libertades, y se desconozcan lo» derechos jé
las libertades individuales os evidente que no se está eiT’
el bu en ('amina Por otra parte, en esta crisis a la que si­
guió el Acuerdo Mola > Lana», ¿donde eetuvu •! pueblo?
Fue el gran ausente, nadie lo consultó. Se le invoca des*^
pues, y antes se le desprecio. '
No me gusta involucrar a nadie en estas opiniones^.
Inclusive a los compañeros del Frente Amplio. Habte etK
nombre de Unios ios compañero» de Patria Griinde" —-esej
fue nuestro iwblema en las ultima» elección« Este em
nuestra posición, y con ella no molesto a nadie, no oblM
go a otros a estar en 1« linca en que rreen quf no deben|
ubicarse. En esta actitud el país no» enccmtrairá siempre,
en una tnoviltmcion permanente del pueblo hasta cor»
sentido de enlremamiento, respondiendo a los que le­
vantan punto» y programa» que no son tas núestro». bta
tenemos otro programa de soluciones que el de tas clauÉ
popularse, el que esta estampado en él Frente Amplio, ij
pie debemos acatar, al que ajustamos nuestra conducta
liemos de cumplirlo en todo momento, somue hombres
que no necesitanxks firmar cuando no» comprometemos!
.» una serian en este caso política. con otro» compaña«;
ros de distinta extraer ion ideológica. Yo no puedo acep«
tar, a prior! que sean |m>si(ivo.s ni hal.íigueñot;. los puntos
que se presentan, porque los hechos están clemovtramio
lo contrarío.
Hay quienes insisten en ios comunicados, por su ca­
rácter positivo"..
Üeaeamua contestar con serena energía, lo siguiente ।
I - Serian la expresión de una conciencia de ruiuiuo,
general en el pata y marearía una serie de coinciden •
• tas cutí el programa de la» clases populares, ,
„ i
Cínica: a* un programa con viso» de progresista m*i
es suficiente para que las intenciones que lo sustenten'
sean tale». Al respecto ana cantidad enorme de ruártela
zos de América Latina han levantado programa» mucimi
más progresistas y se ha frustrado por la contextura ir ¡
accionaria del movimiento que te» levantaba.
b> un programa que no hable de libertad, en ios mo­
mento» que vive el pot», no «irv« a la» ciases populares.
Iajs presos, ton o siqi proceso aon del pueblo. Ata libtu tadl
no hay progresismo. . J
c» un pograma de circunstancias según verdiones oqé
nectadas con loa medios militare», no puede aer biu* 4i
cv.iiuuihin pata una situado« tan compleja, i
 2 . - E! haber dicho que las FF.AA. no son invru-
mento de ningún grupo económico y político, esta «tofl-
niendo la autarquía ron que ne pretende mover para el
futuro. Las FF A A. no cj¡tán declarando la guerra a
pos económicos uno proclamando la Independencia ron
(pie se van a mover.
¿Esa autarquía excluye acaso la transacción con la
oligarquía, es necesario que transen?
3 La contradicción oligarquía-pueblo no impone
entregarse a quien margue algunas roincidencias. úno
.pie por r! contrnr«» arpone ¿a iucha por el pragiau.M
de lis ciases populares sin luirlas ni desmayos.
4 Han proclamado lu segregación de una hn*
arlante corriente ideológica de sus planteos mcslAniros.
No puede ser casualidad ni ligereza, qué otra actitud po­
drían haber lomado Cristi, Chappe Paute. ele
5 Lu* hechos posteriores.
a» remisión de la ley de Consolidación de la Par',
expresión claramente fascista, que aniquila el Kdado de
Derecho. Esto no es equivocación, ni ligereza. sino dril-
tuda orientación.
P b» m»nw comunicado y díMruiwo sugerido* del Pie.
Bordaberry contra el paro del 20 de marzo, en el cual
umratrsn el criterio pairrnahsi.a y por tanto reacciona
rio ron jut eneara» las relación»» con la clase obrera.
