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Proceso de Regionalización

La Unión Europea es una asociación económica y política de 27 países. Se


fundó después de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de impulsar la
cooperación económica y política. En 1958, Alemania, Bélgica, Francia, Italia,
Luxemburgo y los Países Bajos crearon la Comunidad Económica Europea
(CEE), el primer paso hacia la integración.

Desde los seis Estados fundadores a los veintisiete que hoy conforman la


unión:
 Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, 
Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, 
Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países
Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania y Suecia.
Ubicación de los países:

Todos los Estados miembros son partes de los tratados constitutivos


de la organización, que son el Tratado de la Unión Europea (TUE) y
el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE). Sin
embargo, estos países difieren entre sí en su historia, cultura,
población, geografía, modelo político y territorial de gobierno, e
incluso forma de Estado (veintiún repúblicas y seis monarquías),
aunque se encuentran vinculados entre sí por el compromiso político,
económico y jurídico que deriva del proceso de integración
Europea asumido por todos en el marco de los tratados constitutivos.
1951: Tratado De Paris

La historia de la Unión Europea empieza tras la devastación causada en


Europa tras la Segunda Guerra Mundial, con un mundo dividido en dos
bloques y que hizo aparecer la idea de una Europa unida que pudiese
competir con las dos nuevas superpotencias y así recuperar su lugar en el
mundo a la vez que evitar una nueva guerra en el continente.
Para ello era imprescindible no competir por los recursos estratégicos como
lo eran el carbón —energía— y el acero —industria y construcción—. Así se
puso en marcha en 1948 la Unión Económica del Benelux, que era la unión
aduanera de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Visto el éxito del proyecto,
Francia, Alemania Occidental e Italia decidieron emular al bloque del Benelux
para crear la CECA (Comunidad Europea del Carbón y el Acero) en 1951 y así
compartir los recursos estratégicos del momento.

1957:Tratado de Roma
El éxito de la CECA impulsó una mayor integración, lo que llevó a que en 1957
se firmase el Tratado de Roma, que suponía seguir apostando por otras áreas
en las que la cooperación y la integración sería fundamental, como la energía
nuclear con Euratom, y dando paso a la Comunidad Económica Europea
(CEE), antecesora directa de lo que hoy conocemos como Unión Europea.
Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea: El 25 de marzo
de 1957 se firmaron dos tratados: el Tratado constitutivo de la
Comunidad Económica Europea (CEE) y el Tratado constitutivo de la
Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o Euratom).
1973: Primeras Adiciones
En 1973 se produjo la primera adhesión al club comunitario con la entrada de
Reino Unido, Irlanda y Dinamarca, los tres procedentes de la Asociación
Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés), una especie de
proyecto de integración paralelo a la Comunidad Económica Europea que no
logró tener el éxito que esperaba, por lo que muchos de sus miembros se
fueron trasladando al proyecto comunitario. Cinco años después se
celebraban las primeras elecciones al Parlamento Europeo.
El Parlamento Europeo es la institución que representa directamente a los
ciudadanos de la Unión Europea, que eligen a los europarlamentarios por
sufragio universal directo. Es la institución que hace que la Unión Europea
sea una “democracia representativa”, tal y como establecen los tratados.

1981: Siguientes Adhesiones


La siguientes adhesiones fueron la de Grecia en 1981 y la de España y
Portugal en 1986. El proceso de ampliación con estos países sureños más
pobres, que aumentaría los desequilibrios del grupo, coincidió con la firma
del Acuerdo de Schengen en 1985, que suponía la disolución progresiva de
las fronteras internas con el fin de alcanzar la libre circulación de personas y
mercancías. Durante los años siguientes la CEE sigue avanzando en el proceso
de integración a la vez que se intentan corregir los desequilibrios internos;
con tal fin se firma en 1992 el Tratado de Maastricht, que supone la
transformación de la CEE en la Unión Europea. Este tratado implica la
creación de euro como moneda única —aunque Reino Unido y Dinamarca
consiguen cláusulas para mantenerse fuera—, la creación de una política
exterior y de seguridad común y la cooperación policial y judicial. Maastricht

inicia un periodo de grandes transformaciones y ampliaciones para la Unión.


1995: Mas Adhesiones
En 1995 se unieron tres de los principales países restantes de la EFTA:
Austria, Suecia y Finlandia. Y dos años después, en 1997, se firma el Tratado
de Ámsterdam, al que seguirá en el año 2000 el Tratado de Niza, en el que
empiezan los roces internos que marcan la dinámica comunitaria actual. En
Niza se prepara a la Unión Europea ante la que será su mayor ampliación,
pero esta reforma no cuenta con el beneplácito alemán, que pierde poder
relativo en el Consejo Europeo al no tener este un voto proporcional a la
población de cada país.

2002-2004:
En el año 2002 entra en vigor el euro y en 2004 se produce la gran ampliación
hacia el este, con 10 nuevos Estados miembros, ocho de ellos procedentes
del antiguo bloque socialista: Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Chequia,
Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Malta y Chipre. Tras esta ampliación se
plantea el avance definitivo en la integración europea con el Tratado de
Lisboa
2007:
En 2007, el último de los grandes acuerdos. En él la UE se convierte en una figura legal
internacional, se da mayor poder a los organismos europeos, se crea una carta de derechos y una
constitución europea. Sin embargo esta constitución fracasará al someterse al escrutinio de la
población y perder el referéndum en varios países, dando por finalizada la etapa de grandes
cambios e iniciando otra de crisis institucional europea. En el mismo 2007 se unirán al club
Rumanía y Bulgaria, y en 2013 Croacia. Desde entonces la Unión ha bloqueado el acceso de nuevos
miembros sin haber solucionado sus problemas internos, ya que todo esto ocurrió mientras que el
Reino Unido celebraba un referéndum de salida, y finalmente, en 2020 abandonaba la Unión
Europea en el conocido como brexit, tras 47 años de integración.

Beneficios de la uniones aduaneras europeas

●Las uniones aduaneras presentan varios puntos positivos para los países
miembros y sobre todo para las personas que forman la sociedad.
●Uno de ellos es la disponibilidad de los demás productos sin la necesidad de
pagar mayores oranceles que el resto de los estados miembros de la
comunidad
●Por otro lado los países que exportan los productos ven un mayor mercado
ya que no es lo mismo exportar un país único en determinadas condiciones
que a toda una comunidad de países con una masa mayor de consumidores

• Por otro lado también se ahorra en costes a la hora de realizar controles en


las aduanas ya que no es necesario realizar tramitaciones siempre y cuando
los productos y los países con los que se comercie estén completados dentro
de la unión se consiguen mejores condiciones que si solo un país negociarse
por su cuenta
● Unión aduanera cuenta también con un nivel de integración mayor, y es la
más desarrollada del mundo ya que entra en juego el interés de gran
cantidad de países que juntos conforman una gran motor mundial se produce
una mejora de la existencia por el efecto de la economía de la escala por luz,
el incremento del tamaño del mercado las empresas reducen los costos fijos
unitarios de la producción al poder producir un número más elevado de las
unidades, la inversión aumenta en la medida que en el mercado más amplio
en el de la región ofrece incentivos e inversores internos y externos.
• La capacidad negociadora de la región puede mejorar al defender
posiciones entre varios países y hacer un uso optimizado de las capacidades
técnicas de cada uno de ellos

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