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Influencia de los medios de comunicación y del entorno social cercano

Research Proposal · June 2013


DOI: 10.13140/RG.2.2.21735.96166

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Clara Isabel Morgades-Bamba


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Mental illness stigma and Well-being View project

The negative impact of internalized stigma in people with schizophrenia View project

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Influencia de los medios de comunicación y el entorno social cercano

CLARA ISABEL MORGADES-BAMBA


Universidad Nacional de Educación a Distancia

Resumen
Se propone un proyecto de investigación destinada a explorar la diferente influencia
ejercida por los medios de comunicación (concretamente por las noticias, la publicidad, y
las celebridades) y por el entorno social cercano (concretamente por la familia, los
amigos y los compañeros de clase o de trabajo). Ante la inexistencia de una escala
validada a tal efecto, se propone un cuestionario (IMCES) para su posterior validación,
habiendo llevado a cabo una prueba piloto cuyos resultados se exponen en el presente
trabajo.
Palabras clave: Influencia social, medios de comunicación, publicidad, entorno social,
presión de grupo.

Influence of the media and the immediate social environment


Abstract
We propose a research project designed to explore the different influence
of the media (news, advertising, and celebrities) and the immediate social environment
(family, friends, and classmates or workmates). In the absence of a validated scale for
this purpose, we propose a questionnaire (IMCES) for further validation, having
conducted a pilot test whose results are reported in this paper.
Keywords: Social influences, mass media, advertising, social environments, peer
pressure.

-1-
INTRODUCCIÓN

Breves apuntes sobre la influencia social

Se podría decir que, la influencia social, por definición, es un proceso básico en


Psicología Social que recoge todos aquellos subprocesos por los que una persona intenta
influir en los pensamientos, emociones, comportamientos y/o actitudes de otros.
Resulta crucial apuntar que dicha influencia social no tiene porqué ser ejercida
directamente por la persona, sino que también puede ser propiciada intencionadamente
de manera indirecta mediante diversas vías. También debemos señalar que, a menudo,
la influencia social se da de manera no intencionada, por el proceso conocido como
presión de grupo -tensión sentida ante la percepción de amenaza de un conflicto entre
nuestras opiniones (o actitudes) y las de la mayoría-. Dicho esto, resulta evidente que
podemos influir de manera indirecta en las cogniciones, sentimientos o conductas de
una determinada persona, por ejemplo, influyendo de manera directa en las personas
con las que se relaciona con asiduidad o bien forman parte de su grupo de referencia..
En este punto, es importante que hagamos hincapié en el concepto de identidad social.
El término identidad social se refiere al sentido que tenemos de nuestra pertenencia
grupal internalizada. Se trata de un sentido del yo asociado a la conciencia de nuestra
pertenencia a un grupo social concreto (siendo tal pertenencia grupal importante y plena
de significado para nosotros. La identidad social subyace al sentido de las personas de
que son parte de un determinado colectivo y es lo que permite que se refieran a sí
mismas y a otros miembros de tal grupo como “nosotros”. La identidad social es muy
importante para el establecimiento de nuestro autoconcepto (por lo que afecta en gran
medida a nuestra autoestima), así como un aspecto esencial para el proceso de la
influencia social (Morales, 2011).

Un modelo a seguir

En todo grupo, además de darse una identidad social determinada, debe existir un
miembro prototípico abstracto, un “alguien imaginario” que representa óptimamente al

