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I.E.S.T.

P ELEAZAR GUZMAN
BARRON

Programa de estudios: Enfermería Técnica

“CANCER A LA PIEL: CONCEPTO Y


CONSECUENCIAS - 2023”

DOCENTE: Gerardo Barba Regalado

ESTUDIANTE: Ruiz Javier Lesli Sindi

PERIODO LECTIVO: “I”

SECCION: “A”

FECHA: 07 – 06 – 2023

HUARAZ – ÁNCASH
RESUMEN

El cáncer de piel es una enfermedad por la que se forman células malignas

(cancerosas) en los tejidos de la piel. Hay distintos tipos de cáncer que comienzan en la

piel. Tener tez clara y exponerse al sol son factores de riesgo del carcinoma de células

basales y el carcinoma de células escamosas de piel.

La mayoría de los casos de cáncer de piel son provocados por la exposición

excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol, las camas bronceadoras o las lámparas

solares. Los rayos UV pueden causar daño a las células de la piel. A corto plazo, este

daño puede provocar una quemadura solar.


ABSTRAC

Skin cancer is a disease in which malignant (cancer) cells form in the tissues of

the skin. There are different types of cancer that start in the skin. Fair complexion and

sun exposure are risk factors for basal cell carcinoma and squamous cell carcinoma of

the skin.

Most cases of skin cancer are caused by excessive exposure to ultraviolet (UV)

rays from the sun, tanning beds, or sunlamps. UV rays can cause damage to skin cells.

In the short term, this damage can lead to sunburn.


INTRODUCCION

El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente. El cáncer de piel es más común entre

las personas que trabajan o practican deportes al aire libre y entre los que toman el sol.

Las personas de piel clara son particularmente susceptibles de desarrollar la mayoría de

las formas de cáncer de piel porque producen menos melanina. La melanina, el pigmento

protector que se encuentra en la capa externa de la piel (epidermis), ayuda a proteger la

piel de la luz ultravioleta (UV). Sin embargo, el cáncer de piel también puede

desarrollarse en personas de piel oscura y en personas cuya piel no haya tenido una

exposición al sol significativa. Los cánceres de piel también pueden aparecer años

después de un tratamiento con rayos X o una exposición a sustancias que causan cáncer

(por ejemplo, ingestión de arsénico).


SUMARIO

INTRODUCCIÓN

RESUMEN O ABSTRAC

I. CANCER DE PIEL – DEFINICION

1.1 Los cuidados ante el cáncer de piel

1.2 Cuidados durante la fase activa del cáncer

1.3 Afecciones durante el tratamiento

1. 4 Estadios del cáncer de piel

1.5 Pruebas después del diagnostico

1.5.1 Disemia del cáncer

1.6 Tratamiento

1.6.1 Opciones de tratamiento

1.6.1.1 Cirugía

1.6.1.2 Radioterapia

1.6.1.3 Quimioterapia

1.6.1.4 Terapia fotodinámica

1.6.1.5 Inmunoterapia

1.6.1.6 Terapia dirigida

1.6.1.7 Exfoliación química

CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES

ANEXOS

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
DIRECTORIO:

DOCENTE: Gerardo Barba Regalado

ESTUDIANTE: Ruiz Javier Lesli Sindi


I. CANCER DE PIEL – DEFINICION:

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Protege contra el calor, la luz solar,

las lesiones y las infecciones. La piel también ayuda a controlar la temperatura y

almacena agua, grasa y vitamina D. La piel tiene varias capas, pero las dos capas

principales son la epidermis (capa superficial o externa) y la dermis (capa profunda o

interna). El cáncer de piel comienza en la epidermis, que se compone de tres tipos de

células:

Células escamosas: células delgadas y planas que forman la capa superficial de

la epidermis.

Células basales: células redondas ubicadas debajo de las células escamosas.

Melanocitos: células que producen melanina y se encuentran en la parte profunda

de la epidermis. La melanina es el pigmento que le da el color natural a la piel. Cuando

la piel se expone al sol, los melanocitos producen más pigmento y oscurecen la piel.

El cáncer de piel es una afección por la que se forman células malignas

(cancerígenas) en los tejidos de la piel. Hay diferentes tipos de cáncer que empiezan en

la piel. El color de la piel y estar expuesto a la radiación ultravioleta tanto natural como
artificial (luz solar, cabinas de bronceado, etc.), pueden aumentar el riesgo de presentar

cáncer de piel no melanoma y queratosis actínica.

