Está en la página 1de 22

MATERIAL DIDÁCTICO

CÁTEDRA “LEGISLACIÓN”(3º41 – 4º11 - 4º12)


DRES.CARLOS MARIA PERRONI Y MARIA VICTORIA FLEXAS

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA NACIONAL


APUNTES LEGISLACION

UNIDAD 1
1. La persona humana como ser social

Cuando el ser humano se asoma a la realidad que lo circunda


descubre seres inanimados, junto a los vegetales y especies animales; y
también encuentra que existen otros hombres y mujeres con los que puede
comunicarse y cuya conducta, de alguna forma, influye sobre él, la
interacción para la subsistencia y estos vínculos primarios con los q
crece son determinantes.
Hay en el Hombre una especie de “instinto de sociabilidad”, una
tendencia a la búsqueda de otros seres iguales que él, que pueden
entenderlo, que pueden corresponder a su modo de obrar.

Es indudable que en esta comunicación humana el lenguaje desempeña un


papel fundamental; modernamente gracias a los avances técnicos e
informáticos, dicha comunicación se ha visto facilitada y multiplicada.

Las relaciones entre los hombres – que en un comienzo fueron


elementales – se han tornado complejas a medida que el grupo o comunidad
se amplió. En consecuencia, nació la necesidad de un orden que armonizara
la variedad que ofrecía el conjunto humano, es decir, la sociedad humana.

La razón, si es rectamente aplicada, lleva al Hombre al


convencimiento de que el orden social es tan necesario como el orden
biológico de su organismo o como el orden moral que cada individuo se
impone a sí mismo. Este orden social supone la existencia de un elemento
unificador que coordine las actividades y esfuerzos individuales para
encaminarlos hacia el bien común. Dicho elemento unificador es la
autoridad o gobierno; de él va a emanar la ley o regla social.

2. Cultura y Sociedad

La cultura es el conjunto de todas las formas de vida y expresiones


de una sociedad determinada. Como tal incluye costumbres, prácticas,
códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestirse, rituales, normas
de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista
podríamos decir que la cultura es todo el conocimiento y habilidades que
posee el ser humano.
Es, por lo tanto, el resultado de la suma del “choque” y
“encuentro” de diferentes civilizaciones en una visión progresiva de la
historia humana, según la cual la evolución social consiste en una
constante elevación de los niveles morales y materiales de vida, gracias
fundamentalmente al avance del saber y de la ciencia.
Así, particularmente en nuestra Historia y Cultura, la impronta y
el legado de Jerusalén, Atenas y Roma ha marcado el devenir de nuestra
sociedad.
Jerusalén es la cuna de la Fe. La Fe es “la certeza de lo que se
espera y la convicción de lo que no se ve", en última instancia “la
adhesión personal del hombre a Dios”. Abraham, Moisés, Jesús de Nazaret,
el Hombre más trascendental de la Historia de la Humanidad, y Mahoma,
dieron origen a las civilizaciones judeo-cristiana e islámica que
posibilitaron a que cada hombre opte libremente por ser creyente o no
creyente en Dios.
Atenas es la cuna de la Razón. La Razón es “la facultad en virtud
de la cual el ser humano es capaz de identificar conceptos,
cuestionarlos, hallar coherencia o contradicción entre ellos y así
inducir o deducir otros distintos de los que ya conoce”. A través de la
Filosofía (filo=amor, sofía=sabiduría) se desarrolló en esa polis una
búsqueda del conocimiento en todas y de todas las cosas. Sócrates,
Platón, Aristóteles, Pitágoras, Tales de Mileto, Hipócrates, etc.
hollaron en los diferentes campos del saber sin excluir ninguna
disciplina ampliando el conocimiento humano a través del intelecto y la
experimentación.
Roma es la cuna del Derecho. El Derecho es “el conjunto de normas
de conducta humana establecidas por el Estado con carácter obligatorio y
conforme a la justicia”. Comenzó siendo el derecho escrito de un pequeño
pueblo, para luego ser el derecho de la ciudad y después el derecho de
toda una región; más tarde, de toda la península itálica y, de todo un
gran Imperio, llegando a regir, además de Europa, en el Norte de África y
gran parte de Asia. Las leyes romanas, a pesar de haber existido en
épocas tan remotas y responder a necesidades distintas a las nuestras,
constituyen el más sólido fundamento de las legislaciones contemporáneas.
Al Derecho Romano se contrapone el Derecho Anglosajón. Si bien ambos
tienen su origen en la costumbre, mientras que en el Derecho Romano es
fundamental la norma escrita “a fin de que todos pudieran conocerla”, en
el Derecho Anglosajón la principal fuente es la “jurisprudencia” o sea
las sentencias dictadas con anterioridad por los jueces y tribunales.

3. Convivencia Pacífica y Progreso Social

No son posibles la convivencia pacífica y el progreso humano sin


la vigencia de la Ley. Al mismo tiempo, la convivencia pacífica es
condición del progreso material y espiritual, y afianza en el Hombre la
convicción de que toda su conducta debe condicionarse a la conducta de
los otros hombres que lo rodean, de todos los que con él comparten las
múltiples actividades de la vida social. Este principio sociológico y
político hace muchos siglos fue sintetizado por los romanos en la
máxima “Ubi homo, ibi societas; ubi societas, ibi ius” (Donde está el
hombre nace la sociedad, donde está la sociedad nace el Derecho).
La organización social es absolutamente necesaria para que reine el
orden y para que cada miembro de la comunidad pueda alcanzar su
finalidad. Su ausencia genera caos y anarquía. Desde la célula madre de
la sociedad que es la “Familia” hasta el “Estado” que es su máxima
expresión hay dos elementos indispensables en esa organización:
autoridades que dirigen y gobiernan, y leyes que regulan los derechos y
obligaciones de sus miembros.
La definición de “Estado” desde el punto de vista de la Ciencia del
Derecho, se construye a partir de la conjunción de tres elementos:
pueblo, territorio y soberanía.
El territorio, lugar en el cual el Estado ejerce su soberanía y
está constituido no sólo por el suelo sino por el subsuelo, las áreas
marinas y submarinas y el espacio aéreo, el espectro electromagnético y
el segmento correspondiente de la órbita geoestacionaria.
El pueblo, constituido por todas las personas que se encuentran en
ese territorio y que por ello están bajo la influencia de lo determinado
por el ordenamiento jurídico.
La soberanía, entendida como la característica del poder estatal
que implica que dicho poder sea supremo en el orden interno e
independiente en el orden externo.
Puede incluso ese “Estado” estar compuesto de varias naciones ya
que se entiende como “nación” a esa sociedad constituida por la unión de
familias que, teniendo conciencia de un patrimonio histórico común
(estirpe, creencias religiosas, lenguaje, tradiciones, cultura y
costumbres) tienden a conservarlo y desarrollarlo.
El hombre ser pensante, posee conciencia de que la vida en la
sociedad le impone limitaciones, le exige una determinada conducta: es la
moral de la ley. Si la moral personal no es un freno suficiente para
algunos individuos, la ley les obligará a dominar sus instintos, les hará
refrenar sus impulsos y les indicará tanto lo que deben hacer, como
aquello que deben evitar.
Tres fueron - según Ulpiano – los preceptos fundamentales del
Derecho Romano: “Vivir honestamente”, “Dar a cada quien lo suyo”, y “No
perjudicar al otro”. Las demás leyes que Roma fue dictando fueron
reunidas en un Código, el “Corpus Iuris Civilis” inspirado por el
Emperador Justiniano en el año 534. La importancia del derecho romano ha
sido reflejada en la acepción y recepción de este derecho por los demás
países debido a la uniformidad y coherencia de las normas que estructura
sus ordenamientos y el matiz de universalidad, lo que lo hace un derecho
superior y de fácil imposición, existiendo en él una gran seguridad, no
habiendo disgregación ni confusión en el mismo.
El acatamiento a la ley – imperfecta, muchas veces, como toda obra
humana – es principio básico de la convivencia humana y, por lo tanto,
del mismo Estado.