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grupo debido a que posee un elevado número de características típicas de los miembros.
Existe un fenómeno, denominado efecto de mera exposición, mediante el cual las
personas tendemos a desarrollar una clara preferencia por los estímulos presentados con
mayor frecuencia, debido a que nos familiarizamos con ellos. Se trata, de algún modo,
de una tendencia psicológica innata (por su adaptatividad) presente en todos los seres
humanos. El estímulo puede ser simple, como una sintonía musical o un color, pero
también complejo, como un canon de belleza o un estilo de vida.
Es aquí donde reside la importancia de todo lo anterior para el tema que nos ocupa.
Un estudio transversal llevado a cabo en el año 2001, examinó el cambio en el tiempo
de múltiples facetas de la percepción de la propia imagen corporal (desde 1983 hasta ese
momento), mostrando claramente que a lo largo de 18 años se había incrementado en
gran medida la insatisfacción de las jóvenes con su cuerpo (Cash, Morrow, Hrabosky y
Perry, 2004). Recientemente, se ha puesto de manifiesto que los modelos físicos
mostrados en los medios de comunicación son el principal predictor de la obsesión por
la delgadez, tanto en hombres como en mujeres (Fernández y Pritchard, 2012).
A la luz de todo ello, cabe preguntarse si el incremento del impacto de los medios de
comunicación ha podido tener algo que ver en la actual obsesión por el físico, en
aspectos que a la vista pueden parecer algo triviales (como el ya casi normativo anhelo
adolescente de un aumento de pechos o de cualquier otra cirugía estética), pero también
en aspectos relevantes totalmente preocupantes y espantosos como lo es la acusada
incidencia de las clasificadas patologías anorexia nerviosa y bulimia nerviosa.
No resulta en absoluto extraño pensar que la repetida y constante exposición de un
modelo de belleza (que todos conocemos) asociado a un personaje prototípico
representativo del éxito total -económico, profesional, social, e incluso sexual-,
configure un yo ideal sobre todo en las mentes adolescentes, que se encuentran en pleno
proceso de búsqueda de su identidad. Las denominadas celebrities (actrices, cantantes,
futbolistas, etc.), suponen un blanco perfecto como modelo a seguir puesto que cuentan
con todas las cualidades deseables socialmente (al menos, en occidente), todas ellas
relacionadas con el éxito (la pieza clave para la teoría de la evolución).
También observamos cada día, innumerables veces, el mismo modelo de belleza en gran
cantidad de los anuncios de televisión, portadas de revistas o programas de televisión.
Físicos delgados y fibrosos, pieles suaves y bronceadas, pelos sedosos, ropa a la moda,

-3-
una actitud segura...

El culto al cuerpo factura cantidades escalofriantes de dinero día a día: Máquinas para
realizar ejercicio en casa, productos para adelgazar, productos para la piel, productos
para el pelo, blanqueamientos dentales, rayos UVA, cirugía estética, etc.

Un estilo de vida

Nos encontramos inmersos en una acelerada (pero todavía emergente) crisis económica
sin precedentes, tanto a nivel nacional, como internacional. Pero parece que hay ciertas
cosas a las que la población general no es capaz de renunciar. No nos referimos a tener
una televisión, un ordenador o un smartphone, sino al hecho de ansiar tener el último
modelo (comprensible si contamos con el creciente ritmo de producción de estas
tecnologías, que hoy en día convierte al “último modelo” en anticuado en menos de un
año). Parece que contamos cada vez con más necesidades y todas tienen precio.

En las grandes películas de Hollywood, en muchas series de televisión, y, una vez más,
en la publicidad, también se exponen constantemente (además de los ideales de belleza
femenino y masculuino) estos estilos de vida ideales que cuentan con grandes
comodidades, como un coche de alta gama, una casa inmensa, unos zapatos de marca,..
Las celebridades, como hemos dicho, hacen de escaparate de este modelo de vida. Los
grandes ídolos del mundo de la música o del deporte llevan joyas caras, conducen
coches caros, visten ropa cara, cenan en restaurantes caros... Y nos podríamos plantear,
¿son estas personas ideales porque tienen dinero o tienen dinero porque son ideales.?.
Seguramente no exista la respuesta a esta pregunta.
De un modo u otro, su estilo de vida es el estilo ideal de vida, del cual, seguramente, la
gran mayoría de las personas no tendríamos ni siquiera constancia, si no existiesen los
medios de comunicación.