El melanoma es un cáncer que se origina en los melanocitos. A este cáncer se le

conoce también como melanoma maligno y melanoma cutáneo. La mayoría de las

células del melanoma continúan produciendo melanina de modo que los tumores tipo

melanoma usualmente son de color café o negro. Sin embargo, algunos melanomas no

producen melanina y pueden lucir de color rosado, pálido o incluso blanco.

Los melanomas se pueden desarrollar en cualquier parte de la piel, pero son más

frecuentes en el tronco (pecho y espalda) de los hombres y en las piernas de las

mujeres. El cuello y el rostro son otros sitios comunes.

Tener una piel con pigmentación oscura disminuye el riesgo de melanoma en

estos lugares más comunes, aunque cualquier persona puede también desarrollar este tipo

de cáncer en las palmas de las manos, las plantas de los pies o debajo de las uñas. Los

melanomas en estas áreas son más frecuentes en estadounidenses de raza negra que en

los de raza blanca.

Los melanomas también se pueden formar en otras partes del cuerpo como los

ojos, la boca, los genitales y el área anal, pero son mucho menos comunes que los

melanomas de la piel.

El melanoma es mucho menos frecuente comparado con otros tipos de cáncer

de piel. Pero el melanoma es más peligroso porque crece más rápido y es mucho más

probable que se propague a otras partes del cuerpo si no se descubre y se trata a tiempo.
1.1 Cuidados ante el cáncer de piel:

La mejor manera de prevenir el cáncer de piel es proteger la piel del sol y de otras

fuentes de rayos ultravioleta (UV).

Haz lo siguiente para protegerte del cáncer de piel:

Mantente a la sombra lo más posible entre las 10 de la mañana y las 4 de la

tarde.

Usa protector solar de factor 15 o más.

Cúbrete con ropa de mangas largas, pantalones largos o falda larga, sombrero y

gafas de sol.

Evita los métodos de bronceado artificial.

Examínate la piel periódicamente en busca de cambios.

Proteger la piel ahora puede ayudarte a prevenir el cáncer de piel más adelante.

La mayoría de los casos de cáncer de piel se presentan más tarde en la vida, pero el daño

que el sol produce en la piel puede comenzar desde la infancia.

Tomar medidas para evitar el cáncer de piel también puede ayudarte a prevenir:

Las arrugas

Las manchas de la piel.

Otras lesiones de la piel y los ojos.


Las camas y cabinas de bronceado y las lámparas solares no son más

inofensivas que broncearse bajo el sol.

Al igual que broncearse bajo el sol, el bronceado artificial puede causar cáncer

de piel, arrugas, manchas producidas por la edad y otras lesiones de la piel y los ojos.

Consulta con el doctor o la enfermera de inmediato si notas:

Una nueva masa (como un lunar o un bulto) en la piel.

Un cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar o masa que ya tenías.

Un lunar que sangra o una llaga que no sana.

La mayoría de los cambios en la piel son inofensivos, pero solo un doctor o una

enfermera pueden decirlo con seguridad.

1.2 CUIDADOS DURANTE EL TRATAMIENTO DE CANCER DE PIEL

La piel, sistema organizado y en continua renovación, es además el órgano más

extenso del organismo, por lo cual su estado será básico para determinar el aspecto y

salud global del paciente. Es responsable de múltiples funciones fisiológicas, y es

precisamente por ello que una de las preocupaciones básicas de los profesionales

sanitarios que atienden al paciente oncológico es detectar desde el diagnóstico, antes,

durante y después del tratamiento las necesidades que pueda requerir, con objeto de

minimizar los desórdenes y efectos adversos derivados de la enfermedad y su

tratamiento.

Es bien conocido que algunas de las terapias utilizadas para combatir el cáncer

provocan cambios en la piel, de forma que ésta se muestra más seca, frágil, reactiva y
sensible. El dermatólogo será quien preferiblemente deba supervisar los productos que

mejor se ajusten a sus necesidades y evitar posibles irritaciones.

1.3 AFECCIONES DURANTE EL TRATAMIENTO:

Piel seca o xerósica:

La deshidratación cutánea es fácilmente detectable y se manifiesta en forma de

una piel más áspera, sin brillo ni elasticidad, descamada y con frecuentes irritaciones,

heridas y fisuras.

Su abordaje perseguirá incrementar el contenido hídrico del estrato córneo y la

normalización epidérmica y de los procesos de queratinización. Ello se conseguirá

mediante una hidratación integral basada en:

– Ingesta oral (agua o infusiones): el agua y las sustancias solubles llegan a la

dermis a través del torrente circulatorio. Una parte se queda allí y actúa como reserva de

agua del organismo, y una pequeña parte la atraviesa y llega a epidermis por difusión,

donde cambian las condiciones.

