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Cosmovisión

Es una imagen o figura general de la existencia, realidad o mundo que una persona, sociedad o
cultura se forman en una época determinada; y suele estar compuesta por determinadas
percepciones, conceptualizaciones y valoraciones sobre dicho entorno.

A partir de las acciones, los agentes cognitivos (sean estos personas o sociedades) interpretan su
propia naturaleza y la de todo lo existente, y definen las nociones comunes que aplican a los
diversos campos de la vida, como la política, la economía, la ciencia, la religiosa, la moral o la
filosofía. Así que, a fin de cuentas, se trata de la manera en que una sociedad o persona percibe el
mundo y lo interpreta.

Una cosmovisión es el conjunto de opiniones y creencias que conforman la imagen o concepto


general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir de la cual interpreta su propia
naturaleza y la de todo lo existente. Una cosmovisión define nociones comunes, que se aplican a
todos los campos de la vida, desde la política, la economía o la ciencia hasta la religión, la moral o
la filosofía.

Una cosmovisión no sería una teoría particular acerca del funcionamiento de alguna entidad
particular, sino una serie de principios comunes que inspirarían teorías o modelos a todos los
niveles: una idea de la estructura del mundo, que crea el marco o paradigma para las restantes
ideas. De este modo, puede pertenecer al ámbito de la filosofía llamado metafísica (aunque
también doctrinas tradicionalmente antimetafísicas, como el positivismo o el marxismo puedan
constituir una cosmovisión para sus adherentes). Sin embargo, una cosmovisión no es una
elaboración filosófica explícita ni depende de una; puede ser más o menos rigurosa, acabada o
intelectualmente coherente.
Tikal, Uaxactún, Ceibal, Aguacateca, Yaxhá, Piedras Negras y El Mirador, son sólo algunos de los
lugares que muestran la gran riqueza arqueológica que posee Guatemala.

Tikal

(o Tik'al, de acuerdo con la ortografía maya yucateco) es uno de los mayores yacimientos
arqueológicos y centros urbanos de la civilización maya precolombina, junto con Calakmul,
Chichén Itzá y Palenque. Está situado en el municipio de Flores, en el departamento de Petén, en
el territorio actual de la República de Guatemala y forma parte del parque nacional Tikal, que fue
declarado Patrimonio de la Humanidad, por Unesco, en 1979.1 Según los glifos encontrados en el
yacimiento, su nombre maya habría sido Yax Mutul.2 Tikal es uno de los centros turísticos más
importantes en Guatemala.

Uaxactún

Es un yacimiento arqueológico precolombino de la cultura maya, que se encuentra unos 25 km al


norte de Tikal, en el municipio de Flores, en el departamento de Petén, Guatemala. Su nombre en
la antigüedad era Siaan Ka'an, que quiere decir Nacida del Cielo. Esta ciudad fue habitada desde el
período Preclásico Medio cerca 900 a. C. y todo el Clásico, hasta su abandono durante el Colapso
Clásico Maya alrededor del 900 d. C.

Aguacateca

es un sitio arqueológico de Guatemala, localizado en la parte oriental de la Laguna Petexbatún en


Petén. Ocupa alrededor de un kilómetro cuadrado y tiene un total aproximado de 700 estructuras.
Una enorme grieta natural, de más de 100 metros de largo y 60 metros de profundidad, divide el
sitio en dos partes. En el lado este de la grieta destaca el Grupo Palacio o Plaza Hundida, donde se
encuentra el palacio principal, M7-26. Al sur de esta plaza se ubica una calzada, con dirección
suroeste, flanqueada por un gran número de estructuras a ambos lados. La Plaza Principal se
encuentra al otro lado de la grieta, donde figuran varias estructuras de función ceremonial y otro
palacio de menor tamaño (Asociación de Amigos del País, 2004).
Yaxhá

-también conocido como Yaxha, Yax-ha y Yax-há- es un sitio arqueológico y un antiguo centro
ceremonial de la civilización maya situado en el noreste del Petén, Guatemala. está situado en la
parte noreste del departamento de Petén, en los municipios de Flores y Melchor de Mencos. Fue
la capital de un extenso territorio que dominó la parte noreste de Petén, aunque tuvo vínculos
muy fuertes con la ciudad de Tikal, Caracol, en Belice, y Calakmul en México. Posee conjuntos
monumentales con templos piramidales, Acrópolis, complejos de pirámides gemelas, complejos
conmemorativos, Juegos de Pelota.