4. El Derecho

El Derecho es el ordenamiento que dirige y orienta la relación


entre individuos con un sentido de rectitud moral. El término proviene de
la conjunción de los vocablos latinos “directus” y “rectus” que
significan conducir, dirigir y actuar con rectitud respectivamente.
El hombre, por su naturaleza, está hecho para vivir en sociedad,
formando familias y constituyendo comunidades; esa vida no es posible sin
la existencia de normas de conducta que gobiernan la actividad humana.
Aparece de esta manera la vida en sociedad y con ella los fenómenos
sociales, entre los cuales se encuentra el derecho; y para que esto se
sostenga es necesario el establecimiento de normas de conducta que
gobiernen la actividad humana. Según Salvat, el derecho “es el conjunto
de reglas establecidas para regir las relaciones de los hombres en
sociedad, en cuanto se trate de reglas cuya observancia pueda ser
coercitivamente impuesta a los individuos”. Según Borda “es el conjunto
de normas de conducta humana establecidas por el Estado con carácter
obligatorio y conforme a la justicia”.
Se trata de normas generales aplicables a todos los individuos que
integran la sociedad, lo cual no significa que deba necesariamente ser
aplicada a todos sin excepción. Por lo tanto, se desprende que todos los
que se hallan comprendidos en dicha norma, quedan sujetos a sus
disposiciones. A todo esto, se agrega la existencia de una autoridad con
recursos suficientes para imponer mediante la coacción, si fuera preciso,
el cumplimiento de lo que en la norma jurídica se dispone.
Caracterizan a las normas jurídicas su generalidad, obligatoriedad
y coercibilidad, pudiéndose citar como factores de creación de dichas
normas a los usos, costumbres o las convenciones sociales.-
Diferencia con norma moral: Aunque junto con la norma jurídica
tratan de regir las relaciones recíprocas de los hombres con la finalidad
de obtener el bien común, la norma moral impera en el fuero interno y es
impuesta por nuestra conciencia, a diferencia de la norma jurídica que es
impuesta externamente en relación al hombre, y se puede aplicar
coactivamente.-
Derecho objetivo y subjetivo: El derecho objetivo es la regla
social obligatoria, establecida por el legislador y cuyo cumplimiento
garantiza el Estado bajo coerción, implicando la existencia de normas
jurídicas; el derecho subjetivo es la facultad, poder o prerrogativa
jurídica atribuida al individuo por la norma de derecho objetivo que le
permite ejecutar ciertos actos (Por ejemplo el derecho del acreedor de
exigir el pago al deudor).
Derecho natural y positivo: El derecho natural es el conjunto de
normas que se derivan de la propia naturaleza y de la razón humana, está
escrito en la conciencia de los hombres y existen como principios
inmutables y universales El derecho positivo es el conjunto de normas
jurídicas consagradas por la Constitución y los Tratados Internacionales,
leyes nacionales, provinciales, decretos, reglamentaciones, ordenanzas
municipales, disposiciones y algunas costumbres, aplicables según la
jerarquía normativa.

5. Ramas del Derecho

La más amplia división del Derecho Positivo es la que establece:

1 .Derecho Interno
2. Derecho Internacional
1. Derecho Interno: Es el conjunto de leyes que rigen las relaciones
de las personas que viven dentro de un determinado país, ya sea
entre dichas personas o entre ellas y el Estado.

2. Derecho Internacional: Es el conjunto de normas jurídicas que rigen


las relaciones de los Estados entre sí o de los individuos que
viven en diferentes Estados.

A su vez estos Derechos tienen otras dos ramas, el Derecho Público que es
aquel en el cual el Estado interviene como poder público y el Derecho
Privado que es aquel en que intervienen sólo los particulares o el Estado
como persona jurídica.

1.- Derecho Interno


1.1.Derecho Interno Público es aquél en que el Estado se halla en juego,
el que organiza el poder público y regla las relaciones de los
particulares con el Estado, o sea, que prevalece el interés colectivo
sobre el privado.
1.1.1.Derecho constitucional: Es aquel que organiza al Estado, determina
su forma de gobierno, establece los poderes que lo integran, estructura
las relaciones de los poderes entre si, fija los principios fundamentales
relativos a la vida social del país, y en un sistema federal como el
nuestro, al cual nos referimos más adelante, la coexistencia del poder
federal y los poderes locales.
1.1.2.Derecho penal: Es la parte del derecho que se refiere al delito y a
la aplicación de sanciones para proteger el orden público. Su fin es
asegurar la defensa de la sociedad mediante la prevención y represión de
los delitos.
1.1.3.Derecho administrativo: Es el que rige la organización y
funcionamiento de los actos administrativos, de los servicios públicos,
la administración pública y el ejercicio del poder de la policía.
1.1.4.Derecho procesal: Es el conjunto de normas que regulan la actividad
jurisdiccional del Estado para la aplicaciones de las leyes de fondo y su
estudio comprende la organización del Poder Judicial, la determinación de
la competencia de los funcionarios que lo integran y la actuación del
juez y las partes en la sustanciación del proceso. Las leyes de forma o
procesales son las que establecen los medios para hacer efectivas las
leyes civiles, comerciales, penales, laborales, etc.
1.1.5.Derecho del trabajo: Regla las relaciones entre empleados y
empresas, y aquello referente a los contratos de trabajo. Lo consideramos
como de orden público, ya que sus normas son de cumplimiento inexcusable
por los particulares, en razón de que es un derecho que ampara y protege
a los más débiles.
1.1.6.Derecho de la Seguridad Social: Es el conjunto de normas que tiene
por finalidad garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica y
la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales
necesarios para el bienestar humano desde el nacimiento hasta la vejez y
muerte.
1.1.7.Derecho Ambiental: Es el conjunto de principios y normas jurídicas
que regulan las conductas individual y colectiva con incidencia en el
ambiente.