– Empleo de cremas y lociones hidratantes que contengan ingredientes

emolientes: mejorarán notablemente el aspecto de la piel, al ser capaces de flexibilizar y

suavizar el estrato córneo y fijar el agua aportada a la superficie cutánea de forma

sostenida. Permiten, además, reconstruir el manto hidrolipídico del estrato córneo y

evitar así la pérdida de agua transepidérmica, al tiempo que aportan factores naturales de

hidratación con función protectora.

Es esencial, en la aplicación de estas medidas, mantener limpia la piel mediante

el uso de jabones suaves, con un pH similar al cutáneo, agua tibia y sin aplicar fricciones

en el enjabonado y en el secado. En general, se deberá optar por el uso de prod uctos


hipoalérgicos y prescindir de aquellos que contengan alcohol, perfumes o fragancias

artificiales, parabenos, así como cualquier otra sustancia potencialmente sensibilizante.

Prurito:

La desagradable sensación de picor en la piel se estima que está presente hasta en

un 30% de los pacientes oncológicos. La mayoría de las veces es consecuencia directa

de la sequedad cutánea que padece el paciente, aunque existen también otras muchas

causas tales como el tratamiento instaurado, el propio cáncer, síndromes paraneoplásicos,

disfunción renal o hepática o la afectación de ciertos órganos internos.

La desazón que produce el picor y la sensación de escozor puede llevar al

paciente a producirse lesiones por rascado, las cuales deben ser evitadas al máximo.

El tratamiento a instaurar dependerá de si el picor es localizado o generalizado,

de la causa que lo genera, de su intensidad y de la ansiedad que produce al propio

enfermo, debiéndose adaptar a cada caso. Los antihistamínicos (anti H1) de

administración oral y la aplicación de preparados tópicos antipruriginosos (calamina,

mentol, polidocanol, capsaicina…) y antiinflamatorios constituyen la pauta básica a

instaurar, debiendo ser complementada con tratamientos específicos según

características del paciente.

La mayor parte de los cambios o lesiones en la piel son transitorias,

reversibles cuando cesa el tratamiento y/o cuando se vence la enfermedad

Manchas cutáneas e irritaciones:

La hiperpigmentación que sufre la piel y mucosas puede ser parcial o

generalizada, concentrándose las manchas en las zonas de roce y en los pliegues

cutáneos.
El sol es también un factor predisponente en su aparición o en la acentuación de

las manchas ya existentes, por lo cual es fundamental el uso de fotoprotectores con un

alto factor de protección solar y evitar la exposición directa al sol.

Las irritaciones resultantes del tratamiento quimioterápico pueden localizarse en

cualquier parte del cuerpo, aunque es más frecuente que se produzcan en las palmas de

las manos y pies. Si son consecuencia de la radioterapia, la radio dermitis se limitará a la

zona irradiada y las lesiones tendrán una apariencia similar a la de una quemadura

(eritema, descamación, maceración e incluso en los casos más severos, ulceración).

La mayor parte de estos cambios/lesiones son transitorias, reversibles cuando

cesa el tratamiento y/o cuando se vence la enfermedad, y así deben ser entendidas por el

paciente.

Ulceración cutánea:

Son pérdidas de la integridad de la piel, producidas por el propio tumor (úlcera

tumoral) o por el encamamiento prolongado del paciente (úlcera de decúbito).

Las ulceras tumorales son causadas por la invasión directa del tumor sobre la piel,

ya sea por afectación primaria (cáncer de piel) o por diseminación desde otro punto

afectado (cabeza, cuello, mama), siendo mayor la probabilidad de producirse cuanto más

avanzado esté el tumor. También pueden generarse como reacción al tratamiento

instaurado, siendo entonces más frecuente su aparición en la región palmoplantar. Su

tratamiento dependerá del grado de evolución, variando desde una minuciosa limpieza,

desinfección y aplicación de preparados cicatrizantes hasta el tratamiento quirúrgico

(desbridamiento).

Las úlceras por decúbito se forman por falta de riego sanguíneo en la zona de

presión (por inmovilización prolongada), por lo cual se recomienda, siempre que sea
posible, que el paciente vaya cambiando de postura y la aplicación de medidas que

minimicen el roce (uso de almohadones, colchón antiescaras…).