Ei que se haya evitado continuar la investigación
■obre lo» ilícitos cxonomieoK y la prisión de las jM»rsonas
involucradas en rúo» el que loe altos mandos ordenen
au archivo con seguramente hasta lagrimas de rabia de
alguno* oficialas «I ver que se estaba pantliaando su ae-
clon, me lleva n maniteatar qw* me quedó con al pueblo
al que debo una actitud clara. En cuanto a que estoi Man­
dos están mas cerca de la oligarquía que del pueblo, to
prueba lo que acabo de expresar sin ambages ní artifi­
cios. Las palabra» no sirven, cuando tos hechos contienen
esta contundencia
Puedo dar otro ejemplo de las decisiones de r*toé
Mandos han designado Jete de los Fusileros Navalr»
los lame<os cu itrocientos Fusileros entrenados, o cuyo
entrenamiento fue sugerido )x>r asesores norteamerica­
nas. Estos fusileros están comandados por Costa, aquel
oficial que un día rl pueblo le tuvo simpatía por la cru­
zada del Alférez Camporn. prro que boy ha rumhiido
^de posición Pero a mi me du*le prnsi.r (pie un inte
■cante del Escuadrón de la Muerte luí sido designado de
^Prefecto Marítimo. Mr refiero a Nader Cmijelo. que fuv
sacado del país cuando pensaron que su vida podía co-
’rrer aigpn peligro El figuraba en un testimonio con de­
claraciones del fotógrafo Baldéalo Entregamos la cinta
trabada y c ;e documento, que leimos el 15 de abril de
1972, al Ministró del Interior. No puedo pensar que esto*
alto» mandos se olvidaron de ese integrante drl escua­
dran de la muerte, escuadrón que mató a jovenes a
Rambu FJlplni. a Castagneto que es probable que Laya
maiAiia a Ayala. que aballó a Ibero Gutiérrez, que ame
nizó a tanto* orientales.
En un aparato fiara-policial integrado Inclusive con
tcrarcas del Ejército. Ahora wn ascendido» quienes in­
tegraron el escuadrón de la mueite. ¿Como puedo pensar
¡que vote hecho no aea conocido j»or los alto» mandos,
¡que Henea la obligarían de Móer e*tas verdades ’
i No entiendo como *e pueda aliara, para fundamentar
|psI» prórroga, hablar da la muerte del < uatodlo drl ex
¡Ministró rh’1 Interior aeúor Rfrt lM, cuando el matador lúe
। procesado por el Ju«» de InMrtMMdón ó* F Turno • in
[pertenecer a ningún movimitnlo «edlrtoM». ».ino que se
¡trataba de una co»a atjsoto'»wc'trte Adamá* ¿'ju*4
orneó» tienen de que una *#r<* nixulinor) con
la oü«9
hito!« «rbóiéii dé nmi fuga de un rtinr»rl. teó
que de| Batallón de Ingenieros N^1 1. de cuatro tiipnm i-
224
ros Esa ruga sé txmia codito hM&aÍtwU& para argüir ron
la suspensión de garantía* individuales, así como loe tn-$
tcntos de fina de Punta Carretas, todos ellos inventa *o<
Han apare ’ido hace un mes. cuatro cinco o seis tunrlcsj
n Punta Carretas, prir-tu ámenle do> por scnian«. pura
crear un |>oco la sicosis colectiva L.ivcrub’e a mantener o,
i aceptai una prorroga d* r ta niiura’rza en virtud del
riesgo que >’é podría correr ron esas priaona.* que w fu
«aron. Ademá*. cuando h-» Ido a los cuarteles, u l.iber’iid
a Punta Carretas o a Punta de Riele* y he conversado ’
ron gente, con oficiales y con hombres y mujeres priva­
do» de libertad, he podido observar en tos deferidos uní
mentalidad de fuga evidente Cualquier» de noaotro rn
esa situación lo haría: aprovecharla la mínima rontln
«encía para recobrar la 'Ibertad. Por eso es que uo en­
tiendo cómo esta* situaciones .w van maneando mira,
sostener que el pina necesita otra suspetuiton de guian-
tías individuales.
Hay un hecho nieve rtible ui ti mu no sw»w> i»iv <
tos politicamente como para no verlo y romo par * nu ’
quererlo analizar que ex la presencia do las Furi za.s Ai - I
mada». Hay que ser realista, porque rl pro .r o mildai xla
uruguayo es el más acelerado de todo el mundo. No co­
nozco ningún proceso militarista que en cuatro o < mea
meses hay'* estado irrumpiendo en e«ta forma en la es­
cena política de un jmu. v adamas en !a situación que,,
iodos conocemos Fj*o es verdad im«io yo quisiera saber*
también qué es lo que oiurc ahí dentro Quisiera conoccí.;
todo lo que lo» luna maros han podido »wvri iar. <iuiu<r¿
tener un conocimiento de toda"' estas usi'ó.hisi, de ocmK
lo qué he señalado ahora, <•■' decir lus inví’stigacu nni^
sobre Ilícitos económico» que han .ido detenida*« remlo.
por estos mismos jerarcas de lo-, mendos <me ahoia apa­
recen permanentemente con sus decí.mi mne.
