Está en la página 1de 2

Origen

La palabra “ciencia” proviene del latín scientia, que traduce “conocimiento”, pero


su empleo para denominar al estudio crítico de la naturaleza es reciente: en el
siglo XIX el británico William Whewell (1794-1866) comenzó a emplear el término
“científico” para referirse a quienes practicaban lo que toda la vida se llamó
“filosofía”, “naturalismo”, “historia natural” o “filosofía natural”, esto es, el estudio
de las leyes de la naturaleza.
La ciencia es el conjunto de conocimientos organizados, jerarquizados y
comprobables, obtenidos a partir de la observación de los fenómenos
naturales y sociales de la realidad (tanto natural como humana), y también de
la experimentación y demostración empírica de las interpretaciones que les
damos.

Estos conocimientos, además, son registrados y sirven de base a las


generaciones futuras. Así que la ciencia se nutre a sí misma, se cuestiona, depura
y acumula con el paso del tiempo.
En el concepto de ciencia están contenidos diferentes saberes, técnicas, teorías
e instituciones. Todo ello, en principio, tiene como objetivo descubrir cuáles son
las leyes fundamentales que rigen la realidad, cómo lo hacen y, de ser posible, por
qué.
Se trata de un producto cultural de la humanidad moderna, quizá uno de los más
celebrados y reconocidos de su historia, cuyas raíces sin embargo han estado con
nosotros desde la Antigüedad clásica.
La ciencia es un modelo de pensamiento inspirado en la racionalidad humana y en
el espíritu crítico, valores filosóficos que tuvieron su auge a partir
del Renacimiento europeo. Es por ello que a los profundos cambios filosóficos y
cosmológicos que tuvieron lugar entre los siglos XVI y XVII a menudo se les
conoce como la Revolución Científica.
Evolución de las Ciencias
La evolución biológica es el conjunto de cambios en
caracteres fenotípicos y genéticos de poblaciones biológicas a través
de generaciones. Dicho proceso ha originado la diversidad de formas de vida que
existen sobre la Tierra a partir de un antepasado común. Los procesos evolutivos
han producido la biodiversidad en cada nivel de la organización biológica,
incluyendo los de especie, población, organismos individuales
y molecular (evolución molecular), moldeados por formaciones repetidas de
nuevas especies (especiación), cambios dentro de las especies (anagenesis) y
desaparición de especies (extinción). Los rasgos morfológicos y bioquímicos son
más similares entre las especies que comparten un ancestro común más reciente
y pueden usarse para reconstruir árboles filogenéticos. El registro fósil muestra
rápidos momentos de especiación intercalados con periodos relativamente largos
de estasis mostrando pocos cambios evolutivos durante la mayor parte de
su historia geológica (equilibrio puntuado). Toda la vida en la Tierra procede de
un último antepasado común universal que existió hace aproximadamente 4350
millones de años.
No obstante, el concepto de que la vida en la Tierra evolucionó a partir de un
ancestro común ya había sido formulado por varios filósofos griegos, y
la hipótesis de que las especies se transforman continuamente fue postulada por
numerosos científicos de los siglos XVIII y XIX, a los cuales Charles Darwin citó en
el primer capítulo de su libro El origen de las especies. Algunos filósofos
griegos antiguos contemplaron la posibilidad de cambios en los organismos a
través del tiempo.
En el siglo XIX, la idea de que la vida había evolucionado fue un tema de intenso
debate académico centrado en las
implicaciones filosóficas, sociales y religiosas de la evolución. La evolución como
propiedad inherente a los seres vivos no es materia de debate en la comunidad
científica dedicada a su estudio; sin embargo, los mecanismos que explican la
transformación y diversificación de las especies se hallan bajo intensa y continua
investigación científica, surgiendo nuevas hipótesis sobre los mecanismos del
cambio evolutivo basadas en datos empíricos tomados de organismos vivos.

También podría gustarte