No podemos olvidarnos del hecho de la gran libertad sexual que se ofrece en los medios
de comunicación. No nos referimos en absoluto a la homosexualidad, sino a la constante

-4-
exposición de la promiscuidad como parte del estilo de vida ideal, moderno y divertido.
Se recurre al sexo como atractivo por el cual conseguir nuestra atención hacia
determinados productos (hilando también con el ideal de belleza establecido), y cada
vez es mayor, más variado y más accesible el material sexual, el cual se encuentra al
alcance de todas las personas (hoy en día, resulta de lo más normal ver como los niños
más pequeños son capaces de manejar las tecnologías eficazmente). Debemos, en este
punto, hacer mención a un trabajo que ha sido publicado hace tan sólo unos meses,
cuyos resultados apoyan que la exposición al material sexual ofrecido por los medios de
comunicación refuerza significativamente todavía más la tendencia ya existente en los
adolescentes a obtener, producir o utilizar contenido sexual (Shafer, Bobkowski y
Brown, 2013).

Hacia el declive de nuestra inteligencia

Un reciente estudio vuelve a reforzar conclusiones anteriores en la literatura y ya


asumidas por la sociedad de que la televisión disminuye significativamente el
rendimiento académico, mientras que la lectura de libros lo afianza. (Romer,
Bagdasarov y More, 2013). Que la mayoría de niños y adolescentes, hoy en día,
dediquen una considerablemente mayor parte de su tiempo a ver la televisión que a leer
un libro, es algo ya aceptado por la mayoría de los occidentales.
Resulta lógico que un medio animado, con estímulos sonoros y visuales, y
extremamente cómodo, sea concebido como más divertido por los niños, en
comparación con las hojas de un libro, las cuales para cobrar sentido requieres de
mayor esfuerzo cognitivo a la hora de leer (resulta más económico para nuestra mente
descifrar una imagen que un código), y lo que es más importante, a la hora de imaginar.

En 2012, los resultados de un estudio de Crabtree alarmaron a gran parte de la


comunidad científica y de la población general: El coeficiente intelectual de la
humanidad disminuye paulatinamente. Resultados que han contado con apoyo pero
también con gran rechazo puesto que contradice al conocido efecto Flynn, el cual
predice que el coeficiente intelectual aumenta de generación en generación. Existen

-5-
numerosos estudiosos que defienden la hipótesis de que a medida que aumenta el uso de
los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, nuestras capacidades cognitivas
se ven mermadas. Resulta lógico pensar que si a un cerebro se le da el trabajo hecho
(mediante la televisión, por ejemplo) y no se requiere de su actividad activa (valga la
redundancia), durante largos lapsos de tiempo que se repiten cada día, se habitúe a
trabajar de manera pasiva, ahorrando así esa energía no necesaria (no requerida) para
utilizarla de otro modo que sí sea necesario, por ejemplo, para el funcionamiento del
organismo.

También resulta crucial el hecho de que, desde hace dos décadas, nos encontramos
inmersos en lo que se suele llamar la era de la información. Ha llegado a tal punto la
aceleración de las telecomunicaciones (gracias a Internet) que el movimiento de la
información ha superado al movimiento físico.
Esto se traduce en oleadas de información constante con la que la población debe lidiar,
de alguna manera, para evitar saturarse. Al margen de la emergente percepción social de
una difuminada línea divisoria entre la información verdadera y falsa, para el tema que
nos ocupa, nos centraremos en el hecho de que existe demasiada información al alcance
de nuestra mano (a toque de un click), información que no somos capaces de gestionar
adecuadamente puesto que excede nuestras capacidades cognitivas. No es extraño, ya
que las nuevas tecnologías de la información han evolucionado a mucha mayor
velocidad que nuestro cerebro. Nos encontramos en una lucha entre nuestra innata
curiosidad (deseo de conocer, de adquirir información) y nuestra limitada capacidad
(para gestionar, para discernir...). Esta innata curiosidad, motivadora de tan incesante
búsqueda de información, podría ser explicada mediante el supuesto de que la
incertidumbre produce ansiedad, pero Brashers (2001), a la finalización de su estudio
concluyó que, aunque las personas perseguimos a toda costa reducir la incertidumbre
(puesto que es una amenaza), ésta nos permite mantener la esperanza y el optimismo, y
fomenta de manera significativa la comunicación.