Nosotras no eatanuM dlxpucmln» a plegamos a ai’i-tr
ras nue no son la» nuestras, a programa» qm» n«> «mn lo
nueatruB. y por aso redimo« con esas actitudes Crc-nub
que M padece un error histórico cuando con nViNns! >n y
con euforia ae considera que puede servir un m>ii’u»n
cualeaqulera «can sua hombre» y sus comandante» pen-
»um«M que la intimidación y el miedo que se utilizan ha
cen que a veeat los cuerpea parlamentario» tomen drei-
sionea contraria* a la opinión íntima muchos de ‘ti»
integrante».
Así se van cediendo paaírione» En un momentr (>,i-
rto, se entregan determinado* nrtvHegrto*: Ineeo ante r|
itvanre d# »relores militares no npareei» la protesta fron-l
tal que nosotros no abandonamos y el nnder ctvtt vat
nerdiemto fuerza. Y un día no» «n-or*ramos por ccrnar^
día de tanto», on esta particular »lfua< ¡dn, |,a h.|*»orh nm
nrrdona ni nb o’vrrá. a l»rs mje refufiado» en postetonem
doctrinatiax. tuvieron I» ftotedad mte nace de¡¡ miedo
»•n rl fondo »» olvidaron de! protagonista de! procreo <w
liberación: K1 Piteólo K ,
El wtor diputado Cimnto c<*n fwiernFdad. xfí hmi
icferhlo u alguna» actilude* nu<«trart rp ¡rl pagada, cuafíii
<lo hemog denunciado mueha • irrupción <?n contar coa
rl aval de quienes ahora se levan!an ‘on una fuerza qúK
paleen Incontenible para denunciar alguna« Irrenularldad
ilcx en el pal« que namtro« de*4? luego, no teneme* Hw?
conveniente cn accptarlas y subrayar)»« *1 realmente »OW
< xacta«. ’ 1
Empecemos por fundar tos Itc-hc« en él Mentido dg
(pie exax Irregularidad»« también ev’án en e| campo 1
Hdrmns »(• trata dé denuncia» que hemov hecho en t»|j
misma Sala. |M»r•Isienlemvnte. durarle mucho tcmpS
dundo bulos lo» elementos de luido y la» razone* jmS
que nadir »e engabara ron lo qut altaba pasando, TI
Enlome» pipil*; .M’hor Preddmto. que <*ta ¡uéflH
político militar que llevó a la» Fuerzas Armada» a tflK
larr» fundamental« » del •«iMt« rna <iuí» hoy mantienen <hw
lermbm también el na» ,miento de mía nueva forma dtf
encarar la sociedad política «n 1« .pie vivimos y d<‘ lg
qtb‘ |úríri|i|(-m<ii> m> ti< I < xpom ntc
Qiieremo.* desentrañar («m ¡algo í‘-ia '* i.omuni<jj|
do» hoIo'í’ Iciuh* pohtHi>« > (hoCío io* Ahma b» e¡ Prgié
i ¿Jü‘r3
 sidentf vi que contesta a un senador; luego ataca a la
Convención Nacional de Trabajadores, ataca a lo* par
ti dos, alara al Frente, que Maca a mi> líderes, en una
actitud endemoniada, deliberada, para que todo etdo va­
ya cobrando un tinte «ombrio y para que parezca que
el país entero va a z.ozobtar
Yo digo que hay un hecho evide nte: cuando en de­
terminado momento, a ral/, del problema del General
Francese —-que tan bu n ha ubic ado el compañero Mi-
(heimi, sin tener una respuesta concreta en toda esta
crisis político-militar , el Presidente convoca al pue­
blo a la defensa de las llamada» instituciones, ente pue
blo, que tiene un olfato eaportal. se habrá preguntado,
¿de qué Instituciones? ,.De qué democracia r< presenta
■ tiva? Bntonces la ausencia la toma como generando un
¡ hecho político, ya que apenas veintiocho o treinta per
nonas son tas que ¡iHistrn. Entonces. en toda esta crisis,
nosotros reclblmoft en primer término aquellas declaracio­
nes en un documento que le> ó el sefior senador Vitaron-
cello» el 30 de noviembre, que no voy <• leer en este
i momento porque ya es conocido y esté Incorporado a
la» acta« del Senado Pero hit y algo que» si rnc inten sa,
que son las declaraciones que en su momento formuló
a "Marcha” el entonrw Ministro de Defensa Nacional.
el doctor Armando Malet.
