IGLESIA EN CATALUÑA
Aitana Montaner
¿POR QUÉ SOY CRISTIANO?
A quienes son cristianos
católicos desde su nacimiento,
y en tradiciones familiares
religiosas, les llama la atención
e impacta la mirada de alguien
que es cristiano por convicción
a partir de las lecturas y de
su experiencia. Por eso he
querido compartir este
recorrido iniciático a lo
largo de nueve semanas.
ORIOL JARA
Director, guionista y productor
católico
1 AGOSTO 2021
Porque lo dice la Biblia
Jesús no fue una sorpresa para
el pueblo de Israel. Al contrario. Su
vida, muerte y resurrección están
predichas en capítulos clave del
Antiguo Testamento. Desde su
nacimiento en Belén (Mi 5,1) hasta
el ser miembro de la tribu de Judá
(Gn 49,10). Pasando por la virgi-
nidad de María (Is 7,14), la huida
a Egipto (Os 11,1) o la matanza de
los niños por orden de Herodes (Jr
31,15). También su obra fue profe-
tizada en el Antiguo Testamento.
Hechos cruciales como la predica-
ción en Galilea y en la orilla del Jor-
dán (Is 8,23 y 9,1), la entrada triun-
fal en Jerusalén (Za 9,9), la traición
de Judas (Sal 41,10), así como su
resurrección (Sal 16,10) y la ascen-
sión al cielo (Sal 68,18-19). Especial
atención merece la Pasión, que es
un catálogo de profecías bíblicas
cumplidas en Jesús. Todos los de-
talles del hecho se habían adverti-
do en las Escrituras: que perfora-
rían sus manos y pies (Sal 22,17),
que sería humillado (Sal 22,6-8),
que le darían vinagre (69,22), que
atravesarían su costado (Za 12,10),
que los soldados se repartirían su
ropa (Sal 22,18) y que no le romperí-
an ningún hueso (Sal 34,21). Aparte
de tal exuberante cantidad de tes-
timonios, una de las profecías más
asombrosas es la de Isaías en el
capítulo 53 de su libro, setecientos
CatalunyaCristiana 19
años antes de Cristo. El profeta des-
cribe, con impecable clarividencia,
la llegada del Salvador (Is 53,2), su
muerte por nuestros pecados (Is
53,8) y su resurrección (Is 53,11).
Isaías nos avisa de que el Mesías
será despreciado y desestimado
(Is 53,3). Que Él soportará nuestros
sufrimientos y aguantará nuestros
dolores (Is 53,4). En el versículo
cinco predice que Cristo será tras-
pasado por nuestras rebeliones,
triturado por nuestros crímenes y
que recibirá la corrección que nos
salva (Is 53,5). En el seis profetiza
que el Mesías cargará nuestros
crímenes y que no protestará al
ser humillado y muerto (Is 53,6-
7). Es especialmente fascinante el
versículo once, donde Dios dice, a
través de Isaías: «Por los trabajos
de su alma verá la luz, el justo se
saciará de conocimiento. Mi siervo
justificará a muchos, porque cargó
con los crímenes de ellos» (Is 53,11).
Para rematar las profecías sobre la
llegada de Cristo cabe mencionar
el libro de Daniel, donde el profeta
predice el año del bautizo y muerte
de Jesús quinientos años antes (Dn
9,24-26). Ser cristiano es, en última
instancia, un imperativo bíblico,
ya que Dios describe al Salvador
de manera clara, para que todos le
podamos reconocer en la vida de
Jesús.