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INTRODUCIÓN
La violencia hacia la mujer es un asunto de derechos humanos. En nuestro país mueren once mujeres
al mes asesinadas por sus parejas.
Es por esta situación que diversas instituciones y ONGs realizan campañas contra la violencia hacia la
mujer.
El presente ensayo aborda cuestiones de diseño de estas campañas para mejorar su efectividad en la
sociedad. Conoceremos cómo debe ser elaborada una campaña, cuál es la etapa en que se debe
empezar y a quién debe dirigirse.
PREGUNTA ORIENTADORA:
ARGUMENTOS
Las investigaciones realizadas sobre las campañas de prevención contra la violencia hacia la
mujer concluyen que estas no cumplen con su finalidad.
Si bien la investigación citada evaluó los efectos de las campañas en las madres del Programa
Social del Vaso de Leche del distrito de Ferreñafe, aporta conocimiento útil para conocer las
razones por las cuales fallaron.
Lo resaltante de las conclusiones del estudio es la necesidad del lenguaje nativo. Además, lo
novedoso es la recomendación del lenguaje de señas.
Pese a estas sugerencias sigue, aún persiste algunas interrogantes; cuándo, a quién y cómo debe
dirigirse las campañas de prevención contra la violencia hacia la mujer.
Para responder cuándo debe empezar las campañas contra la violencia hacia la mujer debemos
saber en qué etapa surge la violencia contra la mujer.
La más efectiva prevención contra la violencia hacia la mujer es aquella que tiene
una aproximación comunitaria sistémica, utiliza los recursos de la comunidad,
involucrando a hombres y mujeres y haciendo programas de alta intensidad a lo
largo del ciclo de vida. (GIZ, 2015, p.91)
La mujer no es la única protagonista de estas campañas, es el hombre el que debe
aparecer en ellas, con una imagen negativa y poco valorada socialmente, pues la
mujer no comete ninguna mala acción para ser tratada de este modo en las
campañas, con una imagen poco valorada socialmente, enfatizada con una realidad
que no ayuda a cambiar valores de tiempos pasados, al no ser valorada en su justa
realidad, también de estereotipos, ante otros miembros de la sociedad. (Martin,
2009, pp. 6-7)
Pero las que son dirigidas a los agresores, ¿cómo deben ser? La directora de la Agencia
Comunicación y Género, Isabel Mastodomenico, explica:
Entiendo que hay dos tipos de mensajes: por un lado, los más directos, los que
señalan. No violes, no maltrates. Por otro, todos aquellos que pueden ir, sobre
todo, a los más adolescentes y que hablan de la prevención. Que entiendan que
hay otras maneras de relacionarse y que ciertos comportamientos los pueden
convertir en maltratadores. (Mastodomenico, 2017)
Y los vecinos, amigos, familiares ¿por qué no intervienen cuando ven violencia hacia la mujer?
Las personas que atestiguan pueden ser agentes activas en la violencia contra la
mujer, pero requieren poder para hacerlo. Existen cuatro barreras para que las
personas que atestiguan se involucren en la violencia contra la mujer: creencias
patriarcales, temor, sensación de impotencia, incapacidad. (GIZ, 2015, p.91)
Finalmente, cómo debe ser presentada la mujer y el hombre en una campaña contra la violencia
hacia la mujer.
Estamos ante una mujer que puede aparecer con este último grupo de estereotipos
y quizá, si los publicitarios lo hicieran de este modo, las campañas funcionarían
mejor y se incrementaría «el respeto» a la mujer. Es difícil que mostrando la
imagen de débil, sumisa, temerosa… consigamos los efectos contrarios en su
misma imagen. Es complicado que, a partir de este tratamiento, seamos todas
respetadas por ser fuertes, no tener miedo, ser valientes, estar formadas, ser
profesionales… o por cuanto seamos realmente.
CONCLUSIÓN
Las campañas contra la violencia hacia la mujer deben dirigir al público desde la infancia, ya
que en esta etapa se empieza a formar la personalidad. Además, se aprende por imitación de
modelos. Introducir modelos de comportamiento favorables hacia el respeto de la mujer en los
programas infantiles es recomendable. Así como juegos que no hagan diferencia en los roles de
género, ayudará a qué en las siguientes etapas de la vida no se forme la idea de inferioridad de
la mujer respecto al hombre.
Las campañas dirigidas a adolescente deben centrase en las formas de relacionarse de estos.
Ya que se encuentran en la fase de enamoramiento y definición de la personalidad.
Las campañas deben dirigirse a los tres actores en la violencia contra la mujer: agresor, víctima
y espectadores.
Las víctimas dentro de las campañas no deben ser presentadas como sumisas, débiles,
temerosas, ya que esto, fomenta el sentimiento de inferioridad presente en ellas. Por el contrario,
se debe resaltar las fortalezas de la víctima sus posibilidades de ser más fuerte que el agresor.
Los agresores deben ser presentados no como fuerte, decididos, sino, como cobardes, débiles
emocionales. Y repudiados socialmente.
Los espectadores el mensaje dirigido a los espectadores debe buscar cambiar las ideas
patriarcales; el temor al agresor; y hacer sentir ayudando a la víctima ellos adquieren
importancia en la sociedad.
BIBLIOGRAFÍA
Acha Ruiz & Chonate Risco (2016). Impacto de las campañas comunicacionales del ministerio
de la mujer y poblaciones vulnerables en las mujeres del comité vaso de leche del distrito de
Ferreñafe 2015, Universidad Señor de Sipan, Chiclayo, Perú