Otras medidas a tener en cuenta para mantener la piel en óptimas condiciones

será utilizar ropa a base de fibras naturales, amplia y cómoda, que permita una buena

transpiración y evite las rozaduras, prescindir del uso de prendas o complementos

(collares, gomas y aros de ropa interior, corbatas…) que por su roce o composición

puedan irritar la piel, evitar temperaturas extremas y la exposición a la radiación solar

directa. El uso de fotoprotectores está especialmente indicado y deberá reforzarse con el

empleo de prendas que actúen de barrera a los rayos solares (gafas, sombreros,

pañuelos…).

Mucosas:

La mucositis es una inflamación de la mucosa bucal, frecuente en los pacientes

con cáncer, que cursa con enrojecimiento de la mucosa oral, sensación de quemazón,

aparición de aftas y, con menos frecuencia, depapilación del dorso de la lengua. La

sintomatología se prolonga por un espacio de 4 semanas, ocasiona importantes molestias

y dificulta la ingesta de alimentos.

La quimioterapia y radioterapia que recibe el paciente, especialmente en las zonas

de cabeza y cuello, son responsables directos de esta alteración y su severidad suele estar

relacionada con las dosis de la terapia aplicada.

Una minuciosa higiene bucal evitará los problemas derivados de una

sobreinfección bacteriana o fúngica de las heridas que presenta el paciente. Sin embargo,

debe tenerse especial atención en su realización con el objeto de no generar nuevas

heridas o laceraciones que empeoren el cuadro existente.


Para su tratamiento se aconseja una serie de intervenciones tópicas: empleo de

antisépticos y de anestésicos locales que aliviarán el dolor localizado; así como de

preparados que ejerzan una función de barrera y cicatrizante, formulados a base de ácido

hialurónico y agentes protectores de la mucosa. El tratamiento sistémico estará

justificado cuando el dolor y las molestias sean tan intensas que repercutan notablemente

en la actividad normal del paciente. Los analgésicos orales (ibuprofeno y paracetamol)

son los fármacos de elección, por su efectividad, buena tolerancia, por la baja frecuencia

de sus efectos adversos y la amplia aceptación por parte del paciente.

La pérdida de cabello se explica porque la quimioterapia tiene un impacto sobre

todas aquellas células del organismo que se dividen rápidamente, ya sean sanas o

cancerígenas

Cabello, cejas, pestañas:

La caída del cabello es un síntoma frecuente en los pacientes sometidos a

tratamiento oncológico. Mientras que la quimioterapia debilita el cabello y el vello de

todo el cuerpo y es un proceso reversible, la radioterapia únicamente afecta a la zona

irradiada pero su reversibilidad (poco probable) dependerá de la dosis administrada.

No toda la medicación quimioterápica impacta de igual forma en el enfermo. Si

bien es cierto que algunos de estos fármacos no inducen la pérdida de cabello, otros lo

hacen de forma total, quedando afectando - además del pelo del cuero cabelludo- el pelo

de otras partes del cuerpo (brazos, axilas, pubis, cejas, pestañas…); algunas de ellas con

gran impacto en la imagen pública del paciente. En otros tratamientos, la pérdida es

parcial, lenta y más o menos gradual, observándose un pelo más fino, débil y sin brillo.

La pérdida de cabello se explica porque la quimioterapia, aunque cada vez más

selectiva, tiene un impacto sobre todas aquellas células del organismo que se dividen
rápidamente, ya sean células sanas o cancerígenas. Los folículos pilosos son células con

alta tasa de recambio, por lo cual se ven directamente afectados y destruidos por la

toxicidad del fármaco administrado.

Es conveniente, y práctica habitual, que los médicos responsables del tratamiento

oncológico informen al paciente de los cambios en materia capilar que experimentará y

ofrecerle soluciones que se adapten tanto al tipo de pérdida de cabello (total o parcial)

como a las propias preferencias del paciente, ya que para este tipo de problema no existen

todavía medidas preventivas que minimicen el impacto.

La previsión de una pérdida total del cabello supone valorar la necesidad de

recurrir a una peluca, postizo o cualquier otra medida estética (uso de pañuelos), así como

su manejo. El maquillaje corrector ayuda a disimular las cejas y pestañas perdidas y

siempre es preferible esta opción al uso de elementos artificiales que, para su fijación,

requieren de pegamentos que pueden resultar sensibilizantes.

Si la pérdida es gradual, el cuidado del pelo y del cuero cabelludo consistirá en

el uso de preparados suaves y no irritantes, evitando todas aquellas intervenciones que

puedan agredirlo o sensibilizarlo (secadores de pelo con aire muy caliente, uso de tintes,

decoraciones, alisados o permanentes). Podrá complementarse con la administración de

suplementos alimenticios.