1.2.Derecho Interno Privado es el que regla las relaciones de los


particulares entre sí.
1.2.1.Derecho Civil: Regula los vínculos y los conflictos civiles que
se originan entre particulares. Por lo tanto su ámbito de aplicación es
muy amplio. Se aplica a personas físicas y jurídicas de carácter privado
o público (cuando actúan como un particular). Y regula tanto las
relaciones patrimoniales como las personales. Las normas estan
recopiladas en el Codigo Civil y Comercial, que entró en vigencia el 01
de agosto de 2015. En cuanto a su estructura, el nuevo Código está
compuesto por un Título Preliminar y Seis Libros. El Libro Primero trata
la teoría general de las relaciones jurídicas, ocupándose de las
distintas especies; el Libro Segundo, se ocupa de las Relaciones de
Familia; en el Libro Tercero, los Derechos Personales; en el Libro
Cuarto, los Derechos Reales; el Libro Quinto, regula la Transmisión de
Derechos por Causa de Muerte y el Libro Sexto, versa sobre las
Disposiciones Comunes a los Derechos Personales y Reales.
1.2.2.Derecho comercial: Es el conjunto de normas que regulan las
relaciones jurídicas derivadas de la realización de los actos con ánimo
de lucro, las surgidas de la actividad de los empresarios en el ejercicio
de tal actividad.
1.2.3.Derecho de minería: Establece las normas sobre la exploración y
explotación de las riquezas minerales, la propiedad de las minas y otros
aspectos de las sustancias minerales.
1.2.4.Derecho rural: Regula la explotación agropecuaria, agrícola,
ganadera, forestal y otras cuestiones relacionadas con la actividad
rural.
1.2.5.Derecho marítimo: es el que establece mediante la aplicación de las
disposiciones incluidas en la Ley de la Navegación y el Registro Marítimo
y Fluvial, la clasificación de los buques, la regulación de los bienes
destinados la navegación, el régimen de a bordo y otros aspectos
relativos a los contratos de utilización de buques, averías, etc.
1.2.6.Derecho aeronáutico: Reglamenta la actividad aérea mediante una
legislación especial incluida en el Código Aeronáutico.

2.- Derecho Internacional


2.1. Derecho Internacional Público: Es el que regla lo relativo a las
relaciones entre los Estados considerados como entidades soberanas. Sus
fuentes son los tratados celebrados entre los distintos países. Es éste
el más imperfecto de todos los Derechos, porque generalmente prima la
voluntad del Estado con más poder militar o económico y porque, además,
no existe un Tribunal encargado de aplicar la sanción correspondiente en
caso de un incumplimiento de los tratados y leyes internacionales y con
posibilidades de hacer uso de la fuerza para hacerlos cumplir.
2.2.Derecho Internacional Privado: Es el que establece la regla que se
debe aplicar cuando una misma relación jurídica se ha originado bajo
distintas soberanías, o sea regla las relaciones y situaciones jurídicas
cuando hay conflicto entre varias legislaciones nacionales distintas,
como sería el caso de una empresa constructora con domicilio en la
Argentina que realiza una obra privada en los Estados Unidos, habiéndose
firmado el contrato en Panamá.

6. Formas de gobierno

Las formas de gobierno no son otra cosa que el modo y la manera


de proceder de una constitución política; es decir, los métodos que
utilizan los gobernantes para administrar, organizar, y ejercer un
orden y control sobre la población.
Desde tiempos remotos el hombre se ha preocupado por clasificar a
los gobiernos mediante teorizaciones no siempre cercanas a la realidad.
De allí que ningún esquema tenga validez absoluta, dado que en la
práctica, casi todos los gobiernos poseen carácter mixto con predominio,
eso sí, de una u otra forma.
De entre las diversas clasificaciones hemos escogido la de
Aristóteles cuyo contenido ha mantenido la validez ejemplificativa y ha
perdurado a lo largo del tiempo en los estrados de la ciencia política.
Según la misma los gobiernos se dividen en puros e impuros. Entre los
primeros se ubican la monarquía (gobierno de uno solo), la aristocracia
(gobierno de los mejores) y la democracia (gobierno del pueblo); entre
los últimos, la tiranía (gobierno del amo en su propio provecho), la
oligarquía (gobierno de pocos en su propio provecho) y la demagogia (el
gobierno del pueblo conducido por un manipulador en su provecho). Para
realizar esta clasificación Aristóteles parte del doble punto de vista de
los “fines” y de la “estructura”. Los gobiernos que persiguen como fin el
bienestar general se hallan ubicados entre los tipo puros y,
contrariamente, son impuros los que persiguen el bienestar particular de
los propios gobernantes o de un sector determinado. Por otra parte en lo
que respecta a la estructura, podrán existir tipos de gobierno de uno,
pocos, o de muchos, tanto en las formas puras como en las impuras. De
ello resulta la clasificación mencionada.
Si el gobierno es ejercido por una sola persona, en función del
bienestar general es una monarquía, forma pura que degenera en tiranía
si el monarca actúa con arbitrariedad y lo hace en su provecho o en el de
su clase. Si el gobierno, en cambio, es ejercido por una minoría en
interés de todos, es una aristocracia; pero si esa minoría se torna
egoísta y, actúa en función de sus intereses exclusivamente, se convierte
en oligarquía.- Del mismo modo la democracia, gobierno de todos sobre la
base del bien común, se transforma en demagogia si se ejerce en beneficio
de alguno de los sectores sociales, aunque fuere mayoría, y por
consiguiente en desmedro de los restantes a los que por lo general se
acosa y agrede.
En el estado actual de la ciencia política si tratamos de ubicarnos
en el más simple esquema observamos que en razón de la mayor o menor
garantía del ejercicio de la libertad y la igualdad que puedan ofrecer
los gobiernos, existen dos tipos genéricos que comprenden en sí
innumerables variantes: el constitucionalismo y el autoritarismo. Es
decir, el gobierno de derecho o el gobierno de hecho; el predominio de la
ley o el predominio de la fuerza; el estado de derecho o el estado
policial. La democracia sólo es factible en un régimen de derecho y es,
fundamentalmente, una forma de vida – la mejor – en una sociedad libre y
responsable. De ahí que nada es más perverso que la manipulación de la
palabra “democracia” por el demagogo que seduciendo y adulando a las
mayorías persigue y viola los derechos de las minorías.