¡ En determinado momento <1 iioiiista !<• liare algo
' na« preguntas, y el Ministro Male! Ir responde en esta
; forma, cuando se estaba ha olando de este documento.
Dice asi "La tesis mía fue la siguiente. <’J documento
existió*’ "Si usted quiere, se tintaba de un borrador No
se asombre de que en esc ’rabnjn se hagan referencias
a la realidad nacional en sus vario»; aspectos. sin excluir
loa más candentes” Luego dice: ‘‘Por eso no me ex­
trañó la ejcistencía del documento leído en la Asamblea
. General, con tas aclaraciones que hice < n esa misma
oportunidad y que entiendo ¡(uernr- aceptadas por ese
Cuerpo**. Agrega posteriormente; “En ningún momen­
to túve la menor duda de (¡ue las Fuerzas Armadas
tenían ni derecho —y más que el derecho la obliga­
ción— dé dar su palabra definiendo xti posición. Esto
automáticamente, significa mi renuncia, que se produjo
en lo» primeros minutos del dio 7 del corriente". Ante
otra pregunta del cronista contesta: “Evidentemente, «c?
ha producido un cambio de circunstancias* Y la conduc­
ta posterior del Presidente así lo confirmó". Más ado*
lente manifiesta: "Recuerdo que al terminar mi discur­
so en la Asamblea General dije —ae puede consultar la
versión taquigráfica que no habla que esperar esa vuel»
ta pasiva a los cuarteles y que las Fuerzas Armada» trn-
I drían un destino perfectamente compatible con ta es-
j (natura democrática del Estado" Ante una pregunta de
I "¿Por qué? ¿Qué hechos d •terminan a mi juicio, esa
* nueva actitud?", respondió Yo creo que <»l grun hecho
que hace cambiar lo fundar ion tal de la política nacio­
nal es Ja drvadrnem notoria dr lo» partido» políticos tra-
• dicionalcs No sé en detalle qué es lo que ocurre en el
; Partido Nacional, visiblemente fr¡iv< ionado Pero estoy
! bien enterado de lo que pasa en <‘¡ Partido Colorado y
, particularmente en el Butlliono Y le digo a usted lo
. que todo el mundo «.abe y vive. qu< nuestra organiza­
ción partidaria ct> puramente formal qur no tenemos un
ideario definido en mater a» fundamentales, (Ic.jemfo bien
aclarado que cuando digo ideario no me refiero a la doc
trina escrita, sino a ta conducta realmente seguida en
los hechos, ta que expone una evidente indefinición so
bre aquellos mismo» temas eacncialex. Eev es un primer
hecho”. Luego agrega: "Ademáis, todos los pueblo» pa
san —con mayor o menor intensidad, según las épocas
por estados de necesidad ideológica, necesidad que pin*
de ser atendida por grupos R iciales de cualquier índole,
principalmente por los partidos políticos; piro si esto»
entran en críala y no saben o no pueden satisfacer .»que
lia necesidad. habrá otro» sectores que ta cumplan Y
esto es lo que explica los recientes pronunciamiento»
programático« de tas Fuerzas Armada»*'. ‘ De lo expucs
to surge que la» Fuerzan Armadas no quieren desplazar
a tas fuerzas políticas que dominan en el Parlamento
No estimo» ante la solución bn si Ir fia. uuo consistió <?n
una reducción )>rogrr»hz. o rt-gn-júva, del número de in
legrantrr de) Partam**o*u oí aata * «elución peruana,
.m* prescindí) te». nuu--. m ihu* lo , t nuiuri.'mi
«■ACv.r/j..,- &.■ k-j-.i ifni 1 una.i.»iiu.|il»-1
el Parlamento tiene ideas, que debe tenerla», y quier»’