Por último, se ha puesto de manifiesto que la exposición a las noticias científicas se


halla positivamente relacionada con la percepción de la justicia distributiva,
procedimental e interpersonal de los científicos (Besley, 2006). Parece que incluso la

-6-
opinión social sobre la transparencia o credibilidad del ámbito científico se encuentra
influenciada por los medios de comunicación. Aunque este dato pueda deberse al simple
hecho de que el acceso a la información facilita la comprensión de la realidad, nos
planteamos si, quizá, incluso el conocimiento científico se encuentra sometido a una
gran influencia social. De hecho, los diferentes tipos de medios de comunicación - de
prensa, de televisión- afectan a la diferencial percepción de la ciencia y la tecnología
(Nisbet, Scheufele, Shanahan, Brossard y Lewenstein, 2002).

Objetivos del estudio

Aunque la tecnología está al alcance de todos, existen claras diferencias en la utilización


de los medios de comunicación en función de la edad (Holt, Shehata, Strömbäck y
Ljungberg, 2013). El distinto modo en que se haga uso de los medios conllevará una
diferente influencia por parte de ellos, por lo que resulta de gran interés estudiar si
existen diferencias en cuanto a su impacto en función de la edad.

La información se expone en los medios de manera indiscriminada, cuando


determinadas imágenes o informaciones pueden herir la sensibilidad de niños o poner en
riesgo su óptimo desarrollo psicológico. Este el caso de la gran cantidad de violencia
que se ofrece. Además de haberse demostrado desde hace varias décadas que existe una
causalidad entre la exposición a la violencia de entretenimiento y la actitud agresiva,
también se ha encontrado que la violencia expuesta por los medios de comunicación
tiene considerables efectos significativos sobre las actitudes políticas y preferencias en
cuanto a candidatos (Kalmoe, 2009)

Por otra parte, se han estudiado los vínculos entre los valores individuales y la
exposición a las noticias publicadas en los periódicos, expuestas en la televisión, en la
radio e Internet. Los resultados apoyan la hipótesis de que la exposición a los medios de
comunicación - en particular la televisión de entretenimiento y el uso de Internet - está
ligada a los valores morales (Besley, 2008). Es decir, los medios no sólo nos influyen a
la hora de desplegar conductas (como consumir), desarrollar cogniciones (como desear

-7-
estar más delgado), adoptar actitudes sociales y definir nuestra identidad real e ideal,
sino que influyen en nuestra moralidad, nuestro sentido del bien y del mal, nuestra
conciencia (que no consciencia). Desde antaño (por no decir desde siempre) estos
valores se han adquirido en el entorno social inmediato (sobre todo por influencia de la
familia, de los amigos e incluso de los compañeros de faena). Resulta natural que
confiemos en nuestros seres queridos y cercanos, y nos dejemos influir por ellos desde
que somos pequeños, debido a la creencia de que es nuestro bienestar la base de su
motivación.
Hoy en día, somos influidos en este aspecto por personas que se muestran cercanas y
familiares en los medios de comunicación, y no somos realmente conscientes de hasta
qué punto nos exponemos (y exponemos a nuestros hijos) a un desmedido y constante
influjo inescrutable de información, y, en definitiva, de educación.

Determinados factores de personalidad y ciertas habilidades cognitivas se relacionan


con una menor vulnerabilidad a la persuasión en la comunicación (Hovland, Janis y
Kelley, 1953), por lo que algunas personas serían más vulnerables que otras a la
influencia de los medios de comunicación. Nos planteamos de nuevo, si los niños serán
significativamente más influenciables por los medios que los adultos.

