Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
una esposa
Es posible que tu pareja sea un buen esposo; sin embargo, hay actitudes que poco a poco
deterioran tu relación marital y tal vez tú no las conoces, descúbrelas acá.
FACEBOOKTWITTERPINTERESTGOOGLE+
Existe los opuestos para todas las cosas de la naturaleza, y el ser humano no es
la excepción. Todas las personas a lo largo de la vida desarrollan diferentes
"formas de ser". Algunos son buenos o muy buenos y otros son o escogen
deliberadamente ser malos o perversos, y eso no es de novela, es algo real. Lo
normal es que una persona vaya de un aspecto al otro según sea la situación,
pero hay que decir que muchos individuos no se muestran como son y cuando lo
hacen, quizá para la "víctima", ya sea demasiado tarde. Esta situación, a veces,
también pasa dentro del matrimonio.
Cierra los ojos y recuerda el tiempo en que conociste a alguien muy especial para
ti; ese alguien con el que alguna vez te viste casada, con hijos y en la casa de tus
sueños hasta que tuvieran 50 años de casados, ¿qué ocurrió con él?, ¿es tu
esposo? Si no, ¿por qué no lo fue? De seguro él no fue tu compañero de vida
porque terminaron de mutuo acuerdo, porque él no quiso continuar o porque tú te
diste cuenta que no era la persona que estabas buscando y decidiste que "mejor
sola que mal acompañada" hasta enamorarte de nuevo.
Con esa experiencia, posiblemente hayas aprendido a distinguir qué quieres y qué
no quieres que te hagan; bien sea porque de aceptar lo que no quieres te
lastimaría o porque no podrías tolerarlo ni queriendo con toda tu vida. Pese a lo
anterior, hay aspectos que ninguna mujer podría soportar que le hiciera su
compañero de vida y acá los presento.
1. Gritos
No hay ningún justificativo para que te griten ni para que grites, hablando se
entienden las personas y en caso de que estés pasando por algo así, mejor toma
distancia hasta que la tormenta se calme y luego trata de retomar el tema y hazle
saber que no te sientes bien con esa actitud.
6. Infidelidad
Mucho se ha dicho del tema, la solución está en tus manos: perdonas y sigues
adelante, o emprendes un nuevo camino tú sola. Tú eres la única que elige.
7. Mentiras
Descubres una y seguro hay más. Sabes cuándo te están engañando, así que no
dejes avanzar la situación y hazle ver que no le crees, después, que él asuma las
consecuencias y si admite su culpa es un avance por parte de él, demostrándote
que pude dejar esas mentiras sin retroceder.