7. Forma republicana de gobierno

La palabra “república” viene del latín y significa “cosa del


pueblo”. Las repúblicas de la antigüedad fueron predominantemente
aristocráticas. En ellas núcleos numerosos de seres humanos por su
pobreza, por su condición de esclavos, o por ser considerados
extranjeros, quedaron excluidos de la representación. Carecían de
igualdad política, social, económica y religiosa.
La fuente del republicanismo moderno fue la organización adoptada
por las colonias inglesas de América del Norte, cuando se emanciparon. La
revolución norteamericana (1776), y la revolución francesa (1789)
impulsaron la difusión del sistema republicano.
Es clásica en nuestro derecho constitucional la definición de
república dada por Aristóbulo del Valle: “República es la comunidad
política organizada sobre la base de la igualdad de todos los hombres,
cuyo gobierno es simple agente del pueblo, elegido por el pueblo de
tiempo en tiempo y responsable ante el pueblo de su administración”
Una de las características de la república es la división de
poderes. Los poderes establecidos por la Constitución Nacional son tres:
legislativo, ejecutivo y judicial. Cada uno de ellos tiene funciones
propias y, por lo tanto, no puede invadir el campo que le corresponde a
los otros. Con la división de poderes se persigue: a) Proteger la
libertad y seguridad de los individuos; b) Evitar la tiranía y c)
Distribuir el trabajo para hacerlo más eficiente.
El término "división de poderes" no se ajusta exactamente a la
realidad. En efecto, la diversidad de órganos y funciones del Estado no
determina de manera alguna la división del poder. El poder del estado es
uno solo. Lo que se divide son los órganos que ejercen ese poder y las
funciones que se les atribuyen. Por ello, el poder del estado es único e
indivisible, pero la actividad de ese poder se realiza mediante diversos
órganos a los que se confían diferentes funciones.
La acción de gobernar comprende tres funciones, que se corresponden
con los tres poderes establecidos: a) Poder ejecutivo: es el poder
administrador, el que ejecuta o pone en vigencia las leyes y controla su
cumplimiento; b) Poder legislativo: su función específica es la sanción
de las leyes, y c) Poder judicial: es el encargado de la administración
de justicia. Está desempeñado por la Corte Suprema de Justicia y por los
tribunales inferiores (cámaras de apelaciones y tribunales de primera
instancia).
En armonía y coordinación
1.El poder ejecutivo participa en: a) Funciones legislativas: cuando
promulga leyes o decretos reglamentarios, cuando presenta proyectos de
ley, cuando opone el veto a las leyes sancionadas por el poder
legislativo; b) Funciones judiciales: cuando dispone indultos o
conmutación de penas, arrestos de personas durante el estado de sitio,
nombramientos de magistrados.
2.El poder legislativo participa en: a) Funciones ejecutivas: cuando
aprueba o rechaza los tratados concluidos con las demás naciones y los
concordatos, cuando autoriza al poder ejecutivo a declarar la guerra o
hacer la paz, cuando presta acuerdo para el nombramiento por el poder
ejecutivo de jueces, embajadores y jefes militares; b) Funciones
judiciales: cuando una de sus cámaras interviene como acusadora del
presidente, vicepresidente, ministros y miembros del poder judicial
(juicio político).
3.El poder judicial participa en: a) Funciones legislativas: cuando
declara la inconstitucionalidad de alguna ley del Congreso o decreto del
poder ejecutivo, b) Funciones ejecutivas: cuando nombra y remueve a los
funcionarios que se desempeñan en los tribunales.
Nuestra Constitución al establecer la forma “republicana” de gobierno
establece imperativamente estas características para la Nación Argentina:

Soberanía popular.
Forma representativa.
Libertad en múltiples facetas.
Igualdad ante la ley.
División del poder del Estado en los tres órganos.
Periodicidad en las funciones de los gobernantes
Publicidad de los actos de gobierno.
Elección de los funcionarios.
Respeto a las minorías en los actos eleccionarios.
Responsabilidad de los funcionarios.

8. Regímenes de gobierno

Podemos distinguir los siguientes regímenes de gobierno:


1. Régimen de Federación: Federación es la agrupación de Estados bajo un
gobierno central al que delega unos poderes reservándose otros.
2. Régimen de Unidad: En el unitarismo todas las funciones se cumplen
mediante organismos dependientes de un poder central cuya competencia se
extiende a todo el territorio.
3. Régimen de confederación: es la reunión accidental de estados
soberanos (pluralidad de soberanías). Los estados se reservan dos
derechos: a) de nulificación -, la facultad de de declarar la nulidad de
las leyes que afectan su soberanía -; y b) de secesión – de separarse de
la confederación en cualquier momento.