Por todo ello, el proyecto que presentamos a continuación persigue averiguar si existen
diferencias en función de la edad en la influencia ejercida por los medios de
comunicación y por el entorno social. ¿Nos influye en mayor medida el entorno social
que los medios de comunicación?, o, por el contrario, ¿ha llegado el momento en que la
información mediática ejerce mayor presión que el ambiente cercano (y real)?
Es posible que en algunas etapas de la vida, como la adolescencia, los medios cuenten
con mayor poder de influencia que la familia. A algunas edades pueden influir ambas
fuentes en similar medida.
Por lo tanto, hipotetizamos que existirán diferencias significativas, en los distintos
grupos de edad, en cuanto a la diferente influencia de estas dos fuentes (medios y
entorno social).

Sobre la base de todo lo expuesto, consideramos de gran importancia contar con un

-8-
instrumento fiable que mida de manera válida la influencia ejercida por los medios de
comunicación y por el entorno social, deberá ser susceptible de adaptación a
participantes de todas las edades. Se propone un modelo de cuestionario de confección
propia y los resultados de la prueba piloto que ha sido llevada a cabo.

MÉTODO

Participantes

· Para el proyecto de investigación que proponemos, sería necesaria una muestra de


unos 280 participantes de ambos sexos, distribuidos equitativamente entre siete
subgrupos de edad (aproximadamente 40 participantes por subgrupo). A continuación se
detalla el rango de edad de cada uno de ellos: 1) 6-10 años, 2) 11-14 años, 3) 15-19
años, 4) 20-30 años, 5) 31-45 años, 6) 46-60 años, 7) 61-85 años.

La muestra deberá ser recopilada, aleatoriamente, en colegios o institutos (submuestras


1, 2 y 3), en universidades (submuestras 4 y 5), en organizaciones (submuestras 5, 6 y 7)
y en residencias para la tercera edad (submuestra 7).

· Para la prueba piloto se ha contado con catorce participantes voluntarios (7 hombres y


7 mujeres) de entre 20 y 61 años. Aunque la media de edad es de 31,2 años, once de los
participantes pertenecían al subgrupo 4. Los tres restantes pertenecían al 5, al 6, y al 7
(uno a cada subgrupo). Once de ellos eran de Zaragoza, mientras los tres restantes eran
de Barcelona, Madrid, y Valencia.

Instrumento

Se propone el IMCES (Influencia de los Medios de Comunicación y del Entorno


Social), un cuestionario de diseño propio destinado a medir la influencia ejercida por
cinco fuentes distintas: Tres pertenecen al área de los medios de comunicación:
(Noticias televisadas o en prensa, Publicidad y Famosos), las dos restantes hacen

-9-
referencia al entorno social (Familia y Amigos-Compañeros).

El cuestionario está compuesto de 50 ítems, 45 de ellos destinados a medir la influencia


ejercida por las distintas fuentes, y cinco últimos que tratan de medir la percepción de
una propia actitud crítica y de resistencia ante cierta influencia. (Ver Anexo para leer el
cuestionario íntegro).

Cada ítem consta de una afirmación que ha de ser puntuada por el participante conforme
a una escala Likert de 1 a 5 (1: Muy en desacuerdo, 5: Muy de acuerdo), es decir la
codificación de las respuestas es analógica verbal.
Se trata de un cuestionario multidimensional, pues, como hemos apuntado
anteriormente, trata de medir cinco dimensiones diferentes, agrupadas en dos más
globales.

Para la redacción de cada uno de los items se han tomado en cuenta los criterios de
exhaustividad, exclusividad, fácil comprensión, redacción en forma positiva. Se han
intentado evitar en la medida de lo posible los sesgos de tendencia central, deseabilidad
social, aprendizaje (proximidad) y error lógico. Además, para ello se ha tomado en
cuenta la teoría existente y la opinión de potenciales participantes. Este trabajo se
redacta con el objeto de corroborar su validez de contenido, sometiendo así a los items a
la valoración por parte de investigadores expertos.

