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Te quiero los 365 días del año.

Un año está compuesto de 365 días y, sin embargo, solo uno de ellos es utilizado para celebrar a las
madres...

Un día en el que se les da las gracias por lo que ellas hacen por sus hijos, un día en el que se les pide perdón
por lo que hacemos o no hacemos, un día en el que las abrazamos y les decimos lo especial que son para
nosotros.

¿Pero qué pasa durante los 364 días restantes?

Mi mamá es una de las personas con la que más convivo todos los días y, a pesar de que pasamos tanto
tiempo, que hablamos sobre cualquier tema y, sobre todo, la conozco desde toda la vida, no se mucho de
ella.

Se que le gustan las rosas color coral, el chocolate y el café, pero en general se más sobre las cosas que le
disgustan. Se que no le gusta el olor a lavanda, la música que escucho, el desorden de mi cuarto, que tenga
mi espacio sucio, que mi hermana duerma mucho o que mi padre no sea puntual. No sé su color, música,
olor, o comida favorita, las actividades que le gusta realizar, los sueños que tiene o las metas que quiere
cumplir.

Ella es una persona con poca paciencia, atenta, ordenada y puntual. Como madre es cariñosa, dedicada y
trata de estar para mi familia. Se que a lo largo de su camino como madre ha lidiado con problemas como lo
fue desde su embarazo con los desvelos y los ajustes a los cambios; hasta lo que es hoy en día.
Constantemente se adapta a los cambios que hay en sus hijas y es complicado para ella. Ella busca el tiempo
para estar con su familia y eso hace que le falte tiempo para sí misma. A veces se siente abrumada por la
cantidad de responsabilidades con las que tiene que lidiar. Sacrifica su tiempo personal para satisfacer las
necesidades de sus hijas y su hogar. Espera despierta a mi padre cuando llega tarde de trabajar o a mi cuando
llego tarde de una salida con amigos. Se preocupa por la limpieza de la casa, la alimentación y el bienestar
de su familia.

Ella ha cometido errores como cualquier persona, ella se ha preocupado, ha llorado, pero también ha reído
y ha sido feliz.

Ser madre es complicado, pero a la vez es gratificante. Esta es mi conclusión tras pasar 16 años juntas. No es
algo que odie ser, pero a la vez lleva dificultades que se tienen que enfrentar y no siempre se actúa de la
mejor manera.

Es por eso que no solo me gustaría dedicarle estas palabras en un 10 de mayo, me gustaría hacerlo en los
365 días del año. Porque sé que mi mamá es la persona más hermosa, por dentro y por fuera, porque me
gustaría aprender más sobre ella y algún día poder llegar a ser lo mitad de buena como lo es ella. Porque
quiero tener el valor y decirle verbalmente “perdón, te quiero, gracias” en lugar de escribirlo. Porque, aunque
discutamos ella siempre está ahí. Porque reconozco el esfuerzo que hace día con día. Porque ella me quiere
y yo la quiero. La quiero durante los 365 días de todos los años, pasados, presentes y futuros.

Y finalmente porque me gustaría poder demostrárselo y decírselo todos los días en lugar de esperar a que
llegue esa fecha en el calendario en el mes de mayo.

A mi mamá.

Paula Sofia Hernández Olvera.

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