Piedras Negras

(en maya: Yokib', Gran Entrada) es un sitio arqueológico prehispánico de la civilización maya
situado en la cuenca del Usumacinta, dentro del parque nacional Sierra del Lacandón, que
contiene importantes vestigios de una de las ciudades más importantes del clásico maya; aunque
la cerámica encontrada aquí demuestra que fue ocupada del 700 a.C. al 820 d.C., fue entre los
años 450 d.C. y 810 d.C. que la ciudad alcanzó su tamaño actual, así como su mayor apogeo.1

Fue aquí donde la arquitecta Tatiana Proskouriakoff descifró por primera vez las inscripciones en
las estelas que describen eventos de la política del periodo Clásico maya.2 Fue la mayor ciudad
prehispánica de la cuenca del Usumacinta, y es considerada uno de los monumentos culturales
más importantes de Guatemala, a pesar de su aislamiento.
ElMirador

es una ciudad del preclásico tardío maya, situada en la cuenca del Mirador, en el municipio de San
Andrés del departamento de Petén, Guatemala que data del 800 a. C. y fue parcialmente
abandonada ca. 150 d. C. Fue posteriormente reocupada en el periodo clásico tardío y finalmente
abandonada en el siglo ix d. C.1

El Mirador se encuentra en la Reserva de la Biosfera Maya, y solamente se puede acceder por


helicóptero —en un vuelo de 30 minutos desde el Aeropuerto Internacional Mundo Maya— o
desde la aldea de Carmelita —localizada 37 km al sur del sitio arqueológico—, en un viaje de dos
días caminando en jornadas de nueve horas diarias entre la selva. Dicha reserva está ubicada en el
extremo norte de la República de Guatemala, a 90 km de la Isla de Flores, en jurisdicción del
municipio de San Andrés, departamento de Petén.2

Historia del pueblo Garifuna

El pueblo Garífuna —también conocido como Garínagu—, tocó tierra centroamericana hace más
de 200 años. Sentó a su población en Guatemala, Belice, Honduras y Nicaragua, trayendo consigo
música, cultura, gastronomía e idiomas nuevos. Todo esto, en un momento importante de la
historia guatemalteca y su separación de la corona española.

Historia del pueblo Garífuna en Guatemala

Existen diferentes versiones del origen de la población Garífuna en Guatemala. Pero, la mayoría
coincide en un mismo lugar: la isla del Caribe de San Vicente.

Aproximadamente en 1625, Yurumein —dicho en garífuna—, era una isla volcánica en el mar
Caribe, que en español se le conoce como San Vicente, fue tomada por una flota de náufragos
procedentes de las costas africanas.

Historia del Pueblo Garífuna en Guatemala - Foto IG @fotosantiguasguatemalaLivingston, 1920.


(Foto IG: @fotosantiguasguatemala)

En un principio, San Vicente estaba habitado por pobladores Arawak. Sin embargo, tiempo antes
de su llegada se introdujo un grupo indígena llamado los caribes rojos. Expulsaron a la población,
quedándose nada más con las mujeres, quienes mantuvieron la lengua, las tradiciones y la cultura
arawak.
Tras el naufragio, los caribes rojos albergaron a los africanos y se les dio como nombre «caribes
negros». Luego de 200 años, en el siglo XVII, desembarcaron dos barcos: una de colonizadores
franceses y otra de ingleses. Ambos se establecieron temporalmente, aunque poco a poco se
infiltraron como nuevos pobladores.

Se dice que los colonos llegaron a este punto, en 1763, pues Inglaterra había firmado un tratado
con París para otorgarle tierras. Tras varias disputas y enfrentamientos por las tierras, se expulsan
a los garífunas de San Vicente. Su embarque se dirigió hacia Belice y Honduras en 1797.

Luego de diferentes migraciones entre Belice y Honduras debido al clima político de la época, los
primeros pobladores se establecieron en el Gulfu Yumuoun —que en español significa La Boca del
Golfo—. Así, en 1802 llegó el barco que desembocó en río dulce con tripulación afrodescendiente,
originarios de Roatán.

Pueblo Maya
Los mayas son un pueblo milenario habitante de Mesoamérica y muy particularmente de los
estados mexicanos de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas y Tabasco, así cómo de
Guatemala, Honduras, Belice y El Salvador. En la actualidad son los descendientes directos de los
creadores de la portentosa cultura maya que ha existido desde hace aproximadamente cuatro mil
años.

Para diferenciar las diversas etnias que integran a este pueblo, a un gran grupo se le denomina
maya yucateco o maya peninsular (en relación con la península de Yucatán habitada por ellos).
Otros grupos vinculados lingüística, antropológica y culturalmente son los tojolabales, los mames,
los tsotsiles, los tseltales, los lacandones, entre otros grupos de México; así como diversas etnias
de Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador.