9. El Derecho de los pueblos originarios

Desde la época de la Revolución de Mayo de 1810 se trató de dar al


país una forma de gobierno que se concretó en forma permanente desde que
se promulgó la Constitución Nacional de 1853, la que en su art. 1º dice:
“La Nación Argentina adopta para su forma de Gobierno la forma
Representativa Republicana Federal, según lo establece la presente
Constitución”.
Grandes fueron los esfuerzos y muchas las luchas para poder lograr
un consenso y establecer un gobierno que tuviera en cuenta las dos
posiciones antagónicas que se fueron moldeando a través del tiempo: la
postura unitaria, que pretendía gobernar al país con un poder central
fuerte y único, desconociendo a las provincias como entes autónomos para
la elección de sus autoridades y otros actos de disposición, y la postura
federal que deseaba reafirmar la autodeterminación de los entes locales.
En 1860 se logró la unión definitiva de la nación, luego que se
adoptó el régimen federal como sistema de gobierno, mediante la
Constitución nacional, que actualmente nos rige y que tuvo como
antecedentes a varios tratados parciales celebrados por las provincias,
entre ellos el Pacto Federal de 1831 (suscrito por las provincias de
Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes).
Sucesivamente se fueron adhiriendo a este pacto las demás
provincias, quedando oficialmente reconocido en el Acuerdo de San
Nicolás, celebrado en 1852,
Luego en Congreso General Constituyente de Santa Fe realizado en
1853 se consagró el principio federativo de gobierno, un federalismo
atenuado, sancionando la Constitución Nacional que fue aprobada con el
apoyo general de las trece gobiernos provinciales, con la importante
excepción del Estado de Buenos Aires que se separó de hecho de la
Confederación Argentina presidida por Justo José de Urquiza con capital
en Paraná por no aceptar renunciar a que su puerto perdiera los derechos
aduaneros y por no admitir que su principal ciudad, Buenos Aires, sea
federalizada como capital de la Nación, entre otras cosas.
Sometida a varias reformas de diferente envergadura, la
Constitución de 1853 es, en lo substancial, la base del ordenamiento
jurídico vigente en la Argentina. Está estrechamente inspirada en los
principios del liberalismo clásico presentes en la jurisprudencia y la
doctrina política del federalismo estadounidense; a similitud de éste,
estableció un sistema republicano de división de poderes, un importante
grado de autonomía para las provincias y un poder federal con un
Ejecutivo fuerte, pero limitado por un Congreso bicameral, con el
objetivo de equilibrar la representación poblacional con la equidad entre
provincias.
No se logró en 1853 aún la unidad nacional, ya que continuaron las
luchas intestinas entre el Estado de Buenos Aires y las otras provincias
confederadas. En la batalla de Cepeda, a 45 Km. de San Nicolás, el
ejército porteño fue derrotado y tras varias negociaciones, se llegó a
firmar el 11 de noviembre de 1959 el Pacto de San José de Flores que
reincorporaba la Provincia de Buenos Aires a la República Argentina
Nación Argentina.
Sin embargo, los porteños no cedieron mucho y tras asegurarse una
serie de alianzas con algunos gobernadores del interior, intrigaron
contra Urquiza y su sucesor Santiago Derqui, se fortalecieron económica y
militarmente, y finalmente nuevamente rechazaron su incorporación al
resto del país con excusas. Eso llevaría a la batalla de Pavón (17 de
septiembre de 1861), donde volvieron a enfrentarse Urquiza y Mitre; en
cierto sentido, volvió a triunfar el ejército federal, pero éste
insólitamente se retiró dejándole la victoria y el control de todo el
país a Bartolomé Mitre.
La presidencia de Mitre fue la primera de las “presidencias
históricas” que se caracterizaron por ser las fundadoras del estado
argentino moderno y se extendieron durante los mandatos de Mitre, su
sucesor el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento y el tucumano Nicolás
Avellaneda por un período de dieciocho años que abarcó desde 1862 a 1880.
Estas presidencias históricas o fundacionales moderno tuvieron tres
claros objetivos o metas: “nación”, “constitución” y libertad”. La
“nación” entendida como la unión superior y definitiva de las provincias
que componen Argentina. La “constitución” como las bases de los derechos
de las personas y los límites que se le imponen del poder. La “libertad”
concebida como principio sine qua non del liberalismo.
En 1862 la República Argentina era una Estado con pocos habitantes
(apenas 1.100.000, mientras Chile tenía 1.300.000, Bolivia 1.400.000,
Paraguay 500.000, Perú 1.900.000, Uruguay 100.000); sin fronteras
(Pergamino fue atacada por una malón en 1857 y robaron 40.000 cabezas de
ganado; Azul fue arrasada en 1855; Tandil sufrió constantemente ataques
de malones de los indios pampas y ranqueles hasta 1873; la línea de
fortines establecidos en Villa Mercedes y San Rafael protegían a San Luis
y a Mendoza, respectivamente; el gran Chaco sólo poblado por aborígenes y
pretendido por Paraguay y Bolivia; la Puna de Atacama, discutida por
Chile y Bolivia y las Misiones, por Paraguay y Brasil); sin ejército ni
marina (sólo existían fuerzas provinciales); sin moneda (cada provincia
emitía su dinero); con poquísimas escuelas … etc.
Tanto Mitre, como Sarmiento y Avellaneda supieron aplicar claras
políticas que les valieron su consideración como los tres primeros
estadistas de la Argentina moderna. Las principales medidas que tomaron
para lograr las metas proyectadas fueron: organización del ejército y
marina nacional, organización del Poder Judicial de la Nación,
unificación de la legislación común a través de la sanción del Código
Civil y del Código Comercial, funcionamiento de las aduanas y de las
rentas nacionales, unificación de la moneda, unificación del sistema de
pesos y medidas, organización de la administración nacional y el
surgimiento del empleo público, fomento de la educación, creación de
escuelas en los diversos niveles de educación, fomento de la inmigración
europea, creación de pueblos y colonias, ampliación de las fronteras
sobre los territorios de los pueblos originarios y fijación de las del
país, ocupación efectiva del territorio argentino, aumento del comercio
internacional, ingreso de capitales, aumento de la explotación de la
agricultura y ganadería, crecimiento económico, a poyo a las industrias
con créditos blandos, desarrollo del sistema de correos y telégrafos,
ampliación de los ferrocarriles, construcción de caminos y puentes.
Las presidencias históricas fueron sucedidas por el período
constitucional denominado “la República Conservadora”, lapso comprendido
entre los años 1880 y 1916, y que comienza con el advenimiento a la
presidencia del general Julio Argentino Roca, época durante la cual el
país disfrutó de un rápido crecimiento económico, poblacional y cultural.
En lo económico, se estableció firmemente una economía de tipo
periférica agroexportadora, que tardaría mucho tiempo en ser abandonada,
impulsado por la expansión de las fronteras agrícolas, la extensión de
las comunicaciones y transportes, y una cierta tecnificación ganadera y
agrícola. A raíz de ese crecimiento económico se produjo también un
notable aumento de la población, empujado por la inmigración de origen
europeo y la mejora de las condiciones sanitarias. La población llegó a
casi 8.000.000 de habitantes en 1914; esto es, se quintiplicó en 45 años.
En lo cultural, la Generación del 80 –nombre que se aplica también
a la élite política y empresarial del período– manifestó su adhesión a
las corrientes literarias y artísticas europeas; si bien la producción
literaria y artística se multiplicó exponencialmente; no se alcanzó a
desarrollar una expresión cultural específicamente argentina. La cultura
popular estuvo signada por dos fenómenos de efecto contrapuesto: mientras
el aporte inmigratorio aportaba diversidad pero diluía el principio de
nacionalidad, el avance de la escolarización tendía a la unificación
cultural de la población.
En lo político, el período estuvo signado por el control político
de los gobiernos provinciales por conglomerado político conocido como
Partido Autonomista Nacional, de ideología liberal, aunque gradualmente
devenida conservadora. La característica dominante de la acción política
del período fue el control de las elecciones por el grupo dominante a
través del fraude electoral y los acuerdos de cúpulas políticas.
El comienzo del período se establece en el año 1880, casi al final
de la presidencia de Avellaneda. En ese año se produjo el último hecho de
armas de las guerras civiles que azotaron al país durante dos tercios del
siglo XIX y su resultado, favorable a las provincias, solucionó la
"cuestión capital" que dividía a Buenos Aires de las provincias
interiores con la federalización de esta ciudad y la fundación de la
ciudad de La Plata como capital de la Provincia de Buenos Aires
A poco asumió su primera presidencia el general Roca. El año
anterior, éste había comandado la Conquista del Desierto, la más
ambiciosa y exitosa de una serie de campañas contra los indígenas
ocurridas entre 1875 y 1885, que permitieron incorporar al territorio
nacional la Patagonia y el Chaco.
El final del período se establece generalmente en 1916, año en que
llegó al poder la Unión Cívica Radical con el presidente Hipólito
Yrigoyen, gracias a la implementación de la Ley de sufragio obligatorio y
secreto inspirada por el presidente Roque Sáenz Peña.