Uñas:

De igual modo que la quimioterapia afecta al cabello, las uñas se ven afectadas

debido a la rápida división que tienen las células ungueales. Es frecuente observar líneas

de crecimiento o hendiduras coincidentes con los ciclos de quimioterapia.

Las uñas se tornan más frágiles y quebradizas, con estrías tanto longitudinales

como horizontales y despegadas del lecho ungueal (onicolisis), por lo cual son más
vulnerables a cualquier infección. Suelen mostrar también manchas (pigmentadas o

decoloraciones) y alteraciones del grosor y de la rugosidad.

Su cuidado se basa en mantener una correcta limpieza y una buena hidratación,

restringiendo determinadas prácticas de manicura como el corte de cutícula, el empleo

de quitaesmaltes a base de acetona o la aplicación de uñas acrílicas. Cualquier otra

agresión debe ser evitada, arrancarse pieles, comerse las uñas, contacto con sustancias

agresivas (detergentes, preparados de limpieza…).

El uso de guantes protectores, preferiblemente de algodón, es una buena

práctica para reducir el riesgo a infecciones.

1.4 ESTADIOS DEL CANCER DE PIEL:

Después del diagnóstico de cáncer de células escamosas de piel, se hacen pruebas

para determinar si las células cancerosas se diseminaron en la piel o a otras partes del

cuerpo.

El cáncer se disemina en el cuerpo de tres maneras.

Es posible que el cáncer se disemine desde donde comenzó hasta otras partes

del cuerpo.

Las opciones de tratamiento del carcinoma de células basales y el carcinoma de

células escamosas de piel varían según el sitio donde se formó el cáncer.

Para el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas de piel

que están en la cabeza o el cuello pero que no están en el párpado, se usan los estadios

siguientes:

Estadio 0 (carcinoma in situ)


Estadio I

Estadio II

Estadio III

Estadio IV

Para el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas de

piel que están en el párpado, se usan los estadios siguientes:

Estadio 0 (carcinoma in situ)

Estadio I

Estadio II

Estadio III

Estadio IV

El tratamiento depende del tipo de cáncer de piel u otro trastorno de la piel

diagnosticados, como los siguientes:

Carcinoma de células basales

Carcinoma de células escamosas

Queratosis actínica
1.5 PRUEBAS DESPUES DEL DIAGNOSTICO:

El proceso que se usa para determinar si el cáncer se diseminó en la piel o a otras

partes del cuerpo se llama estadificación. La información que se obtiene del proceso de

estadificación determina el estadio de la enfermedad. Es importante saber el estadio para

planificar el tratamiento del carcinoma de células escamosas de piel.

El carcinoma de células basales de piel casi nunca se disemina a otras partes del

cuerpo. Por lo general, no se necesitan pruebas de estadificación para verificar si el

carcinoma de células basales se diseminó.

Es posible que se usen las siguientes pruebas y procedimientos durante el

proceso de estadificación del carcinoma de células escamosas de piel:

Tomografía computarizada (TC):

Procedimiento para el que se toma una serie de imágenes detalladas del interior

del cuerpo, como la cabeza, el cuello y el tórax desde ángulos diferentes. Las imágenes

se crean con una computadora conectada a una máquina de rayos X. Se inyecta un tinte

en una vena o se ingiere a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más

clara. Este procedimiento también se llama tomografía computadorizada, tomografía

axial computarizada (TAC) o exploración por TAC.

Radiografía del tórax:

Radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Un rayo X es un tipo

de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra

una imagen de áreas del interior del cuerpo.

Tomografía por emisión de positrones (TEP):


Procedimiento para encontrar células de tumores malignos en el cuerpo. Se

inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa radiactiva (azúcar). El escáner de

la TEP rota alrededor del cuerpo y crea una imagen de los lugares del cuerpo que usan la

glucosa. Las células de tumores malignos se ven más brillantes en la imagen porque son

más activas y absorben más glucosa que las células normales. A veces, la TEP y la TC

se realizan al mismo tiempo.

Ecografía:

Procedimiento para el que se hacen rebotar ondas de sonido de alta energía

(ultrasónicas) en los tejidos, como los ganglios linfáticos, o en los órganos internos a fin

de producir ecos. Los ecos forman una imagen de los tejidos del cuerpo que se llama

ecograma. La imagen se puede imprimir para observar más tarde. Para el carcinoma de

células basales y el carcinoma de células escamosas de piel, a veces, se hace una

ecografía de los ganglios linfáticos regionales.