Procedimiento

· El procedimiento a seguir en la investigación diseñada sería el mismo que se ha


seguido en la aplicación del cuestionario piloto. En cuanto al análisis de resultados, en
este caso sólo se ha calculado la media de puntuaciones obtenidas por cada participante
en el área Medios de Comunicación y en el área Entorno Social. Evidentemente, en la
investigación que se lleve a cabo cuando el instrumento esté validado, deberán
realizarse los análisis estadísticos pertinentes (ANOVAs para el cálculo de la
significatividad de las diferencias intergrupales, entre dimensiones, entre las dos áreas

-10-
generales y entre sexos, para controlar esta variable).

No se debe otorgar ninguna información a los participantes salvo la siguiente: Se trata


de un estudio que explora las distintas percepciones de los medios de comunicación y
de los seres queridos a lo largo de diferentes etapas de la vida.
Unas breves instrucciones a seguir se encuentran en el encabezado del cuestionario.

RESULTADOS

A continuación, en la Tabla 1., se muestran los resultados obtenidos en la prueba piloto


tras el análisis de las puntuaciones otorgadas por los participantes a los primeros 45
items*, que, como sabemos, se agrupan en cinco fuentes de influencia (tres
correspondientes a los medios, dos al entorno social).

Tabla 1.
Puntuaciones medias obtenidas en mujeres, hombres y en ambos, en las diversas áreas del cuestionario piloto

Medios de Comunicación Entorno social cercano

Amigos y
Noticias Publicidad Celebridades Familia
compañeros

Mujeres 20,5 21 22,7 28,2 20,7

Agrupadas: Medios Comunicación: 21,4 Entorno Social: 24,45

Hombres 19,4 15,4 18 25,1 21,2

Agrupadas: Medios Comunicación: 17,6 Entorno Social: 23,2

Ambos 19,5 23,8

Como podemos comprobar, en esta pequeña muestra, se observa mayor influencia


ejercida por el entorno social que por los medios de comunicación, tanto en hombres
como en mujeres.

-11-
Atendiendo a las medias obtenidas por cada participante en cada una de las subáreas,
parece que el cuestionario cuenta con cierta consistencia interna, puesto que el rango de
puntuaciones medias de cada una de las cinco, es distinto de los rangos de las demás, y
se repite a lo largo la mayoría los participantes. Para esclarecer esto, pondremos un
ejemplo: En la dimensión Familia, las medias obtenidas oscilan en todos los casos entre
20 y 35, mientras que en la dimensión Noticias, la mitad de las medias son inferiores a
20 puntos (y en ninguno de los casos alcanzan los 30 puntos).

A luz de los resultados, parece que una puntuación media mayor de 30 indicaría una
influencia considerablemente alta, mientras que una puntuación media inferior a 20
indicaría una influencia considerablemente baja.

Nota: Los últimos cinco ítems (del 46 al 50, ver Anexo), los cuales evaluarían la Resistencia a
la influencia, finalmente no han sido incluidos en el análisis, puesto que habiéndolos tomado en
cuenta en una primera exploración (invirtiendo la puntuación) se presentaban diversos
problemas que indicaban que no cuentan con validez interna.

CONCLUSIONES

Tras la prueba piloto se pone de manifiesto que los tipos de ítems serían adecuados para
los participantes de los subgrupos 4, 5, 6 y 7 (con más seguridad para los de la
submuestra 4), que los enunciados son correctos y comprensibles, que los ítems cuentan
con la extensión adecuada, que es correcta la categorización de las respuestas, que no
existen resistencias psicológicas o rechazo hacia ninguno de los ítems, que el
ordenamiento interno es lógico y que la duración está dentro de lo aceptable por los
encuestados (osciló entre 5 y 15 minutos).

Parece interesante proseguir en esta línea de investigación, puesto que a la vista de estos
resultados, aunque evidentemente, no son significativos (debido al reducido tamaño de

-12-
la muestra utilizada), se podrían establecer nuevas hipótesis, como por ejemplo: Las
mujeres son más vulnerables a la influencia de los medios de comunicación.

Importancia de la consciencia de la propia influenciabilidad

Consideramos que el encuentro y verdadero conocimiento de la esencia de nuestra


identidad personal, nuestro verdadero YO, debería ser lo que marcase la diferencia, por
encima de cualquier otra influencia externa.