El idioma hablado por el grupo indígena mayoritario de esta familia de etnias es el denominado
maya yucateco, aunque cada etnia en particular ha desarrollado su propia lengua.

Garífuna

Los garífunas son un grupo étnico descendiente de africanos y aborígenes caribes y arahuacos
originarios de varias regiones del Caribe, que principalmente reside en Honduras y Guatemala,
donde hoy su cultura es muy celebrada. También se les conoce como garinagu, indios negros,
caribes negros o Black Caribs. Se estima que son más de 600 000 los residentes en Honduras,
Belice, Nicaragua y Guatemala. En realidad, el término "garífuna" se refiere al individuo y a su
idioma, mientras que garinagu es el término usado para la colectividad de personas, siendo una
etnia establecida después de la llegada de Colón al Nuevo Mundo. Había pequeñas tribus
indígenas en distintas islas del Caribe como San Vicente entre otras. Esta etnia se mezcló con los
esclavos africanos fugados de los barcos negreros de los ingleses y fueron trasladados a las costas
del Caribe centroamericano por los mismos esclavistas a las costas de Honduras.

El pueblo xinca o etnia xinca

es una etnia amerindia, casi desaparecida, que se situaba en Centroamérica, en lo que hoy es
Guatemala y El Salvador. Se caracterizaban por hablar el idioma xinca, de familia desconocida1 y
no relacionado con ninguna lengua maya y tampoco el azteca.2

Pueblos indígenas que habitaban el territorio salvadoreño en tiempos de la conquista: 1. Náhuas


pipiles, 2. Potones o Lencas salvadoreñas, 3. Kakawiras o Cacaoperas, 4. Xincas, 5. Mayas Chortis,
6. Mayas Pokomames, 7. Chorotegas.

Antes de la llegada de los colonizadores españoles con Pedro De Alvarado, el señorío xinca se
extendía desde la costa del Pacífico hasta las montañas de Jalapa. Los xincas opusieron resistencia
a Pedro de Alvarado y sus hombres, cuando atravesaron la zona rumbo a Cuscatlán. Finalmente, el
conquistador los venció y tomó como esclavos a muchos de ellos, a quienes obligó a acompañarlo
a la conquista de lo que ahora es El Salvador. De ese hecho se deriva el nombre del pueblo, el río y
el puente “Los Esclavos”, en el municipio de Cuilapa, Santa Rosa. La batalla tuvo lugar el 26 de
mayo de 1524 y resultó en una reducción significativa de la población de xinca.3Después de 1575,
el proceso de extinción de la población xinca se aceleró, principalmente por el traslado de la
población a otros lugares y la hispanización gradual de la población.

Ladino o mestizos
En los últimos meses se ha intensificado la discusión sobre el uso del término «mestiza» para
contestar al término impuesto de «ladina». Este debate refleja el cuestionamiento global hacia la
jerarquización de las vidas, los cuerpos y sus devenires en función de su cercanía con lo blanco,
pero todavía es una reflexión para un grupo pequeño. Para la mayoría de guatemaltecas somos
ladinas. Así, entramos al bucle de la construcción de identidades: quiénes somos para las otras
también nos lleva a perfilar quiénes somos para nosotras. ¿Cómo transitamos hacia una etapa
nueva en que seamos conscientes colectivamente de nuestra identidad mestiza frente a la
ladinización, proyecto de un Estado de corte colonial? ¿Cómo se hace una persona ladina a
doscientos años que este territorio se delimitó como «Guatemala»?

Cuando estábamos en básicos y debíamos llenar alguna encuesta en la que nos preguntaban
nuestra raza, como equivocadamente hemos nombrado a grupos étnicos y rasgos físicos, sin
reflexionar mucho escogíamos la opción ladina. Éramos adolescentes y habíamos reflexionado
poco sobre nuestros orígenes. Ninguna situación nos había puesto de frente a nuestra etnicidad y
el color de nuestra tez pasaba desapercibida entre la gran gama de pieles morenas en Guatemala.

Nuestra temprana identificación como ladinas era una suerte de inercia: en los círculos inmediatos
las personas se nombraban así y nosotras también. Entonces eso no significaba mucho. Las otras
categorías que aparecían en los formularios eran garífuna e indígena. Teníamos claro que no
pertenecíamos a esas poblaciones: nuestros cuerpos, idioma y oportunidades de vida no estaban
condicionadas por esas identificaciones. Por eliminación y negación, la única opción era ladina.

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