Desde el final del Mandato Británico sobre Palestina en 1948, la región
se ha convertido en una de las más tensas del mundo con la creación del estado de Israel posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus aspiraciones expansionistas. Durante casi 75 años, la estabilidad internacional se ha visto comprometida por el conflicto y la breve paz mientras Israel y Palestina influyen en las políticas exteriores de las potencias mundiales.
El 9 de noviembre, las Naciones Unidas aprobó el plan de partición de
Palestina, que aún estaba bajo administración británica. La propuesta de la ONU creó dos estados, un estado árabe-palestino y un estado judío. Debido a su significado religioso, Jerusalén y sus alrededores serán colocados bajo el régimen internacional, Israel en ese momento aceptó el plan, pero no fue aprobado por el mandato británico, ni fue aceptado por los árabes. El descontento entre la comunidad árabe condujo a una erupción de violencia que se cobró alrededor de 1.000 vidas solo entre diciembre de 1947 y enero de 1948.
Un año después, el conflicto llega a su fin, con terribles
consecuencias para las fuerzas árabes. El sur de la Franja de Gaza, el oeste de Galilea y la parte occidental de Jerusalén están todos ocupados por Israel, lo que aumenta significativamente su área. Más de medio millón de árabes se refugian en la zona de Gaza no ocupada y en Jordania.
Las naciones árabes están increíblemente conmocionadas por las
nuevas circunstancias tras conocer que Estados Unidos ha reconocido a Israel como un estado con nuevas fronteras y se ha convertido en su principal aliado. En las naciones árabes vecinas se producen golpes de Estado y revoluciones, que son indicadores de un fuerte malestar social.
En 1967 la escalada de tensiones en la región subió otro escalón en
junio. Tras la solicitud de Egipto de que Naciones Unidas retirara las fuerzas de intervención que mantiene en la Península del Sinaí, y debido a la existencia de actividad militar egipcia sospechosa, Israel atacó a la Fuerza Aérea de Egipto y posteriormente a la Fuerza Aérea de Siria. La respuesta de los países árabes fue inmediata así la guerra contra Israel va a Egipto, Siria y Jordania. Su derrota fue inesperada. El conflicto tuvo lugar del 5 al 10 de junio de 1967 y se conoció como la Guerra de los Seis Días. Las consecuencias territoriales en la región son significativas. Israel captura la Península del Sinaí y la Franja de Gaza de Egipto; Jerusalén Este y Cisjordania a Jordania; Altos del Golán, Siria. Las consecuencias psicológicas son aún más evidentes e impulsan la defensa de la causa palestina en todo el mundo y la propagación de actos terroristas.
En 1972 los acuerdos de Camp David, suscritos en Washington el 27
de marzo tras meses de negociaciones entre Israel y Egipto, suponen un primer punto de esperanza en el largo conflicto. Con ellos, Israel firma la paz con su vecino más poderoso y Egipto logra recuperar los territorios que había perdido en la guerra del año 1967. Sin embargo, Egipto es considerado un país traidor por sus antaño aliados y es excluido de la Liga Árabe.