10. Constitución Nacional Argentina

El principio de Jerarquía normativa establece el orden de


aplicación de las normas jurídicas, aquellas de rango inferior no pueden
vulnerar o contradecir a una de rango superior.
La Constitución Nacional es la norma superior de nuestro
ordenamiento jurídico, contiene los principios fundamentales que reglan
la convivencia de los ciudadanos.
A partir de la reforma de la Constitución del año 1994 se atribuyo
a los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos Jerarquía
Constitucional.
La Constitución de 1853 que nos rige actualmente, con las reformas
introducidas en 1860, 1866, 1898, 1957 y 1994 está basada
fundamentalmente en la Constitución de los Estados Unidos de América, en
el libro - proyecto “Bases” del tucumano Juan Bautista Alberdi y en las
constituciones argentinas que la precedieron.
Según el art. 1 de la CN “la Nación Argentina adopta para su
gobierno la forma representativa, republicana y federal, según lo
establece la presente Constitución”.
Según el art. 22 de la CN “el pueblo no delibera ni gobierna sino
por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta
Constitución” (forma representativa).
Es republicana porque reconoce la soberanía del pueblo como base de
todo el gobierno, y es federal porque está formada por la unión de las
provincias que integran la Nación.
Es decir, que el sistema federal de gobierno se compone de un poder
central con facultades delegadas y las provincias con poderes autónomos,
conformando dos aspectos diferenciados en cuanto a la legislación
aplicable: la nacional o federal por un lado, y la provincial por otro.
Según la Constitución nacional, las provincias pueden legislar
sobre todo aquello que como poderes reservados no han delegado en el
poder central. Estos poderes delegados, según el detalle inserto en su
art. 75, son los que ejerce la Nación, que pueden ser clasificados como
políticos, económicos y legislativos, y entre ellos se hallan, por
ejemplo: la celebración de tratados internacionales, el establecimiento
de aduanas, la emisión de moneda y el dictado de leyes de fondo, tales
como el Código Civil, el de Comercio, el Penal, etc.
El art. 121 de la CN establece que todo el poder no delegado al
gobierno federal es conservado por las provincias. Además de los poderes
reservados por las provincias y los delegados a la Nación, existen los
denominados “poderes compartidos”, que pueden ser ejercidos
indistintamente por las provincias o por el gobierno federal, pudiéndose
citar como ejemplos las disposiciones administrativas de orden local
(obras públicas, expropiaciones, ejercicio profesional, etc.).
El Congreso Nacional sanciona los códigos de fondo por el inc. 22
del art.. 75 y las provincias reglan el procedimiento en materia
procesal.
La Constitución Nacional consta de un “Preámbulo” y de dos partes,
en la primera se establecen las “Declaraciones, Derechos y Garantías” y
la segunda parte está dedicada a las “Autoridades de la Nación”: al
Gobierno Federal (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial) y
a los “Gobiernos de Provincia”.

El “Preámbulo” es donde se expresan las causas y fines que mueven a los


representantes del pueblo a sancionar la Constitución.
En la parte dedicada a la “Declaraciones, Derechos y Garantías” se fijan
los derechos y su protección.

Derechos políticos. El derecho político por excelencia es el sufragio en


sus dos aspectos: activo o derecho a votar, y pasivo o derecho a ser
elegido.
Artículo 37. “Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los
derechos políticos, con arreglo al principio de la soberanía popular y de
las leyes que se dicten en consecuencia. El sufragio es universal, igual,
secreto y obligatorio …””
Artículo 38. “Los partidos políticos son instituciones fundamentales del
sistema democrático. …”
Artículo 39.- “Los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa para
presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados. El Congreso deberá
darles expreso tratamiento dentro del término de doce meses…”

Derechos Civiles. Los derechos civiles a diferencia de los derechos


políticos corresponden no sólo a los ciudadanos sino a todos los
habitantes de la Nación.
Artículo 14: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes
derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de
trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de
peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir
del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura
previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines
útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.” Artículo
32.- “El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de
imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.”
Artículo 33.- “Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la
Constitución no serán entendidos como negación de otros derechos y
garantías no enumerados; pero que nacen del principio de la soberanía del
pueblo y de la forma republicana de gobierno”.

Derechos sociales: Son los derechos humanos – económicos y culturales -


que han sido establecidos en nuestra CN y que, también, se incluyen en
la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y se desarrolla
su protección en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales de 1966 que la Argentina ha suscripto como Tratados
Internacionales a los que queda sujeta.
Artículo 14 bis: “El trabajo en sus diversas formas gozará de la
protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones
dignas y equitativas de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones
pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual
remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las
empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección;
protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado
público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la
simple inscripción en un registro especial. Queda garantizado a los
gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la
conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes
gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su
gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo. El
Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá
carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el
seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o
provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los
interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección
integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación
económica familiar y el acceso a una vivienda digna.”

En cuanto a las “Garantías” se establece:


Artículo 17. “La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación
puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La
expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y
previamente indemnizada. Sólo el Congreso impone las contribuciones que
se expresan en el Artículo 4º. Ningún servicio personal es exigible, sino
en virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es
propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por el
término que le acuerde la ley. La confiscación de bienes queda borrada
para siempre del Código Penal argentino. Ningún cuerpo armado puede hacer
requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie.
Artículo 18. “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio
previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por
comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes
del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí
mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los
derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia
epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y
con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación.
Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda
especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y
limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas,
y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más
allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.”
Artículo 19. “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo
ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están
sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados.
Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la
ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”.

REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1994


Artículo 41.- DERECHOS ECOLOGICOS “Todos los habitantes gozan del derecho
a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para
que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de
preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de
recomponer, según lo establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la
utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del
patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la
información y educación ambientales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos
mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para
complementarias, sin que aquellas alteren las jurisdicciones locales.
Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o
potencialmente peligrosos, y de los radiactivos”.
Artículo 42.- DERECHOS DEL CONSUMIDOR Y USUARIO “Los consumidores y
usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo,
a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una
información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones
de trato equitativo y digno.
Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la
educación para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda
forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios
naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los servicios
públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de
usuarios y de las provincias interesadas en los organismos de control.
La legislación establecerá procedimientos eficaces para la prevención y
solución de conflictos, y los marcos regulatorios de los servicios
públicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación de
las asociaciones de consumidores y usuarios y de las provincias
interesadas, en los organismos de control”.

Artículo 43.- ACCIÓN DE AMPARO “Toda persona puede interponer acción


expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial
más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de
particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere
o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y
garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el
caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que
se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y
en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia,
al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia
colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las
asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley,
la que determinará los requisitos y formas de su organización.
Habeas Data
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los
datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o
bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer informes, y
en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión,
rectificación, confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá
afectarse el secreto de las fuentes de información periodística.
Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la
libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o
condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la
acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por
cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la
vigencia del estado de sitio”.

En la segunda parte de la CN destinada a las “Autoridades de la


Nación” se establece que:
El Poder Ejecutivo será ejercido por el “Presidente de la Nación”
quién es elegido directamente por el pueblo, y es el jefe supremo de la
Nación, jefe del gobierno y responsable político de la administración
general del país. Permanece en sus funciones cuatro años pudiendo ser
reelegido por un solo período más de cuatro años. En caso de enfermedad,
ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del Presidente, el
Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación. En caso
de destitución, muerte, dimisión o inhabilidad del Presidente y
vicepresidente de la Nación, el Congreso determinará qué funcionario
público ha de desempeñar la Presidencia, hasta que haya cesado la causa
de la inhabilidad o un nuevo presidente sea electo. Son requisitos haber
nacido en el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo,
habiendo nacido en país extranjero, y tener 30 años de edad.

