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MONICIONES PARA EL 25 DE DICIEMBRE

MONICIÓN DE ENTRADA

¡Hermanos y hermanas, muchas felicidades! Hoy celebramos la Navidad: La fiesta del


Nacimiento de Jesús. La Palabra de Dios se hizo ser humano y vino a vivir con nosotros,
para acompañarnos en el camino de la vida.

El Evangelio no es para el cielo, sino para el mundo, y aquí debe ser proclamado con las
palabras y el testimonio. La encarnación nos obliga a transformar, iluminar y tratar de
regenerar nuestra realidad. La Palabra de Dios se hizo ser humano y vino a vivir con
nosotros. Escuchémosla con todas las exigencias que ella comporta de frente al mundo en
que vivimos. Empecemos esta celebración cantando con alegría.

MONICIÓN PRIMERA LECTURA

El mensaje del profeta Isaías describe la realeza de Dios que viene a nosotros, encarnada
hoy en el Niño Jesús. Los pastores la contemplan y proclaman un evangelio de paz, de
felicidad y de salvación: porque NUESTRO DIOS REINA. Dichosos los que proclaman la paz
y la felicidad, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Escuchemos

MONICIÓN AL SALMO
El Salmo 97 es un canto a las maravillas de Dios, y hoy de modo especial cantamos y
agradecemos la maravilla más grande de todas: Dios está en medio de nosotros como un niño,
mostrando su cercanía y su proyecto de salvación. Nos unimos al salmista respondiendo:

“Toda la tierra ha visto al Salvador.”

MONICIÓN SEGUNDA LECTURA


En el texto que a continuación escucharemos, tomado del escrito a los hebreos, el autor
nos dice que Dios e su infinito amor habló con nosotros por medio de su Hijo, palabra
definitiva de Dios. Cristo es la Palabra o Revelación del Padre. Él es la Verdad y el Camino
hacia el Padre. Pongamos atención.
MONICIÓN AL EVANGELIO
La lectura evangélica de hoy es un himno a la Palabra que existía en el Padre desde el
principio. La Palabra de Dios se hizo ser humano como nosotros, para traer luz y vida a
todo el mundo. Y a los que le recibieron y creyeron en su nombre les fue dado el ser hijos
de Dios. Les invito a que se pongan de pie, para escuchar con atención este bello mensaje,
pero primero cantemos el Aleluya.

“Nos ha amanecido un día sagrado; vengan, naciones, adoren al Señor, porque hoy una
gran luz ha bajado a la tierra.”

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
“Los confines de la tierra han contemplado la salvación que nos viene de Dios.”

Para los hermanos que van a comulgar los invito a hacer las filas de costumbre teniendo
en cuenta el distanciamiento y que la Comunión se consume en el mismo momento en
que la reciben en su mano. Recuerden que se recibe en la mano izquierda y la derecha se
pone abajo como haciendo un pequeño altar. Luego la llevamos con la derecha a la boca
teniendo cuidado que no nos quede ninguna partícula sin consumir ya que Jesús está
completo en ella.

COMUNIÓN ESPIRITUAL
Para quienes no han podido comulgar sacramentalmente y con plena confianza en que
Jesús se hará presente en su interior, los invito a hacer la siguiente comunión espiritual.

Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo


Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente
recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya
te hubiese recibido, te abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que
jamás me aparte de Ti. Amén.

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