Examen ocular con dilatación de la pupila:

Examen del ojo en el que se dilata (agranda) la pupila con gotas para ojos

medicadas para que el médico observe la retina y el nervio óptico a través del cristalino

y la pupila. Se usa una luz para examinar el interior del ojo, incluso la retina y el nervio

óptico.

Biopsia de ganglio linfático:

Extracción total o parcial de un ganglio linfático. Un patólogo observa el tejido

del ganglio linfático al microscopio para detectar células cancerosas. En ocasiones se

realiza una biopsia de ganglio linfático para el carcinoma de células escamosas de piel.
1.5.1 DISEMIA DEL CANCER:

El cáncer se puede diseminar a través del tejido, el sistema linfático y la sangre:

Tejido. El cáncer se disemina desde donde comenzó y se extiende hacia las

áreas cercanas.

Sistema linfático. El cáncer se disemina desde donde comenzó y entra en el

sistema linfático. El cáncer se desplaza a través de los vasos linfáticos a otras partes del

cuerpo.

Sangre. El cáncer se disemina desde donde comenzó y entra en la sangre. El

cáncer se desplaza a través de los vasos sanguíneos a otras partes del cuerpo.

Cuando el cáncer se disemina a otra parte del cuerpo, se llama metástasis. Las

células cancerosas se desprenden de donde se originaron (el tumor primario) y se

desplazan a través del sistema linfático o la sangre.

Sistema linfático. El cáncer penetra el sistema linfático, se desplaza a través de

los vasos linfáticos, y forma un tumor (tumor metastásico) en otra parte del cuerpo.

Sangre. El cáncer penetra la sangre, se desplaza a través de los vasos

sanguíneos, y forma un tumor (tumor metastásico) en otra parte del cuerpo.

El tumor metastásico es el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. Por

ejemplo, si el cáncer de piel se disemina al pulmón, las células cancerosas en el pulmón

son, en realidad, células de cáncer de piel. La enfermedad es cáncer de piel metastásico,

no cáncer de pulmón.
1.6 TRATAMIENTO:

Para el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas, la

estadificación es distinta si se encuentra en el párpado o en otras partes de la cabeza o

del cuello. No hay un sistema de estadificación para el carcinoma de células basales o el

carcinoma de células escamosas que se encuentran fuera de la cabeza o el cuello.

La cirugía para extirpar el tumor primario y los ganglios linfáticos anormales se

hace para tomar muestras de tejido que se observan al microscopio. Este procedimiento

se llama estadificación patológica y los hallazgos se usan para determinar los estadios

que se describen a continuación. Si la estadificación se hace antes de la cirugía para

extirpar el tumor, se llama estadificación clínica. El estadio clínico a veces no coincide

con el estadio patológico.

Estadio 0 (carcinoma in situ):

En el estadio 0, se encuentran células anormales en la epidermis, por lo general,

en la capa de células basales. Es posible que estas células anormales se vuelvan

cancerosas y se diseminen al tejido sano cercano. El estadio 0 también se llama

carcinoma in situ.

Estadio I:

En el estadio I, el cáncer se formó. El estadio I se divide en los estadios IA e IB.

Estadio IA: El tumor mide 10 mm o menos y es posible que el cáncer se haya

diseminado al borde del párpado donde están las pestañas, al tejido conjuntivo del

párpado o a todo el grosor del párpado.


Estadio IB: El tumor mide más de 10 mm, pero no más de 20 mm, y el cáncer no

se diseminó al borde del párpado donde están las pestañas ni al tejido conjuntivo del

párpado.

Estadio II:

El estadio II se divide en los estadios IIA y IIB.

En el estadio IIA, se encuentra una de las siguientes situaciones:

el tumor mide más de 10 mm, pero no más de 20 mm, y el cáncer se diseminó al

borde del párpado donde están las pestañas, al tejido conjuntivo del párpado o a todo el

grosor del párpado; o

el tumor mide más de 20 mm, pero no más de 30 mm y es posible que se haya

diseminado al borde del párpado donde están las pestañas, al tejido conjuntivo del

párpado o a todo el grosor del párpado.

En el estadio IIB, el tumor es de cualquier tamaño y se diseminó al ojo, la órbita,

los senos paranasales, los conductos lagrimales o el encéfalo, o a los tejidos que sostienen

el ojo.

Estadio III:

El estadio III se divide en los estadios IIIA y IIIB.