darles forma» de ley. puede hacerlo. Y la» Fuerzas Ar-
inacias no podrán oponerse a esa acción parlamentaria". ।
"Claro, fue para sustituirlos por otros que realmente im­
portaban". Se refería a los problemas de privilegia» dv '
la burguesía Y termina el Ministro Malet ron «alo que |
es tan importante. ' Primero* ta gente nnuidera que <
gracias a ta intervención dr tas Fuerzas Armadas <e ’
luí podido iniciar una lucha efectiva contra las irregu- |
landades administrativas. Segundo .-o entiende que I»
desconsideración con que <.« tratado el administrado en
reparticiones y entes públicos, va ü cesar dentro de un
plazo más o nv-nos breve". ♦ tcétvra Y <*n manto a tai
promesas programó!kiu de los partido» político», decía
que bajo el influjo de una nueva fuerza podrán ser i
realidad En fin se ha abierto una esjx’ranza para el
ciudadano medio"
Creo que el ex-Ministro Mata! vn estas rvspue»
tu* a esta reportaje hecho en "Marcha”, padeció el mis
mo mor en qur imiurió cuando eu plena Asamblea se
le leyó el Comunicado número 803 dr tas Fuerza« Con
juntas, en que ya sin ley, violando la Constitución. «tn
normas, aplicaban el concepto de "estado peligroso" Y
después de mucha» horas de discutir por parta de ln*
compañeros del Frente Amplío, se logró que a.de* de
retirarse vi Ministro Malet reconociera que aquello ora
un documento oficial, ta que había oslado negando prác­
ticamente durante todo el debate parlamentarlo.
Pero también queremos manifestar que esta entra "
da de 1&73 marca la definitiva consolidación de lo» mi-
litare.«; como factor de poder La primero escaramuza
se da frente al problema de la Junta Departamental.5
cuando tas Fuerza» Armadas emden un comunicado exM
Riendo drásticas medidos al Poder Ejecutivo contra losó
responsable» y niegan la autoridad moral del Tribunal .
de Cuentas de ta Republica como órgano de contralor.
Este comunicado, que fue muy importante vn su ino
menta y que apareció publicado en el diario El País '
del 24 de enero de 1073...
(Murmullos. Campana di- orden.)
SEÑOR PRESIDENTE (Paz Agurrei Perdón, se |
ñor senador Erro. i
Se ruega a lu» señores legisladores qur se sirvan I
tomar indento, a Los efecto» de ir controlando u axis I
lancia, ya que fallan doce minutos para el wm imicn
to del plazo. [
Puede continuar el sefror senador I
SEÑOR ERRO. - Decía comunicado,: "a> Re­
velan la presunta corrupción cu un organo ropr<»«nta-
tlvo comunal (ta ta importane ¡a <ta la Junta Departa­
mental dv Montevideo b) Evide/usrtan la í ne fi viene ía^
del contralor máximo de la» ftnanxn? pública», que e»
<1 Tribunal de Cuenta* c) Acentúan ta desmoralización
dr la población y su descreimiento en los organismo»,
públicos y tas persona* que en ellos desempeñan funcio­
nes d) Da un nuevo dementó de contradicción y vicio
qur va explotado pof ta •ubvvrrtófl para captar nuevos
adeptos r incentivar a los extatrnteir. “Sobre esta po­
sición. por escrito y por reiteradas entrevista» persona­
les, se ha mantenido informado y se han elevado reco
rncndaclones al Poder Ejecutivo, a partir de la mattana!
del día Ili de enero del presenta**. !
Todi» pJ pal» sabe cuál e» nuestra pofúctón soffre lo
que ocurrió en la Junta Departamental de Montevideo.