El Poder Legislativo está integrado por la Cámara de Diputados y la


Cámara de Senadores.
La Cámara de Diputados se compondrá de representantes elegidos
directamente por el pueblo de las provincias y de la ciudad de Buenos
Aires, y su número estará directamente relacionado a la cantidad de
habitantes de cada lugar. Su número actual es de 257 bancas, de las
cuales, por ejemplo, mientras la Provincia de Buenos Aires tiene 70,
Mendoza 10 y Tierra del Fuego 5. Duran 4 años en el ejercicio de su
mandato pueden ser reelegidos indefinidamente.- La Cámara de diputados se
renovará por mitad cada 2 años. Para ser diputado se requiere haber
cumplido la edad de 25 años, tener cuatro años de ciudadanía en
ejercicio, y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años de
residencia inmediata en ella.
La Cámara de Senadores se compondrá de tres senadores elegidos
directamente por el pueblo, por cada una de las 23 provincias más 3 por
la ciudad de Buenos Aires, correspondiendo dos bancas al partido político
que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido político
que le siga en número de votos. En su consecuencia hay 72 senadores. Los
senadores duran seis años en el ejercicio de su mandato, y son
reelegibles indefinidamente; pero el Senado se renovará a razón de una
tercera parte de los distritos electorales cada dos años. Son requisitos
para ser elegido senador: tener la edad de treinta años, haber sido seis
años ciudadano de la Nación, ser natural de la provincia que lo elija, o
con dos años de residencia inmediata en ella .El vicepresidente de la
Nación será presidente del Senado; pero no tendrá voto sino en el caso
que haya empate en la votación.

El Poder Judicial está compuesto por la Corte Suprema y por los


tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la
Nación. Le corresponde el conocimiento y decisión de todas las causas
que versen sobre la Constitución, las leyes de la Nación, y los tratados
con las naciones extranjeras. Sus miembros se reducirán a cinco jueces y
conservan sus empleos mientras dure su buena conducta. Ninguno podrá ser
miembro de la Corte Suprema de Justicia, sin ser abogado de la Nación con
ocho años de ejercicio, y tener treinta años de edad. Los magistrados de
la Corte Suprema son nombrados por el Presidente de la Nación con acuerdo
del Senado por dos tercios de sus miembros. Los demás jueces de los
tribunales federales inferiores son nombrados por el Presidente en base a
una propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con
acuerdo del Senado. Un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo,
será necesario para mantener en el cargo a cualquiera de esos
magistrados, una vez que cumplan la edad de setenta y cinco años.

La última parte de nuestra CN habla de los “Gobiernos de las


Provincias”
Las Provincias existieron antes que la Nación y conservan todo el poder
no delegado por esta Constitución al Gobierno federal.
Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema
representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones
y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración
de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. En su
consecuencia, se dan sus propias instituciones locales y se rigen por
ellas. Eligen sus gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de
provincia, sin intervención del Gobierno federal. Cada provincia dicta su
propia constitución, debiendo asegurar la autonomía municipal y reglando
su alcance y contenido en el orden institucional, político,
administrativo, económico y financiero.
También podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y
establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y
podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean
incompatibles con la política exterior de la Nación. Corresponde a las
provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en
su territorio. Las provincias y la ciudad de Buenos Aires - que tiene un
régimen especial - pueden conservar organismos de seguridad social para
los empleados públicos y los profesionales; y promover el progreso
económico, el desarrollo humano, la generación de empleo, la educación,
la ciencia, el conocimiento y la cultura, siempre sobre la premisa que
tanto las provincias como la Ciudad de Buenos Aires no podrán ejercer el
poder delegado a la Nación.

11. Los Códigos (Civil, Comercial y Penal) Argentinos.

Entendemos por “Código” el conjunto unificado, ordenado y


sistematizado de todas las normas jurídicas referidas a determinadas
materias legales, como ser civiles, comerciales, penales, de minería,
etc.
En 1804 se publica el Código Civil Francés y que se conoce con el
nombre de “Código Napoleón” por haber sido el emperador de Francia su
inspirador.El código es una obra capital, de enorme influencia en el
mundo. Fue vehículo de las ideas de la Revolución Francesa. En el derecho
moderno no tenía precedentes y debemos remontarnos al Código de
Justiniano para encontrar una obra de tal magnitud. Supuso toda una
revolución en el mundo del derecho y rápidamente extendió su influencia,
no sólo por Europa, posteriormente, tuvo repercusiones en todo el mundo,
entre ellos en nuestro país.
Efectivamente, nuestro Código Civil, escrito por el jurista
cordobés Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield en 1870, está claramente inspirado
en el “Código Napoleón” – combinado con las Leyes de Indias y de Castilla
y adaptado a las costumbres autóctonas - tanto en el fondo como en la
forma, y al igual que el francés, aún hoy sigue vigente con las
modificaciones que el paso del tiempo ha exigido. Podemos decir, por
tanto, sin temor a equivocarnos, que el Código Napoleónico es el “padre”
de la mayor parte de los Códigos Civiles modernos. El Código de Comercio,
dictado en 1862, también fue redactado por el Dr. Vélez Sársfield
conjuntamente con el Dr. Eduardo Acevedo; y en cuanto al Código Penal
recién se sancionó en 1882 sobre un proyecto del Dr. Carlos Tejedor.

Desde el 01 de agosto de 2015 entra en vigencia el nuevo Código


Civil y Comercial de la Nación con sus 2671 artículos, que unifica el
Derecho Civil y Comercial en un solo cuerpo normativo, derogando
íntegramente los Códigos Civil y Comercial y gran cantidad de leyes
especiales; modificándolos e incorporando materias que se encontraban
fuera de la órbita del Derecho Privado.

12. Fuentes del Derecho

Consideramos fuentes del Derecho a todo lo que contribuye o ha


contribuido a crear el conjunto de reglas jurídicas aplicables dentro de
un Estado en un momento dado.
Son: fundamentalmente, “la ley” y además: las Costumbres, la
Jurisprudencia y la Doctrina.

12.1. La Ley.

La “ley” es toda regla social obligatoria emanada de autoridad


competente. Se engloba en este concepto a las constituciones como leyes
supremas, las leyes que dictan los poderes legislativos, los decretos que
emiten los poderes ejecutivos, las resoluciones ministeriales y las
ordenanzas municipales; aunque en sentido formal, ley es la que dicta el
poder legislativo conforme a los principios constitucionales nacionales o
provinciales.
Caracteres de la ley: Generalidad (destinada a regular un número
indefinido de casos), obligatoriedad (que su cumplimiento es forzoso y
está ajeno a la voluntad del individuo) y competencia de quien la emite
(tiene que corresponder a los mecanismos establecidos en la Constitución
Nacional).