Estadio IIIA: el tumor es de cualquier tamaño y es posible que se haya

diseminado al borde del párpado donde están las pestañas, al tejido conjuntivo del

párpado o a todo el grosor del párpado, o al ojo, la órbita, los senos paranasales, los

conductos lagrimales o el encéfalo, o a los tejidos que sostienen el ojo. El cáncer se

diseminó a un ganglio linfático del mismo lado del cuerpo que el tumor y el ganglio

mide 3 cm o menos.
Estadio IIIB: el tumor es de cualquier tamaño y es posible que se haya diseminado

al borde del párpado donde están las pestañas, al tejido conjuntivo del párpado o a todo

el grosor del párpado, o al ojo, la órbita, los senos paranasales, los conductos lagrimales

o el encéfalo, o a los tejidos que sostienen el ojo. El cáncer se diseminó a los ganglios

linfáticos en una de las siguientes formas:

a un ganglio linfático del mismo lado del cuerpo que el tumor y el ganglio mide

más de 3 cm; o

a más de un ganglio linfático del lado del cuerpo contrario al tumor o a ambos

lados del cuerpo.

Estadio IV:

En el estadio IV, el tumor se diseminó a otras partes del cuerpo, como el pulmón

o el hígado.

1.6.1 OPCIONES DE TRATAMIENTO:

Hay distintos tipos de tratamiento para los pacientes con carcinoma de células

basales, carcinoma de células escamosas de piel y queratosis actínica.

Se utilizan los siguientes tipos de tratamiento:

Cirugía

Radioterapia

Quimioterapia

Terapia fotodinámica

Inmunoterapia

Terapia dirigida
Exfoliación química

Otras terapias farmacológicas

Se están probando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.

A veces el tratamiento para el cáncer de piel causa efectos secundarios.

Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico.

Los pacientes pueden ingresar en los ensayos clínicos antes, durante o después

de comenzar su tratamiento para el cáncer.

A veces se necesitan pruebas de seguimiento.

Hay diferentes tipos de tratamientos disponibles para los pacientes con carcinoma

de células basales, carcinoma de células escamosas de piel y queratosis actínica. Algunos

tratamientos son estándar (tratamiento que se usa en la actualidad) y otros se están

probando en ensayos clínicos. Un ensayo clínico de un tratamiento es un estudio de

investigación con el fin de mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre

tratamientos nuevos para los pacientes de cáncer. A veces, cuando en los ensayos clínicos

se demuestra que un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el

tratamiento nuevo se convierte en el tratamiento estándar. Los pacientes podrían

considerar la participación en un ensayo clínico. En algunos ensayos clínicos solo se

aceptan pacientes que no recibieron tratamiento.


1.6.1.1 CIRUJIA:

Para el tratamiento del carcinoma de células basales, el carcinoma de células

escamosas de piel o la queratosis actínica se utilizan una o más de las siguientes cirugías:

Escisión simple: se extirpa el tumor y un poco del tejido normal de la piel que lo

rodea.

Cirugía micrográfica de Mohs: se extirpa el tumor de la piel en capas delgadas.

Durante el procedimiento, se observan al microscopio los bordes del tumor y cada capa

del tumor que se extraen para buscar células cancerosas. Se continúan quitando capas

hasta que no se ven más células cancerosas. Con este tipo de cirugía se saca la menor

cantidad de tejido normal posible. Se suele usar para extirpar el cáncer de piel de la cara,

los dedos y los órganos genitales; o el cáncer de piel con bordes que no están bien

definidos.

Escisión por rasurado: se rasura el área anormal de la superficie de la piel con

una cuchilla pequeña.

Curetaje y electro desecación: se usa una cureta (instrumento filoso en forma de

cuchara) para extirpar el tumor de la piel. Luego se usa un electrodo en forma de aguja

para tratar el área afectada con una corriente eléctrica que detiene el sangrado y destruye

las células cancerosas que quedan alrededor del borde de la herida. Este proceso se repite

de 1 a 3 veces durante la cirugía para eliminar todo el cáncer. Este tipo de tratamiento

también se llama electrocirugía.

Criocirugía: tratamiento para el que se usa un instrumento para congelar y destruir

tejido anormal, como el de un carcinoma in situ. Este tipo de tratamiento también se

llama crioterapia.
Cirugía láser: procedimiento quirúrgico para el que se usa un haz de rayo láser (haz

angosto de luz intensa) como si fuera un bisturí para hacer cortes sin sangrado en el tejido

o para extirpar una lesión superficial, como un tumor.