No hi voy ;i reiterar en >a noche de hoy Pero ios hc-J
chos decisivo* se empiezan a gestar » partir <1* la» dMg
etaiaeionv» del señor nenadur Vast'oneellos, ta» que piáfl
vomii los acontecimiento» que terminan el 12 de febril
ro con vi llamado "Acuerdo del Bolso Lanza". .t|
r
El diario "Accmn", en «u tuición del 13 de febrerff
de lí)73, al releí Irse al Acuerdo, establece. El OMeng
se inleyimnt pm los Comandantes de tas tres arma« (a(J?|
lualmente General Chiappa Posse, eia el Etérdto: Bri*
Küdrt-r Pér»-z Caldas, «m la Fue» cu Aétra. » ('apilan d*
oí Nuvm í’<iia,niii <>i*»z,* 1I . o ó« AiioH>ia . por vi GemM'Og
22 5 Jl
 •I ZhiWfJefc de la Región Militar W» 8) y por el Gene-
j rhl Gregorio Alvarez (Jefe del Estado Mayor Conjunto),
i Asimismo, por los Ministros de Defensa, Economía, Re-
‘ lacioneji Exteriores e interior El Cosena realizaría una
< planificación relativa a la seguridad y ni desarrollo". Y
rn el punto quinto de esc articulo se dice lo siguiente:
i Nuevas normas para la designarían de <•eneróles. Al
; haberse producido dos vacantes (pidieron retiro los Ge­
nerales Martínez y Verocay), de acuerdo a la Ley Or-
i gánica Militar, las mismas se deben proveer por el or*
J den del concurso. Sin embargo, por este año y de acuer­
do a las base» convenidas, lo provisión se hará por se­
lección, con candidatos propuestos por los comandos. Es­
to es también una violación expresa de la Constitución
v de las leyes militares, que <•« conveniente dejar es­
tablecida
No voy a hacer una cinnobigía de los hecho.» ocu­
rridos durante el mes de febrero. SI no h<ty ningún in­
conveniente voy a pedir que se agreguen a la versión
taquigráfica, como se ha hecho muchas vrcvs con algu­
nos documentos.
No me parece ocioso incorporar una fundamental
actitud del Brigadier de la Fuerza Aérea. Pétez Calda»,
.■n un reportaje realizado por el diario “El Día", publi­
cado el día 9 de febrero de este año. donde, ante una
pregunta con respecto al Ministro Francecc. manifiesta
io aiguhnte; “Mire respondió Perez Caldos si ae
trata de una decisión deí Presidente de la República,
como usted dice, nuestra obligación ce acatarla; no tc-
^^némos otro camino".
Conviene-dejar perfectamente configurada esta ac­
titud.
También pediría que fuera incorporado a la ver­
sión taquigráfica, a lo» efectos del conocimiento de los
señores Ministros asi como también de los señores le­
gisladores. un artículo publicado en "Azul y Blanco" ba­
jo ios títulos do: “En 120 horas la» F F A A " “El Ejér­
cito Nacional " “¿Apoyo Popular?", con fecha 14 de fe­
brero del corriente año.
Di» este episodio sale totalmente debilitado él po­
der político. Los hecho« posteriores muestran al Coscna
con unn intervención decisiva en los grandes problemas
del país. Asi. por ejemplo, en el caso de la venta del
oro — hecho que se oculto a nuestro pueblo . que prác
ticamente e.> la suma del trabajo nariomil. se entregó n
la Banca norteamericana, por Intermedio d<*l Banco Ho­
landés en Nueva York, una suma que estaba entre Ins
USS 39:000.(MIO o USS 40-000.000 por concepto do pér­
didas en Ja venta y comishmcs. D<* manera que todn es­
te dinero fue perdido por el pal.« Esta venta riel ore fue
.munciada por el señor Ministro de Economía y Finan­
zas. Se habló de una decisión política autónoma El abn­
egado del Banco Central, doctor Carlos Maggi. inanifes-
po loes otros días en la Comisión General del Senado que.
aunque no hubiera liisposic'oiics expresas, el Banco Cen­
tral podía vender o comprai oro. pero evidentemente »0
trataba de una devoion política que solo podía tomar
el Presidente de la Hepúlilica Paralelamente <»1 Minis­
tro del interior, hombre di- confianza de los militares,
ir »CiMTdo » declaraciones d< I Ministro Bolentínl al
manifestar ja participación decisiva drl Coeem» en la re
solución de dar a publicidad la operación de venta del
oro. Lo demás es historia muy reciente, en el más es­
tricto dé io» sentidos: un Pres •lente que no representa
a nadie, por un lado, y los militares en su cautelosa te­
sis de aprehender el poder, pero no el gobierno.
Digo también qui- el enjuiciamiento ¡i los sectores
políticos, aparecido en el último comunicado - al cual
¡no tuvo acceso previo el Presidente —. es una declara­
ción con ánimo demagogico de ataqué a determinados
¡privilegios que nosotros también repudiamo« como co
jr responde.
i En viri un»taiu i,»x de estudiarle una nueva prórroga
.de la suspensión de garantías individuales, es menester
lanalizur el problema polilico-inilitiir en sí. mi liaxcsn-
'detivín. la autenticidad (i no de Iim enunciados que hi
orto que M èrti 'analizando, ’ Wtis'
hace un instante, esa posición de estos grui>ó» áéHwñf“
do de las Fuerzas Armadas, yo d:go que no Además
he dado todas mis razones para demostrar que c*ios he­
chos son tal cual ios estamos desarrollando.