12.1.1. Sanción y promulgación de las leyes.

El procedimiento para la sanción de las leyes se halla establecido


en la Constitución nacional.
Las leyes pueden tener principio en cualquiera de las Cámaras del
Congreso, por proyectos presentados por sus miembros o por el Poder
Ejecutivo, salvo aquellas referidas a impuestos y reclutamiento de tropas
cuya iniciación corresponde a la Cámara de Diputados.
Aprobado un proyecto de ley por la Cámara de su origen, pasa para
su discusión a la otra Cámara. Ningún proyecto de ley desechado
totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las sesiones de
aquel año. Si el proyecto fuere objeto de adiciones o correcciones por la
Cámara revisora, deberá indicarse el resultado de la votación a fin de
establecer si tales adiciones o correcciones fueron realizadas por
mayoría absoluta de los presentes o por las dos terceras partes de los
presentes. La Cámara de origen podrá por mayoría absoluta de los
presentes aprobar el proyecto con las adiciones o correcciones
introducidas o insistir en la redacción originaria, a menos que las
adiciones o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras
partes de los presentes.
Aprobado por ambas, pasa al Presidente para su examen; y si también
obtiene su aprobación, lo promulga como ley. Se reputa aprobado por el
Poder Ejecutivo todo proyecto no vetado, total o parcialmente, dentro del
término de diez días hábiles.
Vetado en el todo o en parte un proyecto por el Presidente, vuelve
con sus objeciones a la Cámara de su origen: ésta lo discute de nuevo, y
si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la
Cámara de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el
proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo y es obligatoria su
promulgación.

12.1.2. Publicación y vigencia de las leyes

Para que la ley sancionada por el Congreso y promulgada por el


Poder Ejecutivo llegue a conocimiento de los habitantes del país y tenga
efectos en su aplicación o vigencia, se requiere su publicidad. El medio
fehaciente para ello es la publicación en el Boletín Oficial.
El art. 5 del Código Civil y Comercial dispone que “Las leyes rigen
después del octavo día de su publicación oficial, o desde el día que
ellas determinen.”
Las leyes tienen carácter obligatorio independientemente del hecho
que los interesados las conozcan o no. No se puede alegar la ignorancia
de la ley o de tener una noción equivocada de ella como excusa para
evitar su cumplimiento o justificar su violación, salvo que esté
expresamente autorizada en la ley.

12.1.3. Renuncia de las leyes

Según nuestro Código Civil y Comercial, la renuncia general de las


leyes no produce efecto alguno; pero se podría renunciar a los derechos
conferidos por ella, con tal de que sólo miren al interés individual y
que no esté prohibida su renuncia.
La derogación de una ley puede ser realizada solamente mediante
otra ley que así lo determine en forma expresa o tácita.
Nuestro sistema jurídico no acepta la derogación de una ley por el
desuso o por la costumbre contraria a la ley (Costumbre “contra legem”)

12.1.4. Efectos de la ley

El art. 7 “Eficacia temporal. A partir de su entrada en vigencia,


las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y situaciones
jurídicas existentes.
La leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público,
excepto disposición en contrario. La retroactividad establecida por la
ley no puede afectar derechos amparados por garantías constitucionales.
Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en
curso de ejecución, con excepción de las normas más favorables al
consumidor en las relaciones de consumo.
Este principio se basa en los siguientes aspectos: a) no es posible
exigir a las personas el cumplimiento de una ley que desconocen, a
dictarse a futuro; b) resulta indispensable para conservar el orden
social, una cierta estabilidad en las relaciones jurídicas que
desaparecería si las leyes tuvieran efecto retroactivo afectando la
seguridad jurídica.
En materia penal, está constitucionalmente prohibida por el art. 18
“Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado
en ley anterior al hecho del proceso. … “
En materia civil, excepcionalmente, se pueden dictar leyes con
efecto retroactivo, con la condición de que figure expresamente ese
carácter; aunque la retroactividad tiene un límite establecido por los
derechos y garantías que la Constitución concede a los habitantes.
Existen situaciones que ameritan la sanción de normas de orden
público, las cuales por su carácter de tales, hacen que prevalezcan sobre
los derechos adquiridos, porque entre el interés individual y social se
debe preferir este último.
Si se consideran vulnerados “derechos adquiridos” es necesario
interponer en la Justicia amparos o recursos de inconstitucionalidad para
que los jueces, y en última instancia la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, en su carácter de máxima autoridad judicial, se expida sobre la
constitucionalidad o no de esa ley sancionada.

12.2. Los usos y costumbres

Se entiende por uso o costumbre a la “práctica de reglas o formas


jurídicas introducidas por el consentimiento general tácito en la vida
del derecho. Un concepto muy logrado es el de De Ruggiero-Maroi es “la
observación constante y uniforme de una regla de conducta por los
miembros de una comunidad social con la convicción de que responde a una
necesidad jurídica”.

12.3. Jurisprudencia.

La jurisprudencia permite adecuar la letra fría de la ley a las


circunstancias de cada momento, mediante los fallos y sentencias
judiciales que produce la Justicia.
Cuando distintos jueces, o salas de la Cámara del mismo fuero
emiten sentencias dispares y hasta contradictorias, se trata de uniformar
la jurisprudencia mediante el análisis del problema por un plenario de
todos los jueces integrantes de la Cámara de ese fuero. Se produce
entonces lo que se denomina “fallo plenario”, que es obligatorio para
todas las instancias de eses fuero.
La Jurisprudencia como fuente del derecho ha sido expresamente
dejada de lado en el nuevo Código Civil y Comercial.
“…Ello no impide que se pueda apelar a la jurisprudencia como
fuente inspiradora de la solución a la cual se (8) Cafferatta, Néstor A.,
“Derecho ambiental en el Código Civil y Comercial de la Nación”,
Suplemento Especial Nuevo Código Civil y Comercial, 17/11/2014, p. 273 y
ss., AR/DOC/3833/2014. TÍTULO PRELIMINAR - CAPÍTULO 1 - Derecho 13 ART.
2º Código Civil y Comercial de la Nación Comentado arribe, pero se
tratará de una sentencia que será fruto y resultado de la “creación” del
derecho y no una mera actividad mecánica de “aplicación” o “subsunción”.
Como bien se sostiene en la doctrina, las fuentes del derecho están
íntimamente relacionadas con la interpretación, vínculo que se observa en
el propio art. 1° y se complementa con lo dispuesto en el art. 2°.

ARTÍCULO 2º.- Interpretación. La ley debe ser interpretada teniendo en


cuenta sus palabras, sus finalidades, las leyes análogas, las
disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos humanos, los
principios y los valores jurídicos, de modo coherente con todo el
ordenamiento.

El CCyC revaloriza el rol de los jueces en la resolución de conflictos


judiciales. Se trata de un texto que se interesa de manera especial por
“Los casos que este Código rige...” (art. 1° CCyC); casos, justamente,
que deben ser resueltos por los jueces a quienes el propio Código
establece un deber preciso y elocuente: resolver mediante una decisión
razonablemente fundada. No se trata entonces de que toda sentencia deba
estar fundada, sino de la exigencia de que tal fundamentación sea
“razonable”… sino en conformidad con lo que se dispone en los artículos
que siguen, en los que se explicitan varios de los principios generales
del derecho privado: la buena fe (art. 9° CCyC); el abuso del derecho
(art. 10 CCyC); el abuso de posición dominante (art. 11 CCyC); entre
otros…

12.4. Doctrina.

La doctrina se forma con las opiniones de juristas y abogados


especializados en determinados temas que permiten sostener una
interpretación más acabada de una norma jurídica y que sirve a los jueces
para fundamentar los fallos que realizan.

_______________________________________

También podría gustarte