Dermoabrasión: extracción de la capa superior de la piel mediante el uso de un

disco giratorio o pequeñas partículas para desprender las células de la piel.

Para tratar el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas

de piel, se usan la escisión simple, la cirugía micrográfica de Mohs, el curetaje y el electro

desecación, y la criocirugía. Rara vez se usa la cirugía láser para tratar el carcinoma de

células basales. Para tratar la queratosis actínica, se usan la escisión simple, la escisión

por rasurado, el curetaje y la desecación, la dermoabrasión y la cirugía láser.

1.6.1.2 RADIOTERAPIA:

La radioterapia es un tratamiento del cáncer para el que se usan rayos X de alta

energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir que se

multipliquen. Para la radioterapia externa se usa una máquina que envía la radiación

hacia el área con cáncer desde el exterior del cuerpo.

Para el tratamiento del carcinoma de células basales y el carcinoma de células

escamosas de piel, se usa la radioterapia externa.

1.6.1.3 QUIMIOTERAPIA:

La quimioterapia es un tratamiento del cáncer en el que se usan medicamentos

para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al

impedir su multiplicación.
Para el carcinoma de células basales, el carcinoma de células escamosas de piel

y la queratosis actínica, por lo general se aplican en la piel medicamentos en crema o

loción (quimioterapia tópica). El fluoro uracilo (5-FU) tópico se usa para tratar el

carcinoma de células basales.

1.6.1.4 TERAPIA FOTODINAMICA:

La terapia fotodinámica (TFD) es un tratamiento del cáncer para el que se usa un

medicamento y un tipo específico de luz para destruir células cancerosas. Se inyecta en

la vena un medicamento que se activa al exponerse a la luz o al aplicarse en la piel. El

medicamento se acumula más en las células cancerosas que en las normales. Para el

cáncer de piel, se enfoca el rayo láser en la piel, y el medicamento se activa y destruye

las células cancerosas. La terapia fotodinámica daña poco el tejido sano.

La terapia fotodinámica también se usa para tratar la queratosis actínica.

1.6.1.5 INMUNOTERAPIA:

La inmunoterapia es un tratamiento para el que se usa el sistema inmunitario del

paciente para combatir el cáncer. Se utilizan sustancias elaboradas por el cuerpo o en el

laboratorio para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el

cáncer.

Hay diferentes tipos de inmunoterapia que se usan para tratar el cáncer de piel:

Los inhibidores de puntos de control inmunitario bloquean proteínas llamadas

puntos de control, que elaboran algunos tipos de células del sistema inmunitario; por

ejemplo, las células T y algunas células cancerosas. PD-1 es una proteína de la superficie

de las células T que ayuda al cuerpo a mantener bajo control las respuestas inmunitarias.

PD-L1 es una proteína que se encuentra en algunos tipos de células cancerosas. Cuando
PD-1 se une con PD-L1, impide que las células T destruyan las células cancerosas. Los

inhibidores de PD-1 y PD-L1 impide que las proteínas de PD-1 y PD-L1 se unan entre

sí. Esto permite que las células T destruyan las células cancerosas.

El cemiplimab y el pembrolizumab son tipos de inhibidores de PD-1 que se

usan para tratar el carcinoma de células escamosas de piel localmente avanzado o que se

diseminó a otras partes del cuerpo.

En ocasiones, se usa el interferón (por inyección) para tratar el carcinoma

de células escamosas de piel.

La terapia tópica con imiquimod, que es un modificador de la respuesta

inmunitaria, a veces se usa para tratar algunos carcinomas de células basales; se aplica

en la piel como una crema.

1.6.1.6 TERAPIA DIRIGIDA:

La terapia dirigida es un tipo de tratamiento para el que se utilizan medicamentos

u otras sustancias a fin de identificar y atacar células cancerosas específicas.

Terapia dirigida con un inhibidor de la transducción de señales: este tratamiento

bloquea las señales que pasan de una molécula a otra en el interior de la célula. Al impedir

que se transmitan estas señales, tal vez se destruyan células cancerosas. El vismodegib y

el sonidegib son inhibidores de la transducción de señales que se usan para tratar el

carcinoma de células basales.

1.6.1.7 EXFOLIACION QUIMICA:

Una exfoliación química es un procedimiento que se usa para mejorar el aspecto

de ciertos problemas de la piel. Se aplica una sustancia química sobre la piel para disolver
las capas superficiales de células de la piel. Es posible usar exfoliaciones químicas para

tratar la queratosis actínica. Este tipo de tratamiento también se llama quimioabrasión y

quimioexfoliación.

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