La identidad social es un arma de doble filo. Puede favorecernos muchísimo,


comportándose como valiosa arma de adaptación o, en ocasiones, como un escudo con
el que defendernos ante los diversos peligros que amenazan nuestro ego. También
puede ser la fuente de la que emanen sentimientos muy positivos y acciones realmente
valerosas. Pero la identidad social puede utilizarse como una gran arma de seducción.
Es esa anilla que todos tenemos, en la que cualquiera puede enganchar su mosquetón y
tirar con fuerza de nosotros hasta plantarnos en su terreno sin que apenas nos hayamos
percatado.

Parece existir en la sociedad occidental una identidad social ideal compartida. Muchas
veces se nos va a intentar atrapar mediante la identidad social, alienando así nuestra
conciencia y con ella nuestros verdaderos valores, creencias, perspectivas y objetivos.
Cuando se ha dado esta alienación, resulta difícil distinguir los difuminados límites
entre nuestra identidad social y nuestra identidad personal. En este punto corremos el
riesgo de perdernos a nosotros mismos, y dedicar nuestra entera existencia a pensar
cosas, desear cosas, y luchar por cosas que muy poco tienen que ver con nuestra
verdadera esencia. Por todo esto, se propone que nuestras identidades personal y social
no deberían enfrentarse nunca. Lejos de ello, ambas deben favorecer mutuamente su
desarrollo.

-13-
REFERENCIAS

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Quarterly, 85(2), 311-330

Besley, J. C., McComas, K. A. y Waks, L. (2006). Media ude and the perceived jusice
of local science authorities. Journalism & Mass Communication Quarterly,
83(4), 801-818

Brashers, D. E. (2001). Communication and Uncertainty Management. Journal Of


Communication, 51(3), 477-97.

Cash, T. F., Morrow, J. A., Hrabosky, J. I. y Perry, A. A. (2004). How Has Body Image
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1983 to 2001. Journal Of Consulting And Clinical Psychology, 72(6), 1081-
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Morales, J. F., (Eds.), Liderazgo: Hecho y ficción. Visiones actuales, Madrid:
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US: Oxford University Press.

Romer, D., Bagdasarov, Z. y More, E. (2013). Older versus newer media and the
well-being of United States youth: Results from a national longitudinal panel.
Journal Of Adolescent Health, 52(5), 613-619.

ANEXO

Por favor, indique con sinceridad su grado de acuerdo con cada afirmación,
otorgándole una de las siguientes puntuaciones:

1 - MUY EN DESACUERDO
2 - EN DESACUERDO
3 - NO LO SÉ
4 - DE ACUERDO

-15-
5 - MUY DE ACUERDO

1 Cuando veo las noticias tengo la sensación de que sólo


suceden cosas negativas 

2 Me divierten los anuncios de televisión 

3 Me considero fan de algún futbolista, cantante o     


actor/actriz

4 La opinión de mi familia es muy importante a la hora de     


tomar alguna decisión personal

5 Intento adaptarme a menudo a los gustos de mis amigos 

6 Los informativos transmiten la información más relevante     


para mí

7 En ocasiones, un anuncio ha hecho que mejore mi opinión     


sobre alguna marca, empresa o compañía

8 Me interesa lo que acontece en la vida de los famosos 

9 Sigo la mayoría de los consejos que me da mi familia 

10 Envidio bastantes aspectos de la vida de mis compañeros     


(de clase o de trabajo)

11 Me baso en la información que he escuchado en las     


noticias a la hora de opinar sobre algún tema de mi
interés

-16-
12 Gracias a la publicidad sé que es peligroso tener el     
colesterol alto