Asimismo, voy a pedir que se incorpore a la ven-i U:
taquigráfica un artículo aparecido en ’ Azul y Riamo ’
el miércoles 28 de febrero, t hilado "La Marcha di- la
Guerra", con la interrogante de “¿Cuánto Vale nu liu-
«uay Prruanizado?". También voy a pedir la incorpij
ración de otros artículos aparecidos los días 14 de mar
z<> y 14 de febrero
Es evidente que no puvuv aceptarse de ninguna ma-
neja esta coincidencia de personaje« que en éste momru
lo eaiAn en el poder Se Hala dé log gestxmui dei golpe,
de claros antecedentes de eurruixdún. El propio Coman­
dante en Jefe de la« Fuerzas Armadas tuvo dificultades <
en el momento de pasar de grado de Coronel a General,
cuando el señor Pacheco Areco hizo el pedido al Se-
nado Sólo el voto del señor senador Zorrilla de San
Martin fue el que lo habilitó para tener el grado de
General. Este General, por ser el de la derecha, ocupa
actualmente el cargo de Comandante en Jefe. Podemos!
señalar también actitudes de otros generale« que están j
en esa linca de conducta.
Todo esto no« hace pensar que ahora se pretende
condicionar una decisión de la Asamblea -creo que e»-
to no puede salir - por la que se entrega a los jueces
militares la vida y la libertad de todos lo» habitante» ■
de la República. Falta toda una definición dcaide el pun­
to de vista do los problema» fundamentales di*i paia, los
estructurales. quedándose en el agua de borrajas de una
campaña demagógica. Existe una clara intención de pro­
vocar un efecto paralizante en el movimiento popular,
anticipando la no agresión y posteriormente disparando
los dardo» de la condena a los paros y promoviendo vi
trabajo en día» feriado«, conjuntamente con viruléntoa
ataqué» a la organización obrera por parte del Presiden
te de la República y con la demagogia dor^ncadenada
ayer por el Ministro Bolcntíni.
Nosotros afirmamos qué esta no es una «elución pa
.•« la crisis del pal» y que además nos asombran । nug;
sorprenden determinadas texis de dar un aval o un cT
til icario en blanco. Nosotros estamos en la otra línea,
en la de combate, en la de movilización del pueblo C
todo» los nivéle», en la de decir lo que pensamos de iodd|
este grupo del Comando Por ctartn que no puedan me-»
recer nuestra confianza quienes paralizaron h mve.-dj^
garlón dé ios Híritos eeonomiecM. realizado: coi gran es’*-
»ala, con perjuicio de decena» de mihí de niillomg d<r:
líese*.
Terminamos nuestra exposición diciendo que esta
prórroga no es meramente un problema delictivo, qu«^
cato dela* rclvbidicar a !«>» partido« politic»»« y que coiw
trndlre los comunicados que vx pre san que van a erradl*
car la «edition. Tampico cs verdud que dcaeari cambioup
qué no se emplea la violencia ni la tortura en las cár-«,
celes. Tampoco és verdad que el Poder Ejecutivo qu
ra fuilir del régimen de excepción: que 1¿* personas qué I
el señor Ministro dijo que esteb&n en la clandedinídad. <
en un numero de 321, no pueden mover este régimen d«r
»‘xcrpcionalidad. Ademán, la» hghlacmnea qu» admite»?
pimiis por (unviccion son totalitarias, Cuando Lo»
res Ministros vienen a combatir lo que llaman ej tota^
litarismo. caen en el peor de los totalitarismo! Se votei
unii Ley de Svguridact del Estado para que nt> «e cuntíi
plan las decisione.-; de lo» Jueces, como lo demuestra af’
caso de nuestro compañero Ariel Collazo, que recordalR0j
<•! señor diputado Etchegoyheu. j
La gravitación d<* ios militare» »obro «i gobi«rqrt|
suele desarrollarse entre bastidores y aun cuando
plantan una dictadura militar, establecen un gobierno <wl
bu hada casi civJl y detrás de ella »e cobijan lo aíltead
posible Por consigulenH*. ende régimen militar desem-J
hozado <•« lompandlvnmenlé raro y «I parecer de corta]
miHH loii y iodi) impurlo, en