13 Me gustaría parecerme físicamente a los/as     


actores/actrices o cantantes que me gustan

1 - MUY EN DESACUERDO
2 - EN DESACUERDO
3 - NO LO SÉ
4 - DE ACUERDO
5 - MUY DE ACUERDO

14 Intento actuar de la manera que creo que actuarían mis     


padres

15 Mis amigos suelen conseguir hacerme cambiar de opinión     


cuando no comparten mis ideas

16 Con echar una ojeada al periódico del día se puede saber     


cuáles son los acontecimientos actuales más importantes

17 Cuando veo a las/los modelos de ropa interior o de baño     


de los anuncios envidio sus cuerpos en gran medida

18 Cuando un personaje famoso al que yo admiro se interesa     


por algo, trato de informarme sobre el tema

19 Estoy de acuerdo con mi familia en cuanto a sus     


principios y valores morales

-17-
20 Se podría decir que me parezco bastante a mis     
compañeros de clase o de trabajo

21 La información que se ofrece en las noticias es totalmente     


veraz

22 Los anuncios tienen razón cuando sugieren que un buen     


coche, una buena ropa o un buen móvil me harían más
feliz

23 Me gustaría vestir como los actores y cantantes famosos 

24 Mi opinión política es acorde a la de mi familia 

25 Muchas de las aficiones que tengo empezaron a gustarme     


gracias a algún amigo

26 Creo que la prensa aporta los datos necesarios para     


apoyar las noticias que ofrece

1 - MUY EN DESACUERDO
2 - EN DESACUERDO
3 - NO LO SÉ
4 - DE ACUERDO
5 - MUY DE ACUERDO
27 Creo que se anuncian por televisión todo tipo de     
productos

28 Creo que los famosos son más felices que yo (por su éxito,     
dinero y estilo de vida)

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29 El trabajo que tengo o el que me gustaría tener les     
gusta/gustaría a mis padres

30 A veces miento para no quedar mal con mis compañeros o     


evitar que me critiquen
31 Organizo mis planes en función de la información     
meteorológica televisada

32 Creo que tomar un refresco o cerveza con alguien


propiciará una mejor relación entre nosotros en mayor     
medida que realizar cualquier otra actividad juntos

33 Creo que los famosos tienen una vida fácil y divertida 

34 Me influye lo que piense mi familia a la hora de encontrar     


pareja

35 Evito, delante de mis amigos, hacer algunas cosas que     


normalmente haría, porque sé que a ellos les parecería
ridículo o raro

36 Los presentadores de los informativos me transmiten     


confianza y naturalidad

37 Gracias a la publicidad me he dado cuenta de que debería     


dedicarme en mayor medida a mi higiene personal

38 Encuentro muy extraño que los famosos se suiciden o     


sufran depresión

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39 Estoy muy satisfecho/a con la educación que he recibido     
por parte de mi familia

1 - MUY EN DESACUERDO
2 - EN DESACUERDO
3 - NO LO SÉ
4 - DE ACUERDO
5 - MUY DE ACUERDO

40 Me dejo llevar por mis compañeros cuando critican o se     


ríen de alguien, aunque si no fuera por ellos, yo no lo
haría

41 Las noticias sobre economía se exponen de una manera     


que la población puede comprender, aunque yo no la
comprenda totalmente

42 Considero que los productos que se anuncian son los más     


novedosos y me favorece conocer su existencia

43 Los famosos, en general, suelen ser más inteligentes que     


un ciudadano medio
44 Comparto la mayor parte de las decisiones que toma mi     
familia

45 Me planteo a menudo cuáles serán las opiniones de mis     


amigos sobre mí y sobre lo que hago

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46 Pienso que los informativos sólo ofrecen el tipo, cantidad y     
estructura de la información que les interesa que
tengamos

47 Soy crítico con la publicidad y me planteo que cada     


detalle de los anuncios está pensado para lograr un mayor
beneficio para la marca, empresa o compañía en cuestión

48 Considero que los famosos son expuestos por los medios     


como un modelo ideal a seguir

49 Suelo tener mis propias opiniones aunque difieran de las     


de mi familia y creo que ellos no necesariamente tienen
porqué tener razón

50 Pienso y reflexiono por mí mismo, con total independencia     


de lo que piensen mis amigos o compañeros

SEXO:

EDAD:

MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN

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